Story Transcript
Alba Unanue Peñín
Géneros literarios
Épico o narrativo
Verso
Lírico
Prosa
Canción Elegía
Epopeya Cuento Cantar de gesta
Romance
Novela
Dramático o teatral
Oda
Sátira
Tragedia
Comedia
Drama
El género épico o narrativo es un género literario(en prosa o en verso) en el que un narrador cuenta los hechos e introduce las palabras de los personajes. Dicho narrador puede ser: Externo: si no forma parte de la historia, sino que sólo la cuenta. Interno: Si es uno de los personajes de la historia y participa en ella.
La epopeya es un poema narrativo muy largo que cuenta acciones muy importantes o dignas de memoria para un pueblo o civilización sobre alguno de sus héroes, relatando la historia por la que es recordado. Las epopeyas más famosa de todas tal vez sean La Ilíada y La Odisea de Homero, que narran los hechos ocurridos en el último año de la guerra de Troya y la vuelta a casa del héroe Odiseo (o Ulises) después de ésta respectivamente. Este fragmento de la Odisea cuenta el momento en el que Ulises engaña al cíclope Polifemo diciéndole que se llama Nadie:
«—¡Ciclope! Preguntas cual es mi nombre ilustre y voy a decírtelo pero dame el presente de hospitalidad que me has prometido. Mi nombre es Nadie; y Nadie me llaman mi madre, mi padre y mis compañeros todos. Así le hablé; y enseguida me respondió con ánimo cruel: —A Nadie me lo comeré al último, después de sus compañeros, y a todos los demás antes que a él: tal será el don hospitalario que te ofrezca. Dijo, tiróse hacia atrás y cayó de espaldas.»
Es un poema medieval que narra las hazañas de un héroe histórico. El cantar de gesta español más nombrado es el Cantar de mio Cid, que narra las hazañas del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Este es un fragmento extraído del texto: «El Rey don Alfonso tanto habia grande saña. Antes de la noche en Burgos de el entro su carta Con grande recaudo y fuertemiente sellada: que a mio Çid Ruy Diaz, que nadi no le diesen posada, Y aquel que se la diese sopiese vera palabra: que perderie los haberes y mas los ojos de la cara, Y aun demas los cuerpos y las almas. Grande duelo habian las gentes cristianas; Ascondense de mio Çid, ca no le osan dezir nada.»
Romance del conde Olinos (anónimo) Madrugaba el conde Olinos, mañanita de San Juan, a dar agua a su caballo a las orillas del mar. Mientras el caballo bebe canta un hermoso cantar: las aves que iban volando se paraban a escuchar; Desde la torre más alta la reina le oyó cantar: -Mira, hija, cómo canta la sirenita del mar. -No es la sirenita, madre, que esa no tiene cantar; es la voz del conde Olinos, que por mí penando está.
El Romance es un subgénero épico de transmisión oral con forma de poema, que puede tratar de una gran variedad de temas.
El cuento es un género literario que consiste en un relato breve con un texto narrativo normalmente sencillo, apto para los niños. Un ejemplo de cuento son algunos de los textos de Hans Christian Andersen, como «El patito feo» o «La sirenita» Fragmento extraído de El patito feo: «La Señora Pata se moría de vergüenza por haber tenido un patito tan feísimo y le apartó con el ala mientras prestaba atención a los otros seis. El patito se quedó tristísimo porque se empezó a dar cuenta de que allí no le querían... Pasaron los días y su aspecto no mejoraba, al contrario, empeoraba, pues crecía muy rápido y era flacucho y desgarbado, además de bastante torpe el pobrecito.»
Es una narración extensa en prosa en la que se relatan las acciones de los personajes, incluyendo además algunos elementos textuales como las descripciones, los diálogos… las principales diferencias que tiene con el cuento son que es mucho más larga y su lenguaje es más complejo, no infantil. «Don Quijote de la Mancha», Miguel de Cervantes : «En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como Don Quijote los vió, dijo a su escudero: la ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer: que esta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. ¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza.»
