INDICADORES PARA MEDIR EL DESEMPEÑO AMBIENTAL DEL BOSQUE TEMPLADO EN COMUNIDADES CAMPESINAS. Ricardo FARFÁN ESCALERA y Maria Estela OROZCO HERNÁNDEZ

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 Y
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COMUNIDADES
INDÍGENAS
EN
ECUADOR
 
 
 
 
 Evaluación
Preliminar
 
 Elaborado
por:
 Javier
Dávalos
Gon

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INDICADORES PARA MEDIR EL DESEMPEÑO AMBIENTAL DEL BOSQUE TEMPLADO EN COMUNIDADES CAMPESINAS Ricardo FARFÁN ESCALERA y Maria Estela OROZCO HERNÁNDEZ Facultad de Química-Maestría en Ciencias Ambientales, Universidad Autónoma del Estado de México, Colón esquina con Tollocan S/N, Toluca, México, CP. 50130, correo electrónico [email protected]. Facultad de Planeación Urbana y Regional-Centro de Planeación territorial, Universidad Autónoma del Estado de México, Mariano Matamoros Sur S/N Casi Esq. Paseo Tollocan, Toluca, México. CP. 50130. [email protected] Palabras Clave: indicadores, desempeño ambiental, bosque templado, comunidades campesinas RESUMEN La evaluación del desempeño ambiental de los bosques en México es una cuestión escasamente desarrollada, razón por la cual no se ha valorado su importancia en la regulación de los ciclos de renovación del agua y de las condiciones ambientales. La metodología oficial se basa en el sistema de evaluación PER (Presión-Estado-Respuesta), el cual proporciona una perspectiva de conjunto su construcción genérica. Sin embargo no se contempla aspectos de carácter sociocultural como el hecho de que las comunidades campesinas utilizan sus recursos bajo las normas que rigen su organización social y comunitaria, no se rigen bajo las normas del mercado y que definen el precio de una mercancía. De esta manera se propone que entre los indicadores más importantes a tomar en cuenta son: la pendiente del terreno, la cobertura forestal y la morfología. Entre los indicadores sociales destaca el régimen de propiedad de la superficie forestal, así como la organización y prácticas sociales de aprovechamiento del bosque. Se considera que a través de la interrelación de los datos socioeconómicos y demográficos obtenidos empíricamente y los resultados del análisis biofísico es posible mostrar integralmente el rendimiento natural, social y económico del bosque templado a nivel local. INTRODUCCIÓN En México gran parte de la superficie esta constituida por macizos montañosos cubiertos por bosques de coníferas, los cuales son aprovechados por diferentes sectores sociales, entre ellos las comunidades campesinas que viven en las Áreas Naturales Protegidas (ANP). En el ámbito económico las áreas forestales son consideradas marginales debido a su reducida aportación a la economía nacional (Chapela, 1996) y al escaso beneficio económico que proporciona a los poseedores del recurso. Sin embargo no se ha valorado suficientemente su función en la regulación de los ciclos de renovación del agua y de las condiciones ambientales.

