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ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
De La Cátedra De La Huilensidad GUIA DE APLICACION Y DESARROLLO
NEIVA 2008
DEPARTAMENTO DEL HUILA SECRETARIA DE EDUCACION
PRIMERA EDICION Gobernador LUIS JORGE PAJARITO SANCHEZ Secretaría de Educación MARTHA CLARA VANEGAS SILVA Concepto y textos REYNEL SALAS VARGAS Asesoría Histórica e Interventoría HUMBERTO MONTEALEGRE SANCHEZ Asesoría Pedagógica LUIS EDUARDO HERNANDEZ MACIAS EDUARDO CASTILLO LUGO Ilustraciones BERNARDINO SUAREZ DAZA “Berno’s” Diseño y Diagramación IVONNE SUAREZ RAMIREZ Derechos DEPARTAMENTO DEL HUILA, NEIVA, 2008 Impresión y Encuadernación: XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX Impreso y hecho en Colombia
2
ISBN
VISION HUILA 2020 En el año 2020 el Huila será el corazón verde de Colombia, pacífico, solidario y emprendedor, líder de una región dinámica donde florecen los sueños de todos.
3
4
INDICE INTRODUCCION
11
1.
FINES
17
2.
OBJETIVOS
19
3.
MODULO DE GEOGRAFIA Y AMBIENTE
21
3.1
REALIZACIONES BASICAS
21
3.1.1
Preescolar
21
3.1.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
22
3.1.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
22
3.1.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
23
3.2
ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
23
3.2.1
Preescolar
23
3.2.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
23
3.2.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
24
3.2.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
24
3.3
EJERCICIOS DE EVALUACION
24
3.3.1
Preescolar
24
3.3.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
25
3.3.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Básica Secundaria
25
3.3.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
27
4.
MODULO ECONOMIA
27
4.1
REALIZACIONES BASICAS
27
4.1.1
Preescolar
27
4.1.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
28
5
6
4.1.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Novena de Educación Básica
28
4.1.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
28
4.2
ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
29
4.2.1
Preescolar
29
4.2.2
Primero, Segundo y Tercero de Educación Básica Primaria
29
4.2.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
29
4.2.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
30
4.3
EJERCICIOS DE EVALUACION
30
4.3.1
Preescolar
30
4.3.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
30
4.3.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Básica Secundaria
31
4.3.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
33
5.
MODULO DE PROCESOS SOCIALES, ADMINISTRATIVOS, POLITICOS Y CULTURALES
33
5.1
REALIZACIONES BASICAS
33
5.1.1
Preescolar
33
5.1.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
34
5.1.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
36
5.1.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
38
5.2
ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
40
5.2.1
Preescolar
40
5.2.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
40
5.2.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
41
5.2.4
Décimo y Undécimo
41
5.3
EJERCICIOS DE EVALUACION
42
5.3.1
Preescolar
42
5.3.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
42
5.3.3
Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
43
5.3.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
43
6.
COMPETENCIAS PARA EVALUAR
43
6.1
COMPETENCIA FISICA
44
6.2
COMPETENCIA INTELECTUAL O CONGNITIVA
44
6.3
ACTIVIDAD COMUNICATIVA
45
6.4
COMPETENCIA ETICA
47
6.5
COMPETENCIA COMPORTAMENTAL
47
7.
SELECCION DE DOCUMENTOS Y TEXTOS
48
CONTEXTO LEGAL Y DIAGNOSTICO DEL PLAN DE DESARROLLO 2008 – 2011 HUILA, NATURALEZA PRODUCTIVA ORDENANZA 015/2008
48
EL ESPACIO DEL HOMBRE HUILENSE
103
HUILA, CARACTERISTICAS GEOLOGICAS
135
BREVE HISTORIA DE JOSE EUSTASIO RIVERA
138
LA REVOLUCION DE LOS COMUNEROS
159
LA CULTURA GANADERA Y LOS HOMBRES DE A CABALLO
180
PRINCIPALES PARADIGMAS DEL HUILENSE
194
ACCIONES PARA UN RESULTADO DISTINTO
199
EL SECTOR INFORMAL EN EL HUILA
205
¿QUE JOVENES NECESITAMOS FORMAR EN EL HUILA PARA EL SIGLO XXI?
221
AMARRAR LA BURRA DE LA COLA
227
ALTA COBERTURA Y BAJA CALIDAD.
253
¿COMO VINCULAR LA CULTURA DE LA ESCUELA CON LA CULTURA DEL ENTORNO?
258
DESAFIOS AMBIENTALES DEL HUILA PRESENTACION DEL PLAN REGIONAL DE COMPETITIVIDAD
269 274
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA
283
7
8
VISION DE COMPETITIVIDAD DEL DEPARTAMENTO DEL HUILA EL Huila en el 2032 tendrá talento humano altamente calificado, con un elevado nivel de ingresos, integrado a los mercados nacional e internacional, apoyado empresarialmente e institucional, la infraestructura, la innovació, ciencia y tecnología, formado en una cultura de productividad con respeto por el medio ambiente, que permita el desarrollo sostenible, diversificado y con alto valor agregado de las potencialidades del Departamento.
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INTRODUCCION L
a celebración del primer centenario de la creación del Huila como departamento fue el motivo para que la Gobernación y la Asamblea expidieran la Ordenanza 006 de 2004, mediante la cual se creó la Cátedra de la Huilensidad, así como el Decreto 1308 del 8 de noviembre del mismo año, por medio del cual se definió su reglamentación. Sin embargo, desde la perspectiva histórica, la decisión no puede calificarse como resultado exclusivo del Centenario. Desde principios de los años noventa, el Departamento vivió un proceso de interiorización sobre su realidad, al cual contribuyeron muchas razones. Los anhelos de paz, la pluriculturalidad que se cierne sobre sus gentes, el fracaso de los proyectos agroindustriales emprendidos en los Ochenta, el impacto de la elección popular de alcaldes y gobernador, el fracaso de la Ley Paez y de la Zona de Despeje, el cuestionamiento de la universidad desde su interior y la autonomía regional soñada en la Constitución del 91, son algunos de los motivos que obligaron a distintos grupos de huilenses a pensar en un Huila con otras condiciones. Y a decir verdad, fueron los ciudadanos que cumplían algún papel en el sector cultural, quienes le dieron un nuevo impulso al ambiente de cuestionamiento de la realidad que se había iniciado poco después de la celebración del Cincuentenario. Durante las últimas dos décadas, los huilenses hemos asistido a diversas realizaciones que han tenido por objeto dar pasos en la dirección descrita. El espíritu planificador del doctor Matus, asesor del gobernador Julio Enrique Ortiz Cuenca; la recepción generosa del Huila a los indígenas damnificados del Paez en 1994, liderada por el mismo gobernador; la creación de la emisora cultural y el impulso a las emisoras comunitarias; la publicación de la Historia General del Huila, primer intento de historia departamental de tal envergadura a nivel nacional; la creación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Surcolombiana, la creación del diario La Nación, el debate sobre el uso de las regalías por la venta de Betania, el proyecto del gobernador Jaime Bravo de asegurar el desarrollo sobre la base de un cambio de actitud, la Encuesta de Competitividad; la formulación, difusión y consolidación de la visión Huila 2020, animada por la Gobernación del Departamento y la Cámara de Comercio de Neiva, a través de la Corporación Huila Futuro; la apertura, en la Universidad Surcolombiana, de la Maestría en Historia en convenio con la Universidad Nacional de Colombia y la Maestría en Región y Conflicto; las gestiones y realizaciones encaminadas a facilitar la comunicación del Huila con el Pacífico, por medio de las carreteras Isnos-Paletará-Popayán y La Plata-Tororó-Popayán; la Agenda Interna de Competitividad y el Plan Regional de Competitividad; la paulatina consolidación de políticas relacionadas con ciencia y tecnología y empresarismo, son hitos de esta realidad que desde junio de 2005 busca penetrar en el ser de cada ciudadano de este Departamento bajo el nombre de Cátedra de la Huilensidad. Definición y alcance La Cátedra de la Huilensidad se entiende como un ejercicio educativo que tiene como fin formar en función de una comunidad – vereda, barrio, comuna, municipio, subregión o provincia u
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departamento- que espera un comportamiento solidario, justo, respetuoso, entusiasta, responsable y ético de cada uno de sus miembros. En consecuencia, la Cátedra de la Huilensidad está lejos de los requisitos formales que se deben cumplir para aspirar a cursar el grado siguiente. La cátedra busca contribuir a formar el comportamiento apropiado y la actitud correspondiente de los habitantes del Huila para aclimatar la paz, la justicia, el bienestar y el desarrollo económico en la autonomía y la libertad. La Cátedra de la Huilensidad es, pues, un requisito para materializar el Huila soñado para el año 2020. La Cátedra de la Huilensidad es, finalmente, la respuesta al interrogante de todos los días sobre cómo vincular la cultura del entorno a la escuela y cómo hacerlo de manera trasversal, de tal forma que todos los ámbitos de la escuela y todos los procesos sociales y comunitarios en los que se hace educación informal estén impregnados de sus propósitos. Durante periodo de discusión de los contenidos de la ordenanza 006 de 2004 y del decreto 1308 del mismo año, se definió huilensidad como la condición del hombre y la mujer que habitan el territorio del departamento del Huila, la cual se expresa a través del conocimiento, valoración, respeto, orgullo y acción consciente y crítica en torno al espacio geográfico que dominan el Macizo Colombiano, las cordilleras Central y Oriental y el Valle Alto interandino del Río Magdalena, los procesos históricos de carácter social y económico, sus valores humanos y las realizaciones que dan sentido a la colectividad. Guía de aplicación y desarrollo El gobierno departamental, con el ánimo de dar cumplimiento a las disposiciones ya citadas, ofrece a los educadores esta guía de actividades pedagógicas como apoyo a la tarea que les corresponde de llevar a la práctica la Cátedra de la Huilensidad, con todas las implicaciones pedagógicas, sociales y culturales que ello tiene. Del mismo modo, entrega a los niños, niñas y jóvenes del Huila tres cartillas que tienen como propósito motivarlos para que se entusiasmen con el estudio de su Departamento. Las cartillas, profusamente ilustradas, dan cuenta de la realidad geográfica, social, económica, ambiental, administrativa, política y cultural del Huila. La primera está pensada para los grados de preescolar, primero, segundo y tercero de Educación Básica Primaria; otra para los grados de cuarto a noveno de Educación Básica y una tercera para los alumnos de los grados décimo y undécimo de Educación Media. La guía de actividades pedagógicas para la aplicación y desarrollo de la Cátedra de la Huilensidad está compuesta de las siguientes partes: fines, objetivos, realizaciones básicas, actividades pedagógicas, competencias para evaluar y algunos textos que se consideran importantes para nutrir el ánimo del educador en el proceso ejecución de la Cátedra y para estimular la actitud crítica de los estudiantes.
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Para la formulación de los fines de la Cátedra de la Huilensidad se tomaron y adaptaron los establecidos por la Ley 115 de 1994 para el Sistema Educativo Colombiano. En este sentido, dichos fines se refieren e implican la realidad local, subregional y departamental del Huila, realidad que debe ser aprehendida por los estudiantes de manera integral, crítica, activa, propositiva y competitiva. Los objetivos corresponden a los que trae la Ordenanza 006 de 2004. Estos expresan el espíritu que animó a los diputados, al ejecutivo y al comité asesor, -del que formó parte la Universidad Surcolombiana, la ADIH y la Academia Huilense de Historia-, en el proceso de construcción de la norma, espíritu que tiene que ver con la necesidad de construir un futuro diferente, es decir un Departamento capaz de ofrecer bienestar económico y social a sus habitantes, dentro del respeto al medio ambiente y a la unidad nacional, y bajo la consideración de que los procesos culturales son vitales para lograrlo.
Las realizaciones básicas son enunciados que definen el tipo de comportamiento o competencia que debe desarrollar y ejecutar el estudiante para demostrar el logro establecido como medida de evaluación. Las realizaciones básicas se han organizado en tres módulos o secciones: 1º Geografía y ambiente; 2º Economía y 3º Procesos sociales, administrativos, políticos y culturales. A su vez, cada módulo o sección está dividido en tres grupos, saber: las realizaciones básicas que deben llevar a la práctica los alumnos de Educación Preescolar, primero, segundo y tercero de Educación Primaria; las que corresponden a los grados cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo y noveno de Educación Básica; y las que comprometen el trabajo escolar de los estudiantes de los grados décimo y undécimo de Educación Media. Consecuente con las realizaciones básicas, se propone una serie de actividades pedagógicas1 que se relacionan con la competencia a través de la cual se evaluará el logro de cada una de ellas. Dichas competencias, de acuerdo con los fines y objetivos de la Cátedra de la Huilensidad, son de orden físico, intelectual, comunicativo, ético y comportamental. Materiales de apoyo La última parte de la guía está dividida en dos. La primera corresponde a la trascripción del componente legal del Plan de Desarrollo 2008-2011, “Huila Naturaleza Productiva”, aprobado mediante Ordenanza 015 de 2008, y el diagnóstico que sirvió de base para la formulación de los planes y proyectos del referido plan. Los fundamentos legales de un plan y su diagnóstico resultan de obligatoria consulta cuando se trata de comprender la realidad actual y la dirección que se le da a los pasos con que se construye el futuro. La segunda parte está compuesta de algunos textos que aparecen publicados en libros que se han editado en el Huila, pero que seguramente no reposan en todas las bibliotecas públicas de nuestros municipios o en los estantes de las bibliotecas de nuestras instituciones educativas. La trascripción literal de estos textos obedece a que su contenido se considera importante para facilitar y dinamizar el desarrollo de la Cátedra de la Huilensidad, en procura de los fines que se esperan. Los textos son los siguientes: El Espacio del Hombre Huilense, de Alfredo Olaya Amaya; Geología y Geología Estructural del Huila, del Instituto Geográfico Agustín Codazzi; La Revolución de los Comuneros, de Rodrigo Silva Vargas; Breve Historia de José Eustasio Rivera, de Isaías Peña Gutiérrez; La Cultura Ganadera y los Hombres de a Caballo, de Bernardo Tovar Zambrano; Principales Paradigmas del Huilense, Acciones para un Resultado Distinto-Ley Páez y El Sector Informal en el Huila, tomados del Estudio de Competitividad realizado por la Corporación Huila Futuro, dirigida por Germán Palomo García; Qué Jóvenes Necesitamos Formar en el Huila para el siglo XXI, Procesos Culturales en el Huila durante el siglo XX y Cómo Vincular la Cultura de la Escuela con la Cultura del Entorno, de William Fernando Torres; y Desafíos Ambientales del Huila, de Mario Sánchez.
1 Las actividades pedagógicas propuestas corresponden a las tareas que deben llevar a cabo alumnos y docentes, con el fin de que aquellos logren lo que se proponen las realizaciones básicas.
Las realizaciones básicas, por su parte, son una unidad de medida que permite determinar el grado de asimilación que el estudiante ha alcanzado de la información y el análisis crítico que inspira la Cátedra de la Huilensidad, así como para evidenciar el nivel de solidez que registra el cambio de actitud del alumno frente a lo que la sociedad espera de él, con relación a la construcción del Huila previsto para el año 2020.
Consecuente con lo anterior, las actividades pedagógicas guardan una estrecha relación con el contenido de las realizaciones básicas definidas para cada una de los módulos y niveles de grados; así mismo, el dominio de la actividad corresponde a la competencia que la realización básica aspira a desarrollar o a consolidar en el estudiante.
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La presente guía cuenta con otro material de apoyo que es básico para la aplicación de la Cátedra de la Huilensidad. Se trata de las construcciones del conocimiento del contexto local de los 37 municipios del Huila que dirigió la Academia Huilense de Historia por contrato con la Gobernación, investigación que fue posible gracias al concurso de más de 200 educadores y gestores culturales de todos los pueblos del Departamento. Los materiales, que se compendian en unas 16.000 páginas, fueron publicados por la Gobernación, durante los años 2006 y 2007, en un disco compacto que llegó a todos las instituciones educativas. Así mismo, se encuentran en la página web de la Secretaría de Educación del Huila, bajo el nombre de “Biblioteca Virtual de la Cátedra de la Huilensidad”, la cual se puede consultar en la siguiente dirección: (www. gobhuila.gov.co). Las construcciones del conocimiento del contexto local se ocupan de los siguientes aspectos: geografía, comunidad, economía, medio ambiente, administración pública, política y expresiones artísticas y culturales. La geografía se hace énfasis sobre las implicaciones que tienen los límites para los ciudadanos de los diferentes municipios. En el tema de comunidad se aprecia el proceso de ocupación del territorio, al igual que el impacto de los programas de salud y educación en el bienestar de la localidad. En economía se pretende acopiar información sobre producción y estimular un análisis crítico sobre la productividad. En medio ambiente se enfatiza en torno al tema de salubridad y conservación del medio. El aparte de administración pública es un intento por apreciar la eficiencia y eficacia de las administraciones locales. El tema de política es oportuno para comprender el funcionamiento de los partidos y grupos políticos de la localidad, su real papel en el desarrollo del municipio, la situación de la comunidad con relación a su derecho a participar en las decisiones de la colectividad y respecto al estado de los derechos humanos. Finalmente, las expresiones culturales y artísticas son una búsqueda de la capacidad de crear belleza que tienen los ciudadanos y un cuestionamiento sobre la forma como las gentes emplean el tiempo libre. Se entiende que el contenido de estos estudios sobre cada uno de los 37 municipios del Huila, publicados en el disco compacto ya mencionado y en la página web de la Gobernación debe actualizarse periódicamente en sus aspectos poblacionales, económicos, ambientales, políticos, administrativos y culturales, y de manera particular con relación a las cifras y estadísticas, tarea que puede hacerle de manera fácil mediante la consulta de la página web de la Gobernación del Huila, a través de la cual se puede acceder a la información de cada una de sus secretarías. La dirección de la página en referencia es: (www.gobhuila.gov.co). Las monografías o construcciones del conocimiento del contexto local están acompañadas, en el disco compacto que publicó la Academia de Historia, de otros materiales. Se trata de una selección de textos y notas críticas sobre los escritores Humberto Tafur Charry, José Eustasio Rivera, Julián Motta Salas y Ramón Manrique. De igual modo, textos de Francisco Alvarez de Zorrilla, Guillermo Montenegro Azuero, Jenaro Díaz Jordán, Joaquín García Borrero, José María Rojas Garrido, Pedro José Ramírez Sendoya y Régulo Suárez, considerados como los más representativos del Huila por un comité que asesoróa al Gobierno Departamental durante la celebración del Centenario..
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El disco compacto contiene, además, una presentación virtual de la colección y textos que se exhiben en el Museo Arqueológico del Huila, los himnos de los municipios del Departamento, una selección de música y ritmos típicos huilenses, sendos estudios sobre el Sanjuanero Huilense y sobre los rajaleñas. Finalmente, el disco contiene una galería de fotografías del Huila relacionadas con artesanías, artistas, paisajes, arqueología, arquitectura, naturaleza, cultivos, etnias e imágenes. De igual modo, deben considerarse, como material de apoyo de esta guía de actividades pedagógicas de aplicación y desarrollo de la Cátedra de la Huilensidad, los Módulos de Emprendimiento para Educación Básica Primaria y Educación Básica Secundaria, elaborados por INCUBAR HUILA y el Departamento Administrativo de Planeación Departamental.
Por último, la guía está acompañada de una completa bibliografía especializada en temas del Huila desde la perspectiva de la historia, la medio ambiente y la cultura, la cual le facilitará al educador la consulta de obras que le permitirán ampliar la información y el conocimiento necesarios para la cabal comprensión del Huila. Epílogo Para finalizar, es preciso decir que la Cátedra del Huila, en lo que se refiere a la Educación Formal y Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano, es una construcción en la que lo más importante serán las experiencias con que la enriquezcan los educadores y alumnos, en quienes se reconoce la voluntad de trabajo por un futuro realmente nuevo. Neiva, diciembre de 2008
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1. FINES
C
omo quiera que los fines del Sistema Educativo Colombiano son los mismos para todo el país, la Cátedra de la Huilensidad tiene como propósito hacer específico el trabajo escolar en procura de alcanzar dichos fines, respecto a la realidad geográfica, ambiental, económica, social, política y cultural de cada uno de los municipios del Huila, de las subregiones en que se divide y de la totalidad del Departamento. Adecuando el texto de los fines del Sistema Educativo Colombiano que establece el artículo 5º de la ley 115 de 1994 a los propósitos de la Cátedra de la Huilensidad, ésta se desarrollará atendiendo a los siguientes fines, de manera específica: • La formación para facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan en la vida económica, política, administrativa y cultural del municipio en que vive y del departamento del Huila, con miras a consolidar la Visión Huila 2020. • La formación en el respeto a la autoridad legítima y a la ley, a la cultura e historia local, huilense y colombiana y a los símbolos del municipio y el Huila y Colombia. • El estudio y la comprensión crítica de la cultura local y huilense y de la diversidad étnica y cultual del municipio y el Departamento, como fundamento de la identidad huilense. • La creación y fomento de una conciencia de la autonomía local, subregional y departamental y para la práctica de la solidaridad y la integración con la región, la nación y el mundo, en especial con los departamentos del sur y suroccidente colombiano y la Cuenca del Pacífico. • El desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y analítica que fortalezca el avance científico y tecnológico local y departamental, orientado con prioridad al mejoramiento cultural y de la calidad de vida del municipio y el Huila, a la participación en la búsqueda de alternativas de solución a los problemas y al progreso social y económico del municipio y el Departamento, tomando en consideración los planes de desarrollo municipal y departamental. • La adquisición de una conciencia para la conservación, protección y mejoramiento del medio ambiente, de la calidad de vida, del uso racional de los recursos naturales, de la prevención de los desastres, dentro de una cultura ecológica y del riesgo y la defensa del patrimonio cultural del municipio y el Departamento. • La formación para la promoción y preservación de la salud y la higiene, la prevención integral de problemas socialmente relevantes, la educación física, la recreación, el deporte y la utilización adecuada del tiempo libre, según la problemática identificada en los diagnósticos de los planes de desarrollo del municipio y el Departamento y demás estudios pertinentes. • La promoción en la persona y la sociedad de la capacidad para crear, investigar, adoptar tecnología que se requiere en los procesos de desarrollo del Departamento y le permita al educando ingresar al sector productivo en el marco de la globalización de la economía.
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2. OBJETIVOS
En atención a lo prescrito por la Ordenanza 006 de 2004, mediante la cual se creó la Cátedra de
la Huilensidad, sus objetivos son los siguientes:
• Contribuir a la formación y/o consolidación de la identidad cultural regional y local. • Contribuir al reconocimiento y valoración de la diversidad cultura y étnica que poseemos. • Permitir la configuración y desarrollo de las subregiones del Huila, cuyas especificidades culturales, económicas, políticas, ambientales y sociales han contribuido, a lo largo de la historia, a la construcción de la identidad huilense.
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3. MODULO DE GEOGRAFIA Y AMBIENTE 3.1
REALIZACIONES BASICAS
3.1.1
Preescolar
• Localizo mi casa y la institución educativa dentro del casco urbano del municipio o poblado menor respecto al parque principal, o localizo mi casa en el mapa de mi vereda. • Reconozco el relieve del espacio en donde se levanta mi casa y la institución educativa. • Relaciono mi casa y la institución educativa con el espacio que las rodea y el relieve que lo caracteriza. • Describo los accidentes geográficos de la zona en donde se levanta mi casa y la institución educativa. • Identifico y nombro las corrientes de agua que existen cerca de mi casa y de mi institución educativa, describo su estado y enuncio dos razones para que ellas se encuentren como están. • Describo dibujos que representan animales y plantas propias del espacio en donde se levanta mi casa y la institución educativa. • Describo por lo menos dos actividades propias de una persona que tiene una actitud comprometida con la conservación ambiental. • Dispongo los desechos sólidos en los recipientes correspondientes, según se trate de vidrio, papel, metales o material orgánico, tanto en mi casa como en la institución educativa. • Reconozco los riesgos que hay en mi casa y en la institución educativa y los evito.
3.1.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
• Ubico el barrio en donde se levanta mi casa y la institución en el plano del casco urbano o ubico la vereda donde vivo en el mapa del municipio. • Dibujo el mapa de mi municipio con sus veredas, carreteras, quebradas. ríos y accidentes geográficos, y lo describo. • Identifico mi municipio en el mapa de la subregión en que vivo. • Nombro los municipios que forman la subregión en donde vivo y los ubico en el mapa correspondiente. • Describo los límites del municipio y lo que ellos significan para los habitantes del municipio en que vivo en materia ambiental, económica, social y política. • Establezco las relaciones del municipio en que vivo con los restantes municipios de la subregión y las describo.
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• Relaciono los nombres de los animales y plantas más comunes en la zona rural y urbana del municipio en que vivo. • Emito un concepto sobre el estado de conservación de la fauna y flora del municipio en que vivo después de hablar con mis abuelos, padres o con personas mayores. • Localizo en el mapa del municipio en que vivo las zonas definidas como reserva natural o ambiental y explico el papel que desempeñan para el bienestar de la comunidad. • Conozco el lugar donde se hallan los tanques de almacenamiento de agua para el acueducto urbano o rural, elaboro un concepto sobre la calidad del líquido suministrado y la eficiencia con que se presta el servicio. • Visito el sitio donde se disponen las aguas servidas del casco urbano o de la vereda o de la institución educativa o de mi casa y emito un concepto sobre su impacto en el medio ambiente. • Hago un seguimiento al proceso de recolección de residuos sólidos en el casco urbano, lo describo y emito un concepto sobre el mismo. • Asumo mi responsabilidad en la recolección de los residuos sólidos de mi casa e institución educativa, promuevo y adelanto procesos de selección y reciclaje en la fuente o sugiero a mi familia y compañeros manejos apropiados de residuos sólidos en mi casa o institución educativa. • Mantengo aseado y en orden mi sitio de trabajo y dormitorio. • Uso de manera racional el agua y la energía eléctrica, tanto en mi casa como en la institución educativa.
3.1.3
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Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
• Localizo en el mapa del Departamento el municipio en que vivo y la subregión a la que pertenece, en el mapa de Colombia el Huila y la Región Andina y elaboro un concepto sobre las implicaciones políticas y económicas de su ubicación geográfica. • Describo los límites del municipio en el que vivo, de la subregión a la que pertenece y del departamento con base en la orografía e hidrografía regional. • Conceptualizo sobre las implicaciones ambientales, sociales, económicas y administrativas de las zonas limítrofes del Huila con los departamentos vecinos. • Interpreto el sistema orográfico e hidrográfico del municipio en el que vivo, de la subregión a la que pertenece y del Departamento desde el concepto de las zonas de vidas. • Identifico, localizo y describo los ecosistemas estratégicos del municipio en que vivo, de la subregión a la que pertenece y del Departamento y expreso una idea de valor de ellos con relación a la fauna, la flora, el bienestar social y la economía. • Identifico y relaciono la fauna del municipio en que vivo, de la subregión a la que pertenece y del Departamento, describo las características que identifican su hábitat y construyo un concepto sobre su valor para el bienestar y la economía. • Identifico y relaciono la flora del municipio en que vivo, de la subregión a la que pertenece y del Departamento, describo las características propias su hábitat y emito un juicio de valor sobre su importancia para el bienestar y la economía. • Diserto sobre las actitudes del hombre que contribuye con la conservación o que daña el ambiente. • Analizo y califico la eficiencia y cobertura de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y recolección de residuos sólidos en el municipio en que vivo y en la subregión a la que pertenece, a la luz de las normas legales y las políticas de salubridad ambiental.
• Domino la información básica sobre los parques naturales nacionales y regionales que hay en el Huila y emito juicios de valor sobre su importancia para el bienestar de la sociedad y la economía, tanto en el tiempo presente como futuro. • Identifico y describo los riesgos ambientales que amenazan mi casa, la institución educativa, mi barrio, mi vereda y el municipio en que vivo, elaboro el mapa correspondiente, estudio las formas de respuesta y las divulgo entre mi familia y vecinos.
3.1.4
Décimo y Undécimo de Educación Media
• Identifico y evalúo las implicaciones de los límites departamentales y regionales desde la perspectiva geopolítica, histórica, social, política, económica y ecológica. • Interpreto los sistemas orográficos e hidrográficos de la subregión a la que pertenece el municipio en que vivo y del Departamento, desde la perspectiva de la geología. • Realizo un análisis comparativo entre el estado en que se encuentra el medio ambiente a nivel subregional y departamental y el mapa de riesgos levantado por las autoridades seccionales de prevención y atención de desastres. • Analizo el desarrollo de la economía a lo largo de la historia respecto al estado actual del medio ambiente subregional y departamental y construyo escenarios de prospectiva.
3.2
ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
3.2.1
Preescolar
• Utilización de planos y mapas para ubicar sitios. • Construcción de maquetas con el relieve de la zona urbana o rural en que viven los niños y niñas, para apreciar el entorno geográfico. • Salidas a los alrededores de la institución o al campo con el fin de observar, confrontar, preguntar y tomar notas sobre hidrografía, fauna, flora y medio ambiente. • Elaboración de dibujos. • Ejercicios prácticos sobre procesos de clasificación y disposición de basuras y de prevención de accidentes. • Trabajos en grupo para transmitir información, complementarla y socializar conclusiones. • Interrogatorios o conversaciones con personas mayores para obtener información sobre la época en que fueron niños y jóvenes.
3.2.2 Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria • • • •
Utilización de mapas para ubicar sitios y elementos geográficos. Trabajo en grupo para compartir información. Entrevistas con personas mayores para recoger información sobre hechos pasados. Redacción de textos para exponer por escrito ideas que deben tener un ordenamiento lógico y aceptable profundidad. • Mesas redondas para expresar ideas y perfeccionar la comprensión de los fenómenos estudiados. • Preparación de guías de salida para ordenar y optimizar los resultados de la observación en el trabajo de campo respecto de las realizaciones básicas. • Diligenciamiento de guías para sistematizar la recolección de la información y facilitar su consolidación.
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• Definición y construcción de formas y procedimientos para controlar el cumplimiento de compromisos.
3.2.3 Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica • Utilización de mapas para ubicar sitios y facilitar la comprensión de los procesos sociales que experimentan los pueblos en torno a su conformación geográfica y deducir consecuencias políticas y económicas. • Redacción de textos • Activación de mesas de trabajo para poner en común ideas y conceptos. • Consulta y lectura de textos específicos sobre normas legales y políticas ambientales, normas legales y políticas sobre servicios públicos y saneamiento básico, zonas de vida, ecosistemas estratégicos, parques naturales, geopolítica, economía y utilización del territorio. • Elaboración y discusión de informes. • Levantamiento de estadísticas. • Foros y simposios para divulgar información. • Trabajo de campo.
3.2.4 Décimo y Undécimo de Educación Media • Búsqueda y lectura de textos especializados sobre geología, geopolítica, ecología, prospectiva e historia social, económica y política. • Preparación, presentación y discusión de informes. • Consulta de políticas públicas sobre prevención de riesgos. • Mesas de trabajo.
3.3
EJERCICIOS DE EVALUACION
3.3.1
Preescolar
Por el casco urbano del municipio de Acevedo, en el cual vives, pasan las siguientes corrientes de agua: La Guache, La Marajó, La Cangrejo y el Suaza. De los siguientes nombres de quebradas y ríos, designa la corriente que esté más cerca de tu casa:
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A. B. C. D.
La Guache La Marajó La Cangrejo El Suaza
3.3.2 Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria Vives en el municipio de Suaza y éste limita con Acevedo, Altamira, Guadalupe, Timaná y el Departamento del Caquetá. Si investigas en dónde compran el mercado los suaceños que viven en las veredas limítrofes con los municipios vecinos y dónde venden regularmente sus productos, puedes concluir que de las
zonas limítrofes del municipio de Suaza la más dinámica es la que comparte con el municipio de: A. B. C. D.
Timaná Acevedo Altamira Guadalupe
3.3.3 Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Básica Secundaria Los municipios de Villavieja y Colombia se asemejan porque son regados por las aguas del río Cabrera, porque sus territorios guardan algunas similitudes y sus habitantes comparten algunas manifestaciones culturales; sin embargo, se diferencian en que la fauna y flora del primero es más reducida que la del segundo. Esta afirmación resulta verdadera porque se fundamenta en la siguiente razón geográfica: A. La altitud y la temperatura determinan la disposición de agua corriente. B. La altitud y la temperatura intervienen en el nivel de precipitación pluvial y de evapotranspiración. C. Cuando las tierras para cultivo son escasas se reduce el número de animales pero aumenta la población y diversidad de las plantas. D. A mayor evapotranspiración y menor precipitación más exigente es el nivel de selección animal y vegetal en la naturaleza.
3.3.4 Décimo y Undécimo de Educación Media Las cordilleras, serranías, valles y planicies del departamento del Huila son resultado de la formación de la cordillera de los Andes. Aunque la afirmación es verdadera no contiene la totalidad de la información científica de que se dispone, porque el origen de la orografía departamental está relacionado, además, con los siguientes procesos: A. B. C. D.
El choque de la Placa Oceánica del Pacífico con el Escudo Guyanés. La actividad tectónica, las erupciones volcánicas y posteriores procesos erosivos. La actividad volcánica y tectónica que se registró durante el Cretáceo y Terciario. La disposición de sedimentos que dejó el proceso de formación de la cordillera Oriental.
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4. MODULO DE ECONOMIA
4.1
REALIZACIONES BASICAS
4.1.1
Preescolar
• Dramatizo las actividades económicas que desarrollan los miembros de mi familia o algunas personas del barrio o la vereda, señalando la relación que se da entre ellas. • Describo los lugares donde los miembros de mi familia o algunas personas del barrio o de la vereda desarrollan sus actividades económicas, así como los medios que emplean para ello • Identifico el impacto que producen las actividades económicas que se realizan en mi barrio o vereda sobre el medio ambiente y la sociedad. • Nombro los medios de comunicación que se utilizan en mi casa, en la institución educativa, en el barrio o en mi vereda y los describo. • Utilizo elementos que simbolizan algún valor en los juegos propuestos para adelantar experiencias sobre actividades económicas.
4.1.2
Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
• Describo y comparo las actividades económicas que desarrollan los habitantes de las zonas urbana y rural del municipio. • Identifico los bienes básicos que se requieren para el desarrollo de las actividades económicas propias del municipio. • Describo la relación que existe entre los medios que se emplean para la realización de actividades económicas, el medio ambiente y la comunidad. • Establezco las diferencias fundamentales entre las actividades económicas que se desarrollan en las zonas urbana y rural del municipio en que vivo e identifico las relaciones de complementariedad. • Identifico las actividades más rentables y la forma como se expresa la rentabilidad en la marcha de la sociedad veredal o local. • Realizo cálculos matemáticos con base en cifras que se refieren a la producción de las actividades económicas del municipio en que vivo. • Configuro estadísticas básicas sobre unidades de producción y negocios a nivel municipal. • Elaboro conceptos sobre los niveles de pobreza y miseria en mi municipio y propongo algunas posibles causas.
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4.1.3
Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Novena de Educación Básica
• Elaboro estadísticas sobre producción económica en el municipio y en la subregión a la cual pertenece. • Analizo la producción económica del municipio y de la subregión , así como la dinámica del comercio, los servicios bancarios, los medios de comunicación y el transporte y la comparo con las que se dan en tiempo de cosecha y en tiempo “muerto”. • Establezco los porcentajes de productividad de las actividades económicas del municipio en que vivo y de la subregión a la que pertenece. • Analizo los porcentajes de productividad de las distintas actividades económicas del municipio en que vivo y de la subregión a la cual pertenece, las comparo entre sí y con las cifras de las restantes subregiones. • Conozco y comento la historia de las actividades económicas propias del municipio en que vivo y de la subregión a la cual pertenece y la complemento con datos de actualidad. • -Interpreto las actividades económicas del municipio en que vivo y de la subregión, desde la perspectiva de las zonas de vida y saco conclusiones sobre su viabilidad, productividad y efecto sobre el medio ambiente.
4.1.4
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Décimo y Undécimo de Educación Media
• Conozco y comento los procesos económicos vividos por el Huila durante los períodos de Conquista, Colonia y primera centuria de la república. • Investigo e interpreto los procesos económicos experimentados por el Huila a lo largo del siglo XX. • Analizo el estado actual de la economía huilense con relación a los mercados nacionales y la globalización de la economía. • Elaboro un discurso para explicar la relación que existe entre las actividades económicas de los huilenses y los mercados nacionales y la confronto con las posibilidades que existen en el transporte terrestre, aéreo, férreo y fluvial. • Deduzco la importancia ambiental, económica, social y cultural del río Magdalena a la luz de la integración económica del mercado huilense con los nacionales e internacionales. • Construyo un modelo axiológico para entender las implicaciones de las principales actividades económicas que desarrollan los huilenses en la salud, la política y el medio ambiente. • Confronto los procesos de formación cultural vividos por los huilenses con los niveles de desarrollo económico alcanzados durante los diferentes periodos de su historia. • Explico el impacto que puede tener la tecnología, la competitividad y los mercados externos en el futuro desarrollo de la economía en el Huila y las consecuencias para la forma de ser de sus gentes. • Valoro el impacto que tiene la conectividad para el municipio, la subregión y el Departamento y contribuyo a poner marcha procesos para su consolidación. • Tomo parte en ferias y exposiciones sobre avances y logros en el desarrollo ambiental, social, económico y tecnológico del Departamento. • Planeo, formulo y ejecuto proyectos de desarrollo empresarial relacionados con la agenda de competitividad del Huila.
4.2
ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
4.2.1
Preescolar
• Dramatizaciones sobre actividades económicas • Trabajo en grupo para escuchar y complementar descripciones sobre actividades económicas. • Dibujos relacionados con el impacto de ciertas actividades económicas en la familia y en el medio ambiente. • Juego de roles para llevar a la práctica el empleo de monedas como elementos que simbolizan valor.
4.2.2 Primero, Segundo y Tercero de Educación Básica Primaria • • • • • •
Investigación sobre actividades económicas y exposiciones. Redacción de textos y lectura pública. Preparación y presentación de informes. Trabajo en grupo Recolección y tabulación de información. Lectura de textos sobre conceptualización de la pobreza y la miseria, sus causas y alternativas de solución.
4.2.3 Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica • Recolección de información sobre producción económica. • Lectura de textos sobre historia económica, producción y productividad económica. • Recolección de información sobre producción, servicios bancarios, medios de comunicación, transporte y zonas de vida. • Preparación y presentación de informes. • Recolección y tabulación de datos estadísticos. • Mesas redondas para discutir conceptos elaborados y datos estadísticos.
4.2.4 Décimo y Undécimo de Educación Media • Lectura de textos especializados sobre concepto y componentes de la productividad económica, historia económica del Huila, producción, globalización, mercados, formación cultural, ciencia y tecnología, competitividad, conectividad y formulación y desarrollo de proyectos empresariales. • Redacción de textos para expresar con lógica y rigor científico los conceptos propios sobre desarrollo económico. • Construcción de modelos axiológicos. • Preparación y sustentación de informes. • Elaboración y sustentación de proyectos empresariales. • Preparación de bienes y materiales para apoyar la presencia en ferias y exposiciones.
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4.3
EJERCICIOS DE EVALUACION
4.3.1
Preescolar
Vives en el municipio de Campoalegre donde la actividad económica está relacionada con el cultivo del arroz. Observa las figuras que se presentan en los recuadros siguientes y señala la que se emplea para cosechar el producto cuando se trata de una extensión mayor. A. B. C. D.
hoz canasto combinada motosierra
4.3.2 Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria El propietario de la finca cafetera El Rubí, ubicada en la vereda Las Juntas del municipio de Pitalito, tiene alguna tierra disponible y está estudiando la posibilidad de mejorar sus ingresos mediante el desarrollo de otros cultivos que le permitan aprovechar los recursos que ya posee, a saber: acueducto, alcantarillado, alojamientos, energía eléctrica, carretera y comunicación telefónica. De la siguiente lista de cultivos que se relaciona a continuación, indica cuáles serían los dos más rentables con relación a: localización del predio respecto a los mercados, costo de la mano de obra y disponibilidad durante el periodo de cosecha, rendimiento por unidad de cultivo; costo de fertilizantes y herbicidas, costos de los procesos de poscosecha y comercialización, costo de instalaciones y tiempo de retorno de la inversión. A. B. C. D.
Caña Panelera Frutales no perennes Frutales perennes Arboles maderables
4.3.3 Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Básica Secundaria Muchas de las tierras del Huila son aptas para el cultivo de lulo por altitud, temperatura y precipitación pluvial. Sin embargo, esta actividad económica es inviable, al menos de acuerdo con las condiciones en que se hace tradicionalmente. Esta afirmación choca contra la realidad en uno de los siguientes casos. Indica cuál es:
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A. El margen de rentabilidad que obtiene el agricultor se reduce por los costos de fertilizantes, insecticidas y plaguicidas que debe usar. B. Los pesticidas que se emplean afectan al agricultor, a su familia, a sus vecinos, a los consumidores de lulo y en general al medio ambiente. C. Las zonas de vida en las que se desarrolla el cultivo son ideales para su plantación. D. Los procedimientos de poscosecha, que son prácticamente inexistentes, encarecen el producto por la cantidad de fruta que se pierde entre el cultivo y los sitios de venta final al consumidor.
4.3.4 Décimo y Undécimo de Educación Media La economía huilense registra una débil vinculación con los mercados internacionales a pesar de los avances logrados en los últimos años. Aunque esta afirmación es válida si se compara la huilense con las economías de otros departamentos y ciudades, como Antioquia, Valle y Bogotá, no lo es plenamente si se analiza el impacto que producen ya algunas de las actividades que se desarrollan inspiradas en la Agenda Interna de Competitividad del Departamento del Huila, salvo en uno de los reglones definidos como promisorios. Señálalo: A. B. C. D.
Cafés especiales Tilapia Roja Turismo Energía
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32
5. MODULO DE PROCESOS SOCIALES, ADMINISTRATIVOS, POLITICOS Y CULTURALES 5.1
REALIZACIONES BASICAS
5.1.1
Preescolar
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Establezco el número de miembros de la familia y los agrupo por edad y sexo. Establezco el número personas que componen mi curso y los agrupo por edad y sexo. Describo la forma como está organizada mi familia, mi curso y la institución educativa. Identifico los servicios que me presta la institución educativa y los que le presta el municipio a mi familia. Reconozco la forma como se organizan los estudiantes de mi institución y tomo parte en las elecciones para Personero Estudiantil. Hago pactos con mi familia y con mis profesores sobre mis responsabilidades en el funcionamiento de mi casa y de mi curso y asumo mis compromisos. Comparto con mis hermanos o familiares y con mis condiscípulos la realización de algunos proyectos o tareas. Apoyo a mis hermanos o familiares y a mis condiscípulos cuando tienen alguna dificultad o requieren de ayuda. Digo la verdad respeto de la propiedad de los bienes de los otros y no hago trampas para obtener ventajas. Comprendo que el vestido y la realización de ciertas actividades sociales están relacionados con las condiciones de clima y de trabajo. Escucho con respeto los himnos del municipio en que vivo, del Huila y de Colombia. Describo las fiestas que se celebran en mi casa, en mi barrio o vereda. Identifico los instrumentos musicales típicos del Huila e intento interpretar alguno de ellos. Tomo parte en algunas celebraciones de la comunidad de mi barrio o vereda. Visito el taller de un artesano del municipio en que vivo. Asisto a representaciones artísticas en mi barrio o vereda. Visito la biblioteca pública Escucho poemas de José Eustasio Rivera y de otros escritores de la localidad o del Huila. Observo pinturas y esculturas realizadas por artistas del municipio en que vivo o del Departamento. Escucho e interpreto canciones de Jorge Villamil Cordovez y de otros compositores del municipio en que vivo o del Departamento.
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• Identifico la música del Sanjuanero Huilense y conozco el significado que tiene en la tradición folclórica y festiva del Huila. • Recorro los lugares donde se celebran las fiestas de San Juan y San Pedro y los decribo. • Conozco el Parque Arqueológico de San Agustín y el Desierto de La Tatacoa de manera presencial o virtual. • Observo fotografías y dibujos de petroglifos del municipio en que vivo o de otras localidades del Departamento. • Reconozco los lugares y edificaciones más apreciadas por mi comunidad y comento las razones que tienen para conservarlos.
5.1.2
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Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
• Conozco y narro la historia de mi familia, señalo su procedencia geográfica e identifico algunos de los principales períodos de tiempo en que ha sucedido. • Elaboro una relación de los miembros de mi familia, agrupándolos por edad y sexo. • Conozco y divulgo la historia de mi institución educativa. • Analizo las estadísticas de la población matriculada en la institución educativa para agrupar el número de niños por edad y sexo, así como su procedencia respecto de los barrios del casco urbano o de las zonas de la vereda. • Conozco y narro la historia de mi barrio o vereda y señalo el origen de las personas que lo conforman. • Conozco y divulgo la historia del municipio en que vivo y describo en un mapa el proceso de ocupación del territorio seguido por sus moradores a través del tiempo. • Recito y explico la letra de los himnos del municipio en que vivo, el Huila y Colombia. • Nombro las veredas y centros poblados del municipio en que vivo y los localizo en el mapa. • Estudio las estadísticas de población del municipio en que vivo según los censos de 1993 y 2005 y las proyecciones poblacionales para los próximos diez años, conozco el número de hombres y mujeres, el número de habitantes de la zona rural y de la zona urbana y saco conclusiones. • Conozco la forma como está organizado administrativamente el municipio en que vivo y comprendo las funciones básicas de sus dependencias. • Describo los servicios públicos que ofrece el municipio en que vivo y hago comentarios sobre su calidad, eficiencia y cobertura. • Reconozco y comprendo los procesos establecidos para acceder a los servicios de salud, educación, acueducto, alcantarillado, gas y energía eléctrica. • Demuestro tener completo el esquema básico de vacunación. • Conozco y valoro el rol que cumple el Personero Estudiantil y el Consejo Directivo dentro de la institución. • Tomo parte activa en la formulación de las propuestas de mejoramiento de la institución educativa y en la elección del Personero Estudiantil. • Comprendo y acato los acuerdos del Consejo Directivo de la institución. • Conozco el proceso de elección del Concejo Municipal y la forma como funciona. • Analizo algunos decretos de la Alcaldía y algunos acuerdos del Concejo Municipal relacionados con la educación, la niñez o la cultura. • Conozco el proceso de conformación de una junta de acción comunal, su funcionamiento y su importancia para el bienestar comunitario.
• Conceptúo sobre el papel de las organizaciones estudiantiles y juveniles de la institución y el municipio. • Cumplo con responsabilidad las obligaciones que me impone el Manual de Convivencia de mi institución y conozco y pongo en práctica los procedimientos establecidos para hacer valer mis derechos. • Confronto mis ideas e intereses con las ideas e intereses de mis compañeros de salón, a fin de determinar la justicia de mis actos. • Contribuyo con el bienestar de mis condiscípulos, de la comunidad estudiantil y de los habitantes de mi barrio o vereda. • Procedo en mis actuaciones sin recurrir a mentiras ni a trampas. • Describo las actividades que habitualmente realiza la comunidad durante los períodos de lluvia y verano, con motivo de las diferentes fases de la luna y durante los períodos en que los cultivos producen su máxima cosecha. • Narro la forma como los habitantes del municipio en que vivo celebran los acontecimientos que les producen alegría y dolor. • Describo las costumbres propias para el bautismo, la confirmación, el matrimonio y la muerte, tanto de niños como de adultos. • Entrevisto a personas mayores para conocer las actividades relacionadas con la diversión, el esparcimiento, el aseo y la economía que se realizaban en los ríos y quebradas del municipio. • Valoro los vestigios de las culturas precolombinas existentes en el municipio en que vivo y las localizo en el mapa. • Identifico a La Gaitana y a Pigoanza como símbolos de la reacción indígena contra la conquista española y explico las razones históricas que sustentan su presencia en el imaginario huilense. • Interpreto un instrumento musical típico del Huila. • Tomo parte activa en la organización de comparsas y murgas que se presentan durante las fiestas de la institución educativa. • Visito los lugares dedicados para la realización de las fiestas tradicionales y de las ferias comerciales en el municipio en que vivo y hago comentarios sobre su localización y equipamiento. • Conozco y valoro el trabajo de los artesanos del municipio en que vivo y de la subregión a la que pertenece. • Visito regularmente la biblioteca pública. • Leo narraciones y poemas de José Eustasio Rivera y de otros escritores del municipio en que vivo, de la subregión a la que pertenece y del Departamento. • Asisto a exposiciones de pinturas y esculturas realizadas por artistas del municipio en que vivo, de la subregión a la que pertenece y del Departamento. • Escucho e interpreto canciones de Jorge Villamil Cordobez y de otros compositores del municipio y la subregión. • Conozco la estructura del baile del Sanjuanero huilense y lo practico. • Conozco de manera directa o virtual los Parques Arqueológicos de San Agustín e Isnos, el desierto de La Tatacoa y la Represa de Betania. • Contribuyo al cuidado y divulgación de los lugares y edificaciones apreciados por la comunidad por su valor patrimonial.
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5.1.3
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Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica
• Conozco y estudio las estadísticas más recientes sobre la población del municipio en que vivo y de la subregión a la que pertenece, relacionadas con número de habitantes por edad, sexo y localización (urbana y rural), índice de natalidad, índice de mortalidad, morbimortalidad, pobreza, miseria, así como sobre sus causas y consecuencias. • Analizo los planes de salud y de control natal del municipio en que vivo y elaboro un documento con mis consideraciones sobre el cubrimiento, eficiencia y eficacia de dichos planes. • Conozco, respeto y pongo en práctica las normas del Código de Transporte en lo referente a peatones, ciclistas y motociclistas. • Pongo en práctica los procedimientos para acceder a los servicios públicos y privados que se ofrecen en el municipio en que vivo. • Interpreto el contenido y forma de los escudos y las banderas del municipio en que vivo, el Huila y Colombia. • Conozco la historia de cada uno de los períodos vividos por el municipio en que vivo en el marco de la historia de la subregión a la que pertenece. • Narro la historia que conozco sobre La Gaitana y Pigoanza y explico su influencia en la identidad del huilense. • Relaciono los nombres de los líderes de la independencia de la provincia de Neiva de España que murieron en el cadalso por la reconquista española y describo sus realizaciones durante el proceso. • Elaboro un documento sobre los efectos sociales de la violencia, los cultivos ilícitos y la corrupción en el municipio en que vivo y la relaciono con la historia de las regiones Surcolombiana y Andina. • Analizo el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio en que vivo y promuevo su divulgación y discusión. • Conozco la historia de la administración municipal y de su organización actual y evalúo la atención al usuario que presta la administración. • Elaboro una síntesis de la historia de los servicios públicos que se ofrecen en el municipio en que vivo, tanto en la zona urbana como rural, al igual que sobre su cobertura, calidad y eficiencia. • Analizo el presupuesto municipal de los últimos diez años y lo comparo con las inversiones realizadas en salud, educación, saneamiento básico, vías e infraestructura. • Analizo los costos en que incurre el municipio en que vivo para prestar los servicios públicos de salud, educación y saneamiento básico, así como los valores que cobra por ellos y la calidad con que los presta. • Estudio el funcionamiento de las juntas de acción comunal y demás organizaciones comunitarias del municipio y emito juicios de valor sobre su influencia en el desarrollo de la comunidad durante los últimos diez años. • Identifico algunos proyectos comunitarios que han ejecutado en los últimos cinco años y evalúo su impacto dentro de la sociedad. • Analizo las propuestas de los candidatos a Personero Estudiantil y participo activamente en las elecciones. • Conozco y valoro la existencia del Consejo de Juventudes del Municipio y animo su funcionamiento. • Elaboro un discurso sobre la historia de los partidos políticos en el municipio en que vivo y el Departamento y formulo juicios de valor sobre su papel en el desarrollo local y departamental.
• Investigo la composición política del Concejo Municipal durante los últimos diez años e identifico y valoro la participación de cada uno de los partidos y movimientos en el proceso de desarrollo municipal. • Conozco y comento los perfiles del Alcalde del municipio en que vivo, así como de los concejales. • Analizo las propuestas programáticas hechas por los candidatos a la alcaldía y concejo municipales durante las últimas elecciones y confronto las del Alcalde elegido con el Plan de Desarrollo Municipal aprobado por el Concejo y con los presupuestos de las vigencias correspondientes a su período. • Analizo la manera como los habitantes del municipio llevan o han llevado a la práctica las formas de participación popular y el control político de las actuaciones del los funcionarios públicos y las dependencias oficiales del municipio en que vivo. • Investigo el funcionamiento de la Personería Municipal y emito un juicio de valor sobre su influencia en el respeto y defensa de los derechos humanos en la localidad. • Elaboro un estudio comparativo entre la historia del sindicalismo y de las agremiaciones sectoriales a nivel departamental y local y explico las conclusiones. • Reconozco las distintas colonias de colombianos que existen en el municipio en que vivo, las localizo en el mapa, describo sus costumbres y califico los aportes que le han hecho a la cultura local. • Elaboro juicios de valor sobre la producción literaria, artística, musical y artesanal del municipio en que vivo y la subregión a la que pertenece, divulgo sus logros e identifico a quienes los representan. • Reconozco las características literarias de la obra de José Eustasio Rivera y las comprendo desde la perspectiva de su vida y de la historia nacional y latinoamericana. • Interpreto canciones de Jorge Villamil y de otros compositores locales o departamentales y conozco sus biografías. • Bailo con propiedad el sanjuanero, la guabina, el pasillo y la rumba criolla, y conozco el valor de estos ritmos en el concierto folclórico del país y en particular de la región andina. • Canto, junto con mis condiscípulos, canciones del folclor huilense que hablan de la geografía y del medio ambiente del municipio en que vivo, de la subregión a que pertenece y del Departamento. • Describo la forma de los instrumentos típicos del folclor huilense, los materiales que se emplean para su construcción, interpreto uno de ellos e integro un grupo rajaleñero o una cucamba. • Evalúo los bienes que constituyen patrimonio cultural, arquitectónico y natural del municipio, me informo de los programas de conservación y contribuyo a su operación y permanencia. • Identifico y describo los platos característicos de la gastronomía del municipio en que vivo y de la subregión a que pertenece, así como los platos típicos del Huila. • Conozco el componente folclórico de las fiestas populares huilenses, comprendo la razón social y festiva de la comparsa dentro de las fiestas e integro una. • Analizo los certámenes festivos, tanto cívicos como religiosos, del municipio en que vivo desde la perspectiva del folclor de la Región Andina y elaboro conclusiones sobre su significado. • Analizo las implicaciones y consecuencias sociales, económicas y ambientales que dejan las celebraciones de las fiestas religiosas y profanas en el municipio en que vivo y en la subregión a que pertenece. • Narro los mitos y leyendas propios de la cultura del municipio en que vivo y de la subregión a que pertenece y expongo el mensaje moral que contienen. • Reconozco y respeto los cultos religiosos que se ofician en el municipio en que vivo y valoro el sentido religioso y cultural de las peregrinaciones.
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• Narro la historia del servicio educativo en el municipio en que vivo y la subregión a la que pertenece y hago un balance de su aporte al desarrollo local y departamental. • Identifico, localizo y describo las comunidades indígenas que existen en e municipio en que vivo, en la subregión a la que pertenece y el Departamento, así como los grupos de afrocolombianos. • Realizo una visita ecoturística a los caminos reales que existen en el municipio en que vivo o en la subregión a que pertenece. • Visito San Agustín, el Desierto de La Tatacoa y por lo menos un bien patrimonial de la subregión a la que pertenece el municipio en que vivo. • Investigo sobre la dotación de las bibliotecas públicas y el uso que se les da por parte de los niños, jóvenes y adultos. • Estudio el comportamiento de la comunidad durante el periodo de cosecha de los productos agrícolas más representativos que se cultivan en el municipio en que vivo y en la subregión a la que pertenece. • Describo la organización deportiva oficial y no oficial que existe en el municipio en que vivo y evalúo los programas que desarrollan. • Investigo y escribo la historia del deporte en el municipio en que vivo, así como los de los éxitos deportivos que ha alcanzado a nivel de la subregión a que pertenece y del Departamento. • Analizo el calendario de programas artísticos y recreativos del municipio y emito juicios de valor sobre el comportamiento de la comunidad al respecto. • Elaboro un marco axiológico para analizar los programas que transmite la televisión nacional e internacional, al igual que la radio nacional y local, los analizo y pongo en conocimiento de la comunidad estudiantil mis conclusiones. • Investigo la forma como los distintos grupos de edad de la comunidad del municipio emplean el tiempo libre, propongo alternativas y me comprometo con su realización.
5.1.4
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Décimo y Undécimo de Educación Media
• Elaboro un discurso sobre la ocupación precolombina del territorio del municipio en que vivo, la subregión a la que pertenece y el actual departamento del Huila, atendiendo al medio ambiente, la comunidad y la subsistencia. • Explico los motivos de orden cultural y las circunstancias históricas con base en las cuales se ha elaborado el discurso sobre La Gaitana y Pigoanza como símbolos de reacción contra la conquista española y como expresiones de autonomía local. • Reconstruyo en un mapa el proceso de ocupación del territorio del municipio en que vivo, la subregión a la que pertenece y el Departamento durante los periodos de Conquista, Colonia y Siglos XIX y XX, considerando el impacto en el medio ambiente y su relación con la economía y la salubridad y plasmo la información en un documento escrito con rigor investigativo. • Analizo los planes de ordenamiento territorial del Departamento y del municipio en que vivo y divulgo las conclusiones. • Estudio el Plan de Desarrollo de la actual administración departamental, lo confronto con el Plan de Desarrollo de la actual administración municipal y emito consideraciones inspiradas en valores éticos sobre los mismos, respecto a derechos humanos, justicia y desarrollo sostenible. • Elaboro estudios sobre pobreza, injusticia, violencia y participación política y preparo un documento en el que plasmo mi percepción sobre la problemática social del Departamento y del municipio en que vivo. • Analizo el presupuesto municipal teniendo en consideración las fuentes de financiamiento nacional y departamental y el recaudo de recursos propios y lo confronto con el Plan de
•
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Desarrollo Municipal y departamental y mi percepción sobre la problemática social de la localidad y el Departamento. Evalúo la prestación de los servicios públicos municipales de acueducto, alcantarillado, recolección de desechos sólidos, salud, saneamiento básico, educación y justicia en términos de calidad, eficiencia, eficacia y cobertura. Diagnostico el funcionamiento de la administración municipal y departamental desde los imperativos constitucionales y legales vigentes. Diserto sobre la organización y perspectiva actual de los partidos políticos en el Huila a la luz de ley de partidos. Elaboro el mapa político del municipio en que vivo, de la subregión a que pertenece y del Departamento, tomando como base los datos electorales y la composición de los organismos municipales y departamentales de elección popular. Interpreto la marcha de los partidos políticos en el municipio y en el departamento a la luz de los postulados ideológicos y organizativos que los sustentan. Evalúo el impacto de las decisiones de las corporaciones públicas del orden municipal y departamental (concejo y asamblea) en la realidad ambiental, social, económica, administrativa, política y cultural del municipio en que vivo, la subregión a la que pertenece y el Departamento. Investigo el fenómeno de la abstención electoral, obtengo porcentajes, determino los niveles de participación ciudadana en el control político a nivel local y departamental, obtengo conclusiones, las divulgo y las discuto públicamente. Tomo parte en los procesos de organización comunitaria para el control y mejoramiento de los servicios públicos, incluida la educación, la salud y la justicia en el municipio. Elaboro un documento sobre el estado de los derechos humanos en el municipio en que vivo y el Departamento y sobre la actuación de los organismos estatales encargados de velar por ellos, así como sobre el papel de las organizaciones no gubernamentales que los promueven. Pongo en práctica modos creativos o innovadores de realizar las tareas y proyectos que me propongo. Me aventuro a asumir actitudes diferentes o a hacer las cosas que tradicionalmente realizo de manera diferente. Me esfuerzo por tener diferentes enfoques de las cosas y pongo en práctica mis conceptos. Mejoro a diario mi desempeño y trabajo en equipo. Asumo el liderazgo cuando es necesario y apoyo al líder correspondiente cuando me convenzo de la bondad, honestidad y lógica de sus propuestas. Actúo honesta, seria, responsable e independientemente. Comparto mis expectativas y proyectos con los otros, busco su apoyo y colaboro con la realización de sus iniciativas. Trabajo para que el ambiente social al cual pertenezco promueva el avance personal de sus integrantes. Persisto en la consecución de los objetivos a pesar de los fracasos y tengo un plan alternativo. Tomo decisiones rápidamente Tengo claro mi proyecto de vida, así como mis posibilidades de éxito o fracaso. Formo parte de los grupos locales de trabajo y contribuyo al logro de los objetivos de la comunidad a la cual estoy vinculado. Alcanzo mis metas con mi esfuerzo personal y mi persistencia, sin sacar ventajas de las influencias de otras personas.
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• Asumo una posición crítica frente a los marcos mentales que animan mi comprensión de la realidad. • Reconozco y valoro la actuación justa, responsable, solidaria, visionaria y emprendedora de los otros. • Trabajo por superar los actuales niveles de desarrollo del municipio, la subregión y el departamento. • Evalúo mi desempeño y el de los profesores teniendo como referente los logros acordados con el curso, previamente.
5.2
ACTIVIDADES PEDAGOGICAS
5.2.1
Preescolar
• Formación de conjuntos para agrupar personas atendiendo a diversas circunstancias. • Expresión oral para describir. • Reconocimiento de características para individualizar e identificar personas, objetos o sentimientos. • Trabajo en grupo para promover la cooperación y solidaridad. • Formulación de compromisos y establecimiento de mecanismos para verificar su cumplimiento. • Preparación de guías para realizar visitas a lugares, bienes arqueológicos y exposiciones artísticas. • Visitas de observación y socialización de resultados. • Escucha de textos literarios y de canciones. • Interpretación individual y colectiva de canciones.
5.2.2 Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria
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• Entrevistas con familiares y directivos de la institución para recoger información sobre historia de la familia y el establecimiento educativo. • Expresión oral para narrar y describir. • Consulta de estadísticas. • Trabajo en grupo y preparación de informes. • Lecturas específicas sobre historia local. • Preparación de guías para adelantar visitas a personas y lugares para recoger información y apreciar trabajos o para conocer lugares turísticos. • Visitas y rendición de informes. • Mesas de trabajo para impulsar y evaluar proyectos de mejoramiento institucional y comunitario, así como de conservación y divulgación de bienes patrimoniales. • Dramatizaciones para dar a conocer procesos políticos y de organización comunitaria. • Redacción de textos para exponer lógica y ordenadamente ideas y conceptos. • Establecimiento de mecanismos para comprobar el cumplimiento de acuerdos. • Ejecución de un instrumento musical típico del Huila. • Organización de grupos para desarrollar actividades artísticas y folclíoricas. • Lectura de textos y libros. • Audiciones de musicales.
5.2.3 Cuarto, Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica • • • •
• • • • • • • •
Investigación y manejo de estadísticas, presupuestos, costos de servicios públicos. Elaboración de informes y divulgación y sustentación de resultados. Redacción de escritos lógicos, ordenados y documentados. Lectura de textos sobre la historia local y regional, violencia, cultivos ilícitos y corrupción, normatividad sobre prestación de servicios públicos, partidos políticos, participación política y participación popular, Plan de Ordenamiento Territorial, administración pública; normatividad sobre mujer, niñez y juventud; sindicalismo, literatura huilense. Narración de procesos históricos. Investigación y preparación de informes Prácticas de canto, interpretación musical, baile y coreografía de comparsas. Ejercicios de comparaciones. Definición de procedimientos para comprobar el cumplimiento de acuerdos. Viajes y visitas guiadas. Construcción de marcos de referencia. Elaboración de biografías e historias de vida.
5.2.4 Décimo y Undécimo • Lecturas especializadas sobre poblamiento precolombino, planes de desarrollo, finanzas públicas, normatividad sobre servicios públicos, organización administrativa, partidos políticos, administración pública, derechos humanos, empresarismo y negociación de conflictos. • Elaboración de mapas. • Investigación y análisis. • Construcción de marcos axiológicos. • Elaboración de informes escritos. • Foros. • Prácticas de trabajo comunitario. • Formulación de mecanismos para evaluar actitudes y acuerdos. • Formulación, ejecución y evaluación de proyectos sociales y empresariales.
5.3
EJERCICIOS DE EVALUACION
5.3.1
Preescolar
Tu lugar de residencia es el municipio de Nátaga a donde llegan muchos visitantes a lo largo del año. Después de hablar con tus papás has llegado a la conclusión que el lugar más visitado por quienes llegan a la población es uno de los siguientes sitios. Marca el dibujo correspondiente: A. B. C. D.
La alcaldía El parque principal Las piscinas naturales La Basílica de Nuestra Señora de las Mercedes
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5.3.2 Primero, Segundo y Tercero de Básica Primaria Digo la verdad cuando afirmo que tengo completo el esquema de vacunación establecido por los organismos de salud de mi país para un niño o niña de siete años. Consulto mi carné de vacunación que guardan en mi casa y lo comparo con el siguiente “Esquema de Vacunación Programa Ampliado de Inmunización (PAI) Obligatorio en Colombia”: 1. Recién nacido: Antipolio, BCG, Hepatitis B. 2. Dos meses: Antipolio, DPT, Hemófilus Influenza tipo B, Hepatitis B. 3. Cuatro meses: Antipolio, DPT, Hemófilus Influenza tipo B, Hepatitis B. 4. Seis meses: Anipolio, DPT, Hemófilus Influenza tipo B, Hepatitis B. 5. Nueve meses: Sarampión 6. Un año: SRP y Fiebre Amarilla si habita en zona de riesgo. 7. Año y medio: Antipolio, DPT 8. Cinco años: Antipolio, DPT 9. Diez años: SRP, TD Después de hacer el ejercicio selecciono una de las siguientes opciones, según el resultado de la consulta: A. B. C. D.
He recibo todas la vacunas del esquema He recibido parcialmente las vacunas del esquema No he recibo ninguna vacuna del esquema Además de la vacunas del esquema obligatorio he recibido otras del esquema especial.
5.3.3 Quinto, Sexto, Séptimo, Octavo y Noveno de Educación Básica Los cronistas de la conquista del Nuevo Reino de Granada por España dejaron alguna información que ha permitido a los investigadores reconstruir la historia de La Gaitana. Sin embargo, algunos escritores han ido más allá de lo que dicen las fuentes y en sus libros han elaborado otras versiones sobre la vida de esta cacica que simboliza la resistencia del aborigen contra el invasor y el amor por la libertad que profesan los huilenses. De las frases que leerás a continuación debes señalar la que no ha tenido en cuenta la información histórica disponible para su elaboración.
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A. El hijo de La Gaitana, llamado don Rodrigo, entabló amistad con los conquistadores, pero fue quemado vivo por orden de Pedro de Añasco, quien lo sometió al brutal castigo del asesinato para escarmentar a los indígenas que demostraban ser díscolos frente a la autoridad del invasor. B. A La Gaitana le sobrevivió otro de sus hijos, llamado Timanco. C. La Gaitana recorrió, adolorida, toda la comarca y confederó a sus caciques, entre ellos a Pigoanza, a quienes comprometió para que asaltaran a Timaná. El asalto contra la naciente población se llevó a cabo por medio de un ejercito numerosísimo de naturales, pero fueron vencidos por las armas, los perros y los hombres de a caballo de que disponían los españoles. D. La Gaitana había tomado preso a Pedro de Añasco, le abrió el paladar por debajo de la lengua, le colocó un lazo y tirando de él lo llevó como trofeo de guerra por todos los pueblos de indígenas hasta que el conquistador blanco murió.
5.3.4 Décimo y Undécimo de Educación Media Después de consultar el archivo de acuerdos expedidos por el Concejo del municipio en que vives, habrás concluido que el mayor porcentaje de normas locales aprobadas corresponde a uno de los siguientes temas: A. B. C. D.
Acuerdos sobre temas ambientales Acuerdos sobre adiciones y modificaciones al presupuesto municipal Acuerdos sobre asuntos de salud, juventud, niñez y mujer Acuerdos sobre cultura, arte, recreación y deporte.
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6. COMPETENCIAS PARA EVALUAR
La evaluación de las realizaciones básicas que el estudiante de Preescolar, Educación Básica y
Educación Media debe ejecutar, tiene por fin calificar el grado de asimilación que ha logrado de los contenidos de la Cátedra de la Huilensidad y medir el nivel de desarrollo de las actitudes que la Cátedra espera en su comportamiento. En consecuencia, la evaluación tiene en cuenta las distintas competencias que pone en juego del alumno durante el proceso escolar, competencias que de manera integral se evidencian en las series de realizaciones básicas establecidas y que se llevan a la práctica en las actividades pedagógicas propuestas para cada módulo o sección. Dichas competencias se refieren a los ámbitos que se describen a continuación, advirtiendo que se ha hecho énfasis en las competencias intelectuales o cognitivas, pues se trata de generar una actitud crítica en el estudiante a partir de una realidad que debe ser conocida, comprendida e interpretada con la mayor información y análisis por el. Las competencias son físicas, intelectuales o congnitivas, comunicativa, ética y comportamental.
6.1
COMPETENCIA FISICA
Capacidad que tiene el estudiante para ubicarse geográficamente, para acopiar información, para asumir mediante el teatro los roles de otras personas y para trabajar en grupo. LOCALIZAR Señalar en un mapa o plano la ubicación de un elemento. DOMINAR Disponer de la información fundamental sobre una determinada materia o proceso. DRAMATIZAR Hacer representación teatral o escénica de un acontecimiento, suceso o actividad. INTEGRAR Unirse a un grupo para formar parte de él. INTERPRETAR Ejecutar un instrumento o un baile.
6.2
COMPETENCIA INTELECTUAL O CONGNITIVA
Capacidad para construir conocimientos propios y nuevos a partir una información básica y el análisis, la investigación, la relación y la comprensión de hechos, fenómenos y procesos.
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RECONOCER Tener conciencia de la existencia de una persona, cosa o fenómeno y reaccionar frente a lo que se conoce o respecto a lo que se sabe que existe. DESCRIBIR Señalar las características, elementos y componentes de una persona o grupo de personas, cosas o fenómenos representándolos de tal modo que cabal ideas de ellos. IDENTIFICAR Reconocer la existencia o presencia de una persona, cosa o fenómeno a partir de las características que se conocen de ellos. RELACIONAR Formular vínculos de conexión o enlace que existen o se dan entre dos o más elementos. CONOCER Percibir la existencia de un objeto o proceso como distinto de todo lo que no es de él. CONCEPTUALIZAR Emitir ideas o juicios sobre un objeto o proceso expresándolo con palabras escritas o habladas, con base en criterios personales preestablecidos. INTERPRETAR Explicar el sentido de un fenómeno o hecho a partir de conceptos previamente establecidos, de tal manera que la realidad se explica de una manera personal. ANALIZAR Estudiar o examinar los elementos que integran un objeto, hecho o fenómeno, relacionándolo con una realidad considerada la ideal por el analista y sacar conclusiones. CONFRONTAR Cotejar una realidad con otra con la cual tiene relación para sacar conclusiones a partir de presupuestos estudiados. EXPLICAR Exponer algo se ha comprendido a través de palabras claras y precisas para hacerlo más perceptible a otros. INVESTIGAR
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Ampliar el conocimiento científico a través de procedimientos para acopiar información y analizarla. Realizar actividades intelectuales y experimentales de modo sistemático con el propósito de aumentar los conocimientos sobre una determinada materia. COMPRENDER Captar el contenido de un mensaje o información y demostrarlo mediante discursos orales o escritos. ESTUDIAR Comprender una cosa, hecho o fenómeno mediante la obtención de información suficiente sobre ella y su respectivo análisis.
RECONSTRUIR Rehacer los procesos de evolución y cambio de un hecho o fenómeno, utilizando esquemas o gráficos para mostrarlos de manera sistemática. DIAGNOSTICAR Conocer las características y componentes de una realidad mediante la observación de los síntomas y signos a través de los cuales se expresa su realidad
6.3
ACTIVIDAD COMUNICATIVA
Capacidad para dar a conocer a otros, de manera oral o escrita, la nueva comprensión de la realidad que ha elaborado con base de la información y el análisis. EMITIR Manifestar por escrito o de viva voz juicios, dictámenes u opiniones. DISERTAR Exponer razonamientos de manera ordenada y sistemática sobre un hecho o fenómeno, bien para dar a conocerla de otros o para refutar las opiniones que otros tienen al respecto. DIVULGAR Poner al alcance del público una información, análisis o conclusiones sobre un hecho o fenómeno. COMENTAR Expresar de manera oral o escrita consideracioneso acerca de una persona, hecho o fenómeno, sin el rigor de un juicio. NARRAR Contar o referir los asuntos relacionados con un acontecimiento o experiencia. NOMBRAR Decir el nombre con que se identifica una cosa, hecho o fenómeno. ELABORAR UN DISCURSO Escribir un texto con las características y rigurosidad de un ensayo.
6.4
COMPETENCIA ETICA
Capacidad para elaborar y emitir juicios de valor sobre la posibilidad que tiene de construir modelos axiológicos en los cuales pone en funcionamiento y en cuestión su propia concepción del mundo y de los principios éticos que lo soportan. CONSTRUIR UN MODELO AXIOLOGICO Elaborar un marco de referencia basado en valores éticos normalmente aceptados por la sociedad en que se vive o por el autor del modelo, a fin de emplearlo como mecanismo de medida para determinar la bondad o maldad de algo. CALIFICAR, EVALUAR, VALORAR Emitir juicios sobre una realidad o fenómeno, como resultado de comparar el objeto del juicio con un principio aceptado como ideal, bien por su valor moral o por su consistencia científica.
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ESTABLECER Ponerse de acuerdo sobre elementos fundamentales para calificar luego un trabajo o actitud.
6.5
COMPETENCIA COMPORTAMENTAL
Capacidad para obrar conforme a dos criterios indispensables para poder vivir en comunidad: respeto al otro y uso racional de los recursos. RESPETAR Manifestar acatamiento o consideración hacia otras personas o hacia ciertas normas que surge como resultado de considerar las razones por las cuales los grupos humanos obran de determinada manera. USAR RACIONALMENTE Emplear o disponer de la parte absolutamente necesaria, pensando en que otros tienen también necesidad.
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7. SELECCION DE DOCUMENTOS Y TEXTOS CONTEXTO LEGAL Y DIAGNOSTICO DEL PLAN DE DESARROLLO 2008 – 2011 HUILA, NATURALEZA PRODUCTIVA ORDENANZA 015/2008
1.1
CONTEXTO LEGAL
La conformación del Plan de Desarrollo Departamental se fundamenta en el artículo 399 de la
Constitución Política de Colombia de 1991 y de la Ley 152/94, aplican además varios instrumentos normativos de orden institucional y sectorial. »» Constitución Política: Formulación y aprobación del plan de desarrollo. El Artículo 339 establece que el Plan de Desarrollo de las Entidades Territoriales estará conformado por una Parte Estratégica y un Plan de Inversiones de mediano y corto plazo. »» El artículo 340, por su parte, constituye el Sistema Nacional de Planeación, y con él los Consejos de Planeación como instancia de participación ciudadana en el proceso. Las Entidades Territoriales elaborarán u adoptarán de manera concertada entre ellas y el Gobierno Nacional, Planes de Desarrollo con el objeto de asegurar el uso eficiente de los recursos y el desempeño adecuado de las funciones asignadas. »» Ley 152 de 1994: Formulación y aprobación del plan de desarrollo. Establece los procedimientos para elaborar, aprobar, ejecutar y evaluar los planes de desarrollo conforme a las prioridades de los grupos sociales que conforman la entidad territorial y el programa de gobierno. También define los mecanismos para su armonización e interrelación con los procesos presupuestales, y las funciones de cada dependencia e instancia que participa en el proceso, enfatizando en la participación de la sociedad civil. Establece que los Departamentos deben formular sus respectivos proyectos de Planes de Desarrollo, durante los cuatro primeros meses del período del Gobernador, para luego someterlos a la aprobación de las Asambleas, una vez que los Consejos Territoriales de Planeación hayan verificado su correspondencia con los programas de gobierno y se pronuncien al respecto, en los tiempos establecidos en la ley. Las respectivas Asambleas tienen plazo de un mes, a partir de la presentación, para decidir sobre los planes. Si no se adopta ninguna decisión en este lapso, el Gobernador podrá adoptarlo mediante Decreto.
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El Departamento debe obligatoriamente formular Plan de Desarrollo y velar por la cabal ejecución, ya que tienen el carácter de forzoso cumplimiento. Complementariamente se deben formular Planes de Acción que le permita a cada dependencia de la administración, orientar estratégicamente sus recursos disponibles (humanos, físicos, económicos, administrativos, técnicos, etc.) para ejecutar el Plan de Desarrollo. »» Decreto 2284 de 1994: Reglamenta parcialmente los artículos 9 y 11 de la Ley 152 de 1994. »» Decreto 2616 de 1994: Sobre delegación de alcaldes y gobernadores. »» Decreto 2250 de 2002: Reglamenta el artículo 9 de la Ley. »» Ley 03 de 1986: Establece que los Departamentos deben promover y ejecutar, en cumplimiento de los respectivos planes y programas nacionales y departamentales, actividades económicas que interesan a su desarrollo y al bienestar de sus habitantes. »» Decreto 1222 de 1986: Establece las normas, la Planeación Departamental y coordinación de las funciones nacionales. »» Ley 99 de 1993: Marco normativo a seguir en materia ambiental en todas las acciones gubernamentales, dentro de la concepción del desarrollo sostenible. »» Ley 101 de 1993: Reglamenta cómo los municipios deben crear CMDR (Consejos Municipales de Desarrollo Rural) como instancia superior de concertación entre autoridades locales, entidades públicas nacionales o departamentales y comunidades rurales en materia de desarrollo rural y selección de entidad prestadora del servicio de asistencia técnica directa rural en el municipio. »» Decreto N° 2557 de 1994: Por el cual se crean los Comités de Seguimiento Departamental para contribuir con la articulación de los procesos de planificación, ejecución, seguimiento y evaluación que adelantan los diferentes niveles de gobierno. »» Ley 131 de 1994: Reglamenta el voto programático como mecanismo de participación, mediante el cual los ciudadanos que votan para elegir Gobernadores, imponen como mandato al elegido el cumplimiento del Programa de Gobierno presentado. »» Ley 134 de 1994: Se dictan normas sobre mecanismos de participación ciudadana, regula la iniciativa popular legislativa y normativa; el referendo; la consulta popular del orden nacional, departamental, municipal y local; la revocatoria del mandato; el plebiscito y el cabildo abierto. »» Ley 136 de 1994: Se dictan normas tendientes a modernizar la organización y el funcionamiento de los municipios como entidad territorial fundamental de la División Política Administrativa del Estado.
50
»» Ley 141 de 1994: Crea el Fondo Nacional de Regalías, la Comisión Nacional de Regalías, regula el derecho del Estado a percibir regalías por la explotación de recursos naturales no renovables y se establecen las reglas para su liquidación y distribución. »» Ley 115 de 1994: Por la cual se expide la Ley General de Educación. »» Ley 5 de 1960 y 171 de 1994, mediante las cuales Colombia ratificó respectivamente los cuatro convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo II de 1977 ( Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional), los cuales constituyen en la actualidad junto al Protocolo I, adoptado en 1991 por la Comisión Legislativa Especial, las normas fundamentales del Derecho Internacional Humanitario.
»» Ley 181 de 1995: Dicta disposiciones para el fomento del deporte, la recreación, el aprovechamiento del tiempo libre y la educación física. »» Decreto 111 de 1996. Ejecución. El Estatuto Orgánico de Presupuesto debió ser adaptado en las entidades territoriales en sus estatutos presupuestales, en los términos definidos en los artículos 8 y 49 del Decreto; es decir, que el Plan Operativo Anual de Inversiones (POAI), debe señalar los proyectos de inversión clasificados por sectores, órganos y programas, y debe guardar concordancia con el Plan de Inversiones. El POAI, una vez aprobado, debe incluirse en el Proyecto de Presupuesto; sus ajustes lo hacen conjuntamente las oficinas de Hacienda y Planeación. »» Ley 322 de octubre 4 de 1996 “Por la cual se crea el SISTEMA NACIONAL DE BOMBEROS y se dictan otras disposiciones, en las que se elevó la prevención y atención de incendios y demás calamidades domésticas al rango de un servicio público esencial a cargo del estado. »» Ley 387 de 1997, mediante la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado, la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos en la República de Colombia. »» Ley 397 de 1997: Sobre Patrimonio Cultural Colombiano. »» Ley 388 de 1997: Modifica la Ley 9 de 1989 y la Ley 3 de 1991, con las nuevas normas establecidas en la Constitución Política, la Ley Orgánica del Plan de Desarrollo y promueve el ordenamiento del territorio, la utilización del suelo y la armoniosa concurrencia de la nación, las entidades territoriales, autoridades ambientales y las instancias y autoridades administrativas y de planeación. »» Ley 489 de 1998 Rendición de cuentas. Regula el Sistema de Desarrollo Administrativo, al impulsar la rendición de cuentas, a través de la promoción de estrategias orientadas a fortalecer los sistemas de información de la gestión pública para la toma de decisiones y el diseño de mecanismos, procedimientos y soportes administrativos orientados a fortalecer la participación ciudadana en la toma de decisiones, la fiscalización y el óptimo funcionamiento de los servicios. »» Ley 549 de 1999: Crea el Fondo Nacional de Pensiones de las entidades territoriales FONPET, que tiene por objeto recaudar recursos para que las entidades territoriales cubran sus pasivos pensionales en un término no mayor a 30 años. »» Ley 550 de 1999: Acuerdos de reestructuración de pasivos en las entidades territoriales y descentralizadas del nivel territorial, con el objeto de corregir las deficiencias que presenten en su capacidad de operación y en cumplimiento de sus obligaciones pecuniarias, para que puedan recuperarse dentro del plazo y en las condiciones que se hayan previsto. »» Decreto 2757 de 2000: Reglamenta parcialmente la Ley 549 de 1999 en relación con el régimen transitorio para el manejo independiente de los recursos con destino al FONPET que recauda la Dirección General del Tesoro Nacional del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. »» Ley 607 de 2000: Modifica la creación, funcionamiento y operación de las EPSASTDR en concordancia con el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. »» Ley 617 de 2000: Racionalización del gasto público en las entidades territoriales, se reforma parcialmente la Ley 136 de 1994, el Decreto Extraordinario 1222 de 1986, se adiciona la Ley Orgánica de Presupuesto, el Decreto 1421 de 1993 y se dictan otras normas tendientes a favorecer la descentralización.
51
»» Ley 655 de 2001: Expide el Código de Minas y se dictan otras disposiciones. »» Ley 715 de 2001: Dictan normas Orgánicas en materia de recursos y competencias de conformidad con los artículos 151, 288, 356 y 357 (Acto Legislativo 01 de 2001) de la Constitución Política y se dictan otras disposiciones para organizar la prestación de los servicios de educación y salud, entre otros. »» Ley 756 de 2002: Modifica la Ley 141 de 1994, establece criterios de distribución de las Regalías por Hidrocarburos, atendiendo los porcentajes de aplicación en los sectores. »» Ley 811 de 2003: Se crean las organizaciones de cadenas en el sector agropecuario, pesquero, forestal, acuícola, las sociedades agrarias de transformación. »» Ley 812 de 2003: Sobre el Plan Nacional de Desarrollo “Hacia un Estado Comunitario” en el programa Manejo Social del Campo, en su iniciativa de consolidación de Centros Provinciales de Gestión y Promoción Agroempresarial. »» Documentos Conpes 3238 de 2003: Estrategias para el fortalecimiento departamental. »» Decreto Nacional 1188 de 2003: Establece procedimientos para la coordinación de funciones administrativas entre el nivel nacional y el nivel territorial. »» Ley 1098 de 2006: Código de la Infancia y la Adolescencia. El artículo 204 establece que el gobernador y el alcalde, en los primeros cuatro meses de su mandato deben elaborar un diagnóstico sobre los temas de infancia, niñez y adolescencia teniendo en cuenta el ciclo de vida, el enfoque de garantía y restablecimiento de derechos, con el fin de establecer los problemas prioritarios y las estrategias a corto, mediano y largo plazo que se implementarán en el plan de desarrollo para atenderlas. Así mismo, determina que el DNP y los Ministerios de la Protección Social y Educación Nacional, con la asesoría técnica del ICBF deben diseñar lineamientos técnicos mínimos que deberán contener los planes de desarrollo en materia de infancia, niñez y adolescencia teniendo en cuenta el ciclo de vida, el enfoque de garantía y restablecimiento de derechos. Las Asambleas y los Concejos, por su parte, deben verificar, para su aprobación, que el plan de desarrollo e inversión corresponda con los resultados del diagnóstico realizado. »» Ley 1122 de 2007: Modifica el Sistema General de Seguridad Social.
52
»» Ley 1122 de 2007. Artículo 33. Plan Nacional de Salud Pública. El Gobierno nacional definirá el Plan Nacional de Salud Pública para cada cuatrienio, el cual quedará expresado en el Plan Nacional de Desarrollo. Su objetivo será la atención y prevención de los principales factores de riesgo para la salud, al igual que la promoción de condiciones y estilos de vida saludables. El parágrafo 2 dice que las EPS y las entidades territoriales presentarán anualmente el Plan Operativo de Acción, cuyas metas serán evaluadas por el Ministerio de la Protección Social, de acuerdo con la reglamentación expedida para el efecto. »» Decreto 416 de 2007. Por el cual se reglamentan parcialmente la Ley 141 de 1994, la Ley 756 de 2002 y la Ley 781 de 2002 y se dictan otras disposiciones. El Artículo 12 establece la destinación de las regalías y compensaciones por los departamentos, distritos y municipios. »» Ley 1151 de 2007: Mediante la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010. »» Ley 1176 de 2007: Mediante la cual se desarrollan los artículos 356 y 357 de la Constitución Política. »» Decreto No. 1689 de 2005: Mediante el cual se adopta el Sistema de Calidad.
NORMAS DE CARACTER DEPARTAMENTAL »» Ordenanza 015 de 1997: Estatuto Orgánico del Presupuesto del Departamento del Huila y sus Entidades Descentralizadas. »» Decreto 1215 de 1999: Adopta las Directrices y Orientaciones para el Ordenamiento Territorial Departamental. »» Ordenanza 078 de 2000: Adopta el Plan de Ordenamiento Territorial Departamental, constituyéndose en la más importante herramienta para orientar el proceso planificador del Departamento del Huila en el largo plazo, cuyas acciones por su impacto social y colectivo, están inscritas en la esfera del interés público y por lo tanto se enmarcan en las competencias y funciones del Estado. »» Ordenanza 037 de 1998: Crea y organiza la red de información del departamento del Huila. »» Ordenanza 032 de 2001: Crea el Sistema de Estadísticas sociales municipales, ordena la elaboración y adopción de indicadores de gestión municipal. »» Ordenanza 007 de 2003: Dicta disposiciones para la evaluación de la gestión del Gobierno Departamental y la calidad de la inversión pública. »» Ordenanza 036 de 2003: Crea el Banco de Estudios Técnicos del Departamento y se dictan normas para su funcionamiento. »» Resolución No. 511 de 2007: Mediante la cual se adopta el Manual de Procedimientos del Banco de Programas y Proyectos de Inversión Pública.
1.2
PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES Y LEGALES
El Plan de Desarrollo se ejecutará bajo los siguientes principios constitucionales y legales. Autonomía El Departamento del Huila, como Entidad Territorial, ejercerá libremente sus funciones en materia de planificación con estricta sujeción a las atribuciones que le asigna la Constitución y las Leyes. Respecto a las relaciones del Departamento del Huila con los Municipios que lo conforman, éstas se rigen por el principio de autonomía responsable, basado en el respeto por la autodeterminación de dichas instancias, apoyando la construcción de las condiciones institucionales, sociales y políticas, para que cada una logre sus objetivos y propósitos en el marco de un proyecto común de región. Ordenación de Competencias El Departamento tendrá en cuenta el ejercicio de las respectivas competencias y la observancia de los criterios de concurrencia, complementariedad y subsidiaridad. Coordinación Las autoridades de Planeación del orden Departamental deberán garantizar que exista la debida armonía y coherencia entre las actividades que realicen a su interior y en relación con las demás Instancias Territoriales, para efectos de Formulación, Ejecución y Evaluación de su Plan de Desarrollo.
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El Planeamiento como Función Pública Por su impacto social y colectivo, las acciones de planeamiento son entendidas como inscritas en la esfera del interés público y por lo tanto se enmarcan en la competencia y las funciones del Estado. El Departamento del Huila entiende la función del planeamiento como una de sus actividades más representativas y públicas, orientada al logro de metas de interés común y a la aplicación del principio de que el bien común prevalece sobre los intereses particulares. Concurrencia, Complementariedad y Subsidiariedad El Departamento del Huila, acogiendo los principios de Concurrencia, Subsidiaridad y Complementariedad y lo consignado en el Decreto 1188 de mayo 23/2003, apoyará, colaborará y/o desarrollará actividades conjuntas con la Nación, los municipios, con entidades públicas y privadas, que operen en el territorio huilense, con la sociedad civil y con otros departamentos, orientadas al logro de propósitos comunes, procurando la mayor eficiencia, coherencia y sentido a las acciones de entidades, instancias o personas y respetando los fueros de competencia de cada uno de ellos. Equidad El plan de Desarrollo propenderá por la igualdad de oportunidades para todos los huilenses, en el entendido que cuanto más igualitaria sea la distribución de los recursos o los bienes, tanto más probable será que el crecimiento del ingreso se refleje en el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Sustentabilidad Ambiental Dar un uso óptimo a los recursos ambientales elementos fundamentales para el desarrollo, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica, posibilitando un desarrollo socioeconómico en armonía con el medio natural y su consideración en las estrategias, planes y programas del plan permitirá definir las acciones que garanticen a las actuales y futuras generaciones una adecuada oferta ambiental. Sostenibilidad Considerada en términos sociales y económicos: En lo social, respetar la autenticidad sociocultural de los huilenses, conservar sus activos culturales arquitectónicos y sus valores tradicionales y contribuir al entendimiento y a la tolerancia intercultural. En lo económico, asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales que permita reducir los niveles de pobreza en el Departamento. Viabilidad
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Las Estrategias, Programas y Proyectos del Plan de Desarrollo, deben ser factibles de realizar según las metas propuestas y el tiempo disponible para alcanzarlas, teniendo en cuenta la capacidad de la Administración, ejecución y los recursos financieros a los que es posible acceder. Coherencia Los Programas y Proyectos del Plan de Desarrollo, deben tener una relación efectiva con las estrategias y objetivos establecidos en el. Participación La participación ciudadana como principio fundamental busca dotar de oportunidades a los ciudadanos para tomar parte en los asuntos que comprometen los intereses generales. Las personas, las comunidades, los diferentes sectores de la sociedad civil y sus organizaciones, sin exclusión alguna, constituyen los sujetos activos en la formulación de las políticas, la
adopción, ejecución y evaluación de las decisiones del gobierno departamental. Por cuanto estas decisiones atañen al interés común, el compromiso de los ciudadanos con la gestión pública será el fruto de un permanente proceso de deliberación y concertación entre los sectores público y privado, entre su gobernante y sus gobernados, apoyado en el ejercicio del liderazgo democrático. Eficiencia La eficiencia es entendida como la capacidad de maximizar los logros y productos sociales con recursos escasos, mediante la utilización racional y un ejercicio permanente de priorización y evaluación de resultados. Los Huilenses requieren un gobierno que logre que los recursos financieros, humanos e institucionales existentes alcancen el mayor rendimiento en términos de la productividad social y de obtener los mayores impactos en el mejoramiento de la calidad de vida y en el logro de un desarrollo humano sostenible. Productividad Crear condiciones favorables y permanentes que permitan que la población huilense realice su trabajo de la mejor forma, generando programas y proyectos eficientes y eficaces, mediante el uso racional del presupuesto y la realización de procesos de seguimiento y evaluación a los recursos asignados. Transparencia La transparencia entendida como condición para la eficiencia del Estado y la no corrupción, es vista como la obligación del Estado de poner al público la información, garantizar el acceso a la misma por parte de la ciudadanía y facilitar el derecho de los ciudadanos y ciudadanas a procesarla y cuestionarla. Es así como, la transparencia la consideramos como una condición esencial para los ejercicios de control social a lo público, y al mismo tiempo como condición indispensable para la rendición de cuentas.
1.3 DIAGNOSTICO CARACTERISTICAS GENERALES DEL DEPARTAMENTO El departamento del Huila fue creado mediante Ley 46 de 1905. Actualmente su capital es el municipio de Neiva y cuenta al censo de 2005 con una población total de 1.011.418 habitantes de los cuales el 59.5% (601.429) están localizados en la cabecera y el restante 40.5% (409.989) en la zona rural. La proyección de población 2007 para el municipio de Neiva, es de 316.033 habitantes, equivalentes al 31.2% de la población total del Departamento. En cuanto a su ubicación geográfica el departamento del Huila se encuentra situado en la parte sur de la región andina localizado entre los 01º 33’ 08” y 03º 47’ 32” de latitud norte y los 74º 28’ 34” y 76º 36’ 47” de longitud oeste.; hace parte de la cuenca alta del río Magdalena, el cual nace en el Macizo Colombiano, lugar donde tiene origen la bifurcación de las cordilleras Central y Oriental.
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El departamento del Huila tiene una extensión total de 19.890 km2 correspondiente al 1,7% del territorio del país. Limita por el norte con los departamentos del Tolima y Cundinamarca, por el oriente con Meta y Caquetá, por el sur con Caquetá y Cauca y por el occidente con Cauca y Tolima. Cuenta con 37 municipios: Neiva -ciudad capital-, Acevedo, Agrado, Aipe, Algeciras, Altamira, Baraya, Campoalegre, Colombia, Elías, Garzón, Gigante, Guadalupe, Hobo, Iquira, Isnos, La Argentina, La Plata, Nátaga, Oporapa, Paicol, Palermo, Palestina, Pital, Pitalito, Rivera, Saladoblanco, San Agustín, Santa María, Suaza, Tarqui, Tello, Teruel, Tesalia, Timaná, Villavieja y Yaguará. El relieve del territorio pertenece al sistema Andino, distinguiéndose a nivel macro cuatro unidades morfológicas: Macizo Colombiano, cordillera Central, cordillera Oriental y el Valle del río Magdalena. El Macizo Colombiano es el lugar donde se origina la cordillera Oriental y nacen los ríos Magdalena, Cauca, Caquetá y Patía. Entre los accidentes más importantes se encuentran el volcán de Sotará, los páramos de Cutanga, La Soledad, Las Papas y los picos de la Fragua.
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La Cordillera Oriental: el departamento comprende el flanco occidental de ésta; los accidentes más relevantes son la serranía de La Ceja, Las Cuchillas de San Isidro, La Ensillada y Gigante; en la cordillera Oriental huilense se destacan dos relieves importantes, en el sur el valle del río Suaza, y en el norte, parte del páramo de Sumapaz. El Valle del río Magdalena: enmarcado por las cordilleras Central y Oriental que se bifurcan en el Macizo Colombiano, donde tiene origen el río Magdalena, el cual corre por el centro del valle. Comprende las tierras bajas, onduladas y planas que bordean el río con alturas inferiores a 800 metros sobre el nivel del mar. El río Magdalena es el eje del sistema hidrográfico del Huila, donde confluyen los numerosos ríos y quebradas que nacen en las divisorias de las cordilleras.
La población, en su mayoría mestiza, tiene su origen principalmente en la mezcla entre los indígenas que habitaban la región y los colonos españoles. En el departamento se encuentran 14 resguardos y se localizan seis etnias: Nasa-Paéz, Gambianos-Páez; Yanaconas; Toma–Paéz, Pijaos, ubicados en 10 municipios. También existen comunidades indígenas reconocidas sin resguardos, ubicadas en los municipios de: Santa María, San Agustín, Timaná, entre otros. Existen 11.544 afrodescendientes aproximadamente. Gráfico 1. Estructura Demográfica por grupos de Edad y Género Departamento del Huila | 2005 Hombre
80 años o más
Mujer 70 a 74 años
60 a 64 años
50 a 54 años
40 a 44 años
30 a 34 años
20 a 24 años
10 a 14 años
0 a 4 años 6,00%
4,00%
2,00%
0,00%
2,00%
4,00%
6,00%
Fuente: Censo DANE 2005
DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE El Diagnóstico de la Dimensión asume el documento elaborado con asesoría del DNP-PNUD, sobre Estrategia Departamental para el logro de las ODM en el Huila 2007, así: Evolución y situación actual de la pobreza en el Departamento La pobreza es considerada como la negación de oportunidades y opciones fundamentales que disponen las personas para conseguir el desarrollo humano sostenible. La condición de pobreza en que vive una persona, familia se manifiesta en la incapacidad para alcanzar los logros básicos de la vida humana de una manera libre2.
2
DNP, SNU. Hacia una Colombia equitativa e incluyente. Informe de Colombia Objetivos de Desarrollo del Milenio 2005. Bogotá, Diciembre de 2006.
57
A nivel mundial, la ONU ha promovido la medición de la pobreza a través de un indicador que señala un nivel mínimo de ingresos, por debajo del cual se considera que las personas son pobres. Si el ingreso personal o familiar es menor de dos (2) dólares diarios (PPA3) se considera que hay pobreza; si el ingreso diario es menor de un (1) dólar se cataloga como en extrema pobreza, sin embargo la medición depende de un umbral llamado la línea de pobreza solo a nivel de país, debido a que las encuestas de hogares no logran un nivel de desagregación con un nivel aceptable de confiabilidad, para salvar este problema de medición se adoptaron los indicadores que permiten medir la pobreza con desagregación municipal, dichos indicadores son el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), el índice de Calidad de Vida (ICV) y el Índice de desarrollo Humano (IDH), que han servido como herramientas útiles para el diseño de políticas públicas. Población con bajos ingresos En Colombia, según el DNP se considera pobre a la persona que vive con menos de $224.370 mensuales y en extrema pobreza a quien tiene un ingreso menor de $90.710 mensuales. En esta perspectiva, se puede abordar el tema de ingresos en el departamento según el comportamiento del mercado laboral. Encontramos, que aunque la tasa de desempleo ha tenido una disminución gradual pasando de 13,1% en 2001 a 12,5% en 2005, el desempleo promedio del Huila es mayor en 1,8 puntos porcentuales, a la tasa registrada a nivel nacional en el mismo periodo. En el 2005, la demanda laboral presentó una contracción en 13.8%, al igual que la tasa de ocupación departamental que disminuyó 4,6% respecto al año 2001. La oferta laboral pasó de 60,52% en 2001 a 57,4% en el 2005, registrando una disminución de 3,12 puntos porcentuales, asociada a un crecimiento moderado de la población económicamente activa. Por su parte, la tasa de subempleo tuvo una disminución de 0.04% durante 2001-2005, pasando de 33,8% a 32,5%; sin embargo, el departamento requiere focalizar sus esfuerzos en la creación y consolidación de una base empresarial industrializada, para garantizar el crecimiento productivo departamental, dinamizando el mercado y mejorando las condiciones laborales y los salarios de los Huilenses. Al hablar de pobreza por ingresos existen dos indicadores importantes que ayudan a tener una imagen de la situación local, el porcentaje de personas que se encuentran en situación de pobreza y el porcentaje de personas que se encuentran en situación de indigencia. Un hogar se considera pobre en Colombia si su ingreso no alcanza a sumar $891.299; en esta condición se encuentra, a 2005, el 59,7% de la población del departamento, diez puntos porcentuales más que el promedio nacional. Por otro lado, la línea de indigencia se corta en $360.444. En Huila el 24 % de la población se encuentra en situación de indigencia por ingresos.
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Si bien, reducir el porcentaje de pobreza por ingresos es una línea de trabajo en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la estrategia para lograrlo no es unidimensional. La pobreza en si tampoco lo es y por tanto requiere de estrategias tanto económicas como sociales, tanto enfocadas en las grandes empresas impulsadotas de la capacidad productiva del departamento, como en los pequeños cultivadores minifundistas y en los integrantes de esos hogares. Es así como lograr reducir la pobreza requiere no solo trabajar en los demás ODM, sino ir de la mano con una visión económica productiva que favorezca al que tiene menos herramientas y capacidades.
3
PPA significa Paridad de Poder Adquisitivo y se interpreta como el tipo de cambio que permite la comparación de precios entre países. Con esta equivalencia, un dólar en Colombia tiene el mismo poder adquisitivo que un dólar en los Estados Unidos
Gráfico No. 4. Línea de pobreza y línea de indigencia Huila y Colombia | 2002-2005 Porcentaje de personas por debajo de la LP e LI 80,00 74,91 70,68 70,00 60,00 50,00
Huila Colombia 66,12
59,72 56,08
53,14
52,46
49,74
43,73
40,00
34,35 30,43
30,00 21,45 20,00
Meta ODM 2015: LP 28,5% 24,26
18,00
17,97
10,00 0,00
Pobreza Huila Pobreza Colombia
15,65 Meta ODM 2015: LI 8,8%
2002
2003
2004
2005
Fuente: MERDP con base en ECH-DANE.
Situación nutricional de la población Huilense La desnutrición se define como un desequilibrio entre el suministro de nutrientes del cuerpo y la demanda de crecimiento del mismo, su mantenimiento y actividades específicas. La desnutrición se manifiesta como la deficiencia del peso con relación a la edad4 y es uno de los principales problemas de salud en los países en desarrollo y poblaciones como el departamento del Huila. Según la Organización Mundial de la Salud – OMS la desnutrición es una de las causas subyacentes del 53% de las muertes de niños menores de cinco años a nivel mundial. El departamento del Huila presenta un estado crítico en desnutrición global, 24 de los 37 municipios tienen tasas de desnutrición global entre el 6% y el 10%, 6 municipios tienen tasas superiores al 10% y 7 de los 37 municipios presentan desnutrición global por debajo del 6%, la capital Neiva, presenta una tasa superior al 6%. A nivel general el promedio del departamento (7,4%) es mayor que el promedio nacional (7%), la pobreza más acentuada en el área rural y la inequidad en la distribución de los ingresos y recursos, profundizan el problema. La desnutrición aguda se presenta cuando un niño experimenta una rápida pérdida de peso en un corto periodo de tiempo. El departamento del Huila supera nuevamente el promedio nacional 1,3% a 1% respectivamente, 2 municipios presentan tasas de desnutrición aguda mayores al 11%, 12 municipios tienen tasas entre el 6% y el 10%, los restantes 23 municipios presentan tasas inferiores al 6%.
4
Una nutrición insuficiente durante un largo periodo de tiempo afectará el crecimiento del niño, lo que se conoce como desnutrición crónica. Si el niño experimenta una rápida pérdida de peso o síndrome de emaciación (wasting syndrom) en un corto periodo de tiempo, padecerá lo que se conoce como desnutrición aguda.
