ÍNDICE INTRODUCCIÓN... 5 COMÚN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS... 7 MARTES 26 DE JULIO, CEREMONIA DE APERTURA... 27

libro de ORACIÓN ÍNDICE INTRODUCCIÓN................................................................... 5 COMÚN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS.........

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1825-2015. LA HISTORIA PARA CONTAR Martes 26 de julio de 2016 AÑO DE LA CONSOLIDACIÓN DEL MAR DE GRAU JURISPRUDENCIA Año XXV / Nº 1018 7499 PODER

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libro de ORACIÓN

ÍNDICE INTRODUCCIÓN................................................................... 5 COMÚN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS.......................... 7 Lunes 25 de julio............................................................. 13 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 14 SANTA MISA............................................................................................ 21

MARTES 26 DE JULIO, CEREMONIA DE APERTURA.......... 27 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 29 MISA DE APERTURA............................................................................ 40

Miércoles 27 de julio .................................................... 45 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 46 SANTA MISA ........................................................................................... 56

JUEVES 28 DE JULIO – CEREMONIA DE BIENVENIDA AL SANTO PADRE........... 59 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 60 SANTA MISA............................................................................................ 71

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CEREMONIA DE BIENVENIDA AL SANTO PADRE – LITURGIA DE LA PALABRA............................................................. 76

VIERNES 29 DE JULIO, Vía Crucis.................................... 79 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 81 SANTA MISA............................................................................................ 93 Vía Crucis............................................................................................... 97

SÁBADO 30 DE JULIO, VIGILIA........................................... 119 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 120 SANTA MISA............................................................................................ 130 VIGILIA....................................................................................................... 134

DOMINGO 31 DE JULIO........................................................ 137 LITURGIA DE LAS HORAS.................................................................. 139 SANTA MISA ........................................................................................... 145

PEREGRINACIÓN DE LA MISERICORDIA............................ 151 EXAMEN DE CONCIENCIA................................................... 155 CANCIONERO...................................................................... 163 TEXTOS DE LA MISA .......................................................... 231 Ordo Missæ......................................................................................... 232 PLEGARIAS EUCARÍSTICAS............................................................... 243

LISTA DE CANCIONES......................................................... 253 notas.................................................................................. 255

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INTRODUCCIÓN Alabado sea Dios, rico en Misericordia, que inspiró a san Juan Pablo II para invitar a los jóvenes a reunirse anualmente con Cristo en su Iglesia. Alabado sea el Padre Celestial, cuyo rostro misericordioso nos revela su Hijo Jesucristo y que, con el Espíritu Santo, derrama los dones de su Misericordia sobre la Iglesia y el mundo. Glorificamos a Dios en la Santísima Trinidad también por el encuentro de la JMJ de este año en Cracovia, que está a punto de comenzar. Aunque, en apariencia, es similar a otros eventos multitudinarios o festivales, tan comunes para los jóvenes de hoy, el verdadero sentido y significado, lo descubriremos sólo cuando nos sumerjamos en las experiencias espirituales que nos ofrece. Nos inspira el entusiasmo de los jóvenes que acompañaron a Jesús cuando hizo su entrada en Jerusalén (Mt 21, 8ss; Mc 11, 8-10; Lc 19, 36-38; Jn 12, 12-15) y cuando se econtró con el joven rico (Mt 19, 16-22; Mc 10, 17-22; Lc 18, 15ss). Escuchamos las enseñanzas del Santo Padre Francisco, quien como lema principal de reflexión y oración, ha elegido las palabras “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7). Todas las vivencias durante estos días especiales son muy importantes: las charlas, los encuentros, el conocer a otras personas, establecer contacto con otros y ser amables, los eventos culturales y las catequesis, reunirse

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en oración, pero sobre todo la celebración de la Eucaristía, que es el punto central de la Jornada. Aquí estamos, todos juntos, con todas nuestras fuerzas físicas y espirituales comprometidas porque es aquí donde el Salvador se revela a Sí mismo por completo. Este libro nos acompañará durante las celebraciones. Incluye oraciones, canciones, textos bíblicos y litúrgicos. Abarca la riqueza de la Fe de la Iglesia que hemos heredado de las generaciones que nos precedieron. Todos podemos rezar con estos textos con el fin de ser uno en Cristo; así, podremos unirnos a Su oración al Padre y, de esa manera, el Espíritu Santo nos abrazará y seremos uno glorificando al Padre.

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COMÚN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS Invitatorio V. – + Señor, ábreme los labios. R. – Y mi boca proclamará tu alabanza. Salmo 94 Invitación a la alabanza divina Animaos los unos a los otros, día tras día, mientras dure este «hoy» (Hb 3, 13) Ant. Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. Ant. Porque el Señor es un Dios grande, soberano de todos los dioses: tiene en su mano las simas de la tierra, son suyas las cumbres de los montes;

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suyo es el mar, porque él lo hizo, la tierra firme que modelaron sus manos. Ant. Venid, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía. Ant. Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras. Ant. Durante cuarenta años aquella generación me repugnó, y dije: Es un pueblo de corazón extraviado, que no reconoce mi camino; por eso he jurado en mi cólera que no entrarán en mi descanso». Ant. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Ant.

Laudes V. – + Dios mío, ven en mi auxilio. R. – Señor, date prisa en socorrerme.

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Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. Esta invocación inicial se omite cuando las Laudes empiezan con el Invitatorio. HIMNO SALMODIA LECTURA BREVE RESPONSORIO BREVE

BENEDICTUS  El Mesías y su Precursor

Lc 1, 68-79

Antífona propia del día Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán. Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.

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Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz. Ant. PRECES Padre nuestro… ORACIÓN CONCLUSIÓN (más abajo)

Vísperas V. – Dios mío, ven en mi auxilio. R. – Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. HIMNO SALMODIA LECTURA BREVE RESPONSORIO BREVE

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MAGNÍFICAT  Alegría del alma en el Señor

Lc 1, 46-55

Antífona propia del día Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia – como lo había prometido a nuestros padres – en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Ant. PRECES Padre nuestro… ORACIÓN CONCLUSIÓN

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Por ministro ordenado: V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros. R. Amén. Si se despide a la asamblea, se añade: V. Podéis ir en paz. R. Demos gracias a Dios.

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Lunes 25 de julio

SANTIAGO, APÓSTOL Fiesta

LITURGIA DE LAS HORAS Vísperas HIMNO ¡Columnas de la Iglesia, piedras vivas! ¡Apóstoles de Dios, grito del Verbo! Benditos vuestros pies, porque han llegado para anunciar la paz al mundo entero. De pie en la encrucijada de la vida, del hombre peregrino y de los pueblos, lleváis agua de Dios a los cansados, hambre de Dios lleváis a los hambrientos. De puerta en puerta va vuestro mensaje, que es verdad y es amor y es Evangelio. No temáis, pecadores, que sus manos son caricias de paz y de consuelo. Gracias, Señor, que el pan de tu palabra nos llega por tu amor, pan verdadero; gracias, Señor, que el pan de vida nueva nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén. O bien en España: Pues que siempre tan amado fuiste de nuestro Señor,

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Santiago, apóstol sagrado, sé hoy nuestro protector. Si, con tu padre y con Juan pescabas en Galilea, Cristo cambió tu tarea por el misionero afán. A ser de su apostolado pasas desde pescador. Por el hervor del gran celo que tu corazón quemaba, cuando Cristo predicaba aquí su reino del cielo, «Hijo del trueno» llamado fuiste por el Salvador. Al ser por Cristo elegido, por él fuiste consolado, viéndole transfigurado, de nieve y de sol vestido y por el Padre aclamado en la cumbre del Tabor. Cuando el primero a su lado en el reino quieres ser, Cristo te invita a beber su cáliz acibarado; y tú, el primero, has sellado con tu martirio el amor. En Judea y Samaría al principio predicaste, después a España llegaste, el Espíritu por guía, y la verdad has plantado donde reinaba el error. Amén.

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SALMODIA Ant. 1. Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan y empezó a sentir terror y angustia. Salmo 115 Tenía fe, aún cuando dije: «¡Qué desgraciado soy!» Yo decía en mi apuro: «Los hombres son unos mentirosos». ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo, en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. Ant. Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan y empezó a sentir terror y angustia. Ant. 2. Entonces les dijo: «Velad y orad, para no caer en la tentación».

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Salmo 125 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían: «El Señor ha estado grande con ellos». El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. Ant. Entonces les dijo: «Velad y orad, para no caer en la tentación». Ant. 3. El rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia e hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. Cántico  Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya,

Ef 1, 3-10

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a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido abundante para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra. Ant. El rey Herodes se puso a perseguir a algunos miembros de la Iglesia e hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan. LECTURA BREVE  Ef 4, 11-13 Cristo ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. RESPONSORIO BREVE R. Contad a los pueblos * La gloria del Señor. Contad. V. Sus maravillas a todas las naciones. * La gloria del Señor. Gloria al Padre. Contad.

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MAGNÍFICAT Ant. Quien aspire a ser el mayor sea siervo vuestro; y quien aspire a ser el primero sea servidor de todos. O bien en España: ¡Oh glorioso apóstol Santiago, elegido entre los primeros! Tú fuiste el primero, entre los apóstoles, en beber el cáliz del Señor. ¡Oh feliz pueblo de España, protegido por un tal patrono! Por ti el Poderoso ha hecho obras grandes. Aleluya. PRECES Hermanos: Edificados sobre el cimiento de los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo santo, diciendo: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia. Padre santo, que quisiste que tu Hijo resucitado de entre los muertos se manifestara en primer lugar a los apóstoles, – haz que también nosotros seamos testigos de Cristo hasta los confines del mundo. Padre santo, tú que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres, – haz que sepamos proclamar el Evangelio a todas las criaturas. Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla de la palabra, – haz que, sembrando también tu palabra con nuestro esfuerzo, recojamos sus frutos con alegría. Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo, – haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación de los hombres. Padre nuestro… ORACIÓN Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por el Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y defiéndela con su valiosa protección. Por nuestro Señor Jesucristo.

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O bien en España: Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo.

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SANTA MISA Se dice Gloria. ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que Santiago fuera el primero de entre los apóstoles en derramar su sangre por el Evangelio, fortalece a tu Iglesia con el testimonio de su martirio y defiéndela con su valiosa protección. Por nuestro Señor Jesucristo. O bien en España: Dios todopoderoso y eterno, que consagraste los primeros trabajos de los apóstoles con la sangre de Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA  2 Co 4, 7-15 Llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios. Hermanos: El tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros.

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Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo. Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para gloria de Dios. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL  Sal 125, 1-2ab. 2cd-3. 4-5. 6 (R.: 5) R. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sión,  nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas,  la lengua de cantares. R. Hasta los gentiles decían:  «El Señor ha estado grande con ellos».  El Señor ha estado grande con nosotros,  y estamos alegres. R. Recoge, Señor, a nuestros cautivos como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.

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R. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas. R. ALELUYA R. Aleluya, aleluya, aleluya. No sois vosotros los que me habéis elegido, Soy yo quien os ha elegido para que vayáis y deis fruto. R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Jn 15, 16

EVANGELIO  Mt 20, 20-28 Mi cáliz lo beberéis Lectura del santo Evangelio según san Mateo. En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: ¿«Qué deseas?» Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?» Contestaron: «Lo somos». Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre». Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del

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Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos». Palabra del Señor. ORACIÓN UNIVERSAL ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Purifícanos, Señor, * con el bautismo salvador de la muerte de tu Hijo, * para que, en la fiesta de Santiago, * el primer apóstol que participó en el cáliz redentor de Cristo, * podamos ofrecerte un sacrificio * agradable a tu Divina Majestad. * Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO I DE LOS APÓSTOLES Los Apóstoles, pastores del pueblo de Dios En verdad es justo y necesario, * es nuestro deber y salvación * darte gracias * siempre y en todo lugar, * Señor, Padre santo, * Dios todopoderoso, Pastor eterno. Porque no abandonas nunca a tu rebaño, * sino que por medio de los santos apóstoles * lo proteges y conservas, * y quieres que tenga siempre por guía * la palabra de aquellos mismos pastores * a quienes tu Hijo dio la misión * de anunciar el Evangelio. Por eso, * con los ángeles y arcángeles * y con todos los coros celestiales, * cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo... O bien en España: PREFACIO DE SANTIAGO El patronazgo del Apóstol En verdad es justo y necesario, * es nuestro deber y salvación, * darte gracias * siempre en todo lugar, * Señor, Padre santo, * Dios todopoderoso, Pastor eterno.

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Porque Santiago, testigo predilecto, * anunció el Reino que viene * por la muerte y resurrección de tu Hijo, * y, el primero entre los apóstoles, * que bebió el cáliz del Señor: * con su guía y patrocinio * se conserva la fe en España * y en los pueblos hermanos * y se dilata por toda la tierra, * mientras tu Apóstol alienta a los que peregrinan * para que lleguen finalmente a ti, * por Cristo, Señor nuestro. Por eso, Señor, con todos los ángeles * te alabamos ahora y por siempre, * diciendo con humilde fe: Santo, Santo, Santo… ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Al darte gracias, Señor, * por los dones santos que hemos recibido * en esta fiesta de Santiago, apóstol, (patrono de España), * te pedimos que sigas protegiéndonos siempre * con su poderosa intercesión. * Por Jesucristo nuestro Señor.

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MARTES 26 DE JULIO CEREMONIA DE APERTURA SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA, PADRES DE LA VIRGEN MARÍA Memoria

La Ceremonia de Apertura de la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016 marca el comienzo de este excepcional encuentro de fe, enmarcado en una atmósfera llena de alegría y optimismo. Nos daremos cita aquí, desde diferentes puntos del planeta, con aquel que nos trajo, que nos congregó y nos guía al encuentro con Cristo: san Juan Pablo II. Él fue quien le dio un nuevo valor al papel de la juventud en la Iglesia, quien comenzó estos encuentros y le dio una característica especial. Deseamos rememorar este día, en el Parque Błonia, la historia de la JMJ. Estamos reunidos aquí para reflexionar sobre el misterio de la Misericordia Divina, por lo que acompañamos a santa Faustina y, con ella, al fuego de la Misericordia. Encendido el 16 de diciembre de 2003 por san

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Juan Pablo II, es celosamente custodiado en el Santuario de la Divina Misericordia en Łagiewniki. Con ese fuego, encenderemos la lámpara del altar de nuestra asamblea litúrgica, de manera tal que el fuego pueda seguir ardiendo a lo largo de los días de la JMJ. La Iglesia de Cracovia, bajo la dirección del Cardenal Stanisław Dziwisz, le da la bienvenida a todos los peregrinos con gran alegría. Ha sido él quien reunió todas las fuerzas, las autoridades administrativas y las organizaciones eclesiásticas para preparar el lugar para este encuentro de la juventud. ¡La Iglesia de Polonia, la Iglesia de Cracovia y la ciudad real de Cracovia les dan la bienvenida, queridos peregrinos! Hoy, los ciudadanos de Cracovia de todas las edades les ofrecen a ustedes sus manos, ellos, que han acompañado la preparación de este evento con profunda oración, comprometidos en diferentes iniciativas espirituales, trabajando muchísimo para llevar esto a cabo.

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LITURGIA DE LAS HORAS Invitatorio Se dice el salmo 94 con la antífona: Ant. Venid, adoremos al Señor, Dios soberano.

Laudes HIMNO Cantemos nuestra fe y, al confesarla, unidas nuestras voces de creyentes, pidamos al Señor que, al plocamarla, inunde con su luz a nuestras mentes. El gozo de creer sea alegría de servir al Señor, y su Palabra simiente en crecimiento día a día, que al don de su verdad el mundo abra. Clara en la fe y oscuro su camino de gracia y libertad en puro encuentro, si crees que Jesús es Dios que vino, no está lejos de tí, sino muy dentro. Legión es la asamblea de los santos, que en el Señor Jesús puso confianza,

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sus frutos de justicia fueron tantos que vieron ya colmada su esperanza. Demos gracias a Dios, que es nuestra roca, sigamos a Jesús con entereza, si nuestra fe vacila, si ella es poca, su Espíritu de amor nos dará fuerza. Amén. SALMODIA Ant. 1. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor. Salmo 23 Entrada solemne de Dios en su templo Las puertas del cielo se abren ante Cristo que, como hombre, sube al cielo (san Ireneo) Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. –¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? –El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos ni jura contra el prójimo en falso. Ése recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. –Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. ¡Portones! ¡Alzad los dinteles! Que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria.

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–¿Quién es ese Rey de la gloria? –El Señor, héroe valeroso; el Señor, héroe de la guerra. ¡Portones! ¡Alzad los dinteles! Que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria. –¿Quién es ese Rey de la gloria? –El Señor, Dios de los ejércitos. Él es el Rey de la gloria. Ant. El hombre de manos inocentes y puro corazón subirá al monte del Señor. Ant. 2. Ensalzad con vuestras obras al Rey de los siglos. Cántico  Tb 13, 1-10a Dios castiga y salva Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva (1P 1, 3) Bendito sea Dios, que vive eternamente, y cuyo reino dura por los siglos: él azota y se compadece, hunde hasta el abismo y saca de él, y no hay quien escape de su mano. Dadle gracias, israelitas, ante los gentiles, porque él nos dispersó entre ellos. Proclamad allí su grandeza, ensalzadlo ante todos los vivientes: que él es nuestro Dios y Señor, nuestro padre por todos los siglos. Él nos azota por nuestros delitos, pero se compadecerá de nuevo, y os congregará de entre las naciones por donde estáis dispersados.

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Si volvéis a él de todo corazón y con toda el alma, siendo sinceros con él, él volverá a vosotros y no os ocultará su rostro. Veréis lo que hará con vosotros, le daréis gracias a boca llena, bendeciréis al Señor de la justicia y ensalzaréis al rey de los siglos. Yo le doy gracias en mi cautiverio, anuncio su grandeza y su poder a un pueblo pecador. Convertíos, pecadores, obrad rectamente en su presencia: quizá os mostrará benevolencia y tendrá compasión. Ensalzaré a mi Dios, al rey del cielo, y me alegraré de su grandeza. Que todos alaben al Señor y le den gracias en Jerusalén. Ant. Ensalzad con vuestras obras al Rey de los siglos. Ant. 3. El Señor merece la alabanza de los buenos. Salmo 32 Himno al poder y a la providencia de Dios Por medio de la Palabra se hizo todo (Jn l, 3) Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos. Dad gracias al Señor con la cítara, tocad en su honor el arpa de diez cuerdas; cantadle un cántico nuevo, acompañando los vítores con bordones:

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que la palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. La palabra del Señor hizo el cielo; el aliento de su boca, sus ejércitos; encierra en un odre las aguas marinas, mete en un depósito el océano. Tema al Señor la tierra entera, tiemblen ante él los habitantes del orbe: porque él lo dijo, y existió, él lo mandó, y surgió. El Señor deshace los planes de las naciones, frustra los proyectos de los pueblos; pero el plan del Señor subsiste por siempre, los proyectos de su corazón, de edad en edad. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él se escogió como heredad. El Señor mira desde el cielo, se fija en todos los hombres; desde su morada observa a todos los habitantes de la tierra: él modeló cada corazón, y comprende todas sus acciones. No vence el rey por su gran ejército, no escapa el soldado por su mucha fuerza, nada valen sus caballos para la victoria, ni por su gran ejército se salva. Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.

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Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo; con él se alegra nuestro corazón, en su santo nombre confiamos. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. Ant. El Señor merece la alabanza de los buenos. LECTURA BREVE  Is 55, 3 Inclinad el oído, venid a mí: escuchadme y viviréis. Sellaré con vosotros alianza perpetua, la promesa que aseguré a David. RESPONSORIO BREVE R. Por su entrañable misericordia, * Nos ha visitado el Señor. Por su entrañable V. De la descendencia de David sacó un Salvador: Jesús. * Nos ha visitado el Señor. Gloria al Padre. Por su entrañable. BENEDICTUS Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque nos ha suscitado una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo. PRECES Adoremos, hermanos, a Cristo, el Dios santo, y, pidiéndole que nos enseñe a servirle con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días, aclamémosle diciendo: Tú solo eres santo, Señor. Señor Jesús, probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado, – compadécete de nuestras debilidades. Señor Jesús, que a todos nos llamas a la perfección del amor, – danos el progresar por caminos de santidad.

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Señor Jesús, que nos quieres sal de la tierra y luz del mundo, – ilumina nuestras vidas con tu propia luz. Señor Jesús, que viniste al mundo no para que te sirvieran, sino para s­ ervir, – haz que sepamos servir con humildad a ti y a nuestros hermanos. Señor Jesús, reflejo de la gloria del Padre e impronta de su ser, – haz que un día podamos contemplar la claridad de tu gloria. Padre nuestro… ORACIÓN Señor, Dios de nuestros padres, * tú concediste a san Joaquín y a santa Ana * la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; * concédenos, por la plegaria de estos santos, * la salvación que has prometido a tu pueblo. * Por nuestro Señor Jesucristo

Vísperas HIMNO Cuando, Señor, el día ya declina, quedaos con el hombre que en la noche del tiempo y de la lucha en que camina, turba su corazón con su reproche. Disipad nuestras dudas, hombres santos, que en el alto glorioso del camino ya dejasteis atrás temores tantos de perder vuestra fe en el Don divino. Perdonad nuestros miedos, seguidores del camino en la fe que os fue ofrecido, hacednos con vosotros confesores de la fe y del amor que habéis vivido. Que tu amor, Padre santo, haga fuerte nuestro amor, nuestra fe en tu Hijo amado;

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que la hora suprema de la muerte sea encuentro en la luz, don consumado. Amén. SALMODIA Ant. 1. El Señor da la victoria a su Ungido. Salmo 19 Oración por la victoria del rey Cuantos invoquen el nombre del Señor se salvarán (Hch 2, 21) Que te escuche el Señor el día del peligro, que te sostenga el nombre del Dios de Jacob; que te envíe auxilio desde el santuario, que te apoye desde el monte Sión. Que se acuerde de todas tus ofrendas, que le agraden tus sacrificios; que cumpla el deseo de tu corazón, que dé éxito a todos tus planes. Que podamos celebrar tu victoria y en el nombre de nuestro Dios alzar estandartes; que el Señor te conceda todo lo que pides. Ahora reconozco que el Señor da la victoria a su Ungido, que lo ha escuchado desde su santo cielo, con los prodigios de su mano victoriosa. Unos confían en sus carros, otros en su caballería; nosotros invocamos el nombre del Señor, Dios nuestro. Ellos cayeron derribados, nosotros nos mantenemos en pie. Señor, da la victoria al rey y escúchanos cuando te invocamos.

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Ant. El Señor da la victoria a su Ungido. Ant. 2. Al son de instrumentos cantaremos tu poder. Salmo 20, 2-8. 14 Acción de gracias por la victoria del rey El Señor resucitado recibió la vida, años que se prolongan sin término (san Ireneo) Señor, el rey se alegra por tu fuerza, ¡y cuánto goza con tu victoria! Le has concedido el deseo de su corazón, no le has negado lo que pedían sus labios. Te adelantaste a bendecirlo con el éxito, y has puesto en su cabeza una corona de oro fino. Te pidió vida, y se la has concedido, años que se prolongan sin término. Tu victoria ha engrandecido su fama, lo has vestido de honor y majestad. Le concedes bendiciones incesantes, lo colmas de gozo en tu presencia; porque el rey confía en el Señor, y con la gracia del Altísimo no fracasará. Levántate, Señor, con tu fuerza, y al son de instrumentos cantaremos tu poder. Ant. Al son de instrumentos cantaremos tu poder. Ant. 3. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios. Cántico  Himno de los redimidos Eres digno, Señor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder,

Ap 4, 11; 5, 9. 10. 12

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porque tú has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no existía fue creado. Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes, y reinan sobre la tierra. Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza. Ant. Has hecho de nosotros, Señor, un reino de sacerdotes para nuestro Dios. LECTURA BREVE  Rm 9, 4-5 Son ellos israelitas, de quienes es la adopción divina, la manifestación sensible de la presencia de Dios, las alianzas con él, la legislación de Moisés, el culto del templo y las promesas de Dios. De ellos son los patriarcas, y de ellos procede también Cristo según la carne, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén. RESPONSORIO BREVE R. Auxilia a Israel, su siervo, * Acordándose de su misericordia. Auxilia V. Como lo había prometido a nuestros padres. * Acordándose de su misericordia. Gloria al Padre. Auxilia. MAGNÍFICAT Ant. La muy noble descendencia de Jesé ha producido un hermoso renuevo, del cual ha brotado un vástago lleno de suave fragancia.

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PRECES Pidamos a Dios Padre, fuente de toda santidad, que con la intercesión y el ejemplo de los santos nos ayude, y digamos: Haz que seamos santos, porque tú, Señor, eres santo. Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos, – haz que la Iglesia santa, extendida por los confines de la tierra, cante tus grandezas. Padre santo, que deseas que vivamos de una manera digna, buscando siempre tu beneplácito, – ayúdanos a dar fruto de buenas obras. Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio de Cristo, – guárdanos en tu nombre para que todos seamos uno. Padre santo, que nos convocas al banquete de tu reino, – haz que comiendo el pan que ha bajado del cielo alcancemos la perfección del amor. Padre santo, perdona a los pecadores sus delitos, – y admite a los difuntos en tu reino para que puedan contemplar tu rostro Padre nuestro… ORACIÓN Señor, Dios de nuestros padres, * tú concediste a san Joaquín y a santa Ana * la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; * concédenos, por la plegaria de estos santos, * la salvación que has prometido a tu pueblo. * Por nuestro Señor Jesucristo.

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MISA DE APERTURA Formulario de san Juan Pablo II, Papa ORACIÓN COLECTA Oh Dios, rico en misericordia, * que has querido que san Juan Pablo II, Papa, * guiara toda tu Iglesia, * te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, * nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones * a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. * Él, que vive y reina. PRIMERA LECTURA  Is 52, 7-10 La tierra entera verá la salvación que viene de nuestro Dios. Lectura del libro de Isaías. ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que proclama la paz, que anuncia la buena noticia, que pregona la justicia, que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!». Escucha: tus vigías gritan, cantan a coro, porque ven cara a cara al Señor, que vuelve a Sión. Romped a cantar a coro, ruinas de Jerusalén, porque el Señor ha consolado a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén. Ha descubierto el Señor su santo brazo a los ojos de todas las naciones, y verán los confines de la tierra la salvación de nuestro Dios. Palabra de Dios.

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SALMO RESPONSORIAL  Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10 (R.: 3) R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R. Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor. R. Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente». R. SEGUNDA LECTURA  Rm 8, 31b-35. 37-39 Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos. Hermanos: Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros? ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?; ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?

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Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna, podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro. Palabra de Dios. ALELUYA  R. Aleluya, aleluya, aleluya. Yo soy el buen Pastor – dice el Señor –, conozco mis ovejas, y las mías me conocen. R. Aleluya, aleluya, aleluya.

