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G.Buzai (comp.) 2007. Métodos cuantitativos en Geografía de la Salud. Universidad Nacional de Luján. Luján MÉTODOS CUANTITATIVOS EN GEOGRAFÍA DE LA SALUD: SÍNTESIS DE LOS TEMAS TRATADOS EN EL SEMINARIO INTERNO1 La convocatoria realizada a reconocidos colegas que realizan investigaciones en el campo de la Geografía de la Salud ha sido encarada con la finalidad de recabar opiniones autorizadas que nos permitieran delinear reflexiones conceptuales en el marco del seminario interno del proyecto. La consigna, tal cual fue enunciada en la introducción, ha sido de gran amplitud, y los aportes recibidos muestran, en general, un fuerte vínculo entre teoría y metodología. La lectura previa del material por parte de los integrantes del proyecto nos permitió tener una base de reflexión y de las discusiones realizadas durante la realización del seminario hemos podido extraer la siguiente síntesis. Consideramos que este escrito no puede igualar la riqueza encontrada en los aportes originales, pero representa nuestro camino de análisis el cual quedó decantado en tres líneas principales: el campo, aspectos teóricos y aspectos metodológicos, cada una de ellas con sus propios contenidos. LÍNEA 1: EL CAMPO 1 – Definición de Geografía de la Salud Es tradicional que muchos estudios científicos comiencen presentando la definición del campo de actuación. Su mayor precisión permite aminorar ambigüedades y hacer recorrer los caminos de la aplicación sobre bases de relativa solidez. En los aportes presentados, de manera explícita o implícita, existen algunas definiciones de lo que podría ser considerada la Geografía de la Salud. 1
Texto realizado por Gustavo D. Buzai en base a las lecturas y opiniones realizadas en el marco del seminario interno del proyecto realizado en la Universidad Nacional de Luján el día 1 de diciembre de 2006.
Podemos comenzar tomando los textos de Susana Curto y José Seguinot Barbosa. Mientras para el primero (citando a Meade) la definición de Geografía Médica estaría dada por la aplicación de “conceptos, métodos y técnicas de la Geografía para abordar temas relacionados con el análisis espacial de la salud, de las enfermedades y del cuidado de la salud”, para el segundo la Geografía de la Salud “es la ciencia que estudia la relación entre los sistemas de salud, las condiciones de salud de una población y el territorio en el cual se ubican”. En este sentido, Gloria Fernández-Mayoralas Fernández et al. ponen de manifiesto que una denominación única para la definición de este campo ha tenido poco consenso y que en la actualidad se puede encontrar indistintamente “la dualidad Geografía Médica / Geografía de la Salud”. Las definiciones brindadas por Susana Curto y José Seguinot Barbosa muestran esta situación de solapamiento, y Jorge Pickenhayn muestra la necesidad de que esta discusión no se transforme en trascendental para la disciplina, al afirmar que “... es absurdo atribuir esta división a las diferencias de aplicación del método. Los buenos trabajos de investigación hacen buen uso de la estadística y de otros recursos lógico matemáticos y no cambia la calidad ya se trate de geografía de la salud o médica”. El texto de Gloria Fernández-Mayoralas Fernández et al. toma la definición del libro clásico de Ana Olivera (1993), la cual se encuentra basada en la propuesta de la Comisión de Geografía Médica de la UGI de 1976, donde la denominación de Geografía de la Salud incluía dos temáticas: Geografía de las enfermedades (campo tradicional de la Geografía Médica) y Geografía de los servicios de salud (campo tradicional de la Geografía de los Servicios). El texto presentado aquí por Ana Olivera (citando a Moon) consigna que la Geografía de la Salud “estudia los lugares en relación con la salud y los recursos sanitarios, y no tanto la salud en función de los lugares”. CONCLUSIONES: Desde un punto de vista general las definiciones que hemos visto en diferentes aportes consideran el campo de actuación en el marco del análisis socioespacial de las enfermedades y los servicios sanitarios, y no encontramos puntos de discusión en la definición de Geografía de la Salud. Consideramos que la definición presentada por Olivera (1993) es lo suficientemente clara para avanzar en la temática.