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Mapa 2. Tasa de desnutrición Global | 2006
Fuente: Secretaría de Salud
La desnutrición crónica aparece cuando la alimentación es insuficiente durante un largo periodo de tiempo, afectando el crecimiento del niño. Este es el indicador más crítico para el departamento debido a que los 37 municipios presentan tasas del 13.3%, este tipo de desnutrición supera los resultados presentados a nivel nacional del 12%. Frente al a erradicación del hambre, en el mundo se planteó la meta de reducir a la mitad, entre 1990 y el 2015, el porcentaje de personas que padezcan hambre. Nuestro país busca reducir de 10 a 3% los niños menores de 5 años con peso inferior al normal y disminuir de 17 a 7.5% las personas que están por debajo del consumo de energía mínima alimentaría. Nivel de pobreza: un diagnóstico desde ICV, NBI e IDH
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Indice de Condiciones de Vida (ICV) En el Huila, el ICV aumentó 4,45 puntos, lo que corresponde a un crecimiento de 6,45% durante el periodo 2000-2005, al pasar de 69 a 73,1 puntos. Mejoraron las condiciones de las viviendas tanto en material de paredes y pisos como en abastecimiento de agua, recolección de basuras y eliminación de excretas. Los avances en el desarrollo del capital humano se dieron principalmente en la escolaridad de los niños mayores de 12 años y de los jefes de hogar. Dentro de los aspectos negativos, se observó un crecimiento del hacinamiento, que sin duda evidencia un déficit habitacional en el departamento.
Gráfico 1. Tendencia del ICV - Huila
75
IVC = 2.161 In (X) + 69.88 R2 = 0.545 74.28
74 73 72
73.44
73.44 72.21 71.14
71 70 68.99 69 68 67 1999
2000
2002
2003
2004
2005
Fuente: DANE. Encuesta Continua de Hogares- Total Anual
Evaluando el nivel de pobreza por ICV, es decir todos lo hogares que presentan un valor inferior al mínimo constitucional de 67 puntos, el 49,6% de los hogares se encuentran en esta situación, afectando a 102.303 familias. A nivel municipal, las mejores condiciones de este indicador se presentaron en la capital Neiva, donde para el año 2004, solo el 17,1% de los hogares se clasificaron como pobres por ICV y correspondieron a 9.465 hogares de un total de 55.487. Necesidades Básicas insatisfechas (NBI) Las peores condiciones según el NBI se presentaron en la zona rural, donde el índice para Huila en el año 2005 fue de 48,8% y 53,3% para Colombia, mientras que en el área urbana fue de 21,8% en el departamento y 19,5% nivel nacional. Para el año 2005, Neiva fue el municipio con el porcentaje de NBI más bajo (17,6%), 14,9 puntos porcentuales por debajo del promedio departamental y 10,0 puntos porcentuales del por debajo del promedio nacional; en contraste el municipio de Colombia tuvo el índice más alto (64,8%), 32,2 puntos porcentuales más que el promedio del Huila y 37,1 más que el promedio del país. De la gráfica se puede observar la distancia que existe entre el promedio departamental y los municipios con los mejores y peores indicadores de NBI, esto refleja los graves problemas de desigualdad que se presentan al interior del mismo departamento. La situación es más preocupante si se tiene en cuenta que el promedio nacional corresponde a 27,6% y encontramos que solo 4 municipios se ubicaron por debajo del NBI nacional.
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Gráfico 2. Pobreza por Municipios Según NBI-2005 70.0 53.3
54.2
Tello
49.4
Saladoblanco
50.0
49.3
Algeciras
60.0
Oporapa
64.8
NBI
40.0 30.0 20.0
17.6
21.6
23.6
26.6
29.6
10.0
Municipios con los menores indicadores
Colombia
Tesalia
Campoalegre
Altamira
Yaguará
Neiva
0..0
Municipios rezagados
Fuente Censo 2005 – Cálculos PNDH
Indice de Desarrollo Humano (IDH) El IDH es una medida que el programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) calcula desde 1990 y permite medir y legitimar de manera multidimensional el desarrollo. El indicador comprende tres dimensiones: un ingreso suficiente, que aproxima a la cantidad y diversidad de los bienes y servicios valorados económicamente en un país determinado; una vida larga y saludable, expresada a través de la esperanza de vida y el acceso a la educación. La evolución del IDH en el País en los últimos años ha sido lenta y discontinua5. A partir de 1990 se presentó un avance en la esperanza de vida, que se ha visto contrarrestado por el incremento de homicidios generados por la violencia. Han sido importantes los logros en los niveles de cobertura educativa; sin embargo, el bajo crecimiento económico de finales de los noventa afectó el PIB Per cápita.
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En 1990, el país tuvo un nivel de desarrollo medio6, entre 1990-2003 el IDH aumentó en 0,07 puntos, dicho incremento es explicado por el PIB per cápita, por logros educativos y por el aumento en la esperanza de vida; entre 1997-1999, hubo una caída jalonada por el comportamiento del ingreso y por el logro educativo; ambas variables son el reflejo de la crisis económica de finales de la década. Entre el 2000-2003 se observó una recuperación de 3% explicada por el desempeño del producto y la educación en los últimos años (61% y 25% respectivamente) 7. Para el periodo 2004-2005, se registró una disminución del 1% en el índice, pasando de 0,79 a 0,78; sin embargo, la tendencia observada permite esperar incrementos en los niveles de IDH, hasta alcanzar niveles de 0.90 en 2015.
5 6 7
Programa Nacional de Desarrollo Humano (2003), “10 años de Desarrollo Humano”. Nivel de desarrollo alto: IDH mayor e igual a 0,80, nivel de desarrollo medio: IDH mayor a 0,5 y menor e igual 0,799 y nivel de desarrollo bajo: IDH menor e igual a 0,499. Programa Nacional de Desarrollo Humano (2003), “10 años de Desarrollo Humano”.
Gráfico 3. Indice de Desarrollo Humano Huila y nacional | 2000-2005 0.80 0.79
0.79
0.78
0.78 0.77
0.77 0.76
0.78
0.77 0.78
0.76
0.77 0.76
0.75 0.74 0.73
0.74
0.74
0.74 Huila
0.72
Colombia
0.71 2000
2001
2002
2003
2004
2005
Fuente: DNP/DDS/GCV, ECH-2005, DEE/DNP
La tendencia en el Huila es similar a la nacional, el IDH se ha venido incrementando paulatinamente, pasando de 0,74 en el año 2000 a 0,77en el 2005, si la tendencia continúa, en el año 2008 el departamento del Huila alcanzará un alto nivel de IDH cercano a 0,80, incluso si los esfuerzos se enfocan adecuadamente y logran contrarrestar las necesidades más apremiantes de la comunidad, en el 2015 se estima que el Huila se ubicará en un rango de IDH de 0,86. Si bien el análisis de este indicador muestra que el departamento del Huila ha tenido un incremento en el índice de desarrollo humano desde el año 2000 hasta el 2005, el indicador es aún inferior al del contexto nacional, y aunque está cerca de alcanzarlo, debe todavía seguir mejorando factores como la cobertura y calidad educativa y la distribución de los ingresos entre sus habitantes.
SALUD
El análisis de la situación de salud, es un proceso que pretende caracterizar, medir y explicar el perfil de salud-enfermedad de la población huilense, incluyendo los daños y problemas de salud, así como los factores asociados y sus determinantes. La aproximación descriptiva de la situación de salud de los huilenses más actualizada que se dispone hoy se basa en los registros de estadísticas vitales, registros de salud, el sistema de vigilancia en salud, el Censo de Población DANE 2005, indicadores socioeconómicos DANE 2004 Diagnostico salud mental departamental 2006, Situación Nutricional del Huila – SISHUILA 2006, entre otros. La situación de salud de la población Huilense plantea grandes problemas característicamente asociados a la transición demográfica propia de una sociedad en proceso de modernización con tasas de mortalidad, natalidad y crecimiento decrecientes; así como las características propias de la transición epidemiológica con una progresiva reducción de las enfermedades transmisibles, aunada a un incremento en las enfermedades crónicas no transmisibles, una población con necesidades básicas insatisfechas, una tasa de desempleo alta; bajo desarrollo industrial, con impactos generados por los cambios en hábitos de consumo y comportamiento, los cambios en los sistemas de salud y educación, los cambios en la estructura social y económica, y la situación de conflicto armado registrados en las últimas décadas.
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Las condiciones de vida, los riesgos asociados con la interacción del hombre con el ambiente y otros determinantes de salud, inciden en los estados de morbilidad y mortalidad de los Huilenses. La situación de salud de la población Huilense plantea grandes problemas característicamente asociados a la transición demográfica propia de una sociedad en proceso de modernización con tasas de mortalidad infantil de 15.5X1000 NVR (2005), mortalidad materna de 64.6 x 100.000 NVR(2004), Tasa de natalidad de 22.2% (2005), Tasa Global de Fecundidad de 2.7, tasa de embarazo en adolescentes del 29% (2005), la prevalencia de VIH de 0.087% (2000 al 2007), tasa de incidencia de Tuberculosis de 24.98 casos por cien mil habitantes en el año 2006, la Prevalencia de la Lepra en el 2006 es de 0.69 x 10.000 habitantes. El dengue en el Huila presenta una tendencia creciente, para el año 2007 se ha notificado al sistema de vigilancia SIVIGILA, 2.745 casos de Dengue de los cuales 1.887 son de Dengue clásico (69%) y 858 son Dengue hemorrágico (31%); presentando una tasa de mortalidad de 0.29 x 100.000 habitantes, correspondientes a tres defunciones por shock Dengue Hemorrágico, así mismo una tasa de Letalidad de 0.12%. Del total de muertes registradas en el Huila durante 2005 al año 2007 la mortalidad por las enfermedades crónicas se incrementó, pasando del 62.6% al 63.5%, mientras que la violencia y los accidentes representaron el 28.8% y las del grupo de las transmisibles, maternas, perinatales y de la nutrición el 16.7% (EMSiiS). El cáncer representa otra de las patologías crónicas que registra un incremento importante en su incidencia de cáncer de cérvix, piel, estomago, mama y próstata. La mortalidad por esta causa en el año 2005 era 16.9% al 17.1% en el año 2006 principalmente por el cáncer de estomago y pulmón, ocupando el tercer lugar en la estructura de causas, luego de las enfermedades cardiovasculares y la violencia según datos indicadores socioeconómicos DANE 2004. Los suicidios, a nivel departamental han presentado un incremento importante en el año 1998, pasando de 7.4 en 1997 a 12.3 por 100000 habitantes. En el año 2001, también se presentó un aumento en la tasa pasando de 9.7 en el 2000 a 13 por 100000 habitantes., se disminuyo progresivamente desde el 2001 hasta el 2006 (5.5 por 100.000 hbts.). Entre enero y octubre del 2007 en el en el departamento del Huila se presenta una mortalidad por suicidio de 53 casos, para una tasa de 5.57 por 100.000 habitantes. En cuanto a las muertes por lesiones de tránsito, se observa un incremento en la tasa del Huila entre el 2004 y el 2005, pasando de 17.4 a 20.6 por 100000 hbts., el cual desciende nuevamente en el 2006 a 14 por 100.000 hbts.
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Respecto a los riesgos relacionados con el saneamiento básico, la información disponible muestra que entre 2003 y el 2007 la cobertura de acueducto urbano se incrementó de 95.8% a 99%. En materia de alcantarillado la cobertura aumentó de 91.4% a 94,8%. La cobertura de recolección de residuos sólidos es del 98.5%. La cobertura de servicios públicos guarda una relación directamente proporcional al tamaño del municipio. En lo concerniente a agua potable y saneamiento la cobertura de saneamiento básico rural es de 60 %, sin embargo la calidad del agua sigue siendo deficitaria en la mayoría de los sistemas pequeños y medianos, principalmente en zonas rurales y urbanas marginales. En el Departamento además de la población indígena, los afro colombianos y los desplazados se encuentran otros grupos poblacionales que presentan condiciones de vulnerabilidad mediados por algún grado de discapacidad. En tal sentido, según el Censo de Población de 2005, en el Huila se encuentran registrados 25.994 personas con algún tipo de discapacidad y dentro de estos
9.671 requieren de apoyo para el desenvolvimiento diario. A 31 de diciembre de 2.007 en el Departamento del Huila existen 259.560 personas afiliadas al Régimen contributivo, 724.850 al Régimen Subsidiado, 64.001 afiliados a regímenes especiales correspondientes a población excluida de la Ley 100/93 (Magisterio, Fuerzas Militares, Ecopetrol y parlamentarios). Del total de la población pobre y vulnerable de los niveles 1, 2 y 3 del SISBEN (952.654 personas), 724.850 se encuentran afiliadas al régimen subsidiado y 103.180 al contributivo, alcanzando una cobertura de afiliación al régimen subsidiado del 85.33%, quedando un total de 106.703 personas clasificadas como vinculadas que deben ser atendidas por las I.P.S. Públicas con los recursos asignados por el SGP para atención de la población pobre no cubierta con subsidios a la demanda. Para garantizar la cofinanciación de la continuidad del régimen subsidiado se percibe un déficit económico por parte de los Municipios que deben cofinanciar el 30% comprometido en el proyecto de ampliación de cobertura universal adelantado en el 2005, para lo cual no cuentan en sus presupuestos con recursos propios suficientes, toda vez que al inicio del proyecto se contaba con suficientes recursos del subsidio a la oferta que se transformaron en subsidio a la demanda, con los cuales no se cuenta en la actualidad debido a la disminución de estos recursos por parte del CONPES. Los 37 Municipios del Departamento en su totalidad se encuentran descentralizados para asumir las competencias de aseguramiento, prestación de servicios de salud y salud publica, de los cuales 33 no cuentan con estructura organizacional adecuada, como consecuencia el Departamento ha venido desarrollando actividades de concurrencia en procesos administrativos, financieros, legales y técnicas como también cofinanciación para el desarrollo de proyectos que apuntan al cumplimiento de los objetivos y metas del milenio. El Departamento del Huila cuenta con una red de prestadores de servicios de salud pública conformada por los cuatro (4) hospitales departamentales de II nivel de atención ubicada en los municipios de Pitalito, Garzón, La Plata y Neiva y treinta y siete (37) IPS publicas del primer nivel e igualmente cuenta con la red privada de prestadores de II, III y IV nivel de atención ubicados tanto en el Departamento del Huila como fuera de el. Pero es necesario recordar, que ante la situación financiera presentada por unas instituciones públicas fue necesario acogernos a un convenio de restructuración a diez (10 ) años, en la cual el garante de esa condonabilidad es el Departamento, es así que se reestructuraron dos (2) Eses departamentales (San Antonio de Pitalito y San Antonio de Padua de la Plata) y Cuatro (4) ESEs municipales (Tarqui, Agrado, Campoalegre y Tesalia), cada año se realiza la evaluación correspondiente y en la actualidad se han condonado lo respectivo a dos (2) años. Es necesario evaluar la oferta y demanda de servicios de la red de prestadores y los convenios de desempeño para poder establecer la apertura de nuevos servicios en el Departamento. En cuanto a los retos de mejoramiento de la red pública se debe lograr que cada nivel de atención en salud responda a las necesidades de cada región y resuelva las necesidades sentidas en salud (más operatividad de cada nivel). Respecto al Sistema Integral de Información en Salud –EMSiisSS, que lo conforman 17 submódulos, solamente se está utilizando un 50%. Del total de afiliados al régimen subsidiado, es decir de 724.850 personas han aplicado en la Base de Datos Única de Afiliados un 78.71%, faltando por cargar ante el consorcio Fidufosyga 155.631 usuarios, y que por diferentes inconsistencias han sido glosados (duplicidades, multiafiliaciones inconsistencia de datos). En cuanto al Registro Individual de Prestación de Servicios al año 2007 se tiene información válida y consistente del 50% de las IPS públicas del Departamento.
65
EDUCACION
Cobertura. El Departamento presenta alta proporción de niños y jóvenes sin la debida atención del Sistema educativo del Huila, en los niveles de educación preescolar, básica secundaria y media.
DESCRIPTORES
• En preescolar, la cobertura bruta sólo llega al 44.72%. En el grado Transición (cero) la cobertura bruta es del 76.59% • En Básica Primaria, se evidencia inestabilidad de la matrícula año por año; si bien en la zona rural se ha mantenido una matrícula promedio de 56.500 estudiantes, en la zona urbana bajó de 44.869 estudiantes en el 2003 a 36.780 en el 2007. • En la Básica Secundaria, la cobertura actual es del 79,19% y en Educación media del 49.63% • El promedio de deserción en el departamento durante el periodo 2004–2007 fue 8.2%, hecho que equivale a 13.995 escolares que anualmente quedan por fuera del sistema educativo. • Alta tasa de repitencia y deserción en primero de primaria en los tres últimos años (7.41% y 10.55% respectivamente). • Con recursos del Departamento se beneficia con restaurante escolar únicamente al 46.8% de la población. • La atención con transporte escolar solo se brinda al 23.11% de los 72.462 escolares de primaria y secundaria de la zona rural, en 34 de los 36 municipios no certificados del departamento. • Del total de la población con NEE identificada en el Censo 2005, que es de 4.970 personas entre 5 y 19 años de edad, el Sistema educativo del Huila solo atiende el 24.4%. • De los 1.214 estudiantes con NEE matriculados en el año 2007, solo fueron atendidos con las ayudas correspondientes 527, esto es, el (43.4%). • Solo el 55.5% del total de los municipios no certificados del departamento, participan en la atención de la población con Necesidades Educativas Especiales (NEE) y con todas las ayudas técnicas, profesionales de apoyo y capacitación. • El total de inversión en la Vigencia 2007(RPD) fue solo del 59.27%. • Aproximadamente 43.431 niños y jóvenes en edad escolar no son atendidos por el Sistema regular, lo que equivale al 25% de esta población.
Calidad. Bajo nivel de aprendizajes y desarrollo de competencias básicas, ciudadanas y laborales de los escolares de educación preescolar, básica y media del departamento del Huila.
DESCRIPTORES 66
• Rendimiento general promedio de 44.8 en los últimos cuatro años, en las pruebas de Estado para Ingreso a la educación superior. • 66% de establecimientos ubicados en categorías Medio, Bajo e Inferior en las pruebas de Estado para ingreso a la educación superior. De este porcentaje, el 23.5 % se ubican en categorías Bajo e Inferior. • Solo el 15% de los establecimientos oficiales ofrecen educación media técnica. • En una escala de 1 a 10, el promedio con el que los escolares califican la ocurrencia de acciones intimidatorias en el seno de sus comunidades es superior a cinco. Esta misma valoración se obtuvo para: • Reconocer la realización de comportamientos agresivos en el seno de sus comunidades educativas. • La inexistencia de ambientes para la práctica de la ciudadanía (convivencia, participación,
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pluralismo). No interpretar adecuadamente las acciones de sus compañeros y docentes. No entender adecuadamente el punto de vista de los demás. El 17% en promedio de los escolares de quinto y noveno grado no alcanzan el Nivel de logro mínimo esperado en el área de matemáticas, frente al 5% como máximo aceptado por el MEN. Más del 25% de los escolares de quinto y noveno grado se quedan en el Nivel de logro mínimo esperado en las áreas evaluadas en la prueba Saber frente al 20% como máximo propuesto por el MEN. Menos del 20% de los escolares de quinto y noveno grado alcanzan el máximo Nivel de logro en las áreas evaluadas en la prueba Saber frente al 55% mínimo esperado por el MEN. Mas del 18% de los estudiantes del departamento culminan su educación media con un nivel bajo en el desarrollo de cada una de las competencias evaluadas en las áreas del Núcleo común. Menos del 5% de los estudiantes alcanzan un nivel alto en el desarrollo de sus competencias, al terminar la educación media. En el 13.2% de los establecimientos no existe gestión académica, administrativa, comunitaria, directiva y financiera o esta es deficiente.
Eficiencia. Bajo Nivel de integración de recursos físicos, humanos y financieros frente a los procesos administrativos y pedagógicos en las instituciones educativas, que no permite optimizar resultados en términos de cobertura y calidad educativa en el departamento del Huila.
DESCRIPTORES
• En una escala de valoración de 1 a 5 puntos, apenas 3.5 es el nivel de satisfacción del cliente frente a la prestación del servicio educativo en la Secretaría. • El porcentaje de Efectividad en la respuesta a las PQR es de un 69% • 65% de Equipo de cómputo con configuración desactualizada. • Únicamente 400 Sedes Educativas de las 1642 están conectadas en red (Internet) • Herramienta de Internet, página Web, con pocos transaccionales. • Insuficiencia del canal de comunicación a Internet • 33.5% de necesidades insatisfechas en bienes muebles e inmuebles • No existe Inventario de bienes muebles e inmuebles actualizado. • 13.15% de vacantes de personal docente y directivo docente • El 6.6% de los establecimientos se encuentran en régimen controlado • Cubrimiento tardío de vacantes (Provisión oportuna de cargos vacantes) • Menos del 64% de los EE prevén mantenimiento de equipos, cuentan con las condiciones pedagógicas necesarias para el desarrollo de los procesos de aprendizaje en sus aulas y ha incluido los procesos y procedimientos administrativos para garantizar su funcionamiento. • Solo el 31% de los EE cuentan con inventarios de recursos, historias laborales, medios didácticos y tecnológicos y archivo institucional actualizados o debidamente legalizados. • Solo el 66.7% de los EE evalúan y retroalimentan sus planes de mejoramiento teniendo en cuenta los resultados de las pruebas SABER, ICFES, la evaluación de desempeño y la evaluación institucional.
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INFANCIA Y ADOLESCENCIA Frente al enfoque poblacional y ciclo vital, encontramos: • Mortalidad Materna, perinatal e infantil, por causas prevenibles en razón a la falta de empoderamiento de la familia para identificar riesgos; asumir prácticas de auto cuidado y de canalización oportuna al organismo de salud para su atención; por dificultades de acceso al servicio de salud; la falta de oportunidad y calidad en la atención y prestación del servicio; baja eficiencia y eficacia en los procesos y procedimientos para la atención de la materna. • Alta prevalencia y riesgo por embarazos en adolescentes. • Mortalidad por desnutrición en menores de cinco años, por factores estructurales como nivel de pobreza; altos índices de necesidades básicas insatisfechas especialmente en el área rural; saneamiento básico. • Plan Departamental de Seguridad Alimentaría y Nutricional deficiente en las líneas de disponibilidad alimentaría a nivel local y comunitario; acceso a agua potable; control fitosanitario en toda la cadena alimentaría; educación. • Incremento progresivo (3 casos en 2003; 5 casos en 2004 y 7 casos en 2005) de VIH/SIDA en los menores de 18 años, por deficientes procesos de formación para el auto cuidado para el manejo de la sexualidad. • Ausencia de procesos formativos sobre adecuadas pautas de crianza, promoción, protección y apoyo a la lactancia materna y alimentación saludable. • Continúa la patología del suicidio en la población menor de 26 años con una tasa de 57.0 en el 2007. • Incremento de las conductas delictivas de los menores de 18 años: 462 adolescentes en 2007. • No se han desarrollado en el departamento las Políticas Intersectoriales de Erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes y la de Erradicación del Trabajo Infantil. • La falta de infraestructura para la atención de los adolescentes vinculados al Sistema de Responsabilidad Penal, en los siguientes servicios: Creación del Centro de Servicios Judiciales para Adolescentes, Centro Transitorio para Adolescentes, Centro Semicerrado, Centro Cerrado para Mujeres, Servicio Especializado para Menores De Catorce Años que han cometido delitos. • Carencia de espacios de recreación adecuados y seguros en los 37 municipios, para la población menor de 7 años. • La deserción y alto grado de repitencia escolar.
JUVENTUD 68
Frente a la garantía de derechos hacia la juventud, el país ha avanzado con la construcción de la política de atención (Ley 375/97 ), la cual visibiliza a los jóvenes buscando su participación en los diferentes escenarios, priorizándolos en el acceso a bienes y servicios del Estado y ampliando las oportunidades sociales, económicas y culturales para ingresar al mercado laboral. El departamento del Huila acoge la política mediante la ordenanza 064/2004 (Política Departamental de Juventud), desde la cual se posibilitó la elección del los primeros 37 consejos municipales de juventud y el Consejo Departamental de Juventud. Sin embargo, esta política no ha logrado su desarrollo integral, por la dificultad en la articulación y falta de compromiso de los diferentes sectores del gobierno, todo esto aunado a las dificultades de orden público, el desempleo, la falta de claridad y oportunidad; además la baja oferta institucional ha generado
en nuestros jóvenes apatía, baja participación y poca credibilidad frente al desarrollo de los mismos. La participación de los jóvenes en el departamento del Huila se posibilitará en la medida en que se de aplicación total a la Ley de Juventud y se garantice la participación de todos los actores tanto gubernamentales, privados y sociales en la búsqueda del restablecimientos de sus derechos.
MUJER La historia nos evidencia, que la mujer con el transcurrir de los años no contaba con herramientas jurídicas, que permitieran su vinculación efectiva en las actividades de desarrollo local, regional y nacional. Por lo anteriormente expuesto hemos podido identificar que con el transcurrir de los días se ha despertado en ellas la necesidad de vincularse en acciones tendientes a demostrar que su papel no se puede medir desde el punto de vista de ser mujer, como procreadora sino como creadora de acciones integrales que contribuyan al accionar co-administrativo en línea paralela del hombre no buscando con ello el superar al género masculino sino el de consolidar esfuerzos. Es de relevante interés destacar que aunque ahora existen herramientas jurídicas que evidencia la inclusión de la mujer en políticas de beneficio integral, la sociedad no tiene credibilidad en los procesos de participación y no se encuentra un derrotero claro que direccione con medición el verdadero beneficio. Por tal motivo la participación de la mujer en los diferentes escenarios, político, productivo y social sigue siendo reducido. De otra parte los análisis de datos estadísticos demuestran altos índices de violencia en el departamento tal como se evidencia en la tabla siguiente: DENOMINACION
EDAD
Mortalidad Materna Violencia Intrafamiliar Violencia Verbal Violencia Psicológica Violencia Física incluida violación Violencia Física lesión física Fecundidad Adolescente VIH SIDA
15-19 18-69
PORCENTAJE
AÑO
78.7% 40.0% 35.0% 46.0% 81.0% 4.0%
2005 2005 2005 2005 2005 2005
11.3% 29.0%
1990-2005 2005
La apertura de espacios para la participación política de la mujer data de 1957, año en que se estableció el voto femenino. En los siguientes 50 años hasta la fecha, ha ido ganando posiciones; no obstante, aún es baja su participación en las elecciones, en los resultados y en los cargos directivos de las entidades públicas. A nivel nacional, en 2003, la participación femenina en las candidaturas a las alcaldías municipales fue del 9,75%; en las elecciones realizadas en octubre de 2007 para el período 2008-2010 esa participación subió a 11,95%. En los resultados electorales, las mujeres obtuvieron en 2003 el 8,4% de las alcaldías y en 2007 el 9,02%, mostrando un ligero avance en la participación; dicho progreso se hace más visible al comparar el número de alcaldesas elegidas en ambos períodos: mientras en 2003 obtuvieron 77 alcaldías, en 2007 lograron 100. PLAN DESARROLLO NACIONAL. Tal aumento en la cuota de alcaldías no se refleja, sin embargo, en el indicador de éxito electoral: éste fue de 24,3% en 2003 y se redujo a 17,8% en 2007, explicado por una mayor cantidad de
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candidatas en 2007. El número de candidatas pasó de 317 a 563, con un incremento del 77% PLAN DE DESARROLLO NACIONAL. Para los concejos, los avances en la participación femenina fueron más moderados: en las candidaturas, su participación llegó a un 18% y en las curules, a un 14,5%. En las gobernaciones, el número de candidatas pasó de 8 a 14; Tal como ocurrió en 2003, sólo una de ellas logró ser elegida. PLAN DE DESARROLLO NACIONAL. En el Huila, pese a mostrar avances en la participación femenina en la política, para el período 2004-2007 sólo 4 mujeres ocupaban el cargo de alcaldesas, 48 concejalas (12% de las curules disponibles) y cerca de la mitad de las personerías era desempeñada por mujeres O.D.M. informe Huila La participación en cargos directivos era más alta (42,4%), aunque dispar entre entidades descentralizadas y municipios. En 2005, la participación femenina era mayoritaria en los municipios de Timaná, Guadalupe, San Agustín y Agrado; en 5 municipios ocupaba menos de una tercera parte de los cargos y en dos no tenía participación. La Política de equidad de género en el departamento del Huila será posible a través de la articulación de programas y proyectos cuyo objetivo final sea el reconocimiento de sus potencialidades, la restauración de sus derechos, la protección frente a todo tipo de violencia y finalmente la generación de Habilidades en la mujer a través de procesos de formación e información que le permita intervenir y decidir sobre los procesos de desarrollo local y regional.
ADULTO MAYOR El Gobierno Nacional puso en marcha el Programa de Protección Social al Adulto Mayor (PPSAM), consistente en la entrega de un subsidio económico en efectivo y en servicios sociales básicos o complementarios. Sin embargo, un número importante de adultos mayores en condiciones de pobreza y vulnerabilidad, continúan excluidos de algún tipo de asistencia social. El Programa Nacional de Alimentación para el Adulto Mayor “Juan Luis Londoño de la Cuesta”, se constituye en una alternativa para ofrecer servicios básicos de alimentación a las personas más pobres y vulnerables, que contribuyan a mitigar su situación. De acuerdo con los datos del Censo General 2005 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE (Población censada compensada 2005 por municipios y grupos de edad), la población actual en el Departamento del Huila es de 1.006.797 y de esta 84.020 corresponde a la población de 60 y más años en el departamento.
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Teniendo como parámetro el ejercicio realizado por el Departamento Nacional de Planeación que con base en la Encuesta de Calidad de Vida del año 2003, calculo que las personas bajo la Línea de Pobreza en el país correspondían a un 53.2% del total de la población para este año, es decir que para el Huila serian 535.616 personas y de éstas, el 12.1% de la población mayor de 60 años está bajo la Línea de Indigencia, es decir 64.809 Adultos Mayores. Los Adultos Mayores en condición de vulnerabilidad y desplazados del departamento del Huila se intervienen a través de estos dos programas, en el cual participan el Ministerio de la Protección Social, el ICBF y los Entes Territoriales, con una cobertura en el Programa de Protección Social al Adulto Mayor (PPSAM) de 15.857 adultos, y de 11.713 adultos en el Programa Nacional de Alimentación al Adulto Mayor “Juan Luis Londoño de la Cuesta” (PNAAM), para una cobertura total en el departamento de 27.570 adultos mayores. El Gobierno Departamental, atiende a los adultos mayores a través de los servicios de salud, recreación, cultura, aporte para sostenibilidad y mejoramiento de los ancianatos.
DISCAPACIDAD Finalmente, deben considerarse otros grupos poblacionales que presentan condiciones de vulnerabilidad mediados por algún grado de discapacidad. En tal sentido, según el Censo de Población de 2005, en el Huila se encuentran registrados 25.994 personas con algún tipo de discapacidad y dentro de estos 9.671 requieren de apoyo para el desenvolvimiento diario. Según el Censo del DANE 2005, el 7.8% de la población huilense está en situación de discapacidad. Por su parte la Organización Mundial de la Salud ha indicado que países en desarrollo como Colombia, el crecimiento de esta población es del 40%, lo que presume un significativo aumento de esta población en los próximos años. Actualmente los 37 municipios del departamento, no cuentan con el registro de localización y caracterización de la población con discapacidad. La inequidad que vive el Departamento del Huila y los comportamientos de la sociedad en general frente a la población con Discapacidad, con sus barreras físicas, actitudinales y sociales de discriminación, frente a los derechos que deben ejercer estas personas, lo demuestra el alto porcentaje de huilenses en situación de discapacidad. A pesar que existen lineamientos internacionales como los de las naciones Unidas ONU, la organización Mundial de la Salud OMS, la Organización Internacional del Trabajo OTI, lineamientos Nacionales con sus políticas y programas propios como los del Ministerio de Educación Nacional, Ministerio de la Protección Social entre otros, para la atención de la población en situación de Discapacidad no existe coordinación y unidad de criterio.
ETNIAS El sistema de organización y administración interna como autoridades tradicionales no experimentan cambios que les permitan ubicar la interculturalidad como dimensión de desarrollo para la pervivencia. Efectos: • El período de mandato de un Gobernador Indígena, no les permite fundamentar un programa a mediano y largo plazo. • Los planes de vida no son elaborados desde una verdadera cosmovisión de las comunidades indígenas, toda vez que se realizan por contratistas, con poca participación de las mismas. • Los sistemas de elección de un gobernante son mecánicos y no obedecen a unos criterios definidos según la necesidad por el respeto a las tradiciones y a la autoridad tradicional que representa. • La educación que reciben no les brinda oportunidades de trabajo. • Jóvenes sin ocupación productiva, engrosando la problemática de farmacodependencia. • Indígenas que han logrado un nivel de educación superior o pregrado no retornan a sus comunidades aportando sus conocimientos para el desarrollo de las mismas.
CULTURA El Huila posee importantes ventajas comparativas relacionadas con los atractivos y riqueza tanto natural como cultural, soportadas en las manifestaciones de su Patrimonio material e inmaterial. Estas incluyen el patrimonio natural, los valores espirituales, estéticos, tecnológicos, simbólicos y toda forma de creatividad que se expresa en las manifestaciones festivas, literarias, lingüísticas,
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sonoras, audiovisuales, musicales, costumbristas, artesanales, artísticas, arquitectónicas, arqueológicas, museológicos y de conocimiento ancestral. Dentro de la riqueza patrimonial del departamento se encuentra la identificación y declaratoria de 82 Bienes inmuebles de interés cultural de carácter Departamental, 7 Bienes Culturales inmuebles de Interés Nacional y 1 Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. La naturaleza multicultural del Huila, se ve representada igualmente por la diversidad étnica y cultural, aunque la mayor parte de su población es mestiza, la presencia de indígenas y afro colombianos, que se han organizado en instituciones sociopolíticas, ha llegado a ser significativa en la última década, alcanzando las 10.000 personas aproximadamente. La institucionalidad del sector de la cultura, que con sus programas y proyectos vienen cumpliendo funciones de divulgación, preservación y apropiación social del patrimonio, a partir de sus variadas e innumerables actividades, se ven representadas en primera instancia por el Museo Arqueológico Regional y el Museo de Arte Contemporáneo, conformando un sistema de 15 Museos que se han implementado a nivel municipal; el Sistema de Información Cultural SINIC, el Sistema Departamental de Cultura con los Consejos municipales y el Consejo Departamental de Cultura, los Institutos Municipales y Casas de la Cultura; las Escuelas de Formación Artística y Cultural; el Plan Departamental de Bandas; el Plan Nacional de Música para la Convivencia; el Plan Nacional de Lectura y Bibliotecas; el Conservatorio; la Biblioteca Departamental Olegario Rivera y 25 Bibliotecas públicas municipales; el proyecto de Etnocultura con las asociaciones afro colombianas y los cabildos indígenas; la Emisora Cultural; el Fondo de Autores Huilenses; el proyecto de Patrimonio y su Programa Vigías de Patrimonio y el gremio de artesanos, entre otros; los cuales dan cuenta de la diversidad de expresiones culturales con que cuenta el Departamento y los diferentes ejes de acción con sus programas y proyectos. Estas manifestaciones con un bagaje cultural de larga trayectoria histórica, imprimen un sello identitario al Departamento del Huila y al huilense. Al mismo tiempo se constituyen en soporte de desarrollo económico y de equidad social, basado entre otros en el turismo ecológico y cultural. Sin embargo, pese a este potencial se ha subutilizado el Patrimonio que existe en el Departamento, teniendo en cuenta que el sector tan sólo ha concentrado su accionar en el reconocimiento y rescate del mismo, sin lograr avances importantes en la investigación, innovación, divulgación, levantamiento de inventarios, apropiación social y protección del patrimonio tangible e intangible. En consecuencia, no se han fortalecido los valores de identidad, generación de empleo y mejoramiento de la calidad de vida, tanto de quienes dependen de manera directa como los que los hacen en forma indirecta del sector.
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Por otra parte, no existe política pública que genere procesos de consolidación de la industria cultural, que redunde en oferta de bienes y servicios culturales sostenibles y competitivos; así, ha sido difícil ampliar nuevas rutas para dinamizar la economía soportada entre otros en el diseño e implementación de los productos turísticos culturales del Departamento. Este desconocimiento y la no apropiación del huilense de su patrimonio ha llevado a la aculturación, saqueo y guaquería reflejado en la destrucción del patrimonio. Ahora bien, frente a esta situación es necesario direccionar políticas públicas que conduzcan a la preservación y a la conservación con participación de las instituciones y todos los sectores de la población. A la problemática del sector cultural, sin duda alguna se le debe sumar la falta de estudios e información estadística actualizada, que permita medir el consumo cultural, así como los aportes económicos del sector al mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de la región,
toda vez que es un sector que aporta valores agregados en lo social, lo económico y lo cultural a todos los sectores de la población. Se hace necesario hacer énfasis en el hecho que sólo las manifestaciones culturales y la historia de esta región, junto con las condiciones únicas del entorno natural y paisajístico, le dan sentido y soporte al turismo cultural, para diferenciarse frente al resto del país y del mundo; razón por la cual se requiere importantes esfuerzos y recursos que permitan aprovechar un sector subutilizado para la economía productiva y competitiva del Departamento; para lo cual también se debe ampliar y recuperar la infraestructura de los escenarios culturales en el. Departamento, necesario para propiciar los espacios adecuados para el reconocimiento, el encuentro y diálogo entre las culturas, así como la formación de público, la promoción de las expresiones culturales y el fortalecimiento de la identidad.
DEPORTE, RECREACION Y APROVECHAMIENTO DEL TIEMPO LIBRE
Con base en el contexto sociopolítico y cultural del departamento del Huila y las debilidades y amenazas del INDERHUILA como ente departamental del deporte, la educación física, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre; se define como problemática central la insuficiencia de recursos económicos para generar espacios con los cuales se pueda atender una mayor población de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, toda vez que los recursos cuenta para desarrollar cualquier acción en pro de quienes se benefician de los servicios del Instituto, sumado a esto ,los municipios no cuentan con oficinas propias del sector que estén en funcionamiento lo que hace que el desarrollo deportivo y recreativo sea muy bajo, al igual hay insuficiencia de personas idóneas que manejen los diferentes clubes y ligas deportivas permitiendo tener pocos deportistas que nos representen a nivel nacional, además el deporte competitivo esta centrado en la capital; y el departamental no posee suficientes escenarios deportivos en buen estado que permitan la práctica masiva del deporte tanto competitivo como recreativo.
VIVIENDA
El déficit habitacional del Departamento del Huila a 2005, es del 29.7% equivalente a 59.809 viviendas. Si bien el desarrollo de la política de vivienda y específicamente de la vivienda de interés social en el ámbito local es de competencia municipal, los departamentos como entes territoriales pueden intervenir en desarrollo de los principios de subsidiaridad, complementariedad, concurrencia y cofinanciación. El sector carece de un sistema de información articulado que permita establecer con oportunidad y confiabilidad el déficit cuantitativo y cualitativo de la vivienda en el departamento. El principal inconveniente que tiene el sector es la insuficiencia de recursos de los municipios y del departamento. Los cupos de subsidios para el Huila a nivel nacional son muy limitados y el departamento depende de estos para cumplir con las metas.
AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO BASICO Para este efecto presentamos el estado del Sector según Indicadores de Cobertura Nominal del Servicio. Hace referencia a la posibilidad de acceder a los servicios, sin tener en cuenta la continuidad, cantidad y calidad.
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Acueducto Global: El Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial, estableció, este indicador, con el fin de determinar un parámetro general incluyendo la zona urbana y rural, al 2007 se alcanzó el 93%. Zona Urbana: Cobertura 99.4%, un promedio de 5139 viviendas carecen del servicio. Sector Rural: Cobertura 78%, más de 16.000 familias carecen de un sistema colectivo. Cobertura en calidad Calidad de Agua Urbana: El 94.59% de los Municipios en el área urbana, suministran agua potable a las comunidades. Calidad de Agua Rural: Aproximadamente el 5% de las comunidades rurales cuentan con un sistema de tratamiento de Agua. Alcantarillado Global: Se alcanzó el 78%. Zona Urbana: Cobertura 98%, un promedio de 7.500 viviendas carecen del servicio. Sector Rural: Cobertura 44.9%, más de 55.000 familias carecen de un sistema colectivo. Cobertura en calidad Tratamiento de Aguas Residuales Urbana: El 32.43% (12 municipios) de los Municipios en el área urbana cuentan con un sistema de tratamiento de aguas residuales, el 16.22% (6) se encuentra construyendo el sistema, el 24.32% (9) cuenta con estudios y el 27.03% (10) carecen de estudios. Otros indicadores Micro medición Urbana: El 86.49% de los Municipios cuentan con Micro medición. Micro medición Rural: El 31.69% de los sistemas de Acueducto cuentan con Micro medición. Agua no Contabilizada: El 45% del agua que suministran los acueductos urbanos no se contabiliza. Continuidad del Servicio de Acueducto: La continuidad del servicio del Acueducto en el área urbana alcanza las 22 Horas/día. Diagnostico rural: El Departamento y los Municipios carecen de una información básica que les permita conocer la situación actual y real del sector de Agua Potable y Saneamiento Básico en la zona rural, que sirva, como herramienta para la orientación de las inversiones
SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y ORDENAMIENTO TERRITORIAL 74
MEDIO AMBIENTE El Departamento tiene una extensión de 662.574 Has, de ecosistemas estratégicos, donde se destacan ecosistemas de los páramos húmedos ubicados en los PNN Nevado del Huila, Puracé y Sumapaz, los bosques bajo densos presentes en las estribaciones de las Cordilleras Oriental y Central unidos por el Corredor PNN Guacharos – PNN Puracé, y los bosques medio denso andinos y alto andinos de roble localizados en las estribaciones de la cordillera oriental y central en la jurisdicción de los municipios de Suaza, Garzón, Algeciras, Colombia, La Argentina, Oporapa y La Plata. Se identifican en el departamento tres corredores de conservación: Corredor del Valle Alto del río Magdalena asociado a las áreas de bosque seco tropical, la Eco región de La Tatacoa, el Corredor del Macizo Colombiano y Corredor Trasandino Amazónico. Sobre ellos se localizan
importantes áreas naturales como, los 5 Parques Nacionales, los Parques Naturales Regionales Cerro Páramo Miraflores y Serranía de Minas y las áreas naturales Cerro Banderas Ojo Blanco y Siberia. El Huila posee 622.074 hectáreas (32,3% del área departamental) en ecosistemas secos, de los cuales 572.173 hectáreas (29,7%) se encuentran en desertificación. El porcentaje de área con desertificación en los municipios afectados principalmente son: Altamira (99.4%), Villavieja (99.3%), Yaguará (84,5%), Palermo (78,4%), Hobo (72,6%), Paicol (69,2%), Aipe (67,8%), Campoalegre (67,7%), Agrado (63,5%), Baraya (54,6%), Tello (52,7%), Gigante (50,4). El desierto de la Tatacoa corresponde a una serie de formaciones de matorral espinoso, cardonales, y algunas formaciones transicionales hacia selvas perenifólios y caducifolias estacionales. Se encuentran 72 especies a nivel de avifauna, adaptadas a condiciones de aridez. El área del desierto presenta conflictos de uso. Se han identificado 40 subcuencas hidrográficas y un total de 535 áreas de cuenca debidamente delimitadas y codificadas, incluyendo el cauce del río Magdalena y el Embalse de Betania y 146 pequeños afluentes directos del Magdalena. Según la priorización de las cuencas las 10 primeras ordenadas de mayor a menor importancia, son: Río Ceibas, quebrada Garzón, río Yaguará, río Suaza, quebrada Majo, río Guarapas, río Cabrera, río Frío (Rivera), río Neiva y río Páez. Se inició el proceso de formulación de los Planes de Ordenamiento y Manejo de las Cuencas Hidrográficas (POMCH) del río Las Ceibas (Neiva) y Guarapas (con énfasis en la cuenca del río Guachicos). Las cuencas hidrográficas que presentan mayor déficit hídrico debido a la afectación del recurso bosque y la pérdida de cobertura forestal protectora se localizan en las subregiones centro y norte del Huila, que incluyen a municipios con alta densidad poblacional y/o donde se desarrollan las principales actividades agrícolas bajo riego (Neiva, Campoalegre, Hobo, Rivera, Yaguará, Palermo, Tello, Villavieja, Gigante y Garzón). La ampliación del área cultivada, así como la consolidación de cultivos como tabaco, fríjol, tomate de mesa y frutales, ha representado una mayor presión sobre el bosque, por la utilización de tutores y emparrado y una mayor demanda de recurso hídrico para el riego de los mismos. Igualmente, se presenta un incremento poblacional del Departamento que alcanzó casi el 33% entre 1993 y 2005, representando un aumento en aproximadamente 62.000 m3/día de consumo de agua (0.7 m3/Seg.). Las cabeceras de los municipios de Neiva, Pitalito y Garzón registran un Índice de Escasez Hídrica entre media y alta. El índice de eficiencia en la prestación del servicio de acueducto, supera el 50% en el departamento del Huila. Las subcuencas que presentan mayor grado de erosión corresponden al sector Guayabo–Betania y a las subcuencas de los ríos Yaguará, Aipe, Villavieja y Baché, donde las subcuencas más afectadas son las de Fortalecillas, Aipe, Cabrera y Baché debido al uso inadecuado del suelo. De las 37 cabeceras municipales del Huila, sólo 12 tienen infraestructura para el tratamiento de sus aguas residuales, las cuales producen un caudal estimado en 263 lps. El Departamento con el fin de proteger las cuencas hidrográficas ha adquirido en cofinanciación con las administraciones municipales 22.659 hectáreas entre el 2003 y 2007, ubicadas en los nacimientos de las diferentes fuentes hídricas que surten los acueductos municipales y veredales. El 46% del territorio Departamental presenta conflicto alto por uso del suelo, asociado principalmente a la intervención y/o transformación de ecosistemas naturales. Cada año se utilizan 81.782 m3 de madera que corresponde a 58,8 millones de postes y/o varas; además se demandan 1.782.000 cajas para embalaje de tomate y otros productos. Se podría estimar que corresponde a un área intervenida de bosque natural aproximada de 1.363 has., si consideramos que en promedio se estima 60m3/ha. Se presenta un uso indiscriminado de agroquímicos e
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inadecuada disposición de residuos peligrosos (residuos, envases y empaques), los cuales se estiman en 490.000 unidades cada año. La contaminación de fuentes hídricas, con residuos del proceso de beneficio del café, son del orden de 516.000 Ton./año. La explotación minera se lleva a cabo con métodos y técnicas de carácter artesanal, bajos rendimientos en la producción, altos costos de extracción, baja calidad de los materiales aprovechados e impactos ambientales de consideración. 31 municipios registran actividad minera, con un total de aproximadamente 370 unidades mineras, de las cuales apenas un 72% se encuentran activas; un 35% del total son explotaciones de hecho, pues no cuentan con la respectiva licencia para su funcionamiento. El sector pecuario realiza esta actividad de manera extensiva y en varios casos en zonas cuyo uso no es apto para la misma, al punto que se estima en más de 400.000 Has. es el área en conflicto de uso. Esto contribuye a los problemas de erosión, compactación y pérdida de productividad de los suelos. La represa de Betania, presenta conflicto ambiental por uso del cuerpo de agua, la actividad económica principal es la producción de tilapia que corresponde al 20.9% de la producida en el país y el 58% del Departamento; ambientalmente cabe destacar la retención de sedimentos y regulación de caudales. A pesar del crecimiento y consolidación de la actividad piscícola no se ve definido el ordenamiento y manejo integrado del cuerpo de agua. Paralelamente se desarrollan actividades como la pesca artesanal desorganizada, con insuficiente monitoreo de los métodos de pesca anti ecológicos utilizados. El embalse se comporta como una gran laguna de oxidación, prestando el servicio de tratamiento de aguas servidas a todos los municipios de la cuenca del Alto Magdalena. La deforestación y las altas tasas de erosión contribuyen con un aporte elevado de sedimentos, material en suspensión y nutrientes en el agua que alteran las propiedades físico químicas, así como también la ubicación de plantas de beneficio en áreas próximas o sobre fuentes directas del embalse afectan de manera considerable la eutrofización del embalse y en consecuencia la vida útil del mismo. Se han reportado en el Departamento la existencia de 114 Has. de cultivos ilícitos (amapola), distribuidas en los municipios de Algeciras (75 Has.), Iquira (32Has.), Teruel (3 Has.), Gigante (4 Has.); en el año 2007, se erradicaron 17 Has. en el municipio de Algeciras; igualmente en la zona de colonización abierta sobre el eje vial Suaza–Florencia.
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El Departamento del Huila posee una extensión de 8.723 km2 en el Macizo Colombiano, complejo hidrológico de 65 cuerpos lagunares, 13 páramos y una gran riqueza florística que alberga el 10% de la flora nacional. Los Municipios del Departamento del Huila con jurisdicción en la ecoregión del macizo Colombiano según el IDEAM en el año 2002 son: San Agustín, Isnos, Saladoblanco, Oporapa, La Argentina, La Plata, Tarqui, Pital, Iquira, Teruel, Santa María, Palestina, Pitalito, Acevedo, Suaza, Nátaga, Paicol, Timaná y Elías. En esta Ecoregión se encuentran los Parques Nacionales Naturales Cueva de los Guácharos, Puracé, Nevado del Huila y Serranía de Las Minas (en proceso de declaratoria). El Proyecto Corredor Biológico permite conservar un área de 84.000 Has. de ecosistemas naturales existentes en la zona entre los Parques Nacionales Naturales Puracé y Cueva de los Guácharos, facilita los procesos de conectividad biológica, social y cultural entre estas dos áreas protegidas. Comprende 122.000 Has. en jurisdicción de los municipios de San Agustín, Pitalito, Acevedo y Palestina, y forma parte del Macizo Central Colombiano. Se evidencia un agotamiento de la oferta natural, con niveles de pobreza y marginalidad, baja rentabilidad de los sistemas productivos tradicionales imperantes, los cuales se incrementan permanentemente con la pérdida de la productividad del suelo y la desaparición de valiosas especies, aspectos que se traducen en permanentes conflictos entre los habitantes del Macizo, por uso inadecuado de la tierra y el agua; deforestación; incremento de los cultivos de uso ilícito, uso indiscriminado de
agroquímicos; expansión de la colonización y de la frontera agropecuaria; sistemas de producción inadecuados; agrosistemas en pendientes fuertes y en zonas de páramos; procesos erosivos y desestabilización del suelo; remoción en masa, potenciales amenazas geológicas; inequidad en la distribución de las tierras productivas.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL El Departamento del Huila se percibe como un territorio estratégico en los aspectos ambientales, por su ubicación en la congruencia de las cordilleras Central y Oriental (Macizo Colombiano), zona de encuentro de ecosistemas de gran importancia, lo que le confiere una particular importancia en los temas de biodiversidad y en el tema del agua, el cual ha tomado una posición relevante en el ámbito mundial. Dichos ecosistemas presentan actualmente un preocupante proceso de deterioro, ocasionado en gran medida por la tala indiscriminada de bosques, el uso erróneo del suelo, las inadecuadas prácticas agropecuarias, el calentamiento global, etc., poniendo en peligro la oferta de los recursos agua, suelo, bosques y demás materias primas para el sostenimiento de las actuales y futuras generaciones. En el tema del agua y de la biodiversidad, es estratégico el buen manejo ambiental de los páramos y humedales, es por esta razón que razón por la que la Autoridad Ambiental CAM, el Departamento y muchos de sus Municipios, en cumplimiento de las Políticas Nacionales, han trabajado mancomunadamente en temas de vital importancia como Cuencas Hidrográficas (se cuenta con la priorización de las cuencas del Departamento y con 3 Planes de Manejo); Áreas Naturales Protegidas del Orden Nacional en el Sistema de Parques Nacionales Naturales y Áreas Naturales Protegidas ANP de nivel regional y municipal, con un total hasta la fecha de 330.470 Has. con declaratoria; Corredores biológicos en proceso de restauración con experiencia exitosa en el corredor Puracé–Cueva de Los Guácharos en el Macizo Colombiano; Plan de Manejo para el ecosistema Desierto de La Tatacoa etc.; adicionalmente, es necesario prestar atención a los problemas de Desertificación y Sequía, en consideración a que el 29.41% del territorio departamental presenta esta condición. El Embalse de Betania, es el mayor cuerpo de agua del Departamento con 7.400 Has. de espejo de agua, para las que se ha formulado el Plan de Manejo Pesquero, pero se requiere una herramienta de planificación integral que regule las otras actividades que allí se realizan como turismo, transporte y actividades costeras establecidas en los POT Municipales. Adicionalmente, el Departamento del Huila elaboró su Plan de Ordenamiento Territorial Departamental POTD, el cual fue aprobado por Ordenanza 078 de 2000, dentro del marco de la Ley 388 de 1997. En aplicación de dicho Plan, el Departamento ha formulado los Planes de Manejo de las Áreas Singulares PMAS de Neiva–Amborco y Neiva–Rivera, conocidas como “Neiva, Ciudad Región”, el PMAS Betania–Juncal, el Plan Indicativo de Vivienda, y ha logrado avances en el Plan de Política Para la Protección y Aprovechamiento Sostenible del Desierto de La Tatacoa, para el cual, se ha formulado el proyecto del Parque Temático Desierto de La Tatacoa y se han logrado algunos avances en el diseño de sus diversos componentes, que incluyen el manejo ambiental del ecosistema. Una de las Acciones Estratégicas establecidas por el POTD, es la de asumir “El turismo como estrategia para el desarrollo territorial”, y el Departamento, en su cumplimiento, formuló productos turísticos (como el ya mencionado Parque Desierto de La Tatacoa), el Producto YUMA que involucra el río y corredor del Magdalena como elemento estructurante del Departamento al igual que el Embalse de Betania y Laguna de El Juncal, los proyectos de “Neiva, Ciudad Región” y la Red de Museos y Parques del Alto Magdalena, para la zona Ecoarqueológica; adelantó acciones en materia de
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pavimentación vial, desarrollo de infraestructuras y valoración del patrimonio histórico y cultural, con las consideraciones pertinentes al manejo del territorio y su sostenibilidad ambiental, social y económica. Es necesario consolidar dichos proyectos, los que se involucraron en la Apuesta Productiva de Turismo de la Agenda Interna de Competitividad del Departamento del Huila. En lo que se refiere a los Planes de Ordenamiento Territorial de los Municipios POTM, los 37 Municipios del Huila elaboraron sus POTM para tres vigencias de gobierno, siendo los presentes periodos, los últimos de su aplicación. Le corresponde al Departamento, acorde a la Ley 388 de 1997 y del POTD, asumir la función de asistencia técnica a los municipios en Ordenamiento Territorial, propiciando la integración de una Región, en la que los sistemas ambientales y de relaciones económicas y sociales, se conectan y son interdependientes en ámbitos que superan sus límites político – administrativos. Teniendo en cuenta que por competencia, es la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM, la autoridad ambiental regional a quien le corresponde la asistencia técnica y la Concertación de los POTM en materia ambiental, será dicha entidad el socio “natural” del Departamento, para adelantar las acciones necesarias en materia de Asistencia Técnica para el Ordenamiento Territorial Municipal. En este tema de Asistencia Técnica y de Ordenamiento Territorial del Departamento, cobra vital importancia la herramienta del Sistema de Información Geográfica del Huila SIGDEHU; el cual se encuentra ya estructurado, pero requiere de personal especializado para su operación y actualización como herramienta indispensable para la toma de decisiones en la inversión de recursos del orden Nacional, Departamental y Municipal. En lo que se refiere a la Integración Territorial, “En el contexto de un modelo de globalización y apertura, la integración a escala regional, nacional e internacional es una condición esencial para el desarrollo económico sostenible y el logro de metas de desarrollo humano y social”. El Huila, se percibe desde el ámbito nacional, como un departamento escasamente integrado a las dinámicas sociales y económicas del país; como zona de frontera entre la Colombia “Institucionalizada” y la Colombia desarticulada, marginada y marcada por el conflicto. A su interior, también se presenta una baja integración de los municipios en las dinámicas regionales. De otra parte, en virtud de la disposición de la infraestructura vial, la red de ciudades y poblaciones del Huila y su nivel de prestación de servicios, algunas zonas de los departamentos vecinos como el sur del Tolima, oriente caucano y departamentos del Caquetá y Putumayo, concurren a nuestro territorio en busca de bienes y servicios de diverso orden, circunstancia que brinda al Departamento, oportunidades para la transición de un sistema terminal a un sistema articulado.
NEIVA CIUDAD REGION PRODUCTIVA 78
El Departamento del Huila elaboró su Plan de Ordenamiento Territorial Departamental POTD, el cual fue aprobado por Ordenanza 078 de 2000, para una vigencia de tres (3) periodos de Gobierno, siendo el único Departamento que aceptó el reto y la oportunidad que le brindara la Ley 388 de 1997, orientada a ampliar oportunidades, desarrollar potencialidades, reducir los factores que obstruyen su desarrollo, manteniendo las condiciones que permiten el acceso, uso y disfrute de los recursos y valores del territorio por las actuales y futuras generaciones. En aplicación de dicho Plan, y dada la importancia de la ciudad de Neiva y su entorno inmediato (municipios de Rivera y Palermo), con quienes presenta fuertes lazos de interacción, y su influencia en todo el territorio Huilense y de departamentos vecinos como Caquetá, Putumayo, oriente Caucano y sur del Tolima, se elaboraron los Planes de Manejo de Neiva–Amborco (Palermo) y Neiva–Rivera, conocidos de manera integral como “Neiva, Ciudad Región”, orientado a especializar a la ciudad de Neiva y su entorno inmediato, en agroindustria, servicios superiores y turismo.
Lo anterior corresponde, al hecho de que Neiva, como CENTRO REGIONAL INTERMEDI0, presenta poca especialización productiva en ramas manufactureras combinado con algunos servicios superiores y demás ramas del comercio y los servicios; es una ciudad no especializada, importante en la articulación regional y es referente geográfico ineludible que forma parte del Eslabonamiento en la red urbana estructural a modo de corredores transicionales hacia una jerarquía mayor, aun cuando se eficiencia productiva es reducida. En conclusión, Neiva, es muy importante en la articulación regional, por su nivel de servicios es “Diversificado”, no presenta especialización en servicios superiores, ni industria, ni comercio al por mayor, ni transporte especializado, razón por la cual tiene limitaciones para insertarse debidamente en las nuevas dinámicas del entorno. Sin embargo, en los últimos años, Neiva y su entorno inmediato, presentan una afortunada tendencia hacia la especialización en algunos servicios como los de salud, con el Hospital Universitario, la Unidad de Cancerología y clínicas especializadas; hacia el turismo de Eventos y Negocios con el Centro de Convenciones, el turismo recreativo con el acuaparque de Playa Juncal y el Parque de los Niños; turismo rural en el circuito Neiva–Rivera, hacia la agroindustria con desarrollos como el de CEAGRODEX, y ha invertido recursos de preinversión para nuevos desarrollo como el Recinto Ferial de Neiva, el Spa Rivera Termales, el Parque Islas de Aventura y la Zona Franca Industrial en Amborco (Palermo). De otra parte, Neiva debe solucionar problemas estructurales que afectan de manera negativa su competitividad, dichos problemas están relacionados con la prestación de servicios públicos y servicio de transporte público. En cuanto a la prestación de servicio de acueducto al que está asociado la cuenca del río Las Ceibas, se cuenta con el Plan de Manejo de la Cuenca de Las Ceibas y proyectos para el mejoramiento del servicio. En materia de transporte, Neiva debe incursionar en el tema de sistemas de transporte masivo, para el que la Nación, en su plan de desarrollo en el tema de CIUDADES AMABLES establece para las ciudades medianas, “estudios de movilidad e implementación de sistemas estratégicos de transporte público (SETP). Para estos sistemas el Gobierno impulsará el uso de combustibles limpios como el gas”. Adicionalmente, el Plan Nacional de Desarrollo en el tema de Dimensión regional establece que: “Con el propósito de fortalecer las capacidades territoriales para promover el desarrollo, el Gobierno Nacional: formulará e implementará estrategias de desarrollo y competitividad territorial que atiendan la diversidad regional y articulen los procesos de planificación y ordenamiento territorial; impulsará la asociatividad territorial, apoyará los procesos de ciudad región a partir de los cuales se estructuren redes de ciudades articuladas con sus entornos rurales y regionales; apoyará procesos de planificación y la formulación de visiones de desarrollo departamentales en el marco de la Visión Colombia II Centenario, 2019; promoverá la integración del territorio marítimo al desarrollo nacional y territorial, consolidando el marco institucional y normativo para la gestión conjunta, por parte de los sectores público y privado, de dicho territorio”. En este sentido, Neiva Ciudad Región, cuenta con el apoyo del Plan de Desarrollo Nacional”.
PREVENCION Y ATENCION DE DESASTRES Los principales eventos generadores de problemas geoambientales en el Departamento (número de municipios afectados) sólo para el año 2007, son procesos de remoción en masa 22, deshielos 02, flujos piro clásticos 01, avenidas torrenciales 12, avalanchas 14, vendavales 07 y otros fenómenos conexos que afectan la biodiversidad, potenciados por la actividad antrópica como desestabilización de taludes, incendios estructurales-forestales y agrícolas 27 entre otros, que pueden tener influencia local y regional. Las principales actividades reportadas son: Incendios forestal 435, accidentes vehiculares 114, control de abejas 113, incendio estructural 81, inundaciones 54, incendios vehiculares 49, fuga de gas 35, derrumbes 20, movimientos telúricos
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16, rescate de personas 07, vendaval 07, descarga eléctrico 03, ahogados 03, estructuras colapsadas 02, deslizamiento 02, daño de acueductos 06, bloqueo de vías 01. Estos eventos son generados a nivel departamental por la incidencia de factores que aumentan la vulnerabilidad, como son: los bajos porcentajes de inversión para actividades de PAD, el insuficiente esfuerzo en la reducción de la vulnerabilidad social y comunitaria y en las actividades para el manejo o recuperación de las zonas de riesgo, y el atraso en las actividades de evaluación y reforzamiento estructural de las instituciones denominadas esenciales. En términos generales el Departamento del Huila por sus condiciones es vulnerable técnica y socialmente. Estas circunstancias ameritan que los organismos encargados de manejar y planear las políticas de gestión del riesgo, de manera activa ejerzan un fuerte liderazgo en cuánto a evaluación de amenazas, planeación y utilización de los recursos que integran el Sistema Regional de Prevención y Atención de Desastres (físicos y humanos). Difundiendo el conocimiento sobre el panorama de riesgos y la exposición social, ecológica y económica al mismo; potencializando el funcionamiento de los CLOPADs, la conformación en los municipios de grupos comunitarios y cuerpos de socorro, implementación de Planes Locales de Emergencias y Contingencias–PLECs, integrando a la comunidad y la industria en los Consejos Locales para la Atención de DesastresCLOPADs y Planes de Contingencia Sectoriales, en un ambiente político institucional comprometido con la gestión del riesgo, para la implantación del Plan Territorial para la Prevención y Atención de Desastres del Huila-PTPADH.
DESARROLLO PRODUCTIVO Y COMPETITIVO
ECONOMIA Tamaño El Producto Interno Bruto para el departamento del Huila mostró un valor a 2005 de $1.531.504 millones a precios constantes, su participación en el total nacional ha permanecido constante con un promedio anual de 1,82%. A 2005 la participación del PIB Huilense fue de 1,75%8. Estructura
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La actividad económica que por tradición ha ocupado el primer lugar de la economía huilense ha sido el subsector agrícola. Para el año de 2005, la agricultura fue la actividad con mayor participación sobre el PIB departamental (18,44%), seguido por el sector minero (con una participación del 11,48% para el mismo año). Por su parte la construcción ocupo el tercer lugar en la producción departamental con una participación de 9,15%. Adicionalmente la ganadería, la pesca y la silvicultura ocuparon en conjunto el cuarto renglón de la economía con participaciones de (7,91% para el mismo año). La industria por su lado mostró una participación de 2,94%. Otros (conformado por sectores como Construcción, Comercio, Hoteles y restaurantes, Transporte y comunicaciones, Intermediación Financiera, Actividades Inmobiliarias, Administración Publica, Educación, Salud, Otras actividades de servicios comunitarios y Hogares Privados con servicio domestico, participaron en conjunto con 37,25% del PIB total departamental.
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DANE- Cuentas Departamentales, Colombia (precios constantes 1990-2005)
Gráfico 4. Distribución por ramas de la economía PIB Huila 2005 Distribución por Ramas Económicas PIB Huila 2005 9.15%
Agricultura
18,44%
Ganadería, silvicultura y pesca 7,91% 37.25%
Minera Industria
3.55%
2.94%
11,48%
Electricidad, gas y agua Construcción Otros
Fuente: DANE- Cuentas Departamentales
Evolución Dentro del PIB departamental en los últimos 15 años la actividad mas representativa ha sido la agricultura en donde se destacan cultivos como arroz, sorgo, plátano, café, yuca, caña, maíz y frutas; aunque esta ha venido perdiendo importancia dentro de la producción total departamental (a principios de los años 90 representaba el 21,13% del PIB departamental, mientras que para el año de 2000 esta solo representaba el 18,30%) sigue siendo la principal fuente de ingresos para el departamento. Caso contrario ha ocurrido con el sector minero, en donde sobresale la extracción de hidrocarburos (97% sobre el total de la explotación), que para el año de 1990 arrojo una participación de 12,74% y para el año de 2000 de 14,54%, lo que refleja que este sector ha venido cobrando importancia dentro de la economía huilense; este aumento se ha debido básicamente a la combinación entre el incremento en la producción y la dinámica en los precios internacionales del petróleo9. Gráfico 5. Evolución de las ramas económicas. Huila 1990 – 2004
Agricultura Minera Construcción Otros
81 Fuente: DANE
Orientación del Perfil Económico Las inversiones, como se describió anteriormente, son financiadas en su mayoría por las regalías provenientes de la extracción de hidrocarburos, más específicamente del petróleo. Éste por ser un
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El Huila ¿Futuro sin Regalías?
recurso no renovable, no garantiza sostenibilidad económica a largo plazo, un estudio realizado por el departamento administrativo de planeación “Huila sin Regalías”, plantea que a 6 años el departamento de no haber descubierto nuevos yacimientos de petróleo se quedaría sin la posibilidad de contar con ingresos por concepto de esta actividad, por lo cual se hace necesario fortalecer la capacidad tributaria, a través del incremento de los ingresos propios (esto según estudiosos se logra a través del mejoramiento de los niveles de eficiencia que requieren mejores sistemas de recaudo) y reorientando la vocación actual productiva hacia los sectores como la agricultura (es el primer productor de café especial y participa con el 52% de las ventas en el exterior y ocupa el quinto lugar en producción de caña panelera) y el turismo, fortaleciéndolos a través de la tecnificación y modernización de los mismos.
AGROPECUARIO 1.
Generalidades
La actividad agropecuaria, conformada por la actividad agrícola, pecuaria, silvicultura, piscicultura y pesca, con una participación actual en el PIB Departamental del orden de 14.61% (cifra disponible de 2.003 DAP), constituye la principal actividad productiva. La actividad agrícola responde por el 81.5% del total del sector y corresponde, en orden de importancia, a cultivos permanentes básicos en donde se destacan el café, frutales, cultivos transitorios (arroz riego, maíz, fríjol, algodón, tabaco rubio, tomate de mesa, habichuela y arveja). La producción agrícola se distribuye entre cultivos semestrales (transitorios) con un área sembrada actual (por año) de 103.279 hectáreas, cultivos anuales, semipermanentes y permanentes con un área sembrada de 170.760 hectáreas. La producción pecuaria está representada en la ganadería bovina de doble propósito (84.26% del total), avicultura, piscicultura, porcicultura y apicultura, en su orden de importancia. Esta actividad participa del 28.5% del total de la actividad agropecuaria. 2.
Estructura Productiva
La estructura agraria departamental muestra que el acceso a la tierra y los patrones de uso del suelo están condicionados al antagonismo entre su vocación y uso, a la distribución de la tenencia y a la movilidad de la tierra como factor productivo. En esta estructura coexisten simultáneamente un sector de economía avanzada y otro de economía de subsistencia tradicional. El sector agropecuario del departamento se caracteriza por su diversificación y dispersión en su heterogeneidad regional, económica y social, parcialmente integrado a los mercados globales.
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El área irrigada en el departamento con infraestructura de riego alcanza el 17.7% hectáreas del total irrigable (155.466 hectáreas). El Valor Bruto de la producción agropecuaria en la actualidad, a precios de mercado (valores constantes de 1994), es de $525.078 millones y representa un crecimiento ponderado del 27.53% en el último cuatrienio. A precios corrientes de 2007, su correspondiente valor representa $1,47 billones. De este valor bruto agropecuario participan el subsector agrícola con el 81.5%, el subsector pecuario con el 15.3% y el subsector piscícola con el 3.2%.
El café es la actividad económica que más aporta en el valor de la producción del subsector agrícola, lo hace con el 57.52%; los cultivos transitorios básicos participan del 21.8% y los frutales del 7.1%. El comportamiento frutícola del departamento del Huila se estima a partir del incremento de su área sembrada que hoy se calcula en 12.853 hectáreas, valor que representa el 78.89% de variación positiva respecto del año 2003, así como el volumen de producción actual de 11.379 toneladas anuales, rubro que creció en el 84.88% respecto del año referente citado. Otro tanto sucede en la valoración de su correspondiente producción que se estima en el 84.68% en el último cuatrienio (precios constantes de 1.994) participando del 7.1% en el crecimiento agrícola en el departamento. En precios corrientes, la producción frutícola del departamento se calcula en $103.389 millones. El cultivo de cacao constituye un eje importante para la diversificación de la economía agrícola, y se presenta como una alternativa rentable y viable si se tiene en cuenta la gran dinámica de la demanda del producto en el mercado externo. La producción primaria de tabaco rubio presenta limitaciones importantes derivadas, entre otras razones, por la reducida productividad a pesar de que sus rendimientos por unidad de área son superiores al promedio nacional. Inciden en este panorama los elevados y progresivos costos de agroquímicos y valor de la tierra (el 75% de los productores son arrendatarios), pérdidas en cosecha y postcosecha, precaria eficiencia de la infraestructura de secado y beneficio, entre otros eventos. El departamento es el primer productor de tilapia a nivel nacional y participa con el 53% de la oferta nacional. El renglón genera 5.288 empleos directos. El comportamiento de la producción de tilapia, medido en volúmenes (toneladas/año), se aprecia muy dinámico como quiera que presentó un incremento del orden de 87.76% en los últimos cuatro años hasta lograr una producción en el 2007 de 14.599 toneladas. El inventario ganadero del departamento es de 490.406 animales, predominantemente con un tipo de explotación de doble propósito carne/leche (84.26%). Su infraestructura productiva la constituye 729.851 hectáreas en pastos distribuida en praderas mejoradas con un área de 92.422 hectáreas (12.6%), pradera tradicional con un área de 632.268 hectáreas (86.6%), pasto de corte con 5.161 hectáreas (0.8%) y cultivos forrajeros con 1.012 hectáreas (0.1%). 3.
La Institucionalidad Agropecuaria
El nuevo contexto de política agropecuaria, orientado en el último quinquenio, implicó cambios estructurales y de visión integral de sus correspondientes lineamientos. El actual criterio productivo de la política sectorial agropecuaria se fundamenta en agregar productividad y competitividad a renglones considerados estratégicos y, de una u otra manera, sustituya volúmenes de productos importados o incrementen su cobertura en el mercado externo. La situación actual del departamento en relación con el desarrollo institucional, entendido éste no solo como las entidades que gobiernan la gestión sino las reglas de juego y las condiciones en que se desarrollan las actividades (marco normativo, organizaciones gremiales y económicas de
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producción), se caracteriza, en general, por avances y resultados evidentes en el marco de una visión, coherente e integral, de su desarrollo a largo plazo. No obstante, subsisten dificultades en el clima de inversión, de focalización de la misma, en la calidad y oferta de información, en adecuación, orientación y provisión de infraestructura productiva, en investigación, innovación y desarrollo tecnológico, en diferenciación y valor agregado a la producción, organización empresarial, oportunidades y condiciones de vida a la población rural, entre otros aspectos no menos relevantes.
MINERIA En el territorio departamental se han identificado 838 ocurrencias minerales, que aguardan un potencial dinamizador de la actividad extractiva, priorizando el sector minero como una apuesta productiva, según la Agenda Interna Departamental, en los renglones productivos, de rocas ornamentales (mármol, granito y arenisca), rocas calcáreas (dolomitas y calizas), roca fosfórica y materiales arcillosos (misceláneas, bauxita y caolín). Además revisten importancia especial la exploración aurífera y la creciente explotación de materiales de construcción. El desarrollo del ciclo minero, que comprende la gestación, exploración, preparación, desarrollo, explotación, beneficio, transformación y comercialización minera, en el departamento del Huila, se caracteriza por el predominio de técnicas artesanales adelantadas por mineros y transformadores, que incumplen parcial o totalmente los aspectos legales, ambientales, técnicos y sociales que norman la actividad extractiva e industrial, así como sus obligaciones fiscales, generando dificultades productivas y grandes conflictos de tipo social, riesgos técnicos e impactos ambientales, que colocan al sector minero en desventaja competitiva frente a su dinámica nacional y global. En el Departamento del Huila, en la actualidad existen 643 minas, de las cuales 373 corresponden a explotaciones mineras de hecho, las restantes tienen título minero o se encuentran en trámite. Actualmente cursan trámite ante Ingeominas 217 solicitudes de titulación de áreas para explotación minera, entre propuestas de contratos de concesión y autorizaciones temporales. En el territorio departamental del Huila, a diciembre de 2007, INGEOMINAS, tiene otorgados, 150 títulos mineros entre, licencias de exploración, licencias de explotación, licencias especiales de materiales de construcción, autorizaciones temporales, contratos de concesión y contratos únicos de concesión, sobre una extensión de 31.958,76 hectáreas, para la exploración y explotación de, calcáreos (caliza y dolomita), roca fosfórica, mármol, oro (de filón y aluvial), materiales de construcción, recebo, arcilla, bauxita, barita y otros concesibles. Problemática
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La problemática sectorial afecta principalmente los procesos de encadenamiento productivo de los renglones, de rocas calcáreo ornamentales, roca fosfórica, materiales de construcción, arcillas y oro, actualmente manifiesta en los siguientes nudos críticos: • • • •
Falta de evaluaciones de factibilidad para la viabilización de proyectos minero-industriales. Ausencia de fuentes de recursos de financiación y políticas de crédito minero. Desarticulación de eslabones productivos minero-industriales. Demanda insatisfecha de servicios de apoyo técnico minero-ambiental y de gestión comercial del negocio minero de rocas calcáreas y ornamentales. • Escaso desarrollo industrial de procesos de beneficio y transformación de rocas fosfórica.
• Deficiencias técnicas y ambientales de los sistemas extractivos y de beneficio aurífero. • Incipiente desarrollo industrial en procesos de transformación de materiales arcillosos. Indicadores de la Problemática Sectorial Baja oferta de potencialidades en recursos indicados de ocurrencias minerales en el departamento, dado que solamente se ha intervenido una extensión de 31.958,76 hectáreas en el territorio departamental, para la exploración y explotación de, calcáreos (caliza y dolomita), roca fosfórica, mármol, oro (de filón y aluvial), materiales de construcción, recebo, arcilla, bauxita, barita y otros concesibles, a través de 150 títulos mineros entre, licencias de exploración, licencias de explotación, licencias especiales de materiales de construcción, autorizaciones temporales, contratos de concesión y contratos únicos de concesión. Alto grado de informalidad en la minería de pequeña escala; el 58 % de las unidades de explotación activas corresponden a minería de hecho. Solo un 10 % de las unidades de explotación minera cuentan con recursos tecnológicos. Solo el 22.5% de la producción de roca fosfórica recibe valor agregado por industrialización. Baja capacidad de comercialización de materias primas y derivados pétreo–minerales, solo se comercializa en forma colectiva el 10 % de de la producción de materiales calcáreos.
TURISMO El Huila es un escenario con variada oferta turística desde las fortalezas de naturaleza y cultura, las cuales se vienen trabajando desde la perspectiva de lo nacional a lo regional y local. El Plan Sectorial “Turismo para Un Nuevo País”, consagra que para el año 2020 Colombia habrá definido siete productos básicos en los que recogerá toda su oferta turística nacional. Esos productos son: sol y playa; historia y cultura; agroturismo; ecoturismo; deportes y aventura; ferias y fiestas y ciudades capitales. (Plan Nacional Sectorial de Turismo). El Departamento del Huila formuló y adoptó la Agenda Interna de Productividad y Competitividad, la cual en su apuesta de Turismo y a partir de sus cuatro clusters, consagra que para el año 2019 el Huila será el primer destino nacional para el turismo ecológico y cultural, con capacidad para recibir 2.200.000 turistas año. (Agenda Interna de Productividad y Competitividad). Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en el año 2007 llegaron al país 1.266.000 visitantes extranjeros. Esta cifra es la más alta registrada hasta el momento y muestra un crecimiento superior al 15% frente al año 2006. (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo). Al Departamento del Huila ingresaron en el año 2007 un total de 325.715 turistas con un crecimiento del 2,4% respecto del 2006. Los principales destinos turísticos visitados fueron San Agustín con 59.125 en 2007 Versus 48.768 en 2006 y Neiva que recepcionó en 2007 168.187 turistas Versus 161.059 en 2006. La ocupación hotelera promedio del Departamento en el año 2007 fue del 39%. (Secretaría de Cultura y Turismo del Huila–Policía de Turismo). El total de turistas recepcionados por el Huila en el cuatrienio 2004-2007 fue de 1.212.835. El turismo extranjero que concurrió al Huila en 2007 fue del 2,1% del total, con 6.808 personas. El principal destino para el turismo extranjero sigue siendo San Agustín con 3.819 turistas, equivalente al 6,9% del turismo en dicha localidad. Por su parte el turismo extranjero en Neiva, registró 2.797 turistas que equivalen al 1,8% del turismo que capta la capital huilense. (Cuenta Satélite de Turismo Huila). El Departamento presenta unos ciclos asimétricos en la ocupación a lo largo del año, en donde hacia las temporadas de semana santa, junio y diciembre–enero, se pueden lograr ocupaciones
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promedio de entre el 70% y el 100% en algunos destinos, y en el resto del año mantener promedios de entre 20% y 24%., reflejándose la precariedad en la comercialización turística que debería mantener demanda durante todo el año, con promedio de por lo menos un 40% o 45%. La oferta turística el Huila cuenta con 11 productos turísticos formulados que involucran los más importantes destinos para la demanda a nivel regional, nacional e internacional, en las áreas de historia y cultura, turismo rural y turismo de aventura (Fuente: Secretaría de Cultura y Turismo del Huila). Pese a que la mayoría de estos Productos se formuló desde los años 2005 y 2006, la baja afluencia de turistas demuestra que las fases del proceso de desarrollo de los destinos, a saber: desarrollo de infraestructura, equipamiento, cadena de servicios, comercialización y promoción, no se han cumplido suficientemente. Así mismo, las deficiencias en la atención del turista in situ demuestran que los prestadores de servicios deben mejorar ostensiblemente en los aspectos propios de la cultura del buen servicio. Por su parte la oferta de paquetes turísticos en el mercado nacional, las Agencias de Viajes y los Operadores de Turismo existentes en el Departamento lograron incorporar a sus portafolios, 58 paquetes turísticos alusivos a los destinos y productos disponibles en la región. El destino turístico de San Agustín encabeza el consolidado de la oferta con 27 paquetes que equivale al 46% del total ofertado, seguido por Villavieja, Yaguará, Garzón, Rivera, Paicol, Gigante, Nátaga y Palermo (Fuente: Cuenta Satélite de Turismo del Huila 2007). Las agencias y operadores han logrado ubicar en sus portafolios el nutrido cúmulo de paquetes turísticos antes mencionado; sin embargo, su labor comercializadora ha sido pobre y se verifica una falta de eslabonamiento con las agencias mayoristas nacionales que mueven el turismo hacia los destinos. El Departamento no ha elaborado ni puesto en práctica una campaña de promoción turística que logre posicionar en los mercados los destinos turísticos del Huila. De otra parte, pese a la riqueza en la oferta de servicios de la salud en la ciudad de Neiva, no existe una oferta de paquetes turísticos para este sector, lo que demuestra la falta de interés y conocimientos sobre la materia por parte de los empresarios y la falta de acompañamiento en el área, por la institucionalidad del turismo a nivel del Departamento y el Municipio de Neiva.
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En materia de agencias de viajes de turismo y agencias de viajes operadoras en el Departamento tiene el siguiente comportamiento: Neiva: 42, San Agustín: 6, Pitalito: 2., La Plata: 2, Timaná: 1 y Villavieja: 1. (Fuente: Cuenta Satélite de Turismo del Huila 2007). .Si bien es cierto se dispone de una estructura de agencias y operadores de turismo, se constata que solo cerca del 29% de ellos desarrolla el turismo en el departamento del Huila, mientras que aproximadamente el 71% enfatiza su negocio en el turismo agresivo, situación que disminuye las posibilidades de lograr mayor afluencia de turistas en el Departamento. De otra parte, en el Huila existen 135 hoteles con Registro Nacional de Turismo, ubicados así: Neiva: 49. San Agustín: 24. Pitalito: 32. Garzón: 9. La Plata: 12. Yaguará: 1. Rivera: 5. Timaná: 1 y Gigante: 2. Los hoteles del Departamento tiene una disponibilidad total de 3.863 camas de las cuales 1.575 se ubican en Neiva, en Pitalito 661 y San Agustín 486, mientras que Garzón tiene 350. (Fuente: Secretaría de Cultura y Turismo del Huila). La infraestructura hotelera del Departamento se percibe como suficiente para la demanda nacional, lo cual se sustenta en el promedio de ocupación anual de solo el 39%. Sin embargo en destinos como San Agustín y Neiva, se presenta déficit de CAMAS para las temporadas altas, especialmente de diciembre-enero y junio, respectivamente. Otras localidades con gran afluencia de visitantes no poseen establecimientos de hospedaje acordes con la demanda como son Villavieja y Nátaga. En materia de restaurantes, según el inventario turístico del departamento del año 2004, el Huila tiene 256 establecimientos de este tipo, de los cuales 15 cuentan con R.N.T. (Fuente: Registro Nacional de Turismo). Del cúmulo de restaurantes del departamento, un 80% pertenecen a la categoría de Residenciales conocidos normalmente como “Corrientazo” y el restante 20% está compuesto por las categorías de Formales y tipo Gourmet. Este sector acusa la necesidad de involucrarse en el proceso de certificación de la Norma Técnica NTS-USNA Sectorial Colombiana 004. Así mismo se verifica la pérdida de la memoria oral gastronómica de los huilenses.
En el Departamento existen 67 guías de turismo debidamente registrados en el Registro Nacional de Turismo. (Fuente: Registro Nacional de Turismo). Este servicio para el cual el SENA tiene programas especializados de formación, entrega Certificados de Aptitud Profesional como Guía de Turismo, pero el componente curricular carece de contenidos relacionados directamente con el destino o atractivo turístico que se visita a nivel Huila. En materia de capacitación se verifica la necesidad de cualificar los conocimientos en senderismo, rappel, escalada de muro, canoppy, kayaking, parapentismo, guiones culturales, ciclo montañismo y prevención de impactos negativos del turismo. Se verifica igualmente la casi nula vinculación del sector turístico a eventos de capacitación ofrecidos en el ámbito internacional; el know how regional presenta un bajo nivel de disponibilidad de consultores y expertos en turismo. Finalmente, en materia de aplicación de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad, el departamento dispone de algunos estudios para promover la inversión en los 4 clusters; pero se requiere un mayor esfuerzo en destinar recursos para preinversión, con el propósito de captar recursos de Gongs y promover la inversión privada.
GAS Debido a la necesidad nacional de reducir costos en el gasto de energía, los consumidores residenciales, comerciales e industriales han buscado nuevas alternativas energéticas para la generación de calor, cocción de alimentos y el calentamiento de agua, y para reducir los índices de quemaduras o incendios en los hogares y daño ambiental. En tal sentido el gobierno nacional ha encontrado en el gas combustible una alternativa energética eficiente, económica y segura, y esta propendiendo por estimular su uso como sustituto de la energía eléctrica y otros combustibles más escasos y riesgosos la alternativa seleccionada se torna beneficiosa respecto al medio ambiente por cuanto se disminuye la tala de árboles para obtener leña, protegiendo los nacimientos de los ríos y quebradas fuentes para los acueductos municipales. El departamento del Huila ha sido pionero en Colombia en materia de la utilización de gas natural, contando con el suministro desde hace cerca de veinte años en su capital y posteriormente en los municipios aledaños, teniendo en la actualidad servicio hasta en localidades del sur del departamento. Desde un comienzo ha sido un anhelo para los habitantes de la totalidad del departamento contar con este servicio, sin embargo debido a los altos costos de las obras, no se había podido viabilizar el proyecto desde el punto de vista de costo beneficio, para algunas poblaciones, especialmente las del sur después de analizar alternativas las comunidades y sus autoridades municipales y departamentales plantearon la conformación de una empresa del orden regional que se encargará de canalizar todas las iniciativas del sector, y es así como surge en diciembre del año 2004 la empresa Surjas S.A. E.S.P., como una respuesta concreta frente a esta solicitud de tantos años. La empresa SURCOLOMBIANA DE GAS S.A. E.S.P. presenta a la comunidad una alternativa viable para dotar a todas las poblaciones del Huila de un sistema de distribución domiciliario de gas natural y propano por redes, cumpliendo con todas las especificaciones técnicas y de seguridad, así como todas las normas legales que rigen el sector. A la fecha tenemos un avance importante en el proyecto, de los 18 municipios que en 2004 no contaban con la disponibilidad del servicio a la fecha 8 de ellos ya lo tienen, y en menos de dos meses esta cifra ascenderá a 15 para octubre del presente año se tiene previsto que la totalidad de las cabeceras del departamento cuenten el servicio de gas domiciliario por redes.
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SURGAS S.A. E.S.P. presta el servicio de gas domiciliario por redes de tubería en los siguientes municipios del Departamento del Huila: CON GAS LICUADO PROPANO GLP
CON GAS NATURAL COMPRIMIDO GNC
Oporapa Santa Maria Elias Iquira
Agrado Altamira Bruselas El Pital
Nátaga
Guadalupe
La Argentina Colombia Isnos
Pitalito Suaza Timaná
ALCANOS DE COLOMBIA S.A. E.S.P. presta el servicio de gas natural domiciliario por redes de tubería en los siguientes localidades de: Aipe, Algeciras, Baraya, Campoalegre, Garzón, Gigante, Hobo, La Plata, Neiva, Paicol, Palermo, Tarqui, Tello, Teruel, Tesalia, Rivera, Yaguará, Villavieja, Betania, Fortalecillas, Guacirco, Juncal, San Francisco.
VIAS Infraestructura vial La red vial del Departamento está conformada por 8.245.33 km., distribuidos de la siguiente manera: Red vial primaria. A cargo de la Nación con 857,63 km., de los cuales 560,41 km., (65.34%) se encuentran pavimentados con excelentes especificaciones y 297,22 Km (34,66%) en afirmado. Forman parte de este sistema la vía Troncal del Magdalena que recorre el Huila de norte a sur, lo vincula con el Putumayo y se encuentra en construcción la conexión con Ecuador. Esta Troncal estructura el sistema vial departamental; con relación al oriente, las vías Suaza–Florencia de excelentes especificaciones y la vía Neiva–San Vicente; en sentido occidente, dos vías La Plata– Popayán (en proceso de construcción La Plata–Inzá–Popayán) y la de Pitalito–Isnos–Paletará– Popayán, priorizada por el Gobierno Nacional para iniciar los trabajos de pavimentación.
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Red vial secundaria. En el inventario de la red secundaria que posee actualmente el Departamento, se tiene un total de 2.066.7 kilómetros de los cuales 194.9 kilómetros están a cargo de la Nación por intermedio del INVIAS como red secundaria, de igual manera de esta red el INVIAS ha retomado 397.5 kilómetros como red Terciaria, por lo que en estas condiciones la longitud real a cargo del Departamento serán 1480.3 kilómetros. Del total de la red secundaria en el inventario se encuentran pavimentadas 526.0 kilómetros de los cuales 70,3 están a cargo del INVIAS, quedando a cargo del Departamento 455.7 Km. Sin contabilizar lo que está en construcción por el Plan 2500 La red vial secundaria a cargo del Departamento es de 1.480.3 Km, tenemos pavimentados 464.2 Km (31.3%), de los cuales el 69% se considera en buen estado, el 4% regular y malo el 27%. El 68.7% restante 1,016.1 km, se encuentra en afirmado, el cual exige un mantenimiento periódico, ampliación en la mayoría de los casos, construcción de obras de drenaje y de protección que permita su conservación.
Las vías de la red secundaria requieren de un mantenimiento rutinario para garantizar el tránsito vehicular y peatonal en forma continua y aceptable, en un nivel razonable de transitabilidad y visibilidad, con el fin de que todas las obras de arte (alcantarillas, cunetas, pontones, boxcoulvert) estén en funcionamiento para el correcto drenaje de las aguas lluvias, que no presenten obstrucciones en la banca, por los derrumbes y que la superficie de rodadura presente las condiciones apropiadas para el tráfico, como también mejorar la condiciones de los niveles de visibilidad, por la vegetación que se desarrolla al borde de la vía. Red vial terciaria. La red vial terciaria a cargo de los municipios es de 3,589.0 km y la red vial terciaria a cargo del INVIAS (incluye la red que está dentro de la red secundaria), 1.732.0 km. Para un total de 5,321.0 km. Los municipios responden directamente por el mantenimiento y mejoramiento de la red vial terciaria, a su cargo 3,589.0 km las cuales están a nivel de afirmado. El 50% de los municipios no cuentan con el equipo mínimo completo de maquinaria (retro, moto niveladora, volquetas), ni con los recursos suficientes para el mantenimiento de sus vías. Los que cuentan con maquinaria requieren apoyo para el sostenimiento y mantenimiento del equipo al igual que recursos para el mantenimiento de su red. El solo mantenimiento periódico con adición de recebo está alrededor de los $5.0 millones de pesos por Km. Red Vial Urbana Respecto a la red urbana no se cuenta con datos reales actualizados, pero las necesidades en materia de pavimentación de vías es grande, citamos el caso de zona urbana de Neiva, que según inventario vial se tiene una necesidad de 2000 cuadras a pavimentar de las cuales el Municipio de Neiva en el año anterior tenía proyectado pavimentar 100 cuadras con recursos propios y 50 cuadras más en convenio con el Departamento, por valor de $1.668.396.080, convenio que se encuentra en ejecución. A su vez contamos con solicitudes de las Administraciones Municipales y Comunidad donde expresan la necesidad de mejorar la malla vial urbana, y con disposición de realizar los aportes correspondientes con el fin de suscribir convenios de cofinanciación con el Departamento. Prevención y Seguridad Vial En la actualidad el departamento no cuenta con un inventario sobre el estado de la demarcación y señalización que tienen dichas vías, para lo cual se hace necesario tenerlo cuantificado para establecerse las prioridades de los diferentes sectores. El Instituto de Transportes y Transito del Huila ha venido desarrollando actividades en cumplimiento a lo estipulado en el Código Nacional de Tránsito Terrestre, Articulo 160. Destinación. “De conformidad con las normas presupuestales respectivas, el recaudo por concepto de multas y sanciones por infracciones de tránsito, se destinará a planes de tránsito, educación, dotación de equipos, combustible y seguridad vial, salvo en lo que corresponde a la Federación Colombiana de Municipios y los particulares en quienes se delegue y participen en la administración, liquidación, recaudo y distribución de las Multas”. Por otra parte, la demarcación requiere de mantenimiento continuo, como mínimo cada año para que se conserve mejor la pintura y tenga una buena reflectividad para la conducción nocturna.
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ENERGIA El sistema actualmente se encuentra bien en términos de operatividad y confiabilidad, se están haciendo grandes inversiones para mejorar e implementar tecnología de punta y reponer los activos viejos pensando en tener un servicio de mejor calidad. El sector norte está alimentado desde la subestación el bote a través de una línea de doble circuito de 115 KV Betania–Bote, en buen estado. El sur se alimenta a través de la línea Betania–Altamira de 115 Kb y con el nuevo punto de conexión al Sistema de Transmisión Nacional de 230 kv en la Subestación Altamira. Este último proyecto que entró en operación en los primeros días de diciembre de 2007 fortaleció el sistema eléctrico del departamento. Con el proyecto de punto de conexión en Altamira se mejoró los niveles de tensión en el sur del departamento del Huila y en todo el departamento de Caquetá. Sin embargo, es necesario invertir en el mejoramiento de las subestaciones de la región así como en las redes. Las líneas y transformadores de media y baja tensión en los municipios del Huila en general se encuentran en buen estado, Electrohuila viene realizando reposición de la infraestructura que se encuentra en mal estado o que ha cumplido su vida útil. Cobertura Teniendo en cuenta las proyecciones del DANE, y los supuestos del Departamento del Huila y la información de usuarios del la Electrificadora del Huila, se tiene los siguientes valores aproximados:
Población censo 2005 Viviendas aproximadas proyección a 2007 (hab/viv) Usuarios 2007 Cobertura 2007
URBANO
RURAL
TOTAL
601.429
409.989
1.011.418
175.514
104.632
280.146
172.004 98.00%
94.169 90.00%
266.173 95.01%
De acuerdo a lo anterior, se observa un déficit de cobertura aproximada del 2% en el sector urbano y un 10% de cubrimiento en el sector rural.
DESARROLLO EMPRESARIAL 90
Competitividad: El crecimiento económico del Huila, al igual que el de Colombia, ha sido insuficiente para generar la prosperidad colectiva y resolver los problemas estructurales de pobreza, que se sitúa por encima de 65 %. Para alcanzar un mayor bienestar colectivo e individual se requiere de un crecimiento constante y sostenido. Es decir, se requiere la consolidación del mercado interno y la conquista y consolidación de mercados internacionales. En el tema de exportaciones no tradicionales, el departamento del Huila aparece bastante rezagado en la posición 22, destacando un aumento importante de 2006 en donde exportaba 1.700.000 dólares y pasando a 4.300.000 dólares en 2007, aunque todavía no es protagonista en este tema. Cifras Dian-Dane. Por otro lado, el mercado en el que operan las empresas es bastante limitado, y su articulación con otras empresas es débil. Un alto porcentaje de esas empresas vende sus productos y servicios en
nichos de mercado locales, principalmente a consumidores de bajos ingresos, donde los requisitos de calidad, precio y volumen son poco exigentes. Según el Escalafón de Competitividad de los departamentos en Colombia 2000-2004, CEPAL, el Huila ocupa el puesto 12 en competitividad entre los departamentos de Colombia, entre los años de 1992 y 2004, el Huila permaneció en el mismo puesto 12, con un nivel de competitividad MEDIA. De acuerdo a cada uno de los 6 factores de competitividad el Departamento del Huila muestra el siguiente comportamiento detalladamente: La composición del PIB departamental al 2005, muestra al sector primario con una participación del 38%, seguido del sector servicios con un 30% y muy lejos se encuentra en sector manufacturas con tan solo un 3% de participación, según cifras del DANE y Banco Mundial. El Huila ocupa el puesto 14 en PIB per cápita con $1.700.000 pesos aproximadamente. En lo relacionado a densidad empresarial el departamento aparece en el puesto 9 con un promedio de 180 empresas por cada 10.000 habitantes El coeficiente de internacionalización de la economía (importaciones, exportaciones y actividad económica de la región), el departamento aparece bastante rezagado en la posición 21 de los 23 departamentos estudiados, superando solo a Tolima y Chocó, lo que demuestra que no está abierto al comercio exterior. Tampoco demuestra una diversificación de la oferta exportable, en donde ocupa el puesto 22, superando solo al departamento de Chocó, aspecto que indica que es necesario que el aparato productivo departamental tenga destreza al posicionar bienes no tradicionales en al ámbito internacional. En elementos socioeconómicos, el departamento ocupa el puesto 18, con más del 65% de la población en condiciones de pobreza, lo que ubica al departamento en una condición de poca competitividad, teniendo en cuenta que la fortaleza de la economía esta asociada con condiciones de desarrollo social. Puntualmente en Infraestructura básica (cobertura de servicios domiciliarios), el departamento ocupa una destacada 6 posición, superado solo por Bogotá, Valle, Antioquia, Risaralda y Caldas. En infraestructura de transporte, el país en general muestra serias dificultades en la prestación del servicio, el departamento aparece en el puesto 21, teniendo uno de los menores porcentajes de red vial primaria pavimentada (inferior al 65%). En infraestructura de las TIC, el departamento ocupa el puesto 19, en donde tan solo 2 por cada 100 habitantes tiene acceso a Internet, aspecto estrechamente relacionado a las características socioeconómicas evaluadas anteriormente (desigualdad, pobreza y nivel educativo). Aunque en este aspecto es importante destacar la iniciativa piloto del Departamento, auspiciada por el Ministerio de Comunicaciones HUILA DIGITAL, que busca cerrar esta brecha existente en el departamento. En el uso de computadores en los hogares, el Huila ocupa el puesto 12, con un 10% de utilización de esta herramienta. En cuanto al uso en general de computadores, solo 27 de cada 100 personas mayores de 5 años utiliza el computador, estando por debajo de la media nacional que es de 36 de cada 100.
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CAPITAL HUMANO En educación, el panorama de cobertura educativa, que mide la tasa de analfabetismo y matricula combinada; muestra que el departamento del Huila ha desmejorado su índice, con una posición 10 en el 2004 a una posición 11 en el 2005. CIENCIA Y TECNOLOGIA. El departamento aparece rezagado en la posición 21 en 2005, cayendo cuatro posiciones con respecto a 2000, demostrando las grandes diferencias regionales en dotación científica y tecnológica. El departamento ocupa el puesto 15 con número de doctores docentes, en personal dedicado a Investigación y Desarrollo se ocupa el puesto 17, en producción de documentos bibliográficos ocupa el puesto 14, en centros de investigación ocupa una posición bastante rezagada en el puesto 18 con menos de 0,5 por 100.000 habitantes. En el factor de medio ambiente, el departamento mejoró tres puestos pasando del 14 al 11 en el 2005. En recurso hidrológico, el departamento del Huila aparece como el 2 que más agua consume para uso agrícola (86%), después del Tolima, y además aparece como uno de los más vulnerables por la disponibilidad de agua junto con Bogotá, Caldas y Valle. Si bien las preocupaciones sobre la competitividad en Colombia vienen de mucho tiempo atrás, es solamente hasta los últimos años, cuando las necesidades derivadas de los tratados de libre comercio y en especial la negociación con Estados Unidos, colocó sobre el tapete el imperativo de volcar los esfuerzos hacia el mejoramiento de los indicadores de competitividad, entendiendo que la posibilidad de crecer como País y como región depende de nuestra capacidad de ampliar y sostener mercados en un contexto de enorme competencia internacional. Surgió entonces la propuesta por parte del Gobierno Nacional, de construir una Agenda que fuera el producto del consenso de las diversas fuerzas económicas y sociales del País. Pero esa construcción debía partir de las regiones, para lo cual, el Departamento construyo la Agenda Interna para la Productividad y Competitividad del Departamento. La Agenda Interna de productividad y competitividad del Huila, definió cinco Apuestas Productivas: • • • • •
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Agroindustria de base tecnológica en cafés especiales, frutales, cacao y tabaco. Huila primer destino turístico ecológico y cultural para mercado domestico e internacional. Consolidar la cadena piscícola posicionando al Huila como primer productor nacional. Industrialización sostenible de fosfatos, arcillas y mármoles. Generación y comercialización de energía eléctrica para Colombia y América Latina.
El Departamento del Huila continúa siendo pionero en el proceso de construcción de la Agenda Interna, como uno de los ejemplos a seguir en términos de esquemas que le brindan sostenibilidad, trascendencia y capacidad de ejecución a las Apuestas de Agenda Interna departamentales, instalando la Junta de Direccionamiento Estratégico, conformada con personas de alto perfil profesional y técnico, y formalizada posteriormente en el marco de la política nacional como Comisión Regional de Productividad y Competitividad del Huila. Para orientar el despegue de la Agenda Interna del Huila, se priorizaron las Necesidades y Acciones, que por su transversalidad, son necesidades de alta motricidad y urgencia en la región en materia de competitividad y productividad y cubren la totalidad de las Apuestas productivas. La Agenda Interna define prioridades y establece un conjunto de acciones para el éxito y en esa medida es una guía dinámica para la acción institucional pública y privada. Por ello, podrán existir sectores o productos que habiendo sido incorporados en las apuestas productivas, no se
consoliden como elementos estructurantes de la nueva economía local. O bien podrá suceder, que otros sectores no considerados, logren un posicionamiento tal que los convierta en punta de lanza del desarrollo regional. En tales eventos, la Agenda tendrá que irse ajustando en el tiempo, en la medida que su diseño ha considerado no solamente el corto, sino también el largo plazo y se ha estructurado en correspondencia con la Visión de Futuro del Huila para el año 2020. Es necesario por lo tanto, consolidar una economía local que garantice bienestar, Formar capital humano con competencias, Conformar un entorno favorable al desarrollo y Promover una sociedad incluyente y solidaria. EMPRESARIAL. Las Microempresas y las Pymes son actores estratégicos en el crecimiento de la economía, la transformación del aparato productivo regional, y el mejoramiento de la posición competitiva del Departamento. Contribuyen a reducir la pobreza y la inequidad, al ser alternativas de generación de empleo, ingresos y activos para un gran número de personas. Según el Censo General de 2005, la estructura empresarial colombiana está conformada principalmente por Microempresas y Pymes, las cuales en su conjunto son la principal fuente de empleo del país. Según el Censo Económico del Departamento del Huila se tiene un total de 28.206 establecimientos, en donde más del 97% de las empresas huilenses corresponden a microempresas con menos de 6 personas laborando en el negocio. Concentra el 60% de las empresas en la zona norte, seguida de la subregión sur con el 20%, la subregión centro con el 13,2% y finalmente la subregión occidente con el 6,8%. Del total de establecimientos empresariales, el 55.7% se dedican al comercio, el 30,5% a servicios, y el 8,1 a Industria y Manufactura. Una nueva estructura empresarial está constituida por más del 42% de los establecimientos comerciales en propiedad de bachilleres y un 11% pertenecen a profesionales. Situación que puede tener su explicación en el indicador de suscripción de Internet dedicado en el Huila, en donde 7.699 corresponden a establecimientos de Café Internet en el Departamento y solo 369 suscriptores a nivel empresarial, demostrando la bondad de las TIC y la necesidad de innovar nuevos negocios principalmente en el sector servicios. Los altos niveles de informalidad en las Microempresas se reflejan en el elevado porcentaje de empresas que no pagan impuestos (53.5%); que no llevan registros contables (42%) y que no tienen registro mercantil (45%). La organización jurídica de los establecimientos empresariales del Departamento del Huila, el 93% son empresas de propiedad individual, el 2% son Sociedades Limitadas, el 1,2% son Sociedades Anónimas, y solo el 0,8% corresponde a Sociedades Solidarias Cooperativas. De igual forma, el acceso de las Microempresas a la tecnología es restringido y prima la utilización de máquinas y equipos de tecnologías atrasadas, así como el uso de recurso humano semicalificado y no calificado. Existe un limitado acceso a fuentes de financiamiento formal, siendo apalancadas en un 72% por los ahorros acumulados por la familia y de los ingresos de trabajos anteriores (72%). Esto se explica en parte por los requisitos que el mercado formal impone (garantías, documentación etc.) y porque las condiciones de los créditos no se ajustan a sus requerimientos. Según el estudio Doing Business, que mide la forma en que las regulaciones gubernamentales fomentan o restringen la actividad empresarial, Colombia ha avanzado de manera importante
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en la simplificación de los trámites asociados a la puesta en marcha de un nuevo negocio. Sin embargo, Neiva está por encima del tope normal requiere de 19 trámites de los cuales 7 son requisitos municipales, mientras Villavicencio es la ciudad con el menor número de trámites. Respecto a costos Pereira se cataloga como la ciudad más fácil abrir una empresa y Neiva y Popayán son consideradas como las ciudades donde es más difícil abrir empresa. En términos de Registrar una Propiedad, Neiva requiere 13 trámites, tiene un costo equivalente al 2,71% del valor de la propiedad y se tarda 24 días en hacer todo el trámite, ocupando el puesto 11 de la clasificación. En Comercio Exterior, Neiva ocupa el puesto 12 respecto a las otras ciudades estudiadas. Para exportar se requieren aproximadamente 26 días y para importar 22 días, el transporte terrestre afecta notablemente los costos totales, por el tiempo, la calidad de los caminos y la seguridad. Además muchos de los operadores de comercio exterior realizan sus trámites desde Bogotá, no existen Sociedades de Intermediación Aduanera (SIA) en la ciudad y estas cobran entre el 0,3 % y el 0.5% del valor del embarque por el procesamiento de los requisitos de embarque. En el estudio Doing Business, el análisis de pago de Impuestos Neiva está posicionada en el 10 lugar, con relación al número de pagos al año necesarios para cumplir con los impuestos locales, que en promedio es de 74, frente a ciudades como Popayán, Pereira y Cúcuta. La carga tributaria de las empresas en Neiva es en promedio equivalente el 78,45% de sus utilidades brutas Para el Departamento del Huila, los resultados del Movimiento de Sociedades (Movisoc), en el año 2007 mostraron una Inversión Neta de $50.343 millones, lo cual representa un incremento en la inversión del 237% en comparación con el mismo periodo del año 2006 que fue de 14.957 millones de pesos, sustancialmente por el fortalecimiento de las Sociedades Reformadas, cuya inversión fue mayor al 300%, al pasar de $9.586 a $38.402 millones. Los sectores que jalonaron este crecimiento fueron Electricidad, Gas y Agua, Explotación de Minas y Canteras; y Construcción. En materia de Constitución de empresas la inversión también registró un buen comportamiento. Se pasó de $12.995 a $17.048 millones con una variación superior al 30% respecto al año 2006. Aquí se destacan sectores como Electricidad, gas y agua; Servicios; e Industria manufacturera, los cuales tuvieron un crecimiento en la inversión superior al 170%. Entre tanto, las Disoluciones disminuyeron un 33%.
