GABRIEL CEVALLOS GARGIA

GABRIEL CEVALLOS GARGIA obras completas VII ARTE. TEMAS GENERALES Y ECUATORIANOS GABRIEL CEVALLOS GARCIA OBRAS COMPLETAS VII ARTE. TEMAS GENERALE

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GABRIEL CEVALLOS GARGIA obras completas VII

ARTE. TEMAS GENERALES Y ECUATORIANOS

GABRIEL CEVALLOS GARCIA

OBRAS COMPLETAS VII

ARTE. TEMAS GENERALES Y ECUATORIANOS

BANCO CENTRAL DEL ECUADOR

Fernando Sevilla Herrero Gerente General Bruno Leone Pignataro Gerente de la Región DOS

Cesar Vega Vega Gerente de la Sucursal en Cuenca Irving Ivan Zapater C. Director del Centre de Investigación y Cultura Juan Cordero Ihiguez Director del Centre de Investigación y Cultura. Cuenca Banco Central del Ecuador © Derechos reservados conforme a la ley OBRAS COMPLETAS DE GABRIEL CEVALLOS GARCIA Graficas Hernandez. Cía. Ltda. Cuenca, 1988

NOTA PROLOGAL

Hace falta hablar del arte nuevo, o esto que así vamos denominando merece una teoria o tiene ya en síeljugo suficiente con que elaborar una filosofia? Muchos, con animo displicente, piensan que tal exegesis esta por demas. Y sin embargo, otros muchos, como el autor de estas páginas, creen que hace falta hablar del arte nuevo, que es urgente mezclarse en la contienda, si no como artistas, por lo menos como observadores entusiastas del suceso emotivo coetaneo nuestro. La batalla entre arte en cuanto esencia eterna y arte en cuanto existencia historica, no ha terminado todavía. La tesis tradiciónalista, que hace del mismo una obra de razon, sometiendolo a sus leyes, aun cuando aminorada y casi opaca, resplandece por lo menos teoricamente en el pensamiento de algunos escritores y filosofos del día, en quienes si bien el rezago es notorio, no lo es menos su habil defensa de la tesis retoricoraciónalista comodamente heredada de Aristoteles.

Sobre todo hace fz'ta bucear en las aguas del arte nuevo, para darnos cuenta de muchas profundidades complejas y de sinnumero de urgencias del hombre sigloventino, de sus angustias y tambien de su plena conciencia de transitoriedad. Sin pretender una encuesta filosofica, sin zarpar a ninguna expedición historica determinada, más con un atento viaje por las corrientes de la emoción contemporanea, lograremos deslindar problemas y descubrir misterios que, de otro modo, quedarían sin ubicación exacta. Un viaje de esta calidad nos permite encontrar el timbre del pensamiento dominante, la tonica espiritual presente, la manera de pensar y, sobre todo, y aqui demora lo tragico, la actitud del hombre ante el mundo. Todo tiempo establece un dialogo con el universo: metafísicamente Ie interroga o tecnicamente Ie domina. A voces el dialogo se convierte en querella, otras en contrapunto. Pero nunca deja de llenar el ambito espacial y espiritual de las culturas. El dialogo del espíritu sigloventino con el universe casi sin secretos, casi desposeido de sus fuerzas rotundas, en vez de exaltar al interldtutorhombre, lo muestra mas angustiado y precario, menos personal y mas colectivo, menos sabio y mas cientifico, menos confiado y mas poderoso, menos seguro y mas dominador. La politica, la filosofia, la economia, no nos diran jaraas la verdad del hombre atomizado. Solo en el arte logramos leer su destine y su presente, en las oscuras profundidades donde aclara la sinceridad creadora, donde el trashumante y solitario ser de las ciudades, perdido como un infusorio en las aguas inmensas, se identifica, aun cuando sea momentaneamente, con lo mas firme de si mismo, con lo unico firme que encuentra en medio del caos formativo donde estamos. Pues la mas alta ensenanza del arte actual, segun mi concien 4

cia, es esta de un mundo virginal a cuya hora primera hemos asistido anonima y tumultuariamente. Hay quienes llaman decadencia y ultimo fruto de descomposición historica al arte actual. Habemos otros para quienes, guardado el debido respeto a la opinión contraria, este mundo es infantil y este arte del mundo infantil se levanta en pos de su morfologia, sin que nada pueda contenerlo, como la carrera del sol es incontenible cada maiiana. El problema del arte actual no es el de la mera comparación erudita con otras artes o con los productos emotivos llamados eternos. El problema asienta sus reales en la calidad auroral del hombre contemporaneo, y más que un caso de historia o de arqueologia, es un hecho de vida futura o futurizable. Nos da la medida de la intuición y nos ensena a reconocer humildemente la falsedad de muchas cosas que se nos han impuesto con la inapelable autoridad del preterite. Nos permite sentir, lejos de la teona sociologica o de la profecia historica, el aliento primeval de otra etapa humana, mas humana quizas y por tanto mas dolida y compleja. Cabe, pues, hablar del arte nuevo. Su pulso nos delata el ritmo de la vida venidera, mejor dicho de la vida iniciada con tanto estrepito y aturdimiento. Quienes piensan que se hundio el individualismo, o quienes creen que la ruina es total, o quienes aseguran que no nos queda otro horizonte que el gris monotono de una prolongada decadencia, han visto parte de la verdad; pero no han asistido a la plenitud de la misma: de la muerte surge la vida. Vida y muerte se dan la mano en el sector de tiempo que miramos y, como es del caso, tan extrana entrevista tiene que levantar un escandalo. No obstante el arte nuevo describe la orbita vital de su destine.

DEL ARTE ACTUAL Y DE SU EXISTENCIA

CONSIDERACIÓNES SOBRE ARTE NUEVO PRIMERA CONSIDERAC10N, 1NTRODUCTORIA Pronunciar la palabra arte en una forma sencilla y en un enunciado que aspire a ser cabal, equivale a mentar y a sentir la magia del contagio radiante, pues la esencia de lo estetico, antes que sugestión o llamamiento al discurso, exige humilde sujeción. Por eso, desde el comienzo de estas líneas rechazo la pedanteria escolastica y me niego rotundamente a convertir el hecho artístico acto humano en su mayor fuerza de creación pura— en un fenomeno raciónalmente desmontable. Tambien rechazo el paralizado embobamiento y me niego a suponer que el arte, en cuanto hecho de la cultura, sea un ente inmutable y perfecto. Si nos preguntamos ingenuamente que es arte, sin contestarnos con largos procesos mentales nos bastara responder volviendo los ojos a una cualquiera de las obras bellas. Pero si, colocados ya en postura filosofica, hacemos analoga pregunta, el gesto unilateral no satisface y, a favor de nuestro cuidado, surge el recelo al ver como la cuestión multiplica sus interrogantes y no nos permite responder exhaustivamente. Luego echamos de ver que un asunto 9

grave como la vida, escapa a las sutilezas de la dialectica raciónal y, como todo lo que es ontologia y etica al mismo tiempo, no encaja en las paredes definitorias de la logica conceptual. Puede no contradeciria en incontables casos. Pero siempre la excede. La excede, sencillamente porque el arte no es un problema, sino un misterio. Y estamos de un salto en el centre del tema estetico, en su punto indescifrable para la razon, como resulta indescifrable el secreto existencial. ¿Quien se ufanara de conocer el secreto de su projimo? (Quien se ufanara de conocer en un aqui y ahora precisos, su cabal entidad metafísica y su entelequia o potencialidad de llegar a ser, si aun no es? Por tanto el arte como todos losjugos de nuestra vida, ha de escaparnos con pertinacia cruel, como se nos escapan el día y hora de nuestra liquidación, donde solo y por merced del gran totalizador de la muerte, definimos o ponemos término conceptual a la persona. El mundo de la cultura no ha dado fin al acontecer estetico y, por tanto, la esencia de la obra emotiva y de su misterio sigue planteada y exige nuevas soluciónes creadoras y filosoficas. En otras palabras, al problema del arte, como al de la vida personal de cada hombre, no alcanzamos a dar clausura logica en un acto mental hie et nunc. Esta abierto en mil partes. Y vamos a colarnos por una de sus abras intentando, eso si, atarlo a la esencia del tiempo que vivimos, fijando su movilidad temporal sobre el segmento de historia que nos es dado sentir y comprender. Porque a un conjunto de actos o acontecimientos, cada vez creciente o decreciente, que integra una cultura, si queremos entenderlo con metodos críticos, hemos de infligir un corte, rigidizandolo en cierto modo, paralizandolo como el nino al juguete en cuya hondura anhela penetrar. Pues la razon, aun cuando es camino, si analiza no puede menos que paralizar. Y aqui recogemos una primera dualidad, generalmente con 10

fundida, pero clara para quienes tienen un poco de buena voluntad y son respetuosos de la cultura. Dicha dualidad consiste en que hemos de sentir y comprender el arte de dos modos: bien sea como hecho humano singular que nos llega y nos solicita emotivamente; bien sea como conjunto actual e historico, al mismo tiempo que como un fenomeno social, los cuales merecen una teoria. 0 sea que hemos de distinguir entre el arte en la vida humana colectiva, como obra; y el arte en la vida humana singular, como proceso creativo y magia seductora. El corte paralizante que hemos de dar para el estudio o la exposición crítica, caera solo en el cuerpo del arte como obra social o acontecer historico. Pues la emotividad productora hurtara siempre el cuello a la finura de la dialectica. EL ARTE EN LA VIDA HUMANA COLECTIVA Guardemonos mucho de llamarle fenomeno y reservemos esta denominación para su estudio sociologico o su enumeración estadística. Filosoficamente hemos de considerarle en su verdad, como obra de los hombres, como una de las tareas más llenas de sentido que pueden realizar. La obra estetica, como el concepto, siempre viene prenada de sentido y, ademas, de intención, en lo cual supera al concepto. Va en pos de algo, tras un fin dentro del cual la vida echa la semilla de sus aspiraciónes. Los valores esteticos, como todos, pero ellos especialmente, se realizan persiguiendo fines permanentes y varios otros de accidental caducidad, segun las culturas. Los fines permanentes del arte se han encerrado en una frase, que tiene mucho de pura frase: realizar la belleza. Los fines accidentales o incidentales sobre las etapas historicas, han dado nacimiento a las tendencias, a las escuelas, a las

