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Tendiendo puentes El Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD) y el Partido del Trabajo (PvdA) comparten una fe indestructible en el futuro, una confianza firme en lo que pueden conseguir los holandeses trabajando juntos y el profundo convencimiento de que durante los próximos años nuestro país necesita un gabinete estable y enérgico que aporte la fuerza y la energía para conseguirlo. Nuestros dos partidos gozan de apoyo en amplias capas de la población y, por tanto, consideramos que nuestro deber es tender puentes. Entre La Haya y la sociedad. Entre la ciudad y el campo. Entre ricos y pobres. Entre jóvenes y viejos. Entre personas con más o menos formación. Entre personas que consideran los cambios un reto y personas que se preocupan con cada cambio. Esta coalición quiere reforzar la unión mutua, el optimismo y la fuerza de los Países Bajos. Este pacto de gobierno refleja nuestra búsqueda de lo mejor de dos mundos. No hemos dejado que nos detengan las diferencias o el afán de impedir los planes del otro; hemos buscado inspiración en todo lo que nos une. El país necesita cooperación y así lo pidieron los electores el 12 de septiembre. En consecuencia, nos hemos tendido la mano y hemos sacado lo mejor de ambos. Así podremos llevar a cabo las reformas y los cambios que necesitamos: en sanidad, en vivienda, en el mercado de trabajo, en la política exterior y en la política energética. Reformas y cambios que harán que los Países Bajos salgan más fuertes de la crisis. Un partido desconfía de una administración omnipresente. El otro teme que la administración abandone a los ciudadanos. Juntos hemos optado por una administración que no vea a las personas sobre todo como consumidores, sino como ciudadanos que dan forma al futuro de los Países Bajos, unas veces solos y otras en conjunto. Una administración fiable que ofrezca oportunidades y fije límites; que proteja óptimamente y dificulte lo mínimo. Estamos convencidos de que dejar espacio a la iniciativa y el espíritu empresarial es bueno para nuestra sociedad y nuestros ciudadanos. Y sabemos que es prudente y solidario ayudar a aquellos que lo necesitan. En principio, todas las personas son responsables de su éxito en la vida y nosotros queremos aumentar al máximo las posibilidades de que lo consigan. Pero nunca cerraremos los ojos ante las personas que no pueden salir adelante sin un poco de ayuda. Queremos que los Países Bajos salgan fortalecidos de la crisis. Con una política sólida: así que ponemos orden en las finanzas públicas y estimulamos la innovación y la tecnología sostenible. Y de forma solidaria: así que dividimos las cargas equitativamente y organizamos nuestras prestaciones colectivas para que puedan seguir siendo accesibles para generaciones futuras. Invertimos más en educación y planteamos mayores exigencias de calidad a los maestros y directores de escuela. Eso también es sólido y solidario.
Una economía fuerte se beneficia de unos servicios públicos de calidad. Eso solo se consigue si damos más espacio y valoramos mejor la profesionalidad. Las personas en primera línea de la educación, la sanidad y la policía deben poder estar orgullosos de su trabajo y saberse apoyados por sus superiores. Confianza, espacio y suficiente tiempo son condiciones importantes para lograrlo. No hay que caer en la tentación de reaccionar con nuevas norma a cada incidente que se produzca. Debemos recompensar la profesionalidad con menos controles y menos exigencias burocráticas. El entramado salarial debe ser tal que los auténticos profesionales no necesiten huir a cargos de gestión para conseguir un ascenso. El trabajo sigue siendo la ruta más rápida para lograr unos buenos ingresos y la independencia económica. Y debe merecer la pena. El trabajo tiene que ser digno. Debemos reducir las diferencias entre trabajo flexible y trabajo fijo. Después de un despido, todo debe girar en torno a encontrar un nuevo trabajo. No aceptamos que las personas se queden en casa innecesariamente y así se lo transmitimos a los interesados y a los empleadores. El trabajo también es muy importante para la integración de los recién llegados a los Países Bajos. Por eso exigimos mucho de aquellos que quieren venir voluntariamente a los Países Bajos: una formación, dominio del idioma, una preparación correcta y la capacidad de poder gozar aquí de autonomía económica. Pero todos aquellos que cumplan las condiciones y aporten su grano de arena al futuro de todos, son y seguirán siendo bienvenidos entre nosotros. Una sociedad solidaria es una sociedad segura. Una sociedad en la que habitantes y empresarios se saben apoyados por la autoridad. Con una policía visible en las calles, que aplica normas claras. Europa nos ha traído paz, seguridad y prosperidad. Si Europa funciona bien, nosotros también. Gran parte de nuestro empleo y nuestra prosperidad tiene sus raíces en el mercado europeo, donde los empresarios holandeses ofrecen sus productos y servicios. Hemos obtenido muchos beneficios del euro y el final de esa moneda conllevaría una enorme inseguridad para nuestra economía y prosperidad. Estamos dispuestos a ayudarnos mutuamente para reforzar la Unión Europea y el euro, pero no a cambio de cualquier precio. El apoyo debe ir acompañado de esfuerzos probados de los países para solucionar sus problemas financieros y reforzar sus economías. Vamos a ponernos manos a la obra. Con pasión por nuestro bello país y con corazón para las personas. Con los ojos abiertos al mundo que nos rodea. Con sensibilidad para la urgencia, pero también con energía para los años y las ideas que necesitan más tiempo que un único periodo de gobierno. Vamos a trabajar aprovechando oportunidades, resolviendo problemas y tendiendo puentes.
