JUNIO 2008 VOLUMEN 15 NÚMERO 3. revista colombiana de. cardiología

MAYO/JUNIO 2008 VOLUMEN 15 NÚMERO 3 revista colombiana de cardiología La casa del corazón. Un sueño o una realidad The Heart House Dream or reality

4 downloads 77 Views 588KB Size

Recommend Stories


JUNIO 2005 VOLUMEN 12 NÚMERO 1. revista colombiana de. cardiología
MAYO/JUNIO 2005 VOLUMEN 12 NÚMERO 1 revista colombiana de cardiología Estado actual del tratamiento quirúrgico de la fibrilación auricular Up to dat

Control 3. Lunes 23 de Junio 2008
Universidad de Chile Facultad de Ciencias F´ısicas y Matem´aticas Departamento de Ingenier´ıa Industrial IN44A: Investigaci´on Operativa Profesores:

Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias
http://rccp.udea.edu.co Pérez PC et al. Efusión pericárdica recurrente en un canino CCP 217 Casos clínicos Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias

Revista Cubana de Reumatología ISSN: Volumen XV, Número 3; 2013:
Revista Cubana de Reumatología ISSN: 1817-5996 Volumen XV, Número 3; 2013: 139-145 Revista Cubana de Reumatología Órgano oficial de la Sociedad Cub

Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias
http://rccp.udea.edu.co Piedrahita LE et al. Herpes Virus Bovino tipo 1 (BoHV-1) posible causa de encefalitis Revista Colombiana de Ciencias Pecuaria

ABRIL 2003 VOLUMEN 10 NÚMERO 5. revista colombiana de. cardiología. órgano oficial de la sociedad colombiana de cardiología
MARZO/ABRIL 2003 VOLUMEN 10 NÚMERO 5 revista colombiana de cardiología órgano oficial de la sociedad colombiana de cardiología www.scc.org.co (ISSN

Story Transcript

MAYO/JUNIO 2008 VOLUMEN 15 NÚMERO 3

revista colombiana de

cardiología La casa del corazón. Un sueño o una realidad The Heart House Dream or reality

Caracterización fenotípica y metabólica del síndrome metabólico en Cartagena de Indias Phenotypic and metabolic characterization of the metabolic syndrome in Cartagena de Indias

Prevalencia y comportamiento de los factores de riesgo del síndrome metabólico según los diferentes intervalos de edad, en una población femenina del área de influencia de la Clínica Las Américas, en Medellín - Colombia Prevalence and behaviour of risk factors in metabolic syndrome according to different age intervals, in a female cohort of the area of influence of the Clínica de las Américas in Medellín, Colombia

Síndrome metabólico: una mirada interdisciplinaria Metabolic syndrome: an interdisciplinary outlook

Manejo de la angina refractaria con estimulación eléctrica espinal: revisión de la literatura Treatment of refractory chest angina with spinal electrical stimulator: literature review

Compromiso cardiovascular en la enfermedad de Fabry Cardiovascular involvement in Fabry disease

Artículo de actualización para formación continuada Tetralogía de Fallot Update article for continuous education Tetralogy of Fallot

órgano oficial de la sociedad colombiana de cardiología y cirugía cardiovascular www.scc.org.co (ISSN 0120-5633)

RCC

revista colombiana de

cardiología EDITOR Jorge León Galindo, MD.

COMITÉ EDITORIAL Jorge León Galindo, MD. Alberto Barón Castañeda, MD. Hernando del Portillo Carrasco, MD. Darío Echeverri Arcila, MD. Jaime Franco Rivera, MD. Armando Gómez Ortiz, MD. Claudia Jaramillo Villegas, MD. Patricio López-Jaramillo, MD., PhD. Dora Inés Molina de Salazar, MD. Alejandro Orjuela Guerrero, MD. Ana Cristina Palacio Eastman, MD. Gustavo Restrepo Molina, MD. Néstor Sandoval Reyes, MD. Juan Pablo Umaña, MD. Manuel Urina Triana, MD. Adolfo Vera-Delgado, MD.

COMITÉ DIRECTIVO Jorge León Galindo, MD. Jaime Calderón Herrera, MD. Fernando Manzur Jattin, MD. Daniel Charria García, MD. Miguel Urina Triana, MD.

SOCIEDAD COLOMBIANA DE CARDIOLOGÍA Y CIRUGÍA CARDIOVASCULAR

COMITÉ CIENTÍFICO Luisa Fernanda Bohórquez, MD., MSc., Bogotá, Colombia Juan Carlos Briceño, PhD., Ing. Biomédico, Bogotá, Colombia John Bustamante Osorno, MD., PhD., Medellín, Colombia John Duperly Sánchez, MD., PhD., Bogotá, Colombia Pedro Rafael Moreno, MD., New York, USA Carlos Morillo Zárate, MD., Ontario, Canadá Mónica Rincón, MD., Bogotá, Colombia Kenny Rodríguez, MD., PhD., Upsala, Suecia Stephen Schroeder, MD., PhD., Tuebingen, Alemania Héctor R. Villarraga Ramón, MD., Rochester, Minnesota

COMITÉ ASESOR DE COMUNICACIONES INTERNACIONALES José Guillermo Diez, MD. Hernando Matiz Camacho, MD. Pedro Rafael Moreno, MD. Jorge Reynolds Pombo, Ing. Elect. Enrique Urdaneta Holguín, MD.

COORDINACIÓN COMERCIAL Y EDITORIAL María Eugenia Calderón Barraza

EDITORES ASOCIADOS

ÁRBITROS

Harry Acquatella, MD., Caracas Jorge Araujo Grau, MD., Cali Joaquín Arciniegas, MD., Birmingham, Alabama José A. Bernal Ramírez, MD., New Orleans, Louisiana Juan Consuegra Zulaica, MD., Bogotá Jorge Cheirif Berkstein, MD., Dallas, Texas Mauricio Duque Ramírez, MD., Medellín Eduardo Escorcia Ramírez MD., Medellín Abel Giraldo Echeverri, MD., Manizales Antonio Gotto M. Jr., MD., New York, NY José F. Guadalajara, MD., México, DF Fred E. Husserl, MD., New Orleans, Louisiana Bijoy K. Khandheria, MD., Scotdale, Arizona Joseph Kisslo, MD., Durham, North Carolina Joseph F. Malouf, MD., Rochester, Minnesota Franz Messerli, MD., New Orleans, Louisiana Carlos Morillo Zárate, MD., Ontario, Canadá Darío Moron, MD., Cartagena Joseph Murgo, MD., New Orleans, Louisiana Pastor Olaya, MD., Cali Antonio Ramírez González, MD., Medellín Gustavo Restrepo Uribe, MD., Bogotá Jorge Reynolds Pombo, Ing. Elec., Bogotá Gustavo Rincón, MD., Cleveland, Ohio Edmond Saaibi Seifer, MD., Bucaramanga Enrique Urdaneta Holguín, MD., Bogotá Manuel Urina Daza, MD., Barranquilla Alberto Vejarano Laverde, MD., Bogotá Héctor O. Ventura, MD., New Orleans, Louisiana Humberto J. Vidaillet, Jr., MD., Marshfield, WI Martín Wartenberg Villegas, MD., Cali

Juan J. Arango Escobar, MD., Cali Claudia Anchique Santos, MD., Duitama Dagnóvar Aristizábal Ocampo, MD., Medellín Gustavo Barrios Montealegre, DDS., Bogotá Mario Bernal Ramírez, MD., Bogotá Jorge M. Botero Bernal, MD., Bogotá Renato Bresciani, MD., Bogotá Juan Carlos Briceño, PhD., Ing. Biomédico, Bogotá Jaime Camacho, MD., Bogotá John Bustamante Osorno, MD., PhD., Medellín Mauricio Cabrales Neira, MD., Bogotá Camilo Cabrera Polanía, MD., Bogotá Víctor Caicedo Ayerbe, MD., Bogotá Gustavo Carrillo Ángel, MD., Bogotá Iris Castro Aguilar, RN., Bogotá Pablo Castro Covelli, MD., Bogotá Gina Cuenca Mantilla, MD., Bogotá Gabriel Díaz Góngora, MD., Bogotá Mónica Duarte Romero, MD., Bogotá John Duperly Sánchez, MD., PhD., Bogotá Gilberto Estrada Espinosa, MD., Bogotá Humberto Forero Laverde, MD., Bogotá Diego García García, MD., Bogotá Efraín Gómez López, MD., Bogotá Germán Gómez Segura, MD., Bogotá Fernando Guzmán Mora, MD., Bogotá Samuel Jaramillo Estrada, MD., Medellín Nicolás I. Jaramillo Gómez, MD., Medellín Mónica Jaramillo Jaramillo, MD., Bogotá Claudia Jaramillo Villegas, MD., Bogotá