El género lírico es un género literario en el que el autor intenta expresar sus sentimientos mediante las palabras.
"Sátira filosófica" Sor Juana Inés de la Cruz Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis: si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal? Combatís su resistencia y luego, con gravedad, decís que fue liviandad lo que hizo la diligencia. Parecer quiere el denuedo de vuestro parecer loco, al niño que pone el coco y luego le tiene miedo…
La sátira es un subgénero lírico que trata de expresar indignación o enfado hacia alguien o algo.
La elegía es un poema triste, en el que el autor expresa sus sentimientos ante un hecho trágico, normalmente la muerte de un ser querido.
«Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida. … No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada. … A las ladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.» Elegía a Ramón Sijé, de Miguel Hernández
La oda es un subgénero lírico que engloba cualquier poema destinado a ser cantado, en el que el poeta suele alabar a algo o alguien.
Pablo Neruda, Oda al Gato: «Los animales fueron imperfectos, largos de cola, tristes de cabeza. Poco a poco se fueron componiendo, haciéndose paisaje, adquiriendo lunares, gracia, vuelo. El gato, sólo el gato apareció completo y orgulloso: nació completamente terminado, camina solo y sabe lo que quiere…»
La canción es un subgénero lírico de ritmo muy marcado , en el que se suele expresar un sentimiento amoroso.
Soldadito Marinero, del grupo español Fito & Fitipaldis
El género dramático es un género que está escrito para ser representado, por lo que el texto es sólo una parte de él.
En este subgénero dramático, los personajes son seres heroicos que se ven obligados a luchar contra situaciones y enemigos más fuertes que ellos. Siempre acaban mal.
Otelo, de Shakespeare IAGO.- Aunque he matado hombres en el servicio de la guerra, tengo, sin embargo, por caso de verdadera conciencia cometer un asesinato con premeditación. Me falta a veces maldad, que me sería útil. Nueve o diez veces pensé haberle dado aquí, con mi puñal, debajo de las costillas. OTELO.- Más vale que hayan pasado así las
Los personajes de éste subgénero son personas normales que se enfrentan a situaciones cotidianas de carácter humorístico, y siempre tiene un final felíz.
Fragmento de «La discreta enamorada», de Lope de Vega.
LUCINDO: Por eso el amor no dura en libres, sino en honradas. HERNANDO: Cuelgan de celos y espadas hombres de poca cordura, quiero decir poca edad. Ya espero verte algún día lejos de aquesta porfía y cerca de esta verdad. LUCINDO: Hartas causas me retiran. HERNANDO: Una mujer libre y loca es como mona, que coca a los niños que la miran; pero cuando llega el hombre que tiene gobierno y palo espúlgale con regalo, y no hay voz que no le asombre. A los mozos sin consejo las mujeres hacen cocos, porque son niños y locos; no al hombre madura y viejo. Ya te ha visto en los anzuelos; y aunque no puede sacarte, alarga cuerda, con darte celos, celos y más celos.
El drama o tragicomedia es un subgénero dramático que presenta rasgos de la tragedia y la comedia: hechos divertidos y trágicos, personajes importantes y humildes…
«La Celestina», de Fernando de Rojas, es un drama romántico en el que al final los dos protagonistas mueren: CALISTO.- En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios. MELIBEA.- ¿En qué, Calisto? CALISTO.- En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura te dotase, y hacer a mi inmérito tanta merced que verte alcanzase, y, en tan conveniente lugar, que mi secreto dolor manifestarte pudiese. Por cierto, los gloriosos santos que se deleitan en la visión divina, no gozan más que yo ahora contemplándote. MELIBEA.- ¿Por gran premio tienes éste, Calisto? CALISTO.- Téngolo por tanto, en verdad, que si Dios me diese en el cielo la silla sobre sus santos, no lo tendría por tanta felicidad.