Mark Rutte
Diederik Samsom
IV. Los Países Bajos en Europa Europa es muy importante para la paz, la seguridad y la prosperidad de nuestro país. En Europa ganamos nuestro dinero y de ella dependen en gran medida nuestros empleos. El mercado interno es la clave de la cooperación europea. Además, trabajando juntos reforzamos nuestra posición geopolítica con respecto a otras potencias emergentes y establecidas en otros lugares del mundo. Muchos europeos también se sienten unidos por los ideales de la democracia, el estado de derecho y el trato igualitario. Estos son los ejes a través de los cuales los Países Bajos dan contenido a su papel en Europa. Si Europa funciona bien, también funcionan bien los Países Bajos. Una crisis europea se siente mucho más en los Países Bajos que en otros países. Por eso nos interesa una Europa fuerte, que salga de la crisis lo antes posible.
Los países miembros deciden sus propias políticas, pero para asegurar el futuro del euro es de importancia crucial que todos los países se fortalezcan en el aspecto financiero y económico y que además busquen puntos de convergencia entre ellos. Para evitar el desequilibrio económico, los países se exigen mutuamente el cumplimiento de los acuerdos y, cuando es necesario, se refuerzan los mecanismos de control. Los países tienen la responsabilidad de poner orden en su presupuesto y de reforzar su economía. Si se presta ayuda, debe ir emparejada con sus esfuerzos por una recuperación paulatina. No puede existir un apoyo estructural por parte de los países que asumen sus responsabilidades, a los países que no lo hacen. El mercado interno va a seguir reforzándose. Se fomentarán y apoyarán medidas efectivas para reforzar el crecimiento necesario en Europa. El proteccionismo es contrario al ideario europeo. La organización del sector (semi)público y de la seguridad social es primariamente una responsabilidad de los Estados miembros. Los Países Bajos apoyan la creación paulatina de una unión bancaria europea. La supervisión europea efectiva de los bancos y el saneamiento de sus balances deben ser una realidad lo antes posible. Bajo estrictas condiciones, puede ser posible el apoyo directo a los bancos dentro del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Completan el sistema un mecanismo común de resolución y un sistema europeo de garantía de depósitos. Los Países Bajos piden a la Comisión Europea que haga un inventario de los campos políticos que pueden cederse a los gobiernos nacionales (partiendo del principio de subsidiariedad) y hará propuestas en este sentido. La incorporación de Estados miembros se supedita al cumplimiento de los criterios de Copenhague. Debe reforzarse la posición del comisario europeo de asuntos económicos y monetarios. Debe ser posible abandonar de común acuerdo Schengen, la Eurozona y la Unión Europea. La evolución del presupuesto europeo tiene que ser acorde con la evolución de los presupuestos nacionales. Los Países Bajos no apoyan las propuestas de una ampliación sustancial, mientras los Estados miembros están aplicando recortes. Con la reducción de las dotaciones para agricultura y cohesión, el presupuesto europeo se moderniza en beneficio de las inversiones en innovación y sostenibilidad. Las cargas deben dividirse equitativamente entre los Estados miembros. Para los Países Bajos, esto significa como mínimo continuar con la corrección de mil millones acordada anteriormente. Seguimos dando prioridad a una mejor rendición de cuentas sobre la utilización del dinero europeo.
V. Los Países Bajos en el mundo Los Países Bajos han estado tradicionalmente orientados al ámbito internacional, tanto por los beneficios que esto aporta como por convencimiento. Los holandeses y las empresas holandesas tienen grandes intereses en el extranjero. La política exterior está centrada en defender y proteger los intereses holandeses y en fomentar el orden jurídico internacional y los derechos humanos. La política de cooperación al desarrollo se ocupa de los más pobres. Nuestras fuerzas armadas deben ser capaces de garantizar la seguridad de nuestro país en el contexto internacional y de contribuir a la paz y la seguridad del mundo. Para ello, deben disponer de unidades y material de alta calidad. Así servimos a la estabilidad, la seguridad y la prosperidad internacionales.