Fernando Lizcano Lozada, MD., Bogotá Fernando Manzur Jattin, MD., Cartagena Hernando Matiz Camacho, MD., Bogotá Enrique Melgarejo Rojas, MD., Bogotá Iván Melgarejo Romero, MD., Bogotá Carolina Monroy, RN., Bogotá Enrique Montoya Durán, MD., Bogotá Jorge Mor Dale, MD., Bogotá Pedro Moreno, MD., New York Carlos Morillo Zárate, MD., Ontario Pilar Navas, Ing., Bogotá Federico J. Nuñez Ricardo, MD., Bogotá Jairo E. Pedraza Morales, MD., Bogotá Gustavo Restrepo Uribe, MD., Bogotá Jorge Reynolds Pombo, Ing. Elec., Bogotá Fanny Rincón O., RN., Bogotá Camilo Roa Amaya, MD., Bogotá Diego Rodríguez Guerrero, MD., Bogotá Nohora I. Rodríguez Guerrero, MD., Bogotá Nubia L. Roa Buitrago, MD., Bogotá Miguel Ronderos Dumit, MD., Bogotá Fernando Rosas Andrade, MD., Bogotá Oscar E. Sánchez Colmenares, MD., Bogotá Néstor F. Sandoval Reyes, MD., Bogotá Alberto Suárez Nitola, MD., Bogotá Enrique Urdaneta Holguín, MD., Bogotá Miguel Urina Triana, MD., Barranquilla Edgardo Vanegas Gascón, MD., Bogotá Edgar Varela Guevara, MD., Bogotá Fernando Vargas, MD., Bogotá Sebastián Vélez Peláez, MD., Medellín

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no coinciden necesariamente con las de los directores o los editores de la Revista Colombiana de Cardiología. Las sugerencias diagnósticas o terapéuticas, como elección de productos, dosificación y métodos de empleo corresponden a la experiencia y al criterio de los autores. La Revista Colombiana de Cardiología es una publicación bimestral de la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Tarifa Postal Reducida No. 919 de la Administración Postal Nacional - ISSN 0120-5633 Todos los textos incluidos en la Revista Colombiana de Cardiología están protegidos por derechos de autor. Ninguna parte de esta publicación puede ser producida por cualquier medio, mecánico o electrónico, sin el permiso escrito del Editor. Diagramación y composición electrónica: Adriana Cortés C. y Terry Stelle M.; Corrección de texto y estilo: Adriana M. Jaramillo Castro, Lic. LM. Impreso por: Legis S.A., Colombia 2008.

revista colombiana de

cardiología La Revista Colombiana de Cardiología (RCC) publica artículos originales clínicos y experimentales sobre enfermedades cardiovasculares, reportes sobre terapéutica médica y quirúrgica, cardiología pediátrica, estudios cooperativos, epidemiología, estudios de medicamentos, métodos diagnósticos, reportes de casos clínicos, cartas al editor y editoriales. La Revista Colombiana de Cardiología es la publicación oficial de la Sociedad Colombiana de Cardiología y publica los resúmenes de investigaciones originales presentadas a los congresos de la Sociedad Colombiana de Cardiología. Si el manuscrito es aceptado para su publicación, el autor debe enviar una autorización escrita a la Revista Colombiana de Cardiología concediendo a ésta los derechos de copia. Ninguna parte del material publicado puede ser reproducido sin permiso escrito del editor. La revisión de los artículos sigue las normas sobre publicaciones médicas en cuanto al concepto que expresen los árbitros al Comité Editorial. EVALUACIÓN POR PARES Los trabajos deben ser inéditos y suministrados exclusivamente a la RCC donde se someten a evaluación por pares por el Grupo de Árbitros, quienes presentan su evaluación al Comité Editorial para su aceptación y publicación. Su reproducción total o parcial debe contar con la aprobación del Editor. LISTA PARA REVISAR ANTES DE ENVIAR A PUBLICACIÓN ASPECTO GENERAL - Se deben enviar tres copias del manuscrito y un disquete o disco compacto (incluyendo fotografías, figuras y dibujos). - El manuscrito debe ser escrito en computador a doble espacio, en papel bond blanco de tamaño 22 x 28 cm. - El manuscrito debe ordenarse en la siguiente forma: (1) una página con el título, (2) una página con el resumen, en Español y en Inglés (3) texto, (4) referencias, (5) leyendas, (6) figuras y tablas. Las páginas deben ser enumeradas, comenzando con la página del título, como página No. 1. PÁGINA CON EL TÍTULO - Título del artículo con el nombre del autor o autores (nombre, apellidos y grado). El título debe ser lo más conciso posible y no se deben usar abreviaturas. - Nombre y dirección de la institución o instituciones en las cuales se realizó el trabajo, incluyendo la ciudad y el país. - Nombre, dirección y teléfono a donde se deben enviar las solicitudes de reimpresos del artículo. Estos datos se deben colocar en la parte inferior de la página. RESÚMENES - El resumen debe constar de 100 a 250 palabras en los artículos grandes, incluyendo los artículos de revisión, y de 50 a 10 palabras para los reportes de casos clínicos. Se deben enviar en hoja separada (en Español e Inglés). - El resumen debe ser concreto y poco descriptivo y debe ser escrito en un estilo impersonal (no usar «nosotros» o «nuestro»). El cual debe tener el siguiente ordenamiento. Antecedentes, objetivo, diseño método, resultados, conclusiones. - No se deben usar abreviaturas en el resumen, excepto cuando se utilizan unidades de medida. TEXTO - El texto debe, en lo posible, seguir este orden: introducción, métodos, resultados, discusión, conclusiones. - No se pueden usar abreviaturas como ECG, HVI o MI, debe escribirse electrocardiograma, hipertrofia ventrícular izquierda o infarto agudo del miocardio, etc. - Se pueden abreviar solamente las unidades de medidas (mm, kcal, etc.). según lo recomentado en «Requerimientos uniformes de manuscritos enviados a revistas biomédicas» preparado por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas y publicado en Ann Intern 1982; 96:766-71 y en Br Med J 1982; 284:1, 766-70. - Cada referencia, figura o tabla, se debe citar en el texto de orden numérico (el orden en el cual de menciona en el texto determinará los números de las referencias, figuras o tablas). - Se deben indicar en el texto los sitios de las figuras y tablas. - Los reconocimientos se deben escribir al final del texto, antes de las referencias. REFERENCIAS - Las referencias se identifican en el texto con números arábigos colocados entre paréntesis. Se deben enviar a máquina a doble espacio, en hojas separadas del texto y enumeradas en el orden en el cual son mencionadas. - En la sección de referencias no se deben citar comunicaciones personales, manuscritos en preparación y otros datos no publicados; éstos, sin embargo, se puede mencionar en el texto colocándolos entre paréntesis. - Las referencias de revistas y de libros deben incluir el número de las páginas en las cuales se encuentran. - Si el texto de la referencia es un resumen, debe citar la palabra «resumen» entre paréntesis. Si es una carta, se debe colocar entre paréntesis la palabra «carta». - Las abreviaturas de los nombres de las revistas se deben poner de acuerdo con el Index Medicus de la National Library of Medicine. - La forma u la puntualidad de las referencias deben seguir el formato que se ilustra a continuación:

INSTRUCCIONES A LOS AUTORES Revistas (Colocar la lista de los apellidos de todos los autores, si son seis y menos: si son más de seis, colocar los apellidos de tres y agregar «et al». No colocar puntos después de la inicial de los nombres). 21. Hager WD, Fenster P, Mayersohn M, et al. Digoxin-quinidine interaction pharmacokinetic evaluation. N Engl J Med 1979; 30(2): 721-40. CapÍtulo de un libro 14. Smith WM, Gallgher JJ. Management of arrhythmias and conduction abnormalities. En: Hurs JW. The Heart, New York: MacGraww-Hill, 1982. p. 557-75. Libro (Todas las referencias de libros deben citar las páginas). 45. Criteria Committee of the New York Heart Association. Nomenclature an Criteria for Diagnosis of the Heart and Great Vessels. 8th CD. Boston: Little, Brown, 1979. p. 290. LEYENDAS DE FIGURAS - Las leyendas de las figuras deben enviarse escritas en computador a doble espacio y en hojas separadas del texto. Los números de las figuras deben corresponder al orden en el cual se presentan en el texto. - Todas las abreviaturas que aparecen en las figuras se deben identificar en orden alfabético al final de cada leyenda. - Al reproducir cualquier figura publicada previamente se debe incluir por escrito el permiso de los editores o autores. FIGURAS - Si hay fotografías y/o dibujos, se deben enviar tres copias de cada uno en tres sobres separados. Nota: Los trabajos de arte no se devolverán. - Las fotografías, particularmente de microscopio, se deben enviar con los siguientes requisitos: ninguna figura puede tener un tamaño mayor de 22 x 28 cm. Las letras en la figura deben tener un tamaño adecuado que permita su reducción. - La anchura máxima de una figura de una columna es de 8.5 cm; para una figura que ocupe dos columnas la anchura máxima es de 17.5 cm. El tamaño máximo que puede tener una figura para que pueda ser publicada sin reducción, es de 17.5 x 22.5 cm. - Se debe usar tinta negra en todos los dibujos. Los números, líneas, signos, etc., deben ser escritos en negro intenso para su mejor reproducción. - Las marcas en las microfotografías deben solamente indicar lo esencial. Las estructuras o sitios de interés se deben indicar con flechas. Los símbolos y las letras en las microfotografías deben estar bien contrastadas con el fondo de la fotografía. - Las ilustraciones que se envíen deben estar marcadas al respaldo con lápiz negro con el nombre del autor (se debe escribir suavemente). - El título de la ilustración debe aparecer en la leyenda y no en la figura. - La cantidad de figuras será la necesaria para tener claridad (todos los costos de impresión a color se cobrarán al autor). TABLAS - Las tablas deben ser escritas en computador, a doble espacio, en hojas separadas con el número de la tabla y el título de ésta en el centro de la hoja. Deben contener una nota aclaratoria, la cual se colocará debajo de la tabla. Los números de las tablas deben ser arábigos y corresponder al orden en el cual ellas aparecen en el texto. - Las notas al margen de cada tabla se deben identificar en orden alfabético y se deben explicar las abreviaturas que se usan. - Las tablas deben ser claras y los resultados no se deben duplicar en el texto y en la figura. - Para reproducir tablas publicadas previamente, se debe enviar por escrito al editor el permiso del autor del artículo original. CONFLICTO DE INTERESES Cuando exista alguna relación entre los autores de un artículo y cualquier entidad pública o privada, de la que pudiera derivarse algún conflicto de intereses, esta circunstancia debe ser comunicada en carta aparte al Editor, quien garantiza su confidencialidad. Si el artículo fuese aceptado para publicación, se acordará entre los autores y el Editor la forma más conveniente de comunicar esta información a los lectores. ETICA Los autores firmantes de los artículos aceptan la responsabilidad definida por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (en http://www.icmje.org). CERTIFICACIÓN Los autores que envíen artículos originales de investigación o reportes de casos clínicos para ser publicados en la Revista Colombiana de Cardiología, deben enviar el siguiente certificado firmado: Certifico que el material de este manuscrito no ha sido publicado previamente y no se encuentra en la actualidad en consideración para la publicación en otro medio. Esto incluye simposios, libros y publicaciones preliminares de cualquier clase, excepto resúmenes de 400 palabras o menos.

RCC

revista colombiana de

cardiología MAYO/JUNIO 2008 VOLUMEN 15 NÚMERO 3

Editor La casa del corazón Un sueño o una realidad The Heart House Dream or reality

Jorge León-Galindo, MD. ....................................................................................................................................... 95

Cardiología del adulto Trabajos libres Caracterización fenotípica y metabólica del síndrome metabólico en Cartagena de Indias Phenotypic and metabolic characterization of the metabolic syndrome in Cartagena de Indias

Fernando Manzur, MD., FACC.; Ciro Alvear, QF., MSc.; Alicia Alayón, Bact., MSc. ............................................... 97

Prevalencia y comportamiento de los factores de riesgo del síndrome metabólico según los diferentes intervalos de edad, en una población femenina del área de influencia de la Clínica Las Américas, en Medellín - Colombia Prevalence and behaviour of risk factors in metabolic syndrome according to different age intervals, in a female cohort of the area of influence of the Clínica de las Américas in Medellín, Colombia

Fabio Sánchez, MD.; Nicolás Jaramillo, MD.; Adriana Vanegas, MD.; Juan G. Echeverri, MD.; Carlos León Alviar, MD.; Esteban Echavarría, MD.; Liliana Montoya, M.Sc.; Yolanda Torres, M.Sc.. ................... 102

Revisión de temas Síndrome metabólico: una mirada interdisciplinaria Metabolic syndrome: an interdisciplinary outlook

María del P. Barrera, ND.; Análida E. Pinilla, MD.; Édgar Cortés, TF.; Guillermo Mora, MD.; María N. Rodríguez, Bioestadística, MPH. ............................................................................................................ 111

Manejo de la angina refractaria con estimulación eléctrica espinal: revisión de la literatura Treatment of refractory chest angina with spinal electrical stimulator: literature review

Omar F. Gomezese, MD.; Paola Aranda, MD.; Luis E. Echeverría, MD.; José F. Saibi, MD.; Jaime Calderón H., MD.; Juan G. Barrera, MD. .................................................................................................. 127

Compromiso cardiovascular en la enfermedad de Fabry Cardiovascular involvement in Fabry disease

Ana M. Barón O., MD.; Alberto Barón C., MD. .................................................................................................... 134

Cardiología pediátrica Revisión de temas Artículo de actualización para formación continuada Tetralogía de Fallot Update article for continuous education Tetralogy of Fallot

Jaime A. González L., MD.; Ana M. Cadavid, MD.; Damaris Aguilera, MD.; Mario Cazzaniga, MD., PhD. ......... 139

Revista Colombiana de Cardiología RCC Enero/Febrero 2005

Vol. 11 No. 7 ISSN 0120-5633

95

revista colombiana de

cardiología MAYO/JUNIO 2008 VOLUMEN 15 NÚMERO 3

EDITOR

LA CASA DEL CORAZÓN Un sueño o una realidad THE HEART HOUSE Dream or reality Los sueños pueden volverse realidad si se les desea con energía vívida y positiva: pensamiento y actitud heredados de mi madre; esta fue su actitud hacia la vida y gran legado que nos dejó. Luego de visitar a finales de los años ochenta la «Heart House» del «American College of Cardiology» en Bethesda, Maryland, durante un curso de actualización en ecocardiografía, se inició el sueño de construir la Casa del Corazón de la Sociedad Colombiana de Cardiología. ¿Objetivos del proyecto? Muy claros. Tener un sitio adecuado para recibir a los miembros de la Sociedad de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Lugar donde se sientan en casa, en donde encuentren un sitio cómodo y agradable para reunirse, en donde se pueda intercambiar y compartir el conocimiento, y la amistad. Lugar donde puedan consultar en la biblioteca temas de la especialidad a través de publicaciones impresas o electrónicas vía internet. Rodeados de un ambiente familiar, tranquilo y alegre en medio de naturaleza. Lugar en donde exista amplitud, donde se pueda escapar del atafagado Bogotá y se pueda dejar el automóvil con tranquilidad. Sitio en el cual exista un auditorio amplio para realizar reuniones, simposios y congresos médicos. Auditorio que sea multifuncional, en donde se puedan efectuar exposiciones u otros tipos de eventos y tener la posibilidad de dividir el área para realizar sesiones simultáneas. Lugar en el que exista el Museo de la Cardiología Colombiana, donde las generaciones por venir encuentren el legado dejado por los pioneros de la cardiología colombiana. Que también sean testigos del desarrollo de nuestra especialidad y de la contribución que estos precursores aportaron al país y al mundo. Lugar en el que exista una cafetería, en donde los miembros puedan compartir momentos de amistad alrededor de un café y donde puedan discutir sobre temas tratados en los simposios, mientras se alimentan. Lugar donde el Presidente tenga su oficina y la Junta Directiva una sala de juntas cómoda y amplia, al igual que los diferentes Comités y Capítulos, unas oficinas espaciosas y funcionales. Lugar en donde la Oficina de Publicaciones y la Revista Colombiana de Cardiología tengan su espacio para funcionar adecuadamente y donde se albergue un centenar de vehículos. El sueño sobre este proyecto es incentivar y mantener la unidad de la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, y centralizar sus actividades. Por sugerencia de nuestro Presidente el Dr. Jaime Calderón y del Dr. Gustavo Restrepo, miembro de

Recibido: 16/05/08. Aprobado: 20/05/08.

