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GESTION INTEGRADA DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS (Documento Introductorio)
Dr. Oscar Parra Centro de Ciencias Ambientales, EULA-Chile Universidad de Concepción Junio 2009
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INTRODUCCION El agua es un recurso estratégico en un mundo que está cambiando de manera muy rápida. El agua dulce, es particular, estructura el paisaje físico, es la base de las características climáticas, y tiene una gran influencia en los patrones de crecimiento económico y demográfico. Mientras más crecen las poblaciones humanas, mayores son los requerimientos y demandas de este recurso. Actualmente, agua limpia suficiente y habitáts acuáticos saludables han llegado a ser recursos naturales escasos. Comprender la capacidad de los ecosistemas acuáticos para responder a las presiones que le impone la sociedad y sus limitaciones en adaptarse a tales desafíos es una tarea vital para la estabilidad de la sociedad en el largo plazo. El ciclo hidrológico en nuestro sistema planetario es el proceso de intercambio permanente, de materia y energía que tiene lugar entre los continentes, los océanos, la atmósfera y los organismos vivientes. De él depende la regulación de la temperatura del planeta, la distribución de las condiciones climáticas y las comunidades biológicas, los numerosos ciclos geológicos y biogeoquímicos y la multitud de equilibrios naturales de todas las escalas, órdenes y trascendencias. Los economistas de recursos naturales consideran también al agua como un "activo social", es decir, algo que trasciende el propio concepto de recurso, que es sólo una percepción antropocéntrica de las cosas en función de sus utilidades. El agua considerado como un activo social es un bien público, universal, que por encima de sus prestaciones productivas cumple unas funciones básicas de equilibrios planetarios y ecosistémicos. A pesar del enorme esfuerzo cultural que se hace en todos los niveles de la educación formal y no formal, parece ser que estas consideraciones no han sido asumidas a cabalidad por nuestra sociedad. El sostenido crecimiento económico de Chile en las últimas décadas ha generado, al igual que ha sucedido en los países industrializados, algunos efectos secundarios y colaterales indeseados. Entre los más importantes se encuentran aquellos relacionados con el ambiente, como por ejemplo, problemas de contaminación de las aguas, concentración urbana, incremento de residuos industriales y urbanos, pérdida de biodiversidad a nivel de especies y ecosistemas, y la disminución de la cantidad y la calidad de los recursos naturales disponibles (suelos, bosque nativo, aguas dulces y marinas), situaciones que se contraponen con la mantención y aumento de este mismo crecimiento. Por esta razón, la competencia por los recursos naturales, particularmente por el agua, entre las distintas actividades económicas, sociales y culturales es cada vez mayor y a veces se transforman en conflictos con diversas repercusiones económicas, políticas y ambientales. Todo ello en un contexto de valoración y conciencia creciente respecto del agotamiento de los recursos y de la importancia del respeto por la preservación y conservación del medio ambiente (Parra et al., 2009). Esto último ha adquirido mayor preocupación en la población chilena, desde la institucionalización de la temática ambiental a partir de la promulgación de la Ley de Bases del Medio Ambiente en el año 1994. La promulgación de esta ley y posteriormente la actuación de su reglamento ha posibilitado la participación ciudadana de tal manera que ha abierto espacios de discusión como nunca antes había ocurrido con otros instrumentos de gestión pública. En el caso de los recursos hídricos a lo largo de nuestro territorio, en particular en aquellas regiones de mayor concentración de la población y mayor desarrollo productivo o industrial, están compitiendo demandas hidroeléctricas, de riego, el uso doméstico, el uso industrial, los requerimientos agrícolas y forestales, acuicultura, el turismo, la recreación y dominios territoriales de poblaciones indígenas. Esta situación por ejemplo se expresa en la Región 2