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Uno de los elementos que inciden en la productividad y competitividad de las empresas es su capacidad para acceder a fuentes de financiación. Las Mipymes Huilenses cuentan con instrumentos de apoyo puestos a su disposición por parte del Gobierno Departamental: a) Capital Semilla en la modalidad de participación accionaria a través de FONDEAGRO, b) Recursos no reembolsables nacionales e internacionales a través de FONCYTEC, FOMIPYME y MIDAS, c) Aval para acceso a créditos línea FINAGRO a través de FONDEAR, Banca de Oportunidades: PRODEHUILA, PROEMPRESAS, CREA EMPRESAS EN EL HUILA, y MERCADOS VERDES. Pese a estos importantes instrumentos, aún se presentan limitaciones para seguir ampliando la cobertura y para colocar recursos de crédito de largo plazo. Entre 2004–2007 el Departamento del Huila, a través de PRODEHUILA se desembolsaron 696 microcréditos por valor de $2.304’279.000; El Fondo de Productividad y Competitividad Empresarial del Huila–PROEMPRESAS desembolsó 2 créditos por valor de $120.000.000; y a través de FONDEAGRO fortaleció a 4 empresas agropecuarias por valor de $1.217.340.000.
Para lograr una mayor efectividad de los créditos productivos, es conveniente ofrecer servicios de acompañamiento técnico a las empresas. Adicionalmente, es necesario el fomento de nuevos productos financieros como los microseguros, y los servicios de pagos y transferencias. Otra serie de instrumentos de financiación orientados al fortalecimiento de las capacidades técnicas, tecnológicas y de gestión de las Mipymes, son los programas y proyectos con recursos no reembolsables orientados fundamentalmente a: i) incentivar la creación de empresas, ii) fomentar la innovación y el desarrollo tecnológico, iii) facilitar el acceso a mercados, y iv) apoyar procesos de capacitación del recurso humano. A estos mismos instrumentos a acudido el Gobierno Departamental en apoyo del sector empresarial huilense. En el Departamento del Huila, entre 2004–2007 a través de FOMIPYME se han beneficiado 841 Mipymes por valor de $736’512.000; a través del Programa MIDAS fueron beneficiados 2.445 empresarios por valor de $1.603’230.000; a través del Fondo Emprender, se aprobaron 26 planes de negocios por un monto aproximado de $ 1.400 millones de pesos. Mediante el Programa de Asociatividad del Huila se mejoró la productividad y competitividad de empresas del Huila, mediante el desarrollo y fortalecimiento de 20 grupos empresariales integrados por 918 microempresarios, a través de la metodología BID-FOMIN, es necesario promocionar y fortalecer el empresarismo solidario departamental. Para fomentar la cultura del emprendimiento, se cuenta con la Ley 1014 de 2006, para lo cual el Departamento del Huila ha avanzado significativamente en este tema, al contar con el Diseño de un Programa Curricular, compuesto de siete (7) módulos a nivel de la Básica Primaria, Secundaria y Universitaria, enfocado a la generación de una nueva cultura y visión empresarial para que nuestros jóvenes adquieran nuevos paradigmas empresariales. En un alcance mayor, y en aplicación de esta Ley, el Departamento del Huila formulo el “Plan Estratégico Regional para el Desarrollo Integral de la Cultura para el Emprendimiento” y conformo la Red Regional de Emprendimiento y el Voluntariado Empresarial, siendo necesario continuar con su ejecución y fortalecimiento. Pese a los avances de los mencionados instrumentos no financieros, éstos presentan limitaciones, entre las que se destacan: i) la carencia de sistemas de monitoreo, seguimiento y evaluación de impacto; ii) sus bajos niveles de cobertura; iii) la baja participación de las regiones en la elaboración, ejecución y financiación de los programas; y iv) los bajos niveles de articulación.
CIENCIA Y TECNOLOGIA Para la efectiva implementación de la Agenda Prospectiva de CTI y de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad del Departamento, es necesario hacer énfasis en la articulación y compromiso entre los sectores institucional, educativo y empresarial quienes actúan de manera aislada sin seguir una política coherente de gobierno, desaprovechando oportunidades de oferta de cofinanciación de programas y proyectos sumado a las falencias en la mala formulación y presentación de estos. El bajo desarrollo científico y tecnológico del Departamento, radica en la falta de recursos suficientes para la implementación de proyectos de biotecnología, de investigación aplicada, desarrollo tecnológico e innovación, en el marco del fortalecimiento e la competitividad de las cadenas productivas estratégicas, de programas académicos formativos de alto nivel (doctorados, maestrías) y en gestión de actividades de investigación y desarrollo de conocimiento, como de oportunidades de realizar Transferencia Tecnológicas a través de visitas de observación a centros de investigación, laboratorios, parques tecnológicos o afines, seminarios, foros, congresos, simposios y talleres, dentro y fuera del país. Para desarrollar actividades acordes, es necesaria
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la implementación de herramientas tecnológicas que cuente con un sistema de gestión de información con plataforma virtual para la gestión de CTI.
GOBERNABILIDAD Y GESTION PUBLICA
GESTION FISCAL Y FINANCIERA Actualmente las finanzas Departamentales presentan un balance positivo en la mayoría de sus componentes, sin embargo, la capacidad fiscal de la Entidad puede verse afectada por el alto costo de las mesadas pensionales, las cuales representan el 44% del total de los gastos de funcionamiento y los procesos judiciales que cursan en contra del Departamento, se constituyen en el corto y mediano plazo en una situación difícil para la Entidad. El Departamento Administrativo Jurídico reporta un costo de $46.566.4 millones de pesos en obligaciones litigiosas, las cuales se han venido soportando financieramente con recursos de libre destino. No obstante el buen comportamiento de las rentas endógenas del Departamento, es de indicar el riesgo financiero que puede generarse, particularmente por el cambio de tendencia en el consumo de licores y los complejos procesos de escogencia del modelo de producción y comercialización de los productos del monopolio Departamental, situación que puede afectar sensiblemente el indicador de ley 617 de 2000. De igual forma, en relación al impuesto al consumo de cervezas, su ingreso podría incrementarse, en la medida que el gobierno nacional solicite ante el Congreso de la República, la modificación de las bases gravables determinadas para éste impuesto, razón a que son establecidas de manera autónoma por los productores, sin que la Administración Departamental tengan injerencia en su cálculo. Se ha evidenciado constantemente la falta de interés a nivel Nacional para reformar la estructura tributaria de los Entes territoriales. Esta estructura se presenta rígida y su fortalecimiento a nivel local solo es posible mediante el diseño de estrategias y acciones en cobro de cartera de vehículos, controles al contrabando y procesos de fiscalización. Las tarifas y los incrementos de las variables de cálculo de estas rentas están dados desde la normatividad nacional, sin que el Departamento cuente con autonomía para modificarlas.
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Los ingresos propios guardan una baja participación en el total de ingresos del Departamento, sin lograr direccionar recursos importantes para la inversión pública, distintos a los aportados por las regalías por hidrocarburos y del Sistema General de Participaciones. La Entidad territorial tiene una alta dependencia de las transferencias y compensaciones del orden Nacional, lo que se constituye en un riesgo financiero, toda vez que las nuevas reglamentaciones nacionales en cuanto al monitoreo, seguimiento y control a los recursos del SGP, lo mismo que los criterios aplicados por el DNP frente al uso que se le puede dar a las regalías, pueden afectar notablemente los fundamentos de la planificación financiera Departamental. La alta participación de los recursos del Balance originada en recursos de destinación específica no comprometidos, al igual que los recursos que amparan reservas, lleva a sobreestimar ingresos y gastos de las vigencias fiscales, induciendo a interpretaciones erróneas de los resultados fiscales. Esta situación es producida por deficiencia en la programación financiera y denota la baja capacidad de ejecución10.
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Comentarios informe viabilidad fiscal de los Departamentos a junio 2007 Minhacienda.
La incertidumbre en la normatividad vigente, sobre la aplicación que se debe dar a las reservas excepcionales, ocasionan una problemática particular al momento de obtener la refrendación por parte de la Contraloría Departamental. Este efecto en el mediano plazo puede causar problemas estructurales a las finanzas departamentales, ya que las obligaciones contractuales adquiridas y no refrendadas por el Ente de Control, pueden convertirse en pasivos o sentencias y conciliaciones, que harían más onerosos los gastos de funcionamiento y por consiguiente la inviabilidad financiera de la Entidad Territorial. En el mediano plazo, el indicador de ley 617 de 2000 se ubica para un Departamento de Categoría Tercera. La relación de gastos de funcionamiento/Ingresos corrientes de libre destino, se encuentra en el límite legal para ésta categoría, con propensión a superarlo, en razón de nuevas obligaciones en funcionamiento, tales como la provisión que el Departamento debe tener para apalancar obligaciones litigiosas, al igual que al alto costo de las mesadas pensionales. El comportamiento del indicador de Ley 617 de 2000 se constituye en el mediano plazo en un riesgo financiero de no adoptarse planes de ajuste, que permita crecer de forma significativa en el recaudo de los ingresos corrientes de libre destino y mantener la austeridad y racionalidad de los gastos de funcionamiento.
JUSTICIA, SEGURIDAD, DESPLAZAMIENTO FORZADO, PAZ Y CONVIVENCIA CIUDADANA El Departamento del Huila luego de haber sido objeto de una crítica situación de orden público en su historia reciente, a través de atentados terroristas, secuestro, extorsiones, etc., en la actualidad y con motivo de la política de seguridad democrática implementada por el gobierno nacional muestra un panorama de gobernabilidad en todo su territorio que contribuye en unión con factores económicos y sociales en generar expectativas para su desarrollo productivo. Es así como en los 37 municipios que conforman nuestro departamento sus autoridades administrativas gobiernan desde sus cabeceras en coordinación con el gobierno seccional, las autoridades militares, policiales y de seguridad, que constantemente brindan su apoyo político, administrativo y de pie de fuerza e inteligencia, generando un ambiente de confianza entre sus habitantes. Las principales vías de comunicación que atraviesan nuestro departamento son objeto de una continua vigilancia por parte de efectivos policiales y militares que han disminuido el asalto en las carreteras por parte de la delincuencia común y organizada. La efectiva presencia de las fuerzas del orden en lugares apartados en donde estas no eran conocidas por su labor han contribuido a reducir las tomas por parte de la insurgencia armada a los diversos municipios; todo ello contribuyendo a que se reactiven los sectores agrícola, industrial y turístico que contribuyen al crecimiento general de la economía de nuestra región. Por destacar se registran las desmovilizaciones voluntarias de integrantes de grupos armados ilegales en el departamento durante el periodo 2003 -2006 así: 198 que hacían parte de la FARC, 32 de las AUC y 1 de ELN, según fuente policía nacional, mostrando así un debilitamiento operativo e ideológico si se mira desde el ámbito nacional, favoreciendo la institucionalidad. Además cabe señalar la disminución en las tasas de homicidio en el departamento del Huila según fuente del observatorio de DDHH en el 2.005 se presentaron 404 homicidios y 384 en el 2.006. En este sentido es importante resaltar que en este periodo la situación de los homicidios mejoro significativamente en los municipios de Timaná, Teruel, La Argentina, Aipe, Saladoblanco y Santamaría, al registrar tasas de homicidio muy por debajo de la tasa nacional.
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A pesar de las cifras registradas favorablemente, en el 2007 vuelve a presentarse un incremento de las muertes violentas registrándose 429 víctimas. El motivo más conocido por el que se cometen las muertes violentas en el Huila, se da por problemas personales y/o venganzas, arrojando un total de 156 muertes, siguiendo las riñas con 80, enfrentamiento del ejercito con la delincuencia común con 66, enfrentamiento del ejercito con la subversión con 43, en atracos 27. Es preocupante observar como la mayor parte de los casos de estas muertes violentas se cometen por factores personales ignorando los mecanismos regulares para conciliar estos aspectos. En el tema de masacres los municipios más afectados en la vigencia del 2006, se encuentran los municipios de Rivera con 9 víctimas, Campoalegre con 8, Isnos y Pitalito con 5, San Agustín y Timaná con 4, en el 2007 no se registran victimas por masacres en nuestro departamento. Los secuestros extorsivos y simples tendieron a disminuir desde el 2005 a 2007, de acuerdo a datos suministrados por Fondelibertad en relación con el 2003 y 2004 así: 63 ocurrieron en el 2003, 75 en el 2004, 23 en 2005, 17 en 2006 y 3 en 2007. En cuanto al desplazamiento forzado la confrontación armada en los departamentos vecinos ha incidido de manera significativa en el hecho de que el Huila sea más receptor que expulsor de población por causa de la violencia, según las cifras que dispone acción social a diciembre de 2007 el Huila registra 54683 personas recibidas en los municipios de Neiva y Pitalito, frente a 37210 expulsadas de los municipios de Algeciras, Neiva, Colombia y Acevedo. Mención especial merecen las conductas delictivas relacionadas con la violación a los DDHH y DIH, tales como la activación de campos con minas antipersonales y munición abandonada sin explotar, trata de personas, generadas por el conflicto armado y la violencia generalizada que debilitan el tejido social por convertir a la población en su víctima directa. Frente a estos comportamientos el gobierno departamental viene creando las instancias, programas, recurso y personal para su prevención y atención de las víctimas. Cabe resaltar que en la violación de los DDHH y DIH encontramos un panorama diverso de actores como son la güerilla, los paramilitares y hasta de agentes del estado por hechos tales como muertes selectivas, torturas, desapariciones forzadas, desplazamiento, capturas masivas, ocupaciones de bienes civiles y restricciones al ingreso de alimentos en determinadas zonas, de conformidad a los datos arrojados por la consulta social, promovida por la comisión nacional de reparación y reconciliación CNRR, redepaz y el programa de desarrollo y paz–HUIPAZ, llevada a cabo el año inmediatamente anterior. Situación que conlleva a que este tema adquiera más relevancia por la crisis humanitaria que refleja, haciendo que crezca la demanda por los derechos a la verdad, la justicia y la reparación, con eco en la comunidad internacional. Así mismo la situación de violación del derecho a la libertad ha tenido hondas repercusiones ya que mediante el uso del secuestro se ha afectado a decenas de personas y sus familias, presentándose en la actualidad un notorio descenso en sus cifras de ocurrencia.
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Otra manifestación del impacto del conflicto armado es el aumento de casos por minas antipersonal (map) y municiones sin explotar (muse), sin llegar a ser tan dramático como en otras regiones del país, registrándose un numero de eventos a 31 de diciembre de 2007 de 193, observándose que los municipios más afectados son Algeciras seguido de Neiva, Isnos, Baraya y Acevedo según fuente del observatorio de minas de la vicepresidencia. Huila tiene presencia de minas en 23 de los 37 municipios. En este sentido la administración departamental promovió la constitución del consejo departamental contra minas antipersonal para fortalecer la capacidad de las instituciones locales frente a la prevención y atención de este flagelo que conduzcan a ofrecer condiciones para superar la situación.
Según el sistema de alertas tempranas de la defensoría del pueblo se registraron para el 2005 y 2006 un panorama de comunidades en riesgo por orden público y seguridad centrado en los municipios de Algeciras, Campoalegre, Rivera, Hobo y Gigante. En riesgo 86 funcionarios públicos, en especial los alcaldes de Algeciras, Gigante, Hobo, Campoalegre y Rivera, 12 diputados del departamento y 69 concejales. El Huila frente a la creación de espacios de participación ciudadana se ha convertido en pionero en la implementación de estos, logrando con su apoyo a la fecha, que en 19 municipios de los 37 que conforman el departamento se hayan creado las asambleas municipales constituyentes, escenarios propicios para la concertación de políticas públicas entre las administraciones locales y la comunidad en aras del fortalecimiento de la sociedad civil hacia la paz.
PARTICIPACION CIUDADANA Uno de los elementos más novedosos incorporados en la Constitución Política de 1.991 ha sido la fórmula de la Democracia Participativa para calificar el sistema de gobierno que nos rige, marcando otro derrotero en las relaciones entre el Estado y la Sociedad Civil. Antes de la nueva Carta, la expresión más representativa de Participación en el proceso democrático era el voto, la posibilidad de elegir y ser elegido para los órganos de elección popular. Hoy la participación y el control social pueden entenderse como el resultado del fortalecimiento de las “Organizaciones Sociales”, las cuales ejercen su autonomía para influir no solo sobre el manejo de la “Gobernabilidad” sino también en la forma de convivencia entre los ciudadanos, a fin de obtener mejores condiciones de vida y de progreso colectivo para el grueso de la población. La población que conforma la “Sociedad Civil Participativa”, corresponde a aquellas organizaciones sociales y comunitarias que, mediante la normatividad correspondiente, les otorga reconocimiento jurídico y administrativo para interactuar con el Estado y con el resto de la colectividad y posicionarlas, como organización, en el ejercicio de la Participación Ciudadana. En el Departamento del Huila, las principales Organizaciones Sociales y Comunitarias en el Sector Gobierno y Desarrollo Comunitario se encuentran representadas en: Juntas de Acción Comunal y Juntas de Vivienda Comunitaria (Ley 743 de 2002 y Decreto Reglamentario 23-50 de 2003), Asociaciones de Juntas de Acción Comunal (misma Ley, mismo Decreto), Clubes y Ligas Deportivas (Ley 181 de 1995), Cuerpo de Bomberos Voluntarios (Ley 322 de 1996 y Resolución 242 de 2001), Educación no formal (Decretos 15-29 de 1990, 21-50 de 1995, 427 de1996) y Otras que corresponden a entidades sin ánimo de lucro, tales como comités de vivienda, asociaciones de vivienda, fundaciones, corporaciones, clubes (Decreto 21-50 de 1995). A este respecto, en la actualidad, se encuentran activas 2.510 Juntas de Acción Comunal y Juntas de Vivienda Comunitaria en los 37 municipios del Huila, correspondientes a zona urbana y rural. Tanto la Secretaría de Gobierno y Desarrollo Comunitario del Departamento como la Secretaría de Desarrollo Social de Neiva les otorga Personería Jurídica, Reconocimiento de Directivos y Dignatarios, Reconocimiento de Reforma Estatutaria y les ejerce inspección, control y vigilancia. Además les imparte capacitación y les brinda asesoría y acompañamiento. Las Asociaciones de Juntas de Acción Comunal que se encuentran activas son 30 en los 36 municipios y 10 que corresponden a cada comuna de Neiva. Algunas de municipios y corregimientos de Neiva se encuentran en trámite y otras no han hecho elección de la misma. Se les otorga Personería Jurídica, Reconocimiento de Directivos y Dignatarios, Reconocimiento de Reforma Estatutaria y se les ejerce inspección, control y vigilancia, por parte de las mismas dependencias. Además se les imparte capacitación y se les brinda asesoría y acompañamiento.
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En lo referente a Clubes y Ligas Deportivas, a la fecha se encuentran activos, entre uno y otra, 100 en los 37 municipios (incluye Neiva). Se les otorga Personería Jurídica, Reconocimiento de Directivos y Dignatarios, Reconocimiento de Reforma Estatutaria y se les ejerce inspección, control y vigilancia por parte de la Secretaría de Gobierno y Desarrollo Comunitario. En lo concerniente a Cuerpo de Bomberos Voluntarios, a la fecha se encuentran activos 36, solo Saladoblanco no lo ha creado. Se les otorga Personería Jurídica, Reconocimiento de Directivos y Dignatarios, Reconocimiento de Reforma Estatutaria y se les ejerce inspección, control y vigilancia por parte de la Secretaría de Gobierno y Desarrollo Comunitario. El cuerpo de bomberos voluntarios de Neiva, en la actualidad se encuentra inactivos, razón por la cual la Alcaldía creó el cuerpo de bomberos oficiales. La Educación No Formal, que imparte capacitación en competencias laborales generales y específicas, a la fecha tiene activas diez organizaciones. Se les otorga Personería Jurídica, Reconocimiento de Directivos y Dignatarios, Reconocimiento de Reforma Estatutaria y se les ejerce inspección, control y vigilancia por parte de la Secretaría de Gobierno y Desarrollo Comunitario. En el Sector Educativo la Educación Formal permite la Participación Ciudadana dentro de los mandatos de la Ley 115 de 1994 y el Decreto Reglamentario 18-60 del mismo año, en lo referente a las elecciones participativas de los Consejos Directivos, Académicos, de Padres de Familia y Estudiantiles. También los establecimientos educativos apoyan los procesos eleccionarios de los C.M.J. (Consejos Municipales de Juventud), permitiendo que sus alumnos ejerzan el derecho de elegir y ser elegidos, conforme a la Ley 375 de 1997. En el Sector Salud la participación de la comunidad se concibe como la posibilidad que tiene ésta de intervenir en la planeación, ejecución, seguimiento y evaluación de la prestación de los servicios de salud, de la realización de los proyectos de infraestructura hospitalaria, de los de promoción y prevención de la enfermedad, con base en los principios de solidaridad, equidad y universalidad consagrados en la Constitución del 91. En el marco de la Ley 100 de 1993, la Ley 11-22 de 2007, y Decretos Reglamentarios como el 17-57 de 1994, se define un amplio contexto de la Participación Ciudadana en el tema de la salud pública. De ahí surgen los Consejos Territoriales de Seguridad Social en Salud, las Veedurías en Salud, las Asociaciones de Usuarios, las Unidades de Rehidratación Oral Comunitaria y de Saneamiento Básico, las Redes de Apoyo, los Vigías de la Salud y otras organizaciones que hacen posible que el sistema de seguridad social en salud se consolide brindado beneficio a toda la comunidad.
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Uno de los mecanismos más importantes para el ejercicio de la Participación Social es el de Veedurías Ciudadanas, que ejerce vigilancia sobre la gestión pública a las autoridades administrativas, políticas, judiciales, legislativas y organismos de control, fundamentado en la Ley 850 de 2003. En el departamento del Huila, siguiendo las directrices del Plan Nacional de Formación para el Control Social a la Gestión Pública, se conformó la Red de Control Social a la Gestión Pública en el Departamento, integrada por la Contraloría General de la República, quien la preside, Contraloría Departamental, Contraloría Municipal de Neiva, USCO, ESAP, Gobernación del Huila (Secretarías de Gobierno y Desarrollo Comunitario, Salud y Oficina de Control lnterno), Procuraduría General de la Nación, Procuraduría Regional, Personería Municipal de Neiva, Defensoría del Pueblo, INVIMA y Ministerio de la Protección Social. A través de dicha red, en el año 2007 se capacitaron 12 municipios en los temas de gestión pública, mecanismos jurídicos para el control social, control fiscal participativo, control social a la
gestión pública. Dichos municipios fueron: Neiva, La Plata, San Agustín, Pitalito, Timaná, Gigante, Garzón, Tarqui, Tesalia, Palermo, Baraya y Aipe. Por otra parte, la Contraloría General de la República constituyó para el departamento del Huila tres veedurías, una en Garzón para el seguimiento al tema de Desplazamiento Forzado, la segunda en Neiva y Pitalito para el seguimiento al tema de salud de las fuerzas militares y la otra denominada “Comité de seguimiento a las regalías del petróleo en el departamento del Huila”. Así mismo, en la mayoría de los municipios existen veedurías del régimen subsidiado de salud, inscritas en las Personerías Municipales. Así, pues, la Legislación Colombiana ha dado paso a espacios y mecanismos para la Participación Ciudadana en los distintos sectores: Gobierno, Educación, Salud, Medio Ambiente y, de igual manera, los entes territoriales y locales se han dado a la tarea de hacerlos visibles en mayor o menor grado. Sin embargo, el ejercicio de Análisis DOFA para el Departamento del Huila, permite conocer porqué la participación no incide sobre las decisiones, en el entendido que “la participación debe hacerse de manera integral, o sea, no solo revisando las decisiones que otros toman sino participando previamente en las consultas de las determinaciones que afectan al conjunto de la sociedad”.11 Problema El enfoque hacia el fortalecimiento de la Sociedad Civil para a que participe como interlocutor legítimo, válido y, en igualdad de condiciones con el Estado, no puede seguir siendo desde la perspectiva de las acciones de coyuntura, el asistencialismo y el mínimo cumplimiento de los parámetros legales; es necesario plantear procesos que incluyan estrategias de Información, Educación, Comunicación (IEC) que lleven a la apropiación del desarrollo local y regional y a la movilización hacia el cambio. Causas • La Participación Ciudadana se logra en la medida que existan Organizaciones Sociales sólidas, comprometidas, sostenibles, solidarias y con una gran capacidad de autogestión, producto de procesos de consolidación en el tiempo. Consideramos que en el Huila aún no se cuenta con este tipo de Organizaciones. • Las capacitaciones (talleres) que se dictan desde las instancias nacional, departamental y municipal, no conllevan una verdadera preparación integral a los actores sociales que les dé elementos para ser interlocutores válidos frente a las instancias gubernamentales y el resto de la colectividad. • La cultura del centralismo administrativo, revestida de autoritarismo antidemocrático, obstaculiza la verdadera y eficaz participación ciudadana. • Las campañas mal llamadas de comunicación sobre el tema de la Participación Ciudadana y afines, y las desvirtuadas “radios comunitarias”, no forman opinión pública que contribuya a ser analistas, críticos.
PLANIFICACION DEL DESARROLLO REGIONAL Los ejercicios de Planeación Estratégica de Visión Colombia 2019 y del Departamento presentan baja dinámica en su implementación. Así mismo ocurre con la Agenda Interna de Productividad y Competitividad, en sus cinco (5) apuestas las que demandan un alto compromiso para su
11 LONDOÑO Juán Fernando, RESTREPO Luis Alberto, otros, “Sociedad civil, control social y democracia participativa”. FESCOL, Bogotá, marzo de 1997.
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impulso, enriquecimiento y concreción. Se requiere atacar la baja productividad y competitividad del Departamento, en consecuencia trabajar en el contexto de la institucionalidad propuesta, continuar la dinámica de la Junta de Direccionamiento Estratégico, gestionar la implementación con recursos públicos y privados, formular proyectos para la gestión de recursos del nivel nacional e internacional. Frente a los proyectos de integración regional, se requiere impulsar las propuestas elaboradas, actualizándolos y gestionando su desarrollo con los gobernantes y la clase política regional. Las estrategias para el logro de los ODM se formularon y no han sido debidamente socializadas para su ejecución por parte del Departamento y sus municipios. Hace falta dar utilización al SIMIS para disponer de información actualizada, hacer seguimiento y monitoreo al cumplimiento de las metas de los 8 Objetivos del Milenio. Se requiere asesoría y asistencia técnica a los municipios en lo referente al proceso planificador, al desarrollo territorial, al banco de Programas y proyectos, a la presupuestación y presentación de informes por utilización de recursos ante el nivel nacional, realizar evaluación de la gestión y el desempeño municipal y departamental. En cuanto al Sistema de Información Regional, este se encuentra desarticulado, la tarea puesta al DANE y al DNP de diseñar sistemas integrales de información, en el documento CONPES Social 3238 de 2003 no se ha cumplido, además desde el nivel nacional se estimula la conformación de Sistemas de Información Sectoriales y no integrales. Las actividades para la implementación del Sistema de Información comprometen varias vigencias y el financiamiento ha recibido glosas por parte del DNP-Dirección de Regalías, por utilización de regalías al considerar que este no es un gasto de inversión sino de funcionamiento. El proceso de Planeación en lo departamental se centra en la Formulación y Programación del Plan de Desarrollo dando poca importancia a las fases de seguimiento y evaluación del Plan y en lo municipal estas competencias no se cumplen. Las metodologías para la Formulación de Planes Indicativos y de Acción no son debidamente conocidas por los funcionarios de la Administración y en los municipios se requiere apoyar la conformación de estos instrumentos de Planificación. El ejercicio de la evaluación de la Gestión Departamental no ha sido reglado por el DNP, y el proceso es débil frente a la necesidad de realizarlo en forma integral, abordando tanto el sector central como el descentralizado.
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La disposición del tiempo de los funcionarios para realizar investigación y análisis es muy limitada por la carga laboral y lo reducido de las plantas de personal y la falta de capacitación. Hace falta conformar grupos de trabajo para el análisis sectorial que apoyen la toma de decisiones. Pese a las Jornadas de Capacitación dirigida a los funcionarios del Departamento, se carece de personal en el Departamento y Municipios que manejen con propiedad las metodologías de Formulación de Proyectos. El SSEPI Sistema de Seguimiento a los proyectos de Inversión Departamental incluye un modulo de seguimiento el cual debe ser alimentado desde las respectivas dependencias ejecutoras de
la inversión, situación que no se está cumpliendo, generando con ello mayores cargas al DAP y descuido en el desarrollo de esta actividad. El Departamento carece de investigaciones y de proyectos que ataquen los problemas de orden social y económico del Departamento.
FORTALECIMIENTO INSTITUCIONAL La Gobernación del Huila posee una estructura plana por procesos, con una planta globalizada compuesta por 235 empleos en el nivel central, distribuidos en los niveles directivos, asesores, profesionales y asistenciales. Actualmente el número de funcionarios es insuficiente para atender el volumen de funciones y tramites; haciendo necesario que la administración tercerise algunos procesos o contrate personal externo, para suplir las necesidades. Estas circunstancias hacen vulnerable la estructura organizacional limitando el accionar hacia una óptima prestación del servicio. Así mismo cuenta con siete entidades descentralizadas, entre empresas industriales y comerciales del estado, empresas de economía mixta, empresas de servicios públicos y establecimientos públicos del orden departamental y cuatro Hospitales Generales del Departamento. El manejo de la estructura administrativa se realiza a través del Sistema de Gestión Integral “SGI”, instrumento de gerencia pública certificado bajo la norma técnica de calidad del sector público NTCGP-1000-2004. El sistema ha permitido mejorar el servicio al cliente externo, el cual se ha evidenciado en dos encuestas realizadas en los dos últimos años, reflejándose una percepción favorable del 70 % frente a los servicios y oferta institucional del Departamento. El perfil académico de los funcionarios de la Gobernación del Huila es alto, el 90 % son profesionales en diferentes disciplinas y de estos el 60% son especializados en diferentes áreas. Con el propósito de fortalecer el sistema de gestión integrado es importante incorporarle los elementos de gestión ambiental y salud ocupacional y continuar capacitando al funcionario en asunto de gerencia pública. El Modelo Estándar de Control Interno MECI, se ha configurado en la implementación de los Sub sistemas de: control estratégico, control de gestión y control de evaluación con sus respectivos componentes y elementos. El avance de implementación del MECI-1000-2005 asciende a un puntaje de 2.655, interpretándose como adecuado, siendo el puntaje máximo de 2.900 puntos. En cuanto al índice de Transparencia Administrativo del pacto firmado por el Gobierno Departamental con la Vicepresidencia de la República en su último cierre ascendió a un 91% en su tercer trimestre del año 2005. La plataforma informática de la Gobernación es confiable y segura. La cobertura es del 70% de los funcionarios de la administración. Igualmente, se cuenta con Hosting propio donde se aloja la página Web de la Gobernación y como medio de comunicación interna se ha implementado el servicio de intranet, con acceso directo a todos los funcionarios, y su finalidad es minimizar recursos físicos. Una de las amenazas en materia tecnológica es la baja automatización de los procesos y la mínima disponibilidad de recursos financieros, lo cual limita la implementación de proyectos de gran impacto administrativo y regional; dificultades que inciden en la difusión permanente de la gestión gubernamental hacia la comunidad. Sin embargo para alcanzar niveles de liderazgo en materia tecnológica, es importante que las entidades gubernamentales del Departamento se
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articulen mediante el uso las TIC con el fin de mejorar la interacción entre la ciudadanía y la administración ofreciendo un adecuado flujo de información y servicios en línea. En infraestructura física, las instalaciones están dotadas de espacios y ambientes agradables que garantizan la productividad de los procesos en los funcionarios. La remodelación de las oficinas se encuentra en un 75% en la sede central. No obstante, la Gobernación posee otras instalaciones como: Teatro Pigoanza, el Conservatorio de música y Secretaria de Cultura, presentando un alto estado de deterioro físico, esto implica que se tomen medidas inmediatas para la remodelación, que garanticen instalaciones apropiadas para su funcionalidad y desarrollo cultural. El patrimonio documental del Departamento se encuentra con las tablas de valoración documental y tablas de retención documental debidamente ajustadas a la Ley 594 de 2000 y supervisadas por el Consejo Departamental de Archivo y el Comité de Archivo de la Gobernación del Huila. Igualmente historias laborales con su respectivo software, y 353 rollos microfilmados-digitalizados. En la actualidad se cuenta 3.050 metros de fondo acumulado debidamente indizado, expurgado y con las tablas de valoración, quedando pendiente 5950 metros de fondo acumulado y fondo en gestión sin el debido proceso de expurgar e indización.
1.4
VISION
“En el año 2020, el Huila será el corazón verde de Colombia, pacífico, solidario y emprendedor; líder de una región dinámica donde florecen los sueños de todos”. Lanzada el 27 de julio de 2001 y formulada luego de 43 talleres con la participación de más de 800 huilenses. Esta visión debe alcanzarse en estos 12 años y a la presente administración le corresponde “aportar su cuota del 2008-2011”.
1.5
MISION
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OBJETIVO GENERAL DEL PLAN
El Departamento según la Constitución Política tiene autonomía para la administración de los asuntos seccionales y la planificación y promoción del desarrollo económico y social de su territorio. Ejerce funciones administrativas de coordinación, de complementariedad de la acción Municipal, de intermediación entre el Gobierno Nacional y los Municipios y prestador de los servicios determinados por la Constitución y la Ley.
Impulsar el crecimiento económico y social de la región con criterios de sostenibilidad, para reducir la brecha de desigualdad e inequidad y mejorar las condiciones de vida de los huilenses.
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EL ESPACIO DEL HOMBRE HUILENSE12 Alfredo Olaya Amaya Profesor Universidad Surcolombiana Miembro Academia Huilense de Historia
LOCALIZACION GEOGRAFICA E HISTORIA GEOLOGICA DEL DEPARTAMENTO DEL HUILA
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l departamento del Huila está localizado al suroccidente del país, entre los 3º55’12” y 1º30’04” de latitud norte (entre el nacimiento del río Ricachón, municipio de Colombia y el pico de la Fragua, municipio de Acevedo), y los 74° 25’24” y 76°35’16” de longitud al oeste del meridiano de Greenwich (entre el Alto de Las Oseras, municipio de Colombia y el páramo de Las Papas, municipio de San Agustín). Al norte limita con los departamentos de Cundinamarca y Tolima, al sur con los de Cauca y Caquetá, al oriente con los departamentos de Meta y Caquetá, y hacia al occidente con los de Cauca y Tolima. Actualmente el departamento del Huila cuenta con 37 municipios, 121 inspecciones de policía y 1369 veredas, agrupados para efectos de planeación en las Subregiones Norte, Centro, Sur y Occidente. En la primera se encuentra la cabecera municipal de Neiva, la cual es al mismo tiempo la ciudad capital del Huila; en la segunda, se destaca la ciudad de Garzón; en la tercera, la ciudad de Pitalito, y en la cuarta, la cabecera municipal de La Plata. Por otra parte, el Huila corresponde a la cuenca alta del río Grande de La Magdalena en una extensión de 19,990 kilómetros cuadrados, delimitados por el este y sureste con la cordillera Oriental, por el oeste con la cordillera Central y por el norte con los ríos Cabrera y Patá. Sin embargo, en un remoto ayer, hace varios millones de años, no existían el Alto Magdalena ni las montañas y valles que hoy conocemos. Así por ejemplo, en la era Paleozoica (entre 195 y 570 millones de años), existía sólo una parte de la cordillera Central, pero aún no se había levantado la cordillera Oriental, por lo tanto, existía una gran cuenca que limitaba por el oriente con el Escudo de las Guayanas. Las rocas (limolitas) y la fauna fósil representativas de esta era, revelan la existencia de un clima cálido con fluctuaciones de periodos fríos y secos.
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El Espacio del Hombre Huilense es el título del capítulo que el autor publicó en el tomo I de la Historia General del Huila, editada en Neiva por la Academia Huilense de Historia, en 1996. El texto corresponde a las páginas 33 a 87 del citado tomo.
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En la era Mesozoica (entre 54 y 195 millones de años), durante el Triásico, el mar penetró en el territorio huilense dando lugar al depósito de calizas fosilíferas de la formación Payandé. Luego ocurrió un levantamiento de la cordillera Central, el mar se retiró y se incrementó la actividad volcánica explosiva dando como resultado los depósitos de la formación Saldaña. Durante el Jurásico prevaleció un clima característico de zonas áridas y secas. En el Cretáceo, es decir, hacia el final de la era Mesozoica, el mar volvió a penetrar al Huila y depositó una gran cantidad de materiales, hoy conocidos como rocas de las formaciones Caballos, Villeta y Monserrate. Al comienzo de la era Cenozoica (54 millones de años), en el Terciario inferior, sucedieron levantamientos de las cordilleras Oriental y Central, ocasionando nuevamente el retiro del mar y la conformación de una cuenca intramontana que se rellenó con sedimentos fluviales y lagunares, conocidos como formaciones Guaduas y Gualanday. El levantamiento de dichas cordilleras continuó durante el Terciario Superior, mientras la sedimentación continental proseguía en un ambiente húmedo y cálido de bosques y grandes pantanos, condiciones que propiciaron la formación de fósiles en la zona denominada actualmente desierto de La Tatacoa. Durante el Plioceno y el Pleistoceno (entre siete y 15 millones de años), es decir, hacia periodos recientes de la era Cenozoica, se generó una intensa actividad volcánica, la cual dio origen a las rocas de la formación Gigante. Después, durante el Holoceno hasta hoy, ha predominado la actividad fluvial y torrencial de los piedemontes correspondientes a las cordilleras Central y Oriental, originando terrazas y abanicos como los de Rivera y Tesalia. Los más nuevos corresponden a los abanicos torrenciales generados por la avalancha del río Páez el seis de junio de 1994. Los recursos naturales, las condiciones climáticas y las amenazas ambientales del departamento del Huila, en gran medida responden, o son concordantes, tanto con su localización latitudinal y altitudinal, como con su evolución geológica. El grado de aprovechamiento sostenible o despilfarro de la oferta natural, así como la prevención o el incremento de los riesgos naturales, depende fundamentalmente de la investigación, la planificación integral y la educación ecológica a escala nacional, departamental y municipal, involucrando necesariamente a entidades gubernamentales, empresas privadas y organizaciones comunitarias.
OFERTA NATURAL Y AMENAZAS AMBIENTALES
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El departamento del Huila representa en gran parte a la cuenca alta del río Grande de La Magdalena, con un intervalo altimétrico que va desde los 390 metros en la desembocadura del río Cabrera (municipios de Villavieja) hasta los 5750 metros en el Nevado del Huila, lo cual determina significativamente la existencia de varios pisos altitudinales, climas y ecosistemas andinos e interandinos, que a su vez influyen directa e indirectamente en el correspondiente patrimonio natural. La oferta natural del departamento del Huila se manifiesta principalmente mediante la existencia de los siguientes recursos y factores geográficos y ambientales: 1. Bioclimas o zonas de vida (según el sistema de Holdridge). 2. Recursos hídricos (superficiales y subterráneos) y ecosistemas acuáticos (ríos, quebradas y lagunas).
3. Biodiversidad de flora y fauna (parques nacionales naturales Nevado del Huila, Volcán del Puracé y Cueva de los Guácharos). 4. Recursos hidrobiológicos (embalse de Betania, río Magdalena y río Cabrera). 5. Fauna fósil (yacimientos fosilíferos del desierto de La Tatacoa, Parque Nacional Cueva de los Guácharos y otras zonas). 6. Suelos agrícolas y forestales. 7. Minerales y recursos energéticos del subsuelo (petróleo, gas natural, roca fosfórica y mármol). 8. Recursos hidroenergéticos (Central Hidroeléctrica de Betania y proyectos hidroeléctricos El Quimbo y Pericongo). 9. Fuentes no convencionales de energías (solar, eólica y geotérmica). 10. Recursos de valor paisajístico. 11. Posición geográfica estratégica. Gran parte del potencial de estos recursos naturales se ha destruido irreversiblemente, mientras otra parte se encuentra en inminente peligro de deterioro; sin embargo, aún permanece una oferta natural cuyo potencial, o se está explotando, o todavía no ha sido aprovechada, ni despilfarrada. El deterioro y la extinción de la oferta natural en el Huila se manifiesta principalmente a través de los siguientes problemas ecológicos y amenazas ambientales: 1. Deforestación. 2. Incendios forestales y quemas con fines agropecuarios. 3. Erosión y desertización. 4. Remoción en masa (deslizamientos, derrumbes, solifluxión). 5. Inundaciones, avalanchas y sequías. 6. Sedimentación. 7. Contaminación de aguas, aire, suelo y población humana. 8. Extinción de especies vegetales y animales. 9. Deterioro del paisaje natural. 10. Deterioro de actuales y posibles áreas de manejo especial (parques nacionales naturales, áreas forestales protectoras, etc.). 11. Riesgo de desastres naturales asociados a sismicidad, volcanicidad y deshielos.
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Recursos Hídricos Las características latitudinales, climáticas y topográficas hacen que, aproximadamente, la mitad del territorio huilense sea una gran región productora de agua, a partir de los 1500 metros de altitud; mientras, la otra mitad, constituye una región receptora y consumidora de recursos hídricos, principalmente, por debajo de los 1000 metros de elevación. En el Huila los recursos hídricos se presentan en forma significativa, no sólo en forma de lluvias y ríos, sino, también, como aguas subterráneas, niebla, aguas termales y nieve. Su potencial es tan grande que aún en las zonas de bosque seco, bosque muy seco y monte espinoso tropical, la disponibilidad de agua es relativamente alta. En el piso térmico cálido se registran los mayores depósitos y caudales del Huila, dado que por aquí pasa el río Magdalena recibiendo el flujo de sus principales afluentes, entre los que se cuentan los ríos Suaza, Páez, Neiva, Fortalecillas, Cabrera, Aipe y Baché. Paradójicamente, aún las zonas con mayor déficit de humedad en el suelo son ricas en agua. Así por ejemplo, la tierra árida de la cabecera municipal de Colombia y sus alrededores están bañados por los ríos Cabrera y Ambicá, los cuales pertenecen al grupo de las corrientes superficiales más caudalosas del departamento. Así también, la región semiárida de La Tatacoa limita por el occidente con el río Magdalena, por el noreste con el río Cabrera y por el sur con el río Villavieja. Adicionalmente, en La Tatacoa y áreas circunvecinas existen afloramientos naturales —”ojos de agua”— y aljibes artesanales en producción que revelan la disponibilidad de aguas subterráneas. Biodiversidad y áreas de manejo especial. Tanto la variedad climática y las características topográficas, como la abundancia de varias formas de agua, entre otros factores, permitieron el desarrollo de una excepcional biodiversidad animal y vegetal, que, a pesar de su acelerado deterioro durante el siglo XX, todavía se manifiesta en los parques nacionales naturales Nevado del Huila, Volcán del Puracé y Cueva de Los Guácharos. Estos parques constituyen áreas de manejo especial que el Huila comparte con otros departamentos. También se destacan en este mismo sentido, la reserva natural privada de Merenberg en el municipio de La Plata y algunas áreas no protegidas como el páramo de Sumapaz en el municipio de Colombia, el cerro de Miraflores en Algeciras y Gigante, La Siberia en el municipio de Rivera, la cuenca alta del río Las Ceibas en el municipio de Neiva, el desierto de La Tatacoa, el embalse de Betania y la laguna de El Juncal.
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La protección de estas áreas de manejo especial, declaradas y no declaradas, aseguran en gran medida la preservación de especies únicas y especies en peligro de extinción. Al mismo tiempo, garantizan la producción de agua con buena calidad y la formación de ríos con caudales regulados en una buena parte de su recorrido, lo cual a su vez, contribuye a disminuir los riesgos de inundación y sobresedimentación durante los meses lluviosos, y la disminución crítica de caudales durante los meses de menor precipitación. Es decir, tales áreas constituyen un seguro para la agricultura con riego y los acueductos para consumo humano e industrial, la generación hidroeléctrica y el control de desastres asociados a desbalances hidrológicos. Obviamente, también son una garantía para mantener, al menos, un nivel moderado de biodiversidad. Por otra parte, las áreas de manejo especial del Nevado del Huila, Volcán del Puracé y Cueva de Los Guácharos son reconocidas no solamente por el Gobierno de Colombia en la categoría de parques nacionales naturales, sino también por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, La Ciencia y La Cultura (UNESCO) en la categoría internacional de Reserva de Biósfera, por constituir en conjunto un área representativa de los Andes colombianos.
La biodiversidad del Alto Magdalena en el Huila, pese al deterioro irreversible, es aún muy importante hasta en los ecosistemas caracterizados por la erosión severa y la desertización. Por ejemplo, en los xerofíticos cañones de los ríos Cabrera y Ambicá, en áreas relativamente pequeñas se pueden encontrar hasta más de diez especies diferentes de cactus. Probablemente, esta zona de monte espinoso tropical sea la más diversificada en el país en cuanto a la familia cactácea se refiere. Respecto a la paleobiodiversidad se destacan, el desierto de La Tatacoa, el Parque Nacional Natural Cueva de Los Guácharos y el lecho de varios ríos y quebradas en los municipios de Villavieja, Tello, Baraya y Aipe. La actual biodiversidad de flora y fauna en el desierto de La Tatacoa es muy baja, sin embargo, la diversidad de fauna fósil es relativamente alta e indica que en periodos geológicos recientes y a mediados de la era Cenozoica, predominaron bosques húmedos y cálidos de un ambiente selvático, en contraste con la dispersa vegetación xerofítica de hoy. Recursos hidrobiológicos Los recursos hidrobiológicos, en especial los peces nativos de los ríos Magdalena, Suaza, Páez, Cabrera, Aipe y Baché, fueron muy importantes en la dieta alimenticia y la generación de ingresos para muchos pescadores artesanales en la época prehispánica y durante toda la historia del Huila, más o menos hasta finales de la década de los sesenta. Ahora, a seis años del 2000, la pesca se practica casi exclusivamente en el río Magdalena, pues el deterioro ambiental generalizado de la cuenca magdalénica y la captura de ejemplares sin la talla mínima en el Huila y los demás departamentos de su área de influencia, disminuyeron significativamente la diversidad de peces y los volúmenes de pesca. Al respecto existen estudios13 mediante los cuales se ha calculado que la pesca global anual en todo el río Magdalena pasó de 72.162 toneladas en 1977, a 26.928 toneladas en 1987. Para el mismo periodo las capturas de subienda pasaron de 43.139 a 14.541 toneladas, de las cuales 11.000 y 6.000 corresponden respectivamente, a la pesca de bocachico. Con el llenado del embalse de Betania en 1987 se ha disminuido la diversidad de peces en el tramo correspondiente (entre la confluencia con el río Yaguará y el sector La Herradura), sin embargo, se incrementó apreciablemente el volumen de pesca a partir de la proliferación de Tilapia o Mojarra plateada (Oreochromis nicóticas), una especie exótica de la cual dependen, total o parcialmente, en términos económicos, más de 350 pescadores artesanales; mientras que antes de la creación de este ecosistema acuático, en la misma zona existían aproximadamente 100 pescadores primordialmente de carácter temporal u ocasional con fines de autoconsumo14. A pesar de la situación enunciada, algunas de las especies nativas migratorias parecen tener capacidad de sostener poblaciones de peces en la represa de Betania, tal como sucede con el capaz (Pimelodus sp.), el nicuro (Pimelodus sp.) y el peje (Pseudopimelodus sp.) en la cola del embalse por el brazo del río Magdalena. Estas especies sustentan en buena parte, la pesca del sector comprendido entre el sitio La Herradura y la zona limítrofe de El Hobo y Gigante. Además,
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ZÀRZATE, M., “Estado actual de las pesquerías de la cuenca del río Magdalena”, en INDERENA: Memorias primer foro pesquero de la parte baja de la cuenca magdalénica, Caucasia, 1989, Pág. 12.
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OLAYA, A. et al, Evaluación puntual de los efectos socioeconómicos generados por la construcción y operación de la Central Hidroeléctrica de Betania y alternativas de desarrollo en su área influencia; y descripción de efectos, Neiva, Universidad Surcolombiana y Central Hidroeléctrica de Betania, 1992, Pág. 141.
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se capturan en menor proporción otros peces nativos como, dentones, madres de bocachico, agujas, guabinas y mojarras del Magdalena. Estudios limnológicos e hidrobiológicos realizados por la Universidad Nacional en 1991, permiten concluir que en el embalse de Betania, es posible producir en forma sostenida otras especies con un adecuado plan de desarrollo pesquero. Los primeros ensayos realizados hasta ahora demuestran que el cultivo de peces en jaulas flotantes puede ser rentable. Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que el Huila es uno de los departamentos más desarrollados del país en cuanto a la piscicultura en estanques, ya sea con fines comerciales o de autoconsumo; gracias a la ejecución de programas de asistencia técnica ofrecidos por el DRI, la Secretaría de Fomento Agropecuario del Huila, el INDERENA y la Universidad Surcolombiana, entre otras entidades. Tanto el potencial hídrico e hidrobiológico del Huila, como la tradición de sus habitantes, pescadores y consumidores de pescado, han sido determinantes para que en este departamento existan las estaciones piscícolas Alto Magdalena en el municipio de Gigante, Piedra pintada en el municipio de Aipe y Yaguará en el municipio del mismo nombre. Pese a todo lo expresado sobre pesca, piscicultura e infraestructura piscícola, los recursos hidrobiológicos y los ríos continúan deteriorándose intensamente, mientras la investigación, la planificación y la inversión en protección ambiental y desarrollo pesquero no avanzan de la manera esperada. Hidroelectricidad La riqueza hídrica y las condiciones topográficas han colocado al Huila en el grupo de departamentos de mayor potencial hidroeléctrico. En 1987 entró en operación la Central Hidroeléctrica de Betania con una capacidad de 510 megavatios (MW) que representan más del 5% de la hidroelecticidad de Colombia. Sin embargo, su potencial no aprovechado es ostensiblemente mayor. Por ejemplo, El Quimbo (675 MW), Pericongo (600 MW) y Guarapas (380 MW) podrían tener en conjunto el triple de la capacidad instalada de Betania15. El Quimbo quizá sea la segunda gran central hidroeléctrica del Huila cuya construcción se inicie posiblemente antes de finalizar el siglo XX. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que con la deforestación y la erosión progresivas en las correspondientes cuencas hidrográficas y las eventuales avalanchas del Nevado del Huila, la vida útil de Betania y de la proyectada Central Hidroeléctrica del Quimbo, puede verse amenazada considerablemente por la sedimentación. Agricultura y riego
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La riqueza hídrica generada por las cuencas altas y las condiciones topográficas del piso térmico cálido determinan que el departamento del Huila tenga un potencial de 31.000 hectáreas aptas para el cultivo de arroz con riego, de las cuales, 18.000 se encuentran adecuadas y en producción y las 13.000 restantes, corresponden a proyectos de distritos que se encuentran en las etapas de prefactibilidad y factibilidad. Entre los distritos en operación sobresalen: El Juncal (3340 hectáreas) en el municipio de Palermo, La Florida (1500 hectáreas) en el municipio de Tello, San Alfonso (1137 hectáreas) en el municipio
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ORTIZ, C., “Potencial energético del río Padre”, en Central Hidroeléctrica de Betania S.A.: Betania, energía para Colombia ayer-hoy-mañana, Neiva, 1994, pág. 45.
de Villavieja, y varios sistemas de riego en el municipio de Campoalegre. Respecto a los proyectos no construidos merecen especial mención los de Venado-Cabrera-Las Lajas (6300 hectáreas) en los municipios de Villavieja y Baraya, Valle de Laboyos en Pitalito (4300 hectáreas) y HoboCampoalegre-Neiva (6000 hectáreas). También existen más de 10.000 hectáreas con posibilidades de riego para otros cultivos, tales como maíz, fríjol, tomate, lulo, maracuyá y frutales arbóreos (mango, guanábana y cítricos). Hasta ahora (1994), las tierras adecuadas corresponden al 50% de la cifra antes mencionada. Además, con nuevos estudios y mayores inversiones, es posible ampliar la superficie de áreas aptas para cultivos semestrales en la categoría de pequeña irrigación. Con el regadío y la aplicación de agroquímicos se tiende a salinizar el suelo, a deforestar e incendiar los bosques protectores de las fuentes de agua y a estimularse el sobreuso de la tierra que, inevitablemente, genera procesos de erosión. Erosión y desertización Tanto, la deforestación, el sobreuso del suelo y la erosión, como las quemas y los incendios forestales, causados directa e indirectamente por la agricultura y la ganadería, intensifican cada día más el proceso de desertización en el municipio de Villavieja, el suroeste del municipio de Colombia, el occidente de los municipios de Tello y Baraya, el oriente del municipio de Aipe y algunas áreas de los municipios de Palermo y Neiva. El deterioro del suelo también está asociado a la construcción de carreteras y la colonización de tierras no aptas para la agricultura en las zonas de ladera. La erosión y la sedimentación comprometen, entre otras, las cuencas hidrográficas de los ríos Las Ceibas y Fortalecillas en el municipio de Neiva, río Suaza en los municipios de Suaza y Acevedo, río Guachicos en el municipio de Pitalito, río Neiva en el municipio de Algeciras y río Blanco-Negro en el municipio de Rivera. También pueden citarse la quebrada Garzón en el municipio de Garzón y las quebradas El Hobo y El Pescador en el municipio de El Hobo. Contaminación acuática y atmosférica Las actividades agropecuarias en general conllevan problemas de erosión y contaminación de los recursos agua y aire. Por ejemplo, en el Huila la mayor parte de las áreas con distritos de riego están dedicadas a la agricultura comercial, principalmente arroz y otros cultivos para los cuales se utilizan sobredosis de pesticidas y fertilizantes. Los agrotóxicos y abonos, además de afectar la calidad del aire (fumigaciones aérea y manual), contaminan ríos y quebradas, lo cual a su vez deteriora el agua para la especie humana y la vida acuática. La contaminación hídrica en el Huila se origina en la aplicación de agroquímicos y en el beneficio del café, así como en el vertimiento de aguas residuales domésticas e industriales y la disposición de residuos sólidos domésticos e industriales a cielo abierto o en fuentes de agua (basuras, cascarilla de arroz, residuos de la construcción y polietileno). Si se tiene en cuenta que las área más pobladas, con más industrias y mayor superficie cultivada, se encuentran por debajo de los 1500 metros de altitud, puede concluirse que las fuentes más contaminadas, además del río Magdalena, coinciden con los tramos de ríos y quebradas correspondientes a valles cálidos. Entre las fuentes más contaminadas en su parte baja, podrían citarse, el río Neiva (municipio de Campoalegre), las quebradas Gallinazo y Sardinata (municipio de Palermo), las quebradas El Aceite y Batea (municipio de Tello), quebrada Garzón (municipio de Garzón), la quebrada Gigante-Guandinosa (municipio de Gigante) y los ríos del Oro y Las Ceibas (municipio de Neiva).
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Petróleo, gas natural, roca fosfórica y otros recursos del subsuelo Antes de la llegada de los conquistadores españoles, en el Huila eran muy importantes los recursos hídricos, el suelo, los bosques y otros recursos naturales renovables. También fueron importantes algunos recursos del subsuelo, especialmente, para los escultores, alfareros y orfebres prehispánicos. Ahora también siguen siendo importantes, pero el interés por los recursos naturales no renovables ha cambiado de significado, e incluso, se explotan en detrimento de los primeros, quizá haciendo una equivocada interpretación del concepto involucrado por las palabras, “recursos naturales renovables”. Respecto a los recursos del subsuelo, el principal interés de carácter económico, se ha orientado desde la mitad del siglo XX hacia el petróleo y posteriormente, hacia el gas natural y la roca fosfórica; sin embargo, también existen depósitos de dolomita, caliza y mármol y algunos minerales como oro, cuarzo, barita, yeso y mica (Museo Geológico de la Universidad Surcolombiana). En el departamento del Huila se encuentran algunas de las formaciones petrolíferas más promisorias del país, cuya localización se distribuye en más de 19 municipios dentro de los cuales se destacan: Aipe, Palermo, Yaguará, Tesalia, Neiva, Baraya y Villavieja. Los campos correspondientes se conocen como Dina Terciario, Dina Cretáceo, Hatonuevo y otros de la concesión Neiva 540 (compañía operadora: Hocol); Tello y La Jagua de la Concesión Tello 1161 (compañía operadora: Hocol); La Cañada de la concesión Carnicerías 1202 (compañía operadora: Hocol); San Francisco y Balcón de la Asociación Palermo (compañía operadora: Hocol); Andalucía de la Asociación Huila (compañía operadora: Petrocol) y Los Mangos de la Asociación Hobo (compañía operadora: ESSO). En el Huila, la actividad petrolera se remonta al año 1956 cuando el Gobierno colombiano adjudicó, mediante la Concesión Neiva 540, una extensión de 149.000 hectáreas, localizadas entre los municipios de Aipe y Neiva a las compañías INTERCOL-TENNESSEE para actividades de exploración y explotación. Sólo en febrero de 1963 se inició la producción en el denominado pozo D-2, descubridor del campo Dina Terciario. A partir del 18 de noviembre de 1994 por decisiones de origen jurídico los campos de la concesión 540 se seguirán explotando en una modalidad diferente como consecuencia de la denominada reversión petrolera. La presencia de roca fosfórica se ha detectado en más de 15 áreas distribuidas por los municipios de Tesalia (mina Los Yuyos), Aipe (mina de Media Luna y prospecto La Cañada), Teruel (Aren Teruel-La Juanita), Yaguará (prospectos al occidente y sur del municipio), Palermo (prospecto San Miguel), Baraya (prospectos La Bodega, La Troja, Los Pinos y Los Andes), Tello, Plata, Timaná, Elías y Neiva (prospectos San Antonio y Vegalarga). Los mayores depósitos de roca fosfórica y mejor tenor de P2O5 corresponden a Los Yuyos y Media Luna, minas que actualmente se encuentran en explotación.
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En materia de recursos del subsuelo, también son importantes los yacimientos fosilíferos de moluscos bivalvos del río Suaza y el Parque Nacional Cueva de los Guácharos, así como los xilópalos del municipio de Tello y los desdentados, roedores, monos, lagartos y tortugas del desierto de La Tatacoa. En este caso, el valor del recurso se aprecia ante todo en el plano de la investigación paleontológica, la educación ambiental y el turismo. Paisaje, cultura prehispánica y turismo El potencial turístico del Huila, aún no aprovechado en la magnitud esperada, se fundamenta, principalmente, en los recursos naturales de valor paisajístico asociados al desierto de La Tatacoa, el embalse de Betania, la laguna El Juncal, las termales de Rivera y los parque nacionales naturales Nevado del Huila, Volcán del Puracé y Cueva de los Guácharos. También son de gran valor turístico y paisajístico los parques arqueológicos de San Agustín, los Ídolos y Alto de Las Piedras, así como
el poblado prehispánico de Morelia. Al respecto es conveniente agregar que los parques naturales y los parques arqueológicos, en conjunto, son de gran trascendencia nacional e internacional en el campo de la ecología, la historia y la cultura. Localización estratégica La localización altitudinal y latitudinal del Huila sobre la cuenca del río Magdalena en el sector centro-sur del país, entre otras razones, ha otorgado a este departamenteo algunas ventajas de carácter estratégico desde una perspectiva histórica, económica y de desarrollo regional. Con el fin de ilustrar en parte su valor en este sentido, se presentan a continuación los siguientes datos y comentarios. 1. El valle del río Magdalena y varias localidades del Huila (Neiva, Villavieja, Timaná y La Plata) fueron caminos y puertos indispensables para la conquista. Durante la colonia esta región se hizo aún más notable con la ruta Santafé-Quito, a través de la cual se generó un gran comercio y se comunicaron importantes regiones correspondientes a los actuales países de Colombia y Ecuador. 2. Hacia finales del siglo XIX se destacó el intercambio comercial con el Alto Caquetá, lo cual abrió las puertas a la colonización de vastos territorios del sur de Colombia y la Amazonia. Por dichas puertas entraron los caucheros, los buscadores de quina, mineros y aventureros. 3. El conflicto con el Perú en 1932 reafirmó la importancia de Neiva y del valle cálido del Magdalena desde el punto de vista geopolítico y comercial. En esta oportunidad, la situación obligó al Gobierno Nacional a mejorar o transformar en carreteables los caminos de herradura que comunicaban a los departamentos del Huila y Caquetá (Garzón-Florencia) con el centro del país. El conflicto terminó, pero abrió puertas muy grandes a la colonización de la cordillera Oriental y de las selvas cálidas del Caquetá. 4. Las carreteras Neiva-Balsillas, Neiva-Planadas y Pitalito-Mocoa, comunican, respectivamente, al Huila con los departamentos de Caquetá, Tolima y Putumayo, facilitando una vez más la colonización de las cordilleras Oriental y Central. En la actualidad existe la expectativa de establecer comunicación con el puerto de Buenaventura (a través de Planadas), con la Carretera Marginal de la Selva (a través del Alto Balsillas) y con Ecuador (a través de Mocoa). Con estas vías, más las existentes, y a partir de una geografía andina e interandina, el Huila podrá hacer presencia fácilmente en el Océano Pacífico, en la selva amazónica, en Santafé de Bogotá, en Ecuador. 5. Las áreas de manejo especial conocidas como Cueva de Los Guácharos, Nevado del Huila y Volcán del Puracé, con gran parte de su territorio en el departamento del Huila, no sólo son reconocidas en la categoría de parques nacionales en Colombia, sino también en la categoría de reservas de biósfera por la UNESCO. 6. La jurisdicción del departamento del Huila comprende áreas del Macizo Colombiano y de la Estrella Fluvial Colombiana, donde nacen los ríos Magdalena, Cauca, Caquetá y Patía. Hacia dicho departamento drenan fuentes que constituyen la cuenca alta del río Magdalena, cuyas aguas pasan además por los departamentos de Tolima, Caldas, Cundinamarca, Boyacá, Antioquía, Santander, Cesar, Bolívar, Magdalena y Atlántico. 7. De conformidad con la Constitución Política de Colombia de 1991, se creó la Corporación Autónoma Regional de Río Grande de la Magdalena “encargada de la recuperación de
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la navegación, de la actividad portuaria, la adecuación y conservación de tierras, la generación y distribución de energía y aprovechamiento y preservación del ambiente, los recursos ictiológicos y demás recursos naturales renovables”. Dado que el Huila comprende la cuenca alta del río Magdalena, es lógico suponer que dicho departamento recibirá un tratamiento preferencial de parte de la Corporación mencionada anteriormente. 8. Adicionalmente, según la Ley 99 de 1993 se creó la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), que tendrá su sede principal en la ciudad de Neiva y su jurisdicción comprenderá exclusivamente al departamento del Huila. La localización geográfica estratégica del Huila podría utilizarse para canalizar recursos económicos y planificar un desarrollo más acorde con su oferta natural y su problemática ecológica, así como con sus necesidades socioeconómicas y ventajas comparativas a nivel regional y nacional; de tal manera que sus potencialidades no se conviertan en motivación o instrumento para perder autonomía y destruir valiosos recursos naturales.
LAS ZONAS DE VIDA DEL HUILA, UNA BASE ECOLOGICA PARA EL USO SOSTENIBLE DEL ALTO MAGDALENA El departamento del Huila comprende territorio que altitudinalmente empieza a los 390 metros en la confluencia de los ríos Magdalena y Cabrera v se extiende hasta los 5.750 metros en el Nevado del Huila; es decir, que el respectivo intervalo altimetrico es de 5.360 metros, lo cual coloca al Huila entre los departamentos con mayor número de climas, ecosistemas, y zonas de vida que contrastan significativamente por la temperatura, la precipitación, la vegetación nativa, el paisaje y el uso de la tierra. La delimitación de cada zona de vida en el sistema bioclimático de Holdridge16 en una región latitudinal determinada, se fundamenta en el uso de tres parámetros: la biotemperatura, la precipitación total y la relación de la evapotranspiración potencial (la biotemperatura en la región tropical por lo general es ligeramente inferior a la temperatura ambiental medida en las estaciones del Himat). Adicionalmente, se consideran aspectos relacionados con la altitud, la vegetación nativa, el uso de la tierra y la influencia de los vientos, la niebla y las características edáficas. La clasificación bioclimática de Holdridge adoptada oficialmente por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), ofrece a planificadores, ecólogos, geógrafos y autoridades ambientales varios soportes científicos válidos para la toma de decisiones en relación al aprovechamiento y protección de recursos naturales, de conformidad con los principios del uso sostenible. Por lo tanto, se ha considerado abordar este capítulo con el enfoque de zonas de vida, con la seguridad de que la información y las orientaciones aquí consignadas contribuirán de alguna manera al desarrollo integral del Huila y la cuenca del Alto Magdalena.
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En Colombia, según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi17, se encuentran representadas 24 zonas de vida, las cuales equivalen en número al 19% de las existentes en todo el planeta, de conformidad con el sistema bioclimático de Holdridge. Según Espinal18 en el departamento
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HOLDRIDME, LESLIE, R., Ecología basada en zonas de vida, San José de Costa Rica, Instituto Interamericano de Corporación para la Agricultura, 1982. INSTITUTO GEOGRAFICO AGUSTIN CODAZZI, Zonas de vida o formaciones vegetales de Colombia, memorias explicativas sobre el mapa ecológico, Bogotá, pág. 32,182.
ESPINAL, L. S., Notas ecológicas sobre el lluila., Medellín, Universidad Nacional de Colombia, 1990, pág. 13.
del Huila se encuentran representadas 11 zonas de vida, las cuales corresponden en número al 46% de las existentes en Colombia, pese a que este departamento sólo representa el 1,7% de la superficie total del país. Respecto a las 11 zonas de vida en el Huila, tres se localizan en el piso térmico cálido, dos en el premontano, dos en el montano bajo, una en el montano, dos en el páramo y el superpáramo, y una en el piso nival. En el primer piso o piso térmico cálido (hasta los 1.000 metros de altitud) se han identificado las zonas de monte espinoso tropical (me-T) o tierra caliente árida, bosque muy seco tropical (bms-T) o tierra caliente muy seca y bosque seco tropical (bs-T) o tierra caliente seca. Corresponden respectivamente, a estas zonas las confluencias de los ríos Cabrera y Ambicá, el desierto de La Tatacoa y el Valle del río Magdalena. En el segundo piso se distribuyen las zonas de bosque húmedo premontano (bh-PM) o tierra húmeda cafetera y bosque muy húmedo premontano (bmh-PM) o tierra cafetera muy húmeda. En el tercer piso existen las zonas de bosque muy húmedo montano bajo (bmh-MB) o tierra fría muy húmeda y el bosque pluvial montano bajo (bp-MB) o tierra fría superhúmeda. Pertenecen a estas zonas varias estribaciones de las cordilleras Oriental y Central, en las cuales se localizan las cuencas altas de los ríos Cabrera, Neiva, Suaza, Guarapas, Naranjo, Iquira y Baché. El cuarto piso se encuentra representado solamente por la zona de bosque pluvial montano (bp-M) o subpáramo superhúmeda, correspondiente a una franja estrecha localizada sobre las estribaciones del Nevado del Huila, Volcán del Puracé y cordillera Oriental hacia el norte del municipio de Colombia y hacia el oriente de los municipios de Neiva, Rivera, Algeciras y Gigante. Los pisos quinto y sexto se encuentran representados respectivamente, por las zonas de páramo pluvial subandino y tundra pluvial andina o superpáramo. Pertenecen a esta zonas los sectores próximos al Nevado del Huila y Volcán del Puracé. El último piso corresponde a la zona nival, caracterizada por la presencia de nieves perpetuas. En el territorio huilense esta zona de vida existe solamente en el Nevado del Huila. A continuación se presenta una descripción de cada zona de vida, con áreas representativas en el Huila, haciendo especial énfasis en los siguientes aspectos: localización, características climáticas, vegetación nativa predominante, potencialidades y restricciones para el uso de la tierra y el aprovechamiento de recursos naturales, principales problemas ecológicos y consideraciones sobre gestión ambiental. El monte espinoso tropical. La tierra árida de los ríos Cabrera y Ambicá De acuerdo al sistema bioclimático de Leslie R. Holdridge, el monte espinoso tropical puede encontrarse entre los 13° grados de latitud norte y los 13° de latitud sur, sobre altitudes iguales o inferiores a los 1000 metros, con biotemperaturas anuales iguales o mayores a 24°C y una precipitación total anual que oscila entre 250 y 500 milímetros. El monte espinoso tropical corresponde a la provincia de humedad denominada “árido” la cual representa una relación de evapotranspiración potencial anual entre cuatro y ocho; es decir que por cada milímetro de lluvia pueden evapotranspirarse de cuatro a ocho milímetros (potencialmente) si siempre el suelo estuviera saturado de agua. Sin embargo, dado que se trata de un índice de valor potencial, en realidad, la pérdida de agua hacia la atmósfera no ocurre en la proporción anteriormente señalada. De todas maneras, estos altos valores de evapotranspiración máxima
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posible indican que en el monte espinoso tropical existe déficit de humedad en el suelo la mayor parte del año; por ende es difícil, costoso, y poco rentable desarrollar la agricultura y la ganadería en esta zona de vida. La vegetación nativa corresponde a especies que poseen estrategias adaptativas para sobrevivir a las altas temperaturas, la erosión y la sequía. Entre otras adaptaciones pueden citarse las siguientes: 1. Raíces largas que crecen vertical y lateralmente, aumentando así, el radio de acción para la búsqueda de agua y nutrientes. 2. Tallos y hojas carnosas que almacenan agua durante los meses húmedos para satisfacer sus necesidades hídricas durante los meses secos. 3. Plantas desprovistas de hojas y con abundantes aguijones y espinas para disminuir las pérdidas de agua por transpiración. 4. Plantas con abundantes semillas para garantizar una regeneración natural que les permita perpetuar la especie. En Colombia, el monte espinoso tropical se encuentra representado en una extensa área de la Península de La Guajira, en sectores asociados al mar Caribe y la ciudad de Santa Marta, y en el municipio de Colombia, departamento del Huila. En el municipio de Colombia existe un territorio en forma de medialuna de aproximadamente 70 kilómetros cuadrados, clasificado por Espinal (1909) como monte espinoso tropical. En dicha zona se encuentran la cabecera municipal de Colombia, la confluencia de los ríos Cabrera y Ambicá, así como varios cañones, colinas y zanjones asociados a dichos ríos, aproximadamente entre los 3º 20” y 3º 26” de latitud norte, sobre elevaciones que van desde los 750 a los 1000 metros. Esta zona tiene una biotemperatura de 24°C y una precipitación total anual ligeramente inferior a los 500 milímetros, de tal manera que la relación de evapotranspiración potencial puede alcanzar un valor aproximadamente igual a cuatro; es decir, bioclimáticamente constituye una zona de vida muy cercana a las zonas de bosque muy seco tropical y monte espinoso premontano. En dicha zona del municipio de Colombia, las escasas lluvias se concentran en los meses de abril, mayo, octubre y noviembre, mientras que el periodo más seco corresponde a julio, agosto, y septiembre. Climáticamente esta zona se caracteriza por ser una de las más afectadas por la frecuencia y velocidad de vientos durante todo el año, sin embargo, estos se perciben con mayor significancia durante los meses más secos. Probablemente, constituyan un importante recurso para el aprovechamiento de energía eólica. Tanto la sequía, la susceptibilidad de los suelos a la erosión, el predominio de las tierras inclinadas y los vientos, como las acciones antrópicas (ganadería, construcción de carreteras, deforestación y las quemas), han convertido al monte espinoso tropical del municipio de Colombia en una de las áreas más erosionadas del país conjuntamente con las regiones de la Guajira, el valle del Chicamocha, Villa de Leyva, La Candelaria y desierto de La Tatacoa.
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Este deterioro de suelo se manifiesta como la acción combinada de erosión hídrica, erosión eólica y erosión antrópica, a manera de surcos, terracetas, cárcavas, erosión remontante, remoción en masa (derrumbes y desplomes) y erosión fluvial. Tal deterioro no solamente empobrece los suelos desde el punto de vista agrícola, sino que también incrementa cada vez más el riesgo de pérdidas de vidas humanas y daños contra las obras públicas y viviendas, principalmente, en la cabecera municipal de Colombia, carreteables y riberas de los ríos Cabrera y Ambicá, los cuales se originan y drenan dentro de cuencas de carácter torrencial. Tanto el déficit de humedad en el suelo como la erosión y la vegetación xerofítica predominante, imprimen a este monte espinoso tropical un aspecto parecido al de un desierto, pese a que
climáticamente, según Holdridge, no puede clasificarse como tal; es decir, se trata de una zona en proceso de desertización o desertificación (palabras con las cuales se califican las áreas con apariencia de desierto). En términos generales la vegetación nativa presenta las siguientes características: 1. Predominio de especies herbáceas y arbustivas; sin embargo, también se observan plantas arbóreas, muscinales y arborícolas. 2. Existe la mayor biodiversidad de plantas cactáceas del departamento del Huila y probablemente del país. Entre las especies predominantes pueden citarse las siguientes: cardón (Cephalocereus colombianus), cardón gris (Lemaireocereus gríseus)19; cardón puntiamarillo, cardoncillo, pitahaya roja, mamilaria (Mamillaria sp.), cactus epífitos20; cabecenegro (Melocactus caesius), arepo (Opuntia pittierii) y melcocha (Opuntia depauperata)21. 3. Es notable la presencia de plantas con hojas carnosas (almacenadoras de agua) que poseen gran cantidad de aguijones. Este grupo está representado por agaváceas, liliáceas y amarilidáceas: motua (agave sp.), sábila común (Aloe sp.) y fique espinoso (Fourcroya sp). 4. También es frecuente encontrar hojas carnosas sin aguijones en algunas amarilidáceas, crasuláceas y portulacáceas: fique no espinoso (Fourcroya sp), hoja santa (Bryophyllum pinnatum), chupahuevos (Kalanchoe tubiflora) y vidrio (Portulaca pilosa). 5. En el grupo de las arbustivas y arbóreas leñosas con espinas o aguijones se destacan las mimosáceas, denominadas, peló (Acacia farnesiana), payandé (Pithecelobium dulce), cují (Prosopis juliflora), así como una cesalpinácea conocida como retamo o sauce guajiro (Parkinsonia aculeata). 6. En el estrato herbáceo son comunes las plantas con hojas no carnosas, cubiertas de aguijones y vellosidades que impiden pérdidas de agua por transpiración. En este caso pueden citarse las solanáceas conocidas como cocubo (Solanum Pos,s autosepalum) y güevas de gato (Solanum sp.), y las euforbiáceas denominadas pringamoza (Jatropha sp.), frailejón calentano (Jatropha gossypiifolia) y mosquero (Croton sp.). 7. En el estrato arborícola sobresalen las siguientes epífitas bromeliáceas: clavel de árbol (Tillandsia recurvata) y clavel de cuerda (Tillandsia sp.). En este estrato también se destaca una lorantácea hemiparásita conocida localmente como pajarito y una cactácea denominada cardo epífito. 8. Las gramíneas están representadas por pocas especies pero con una alta frecuencia de individuos. Entre otras sobresalen, el pasto tiatino (Boutelova heterostega) y rabo de zorro (Trichachne insularis). 9. También merecen mencionarse las siguientes especies que crecen en medio de cactus
19 20
ESPINAL, L.S., op.cit., pág. 57. OLAYA, A., “Principales características climáticas y botánicas de la zona semiárida en la cuenca del Cabrera”, en Revista Universidad Surcolombiana, núm. 8, pág. 56.
21
LLANOS, F., Flora de la región norte huilense, Neiva, Universidad Surcolombiana, 1991, pág. 12.
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y leñosas espinosas: tatamaco (Bursera torrentosa), sasafrás (Protium hepthyllum), indio desnudo (Bursera simaruba), todas estas burseráceas; naranjuelo (Capparis indica), una caparidácea; calambrino (Ipomoea arborescens), una convolovulcea, y el algodón de Castilla (Calotropis sp.), una asclepediácea. En las estrechas vegas crecen árboles de especies no típicas del monte espinoso tropical, los cuales compiten con cultivos de cacao, plátano, yuca, caña de azúcar, fríjol, árboles frutales y árboles para madera, sombra y cercas vivas. La escasa agricultura es debida, posiblemente, a la formación de suelos aluviales humedecidos permanentemente, por los ríos Cabrera y Ambicá. Tal como puede concluirse, la zona de monte espinoso tropical del municipio de Colombia no es apta para el desarrollo agropecuario actual, además, ofrece peligros para la población humana por la inestabilidad de sus laderas y las eventuales crecidas de corrientes torrenciales pertenecientes a los ríos ya mencionados. En consecuencia, se trata de un ecosistema frágil a las acciones antrópicas, e incapaz de sostener económicamente a sus 2000 habitantes, por el contrario, espera ser subsidiado por el hombre, mediante proyectos de conservación de suelos y protección de biodiversidad en cuanto a plantas cactáceas, se refiere. Por lo expresado anteriormente sus habitantes dependen económicamente, no sólo del monte espinoso tropical, sino también de áreas circundantes que pertenecen a las zonas de bosque muy seco tropical y bosque húmedo premontano. El bosque muy seco tropical del desierto de La Tatacoa El bosque muy seco tropical puede localizarse altitudinalmente en el piso basal hasta los 1000 metros, con biotemperaturas iguales o superiores a los 24ºC y una precipitación total anual que oscila entre 500 y 1000 milímetros. El bosque muy seco tropical corresponde a la provincia de humedad denominada “semiárido”, la cual presenta una relación de evapotranspiración potencial anual entre dos y cuatro; es decir que por cada milímetro de lluvia pueden evapotranspirarse de dos a cuatro milímetros (potencialmente), si siempre hubiera agua disponible en el suelo. Pero dado que se trata de un índice de valor potencial, en realidad, la pérdida de agua a la atmosfera no ocurre en esta proporción. De todas formas, los altos valores de la relación de evapotranspiración potencial, indican que en el bosque muy seco tropical existe déficit de humedad en el suelo gran parte del año, lo cual impide desarrollar una agricultura rentable sin altas inversiones en infraestructura de riego. En concordancia con lo expresado anteriormente, la vegetación nativa corresponde a especies que poseen estrategias adaptativas para sobrevivir a las altas temperaturas, la erosión y la sequía. Tales estrategias en general, son las mismas citadas en la anterior sección para el monte espinoso tropical.
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En Colombia, el bosque muy seco tropical se localiza principalmente sobre el cañón del río Patía en jurisdicción de los departamentos de Cauca y Nariño; el sector de Loboguerrero y una estrecha franja entre Roldanillo y La Unión en el departamento del Valle; el cañón del río Chicamocha en el departamento de Santander; en Cúcuta y Villa del Rosario en Santander del Norte y el municipio de Villavieja en el departamento del Huila, así como en las islas de San Bernardo, islas del Rosario y Punta Barú en territorios del mar Caribe. En el departamento del Huila, la zona de vida en mención comprende aproximadamente 700 kilómetros cuadrados distribuidos principalmente en jurisdicción de los municipios de Villavieja
y Baraya. En proporciones relativamente menores, también, se presenta en los municipios de Colombia, Tello y Aipe. Dada la trascendencia que reviste La Tatacoa a nivel nacional e internacional, la descripción de la zona de vida en mención se referirá principalmente a esta región. El desierto de La Tatacoa se encuentra en jurisdicción del municipio de Villavieja hacia el oriente y noreste de su respectiva cabecera municipal, la cual se localiza sobre los 13° 13’ de latitud norte y 75° 13’ de longitud al oeste de Greenwich, distante de Neiva 38 kilómetros por la carretera que recorre la margen derecha del río Magdalena, pasando por la localidad de Fortalecillas. En la época precolombina el municipio de Villavieja estuvo habitado por indios Totoyoes y Doches. Merece también mencionarse que por estas tierras ocurrió la segunda fundación de Neiva en 1550. En el mismo lugar, hoy cabecera municipal, fue edificada en 1748 la capilla de Santa Bárbara, donde actualmente funciona el Museo Paleontológico de Villavieja. Altitudinalmente La Tatacoa oscila entre los 400 y 440 metros. La biotemperatura media anual es ligeramente inferior a 28°C; sin embargo, hacia el medio día durante los meses más secos se han registrado temperaturas cercanas a 40°C en la sombra. Según los registros del HIMAT en las estaciones de Villavieja FF.CC., San José, San Alfonso y Potosí, las épocas de mayor temperatura coinciden con los meses de enero, febrero, julio, agosto y septiembre. Los promedios de menor temperatura corresponden a los meses de abril, mayo, noviembre y diciembre. La Tatacoa posee uno de los promedios diarios más altos de brillo solar en el país (aproximadamente seis horas) después de San Andrés y Cartagena. Los máximos valores se han registrado en febrero, julio, agosto y septiembre; es decir durante la estación seca y los meses de mayor temperatura. Esta condición climática podría constituir un importante recurso para el aprovechamiento de energía solar, al menos, en actividades domésticas y agroindustriales. La precipitación total anual puede ser ligeramente inferior a los 1000 milímetros. La estación lluviosa corresponde a los meses de abril, mayo, octubre y noviembre, mientras la estación seca, se concentra en los meses de julio, agosto y septiembre. Las lluvias, aunque escasas, se presentan en forma de aguaceros con una intensidad relativamente alta, razón por la cual se incrementa la erosión y se generan súbitamente corrientes de gran caudal y corta duración, de tal manera que se producen desbordamientos en la parte baja de las quebradas Tatacoa y Lajas, afectando carreteables, potreros y áreas cultivadas en los valles correspondientes. Los sedimentos transportados en el agua son depositados finalmente sobre el río Magdalena y las vegas bajas de dichas quebradas. Pasadas las lluvias, el flujo de La Tatacoa y Las Lajas desaparece rápidamente hasta un próximo e intenso aguacero. En concordancia con los valores de biotemperatura y precipitación total anual, puede concluirse que la relación de evapotranspiración potencial es aproximadamente igual a dos; es decir, La Tatacoa es una zona de bosque muy seco tropical con tendencia a confundirse con la zona de bosque seco tropical. Por lo expresado anteriormente, La Tatacoa no es un desierto desde el punto de vista climático, sin embargo, debido a las altas temperaturas, al déficit de humedad del suelo durante gran parte del año y principalmente, a causa de la erosión intensa y generalizada, su paisaje es aparentemente desértico. En consecuencia, La Tatacoa se encuentra en un avanzado proceso de desertización lo cual impide establecer un desarrollo agropecuario sostenible en términos ecológicos y económicos.
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La erosión, de origen hídrico (pluvial y fluvial) y antrópico (sobre-pastoreo y deforestación), se manifiesta en forma de surcos, cárcavas, erosión remontante y remoción en masa (desplomes). En estas condiciones de semiaridez, de erosión y desertización, la sobrevivencia de plantas sólo está garantizada para especies nativas adaptadas a ambientes con déficit de humedad en el suelo. La vegetación predominante puede caracterizarse de la siguiente manera: 1. Predominio de especies herbáceas y arbustivas, con tallos y hojas carnosas, espinas y largas raíces. Algunas se mantienen temporal o definitivamente, desprovistas de hojas. 2. Se destacan entre otras las familias cactácea, mimosácea, cesalpinácea, euforbiácea, burserácea, malvácea, gramínea y papilienácea. 3. La familia cactácea está representada por el arepo (Opuntia pittierii), la melcocha (Opuntia depauperata), el cabecenegro (Melocactus caesius)22; el cardón común, el cardón gris y la pitahaya roja. 4. En el grupo de las plantas arbustivas y leñosas sobresalen, el pelá (Acacia farnesiana), el payandé (Pithecelobium dulce) y el cují (Prosopis juliflora), mimosáceas; el retamo (Parkisonia aculeata), cesalpinácea; el cruceto (Randia armata), rubiácea; el naranjuelo (Capparis indica), caparidácea; el tatamaco (Burrera tomentosa), burserácea; y el chaparro (Curatella americana), dilleniácea. 5. En el estrato herbáceo se destacan especies tales como: cocubo (Solanum Pos.s. autosepalum) y güevas de gato (Solanum sp.), clasificadas como solanáceas; pringamoza (Jatropha sp.), frailejón calentano (Jatropha gossypiifolia), mosquero (Croton sp.), euforbiáceas y el pasto tiatino (Boutelova heterostega), una gramínea. 6. En el estrato arborícola sobresalen el clavel de árbol (Tillandsia sp), bromeliácea; y el pajarito (hemiparásita), lorantácea. La escasa cobertura de vegetación no permite el desarrollo de una fauna diversificada y, sin embargo, se observan en general las mismas especies del bosque seco tropical, principalmente, aves que se alimentan de frutos de cactus, gramíneas e insectos. En los valles bajos de las quebradas Lajas, Tatacoa y Venado se establecen cultivos de pancoger (plátano, yuca y maíz), sorgo y pastos tales como, india (Panicum máximun) y buffel (Cenchrus ciliaris), sombreados con iguá (Pseudosamanea guachapele). Los verdes y estrechos valles contrastan con las grises y las arcillas abigarradas (con franjas rojas, anaranjadas y amarillas) esculpidas por la erosión, lo cual imprime al paisaje un aspecto pintoresco y desolador.
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Bajo este suelo erosionado poblado de cactus y arbustos de espinas, existen depósitos de fauna y flora correspondientes a especies de diferentes épocas y periodos geológicos. Paleontológicamente el sitio de mayor interés se localiza sobre la microcuenca de la quebrada La Venta, un afluente de la quebrada Las Lajas.
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LLANOS, F., op.cit., pág. 12.
El yacimiento fosilífero de La Venta ha sido estudiado por diversas instituciones nacionales y extranjeras. Se destaca por su labor científica la Universidad de Kioto (del Japón). Sus estudios en coordinación con Ingeominas y el Instituto Huilense de Cultura, han permitido saber que la zona fue habitada por roedores como Scleromys schurmanni, Scleromys colombianus, Olenopsisaequatoriales, Neoreomys huilensis y Prodolichotis pridania; desdentados como el Megatherium (perezoso gigante, el animal más grande de América), Gliptodont (armadillo gigante) y un mono denominado Stirtonia tatacoensis23. También se ha reportado la existencia de Toxodon, Coprolites, Notoungulata Astropotheriidae e Interatheriidae. Varios de los fósiles aquí mencionados se encuentran para exhibición en el Museo Paleontológico de Villavieja y el Instituto Nacional de Investigaciones Geológico-Mineras (Ingeominas) en Santafé de Bogotá. En el primero existen ejemplares completos de tortugas, así como piezas y fragmentos de Megatherium, Gliptodont, cocodrilos y tallos de xilópalos, entre otros. Con la flora y la fauna fósiles descubiertas, es lógico suponer que el área de La Tatacoa fue un ecosistema boscoso con herbáceas, arbustos, árboles, musgos, epífitas y lianas. Paradójicamente, esta región semiárida de escasas plantas posee uno de los yacimientos de paleobiodiversidad más importante, no solamente, del Huila y del país, sino también del continente americano. De otra parte, aunque en la zona de La Tatacoa no existe ninguna infraestructura para investigaciones astronómicas ha sido escenario para observar el paso del Cometa Halley en abril de 1986 y el eclipse total de sol el 11 de julio de 1991. Tanto por su ubicación geográfica, como por su baja nubosidad, esta región semiárida fue elegida para observar estos dos fenómenos, no sólo por huilenses, sino también, por turistas, profesores y científicos de varios departamentos del país y algunos visitantes extranjeros. Permanentemente, en especial durante los fines de semana, la zona en mención es invadida, transitoriamente, por turistas y grupos de estudiantes y profesores que toman fotografías y realizan prácticas con fines didácticos. Sobresalen en este aspecto la Universidad Surcolombiana y la Universidad del Tolima. Resumiendo, el desierto de La Tatacoa, en las circunstancias actuales, no es apto para la agricultura y la ganadería con la tecnología económicamente disponible. Sin embargo, posee otros recursos que lo hacen apto para el desarrollo de actividades científicas, educativas y turísticas de trascendencia local, nacional e internacional, con las cuales sus moradores y el municipio de Villavieja podrían tener, económica y culturalmente un mejor nivel de vida. Se requiere entonces de la formulación y ejecución de un plan coherente y sistemático que simultáneamente conduzca la protección, estudio y aprovechamiento ecológico de recursos naturales. El bosque seco tropical del Río Grande de La Magdalena El bosque seco tropical puede localizarse altitudinalmente en el piso basal hasta los 1000 metros, con biotemperatura iguales o mayores a los 24°C, y una precipitación total anual que puede variar entre 1000 y 2000 milímetros. En concordancia con los valores de biotemperatura y de precipitación, el bosque seco tropical posee una relación de evapotranspiración potencial que puede asociarse entre uno y dos (provincia de
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TAKAI, M. and SETOGUCHI, T., “Geology and localities of monkey fossils in the La Venta Badlands Colombia South America”, en Kyoto University Overseas Research Reports of New World Monkeys, vol.7, 1990.
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humedad denominada subhúmedo). Es decir que por cada milímetro de lluvia la evapotranspiración máxima posible podrá ser de uno a dos milímetros si siempre hubiera agua disponible en el suelo, lo cual indica que, en general, esta zona tiene períodos con déficit de humedad en el suelo pero no tan críticos como los del monte espinoso y el bosque muy seco tropical. En Colombia el bosque seco tropical se localiza principalmente sobre los valles de los ríos Magdalena, Cauca, Sinú, Meta y Arauca. También se incluyen en esta zona de vida las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. En el departamento del Huila, el bosque seco tropical se extiende a lado y lado del río Grande de la Magdalena, pasando por las cabeceras municipales de Garzón, Gigante, El Hobo, Campoalegre y Neiva. Igualmente, pertenecen a esta zona, la parte baja de las cuencas hidrográficas correspondiente a los ríos Suaza, Neiva, Riofrío, Arenoso, Rioloro (o río del Oro), Las Ceibas, Fortalecillas, Cabrera, Baché, Aipe y Patá, así como la represa de Betania y la laguna El Juncal (aproximadamente representa la cuarta parte del territorio huilense). Aunque el bosque seco tropical se presenta en la mayoría de los municipios irrigados por el río Magdalena, Neiva sobresale por poseer la mayor superficie en esta zona de vida, seguido por los municipios de Aipe, Tello, Villavieja, Campoalegre y Palermo. El bosque seco tropical en el municipio de Neiva, conforma una franja que se extiende sobre el valle del río Magdalena entre los 440 y 1000 metros de altitud. En dicha franja se localizan la ciudad de Neiva, las inspecciones de Fortalecillas y Guacirco, así como las localidades de Caguán y San Francisco. Para el caso de la ciudad de Neiva y sus alrededores, según los registros del HIMAT, la temperatura promedio es de 27.5°C y la precipitación total anual de 1300 milímetros. Con base en los anteriores datos puede calcularse que la relación de la evapotranspiración potencial de la ciudad y su entorno cercano es de 1,25 si hubiera permanentemente agua disponible en el suelo. En consecuencia, la vegetación nativa alejada de las fuentes de agua o los cultivos sin riego, tienden a aproximarse al punto de marchitez durante la estación seca (julio, agosto y septiembre).
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La estación seca se caracteriza por tener los valores medios mensuales de precipitación entre 25 y 55 milímetros, los de temperatura entre 27.5°C y 28.5°C y los de humedad relativa entre el 57 y 65%. Durante este mismo periodo se suceden los vientos de mayor velocidad (entre 2.3 y 3.5 m/s) y mayor frecuencia con predominio de las direcciones sur-norte (40%) y suroeste-noreste (25%); sin embargo, no alcanzan a ser tan fuertes y constantes como los vientos del monte espinoso tropical en el municipio de Colombia. Durante los periodos de lluvias (abril-mayo y octubrenoviembre) los valores medios mensuales de precipitación oscilan entre 130 y 210 milímetros, acompañados de temperaturas que en promedio pueden variar entre 26.3°C y 27.3°C, de una humedad relativa que se mueve entre el 68 y el 74% y vientos con velocidades inferiores a 1,7 m/s. Con estas condiciones climáticas y unos suelos propensos a la erosión, el bosque seco tropical del municipio de Neiva ha desarrollado una vegetación que en las áreas con mayor déficit de humedad tiende asemejarse a las plantas xerofíticas de zonas árida y semiárida, tales como el cardón (Cephalocereus colombianus), el cardón gris (Lemaireocereus griseus), la pitahaya roja, la pringamoza (Jatropha sp.), el tatamaco (Bursera tomentosa), el cruceto (Randia armata), el chaparro (Curatella americana) y el guayabo cimarrón (Psidium sp.). Los sectores con estas características, además agravados por la erosión (surquillos, surcos, cárcavas y terracetas por sobrepastoreo) se encuentran ya en proceso de desertización; en consecuencia, tienden a parecerse a los paisajes semiáridos de La Tatacoa, Tello y Baraya.
En los sitios con menor déficit de humedad o en proximidad a los ríos, predominan especies arbóreas y arbustivas tales como, payandé (Pithecelobium dulce), pelá (Vachelia farnesiana), iguá (Pseudosamanea guachapele), dinde (Clorophora tinctoria), caucho (Ficus sp.), yarumo (Cecropia peltata), caracolí (Anacardium excelsum), diomate (Astronium graveolens), cachimbo (Erythrina sp.), sauce playero (Tessaria integrifolia), guásimo (Guazuma ulmifolia), chicható (Muntigia calabura) y guadua. Dado que el bosque seco tropical es una de las zonas más intervenidas por las acciones humanas, es imposible encontrar grandes masas boscosas. Sólo existen manchas relativamente pequeñas de rastrojos y bosquecillos, así como estrechas franjas de bosques de galería. Teniendo en cuenta las características de los pocos bosques existentes, es apenas lógico suponer que la biodiversidad, principalmente en fauna, sea baja, aunque el número de individuos de algunas especies en la actualidad es relativamente grande gracias a la disponibilidad de alimentos de origen agrícola (granos y frutas). Las aves constituyen la clase de animales silvestres vertebrados más diversificada y más fácilmente observable. La familia de las torcazas es una de las más sobresalientes. Sus poblaciones corresponden a nombres populares tales como abuelita, corralera, pechiblanca y torcaza morada. Las dos últimas ya se encuentran en peligro de extinción. También merece registrarse la presencia de pericos cascabel (Forpus conspicillatus), pericos comején, loros y catarnicas —los dos últimos son los más escasos—; perdices, pitofuís, pachócolos, jirigüelos (Crotophaga ani), azulejo común (Thraupis episcopus), mirlas, carpinteros, cernícalos (Falco sp.), garrapateros, muchileros y tijeretea (Muscivora tyrannus). Los mamíferos silvestres, a excepción del murciélago y el conejo calentano, están extintos, o en peligro de extinción; sin embargo, todavía es posible observar algunos ejemplares de oso hormiguero y armadillo, ardilla y zorro. La clase de los reptiles está representada por lagartijas, lobones, iguanas babillas y algunas serpientes, entre los cuales, probablemente, existan la cascabel (Crotalus durisus terrificus), equis (Bothros sp.), coral (Micrurus sp.), falsa coral, cazadora y toche. Si bien es cierto que en el bosque seco tropical del Huila existen áreas en proceso de desertización y climáticamente con déficit de humedad en el suelo durante gran parte del año, también es verdad, que por sus tierras drena el mayor caudal y se acumula el mayor volumen de agua respecto a las demás zonas de vida. Es decir, no se trata de una zona productora, sino receptora del agua que se genera en las cuencas altas de los ríos Magdalena, Suaza, Yaguará, Páez, Río Neiva, Las Ceibas, Fortalecillas, Cabrera, Baché, Aipe y Patá, entre otros. Los mayores depósitos de agua se encuentran en el embalse de Betania, la laguna El Juncal, el río Magdalena y acuíferos que se ocultan bajo el suelo de piedemontes y valles. Los altos volúmenes y caudales de aguas cálidas han permitido el desarrollo de ecosistemas acuáticos aptos tanto para la navegación fluvial en pequeñas embarcaciones como para la producción de peces nativos y exóticos, los cuales constituyen uno de los principales recursos económicos y alimenticos de un significativo número de pescadores artesanales que realizan sus faenas en aguas del embalse de Betania y en los ríos Magdalena y Cabrera. De otra parte, el bosque seco tropical alberga fértiles terrazas aluviales y la más extensa planicie del departamento del Huila con posibilidades de riego y agricultura mecanizada. En consecuencia, esta zona de vida está más desarrollada en cuanto a agricultura comercial en la modalidad de cultivos transitorios, los cuales están representados fundamentalmente en arroz sin rotación y con rotación (sorgo, tabaco y ajonjolí). En proporciones significativamente menores existen
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plantaciones de cacao, frutales (guanábana, mango, cítricos y maracuyá) y cultivos de pancoger (plátano, maíz, yuca y fríjol). También existen grandes superficies de tierras planas y colinas dedicadas a la ganadería extensiva sustentada en el uso de pastos naturales y rastrojos. En proporciones ostensiblemente menores, también se observan potreros en ganadería semiextensiva con pastos cultivados para corte y pastoreo. De otro lado, en el subsuelo del bosque seco tropical del Huila se encuentra una de las reservas de gas natural y petróleo más importantes del país (municipios de Aipe, Palermo, Tello, Villavieja, Neiva, Baraya y Yaguará). Posee la Central Hidroeléctrica de Betania, la cual suministra energía para el Huila, y otros departamentos. Adicionalmente, posee grandes depósitos de material de playa para la construcción próximos tanto a los centros urbanos de Neiva, Campoalegre, Hobo y Yaguará, como a la Carretera Troncal Central y las vías Neiva-Yaguará y Neiva-Fortalecillas, (ríos Arenoso, Neiva, Fortalecillas, Ceiba y Magdalena). Resumiendo, la zona de bosque seco tropical posee suelos fértiles, recursos hídricos suficientes, hidrocarburos, hidroelectricidad, recursos hidrobiológicos, sitios de valor paisajístico y una posición geográfica estratégica excepcional. Es decir, posee muchas ventajas que favorecen su actual y futuro desarrollo. El potencial de los recursos naturales existentes en esta zona de vida ha determinado que el hombre huilense (de nacimiento o por adopción), haya elegido el valle cálido del Magdalena para establecer centros urbanos (Neiva, Campoalegre, Garzón, Hobo, Yaguará y otros) que en conjunto totalizan aproximadamente 335.000 habitantes, los cuales representan el 43% de la población del Huila en 1994. El crecimiento urbanístico y poblacional ha venido avanzando paralelamente al desarrollo vial, industrial y agrícola, pero en gran parte sacrificando la calidad de vida de las nuevas generaciones y, desde luego, disminuyendo importantes opciones para un desarrollo sostenible en términos ecológicos y económicos. En este orden de ideas puede afirmarse que el bosque seco tropical, no sólo es la zona más poblada sino también, la más afectada por la contaminación hídrica y atmosférica de origen agrícola, industrial y urbano. También son notables la deforestación, las quemas y los incendios forestales, la erosión, la extinción de la fauna silvestre y el alto riesgo de desastres naturales asociados principalmente a desbalances hidrológicos.