96

La casa del corazón León-Galindo

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

la Junta Directiva, escribí estas líneas sobre el proyecto y su historia, para recordar su filosofía y objetivos. Para muchos miembros de la SCC, especialmente para los más jóvenes esta narración puede ser novedosa pues es probable que no conozcan la historia de la Casa del Corazón. Haré una breve recordación. En 1993 cuando fui elegido Presidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología, tuve la idea de adquirir un terreno amplio para desarrollar el proyecto. En ese entonces la sede de la Sociedad estaba ubicada en la carrera 16 entre calle 79 y 80. Casa bien adaptada y adecuada para el funcionamiento interno de nuestra Sociedad, pero inapropiada para el acceder a ella debido a los escasos sitios de parqueo y la vecindad de la Universidad San Martín que congestionó el sector. La asistencia a las diferentes reuniones se hacía incómoda y difícil. Ante esta situación nos pusimos en la búsqueda de un lote en las afueras de Bogotá, buscando área en la que se pudiera desarrollar el proyecto y que se adecuara al presupuesto, que era el valor de la venta de la casa. Encontramos un terreno de 6.400 m2 (una fanegada) localizado a 500 metros de la entrada del Club Los Arrayanes en el kilómetro 14 de la Autopista Norte. Visitamos la Oficina de Planeación Distrital y confirmamos algo que habíamos oído en esa época sobre la construcción hacia al norte de la Avenida Ciudad de Cali y de la ALO (Avenida Longitudinal del Occidente) que pasarían, la primera a 200 metros y la segunda a unos 1.000 metros al occidente del lote. Al construir esas avenidas la Casa del Corazón tendría tres vías de comunicación con Bogotá. También nos entusiasmó lo ágil que sería la comunicación entre el Aeropuerto El Dorado y el proyecto a través de la Avenida Ciudad de Cali. A mediados del año 1994, se compró el lote con el visto bueno de la Junta Directiva de ese entonces y luego de consultar y tener la aprobación de ex presidentes de la Sociedad, los Doctores Enrique Urdaneta, Gilberto Estrada y Hernando Matiz. Desafortunadamente no pudimos iniciar la construcción por aquella época por diferentes razones. A finales de los años noventa el proyecto se truncó debido a que el Ministro del Medio Ambiente Dr. Juán Meier estuvo en desacuerdo con el alcalde de Bogotá el Dr. Enrique Peñaloza quien quería ampliar el POT (Plan de Desarrollo Territorial) hasta el límite norte del Distrito Capital. El Ministro obrando en forma arbitraria, declaró zona de reserva forestal toda el área alrededor del lote, con lo cual prohibia cualquier construcción en el sector. Lo increíble y tal vez lo incomprensible y que carece de lógica, fue el hecho de que el lote está rodeado de casas de habitación, colegios, escuelas de equitación, de urbanizaciones y clubes sociales. Es decir que el paisaje no tenía nada que ver con los bosques de la Selva Negra ni de los Alpes que el Ministro soñaba. Los genes austriacos del Ministro Meier no grabaron muy bien el recuerdo genético de esos maravillosos bosques que tuvieron sus antepasados y pudieron más los intereses políticos que la lógica de la realidad. Pero en este país vivimos y a pesar de esas vivencias absurdas seguimos creyendo en él. Sabíamos que el reino de lo absurdo tiene su término y así fue que hace aproximadamente un año, la reglamentación regresó a la realidad y a la lógica, y en este momento ya está permitido construir en la zona. La Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular necesita un sitio adecuado para que funcione en forma apropiada e integral y donde pueda desarrollar su potencial intelectual. La Sociedad requiere una organización empresarial para llevar a cabo en forma eficiente y controlada todas sus actividades académicas y políticas tanto científicas como gremiales. Precisa un sitio desde donde se pueda proyectar hacia la sociedad colombiana en forma continuada a través de campañas de prevención y educación. Considero que en la actualidad se nos presenta una oportunidad tal vez única para desarrollar el proyecto de la Casa del Corazón de la Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular. Con el desarrollo del proyecto y con la construcción de la Casa del Corazón nuestra Sociedad marcará un hito en la historia de la medicina en Colombia y será el sitio de partida para una cardiología vigorosa proyectada al futuro para el bienestar de las nuevas generaciones de cardiólogos colombianos.

Jorge León-Galindo, MD., FACC.

Revista Colombiana de Cardiología Mayo/Junio 2008

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

97

CARDIOLOGÍA DEL ADULTO - TRABAJOS LIBRES

Caracterización fenotípica y metabólica del síndrome metabólico en Cartagena de Indias Phenotypic and metabolic characterization of the metabolic syndrome in Cartagena de Indias Fernando Manzur, MD., FACC.(1); Ciro Alvear, QF., MSc.(1); Alicia Alayón, Bact., MSc.(2) Cartagena, Colombia. INTRODUCCIÓN: el síndrome metabólico agrupa una serie de factores de riesgo que afectan a un mismo individuo y predisponen a enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2. Su detección y tratamiento precoces permiten mejorar los indicadores de salud de la población. OBJETIVO: describir la prevalencia del síndrome metabólico y sus componentes, a través de la comparación de los criterios del Tercer Panel de Tratamiento del Adulto (ATP III) y los de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), en adultos mayores de 30 años, oriundos de Cartagena de Indias. MÉTODOS: estudio descriptivo de corte transversal, en el cual se evaluaron 749 personas de las diferentes zonas de Cartagena, por muestreo aleatorio, encuesta estructurada y consentimiento informado. Se les midió la presión arterial, y la circunferencia de la cintura, y en ayunas se determinaron niveles de glucemia, colesterol total, colesterol HDL y triglicéridos. RESULTADOS: la muestra quedó conformada por 545 (73%) mujeres) y 204 (27%) hombres, con edad promedio de 51,7 ± 13 años. Con los criterios del ATP III la prevalencia del síndrome metabólico fue de 25,4% y según los de la IDF 31,5%. Para los criterios comunes fueron: hipertrigliceridemia 21,1%; hipertensión arterial 49,1% y c-HDL bajo 55,1%. Las prevalencias para los componentes no comunes de obesidad central e hiperglucemia en ayunas ATP III versus IDF fueron: 41% vs. 71% y 10% vs. 13%, respectivamente. CONCLUSIONES: la presencia de síndrome metabólico fue mayor cuando se aplicaron los criterios de la IDF, en especial para el género masculino. Estos resultados muestran que el síndrome metabólico presenta una alta prevalencia en Cartagena de Indias, de allí la importancia de la promoción y prevención para mejorar la calidad de vida de esta población. PALABRAS CLAVE: síndrome metabólico, enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus, promoción, prevención.

INTRODUCTION: the metabolic syndrome gathers a series of risk factors that affect a subject and predispose to cardiovascular disease and diabetes mellitus type 2. Its early detection and treatment allow improving the population’s health indicators.

(1) Grupo BYME, Facultad de Medicina, Universidad de Cartagena, Cartagena, Colombia. (2) Grupo BYME, Facultad de Ciencias de la Salud, Programa de Bacteriología, Universidad de San Buenaventura, Cartagena, Colombia. Correspondencia: Fernando Manzur, MD., FACC. Centro de Diagnóstico Cardiológico, Cartagena, Colombia. Teléfono: (5) 665 22 90. Correo electrónico: [email protected] ó [email protected] Recibido: 08/06/07. Aprobado: 16/05/08.

98

Caracterización fenotípica y metabólica . . . Manzur y cols.

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

OBJECTIVE: describe the prevalence of the metabolic syndrome and its components through the comparison of the Adult Treatment Pannel III (ATP III) criteria and those of the International Diabetes Federation (IDF), in adults over 55 years born in Cartagena de Indias. METHODS: cross-sectional study in which 749 persons of different zones in Cartagena were evaluated at random in a structured survey with informed consent. Blood pressure and waist circumference were measured, and fasting glycemia, total cholesterol, HDL cholesterol and triglycerides were determined. RESULTS: the sample consisted of 545 women (73%) and 204 men (27%) with mean age 51,7 ± 13 years. Using ATP III criteria, metabolic syndrome prevalence was 25.4% and according to those of IDF it was 31,5%. According to common criteria, hypertriglyceridemia was 21,1%; arterial hypertension 49,1% and low HDL cholesterol 55,1%. Non-common components of central obesity and fasting hyperglycemia ATP vs. IDF criteria were 41% vs. 71% and 10% vs. 13% respectively. CONCLUSIONS: the presence of metabolic syndrome became larger when applying IDF criteria, especially in the male population. These results show that metabolic syndrome has a high prevalence in Cartagena de indias; hence the importance of promotion and prevention to improve quality of life in this population. KEY WORDS: metabolic syndrome, cardiovascular disease, diabetes mellitus, promotion, prevention. (Rev Colomb Cardiol 2008; 15: 97-101)

Introducción El síndrome metabólico comprende un grupo de factores de riesgo que afectan a un mismo individuo y elevan sus probabilidades de padecer enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2. Sus principales componentes son: obesidad central (abdominal o visceral), hipertensión arterial, dislipidemia e intolerancia a la glucosa, las cuales presentan como nexo común, la resistencia a la insulina. El rápido incremento del sobrepeso y la obesidad a edades cada vez más tempranas, explica la gran prevalencia de este síndrome. Aparece incluso en áreas geográficas que no solían verse afectadas debido a sus dietas y estilos de vida saludables. Su impacto en la sociedad es enorme y por ello los expertos prevén que los gastos de asistencia sanitaria y social aumenten en todo el mundo en un futuro, de allí que su detección y tratamiento precoces sean importantes para mejorar los indicadores de salud de la población (1, 2) . En 1923, Kylin describió la combinación de hipertensión, hiperglucemia y gota como un síndrome (3). Sin embargo, el concepto de síndrome metabólico es muy reciente y ya fue caracterizado en la clínica por Hanefeld (4) en la década de los años setenta por la coexistencia de obesidad central, dislipoproteinemia,

intolerancia a la glucosa o diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, hiperuricemia, hipercoagulabilidad y defectos de la fibrinólisis, hiperandrogenismo, hígado graso, cálculos biliares, osteoporosis y elevada incidencia de enfermedad cardiovascular. En 1987, la combinación de algunos de esos componentes, excepto la obesidad, y su vinculación con el rasgo fisiopatológico fundamental de la resistencia insulínica, fue bautizado por Reaven (5) como síndrome X. A partir de entonces, se disparó la investigación básica y clínica en este campo y condujo al concepto más amplio y complejo de síndrome metabólico. Este síndrome es un trastorno muy prevalente y multifactorial en su origen, en cuya patogénesis se implican factores genéticos y ambientales. La ingestión excesiva de calorías, en combinación con una vida sedentaria, promueven su expresión fenotípica en individuos con predisposición genética. Los criterios de definición del síndrome metabólico distan de estar en consenso internacional. Así, la Organización Mundial de la Salud (OMS) (6), el grupo EGIR (European Group for the Study of Insulin Resistance) (7, 8), el Programa Norteamericano para la Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipercolesterolemia en Adultos (Adult Treatment Panel III [ATP-III]) (9-12) y la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AAEC)