Es la que hemos considerado para poder enmarcar las dos etapas de nuestro proyecto, ya que desde el punto de vista de la aplicación de métodos cuantitativos presenta suma claridad en ambas líneas, destacándose los métodos de asociación en el campo de la Geografía Médica y los métodos de interacción en el campo de la Geografía de los Servicios Sanitarios. El análisis de localización, distribución y evolución espacial se encuentran compartidos. 2 – Ubicación de la Geografía de la Salud en la Geografía Los textos analizados muestran limitado interés por el posicionamiento de la Geografía de la Salud en el campo de la Geografía. Según Ana Olivera el estudio espacial de las enfermedades se incluyó inicialmente en el campo de la Geografía de la Población, luego incorporándose la Geografía de los Servicios. El análisis a través de la aplicación de nuevas tecnologías digitales fue un campo importante de aplicación. Actualmente algunos autores la consideran parte de la Geografía Social y de la Geografía Cultural. CONCLUSIONES: El campo de la Geografía de la Salud ha surgido en el ámbito de la Geografía Humana. Sus estudios incorporan aspectos poblacionales, sociales y culturales, pero también ambientales (aspectos naturales o antrópicos) por lo que cualquiera de las subdisciplinas pueden considerar propios sus contenidos, sin embargo, de forma inversa también podemos concluir que diferentes subdisciplinas han aportado para conformar un campo con gran identidad temática. En síntesis, consideramos que la Geografía de la Salud conjuga toda la tradición geográfica a partir de la relación hombre-medio y la diferenciación de espacios sobre la superficie terrestre, por lo tanto la consideramos una subdisciplina de la Geografía Humana con alta especificidad. 3 – Ubicación de la Geografía de la Salud en la interdisciplina La cuestión interdisciplinaria puede ser rastreada a una distancia temporal de más de dos siglos. Susana Curto afirma que “una de las relaciones más antiguas que la geografía estableció fue con la medicina 400 años AC, en Grecia...”, en donde se prestaba mucha atención a las condiciones naturales a fin de estudiar las enfermedades.
En la actualidad, y a partir de siglos de especialización científica, esas relaciones se fueron demarcando en campos de estudio claramente delimitados. Cada ciencia particular podía se definida a través de sus objetos de estudio y métodos específicos. En la actualidad asistimos a un nuevo momento de confluencia. La cuestión interdisciplinaria presenta una gran complejidad tanto para la construcción de conocimientos científicos en general como para la construcción de conocimientos geográficos en particular. Tanto los objetos de la realidad como los métodos de aplicación difícilmente puedan ser reclamados por disciplinas únicas, en este sentido los límites demarcatorios de la actividad científica se presentan difusos. Esta dificultad en una clara demarcación hace que muchos científicos se aboquen a la construcción de nuevos campos transdisciplinarios. En el caso del análisis espacial podemos nombrar los avances en Teoría Social Crítica, las Ciencias Sociales Integradas Espacialmente, las Ciencias de la Información Geográfica y la Geocomputación (Buzai, 2005). En este contexto la automatización de procedimientos geográficos incorporados en los Sistemas de Información Geográfica ha contribuido ampliamente al vínculo entre ciencias interesadas por el análisis de sus en cuanto a su dimensión espacial. Aquella relación inicial de la Geografía con la Medicina, según Susana Curto quedó orientada a la relación entre Geografía y Epidemiología, una especialidad de la Medicina con la cual comparte intereses a partir de estudiar la tríada ecológica (agente, sujeto y ambiente). Ana Olivera señala que la utilización de la tecnología SIG y del análisis espacial avanzado (que hoy se encuentra completamente automatizado mediante sistemas computacionales) ha contribuido a la generación de límites muy difusos principalmente entre Geografía de la Salud y Epidemiología, a tal punto que las geotecnologías permiten que, en base a las aplicaciones estandarizadas, no se pueda distinguir una de otra. Los Sistemas de Información Geográfica tienen similar efecto en la relación con diferentes campos del conocimiento, y a su vez presentan la necesidad de reflexionar acerca de las relaciones entre el geógrafo y colegas de otras disciplinas. CONCLUSIONES: El campo de la Geografía de la Salud es un campo de naturaleza interdisciplinaria. La relación está dada principalmente por la relación entre Geografía y Epidemiología, y entre Geografía y Ciencias Sociales diversas.