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En cuanto al riesgo de desastres de origen hidrológico, la ciudad de Neiva es quizá la que se encuentra en mayor desventaja ante eventuales crecientes de los ríos Magdalena y Las Ceibas, lo cual amerita no solamente simulacros de evacuación, sino también planes preventivos fundamentados en la protección y el manejo de cuencas hidrográficas, que incorporen los principios ecológicos y económicos del uso sostenible. El bosque húmedo premontano de la tierra cafetera El bosque húmedo premontano tropical puede encontrarse en varios países de la zona tórrida, en elevaciones que oscilan generalmente entre los 1000 y 2000 metros, con biotemperaturas medias anuales entre 18°C y 24°C y una precipitación total anual que puede variar entre los 1000 y 2000 milímetros. En consecuencia la relación de evapotranspiración potencial puede variar entre 0.5 y uno, lo cual significa que por cada milímetro de lluvia se evapotranspirará máximo la misma cantidad y mínimo la mitad, si existiera disponibilidad permanente de agua en el suelo (provincia de humedad: categoría húmedo). Es decir, la pérdida de agua a la atmósfera
es significativamente menor en comparación con las zonas del monte espinoso, bosque seco y bosque muy seco tropical. Por lo expresado en el párrafo anterior, es fácil concluir que en la zona de bosque húmedo premontano existen cultivos sin sistemas de riego o que solamente son regados en los periodos más secos. Por otra parte, comienza a observarse el origen de algunas quebradas y pequeños afloramientos en “ojos de agua”, de gran importancia para acueductos veredales, abrevaderos y fincas. Es decir, la zona no sólo es receptora sino también productora de agua, aunque en forma moderada. Tal como puede inferirse, no existen condiciones negativas críticas en cuanto a humedad del suelo para fines agrícolas, pero en cambio, se presentan limitantes en laderas con pendientes que no admiten cultivos transitorios, y por lo tanto, son áreas aptas para cultivos permanentes o establecimiento de bosque con fines de producción o protección. En Colombia el bosque húmedo premontano abarca varias franjas de la región cafetera, es decir, se sitúa sobre las laderas de las cordilleras Oriental y Central. Se encuentran dentro de esta zona ciudades como Ibagué, Medellín, Bello, Copacabana y Girardota. En el departamento del Huila esta zona se localiza sobre la cordillera Oriental y Central, el bosque seco tropical y el bosque húmedo premontano (entre 1000 y 1500 metros de altitud) en jurisdicción de casi todos los municipios. Pertenecen a esta zona las siguientes cabeceras municipales: Algeciras, Acevedo, Pitalito, Timaná, Palestina, Nátaga e inclusive San Agustín. Desde el punto de vista hidrográfico puede afirmarse que la zona en mención corresponde más o menos a la cuenca media de los ríos Magdalena, Suaza, río Neiva, Las Ceibas, Fortalecillas, Cabrera y Yaguará entre otros. A diferencia de las tres zonas de vida descritas anteriormente, en ésta desaparecen las plantas con espinas (con algunas excepciones) y aumenta la diversidad, principalmente, de las especies arbóreas, arborícolas, muscinales y helechos. En el estrato arbóreo pueden citarse algunas de las especies más representativas: puntelanza (Miconia sp.), aguacatillo (Persea sp.), laurel amarillo (Nectandra sp.), cedro rosado (Cedrella sp.), carbonero (Calliandra sp.), arrayán (Myrsia sp.), guayacán (Tabebuia sp.), balso (Ochroma lagopus), palma chonta espinosa (Bactris sp.) y guadua. En el estrato arbustivo se destacan entre otras, el platanillo (Heliconia sp.), matandrea (Alpinia occidentalis), el chusque (Chusquea sp.) y la palma boba o helecho arborescente. En el estrato de las herbáceas son característicos los anturios silvestres (Anthurium sp.), los helechos, la mora silvestre (Rubrus sp.), el chilco (Baccharis sp.), la salvia blanca (Sphacele sp.), el totes (Dychromena ciliata) y la palmicha colepato (Carludovica sp.). En el estrato de las plantas arborícolas se destacan las chupayas o piñas aéreas, las salvajinas (Tillandsia usneoides), las aráceas de hojas acorazonadas y algunas orquídeas. Gran parte de los bosques nativos han sido eliminados para el establecimiento de ganadería extensiva y cultivos de café, caña de azúcar, plátano, maíz, fríjol, yuca y tomate, de tal manera que el bosque húmedo premontano constituye la segunda zona de vida más poblada y más desarrollada agrícolamente en el Huila, después de la zona de bosque seco tropical.
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Los suelos y las áreas productoras de agua están siendo deterioradas por el sobreuso agrícola, la extracción de madera, las quemas e incendios forestales, el sobrepastoreo y la remoción en masa (derrumbes y deslizamientos), asociados generalmente a la construcción de carreteables en terrenos de ladera. La calidad del agua en esta zona es alterada por el aporte de suelo a causa de la erosión, agroquímicos, residuos de beneficio del café y aguas servidas de varios asentamientos urbanos y rurales. Resumiendo, el bosque húmedo premontano tiene la función de producir su propia agua y de transportar ríos y quebradas desde zonas más altas y frías hasta las más bajas y cálidas. Por lo tanto, los nacimientos y márgenes de ríos y quebradas deben ser protegidos por el Estado y los propietarios de predios. Desde luego que también admite la agricultura y la ganadería en las áreas de suelos profundos con pendiente suave. Es decir, se trata de una zona protectora-productora, desde el punto de vista hidrológico, forestal y agropecuario. El bosque muy húmedo premontano: escenario de escultores y alfareros prehispánicos El bosque muy húmedo premontano tropical puede encontrarse sobre alturas que oscilan entre los 1000 y 2000 metros, con biotemperaturas medias anuales entre 18°C y 24°C y una precipitación total anual que puede variar entre 2000 y 4000 milímetros. Con estos datos se concluye que la relación de evapotranspiración potencial puede estar entre 0.25 y 0.50, lo cual significa que la pérdida de agua a la atmósfera oscila entre un cuarto y la mitad del agua lluvia (provincia de humedad: muy húmedo). Es decir existe la tendencia a generarse excedentes de agua, ya sea en forma superficial, o subterránea, de tal manera que no es necesario construir sistemas de riego para la agricultura, y por el contrario, en algunas fincas existe la práctica de drenar áreas planas o ligeramente inclinadas que se dedican generalmente a la ganadería extensiva. Dado que se generan excedentes hídricos es necesario resaltar que en la zona de bosque muy húmedo premontano se originan ríos y quebradas, cuyos nacimientos, márgenes y áreas de recarga deben conservarse y protegerse como reservas hidrológicas y forestales. En Colombia el bosque muy húmedo premontano comprende una franja de la región cafetera. Se ubican en esta zona ciudades como Armenia, Calarcá, Pereira, Popayán, Santa Rosa de Cabal, Fusagasugá y Líbano.
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En el departamento del Huila se localiza sobre las cordilleras Oriental y Central entre las zonas de bosque húmedo premontano y de bosque muy húmedo montano bajo (generalmente entre los 1500 y 2000 metros de altitud), en jurisdicción de la gran mayoría de los municipios. Pertenecen a esta zona de vida las localidades de Saladoblanco, San Adolfo, Naranjal, La Arcadia, Zuluaga, Mesitas y el Parque Arqueológico de San Agustín. Las zonas de bosque muy húmedo premontano y bosque muy húmedo montano bajo fueron elegidas como escenarios de inspiración artística por los escultores y alfareros prehispánicos, pertenecientes a la hoy denominada cultura agustiniana. Las esculturas del Parque Arqueológico de San Agustín reflejan el contacto y el conocimiento de la fauna nativa, algunas de cuyas especies ya han desaparecido, mientras otras se encuentran en peligro de extinción.
Esta misma zona de vida, también fue elegida por escultores y alfareros del poblado prehispánico de Morelia24 y del Parque Arqueológico de Los Ídolos, localizados respectivamente, en los municipios de Salado-blanco e Isnos. La vegetación nativa, aunque intervenida, aún conserva las características fundamentales de las selvas andinas premontanas. En especial, se hacen notables los musgos, líquenes y helechos, así como las bromeliáceas epífitas (quinches y chupayas) y algunos árboles maderables de interés económico. En los parques arqueológicos mencionados y sus alrededores con características climáticas similares es posible encontrar especies arbustibas y arbóreas tales como: guamo de montaña (inga sp.), laurel (Nectandra sp.), aguacatillo (Persea sp.), cobre (Dugandlodendrum colombianum), platanillo (Heliconía sp.); palmicha de montaña, palmicha sin pliegue y palma colepato (Carludovica sp.), granizo (Hedyosmum glabratum), comino, cedro, roble colorado, chusque y helechos arborescentes. Pese a que la zona de bosque muy húmedo premontano posee limitantes para la agricultura, existen predios con cultivos de café, arveja, fríjol, maíz y lulo; sin embargo, por su producción de agua, influye indirectamente en el desarrollo agrícola y los sistemas de riego y acueductos localizados en zonas de bosque húmedo premontano y bosque seco tropical. Resumiendo, la función natural del bosque muy húmedo premontano se centra en la generación de agua y el desarrollo de selvas andinas con fines de protección; sin embargo, los terrenos menos inclinados pueden destinarse al cultivo de árboles maderables, cultivos permanentes y sistemas silvoagrícolas o silvopastoriles con práctica de conservación de suelos y aguas. De otra parte, la zona en mención es de gran importancia para la investigación, la educación y el turismo, asociados al conocimiento de las culturas prehispánicas del Alto Magdalena. El bosque muy húmedo montano bajo de selvas, cavernas y biodiversidad En Colombia el bosque muy húmedo montano bajo se ubica sobre la media ladera de la cordillera Oriental, la cordillera Central y la Sierra Nevada de Santa Marta. En el departamento del Huila, la zona de bosque muy húmedo montano bajo se ubica sobre las dos primeras cordilleras entre las zonas de bosque muy húmedo premontano y bosque pluvial montano bajo (entre las 2000 y 2500 metros de altitud), en territorios rurales altoandinos de los municipios de Neiva, Colombia, Rivera, Algeciras, Gigante, Garzón, La Plata, La Argentina, Pitalito, Acevedo, Suaza, Guadalupe, San Agustín, Saladoblanco, Teruel, Iquira y Santa María. También pertenecen a la misma zona, la cabecera municipal de Isnos, el sector de El Salto y gran parte del Parque Nacional Natural Cueva de Los Guácharos y la Reserva Natural Privada de Merenberg. El bosque muy húmedo montano bajo se puede encontrar en diferentes países de la zona tropical, entre 2000 y 3000 metros de altitud, con biotemperatura medias anuales que oscilan entre 12°C y 18°C y una precipitación total anual que puede variar entre 2000 y 4000 milímetros. De acuerdo a los datos de biotemperatura y precipitación, la relación de evapotranspiración oscila entre 0.25 y 0.50; es decir que el agua que se pierde hacia la atmósfera es mínimo el 25%
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LLANOS, HECTOR, Arqueología de San Agustín; pautas de asentamiento en el cañón del río GranatesSaladoblanco, Santafé de Bogotá, Fundación de Investigaciones Arqueológicas Nacionales, Banco de la República, 1988, pág. 28.
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y máximo el 50% de la que llueve. Por lo tanto, se generan significativos excedentes que drenan en forma de ríos Y quebradas o flujos subterráneos hacia los valles de los bosques premontanos y bosque seco tropical. Además de la alta producción hídrica, como consecuencia de la precipitación, la zona de vida en referencia posee bosques nublados, en donde se generan otros excedentes de agua por precipitación horizontal, es decir, mediante el roce de la neblina con la fría y húmeda vegetación. Tales condiciones de humedad han permitido que en esta zona se localicen parcial o totalmente el nacimiento de varias quebradas correspondientes a los ríos Baché, Las Ceibas, Fortalecillas, Blanco, Frío, Neiva, Suaza, Guarapas, Guachicos y Naranjo, entre otros. El bosque muy húmedo montano bajo fue elegido por los habitantes prehispánicos del Salto de Bordones y el Parque Arqueológico Alto de Las Piedras, para el establecimiento de viviendas y la creación artística (municipio de Isnos). Igualmente fue elegido por la naturaleza para crear centros de biodiversidad vegetal y animal, de los cuales actualmente se preservan la parte baja del Parque Nacional Cueva de Los Guácharos y la reserva privada de Merenberg. El bosque muy húmedo montano del Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos se localiza sobre la cuenca del río Suaza en territorios del municipio de Acevedo. Su nombre obedece a la existencia de varias cavernas, una de las cuales se encuentra habitada por guácharos (Steatornis caripensis) aves de hábitos nocturnos que se alimentan de los frutos de palma milpés (Jessenia polycarpa) y lauráceas. La zona de vida aquí representada, expresa claramente el modelo natural de una selva andina altitudinalmente intermedia, cuyas principales características podrían resumirse de la siguiente manera: 1. Alta diversidad de especies vegetales y poliestratificación aerovegetal (plantas muscíneas, herbáceas, arbustos, árboles y arborícolas). 2. Diversidad de palmeras y ciclantáceas (palmichas). 3. Diversidad de bromeliáceas (piñas aéreas) y orquídeas epífitas. 4. Diversidad de aráceas terrestres, epífitas y trepadoras (anturios, alipanga, caremula). 5. Diversidad de musgos, líquenes y helechos.
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6. Abundancia de árboles relativamente altos de valor económico y ecológico. 7. Presencia de especies únicas, como el roble negro (Trigonobalamus excelsa). 8. Diversidad de especies animales. 9. Existencia de ríos con aguas cristalinas y caudal regulado. Algunas de las especies arbóreas y arbustivas más representativas pueden ser las siguientes: roble (Andinofagus thaychys), roble blanco (Quercus Humboldtii), roble negro (Trigonobalanus excelsa), cobre (Dugandlodendrum colombianum), caspicaracho (Toxicodendrum striatum), balso blanco
(Heliocapus popayanensis), cedro rosado (Juglands neotrópica), pino colombiano (Podocarpus sp.), laurel amarillo (Nectandra sp.), quina (Cinchona sp.), platanillo (Heliconía sp.), helecho arborescente (Ciathea sp.) y encenillo (Weinmannia balbigiana). La reserva natural privada de Merenberg, localizada entre los 2300 y 2500 metros de altitud en el municipio de La Plata, alberga una selva andina altitudinalmente intermedia de gran valor por su biodiversidad. Algunas de las especies más representativas pueden ser las siguientes: palmas (Astrocayum sp., Bactris sp., Aiphanes sp.), chaquiro (Ocotea sp.), roble blanco (Quercus humboldtii’), pino colombiano (Podocarpus sp.), aliso (Alnus sp.), cariseco (Billia Columbiana), yarumo blanco (Cecropia teleincana), palma boba o helecho arborescentes (Cyathea sp.), liana (Dioscorea sp.) y orquídeas (Trichopilia fragraus, Pleurothallis sp., Odentoglosum sp., Peristeria elata). En la zona del bosque muy húmedo montano bajo, las áreas no reservadas están expuestas permanentemente a la deforestación para el comercio de madera o ampliar la frontera agrícola y reforzar la posesión sobre la tierra, pese a que la agricultura tiene limitantes naturales (pendiente, exceso de humedad en el suelo, otras). Por lo tanto, las áreas deforestadas son dedicadas principalmente a la ganadería, y secundariamente, a cultivos de subsistencia como maíz, fríjol y algunas hortalizas. Resumiendo, el Parque de Los Guácharos y la reserva de Merenberg, están destinados a la preservación de selvas andinas de alta biodiversidad, a la protección de especies únicas y especies en peligro de extinción y la producción de agua, así como la investigación de sistemas naturales, la educación ambiental y el turismo ecológico. El sector del Parque Alto de Las Piedras y Salto de Bordones es también objeto de investigación, educación y turismo, pero, orientados principalmente, hacia el conocimiento de culturas prehispánicas del Alto Magdalena. Las demás áreas de esta misma zona de vida están siendo afectadas drásticamente por la erosión. Sin embargo, todavía existen masas boscosas no estudiadas que, muy probablemente poseen características para ser consideradas áreas de manejo especial, por ejemplo, en la categoría de zona forestal protectora. El bosque pluvial montano bajo de manantiales y cascadas En Colombia, el bosque pluvial montano bajo se localiza sobre las cordilleras Oriental, Central y Occidental y serranía de la Macarena. En general corresponde a las áreas de parques nacionales naturales. En el departamento del Huila, esta zona de vida se localiza entre el bosque muy húmedo montano bajo y el bosque pluvial montano de la cordillera Central y entre el bosque muy húmedo montano bajo y el filo de la cordillera Oriental. Corresponden a esta ubicación, parcialmente, las cuencas altas de los ríos Neiva, Suaza, Guarapas, Naranjo, Magdalena, Bordones, La Plata, Iquira y Baché. El bosque pluvial montano bajo se encuentra sobre elevaciones que pueden variar entre los 2000 y 3000 metros; sin embargo, en el Huila empieza generalmente a partir de los 2500 metros, La biotemperatura media anual se estima entre los 12°C y 28°C y una precipitación total anual entre 4000 y 8000 milímetros. La relación de la evapotranspiración potencial puede estar entre 0.125 y 0.25 (provincia de humedad: superhúmedo). Es decir que la pérdida de agua hacia la atmósfera se estima entre el 12.5% y 25% de la que llueve, por lo tanto, mínimo el 75% del agua precipitada escurre superficialmente para posteriormente alimentar nacimiento de ríos, quebradas, lagunas y cascadas. Sin embargo, dado que en varios sectores existen bosques de niebla, la producción de agua puede ser mayor como consecuencia de la precipitación horizontal.
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Las áreas más conservadas se encuentran en dominios de los parques nacionales Nevado del Huila, Volcán del Puracé y Cueva de Los Guácharos, cuya importancia se reconoce no solamente por la producción hídrica, sino también por la biodiversidad. Algunas de las especies más representativas son las siguientes: encenillo (Weinmannia sp.), arrayán guayabo (Freziera sp.), dulumoco (Sauravia scabra), granizo (Hedyosmum sp.), puntelanza (Miconia sp.), palma chonta (Bactris sp.), chusque, licopodios y una gran diversidad de bromeliáceas epífitas, helechos, musgos y líquenes. En las demás áreas del bosque pluvial montano bajo, externas a los parques naturales mencionados, el uso potencial de la tierra sigue siendo en general la protección forestal. Sin embargo, la colonización avanza cada día, la deforestación deteriora la biodiversidad y se establecen potreros. Adicionalmente, se cultivan pequeñas extensiones con cebolla, repollo y papa. El bosque pluvial montano de frailejones. Niebla y cóndores extintos En Colombia, el bosque pluvial montano o subpáramo superhúmedo se localiza sobre las cordilleras andinas y la Sierra Nevada de Santa Marta, en general, dentro de áreas reservadas en la categoría de parques nacionales naturales. En el departamento del Huila esta zona de vida se encuentra representada en áreas de los parques nacionales naturales Volcán del Puracé y Nevado del Huila sobre la cordillera Central, en jurisdicción de los municipios de Teruel, Iquira, La Plata, La Argentina, Saladoblanco y San Agustín. Respecto a la cordillera Oriental, existen unas estrechas franjas que limitan por encima con el divorcio de aguas que sirve de límite natural al Huila con los departamentos del Meta y Caquetá, en jurisdicción de los municipios de Colombia, Neiva, Rivera, Gigante e incluso Garzón. El bosque pluvial montano tropical puede encontrarse altitudinalmente entre los 3000 y 4000 metros, con biotemperaturas medias anuales entre 6°C y 12°C y una precipitación total anual en el intervalo de los 2000 a los 4000 milímetros. La relación de evapotranspiración potencial oscila entre 0.125 y 0.25 (provincia de humedad: superhúmedo); es decir que la pérdida de agua a la atmósfera se estima entre el 12.5% y el 25% de la que llueve. En consecuencia, mínimo el 75% del agua precipitada se transforma en agua de escorrentía o afloramientos que alimentan nacimientos, quebradas, ríos y lagunas. Por otra parte, la producción de agua se incrementa un poco más por la existencia de bosque de niebla que atrapa neblina mediante el fenómeno de precipitación horizontal. Parte del agua así obtenida alimenta los ríos y quebradas durante los meses menos lluviosos.
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Es tanta la producción de agua que esta zona en jurisdicción de los departamentos del Huila y Cauca constituye gran parte del denominado Macizo Colombiano el cual a su vez, contiene el sistema hidrográfico conocido como Estrella Fluvial Colombiana, dado que allí nacen los ríos Magdalena, Cauca, Caquetá y Patía, a través de los cuales el agua del Macizo drena hacia el Océano Pacifico (río Patía), Océano Atlántico (ríos Magdalena y Cauca) y hacia la cuenca del río Amazonas (por el río Caquetá). En el sistema hidrológico del Nevado del Huila, la zona de bosque pluvial montano aporta gran parte el caudal de los ríos Páez e Iquira Yaguará que drenan hacia el departamento del Huila, el río Saldaña que escurre hacia el departamento del Tolima y otras fuentes que irrigan el
departamento del Cauca. Finalmente, estos ríos entregan sus aguas al océano Atlántico a través de los ríos Magdalena y Cauca. También nacen en la zona de páramo montano, el río Cabrera hacia el norte en el municipio de Colombia y el río Blanco (afluente del río Neiva) en el cerro Miraflores, municipio de Algeciras. En cuanto al Huila se refiere, el agua producida en la zona del bosque pluvial montano es en gran medida la que alimenta el embalse de la Central Hidroeléctrica de Betania y los sistemas de riego de San Alfonso-Potosí-La Victoria en Villavieja (fuente: río Cabrera), El Juncal en Palermo (fuente: río Magdalena), cuenca baja del río Neiva en Campoalegre, cuenca baja del río Páez en Tesalia y Paicol, y algunos cultivos irrigados con aguas del río Magdalena en el municipio de Neiva. También varios acueductos rurales del suroccidente y occidente se abastecen del bosque pluvial montano. La vegetación típica corresponde a una selva andina diversificada en especies pero con menor altura en su estratificación aéreovegetal, ya que en esta zona comienza a observarse que el piso arbustivo predomina sobre el arbóreo en cuanto a distribución de especies y frecuencia de individuos. En los demás estratos son muy notables los musgos, líquenes, helechos, gramíneas y bromelíaceas epífitas y terrestres. Entre otras especies representativas se citan las siguientes: Encenillo (Weinmannia sp.), sietecueros (Tibouchina sp.), mortiño (Miconia solicefolia), frailejón (Espeletia hartwegiana), árnica (Senecio formosus), puya (Puya gigas) rasquiñosa (Gunnera sp.), cortadera blanca (Cartadeira nítida), paja de páramo (Calamargrostis sp.), rabo de zorro (Poa sp.), helechos (Blechnum sp., Elapoglossum sp.), musgo (Sphagnum sp., Polytrichum juniperinum) y líquenes (Cladia agregata, Usnea sp., Hypotrachyna sp.). Entre los animales más mencionados de esta zona, pero en peligro de extinción, merecen citarse las siguientes especies: cóndor de los Andes (Vultur griphus), danta de páramo (Tapirus pinchaque), oso de anteojo (Tremactus ornatus), venado conejo (Pudu mephistophiles), y pato de las corrientes (Merganetta arnata). El cóndor está prácticamente extinto desde los años setenta, sin embargo, es probable que se constituya una población estable con el proyecto de investigación y producción de ejemplares de esta especie a nivel de laboratorio, para su posterior liberación en varios páramos de Colombia, tal como se está haciendo en el Parque Nacional Volcán del Puracé en jurisdicción del departamento del Cauca. La zona de vida del pluvial montano en los parque naturales anteriormente mencionados, está destina a la producción de agua, a la preservación de biodiversidad, a la investigación ecológica y a la educación ambiental. Las demás áreas no protegidas como el cerro de Miraflores (en los municipios de Algeciras y Gigante), el páramo de Sumapáz (en el municipio de Colombia) y la parte alta de La Siberia (en el municipio de Rivera), deben ser declaradas v administradas como áreas de manejo especial. El páramo pluvial subandino de hierbas y musgos Según Holdridge, la tercera palabra del nombre que caracteriza esta zona de vida corresponde a “subalpino”; sin embargo, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi ha cambiado dicha palabra por “subandino” debido a que en Colombia existen Los Andes y no Los Alpes. Se dirá entonces “páramo pluvial subandino” y no “páramo pluvial subalpino”.
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El páramo pluvial subandino o monte pluvial subandino puede encontrarse en la zona tropical sobre áreas con altitudes entre los 4000 y 4500 metros, biotemperaturas medias anuales entre 3ºC y 6°C y una precipitación total anual que puede variar entre los 1000 y 2000 milímetros. La relación de evapotranspiración potencial puede estar entre 0.125 y 0.25; es decir, la pérdida de agua hacia la atmósfera es máximo la cuarta parte de la precipitada, por lo tanto, se generan excedentes de agua que escurren hacia el bosque pluvial montano. Si se tiene en cuenta que la zona en mención posee frecuentemente neblina, el escurrimiento puede ser significativamente mayor por efecto de la precipitación horizontal. En Colombia el páramo pluvial subandino se localiza entre el bosque pluvial montano y la tundra pluvial andina en proximidades a los glaciares de las cordilleras Andinas y la Sierra Nevada de Santa Marta. En consecuencia, las áreas representativas de esta zona de vida se encuentran protegidas legalmente en la modalidad de parques nacionales naturales. En el Huila el páramo pluvial subandino cubre un área relativamente pequeña que se ubica en forma exclusiva sobre los parques nacionales naturales Nevado del Huila y Volcán del Puracé. Este último participa del sistema hidrográfico y montañoso del Macizo Colombiano. La acción combinada de bajas temperaturas, nieblas frecuentes, vientos fuertes y suelos superficiales, sólo permite el establecimiento de una vegetación herbácea y muscinal no tan diversificada como la del bosque pluvial montano. Se destacan por su abundancia, colorido y formas caprichosas las siguientes especies del pluvial subandino en territorios del Parque Nacional Volcán del Puracé: frailejón morado (Lupinus alopecuroides), arvejilla (Lupinus sp.), alfombra (Wenería Cf. lehmannii), pasto (Poa sp.), plegadera (Lachemilla sp.), valeriana (Valeriana aff mycrophylla), musgo (Polytrichum sp.), musgo amarillo (Camplylopus sp.) y otras (Geranlum sp., Plantago sp., Soliva mutissii y Loricaría thuyoides). En dominios del Parque Nacional Nevado del Huila, pueden citarse entre otros las siguientes especies: licopodio rosado y licopodio violáceo (Lycopodium sp.), senecio (Senecio vaccinioides y Senecio sp.), liquen verde gris (Usnea sp.), musgo (Sphagnum sp.) y otras (loricaría sp. y una bromeliácea). Por las características climáticas anotadas anteriormente y el difícil acceso, en el páramo pluvial subandino no existen asentamientos humanos ni agricultura. De otra parte, se encuentra dentro de los parques nacionales Nevado del Huila y Volcán del Puracé cumpliendo funciones como la producción de agua, la preservación de especies nativas y la investigación científica. Por los sectores con menor dificultad de acceso, es posible realizar actividades de corta duración, no frecuentes, de ecoturismo y educación ambiental para grupos pequeños organizados, y en lo posible, dirigidos por especialistas o funcionarios de la correspondiente autoridad ambiental.
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La tundra pluvial andina o superpáramo de rocas desnudas y sueltas Según Holdrige, la tercera palabra del nombre que identifica esta zona de vida corresponde a “alpina”, sin embargo, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi la ha sustituido por “andina” debido a que en Colombia existe el sistema montañoso de Los Andes y no Los Alpes; se habla entonces de “tundra pluvial andina” y no de “tundra pluvial alpina”. La tundra pluvial andina o superpáramo en la región tropical, puede localizarse altitudinalmente entre los 4500 y 4750 metros, con biotemperaturas medias anuales entre 1.5°C y 3ºC y una precipitación total anual que puede oscilar entre 500 y 1000 milímetros.
En Colombia la tundra pluvial andina se localiza entre el páramo pluvial subandino y la zona nival en las cordilleras Oriental y Central, así como en la Sierra Nevada de Santa Marta, en jurisdicción de áreas reservadas en la categoría de parques nacionales naturales. En el Huila sólo se encuentra en la cordillera Central en territorios de los parques nacionales Volcán del Puracé y Nevado del Huila. La tundra en el sector del Puracé se localiza sobre pendientes fuertemente inclinadas e inestables formando un anillo cónico entre el páramo pluvial subandino y el extremo del Volcán (aproximadamente entre 4500 y 4750 metros altitud), el cual contiene un cráter actualmente en actividad fumarólica, generalmente oculto tras el paso de la niebla. En la tundra del volcán se observa en forma generalizada la presencia de rocas frías, desnudas y sueltas, las cuales se cubren temporalmente de nieve. La vegetación es escasa y se reduce principalmente a musgos (Polytrichum commune y Campylopus; sp.) y líquenes (Stereocaulum ramulosum). El anillo de tundra que circunda al Nevado del Huila es de mayor diámetro ya que este glaciar abarca una superficie significativamente más grande en comparación con el cono volcánico del Puracé. La vegetación, también escasa, se dispersa sobre rocas desprovistas de suelo: licopodios rosados, musgo amarillo (Campylopus sp.) y helechos (Anthoxantum odoratum). Por ley, la tundra pluvial andina en estos dos parques está destinada a la preservación de la naturaleza, la investigación científica y la educación ambiental; sin embargo, estas dos últimas actividades deben realizarse teniendo en cuenta que existen riesgos relacionados, principalmente, con la sismicidad, el volcanismo y la inestabilidad geológica. Según Núñez y Pulido25, el Puracé es uno de los volcanes colombianos más activos. Presentó actividad fumarólica y explosiones en 1801,1835, 1840,1847-1852,1870-1878,1906-1947 (se sucedieron siete eventos), 1949 y 1956. En 1827 se registró una explosión precedida de temblores locales y acompañada por expulsión de lava. En 1849 hubo explosión violenta con ampliación del cráter por remoción masal en sus paredes. En 1869 se generó una explosión con lluvia de cenizas y flujos de lodo. De acuerdo a datos suministrados por el INDERENA, regional Cauca, en 1925, 1926 y 1927 se produjeron erupciones con fuego y cenizas. La explosión y terremoto en mayo de 1949 causaron la muerte a 17 estudiantes de la Universidad del Cauca. La zona nival de un colosal volcán blanco La zona nival, en la región tropical, en general se localiza por encima de los 4750 metros; sin embargo, es posible que en algunos nevados la nieve perpetua empiece a observarse desde los 4500 o 4600 metros de altitud. La biotemperatura es menor a 1.5°C y la precipitación total anual acuosa es igual o inferior a los 500 milímetros. Obviamente, la evapotranspiración es bastante baja. En Colombia la zona nival se localiza por encima de la tundra pluvial andina, correspondiente tanto a las cordilleras Oriental y Central como a la Sierra Nevada de Santa Marta, exclusivamente en jurisdicción de parques nacionales naturales. En el Huila la zona nival o de nieves perpetuas
25 NUÑEZ, A. y PULIDO, O. H., “Volcanes de Colombia, un breve recuento”, en Ecología de un desastre, Ibagué, SENA, Regional Huila, 1986, pág. 48.
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sólo existe en el Parque Natural Nevado del Huila, cuya jurisdicción es compartida por los departamentos de Cauca, Tolima y Huila26. El Nevado del Huila con una elevación de 5750 metros sobre el nivel del mar, posee nieve aproximadamente en 7300 hectáreas desde los 4550 metros, sin embargo, a causa de cambios climáticos globales en Colombia, los glaciares están disminuyendo su volumen y por ende su límite inferior, altitudinalmente, se está elevando. Indudablemente, este Nevado de 14.5 kilómetros de longitud con el mayor volumen de hielo en Colombia, se encuentra también afectado por dicho fenómeno. De otra parte, debe tenerse en cuenta que se trata de un colosal volcán nevado con dos fumarolas activas desde hace muchos años, según afirman Stubel (1906) y Hantke y Parodi (1966), citados por Núñez en 198627. Por lo tanto, no se descarta un incremento en su actividad volcánica, lo cual podría generar deshielos que elevarían aún más el límite inferior del glaciar. Según Núñez no se conocen erupciones históricas, sin embargo, dos pequeñas columnas de vapor salen del pico más sur del domo central y la nieve, en donde se observaron cristales amarillos de azufre. Parece ser dominantemente lávico, ya que no se conocen depósitos de lluvias de cenizas. Los flujos de lodo que descienden de sus glaciares están muy cortados por los ríos actuales, lo cual indica que sus períodos eruptivos son muy distantes en el tiempo. Algunas versiones indican que antes de la llegada de los españoles se presentó una avalancha sobre el río Atá en dominios del departamento del Tolima. El seis de junio de 1994 se registró un temblor, el cual provocó una avalancha que descendió por el río Páez afectando drásticamente las poblaciones de Irlanda, Tóez y Belalcázar en jurisdicción del Cauca. En el departamento del Huila fueron destruidos varios tramos de carretera y tres puentes que comunicaban la vía de Puerto Seco-La Plata con Paicol, Nátaga e Itaibe. Para este desastre se estimó un total de más de 400 desaparecidos y más de 120 muertos, de los cuales 76 fueron rescatados en el embalse de Betania.
CONSIDERACIONES FINALES El Huila es un departamento cuyos recursos naturales y características geográficas constituyen un monumento a la variedad y a los contrastes; sin embargo, este aspecto no se tiene casi en cuenta, ni siquiera, como una estrategia metodológica para la enseñanza de la geografía y la educación ambiental. Su amplio intervalo altimétrico y su posición andina e interandina dentro de la cuenca alta del río Magdalena, han generado la existencia de varios climas y diversos ecosistemas, de tal manera que con el 1,7% de la superficie del país, posee 11 zonas de vida o bioclimas de las 24 registradas para Colombia.
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A su vez las características altitudinales y climáticas permiten, por ejemplo, estar a los 400 metros sobre el nivel del mar en el denominado desierto de La Tatacoa, y observar simultáneamente el Nevado del Huila, cuya máxima elevación supera los 5000 metros con temperaturas por debajo de 0°C.
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INSTITUTO GEOGRAFICO AGUSTIN CODAZZI, Mapa de zonas de vida de Colombia, Esc: 1:500.000, color, Bogotá, 1977.
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NUÑEZ Y PULIDO, op. cit., pág. 47.
La temperatura media diaria del bosque seco y bosque muy seco tropical de Neiva, Villavieja y Aipe, es igual o ligeramente inferior a 28°C. Esta característica climática hace que dichas localidades pertenezcan al grupo de los lugares más calientes del planeta, según el valor promedio. En otros países existen horas, días o semanas de calor excesivo en verano, pero en invierno la temperatura desciende bastante, de tal manera que difícilmente se alcanzan valores promedios, iguales o superiores a 28°C. Las zonas de bosque seco, bosque muy seco y monte espinoso tropical correspondientes respectivamente a las provincias subhúmeda, semiárida y árida, se caracterizan por un alto déficit de humedad en el suelo; sin embargo, por sus territorios pasan los mayores caudales de agua y varios de los ríos más importantes del Huila, por ejemplo, el Magdalena y los ríos Cabrera, Fortalecillas, Ceibas, Neiva, Aipe y Baché. La zona de bosque seco tropical se encuentra las áreas más densamente pobladas del departamento del Huila en la actualidad, por ejemplo las cabeceras municipales de Neiva, Campoalegre, Yaguará, Hobo y Gigante, entre otras. Sin embargo, los habitantes prehispániscos prefirieron las zonas de bosque muy húmedo premontano (San Agustín, Morelia, y Los Ídolos) y bosque muy húmedo montano bajo (Salto de Bordones y Alto de Las Piedras). La zona de bosque seco tropical también se caracteriza por ser consumidora y contaminadora de recursos hídricos; mientras las zonas de bosque muy húmedo premontano, muy húmedo montano bajo y pluvial montano, sobresalen por ser ecosistemas productores de aguas limpias, con centros de biodiversidad, pero muy frágiles ecológicamente a la intervención humana. Pese a la colonización que día a día avanza por las cordilleras Oriental y Central, todavía existen áreas de biodiversidad animal y vegetal representativas de Los Andes colombianos, por ejemplo los parques nacionales Cueva de Los Guácharos, Nevado del Huila y Volcán del Puracé, así como la reserva privada de Merenberg. Por otra parte, posee áreas muy intervenidas, erosionadas y en proceso de desertización como los cañones xerofíticos de los ríos Cabrera y Ambicá, los cuales poseen muy baja diversidad biológica global, pero una alta diversidad de cactus respecto a las demás áreas semiáridas y áridas del país. La zona semiárida de La Tatacoa es quizá la menos favorecida con la diversidad biológica actual; sin embargo, alberga uno de los yacimientos fosilíferos de Colombia más importante en cuanto a la diversidad de fauna fósil. Las especies encontradas revelan que a mediados de la era Cenozoica y en períodos geológicos recientes existió una selva tropical cálida y húmeda, la cual contrasta drásticamente con la actual vegetación de hierbas y arbustos espinosos, que en forma dispersa se distribuye por un suelo en extremo erosionado. Tanto la variedad de climas y suelos, como el potencial de la agricultura bajo riego y la infraestructura vial existente y proyectada, favorecen la diversificación agropecuaria, la producción agroindustrial y mercadeo de alimentos con el Pacífico, Santafé de Bogotá, Caquetá, Cauca, Putumayo y Ecuador. El potencial energético (hidroelectricidad e hidrocarburos) y los parques nacionales naturales, así como los recursos turísticos, arqueológicos y paleontológicos, rebasan las fronteras departamentales y transcienden, de una u otra forma, al ámbito nacional e internacional. Finalmente, es conveniente enfatizar que el Huila posee diferentes opciones posibles de desarrollo que justifican hacer grandes esfuerzos de planificación integral para la ejecución de proyectos y la definición de prioridades en las inversiones, de tal manera que se garantice una producción sostenible en términos económicos, ecológicos y sociales.
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HUILA, CARACTERISTICAS GEOLOGICAS 28 INSTITUTO GEOGRAFICO AGUSTIN CODAZZI
GEOLOGIA La geología es la ciencia que estudia la estructura, composición y evolución de la Tierra, en especial de la parte accesible de su corteza. Esta ciencia estudia los hechos fundamentales de su historia, analiza los procesos internos y externos que transforman la tierra y contribuye, entre otros aspectos, al hallazgo y a la explotación de yacimientos. La evolución del planeta a través del tiempo, determinó la estructura y composición del país y del departamento. Rocas de diferentes edades, principalmente entre el precámbrico y el terciario, fueron emplazadas tectónicamente y posteriormente cubiertas por varias secuencias de rocas del cuaternario. Para estudiar los diferentes acontecimientos de la evolución de la Tierra se tiene una escala que permite establecer la edad relativa de formación de un estrato rocoso, basado en la secuencia, composición correlación de las rocas dispuestas capa por capa, así como de los diferentes fósiles de plantas y animales que las rocas contienen. En el departamento del Huila se tienen rocas que se formaron en los siguientes períodos geológicos. Precámbrico.
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Son rocas de medio a alto grado de metamorfismo; están representadas en la cordillera Oriental en varias unidades geológicas en el macizo de Garzón y en segmentos pequeños en la cordillera Central, especialmente en la serranía de Minas y el macizo de La Plata, al suroriente del departamento. (Ingeominas, 1989). Mármoles y rocas asociadas afloran en la cordillera Central, en el noroccidente del departamento, en los municipios de Teruel, Palermo y Santa María. Paleozoico Afloran rocas metamórficas ubicadas en la cordillera Central al suroeste del departamento, en San Agustín, Isnos, Saladoblanco, La Argentina, La Plata y Teruel. Estas rocas están cubiertas por
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El presente texto es tomado de la monografía “Huila, Características Geográficas”, elaborada y editada por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi y la Gobernación del Huila. Santafé de Bogotá D.C. 1995 Páginas 33 a 39.
depósitos volcánicos y vulcanoclásticos del terciario-cuaternario y afloran donde las corrientes de agua han erosionado está cubierta. Las rocas sedimentarias y metasedimentarias afloran en las cordilleras Central y Oriental: en los municipios de Colombia (entre los ríos Venado y Cabrera); en cerro Neiva y alrededores, al oriente de Hobo, al sur de Pital, en Agrado y al noroccidente de Pitalito. (Ingeominas, 1989). Mesozoico Las rocas sedimentarias y volcánicas afloran en diferentes regiones del departamento: en el sector noroccidental, al sur de Paicol y suroriente de la Plata, y el extremo suroriental del departamento en los municipios de Pitalito y Acevedo. Las rocas intrusivas se encuentran como bloques levantados en el valle del Magdalena, generalmente en la estribaciones occidentales de la cordillera Oriental; Los afloramientos en la carretera Neiva a Balsillas, y en Campoalegre, Algeciras, Caguán, Altamira - Guadalupe y Suaza, son de dimensiones batolíticas. Rocas sedimentarias marinas y transicionales de edad cretácea se encuentran en las estribaciones orientales de la cordillera Central y en algunos sectores del norte y sur, y esporádicamente, en bloques tectónicos en el sector central de la cordillera Oriental. Se encuentran en Aipe, Neiva, Palermo, Yaguará, Tello, Baraya, Colombia, La Plata, Paicol, Pital y al nororiente de Oporapa en las formaciones Yaví, Caballos, Villeta, Guaduas y Gualupe. Cenozoico Rocas sedimentarias del terciario-cuaternario. Corresponden a rocas elásticas de carácter molásico ubicadas en las carreteras Aipe-Praga, Palermo-Santa María, Altamira-Timaná (sector Pericongo), Tarqui y Guadalupe - Suaza. Al final del terciario se inició la actividad volcánica en la cordillera Central. Este vulcanismo produjo grandes volúmenes de rocas piroclásticas y lavas, que se encuentran actualmente en la cima de la cordillera y llenan los valles del río Magdalena y cauces de sus afluentes. Depósitos cuaternarios Se encuentran en el valle del río Magdalena, flanco occidental de la cordillera oriental y en menor proporción en el flanco oriental de la cordillera Central. Están representados por flujos vulcanodetríticos. Los depósitos vulcanoclásticos-lahares. Con depósitos de origen vulcanoclástico en donde se mezclan, localmente, diversas acumulaciones fluviales y productos netamente volcánicos. El lahar de Palmira se originó, posiblemente, al suroeste de San Agustín y descendió por el valle del río Magdalena, hasta la Jagua. El material que se acumuló en el río Páez tuvo origen en la actividad volcánica del nevado del Huila y avanzó por el valle hasta la desembocadura en el río Magdalena. Tiene un espesor de 80 metros. También hay depósitos glaciares y fluvioglaciares, ubicados en la cima de la cordillera Central, cerca del nevado del Huila, en los volcanes de Puracé, Pan de Azúcar y Sotará. Por su parte, los depósitos aluviales y coluviales, compuestos por bloques, gravas, arenas y arcillas depositadas por ríos, quebradas y lagos, con intercalaciones de productos volcánicos en el flanco occidental de la cordillera Oriental, se encuentran en Altamira, La Jagua y en la carretera Campoalegre-Rivera-Neiva y tienen relación genética con el levantamiento de la cordillera
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Oriental. Arcillas lacustres hay en los valles o depresiones tectónicas como Pitalito, Balsillas, Algeciras y noroccidente de Tarqui.
GEOLOGIA ESTRUCTURAL. Es el reflejo de los movimientos compresionales, causados por fuerzas de origen tectónico, movimientos ascensionales del magma; presión estática ejercida por el agua en los pisos marinos. Ocasionan plegamientos hundimientos, desplazamientos y fallamientos inversos, de las estructuras geológicas que dieron lugar a la formación de anticlinales y sinclinales, principalmente en las estribaciones de las cordilleras Central y Oriental. Este aspecto geológico ha sido importante en la acumulación de hidrocarburos y en la presencia de rocas antiguas con algunas mineralizaciones poco frecuentes en la zona andina del país. En el departamento se destacan dos sistemas de fallas, con orientación general norte-noreste, sur-suroeste. Entre la cordillera Central y el valle del Magdalena se presenta el sistema de fallas de Chusma, también llamada de la Plata. En el límite del valle del Magdalena con la cordillera Oriental se encuentra el sistema de fallas de Suaza-Garzón. Sus trazos se entrecruzan y forman bloques levantados y depresiones tectónicas que originan desniveles topográficos y la complejidad tectónica que se advierte en toda el área. (Ingeominas, 1989). Ambos sistemas de fallas exhiben evidencias de actividad reciente. El sistema de fallas SuazaGarzón estuvo asociado a los terremotos ocurridos en el Huila en 1827 y en 1967. En el relieve del departamento se encuentran una serie de pliegues en forma de anticlinales y sinclinales con dirección general suroeste-noreste entre los cuales están:
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• Sinclinales de Colombia y San Antonio. Ubicados en el nororiente y oriente del departamento. Aparentemente corresponden a una misma estructura pero su eje ha sido desplazado debido a fallas en sentido noroeste. Los dos sinclinales se han desarrollado sobre sedimentos cretáceos y terciarios; el sinclinal de Colombia tiene un cierre entre Santa Elena y el alto de las Oseras; y el de San Antonio lo tiene al sur del caserío de San Antonio, y limita con fallas del sistema Garzón-Suaza (falla de Algeciras). • Sinclinal de Garzón. Está ubicado en los alrededores de la población de Garzón. El eje de esta estructura se entierra ligeramente hacia el norte. Si bien su máximo desarrollo lo tiene sobre rocas terciarias, en su núcleo se observan afloramientos de sedimentos del cretáceo. • Sinclinal de Media Luna. Ubicado en el extremo noroccidental del departamento, cerca de la población de Aipe. El núcleo está conformado por rocas de formación Guadalupe y sus flancos por rocas de las unidades pertenecientes a la formación Guadalupe, Villeta, Caballos y Yaví. Hacia el sur la estructura está truncada par fallas del sistema Chusma. • Sinclinal de Tesalia. Este pliegue, junto con el de Media Luna, es uno de los mayores y mejor expuestos en el departamento, al norte del río Páez. La estructura afecta rocas terciarias, mientras que hacia el sur termina con rocas cretáceas. • Los anticlinales al norte y occidente del Agrado. Se encuentran en rocas cretáceas entre La Plata - El Pital - Paicol; sus núcleos son rocas intrusivas ácidas y volcánicas de la formación Saldaña; pliegues anticlinales y sinclinales, con buzamientos suaves se presentan en rocas terciarias de las formaciones Honda y Gigante situadas al norte de Neiva; al noroccidente de esta ciudad se destaca el anticlinal de San Francisco que tiene importancia por la acumulación de hidrocarburos.
BREVE HISTORIA DE JOSE EUSTASIO RIVERA29 ISAIAS PEÑA GUTIERRREZ
COMIENZA LA TRAVESIA
J
osé Eustasio Rivera nació el 19 de Febrero de 1888, dos años después de ponerse en vigencia la actual Constitución Nacional de la República de Colombia. La mayor parte de sus biógrafos 30 coinciden en citar como lugar de su nacimiento la casa de la calle 8a., también conocida como de “El Chorro” y luego “Camellón de los Almendros”, entre las carreras 7a y 8a, de la ciudad de Neiva. Sin embargo, Milciades Pastrana ha divulgando la segunda hipótesis acerca de este hecho. Según él, “El día 19 de febrero de 1888 la señora Catalina Salas venía con su esposo Eustasio del caserío Aguascalientes con destino al municipio de Neiva, para ser atendida en el alumbramiento, en el camino enfermó y obligados llegaron a la casa de Rafael Quintero, donde nació un niño a quien más tarde bautizaron en Neiva con el nombre de José Eustacio”31. La familia Rivera Salas vivía, en efecto, en el caserío Aguascalientes (o Aguacaliente, como figura en algunos textos), muy cerca donde se fundó el 188832 la población de San Mateo, que en 1943 se transformó en el municipio de Rivera, en honor a José Eustacio, a 15 kilómetros del casco urbano de Neiva. De ahí la confusión, aunque no resulta erróneo decir que su cina natal sea Neiva, en cuya jurisdicción se encontraba la finca de don Eustacio Rivera y doña Catalina Salas, padres de quien luego se su bautizo en la parroquia de Neiva llamarían en familia “Tacho”, “Tachito” o “El Negro”.
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Este texto ha sido tomado del opúsculo editado en Neiva por la Empresa de Publicaciones del Huila, con motivo del Primer Centenario del Natalicio de José Eustasio Rivera en 1998.
Entre ellos, el principal, Eduardo Neale-Silva, en su libro Horizonte humano. Vida de José Eustasio Rivera, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, 2a. edición, sobre la cual nos hemos basado, entre otras fuentes, para elaborar este trabajo, y cuya primera edición apareció en 1960. Ver también: David Rivera, «Síntesis biográfica» en José Eustasio Rivera, Neiva, Imprenta Departamental del Huila, 1946, p.5. 31 Pastor Polanía, «La imagen de Rivera en la memoria de Milciades Pastrana», en revista Sol lejano, No. 1, Neiva, enero-abril de 1986, pp. 8-10. 30
32 Gabino Charry afirma en su libro Frutos de mi tierra, pp. 126, que la fundación de San Mateo fue en 1885. Pastor Polanía y Milciades Pastrana citan la fecha del 9 de julio de 1888, según escritura pública que reposa en la Notaría 1a. de Neiva, por la cual se donaba el terreno para su fundación.
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De los once hermanos Rivera Salas, tres murieron, dos antes del año, e Inesita, en su adolescencia. Con José Eustacio llegaron a la madurez, Luis Enrique, Margarita, Virginia, Laura, Susana, Julia y Ernestina.
LOS PARIENTES DE TACHO Su ascendencia paterna estuvo vinculada a los destinos políticos, militares y educativos del Tolima Grande y del país. Pedro Rivera (1862 – 1925), ingeniero, general de la república, tercer gobernador del Huila, senador, diputado, representante de la cámara de Representantes (aunque no alcanzó a ocupar el cargo, siendo reemplazado por su sobrino Tacho). Napoleón Rivera, tío, general, rector del colegio Santa Librada de Neiva. Toribio Rivera, tío, general, gobernador del Tolima. Olegario Rivera, primo hermano de don Eustacio, gobernador del Tolima, ministro de guerra, representante y senador, intelectual inquieto. Todos ellos fueron conservadores militantes, actitud que no compartían los padres de Tacho, alejados de la policía, conservadores pero no sectarios (alguna vez –se cuenta- escondieron a dos amigos liberales perseguidos en la Guerra de los Mil Días). Entre su descendencia colateral se destacó como dramaturgo y cuentista, Gustavo Andrade Rivera, y como periodista, Jorge Andrade Rivera. La línea ascendente de doña Catalina Salas proviene de los coroneles del ejército patriota, Benito y Fernando Salas, hacendados y comerciantes pudientes cuyas familias herederas fueron confinadas a la pobreza por el ejército pacificador de Morillo. En este, siglo algunos de ellos fueron excelentes artesanos, como Valentín Salas, maestro de zapatería, a quien tanto quería Tacho, su primo. Y otro descollaron en las letras y en las leyes, como Julián Motta Salas (1891 – 1972), estudioso famoso de Cervantes, traductor del griego y del latín, diplomático, sobrino de doña Catalina. Hoy siguen sus huellas los historiadores Camilo Francisco Salas y Reynel Salas.
INCOMPRENDIDO EL NIÑO POETA En la finca de Aguacaliente, nombre que alude a las aguas termales de esta zona, pasó Rivera si primera niñez, entre 1890 y 1894. Con su madre aprendió las primeras letras y luego en San Mateo estudió con su maestro Juan Antonio Ortíz. En 1895, lo enviaron al colegio Santa Librada de Neiva, sin que pudiera amoldarse al nuevo modo de vida en el internado que regentaban los Padres Maristas. Al finalizar el año, doña Catalina fue a recogerlo a Neiva y el Padre José le recomendó no volverlo a matricular ahí. El mismo Rivera recordaría después sus escapadas a prenderle candela a las basuras de la plaza de mercado.
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Su familia salió de la finca, en 1896, y se instaló en la casa que don Eustacio le comprara a Vicente Perdomo, en el marco de la plaza principal de San Mateo. Ahora tenían que trabajar en “La Esmeralda”, propiedad más cercana al caserío. Ahí continuó Tacho su aprendizaje de la naturaleza, de los animales y de las plantas. Entre las labores del campo y las lectura en la casa de San Mateo, que allá dirigía don Eustacio y acá doña Catalina, fue fraguándose la personalidad ciudadana y literaria del futuro poeta y novelista. Mientras tanto el país sufría dos descalabros, uno interno, el de la Guerra de los Mil Días, declarada en julio de 1899, con triunfo de los liberales en la batalla de Peralonso (diciembre de 1899) y con derrota a manos de los conservadores en la batalla de Palonegro (mayo de 1900), y cancelada mediante los tratados de Nerlandia (Octubre de 1902), del Wisconsin (noviembre de 1902), y de Chinácota (del mismo mes); y otro extremo, la secesión de Panamá, el 3 de noviembre de 1903, con la oposición de todo el país, de liberales y conservadores, y el reconocimiento oficial de los Estados Unidos –quince días después de provocada la rebelión- al nuevo gobierno panameño.
En este interregno, José Eustasio había sido matriculado, por segunda vez, en el colegio Santa Librada de Neiva, en febrero de 1900, ya no interno, pues su familia lo acompañaba –la guerra los había volcado a la ciudad. De 12 años, con su tío Napoleón en la rectoría, sin embargo, Tachito no encontraba por la disciplina militar de los generales Rivera, y un día lo encontró el tío Pedro volado de clase, cazando pájaros con guaraca. Vino el castigo físico el rector y el retiro inmediato del colegio a instancias de don Eustacio. Dos años más tarde, en 1902, doña Catalina logró matricularlo en el colegio San Luis Gonzaga de la Mesa de Elías, que dirigían los Hermanos Maristas en el mismo edificio del Seminario Menor. Interno, lejos de casa, al sur del Huila, con 14 años de edad, Rivera no dejó de ser el muchacho campesino, alegre, juguetón, de amplio humor y fina ironía, que componía coplas, acrósticos y poemas. Y pronto, los religiosos no soportaron los corrillos que él encabezaba y explotaban a carcajadas “lúbricas”. Su hermana Virginia, después de la dura jornada a caballo entre Neiva y Elías (unos 160 kilómetros), lo trajo de regreso a su casa. Nadie, de nuevo, le dijo nada, y, por fin, esto hizo llorar a Tachito. Ya casi tenía 15 años y no lograba coincidir con las normas de los colegios. Volvió al campo en 1903. Reemplazó a su padre en muchas ocasiones. Vendió su caballo para comprarle zapatos a su madre y otros regalos a sus hermanas. Pasó la guerra y entonces le consiguieron un puesto de portero – escribiente en la gobernación de Neiva en 1904. Ahí duró poco: prefirió renunciar antes de soportar las burlas de sus compañeros. Su sentido del humor nunca admitiría el abuso del ridículo, ni la ofensa con la que jamás castigo a nadie. Su refugio, una vez más, fue “La Esmeralda” en San Mateo, junto a su padre y a su hermano Luis Enrique, pues las mujeres ahora residían en Neiva. Hasta 1906, cuando ayudados por Rafael Puyo (primer gobernador del recién creado departamento del Huila en 1905) y Gabriel Perdomo Cuenca, padre de Monseñor Ismael Perdomo, obtuvieron una beca oficial para ir a estudiar a la nueva Escuela Normal de Bogotá.
A LA ESCUELA NORMAL Teniendo como “acudiente” a Próspero Patiño, Rivera y su padre se presentaron a la Escuela Normal de los Hermanos Cristianos a sentar la matricula el 9 de febrero de 1906, en vísperas d cumplir sus 18 años de edad y de cambiar la “c” por “s” de su segundo nombre. En ese caserón de la calle 15, entre carreras 15 y 16, d Bogotá, bajo la rectoría del Hermano Juan, Rivera principió sus estudios a partir del 2o. año de Normal “en vista de su buena letra, su facilidad para la lectura y sus conocimientos de aritmética”33, hasta terminar su secundaria pedagógica. La vida de Rivera en la Normal, entre 1906 y principios de 1909, transcurrió en medio del curso regular de sus estudios, en los que se destacó por sus altas notas, impuso su reciedumbre calentana ante los demás compañeros, no admitió que siquiera el Hermano Juan lo gritara y cuando una vez lo hizo, éste, el rector, tuvo que apaciguarlo entregándole el Quijote para que volviera a hablar después de que lo leyera, a propósito de guías, en la Normal conoció Rivera al Hermano Luis Gonzaga, conocido como Pacífico Coral, cuyo verdadero nombre era Julio Vera Coral, historiador y escritor de la época, quien le suministró todos los libros de literatura conseguibles en ese momento. A él le mostró José Eustasio sus primeras poesías, y fue él quien le presentó a dos grandes colombianos: Antonio Gómez Restrepo, su benefactor posterior y a quien dedicaría la primera edición de La vorágine, y Miguel Antonio Caro. Ambos por cierto, recibieron al muchacho –al escucharle sus poemas- con entusiasmo y emoción. Algunos de estos poemas, por gestión de su condiscípulo Elías Quijano, fueron editados en el periódico Sur América y en El Artista. Quizás el primer poema publicado por Rivera –a petición suya- fue “Águila Andina”, el 27 de julio de
33 Eduardo Neale-Silva, ob. cit., p. 59.
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1907, en Sur América, que dirigía Adolfo León Gómez. Cuenta Ricardo Charria Tovar que ese día Rivera compró “una docena de ejemplares” para regalarlos a sus superiores y compañeros34. En los días de vacaciones leía, jugaba billar o atendía sus noviazgos pasajeros. Cuando la plata le alcanzaba iba a teatro. De espíritu jocoso, nunca desperdiciaba oportunidad para improvisar décimas o coplas. Siempre cumplió un papel de líder. En los Juegos Florales de Tunja de 1908, ganó “La flor natural” –equivalente a un tercer puesto- en el concurso de poesía, y la revista Tricolor lo invitó a leer en el Teatro Municipal de Tunja, el 6 de agosto, su poema premiado “El mirlo viudo”, al lado de los sí consagrados intelectuales Juan Climaco Hernández y Pío Vélez –Malo. La Normal le dio permiso para el viaje. En San Mateo había principiado sus borradores poéticos; ahora en Bogotá y Tunja a sentirse los ruidos de la fama, la misma que él llamara “gloria” en un cuartero escrito en la Normal:
Cuando a la sierra como agreste incienso se alza la niebla en ascensión tranquila, y en los halagos de la gloria pienso, tiende la tarde en el ocaso inmenso con tierra dejadez su manto lila. Su liderazgo impactó durante las jornadas políticas del famoso “13 de marzo” de 1909. Había terminado su Normal el pasado 26 de Noviembre de 1908, con la presencia de Víctor Mallarino y Diego Fallon como presidente de grado, y concurría al 5o. curso que lo habilitaría como director de Normales. El quinquenio del presidente Rafael Reyes (1904 – 1909) se cerraba con el escándalo del tratado que legalizaba la separación de Panamá. Nadie lo aceptaba, menos los estudiantes que, convocados el jueves 11 de marzo por José Eustasio, salieron por la tarde a darle abajos al gobierno y fueron detenidos por la policía y llevados al cuartel principal mientras cantaban el Himno Nacional, donde permanecieron hasta el 13 por la tarde en que fueron liberados al caer el gabinete ministerial de Reyes. Al poco tiempo, Rivera abandonó sus estudios. Su mala salud, “un tenaz dolor de cabeza y un decaimiento general”, dice Neale Silva, fueron la causa. Regresó a Neiva. Su hermana Inés comenzaba a morir. En Bogotá, su iluso noviazgo con la hija de la famosa viuda de Chía, también moría. Las dificultades económicas lo empujaron hacia su primer cargo en el sector educativo. En Bogotá, en el mes de agosto de 1909, recibió la oferta. Y partió.
INSPECTOR ESCOLAR 142
Para llegar a Ibagué a ocupar su cargo de Inspector Escolar viajó en tren hasta Madrid y luego a caballo, pasando por Apulo y Girardot, en dos días. Debía visitar a los maestros, enterarse de sus problemas y proponer soluciones. En Ibagué existían la Escuela Normal, el Conservatorio de Música y el colegio San Simón. En septiembre asumió su cargo con entusiasmo, pero pronto vinieron el desaliento y las malas noticias. Volvió a Bogotá a los funerales de su hermana Inés el 6 de noviembre. Duro golpe para él. Escribió su poema “Diva, o la virgen muerta”, con algún sudor de José Asunción Silva. Como su novia de Chía reincidió en su indiferencia, escribió: “Sufrí, sufrí,
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Ricardo Charria Tobar, José Eustasio Rivera en la intimidad, Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1963, p.35.
solo, agrandando mi dolor por la indiferencia de la mujer de quien yo esperaba siquiera el más pequeño de los alivios”. De nuevo, en Ibagué, tuvo sorpresas, como la vez en que la niña Leonor Arteaga le recitó al Inspector Escolar un poema sobre la garza y él tuvo que alzarla en sus brazos para decirle, sin impedir las lágrimas, que ese poema era suyo porque él era José Eustasio Rivera. Aquí, el círculo de sus amistades estuvo integrado por Alvaro Velandia, Luis Enrique Ramírez, Delio Suárez y Custodio Morales. Ellos conocieron algunas de las publicaciones de Rivera: el ensayo “La emoción trágica en el teatro” (El nuevo Tiempo Literario, Bogotá, 1911), su cuento “La mendiga del amor” (revisa Tolima, Ibagué, 1911), y algunos de los sonetos de Tierra de Promisión que por entonces escribía en borrador o declamaba de memoria sin que los hubiera escrito todavía, como fue su costumbre. Custodio Morales mantuvo especial amistad con Rivera, porque le gustaba la literatura, la cacería, las excursiones, conocía la Amazonía colombiana y muchos de sus ríos. Con Custodio leyó a Víctor Hugo en un francés incipiente, y con él aprendió las primeras nociones del yagé y las amenazas de la Casa Arana. Cuenta Morales que el soneto sobre la paloma Torcaz nació en una excursión al Cerro Pan de Azúcar, al pie de un guáimaro, al que había llevado solo Rivera. (Otros dicen que fue en Aguacaliente). Cuenta Morales que alguna vez le pregunto a Rivera: -mira, Tacho, (cuando te casas) y él le había contestado: -de aquí a unos veinte mil pesos. En Ibagué estaba Rivera cuando se produjo el combate de La Pradera, del 10 al 12 de julio de 1911, sobre el río Caquetá, en que la guarnicion colombiana fue desalojada por cuatro cañoneras peruanas. Rivera consulto a Morales. Por el sur ahora, como por el norte en 1903, el país se dejaba cercenar, y eso al poeta le preocupaba. Morales le contó los misterios de la selva y los de la casa Arana. Entonces, Rivera leyó el libro Las crueldades en el Putumayo y el Caquetá (Bogotá, 1910), de Vicente Olarte Camacho, como habría de leer después (El libro rojo del Putumayo, recopilación de testimonios sobre las atrocidades de la casa Arana, y De París al Amazonas, de Cornelio Ispano, ambos editados en 1913. Dos hechos más fueron importantes en su paso por Ibagué. Uno, haber ganado, en 1910, la Medalla de Plata en el concurso de poesía de los fuegos florales del sentenario de la independencia con su “Oda a España”, siendo superado solo por el famoso gramático y escritor tolimense Manuel Antonio Bonilla, y haber recibido de Miguel de Unamuno una carta en que le decía “Lo felicito, señor mío y poeta, por su altísima y noble y Oda a España”. Y dos, haber dictado en 1910 una conferencia sobre “La conciencia del yo”, en la antigua escuela de varones, a un público de artesanos que se agrupaban alrededor del relojero Antonio García, colaborador del periódico, La Cohesión, que resumía los aires renovadores que traía los libros “revolucionarios” del momento y que Rivera había leído. A finales de 1911, Rivera fue invitado a pronunciar las palabras de despedida en la clausura en un colegio de señoritas en Neiva, y ahí habló de la integración entre la escuela y la familia, del civismo, de la educación mixta, de la modificación de programas y reglamentos que exigía la pedagogía moderna, de una mayor libertad para los estudiantes, y de las doctrinas de Galileo. La sociedad neivana se escandalizó y enviaron una carta al Ministro de Educación, Marco Fidel Suarez, y este lo mandó a llamar. En Bogotá la entrevista fue agria y gracias al hermano Juan, que acompañó a Rivera, no paso del grito con que el calumniado conferencista respondió al Ministro. El resultado de este altercado benefició al poeta que deseaba abandonar el burocratizado y anacrónico aparato educativo del país. Consiguió un puesto en el Ministerio de Gobierno, y en 1912 viajo a la capital con el fin de estudiar derecho.
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EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL Entre 1912 y 1916, José Eustasio cursó carrera de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad nacional. En esos 5 años, mientras trabajaba en el ministerio y pasaba de los 24 a los 28 años de edad, el país era gobernado por Carlos E. Restrepo y José Vicente Concha, éste profesor de derecho penal en la U. Nacional. En 1914, el 15 de octubre, cayó asesinado caudillo liberal Rafael Uribe Uribe, y por la misma época el país discutía el tratado Urrutia – Thompson, en virtud dl cual Estados Unidos ofrecía disculpas por la separación de Panamá, pagaba 25 millones de dólares y permitía a Colombia algunos privilegios en el uso del Canal. El tratado aprobado en Colombia por el Congreso, no fue admitido en el de los Estados Unidos: el “sincero pesar” que exigía Colombia a Estados Unidos no fue aceptado por el expresidente Theodore Roosenvelt. Todas estas discrepancias debieron acentuar el nacionalismo de Rivera, a tiempo que seguía leyendo autores como Gautier, Leconte de Lisle, Coppée y Heredia. Concurrió al nacimiento del teatro social y nacionalista de Antonio Álvarez Lleras (Vivoras sociales, Como los muertos), presencio el estreno de Los intereses creados de Jacinto Benavente en el Teatro Colón, pero no pudo nunca estrenar su único drama escrito, tantas veces anunciado y leído en tertulias, Juan Gil, que tenía desde 1911. De estos años es su épico “Canto a San Mateo”, todavía influido por José Joaquín de Olmedo. En enero de 1916, Rivera visitó por primera vez los llanos orientales. A caballo y mula recorrió el largo camino: Chipaque, Cáqueza; Monte Redondo, Buena Vista, Villavicencio y, más adentro, la hacienda “Barracas”. Con Rubén Vásquez se encontraron y se dedicaron a la cacería y a la pesca. La inusitada importancia de este viaje, lleno de anéditas y buscadas experiencias, puede deducirse de la carta que el 22 de febrero de 1916 Rivera escribiría a sus amigos, en Cali, Elías Quijano y Guillermo Arana35, verdadero e insólito anticipo de su futura novela. El 3 de marzo de 1917, Rivera se graduó de abogado con la tesis Liquidación de las herencias, que le había dirigido Antonio José Uribe. Los diarios de la capital se refirieron de manera elogiosa al poeta normalista que ahora llegaba a los estrados judiciales.
PRIMER FRACASO POLITICO La vocación literaria de Rivera nunca se separó de su acentuada sensibilidad social, y política –como siempre había sucedido en Latinoamerica- fue la mejor vía para expresarla. Por eso, cuando en abril de 1917 le ofrecieron desde Neiva una curul en la Cámara de Representantes, él aceptó sin pensarlo mucho.
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Pero, pronto un telegrama dio al traste con esa oportunidad. Lo firmaba el Obispo de Garzón, Monseñor Esteban Rojas y decía: “Señores doctores José Ignacio Fernández, presente; doctor José Eustasio Rivera, Neiva; general don Alejandro Villoria, Neiva. Con la mira de tener completa unión en los católicos, suplico a ustedes me digan si estarían dispuestos a renunciar sus candidaturas para representantes, con ese mismo fin. Esperando un pronta respuesta, me permito Afmo, ESTEBAN, Obispo”. A pocos días, desencantado, Rivera viajó a Bogotá y contestó con este telegrama: “Bogotá, 2 de mayo de 1917. Ilustrísimo Obispo Garzón. Candidatura a que refiérese su telegrama del 27 de
35 Verla en suplemento «Pretextos», No. 100, 30 de agosto de 1987. Neiva, Instituto Huilense de Cultura,
Diario del Huila, pp. 14 - 16.
abril ofreciéronmela espontáneamente. Acepto lo que junta popular resuelva. No creo producir discordia entre católicos, pues también lo soy. Atento servidor RIVERA”. Cuenta Félix Dussán Vargas que Rivera había dicho para resumir gráficamente su derrota: -Me barrieron con un sotanazo. Las divisiones del conservatismo en el Huila, que correspondían a las de la nación, tenían sus respectivos representantes en la Iglesia. Y esta vez, por demás injustas, castigó al educador y abogado que deseaba llegar al apartamento con fines altruistas.
DE NUEVO, A LOS LLANOS ORIENTALES Por segunda vez, Rivera, esta vez en función de su profesión de abogados, viajó a los llanos orientales y vivió allá dos años cortos, entre abril de 1918 y febrero de 1920. José Nieto vino de Casanare a buscar un abogado para que lo representara –así resultó ser, aunque en principio dijo hablar a nombre de terceros- en un proceso civil de liquidación de la herencia de Ramón Oropeza y Jacinto Estévez, en el que Nieto y Alfredo Santos habían sido designados “depositarios” de la herencia a nombre de Francisco Hurtado, sobrino de Jacinto Estévez. Rivera aceptó el negocio, pero cuando llegó a Orocué, luego de las largas jornadas a caballo hasta Puerto Barrigón y en bongo por el río Meta, en duros días de invierno, se encontró con que Nieto no le había dicho toda la verdad. Sus pretensiones acerca del ganado comprado en sucesión no eran claras. Rivera, guiado más por su sentido moral de la justicia que por las formalidades de los códigos, paso a defender en el proceso sucesorio a quien, en principio, era su contraparte, Josefa Estévez viuda de Oropeza. El juicio de “Mata de Palma” (llamado en La vorágine, “Hato Grande”) y “Mata de Vaquero”, fue fallado en el Tribunal Superior de Santa Rosa de Viterbo a favor de Nieto el 24 de septiembre de 1919, después de haber pasado en su primera instancia por las manos de seis jueces.
CON FRANCO Y ALICIA Mas no todo se había perdido. Rivera, un hombre de toda su vida le recorrió en contravía, había dado un paso más en la creación de la novela a pesar de todo. Al pesar de todo. Al pelear con José Nieto, se encontró con quien sería uno de sus mejores amigos, tanto como Custodio Morales en Ibagué. Se trataba de Luis Franco Zapata, perito en el juicio sucesoral de Estévez. Era una paisa, de Manizales, de la misma edad, que había llegado al Vaupés en 1909 y en 1912 se había escapado con Alicia Hernández Carranza –natural de Guateque-, desde Bogotá, donde ella trabajaba como empleada en una tienda, hasta llegar al fondo de la Amazonía, entre Colombia y Venezuela, e instalarse en las caucheras del Brazo Casiquiare –el que une los ríos Negro y Orinoco al sureste venezolano-, cerca de Colombia y Brasil. Luego habían vivido en Puerto Carreño, Casuarito y Ciudad Bolívar. En 1918, se encontraban en Orocué, y ahí le contó todas sus historias a Rivera, desde las más intimas hasta las de índole social, sin dejar por fuera las mitológicas, de aventuras y de sangre. La mayor parte de los personajes de La vorágine surgieron de los relatos de Luis Franco Zapata, incluidos sus nombres –que poco variaron, excepto el de Franco y Rivera al encarnar a Arturo Cova. Franco Zapata, no lejos de Orocué, le tomó a Rivera una foto que después aparecería en la primera edición de La vorágine con esta leyenda: “Arturo Cova en las barracas de Guaracú. Fotografía tomada por la madona Zoraida Ayram”. El ingeniero de Rivera, su carácter juguetón, utilizaba nombres lejanos (Guaracú dista 400 kilómetros de Orocué) para mejorar la fantasía literaria. Franco y Alicia, además, fueron testigos –porque Rivera vivía con ellos- de la segunda cefalea de Rivera. “Estando de caza en un lugar cercano a Orocué tuvo una especie de ataque que le hizo
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perder el sentido… Se le puso la cara casi negra y le dolía mucho la cabeza”, contó Franco Zapata en una carta a Neale-Silva36. Síntomas que volvió a sufrir a finales de 1919 en la casa de Soledad Murillo, en Sogamoso, donde estuvo dos meses en convalencia. Al regresar a Orocué, las fiebres del paludismo lo atacaron y en unos 25 días lo curaron Franco y Alicia. Rivera sintió, de nuevo, el frío bogotano a finales de febrero de 1920. Algunos escribirían, entonces, muchas anécdotas de su estadía en Casanare, como la de Julio Vives Guerra que nos muestra el perfil quijotesco de Rivera. Iba a caballo por el llano y vió que un rico ganadero hería a látigo a una india. Al interponerse Rivera, el hombre le contesto amenazándolo con el revólver: -Para usted también hay…y para su madre! Rivera le echó el caballo encima tumbándolo, bajó y tomó su revólver que había rodado a un lado, y le gritó: -Voy a darte diez latigazos en la cara: uno por esa pobre india, otro por todos los indios… y los ocho restantes por mi madre! Al segundo latigazo, el hombre le pidió perdón arrodillado, y entonces José Eustasio le arrojó el revólver y le dijo: -tome su revólver y asesíneme, si quiere, por la espalda. Le perdono los ocho latigazos en nombre de mi madre37.
AMIGOS Y LIBROS Y TIERRA DE PROMOSION Al llegar a Bogotá, Rivera ocupó el apartamento del costado sur de la calle 15 con carrera 9a.38. Ahí volvió con la biblioteca que le había guardado su amigo. Luis Alzate Noreña: la Ilíada, la Odisea, la Eneida, que decía haber leído once veces, la Divina Comedia, Los miserables de su Víctor Hugo, Hernann y Dorotea y Fausto de Goethe, Don Quijote de la Mancha, los dramas Echegaray y de Ibsen. Los siete tratados de Juan Montalvo, Ariel de Rodó, Maria de Isaac, Pax de Marroquín, Tabaré, La araucana y poemarios del argentino Leopoldo Díaz, de Juana de Ibarbourou y Delmira Agustini, entre otros.
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Después de un corto viaje a Neiva, se dedicó a llevar algunos negocios de marcas y patentes en Bogotá, para esta fecha la famosa tertulia del “Olimpo” –como algunos la llamaban con sornase reunía en el café Windsor o en el Inglés, como la del grupo “Cultura”, dirigido por Luis López de Mesa, lo hacía en las casas de sus integrantes. Todos ellos conocían a Rivera. Los mayores configuraron “la generación del centenario”. Casi todos escribían poesías, o comenzaban a hacerlo, como Rafael Maya o Luis Vidales. Sin ser un activo contertulio cuando estaba entre muchos, no ser un aficionado a las bebidas alcohólica, menos un trasnochador, Rivera asistía a aquellas reuniones como el poeta de una nueva visión americana de la literatura. Algunos nombres de quienes agitaron ese cálido ambiente cultural de los años veinte, fueron: Eduardo Castillo, Miguel Rasch Isla -el gran amigo costeño de Rivera-, Roberto Liévano, López de Mesa, Armando Solano, Ángel Ma. Céspedes, Daniel Samper Ortega, Abel Marín, Delio Seravile (Ricardo Sarmiento), Carlos Villafañe, Joaquín Guell, Ricardo Nieto, Guillermo Manrique Terán, Luis Alzate Noreña Tomás Márquez (“Lope de Azuero”, según testimonio de Rivera), Luis Eduardo y Agustín Nieto Caballero, Raimundo Rivas, Luis Cano, Eduardo Santos, Carlos Arturo Torres Pinzón, Mario Carvajal, Alberto Sánchez (“Doctor Mirabel”), Tomás Carrasquilla, Ricardo Hinestrosa Daza, Samuel Delgado Uribe, Luis María Mora, Antonio Gómez Restrepo, Carlos García Prada, León de Greiff, etc. En este momento brillante de la cultura nacional, de feroces y atinadas polémicas literarias, auspiciadas por el Gil Blas, El Tiempo, El Espectador, El Nuevo Tiempo Literario, El Grafico, apareció el primer libro de José Eustasio Rivera, su poemario Tierra de Promisión, 55 sonetos
36 Eduardo Neale-Silva, ob. cit., p. 153. 37 Ibídem, p. 152. 38 Ricardo Charria Tobar, ob. cit., p. 101.
en total, dividido en tres partes (las que pensó, al principio, dedicar a sendos volúmenes): la selva, las cumbres o montañas y el llano. El libro que puso en librerías en enero de 1921, como el de su amigo Rasch Isla, Para leer en la tarde. No se parecía a Castillo, ni a Valencia, no a Luis Carlos López. Iba más allá del romantisismo y el modernismo amanerado, sin que abordara el vanguardismo que ya llegaba de Europa39 Su éxito aumentó con los días, sin embargo, su autor pensaba que podía escribir páginas mucho más calificadas, que esta era una meta superable. Antes había aplicado este mismo rasero autocrático a Juan Gil, su drama bautizado con el nombre del religioso que luchó y obtuvo la libertad de Cervantes.
RECAIDA EN PURIFICACION Para descansar del trajín literario y jurídico, Rivera salió de Bogotá la primera semana de marzo de 1921, en viaje de cacería hacia el sur de país. Lo acompañaba Alberto Ángel Montoya, cuya familia poseía la hacienda “Laboyos” cerca de Pitalito. Llevaba una escopeta europea, revólver y un vestido ajustado al cuerpo que usaba para la cacería. En Girardot se embarcaron Magdalena arriba y en sus riberas alcanzó a matar algunas palomas torcaces. Al acercarse a la población de Purificacion, se internó en un llano canicular. El sol lo abrazó. “De repente –cuenta Charria Tovar-, llevándose las manos a la cabeza, cayó en una especie de shock, con estupor e inconsciencia, acompañado más tarde de convulsiones y subdelirio. En tal estado se le condujo a Purificación”40. Las Hermanas de la Caridad no lo atendieron más en el hospital, pues en medio del delirio, gritaba palabras violentas. Una junta médica en Bogotá se comunico telegráficamente con los médicos de Purificación. Luego lo trasladaron a Girardot en balsa. Ahí lo vió el Dr. José Ma. Lombana Barreneche, profesor de clínica interna de la Universidad Nacional. Las dos últimas semanas de marzo de 1921 las pasó en Girardot, y tan pronto pudieron lo llevaron a Neiva, donde estuvo hasta fines de mayo. De esta recaída quedó en claro una cosa: sus ataques a la cabeza no tenían nada que ver con el paludismo. El 2 de junio de 1921, Rivera regresó a Bogotá. Lo esperaba la primera misión diplomática fuera del país.
A PERU, MEXICO Y ESTADOS UNIDOS A las fiestas centenarias de la independencia de Perú y México, Colombia envió una delegación diplomática encabezada por Antonio Gómez Restrepo y José Eustasio Rivera. Partieron de Bogotá el 4 de julio de 1921. En Panamá, transbordaron al “Essequibo”, barco que llevaba las delegaciones de Gran Bretaña, Bélgica, México y Holanda. A más de los actos centrales del 18 de julio, Rivera asistió a varios de los homenajes ofrecidos debido a su prestancia literaria. Lo hicieron miembros honorarios de la Sociedad de Fundadores de la Independencia y socio corresponsal de la Sociedad Geográfica de Lima. Conoció la tertulia literaria de Carlos Ledgard, donde se reunían escritores reconocidos como José María Eguren, Raúl Porras Barrenechea, Oscar Miró Quesada, Juan B. Lavalle, José Gálvez y Luis Alberto Sánchez.
39 Isaías Peña Gutiérrez, Estudios de literatura, Bogotá, Ediciones El Huaco, 1979, pp. 45-70. (Descripción
e interpretación de Tierra de promisión). 40 Ricardo Charria Tobar, ob. cit., p. 116.
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Este último, hoy vicepresidente del Perú, publicó en Mundial la más controvertida de todas las entrevistas hechas a Rivera en su vida. A finales de julio, José Eustasio permaneció dos días en cama, perdido el conocimiento y en medio de convulsiones. La delegación se despidió el 16 de agosto. Pasaron por Cartagena y La Habana, y el 6 de septiembre llegaron a la ciudad de México. Nuevas entrevistas, habló Rivera de México como «defensor de los fueros latinoamericanos». Se sorprendió con la magnitud de la cultura azteca. Asistieron a una sesión del Congreso Jurídico, a los Juegos Florales y a la Academia de la Lengua. Investigó el régimen petrolero mexicano. Habló con y de los escritores mexicanos: Manuel José Othón, Manuel Gutiérrez Nájera, Díaz Mirón, Amado Nervo, Juan de Dios Peza, Luis G. Ürbina. Luego, por tierra, entraron a los Estados Unidos, visitaron a Nueva York, y a mediados de noviembre del mismo año 21, de nuevo, estaban en Barranquilla.
LA GRAN POLEMICA El descanso de Rivera a su regreso a Bogotá fue enfrentar todos los ataques escritos a raíz de la publicación, el 21 de septiembre de 1921, en el Gil Blas, de su entrevista concedida en Lima a Luis Alberto Sánchez. Tomada al oído, en ella aparecieron conceptos descomedidos con los escritores colombianos más del ingenio del periodista que de Rivera, pero eso nadie lo entendió. Eduardo Castillo inició la polémica el 24 de septiembre en Cromos de manera personal y violenta: «Pero todo eso se explica en boca del señor Rivera, cuya cultura mental es de una deplorable deficiencia», decía. El 29 de noviembre, en El Tiempo, Rivera comenzó su defensa frente a Castillo (cada uno escribió tres artículos). Y a las nueve críticas de Atahualpa Pizarro, el 3 de diciembre, en El Tiempo, Rivera inició su serie de cinco artículos de respuesta, que Américo Mármol contrarreplicaría con cinco artículos más. Estos dos últimos nombres correspondían a seudónimos de su antiguo contendiente en el concurso de poesía de Ibagué, Manuel Antonio Bonilla.41 De sus respuestas, estas dos apreciaciones resultan útiles para analizar a Rivera: «Los engaños acerca de mi obra son otros, yo no; sé cuánto me falta, sé a cuánto aspiro», y «Todos mis culpas podrán enmendarse, pero ésta de la independencia de criterio ha formado en mí un segunda naturaleza y nunca saldrá de mi condición». Y la polémica hubiera continuado si el 9 de febrero (el 8 había publicado Castillo otra respuesta) de 1922, Próspero Patiño, su «acudiente» en la Normal, no hubiera colocado en un bolsillo de Franco Zapata, sin que se diera cuenta Rivera, el telegrama que, luego en su apartamento, le dieron a conocer junto con Antonio Gómez Restrepo y Luis Eduardo Nieto Caballero, en que se le anunciaba la muerte de don Eustacio en Neiva. Moría su padre a la edad de 74 años. Doña Catalina moriría a la misma edad en 1935.
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TRES TRATADOS DE MARCO 1922 fue un año importante para el país por la aprobación del tratado con los Estados Unidos (sin el «sincere regret»), en virtud del cual Colombia recibiría 25 millones de dólares como indemnización
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Ver: Eduardo Neale-Silva, «Rivera polemista», en Revista Iberoamericana, Vol. XIV, No. 28, octubre de 1948. También la polémica con Castillo se publicó en Hojas de Cultura Popular, No. 30, Bogotá. 1953. Y las dos polémicas serán editadas por el Instituto Caro y Cuervo, con selección y prólogo de Vicente Pérez Silva, en 1988, con motivo del centenario del natalicio de Rivera.
por la separación del Itsmo; por la firma del tratado Salomón -Lozano -insuficiente según Rivera-, que establecía los límites con el Perú «reconociendo como territorio colombiano la región entre el Putumayo y el Caquetá, y el trapecio de Leticia»; y porque se anunció que el Consejo Federal Suizo ordenaba la demarcación de los límites con Venezuela. Estos tres hechos de naturaleza jurídica internacional, con sus más y sus menos, enmarcaron el génesis de la escritura de La vorágine.
NACE LA VORAGINE En enero de 1922, al salir de Orocué, Rivera había negociado un lote de novillos con Mario y Daniel Reyes, y hacía dos años no tenía razón de ellos. Esta fue la razón por la cual viajó a Sogamoso en marzo de 1922. Consiguió un abogado, el Dr. Policarpo Neira Martínez, director del seminario político La Idea Liberal, para que él se encargara de iniciar la acción judicial contra los Reyes. Y así principiaron una gran amistad alrededor de la literatura, la cacería y las excursiones al campo. Allá en Boyacá, alejado del corrillo político bogotano, del ajetreo judicial y de la chismografía literaria, Rivera debió pensar en lo que Luis Franco Zapata le había dicho con imprudencia: —Sí, pero no hagás más versos, que esos los hace todo el mundo. ¿Sabés? Allá en mi tierra había un negrito ignorante que hacía enjalmas y que también hacía versos muy buenos. Escribíte un buen libro. El sábado 22 de abril de 1922, en Sogamoso, Rivera comenzó a escribir, en efecto, con su letra precisa y clara, la primera página de la novela que con la ayuda de Neira Martínez titularía Le vorágine: «Antes que me hubiera enamorado profundamente de mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia», principiaba. Volvió a Bogotá en corta estancia, y la ansiedad por continuar la novela lo obligó a regresar a Sogamoso. A mediados de junio de 1922 estaba instalado donde su vieja amiga y protectora, Solita Murillo de Martínez, en una «casona antigua, acogedora y plácida, con un enorme brevo en la mitad del espacioso patio», junto al cual Rivera, sentado en una cómoda mecedora, «en un cuaderno largo y angosto de pasta de cartón carmelita y folios amarillos», terminó la primera parte de su novela42. El 13 de septiembre del mismo año recibió un telegrama de Antonio Gómez Restrepo en que lo llamaba con urgencia. Y partió.
EN LOS RIOS Y SELVAS CON VENEZUELA Pendiente como estaba siempre Rivera de los asuntos limítrofes de Colombia y tratándose de volver llano adentro hasta los confines de la selva -que apenas conocía por libros y relatos de sus amigos-, ninguna oferta podía ser más atractiva que esta de servir como secretario jurídico de la 2a. Comisión Demarcadora de los Límites con Venezuela. Interrumpía su libro sin saber que lo estaba alargando. Atrás quedaban sus días en el apartamento de la calle 15 (antes había vivido en la carrera 8a., costado occidental, entre calles 16 y 17, y en la carrera 10a., número 16-15 y 16-17 de la actual nomenclatura), en Bogotá.
42 Policarpo Neira Martínez, «Cómo se escribió La vorágine», en Sábado, Bogotá, 26 de agosto de 1944.
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Los límites con Venezuela estaban sin definir desde la disolución de la Gran Colombia. «En 1881 el litigio fue sometido a juicio y sentencia del Rey de España; diez años más tarde, la Reina María Cristina dió el laudo arbitral, pero el trabajo de delimitación quedó pendiente hasta 1916 año en que se encargó a una comisión suiza de terminar los límites precisos de ambos países»43. Ahora tres comisiones, dos en la frontera y una en Bogotá, realizarían ese trabajo. La 2a. Comisión, integrada por Justino Garavito (ingeniero), Melitón Escobar Larrazábal (ingeniero astrónomo), y José Eustasio Rivera (abogado), demarcaría la línea entre los ríos Atabapo y Guainía, en una diagonal que debía ir desde Santa Cruz en el Atabapo (36 kilómetros al norte de Yavita) hasta Victorino (36 kilómetros al occidente de Pichimín), y estudiaría al Apostadero del Meta, en la confluencia con el Orinoco. Los costos de la Comisión 1a. corrían por cuenta de Colombia y los de la 2a. por cuenta de Venezuela. En cada comisión iban miembros de ambos países e ingenieros suizos. Por fin, Rivera encontraba la forma de apersonarse de los destinos de su país, nada menos que en sus fronteras.
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El 19 de septiembre de 1922 salieron para Girardot rumbo a Barranquilla, vía Puerto Cabello y La Guaira hasta llegar a Puerto España, capital de Trinidad. Aquí, frente a la Gran Sabana, esperaron algunos días el vapor «Venezuela», que los llevó Orinoco arriba hasta la Ciudad Bolívar, (la histórica ciudad de Angostura, antes). A finales de octubre, Venezuela todavía no había entregado los instrumentos necesarios para la delimitación (teodolitos, mapas, papelería, toldas, medicinas, alimentos, etc.), y, sinembargo, continuaron el viaje en el vapor «Arauca» hasta Caicara, en la margen derecha del Orinoco. Ya Rivera sospechaba que a pesar de ser una misión oficial, tendrían que sufrir la negligencia de los dos gobiernos. Pasó una nota a la Comisión Venezolana solicitando los materiales de trabajo, y le fueron negados. Y así siguieron Orinoco arriba, luchando contra el calor en botes inadecuados para una Comisión de límites, hasta llegar a los raudales de San Borja, un poco antes de la confluencia del Orinoco con el Meta. Ahí no pudo Rivera resistir más el desobligante trato de los dos gobiernos y redactó su renuncia irrevocable. Palpaba en carne propia el abandono oficial de los territorios y habitantes de las zonas limítrofes de su país. Y resolvió irse solo por el río. En Puerto Carreño contrató una canoa o «curiara». Al pasar por el raudal de Atures, se echó a la espalda parte de la carga mientras los bogas por la orilla maniobraban la canoa. Así sucedió, también, en el siguiente raudal de Maipures. El 10 de diciembre entró a la población de Maipures y el 20 del mismo mes llegó a San Fernando de Atabapo, pueblito donde el Orinoco llega de territorio venezolano y recibe las aguas de los ríos Atabapo y Guaviare. Picado por los mosquitos, quemado, lleno de barro, con su revólver y algunas latas de conserva, durmiendo en playas desoladas, con aguaceros torrenciales o con lunas limpias, había llegado antes que su compañero de grupo, Melitón Escobar, quien -al ver la increíble actitud del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en querer abandonarlos en la inhospitalidad de los ríos y la selva -decidió, también, renunciar como Rivera, el 27 de diciembre de 1922. Rivera enfermó por el cansancio, la mala alimentación, el Clima y el paludismo. En el diario de Escobar quedó este testimonio del 26 de diciembre: «Al amigo Rivera lo ha cogido la fiebre. Poco a poco la malaria invade nuestros campamentos. Ya comenzamos a adquirir aspecto de desenterrados -piel marchita, terrosa y opaca, ojos vidriosos y amarillos, andar inapetente, desaliento y decadencia general». En San Fernando de Atabapo recogió Rivera todos los datos que necesitaba sobre la legendaria y criminal figura del coronel Tomás Funes, de quien dijera luego en La vorágine: «Funes es un sistema, un estado de alma, es la sed de oro, es la envidia sórdida. Muchos son Funes, aunque
43 Eduardo Neale-Silva, Horizonte humano. Vida de José Eustasio Rivera, ib., p. 229.
lleve uno solo el nombre fatídico». Rivera descubrió el «archivo de Funes» -según carta suya-, el cual pudo haber sido el expediente o sumario que se le debió seguir a Funes para justificar su muerte el 30 de enero de 1921, cuando el general Emiliano Arévalo Cedeño, guerrillero y enemigo del dictador Juan Vicente Gómez, ordenó la ejecución pública de quien había sido nombrado gobernador del Territorio Amazonas (Venezuela) por Gómez. Es bueno destacar que Rivera hizo aparecer a Funes en su novela como personaje vivo, a pesar de la dictadura vigente de Gómez en 1924. El 15 de enero de 1923, enviaron nuevos telegramas a Bogotá reclamando atención para la comisión de límites. El resultado fue negativo. Mientras tanto, Rivera decidió navegar el río Guaviare adentro hasta llegar al Inirida, acompañado de dos indios. Quince, veintiún o cuarenta días -según las distintas versiones- permaneció Rivera -¿perdido?- en esta excursión por el Orinoco, Guaviare, Inírida y Atabapo, alimentándose de caza y pezca que él mismo practicaba.
EN PLENA SELVA A fines de enero, salieron de San Fernando de Atabapo, pues, engañados, habían resuelto atender una comunicación del Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Jorge Vélez, que les pedía reincorporarse a la Comisión. Bajaron a Yavita, Maroa y Victorino -la zona que debían delimitar en plena selva. A orillas del río Temi, afluente del Atabapo, en Yavita, Rivera recordó el aniversario de la muerte de su padre, el 9 de febrero. Ahí tuvo una recaída de paludismo. Méndez – Llamozas, médico venezolano de la Comisión, escribió sobre ese momento: «Fue en los largos y tediosos días de la permanencia en Yavita cuando José Eustasio Rivera escribió muchos de los capítulos de La vorágine, y fue allí donde le oí leer algunas páginas de la obra (de la tercera parte)». Y fue con el Dr. Manuel Tiberio Arreaza, entre los venezolanos, con quien más congenió: hablaban de literatura, política, mujeres, y nunca quisieron a los ingenieros suizos, «cuya conducta con los indios les parecía abusiva y brutal». Las protestas de Rivera por esta causa, lo separaron del grupo europeo. La Comisión trazó los límites sin los instrumentos apropiados (que nunca llegaron). Rivera y Escobar regresaron a San Fernando a fines de mayo de ese año 23. El 8 de junio enviaron el informe al Ministerio. Ya el invierno anegaba las 60 casitas de San Fernando, y decidieron salir por el sur, río abajo, contra la orden de Garavito -con quien nunca se entendió Rivera. Para entonces, José Eustasio había investigado la venta de 72 colombianos hecha por Julio Barrera, en 1910, al «turco» Miguel Pezil, cauchero brasilero, de los cuales quedaban vivos en 1922 solamente siete. Por eso, le interesaba entrar al Brasil. Entonces, tomaron la ruta del Orinoco arriba, en Venezuela, se atravesaron por el Brazo Casiquiare -dejando atrás a San Fernando, Minicia, Cariche, El Gallo, Solano- y, antes de caer al Guainía, se detuvieron en San Carlos. Ahí, Ángel María Bustos le facilitó toda la documentación sobre los colombianos «enganchados» por Barrera y vendidos a Pezil, que Rivera remitiría luego al Ministerio en Bogotá. Continuaron por el Guainía abajo, ya transformado en el río Negro, todavía en la frontera venezolana. El 29 de junio avistaron la Piedra del Cocuy y entraron al Brasil. Rivera notó de inmediato la diferencia de los dos países en la asistencia de sus fronteras. En Carapaná, confluencia del río Negro y el Vaupés, en territorio brasilero, supo Rivera de las explotaciones feudales de Leonidas Norzagaray Elicechea con la balata (goma más blanda que el caucho) en el Vaupés colombiano y brasilero, en las que sin necesidad tumbaba los árboles, se hacía pasar por agente oficial colombiano, esclavizaba a los trabajadores y tenía moneda acuñada por su empresa. La denuncia de estos hechos, después, le granjearon a Rivera serias amenazas de muerte por parte de Norzagaray en Bogotá.
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En lancha siguieron por el río Negro: San Gabriel, Umarituba, San José, Castanheiro y Santa Isabel. Aquí enbarcaron el 7 de julio en el vapor «Inca», y a mediados del mismo mes llegaron a la ciudad de Manaos. Rivera visitó el consulado colombiano, puso quejas, rindió informes. Y aumentó su documentación sobre una de sus grandes preocupaciones: la penetración peruana en Colombia y el lento y criminal avance de la Casa Arana en las zonas del Putumayo y Caquetá, en Colombia. «Cuando estuve en Manaos -diría a la prensa el 12 de abril de 1924- tomé de colombianos, peruanos y brasileños el dato de que los caucheros de la Casa Arana habían ocupado ambas orillas del Caquetá, sin pasar por nuestra avanzada de La Pedrera». El informe sobre estos hechos lo enviaron Rivera y Escobar, desde Manaos, el 18 de julio de 1923, al Ministerio de Relaciones Exteriores. Antes de salir de ahí, Rivera visitó la tumba del cónsul colombiano, general Luis María Terán, sepultado en septiembre de 1921. (Allí se hizo retratar por Escobar). A fines de julio partieron por el Amazonas para Belem do Pará, y el 21 de agosto se hospedaron, de nuevo, en Puerto España, en el Queens Park Hotel. Desde ahí le escribió a Buenaventura Bernales para que le enviara de Ciudad Bolívar su equipaje, sus perros (que había dejado a la ida). El 7 de septiembre redactaron con Escobar el último informe a Bogotá y se separaron definitivamente de la Comisión. Llegaron a Puerto Colombia el 21 del mismo mes, pasaron a Panamá a unos exámenes médicos sobre enfermedades tropicales y regresaron a Barranquilla el 30 de septiembre de 1923. Habían salido el 19 de septiembre de 1922 y maltrechos regresaron el 12 de octubre de 1923 a Bogotá. Sobre los atropellos y muertes a los colombianos, Rivera hablaría enseguida a la prensa y al Congreso. Los resultados serían nulos, pero su novela se convertiría en patrón moral y estético incontrovertible con todo lo visto y aprendido en el viaje.
HONORABLE REPRESENTANTE RIVERA SALAS Una sorpresa esperaba a José Eustasio al llegar a la capital: había sido elegido primer suplente a la Cámara de Representantes de su tío Pedro Rivera. En julio de 1923 apareció su nombre en las actas de la Cámara, y ya posesionado, el 6 de noviembre. De familia conservadora, Rivera, sinembargo, había adoptado posiciones que superaban los criterios tradicionales de ambos partidos. Podía pensarse que era un conservador republicano o un republicano liberal. Por eso, el 8 de noviembre citó al Ministro de Relaciones Exteriores para que respondiera ante la Cámara por negligencia e infidencia en el caso de la 2a. Comisión Demarcados de Límites con Venezuela. El Ministro asistió y pidió que se concretaran los cargos. Rivera -sin pensar en partidos- denunció ante la prensa y la Cámara lo que el otro día El Espectador resumió así:
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«El Ministro de Relaciones Exteriores engañó a la Comisión de límites enviándola sin equipo de ninguna clase, sin darles a los ingenieros teodolitos, niveles, cuadrantes, brújulas, mapas, sir proveerla siquiera de toldas, ni de lo más indispensable para aquellas regiones desérticas, so pretexto de que de todo esto seríamos atendidos de manera abundante por la Comisión venezolana». El Ministro, entonces, pidió que la Cámara se reuniera en sesión secreta. Los liberales se retiraron del recinto, lo mismo que Rivera. Días después dijo al periódico El Tiempo: «Ya manifesté en plena Cámara que al hacerle inculpaciones al señor Ministro, no me mueve otro interés que el altísimo de velar por el bien de la Patria y por el buen nombre del gobierno nacional». El cargo de infidencia se refería al informe secreto que rindió Rivera al Ministro sobre los Atropellos de Leonidas Norzagaray en el Vaupés, y que alguien llegó a revelárselos haciendo que éste tratara de matar a Rivera en las gradas del Capitolio, primero, y en su apartamento de la calle 15, después.
Al final, dos efectos obtuvo Rivera de su denuncia: que por ley les reconocieran los sueldos debidos a los de la Comisión, y que la Cámara expidiera una declaración absolviendo al Ministro y reconociendo «así mismo que el H. R. Rivera ha procedido patrióticamente en defensa de los intereses nacionales». Es decir, nada de Io que él, en realidad, perseguía, que era la salvaguardia de la soberanía y la dignidad nacional. Aturdido, Rivera viajó ese diciembre a Neiva a descansar con su familia. Es posible que haya sido en esta oportunidad cuando Rivera decidió la estructura total de La vorágine. La literatura sería su último recurso, y él tenía la mejor arma: la palabra creadora.
VIAJES AL CAQUETA Viviendo entre la realidad y la ficción, que él siempre supo distinguir como haces de una misma unidad humana, quizo apoyarse en más datos sobre la verdad de la frontera con el Perú. Lo necesitaba para su novela y para su regreso a la Cámara. Por cuenta propia partió para Florencia por la Vía Garzón-Guadalupe. Todo a caballo Investigó más sobre la Casa Arana y la navegación por el Caquetá A principios de marzo estuvo de regreso en Neiva, y ahora tomaba otro camino para llegar a la misma Florencia, el de Campoalegre San Vicente del Caguán, pasando por La Cocorra, Los Alpes y Guacamayas (el viejo camino abierto por la Compañía Perdomo Falla a finales del siglo pasado). No alcanzó a llegar al río Caquetá ni a Florencia, pero ya sabía que esta vía era mucho más rápida para llegar al sur que la de Garzón, en caso de que los peruanos invadieran a Colombia. Así lo dijo a El Tiempo, en crónicas inmediatas publicadas entre abril y mayo de 1924 («El avance de los peruanos», «Las penetraciones peruanas en el Caquetá», «La concesión Arana y los asuntos con Venezuela», «J.E.R. habla sobre la invasión peruana al Putumayo y al Caquetá»), y, también, en El Espectador y El Nuevo Tiempo. Y pidió que el gobierno abriera la carretera a Florencia por San Vicente del Caguán, y no por el sur. El 13 de abril organizó un mitin en el Concejo Municipal de Neiva. Con Reynaldo Matiz arengaron a las gentes, y se creó una Junta Patriótica de Defensa Nacional de doce personas, entre ellas Rivera. Pero todo fue inútil. El gobierno ordenó abrir la vía por Guadalupe, y ocho años más tarde el Perú invadió, el 1 de septiembre de 1932, a Colombia por el puerto de Leticia.44
LA CASA ARANA Desde 1891 se conocía las atrocidades de la Casa Arana, propiedad de Julio César Arana, natural de Rioja en el departamento de Loreto, Perú. De comerciante de sombreros en las orillas del Marañón, Arana pasó a ser «perro de presa del Putumayo» o «socio de Dios», como lo bautizaron sus compatriotas. A partir de 1904, la empresa tuvo un nuevo socio, el colombiano Juan Bautista Vega, cónsul en Iquitos, y se llamó «Arana, Vega, y Cia.», y en 1907 se ensanchó con capital inglés para llegar a ser «The Peruvian Amazon Co.» con sede en Londres. Sus centros caucheros estaban en los afluentes del Putumayo y otros ríos. Sus extensas propiedades se llamaban La Chorrera y el Encanto. Sus capataces -entre ellos Víctor Macedo, Miguel Loaiza,
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La actitud de Rivera frente al imperio de la Casa Arana no debe tomarse con chauvinismo suyo, ni antiperuanismo. Cuando un periodista de El Tiempo le preguntó a Rivera si él había redactado el mensaje de saludo al presidente Augusto B. Leguía -según apareció en la entrevista «Hablando con J.E.R.», el 20 de octubre de 1924-, así le contestó: «-Eso es cierto, y lo hice con gusto porque soy admirador de las virtudes del pueblo peruano. Yo he condenado y condeno en toda forma las invasiones caucheras del señor Arana y los desmanes de éstas, y he visto que el pueblo del Perú no se solidariza con ellos; por el contrario, los ha reprobado. Basta recordar el telegrama que el Presidente Billinghurst le dirigió al prefecto de lpiales, en que le ordenaba que amparara al juez Valcárcel, quien sumarió a Arana y a sus áulicos por los horrendos crímenes del Putumayo».
Miguel Flórez, Abelardo Agüero y Augusto Jiménez, según las denuncias del periodista peruano Benjamín Saldaña Rocca en 1907, incluidas en El libro rojo del Putumayo-, se dedicaban, como entretenimiento o para presionar el rendimiento de sus esclavos, a practicar el tiro al blanco con los indios, o los envolvían en sacos impregnados de petróleo para luego prenderles candela, obligándolos a que se ahogaran en el río, o los sepultaban a medias, o los mutilaban en las orejas, narices, manos y pies, o los mataban a latigazos, o les incendiaban sus ranchos. Uno de los denunciantes de estos hechos, el explorador francés Eugenio Robuchon, fue desaparecido cuando se supo que con fotografías iba a contarlo a todo el mundo. Otros como el juez peruano Carlos A. Valcárcel, tuvo que ser protegido por las autoridades colombianas. Disuelta la Peruvian Amazon Co., por el gobierno inglés, la Casa Arana continuó, en menor escala, la explotación del caucho. En 1927, por intermedio de su dueño, el ahora senador Arana, se opuso a la aprobación del tratado de límites entre Colombia y Perú, «Lozano-Salomón», que desde 1922 se encontraba firmado. Y pudo no haberse aprobado porque en 1924 -como lo denunció Rivera-, la Casa Arana «había obtenido del gobierno peruano una concesión de cinco millones de hectáreas en tierras colombianas»45 y con ese título estuvo buscando socios en los Estados Unidos de Norteamérica.
