INDICE PRESENTACION INTRODUCCION. LOS FAMILIARES DEL CONEJO ZACATUCHE Los lagomorfos Las liebres Los conejos El zacatuche

INDICE PRESENTACION INTRODUCCION LOS FAMILIARES DEL CONEJO ZACATUCHE Los lagomorfos Las liebres Los conejos El zacatuche QUIÉN ES, CÓMO ES Y QUÉ HACE

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LOS CONCEPTOS FAMILIARES CONTENIDO 1. El Fundamento de la Familia 2 2. El Plan de Dios para la Familia 6 3. El Amor de Dios en la Familia

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INDICE PRESENTACION INTRODUCCION LOS FAMILIARES DEL CONEJO ZACATUCHE Los lagomorfos Las liebres Los conejos El zacatuche QUIÉN ES, CÓMO ES Y QUÉ HACE EL CONEJO ZACATUCHE Cómo se le conoce al zacatuche Cómo es el zacatuche Hábitos del zacatuche EN CAUTIVERIO El conejo zacatuche en cautiverio Comportamiento maternal del zacatuche en cautiverio DÓNDE VIVE Y QUÉ PERTURBA AL ZACATUCHE El hábitat del conejo zacatuche El hombre versus el teporingo UNA PROPUESTA: CÓMO CONSERVAR AL ZACATUCHE La encrucijada: extinción o conservación del zacatuche Pobre zacatuche: tan lejos de Dios y tan cerca de la ciudad de México El conejo zacatuche: símbolo de la conservación en México LECTURAS SUGERIDAS GLOSARIO

El conejo zacatuche. Tan lejos de Dios y tan cerca de la ciudad de México Francisco J. Romero y Alejandro Velázquez Instituto Nacional de Ecología-Consejo Nacional de la Fauna

PRESENTACIÓN La riqueza cultural de México es resultado de su enorme diversidad biológica, y del profundo conocimiento que sus grupos étnicos derivaron de los procesos biológicos naturales para manejar sus recursos. Los resultados de muchos estudios etnobotánicos en comunidades indígenas de los últimos 30 años, han puesto en evidencia el gran conocimiento de estos pueblos sobre los procesos ecológicos que rigen el funcionamiento de los ecosistemas naturales. Tal vez uno de los más importantes sea el bajo impacto ambiental del manejo tradicional del suelo, el cual se basa en el uso múltiple de especies. El uso combinado de gramíneas y leguminosas (v.g. maíz y frijol) alternado con el pastoreo de los rastrojos para reincorporar parte de la fertilidad extraída, es un ejemplo sencillo que demuestra una mayor sustentabilidad del cultivo múltiple sobre el monocultivo. Estos sistemas de manejo coinciden con un principio ecológico básico que aplica en los ecosistemas naturales: a mayor diversidad ecológica, mayor equilibrio ecológico. Resulta paradójico que en lugar de utilizar estos principios, la tecnología industrial haya mostrado una tendencia reduccionista en los últimos 200 años, lo cual, al fomentar el uso del monocultivo y sistemas de manejo homogéneos, ha provocado un impacto ambiental que paulatinamente se ha derivado en la desaparición de muchas especies. Como resultado de esto, no sólo ha disminuido la diversidad biológica global, sino además se han afectado una multiplicidad de procesos biológicos fundamentales que hoy están poniendo en peligro la permanencia de muchas especies en el planeta. Si bien la ecología moderna es una ciencia muy joven, los avances realizados en las últimas 3 décadas, han demostrado la importancia de las cadenas tróficas en los ciclos biogeoquímicos de los ecosistemas, así como su papel en el equilibrio ecológico de éstos. Hoy resulta evidente entender que cualquier organismo vivo es parte de un todo armónico y tiene una razón de ser, aunque ésta no resulte evidente a primera vista. Su desaparición tiene como consecuencia inevitable la desaparición de otros organismos que dependen en una u otra forma de él. De

aquí que hoy se ponga tanto énfasis en educar a las nuevas generaciones para que utilicen tecnologías suaves que minimicen el impacto ambiental y protejan mejor los ecosistemas naturales y la flora y la fauna que los componen. Esto hará posible que la riqueza biológica se conserve e incluso, que pueda enriquecerse y por lo tanto suceda lo mismo con nuestra riqueza cultural. Este libro presenta los resultados del estudio de la vida de una pequeña especie. Se trata de un roedor que sólo habita en el eje neovolcánico transversal de México: el conejo de las praderas, zacatuche o teporingo. Aparentemente ha vivido e interactuando con otras muchas especies en esta localidad por muchos cientos de años. Hoy, debido a la actividad humana en el área, el teporingo se encuentra en peligro de extinción. Como es lógico pensar, esta especie forma parte del régimen alimenticio básico de muchas especies importantes como el lince, el coyote, la zorra gris, el cacomixtle, el tlacoyote, el halcón cola roja y el tecolote cornudo, por citar algunas. También juega un papel importante en el ecosistema, ya que dispersa semillas y su pelo es utilizado para la construcción de nidos por algunas especies de aves. De seguir el deterioro de su hábitat, el zacatuche desaparecerá y con él desaparecerán paulatinamente muchas otras especies que se alimentan de él. A su vez, aquellas especies de las cuales él se alimenta, al no tener depredadores, posiblemente proliferarán, transformándose en plagas que generarán un desequilibrio en el ecosistema difícil de predecir. La fragmentación del hábitat del conejo zacatuche es un resultado de constantes actividades humanas. Se estima que su distribución está dividida en 16 unidades aisladas, resultado de la presencia de autopistas, caminos y establecimientos humanos, así como incendios y tala innmoderada, los cuales constituyen barreras que impiden la crianza y reproducción entre las poblaciones de zacatuches. Esto incrementa las probabilidades de extinción de la especie. En un intento por conocer mejor la biología de la especie y orientar las acciones de conservación, el Instituto Nacional de Ecología (INE) y el Consejo Nacional de la Fauna han unido sus esfuerzos apoyando la publicación del presente libro. La presente administración del INE considera como fundamental, apoyar la difiusión de este tipo de trabajos. El Consejo Nacional de la Fauna cuenta con una amplia trayectoria en el campo conservacionista. Esperamos que la conjunción de estos dos esfuerzos, cristalizados en esta publicación, puedan continuarse con mayor intensidad en la publicación de muchos otros textos para el bien de la naturaleza y la cultura de México. Luis Fanjul Coordinador de Asesores Instituto Nacional de Ecología

INTRODUCCIÓN La importancia de salvaguardar el germoplasma existente en el mundo ha sido señalada en múltiples foros y publicaciones como una actividad prioritaria para lograr un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. Actualmente México se ha convertido en un foco de atención a nivel mundial debido a su diversidad biológica extraordinaria y única. Nuestro país ocupa uno de los primeros lugares en cuanto a la presencia de especies endémicas, es decir, tenemos un número muy grande de especies de plantas y animales que sólo se distribuyen en nuestro territorio. El conejo de los volcanes, también llamado teporingo o zacatuche, es un ejemplo de endemismo. Esta especie de conejo sólo se distribuye en una área pequeña y restringida de las montañas del sur y suroeste del Valle de México. Es el conejo más pequeño que existe en nuestro territorio. Su estudio es sumamente interesante debido a que se le considera un conejo primitivo, de ahí la importancia de conocer su origen y sus relaciones biogeográficas y ecológicas. Desde hace 20 años el teporingo está en la lista de las especies en peligro de extinción . Este hecho, además de las características tan específicas que presenta este organismo, han provocado la atención de diversos investigadores a niveles nacional e internacional. Se han realizado muchos esfuerzos en pro de la conservación de esta especie, sin embargo, aún queda mucho por hacer. Los esfuerzos deberán ahora enfocarse a salvaguardar el área de distribución del teporingo; con ello, al mismo tiempo estaremos protegiendo otras especies que se encuentran compartiendo el mismo hábitat. Las montañas del centro de México tipifican una de las regiones transicionales más complejas del mundo. En ella se encuentra una gran variedad de hábitats que albergan organismos exclusivos. El presente libro está dirigido a toda clase de público, en especial al interesado en conocer y proteger a las especies de fauna que se distribuyen en México. En su contenido, los autores nos presentan una descripción sencilla y amena del teporingo, sus hábitos, las experiencias de mantenimiento en cautiverio, el éxito en su reproducción, la situación actual de su hábitat y el peligro que corre esta especie y otras al no proteger su área de distribución. Recomendamos en la lectura fluída y agradable de esta publicación, no dejar de reconocer y valorar el esfuerzo de los autores e investigadores participantes; estamos seguros de que la información contenida y presentada en forma tan amena sólo pudo generarse con un trabajo intenso y prolongado, y con el cariño a esta extraordinaria y exclusiva especie de la fauna mexicana que es el zacatuche. A1 final se ha incluido un Glosario con las definiciones de algunos términos usados en el texto; esperamos que al consultarlo, el lector pueda tener una mejor comprensión del tema. El material que tienen en sus manos representa la unión de esfuerzos de organismos gubernamentales, Instituto Nacional de Ecología y Secretaría de Desarrollo Social (INE-Sedesol), y Organismos No Gubernamentales, Consejo

Nacional de la Fauna y la Asociación Mexicana para la Conservación y Estudio de los Lagomorfos, A.C. (CNF-AMCELA) quienes, interesados en proteger y conservar este tesoro nacional, trabajan en forma conjunta convencidos que sólo con la colaboración de todos los sectores de la población podemos desarrollar programas que nos lleven a materializar nuestros esfuerzos. Esperamos que la publicación de este libro sea el inicio de una alianza en favor de la conservación no sólo del teporingo o zacatuche sino de todos los recursos naturales de nuestro país. Víctor Hugo O'Farrill Ávila Presidente de1 Consejo Nacional de la Fauna

Los familiares del conejo zacatuche Los lagomorfos Los conejos y liebres son mamíferos que se agrupan en el orden Iagomorpha, (lagus = conejo, morpha = forma; forma de conejo), el cual comprende también a las pikas que son numerosas en Asia y Europa, mientras que en América sólo se encuentran en algunas partes de Estados Unidos y Canadá. En contraste, los conejos y liebres están mejor representados a nivel mundial. México es el país más rico del Continente Americano en cuanto a diversidad de lagomorfos ya que posee 14 especies diferentes de conejos y liebres. Cuenta con nueve diferentes especies de conejos, ocho conocidas científicamente como Sylvilagus y una más como Romerolagus, más cinco diferentes tipos de liebres conocidos como Lepus. La mayoría de estos conejos y liebres (ocho en total) son endémicos o exclusivos de nuestro país, y se restringen a zonas muy pequeñas con excepción del conejo montés o mexicano (Sylvilagus cuntcularlus) y de la liebre torda (Lepus caüotfs), que a pesar de ser endémicos viven en una superficie relativamente mayor dentro del territorio nacional.