del Biobío, en las cuencas de los ríos Biobío e Itata. Esta situación podría tender a agudizarse en otras regiones, si se considera por ejemplo, que de acuerdo a las proyecciones más recientes, a futuro (al año 2020) se espera se duplique la demanda de energía. “Para satisfacer dicha demanda deben instalarse alrededor de 7.000 MW, de los cuales se estima 5.000 MW hidroeléctricos, 1.500 MW a carbón y el resto biomasa, energía eólica y geotérmica” (Sebastián Bernstein)1. Esto implica que gran parte de la capacidad aprovechable de recursos hidroeléctricos estará en uso. EL RECURSO AGUA Y SUS CARACTERISTICAS. El agua tiene particularidades que le confieren una serie de ventajas y desventajas para su uso por el hombre. Entre las particularidades del agua se tiene que: • Es un recurso natural único y escaso, esencial para la vida en la tierra. El agua es un patrimonio preciado de la humanidad como elemento de la naturaleza y como recurso indispensable para gran parte de las actividades económico-productivas que realiza el hombre. El volumen de agua existente es una cantidad a nivel de la tierra prácticamente constante y por lo tanto, no ampliable por la voluntad del hombre. Esta masa se halla en constante movimiento formando un ciclo conocido como el ciclo hidrológico que confiere limitadas oportunidades para su control por parte del hombre. (Figura 1. El Ciclo Hidrológico) • Solo un pequeño porcentaje del agua existente en la tierra está disponible para las actividades del hombre. Además, de este monto limitado, sólo una pequeña parte reúne las condiciones de calidad, cantidad, posibilidades de captación y tiempo de presencia para ser utilizada con los conocimientos y capacidad de inversión actuales. Debido a la escasez del recurso en cantidad y calidad utilizable, así como a su desigual distribución sobre la tierra, es esencial que todos los usos potenciales del agua sean efectuados en forma múltiple y eficiente. (Figura 2. Disponibilidad de Agua en el Planeta) • El conjunto de todas las aguas atmosféricas, superficiales y subterráneas constituye una unidad. Esta unidad se visualiza más fácilmente a nivel de sistemas hídricos, como cuencas hidrográficas. A escala continental, la unidad abarca todo el ciclo hidrológico. Esto implica que todo lo que afecta una parte del ciclo hidrológico repercute en el resto del ciclo. • El funcionamiento de esta unidad a través del ciclo hidrológico lleva consigo factores de incertidumbre. El agua se presenta en forma irregular en el tiempo y en el espacio lo cual complica los procesos de gestión de los sistemas hídricos. El manejo de los extremos con que se presenta el agua (sequías o inundaciones se constituye en un factor esencial. (Figura 3. Balance de agua en el mundo) • 1
El agua como recurso natural tiene una serie de características que lo
Discurso de Sebastián Bernstein, Seminario Energía organizado por LYD y Expansiva, 28 sept. 2006.
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ubican como un bien mixto entre los bienes públicos (bajo grado de exclusión y extracción) y los bienes privados (alto grado de exclusión y extracción). Entre estas características se encuentran el hecho de no ser fácilmente divisible ni presentar limites discretos como otros bienes muebles e inmuebles que permitan su apropiación privada en forma absoluta. Esto se complica aún más por incertidumbres de abastecimiento y calidad y por el rol múltiple del recurso en términos ambientales, económicos y sociales. Esto ha hecho que tradicionalmente los sistemas de gestión y asignación de aguas desarrollaran estructuras complejas con vistas a asegurar tanto los derechos privados, fundamentales para la inversión, como los elementos de control público, fundamentales para el control de externalidades y prevención de monopolios. LA CUENCA HIDROGRAFICA: CONCEPTUALIZACION.
DEFINICIONES,
TERMINOLOGÍA
Y
La cuenca hidrográfica es una unidad territorial formada por un río (lago o laguna) con sus efluentes y por un área colectora de las aguas (el área de drenaje).En la cuenca están contenidos los recursos naturales básicos para múltiples actividades humanas, como el agua, el suelo, la vegetación, la fauna. Todos ellos mantienen una contínua y particular interacción con los aprovechamientos y desarrollos productivos del hombre. El “Oxfford English Diccionary” define la cuenca ( watershed) como “ una delgada y elevada franja de tierra que separa dos cuencas de drenaje” ( a narrow elevated tract of land separating two dranaige basins”) o “ la delgada línea que divide las aguas que fluyen hacia dos ríos diferentes” (the thin line dividing the waters flowing into two different rivers”). Una cuenca, por lo tanto, es el límite de un área o cuenca de drenaje. En las dos décadas desde Mar del Plata, sin embargo, el término cuenca (“watershed”) ha llegado a significar la cuenca o área de drenaje en si mismo, o el “catchment” ( la captación o el área de captación) del sistema fluvial o río. En este documento, al igual como lo asume Heathcote (1999), se emplea el término cuenca (watershed”) como la cuenca de drenaje: un área de tierra dentro de la cual fluyen las aguas hacia un único sistema fluvial. (Figura 4. Esquema de Cuencas Hidrográficas y sus componentes). Por otra parte, el ecosistema es una unidad funcional básica de la naturaleza que incluye tanto los organismos y su entorno no vivo, cada uno de ellos interactuando con el otro e influenciándose entre ellos y sus propiedades, siendo ambos necesarios para la mantención y desarrollo de los sistemas. El ecosistema es la unidad conceptual y práctica de organización y de estudio de los sistemas y recursos naturales. Una cuenca hidrográfica es un ecosistema que según sea el caso podrá o nó tener la presencia del hombre, de sus actividades y de su influencia. Desde una óptica más utilitaria (Parra 1988, 1996), a una cuenca, la podemos considerar como un sistema integrado o máquina para transformar la radiación que viene del sol, precipitaciones y otros factores ambientales, que sumados al trabajo humano y la inversión de capital permite rescatar servicios ecosistémicos, como; productos forestales, agrícolas, vida silvestre, satisfacciones estéticas, recreacionales, producción de energía y agua para la población, agricultura e industria. De este modo, una cuenca es un gran ecosistema que entrega diversos servicios a la sociedad (servicios ecosistémicos) (Figura 5). 4