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modas y corrientes, en una palabra a todo aquello de inmediato o de remoto que nos hace distinguir un drama griego de un drama español, el teatro de Sofocles del teatro de Shakespeare, la estatua egipcia de la griega, y esta de la medieval y de la moderna. Las tres consideraciónes que me propongo desarrollar, veran al arte primordialmente desde este angulo, para iluminar con tal visión la entidad de aquello que denominamos, unos apasiónada, otros displicentemente, arte moderno. EL ARTE EN LA VIDA HUMANA SINGULAR Aqui no es solamente finalidad. A ella se suma el proceso creativo y complica el asunto estetico. Si afuera, en el mundo de la cultura, el arte representa una objetivación adecuada a fines sociales, adentro, en su intimidad casi inasible y misteriosa, en la fuente de su magia, el arte posee torturantes senderos, crisoles, pirosferas, demonios y angeles, floras y faunas, suenos y lágrimas, paradojas y contradicciónes, verdades y cruces, martirios y redenciónes. Posee un mundo secreto, inagotable, innumerable, caprichoso, volcanicamente dispuesto a verterse para destruir y configurar la cosmografia cultural, como hacen los otros volcanes en la geologia. En la vida humana singular el proceso creativo es, por consiguiente, innumerable. Cada artista es un cuno que grava sus caracteres, corta del ambiente espiritual aquello que mas se acomoda a su singularidad, define su persona y marca, ardientemente, su vera efigie. Es una divinidad creadora. Tambien en esta porción del arte, del mismo modo que en la anterior, encontramos la variedad, el cambio copioso, la diversa manera de comportarse el hombre con el universe. Si no fuera asi, el arte una vez florecido habna agotado su esencia y, eternizado, 12

nos dejaria inmoviles e impotentes ante el. LA LIMITACIÓN Y LA ANGUSTIA DEL LIMITE Dije que el fin permanente del arte se expresaba en una frase que tenía mucho de frase pura. La repito: el fin permanente del arte es realizar la belleza. Ante ella surge esta nueva inquisitoria; por que busca el hombre la realización de la belleza?. Y por que la ha perseguido de varias maneras, con pertinacia, desde las cavernas hasta las horas de mas elevada cultura? (Sera por puro goce estetico o emotivo, o por apagar alguna sed que viene implícita en la emoción? Pues resulta incontrovertible que poseemos emoción, y mas incontrovertible que hemos de aplacar su sed. Entonces, al contestar la segunda cuestión, encontramos nuevos caminos que, sin duda, nos llevan más alla de la frase hecha: realizar la belleza. Encontramos la necesidad de aplacar una sed angustiosa, necesidad permanente, impulse tan profundo como la vida. Los hombres tenemos miedo de concluir, sentimos una angustia por nuestra limitación. No queremos morir y recurrimos a muchas artimanas para burlar el término cronológico y el aniquilamiento de la biologia singular. Y uno de los grandes recursos contra la angustia causada por el límite, recurso que como otros se origina con toda claridad en lo más oscuro de nuestra existencia, es el arte, coparticipe de la esencia inmortal del espiritu. Cuanto creamos para que nos sobreviva el hijo, el arbol, el libro del proverbio oriental, cuanto edificamos con la inquieta intención de sobrepasar la carrera del tiempo cósmico, cuanto hacemos para durar, lleva el sello de nuestra angustia, es una dela 13

ción de temor al límite, representa la confesión del anhelo secreto y pertinaz de inmortalizarnos. Y como constantemente morimos, constantemente queremos no morir. El espiritu y mas clararoente el arte, son los perpetuos enterradores de la muerte. Esta necesidad de no morir no solo es emotiva. Tambien es metafisica y la podemos ofr, retumbante, cuando leemos una biografía o cuando comprendemos a nuestro projimo no en cuanto individuo de la especie, sino en tanto sustantivo biografiable. En este caso medimos al projimo por su potencia afirmativa, por lo que hace, por su posibilidad de perdurar. Los grandes hombres no viven gratuitamente en el recuerdo de los demas, siempre les pagan un tribute al ayudarles con su ejempio a veneer a la muerte invencible. Si alguna vez pudiera escribir un tratado de estetica, lo haria partiendo de este a priori: el espiritu como derrota de la muerte. NOS SALVAMOS POR EL AMOR El fin del arte es salvarnos de la angustia del límite. Y lo hace abriendo un boquete muy ancho en los flancos del espacio y del tiempo, a fin de regalarnos una amorosa supervivencia. Pero recibe al mismo tiempo una donación de alta calidad, pues ningun creador de belleza es mero cobrador de beneficios sin correr los riesgos exigidos por aquel oceano de quien todos los artistas son tributaries. Y han de desprenderse de si mismos, de su esencia, ban de revelar su secreto al arte, si de el aspiran a recibir la recompensa. El arte da. Pero el arte recibe. Hay una mutualidad generosa, un intercambio afectivo, sin el cual no se cerraria el cicio de creación y, abierto por uno de sus extremes, correna el torrente benefico sin bendecirnos. Existe una corriente, y esta no es otra que la del amor. Si el arte ayuda a redimirnos del tormento del límite, el 14

artista se salva en la obra y con el se salvan quienes sienten la belleza. Lo cual equivale a asegurar quo nos salvamos por el amor: amor que en sus más altas formas se llama religión y arte. POSICIÓN HISTORICA DEL ARTE Pensemos ahora que no solo el hombre singular consigue o intenta salvarse del temor final. Pueblos enteros han acometido tamana empresa. Y de ellos sentimos supervivir sus expresiónes más altas. Sin embargo no todos hicieron de modo analogo: unos por la creencia, otros por el arte. Y dentro del arte, unos de una manera y otros de otra. Aqui trepidariamos si no aceptaramos que el arte, como todo acaecer historico, no es uniforme. Vive en esencia eterna y en realización temporal, como llamamiento a la intimidad emotiva y como postura concreta asumida por el hombre de cada tiempo ante el universe. Este acaecer no uniforme se nos hace mas patente si comparamos las llamadas obras eternas de un tiempo con las de otro, si tratamos de inquiry el secreto de cada una y luego generalizarlo en una norma que comprenda a todas las producciónes que decimos analogas, si pretendemos intuir el espíritu de unas para deducir luego canones adecuados a las otras. Hallaremos, merced a la comparación historica, obras y cañones de diversa duración temporal y de variado valor estetico. Unas obras ostentan algo de que carecen otras; pero estas poseen ciertos caracteres tambien propios y que las vuelven durables por motives distintos de los ostentados por aquellas. Y tan variada es la apariencia objetiva de las obras de arte, que erranamos al formular un juicio universal que incluyera un principio crítico valido para todas. No podemos decir: las obras inmortales lo son por tal motive. Si 15

tal cosa afirmaramos, tendnamos que demostrar cosa imposibleque el Partenon y la Catedral Gotica comienzan en el rnismo principio y llenan una misma angustia religiosa; que la pintura pompeyana y la velasquena usan la misma tecnica y expresan analogo lenguaje emociónal; que el alma egipcia y el espiritu griego se inmortalizan con iguales gestos de piedra, etc. Y luego del hallazgo emerge la inquisitoria: si hay canones y obras de variada duración y valor desparejo, (cuales son durables y satisfacen aquel anhelo mtimo de la realización estetica, que es perdurar y salvar la angustia humana? Las obras? Los canones? Si recordamos que chinos, japoneses, egipcios, babilonios, griegos, medievales, renacentistas, barrocos, romanticos, modernistas o quienes scan, entienden el arte a su imagen y semejanza, lo comprenden como duración extratemporal y extraespacial en cuanto anhelo intimo, y Ie prestan figura y apariencia peculiar, cada cual a su manera; y si por otra parte recordamos que la emoción halla soluciónes en varias de esas diversas y desparejas formas expresivas de la belleza, la respuesta viene de por si. Un chino halla solución a su angustia por medio de un instrumento estetico ante el cual un europeo casi no reaccióna, o lo hace posteriormente despues de una larga iniciación. Los apodados inteligentes en arte son aquellos que han tenido el vigor de cubrir estas diferencias a fuerza de penetración y largos procesos educativos. Y aun asi, muchas veces no vamos mas alia de la mera intelección historica o erudita o cntica de una obra de belleza ajena a nuestra angustia. Lo cual no impide, en justicia, que un hombre extrano a nuestra cultura permanezca indiferente y no descubra el por que de la satisfacción engendrada en nosotros por un teorema musical de Juan Sebastfan Bach, por ejemplo. Todavía más. La diversidad cultural se acentua en el tiempo. (Estamos seguros de haber penetrado en el sentido cabal del coro 16

de la tragedia griega? o, si resucitase Aristoteles, y esto enuncio con toda delicadeza, (se vena fielmente comprendido en Occidente? No hago sino insinuar un pequeno problema de cultura, (puede la traducción de los terminos alcanzar el traspaso total de la esencia animica de un idioma a otro, sobre todo cuando se suceden en el tiempo? Hemos traducido ataraxia, catharsis, eímarmene, sofrosyne; pero (homos logrado entender los terminos a nuestro modo o a la manera helenica? Y el caso se agrava si pensamos que tales terminos pudieron no tener analoga significación filosofica para los varies tiempos y las diversas escuelas, dentro de la misma historia griega. Esto ocurre en el terreno de la mera y simple denominación. Y si pasamos de aqui al mundo de la intenciónalidad —y vimos ya que el arte es intención, donde el nombre se convierte en lo sugerente, donde la uniformidad se cambia por la variación temperamental, donde en muchisimas ocasiónes el creador de belleza sigue un sendero no trillado y quiere aislar su obra y construir con ella no solo una individualidad, sino hasta una especie;si recordamos todo esto, ^que derecho tenemos para sostener la eternidad de los canones esteticos? Reconozco la vigencia secular de la Retorica aristotelica, Vertida al mundo de la latinidad principalmente por Quintiliano, paso sin beneficio de inventario .a la vida occidental, sobre todo en ciertas epocas —no en aquellas de pura excelsitud gotica, o en algunas de gran pasión y conflicto angustioso agigantado, como es el barroco, sino en ciertas otras epocas llamadas clasicismo frances o durante el siglo posterior a la edad dorada de Espana. En aquestos terminos historicos daba flor y fruto la semilla aristotelica, desvirtuada en incontables ocasiónes, falsificada, mal entendida; pero viva y robusta por obra y gracia de los fieles interpretes, para quienes todo lo demas, o sea la espontaneidad natural y propia de 17

