2008 KVV 4/1
HORA DE ADORACIÓ POR LA VIDA SUGERECIAS PARA U GUIÓ Canto 1. Introducción (la hace el sacerdote o quien dirige) *Bienvenida y explicación de los objetivos de esta iniciativa - Adorar, alabar y agradecer a Dios por el Don de la Vida - Reparación como la Virgen María pidió en Fátima, por los pecados de los hombres. - Rezar por la Vida a Aquel que es la VIDA *Explicación de cómo se desarrollará la hora de adoración 2. Oración a uestra Señora de la O 3. Texto de la Carta Encíclica Evangelium Vitae 4. Exposición del Smo. Sacramento Canto 5. Rosario con meditación sobre los misterios (Canto entre los misterios) 6. Tiempo de adoración individual (se recomienda una duración mínima de 15 minutos) 7. Preces 8. Bendición con el Santísimo 9. Oración del Papa J. Pablo II Canto final ¡Vidas con Vida! - tel.915618992 email:
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sús. Así, moriremos con él y con él también 2008 KVV 4/1 resucitaremos. Canto de entrada
1. ITRODUCCIÓ (Puede ser hecha por el sacerdote que preside o por quien oriente o dirija esta hora de adoración. El texto siguiente es una simple sugerencia. Sin embargo, recomendamos que se mencionen los puntos esenciales que se abordan aquí y que justifican esta iniciativa) En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…. Estamos hoy aquí delante del Santísimo Sacramento - que es Cristo Vivo, cuya presencia en la Hostia consagrada nos asegura la fe – para adorarle, alabarle y agradecerle por habernos dado la Vida y por querer estar tan presente entre nosotros. Estamos aquí también para que nuestras oraciones, nuestros cantos y el amor que somos capaces de demostrarle, le consuelen de tantas faltas de amor. De nuestras propias faltas, en primer lugar, y de las de todos los otros, a quienes él ama tanto como a nosotros y por los que el todavía espera en lo alto de su cruz. Sabemos que la problemática de la Vida no se limita sólo al aborto y que todos los días ella se ve amenazada en incluso suprimida es sus más diversas formas. Todas nos preocupan y todas están presentes en nuestras oraciones. El Señor dijo: “Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, Él os lo concederá”. Es porque creemos profundamente en esta promesa del Señor, que hoy estamos aquí para pedir al Padre en nombre de Jesús, que nos conceda la gracia de ver respetado en todas partes, el don sagrado de la Vida.
Y después, Madre, guíanos hasta el Cielo. Padre uestro...
5º MISTERIO: LA COROACIÓ DE MARÍA COMO REIA Y SEÑORA DE TODO LO CREADO. Recordamos de nuevo la frase de San Irineo “La Gloria de Dios es el hombre vivo y la vida del Hombre es la contemplación de Dios”. En ninguna otra criatura, esta afirmación es tan verdadera. Toda la vida de María fue una permanente contemplación de Dios. Su Si de la Anunciación se prolonga en cada momento de su vida. Desde el pesebre de Belén al Calvario, en la Resurrección y en Pentecostés, María vivió todo intensamente, aceptándolo con total libertad, entregándose completamente a sí misma a todo lo que Dios le iba pidiendo. La vida de María es el mayor himno de Gloria a Dios, que jamás ninguna otra criatura ha podido cantar. Por eso, Ella ha sido glorificada y proclamada Reina de los Cielos y de la Tierra ¡Y también, por eso la gloria de María es al final la Gloria de Dios! Padre uestro...
de gloria y majestad. Pentecostés fue el inicio de la Iglesia.. De la Iglesia como testigo de Cristo y misionera, de la Iglesia como camino de salvación. Pero el Espíritu Santo continúa descendiendo en todo momento, derramándose sobre nosotros. El Espíritu Santo viene para glorificar a Cristo en su Obra El Espíritu Santo viene para que Cristo continúe presente en nuestros sagrarios, pues gracias a su poder, se produce el milagro de la Eucaristía El Espíritu Santo viene, para llenarnos con el amor de Dios y otorgarnos a cada uno los dones y los carismas necesarios para el servicio a la Iglesia y a los hermanos. El Espíritu Santo viene para que sea posible que estemos hoy aquí, alabando y bendiciendo al Señor, y suplicándole por el Don de la Vida. Padre uestro...