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La evaluación del desempeño ambiental de los bosques en México es una cuestión escasamente desarrollada, por lo que no se ha valorado de manera suficiente la función de los bosques en la regulación de los ciclos de renovación del agua y de las condiciones ambientales. El antecedente más sólido sobre la evaluación del desempeño ambiental, es el sistema de evaluación PER (Presión-Estado-Respuesta). Este esquema fue formulado en Canadá y adaptado por Naciones Unidas para la elaboración de algunos manuales sobre estadísticas ambientales, concebidos para su integración a los sistemas de contabilidad física y económica. Posteriormente fue adoptado y modificado en 1991 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) instancia que en 1993 define un grupo medular de indicadores ambientales en varios temas seleccionados para la evaluación del desempeño ambiental. El Instituto de Nacional de Ecología (INE, 2000) elaboró para México un reporte general de los indicadores del desempeño ambiental, a través de los cuales se busca evaluar el desempeño ambiental y convertirlos en una herramienta de información para la planeación, la toma de decisiones y el fomento de la cultura participativa (Flores, 2004). La finalidad de este trabajo es presentar el perfil de los indicadores que deben ser considerados como parte de la evaluación del desempeño ambiental del bosque de coníferas del parque estatal Centro Ceremonial Otomí-Mexica, Temoaya, Estado de México, lugar en el que habitan comunidades agrarias de origen indígena. ENFOQUE METODOLÓGICO La importancia de analizar en la zona en estudio las áreas críticas de explotación forestal y las tendencias de cambio en las relaciones de aprovechamiento, conservación y alteración del bosque, así como sus interrelaciones con los componentes sociales, culturales y económicos. Nos remite a considerar como punto de partida los conceptos de medio ambiente y sistemas complejos. El medio ambiente definido como el medio o entorno en el que se desenvuelven los seres vivos (animales, plantas y seres humanos) se comprende mejor como un sistema complejo, en el que confluyen múltiples procesos (físico-biológicos, de producción, tecnológicos, demográficos y de organización social) que sólo es posible analizar a través de abordaje interdisciplinario. En lo particular los sistemas complejos son inestables, cualquier variación mínima entre sus componentes puede modificar de forma imprevisible, las interrelaciones y, por tanto, el comportamiento de todo el sistema. Ello hace necesario plantear estrategias de investigación que permitan construir una verdadera interpretación sistémica que dé lugar a un diagnóstico integrado. La ciencia ambiental busca en las relaciones causa- efecto los principios ambientales fundamentales, entendiendo cómo trabaja el ambiente natural,

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cómo se regeneran los recursos naturales, y cómo esta capacidad regeneradora se ve afectada por las actividades humanas (Garza- Cuevas, González, 1997:99). Su propósito es presentar, analizar, diagnosticar y discutir el planteamiento original de la problemática ambiental de los recursos naturales; a partir de la relación sociedad-naturaleza, considerando los diversos enfoques o posturas de diferentes ciencias. En este contexto el aprovechamiento del bosque se constituye en una presión directa que incide en el estado del medio ambiente y de los recursos naturales. Por ello es fundamental analizar el conjunto de valores naturales, sociales y económicos que proporciona el bosque de coníferas a las comunidades del parque Centro Ceremonial Otomí-Mexica. La multiplicidad de valores atribuidos al bosque, así como su incidencia en la vida material de las comunidades rurales que lo utilizan. Hace necesario rescatar no sólo su valor económico, sino todos aquellos valores que se desprenden de sus funciones ambientales y socioculturales. Las comunidades campesinas utilizan sus recursos bajo las normas que rigen su organización social y comunitaria, es decir no se rigen bajo las normas que rigen el mercado y que definen el precio de una mercancía. No obstante es importante comprender que el adecuado o inadecuado manejo y explotación de los bosques repercute socialmente no sólo en las comunidades campesinas poseedoras del recurso, sino también en la población en general al proveer no sólo de madera y productos secundarios de recolección, sino más aún porque su presencia garantiza los ciclos de recarga de agua. De acuerdo con Kengen (1997), Gregensen, et. al.1995) y Kumasi (1995) el valor de uso del bosque presenta cinco variantes. 9 Valor de uso directo: Productos madereros, productos no madereros, usos recreativos, hábitat de seres humanos, productos acuáticos, usos para pastoreo, investigación y educación. 9 Valor de uso indirecto: Modificaciones del clima, contaminación atmosférica, protección de cuencas y biodiversidad. 9 Valor optativo: Protección de los biotipos que dependen del bosque, usos potenciales. 9 Valor de existencia: biodiversidad. 9 Valor casi optativo: Usos de las generaciones futuras de todos los valores anteriormente mencionados. Lo anterior permite sostener que el valor social del uso del bosque se encuentra no sólo en su utilidad productiva y económica, sino también en sus funciones ambientales presentes y futuras.