los climas de Occidente, merecía el calificativo de barbaro, en una acepción peyorativa. Me espanto cada vez quo recuerdo como estos seudo helenizantes llamaban barbara a la poesía medieval, sin considerar siquiera las sublimes expresiónes del alma angustiada y que aun respetamos, como son el Stabat Mater, el Dies Irae y tantas otras, por el crimen de traer rimas consonantadas, invento del mal gusto y la ignorancia, obra de la impotencia para conservar el ritmo clasico, segun ellos. Pues los versolibristas de hoy deben saber que los versos escandidos por silabas y consonantados, cuando se inventaron, tuvieron la virtud de provocar una reacción secular entre los hurnildes seguidores de la versificación grecoIatina. Ideas como las del buen abate Boileau me pare'cen la mas pura y elegante falsificación del alma occidental. Y fue en este traductor de Quintiliano donde los amantes del canon eterno han bebido, a su vez, cierta especie de energia raciónalista, licor enganoso y dominante, pues logro imponer un modo cerebral de entender la producción emotiva. No obstante, a pesar de la ausencia de canones eternos, la magia del arte nos doblega y nos salva con sus obras eternas. SENTIDO DEL ARTE PERENNE Pero preguntemonos: ia. que motive se debe la supervivencia de tales objetivaciónes del espiritu? Algo o mucho deben poseer en su intimidad, que las vuelva capaces de trasmontar la sucesión corrosiva del tiempo y las deje firmes en medio del oleaje. En vano trataremos de descifrar el enigma acudiendo simplistamente a la divina proporción o al quid divinum entendido de manera canonica. Los canones son caducos y relatives, y si viven 18

no es por si mismos, sino parasitariamente en la obra que los aloja, por mas que no consigamos sino mentalmente separarlos de ella, pues la esencia de la cultura vivida se quedo animando aquellas medidas o reglas. Con mejor acuerdo preguntemos a la esfinge que demora en cada obra inmortal, que angustia calma o que límite vence, y obtendremos una respuesta mas clara, más humana y duradera que las normas producidas por el mismo afan. Pues estas no son sino medios instrumentales, y querer una total definición crítica de una obra perenne, solo por virtud de las medidas que sirvieron para haceria, equivaldría en cierto modo a explicarnos la tercera dimensión de la estatua por gracia del martillo y de los cinceles. Debemos sobrepasar el orden instrumental, el utensilio de fabricar belleza, sea conceptual o mecanico, pues lo mecanico o la herramienta es producto de la mente; debemos sobrepasar este orden, indispensable desde luego, pero ineficaz para la aprehensión completa del fluido impalpable, de esa irresistible radioactividad de toda obra maestra. Y sobrepasando la exposición canonista o escolar, tendremos que encontrarnos, a la postre, con una metafísica muy dificil de expresar de modo mas claro que este: límite vencido dentro del tiempo. Desde luego, hay formulas mas o menos raciónalistas para sustituir esta que acabo de enunciar. Pero nada hay mas humano y valioso que una angustia calmada o en busca de calma. ARTE Y TEMPORALIDAD Fue Henri Bergson quien despejo del campo de la cosmologia una montana insalvable, en cuyos flancos se hubo trabajado algo como veinticinco siglos sin adelantar gran cosa, antes bien complicando la tarea con la superación de la matematica euclidiana; pues 19

no otra cosa que complicar el concepto y el problema del tiempo significaron para la cosmologia los descubrimientos de Newton, Descartes, Leibnitz, etc. Y hubo de ser el filosofo francos contemporaneo nuestro quien así procediera, por venir a la filosofía desde el piano matematico. El descubrimiento bergsoniano es simple y nos deja en claridad sobre muchos secretes de la cultura: distingue entre tiempo cósmico y duración conciencial. Hay dos formas del tiempo: una de ellas nos devora y otra nos permite edificar cada vida singularmente. En otras palabras: para el mundo de la cultura, mundo por esencia humano y etico, hay un tiempo que mata y un tiempo que inmortaliza. Dije mas arriba que los canones viven por la esencia del tiempo inclusa en ellos. Pero esta inclusión no reza solo con las reglas, sino tambien con las obras. Veamoslo. Una obra de arte es hecha por algun morador de un sitio historico determinado, que no puede abdicar del modulo temporal y cultural en que habita, que ademas sienta lo que hace y, con estos ingredientes, cree una obra en la cual infunda, entre otras muchas, estas dos realidades: conciencial la una, historica la otra; la primera expresa el anhelo humano constante de aplacar la angustia sentida en lo mas ultimo de la vida; la segunda va en pos de adecuar y de adecuarse al tiempo en una acción reciproca analoga a la de las figuras geometricas que pueden quedar inscritas o circunscritas, segun si el contorno Ie amolda al dintorno, o viceversa,el dintorno al contorno, sin que esto signifique rigidez en el procedimiento, pues en el dominio cultural encontramos que el tiempo modela a los hombres y que los hombres egregios dan sabor a su tiempo. Pero en todo caso el tiempo incluso en la obra estetica, es dable descomponerlo así; la duración conciencial expresada en la angustia, da perennidad a la obra maestra; el tiempo cósmico infalible e inapelable, da muerte a la cultura o a la epoca en la cual se realize dicha obra. 20

Pero esta muerte causada por el tiempo cósmico alcanza a la obra estetica solamente en lo que ella tiene de externo y caduco, o sea alcanza a los canones. Y henos aqui ante una paradoja muy singular: el tiempo cósmico inflexible y rígido, inmutable en su continuidad, indiferente y envolvente, no es capaz de proporciónar perennidad al arte; en cambio, la duración conciencial, mutable y limitada a la existencia de cada artista, duración que se abre a la luz y se cierra a la intima esencia personal sobre un diminuto segmento del tiempo cósmico, es la unica llamada a salvar la limitación temporal del hombre, situandolo en la inmortalidad. DURACIÓN Y MUTABILIDAD Descompongamos ahora la duración, pues no por darse en la conciencia ha de ser solo singular, sino que ademas ofrece vigencia colectiva. El tiempo existencial, aquel que cae en nuestra conciencia y dura haciendonos compania, ha de participar de la manera privativa de comportarse cada hombre ante el universe. Todo ser humano, elevada o elementalmente, ha de plantearse y resolver, segun su vocación y sus capacidades, el siguiente dilema: yo sujeto, (rente al universo objeto, punto de partida de todo filosofar y comienzo de la conciencia. Quien no percibe esta dualidad opuesta en el vertice del conocimiento, seguramente va camino del frenocomio. Y a quien la niega, hemos de tenerle por insano o por socarron. Cada mente singular y cada actividad humana se oponen al universe objetivo y tratan de resolver el dilema, por uno cualquiera de los extremos, lo que ha engendrado la solución idealista y la solución realista del problema del conocimiento. o tambien, y esto en el orden de la facticidad pura, el hombre ha de superar con 21

su yo el universe objetivo —caso de los hombres egregios—, o ha de ser dominado por el conjunto circunstancial —caso de la mayona incontable de seres raciónales que pasan sin dejar huellas perdurabies. Ahora bien. La oposición subjetiva al universo no halla solución igual, ni siquiera analoga en todos los hombres. Cada cual orienta su vida y construye su destine. El animo o coraje que en ello ponga, determinara, al fin, su exito o su fracaso. Tucidides vio con claridad cuando dijo: "el animo del hombre es su destine". De modo que la solución al dilema es estrictamente singular. Esto repugnaba a la mentalidad abstractiva de Aristoteles, quien alojo la historia y la biografia fuera del latifundio filosofico, por considerarlas demasiado singulares y opuestas, por tanto, a la filosofía, ciencia de lo universal. El prejuicio, demasiado solido y durable, impidio nacer una verdadera teoría de la Historia y de la Cultura. Contra el se ha reacciónado en la ultima cincuentena y, gracias a la filosofía de la cultura, podemos comprender la obra de arte en su original y variable posición definida en esencia y en contenido por cada creador de belleza. Todos, quien mas, quien menos, adoptamos una actitud ante el mundo. El artista, acaso de manera más impetuosa que el filósofo, resuelve su dualidad y contesta a la solicitud de las cosas con otras cosas explicativas, lentamente explicativas de aquello mismo que tienen de oculto para la mirada opaca o apresurada del cornun de las gentes. La mirada trivial no posee calidades apropiadas ni tiene derecho alguno a descubrir el secreto de los seres. Estos prestan servicios, entregan su utilidad, permiten que la actividad general les explote; pero siguen callados hasta cuando caen en la conciencia o en la duración existencial del creador de belleza, en cuyo seno se ven forzados a destilar todo el jugo oculto, la claridad de sus 22

tesoros y las secretas relaciónes que les ligan con los otros seres. Las cosas, al caer en la intimidad del artista, se desfiguran y se descomponen para recomponerse luego y urgir una salida flamante y magica. Al incidir en la subjetividad emotiva, llegaron en cuanto seres pertenecientes a la ontología o tratables por medio de la logica. Al aflorar de ella regresan transformados, pertenecientes a una metafisica singularísima, hechos a imagen de su autor, llevandole a el con toda sinceridad y en un piano superior al de la logica. Resta decir que el proceso de descomposición y recomposición de las cosas en la subjetividad creadora, el paso de lo ontologico a lo estetico, no sigue normas establecidas ni se opera en tiempos precisos. Si hay un reino de la libertad, este lo es en grado sumo. LAS CULTURAS Y LA DURACIÓN Las diversas etapas culturales, a mas de ser devoradas por el tiempo cósmico, tienen su duración que les salva, pues son tambien personas, aun cuando en sentido historico, pero muy personas, con caracteres, psicología y don creador propios. No se puede hablar de una conciencia de las culturas, pues en el seno de ellas subconscientemente ocurren miles de sucesos, y sobre ellas supraconscientemente sus mas grandes hombres representativas crean miles de obras e interpretan los modulos de su tiempo, con una luz que se proyecta muy lejos y a ellos mismos no les ilumina muchas veces. Pero es cierto, es de experiencia innegable, a menos que hayamos de escribir otra historia diversa de la acarecida, que la duración existencial de las culturas es tambien variable, como la de las per 23