LAS PETICIONES DE RIVERA Eduardo Neale-Silva las sintetiza en seis puntos que nosotros resumimos así: 1) Defensa de la soberanía nacional en las fronteras; 2) Paz para los colonos y trabajadores colombianos, respaldada por el ejército; 3) Cambio de las autoridades colombianas incapaces o desleales a su país; 4) Libre navegación pactada en tratados para los habitantes de los afluentes de los ríos limítrofes; 5) Alertar al país por las acciones inhumanas y violatorias de las fronteras de la Casa Arana; 6) Llevarle a todos estos territorios los servicios elementales de una comunidad civilizada. La historia le daría la razón a Rivera años más tarde, incluso muy tarde, como la orden de construir la vía Neiva-San Vicente del Caguán para llegar al Caquetá, dada en 1987 por el gobierno del presidente Virgilio Barco, 63 años después de pedida por Rivera.
TERMINA LA VORAGINE Dos años exactamente después de haberla iniciado el 21 de abril de 1922, José Eustasio Rivera Salas terminó, en Neiva, La vorágine, el 22 de abril de 1924. «Para ustedes, sí, para ustedes -les dijo a sus hermanas-. He terminado La vorágine».
154 Informe de la Comisión Investigadora, Bogotá, Imprenta Nacional, 1925, pp. 3, 5 y 15. (La Biblioteca Nacional de Colombia conserva un ejemplar de esta única edición). Para entender mejor por qué era lesiva la condición del artículo 4o., sobre el transporte mensual de 18 horas no acumulables, es indispensable leer este párrafo de Jorge Villegas en su libro Petróleo colombiano, ganancia gringa (Bogotá, 1971): «Al gobierno se le señalaron 18 horas mensuales no acumulables para transportar el petróleo de sus regalías. Pero como la Tropical, de acuerdo con su contrato, sólo entregaba cada 6 meses el petróleo de la regalía resultaba que el gobierno sólo tenía derecho a 18 horas semestrales, perdiendo las restantes, por no ser acumulables» (p. 44). 45
LOS FALSOS POSTULADOS NACIONALES Se encontraba, de nuevo, en la Cámara de Representantes y preparaba la publicación de su novela, cuando Rivera, a mediados de agosto de 1924, encontró la coyuntura para una nueva polémica sobre las fronteras colombianas. En una conferencia, Hermes García -exencargado de negocios de Colombia con Venezuela- había sostenido que los ríos fronterizos no eran navegables, ni era necesario concertar tratados de libre navegación con Venezuela. Rivera refutó a García con seis extensos artículos publicados en El Nuevo Tiempo entre el 19 de agosto y el 24 de septiembre de 1924. En uno de sus artículos, Rivera le preguntaba a su contendiente: «El doctor García, santandereano, ¿sabe cuánto se le ha entregado a nuestra vecina (Venezuela) por sólo impuestos, desde el año 1896 a esta parte? Más de 25 millones de pesos, más de lo que estamos recibiendo como indemnización americana. Estos ¿no son motivos para querer que exista un Tratado de comercio y libre navegación, aún a costa de sacrificios de otro jaez?». En sus artículos, Rivera fundamenta sus alegatos con citas de libros especializados en nuestros ríos fronterizos (y que, tal vez, le sirvieron para escribir páginas de La vorágine, entre ellos, Casanare, de Jorge Brisson, los Informes del Padre Superior de los Misioneros de San Martín, José María Guiot, los diarios de viajes y textos de Humboldt, Crévaux, Michelena y Rojas, Chaffanjon, Hamilton Rice, «para no citar sino forasteros». Hoy día, la defensa de un río como el Meta, sigue vigente, y con el descubrimiento de petróleo y oro en las fronteras, los argumentos de Rivera cobrarán mayor actualidad.
APARECE LA VORAGINE El 28 de agosto de 1924, se publicó un aviso (quizá pagado) por la editorial Cromos, que había contratado con Miguel Rasch Isla la edición de la novela, comprometiéndose la empresa a pagarle a Rivera sus regalías en tres contados, uno a la entrega de los originales, otro al imprimirse y el último dos meses después de ponerla en venta) en el que se anunciaba la aparición de La vorágine, así: «Trata de la vida de Casanare, de las actividades peruanas en La Chorrera y en El Encanto y de la esclavitud cauchera en las selvas de Colombia, Venezuela y Brasil. Aparecerá el mes entrante». A más del «Prólogo» firmado por Rivera (una carta al Ministro), un fragmento de una carta de Arturo Cova (protagonista) y un «Epílogo» (un cable del Cónsul de Colombia en Manaos al Ministro), Rivera incluyó en esta primera edición tres fotos en que aparecen Cova (en realidad es Rivera), un cauchero, y Clemente Silva (en realidad, es el mismo cauchero anterior), respectivamente, en un alarde de tecnicismo literario que sorprendería muchísimos años después. Pero la novela no se publicó sino tres meses más tarde. Rivera había demorado la corrección de las pruebas y señalado como fecha definitiva de aparición de La vorágine la del cumpleaños de doña Catalina Salas, su madre, el 24 de noviembre. Y así fue. El 25 de noviembre de 1924, La vorágine comenzó a venderse en las librerías de Bogotá.
EN LA COMISION INVESTIGADORA DE 1925 Las últimas actuaciones de Rivera como miembro de la Cámara de Representantes fueron en las comisiones de Relaciones Exteriores, de Colonización y en una especial, que presidió, llamada Comisión Investigadora, creada por ley de la república en 1925. El gobierno conservador republicano de Pedro Nel Ospina quería darle al partido de oposición (el liberal) las garantías
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necesarias sometiéndose a la fiscalización de comisiones mixtas, como la citada, que estaba integrada por dos conservadores (Rivera y Rafael Carvajal) y uno liberal (Rafael Campo), de carácter nacional. Esta Comisión Investigadora tendría por objeto, según la ley, «la investigación de los hechos de que tenga conocimiento sobre malversación de fondos públicos, otros hechos delictuosos o irregularidades de todo género ocurridos en cualquier Ministerio o Departamento Administrativo, y que puedan comprometer la responsabilidad de funcionarios acusables por la Cámara ante el Senado». El 11 de febrero de 1925 fueron elegidos los miembros de la Comisión, pero el representante liberal no aceptó por quedar en minoría. Y fue necesaria la intervención inmediata y convincente de Rivera para que retirara su renuncia. Presidir esta Comisión en aquel momento de grandes inversiones públicas (el país gastaba los 25 millones de dólares de a indemnización americana), de grandes debates políticos y jurídicos, de radicalización de la oposición liberal, se convirtió en la mejor ocasión de Rivera para demostrar que su credo ético se fundaba en la honradez, la imparcialidad, la justicia sin partidos, en fin, en su vocación patriótica al servicio de todos los ciudadanos por encima de cualquiera otra consideración. Rivera realizó dos investigaciones destacables, entre otras: una sobre las irregularidades en el Ministerio de Guerra y otra sobre el contrato de construcción del oleoducto de Cartagena a Barrancabermeja. La primera le trajo como consecuencia el veto posterior del Ministro de Guerra, general Carlos Jaramillo Isaza. Por eso Rivera no figuró en las listas de candidatos a la Cámara o Senado de la siguiente legislatura. (El veto fue reiterado desde la diócesis de Garzón por Monseñor José Ignacio López). No obstante, la investigación más importante fue la del oleoducto. La apertura del mercado petrolero colombiano al exterior se mostraba como una imperiosa necesidad al abrirse la década del 20. Nuestro desarrollo económico lo exigía y la aprobación del tratado con Norteamérica se prestó para presionarla. Aprobamos el tratado -dijeron en Washington- si nos permiten explotar el petróleo colombiano, y aprobemos el tratado -dijo el gobierno colombiano- para que nos paguen los 25 millones y nos presten otros más para la construcción de ferrocarriles. Entre tanto, muchas irregularidades se fraguaron. Las acusaciones sobre el contrato del oleoducto Cartagena-Barrancabermeja, que Luis Cano presentó ante la Comisión Investigadora, y que Rivera comprobó en su mayoría, en apretada síntesis, fueron las siguientes:
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1. Que Carlos Adolfo Urueta, embajador liberal de Colombia en Washington durante los gobiernos de José Vicente Concha (1914 - 1918) y Marco Fidel Suárez (1918 -1921) mantuvo siempre una actitud vigilante mientras se ventilaba la aprobación del tratado Urrutia-Thompson, pero al finalizar el gobierno de Suárez pasó a ser consejero secreto de la Standard Oil Co. de New Jersey, y desde entonces cambió radicalmente su actitud en la defensa de los intereses colombianos, tanto que luego de dejar la embajada en Washington, entró a- desempeñarse como abogado de la Andian National Corporation, contratista del oleoducto en mención. 2) Que el capitán James W. Flanagan, representante directo de la Andian en los Estados Unidos, había sostenido con Carlos Adolfo Urueta y miembros del gobierno el presidente Pedro Nel Ospina (1922 - 1926) comunicaciones cablegráficas utilizando claves secretas, desconociendo y violando el mandato constitucional colombiano. 3) Que los dos, Flanagan y Urueta, habían sostenido que la Andian era una empresa canadiense, y no una filial de la Standard Oil Co. 4) Que la Andian había recibido la concesión del muelle de Cartagena en condiciones ruinosas para los intereses del fisco nacional. 5) Que en el contrato se estipulaban condiciones onerosas para Colombia, como eran las que
estipulaban los artículos 4 y 43, según los cuales la compañía «domiciliada en Ottawa, Dominio del Canadá» «transportará mensualmente por el oleoducto, a título gratuito, una cantidad de petróleo y sus derivados de propiedad del gobierno, equivalente a la capacidad transportadora del oleoducto, hasta por diez y ocho (18) horas, las cuales no serán acumulables de un mes a otro» (art. 4), y «al terminar el contrato, los materiales empleados en el oleoducto y sus dependencias o anexidades, quedarán de propiedad de la Compañía, la cual tendrá libertad de exportarlos en las condiciones señaladas en el artículo 38» (es decir, «sin pagar por ello derechos de exportación»). (16). La mayoría de las acusaciones fueron comprobadas, como dijimos. La compañía no era canadiense, utilizó códigos de comunicación en clave secreta, y las condiciones del contrato lesionaban al país. Rivera, desde el primer momento y en forma sorpresiva, ordenó sellar los archivos y muebles de la Compañía; examinó el contrato que de manera sistemática Urueta y Flanagan habían sustraído a la vigilancia del Congreso; llamó a declarar a los funcionarios comprometidos y a quienes de alguna manera resultaron vinculados a la investigación. No escaparon, ante la mirada de Rivera, detalles grandes ni pequeños: ni el automóvil Ford que le regaló la Andian al párroco de Ventaquemada -consejero espiritual del consejero de estado, Dr. Sixto A. Zerda, quien se oponía a la firma del contrato en esas condiciones-, ni la beca que se le concedió al hijo del Dr. Zerda para que fuera a estudiar con el hijo del capitán Flanagan en Estados Unidos,-ni los dos mil dólares que se le dieron al exministro de estado, Esteban Jaramillo, quien siendo Ministro de Obras Públicas había discutido, en febrero de 1920, las cláusulas del contrato, pero en 1923 veía conveniente su firma para el desarrollo del país, siendo su concepto decisivo para que el presidente Ospina lo aprobara el 30 de agosto de 1923 y el 1o. de octubre del mismo año se firmara en Bogotá la escritura pública correspondiente entre el Ministro de Obras Públicas, Dr. Aquilino Villegas y el capitán James W. Flanagan. La investigación se realizó a fondo, pero las funciones de la Comisión cesaron con la nueva legislatura. De todas maneras, el informe se rindió en septiembre de 1925, e impactó tanto que la Cámara ordenó publicar «el acta de la sesión secreta en que consta el voto nominal sobre la publicación del informe del oleoducto» y, desde luego, el informe mismo. Así, fue editado por la Imprenta Nacional en 1925, firmado por Rivera y Rafael Campo, con el salvamento de voto del representante conservador Rafael Carvajal y bajo el título «Informe de la Comisión Investigadora y documentos relacionados con el contrato del oleoducto, celebrado entre el Gobierno Nacional y la Andian National Corporation, Limited». Son 160 páginas que reflejan la ambición de justicia para su país en Rivera (y el anuncio de su documentación para la escritura dramático-cómica de su segunda novela, La mancha negra., que alcanzó a redactar). Con ellas, por paradoja, hundió sus aspiraciones políticas, pero como nunca jamás dejó sembradas en los recintos del parlamento colombiano las semillas de una ética sin sombras, sin vacilaciones, vertical y pura. Cuando más tuvo la razón, ni los partidos, ni la iglesia, ni el ejército, entendieron sus ideales de una justicia sin partidos, de una moral sin credos, de la patria como una sola causa.
PARA LA HABANA PARTIO Luego de prestar sus servicios como miembro de la Junta Directiva del Ferrocarril del Pacífico, en 1926, de haber criticado la lentitud de las obras públicas y la excesiva tramitología que retrasaba las mismas, Rivera, llamado por el gobierno, viajó a Cuba a representar al país en el Congreso Internacional de Inmigración y Emigración que se reuniría en La Habana el 31 de marzo de 1928. El Espectador lo despidió así el 25 de marzo: «Para La Habana, a donde va como Presidente de la Legación de Colombia al Congreso Internacional de Inmigración y Emigración, partió ayer en el expreso de la tarde, nuestro querido amigo y
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colaborador muy apreciado, el doctor don José Eustasio Rivera. Hermosa carrera la suya, que en plena juventud, fuerte y lozana, le ha permitido ya destacarse tan señaladamente así en la literatura como en el foro, en el parlamento como en la diplomacia...». Esta fue su última intervención oficial en representación de Colombia.
EL NOVELISTA EN NUEVA YORK Por cuenta propia, gastando, tal vez, los dineros que había ganado, después de siete años de espera, a los hermanos Reyes en el juicio de Sogamoso, desembarcó Rivera en Nueva York hacia la última semana de abril de 1928. Primero se hospedó en el Hotel Le Marquis y luego se radicó en el apartamento 114 West 73rd. Street, muy cerca del Parque Central, de la Plazuela Verdi y a cuatro cuadras del Museo de Historia Natural -que tantas veces visitó, según sus cartas a Lisandro Durán, su gran amigo de Sogamoso. En Nueva York, fundó la Editorial Andes -que quiso, también, llamar Cóndor-, porque su ambición era divulgar desde la capital del mundo la literatura de nuestra América para que todos se dieran cuenta de «lo que valemos» («Usted sabe que vivimos en una desconexión absoluta y... debemos situar puntos de referencia para conocernos y para que nos conozcan», le decía en una carta al costarricense Joaquín García Monge); echó a rodar con dificultades -según Angel Flores y Earl K. James- la traducción de su novela al inglés, porque Rivera no admitía empresas capitalistas intermediarias; luchó por pasar La vorágine al cine (sueño que había empezado en Colombia: en Cali se disgustó con su gran amigo Franco Zapata porque no lo quiso acolitar en ese empeño); y en Nueva York publicó la edición definitiva de La vorágine con la ayuda del impresor Frank Mayans. A José A. Velasco le dijo de su novela sobre el petróleo, La mancha negra, que ese libro «habría de aparecer al marcharse al África porque allí se sentiría más seguro que en su propia tierra»46. El 29 de octubre de 1928, recibió un homenaje en la Universidad de Columbia, y al responder al oferente, el maestro Federico de Onís, dijo Rivera: «Ligarse a la patria es vincularse al universo y a la vida» (…), «Poco o nada se sabe de nuestra historia... Casi todo lo que el alma de nuestra América se refiere, está oculto o silencioso, como los lagos que reposan sobre la espalda de las cordilleras; pero cuando lleguen allá los zapadores de su porvenir... y provoquen el milagroso desbordamiento, se derramará sobre todas las civilizaciones una onda inagotable y fecunda que circulará en el poema, en el libro, en la palabra del escritor, en la prédica del apóstol, en el diapasón de la música, en la paleta del artista. Y entonces nacerá el concepto justo de lo que significamos en la cultura universal».
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Rivera dictaba conferencias y se mantenía atento de todos los proyectos colombianos en Nueva York. Se rumoró, inclusive, que sería nombrado Cónsul. En este momento presenciaba por primera vez el invierno del hemisferio norte. El 20 de noviembre de 1928, asistió a la cena que Carlos Puyo Delgado, Ricardo y Germán Olano, el diario Mundo al Día y el gobierno colombiano, le ofrecían en el Hotel Astor al piloto Benjamín Méndez, dos días antes de emprender su vuelo entre Nueva York y Bogotá. Rivera, a pedido del público, improvisó un discurso que impresionó a todos.
46 Eduardo Neale-Silva, Horizonte humano, ib., p. 424.
El 22 de noviembre, sinembargo, Rivera llegó tarde, con abrigo pesado, guantes de cuero y sombrero gris, al Park Inn Hotel de la playa de Rockaway, a la despedida final de Méndez. A Puyo Delgado le dijo que se sentía «muy enfermo». Esa noche se quedaron en el hotel, y a las 6 de la mañana siguiente vieron partir el avión «Ricaurte-Mundo al Día» que por primera vez en la historia se comprometía en esa hazaña. Al piloto, Rivera le había llevado dos ejemplares de La vorágine para que los entregara en Bogotá, uno al presidente de la república y el otro a la Biblioteca Nacional. Ese día, 23 de noviembre, Rivera descansó en su apartamento. El 24, salió a almorzar con sus amigos. El 25 volvió a sentirse mal, con dolor de cabeza, y el doctor Eduardo Hurtado, su médico, le recetó algo para lo que parecía una gripe. El lunes 26 llamó a su editor para decirle que había encontrado un error en la nueva edición de la novela. El martes 27 se recuperó un poco y recibió la visita de las hijas de doña Teresa Patiño de Rosas. A la 1 de la tarde sintió fiebre y mareo y fuerte dolor de cabeza. Luego perdió el conocimiento y entró en estado convulsivo. Lo llevaron al Polyclinic Hospital de Nueva York y ahí permaneció cuatro días en estado comatoso hasta el 1 de diciembre en que murió a las 12:50 de la tarde, sin que jamás los médicos diagnosticaran con certeza la causa de su deceso.
LA GLORIA, AL REGRESO Después de varios contratiempos (no permitieron la autopsia, hubo dificultades para pagar la cuenta del hospital, que el gobierno sólo autorizó el 5 de diciembre), el cuerpo de Rivera comenzó su largo viaje de regreso en el barco «Sixaloa» de la United Fruit Company. Al llegar a Barranquilla, sonaron las sirenas de los periódicos, le celebraron una misa de requiem y mientras permaneció en la iglesia de San Nicolás, en capilla ardiente, hubo una retreta fúnebre. Luego, en el vaporcorreo «Carbonell González», subió el río Magdalena en medio de los honores que jamás las gentes le rindieron en vida. Por eso, su paso por la Dorada, Honda, Mariquita y Ambalema, y después por Ibagué, Flandes y Girardot, retrasó, de manera casi increíble, su arribo a la estación del ferrocarril -la Estación de la Sabana-, en Bogotá, el 7 de enero de 1929, a las 8 de la noche. Una hora después lo velaban en el Capitolio Nacional. Más de 15 mil personas desfilaron al otro día frente a su ataúd. Ahí, en medio de la multitud, Rafael Maya -el amigo que le había ayudado a «descabezar endecasílabos» en La Vorágine-, pronunció un brillante discurso sobre Rivera y su obra. Y el 9 de enero fue enterrado en el Cementerio Central, en una de las más grandes y sentidas despedidas a un escritor que se recuerden en Colombia.
EPILOGO Entre los oradores que intervinieron en las honras fúnebres de Rivera, Silvio Villegas representaba a las juventudes conservadoras. Y él interpretó al poeta y novelista huilense de esta manera: «La tumba de José Eustasio Rivera es un claro símbolo para la juventud de nuestro tiempo. Silencioso y solitario, paseó entre los hombres, como el joven héroe de Zarathustra, moviéndose por las alturas porque sabía que el camino más corto es el que va de cima en cima (…). Contra todos los poetas nocturnos que viven tan solo para cantar su hastío y su miseria, Rivera significaba una victoria sobre la vida»47. Y Rafael Maya, uno de los maestros de la literatura colombiana, recogió en estas frases el sentir del país respecto a Rivera, en 1953, cuando se rememoró el 25 aniversario de su desaparición física:
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Silvio Villegas, «Discurso», en «Suplemento Literario Ilustrado» de El Espectador, Bogotá, 10 de enero de 1929, p. 3.
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«Defendamos la obra de Rivera porque constituye una preciosa parte de nuestro patrimonio moral, y porque ella sola contiene más elementos de soberanía nacional que la ficción misma del Estado, ya que allí está encerrado el espíritu de la raza y de la tierra, no en letra muerta, sino en leyes perdurables de ritmo y armonía. «Defendamos esa obra, como los pastores nocturnos defienden su campo a la hora de las tinieblas, porque es un territorio precioso de donde no manan fuentes industriales sino invisibles energías que fortifican las almas, imágenes hermosas que se abren como árboles del paraíso reflejando la juventud del cielo y de la tierra, y paisajes eternos, labrados en pura luz como el espíritu del poeta que un día fue carne y habitó entre nosotros»48.
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Rafael Maya, «José Eustasio Rivera», en Hojas de Cultura Popular Colombiana, No. 30, Bogotá, D.E., junio de 1953.
LA REVOLUCION DE LOS COMUNEROS49 Rodrigo Silva Vargas
Ya hemos visto que en la provincia de Neiva se presentaban unas condiciones sociales, políticas y económicas muy diferentes a las del resto de comarcas del Nuevo Reino de Granada. Aunque parezca aventurado decirlo, desde la primera mitad del siglo XVIII se cocinaba un ambiente pesado contra las autoridades españolas que, en la mayoría de veces, eran miradas con recelo por los nativos del Alto Magdalena, Ilamáranse criollos, mestizos o indígenas, y hasta por los mismos esclavos.
Podría decirse que el terreno estaba abonado para emprender causas independentistas, faltando solo el ingrediente de causas externas que permitieran el detonante. El proceso final parecía lento, pero fue el resultado de esos agentes exteriores que llenaron la copa: en primer lugar, la guerra española frente a Inglaterra, que trajo consigo reformas económicas que afectaron a los diferentes estratos sociales de la provincia. Y la revolución del último Inca, que agitó las banderas americanistas con un sentido de pertenencia al terruño y puso a pensar a los criollos sobre los mecanismos de dominación del invasor. Esto es notorio en las arengas de Pedro León Perdomo, el comunero de Neiva: ... si su Majestad se halla falto de dineros para mantener sus tropas no necesita mandar poner semejantes pechos a sus Indias, que esto es solo para el un señor y el otro beban buenos vinos, coman buenas comidas, rompan buenos vestidos y buenos zapatos y paguen sus dependencias. Y de este modo no le alcanza nada a su Majestad ni sabe de nada (...) Y más se supliera su Majestad con mandar a pedir a sus Indias y que estos dineros le vayan por junto sin que se quede más atrás: y si el Rey mi Señor supiera como tienen sus ministros a sus Indias de abatidas, no lo permitiera.- Ya así que es nuestro soberano y señor de vidas y haciendas: No tan solo serviremos50.
LAS REFORMAS ECONOMICAS En 1788 el visitador regente Juan Antonio Gutiérrez de Piñeres inició una serie de reformas para mejorar los ingresos del fisco español en la Nueva Granada. Estableció la administración directa
49 El texto que se transcribe a continuación corresponde al capítulo IX del libro “Neiva, cuna de la revolución de los comunes” de Rodrigo Silva Vargas. Bogotá. 2005. P. 138 a 166. 50 BN. Raros y curiosos, Libro 386, f 161. Para su comprensión hemos mejorado la grafía del documento, que transcribiremos más adelante.
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del estanco del tabaco, para la cual creó centros administrativos encargados de organizar el abastecimiento a los lugares poblados de la provincia y crear estancos en las regiones. Varios fueron los administradores regionales encargados de comercializar el producto, los que dependían de la Renta de Tabaco de Santafé. Los recaudos se hacían con oro en polvo o en monedas de plata. Los administradores enviaban mensualmente los caudales al administrador principal quien, a su vez, los enviaba cada dos meses a la respectiva Caja Real, de donde eran remitidos directamente a España51. La ciudad de Honda era el centro administrativo para la renta del tabaco en el Alto Magdalena y por aquellos tiempos estaba a cargo de Juan Antonio Rasines y Escajadillo, quien designó a su pariente Manuel Domingo Guilez y Escajadillo para manejar el estanco en la provincia de Neiva. Este tenía facultades para designar a los encargados de vender la hoja en los pueblos. Es curioso que desde el Estrecho de Behring hasta el de Magallanes, el vicio de fumar las hojas secas y preparadas de la solanácea americana, estuviera tan arraigado y extendido en todos los aborígenes; y que su ejemplo constituyera una verdadera atracción para los extranjeros, quienes al principio -con chapetona sencillez- no lograban explicarse la constitución de hombres o diablos que echaban candela por boca y nariz, dice el historiador Joaquín García.52 España no solo llevó a Europa el vicio, sino que lo convirtió en fuente de explotación directa, con excelentes dividendos para el Rey. En otras palabras, con las reformas borbónicas la planta silvestre americana pasó a ser una propiedad del monarca que, sin conocerla, empezó a cobrarla a los nativos. Distinto fue el manejo para las rentas de aguardiente. Desde 1736 se cambió el viejo sistema del arrendamiento para la producción por el de asiento, en el cual el asentista pagaba un impuesto por botija producida. El objetivo fue concentrar en los estancos la producción y comercialización del licor, implicando la instalación de fábricas, la asignación de una jurisdicción territorial, la creación de nuevos cargos administrativos y la delimitación del área de abastecimiento53 La reorganización ideada por Gutiérrez de Piñeres implicó una Administración General en Santafé y dos contadurías generales: una para la renta de tabacos y naipes, y otra para el aguardiente y pólvora, con lo cual se buscaba reducir los gastos estatales. El asentista de aguardiente accedía al negocio mediante remate, que se legalizaba con un contrato. Para Neiva era Santiago Salas, quien estaba facultado además para crear estanquillos en las poblaciones y podía apelar a los jueces ordinarios para combatir el contrabando e incautar los alambiques que estaban regados por toda la provincia. No olvidemos que, adicionalmente, la caña, los fondos y los trapiches pagaban impuestos.
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Mediante despachos de 22 y 24 de octubre de 1779, el Rey ordenó subir los precios de los géneros estancados, por lo que la Junta de Tribunales de Santafé se reunió en casa de Gutiérrez de Piñeres el 27 de abril siguiente, determinando reajustar en 2 reales la libra del tabaco y en una tercera o cuarta parte el valor del aguardiente para el público. Se advirtió a los asentistas que el licor debía tener el mismo precio que en las administraciones inmediatas y que, al no estar contemplada el alza en los contratos, el mayor valor correspondía solo a la Real Hacienda, para lo cual, si tenían justas causas, podían oponerse para rescindir el contrato.54 El acta advierte que los gobernadores, corregidores, cabildos y justicias debían hacer notorias las determinaciones, sin publicar por bando, sino por edicto que con copia auténtica de la orden en que irán recopiladas se deberán fijar en las cabeceras.
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AGN. Guía General de la Colonia, p 12. Disco multimedia. GARCIA BORRERO, El Huila y sus aspectos. P 62. AGN. Guía general de la Colonia, p 9. Disco multimedia. BN. Raros y curiosos, Libros 370, ff 205-206.
Gravan la Hacienda de Villavieja Las condiciones sociales estaban dadas a lo largo de la provincia: en primer lugar, un buen número de desempleados tras la entrega de la hacienda Villavieja que terminó arrendada en algunos hatos y cedida para labores de aparcería en otros. A ello se agregó la decisión tomada por el gobierno español de obligar a pagar impuestos a todas las haciendas de temporalidades. La decisión fue conocida en Lima, y desde Quito se comunicó la orden al regente Gutiérrez de Piñeres para que los predios ocupados a los exjesuitas satisfagan los mismos derechos reales que los de los legos55 Reconocido el decreto real se ordenó la contribución del 12 y medio por ciento que se impuso a cada barril o botija de aguardiente, además del 6 por ciento al que se subió la alcabala. Al ejemplo de la Presidencia de Quito,56 a la hacienda de Villavieja se impuso sobre todos los frutos y efectos que se produjesen, labrasen o saliesen de ella, en los mismos términos que se ejecutaban con los legos. Aumento de impuestos Un segundo factor que ayudó a rebasar la copa fue el aumento exagerado de impuestos, especialmente los destinados a sostener la Armada de Barlovento para continuar la guerra con Inglaterra. Para los casos específicos de Timaná y Neiva, Gutiérrez de Piñeres dictó un decreto el 17 de diciembre de 1780. Teniendo en cuenta las relaciones productivas y de mercado existentes en la región, incrementó los gravámenes: de cada 100 pesos de oro que se fundieren, 2 tomines de la ley que fueren; por botija de vino del Perú, 3 reales; por faja de ralas, jerguetas y bayetas de Quito y sombreros, 2 tomines de oro; por cada cabeza de ganado de cerda que se vendiere, 1 real; por mula de cría, 2 reales; por cabeza de ganado mayor que los criadores vendiesen o sacaren, medio real, y un real que debían pagar los compradores, de modo que saliera a real y medio por cada cabeza, fueran muchas o fueran pocas; botija de miel, medio real; carga de cebo, 2 reales, lo mismo que la carga de sal, la de harina y la de jabón de 8 arrobas. 57 La norma expresaba que los derechos debían cancelarse en toda la provincia de Neiva y los cuatro partidos en que se hallaba dividida, que eran Neiva, Purificación, Timaná y La Plata y los pueblos de su comprensión. Se eximía del impuesto a las harinas producidas en la región, con el importante fin de fomentar la agricultura nacional, y se preveía que en caso de la venta de porciones que no alcanzaran la medida por la que se tasaba, o que fuere inverificable, se cobraría el impuesto de manera proporcional. Con unos días de antelación, Gutiérrez había expedido un decreto similar que afectaba las relaciones comerciales de la provincia de Neiva con terrenos del hoy departamento del Caquetá, especialmente los pueblos de San Juan de los Llanos y El Espíritu Santo del Caguán. La norma contemplaba impuestos de medio real por arroba de pescado; 3 reales por cada 50 varas de lienzo; 1 real por arroba de cera negra (y en el Caguán 2 reales); 1 real por botija de miel (en Caguán 3); 2 reales por arroba de tabaco o de cacao; un cuartillo por arroba de maní; 3 reales por arroba de jengibre seco; y un real por arroba de arroz o de algodón. Para el Caguán se tasaron impuestos adicionales: medio real por libra de pita o cabuya; dos reales por libra de pita fina; por cada cajita pintada, 2 reales; por plato pintado, medio real; libra de
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BN. Raros y curiosos, Libro 370, f 3. La nota fue enviada por Juan García León y Pizarro en abril 18 de 1780. Ibid, ff 5-7. BN Raros y Curiosos, libro 369 Bis, f 346. El Decreto dice basarse en las reales cédulas de marzo 4 de 1635 y septiembre 4 de 1837.
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pita que se sacare, medio real; por cada lanza pintada, un real; y por cada bodoquera pintada, un real. 10 Las ciudades de San Juan de los Llanos y El Espíritu Santo del Caguán desaparecieron posteriormente, sin que la historiografía se haya ocupado por indagar las causas. Nuevos estancos Un tercer factor que incidió en el malestar de las gentes de la provincia fue la creación de nuevos estanquillos. En el mismo año de 1780 se establecieron en Aipe, Villavieja, Fortalecillas, Piravante o El Volcán (Campoalegre) y Otas, dependientes de una fábrica 58 y en el sur con otra que surtía los de Naranjal, La Jagua. Valle del Suaza, Laboyos (Pitalito), Pital. La Honda (Gigante), Potrerillos. Paso de La Guaira (Tarqui) y Tambo del Salero (Paicol). Todos estos sitios eran asentamientos indígenas. Tarifas especulativas Finalmente el malestar cundió por las tarifas, que en Neiva se cobraban a precio superior frente a las demás provincias. La situación era tal que el propio Cabildo de Neiva había informado a Santafé que podía empeorar si no se, detenía la voracidad de los administradores de estancos, pues el tabaco principal no haber del cafuche, se esté vendiendo la libra muy faltosa a cuatro reales, y a no a dos, como se ha publicado en el bando de la Superior Junta General; y también porque la limeta de aguardiente se vende a tres reales y no a dos cuando la rebaja de los dos reales es solamente en el frasco.59 En el informe, firmado por los alcaldes Pablo Alvira y Agustín Páez Pinzón y el alférez real Pedro de Cuenca se dice que en los días previos a la revolución, la limeta de aguardiente se vendía a tres reales y no a dos. Pero al menos en el caso del tabaco. la tarifa se redujo, pues previendo males mayores, desde el primero de junio, mes del levantamiento, se empezó a cobrar a un real y medio, según los expedientes que posteriormente levantarían el alcalde Pedro López Carballo y el subdelegado para las renta tabacos y naipes en la provincia,60 de acuerdo con las declaraciones tomadas especialmente a los estanqueros. Por ejemplo. Rosa Cerquera, mujer del estanquero de Villavieja, que sufrió el ataque al tambo de esa población, afirmó que antes del alzamiento se vendió el manojo de cafuche a dos reales de ocho onzas y el de tabaco principal de cuatro onzas a un real y medio, y que cuando se alzaron estaba aun real el manojo de principal de cuatro onzas por haber tenido orden de darlo a este precio por parte del administrador de Neiva. 61 En el informe final no se incluyó una declaración del estanquero porque en ese estanco nunca se ha hecho confianza de el por ynutil sino de su mujer.62 El propio alcalde Alvira, en declaración que rindió al año siguiente sobre los hechos comuneros, contradijo el informe anterior y sostuvo que desde el 25 de mayo de 1781 se vendía el manojo de 4 onzas a un real y que anteriormente se vendía a uno y medio.63
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CHARRY, Gabino, Frutos de mi tierra, pp 134-135 POSADA, Op Cit, p 369. Oficio de junio 8, con términos ratificados en informe de junio 24 de 1781.
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íbid, Libro 379, f 93. BN. Raros y curiosos, f 263. Bajo este argumento no fue Incluida la declaración de Cerquera, pero en el fondo demuestra el exceso en las tarifas del producto, sobre el cual el propio Cabildo de Neiva había llamado la atención. BN. Raros v curiosos, Libro 379, f 10.
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BN. Raros y curiosos, Libro 379, ff 8-23, 40-54, 55-73-87-95 y 147-154 Contienen todas las declaraciones tomadas sobre los asaltos a los estancos de tabaco en Neiva, Caguán, Aipe, Villavieja y Piravante. Sobre la materia que nos ocupa, corresponden a la séptima respuesta del extenso interrogatorio.
Al problema de las tarifas y los estancos se sumó uno adicional que, por sus antecedentes, afectaba a la provincia de Neiva en particular: Miguel de Gálvez y Ceballos, el que fuera gobernador cuando la revuelta de Juan Ascencio Perdomo en 1767 y a quien la plebe le perdonara la vida porque así se capituló, se desempeñaba en 1781 como director del Resguardo Unido de las Rentas de Tabaco, Naipes, Aguardientes, Pólvora y Alcabala para el Nuevo Reino de Granada, con sede en Santafé. 64 Este pequeño detalle se comprende con mayor razón cuando los comuneros de Neiva hablaban contra las rentas y los estancos en particular, que, según ellos, “fueron impuestos por Gutiérrez de Piñeres y los de Santafé”.
EL TAMBOR SUENA EN LOS TAMBOS El plan de agitación de Pedro León Perdomo estaba concebido para escribir dos días antes una carta al Cabildo de Neiva pidiendo licencia para sacarlos estancos a la plaza y pegarles candela. Si ello no se aceptaba, que era lo más seguro, llegarían hacia el medio día las gentes del común, desde diferentes partes y harían nueva súplica y pasarían donde los estanqueros para pedirles los géneros, y en caso de no entregarlos, pedirían cabildo abierto para suspender los estancos. Si nada de ello se daba, se quitarían a pulso.65 El santo y seña para aglomerar la gente fue el sonido de un tambor, que también se usó por los rebeldes del Socorro para convocar a las gentes del común. Dicho instrumento era utilizado por el gobierno español en los célebres bandos, mediante los cuales daba a conocer sus determinaciones y decretos, precedidos por el redoblar de percusiones.
SE ANTICIPA EL PLAN EN EL CAGUAN Pero un hecho imprevisto anticipó el plan en el Caguán. A dicho pueblo indígena llegaron tres naturales que fueron acusados por el alférez real Agustín Páez Pinzón, de contrabandistas de tabaco (sin tenerlo), porque solo de eso sirven esos vagabundos. 66 Los aborígenes fueron amarrados en Suaza y luego vueltos a La Jagua, pero vinieron hasta el Caguán, donde Perdomo hacía los preparativos para el golpe. Los naturales, oriundos de La Ceja (hoy Acevedo, al extremo sudeste de la provincia), venían tan picados
...y topan los otros que no menos están, y se habían convocado para traer todos los de La Ceja. Y estando yo comunicando lo que se me mandaba por la gente se me fueron arrimando y me comunican también. Y viendo yo el daño tan grande que se pudiera causar, los apié de aquello, diciéndoles que se dejaran de eso, que se quitaría; y me fue preciso pasar donde el Gobernador a traerlo, quien mandó a ver los Alcaldes para quitarlo, y estando ya en ello, me dijeron que “tan indios ellos como yo “, que los acompañara, que si más blancos había era más Ilevaban.67 A pesar de lo expresado por Perdomo en la carta, los hechos del Caguán no fueron tan esporádicos. Un tamborcito sonó convocando a la indiada, que hacia las tres de la tarde de aquel 10 de junio
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BN. Raros v curiosos, Libro 346, ff 509-510.
67
íbid, p 412.
POSADA, Op Cit, pp 411-412. Los detalles se incluyen en una carta posterior de Perdomo, dirigida al alcalde mayor provincial, quien por esto y otros hechos fue acusado de complicidad con los comunes. 66 íbid, p 412. La información es de Perdomo en la susodicha carta.
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de 1781 se aglutinó y acudió en primer lugar al estanco de tabaco y luego al de aguardiente y se apropiaron de la mercancía. Perdomo afirmó que contaron el tabaco, hallando 153 tanguitos, y de licor no más de una botija. El estanquero del Caguán, Román Mejía, testificó que a su casa llegó el motín de indios y le ordenó entregar el aguardiente, lo que hizo de inmediato, y luego llevaron el licor a la plaza y se lo bebieron. Su balance de pérdidas fue de dos botijas menos cinco limetas.68 León Bautista, quien corría con la renta de tabaco dijo que los naturales fueron hasta su casa y le quitaron el tabaco del Rey, que eran unos 154 mazos, y lo llevaron a la plaza para repartírselo.69 Bautista ratificó la cifra en la declaración rendida al año siguiente y dijo que los indígenas le ofrecieron cincuenta azotes, lo mismo que Pedro León Perdomo, quien se hospedaba en la casa del nativo Simón Cachava y portaba un arma oculta.70 En el proceso que se siguió, todos aseguraron que el blanco Pedro León Perdomo era el motor y capitán de la revuelta indígena: Juan Manuel Cano, indio tributario, sostuvo que Pedro León alzó a los nativos porque, decía llevar orden del gobernador Policarpo Fernández;71 Manuel Mendoza, también tributario, aseguró que nunca hubo propósito de matar a alguien; 72 Ignacio Manuel Flórez aseveró que Perdomo portaba una lanza corta. 73 En la carta testimonio ya referenciada Perdomo confiesa su participación, sin exponer que fuese el capitán: y tampoco en esa causa va ninguno haciendo de cabeza sino que el empeño es de cada uno por sí. Si yo lo repartí (el aguardiente y el tabaco), fue porque ellos (los indígenas), me lo mandaron.74 De todas maneras, en la investigación fueron señalados como culpables, además de Perdomo, los mandones indígenas Bartolomé Quiza, gobernador del resguardo; su alcalde Bernardo Álvarez (el que más alborotó a los demás como principal y más ladino y atrevido, según el estanquero del aguardiente); Francisco Gaspar, también alcalde; y Cristóbal y Agustín Quiza, capitanejos y jueces de dicho pueblo, según la versión de Mejía, en la que concuerda Bautista, el otro estanquero.
EL CABILDO PROPONE INDULTO Lo ocurrido en el pueblo del Caguán, mas los informes sobre lo que preparaban las gentes del común, puso en estado de alerta a las autoridades de Neiva. El gobernador Policarpo Fernández y los capitulares se reunieron para analizar la situación imperante y concluyeron que se debía detener el liderazgo de Perdomo. Propusieron comprarlo, ofreciéndole el indulto general y, lo que al parecer era más importante: se comprometieron a honorar nuevamente a la familia Perdomo, que estaba proscrita desde los tiempos de Juan Ascencio. Para ello el Cabildo
... arbitro el de escribirle, con asistencia del Gobernador, carta de perdón de lo hasta allí cometido, bajo la condición de que se retirase con la gente que tenia dispuesta, lo que no observó, respondiendo la carta de amenazas y desafueros que consta en los autos, comprobante de su exceso...75
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íbid, p 402. Íbid, p 404. BN. Raros v curiosos, Libro :379, f 42-44.
Íbid, f 45v-46. Íbid, f 48. Íbid, f 51. POSADA, Op Cit, p 412 . Íbid, p 414. Informe del Cabildo al Virrey, octubre 24 de 1781.
Pedro León respondió de inmediato al Cabildo, ratificando que la decisión de, acabar con los estancos no era de un grupo de personas sino de las gentes del común, que habían hecho un pacto que sería castigado con la horca en caso de incumplimiento:
…Y visto su contenido en que se me manda contenga la gente, a lo que protesto y digo que atendiendo al mandato superior que se me manda, y en atención a las mercedes que dichos señores se han servido de mandarme, a ofrecer: Protesto y digo que lo pondré prontamente y sin dilación, con la mayor exactitud que pueda, caminando de día y de noche, unas ocasiones por tierra y otras por agua, hasta topar con el último de los que se han convocado. Que por lo que respecta a mí se hubieren convocado, protesto bajo buen seguro que con ayuda de Dios y su bendita Madre no habrá innovación. Por lo que respecta a la demás gente no puedo determinar cosa alguna hasta no verlos a todos: porque como no pende de mi solo sino que es toda la gente en común, que unos a otros se van avisando, como el carbón cuando se va prendiendo, y penándose unos con pena de horca el que retrocediera de lo mandado para que de este modo ninguno se pueda sacar el pie. Y así como a mí me han penado estando bien guardado, voy yo penando y aquellos lo mismo a otros. Y continuó con las razones de tipo económico que movían a las gentes del común, muy similares, y quizá influenciadas, por el programa de Tupac Amaru: Que todos van a defender la camisa del cuerpo, que dicen que no será razón, todos hayamos obedecido al mandato superior a comprar los aguardientes a cinco y los tabacos a tres. Y los estanqueros no obedezcan el mandato superior; que lo mandado es mandado; que luego no serán vasallos del Rey nuestro señor; que si no está mandado se corten los hilos por donde eran antiguamente, no quedando mas pecho (impuesto) que la alcabala al dos por ciento; que lo mandado, mandado; que en todos esos lugares de abajo no han quedado pechos y que aquí cómo no se ha de obedecer... A continuación rechazó el indulto ofrecido, poniendo en duda la sinceridad de la promesa por estar escrita en papel común y corriente. Y luego apareció el espíritu de su antepasado Juan Ascencio para expresar que poco o nada importaba lo prometido, pues había mucho que ganar y nada que perder, frente al despacho traído por el leal vasallo Miguel Ramírez contra los de su familia y su descendencia:
Nosotros, los causados por Asencio vamos a causar esta para matar la del referido Asencio, porque causando esta mata aquella: porque hoy para castigar alguna en alguna parte, se han de castigar todos los indios en general, pues vino el levantamiento de arriba para abajo y de abajo para arriba; que solo Neiva, Timaná y La Plata faltan. Y puede que con el indulto general en la mano que Usías se han servido ofrecerme haciéndome merced y gracia, y la causa de dicho Asencio y el despacho que los señores Alcaldes tienen para cogernos en la mano, puede se contengan, a lo que cree en la honrosidad y magnánimo pecho de Usías, se me mandarán y el despacho que trajo Ramírez deshonorando la familia. Y creo que el perdón general vendrá en papel sellado, que quedará archivado al tanto, y este vendrá de seguro ya firmado como se me ofrece por el Cabildo en nombre del Rey nuestro Señor, y de siete hombres de mayor
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edad y sequito, y este recibo también se archivara, y si por no ser en papel sellado no sirve, pido se me mande sellado.76
PEDRO LEON Y LA IDEOLOGIA DE TUPAC AMARU De la misma época en que el Cabildo de Neiva le propuso el indulto general es otro documento que, indudablemente, es de Pedro León Perdomo. En carta dirigida al ayuntamiento el líder comunero calificó de falsa la nota enviada por los capitulares, ratificó varios de los términos expresados en la nota precedente, utilizó algunas de los planteamientos contenidos en el discurso de Tupac Amaru, censuró una vez más la condena causada a su antepasado Juan Ascencio, reiteró su rechazo al despacho que estigmatizo a la familia Perdomo y denunció que los alcaldes destruyeron los comunicados de la plebe en los que pedía cabildo abierto para declarar suspendidos los estancos. Aunque expresó nociones aparentemente contradictorias sobre el respeto al Cabildo y algunas ambigüedades sobre la monarquía, todo parece indicar que se refiere al Rey americano, a Tupac Amaru, de quien retomó ideas de tipo religioso y económico como las referentes a que los únicos impuestos válidos son los de diezmo y primicia, por pertenecer a Dios, y los de alcabala reducidos al 2 por ciento. Coincide, también, en el carácter popular del movimiento, con pena de la horca para el que, reculare. El documento que, estamos seguros, fue escrito por Pedro León Perdomo, lo transcribimos en su lenguaje original por considerar que brinda importantes luces sobre el carácter del comunero, su pensamiento, su grado de instrucción y su lenguaje. Advertimos que no logramos descifrar lo referente a los siete hombres de mayor edad y séquito (expresión usada también en la carta transcrita por Posada) y que el original existente en la Biblioteca Nacional carece de fecha y firma, y termina abruptamente sin usar el punto final:
A los señores el cabildo Digo yo abajo fermado que por cuento haberze zerbido este ilustre cabildo de mandarme huna carta pliego la que rezebi Obedezci beze, y puse sobre mi corona en la que ze me manda contenga la xente. A lo que digo que obedezco como humilde y leal bazallo do Zu Mtad. Por quien ofrezco mi vida edzaltitud y que pueda caminando ha todas oras por agua y por tierra a pie i a caballo hasta honde mis fuerzas alcanzaren hasta dar con el hultimo de la enbocazion. Que por lo que respecta a mi y a aquellos que por mi ubieren zido conbocaos. Digo que baxo de buen seguro han jurado de Dios y de zu Me. Santizima no ze ofrecen a nada pero que para esto bendra este hindulto que ze me ofrece el que rezibo y abrazo con mi corazón pero que para esto bendra este hindulto y ze me ofrece en papel zellao y quedara el orixinal archibado en conxunta de este presente, rezibo. Y zi por zer papel blanco no se archiba pido que zi, me de zellao y tambien bendra xurao de firmas por todo el cabildo y en nombre, del el Rey mi Zeñor
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Carta de Perdomo al Cabildo, junio 15. Los alcaldes afirmarían después que fue escrita en Aipe, en casa de Herrera. Erradamente, Posada la data como de junio 19. En las transcripciones del documento el nombre Ascencio es usado como sustantivo común, por lo que al texto no se le había valorado completamente. Los resultados son nuestros.
como ze me ofreze. Y tambien bendra firmado por siete hombres de maior edad y zequito y tambien bendra en conjunta con la cauza cauzada por Azencio Perdomo y tambien el despacho que huzias tienen por sus antezezores para prendernos y el despacho que trazo Ramires desonorando a la familia y tambien los papeles que el Sr Gor. tubiere criados contra mi. Que estas no son mas de cuatro firmas falzas que uzías me abran mandan por ver si me pueden agarrar para despues llamarze a que el Rey no tiene palabra. Y con todos estos papeles podre hir quebrando y apeando a todos los que estan haciendo asta dar con el ultimo que es xeneral como el carbon cuando ze biene prendiendo de en braza en braza y azi como estando yo bien guardao me buscaron azi mesmo bengo yo buscando y penando con las mismas penas que a mí me a penao la xente. Que para entre nosotros zea dispuesto el que ze ponga una orca en la plaza para el que reculare o faltare: y toda la xente dizen a un bos que por que razon no se cumple con lo mandao y que lo mandao es mandao y que ze cumpla lo mandao y que zino esta mandao por dos o tres despachos de allanamiento de pechos los que ze, tiene el cabildo arropaos y que zi no esta tambien mandao asta por bando publico el que se promulgue un pedazo y lo de mas ze arropo ze rompen los ylos por donde era antiguamente no quedando mas pecho ni penzion que el 2 por ziento de la alcabala y el diesmo y primicia a Dios: que lo que emos de obedezer y sean dichos diez mandamientos que ze nos agan saber. Pero no abiendo estos zabemos que zon los de la ley de Dios y estos son los que emos de obedezer. Y que zi la ziudad no esta a prezentarse por dos o tres ocaziones a cabildo porque razon no los an dexao porque razon les an quitao los escritos y los an despedazao diziendoles que usias lo conpondran pero apreba la mexoria y no zeran razon que los doz a una aygamos obedezido a comprar tabacos a tres y aguardientes a (tachado) zinco reales y medio limeta. Y otros cuantos ms mn dtos. anq. (ilegible) como costa por los caminos con las prontitudes y fuerzas con que se abrieron en donde murio cazi la mayor parte de la xente y los que no an quedado dezeti77
EL TAMBOR SONO EN AIPE Semanas antes de la toma de Aipe, aparecieron en el pueblo varios pasquines pidiendo que el estanquero de tabaco. Miguel de Rivera, saliera definitivamente de la población,78 pero este hizo caso omiso de las amenazas y continuó su ejercicio. Mientras tanto, el populacho fraguaba el ataque para el atardecer del jueves de Corpus Chisti, una de las fiestas religiosas más solemnes y concurridas. Precisamente la víspera, una Perdomo, María, mujer de Francisco de Cuenca, fue a tomarle parecer a su marido para actuar, ya que los hombres de Aipe eran unos malucos que no se alzaban, las mujeres lo querían aser.79 El tamborcito que sonó en Caguán fue el santo y seña para iniciar la rebelión en Aipe el jueves 14 de junio, tras la procesión del Corpus Christi, cuando las gentes del común, encabezadas por Pascual Castañeda, se apoderaron de los tambos, derramando cuatro botijas ordinarias de aguardiente y repartiéndose 25 arrobas menos dos mazos (manojos) de tabaco. Castañeda era capitán requintero, nombrado por el gobernador Fernández, para cobrar los impuestos de
77 BN. Raros y curiosos, libro 386, f 164. Los resaltados son nuestros. 78 BN. Raros y curiosos, libro 379, f 62. 79 BN. Raros y curiosos, libro 379, f 66v. Declaración del estanquero Miguel de Rivera
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sus compañeros indígenas.80 En la idea de la revolución fue secundado por Manuel y Salvador Rodríguez. Pablo y José de Medina, y Juan Orta y un hijo suyo, todos ellos indios requinteros81 vagos de la hacienda Villavieja. En declaración en la que negó su participación, Castañeda aseguro que el levantamiento tuvo unas cien almas, hombres mujeres y muchachos.82 Miguel de Rivera, estanquero tanto de aguardientes como de tabaco, aseguró que Castañeda le ordenó a nombre del Rey entregarle los géneros, lo que ejecuto receloso no hicieran algún estrago contra su persona, la de su mujer e hijos: y vio que puesto el tabaco en la dicha plaza y el aguardiente, ocurrió mucha más gente a ella, y muchas mujeres, y reparó que el tabaco y el aguardiente se lo repartían y llevaron a sus casas. 83 En testimonio rendido por Bernardino Charres (aunque en su firma aparece como Charry), se afirma que los motines sacaron tres cajones de tabaco a la mitad de la plaza, y tres o cuatro botijas de aguardiente; un esclavo del alcalde mayor provincial, llamado Domingo, sacó uno de los cajones, y otro una botija, todo ello en presencia del cura párroco, el doctor Antonio Caro, que junto con José Antonio Lozano (alcalde partidario de Aipe) vieron lo que pasaba sin pedir favor del Rey para contenerlos.84 Manuel Sánchez, otro declarante, testificó que un esclavo de la hacienda de Villavieja, de nombre Roque Selada, tomó una vasija de aguardiente y le dio en el suelo hasta romperla, y lo propio hacían los esclavos del alcalde provincial, cuya ama presenció todo sin llamarles la atención, ni menos a una de las negras de su propiedad, que echó tabaco en el regazo de sus naguas y se los llevó a casa del amo. 85 El estanquero Miguel de Rivera aseguró que los revoltosos iban armados de sables y machetes, que todos hablaban mal del Rey, de sus ministros y los estancos porque todo era un ladronicio86 y que el tabaco robado fue vendido posteriormente en Neiva. Otro testigo, Jacinto Charry, relató que el motín secreto fue Marcos Quintero y que los rebeldes expresaban que los estancos no los puso el Rey sino el regente (Gutiérrez de Piñeres) y los de Santafé. 87 El alcalde pedáneo de Aipe, José Antonio Lozano, aseguró que se encontraba solo y sin con quien auxiliarse y en consideración que en semejanantes casos los jueces son el blanco de la ira, como ya tenía entendido por otros iguales acontecimientos recientes en las jurisdicciones circunvecinas, hube de precaverme de los insultos de estas gentes incultas y temerarias. Sostuvo que no pudo averiguar los nombres de los participantes en el motín, mediante a que en esas partes campesinas reconocí los ánimos propensos a suscitar nuevos insultos y yo con el desamparo citado, confuso y atribulado por no poder aplicar el remedio, y que los amotinados tenían por oficio el de arrieros y rozadores.88
170 80 Declaración del mismo Miguel de Rivera, que era analfabeta (POSADA, p 394). 81 Testimonio de José Antonio Lozano, alcalde partidario de Aipe. (POSADA, p 393) 82 . BN Raros y Curiosos, libro 379, f 71v. Testimonios rendidos en abril 4 de 1782. 83 POSADA, Op. Cit, p. 394 84 BN Raros y curiosos, libro 379, ff 56.57. 85 BN Raros y curiosos, libro 379, f 59. 86 BN Raros y curiosos, libro 379, f 63 87 BN Raros y curiosos, libro 379, f 67. Recordemos que en Santafé actuaba Miguel de Gálvez y Ceballos, exgobernador de Neiva, como director del Resguardo Unido de las Rentas de Tabaco, Naipes, Aguardientes, Pólvora y Alcabala para el Nuevo Reino de Granada. 88 POSADA, Op. Cit. P. 392-393.
El balance final del tabacalero sobre los hechos de Aipe fue que a Su Majestad le robaron 24 arrobas y 86 manojos de tabaco principal de 4 onzas que estaban en 4 cajones, y 4 botijas de aguardiente,89 que en algunas cifras es diferente al denunciado inicialmente.
EN EL TAMBO DE VILLAVIEJA El tambo quedaba en un paraje rural de Villavieja, un poco apartado de la población. El sábado 16 de junio, en la mañana, Juan de Bahamón pasó por ese sitio y le dijo a Rosa Cerquera, mujer del estanquero, quien se encontraba sola, que se cuidara porque le iban a botar el tabaco, pero ella respondió que moriría antes que dejarlo robar. Bahamón siguió su camino a caballo y llegó donde Matías de Herrera, quien le pidió que le ayudara a botar las hojas. Bahamón se negó, pero llegó Marcos Martínez, hermano de la mujer de Herrera, y le dijo que fuera al asalto y le recordó que él fue víctima de una multa de diez pesos por unas libras de tabaco de longaniza que trajo de arriba. El narrador nuevamente se negó y se retiró hacia su casa, pero poco después, al caer el sol, Rosa llegó llorando a su casa a contarle que le robaron el tabaco más tres pesos y unos reales que eran producto de la venta hecha en junio.90 El tambor había sonado en el tambo hacia las tres de la tarde del sábado 16 para la trifulca que tenía como líderes a peones sin tierra en la hacienda de Villavieja, comandados por un vaquero zambo que estuvo de concertado en el hato La Manguita, y ahora desempleado, conocido como El lunarejo y con los alias de El Malo o El Peor, quien residía en la casa de Matías. Decía llamarse Andrés y, según las circunstancias, se apellidaba Ramírez, Gamboa o Díaz, pero su nombre de pila era Toribio Zapata. Como segundo actuó Gerardo Cardoso, que figuró con el apelativo Rodríguez. Les seguían, entre otros, el ya mentado Martínez, Basilio de Quesada (mulato libre, arrendatario de la Hacienda), Salvador de Herrera y Jacinto de Rojas, también arrendatario.91 En su primera declaración, la Cerquera dijo que todos eran vaqueros de andar a caballo en la hacienda de Villavieja, y lo más del tiempo vagabundos, sin oficio ni beneficio.92 Sostuvo que Zapata estuvo de concertado de la hacienda, pero habiendo acabado el concierto se mantenía en la casa de Matías de Herrera. La mujer del estanquero aseguró que también participaron Ascencio Cardoso y Cristóbal Rodríguez, un hombre de plebe a quien ella tuvo como criado y sirviente, y muchas mujeres: Felipa Trujillo (esposa de Matías) y su hija, las mulatas María Merced Vargas y Mariela Vargas, y la mamá de Herrera. En el tumulto le robaron ocho arrobas y 20 manojos de tabaco principal de cuatro onzas y 27 reales en dinero. Al día siguiente pretendieron azotarla, cortarle el pelo y ponerla en el camino, pero en los documentos no se narra el porqué no se cumplió ese propósito. Según los testimonios transcritos por Posada, en el tumulto actuaron saliendo de la casa de Matías de Herrera, arrendatario de uno de los hatos de la hacienda de Villavieja, de donde habían sacado una escopeta, una lanza y varios esclavos para robarse la existencia de una carga de tabaco más tres pesos.93 El procurador de Neiva, Pedro de Cuenca, afirmaría después que oyó
89 90 91 92 93
BN. Raros y curiosos, libro 379 f 62. Ibid, ff 89-90 vt Ibid, ff 89-93 v. POSADA, Op Cit, p 387 Según declaración de Rosa Cerquera (Ibid, p. 387)
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decir al administrador de la hacienda de Villavieja que un mulato esclavo llamado Venancio había ofrecido dos lanzas para matar a la tambera porque no daba el tabaco a medio real el mazo.94 Los amotinados pasaron posteriormente a los aposentos del mismo Matías de Herrera, preparando la salida hacia Fortalecillas y luego continuar hacia Neiva. La mujer del mentado esclavo Nevando, mayordomo del hato La Manguita, le ofreció un potro al Lunarejo Zapata para que fuera capitaneando la rebelión, mientras Pedro León Perdomo se encontraba por el sur organizando el ataque en Piravante y Otás, y con la indiada salir hacia la capital.
EN FORTALECILLAS El pequeño pueblo de Fortalecillas no era más que un paso en el camino real que comunicaba a Neiva con Villavieja. El estanco recién creado era proporcional a la importancia de la aldea: pequeño y con pocos haberes. Sus existencias eran realmente tan escasas, que en las investigaciones judiciales y fiscales ni siquiera se le tuvo en cuenta. Pero para los comunes tenía un significado especial: la administración del puesto estaba a cargo de María Rosalía y Casimira Ramírez, hermanas del leal vasallo que capturó a Juan Ascencio Perdomo nueve años atrás y que por ese hecho pretendió convertirse en el sustituto del Rey en la provincia de Neiva. El tamborcito sonó en Fortalecillas en la tarde del lunes 18 cuando fue atacado el tambo donde se encontraba Casimira, viuda de Santiago Valbuena (hermano de Martín). En el lugar, los comuneros quebraron todas las botijas vacías de aguardiente, botaron la limeta y el vidrio de medir y derramaron el licor restante, que era tan poco que escasamente fue valuado en un real: como no hubo tabaco, los revoltosos encontraron unos alfandoques que la tambera vendía por encargo ajeno, y se los repartieron entre los participantes.95 Aquella noche los revoltosos durmieron en casa de un Perdomo al que no identifican en los documentos, organizando la salida hacia Neiva para proseguir los planes. El alcalde Alvira informará posteriormente que el motín se preparó en uno de los hatos de la hacienda de Villavieja, denominado Guasimal, en casa de Matías de Herrera, hermano del alcalde mayor provincial. 96 El administrador del estanco de Alpe contó que yendo de Neiva hacia su sede, el día 18 de junio, encontró junto a la quebrada El Aceite a Juan Ignacio de Olaya que iba hacia la capital a caballo, armado con un sable, y poco después encontró a 29 hombres que portaban garrotes y machetes. 97
SANGRIENTO MEDIODIA EN NEIVA
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El gobernador Policarpo Fernández de vez en cuando realizaba rondas nocturnas por las calles de Neiva. En la noche del domingo 17 se disfrazó con una ruana negra para patrullar montado en su caballo. En el trayecto se encontró con el alférez real Agustín Páez Pinzón, a quien le advirtió que algo grave estaba por pasar, y le rogó estar alerta si se presentaba la revolución; un tiro de escopeta sería su santo y seña para que Páez, que vivía cerca de su residencia, acudiera a su casa en caso de un motín.98 Hacia el medio día del lunes, Policarpo recibió en su despacho a Juan de Bahamón, que había llegado a Neiva para entregar una carta de la estanquera de Villavieja, dirigida al administrador de tabacos, en la que narraba lo ocurrido en su tambo. El emisario le
94 POSADA, Op Cit. P 381 95 Declaración de María Rosalía Ramírez (Ibid, p 493) 96 BN Raros y Curioso, libro 379, ff 9-10 97 Ibid, f 67 98 POSADA, Op. Cit. P 407. El alférez real Agustín Páez Pinzón dijo que la advertencia la hizo delante del párroco de Neiva, Clemente de San Javier, de los Ermitaños Descalzos de San Agustín.
dictó al gobernador los nombres de los implicados, que él iba anotando en un papelito: Marcos Martínez, Basilio de Quesada, Salvador de Herrera, Jacinto de Rojas y Andrés, alias El Lunarejo, que era el capitán99. Las noticias de Aipe y Villavieja preocupaban a Policarpo, que en su última noche buscó a sus amigos Vicente y Antonio Mora para comentarles los hechos y recomendarles lo mismo que al alférez, y les advirtió que si veían disposición de motín ocurriesen a su casa con las armas que tuvieren.100 La cita del Cantarranas El grupo de revoltosos llegó a la ciudad pasado el medio día de aquel martes 19 de junio y pernoctó un breve tiempo en el barrio Cantarranas, en los extramuros de la ciudad, llamado también El Arrabal, en casa de Teresa de Olaya, 101 mujer del pueblo, donde organizaron la marcha hacia la plaza principal para tomarse los estancos de tabaco y aguardiente a la hora en que las gentes hacían la siesta. Los documentos mencionan escuetamente a Teresa de Olaya (de más de 30 años) y a las residentes de dicho barrio como activas participantes en los hechos que originaron la muerte del gobernador Fernández, pero nada se dice de la condición de las mismas. Todo parece indicar que Cantarranas era el barrio de tolerancia, que posteriormente fue denominado Los Mártires, nombre que conserva en nuestros días. Cuando Teresa fue llamada a declarar,102 los jueces omitieron la acostumbrada expresión a quien conozco, con la cual significaban que de una manera u otra había trato previo con el testigo, o que se le tenía de frente en este tipo de diligencias. Algo similar ocurrió con Melchora de Cleves 103 natural de Pasto y residente también en Cantarranas, quien se limitó a negar que conociera a los amotinados, mientras que Miguel Álvarez parece confirmarnos la condición de Teresa de Olaya cuando afirmó que bibe en el arrabal de esta ciudad, donde fueron los alzados antes de llegar a esta ciudad 104. El propio Cabildo de Neiva, en el informe sobre los hechos, datado el día de San Juan de 1781, brindó un poco de claridad al diferenciar sobre las féminas que participaron: ... y bastante número de mujeres, así de la ciudad como del barrio de Cantaranas...105
POR ORDEN DEL REY TUPAC AMARU Cuando llegaron los revoltosos a la plaza, sobre la esquina de la iglesia, en el extremo opuesto a la casa del gobernador, este no pudo ejecutar el disparo de escopeta que era santo y seña para que acudiesen sus amigos. Seis hombres, cinco de ellos armados (dos con lanzas, uno con escopeta. otro con garrocha y el último con un sable), comandaban la acción, mientras que otro grupo se apostaba a la entrada de la ciudad. Llegados al estanco del aguardiente, ordenaron abrir las puertas y luego pasaron al de tabaco pero no encontraron a los estanqueros, que habían salido de paseo. Retornaron a la casa del asentista
99 BN Raros y Curiosos, liblro 379, ff 90-91 v. 100 POSADA, Op Cit. P, 384-390. 101 BN Raros y Curiosos, libro 379, f 9v.Declaración rendida por Alvira en 1782. Olaya también testificó. (Ibid, ff 17v-18v). 102 Ibid, f 17v-18v. 103 Ibid, f 19.En la última acusación al padre Palencia se habla de una mujer del barrio Cantarranas de nombre Melchora Narváez, que iba de noche a visitar al cura, disfrazada de hombre. Aunque no coincide el apellido, por el nombre, la procedencia pastusa y el lugar de residencia, puede tratarse de la misma persona. 104 Ibid, f 20v. El restado es nuestro. 105 POSADA, p. 367
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de aguardiente y en medio de una gran gritería entraron al sitio donde estaba el botijambre. ... y les mandó Andrés, capitán de los seis dichos, a las mujeres que ya en esta ocasión se habían juntado bastantes del barrio que nominan Cantarranas, que sacasen el botijambre, que bastante bien les hacia; las cuales le obedecieron y empezaron a sacar y romper las botijas, asociadas con dos hombres..106 Al parecer, el aguardiente derramado correspondía a doce botijas. 107 Policarpo envió recado al alcalde Alvira y al procurador Cuenca para que acudiesen a su casa, pero primero llegaron Vicente y Antonio Mora, quienes detuvieron al español para que no se apresurara,108 mientras que el alférez Páez Pinzón, pese a no escuchar el santo y seña pero que vivía frente a la casa del gobernador, se asomó y lo notó dispuesto a irse solo a contener el motín.109 Llegados los capitulares, Policarpo les ordenó que lo acompañaran a enfrentar a los levantados, Alvira le advirtió que llevaran las armas de fuego, pero aquel se rehusó argumentando que no tenía Pólvora. 110 Esta imprevisión explica el porqué no sonó el disparo. Policarpo salió presuroso, acompañado por Alvira, Cuenca y los Moras. Mientras atravesaban la plaza lo detuvieron tres veces para explicarle al gobernador que los amotinados eran muchos y llevaban armas, y que ellos estaban sin gente y desarmados, por lo que era mejor retirarse; Fernández no retrocedió. El alcalde lo comentó que a la escopeta no le tuviera recelo que parecía estar vacía y tal vez quien la portaba no sabía manejarla111. Entre tanto, al grupo de acompañantes se sumaron el alférez Páez, el párroco San Javier, Antonio Pérez y un criado del gobernador. Policarpo ordenó el inmediato retiro de las mujeres que derramaban el licor y ellas le obedecieron con dos hombres que les ayudaban y se fueron detrás de la iglesia,112 próxima al estanco. Los rebeldes que tenían armas siguieron en sus puestos, en línea hombro con hombro, y puestos en fila cerraban la calle y la puerta de la administración. Y al instante el Gobernador, con voz alterada, les mandó que en nombre del Rey rindieran las armas. a lo que respondió el que hacía cabeza diciendo que no quería, que tenían orden de su Rey de arriba (hablando por el cacique Tupacamar), y que lo mandado, mandado113. Al preguntarles de quién eran mandados, respondió el principal de ellos que de Su Sacra Real Majestad, y repreguntándole que de cuál, dijo que del de arriba, dando a entender que del de Lima.114 El gobernador llamó la voz del Rey a los que estaban mirando detrás de la iglesia y ninguno quiso obedecer, por lo que el alcalde repitió las voces para que entregaran las armas, sin que fuera escuchado. Policarpo insistió pero el capitán respondió que primero muerto que rendir las armas.115 Viendo el peligro en que estaban, Alvira salió ligeramente a la boca de la calle real a pedir auxilio a los vecinos, guardias y administradores del tabaco que vivían inmediatos, y al desfilarse el alcalde le tiraron por detrás un lanzazo, que a no sacarle el quite Antonio Pérez, sin duda quedara muerto.116
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106 Ibid, pp 395-396. Testimonio de Antonio Pérez y Herrera. 107 Ibid, p 401. Declaración de Miguel Alvarez. 108 Ibid, p 408. 109 Ibid, p 407. 110 BN Raros y Curiosos, libro 379, f 8v. 111 POSADA, Op. Cit. P, 390. Testimonio de Antonio Mora 112 Ibid, p 396. Declaración de Antonio Pérez en la que prácticamente coinciden el informe del Cabildo (p 367), el procurador Cuenca (p 382), Vicente Mora (p385), Antonio Mora (p395) y José Fernando González, criado delgobernador (p 408). 113 Informe del Cabildo en junio 24 de 1781, ya citado. El estribillo lo mandado, mandado, fue usado por Pedro León Perdomo en la carta que enviara al Cabildo de Neiva día antes. 114 Ibid. P. 382. Declaración del procurador Cuenca. Coincide con el testimonio de Pérez, p. 396. 115 Ibid. P 382. En los documentos se cita al capitán como Andrés; luego se sabría que su nombre de pila era Toribio Zapata. 116 Ibid, p 368.
CAE MUERTO EL GOBERNADOR Dos de los amotinados supuestamente estaban dispuestos a rendir las armas al alcalde, pero el principal les mandó continuar; y aunque Alvira les pidió que las dejaran en el suelo, se prevenían con ellas.117 Una versión indica que el capitular se arrimó tanto que le descargaron una lanzada que le llegaron a herir la capa y que Pérez le ayudó dándole un golpe al agresor; en otra se afirma que el procurador Cuenca logró salvarse de un machetazo,118 mientras que un tercer relato indica que este se salvó de otro lanzazo, mientras Cuenca evadió un sablazo gracias a que encogió la barriga. 119 Según el Cabildo, esta acción alteró aún más al gobernador que se fue colérico donde el capitanejo y con ademanes de darle con el bastón le dijo algunas veces: rinde, perro, las armas al rey, 120 y en su osadía se arrimó tanto al capitán, que por más ligero que hubiera sido no podía escapar 121 al embiste de la lanza que dio en el vacío del lado derecho, a tiempo que el Gobernador volvió el cuerpo, que cayó en tierra cuasi muerto, que duró como un cuarto de hora, no habiéndose confesado.122 De los acompañantes de Policarpo, la mayoría salió de huida, quedando solo su criado con Alvira, mientras el párroco se retiraba a observar desde el atrio de la iglesia. El sirviente de Fernández, viendo agonizante a su amo, abordó contra Zapata con un trabuco que tenía en las manos y le dio porrazos en la cabeza y un hombro, pero este reaccionó y le hirió en el brazo izquierdo y en la barriga. 123
MUERTE DE LOS CAPITANES COMUNEROS Estas dos desgracias correlativas vigorizaron más el ánimo de los alzados contra nosotros, tirando segundo lanzazo al Alcalde, que supo huirle el cuerpo, y al Procurador un machetazo que a no tener la felicidad de prontamente dar al agresor en la cabeza con el palo que cargaba y rendirlo a tierra, lo hiere malamente, y no obstante le secundó otro desde el suelo que a no sumirse de barriga, se la corta por el medio; en cuyo estado sucedió la felicidad de que llegaron los guardias del tabaco con los Administradores D. Manuel Escapadillo y D. Pedro López, quien mató prontamente de un escopetazo al capitanejo y de un pistoletazo al otro compañero que había el Procurador dádole palo; y los guardias hirieron a otro que se huyó con los otros dos levantados; que a no haber sucedido así, a todos nos hubieran muerto, según el furor con que nos embestían, asegurados de los otros tumultuantes que estaban escondidos detrás de la iglesia, de los cuales siguieron dos en seguimiento del Alférez real, que se había huido de esta borrasca, a quien le tiraron un machetazo que no le alcanzó.124 Pasaron varios días, antes que fueran establecidas plenamente las identidades de los dos comuneros muertos ese 19 de junio en la plaza de Neiva. Alias El Malo, El Peor o El Lunarejo, era
175 117 Ibid, p 409. Antonio Mora dijo que los levantados solo fingían entregar las armas (p 390). 118 BN Raros y Curiosos. Libro 379 , f 9. 119 Testimonio de Antonio Pérez. (POSADA, p 397) 120 POSADA, p 368. Victor Mora dijo que el gobernador endilgó también el calificativo de perros a los revoltosos (p 385). 121 Ibid, p 385 122 Ibid, p 368. El cadáver de Fernández fue sepultado al día siguiente. 123 Ibid, pp 397 y 409. 124 Ibid, p 368. La versión la suministró el Cabildo de Neiva en informe de junio 24 de 1781. Posada incurre en error al mencionar el apellido del administrador del estanco de tabaco, que era Escajadillo.
en realidad Toribio Zapata, zambo de nación, 125 natural de El Guamo, de oficio vaquero, residente en el páramo de Raspacanilla, jurisdicción de la villa de Purificación, colindante con la Hacienda de Villavieja. El otro comunero respondía al nombre de Gerardo Cardoso, también de Raspacanilla. Nada se dice en los documentos sobre la sepultura de los comuneros que cayeron bajo las balas de Pedro López Carballo, quien al año siguiente sería elegido alcalde ordinario de Neiva, y en tal función tomaría las declaraciones tendientes a determinar los robos de que fue objeto el Rey.
ATAQUE EN PIRAVANTE En la misma noche del 19 de junio se presentó el último ataque contra las rentas estancadas, bajo la propia dirección de Pedro León Perdomo. Ocurrió en el tambo de Piravante, sitio conocido también como El Volcancito, en jurisdicción del actual municipio de Campoalegre. El estanquillo, a cargo de Pedro Gutiérrez, quedaba en un paraje solitario, hasta donde llegó el grupo de revoltosos hacia la media noche. Perdomo dejó un poco retirado al grupo indeterminado de vociferantes acompañantes, y personalmente le pidió a Gutiérrez que le entregara el tabaco, a lo que este se negó. El capitán dijo que él mismo lo sacaba, pero que antes le amarraría a un estantillo y le daría azotes, por lo que el administrador cedió temeroso por hallarse solo sin haver vecindad y mediata ni gente que lo favorecieze, 126 pues la casa la habitaba solo con la madre, vieja y enferma, y dos hermanas, una sorda y la otra menor de edad.127 El propio Perdomo sacó los cajones de tabaco y los condujo hacia el lugar donde se encontraban sus compañeros, que quemaron una parte de la mercancía porque vido la candela, pero que se hace cargos que la mayor parte se lo tomaron y robaron, 128 según la narración del estanquero. En los sumarios adelantados el año siguiente por Escajadillo y López Carballo, solo pudieron tomarse los testimonios de los habitantes de la casa, excepto la sorda, quienes aseveraron haber visto a Pedro León armado de una lanza y un sable, y que sacó el tabaco que estaba en dos cajones. En la primera declaración, rendida dos meses después de los hechos, Gutiérrez sostiene que con violencia le quitaron una carga de tabaco perteneciente al Rey, menos el importe de cuatro pesos. 129 En la rendida al año siguiente aseguró que no tenía más que tabaco principal de cuatro onzas y que solo le robaron ocho arrobas sesenta y ocho manojos.130
PRIMERAS INDAGACIONES
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El Cabildo redactó el domingo 24 de junio un informe al Superior Gobierno, relatando lo ocurrido con los comuneros en los diferentes sitios, pero especialmente una minuciosa relación de los hechos de Neiva. A manera de inculpación expresó que no hubieran sucedido si el asentista Santiago Salas no hubiera de antemano desamparado la administración dejándola al cuidado de un hijo menor de edad.131 Pero los comuneros insistían en acabar los estancos y en culpar al Cabildo de la situación:
125 Ibid, p 369. 126 BN Raros y Curiosos, libro 379 f 147 r-148v. 127 Ibid, f 150. 128 Ibid, f 149v. 129 POSADA, Op Cit, p 405. 130 BN Raros y Curiosos, libro 379 F 148V. 131 POSADA, Op Cit. P, 369
El común del populacho subsiste en abatir los reales estancos de tabaco, y acabar de derramar el aguardiente y quebrar las botijas que han quedado, lo que esperamos por instantes, y nosotros amenazados de su rigor, porque están creídos de que somos la causa...132 El 5 de julio siguiente el Fiscal del Crimen de Santafé pidió comisionar a los alcaldes de Neiva para iniciar sumaria información con los nombres, apellidos, oficios, vecindario de los que hacían cabeza del desorden y bullicio (...) y los prendan y encarcelen si hay predisposición para ello.133 Pedía también que se hiciera inventario de los daños causados por los sublevados en los estancos de tabaco y aguardiente y que se facultara a los capitulares para auxiliarse de los empleados de la administración de hacienda si conviene a la quietud y tranquilidad del público. Dos días después el Virrey y la Real Audiencia acogen la petición del fiscal y remitieron el despacho a los alcaldes ordinarios de Neiva para lo pertinente. 134 Recibida por Alvira y Dussan, se resolvió actuar con el mayor sigilo por no convenirse publique mediante las criticas presentes circunstancias que el populacho de esta jurisdicción acredita la poca subordinación que rinde a la real justicia, y con particularidad ayunos esclavos de la hacienda de Villavieja, de donde vino el motín a esta ciudad. 135 Después de los graves hechos del 19 de junio, el alcalde Alvira se dedicó a buscar protección a lo que había quedado de los estancos de tabaco. Para el electo llamo a los alcaldes partidarios de Guagua (hoy Palermo), Yaguará y Alpe, so pena de vida y traidores al rey. Francisco de Cuenca, de este último pueblo, respondió que no quería porque todo era para defender al propio alcalde Alvira y al ex gobernador José Antonio del Lago; Juan Manuel de Herrera, de Guagua, nunca dio obediencia y su mamá y hermanos respondieron lo mismo que Cuenca, mientras que un hermano, Julián de Herrera, le faltó al respeto al alcalde pedáneo que le requirió. 136 Alvira responsabilizo de inobediencia y de apoyar a los levantados al alcalde mayor provincial, Joaquín de Herrera, y a su familia, porque no quiso ir a Neiva atendiendo sus llamados porque no tenía motivos, pero se apareció a los 15 días, de noche, con una carta de Pedro León Perdomo, principal motor del motín, convocándolo para que con el procurador como Padre de República providenciaran la salida de Neiva de los sujetos que eran la causa de las discordias. Alvira le protesto por no dar conocimiento del hecho a la justicia y como no dijo cómo llego, le prohibió salir de la ciudad ni por sus propios pies, ni ajenos, hasta nueva orden pero hizo burla y salió al otro día después de misa.137 Entre el 6 de agosto y el 15 de septiembre los capitulares realizaron las indagaciones para determinar lo pedido por el Superior Gobierno. Los declarantes fueron estanqueros y autoridades de distinto nivel, sin que en momento alguno se tomara testimonio de la gente de la plebe, excepto el criado del gobernador, un mozo de 21 años, natural de Santafé, quien rindió la última declaración, ya repuesto de las heridas. El expediente se remitió al Superior Gobierno el 24 de septiembre, junto con la carta de Pedro León Perdomo en que rechazaba el indulto, y la que escribió al alcalde provincial el 8 de agosto, en la que describió su plan y lo ocurrido en El Caguán.
132 133 134 135 136 137
Ibid, p 369 Ibid, p 370. Ibid, p 371 Ibid, p 380. BN Raros y Curiosos, libro 379 f 12 . BN Raros y Curiosos, libro 379 f 12.
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Los alcaldes Alvira y Dussán afirmaron tener la presunción legítima de que dicha carta fue escrita en Aipe en casa de Pedro Sánchez, primo del alcalde provincial Joaquín de Herrera y con la participación de este, por
estar maliciosamente retirado, por eximirse de declarar acerca de la justificación de la misiva y porque dicho alcalde, prevalido de dicho empleo, es y vive sin reconocer superioridad, sedicionando con voces la quietud pública (...) En todos estos tiempos en que por su oficio debía ocurrir a esta ciudad como miembro del Cabildo y leal vasallo, no tan solo no lo hizo voluntario, pero ni por las convocatorias que se libraron saliéndose de la jurisdicción; y vuelto a ella demostrarse con la manifiesta inobediencia, y dando a presumir estar cómplice en el ardimiento de la referida del Perdomo.138 Los capitulares acusaron tanto al alcalde provincial como a toda su familia, de ser cómplices de Pedro León Perdomo y de todo el proceso del levantamiento comunero.
NUEVOS LEVANTAMIENTOS La mayoría de los testimonios recogidos en el expediente sobre la revuelta comunera señalaba que el motín partió de la hacienda de Villavieja, incriminando como cabezas del mismo a vaqueros, arrieros y arrendatarios del gran latifundio que fuera de los jesuitas. Pero faltaba aún la arremetida de la fuerza de trabajo cautiva en dicho predio, la de los esclavos, que de manera violenta se atrevió a desafiar las leyes para reclamar la propiedad del fundo, al considerarse herederos exclusivos de los hijos de san Ignacio de Loyola. Recordemos que, según García Borrero, el dueño de una agregación, acompañado por Teresa Perdomo, un indio requintero de apellido Orta y de Baltazar Charres (nombres involucrados posteriormente en los hechos comuneros), le prometieron a los padrecitos, antes de su viaje al exilio, hacer una poderosa fuerza de resistencia contra las malas ordenanzas del gobierno y los desplantes de los herejes del reino. 139
LEVANTAMIENTO DE LOS ESCLAVOS El 25 de julio de 1781 un grupo de esclavos asaltó al administrador de la hacienda de Villavieja, Francisco Javier de Cuéllar Calderón, 140 quien además actuaba como apoderado de Joaquín de Arce, dueño del latifundio. Para enajenarlo totalmente o por fundos. En el relato de Cuéllar se lee que los esclavos lo ataron de pies y manos y azotado cruelmente, sin haver podido penetrar otro motibo que el de darme la Muerte, para apoderarse de dha. Hazienda y deborarla.141
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Agregó que en la hacienda siempre hubo motines, tanto en época de los Padres jesuitas como durante las administraciones de Guzmán y de Lago, hasta el punto que el virrey Messía mandó tropa de su custodia para sujetarlos. Cuéllar, atendiendo a que todos los esclabos están alsados y cantando a bocallena que toda la hazienda Ies pertenese como herederos de los referidos Padres, pidió al Cabildo de Neiva los auxilios necesarios para aprisionarlos.
138 P0SADA, Op Cit. Pp 415-416. 139 GARCIA BORRERO, El Huila y sus aspectos, pp 193-194. 140 Cuellar era dueño de un predio del hoy municipio de Garzón y fue alcalde de la villa de Timaná, donde dio a conocer un genio no tan adaptable para el empleo, según un oficio del Cabildo de esa. (AGN, Fabricas de iglesias, t 10, f 700). Un año después, en 1782, pretendió, junto con Francisco Vásquez, ser elegido alcalde pedáneo de La Jagua. Los dos fueron rechazados. 141 BN Raros y curiosos. Libro 371, f 284.
Los alcaldes Pablo Alvira y Juan Vicente Dussán en quienes ha recaído el gobierno de esta provincia por muerte de su propietario, autorizaron a Cuéllar para que consiguiera vecinos a nombre del Rey e impusiera justicia, mientras que el fiscal Martínez de la Real Audiencia pidió capturar todos los esclavos de la hacienda de temporalidades o a la de los que puedan, a los cabezas los ahorquen públicamente y a los demás puestos en la picota se les de a cada uno cien azotes útiles y apercibidos se les devuelva a la casa y Hacienda. 142 Sin embargo, las acciones de los esclavos continuaron. En una carta datada en el hato Tortugas el primero de septiembre del mismo año 81, Sebastián Díaz le informa al dueño de la hacienda que los negros están sin rebozo gastando la hacienda, destrozándola pródigamente, vociferando que mataran a quien lo impida, empezando por las justicias de la ciudad de Neiva que los han de matar y mandar asottes a un sujeto que despues de echo el echo no sobran y conoseran el sujeto asaltado.143 Según el corresponsal, la situación estaba llegando a tanto su iniquidad que las Mulattas esclavas. publicarmente dicen que han de soltar hazottes luego que venga mi señora Da. Micaela, con otras atrocidades y desenvolturas propias de su mal pecho e indigna calidad. Díaz, advirtiendo que su vida corría peligro por lo que expresaba, sostuvo que los responsables de los motines de esclavos son el Negro Salvador y sus tres hijos, el mulato Venancio y sus hijos y la mujer que es la que los levanta y es la que los levanta y se nombra capitana entre las esclavas, y tambien las dos Manzeras y los dos Mandrones mulatos libres, que estan publicamente insolentes y desvergonzados. Díaz dijo que había muchos libres encubiertos, tanto concertados como arrendatarios, siendo aun peores los libres, que inducían a los esclavos y hasta les compraban lo que estos se robaban. Joaquín de Arce, dueño de la Hacienda, pidió al Virrey ayuda ante la fatal situación debida a la insolencia que los esclavos y arrendatarios contrajeron a ejemplo de otras gentes y vecindarios que han sacudido el yugo de la subordinación. En el memorial sostuvo que su administrador fue sacado ignominiosamente del predio, quedando en manos de la confusión y arrojo esclavos y arrendatarios cómplices de su exceso, disponiendo a su arbitrio y disipando los bienes con grave perjuicio suyo y de las temporalidades. 144 Agrego que los inquilinos en el predio son unos doscientos y que no podía actuar portando armas de fuego, porque la pólvora estaba prohibida en la provincia. Pedro León Perdomo continuó su labor propagandística para la destrucción de estancos. El 18 de agosto estuvo en el hato La Manguita convocando a todos los villaviejas para que fueran a Neiva. El administrador del hato Bateas, Felipe Serrano, dijo haber enviado al esclavo Eusebio Celada para que Perdomo desembarazara porque no venía sino a enredarlos, mientras que otro esclavo. Venancio, dijo no conocer al dicho Perdomo. Dicho administrador intentó averiguar la participación de los villaviejas en los motines, pero no pudo debido a que los ánimos hoy en día están muy levantados y nadie da ninguna razón sobre el asunto, pues a algunos que les he preguntado con algún disimulo, me dicen que no saben ni aun como se llamaban los que hicieron el asalto en esa. De todas maneras hubo algunas cesiones a los esclavos, principalmente de parcelas para labor, si nos atenemos a lo que el mismo Serrano informó al alcalde Alvira: en los esclavos no hay novedad, pues en todo lo que puedo, los estoy apaciguando, y todos ellos están asistiendo a las entregas que estoy haciendo. 145
142 Ibid, ff 328-329. No hemos hallado informe alguno sobre el cumplimiento de estas órdenes. 143 BN Raros y curiosos. Libro 372, ff 91. 144 BN Libros Raros y Curiosos, libro 372, ff 142-143. 145 POSADA, Op. Cit. P 413
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Ya como consecuencia de la revolución comunera, ora como resultado de la perdida de las relaciones laborales tradicionales y de la exagerada carga tributaria, lo cierto es que la hacienda de Villavieja que tanto optimismo despertara en el administrador José Antonio del Lago hacia 1769, se vino a pique. Entre 1782 y 1788 el predio fue afectado por varios embargos, incluyendo uno estatal por deuda con las temporalidades, de varias sumas con que fue rematada por Joaquín de Arce. En 1788 su viuda, Micaela de Mena Felices, pidió desembargar el hato Caballerizas, el único que pudo salvar. 146 Los demás serían rematados a diferentes postores.
MOTINES CONTRA LOS ESPAÑOLES Además de la incursión por el hato La Manguita tratando de sublevar las indiadas, Pedro León había llevado su voz hasta el populacho de Guagua (Palermo), y un testigo refirió que Perdomo anduvo en Aipe pidiendo una limosna para transportarse al Socorro a traer gente. 147 Este testimonio indica no solo el carácter local de la revolución comunera en la provincia de Neiva, sino también el matiz terrígeno impulsado por Perdomo, quien no pensaba reforzar la movilización socorrana sino, por el contrario, llevar gente hacia Neiva como epicentro de la revolución. En octubre de 1781 el Cabildo de Neiva reconoce su fracaso en el intento por capturar a Pedro León Perdomo, que logró un segundo motín contra los europeos residentes en Neiva, en el que participaron también reputados españoles blancos:
La segunda conmoción dirigida contra los europeos que hay en esta ciudad, siendo calificativa de este segundo alboroto, originado por las diligencias de dicho Perdomo, la carta que así consta de los autos, escrita por Felipe Serrano. Y aunque además de dichos documentos la notoriedad constituye reo de cabeza principal al expresado Pedro León Perdomo (...) y no obstante de haberse solicitado, con las precauciones debidas, la persona del insignado Perdomo, no pudo ser hallado por cuanto las personas de quienes nos valemos, como por ser indispensables, faltan al sigilo. ... La inobediencia a la Real Justicia en las disposiciones que en aquellos tiempos expedía para evitar los frangentes ha sido casi tan general en todos, cuanto más singularizados los reputados por españoles blancos, y aunque la intención en ellos era casi igual contra los reales estancos, la manifestación más activa en la sublevación que intentaron posteriormente contra los europeos, que si hubiéramos de informar sobre este particular todas las circunstancias, fuera proceder a nunca concluir.148
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AGN Censos de Cundinamarca, t 7, ff 610-673 BN Raros y Curiosos, libro 379 f 66v. POSADA,Op. Cit. Pp 414-415
LA CULTURA GANADERA Y LOS HOMBRES DE A CABALLO149 Bernardo Tovar Zambrano. Profesor Universidad Nacional
L
a economía pastoril correspondía a una larga tradición, inaugurada, como ya se dijo, con la llegada de los conquistadores españoles a la región del Alto Magdalena, tradición en la cual se prolongaba, al mismo tiempo, la herencia de muchos valores y costumbres provenientes de la península ibérica. Desde un comienzo el destino económico de la provincia se ató a la ganadería, lo cual contribuyó a estimular la formación de ciertos rasgos de la sociedad huilense. Se trata, en pocas palabras, de la cultura ligada a la vida pastoril y ecuestre. La hacienda ha sido, naturalmente, el lugar propio de la ganadería. Desde un comienzo, como tendencia, se buscó para esta actividad económica la gran hacienda, puesto que existía una congruencia entre el carácter extensivo de la producción pastoril y la dilatada propiedad territorial. La hacienda ganadera se estableció, de preferencia, en las tierras del piso térmico cálido de la geografía huilense. Sin embargo, muchas haciendas comprendían en su perímetro extensas áreas ubicadas en las laderas templadas, incluso en las alturas frías, de las cordilleras Oriental y Central que bordean el departamento. El predominio de la ganadería en los valles cálidos contribuyó, al lado de otros elementos, a otorgarle al huilense, desde los primeros tiempos coloniales, las notas distintivas de un cierto tipo de hombre de tierra caliente. Posteriormente, en los decenios finales del siglo XIX, los opitas comenzaron a ascender a la tierra templada mediante el cultivo del café. Entregadas a la crianza de vacunos, las haciendas anexaban, no obstante, otras actividades productivas. Tenían, por lo general, cultivos de cacao, plátano, yuca, maíz, caña de azúcar, frutales e, incluso, yerbas medicinales (algunas de las cuales se empleaban para la fabricación ritual de las místelas sanjuaneras, etc.). Muchas de dichas haciendas poseían trapiche y fabricaban panela para las ventas locales. Un renglón muy importante era la producción de cacao con destino a los mercados de la provincia. Las haciendas que extendían sus dominios al piso térmico templado accedieron también al cultivo del café. La mayor parte de la producción de este grano provenía, empero, de la pequeña y mediana propiedad que se había extendido por las laderas cordilleranas, como resultado de una colonización que le había disputado la propiedad y posesión de la tierra a los grandes latifundistas.
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Texto tomado del capítulo “Región, Tradición e Identidad: La Cultura Ecuestre y Pastoril de la Comarca Opita”, escrito por el doctor Bernardo Tovar Zambrano, profesor de la Universidad Nacional. El texto aparece publicado en el tomo V de la Historia General del Huila. Academia Huilense de Historia. Neiva. 1995. P. 419 y ss.
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Además de los productos agrícolas mencionados, las haciendas vacunas tenían crianza de caballos, mulas y burros. Así mismo, por razones no sólo económicas sino también culinarias, festivas y rituales, no podían faltar los cerdos y las gallinas. Las haciendas comprendían, entonces, un conjunto de labores y funciones tanto para las producciones orientadas al mercado, siendo la principal la ganadería, como para las dirigidas al consumo interno de las mismas. Mayordomos, peones, destajeros y arrendatarios atendían esas labores. El hacendado era el patrón y señor de la tierra, alrededor del cual giraba una clientela de trabajadores, vecinos y habitantes de los poblados; con mucha frecuencia, unía a su poder económico la figuración política y otras prerrogativas sociales. De ninguna manera eran excepcionales los patrones que contribuían al incremento demográfico más allá de su núcleo familiar legalmente reconocido. En íntima relación con la economía ganadera transcurría un modo de vida, una experiencia vital, determinados comportamientos, ciertas actitudes y expresiones culturales. Había un saber acerca del ganado que implicaba el desarrollo de un conjunto de habilidades y de prácticas para el manejo de las vacadas. Se debía tener un conocimiento pericial de la alimentación, apareamiento, reproducción, crianza, edades, selección y engorde de los vacunos; de las enfermedades que los afectaban y de los métodos de curación; del sistema de ordeño y de la técnica para cuajar la leche y fabricar queso; de la marcación con el hierro al rojo vivo; de los procedimientos de castración y descornada; de las formas de arrear y rodear las manadas; y, en fin, de las maneras de enlazar y usar el rejo. La economía ganadera implicaba, así mismo, el conocimiento respecto de la venta, transporte y consumo de las reses. Una actividad conexa era el sacrificio de los semovientes y el expendio de carne. Esta función era ejercida por los “matarifes”, algunos de los cuales fueron personajes de no poca importancia en la vida de varios poblados. Un elemento fundamental para el manejo de los vacunos eran los caballos. Estos constituían, por lo tanto, un factor central de la cultura y la economía ganadera, y en general, de la vida provincial. Era imprescindible adquirir la destreza en la silla de montar, es decir, ser un buen jinete, no sólo para el ejercicio elemental del transporte, sino también para el desempeño de las labores más complicadas que imponía la ganadería: aquí, entre otras cosas, era imperioso aprender a enlazar y “arcionar” la res montado en el caballo. En aquellos espectaculares encierros de vacunos–recuerda David Rivera, muchos de éstos convertidos en cimarrones por falta de frecuentes trajines, eran causa de admiración la agilidad de los trotones amaestrados en la dura faena y de los cetrinos vaqueros, seguros siempre de su destreza para sujetar, en desalada carrera con el chambuque de sus dóciles rejos, al arisco torete que se fugaba, precipitado, del reunido rebaño150.
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La ganadería suponía, entonces, una cultura ecuestre, de la cual hacía parte igualmente el sistema de transporte en caballos y mulas. El hacendado, el mayordomo y los vaqueros eran, ante todo, hombres de a caballo, como en general podía serlo cualquier parroquiano. Existía, además, la profesión de chalán, o sea, la de domador de caballos. Especial cuidado se ponía en la doma de los caballos de paso, los cuales servían no sólo para el desplazamiento de las personas y los rodeos en las haciendas, sino que eran los preferidos para ir de visita, para ciertas aventuras amorosas, para ser exhibidos en las ferias, cabalgatas y fiestas de los pueblos, donde eran montados con garbo: su elegante paso castellano daba la impresión de que la música de bambucos y pasillos se les metiera en el cuerpo. Era el típico caballo calentano, de media alzada, cuello enarcado, oreja pequeña, pelo corto y fino, remos delgados, dócil y muy obediente a la brida. Existían, además, los caballos de trote que se destinaban, principalmente, a la vaquería y al transporte de carga.
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RIVERA, DAVID, “Los hatos del antiguo Tolima”, en Huila, Neiva, núm. 15, junio-agosto de 1960, pág. 86.
Las mulas tenían fama de ser muy seguras y fuertes para las largas jornadas de viaje por terrenos difíciles y para el trabajo pesado. Los burros se empleaban para carga de agua, leña, mercado y otros enseres en los pueblos y haciendas, y desde luego, no faltaba el burro semental para la procreación de mulas. No era poco el tiempo de vida que los hombres de la cultura ecuestre pasaban trepados en sus cabalgaduras. El arqueo de las piernas, según se creía, era una de las consecuencias para los asiduos jinetes, vaqueros y chalanes. Templados en su oficio, había en aquellos hombres cierto despliegue de habilidad, arrojo, temeridad y valentía; eran hombres recios, fuertes, acostumbrados a la vida dura, que miraban de frente al infortunio o a las situaciones difíciles, en medio de las cuales afloraba a veces un apunte de buen humor. Todos esos rasgos hacía de aquellos hombres que con la misma habilidad y fortaleza con que afrontaban las faenas del campo fuesen utilizados para los menesteres de la guerra, comenzando con la de Independencia y terminando con la de Los Mil Días. Quizás con las condiciones desarrolladas en la adaptación a ese modo de vida se relacionaban las loadas aptitudes guerreras de los huilenses. Ciertamente, el “amor al terruño”, el “patriotismo” y el “fanatismo partidista” no eran sentimientos extraños para aquellos hombres. Tampoco les era desconocida la austeridad, la independencia de carácter y cierta indolencia. En su vida rústica no sentían mayor inclinación por asistir a los centros educativos. De hecho, el analfabetismo era bastante común entre ellos. Religiosos tanto como supersticiosos, contaban historias habidas con espantos y apariciones, narraban cuentos y leyendas acerca de los inquietos seres de la mitología del Alto Magdalena. La peinilla o el machete, el perrero o zurriago, el tabaco y el aguardiente eran asiduos compañeros. De alguna manera, aquellos hombres podían ser vistos como representaciones de la virilidad, de la individualidad y del machismo. Estos atributos eran muy explícitos en los hacendados ganaderos, quienes además se cuidaban de no dejar dudas sobre el poder y la autoridad que encarnaban, sobre todo, frente a sus trabajadores y gentes del lugar. Esta relación de poder y sumisión le daba el sentido a las palabras con las cuales se diferenciaban a los dueños de las haciendas, “a quienes sus servidores, arrendatarios o aparceros y demás gentes sencillas del entorno, solían distinguir con los vocativos de , en el lejano pasado, y más tarde con el de ”151 El paradigma del hacendado ganadero se convirtió en uno de los principales ideales para la juventud opita. Recuérdese, al respecto, la observación de García Borrero sobre las opciones que se le presentaban al joven huilense: o éste se inclinaba por las costumbres de sus mayores, cercando el corral y rodeando la majada, o hijo del área urbana, perseguía el puesto público o se resguardaba del sol y de la lluvia detrás de un mostrador152. Quienes no hallaban porvenir en el departamento, debido a la concentración de la tierra, a la falta de empleo, etc., migraron a regiones de colonización, como la del Caquetá, con la esperanza de ser propietarios de tierras y convertirse en hacendados ganaderos. Con este propósito y dadas las posibilidades económicas y las condiciones edafológicas encontradas, los opitas le imprimieron a la colonización caqueteña esa orientación hacia la ganadería; siendo así, este proceso se desarrolló siguiendo el típico y secular proceso de sustituir la selva por el pasto, lo cual ha generado riesgosas consecuencias ecológicas153. El Huila y, de hecho, el Tolima, es decir, el antiguo Gran Tolima, es apenas un caso, y no de los más importantes, dentro de la cultura de los hombres de a caballo. Como se sabe, el caballo se extendió, desde la época colonial, por todo el territorio colombiano. Más generalmente, se
151 152 153
Íbid. GARCIA BORRERO, JOAQUIN, El Hluila, y sus aspectos, Neiva, 1984, pág. 311.
Véase, TOVAR ZAMBRANO, BERNARDO, “Selva, mito y colonización”, en Los pobladores de la selva, Historia de la colonización en el noroccidente de la Amazonia colombiana, Santafé de Bogotá, ICAN, Colcultura, P.N.R., U. de la Amazonia, vol. 1, 1995, págs. 89-95.
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multiplicó a todo lo largo y ancho del continente americano. Abundan las referencias acerca del papel fundamental cumplido por los caballos en la exploración y conquista del Nuevo Mundo, no sólo como medios de transporte, sino como animales de guerra y dedominación frente a los indios. Su participación motivó leyendas, como la del caballo Ocón, cuasimítico corcel cabalgado por Juan del Río en la conquista del Alto Magdalena154. Famosos también en las batallas por la Independencia y en las guerras civiles del siglo pasado, los caballos han ocupado un lugar central en la historia americana; además de sus funciones militares, han sido importantes como elementos de labor, medios de comunicación y de transporte, instrumentos de colonización y, en fin, como protagonistas en ciertas fiestas, diversiones y deportes. Habiéndose hecho el caballo, por decirlo así, omnipresente en la vida del Nuevo Mundo, algunas regiones, sin embargo, adquirieron una configuración muy pronunciada en función de las actividades ecuestres y ganaderas. En los diversos espacios americanos surgieron con el tiempo prototipos humanos de la cultura ecuestre y pastoril entre los cuales había aspectos similares y muchas diferencias. En este sentido, es obligado nombrar a los más connotados: los llaneros colombianos y venezolanos, los gauchos de las pampas argentinas, los vaqueros mexicanos y, por supuesto, los cowboys norteamericanos. No es del caso detenernos en estos hombres de a caballo; baste señalar, sencillamente, que todos ellos tuvieron una figuración de primer orden en determinados períodos de la historia de sus respectivas naciones; que desarrollaron unas expresiones culturales bien caracterizadas; y, por último, que se convirtieron en tema para la literatura, la música, el cine y otras formas del arte. Si en la comparación con tales culturas ecuestres, la del Huila resulta ostensiblemente secundaria, desde el punto de vista de la comprensión de la sociedad y de la historia provincial, el estudio de dicho fenómeno adquiere una insoslayable importancia. Por eso hemos de ver otros aspectos relacionados con aquella forma cultural de los viejos tiempos.
LAS FIESTAS DE SAN JUAN Y SAN PEDRO EN ESPAÑA Y AMERICA De modo secular, algunos elementos de la cultura ganadera y ecuestre mantenían una presencia notoria en ciertos eventos de la vida pueblerina y urbana. Asimilados a este espacio, se podían observar en las cabalgatas, las carreras de caballos y otras diversiones ecuestres; en las ferias, las corridas de toros y el toreo, etc.. En el Huila y también en el Tolima, dichos eventos eran reiteradamente escenificados en diversas fiestas, particularmente, en las de San Juan y San Pedro.