Revista Colombiana de Cardiología Mayo/Junio 2008

(13) desarrollaron diferentes criterios para definirlo. En el caso del grupo EGIR y la OMS, el binomio resistencia a la insulina/hiperinsulinemia es una exigencia fundamental para el diagnóstico. Por el contrario, en los criterios propuestos por el ATP-III, este binomio está ausente y se sustituye por la obtención de datos antropométricos y de laboratorio fácilmente adquiribles en la práctica clínica y, por tanto, accesibles no sólo al medio hospitalario sino al ámbito de la atención primaria. El 14 de abril de 2005, durante el Primer Congreso Internacional de Prediabetes y Síndrome Metabólico, la Federación Internacional de Diabetes (IDF), en un simposio internacional (Berlín) (14, 15) hizo énfasis sobre el síndrome metabólico y según acuerdo unánime de más de 4.000 expertos de todo el mundo, desarrolló una nueva definición en la que sugiere que el elemento clave es la obesidad central (≥ 94 cm para hombres y ≥ 80 cm para mujeres de raza blanca); otras medidas para otras razas y en particular para la suramericana (≥ 90 cm en hombres y ≥ 80 cm en mujeres) y sólo dos de cualquiera de estos criterios: a) Hipertrigliceridemia (≥150 mg/dL ó 5,6 mmol/L) o tratamiento hipolipemiante. b) Reducción de la concentración sérica de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (HDL)(< 40 mg/dL ó 1,03 mmol/L en hombres y < 50 mg/dL ó 1,29 mmol/L en mujeres) o tratamiento para esa alteración. c) Elevación de la presión arterial sistólica (≥ 130 mm Hg) o diastólica (≥ 85 mm Hg) o tratamiento antihipertensivo. d) Elevación de la glucemia plasmática en ayunas en hombres y mujeres (≥ 100 mg/dL ó 5,6 mmol/L) o diagnóstico previo de diabetes mellitus tipo 2. El síndrome metabólico y sus factores de riesgo asociados se sitúan a la par del tabaquismo como factor parcialmente causante de enfermedad cardiovascular prematura (16-18). Al considerar sus componentes, el síndrome metabólico supone un riesgo muy elevado de enfermedad cardiovascular y diabetes mellitus tipo 2 (19-23). Al asociar los datos de prevalencia del síndrome metabólico en la población adulta con el riesgo cardiovascular que este síndrome determina, se entiende su trascendencia clínica. La tendencia actual de nuestra sociedad hacia el aumento del sobrepeso y de la obesidad, así como el sedentarismo, constituyen otro

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

99

motivo de preocupación que convertirá la lucha contra el síndrome metabólico en un objetivo fundamental de la prevención cardiovascular (24, 25). El control del síndrome metabólico depende, en esencia, de su diagnóstico oportuno y de programas que se basen en estudios epidemiológicos que permitan el conocimiento de la realidad que se pretende impactar. Si embargo, en Cartagena de Indias poco se conoce al respecto y esta fue, en parte, la razón que motivó este trabajo, cuyo propósito fue conocer la situación real de su prevalencia y las características fenotípicas y metabólicas de las personas mayores de 30 años, de acuerdo con los criterios del ATP-III y de la IDF.

Métodos Estudio descriptivo de corte transversal, que se llevó a cabo desde septiembre de 2004 hasta junio de 2005 en la ciudad de Cartagena de Indias, mediante muestreo probabilístico. Se evaluaron 749 personas mayores de 30 años por muestreo aleatorio estratificado de las diferentes zonas de Cartagena, mediante encuesta estructurada, previa firma de la cláusula de consentimiento informado, con el fin de obtener las variables sociodemográficas y antropométricas de la población en estudio. A todos se les midió la presión arterial y la circunferencia de cintura, y en ayunas se determinó glucemia, colesterol total, colesterol HDL y triglicéridos por método espectrofotométrico-colorimétrico, mediante espectrofotómetro UV-Vis Lambda Perkin Elmer, kits comerciales marca Biosystem y sueros controles de niveles normal y elevado. Se excluyeron menores de 30 años, mujeres en estado de embarazo, pacientes en tratamiento crónico con corticoides y aquellos que padecieran una enfermedad sistémica grave. Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el paquete informático Epi-Info 2005 y Microsoft Excel 2000. La investigación contó con el aval del Comité de Ética de la Universidad de Cartagena.

Resultados La muestra estuvo conformada por 545 (73%) mujeres y 204 (27%) hombres, con edad promedio de 51,7 años y desviación estándar de 13. La mayor frecuencia de población femenina, obedeció a que se estableció el

100

Caracterización fenotípica y metabólica . . . Manzur y cols.

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

sábado para el reclutamiento aleatorizado de los participantes y, en este día, los hombres no estaban en sus casas; situación semejante a la que observa en trabajos anteriores a éste (26). Las características generales de la población se expresaron a través de medidas de tendencia central y dispersión (Tabla 1). La prevalencia de síndrome metabólico evidencia un comportamiento similar en las diferentes zonas de Cartagena de Indias, con porcentajes en el rango de 17% a 28% (Tabla 2). Con los criterios del ATP-III la prevalencia general del síndrome metabólico fue de 25,4% y según los de la IDF

de 31,5%. Esto arroja una diferencia significativa para el género masculino (p=0,005), pero no para el femenino (Figura 1). Las prevalencias comparativas para los criterios individuales no comunes del ATP-III y de la IDF en cuanto a obesidad central e hiperglucemia en ayunas, mostraron diferencia estadísticamente significativa (Tabla 3). Por su parte, la prevalencia para los criterios comunes del ATP-III y la IDF fueron: c-HDL bajo (55,1%), hipertensión arterial 49,1% e hipertrigliceridemia 21,1%.

Tabla 1. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA POBLACIÓN EN ESTUDIO. Género

Edad (años) Índice de masa corporal (kg/m2) Perímetro de cintura (cm) Glucemia (mg/dL) Colesterol total (mg/dL) Colesterol HDL (mg/dL) Colesterol LDL (mg/dL) Triglicéridos (mg/dL) PAS (mm Hg) PAD (mm Hg) n

Femenino X (DS)

Masculino X (DS)

50,9 (12,7)

53,7 (13,6)

51,7 (13)

27,7 (8,1)

25,5 (6,1)

27,8 (7,9)

88,5 (11,3) 81,3 (31,4)

92,6 (11,9) 83,4 (35,2)

89,6 (11,6) 81,8 (32,4)

187,4 (48,7)

186,9 (50,8)

187,3 (49,2)

48,8 (13,5)

43,0 (13,8)

47,2 (13,8)

116,5 (42,5)

119,2 (46)

117,2 (43,5)

109,0 (76,9) 119,6 (19,5) 77,3 (12,2) 545

129,6 (112,0) 124,5 (21,8) 81,7 (13,1) 204

114,8 (88,0) 120,9 (20,2) 78,5 (12,6) 749

*p 65 years) that had clinical and laboratory evaluation to determine the risk factors prevalence that constitute the metabolic syndrome according to the described classifications. RESULTS: metabolic syndrome prevalence was bigger when applying the IDF definition and significant superior in those older than 65 years in the two classifications compared to those younger than 40 years. In women diagnosed with metabolic syndrome the number of risk factors increased with age when applying the ATP III criteria. CONCLUSIONS: metabolic syndrome in women is a multifactorial manifestation in which age and menopausal state are important predisposing factors. The outcomes are applicable to middle and mid-high socioeconomic classes of the city anad are similar to the findings described by other authors. KEY WORDS: metabolic syndrome, women, ATP III, IDF, menopause. (Rev Colomb Cardiol 2008; 15: 102-110)

Introducción El síndrome metabólico constituye una entidad de alto impacto epidemiológico, lo cual lo convierte en una verdadera pandemia que afecta en forma crítica la salud pública en el mundo. Sus constituyentes clínicos: hipertensión arterial, intolerancia a los carbohidratos, perfil aterogénico y obesidad, tienen como sustrato común la resistencia a la insulina y son, a la vez, factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular y diabetes. Se tienen informes de mayor prevalencia en mujeres mayores, en especial en afroamericanas, con relación a los hombres (1-3). El interés por el estudio y manejo del síndrome metabólico, se incrementó en los últimos años como resultado de las nuevas publicaciones, que han permitido conocer con mayor claridad el problema de la obesidad como una entidad que genera muchos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y metabólicas como la diabetes, y utilizar parámetros de más fácil acceso al estudio por parte de los médicos. El riesgo de padecer síndrome metabólico se incrementa en la etapa de transición de la menopausia, debido a un deterioro que guarda relación con la edad, los cambios metabólicos y hormonales, y al incremento en el depósito de tejido adiposo visceral (4).