sonas singulares. Y gracias a esta mutabilidad se nos ofrece un panorama de lo más abigarrado, contrario, tumultuoso, vario y cambiante. Cuanto forma el haber conciencial o subconsciente de cada cultura, incide en la intimidad de ese tiempo de una manera peculiar y es elaborado de acuerdo con el paisaje historico propio, con la actitud de la respectiva cultura ante el universe. No vamos a suponer que la quietud de la cultura india de a la angustia humana una respuesta analoga a la otorgada por el espiritu revoluciónario de Israel, o a la que encontramos precisamente armonica dentro de la concepción equilibrada del hombre, que es tipica de la cultura griega. Partiendo de la misma angustia permanente, el hindu desemboca en el vacio del nirvana, el israelita en el ascenso hasta Dios, el griego en la catarsis si se trata del drama, o en la ataraxia si se trata del pensamiento que guía la vida. El cristiano occidental, a su vez, descubre la edificación para redimirse de la angustia. Las soluciónes del arte seran concordes a estas posturas espirituales. Los hipogeos gigantescos y los poemas interminables de la India, contrastan con la literatura turbulenta y traspasada por la justicia de Jehova. La serenidad cercana y mesurada de los griegos, hace mayor contraste con el drama y el conflicto de cuerpo y alma, que lanza las flechas de la catedral gotica y crea el contrapunto musical. Por manera que, si cada artista en singular recorta del universo un segmento de realidad para grabar en ella su efigie personal, lo mismo sucede con la actividad creadora de cada cultura, en cuanto señala su paso de manera distinta, dejando huellas inconfundibles sobre todo en el orden estetico. Y asi como el artista en veces define el mismo sus canones, para dar con la expresión exacta de su creación interior, para echaria a caminar hacia los 24

demas; las culturas resuelven analogas dificultades, con definiciónes semejantes. ^TEORIA DE LA MUTABILIDAD? (Puede la mutabilidad cultural enclaustrarse en el seno de una teona? La cuestión comporta la existencia de la filosofía de la historia y de la legítima aspiración de la moderna filosofía de la cultura. El afan de teorizar con la variabilidad de los actos humanos colectivos, albergandolos en una formula mental, es viejo como San Agustin. El rechazo infligido por Aristoteles a la historia, a quien negaba calidades filosoficas, demuestra que el afan de teorizar con ella no anduvo ausente de la mentalidad helenica. Y desde alia, desde esas cumbres que representan para nosotros occidentales los límites y las alturas de la especulación, la cotas del nivel filosofico y los afanes temporales del conocimiento universal, desde alla, han ido saliendo fugazmente, como los peces del agua, ciertos intentos de edificar doctrina con la vida humana asociada. Joaquin de Floris en la Edad Media. Juan Bautista Vico en el renacimiento italiano del siglo XVI. La portentosa mentalidad panlogistica de Jorge Guillermo Federico Hegel. Carlos Marx, el heroe del monismo material. Schopenhauer y Nietzsche, abanderados del voluntarismo. Comte el creador del unilinealismo positive y simplista. Y, finalmente, con el retorno a Kant, adviene la filosofía de la cultura. Desde Dilthey hacia aca, el panorama cambia y la Historia comienza a adquirir su metatisica, aun por obra de quienes niegan tal posibilidad. Para una teoria de la mutabilidad cultural, mas cercana a la intima configuración del arte, me parece que han dado pasos fir 22

mes Hegel y Renouvier. En otras concepciónes culturales, como la de Spongier por ejempio, acaso hallemos inmensa cantidad de hechos artísticos interpretados; pero nuestro intento de explicarnos ahora, con una formula mental defendible, el transito de los valores esteticos en el tiempo y sus cambios intimos, sobre todo en lo atinente al orden canonico, hallara antecedentes en los dos filosofos primeramente nombrados. Atendamosles por un momento. Primero a Hegel. Este coloso tiene la audacia de admitir la identidad de los contraries: el ser y la nada, porque como buen discípulo de Kant, acaba por evaporar la realidad y quedarse en el dominio de la idea absoluta: todo lo real es raciónal, y solamente lo raciónal es real. No hay sino una Idea, unica, suprema, absoluta, de donde dimanan los astros mas grandes y los guijarros mas humildes. Pero, y aqui late lo titanico de la doctrina hegeliana, la Idea no esta firme, sino lleva en el seno su propia negación: el ser con la nada, identicos en si mismos, luchan y ruedan por el cosmos, en una batalla singular y no interrumpida. De la lucha del ser con la nada aparece el werden, el llegar a ser, el perpetuo formarse y destruirse de la Idea en las miUaradas de cosas que la copian y momentaneamente la reflejan condiciónada, para seguir el camino y la constante llegada que no se detienen nunca. Mas, como buen dialectico, el idealista da nombre a su proceso y bautiza con terminos logicos a esta metafisica, en donde la logica naufraga. El ser es una afirmación, una idea afirmativamente enunciada: tesis. El no ser es otra idea, mejor dicho la misma idea que se impone negativamente: antitesis. El camino, la resultante de la lucha de estas dos fuerzas, la bisectriz de este angulo ideal absolute: la síntesis. La idea pasa de la tesis a la antitesis y de alií a la síntesis. Pero esta nuevamente es tesis y reinicia la lucha y su camino universal. 26

Si todo el universe acaba por reducirse a una idea en la filosofía hegeliana, la historia logicamente habra de ser esto: un transito de contrarios, un llegar a ser que pasa a otro llegar a ser, mediante la accion aniquiladora y constructora de la antítesis. La Historia resultaría ser, entonces, camino de contrarios, aquella enantodromia del vetusto filosofo griego. LAS ANTINOMIAS DE RENOUVIER Este filosofo francos, mitad kantiano y mitad positivista comprende el desarrollo del pensamiento en general, y especialmente la evolución filosofica de un modo bastante curioso y que no nos privamos de repetir. Segun Renouvier la variedad de escuelas filosoficas y de actitudes intelectuales en lo que se refiere a interpretación del universe, no es accidental, sino que viene suscitandose segun una necesidad constitutiva del espiritu humano. Nuestro espíritu posee una naturaleza antinomica, siempre esta en controversia con si mismo y con otros espiritus, no solo acerca de los postulados de su valía, sino de los modos como puede salir hacia el universo. Planteada la discusión sobre este segundo aspecto, que diríamos dinamico, el maestro trances pretende que lo importante y maximo de tal conflicto antinomico radica en la lucha entre libertad y determinismo. A esta antinomia se reducen las demas, y es posible reducir a ella los sistemas de interpretar filosoficamente el universe. Segun Renouvier, Hegel no vio la movilidad humana con toda la claridad necesaria, haciendo de ella un producto arbitrario de la fantasia o un punto provisiónal en el desarrollo del espiritu humano a lo largo de la cultura. La historia no quedaria explicada, entonces, sino por la manera antinomica de colocarse las generaciónes, las culturas y las diversas epocas, cuyos representantes y configuradores, y cuyos productos espirituales, nada tienen que hacer, sino es la escogencia 27

para ubicarse en el plu"o de la libertad o en el del determinismo. La unica originalidad posible sena esta, y la Historia quedaria desprovista de incertidumbre. Los sistemas, los canones, las formulas mentales y culturales estan en cierto modo predeterminados, la libertad del espiritu los hace situarse unos frente a otros. En pocas palabras: Renouvier hace resaltar la falta de rigidez interna en el suceder historico, dando preferencia a la libertad como la fuerza motriz, no solo de la trabazon intelectual que implica una historia de la filosofia o del pensamiento, sino tambien de los actos humanos colectivos. N1I1NTELECTUALISMO N1 S1MPL1SMO La verdad del cambio historico y cultural no se aprisióna facilmente en una formula. Con decir evolución, dinamia, werden, antinomia, no se resuelve la dualidad de la posición concreta de cada cultura ante el universe, dualidad que, como sabemos, implica dos extremidades, una subjetiva y otra objetiva. Tanto el intelectualismo de Hegel, como la solución simplista de Renouvier no convienen con la movilidad de la Cultura y con la actividad humana creadora, complejas y reales, unidas a las cosas y siempre varias y variantes. Aceptar el postulado hegeliano implicaria aceptar todo su idealismo rígido y deducido del principio de que solo lo raciónal es verdaderamente real. Aceptar una sola antinomia como formadora de variedad espiritual, significana reducir el espiritu a una mecanica demasiado pobre, que no concuerda con la opulenta realidad. Por otra parte, el ensayo morfologico de Spongier, descontando sus aportes geniales, demanda muchas precauciónes y circunscribe el arte a dos preconceptos muy rigidos. Primero: piensa Spengler que cada cultura es un ente concluso, incomunicable, que 28

nace, vive y muere; que tiene su nacimiento, vida y muerte propios Segundo: forzosamente hemos de reducir la Historia a tres estados de alma, simbolicamente expresados por lo apolíneo, lo magico y lo faustico, tres conceptos que si bien abarcan lo mas alto de las culturas, dejan en olvido otras, no por modestas, menos fecundas y valiosas. Muchísimo menos aceptaría y aqui hablo en singular— la tesis unilineal de Comte y su enunciado peregrine y simple de los tres estadios, pues la vida humana se encarga de sorprender a los historiadores y biografos con novedades tan impositivas como la contradicción, la paradoja, los exitos y los fracases. LA CULTURA COMO DIALOGO Invoco el nombre claro de Platon, antes de expresar el modo como entiendo la duración y la mutabilidad de las culturas. Y luego me permito recordar lo que es un dialogo en el sentido platonico de esta forma dialectica, para luego transportaria a un esbozo de teona cultural. Recordemos, ante todo, que cosa es un dialogo de Platon. Descompongamos la palabra dialogo en sus primarias: dia, logos. Tenemos, entonces, que el filosofo parte del logos, que tomo de Socrates, creador de lo que nosotros llamamos concepto y el denominaba logos. La expresión de este logos, es para Platon una doxa, una mera opinión, con lo cual nada se ha alcanzado en la busqueda de la verdad. Un enunciado en si mismo no es afirmativo ni negative. Hay que combatirlo con otros enunciodos, con otros logos, hasta que la mera doxa devenga en ciencia o episteme. DOS logos en lucha dan como resultado una episteme. Todo el secreto de la dialectica del jardin de Academos se halla en esta rivalidad conceptual. Y los dialogos del maestro no representan un afan literario, como usualmente se cree, sino una estricta necesidad logica. 29

