LA BRECHA ENTRE LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA Y LOS SIETE SELLOS

 60  ¡El está tiernamente llamando hoy! LA BRECHA ENTRE LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA Y LOS SIETE SELLOS 17 de marzo de 1963, servicio en la no
Author:  Sandra Soto Gómez

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La Brecha Entre Las Siete Edades De La Iglesia Y Los Siete Sellos
LA BRECHA ENTRE LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA Y LOS... 61 La Brecha Entre Las Siete Edades De La Iglesia Y Los Siete Sellos ` Buenas tardes, amigos

Las Siete Edades de la Iglesia The Seven Church Ages
Spanish 54-0512 Las Siete Edades de la Iglesia The Seven Church Ages 12 de Mayo de 1954 Jeffersonville, Indiana, E.A.U. Por www.biblebelievers.org/

Story Transcript



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 ¡El está tiernamente llamando hoy!

LA BRECHA ENTRE LAS SIETE EDADES DE LA IGLESIA Y LOS SIETE SELLOS 17 de marzo de 1963, servicio en la noche

¿Le aman? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. ¿No es Él maravilloso? [“Amén”]. ¡Oh!, ¿qué haríamos sin Esto?”. “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios, vivirá el hombre”. ¡Oh, aliméntame, Señor, de la Palabra!

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Jeffersonville, Indiana, EE.UU.

Buenas tardes, amigos. Es un–un gran privilegio estar aquí otra vez en la casa del Señor, esta noche, en el servicio, y todavía viviendo del–del Maná de esta mañana con el que nuestras almas fueron tan grandemente bendecidas por Su gran Presencia. Y ahora, esta noche, estamos... tenemos un... comenzando sobre el tema de: La Brecha Entre Las Siete Edades De La Iglesia Y Los Siete Sellos.

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“No dejando de congregarnos, como los incrédulos tienen por costumbre, y tanto más, cuanto veis que aquel Día se acerca”. 329 Si es la voluntad de Dios, mañana en la noche, por la gracia de Dios, trataré con todo lo que está en mí de pedirle a Él que interce–... interceda, que el misterio de estos Sellos, mientras sean abiertos, proclamarán la Palabra de Dios al pueblo. 328

¡Hasta que vuelva a verlos, Dios sea con Uds.! Y ahora le entrego el servicio a nuestro noble hermano, el Hermano Neville, el pastor. ¿Cuántos aman al Hermano Neville? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Miren, todos lo amamos. Venga, Hermano Neville. Hermano Neville, Dios lo bendiga, hermano. 

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Y estaba hablando, esta tarde, con un amigo. Y quizás, si es la voluntad del Señor, en alguna ocasión este verano, si Él no me lleva a Casa, o–o logro regresar, o no voy a ultramar o algo, me gustaría tocar de nuevo esas últimas Siete Trompetas, ¿ven? Y todo esto está unido. Y–y luego están las últimas Siete Plagas en esto. Y todo esto se entrelaza, como veremos mientras seguimos adelante.

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Así que, esta noche, mientras nos estamos aquietando un poco... Quizás puede que yo sea un poco extenso esta noche. Con aun... Tan pronto como yo regreso aquí, miren... Toda la predicación que yo hice en Phoenix, ni siquiera una sola vez me enronquecí, ¿ven? Eso es correcto. Y, ¡oh, qué cosa, cuán duro prediqué! Y por, creo que fueron veintisiete servicios sin enronquecerme. Pero es el clima aquí, ¿ven Uds.? Simplemente, es malo aquí, sólo es un valle. Simplemente es una condición perjudicial aquí, y, en cuanto a la salud, Uds. saben lo que quiero decir, es–es–es perjudicial. Y cualquier predicador tiene un... que habla, tiene la garganta dañada, para empezar.

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Un–un doctor amigo mío me examinó la garganta, una vez, para ver qué estaba mal. Dijo: “Nada”. Dijo: “Tú sólo tienes callos allí en tus cuerdas vocales”. Dijo: “Eso es por predicar”. Bueno, a mí–a mí–a mí como que me gusta eso, Uds. saben. Eso me hizo sentir mejor, siempre y cuando se podría atribuir a la predicación, ¿ven Uds.? Estaría bien para el Reino de Dios.

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 Miren, puede que no podamos traer en nuestro cuerpo la marca de Je–... de Jesucristo, como Pablo la traía por ser azotado. Pero podríamos traer nuestra marca por predicar y dando nuestra voz en contra de las cosas incorrectas. Así que, estamos agradecidos que ya no tenemos que ser azotados, especialmente hasta este tiempo. Así que nosotros–nosotros estamos...

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¿Cuántos aquí han leído Señores, ¿Qué Hora Es?, o lo han oído, Uds. saben, Señores, ¿Qué Hora Es? Eso me ha perturbado bastante. Si no lo han hecho, desearía, que de alguna manera, si Uds. pudieran lograr oírlo, o de alguna manera... Como que me perturbó. Yo sólo quería insertar esto antes de comenzar el servicio. Hace como–hace como una semana o diez días, yo estaba tan perturbado. Simplemente... Yo–yo–yo simplemente no... yo no llevaba a cabo servicios o nada, por cuanto yo–yo no lo sabía. Parecía ser como que era algo que estaba mal, y yo simplemente no sabía lo que era. Así que yo... 6

Temprano una mañana, me levanté, para subir allá al Cañón Sabino, el cual, de la casa, está sólo como a treinta minutos conduciendo a la... o cuarenta, a la entrada del Cañón Sabino; luego hay un camino que sube y se adentra treinta millas [48.3 km–Trad.] en la montaña.

Padre Celestial, yo no sé qué más hacer sino sólo citar Tu Palabra. Aquí están hombres de pie, que sienten que no han estado en donde debieran estar, listos para este Rapto, porque puede que acontezca antes que el Primer Sello sea abierto a nosotros.

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Y, Padre, pido por ellos. Yo–yo como Tu siervo, ofrezco esta oración al gran Intercesor: Cristo. Mientras ellos oran, yo ofrezco mi oración junto con ellos sobre el Trono de marfil de Dios, en donde está el Sacrificio ensangrentado esta noche. Y casi en cualquier momento pueda dejar el Trono para salir a reclamar Su posesión. Entonces ya no queda más misericordia; es juicio.