Los conejos y liebres de México tienen una gran importancia ecológica, ya que junto con los roedores representan el alimento de otros animales del reino animal como coyotes, comadrejas, cacomiztles, linces, halcones, águilas, búhos y algunas serpientes. La alimentación de conejos y liebres incluye pastos, hierbas, arbustos y algunas partes de los árboles, con lo que ocasionan cambios importantes en las plantas permitiendo el control y desarrollo de las poblaciones de éstas. Asimismo, contribuyen a la dispersión de varias especies de plantas porque pueden consumir sus semillas en un lugar y defecarlas en otro sitio diferente. Estos mamíferos también son importantes en todo el territorio nacional como fuente de alimento para los habitantes del sector rural, y además generan ingresos por la obtención de permisos de cacería. En México se aprovechan, dentro de los mamíferos, más conejos y liebres para comer que cualquier otro tipo de animal de caza. Las liebres Las liebres tienen una representación mundial amplia, pero esto no ocurre en Centroamérica ni en América del Sur, y la variedad de liebres en Norteamérica es mucho menor que la de los conejos. De las cinco especies que habitan en México tres son exclusivas del país, de las que poco o nada se sabe de su biología. La liebre torda (Lepus callotis) se encuentra predominantemente en México y en una pequeña zona del sur de Arizona (Estados Unidos). La encontramos desde el noroeste de Chihuahua hasta el noroeste de Oaxaca. Esta liebre alcanza una talla mediana con patas relativamente cortas. Las orejas son largas con el borde blanco y el dorso es de color gris claro a pardo, mientras que los costados se caracterizan por ser blancos al igual que las partes bajas del cuerpo. En la nuca presenta un parche negro que empieza en la base de las orejas. En su parte de arriba la cola es negra y gris claro hacia abajo. El lugar donde vive está constituido por terrenos planos y abiertos en regiones semiáridas en las que predominan pastos y matorrales desérticos. La liebre tropical (Lepus flavigularis) es un animal mediano muy similar a la liebre torda. La coloración del dorso es pardo amarillenta que se continúa hacia la cabeza y las orejas. Los costados y las partes bajas del cuerpo son blancos, y la cola es negra en la parte de arriba y blanca por abajo. Se caracteriza por presentar dos franjas negras en la nuca que se extienden hacia atrás a partir de la base de cada oreja. Esta liebre es la que vive más al sur del Continente Americano, ya que el único lugar donde se le puede encontrar es una pequeña zona del Istmo de Tehuantepec que colinda con el Mar Muerto en la costa de Oaxaca. El hábitat de esta liebre son las zonas de dunas cerca de la costa, con vegetación de pastos y matorral propio de estos lugares. La liebre negra (Lepus insularis) alcanza un tamaño moderado y se caracteriza por la coloración negra que presenta en el cuerpo. Los costados pueden ser un poco más claros pero siempre oscuros; las orejas son de color gris oscuro y la

cola es totalmente negra. Esta especie se encuentra sólo en la isla Espíritu Santo en el Golfo de California, en lugares rocosos de origen volcánico donde crecen pastos y arbustos. Los conejos Al igual que las liebres, los conejos también existen en muchas partes del mundo. No obstante, los conejos conocidos como Sylvilagus habitan exclusivamente en el Continente Americano, presentándose más especies en Norteamérica que hacia la porción media de Sudamérica debido a que sólo algunas de éstas se han adaptado a zonas tropicales. Normalmente, los conejos siempre son más pequeños que las liebres. De todos los tipos de conejos de América, el conejo castellano (Sylvilagus floridanus) es uno de los más importantes porque existe casi en todo el Continente; es el conejo silvestre más común en nuestro país, y se presenta donde viven otros cuatro tipos de conejos en México. Además del castellano, en el territorio nacional existen también otros conejos como el del desierto (Sylvtlagus auduboni), el tropical (Sylvilagus brasitensis) y el matorralero (Sylvilagus bachmani). Como ya se mencionó, México es el país con el mayor número de liebres y conejos endémicos de todo el Continente Americano, entre los que figuran cinco especies del género Sylvilagus. De este grupo, destaca por su tamaño el conejo montés o mexicano (Sylvilagus cunicularius). Es de color café ocre y un poco más oscuro en la línea media del dorso; por ser !a especie de conejo más grande en México, es una de las piezas de consumo de cacería deportiva más buscada. El resto de los conejos exclusivos de nuestro país se encuentra a zonas geográficas muy pequeñas, como es el caso del conejo de Omiltemi Guerrero (Sylvilagus fnsonus), el cual prácticamente se incluye en la categoría de especie en peligro de extinción. Hay otros tipos de conejos que se encuentran solamente en islas, como es el caso del conejo de las Islas Marías (Sylvilagus grayson:), hábitat exclusivo de ellas, en el Pacífico mexicano. Este tipo de conejo también se ha propuesto para ser considerado como en peligro de extinción. El conejo matorralero de Isla San José, Baja California, se encuentra solamente en esa isla que se caracteriza por ser una zona árida con vegetación de cactus y arbustos; dicho hábitat se está deteriorando por h numerosas cabras que ahí se han introducido. El zacatuche El zacatuche o teporingo (Romerolagus diaz) es un tipo de conejo considerado como primitivo por sus características óseas. Asimismo, se ha considerado tradicionalmente cercano a las pikas (Ochotona). Su apariencia física lo

identifica como cualquier otro conejo, sin embargo, sus atributos cromosómicos y reproductivos lo relacionan más con las liebre (Lepus) que con los conejos (Sylvilagus), siendo el conejo de menor tamaño de nuestro país. Así pues, el teporingo es un lagomorfo atípico y es incluido en la lista de especies del Patrimonio Mundial Natural de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). QUIÉN ES, CÓMO ES Y QUÉ HACE EL ZACATUCHE CÓMO SE LE CONOCE AL ZACATUCHE Esta especie (Romerolagus diazi) es considerada extremadamente rara y es conocida como volcano rabbit (conejo de los volcanes). Sin embargo, en su hábitat natural se le conoce localmente por sus nombres vemáculos: zacatuche (más comúnmente) y teporingo. La palabra zacatuche se deriva del náhuatl de los aztecas, antiguos pobladores del centro de México, y significa conejo de los zacatonales, de zacatl, zacate, y tochtli, conejo, lo cual concuerda con su hábitat natural de zacatonales o pastos altos. El significado de la palabra teporingo no es tan claro, pero se cree que tiene relación con la palabra tepolito, que significa e1 de las rocas, lo cual podría referirse al hábitat de este pequeño conejo. Otros nombres menos comunes utilizados para denominar al Romerolagus en su hábitat natural son: burrito (Quchitepec, Morelos), tepol y tepolito (Nevado de Toluca, Estado de México). Originalmente, Fernando Ferrari Pérez describió al zacatuche como Lepus dtazi, con especímenes provenientes de la pendiente noreste del volcán Iztaccíhuatl, Puebla, México. Posteriormente, el género Romerolagus fue descrito por Merriam en 1896 con ejemplares procedentes de la localidad tipo Mt. Pocatépetl, México, a 3,350 m de altitud. Al mismo tiempo, Merriam nombró al zacatuche Romerolagus nelsoni. Esta clasificación es única y pertenece a la subfamilia Palaeolaginae, familia Leporidae, orden Iagomorpha. Sin embargo, en 1983 Corbet consideró que el zacatuche es un lepórido de la subfamilia Leporinae de acuerdo con las características de su tercer premolar inferior. En 1897, Herrera consideró que no era justitïcable biológicamente nombrar un nuevo género para incluir al zacatuche. Por lo tanto, basando en comparaciones óseas entre zacatuches, pikas y liebres, Herrera decidió incluir al zacatuche en el género Lagomys. Finalmente, en 1911 Miller propuso la combinación Romerolagus dlazi. Actualmente, R. diazi sigue considerándose un género monotípico, es decir, de una sola especie. El nombre específico del zacatuche se adoptó en honor de Agustín Díaz, jefe del Ing. Ferrari Pérez y Director de la Comisión Geográfico Exploradora a fines del siglo XIX. El nombre genérico se refiere a Matías Romero, embajador de México en Washington, en agradecimiento a las facilidades que éste otorgó a los colectores estadounidenses E. W. Nelson y E. A. Goldman para trabajar en México. El asunto de quién asignó originalmente el nombre científico al zacatuche y su reconocimiento ha sido cuestión de controversia. En 1951 Rojas indicó que el nombre correcto debía ser Romerolagus diazi, de acuerdo con los

procedimientos establecidos en el artículo 21 del Código lnternacional de Nomenclatura Zoológica. CÓMO ES EL ZACATUCHE EL tamaño del conejo zacatuche es pequeño en comparación con otros conejos y liebres. Sólo el conejo de Idaho (Sylvilagus idahoensis) es ligeramente más pequeño que el zacatuche. Éste no rebasa los 30 cm de longitud y 600 g de peso; la cola es tan pequeña que por fuera resulta casi invisible a la vista; sus patas posteriores son cortas; las orejas son pequeñas y redondas; todo el cuerpo es de color pardo oscuro. Las costillas proporcionalmente son pequeñas y constan de seis pares; presenta cinco vértebras cervicales y nueve vértebras caudales. Algunas de estas características morfológicas, incluyendo el patrón dental, se asemejan a las de los demás conejos ancestrales. El pelaje es bastante corto y abundante; de color amarillo mezclado con negro en el dorso y en las partes laterales; las partes extremas (punta y base) de los pelos son negras, mientras que la parte media es amarilla. La parte superior de las patas es de color ocre brillante y la superficie ventral marrón pálido; el color de la cola rudimentaria es el mismo que el color del pelaje del dorso. Los lados de la nariz y la región orbital son de color ocre; la base de los oídos es de color ocre metálico; debajo de la garganta el color es ocre mezclado con un pelaje corto a manera de forro de color gris oscuro-plateado. Romerolagus, al igual que otras especies de Sylvilagus, presenta un triángulo de pelo amarillento en la nuca entre la base de las orejas. La región pectoral está cubierta con pelos largos y suaves; no existe un contraste con el color del pelaje ventral, como es el caso en otros conejos y liebres. El proceso de muda del pelo en el zacatuche consta de cuatro etapas. Primero se cae el pelo dejando un área sin pigmento, después se acumula melanina a manera de lunar en esa región; a continuación crece pelo nuevo mientras, simultáneamente, desaparece el área pigmentada. Este patrón de muda es único y no se asemeja a los observados en otros conejos. HÁBITOS DEL ZACATUCHE EL conejo zacatuche es endémico o exclusivo de nuestro país; vive en una pequeña zona de las montañas centrales del Eje Neovolcánico Transversal, al sur del Valle de México. Este mamífero ha sido considerado como primitivo y está en inminente peligro de extinción. La actividad de este conejo se concentra durante la mañana al amanecer cuando es más común observarlos alimentándose, explorando y relacionándose entre ellos y poco antes del anochecer. Para permanecer activo requiere de un tipo de pasto que abunda en estas zonas, y se confunde con el suelo y las rocas por su coloración. Permanecer inmóvil con las orejas levantadas es una conducta de alerta. Otra conducta que podemos observar es que estos conejos no se alejan