Consideramos que la Geografía tiene identidad, la cual está producida por el abordaje prioritario del espacio geográfico en cuanto a los procesos de localización, distribución, asociación, interacción y evolución espacial. Las leyes que surgen de estas relaciones son propias del geógrafo y muchos modelos espaciales están incorporados en los Sistemas de Información Geográfica. De acuerdo a nuestra experiencia la Geografía Automatizada se encuentra hoy al alcance de todos, pero es el geógrafo el que debería contar con las mejores capacidades temáticas para analizar desde un punto de vista espacial los resultados obtenidos, ya que la perspectiva espacial marca su especificidad en el contexto científico. 4 – Ubicación del geógrafo en la interdisciplina Geografía-Medicina Detrás de las disciplinas están los profesionales que la llevan a cabo, por lo tanto, los mismos problemas de definición temática (principalmente interdisciplinaria) se producen al definir el campo de actuación profesional. Cuando Seguinot Barbosa presenta su experiencia personal de inserción en el ámbito de las ciencias médicas su resolución fue sencilla: “sólo podía aportar lo que sabía hacer y eso era introducir el método espacial y geográfico en las ciencias médicas y de la salud”. La inserción de un profesional en un grupo interdisciplinario sólo podría darse sin inconvenientes cuando los límites temáticos se encuentran bien definidos. En nuestra ampliación del proyecto de investigación presentado en esta publicación (Buzai y Baxendale, Explicando lo explicado) debemos aclarar siempre los límites disciplinarios relacionados con el objetivo de la investigación, ya que el evaluador anónimo parece no ver límites en cuanto a los contenidos posibles en el ámbito de la Geografía y considera que el geógrafo debería, estudios completos que abarque abordajes espaciales y a-espaciales. Hace ya más de medio siglo, Fred Schaefer (1953) en su texto clásico decía que de esta manera el geógrafo podría considerarse un “aprendiz de todo y un sabelotodo de nada”. Las consideraciones de Susana Curto también son simples... y parecería que en algunos ámbitos cuestan mucho ser llevadas a cabo en nuestro ámbito profesional: “las perspectivas de un provechoso trabajo interdisciplinario debe partir del conocimiento y aceptación de que los geógrafos deben hacer geografía...” y de esta manera no abordar campos para los cuales no se encuentran formados. CONCLUSIONES:
Cada profesional debe realizar su actividad con idoneidad a partir del reconocimiento claro de los alcances y limitaciones de la disciplina y de su propia formación. Vemos aptitud en la interdisciplina y no vemos con claridad la transdisciplina. Sin embargo para ser efectivo en la interdisciplina cada profesional debe incorporarse a través de sus sólidos saberes específicos. El definir el campo científico no es tarea menor, este campo tendrá altas repercusiones en el quehacer profesional de nuestra comunidad. 5 – Renovación de la Geografía de la Salud Aunque parece ser, como lo muestra Susana Curto, que los estudios en Geografía de la Salud siguen intentando responder las preguntas que Jacques May formuló hace más de medio siglo en cuanto a la producción de enfermedades: ¿quien? ¿qué? ¿dónde? ¿porqué?, muchos trabajos presentados aquí muestran señales de una renovación temática en determinadas líneas de avance. Gloria Fernández-Mayoralas Fernández et al. presta especial atención a esta cuestión. Por una parte puede verse un avance en la línea sociocultural y crítica, y luego en todo proceso causal de diferenciaciones socioepaciales. En este contexto la denominada Geografía Post-Médica reclama una visión más holística, que incluye “una conceptualización socio-epacial del espacio y del lugar, reconociendo las estrechas interconexiones entre procesos sociales y el territorio”. Evidentemente la aplicación de métodos cuantitativos en Geografía de la Salud no dejan de considerar el espacio social y las relaciones entre procesos sociales y las formas espaciales resultantes. Algunas líneas parecen tener relación con aspectos de mayores niveles cualitativos e historicistas, mientras que otras directamente se vinculan con el avance cuantitativo de los últimos años. Según Ana Olivera tanto los nuevos enfoques cualitativos como los nuevos enfoques cuantitativos modifican las formas de hacer Geografía de la Salud. Los primeros incorporando aspectos inmateriales no considerados (historias de vida, entrevista en profundidad, focus group, diagramas participatorios fenomenológicos y hermenéuticos). Los segundos con aptitud concreta para determinar desigualdades en salud y la provisión de servicios sanitarios. CONCLUSIONES:
La Geografía de la Salud se encuentra experimentando una renovación, en la cual la tecnología de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) cumple un papel importante, principalmente en poner al alcance del usuario profesional una serie de herramientas para el análisis espacial de la salud. Como estas herramientas se basan en desarrollos cuantitativos, consideramos que una parte de esta renovación corresponde a la aplicación de estos métodos y a la forma de ver la realidad que se producen a través de ellos. Desde un punto de vista técnico, la flexibilidad del ambiente digital ha permitido un avance no sólo en la dinámica racionalista y cuantitativa de los SIG aplicados a las dos ramas de la Geografía de la Salud, sino también por la inclusión de nuevas estadísticas logradas en un nivel local. Los métodos cuantitativos en Geografía de la Salud, apoyados por las actuales tecnologías de la información geográfica (TIG) brindan grandes posibilidades en varias líneas de aplicación, por lo tanto pueden ser considerados importantes contribuciones en los caminos de la renovación. ASPECTOS TEÓRICOS 1 – Metodología e ideología / entre la derecha y la izquierda ¿La realización de estudios cuantitativos implican que se está haciendo una Geografía en beneficio del status-quo y que contribuye al desarrollo del sistema capitalista? Es interesante incluir aquí la consideración de Jorge Pickenhayn, quien incluye esta temática de debate opinando que existe una confusión al “alinear la corriente cuantitativa con la derecha política, en contraposición con la geografía radical, de izquierda”. Según Jorge Pickenhayn el mito podría haber surgido cuando autores que fueron partícipes de la revolución cuantitativa intentaban hacer de la Geografía una profesión liberal. Podemos pensar aquí que obras como Geografía de los centros de mercado y distribución al por menor de Brian J.L. Berry (Editorial Vicens-Vives, Barcelona, 1971), ayudaron a que este tipo de Geografía fuera calificada como campo que tendría utilidad para el desarrollo empresarial al analizar el comportamiento espacial de los comercios bajo las leyes de la economía de mercado. El debate sobre una Geografía de derecha o de izquierda, en base a las metodologías de análisis utilizadas no es un tema que haya aparecido en otros aportes, por lo tanto, puede considerarse una particularidad que ha tenido un importante arraigo en nuestro país.
CONCLUSIONES: Este debate (y ojalá en Argentina hubiera existido un debate) acompañó a la Geografía Cuantitativa durante unos cuantos años. Siempre consideramos que estas clasificaciones (pero más bien etiquetas) fueron útiles a determinados grupos que tuvieron la necesidad de afianzar poder en niveles institucionales. Muy lejos de la producción científica de conocimientos para el bien de la sociedad, en un país periférico y dependiente como el nuestro, todo estuvo centrado en uno de los primeros problemas de análisis de la geografía como ciencia: la lucha por espacios y recursos. Hoy, podemos decir que el debate está llegando a su fin. Los Sistemas de Información Geográfica fueron aceptados ampliamente y actualmente representan el apoyo técnico-metodológico de muchos estudios, por supuesto, muchos geógrafos oportunamente radicales-marxistas que hoy son oportunamente postmodernos “desconocen” (intentan minimizar) que la base de estos sistemas es fuertemente racionalista y cuantitativa. Como corolario podemos decir que el libro que hemos mencionado de Brian J.L. Berry brindó ideas iniciales para el desarrollo de los modelos de localización-asignación y hoy estos son utilizados para la búsqueda de localizaciones óptimas de servicios públicos en la necesidad de lograr una mayor eficiencia y equidad-justicia espacial. En este sentido, la Geografía Cuantitativa decididamente se preocupa en la actualidad por brindar herramientas La Geografía Cuantitativa se preocupa por disminuir las desigualdades que normalmente produce el sistema capitalista actual y sobre todo en nuestros países con poca autonomía de poder decisional. Particularmente en el caso de la Geografía de la Salud, pone a disposición una serie de métodos que intentan brindar soluciones a la dimensión espacial en la diferenciación social de la salud. 2 – Cuantificación y computación La investigación cuantitativa ha llevado un tiempo aproximado de maduración de casi medio siglo, en el cual, según Jorge Pickenhayn se fue recorriendo un camino