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Concede, Señor, que estas personas de pie, que están paradas, en sus corazones haciendo su confesión, y dispuestos a permitir que el Espíritu de Dios los moldee, y los corte, y los forme en piedras vivas en la Casa del Señor Dios. Concédelo, Padre. Los encomiendo a Ti ahora.

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Una región rara, allá arriba. Yo puedo estar aquí en el desierto, en donde está como a ochenta o noventa [26.6° y 32.2° C, respectivamente–Trad.], ahora mismo, y en treinta minutos estar en ocho pies [2.4 m] de nieve, ¿ven?, en la cima de la montaña. Estábamos en Phoenix, recientemente, en donde estaba a veinte [6.6° C, bajo cero] y algo, veintiocho grados [2.2° C, bajo cero]. Tenían la piscina calentada, y la gente nadando. Y como a cuarenta minutos conduciendo de allí, estaba a cuarenta bajo cero [40° C, bajo cero] en Flagstaff. ¿Ven? Esa es la diferencia de las corrientes de aire ascendientes y el desierto. Y muy saludable para los asmáticos, y demás.

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Pero, miren, yo subí al cañón, y subí tan alto como podía subir. Y yo–yo–yo le pregunté al Señor, mientras estaba sentado allí, qué significaba todo esto, y demás. Yo estaba algo perturbado, y no sabía exactamente qué hacer.

9

Y Tú dijiste: “El que me confiese delante de los hombres, Yo le confesaré delante de Mi Padre y los santos ángeles”. Y ahora Tú estás allí en la presencia de todos esta noche. Y ellos parados, confesándote. Y, Señor, si eso proviene de lo profundo de su corazón, tan cierto como la Palabra de Dios está correcta, Tú estás intercediendo ahora por ellos, y aceptándolos en las–en las esferas de la gracia y la misericordia de la limpieza de la Sangre del sacrificio del Cordero. Y ellos serán Tuyos, en el Nombre de Jesucristo. Amén.

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Ahora, Uds. que ven a estas personas de pie, este joven ahí mismo, y los que están de pie, Uds. que sintieron que todo el pecado y la condenación han desaparecido. Yo sólo quiero que se levanten, algunos de Uds. cerca de ellos. Estréchenles la mano, y digan: “Hermano, estaré orando por Ud. Hermana, estoy orando por Ud.” Sólo estréchenles la mano, y digan: “Dios lo bendiga”. Y ahora lo demás le corresponde a la mano del Todopoderoso. Digan: “Oraré y haré todo lo que yo pueda para ayudarles a entrar en el Reino de Dios”.

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¡Oh, llamando hoy! ¡Oh, Jesús está llamando!



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pueda cortarla, para darle forma al edificio, para encajar en el edificio? Entonces permítanle al Espíritu Santo que los corte de lo que Uds. son, a lo que Uds. deberían ser. Si Uds. son sólo un miembro de iglesia almidonado, si Uds. son un pecador, lo que Uds. sean, si están sin Cristo, sin el Espíritu Santo, que Dios les conceda paz esta noche.

10 Y así que mientras estaba orando, una cosa rara sucedió. Yo–yo–yo quiero ser honesto. Miren, pudiera haberme quedado dormido. Pudiera haber sido como un éxtasis, o pudiera haber sido una–una–una visión. Yo me inclino más o menos a creer que fue una visión. Así que yo tenía mis manos en alto, diciendo: “Señor, ¿qué significa esta explosión? Y ¿qué de estos siete ángeles en una constelación de–de la pirámide, levantándome del suelo y yéndose hacia el este, qué significa esto?”.

Ahora, Señor, tan sanamente como yo sé cómo venir, y tan– tan Escritural como yo sé cómo venir, yo vengo ahora con éstos que yo te he encomendado, con la Palabra. Estoy confiando, Señor, que la Palabra ha encontrado Su lugar en el corazón de la gente esta noche.

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Si hay tales aquí que no saben, o que no tienen esa seguridad de la dulce Presencia del Espíritu Santo morando en sus vidas; que, mal genio o indiferencias o egoísmo, o algo les ha cortado esta gran Cosa de ellos, y los ha mantenido alejados de Ella; o algún credo, o–o–o alguna sensación, los ha mantenido alejados de la dulzura del compañerismo de Dios, ¡que ahora sea desatada!

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¡Y que el Cordero, ese santo Pariente ensangrentado que salió andando desde el Trono, descendiendo a través de las Luces místicas de los corredores del Trono de Dios, que salió para reclamar Su herencia! Dios, concede, esta noche, que ellos lo reciban a Él. Que cada decisión sea hecha solemnemente, y que ellos se rindan sólo a Él que puede cortarlos y formarlos en hijos e hijas de Dios.

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Yo estaba allí parado, orando, y algo sucedió. Y, miren, algo cayó en mi mano. Y yo sé que si Uds. no entienden cosas espirituales, puede que parezca muy raro. Pero algo cayó en mi mano. Y, cuando miré, era una espada. Y el mango estaba hecho de perla, la perla más bonita que yo alguna vez haya visto. Y la– la empuñadura, Uds. saben, en donde... Supongo que es para evitar que sus manos sean cortadas, Uds. saben, mientras Uds. están... la–la gente estaba batiendo en duelo; era de oro. Y la hoja del sable no era muy larga, pero sólo estaba muy filosa como una navaja; y era de plata resplandeciente. Y era la cosa más bonita que yo alguna vez haya visto. Me quedaba en mi mano exactamente. Y yo la estaba sosteniendo. Yo dije: “¿Qué no es bonita?”. Yo la miré. Y yo pensé: “Pero, tú sabes, siempre le he temido a una espada”. Yo como que estaba contento que no viví en los días que ellos solían usarlas, porque yo–yo le tengo temor a un cuchillo. Y así que yo–yo pensé: “¿Qué haría con eso?”. 11

12 Y mientras la sostenía en mi mano, una Voz de alguna parte dijo: “Esa es la espada del Rey”. Y luego me dejó.

Ahora, solemnemente en oración, estoy haciendo esto de la manera que yo me siento dirigido a hacerlo. Solemnemente ante Dios, como Él mismo se ha probado a Uds. Y si Uds. no eran un Cristiano, o si Uds. no eran lo que llamamos un... No uno–no uno–uno–uno que se une a una denominación, sino que me refiero a un Cristiano nacido de nuevo. Pero Uds. solemnemente creen que el Mensaje es la verdad, y Uds. solemnemente creen que Uds. sólo pueden ser salvos por la gracia de Dios. Y Uds. en verdad creen que Él les está hablando a sus corazones ahora. Y Uds. quieren aceptarlo, y están listos para que Su Palabra los– los corte de lo que Uds. son, y los haga lo que Uds. deberían ser. ¿Testificarían lo mismo, al ponerse de pie? Si esa persona está aquí, y quiere hacer eso suf–... eso el todo suficiente, pónganse de pie.