grandes distancias cuando huyen, sino que corren solamente algunos metros y se detienen varias veces antes de llegar a su madriguera. El zacatuche se establece y vive en grupos de dos a cinco individuos como una forma de organización social bien definida, presenta conductas de agresión como morder y expulsar a otros individuos en defensa de un territorio y de su compañero. R. diazi utiliza frecuentemente vocalizaciones agudas y fuertes, las que muy posiblemente tienen como objetivo informar a otros individuos sobre la presencia de animales depredadores. De todos los conejos y liebres del mundo, ninguno vocaliza a excepción de los zacatuches y las pikas. Además, aunque no haya situaciones de alarma, el zacatuche vocaliza como parte normal de sus interacciones sociales. Los teporingos se alimentan fundamentalmente de gramíneas amacolladas (pastos) denominadas localmente macollas o zacatones; de los diferentes tipos de pastos con los que se alimentan, se pueden encontrar a los conocidos científicamente como Muhlenbergia macroura y Stipa tchu. A1 parecer, estas especies son consumidas todo el año. Los zacatuches seleccionan las hojas jóvenes de los zacatones, las cuales son suaves y verdes. Habitualmente consumen las partes cercanas a la base de las hojas o las partes bajas del zacatón. Además de los pastos, se ha mencionado que los zacatuches consumen hierbas como Alchemilla sp. y Donnnellsmithia juncea. Observaciones adicionales indicaron quc los zacatuches se alimentan además de hojas jóvenes de las hierbas espinosas Eryngium columnare y Cirsium jorullense. Evidencias de campo sugieren que también consumen las semillas de la enredadera anual Sicyos parvijlorus y la corteza jugosa de árboles jóvenes del aile (Alnus sp.). También se alimentan en campos de cultivo sin ocasionar daños, y comúnmente consumen el follaje de las plantas jóvenes de maíz (lea mays) y avena (Avena sativa). En cautiverio los zacatuches se adaptan fácilmente a consumir alimentos diferentes a los del lugar natural en donde viven. En esta situación han sido mantenidos por más de un año y medio a base de zanahoria, alfalfa, lechuga, espinaca, manzana y pera. Los excrementos del zacatuche son inconfundibles; son redondos con la parte central hinchada; miden en promedio de 5 a 9 mm de diámetro, normalmente son de color ocre, brillosos y de textura lisa, tornándose amarillentos cuando se secan. Las excretas se encuentran regularmente en grupos de más de 90 bolitas los cuales se conocen como letrínas, mismas que se pueden observar generalmente en la base de los zacatones. De acuerdo con las observaciones de campo, el zacatuche deposita el excremento en el mismo lugar donde se alimenta. Los grupos de bolitas también se encuentran a lo largo de los corredores debajo de los zacatones y cerca de nidos y entradas de madrigueras. Por lo tanto, para estar seguros de la presencia de zacatuches en un área, basta con verificar la presencia de los grupos de excrementos. Los zacatuches producen dos tipos de excretas. El tipo habitual y ampliamente conocido es el ya descrito. El otro tipo corresponde a bolitas que nunca son depositadas en el suelo y que por eso jamás son encontradas. Se trata de excremento que, como

otros conejos, el zacatuche toma directamente del ano con su boca e ingiere de inmediato. Este mecanismo permite digerirlo nuevamente para repoblar la flora intestinal, proceso al cual se denomina coprofagia. Las huellas del zacatuche normalmente dejan una impresión de cuatro dedos, aunque algunas veces las patas anteriores pueden imprimir cinco. Su patrón de huellas es similar al de los demás conejos durante la carrera, pero siempre con distancias más cortas entre un grupo de huellas y el otro. La distancia entre los golpes de las patas delanteras y los de las patas traseras es entre 10 y 12 cm.

A lo largo de todo el año se pueden encontrar hembras sexualmente activas, pero con mayor frecuencia durante la época de lluvias (julio-agosto). Las hembras tienen tres pares de glándulas mamarias: un par pectoral, uno abdominal y otro inguinal. Durante el período de lactancia las glándulas aumentan de tamaño hasta 1 mm de grosor y forman dos líneas longitudinales conectando los tres pares de glándulas formando un triángulo. Las hembras lactantes no producen leche en todas las glándulas mamarias. En promedio, solamente cuatro mamas secretan leche, y pueden presentar estro postparto, es decir, que pueden estar preñadas al mismo tiempo de estar lactando. El período de gestación del zacatuche (39 días) es mayor que el de otros tipos de conejos como Oryctolagus, Sylvilagus y Ochotona (de 27 a 30 días para estos últimos), pero menor que en los diferentes tipos de liebres (36 a 50 días). Su promedio de crías es de 2. 1 gazapos; de cinco pequeños zacatuches recién nacidos se observó que éstos midieron 93.8 mm de longitud total y pesaron 24.1 g, en promedio. Los neonatos nacen ya cubiertos de pelo, mientras que otros conejos del tipo Oryctoiagus y Sylvilagus carecen de peto al nacer. Los zacatuches recién nacidos tienen los ojos cerrados, presentan las vibrisas faciales y las uñas están bien desarrolladas. Los gazapos abren los ojos entre el cuarto y el octavo día, aunque permanecen en el nido durante dos semanas, hasta alcanzar una lo total media de 154 mm y

un peso promedio de 99.4 g, que es empiezan a entrar y salir de su nido aunque todavía son individuos lactantes. El período reproductivo del zacatuche comprende todo el año, siendo más intenso durante el verano tibio y húmedo, y más leve durante el invierno frío y seco. Se han encontrado nidos con crías entre los meses abril a septiembre. Los nidos del zacatuche son normalmente cavidades poco visibles y pequeñas hechas sobre la superficie del suelo que cavan hembras junto a la base de las gramíneas amacolladas. Algunos nidos han sido encontrados también sobre la parte central de estos pastos; son 15 cm de diámetro por 11 cm de profundidad. El material de construcción se forma de restos y fragmentos secos de plantas como pino (Pinus sp.), (Alnus sp.), hierbas (Penstemon. sp., Eryngium sp. y Gnaphallum sp) fragmentos de pastos amacollados finamente cortados y una gran masa de pelo de la madre que ocupa la mayor parte del volumen. El zacatuche cava túneles subterráneos que utiliza como madrigueras, cuyas entradas quedan ocultas por lo denso de los pastos. Las entradas son frecuentemente tres que permiten contar con salidas de escape. Los túneles tienen divisiones y cambian de dirección debido a la presencia de rocas y raíces. Los zacatuches también utilizan madrigueras abandonadas de tuzas (Pappogeomys merriami, ardillas terrestres (Spermophilus variegatus), armadillos (Dasypus novemcinctus), y tlalcoyotes (Taxtdea taxus); sin embargo usan también cualquier tipo de refugio como troncos, hoyos y ranuras entre las rocas. El zacatuche es un tipo de conejo que forma parte del régimen alimenticio básico de depredadores, entre los que podemos mencionar a la comadreja (Mustela frenata), que es uno de los más activos, y el lince (Lynx rufus) que también es un consumidor importante del zacatuche. Rastros de lince revelaron la presencia de pelo y fragmentos de hueso de zacatuche en sus excrementos. Asimismo, el análisis de muestras de excrementos de lince colectados durante un año en el volcán Pelado demostraron que para este felino el zacatuche fue el alimento más importante durante ese periodo, pues se encontraron restos de zacatuche en más del 80% del total de las muestras. Los coyotes (Canis latrans) también consumen a los zacatuches en abundancia. Es común encontrar excrementos de coyote con pelos y fragmentos de hueso de zacatuche en la zona del volcán Popocatépetl y volcanes cercanos al volcán Chichinautzin. De 12 muestras de excrementos de coyote, 11 de éstas contenían restos de zacatuche. En la región cercana al volcán Chichinautzin se colectó una víbora de cascabel (Crotalus triseratus) de cuyo estómago se recuperaron dos pequeños zacatuches (gazapos) de 125 a 127 mm de longitud total, los cuales por su tamaño pudieron haber sido extraídos de su nido. Otros carnívoros como la zorra gris (Urocyan cinereoargenteus), el cacomixtle (Bassariscus astutus) el tlalcoyote (Taxidea taxus) el agililla o halcón cola roja (Buteo jamaicensis) y el tecolote cornudo (Bubo virginianus) podrían ser consumidores naturales del zacatuche. Desafortunadamente, los perros y gatos domésticos ejercen una presión de consumo intensivo sobre el zacatuche. Igualmente, las actividades de cacería furtiva también contribuyen significativamente a la eliminación del teporingo. A

pesar de que el área donde vive comprende zonas de cinco parques nacionales, su cacería no ha cesado. Es común observar al teporingo entre los densos zacatones junto a lagartijas del genero Sceloporus sp., lo mismo que en suelos rocosos con S. torquatus. El zacatuche comparte sus madrigueras con salamandras [Plethodontidae), musarañas (Sorex sp.), ratones metorito (Microtus mexicanus) y ratones de los volcanes (Neotomodon alstonn). Los refugios entre las rocas también son ampliamente usados por otros animales como tlacuaches (Didelphls virginiana), ratas de monte (Neotoma mexicana) zorrillos de los géneros Mephitis y Conepatus, linces (Lynxrufus), coyotes (Canis Iatrans) y los dos tipos de conejo que viven en el mismo sitio, el conejo castellano (Sylvilagus floridanus) y el conejo de monte o mexicano (Sylvilagus cunicularius). Un dato interesante observado en dos ocasiones fue la asociación indirecta entre el zacatuche y un ave. El pequeño pájaro Psaltriparus minimus construye su nido en la parte superior de las ramas, como a 2.1 m sobre el suelo, de un arbusto cuyo nombre científico es Senecio cinenaroides. Los nidos son colgantes en forma de pera de 12 cm de longitud. Para la construcción externa el ave usa vegetal seco, pero el interior lo tapiza completamente con abundante pelo de zacatuche. En lo que a huesos concierne y comparado con otros conejos y liebres, el húmero de Romerolagus es más delgado; las costillas son relativamente angostas; la pelvis del zacatuche es delgada; el fémur es semejante al de los otros conejos y los huesos de las patas son muy pequeños. El Romerolagus cuenta con 28 piezas dentales; sus incisivos presentan una ranura profunda no taponada con cemento. Asimismo, cuenta con dos pares de dientes incisivos, un par vestibular y dos pares palatinos. En el caso de las crías los incisivos superiores son poco visibles en la encía. No existen registros fósiles del zacatuche. Inclusive, excavaciones hechas en el sur del Valle de México han puesto al descubierto abundantes restos de los otros dos tipos de conejos que viven en esta zona, no así de Romerolagus dlazt. A pesar de ello, se considera al zacatuche como un conejo primitivo por sus características craneales, dentales y cromosómicas, así como por sus relaciones con sus parásitos huéspedes, que son específicos.Estos aspectos lo relacionan estrechamente con el conejo de las rocas rojas de Sudáfrlca (Pronotagus) y con el conejo de Amami de las islas del sur de Japón (Pronolagus), con quienes tradicionalmente ha sido considerado como parte de la subfamilia Palaeolaginae (de los antiguos conejos). Se piensa que el zacatuche pudo haberse derivado evolutivamente del Alilepus, fósil del Mioceno tardío o Plioceno temprano de Norteamérica. Poco después de realizar estudios adicionales acerca de los dientes, concluyó que el zacatuche pudo haberse diferenciado a partir de Nekrolagus (fósil del Plioceno tardío de Norteamérica). La similitud ente los cromosómicos de liebres (Lepus) y el zacatuche es tal que se considera que existe un parentesco en su proceso evolutivo más entre los zacatuches y las liebres que entre el zacatuche y los del género Sylvilagus con los que comparte su hábitat. Se ha que los zacatuches y