Jn 10, 14

EVANGELIO Jn 21, 15-17 Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas X Lectura del santo Evangelio según san Juan. Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro:«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?». Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas». Palabra del Señor. ORACIÓN UNIVERSAL

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ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, el sacrificio de tu pueblo, *y lo que ahora te ofrecemos * a gloria de san Juan Pablo II * sea para nosotros gracia de salvación. * Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO DE LOS SANTOS PASTORES La presencia de los santos Pastores en la Iglesia En verdad es justo y necesario, * es nuestro deber y salvación * darte gracias * siempre y en todo lugar, * Señor, Padre santo, * Dios todopoderoso y eterno, * por Cristo, Señor nuestro. * Porque nos concedes la alegría * de celebrar hoy la fiesta de san Juan Pablo II, * fortaleciendo a tu Iglesia * con el ejemplo de su vida, * instruyédola con su palabra * y protegiéndola con su intercesión. * Por eso, * con los ángeles y los santos, * te cantamos el himno de alabanza * diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo… ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Señor, Dios nuestro, * que estos sacramentos * enciendan en nosotros el fuego de amor * que abrasó el corazón de san Juan Pablo II * y le impulsó a entregarse sin reserva * al servicio de la Iglesia. * Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Miércoles 27 de julio

LITURGIA DE LAS HORAS Invitatorio Se dice el salmo 94 con la antífona Ant. Adoremos al Señor, creador nuestro.

Laudes HIMNO Buenos días, Señor, a ti el primero encuentra la mirada del corazón, apenas nace el día; tú eres la luz y el sol de mi jornada. Buenos días, Señor, contigo quiero andar por la vereda: tú, mi camino, mi verdad, mi vida; tú, la esperanza firme que me queda. Buenos días, Señor, a ti te busco, levanto a ti las manos y el corazón, al despertar la aurora: quiero encontrarte siempre en mis hermanos.

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Buenos días, Señor resucitado, que traes la alegría al corazón que va por tus caminos, ¡vencedor de tu muerte y de la mía! Gloria al Padre de todos, gloria al Hijo, y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre; por los siglos te alabe nuestro canto. Amén. SALMODIA Ant. 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz. Salmo 35 Depravación del malvado y bondad de Dios El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Jn 8, 12) El malvado escucha en su interior un oráculo del pecado: «No tengo miedo a Dios, ni en su presencia.» Porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida. Las palabras de su boca son maldad y traición, renuncia a ser sensato y a obrar bien; acostado medita el crimen, se obstina en el mal camino, no rechaza la maldad. Señor, tu misericordia llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes; tu justicia hasta las altas cordilleras, tus sentencias son como el océano inmenso.

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Tú socorres a hombres y animales; ¡qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!, los humanos se acogen a la sombra de tus alas; se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a beber del torrente de tus delicias, porque en ti está la fuente viva, y tu luz nos hace ver la luz. Prolonga tu misericordia con los que te reconocen, tu justicia con los rectos de corazón; que no me pisotee el pie del soberbio, que no me eche fuera la mano del malvado. Han fracasado los malhechores; derribados, no se pueden levantar. Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz. Ant. 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible. Cántico  Jdt 16, 1-2. 13-15 Dios, creador del mundo y protector de su pueblo Entonaron un cántico nuevo (Ap 5,9) ¡Alabad a mi Dios con tambores, elevad cantos al Señor con cítaras, ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza, ensalzad e invocad su nombre! Porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras, su nombre es el Señor. Cantaré a mi Dios un cántico nuevo: Señor, tú eres grande y glorioso, admirable en tu fuerza, invencible. Que te sirva toda la creación, porque tú lo mandaste, y existió; enviaste tu aliento, y la construiste, nada puede resistir a tu voz.

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Sacudirán las olas los cimientos de los montes, las peñas en tu presencia se derretirán como cera, pero tú serás propicio a tus fieles. Ant. Señor, tú eres grande, tu fuerza es invencible. Ant. 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo. Salmo 46 El Señor es rey de todas las cosas Está sentado a la derecha del Padre, y su reino no tendrá fin Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra. Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones; él nos escogió por heredad suya: gloria de Jacob, su amado. Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad. Tocad para nuestro Rey, tocad. Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abrahán; porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso. Ant. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.

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LECTURA BREVE  Tb 4, 16-17. 19-20 No hagas a otro lo que a ti no te agrada. Da tu pan al hambriento y tu ropa al desnudo. Pide consejo al sensato y no desprecies un consejo útil. Bendice al Señor Dios en todo momento, y pídele que allane tus caminos y que te dé éxito en tus empresas y proyectos. RESPONSORIO BREVE R. Inclina, Señor, * Mi corazón a tus preceptos. Inclina. V. Dame vida con tu palabra. * Mi corazón a tus preceptos. Gloria al Padre. Inclina. BENEDICTUS Ant. Ten misericordia de nosotros, Señor, y recuerda tu santa alianza. PRECES Demos gracias a Cristo con alabanzas continuas, porque no se desdeña de llamar hermanos a los que santifica con su gracia. Por tanto, supliquémosle: Santifica a tus hermanos, Señor. Concédenos, Señor, que con el corazón puro consagremos el principio de este día en honor de tu resurrección, – y que santifiquemos el día entero con trabajos que sean de tu agrado. Tú que nos das este nuevo día, signo de tu amor, para que aumente nuestra alegría y se afiance nuestra salvación, – renuévanos hoy y siempre para gloria de tu nombre. Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros hermanos, – sobre todo en los que sufren y en los pobres. Haz que durante este día estemos en paz con todo el mundo, – y a nadie devolvamos mal por mal. Padre nuestro…

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ORACIÓN Señor, Dios salvador nuestro, * danos tu ayuda, para que siempre deseemos las obras de la luz * y realicemos la verdad: * así los que de ti hemos nacido como hijos de la luz * seremos tus testigos ante los hombres. * Por nuestro Señor Jesucristo.

Vísperas HIMNO Amo, Señor, tus sendas, y me es suave la carga (la llevaron tus hombros) que en mis hombros pusiste; pero a veces encuentro que la jornada es larga, que el cielo ante mis ojos de tinieblas se viste, que el agua del camino es amarga..., es amarga, que se enfría este ardiente corazón que me diste; y una sombría y honda desolación me embarga, y siento el alma triste hasta la muerte triste… El espíritu débil y la carne cobarde, lo mismo que el cansado labriego, por la tarde, de la dura fatiga quisiera reposar… Mas entonces me miras… y se llena de estrellas, Señor, la oscura noche; y detrás de tus huellas, con la cruz que llevaste, me es dulce caminar. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén. SALMODIA Ant. 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? †

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Salmo 26 Confianza ante el peligro Ésta es la morada de Dios con los hombres (Ap 21, 3) I El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? † El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? Cuando me asaltan los malvados para devorar mi carne, ellos, enemigos y adversarios, tropiezan y caen. Si un ejército acampa contra mí, mi corazón no tiembla; si me declaran la guerra, me siento tranquilo. Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo. Él me protegerá en su tienda el día del peligro; me esconderá en lo escondido de su morada, me alzará sobre la roca; y así levantaré la cabeza sobre el enemigo que me cerca; en su tienda sacrificaré sacrificios de aclamación: cantaré y tocaré para el Señor.

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Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Ant. 2. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. II Algunos, poniéndose en pie, daban testimonio contra Jesús (Mc 14, 57) Escúchame, Señor que te llamo; ten piedad, respóndeme. Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro.» Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. No rechaces con ira a tu siervo, que tú eres mi auxilio; no me deseches, no me abandones, Dios de mi salvación. Si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me recogerá. Señor, enséñame tu camino, guíame por la senda llana, porque tengo enemigos. No me entregues a la saña de mi adversario, porque se levantan contra mí testigos falsos, que respiran violencia. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. Ant. Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro. Ant. 3. Él es el primogénito de toda criatura, es el primero en todo.

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Cántico  Cf. Col 1, 12-20 Himno a Cristo, primogénito de toda criatura y primer resucitado de entre los muertos Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido, por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda criatura; porque por medio de él fueron creadas todas las cosas: celestes y terrestres visibles e invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades; todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo: y todo se mantiene en él. Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo. Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres: los del cielo y los de la tierra, haciendo la paz por la sangre de su cruz. Ant. Él es el primogénito de toda criatura, es el primero en todo. LECTURA BREVE  St 1, 22.25 Llevad a la práctica la ley y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros mismos. El que se concentra en la ley perfecta, la de la libertad, y es constante, no para oír y olvidarse, sino para ponerla por obra, éste será dichoso al practicarla.

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RESPONSORIO BREVE R. Sálvame, Señor, * Y ten misericordia de mí. Sálvame. V. No arrebates mi alma con los pecadores. * Y ten misericordia de mí. Gloria al Padre. Sálvame. MAGNÍFICAT Ant. El Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. PRECES Que en todo sea glorificado el nombre del Señor, que atiende a su pueblo elegido con infinito amor. A él suba nuestra oración: Muestra, Señor, tu caridad. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia: – guárdala de todo mal y haz que crezca en tu amor. Que todos los pueblos, Señor, te reconozcan como el único Dios verdadero, – y a Jesucristo como el Salvador que tú has enviado. A nuestros parientes y bienhechores concédeles tus bienes, – y que tu bondad les dé la vida eterna. Te pedimos, Señor, por los trabajadores que sufren: – alivia sus dificultades y haz que todos los hombres reconozcan su dignidad. En tu misericordia, acoge a los que hoy han muerto – y dales posesión de tu reino. Padre nuestro… ORACIÓN Señor, Dios salvador nuestro, * danos tu ayuda, para que siempre deseemos las obras de la luz * y realicemos la verdad: * así los que de ti hemos nacido como hijos de la luz * seremos tus testigos ante los hombres. * Por nuestro Señor Jesucristo.

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SANTA MISA De la Misericordia de Dios ORACIÓN COLECTA Dios de misericordia infinita, * que reanimas la fe de tu pueblo * acrecienta en nosotros los dones de tu gracia, * para que comprendamos mejor * la inestimable riqueza del bautismo que nos ha purificado, * del espíritu nos ha hecho renacer y de la sangre nos ha redimido. * Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA  Ef 2, 4-10 Dios, rico en misericordia Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios. Hermanos: Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo – por pura gracia estáis salvados –, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir.

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Pues somos obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL  Sal 135, 1. 23. 24; 10. 12 R. Porque es eterna su misericordia. V. Dad gracias al Señor, porque es bueno: R. V. En nuestra humillación se acordó de nosotros: R. V. Y nos libró de nuestros opresores: R. V. Él hirió a Egipto en sus primogénitos: R. V. Y sacó a Israel de aquel país: R. V. Con mano poderosa y brazo extendido: R. V. Él dividió en dos partes el mar Rojo: R. V. Y condujo por en medio a Israel: R. V. Y arrojó en el mar Rojo al Faraón: R. ALELUYA  Cf. Jl 2, 12-13 R. Aleluya, aleluya, aleluya. Ahora – dice el Señor – convertíos a mí de todo corazón, porque soy compasivo y misericordioso. R. Aleluya, aleluya, aleluya. EVANGELIO  Jn 8,1-11 El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra X Lectura del santo Evangelio según san Juan. En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».

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Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más». Palabra del Señor. ORACIÓN UNIVERSAL ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, las ofrendas * que te presentamos, * y haz que, renovados por la fe y el bautismo, * consigamos la eterna bienaventuranza. * Por Jesucristo, nuestro Señor. Plegaria Eucarística V/C ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Concédenos, Dios todopoderoso, * que la fuerza del sacramento pascual * que hemos recibido, * persevere en nosotros. * Por Jesucristo, nuestro Señor.

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JUEVES 28 DE JULIO – CEREMONIA DE BIENVENIDA AL SANTO PADRE

La comunidad de jóvenes, reunida en Cracovia, como parte de la JMJ Cracovia 2016, recibe al Santo Padre en el día de hoy. El obispo de Roma se hace presente entre los fieles de los cinco continentes congregados en Cracovia, a fin de presidir sus oraciones y proclamar la Palabra de Dios entre ellos. Este es el verdadero símbolo de la Iglesia, porque el obispo, el sucesor de los apóstoles, es el signo visible de Cristo, Cabeza de la Iglesia. El Evangelio de hoy habla de las actitudes de Marta y María; va a ser proclamado en dos ritos: romano y bizantino-eslavo, particularmente presentes en esta parte de Europa. La puesta en escena que precede a la lectura del Evangelio mostrará cómo la Palabra de Dios nos llama a la santidad en todos los tiempos y en todos los continentes para que, de esta manera, constituyamos una sola Iglesia de Cristo. Todos somos llamados a la santidad.

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LITURGIA DE LAS HORAS Invitatorio Se dice el salmo 94 con la antífona: Ant. Venid, adoremos al Señor, porque él es nuestro Dios.

Laudes HIMNO Comienzan los relojes a maquinar sus prisas; y miramos el mundo. Comienza un nuevo día. Comienzan las preguntas, la intensidad, la vida; se cruzan los horarios. Qué red, qué algarabía. Mas tú, Señor, ahora. eres calma infinita. Todo el tiempo está en ti como en una gavilla.

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Rezamos, te alabamos, porque existes, avisas; porque anoche en el aire tus astros se movían. Y ahora toda la luz se posó en nuestra orilla. Amén. SALMODIA Ant. 1. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. Salmo 56 Oración matutina de un afligido Este salmo canta la pasión del Señor (san Agustín) Misericordia, Dios mío, misericordia, que mi alma se refugia en ti; me refugio a la sombra de tus alas mientras pasa la calamidad. Invoco al Dios altísimo, al Dios que hace tanto por mí: desde el cielo me enviará la salvación, confundirá a los que ansían matarme, enviará su gracia y su lealtad. Estoy echado entre leones devoradores de hombres; sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada afilada. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. Han tendido una red a mis pasos para que sucumbiera; me han cavado delante una fosa, pero han caído en ella.

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Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar y a tocar: despierta, gloria mía; despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones: por tu bondad, que es más grande que los cielos; por tu fidelidad, que alcanza a las nubes. Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria. Ant. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora. Ant. 2. «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor. Cántico  Jr 31, 10-14 Felicidad del pueblo redimido Jesús iba a morir… para reunir a los hijos de Dios dispersos (Jn 11, 51.52) Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño; porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte.» Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión; afluirán hacia los bienes del Señor: hacia el trigo y el vino y el aceite, y los rebaños de ovejas y de vacas; su alma será como un huerto regado, y no volverán a desfallecer. Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos;

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convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas; alimentaré a los sacerdotes con enjundia, y mi pueblo se saciará de mis bienes. Ant. «Mi pueblo se saciará de mis bienes», dice el Señor. Ant. 3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios. † Salmo 47 Himno a la gloria de Dios en Jerusalén Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén (Ap 21, 10) Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, † su monte santo, altura hermosa, alegría de toda la tierra: el monte Sión, vértice del cielo, ciudad del gran rey; entre sus palacios, Dios descuella como un alcázar. Mirad: los reyes se aliaron para atacarla juntos; pero, al verla, quedaron aterrados y huyeron despavoridos; allí los agarró un temblor y dolores como de parto; como un viento del desierto, que destroza las naves de Tarsis. Lo que habíamos oído lo hemos visto en la ciudad del Señor de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: que Dios la ha fundado para siempre.

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Oh Dios, meditamos tu misericordia en medio de tu templo: como tu renombre, oh Dios, tu alabanza llega al confín de la tierra; tu diestra está llena de justicia: el monte Sión se alegra, las ciudades de Judá se gozan con tus sentencias. Dad la vuelta en torno a Sión contando sus torreones; fijaos en sus baluartes, observad sus palacios, para poder decirle a la próxima generación: «Este es el Señor, nuestro Dios.» Él nos guiará por siempre jamás. Ant. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios. LECTURA BREVE  Is 66, 1-2 Así dice el Señor: «El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado de mis pies: ¿Qué templo podréis construirme o qué lugar para mi descanso? Todo esto lo hicieron mis manos, todo es mío –oráculo del Señor–. En ése pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras.» RESPONSORIO BREVE R. Te invoco de todo corazón, * Respóndeme, Señor. Te invoco. V. Guardaré tus leyes. * Respóndeme, Señor. Gloria al Padre. Te invoco. BENEDICTUS Ant. Sirvamos al Señor con santidad, y nos librará de nuestros enemigos.

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PRECES Demos gracias a Cristo, que nos ha dado la luz del día, y supliquémosle, diciendo: Bendícenos y santifícanos, Señor. Tú que te entregaste como víctima por nuestros pecados, – acepta los deseos y proyectos de este día. Tú que nos alegras con la claridad del nuevo día, – sé tú mismo el lucero brillante de nuestros corazones. Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean, – para que logremos así ser imágenes de tu bondad. En la mañana haznos escuchar tu gracia, – y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza. Padre nuestro… ORACIÓN Dios todopoderoso y eterno, * humildemente acudimos a ti al empezar el día, * a media jornada y al atardecer, * para pedirte que, * alejando de nosotros las tinieblas del pecado, * nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo. * Que vive y reina contigo.

Vísperas HIMNO Éste es el tiempo en que llegas, Esposo, tan de repente, que invitas a los que velan y olvidas a los que duermen. Salen cantando a tu encuentro doncellas con ramos verdes y lámparas que guardaron copioso y claro el aceite.

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¡Cómo golpean las necias las puertas de tu banquete! ¡Y cómo lloran a oscuras los ojos que no han de verte! Mira que estamos alerta, Esposo, por si vinieres, y está el corazón velando, mientras los ojos se duermen. Danos un puesto a tu mesa, Amor que a la noche vienes, antes que la noche acabe y que la puerta se cierre. Amén. SALMODIA Ant. 1. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre. Salmo 29 Acción de gracias por la curación de un enfermo en peligro de muerte Cristo, después de su gloriosa resurrección, da gracias al Padre (Casiano) Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. Tañed para el Señor, fieles suyos, dad gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo.

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Yo pensaba muy seguro: «No vacilaré jamás.» Tu bondad, Señor, me aseguraba el honor y la fuerza; pero escondiste tu rostro, y quedé desconcertado. A ti, Señor, llamé, supliqué a mi Dios: «¿Qué ganas con mi muerte, con que yo baje a la fosa? ¿Te va a dar gracias el polvo, o va a proclamar tu lealtad? Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme.» Cambiaste mi luto en danzas, me desataste el sayal y me has vestido de fiesta; te cantará mi alma sin callarse. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. Ant. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre. Ant. 2. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Salmo 31 Acción de gracias de un pecador perdonado David llama dichoso al hombre a quien Dios otorga la justificación prescindiendo de sus obras (Rm 4, 6) Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día,

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porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi savia se me había vuelto un fruto seco. Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia: la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará. Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación. – Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir, fijaré en ti mis ojos. No seáis irracionales como caballos y mulos, cuyo brío hay que domar con freno y brida; si no, no puedes acercarte. Los malvados sufren muchas penas; al que confia en el Señor, la misericordia lo rodea. Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo, los de corazón sincero. Ant. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Ant. 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.

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Cántico  Ap 11, 17-18; 12, 10b-12a El juicio de Dios Gracias te damos, Señor Dios omnipotente, el que eres y el que eras, porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar. Se encolerizaron las gentes, llegó tu cólera, y el tiempo de que sean juzgados los muertos, y de dar el galardón a tus siervos, los profetas, y a los santos y a los que temen tu nombre, y a los pequeños y a los grandes, y de arruinar a los que arruinaron la tierra. Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche. Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte. Por esto, estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas. Ant. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán. LECTURA BREVE  1P 1,6-9 Alegraos de ello, aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe –de más precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego– llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable

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y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación. RESPONSORIO BREVE R. El Señor nos alimentó * Con flor de harina. El Señor. V. Nos sació con miel silvestre: * Con flor, de harina. Gloria al Padre. El Señor. MAGNÍFICAT Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. PRECES Invoquemos a Dios, nuestro refugio y nuestra fortaleza, y digámosle: Mira a tus hijos, Señor. Dios de amor, que has hecho alianza con tu pueblo, – haz que recordemos siempre tus maravillas. Que los sacerdotes, Señor, crezcan en la caridad – y que los fieles vivan en la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Haz que siempre edifiquemos la ciudad terrena unidos a ti, – no sea que en vano se cansen los que la construyen. Manda, Señor, trabajadores a tu mies, – para que tu nombre sea conocido en el mundo. A nuestros familiares y bienhechores difuntos dales un lugar entre los santos – y haz que nosotros un día nos encontremos con ellos en tu reino. Padre nuestro… ORACIÓN Dios todopoderoso y eterno, * humildemente acudimos a ti al empezar el día, * a media jornada y al atardecer, * para pedirte que, * alejando de nosotros las tinieblas del pecado, * nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo. * Que vive y reina contigo.

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SANTA MISA Para la Reconciliación ORACIÓN COLECTA Dios de la clemencia y de la reconciliación, que concedes a los hombres días especiales de salvación para que te reconozcan como creador y padre de todos, ayúdanos propicio (en este tiempo agradable a ti), para que, aceptando de corazón tu mensaje de paz, podamos cumplir tu voluntad de instaurar todas las cosas en Cristo. Él, que vive y reina contigo. PRIMERA LECTURA  2 Co 5, 17-21 Dios nos reconcilió consigo por medio de Cristo Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios. Hermanos: Si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo. Todo procede de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el ministerio de la reconciliación. Porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de sus pecados, y ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

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Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL  Sal 50, 3-4.12-13. 14-15 (R. Sal 24, 7) R. Señor, recuerda tu misericordia. Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. R. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. R. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. R. ALELUYA  Lc 15, 18 R. Aleluya, aleluya, aleluya. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. R. Aleluya, aleluya, aleluya.

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EVANGELIO  Lc 15,1-3.11-32 Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido X Lectura del santo Evangelio según san Lucas. En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: «Ese acoge a los pecadores y come con ellos». Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”. El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo: “Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”. Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos. Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus criados: “Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”. Y empezaron a celebrar el banquete.

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Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Este le contestó: “Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”. Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Entonces él respondió a su padre: “Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”. El padre le dijo: “Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”». Palabra del Señor. ORACIÓN UNIVERSAL ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Acuérdate, Señor, de que tu Hijo, * que es nuestra paz y nuestra reconciliación * ha borrado el pecado del mundo con su sangre, * y, al mirar propicio los dones de tu Iglesia, * concédenos (en la celebración gozosa de este tiempo de gracia) * poder llevar a todos la libertad de Cristo. * Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Plegaria Eucarística sobre la Reconciliación I con su prefacio propio

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ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN El Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos recibido, Señor, nos haga más fuertos, para que, en este sacramento de unidad, nos llenemos de tu amor y seamos en todas partes instrumentos de tu paz. Por Jesucristo nuestro Señor.

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CEREMONIA DE BIENVENIDA AL SANTO PADRE – LITURGIA DE LA PALABRA P. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. R. Amén. P. La paz esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. Oración Oremos. * Dios todopoderoso y eterno, * que con amor generoso desbordas los méritos y deseos * de los que te suplican, * derrama sobre nosotros tu misericordia, * para que libres nuestra conciencia de toda inquietud * y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. * Por nuestro Señor Jesucristo. El Evangelio se proclama en el rito romano y en el rito bizantino-eslavo.

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ALELUYA cf. Lc 11, 28 R. Aleluya, aleluya, aleluya. Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la practican. R. Aleluya, aleluya, aleluya. EVANGELIO  Lc 10, 38-42 Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor X Lectura del santo Evangelio según san Lucas. En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano». Pero el Señor le contestó: «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; solo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán». Palabra del Señor. HOMILÍA Padre nuestro… CONCLUSIÓN C. Dóminus vobíscum. O. Et cum spíritu tuo. C. Sit nomen Dómini benedíctum. O. Ex hoc nunc et usque in sǽculum.

V. El Señor esté con vosotros. R. Y con tu espíritu. V. Bendito se al nombre del Señor. R. Ahora y por todos los siglos.

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C. Adiutórium nostrum in nómine Dómini. O. Qui fecit cælum et terram. Benedícat vos omnípotens Deus, Pater, X et Fílius, X et Spíritus X Sanctus. O. Amen.

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V. Nuestro auxilio es el nombre del Señor. R. Que hizo el cielo y la tierra. V. La bendición de Dios todopoderoso,  PaXdre, HiXjo y Espíritu X Santo, descienda sobre vosotros. R. Amén.

VIERNES 29 DE JULIO Vía Crucis SANTA MARTA Memoria “¡Bienaventurados los misericordiosos!”. Durante el viernes es ya tradición en la JMJ la celebración del Vía Crucis. La vivencia cristiana nos dice que seguir a Cristo nos permite aprender qué es la misericordia, directamente de Él. El Vía Crucis no es únicamente la contemplación de la Pasión de Nuestro Señor, sino también un momento para fortalecernos en Él. De todos modos, para entrar en el Vía Crucis, debemos hacer un esfuerzo con coraje y amor. Puede que esto parezca un inconveniente para participar de esta devoción, un elemento de resignación, porque Cristo se humilló a Sí mismo para redimir a la humanidad. Vamos a seguir este camino junto con la Iglesia congregada en el Parque Błonia. La Iglesia que sigue a Cristo recibe Su Espíritu, reconoce las necesidades del hombre de hoy y trata de aliviarlo.

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Nos acompaña hoy la Madre de la Misericordia. Ella acompañó a Jesús cuando Él sufría y está con nosotros, con Su Iglesia, y nos enseña a ser misericordiosos.

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LITURGIA DE LAS HORAS Invitatorio Se dice el salmo 94 con la antífona: Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

Laudes HIMNO Así: te necesito de carne y hueso. Te atisba el alma en el ciclón de estrellas, tumulto y sinfonía de los cielos; y, a zaga del arcano de la vida, perfora el caos y sojuzga el tiempo, y da contigo, Padre de las causas, Motor primero. Mas el frío conturba en los abismos, y en los días de Dios amaga el vértigo. ¡Y un fuego vivo necesita el alma y un asidero!

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Hombre quisiste hacerme, no desnuda inmaterialidad de pensamiento. Soy una encarnación diminutiva; el arte, resplandor que toma cuerpo: la palabra es la carne de la idea: ¡encarnación es todo el universo! ¡Y el que puso esta ley en nuestra nada hizo carne su verbo! Así: tangible, humano, fraterno. Ungir tus pies, que buscan mi camino, sentir tus manos en mis ojos ciegos, hundirme, como Juan, en tu regazo, y –Judas sin traición– darte mi beso. Carne soy, y de carne te quiero. ¡Caridad que viniste a mi indigencia, qué bien sabes hablar en mi dialecto! Así, sufriente, corporal, amigo, ¡cómo te entiendo! ¡Dulce locura de misericordia: los dos de carne y hueso! Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Amén. SALMODIA Ant. 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor. Salmo 50 Misericordia, Dios mío Renovaos en la mente y en el espíritu y vestíos de la nueva condición humana (Ef 4, 23-24) Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa;

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lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado: contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces. En la sentencia tendrás razón, en el juicio resultarás inocente. Mira, en la culpa nací; pecador me concibió mi madre. Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo: quedaré limpio; lávame: quedaré más blanco que la nieve. Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados. Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu. Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso: enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti. Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios, Salvador mío, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

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Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarán novillos. Ant. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, ­Señor. Ant. 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel. Cántico  Que los pueblos todos se conviertan al Señor Al nombre de Jesús toda rodilla se doble (Flp 2, 10) Es verdad: tú eres un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador. Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual, se van avergonzados los fabricantes de ídolos; mientras el Señor salva a Israel con una salvación perpetua, para que no se avergüencen ni se sonrojen nunca jamás. Así dice el Señor, creador del cielo –él es Dios–, él modeló la tierra, la fabricó y la afianzó; no la creó vacía, sino que la formó habitable: «Yo soy el Señor, y no hay otro.»

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Is 45, 15-25

No te hablé a escondidas, en un país tenebroso, no dije a la estirpe de Jacob: «Buscadme en el vacío.» Yo soy el Señor que pronuncia sentencia y declara lo que es justo. Reuníos, venid, acercaos juntos, supervivientes de las naciones. No discurren los que llevan su ídolo de madera y rezan a un dios que no puede salvar. Declarad, aducid pruebas, que deliberen juntos: ¿Quién anunció esto desde antiguo, quién lo predijo desde entonces? ¿No fui yo, el Señor? –No hay otro Dios fuera de mí–. Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más. Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra, pues yo soy Dios, y no hay otro. Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia, una palabra irrevocable: «Ante mí se doblará toda rodilla, por mí jurará toda lengua»; dirán: «Sólo el Señor tiene la justicia y el poder.» A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él; con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel. Ant. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.