14 Y yo–yo pensé al batirse en duelo, ¿ven Uds.?, y como yo entien–... no entiendo ni una sola palabra de ello, pero, o ni tengo una idea de batirse en duelo. Pero, a lo mejor de mi entendimiento, es la cuchilla golpeando al otro lado. Y luego finalmente, las–las espadas, si se bloquean, el enemigo y uno





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Bueno, me–me pregunté qué significó: “‘Esa es la espada del Rey’”. Y yo pensé: “Si hubiera dicho: ‘La espada de un rey’, pudiera ser que lo haya entendido. Pero dijo: ‘La espada del Rey’”. Así que puede que no tenga esto correcto, pero pensé: “Sólo hay Uno, el Rey, ese es Dios. Y Su espada es Esta, ‘más cortante que una espada de dos filos’, ¿ven? ‘Y si permanecéis en Mí, y Mis Palabras...’”. ¿Ven?

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bloquea las espadas, así, entonces se requiere la fuerza del hombre batiendo en duelo. Porque, ¿ven?, la espada de él estaría apuntando a mi corazón, y la mía al de él, pero están bloqueadas, mientras las cuchillas están pegando una contra la otra. Y luego pegan, y luego las espadas se juntan. Y el que puede derribar al otro, la espada apunta directamente al corazón. Así que se requiere...

Señor Jesús, las horas están avanzando. Quizás sea aun más tarde que lo que estamos pensando. Y estamos contentos de ver esta hora acercándose. Es la hora más gloriosa que el mundo haya alguna vez conocido para el creyente. Pero, para el rechazador, el tiempo más triste que pudiera existir. No se podrían encontrar las palabras en el abecedario, letras para formar palabras, que pudieran expresar la angustia y el pesar que está por delante. Y tampoco hay palabras que se pudieran formar, de nuestro abecedario, para expresar las bendiciones que están por delante para el creyente.

15 Aunque la espada es la Palabra, se requiere la mano fuerte de fe para mantenerla allí, para traerla al corazón del enemigo. Miren, no sabiendo estas cosas, pero sólo... Todo lo que yo he recibido de Él, que puedo decir, les he dicho. Así que, Uds. saben, creo que fue... ¿Qué no fue nuestro Señor que dijo que todo lo que Él había recibido del Padre, que Él había dicho, y que no había ocultado nada? Y–y así que queremos hacer esas cosas a medida que vienen. Miren, si son muy sabios, y oran, estoy seguro que entenderán algo muy pronto, miren, algo que yo espero que sea revelado. 16 Miren, en este Libro, vayamos ahora al–al capítulo 5 del Libro el cual es llamado la Revelación de Jesucristo [Apocalipsis, Biblia en español–Trad.].

Miren, mañana en la noche es el Primer Sello. Lo cual, los primeros cuatro Sellos son abiertos, por medio de cuatro jinetes, uno en cada Sello hiere la Tierra. Y luego, tal vez, no serán extensos, hasta después que pasemos... como... el lunes, martes, miércoles, como el jueves. Luego, supongo, en el Sexto... y el Quinto, el Sexto, y el Séptimo Sello, probablemente serán muy extensos. Así que, quizás les dará un tiempecito para tomar un descansito.

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Es nuestra intención comenzar los servicios aquí, creo yo, a las siete en las noches de entresemana. Y yo he de estar en la plataforma a las siete y media, exactamente. Y luego eso pudiera dejarnos salir a la medianoche. Así que–así que, yo me pasé una hora, esta mañana. Yo no quise hacer eso, yo sólo... No sé cuándo...

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19 Porque yo no sé qué es el primer jinete. Yo no sé el Segundo, el Tercero, el Cuarto, el Quinto, el Sexto, o el Séptimo Sello. Yo, hasta este momento, no sé. ¿Ven? Yo sólo estoy dependiendo en

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313 Padre, quizás haya algunos, esta noche, aquí sin esperanza. Y son seres humanos inteligentes. Y ahora si la Sangre todavía está sobre el Propiciatorio, que el Cordero salga del Trono hasta sus corazones, esta noche, y les revele que están perdidos. Y con Manos ensangrentadas, diga: “Vengan, mientras es el tiempo para venir”. 314 Encomiendo el Mensaje, Señor, junto con mi oración en Tus manos. Haz lo que quieras, Padre, en el Nombre de Jesús.

Con nuestros rostros inclinados. 315 Si Uds. no han cumplido con esta petición y este requisito; si sólo han confiado en su iglesia, no había nada que pudiera redimir. Si Uds. han confiado en la intercesión de algún santo, Uds. todavía están perdidos. Si Uds. han confiado en las obras de sus manos, algo que han hecho, buenas obras, Uds. están perdidos. Si Uds. han confiado en la–en la oración de su madre, o la justicia de su madre, su padre; si Uds. han confiado en eso, Uds. están perdidos. Si Uds. han confiado en alguna sensación, algún sentir raro, alguna emoción de hablar en lenguas, o danzar! Si eso es todo en lo que Uds. han confiado, y no conocen al Cordero personalmente, no lo conocen a Él, entonces les encarezco ante Dios, enmienden eso, ahora mismo, con Dios. 316 En lo profundo de su corazón, oren. Y sólo sean sencillos, porque Dios se esconde en simplicidad. ¿Recuerdan, la Biblia dice: “Todos los que creyeron, fueron añadidos”?