COMPONENTES DE UNA CUENCA HIDROGRÁFICA. En cuanto a los componentes básicos de un sistema cuenca, con presencia humana, debemos a lo menos identicar los siguientes: Componentes o elementos naturales: • agua, • suelo, • vegetación y • el clima. Componentes o elementos antrópicos Socio-económicos: • infraestructura, • tecnología, • niveles de calidad de vida. Jurídico-institucionales: • normas que regulan el uso de los recursos, • políticas de desarrollo, • instituciones involucradas. Como se indicó la idea base es que la cuenca constituye un ecosistema. Los componentes o elementos naturales de este sistema natural interactúan o se influencian recíprocamente, y éstos a su vez con los elementos o componentes de los sistemas económicos y sociales creados por el hombre. Los compartimentos físicos o naturales de este sistema: agua, suelo y aire, poseen una capacidad asimilativa de absorber impactos finita, que pueden ser caracterizables cuali- y cuantitativamente (Parra, 1988, Parra et. al., 2009). El uso sustentable de los recursos o servicios que ofrece el sistema cuenca depende en gran parte del respecto de esta "capacidad asimilativa o de carga". Estas condiciones claramente indican la necesidad del manejo de todo el sistema, no solo de los componentes del sistema. Se argumenta que la centralización del manejo del agua, semejante a la centralización de los sistemas económicos y sociales, ha fallado y ahora debe haber un reemplazo por sistemas de responsabilidad local al nivel de cuencas hidrográficas. Hoy día existe el consenso en reafirmar esta idea, haciendo notar que no es simple, el problema del manejo de las aguas, esto es que es dificil focalizar la atención del público en el recurso agua y desarrollar un enfoque centralizado único para el manejo del agua. En forma persistente, numerosos expertos de organismos internacionales están llamando a poner énfasis sobre ”alcanzar un uso racional y eficiente del agua a nivel local”, incluyendo instituciones de manejo del agua que sean “ apropiadas a las condiciones locales y no impuestas centralmente y de forma inflexible”. Esta perspectiva, ampliamente difundida, claramente apoya la noción de un manejo del agua a nivel de cuencas y no a nivel estatal o nacional. 5
En los últimos años se ha puesto mucho énfasis en un concepto muy relacionado a la gestión de cuencas, el concepto de manejo de ecosistemas. Este concepto ha sido definido de muchas maneras, pero en general su objetivo es el sostenimiento de ecosistemas saludables, y el de asegurar la viabilidad de los ecosistemas indefinidamente. El manejo de ecosistemas es un proceso colaborativo que trata de reconciliar la promoción de oportunidades económicas y comunidades vitaleso pujantes con la conservación de la integridad ecológica y la biodiversidad. Esto requiere la integración de consideraciones ecológicas, económicas y sociales en una amplia gama de escalas espaciales y temporales. El manejo de ecosistemas es un manejo con una base filosófica en el cual se focaliza en ciertas condiciones deseadas, más que en las salidas o productos del sistema, y en el cual se reconoce la necesidad de proteger o restaurar componentes ecológicos críticos, funciones, estructuras en orden para sostener los recursos a perpetuidad. Por supuesto, ni los limites de los ecosistemas ni los límites de las cuencas se correlacionan con los límites políticos-administrativos, los cuales a su vez son mas conocidos o comunes para los gestores de recursos naturales. En el hecho los ríos son a menudo usados como límites para crear divisiones políticas, cortando actualmente las cuencas hidrográficas por la mitad. Los límites políticos son importantes en delinear las áreas a través de las cuales la información o datos sobre demografía, cultura y datos económicos son coleccionados y analizados en el país. Ellos establecen los límites políticos y legales de la autoridad, y establecen las políticas por los cuales los recursos naturales son gobernados. Teniendo en cuenta los límites- políticos y físicoses así esencial para que ambos esquemas o enfoques consideren las ventajas y desventajas del enfoque de cuencas para la toma de decisiones y para transpasar las barreras para implementar tales enfoques.