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SISTEMA DE EVALUACIÓN PER Este sistema considera a las actividades humanas como factores de presión indirecta; mientras que la generación de contaminantes y desechos, así como el uso de los recursos naturales se definen como presión directa que inciden en el estado del medio ambiente y de los recursos naturales. Lo cual perfila una serie de respuestas por parte de lo diferentes agentes sociales que participan del aprovechamiento de dichos recursos naturales. En el ámbito nacional se ha observado que la causa principal de presión sobre los recursos forestales, es el cambio de uso del suelo para fines agrícola, ganadero y urbano, lo que provoca una pérdida de la cobertura vegetal y una fragmentación del hábitat, alterando las condiciones del medio ambiente y favoreciendo los incendios y plagas que atacan a los bosques. Los indicadores de estado están representados por la estructura y el estado actual de los recursos forestales y la superficie por tipo de bosque así como la extensión de los principales tipos de vegetación que se encuentran en la superficie cubierta por las áreas naturales protegidas del país. En los indicadores de respuesta se consideran los programas de forestación, el incremento de las áreas naturales protegidas, los programas para la prevención y el combate de incendios, enfermedades y plagas, así como los esfuerzos normativos para el control, manejo y aprovechamiento regulado de los ecosistemas forestales. Si bien es cierto que el modelo de presión- estado- respuesta proporciona una perspectiva de conjunto su construcción genérica no contempla aspectos de carácter sociocultural como son los intereses particulares de las comunidades campesinas y las formas de apropiación y aprovechamiento de los recursos forestales. En este contexto consideramos que el modelo PER es susceptible de enriquecerse a través de la incorporación no sólo de indicadores naturales y económicos, sino también los indicadores socioculturales que influyen en la vida material de las comunidades rurales que utilizan el bosque. RESULTADOS La definición y conceptuación de los indicadores de desempeño ambiental del bosque en comunidades campesinas. Estará determinada por su representatividad y por la inclusión de la perspectiva social a través de la consideración de los procesos particulares de acceso y apropiación de los recursos naturales, aspectos que no se consideran dentro de la óptica técnica de la metodología oficial. Para perfilar dichos indicadores se retoma el planteamiento principal de este trabajo, el cual sostiene que el rendimiento natural, social y económico del bosque templado del Centro Ceremonial Otomi – Mexica, es resultado de las condiciones de conservación o deterioro del bosque, del régimen de propiedad

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de la tierra, de las formas de aprovechamiento del recurso por parte de las comunidades, así como de la explotación comercial y clandestina del recurso (Figura 1). Figura 1 VARIABLE DEPENDIENTE DESEMPEÑO AMBIENTAL DEL BOSQUE TEMPLADO EN COMUNIDADES CAMPESINAS VARIABLES INDEPENDIENTES

Estado de conservación o Deterioro del bosque

Régimen de propiedad de la tierra

Formas de aprovechamiento del bosque

Comunitarias, comerciales y clandestinas

Fuente: Elaboración propia

Un indicador se define de manera general como un valor, derivado de parámetros generales, que provee información o describe el estado de un fenómeno dado –del ambiente o de un área específica- con un significado que trasciende el valor específico del parámetro. Sin embargo un indicador por si mismo no tiene importancia si no se vincula con el contexto en el cual se presenta (Rush y Sarasola, 1999), es decir que los indicadores nos proporcionan una visión en un momento determinado de la realidad, pero no explican por sí mismos, el proceso a través del cual se llego a dicha situación. Como fase metodológica inicial es importante caracterizar el estado de conservación o deterioro del bosque a través del análisis biofísico del área de estudio elegida. Los indicadores principales a considerar son: la pendiente del terreno, la cobertura forestal y la morfología. Una vez definida la configuración territorial del lugar y con base a la determinación de la densidad de la cubierta forestal y su relación con los sistemas perturbadores de uso del suelo, los caminos y/o veredas rurales e incendios se identificarán espacialmente las áreas forestales conservadas y deterioradas, así como los procesos morfológicos consecuentes (erosión, pérdida de suelo).