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Estas fiestas, como se sabe, fueron traídas por los españoles. San Juan Bautista, expresa Julio Caro Baroja, ha sido el santo que “ha recibido un culto más intenso en todos los países cristianos de Europa”; su festividad coincide con el solsticio de verano y “ha heredado una serie de prácticas, ritos y costumbres […] que eran propias de una o varias festividades precristianas, extendisímas en todos los países de habla indogermánica y aún en otros que no lo eran” 155. La fijación de la fiesta el 24 de junio, en la liturgia cristiana, es de origen occidental y no oriental. El solsticio de verano, continúa Caro Baroja, dada su significación en el curso del año, ha tenido que producir forzosamente determinados ritos desde muy antiguo, ritos que en parte se debieron alterar por la mezcla de pueblos y que han venido a ser unificados todos por la fiesta de San Juan Bautista, “bajo una denominación común y una simbología nueva”. En la adecuación de la fiesta o fiestas paganas a la de San Juan debió influirla relación del santo con el agua, es decir, mediante el rito en el cual ésta tiene una gran significación: el bautismo. El día de San Juan diversas liturgias
154
Véase nuestro trabajo “Conquista española y resistencia indígena”, en historia General del Huila, vol. 1, págs. 239, 309 y ss.
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CARO BAROJA, Julio, La estación de amor (Fiestas populares de mayo a San Juan), Madrid, Taurus Ediciones, 1983, pág. 119. En lo que sigue con respecto a la fiesta en España nos basamos en este autor.
celebraban bautismos; la popularidad del santo era inmensa y a él le dedicaron muchísimas iglesias. Su fiesta ha sido la más popular de todas en España. Por su origen y manifestaciones se le considera una fiesta solar. En varias regiones de España era costumbre subir a los montes, antes del alba, “para ver cómo baila el sol al salir”. En las costas se iba a la playa a ver la salida del sol. Después de la contemplación venían los baños de mar y un cúmulo de ritos acuáticos. El sol y el agua son los dos fundamentos de la vida humana celebrados en esta fecha. El júbilo y la veneración de las gentes tenían su expresión más típica en las famosas “hogueras de San Juan”. Se creía que éstas alejaban los maleficios y preservaban de ciertas enfermedades a las personas y al ganado. Al lado del fuego, el otro ingrediente es el agua. Se creía que en la noche y en la madrugada de ese día las aguas del mar, de los ríos y el rocío de los campos tenían virtudes excepcionales, curativas y milagrosas. De ahí la costumbre de bañarse en el mar, en los ríos, o de recoger el rocío de la mañana (incluso para el ganado). En estas prácticas se revela el antiguo culto a las aguas solsticiales, que ha sido cristianizado en la fiesta de San Juan. El agua es santa en esa noche, como la del Jordán, con la cual el último de los profetas judíos bautizó al Mesías. Mezclado con los anteriores aparece el elemento vegetal. Al igual que el 1o. de mayo, se colocaba en lugar público un árbol con forma de cucaña, adornado de regalos, monigotes, etc. El poste, una representación del mundo vegetal, era untado de jabón y sebo para dificultar la subida de los mozos. Se tenía la creencia de que las ramas cortadas ese día tenían un valor profiláctico y servían también contra las brujas, en especial, ciertas hierbas y plantas, que además de sus propiedades medicinales tenían efectos amorosos; entre ellas estaban: el helecho, que las brujas empleaban para sus hechizos y que, por lo tanto, servía de contra hechizo; la valeriana, planta amorosa, con propiedades mágicas para conciliar voluntades o estrechar relaciones; la albahaca, planta amorosa; la ruda, de uso medicinal y contra las brujas; el trébol, la flor de saúco y la verbena, todas plantas mágicas y de penetrante olor como las anteriores. Se trata de las viejas plantas mágicas indoeuropeas. De lo anterior se concluye, siguiendo a Caro Baroja, que la de San Juan era una fiesta en gran parte “agraria y naturalista”; esto no excluye que también en parte fuera una fiesta bélica, por las “luchas” que se organizaban entre grupos del pueblo, luchas entre mozos y mozas, y entre moros y cristianos156. Según se desprende de la descripción de Caro Baroja, los caballos, los toros y los gallos no tenían una función muy notoria en la celebración de la fiesta de San Juan en España. No así en otras fiestas populares del verano, para los toros, y en el carnaval, para los gallos157. Como se sabe, los toros y los gallos eran diversiones que provenían desde la Antigüedad. Sin embargo, el hecho de que no ocuparan el primer plano de la festividad no quiere decir que estuvieran ausentes de la misma. Dentro de las referencias a los caballos y a los toros en el contexto de la fiesta de San Juan, existe una relativa a los moros y otra a las Cortes de Castilla. En cuanto a los primeros el autor trae una cita de lo que un moro le dijo a un español cautivo en Argel: “Quiero que con libertad te alegres en estas fiestas que hoy se hacen al profeta Alí, que vosotros llamáis San Juan Bautista, para que te diviertas viendo tan excelentes jinetes [...] gallardos hombres de a caballo vibrando las lanzas con los brazos desnudos y alheñados [...] cuadrillas de grandes caballeros que, llevando por guía a su virrey, adornan toda la ribera, así del mar como de los ríos”. Enseguida, el prisionero cristiano recordó la riqueza, bizarría, galas, joyas y vestidos que príncipes y caballeros españoles exhibían en la festividad y “las fiestas de toros que las Cortes de Castilla celebraban el día de San Juan”158. En otro lugar, Caro Baroja escribe que en España se tenía la convicción de que los toros no desplegaban toda su bravura sino en el período de verano, hasta bien entrado el mes de junio; sobre este mes se tenía la idea de que lo caracterizaban, desde el punto de vista
156 Íbid., págs. 119-304. 157 Sobre los juegos y corridas de toros, véase, CARO BAROJA, JULIO, El estío festivo (fiestas populares del verano), Madrid, Taurus Ediciones, 1984, págs. 241-274, y sobre “El gallo de carnestolendas”, véase del mismo autor, El Carnaval (Análisis histórico-cultural), Madrid, Taurus Ediciones, 1965, págs. 75-90. 158 CARO BAROJA, JULIO, La estación de amor, op. cit., págs. 283 y 284.
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festivo, el Corpus y los toros; así mismo, se creía que con las corridas se honraba y agradaba a los santos; de este modo, Madrid celebraba tres fiestas de toros que correspondían a San Isidro, a San Juan y a Santa Ana159 Por su parte, Angel López Cantos considera que es equivocado pensar que la diversión de las carreras de caballos a tropel hubiera nacido en América. Lejos de ello, afirma que en España la practicaba la nobleza con anterioridad al descubrimiento y continuó ejercitándola al mismo tiempo que se extendía en Indias. En España “era costumbre realizarlas en unas fechas concretas, en especial, el día de San Juan o en las improvisadas para agasajar a personajes distinguidos”160. Este entretenimiento ecuestre vino con los propios conquistadores. Pero en América adquirió “una faceta nueva: se democratizó”, debido a “la gran facilidad con que se adaptó el caballo y la ausencia de caballeros”. Galopar en las fiestas y no sólo en la de San Juan, o en cualquier oportunidad apropiada, se hizo común y popular en las Indias. Incluso los clérigos no escaparon a este pasatiempo; en Cuba, por ejemplo, el Sínodo de 1681 dispuso para éstos que “ni en los días de san Juan y san Pedro acudan a caballo por las ciudades ni por los campos, cubiertos los rostros con máscaras, que vulgarmente llaman «humarrachos”161 Al lado de las carreras de caballos también se popularizaron en América las corridas de toros y el juego de gallos; estas diversiones, junto con las cañas y los naipes, constituían las principales aficiones lúdicas de la población durante la época colonial. Los caballos y los toros, y con frecuencia también los gallos, aparecían en la escena prácticamente, de todas las festividades. En general, había dos clases de fiestas: las solemnes y las repentinas. Las primeras eran fiestas religiosas ordinarias, de rigurosa observación, instruidas por la Iglesia y se celebraban cada año. Las segundas o súbitas, eran las que se realizaban en determinadas ocasiones, por motivos especiales, tales como la jura y aclamación a un nuevo monarca, el nacimiento de personas reales o sus matrimonios, la llegada de una nueva autoridad al Virreinato, etc.. La diferencia entre los dos tipos de fiestas radicaba en su origen: las primeras tenían su fundamento en la Iglesia, las segundas en la Corona. En América, los representantes de la autoridad civil intervenían en la organización no sólo de las fiestas repentinas, sino también de las solemnes162. Al propagarse y arraigar en los dominios de ultramar la fiesta de San Juan sufrió algunas modificaciones. De una parte, el ca rácter agrícola y naturalista de la fiesta, con su exaltación de los dos fundamentos de la vida humana, el sol y el agua, permitió que algunos aspectos de la cultura indígena fuesen cristianizados e integrados a la festividad, tal como había sucedido Europa con prácticas y ritos paganos. De otra parte, la amplia difusión de los elementos ecuestres y pastoriles le otorgaron un determinado énfasis lúdico a la celebración.
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En las colonias españolas la fiesta de San Juan empezaba la víspera (23 de junio) se prolongaba hasta conectarse con las de San Pedro y San Pablo. Además de las cabalgatas, se hacían corridas de toros, las cuales, por supuesto, no se limitaban a estas fiestas, sino que se realizaban en otras festividades y circunstancias especiales. En algunas partes, como en Cuba y Puerto Rico, donde hubo toros desde 1555, se había establecido que los días de San Juan, San Pedro y Santiago, el Cabildo estaba obligado a costear toros de los bienes de propios.163 Las carreras de caballos y las
159 160
CARO BAROJA, JULIO, El estío festivo, op. cit., págs. 242-246. LOPEZ CANTOS, JULIO, Juegos, fiestas y diversiones en la América española, Madrid, Editorial MAPFRE, 1992, pág. 148.
161 162
Ibid., págs. 149-150. Ibid., págs. 20-24; véase también DE SOLANO, FRANCISCO, Ciudades hispanoamericanas y pueblos de indios, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1990, págs. 247-257.
163
LOPEZ, CANTOS, ÁNGEL, Juegos, fiestas y diversiones..., op. cit, pág. 161.
corridas de toros ocasionaban problemas, como el atropello de quienes andaban a pie. En 1755, el Virrey Joseph de Solís Folch de Cardona, impartió una reglamentación al respecto, para Santafé. En esta ciudad, según lo manifestaba el Virrey, durante los días 23, 24 y 25 de junio, con motivo de celebrarse las vísperas y fiestas de San Juan y San Eloy, se hacían en las calles de la ciudad y sus arrabales, corridas de toros y carreras de caballos, a las cuales concurrían buena parte de los vecinos: [...] continuándose esta festividad hasta en las noches de dichos díaz, en las que acaese atropellara los que andan a pie, subcediendo lo mismo por las mañanas (de los) mencionados Díaz por lo que muchas personas no concurren a las iglesias a celebrar los divinos oficios; y para evitar estos y otros perjuicios, que puedan resultar, ordeno y mando a todos los vecinos, estantes y habitantes en esta dicha ciudad que con ningún pretexto, ni causa llegada la noche desde las Ave Marías no salgan, ni corran a cavallo, ni saquen toro dentro del lugar, ni los arrabales hasta la hora comun del alba, como ni tampoco al tiempo que se celebran los divinos oficios, pena al transgresor de perdimiento de cavallo y silla, y de dos meses de carzel, y para que llegue a noticia de todos, y que ninguno pretenda ignorancia se publique por vando en la forma acostumbrada, fecho en Santa Fe a veinte y uno de junio de mili setecientos sinquenta y cinco años164. Esta prohibición, en los mismos términos, ya había sido establecida por el Virrey en 1752. En Santafé, la solemnidad empezaba desde la madrugada, en que se hacía la ceremonia de lavar a San Juan en algún pozo o quebrada. La gente se reunía, así mismo, para correr y descabezar gallos, comer en abundancia, beber mucha chica, bailar y jugar “pasadiez y bibis”. La celebración de la fiesta en esta ciudad se mantuvo durante el siglo XIX, hasta desaparecer al iniciarse el siglo actual165. De modo contrario a lo sucedido en Santafé, esta fiesta se quedó en el Tolima Grande, donde adquirió una mayúscula importancia166.
BREVE HISTORIA DEL SAN JUAN OPITA No se conoce el comienzo de la fiesta de San Juan y San Pedro en el Huila. Siendo la festividad más popular de los españoles, es de suponer que debió celebrarse desde los primeros tiempos coloniales. Dentro de los pocos datos conocidos, están los contenidos en algunos autos de las visitas realizadas a la Provincia de Neiva por los eclesiásticos en el siglo XVIII. De este modo, Don Juan José de los Ríos y Teherán, en 1752, se refiere a la lidia de toros que tenía lugar los días de fiesta en la plaza de Neiva, toros que eran costeados por los alféreces. Manifiesta el visitador que como existían “breves pontificios” que prohibían la lidia en dichas fiestas, ordenaba entonces a los curas “no permitan se jueguen dichos toros en los días de precepto o fiestaso cargo de incurrir en las penas de dichos breves, sino en días de trabajo”167 La prohibición pontificia había sido impartida por su Santidad Pío V. En 1755 el visitador Doctor Isidro Palencia se refiere a las diversiones deshonestas, las ofensas a Dios y las “disoluciones” que se producían en los días de fiestas, por lo cual se advierte el privar a la provincia de dichos “festines”:
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BIBLIOTECA NACIONAL, Bogotá, Sección de Libros Raros y Curiosos (Manuscritos J.M. Quijano O.), libro 180, f. 188.
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VARGAS LESMES, JULIÁN, La sociedad de Santa Fe colonial, Bogotá, CINEP, 1990, págs. 323-325. Una interesante descripción de la fiesta de San Juan en España y Colombia se encuentra en FRIEDMANN, SUSANA, Las fiestas de junio en el Nuevo Reino, Bogotá, Editorial Kelly, 1982.
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Auto de visita reproducido por DÍAZ JORDÁN, JENARO, Proceso histórico de pueblos y parroquias de la Diócesis de Garzón, Neiva, Imprenta Departamental, 1960, pág. 143.
En varias fiestas del año como son San Juan, San Pedro, Santa Bárbara y otros santos, con quienes tienen especial devoción en esta jurisdicción, se experimenta que los que representan mayor devoción hacen en sus casas altares para su celebración; de esto resulta que forman fandangos y otros divertimentos deshonestos en que se comenten graves ofensas contra Dios Nuestro Señor, pues estando en el baile desde el día antecedente del santo que es la víspera, se privan por las diversiones de oír misa, y en esto faltando al precepto de Nuestra Santa Madre Iglesia, se añaden las disoluciones que se consideran en gente rústica y aún entre los más capaces por lo que hemos advertido el privar por el todo en esta ciudad y jurisdicción dichos festines pena a los capaces de ella de media arroba de cera para esta Santa Iglesia y los menos decentes por calidad o pobreza en el mismo grado de la arbitraria por el juez laico168. Otro testimonio es el dejado por el cronista Fray Juan de Santa Gertrudis, quien recorrió la provincia de Neiva en junio de 1756. Justo, el 23 de junio se encontraba en la hacienda “Túnez”, cerca de Neiva, donde pasó los tres días de la fiesta de San Juan. Del relato del cronista se desprende que dicha fiesta había adquirido bastante arraigo en la comarca y se celebraba tanto en la ciudad como en las haciendas. A pesar de que no pudo observar las festividades de Neiva, las noticias que obtuvo sobre éstas son las siguientes: “Hacen muchos altares en las calles; se previenen muchos dulces y botijas de chicha; hay toros y corridas de caballos, y con la bebezón se cometen muchos absurdos”. Sobre la fiesta en la hacienda “Túnez” expresa: “Allí estuve 3 días, que don Pablo tenía su buena capilla y ornamentos. Por las tardes en el corral con sus hijos y los negros esclavos se toreó un novillo, y en la noche otro con los cuernos embreados y prendidos con candela”169. Acerca de Neiva informa que tenía unos 400 vecinos, había buenas fábricas de petacas, de sillas de montar y sillones para mujeres; se fabricaba mucho hilo de pita; se encontraban numerosos trapiches de azúcar y se enviaban en balsas por el río Magdalena tasajo, tocino, huevos, gallinas y dulces.
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En el año de 1790 se organizaron en las ciudades y villas del Nuevo Reino de Granada las festividades para celebrar la jura y proclamación pública del nuevo Soberano Don Carlos IV. En la Villa de San Calixto de Timaná los festejos se realizaron durante los días 9,10 y 11 de diciembre del citado año170, mientras que en la Ciudad de la Purísima Concepción de Neiva coincidieron, al parecer, con la fiesta de San Juan. Existe un documento en la Notaría 1a. de Neiva, fechado el 12 de febrero de 1790, en el cual se contiene lo establecido por el Cabildo para la mencionada celebración, “la que acordaron debía diferirse al día 26 de junio”. El Cabildo ordenó 10 días de fiestas, comenzando por el mencionado, en cuyo transcurso debían realizarse las corridas de toros que constituían la atracción principal; por las noches tendrían lugar las comedias, entremeses y mojigangas; las fiestas debían comenzar con la ceremonia de acción de gracias, y en las dos primeras noches se habrían de prender “los fuegos”. Para llevar a efecto estas actividades, el Cabildo las distribuyó entre los vecinos de las parroquias y partidos, principalmente, entre hacendados y gremios artesanales. Así, por ejemplo, al partido de Villavieja se le asignaron tres días de toros, ocho en cada uno de ellos, con su mojiganga e iluminación de la plaza por la noche. Para llevar a cabo las corridas de toros se determinaba la construcción de un cerco de madera con su respectiva portada en cada esquina y el toril correspondiente. La plaza debía ser surtida de “toreadores de a caballo y chulos de a pie en todos los días de toros”; también debía colocarse el
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Ibid., págs. 143 y 144.
DE SANTA GERTRUDIS, FRAY JUAN, Maravillas de la naturaleza, Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1970, t. 1, págs. 155 y 156.
170 Véase el Acta del Cabildo de Timaná, publicada por Don Gabino Charry en el Boletín de Historia y Antigüedades, Bogotá, Academia Colombiana de Historia, vol. 8, núm. 86, julio de 1912, págs. 117-120.
tablado para las comedias171. Actividades semejantes se efectuaron en Timaná y otras ciudades, y se repitieron 18 años después en la jura de Fernando VII172. Resumiendo lo dicho, tenemos que para mediados del siglo XVIII la fiesta de San Juan era ya un evento de notoria importancia en la ciudad de Neiva; también se celebraba en las haciendas. La sustancial participación que tenían los toros y los caballos, que ocupaban un lugar protagónico en el escenario festivo, marcaba una cierta diferencia con respecto a la fiesta tradicional que se celebraba en la Madre Patria. En esta diferencia no dejaba de expresarse un cierto sesgo regional: en los primeros tiempos coloniales, al comenzar a celebrar los españoles la acostumbrada fiesta ibérica de San Juan, era natural que se exaltaran o se reforzaran los elementos ecuestres y taurinos, tal como correspondía a una festividad de carácter agrario realizada por un grupo humano que se había entregado, ante todo y como lo hemos subrayado, al modo de vida pastoril y ecuestre. Así, el valle del Alto Magdalena había empezado a darse una tradición perdurable. La corrida y la despescuezada de gallos constituía otra distinción; aunque sobre éstas no hay datos para Neiva, era seguro que se realizaban, pues dichas costumbres se habían integrado a la fiesta, como se constata en los festejos de Santafé. Si bien no se hacían las famosas hogueras (que purificaban, regeneraban y preservaban de enfermedades y maleficios), se tenía en cambio “los fuegos” y la iluminación nocturna, que, por lo demás, eran comunes a todas las fiestas. Así mismo, debía practicarse algún tipo de rito acuático, no necesariamente el mismo que existía en la fría Santafé, que consistía en bañar a San Juan en pozos o quebradas, rito que representaba la purificación de sí mismo mediante el baño de la imagen sagrada; en las tierras cálidas del Alto Magdalena muy probablemente tenía lugar el baño ritual de la gente, es decir, el famoso paseo a los ríos y quebradas en el día de San Juan, acerca del cual hay algunos indicios relativos al siglo XIX. Sobre éstos y otros ingredientes de la fiesta, conviene aclarar, no se tienen mayores datos para la época colonial e, incluso, para el siglo XIX, en lo que respecta a la provincia de Neiva. Para la centuria decimonónica contamos, sin embargo, con el relato del costumbrista David Guarín, sobre la fiesta de San Juan que se realizaba en tierra caliente173. Varios aspectos característicos de la fiestas se pueden apreciar aquí: la trasnochada de la víspera, el baño ritual y la amanecida (quizás para ver salir el sol, símbolo aquí de la fuente de la vida, de la energía vital y de la totalidad del hombre); la gran participación de los caballos y la diversidad de éstos: los briosos, los mansos, los potros que se estrenan en la fiesta, incluso, las mulas y los burros; la variedad de jinetes, las
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Este documento fue publicado por la Academia Huilense de Historia en la revista Huila, Neiva, enero-octubre de 1990, núm. 42, pág. 7, bajo el título “Doscientos años del Bambuco”. En forma extraña, la Academia bautizó a dicho documento como “Acta de institucionalización del San Juan y San Pedro de la Provincia de Neiva” y consideró al año de1990 como “el Bicentenario de la institucionalización o reconocimiento oficial de la festividad opita”. Hay allí varios errores históricos: en primer lugar, la de San Juan era una fiesta solemne, anual, ordinaria, de rigurosa observación, fijada desde tiempos antiguos en el calendario festivo; por decirlo así, ya estaba institucionalizada. En segundo lugar, dentro de las funciones del Cabildo se contemplaba la de intervenir tanto en las fiestas solemnes o anuales como en las súbitas o repentinas; disposiciones como las mencionadas se repetían con alguna frecuencia. En tercer lugar, la fiesta de San Juan había arraigado y se celebraba con entusiasmo en la provincia de Neiva bastantes decenios antes de 1790. Por último, aparentemente se sugiere que el “Acta de institucionalización” se debió a la coincidencia de la fiesta de San Juan con la celebración de la jura al monarca Don Carlos IV de España. Siendo así, se trataba de la simultaneidad de una fiesta ordinaria y una repentina que no entrañaba el comienzo de una institucionalización. En consecuencia, no tiene ninguna base histórica la consideración y valoración que hace la Academia respecto del documento en cuestión.
172 Don Bricio Juan Tomás de Tovar, Regidor Perpetuo y Alférez Real de la ciudad de Neiva, participó tanto
en la jura de Carlos IV y como en la de Fernando VII; en ambas tuvo a su cargo el papel protagónico de presentar el juramento en nombre de la ciudad y de portar y tremolar el Real Estandarte. Este mérito lo invocó Don Bricio para solicitarle a Su Majestad le nombrara Gobernador de la Provincia. A.G.N. Fondo Empleados Públicos, t. XIII, ff. 858-877,1808. 173 CUARIN, DAVID, “Un día de San Juan en tierra caliente”, Museo de cuadros de costumbres, variedades y viajes, Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1973, t. 1, págs. 363-379.
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formas de cabalgar y de vestir, las febriles carreras a tropel y los encontrones, donde los hombres parecían, más que jinetes, criaturas cabalgadas por sus propios instintos y deseos liberados; el conjunto de belleza y erotismo que el autor describe de una hermosa mujer cabalgando un brioso corcel; ese estallido de la voz, significativo, vital, sagrado y deseante que fulgura en el grito de ¡San Juan!, epifanía del goce y de la fiesta colectivos; las “ventas” donde la gente toca, canta, liba y relata aventuras; la despescuezada del gallo, del espoleados de la mañana, que anuncia la salida del sol y simboliza la vigilancia y la resurrección; el célebre paseo al río, el baño festivo, la comida ceremonial, el aguardiente, los bambucos y el baile típico. Sigamos algunas partes del relato. El narrador ha llegado al “pueblo de E” (que debía ser del Tolima Grande, probablemente el Espinal), cuando a la media noche se ve sorprendido por la gran cantidad de gente que recorre las calles con tamboras y tiples, cantando y gritando. Pregunta sobre este alboroto a la anciana de la posada y ésta le responde que es 23 de junio, víspera del día “de mi padre señor San Juan”: Porque ahora se van a bañar: no sabe que el señor San Juan se baña esta noche en todas las aguas del mundo para bendecirlas? Me pareció tan extraño oír decir que a esas horas se iban a bañar, que no pude menos que reírme; pero la abuelísima siguió explicándome cómo era que bailaban hasta media noche y después se iban al baño todos, hombres y mujeres en parranda; que volvían a la madrugada y seguían bailando hasta que amanecía174. Al día siguiente, a las cinco de la mañana, comenzaron las carreras de caballos y los gritos de ¡San Juan! Los jinetes, en su mayoría, iban montados “en gordos caballos, de paso y lustrosos; [...] el gusto de los calentanos consiste en templar las riendas y hacer que el caballo baile en dos patas”. [...] corren con la barbaridad más grande del mundo. Frecuentemente vienen a todo escape pelotones de veinte o treinta, a tiempo en que de otra calle desembocan otros tantos, produciendo encontrones violentos y caídas peligrosas. Otros más pacíficos vienen con tiples, alfandoques, panderetas, tambora y cantando aquellos bambucos y bundes que sólo en tierra caliente se oyen; los caballos de estos músicos ambulantes parece que comprenden la misión que llevan y caminan tan despacio como el jinete lo necesita para llevar el compás de su tiple 175. Luego el autor se detiene en la descripción de las mujeres que montaban en briosos caballos, luciendo la mayoría largas enaguas blancas y jardineras de merino azul o verde, que ajustaban sus talles flexibles y delgados; “muchas llevaban capas y alguna que otra iba con el traje de pura calentara”. De repente, “aparece un sol; un sol era según quemaban sus miradas”; cabalgaba un hermoso corcel; era la encantadora Rosa, de “provocativos labios”, la que dejaba una herida con sus ojos donde quiera que se fijaran; aquella que se puede imaginar con el adorno de la sencillez “y una camisa bordada de sedas de colores, tan blanca y fina «que las formas virginales del seno dibuje y guarde»”.
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A continuación viene la secuencia del paseo colectivo al río. De camino a éste se encontraba en todas las casas “un gallo colgado de las patas con la inocente intención de quitarle la cabeza, como hicieron con San Juan. ¡Dies iroe!, para los gallos y las gallinas también”. En la orilla del río ardían las hogueras para prepararla comida, la gente se bañaba, bebía aguardiente y bailaba bambucos. “Yo no sé qué calificativo darle a este baile; si airoso, elegante o arrebatador; apenas oye uno esa música, quisiera bailar o gritar y, ¡cosa extraña!, es triste el bambuco también cuando
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Ibid., pág. 364. Íbid., pág. 369.
se quiere”. Y esos bambucos eran entonados “en las playas de un río por dos voces femeniles, sin más acompañamiento que los tiples. ¡Ah!, esto es para volver loco a un buen cristiano”176. De una manera un tanto curiosa sólo hay en el relato de Guarín una alusión muy indirecta a los toros y ninguna referencia a las viandas de cerdo, típicas de la festividad huilense y tolimense. Estos ingredientes, en cambio, están ampliamente testimoniados para los primeros decenios del siglo XX.
LAS FIESTAS DE SAN JUAN Y SAN PEDRO EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX Como lo expresa Ramón Manrique en La venturosa, “la verba campesina había inventado santos fiesteros que empataran a San Juan con San Pedro”177. Esto no era extraño para los años iniciales del siglo XX, pues con alguna frecuencia se había hecho en la época colonial. Varios autores refiriéndose a la primera mitad de la actual centuria, establecen escenarios diferentes para la realización de dichas fiestas: el campo para el San Juan, la ciudad para el San Pedro. La división no parece tan tajante; la fiesta de San Juan se celebraba tanto en los poblados como en las haciendas. La gente del pueblo, que comenzaba la fiesta en la víspera, ciertamente salía de paseo a ríos y quebradas, llevada por la costumbre ancestral del baño ritual, es decir, de la inmersión en las aguas lustrosas de San Juan, que purifican el cuerpo y el alma, que regeneran y revivifican, que satisfacen la necesidad de tranquilidad, seguridad y ternura, baño que significa el retorno a las aguas primordiales de la madre tierra, para emerger o renacer depurado e impregnado de nuevas fuerzas vitales. Pasaban el día y parte de la noche en las riveras de aquellas corrientes de agua, comiendo, bebiendo, cantando y bailando. En el pueblo, así mismo, tenían lugar el toreo, las cabalgatas, diversos juegos y, por supuesto, los bailes. Estas prácticas continuaban en los días de San Pedro, con la diferencia de que la gente del campo ya no festejaba en sus fincas y haciendas, sino que se iba para la ciudad. En la novela citada y en otro escrito, Ramón Manrique ha dejado una descripción de las festividades rurales y urbanas para comienzos de nuestro siglo. En los campos, la noche de la víspera, se encendían “las candelas de San Juan”, mientras los cohetes rasgaban el aire. El 24, día de San Juan, las campesinas amanecían estrenando vestidos, “y como el baño era ritual, el bosque de carboneros y arrayanes agregaba a sus aromas naturales la fragancia del pachulí, del jabón de Reuter y del Agua de Kananga de Murray”. Venían luego las copas de mistela, los bizcochuelos, el asado de cerdo, las visitas ceremoniales del vecindario, la música, las coplas y el baile del bambuco. Por los diez días de regocijo la fiesta de San Juan se unía a la de San Pedro, que transcurría en la ciudad: “En veinte pueblos y villas, encerronas de toros bravos del Sertenejo o de la Manquita, descabezadura de gallos y caracolear de bayos y moros finos, retintín de estribos, bailes de ‘primera’ y de ‘palo paran’ y ‘alpargate lavan’. Y mucho trago”178. Respecto del licor y la embriaguez, la tradición ha hecho célebre la relación entre el San Juan y el aguardiente. Precisamente, a los efectos y “descalabros” de ese báquico nexo se refirió Don Rafael Puyo, primer gobernador del Huila, en un corto artículo fechado en Altamira el 1 de julio de 1908. El autor aludía al ruidoso San Juan que se había celebrado en dicho año, cuando estos pueblos se convirtieron “en un solo sofocón desde las alturas de San Agustín, donde los indios bailaron sus redondillas al pie de las estatuas de sus antepasados, [...] hasta la garganta de Barandillas, donde parece que se ahogan y pierden los últimos ecos de los bambucos huilenses”179. Muchos gallos
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Ibid., págs. 373-376. Manrique, Ramón, La venturosa, Bogotá, Editorial Kelly, 1947, pág. 147.
Ibid., págs. 133-159; del mismo autor, “Así eran San Juan y San Pedro”, en la revista Huila, Neiva, núm. 42, junio-octubre de 1990, págs. 25 y 26. PUYO, RAFAEL, Colaboración para “El Huila”, Neiva, Imprenta de “La Luz”, 1909, pág. 31.
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fueron desnucados “en castigo del que tan inoportunamente le cantó a San Pedro” y numerosas personas sufrieron descalabros a causa del licor, de lo cual a nadie había que culpar, porque las fiestas de San Juan son “una especie de locura, en que todos pierden el juicio y a nadie puede ni debe hacerse responsable de sus acciones, y mucho menos deben exigir esta responsabilidad los agencieros del aguardiente, los que hacen su agosto con las parrandas [...], los que aplauden el consumo del licor que llena las arcas de los rematadores” 180 Una copla expresa esa obligante relación:
La nochebuena sin queso y el San Juan sin aguardiente, es lo mesuro que una boca sin lengua y sin los dientes. Pese al llamado del licor sanjuanero, y a su abundante consumo, el pueblo huilense fue visto por la Comisión de Cultura Aldeana, a mediados de los años 30, como el que menos ingería alcohol en toda la República181 Para muy pocos pueblos huilenses existen descripciones sobre las fiestas que se celebraban en la primera mitad del siglo XX182. En contraste con ello, todavía son numerosas las personas que guardan recuerdos sobre las fiestas de antaño, fiestas que habrían de experimentar importantes cambios en la segunda mitad de nuestra centuria. A continuación nos referimos a la celebración de aquellas fiestas antiguas en la ciudad de Gigante. Con bastante anticipación la gente se alistaba para las fiestas reales de San Juan y San Pedro. Los hacendados y campesinos seleccionaban de la piara los ejemplares que habrían de ser los “cerdos sampedreros”, los cuales eran objeto de un engorde y cuidado especial. Con seis meses de antelación preparaban las místelas de ruda, mejorana y cidrón, ingredientes vegetales que evocan las yerbas medicinales y mágicas de San Juan; el elemento vegetal, como atrás se dijo, era uno de los componentes centrales de la fiesta, elemento que constituye una simbolización del ciclo de la existencia (regeneración anual de la vida) y de la abundancia, fertilidad y fecundidad. Sembraban maíz con la debida anterioridad, de tal manera que éste se pudiese cosechar días antes de los comienzos de la fiesta, para preparar la chicha, los envueltos de choclo, las delgadas arepas y otros yantares. Más o menos quince días antes se cortaban los plátanos que se colocaban en un sitio especial con el fin de que adquirieran el punto de maduración para asar, cocinar y confeccionar los envueltos “jurgo”; éstos llevaban además queso, se embutían en cartuchos de hojas de bijao y se asaban en el horno. Se reunía la leña, de preferencia la de palo de “dinde”, que
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Ibid., pág. 32. El departamento del Huila, Estudio de la Comisión de Cultura Aldeana, Bogotá, Imprenta Nacional, 1936, pág. 12.
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Además de los escritos ya citados de Ramón Manrique, véanse, entre otros, los siguientes: RIVERA, DAVID, “San Juan y San Pedro”, en sanjuanero huilense, Neiva, Separata especial del Diario del Huila, junio 23 de 1987; del mismo autor, “Tierra nutricia”, Neiva, revista Huila, núm. 42, junio-octubre de 1990; BARRETO, MIGUEL, El San Juan, el San Pedro y origen del Reinado Nacional del Bambuco, Neiva, Instituto Huilense de Cultura, junio 21 de 1978 (mimeo); del mismo autor “Así eran las fiestas reales de mi pueblo”, Huila, Neiva, núm. 42, junio-octubre de 1990; VARGAS MEZA, ALBERTO, “Lo que me contó mi padre”, Archivo Departamental (copia a máquina), y “San Juan y San Pedro de ayer y hoy”, Neiva, Tribuna del Sur, junio de 1988; SÁNCHEZ VALENCIA, BOLIVAR, Memorias del Huila, Neiva, 1990, t. 4, págs. 98 y ss; OSORIO, DARlO, “Fiestas populares, costumbres y pesca en el departamento del Huila”, en Nueva Revista Colombiana de Folclor, Bogotá, 1990, vol. 2, núm. 8, págs. 97 y ss.
producía la mejor brasa para calentar el horno de ladrillo donde habría de producirse la alquimia del exquisito asado de cerdo, ese plato ceremonial de emblema carnavalesco, del “caribajito” que se asocia a los deseos carnales, a la sensualidad, la glotonería y la abundancia; se hacían las morcillas, la longaniza, las arepas, los insulsos, los bizcochuelos, el pan de esponja y otras confituras. Todos estos manjares se colocaban en bateas y vasijas de barro, cubiertos con hojas de plátano soasadas que conservaban frescos los alimentos183. En éstos reinaba no sólo el cuidado y el gusto para lograrla exquisitez, sino también la prodigalidad, porque las fiestas estaban hechas para saborear y comer con largueza. Se trataba de los productos vegetales que al lado de los vacunos, caballares y porcinos debían ser exaltados en la fiesta agraria de San Juan. Como era costumbre, las festividades comenzaban la víspera, 23 de junio, y se prolongaban hasta empatar con las del 29, día de los apóstoles San Pedro y San Pablo. La fiesta grande era la de San Juan. A las cinco de la mañana se escuchaba el grito inaugural y dionisíaco de ¡iii...San Juan...!, seguido luego del estruendo de los voladores o “cuetes” y de las primeros tragos de mistela con su tajada de bizcochuelo. Más tarde, la gente iba a la iglesia a escuchar la misa solemne de ese día; en la iglesia estaba la estatua de San Juan adornada para la ocasión, frente a la cual los feligreses colocaban una enorme cantidad de velas (la iluminación y el fuego tradicional de San Juan). El resto de las manifestaciones religiosas se limitaban a una procesión con el anda del santo, al rosario de la noche y a los matrimonios que se celebraban, sobre todo, entre contrayentes campesinos184. En el día de San Juan la gente se iba de paseo a bañarse en quebradas y ríos. Para las mujeres representaba un singular placer estrenar “chingue” en ese día. Un lugar predilecto era la quebrada de La Honda, donde muchos se apuraban desde el día anterior a reservar un sitio para su comitiva. A la orilla de la quebrada la gente hacía los fogones, cocinaba las viandas, y entre baño, comida, licor, tipleros y baile pasaban el día, incluso, las primeras horas de la noche185. Como atracción de primera fila, estaban las corridas de toros que se realizaban por la tarde. Para este evento los hacendados llevaban ganado bravo al pueblo, en cuya plaza central se habían construido con guadua los palcos y los corrales para el encierro. Allí el pueblo se divertía con los toros, los novillos y las vacas bravas: “La gente se metía y había heridos y el toro revolcaba a esos muchachos y todo eso era una diversión acompañada con la música que tocaba la banda del pueblo”186. A veces, el toreo cobraba víctimas fatales. En Neiva la corrida de toros tenía como escenario la legendaria plaza de San Pedro. El ganado bravo era fuente de distinción: las haciendas más prestigiosas eran aquellas que daban el mayor número de reses bravas para ser toreadas en las fiestas de San Juan y San Pedro. Un acto especial que tenía lugar durante las fiestas, como lo hemos dicho, era la despescuezada del gallo, acto que en algunos pueblos, como en Gigante y el Hobo, se realizaba de la siguiente manera: de una percha y atada a una larga cuerda se colgaba una olla de barro, adornada con cintas de colores, en la cual colocaban un gallo, o, a veces, una paloma; quienes iban a despescuezar el gallo lo hacían montados en sus caballos y armados de palos para reventar la olla, la cual era a tiempo alzada por una persona para evitar que le asestaran los golpes. El momento culminante llegaba cuando se rompía la olla y se daba muerte del gallo, lo cual era celebrado con gritos, “cuetes” y tragos de licor. En otros pueblos colgaban al gallo de las patas y la gente de a caballo trataba de quitarle la cabeza. Los jinetes descabezadores salían en cabalgata para otros sitios del pueblo donde habían colocados nuevas ollas gallos, incluso, a los pueblos y veredas cercanas,
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Entrevista con Isabel Zambrano y Yolanda de Rojas, Neiva, enero de 1994. Entrevista con Elvia Zambrano de Tovar, Neiva, julio 21 de 1989. Entrevista con Isabel Zambrano y Yolanda de Rojas, Neiva, enero de 1994. Entrevista con Elvia Zambrano de Tovar, Neiva, julio 21 de 1989.
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a repetir la diversión187. Las cabalgatas constituían ciertamente uno de los placeres favoritos. En Gigante cada cual se preocupaba por tener su caballo para el día de San Juan, un día que la gente disfrutaba en forma ecuestre. Por las calles del pueblo desfilaban hombres y mujeres de a caballo: aquellos metidos en sus zamarros y éstas con sus largas, anchas y adornadas faldas que les cubrían hasta los pies. Las mujeres, además, llevaban guantes y lucían elegantes sombreros adornados con cintas y flores. No se colocaban a horcajadas sobre el palafrén, pues esta posición estaba destinada solamente para los hombres; ellas montaban a “mujeriegas”, sobre galápagos especiales que tenían dos horquetas y un solo estribo; entre las dos horquetas colocaban la pierna derecha mientras la izquierda se apoyaba en el estribo, posición que se consideraba pudorosa, recatada o virginal; el aprendizaje de esta posición no dejaba de resultar un tanto difícil para las mujeres, quienes desde pequeñas, a fuer de una que otra caída, debían adiestrarse en tal modo de cabalgar. En aquellas formas distintas de cabalgar se expresaban las diferentes imágenes, concepciones y discriminaciones que la cultura ecuestre y pastoril había establecido entre el hombre y la mujer, entre lo masculino y lo femenino, entre el macho y la hembra. Un espectáculo emocionante era el paso de la crecida cabalgata por la calle principal del Gigante: “Las cabalgatas eran por todo el pueblo, rodeaban el pueblo y salían a la calle real que era toda empedrada; aquí se producía una música completa: era el pimpineo [sic] de la herraduras de todos los caballos sobre las piedras de la calle real”188 Hacían parte de las diversiones el juego de la “vacaloca”, las carreras de encostalados, la vara de premios, la quema de los castillos y el desfile del Taitapuro. Este mitológico personaje era puesto en escena por un hombre trepado en largos zancos, con máscara hecha de totumo, que fumando a veces un enorme tabaco, y acompañado de flautas, maracas, carrascas y tambores, caminaba por las calles haciendo venias para coger el dinero que le daban. Durante la semana festiva no dejaba de escucharse la música, los cohetes y el grito de ¡San Juan! El baile era un gozo que parecía carecer de intervalos. Se bailaba en las casas, en la plaza y a veces en la calle. Las “familias ricachonas” solamente lo hacían en sus casas. Se bailaba bambuco y otros ritmos. Una de las canciones que se recuerda con cierta insistencia era “La mula rucia”. Acerca del baile antiguo del bambuco, resulta reveladora la forma como fue descrito por Ramón Manrique en su novela La Venturosa: “Y de pronto parejas sueltas lanzábanse en el vértigo del bambuco, toreando él con el pañolito perfumado de pachulí, persiguiendo ella con esguinces y carantoñas”189 El empleo de la metáfora del toreo para describir el baile del bambuco no aparece como un simple artificio, sino como un uso narrativo pleno de sentido. Esto permite intuir que quizás existía una íntima sintonía entre el universo simbólico pastoril y el antiguo baile del bambuco.
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Finalmente, se trataba de una fiesta en donde la gente, haciendo a un lado las conductas y normas de la cotidianidad laboral, buscaba darle cuerpo al goce, al deseo, a las emociones y a las inclinaciones dionisíacas; así mismo, era un momento especial para renovar los vínculos familiares, lo nexos de compadrazgo y padrinazgo, las relaciones de amistad con los vecinos, para comenzar un noviazgo o, en fin, para darle la oportunidad a más de una reconciliación afectiva
José Antonio Cuéllar “Rumichaca” manifiesta: “Lo que se celebra en San Juan es el 24 de junio fecha en que fue decapitado Juan El Bautista, para conmemorar eso sacrifican un animal, un cerdo, un pisco, un pavo, la descabezadura del gallo, los toros, todo es con sangre”. Entrevista realizada en Neiva, junio de 1988. 188 Entrevista con Elvia Zambrano de Tovar, Neiva, julio 21 de 1989. 187
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MANRIQUE, RAMON, La venturosa..., pág. 143. Lo destacado es nuestro.
o política. En función de estos aseguramientos familiares, sociales y amorosos, se acostumbraba a visitar, reunirse y departir con parientes, amigos y vecinos; nota primordial de esta sociabilidad era el envío de la vianda tradicional bajo la forma de “presente”, comida ritual compuesta por el laborioso asado de cerdo, los delicados bizcochuelos y las espiritosas místelas; también hacían parte del agasajo los insulsos, los envueltos jurgo, las delgadas arepas de maíz y otros comestibles. Tales eran los principales rasgos de las fiestas que, en los primeros decenios del siglo XX, todavía conservaban no pocos elementos de la ancestral cultura pastoril y ecuestre de la comarca opita, y en general, del valle del Alto Magdalena. Sin embargo, todo empezó a cambiara mediados de siglo, incluso, unos lustros antes: la población, el campo, las ciudades, los medios de comunicación y de transporte, la educación, los valores y las costumbres, etc... Se trata del proceso de modernización de los tiempos contemporáneos. Al impulso de este proceso las fiestas se han transformado profundamente, de modo especial, a partir de los años sesenta. Se han gestado nuevas realidades y ha surgido una nueva estructura o modelo de fiesta, cuyos signos exteriores se asocian con la institucionalización de la festividad, la intervención del Gobierno, la participación del sector privado, la amplia comercialización del festival, los reinados, los escenarios festivos, los tipos de actores y de espectadores, los encuentros y concursos, la presencia de los medios, la promoción turística, la proyección nacional e internacional, etc.. Se trata, en rigor, de la invención de una nueva tradición —que hereda, por supuesto, muchos elementos de la antigua— la cual ha recibido el significativo nombre de Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco. Escapa a nuestro objetivo el estudio histórico de esta nueva realidad festiva, que hoy divierte, con la acostumbrada intensidad, a los opitas y a buena parte de los colombianos. Por lo pronto, hemos de continuar describiendo otros aspectos, distintos a la fiesta, relacionados con la cultura ecuestre y pastoril.
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PRINCIPALES PARADIGMAS DEL HUILENSE190 Se esperaba, en verdad, descubrir varias tendencias de pensamiento entre los distintos grupos de
encuestados sin importar su posición en la sociedad o su nivel de ingreso sino exclusivamente su forma de pensar. Sin embargo, los resultados nos permiten distinguir muy claramente cinco rasgos comunes a todos los huilenses sobre los cuales se debe trabajar para definir un nuevo horizonte. Aunque estos rasgos se muestran en mayor o menor grado en los sectores, su diferenciación no es muy notoria como para concluir en que hay varias tendencias de pensamiento lo cual obliga a un tratamiento universal en procura de su superación. Estas características se sintetizan en:
ACTITUD PATERNALISTA El Huilense espera que el Gobierno a todos los niveles satisfaga todas las necesidades. Quiere un Sector Agropecuario protegido y subsidiado y que el Departamento del Huila tenga un trato de región atrasada o de menor desarrollo relativo y que sea el Gobierno Nacional el que promueva al Departamento en el exterior. Las ONG’s (Organizaciones No Gubernamentales) son decididamente proteccionistas y, curiosamente, el Sector público se muestra menos proteccionista que el sector privado que aboga por la restitución de algún grado de aranceles. En el Huila se sigue creyendo que los incentivos tributarios y fiscales son necesarios para atraer inversionistas sin más tareas complementarias.
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Al nivel de gobierno Departamental, se clama por un mayor intervencionismo de la Administración departamental en las actividades de la región, desde obtener recursos Nacionales hasta promover al sector privado y crear una incubadora de empresas y un centro de información económica para orientar la inversión del sector privado, actividades que deben ser lideradas por la iniciativa privada. Sin embargo, se piensa que algunas funciones del ente administrativo departamental deben privatizarse o devolverse a la Nación o entregarse a los Municipios. En momentos de crisis severa de los entes territoriales un pensamiento como el descrito dificulta en alto grado cumplir con los requerimientos de la competitividad. Esta actitud paternalista se observa también con relación a los Municipios de los que se espera tareas más allá de la atención de los problemas básicos y que invierta conjuntamente con el
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El presente texto corresponde al análisis de la Encuesta Regional de Competitividad, realizada en 1999 por el equipo de Estudio de Competitividad del Departamento del Huila, dirigido por el doctor Germán Palomo García, sobre los marcos mentales del huilense. Aparece publicado en la Serie Competitividad, documento N. 1, 1999, publicado por el Departamento del Huila y la Cámara de Comercio de Neiva, páginas 18 a 26.
sector privado. En estas condiciones, NO SE ACOGE francamente la privatización de los servicios públicos pero sí que se contrate con ONG’s o el sector privado algunas funciones controlando los municipios la calidad del servicio. En otras palabras, el Huilense duda más del procedimiento de privatización que del esquema. Por lo anterior, el proceso de descentralización no ha sido asimilado (especialmente en la atención de la educación y la salud) y tampoco se entiende el papel de las regiones en el nuevo contexto.
INDIFERENCIA E INCREDULIDAD ANTE LAS INSTITUCIONES El Huilense no cree en la justicia y rechaza abiertamente la mayoría de instituciones públicas especialmente los cuerpos colegiados (Asambleas, Concejos) aunque rescata algunas entidades identificadas con actividades que lo favorecen o afecta directamente (SENA, ICBF, ECOPETROL, DIAN). La imagen de las administraciones municipales está entre el rechazo y la indiferencia al igual que la de las instituciones militares y de policía. Además, se desconoce el papel de muchas de las Entidades que hacen un trabajo importante para el futuro de la comunidad (caso CAM, CORHUILA) y el Huilense no se identifica con el sistema educativo a ningún nivel pues una alta proporción muestra indiferencia total frente a la Academia. Incluso los medios de comunicación no influyen significativamente en el pensamiento de los huilenses. A nivel empresarial, no ve a las empresas como una fuente de creatividad y mira a los sindicatos con la misma óptica de siempre y no los considera necesarios para las empresas ni para el mejoramiento de los trabajadores. No reconoce ningún liderazgo ni institucional ni personal. Está seguro de que el gobierno seccional) no sabe para dónde va el departamento como tampoco lo sabe el huilense promedio y afirma que no hay clase dirigente sino personas influyentes. En general, un gran porcentaje de Huilenses se muestra indiferente frente a la institucionalidad vigente en el Departamento lo cual invita a una radical reforma en su estructura. Los comentarios positivos están condicionados a la recepción de beneficios directos y no en la influencia de aquellas sobre la comunidad. En todo caso, el Huilense procura rescatar sus valores y los pone por encima de la institucionalidad. Esto se aprecia claramente en su pensamiento sobre el problema de la evasión tributaria al que califican como producto de la corrupción y la deficiente estructura del sector público que a la existencia de una cultura evasora. No obstante no creen que la corrupción explique la pobreza existente.
DESCONOCIMIENTO DE SU PROPIO PAPEL Y EL DE LOS DEMAS EN LA SOLUCION DE LOS PROBLEMAS (QUE LO HAGA OTRO, YO NO). El Huilense no parece ubicado (piensa que no juega ningún papel) en cuanto al aporte que le corresponde en la superación de los problemas que reconoce como tales. También, como producto de la apatía, incredulidad y desconocimiento de las instituciones, no le asigna responsabilidades a instituciones más comprometidas con la eliminación de las limitaciones señaladas. Para la muestra, varios botones: Las Universidades, exclusivamente, deben asumir la responsabilidad en la superación de la escasa mentalidad empresarial, poca imaginación y limitada creatividad. El sector privado y los gremios son secundarios en esta tarea. La productividad, en cambio, es responsabilidad del sector privado pero no se asocia con el papel de las universidades que para los Huilenses no tiene protagonismo en la solución de este problema. Igual se piensa de la universidad en la superación de la escasa
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asociatividad en la que todos los ciudadanos deben ser aportantes a su solución lo mismo que en la baja autoestima y autoconfianza. En cuanto a los servicios públicos, incluidos los de salud, son de total responsabilidad de las distintas instancias del gobierno y no creen que la participación ciudadana, es decir, todos los ciudadanos, tengan papel por desempeñar, lo cual dificulta la solución. Este pensamiento se presenta también, aunque en menor medida, en la educación pública y privada a sus distintos niveles. El Huilense sabe que la corrupción, el deterioro ambiental, la evasión fiscal y el respeto a la autoridad y a la Ley solo se resuelven con la participación de todos pero no la inseguridad, ni el desordenado crecimiento urbano, menos la pobreza, en donde indudablemente la comunidad debe ser protagonista. Tal mentalidad alienta el divorcio entre la Universidad, y en sentido más amplio, la Academia, y el resto de la comunidad. Sobre el problema de la educación superior, el Huilense cree que es exclusivo de la Universidad y en mucho menor medida del sector privado, los gremios y todos los ciudadanos. No obstante, se muestra convencido al pedir fuertemente la incorporación de la Universidad a la realidad Departamental.
EL FUTURO INCIERTO: ENTRE EL PROTECCIONISMO Y LA INNOVACION En la mentalidad del Huilense cohabita una permanente contradicción con relación a su futuro económico en los próximos 20 años: Sabe muy bien que sin proyectos empresariales, la asociación con empresas nacionales e internacionales, la investigación y la vinculación de inversionistas foráneos no será posible el desarrollo económico pero el sector privado muestra una total falta de iniciativa para traducir este pensamiento en acción y piensa que si el desarrollo empresarial no está en los planes del gobierno departamental o este no ofrece apoyo no se podrá competir. No obstante, es permanente crítico de una burocracia oficial que impide hacer negocios. El Huilense reconoce los beneficios de la libre competencia y la carencia de capital de riesgo en la región y la escasa capacitación del recurso humano pero no está a favor de la apertura económica, por el contrario, la rechaza abiertamente en lo que toca con el sector agropecuario, posición lógica por la tradición que hemos construido, ni se considera consumidor exigente lo cual no alienta la competencia.
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En un MEA CULPA, el Huilense es consciente de que el orgullo y la autoestima, la ausencia de liderazgo, el nivel educativo, la economía informal y el orden público impiden el desarrollo económico pero no tiene claro que la conexión con el mundo sea un impedimento cuando la conectividad, en un contexto globalizado, es uno de los requisitos para ser competitivos. Sin embargo, cree que el poco aprovechamiento de la Ley Páez se debe más a su escasa promoción, a su desconocimiento especialmente en las Universidades y a la desconfianza en los beneficios pero no a los factores anteriores. Igualmente, cree que los políticos y la escasa capacitación del recurso humano son los únicos culpables de la quiebra de las empresas y no sus marcos mentales. En cuanto a su visión de futuro, la Agroindustria es la vía para el desarrollo y la Agricultura y Ganadería en gran escala y el Turismo son las alternativas contempladas. A pesar de esta concepción mental sobre las opciones de desarrollo económico, al enunciar las cinco (5) prioridades para el desarrollo coinciden con los requisitos para alcanzar la competitividad. Estas son: • Oferta de recurso humano de alta calidad • Generar una actitud abierta al cambio y la innovación • Eliminar la corrupción
• Lograr acceso a capital nacional y extranjero y • Producción (Agrícola y agroindustrial) Esta priorización (Obsérvese que la producción aparece con una prioridad secundaria) refleja un pensamiento muy claro en cuanto a que mientras no formemos huilenses con altas condiciones para el desarrollo ni cambiemos de actitud, ni creemos condiciones para competir en el mercado mundial, NO HABRÁ DESARROLLO). Al tiempo que esta visión de futuro atiza la contradicción del huilense respecto al tema económico, deja entrever que hay una semilla de esperanza y es el reconocimiento tácito de las nuevas realidades. Esta especie de conciencia colectiva sobre los requisitos para el desarrollo debe aprovecharse estimulando la formación de huilenses orientados a promover un verdadero cambio en la percepción del desarrollo económico. Aquí aparece claramente una oportunidad para la dirigencia huilense de reclamar su puesto en la comunidad y responder con hechos a los cuestionamientos presentados por los huilenses. Estos creen que la mente de los líderes solo concibe el desarrollo económico con un sector agropecuario fuerte y autosuficiente mientras que la del huilense promedio solo piensa que el modelo de desarrollo debe fundamentarse en la distribución equitativa de la riqueza. Tender un puente entre la tradición y la innovación para demostrar que las prioridades no son solamente aplicables en los sectores primarios de la economía y que lo que pregonan como nuevos paradigmas se van a llevar a la práctica, es la gran tarea.
CONFORMISMO CON LOS RESULTADOS El Huilense es consciente de que su desempeño ha sido y es inferior al promedio nacional y visualiza en un futuro alcanzar el promedio del país en las tareas del desarrollo, pero nunca superior al desempeño promedio del país ni siquiera en acciones cívicas o comunitarias que son actividades que pueden modelarse con mayor autonomía que otras. Esta especie de aceptación de inferioridad secular y conformidad con lo que es y tiene es la que limita el desempeño y, por supuesto, el resultado en la consecución de recursos nacionales de los gobiernos de turno y minimiza el papel autónomo que debemos jugar en la definición de nuestro propio desarrollo. Con esto no se quiere significar que los recursos nacionales no se requieran sino que, como siempre el Huila ha sido inferior a los indicadores nacionales promedio, la única posibilidad de desarrollo es dependiendo de partidas presupuestales nacionales sin mirar cómo podemos incrementar nuestro protagonismo en la proyección de futuro.
COMENTARIOS FINALES El sector privado aparece como el de mayor peso negativo en la concepción de los requerimientos para el desarrollo bajo las nuevas condiciones. Es importante reconocer el papel del gobierno en los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de los huilenses pero esto es muy diferente a depender en alto grado de la gestión pública hasta adoptar una posición de esperar a que sucedan las cosas antes que a provocarlas. En este sentido el conglomerado privado tiene que cambiar radicalmente. La Universidad, como sistema de educación superior, no está bien referenciada. Se la percibe distante e ineficiente y no una fuente de conocimiento. Hay una petición general para que asuma acciones e iniciativas bien diferentes a las logradas. El número de encuestados con postgrado
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no es consecuente con los logros exhibidos y más bien se relacionan con el cumplimiento de requisitos burocráticos para acceder a mejores niveles de cargo o salarios. La extensa literatura que desde finales de la década pasada viene soportando las acciones aperturistas y globalizantes han sido en alguna forma conocidas por los huilenses pero no aceptadas plenamente. Piensan que son aplicables a su propia visión del desarrollo económico que descansa en un sector agropecuario y agroindustrial competitivo aunque subsidiado. Conciliar estos marcos mentales es una tarea primordial ahora que la Globalización está despertando grandes movilizaciones en contra de su teoría por la secuela de desempleo y mayor pobreza en el corto plazo que hace imposible pensar que en el largo plazo las cosas serán distintas. Como lo anotamos en el comienzo, los marcos mentales son definitivos. En una interesante discusión sobre los resultados de esta encuesta, varios empresarios argumentaron que la carencia de infraestructura adecuada (vías en las zonas de producción marmolera y minera, p.ej.) era una gran limitante. Es cierto. Pero, porqué no las hemos construido, o logrado que la Nación las construya? En 30 años de Planeación del Desarrollo, porqué solo hemos ejecutado el 35% de los planes diseñados?. Con el desarrollo vial que hemos realizado (sin duda hoy tenemos más y mejores vías que hace 50 años) porqué no tenemos más de nuestros productos en los mercados nacional e internacional? Porqué, cuando no teníamos aeropuerto ni carretera hasta Girardot la consigna de los ancestros huilenses era la formación de sus hijos en el exterior y hoy el ideal de buena parte de los padres es que sus hijos aprovechen las universidades existentes en Neiva?.
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ACCIONES PARA UN RESULTADO DISTINTO191 La tajante afirmación de que la estructura empresarial del Huila no será diferente a la que tenemos, lo que equivale a decir que la Ley Páez no ha influenciado suficientemente al sector empresarial local para construir una base productiva distinta, no puede representar una condena al desarrollo regional. Con Ley Páez o sin Ley Páez el Huila tiene que formular un modelo de desarrollo diferente. El contexto actual constituye un marco de referencia obligado para diseñar el nuevo modelo y el Huila es una parte de este mundo globalizado y no una ínsula autárquica y desconectada del entorno real. Para ello, es necesario definir y realizar un Plan que aproveche los beneficios extraordinarios de la Ley 218/95 que incluya actividades complementarias no amparadas pero definitivas para favorecer la actividad económica con las bondades de la Ley Páez. Sin que constituya una camisa de fuerza, el Grupo de investigación ha definido las siguientes acciones constitutivas de un Plan que, independiente de que exista la Ley Páez pero reforzado por sus beneficios, contribuya a la definición de las nuevas opciones de desarrollo del Departamento del Huila. En otras palabras, las acciones propuestas deben realizarse no solamente como respuesta a los beneficios obtenidos gracias a la Ley 218/95 sino como única posibilidad de ingresar efectivamente a la economía global:
INSTITUCIONALIZACION DE LAS ACTIVIDADES PROMOCIONALES DE LA LEY PAEZ El primero de Noviembre de 1996, El Departamento del Huila, La Alcaldía de Neiva, La Cámara de Comercio de Neiva acompañados de 13 Huilenses más constituyeron la Fundación CONVERTIR “Con el propósito de poner en marcha diversos proyectos para la promoción y divulgación de la Ley de exenciones tributarias expedida para los departamentos del Huila y Cauca el 17 de Noviembre de 1995…”23 .Prácticamente un año después de entrar en vigencia la Ley 218/95 se decide institucionalizar los esfuerzos de promoción y divulgación de las exenciones. En realidad, la gestión de CONVERTIR fue muy efímera. Los recursos nunca ingresaron y la Gobernación del Departamento, constituyente de CONVERTIR, finalmente creó una Oficina de promoción dependiente del Despacho del Gobernador en lugar de transferirle recursos a la Fundación. La Cámara de Comercio de Neiva fue y ha sido protagonista directa en todas las gestiones requeridas para mantener la Ley en vigencia opacando las realizaciones para las cuales se creó CONVERTIR. Así, se desconoció el instrumento institucional creado para concitar los esfuerzos y conjuntar las acciones que un mecanismo como la Ley Páez exige para su aprovechamiento exitoso.
191 Este texto corresponde a un análisis que se hace sobre los efectos de la Ley Paez en el departamento del Huila, realizado por el equipo que estudia la competitividad en el Huila, dirigido por el doctor Germán Palomo García, y publicado en el Serie Competitividad, 1999, Departamento del Huila y Cámara de Comercio de Neiva. Páginas 201 a 210
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Aún existe CONVERTIR y la propuesta se encamina a revivirla agregándole actividades relacionadas con la COMPETITIVIDAD. Lo que inicialmente no se concibió en la Ley Páez, la conexión competitividad - generación de empleo, se expresa con especial énfasis en este planteamiento aunque en el análisis sobre los criterios económicos de la Ley, 218/95 ya anotábamos que los niveles de empleo dependen de los niveles de competitividad. Esta tiene más vigencia que la Ley Páez. La necesidad de alcanzar niveles competitivos adecuados es permanente, vale decir, va mucho más allá del año 2003, término de los beneficios previstos en la Ley 218/ 95, y es independiente del manejo burocrático en cuanto a que por decisión Gubernamental se puedan cercenar estos beneficios como en estos momentos se está ventilando en el alto Gobierno por las exigencias del Fondo Monetario Internacional para disminuís el déficit fiscal y mejorar las finanzas del Estado. Adicionalmente, El Departamento del Huila está afrontando un proceso de desinstitucionalización con el cierre de la Fundación para el Desarrollo del Huila y el limbo en que se encuentra INFIHUILA por la Fiducia que obligatoriamente debe constituir la Administración Departamental para el manejo de sus recursos en sustitución de lo que INFIHUILA realiza en este campo. Como se verá en los resultados de la Encuesta Regional de Competitividad, es un imperativo crear un marco Institucional para el aprovechamiento de la Ley al igual que para la Competitividad. El Huilense vive alejado de sus instituciones, no cree en ellas, es apático frente a sus tareas. Devolverle la credibilidad es una acción que se debe iniciar de inmediato. El periodo que queda para aprovechar la Ley y las gestiones para alcanzar la Competitividad son suficientes para considerarlas como la gran oportunidad para demostrar que podemos hacer de CONVERTIR una entidad que aglutina esfuerzos, supera envidias y modela un nuevo desarrollo para el Departamento del Huila. Los Estatutos de CONVERTIR permiten la incorporación de nuevos aportantes. Sus objetivos se pueden ampliar para considerar la propuesta de adicionar las tareas de Competitividad y la presencia de las instituciones más importantes del sector público territorial y la de la Cámara de Comercio de Neiva facilita la vinculación de otras entidades que no pueden estar alejadas de los nuevos propósitos. La decisión no puede demorar más.
SELECCION DE SECTORES Y ACTIVIDADES CLAVE EN EL NUEVO MODELO Definido el marco institucional, es urgente escoger los sectores en los cuales los beneficios de la Ley 218/95 puedan acogerse con rapidez, aunque considerando la realidad económica actual. Todos los estudios y análisis sobre la realidad económica del Huila coinciden en señalar la urgencia de realizar las siguientes acciones para superar las debilidades tradicionales de la actividad empresarial local:
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• • • •
Formación y actualización del Recurso Humano Actualización tecnológica Vinculación de Capital de Riesgo Creación de nuevas empresas en sectores Clave
Estas actividades tienen cabida en todos los sectores económicos. Sin embargo, como buscamos una aplicación rápida (Algo así como una “operación salvamento”, con las dificultades que implica un aprovechamiento de última hora, cual estudiantes desaplicados) de los beneficios de la Ley Páez, consideramos prioritario promover algunas de estas, sino todas, en los siguientes sectores: • Agropecuario (incluye Agroindustria) • Minero
• Construcción • Turismo Su escogencia tiene que ver, por supuesto, con las opciones de competitividad que se han detectado. Pero esto se verá más en profundidad en los estudios complementarios que dentro del marco de la Competitividad se están adelantando para señalar lo que denominamos proyectos estratégicos en estos sectores. De estas cuatro acciones estratégicas, la actualización tecnológica debe concitar el interés prioritario. La obsolescencia de la maquinaria y la escasa utilización de tecnología en todos los sectores de nuestra economía es un problema que impide el mejoramiento de la productividad y la incorporación de procesos de producción más sofisticados y contribuye a su baja participación en el PIB nacional y en las exportaciones colombianas. Sin restarle importancia al aspecto invisible, los marcos mentales, que explican en gran medida la conformación débil de nuestra estructura empresarial hay que reconocer que esta es una estrategia de Largo Plazo que no puede circunscribirse al periodo de vigencia de la Ley Páez pero que, indudablemente, hay que iniciar ahora. Dentro del marco institucional propuesto, o a través de la Cámara de Comercio de Neiva y en todo caso con la participación de los empresarios involucrados en las distintas actividades, es urgente liderar un programa de orientación para la Importación de Maquinaria y Equipo libre de gravámenes arancelarios e impuestos en los sectores estratégicos para el nuevo modelo de desarrollo. La libre importación exige un conocimiento de los trámites de obtención de Licencias y de internación de los bienes de capital e insumos, pues en la Ley existen ciertas restricciones que deben considerarse pero que no constituyen limitación absoluta. Sin embargo, es un beneficio real de la Ley 218/95 que fenece en el 2003 y, de pronto, en dos meses si se aprueba la reforma tributaria presentada por el Gobierno. Como guía de las acciones que deben emprenderse en este campo señalamos algunas denominaciones de Maquinaria y Equipo en los principales sectores económicos no sin antes anotar que su importación debe corresponder a planes consistentes de iniciación de actividades(caso turismo, p. Ej.) o a fortalecimiento de ya existentes (Construcción, Agropecuario) ORIGINARIOS de los empresarios y no por ocurrencias derivadas de programas sin sujeción a la realidad, por lo que la mención a los que aquí señalamos son mero ejemplo de requerimientos tecnológicos en dichos sectores: Sector Agropecuario • • • • • • • •
Combinadas Tractores Cosechadoras Equipo para nivelación de suelos Equipo para piscicultura (Sistemas de ventilación, p.ej.) Maquinaria y Equipo para selección y procesamiento de frutas Equipos para laboratorio y control de calidad Software especializado para control de producción
Sector Minero Equipo para explotación del mármol Maquinaria para pulverización de roca (Dolomitas, Fosforitas)
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Sector Construcción Sistemas Modulares de Construcción de vivienda de interés social Equipos para prefabricados Maquinaria para elaboración de ladrillo Sector Turismo Equipo de transporte Equipo para actividades recreacionales (Jets kíes, Lanchas, Toboganes, etc.) Simultáneamente y como complemento, es definitivo Asistir a los actuales inversionistas de los sectores priorizados en “desempantanar” sus inversiones. Con esto nos referimos a las empresas que se constituyeron en la Cámara de Comercio de Neiva para realizar actividades correspondientes a los renglones económicos que hemos considerado estratégicos pero que, hasta la fecha, no han llevado a la práctica el objeto social para las que fueron creadas. En la investigación de campo se detectaron algunas causales sobre las que ya nos referimos y que son, indudablemente una gran limitante (caso Servicios Públicos) pero con seguridad existen otras puntuales o específicas que podrían subsanarse con una buena orientación y apoyo complementario en la interpretación de sus proyectos. • Porqué no han iniciado producción? • Cuáles eran sus expectativas iniciales? • Cual es su interés actual por el proyecto? Son algunos de los interrogantes que deben hacerse y resolverse con la participación del gran número de Inversionistas que se quedaron cumpliendo el trámite inicial.
COMPLEMENTACION Y CONSOLIDACION DEL PROCESO DE FORMACION EMPRESARIAL La formación y actualización del recurso humano como acción prioritaria no tiene discusión. En este aspecto hemos perdido más de una década. No obstante, las acciones en este aspecto no pueden dejar de hacerse. Específicamente, frente a los requerimientos de la Ley Páez. Los empresarios, rentistas de capital, profesionales con buen potencial de inversión tienen que adquirir habilidades en áreas CLAVE de la gestión empresarial para asumir con éxito sus proyectos beneficiados con la Ley o contemplar la posibilidad de ofrecer capital de riesgo. Entre estos, se nos antojan fundamentales: • Búsqueda de inversionistas de capital de riesgo
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Son evidentes las dificultades de nuestras empresas para financiar sus necesidades de crecimiento, mucho más ahora con crédito bancario prácticamente cerrado y costoso y temeroso de asumir riesgos por la crisis financiera de buena parte de las empresas. La financiación no convencional se conoce como capital de riesgo dado que asume mayor riesgo a cambio de una participación en la empresa y obtiene dividendos con base en el crecimiento de la misma. Nuestros empresarios deben aprender a definir el potencial económico de su empresa o proyecto, a identificar y a acercarse a inversionistas potenciales y, en general, a VENDER SU EMPRESA O PROYECTO, entre otras habilidades no menos importantes. • Inversión en empresas La inversión en empresas puede ser a la vez muy rentable y de alto riesgo. Por esto, es necesario adquirir la capacidad de analizar las características propias de las inversiones de capital de
riesgo y aplicar las herramientas que permitan una toma de decisiones consistente como, por ejemplo, analizar el potencial económico de las empresas, su gestión administrativa y operativa, calificación del riesgo, valoración de las empresas, etc. • Comercio exterior El planteamiento anterior sobre las, gestiones para la importación de tecnología, adicionadas con las técnicas de penetración en mercados ampliados, son suficiente argumento para insistir en la formación en este campo • Mercadeo Tradicional debilidad de nuestros empresarios, mucho más marcada en la escasa participación en el mercado nacional.
UN NUEVO DISCURSO PARA LA LEY Es obvio que los argumentos iniciales para promocionar la Ley 218/95 no son válidos hoy. Ya venció el primer plazo el 20 de Junio de 1999 y los beneficios del 100% para los inversionistas terminaron. Además, el 31 de Diciembre del mismo año es el límite máximo para que las inversiones en sociedades beneficiadas con la Ley reciban el tratamiento tributario especial. Las empresas lo seguirán disfrutando de acuerdo con la norma pero, como ya lo anotamos, fenece uno de los mayores atractivos de la Ley Páez. En estas condiciones, es urgente diseñar nuevos argumentos. Estos deben apoyarse menos en el concepto de “Paraíso fiscal” y más en la oferta de factores competitivos. Caminar el camino que no se anduvo o que se caminó a medias es lo indicado. Esto implica conformar un esquema promocional soportado en la gestión de asesores empresariales que definan PERFILES DE NEGOCIOS que son proyectos específicos formulados para la explotación de un renglón económico. La presencia en la región de Fondos de Inversión, aunque restringidos y con poco capital de riesgo, puede ser la semilla para una incubadora de empresas. Sobre el particular, sugerimos que CONVERTIR asuma una estructura de Centro de Desarrollo de Negocios y Empresas, CDNE, similar a los Centros De Desarrollo De Pequeños Negocios (SBDC, por sus siglas en Inglés) que existen en Estados Unidos manejados por las Universidades en virtud de la Ley de Pequeños Negocios (el del Estado de La Florida, uno de los Centros más grandes, es dirigido por la Universidad Internacional de la Florida, FIU). Los SBDC cuentan con estudios ya realizados para más de 70 actividades económicas suceptibles de adelantarse en sus fronteras y gracias a ellos orientan a empresarios pequeños y medianos( en términos americanos) en la ubicación de sus empresas, los capacitan, los acompañan en los trámites de crédito y les supervisan su puesta en marcha y posterior desarrollo. Esta clase de tareas no es realizada por ninguna institución en el Departamento del Huila. Ya se anotó como existe una prevención hacia los estudios por supuesta sobrediagnosticación de las realidades y potencialidades en la región. Los existentes Fondos de Inversión, (Corina, P’ lance, Emprender) no elaboran perfiles de negocios y definen inversiones con base en propuestas que son analizadas con algún grado de profundidad y con preferencia a actividades conocidas y de poco riesgo como las inmobiliarias. En algunos casos se han decidido inversiones que hoy están comprometidas por la no realización de los proyectos (algunos beneficiados con la Ley Páez) lo que hace pensar en la escasa rigurosidad de los análisis. Cualquiera que sea el avance de estos incipientes pasos, es urgente fortalecerlos, complementarlos con apoyo externo que está disponible ampliamente. Después de que se impuso la globalización como patrón mundial de comercio y desarrollo empresarial los organismos multilaterales, las Organizaciones No Gubernamentales y, en general, la cooperación internacional favorecen con financiación blanda y apoyos a fondo perdido pero condicionados, la realización de planes
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de mejoramiento de la productividad y la competitividad en todo el mundo, incluidos los ex socialistas. A nivel Nacional, la Presidencia creó un Plan nacional de Competitividad y se ha conformado toda una institucionalidad alrededor de la competitividad: El Fondo de Productividad y Competitividad, Innovar, Corporación Calidad, La Fundación Mario Santo domingo que adelanta un extraordinario programa de inserción de los Microempresarios a la globalización, etc.,etc. Desde el “revolcón “del Presidente Gaviria en 1.992 se han venido acumulando experiencias diversas que el Huila no puede desaprovechar sino, muy por el contrario, capitalizar. A pesar de los reveses, o quizás por ellos, se percibe en la dirigencia Opita una especie de rebeldía con el pasado sin dejar de reconocer su responsabilidad. Hay conciencia sobre la imposibilidad de mostrar algo distinto con las mismas actitudes y realizaciones y el deseo de iniciar un proceso diferente, identificado con el contexto actual. Si lo logrado modestamente con la Ley 218/95 ha servido para “tocar fondo” hay que aceptarlo y empezar a “ mirar hacia arriba”.
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EL SECTOR INFORMAL EN EL HUILA192 ANTECEDENTES
N
eiva, como mayor expresión de la informalidad en el Huila, no se aleja de la realidad del país y en los últimos tres años ha presenciado una verdadera invasión de vendedores ambulantes no solamente como producto de la crisis económica, que también ha golpeado a la sociedad huilense, sino como consecuencia de las decisiones tomadas en la Administración Plazas Alcid de cerrar el Pasaje Camacho y echar abajo la Galería Central y el proceso de adelgazamiento burocrático de la administración departamental aunque no relacionada en el corto plazo con la informalidad pero que en el mediano plazo aportará a la misma. Estas decisiones no han estado acompañadas por acciones de la actual Administración de la capital del Departamento que eliminen la tradición de comprar en el centro y consoliden tanto el Centro Comercial Los Comuneros como la Central Minorista Mercaneiva resultando en una “torna” por las actividades informales, al denominado microcentro de la ciudad como tampoco por un fortalecimiento de las actividades económicas formales a partir del aprovechamiento de los beneficios de la Ley Páez como en su momento quedó demostrado.
LOS FACTORES QUE ALIMENTAN LA INFORMALIDAD A. COMPORTAMIENTO POBLACIONAL Y LA COMPOSICION DE LA FUERZA DE TRABAJO Los índices de crecimiento intercensal muestran comportamientos atípicos para los casos del Huila y Neiva que se explican por el efecto de conflictos de diferente naturaleza como los de tierras, los políticos, la guerra civil, el narcotráfico y actividades como la reactivación de la explotación petrolera y el proyecto hidroeléctrico de Betania. Entre 1951 y 1964 Neiva creció al 5.99% al tiempo que el Departamento lo hizo al 3.42%. En el periodo 1964-73 Neiva creció más de 2 veces que el departamento todo (4.37% vs. 1.37%) Entre 1985-93 Neiva aumentó 3.61% su población y la del departamento 2.13%. Con base en los estimativos de población realizados por el DANE, para los años 2000 y 2015 la capital del Huila habrá crecido 44%, 84.5% más que el departamento. Además, las mismas cifras censales muestran que la población huilense joven pierde importancia demográfica, mientras que los grupos de mayor edad ganan importancia relativa. En efecto, la población menor de 10 años es la que reduce más fuertemente su participación en las pirámides
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Este texto es tomado del segundo informe elaborado por la Corporación Huila Futuro sobre la Encuesta de Competitividad, dirigido por el doctor Germán Palomo García, y publicado por la Gobernación del Departamento y la Cámara de Comercio en el año 2000. P. 31 a 61.
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poblacional construida para ese período intercensal, mientras que el grupo de 25 a 29 años exhibe la mayor tendencia a aumentar su participación en el Departamento. Los mayores de 40 años manifiestan una ligera tendencia al crecimiento de su participación porcentual. Este achicamiento de la pirámide poblacional y el consecuente aumento de importancia de la población mayor de 25 años, permite suponer que, en el nuevo siglo, el Huila tendrá una población mayoritaria entre los 15 y los 44 años, es decir, la que más requiere del apoyo del Estado en materia de educación y, consecuentemente, la que ejercerá una mayor presión por puestos de trabajo hacia el futuro. Si esta presión no es respondida satisfactoriamente, como hasta ahora no está ocurriendo como lo comprueban estadísticas recientes sobre el desempleo y la vagancia en las principales ciudades del país, en las que aparece Neiva con un poco menos de 25.000 jóvenes en los rangos de edad de 12-17 años y 18-25 años vagando por la ciudad, (a nivel departamental, 90.000 jóvenes de los mismos rangos de edad vagan sin opción ninguna193), crecerá la informalidad.
B. LA MOVILIDAD GEOGRAFICA Pese a que la urbanización se considera como un factor importante en el proceso de generación de desarrollo, las estructurales dificultades para atenderlo eficientemente han generado problemas de marginalidad, desempleo urbano y déficit de vivienda. La tasa de urbanización en el departamento ha venido aumentando, particularmente en las Ciudades de Neiva, Garzón, Pitalito y La Plata en el período intercensal de 1.985-1.993. Sin embargo, hacia 1.996 esta tasa comienza a ceder para crecer nuevamente en los dos últimos años a raíz de la conflictiva situación de orden público en la región Surcolombiana que sigue “exportando” desplazados especialmente a Neiva y Pitalito, los centros urbanos más importantes cercanos de la zona de conflicto. El problema de la movilidad, sin embargo, es intradepartamental pues apenas el 16.2% de la población del Huila proviene de otras regiones, de acuerdo a registros del DANE. De otra parte, en el año de 1.993, los Huilenses que emigraron a otras regiones fueron 205.067 personas mientras los Colombianos que ingresaron al Huila se calcularon en 121.896 personas, es decir, el departamento es expulsor neto de mano de obra (saldo migratorio negativo de 73.171 ciudadanos). Por esta movilidad, el 22% de la PEA Departamental corresponde a personas nacidas en otras regiones, siendo las Ciudades de Bogotá (5.1%), Tolima (3.8%) y Caquetá (3.6%) las que más contribuyen con las migraciones. En los últimos dos años la presencia “paisa” ha aumentado lo cual se podrá cuantificar en los próximos registros censales por lo que no es posible registrar en cifras su influencia actual en la movilidad poblacional.
C. EL MERCADO DEL TRABAJO
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En el periodo descrito, la población total del Departamento del Huila se incrementó en 110.257 personas. Este incremento se expresa en un aumento progresivo de la población en edad de trabajar (PET) ya que pasó del 66.9%, en 1985 al 68.3% en 1993. De otra parte, la Población Económicamente Activa (PEA) disminuyó de un 53% en 1985 al 48.8%, en 1993, lo cual confirma la no existencia de una correlación entre la población en edad de trabajar y la PEA, es decir, se ha presentado un aumento en el número de desocupados, particularmente en el área urbana. Tal situación se expresa en lo ocurrido con la tasa de desempleo la cual pasó del 2.8% en 1985, al 4.3% en 1993 y a un 7.4% en 1996. Hoy se habla de un 24%, cifra que no compartimos y que estimamos en 17% con base en el porcentaje de participación de la PEA en la Población Total (35%).
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Centro Nacional de Consultoría. Datos suministrados al Director del Estudio de Competitividad.
En todo caso, este comportamiento sugiere la existencia de una incapacidad del mercado regional para asimilar el crecimiento vegetativo de la población de edad de trabajar y la escasa capacidad de respuesta a cambios bruscos en su composición como es lo que está ocurriendo en este momento con los nuevos desocupados del sector rural que han sido expulsados de su actividad agraria en razón del proceso de apertura económica y la ya comentada agudización del conflicto armado. Esto, por sí mismo, constituye otro de los factores como se explica enseguida.
D. LA INSUFICIENTE EVOLUCION DEL EMPLEO (DEBIL ESTRUCTURA EMPRESARIAL) El censo de 1.993 registró un total de 241.765 personas ocupadas en el Huila. Posteriormente, la Encuesta Nacional de Hogares de 1996 reportó un total de 312.448 personas ocupadas, equivalente a un crecimiento del 29.2%, es decir, se generaron 70.683 nuevos empleos. El sector agropecuario ocupó el primer lugar en la generación de empleo al producir 38.225 nuevos puestos de trabajo, seguido de los sectores Comercio y Servicios con 20.211 empleos y el sector industrial contribuyó con 12.247. No obstante las cifras alentadoras, el aumento de la ocupación fue estimulado por la necesidad de trabajo de más miembros de las familias para ayudar a satisfacer las necesidades básicas antes que por el crecimiento de la actividad productiva a niveles significativos. Ello se explica por el aumento en el empleo rural que representó más del 50% de los nuevos empleos y el incremento en los sectores tradicionales del Comercio y Servicios con 20.211. Entre los dos conforman el 82.7% del empleo incremental, en gran medida estacional e informal. Con la Ley Páez, sobre la cual se ocupó el segundo documento de competitividad publicado en el primer libro, se esperaba mejorar la estructura productiva del Huila y por ende el empleo, lo que, desafortunadamente, no se ha logrado hasta ahora.
OTROS FACTORES QUE CONTRIBUYEN A LA INFORMALIDAD Las razones de la informalidad no se explican únicamente a partir del creciente desempleo que acusa el país, ni de la inseguridad rural que expulsa a campesinos y colonos de los campos. La baja capacidad de enrolamiento escolar a nivel rural, así como también la baja calidad de la educación impartida, impiden una mayor permanencia de los jóvenes en el sistema educativo obligándolos a buscar nuevas alternativas de supervivencia, las que ordinariamente se reducen al rebusque en las cabeceras municipales o en la capital del departamento, incrementándose de esta manera el subempleo y la informalidad.
FENOMENOS SOCIOECONOMICOS PROPIOS Sin desconocer el papel que los anteriores factores han jugado en la conformación de las actividades informales en el Huila, en los últimos dos años Neiva ha sufrido dos fenómenos socioeconómicos de gran impacto en la actividad productiva, en el entorno urbano y en la estructura social: La clausura del Pasaje Camacho y el traslado de la Galería Central. Los dos casi han circunscrito el problema de la informalidad en Neiva y el Huila a las ventas ambulantes, siendo estas apenas una de sus manifestaciones. La Administración Plazas Alcid, conocida también como Plazas-Penagos, adelantó como macro proyectos la construcción del Centro Comercial Los Comuneros, un gigantesco Almacén construido con una inversión de 30.000 millones de pesos para albergar a los antiguos inquilinos del Pasaje Camacho, un tradicional sitio de la ciudad en pleno centro, y el traslado de la Galería Central a los extramuros de la Ciudad derrumbando violentamente un muro que la separaba del desarrollo urbano. Las consecuencias inmediatas de los dos colosales esfuerzos de reordenamiento urbano y
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formalización de la actividad comercial en pequeña escala se han traducido en conflicto social y en una literal invasión del espacio público por verdaderas hordas de ambulantes que se mueven entre la tradición y sus propios intereses para mantenerse en el centro de la ciudad y desconocer al Centro Comercial Popular Los Comuneros como sede natural para sus negocios, atizados por un deficiente manejo administrativo y financiero de los dos proyectos y una desidia de la actual administración municipal de la ciudad por resolver ambos problemas.
EL CENTRO COMERCIAL LOS COMUNEROS En el primer caso, la Sociedad creada para construir, vender y administrar el Centro Comercial Los Comuneros, con participación accionaria minoritaria del Municipio de Neiva (17% del Capital) desestimó la realidad económica de los inquilinos del Pasaje Camacho y diseñó un complejo comercial para formales, informales, el propio gobierno municipal y potenciales inversionistas en Finca Raíz concediendo un menor espacio a los informales para garantizar el éxito económico del proyecto inmobiliario. Así, es normal encontrar locales comerciales a precios de mercado sin ninguna posibilidad de acceso por aquellos a los que se dirigía su construcción, es decir, a los informales. Los locales que están desocupados y no vendidos (porque hay desocupados pero vendidos) son precisamente los más costosos. A Octubre de 1999 faltaban por vender 186 locales por un valor estimado de 5.888.7 millones de pesos y estaban pendientes dineros por recaudar de locales ya vendidos pero sin escrituración por aprox. 7.776.5 millones de pesos, 32% de los ingresos proyectados totales. Según un informe de “locales sin vender” de Julio 27 de 1.999, del gerente de la sociedad promotora, el precio del metro cuadrado fluctuaba entre $1.355.200 y $1.819.129. El Local más barato tenía un precio (a la misma fecha) de $7.276.516, valor muy distante de las posibilidades de quienes supuestamente serían trasladados al Centro Comercial los Comuneros. Además, el diseño del Complejo no contempló un contador de energía para cada local por lo que se ha generado una gran dificultad en los costos de administración que ya obligaron al Municipio de Neiva a actuar, por fortuna con cargo a algunos valores de la sociedad con RExcavaciones, constructora del inmueble. De otra parte, el proyecto no ha tenido éxito en retener a muchos de los inversionistas iniciales ni atraído nuevos inversionistas con capacidad para asumir obligaciones de la magnitud prevista por la empresa. En otras palabras, no ha encontrado respuesta en los niveles de compra a los que dirigió mayoritariamente la construcción. Para completar el complejo panorama de Los Comuneros, el 13 de Octubre de 1999 se vencieron créditos por 7.057 millones. Ya se han cancelado más de 5.000 millones de pesos en intereses y capital con lo que el crédito habrá exigido más de 12.750 millones de pesos sin incluir los otros intereses de mora por el incumplimiento en el pago de lo adeudado. La incapacidad administrativa, la poca creatividad para ofrecer alternativas de solución y el desinterés de la actual administración por los proyectos de su antecesor han contribuido a los resultados actuales.
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En conclusión, un proyecto bien intencionado orientado a la solución de las ventas ambulantes como la mayor expresión de informalidad y la limitación más significativa para fortalecer la actividad económica, no se ha convertido en la solución de un problema que cada día adquiere mayores connotaciones hasta el punto de que el micro centro de la ciudad es un “bazar persa”, a tono con el proceso de deterioro del entorno urbanístico a niveles nunca conocidos.
MERCANEIVA VS. LA GALERIA CENTRAL El segundo macro proyecto, la construcción de Mercaneiva y el consecuente traslado de los inquilinos de la vieja galería, ha contribuido en mayor medida al crecimiento de la informalidad. Mercaneiva, la nueva central minorista de mercado popular, rompió abruptamente la costumbre del Neivano de adquirir sus productos en la vieja galería en pleno centro de la ciudad. El 31 de Diciembre de 1997 una carga explosiva acabó con casi 40 años de historia pero la costumbre
de “hacer mercado” en el centro de Neiva se niega a morir. La certeza de que la Administración Escandón no continuaría con el proyecto de traslado de la Galería Central al nuevo sitio de MERCANEIVA movió a la Administración que la precedió a acelerar el proceso sin que la construcción estuviera concluida como tampoco las obras complementarias como la Avenida a Surabastos. Por el contrario, las especificaciones de la obra distan en muchos aspectos enormemente de los parámetros de calidad de obras similares y los primeros mercaderes han suspendido sus trámites de subrogación de las obligaciones por la adquisición de los locales y MERCANEIVA es hoy un verdadero “antro” maloliente y moribundo como centro de mercadeo minorista. Desde el punto de vista financiero, como lo califican algunos Concejales, de la ciudad, es una “bomba de tiempo” que puede estallar en cualquier momento y significar una quiebra sustancial de las finanzas del municipio de Neiva. Las tres actividades involucradas en el proyecto: La venta de los locales que aún no se adquieren, la terminación de la Obra y la administración del lugar como un verdadero centro comercial, han sido hasta el momento un fiasco. La Avenida a Surabastos sigue paralizada y su horizonte de terminación se ve distante. Con semejante panorama, quienes creyeron en el proyecto han desistido y regresado al centro, a los alrededores de la vieja e inexistente Galería Central, para expender sus artículos en andenes, en “zorras” y de cuantas maneras sea posible. Como resultado, la invasión del espacio público y el caos urbano han reconstruido, aunque no físicamente, el muro que representaba la Galería Central y la ciudad volvió a “partirse en dos”. Estos dos fenómenos de nuestra propia cosecha, han recibido “un gran apoyo” de la crisis económica que en los dos últimos años se ha intensificado y afectado todas las actividades productivas con mayor fuerza en regiones con débil estructura empresarial como el Huila estimulando la informalidad y confundiéndose con sus causas naturales.
CARACTERIZACION DE LA INFORMALIDAD EN EL HUILA La actividad económica que adelantan estos segmentos de población se caracteriza por su baja conectividad con el mercado nacional y mundial, no contribución al erario público (no pagan impuestos como el de industria y comercio) y generalmente, carecen en su mayoría de registros contables, a la vez que atienden sus negocios con mano de obra familiar y ubican su actividad comercial en la vivienda o en las centros comerciales, ya sea como vendedores ambulatorios o estacionarios. Los negocios que adelantan son financiados con recursos del agio ya que su alto nivel de informalidad no les permite tener acceso al crédito institucional. Como conglomerado social, carecen de organizaciones gremiales influyentes que le permita resolver sus problemas de vivienda y salubridad. En otras palabras, estas características son el reflejo del país, pues coinciden con las expresadas a nivel nacional, tal como se anotó en la caracterización de la informalidad en Colombia. Presentan además baja calidad de vida. La escasa vinculación a la seguridad social y los reducidos ingresos expone a los informales a vivir por debajo de la línea de supervivencia. A pesar de los avances del Depto. del Huila y su capital, Neiva, según el indicador NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas), en 1993, 40.4% de la población del departamento y el 26.2% de la Neivana viven por debajo de la línea de supervivencia. La mayoría de esta está vinculada a la informalidad. 20 años atrás las cifras eran 75.3% y 61.6% respectivamente. Su contribución al deterioro urbano de las ciudades, especialmente de la ciudad de Neiva, es una realidad. La razón es que la “economía de bazar” o al “descubierto” es una alternativa laboral precaria, la más fácil, puesto que se realiza con poca capital- en algunos casos- y sin calificación alguna. La proliferación de ventas callejeras suscita opiniones encontradas por parte del comercio
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formal por lo general ubicado en la zona central y de los responsables de la planificación de las Ciudades, no solo porque el desorden ayuda al empobrecimiento del entorno urbanístico, sino porque en las zonas donde prolifera crece la delincuencia en detrimento del transeúnte. Una realidad “invisible” es que la extensión del comercio callejero y el deterioro progresivo del comercio formal, ponen de presente la existencia de una lucha social por el control del espacio comercial en donde juegan los intereses de segmentos de población marginados con los de los propietarios de inmuebles y negocios formales y los propios de la ciudad representados por la administración municipal. Una de las consecuencias a largo plazo de esta disputa es la tendencia del comercio organizado – por lo menos de los nuevos negocios –a colonizar zonas periféricas para la actividad comercial con el propósito de mantener alejada la informalidad. Tal es el caso de lo sucedido en Neiva con la emigración de comerciantes a espacios físicos nuevos como el Quirinal, el Altico y las Granjas en donde se han asentado negocios competitivos en términos locales. Este proceso se ha fortalecido con la llegada de los nuevos Supermercados con amplias zonas de parqueo y otros servicios y negocios a manera de centros comerciales que alientan, al mismo tiempo, el cambio de actividad residencial a comercial, como está ocurriendo en el sector de las Granjas, tradicional barrio de la capital huilense, especialmente en los alrededores del almacén Óptimo. Esto contribuye a la aceleración del proceso de deterioro del centro que en el caso de Neiva, cuya actividad económica aún se realiza mayoritariamente en esta zona, produce un efecto negativo para el turismo y para los propios habitantes además de una reducción de los precios inmobiliarios asociados al centro de la ciudad. Los anteriores factores o fuerzas mantienen a la economía regional con altos niveles de informalidad. Es decir, la propia estructura productiva, por su incapacidad y baja competitividad, alienta el desarrollo de actividades informales que genera un efecto “boomerang” que termina golpeando a la producción formal manteniéndola en los mismos niveles y ocasionando menor calidad de vida a toda la población.
DIMENSION DE LA INFORMALIDAD EN EL HUILA
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De acuerdo con la estructura productiva del departamento del Huila, según la composición del PIB para 1996 y la constitución y/o reforma de empresas a partir de la vigencia de la Ley Páez (ver libro 1 de la serie COMPETITIVIDAD) la economía local no cambiará significativamente. Esto, en términos de empleo quiere decir que se mantendrán las características señaladas en 1.996 por la Encuesta Nacional de Hogares para el Huila según la cual el 66.6% de los ocupados ganaba menos de dos salarios mínimos mensuales legales Vigentes, 51.6% estaba ocupado como jornalero, empleado doméstico, trabajador familiar sin remuneración o era trabajador independiente; 38.5% era Obrero o empleado del sector privado o público y el 10% era patrono o empleador. Según el DANE, en ese mismo año se encontraba en condición de subempleo el 30.7% de los jornaleros obreros o empleados, 26.6% de los trabajadores independientes, 40.7% de los empleados domésticos, 7.2% de los patronos o empleadores y 14.5% de los trabajadores familiares sin remuneración. Por sectores económicos, el 45.6%, del empleo en la minería era informal al tiempo que en la construcción esta condición alcanzaba 41.8%, en el comercio 28.5%, en Servicios 39.9%, el transporte 20.8% y el 16% en el sector agropecuario. El índice total de subempleo en el Huila en 1.996 era 24.2%, según la misma fuente, DANE. Otro punto de vista sobre la dimensión del problema de la informalidad en nuestro departamento (pues no es posible acudir a un solo criterio para calcularlas se acude a varias fuentes como la cobertura de la protección laboral, las prestaciones legales y la estabilidad del trabajo, entre otros) es el introducido por el Estudio del Mercado Regional del Trabajo, EMTR, del Huila (Universidad Surcolombiana y Ministerio del Trabajo 1997), el cual estableció la informalidad urbana del Huila descontando de la Población Económicamente Activa (PEA) el número de afiliados a la
seguridad social. Con esta fórmula y con datos de 1993 el grado de informalidad se fijó en 77.1 %, que resulta de descontar 34.671 afiliados al ISS y otras EPS a la PEA urbana, que para el caso estudiado es de 151.710 personas. En el caso de Neiva, con la misma metodología el cálculo de la informalidad para ese año fue del 68.6%, cifra que se ha incrementado. En efecto, una visión de conjunto nos permite inferir que de 1.020 empresas matriculadas y renovadas en La Cámara de Comercio de Neiva en el año de 1.990, el 97% eran microempresas (empresas de hogares con activos de hasta 120 millones de pesos), con tan solo 3.385 millones de pesos en activos totales, 15% del total de los activos inscritos por las empresas del Huila en ese período. Para el año de 1.998, las microempresas matriculadas y renovadas fueron 3.079, 98.4% del total, con activos por 10.400 millones equivalentes al 23%. Esto quiere decir que la informalidad creció, en términos nominales en cuanto a activos, en un 237%. Tales empresas se han ubicado, preferencialmente, en las Ciudades de Neiva (63.4%), Pitalito (11.4%), Garzón (0.7%) y la Plata (0.3%), debido a que en ellas se asienta el Comercio al por mayor y al detal, siendo esta la actividad económica predominante en la estructura productiva del Huila. (en 1.990 el comercio abarcó el 57.6% del total de empresas constituidas y en 1.998 su participación fue del 53%). En suma, la informalidad en el Huila supera el 66% y, por los últimos hechos económicos con amplia repercución social, puede bordear el 75%. Este porcentaje es superior en aprox. 20 puntos porcentuales a las cifras de América Latina ya señaladas anteriormente (55.7% en 1994) y ayudan muy poco a la creación de empleo productivo. Productividad y Competitividad van de la mano. Si no se concibe una directa relación entre estas variables será muy difícil encontrar niveles competitivos que permitan ofrecer mejores condiciones de vida. Seguiremos manejando grandes niveles de subempleo y una débil estructura empresarial representada por una elevada proporción de personas ocupadas en microempresas que son importantes en términos de empleo pero limitantes para alcanzar desempeños competitivos.
LA ENCUESTA SOBRE LA INFORMALIDAD EN EL DEPTO. DEL HUILA. LA PERCEPCION DE SUS PROTAGONISTAS DIRECTOS E INDIRECTOS Para avalar la situación de la informalidad en el departamento, el grupo investigador se acercó a la fuente primaria de información mediante un instrumento de encuesta aplicado a 150 personas vinculadas directa o indirectamente con el sector informal. 100 de estas fueron abordadas presencialmente y 50 vía telefónica. Objetivo de la Encuesta La encuesta se orientó también a la confirmación de las condiciones sociales de los informales, su ambiente de trabajo y su actitud frente a lo que hacen. Además, y específicamente con las entidades e instituciones del sector formal, se indagó su pensamiento sobre estrategias posibles para atender el nivel creciente de informalidad y sus efectos sobre la economía regional. Al cliente se le interrogo sobre los estándares de consumo y su calificación de la oferta informal en cuanto satisfactor de dichos patrones. Finalmente, medimos el grado de aceptación de los vendedores ambulantes en la comunidad (Ver formularios anexos). Composición de la Muestra Las 150 personas representativas del sector informal y sus vinculados (directos e indirectos) se conformó con las siguientes representaciones:
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CONCEPTO No.
No.
%
Vendedores estacionarios
35
23
Vendedores Ambulantes
35
23
Clientes de la informalidad
10
Integrantes Sector Formal
15
Gremios e instituciones públicas
5
Comunidad en General
50*
TOTAL
150
7 10 3 34 100
*La comunidad fue consultada con base en una muestra aleatoria, vía telefónica.
Como vendedores ambulantes se identificó a aquellas personas dedicadas al comercio al por menor de artículos de consumo masivo (ropa, calzado, alimentos, etc.) en las vías públicas, sin ningún tipo de infraestructura. Como estacionarios se calificaron aquellas personas que ejercen una actividad económica (Comercio, manufactura o servicios) en un puesto fijo con algún tipo de infraestructura y cierta permisividad de las autoridades. Se incluyen en esta categorización, las tiendas de barrio, elbas, los detallistas de plazas de mercado y los negocios que operan en las viviendas o en locales. El cliente es aquel consumidor de productos o servicios de la informalidad que regularmente acude a tal oferta para satisfacer sus necesidades (cuadro 22).
PRINCIPALES RESULTADOS A. Características propias de su actividad A.1. Procedencia
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La informalidad es un problema mayoritariamente creado por Huilenses en una clara “copia” del fenómeno nacional. Solo en los últimos años hemos presenciado la llegada de recienvenidos” de otros lugares, del país que ya representan la cuarta parte de los vendedores ambulantes y/o estacionarios, lo cual puede advertir que es probable un desplazamiento de los informales nativos por los foráneos, perspectiva que puede generar un aumento de las dificultades. 54% de los informales es oriundo de Neiva mientras el 21% procede de otros municipios del departamento y el 25% de otras regiones del país. Estas cifras para los vendedores estacionarios son 60%, 14% y 26% respectivamente, lo cual indica el ejercicio de una actividad tradicional, de muchos años y no una de última hora. En los vendedores ambulantes, 46% de estos son Neivanos, 28% Huilenses de otros municipios y un 23% foráneos. Contrastando estas cifras con el tiempo de residencia (57% de los estacionarios tiene más de 20 años de residencia en la ciudad de Neiva, 36% entre 10 y 20 años y apenas 7% menos de 10 años) se comprueba que los informales con un negocio estacionario aun no reciben un impacto directo de los últimos factores que promueven la informalidad como la violencia reciente que ha
generado desplazados y las elevadas tasas de desempleo. Demuestran, sin duda, la aceptación de su modalidad de trabajo y la incapacidad de la actividad económica por insertarlos en la corriente normal de la estructura productiva. Es probable que muchos de ellos hayan sido producto de procesos similares, de desplazamiento del campo a la ciudad pero no correspondía a los propósitos de la encuesta. En los ambulantes, en cambio, sí se observa un impacto claro de los últimos acontecimientos. En efecto, 34% de ellos tiene menos de 10 años de residencia en Neiva y 38% reside entre 10 y 20 años. Apenas 28%, lleva más de 20 años en la ciudad (Ver cuadros 23 y 24).
A.2. Años de vinculación a la actividad informal y dedicación anterior. Aunque la mayoría supera los 10 años de dedicación a la economía informal y el 22% la ha desarrollado por más de 5 años, es significativo que los “nuevos”, es decir, los que tienen menos de cinco años en la informalidad, ya representen el 25%, la cuarta parte de los trabajadores informales. Esta cifra confirma, además, que la informalidad se ha convertido en una práctica permanente, no estacional, y en una forma de subsistencia estructural contribuyendo a la conformación de una plataforma productiva regional precaria, como ya se anotó (cuadro 25). En cuanto a la dedicación anterior, los que realizaban labores de hogar y estudiantes se han incorporado a la informalidad y hoy tienen el 12% y el 17% del total. En los vendedores ambulantes estas cifras son inferiores (11 % y 14%) a las de los estacionarios (14% y 20%). La característica principal en cuanto a que la mayoría era, antes de dedicarse a las actividades informales, empleado, se mantiene pues 51% del total estaba vinculado a alguna nómina (Cuadro 26). Complementando estos datos, el 74% de los vendedores ambulantes argumenta el desempleo como la causa de su ingreso a la informalidad. Los estacionarios hacen lo mismo en un 60%. En total 67% considera que el desempleo los ha lanzado a la informalidad en tanto que el 20% lo ha hecho por tradición familiar y un 13% por vocación que prácticamente se confunde con la tradición (Cuadro 27).
A.3.
Grado de dependencia económica de la actividad informal
83% de los trabajadores informales no realiza ninguna otra actividad, especialmente los estacionarios que en un 89% se dedican exclusivamente a su negocio informal. El restante 17% (11% en los estacionarios) no depende exclusivamente de sus labores informales. Este dato se considera normal y puede corresponder a quienes han llegado recientemente a la informalidad y aún no se dedican totalmente a ella (Cuadro 28).
A.4.