4º MISTERIO: LA ASUCIÓ DE UESTRA SEÑORA, E CUERPO Y ALMA A LOS CIELOS. La Madre del Salvador, de Aquel que venció el pecado y la muerte, Aquella que era Inmaculada desde la concepción, no podía sufrir la misma suerte que aquellos que están marcados por el pecado. Por eso, al final de Su vida terrena, fue llevada al Cielo en cuerpo y alma. La llamamos Nuestra Señora de la Asunción. ¿Locura de Amor de Su Hijo? Tal vez. ¿Qué hijo no lo haría si tuviera poder para hacerlo? Oh! Madre, que estás en el Cielo, acuérdate de tus hijos, que todavía aquí en la Tierra buscan el camino de la salvación. Cuando llegue nuestra hora, es contigo con quien queremos estar. Toma nuestra mano. Llévanos seguros al pie de la cruz de Je-
2. ORACIÓ A UESTRA SRA. DE LA O
L. Tú formaste mis entrañas, me tejiste en el vientre de mi madre T. Yo te doy gracias por tantas maravillas (Sl 138) L. Desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios (Sl 21) T. Pues tú eres mi esperanza (Sl 70) L. No he de morir, viviré T. Y contaré las hazañas del Señor (Sl 117) OREMOS: Padre Santo, Amor creador, Señor de la Vida, Dios Providente y Todopoderoso: desde toda la eternidad quisiste el ser y la vida de cada uno de nosotros, y nos enviaste a tu Hijo al mundo a fin de tengamos la Vida y la tengamos en abundancia. Danos tu Espíritu Vivificante para que siempre, en cualquier circunstancia y sin excepción alguna, amemos respetemos, protejamos, promovamos y cuidemos la vida, la dignidad, los derechos y la integridad de cada ser humano – deseado o imprevisto, sano o enfermo, normal o deficiente – desde el momento de su concepción hasta su muerte natural, y que yendo así a tu encuentro, alcancemos la felicidad eterna. Por Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios contigo en la unidad del Espíritu Santo, Amén.
.3. TEXTO DE LA ECÍCLICA “EVAGELIUM VITAE” “Valor incomparable de la persona humana” (Evangelium vitae 2) “El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios. Lo sublime de esta vocación sobrenatural manifiesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal. En efecto, la vida en el tiempo es condición básica, momento inicial y parte integrante de todo el proceso unitario de la vida humana. Un proceso que, inesperada e inmerecidamente, es iluminado por la promesa y renovado por el don de la vida divina, que alcanzará su plena realización en la eternidad (cf. 1 Jn 3, 1-2). Al mismo tiempo, esta llamada sobrenatural subraya precisamente el carácter relativo de la vida terrena del hombre y de la mujer. En verdad, esa no es realidad « última », sino « penúltima »; es realidad sagrada, que se nos confía para que la custodiemos con sentido de responsabilidad y la llevemos a perfección en el amor y en el don de nosotros mismos a Dios y a los hermanos”. “Los creyentes en Cristo deben, de modo particular, defender y promover este derecho, conscientes de la maravillosa verdad recordada por el Concilio Vaticano II: « El Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo hombre ».2 En efecto, en este acontecimiento salvífico se revela a la humanidad no sólo el amor infinito de Dios que « tanto amó al mundo que dio a su Hijo único » (Jn 3, 16), sino también el valor incomparable de cada persona humana…”
Pero, sus discípulos ante la falta del Maestro que siempre los guiaba, se sienten huérfanos y como perdidos. También nosotros nos sentimos a veces, huérfanos de Dios. Buscamos alrededor y no lo vemos. Llamamos y no nos responde. Parece que el Señor se hace el sordo ante nuestros gritos de dolor, ante nuestras súplicas. No sabemos lo qué hacer. Los discípulos, se reunieron en el Cenáculo alrededor de María, la Madre de Jesús y “perseveraban unánimes en la oración”(Hch 1, 14) Y esta es la respuesta. Cuando a nuestro alrededor esté todo oscuro, cuando no consigamos ver al Señor y no sepamos qué camino seguir, juntémonos a María y perseveremos, también nosotros, en la oración Ella, mejor que nadie, nos guiará hasta Jesús. Padre uestro...
