Invernaderos

Ventana. Adosado. Otoño. Primavera. Verano. Calefacción. Riego. Ventilación. Temperatura. Semillas. Macetas

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Introducción 2 ¿Dà NDE UBICAR EL INVERNADERO? 2 TIPOS DE INVERNADEROS 2 INVERNADERO DE VENTANA 2 INVERNADERO ADOSADO 2 INVERNADERO AISLADO 2 LA ESTRUCTURA DEL INVERNADERO 2 LOS MATERIALES TRANSPARENTES 3 MOBILIARIO INTERIOR 3 EL SUELO 3 PARA EL INVERNADERO 3 PARA LAS CAJAS DE SEMILLERO 3 LA VENTILACIà N 4 LA TEMPERATURA 4 LAS INSTALACIONES COMPLEMENTARIAS 4 CALEFACCIà N 4 EL RIEGO 4 OTROS 5 PLANIFICACIà N DE UN INVERNADERO SENCILLO SEGà N LAS ESTACIONES 5 EL INVIERNO 5 EL OTOà O 5 LA PRIMAVERA 5 EL VERANO 5 BIBLIOGRAFà A 5 INTRODUCCIà N

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Un invernadero es un edificio con paredes y cubierta de vidrio o plástico translúcido, empleado para el cultivo y la conservación de plantas delicadas, o para forzar su crecimiento fuera de temporada. Los invernaderos están ideados para transformar la temperatura, humedad y luz exteriores y conseguir asÃ− unas condiciones ambientales similares a las de otros climas. Los más tÃ−picos son los que reproducen una atmósfera tropical, ideal para las orquÃ−deas y palmeras, o los de ambiente desértico indicados para el cultivo de cactus. ¿Dónde ubicar el invernadero? Partiendo de la idea de un invernadero que produzca lo suficiente para el autoabastecimiento del agricultor, es muy útil tener además un cobertizo para los instrumentos. Lo aconsejable es tener tanto el cobertizo como el invernadero cerca de la casa. De hecho, lo ideal para un huerto pequeño es que el invernadero esté adosado a la pared de la casa pues asÃ− se ahorra espacio. Si el invernadero está muy lejos de la vivienda surgen a veces problemas con el suministro de electricidad para la iluminación y la calefacción. Si se quiere usar el cobertizo para guardar tiestos además de los aperos, conviene que esté junto al invernadero, o incluso comunicado con él. Tipos de invernaderos Invernadero de ventana El más pequeño es el de ventana. Lo más fácil es comprarlo y colocarlo en una ventana que dé al sur, pero también puede hacerlo uno mismo, instalando una plataforma en la base de la ventana y montando encima de ella una estructura de vidrio. Las plantas reciben una buena cantidad de luz y se benefician del calor que reciben de la vivienda. En un pequeño invernadero de este tipo es posible cultivar tomates suficientes para satisfacer las necesidades de una familia. Invernadero adosado

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El invernadero adosado es un sistema nuy común. Conviene que haya una puerta de comunicación con la casa o una ventana. En invierno el calor de la vivienda penetra en su interior y en cualquier época del año es muy agradable trabajar o descansar en su interior. En cuanto a la construcción, una ventaja es que reduce a la mitad el gasto en levantar el invernadero; las desventajas consisten en la dificultad de unir las paredes de la vivienda con las del invernadero. Invernadero aislado Para un invernadero aislado se requiere más espacio y dinero, por lo que se suele reservar a personas que piensan vivir del propio invernadero. Recoge mucha luz pero el aislamiento térmico es mucho peor. Un tipo de invernadero aislado es el insol, situado bajo tierra, que se reserva para cultivos de plantas ornamentales (de maceta), que requieren instalaciones muy complejas y que se destinan únicamente al comercio. La estructura del invernadero Los más sencillos tienen una estructura de palo y alambre, muy barata, pero endeble. Los de aluminio son bastante caros y difÃ−cil de mapular uno mismo, pero no se pudren ni se oxidan. Los invernaderos de madera deben ser fabricados preferentemente con cedro, cuyas ventaja son la resistencia y la fácil manipulación. Se pueden encontrar también estructuras herméticas, de hormigón y de hierro galvanizado, siendo ésta última muy usada. Las estructuras de tubo de plástico están todavÃ−a en fase de desarrollo. Los materiales transparentes La mejor elección es el vidrio, que deja pasar gran cantidad de luz, tiene un aspecto bonito, dura mucho tiempo, es muy difÃ−cil de romper y se repara con facilidad. Los inconvenientes son su elevado coste y que requiere una estructura