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Entre los indicadores sociales destaca el régimen de propiedad de la superficie forestal, así como la organización y prácticas sociales de aprovechamiento del bosque. Esta demostrado que poco más del 42% de la superficie arbolada del país pertenece a las comunidades agrarias, las cuales son mayoritariamente indígenas (Nahmad, 2004). En la zona en estudio - Parque estatal Centro Ceremonial Otomí- sobresale la presencia de población indígena que utiliza y habita en el área ocupada por los bosques. El parque esta ubicado a 12 kilómetros de la cabecera municipal y es el principal atractivo turístico del municipio de Temoaya. Abarca una extensión de 50 hectáreas administradas por la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (CEPANAF). Uno de los aspectos conflictivos se relaciona con su situación lega, la que refiere exclusivamente su denominación como área protegida sin considerar el tipo de propiedad o tenencia de la tierra (Enckerlin et. al., 1997). Por otro lado no se ha considerado que las comunidades indígenas sustentan su organización en el derecho consuetudinario, el cual se deriva de los usos y costumbre reiteradas de una comunidad y que se consideran obligatorios para sus integrantes, que de forma general son transmitidos de manera oral (Sierra, 1993). Este derecho respalda la relación especial que tienen los pueblos indígenas con sus tierras y territorios para su existencia social, espiritual, cultural, económica y política, especialmente tomando en cuenta que los indígenas tienen una relación colectiva con la tierra y sus territorios. El territorio es entendido como el entorno y los recursos naturales, tomando en cuenta que los indígenas tienen un especial interés en la conservación de los derechos naturales y del medio ambiente como condición básica para su vida. En cuanto a las formas de aprovechamiento nos referimos a todos aquellos métodos de producción relacionados con uso de los recursos forestales. Los cuales están definidos por las maneras en que los sujetos sociales se apropian de la naturaleza según sus intereses y necesidades. De esta manera la apropiación de la naturaleza sintetiza las racionalidades productivas y ecológicas de distintos sectores sociales. Desde una perspectiva ecológica-económica Toledo (1996– 1997:56–58) nos proporciona algunos criterios a considerar para analizar la racionalidad de comunidades rurales escasamente perturbadas en su relación con el medio ambiente (Cuadro 1). El modo campesino aquí referido alude a las economías indígenas, en las que todavía la cosmovisión y la cultura, influyen en sus prácticas sociales de uso de la tierra. Por lo tanto para nuestro estudio será imprescindible identificar el nivel de perturbación social que tienen las comunidades indígenas que aprovechan el bosque. Para ello se propone considerar los aspectos socioeconómicos que

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articulan a estas comunidades al mundo urbano, entre ellos el trabajo migratorio, accesibilidad y medios de comunicación, así como sus condiciones de vida. Cuadro 1. Modo de producción campesino Criterios Energía Escala Autosuficiencia Fuerza de trabajo Diversidad Productividad Desechos Conocimientos Cosmovisión

Significado Uso exclusivo de energía solar Minifundio Alta. Poco uso de insumos externos Familiar y / o comunitaria Alta diversidad eco geográfica, genética y productiva Alta productividad ecológica – energética. Baja productividad en el trabajo Baja o nula producción de desechos Basado en hechos y creencias de transmisión limitada y altamente flexible La naturaleza es una entidad viviente y sacralizada. Cada elemento natural encarna en deidades con quienes es necesario dialogar durante la apropiación

Fuente: Toledo M. Víctor (1996 – 1997).

Los anteriores aspectos más los que se refieren a las formas de aprovechamiento del bosque se obtendrán por medio de entrevistas dirigidas a los sujetos sociales involucrados. Como base de las entrevistas se considerarán aspectos como los antecedentes históricos de la comunidad, participación social, manejo y aprovechamiento del bosque, coordinación con agencias de gobierno y problemática. De la misma forma es importante la identificación de los lideres, asistir a las reuniones de la comunidad para la identificación del sistema de organización para la solución de conflictos (usos y costumbres relacionados con el bosque). DISCUSIÓN En los referentes para la evaluación del desempeño ambiental del bosque se aprecia un enfoque eminentemente técnico, así como una variedad y dispersión de los indicadores, aspectos que entre otras cosas limitan la comparación de los resultados, así como su adopción para el estudio de casos específicos. Por ello el trabajo de campo es fundamental no solo para suplir las deficiencias de la información existente, sino para recabar directamente la información acorde con la realidad que viven las comunidades campesinas poseedoras de los recursos forestales. Desde esta perspectiva es fundamental valorar los saberes locales e incorporar este conocimiento como medio para entender las formas específicas de aprovechamiento comunitario del bosque. Es medular seleccionar las áreas de acuerdo a características socioeconómicas, crecimiento de la población, densidad de viviendas, niveles de servicios básicos, distancia hacia el centro urbano más próximo, medios de