3º MISTERIO: LA VEIDA DEL ESPÍRITU SATO SOBRE LOS APÓSTOLES REUIDOS CO MARÍA E EL CEÁCULO “De repente, vino del cielo un ruido, semejante a un viento impetuoso, y llenó toda la casa donde se encontraban. Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se posaban sobre cada uno de ellos. Todos quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas, conforme el Espíritu Santo los movía a expresarse”.(Hch 2, 2-4) Los apóstoles, bautizados en el Espíritu Santo, comprenden finalmente todo lo que el Señor les había dicho. Como ciegos que comienzan a ver, ellos reconocen en aquel momento la divinidad de Cristo, la razón de su venida a la tierra, el significado de su palabra y el sentido de su muerte y resurrección. Inundados por una alegría que desconocían, sin miedo, proclaman que Cristo está vivo, que resucitó y volverá nuevamente lleno
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1º MISTERIO: LA RESURRECCIÓ DE JESÚS “Muriendo destruyó la muerte, resucitando restauró la vida “ dice el Prefacio Pascual. La resurrección de Cristo es, de hecho, la consecuencia necesaria de su muerte en la cruz. La entrega total y libre a la voluntad del Padre, el sacrificio de él mismo ofrecido en un acto de amor por él y por los hombres, superó la desobediencia de nuestros primeros padres, realizada libre y conscientemente. Por ella entró el pecado en el mundo y el pecado trajo la muerte. Destruyendo el pecado, Cristo abre de nuevo al hombre las puertas del Paraíso y restaura la Obra creadora de Dios. San Ireneo dice que “la gloria de Dios es el hombre vivo y la vida del hombre es la contemplación de Dios” El hombre puede ahora regresar a esa contemplación, a aquella relación de amor con su Creador, que había sido rota por el pecado y que es al final, la Vida del hombre y la Gloria de Dios. La resurrección de Cristo es la razón fundamental de nuestra esperanza y la causa de nuestra alegría. Porque Cristo resucitó, es por lo que yo también puedo Vivir. Padre uestro...
2º MISTERIO: LA ASCESIÓ DE UESTRO SEÑOR A LOS CIELOS. “…lo vieron elevarse, hasta que una nube lo ocultó de su vista” (Hch 1,9) Cumplida su misión en la tierra, Cristo parte al encuentro del Padre. ¡Vidas con Vida! - tel.915618992 email:
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4. EXPOSICIÓ DEL SATÍSIMO SACRAMETO Al exponer el Smo. Sacramento se deberá cantar algo o por lo menos rezar una oración de alabanza al Señor. A continuación hacemos algunas sugerencias: ORACIÓN QUE EL ÁNGEL ENSEÑÓ A LOS PASTORCITOS DE FÁTIMA L. Dios mío, yo creo en ti y te adoro, espero en ti y te amo, T. Te pido perdón por lo que no creen, no te adoran, no esperan en y no te aman. (Se repite tres veces y después se reza la oración siguiente:) Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo cuerpo, alma y divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido, y, por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pobres pecadores. L. Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar T. Fruto del vientre sagrado de la purísima Virgen Santa María.
5. REZO DEL SATO ROSARIO Adjuntamos como sugerencia, meditaciones para los Misterios del Rosario. aturalmente pueden escogerse otras meditaciones cualquieras, que se comprendan más adecuadas. Siempre que sea posible es bueno que haya cantos entre los misterios. 6. ADORACIÓ IDIVIDUAL Este tiempo de oración deberá realizarse en silencio. Sería bueno respetar por lo menos quince minutos, ahora bien, cuanto más tiempo se pueda estar en silencio, mejor. Cuando se juzgue conveniente se podrá introducir un canto en medio de este tiempo de oración. Convendrá escoger un canto que invite al recogimiento y a la interiorización. 7. PRECES El sacerdote que presida o quien dirija la celebración deberá abrir este tiempo de peticiones e introducir la primeras oraciones. A continuación se indican algunas, como sugerencia. Si se ve adecuado, se podrá proponer que la asamblea formule oraciones espontáneas e individuales. Finalmente el sacerdote concluirá e introducirá el Padre uestro que también podrá ser cantado. 1. Por el Santo Padre, por todos los obispos y sacerdotes del mundo entero, para que permanezcan fieles al anuncio del Evangelio de la Vida y el Señor los proteja de todo mal. Roguemos al Señor.
2. Por los gobernantes de las naciones, de modo especial por los que deciden sobre las leyes que nos rigen, para que siempre respeten el Don sagrado de la Vida. Roguemos al Señor.
3. Por los educadores, en especial por los padres y profesores, para que eduquen a sus hijos y a sus alumnos en el respeto de la singular grandeza de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción a la muerte natural, y de la familia, fuente de vida. Roguemos al Señor.
sudar sangre, le pidió al Padre que le ahorrase aquel sufrimiento, pero lo aceptó entregándole su propia voluntad; Fue traicionado y abandonado por sus amigos; Reconocido inocente, fue castigado y condenado a muerte; Soportó en todo su cuerpo dolores inimaginables. Fue ridiculizado, escarnecido e injuriado. Fue crucificado como un malhechor entre malhechores; En su cuerpo no había más sangre que derramar, ni más dolor que sufrir. Sus sentimientos, su ánimo, su amor propio, todo fue puesto a prueba. Todo lo que tenía fue entregado. ¡Todo fue consumado! Aquel que dijo: “Yo soy la Vida”, murió Entonces, ¡Oh Muerte,¿ donde está al final tu victoria? Y es la misma consumación de Cristo la que vence definitivamente a la Muerte. Porque la muerte de Cristo es la consumación de la entrega de sí mismo al Padre, total, absoluta, completa, perfecta, hecha de amor infinito, por eso ella es mayor que todo el pecado y es más fuerte que la propia muerte. ¡Del AMOR solo puede brotar la VIDA, y es de la Cruz, de donde nos viene la Resurrección! Padre uestro...