las liebres comparten un ancestro común partirían los conejos del género Sylvilagus. Lagus diazi es la única especie entre los conejos que presenta primitiva de mantener articulados el esternón y la clavícula. Parte exclusivamente con Pentalagus la reducción extrema de la cola vertebral y el color marrón pálido de la parte ventral del cuerpo. Por otro lado comparte, solamente con Nesolagus y Brachylagus, conejos de la india y Norteamérica, respectivamente, la ausencia de muesca anterior en el premolar inferior tres. No existe ninguna característica obvia que lo relacione estrechamente con cualquier otro conejo o liebre. A lo largo del tiempo se ha descubierto que el zacatuche ha hospedado una gran cantidad de parásitos, desde los más antiguos como Cittotaenta etenoides y Multiceps serialis, hasta los más recientes que se alojan en distintas partes del tubo digestivo como son, Boreostrongylus romerolagi en el duodeno, en el estómago Lamothieilla romerolagi, mientras que en el excremento habitan Trichostrongylus calcaratus, T. tatertaeformls, Longistrata dubia, Trichuris leporis y Dermatoxys veligera; todo lo anterior, en estado silvestre. Por otra parte, el zacatuche alberga en su piel garrapatas como son Ixodes neotomae, Cheyletiella mexicana y C. parasitivorax; y pulgas tales como Cediopsylia inequalis, Strepsylla mina y Sternopsylla sp. Estos parásitos son más abundantes en épocas lluviosas cuando sus larvas y ninfas son poco visibles. También hospeda larvas de mosca Culerebra Cuterebridae. En cautiverio se ha encontrado en las crías de un hongo parásito conocido científicamente como Aspergillus. EN CAUTIVERIO EL CONEJO ZACATUCHE EN CAUTIVERIO Es claro que su hábitat está siendo deteriorado severamente, y podría ser demasiado tarde si no se actúa urgentemente para salvar al zacatuche. Por eso se ha intentado, con buenos resultados, reproducir al Romerolagus en cautiverio. La Fundación para la Protección de la Vida Silvestre de Jersey (Jersey Wildlife Preservation Trust International, JWPT), la Fundación Naturalia, el Consejo Nacional de la Fauna, el Zoológico de Chapultepec en México y la Fundación Central para Investigación Experimental Animal de la Universidad de Hokkaido, Japón, tienen objetivos similares en cuanto a reproducir en cautiverio al zacatuche con el propósito de volver a introducirlo en su hábitat natural y salvarlo de la extinción. Aunque los métodos actuales de captura provocan daño al hábitat, a las poblaciones y a la estructura social del zacatuche, su medida pequeña, temperamento dócil y fácil captura, han permitido llevar a cabo un programa exitoso de reproducción en cautiverio. Para este fln, y particularmente a través de la Universidad de Hokkaido, Japón, se realizaron tres expediciones de captura de zacatuches en México. La primera entre agosto y noviembre de 1977, mientras que en agosto de 1979 se llevó a cabo la segunda expedición durante la cual se capturaron siete conejos más. La tercera se realizó en junio de 1983. Los conejos se llevaron al laboratorio de la

Fundación Central para Investigación Experimental Animal de la Universidad de Hokkaido. En ese lugar se realizaron estudios sobre mantenimiento y alimentación del conejo zacatuche y, además, se descubrió una nueva especie de solitaria (Anoplocephales romerotagi) que parásita el conducto biliar de esta especie. En total se obtuvieron siete hembras y siete machos. Tres meses después estos conejos produjeron la primera camada. De esta manera se desarrolló una cepa formal para la reproducción en cautiverio. Los compartimientos deben ser construidos de tal manera que den la sensación de seguridad a los animales, esto es, deben tener un lugar donde los conejos puedan esconderse, así como un ambiente reconfortante. Para la reproducción se utilizó una jaula con piso de aluminio de 30 cm de ancho, 50 cm de largo y 25 cm de altura. Durante el parto y amamantamiento, la mitad de la jaula puede ser oscurecida por acción de una placa que divide la jaula en dos partes. También se cuenta con un techo removible y con paredes inclinables para facilitar el apilamiento de la familia. La temperatura utilizada fue de 22 +- 2° C, y una humedad relativa de +- 55 por ciento. Se fijó una circulación de aire de 10-15 veces por hora de acuerdo al volumen del cuarto. La iluminación fue establecida de las 6:00 a.m. a las 8:00 p.m. Una vez en el laboratorio, las preferencias de alimentación del zacatuche indicaron que apetecía pasto de las pampas, tréboles, dandeliones de pasto fresco, manzanas, avena y mijo. Sin embargo, fue difícil mantener una dieta fundamentada en cereales debido a la variación estacional y a las posibilidades de infección parasitaria. Se consideró importante producir un alimento balanceado compacto. El alimento (en bolitas) elaborado para las pikas (CIEA117) fue agradable al paladar de los zacatuches, y se utilizó durante todo el año asegurando una dieta consistente; así, éstos se desarrollaron y reprodujeron exitosamente basando su dieta exclusivamente en este alimento. El CIEA-117 consiste principalmente en cereales como trigo, maíz y alfalfa, más un complemento de minerales y vitaminas. La forma y consistencia del alimento fue adaptada al gusto de los animales, lo que resultó en bolitas de 3 mm de diámetro y 5 mm de largo. Un zacatuche adulto consume de 20 a 25 g por día del alimento preparado. El suplemento de agua fue constante por contacto de labios a través de un bebedero de 500 ml de plástico . El consumo diario de agua nunca sobrepasó los 35 ml por conejo adulto. La edad de la pubertad de Romerolagus no ha sido determinada claramente. Se encontró que el peso del cuerpo, tanto en hembras como en machos, se estabiliza entre los 400 y 450 g a los cinco meses de edad, lo que fue considerado como criterio para iniciar la reproducción. El primer parto se presentó a los siete meses de edad. La primer monta con éxito fue observada a la edad de cinco a seis meses. La lubricación de la vagina mostró, como en las pikas, que el zacatuche no presenta un ciclo estral definido, permaneciendo en estado de constante aceptación sexual una vez alcanzada la pubertad. Se observó que los acoplamientos pueden realizarse en cualquier momento, ya que la ovulación parece ser inducida por el sexo opuesto.

Normalmente, cuando se pone a un macho en la jaula de una hembra, aquél se aproxima para olerla. Mientras el macho se acerca, la hembra se desplaza varios pasos en dirección contraria. Este acto se repite unas diez veces durante diez minutos. A la mitad de estos intentos, la hembra se torna hacia el macho repentinamente y finge atacar, saltando sobre la cabeza del macho. En ese momento el macho se torna hacia la hembra y se avecina. Finalmente, la hembra se detiene, se extiende estirando las extremidades anteriores y adopta una postura de sumisión. Mientras el macho realiza la monta, la hembra mueve su perineo hacia arriba y se completa el acto. La copulación se lleva a cabo en cuestión de segundos, caracterizándose por la caída del macho hacia la parte trasera de la hembra. Un despliegue conductual comúnmente observado durante el apareamiento es el conocido como "pelea o evasión", lo que ha causado la muerte de varios machos, por lo que se recomienda tener precaución. Mientras el conejo macho realiza el ritual de las aproximaciones, la hembra ,puede repetidamente alejarse, entonces el macho se muestra nervioso y puede desplegar una persecusión. Además, la hembra puede brincar una o varias veces sobre la cabeza del macho, o tornarse y atacar al macho, ocasionándole lastimaduras fatales. El apareamiento no será completado en condiciones de agresión. Se piensa que esta conducta peculiar de la hembra de tornarse y brincar, estimula sexualmente al macho. Las hembras de Romerolagus son generalmente más fuertes que los machos . Las hembras y machos no experimentados que son sometidos a apareamiento, frecuentemente pelean. En contraste, las peleas son raras cuando se aparean individuos experimentados, ya sea uno de los cortejantes o el par, y el resultado es una mayor frecuencia de copulaciones. A pesar de todas las precauciones tomadas para el manejo y apareamiento de los zacatuches, no siempre se obtiene un apareamiento exitoso. Una tarea urgente es conocer cómo mantener a una pareja de zacatuches sin pelear, lo que parece estar influenciado por la jerarquía social de los individuos, aspecto hasta ahora poco documentado. De lograrse, esto se reflejaría indudablemente en una reproducción más facil y con más éxito. A1 igual que en las pikas, durante la preñez de las hembras zacatuche el peso del cuerpo se incrementa y puede hacerse un reconocimiento por palpación digital para confirmar la presencia de embriones. Diez días después de confirmado el apareamiento, el peso del cuerpo se incrementará 30 g, aproximadamente. A los veinte días el abdomen se distiende ligeramente y se hace evidente la presencia de los embriones en forma de frijol arriñonado. Las hembras preñadas son más dóciles, pero se debe ser muy precavido al transportarlas de un lugar a otro; de preferencia deben ser mantenidas individualmente en jaulas previamente acondicionadas con paja recortada. Las hembras que no resultaron fecundadas a pesar de haber admitido penetraciones, pueden ser apareadas tan pronto como sea posible. La duración promedio del período de gestación es de 40 días, aproximadamente. Las hembras empiezan la construcción formal del nido un día antes del parto, tomando pelo de su parte abdominal para frotar la parte interior. Los gazapos recién nacidos son cubiertos

con paja de tal manera que no pueden ser vistos desde afuera. Es preferible cerrar el compartimiento de la jaula durante la verificación del parto para no asustar a la hembra. Para valorar el número de crías, éstas son revisadas el mismo día o al siguiente de nacidas. Los individuos muertos deben ser extraídos inmediatamente del nido debido a que se ha observado canibalismo después del parto en Romerolagus. Siempre nacieron de uno a cuatro gazapos de un total de cincuenta camadas. Estos resultados permiten concluir que el tamaño promedio de camada en el zacatuche es de 2.5 gazapos. En cuanto al amamantamiento, 78.8 por ciento de los gazapos fueron destetados entre los 21 y 28 días después del nacimiento, lo que se considera como un porcentaje relativamente alto. Esto sugiere que la maduración postparto en el zacatuche es bastante rápida en comparación con otras especies. Los gazapos de la misma camada fueron mantenidos juntos desde el momento del destete hasta las seis semanas de edad. Después de este período los gazapos peleaban y eventualmente causaron la muerte de varios conejos; por ello se recomienda la separación y el mantenimiento individual desde una edad temprana. Se ha observado que el zacatuche en el laboratorio se reproduce durante todos los meses del año excepto en mayo. Con productividad constante, en un año se esperaría una reproducción continua del zacatuche; si esto es seguido por condiciones óptimas de apareamiento, el número de hembras preñadas puede ser incrementado. En el laboratorio, los gazapos nacen con un pelaje rojizo fino, y con los ojos cerrados. Una característica particular es la presencia de pelos largos enrizados de color claro distribuidos en toda la superficie del cuerpo. Después del tercer día de nacidos, estos pelos largos empiezan a armonizar con el nuevo pelo formando un pelaje uniforme. Los gazapos abren los ojos entre los diez y doce días de edad. A los dieciséis días después del parto se observa por primera vez conducta de búsqueda de alimento. Los conejos consumen el alimento bolanceado antes descrito (CIEA-117) entre los 21 y 24 días de edad. El destete a los 21 días no produce ninguna consecuencia en el desarrollo futuro del conejo. El crecimiento de ambos sexos es acelerado durante los primeros cuatro meses, y en esta fase el peso promedio de las hembras es de 455 g y el de los machos 555 g. A los seis meses de edad las hembras pesan en promedio 497 g y los machos son ligeramente más pesados (577 g); no obstante algunos autores consideran que en condiciones silvestres las hembras son ligeramente más pesadas, aunque estas diferencias no son significativas. Finalmente, se puede afirmar que la reproducción del zacatuche en condiciones de cautiverio ha sido un éxito. Esto es resultado de apropiadas condiciones ambientales, una buena dieta y manejo cuidadoso en general. El Consejo Nacional de la Fauna (CNE) es actualmente una de las organizaciones mexicanas no gubernamentales que realizan esfuerzos de reproducción en semicautiverio con el propósito de explorar la posibilidad de llevar a cabo un programa de reintroducción del conejo zacatuche a su hábitat natural.