El estudio tiene como objetivos describir la prevalencia del síndrome metabólico en la mujer de acuerdo con la clasificación del National Cholesterol Education Program and Adult Treatment Panel III (ATP III) y compararlo con la definición del consenso mundial de la International Diabetes Federation (IDF) 2005, y evaluar la distribución de los factores de riesgo que constituyen este síndrome de acuerdo con los diferentes grupos de edad; además, pretende establecer la influencia que podría tener el envejecimiento en el riesgo de enfermedad cardiovascular y, específicamente, en la presencia del síndrome metabólico (1, 2, 4).

Materiales y métodos Población y diseño del estudio Estudio descriptivo de corte trasversal, cuya población se conformó a partir de mujeres habitantes del perímetro de influencia de la Clínica Las Américas de Medellín - Colombia. Fueron citadas durante las Jornadas de Salud de la Clínica en 2002, a las cuales asistieron de manera voluntaria para la evaluación de sus factores de riesgo cardiovascular. Con base en una población total de 6.324 mujeres, se calculó una muestra representativa de 260 por medio de la fórmula de Wayne W. Daniel para poblaciones finitas.

104

Prevalencia y comportamiento de los factores de riesgo . . . Sánchez y cols.

La recolección de la información estuvo a cargo de estudiantes de medicina y nutrición, debidamente entrenados, para lo que aplicaron métodos de medición estandarizados. Se estableció la presencia del síndrome metabólico en las mujeres que cumplían tres o más criterios del ATP III, al igual que los requerimientos exigidos por la IDF. El comité de ética de la Clínica Las Américas evaluó y aprobó el protocolo del estudio. Todas las participantes asistieron de forma voluntaria y se registraron personalmente o por vía telefónica con anterioridad; de acuerdo con este pre-registro, se diseñó la estrategia de toma de muestras sanguíneas con tubos marcados con código de barras. Debido a que se trataba de una convocatoria abierta a una jornada de salud y con asistencia voluntaria, no se firmaron consentimientos informados. A todas las voluntarias se les aplicó un cuestionario en el que se registraron antecedentes personales, síntomas, factores de riesgo, medicación utilizada y nivel de actividad física; se les tomó la presión arterial con un tensiómetro aeróbico (marca Tycos®), mientras permanecían sentadas y en posición supina. Se tomaron medidas antropométricas (peso, talla, índice de masa corporal y circunferencia abdominal). Se recolectaron muestras de sangre con un ayuno de al menos ocho horas para determinar glucemia, colesterol de alta densidad (cHDL) y triglicéridos. Para diagnosticar el síndrome metabólico y determinar la presencia de los factores de riesgo que lo componen, se tuvieron en cuenta los parámetros del ATP III y de la IDF (Tabla 1) (5). Pruebas sanguíneas

A cada persona se le extrajo una muestra de 5 mL de sangre venosa, que se centrifugó a 4.000 rpm (g) durante 15 minutos para obtener el plasma. Las pruebas se procesaron el mismo día de su recolección en un equipo Ci 8200 de la casa Abbott® Chicago Il, calibrado bajo estrictos parámetros y acreditado por el Colegio Americano de Patología Clínica. El plasma se conservó en crioviales de poliestireno y se almacenó 5£-20°C. Se determinó el nivel de colesterol total mediante la técnica de colesterol oxidasa, con la fórmula de Allain y colaboradores y la modificación de Roeschlau (Abbott®). Se utilizó un método homogéneo para la medición directa de niveles de c-HDL en suero o plasma por medio de un sistema de dos reactivos (Abbott®) basado en las propiedades de un detergente único. Para la medición de los triglicéridos, se utilizó la reacción de la enzima glycerol kinasa (Abbott®). Para determinar el nivel de glucemia se utilizó la técnica de hexokinasa (Abbott®).

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

Tabla 1. COMPARACIÓN DE LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DEL SÍNDROME METABÓLICO EN EL GÉNERO FEMENINO ATP III

IDF

Perímetro abdominal ≥ 88 cm

Perímetro abdominal ≥ 80 cm ↓

HTA ≥130/85 mm Hg o en tratamiento

HTA ≥ 130 mm Hg o en tratamiento

Triglicéridos ≥ 150 mg/dL o en tratamiento

Triglicéridos ≥ 150 mg/dL o en tratamiento

Glucemia ≥ 110 mg/dL

Glucemia ≥ 110 mg/dL

c-HDL ≤ 50 mg/dL o en tratamiento

c-HDL ≤ 50 mg/dL o en tratamiento

ATP III: Adult Treatment Panel III c-HDL: colesterol de alta densidad HTA: hipertensión arterial IDF: International Diabetes Federation SM: síndrome metabólico

Agrupación por edades Con el fin de determinar el efecto de la edad como factor de riesgo en la aparición del síndrome metabólico, el total de mujeres se distribuyó en tres grupos etáreos, así: menores de 40 años o en vida reproductiva, entre 40 y 64 años o en climaterio y mayores de 65 o postmenopáusicas; también se clasificaron de acuerdo con el índice de masa corporal y se compararon según las clasificaciones del ATP III y la IDF.

Definiciones por índice de masa corporal, obesidad y sobrepeso Normal: 18,5 a 24,9. - Sobrepeso: 25 a 29,9. - Obesidad I: 30 a 34,9. - Obesidad II: 35 a 39,9. - Obesidad III o mórbida: ≥ 40. Análisis estadístico

Los datos se almacenaron en una base de datos electrónica y la información se procesó en el Departamento de Investigaciones Clínicas de la Facultad de Medicina del Instituto de Ciencias de la Salud (CES), mediante el programa SPSS (versión 2002). El eje de análisis fue la edad para el género; se estimó la prevalencia de factores de riesgo y se calculó su distribución en el total de la población femenina estudiada,, de acuerdo con los tres grupos etáreos descritos. Las comparaciones entre las variables categóricas se realizaron mediante chi-cuadrado (X2) o prueba de Fisher. Se consideró un valor de p ≤ 0,05 como estadísticamente significativo..

Revista Colombiana de Cardiología Mayo/Junio 2008

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

105

Los factores de riesgo se clasificaron de acuerdo con la aparición en las diferentes edades en que se dividió la población; se apreció mayor frecuencia de más de tres factores, en personas entre 40 y 64 años. Sin embargo, no coincide con la mayor frecuencia de síndrome metabólico que se encuentra en personas mayores de 65 años, 26,1% en el ATP III y 45,7% en la IDF (Figura 1).

Resultados El utilizar una u otra clasificación para síndrome metabólico, tiene importancia epidemiológica como también incidencias económicas. Es así como la clasificación de la IDF llama la atención de manera más precoz sobre algunos factores de riesgo y, en especial, sobre el perímetro abdominal mayor a 80, lo que hace que el número de pacientes se incremente 2,3 y hasta 3,5 veces más con respecto a los valores de glucemia menores de 100. Los demás parámetros no sufren ninguna modificación (Tabla 2).

Los factores de riesgo con mayor prevalencia se aprecian en la tabla 4, de acuerdo con la clasificación del ATP III, en donde el sedentarismo ocupa el primer lugar, con un porcentaje muy superior al de los demás factores de riesgo independiente de si tienen o no síndrome metabólico. Además, se observa cómo la obesidad, el tabaquismo, la hipertensión arterial y los antecedentes de enfermedad coronaria tienen tendencias muy altas en nuestra población. Sólo 11 pacientes tienen índice de masa corporal menor de 20 de las cuales, según el ATP III, sólo una tiene síndrome metabólico (Tabla 4).

En total se incluyeron 271 mujeres, quienes se distribuyeron de acuerdo con las dos clasificaciones, así: según el ATP III 52 (19,2%) con síndrome metabólico y 219 (80,8%) sin síndrome y según la IDF; 70 (25,8%) con síndrome y 201 (74,2%) sin síndrome. No se encontró ninguna diferencia significativa a pesar del incremento en el número de mujeres en IDF; cerca de 26%. Sólo se aprecia diferencia significativa en el grupo mayor de 65 años (Tabla 3).

El comportamiento de la hipertensión arterial en nuestra población de 271 mujeres, también se estableció de acuerdo con las clasificaciones del ATP III y la IDF. Se apreció una prevalencia de hipertensión arterial de 18,1% para la población total estudiada y de 10,5% para la población sin síndrome metabólico, en tanto incrementó a 55,8% en el síndrome metabólico según la clasificación del ATP III y a 42,85% según la IDF.