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Ant. 3. Entrad con vítores en la presencia del Señor. Salmo 99 Alegría de los que entran en el templo El Señor manda que los redimidos entonen un himno de victoria (san Atanasio) Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre: «El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades.» Ant. Entrad con vítores en la presencia del Señor. LECTURA BREVE  Ef 4, 29-32 Malas palabras no salgan de vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y oportuno, así hará bien a los que lo oyen. No pongáis triste al Espíritu Santo de Dios con que Él os ha marcado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.

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RESPONSORIO BREVE R. En la mañana * Hazme escuchar tu gracia. En la mañana. V. Indícame el camino que he de seguir. * Hazme escuchar tu gracia. Gloria al Padre. En la mañana. BENEDICTUS Ant. Dijo Marta a Jesús: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo». PRECES Adoremos a Cristo, que salvó al mundo con su cruz, y supliquémosle, diciendo: Concédenos, Señor, tu misericordia. Oh Cristo, que con tu claridad eres nuestro sol y nuestro día, – haz que, desde el amanecer, desaparezca de nosotros todo sentimiento malo. Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras, – a fin de que nuestro día sea agradable ante tus ojos. Aparta de nuestros pecados tu vista – y borra en nosotros toda culpa. Por tu cruz y tu resurrección, – llénanos del gozo del Espíritu Santo. Padre nuestro… ORACIÓN Dios todopoderoso, * tu Hijo aceptó la hospitalidad de santa Marta * y se albergó en su casa; * concédenos, por intercesión de esta santa mujer, * servir fielmente a Cristo en nuestros hermanos * y ser recibidos, como premio, en tu casa del cielo. * Por nuestro Señor Jesucristo.

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Vísperas HIMNO En esta tarde, Cristo del Calvario, vine a rogarte por mi carne enferma; pero, al verte, mis ojos van y vienen de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza. ¿Cómo quejarme de mis pies cansados, cuando veo los tuyos destrozados? ¿Cómo mostrarte mis manos vacías, cuando las tuyas están llenas de heridas? ¿Cómo explicarte a ti mi soledad, cuando en la cruz alzado y solo estás? ¿Cómo explicarte que no tengo amor, cuando tienes rasgado el corazón? Ahora ya no me acuerdo de nada, huyeron de mí todas mis dolencias. El ímpetu del ruego que traía se me ahoga en la boca pedigüeña. Y sólo pido no pedirte nada, estar aquí, junto a tu imagen muerta, ir aprendiendo que el dolor es sólo la llave santa de tu santa puerta. Amén. SALMODIA Ant. 1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.

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Salmo 40 Oración de un enfermo Uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo (Mc 14, 18) Dichoso el que cuida del pobre y desvalido; en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos. El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor, calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: «Señor, ten misericordia, sáname, porque he pecado contra ti.» Mis enemigos me desean lo peor: «A ver si se muere, y se acaba su apellido.» El que viene a verme habla con fingimiento, disimula su mala intención, y, cuando sale afuera, la dice. Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí, hacen cálculos siniestros: «Padece un mal sin remedio, se acostó para no levantarse.» Incluso mi amigo, de quien yo me fiaba, que compartía mi pan, es el primero en traicionarme. Pero tú, Señor, apiádate de mí, haz que pueda levantarme, para que yo les dé su merecido. En esto conozco que me amas: en que mi enemigo no triunfa de mí. A mí, en cambio, me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia.

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Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre. Amén, amén. Ant. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti. Ant. 2. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Salmo 45 Dios, refugio y fortaleza de su pueblo Le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros» (Mt 1, 23) Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar. Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia: El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora. Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan; pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Venid a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe, rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos.

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«Rendíos, reconoced que yo soy Dios: más alto que los pueblos, más alto que la tierra.» El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Ant. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor. Cántico  Ap 15,3-4 Himno de adoración Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente, justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos! ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque tú solo, eres santo, porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, porque tus juicios se hicieron manifiestos. Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor. LECTURA BREVE  Rm 15, 1-3 Nosotros, los robustos, debemos cargar con los achaques de los endebles y no buscar lo que nos agrada. Procuremos cada uno dar satisfacción al prójimo en lo bueno, mirando a lo constructivo. Tampoco Cristo buscó su propia satisfacción; al contrario, como dice la Escritura: «Las afrentas con que te afrentaban cayeron sobre mí».

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RESPONSORIO BREVE R. Cristo nos amó y nos ha librado * Por su sangre. Cristo. V. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios.* Por su sangre. Gloria al Padre. Cristo. MAGNÍFICAT Ant. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a su hermano Lázaro. PRECES Bendigamos a Dios, que mira propicio los deseos de los necesitados y a los hambrientos los colma de bienes; digámosle confiados: Muéstranos, Señor, tu misericordia. Señor, Padre lleno de amor, te pedimos por todos los miembros de la Iglesia que sufren: – acuérdate que, por ellos, Cristo, cabeza de la Iglesia, ofreció en la cruz el verdadero sacrificio vespertino. Libra a los encarcelados, ilumina a los que viven en tinieblas, sé la ayuda de las viudas y de los huérfanos, – y haz que todos nos preocupemos de los que sufren. Concede a tus hijos la fuerza necesaria – para resistir las tentaciones del Maligno. Acude en nuestro auxilio, Señor, cuando llegue la hora de nuestra muerte: – que seamos fieles hasta el fin y dejemos este mundo en tu paz. Conduce a los difuntos a la luz donde tú habitas, – para que puedan contemplarte eternamente. Padre nuestro… ORACIÓN Dios todopoderoso, * tu Hijo aceptó la hospitalidad de santa Marta * y se albergó en su casa; * concédenos, por intercesión de esta santa mujer, * servir fielmente a Cristo en nuestros hermanos * y ser recibidos, como premio, en tu casa del cielo. * Por nuestro Señor Jesucristo.

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SANTA MISA Formulario de Santa María, Reina y Madre de misericordia ORACIÓN COLECTA Oh Dios, cuya misericordia no tiene límites, * concédenos, por intercesión de la Virgen María, * Madre de misericordia, * conocer tu bondad en la tierra, * para alcanzar la gloria del cielo. * Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA  Col 3, 12-17 Por encima de todo, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses. Hermanos: Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo. Y por encima de todo esto, revístanse del amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y celebrad la Acción de Gracias: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos

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mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados. Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL  Sal 102, 1-2.3-4.6 i 8.13 y 17 (R. cf. 17a) R. La misericordia del Señor llega de generación en generación. Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser bendiga a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R. El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia. R. Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. Pero la misericordia del Señor dura siempre, su justicia pasa de hijos a nietos. R.

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ALELUYA R. Aleluya, aleluya, aleluya. Dios te salve, madre del Señor, reina de misericordia, consuelo del mundo y esperanza de los desgraciados. R. Aleluya, aleluya, aleluya. EVANGELIO  Lc 1, 39-55 Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación X Lectura del santo Evangelio según san Lucas. En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá». María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” – como lo había prometido a “nuestros padres”- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre». Palabra del Señor.

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ORACIÓN UNIVERSAL ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, los dones de tu pueblo * y, al venerar a la Virgen María como Madre de misericordia, * concédenos ser misericordiosos con nuestros hermanos, * para poder alcanzar tu misericordia. * Por Jesucristo, nuestro Señor. PREFACIO II DE SANTA MARÍA VIRGEN La Iglesia alaba a Dios inspirándose en las palabras de María En verdad es justo y necesario, * es nuestro deber y salvación * darte gracias, Señor, * y proclamar tus maravillas * en la perfección de tus santos; * y, al conmemorar a la bienaventurada Virgen María, * exaltar especialmente tu generosidad * inspirándonos en su mismo cántico de alabanza. En verdad hiciste obras grandes * en favor de todos los pueblos, * y has mantenido tu misericordia * de generación en generación, * cuando, al mirar la humillación de tu esclava, * por ella nos diste al autor de la vida, * Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Por él, los ángeles y los arcángeles * te adoran eternamente, * gozosos en tu presencia. * Permítenos unirnos a sus voces * cantando tu alabanza: Santo, Santo, Santo… ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Alimentados con esta Eucaristía, * te pedimos, Señor, proclamar continuamente tu misericordia * con la bienaventurada Virgen María, * y experimentar la protección de aquella * a quien llamamos Reina clementísima para los pecadores * y Madre de misericordia con los pobres. * Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Vía Crucis Primera Estación Jesús sentenciado a muerte DAR POSADA AL PEREGRINO V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Lucas: Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su ascensión al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.  (Lc 9, 51-53) Señor Jesús, ya al principio de tu camino a Jerusalén, es decir hacia la muerte, fuiste rechazado, no te recibieron. ¡Porque eras extranjero! Porque pertenecías a otra nación que profesaba otra religión… Te negaron la acogida, al Hombre que se dirigía hacia la muerte…

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Todo esto, Señor, nos suena como algo conocido, como si estuviéramos leyendo los periódicos de hoy; muy parecido a las situaciones que nos tocan vivir a diario. Le negamos la acogida a las personas que buscan una vida mejor. Incluso, a veces, hasta para salvar su vida; amenazados por la muerte, llaman a la puerta de nuestros países, iglesias y casas. Son desconocidos para nosotros; vemos en ellos a enemigos. Tenemos miedo de su religión y hasta de su pobreza. Es así cómo, en lugar de hospitalidad se encuentran con la muerte, como en la costa de Lampedusa, Grecia, en los campamentos de refugiados. El rechazo se transforma, muy fácilmente, en una verdadera sentencia de muerte para ellos. ¡Y también para Ti! En los últimos años fuiste sentenciado en 30.000 refugiados. Sentenciado. ¿Por quién? ¿Quién firma esta sentencia? Estoy de paso nos dices hoy. No tengo dónde recostar la cabeza. Nací en un establo y nadie me recibió en una posada. Conozco el sabor amargo del recibimiento fingido, como en casa del fariseo Simeón, quien no me dio ni agua para los pies, ni aceite para mi cabeza reseca por el calor. Nos recuerdas que, cuando los discípulos de Emaús invitaron a la mesa a un desconocido, sus ojos se abrieron y reconocieron… a Ti! Nosotros también te pedimos: ¡Ábrenos los ojos! ¡Déjanos reconocerte! En los desconocidos que encontramos, en nuestro camino, a nuestro lado, en las personas sin hogar que duermen en las estaciones, en las entradas de las casas, en los canales, debajo de los puentes. Tú vives en cada uno de ellos. Y reinas, como un necesitado, por los siglos de los siglos. Amén.

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Segunda Estación Jesús carga la cruz DAR DE COMER AL HAMBRIENTO V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Marcos: Jesús vio una gran muchedumbre. […] Sus discípulos le dijeron: […]“Despide a la gente, para que vaya a los campos y pueblos cercanos a comprar algo para comer”. Él respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Ellos le dijeron: “Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a todos’. Jesús preguntó: “¿Cuántos panes tienen ustedes?”. […] Dijeron: “Cinco panes y dos pescados”.  (Mc 6, 34-38) ¿Qué es lo que más necesitamos para enfrentarnos a la cruz, por ejemplo, del hambre de nuestros hermanos? Generalmente pensamos como los apóstoles: el valor de doscientos denarios no bastará para el pan… ¡Doscientos denarios! ¡¿El sueldo de siete meses?! ¡¿De dónde sacar esta cantidad?! Esta cruz es demasiado grande para nosotros… Aparentemente asombrados, inventamos soluciones y le pasamos el problema a otros: que se vayan a los campos y pueblos cercanos a comprar. Pero tú nos dices: ¡Denles de comer ustedes mismos! Y preguntas: ¿Cuántos panes tienen ustedes? ¡No preguntas por lo que no tenemos, sino por lo que tenemos y si sabemos compartir lo que tenemos: cinco panes y dos pescados…! No preguntas si esto bastará para tantas personas, ¡preguntas si lo compartiremos! Y aquí empezamos a entender: ¿De dónde viene el hambre del mundo? No viene de la falta del pan sino de la falta de la solidaridad. En nuestro mundo no falta el pan: se desperdicia un tercio de la comida producida en el planeta, sin embargo, al mismo tiempo, un niño muere de hambre cada 6

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segundos, y hoy, esta tarde, casi un billón de personas no saben si mañana van a poder comer. Señor Jesús, Te adoramos por todos aquellos que brindan misericordia a nuestros hermanos hambrientos. Te agradecemos por aquellos que hacen voto de pobreza para ayudar los que son más pobres aún. Ellos dan testimonio de que, para ayudar, ¡no hace falta mucho sino, simplemente, un corazón generoso! ¡Danos a nosotros un corazón así, solidario y capaz de compartir también su indigencia! Devuélvenos también el sentido de lo que significa ayunar; no, como una dieta sana, sino como una verdadera práctica de amor. Finalmente, te pedimos por todos aquellos cuyas cruces nos permitiste reconocer en esta estación, los hambrientos y los que están muriendo de hambre. ¡Pan Vivo! ¡Ayúdales! Y a nosotros, discúlpanos. Amén

Tercera Estación Jesús cae por primera vez. CORREGIR AL QUE SE EQUIVOCA V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Marcos: Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres. […] Jesús […] dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados te son perdonados”. […] “levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.  (Mc 2, 3ss) Viendo tu caída, Jesús, pienso en las mías, en los pecados graves que me han derribado al suelo. Sólo el recuerdo de ellos, me deja sin defensas.

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No sé llegar a Ti con mis propias fuerzas. Estoy más paralizado que aquel enfermo. Él, por lo menos, te permitió que lo ayudaras y sus amigos lo llevaron a Ti. Yo huyo con mi pecado a la soledad, reacciono al reproche con un encogerme de hombros o, con más frecuencia, con la agresión. Te doy gracias por estar aquí hoy y escuchar lo que tienes para decirle al pecador paralizado. Al principio dices hijo y después tus pecados te son perdonados. No empiezas por los pecados. Me llamas “hijo”, aunque yo mismo piense que no estoy capacitado para semejante honor: ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros. Pero Tú dices: “¿Jornalero? – ¡No! ¡Nunca! – “¡Aquí está tu anillo, sandalias y ropa!” Tantas veces he experimentado este perdón durante el sacramento de la confesión. ¡No, humillación; sino el descubrimiento de la propia dignidad! ¡Tantas veces me has levantado del suelo! Señor Jesús, adorado seas en cada confesionario del mundo, lleno de misericordia. Disculpando no 7 ni 77, sino 777 millones de veces. No te cansas de perdonar. ¡Que estés presente así, en cada confesor! Haz que el sacramento de la confesión sea siempre, y para todos, una experiencia de misericordia y respeto. Te pedimos por los que desde hace años, por miedo, vergüenza o desdén, postergan la confesión. ¡Danos tu Espíritu, que nos disuada del pecado, así Él podrá derramar sobre nosotros el perdón de los pecados! Te pedimos también por los que toman decisiones de vida lejos de la absolución sacramental. Actúa en sus conciencias, acrecienta su amor, permítenos acompañarlos como Iglesia. Permítenos, también, amar a la Iglesia; que nunca se paralice ante el pecado, aunque esté constituida por pecadores. ¡Santo, Santo, Santo! Amigo de los pecadores, por los siglos de los siglos. Amén.

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Cuarta Estación Jesús encuentra a su madre María. CONSOLAR AL TRISTE V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Libro de Job: El Adversario […] hirió a Job con una úlcera maligna […]. Job tomó entonces un pedazo de teja para rascarse, y permaneció sentado en medio de la ceniza. […] Tres amigos de Job se enteraron de todos los males que le habían sobrevenido […] Se pusieron de acuerdo para ir a consolarlo. Al divisarlo de lejos, no lo reconocieron. Entonces se pusieron a llorar a gritos. […] Después permanecieron sentados en el suelo junto a él, siete días y siete noches, sin decir una sola palabra, porque veían que su dolor era muy grande.  (Job 2, 7-8, 11-13) Señor Jesús, Tú y tu Madre no tuvieron tanto tiempo para estar uno con otro en el silencio. No les dieron siete días y siete noches. Tuvieron que bastarles unos segundos, unas miradas y el encuentro de los corazones. Sin palabras, sin gestos. ¡Intensidad condensada de amor! Como los amigos de Job, tu Madre estuvo ahí, sufrió contigo y te consoló. Como ellos, probablemente ella también apenas pudo reconocerte; herido, ensangrentado, levantándote con dificultad después de la caída. La tradición conservó el recuerdo de este lugar en el que caíste y en el que te encontraste con tu Madre. En el centro del canal que atraviesa Jerusalén y que recoge todos sus desechos y basuras. Job divino, el único justo, no caíste en los desperdicios materiales, sino en medio de las suciedades humanas.

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¡Tú, el que Primero Consuela! ¡Cuánto, incluso Tú mismo, necesitaste consuelo en tu Via Crucis! Este consuelo fue para Ti la presencia silenciosa de tu Madre. ¡¿No es así que podemos dar el mejor consuelo a los tristes con nuestra presencia silenciosa?! Porque el silencio común no es únicamente la ausencia de diálogo. ¡Es la escucha más compartida y la espera de la respuesta del Señor! Así lo dice la escritura: es bueno esperar en silencio la salvación que viene del Señor (Lm 3,26). María, Consuelo de los tristes, queremos aprender de Ti esa presencia misericordiosa y silenciosa al lado de los que sufren. Te adoramos, Jesucristo, y a Ti, Espíritu Santo, Consuelo que nos reconfortas en nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Ti”. Amén

Quinta Estación Simón el Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz VISITAR A LOS ENFERMOS V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Mateo: Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de éste en cama con fiebre. Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. […] Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos, para que se cumpliera

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lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: Él tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades.  (Mt 8, 14-17) Tomaste sobre ti nuestras debilidades y llevaste nuestras enfermedades. Simón el Cirineo, al contrario, no quiso cargar Tu cruz. No quiso ayudar; tuvieron que obligarlo. No tengo derecho a juzgarlo. Yo mismo huyo de las enfermedades y las debilidades de los otros. ¡¿Será que, acaso, no recuerdo que Tú primero, te hiciste cargo de cada una de mis enfermedades y mis debilidades?! Dices de Ti mismo: Estaba enfermo, pero Tú eres para mí el Médico que fue enviado a los enfermos, y no, a los sanos. ¿Cuántas veces viniste a mí cuando estuve enfermo? ¿Cuántas veces me diste la mano y me levantaste, de enfermedades mucho más graves que una fiebre: del egoísmo, de la pereza, de la omisión, de la falta de fe en mí mismo? No quiero rechazar lo que recibí de Ti tantas veces. Señor Jesús, te bendecimos en todos los que supieron ver la ayuda a los enfermos no sólo como una profesión, sino también como una vocación; en todos aquellos a los que mejor los define la expresión “servicio de salud”: en los médicos, enfermeras, enfermeros, todos los trabajadores de hospitales y dispensarios. Te alabamos por cada capellán de hospital y sus voluntarios; por los conventos cuyo carisma es el servicio a los enfermos. Te pedimos, para ellos nuevas, numerosas vocaciones. Te bendecimos por los médicos misioneros y por todos aquellos que que los apoyan. Para nosotros mismos te pedimos que aumentes nuestra ternura hacia el enfermo; generosidad, para ofrecer nuestro tiempo en visitas, en las casas, en los hospitales o en las residencias de ancianos… Y para fortalecer nuestra oración. Amén.

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Sexta Estación Verónica limpia el rostro de Jesús SOCORRER A LOS PRESOS V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Mateo: “Una mujer que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y le tocó los flecos de su manto. […] Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: “Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado”.  (Mt 9, 20-22) Los Evangelios no recuerdan el nombre de esta mujer. Lo recordó la tradición: Verónica. Es esta mujer, enferma de hemorragias crónicas, curada por Ti , quien no se quedó indiferente al verte sangrar en tu Via Crucis. Su obra de misericordia fue socorrerte. Una vez Tú la habías salvado de la hermorragia y de la suciedad; ahora, ella te limpia la cara y le devuelve la pureza, por lo menos por un momento. La cara del condenado, cubierta por sangre y después por la suciedad, se presentó de nuevo ante los ojos de todo el mundo como la faz de Jesús de Nazaret llena de dignidad. ¿No fue así como te vio, con los ojos de corazón antes de sacar su pañuelo? Vio al Hijo de Dios con en ese preso. ¿Qué significa socorrer a los presos? Esto no se refiere a una ayuda cualquiera; sino que se trata de un encuentro que permita a los presos descubrir de nuevo en ellos el rostro del hermano o la hermana en Dios, la imagen perenne del Hijo de Dios, la raíz de la dignidad humana incuestionable. Señor Jesús, Tú nos visitas en cada aflicción; en nuestros vicios, deseos y adicciones. ¡Y siempre ves en nosotros hijas e hijos de Dios! Aún cuando

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podemos vernos a nosotros mismos como presos, seducidos por las drogas, el alcohol, la pornografía, la emotividad, el riesgo, el ordenador, el móvil, el dinero, la comodidad… o cualquier otra cosa. Para Ti, el rostro de cada uno de nosotros es la cara de Hijo de Dios. ¡Tu mirada nos devuelve el sentimiento de dignidad! Nos consuela más que el pañuelo de Verónica. Te pedimos que queramos, como Verónica, visitar a los presos. Llévanos a la gente que sufre por cualquier seducción o vicio. Enséñanos mirar con respeto a cada preso; en cárceles, campos de trabajo, lugares de aislamiento. Sé nuestro camino hacia ellos. Amén

Séptima Estación Jesús cae por segunda vez PERDONAR LAS INJURIAS V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Mateo: [Al Rey] le presentaron a un servidor que le debía diez mil talentos. […] El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios. […] Lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. […] El Señor lo mandó llamar y le dijo: “¡Miserable! […] ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?” E indignado, el rey lo entregó a manos de los verdugos.  (Mt 18, 24-35)

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Señor, ¡Tú le perdonaste mucho! Tú le perdonaste una deuda que puede exceder cualquier imaginación. ¡Diez mil talentos! ¡270 toneladas de oro! Perdóname por preguntarte: ¿No podrías haberlo perdonado, también, por no perdonar a su deudor? Tú perdonaste sus pecados inimaginables. ¿Por qué no le perdonaste que se haya negado a perdonar? ¿Su negación a perdonar es una ofensa tan grande? ¿No tenía, acaso, el derecho de exigir justicia? Lo tenía, pero esto no suaviza su pecado. El punto no es que no es capaz de perdonar, sino que malgastó el abundante amor que acababa de ser derramado sobre él. Tú le habías demostrado tu Amor sin límites, no solamente para que se sintiera libre de su deuda, sino para que se sintiera amado y pudiera, así, amar a los demás con el mismo amor que le había sido regalado. Así, él también podría perdonar de la misma manera. Tú no nos exiges más que aquello que ya nos diste primero en abundancia. Señor Jesús, bendecimos Tu presencia y poder en todos aquellos que perdonamos. Tú eres la Misericordia que nos permite perdonar las promesas con buena voluntad. Te pedimos en esta estación que destruyas el ser viejo que hay en nosotros. ¡Mata al deudor inmisericorde que pueda habitar en nuestro interior! Enséñanos cómo perdonar primero, sin una advertencia, sin necesidad de que nos lo pidan o que sean castigados quienes nos han hecho daño. ¡Qué maravillosa es tu Misericordia! Quiero confiarme a ella, sobre todo cuando me pides que perdone a los demás sin dudar. Amén.

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Octava Estación Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén ENSEÑAR AL QUE NO SABE V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. De los Hechos de los Apóstoles: Un eunuco etíope, alto funcionario de la reina de Etiopía […], había ido a Jerusalén y se volvía, sentado en su carruaje, leyendo al profeta Isaías. […]“¿Comprendes lo que estás leyendo?” – le preguntó Felipe. Él respondió: “¿Cómo lo puedo entender, si nadie me lo explica… […] Entonces Felipe comenzando por este texto de la Escritura, le anunció la Buena Noticia de Jesús.  (Hch 8, 27-28, 30-31.35) Señor Jesús, reconocemos el poder y la misericordia de tu Espíritu Santo que le dijo a Felipe que viajara junto a este hombre para explicarle aquello que no entendía. Misericordia porque este hombre era un “extraño”, un excluído de la comunidad de oración y de adoración. Poder, porque esto tuvo como resultado su fe y su bautismo. Queremos aprender de Felipe la capacidad de enseñarle al que no sabe; un servicio lleno de humildad que debe impulsar al que habla a plantear preguntas realmente importantes, una enseñanza plenamente basada en Ti, Señor, y en tu muerte y tu Resurrección de manera que quien escucha pueda reconocerte como Señor y Salvador. Tú, en esta estación, también nos revelas que nosotros podemos ser misericordiosos y enseñar al que no sabe; te diriges a las mujeres que te acompañan y les dices: Hijas de Jerusalén, no lloren por Mí; lloren por ustedes y por sus hijos (Lucas 23:28). Tú enseñas porque amas. Tú enseñas desde tu propia Pasión, olvidándote de Ti mismo, dejando de lado tu propio sufrimiento.

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Señor Jesús, meditando esta estación de Tu camino hacia la cruz, entendemos que enseñar debe ser siempre un acto de amor y misericordia. Te pedimos perdón por todos esos momentos de nuestra vida en la que hemos corregido a alguien desde el enojo o desde el orgullo, considerando nuestro punto de vista como único, obstinados en nuestras convicciones. Te pedimos perdón por buscar sobresalir utilizando nuestro conocimiento, con el que te tapamos a Ti, fuente de toda Sabiduría y Sabiduría Encarnada. Te pedimos perdón por todas las situaciones en las que abusamos de la confianza de aquellos que nos encomendaste para acompañar en el aprendizaje. Te pedimos, Señor, por los maestros, los profesores, catequistas, educadores y padres; otórgales tu poder y misericordia de manera tal que ellos puedan guiar y acompañar, con palabras sabias y testimonio fiel, a aquellos que les han sido confiados. Divino Rabbi y Testigo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Novena Estación Jesús cae por tercera vez. DAR BUEN CONSEJO AL QUE LO NECESITA V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Marcos: Jesús les dijo a los apóstoles: “Todos ustedes se van a escandalizar. […] Pedro le dijo: “Aunque todos se escandalicen, yo no me escandalizaré”. Jesús le respondió: “[…] esta misma noche […] me negarás tres veces”.  (Mc 14, 27.29-30)

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Justo antes de tu Pasión, Jesús, les mostraste a tus discípulos que la duda es una caída y la causa de todas las caídas. Dudar conlleva el escape, la dispersión, la traición… La duda no en uno mismo o en la fuerza que pueda tener otro; sino la duda en Ti. Tú dijiste: se van a escandalizar. La duda… La duda que nos deja sin fuerzas y nos hace caer. Duda de si voy a conseguir levantarme algún día. Cada pecado me lleva a otro. Con cada uno pierdo la esperanza. La duda me dice: “Esto ya es un vicio más fuerte que tú”. El objetivo de esta incertidumbre es escandalizarme, convencerme de que Tú no eres tan fuerte como para levantarme. Que no quieres levantarme. ¿Puedes, Señor, amar a una persona como yo? Duda de la certeza de la Pascua. Duda del propósito y el sentido de mi vida. De tu Providencia, de tu Misericordia. ¡Dar buen consejo al que lo necesita! ¿Pero qué buen consejo puede dar una persona llena de incertidumbres? ¿Cómo dar un buen consejo a una persona acostumbrada al desasosiego, encarcelada en sus propias indecisiones? ¿Cómo demostrar que la duda es una mentira? ¡Acerca de nosotros y acerca de Ti! Señor Jesús, te damos gracias por todas las preguntas que nos surgen cuando nos detenemos en esta estación. No queremos respuestas fáciles… Te pedimos que sepamos abrirnos humildemente a tu Espíritu, el Espíritu del consejo, que recibimos en la confirmación; que sepamos confiar en Su sabiduría y discernimiento. Te pedimos que nos ayude a escuchar lo que hay dentro de nosotros y nos inspire las preguntas y las respuestas verdaderas. Te damos gracias por todos aquellos que se mantienen al lado de los que dudan y nos los dejan solos; especialmente cuando los asalta la incertidumbre o necesitan fuerzas para alejarse de sus vicios. Te rogamos por aquellos que los acompañan: familia y amigos; por los terapeutas y directores espirituales y por todos los que no pierden la confianza en la gente ni en Ti. Amén.