En el ámbito de la cooperación y los contactos bilaterales y multilaterales, fomentamos los derechos humanos, la sostenibilidad y las buenas condiciones laborales y prestamos una especial atención a la seguridad energética y de materias primas. Los Países Bajos defienden el funcionamiento efectivo de las organizaciones internacionales. Siempre que es posible, los Países Bajos contribuyen a lograr la paz y la seguridad en Oriente Medio y aprovechan para ello las buenas relaciones que mantienen tanto con Israel como con la Autoridad Palestina. Ahorramos en la red de misiones, sobre todo a través de la cooperación con otros países (europeos) en el contexto de la Unión Europea. A partir del 1 de enero de 2013, el Cuerpo de Funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores formará parte del Servicio de la Alta Función Pública. El ministro de Asuntos Exteriores es responsable de la coordinación de la política exterior, incluida la agenda europea del gabinete. La preparación del Consejo Europeo se lleva a cabo bajo la dirección del primer ministro.
Se va a crear la figura del ministro de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo en el Ministerio de Asuntos Exteriores. De esta forma se subraya la importancia de la interrelación entre ambos terrenos políticos. Esto es aplicable, por ejemplo, al aumento de las posibilidades que tiene la pequeña y mediana empresa de invertir en países en desarrollo, y también a la creación de nuevas coaliciones entre empresas, ONG y particulares, como las existentes para luchar contra el VIH/SIDA en África. La importancia del enfoque de las 3D (defensa, diplomacia y desarrollo) en las operaciones internacionales de gestión de crisis y en las misiones de paz se traduce en un nuevo presupuesto para seguridad internacional.
Con el fin de crear oportunidades para las empresas holandesas y los centros de investigación, trabajamos activamente en el refuerzo de las relaciones económicas internacionales; la diplomacia económica seguirá siendo un importante componente del trabajo de las embajadas y consulados. Entre otras cosas, se dará forma al refuerzo de la cohesión entre el comercio internacional y la cooperación al desarrollo mediante la creación de un fondo rotatorio de 750 millones, en colaboración con el mundo empresarial, que será dotado desde el presupuesto de Cooperación al Desarrollo en los años 2014-2016. De esta forma podremos apoyar las inversiones en países en desarrollo, en especial las de la pequeña y mediana empresa. La importancia de las operaciones de mantenimiento de la paz y de gestión de crisis para los países en desarrollo queda subrayada mediante la creación a partir de 2014 de un nuevo presupuesto estructural para seguridad internacional por importe de 250 millones, que se facilitará para cubrir los gastos vinculados a la seguridad internacional que actualmente salen del presupuesto de
Defensa. El ministro de Comercio Internacional y Cooperación al Desarrollo será responsable de la utilización de esos fondos, de común acuerdo con el ministro de Defensa. Con vistas a la financiación del fondo y el presupuesto mencionados y como contribución a la solución de la problemática financiera general, se recortarán los presupuestos de Cooperación al Desarrollo y Defensa, hasta 1000 millones y 250 millones respectivamente en 2017. Dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los Países Bajos defienden la modernización de los criterios para la ayuda al desarrollo oficialmente reconocida. Las prioridades en el campo de la cooperación al desarrollo seguirán siendo la gestión del agua, la seguridad alimentaria, la seguridad y el orden jurídico y la salud y los derechos sexuales y reproductivos. Lo mismo es aplicable a los temas intersectoriales: género, medio ambiente (incluidos los objetivos climáticos internacionales de Copenhague) y buen gobierno. Para participar en las operaciones internacionales de gestión de crisis se necesita un mandato de derecho internacional o bien debe existir una situación de necesidad humana. Las peticiones correspondientes se sopesarán en la perspectiva de nuestra responsabilidad internacional y nuestros intereses nacionales. En las misiones internacionales a países en conflicto, deben ir unidas la seguridad, el desarrollo y la diplomacia. Los propósitos iniciales de sustitución de los F16 no son realizables sin ser modificados o sin establecer un nuevo orden de prioridades dentro del presupuesto total de Defensa. El ministro de Hacienda ha pedido a la Sala General de Cuentas que investigue la evolución de las perspectivas financieras de la adquisición y explotación del sustituto del F16 y el suministro de información sobre esta cuestión en el periodo anterior. El ministro de Defensa redactará, de común acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores y partiendo del presupuesto disponible, una visión sobre las fuerzas armadas del futuro. Las fuerzas armadas también deberán seguir cumpliendo en el futuro las obligaciones en el contexto de la OTAN y tendrán que ser capaces de participar en las operaciones de gestión de crisis en el contexto internacional. Partiendo de ambos informes, el gabinete decidirá a finales de 2013 sobre la sustitución del F16. Teniendo en cuenta el informe de la Sala General de Cuentas sobre esta cuestión, continuaremos los programas de desarrollo y de pruebas conforme al MoU. La misión en Afganistán (Kunduz) terminará conforme a lo planeado en 2014.