fue al sur. era agua. era el cielo; la mañana. la nevada. su casa

ALBERTILA NIÑA QUE SE VA AL MAR SE EQUIVOCÓ LA PALOMA La niña que se va al mar Se equivocó la paloma. ¡que blanca lleva la falda Se equivocaba.

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http://dx.doi.org/10.4995/ANIAV.2015.1078   Valdaliso  Casanova,  Teresa.   Investigadora/doctoranda,  Universidad  Politécnica  de  Valencia,  Depar

Story Transcript

ALBERTILA NIÑA QUE SE VA AL MAR

SE EQUIVOCÓ LA PALOMA

La niña que se va al mar

Se equivocó la paloma.

¡que blanca lleva la falda

Se equivocaba.

la niña que se va al mar!

Por ir al norte,

¡Ay niña no te la manches

fue al sur.

la tinta del calamar!

Creyó que el trigo

¡Que blancas tus manos, niña,

era agua.

que te vas sin suspirar!

Se equivocaba.

¡Ay niña no te la manche

Creyó que el mar

la tinta del calamar!

era el cielo;

¡Que blanco tu corazón

que la noche,

Y que blanco tu mirar

la mañana.

¡Ay niña, no te la manche

Se equivocaba.

la tinta del calamar!

Que las estrellas, rocío;

¿Por qué me miras tan serio

que la calor;

¿Por qué me miras tan serio?

la nevada.

¿Por qué me miras tan serio,

Se equivocaba.

carretero?

Que tu falda era tu blusa;

Tienes cuatro mulas tordas,

que tu corazón,

un caballo delantero,

su casa.

un carro de ruedas verdes,

Se equivocaba.

y la carretera toda para tí,

Ella se durmió en la orilla.

carretero

Tú, en la cumbre de una rama

¿Qué más quieres?

Nana del niño malo

Nana de la tortuga

¡A la mar, si no duermes,

Verde, lenta,la tortuga.

que viene el viento!

¡Ya se comió el peregil,

Ya en las grutas marinas

la hojita de la lechuga!

ladran sus perros.

¡Al agua,

¡Si no duermes,

que el baño está rebosando!

al monte: vienen el búho,

¡Al agua,pato!

y el gavilán del bosque!

Y sí que nos gusta a mí y al niño ver la tortuga tontita

Por qué me miras tan serio? ¿Por qué me miras tan serio, carretero? Tienes cuatro mulas tordas, un caballo delantero, un carro de ruedas verdes, y la carretera toda para tí, carretero ¿Qué más quieres?

y sola nadando.

POESIAS DE MARIA ELENA WALSH. EN EL PAIS NOMEACUERDO En el país de Nomeacuerdo doy tres pasitos y me pierdo. Un pasito para aquí, no recuerdo si lo di. Un pasito para allá, ¡Hay que miedo que me da! Un pasito para atrás, y no doy ninguno más. Porque ya, ya me olvidé donde puse el otro pie.

Y la vaca le respondió: ¿Por qué no puedo estudiar yo? La vaca, vestida de blanco, se acomodó en el primer banco. Los chicos tirábamos tiza y nos moríamos de risa. La gente se fue muy curiosa a ver a la vaca estudiosa. La gente llegaba en camiones, en bicicletas y en aviones. Y como el bochinche aumentaba en la escuela nadie estudiaba. La vaca, de pie en un rincón, rumiaba sola la lección.

La vaca estudiosa

Un día toditos los chicos se convirtieron en borricos.

Había una vez una vaca en la Quebrada de Humahuaca. Como era muy vieja, muy vieja, estaba sorda de una oreja. Y a pesar de que ya era abuela un día quiso ir a la escuela. Se puso unos zapatos rojos, guantes de tul y un par de anteojos. La vio la maestra asustada y dijo: - Estas equivocada.

Y en ese lugar de Humahuacala única sabia fue la vaca

MANUELITA LA TORTUGA

y por eso regresó

Manuelita vivía en Pehuajó

vieja como se marchó

pero un día se marcó.

a buscar a su tortugo

Nadie supo bien por qué

que la espera en Peuhajo.

a París ella se fue un poquito caminando

Canción para vestirse

y otro poquitito a pie.

A levantarse,

Manuelita, Manuelita,

dijo la rana,

Manuelita dónde vas

mientras espiaba

con tu traje de malaquita

por la ventana.

y tu paso tan audaz.

Tira con tirita

Manuelita una vez se enamoró

y ojal con botón.

de un tortugo que pasó.

Un pajarito

Dijo: ¿Qué podré yo hacer?

que está en la rama

Vieja no me va a querer,

busca el zapato

en Europa y con paciencia

bajo la cama.

me podrán embellecer.

Upa, dijeron

En la tintorería de París

cuatro ratones,

la pintaron con barniz.

y se quitaron

La plancharon en francés

los camisones.

del derecho y del revés.

--No hallo mi flauta,

Le pusieron peluquita

protestó el grillo,

y botines en los pies.

y la tenía

Tantos años tardó en cruzar el mar

en el bolsillo.

que allí se volvió a arrugar

Una gallina

muerta de risa se pone el gorro y la camisa. Medio dormido dice el morrongo: --Cuando madrugo siempre rezongo. Y el sapo dice: --¡Qué disparate, desayunarse con chocolate! Tira con tirita y ojal con botón.