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Décima Estación Jesús es despojado de sus vestiduras VESTIR AL DESNUDO V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Lucas: Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro […] lo besó […] y dijo a sus servidores: Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo!  (Lc 15,20.22) Cuando se arrodilló delante de su padre, estaba casi desnudo. Había malgastado todo. No sólo lo material, ¡sino también su dignidad! Completamente despojado, como un esclavo. Sin nada, como quien, a través de sus faltas, ha perdido hasta la última de sus prendas. Desnudo, como Adán y Eva en el paraíso justo después de haber pecado, sus ojos se abrieron y se dieron cuenta de que estaban desnudos y se escondieron de Ti. Él, probablemente, quería esconder su desnudez de su Padre. Un pecador como ellos; avergonzado y humillado. Esta escena, Señor Jesús, me ayuda a ver tu desnudez en el Gólgota de una manera completamente diferente. No fuiste despojado sin Tu consentimiento. Tú elegiste la desnudez para mostrar tu comunión con Adán y Eva desnudos, con cada uno de tus hijos necesitados y humillados por el pecado. En el Gólgota Tú te despojas; no, delante de tus captores, sino delante del Padre. Haces tuyas las palabras del hijo pródigo “Padre, he pecado contra Ti. No merezco ser llamado Tu hijo”. ¡Las expresas con tu desnudez! Estás unido a mí, desnudo por el pecado. Y esta unión me salva a mí ya que Tu Padre no soporta ver con indiferencia cómo Su Hijo es anonadado. Él te reviste con una larga túnica que estaba ceñida a su pecho con una faja de oro (Ap.1:13). Desnudo en

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la muerte, serás revestido en la Resurrección con la dignidad de Hijo. Y nosotros. Y yo contigo. Dios Padre, ¡Tú eres el primero que viste a quien está desnudo! Te pedimos que nos permitas imitarte. Enséñanos a compartir, cuando sea necesario, nuestra ropa. Míranos para que queramos siempre poner a disposición de los demás nuestras mejores prendas: la ropa nueva, limpia y cuidada; no, la vieja, usada e inútil. Danos el ser modestos y humildes en nuestro vestuario para que podamos compartir con mayor facilidad aquello que podamos ahorrar. Te lo pedimos por Él, Aquel que aceptó la desnudez para revestirnos de una Nueva Humanidad. Amén.

Décimoprimera Estación Jesús es clavado en la cruz SUFRIR CON PACIENCIA LOS DEFECTOS DE LOS DEMÁS V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. De los Hechos de los Apóstoles: Al oír esto (El discurso de Esteban), se enfurecieron y rechinaban los dientes contra él. Esteban, lleno del Espíritu Santo y con los ojos fijos en el cielo […] exclamó en alta voz: “Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y al decir esto, expiró.  (Hch 7, 54-55.60) ¡Te bendecimos, Señor Jesús, por dar tanta fuerza a la gente! La fuerza de la paciencia no sólo ante el sufrimiento sino, también, ante las personas que lo causan. Incluso, ante quienes nos persiguen. Esta paciencia no se

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trata sólo del rechinar de dientes, no es una simple apatía. No es una calma estoica ni un sentimiento de fría superioridad hacia los que obran mal. La paciencia de Esteban, la paciencia de los mártires, es el amor a quienes le hacen daño. Es un testimonio fuerte. Es un silencio lleno de paz, únicamente interrumpido por la oración del perdón. Es la última palabra impregnada de misericordia. La paciencia de Esteban es el reflejo de la tuya, Señor. Sus palabras son las Tuyas: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. ¡En el momento de su martirio, Esteban miró al cielo y te vio! Tú estuviste delante de sus ojos; no, el dolor y el mal que le estaban causando sus adversarios. Esta visión se apoderó de él y lo transformó; lo asemejó a Ti. La promesa de la Escritura se cumplió en Esteban: Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es. ¡Esto es! Te manifestaste y lo hiciste semejante a Ti. Jesucristo, paciente y misericordioso, permítenos mirarte como Esteban lo hizo. Permítenos descubrir la paciencia como la gran obra de misericordia. Pon tu dedo en nuestros labios cuando queramos estallar con amargura y pretensión; agresiones y quejas. Enséñanos a rezar por nuestros enemigos, ¡a no oponernos al mal! A presentar la otra mejilla. A darle el manto a quien nos quiere quitar la túnica. A acompañar dos kilómetros a quien nos exige que lo acompañemos uno. Permítenos no dejarnos vencer por el mal; al contrario, que venzamos al mal haciendo el bien. El Cordero silencioso, llevado a la muerte, como una oveja muda ante el que la esquila. Manifiesta en nosotros Tu paciencia. Tú estás vivo y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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Décimosegunda Estación Jesús muere en la cruz DAR BEBER AL SEDIENTO V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Juan: Después, sabiendo que ya todo estaba cumplido, y para que la Escritura se cumpliera hasta el final, Jesús dijo: Tengo sed. Empaparon en el vinagre una esponja, la ataron a una rama de hisopo y se la acercaron a la boca.  (Jn 19, 28-29) Tuve sed, y Me dieron / no Me dieron de beber… ¿Qué desea un moribundo? ¿Qué desea un niño que se está muriendo? Te acercaron vinagre a la boca. Ese fue el último gesto de la humanidad hacia Ti, un segundo antes de Tu muerte. Una última burla. Un último acto de hostilidad. Como ya había anunciado el salmista: Espero compasión y no la encuentro […] Pusieron veneno en mi comida y, cuando tuve sed, me dieron vinagre. (Sal 69: 21-22) ¡No te ahorramos nada! Ni siquiera la burla del último deseo del sediento… Me aterroriza la idea de que esto se repita hoy también, que yo pueda ser indiferente, que quiera huir de la sed de aquellos que se sienten abandonados, de quienes están muriendo alrededor de mí… o de que quiera evitar estas situaciones de necesidad con cualquier excusa que intente justificar mi ausencia. Señor Jesús, Tú conoces los deseos más profundos del corazón humano y quieres satisfascerlos con el Agua Viva que proviene de Ti; el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. Esta Agua que

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Tú das es el Espíritu Santo, Aquel que, en el misterio de la Santísima Trinidad, es el Amor personificado. Danos, como Tú, el descubrir y entender los deseos humanos y que, también como Tú, seamos capaces de salir al encuentro de ellos. Permítenos de verdad permanecer al lado de quien tiene sed; con un vaso de agua y con amor, ese que es el canal del Agua Viva. Te bendecimos por la labor que hacen quienes te acompañan a Ti que estás presente en los que están muriendo. Por los médicos, enfermeros y enfermeras, empleados de hospitales, sectores de cuidados intensivos y centros de salud. También, por todos los voluntarios que colaboran con los hospitales de manera económica. Amén.

Décimotercera Estación Jesús es bajado de la cruz y puesto en brazos de María, su madre ROGAR A DIOS POR VIVOS Y DIFUNTOS V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Evangelio según san Marcos: Uno de ellos le dijo a Jesús: “Maestro, te he traído a mi hijo, que está poseído de un espíritu mudo. […] Jesús les respondió: “Esta clase de demonios se expulsa sólo con la oración”.  (Mc 9, 17.29) María, a los pies de la cruz, sosteniendo el cuerpo muerto de su Hijo. Permanentemente en oración, con tu corazón dolorido, pero en constante oración. No, paralizada; no, impotente; no, vencida; no, desesperada, sino fortalecida, involucrada en el Acto de Salvación de tu Hijo. Co-misericor-

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diosa con Él, en la primera y más larga procesión de la historia de aquellos que se regocijan en poder sufrir por nosotros e imprimir en su carne lo que le falta a los padecimientos de Cristo, para el bien de su Cuerpo, que es la Iglesia. ¡Y lo hacen a través de la oración! Porque existe un tipo de mal, hay un tipo de demonio que se puede echar sólo con la oración. Cualquier otra herramienta es inútil; sólo la oración y el ayuno. Tu oración en el Gólgota, María, es la experiencia de la fuerza; no, de la debilidad. ¡Es la prueba de que la misericordia nunca, en ninguna situación, es en vano! Cuando todo lo demás ya no sirve de nada, la misericordia es el arma más fuerte de la oración. Señor Jesús, te bendecimos y alabamos por la gente que no deja de luchar con la misericordia como arma, aun cuando todos se han rendido. Gracias por los que, con plena confianza en Ti, rezan por aquellos que mueren trágicamente, inesperadamente o que, obstinados, rechazan la conversión. Te damos gracias, Señor, por los que, con oración fuerte, acompañan a los solitarios, a quienes andan el camino del mal, a quienes recaen en el vicio o no perciben el mal que hacen. Gracias por aquellos que, con la oración y el ayuno, apoyan a los enfermos terminales, agonizantes, y lloran por la muerte de sus amigos. Gracias, Señor, por los que rezan por la paz y por las víctimas que, fuera de ellos, nadie recuerda. Te pedimos que enciendas en nosotros el carisma de la misericordia por los vivos y los muertos. Amén. ¡Madre de la Misericordia, ruega por nosotros!

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Décimocuarta Estación Jesús es sepultado ENTERRAR A LOS MUERTOS V. Adoramus Te Christe et benedicimus Tibi. R. Quia per sanctam Crucem tuam redemisti mundum. Del Libro de Tobías: Yo, Tobías […] daba mi pan a los hambrientos, vestía a los que estaban desnudos y enterraba a mis compatriotas, cuando veía que sus cadáveres eran arrojados por encima de las murallas de Nínive. […] Un ninivita informó al rey que era yo el que los enterraba clandestinamente. […] Tuve miedo y me escapé. Todos mis bienes fueron embargados y confiscados.  (Tb 1,3.17.19-20) ¿Por qué enterrar a los muertos es una obra de misericordia tan importante? ¿Vale la pena arriesgar tanto como Tobías para enterrar a los muertos? La furia del rey, la vida, todos los bienes… ¿Qué entendemos de esta acción de compasión en un mundo en el que cada vez más familias abandonan los cuerpos sus familiares en los hospitales y no les dan sepultura? ¿En un mundo en el que a las madres no se les entrega el cuerpo de su hijo muerto durante el parto? ¿En un mundo en el que los cuerpos de los niños abortados son echados a la basura? Señor Jesús, queremos construir y crear todos juntos otro mundo. Por eso, te damos gracias por José de Arimatea quien quiso ser Tobías para Ti y por todos los Tobías de hoy. Te bendecimos por aquellos que se ocupan de dar sepultura a quienes viven en el abandono, por aquellos que acompañan a los pobres y a quienes no tienen a nadie a enterrar a sus muertos, por los que cuidan las tumbas de personas desconocidas, por los que cuidan las tumbas de sus enemigos, como soldados de ejércitos adversarios o miembros de minorías raciales o étnicas. Que seas bendecido, Señor, por los que

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cuidan los cementerios más grandes del mundo y mantienen la memoria de lugares como Auschwitz, Birkenau, Dachau o Buchenwald, entre otros. Cuídanos de que no sintamos desdén por esta obra de amor. Úrgenos para que nunca faltemos a los entierros de nuestros familiares y amigos, para que no dejemos solo a ninguno de nuestros conocidos cuando llora la muerte de alguien cercano. Permítenos recordar a nuestros muertos en la oración personal, a través de la liturgia o de la visita a la tumba. Amén. ¡Concédenos el sentir respeto ante la muerte, que es la puerta de la Vida! La oración final y la bendición en latín

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SÁBADO 30 DE JULIO VIGILIA Hoy nos trasladamos a un lugar que se llama Campus Misericordiae; o sea, Campo de Misericordia. Aquí comienza el momento culmen de nuestro encuentro con el Salvador durante la JMJ. Desde tiempos históricos, tanto en tiempos del Antiguo Testamento como en la Cristiandad, los creyentes se han preparado para cada acto importante de salvación, manteniéndose en vigilia. Éste es un tiempo de oración, meditación y canto que implica abrir los corazones a la Gracia de Dios. Reunidos en Campus Misericordiae buscaremos la fuente verdadera de la que fluye la gracia de la Misericordia. Sabemos que es el mismo Dios el que se nos revela a través de nuestro Salvador. ¿Pero cómo podemos conocerlo mejor? Para ayudarnos con esto tenemos nuestros guías de este día y de esta noche de Vigilia: san Juan Pablo II, santa Faustina y el Papa Francisco. También atravesaremos la Puerta de la Misericrodia. El día de hoy requerirá un gran esfuerzo de nuestra parte, tranto física como espiritualmente, para continuar buscando el tesoro y la cura a los problemas graves de nuestra sociedad; y por ello, este esfuerzo vale la pena.

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LITURGIA DE LAS HORAS Invitatorio Se dice el salmo 94 con la antífona: Ant. Del Señor es la tierra y cuanto la llena; venid, adorémosle.

Laudes HIMNO Gracias, Señor, por la aurora; gracias por el nuevo día; gracias por la Eucaristía; gracias por nuestra Señora. Y gracias por cada hora de nuestro andar peregrino. Gracias por el don divino de tu paz y de tu amor, la alegría y el dolor, al compartir tu camino. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

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SALMODIA Ant. 1. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. Salmo 118, 145-152 XIX (Coph) Te invoco de todo corazón: respóndeme, Señor, y guardaré tus leyes; a ti grito: sálvame, y cumpliré tus decretos; me adelanto a la aurora pidiendo auxilio, esperando tus palabras. Mis ojos se adelantan a las vigilias, meditando tu promesa; escucha mi voz por tu misericordia, con tus mandamientos dame vida; ya se acercan mis inicuos perseguidores, están lejos de tu voluntad. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables; hace tiempo comprendí que tus preceptos los fundaste para siempre. Ant. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. Ant. 2. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Cántico  Ex 15, 1-4. 8-13. 17-18 Himno a Dios, después de la victoria del mar Rojo Los que habían vencido a la fiera cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios (Ap 15,2-3) Cantaré al Señor, sublime es su victoria, caballos y carros ha arrojado en el mar. Mi fuerza y mi poder es el Señor él fue mi salvación.

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Él es mi Dios: yo lo alabaré; el Dios de mis padres: yo lo ensalzaré. El Señor es un guerrero, su nombre es «El Señor». Los carros del Faraón los lanzó al mar, ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes. Al soplo de tu nariz, se amontonaron las aguas, las corrientes se alzaron como un dique, las olas se cuajaron en el mar. Decía el enemigo: «Los perseguiré y alcanzaré, repartiré el botín, se saciará mi codicia, empuñaré la espada, los agarrará mi mano.» Pero sopló tu aliento, y los cubrió el mar, se hundieron como plomo en las aguas formidables. ¿Quién como tú, Señor, entre los dioses? ¿Quién como tú, terrible entre los santos, temible por tus proezas, autor de maravillas? Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra; guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado, los llevaste con tu poder hasta tu santa morada. Los introduces y los plantas en el monte de tu heredad, lugar del que hiciste tu trono, Señor; santuario, Señor, que fundaron tus manos. El Señor reina por siempre jamás. Ant. Mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación. Ant. 3. Alabad al Señor, todas las naciones. †

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Salmo 116 Invitación universal a la alabanza divina Los gentiles alaban a Dios por su misericordia (cf. Rm 15, 9) Alabad al Señor, todas las naciones, † aclamadlo, todos los pueblos. Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. Ant. Alabad al Señor, todas las naciones. LECTURA BREVE  2 P 1, 10-11 Hermanos, poned cada vez más ahínco en ir ratificando vuestro llamamiento y elección. Si lo hacéis así, no fallaréis nunca; y os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. RESPONSORIO BREVE R. A ti grito, Señor: * Tú eres mi refugio. A ti grito. V. Y mi lote en el país de la vida. * Tú eres mi refugio. Gloria al Padre. A ti grito. BENEDICTUS Ant. Ilumine, Señor, a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. PRECES Bendigamos a Cristo, que para ser ante Dios el sumo sacerdote compasivo y fiel, quiso parecerse en todo, a sus hermanos, y supliquémosle, diciendo: Concédenos, Señor, los tesoros de tu amor. Señor, Sol de justicia, que nos iluminaste en el bautismo, – te consagramos este nuevo día. Que sepamos bendecirte en cada uno de los momentos de nuestra jornada – y glorifiquemos tu nombre con cada una de nuestras acciones. Tú que tuviste por madre a María, siempre dócil a tu palabra, – encamina hoy nuestros pasos, para que obremos también, como ella, según tu voluntad.

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Haz que, mientras vivimos aún en este mundo que pasa, anhelemos la vida eterna – y, por la fe, la esperanza y el amor, gustemos ya anticipadamente las delicias de tu reino. Padre nuestro… ORACIÓN Te pedimos, Señor, * que la claridad de la resurrección de tu Hijo * ilumine las dificultades de nuestra vida; * que no temamos ante la oscuridad de la muerte * y podamos llegar un día a la luz que no tiene fin. * Por nuestro Señor Jesucristo.

I Vísperas DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO Semana II del Salterio HIMNO ¡Luz que te entregas!, ¡luz que te niegas!, a tu busca va el pueblo de noche: alumbra su senda. Dios de la luz, presencia ardiente sin meridiano ni frontera: vuelves la noche mediodía, ciegas al sol con tu derecha. Como columna de la aurora, iba en la noche tu grandeza; te vio el desierto, y destellaron luz de tu gloria las arenas.

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Cerró la noche sobre Egipto como cilicio de tinieblas; para tu pueblo amanecías bajo los techos de las tiendas. Eres la Luz, pero en tu rayo lanzas el día o la tiniebla: ciegas los ojos del soberbio, curas al pobre su ceguera. Cristo Jesús, tú que trajiste fuego a la entraña de la tierra, guarda encendida nuestra lámpara hasta la aurora de tu vuelta. Amén. SALMODIA Ant. 1. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor. Aleluya. † Salmo 118, 105-112 XIV (Nun) Himno a la ley divina Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros (Jn 15,12) Lámpara es tu palabra para mis pasos; † luz en mi sendero; lo juro y lo cumpliré: guardaré tus justos mandamientos; ¡estoy tan afligido! Señor, dame vida según tu promesa. Acepta, Señor, los votos que pronuncio, enséñame tus mandatos; mi vida está siempre en peligro, pero no olvido tu voluntad; los malvados me tendieron un lazo, pero no me desvié de tus decretos.

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Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón; inclino mi corazón a cumplir tus leyes, siempre y cabalmente. Ant. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor. Aleluya. Ant. 2. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya. Salmo 15 El Señor es el lote de mi heredad Dios resucitó a Jesús rompiendo las ataduras de la muerte (Hch 2,24) Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» Los dioses y señores de la tierra no me satisfacen. Multiplican las estatuas de dioses extraños; no derramaré sus libaciones con mis manos, ni tomaré, sus nombres en mis labios. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

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Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Ant. Me saciarás de gozo en tu presencia, Señor. Aleluya. Ant. 3. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos de los siglos. Cántico Cristo, siervo de Dios, en su misterio pascual Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos.

Flp 2, 6-11

Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Ant. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos de los siglos. LECTURA BREVE  Col 1, 2b-6a Os deseamos la gracia y la paz de Dios, nuestro Padre. En nuestras oraciones damos siempre gracias por vosotros a Dios, Padre de nuestro Señor

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Jesucristo, desde que nos enteramos de vuestra fe en Cristo Jesús y del amor que tenéis a todos los santos. Os anima a esto la esperanza de lo que Dios os tiene reservado en los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el Evangelio, la palabra, el mensaje de la verdad. Éste se sigue propagando y va dando fruto en el mundo entero, como ha ocurrido entre vosotros. RESPONSORIO BREVE R. De la salida del sol hasta su ocaso, * Alabado sea el nombre del Señor. De la salida. V. Su gloria sobre los cielos. * Alabado sea el nombre del Señor. Gloria al Padre. De la salida. MAGNÍFICAT Ant. «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. PRECES Demos gracias al Señor; que ayuda y protege al pueblo que se ha escogido como heredad, y, recordando su amor para con nosotros, supliquémosle, diciendo: Escúchanos, Señor, que confiamos en ti. Padre lleno de amor, te pedimos por el Papa N. y por nuestro Obispo N., – protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia. Que los enfermos vean en sus dolores una participación de la pasión de tu Hijo, – para que así tengan también parte en su consuelo. Mira con piedad a los que no tienen techo donde cobijarse – y haz que encuentren pronto el hogar que desean. Dígnate dar y conservar los frutos de la tierra, – para que a nadie falte el pan de cada día.

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Ten, Señor, piedad de los difuntos – y ábreles la puerta de tu mansión eterna. Padre nuestro… ORACIÓN Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; * derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, * y renueva y protege la obra de tus manos * en favor de los que te alaban como creador y como guía. * Por nuestro Señor Jesucristo.

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SANTA MISA Formulario del XVII Domingo del Tiempo Ordinario También puede tomarse el formulario de Santa María, Reina y Madre de misericordia con las lecturas propias. ORACIÓN COLECTA Oh Dios, protector de los que en ti esperan, * sin ti nada es fuerte ni santo; * multiplica sobre nosotros los signos de tu misericordia, * para que, bajo tu guía providente, * de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros, * que podamos adherirnos a los eternos. * Por nuestro Señor Jesucristo. PRIMERA LECTURA Jer 26, 11-16. 24 Ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar esta palabra Lectura del Profeta Jeremías. En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los príncipes y al pueblo: Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo habéis oído con vuestros oídos. Jeremías respondió a los príncipes y al pueblo: El Señor me envió a profetizar contra este templo y esta ciudad las palabras que habéis oído. Pero ahora enmendad vuestra conducta y vuestras acciones, escuchad la voz del Señor vuestro Dios; y el Señor se arrepentirá de la amenaza que pronunció contra vosotros. Yo por mi parte estoy en vuestras manos: haced de mí lo que mejor os

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parezca. Pero sabedlo bien: si vosotros me matáis, echáis sangre inocente sobre vosotros, sobre esta ciudad y sus habitantes. Porque ciertamente me ha enviado el Señor a vosotros, a predicar a vuestros oídos estas palabras. Los príncipes del pueblo dijeron a los sacerdotes y profetas: Este hombre no es reo de muerte, porque nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios. Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías para que no lo entregaran al pueblo para matarlo. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL  Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34 R. Escúchame, Señor, el día de tu favor. Arráncame del cieno, que no me hunda, líbrame de los que me aborrecen y de las aguas sin fondo. Que no me arrastre la corriente, que no me trague el torbellino, que no se cierre la poza sobre mí. R. Yo soy un pobre malherido, Dios mío, tu salvación me levante. Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de gracias. R. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y vivirá vuestro corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R.

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ALELUYA  Mt 5, 10 R. Aleluya, aleluya, aleluya. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor. R. Aleluya, aleluya, aleluya. EVANGELIO  Mt 14, 1-12 Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a contárselo a Jesús X Lectura del santo Evangelio según san Mateo En aquel tiempo, oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: «Ese es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los Poderes actúan en él». Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe; porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista». El rey lo sintió; pero por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús. Palabra del Señor. ORACIÓN UNIVERSAL ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Recibe, Señor, las ofrendas * que podemos presentar gracias a tu generosidad, * para que estos santos misterios, * donde tu Espíritu actúa efi-

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cazmente, * santifiquen los días de nuestra vida * y nos conduzcan a las alegrías eternas. * Por Jesucristo, nuestro Señor. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Hemos recibido, Señor, este sacramento, * memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo; * concédenos que este don de su amor inefable * nos aproveche para la salvación. * Por Jesucristo, nuestro Señor.

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VIGILIA Entrar por la Puerta de la Misericordia De la Bula de convocación del Jubileo de la Misericordia Misericordiae Vultus (n. 1-3): 1.  Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, «rico de misericordia» (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad» (Ex 34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la «plenitud del tiempo» (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios. 2.  Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísi-

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ma Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado. 3.  Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes. Vigilia Exposición del Santísimo Sacramento Oración antes de la bendición (en italiano) Al final de la adoración: Maria Regina Mundi Maria Regina mundi, Maria Mater Ecclesiae Tibi assumus Tui memores Vigilamus!Vigilamus!

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DOMINGO 31 DE JULIO La noche de la vigilia nos ha ayudado a prepararnos para los acontecimientos de hoy, que nos recuerdan la escena de la presencia de Jesús Resucitado entre los Apóstoles reunidos y encerrados en el Cenáculo. Esto sucedió “el primer día de la semana”. Fue un domingo, cuando Jesús derramó el Espíritu Santo y el don de la Paz sobre Sus Apóstoles, lo que los hizo abrir la puerta y salir al encuentro de los otros, anunciando la Buena Nueva. Nosotros también somos la Iglesia, la comunidad que se ha reunido “el primer día de la semana”. Esperamos que Cristo nos bendiga con Su Espíritu y nos dé el don de la Paz. Queremos percibir que Jesús nos mira como miró a Zaqueo y, como Zaqueo, queremos aceptar el don de la Misericordia de Dios. Queremos llevar la alegría del mensaje al mundo de hoy. La luz que simbólicamente llevamos con nosotros para conmemorar estos días nos recordará que tenemos una tarea que cumplir. Somos la Iglesia, venida de diferentes pueblos y naciones. Las gracias bautismales nos unen en Cristo. Durante la profesión de fe, cuando nos pongamos la vestidura blanca con la fecha de nuestro bautismo escrito en ella, mostraremos de manera simbólica nuestro común acuerdo en llevar a

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cabo la obra de la Divina Misericordia. El Salvador vive y necesita nuestros corazones, nuestras manos y nuestros pies para llevar el mensaje de la Misericordia por el mundo.

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LITURGIA DE LAS HORAS Semana II del Salterio XVIII Domingo del Tiempo Ordinario – ciclo C

Invitatorio Se dice el salmo 94 con la antífona: Ant. Pueblo del Señor, rebaño que él guía, venid, adorémosle. Aleluya.

Laudes HIMNO Somos el pueblo de la Pascua, Aleluya es nuestra canción, Cristo nos trae la alegría; levantemos el corazón. El Señor ha vencido al mundo, muerto en la cruz por nuestro amor, resucitado de la muerte y de la muerte vencedor. Él ha venido a hacernos libres con libertad de hijos de Dios, él desata nuestras cadenas; alegraos en el Señor.