Y mientras oramos por Uds., confío que Uds. harán su... esa única decisión Eterna: “Señor, yo diré: ‘¡Sí!’”. Y una decisión es una “piedra”. Pero ¿de qué sirve una piedra sin un cantero que 317



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 Pueden festejar en la mesa de Jesús todo el tiempo, (¡Ahora! Pero cuando Él sale de allí, ¡no hay esperanza!). Él que alimentó a la multitud, el agua en vino convirtió... El que dijo, que: “El que en Mí cree, las obras que Yo hago, él las hará también”. ¡Oh, qué cosa! El que prometió estas cosas en los últimos días. El que dijo estas cosas. El que está ahora en el tiempo de la revelación de estas cosas siendo dadas a conocer. “Vengan, coman”. ¡Oh, no se lo pierda, mi hermano!

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Él. Así que es por eso, tratando esta semana, por la gracia de Dios de ayudar, creyendo que si entienden profundamente... Uds. saben, en las visiones, uno no puede revelar cosas hasta que a uno se le permite revelarlas. ¿Cuántas veces me han oído todos Uds.: “Entro a una casa, quizás un sombrero esté aquí puesto. Y este cierto niño, o demás, no será sanado hasta que esto sea puesto acá”. Yo no les puedo decir, ni tampoco puedo yo moverlo allí. Tiene que ser movido de alguna otra manera. Alguien más tiene que tomarlo y moverlo. Y, todo en orden, entonces puede ser revelado.

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Así que ahora estén en oración. Miren, justo antes que abordemos el Libro, hablemos con Él, con nuestros rostros inclinados.

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Ahora inclinemos nuestros rostros sólo un momento. 308 Mañana en la noche, por la gracia de Dios, trataremos de abrir ese Primer Sello, si Dios lo abre para nosotros y nos permite ver lo que ha sido esta revelación “escondida desde la fundación del mundo”.

Antes que hagamos eso, amigo pecador, o miembro tibio de iglesia, ¿tiene Ud. sólo una membrecía en una iglesia, o no tiene una membrecía? Y si Ud. sólo tiene una membrecía, le sería casi igual estar sin ella. Ud. necesita un nacimiento. Ud. debe venir a la Sangre. Ud. debe venir a algo que sólo quita la mancha del pecado, al grado que ya no hay más memoria de él.

309

¡Si Uds. no han hecho una preparación, todavía, para recibir al Cordero en el aire...! ¡Y por el poder que me fue investido por mi comisión, dada por el Dios Todopoderoso, y ministrada a mí por un ángel, una Columna de Fuego, les encarezco en el Nombre de Jesucristo! No traten de encontrarse con Él sólo con una membrecía de una logia de una iglesia de esta Tierra.

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Vengan mientras el Mediador, hasta donde yo sé, todavía está en el Trono, intercediendo. Porque vendrá un día cuando querrán venir, y no habrá Mediador. Porque si vemos la hora en que estamos viviendo, en la séptima edad de la Iglesia, y los misterios de Dios llegaron a ser lo que son, con el Espíritu de Dios vindicado, mostrando que todo lo que Él prometió en los últimos días, ¿cuánto tiempo más queda? Amigo pecador, venga.

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Señor Jesús, somos totalmente insuficientes. No trataríamos de ninguna manera, de abordar este Libro sagrado en esta hora santísima en la cual almas dependen en el destino del tiempo, sin pedir, Señor, que el Único que puede revelar este Libro, que Él aparezca ahora, bendiciendo los esfuerzos débiles de Tus siervos. Bendice la Palabra a medida que se presenta. Que vaya en el poder del Espíritu. Y que el terreno espiritual del... aquellos que tienen hambre y sed para conocer la justicia y saber la voluntad de Dios, que caiga ahí dentro y produzca de Su especie. Concédelo, Señor. Toda la alabanza será para Ti. Que los hambrientos y los sedientos encuentren alimento y bebida esta noche de la Palabra. Lo pedimos en el Nombre de Jesús, de quien es la revelación. Amén.

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Ahora–ahora vamos a abrir al capítulo 5. Miren, esto no es los Siete Sellos. Es la brecha entre las edades de la iglesia y los Siete Sellos. Miren, también hay un capítulo 6 de...

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Y había un capítulo 4, mejor dicho, de Apocalipsis, y en eso, como que reveló algo que acontecería después de que la Iglesia subiera. Lo cual, la Iglesia sube en el capítulo 3 de Apocalipsis, y no regresa hasta el capítulo 19 de Apocalipsis. ¿Ven? Por lo tanto, la Iglesia está libre de la tribulación. Yo sé que eso es contrario para–para casi todo maestro que yo le haya hablado. Pero yo–yo–yo no quiero ser descortés. Yo–yo quiero ser su hermano, pero yo–yo debo enseñar exactamente como lo puedo ver. Si no, no puedo unirlo, ¿ven Uds.? Y miren, si sube antes de

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la tribulación o después de la tribulación, yo quiero subir junto con Ella. Esa es la cosa principal.

¡Y Él tomó el Libro (¡gloria!), abrió el Libro, y rompió los Sellos; y lo envió a la Tierra, a Su séptimo ángel para que se lo revelara a Su pueblo! [La congregación se regocija grandemente–Ed.]. Ahí lo tienen. ¡Oh, qué cosa! ¿Qué sucedió? Los gritos, las aclamaciones, las aleluyas, la unción, el poder, la gloria, la manifestación! [La congregación continúa regocijándose grandemente].

25 Así que esas cosas nosotros–nosotros estamos sólo presumiendo, porque, sin educación, yo tipifico. Yo miro y veo lo que es, o ha sido en el Antiguo Testamento, el cual es un tipo o sombra del Nuevo, entonces yo tengo alguna idea de lo que es el Nuevo. ¿Ven? Como si... Noé entró en el arca antes de que comenzara la tribulación, un tipo; pero aun antes de que Noé, ¿ven?, entrara en el arca, Enoc subió, ¿ven?, antes de que alguna cosa sucediera. Y Lot fue llamado a salir de Sodoma antes de que una pizca de la tribulación comenzara, de la destrucción; pero Abraham estaba todo el tiempo fuera de ella. ¿Ven?, tipos.