De acuerdo con la edad y basándose en la clasificación del ATP III, el promedio de edad de la población total es de 50,18±13,17 años, así: para el grupo de mujeres con síndrome metabólico de 57,3±12,04 años y para las sanas de 51,55±13,24 años; y según la IDF 58,06±12,56 años para aquellas con síndrome metabólico y 49,28±12,74 años para aquellas sin síndrome.

Tabla 2. DIFERENCIAS ENTRE ATP III E IDF CON RELACIÓN A LA POBLACIÓN GENERAL Factor de riesgo IDF

Perímetro abdominal ≥ 80 Pre HTA ≥ 130/85 HDL ≤ 50 mg/dL Triglicéridos > 150 Glucemia ≥ 100 Factor de riesgo ATP III Perímetro abdominal ≥ 88 Pre HTA ≥ 130/85 HDL ≤ 50 mg/dL Triglicéridos > 150 Glucemia ≥ 100

Población general (271)

%

120 64 174 114 42

44,3 23,6 64,2 42,1 15,5

Población general I (271)

%

51 64 174 114 12

18,8 23,6 64,2 42,1 4,4

IDF n=70 70 38 57 59 32

OR (IC 95%)

100,0 54,3 81,4 84,3 45,7

ATP III n=52 33 37 45 548 10

8,81 17,54 4,49 27,82 4,30

3,88-20,58 8,06-38,73 1,87-11,44 9,12-94,89 1,99-9,30

OR (IC 95%)

63,5 71,2 86,5 92,3 19,2

19,39 4,49 27,82 25,83 17,54

ATP III: Adult Treatment Panel III, c-HDL: colesterol de alta densidad. HTA: hipertensión arterial.

8,70-43,87 1,84-11,44 9,12-94,89 5,04-177,60 8,06-38,73

Valor de p

0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 Valor de p

0,000 0,000 0,000 0,000 0,000

106

Prevalencia y comportamiento de los factores de riesgo . . . Sánchez y cols.

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

Tabla 3. CORRELACIÓN ENTRE LAS DIFERENTES EDADES DE LAS PACIENTES CON Y SIN SÍNDROME METABÓLICO DE ACUERDO CON LAS CLASIFICACIONES DEL ATP III Y LA IDF Clasificación SM

ATP III

Intervalo de edad/incidencia de SM < 40 años 40-64 años >65 años Total n= 271(100%)

IDF

Con

Sin

4 (7,7%) 36 (20,8%) 12 (26,1%) * 52 (19,2%)

48 137 34 219

Con 4 (7,7%) 45 (26%) 21 (45,7%) ** 70 (25,8%)

Sin

Valor de p

48 128 25 201

NS 0,25 0,05 0,097

ATP III: Adult treatment panel III. IDF: International Diabetes Federation. SM: síndrome metabólico.

Tabla 4. PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO Y SU DISTRIBUCIÓN CON RESPECTO A LA PRESENCIA O NO DEL SÍNDROME METABÓLICO EN 271 MUJERES SANAS Factor de riesgo Sedentarismo Tabaquismo Obesidad >30 Sobrepeso (25-29,9) Normal 20-24,9 Antecedente de EC HTA Diabetes

Con factor de riesgo

Sin factor de riesgo

Con SM

Sin SM

Con SM

35 10 25 18 8 13 29 3

163 30 24 78 107 41 22 2

17 42 27 34 44 39 23 49

%Total

OR (95% CI)

Sin SM 56 189 195 141 112 178 197 217

73,1 14,8% 18,1 35,4 42,4 19,9% 18,8% 1,8%

0,71 (0,35 - 1,43) 1,50 (0,63 - 3,51) 7,52 (3,58 - 5,92) 0,96 (0,48 -1,89) 0,19 (0,08 - 0,440) 1,45 (0,67 - 3,11) 11,3 (5,29 - 24,30) 6,64 (0,87 - 58,61)

EC: enfermedad coronaria. HTA: hipertensión arterial. SM: síndrome metabólico.

se pudo apreciar cómo sólo la obesidad y la hipertensión, tienen una relación estadísticamente significativa con relación a la presencia del síndrome metabólico, en donde el OR está por encima de la unidad y el valor de p es menor de 0,00000 para cada uno.

Figura 1. Número de factores de riesgo constitutivos de síndrome metabólico en 271 mujeres clasificadas según el grupo de edad.

La comparación de los resultados de nuestro estudio con la prevalencia de hipertensión arterial en Colombia, es de 12,3%, según la estadística del DANE 1999 (6). Con el fin de evaluar la correlación existente entre el factor de riesgo y la presencia del síndrome metabólico, se analizó el OR con el 95% del intervalo de confianza y

Las 271 mujeres se clasificaron de acuerdo con el índice de masa corporal y se pudo apreciar que no hay diferencia significativa con relación a las dos clasificaciones en los diferentes intervalos de evaluación. De la población total, 52,8% se concentró entre índice de masa corporal de 25,0 a 39,9. Se estimó que la mayor concentración de la población estudiada con síndrome metabólico, estaba entre los parámetros 25,0 a 39,9 con 78,8% para el ATP III y 84,3% para la IDF (Tabla 5).

Discusión Varias entidades establecieron diferentes criterios diagnósticos para definir el síndrome metabólico: La Organización Mundial de la Salud (OMS), el ATP III y el International Lipid Information Bureau (ILIB), además de las modificaciones establecidas por la IDF, aceptadas

Revista Colombiana de Cardiología Mayo/Junio 2008

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

107

Tabla 5. PREVALENCIA DEL SÍNDROME METABÓLICO SEGÚN LA CLASIFICACIÓN DEL ATP III Y LA IDF CON RELACIÓN AL ÍNDICE DE MASA CORPORAL EN 271 MUJERES SANAS ATP III IMC 40 Total

IDF

Con SM

Sin SM

0 8 (15,4%) 19 (36,5%) 22 (42,3) 3 (5,8%) 52 (19,8%)

2 (0,9%) 115 (52,5) 78 (35,6%) 24 (11%) 0 219

Con SM 0 8 (11,4) 32 (45,7) 27 (38,6) 3 (4,3) 70 (25,4%)

Total Sin SM

Total y %

2 (1%) 115 (57,2%) 65 (32,3%) 19 (9,5%) 0 201

2 (0,7%) 123 (45,4%) 97 (35,8%) 46 (17%) 3 (1,1%) 271

Diferencia proporciones NE 0,34 0,18 0,66 NE 0,06

ATP III: Adult treatment panel III. IDF: International Diabetes Federation. IMC: índice de masa corporal. SM: síndrome metabólico.

por el panel de expertos del ATP III. La OMS utiliza criterios de índice de masa corporal, relación cinturacadera, microalbuminuria y relación albúmina-creatinina en orina; el ATP III y la ILIB simplifican la detección del síndrome metabólico y sólo se diferencian en la forma de interpretación de los datos; la ILIB lo hace en forma de puntaje, en tanto el ATP III define el síndrome metabólico mediante la presencia de criterios, lo cual resulta más práctico y de fácil aplicación en los estudios poblacionales. Para el ATP III, el síndrome metabólico es el resultado de la conjugación de tres o más de los cinco factores descritos: dos clínicos (obesidad abdominal e hipertensión arterial) y tres bioquímicos (niveles de triglicéridos, c-HDL y glucemia en ayunas) (5, 7- 9). La clasificación del ATP III permite el análisis individual de un conjunto de cinco criterios, que determinan un potencial de riesgo de enfermedad cardiovascular, en tanto que la IDF define el perímetro abdominal como criterio básico de selección que siempre debe estar presente; además de otros dos criterios (similares a los cuatro descritos por el ATP III), para el diagnóstico tiene en cuenta el rango de las cifras de glucemia en ayunas sugerido por la American Diabetes Association (ADA) que es de ± 100 mg/dL (Tabla 1). Esta clasificación se enfoca en el factor de riesgo que ejerce la grasa visceral, y en la búsqueda de la resistencia a la insulina como marcador potencial de diabetes mellitus, y le resta valor a los demás factores de riesgo. El parámetro de corte utilizado en el perímetro abdominal (80 cm), excluye personas con perímetros menores y que aún tienen la posibilidad de padecer síndrome metabólico; investigaciones como la de Rexrode (10), quien utilizó la base de datos de 44.702 mujeres del estudio de las enfermeras y relacionó los datos de cintura cadera y perímetro abdominal con enfermedad coronaria,

afirma cómo la medida cintura-cadera es ligeramente mejor en la predicción de riesgo cardiovascular que el perímetro abdominal, con un RR de 4,08 (±2,27-7,31) y 3,06 (±1,54-6,10), respectivamente. Sin embargo, cuando estas medidas se ajustan con relación al índice de masa corporal, el riesgo atribuido al perímetro abdominal se incrementa desde los 76,2 cm con un RR de 2,08 (±1,373,81), un poco por debajo de los 80 cm que aplica la IDF, mientra que la relación cintura-cadera de >0,76 tiene un RR de 2,10 (±1,20-3,70), muy por debajo de los parámetros comúnmente difundidos de 0,85. Las diferentes clasificaciones del síndrome metabólico han tenido un auge importante en la comunidad médica como consecuencia de la mayor prevalencia mundial de la obesidad y los riesgos que ésta genera, hasta el punto de considerársela como una entidad inflamatoria por la cantidad de citoquinas que origina. Esto hizo que los médicos conocieran y estudiaran más esta entidad, hicieran programas de promoción y prevención de enfermedades crónicas y fomentaran en la comunidad un mayor interés por la prevención. Estas dos clasificaciones tienen diferencias importantes que aumentan de forma cuantitativa el número de personas con factores de riesgo; es así como con la diferencia del perímetro abdominal se incrementa la población a más del doble, de 18,8% a 44,3% y con los cambios en la glucemia de 4,4% a 15,5%, lo cual tiene implicaciones no sólo demográficas y económicas, sino de prevención en salud. Los demás parámetros no sufrieron modificaciones (Tabla 2). En las dos clasificaciones se aprecian diferencias cuantitativas como el incremento de la frecuencia del síndrome metabólico de 19,2% según el ATP III a 25,8% por la IDF; sin embargo, no hay diferencias estadísticamente significativas; p=0,097. De hecho, cuando se

108

Prevalencia y comportamiento de los factores de riesgo . . . Sánchez y cols.