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Sin conocerle, muchos siguen rutas de desesperación, no han escuchado la noticia de Jesucristo Redentor. Misioneros de la alegría, de la esperanza y del amor, mensajeros del Evangelio somos testigos del Señor. Gloria a Dios Padre, que nos hizo, gloria a Dios Hijo Salvador, gloria al Espíritu divino: tres Personas y un solo Dios. Amén. SALMODIA Ant.1. Bendito el que viene en nombre del Señor. Aleluya. Salmo 117 Himno de acción de gracias después de la victoria Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular (Hch 4,11) Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su misericordia. En el peligro grité al Señor, y me escuchó, poniéndome a salvo. El Señor está conmigo: no temo; ¿qué podrá hacerme el hombre?

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El Señor está conmigo y me auxilia, veré la derrota de mis adversarios. Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los jefes. Todos los pueblos me rodeaban, en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban cerrando el cerco, en el nombre del Señor los rechacé; me rodeaban como avispas, ardiendo como fuego en las zarzas, en el nombre del Señor los rechacé. Empujaban y empujaban para derribarme, pero el Señor me ayudó; el Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación. Escuchad: hay cantos de victoria en las tiendas de los justos: «La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa, la diestra del Señor es poderosa.» No he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me castigó, me castigó el Señor, pero no me entregó a la muerte. Abridme las puertas del triunfo, y entraré para dar gracias al Señor. –Ésta es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. –Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación.

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La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. –Bendito el que viene en nombre del Señor, os bendecimos desde la casa del Señor; el Señor es Dios, él nos ilumina. –Ordenad una procesión con ramos hasta los ángulos del altar. Tú eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Ant. Bendito el que viene en nombre del Señor. Aleluya. Ant. 2. Cantemos un himno al Señor, nuestro Dios. Aleluya. Cántico  Que la creación entera alabe al Señor ¡Bendito el Creador por siempre! (Rm 1, 25) Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres: a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito tu nombre, santo y glorioso: a él gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en el templo de tu santa gloria: a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres sobre el trono de tu reino: a ti gloria y alabanza por los siglos.

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Dn 3, 52-57

Bendito eres tú, que sentado sobre querubines sondeas los abismos: a ti gloria y alabanza por los siglos. Bendito eres en la bóveda del cielo: a ti honor y alabanza por los siglos. Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, ensalzadlo con himnos por los siglos. Ant. Cantemos un himno al Señor, nuestro Dios. Aleluya. Ant. 3. Alabad al Señor por su inmensa grandeza. Aleluya. Salmo 150 Alabad al Señor Salmodiad con el espíritu, salmodiad con toda vuestra mente, es decir, glorificad a Dios con el cuerpo y con el alma (Hesiquio) Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza. Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas, alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta alabe al Señor. Ant. Alabad al Señor por su inmensa grandeza. Aleluya. LECTURA BREVE  Ez 36, 25-27 Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de

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piedra, y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y cumpláis mis mandatos. RESPONSORIO BREVE R. Te damos gracias, oh Dios, * Invocando tu nombre. Te damos gracias. V. Contando tus maravillas. * Invocando tu nombre. Gloria al Padre. Te damos gracias. BENEDICTUS Ant. Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. PRECES Demos gracias a nuestro Salvador, que ha venido al mundo para ser «Dios-con-nosotros», y digámosle confiadamente: Cristo, Rey de la gloria, sé nuestra luz y nuestro gozo. Señor Jesús, Sol que nace de lo alto y primicia de la resurrección futura, – haz que, siguiéndote a ti, no vivamos nunca en sombra de muerte, sino que tengamos siempre la luz de la vida. Que sepamos descubrir, Señor, cómo todas las criaturas están llenas de tus perfecciones, – para que así, en todas ellas, sepamos contemplarte a ti. No permitas, Señor, que hoy nos dejemos vencer por el mal, – antes danos tu fuerza para que venzamos al mal con la fuerza del bien. Tú que, al ser bautizado en el Jordán, fuiste ungido con el Espíritu Santo, – asístenos durante este día, para que actuemos movidos por este mismo Espíritu de santidad. Padre nuestro… ORACIÓN Ven, Señor, en ayuda de tus hijos; * derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican, * y renueva y protege la obra de tus manos * en favor de los que te alaban como Creador y como guía. * Por nuestro Señor Jesucristo.

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SANTA MISA Formulario por la Iglesia – D ORACIÓN COLECTA Dios todopoderoso y eterno, * que en Cristo revelaste tu gloria a todas las naciones, * continúa tu acción misericordiosa * para que la Iglesia, * extendida por toda la tierra, * persevere con fe firme en la confesión de tu nombre. * Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA Os 6,1-6 Quiero misericordia, y no sacrificios Lectura de la profecía de Oseas. «Vamos, volvamos al Señor. Porque él ha desgarrado, y él nos curará; él nos ha golpeado, y él nos vendará. En dos días nos volverá a la vida y al tercero nos hará resurgir; viviremos en su presencia y comprenderemos. Procuremos conocer al Señor. Su manifestación es segura como la aurora. Vendrá como la lluvia, como la lluvia de primavera que empapa la tierra». ¿Qué haré de ti, Efraín, qué haré de ti, Judá? Vuestro amor es como nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece. Sobre una roca tallé mis mandamientos; los castigué por medio de los profetas con las palabras de mi boca. Mi juicio se manifestará como la luz.

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Quiero misericordia y no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL  Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 9-10a y c (R.: 3) R. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones. Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R. Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R. Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la gloria del nombre del Señor. R. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. Decid a los pueblos: «El Señor es rey: él gobierna a los pueblos rectamente». R. SEGUNDA LECTURA  Ef 2, 4-10 Estando muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios. Hermanos: Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvados–, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él.

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Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos. Palabra de Dios. El Evangelio se proclama en el rito romano y en el rito bizantino-eslavo. ALELUYA  Mc 10, 45 R. Aleluya, aleluya, aleluya. El Hijo del hombre ha venido para servir y dar su vida en rescate por todos. R. Aleluya, aleluya, aleluya. EVANGELIO  Lc 19,1-10 El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido X Lectura del santo Evangelio según san Lucas. En aquel tiempo, entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera, para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa». É1 bajó en seguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo se puso en pie y dijo al Señor: «Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres; y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más».

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Jesús le contestó: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». Palabra del Señor. PROFESIÓN DE FE Todos llevan foulard blanco en que tienen escrito cada uno la fecha de su bautismo. El Cardenal: Queridos hermanos y hermanas, por el misterio pascual hemos sido sepultados con Cristo en el bautismo, para que vivamos una vida nueva. De este modo Dios nos ha mostrado su gran misericordia. Recordándonos nuestro bautismo por el cual hemos entrado a la gran comunidad de la Iglesia, confesemos ahora nuestra fe: Todos cantan CREDO IN UNUM DEUM ORACIÓN UNIVERSAL ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Oh Dios, que santificas sin cesar a tu Iglesia * con el mismo sacrificio * con que un día la purificaste: * haz que, unida a Cristo, su cabeza, * se ofrezca con él a tu divina Majestad *y cumpla sinceramente tu voluntad. * Por Jesucristo nuestro Señor. PREFACIO VII DOMINICAL DEL TIEMPO ORDINARIO La salvación, fruto de la obediencia de Cristo En verdad es justo y necesario, * es nuestro deber y salvación, * darte gracias * siempre y en todo lugar, * Señor, Padre Santo, * Dios todopoderoso y eterno. Porque tu amor al mundo * fue tan misericordioso * que no sólo nos enviaste como redentor * a tu propio Hijo, * sino que en todo lo quisiste

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semejante al hombre, * menos en el pecado, * para poder así amar en nosotros * lo que amabas en él. * Con su obediencia has restaurado aquellos dones * que por nuestra desobediencia habíamos perdido. Por eso, * ahora nosotros, llenos de alegría, * te aclamamos con los ángeles y los santos * diciendo: * Santo, Santo, Santo... ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Gobierna, Señor, a tu Iglesia * a la que alimentas en esta mesa santa, * para que, dirigida por tu mano poderosa, * tenga cada vez mayor libertad * y persevere firme al servicio de la fe. * Por Jesucristo nuestro Señor.

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PEREGRINACIÓN DE LA MISERICORDIA La peregrinación a la que te invitamos es una experiencia especial en este Año de la Misericordia, ya que irás a Łagiewniki, donde fue ofrecido al mundo el mensaje de la Divina Misericordia. Vamos a intentar adentrarnos en el misterio de este mensaje visitando los santuarios a los que estuvieron vinculados santa Faustina y san Juan Pablo II, los dos testigos que basaron su ministerio en la Iglesia en el amor de Dios. Comenzaremos nuestro viaje en el Santuario de San Juan Pablo II, un lugar que invita a la reflexión sobre lo que significa ser más que tener, y descubrir la vocación de estar disponible para los demás, para la Patria, la Iglesia y para el mundo. Que las reliquias del Santo Padre, su sangre y la sotana manchada de sangre, fruto del atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro, nos hablen y nos recuerden la necesidad de encontrarnos en el Evangelio de la vida y en el fervor apostólico. Todo es posible para aquel que pone su confianza en Dios. Desde el Santuario de san Juan Pablo II el camino nos lleva a la Basílica de la Divina Misericordia. Allí, gracias al testimonio de santa Faustina, nos sumergimos en la esencia del mensaje el que el mismo Jesús mandó transmitir al mundo. De camino a la basílica podemos ofrecer nuestra fe a Dios, nuestros problemas, dificultades y preocupaciones, rezando la Coro-

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nilla de la Divina Misericordia, la cual llegó a nosotros a través de su santa portavoz, sor Faustina. Con las palabras de esta oración nuestros labios se acercan a las Puertas Santas. Nos permiten hacer uso del gran don de la posibilidad de obtener indulgencia plenaria, de acuerdo con las condiciones establecidas por el Papa Francisco en el Año de la Misericordia. Entremos a la basílica y parémonos delante de la imagen de Jesús Misericordioso y las reliquias de los apóstoles de la Divina Misericordia y que, de esta manera, resuenen en nuestros corazones las palabras que son la esencia del mensaje que ella proclamó: “Jesús, confío en Ti”. Sor Faustina nos da la posibilidad de entender la responsabilidad que descansa en cada Hijo de Dios: responsabilidad por el otro. Nos gustaría pedir misericordia para nosotros, pero también para cada uno de los que se han perdido en su vida. Después de dejar la basílica, podemos aprovechar el sacramento de la Reconciliación y descansar por un momento. En el camino habrá gráficos preparados que harán referencia a este gran misterio de Dios que es la misericordia. Esperamos que te ayuden en tus reflexiones espirituales y personales.

Coronilla a la Divina Misericordia Al comienzo Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino. Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén. Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

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Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos. Está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. En las cuentas grandes (1x) Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero. En las cuentas pequeñas (10x) Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Conclusión (3x) Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.

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EXAMEN DE CONCIENCIA Dios quiere abrazarte, darte esperanza, mostrarte la verdad y reavivar la fe en ti. A través de la misericordia, queremos recorrer el camino de autoconocimiento junto con Jesús. Deseamos obtener la gracia del perdón de los pecados y queremos preparar nuestros corazones para recibir este don. Esta parte de nuestra peregrinación a Dios es un momento para examinar nuestra conciencia. Queremos descubrir cuánto amor, fe y esperanza hay dentro de nosotros, cuánto lugar le damos a Dios y cuánto dejamos sólo para nosotros mismos; cuán abiertos estamos a nuestro prójimo, incluidos nosotros mismos, y cuánta de la misericordia que nos enseña Jesús ponemos en práctica. Te pedimos, Señor, que nos des la gracia de entrar en nuestros corazones, de permitir que Tu Espíritu nos impregne con el entendimiento del secreto de nuestras vidas, de manera tal que estemos preparados para el encuentro con tu Misericordia transformadora.

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Nuestra guía, a través de este camino serán las palabras de santa Faustina Kowalska, registradas en su Diario (163 – Oración para la gracia de ejercer la misericordia con los otros). *** Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo. Dios mío, cuánto deseo ser un vivo reflejo de Ti. • ¿Quién es Dios para mí? ¿Todo lo que hago, lo hago por Él y para Él? ¿Sé cómo hablar con Él acerca de mis problemas y pedirle consejo cuándo no sé qué hacer? ¿A quién escucho en los momentos de indecisión o de elección en la vida? ¿Soy, tal vez, un poco supersticioso? ¿Creo en horóscopos, predicciones o magia, olvidándome que el único plan que Él me preparó es el mejor para mí? ¿Le permito a otros dioses que manejen mi corazón y mi vida? ¿Uso talismanes u otros amuletos? • ¿Confío y creo que Jesús, a través de Su Pasión y Resurrección, me concedió la vida eterna y que no existe ningún pecado por encima de la gracia de Dios? ¿Creo que, dentro de un momento, en el confesionario, voy a hablar realmente con Dios? • ¿Honro el nombre de Dios? • ¿Me ocupo de profundizar mi fe? ¿Me encuentro con Dios cuando rezo? ¿Me esfuerzo por ir regularmente a misa los domingos y las fiestas? ¿Intento sondear el misterio de la Fe? • ¿Recibo la Comunión con la veneración y respeto apropiados? • ¿Qué es la confesión para mí? ¿Me preparo conscientemente para recibir este sacramento? ¿Confieso sinceramente todos mis pecados mortales? ¿Siempre? • ¿Leo la Biblia? ¿Es una fuente de fuerza para mí en los momentos difíciles y una inspiración para mi vida?

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• ¿Me avergüenzo de mi Fe delante de mis amigos, en el trabajo o en la escuela? • ¿Hablo de la Virgen María y de los santos con cariño y respeto? Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzuge según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla Jesús, quiero tener una mirada misericordiosa, como Tú cuando mirabas a las personas y te preocupabas por sus vidas. • ¿Intento ver a Jesús en mis hermanos y hermanas? Cuando conozco a mis hermanos o hermanas, ¿trato de ponerme en su lugar; no, para juzgarlos sino para ayudarlos? ¿Observo a los demás a través de la lente de los estereotipos, opiniones y juicios humanos? ¿Miro a los demás de manera superficial? ¿Observo a mi prójimos con ojos misericordiosos, viendo lo bueno que hay en sus vidas, su amor y los dones que han recibido de Dios? • ¿Soy capaz de ver la belleza de la naturaleza del mundo que me rodea? ¿Me preocupo por cuidar el medio ambiente? • ¿Mis ojos y mis pensamientos son lujuriosos a veces y me incitan al pecado? ¿Puedo controlar la lujuria de mi propio cuerpo? ¿Miro a los otros con el respeto que se merecen? ¿Consumo pornografía? ¿Acepto la doctrina de la Iglesia en lo que respecta a la sexualidad humana y a la abstención de mantener relaciones sexuales antes del matrimonio? ¿He cometido alguna acción que rompa el sexto mandamiento? ¿He incitado a alguien a que peque en contra de la castidad? ¿He intentado ayudar a las personas que están desorientadas en su sexualidad? ¿Me aprovecho de la gente que sufre ese tipo de debilidad? Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.

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Jesús, cómo deseo escuchar cada susurro de la miseria humana que me rodea. • ¿Ofrezco consejo a mi prójimo, una palabra, una observación sabia que lo eleve y le enseñe responsabilidad? ¿Le doy paz cuando la necesita? • ¿Soy capaz de responder a las peticiones del otro? ¿Estoy disponible cuando alguien me necesita? • ¿Tengo la capacidad de reaccionar apropiadamente cuando sé que alguien está sufriendo? • ¿Puedo abrirme y aceptar las críticas que otros puedan tener de mí? ¿Tengo en cuenta la opinión de ellos? • ¿Existe en la música que escucho o los libros que leo el espíritu del Evangelio? ¿Ofenden los valores, como la dignidad humana o los sentimientos de otras personas, de la Iglesia o de Dios? Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos. Jesús, Tu palabra eleva, cura y da esperanza. ¡Cómo me gustaría hablar contigo! • ¿Es mi forma de hablar la de un hijo de Dios? ¿Aprendo de Jesús palabras sabias y nobles? • ¿Miento o engaño a los demás? ¿Ofendo a los otros con mis palabras? • ¿Hago sentir mal a la gente? ¿Chismorreo? • ¿Soy capaz de señalar el error de alguien de buena manera? • ¿Mi forma de dirigirme a los demás en internet es apropiada, especialmente cuando me expreso desde el anonimato? ¿Ofendo a otros confiándome en la impunidad? ¿Soy una persona que odia? ¿Me dirijo a los otros usuarios del medio virtual con respeto? • ¿Olvido o perdono cuando alguien me dice algo hiriente? ¿Soy capaz de mostrarme arrepentido cuando hago algo mal?

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• ¿Defiendo a la Iglesia, de la que soy parte, cuando alguien habla mal de ella o dice cosas que no son ciertas? • ¿Tengo el valor de reconocer cuando hago algo mal? ¿Sé cómo disculparme? • ¿Insulto a otros? ¿Uso palabras vulgares? Ayúdame, Oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas. Jesús, veo Tus manos que asisten al enfermo, reparten el pan, bendicen… ¡cómo quisiera ser como Tú! • ¿Ofrezco mi ayuda al que necesita, al enfermo, al que sufre? ¿Intento hacer bien las cosas y no, hacerlas lo más rápido y simples posible? ¿Soy negligente? ¿Me intereso por los que menos tienen y por los necesitados? ¿Me preocupo por las personas abandonadas o desamparadas por sus familias? • ¿Muestro respeto a través de mi accionar? ¿Respeto a mis padres? ¿Les demuestro mi amor de manera apropiada? ¿Respeto a los mayores? ¿Me preocupo por mi familia, mi comunidad o por la Iglesia? • ¿Soy capaz de trabajar de manera desinteresada? • ¿Tomo en serio mi educación, mi trabajo y mis compromisos? ¿Soy honesto en mis estudios? • ¿Hago trabajo innecesario los domingos y festivos? • ¿Tomo cosas que no me pertenecen? ¿Robo? ¿Uso el trabajo creativo de otras personas de manera ilegal? ¿Uso software ilegal? ¿Devuelvo las cosas que me prestan? Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.

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Jesús, Tú has ayudado a tantos enfermos y a tantas personas que sufrían… Yo también quiero consolar a los demás. • ¿Soy capaz de ver a Jesús en la gente enferma? ¿Los visito en sus casas, hospitales u hospicios? ¿Evito el contacto con ellos? ¿Soy capaz de sobreponerme a los temores que me pueda causar la enfermedad de mi hermano para ir en su auxilio? • ¿Respeto mi salud? ¿Descanso? ¿Cuido mi cuerpo, teniendo presente que no es mi dios? • ¿Me escapo de la realidad para vivir en un mundo virtual? • ¿Me perjudico a mí o a otros a través de las adicciones o el uso de estimulantes? • Me engaño a mí, y también a otros, afirmando que los problemas pueden ser resueltos a través del uso de drogas o del suicidio? • ¿Induzco a otras personas a que consuman drogas que los pueden llevar al deterioro mental o psicológico? ¿Soy responsable de haber dañado la vida o la salud de alguien? • ¿Respeto la vida, especialmente la del niño por nacer o la de los mayores? ¿Soy capaz de luchar por el derecho a la vida del niño por nacer, del mayor, del enfermo o ya me he rendido al pensamiento de este mundo que promueve una “muerte fácil”? ¿He estado de acuerdo en no respetar la vida a través de mi silencio? • ¿Intento luchar contra mis debilidades y mis adicciones? ¿Se las ofrezco a Jesús o intento salir adelante sin la ayuda de Él? Ayúdame, Oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincero incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo mismo me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que Tu misericordia, oh Señor mío, repose dentro de mí. Que me transformes hasta lo más profundo, hasta los huesos, Jesús, de acuerdo con Tu manera de vivir. Me has conmovido profundamen-

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te, no vacilaste en ayudar, tuviste misericordia y te identificaste con los que sufren. Enséñame a ser así. • ¿Tengo abierto mi corazón a los otros? ¿Los miro de la misma manera misericordiosa en la que el Padre me mira a mí? • ¿Creo que Él realmente me perdona, que limpia mi corazón y mi alma? • ¿Me apresuro para ayudar cuando alguien lo necesita dando testimonio, así, de que soy discípulo de Cristo? • ¿Qué les doy a los demás desde mi corazón? ¿Soy honesto en mis vínculos con los otros? • ¿Soy capaz de enfrentar la verdad sobre mí mismo? ¿Uso algún tipo de “máscara” delante de otras personas? • ¿Puedo reaccionar al sufrimiento de los demás y estar disponible para el que ha sido abusado? • ¿Amo a mi patria? • ¿Cómo trato a mi novia o novio? ¿Cómo es la relación entre nosotros? ¿Nuestro vínculo es puro, sano? ¿Trato a la otra persona de manera desinteresada? Jesús, dame la fuerza, para que pueda reconocer mis debilidades y mis pecados, para obtener la gracia del perdón. Quiero saber cómo ir por la vida siendo testigo de Tu misericordia, realmente lo deseo, junto con santa Faustina, te digo: Oh Jesús mío, transfórmame en Ti, porque Tú puedes hacer todo.

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CANCIONERO Abba Ojcze Himno de la VI JMJ Częstochowa 1991 Padre Jan Góra OP, Jacek Sykulski VERSIÓN ORIGINAL 1. Ty wyzwoliłeś nas, Panie, z kajdan i z samych siebie, a Chrystus, stając się bratem, nauczył nas wołać do Ciebie. Abba Ojcze! Abba Ojcze! Abba, Abba Ojcze! Abba Ojcze! 2. Liberaci, o Signore dalle catene dell’orgoglio e donaci il Tuo Spirito che ci fa gridare ancora: 3. Dio ha vinto la morte e ci ha donato la vita facendoci come suoi figli per questo possiamo cantare:

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Abba Ojcze

PL 1. Ty wyzwoliłeś nas, Panie, z kajdan i samych siebie, a Chrystus, stając się bratem, nauczył nas wołać do Ciebie: Abba Ojcze! Abba Ojcze! Abba, Abba Ojcze! Abba Ojcze! 2. Bo Kościół jak drzewo życia w wieczności zapuszcza korzenie, przenika naszą codzienność i pokazuje nam Ciebie. 3. Bóg hojnym Dawcą jest życia, On wyswobodził nas ze śmierci i przygarniając do siebie, uczynił swoimi dziećmi. 4. Wszyscy jesteśmy braćmi, jesteśmy jedną rodziną. tej prawdy nic już nie zaćmi i teraz jest jej godzina. IT 1. Liberaci, o Signore dalle catene dell’orgoglio e donaci il Tuo Spirito che ci fa gridare ancora: Abbà Padre, Abbà Padre, Abbà, Abbà Padre, Abbà Padre

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3. Dio ha vinto la morte e ci ha donato la Vita facendoci come suoi figli per questo possiamo cantare:

Abba Ojcze

2. Siamo riuniti insieme Chiesa che vive nell’Amore e in ogni ora del giorno noi ci rivolgiamo a Te:

4. Tutti fratelli noi siamo come una grande famiglia viviamo questa realtà è l’ora di renderla viva. EN 1. You have delivered us, O Lord From shackles and from ourselves And Christ, becoming our brother, Taught us to cry out to You: Abba, Father! Abba, Father! Abba, Abba Father! Abba, Father! 2. Because the Church, like the tree of life, Takes root in eternity. It permeates our everyday lives And shows us You. 3. God is a generous giver of life He freed us from death And embracing us Made us His children.

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Adoro te devote

4. We are all brothers We are one family. Nothing can dim this truth And now is its time.

Adoro te devote LAT Adoro te devote, latens Deitas, Quae sub his figuris vere latitas: Tibi se cor meum totum subiicit, Quia te contemplans totum deficit. Visus, tactus, gustus in te fallitur, Sed auditu solo tuto creditur. Credo quidquid dixit Dei Filius: Nil hoc verbo Veritatis verius. In cruce latebat sola Deitas, At hic latet simul et humanitas; Ambo tamen credens atque confitens, Peto quod petivit latro paenitens. Plagas, sicut Thomas, non intueor; Deum tamen meum te confiteor. Fac me tibi semper magis credere, In te spem habere, te diligere. O memoriale mortis Domini! Panis vivus, vitam praestans homini! Praesta meae menti de te vivere Et te illi semper dulce sapere.

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Iesu, quem velatum nunc aspicio, Oro fiat illud quod tam sitio; Ut te revelata cernens facie Visu sim beatus tuae gloriae.

Aprite le porte a Cristo Marco Frisina IT Aprite le porte a Cristo! Non abbiate paura: spalancate il vostro cuore all’amore di Dio.

Aprite le porte a Cristo

Pie pellicane, Iesu Domine, Me immundum munda tuo sanguine. Cuius una stilla salvum facere Totum mundum quit ab omni scelere.

1. Testimone di speranza per chi attende la salvezza, pellegrino per amore sulle strade del mondo. 2. Vero padre per i giovani che inviasti per il mondo, sentinelle del mattino, segno vivo di speranza. 3. Testimone della fede che annunciasti con la vita, saldo e forte nella prova confermasti i tuoi fratelli.

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Aprite le porte a Cristo

4. Insegnasti ad ogni uomo la bellezza della vita indicando la famiglia come segno dell’amore. 5. Portatore della pace ed araldo di giustizia, ti sei fatto tra le genti nunzio di misericordia. 6. Nel dolore rivelasti la potenza della Croce. Guida sempre i tuoi fratelli sulle strade dell’amore. 7. Nella Madre del Signore ci indicasti una guida, nella sua intercessione la potenza della grazia. 8. Padre di misericordia, Figlio nostro Redentore, Santo Spirito d’Amore, a te, Trinità, sia gloria. Amen. PL Otwórzcie drzwi Chrystusowi, nie lękajcie się! Otwórzcie na oścież wasze serca na miłość Bożą! 1. Świadek naszej nadziei, czekających na zbawienie, pielgrzym Bożej miłości na drogach świata. 2. Prawdziwy Ojcze młodych, których w świat wysłałeś. strażników poranka, żywe znaki nadziei.

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4. Nauczałeś wszystkich ludzi piękna życia ziemskiego, wskazując na rodzinę jako znak miłości.

Barka

3. Świadek naszej wiary, którą życiem głosiłeś. Trwały, mocny w próbie, utwierdzałeś swoich braci.

5. Przynoszącym pokój i prawdziwą sprawiedliwość stałeś się wśród ludzi głosicielem miłosierdzia. 6. Swym cierpieniem pokazałeś moc Krzyża Chrystusowego, prowadź zawsze swoich braci drogą Bożej miłości. 7. Matkę naszego Pana dałeś nam za przewodniczkę, poprzez Jej orędownictwo ukazałeś Bożą łaskę. 8. Boże Ojcze miłosierdzia, Synu nasz Odkupicielu, Duchu Święty miłości, Trójcy chwała na wieki. Amen.

Barka Padre Stanisław Szmidt, Cesáreo Gabarain PL 1. Pan kiedyś stanął nad brzegiem, szukał ludzi gotowych pójść za Nim, by łowić serca słów Bożych prawdą. O Panie, to Ty na mnie spojrzałeś, Twoje usta dziś wyrzekły me imię. Swoją barkę pozostawiam na brzegu, razem z Tobą nowy zacznę dziś łów. 2. Jestem ubogim człowiekiem, moim skarbem są ręce gotowe

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Barka

do pracy z Tobą i czyste serce. 3. Ty, potrzebujesz mych dłoni, mego serca młodego zapałem, mych kropli potu i samotności. 4. Dziś wypłyniemy już razem łowić serca na morzach dusz ludzkich twej prawdy siecią i słowem życia. ES Pescador de los Hombres Cesáreo Gabarain 1. Tú has venido a la orilla no has buscado ni a sabios ni a ricos tú solo quieres que yo te siga Señor me has mirado a los ojos sonriendo has dicho mi nombre en la arena he dejado mi barca junto a ti buscaré otro mar 2. Tú sabes bien lo que tengo en mi barca no hay oro ni espadas, tan solo redes y mi trabajo. 3. Tú pescador de otros mares ansia eterna de almas que esperan, amigo bueno que así me llamas

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EN 1. Lord, You have come to the lakeshore looking neither for wealthy nor wise ones. You only asked me to follow humbly. O, Lord, with Your eyes set upon me, gently smiling, You have spoken my name; all I longed for I have found by the water, at Your side, I will seek other shores.