para que en la actualidad se pueda decir que “...la nueva cuantitativa está en manos de los circuitos impresos y programas”. Los Sistemas de Información Geográfica, y en este caso los software aplicados al análisis espacial de la salud pusieron al alcance de los geógrafos muchas herramientas que anteriormente estaban al alcance de unos pocos. Sin embargo, si bien Liliana Ramírez reconoce la importancia de este proceso junto al desarrollo de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y los Sistemas de Ayuda a la Decisión Espacial (SADE), indica que “...el empleo de ellos en el campo de la Salud Pública es reciente...” por lo que aún no se ha podido obtener el máximo de los beneficios en cuanto a las posibilidades de análisis espacial que brindan estos sistemas. Si hablamos de métodos cuantitativos aplicados en Geografía de la Salud, la referencia a los SIG ha sido ineludible, Christovam Barcellos analizando los métodos de distribución puntual, mapas de riesgos y las técnicas del cálculo de densidades focales por kernel, Susana Curto, Angel Pueyo Campos, José Miguel Jover Yuste e Luisa Iñiguez en cuanto a las posibilidades de la cartografía digital, Carlos Garrocho y Liliana Ramírez con énfasis en sus capacidades volcadas a los modelos de localización-asignación y finalmente Ana Olivera y José Seguinot Barbosa en cuanto a sus capacidades para el trabajo interdisciplinario. Aunque todos han reflexionado también sobre sus alcances y limitaciones, muchos de estos asociados a las formas de pensar y representar el espacio, a las escalas de análisis y al valor de un dato numérico. Corresponden muchas de estas apreciaciones a lo que se pueda pensar directamente acerca de la Geografía Cuantitativa. CONCLUSIONES: En este punto hemos discutido acerca de lo que puede representar la Geografía Global definida en Buzai (1999). Una Geografía estandarizada que ha permitido la incorporación de teorías y métodos en el ambiente computacional y que actualmente se encuentra al alcance de todos a partir de la aplicación del software. A diferencia de cualquier máquina de la modernidad (Pickenhayn brinda el ejemplo del conocimiento sobre el funcionamiento de una camioneta para trabajos de campo) las máquinas de la postmodernidad piensan, por lo tanto no deberían ser consideradas de la misma forma, ya que si se las considera tecnologías neutrales, el investigador terminará interpretando la realidad pura y exclusivamente a partir de las teorías que dan sustento a las aplicaciones geoinformáticas.
Y estas teorías son las que provienen principalmente del racionalismo y cuantitativismo. Por lo tanto, el mejor provecho que pueda sacarse de un SIG y un SADE puede realizarse únicamente a partir de tener buenos conocimientos en el campo científico que nos lleva a utilizarlos, y no del simple conocimiento técnico de uso, brindado por el manual del usuario. ASPECTOS METODOLÓGICOS 1 – Trabajando con datos puntuales El trabajo de Christovam Barcellos es el que toma como foco de atención este tema, y principalmente considerando la necesidad de realización de mapas de riesgos a partir de los patrones de distribución espacial y la frecuencia de casos distribuidos sobre el espacio geográfico. No es solamente una cuestión técnica, sino que se involucran aquí muchos aspectos teóricos y conceptuales, y principalmente existen dos alternativas al abordaje de datos puntuales: “Entender el lugar y sus particiones para explicar la distribución espacial de los casos, o buscar patrones espaciales de casos para comprender los determinantes socio-ambientales de la distribución”. La distribución de los casos puede presentar patrones diferentes, los cuáles para sacar conclusiones, técnicamente se compran con distribuciones aleatorias. Utilizar distribuciones con datos agrupados en unidades espaciales discretas traen aparejados el problema de la unidad espacial modificable (MAUP) y según Luisa Iñiguez Rojas aquí también hay que considerar heterogeneidad interna de cada unidad espacial. Una situación intermedia (en casos específicos) puede lograrse a través del cálculo de densidades por suavización kernel en la búsqueda de tasas de incidencia y superficie de probabilidad. Pero los datos puntuales también son fundamentales en la planificación espacial de los servicios de salud. Esta línea ha sido foco de atención en los trabajos presentados por Carlos Garrocho y Liliana Ramírez, quienes cuentan con una amplia experiencia en el análisis de la accesibilidad espacial a través de los modelos de localización-asignación. Por su parte según Ángel Pueyo Campos y José Miguel Jover Yuste la localización de equipamientos de servicios sanitarios son “...piezas claves para el desarrollo y viabilidad de un territorio”. Según Liliana Ramírez este es un tema de creciente interés ya que “...se están aplicando los conceptos y técnicas geográficas al estudio de los aspectos espaciales de la