COMPORTAMIENTO CAUTIVERIO

MATERNAL

DEL

ZACATUCHE

EN

Poco se sabe acerca de la conducta maternal del conejo zacatuche. La información que se vierte aquí es proporcionada únicamente por dos países que han estudiado de cerca esta conducta: México y Bélgica. El conocimiento de la conducta maternal del conejo zacatuche es de suma importancia para acciones de manejo y conservación, ya que el éxito reproductivo y la supervivencia de las crías son aspectos primordiales para la supervivencia de cualquier especie. En el parque zoológico de Chapultepec, México, se hicieron numerosas observaciones que abarcaron un total de 236 horas. Hubo necesidad de acondicionar albergues con el objeto de asemejarlos lo más posible al hábitat natural del conejo. Cada albergue tiene acceso a cuatro madrigueras metálicas cuyo piso está cubierto con aserrín. Cada zacatuche cuenta con un arete de color numerado. Las hembras tardan de 2 a 2.5 horas en construir un nido, y siempre lo hicieron en el centro de los zacatones encontrados en los albergues. La construcción del nido se realizó tres horas antes del parto, y para ello el suelo del nido es cubierto con ramas secas de zacatón que han sido previamente colectadas por la hembra, la cual también utiliza pelo que se arranca del vientre. Durante la construcción, la hembra no tapa el nido ya que deja un orificio de unos 5 cm de diámetro como entrada. En preparación al parto, la hembra se sienta frente a la entrada del nido. Flexiona y separa las extremidades posteriores, por lo cual la parte posterior del abdomen toca el piso. Las extremidades anteriores son extendidas y separadas; el cuerpo se curva hacia adelante, la cabeza que es movida constantemente, pasa entre las extremidades anteriores y la boca toca la región anal. Esta posición es muy similar a la de la coprofagia. Momentos después, la hembra mueve los músculos abdominales durante un minuto aproximadamente. Estos movimientos liberan a la cría. Posteriormente la hembra se levanta ligeramente e introduce su cabeza dentro del nido. No fue posible observar si la hembra se encontraba limpiando a la cría o empujándola hacia el interior del nido. Este proceso se repite con cada una de las crías. Una vez liberados todos los gazapos, la hembra tapa la entrada utilizando parte de las ramas secas de zacatón colectadas anteriormente. Finalmente, la hembra se aleja del nido y se limpia la región vulvar. Para amamantar a las crías la hembra se sienta frente al nido flexionando las extremidades posteriores y extendiendo las anteriores, tocando el piso y separándolas. El cuerpo está curvado. La hembra destapa el nido empujando las ramas secas e introduce la cabeza. Mientras las crías comen, la hembra las limpia lamiéndolas. Luego limpia el nido y se come las excretas de las crías. Una vez terminada la limpieza, la hembra se levanta ligeramente, empuja a las crías hacia el interior del rudo, y enseguida cubre la entrada con ramas secas. La

hembra se retira del nido y a continuación se limpia tanto la zona anal como el vientre. En el caso de la hembra, el cuidado maternal se caracteriza por hacer visitas al nido cada 20 0 24 horas. La duración de los períodos de amamantamiento varía de acuerdo a cada tipo de conejo y liebre, y en el caso del teporingo se observó que van desde 5 a 20 minutos. Se ha considerado que la baja frecuencia de visitas al nido es una estrategia de defensa contra los depredadores. Además, se ha pensado que si las visitas son más frecuentes, la leche probablemente no tendría una calidad nutritiva tan alta. DÓNDE VIVE Y QUÉ PERTURBA AL ZACATUCHE EL HÁBITAT DEL CONEJO ZACATUCHE EL zacatuche se diferenció probablemente en la Meseta Desértica Americana y permaneció como relicto una vez terminadas las glaciaciones, estableciéndose en las altas montañas del sur del Valle de México, hábitat que no pudo abandonar y donde se ha conservado sin cambio evolutivo aparente. Durante los años 1896 y 1897 se colectaron tres ejemplares en la zona noreste del volcán Popocatépetl; desde entonces se han realizado un sinnúmero de colectas de zacatuches en volcanes y montañas aledañas en los estados de México y Puebla. Para localidades en el Distrito Federal y estado de Morelos se conocen colectas de un gran número de autores. No obstante, a fines de 1970 no se sabía con precisión el área total donde se localizaba el teporingo, considerándose a una cadena montañosa que cruza de este a oeste la República Mexicana por su parte media, conocida como Eje Neovolcánico Transversal. Para entonces se calculaba un área total de distribución entre los 150 y 1, 500 kms. A mediados de los años 80 se realizó un estudio enfocado a conocer la verdadera superficie de distribución del conejo zacatuche, y así precisar las áreas a nivel nacional. Los conejos se buscaron en el volcán Nevado de Colima, volcán Tancítaro, Sierra Chincua, volcán Nevado de Toluca, sierras Chichinautzin y Ajusco, Sierra Nevada, volcán Malinche, volcán Cofre de Perote y volcán Pico de Orizaba, obteniéndose como resultado que el Romerolagus sólo se encuentra en tres áreas núcleo aisladas dentro de la zona central del Eje Neovolcánico Transversal al sur del Valle de México: la Sierra Nevada, el volcán Tláloc, y el volcán Pelado. Además, no se encontró rastro alguno del conejo en el volcán Nevado de Toluca, localidad donde previamente se había registrado. El área total de distribución que se estimó en esa década fue de 280 km. A principios de los años 90 se concluyó que la distribución total es de 3G8.5 km. Este incremento en la superficie se debe a que se realizó un estudio más detallado en donde se encontraron áreas pequeñas aledañas a las zonas núcleo no reportadas con anterioridad, así como a una medición más precisa en la superficie real tanto en las áreas núcleo como en las periféricas. De 1983 a 1993 se han llevado a cabo otros estudios que revelan constantes

actividades humanas y de perturbación en toda el área donde vive el conejo zacatuche, lo que ha provocado la fragmentación de su hábitat. La presencia del conejo de los volcanes se limitó en la Sierra Nevada y la Sierra del Chichinautzin. En esta última, la concentración del conejo se restringió a los volcanes Pelado y Tláloc (sur del D.F.), con una extensión. de 68 y 69 km2, respectivamente. En la Sierra Nevada se identificó un área continua de 132 km2 ocupada por zacatuches en los volcanes Popocatépetl, Papayo e Iztaccíhuatl (laderas norte, oeste y sur de este último). Todas las zonas mencionadas fueron consideradas como Áreas Núcleo de Distribución del teporingo ya que representan las áreas de mayor superficie. A partir de 98 registros visuales hechos dentro de o en zonas aledañas a las áreas previamente citadas para identificar las áreas periféricas de distribución, se elaboró un mapa útil para comparar el grado de fragmentación del hábitat. Aquí se encontró que la superficie total de distribución del zacatuche está dividida en 16 unidades aisladas (12 periféricas y 4 núcleo). Esto es el resultado de la presencia de autopistas, caminos transitados por vehículos motorizados, zonas de cultivo permanente y establecimientos humanos, que son considerados como barreras difíciles para el zacatuche. Además de lo anterior, se puede observar también que la presencia de zacatuches se restringe a los límites del área cultivada con la vegetación natural. La suma de todas estas barreras impide la reproducción y cruza entre las poblaciones de zacatuches, lo que incrementa la probabilidad de extinción de la especie. Es muy importante mencionar que el hábitat del zacatuche se ha fraccionado en 16 zonas en un período relativamente corto a causa de actividades humanas diversas, entre las cuales las más importantes son el crecimiento de la Ciudad de México y el pastoreo, incendio y tala a que son sometidas las áreas, pese a que varias de ellas son parques nacionales y reservas forestales, o bien tienen alguna otra denominación de Áreas Naturales Protegidas. La continua fragmentación del hábitat del conejo zacatuche podría ocasionar un irreversible proceso de extinción de la especie, razón por la cual se debe dar protección adecuada a las áreas ya consideradas como parques nacionales (IztaPopo) y Areas de Protección Especial (volcanes Tláloc y Pelado); asimismo, se debe hacer un uso racional planificado de los recursos naturales que existen en su área de distribución. Son imprescindibles medidas más estrictas aunadas a esta propuesta para favorecer la conservación del zacatuche. Debido a los procesos de fragmentación en las áreas forestales de la región donde vive el zacatuche, y ante el inminente peligro de extinción de esta especie y la desaparición de muchas otras que habitan ahí, desde 1985 se vio la necesidad de conocer con más detalle no solamente al conejo zacatuche, sino también sus diversos hábitats. Para ello se partió de una premisa básica de la ecología, la cual contempla que debido a características históricas, geofísicas, fisiológicas y ecológicas, la mayoría de las especies son más abundantes en unas áreas que en otras, lo cual sugiere que existen ambientes o hábitats más favorables que otros para el desarrollo de las especies. Se ha reportado la presencia de diversos tipos de vegetación dentro del área de distribución del zacatuche, lo que indica la existencia de un mosaico de