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muy fuerte. El plástico reforzado de fibra se adapta con facilidad, absorbe calor del sol y dura veinte años, pero no deja pasar tanta luz como el vidrio y es inflamable. El PVC es más barato y transmite bien la luz, pero dura sólo cinco años y se quiebra fácilmente. El polietileno cuesta la décima parte del cristal y transmite la luz con gran eficacia pero dura uno o dos años y se desgarra al primer intento. Hay otras elecciones como el acetato, muy quebradizo, el poliéster o la malla de sombreo; pero los más usados son los plásticos arriba nombrados. Mobiliario interior Las estanterÃ−as son necesarias para las cajas de semilleros y para las hortalizas que crecen en maceta. La mejor forma de aprovechar el espacio son los bancos en gradas con unas anchura no mayor de un metro. Se pueden colocar los que se quieran teniendo en cuenta que entre uno y otro debe haber un pasillo de medio metro de anchura, preferentemente de grava o cascajo, ya que estos mantienen la humedad si son regados. Lo ideal es usar vidrio para los bancos, pero al ser un material muy caro se puede usar también madera, con el inconveniente de que no deja pasar la luz y si el agua, por lo que hay que colocar una plancha impermeable debajo. Para sujetar los bancos se usan tubos viejos de conducción de agua o de gas. Son fuertes, se limpian con facilidad y son muy duraderos. El suelo Para el invernadero El suelo de un invernadero permanente no debe ser el original del lugar sin traÃ−do de fuera. Una buena mezcla es la siguiente: - Una parte de turba de musgo y esfagnos

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- Una parte de arena gruesa - Dos partes de buena tierra de jardÃ−n Si se le añade a esto vermiculita o perlita se mantiene suelto y aireado el suelo. Para evitar la aparición de enfermedades si se cultiva la misma especie año tras año se puede esterilizar o cambiar el suelo, siendo más efectiva, pero más cara, la segunda opción. Para las cajas de semillero La única precaución que hay que tener con este suelo es pasteurizarlo antes de plantar en él. No debe ser esterilizado porque ello supondrÃ−a la eliminación de todo rastro de vida, lo cual no es el fin del hortelano orgánico. Otra solución serÃ−a utilizar compost comercial para semilleros, que es, en realidad, la solución más razonable, ya que el gasto es mÃ−nimo. La ventilación La ventilación es muy importante. Nunca se debe dejar que el aire se estanque; hay que mantenerlo en movimiento. Es difÃ−cil dado que hay que mantener también la temperatura, pero estando pendiente de abrir y cerrar las aberturas de aireación se pueden conseguir excelentes resultados. Hay termostatos muy baratos que pueden acoplarse a las trampillas del tejado. En los invernaderos de mayor tamaño puede ser lateral o cenital. La temperatura La temperatura de variar entre el dÃ−a y la noche. En uno de tipo general con muchas plantas diferentes loideal son 19 ºC de dÃ−a y 7 ºC de noche. Un buen sistema para mantener el calor es instalar paneles dobles, cosa que puede hacerse de manera temporal en invierno sujetando hojas de plástico por el interior del invernadero. También se puede mantener una buena temperatura impidiendo que el aire lo azote directamente. Una cortina de árboles de hoja