8. BEDICIÓ DEL SATÍSIMO SACRAMETO 4º MISTERIO: JESÚS CARGA CO LA CRUZ. CAMIO DEL CALVARIO. “Tomaron, pues a Jesús, y él cargando con su cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario” (Jn 19-17) Cargando con su cruz, dice el Evangelio. Pero cómo es posible que sea su cruz. Él nunca hizo mal a nadie, nunca cometió pecado ninguno que tuviese que expiar. ¡Aquella cruz, no puede ser la suya! Aquella cruz no es de él, es nuestra. Es mi cruz la que él lleva. Son mis pecados los que él expía. Son mis dolores los que él toma sobre sí Inútilmente, si, porque no le entrego mi cruz. Mientras yo no entregue mi cruz al Señor, la llevaré sólo. Inútilmente, porque si no entrego mi cruz a Cristo, él no puede dar sentido a mi dolor. Oh! Señor toma mi cruz; yo quiero unir mis dolores a los tuyos; ayúdame a seguirte hasta el Calvario, a morir contigo para estar también contigo en la mañana de la Resurrección Padre uestro...
5º MISTERIO: LA CRUCIFIXIÓ Y MUERTE DE JESÚS E LA CRUZ. “Jesús dijo:¡Todo está cumplido! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu” (Jn 19,30) Cristo entregaba así al Padre, como don de Amor, la totalidad de su Ser: De hecho, todo estaba consumado. En el Huerto de los Olivos, la angustia y el pavor lo hicieron
Antes de la bendición: Veneremos, adoremos la presencia del Señor, nuestra Luz y Pan de Vida Cante el alma su alabanza, adoremos en el sagrario, al Dios oculto por amor. Demos gloria al Padre del cielo Infinita Majestad; Gloria al Hijo y al Espíritu Santo En espíritu y verdad, veneremos, adoremos a la Santísima Trinidad. L. Tú eres el Pan que descendió del cielo. (Aleluya) T. Para dar la vida al mundo. (Aleluya)
OREMOS Oh Dios que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos, nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención, Tú que vives y reinas.
3º MISTERIO: LA COROACIÓ DE ESPIAS.
Después de la bendición: Bendito sea Dios Bendito sea su Santo Nombre Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre Bendito sea el Nombre de Jesús Bendito sea su Sacratísimo Corazón Bendita sea su preciosísima Sangre Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción Bendita sea su gloriosa Asunción Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre Bendito sea S. José, su castísimo esposo Bendito sea Dios en sus ángeles y sus santos.
“Lo desnudaron y le echaron por encima un manto de púrpura; trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y una caña en su mano derecha; luego se arrodillaban ante él y se burlaban, diciendo: “¡Salve, rey de los judíos!”. Le escupían, le quitaban la caña y lo golpeaban con ella en la cabeza”. (Mt 27 2830) No era suficiente el sufrimiento atroz que las espinas clavadas en la cabeza le causaban, ni el que el manto, puesto directamente sobre su espalda en carne viva, le producía. Jesús, tuvo además que soportar la burla, el ridículo y la injuria de aquellos crueles soldados. No sabían que era por ellos mismos, por los que Jesús aceptaba los dolores, las bromas, los salivazos; no sabían, que cada uno de aquellos golpes en la cabeza del Señor, les abría el camino de la Salvación. A ellos y también a mí. ¿A lo largo de la vida, cuantas veces, por miedo a las burlas de los otros, tuve vergüenza de decir que soy de Cristo? ¿Cuántas veces para no hacer el ridículo, me junté a la multitud que se ríe, que se divierte, que se burla de Jesús y de la Verdad que anunció? ¿Cuántas veces no me burle yo también de otros, ridiculizando sus debilidades y limitaciones? ¿Cuántas veces dejé de defender la VIDA, esta misma VIDA que Jesús me dio siendo coronado de espinas, ridiculizado, ultrajado y escupido? Vamos a pedir a Nuestra Señora un corazón grande lleno de Amor de Dios, para soportar las burlas con alegría, cuando nos declaramos por Cristo, anunciamos la Verdad y defendemos la VIDA. Padre uestro…
9. ORACIÓ DEL PAPA JUA PABLO II En este misterio vamos a pedir a Nuestra Señora que nos ayude a decir siempre SI al querer de Dios, el SI que da la VIDA. Padre uestro…
Oh María, Aurora del mundo nuevo Madre de los vivientes,