TEMAS PRIORITARIOS EN LA GESTION DEL RECURSO HIDRICO La gestión o manejo de cuencas es un concepto relativamente moderno. Se define como: "El proceso de formular y aplicar en una cuenca hidrográfica un conjunto integrado de acciones tendientes a orientar su sistema social, económico y natural para lograr unos objetivos específicos". El concepto implica acciones de desarrollo integral para aprovechar, proteger y conservar los recursos naturales de una cuenca (agua, suelo, vegetación), teniendo como fin la conservación y/o el mejoramiento de la calidad medio ambiental y los sistemas ecológicos. Es tambíen la gestión con un sentido empresarial-social que el hombre realiza a nivel de cuenca para aprovechar y proteger los recursos naturales que le ofrece con el fin de obtener una producción óptima y sostenida. Según Dourojeanni (1992), la gestión de cuencas puede tener varios significados: •
Respecto a la acción genérica: desarrollar, ordenar, habilitar, aprovechar, gestionar, administrar o manejar.
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Respecto a él o los sujetos de la acción genérica: la cuenca o zona de captación (catchment), o recepción del agua (watershed), más los elementos o recursos naturales o artificiales que la constituyen, y/o el agua o los recursos hídricos, que comprenden los cursos de agua y las obras hidráulicas y conexas construidas por el hombre.
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Respecto a los fines específicos perseguidos mediante la acción genérica: suministrar agua, conservar o proteger recursos, producir bienes o controlar fenómenos extremos (inundaciones).
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Respecto al objetivo final: el desarrollo sustentable, el mejoramiento de la calidad de vida, el crecimiento económico u otro de similar alcance.
Existe consenso entre los políticos y técnicos dedicados al tema del desarrollo en general y desarrollo de los recursos hídricos como un sector en particular, que recientemente ha surgido un nuevo y válido concepto del desarrollo: el denominado desarrollo sostenible. Como sabemos corresponde a un concepto que se basa en la equidad intergeneracional, lo que quiere decir que las generaciones actuales no deben comprometer la posibilidad de las generaciones futuras en conseguir los elementos necesarios para sus necesidades materiales y disfrutar de un ambiente saludable. En este contexto, aparece una nueva figura en el escenario institucional asociado al concepto de gestión integral de los recursos, que es la gestión de cuencas hidrográficas. Es un esquema de gestión que integra, sobre el espacio definido por un sistema hídrico, el manejo de todos los recursos (mínimamente aguas y suelos) y demás componentes de los sistemas ambientales existentes en la cuenca (CEPAL 1988; Doureogani & Jouralev,1999). Las cuencas como áreas geográficas son unidades óptimas de organización para conducir con el manejo del agua y recursos estrechamente relacionados, pero como se indicó anteriormente, los límites naturales de las cuencas raramente coinciden con juridicciones políticas y así ellas pueden no ser muy útiles para propósitos políticos, institucionales y de financiamiento. Iniciativas y organizaciones dirigidas al manejo de cuencas deben ser lo mas flexibles para reflejar la realidad de estas situaciones. Problemas específicos de cuencas hidrográficas deben ser enfocados de distintas maneras, y es un paso esencial, determinar las escalas apropiadas para la resolución de algún problema. Tanto la estructura de una organización de manejo de cuenca y la naturaleza de las actividades que deben enfrentarse deben ser acordes a la escala de la cuenca. El rango de actores varía con las escalas y deben ser claramente definidos de tal manera que los costos y beneficios asociados con algún plan estén totalmente considerados y tomados en cuenta. Enfoques de cuenca son fáciles de implementar a niveles locales: ellos pueden ser mas dificultosos de implementar a escalas mayores donde las decisiones políticas , institucionales y de financiamiento crecen de manera compleja. El riesgo y la incertidumbre son parte de las bases naturales e institucionales del manejo de cuenca, y ellos pueden limitar la efectividad de la aplicación del enfoque de cuenca. Una importante necesidad para avanzar en el manejo de cuenca es desarrollar procedimientos prácticos para considerar el riesgo y la incerteza en el mundo real de la toma de decisiones. Científicos y gestores deben enfatizar la 7