La filosofia platonica se expresa de manera dualista, sobre dos cuerdas, una a modo de canto y otra de contrapunto, choque y combate de donde surge la armonia intelectual, una de las mas altas de la historia del pensamiento. Esta filosofia dialectica es un movimiento, un constante llegar a ser, una lucha reiniciada en el sitio donde acaba de obtenerse una victoria. Se llega al final del díalogos, solo cuando la intuición no alcanza a ir mas alia. Y esto es lo apasiónante de la ensenanza de Platon, pues nunca satisface como un teorema aristotelico, sino desconcierta como la fugaz elegancia del ala, que pasa y se lleva nuestra mirada. Solfa Platon hallar complacencia al proyectar el hombre sobre el Estado, para explicarlo; agigantar la moral hasta la dimensión de la política, para justificaria; solía usar de sus visiónes geniales para transportar lo microcósmico, a lo macrocósmico, haciendo gala de elegancia y soltura de pensamiento. Y el me perdone, si en nombre suyo, amplio su concepción del dialogo, para dar forma a una teoría de la cultura. Me atrevo a enunciar a priori, algo que despues tratare de demostrar: el proceso cultural es un dialogo entre las generaciónes. Comencemos por entender algun aspecto del logos, pues su esencia multivoca no sera agotada en estas líneas. Desglosare dos maneras de entenderlo, que son las que ahora nos convienen: el logos que en ultimo analisis no es sino aquello por lo cual los seres se nos vuelven inteligibles, es susceptible de presentarsenos: primero, como una actividad capaz de transformar lo irraciónal en raciónal, lo opaco en transparente, lo oscuro en claridad; segundo, es tambien susceptible de presentarsenos como una forma, vacía de contenido, pero dotada de poder suficiente para conformar el ser material, sin que este quede penetrado, o sea que el logos se halla dotado de un poder envolvente. 30

Ahora bien.'cada cultura tiene un logos formal, en cuya virtud configura su mundo y da forma a sus productos espirituales, senalandolos con marca indeleble e inconfundible; y ademas posee una actividad capaz de entender las cosas a su manera, desde un punto de vista suyo peculiar, lo cual siempre ha hecho decir que todo tiempo tiene su estilo de ver el universe. Reducire el asunto a terminos platonicos: el logos formal o activo de cada tiempo constituye una doxa, o sea una manera de opinar o de expresar, cada conjunto de hombres, el universe que llevan dentro. Pero sucede algo muy curioso: un nuevo grupo de hombres colocados despues, si se quiere inmediatamente despues en el tiempo, siente otro modo de expresar su universe, o sea tiene una doxa u opinión diversa. Mas, como cada cual cree tener el universo verdadero, los grupos humanos establecen una controversia para salir de la doxa y edificar una episteme, con el intento de veria duradera. Es necesidad mental absoluta, sea en la persona singular, sea en la persona asociada, salir de la duda y dar en la certeza, unico fin donde se aquieta la sed de verdad. Hombres y epocas buscan su verdad, y al hallaria acaban expresandola en sus instituciónes y, sobre todo, en sus creaciónes espirituales mas altas, como son las filosoficas y las esteticas. La doxa o logos de una cultura o de una generación, segun el caso, y que llega a depurarse y ser una episteme, traicióna a los suyos en aquello de permanente que quisieron darle. Apenas se esta constituyendo con firmeza la episteme, cuando se escapa y pierde su consistencia, ya porque surge una nueva doxa en el presente, contra la episteme vencedora en el pasado, o ya porque toda episteme al ingresar en el patrimonio de una generación o de una 31

cultura, deja de ser tal y se convierte en lo tacito, en lo descontado, o sea en una simple doxa. Y otra vez la lucha. Y de nuevo la querella interminable entre generaciónes y grupos humanos. Sin embargo es facil no encontrar el dialogo entre dos generaciónes sucesivas. Pero siempre habra, aun cuando sea entre dos distantes en la cronología o en el espiritu, pues no es raro el caso historico de una cultura en lucha contra alguna antecesora demasiado remota, porque se Ie parece en algo o porque disiente de ella en absolute. COMO ES ESTE DIALOGO Me complazco en llamar misteriosa a la oposición de las generaciónes. ^.Por que se ha dicho que el hijo, es la antitesis del padre? (Por que la existencia de aquella afección comprensiva que trasmonta las generaciónes y que hallamos, rudimentaria y constante, en la simpatia que une al abuelo con el nieto? Alguien dijo, muy antano que el abuelo ama tanto al nieto, por encarnar este la oposición al hijo. No se que haya de verdad singular en estos casos, pero si no existieran, la ciencia no había comenzado a ocuparse con ellos bautizandolos con nombres alegoricos: complejo de Abraham, complejo de Edipo y que sabemos cuantos otros que iran emergiendo. No obstante, la antitesis paterno filial, que enunciada de modo singular no debemos tomaria siempre como hecho cierto, al ser pluralizada adquiere un valor historico y de experiencia incontrastable. Podemos decir sin titubeos: los hijos no sienten del mismo modo que los padres. Lo cual no niegan que dentro de ciertas etapas de cultura plena y diferenciada, una generación trasmita a la inmediata posterior sus conceptos y comportamientos culturales, como en el caso de la artesania medieval. Sin embargo el hecho existe y su obligatoriedad historica nos 32

hace ver el progreso y el cambio de ideas, costumbres, tecnicas, normas e instituciónes. Y, ademas, como en el caso del abuelo con el nieto, existe otro hecho: casi nunca la generación inmediatamente posterior hace justicia a su piedecesora, sino a las que se perfilan lejos, tras ella, en una distancia a cuya merced debe una perspectiva ju&ta y fna. Nosotros los modernos, desestimadores del novecentismo, nos ocupamos principalmente con el Siglo de Oro espanol, con la epoca isabelina y su maximo representante, Guillermo Shakespeare. Llevamos nuestra admiración al barroco en pintura y al rococo en musica, etc. For tanto hallamos logica la compensación: los novecentistas o cuantos espíritus viven aun al amparo de sus modules, han de encontrarnos absurdos, iconoclastas, acratas, como los seudo clasicos hallaron un tiempo a los romanticos. La oposición nace, pues, naturalmente. Pero con ello no hemos resuelto nada. Ahondemos en este asunto en busca de una respuesta, siquiera relativa. Retornemos al lo¿os. Cada generación y cada etapa cultural se situan ante el universe en una postura propia. Y lo hacen de dos modos: entendiendolo segun los preceptos mentales que tienen en su espiritu, o en otras palabras volviendo al universe inteligible segun la mente de ellas; y en segundo lugar, cada generación y cada etapa cultural, expresan ese universe asi entendido, tambien de manera peculiar, dandole una forma que coincida con la espiritualidad pret'oriMadora. Digamos, mas sencillamente; cada tiempo es dueno de su logos. Pero aquf se yergue una pregunta: ¿e} logos de un tiempo, por mas comprensivo y universalizante que sea, por mas fino, penetrante y particularizador que nos lo imaginemos, podra agotar la esencia del ser? Una mirada de pintor, por intensa que sea, 33

¿alcanzara a ver toda una naranja, en un punto, sin darle la vuelta, ni destruiria? Aqui recuerdo un ejempio que, al respecto, solia presentar a sus alumnos universitarios, un viejo maestro: situaba su sombrero al centre de la mesa y a los alumnos en derredor; luego les desafiaba a que copiasen el sombrero en calidad de buenos dibujantes y despues comparasen los resultados. En realidad, les decía, si habeis hecho las copias a conciencia, no habra dos que se parezcan. (ES aue la verdad es relativa? No. La verdad es en si misma, como el ser es en sí mismo. Pero los modos de ver, no son los mismos. Alii esta la dificultad. Humildemente hemos de aceptar que nuestra visión del ser no agota el ser. Del mismo modo que otras no lograron agotarlo ni expresarlo exhaustivamente. Una mirada exhaustiva del mundo no es obra de un hombre singular, ni de una generación, ni de una cultura. El mundo da la vuelta, nosotros damos la vuelta sobre el mundo y, en un modo más filosofico y humano, el mundo da la vuelta frente a nosotros. Nadie puede jactarse de haberlo visto en cabalidad, pues sus rotaciónes son inmensamente lentas si comparamos con ellas los ciclos de la existencia humana. Meditemos, momentaneamente, en la posibilidad de una mirada exhaustiva del ser. Una vez dada esta posibilidad ultra potente, (no quedaría agotado el conocimiento, su inquietud no se aplacaria, su razon de progresar no se estancana? Y si llegara alguna cultura o alguien a expresar el ser en su esencia emotiva total, t,para que el arte? Los hombres nos limitaríamos a una contemplación boba y a una intelección pasiva. Y a mas de esta razon, que tiene su razon en la limitación humana, tenemos otra que nace en la inquietud de nuestro espíritu. Aqui hemos de aprovechar la ensenanza de Renouvier: la intelec 34

ción, la comprensión y la expresión del mundo son antinomicas. Pero no en forma simplista, sino inmensamente variada. Gustamos colocarnos en los extremos de los diametros infinitamente posibles del Circulo Eterno donde todo se mueve. Somos antinomicos y somos antiteticos por necesidad, porque llevamos dentro un vacío cada vez mas grande y cada vez mas imperioso de llenar. Si el temor de Dios es el principio de toda sabiduría, el "solo se que nada se" es el fin relative de todo conocimiento. Y, entonces, tenemos miedo, angustia, pavor de liquidar la existencia para dar, al fin, no solo con un ignoramos, sino con un constante ignoraremos. Este miedo al vacío, fenomeno perfectamente espiritual, determina en nosotros la dinamia, la busqueda constante y la bienaventuranza de la insatisfacción. Y de orilla a orilla, de uno a otro extremo del movimiento pendular, en una disputa dialectica interminable, en un dia logos platonico, en una querella entre doxa y episteme, se va la historia, como se van las generaciónes, cada cual diciendo el tesoro de su verbo creador, cada cual pronunciando el fiat de sus obras perdurabies, cada cual demoliendo los canones y las normas supernumerarias que heredo a su antecesora. La vida como un constante que hacer, no tendria sentido si* una generación dejase terminada la tarea de las que estan por venir. Cada una tiene su empeno y su sihtoma. La obra del critico, la tarea de la tolerancia esta en saber descubrir cual es la faena a realizarse y cual su sentido mas ihtimo. CONFIRMACIÓN INDUCTIVA Espumare unos pocos ejemplos, tomandolos de algunas crestas mas altas del mar de la cultura, con el fin de respaldar la tesis de que el proceso cultural es un dialogo entre generaciónes. 35