Błogosławcie Pana

4. Tú necesitas mis manos mi trabajo que otros descanse amor que quiera seguir amando.

2. You know so well my possessions; my boat carries no gold and no weapons; But nets and fishes – my daily labor. 3. You need my hands, full of caring, through my labors to give others rest, and constant love that keeps on loving. 4. You, who have fished other oceans ever longed-for by souls who are waiting, my loving friend, as thus You call me.

Błogosławcie Pana Música: Marcin Pokusa, Piotr Ziemowski Letra: Ps 34 PL Błogosławcie Pana wszystkie ludy ziemi, chwalcie Go i wysławiajcie na wieki!

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Błogosławcie Pana

1. Chcę błogosławić Pana w każdym czasie, na ustach moich zawsze Jego chwała. Dusza moja będzie się chlubiła w Panu, niech słyszą pokorni i niech się weselą! 2. Szukałem Pana, a On mnie wysłuchał i uwolnił od wszelkiej trwogi. Spójrzcie na Niego, promieniejcie radością, a oblicza wasze nie zaznają wstydu! 3. Powściągnij swój język od złego, a twoje wargi od słów podstępnych. Odstąp od złego, czyń dobro, szukaj pokoju, idź za Nim! 4. Pan jest blisko skruszonych w sercu i wybawia złamanych na duchu. Pan uwalnia dusze sług swoich, nie dozna kary, kto się doń ucieka. EN Bless the Lord all nations, extol Him all the peoples, Give Him praise and glorify Him forever! 1. I will bless Yahweh at all times, His praise continually on my lips. I will praise Yahweh from my heart; let the humble hear and rejoice. 2. I seek Yahweh and He answers me, frees me from all my fears. Fix your gaze on Yahweh and your face will grow bright, you will never hang your head in shame.

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IT Benedite il Signore popoli tutti Lodatelo e date gloria nei secoli

Błogosławieni miłosierni Himno de la XXXI JMJ Cracovia 2016 Música: Jakub Blycharz PL 1. Wznoszę swe oczy ku górom, skąd przyjdzie mi pomoc; pomoc od Pana, wszak Bogiem On miłosiernym jest!

Błogosławieni miłosierni

3. Guard your tongue from evil, your lips from any breath of deceit. Turn away from evil and do good, seek peace and pursue it.

2. Kiedy zbłądzimy, sam szuka nas, by w swe ramiona wziąć, rany uleczyć Krwią swoich ran, nowe życie tchnąć! Błogosławieni miłosierni, albowiem oni miłosierdzia dostąpią! 3. Gdyby nam Pan nie odpuścił win, któż ostać by się mógł? Lecz On przebacza, przeto i my czyńmy jak nasz Bóg! 4. Pan Syna Krwią zmazał wszelki dług, Syn z grobu żywy wstał;

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Błogosławieni miłosierni

„Panem jest Jezus” — mówi w nas Duch. Niech to widzi świat! [BRIDGE] Więc odrzuć lęk i wiernym bądź, swe troski w Panu złóż i ufaj, bo zmartwychwstał i wciąż żyje Pan, Twój Bóg! EN 1. I lift my eyes to the mountains; from where shall help come to me? My help will come from the Lord, my God, for He is merciful! 2. When we are lost, He searches for us, To hold us in His arms, His holy Blood will heal our wounds, To breathe new life into us! Blest are the merciful; blest are the merciful, for it is mercy that shall be shown to those who show mercy. 3. Unless the Lord for gives when we fall, We wouldn’t be able to stand. But He forgives, He pardons us all. Let us do the same. 4. God paid our debts with the Blood of His Son, Who rose alive from the tomb. The Spirit within cries out to the world: Jesus is the Lord!

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ES 1. Levanto los ojos a los montes, ¿quién me ayudará? La ayuda me viene del Señor, por su gran compasión 2. Aun cuando estamos en el error nos abraza con Su amor Con Su sangre nuestro dolor al fin se sanará Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán Misericordia. 3. Si no perdonamos ¿quién ganará? ¿quién puede sostenerse en pie? ¡Si Él nos perdona nosotros también, hagamos como nuestro Dios!

Błogosławieni miłosierni

[BRIDGE] So cast aside your fear and have faith, give your cares to the Lord and trust in Him, for He is risen: the Lord, your God, is alive!

4. En la cruz Él nos redimió, de la tumba resucitó ¡Jesucristo es el Señor! ¡Al mundo hay que anunciar! [PUENTE] Hay que soltar el miedo y ser fiel Con la mirada en Su amor Confiar porque Él resucitó! ¡Vive el Señor! IT Traducido por Valerio Ciprì 1. Sei sceso dalla tua immensità in nostro aiuto. Misericordia scorre da te sopra tutti noi.

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Błogosławieni miłosierni

2. Persi in un mondo d’oscurità lì Tu ci trovi. Nelle tue braccia ci stringi e poi dai la vita per noi. Beato è il cuore che perdona! Misericordia riceverà da Dio in cielo! 3. Solo il perdono riporterà pace nel mondo. Solo il perdono ci svelerà come figli tuoi. 4. Col sangue in croce hai pagato Tu le nostre povertà. Se noi ci amiamo e restiamo in te il mondo crederà! [BRIDGE] Le nostre angosce ed ansietà gettiamo ogni attimo in te. Amore che non abbandona mai, vivi in mezzo a noi! RU 1. Очи мои возвожу к горам, Оттуда жду помощи; Помощь от Господа, ибо Он Бог Милосердный! 2. Если заблудимся Он ищет нас, Чтобы в объятья принять; Раны омыть в крови Своих ран, Новую жизнь нам дать! Припев: Благословенны милосердные, Ибо у Бога они помилованы будут! 3. Если б Господь не простил нам грех, Кто устоять бы смог?

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4. Бог кровью Сына омыл всякий долг, Сын встал из гроба живой; «Господь — Иисус» — говорит в нас Дух. Пусть это видит мир! [BRIDGE] Оставь свой страх и верным будь, Заботы Богу отдай И уповай, Он воскрес и вот Жив Господь, твой Бог! FR 1. Joie de lever le regard vers les monts D’où me viendra le secours, Secours du Seigneur tout au long des jours : Dieu Saint, Miséricorde !

Błogosławieni miłosierni

Но Он прощает, будем и мы Поступать как Бог!

2. Joie d’être pris dans les bras du Berger : Lui-même vient nous chercher ! Par ses blessures nous sommes guéris : Christ est Souffle de vie ! Heureux les coeurs miséricordieux, Car ils obtiendront miséricorde ! Heureux les coeurs aimants, Ouverts à l’amour de Dieu le Père ! 3. Joie d’espérer contre toute espérance ! Qui loin de Dieu survivrait ? Mais Son pardon vient changer nos coeurs, Alors, vivons de Lui !

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Błogosławieni miłosierni

4. Joie d’être en paix grâce au Fils rédempteur : Christ a surgi du tombeau ! « Jésus est Seigneur ! » clame en nous l’Esprit : Que le monde Le voie ! [BRIDGE] Chrétien, quitte la peur, sois fidèle : Remets à Dieu tes soucis ! Aie confiance en lui, car il est ressuscité, Vivant à jamais ! DE 1. Mein Blick richtet sich auf zu den Höh’n Von wo mir Hilfe naht All meine Hilfe such’ ich in ihm Gott der Barmherzigkeit 2. Hab’ ich mich verlaufen, so suchst du mich Herr Hältst mich in deinem Arm In meinem Schmerz begegnest du mir Nimmst mich bedingungslos an. Selig die Barmherzigen, die in der Liebe sind Denn sie werden Erbarmen finden. 3. Wenn nicht du die Schuld vergibst, Wer könnte vor dir besteh’n In der Vergebung liegt alle Kraft Die Kraft die uns fähig macht 4. Die Schuld ist getragen von Gottes Sohn Steigt von den Toten herauf Sein Heiliger Geist lässt es uns hör’n „Jesus ist der Herr“

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Bóg jest miłością Música: Hubert Kowalski PL Miłość mnie pochwyciła. Miłość mnie ogarnęła. Miłość mnie odmieniła. Miłość to moja siła.

Cała ziemio, wołaj

[BRIDGE] Und jede Angst, sie weicht vor ihm Denn er hat dich befreit Vertraue auf die Kraft des Herrn Er lebt für alle Zeit

Ty, Panie, moje serce znasz, prowadzisz do świątyni bram. Przygarniasz mnie, bo chcesz, bym odkrył, że to Bóg miłością jest! Miłością jest!

Cała ziemio, wołaj Música: Padre Dawid Kusz OP PL Cała ziemio, wołaj z radości na cześć Pana, raduj się, wesel się! Cała ziemio, wołaj z radości na cześć Pana, alleluja, alleluja! 1. Śpiewajcie Panu pieśń nową, albowiem uczynił cuda,

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Deus Caritas est

zwycięstwo mu zgotowała Jego prawica, i święte ramię Jego. 2. Pan okazał swoje zbawienie, na oczach pogan objawił swą sprawiedliwość, wspomniał na dobroć i na wierność swoją dla domu Izraela. 3. Ujrzały wszystkie krańce ziemi zbawienie Boga naszego. Wołaj z radości na cześć Pana, cała ziemio, cieszcie się, weselcie i grajcie. 4. Śpiewajcie Panu przy wtórze cytry, przy wtórze cytry i przy dźwięku harfy, przy trąbach i przy głosie rogu na oczach Pana, Króla, się radujcie. 5. Niech szumi morze i wszystko, co w nim żyje, krąg ziemi i jego mieszkańcy. Rzeki niech klaszczą w dłonie, góry niech razem wołają z radości.

Deus Caritas est Henryk Jan Botor

LAT Deus Caritas est, Deus Caritas est, et qui manet in caritate, in Deo manet, et Deus manet in eo 1. Diligamus in vicem, quoniam caritas ex Deo est, et omnis qui diligit, ex Deo natus est et cognoscit Deum. 2. In hoc apparuit caritas Dei in nobis quoniam Filium suum unigenitum misit Deus in mundum, ut vivamus per eum.

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4. Si diligamus invicem Deus in nobis manet et caritas eius in nobis consummata in nobis consummate est. 5. Nos diligimus quoniam ipse prior dilexit nos, Et hoc mandatum habemus ab eo ut qui diligit Deum, diligat et fratrem suum.

Emmanuel

3. Si sic Deus dilexit nos, et nos debemus alterutrum diligere, et nos debemus alterutrum diligere.

6. Vidate qualem caritatem dedit nobis Pater, ut filii Dei nominemur et sumus!

Emmanuel Himno de la XV JMJ Roma 2000 Marco Brusati, Mauro Labellarte, Marco Mammoli, Massimo Versaci IT 1. Dall’orizzonte una grande luce viaggia nella storia e lungo gli anni ha vinto il buio facendosi Memoria, e illuminando la nostra vita chiaro ci rivela che non si vive se non si cerca la Verita… Da mille strade arriviamo a Roma sui passi della fede, sentiamo l’eco della Parola che risuona ancora da queste mura, da questo cielo per il mondo intero: e vivo oggi,

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Emmanuel

e l’Uomo Vero Cristo tra noi. Siamo qui sotto la stessa luce sotto la sua croce cantando ad una voce. E’ l’Emmanuel Emmanuel, Emmanuel. E’ L’Emmanuel, Emmanuel. 2. Dalla città di chi ha versato il sangue per amore ed ha cambiato il vecchio mondo vogliamo ripartire. Seguendo Cristo, insieme a Pietro, rinasce in noi la fede, Parola viva che ci rinnova e cresce in noi. 3. Un grande dono che Dio ci ha fatto è Cristo, il suo Figlio, e l’umanità è rinnovata, è in Lui salvata. E’ vero uomo, è vero Dio, è il Pane della Vita, che ad ogni uomo ai suoi fratelli ridonerà. 4. La morte è uccisa, la vita ha vinto, è Pasqua in tutto il mondo, un vento soffia in ogni uomo lo Spirito fecondo. Che porta avanti nella storia la Chiesa sua sposa,

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5. Noi debitori del passato di secoli di storia, di vite date per amore, di santi che han creduto, di uomini che ad alta quota insegnano a volare, di chi la storia sa cambiare, come Gesù.

Emmanuel

sotto lo sguardo di Maria, comunità.

6. E’ giunta un’era di primavera, e tempo di cambiare. E’ oggi il giorno sempre nuovo per ricominciare, per dare svolte, parole nuove e convertire il cuore, per dire al mondo, ad ogni uomo: Signore Gesù. Siamo qui… E’ l’Emmanuel, Dio con noi Cristo tra noi. Sotto la sua croce E’ l’Emmanuel, Emmanuel Sotto la stessa croce cantando ad una voce. E’ l’Emmanuel, Dio con noi Cristo tra noi. Sotto la sua croce E’ l’Emmanuel, Emmanuel Sotto la stessa croce cantando ad una voce.

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Emmanuel

PL Traducido por Padre Grzegorz Suchodolski 1. Zza horyzontu wielka światłość, wciela się w historię i zwyciężając mroki czasu, staje się Pamiątką. Oświecając nasze życie, jasno nam objawia: że tylko poszukując Prawdy, życie ma sens. Ścieżkami świata, po śladach wiary, przybywamy do Rzymu, by tam usłyszeć echo Słowa, które wciąż rozbrzmiewa. To rzymskie mury, to rzymskie niebo przekazują światu: że żyje On — prawdziwy Człowiek, Chrystus wśród nas. I my z Nim: objęci Jego światłem, złączeni Jego krzyżem, śpiewamy jednym głosem: Emmanuel, Emmanuel, Emmanuel Emmanuel, Emmanuel. 2. Z miasta, w którym dla miłości, wiele krwi przelano, które zmieniło obraz świata, ufnie wyruszamy. Razem z Piotrem, wpatrzeni w Pana, umacniamy wiarę; żywe Słowo nas odnawia i wzrasta w nas. 3. Ten wielki dar samego Boga, to Chrystus — Syn Jego i cała ludzkość odnowiona i w Nim wybawiona. Prawdziwy Bóg, prawdziwy Człowiek, On jest Chlebem Życia i wszystkim ludziom — swoim braciom On daje się. 4. Śmierć pokonana, wygrało życie, Pascha w całym świecie; powiew wiatru w każdym sercu: Duch Zmartwychwstałego. To On prowadzi poprzez wieki, Kościół — swą Wybrankę, pod czujnym okiem Maryi Panny, wspólnotę serc.

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6. Nadeszła już godzina wiosny, czas łaski na przemianę. Nie czekaj jutra, „dziś” jest darem — przyjmij to z zapałem. Powroty szczere, słowa nowe, serca nawrócenie. Chrystus niesie każdemu z ludzi nowości czas.

Emmanuel

5. I oto my jako dłużnicy historii stuleci, wielu istnień dla miłości, świętych, co wierzyli; ludzi, co za wielką cenę uczyli nas latać; tych, co wieki przemieniali jak Chrystus Pan.

ES 1. Del horizonte una gran luz viaja por la historia ha vencido la oscuridad haciéndose Memoria. E iluminando nuestra vida nos revela claro que no se vive si no se busca a la Verdad… Por mil caminos a Roma entramos siguiendo nuestra fe sentimos el eco de la Palabra que aun resuena desde estos muros y este cielo por el mundo entero. el Hombre verdadero está vivo: Cristo esta aquí Y aquí bajo la misma luz, bajo su misma cruz, cantamos a una voz: Emmanuel, Emmanuel, Emmanuel Emmanuel, Emmanuel.

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Emmanuel

2. De la ciudad de quien ha dado su sangre por amor y ha cambiado el viejo mundo, volvemos a partir siguiendo a Cristo, junto a Pedro renace nuestra fe: Palabra Viva que nos renueva y llama a crecer. 3. El gran regalo que Dios nos hizo es Cristo, su Hijo; en Él la humanidad tiene vida y salvación. Es verdadero Dios y Hombre, Es Pan de Vida, que a todo hombre, a sus hermanos él mismo dará. 4. Somos deudores del pasado, de siglos de historia, de vidas dadas por amor, de santos que han creído, de hombres que nos enseñaron a volar muy alto y ¿quién sabe cambiar la historia como Jesús? Y aquí… (Cantando a una voz) Emmanuel, Emmanuel, Emmanuel Emmanuel, Emmanuel. Y aquí…

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Emmanuel

PT No horizonte uma Grande Luz viaja na história, Através dos anos, vencendo as trevas, fazendo-se memória, Iluminando a nossa vida, claro nos revela, Que não se vive se não se busca a Verdade. De mil caminhos chegando aqui, nos passos, muita fé. Ouvimos o eco da Palavra que ressoa ainda, E da canção sob este Céu: Para o mundo inteiro Está vivo hoje o Homem Vero, Cristo entre nós. E aqui, Sob essa mesma Luz, sob essa mesma Cruz, Cantamos a uma voz: Emmanuel, Emmanuel, Emmanuel! Emmanuel, Emmanuel! E da cidade em que derramou Seu Sangue por amor, Que vem mudando o velho mundo, recomeçaremos, Seguindo Cristo. Junto a Pedro renasce em nós a fé, Palavra viva que nos renova, e cresce em nós. O grande dom que Deus nos deu, Cristo, o Seu Filho, A humanidade renovada é nele salvada. É Vero Homem, Vero Deus, é o Pão da Vida, Que a todo homem e aos Seus irmãos se entregará. Ce don si grand que Dieu nous a fait, le Christ son Fils unique; l’humanité renouvelée par lui est sauvée. Il est Vrai homme, il est Vrai Dieu, il est le Pain de Vie Qui pour chaque homme pour tous ses frères Se donne encore. Y llegó un era de primavera, el tiempo de cambiar. Y es el día, siempre nuevo, para recomenzar, Cambiar de rute con palabras nuevas, cambiar el corazón, Para decir al mundo e a todo el hombre: Cristo Jesús!

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Emmanuel

Y aquí, Sob esa misma Luz, sob esa misma Cruz, Cantamos a una voz: Emmanuel, Emmanuel, Emmanuel! Emmanuel, Emmanuel! Morreu a morte, venceu a Vida: é Páscoa em todo mundo. Um vento sopra em todo homem, o Espírito Fecundo! E leva adiante, na história, a Igreja, Sua Esposa, Sob o olhar de Maria. Comunidade. Nós, devedores do passado, em séculos de histórias De vidas dadas por amor, de santos que esperaram, Com homens que, ousando alto, nos mostram o infinito. Pois nossa história só vai mudar, se for com Jesus. E aqui… Chegou o tempo de primavera, tempo de mudar. É hoje o dia, sempre novo, pra recomeçar, Mudar de rota com palavras novas, mudar o coração, Pra dizer ao mundo e a todo homem: Senhor Jesus! E aqui… FR Ce don si grand que Dieu nous a fait, le Christ son Fils unique; l’humanité renouvelée par lui est sauvée. Il est Vrai homme, il est Vrai Dieu, il est le Pain de Vie Qui pour chaque homme pour tous ses frères Se donne encore. EN From the horizon a great light Travels through history

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Emmanuel

And through the years it has conquered the darkness Making of itself a Memory, And lighting our lives Clearly it reveals to us That you don’t live unless you seek The Truth. …Emmanuel. From a thousand roads we have arrived in Rome With the footsteps of faith We hear the echo of the Word That still resounds From these walls, from this sky Through the whole world He’s alive today, He’s the True Man, Christ among us. We are here Under the same light Under His cross Singing with voice united: Emmanuel. Emmanuel, Emmanuel Emmanuel, Emmanuel. From the city of those who have shed Their blood for love And have changed the old world, We want to set out again. Following Christ, together with Peter, the faith is reborn in us, A living word that renews us And grows within us.

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Emmanuel

A great gift that God has given us Is Christ his Son, And humanity is renewed, It is saved in him. He is true man, he is true God, He’s the Bread of Life That will give himself again to every person And to his brethren. Death is killed, life has won, It is Easter throughout the world, A wind blows in every person: The fruitful Spirit. That leads the Church, his Bride, Forward through history, Under the watch of Mary Community We debtors of the past For centuries of history, For lives given for love, For saints who have believed, For people who taught us to fly To a high level, For those who can change history, Like Jesus. An era of springtime has arrived Now it’s time to change. Today is the ever-new day To start again, To give looks, new words And convert hearts. To say to the world, to every person: Jesus is Lord!

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Chris Tomlin, Jesse Reeves, Ed Cash EN The splendor of a king Clothed in majesty Let all the earth rejoice All the earth rejoice He wraps Himself in light And darkness tries to hide And trembles at His voice Trembles at His voice

How Great is Our God

How Great is Our God

How great is our God Sing with me How great is our God And all will see How great, how great is our God Age to age He stands And time is in His hands Beginning and the end Beginning and the end The Godhead Three in One Father, Spirit, Son Lion and the Lamb Lion and the Lamb Name above all names Worthy of all praise My heart will sing How great is our God

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How Great is Our God

Name above all names You are worthy of all praise And my heart will sing How great is our God ES El esplendor de un rey vestido en majestad la Tierra alegre está la tierra alegre está cubierto esta de luz venció la oscuridad y tiembla su voz tiembla su voz ¡Cuán grande es Dios! ¡Cántale cuán grande es Dios! ¡y todos lo verán cuán grande es Dios! Día a día Él está y el tiempo está en Él Principio y el fin Principio y el fin La trinidad en Dios El Padre, Hijo, Espíritu Cordero y el León Cordero y el León Tu nombre sobre todo es eres digno de alabar y mi ser dirá

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Glorioso Re dei Re Vestito in Maestà La terra gioirà, la terra gioirà Splendente Sei Signor La voce Tua si udrà Il male tremerà Il male tremerà Sei Grande oh Dio, canta che Egli è un Grande Dio Si vedrà che Grande Dio è il nostro Dio

Jesteśmy piękni

IT Grande Dio (How Great is Our God)

Dio Eterno Sei mio Re per sempre regnerai Principio e fine sei, principio e fine sei Sovrano e Signor, Figlio e Spirito Il Leone e l’Agnel, il Leone e l’Agnel Sei Grande oh Dio, canta che Egli è un Grande Dio Si vedrà che Grande Dio è il nostro Dio Tutto Sei per me degno sei oh Re Il mio cuore canta a Te oh Dio

Jesteśmy piękni Piotr Pałka PL Jesteśmy piękni Twoim pięknem, Panie, Jesteśmy piękni Twoim pięknem, Panie. Ty otwierasz nasze oczy na piękno Twoje, Panie, Ty otwierasz nasze oczy, Panie. Ty otwierasz nasze oczy na piękno Twoje, Panie, Ty otwierasz nasze oczy, Panie — na Twoje piękno. EN We are beautiful with Your beauty, O Lord, We are beautiful with Your beauty, O Lord.

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Jesus Christ You are My Life

You open our eyes to Your beauty, Lord, You open our eyes, Lord. You open our eyes to Your beauty, Lord, You open our eyes, Lord — to Your beauty.

Jesus Christ You are My Life Marco Frisina VERSIÓN ORIGINAL Estribillo en EN Jesus Christ, You are my life, alleluia, alleluia. Jesus Christ, You are my life. You are my life, alleluia. IT Tu sei via, sei veritá, Tu sei la nostra vita, camminando insieme a Te vivrem o in Te per sempre. ES En el gozo caminaremos trayendo tu evangelio; testimonios de caridad, hijos de Dios en el mundo. FR Tu nous rassembles dans l’unité réunis dans ton grand amour, devant toi dans la joie nous chanterons ta gloire.

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IT Cristo vive in mezzo a noi, alleluia, alleluia. Cristo vive in mezzo a noi, in mezzo a noi, alleluia. 1. Tu sei via, sei verità, Tu sei la nostra vita, camminando insieme a Te vivremo in Te per sempre. 2. Ci raccogli nell’unità, riuniti nell’amore, nella gioia dinanzi a Te cantando la Tua gloria.

Jesus Christ You are My Life

VERSIONES EN OTROS IDIOMAS

3. Nella gioia camminerem, portando il Tuo Vangelo, testimoni di carità, figli di Dio nel mondo. EN Jesus Christ, You are my life, alleluia, alleluia. Jesus Christ, You are my life. You are my life, alleluia. 1. Be our Way, our Truth, and our Life. Form us anew in how You died. We embrace the cross that You bore, and will arise in glory.

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Jesus Christ You are My Life

2. Holy fire, come dwell in each heart. Grant us the gifts Your love imparts. Free our tongues to boldly proclaim “Jesus is Lord forever!” 3. Break the yoke of violence and war. Open the hearts of rich to poor. Nations bound by terror and fear long to embrace Your freedom. 4. Senseless walls of hatred divide, vengeance destroys and fear misguides. Teach us mercy: hope for new life; for You alone are holy! FR Jésus-Christ, tu es ma vie, alléluia, alléluia. Jésus-Christ, tu es ma vie, tu es ma vie, alléluia. 1. Tu nous rassembles dans l’unité. Reunis dans ton grand amour. Devant toi dans la joie nous chanterons ta gloire. ES Jesucristo, vives en mí, aleluya, aleluya. Jesucristo, vives en mí, vives en mí, aleluya. 1. Que la Iglesia sea tu voz, un sacramento de santidad.

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2. Cuando sufro persecución por proclamar tu nombre, hallo fuerza al ir con mi cruz junto a ti, ¡oh, Cristo! 3. Si hay odio y hay opresión, haz que tu rostro brille en mí; que mis actos muestren tu paz y tu justicia al mundo. 4. Cumple tu promesa, Señor, lléname con tu Espíritu; que mi vida ayude a traer tu evangelio al mundo.

Jesus Christ You are My Life

Danos fuerza para lograr edificar tu Reino.

5. Tú me unges para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los que están cautivos. 6. Con tu guía déjame ser un instrumento de tu amor; con tu gracia ayúdame hoy a proclamar tus obras. DE Jesus Christ, you are my life. Halleluja, Halleluja. Jesus Christ, you are my life, you are my life, Halleluja. Zeugen deiner Liebe sind wir, Boten des Lichtes in der Welt.

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Jezu, ufam Tobie I

Gott des Friedens, hör unser Flehn. Schenk deinen Frieden allen!

Jezu, ufam Tobie I

Sor Alma Kotowska OSU, Padre Wojciech Kałamarz CM, Henryk Jan Botor PL Jezu, ufam Tobie! Jezu, ufam Tobie! Jezu, ufam Tobie! Jezu, ufam Tobie! 1. Pan nasz, Jezus Chrystus, Bóg prawdziwy, pełen miłosierdzia, dawca łask, kochającym wzrokiem świat ogarnął, czujnym swym spojrzeniem szukał nas. 2. Jezu, nas wezwałeś, więc jesteśmy, by zanurzyć się w Twą świętą Krew i do młodych serc pochwycić iskrę, co tu zapłonęła i tę pieśń: 3. Miłosierdzia cudu chcemy doznać, by je potem wszystkim ludziom nieść, świadczyć słowem, czynem, życiem całym, że nasz Bóg miłością samą jest. 4. W ranach Twoich świętych schronić chcemy siebie, wszystkich ludzi, ziemski glob. Miłosierdzia łaską przemienieni złu, przemocy, wojnom wołać „stop”. 5. Wiernie i radośnie — wielkodusznie chcemy czynić dobro, pokój nieść,

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6. Zjednoczeni z Tobą — pełni Ducha, losy świata chcemy w serca wziąć, by prowadzić braci w wieczne szczęście mocą Twego Słowa — iść pod prąd. 7. Ty nas wiedziesz zawsze drogą pewną wśród autostrad wielu, reklam, lamp, a gdy na poboczu przystajemy, prawdy swej drogowskaz dajesz nam.