ambientes diferentes o hábitats. Fue necesario definirlos y describirlos para buscar cuál o cuáles son los más favorables para el zacatuche, así como para identificar aquellos factores que potencialmente influyen en su distribución y abundancia. En consecuencia, se definieron nueve comunidades de vegetación consideradas como sinónimos de hábitats, que en su conjunto representan todos los hábitats encontrados en la región donde vive el zacatuche. Estos nueve hábitats se describen a continuación. 1. Musgos supra-alpinos. Zacatonal abierto que se encuentra por arriba de los 4,230 m de altitud. La distribución de las plantas es agregada con un alto porcentaje de suelo descubierto (60 por ciento). 2. Zacatonal supra-alpino. Zacatonal poco más denso que el anterior, localizado entre los 4,100 y 4,220 m de altitud. Los pastos se encuentran formando macolios. 3. Zacatonal alpino. Zacatonal homogéneo y muy denso distribuido entre los 3,900 y los 4,130 m de altitud. Se observaron indicios de quema y pastoreo. 4. Bosque de pino de altura. Pinar abierto de amplia distribución con un estrato herbáceo denso y homogéneo. Se localiza entre los 3,120 y 3,840 m de altitud. Vegetación perturbada por pastoreo y quema. Se encontraron letrinas de R. dinzi. 5. Zacatonal inducido en bosque de pino. Pinar más ampliamente distribuido en el volcán Pelado, entre los 3,090 y los 3,620 m de altitud. El estrato arbóreo es homogéneo, denso y dominando al igual que el estrato herbáceo, aunque éste en mayor proporción a manera de parches. Se observaron indicios de pastoreo extensivo y zonas donde el suelo ha sido extraído para fines de jardinería. El zacatuche se presentó en un 70 por ciento de los sitios visitados. 6. Bosque mixto. De ailepino, localizado entre los 3,000 y 3,500 m de altitud. Este hábitat es menos denso que el anterior. El pastoreo, quema, tala y extracción de tierra son actividades comunes. Sólo en 10 sitios (44 por ciento) se encontraron rastros de conejos zacatuches. 7. Zacatonal en bosque de oyamel. Bosque abierto de oyameles con un estrato herbáceo muy bien definido, restringido a los volcanes Tláloc y Pelado, entre los 3,150 y 3,480 m de altitud. El estrato rasante es conspicuo. Presencia de tala y caminos. En seis de 11 sitios se encontraron rastros de teporingos. 8. Bosque de oyamel. Bosque muy denso restringido al volcán Popocatépetl, entre los 2,840 y 3,340 m de altitud. Ha sido talado intensivamente; sin rastros de zacatuche. 9. Bosque de oyamel y cedro. Bosque mixto restringido al Popocatépetl, entre 2,840 y 3,070 m de altitud. Es la vegetación límite con las zonas de agricultura, por lo que se encuentra muy perturbada. Para definir los hábitats del zacatuche es necesario considerar dos aspectos: el florístico y el estructural. De esta manera se aprecian las especies dominantes en los estratos arbóreo, arbustivo y herbáceo. El primer aspecto define la

composición y la estructura de las comunidades; el segundo contempla su relación como refugio para el zacatuche, además de ser una fuente de alimento con un alto número de nutrientes. Los factores más importantes que potencialmente determinan la presencia y abundancia de zacatuches son la altitud y el estrato herbáceo. Esto sugiere que los hábitats están principalmente determinados por la estructura de la vegetación de acuerdo a los parámetros considerados. Los hábitats más importante son tal vez los más amenazados, ya que las zonas que potencialmente podrían brindar refugio al Xomerolagus diazi (Parque Nacional Izta-Popo) albergan en su mayoría hábitats que no cuentan con prioridad de protección. Indudablemente, el estrato herbáceo está más estrechamente relacionado con el conejo de los volcanes, pero la cobertura del mismo no es el factor determinante. Resulta atractivo destacar la importancia de Mulhembergia macroura, así como de otros pastos amacollados, que son solamente una parte del estrato herbáceo en este tipo de hábitats. Las características tales como los nutrientes, la estructura y la biomasa del estrato herbáceo y su relación con Romerolagus diazi son motivo de futuras investigaciones . El objetivo final de gran parte de este tipo de trabajos consiste en proponer estrategias adecuadas de manejo y conservación, ya que dentro del área de distribución del conejo de los volcanes se encuentran muchas más especies animales y vegetales de gran interés biológico, que también necesitan una protección adecuada. Estudios recientes han permitido definir cinco tipos de unidades flsiográficas: 1) los cráteres y 2) conos piroclásticos de los volcanes Texoxocol y Pelado; 3) los derrames holocénicos de lava (una corriente larga y prolongada hacia el norte y otra corriente orientada hacia el noreste); 4) los derrames pleistocénicos de lava (cubriendo la mayor parte de las faldas del volcán); y 5) planicies aluviales (restringidas a la parte más baja de las vertientes oeste y sureste). Estas unidades geomorfológicas en combinación con los tipos de vegetación tipifican a una unidad geoecológica. A partir de ésta se puede elaborar un plan de desarrollo regional. EL HOMBRE VERSUS EL TEPORINGO En este último siglo las diferentes actividades humanas se han convertido en un factor determinante para la distribución y abundancia de las especies. La conservación de una especie en peligro de extinción debe partir de la idea de que es necesario conservar las condiciones del lugar donde vive. El área de distribución del conejo zacatuche se encuentra en una zona forestal muy cercana a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, donde se concentran la mayor parte de las actividades administrativas gubernamentales, y es una de las regiones industriales más importantes del país. Posee además una considerable zona rural donde se llevan a cabo gran número de actividades productivas.

Las actividades humanas realizadas en el área de distribución del conejo zacatuche y sus alrededores, se pueden englobar en dos grandes procesos: la expansión urbana, y la explotación agropecuaria y forestal. La Zona Metropolitana de la Ciudad de México abarca en diferentes proporciones todas las delegaciones del Distrito Federal y 21 municipios del Estado de México. I.a ciudad ha tenido un crecimiento alarmante. Por ejemplo, de 1940 a 1980 la superficie aumentó de 11 ,700 ha a 120,000 ha; la población se incrementó de 1,670,31 4 habitantes a 13,455,000. Es decir, la superficie urbana aumentó más del 200 por ciento, la agrícola prácticamente no disminuyó, y la superficie forestal (que incluye bosques, matorrales y pastizales) disminuyó un 23 por ciento. Por lo tanto, la mancha urbana se está extendiendo tanto en la superficie forestal como en la agrícola, además de que el área forestal se ha reducido por la captura de nuevas tierras destinadas a Ia agricultura. Se pueden observar asentamientos urbanos irregulares en esta zona, así como la creación de zonas industriales en áreas naturales. Un ejemplo de esto último es la planta de asfalto que se empezó a construir en 1992 en la comunidad de Parres, en la base del volcán Pelado, considerado como un Área de Protección Especial, y una de las áreas importantes donde habita el zacatuche. Estos procesos han causado no sólo la disminución de la superficie forestal sino también su fragmentación, lo que ocasiona parches o islas de áreas naturales. Muchos de estos lugares no son propicios para la urbanización pero se está avanzando sobre barrancos y laderas de antiguos volcanes, lo que demanda enormes inversiones en obras de infraestructura, control de erosión, y hace que se presenten derrumbes o deslizamientos del terreno así como problemas de desazolve en los sistemas de drenaje. El crecimiento de la ciudad se debe principalmente a la falta de planificación urbana, venta ilegal de predios y familias que invaden terrenos; además se provoca contaminación por la ubicación de diferentes industrias y la gran cantidad de vehículos automotores. La emisión de contaminantes a la atmósfera se ha incrementado hasta en un I50 por ciento pesando seis millones de toneladas anuales que, además de afectar la salud de los habitantes, está también deteriorando las comunidades forestales de los alrededores de la Ciudad de México. Esta contaminación afecta directamente las ramas y las hojas de los árboles debilitándolos y provocando que sean más susceptibles a plagas y enfermedades. Al morir los árboles se abren parches en la cubierta forestal provocando cambios microclimáticos cuyo efecto sobre la fauna silvestre ha sido poco estudiado. En la región donde vive el zacatuche existe, por otro lado, una zona rural extensa en la que se realizan diversas actividades humanas, las cuales podemos agrupar en agrícolas, ganaderas y forestales. Los sistemas agrícolas en el área pueden clasificarse a su vez en tradicional y moderno. El sistema tradicional consiste principalmente en el cultivo de maíz (Zea mays) y nopal (Opuntia streptacantha) realizados en pequeñas parcelas donde las prácticas agrícolas y los implementos usados son los tradicionales, tales como el arado de tracción animal y la aplicación de estiércol como

fertilizante. Mientras tanto, el sistema moderno se desarrolla en grandes extensiones con el uso intensivo de fertilizantes, plaguicidas, herbicidas, así como de maquinaria para la siembra y la cosecha. El cultivo de avena (Avena sativa)Es el más representativo de este sistema, además del trigo (Triticum sativum) y la cebada (Hordeum vulgare). Existe una tendencia a que el área agrícola se extienda hacia superfïcies que originalmente eran forestales; es decir, tanto la zona rural como la zona urbana se expanden ganando terreno a las zonas boscosas provocando la fragmentación de los lugares donde vive el zacatuche. En la zona existen también varios tipos de ganado como el bovino, ovino, caprino y equino; los dos primeros sobresalen en cuanto a número de cabezas. La ganadería depende sustancialmente de las áreas forestales, pues la vegetación herbácea del bosque es la única fuente alimentaria para los rebaños. En dichas áreas se mantienen de ocho meses a un año, alimentándose al menos de 45 diferentes especies de plantas silvestres. Las plantas consumidas por el ganado le proporcionan energía, pero éstas tienen deficiencia proteínicas, por lo que los animales requieren de un complemento alimenticio. De esta manera, en las áreas de pastoreo, aquellos pastos silvestres que presentan una fuerte relación con los zacatuches se ven afectados, como es el caso de Muhlenbergia macroura. Una actividad unida al pastoreo son los incendios provocados por los lugareños para incrementar la calidad y cantidad del pasto que sirve de alimento al ganado. Un efecto del fuego es disminuir la abundancia de Muhlenbergia macroura y Festuca tolucensis. De manera global se puede decir que tanto el pastoreo como el fuego están disminuyendo la calidad y cantidad de pastos amacollados que son importantes para el zacatuche. La tala en la zona se realiza tanto de manera clandestina como a través de la expedición de permisos forestales que requieren de un procedimiento largo y conflictivo. Aunado a ello, también se realiza una actividad llamada ocoteo, es decir, el corte fraccionado de los pinos para obtener pequeños trozos de madera con resina que se comercializan como material combustible. Esta última actividad es furtiva, debilita los árboles y además los deja expuestos a infecciones de parásitos y diferentes insectos. Otras actividades que se realizan en la zona como parte de la explotación de los bosques son la colecta de algunos tipos de hongos utilizados tanto para consumo como para venta, y el corte del zacatón (pasto amacollado); esto último consiste en extraer los pastos del suelo, voltearlos y cortar sus raíces para fabricar escobetas, escobas, etcétera, y aprovechar sus hojas para tejados y forraje. La extracción de tierra para su uso en jardinería también es una actividad muy común en la zona, actividad que está poco documentada y la cual requiere de un permiso similar a los de remoción forestal. Éste exige un límite de 1:5 m para la extracción, profundidad en la que se encuentra la mayor parte de la riqueza de un suelo cuya formación tardó cientos de años. Este nivel de excavación muy pocas veces se respeta, ya que en muchos sitios se deja expuesta la roca madre. Una actividad similar es 1a extracción de roca volcánica para uso como material de construcción.