oferta y demanda de servicios sanitarios en virtud de la creciente repercusión del sector y actividad terciarios en las estructuras urbanas y territoriales. Desde un punto de vista del equilibrio espacial Ángel Pueyo Campos y José Miguel Jover Yuste consideran que los SIG y la Cartografía Temática son herramientas fundamentales en diferentes aplicaciones, pero por sobre todo, captar un funcionamiento espacial con características del “...modelo gravitatorio sobre el que se fundamentan los estudios de potenciales poblacionales”. Y finalmente desde el análisis de localización-asignación, Carlos Garrocho alerta respecto de que las resoluciones en esta línea de trabajo no son parte de un problema puramente técnico, sino que “Es, sobre todo, un asunto de carácter filosófico vinculado a la justicia distributiva y, por lo tanto, a la esfera del quehacer político”. El aplicar cuestiones técnicas sin sustento teórico no permitiría al geógrafo interpretar correctamente los resultados. CONCLUSIONES: Datos en forma de puntos distribuidos sobre la superficie terrestre representan la estructura básica de entidades en el análisis espacial de la salud. El análisis de los patrones espaciales resultantes corresponden a la distribución de casos de enfermedades o a la distribuciones de los equipamientos de salud. En el primero de ellos, orientado a los procedimientos en Geografía Médica considerando cada punto como eventos de enfermedades y la posibilidad de realizar asociaciones espaciales con otros eventos puntuales en la comprobación de hipótesis. En el segundo, orientado a procedimientos en Geografía de los Servicios, en servicios de salud, considerando cada punto como centros de oferta (servicios localizados) y la localización de la demanda distribuida (simplificada y agrupada en centroides de unidades espaciales). Es posible hacer uso de modelos de interacción espacial utilizando la accesibilidad espacial a los servicios de oferta, modelos de evaluación multicriterio en la búsqueda de lugares óptimos para nuevos servicios y modelos de localizaciónasignación para evaluar los nuevos sitios. En realidad, todas estas posibilidades en la búsqueda de un mayor equilibrio y una mayor justicia espacial para la población. Los SIG y los SADE se transforman en herramientas de importancia en cuanto a su aplicación en Geografía de la Salud presentando una gran aptitud para trabajar sobre los análisis descriptos. 2 – Cartografía temática
La utilización cartográfica es considerada una herramienta fundamental del trabajo del geógrafo y Susana Curto lleva esto al campo de aplicación al afirmar que “Los mapas constituyen una herramienta única, poderosa y flexible para el análisis, por lo que su construcción e interpretación es un tema central para la geografía y una de las herramientas más antiguas de la Geografía Médica”. Desde un punto de vista de mayor amplitud Ángel Pueyo Campos y José Miguel Jover Yuste muestran su tradición como “transposición del modelo social”, hasta llegar a los mapas digitales de la actualidad en los cuales quedan reflejadas, en cuanto a su uso, aspectos culturales de la sociedad postmoderna. Consideran que el principal concepto es la inmediatez, ya que “mientras la comunicación verbal y escrita es secuencial y se prolonga en el tiempo, la comunicación figurativa es inmediata, percibiendo simultáneamente todos los elementos, aumentando la rapidez y velocidad de las decisiones en unas sociedades en las que el tiempo es un bien preciado y escaso”. Este aspecto es considerado por Luisa Iñiguez Rojas como un punto central de reflexión, ya que la velocidad de difusión puede atentar contra la madurez teórica necesaria que requieren las aplicaciones. Y aunque vivimos una etapa de “vuelta a los mapas”, considera que aún éstos son utilizados mayoritariamente en cuanto a sus posibilidades básicas. Estos usos básicos del mapa van quedando superados con la tecnología actual, porque según Ángel Pueyo Campos y José Miguel Jover Yuste comienzan a dejar de ser un producto final para convertirse en parte de un proceso en el cual aparecen como producto en constante transformación y de alcance global. CONCLUSIONES: Al igual que con la Geografía Global, el alcance casi ilimitado de la cartografía actual es altamente positivo y tiene sus riesgos. Desde un punto de vista optimista podemos decir que estamos asistiendo a un aumento en las capacidades espaciales de la población. La inteligencia espacial (Teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner) se está haciendo mayor a través del uso de las actuales tecnologías digitales que se encuentran al alcance de todos (Google Earth es el gran ejemplo del alcance global). Desde otro punto de vista se debe alertar en tomar los recaudos suficientes para que estas tecnologías sean utilizadas de la mejor forma y controladas por aspectos teóricos necesarios.