Jezu, ufam Tobie II

więźniom głosić wolność, płacz ukoić, nagim dać odzienie, głodnym chleb.

Jezu, ufam Tobie II

Piotr Ziemowski (Grupo Siewcy Lednicy) PL / EN Jezu, ufam Tobie, Jezu Jezu, ufam Tobie, Jezu Otwórzcie drzwi Chrystusowi, On jeden ma słowa życia, Uwierzcie Jego miłości, Co wyszła na spotkanie i prowadzi nas. Do not let your fear hold you back, The future lies within your hands You are the child of peace and hope Do not fear to make your way into the world Jesus I trust in you, Jesus (Jezu, ufam Tobie) Jesus I trust in you, Jesus (Jezu, ufam Tobie) (2x)

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Maria Regina Mundi

Podnieście głowy wysoko, Zobaczcie cel waszej drogi, Nie bójcie się patrzeć w wieczność, Tam czeka na was Ojciec, Który jest miłością. Jezu, ufam Tobie, Jezu (Podnieście głowy) Jezu, ufam Tobie, Jezu (Nie lękajcie się) Jezu, ufam Tobie, Jezu (On pierwszy nas umiłował) Jezu, ufam Tobie, Jezu (Jesus, I trust in you) Jesus, I trust in you, Jesus

Maria Regina Mundi Jan Astriab, Marian Plezia LAT Maria, Regina mundi, Maria, Mater Ecclesiae, Tibi assumus. Tui memores. Vigilamus! Vigilamus! PL Maryjo, Królowo Świata, Maryjo, Matko Kościoła, jesteśmy z Tobą, pamiętamy o Tobie, czuwamy, czuwamy.

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Ben Fielding, Reuben Morgan EN Everyone needs compassion, Love that’s never failing; Let mercy fall on me. Everyone needs forgiveness, The kindness of a Saviour; The Hope of nations.

Mighty to Save

Mighty to Save

Saviour, He can move the mountains, My God is Mighty to save, He is Mighty to save. Forever, Author of salvation, He rose and conquered the grave, Jesus conquered the grave. So take me as You find me, All my fears and failures, Fill my life again. I give my life to follow Everything I believe in, Now I surrender. My Saviour, He can move the mountains… Shine your light and let the whole world see, We’re singing for the glory of the risen King… Jesus (2x) My Saviour, He can move the mountains… My Saviour, You can move the mountains, You are mighty to save,

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Mighty to Save

You are mighty to save. Forever, Author of Salvation, You rose and conquered the grave, Yes You conquered the grave. PL Jesteśmy Twymi dziećmi, potrzebujemy Ciebie, miłości, która trwa, dobroci nieskończonej, łaski i nadziei na wybawienie. Zbawiciel, On porusza góry, On może wybawić mnie, może wybawić mnie na zawsze, sprawca odkupienia zmartwychwstał, pokonał śmierć, Jezus pokonał śmierć. Weź mnie, jakim jestem, z mym grzechem i mym lękiem, wypełnij życie me, ja Tobie się oddaję, całą moją wiarę oddaję Tobie. Chcę być światłem, aby poznał świat — Ciebie Wielki Królu, Zbawicielu nasz — Jezu. IT Tutti cercano l’amore, un amore vero e puro, che il mondo non può dar… Il perdono del Signore, Gesù nostro Salvatore, speranza in Lui troviam.

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Mi affido a te Signore, cancella ogni mio peccato, e dammi vita in Te… Ho deciso di seguirTi, credendo nella Tua Parola, m’arrendo a Te Signor…

Mighty to Save

Gesù muove le montagne, Egli è potente a salvar, è potente a salvar… Per sempre nostro redentore, Gesù è morto per noi, Lui è risorto per noi.

Splendi su di noi e sul mondo inter… (Gesù) Cantiam lode a Te nostro Re dei Re… (Gesù) ES Todos necesitan amor que nunca falla Tu gracia y compasión Todos necesitan perdón y esperanza de un Dios que salva Cristo puede mover montes solo Dios puede salvar Mi Dios puede salvar por siempre autor de salvación Jesús a la muerte venció Él a la muerte venció Aun con mis temores sé que me aceptas

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Mighty to Save

lléname otra vez mi vida entera ofrezco para seguir Tus pasos A Ti me rindo Por la Tierra Tu luz brillará Cantamos por la gloria de Tu majestad Jesús en la Tierra Tu luz brillará Cantamos por la gloria de Tu majestad FR Tous ont besoin d’être aimé, d’un amour sans limite Que ta grâce coule en moi Tous ont besoin de pardon, de la bonté d’un sauveur L’espoir des nations Sauveur, il déplace les montagnes Mon Dieu sauve avec puissance, il sauve avec puissance Pour toujours, créateur du salut Jésus a vaincu la mort, il a vaincu la mort Prends moi tel que je suis, Mes peurs et mes échecs Viens, remplis ma vie Je donne ma vie pour te suivre, Dans tout ce que je crois, Et je me soumets Resplendis pour que le monde voie, nous chantons Pour la gloire du Roi ressuscité, Jésus Resplendis pour que le monde voie, nous chantons Pour la gloire du Roi ressuscité, Jésus

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Urszula Rogala

PL Miłujcie się wzajemnie, tak jak Ja was umiłowałem. Miłujcie się wzajemnie, tak jak Ja was umiłowałem. 1. Gdybym mówił językami ludzi i aniołów, a miłości bym nie miał, stałbym się jak miedź brzęcząca albo cymbał brzmiący. 2. Gdybym też miał dar prorokowania i znał wszystkie tajemnice, i posiadał wszelką wiedzę. I wiarę miał tak wielką, iżbym góry przenosił, a miłości bym nie miał, byłbym niczym.

Miłujcie się wzajemnie

Miłujcie się wzajemnie

3. I gdybym rozdał na jałmużnę całą majętność moją, a ciało wystawił na spalenie, lecz miłości bym nie miał, nic bym nie zyskał. 4. Miłość cierpliwa jest i łaskawa, Miłość nie zazdrości i nie szuka uznania, nie unosi się pychą, i nie szuka swego. 5. Miłość nie unosi się gniewem, nie pamięta złego, nie cieszy się z niesprawiedliwości, lecz weseli się z prawdy. 6. Miłość wszystko znosi, Miłość wszystkiemu wierzy,

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Miłujcie się wzajemnie

we wszystkim pokłada nadzieję, Miłość wszystko przetrzyma. 7. Miłość nigdy nie ustaje, nie jest jak proroctwa, które się skończą. Teraz więc trwają wiara, nadzieja i miłość, z nich największa jest miłość. EN Love one another, as I have loved you Love one another, as I have loved you 1. If I speak in the tongues of men and of angels, but have not love, I am a noisy gong or a clanging cymbal. 2. And if I have prophetic powers, and understand all mysteries and all knowledge, and if I have all faith, so as to remove mountains, but have not love, I am nothing. 3. If I give away all I have, and if I deliver up my body to be burned, but have not love, I gain nothing. 4. Love is patient and kind; love does not envy or boast; it is not arrogant or rude. It does not insist on its own way; 5. Love is not irritable or resentful; it does not rejoice at wrongdoing, but rejoices with the truth.

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Misericordes sicut Pater Himno del Año Jubilar de la Misericordia Música: Paul Inwood PL Misericordes sicut Pater! (4x) 1. Dzięki składajmy Ojcu, ponieważ jest dobry In aeternum misericordia eius Stworzył świat z mądrością In aeternum misericordia eius Prowadzi swój lud przez historię In aeternum misericordia eius Przebacza i przyjmuje swoje dzieci In aeternum misericordia eius

Misericordes sicut Pater

6. Love never ends as for prophecies, they will pass away; So now faith, hope, and love abide, these three; but the greatest of these is love.

2. Dzięki składajmy Synowi, Światłości Narodów In aeternum misericordia eius Który ukochał nas sercem z ciała In aeternum misericordia eius Od Niego otrzymujemy, Jemu się powierzamy In aeternum misericordia eius Niech serce otwiera się na głodnych i spragnionych In aeternum misericordia eius 3. Wypraszajmy od Ducha siedem świętych darów In aeternum misericordia eius Źródło wszelkiego dobra, Najsłodsze Pocieszenie In aeternum misericordia eius

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Misericordes sicut Pater

Przez Niego umocnieni, dajemy pokrzepienie In aeternum misericordia eius Miłość ma nadzieję i wszystko przetrzyma In aeternum misericordia eius 4. Boga wszelkiego pokoju prosimy o pokój In aeternum misericordia eius Ziemia czeka na Ewangelię o Królestwie In aeternum misericordia eius Łaska i radość temu, kto kocha i przebacza In aeternum misericordia eius Będzie niebo nowe i ziemia nowa In aeternum misericordia eius IT Misericordes sicut Pater! (4x) 1. Rendiamo grazie al Padre, perché è buono In aeternum misericordia eius ha creato il mondo con sapienza In aeternum misericordia eius conduce il Suo popolo nella storia In aeternum misericordia eius perdona e accoglie i Suoi figli In aeternum misericordia eius 2. Rendiamo grazie al Figlio, luce delle genti In aeternum misericordia eius ci ha amati con un cuore di carne In aeternum misericordia eius da Lui riceviamo, a Lui ci doniamo In aeternum misericordia eius il cuore si apra a chi ha fame e sete In aeternum misericordia eius

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4. Chiediamo la pace al Dio di ogni pace In aeternum misericordia eius la terra aspetta il vangelo del Regno In aeternum misericordia eius grazia e gioia a chi ama e perdona In aeternum misericordia eius saranno nuovi i cieli e la terra In aeternum misericordia eius

Misericordes sicut Pater

3. Chiediamo allo Spirito i sette santi doni In aeternum misericordia eius fonte di ogni bene, dolcissimo sollievo In aeternum misericordia eius da Lui confortati, offriamo conforto In aeternum misericordia eius l’amore spera e tutto sopporta In aeternum misericordia eius

DE Misericordes sicut Pater! (4x) 1. Dankt dem Vater, denn er ist gut Er schuf die Welt in Weisheit Er führt sein Volk durch die Geschichte Er vergibt seinen Kindern und schließt keines aus. 2. Dankt dem Sohn, dem Licht der Völker Er liebte uns aus ganzem Herzen Wir wollen ihn lieben, wie er uns geliebt hat Und die Herzen für jene öffnen, die hungern und dürsten 3. Bitten wir den Heiligen Geist um seine sieben Gaben Er ist Quelle aller Güte und Hilfe in aller Not Von ihm gestärkt, lasst uns einander stärken Denn die Liebe hofft und hält allem stand.

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Misericordes sicut Pater

4. Bitten wir um Frieden von Gott allen Friedens Die Welt wartet auf die Botschaft des Reiches Gottes Freude und Vergebung werden sein in den Herzen aller ­Kleinen Der Himmel und die Erde werden erneuert. PT Misericordes sicut Pater (4x) 1. Demos graças ao Pai, porque ele é bom In aeternum misericordia eius Ele criou o mundo com sabedoria In aeternum misericordia eius Conduz seu povo na história In aeternum misericordia eius Perdoa e acolhe os seus filhos In aeternum misericordia eius 2. Demos graças ao Filho, Luz das nações In aeternum misericordia eis Ele nos amou com um coração de carne In aeternum misericordia eius Dele recebemos, a Ele nos doamos In aeternum misericordia eius Abra-se o coração a quem tem fome e sede In aeternum misericordia eius 3. Peçamos ao Espírito os sete santos dons In aeternum misericordia eius Fonte de todo bem, dulcíssimo alívio In aeternum misericordia eius Por Ele confortados, ofereçamos conforto In aeternum misericordia eius O amor espera e tudo suporta In aeternum misericordia eius

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ES Misericordes sicut Pater! (Misericordiosos como el Padre) (4x) 1. Demos gracias al Padre, porque es bueno In aeternum misericordia eius (porque su misericordia es eterna) ha creado al mundo con sabiduría In aeternum misericordia eius conduce a su pueblo en la historia In aeternum misericordia eius perdona y acoge a sus hijos In aeternum misericordia eius

Misericordes sicut Pater

4. Peçamos a paz ao Deus de toda paz In aeternum misericordia eius A terra espera o Evangelho do Reino In aeternum misericordia eius Graça e alegria a quem ama e perdoa In aeternum misericordia eius Serão novos os céus e a terra In aeternum misericordia eius

2. Demos gracias al Hijo, luz del mundo In aeternum misericordia eius que nos ha amado con un corazón de carne In aeternum misericordia eius lo que de Él recibimos, a Él se lo ofrecemos In aeternum misericordia eius que nuestro corazón se abra a quienes tienen hambre y sed In aeternum misericordia eius 3. Pidamos al Espíritu sus siete Dones sagrados In aeternum misericordia eius

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Misericordes sicut Pater

Fuente de todo bien, dulce consuelo, in aeternum In aeternum misericordia eius confortados por Él, ofrecemos consuelo In aeternum misericordia eius el amor espera y todo lo soporta In aeternum misericordia eius 4. Pidamos la paz al Dios de toda paz In aeternum misericordia eius La tierra espera el evangelio del Reino In aeternum misericordia eius gracia y alegría a quien ama y perdona In aeternum misericordia eius habrá un cielo nuevo y una tierra nueva In aeternum misericordia eius EN Misericordes sicut Pater! (4x) 1. Give thanks to the Father, for He is good In aeternum misericordia eius He created the world with wisdom In aeternum misericordia eius He leads His people throughout history In aeternum misericordia eius He pardons and welcomes His children In aeternum misericordia eius 2. Give thanks to the Son, Light of the Nations In aeternum misericordia eius He loved us with a heart of flesh In aeternum misericordia eius As we receive from Him, let us also give to Him In aeternum misericordia eius

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3. Let us ask the Spirit for the seven holy gifts In aeternum misericordia eius Fount of all goodness and the sweetest relief In aeternum misericordia eius Comforted by Him, let us offer comforti In aeternum misericordia eius Love hopes and bears all things In aeternum misericordia eius 4. Let us ask for peace from the God of all peace In aeternum misericordia eius The earth waits for the Good News of the Kingdom In aeternum misericordia eius Joy and pardon in the hearts of the little ones In aeternum misericordia eius The heavens and the earth will be renewed In aeternum misericordia eius

Nasze oczekiwanie

Hearts open to those who hunger and thirst In aeternum misericordia eius

Nasze oczekiwanie PL 1. Szukam Ciebie o świcie, Synu Ojca Wiecznego. Szukam Twego oblicza, twarzy brata. Chcę usłyszeć Twe słowa, iść za Tobą po wodzie. Przyjdź, o Panie, i prowadź do miłości. Nasze oczekiwanie na Ciebie, Panie, nie ustanie. Usłysz nasze wołanie. Idziemy Tobie na spotkanie. Nasze oczekiwanie na Ciebie, Panie, nie ustanie. Usłysz nasze wołanie. Idziemy Tobie na spotkanie.

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Nic nas nie zdoła odłączyć

2. Przebacz moją niewierność, jak łotrowi na krzyżu. Tylko w Tobie mam pewność miłosierdzia. Imię Twoje zaniosę w każdy świata zakątek. Przyjdź i pokaż mi drogę do wieczności. Zaniesiemy nadzieję tym, co Ciebie szukają, Wokół niech zajaśnieje imię Twoje. EN 1. I look for You at dawn, Son of the Eternal Father. I look for Your face, the face of my brother. I want to hear Your words, to follow You on the water. Come, Lord, and lead me to love. Our waiting for You will not cease, Lord. Hear our cry. We’re going to meet You. Our waiting for You will not cease, Lord. Hear our cry. We’re going to meet You. 2. Forgive my unfaithfulness, like the thief on the cross. Only in You do I know mercy. I’ll carry Your name to every corner of the world. Come and show me the way to eternity. We will bring mercy to those who seek You, Your name will shine around them.

Nic nas nie zdoła odłączyć PL Nic nas nie zdoła odłączyć od Ciebie, miłości Twej nigdy nie zgaśnie promień.

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Piotr Pałka PL Nie lękajcie się, ja jestem z Wami. Nie lękajcie się, ja jestem z Wami. Nie lękajcie się, Bóg jest miłością. Nie lękajcie się, trwajcie mocni w wierze. 1. Ty jesteś skałą zbawienia, jedyną naszą ostoją, przychodzimy do Ciebie po światło, ulecz nasze serca, zmartwychwstać daj.

Nie lękajcie się I

Nie lękajcie się I

2. Pomóż nam wytrwać przy Tobie, być wiernym przez życia czas, tylko w Tobie cała nasza nadzieja, Miłosierdziem swoim uzdrawiaj nas. 3. Przekażcie światu mój ogień pokoju i miłosierdzia. Nieście wszystkim orędzie nadziei, Moje światło niech świeci wśród was. DE Habt keine Angst, Ich bin mit Euch Habt keine Angst, Ich bin mit Euch Habt keine Angst, Gott ist Liebe Habt keine Angst, Steht fest im Glauben EN Do not be afraid, I am with you. Do not be afraid, I am with you.

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Nie lękajcie się II

Do not be afraid, God is love. Do not be afraid, stand firm in the faith.

Nie lękajcie się II Grupo Siewcy Lednicy PL Nie lękajcie się, nie lękajcie się, otwórzcie drzwi Chrystusowi! 1. Twoja droga, Panie mój, wzywa i zaprasza. Choć za oknem ciemno jest, słyszę Twe wołanie. Więc wychodzę z domu i spotykam braci. Wyruszamy Twoją drogą, nikt już nie jest sam. 2. Chociaż droga trudna jest, serce cię prowadzi. Chrystus zajaśnieje nam, we wschodzącym słońcu, weźmie nas za rękę, powiedzie do domu, tam, gdzie czeka na nas Ojciec, miłujący Bóg. 3. Słońce, które wzejdzie tu, Zbawcę zapowiada. My idziemy pewniej już, patrząc w oczy Pana, On jest naszą drogą, On jest naszą prawdą, On jest naszym życiem, miłujący Bóg. EN Do not be afraid, do not be afraid, open the door to Christ! IT Non abbiate paura, aprire la porta a Gesù!

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Niech Pan udzieli mocy swemu ludowi Cezary Paciorek PL Niech Pan udzieli mocy swemu ludowi. Niech Pan błogosławi swój lud. Niech Pan udzieli mocy nam, darząc nas pokojem.

O Panie, Tyś moim pasterzem Ps 23 (22), Sor Imelda (CSSF), J. Kosko PL 1. O Panie, Tyś moim pasterzem, tak dobrym, że nic mi nie braknie. Do źródeł wód żywych mnie wiedziesz, prostymi ścieżkami prowadzisz.

O Panie, Tyś moim pasterzem

ES No tengas miedo, no tengas miedo de abrir la puerta a Jesús.

Pasterzem moim jest Pan i nie brak mi niczego. (2x) 2. Choć idę przez ciemną dolinę, niczego nie muszę się trwożyć, bo Pasterz mój zawsze jest przy mnie, w obronie mej stanąć gotowy. 3. Do stołu swojego zaprasza, na oczach mych wrogów to czyni, olejkiem mi głowę namaszcza i kielich napełnia obficie.

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Ojciec

4. Twa łaska i dobroć podążą w ślad za mną po dzień mój ostatni, aż dotrę, o Panie, do domu, by z Tobą zamieszkać na zawsze.

O Salutaris Hostia LAT O SALUTARIS Hostia Quae caeli pandis ostium. Bella premunt hostilia; Da robur, fer auxilium. Uni trinoque Domino Sit sempiterna gloria: Qui vitam sine termino, Nobis donet in patria. Amen.

Ojciec Agnieszka Chrostowska, Piotr Ziemowski (Grupo Siewcy Lednicy) PL Ojcze, prowadź mnie, prowadź mnie, wola Twa niech dzieje się! 1. Prowadź mnie tam, gdzie mój dom, z Tobą chcę zamieszkać w nim. Siłę daj na każdy trudny krok, tylko w Tobie nadzieję mam! 2. Błądzę i upadam wciąż, jestem jak marnotrawny syn,

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Życie dajesz mi, drogę, aby iść. Ojcze, prowadź mnie, chcę, byś przy mnie był. IT Padre, guidami, guidami, Sia fatta la Tua volontà!

Oto są baranki młode Jacek Gałuszka

Oto są baranki młode

ale w Imię Twe podnoszę się, by dalej iść po śladach Twych.

PL Oto są baranki młode, oto ci, co zawołali alleluja! Dopiero przyszli do zdrojów, światłością się napełnili, Alleluja, alleluja! Na Baranka Pańskich godach, w szat świątecznych czystej bieli, po krwawego morza wodach nieśmy Panu pieśń weseli. W swej miłości wiekuistej On nas swoją Krwią częstuje, nam też Ciało swe przeczyste Chrystus Kapłan ofiaruje. Na drzwi świętą Krwią skropione anioł mściciel z lękiem wziera,

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Przyjdę do was w Moim Duchu

pędzi morze rozdzielone, wrogów w nurtach swych pożera. Już nam Paschą Tyś jest, Chryste, wielkanocną też ofiarą, Tyś Przaśniki nasze czyste dla dusz prostych z szczerą wiarą. O Ofiaro niebios święta, Ty moc piekła pokonywasz, zrywasz ciężkie śmierci pęta, wieniec życia nam zdobywasz. Chrystus piekło pogromiwszy, swój zwycięski znak roztacza, niebo ludziom otworzywszy, króla mroków w więzy wtłacza. Byś nam wiecznie, Jezu drogi, wielkanocną był radością, strzeż od grzechu śmierci srogiej odrodzonych Twą miłością. Chwała Ojcu i Synowi, który z martwych żywy wstaje i Świętemu też Duchowi niech na wieki nie ustaje.

Przyjdę do was w Moim Duchu Jacek Gałuszka, E. Miller PL Przyjdę do was w Moim Duchu I rozraduję wasze serca

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IT Io verrò a voi nel Mio Spirito e il vostro cuore si rallegrerà ES Vendré a ti en Mi Espíritu y se alegrará vuestro corazón FR Je viendrai à toi dans Mon Esprit et votre cœur se réjouira

Skosztujcie i zobaczcie I

EN I will come to you in My Spirit and your hearts will rejoice

PT Eu virei para você em Meu Espírito e seus corações se alegrarão RU Я приду к вам в Моем Духе И возрадуется сердце ваше UKR Я прийду до вас в Моєму Дусі і зрадіє серце ваше

Skosztujcie i zobaczcie I Música: Padre Dawid Kusz OP PL Skosztujcie i zobaczcie, jak dobry jest Pan! Skosztujcie i zobaczcie, jak dobry jest Pan!

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Skosztujcie i zobaczcie II

1. Będę Panu w każdej porze śpiewał pieśń wdzięczności, na mych ustach chwała Jego nieustannie gości. 2. W Panu cała chluba moja, cieszcie się, pokorni! Wspólnie ze mną chwalcie Pana, sławmy imię Jego! 3. Kiedym tęsknie szukał Pana, raczył mnie wysłuchać, i od wszelkiej trwogi mojej raczył mnie uwolnić. 4. Cieszcie się widokiem Jego, On was nie zawiedzie; Pan usłyszał głos biednego, wyrwał go z ucisków. 5. Tych, co Pana się lękają, anioł Pański broni, by ich wyrwać z ręki wroga, szańcem ich osłoni. 6. Więc skosztujcie i zobaczcie, jak Pan jest dobry! Kto do Niego się ucieknie, ten błogosławiony! 7. Z czcią i lękiem służcie Panu, święty ludu Boży, bo nie zazna niedostatku, kto się boi Pana. 8. W nędzy znajdą się bogacze, będą łaknąć chleba; ci zaś, co szukają Pana, obfitować będą.

Skosztujcie i zobaczcie II Paweł Bębenek PL Skosztujcie i zobaczcie, jak dobry jest Pan! Skosztujcie i zobaczcie, jak dobry jest Pan! 1. Będę błogosławił Pana po wieczne czasy, Jego chwała będzie zawsze na moich ustach.

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2. Uwielbiajcie razem ze mną Pana, wspólnie wywyższajmy Jego imię. Szukałem pomocy u Pana, a On mnie wysłuchał i uwolnił od wszelkiej trwogi. 3. Spójrzcie na Niego, a rozpromienicie się radością, oblicza wasze nie zapłoną wstydem. Oto zawołał biedak i Pan go wysłuchał i wybawił ze wszystkich ucisków. 4. Anioł Pana otacza szańcem bogobojnych, aby ocalić tych, którzy w Niego wierzą. Skosztujcie i zobaczcie, jak Pan jest dobry. Szczęśliwy człowiek, który się do Niego ucieka.

Skosztujcie i zobaczcie II

Dusza moja chlubi się Panem, niech słyszą to pokorni i niech się weselą.

IT Gustate e vedete com’è buono il Signore Gustate e vedete com’è buono il Signore 1. Benedirò il Signore in ogni tempo, sulla mia bocca sempre la sua lode. Io mi glorio nel Signore: i poveri ascoltino e si rallegrino. 2. Magnificate con me il Signore, esaltiamo insieme il Suo nome. Ho cercato il Signore: mi ha risposto e da ogni mia paura mi ha liberato.

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Skosztujcie i zobaczcie II

3. Guardate a lui e sarete raggianti, i vostri volti non dovranno arossire. Questo povero grida e il Signore lo ascolta, lo salva da tutte le sue angosce. 4. L’angelo del Signore si accampa attorno a quelli che lo temono, e li libera. Gustate e vedete com’è buono il Signore; beato l’uomo che in lui si rifugia. 5. Temete il Signore, suoi santi: nulla manca a coloro che li temono. I leoni sono miseri e affamati, ma a chi cerca il Signore non manca alcun bene. 6. Gridano e il Signore li ascolta, li libera da tutte le loro angosce. Il Signore è vicino a chi ha il cuore spezzato, egli salva gli spiriti affranti. EN Taste and see the goodness of the Lord Taste and see the goodness of the Lord 1. I will bless the Lord at all times: His praise shall continually be in my mouth. My soul shall make her boast in the Lord: the humble shall hear thereof, and be glad. 2. Glorify the Lord with me; let us together extol His name. I sought the Lord, and He heard me, and delivered me from all my fears.

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4. The angel of the Lord encamps around those who fear Him, and delivers them. Taste and see how good the Lord is; blessed the man who takes refuge in Him.

Tak, tak, Panie

3. Look to Him that you may be radiant with joy, and your faces may not blush with shame. When the poor one called out, the Lord heard and from all his distress He saved him.

Tak, tak, Panie Padre Jan Góra OP, Piotr Ziemowski, Marcin Pokusa PL Tak, tak, Panie, Ty wiesz, że Cię kocham! Tak, tak, Panie, przecież Ty to wiesz! 1. Zapytał Pan o świcie nad jeziorem rybaków, którzy zarzucali sieci: „Z jakim połowem wracacie do domu po pracy na łodzi tej nocy?”. 2. Powiedział Pan o świcie nad jeziorem: „Przynieście ryby, któreście złowili”. Żar ognia płonie, chleb już połamany, Pan czeka na wasze przybycie! 3. Zapytał Pan o świcie nad jeziorem trzy razy apostoła Piotra: „Czy mnie miłujesz bardziej niż inni? Paś owce moje, Ja ci je powierzam!”.

