Influencia del estado nutricional sobre la aptitud física de niños en período de crecimiento

Influencia del estado nutricional sobre la aptitud física de niños en período de crecimiento. Galo Narv áez Pérez Laboratorio de Evaluaciones Morfofun
Author:  Sergio Gil Ortega

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Influencia del estado nutricional sobre la aptitud física de niños en período de crecimiento. Galo Narv áez Pérez Laboratorio de Evaluaciones Morfofuncionales LABEMORF, Filial en Quito, Ecuador.

La actividad f ísica practicada de manera regular y programada en el niño y adolescente, favorece el desarrollo de las cualidades físico-motoras y ayudan a alcanzar un mejor nivel de aptitud física. Mas aun se ha observado que los niños que tenían actividad f ísica regular mejoraron ostensiblemente su rendimiento escolar [16]. Sin embargo, el nivel de aptitud f ísica a mas del factor genético es muy dependiente del estado nutricional y este a su vez del estrato socioeconómico en el cual el sujeto habita [2,7,8,12,16-19] . En las tablas de la OMS [21] se sugiere que el BMI es buen un indicador del sobrepeso y/o delgadez (bajo peso) no solo en adultos, sino también en niños y adolescentes. En un anterior estudio nuestro, se demostr ó la validez del BMI en niños, adolescentes y deportistas de mediano y alto nivel de competencia, utilizando el método de calificación por centiles intraclase [9,10] . El objetivo de este trabajo fue analizar y comparar si el nivel de aptitud física, modifica la prevalencia de delgadez - sobrepeso en poblaci ón infantil desde una submuestra estratificada por edades, del proyecto de Predicción de Talla Adulta Ecuatoriana PRETAE [11]. Material y métodos. Considerando que la población ecuatoriana se caracteriza por ser multiétnica Figura N° 1, la submuestra para este estudio se extrajo desde el BAN (Banco Antropométrico Nacional), desde una misma región geográfica siguiendo la modalidad de estudio caso control. Se tomaron datos de niños de ambos sexos entre 8 -12 años con las siguientes características: 1. Grupo experimental de 600 niños desde una escuela primaria con actividad f ísica curricular, que responde a un estimulo semanal de una clase regular de educación física de 40 minutos; y 2. Grupo testigo de 1012 niños con actividad física extracurricular, consistente en dos entrenamientos semanales de 60 minutos, específicos para el deporte que practican, a mas de la actividad física escolar.

Figura 1. Ilustración de los distintos grupos étnicos que se distribuyen por regiones en el territorio ecuatoriano.

De acuerdo a la metodología propuesta por nosotros [9] se estableció que el percentil 15 del BMI (P15 ), marca la línea de bajo peso y el percentil 85 del BMI (P 85 ) el de la sobrepeso [6] . A su vez de considera normal a los casos comprendidos entre el P15 y P 85 Se utilizo además el concepto de Razón de Prevalencia (R. P.) de acuerdo a la siguiente ecuación:

[4, 5]

Donde grupo expuesto P 15 - P85 = niños ubicados bajo el percentil 15 o sobre el percentil 85 grupo no expuesto = niños ubicados entre el percentil 15 y el percentil 85 ( zona de normalidad) Los datos demográficos de la muestra, se presentan en las tablas N ° 1.

Tabla N ° 1. Datos Epidemiológicos de los grupos Experimental y Control

Todos los cálculos estadísticos fueron realizados mediante los programas SPSS y EPIDATA. Resultados Las diferencias del BMI entre sexos fue NS por lo cual para los siguientes procedimientos estadísticos, se los considero en conjunto. Mediante tablas cruzadas 2x2 se estudio las prevalencias por grupos etarios para el G. experimental y control, tabla N° 2.

Tabla N ° 2 . Valores del percentil 15 (P15) y 85 (P85) para BMI. Prevalencia (Prev.) y de relaci ón de prevalencia (R.P.) para los grupos experimental y control. Odds Ratio (O.R.) para grupos estratificados, para los percentiles 15 y 85 e intervalos de confianza al 95 %.

La R .P. en el grupo experimental y control, para los niños bajo el percentil 15 (delgadez) son presentados en la Figura N° 2 y para los niños sobre el percentil 85 (sobrepeso) en la Figura N° 3.

Figura 2. Comparación de la relación de prevalencia (RP) bajo el percentil 15, de los grupos experimental y control.

Figura 3. Comparación de la relación de prevalencia (RP) sobre el percentil 85, de los grupos experimental y control.