2º MISTERIO:LA FLAGELACIÓ DE JESÚS ATADO A LA COLUMA. “Pilatos entonces tomó a Jesús y mandó azotarle” (Jn 19,1). Pilatos sabia que Jesús era inocente y a pesar de eso, lo mando castigar. Jesús no se rebela contra la injusticia y la violencia del castigo que deja su espalda, hombros y brazos en carne viva, chorreando sangre. Jesús sufre con paciencia y ofrece todo por amor a su Padre y para liberarme a mí, del pecado y de la muerte. Cada uno de aquellos dolores los recibió, sufrió y ofreció por mí, para que yo tuviese la Vida. ¿Cómo acepto yo este regalo de Cristo? Yo, que soy tan sensible a las injusticias que me hacen y que tantas veces tengo tan poco cuidado con las palabras o actitudes precipitadas e injustas para con los otros. Yo, que no soporto ningún dolor, a mí que me repugna el sufrimiento físico, que me rebelo contra Dios a causa de mi enfermedad o de la de alguien a quien quiero. No basta decir: ¡Gracias Señor por tu sacrificio! Es necesario abrir nuestro corazón al Amor de Dios; dejar que él nos invada, que nos llene, para que comprendiendo el lenguaje del amor, seamos capaces también nosotros, de entregarnos al Señor por nosotros mismos y por los otros, uniendo así nuestros dolores a los suyos.
a tí confiamos la causa de la vida: mira Madre, el número inmenso de niños a los que se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia inhumana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad. Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida. Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia, y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria del Dios Creador y amante de la vida.
Padre uestro… Canto final
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MISTERIOS GOZOSOS 1º MISTERIO: LA AUCIACIÓ A UESTRA SEÑORA DAR LA VIDA A LA VIDA, fue la propuesta que se le hizo a María. Dejar que Dios, Fuente de toda Vida, se hiciese su Hijo, tomando a través de Ella, nuestra condición humana. El SI de María abrió el camino para el SI de Cristo a la voluntad del Padre, y para la victoria sobre el pecado y la muerte…”muriendo venció a la muerte y resucitando restauró la vida”… La verdad, en Cristo, el AMOR que es VIDA, es mayor que todo el pecado y más fuerte que la muerte. Por él y en él, todos somos llamados a la VIDA. Por el SI en la Anunciación que se prolonga a lo largo de toda su vida hasta el Calvario, María se asocia a la Obra redentora del Hijo y asume la maternidad espiritual de todos los hombres: Ella es nuestra Madre en Cristo, por el poder del Espíritu Santo. Se nos hace una propuesta semejante, a los hombres y mujeres llamados a ser padres y madres: dejar que el Amor de Dios que es VIDA, se transmita a través nosotros a nuestros hijos. Esto es, al final, DAR VIDA A LA VIDA. Y nuestro SI también se prolongará a lo largo de nuestras vidas, en la permanente necesidad de entrega total de AMOR por estos hijos que el Señor nos pide que aceptemos. En este misterio, vamos, ante todo, alabar al Señor y agradecerle por habernos dado la Vida, pidiéndole que al igual que María, todos los que están llamados a transmitir la Vida, lo hagan con generosidad y respeto por la Obra del Señor. Padre uestro… ¡Vidas con Vida! - tel.915618992 email:
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MISTERIOS DOLOROSOS 1º MISTERIO: LA ORACIÓ DE JESÚS E EL HUERTO “Siento una tristeza mortal”.(Mt 26,38) La palabra “agonía” expresa muy bien la intensidad del sufrimiento moral y psíquico que tuvo Jesús en el Huerto de los Olivos. En cierto sentido podemos decir que Jesús vivió dos veces su Pasión. El sabía lo que iba a sufrir y la anticipación de esos tormentos le causaron una angustia y un pavor tan violentos, que según nos cuenta S. Lucas “Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían al suelo” (Lc 22,44) Toda la humanidad de Cristo rechazaba el sufrimiento y los dolores que le esperaban. Y, por eso él reza al Padre diciendo “¡Abba, Padre!, todo te es posible: aparta de mí este cáliz” (Mc. 14,36) Pero a continuación añade la frase fundamental, el SI que da sentido a todo y que convierte toda su Pasión en redentora “pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú”… (Mc 14,36) Cristo era un hombre libre. Podía haberse negado a todo aquel sufrimiento. Todo en su naturaleza humana, le pedía que no tomara aquella decisión. El sabía muy bien, que su misión entre los hombres era la de entregarse al Padre en total donación de Amor, pero si fuese posible, no de aquel modo… “si es posible, que pase de mí esta copa” (Mt 26,39) Pero Cristo ama al Padre. Su único deseo es siempre hacer su voluntad. Por eso, en un acto de amor infinito al Padre y en el Padre, por cada uno de nosotros, Cristo acepta, dice SI a todo lo que le espera. La obediencia de Cristo se opone a la desobediencia original de Adán y la borra, porque el Amor es más fuerte que el pecado. Del pecado es de donde nos vino la muerte, ahora, por Cristo nos llega la Vida. ¡Vidas con Vida! - tel.915618992 email:
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abrirnos a la VIDA?