¡Y el anciano Juan, quien había estado allí, nuestro hermano, llorando! “Pues”, él dijo, “todo en el Cielo, todo en la Tierra, y todo en el mar, me oyeron gritar: ‘¡Amén! ¡Amén! Las alabanzas, el honor, y la fortaleza, y el poder, sean a Él que vive por los siglos de los siglos’”.

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¡Hablar de un momento feliz cuando esos Sellos fueron rotos! Juan debió haber mirado allí adentro y visto más allá de la cortina del tiempo, y dicho: “Allí está Juan”. ¡Oh, oh!

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Pero ahora leeremos el versículo 1. Yo leeré los primeros 2 ó 3 versículos de él.

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Y vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo–ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirar sobre él. (¡Qué Libro!).

Él estaba tan contento, al grado que dijo: “Todo en el Cielo”. Él debe realmente haber clamado, ¿qué no? “Todo en el Cielo, todo en la Tierra, todo debajo de la Tierra, toda criatura, todo lo demás, me oyeron decir: ‘¡Amén! Las alabanzas, la gloria, la sabiduría, y el poder, y la fortaleza, y las riquezas le pertenecen a Él’”. ¡Amén!

304

¿Por qué? Cuando vino la revelación que el Cordero, el Redentor, nuestro Pariente, había regresado del Trono de la mediación y había salido aquí para tomar Su posesión. ¡Oh!

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Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.

Pronto el Cordero tomará a Su Novia para que esté siempre a Su lado; Todo el ejército del Cielo reunido estará.

Miren, ¿hablar de indignidad? “Ni siquiera digno de mirarlo; ninguno, en ninguna parte”.

¡Oh, será una visión gloriosa: todos los santos de blanco impecable, Y con Jesús reinaremos Eternamente!

Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.

Oh, “vengan, coman”, llama el Maestro (ahora en la Palabra), “vengan, coman”.

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Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes,... en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y

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Oh, me–me–me quedo sin palabras, ¿ven? “Vengan, coman, vengan, coman”,



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postraron. Ellos vertieron las oraciones de los santos. ¿Qué? Allí estaba representado un Pariente por nosotros. Ellos se postraron sobre sus rostros. Y cantaron un cántico, y dijeron: “¡Digno eres porque Tú fuiste inmolado!”. Observen qué... ¡Y miren estos ángeles!

siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.

Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,... de millones (¡fiuu! ¡Fíjense!),

28 Haremos una pausa ahí por unos momentos, de leer Apocalipsis 5, hasta incluir el versículo 7.

Que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y las alabanzas.

Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.

Este Libro sellado con Siete Sellos es revelado en el tiempo de los Siete Truenos de Apocalipsis 10, ahora, si lo están anotando. Vayamos a Apocalipsis 10, sólo un momento, para que Uds. reciban un entendimiento antes que entremos en ello. Miren, esto es en el tiempo del fin. Porque, escuchen: 29

¡Qué jubileo se estaba llevando a cabo en el Cielo, cuando el Cordero guía... deja ese puesto de intercesión, para venir aquí a poseer Sus reclamos!

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Uds. saben, eso emocionó mucho a Juan. Él debió haber visto su nombre escrito ahí. Cuando esos Sellos fueron rotos, él debió haberse puesto muy contento. Escuchen lo que él dijo.

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Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y dentro del mar, y a todas las cosas que en ellos... en ellos hay, me oyeron... oí decir: Al que se sienta en el trono, y al Cordero, sean las alabanzas,... honra,... gloria,... poder, por los siglos (¡Amén! ¡Amén y amén! ¡Oh!).

Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza;... 30 Si se fijan, ese es Cristo, ¿ven? Porque, Él en el Antiguo Testamento, fue llamado el Ángel del Pacto. Y Él viene directamente a los judíos ahora, porque la Iglesia ha finalizado. ¿Ven? Muy bien.

... y su rostro... como el sol, y sus pies como columnas de fuego: 31 ¿Recuerdan aquel Ángel en Apocalipsis 1? La misma cosa. Un ángel es un “mensajero”. Y Él es el Mensajero a Israel. ¿Ven? La Iglesia ha sido raptada, ¿ven?, miren, o a punto de ser raptada. Él viene por Su Iglesia. Ahora observen.

Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos. ¡Hablar de un jubileo, hablar de un tiempo, cuando ese Cordero salió! ¿Ven?, el Libro aun está sellado en el Cielo, los misterios están.

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Dicen: “¿Está mi nombre allí?”. Yo no sé. Espero que sí. Pero si está, fue puesto en el Libro antes de la fundación del mundo.

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Pero lo primero que representó esa redención, fue que vino el Cordero que había sido inmolado desde la fundación del mundo.

Tenía en su mano un librito abierto;... 32 Miren, aquí estaba cerrado, aquí, y sellado; y aquí está abierto. Ha sido abierto. Desde ese tiempo del sellamiento, a lo que estaremos entrando esta noche, ahora el Libro está abierto. “Un Librito en Su mano, en Su... Estaba abierto. ¡Oh!, cómo... el sol, como columnas...”. Esperen sólo un minuto. Permítanme comenzar aquí y leamos. Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;

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y Él clamó a gran voz, como ruge un león;...



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Sabemos que Él es el León de la tribu de Judá. Acá Él es el Cordero; pero aquí Él es el León. ¿Ven? ...y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. 33

Miren, Juan fue comisionado para escribir lo que él vio, así que el apóstol y profeta cogió su pluma para escribirlo.

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de la mano derecha del que estaba sentado en el Trono”. Y cuando ellos vieron que había un Redentor, y todas las–las almas bajo el altar, cuando los ángeles, cuando los ancianos, cuando todos lo vieron, cuando esto es hecho... Eso, sin embargo, acontece en el futuro. Esta noche Él es un Mediador, pero Él está llegando a esto. Observen. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;

Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas. Miren, eso es lo que nosotros no sabemos. Eso todavía debe ser revelado. No está en la Santa Escritura, lo que esos Truenos dicen. 35

Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, (ahora escuchen).

292 Esos son los que están bajo el altar, que han orado por mucho tiempo. ¿Ven?, ellos habían orado por la redención, orado por la resurrección. Y aquí estos–estos ancianos están vertiendo sus oraciones ante... Porque, ahora nosotros tenemos un Representante, tenemos un Pariente en el Cielo, que ha venido para hacer Sus reclamos.

Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para nuestro Dios (observen), de todo linaje,... lengua y pueblo y nación;

y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó los Cielos y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas... están en ella, y... que el tiempo no sería más, 36

¡Observen! Aquí está un versículo al que quiero llegar. sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.

Miren, ¿ven?, el misterio de este Libro sellado con Siete Sellos será revelado al sonido de la trompeta del Mensaje del ángel de la séptima edad. ¿Ven? “El séptimo ángel comienza a tocar la trompeta”, y ahí están los Mensajes escritos allí, y los tenemos en forma de cinta y libro. Miren, “al comenzar el sonido de la trompeta del Mensaje, el misterio de Dios se consumará, ¿ven?, en ese tiempo”. Miren, nos fijaremos. El Libro, del misterio de Dios, no es revelado hasta que la trompeta del Mensaje del séptimo ángel haya tocado.

37

Y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Ellos querían regresar. Y aquí están regresando para ser reyes y sacerdotes.

293

¡Gloria a Dios! Me siento lo suficientemente bien como para hablar en lenguas. Miren. Observen. Sí. Parece como que yo no tengo el lenguaje suficiente con el cual yo pudiera alabarlo a Él. Necesito uno que yo ni siquiera sé.

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Fíjense: “Y miré...”. Escuchen esto. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles...

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Miren, estos puntos serán importantes en los Sellos, estoy seguro, porque cada partecita debe unirse.

¡Escuchen qué jubileo se estaba llevando a cabo! Cuando ellos vieron que el Cordero vino y tomó ese Libro de Redención, las almas gritaron. Lo tomaremos. Todos, todo, los ancianos se





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¿Saben qué? Yo quiero–yo quiero decir algo aquí antes que terminemos. Y luego nos–nos–nos daremos prisa. Fíjense. Ya llegamos al versículo 7. Pero del versículo 8, al 14, yo quiero que se fijen en lo que acontece.

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Todo lo que estaba en el cielo, y todo lo que estaba en la tierra... Sólo escuchen esto. Permítanme leerlo ahora. Creo que sería mejor si sólo lo leyera del Libro, con el versículo 7, ¿ven? Y observen el versículo 6. Y–y miro... miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cabezas... o siete cuernos (quiero decir), y siete ojos (lo acabamos de explicar), los cuales son los siete espíritus de Dios enviados a toda la tierra. 288

289 ¿Ven?, siete edades de la Iglesia, los siete mensajeros que mantuvieron el Fuego ardiendo. ¿Ven? Muy bien.

Y vino (el Cordero), y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono–sentado sobre el trono.

Miren, está escrito misteriosamente, porque ningún hombre, en ninguna parte, lo sabe. Sólo Dios, Jesucristo, ¿ven? Miren, pero es... Es un Libro, un Libro misterioso. Es el Libro de Redención. Entraremos a eso en un ratito. Y ahora sabemos que este Libro de Redención no será completamente entendido; ha sido conjeturado a través de las seis edades de la iglesia. Pero al fin, cuando el séptimo ángel comience a tocar la trompeta de su misterio, él concluye todos los cabos sueltos que estos hombres han conjeturado. Y los misterios descienden de Dios, como la Palabra de Dios, y revela toda la revelación de Dios, luego la Deidad y todo lo demás queda resuelto. Todos los misterios, la simiente de la serpiente, y cuanto más debe ser revelado. Miren, ¿ven Uds.?, no sólo me lo estoy imaginando. Eso es lo que... Es ASÍ DICE EL SEÑOR. Se los leeré del Libro: “Al sonido de la trompeta del Mensaje del séptimo ángel, el misterio de Dios se consumará, que ha sido declarado por medio de Sus santos profetas”; esos son los profetas que han escrito la Palabra. Al tocar la trompeta de la séptima edad de la iglesia, la última edad de la iglesia, todos los cabos sueltos, que a través de estas edades de la iglesia han sido conjeturados, serán todos concluidos.

40

Y cuando los Sellos son rotos, y el misterio es revelado, ahí viene descendiendo el Ángel, el Mensajero, Cristo, poniendo Su pie sobre la tierra y sobre el mar, con un arco iris sobre Su cabeza. Miren, recuerden, este séptimo ángel está sobre la tierra en el tiempo de esta Venida. 41

Ahora observen. Y cuando Él hizo eso, observen lo que aconteció. ¡Hablar de un jubileo! Ahora esto es exactamente la apertura de esos Sellos, aconteciendo. Entraremos a “la media hora de silencio”, justo después de esto. Observen esto, y empezaremos. Terminaremos esto el próximo domingo en la noche, aquí mismo. Y escuchen atentamente ahora. ¿Están listos? Digan: “Amén”. [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Escuchen atentamente, lo que aconteció. Cuando Él había hecho esto.

290

42 Al igual que Juan estaba dando su mensaje al mismo tiempo que el Mesías vino en aquellos días. Juan sabía que él lo vería, por cuanto él lo iba a introducir.

Cuando toda la creación estaba gimiendo; ninguno sabía qué hacer, y Juan estaba llorando. “¡Aquí venía el Cordero; se acercó!”. Y este Libro estaba en las manos del–del Dueño original por cuanto el hombre había caído y lo había perdido. Y ya ningún hombre era capaz de tomarlo, para redimir la Tierra; ningún sacerdote, papa, nada, como yo dije: “¡Pero el Cordero se presentó!”. Ninguna María, ni este santo, o aquel santo. “El Cordero se presentó, ensangrentado, inmolado, y tomó el Libro

Y nos damos cuenta de que en las Escrituras allá en Malaquías 4, va a haber uno como Juan, un–un Elías a quien la Palabra de Dios pueda venir. Y él debe revelar, por medio del Espíritu Santo, todos los misterios de Dios, y restaurar la fe de los hijos a la fe de los padres apostólicos, restaurar todos estos misterios que han sido conjeturados, a través de estos años denominacionales. Miren, eso es lo que dice la Palabra. Sólo soy responsable por lo que Ella dice. ¿Ven? Está–está escrita, está bien. Eso es lo que es.