Generación de Ingresos
Una gran contradicción se presenta entre la realidad de los informales, manifiesta de diferentes maneras y con diferentes cifras, y la respuesta dada sobre los ingresos percibidos a través de sus prácticas informales. Exactamente los mismos porcentajes anteriores, es decir, los que no realizan ninguna otra actividad, consideran suficientes tales ingresos. Si esto es cierto, la destinación de los recursos generados por sus “negocios” tienen una destinación diferente a la satisfacción de sus necesidades básicas, las que esperan sean resueltas por el Estado. Si no es así, la satisfacción tendría el carácter de “mejor algo que nada”, comparando lo percibido con las expectativas reales de empleo. En cualquier caso, las cifras sobre promedio general de ingresos, según las cuales la mayoría está por debajo de los dos salarios mínimos legales mensuales vigentes, son dicientes de la verdadera capacidad de satisfacción de las necesidades básicas de los informales. De alguna manera, también, esta respuesta aflora una dependencia de la acción del gobierno para
215
la satisfacción de sus requerimientos primarios independiente de la posibilidad de pagar por estos servicios (Cuadro 29).
A.5.
Aprovisionamiento de las M/cias para la venta y condiciones de negociación
80% de los informales se abastece de intermediarios locales (83% los ambulantes y 77% los estacionarios). La relación productor- sector informal es muy baja: 5%. Esta situación es indicadora de un cambio importante en los sistemas de comercialización pues tradicionalmente las fuentes de abastecimiento eran Cúcuta, B/manga, San Andrés y los Sanandresitos, reflejo también de la pérdida de importancia de estos centros después de la apertura económica y el desplome de la economía venezolana y una preocupante relación entre la formalidad y la informalidad en cuanto la última se está convirtiendo en canal de comercialización de la primera. De otra parte, este sistema de aprovisionamiento genera menores ingresos para los informales ya que el intermediario local puede ser un tercero o, quizás, un cuarto en la cadena de comercialización con muy poco margen de maniobra para facilitar ingresos compensatorios para los trabajadores informales (Cuadro 30). Esta nueva relación ha dado entrada a otras formas de negociación que han facilitado la informalidad fortaleciendo su papel de canal de comercialización de la economía formal por la dependencia económica que se ha creado. En efecto, 64% de la mercancía transarla por la informalidad se financia por los proveedores (72% en los estacionarios y 57% en los ambulantes). Este terreno ganado por los suministradores lo ha perdido el agiotista, ya por que este no corre los mayores riesgos generados por la crisis económica o porque el proveedor ha resuelto competir con el prestamista ya que le resulta más favorable comprometer al informal vía crédito directo o, lo que sería peor, por la presencia de dineros de dudosa procedencia que ingresan a la informalidad para la denominada “operación lavado” (Cuadros 31 y 32).
B. Condiciones socioeconómicas B.1. Calidad de la Vivienda Como ya se observó a nivel nacional, la mayoría de los vinculados a actividades informales reside en zonas subnormales, especialmente los vendedores ambulantes que en un 80% habitan en tales zonas frente a un 66% de los estacionarios. La baja calidad de la vivienda es generalizada a pesar de que los estacionarios, en teoría, tienen condiciones mejores lo cual no es tan contundente por la escasa diferencia entre las cifras porcentuales. En cuanto a la propiedad de la vivienda, 60% de los informales son propietarios, gracias a la mayor contribución de los vendedores estacionarlos, (74% lo son) al tiempo que los ambulantes, en un 46% son dueños de su vivienda. (Cuadros 33 y 34).
216
B.2.
Nivel Educativo
3% de los trabajadores informales son analfabetas y el 46% ha concluido la primaria. Una cifra similar ha realizado algún año de secundaria en tanto que el 5% declara haber cursado algún año de universidad. Vale mencionar que la educación superior se presenta mayoritariamente entre los vendedores estacionarios, lo que confirma la ausencia de conectividad entre lo que se enseña y la realidad del país y las menores oportunidades de empleo para los, más capacitados. La exclusiva orientación de la secundaria y la misma academia superior hacia la empleomanía, sin ninguna especialización, hace que se piense primero en actividades económicas que no requieren mayores destrezas y confirma que nuestro sistema educativo es uno de los factores que alimentan la informalidad (Cuadro 35).
B.3. Cobertura en Salud y régimen pensional De acuerdo con el cuadro 36 del anexo, el 50% de los vinculados a la informalidad están amparados por el SISBEN al tiempo que el 27% lo está por las EPS´s. El restante 23% no está cubierto por ningún sub-sistema de salud. A esta aparente aceptable cobertura contribuyen los informales estacionarios que en un 49% están afiliados a una EPS y tan solo el 37% está cobijado por el SISBEN, con un 14% de desprotección. Los vendedores ambulantes, en cambio, en un 63% tienen protección SISBEN, confirmando las precarias condiciones de su actividad informal. Con estas cifras es fácil concluir en que carecen completamente de protección futura. En efecto, la totalidad de los ambulantes no está incorporada al régimen de pensiones y cesantías ni está amparada por riesgos profesionales. Los estacionarios lo están en apenas 11%. En total, el 95% no puede disfrutar su vejez porque sencillamente no tendrá ningún respaldo cuando las naturales limitaciones que impone la edad o un infortunio le impidan desempeñarse productivamente y, como se verá más adelante, sus hijos o familiares tampoco habrán podido mejorar sus propias posibilidades para ofrecer el apoyo que el Estado, ni su propio trabajo, le han garantizado (cuadro 37).
C. Percepción directa de la problemática informal C.I. Principales problemas de los Ambulantes De acuerdo con los encuestados, las relaciones con el Estado es su principal escollo (Cuadro 38). Las diarias persecuciones de la policía para desalojar el espacio público invadido les genera incertidumbre. Este problema nace de su propia condición, de informales. La totalidad de los ambulantes, está por fuera de normas que regulan el ejercicio del comercio. No pagan impuestos, ni cumplen con ninguno de los requerimientos formales (Cuadro 39). Los riesgos propios de la calle y la escasa capacitación recibida son las otras dificultades expuestas.
C.2.
Principales problemas de los Estacionarios
Para los Estacionarios, en cambio, su principal dificultad radica en el deficiente mercadeo que realizan (40% argumenta esta falencia como su mayor problema), La falta de apoyo del Gobierno (no para formalizarse sino para mantenerse en la informalidad) típica expresión de nuestro paternalismo, y los altos costos de operación a pesar de que apenas en un 51% atienden sus obligaciones con el Estado son los otros obstáculos señalados. Las bajas ventas, con seguridad producto del mercadeo ineficaz y la recesión económica, es otro de los escollos, padecidos con igual incidencia que los altos costos (Cuadro 40).
C.3.
Grado de satisfacción con su actividad y condiciones de trabajo
A pesar de las dificultades señaladas por los consultados, todos, ambulantes y estacionarios, se muestran conformes con lo que hacen y como viven. Es más apropiado hablar de conformidad antes que de satisfacción por cuanto la realidad que manejan no les ofrece opciones distintas ya por imposibilidad de nuevas fuentes de trabajo o por su formación educativa que no les permite acceder a otras posibilidades (Cuadro 41). Esta aparente satisfacción y la afirmación hecha se confirman cuando al indagar sobre su decisión frente a una hipotética posibilidad de empleo, el 60% de los ambulantes y el 52% de los estacionarios lo aceptaría. En total, un 44% se mantendría en la informalidad (Cuadro 42).
C.4.
Su visión de futuro
La dura realidad, no obstante su predisposición a ingresar al empleo estructural, los hace visualizar su futuro en lo mismo. 93% se ve realizando las mismas actividades dentro de la informalidad
217
(97% ambulantes y 89% estacionarios). Es más, un 51% de los ambulantes quisiera ampliar su negocio, 34% desearía ubicarlo mejor. De los estacionarios, 83% aspira a ampliar su actividad (Cuadros 43 y 44). Esta visión de futuro se ve fortalecida por la convicción del 95%, de los informales de no estar afectando a nadie ni a nada con su actividad. Por el contrario, se sienten prestando un servicio a la comunidad y resolviendo por sus propios medios un problema social del país (cuadro 45). Este inexistente sentimiento de responsabilidad descarga toda la acción para resolver el problema en el Estado, o en el sector formal. Sencillamente, para los informales la informalidad no es problema. La respuesta, además, es abiertamente contraria a las opiniones de los representantes de los vendedores ambulantes quienes son conscientes de la invasión del espacio público y desean que la administración municipal les defina un sitio (Concha Acústica, por ejemplo) para centralizar sus operaciones y eliminar la diaria presión policial, y a la respuesta sobre la solución a los problemas por ellos señalados. 89% de los ambulantes encuestador se identifica con el otorgamiento de un sitio específico y permanente (esta opción la denominan “reubicación adecuada”) y apenas 11% piensa que la solución está en concederles licencia para vender en la calle (Cuadro 46). También la mayoría de los informales (83% Ambulantes y 63% de los estacionarios) menciona que su propia condición es un lastre para su formalización. Citan además, los altos costos y la exagerada tramitología como otras de las dificultades para modificar su “modus operandi”. Sorprende, sin embargo, el que apenas 3% ele los ambulantes y 11 % de los estacionarios mencionen a esta última, cuando la misma autoridad encuentra exagerado el que un negocio formal deba cumplir con tanto requerimiento a nivel nacional, departamental y local pero poco hace para disminuirla. En una reciente conferencia auspiciada por ACOPI, seccional Huila, se le escuchó a un Viceministro de Desarrollo mencionar la posibilidad de establecer un Registro único para Microempresarios con el fin de facilitar la formalización de muchos negocios informales. Este planteamiento, no obstante, fue citado solamente como un componente de un plan de política industrial que se presentará en Junio próximo. Este bajísimo porcentaje es indicativo de que la informalidad desconoce (y no le interesa conocerlos) los trámites legales para la formalización de sus actividades (cuadro 47).
D.
El punto de vista de las Instituciones Públicas y los Gremios
Con el planteamiento de los informales sobre su propia realidad, resultaba necesario auscultar el pensamiento de los sectores público y privado con respecto a la actividad informal. Esta, según los representantes de la estructura formal, nace de cuatro causales:
218
• Desempleo y violencia (mencionadas por todos los encuestados). • Baja preparación laboral (20%). • Falta de decisión política para evitar y/o solucionar el problema (20% de los representantes de las instituciones y 7% los gremios). • Existe mercado. “La comunidad les compra” (20% Institucional, 13% Gremios). Aunque implícita en la primera causal (desempleo), no hay una respuesta que relacione claramente la débil estructura empresarial y, por supuesto, los bajos niveles de producción y productividad como una causal de la informalidad y, menos, como la más importante. Preocupa este punto de vista por cuanto de la manera como se visualice el problema se podrá optar por una solución real. La expresión: “La comunidad les compra” resulta muy facilista para explicar un problema de gran repercusión social y de efectos enormes en los resultados económicos regionales y del país como un todo frente a los competidores a escala mundial (ver factores negativos de la informalidad, pág. 12)
Por lo anterior, no sorprende que al solicitarles alternativas para solucionar la informalidad, todos hayan expresado en primer lugar la reubicación de los ambulantes. La generación de fuentes de empleo fue citada en segundo lugar por las instituciones (60% de respuestas) pero tan solo mencionada por los gremios (20%) que son precisamente los que deben promover el fortalecimiento de las posibilidades de empleo. La inversión social fue mencionada en tercer lugar (20% por las instituciones, 7% por los gremios). En todas las respuestas se observó ausencia de compromiso, el mismo que es necesario para atender la informalidad como uno de los grandes problemas para mejorar nuestra posición competitiva. La reubicación, como la inversión social apuntan a mejorar las condiciones de los informales pero no a reducir la informalidad a niveles manejables, es decir, a que no genere limitaciones tan negativas para la competitividad. La misma generalidad se detectó cuando se les pidió relacionar su contribución (la de los gremios y las instituciones públicas) a la solución de la informalidad. Las instituciones ven su papel: • • • • •
Devolviendo la credibilidad a la ciudadanía. Aportando recursos económicos. Concientizando a la población. Propiciando el crecimiento de las empresas. Prestando los servicios que les corresponde.
Por su parte los representantes del sector formal piensan que contribuyen: • Con charlas de concientización. • Entregando recursos para la vigilancia de las zonas comerciales para evitar las invasiones. • Aportando recursos económicos para apoyarla reubicación. Con estas apreciaciones será difícil concitar una acción efectiva para resolver los, aportes negativos de la informalidad. La capacitación y la formación empresarial están ausentes en una época en que, precisamente, estas variables pesan enormemente, aunque en el mediano y largo plazo, en la solución del problema.
E. El pensamiento del Consumidor (Cliente directo) de la informalidad Las amas de casa y los empleados caracterizan mayoritariamente a los consumidores que satisfacen sus necesidades en la informalidad. También se encuentran los desempleados y los que realizan actividades independientes desde el hogar (modistas, por ejemplo). En su totalidad pertenecen a estratos medio y bajo, los más expuestos a las crisis económicas como la actual por la menor capacidad de compra tradicional. Con este perfil, la percepción sobre la informalidad no puede ser diferente a la recogida en la encuesta. En efecto, para el 90% de los interrogados la calidad de los producto, es buena en tanto que para el 10% es regular (no mala). En cuanto a los precios, 60% cree que son económicos. El 40% compra a los informales por estar en la vía. Con esta respuesta, aparentemente favorecen la presencia de la informalidad en el espacio público (Cuadro 48). El 90% de los consumidores de la informalidad seguiría comprando si son reubicados los ambulantes y si los precios se mantienen. Lo harían, además de para su propio beneficio, para ayudarlos, por seguridad y para colaborar en la organización de los informales. Con esto son conscientes de las dificultades generadas por la informalidad en términos de espacio público pero no lo suficiente para entender sus efectos nocivos (Cuadro 49).
219
F. La opinión de la comunidad en general El comportamiento del consumidor de los informales se repite en buena parte de la comunidad. Quienes aceptan la existencia de los actuales niveles de informalidad lo hacen porque la situación económica y su secuela de desempleo especialmente, “empuja” a realizar actividades de subsistencia lo cual es preferible a las acciones delictivas. Esta realidad está, para los que se muestran de acuerdo, por encima de las necesidades de mejoramiento de la actividad productiva y de la competitividad, lo que confirma que frente a la informalidad el punto de vista es muy parcial y referido exclusivamente a su impacto en el empleo, o, desconociéndose los factores negativos señalados inicialmente. Se dirá, tal parece sugerirlo la opinión de todos, que “de dos males el menos malo”, aserto inaceptable por falso. La respuesta al desempleo no puede ser la informalidad porque sería condenar a los colombianos de niveles inferiores en la escala social (y últimamente a muchos de escalas superiores) a forjarse su propio futuro con menores expectativas. Los que no aceptan los actuales niveles de informalidad, no están de acuerdo con la invasión del espacio público, la generación de delincuencia y caos, su contribución al deterioro de la imagen de las ciudades y la competencia desigual y desestimulante con el sector formal.
CONCLUSIONES Tal como lo anotamos en los párrafos iniciales, la informalidad en el Huila es un reflejo de la del país. Las condiciones en que realizan sus actividades no han podido ser superadas por los resultados que obtienen y, por el contrario, se mantienen en la línea de pobreza con las dificultades propias de los estratos bajos de la población y sin posibilidades de acceder a una mejor condición de vida. Las cifras presentadas son suficientes para respaldar este aserto. La informalidad es, en la práctica, una actividad permanente, aunque un recurso de subsistencia. En algunas familias ya las realizan por tradición y su visión de futuro incluye ensanches y fortalecimiento de sus negocios dentro de las condiciones actuales. En estas condiciones, es claro que no se puede hablar de eliminar el sector informal pero sí de reducir su participación en la actividad productiva por sus efectos nocivos en la economía regional y, como consecuencia, en la calidad de vida de todos los habitantes. La elevada participación de la informalidad en la estructura económica departamental es generada por la incapacidad de la actividad empresarial formal para absorber mano de obra acrecentada por el proceso de transición entre los antiguos paradigmas y los nuevos, que ha llevado a la desburocratización y privatización de los entes públicos, y al reordenamiento de las actividades informales en Neiva. La mentalidad de los protagonistas de este último fenómeno, construida durante 35 años en el Pasaje Camacho y la galería central y la inacción e incapacidad de la Administración municipal para resolver el problema hacen pensar en que la disminución de la presión de las actividades informales sobre la economía local, está distante.
220
La vaguedad de las opiniones de los representantes de los gremios y las instituciones públicas sobre las soluciones reales para reducir los niveles de informalidad poco ayudan a su aplicación. En cuanto a la incapacidad empresarial para ampliar la oferta de empleo, suponíamos que con la Ley Páez se modificaría sustancialmente la estructura productiva del Huila, lo cual, lamentablemente, hasta el momento no ha ocurrido. En casi cinco años de vigencia de la Ley 218/95 apenas se han creado, por efecto directo de los beneficios establecidos en la norma, aproximadamente 3.000 empleos y en sectores tradicionales como Agricultura, Comercio, Servicios y Construcción con su característica de temporalidad, lo que quiere decir que la composición del PIB departamental no
ha variado significativamente y las exenciones tributarias no han sido suficientes para crear un sector económico fuerte y competitivo194. La presencia en Neiva de nuevas especialmente en el sector comercial, ha dado paso a un fenómeno de pauperización de las actividades económicas alentado, además, por la crisis lo que a su vez alienta la informalidad. El centro de Neiva, particularmente la zona de la antigua galería central aunque en la propia carrera quinta, otrora de categoría comercial, se ha llenado de almacenes de “baratijas” establecidos por comerciantes antioqueños genéricamente identificados como “paisas” con precios promedio que no superan los 3.000 pesos y que aparecen como una solución para los menguados bolsillos de los compradores. Ya está haciendo carrera la nueva, identidad de los negocios: Muestras físicas de los productos exhibidos en la puerta de los locales, en el techo y en las paredes exteriores. Los almacenes de opitas están copiando esta “innovación” con lo que contribuyen a exteriorizar una imagen de pobreza comercial que en nada aporta a la, culturización de los clientes. La experiencia de los exportadores colombianos de cueros se está repitiendo en Neiva. Como no pudieron competir con los Chinos por sus precios bajos ni alcanzar el nivel de calidad de los italianos terminaron saliendo del mercado y conformando un nicho informal y ocasional de exportaciones. Afortunadamente, se están dando cuenta de que lo único que les permitirá regresar a los niveles de exportación es producir con calidad. Esta realidad es abiertamente contraria al objetivo de lograr niveles superiores de competitividad y está fortaleciendo, de paso, una relación peligrosa entre la formalidad v la informalidad ya que desde esos locales se surte a los informales con lo cual se les facilita la manera de hacer dinero en medio del desempleo. La gran cantidad de productos baratos es, sin duda. Una fuente de oferta muy atractiva para los vendedores ambulantes y otros desempleados que sin contactar proveedores fuera de Neiva pueden “montar” su propio negocio. Al fin y al cabo, ellos (los propietarios de estos almacenes) son producto de la “cultura del rebusque” y saben administrar la informalidad. Pero, al mismo tiempo, se está fortaleciendo esta “cultura del rebusque” en contra de verdaderas acciones que lleven al manejo del problema a niveles aceptables. De acuerdo con el diamante competitivo de Poder, la competitividad se construye con clientes exigentes, que demanden productos con stándares internacionales. Es obvio que con altas tasas de informalidad como las existentes en la economía del Huila, no estamos haciendo clientes exigentes sino todo lo contrario: Apoyándonos en la crisis y en la incapacidad para competir con las grandes tiendas estamos aceptando productos de hala calidad y mirando a la informalidad con criterio lastimero en lugar de tomar “el toro por los cuernos- y ofrecer soluciones reales. Sin embargo, se está presentando en Neiva un fenómeno que resulta interesante por lo contradictorio pero de gran significación por su efecto directo en la formación de clientes exigentes. Con la llegada de los grandes supermercados (Optimo. Olímpica. Carulla) se están fijando nuevos patrones de compra. Los horarios extendidos (hasta las 10 p.m.) han enseñado a los Neivanos a aprovechar la noche y la excelente infraestructura físicas de las sedes y la amplísima oferta de bienes y servicios a iguales precios que en las ciudades importantes están haciendo que ya el cliente opita tenga una referencia muy alta respecto de lo que espera encontrar en in Centro Comercial. Pero el productor tradicional o el artesano y el mismo comerciante que aparentemente no pueden cumplir con estas nuevas exigencias, en lugar de utilizar otras estrategias (construir una cadena o una “asociación” con sus similares) reacciona “tumbando” precios, reduciendo costos fijos (Personal básicamente) y acogiéndose al nivel de menor exigencia, es decir, entra a hacer parte de la pauperización que mencionamos arriba, como una medida de supervivencia
194
Ver el documento Ley Páez y Competitividad para una ampliación de los efectos reales de la Ley 218/95 publicado por Departamento del Huila y Cámara de Comercio de Neiva.
221
que, de nuevo, fomenta la informalidad. Un claro ejemplo de este fenómeno lo constituyen los panaderos tradicionales. Las nuevas panadería; cuentan con equipos modernos e instalaciones excelentes con una inversión importante. Como aquellos no cuentan con el capital necesario para competir, han salido a las calles de Neiva directamente o a través de informales, a ofrecer el pan. En el mejor de los casos, se han quedado atendiendo los clientes del barrio. Los tradicionales almacenes por departamentos también son otra muestra de la pauperización. Si no han cerrado, se han integrado de alguna forma a la informalidad, y asumido su “nueva identidad” para hacerle frente a los hipermercados. Finalmente, las decisiones Administrativas ya comentadas deben entender estas realidades. Si el Centro Comercial Los Comuneros se desvió hacia un negocio estrictamente inmobiliario, la actual administración tiene la oportunidad de corregir su rumbo. Mercaneiva no da espera y su terminación debe darse prontamente. Ambos tienen que ser parte de la solución. Aún subsisten muchos problemas inmersos en estos que hemos analizado y que no podemos desconocer. Un Plan de Acción para mantener a la informalidad en niveles manejables es absolutamente necesario. La competitividad no riñe con el derecho al trabajo. Está en contravía de la mediocridad y las soluciones artificiales que son más un aplazamiento del problema y un ocultamiento de la verdad. Como lo anotamos en la introducción, alta informalidad equivale a baja competitividad. En el capítulo siguiente hacemos el ejercicio de diseñar un Plan de Acción con las principales actividades que, en nuestra opinión deben conformarlo. En todas ellas es posible introducir algunas estrategias complementarias que en el Estudio de Competitividad y específicamente en otras investigaciones se tienen que analizar y proponer.
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¿QUE JOVENES NECESITAMOS FORMAR EN EL HUILA PARA EL SIGLO XXI? 195 Willian Fernando Torres Profesor Universidad Surcolombiana
E
l Huila está entre los departamentos con más altos índices de locura, ansiedad, depresión y riesgo de alcoholismo en el país. Así lo indica el estudio sobre salud mental y consumo de sustancias psicoactivas en Colombia, adelantando por el Ministerio del ramo durante 1993. Y aunque cuestionemos las definiciones de los conceptos que allí estudian o encontremos carencias en la forma como recogieron e interpretaron los datos, no podemos ocultar el asombro. Pero, ¿es posible? ¿Acaso este no era un territorio en el que se disfrutaba el paisaje, las brisas del atardecer, se vivía sin afanes y en grata relación con los vecinos, como lo cantaban los bambucos o lo declamaban nuestros poetas de parroquia? Pero la verdad parece ser otra. En el Huila nos acostumbramos a la violencia. Y desde hace rato. Para no ir muy lejos, la reciente masacre de una madre y sus hijos en la zona rural de Campoalegre, fue noticia cuando se descubrió el hecho y cuando se capturó a los posibles asesinos; pero los comentaristas no pasaron de las hipótesis anecdóticas, faltaron los análisis que nos explicaran porqué aquí alguien estalla un buen día y quiere acabar con los demás. La muerte de tres jóvenes en un accidente automovilístico en la entrada sur a Neiva hace algunos meses, sirvió para que en un programa de radio la mayoría de los adultos participantes supusieran que los muchachos eran los únicos culpables. Los más de treinta y cinco suicidios juveniles que han ocurrido durante este año apenas merecen un párrafo en las páginas judiciales. Nos escandalizamos un poco, algunos hacen preguntas; luego, que venga el olvido. Ese habría sido el caso, si el rumor de esos párrafos no hubiera llegado a la prensa nacional. La revista Cambio 16 y El Tiempo enviaron reporteros a Gigante y Garzón; durante algunos días ellos entrevistaron jueces, sacerdotes, padres de familia y jóvenes, para redactar sus crónicas. Una, mereció una provocadora carátula por Semana Santa; la otra, tuvo despliegue en una edición dominical; cumplieron, pues, el propósito de atrapar lectores.
195 Este texto se ha tomado del libro “Amarrar la Burra de la Cola”, del profesor William Fernando Torres, publicado bajo el subtítulo “¿Qué personas y ciudadanos intentar ser en la globalización?”. Universidad Surcolombiana. Especialización en Comunicación y Creatividad para la Docencia. Neiva 2000. Páginas 21 a 32.
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Más no fueron al fondo del asunto: se quedaron en presentar datos de difícil comprobación, en exponer las sospechas de los adultos o las anécdotas de los menores y, además, en ligar los suicidios con profecías sobre el final de los tiempos, satanismo v prácticas de magia. Es decir revolvieron el río para que todos pescaran en él: algunas iglesias lanzaron campañas de evangelización, ciertos locutores encontraron chismes para llenar sus espacios. Sin embargo, ninguno trató de preguntarse si estas muertes no tendrían que ver con lo que sucede en el entorno. Pero para cualquier ciudadano de a pie es evidente que si los muchachos de una región determinada comienzan a matarse -como si el suicidio fuera un deporte- es porque en su sociedad no hay interés por la vida. Si los adultos se lavan las manos como Pilatos o masacran a una madre y sus hijos, es porque algo huele mal y la tierra se hunde bajo nuestros pies. ¿Qué pasa? El Huila vive desde hace tres décadas un proceso de sobresaltos, cambios y desconciertos. En 1967, un terremoto lo obligó a replantear sus centros urbanos; durante los setentas, vino el auge de la exploración petrolífera y el surgimiento de la Universidad Pública; en los ochentas, se construyó la Represa de Betania; en los noventas, los alcaldes populares de los municipios más grandes se hicieron elegir -en parte- con la promesa de instalar antena parabólica: por ella trajeron canales televisivos de Estados Unidos, México, Perú, Venezuela, Brasil y España, entre otros; también en estos años, fue notoria la inmigración paisa, se terminó de abrir la carretera a Mocoa y se supo en todos lados lo que aquí era un secreto a voces: que el Huila era el primer productor nacional de látex de amapola. Y, junto a todo lo anterior, hubo un permanente enfrentamiento entre guerrilla y gobierno. En la calle, algunos ciudadanos aseguran que las regalías del petróleo sirvieron para poco más que ampliar la burocracia; que la Universidad Pública se volvió inmóvil anacrónica; que la Represa no mejoró el servicio de la luz, aunque subió tarifas; además, transformó el paisaje, dejó anécdotas, algunos puestos y, en ocasiones, cosechas arrasadas y pescadores náufragos. Otros afirman que los canales televisivos propusieron nuevos modos de vida y el deseo de otros consumos. También están los que argumentan que los paisas transformaron los negocios diurnos y nocturnos de Neiva; que del Putumayo llegaron inmigrantes con plata de la coca; que la amapola llevó a los campesinos cultivadores al derroche consumista y, por supuesto, a otras violencias. Casi todos aceptan que el enfrentamiento armado, las plagas y la falta de apoyo crediticio y de mercadeo para los pequeños productores, impidieron el desarrollo agrícola.
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Este proceso indujo a un Departamento pobre, rural, insular y atrasado, a dar saltos de gimnasta mago para convertirse en otro: en uno con posibilidad de recursos económicos, urbano (al menos estadísticamente), vinculado al acontecer del planeta por la televisión y con desarrollos mineros y energéticos. Como consecuencia de los avances educativos, se consolidó una pequeña clase media profesional; los éxitos -como narcotraficantes- de algunas gentes provenientes de sectores populares, hicieron prosperar la tentación de ganar dinero fácil, sobre todo, para disfrutar esos consumos aprestigiadores que ofrecen por los medios masivos. Estas transformaciones contribuyeron a que en el Huila los valores colectivos imperantes cambiaran radicalmente. Como lo intentamos demostrar en el libro Historias de la Sierra y el Desierto. Conflictos culturales en el Huila entre 1940-1995, aquí pasamos de valores como la solidaridad, la confianza en la palabra empeñada, la identidad de grupo político o religioso a los extremos opuestos: la envidia disfrazada de competencia, el individualismo y el escepticismo. Esta voltereta, ¿supone que hemos perdido la personalidad social? O, simplemente, ¿nos hemos adecuado a los tiempos que corren? En ambos casos, no hay motivo para enorgullecernos. Los
valores por los que ahora nos movemos lo que revelan es nuestra ansiedad, desconfianza y temor. La competencia deja ver nuestra ansiedad por dinero, prestigio y poder; el individualismo prueba nuestra falta de confianza en los otros; el escepticismo, nuestro temor para trabajar con los demás; nuestra incapacidad para construir esperanza. Porque más que estar ocupados en desplegar todas las potencialidades de nuestro ser, estamos –como planteaba el psicólogo Erich Fromm- llenos de afán por el tener. Es decir, estamos confundidos. No es extraño, entonces, que padezcamos los enormes problemas de locura, ansiedad, depresión y riesgo de alcoholismo, que señala el estudio del Ministerio de Salud. Pero si los adultos hemos aceptado o propiciado estos tumbos que ha ido dando el Departamento, si hemos propuesto o acogido estos valores negativos que ahora nos gobiernan, si estamos confundidos, ¿qué podemos esperar de los más jóvenes? ¿Cuál es nuestra relación con ellos?. Los adultos, ¿olvidamos que fuimos jóvenes? Para empezar, afirmemos que los adultos queremos mucho, muchísimo, a los jóvenes; que, en ocasiones, los admiramos por su audacia y frescura; que nos sentimos orgullosos cuando consiguen un logro de estos que esperamos. Pero aceptemos, también, que nos irritan con su despiste, sus preguntas inoportunas, risas y algarabía; aceptemos que, a veces, les tenemos miedo porque saben más cosas de las que a nosotros nos enseñaron en la escuela porque nos hacen sentir caducos y nos ponen en ridículo. No nos ocultemos que resulta incomodo hablar con ellos sobre amor y sexo; que como no logramos conseguir que obedezcan, apelamos al grito, la palmada, la correa, el puñetazo. O que como no sabemos cómo tratarlos, dejamos que hagan lo que les venga en gana. Por eso evitamos comunicarnos, eludimos escucharlos, negociar con ellos (en especial, quienes nos damos ínfulas de grandes políticos, comerciantes o empresarios). Como no estamos muy seguros de la educación o el ejemplo que les hemos dado en casa, nunca confiamos en su capacidad para valorar las cosas y elegir; por consiguiente, los tratamos siempre como si fueran niños: les impedimos participar en política, les imponemos decretos que violan su derecho a la libertad de movimiento o nos inventamos artimañas para enredarlos, comprarlos y corromperlos: desde el gobierno los divertimos con conciertos para que en elecciones nos den sus votos pero no para que ocupen nuestros cargos. ¿Cómo queremos que sean responsables si no los dejamos asumir responsabilidades? De ahí que, ante nuestra falta de credibilidad, no sea insólito que prefieran interrogar a la tabla ouija o que, ante las impotencias a las que los sometemos, opten por buscarse poderes en los territorios de la magia, como he visto que lo hacen en los rincones de las escuelas con una tijera y un cuaderno, o lleguen a los extremos que narra Germán Castro Caicedo en La bruja. Además, los obligamos a ir a colegios en donde los amordazan y encierran. Con nuestra complacencia, allí los someten a unas nociones de autoridad y disciplina quisquillosas y paranoides: aquellas basadas en el grito, en el «no me falte al respeto», en el «quédese quieto»; aquellas que consideran que los jóvenes son agresivos, insolentes, pedantes, sólo porque tratan de comunicar su desconcierto, de encontrar apoyos y afirmaciones. Por supuesto, esas actitudes no entienden que los adolescentes necesitan ampliar sus capacidades motrices, afectivas, expresivas y creadoras para alcanzar su pleno desarrollo biológico, psíquico y social. Ser jóvenes es moverse, contemplarse, tocarse, olerse, explorar el mundo con los otros, construir el universo afectivo, aprender a equivocarse y discrepar.
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Pero, encima, los maestros no partimos de explorar y apoyar -junto con los padres- los intereses inmediatos, las expectativas vitales y las potencialidades intelectuales de los jóvenes. Antes, por el contrario, aceptamos imponerles un currículo que no tiene muy claro cuál es el ser humano que se propone formar; pero del que sabemos dos cosas: una, que no prepara para proponerse caminos y, dos, que coarta la capacidad de elección; o sea, impide explorar un sentido para la vida y, por consiguiente, no posibilita que los alumnos escojan las materias que requieran para su crecimiento personal. Así, insisto , ¿cómo queremos crear democracia en el país, si no les dejamos que aprendan a elegir?. A pesar de lo anterior, nos empeñamos en recitarles unos programas académicos desactualizados, ajenos a los desarrollos contemporáneos de las ciencias; al mismo tiempo, carentes de coherencia con los que imparten los demás colegas del mismo curso y, sobre todo, faltos de vínculos con las urgencias de nuestras comunidades. Para complementar nuestros desafueros utilizamos metodologías magistrales, haciendo caso omiso del llamado constitucional a promover la participación y la tolerancia. Por otra parte, casi nunca llamamos a los padres para felicitarlos por las actitudes y logros de sus hijos; en cambio, casi siempre los citamos para ponerles quejas. No obstante, lo más grave, es que reconocemos estas fallas, pero poco hacemos por corregirlas. Pues aunque muchos profesores cursamos postgrados, a veces pareciera que estos nuevos estudios sólo sirven para aumentar nuestro arribismo, nuestra presunción, nuestra arrogancia. Por supuesto, no podemos generalizar: hay entren nosotros maestros cálidos y comprometidos en construir conocimiento necesario. Sin embargo, en ocasiones, se nota más la apatía, el desinterés, la prepotencia. ¿Dónde están los muchachos? Están aburridos. Aburridos, porque sus vidas no tienen la velocidad, las intensas emociones, el humor, la posibilidad de tomar decisiones propias o la coherencia, el colorido y los consumos de las series televisivas; tampoco, la compañía de la muchacha o el muchacho guapos y supercomprensivos. Aunque la televisión ha desarrollado sus percepciones y sus lógicas los ha conectado con el planeta, no hemos aprendido y ni les hemos enseñado a verla de manera crítica. Andrés Caicedo -que conocía estas cosas- escribió alguna vez que quien se entregara sólo a ver cine terminaría por no encontrarle sentido a la vida, por verla como algo barato y despreciable porque esta no era un continuo ordenado de excitaciones, suspensos y finales felices. Por eso afirmó que tenía que vivir rápido y bien, que la vida no valía la pena vivirla más allá de los veinticinco años. Y todos saben que lo hizo. Los muchachos están aplastados por nosotros: padres y maestros. Están desilusionados. La mayoría sabe que no tiene posibilidad de encontrar un trabajo creativo ni de ir a la Universidad. Que, quizá, lo menos humillante sea quedarse en casa tratando de hacer algo mientras se soportan los regaños de los familiares. Las otras alternativas son empleos rutinarios y esclavizantes, el abuso del alcohol y las drogas, la delincuencia, el narcotráfico, la guerrilla.
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Están desencantados porque como no les enseñamos a construir el amor -pues los adultos tampoco lo sabemos-, con frecuencia no logran ir -sin herirse- más allá de la etapa del deslumbramiento. De ahí que establezcan relaciones urgentes, intensas y efímeras pero decepcionantes. A esto, agreguémosle las vigilancias y persecuciones a las que los sometemos para que cumplan con nuestros mandamientos de abstinencia afectiva y sexual. De esta manera, los empujamos a que, por un lado, nos digan lo que nosotros le hemos dicho que queremos escuchar; por otro, a que se formen nociones histéricas o idealizadas del amor a partir de lo que ven en su entorno o las telenovelas y escuchan en las canciones de moda. No obstante, sin tener en cuenta estas nociones, desde los doce años, suelen entregarse a una sexualidad apresurada, temerosa, analfabeta y poco gratificante, pero suya.
En algunos casos, al parecer, esta les ayuda a explorar caminos. Como ha revelado una quinceañera para un reciente trabajo de grado sobre la noción de amor y la construcción de pareja entre los jóvenes de La Plata:
Una relación de pareja como el noviazgo a mí no me gusta tenerla porque me aburre mucho; no es muy espectacular que me hagan visitas en la casa; quedarme sentada hablando por dos horas no me llama la atención. Prefiero el parche cuando se presenta la oportunidad, pues ahí no se tiene tanto compromiso y uno se siente más libre. Muchos tienen una noción de su individualidad y de la libertad muy diferentes a las nuestras. Como se saben frágiles y en desventaja, quieren construirse una furiosa independencia: una que los haga duros, que les impida convertirse en seres sumisos como sus madres o en meros empleados como sus padres; una que los proteja de dependencias y lastimaduras afectivas (ya han visto demasiadas lágrimas y soledades a su alrededor); una que les permita compartir instantes de profunda amistad y ternura sin atarse a compromisos o controles mezquinos. Por eso quieren vivir intensamente, sin aspirar a envejecer: «Dicen que la paja mata a la juventud, pero... la juventud no le tiene miedo a la muerte», proclamaba un graffitti en una pared del barrio Las Américas de Neiva. Al igual que Andrés Caicedo o los sicarios de Medellín -que nos presentó Alonso Salazar en No nacimos pa´ semilla, estos muchachos quieren vivir rápido y bien. Y aquí no hay diferencia de estratos: Andrés Caicedo pertenecía a los altos, los de Medellín a los bajos, los nuestros a los medios y los bajos. Estos jóvenes colombianos tienen otra visión de mundo. Incluso, se le graban en la piel con tatuajes que simbolizan sus identidades. Con todo, otros viven una continua zozobra. «Yo no valgo nada», rezaba en una pared del Colegio San Sebastián de La Plata. La baja autoestima que les hemos inculcado los adultos, el estar a medio camino entre las viejas nociones del mundo y el amor y las que están surgiendo y el no poderse explicar ese proceso, los llevan a la confusión, a la inestabilidad, a la inseguridad, a la desesperación. Por eso, se la apuestan toda al amor como si fuera tabla de náufrago. Y cuando este no funciona no es extraño descubrir que opten por el suicidio. La decepción amorosa es entre nuestros jóvenes el detonador que los incita a autoeliminarse. Tal vez la verdad sea que este es el último escalón, el de la desesperanza; antes han pasado, hemos visto, por el aburrimiento, el sentirse aplastados, la desilusión, el desencanto, la desesperación. Estas circunstancias -aunadas a las que llevaron a jóvenes de las generaciones anteriores a militar en la guerrilla o aventurarse en la delicuencia- obligaron a un número importante de investigadores sociales a reflexionar sobre los jóvenes. Ellos han logrado comunicarse en profundidad con los muchachos y están sorprendidos y admirados porque han descubierto que los más jóvenes, gracias a sus relaciones con los nuevos aparatos electrónicos y con las sensibilidades y síntesis a las que los obligan sus composiciones musicales, tienen una percepción global sobre lo que ocurre, que a la vez, es capaz de distinguir los múltiples tiempos/ espacios/ detalles particulares. (Mientras tanto, nosotros seguimos interpretando el mundo con viejas lógicas asociativas y analíticas). Se saben los muchachos de otro momento histórico, de otras sensibilidades. Están esperando que les dejemos campo. Propuestas con preguntas Para superar los valores negativos que hoy nos gobiernan – la competencia desleal, el individualismo, el escepticismo-, necesitamos jóvenes emprendedores capaces de trabajar en grupo, profundos analistas del presente y del porvenir. Pero lo primero que tenemos que hacer es preguntarles si eso es lo que quieren.
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Si les perdemos el miedo porque sienten y saben cosas diferentes a las nuestras, si no tenemos temor a que nos superen o irrespeten, podremos comunicarnos con ellos. Si ahondamos la comunicación, podremos construir juntos. Si nos arriesgamos a entregarles a los maestros las preguntas que los muchachos y nosotros queremos que nos respondan en los cursos, evitaremos que los docentes se vuelvan repetitivos y desactualizados. O mejor: candidaticémosnos nosotros para ir a compartir nuestros saberes y experiencias vitales en sus escuelas y colegios. Para ir a narrarles esas vivencias que poco cuentan en las aulas. Pero ¿bastará con ello? ¿El asunto no será de más fondo? No será acaso necesario preguntarnos ¿qué personas y ciudadanos intentar ser en medio de las incertidumbres generadas por la globalización para construir un proyecto de sentido individual y colectivo de largo plazo? Y, en estos contextos, ¿qué podremos hacer los adultos para acompañar a crecer a los jóvenes? ¿Será que podremos sacar la cabeza de nuestros agobiantes compromisos laborales, de esos puestos que tememos perder, y repensar el aprendizaje que tuvimos? ¿Será que podremos pensar también en qué personas y ciudadanos nos hemos convertido? ¿En cuál será el futuro para nuestros hijos y el país? Las páginas que siguen proponen algunos elementos para construir respuestas.
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AMARRAR LA BURRA DE LA COLA196 Procesos culturales en el Huila, durante el siglo XX Willian Fernando Torres Profesor Universidad Surcolombiana
Recordémoslo una vez más: vivimos atropellados por una incesante proliferación de tecnologías,
imágenes, músicas e informaciones que nos trastocan los espacios, los tiempos y los cuerpos que habitamos; que transforman las miradas y las lógicas con que construimos sentido y que, además, hacen estallar los lenguajes en los que nos pensamos y expresamos. Ahora la realidad se confunde con la ficción, lo trivial con lo trascendente, el adentro es el afuera. Entre estas mareas, huracanes, terremotos ¿cómo saber quiénes somos? ¿Para dónde ir? Pero ¿qué preguntas son estas? ¿No son, acaso, preguntas del pasado? En una época que pregona el prescindir de explicaciones globales, ¿es aún útil preguntarse por el ser y el sentido? ¿No será mejor dejarse ir a la deriva? ¿Ganar la borrachera de ser consumidores desechables? ¿Vivir en el eterno presente con la certeza de que no hay futuro? O ¿con la certidumbre de que sólo resta esperar el paraíso? ¿Cómo, entonces, asumir los complejos tiempos/espacios en los que vivimos y las nuevas formas en las que percibimos y en las que nos pensamos? ¿Será posible comprender la existencia -paralela o hibridada- de las lógicas asociativas frente a las abstractas, de lo oral en medio de lo escrito y lo audiovisual, de lo hegemónico frente a lo subalterno, de lo preindustrial junto a los desarrollos capitalistas más avanzados, de lo premoderno junto a lo moderno y posmoderno? Sin embargo, en estos tiempos de confusión y deriva, hay algunas claridades. Ciertos especialistas, por ejemplo, han detallado cómo la economía se quitó la jáquima de todos los controles a los que la sometía la política con el fin de imponer, ella sola, su propio y arbitrario juego. Y agregan que lo anterior significó unificar los mercados del mundo y contribuir a que la riqueza del planeta se concentrara cada vez más en pocas y anónimas manos, pues en los últimos 10 años, 250 se hicieron con un patrimonio equivalente al de 2.500 millones de ellas. Al mismo tiempo, en medio de este crecimiento de la desigualdad, los estudiosos insisten en que las nuevas circunstancias generan
196 Texto tomado de la obra del profesor William Fernando Torres, “Amarrar la Burra de la Cola”, editada
por la Universidad Surcolombiana, Especialización en Comunicación y Creatividad para la Docencia. Neiva, 2000. P.35 a 80
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una inquietante consecuencia: el riesgo de que se reduzca la diversidad cultural de la especie humana a un sólo modelo: al que resulte más útil para las ambiciones de los neoliberales.197 Pero, además, el querer sujetar la cultura a las meras razones de la economía no sólo ahonda el abismo entre ellas sino que desconoce que “no existe el desarrollo económico si no es desarrollo o cambio cultural”.198 De otro lado, estas confrontaciones entre los mundos de lo simbólico y de lo instrumental generan un gran desgarramiento, de los sujetos. Y éste se da porque, según el sociólogo francés Alain Touraine, al fragmentarse la experiencia individual entre el mundo de las identidades culturales y el mundo de los mercados, el yo pierde su unidad, se torna múltiple y, en particular, se debate entre el limitarse a existir junto a los otros de manera impersonal -como si fuera un maniquí en una vitrina- o el refugiarse en comunidades cerradas que se sienten agredidas por una cultura de masas que les parece ajena.199 A su vez, el filósofo chileno Martín Hopenhayn advierte que en este panorama surge una oleada secularizadora que libera a los sujetos, por una parte, de aceptar las explicaciones que les impiden redefinirse y les posibilite construir su propia visión de mundo pero, por otra, los sumerge en la orfandad que esa libertad implica. En suma, estas circunstancias los llevan a pendular entre el frenesí consumista, el horror al vacío y la necesidad de encerrarse en círculos de consuelo, de disolverse “en el misticismo, el fundamentalismo, el holismo y algunos esosterismos que tienden a explicarlo todo con sus propias y excluyentes máquinas de interpretar signos”.200 Estos desgarramientos nos ponen contra la pared. Y obligan preguntarnos: ¿en qué sujetos construirnos para encarar la compulsión consumista o el encerramiento en comunidades y sectas? O, planteado de otro modo, ¿qué tipos de sujetos llegar a ser para, por un lado, actuar ante la globalización de la economía y la cultura y, por otro, para asumir críticamente las culturas de las que procedemos?. Pero estas preguntas no se quedan ahí. Nos retan a esbozar ¿qué perfil deberán tener estos sujetos? Y, por supuesto, urgen aclarar si ellos son susceptibles de ser formados Y, también, ¿en qué lugares? ¿En familias, como las de las sociedades postindustriales, que han perdido su capacidad para ejercer control social? ¿En familias que han cuestionado la autoridad del patriarca y diversificado los roles internos y de las que esperamos personalidades más complejas, menos seguras y más capaces de adaptarse a roles cambiantes y a nuevos contextos sociales? ¿En familias cuestionadas por el reconocimiento abierto del deseo? ¿En familias agobiadas por la ansiedad individual y la violencia social?201 O, ¿en familias, como las del llamado tercer mundo, en las que impera la violencia física y psicológica? ¿En familias nucleares en descomposición? ¿En familias monoparentales en las que quizás se puedan generar nuevos tejidos comunicativos pero que suelen tener enormes limitaciones económicas?
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Entre ellos, Manfred Max-Neff. Véase “Economía, humanismo y neoliberalismo” en Orlando Fals Borda (comp.) Participación popular: retos del futuro. Santafé de Bogotá: Icfes, Iepri, Colciencias, 1998, págs. 69-86.
198 Edward Palmer Thompson (1967), “Tiempo, disciplina y capitalismo” en Tradición, revuelta y conciencia
de clase. Barcelona: Editorial Crítica, 1979, pág. 293. Es el punto de partida de Alain Touraine en ¿Podremos vivir juntos? Iguales y diferentes. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1977. 200 Martín Hopenhayn, “Sobre la permanencia y mutabilidad del sujeto en tiempos de secularización radical” en revista Diálogos de la comunicación, 49, octubre de 1997, págs. 76-77. 201 Manuel Castells, “Flujos, redes e identidades: una teoría crítica de la sociedad informacional” en Nuevas perspectivas criticas en educación. Barcelona: Paidós, 1994, en especial págs. 31-37.
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O, bien, ¿en las escuelas públicas colombianas que nada interesan al gobierno? ¿En escuelas que desconocen el entorno en que funcionan y, según los padres de familia, no se preocupan por desarrollar personas y, según las autoridades, no se inquietan por educar ciudadanos? ¿En escuelas donde al parecer sólo tienen el propósito de preparar a los alumnos para que ingresen en una supuesta vida adulta y un supuesto mercado del trabajo? ¿En escuelas que no construyen conocimiento propio? En escuelas donde la urgencia por comunicarse ha sido reemplazada por una didáctica reducida a trucos de manual? ¿En escuelas que terminan siendo apenas un violento especio de socialización para los jóvenes?. O, tal vez, ¿en las escuelas paralelas. -las de los medios masivos - concentradas en pocas manos y urgidas por las exigencias de los índices de sintonía?. O, quizás, ¿en calles y barriadas donde los jóvenes se someten a los dictados de pandillas y tribus urbanas para imponer sus propias normas o exponer las heridas e impotencias que les causan la sociedad y el mundo adulto? En suma, pues, si es urgente establecer los rasgos posibles del sujeto que requerimos para estos tiempos de las tensiones entre lo global y lo local, y si suponemos que él se forma en la familia, en la escuela, ante los medios y en la barriada, es necesario debatir también ¿cómo y con quiénes crear esos sujetos?202 O, para acatar la petición de padres y autoridades, ¿cómo y con quién crear esas personas y esos ciudadanos? Esas personas, aclarémoslo, que los padres esperan obedientes y corteses; esos ciudadanos que las autoridades conciben respetuosos y defensores desinteresados de la cosa pública. Será ¿mediante pedagogías instrumentalistas, humanistas tradicionales o constructivistas? Mediante el entrenamiento o la enseñanza? O ¿mediante la construcción de conocimiento a partir de la experiencia?203 Será con padres ya no sólo biológicos o proveedores sino también mentores? ¿Con padres reconciliados porque han conseguido forjar sus identidades de género y de adulto?204 O con pedagogos que han alcanzado sus identidades y proyectos de vida de manera no muy consciente? ¿Con docentes que, en su mayoría, se encuentran en la etapa de descenso de su parábola laboral y que, en muchos casos, se sienten desilusionados por su oficio y su gremio? ¿Con profesores que vienen de la cultura oral, son agentes de la cultura escrita y no saben cómo comunicarse con jóvenes de la cultura audiovisual? ¿Con maestros curiosos que se animan a “cacharrear” con las nuevas tecnologías pero no se preguntan por los intereses y las lógicas que les dan origen? ¿Con educadores carentes de herramientas para comprender los procesos
202 El sujeto que interesa aquí es el de la psicología y la sociología más que el tan debatido de la filosofía,
por eso en este trabajo lo entiendo como el ser que construye autoconocimiento de sí y de su cultura para redimensionarse y redimensionarla. 203 Sobre estas distinciones véase de Ernst von Glasersfeld, “La construcción del conocimiento”, en Dora Fried Schnitman (compiladora), Nuevos paradigmas. Cultura y subjetividad. Buenos Aires: Paidós 1994, págs.115-141, y “Aspectos del constructivismo radical”, en Marcelo Pakman (compilador), Construcciones de la experiencia humana. Barcelona: Gedisa, 1996, Volumen I, páginas. 23-49. 204 Elizabeth Badinter (1992), X-Y La identidad masculina. Santafé de Bogotá: Norma, 1994, en especial páginas 265-305.
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contemporáneos y que, ante su desamparo, optan por encerrarse en la aparente seguridad de sus disciplinas o por renunciar a sus inquietudes intelectuales y entregarse al consumo? ¿Con docentes urgidos por unificar/ legitimar su autoimagen pues se sienten angustiados ante la fragmentación de su yo y, a causa de ello, generan constantes disputas por prestigio personal o profesional tornando irrespirable la atmósfera de los colegios, en particular, los públicos?205 O será ¿con los docentes -como los que postula Jesús Martín Barbero-206, que de ser meros retransmisores de saberes son capaces de convertirse en formuladores de problemas, provocadores de interrogantes, coordinadores de equipos de trabajo, sistematizadores de sus experiencias y, además, facilitadores del diálogo entre las generaciones? Pero, estos maestros ¿existen? Y si no, ¿cómo incitarlos a alcanzar el anterior ideal? Los interrogantes son múltiples e inabordables de un solo tirón. Por el momento, estas páginas tan sólo aspiran, por un lado, a explorar los rasgos posibles que debe tener el sujeto –o la persona y el ciudadano- para enfrentar el desgarramiento entre lo cultural y lo económico y entre lo local y lo global; por otro, quieren establecer los desafíos que tenemos los maestros -más que los padres y las autoridades- para formar a aquellos. Para cumplir con esos propósitos, elijo situarme en el espesor de un lugar y examinar algunas de sus dinámicas. El espesor elegido es el de una periferia, porque ilustra las transformaciones de las identidades locales y sus luchas con los impactos de la globalización económica y cultural. El lugar es el del Departamento del Huila, porque sus habitantes tuvieron dificultades para asumir los procesos de integración de Colombia a la economía mundial y, por ello, sufrieron la burla de su cultura y la consecuente degradación de su autoestima, como se verá más adelante. Mi punto de partida es el análisis de sus procesos culturales puesto que, como está aceptado, sujetos, personas o ciudadanos son formaciones más del mundo simbólico de la cultura que del mundo instrumental de la economía. Procesos culturales en el Huila durante el siglo XX Las preguntas a responder son, pues, ¿qué sujetos, qué personas o qué ciudadanos han ido siendo los huilenses durante el presente siglo? ¿Qué identidades han construido? ¿Cómo han transformado estas? Sin embargo, al revisar las bibliografías no se encuentran investigaciones específicas sobre los procesos de los sujetes en el territorio en estudio. Así las cosas, al menos por ahora, debemos intentar respondernos las preguntas que nos planteamos sobre las personas y los ciudadanos. Para hacerlo, exploremos algunas impresiones sobre los huilenses. La mirada desde fuera: los huilenses como personas y ciudadanos Entre ellas está, para no irnos muy atrás, la de don José María Samper que, en 1861, describe a los del Alto Magdalena:
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La estatura de los individuos es generalmente más que media y bastante enhiesta y musculosa, particularmente sobre las orillas de los ríos; los cabellos oscuros pero no absolutamente, la tez de color blanco mate un poco amarillento, el ojo muy ardiente, apasionado, el acento abierto, libre, rápido y caloroso; el andar ligero y fácil, sobre todo
205 Ver más adelante “De los deslumbramientos a los alumbramientos” págs. 117-128. 206 Jesús Martín Barbero, “Heredando el futuro. Pensar la educación desde la comunicación” en revista
Nómadas (Santafé de Bogotá), 5, septiembre de 1996, pág. 20.
el de las mujeres que tiene algo de voluptuoso; las maneras francas y desembarazadas, y el carácter accesible y alegre. En aquella comarca el sentimiento de independencia personal y de interés por los negocios públicos se manifiesta más enérgicamente que el sentimiento religioso. Las pasiones, que son violentas, se inflaman y se calman fácilmente; las riñas son bastante frecuentes, gracias, por lo común, al aguardiente y las querellas de amor. Allí se tiene gusto por la pesca, la caza a pie, con escopeta, la natación, la música, las canciones populares, los bailes ruidosos y muy animados, las carreras a caballo (sobre todo en el mes de diciembre y las fiestas de San Juan y San Pedro), los regocijos públicos, el cigarro y la bandola, la agitación de las elecciones, el lujo, la galantería ardiente, las cenas al aire libre, no poco el juego de naipes de dados y las corridas de toros muy diferentes de las de España. En una palabra, se gusta de todo lo que es conmovedor, que impresiona fuertemente, que apasiona y puede satisfacer a organizaciones tropicales. A pesar del clima, que predispone a la somnolencia y la pereza en ciertas horas del día, en el que el reposo es casi necesario, las gentes aman el trabajo, pero no el trabajo por el trabajo, se entiende: es la esperanza del placer, del goce, la que les hace aceptar todas las fatigas con gusto. Por lo demás, allí se trabaja siempre cantando, silbando o divirtiéndose con la charla ruidosa y burlona. Las multitudes son honradas, muy hospitalarias, benévolas con el extranjero, amigas del aseo y aún de la coquetería, algo frugales y mucho más sobrias que las gentes de las altiplanicies. Sus hábitos y costumbres son generalmente libres; su grado de bienestar muy superior al de las gentes andinas. Las gentes del Alto Magdalena son capaces de aceptar todo progreso, muy entusiastas por las reformas, las novedades útiles y las ideas liberales, bastante inteligentes y despreocupadas y fáciles de dirigir por medios benévolos. Por desgracia, carecen casi absolutamente de espíritu de economía y previsión, pues gastan siempre el domingo lo que han ganado en la semana, o si ahorran es para invertirlo en joyas, o con el fin de gastarlo en las fiestas populares de junio y diciembre ó del santo patrono del lugar.207 Por su lado, Luis López de Mesa los supone como “un grupo patriarcal, honesto y hospitalario y, al mismo tiempo, guerrero, altivo, indomable en horas de conflicto, franco y leal.”208 Hay, en cambio, otros observadores menos adjetivos: entre ellos, el urbanista Ricardo Olano que, en sus notas de viaje de 1935, los encuentra amables pero su mayoría analfabetas, sin visión para el progreso y sectarios en política.209 Mientras tanto, para el médico Jorge Delgado,
Son verdaderamente admirables las condiciones de raza y costumbres del huilense. Desde luego los militares han podido juzgar este magnífico pueblo por sus excelentes cualidades como guerreros valerosos e inteligentes; esforzados y ágiles para todas las prácticas militares; abnegados, sufridos y sobrios. A pesar de su mezcla indígena, que a juzgar por el predominio tan marcado de los caracteres de la raza blanca, debió hacerse en pequeña proporción, los huilenses no tienen el problema de la chicha, ni de
José María Samper (1861), Ensayo sobre las revoluciones políticas. Bogotá: Editorial Universidad Nacional, 1969. 208 Luis López de Mesa (1934), De como se ha formado la nación colombiana. Bogotá: Librería Colombiana. 209 Ricardo Olano (1935), El Huila de ayer. Neiva: Universidad Surcolombiana, 1978. 207
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ningún otra bebida alcohólica: el pueblo del Huila es en la República el que consume menor cantidad de alcohol. Tal vez por herencia indígena, o por la suma de caracteres hereditarios pertenecientes a una misma familia, y por las condiciones de aislamiento en que han vivido hasta ahora, a su espíritu quizás le hace falta, antes que todo, un poco de inconformidad: capacidad volitiva para perseguir tesoneramente su bienestar y perfeccionamiento y sobre todo dinamismo. El huilense se esquiva a adquirir compromisos por temor a no poderlos cumplir más que por el esfuerzo que estos le exijan, pero cuando los acepta es fiel cumplidor de su palabra.210 A su vez, un escritor y político regional pero formado fuera del país, Joaquín García Borrero, concluye así sobre sus coterráneos:
El modesto huilense se ha caracterizado siempre por el tranquilo ejercicio de la ciudadanía. Y nuestro pueblo -pobre en sus aspiraciones, pobre en sus esfuerzos- ni aún en la actual depresión económica, que conturba todos los valores, ni tampoco en las transiciones del orden político y administrativo que se han venido operando, lentas pero seguras, ha querido saltar la valla que le prescribieron las generaciones de antes, en el orden de las costumbres de un patriarcado que ya no se estila, ni en el hábito rutinario de sus escasas industrias -que apenas existen- ni menos en la pasividad evolucionista de unos cuantos valores que se sujetan, no a movimientos de dirección definida o concreta, que más bien a la dinámica de la inercia. (...) A estas horas de la vida universal, cuando la gasolina y todos los aceites riegan las arterias centrales de comunicación; cuando se siente el cambio de personas y de ideales que se mueven en direcciones opuestas; cuando, con la mañana y con la tarde, a la capital del Departamento y a sus poblaciones vecinas llega la prensa diaria que despacha todos los temas y critica todos los sucesos, traída y traídos por un ferrocarril que jamás se ha aburrido de llegar... ¿por qué -se pregunta el estudioso- en el Huila no sucede nada?211 Los comentarios de un experto externo llevan a inferir que entre los colombianos había en la década de los 50 una imagen deforme sobre el Departamento del Huila y, por analogía, sobre sus habitantes:
El viajero que desprevenidamente entra al Departamento por la vía más transitada, o sea la del ferrocarril Tolima - Huila, y que sólo llega hasta Neiva, se forma por lo general un errado concepto del territorio, juzgándolo formado en su totalidad por tierras áridas y desoladas según lo ha visto en el primer trayecto; y cuando este viajero no penetra más allá de la capital y luego regresa, trae en su ánimo una idea equivocada de lo que es aquella tierra buena y llena de promesas. Y es que en verdad, pasando el primer sector del valle magdalenense, es bien otro el paisaje y muy distintos los recur-
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210 Jorge Delgado, “Informe del perito en salubridad” en Comisión de Cultura Aldeana (1935), Estudio del
Departamento del Huila. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional, págs. 177-178. 211
Joaquín García Borrero (1935), El Huila y sus aspectos. Neiva: Em- presa de Publicaciones del Huila, 1983, págs. 305-306.
sos.212
Este apunte respalda el testimonio de muchos huilenses desplazados por la Violencia de los 50 o migrantes a los grandes centros urbanos durante los 60, según el cual cuando se descubría su procedencia debían soportar que se les preguntara con sorna: “Opita, ¿amarró la burra?”, y se esperara que respondieran: “Sí, la amarré de la cola, ¿no se ahorcará?”. Esta situación, por lo general, les obligaba a esconder su identidad para evitar las sensaciones de inferioridad, aislamiento geográfico y social, debilidad física, vulnerabilidad, carencia de poder y humillación, con el fin de proteger su autoestima.213 Más tarde, en los 70, en la televisión se representó a los huilenses en el personaje Eutimio Pastrana Polanía de la comedia “Don Chinche”. Allí aparecían como ingenuos, apocados, perezosos y dependientes de la madre. Con todo, en los noventa, el sociólogo Camilo Castellanos hizo otra lectura sobre las gentes del Huila con base en el análisis de sus relaciones con la naturaleza:
Tranquilo, (el opita) es apacible como el agua de los remansos. El concepto que tiene sobre la bondad - ajeno totalmente a la bobería- se expresa en el decir que “quien es pendejo y al cielo no va / lo joden aquí y lo joden allá”. Por ello también es iracundo como el río cuando crece... El rodeo de los ganados les forja el sentido de la maña inteligente y recursiva. Desarrollaron así valores y creencias surgidos en el contexto directo con la naturaleza y en medio del mundo del trabajo. Son los conceptos fundamentales del honor y la valentía v el principio de no ser los primeros en la ofensa.214 Por su lado, el educador Nicolás Buenaventura hace poco recordó, por una parte, que para su padre los campesinos del Huila resultaban buenos mayordomos porque eran honrados y trabajadores y, por otra, agregó que a ellos se debía la primera colonización del Caquetá.215 En esta misma línea, frecuentes comentarios señalan que, entre los 50 y 80, las muchachas huilenses de municipios apartados eran muy apetecidas por las señoras bogotanas como empleadas de servicio pues “salían honradas y aseadas”.216 Por último, en los 90, se los caricaturiza en un programa de humor con un personaje -Celio- que pasa el día tumbado en la hamaca. Esta imagen -hecha en trapo- la venden en las ferias de artesanos para que se la exponga en el vidrio trasero de los autos. A la vez, justo en el momento de redactar estas líneas, ingresan al Huila grandes cadenas nacionales de almacenes y ciertas industrias pero traen de fuera un gran número de sus empleados porque, al parecer, la mano de obra local no está lo suficientemente preparada para atender los ritmos laborales que ellas xigen.217 Datos como estos hicieron que el periodista Daniel Samper concluyera, en 1989, que en el país los
Eduardo Acevedo Latorre (1954), Panorama geoeconómico del Departamento del Huila. Bogotá: Oficina de Estadísticas. 213 Testimonios del educador Orlando Medina, La Plata, 21 de febrero de 1996. Adviértase que las sensaciones expresadas corresponden a las múltiples formas que asumen la desventaja y la pobreza según Robert Chambers (1995), Poverty and Liveliboods: Whose Reality Counts? University of Sussex, Institute of Developments Studies, Discussion Paper 347, págs. 19-22. 212
Camilo Castellanos, en Colombia: país de regiones. Santafé de Bogotá/ Medellín: Cinep - El Colombiano, 17 de octubre de 1993, pág. 371. 215 Nicolás Buenaventura (1996), La opitud. Neiva: CEP. 216 Testimonio de Helena Silva Silva, Bogotá, julio 3 de 1992. 217 Investigación en curso del periódico Demente (Neiva), octubre de 1998. 214
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opitas como los pastusos- tienen fama de tontarrones bonachones y despistados, y aclara:
Pastuso y opita son meros trasplantes de un papel de reparto que existe en todos los países del mundo y que se asigna gratuitamente (o casi gratuitamente) a alguna región o grupo étnico que después queda signado con la desventura del estereotipo del tonto. Y, poco más adelante, agrega:
El chiste puede nacer de la voluntad consciente de atribuir un papel o dirigir un mensaje, pero luego se irriga en la corriente del decir callejero y se incorpora al folklore sin otro título de legitimidad que su existencia en el corro popular.218 Los testimonios precedentes -en su mayoría de profesionales que hacían observación calificada y a pesar de las contradicciones entre ellos- sugieren que los huilenses pasaron de ser gentes abiertas, inquietas por la política nacional, fiesteras, despreocupadas por la economía -en el siglo anterior-, a convertirse -en el presente, bajo el embate del capitalismo- insulares en lo geográfico (en parte, por el abandono del camino Bogotá-Popayán, vía La Plata), sectarios en Política, apáticos al acontecer público, faltos de dinamismo, resignados a aceptar lo que les depararan unos procesos que no atinaban a comprender. Por todo ello, terminaron consintiendo que les elaboraran su imagen desde fuera. A la hora de construir su propia identidad regional, estuvieron desunidos o débiles, pese a la fama de guerreros ganada en los combates contra el Perú cuando tuvieron que hacer méritos frente a colombianos de otras regiones. Y aunque participaran en la colonización del Caquetá tras la quimera de la quina y el caucho o para buscar alternativas a los agobios que pasaban en el Departamento, en el imaginario nacional los huilenses aparecen como gentes sin iniciativa, mayordomos, Celios. Esta caricaturización los lleva a esconder o mimetizar su identidad cuando llegan a los centros.219 Por supuesto, esta subvaloración es resultado de la política del chiste con que el centralismo triunfante en 1885 quiso garantizar su hegemonía y según la cual los costeños son flojos, los paisas vivos, los santandereanos toscos, los pastusos bobos, los opitas lentos... y los capitalinos ingeniosos. Resumen Con base en el mencionado recorrido puede concluirse, en primer lugar, que el Huila era una sociedad preindustrial que recibió las fuertes presiones de un capitalismo que obliga administrar el tiempo y propone una clara división entre trabajo y vida.
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En segundo término, en cuanto a las nociones de ciudadanía que imperaron, los testimonios referidos sólo evocan la atención que concedían a las elecciones en el siglo pasado y el sectarismo político que apareció en un Departamento conservador cuando ascendieron los liberales al poder. La noción de ciudadanía, pues, está vinculada apenas al ejercicio electoral. No aparecen en ella debates sobre lo urbanístico, la conformación de las memorias locales, las relaciones entre vecinos, las ideas sobre lo público y lo privado o la inquietud por la ecología. Los ciudadanos no son muy conscientes de su papel, se mueven más por intereses particulares, emocionales, de gremio o de
Daniel Samper Pizano, “Humor regional en Colombia. Prototipos, características y vertientes” en Nueva Historia de Colombia. Bogotá: Planeta, 1989, Tomo VI, pág. 329. 219 Esta afirmación surge de mi experiencia personal, durante más de dos décadas, al acompañar universitarios del Departamento que visitan capitales del país por primera vez. 218
tradición política.220 En tercer lugar, las impresiones recogidas aportan elementos sobre la transformación de los huilenses como personas y ciudadanos de acuerdo con la imagen que proyectan en lo nacional, pero poco establecen cómo han construido el sujeto. La mirada desde dentro: las transformaciones de la subjetividad de los huilenses Y es que explorar el sujeto aquí se dificulta por una enorme carencia: en el Departamento no hay muchas autobiografías, diarios íntimos o biografías escritas aunque sus habitantes sean dados a narrar oralmente pedazos de sus vidas. Los textos que existen describen más la parábola vital y los logros individuales del biografiado que la incidencia de los procesos individuales y sociales en la formación de su personalidad.221 Esta circunstancia la despreocupación de los huilenses por su subjetividad y da pie para preguntarnos si, revela acaso, en el Huila ¿no ha habido una construcción profunda del ego? Si, quizá, ¿este sobrevive desdibujado bajo un gran superyo? Si, ¿emerge junto al ello en las pendencias amorosas y de cantina, en las irracionales confrontaciones cotidianas o en los numerosos suicidios recientes? Y, por otra parte, aunque existe una Historia General del Huila y monografías de municipios, estas tampoco dan muchas pistas sobre la evolución del sujeto y la subjetividad en el Departamento. Los himnos, para muestra, señalan que se posee una fuerte autoimagen en la mayoría de pueblos e instituciones, así numerosos ciudadanos no se los apropien para cantarlos en los actos públicos. A la vez, la fuerte autoimagen se puede advertir en los lemas que colocan a personajes, fiestas o acciones.222 Pero, con frecuencia, estas miradas riñen con la ‘realidad’ por cuanto no son el resultado de largos y complejos “procesos de construcción y negociación profundamente implantados en la cultura”.223 Esta carencia de reflexiones sobre la propia subjetividad y la fuertes autoimágenes ¿suponen que los huilenses rehuyen el análisis crítico de sí mismos? ¿Cómo han sido en el Huila los desarrollos del yo, del autoconocimiento personal, del conocimiento del entorno, de las transformaciones de la percepción y la cognición? ¿De qué manera explorarlos? Una respuesta posible es la de hacerlo mediante el análisis de los procesos culturales. Trataré, en consecuencia, de seguirlos durante el siglo XX con el fin de inferir qué sujetos se fueron formando
Esta actitud hace parte del desinterés y escepticismo frecuente entre los colombianos, y que expresa uno de los personajes del cuento “Ulrika” de Jorge Luis Borges, al afirmar que “ser colombiano es un acto de fe”. 221 Revísese Jorge Bermeo Rojas (1980), Bibliografía huilense. Bogotá: Instituto Colombiano de la Reforma Agraria, 233 págs. Ha habido sí mucho anecdotario e, incluso, testimonios, pero ellos refieren en particular a la picaresca local o a conflictos. Apenas ahora comienza a aparecer la autobiografía: en el diario La Nación (Neiva) están redactando por entregas las suyas un obispo y un político. En los últimos años, Delimiro Moreno ha publicado los relatos biográficos de Misael Pastrana (1997) y Joaquín García Borrero (1998) para continuar el proyecto que trae desde su José María Rojas Garrido (1992). No obstante, las investigaciones que más ahondan en la construcción de la subjetividad de un huilense -tal como la hemos caracterizado aquí- son las de Eduardo Neale-Silva (1960), Horizonte humano. Vida de José Eustasio Rivera. México: Fondo de Cultura Económica e Hilda Soledad Pachón Farías (1993). Los intelectuales colombianos en los años 20. El caso de José Eustasio Rivera. Santafé de Bogotá: Colcultura, Premio Nacional de Ensayo Joven. 222 Por ejemplo, a Jorge Villamil se lo considera “el compositor de las Américas”, a Neiva “la capital bambuquera de América”... Esta fuerte autoimagen se puede reseñar también con base en textos como El Huila adolescente de Luis Carlos Herrera Molina S.J. (Bogotá: Universidad Javeriana, Facultad de Comunicación Social, 1981), en especial, las páginas 21 a 24, o analizando columnas de opinión actuales como las del exgobernador Julio Enrique Ortiz en el diario La Nación (Neiva). 223 Jerome Bruner (19901. Actos de significado. Más allá de la revolución cognitiva. Madrid: Alianza Editorial, 1993, pág. 39. 220
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y cuáles fueron sus valores. El alcanzar estas conclusiones permitirá establecer los rasgos y valores del sujeto actual y plantearnos la pregunta por cuáles serían los rasgos que se precisan para convertirnos, primero, en sujetos y, por ende, en sociedad civil en un mundo donde se han separado la economía y la cultura.224 Pero ¿desde qué perspectiva analizar los procesos culturales? Puesto que hasta aquí hemos visto, sobre todo, cómo conciben a los huilenses desde fuera e insinuado una hipótesis sobre de dónde vienen sus problemas para cuestionar las identidades que les imponen, a partir de ahora podemos cambiar el punto de vista: pasaremos a interpretarlos desde dentro y desde el cruce de las miradas diacrónica y sincrónica. Y, asumiendo, dentro esta última, que a la cultura se la puede examinar desde las clases, los lenguajes, los conflictos. Es decir, que se la puede entender según las clases, en culturas hegemónicas y subalternas, según los lenguajes, en culturas, orales, escritas, icónicas y audiovisuales electrónicas / digitales; según los conflictos, en conflictos internos (de grupos étnicos, de clases, creencias, géneros, generaciones y oficios) y en conflictos externos (en la relación con los Otros).225 Vamos al asunto. De la insularidad a la periferia Desde la Constitución de 1886, la división territorial colombiana se proyectó, sobre todo, sin tener en cuenta las trayectorias históricas de las regiones y sus identidades culturales. Lo que se buscaba casi siempre era, más bien, garantizar los equilibrios políticos regionales entre liberales y conservadores para fortalecer al gobierno central y permitir su tarea.226 De uno de esos procesos, del auspiciado por el presidente Reyes en 1905, surgió el Huila como Departamento al separarlo del Tolima. Esta nueva división político-administrativa era entonces un territorio con poca comunicación con el centro del país, agrícola y ganadera en lo productivo, de mayorías políticas conservadoras y con una fuerte influencia de la iglesia católica. No obstante, en el curso del siglo, estas circunstancias fueron cambiando porque el Departamento, en primer lugar, rompió su aislamiento interno y del país y del mundo con la llegada del tren, la prensa diaria, la radio y el cine en los años 30, la creación de emisoras locales en los 40, la apertura de la carretera a Bogotá en los 50, la instalación de torres repetidoras de televisión en los 60 y la de teléfonos automáticos en los 70 y, además, gracias al acceso a satélites, teléfonos celulares e internet en los 90. En segundo término, en las últimas tres décadas encontró otras formas de producción económica como la
224 Para los efectos de este trabajo, asumo por sujetos -repitámoslo- a quienes construyen conocimiento
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sobre sí mismos y sobre los procesos culturales que viven para redimensionarse y redimensionarlos; por actor, a quien tiene un proyecto de sentido; por ciudadano a quien confronta su proyecto de sentido con otros y, por sociedad civil, a quienes confrontan sus proyectos de sentido y construyen uno colectivo. 225 Entiendo como culturas hegemónicas las que proporcionan e imponen las explicaciones dominantes sobre los procesos de sus sociedades - edades y mediante ellas consiguen el consenso de los sectores subalternos. Para una caracterización inicial de las culturas orales, escritas y audiovisuales, ver más adelante “De los deslumbramiento, a los alumbramientos”. Una aproximación teórica al conflicto cultural está en Torres, Rodríguez y Salazar (1995), Historias de la Sierra y el Desierto. Conflictos culturales en el Huila entre 11940 – 1945. Neiva: Universidad Surcolombiana -ICAN- Red de Solidaridad Social, capítulo 2. 226 Orlando Fals Borda (1996), Región e
historia. Elementos sobre ordenamiento equilibrio regional en Colombia. Santafé de Bogotá: TM editores - IEPRI (UN), Capítulo 2.
explotación petrolera, la generación de energía y los cultivos ilícitos. En tercer lugar, aunque sus mayorías electorales continúan siendo conservadoras, hoy hacen presencia nuevos movimientos políticos y cívicos. Y, en cuarto término, al lado de la religión católica, en el presente actúan otras confesiones religiosas.227 A la vez, debe recordarse que en el Huila, debido a su configuración geográfica, existen tres grandes espacios naturales que son el río, el desierto y la sierra. Sin embargo, al apropiárselos y dominarlos, los habitantes fueron construyendo sobre ellos espacios culturales. Estos son los establecidos por las diversas y tácitas fronteras internas con que se fue reordenando el territorio, surgidas del acontecer histórico, y en las que es posible advertir rasgos propios, entre otras cosas, en cuanto a propiedad y uso de la tierra, tipos de familia, analfabetismo, concepciones religiosas y políticas.228 Por ello, podemos encontrar que durante este siglo el Departamento, primero, evidenció su vieja división en Norte y Sur a raíz de la Guerra con el Perú en 1932. Luego, se fragmentó en Norte, Centro, Sur y Occidente, desde mediados de los 60. Más tarde, a partir de 1989, comenzó a desterritorializarse en lo cultural ante las ofertas de los canales internacionales de televisión recibidas por las antenas parabólicas municipales que instalaron los alcaldes triunfantes en las primeras elecciones populares para ese cargo. Por último, como resultado de la propuesta de regionalización del país generada por la Constitución de 1991, y en la que se propone volver a unir al Huila con el Tolima, han surgido voces que propenden por otras territorializaciones: una fragmentadora, que aspira a vincular al Tolima con el eje cafetero antes que con el Huila y separar de éste al municipio de San Agustín para anexarlo al Cauca y, otra, integradora en la que el Huila construiría una alianza estratégica o región con los Departamentos del Cauca, Caquetá y Putumayo, los que, sin embargo, tienen pocas potencialidades de desarrollo.229 Las culturas hegemónicas y subalternas en la primera mitad del siglo. Entre el surgimiento del Huila como Departamento (1905) y la muerte de Jorge Eliecer Gaitán (1948), los miembros de las culturas hegemónicas fueron, en especial, los clérigos y los terratenientes; a ellos se podrían sumar, según la coyuntura política, los dirigentes políticos de los dos partidos tradicionales, los altos funcionarios públicos y comerciantes al por mayor. Mientras tanto, los sectores subalternos estuvieron conformados en las primeras tres décadas
227 Valga anotar que la religión católica creó, desde finales del siglo XIX, una red de colegios femeninos y
masculinos, en especial, en el sur del departamento, con el fin de conservar sus creyentes o conseguir otros nuevos y fortalecer su poder social. Ver el ensayo de Jairo Ramírez Bahamón, “Evolución y perspectivas de la educación en el Huila” y el mío “De la insularidad al naufragio”, ambos en Ricardo Mosquera Mesa y otros (1986), Economía política), cultual -Huila, años 80. Neiva: Universidad Surcolombiana, Cuaderno surcolombiano 4. También Jairo Ramírez Bahamón y Antonio Iriarte Cadena (1993), El colegio de Elías o el fin de la begemonía del proyecto laico. Neiva: Universidad Surcolombiana, Cuaderno surcolombiano 12. 228 Algunos de estos rasgos los precisamos en el libro Historias Sierra y el Desierto. Capítulo 1. 229
Véanse las reacciones de la prensa tolimense, en abril de 1996, ante la propuesta de la Comisión de Ordenamiento Territorial. También las Actas del Concejo Municipal de San Agustín, de diciembre de 1997, y los planteamientos del gobernador del Huila, Jaime Bravo Motta, en el foro “Huila, ¿departamento o región? Encuentro para construir una agenda pública”, convocado por la Gobernación del Huila, Fundecoop y Fundación Social, el 16 de octubre de 1998. Sobre la viabilidad de los departamentos Cauca y Putumayo, véase municipios y regiones de Colombia. Una mirada desde la sociedad civil. Santafé de Bogotá: Fundación Social, 1998.
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por gentes que sólo podían vender su vigor físico en los oficios que les tocara en suerte y, también, por pescadores y bogas -en el río-, vaqueros y peones -en el desierto- y arrieros, aparceros y jornaleros -en la sierra-; entre 1930 y 1950, hubo además, entre otros, cosecheros del café y el arroz, matarifes, zapateros, sastres y obreros calificados en oficios nuevos como reparaciones de autos y de electricidad. A ellos fue a quienes los sectores hegemónicos aspiraron dominar mediante la utilización de elementos de las culturas orales, escritas y audiovisuales y, de igual modo, de las normas de urbanidad.230 Así, en cuanto hace a la cultura oral, usaron las normas de urbanidad y- las solemnidades del sermón o las exaltaciones del discurso pero incluyendo en ellas descripciones aterrorizadoras del infierno o del futuro y parábolas o anécdotas ejemplarizantes que dejaran a sus auditorios perplejos y atemorizados. También retomaron los refranes populares para darles sentidos que divulgaran su visión del mundo e impusieron sentencias que extrajeron de libros de Pensamientos. Ello puede verse en la frecuente repetición de refranes como “El tiempo perdido los santos lo lloran”, con que los sacerdotes incitaban a sus fieles a trabajar, o “El tiempo es oro” con que los profesores apremiaban a los alumnos para que adelantaran sus deberes y, además, en las frases que destacaban en las paredes de las escuelas.231 Sin embargo, la cultura dominante recurrió, sobre todo, a la cultura escrita para presentar sus concepciones y consolidar su poder. En ella, su bastión fue la escuela. Hasta los mediados del siglo que comentamos esta empezó a pasar de ser religiosa y privada a laica y oficial, 232de utilizar metodologías autoritarias pasivas a activas y, en particular, de querer formar seres letrados -como era el propósito de la República Conservadora- a formar seres prácticos, como era la aspiración de la República Liberal. No obstante, en ambos modelos, la escuela fue memorística, recitadora, silogística y a ella no tuvieron acceso las mayorías. Es decir, se limitaba a venerar y declamar la cultura escrita pero no a someterla al análisis ni, menos, a concebir las herramientas que pudieran renovarla. Como se ha repetido tantas veces, la intención última de los sectores hegemónicos era formar cuadros que les sirvieran de correas de transmisión a su poder. Con ese fin fueron más allá de la escuela en su utilización de la cultura escrita y apelaron a otras estrategias para ganar el consenso. Entre ellas, las de la zanahoria, al magnificar la tarea del intelectual y crear un culto a la letra impresa o, las del garrote, como prohibir la lectura de ciertos libros y, a cambio, poner en circulación textos al alcance de quienes procedían de las culturas orales.
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Entre las primeras, exaltaba al intelectual para proponerlo como modelo o para neutralizarlo. Lo primero acontece, por ejemplo, cuando elogia a Julián Motta Salas como “el cervantista de América” lo que constituye una evidente desmesura.233 Lo segundo ocurre con José Eustasio Rivera a quien se le califica de “cantor del trópico y la selva” y con ello se remite al lector más a sus poemas y su novela que a las producciones intelectuales en las que cuestiona la situación
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Sobre este último asunto ver Gabriel y Santiago Restrepo, “La urbanidad de Carreño o la cuadratura del bien” en la compilación Cultura, política y modernidad. Santafé de Bogotá: CES/ Universidad Nacional, 1998, págs. 137-148.
231 Testimonio de la profesora Oliva de Castro, Neiva, junio 12 de 1984. 232 Jairo Ramírez Bahamón (1986), “Evolución y perspectivas de la educación en el Huila”, en el 233
citado Economía Política y cultura - Huila, años 80-, págs. 96-145. Antonio Iriarte Cadena, “El incierto rumbo de nuestro pentagrama”, en revista Vorágine (Neiva), 9, págs. 12-16.
imperante.234 Por otro lado, para propiciar un culto a la letra impresa introdujo los asertos -”Como dicen las Escrituras”- o fórmulas rituales -”Y así está escrito”- frecuentes al terminar la lectura de un documento público. Con ellas, pretendía hacer aceptar de manera tautológica que cuanto estuviera escrito era verdad simplemente porque “estaba en letras de molde”. Este argumento, común en conversaciones y debates cotidianos, no sólo rechazaba la evidencia empírica sino que imponía una manera acrítica de abordar cualquier texto y, de igual manera, discriminaba a quien no pudiera refutar estas aseveraciones por no saber leer. Consecuencia de esta postura es la cita de autoridad que se encuentra en muchos artículos de la época en estudio y que, se supone, permitía a quien la presentaba eludir la argumentación y aplastar al otro.235 Asimismo, con el fin de censurar y prohibir la circulación de libros e impresos o de escritos en los que se atacaran sus principios o a las autoridades en ejercicio, exigió que tuvieran el nihil obstat o el imprimatur. De ahí también que se impartieran órdenes como la siguiente:
Prohibimos a nuestros diocesanos la lectura y apoyo, de cualesquiera manera que sea, de las hojas o periódicos siguientes: Ravachol, Chantecler, Thalía, Gil Blas, Zin-Zac, Mascardón, El domingo, de Bogotá, Palabras del día, de Medellín, y Joven Tolima de Honda, por contener todos ellos doctrinas en oposición con las de la iglesia católica.236 Al lado de estas prohibiciones, se divulgó desde el púlpito que “la mucha lectura llena de cucarachas la cabeza” y que, por tanto, la Biblia sólo podía ser leída e interpretada por los clérigos. De esta manera, se generó desconfianza en los sectores populares contra los laicos que tuvieran trato con libros o leyeran demasiado: ellos los consideraban vagos, excéntricos y peligrosos.237 A cambio de las anteriores publicaciones, se distribuyeron catecismos y novenarios que estaban escritos, los primeros, con base en preguntas y respuestas y, los segundos, con coplas y relatos muy próximos a la oralidad. Y aquí estaba el truco: como las lecturas se realizaban en colectivo, los hegemónicos podían controlar las interpretaciones. También la cultura dominante utilizó a la cultura visual o icónica en su esfuerzo por proponer modelos de vida y producir consenso para conservar el poder. Así, en los primeros 30 años del siglo, divulgó imágenes católicas, como “La escalera de la vida” o “La buena muerte” y “La mala muerte”, con el fin de ejemplificar los retos del creyente. A partir de la tercera década y de la integración de Colombia a la economía mundial, hizo circular el díptico “Yo vendí a crédito. Yo vendí al contado” con el que incitaba a fomentar un capitalismo basado en el ahorro. Poco después, a finales de los cuarenta, con la popularización de la fotografía en blanco negro entre
241 234 Huila, Soledad Pachón (1993). Op. Cit., págs 9-11. 235 Ver, entre otras, las colecciones de los periódicos La reivindicación (Neiva, 1909), Dios y César (Garzón,
1910), El bien social (Neiva, 1911), que están conservadas en la Biblioteca Nacional. También ver sobre el tema: Roger Chartier, “Introducción a una historia de las prácticas de la lectura en la era moderna (siglos XVI-XVIII)” en (1992) El mundo como representación. Historia cultural: entre práctica y representación. Barcelona: Gedisa. 236 Carta Pastoral de Monseñor Ismael Perdomo en Dios y César (Garzón), 11, 10 de noviembre de 1910. 237 Testimonio de Salustiana Rodríguez, Neiva, diciembre 15 de 1992.
las familias más pudientes, la cultura en referencia puso de moda la foto retocada de abuelos o padres, de la pareja fundadora del núcleo familiar, para plantear una noción del pasado solemne, severa, autoritaria. En los mismos 50, se distribuyen almanaques de una marca de cigarrillos negros que traía la imagen de una mujer aspirando plácida un pitillo y, bajo ella, estaba inserto un mazo de hojas deshojables en cuya cara venían la fecha y los santos o hechos civiles que se rememoraban y, en el anverso, sentencias y frases de pensadores reconocidos; en ellas difundían los ideales del capitalismo de la Guerra Fría: austeridad, ahorro, uso eficaz del tiempo. Estos almanaques deshojándose como se recordará, se convirtieron en la imagen del paso del tiempo en el cine mejicano de los 50. Con base en esta anotación, se puede suponer que los usos de la imagen reseñados crearon un imaginario común entre las masas que comenzaban a surgir. Los sectores dominantes huilenses, poco dados a la escritura autobiográfica, construyeron sus memorias familiares mediante álbumes de fotografías. En ellos están nacimientos, bautizos, confirmaciones, primeras comuniones, grados, presentaciones en sociedad, cumpleaños, fiestas relevantes, posesiones en cargos públicos, paseos al campo, matrimonios, nuevos nacimientos y muertes; es decir, los hitos y rituales de paso que marcan el ciclo de la vida. Empero, en estas fotografías los retratados no suelen ser espontáneos, adoptan casi siempre una pose cercana al retrato de pintor y al daguerrotipo, porque al parecer tienen consciencia de que esa es la imagen que desean sobre sí mismos, la imagen pública a la que quieren acceder. En las fotografías de individuos, prima el rostro serio, el vestuario elegante y, en ocasiones, el exceso de accesorios. En las de grupos, se advierten las jerarquías sociales, familiares y las relaciones de género. Estos gruesos volúmenes proporcionaban largas conversaciones en las acostumbradas visitas de parientes durante el fin de año, las fiestas tradicionales o con motivo de cumplirse algunos de los hitos y rituales antes anotados: eran los instantes de la tácita construcción de la memoria familiar. De la misma forma los sectores dominantes propusieron una visión heroica del pasado huilense mediante bustos o estatuas de los próceres de la independencia, de obeliscos para conmemorar a los caídos en la Guerra contra el Perú y, también, de placas para indicar fusilamientos y visitas históricas, que colocaron en lugares destacados de los parques y calles centrales con el fin de reclamar la atención de los viandantes. Sirva adelantar aquí que décadas más tarde, estas placas tendrían otro uso: el de informar, en la fachadas de las obras públicas, los nombres de los funcionarios y los políticos que las hicieron posibles, con el dinero de los contribuyentes, para que estos últimos no olvidaran a quien debían agradecer en las elecciones siguientes los favores recibidos. Por su parte, en algunos casos, las estatuas volverían los oficios populares objeto de admiración estética pero encubriendo el duro esfuerzo y la miseria que los acompañan.
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En esencia, la travesía reseñada nos permite inferir que, durante los primeros 30 años del presente siglo, los sectores hegemónicos en el Huila difundieron dos nociones básicas de cultura: las de cultura gestual y letrada. Ellas hicieron suponer que una persona adquiría la categoría de culta cuando trataba a los de su clase con buenas maneras, poseía un prestigioso pasado familiar, títulos académicos, gusto por las artes e interés por mantener los valores tradicionales. De manera evidente, estas concepciones resultaban aristocráticas y discriminatorias. Para demostrarlo baste recordar los epítetos con que sus miembros llamaban a quienes no compartían sus visiones de mundo: incultos, ignorantes, indios, campeches, igualados. Y tales eran: 1) los estratos sociales medios y bajos, 2) las analfabetas y autodidactas, 3) los que carecían de formación para apreciar las artes, y 4) aquellos que descubrieron que los valores imperantes cambian con cada época.238
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Ver mi artículo, “¿Qué construir para el próximo siglo?”, La Nación (Neiva), domingo 16 de octubre de 1994, pág. 9.
A partir de los 30, estas actitudes tendieron a cambiar, en parte debido a la influencia de las costumbres norteamericanas sobre las de los estratos altos del país, desde cuando los Estados Unidos se convirtieron en el principal comprador de las exportaciones nacionales. Ellas hicieron admitir que no sólo bastaban apellidos y herencia para ser digno de aceptación entre las élites sino que también lo posibilitaba el labrarse un destino con el propio esfuerzo, el convertirse en one-self-man. Algunos nuevos miembros de los sectores dominantes asumieron esta noción de cultura a la que calificamos de práctica.239 Con todo, los sectores subalternos no se quedaron pasivos. Frente a las estrategias y concepciones referidas, resistieron, en lo oral, mediante el chiste, el chisme, la copla rajaleña y los relatos en los que enaltecían a sus héroes o revelaban las caras ocultas y monstruosas de los poderosos. En lo escrito, mediante la lectura fragmentaria de artículos periodísticos, que realizaban en grupo, y en la que asumían que las historias impresas sólo eran útiles para activar la memoria y motivar la conversación. También en lo escrito recurrieron a la lectura de libros prohibidos, a la redacción de panfletos y la burla a la autoridad intelectual citando los “filósofos” que circulan entre los campesinos: “Como dijo este… el otro… el mismo… o quien sabe”. 240 A la vez, en lo visual o icónico, desvirtuaron el valor de las imágenes católicas al interpretarlas a su manera y otorgándoles la capacidad de resolver ciertas necesidades especificas; así, por ejemplo, San Antonio servía para conseguir novio, San Marcos para curar el mal genio del marido, San Roque para mejorar la salud.241 Entre estas formas de resistencia está el disfrazar las estatuas de los próceres en las fiestas populares o en manifestaciones estudiantiles con prendas que ridiculizaran su solemne dignidad o el utilizar los retratos de parque con telón de fondo para conservar la memoria del amor o realizar sueños imposibles (Como los de ser piloto de avión, músico o actor). Sin embargo, los sectores subalternos no enfrentaron a los hegemónicos sólo mediante la resistencia cultural sino también mediante luchas y la comisión de ciertos delitos. Entre las primeras se cuentan las que empezaron dando, en la primera mitad del siglo, por la propiedad de la tierra, el derecho a la vivienda y a la educación y que, en la segunda mitad -adelantémonos a decirlo-, terminarían convertidas en gremiales y políticas.242 A ellas deben agregarse, en especial, las que libraron en defensa de sus capitales simbólicos y contra quienes intentaban fracturar sus memorias colectivas, como lo prueban los levantamientos espontáneos contra alcaldes o párrocos que intentaron disponer de los bienes que la comunidad consiguió mediante la unión y el trabajo de todos.243 En cuanto hace a los delitos, en los primeros treinta años del siglo, los más numerosos fueron los de concubinato, contrabando de aguardiente y abigeato.244 Estos sugieren la visión de mundo de los sectores subalternos: en lo afectivo, no querían estar atados por otros lazos que los del deseo personal; en lo festivo, querían celebrar con su propio licor y no con el del monopolio del gobierno
243 239 Ver mi texto “De la insularidad al naufragio”, Morquera, op cit. 240 Conversaciones con Cenelia Herrera, vereda Riverita (Rivera), entre 1991 y la fecha. 241 Respecto a este último santo, en la prensa del período, se encuentran quejas parroquiales contra
los feligreses porque convirtieron la peregrinación al santuario en algo parecido a una orgía carnavalesca. 242 Ananías Osorio Valenzuela, “Huellas del movimiento social en el Huila durante el siglo XX” en Historia General del Huila. Neiva: IHC/FAH/Gobernación del Departamento/AHH, Volumen 3, págs 295-329. 243 Testimonios de Iván Díaz, La Plata, 6 de junio de 1995, y de Humberto Montealegre, Gigante, diciembre 8 de 1996. 244 Ver la tendencia que presentan las estadísticas de causas falladas entre 1905 y 1908 en la Gaceta Departamental, 5, (Neiva), enero 9 de 1909, página 766.
y, con respecto a la propiedad, lo que les interesaba era satisfacer sus urgencias. Pese a sus prédicas y castigos, la cultura hegemónica no logró disciplinarlos como para aceptar el ideal del matrimonio católico, apartarse de la fiesta o respetar la propiedad. Para ello, valga recordar que en la primera página del periódico Dios y César de Garzón se publicaba la lista de los funcionarios públicos que vivían en concubinato en 1914, y que en los avisos oficiales de la Gaceta del Huila, del primero de febrero de 1915, se encuentran requisitorias como estas:
El juez 3 del Circuito de Neiva exhorta para que capturen a (...) Martín García y Anaclovis Lozano, reos rematados por el delito de amancebamiento público ejecutado en el municipio de Baraya. Filiación: García es de unos 28 años de edad, natural del municipio de Alpujarra, hijo legítimo de Próspero García y Adelaida Cabrera, moreno, ojos vivos, imberbe, pelo negro, charlatán, toca tiple y canta, se ríe con estrépito, mide 173 centímetros de estatura por 85 de grosura. La Lozano es de unos 23 años de edad, natural de Natagaima, hija legitima de Juan de los Santos y Florinda Lozano, lee y, escribe, color blanca pañosa, desdentada y muy viva. Tiene 145 centímetros de alto por 63 medio de grosura. [También] A Juan Ángel Santos y Pilar Cortés por el delito de amancebamiento público (encausado) y ejecutado en Hobo desde hace unos 17 años. Filiación: Santos es natural de Purificación, vecino de Hobo, saltero, agricultor, católico y boga. La Cortés es natural y vecina del Hobo, de unos 36 años de edad, casada con Liborio Quintero, costurera y católica. (Juan Ángel es ya de unos 56 años de edad), En el informe de la Comisión Aldeana de 1934 se señala que el 44% de los niños existentes en Huila son naturales o ilegítimos. Es decir, que un numero significativo de personas en el Departamento vivían en concubinato, tenían relaciones fuera del matrimonio o eran parejas accidentales. El que estas costumbres se hayan mantenido en el país, obligó a la ley a suprimir el discriminatorio término de concubinato para acoger el de unión libre, más respetuoso de la elección de vida que hace una pareja, y a reemplazar el de concubina por el de compañera permanente.
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Pero al lado del recuento de los delitos populares durante las primeras tres décadas del siglo, permítaseme la digresión de anotar que las requisitorias transcritas evidencian, además, que se perseguía a parejas que al parecer disfrutaban de la vida, como la primera mencionada, en que la mujer “sabía de letras” o, como la segunda, que había durado unida durante más de tres lustros a pesar de su diferencia de edades. Añadamos que en estos casos el saber leer y escribir no indicaba que se fuera culto -en el sentido visto atrás- sino quizás un peligroso delincuente, según lo deja inferir la redacción del texto. Señalan, acaso, estos edictos que los sectores dominantes ¿querían una sociedad sumisa, analfabeta y no dada a la fiesta? 0, más bien, los sectores hegemónicos estaban de acuerdo con las reflexiones de este autor anónimo sobre “el alma huilense”:
¿Conoces, lector amigo, el alma huilense? Te imaginas que será taimada, hipócrita, vengativa, feroz y sanguinaria como la del rolo, del mosca, del zipa o del guane? ¿Será estoica, escéptica o indolente como se han atrevido a calificada escrítorzuelos?... Ni lo uno no lo otro. El alma huilense estudiada a la luz de la ciencia, sin prejuicios,
sin preocupaciones de tartufos y aspavientos indígenas, tiene como nota dominante, característica, la franqueza, la sana alegría, el trato decente y jovial con propios y extraños. En el conjunto de su existencia descubrimos la belleza armónica que tanto reclamara Chamberlain para los cultos europeos. ¿Qué extraño se atreverá a negar la hospitalidad, la cultura, la noble franqueza y espontáneo comedimiento de los huilenses de pura sangre? ... Allí estalla con frecuencia como fruto de chistes salados e ingeniosos, la carcajada honrada, desenfadada y libre. Nadie se ofende porque el compañero le saque música a sus palabras o le improvise unos versos para que todos se rían a sus expensas... Entre los huilenses hay una cultura cívica casi innata... Hay que saber lo que son los paseos al aire libre, al Magdalena, a Río Neiva, etc., etc., las culebrillas, el gallo de San Pedro, la paloma de San Juan, los bailes inocentes y distractivos del pueblo, y el valor y delicadeza de las damas... Lo que le falta al pueblo huilense es malicia.245 Pero que malicia tenía y mucha prueba el hecho de que, durante los años 30 y 40, los delitos mayoritarios siguieron siendo el abigeato, el amancebamiento y rapto y, a ellos, se sumaron, las heridas, homicidios y resistencia a la autoridad.246 Los primeros denotan que el gobierno logró controlar el contrabando de aguardiente; los segundos indican el creciente clima de tensión política que se estaba viviendo. Las confrontaciones hasta aquí comentadas nos llevan a concluir que en la primera mitad de siglo hubo en el Huila una cultura hegemónica que pretendió imponerse, en especial, mediante normas de urbanidad, la escuela, el manejo del espacio público y la ley. Frente a ella hubo una subalterna que aspiró en general a mantener sus formas tradicionales de existencia o a conseguir mejores condiciones para ella y, por tanto, se confrontó con quienes se lo impedían o pretendían imponerles nuevas lógicas tempoespaciales; en este último sentido, paradójicamente, resultaba conservadora. Estos enfrentamientos dejan ver que los sujetos en el Huila percibían y conocían el mundo desde perspectivas muy diferentes. Los hegemónicos tendían a hacerlo desde lógicas analíticas, nociones lineales de tiempo, amplias de espacio, de un cuerpo concebido separado de la mente, y se expresaban mediante conceptos; es decir, hacían uso de las formas de conocimiento exigidas por la cultura escrita. Los subalternos, en cambio, asumían su entorno desde lógicas asociativas, nociones del tiempo circulares, nociones del espacio reducidas, usaban el cuerpo para descifrar la naturaleza y se expresaban mediante el refrán, la anécdota, el relato propio de las culturas orales. Por tanto, la comunicación entre ambos era posible cuando se encontraban para narrar. Allí, unos y otros, podían descubrir saberes y astucias mutuas y, por supuesto, confrontar su desarrollo como sujetos pues cuando se narra no se lo hace sólo para el otro sino, sobre todo, para comprenderse a sí mismo. Este intercambio de relatos daba pie para la construcción de valores comunes. Y en conjunto, hegemónicos y subalternos, poseían tres valores básicos: uno, la identidad de
245 En Alma huilense (Neiva), 24, 25 de octubre de 1931. Los subrayados son nuestros. 246 Ver las estadísticas de El Relator Judicial (Neiva) entre 1931 y 1933 y los Anuarios del Departamento
del Huila de la década del 40.
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grupo o clase; dos, la solidaridad, que era consecuencia del anterior y casi obligatoria; tres, la confianza en la palabra empeñada, dado que vivían en el ámbito de la cultura oral.247 Las construcciones de la periferia: los lugares para la negociación y construcción de identidades en la década de los cincuenta Los espacios en donde hegemónicos y subalternos se encontraban para narrar, y en los que, en ciertos aspectos, conseguían minimizar sus diferencias eran, en especial, los de las fiestas tradicionales de San Juan y San Pedro que se celebraban en lugares públicos. En ellas, todos se tornaban “opitas” tal como lo refiere el Sanjuanero, el himno de las mismas, compuesto en 1936, que canta en uno de sus versos: “opita sírvame un trago para yo también beber/que ninguno se contenta solamente con oler”. No obstante, estos encuentros fueron diluyéndose por las tensiones de la Violencia. Esta circunstancia propició la casi desaparición de la fiesta rural, la del San Juan, y perpetuó la urbana, la del San Pedro, pero con brotes de conflicto como el ocurrido en Neiva, en 1952, cuando se frustró la coronación, como reina de las fiestas, de la candidata que respaldaban los sectores populares.248 Con el fin de controlar estas luchas simbólicas, los sectores hegemónicos le quitaron el carácter participativo a la celebración y la convirtieron en fiesta espectáculo a partir de 1959. Para ello la volvieron competitiva, comercial y redujeron lo popular a concursos que desvirtuaban las tradiciones folklóricas. A pesar de estas estrategias, los de abajo presionaron su participación y obtuvieron, hacia 1965, que se creara un reinado popular municipal en Neiva al que ellos se encargaron de darle sentidos que les fueran útiles para construir sus identidades barriales y negociar sus presencias en la ciudad. Entre esos sentidos está, por ejemplo, el que las candidatas pierdan sus nombres para acoger los de sus barrios y, como estos son, casi siempre, los de santos, próceres, políticos o fechas de independencia, sugieren que apelan a ellos como una estrategia simbólica para garantizar la misma protección que los huelguistas e invasores esperan obtener cuando exhiben la bandera nacional en medio de sus conflictos. Asimismo, debe añadirse que las candidatas se toman la ciudad de manera simbólica mediante desfiles, pequeñas insignias y fotos en el pecho de los transeúntes, grandes retratos suyos en las vitrinas de los almacenes del centro y, por último, en el encuentro de todas ellas en la plazoleta de la Gobernación un día antes del San Juan. La ganadora de esta competencia se convierte en un personaje que logra obtener obras para su barrio y éste, a su vez, gana un año de prestigio territorial.249
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Como continuación de las tradiciones que se traían en parte por la influencia de Neiva, en las capitales de provincia y en los municipios se crearon reinados sampedrinos. En las primeras, para integrar a las poblaciones bajo su influencia; en los segundos, para integrar lo urbano y rural. A más de ello, cada municipio procura enviar su candidata al reinado departamental que se realiza
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Entiendo aquí por valores los ideales de realización vital -capitales simbólicos- que integran y dan sentido a cada una de las diversas agrupaciones de una comunidad.