2º MISTERIO: LA VISITA DE UESTRA SEÑORA A SU PRIMA SATA ISABEL.
Padre uestro...
5º MISTERIO: LA ISTITUCIÓ DE LA EUCARISTÍA “Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Este es el pan del cielo, y ha bajado para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo ( ) bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá siempre, Y el pan que yo daré es mi carne. Yo la doy para la vida del mundo”. (Jn 6 48-51) La Eucaristía es lo que sostiene nuestra Vida Ella es la memoria viva, siempre actualizada, de la muerte y resurrección de Cristo, del sacrificio del Calvario y de la mañana de Pascua. En la Eucaristía, Cristo se pone de nuevo en nuestras manos, esperando nuestra acogida y compañía o nuestra indiferencia, aceptando ser adorado en su divinidad o, de nuevo, ser injuriado y ofendido, o simplemente ser olvidado. En la Eucaristía, Cristo revive toda su vida, su entrega al Padre, esperando que yo quiera unirme a él y con él revivirla. En la Eucaristía encontramos, siempre renovada, la victoria sobre la muerte, la puerta abierta a la vida eterna En la Eucaristía, Cristo quiere continuar siendo la fuente inagotable de gracias, la respuesta a todas las dudas, el consuelo en el sufrimiento, la cura para el cuerpo y para el alma, la compañía en la soledad, el sustento en la indigencia, el coraje en las horas difíciles, la luz en la oscuridad, la esperanza en la desesperación, la alegría y la paz para nuestros corazones. En la Eucaristía, cada uno de nosotros puede ser Juan junto a la cruz y como él oyó, oír nosotros también al Señor decir “Ahí tienes a tu madre” Y después recibir a María en nuestra casa.. Padre uestro...
Ignorando su propio embarazo y aceptando las incomodidades de un viaje difícil, María parte para las montañas de Judea, para ayudar a Isabel, su prima que, siendo ya de edad avanzada, también esperaba un hijo. Dar vida a la vida no es sólo aceptar de las manos de Dios los hijos que él nos quiera dar. Dar vida a la vida es también, crear condiciones para que se inicie, se desarrolle y se fortalezca. Y la primera de estas condiciones es, ciertamente la de ser amado. Y dar nuestra vida a aquellos que Dios pone en nuestro camino, para ayudarlos a vivir su vida. Y darles el mismo Amor con el que el Señor nos ama, sabiendo que cuanto más nos entreguemos, mayor será su presencia en nosotros. En este misterio, vamos a pedir a Nuestra Señora que nos enseñe a AMAR verdaderamente. Padre uestro….
3º MISTERIO: EL ACIMIETO DEL IÑO JESÚS E BELÉ. En cierto sentido, podemos decir que Jesús nace también, hoy, en cada bebé que viene al mundo. Y Jesús muere de nuevo en cada bebé al que no dejan nacer. Vamos a pedir: - por las madres embarazadas, para que dejen nacer al hijo al que el Señor les pidió que dieran la vida. - por los padres de esas criaturas en gestación y por los otros miembros de sus familias, para que ayuden a las madres en ese momento tan importante para ellas, apoyándolas en la decisión de dar vida a la vida. - por los médicos y enfermeras, asistentes sociales y, en general, por todos los que aconsejan, tratan y ayudan a las madres, para
que el Señor les revele la grandeza de su trabajo y los ayude a defender siempre este Don sagrado.
tintas, a ésos, Jesús promete la vida en abundancia, la vida para siempre.
Padre uestro….
Padre uestro...