educación al público para delimitar potenciales y específicas incertezas, de tal manera que las expectativas de investigación y de toma de decisiones sean razonables. Planes de manejo de cuencas deben ser vistos como el punto de partida y no el producto final de un ciclo de manejo. El ciclo debiera incluir formulación de problemas, identificación de un set agregados de metas, identificación del alcance de actividades apropiadas para el tema o los temas en cuestión, pasos de acciones de negociación, implementación, retroalimentación, evaluación, y ajustes apropiados que pueden resultar de las experiencias aprendidadas en en proceso. (i.e., manejo adaptativo). ESTRATEGIA NACIONAL HIDROGRÁFICAS
DE
GESTIÓN
INTEGRADA
DE
CUENCAS
La Presidenta de la República, Michelle Bachelet en su discurso del 21 de Mayo de 2006, introduce el manejo integrado de cuencas en su programa de gobierno expresando “Impulsaremos una nueva política ambiental, más exigente y moderna, basada en el desarrollo sustentable y la participación social. Ningún proyecto de inversión podrá pretender hacerse rentable a costa del medioambiente. Tampoco evaluaremos proyectos aislados, sino que incorporaremos el ordenamiento territorial, el manejo integrado de cuencas, como eje de nuestra nueva política”. Lo anterior está en línea con lo sugerido por la OCDE (CEPAL) en el informe de Evaluación del Desempeño Ambiental Chile (2005, pág. 68), que indicaba “Desarrollar un enfoque integrado de gestión de cuencas para mejorar el manejo de los recursos hídricos y forestales y para proporcionar servicios ambientales”. A esto se debe agregar que organismos internacionales han estado promoviendo este instrumento en todo el mundo, ejemplo de lo anterior es lo siguiente:: •
Naciones Unidas: Conferencia Internacional de las Naciones Unidas sobre Gestión Integrada de Recursos Hídricos. (Tokio, Japón, diciembre de 2004). “La Gestión Integrada de Recursos Hídricos es un marco conceptual y un proceso de implementación que coordina el manejo del agua y otros recursos naturales relacionados con el objetivo de promover el desarrollo económico y social, y el mejoramiento del medio ambiente. El desarrollo, el uso y el manejo de los recursos hídricos deben armonizarse con el fin de asegurar que las actividades humanas y el medio ambiente puedan beneficiarse eficazmente con los valiosos recursos hídricos”.
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Foro Mundial del Agua, Ciudad de México, 22 de Marzo 2006. Declaración de Ministros: Reafirma nuestro compromiso para lograr las metas convenidas orientadas a la implementación de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos.
En el documento de la estrategia (CONAMA 2007, www.conama.cl), se explica el por qué se requiere de una Gestión Integrada de Cuencas hidrográfica, señalando que es común que la gestión del agua y del territorio se desarrolle en forma parcial, fragmentada e incluso descoordinada, por los diferentes actores que tienen competencia en su gestión. En los fundamentos de dicha estrategia se indica que “Parte de los problemas 8
ambientales y de uso del territorio de las cuencas hidrográficas, se deben a la carencia de un escenario compartido o visión de futuro, que los diferentes actores poseen de ésta y a la escasa coordinación en la toma de decisiones y articulación de sus acciones”. y que “el Sistema Nacional de Gestión Ambiental requiere fortalecer su mirada territorial, potenciando el valor que poseen las diversas cuencas del país y sus culturas asociadas, reconociendo las características singulares de cada una de éstas”. La estrategia nacional de gestión integrada de cuencas hidrográficas establece los siguientes principios fundamentales: (1) Complementariedad: Los organismos que se creen a partir de la implementación del Sistema Nacional de Gestión Integrada de Cuencas, no reemplazarán las atribuciones y funciones de las instituciones o entidades públicas ya existentes. La implementación del Sistema armonizará en forma gradual los objetivos y las líneas de acción de los diversos servicios públicos, asegurando su continuidad como iniciativa de Estado. Los roles de estas instituciones serán reforzadas. (2) Descentralizacion: La Estrategia se abocará a crear nuevas capacidades de gestión descentralizada, sobre territorios delimitados por razones naturales, no político administrativas. (3) Valorización de