Todas estas actividades también afectan directamente a los zacatuches, pues en varias ocasiones se ha observado la destrucción de sus hábitats y madrigueras sin darles opción a ser repobladas. Dada la riqueza de la zona no podría faltar la cacería. Aunque ésta es una actividad no permitida legalmente, se realiza sobre todo por los pobladores del área con el fin de obtener alimento, y no es raro encontrar personas que se dedican a la caza comercial y deportiva. Es evidente que en muchas ocasiones se caza directamente al zacatuche. Una última actividad que debe considerarse es la recreación. La zona es utilizada como área de esparcimiento por los pobladores de la gran Ciudad de México, principalmente durante los fines de semana y en lugares cercanos a las carreteras, de una manera descontrolada, afectando estas sonas boscosas. Las actividades efectuadas podrían realizarse bajo una planeación adecuada del uso racional de recursos y espacios, sin que las superficies forestales y la fauna silvestre que las habitan resulten irreversiblemente afectadas; inclusive, podrían redituar beneficios permanentes en la economía de los habitantes de la zona y a diversas instituciones administrativas, académicas y gubernamentales. Resulta contradictorio que aun dentro de la zona denominada Parque Nacional IztaPopo, y en las Areas de Conservación Especial para los volcanes Pelado y Tláloc, no se estén tomando las medidas preventivas pertinentes para su manejo y conservación, además de existir una propuesta de creación de Áreas de Conservación Especial para los volcanes Pelado y Tláloc, que no ha sido tomada en cuenta. Cuando se hace referencia a manejo y conservación, se sugiere integrar a los lugareños al proceso de protección del área a través de un reordenamiento territorial bajo el cual se planifique el uso sostenible de madera, fauna, pastos y las áreas de recreación al aire libre, sin afectar las condiciones óptimas para la permanencia de la vida silvestre. Los procesos de organización y operación de las actividades humanas surgen de la coordinación, la cooperación y el trabajo interdisciplinario entre diferentes instituciones (académicas, gubernamentales, financieras y sociales), por lo que se recomienda elaborar una estrategia de desarrollo basada en el manejo integral de los recursos a partir de su potencial ecológico, cultural y tecnológico. Las actividades humanas que existen en la zona de distribución del zacatuche son factores muy importantes para que no sólo esta especie esté siendo amenazada, sino también los animales y vegetales con los que comparte el lugar donde vive; paradójicamente, estas mismas actividades realizadas adecuadamente podrían garantizar la subsistencia de quienes viven en dicha zona. Es necesario llevar a cabo estudios más detallados sobre la definición descripción y análisis espacio-temporal de las comunidades vegetales y de las poblaciones de zacatuches. De esta manera se pueden fundamentar acciones de manejo y conservación a largo plazo. Esto es esencial para las comunidades de gramíneas amacolladas, ya que éstas son importantes para todos los herbívoros de la zona, inclusive para el ganado. También es necesario organizar un sistema de vigilancia adecuado y eficiente para las zonas de distribución del zacatuche, dando prioridad a la época de

sequía para evitar el pastoreo excesivo y la quema incontrolada, ya que dichas actividades alteran o modifican los hábitats y son las que más perturban el estrato herbáceo, el cual tiene una relación muy estrecha con las poblaciones de zacatuches. El volcán Pelado juega un papel importante en la recarga de los mantos acuíferos de la Ciudad de México. La diversidad biótica que ahí se encuentra es única y algunas especies (Romerolagus diazi) se encuentran en peligro de extinción. La cercanía a la zona metropolitana también pone en extremo peligro el hábitat de estas especies que se encuentra en deterioro continuo. Es por todo esto que urge aceptar la propuesta de que este volcán se declare como reserva natural, así como la organización de un sistema de vigilancia efectivo. UNA PROPUESTA: CÓMO CONSERVAR AL ZACATUCHE LA ENCRUCIJADA: EXTINCIÓN O CONSERVACIÓN DEL ZACATUCHE EL manejo y la conservación de los recursos naturales renovables representa, hoy día, un desafío entre el uso racional y el uso sustentable de los mismos. Como una alternativa, se ha incrementado el interés por la protección de áreas naturales, donde los especialistas en estas tareas están de acuerdo en las tres siguientes conclusiones: 1) la extinción de especies no es un proceso al azar; 2) la conservación de la biodiversidad rebasa las fronteras de las áreas protegidas; 3) el manejo adecuado de los recursos naturales renovables requiere la participación de los sectores académico, gubernamental, y de la población en general. México alberga más de 25,000 especies de plantas vasculares, alrededor de 280 especies de anfibios, 700 especies de reptiles, 450 especies de mamíferos y 1,100 especies de aves. Por otro lado, más de la mitad de las plantas vasculares, reptiles, anfibios y una tercera parte de las especies de mamíferos, son exclusivas del territorio mexicano, el cual se caracteriza también por su extraordinaria riqueza paisajística. Sin embargo, dicha riqueza se encuentra en una situación crítica a causa de diversas actividades humanas, entre las que destacan: la actividad ganadera intensa e incontrolada; la expansión de la actividad agrícola; los efectos de la lluvia ácida originada en los centros metropolitanos; la alta tasa de deforestación que es considerada como una de las más aceleradas del mundo; y una explotación no planificada de los recursos naturales en general. La transformación, deterioro y pérdida de los ambientes naturales trae como consecuencia su fragmentación, aumentando así la probabilidad de extinción de las poblaciones silvestres de plantas y animales. El zacatuche o conejo de los volcanes no es inmune a estos procesos de deterioro y su situación, al borde de la extinción, representa sólo un caso de entre muchas otras especies exclusivas de la fauna mexicana. La pérdida irrecuperable del zacatuche podría ser inminente debido a una coincidencia fatal: su espacio geográfico donde ha

podido sobrevivir en ciertos ambientes con características singulares, coincide con el espacio de expansión de la ciudad más grande del mundo, la Ciudad de México. El intenso desarrollo de las actividades humanas que se ha dado en esta región, coincide asimismo con la negligencia de las autoridades para instrumentar un programa efectivo de conservación. El buen uso y conservación de los recursos naturales renovables es un asunto que sobrepasa las fronteras nacionales, y que a todos concierne el problema de extinción de las especies. Bajo esta visión, el Romerolagus ha logrado cautivar el interés de los más diversos medios, por ejemplo, británicos, belgas y japoneses, incluyendo a un pequeño grupo de mexicanos. La inversión económica extranjera aplicada a la conservación y reproducción del zacatuche es de medio millón de dólares, aproximadamente. Los resultados fueron al inicio desalentadores. No obstante, los esfuerzos han empezado a dar frutos y hoy día ya se conocen las técnicas e infraestructura adecuadas para lograr la reproducción exitosa del zacatuche en condiciones de cautiverio. Sin embargo, aún falta mucho por hacer, pues la política conjunta internacional a futuro coincide en un punto: la única forma de evitar la extinción de Romerolagus es conservando su hábitat, lo que implica un desafío y compromiso para el gobierno mexicano. En un país como México es difícil delimitar los lineamientos y criterios para la conservación, ya que la utilización múltiple de los recursos naturales por ganaderos, campesinos e industrias privadas y gubernamentales, crea conflictos en cuanto a la legislación y los derechos al uso de los recursos. En este sentido, cabe mencionar que un buen manejo debería estar basado en la capacidad real de uso del recurso para lograr su sustentabilidad para conocer tal capacidad se requieren estudios de tipo ecológico, principalmente. La elaboración de planes de desarrollo regionales fundamentados en el uso racional de los recursos naturales, implica necesariamente la vinculación directa de los verdaderos manejadores de éstos, los campesinos, como uno de los principales sectores involucrados en la conservación de áreas naturales. También son importantes las tareas del sector gubernamental que se restringen a la elaboración, gestión y vigilancia de la instrumentación de planes de desarrollo regionales, mientras que los centros académicos, por su naturaleza, deberían colaborar fundamentando dichos planes de desarrollo con base en conocimientos científicos, y asesorando a su vez a las Organizaciones No Gubemamentales (ONG) para optimizar su importante labor. De esta manera, la instrumentación de los planes de desarrollo debe llevarse a cabo por los campesinos, quienes a través de su conocimiento empírico deben retroalimentar la información científica del sector académico, en tanto que las ONG juegan un papel determinante de monitoreo e instrumentación de los planes de desarrollo regionales. En el hábitat del zacatuche, las principales acciones de conservación han sido producto de la carga de conocimientos del sector rural (campesinos), ya que la destrucción del hábitat representa el deterioro de su forma de vida. En este sentido, es importante fomentar un alto grado de concientización en las ONG. Como un producto de esto, los diversos sectores tendrán que proponer e

instrumentar programas de conservación y manejo de los recursos, puesto que el sector rural no puede garantizar por sí solo el uso racional de los recursos naturales; dejar únicamente al sector rural el esfuerzo de la conservación del zacatuche equivaldría, como dice la metáfora, a hacer zanjas en el mar. POBRE ZACATUCHE: TAN LEJOS DE DIOS Y TAN CERCA DE LA CIUDAD DE MÉXICO HACE ya más de 25 años que la Unión Mundial para la Naturaleza (ITICN) declaro al zacatuche como una especie al borde de la extinción; desde entonces ya se justificaba el uso de esa categoría por el reducido tamaño de su área de distribución geográfica, la cual se limitaba a alguno de los volcanes del centro de México. Estudios más detallados sobre su distribución mostraron que algunas zonas, originalmente ocupadas por zacatuches, ya no mantenían poblaciones, como es el caso del Nevado de Toluca. Esto motivó una serie de investigaciones dirigidas a entender por qué la reducción y fragmentación de su área de distribución. Después de varios años de estudio se documentó que en el área se desarrollaba una gama de actividades humanas que tienen un efecto negativo para la sobrevivencia de esta especie. La expansión de la frontera agrícola resultó ser una de las actividades con mayor impacto, ya que se realiza sin ningún control y sin ninguna planificación del uso del suelo. Entre otras cosas, esto trae como consecuencia que muchas zonas sin vocación para labores de agricultura sean taladas provocando a corto plazo su abandono aunque sin remediar los efectos destructivos de la tala. La expansión de la frontera agrícola trae como resultado el empobrecimiento de los recursos forestales y la reducción de la cubierta vegetal original. El principal motivo para incrementar las zonas agrícolas responde al aumento en la demanda de artículos de consumo de los habitantes de las zonas urbanas aledañas, principalmente la Ciudad de México. Por otro lado, la expansión de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) ha rebasado cualquiera de las predicciones hechas durante los últimos 20 años. El número de inmigrantes campesinos a la Ciudad se estima en cerca de medio millón anual. Aunado a esto, tenemos el crecimiento poblacional de sus habitantes y la gran cantidad de individuos flotantes que dependen económicamente de la ZMCM, lo que produce impactos directos e indirectos en el deterioro del hábitat del zacatuche. Entre los directos destacan las actividades de esparcimiento de los citadinos, principalmente las dominicales que consumen madera para fogatas, mismas que son fuente de incendios forestales. Otra actividad destructiva muy común es la que desarrollan los falsos amantes de la naturaleza que en las zonas de hábitat del zacatuche establecen gran cantidad de campamentos, caminos para motocross, sendas para excursionismo mal organizado y caza ilegal de la fauna silvestre. Es lastimoso percatarse de los destrozos realizados por grupos pseudoecologistas, como los Boy Scouts y los corredores de maratones ecológicos, quienes a su paso, a lo largo de kilómetros,