4º MISTERIO: LA PRESETACIÓ DEL IÑO JESÚS E EL TEMPLO Y LA PURIFICACIÓ DE UESTRA SEÑORA. San Lucas nos dice que: “Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron al iño a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor” (Lc 2, 22-23) A lo largo de su vida ciertamente que San José y Nuestra Señora cumplieron las leyes, los usos y las costumbres educando e iniciando en ellas a su hijo Jesús. El que no estaba sujeto a ninguna ley se sometió a ella. Era necesario que Jesús fuese un hombre como los otros, integrado normal y plenamente en la sociedad en la que vivía para poder ser escuchado cuando comenzase a anunciar el fin de la Ley Antigua y a instaurar la Nueva Ley del AMOR y de la VIDA. En tiempos de Jesús, al igual que en nuestros días, hay muchos hombres, mujeres y niños que la sociedad no reconoce como sus miembros, a los que no oye, no acoge, no protege, y por el contrario, los aparta y los ignora. ¡Es como si estuvieran muertos! En tiempos de Jesús eran los leprosos, los publicanos, los que no vivían de acuerdo a la Ley. Hoy son los chicos de la calle, los sin techo, los drogados, los enfermos y los viejos, los que viven solos, los presos, los enfermos de Sida, los que viven bajo el umbral de la pobreza… etc. Para escándalo de muchos la Nueva Ley que Cristo nos trajo es para todos: no excluye a nadie, al contrario, procura unir, no condena a muerte, sino que ofrece la Vida. Por eso, él curó a los leprosos, convivió con publicanos y pecadores, resucitó al criado del centurión romano, hizo amigos y discípulos entre los marginados y los postergados. Convivió con ellos, esto es, los hizo vivir consigo.
4º MISTERIO: LA TRASFIGURACIÓ DE JESÚS E EL MOTE TABOR. “…Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan y los llevó a solas a un monte alto y se transfiguró ante ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como ningún batanero del mundo podría blanquearlos. Se les aparecieron también Elías y Moisés que conversaban con Jesús. Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús: `Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías´”… (Mc 9 2-5) Jesús convida tres amigos, los lleva a lo alto de un monte y allí en un lugar apartado y tranquilo, traspasa los límites que la naturaleza nos impone y les muestra lo que está más allá de lo que sus ojos pueden ver, y hace que sus corazones sientan lo que nunca habrían sentido. La vida, tal como la conocían, adquirió para ellos un nuevo resplandor. Es tan maravilloso que quieren quedarse allí, tal como estaban, dedicados tan sólo a contemplar aquella nueva realidad, aquella verdad, tal vez sabida pero no conocida. Con nosotros, Cristo quiere también traspasar los límites y para eso también nos convida él a subir a lo alto del monte, a un lugar apartado y tranquilo, y allí él se nos revelará en dimensiones desconocidas, siempre nuevas y siempre sorprendentes. El camino es tal vez difícil y nuestro corazón no es muchas veces, un lugar tranquilo ni recogido. Pero Cristo está dispuesto a subir con nosotros, a correr el riesgo de revelarse en la verdadera dimensión de la vida, para así manifestarnos su amor. ¿Y nosotros? ¿Estamos dispuestos a aceptar su invitación? ¿Estamos dispuestos a correr el riesgo de experimentar su amor, de
En todo esto nos ayuda María. Sigamos su consejo: “Haced todo lo que él os diga” Padre uestro...
3º MISTERIO: EL AUCIO DEL REIO DE DIOS LA COVERSIÓ.