248 Testimonio de Stella Paredes Polanía, Neiva, 18 de agosto de 1978. 249 Ver mis trabajos La ebriedad de los apóstoles. Contextos, prácticas y símbolos en las fiestas de San
Juan y San Pedro en el Huila durante el siglo XX. Neiva: Universidad Surcolombiana, 1989, y “Lo que pide el cuerpo: las fiestas en el Huila”, en Historia general del Huila. Neiva, IHC/FAH/Gobernación del Departamento/ AHH, volumen 4, págs 305-348.
en Neiva y, de esta manera, en los meses de junio y julio, el Departamento construye un tejido festivo en todo su territorio cuyas repercusiones sociales y simbólicas no se han estudiado del todo. De la periferia a la imitación del centro: La cultura audiovisual electrónica / digital entre los setenta y los noventa Como se apuntó páginas atrás, el Huila rompió su aislamiento interno y del país y del mundo con la llegada del tren, la prensa diaria, la radio y el cine en los años 30, la creación de emisoras locales en los 40, la apertura de la carretera a Bogotá en los 50, la instalación de torres repetidoras de televisión en los 60 y la de teléfonos automáticos en los 70 y, además, gracias al acceso a satélites, teléfono celulares e internet en los 90. Pero los medio masivos no sólo introdujeron nuevas propuestas de vida sino que también replantearon las formas de percibir, sentir y conocer de hegemónicos y subalternos trastocando sus viejas distinciones de clase y lógicas culturales. Ya que, para el caso, la radio al informar sobre la Guerra Civil española o la Segunda Guerra Mundial o al entregar radionovelas y series -como el “Derecho de nacer” o “Las aventuras de Kalimán”- y, el transistor, al comentar el empate de Colombia con la selección soviética en 1962, el asesinato de J.F. Kennedy en 1963 o las muertes de Camilo Torres, en 1966, y del Ché Guevara, en 1967, les advirtieron que “el mundo era mucho más ancho que la aldea” como lo afirma Marco Raúl Mejía. La televisión, a su vez, introdujo lo público en el ámbito de lo privado -del hogar-, hizo acceder a los lenguajes de la imagen, reconocer la existencia del deseo y propuso nuevas formas de amor y de pareja. El computador, por su parte, planteó que el conocimiento no consistía en aprender meros datos -puesto que ellos ahora podían conservarse en el disco duro-sino que se construía, más bien, a partir de confirmar la validez de aquellos con el fin de establecer problemas relevantes y elaborar alternativas para los mismos. Con ello, de paso, dejó sin sentido a la escuela recitadora, memorística y silogística que vimos algunas cuartillas arriba. El satélite y los celulares transformaron, una vez más, las nociones de espacio y tiempo. La internet posibilitó ingresar en el mundo pero esto no garantiza convertir a hegemónicos y subalternos en ciudadanos planetarios. Por eso, apenas unos cuantos se preguntan ahora si esas técnicas y tecnologías no les están alterando sus lógicas e introduciéndolos en otras ajenas cuyo sentido no alcanzan a develar. En cambio y sin tantas preguntas, los subalternos les dieron otros usos a los aparatos. El transistor reemplazó al perro guardián en los barrios de procedencia campesina pues se lo dejaba encendido para que los merodeadores supusieran que había alguien en casa. El televisor sirvió para colocar sobre él un nuevo altar o las fotos de familia y, además, para incitara las comunidades a reunirse ante él en la plaza pública y en los bares. Los nintendos han posibilitado que se abran sitios para jugar en ellos – play stations- que se convierten en nuevos lugares de encuentro en los barrios. En suma, la llegada de la cultura electrónica/digital al Departamento rompió con las anteriores lógicas, nociones de tiempo, espacio, cuerpo y formas de expresarse. Hizo que hegemónicos y subalternos se debatieran entre el deslumbramiento, la imitación y la sospecha, que pendularan entre el chauvinismo y el cosmopolitismo acrítico. Ahora los huilenses adultos tuvieron que enfrentarse con lógicas de la inferencia y la sugerencia; con nociones de tiempo y espacio integradas que pueden ser circulares, lineales, paralelas, entretejidas, alternas, reticulares; con un cuerpo que sirve para expresarse pues se lo puede tatuar, perforar o cargar con nuevos adminículos y al que no es posible constreñir legamente porque el derecho al libre desarrollo de la personalidad, establecido por la Constitución de 1991, así lo permite. Atrás queda la sentencia “La pared y la muralla son el papel de la canalla”. Por esta razón, los adultos descubrieron que muros y paredes también son territorios para expresarse y que, además, cuentan historias: los graffittis pasaron de contener consignas izquierdistas, a enunciar expresiones tiernas o rudas del amor y a señalar la aparición de pandillas urbanas. Asimismo, los miembros de las generaciones mayores debieron intentar descifrar los nuevos y frenéticos lenguajes de la imagen.
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Esta cultura audiovisual electrónica/digital contribuyó, pues, a que los jóvenes emergieran como nuevos actores sociales, ya que fueron ellos quienes aprendieron de manera acelerada a manejar las nuevas lógicas, tempoespacios, formas de expresión, cuerpos y miradas. Esta circunstancia deja entrever que no se pueden examinar los procesos culturales sólo desde la perspectiva de lo hegemónico y lo subalterno, sino que hoy es imperioso mirarlos desde las diferencias entre adultos y jóvenes.250 Porque mientras estos luchan por construirse una identidad -en medio de la que les fabrican las multinacionales para volverlos carne de consumo-, los adultos se debaten entre el autoritarismo y el dejar hacer. De ahí que exista entre ellos una falta de fluidez comunicativa, una ruptura de los tejidos comunicativos intergeneracionales, que la administración pública cree solucionar mediante normas que restringen los movimientos y espacios de los jóvenes.251 Junto a los procesos recién referidos, en las últimas cuatro décadas se dieron luchas gremiales y políticas, como se mencionó párrafos atrás. Entre ellas, están las dadas en el último quinquenio por mejores condiciones para los campesinos, por la nacionalización del Campo Dina 540 en 1993, contra el uso de precursores químicos en la fumigación de cultivos ilícitos, en 1995, y por la defensa de espacios en donde se expresaba la cultura popular como en el Pasaje Camacho de Neiva, donde tenían cabida artesanos y restaurantes populares -continuadores de la tradición gastronómica local-, en 1997. Valga añadir que estos movimientos poco espacio tuvieron en los medios nacionales. De la imitación del centro a los instantes propios de centralidad. Y es que el Huila, como cualquier periferia, sólo aparece en las primeras planas de diarios y noticieros cuando celebra fiestas o le ocurren tragedias. Pues sólo tiene cabida en ellos cuando realiza el San Pedro y vende una supuesta autenticidad; es el epicentro de un terremoto, como el de 1967; la guerrilla toma un municipio para adelantar las conversaciones de paz, como en 1984; el equipo local gana el ingreso a la primera división de fútbol, como en 1992; le sobreviene una avalancha, como la del río Páez en 1994; aumentan de manera notable los suicidios juveniles, como en el último quinquenio o los gays ganan el derecho a desfilar por las calles de Neiva durante su carnaval. Estas formas de presencia hacen que, a menudo, los huilenses crean que sólo cuentan para el panorama nacional cuando ofrecen entretenimiento o merecen compasión. Que no valen sus esfuerzos cotidianos, sus pequeñas experimentaciones, sus sueños. Por ello se alegran hasta la exaltación cuando el equipo local enfrenta a los de otras capitales del país y recibe gratos comentarios en los noticieros nacionales de jueves y domingo que así, dan pie para que los habitantes de Neiva y el Huila disfruten la sensación de que su terruño ha obtenido, por fin, un lugar en el país.
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Pero, a la vez, esa actitud desdeñosa o compasiva que se ejerce desde el centro, los llevan a suponer que para realizar sus proyectos, en lugar de presentarlos y defenderlos con ahínco, es camino más seguro conseguir un político y ofrecerle un almuerzo, al menos, para comprometer su apoyo o ganarse el favor de los funcionarios públicos llevándoles muestras de la gastronomía vernácula. De ahí, también, que para obtener alguna aceptación en el Departamento muchos se afanen por figurar en lo nacional, como lo prueban las abundantes noticias sobre nombramientos públicos, honores privados, títulos académicos, reuniones sociales de cualquier nivel, viajes a
Por supuesto, no sólo desde estas miradas sino también desde el análisis de los grupos (étnicos, de clase, de creencias, de géneros y oficiosa) y de sus prácticas (productivas, domésticas, familiares, educativas, lúdicas, simbólicas, de relación con los otros, etc.) 251 Veánse al respecto los decretos municipales en el Huila sobre el asunto entre 1994 y la fecha. 250
eventos en otras capitales y las furiosas disputas por injuria y calumnia que colman la prensa regional.252 La desterritorialización de la cultura Durante la última década, se ha hecho cada vez más evidente que los procesos sociales en la región surcolombiana están dirigidos, en lo fundamental, por el clientelismo, el narcotráfico, la guerrilla y los militarismos. Estas fuerzas generan un clima de violencia y zozobra cotidiana, corrupción administrativa, falta de respeto a la vida y al medio ambiente y, en particular, destruyen los tejidos comunicativos. Además, sólo ellas se ofrecen como alternativas reales a los más jóvenes. Estas circunstancias hacen innecesaria la escuela e impiden el surgimiento de embriones fuertes de sociedad civil.253 A lo anterior, se agrega que la región está recibiendo, desde 1989, la propuesta de nuevos imaginarios sociales a través de la oferta televisiva internacional. Ella generó un proceso de desterritorialización de la cultura al suscitar expectativas y ambiciones entre los jóvenes que no pueden realizar en los estrechos límites del Departamento. La frustración e impotencia resultante de estas dinámicas, aunada a la ruptura de los tejidos comunicativos intergeneracionales y a la imposibilidad de explicarse los nuevos procesos que viven, los empujan al suicidio en muchos casos. Como es de conocimiento público, su tasa es demasiado elevada para la densidad demográfica regional. Tenemos aquí, entonces, una sociedad a la deriva, con precaria salud mental y pocas posibilidades de realización humana. Urge, por tanto, establecer alternativas para restaurar los tejidos comunicativos regionales y crear otros adecuados a los nuevos contextos, con el propósito de consolidar una sociedad civil que sea capaz de mediar en los actuales conflictos, elaborar un nuevo proyecto social y garantizar el desarrollo humano, sobre todo, de sus niños y jóvenes. Las características de los huilenses contemporáneos En suma, los rasgos antes reseñados revelan que entre los huilenses priman la baja autoestima, desconfianza en los propios esfuerzos y subvaloración de los ajenos, alta necesidad de reconocimiento social y poco ánimo para el trabajo en grupo. Por eso suelen encerrarse en un individualismo cerrado y desesperado. Con frecuencia, este impide construir empresas o, cuando logran, no estimula romper con la gerencia patriarcal imperante -esa que no delega tareas y funciona por medio del chantaje afectivo- para pasar a otras forma de organización más participativas y flexibles, en las que se haga uso critico y creativo de las más recientes concepciones sobre desarrollo humano y
No sobra sostener aquí que al aceptar estas especies y convertir su difusión en una rentable estrategia periodística, los informativos locales pierden valiosas energías para realizar rigurosos sobre las complejas dinámicas de la vida regional y, en consecuencia, no constituyen a conformar una vigilante opinión pública. Por otra parte, estas especies suelen ser comentadas por contertilios socarrones –aquellos de los chistes ingeniosos evocados por el articulista del Alma huilense, unas líneas antes-, que acostumbran presumir ser dueños de mayores talentos y recursos que las personas objetos de sus comentarios pero a las que, en pocas ocasiones, se atreven a competirles en los territorios de sus saberes. Esta costumbre de subvalorar al otro es recurrente en los grupos en el poder. Es decir, no hay unas reglas de juego meritocrático en la administración pública que, a la vez permitan la libertad de crítica. Por ende muchas gentes de valía, que no están dispuestas a someterse a clientelismos y tradiciones cortesanas, terminan despilfarrando sus potencialidades al caer en el desaliento, el escepticismo o en una crítica que poca incidencia tiene en la opinión como no sea la de fomentar más rencores personales. 253 Ver William Fernando Torres, El veloz del ciempatas. Recorridos colectivos para la construcción del postgrado en Comunicación y Creatividad para la Docencia. Neiva: Universidad Surcolombiana, 1997. 252
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las tecnologías más avanzadas. Este individualismo tampoco propicia el surgimiento de organizaciones comunitarias libres de caudillos con encubiertas ambiciones de figuración política o de maquinarias electorales. Y, menos, posibilita una comunicación fluida entre los miembros de esas clases medías que comenzaron a consolidarse a mediados de los 70, con las primeras promociones de egresados de la Universidad Surcolombiana. Este individualismo cerrero y desesperado procrea esa fuerte autoimagen de los huilenses que encontramos bastantes cuartillas atrás. Ella les impide alcanzar identidades propias y críticas. Por ende no cuentan con las seguridades que estas otorgan para comprender el mundo y la globalización e intervenir en ellos.
Conclusiones provisionales Este largo recorrido deja entrever que a los habitantes del Huila, primero, les fue impuesta, desde fuera, una noción de identidad que ellos no estaban preparados para cuestionar. Que, en segundo término, se enfrentaron entre hegemónicos y subalternos, en la primera mitad del siglo, pero al mismo tiempo se integraron en el intercambio de relatos y en las fiestas, en las que, sin embargo, tuvieron disputas simbólicas. En tercer término, recibieron el impacto de los medios masivos que contribuyeron a la emergencia de los jóvenes como nuevos actores sociales y, a la vez transformaron las maneras de percibir y conocer de hegemónicos, subalternos y adultos. En cuarto lugar, tuvieron presencia en lo nacional porque ofrecían entretenimiento o les ocurrían tragedias. En quinto término, recibieron las ofertas de las parabólicas que les propusieron nuevos modos de vida y les aportaron herramientas para comprender lo global pero, además, llenaron a muchos de impotencia y frustración. Al lado de lo anterior, vimos un Departamento que paso de ser insular y agrario a vincularse de manera coyuntural con el país y a tener ahora el mundo en las pantallas de los hogares. Además, en él se expresan las diversas fuerzas del conflicto colombiano. En consecuencia, para subsistir en las actuales condiciones debe buscar alianzas estratégicas, pero sus vecinos del norte no las aceptan, y los del sur están en mayor situación de precariedad. En estas circunstancias, está obligado a pensar en su propia sobrevivencia y a construir unas identidades que les garanticen a sus habitantes la seguridad necesaria para dialogar con los otros en condiciones de igualdad.
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En medio de estos procesos encontrarnos que los hegemónicos han estado más cerca de la cultura escrita, mientras los subalternos se inscriben en la oral, y que frente a ellos han surgido los jóvenes, miembros de la cultura audiovisual. Estos sujetos tuvieron como valores básicos, en la primera mitad de siglo, la identidad de grupo (de clase, política o religiosa), la solidaridad y la confianza en la palabra empeñada, en la segunda mitad, son el individualismo, la competencia desleal y el escepticismo. Es decir, valores en todo opuestos a los de la cincuentena anterior, pero que son los planteados por la economía en el contexto nacional y global. Y al pasar por encima de las tradiciones ellos generan conflictos culturales.254
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Entiendo aquí por conflicto cultural la confrontación de valores relevantes de los diversos grupos. O sea, el enfrentamiento abierto entre los ideales de realización vital -capitales simbólicos- que integran y dan sentido a cada una de las diversas agrupaciones de una comunidad por apropiarse de un lugar hegemónico en la misma, con el fin de conducirla u orientarla en determinada dirección o de garantizar ciertas legitimaciones sociales. Dada la extensión de este trabajo, no tengo espacio para desarrollar este punto aquí, pero remito al lector al libro ya mencionado Historias de la Sierra y el Desierto, Conflictos culturales en el Huila entre 1940 y 1995.
¿Cuáles serían los sujetos posibles? Las conclusiones precedentes nos sugieren, en consecuencia, que urge formarnos como sujetos que luchan por unir el mundo de la cultura y el de la economía y, por tanto, pueden superar los desgarramientos que nos llevan al vacío consumista o a encerrarnos en sectas. En el Huila, a la vez, se hace necesario que busquemos caminos para construirnos un autoconocimiento tal de nuestros propios procesos y los de nuestros entornos que: 1) potencie nuestra autoestima, 2) nos ayude a consolidar la individualidad y salir del individualismo, 3) por tanto, nos lleve a elegir ser solidarios (no a vernos obligados a serlo, como ocurrió en la primera mitad del siglo), 4) a ganar sensibilidad y capacidad para aceptar la incertidumbre (rasgos estos existentes en la cultura popular pero que hoy habría que ampliar para actuar en lo global), y 5) a conocer las lógicas de las diversas culturas con el anhelo de facilitar una comunicación más amplia y profunda que nos permita negociar conflictos y construir sentido en colectivo. Esto será posible si, en ese proceso, allegamos elementos para comprender y analizar las dinámicas sociales y culturales desde las nuevas formas de percepción y cognición, si trabajamos en equipo (más que en grupo), somos emprendedores y desarrollamos la creatividad para concebir nuevas formas de ser actores políticos y tejer sociedad Civil. ¿Con qué maestros formar estos sujetos posibles? En las primeras páginas de este texto indiqué que los maestros actuales de cualesquiera de las cinco generaciones que existen hoy en las aulas:255 1) alcanzamos nuestras identidades y proyectos de vida de manera no muy consciente; 2) la mayoría nos encontramos en la etapa de descenso de nuestra parábola laboral, 3) en muchos casos, nos sentimos desilusionados por nuestro oficio y gremio, 4) venimos de la cultura oral, somos agentes de la cultura escrita y no sabemos cómo comunicarnos con jóvenes de la cultura audiovisual, 5) algunos somos curiosos, nos animamos a “cacharrear” con las nuevas tecnologías pero no preguntamos por los intereses y las lógicas que les dan origen, 6) carecemos de herramientas para comprender los procesos contemporáneos y, ante nuestro desamparo, optamos por encerrarnos en la aparente seguridad de nuestras disciplinas o por renunciar a nuestras inquietudes intelectuales y entregarnos al consumo, 7) muchos estamos urgidos por unificar y legitimar nuestra autoimagen pues nos sentimos angustiados ante la fragmentación de nuestro yo y, a causa de ello, generamos constantes disputas por prestigio personal o profesional tornando irrespirable la atmósfera de los colegios, en particular, los públicos. Si estas son nuestras características ¿cómo podríamos formar sujetos poseedores de auto conocimiento, autoestima, autonomía, capaces de ser solidarios porque lo eligen, de aceptar la incertidumbre, de investigar y asumir las diversas lógicas culturales, construir sentido en colectivo, trabajar en equipo, analizar las dinámicas sociales y ser creativos para intervenir en ellas creando nuevas formas de hacer política? Como en las culturas orales enseña el ejemplo, ello nos exigiría a replantearnos como sujetos. Es decir, deberíamos esforzarnos por mejorar nuestros niveles de autonocimiento, de autoestima, de individualidad y de solidaridad y ello sería posible si creamos talleres para lograrlo y nos esforzamos
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Las de los: 1) empíricos, 2) formados en las disciplinas (60 principios de los 70), 3) formados en las disciplinas y con “cachucha pedagógica” (mediados de los 70 y principios de los 80), 4) barnizados con metodología de la investigación (80), y 5) graduados a distancia. Esta caracterización se precisa más en “De los deslumbramientos a los alumbramientos”, pág. 121.
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en lo personal de manera continua. Pero, dadas nuestras edades y lo que nos ha costado ganarnos unas mínimas condiciones de existencia, ¿estaríamos dispuestos a asumir la incertidumbre? Dadas, también, nuestras tácitas convicciones de que ya lo sabemos casi todo, nuestra no aceptación de la historicidad del conocimiento y el cansancio que nos abruma, ¿aceptaríamos pesquisar las lógicas culturales rompiendo con los tradicionales métodos de investigación y lanzándonos a comprender procesos más que objetos? Dada, en fin, la certeza de que fuimos durante mucho tiempo -hasta que nos desplazaron las fuerzas en conflicto- los poseedores de la palabra en sociedades casi analfabetas, ¿tendríamos la humildad y el entusiasmo para construir sentido en colectivo? Dadas, por último, nuestras decepciones gremiales y políticas, ¿nos aventuraríamos una vez más a intentar construir equipos y participar en política con propuestas menos clientelistas, caudillistas y autoritarias? Pero como estamos en la época de las culturales audiovisuales/digitales y la globalización, no basta con el ejemplo. Requeriríamos, por tanto, crecer en lo personal pero, al mismo tiempo, indagar y asumir las nuevas lógicas culturales y tecnologías ya que, como hemos visto, ellas han cambiado toda nuestra actitud ante el conocimiento y el mundo. Y, pese a cansancios y decepciones, no debemos olvidar que lo que está en juego es el futuro de las nuevas generaciones y la viabilidad de una región y un país. Y estas no son palabras patrióticas sino pragmáticas: no podemos ser cómplices de que se unifiquen las culturas y se destruya la compleja riqueza de la especie humana. ¿Queremos acaso que conviertan a nuestros hijos en androides consumistas? O, es que por nuestra dificultad para criarlos, ¿ya somos cómplices de que lo sean? ¿Está el gobierno dispuesto a ofrecernos la posibilidad de capacitarnos en este sentido? Sospecho que no, porque hay muchos intereses en juego. Se perjudicaría esa vasta red de quienes viven de reciclar discursos a la moda para introducirlos en las escuelas, tal vez con el sano afán de modernizarlas, pero que no tienen en cuenta ni sus universos ni sus procesos ni sus conflictos culturales. Se perjudicarían quienes hablan de generalidades impactantes, seductoras, pero que no saben cómo aterrizarlas en escuelas con niños deprimidos y desnutridos, con maestros gastados y edificios que necesitan una buena mano de limpieza y pintura. Se perjudicarían, digámoslo, los arribistas intelectuales, las Facultades de Educación que viven ajenas a la realidad cotidiana de las escuelas y promueven nuevas didácticas para contenidos obsoletos. Por eso debemos ser capaces de construir nuestros propios procesos de autoformación, en los que establezcamos problemas relevantes y preguntas urgentes para debatirlos con los intelectuales verdaderamente preocupados por la educación. No en vano Edgar Morin, en Francia, y Umberto Eco, en Italia, -para citar los de países prestigiosos-, acaban de presidir comisiones con el propósito de buscar nuevas alternativas para la escuela; otros vuelven a pensarla, a reflexionar sobre los textos escolares, como lo hacen Fernando Savater y José Antonio Marina en España. Todos ellos reclaman que allí está el nuevo campo de trabajo de los intelectuales.
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Si no lo hacemos volverán a asustarnos con la tecnología. No olvidemos que un cuarto de siglo atrás se nos dijo que se nos iba a reemplazar con un televisor en cada escuela, que podría recibir mensajes de un satélite, porque éramos muy conflictivos. Como el Ministerio de Educación Nacional nunca los llevó, lo hizo un programa humorísticos de la televisión que valoraba las fiestas y las reinas regionales pero, a la vez, se burlaba de las gentes de la periferia porque no eran modernizadas. Recordemos, además, que en la anterior campaña presidencial, el candidato triunfante prometió llevar un computador a cada escuela y ahora nos anuncia que Nicholas Negroponte, el “gurú de la era digital del MIT”, vendrá a programarlos para que nos enseñen las lógicas de la uniformación cultural. La Corte, mientras tanto, y olvidando que este es un país de culturas regionales y tambien orales, escritas y audiovisuales, sentencia ahora que los maestros debemos escribir un libro si queremos
asceer a la última categoría del escalafón. Con ello, por cierto, contribuye al desarrollo de la industria editorial pero, tambien, a tralar los bosques y a correr el riesgo – seamos sinceros – de poner en circulación más baratijas de las que hay en el mercado. ¿Por qué los maestros no podemos contribuir a crear sentido en colectivo, a generar comunicación real, haciendo prensa, radio y video con los jóvenes y las comunidades? ¿No podemos, acaso, elaborar nuestros propios programas para computador? Estas preguntas sobre la comunicación son pertinentes ahora que, otra vez más, hablamos de paz. Pues desde las guerras civiles del siglo XIX y finales de los cincuenta en Colombia vivimos con la ilusión de pactarla y construirla. Sin embargo, a menudo ella resulta esquiva porque los actores del conflicto a poco de firmar acuerdos incumplen la palabra empeñada y vuelve a correr la sangre bajo los puentes. Así vivimos el asesinato de Guadalupe Salcedo y la reinserción del M-19. Allí se destruyeron esperanzas fundadas y nos ganamos cicatrices que nos hundieron en el escepticismo. Es que en Colombia se acostumbra desaparecer al adversario: la matanza sistemática de los militantes de la UP nos lo comprueba. ¿Qué pedagogía es esta? En estas condiciones, la construcción de la paz en Colombia no se hace sólo con firmar pactos. Ese puede ser un punto de partida para crear un clima de menor discriminación y desigualdad social. Pero, de seguro, la paz en Colombia se consigue si formamos sujetos, personas, ciudadanos. Y esta es una apuesta a tres generaciones.
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ALTA COBERTURA Y BAJA CALIDAD.256 La educación en el Huila entre 1960 y 1995 Willian Fernando Torres Profesor Universidad Surcolombiana
En el Huila solemos enorgullecernos de la ampliación de la cobertura educativa durante los
últimos treinta años. Un par de décadas atrás, lo repetían los políticos en sus discursos en balcón de parque y se atribuían la hazaña; hoy lo aseguran las precarias estadísticas del Departamento; también lo afirman quienes andan de vereda en vereda y se conmueven cuando ven a niños campesinos cruzar atajos para madrugar a clase. Otros, en cambio, se maravillan al contemplar algunas de las escuelas rurales que se construyeron a principios de los sesenta. Les parecen sólidas, espaciosas y acogedoras por sus fuertes muros encalados, su teja española, las grandes ventanas de madera y los amplios corredores con baldosas de colores. También admiran, a veces, la limpieza y el pequeño jardín de flores silvestres. “Utilizaron -afirman-los mejores materiales y nadie hablaba de sobrecostos. Entonces -sentencian meneando la cabeza con desaliento-, no nos había arrastrado el cataclismo de la corrupción”.
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Corrupción, nos prueban los historiadores, ha habido aquí desde la Colonia. En los años sesentas, lo que no había entre nosotros, eran muchos títulos académicos. Más bien lo que existía era un elevado analfabetismo. Por otra parte, como ya estaban construidas las grandes iglesias católicas y el bandolerismo resultante de la Violencia liberal-conservadora comenzaba a amainar, tener escuela pasó a ser una de las mayores expectativas de cada comunidad. Edificarla suponía educar a las nuevas generaciones para que tuvieran cómo defenderse en la vida pero, en el fundo, para que pudieran construir paz; para que no volvieran a repetir la guerra. Por eso fueron bien construidas: porque eran un símbolo. En consecuencia, en un territorio donde los padres necesitaban la mano de obra de sus hijos para contribuir a la economía familiar, educarse se volvió algo respetable: “Lo único que les voy a dejar como herencia es la educación», decían los papás más progresistas a sus hijos. Por supuesto,
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Artículo tomado del libro “Amarrar la Burra de la Cola”, escrito por el profesor William Fernando Torres. Universidad Surcolombiana. Especializacón en Comunicación y Creatividad para la Docencia. Neiva. 2000. P. 83 a 93
muchos creían que con sólo segundo de primaria bastaba. Y en el sur del Departamento, según doña Virginia Gutiérrez, ir a la escuela era sólo prerrogativa de los hombres. De primaría a bachillerato Los esfuerzos de los concejos municipales y los apoyos del Estado sirvieron para que a mitad de la década en mención los cupos en primaria y secundaria que ofrecía la escuela oficial superaran en número a los de la privada. En su estudio de 1980 sobre el tema, Jairo Ramírez nos recordó, además, que por estas fechas se comenzaron a ampliar los horarios y los niveles de escolaridad: aparecieron los colegios nocturnos y, tiempo después, los preescolares. Los primeros tienen una historia ejemplar. Surgieron por iniciativa de entusiastas como el entonces juez Reinaldo Polanía. El, junto con algunos de los pocos profesionales que habitaban en Neiva, se sintieron en el deber de compartir los saberes a los que habían tenido el privilegio de acceder en universidades de Bogotá o Popayán. Y sin cobrar un peso para ellos, convocaron a los trabajadores y empleados que aspiraban culminar sus estudios secundarios. En 1963, en la Escuela Central de Varones abrieron el Bachillerato Nocturno José María Rojas Garrido. El buen ejemplo cundió: poco después en Garzón crearon el Luis Calixto Leiva. Más tarde, los otros municipios del Departamento fueron formando sus nocturnos. Algunos de estos centros publicaron revistas de la misma valía que la famosa Juventud del Santa Librada. La más memorable fue Ecos del Rojas Garrido. Allí aparecieron colaboraciones de los escritores regionales más reconocidos -como Julián Polanía y otros de los Papelípolas- y se dieron a conocer los versos con olor a hierba recién cortada de Luis Ernesto Luna o los artículos con adjetivos anacrónicos y pomposos de Fabio Echeverry. En ese Huila los jóvenes se hacían sentir. Bien fuera en el estudio, la política o el deporte. En el Santa Librada de Neiva, el Simón Bolívar de Garzón, la Normal de Pitalito, el San Sebastián de La Plata o el Laureano Gómez de San Agustín, había competencia por ser los estudiantes más destacados o por ser los cuestionadores más radicales. No faltaban, pues, los que entrenaban sus artes oratorias a la menor oportunidad en cualquier velada o en los secretos y disciplinados círculos de estudio sobre las teorías de izquierdas. Tampoco eran menos los deportistas: el Departamento traía un prestigio nacional en básquet por la Aplanadora opita y, por otra parte, con cierta frecuencia en los diferentes municipios se disputaban campeonatos de fútbol o voleibol a los que concurrían los colegios para asegurar su importancia o demostrar su supremacía. También hubo quienes introdujeron las nuevas músicas con el consiguiente escándalo de los padres: Santana fue el guitarrista que estos satanizaron. No faltaron tampoco los que fumaron marihuana, los que corrieron motos e hicieron pilatunas y picardías. Las de las clases medias y altas neivanas de los cincuentas las ha contado Eduardo Hakim en uno de sus nostálgicos libros de anécdotas. En un Departamento con poca gente letrada, ser bachiller era ser persona importante. Sin embargo, muchos no tenían adonde ir. A pesar, incluso, de que el Gobierno hubiera ampliado los cupos en las universidades públicas existentes en las grandes ciudades con el fin de crear una clase media que sirviera de colchón amortiguador a la aguda confrontación de clases que se veía venir al final de La Violencia. Y aunque los estudiantes habían ayudado a tumbar la dictablanda de Rojas Pinilla, muchos bachilleres andaban a la deriva con su cartón bajo el brazo. Como los que no lo eran los acogía el Sena, entre nosotros se pensó en tener una universidad. La Universidad Gilberto Vargas Motta ha dicho que esa idea ya venía circulando desde los años cincuenta. En incontables noches de conversa, Misael García ha narrado las batallas por ella en los sesentas. También las ha escrito. Por eso hemos sabido de la existencia del grupo Entrada Libre que movilizó
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a la población contra el escepticismo y la politiquería local; de la misma manera, recordamos la contundente posesión simbólica “sin estampillas ni papel sellado» del magistrado Reinaldo Polanía como primer rector del primer centro de educación superior regional. A su vez, Reinaldo Polanía -con su humor socarrón- no deja olvidar que algunos querían llamarla Universidad del Alto Magdalena y Pie de Monte Amazónico y que, en 1970, terminó siendo simplemente Instituto Técnico Universitario Surcolombiano -Itusco- y con otro rector, ese sí con papel sellado. Todo el mundo sabe -porque nos lo han repetido en varias campañas electorales- que Guillermo Plazas metió la mano en el parlamento para que en 1975 se aprobara la ley que convertía al Instituto en Universidad Surcolombiana. Sin embargo, el profesor Lasso aclara que si no fuera por las marchas de estudiantes y profesores de Itusco no habría habido la presión popular necesaria para que la ley fuera posible. Mientras se creaba la Universidad Surcolombiana, en los municipios se dieron luchas por abrir los bachilleratos locales. Al parecer, las urgencias nos habían llevado a aprender que podíamos construir y construirnos superando esa envidia o fatalismo nuestros que a menudo nos llevan a atravesarles palos a las ruedas de los proyectos que se inician. La explosión Desde esa mitad de los setentas, porque había nuevos estudiantes y nuevos licenciados, florecieron los preescolares, las primarias privadas y los nuevos bachilleratos oficiales en los barrios de los municipios más grandes; luego surgieron colegios para las clases medias y altas y también institutos de validación, idiomas o sistemas para quienes no habían podido cursar la educación regular. Al lado de estos procesos, ya entrados los años ochentas, cuando fue evidente que uno de cada cinco adultos maduros en el Huila era analfabeto, se realizaron programas para educar nuestra gente mayor que llegaron a tener reconocimiento nacional y le merecieron al profesor Gustavo Bríñez la medalla Simón Bolívar; valga recordar aquí que esta distinción también la recibió Luz Posada, una de las precursoras de la innovación educativa en la Escuela Popular de Filodehambre. Por esos años, bajo el gobierno de Belisario Betancur, aparecieron las carreras a distancia y con ellas la presencia de Unisur, la Javeriana, la Santo Tomás o la Sabana. Después fueron abriendo sede en Neiva otras instituciones privadas como la Antonio Nariño, la Corporación Universitaria del Huila y la Cooperativa de Colombia. Algunas de ellas ofrecieron nuevas carreras amparadas en la Ley 30 de 1992. Por cierto esta norma confirió mayor autonomía a los centros de educación superior pero -como lo han señalado varios comentaristas nacionales- se prestó para que fuera interpretada con propósitos mercenarios, al punto que el ICFES se vio obligado a intervenir en el asunto.
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En estos noventas se expandieron los programas de postgrado. Hace dos años, Olmedo Polanco informó que el 4% de la población huilense ya era profesional. Desde el año pasado, Carlos Amézquita -con base en una encuesta sobre títulos profesionales e investigaciones- nos asegura que ya pasamos del centenar de personas con calificaciones para hacer ciencia. En 1995 la Surcolombiana celebró su primer cuarto de siglo. Como en toda celebración se exaltaron los logros: la titulación de un elevado número de profesionales que hoy constituyen la nueva clase media del Departamento; el haber vinculado un significativo número de profesores de tiempo completo con títulos de postgrado obtenidos en universidades de prestigio; la apertura de nuevas carreras y postgrados propios; el paso de la investigación descriptiva y aplicada a la pesquisa experimental; la ampliación de la cobertura con subsedes en Garzón, Pitalito y La Plata, la oferta de pregrados y postgrados en otros municipios y departamentos vecinos; la integración a Internet mediante red propia.
Desafortunadamente, no se precisaron los nuevos retos colectivos. Entre ellos, el de cómo ese enorme equipo humano científico va a ampliar el conocimiento sobre la región, establecer y jerarquizar sus problemas y generar alternativas para los mismos a partir de la apropiación critica de los conocimientos de punta existentes y, sobre todo, de la creación de conocimientos propios. Y de la calidad ¿qué? La anterior enumeración puede conducir al entusiasmo. En poco más de treinta años logramos ampliar nuestra oferta educativa formal y no formal, llegar a lugares apartados y atender los más diversos sectores de la población. Sin embargo, si examinamos los resultados del proceso, debemos admitir que nos falta calidad. Para empezar y ateniéndonos a las estadísticas, los pocos bachilleres de antes de lo que aquí hemos llamado la explosión sacaban, en promedio, mejores puntajes que los actuales en las pruebas del Estado. Pero si evaluamos a los alumnos desde la secundaria hasta los postgrados podemos percibir que no poseemos disciplinas y, en especial, que nos hemos atiborrado de datos pero no nos hemos entrenado para pensar, tampoco para expresarnos. La comprensión lectora es deficiente: pocos alumnos pueden sintetizar con rigor la idea o la hipótesis principal de un texto y realizar un análisis crítico que tenga en cuenta, por lo menos, el contexto espacio temporal e intelectual en el que se produjo, los intereses a que respondía, la forma en que está enunciada, su validez y pertinencia hoy. Otro tanto ocurre con la escritura: en los trabajos escolares, e incluso en tesis de postgrado se advierte que no logramos enunciar las ideas con claridad ni sustentarlas con rigor; no pasamos, muchas veces, de enumerar datos deshilvanados y terminar el escrito sin ofrecer conclusiones. Y en nuestros debates públicos no nos va mejor: solemos hablar por asociación de ideas sin ahondar en el punto en análisis. Esta falta de apropiación de la cultura escrita impide la comprensión plena de los procesos globales de la historia humana y de los adelantos científicos en curso. Mientras tanto seguimos esclavizados a creencias ingenuas, a prejuicios, a las caprichosas concepciones personales, Ahí están muchas radioemisoras que en lugar de analizar el acontecer cotidiano y contribuir a orientar a los habitantes, se desviven por incitarlos a enfrentarse, convierten el chisme en noticia y la adulación o el chantaje en extrañas interpretaciones de la ética periodística. En el Huila no hemos accedido al pensamiento científico, casi siempre pensamos con el deseo. Con todo, lo más grave es que nuestra educación no ha mejorado nuestros comportamientos como personas, como ciudadanos. Hay que recorrer el Departamento para descubrir qué poca consciencia tenemos de la ecología: las quemas asolan las montañas en agosto; las gentes botan bolsas de plásticos o latas de cerveza y gaseosas como si todo el Departamento fuera el basurero de su casa. Hay que visitar las oficinas públicas y privadas, llamar a cualquier empresa o hacer cola en un banco para establecer el respeto que sentimos por el tiempo de los demás. Hay que arriesgarse a manejar un vehículo para conocer las nociones de convivencia y de respeto a la vida que imperan entre nosotros. Por otra parte, graduamos profesionales que no tienen confianza en sí mismos ni en sus saberes ni tampoco demuestran capacidad de iniciativa. Pues tan pronto obtienen su titulo se apresuran a hacer cola donde los políticos por un temporal puesto burocrático o un contrato. De esta manera es obvio que no podremos acabar con el clientelismo, dejar de ser menores de edad o construir la tan publicitada democracia participativa que nos propusieron en la Constitución. Sirva anotar, al margen, que Jorge Child cuestionó la posibilidad de realizar aquella: para él era “casi un chiste cruel darle a los ciudadanos la ilusión de participación democrática personal en
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la nueva sociedad informática, abstracta, supercentralizada, internacionalizada que opera bajo el control casi secreto de los poderes del gran capital”; a la vez, agregó que el idealismo participativo era una forma escapista “tanto de las funciones sociales del Estado como de las proclamadas funciones sociales de la propiedad privada”. Nuestros retos ¿Qué hacer hoy en la escuela básica para enseñar a pensar los jóvenes, potenciar sus capacidades expresivas, ubicarlos en la historia de la especie humana y del pensamiento científico? ¿Para formarlos como ciudadanos? ¿Qué hacer cuando ellos y ellas -miembros de la cultura audiovisualapenas soportan las clases, sienten que la cultura escrita ha caducado y que no existe el futuro? ¿Qué hacer en las Universidades cuando se advierte que la mayoría de los estudiantes no tiene un verdadero entusiasmo por construir conocimiento sino tan sólo por conseguir un cartón -una patente de corsario- a como dé lugar? En mi opinión personal, lo primero que tenemos hacer los maestros es dejar de librar, entre nosotros, esas batallitas de costurero por prestigio personal o profesional. Ellas lo que demuestran es la frágil estructura de personalidad que poseemos. Además, cuando pretendemos que nuestra asignatura es más importante que las otras, lo que revelarnos es nuestro desconocimiento del avance del conocimiento en el planeta y de los desafíos de globalidad que hoy aquel exige. Pero, sobre todo, esas ridículas pretensiones impiden que le metamos el hombro en serio a la formación de los muchachos. No podemos pedirles que no sean envidiosos si nosotros envidiamos; tampoco podemos exigirles que no sean agresivos si nosotros lo somos a cada rato. En segundo lugar, necesitamos construirnos una comprensión actualizada del mundo que nos permita explicárselo con rigor a los demás y ayudarlos a orientarse en él. En tercer término, debemos aclararnos el proyecto de huilense que necesitamos para el próximo siglo o debatir el que algunos hemos propuesto: el de que formemos unas personas y ciudadanos tiernos, solidarios, analíticos, capacees de trabajar en grupo y ser emprendedores. Si estamos de acuerdo, a partir de allí tenemos que organizar unos currículos que nos permitan alcanzar los anteriores propósitos; es decir, unos que analicen nuestros problemas, que despierten la curiosidad y el entusiasmo de los jóvenes y los inciten a desarrollar sus lógicas analíticas, a construirse la capacidad de pensar por sí mismos sin temor a los demás. Si no asumimos los retos, seguiremos haciendo el Proyecto Educativo Institucional como una tarea más o dejando que otros nos lo hagan; convocaremos a elecciones para el gobierno escolar con las mismas mañas del clientelismo; seguiremos temiéndole a las evaluaciones o rifando los estímulos económicos. Mientras tanto el descuaderne del país sigue ahí.
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¿COMO VINCULAR LA CULTURA DE LA ESCUELA CON LA CULTURA DEL ENTORNO?257 Willian Fernando Torres Profesor Universidad Surcolombiana
L
a anterior pregunta resulta crucial en las conflictivas circunstancias del país. Al mirar el interrogante de cerca se advierte que contiene una afirmación implícita y, con base en ella, se plantea un enorme reto. La afirmación es la de que en Colombia existe un claro divorcio entre la escuela pública y su entorno; es decir, entre la formación que brinda la escuela y la cultura en la que viven los alumnos; o, digámoslo de manera más detallada, entre los currículos y el sensorium en el que los grupos sociales subalternos integran tradiciones culturales y culturas populares e informaciones sobre el presente junto con los seductores modelos de vida que les propone la industria cultural. El enorme reto es el de encontrar problemas comunes entre los que pretende resolver la escuela y los que quieren enfrentar los proyectos de desarrollo cultural que se adelantan en nuestros municipios. Con esta conjunción de esfuerzos se aspira a generar dinámicas en las comunidades que contribuyan, por ejemplo, a examinar sus propios procesos culturales, aumentar la autoestima de los habitantes o desarrollar la autonomía individual y colectiva. Despistes de la escuela La afirmación del divorcio entre la escuela y su entorno tiene fundamento en las pesquisas realizadas sobre la escuela colombiana durante los últimos quince años.258 Si las resumimos talvez con exagerada crudeza, encontramos, primero, que su currículo se centra sobre todo en unos planes de estudio con contenidos cuya vigencia científica y pertinencia social resultan discutibles; segundo, que esos contenidos están compartimentados en disciplinas pero sin la suficiente integración entre ellas; tercero, que se difunden escalonando progresivamente sus
Articulo tomado del libro “Amarrar la Burra de la Cola”, del profesor William Fernando Torres. Universidad Surcolombiana. Espcialización en Comunicación y Creatividad para la Docencia. Neiva. 2000. Pág. 173 a 191. 258 Entre ellos, las conclusiones del proyecto Génesis coordinado por Rodrigo Parra Sandoval, el libro La escuela violenta de este mismo autor y el contundente ensayo “Heredando el futuro” de Jesús Martín Barbero, publicado en la Revista Nómadas (Santafé de Bogotá), 5, 1996. 257
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niveles de complejidad sin asumir que los actuales alumnos hace rato que rompieron con las pautas de atención y comprensión lineales. Asimismo, los análisis señalan que los contenidos se imparten de manera magistral y poco participativa. Anotan también que en las escuelas existen atmósferas tensas, debidas a los conflictos entre profesores y administrativos o entre los mismos docentes, que no facilitan el surgimiento de la cortesía, el respeto, la tolerancia y la búsqueda de soluciones racionales y gratificantes a los conflictos, que muchos de aquellos predican a diario. Por último, indican que se desconocen las procedencias culturales e imaginarios de los estudiantes, no se tienen en cuenta los procesos culturales del entorno y no se construye solidaridad y diálogo de iguales. En estas circunstancias, no resultan claros y coherentes los proyectos de persona y ciudadano a los que se aspira, incluso a pesar de los elevados propósitos expuestos, en los documentos sobre la misión y visión de los establecimientos educativos. En suma, pues, los investigadores encuentran que la escuela ejerce violencia cultural contra sus educandos al buscar los docentes -a menudo sin darse cuenta- desarraigarlos de sus culturas o al subvalorarlas. Sin embargo ante este panorama es preciso reconocer que se aprobaron políticas y se generaron estrategias para aplicarlas a fin de superar los problemas enunciados. Entre las políticas, están las consignadas en la Constitución de 1991 que reconocieron el carácter pluricultural del país, al respecto a esa diversidad y el propósito de transitar de la democracia representativa a la democracia participativa. En este sentido, con el ánimo de posibilitar el cumplimiento de estos mandatos, el Ministerio de Educación Nacional dispuso que cada comunidad escolar elaborara su propio proyecto educativo institucional – PEI- y, al mismo tiempo, propuso reemplazar la evaluación castigadora por la evaluación formativa. Por otra parte, desde dentro de la escuela se hacen esfuerzos significativos. Entre ellos, los proyectos de innovación y experimentación pedagógica que se han venido consolidando en diversos lugares del territorio nacional y, a la vez, el interés de ciertas Facultades de Ciencias Sociales, de Educación y de intelectuales independientes por actualizar y tornar más rigurosas y aplicables sus reflexiones sobre los procesos, universos y conflictos culturales y regionales.259
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Con todo, la eficiencia de estas iniciativas ha sido cuestionada. En primer lugar, algunos comentaristas indicaron que proponer el tránsito a la democracia participativa no constituía más que una falsa ilusión en un país signado por el autoritarismo y el clientelismo y, además, sugirieron que ello creaba una cortina de humo para encubrir el propósito estatal de deshacerse de sus obligaciones y entregar responsabilidades administrativas a municipios que no las podrían asumir; a la vez, precisaron que esta iniciativa provenía de los planteamientos neoliberales y de la voraces exigencias del capitalismo salvaje. En segundo término, otros autores señalaron que los PEI no podían desarrollarse por cuanto las comunidades no estaban entrenadas para participar en elaborarlos y un buen número de maestros carecían de una visión global sobre la sociedad y el desarrollo humano, no habían adquirido altas competencias de análisis y de inferencia, estaban encerrados de manera autista en sus disciplinas, tenían temor de ser desprendidos de sus puestos de trabajo y, en consecuencia, estaban más interesados en defender sus cátedras y rutinas pedagógicas que en repensar la escuela; para probar estos asertos denunciaban que
259 Cfr. Las conclusiones de encuentro Enredes, sobre innovaciones y experimentaciones pedagógicas en
Colombia, que se realizó en Armenia en octubre de 1997.
muchos colegios recurrían a la vía fácil de mandar fabricar o copiar sus proyectos institucionales. En tercera instancia, otros críticos argumentaron que la evaluación formativa o por logros, si bien le quitaba a los docentes la posibilidad de usar las notas como armas para mantener su autoridad, no les proporcionaba unos criterios sólidos para adelantarla. Por último, investigadores educativos y profesores universitarios desvalorizaron la mayoría de las innovaciones y experimentaciones pedagógicas en curso porque las encontraron ayunas de teorías vigentes y resultantes más bien de meros entusiasmos voluntaristas. De “sueños fracasados” algunos se atrevieron a tildarlas.260 Por otra parte, tampoco faltaron replicas a los cuestionamientos precedentes. Respondieron los defensores, primero, que la democracia participativa era un proyecto en construcción y que él era tarea de todos los colombianos; asimismo, afirmaron que la nueva Carta propició la instauración de múltiples tutelas que defendieron el derecho a educarse, rechazaron la discriminación a las estudiantes embarazadas y a alumnos que exponían sus actitudes ante la vida mediante la adopción de estéticas y gustos artísticos no tradicionales o el uso de peinados, vestuarios, tatuajes y accesorios diferentes a las convenciones hegemónicas o, también, optaban por asumir otras identidades sexuales. En segundo término expresaron que los PEIs crearon espacios para discutir el papel de la escuela en un territorio en guerra, y, asimismo, que lo imperativo era insistir en mantener los procesos y hacer su seguimiento con el fin de profundizar en ellos. En tercer lugar reconocieron la falta de elementos para realizar la evaluación formativa pero, al tiempo, sintieron que este reto había llevado a algunos a preguntarse por su actitud vital ante el ejercicio de la docencia. Por último, cuestionaron la actitud academicocéntrica de los investigadores que desvalorizaban sus intentos, pues advertían que ellos discernían desde la comodidad de seguridades teóricas no confrontadas en la práctica, desde el falso prestigio de las modas intelectuales de turno y la falta de experiencia en el trabajo con comunidades; añadían, en tono de reclamo, que los académicos no sabían que la brega en medio de las lógicas populares no impide construir conceptos y pensar en el largo plazo, pese a las múltiples e insistentes presiones de la cotidianidad.261 En conclusión, este superficial recorrido deja inferir que la afirmación implícita en la pregunta que motiva estas páginas es válida, a pesar de las intenciones del Ministerio de Educación y de los valientes y valiosos esfuerzos de muchos maestros. Por tanto, la urgencia social de vincular la escuela con su contexto sigue abierta. Es una asignatura pendiente. Nos queda entonces el reto de explorar alternativas que, a partir del paisaje descrito, nos lleve a vincular la cultura de la escuela con la cultura del entorno y, de manera recíproca, posibilite llevar los proyectos culturales del entorno al seno de la escuela. Para hacerlo podemos dar los siguientes pasos: 1) Reseñar el panorama de la gestión cultural reciente en Colombia, 2) Precisar los universos culturales de maestros y gestores y sus concepciones sobre educación y cultura, 3) Proponer algunos conceptos operativos. La política y la gestión cultural del Estado y las Universidades en la Colombia reciente El primer libro que se dedicó de manera explícita a la política cultural en Colombia es de 1976 y, como dato curioso, fue publicado por la UNESCO en París; es decir, tal vez para informar al
260 A más de las conclusiones de la investigación coordinada por Rodrigo Parra Sandoval sobre el asunto,
ver el libro de Carlos Bolívar Bonilla y otros (1997). Filodehambre: un sueño. Neiva: Universidad Surcolombiana. 261 Estos planteamientos los he recogido en conversatorios y debates recientes con maestres de Cauca, Huila y Tolima.
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mundo de nuestros logros pero no para discutirlos entre nosotros.262 Por su parte, el concepto de Gestión Cultural reemplazó al de Administración Cultural e hizo carrera a partir de 1993 con base en su uso en el documento “Para un mundo posible” de Colcultura. Con ello se quería sugerir que el apoyo oficial a la cultura no se lo podía reducir a administrar recursos o a crear puestos para su organización, sino que había que generar acciones que la dinamizaran, que la gestaran, la hicieran nacer. De inmediato, algunos anotaron -con socarronería- que en Colombia no se podía administrar la cultura porque los presupuestos dedicados a ella eran casi inexistentes, de modo que al no haber nada, nada se podía administrar. A la vez, añadieron que el cambiarle el nombre de administración a gestión era un mero retoque de fachada: con ello el Gobierno seguía quitándose responsabilidades de encima, pues para él lo que significaba gestar es, simplemente, que si alguien quiere hacer algo debe conseguirse el dinero para hacerlo. De manera obvia, lo anterior no significa que sólo desde esas fechas tengamos política o gestión cultural. Pues baste recordar, para no ir muy atrás, que a principios de los años 30 el Ministerio de Educación creó una Comisión de Cultura Aldeana para realizar un diagnóstico sobre el país que, en los 40, ese mismo Ministerio tuvo una oficina de Extensión Cultural que integró a prestigiosos intelectuales y creadores y divulgó sus producciones en la “Revista de Indias”; que, por la década mencionada, la Universidad Nacional tuvo dependencia de Extensión Cultural bajo la rectoría de Gerardo Molina; que esta fue cerrada durante los períodos conservadores y la dictablanda de Rojas Pinilla, pero reabierta dos décadas más tarde bajo la dirección de la agitadora cultural crítica de arte Marta Traba. Sirva rememorar también que durante el gobierno de Lleras Restrepo se creó el Instituto Colombiano de Cultura y que sus propósitos -como el de la mayoría de las entidades reseñadasfueron los de divulgar las vanguardias artísticas y acercar la alta cultura a los sectores medios de la población. Por ello publicaron revistas, enseñaron historia del arte por televisión, divulgaron colecciones de libros que contenían destacadas obras de la literatura universal y nacional a precios populares, crearon salones de arte, temporadas de ópera, recopilaron y reeditaron producciones fundamentales de la bibliografía colombiana o editaron nuevas colecciones de libros que se empeñaban en esbozar un mapa cultural del país y aproximarse a sus problemas recientes. Por ese mecanismo reflejo frecuente en la administración colombiana de imitar lo que se hace al nivel central o quizá con el deseo de crear una red, durante estos años, fueron surgiendo extensiones culturales o institutos de cultura (y turismo) en los Departamentos y bibliotecas o casas de la cultura en los municipios. Sirva agregar que, en un buen número de casos, se convirtieron en dependencias de las respectivas Secretarías de Educación.
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A mediados de los 80, durante el período presidencial de Belisario Betancur, Colcultura se interesó por las regiones. Y a más de las líneas de trabajo que traía, promovió la calificación de funcionarios y activistas culturales de los Departamentos y la investigación sobre la memoria cultural y las culturas populares en diversas provincias y municipios y celebraron jornadas y eventos sobre el tema. En el gobierno de Virgilio Barco, las energías de la entidad se centraron en discutir un Plan Nacional de Cultura, en formar a las gentes del sector en la elaboración de proyectos que obtuvieran el apoyo financiero de los entes territoriales -para ello crearon los Fondos Mixtos- y, además, en construir un mapa de los conflictos colombianos con base en las investigaciones
262 Jorge Eliécer Ruiz (1976) La política cultural en Colombia. París UNESCO.
realizadas, dentro del Programa de Historia Local y Regional apoyado por el Plan Nacional de Rehabilitación y el Instituto Colombiano de Antropología. Bajo el mandato de César Gavina se fomentaron las becas para la creación artística y la investigación cultural. Durante los años de Ernesto Samper se aprobó la Ley de Cultura, se elevó al organismo encargado de su gestión a la categoría de Ministerio y se ampliaron los temas posibles para la investigación cultural y la comunicación comunitaria. En el actual régimen, el Ministerio propuso generar un diálogo de regiones y ha generado una polémica sobre las prioridades para la inversión de sus menguados recursos. Como puede inferir de esta sucinta relación, el Estado colombiano ha ido transformando sus nociones de cultura. De ser divulgador paternalista de la llamada alta cultura, se vio obligado a irse interesado paulatinamente por los procesos culturales regionales y por las culturas que surgían desde los subalternos, debido a las dinámicas del país y las presiones de comunidades, investigadores, creadores y activistas. A estos intereses, hoy añade la preocupación por los tejidos comunicativos comunitarios. Por su parte, las universidades públicas, los Departamentos y municipios que consolidaron dependencias de Extensión Cultural, Institutos de Cultura y Casas de la Cultura siguieron la línea de acción trazada de difundir la alta cultura y, además, se hicieron cargo de conservar tradiciones folklóricas regionales. Andando los 80, algunas de las universidades públicas se comprometieron a investigar procesos culturales en sus áreas de influencia con la intención de suscitar un diálogo de saberes entre comunidades y universitarios y de introducir el interés por la cultura en los planes de desarrollo. Mientras tanto, en los 90, las universidades privadas abrieron cursos y especializaciones en Administración Cultural más tarde, como ya mencionamos, en Gestión Cultural. Este recorrido permite señalar que durante las últimas dos décadas las gestiones culturales impulsadas por el Estado y las Universidades -en confrontación con diversos actores, como veremos enseguida- llevaron a: 1. Propiciar un mayor interés por la investigación de las culturas regionales, tradicionales y populares, 2. Calificar a funcionarios y gestores y acercarlos a los investigadores, 3. Incidir en la transformación de las concepciones tradicionales de cultura, pues se asumió que la alta cultura era una entre muchas, 4. Conseguir, de manera tímida, que se tuviera en cuenta la dimensión cultural y la participación de las comunidades en la elaboración de planes de desarrollo. Pese a estos avances quedan preguntas por responder: 1. ¿Es posible contribuir desde las políticas culturales y desde la gestión de la cultura al desarrollo local, regional y nacional en medio de las desterritorializaciones de la globalización? 2. ¿Qué es política cultural? 3. ¿Qué significa hacer gestión cultural? ¿Quiénes la hacen? ¿Sólo maestros, gestores y funcionarios? ¿Para qué la hacen? ¿Para humanizar, integrar las sociedades y garantizar
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su supervivencia, dar herramientas para que cada quien construya su proyecto de vida o, simplemente, para entretener? 4. ¿Qué es desarrollo? ¿Cuál desarrollo queremos? ¿Cuál es el desarrollo posible en las actuales circunstancias? Respuestas provisionales Estas son preguntas de fondo. Aún no tienen respuestas acabadas sino reflexiones en proceso que acompañan acciones y que, a la vez, van surgiendo de ellas. Sobre política cultural, por ejemplo, encontramos que autores provenientes del postestructuralismo y los estudios culturales rebaten la idea de que el Estado, las instituciones del área o el aparato educativo sean los únicos que las puedan formular y, en cambio, sostienen que cada grupo social las propone, en particular, para cohesionarse, hacerse visible y defender sus intereses:
En América Latina, el uso corriente de la expresión “política cultural” normalmente designa acciones del Estado o de otras instituciones con respecto a la cultura vista como un terreno autónomo separado de la política, y muy frecuentemente reducido a la producción y consumo de bienes culturales (arte, cine, teatro, etc.). A diferencia del uso corriente, utilizamos el concepto de política cultural (cultural politics) para llamar la atención sobre el vínculo constitutivo entre cultura y política y sobre la redefinición de la política que esta visión implica. Este lazo constitutivo significa que la cultura, entendida como concepción del mundo y conjunto de significados que integran prácticas sociales, no puede ser comprendida adecuadamente sin la consideración de las relaciones de poder imbricadas en dichas prácticas. Por otro lado, la comprensión de la configuración de esas relaciones de poder no es posible sin el reconocimiento de su carácter “cultural” activo, en la medida en que expresan, producen y comunican significados. Con la expresión política cultural nos referimos, entonces, al proceso por el cual lo cultural deviene en hechos políticos.263 Para seguir con el texto que venimos citando, Glenn Jordan y Chris Weedon precisan allí:
La legitimación de relaciones sociales desiguales, y la lucha por transformarlas, son preocupaciones centrales de la política cultural. Fundamentalmente, la política cultural determina los significados de las prácticas sociales y, más aún, cuáles grupos e individuos tienen el poder para definir dichos significados. La política cultural también está involucrada en la subjetividad y la identidad, dado que la cultura juega un papel central en la constitución del sentido de nosotros mismos […] Las formas de subjetividad que establecemos juegan un rol crucial en determinar si aceptamos o rechazamos las relaciones de poder existen tex. Más aún, para grupos marginados y oprimidos, la construcción de identidades, nuevas y opositoras, son una dimensión clave en la creación de una lucha política más amplia para transformar la sociedad.264
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Arturo Escobar (1999). El final del salvaje. Naturaleza, cultura y política en la antropología contemporánea. Santafé de Bogotá: Ican/Cerec, Página 135.
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Jordan, Glenn y Chris Weedon (1995), Cultural politics: Class, Gender, Race and the Postmodern Word. Oxford: Blackwell, pp. 5-6, citadas en el referido libro de Arturo Escobar.
Por su parte, sobre gestión cultural, militantes de los estudios culturales rechazan que se la conciba de instrumental como las estrategias que se utilizan para aplicar las políticas culturales. Por eso retornan a Antonio Gramsci y a su aserto de que “todos los hombres son intelectuales” y, con base en él, afirman que todos los seres humanos son hacedores de cultura en la medida que producen y ponen en circulación sentidos y significaciones. Por consiguiente, son también gestores y productores culturales. De ahí concluyen que hacer gestión cultural es convocar el encuentro y la comunicación para crear sentidos y significaciones en colectivo. Esto implica, primero, reconocer la existencia y visibilidad de los actores sociales y, segundo establecer desde qué experiencias sociales y culturales – de etnia, clase, generación, género oficio – hablan y, tercero, cuáles son sus propios proyectos culturales. A partir de allí, se puede proceder a la negociación o confrontación de los mismos, (teniendo en cuenta sus impactos para generaciones futuras y el medio ambiente) y tratar de implementarlos. Con todo, no niegan que algunos seres se humanos se especialicen en el tema, entre ellos, los maestros y los gestores culturales. Pero estos ¿cómo son? ¿Qué ideas tienen sobre la discusión que traemos? Los maestros colombianos descritos en el texto anterior tienen los siguientes problemas: 1. Carencia de un proyecto de vida intelectual, 2. Concepción ahistórica del conocimiento, 3. Falta de capacidad crítica frente a los programas de curso que les proponen, 4. Bajas competencias comunicativas en escritura, lectura, escucha, dialogo, lenguaje no verbales, recepción de medios masivos y aprovechamiento de nuevas tecnologías. 5. Falta de formación psicológica para comprender los problemas de desarrollo humano de sus alumnos, 6. Dificultades para generar el trabajo participativo en sus cursos, 7. Herramientas no muy elaboradas para el análisis de coyuntura, la inferencia lógica y la abducción, 8. Desconocimiento de la investigación por procesos, 9. Prevención ante el tratamiento que reciben del Estado. Sus potencialidades generales son: 1. Cariño por su profesión, 2. Valoración de su papel social. 3. Deseo de un mejor país para sus hijos.
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Los gestores culturales, por su parte, cambiaron de denominación a lo largo de los últimos 40 años. A partir de los debates abiertos por la Revolución Cubana sobre el papel del intelectual, prefirieron llamarse trabajadores culturales. Ante el autoritarismo de las izquierdas de los 70, algunos optaron por asumirse como activistas culturales y, luego ante la idea – propuesta por el BID – de que la cultura no estaba exenta de la planificación económica, se llamaron administradores culturales. Por último, al parecer por los avances de la democracia participativa, se asumieron como gestores culturales. Con todo, una apresurada taxonimía podría proponer que de ellos hay tres generaciones: 1. La mayor de 50 años, interesada en difundir la alta cultura o mantener las tradiciones culturales folklóricas, 2. La mayor de los 40 años, interesada por informar a la población de las nuevas tendencias artísticas y estéticas o plantear la cultura como espacio de contestación social, pero que terminó, en un buen número de casos, institucionalizando su tarea – y persiguiendo cupos en la burocracia en departamentos clientelizados – lo que redujo su capacidad de gestión a disputar dinero para proyectos que les proponían desde fuera. 3. La mayor de 30 años, que aspira a asumir su tarea como un modo de vida porque cuenta con cierta calificación en el área.265 Los anteriores datos nos informan que, por un lado, tenemos unos maestros adultos maduros y unos gestores más jóvenes. Tambien nos sugieren que la edad, las obligaciones familiares, la formación profesional y la actitud de los maestros ante el conocimiento parece haberles restado curiosidad e iniciativa fuera de la escuela, mientras que a los gestores más jóvenes se los percibe dinámicos y competitivos aunque con dificultad para pensar el largo plazo y ligar sus elaboraciones teóricas con acciones concretas. Los primeros conciben la cultura desde la elemental perspectiva antropológica, aquella que la asume como toda transformación que el ser humano hace de la naturaleza; también sostienen que la constituyen los saberes que la generación mayor entrega a los más jóvenes para ingresar en el mundo adulto y el mercado del trabajo y, además, las obras artísticas e intelectuales más elevadas que ha producido el espíritu humano. Por ende, consideran que hacen una labor cultural aunque en muchos casos tienden a creer que “se han perdido los valores y que es necesario rescatar la cultura”.
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Los gestores, por su parte, se han calificado para defender el patrimonio, realizar eventos y hacer divulgación de la alta cultura, las tradiciones culturales, la cultura popular y, en ocasiones, hacer alianzas con la industria cultural. Ellos miden la eficacia de su labor por la cobertura alcanzada, costos y repercusión posible; sin embargo, en el fondo, no saben a dónde va a parar la tarea que hacen con tanto derroche de energía: dubitan si contribuyen al desarrollo humano o simplemente entretienen a auditorios que, pocas veces, son el gran público. Para terminar de enunciar respuestas provisionales a las preguntas arriba planteadas, sobre el concepto de desarrollo hoy es claro que se lo ha pensado casi exclusivamente desde la
265 Sobre estas caracterizaciones cfr. y propuesta para la apertura de un Diplomado en Gestión Cultural
en la Universidad Surcolombiana. Neiva: facultad de Ciencias Sociales y Humanas, 1999.
perspectiva de la economía. Además que, dentro de ella, se favorecen los modelos que generan altas rentabilidades financieras en todo el orbe con el fin, según se dice, de redistribuirlas para el beneficio social. Sin embargo, esta receta ha permitido, por un lado, una hiperconcentración de la riqueza -tres personas en el planeta poseen un capital igual al de 61 países o al de tres mil millones de seres humanos que ganan dólar y medio por día- y, por otro, ha deteriorado la naturaleza, contaminado el ambiente, propiciado desplazamientos humanos, rebajado la calidad de la vida urbana, ampliado los niveles de miseria, desnutrición y enfermedades y, sobre todo, destruido culturas que se habían conservado a lo largo de siglos porque contaban con saberes adecuados para la convivencia humana y con la naturaleza. Por eso, algunos autores proponen hablar de postdesarrollo y de crear -no una cultura para el desarrollo- sino vivir en culturas del desarrollo. Ellas son las que defienden las especificidades de sus lugares y con base en ello, no aceptan la dicotomía de adaptarse al modelo de desarrollo imperante o perecer.266 Conclusiones: conceptos operativos El trayecto recorrido sobre la caracterización de la escuela actual; las realizaciones del Estado en materia de política y gestión cultural; las otras perspectivas sobre política y gestión cultural (incluyendo las de maestros y gestores) y el concepto diferente de desarrollo, nos dan un panorama amplio -si bien en líneas gruesas- para esbozar una respuesta sobre cómo vincular los Proyectos Educativos Institucionales con los Proyectos de Desarrollo Cultural en municipios colombianos. En primer lugar, se hace necesario evaluar procesos sociales recientes de los municipios donde vamos a trabajar. Esto quiere decir, que previamente debemos conocer los tejidos comunicativos de los habitantes (ancianos, adultos, jóvenes) con el propósito de convocarlos a horas en que puedan asistir sin restricciones. En el encuentro, es necesario insistir en rememorar los procesos económicos, políticos, administrativos y sociales que han vivido durante la última década o el último quinquenio con el fin de encontrar los problemas relevantes existentes en cada área para irlos sistematizando. Esta tarea permite, además, conocer cuáles son las nociones sobre política, economía, desarrollo, etc., que existe entre los pobladores. Al establecer los problemas relevantes, se abre el camino para definir y analizar el problema eje de la población. Este problema es, de manera simple, el que al resolverse resuelva la mayor cantidad de los otros problemas encontrados. Luego, es conveniente analizar su historia y apreciar sus dimensiones, apoyados en las estadísticas de los pobladores. Una herramienta muy útil para examinarlo es la estudiar cuáles son las prácticas problemáticas, qué actores las realizan, en qué contextos. Después de delimitar el problema eje, habría que avizorar lo que puede hacerse para enfrentarlo desde las mismas comunidades, la escuela y la gestión cultural. De ahí que una manera para ponerle en común sea convertido en pregunta de pesquisa. Esta dinámica puede permitir involucrar a la comunidad en una investigación para generar procesos que lleven a mejorar su autonocimiento, autoestima y capacidad de autonomía. No hay que olvidar que estas son tres aspiraciones básicas en la formación de ciudadanos. Las conclusiones resultantes posibilitan
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Las estadísticas sobre la hiperconcentración de la riqueza las expreso Omar Aktouf, profesor de la Universidad de Montreal, en conferencia en la Universidad Surcolombiana el 24 de marzo pasado sobre la crítica al desarrollo y la propuesta de postdesarrollo, cfr. Arturo Escobar (1998). La invención del Tercer Mundo. Santafé de Bogotá: Norma.
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proponer planes y proyectos propios de desarrollo a escala humana. En segundo término, los anteriores retos los pueden liderar maestros y gestores en la medida en que los primeros cuenten con credibilidad y, los segundos, garanticen la programación de las actividades y su cumplimiento eficaz. En tercera instancia, ambos actores precisan discutir entre sí sus concepciones sobre la cultura y desarrollo para superar las actividades patrimonialistas, divulgacionista y transmisionista que limitan a los maestros y la paralizante reducción a la estatal que pesa sobre los gestores. En cuarto lugar, con base en el análisis realizado, los maestros pueden construir PEIs pertinentes. En quinto, es preciso tener en cuenta que en los municipios existen diversos tipos de culturas y que cada una de ellas tiene unos lenguajes, unas formas o estilos de pensar y unos imaginarios básicos de tiempo, espacio y cuerpo. Esta comprensión de las culturas confirma la propuesta alternativa sobre la gestión cultural, presentada líneas atrás. Esa que sostiene que en esta tarea es necesario saber desde dónde comunican los otros -desde qué lógicas, tiempo, espacio, cuerpo, mirada, aprendizaje – con el interés de construir sentido en colectivo. Por eso todos debemos ser sensibles a los lenguajes y, en especial, a los discursos que construyen los grupos y las personas. En conclusión, pues, estas largas divagaciones lo que quieren sugerir es que los proyectos educativos y culturales se pueden integrar en la medida en que maestros gestores examinen críticamente sus propios procesos, ganen su autoconocimiento y se propongan contribuir a la formación de sujetos -personas y ciudadanos - yendo más allá de los esquemas que los limitan y se interesen por pensar sus entornos y el futuro en el largo plazo. Este reto, de seguro, les permitirá decidir qué hacer en la escuela y en la calle. En la escuela para hacerla actualizada en el conocimiento y pertinente en lo social y, en la calle, para generar la movilización por su propio destino que no se reduce, por supuesto, a conseguir mejores condiciones de existencia sino a realizar de manera creativa las potencialidades del sujeto. Y ello supone construir sociedad civil para detener esa guerra en la que estamos sumidos y que ha llevado a desplazarse a casi dos millones de personas en nuestro territorio y a casi un millón a irse al extranjero.
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DESAFIOS AMBIENTALES DEL HUILA267 Mario Sánchez R. PH.D. Grupo de Investigación Ecosistemas Surcolombianos Universidad Surcolombiana
L
as relaciones entre la sociedad y la naturaleza en el Huila muestran, al igual que en la mayoría del territorio colombiano, acciones que generan alteraciones y deterioro en el ambiente regional. Tales acciones se relacionan con los sistemas productivos predominantes, lo mismo que con el desarrollo urbano y los asentamientos poblacionales, que no han logrado incorporar en forma efectiva la dimensión ambiental en los procesos de planificación. En este artículo se enuncian algunos grupos de problemas que integran los aspectos más notorios que afectan los ecosistemas y la regulación ambiental en el departamento y sus poblaciones. Y similarmente se plantean, con carácter preliminar, algunas de las tendencias de investigación sobre esta problemática y sus posibles orientaciones para una gestión sostenible del ambiente regional y sus recursos.
LOS AMBITOS DE GENERACION DE PROBLEMAS AMBIENTALES La génesis de la problemática ambiental en nuestra región, al igual que en Colombia y gran parte del mundo, ha estado relacionada con los estilos dominantes de crecimiento económico, que han considerado los recursos del ambiente como fuentes para la extracción de bienes y materias primas, que se suponen capaces de sostener un crecimiento ilimitado y una recepción infinita de los residuos. Este modelo económico considera, de otra parte, que el aumento de producción económica equivale siempre a un aumento de bienestar, sin considerar los límites que podría tener esa relación, los que solamente en los últimos años se han identificado y que se designan con la expresión sobre la huella ecológica, la cual es usada como un indicador del bienestar de la Tierra por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). En relación con esos modelos extractivos, es posible señalar las áreas de actividad vinculadas con el origen de problemas ambientales que
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Artículo tomado de la revista La Nación 14 Años. Huila proyecta su futuro. Neiva , 13 de junio de 2008. P. 27 a 31
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pueden amenazar los ecosistemas regionales y la subsistencia de nuestras poblaciones. Un primer tipo de problemas, que se manifiestan en las mayores extensiones de territorio, son los relacionados con el uso inadecuado de los suelos. Esta situación se evidencia principalmente en la actividad agropecuaria, por la ocupación mayoritaria del terreno en ganadería extensiva, con bajos rendimientos y con secuelas de erosión y, pérdida de fertilidad de los suelos. Las estadísticas de producción agropecuaria muestran que cerca de 170.000 hectáreas que representan el 9% de nuestro territorio está dedicado a la agricultura, de la cual la extensión predominante es la de cultivos permanentes y semipermanentes. En contraste, casi 800.000 há están más o menos dedicadas a la ganadería, con una baja intensidad de ocupación. El área de bosques, que probablemente cubrieron en épocas precolombinas cerca del 80% del territorio, se ha reducido a unas 500.000 há que sólo representan un 26 % del departamento. Estas tendencias han alterado las condiciones naturales de los suelos, de tal modo que los técnicos afirman que más del 50% de la superficie está afectado por conflictos severos de uso, y las áreas de mayor producción agrícola se explotan con monocultivos que agotan los nutrientes y exigen elevada aplicación de agroquímicos. La problemática agropecuaria tiene raíces en la estructura rural del país, en la cual se ha negado la posibilidad de una reforma agraria, y se expresa en el atraso y la desprotección del campo, lo cual tiende a agravarse con procesos como el TLC y su impacto en esa producción, de tal modo que el Huila y el país están sometidos a la invasión de los alimentos importados, lo que en el futuro próximo sólo cabe pensar que se incremente según las políticas dominantes. Una fuente de deterioro ambiental de extensa manifestación, también derivada de los sistemas productivos, se expresa en los efectos de la colonización en las áreas de ladera. Especialmente se ha evidenciado en el crecimiento histórico de la frontera agrícola, lo que tradicionalmente se efectuó con procesos de colonización basados en la tala de bosques y establecimiento de unidades agropecuarias de reducida sostenibilidad, con prácticas destructivas como la quema o el exceso de laboreo del suelo, las cuales fueron muchas veces abandonadas o expropiadas con repetición del ciclo colonizador. Aunque estos procesos se han reducido en los últimos tiempos, entre otros aspectos en relación con la incidencia del conflicto armado, sus efectos persisten en la presión sobre los bosques remanentes y la extracción de recursos renovables. La mencionada reducción de las coberturas boscosas a cerca de la cuarta parte del territorio, continúa a un ritmo de más de 6.000 há anuales, sin que puedan avizorarse correctivos serios pues el intento de una “ley forestal” parece solamente orientarse a favorecer los intereses de explotación de los recursos del bosque.
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Las más generalizadas preocupaciones ambientales en el mundo de hoy se relacionan con los cambios climáticos globales, de los cuales no escapa el Huila a pesar de que su casi nula industrialización hace que contribuya muy poco con los gases que alteran la regulación atmosférica. Las evidencias registradas por el Instituto de Estudios Ambientales (IDEAM) señalan los incrementos de temperaturas promedio en el territorio colombiano, que se acercaron a 1ºC en el siglo XX y que pueden llegar a valores de catástrofe si las tendencias persisten en el XXI. Aunque los registros no son lo suficientemente extensos en el Huila, solamente en 15 años se registró el aumento de temperatura de Neiva de 27,7 a 28,1 ºC, similar a los aumentos ocurridos en varias ciudades colombianas. Las consecuencias de tales incrementos son visibles en fenómenos como la pérdida de glaciares y páramos y las variaciones bruscas de las lluvias con secuelas de sequías e inundaciones. En el territorio del Huila hemos presenciado, en menos de 100 años, la desaparición de las nieves en el Puracé y el Pan de Azúcar, y una reducción de cerca del 50% en la cumbre emblemática del Nevado del Huila. Aunque algunos efectos de la crisis climática parezcan alejados, tales como la elevación de niveles oceánicos o el aumento de frecuencia e intensidad de los huracanes, otros probablemente ya se registran en nuestro territorio, como ocurre con
las sequías, inundaciones y avalanchas que se agravan con los ciclos del fenómeno El Niño, o la eventual extensión de las áreas de presencia de los vectores de enfermedades infecciosas como el dengue o la malaria. En nuestro departamento, una consecuencia adicional se relaciona con las áreas semiáridas de la zona norte, en la que cerca de 56.000 há corresponden al llamado Desierto La Tatacoa, las cuales se insertan en un proceso de desertización hacia las zonas aledañas que crece a un ritmo estimado de 6.600 há anuales. Una mención especial merecen las posibilidades de que la producción de biocombustibles, que han sido presentados como alternativa sostenible para la gran demanda de energía, represente en la realidad una eventual amenaza para la regulación ambiental. Aunque su uso en reemplazo de combustibles de petróleo se manifiesta en reducción de algunos residuos gaseosos, es evidente que de todas formas se convierten en gas carbónico que es el principal responsable de los cambios climáticos. Pero su uso masivo implicaría la sustitución de grandes extensiones de bosques o de cultivos, los que son indispensables en procesos globales, en conservación de la biodiversidad y en el sustento alimenticio de la humanidad. La situación actual de la producción de alimentos, caracterizada por enormes alzas de precios que se relacionan con aumento de demanda y problemas en su producción, refuerza la precaución que debería señalarse ante la producción de biocombustibles, que a gran escala son una amenaza para los irreemplazables ecosistemas boscosos y los agrícolas, como lo afirma Lovelock, quien califica de perversa la expectativa de ocupar en esta fuente energética las limitadas tierras productivas del planeta. Los otros tipos de problemas de mayor incidencia sobre la sostenibilidad regional, se pueden señalar en torno al deterioro de recursos básicos como las fuentes de agua, o el manejo de residuos sólidos y líquidos generados en los asentamientos humanos y en sus actividades cotidianas. Algunas manifestaciones de estos problemas han sido muy visibles en ciudades como Neiva, en especial por sus efectos en la captación y en la calidad del recurso hídrico. Las causas de este deterioro se relacionan con los usos del suelo y ocupación de laderas en las cuencas hidrográficas, con eliminación de los mecanismos reguladores de las corrientes, como se ha detectado repetidamente en el caso del río Las Ceibas. Así mismo, el deterioro de las fuentes se incrementa con la ocupación de áreas de protección de los cauces, tanto en desarrollos urbanísticos como en estructuras precarias de vivienda, las cuales desestabilizan las riberas y generan vertimientos contaminantes en las corrientes, lo cual ya ha afectado en gran medida todas las fuentes hidrográficas en contacto con las ciudades y pueblos del Huila. En cuanto a la acumulación de diversos tipos de residuos, se han reconocido los problemas de gestión relativos al manejo administrativo y a los procesos de contratación, los cuales han causado baja eficiencia en los sistemas de recolección y disposición de esos residuos. Tal es el caso de las aguas residuales, cuyo, manejo muestra deterioro e ineficiencia de las redes de recolección y disposición y la deficiente administración de ese servicio, asociado con las grandes pérdidas en la conducción y suministro del agua. En ello también se reconoce la cultura de despilfarro individual y colectivo por parte de la población, así como la reducida participación de la misma en procesos de reciclaje y control de los residuos. La manifestación más notoria se da en el escaso avance para definir y realizar el establecimiento de sistemas de tratamiento de las aguas residuales, ya que solamente 13 de los 37 municipios han ejecutado algún tipo de tratamiento, la mayoría de ellos con limitaciones en su diseño y operación; y la mayor concentración de residuos generado por la tercera parte de la población huilense en Neiva, solamente empezará a establecer esos tratamientos parciales en los próximos años. Esta fuente de alteración ambiental, con repercusiones sobre la salud humana y en general sobre la calidad de vida, constituye uno de los aspectos de mayor notoriedad para la población, por lo que sus posibles soluciones alcanzan el mayor interés para las expectativas de gestión ambiental en la región.
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LAS FUENTES DE CONOCIMIENTO Y ACCION SOBRE EL AMBIENTE La atención a los intensos desafíos ambientales que se derivan de los grupos de problemas nombrados en los párrafos anteriores, exige la conjunción de un conocimiento mucho más extenso y profundo de las características ecológicas del departamento y su entorno, asociado a estructuras y procesos que originen acciones adecuadas para controlar y revertir las tendencias de deterioro. En este recuento solamente es posible enunciar algunos campos prioritarios sobre las aproximaciones a la esencia de los ecosistemas regionales, lo mismo que posibles directrices para gestionar su uso y manejo sostenibles. Uno de los aspectos de mayor interés se relaciona con los componentes biológicos de esos ecosistemas. En el Huila, y en general en la cuenca del Alto Magdalena, se reconocen elementos de la riqueza en biodiversidad de flora y fauna, lo mismo que se detectan los procesos de alteración que amenazan su persistencia. Igualmente, es evidente la escasa trayectoria de estudios que revelen la composición biológica de la región, la cual solamente se puede presumir con los escasos reportes o inventarios de áreas reducidas. Se puede afirmar que una porción significativa de la vegetación nativa del territorio huilense está sin analizar, ya que los inventarios detallados solamente se han efectuado en menos de la mitad del área y a través de un solo herbario regional, lo que se puede complementar con registros para porciones menores de territorio como algunas zona de reserva; situación que se resalta con la notoria reducción ya mencionada de los bosques nativos, que amenaza con extinción a especies o variedades aún no conocidas. En el caso de la fauna acuática y terrestre, los datos existentes sólo se refieren a algunos de los grupos más conocidos, para los cuales existe cierta precisión sobre su identificación y características biológicas. Tal es el caso de la riqueza de especies de mamíferos y de aves, que pueden alcanzar en el Huila cerca del 20% del total de ellas en el país, con la importancia adicional de que aquí existen partes del hábitat de varios de estos animales en riesgo de extinción o muy amenazados como el oso andino, la nutria del Magdalena o el cóndor de las cordilleras. De otros grupos de vertebrados existe menor conocimiento, como ocurre con anfibios y reptiles de hábitos crípticos y relaciones escasas o conflictivas con la población humana. Así mismo son parcialmente conocidos los peces de los que se estiman más de 60 especies en ríos y humedales de la región; entre ellas algunas como el bocachico que tienen el mayor valor comercial en el país, y otras de carácter muy vulnerable y de valor tradicional como el pataló, por lo que ameritan esfuerzos para su conservación y para el aprovechamiento de sus potencialidades productivas.
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El otro conjunto de necesidades de conocimiento y de manejo ambiental, se refiere a procesos como la reducción y deterioro del ambiente urbano, causado por varios de los problemas nombrados, entre ellos las deficiencias de planificación y control del desarrollo de los asentamientos de todo tamaño. Esta situación se manifiesta en relaciones como la mínima disponibilidad de áreas verdes en el crecimiento de las ciudades, lo cual se acentúa en los procesos urbanizadores que no consideran relaciones adecuadas de áreas de protección ambiental y, aún más grave, en la invasión de ecosistemas sensibles y de gran valor para el ambiente local, como lo son los cauces y márgenes protectoras de las corrientes, los relictos de bosques o las laderas montañosas. Por ello, en pueblos y ciudades se requiere identificar y cuantificar procesos de alteración como el deterioro de suelos con generación de riesgos de desastres, la acumulación y efectos nocivos de los residuos y otras deficiencias como el manejo del espacio público, las vías, la contaminación atmosférica, sonora y visual y la invasión de áreas comunes. Sobre todos estos problemas se puede reconocer la limitación en la aplicación de mecanismos de control, cuya responsabilidad reside en la labor de entidades del sector ambiental, pero que también debe hacer parte de las funciones de toda la sociedad. Aunque se pueden reconocer avances en los controles ambientales de procesos industriales y en otras actividades de servicios, es evidente que aún se requiere refinar la aplicación de normas de protección ambiental, sobre actividades como los usos del territorio, la conservación de ecosistemas amenazados por la destrucción de hábitats y comunidades
biológicas de montañas, valles y cuerpos de agua, lo mismo que a través de actividades urbanas, como el crecimiento urbanístico desbordado, con ocupación de áreas inadecuadas y con el poder de empresas urbanizadoras para ejecutar obras que afectan los ecosistemas y sus recursos. Al considerar los conjuntos de problemas ambientales del departamento, o las limitaciones en el estudio y ejecución de procesos de manejo ambiental sostenible, no resulta sencillo plantear alternativas de gestión que contribuyan a recuperar y conservar elementos de regulación ambiental que se requieren para enfrentar los desafíos ambientales. Muchos de los problemas enunciados hacen parte de la estructura socioeconómica y de los modelos de producción y desarrollo imperantes, por lo que solamente grandes cambios en la organización del país podrán generar condiciones para recuperar y conservar mecanismos de regulación ambiental. Por este motivo, algunas acciones que pueden enunciarse solamente tienen el significado de considerar elementos para la discusión de estrategias ambientales como las siguientes: Búsqueda de alternativas de protección a la actividad agropecuaria, con mecanismos de ayuda a los agricultores, de transferencia tecnológica e introducción de prácticas conservacionistas como la reducción de labranza y la agricultura biológica. Generación de estímulos para la protección de ecosistemas boscosos y utilización racional de los suelos con protección de las áreas de laderas. Protección de las áreas adyacentes a fuentes de agua, con participación de la comunidad para defender la regulación de corrientes y hacer uso racional del recurso hídrico. Definición de procesos de urbanización que consulten la protección y recuperación de los ecosistemas sensibles que persisten en áreas urbanas y su entorno cercano, con participación ciudadana a través de mecanismos de veeduría ambiental que eviten la ocupación y deterioro de esas áreas frágiles. Gestión en el manejo de residuos que conduzca a garantizar la adecuada disposición de las basuras con incremento del reciclaje, junto con el avance en la definición y operación de los sistemas de tratamiento de las aguas residuales. Mejoramiento de los controles sobre el manejo ambiental de empresas, obras y proyectos, acordes con procesos de control más amplios como la reducción de emisiones fijas y móviles y los cambios tecnológicos mundiales para reducir esos procesos de deterioro. Apoyo a procesos de educación ambiental que integren a toda la comunidad con la adopción de prácticas conscientes de conservación de ecosistemas y mecanismos de interacción no destructiva entre la sociedad y el ambiente regional. Estas acciones enunciadas tienen entonces el significado de plantear inquietudes sobre las posibilidades de gestión y control de los componentes del ambiente en el Huila. Gran parte del desafío regional está ligado a los cambios que se requieren en el modelo económico y la organización social del planeta, para que la “venganza” de la Tierra no se traduzca en el desmoronamiento de la civilización que ha construido la especie humana, con sus manifestaciones de agotamiento de recursos y ecosistemas y destrucción de sus mecanismos de equilibrio, entre los que el cambio climático se reconoce como el reto de máxima prioridad e inminencia. En torno a esos cambios, nuestro departamento y la región surcolombiana deberán prestar atención a las particularidades de riqueza y fragilidad ecológicas que caracterizan este territorio.
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PRESENTACION DEL PLAN REGIONAL DE COMPETITIVIDAD268 COMISION REGIONAL DE COMPETITIVIDAD DEL HUILA
VISION COMPETITIVIDAD HUILA FRENTE VISION COMPETITIVIDAD PAIS
VISION Y OBJETIVOS PAIS En 2032 Colombia será uno de los paises más competitivos de América Latina y tendrá un elevado nivel de ingreso por persona equivalente al de un país de ingresos medios altos, através de una economía exportadora de bienes y servicios de alto valor agregado e innovación, con un ambiente de negocios que incentive la inversión local y extranjera, propicie la convergencia regional, mejore las oportunidades de empleo formal, eleve la calidad de vida y reduzca sustancialmentelos niveles de pobreza.
Transformación Productiva
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Sectores de clase mundial
Salto en la productividad y el empleo
Formalización laboral y empresarial
4 Ciencia, tecnología e innovación 5
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Estrategias de eliminación de barreras para la competencia y el crecimiento de la inversión (IED y Nacional) • • • • • •
Estabilida macroeconómica y jurídica Internacionalización e integración económica Composición eficiente del stock financiero Aumento de la tasa de ahorro Educación y destrezas laborales Regulación e instituciones al servicio de la producción
268 Diciembre de 2008
• • • • • •
Uso del ITCS para la productividad Provisión y respeto de derechos de propiedad Calidad de vida y ciudades amables Infraestructura física tarifas y provisión de servicios públicos Formalización laboral y empresarial
VISION COMPETITIVIDAD PAIS
VISION COMPETITIVIDAD VALIDADA POR EL DEPARTAMENTO
En 2032 Colombia será uno de los paises más EL Huila en el 2032 tendrá talento humano competitivos de América Latina y tendrá un altamente calificado, con un elevado nivel de elevado nivel de ingreso por persona equivalente ingresos, integrsdo a los mercados nacional al de un país de ingresos medios altos, através de e internacional, apoyado empresarialmente e una economía exportadora de bienes y servicios institucional, la infraestructura, la innovació, de alto valor agregado e innovación, con un ciencia y tecnología, formado en una cultura de ambiente de negocios que incentive la inversión productividad con respeto por el medio ambiente, local y extranjera, propicie la convergencia que permita el desarrollo sostenible, diversificado y regional, mejore las oportunidades de empleo con alto valor agregado de las potencialidades del formal, eleve la calidad de vida y reduzca Departamento. sustancialmentelos niveles de pobreza. Fuente: Análisis tomado de : Visión 2020, Plan estratégico exportador PEER
OBJETIVOS ESTRATEGICOS PAIS
OBJETIVOS ESTRATEGICOS HUILA
1. Sectores de clase mundial
Sectores y productos para la productividad y competitividad (Apuestas productivas, AI)
2. Salto en la productividad y el empleo 3. Formalización laboral y empresarial
Reconversión para la productividad sostenible con base en la formación y afirmación de nuevas competencias y habilidades. Desarrollo empresarial y apoyo a la formalización.
4. Ciencia, tecnología e innovación
Incorporación y aplicación de ciencia, tecnología e innovación.
5. Estrategias de eliminación de barreras para la competencia y el crecimiento de la inversión (IED y Nacional)
Estrategias de conectividad, infraestructura y equipamiento, sostenibilidad ambiental, atracción de inversiones (eliminación de barreras)
Fuente: Análisis tomado de : Estado de competitividad, Internacionalización de la economía, Agencia interna PyC.
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VISION Y OBJETIVOS PAIS EL Huila en el 2032 tendrá talento humano altamente calificado, con un elevado nivel de ingresos, integrado a los mercados nacional e internacional, apoyado empresarialmente e institucional, la infraestructura, la innovació, ciencia y tecnología, formado en una cultura de productividad con respeto por el medio ambiente, que permita el desarrollo sostenible, diversificado y con alto valor agregado de las potencialidades del Departamento.
Transformación Productiva
2
1
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Reconversión para la productividad sostenible con base en la formación y afirmación de nuevas competencias y habilidades.
Sectores y productos para la productividad y competitividad (Apuestas productivas, AI)
Desarrollo empresarial y apoyo a la formalización.
4 Incorporación y aplicación de ciencia, tecnología e innovación. 5 Estrategias de conectividad, infraestructura y equipamiento, sostenibilidad ambiental, atracción de inversiones (eliminación de barreras)
VISION DE CADA OBJETIVO ESTRATEGICO Objetivo Estratégico 1 Misional Sectores y productos para la productividad (Apuestas productivas, AI)
En el 2020 los productos y sectores potenciales del Huila tendrán un desarrollo integral, sostenible y diversificado, consolidando una oferta exportable de bienes y servicios de alto valor agregado, apoyados en la ciencia, la tecnología y la innovación, esfuerzo conjunto de las instituciones regionales y un talento humano altamente calificado. Transformación Productiva
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Objetivo Estratégico 2
Objetivo Estratégico 3
Objetivo Estratégico 4
Objetivo Estratégico 5
Objetivo Estratégico 2 Reconversión para la productividad sostenible con base en la formación y afirmación de nuevas competencias y habilidades.
En el 2020 el Huila tendrá curriculos pendientes, integrados y coherentes con las apuestas productivas, con un talento humano competente, especializado e innovador a través de la investigación y el emprendimiento, como base para una productividad sostenible. Transformación Productiva
1
2
3
Estrategia 1 Reestructuración de curriculos académicos, alineados al entorno productivo, mediante el enfoque de competencias laborales
Estrategia 2 Bilingüismo universal para la productividad
Estrategia 3 Plan estratégico de emprendimiento del Huila para la reconversión del sector productivo.
Objetivo Estratégico 3
Desarrollo empresarial y apoyo a la formalización.
En el 2020 el Huila tendrá un sector empresarial altamente competitivo, coherente con las apuestas productivas, con organizaciones sostenibles, articuladas e integradas a los procesos de globalización, con un desarrollo diversificado y con un alto valor agregado, generando una mejor calidad de vida a sus habitantes. Transformación Productiva
1
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Estrategia 1 Crear y recrear empresas
Estrategia 2 Asociatividad
Estrategia 3 Formalización laboral y empresarial
Estrategia 4 Implementación de sistemas de gestión de calidad
Estrategia 5 Comercialización y promoción para acceso a mercados
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Objetivo Estratégico 4 Incorporación y aplicación de ciencia, tecnología e innovación.
En el 2020 el Huila habrá apropiado y desarrollado el uso de la ciencia, la tecnología e innovación en las actividades productivas de sus empresas y ciudadanos, coherente con la Agenda Prospectiva de Ciencia, Ttecnología e Iinnovación y su Plan Estratégico, producto del aporte y compromiso de las fuerzas vivas del departamento. Transformación Productiva
1 Estrategia 1 Investigación innovación y desarrollo tecnológico en la educación y solución de necesidades puntuales para el crecimiento del sector productivo.
Objetivo Estratégico 5 Estrategias de conectividad, infraestructura y equipamiento, sostenibilidad ambiental, atracción de inversiones (eliminación de barreras)
En el 2020 el Huila será epicentro integrador del Surcolombiano gracias a sus ventajas comparativas geoestrégicas, con una infraestructura y el equipamiento adecuado, articulación funcional y sostenible del territorio y una eficiente política de atracción de inversiones hacia los sectores competitivos, generando desarrollo económico y social. Transformación Productiva
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1
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3
Estrategia 1 Mejoramiento infraestructura, conectividad y equipamiento.
Estrategia 2 Ambiente y sostenibilidad
Estrategia 3 Atracción de inversiones
PRIORIZACION DE INICIATIVAS Resultados de la Fase 4 FUENTE DE TRABAJO
Objetivo Estratégico 1: Sectores y productos para la productividad y competitividad (Apuestas Productivas A1)
ESTRATEGIA
INICIATIVAS AGRUPADAS
Construcción estratégica de la Agenda Interna de P y C
1. Articular las acciones de las apuestas productivas: 1.agroindustria de base tecnológica en cafés especiales. 2 Huila primer destino turístico, ecológico, cultural y salud para el mercado doméstico e internacional.3 Consolidar la cadena piscícola posicionando al Huila como primer productor nacional. 4 Consolidar el proceso de industrialización sostenible en fosfatos, arcillas y mármoles. 5 Huila generador y comercializador de energía eléctrica para Colombia y América Latina. 2. Desarrollo de Biocombustible biodisel.
3. Estrategia Educativa como base estructurante Revisión y actualización de la de cualquier política de competitividad, lo más Agenda Interna de Productividad importante y rentable. y Competitividad 4. Sector servicios, tercerización de servicios (call center) Estudiar y desarrollar alternativas de producción de clase mundial
5. Plan estratégico de transformación y valor agregado como alternativa de producción regional de clase mundial.
Resultados de la Fase 4 FUENTE DE TRABAJO
ESTRATEGIA
INICIATIVAS AGRUPADAS 1. Fomentar la formación de técnicos y tecnólogos en los diferentes sectores potenciales, intercambios y pasantías internacionales.
Objetivo estratégico 2: Reconversión para la productividad sostenible con base en la formación y afirmación de nuevas competencias y habilidades.
Reestructuración de currículos académicos, alineados al entorno productivo, mediante el enfoque de competencias laborales
2. Alinear currículos académicos de educación formal e instituciones de formación para el trabajo y el desarrollo humano. 3. Fortalecer la media técnica garantizando la fluidez en el ciclo de la cadena de formación. 4. Capacitar en la formulación de proyectos para la presentación en las diferentes convocatorias. 5. Fortalecer el Fondo Jenaro Díaz Jordán para que los estudiantes desarrollen tecnologías en las apuestas productivas. 6. Proyecto de cultura ciudadana, actitud hacia la productividad y respeto por los valores.
Bilingüismo universal para la productividad
Implementación del plan estratégico de Emprendimiento del Huila para reconversión en el sector productivo
7. Fortalecer los mecanismos de acceso a los programas de bilingüismo. 8. Elaboración del balance tecnológico de las cadenas y apuestas productivas identificadas en el Departamento del Huila. 9. Diseño e implementación de programas académicos en emprendimiento por niveles educativos. 10. Establecer banco de proyectos para la búsqueda de financiación de proyectos empresariales e innovadores.
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Resultados de la Fase 4 FUENTE DE TRABAJO
ESTRATEGIA
INICIATIVAS AGRUPADAS
Asociatividad
1. Implementar programas de asociatividad institucional y gremial.
Implementación de sistemas de Gestión de Calidad
2. Implementar programas de aseguramiento de calidad en prestación de servicios , aplicación de buenas prácticas para productos, sistemas de gestión de calidad en general. 3. Crear empresas mixtas para impulsar proyectos. 4. Líneas de crédito especializadas.
Crear y recrear empresas
5. Fortalecer centros provinciales de gestión empresarial. 6. Realizar inteligencias de mercados para la productividad.
Objetivo estratégico 3: Desarrollo empresarial y apoyo a la formación.
7. Implementar Centros de Atención Empresarial CAE
Formación laboral y empresarial
8. Formalizar sectores informales de la economía promoviendo la generación de trabajo decente y oportunidades de ingresos. 9. Crear Alianzas Estratégicas para acceso a mercados.
Comercialización y promoción para acceso a mercados
10. Realizar planes de promoción y ruedas de negocios. 11. Crear una promotora encargada de promover y vender región en todos los sectores potenciales. 12. Aplicación y desarrollo de Brechas Competitivas de las cadenas y apuestas productivas.
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Resultados de la Fase 4 FUENTE DE TRABAJO
ESTRATEGIA
INICIATIVAS AGRUPADAS 1. Apoyar la oferta institucional para el desarrollo de CTI, en la aplicación de la Agenda Prospectiva de Ciencia, Tecnología e Innovación y su plan estratégico a través del Consejo Departamental de Ciencia y Tecnología – CODECYT. 2. Fortalecer el Fondo Departamental de Ciencia y Tecnología FONDTEC estableciendo mecanismos de financiación a programas de formación a alto nivel y proyectos de investigación básica y aplicada, transferencia y desarrollo tecnológico e innovación.
Objetivo estratégico 4: Aplicación e incorporación de Ciencia, Tecnología e Innovación.
3. Promover la conformación de semilleros y grupos de investigación e innovación para la formulación y desarrollo de proyectos de investigación básica y/o aplicada, fomentando las relaciones UniversidadEmpresa-Estado, generando desarrollo tecnológico en los sectores productivos de la Agenda Interna de P y C Investigación, innovación y a través del corredor tecnológico del Departamento del desarrollo tecnológico en la Huila. educación y la solución de necesidades puntuales para 4. Fortalecer las unidades de vigilancia tecnológica e el crecimiento del sector inteligencia competitiva en una sola unidad tecnológica productivo (rosado) de vigilancia. 5. Implementar programas, proyectos y actividades de formación de alto nivel en investigación, tecnología, innovación y de desarrolladores. 6. Motivar la comunidad científica y empresarial a participar en las diferentes modalidades de incentivos tributarios, como en la aplicación de patentes y propiedad intelectual. 7. Apropiación cultural y social de la CTI. 8. Crear y fortalecer centros para el desarrollo de la CTI. 9. Aplicación y desarrollo de las Brechas Tecnológicas de las cadenas y apuestas productivas. 10. Impulsar Tics para competir
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Resultados de la Fase 4 FUENTE DE TRABAJO
Objetivo estratégico 5: Estrategias de conectividad, infraestructura y equipamiento, sostenibilidad ambiental, atracción de inversiones (eliminación de barreras)
ESTRATEGIA
INICIATIVAS AGRUPADAS
Mejoramiento de infraestructura, conectividad y equipamient
1. Infraestructura física y básica ( vial, eléctrica, de servicios, logística) que desarrolle sectores y productos para la productividad y la competitividad, sectores de clase mundial. 2. Infraestructura tecnológica y uso de Tic para la competitividad
Ambiente y sostenibilidad
Atracción de inversiones
3. Proyecto para el manejo de corredores biológicos, áreas singulares, reforestación y conservación de cuencas hidrográficas y estudios que desarrollen la productividad y competitividad en un esquema sostenible. 4. Desarrollar un política regional de atracción de inversiones y de cooperación que promueva las potencialidades del departamento. 5. Generar un entorno favorable a la inversión.
ELABORACION DE PLANES DE TRABAJO OBJETIVOS
INICIATIVAS PRIORIZADAS DE CADA OBJETIVO ESTRATÉGICO - Fichas de Proyectos
Alineación curriculos académicos de educacion formal y de instituciones de formación para el OE2: Reconversión para la trabajo y desarrollo humano productividad sostenible con base Diseño e implementación de programas académicos en emprendimiento por niveles en la formación y afirmación de educativos nuevas competencias y Habilidades Elaboración del balance tecnológico de las cadenas y apuestas productivas identificadas en el Departamento del Huila Implementación Programa Asociatividad Institucional y Gremial Inteligencias de mercados y vigilancia tecnológica para los productos y servicios potenciales OE3: Desarrollo Empresarial y apoyo del departamento del Huila a la formalización Formalización sectores informales de la economía promoviendo la generación de condiciones de trabajo decente y oportunidades de ingresos Elaboración y puesta en marcha del plan estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación y operatividad del Consejo Departamental de Ciencia y Tecnología-CODECYT y del Fondo departamental de Ciencia y Tecnología-FONCITEC OE4: Incorporación y aplicación de Promover la investigación científica, tecnológica e innovativa a través de la integración Ciencia, Tecnología e Innovación Universidad-Empresa-Estado, maximizando el desarrollo de proyectos de investigación básica y aplicada
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Implementar programas, proyectos y actividades de formación de alto nivel en investigación, tecnología, innovación y de desarrolladores. Creación de Zona Franca del departamento del Huila, según ley 1004 de 2005, que desarrolle OE5: Estrategias de conectividad, sectores y productos para la productividad y competitividad y sectores de clase mundial infraestructura y equipamiento, sostenibilidad ambiental, atracción de inversiones. (eliminación de Huila Territorio Digital barreras)
OK
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