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perenne plantados por el lado del que sople el viento dominante puede constituir una protección muy eficaz para un invernadero aislado. Mantener el frescor en verano puede ser tan difÃ−cil como hacerlo con el calor en invierno. Se pueden pintar las hojas de vidrio de blanco, usar persianas o plantar una hilera de árboles caducifolios entre el sol y el invernadero. Las instalaciones complementarias La calefacción Para la persona que pretenda la autosuficiencia en el huerto, el invernadero con calefacción es un lujo en contradicción con sus objetivos. Es fácil gastar en el invernadero más calorÃ−as de energÃ−a de las que se obtienen de los alimentos. Este tipo de invernadero es muy apropiado para un especialista que desee cultivar flores fuera de temporada o para el horticultor comercial que quiera abastecer a un mercado invernal de lujo. Si hace falta algo de calefacción en invierno, lo ideal es un calentador eléctrico con termostato, pero resulta caro su mantenimiento. La otra opción es un calentador especial de petróleo. Expulsa menos humos pero hay que comprobar constantemente la temperatura. Si se tiene un gran invernadero orientado al comercio, lo mejor es instalar un sistema de calefacción por aire o agua caliente. El primero consta de unos generadores que difunden el aire caliente por medio de unas tuberÃ−as en el invernadero; y los segundos tienen unas calderas fuera del invernadero que calientan el agua y la conducen por unas tuberÃ−as bajo tierra que calientan el suelo. El riego Mientras que en los pequeños invernaderos para el consumo propio el riego lo realiza personalmente el mismo agricultor, regando con una manguera o una

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regadera; en los grandes invernaderos comerciales éste se lleva a cabo mediante mecanismos de goteo o microaspersión. El primero consiste en pequeñas tuberÃ−as de plástico que se extienden por toda la superficie del invernadero, de las que salen multitud de diminutos canutos que gotean agua en cada maceta. El segundo mecanismo se diferencia en que la red de tuberÃ−as está en el techo, y en que al final de cada canuto hay una pequeña pieza que dispersa el agua a presión al chocar ésta con la pieza. Los dos mecanismos suelen tener también programadores para que se activen automáticamente a la hora programada. Otros Algunos cultivos requieren una mayor cantidad de luz, problema que se soluciona con una instalación de luz articifial, formada por unas bombillas distanciadas unas de otras y un programador que las activa o apaga cuando la luz es insuficiente. Otros cultivos como las rosas necesitan que el anhÃ−drido carbónico en el aire sea mayor, para ello se instala un aparato que expele esta sustancia cuando el regulador indica que hay poca en el aire. Planificación de un invernadero sencillo según las estaciones El invierno Según avanza el invierno se siembran cada vez más semillas en semilleros de cajón. Al aclarar las lechugas hay que excavar y estercolar el suelo a fin de prepararlo para plantar en primavera los cultivos del año siguiente. Conviene alternar los pepinos con los tomates, o al menos el suelo en el que crecen. Cada invierno es necesario cambiar la tierra e incorporar una nueva capa superficial a fin de evitar las enfermedades. Con bolsas de plástico rellenas de turba se ahorran todas estas preocupaciones.

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El otoño Al recolectar otros cultivos se pueden plantar lechugas en el suelo. Se limpian bien los estantes para hacer más tarde la multiplicación de las plantitas tempranas. La primavera En primavera hay multitud de cosas que hacer en el invernadero. Hay que realizar diversas siembras: apio, tomates, pimientos, pepinos, melones y maÃ−z son las más importantes. Se siembran en cajas de semillero o en macetas de turba. Se riega con frecuencia y al avanzar la primavera se llevan al exterior. Si el invernadero dispone de calefacción ya pueden recogerse los tomates sembrados a principios del invierno. Cuando comienza a hacer calor hay que ventilar el local. El verano Si se dispone de dos invernaderos o uno dividido por la mitad, el uno deberá estar lleno de pepinos y el otro de tomates. Hay que despuntar los ápices vegetativos de ambos, los brotes laterales de las tomateras y las flores masculinas de los pepinos. Los frutos se cogen cuando están maduros; no hay que dejarlos en la planta hasta que se vuelvan amargos. Los tomates necesitan una ventilación más vigorosa que los pepinos, que prefieren mucho calor y gran humedad. BIBLIOGRAFà A - El horticultor autosuficiente. John Seymour. Editorial Blume. - Enciclopedia Encarta 99

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