INTEGRACION DE LA ARQUITECTURA INDUSTRIAL AL ENTORNO.

ALEJANDRA SELLES SELLES INGENIERO SUPERIOR DE MATERIALES PROFESOR DE ARQUITECTURA TECNICA UNIVERSIDAD DE ALICANTE

RESUMEN

Hasta hace pocos años la arquitectura industrial se ha visto aparcada en los suburbios y polígonos industriales situados en las periferias de los municipios. Las industrias han sido entendidas únicamente cono tales, como puntos de fabricación sin importar para nada su componente estético, obteniendo una visión como simples contenedores de la actividad fabril. La importancia recaía en el interior, en el proceso industrial y la mayor o menor validez arquitectónica se encontraba en función de la rentabilidad económica. Estamos en pleno cambio de esta visión arquitectónica debido en parte al crecimiento masivo de las áreas industriales que se han desarrollado en los últimos años, crecimiento en muchos casos sin cuidado de la planificación y de la estética del conjunto industrial. Además surge por parte de los empresarios la necesidad de crear espacios agradables para sus trabajadores, respetuosos y sostenibles con el medio ambiente, integrados al entorno que los rodea. Resulta interesante estudiar como se puede lograr la implantación de una industria teniendo en cuenta estas consideraciones ambientales y de integración a su entorno, olvidándose de la repercusión en el coste del producto fabricado.

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COMUNICACIÓN COMPLETA

Hasta hace pocos años la arquitectura industrial se ha visto aparcada en los suburbios y polígonos industriales situados en las periferias de los municipios. Las industrias han sido entendidas únicamente cono tales, como puntos de fabricación sin importar para nada su componente estético, obteniendo una visión como simples contenedores de la actividad fabril. La importancia recaía en el interior, en el proceso industrial y la mayor o menor validez arquitectónica se encontraba en función de la rentabilidad económica. Estamos en pleno cambio de esta visión arquitectónica debido en parte al crecimiento masivo de las áreas industriales que se han desarrollado en los últimos años, crecimiento en muchos casos sin cuidado de la planificación y de la estética del conjunto industrial. Además surge por parte de los empresarios la necesidad de crear espacios agradables para sus trabajadores, respetuosos y sostenibles con el medio ambiente, integrados al entorno que los rodea. Resulta interesante estudiar como se puede lograr la implantación de una industria teniendo en cuenta estas consideraciones ambientales y de integración a su entorno, olvidándose de la repercusión en el coste del producto fabricado. A continuación se exponen varios ejemplos de proyectos, que muestran las infinitas posibilidades que abre esta reinterpretación de la arquitectura industrial del siglo XXI. Los edificios resultantes no sólo son extremadamente funcionales, sino que además están constituidos de una pieza en lo que respecta a materiales, construcción y detalles. El cliente de hoy, no sólo busca quedar satisfecho con el funcionamiento sino también con el aspecto del edificio, es decir con la imagen corporativa que el mismo quiere transmitir de la compañía o industria. Como ejemplos de estudio se exponen tres casos: Caso1- APLIX FACTORY, Cellier, (Francia). Este proyecto esta ubicado en una zona industrial cercana a la ciudad de Nantes. El terreno, muy llano, se encuentra junto a una autopista nacional muy concurrida por el sudeste. El problema era integrar un edificio industrial de 300 m. de longitud dentro de un área rural, el arquitecto opta por recubrir toda las fachadas que dan a la autopista por planchas metálicas, constituidas por planchas plegadas de acero inoxidable pulido a modo de espejo. El diseño del edificio denota simplicidad y se integra en relación dinámica con su entorno: ya que se refleja en las fachadas el entorno rural en el que se ubica, funciona como un imán de luz que da lugar a una gran variedad de superficies, múltiples perspectivas y apreciaciones estéticas, integrando simultáneamente el entorno natural con las necesidades industriales .

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Caso 2-SEDE POLIGONO DE GRANADILLA, Tenerife (España), El polígono de Granadilla se encuentra en la costa sudeste de Tenerife y constituye una gran reserva industrial ligada al futuro puerto de la isla. El encargo propuesto era el de ejecutar un edificio multifuncional que acogiera las oficinas de la sociedad que gestiona el polígono. La posibilidad de elegir la parcela fue decisiva en el planteamiento general de la intervención ya que el edificio pudo situarse en una plataforma sobre un dique de hormigón existente en un barranco cuyas aguas están canalizadas hacia otro lado. El barranco, catalogado como zona de interés, permite la visualización el edificio desde la autopista y zonas de acceso. Para proteger al conjunto de los vientos dominantes se rodeó la edificación con gruesos paramentos pétreos que exaltan el paisaje y hacen la función de integrarse al entorno hostil que los rodea.

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Al apoyar los diferentes módulos del conjunto y sus conexiones en un plano base horizontales consigue dejar pasar libremente el terreno por debajo del mismo. La disposición de los volúmenes se ha realizado mediante un juego, desarrollado a un lado y otro del eje longitudinal, basado en intercalar dos tratamientos diferentes: cubículos encerrados por muros pétreos y estructuras ligeras metálicas adosadas al corredor. El proyecto se diseñó teniendo encuentra tanto la ubicación del edifico, la naturaleza desértica del paisaje, el régimen continuo de vientos que inciden de forma oblicua.

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Los materiales se definen a partir del propio paisaje. Los muros estructurales de mampostería se mantienen desnudos en el interior, permitiendo una continuidad con el exterior, mientras que las separaciones interiores se realizan con mamparas fabricadas con madera de cedro.

Caso 3-WAREHOUSE C, Nagasaki, (Japón). El ayuntamiento de Nagasaki creo un nuevo muelle de relleno, de aproximadamente 250m de longitud por 125 de ancho que se proyecta sobre la bahía de la ciudad. La totalidad del muelle tendrá un uso mixto, con una terminal del transbordador, largas estructuras comerciales y almacenes. El problema era integrar este gran proyecto constructivo con la ciudad de fondo, las montañas colindantes al limite de la ciudad y la bahía rodean el lugar, haciéndolo visible casi desde cualquier parte de la bahía, incluso para los pasajeros de los transbordadores y transatlánticos que unen Japón con el resto del mundo. Con esto en mente, los arquitectos propusieron un espacio de jardín público en la cubierta, sobre el almacén de 14 metros de altura. El edificio mezcla tres sistemas constructivos, el almacén es de hormigón, el sistema del muro de la fachada sur y la mitad del recubrimiento de la cubierta son de chapa de acero, y la otra mitad del tejado está cubierta de tejido en el lado norte. La sala de exposiciones esférica es de planchas de acero con aislamiento, de 20 m de diámetro, habitualmente usadas para el almacenaje de crudo en los enormes petroleros construidos. El escudo de acero protege al edificio de los fuertes vientos de los monzones.

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El diseño se inspiró en las técnicas utilizadas en la construcción naval, debido a la ubicación portuaria del mismo.

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