Recordemos primeramente el dialogo entre el raciónalismo y el voluntarismo griego. La tríade gigantesca: Socrates, Platon, Aristoteles, por un lado y casi coexistiendo en el mismo sector de tiempo. Zenon, padre del estoicismo, Epicuro y Pirron, situados en otro lado, en la generación inmediata posterior. La primera tnade agoto el razonamiento y edifico el mundo a fuerza de inteligencia. Ocupaba su actividad un sitio peculiarísimo y muy propio, tan peculiar que hoy mismo el pensamiento filosofico no puede prescindir de ninguno de los tres. Pero contra esta portentosa opinión, que salvo los limites temporales y geograficos para convertirse en insignia de muchos ciclos historicos, insurgio el voluntarismo representado por estoicos, escepticos y epicureos. Si los unos explican el mundo por la razon, los de la generación siguiente lo explican, resuelven y edifican por la voluntad. Un segundo ejemplo. Solemos englobar con el epiteto de renacimiento varies sucesos que pasan inadvertidos a la observación apresurada o confundidos por esa cantidad de lugares comunes que constituyen la ensenanza media. Dentro de eso que usualmente se califica de renacimiento, se halla el barroco, una refutación de los postulados clasicos de los autenticamente renacentistas. No me detengo a distinguir a unos y otros, bastara recordar el error que se comete al situar en el mismo piano a Rafael, renacentista, y a Miguel Angel, titan del barroquismo. Lo que intento recordar este momento es lo siguiente: el estilo renacentista en pintura, sobre todo, afirma postulados totalmente opuestos a los del barroco, que apenas vamos a enumerarlos y que la observación personal los comprobara. El renacentista hace resaltar su linealismo, mientras el barroco trabaja con volumenes; el primero hace extenso y superficial, ante todo, mientras el segundo se empena en edificar y desentranar la profundidad; el primero hace convergir las partes a un punto central que determina el estatismo, el segundo despliega las formas hasta darnos la sensación de la fuerza; el uno es estatico, el otro es dramatico; aquel encarna la corpo 36

reidad en sus formas mas excelsas, este reproduce almas y mas que anatomico, se demuestra un gran psicologo. No hay para que proseguir con las notas de este dialogo demasiado perceptible. El tercer ejempio que se me ocurre, lo tomo de la historia de las letras castellanas. Y es, nada menos, que la oposición de los clasicos dieciochescos y afrancesados, f rente a los maestros del siglo de oro. El santo y sena de este combate fue un canon aristotelico, aquel de las famosas tres unidades dramaticas. Pues bien, ninguno de los maestros del gran siglo castellano las hubo guardado y, mas aun, lo que constituia un sacrilegio para los fariseos, Lope hizo mofa de ellas en mas de una ocasión. Esta lucha de la generación clasica, contra la generación human isima y excelsa, termino con un episodio que da la medida de la cobardia de esa panurgada que en vida se llamo con los nombres de los dos Moratines, de Clavijo Fajardo, de Iriarte, de Jovellanos, de Quintana y de otros tantos de cuyo apelativo debemos olvidar; decia que esta lucha termino con un episodic muy curioso: cuando alguno de los nombrados llego a adquirir influencia politica, obtuvo una pragmatica condenatoria de los Autos de Calderon y de las Comedias de Lope y demas egregios, pragmatica de valia en todo el imperio espanol y por la cual no podrán representarse, imprimirse ni venderse aquellas piezas dramaticas, donde tan airosamente la vida hacia buria de los canones sagrados, cuyo pendon levantaban aquellos falsificadores de la hispanidad, que mas arriba quedan mentados. Aducire un cuarto ejempio. Este clasicismo postizo reino durante cosa de dos siglos, primero en Francia y luego en España. Tan hondo fue y tan respetable en instituciónes, circulos, academias y sociedades, que al llegar los romanticos a la palestra, los combates no fueron solo de palabra, sino de acción, y de acción sangrienta. Basta senalar el caso de la primera representación del Hernani de Victor Hugo. Estos romanticos, llegados sin permiso 37

a sus majestades academicas, traian la vida y la historia preteritas a modo de escudo, para establecer tienda de campaña y edificar trinchera contra los sesudos, raciónales y helenizantes principios del abate Boileau, entendidos, deglutidos y practicados por todos los literates autenticos, hasta comienzos del siglo XIX. El dialogo fue cruel. Rodo el clasicismo y en vez de el se levanto el animo caballeresco y el espíritu medieval, modernizado y romantizado por los romanticos. Pero del mismo modo que el clasicismo, el romanticismo triunfante se convirtio en una doxa muy discutible, y ya para fines del siglo pasado, y un poco antes, los pintores inician la busqueda de nuevas formas y de nuevas tecnicas. Pronto siguieron el derrotero la musica y la literatura. Iniciaron una querella muy tenaz y que aun anda por resolverse, en alguna porción, cuando menos. Nosotros presenciamos las etapas finales de la lucha entre novecentismo y siglo ventismo. Asistimos al hundimiento de una doxa y al amanecer de otra, cuyos perfiles procurare disenar despues. Entre tanto dejemos esta consideración introductoria, y al apartarnos de ella, llevemonos en el animo la certeza de que nada humano hay permanente sobre la movilidad del tiempo. Hasta las obras eternas, el día menos claro, se convierten en escombros. Sin embargo, el hombre sigue su camino. SEGUNDA CONSIDERACIÓN Que existe un arte nuevo es tan incuestiónable, como la existencia de una nueva politica y de una flamante economía. Si aun quisieramos cerrar los ojos a tamaha realidad, esta se encargaria de insinuaremos de otros modos ineludibles. Existe, y en todo el mundo, un sacudimiento, una postura antitradiciónal, un camino a redropelo, una pertinaz manera peculiar de hacer y 38

de sentir la belleza. Todo lo significativo y lo constructive ha salido de madre y, fuera de los cauces usuales hasta hace poco, inquiere otros horizontes, busca nuevas tecnicas y lucha contra los canones que vienen estrechos. Contrariamente a lo que ocurre en seguida de los grandes periodos de cultura plena, donde los herederos de ellas se mueven desesperadamente, tratando de alcanzar las paredes de las normas que les resultan como camisas de once varas, los artistas modernos hallan los preceptos de una estrechez asfixiante. Los rompen y aspiran al pleno espacio, a la luz total, al movimiento, en suma a cuanto se halla en el otro polo de lo tradiciónal. Ante el hecho cabe la pregunta ¿se trata de una necesidad o de un empecinamiento? Pues no vamos a suponer que todos los artistas, en todas las latitudes, sean farsantes, ineptos o, por lo menos, tontos, cuando vemos precisamente que son gentes finas, de acusada emotividad y de gran impulse original. Por otra parte, acaso no se haya dado en la historia una epoca en la cual los creadores en la cantera estetica se hayan puesto mas plenamente de acuerdo para dar fin con aquel cumulo de pequenas mentiras inocentes, que se suman para engendrar la verdad artística. De lacroix alguna vez tuvo la franqueza de confesar lo interesante que sena ver en total aquellas falsedades, hoy echadas a los cuatro vientos, y que los maestros del siglo XVI acumularon con un talento y una finura sin par, sobre todo en aquellos tratados escritos por Leonardo y por el autor de la divina proporción. 0 por Vasarie el entusiasta de la divina progpetiva. Dulces falsedades como la profundidad, la proyección, el escorzo y tantas mas, contra las cuales hoy se reaccióna, o a las cuales ahora se las toma en otro sentido. Si en justicia no podemos hablar de empecinamiento, ignorancia, impotencia u otras situaciónes negativas, hemos de reconocer que en el fondo del arte nuevo hay una intención, una motiva 39

ción, una trayectoria hacia un punto, partiendo tambien de algun punto. El acaecer historico ni es fatalista ni es indeterminado; como todo lo etico, sabemos, se da en el dominio de la finalidad. Y esta, en definitiva, se nutre del concepto y de la actitud que el hombre asume ante el universo. No soy partidario de las interpretaciónes escatologicas o pesimistas de la Historia y, por tanto, declaro a priori mi rechazo a cualquier calificativo decadentista para la producción actual. Mas adelante demostrare que estamos en un comienzo y no en un termino, que el hombre sigloventino abre una etapa de cultura y que, por tanto, sus conceptos y sus posiciónes concretas ante el universe han de ser peculiares y totalmente nuevas. Quiero decir que no comprehendemos —y al pronunciar esto incluyo en la palabra comprehensión su sentido mas capaz, mas potente de abrazar o de abarcar nuestra potencialidad espiritual— quiero decir que no comprehendemos el arte nuevo si no partimos del cambio de actitud espiritual y, sobre todo, del cambio de sensibilidad emotiva que caracteriza a los modernos. EL POR QUE DE ESTE CAMBIO Si colocamos frente a la pantalla cinematografica a un culto personaje novecentista y a un pilluelo habituado a la galena de una sala de espectaculos, notaremos con sorpresa que el culto personaje novecentista salio del cine sin captar la mitad del argumento de la película, mientras el pilluelo habia interpretado el asunto antes de que rodara todo el film. (ES que, acaso, el pillo es mas inteligente, o posee mayor capacidad comprensiva, o su intelecto es superiormente organizado? De ninguna manera, pues partimos de la diferencia entre culto e inculto. Entonces, ¿que sucede en el fondo? Trataremos de explicarnos. 40