Dar vida a la vida, es también esto, y hoy el Señor cuenta con nosotros. Padre uestro…
IVITADO A
“Arrepentíos y creed en el Evangelio” (Mc 1, 15) Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 15,12) “Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14,23) Jesús vino al mundo, se hizo hombre, para redimir a los hombres del pecado y liberarlos del poder de la muerte. Jesús vino para que tuviésemos la Vida y la tuviésemos en abundancia. Él es la “…resurrección y la vida” (Jn 11,25). Él es también el camino y la verdad (Jn 14, 6) A lo largo de los tres años de su vida pública, Jesús anuncia a los hombres que hay otra manera de vivir, que hay otro reino construido sobre otra ley y que sólo por esta ley en ese reino podremos encontrar la verdad, y la justicia, la libertad y la paz. La ley es la del amor: el mismo amor que es Dios y el mismo amor que es VIDA. Su mandamiento es simple: “….que os améis unos a los otros como yo os he amado (Jn 15,12)”… “Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto no le niegues la túnica. A todo el que te pida da, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente. (Luc. 6 27,31) A quien camina con él que es el camino, a quien cree en él que es la verdad, a quien cumple su palabra, sin compromisos ni medias
5º MISTERIO: EL IÑO JESÚS PERDIDO Y HALLADO E EL TEMPLO. También a través del Evangelio de San Lucas sabemos que al volver de Jerusalén, “creían que iba en la comitiva” (Lc 2,44), Nuestra Señora y San José perdieron al Niño Jesús que se quedó en la ciudad. También el Señor nos pide hoy a nosotros, que cuidemos al Niño Jesús. Todas aquellas personas que el Señor pone en nuestro camino frente a las que tenemos especiales responsabilidades, son para nosotros este Niño Jesús: nuestros hijos, nuestros familiares, los amigos, los compañeros de trabajo, etc. Hacia estos, de un modo especial, debe dirigirse nuestro Amor, atendiéndolos con cariño, educación y verdadera amistad. ¿Y cuántas veces los hemos perdido en los caminos de la vida? Nuestra Señora y San José encontraron a su Niño Jesús en el Templo, discutiendo las cosas de su Padre del Cielo, entre los Doctores. ¿Y donde están nuestros niños Jesús, aquellos que el Señor nos entregó para que los cuidáramos y a los que también perdimos? ¿Los hemos encontrado? ¿Será verdad que al final, siempre los vamos a encontrar de nuevo? Dar vida a la vida, es también, estar presente en la hora oportuna con la palabra necesaria junto al hijo, al amigo, con aquel que en ese momento es nuestro Niño Jesús. En este misterio vamos a pedir a Nuestra Señora que vivió la angustia de haber perdido a su Hijo, que nos ayude para que nunca lo perdamos y que nos ayude también a no llegar tarde junto aquel que nos necesita. Padre uestro…
2008 KVV 4/1
MISTERIOS LUMIOSOS
1º MISTERIO: EL BAUTISMO DE JESÚS E EL RIO JORDÁ. “Por aquellos días, llegó Jesús desde azaret a Galilea y fue bautizado por Juan, en el Jordán. En cuanto salíó del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu descender sobre él como una paloma. Se oyó entonces una voz desde los cielos que decía: - Tú eres mi Hijo muy amado, en ti me complazco” (Mc. 1, 9-11) Juan, anunciando la próxima venida del Mesías, llamaba al arrepentimiento de los pecados y bautizaba en las aguas del rio Jordán, a aquellos que sintiéndose arrepentidos y manchados por sus faltas, se querían purificar. Al contrario de ellos, Jesús, al entrar en las aguas del Jordán para que Juan lo bautice, recibe sobre sí todo el pecado del mundo. A quien no tuvo pecado, Dios “le hizo pecado por nosotros” (2 Cor 5,21) para redimirnos ante los ojos de Dios. Por su sacrificio redentor, Jesús nos propone un Bautismo diferente. Es un bautismo, no solo simbólico como el de Juan, sino un Bautismo que produce una auténtica transformación. Jesús nos propone que entremos en las aguas infinitamente profundas de su Pasión, que nos introduzcamos en el caudal de la Gracia y Misericordia que mana sin parar de Su Corazón traspasado. Esta es el Agua Viva, que nos purifica verdaderamente de todo pecado, que nos libera del poder de la muerte, que nos transforma en el Hombre Nuevo y que nos da la VIDA para siempre. Padre uestro… ¡Vidas con Vida! - tel.915618992 email:
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2º MISTERIO: JESÚS E LAS BODAS DE CAÁ “Tres días después, se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y como faltara el vino, le dice a Jesús su madre: “¡o tienen vino!” Jesús le responde: “¿qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora. Dice su Madre a los sirvientes: `Haced lo que él os diga´. Había allí seis tinajas de piedra puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Les dice Jesús: ´llenad las tinajas de agua´. Y las llenaron hasta arriba. Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala´. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de donde era, (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían) llama al novio y le dice: `Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora´”. (Jn 2, 1-10) En Caná Jesús transformó el agua en un buen vino, lleno de color, de gusto y de aroma. El agua no tenía color, ni gusto, ni olor, aunque ciertamente era limpia, cristalina, pura. También en nosotros, Jesús puede y quiere obrar siempre maravillas mucho mayores. No ya el agua en vino, sino transformar nuestros corazones de “piedra”, egoístas, cerrados a los otros, en corazones de carne, capaces de sentir, capaces de amar, capaces de vivir verdaderamente. Jesús puede y quiere transformar nuestras vidas, sin gracia, sin color, sin fuego, en vidas llenas de VIDA, esto es de amor, de servicio a los otros, de testimonio cristiano. Para esto, sin embargo, es necesario que, como el agua de Caná, también nuestro corazón esté limpio, para que él pueda entrar, que sea transparente y cristalino para dejar pasar su luz, que esté purificado para que Jesús pueda hacer allí su morada.