inauguran verdaderos basureros de materiales plásticos, vidrio y esponjas, además de modificar el paisaje debido a la construcción de caminos por todos lados. El deterioro indirecto puede ser ilustrado con dos ejemplos: el incremento en la demanda de alimentos (lo que promueve la deforestación y el aumento de la superficie agrícola) y la contaminación atmosférica que finalmente se acumula en los suelos de las zonas montañosas del sur de la ZMCM. El impacto de este tipo de contaminación ha empezado a tener serias repercusiones como en el caso del Parque Cultural y Recreativo del Desierto de los Leones, donde la contaminación atmosférica fue una causa importante en el establecimiento de la plaga del gusano descortezador (Dendroctonus adjuntus), responsable de la muerte de aproximadamente 40 por ciento del arbolado de coníferas. Los asentamientos urbanos dentro del área de distribución del zacatuche siguen el mismo patrón de crecimiento que el de la ZMCM, es decir, desorbitado, no planificado y a costa de la destrucción de las zonas naturales originales. Estos asentamientos urbanos irregulares se pueden observar en la zona, así como la creación de fábricas en sitios vulnerables. Un ejemplo de esto último es la planta de asfalto que se empezó a construir en 1992 en la comunidad de Parres, en la base del volcán pelado, el cual es considerado como un Área de Protección Especial, y una de las pocas áreas importantes donde habita el zacatuche. Además, los esfuerzos gubernamentales para el manejo del área se han restringido al manejo y cuidado forestal ignorando por completo la importancia qué tiene la fauna silvestre en la dinámica de los ecosistemas naturales. El manejo forestal, que no ha sido óptimo, olvida la alta responsabilidad que existe al tener en sus manos la existencia de muchas especies animales y vegetales al borde de la extinción. En síntesis, la condición vulnerable del zacatuche tiene como enemigo principal la destrucción desmesurada de sus refugios dentro de los hábitats ya relictuales históricamente. Es por esto que la conservación del zacatuche, al igual que la de casi todas las especies en peligro de extinción, depende de un manejo planificado y adecuado de los recursos naturales para asegurar la persistencia del hábitat. Como se ha podido observar a través de las líneas de este libro, a pesar de que se han dedicado esfuerzos para el estudio, manejo y reproducción en cautiverio del zacatuche, éstos no han sido suficientes. Las disposiciones legales para su protección en estado silvestre no han tenido éxito ya que muchas de éstas han quedado sólo en el papel, por ejemplo, la denominación del zacatuche como especie en peligro de extinción inscrita desde 1966 en el Libro Rojo de Datos de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y en el cual se ha mantenido hasta la fecha. México ingresó en julio de 1991 a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), con el objetivo de fomentar la protección de la fauna mexicana; el único conejo que México contempla en dicho acuerdo como especie en peligro de extinción es el zacatuche, sin considerarse ninguna liebre ni otros conejos mexicanos. Entre las respuestas de los interesados a los problemas que afectan la sobrevivencia de conejos y liebres del mundo, está la

creación de un grupo internacional de especialistas sobre lagomorfos (Lagomorph Specialist Group) dependiente de la Comisión de Sobrevivencia de Especies de la UICN. Una de sus actividades fue la de organizar un proyecto internacional de prospección para evaluar la situación de las especies de conejos y liebres del mundo. En consecuencia, se redactó y publicó a principios de los años 90 un plan de trabajo con las recomendaciones pertinentes a favor de la conservación de estos mamíferos. Desde luego, el plan contempla la situación para México en donde se incluye al conejo zacatuche, además de una liebre y otros dos conejos mexicanos, los cuales tirnen poblaciones tan pequeñas y un hábitat tan restringido que se recomienda su protección completa. EL CONEJO ZACATUCHE: SÍMBOLO DE LA CONSERVACIÓN EN MÉXICO Ante las perspectivas expuestas en estas páginas, destaca el interés del Consejo Nacional de la Fauna (CNF) sobre esta especie y en particular su programa de reproducción en semicautiverio de Romerolagus diazi para su liberación en las áreas de su distribución original. Destaca asimismo la creación en 1990 de la Asociación Mexicana para la Conservación y Estudio de los Lagomorfos, A.C. (AMCELA), cuyo propósito es fomentar la difusión entre el público, el estudio, la protección y la utilización adecuada de los conejos y liebres silvestres de México. Pese a su reciente formalización y a lo reducido de sus miembros, AMCELA ha logrado un reconocimiento especial, sobre todo por su particular interés en estudiar las liebres y los conejos mexicanos y divulgar su situación, en especial de aquellos en peligro de extinción, como es el caso de Xomerolagus dlaxi. En conclusión, el buen término de los esfuenos de conservación depende de la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Con el propósito de que no se pierdan los esfuerzos realizados en torno a esta importante especie, y de que los propósitos contenidos en esta publlcación se logren, el Consejo Nacional de la Fauna (CNF) y los miembtos de la Asociación Mexicana para la Conservación y Estudio de los Lagomorfos, A. C. (AMCELA), se unen para proponer al conejo zacatuche como el símbolo de la conservación en México, símbolo de un esfuerzo que apenas inicia. LECTURAS SUGERIDAS l. Cervantes F.A., Lorenzo C., Hoffmann R.S. Romerolagus diazt. Mammalian Species, 360:1-7, 1990. 2. Hoth J., Velázquez A., Romero F. J., León L., Aranda M., & M. D. J. The volcano rabbit. A shrinking dlstribution and a threatened habitat.Oryx, 2185-91, 1987.

3. Velázquez A., Romero F. J., López-Paniagua J. Ecología y conservación del conejo zacatuche y su hábitat. Fondo de Cultura Económica/UNAM. México D.F. (en prensa). GLOSARIO Ancestral(es): antiguo; antepasado, perteneciente a antepasados remotos o procedentes de ellos. Apareamiento: acción para reproducirse, acto de la reproducción de los animales. Los seres vivos adquieren diferentes conductas para aparearse. Atípica(o): que se sale de la normalidad, no común, anormal. Único. Biodiversidad: se le conoce como el conjunto de la variabilidad de la vida sobre la Tierra, la cual abarca desde los procesos y estructuras genéticas y fisiológicas, pasando por las especies de seres vivos, hasta su complicado ensamblaje en los diferentes ecosistemas del planeta. Biomasa: es la cantidad de materia orgánica acumulada en los organismos vivos debido a sus procesos metabólicos. Se puede decir sobre el peso que adquieren los seres vivos debido a lo que consumen. Cepa: tronco u origen de una familia o linaje. Conjunto de individuos de una misma especie existente en una colonia o cultivo. Copulación: acción para reproducirse, acto de la reproducción en los animales. Coprofagia: relativo al acto de alimentarse de los excrementos. Cortejar: asistir, acompañar, galantear, procurar captar la atención de una pareja. Deforestar: acabar con la vegetación natural de una zona o región. Acción y efecto para deteriorar un bosque. Depredador(es): animales que se alimentan de otros causándoles, generalmente, la muerte inmediata. A los organismos que se mueren por este acto se les denomina presas. Un animal puede ser depredador de una planta. Dispersión: acción de poderse desplazar de un sitio a otro para poder establecerse en una mayor superficie o en otro lado. Duodeno: primera porción del intestino delgado de los mamíferos que se extiende desde el píloro al yeyuno. Casi todo él rodea en forma de C la cabeza del páncreas. Endémico: se dice de las especies que pertenecen o que viven exclusivamente en una región o país. Especímenes: ejemplares, muestra, modelo o señal generalmente de una colecta de ejemplares. Datos, signos. Estral: perteneciente o relativo al estro (fase del ciclo sexual de las hembras en mamíferos en que hay una mayor atracción por el sexo contrario, condicionado por la modificación de equilibrio hormonal y de la mucosa de la región genital). Estrato: cada una de las cosas separadas en que se encuentra dividido algo. Conjunto de elementos con características comunes. Capa o serie de capas. Excretas: excrementos.

Extinción; extinto: relativo a desaparecer, acabarse. Dejar de existir. Fragmentación: acción y efecto de dividirse algo en unidades más pequeñas. Romperse, separarse. Furtivo(a): que se hace a escondidas u ocultándose. Ilegal. Gazapos: crías o recién nacidos. Individuos inmaduros que aún permanecen en el nido dependientes de los padres. Hábitat: lugar donde viven los seres vivos. Conjunto de variables ambientales que caracterizan el lugar o lugares en que se reproducen, crecen y se desarrollan los seres vivos. Letrinas: espacio adecuado o preparado para defecar. Lugar donde se defeca. Espaclo donde se acumula excremento. Madrigueras: guarida o casa. Oquedad que elaboran los animales para refugiarse o cuidar a su prole. Melanina: cualquiera de un grupo de pigmentos, generalmente color castaño o negro, presentes en animales o vegetales. El pigmento es resultado de la oxidación de la tirosina presente normalmente en la piel, cabellos, membranas del ojo y algunas regiones del cerebro. Mioceno tardío: época que abarca aproximadamente los últimos seis millones de años, de los casi 19 millones de años que duró el Mioceno, y que terminó hace unos cinco millones de años según la escala Elsevier, 0 10 según la escala Kulp. Monotípico: de carácter único, aplíquese a un nivel taxonómico el cual sólo presenta una única subsiguiente, superior o inferior, categoría. Morfológicas; morfológico(a): relativo a la morfología. Características de las formas físicas de ciertas categorías de individuos. Muda: estado de cambio de piel o pelo en los animales. Perturbación: perturbar, inquietar. Cambiar el estado o la estructura natural de las cosas. Pigmentada: coloreada con un pigmento, zona coloreada por formación o acumulación de algún tipo de pigmento. Plioceno temprano: época que inicia con el fin del Mioceno, con una duración aproximada de 1.5 a 2 millones de años dependiendo de la escala con la que se trabaje. Postparto: estado de la hembra posterior al parto de una o varias crías, suele ser identificado por una serie de características definidas en la región genital de la hembra. Relicto(a)se dice de las especies de otras épocas con escasa o muy localizada representación actual. Lo poco que queda o perdura. Unidad fisiográfica: zona, área o lugar definido homogéneo o heterogéneo, con una descripción geomorfológica regional (comprende sólo la definición científica de las formas del relieve, no incluye génesis ni dinámica). Unidad geomorfológica: zona, área o lugar definido en el cual se estudia y trata de explicar la forma del relieve terrestre. Vestibular: perteneciente al vestíbulo, cavidad, espacio o entrada. Vibrisa: pelo táctil en los mamíferos situado en diversas partes del cuerpo, principalmente cerca del hocico y en las patas delanteras.

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