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Tango Francesco

4. „Gdy byłeś młody, chodziłeś dokąd chciałeś, gdy będziesz stary, kto inny cię opasze. I poprowadzi, dokąd ty nie chcesz”. i Piotr usłyszał słowa: „PÓJDŹ ZA MNĄ!”. EN Yes, my Lord, You know, that I love You, Yes, my Lord, You know it’s the truth! DE Ja, mein Gott, ich liebe Dich! Ja, mein Gott, ich liebe Dich! IT Si Signore, io amo Te! Si Signore, io amo Te! ES ¡Sí, Señor, yo Te amo! ¡Sí, Señor, yo Te amo! RU Да, Господи, я Тебя люблю! Да, Господи, я Тебя люблю!

Tango Francesco Grupo Siewcy Lednicy PL Tango dla Pana naszego grajmy. Tango dla niego na głos śpiewajmy. Pokój zanieśmy na cały świat.

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1. Gdzie krzywda jest, tam siejmy przebaczenie, a wiarę tam, gdzie ciągle trwa zwątpienie. Gdzie rozpacz, siejmy nadzieję, a światło mrok wszelki niech rozwieje. Spraw, Panie, bym był narzędziem w rękach Twych. 2. Spraw, bym nie szukał pocieszenia, pocieszać umiał. I zamiast szukać zrozumienia, bym rozumiał. Bo dając, otrzymujemy, a wybaczając, i tak zyskujemy. Spraw, Panie, bym był narzędziem w rękach Twych.

Tantum ergo Sacraméntum LAT Tantum ergo Sacraméntum, Venerémur cérnui: Et antíquum documentum Novo cedat rítui; Præstet fides suppleméntum Sénsuum deféctui.

Tantum ergo Sacraméntum

Niech bratem znów będzie brat. Niech miłość Twa ogarnia nas.

Genitori Genitóque, Laus et iubilátio; Salus, honor, virtus quoque, Sit et benedíctio; Procedénti ab utróque Compar sit laudátio. Amen.

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Witaj, pokarmie

ES Veneremos, pues, postrados tan grande Sacramento; y la antigua imagen ceda el puesto al nuevo rito; la fe reemplace La incapacidad de los sentidos. Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y gloria, salud, honor, poder y bendición; una gloria igual sea dada a aquel que de uno y de otro procede. Amén. PL Przed tak wielkim Sakramentem upadajmy wszyscy wraz, niech przed Nowym Testamentem starych praw ustąpi czas. Co dla zmysłów niepojęte, niech dopełni wiara w nas. Bogu Ojcu i Synowi hołd po wszystkie nieśmy dni. Niech podaje wiek wiekowi hymn triumfu, dzięki, czci. A równemu Im Duchowi niechaj wieczna chwała brzmi. Amen.

Witaj, pokarmie Paweł Bębenek PL 1. Witaj, pokarmie, w którym niezmierzony nieba i ziemie Twórca jest zamkniony.

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2. Witaj, krynico wszystkiego dobrego, gdy bowiem w sobie masz Boga samego, znasz ludziom wszystkie Jego wszechmocności niesiesz godności. 3. Witaj, z niebiosów manno padająca, rozkoszny w sercu naszym smak czyniąca, wszystko na świecie, co jedno smakuje, w tym się znajduje.

Wypłyń na głębię

Witaj, napoju zupełnie gaszący umysł pragnący.

4. Witaj, rozkoszne z ogrodu rajskiego drzewo owocu pełne żywiącego, kto Cię skosztuje, śmierci się nie boi, choć nad nim stoi. 5. Witaj, jedyna serc ludzkich radości, witaj, strapionych wszelka łaskawości, Ciebie dziś moje łzy słodkie szukają, K’Tobie wołają.

Wypłyń na głębię Jacek Sykulski PL Nie bój się, wypłyń na głębię. Jest przy Tobie Chrystus. EN Don’t be afraid to put out into the deep Christ is with you.

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Wypłyń na głębię 230

FR N’aie pas peur d’aller en eau profonde Le Christ est avec toi. ES No tengas miedo, de ir a lo profundo Cristo está contigo. UKR Не бійся, виплинь на глибінь. Христос з тобою.

TEXTOS DE LA MISA

Ordo Missæ RITUS INITIALES S. In nómine Patris, et Fílii, + et Spíritus Sancti. O. Amen. 1a FORMULA S. Grátia Dómini nostri Iesu Christi, et cáritas Dei, et communicátio Sancti Spíritus sit cum ómnibus vobis. O. Et cum spíritu tuo. vel: 2a FORMULA S. Grátia vobis et pax a Deo Patre nostro et Domino Iesu Christo. O. Benedictus Deus et Pater Dómini nostri Iesu Christi. vel: Et cum spíritu tuo. vel: 3a FORMULA S. Dóminus vobiscum (vel: Pax vobis). O. Et cum spíritu tuo.

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Actus pænitentialis 1a FORMULA S. Fratres, agnoscámus peccáta nostra, ut apti simus ad sacra mystéria celebránda. Fit brevis pausa silentii. Omnes simul faciunt confessionem: Confíteor Deo omnipoténti, et vobis, fratres, quia peccávi nimis cogitatióne, verbo, ópere et omissióne: (percutientes sibi pectus) mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Maríam semper Vírginem, omnes Angelos et Sanctos, et vos, fratres oráre pro me ad Dóminum, Deum nostrum. S. Misereátur nostri omnípotens Deus et, dimíssis peccátis nostris, perdúcat nos ad vitam ætérnam. O. Amen. vel: 2a FORMULA S. Fratres, agnoscámus peccáta nostra, ut apti simus ad sacra mystéria celebránda. Fit brevis pausa silentii. S. Miserére nostri, Dómine. O. Quia peccávimus tibi. S. Osténde nobis, Dómine, misericórdiam tuam. O. Et salutáre tuum da nobis. S. Misereátur nostri omnípotens Deus et, dimíssis peccátis nostris, perdúcat nos ad vitam ætérnam. Amen.

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Kýrie, eléison. R. Kýrie, eléison. Christe, eléison. R. Christe, eléison. Kýrie, eléison. R. Kýrie, eléison.

Gloria in excélsis Glória in excélsis Deo et in terra pax hominibus bonæ voluntátis. Laudámus te, benedícimus te, adorámus te, glorificámus te, grátias ágimus tibi propter magnam glóriam tuam, Dómine Deus, Rex cæléstis, Deus Pater omnípotens. Dómine Fili unigénite, Iesu Christe, Dómine Deus, Agnus Dei, Fílius Patris, qui tollis peccáta mundi, miserére nobis; qui tollis peccáta mundi, súscipe deprecatiónem nostram. Qui sedes ad déxteram Patris, miserére nobis. Quóniam tu solus Sanctus, tu solus Dóminus, tu solus Altissimus, Iesu Christe, cum Sancto Spíritu: in glória Dei Patris. Amen.

Collecta LITURGIA VERBI Lectiones et cantus Ad finem lectionis significandam, lector subdit: Verbum Dómini. O. Deo grátias.

Evangelium Sequitur Allelúia Diaconus vel sacerdos: Dóminus vobíscum. O. Et cum spíritu tuo. D. Léctio sancti Evangélii secúndum N.

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O. Glória tibi, Dómine. Finito Evangelio, diaconus vel sacerdos dicit: Verbum Dómini. O. Laus tibi, Christe.

Homilia Professio fidei Credo in unum Deum, Patrem omnipoténtem, factórem cæli et terræ, visibilium ómnium et invisibilium. Et in unum Dóminum Iesum Christum, Fílium Dei unigénitum, et ex Patre natum ante ómnia sæcula. Deum de Deo, lumen de lúmine, Deum verum de Deo vero, génitum, non factum, consubstantiálem Patri: per quem ómnia facta sunt. Qui propter nos hómines et propter nostram salútem descéndit de cælis. Ad verba quæ sequuntur, usque ad factus est, omnes se inclinant. Et incarnátus est de Spíritu Sancto ex Maria Vírgine, et homo factus est. Crucifíxus étiam pro nobis sub Póntio Piláto; passus et sepultus est, et resurréxit tértia die, secúndum Scriptúras, et ascéndit in cælum, sedet ad déxteram Patris. Et iterum ventúrus est cum glória iudicáre vivos et mórtuos, cuius regni non erit finis. Et in Spíritum Sanctum, Dóminum et vivificántem: qui ex Patre Filióque procédit. Qui cum Patre et Fílio simul adorátur et conglorificátur: qui locútus est per prophétas. Et unam, sanctam, cathólicam et apostólicam Ecclésiam. Confiteor unum baptísma in remissiónem peccatórum. Et exspécto resurrectiónem mortuórum, et vitam ventúri sæculi. Amen.

Oratio universalis

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LITURGIA EUCHARISTICA Præparatio donorum Celebrans stans postea in medio altáris, versus ad populum, extendens et iungens manus, dicit: Oráte, fratres, ut meum ac vestrum sacrificium acceptábile fiat apud Deum Patrem omnipoténtem. Populus respondet: Suscipiat Dóminus sacrificium de mánibus tuis ad láudem et glóriam nóminis sui, ad utilitátem quoque nostram totiúsque Ecclésiæ suæ sanctæ.

Prex eucharistica S. Dóminus vobiscum. O. Et cum spíritu tuo. S. Sursum corda. O. Habémus ad Dóminum. S. Grátias agámus Dómino Deo nostro. O. Dignum et iustum est. Sacerdos prosequitur præfationem. In fine præfationis, una cum pópulo, ipsam præfationem concludit, cantans vel clara voce dicens: Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth. Pleni sunt cæli et terra glória tua. Hosánna in excélsis. Benedictus qui venit in nómine Dómini. Hosánna in excélsis.

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Prex eucharistica II Vere Sanctus es, Dómine, fons omnis sanctitátis. Hæc ergo dona, quæsumus, Spíritus tui rore sanctífica, ut nobis Corpus et X Sanguis fiant Dómini nostri Iesu Christi. Qui cum Passióni voluntárie traderétur, accépit panem et grátias agens fregit dedítque discípulis suis, dicens: Accípite et manducáte ex hoc omnes: hoc est enim Corpus meum, quod pro vobis tradétur. Simili modo, postquam cenátum est, accipiens et cálicem, íterum grátias agens dedit discípulis suis, dicens: Accípite et bibite ex eo omnes: hic est enim calix Sánguinis mei novi et ætérni testaménti, qui pro vobis et pro multis effundétur in remissiónem peccatórum. Hoc fácite in meam commemoratiónem. C. Mystérium fídei. O. Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias. Deinde sacerdos dicit: Mémores ígitur mortis et resurrectiónis eius, tibi, Dómine, panem vitæ et cálicem salútis offérimus, grátias agéntes, quia nos dignos habuísti astáre coram te et tibi ministráre. Et súpplices deprecámur, ut Córporis et Sánguinis Christi partícipes a Spíritu Sancto congregémur in unum. Recordáre, Dómine, Ecclésiæ tuæ toto orbe diffúsæ, ut eam in caritáte perfícias una cum Papa nostro Francisco et Epíscopo nostro N. (cum episcopali ordine) et univérso clero.

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Meménto étiam fratrum nostrórum, qui in spe resurrectiónis dormiérunt, omniúmque in tua miseratióne defunctórum, et eos in lumen vultus tui admítte. Omnium nostrum, quæsumus, miserére, ut cum beáta Dei Genetríce Vírgine María, beáto Ioseph, eius Spónso, beátis Apóstolis et ómnibus Sanctis, qui tibi a sæculo placuérunt, ætérnæ vitæ mereámur esse consórtes, et te laudémus et glorificémus per Filium tuum Iesum Christum. Per ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipoténti, in unitáte Spíritus Sancti, omnis honor et glória per ómnia sæcula sæculórum. Populus acclamat: Amen.

Prex eucharistica III Vere Sanctus es, Dómine, et mérito te laudat omnis a te cóndita creatúra, quia per Fílium tuum, Dóminum nostrum Iesum Christum, Spíritus Sancti operánte virtúte, vivíficas et sanctíficas univérsa, et pópulum tibi congregáre non désinis, ut a solis ortu usque ad occásum oblátio munda offerátur nómini tuo. Súpplices ergo te, Dómine, deprecámur, ut hæc múnera, quæ tibi sacránda detúlimus, eódem Spíritu santificare dignéris, ut Corpus et X Sanguis fiant Fílii tui Dómini nostri Iesu Christi, cuius mandáto hæc mystéria celebrámus. Ipse enim in qua nocte tradebátur accépit panem et tibi grátias agens benedíxit, fregit dedítque discipulis suis, dicens: Accípite et manducáte ex hoc omnes: hoc est enim Corpus meum, quod pro vobis tradétur.

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Simili modo, postquam cenátum est, accípiens cálicem, et tibi grátias agens benedíxit dedítque discipulis suis, dicens: Accípite et bibite ex eo omnes: hic est enim calix Sánguinis mei novi et ætérni testaménti, qui pro vobis et pro multis effundétur in remissiónem peccatórum. Hoc fácite in meam commemoratiónem. Deinde dicit sacerdos: Mystérium fidei. Et populus prosequitur, acclamans: Mortem tuam annuntiámus, Dómine, et tuam resurrectiónem confitémur, donec vénias. Mémores ígitur, Dómine, eiúsdem Fílii tui salutíferæ passiónis necnon mirábilis resurrectiónis et ascensionis in cælum, sed et præstolántes álterum eius advéntum, offérimus tibi, grátias referéntes, hoc sacrificium vivum et sanctum. Réspice, quæsumus, in oblatiónem Ecclésiæ tuæ et, agnóscens Hóstiam, cuius voluísti immolatióne placári, concéde, ut qui Córpore et Sánguine Fílii tui reficimur, Spíritu eius Sancto repléti, unum corpus et unus spíritus inveniámur in Christo. Ipse nos tibi perfíciat munus ætérnum, ut cum eléctis tuis hereditátem cónsequi valeámus, in primis cum beatissima Vírgine, Dei Genetríce, María, cum beáto Ioseph, eius Spónso, cum beátis Apóstolis tuis et gloriósis Martýribus (cum Sancto N.: Sancto diei vel patrono) et ómnibus Sanctis, quorum intercessióne perpétuo apud te confidimus adiuvári. Hæc Hóstia nostræ reconciliatiónis profíciat, quæsumus, Dómine, ad totíus mundi pacem atque salútem. Ecclésiam tuam, peregrinántem in terra, in fide et caritáte firmáre dignéris cum fámulo tuo Papa nostro Francisco et Epíscopo nostro N. cum episcopali órdine et univérso clero et omni pópulo acquisitiónis tuæ.

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Votis huius famíliæ, quam tibi astáre voluisti, adésto propitius. Omnes fílios tuos ubíque dispérsos tibi, clemens Pater, miserátus coniúnge. Fratres nostros defúnctos et omnes qui, tibi placéntes, ex hoc sæculo transiérunt, in regnum tuum benignus admitte, ubi fore sperámus, ut simul glória tua perénniter satiémur, per Christum Dóminum nostrum, per quem mundo bona cuncta largíris. Per ipsum, et cum ipso, et in ipso, est tibi Deo Patri omnipoténti, in unitáte Spíritus Sancti, omnis honor et glória per ómnia sæcula sæculórum. Populus acclamat: Amen.

RITUS COMMUNIONIS Oratio dominica Praecéptis salutáribus móniti et divina institutióne formáti, audémus dícere: Sacerdos, una cum populo, pergit: Pater noster, * qui es in cælis: * sanctificétur nomen tuum; * advéniat regnum tuum; * fiat volúntas tua, sicut in cælo, et in terra. * Panem. nostrum cotidiánum da nobis hódie; * et dimítte nobis débita nostra, * sicut et nos dimíttimus debitóribus nostris; * et ne nos indúcas in tentatiónem; * sed libera nos a malo. Sacerdos solus prosequitur, dicens: Libera nos, quæsumus, Dómine, ab ómnibus malis, da propítius pacem in diébus nostris, ut, ope misericórdiæ tuæ adiúti, et a peccáto simus semper

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liberi et ab omni perturbatióne secúri: exspectántes beátam spem et advéntum Salvatóris nostri Iesu Christi. Populus orationem concludit, acclamans: Quia tuum est regnum, et potéstas, et glória in sæcula.

Ritus pacis Deinde sacerdos dicit: Dómine Iesu Christe, qui dixísti Apóstolis tuis: Pacem relínquo vobis, pacem meam do vobis: ne respícias peccáta nostra, sed fidem Ecclésiæ tuæ; eámque secúndum voluntátem tuam pacificáre et coadunáre dignéris. Qui vivis et regnas in sæcula sæculórum. Populus respondet: Amen. Sacerdos, ad populum conversus, subdit: S. Pax Dómini sit semper vobiscum. O. Et cum spíritu tuo. Deinde, pro opportunitate, diaconus vel sacerdos subiungit: Offérte vobis pacem. Et omnes, iuxta locorum consuetudines, pacem et caritatem sibi invicem significant.

Fractio panis Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis. Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: miserére nobis. Agnus Dei, qui tollis peccáta mundi: dona nobis pacem.

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Communio Sacerdos: Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit peccáta mundi. Beáti qui ad cenam Agni vocáti sunt. Et una cum pópulo semel subdit: Dómine, non sum dignus ut intres sub tectum meum: sed tantum dic verbo et sanábitur ánima mea.

RITUS CONCLUSIONIS C. Dóminus vobíscum. O. Et cum spíritu tuo. C. Sit nomen Dómini benedíctum. O. Ex hoc nunc et usque in sǽculum. C. Adiutórium nostrum in nómine Dómini. O. Qui fecit cælum et terram. C. Benedícat vos omnípotens Deus, Pater, X et Fílius, X et Spíritus X Sanctus. O. Amen. Diaconus. Ite missa est. O. Deo gratias.

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PLEGARIAS EUCARÍSTICAS Plegaria Eucarística II Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y ✠ Sangre de Jesucristo, nuestro Señor. El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODO DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES

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PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; ____________________________ En los domingos puede decirse: y reunida aquí en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal; ____________________________ y con el Papa N., con nuestro Obispo N. y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad. Acuérdate también de nuestros hermanos que se durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

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Plegaria Eucarística III Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que sean Cuerpo y ✠ Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios. Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

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Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo. Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu. Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo, san José, los apóstoles y los mártires, [san N.: santo del día o patrono] y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda. Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: al tu servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia. ____________________________ En los domingos puede decirse: en el domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal. _____________________________

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Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

Plegaria Eucarística V/C Jesús, modelo de caridad Te damos gracias, Padre fiel y lleno de ternura, porque tanto amaste al mundo que le has entregado a tu Hijo, para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. Él manifiesta a su amor para con los pobres y los enfermos, para con los pequeños y los pecadores. Él nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor; como un padre siente ternura por sus hijos, así tú sientes ternura por tus fieles. Por eso, te alabamos y te glorificamos y, con los ángeles y los santos, cantamos tu bondad y tu fidelidad, proclamando el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo… Te glorificamos, Padre Santo, porque estás siempre con nosotros en el camino de la vida, sobre todo cuando Cristo, tu Hijo, nos congrega para el banquete pascual de su amor.

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Como hizo en otro tiempo con los discípulos de Emaús, él nos explica las Escrituras y parte para nosotros el pan. Te rogamos, pues, Padre todopoderoso, que envíes tu Espíritu sobre este pan y este vino, de manera que sean para nosotros Cuerpo y ✠ Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro. Él mismo, la víspera de su Pasión, mientras estaba a la mesa con sus discípulos, tomó pan, te dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Del mismo modo, tomó el cáliz lleno de vino, te dio gracias con la plegaria de bendición y lo pasó a sus discípulos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Por eso, Padre de bondad, celebramos ahora el memorial de nuestra reconciliación, y proclamamos la obra de tu amor: Cristo, tu Hijo, a través del sufrimiento y de la muerte en cruz, ha resucitado a la vida nueva y ha sido glorificado a tu derecha. Dirige tu mirada, Padre santo, sobre esta ofrenda; es Jesucristo que se ofrece con su Cuerpo y con su Sangre y, por este sacrificio, nos abre el

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camino hacia ti. Señor, Padre de misericordia, derrama sobre nosotros el Espíritu del Amor, el Espíritu de tu Hijo. Fortalece a tu pueblo con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y renuévanos a todos a su imagen. Derrama tu bendición abundante sobre el Papa N., y sobre nuestro Obispo N., que todos los miembros de la Iglesia sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en la fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en la caridad las angustias y las tristezas, las alegrías y las esperanzas de los hombres, y así les mostremos el camino de la salvación. Acuérdate también, Padre, de nuestros hermanos que murieron en la paz de Cristo, y de todos los demás difuntos, cuya fe sólo tú conociste; admítelos a contemplar la luz de tu rostro y llévalos a la plenitud de la vida en la resurrección. Y, cuando termine nuestra peregrinación por este mundo, recíbenos también a nosotros en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria. En comunión con la Virgen María, Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, [san N.: Santo del día o patrono] y todos los santos, te invocamos, Padre, y te glorificamos, Por Cristo, Señor nuestro. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

Plegaria Eucarística sobre la Reconciliación I La Reconciliación como retorno al Padre En verdad es justo y necesario darte gracias, Señor, Padre santo, porque no dejas de llamarnos a una vida plenamente feliz.

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Tú, Dios de bondad y misericordia, ofreces siempre tu perdón e invitas a los pecadores a recurrir confiadamente a tu clemencia. Muchas veces los hombres hemos quebrantado tu alianza; pero tú, en vez de abandonarnos, has sellado de nuevo con la familia humana, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, un pacto tan sólido que ya nada lo podrá romper. Y ahora, mientras ofreces a tu pueblo un tiempo de gracia y reconciliación, lo alientas en Cristo para que vuelva a ti, obedeciendo más plenamente al Espíritu Santo, y se entregue al servicio de todos los hombres. Por eso, llenos de admiración y agradecimiento, unimos nuestras voces a las de los coros celestiales para cantar la grandeza de tu amor y proclamar la alegría de nuestra salvación: Santo, Santo, Santo… Oh Dios, que desde el principio del mundo haces cuanto nos conviene para que seamos santos como tú mismo eres Santo, mira a tu pueblo aquí reunido. Y derrama la fuerza de tu Espíritu, de manera que estos dones sean para nosotros Cuerpo y ✠ Sangre de tu amado Hijo Jesucristo, en quien nosotros somos hijos tuyos. Cuando nosotros estábamos perdidos y éramos incapaces de volver a ti, nos amaste hasta el extremo. Tu Hijo, que es el único justo, se entregó a sí mismo en nuestras manos para ser clavado en la cruz. Pero, antes de que sus brazos extendidos entre el cielo y la tierra trazasen el signo indeleble de tu alianza, quiso celebrar la Pascua con sus discípulos.

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Mientras cenaba con ellos, tomó pan, dando gracias, te bendijo lo partió y se lo dio, diciendo: TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Igualmente, después de haber cenado, sabiendo que él iba a reconciliar todas las cosas en sí mismo por su sangre derramada en la cruz, tomó el cáliz, lleno del fruto de la vid, de nuevo te dio gracias y lo pasó a sus amigos, diciendo: TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA. Así, pues, al hacer el memorial de Jesucristo, nuestra Pascua y nuestra paz definitiva, y celebrar su muerte y resurrección, en la esperanza del día feliz de su retorno, te ofrecemos, Dios fiel y verdadero, la Víctima que devuelve tu gracia a los hombres. Mira con amor, Padre de bondad, a quienes llamas a unirse a ti, y concédeles que, participando del único sacrificio de Cristo, formen, por la fuerza del Espíritu Santo, un sólo cuerpo, en el que no haya ninguna división. Guárdanos a todos en comunión de fe y amor con el Papa N. y nuestro Obispo N.

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Ayúdanos a preparar la venida de tu reino, hasta la hora en que nos presentemos ante ti, santos entre los santos del cielo, con Santa María, la Virgen, y los apóstoles, y con nuestros hermanos difuntos, que confiamos a tu misericordia. Entonces, en la creación nueva, liberada por fin de toda corrupción, te cantaremos la acción de gracias de Jesucristo, tu Ungido, que vive eternamente. Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.

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LISTA DE CANCIONES Abba Ojcze 163 Adoro te devote 166 Aprite le porte a Cristo 167 Barka 169 Błogosławcie Pana 171 Błogosławieni miłosierni 173 Bóg jest miłością 179 Cała ziemio, wołaj 179 Deus Caritas est 180 Emmanuel 181 How Great is Our God 191 Jesteśmy piękni 193 Jesus Christ You are My Life 194 Jezu, ufam Tobie I 198 Jezu, ufam Tobie II 199 Maria Regina Mundi 200 Mighty to Save 201 Miłujcie się wzajemnie 205 Misericordes sicut Pater 207 Nasze oczekiwanie 213

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Nic nas nie zdoła odłączyć 214 Nie lękajcie się I 215 Nie lękajcie się II 216 Niech Pan udzieli mocy swemu ludowi 217 O Panie, Tyś moim pasterzem 217 O Salutaris Hostia 218 Ojciec 218 Oto są baranki młode 219 Przyjdę do was w Moim Duchu 220 Skosztujcie i zobaczcie I 221 Skosztujcie i zobaczcie II 222 Tak, tak, Panie 225 Tango Francesco 226 Tantum ergo Sacraméntum 227 Witaj, pokarmie 228 Wypłyń na głębię 229

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notas

© Copyright Arquidiócesis de Cracovia & Editorial Wydawnictwo św. Stanisława BM, Cracovia 2016, all rights reserved Imprimatur para la edición en polaco: Curia Metropolitana de Cracovia nro. 1367/2016 del 10 de mayo de 2016 Vicario general: obispo Jan Szkodoń Vicecanciller: padre Krzysztof Tekieli Censor: padre Stanisław Szczepaniec Preparación de los textos litúrgicos: padre Krzysztof Porosło Asesoramiento: padre Leopoldo Sayegh LC Meditaciones del Vía Crucis: obispo Grzegorz Ryś Elaboración del examen de conciencia: padre Paweł Mielecki, Tomasz Konturek Elaboración del cancionero: Maciej Barbacki, Elenè Blazquèz, Łukasz Jarocki, Natalia Tokarczyk Diseño de portada: Rachel Lanz Layout y composición tipográfica: Agnieszka Kluzik Traducción: Anna Hajduk, Clara Retta Agradecimientos a: padre Pablo Blanco Revisión: Clara Retta y Agencia de traducción ExLibro Edición técnica: Agnieszka Lipińska Fuente de los textos litúrgicos: Misas de la Virgen María, vol. I: Misal, 2a ed., Coeditores Litúrgicos 1988; Misas de la Virgen María, vol. II: Leccionario, 2a ed., Coeditores Litúrgicos 1988; Misal romano. Texto unificado en lengua española del ordinario de la misa, Coeditores litúrgicos 2006; Liturgia de las Horas según el rito romano, vol. III, 2a ed., Coeditores Litúrgicos 1984. Fragmentos de los escritos del papa Francisco © Copyright Libreria Editrice Vaticana Citas del Diario de santa Faustina Kowalska con la autorización de Padres Marianos de la Inmaculada Concepción de B.V.M. Stockbridge, MA, USA Citas de la Sagrada Escritura según la edición La Biblia, El Libro del Pueblo de Dios (1990), recuperado de http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM ISBN: 978-83-7422-763-6 Tirada: 80 000 ejemplares Imprenta: Drukarnia Bałtycka Sp. z o.o. Impreso en Cracovia, Polonia, 2016

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