la diversidad del país: El Sistema Nacional de Gestión Integrada de Cuencas valorará la diversidad natural y cultural del país, diseñando instrumentos y generando acciones asociadas a este carácter singular. (4) Desarrollo territorial sustentable: El desarrollo territorial de las cuencas, promoverá el uso sustentable de los recursos naturales, ya que éstos constituyen la base de las actividades humanas y ecosistémicas, en beneficio de las generaciones actuales y futuras. (5) Preventivo: La Estrategia se abocará al encuentro de formas de complementación público privada, que aseguren mayores niveles de coherencia en las intervenciones, de manera de poder prevenir externalidades ambientales no deseables. (6) Participación de la sociedad civil: La opinión de la sociedad civil en las decisiones en torno a las intervenciones que se realicen en el territorio, constituye un aporte significativo a la base de la Democracia Participativa. (7) Acceso a la información y al conocimiento: Tanto la calidad de la información, como el nivel de conocimiento que se tiene del territorio, constituye uno de los pilares para la toma de decisiones acertadas y en el acceso tanto público como privado a la información, da garantías para generar credibilidad y procesos transparentes.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. •
CEPAL. 1998. Recomendaciones de las reuniones internacionales sobre el agua: de Mar del Plata a París. Documento preparado por la División de Medio Ambiente y Desarrollo. LC/R. 1865, 30/10/1998. 87 pp. 9
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CONAMA. 2007. La Estrategia Nacional de Cuencas Hidrográficas, www.conama.cl DOUROJEANNI AXEL. 1992. Propuesta para el ordenamiento de los sistemas de gestión del agua en los países de América Latina y el Caribe”, Cuadernos de Difusión, Escuela Superior de Administración de Negocios para Graduados (ESAN), año 1, N2 1, Lima, Perú, marzo de 1992, Apartado Postal 1846. Lima 100, Fax: (51) (1) 436 01 40 y 436 37 10. DOUROJEANNI AXEL & JOURALEV A.. 1999. Gestión de cuencas y ríos vinculados con centros urbanos. CEPAL LC/r 1948. 176pp. HEATHCOTE I. W. (1998) Integrated Watershed Management: Principles and Practices. John Wiley & Sons, Inc. New York. NACIONES UNIDAS. 1993. Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 3 volúmnes, A/CONF. 151/26/Rev. 1, Nueva York, UN, publicación de las Naciones Unidas. PARRA O. 1988. Bases ecológicas para el manejo integral en la Hoya del río Biobío. In “Uso, manejo y desarrollo de la hoya hidrográfica del río Biobío, C. Murcia (ed.). Editorial Universidad de Concepción, pp. 21-29. PARRA O. 1996. "El río Biobío: “EL Recurso Natural Base del Desarrollo de la Región". Cuadernos del Biobío, Ediciones Universidad de Concepción, 83 pp. PARRA 0, ACUNA A. & s. BASUALTO. 2009. La cuenca hidrográfica como unidad de y gestión del territorio. Editorial Universidad de Concepción. (en prensa).
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El ciclo hidrológico Evaporación desde tierra 74.200 km3 Precipitación Sobre tierra 119.000 km3
Nieve y hielo 23,8 x 106 km3
Precipitación Sobre mar 458.000 km3
Evaporación del mar 502.800 106 km3
Lagos y ríos 900.900 km3 Aguas subterráneas 10,4 x 106 km3
Aportes de aguas subterránea s 2.200 km3
Océanos 1.350 x 106 km3 Aportes de aguas superficiales 42.600 km3
Figura 1. El ciclo hidrológico.
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Figura 2. Distribución del recurso hídrico en el planeta
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Figura 3.- Balance del agua en la Tierra. • Cada año, la energía solar evapora alrededor de 320.000 kilómetros cúbicos de aguas de los océanos, mientras que la evaporación de la Tierra (incluidos lagos y corrientes) contribuye con 60.000 kilómetros cúbicos de agua. • De este total de 380.000 kilómetros cúbicos de agua, unos 284.000 kilómetros cúbicos caen de nuevo en el océano, y los 96.000 kilómetros cúbicos restantes caen en la superficie de la Tierra. • De estos 96.000 kilómetros cúbicos, sólo 60.000 se evaporan desde la tierra, dejando 36.000 kilómetros cúbicos de agua que erosionan la tierra durante su viaje de vuelta a los océanos.
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Figura 4.- La Cuenca Hidrográfica y sus componentes.
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Figura 5. Principales cuencas hidrográficas en la Región del Biobío.
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