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 Fíjense, aquí viene Él. Deja el Trono, como un Intercesor, como un Cordero inmolado para llegar a ser un León, Rey, para traer a todo el mundo a Juicio, que ha rechazado. Nuestro Pariente Redentor entonces es el Rey sobre todo. ¿Por qué? Él tiene el Título de Propiedad de la redención. Todo está en Su mano. Estoy contento de conocerlo a Él. ¿Ven?

278

Miren, vemos que este Libro sellado con Siete Sellos, miren, es el misterio de redención. Es un Libro de Redención, de parte de Dios.

44

45 Miren, todos los misterios, en este tiempo, se consumarán al sonido de la trompeta de este mensajero. Miren, aquí está el ángel sobre la Tierra; y “otro” Ángel, Mensajero poderoso, descendió. ¿Ven?, este ángel era un ángel terrenal, un mensajero; pero aquí viene Uno descendiendo del Cielo: Es un pacto del arco iris, ¿ven?, sólo podía ser Cristo. 46 Exactamente como fue en Apocalipsis el capítulo 1: “Parado en medio de los siete candeleros de oro, con un arco iris, semejante a piedra de jaspe y de cornalina”. 47 Y aquí Él regresa en el capítulo 10, después del tiempo venidero en el que todos los misterios deben ser consumados y los Sellos deben ser abiertos, y proclamando que es: “El tiempo ya no es más”. Y Él dijo: “Cuando el séptimo ángel comience a tocar la trompeta, entonces el misterio se consumará, y es el tiempo para que el Ángel aparezca”. Estamos cerca, en alguna parte. Correcto. Ahora fíjense.

Los Siete Sellos contienen el misterio del Libro. Hasta que podamos ver qué tienen sellado por dentro esos Siete Sellos, sólo estamos presumiendo esas cosas. Porque, como yo les dije esta mañana, sobre mi Mensajito esta mañana, de Dios escondiéndose en simplicidad. ¿Ven Uds.?, nosotros–nosotros somos... De seguro vamos a fallar en ver la cosa a menos que sea absolutamente y genuinamente revelada por el Espíritu Santo, y vindicada igualmente. ¿Ven? Si el profeta se levanta y les dice que Esto sólo es eso, y Dios no vindica eso mismo, olvídenlo. ¿Ven? Pero Dios, en cada declaración, en todo, lo tiene que vindicar, para que esté correcto. ¿Ven? Así que Sus hijos observarán esas cosas, ¿ven?, y estarán alertas. 48

49 Fíjense los Siete Sellos en el Libro, tienen la... Estos Siete Sellos tienen el Libro sellado. ¿Ven? El Libro está absolutamente sellado. ¿Lo ven? [La congregación dice: “Amén”– Ed.]. El Libro es absolutamente un Libro sellado hasta que los Siete Sellos son abiertos. Está sellado con Siete Sellos. Miren, eso es diferente de los Siete Truenos. ¿Ven? Esto es Siete Sellos

Luego reclama Su herencia: esa es la Iglesia, la Novia. Él la reclama.

279

¿Qué hace Él entonces? Él se deshace de Su contrincante, satanás. Él lo echa a un lago de fuego con todos aquellos que fueron inspirados por satanás para rechazar Su Palabra de redención.

280

281 Él es Rey ahora. La misericordia todavía está sobre el Trono. No rechacen Su oferta. ¿Ven? Los jinetes saben exactamente quiénes son Uds.

Y, ahora, Su contrincante, que le ha dado problemas a Él por dos mil años, afirmando: “Yo puedo hacer con ellos lo que quiero. Todavía los tengo. Son míos. Yo... Ellos cedieron el Título allá en el pasado”.

282

Pero Él es el Pariente Redentor. Él dijo que está allí atrás intercediendo ahora. Pero algún día...

283

Él dice: “Los pondré en la tumba”. Pero Él le dijo a la Iglesia: “Los sacaré”. ¿Ven? “Pero, primero, Yo tengo que ser un Intercesor”.

284

Ahora Él sale, sale de la Eternidad de allá, del Trono del Padre, en donde Él se sentó como un Intercesor. Ahora Él viene para ser Rey, oh, para regir a todas las naciones con vara de hierro. El Juicio se establece. Oh hermano, nuestro Pariente Redentor posee todo. Eso es correcto. Sí, señor.

285

¿Qué hace Él? Él afronta a Su contrincante, satanás. “Ellos son Míos ahora. Los he resucitado de la tumba”. Y Él toma a todos los mentirosos, y los pervertidores de la Palabra, y todos así, con satanás, y los destruye en el lago de fuego. Todo se termina ahora. Los echa al lago de fuego. ¡Oh, qué cosa!

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 Ellos dicen que Él nunca te desamparará, Y Él conoce toda acción y mirada; Pues, por seguridad, es mejor que seamos marcados, Que tengamos nuestro nombre en Su gran Libro de Cuentas. Porque ellos dicen que habrá una gran reunión de ganado, Cuando los vaqueros como becerros descarriados estarán, Para ser marcados por los jinetes del juicio (esos profetas y videntes), Que están enterados y conocen toda marca. Si Uds. alguna vez estuvieron cuando se reúne el ganado, ven al jefe pararse por ahí, y los jinetes, dando vueltas entre esa manada de ganado. Él verá a su propia marca pasar, y él le hará señas al jefe. Y el jefe lo verá, y le asentirá con la cabeza. Su caballito se mete corriendo, dándole vueltas y vueltas a este montón de cuernos que andan paciendo así, y escoge sus propias reses. ¿Ven?

275

Ellos dicen que habrá una gran reunión de ganado, Y los vaqueros como becerros descarriados, Que serán marcados por los jinetes del juicio, Que están enterados y conocen toda marca. (¿Ven?). 276

Así que él dijo: Supongo que seré un becerrito de un año descarriado, Sólo un hombre que está condenado a morir, sin marcar (él... ellos hacen caldo de él, ¿ven?), Que será incluido con el montón de malignos, Cuando el Jefe de esos jinetes venga pasando.