Esta capacidad teórica, que muchas veces se encuentra empañada por las capacidades técnicas, debería ser considerada fundamental en varios aspectos, entre los cuales se encuentran las capacidades cartográficas como inventario, tratamiento y síntesis. Con sus altas capacidades comunicacionales y principalmente como modelo dinámico para abordar la dinámica socio-espacial. 3 – Métodos de análisis espacial cuantitativo en Geografía de la Salud Los diferentes trabajos presentados mencionan una serie de métodos cuantitativos que se aplican en Geografía de la Salud. Estas menciones, en la mayoría de los casos, se presentan a modo de ejemplo y aquí las hemos recopilado con la finalidad de hacer un listado, no exhaustivo pero si orientativo de las posibilidades temáticas. Del análisis realizado quedaron definidos siete grandes campos, que por supuesto, no representa una clasificación estática y definitiva: Aspectos computacionales (Lenguajes de programación, Metadatos). Cartografía digital (métodos de interpolación, análisis por superposición temática, métodos de representación temática, creación de áreas de influencia-buffers, confección de mapas de riesgo). Estadística aplicada (estadística descriptiva, análisis univariado, creación de indicadores sintéticos, cálculo de tasas o razones suavizadas, cálculo de tasas de incidencia, cálculos de significancia estadística, probabilidad y tendencias, análisis bivariado, métodos de estandarización, análisis de correlación, análisis multivariado, análisis por cluster, análisis factorial, métodos bayesianos, geoestadística, bioestadística espacial, análisis de regresión simple, análisis de regresión múltiple, métodos de muestreo y encuestas). Análisis espacial (análisis de autocorrelación espacial, métodos de clasificación espacial-agregación de áreas, análisis de distribuciones puntuales, análisis de accesibilidad, análisis de interacción-potencial de población, análisis de kernel, análisis por barrido, análisis multinivel, formulación de modelos interacción sociedad-espacio, análisis de evaluación multicriterio, estudio de corredores). Localización de servicios de salud (cálculo del índice de localización, cálculo del cociente de localización, cálculo de densidad de rutas-accesibilidad, estudio de redes, análisis de accesibilidad, análisis de interacción espacial, análisis de localizaciónasignación). Análisis temporal (métodos de difusión). Nuevas perspectivas (representaciones 3D y realidad virtual) CONCLUSIONES: El trabajo realizado en este punto muestra una gran variedad en las posibilidades de aplicaciones. Sin embargo, estas son mucho más amplias que lo que aquí figura, ya en
muchas oportunidades se hace mención a técnicas muy abarcativas. Cuando se habla de análisis multivariado, análisis de evaluación multicriterio o análisis de localización-asignación se alude a metodologías generales que incorporan diferentes técnicas de resolución. Los métodos presentados son una importante herramienta de las que dispone el geógrafo, sin embargo, como estos no son neutros, quien trabaje con ellos tendrá la responsabilidad de conocerlos bien (objetivos, alcances y limitaciones) para poder aplicarlos, combinarlos correctamente e interpretar correctamente los resultados obtenidos. CIERRE DEL SEMINARIO... En estas páginas hemos intentado presentar una síntesis de las líneas de análisis y discusión surgidas a partir de la lectura realizada a los trabajos presentados por los especialistas invitados. Sin lugar a dudas, el contenido de los trabajos originales supera ampliamente en riqueza a las líneas que aquí fueron presentadas. Sin embargo, podemos decir que esta actividad ha sido un gran aprendizaje para el grupo de investigación y el esfuerzo realizado a generado resultados que partieron de nuestra propia experiencia en un intento de avance temático por acumulación de conocimientos. En síntesis, muchos aspectos han quedado definidos, y a partir de aquí las posibilidades de la correcta aplicación de los métodos cuantitativos en Geografía de la Salud podrá ser realizada mediante un avance compartido entre la teoría geográfica, los métodos y las técnicas de aplicación. Las nuevas tecnologías son altamente seductoras al estandarizar procedimientos que tradicionalmente se presentaban difíciles de realizar, sin embargo estos solamente podrán ser correctamente aplicados con sólidos conocimientos geográficos. El nivel de las metodologías y las técnicas debe ser aprehendido desde una perspectiva más amplia, ligada indefectiblemente a la teoría. Aún hay mucho camino por recorrer y, científicamente hablando, consideramos que es un camino fascinante, por el desafío que representa para seguir construyendo una Geografía de utilidad para el bienestar humano.