El proceso logico del cine, difiere sustancialmente del drama tradiciónal o de la novela, por una razon muy simple: aquel y esta se hallan confecciónados con el espiritu de la epoca. Un buen lector de novelas novecentistas, a pesar de su cultura literaria, con solo eso no esta plenamente capacitado para interpretar la sucesión cinematografica, muy diferente de la sucesión novelistica. Sin embargo no hemos adelantado gran cosa. La incognita sigue sin despejarse, y no la despejaremos hasta dar con lo radical, con el vertice donde se oponen dos tiempos: el novecentista y el sigloventino. Aquel es un tiempo predominantemente analitico, este es un tiempo predominantemente sintetico. Y en consecuencia el arte que se da sobre cada uno de ellos ha de ser diferente, correspondiendo al analisis un arte discursive y a la smtesis un arte intuitivo. La observación que hacemos con el personaje culto y el pilluelo tiene su solución en esto: mientras el senor novecentista es ante todo analitico, el pillo es ante todo sintetista, y se halla, por tanto, en mayor posibilidad de comprender un arte que, a la postre, no es sino rapida superposición, y una tecnica menesterosa de gran dosis de capacidad intuitiva para ser dominada en plenitud. Por mas que sea partidario de la unidad fundamental del yo y de la conciencia, reconozco la diversidad funciónal de las potencias vitales y espirituales en las varias situaciónes del tiempo. Asi como el hombre de la caverna tiene mejor musculatura y osamenta que el intelectual de la academia, asimismo el miembro de una sociedad contemplativa diferira en su psique de aquel otro pertinente a una sociedad dinamica. El alma y el cuerpo del guerrero ofrecen características peculiares, que acaso no encontramos en el alma y el cuerpo del industrial. Comparemos la efigie del senor feudal con la del dirigente de empresa y encontraremos, como diferencia minima, mas energia en aquel y mas inteligencia en este. 41

El tipo biologico humano ha cambiado. Y el espiritu tambien. No porque en esencia se altere, sino por cuanto de la misma manera que el cuerpo, el espiritu adecua unas capacidades a costa de otras, o preferentemente sobre otras, segun las finalidades de la etapa en la que vive. Hay motivos de sobra para oponer los dos tipos humanos de nuestro ejempio extremado, pero cierto. Y los hay en cuanto la etapa que concluyo antes de nosotros fue raciónalista y construyo todo a fuerza de razon, mientras nosotros sentimos de otro modo, en virtud de la dinamia que nos transporta de uno a otro polo con mas rapidez que el sonido y lleva nuestras emociónes con una velocidad comparable a la de la luz. Cuando las solicitaciónes externas caen en la psique en espacios de tiempo, deniasiado distantes, no podemos suponer que la cerebración, la volición y la emotividad, tengan la misma prontitud reactiva que cuando las persecuciónes del mundo son incontables y producidas en fracciónes de tiempo casi imperceptibles. El espiritu del hombre actual se halla adecuado para funciónar de otra manera. EL RACIÓNALISMO DE OTROS SIGLOS Desde el siglo XVI hasta el anterior predominan ciertos postulados que, abrillantados por el prestigio del llamado renacimiento —asi, en singular, como si pudiera hablarse de uno solo, o como si estuviera probado definitivamente que el italiano del siglo XVI lo fue de verdad—, digo que predominan ciertos postulados cuyo poder resulta incontrastable, y que se han de acatar para comprender fielmente aquella duración de cuatro siglos casi completos. Uno de tales aportes se llama subjetivismo, el cual engendra el raciónalismo, complejo movimiento aduenado de las principales expresiónes culturales, hasta nuestros dias. Pues a modo de ejemplo recordare que el raciónalismo en religión, y en contra de las 42

protestas de Lutero, se llamo protestantismo; en economia, capitalismo; en política, liberalismo; en arte, clasicismo, neoclasicismo y romanticismo. De esta actividad plurifasica y de esta presencia polimorfa, dimanan su poderib y su fuerza de convencer. Casi no hay institución historica posterior al siglo XVI que no lo contenga en germen o en cabal desarrollo, que no lo haya recibido por via directa o por contacto, que no sea subdita o dependiente de sus dictados. En una palabra, el raciónalismo es en gran modo la sustancia de los cuatro siglos anteriores al nuestro. Configurado por el, el hombre hubo de ser predominantemente discursivo y anahtico, pues su capacidad de razonar era la principal entre todas las suyas y Ie llegaba a definir como homo sapiens. Por tanto, sin ultrajar a la razon ni mermarle sus atributos, se puede decir que durante largo tiempo hizo del hombre un ser razonante, ciento por ciento. Para ser humano habia que mostrarse razonante puro, libre de mal o de ganga irraciónalista, extrarracional o suprarraciónal. En estas condiciónes la razon, que no es sino la capacidad de ir de lo menos a lo mas, de lo conocido a lo desconocido en una progresión discursiva, tenía que modelar a su imagen las obras de la cultura correspondiente, incluyendo las emotivas que, no obstante su calidad alada, no estaban en el caso de constituir excepción. El arte para aquellos siglos resulta ser, como todo, un producto de razon. La logica discursiva o deductiva impera, salvo contadas excepciónes y en casos abiertamente contrarios a los preceptos esteticoraciónalistas de Aristoteles, tal ocurre con Shakespeare, Lope de Vega y pocos mas. Y las obras emotivas, finalmente, acaban por convertirse en discurrimientos precisos, impecables, estrictos, modelados por todos los costados de la dialectica tradiciónal, claros, directos, inmediatos y universales como la razon. 43

Arte de aprehensicn directa y cercana: he allila nota constitutiva y fundamental de las obras. En consecuencia, estas seran abiertas y comunicables en todas sus formas y posibilidades, no unicamente en el sentido extrinseco de darse a comprender a la mayoria o a la totalidad de los admiradores; sino, y esto es lo principal, en su contextura intima, en el sentido de la armonía comunicada por las partes al todo y por el todo a las partes, establecida cuerdamente segun reglas y dictados de la recta razon. Recordare solo un modo de comunicabilidad interior raciónalista, para oponerlo a otro modelo de incomunicabilidad exhibido como fundamental del drama moderno. Comparemos los personajes de cualquier drama de estos siglos anteriores a nosotros, y descubriremos que concuerdan entre si, se interpenetran hasta configurar una entidad suprema, concurren como partes conscientes del todo y van, aunque sin ignorar su singular individualidad, de brazo en la obra dramatica, unica llamada a prestarles definición y valor total. Los personajes así acoplados, no se desconocen y son esencialmente comunicables, pues sin esto no hanan obra organica y concorde con los preceptos mentales o con la sensibilidad del tiempo. En cambio los personajes de Eugenio 0' Neill, el mas representative dramaturgo de nuestra epoca, son incomunicables, hermeticos, cerrados, se desconocen unos a otros, apenas se encuentran como en la calle de una gran urbe, semejan e interpretan a esos seres humanos desolados y abandonados que se almacenan en las ciudades millonarias. Abandono y desolación que no conoce el raciónalista habitante del burgo, burgues de vida expansiva cuya existencia no solo Ie permite, sino Ie obliga a la comunicabilidad y a la interdependencia. En tanto el hombre de nuestros dias va quedandose mas aislado y, por consiguiente, en trance de adecuarse el mismo su propia dialectica existencial, quizas singular y, por tanto, oscura, difícil e indirecta para las demas moleculas del tumulto indiferente que deambula en su contorno y no tiene sino motivos de ignorar lo. 44

Arte raciónal equivale a arte universal. Todos los capacitados para entender, lo entienden. Mas como, por esencia, no hay raciónal que no razone, este genero de arte es para todos, y quien lo crea aspira a ser universalmente entenctido, pues el arte se convierte, asi, en cosa de entender. PERO ADVIENE LA SINTESIS No todo es razon. Cerca, junto, sobre y mas alia de ella estan impulses, tendencias, instintos; se hallan, y esto es mas importante, el amor, la esperanza, el anhelo, la vida, la muerte, la contradicción, la paradoja, el subconsciente, la inconsciencia. Se descubre un mundo que hasta ahora no halla cabida en la logica, en la ontología y, en cierto modo, ni en la etica. Se me dira que la vida como fenomeno sf se asienta en estas formas de comprensión. Pero (y la vida como biografía, que es la unica historicamente valedera? Pues debemos comprender de una vez para siempre, que la historia natural o la vida biologicamente interpretada, no tiene Historia. No todo es razon. No todo es comprender el universe de manera discursiva y analitica. Pues existe un metodo directo, de vuelo, de inmediatez, un modo de ir al fondo de las cosas, a su esencia sin detenernos en su apariencia. Tal forma de conocimiento se llama la intuición. Y ha llegado a predominar en estos tiempos, reclamada por la forma de vida, por su complejidad, su extensión, su rapid ez y su impositividad. Cualquier hombre actual, por no decir todos nuestros contemporaneos, los de la gran urbe como los del mas lejano rincon del agro, se hallan presiónados a llevar un ritmo acelerado, un andante furioso, un apasiónado camino lleno de sorpresas. Mas aun, el hombre actual necesita vivir solo de las sorpresas. Comparemoslo, si no, con el anterior inmediato. ¿Cuantas cosas tenía este diariamente en su cabeza? Diez, veinte, cincuenta, si era sorprenden 45

temente activo. Si era un hombre practice, se contentaba con dos o, quizas, con una sola. Pero el actual, se ocupa a mas de sus quehaceres con la poh'tica internaciónal, no dia por dia, sino hora por hora, y en algunos centros muy civilizados, minuto por minuto. Se ocupa con el Derecho mundial, con la economia de todo el universe, se siente inscrito en cualquier movimiento que ocurra en el país mas remoto o menos significante. Se cree llamado a opinar sobre religión, arte, sociologia, estad istica, hacienda publica. Esta en un obligado contacto y concierto con los sucesos grandes o minusculos de todo el planeta. Y no en anos, ni en meses, ni siquiera en una semana, sino en el termino de sus ocho horas diarias de labor; pues el hombre moderno, por encima del cumulo de agitaciónes que bambolea como un trueno implacable sobre sucabeza, va volviendose mas consciente de su necesidad de descansar ocho horas y de divertirse las ocho rcstantes. t,Este tipo humano, presiónado por la vida dinamica, podra dedicarse al discurso lento, al analisis reflexivo, a la morosa consideración del universo y de sus cosas? (Acaso no tiene quien medite y planee las cosas por el, quien lea libros por el y se los entregue condensados, quien se de el lujo de estudiar para que el se de tambien el lujo de aprovechar de los estudios de aquel? ¿Acaso la división del trabajo no ha llegado al maximo, minimizando las tecnicas y sus procedimientos tambien hasta el maximo? Por todas partes la fracción del trabajo, la fracción de la realidad en partes incontables, la atomización de las actividades: he alií el panorama que obligadamente ha de abarcar el hombre, como su pan de cada dia. No hay sitio para el analisis, sino en las pocas cabezas dedicadas a el de modo necesario y especializado. El mundo en atomos que hemos de recoger cotidianamente, nos obliga a la síntesis. Y el mundo inmensamente complicado, nos solicita de modo tan violento y fugaz que nos va acostumbrando a la intuición y arrebatando el analisis. 46