Discusión Los valores de BMI demostraron ser muy buenos indicadores del grado de nutrición en niños y en adolescentes e incluso en atletas de moderado y alto rendimiento deportivo [10] . Los autores demuestran que la inclusión de pliegues cutáneos mejora notablemente el valor discriminativo del BMI. Sin embargo, en este trabajo se da prioridad al criterio cl ásico de utilidad del BMI para detectar la prevalencia de delgadezsobrepeso y como el nivel de aptitud física, evidenciado por actividad físico-deportivo, modifica los valores de su prevalencia. La decisi ón de utilizar el concepto de relación de prevalencia (R. P.), esta ligada al criterio de utilizaci ón de la auto escala de BMI [9,10]. Es muy probable que resulte novedosa la idea de utilizar criterios de normalidad basados en las características propias de la población estudiada. Sin embargo, es necesario que comprendamos que las características poblacionales son inherentes al medio físico y socioeconómico [16 19,21]. Es imposible generalizar criterios de calificaci ón tan importantes como caracter ísticas fenot ípicas, con una tabla realizada en población ajena a las realidades locales. Es cierto que la OMS-OPS ha sustituido favorablemente, la falta de estudios en Latinoamérica con información proveniente de sociedades con mejor grado de oportunidades de desarrollo técnico-científico; pero estamos en el camino de establecer nuestras propuestas y alcanzar metas que hasta ahora nos habían sido esquivas. Por otra parte un estudio epidemiológico en Brasil [20] , demuestra diferencias significativas para calificar a su población con tablas nacionales vs las recomendadas por OMS. Nuestro Proyecto de Predicci ón de Talla Adulta Ecuatoriana PRETAE, nos permite contar con un banco de datos antropométricos muy importante. Las características étnico, poblacionales en una sociedad tan heterogénea como la ecuatoriana, debe obligadamente considerar criterios mas ajustados a su realidad. Este proyecto nos dio la oportunidad de conocernos mejor y de sabernos dueños y responsables de nuestras falencias y oportunidades de corregirlas. La propuesta es valida desde varios puntos de vista. No estamos tan bajos de peso como resultaría de una calificación sesgada (con tablas no propias), ni tenemos tantos niños con sobrepeso como se supone. Es mas, estamos demostrando con este estudio que la actividad física como en cualquier otro medio, modifica significativamente los patrones de calificación del bajo peso. Es mas bien una situaci ón de oportunidades y de aprovechamiento de recursos [1,12- 14,21].

En la Tabla N° 2 observamos que la prevalencia de niños por debajo el P15 es mas baja en el GC que recibe actividad física como entrenamiento deportivo, que en el GE que esta expuesta a un solo estimulo semanal por clase regular de educación física. La ingesta calórica que seria el factor de mayor peso para definir el estado nutricional, es similar en ambos grupos, por pertenecer al mismo nivel socioeconómico. En el grupo experimental, la prevalencia de BMI bajo P15 es mayor entre los 8-11 años al igual que la relaci ón de prevalencia. Por el contrario en el grupo control estos valores caen a los 10 años ( Figura N° 2). Es posible que los incrementos de peso que en el grupo control, se inician antes, sean producto de la estimulación temprana de la actividad física. La relación de prevalencia de BMI bajo el P 15 , a los 8 años es 1.22 en el GC y 1.32 veces mayor que en la zona de normalidad (P 15 -P85 ) en el GE; y desciende hasta 0.17 vs 0.33 respectivamente a los 12 años de edad. Los valores de Odds Ratio (chance de prevalencia) brutos y corregidos por la estadística de Mantel Haenszel son significativos para los 5 estratos de edad (O .R.= 1 para la zona de normalidad) ( Tabla 2 ). Se podría suponer que los cambios observados son producto de incrementos de la talla por edad. Sin embargo se debe mencionar que el BMI responde mas a los cambios de peso que de talla [15] . Por otro lado la razón de prevalencia sobre el P 85 es mas errática a través de los estratos de edad estudiados Figura 2; y aunque no es muy evidente se aprecia una tendencia a aumentar la probabilidad de sujetos obesos con el incremento de edad. El National Center for Health Statistics [22] propone para los Estados Unidos de América la aplicación de cartas para el BMI-por-edad, entre 2 a 20 a ños. Para ello, utiliza los percentiles 5 - 85 como criterios de corte para la desnutrición-obesidad. Esta es otra de las pruebas de la debilidad del criterio clásico de utilizar valores absolutos de BMI. Seria necesario que se realicen estudios de validación de esta nueva norma con bases de datos de poblaciones latinoamericanas. Conclusiones El presente estudio propone modificar el concepto de calificar a cualquier poblaci ón mundial, con un mismo criterio. No se cuestiona solamente el origen de la tabla de referencia, sino también, la improbabilidad que las condiciones físicas, socioeconómicas y medioambientales (= fenotípicas), sean iguales y peor aun, aplicables como normas en medios tan dispares. Hay mayor probabilidad de encontrar niños con índices de bajo peso, en el grupo con menor actividad física que en el que recibe entrenamiento deportivo a mas de las clases regulares de educaci ón física. Este resultado que se ha descrito en varias poblaciones, tiene su propia escala de calificación y consecuencias de acuerdo al medio en donde se las aplique. Por lo tanto se sugiere que en lo posible antes de establecer criterios de calificación de delgadez - sobrepeso, se considere la variabilidad fenotípica. Bibliografía 1. Cole TJ, Bellizzi MC, Flegal KM, Dietz WH. Establishing a standard definition for child overweight and obesity worldwide: international survey BMJ 2000;320:1240-3. 2. Deurenberg P, Yap M, Van Staveren WA. Body mass index and percent body fat: a meta-analysis among different ethnic groups. Int J Obes Relat Metab Disord 1998;22:1164-71. 3. El Estado Físico: Uso e Interpretación de la Antropometría. Informe de un Comité de Expertos de la OMS. 854. Organización Mundial de la Salud. Ginebra, 1995. 4. http://escuela.med.puc.cl/Recursos/recepidem/epiDesc8.htm 5. Kleinbaum D., Kupper L., Mörgenstern H. Epidemiologic Research. Principles and quantitative methods. Lifetime Learning Publ. California, 1982. 6. Must A, Dallal GE, Dietz WH. Reference data for obesity: 85th and 95th percentiles of body mass index( w/ht2). 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Tope Actualización: 19-Sep-2003

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