GLORIA FUERTE

que en Oriente te han vendido.

EL CAMELLO COJITO

A la entrada de Belén

(AUTO DE LOS REYES MAGOS)

Al camello le dio hipo.

El camello se pinchó

¡Ay, qué tristeza tan grande

Con un cardo en el camino

con su belfo y en su hipo!

Y el mecánico Melchor

Se iba cayendo la mirra

Le dio vino.

A lo largo del camino,

Baltasar fue a repostar

Baltasar lleva los cofres,

Más allá del quinto pino....

Melchor empujaba al bicho.

E intranquilo el gran Melchor

Y a las tantas ya del alba

Consultaba su "Longinos".

-ya cantaban pajarillos-

-¡No llegamos,

los tres reyes se quedaron

no llegamos

boquiabiertos e indecisos,

y el Santo Parto ha venido!

oyendo hablar como a un Hombre

-son las doce y tres minutos

a un Niño recién nacido.

y tres reyes se han perdido-. -No quiero oro ni incienso El camello cojeando

ni esos tesoros tan fríos,

Más medio muerto que vivo

quiero al camello, le quiero.

Va espeluchando su felpa

Le quiero, repitió el Niño.

Entre los troncos de olivos. A pie vuelven los tres reyes Acercándose a Gaspar,

Cabizbajos y afligidos.

Melchor le dijo al oído:

Mientras el camello echado

-Vaya birria de camello

Le hace cosquillas al Niño.

DOÑA PITO PITURRA

LA VACA LLORONA

Doña Pito Piturra Tiene unos guantes,

La vaca está triste,

Doña Pito Piturra

Muge lastimera,

Muy elegantes.

Ni duerme, ni bebe

Doña Pito Piturra

Ni pasta en la hierba.

Tiene un sombrero, Doña Pito Piturra

La vaca está triste,

Con un plumero.

Porque a su chotito

Doña Pito Piturra

Se lo han llevado

Tiene un zapato,

Los carniceros

Doña Pito Piturra

Al mercado.

Le viene ancho. Doña Pito Piturra

Está tan delgada,

Tiene toquillas,

La vaca de Elena

Doña Pito Piturra

Que en vez de dar leche,

Con tres polillas.

Da pena.

Doña Pito Piturra Tiene unos guantes, Doña Pito Piturra Le están muy grandes. Doña Pito Piturra Tiene unos guantes, Doña Pito Piturra ¡lo he dicho antes!

PIENSO MESA Y DIGO SILLA Pienso mesa y digo silla, Compro pan y me lo dejo, Lo que aprendo se me olvida, Lo que pasa es que te quiero.

La trilla lo dice todo; Y el mendigo en el alero, El pez vuela por la sala El toro sopla en el ruedo.

Entre Santander y Asturias Pasa un río, pasa un ciervo, Pasa un rebaño de santas, Pasa un peso.

Entre mi sangre y el llanto Hay un puente muy pequeño, Y por él no pasa nada, Lo que pasa es que te quiero.

ANTONIO MACHADO

Caminante no hay camino

Yo voy soñando caminos

Caminante, son tus huellas

Yo voy soñando caminos

el camino, y nada más;

de la tarde. ¡Las colinas

caminante, no hay camino,

doradas, los verdes pinos,

se hace camino al andar.

las polvorientas encinas!...

Al andar se hace camino,

¿Adónde el camino irá?

y al volver la vista atrás

Yo voy cantando, viajero

se ve la senda que nunca

a lo largo del sendero...

se ha de volver a pisar.

-La tarde cayendo está-.

Caminante, no hay camino,

"En el corazón tenía

sino estelas en la mar.

la espina de una pasión; logré arrancármela un día;

Los sueños

Y vuelve a sonreír porque en su rueca el hilo de los campos se enmaraña. Tras la tenue cortina de la alcoba está el jardín envuelto en luz dorada. La cuna, casi en sombra. El niño duerme. Dos hadas laboriosas lo acompañan, hilando de los sueños los sutiles copos en ruecas de marfil y plata.

ya no siento el corazón."

POESIAS PARA NIÑOS

Sol de invierno

Pegasos, lindos pegasos,

Es mediodía. Un parque.

caballitos de madera

Invierno. Blancas sendas;

Yo conocí siendo niño,

simétricos montículos

la alegría de dar vueltas,

y ramas esqueléticas.

sobre un corcel colorado en una noche defiesta

Bajo el invernadero,

En el aire polvoriento

naranjos en maceta,

chispeaban las candelas

y en su tonel, pintado

Y la noche azul ardía

de verde, la palmera.

toda sembrada de estrellas ¡alegrías infantiles,

Un viejecillo dice

que cuestan una moneda

para su capa vieja:

de cobre, lindos pegasos,

"¡El sol, esta hermosura

caballitos de madera!

de sol...!" Los niños juegan.

El agua de la fuente resbala, corre y sueña lamiendo, casi muda, la verdinosa piedra. El hada más hermosa ha sonreído al ver la lumbre de una estrella pálida, que en hilo suave, blanco y silencioso se enrosca al huso de su rubia hermana.

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