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transporte, uso de la tierra, tenencia, características físicas de la tierra, suelos arables. Uno de los elementos más importantes es garantizar la representatividad del área y de los participantes para la conducción de las entrevistas. El análisis de actores es una herramienta clave para definir las formas de organización social y prácticas de aprovechamiento de la superficie forestal. Para analizar a los actores y sus relaciones se propone un análisis rotativo de actores relacionados con un monitoreo y evaluación participativo de tipo formativo, análisis de plataformas de negociación o campos de juego y un análisis situacional de éstos procesos. Finalmente a través de la interrelación de los datos socioeconómicos y demográficos obtenidos empíricamente y los resultados del análisis biofísico es posible mostrar integralmente el rendimiento natural, social y económico del bosque templado a nivel local.

AGRADECIMIENTOS Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) REFERENCIAS Enckerlin, Ernesto C., Garza- Cuevas, Raúl, Claudia Macías Caballero (1997) “Herramientas y alternativas de sostenibilidad de los recursos naturales”, Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible, International Thomson Editores, S. A de C. V, México: 341-367. Chapela, Gonzalo (1996) “La política de aprovechamiento forestal en México. Liberalismo, comunidades y conservación de bosques”, La Sociedad Rural Mexicana Frente al Nuevo Milenio, El acceso a los recursos naturales y desarrollo sustentable, Volumen III, Plaza y Valdés Editores, casa Abierta al Tiempo, UNAM, INAH, México: 341-366. Flores, Eriko 2004, “Indicadores y Acción Gubernamental”, en Indicadores ¿para qué? Cuadernos para el desarrollo social, Vol. 3: 7-15. Rusch, Verónica y Sarasola, Mauro 1999. Empleo de criterios e indicadores en el manejo forestal sustentable biodiversidad, en Segundas Jornadas Iberoamericanas sobre Biodiversidad, San Luis Argentina, 7-11/6/1999. Vol. 2. Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) 2000. Indicadores para la Evaluación del Desempeño Ambiental 2000, Reporte 2000. SEMARNAT. Instituto Nacional de Ecología. Dirección General de Gestión e Información Ambiental.

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Sierra, María Teresa (1993) “Usos y desusos del derecho consuetudinario indígena”, Nueva Antropología. Revista de Ciencias Sociales, Número 44 Agosto. Garza- Cuevas, Raúl, Leticia González González (1997) “Principios de Ciencia Ambiental”, Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible, International Thomson Editores, S. A de C. V, México: 99-124. Toledo M. Víctor, (1996 – 1997). “Una tipología ecológica- económica de productores rurales”, en Economía Informa, número 253, diciembre 1996 a enero de 1997. Faculta de Economía, UNAM: 56 – 64. Nahmad Sitton, Salomón (2004). La propiedad comunitaria de los bosques y la relación conflictiva con el Estado y los empresarios en México, X Congreso Bienal de la Asociación Internacional para el Estudio de la Propiedad Colectiva (IASCP) 9-13 de agosto del 2004. Kengen, S. (1997). Forest Valuation for Decisión-making: Lessons of experience and proporsals for improvement, FAO, Rome, Italy. Kumari, K. (1995). An environmental and economic assessment of forest management options: a case study en Malaysia, World Bank, Environment Departament, Paper No. 026, Washington, D.C.. Gregersen, H.M. et. al. (1995). Valuing forest: context, issues and guidelines, en Forestry Paper No. 127, FAO, Rome, Italy.

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