Quiero aducir un ejempio, pequenito, pero capaz de demostrar lo que sucede en la infraconsciencia de nuestra epoca. Nadie quiere aprender las cosas de modo lento, ni digerirlas como es del caso o como era la vieja costumbre. El nino, el joven actuales no leen, prefieren la revista grafica y se contentan con la nota indicatoria del grabado. Mas aun, entre un grabado con lectura, grabado facil, explicative y en cierto modo analitico, y un grabado sin lectura, abstracto, dificil, sintetico y que Ie obliga a la intuición, prefiere casi siempre el segundo. Observemos cada manana lo que hacen el nino y el joven con los diarios y sus tiras comicas: no buscan de preferencia aquellas que traen leyenda. Prefieren la del Profesor Nimbus u otra por el estilo para contentarse con ver, hasta que se ilumina su faz con la intuición, en este caso una intuición casi creadora de algo que los viejos solo con una reflexión sostenida alcanzan a comprender despues de largos minutos. Al muchacho Ie basto un segundo, y su tarea se hizo del modo mas artistico y natural. Cuantas veces los padres de familia ocultan su amargura por tales hechos, tras una fingida admiración: como son tan inteligentes los chicos de este tiempo, dicen, sin darse la molestia de averiguar la verdad del suceso. La politica es síntesis. La Historia es síntesis de comprimidos periodisticos. La ilustración es síntesis en veces síntesis de titulares muy inteligentes y apretados, apenas leídos en periodicos y revistas. La economfa, la ensehanza, el arte, tambien son síntesis. Subrayo la palabra arte. No podía escaparse del tumulto. Sobre todo, como obra humana, ha de reflejar el cambio operado en el espiritu humano. El arte raciónalista era analitico y se valía del discurso como medio para entenderlo. El arte moderno es sintetico y se vale de la intuición como medio para comprehenderlo. Mas todavía: si quiere perdurar y hallar camino entre la masa, ha de usar de estas modalidades comprensivas, ha de ser proporciónado en dosis industriales. 47

No es otra, si hemos de ser veraces, la razon del triunfo cinematografico. Si alguien me preguntase por el arte definitorio de la epoca actual, sin vacilar Ie responderia que el cine, mas que la pintura y que la musica. Observemos de paso como la musica y, ya mismo, la pintura comienzan a caminar hacia la masa por obra y misericordia del cine, arte de síntesis, arte de composición de partes no organicas, sino mecanicas y dislocadas; pero arte de composición y de superposiciónes fugaces. El diario, el gran diario, quiere imitarle y llega a los tirajes millenaries solo en tanto puede hacer lo mismo: superposición fugaz de partes mecanicas, entregadas a la curiosa impaciencia con una velocidad casi insana. (Hay algo mas inorganico, algo mas mecanizado que un periodico? (Existe, sin embargo, despues del cine, algo que mas satisfaga a la masa humana? Pero precisa distinguir, pues hallamos dos clases de arte actual. Ambas, sin embargo, exigen intuición y proceden por síntesis, pero no juegan el mismo papel social. Una clase que comprende principalmente la revista grafica, el diario ilustrado y el cine, satisfacen a la mayoría, excitan y hasta dirigen a la masa. Otra clase, minoritaria, selecta, cuenta con la pintura, la musica y la poesia; es enemiga de la masa y solo consigue irritarla. Ademas hay dos formas de expresión emotiva que guardan o procuran guardar una equidistancia hasta cierto punto artificial, y que podnamos considerarlas como formando una tercera categoria de arte en cuanto servicio humano: la arquitectura funciónal y el teatro; aquella empenada en ser acumulación anonima y aqueste en busca de medios originalísimos y audaces para contrarrestar y compartir la dinamica del cine. Si consideramos con atención una cualquiera de estas formas o todas ellas de conjunto, desde el punto de vista de su comunicabilidad, las hemos de encontrar desoladas y particularizantes, al contrario de lo que era el arte raciónalista. Recordemos el gran 48

diario. Tiene de todo: desde la filosofia hasta la culinaria hallan cabida en sus páginas. Sin embargo no es una enciclopedia ni va dirigido a nadie en especial. El periodico grande no se hace para nadie. Todos lo compran y, apresuradamente, buscan en el lugar de costumbre, como en su casillero propio, aquellos datos que de manera mas urgente les interesan. Si esta hecho el diario con criterio inorganico, tambien se lo lee de modo mecanico. Trae el anonimismo como norma y se dirige a los anonimos como fin. El gran diario es el gran anonimato. El cine, por su parte, se ve en la obligación de cambiar las fisonomias de modo incontenible. Pues el publico se cansa y no quiere asociar una idea o una emoción constantemente a las mismas caras. Donde surge una personalidad, el público la aplasta sin remedio. Las personalidades de la pantalla que conservan su cetro por siquiera una decada, las podemos contar con los dedos de una mano. La mas popular de las artes modernas, impopulariza a sus sacerdotes. Particularismo y desolación.aun en medio del tumulto y como obra exclusiva de el. La novela romantica novecentista alojaba a sus heroes en el desierto o en el mar, para administrarles el veneno de la soledad. La novela psicoanalitica les confina en la gran urbe supercivilizada y mecanica. S1NTESIS, 1NTUIC10N Y SOLEDAD Dije mas arriba que el hombre actual, habitante de la gran urbe o de la ciudad mecanizada, se ve en el caso de construirse el mismo su logica existencial singular, para un uso íntimo y con fines defensivos. Una logica de desolación y casi de incomunicabilidad, a mas de la otra tacita y destinada a salvar los quehaceres colectivos; una logica peculiarísima de este tiempo, esa es la que necesita y a la cual se acoge de modo preferente. Pues el camino 49

de la subjetividad desaL¿da en el siglo XVI nos ha brindado diversas formas concretas del Yo, hasta esta ultima, analoga a las monadas leibnizianas, conclusa como un huerto de predilección, inaccesible y en cuyo fondo cada cual se venga del anonimato tumultuario. Hay en lo mas recondite de la persona humana de estos dias una logica de la soledad, no como tema de tristeza o como topico de cantar folklorico, sino como necesidad dialectica, como asidero y bahía donde cada cual se realiza plenamente, de modo sistematizado y organico, mientras el tumulto mecanizado y sin nombre nos envuelve en todo el resto de nuestras posibilidades y afanes. Cada cual, en arte, en tecnica, en procedimientos, huye de la chata e inexpresiva modalidad general y anhela ser singular y original, no por capricho, sino por necesidad de salvarse del anonimato. Si el razonamiento discursive ofrece la segura universalidad y la potencia expresiva comun, la sintesis, intuitiva, por cuanto tiene de directa y singular, de experiencia propia y de vuelo muy subjetivo, no se abre a lo generico, antes bien huye de el en lo posible. Y la creación artística dada sobre esta sensibilidad asi adecuada por una nueva existencia, no quiere verterse hacia todos segun el precepto romantico, o hacia los mejores segun el dictado clasico, sino unicamente hacia aquellos que son capaces de comprenderia o se consideran iniciados en el gran misterio de la soledad dialectica. Es falso acusar al arte nuevo de un defecto que no es tal, sino su peculiar esencia ultima. El artista obligado a sintetizar las millaradas de solicitaciónes externas, presiónado por la rapidez a sobreponerlas y a iluminarlas con una luz intuitiva, no puede hacer otra cosa si quiere salvar su personalidad; y si no es respetuoso de si mismo y del tiempo donde vive, apenas sera un deslayado imitador de topicos y de formulas extranas a el y gastadas para la cultura actual. 50

Obligado a sintetizar y habiendose aguzado su capacidad intuitiva, el artista moderno se encuentra solo. Soporta su destine vigorosamente, pues sabe que su tiempo no es venido todavia y nada hace por apresurarlo, y muy poco por explicar su actitud auroral y profetica. SINTESIS Y MAGIA ACTUALES Nuestra edad se halla sobrecargada de prodigios. El donde la velocidad que la ciencia nos ha conferido, el regalo de ciertas formas de romper con las vallas de espacio y tiempo, la posibilidad de hacer composiciónes y descomposiciónes antano inverosimiles, todo esto nos situa en un mundo que si bien es prosaico, al mismo tiempo es magico. No vivimos una era simplemente tecnico —industrial. Esto nos diferencia de otras civilizaciónes. La actual es ordenamiento de la ciencia aplicada a hermosear y facilitar la vida. No se trata solo del aprovechamiento de las fuerzas naturales. Se quiere hacer hablar a la ciencia el idioma de la belleza, de una singular y sui generis, epica y gloriosa, pues en el fondo del encadenamiento del hombre a la maquina, comenzamos a ver dibujarse otras perspectivas radicalmente diversas. El esplendor con que en la actualidad se reviste la tecnica no nos sugiere lo faustico, sino de manera mas cierta nos evoca lo magico. En efecto, la ciencia que durante largo tiempo fue razonamiento frfo,no accede a servir al hombre para esos mismos fines del brujo, del mago, del alquimista y del hechicero? Hasta hace algunas decadas se penso que la ciencia positiva destruiría los anhelos magicos dormidos, a fuerza de razonamiento. Y ahora, cuando hemos trasmontado la cordillera fria y el ventisquero de la ciencia positiva, estamos otra vez en el mundo de las mara villas. La voz perdura más alla de la muerte. La evocación de la persona domina la distancia, y sin traslado alguno se ofrece a la mirada insa 'Sl

tisfecha. Lo que antano constituia el limite de lo material y de lo conceptual, el atomo, nos entrega su microcosmos edificado como un sistema solar, para que los hombres desmontemos y desfiguremos aquel pequeno mundo de infinitas potencialidades. La luz se ha apresado, los metales se han transfigurado, la vida se prolonga a un doble de la duración corriente. 0 sea que la piedra filosofal y el elixir de la larga vida se hallan descubiertos.Magia, magia por todas partes. Las mas formidables irrealidades revisten la toga de la ciencia y llegan de visita a los hogares mas humildes. Antano los visitaban las hadas inasibles y caprichosas. Hoy los visita una realidad corriente y sujeta al deseo humano. Y en esta edad donde el atomo se aniquila, donde el espacio se pulveriza y se trasmonta el tiempo y en voces tambien se lo remonta, el artista, el pobre artista, colmado de soledad

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