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

clasifican según la edad, sí aparecen diferencias en las mujeres mayores de 65 años (p=0,05), lo que hace pensar que esta diferencia se hará mucho mayor en la medida en que se aumente el número de mujeres en el estudio, lo que confirmaría a la edad como factor de riesgo del síndrome metabólico.

dientes a 1999, la hipertensión arterial es de 12,3% para el país y 18,8% en este estudio, respectivamente; tabaquismo 11,3% vs. 14,8%, sobrepeso 6,4% vs. 35%, en tanto que no se aprecia una diferencia importante en diabetes: 2,0% para la población general vs. 1,8% para las mujeres de nuestro estudio.

La diferencia de presentación entre la mayor frecuencia de factores de riesgo en mujeres entre 40 a 64 años con relación a la mayor presentación de síndrome metabólico en personas mayores de 65, que es de 26,1% en el ATP III y de 45,7% en la IDF, puede ser el resultado no sólo de la edad, sino de la sumatoria de otros factores de riesgo que se conjugan durante esta época de la vida, tal como lo son la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, etc., agravados con el tiempo de persistencia de estos factores (Figura 1).

Al comparar nuestros datos con el informe del ICBF en la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia realizada en 2005, sobre 117.205 personas de diferente género, con respecto a la obesidad se tuvo en cuenta tanto el sobrepeso como el término de obesidad; la cifra total establecida en las mujeres entre 18 a 64 años fue de 49,6%, determinándose obesidad en 16,6% y sobrepeso en 33%, datos que se igualan a los de nuestra investigación ya que se encontró 52,5% de sobrepeso y obesidad de lo cual 18,1% corresponde a obesidad y el resto a sobrepeso. Estos datos están muy cerca de la cifra de prevalencia de obesidad estimada para Colombia, que para 2005 fue de 20%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en comparación con 42% para los Estados Unidos (13).

Son pocos los estudios de síndrome metabólico que tienen en cuenta el género femenino y las diferencias que se presentan durante las tres etapas básicas de la vida: edad adulta, climaterio y post-menopausia (3, 11, 12), al igual que el comportamiento de los constituyentes del síndrome metabólico según las diferentes clasificaciones. En nuestro estudio se aprecia mayor prevalencia de síndrome metabólico relacionado con la edad, incrementándose casi cuatro veces en las mayores según el ATP III (26,1) y seis veces según la IDF (45,7%) (Tabla 3). Debido a que no se encontraron diferencias significativas en las dos clasificaciones, ATP IIII e IDF, en las tablas anteriores, se optó por presentar la frecuencia de factores de riesgo basados únicamente en la clasificación del ATP III. Con respecto a los factores de riesgo de la población en estudio, llama la atención la alta frecuencia de sedentarismo de la población independientemente de si tienen o no síndrome metabólico, con 73,1%, porcentaje muy por encima de los demás factores de riesgo (6). El informe del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia 2005, muestra una frecuencia de sedentarismo de 53,6%, muy por debajo de los resultados que se informan en nuestra investigación (13). Es importante resaltar cómo, además del sedentarismo, otros factores de riesgo como obesidad, hipertensión arterial, antecedentes de enfermedad coronaria y tabaquismo tienen porcentajes con altísimas tendencias para una población mayor. Al comparar los datos de nuestra investigación con datos del Ministerio de la Protección Social en los indicadores de Salud de 2002, correspon-

En nuestro estudio, al establecer una relación entre los factores de riesgo y la aparición del síndrome metabólico, sólo dos factores tuvieron una relación estadísticamente significativa; éstos fueron hipertensión y obesidad con OR muy elevado. Los demás factores de riesgo no tuvieron relación con el síndrome metabólico, tal vez por el número reducido de pacientes como ocurre en la diabetes o quizá porque su mayor compromiso sea más bien cardiovascular como ocurre con el tabaquismo o porque el factor de riesgo lo comparten pacientes con o sin síndrome metabólico como ocurre en el sedentarismo. En nuestro estudio no hay duda de que el índice de masa corporal normal, es un factor protector de suma importancia. Cuando se evalúa hipertensión arterial en la población estudiada, llama la atención cómo la prevalencia del grupo total es de 18,1%, porcentaje mayor que el que se informó para Colombia en 1999 el cual fue de 12,3%. Este porcentaje es muy bajo cuando se estudia la población sana (sin síndrome metabólico), de sólo 10%. El problema alcanza condiciones críticas cuando se evalúan sólo las pacientes con síndrome metabólico desde las diferentes clasificaciones, 52,8% según el ATP III y la IDF y 53,5% para el grupo total, hallazgo que afirma la importancia de la detección de este síndrome como marcador de factor de riesgo cardiovascular (Tabla 4).

Revista Colombiana de Cardiología Mayo/Junio 2008

De 271 mujeres estudiadas, 46,1% de la población general tiene un índice de masa corporal normal, con OR (95% CI) que es altamente protector 0,19 (0,08-0,440), mientras que es notorio el predominio de sobrepeso y obesidad de 53,9%. El 18,1% de la población total es obesa, dato muy cercano a la prevalencia estimada para Colombia por la Organización Mundial de la Salud para 2005, de 20% (13). Si se eliminan las pacientes con síndrome metabólico según el ATP III, sólo 10,9% de las sanas son obesas, cifra que se incrementa más de cuatro veces en pacientes con síndrome metabólico, hasta el punto de alcanzar cifras de 48,1% según el ATP III y de 42,9% según la IDF. Esta situación convierte al síndrome metabólico en un verdadero factor de riesgo. Estos porcentajes son muy semejantes a los que se describen en los países desarrollados (Tabla 4) (3-14). Se evidencia cómo los problemas de sobrepeso y obesidad que solían ser exclusivos de los países desarrollados (3), también existen en nuestro medio y están convirtiéndose en problemas de salud pública, aumentando el riesgo de síndrome metabólico y, por ende, de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Por ello es preciso establecer programas de prevención primaria, mediante educación, control y prevención de factores de riesgo, motivando a la población para que tome medidas de prevención dirigidas a evitar la aparición precoz de enfermedades crónicas y, en especial, de enfermedades cardiovasculares, que son la causa de mayor mortalidad en las mujeres mayores en Colombia. Casi todos los factores de riesgo que se describen en la tabla 4 son modificables y, por ende, de alta responsabilidad para cada una de las personas (Tabla 4). Sin embargo, se reconoce que no se cuenta con programas organizados de prevención de factores de riesgo y promoción de hábitos saludables,, no sólo en las entidades de salud sino en los ámbitos regional y nacional, que deben ser establecidos desde la niñez y la adolescencia, debido a que múltiples factores de riesgo que se presentan desde temprana edad son susceptibles de modificación (3). El síndrome metabólico es una manifestación multifactorial, y con el envejecimiento sobrevienen múltiples factores de riesgo los cuales se suman o se superponen al síndrome metabólico; éstos son: cambios en el estilo de vida (sedentarismo, aumento de la ingestión calórica, tabaquismo, alcoholismo), cambios hormonales alrededor del climaterio (déficit de estrógenos y

Vol. 15 No. 3 ISSN 0120-5633

109

andrógenos), enfermedades crónicas asociadas (hipertensión arterial, diabetes, obesidad), enfermedades inmunológicas y osteo-articulares que, sumados al aumento en el porcentaje de grasa abdominal y perfil aterogénico llevan a la resistencia a la insulina. El tratar de correlacionar la aparición del síndrome metabólico con la mayor edad, se acepta que, además de los cambios hormonales que ocurren durante la transición de la menopausia y la menopausia como consecuencia de la disminución de estrógenos, ocurren cambios metabólicos importantes en la grasa fémorocutánea y visceral, los cuales se asocian con mayor incremento de adiposidad y distribución androide de la grasa. Es así como las mujeres posmenopáusicas tienen 36% más de grasa abdominal (p

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.