¿Ven quién es Él? El Jefe de los jinetes. Ese es el Cordero, de los siete mensajeros que ha puesto al tanto y que conoce toda marca. ¿Ven? ¡Ummm! 277

sobre el Libro. Y el Libro no... los Sellos no serán dados a conocer sino hasta el Mensaje del séptimo ángel. ¿Ven? Así que nosotros–nosotros estamos presumiendo; pero la revelación genuina de Dios será perfeccionada en ese sonido de la trompeta: la Verdad vindicada. Miren, eso es exactamente lo que la Palabra dice: “El misterio será consumado en ese tiempo”. Y este Libro sellado con Siete Sellos, recuerden, estaba cerrado aquí en Apocalipsis el capítulo 5, y en Apocalipsis el capítulo 10 está abierto.

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Y ahora vamos a ver qué dice el Libro acerca de cómo llegó a estar abierto. Y no es dado a conocer hasta que el Cordero toma el Libro, y rompe los Sellos, y abre el Libro. ¿Ven? El Cordero tiene que tomar el Libro.

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52 Está escondido. Ahora recuerden, “Ninguno en el Cielo, ninguno en la Tierra”, papa, obispo, cardenal, presbítero estatal, o el que sea, “puede abrir esos Sellos, o revelar el Libro, sino el Cordero”. Y hemos conjeturado y presumido y tropezado y preguntado, y–y por esa razón todos estamos en tal confusión. 53 Pero con la promesa Divina que este Libro de Redención será perfectamente abierto por el Cordero, y los Sellos en sí serán desatados por el Cordero, en los últimos días en los que ahora estamos viviendo. Y no es dado a conocer hasta que el Cordero toma el Libro y rompe los Sellos. Porque, recuerden, el Libro estaba en las manos de Aquel que estaba sentado sobre el Trono. “Y el Cordero viene al que estaba sentado sobre el Trono, y toma el Libro de Su mano derecha”. ¡Toma el Libro! ¡Oh, eso es profundo! Trataremos de resolverlo si podemos, con la ayuda del Espíritu Santo. Ahora estamos dependiendo de Él. Y veremos después que es en el tiempo del fin cuando el tiempo se ha acabado. 54 Ninguna denominación tiene el derecho para la interpretación del Libro. Ningún hombre tiene derecho de interpretarlo. Es el Cordero el que lo interpreta. Y el Cordero es el que lo habla, y el Cordero da la Palabra a conocer, al vindicarla y trayendo a Vida la Palabra. ¿Ven? ¡Exactamente! Fíjense. Y no es revelado hasta...

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Este Libro no es revelado hasta que las edades de la iglesia y las edades denominacionales se han acabado, “y el tiempo no será más”. ¿Lo ven? Sólo es revelado después que las edades de la iglesia y las edades denominacionales se han acabado.

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Él deja el Trono, de ser un Intercesor, como un Cordero inmolado; para ser un León, Rey; para traer al mundo al Juicio, que ha rechazado Su Mensaje. Él no es un Mediador.

Recuerden, la enseñanza del Antiguo Testamento ahora, mientras nos damos prisa. Cuando la sangre se quitaba del propiciatorio, ¿qué era? Un tribunal. 271 Y cuando el Cordero, inmolado, salió de la Eternidad, del Trono del Padre, y tomó Sus derechos, era un Tribunal. Entonces Él llegó a ser, no un Cordero, sino un León, Rey, y Él llama a Su Reina para que venga a pararse junto a Su lado. 270

Por esa razón la cosa está en tal escrúpulo esta noche. ¿Ven?, ellos toman una pequeña doctrina, y se desvían aquí a un lado, dicen: “¡Esto es!”. Otro toma otra doctrina, se desvía a este lado, dice: “¡Esto es!”. Y cada uno forma una denominación bajo eso, al grado que tenemos cientos de denominaciones. Pero aún así, en todo eso, al ver la confusión, la gente se está preguntando: “¿Cuál es la Verdad?”. ¡Si esa no es la condición exacta de hoy en día! 56

57 Pero entonces Él promete, que cuando ese tiempo haya terminado, habrá el sonido de la trompeta de la voz del séptimo ángel, y entonces el Libro será revelado, ¿ven?, en ese tiempo.

Miren, no diga nadie: “Esas personas no fueron salvas allá en el pasado”. 58

“¿No sabéis que los santos juzgarán la tierra?”. Daniel dijo: “El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos; y millones de millones de millares le ministraban”, el Rey y la Reina. “Y luego otro Libro fue abierto, el cual era el Libro de la Vida”, eso es para la iglesia. Y la Reina y el Rey se pararon allí.

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Anoche mientras estaba acostado en la llanura,

59 Pero los misterios que ellos no podían entender, ¡cómo Dios puede ser tres, y, aún así, Uno! Cómo las Escrituras pueden decir: “Bauticen en el Nombre del Padre, Hijo, Espíritu Santo”, y volverse y decir: “Bauticen en el Nombre de Jesús”. ¿Ven? ¡Oh, tantas cosas! ¿Cómo pudo Eva comerse una manzana y causar la–la ruina del mundo entero? ¿Ven? ¿Cómo pueden ser estas cosas? Pero se nos promete que esos misterios deben ser revelados en el tiempo del fin.

Son pequeños cabos sueltos, que... Estos grandes guerreros han venido a la escena, como Ireneo y Martín, San Martín, y Policarpo, y varios otros, y Lutero y Wesley, y todos éstos. ¿Ven? Como ellos han venido y sólo vivieron lo suficiente como para– para traer una luz y alumbrar con ella, pero ellos dejaron muchas cosas en–en la oscuridad. Luego vino la Edad Pentecostal, al igual que la Edad Luterana, y ellos se fueron a los extremos. Pero muy bien; aún así no digan que no estaban bien. Sí estaban. Pero han quedado cabos sueltos que no pueden ser explicados. Pero luego en... ¿Por qué? Los Sellos no habían sido abiertos para revelar completamente lo que son estas cosas ¿Ven?

Como dice la meditación de un vaquero:

Contemplé las estrellas en los cielos, Y me pregunté si alguna vez un vaquero Pudiera trasladarse a ese dulce Más Allá. Hay un camino a esa Región brillante y feliz, Pero está sombrío ahí, un sendero, así dicen ellos. Pero es el espacioso el que lleva a la perdición Está señalado y marcado por todo el camino.

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Ellos hablan de otro gran Dueño,... Él está hablando en términos de su vida ganadera. Si Uds. alguna vez estuvieron cuando reúnen el ganado, pudieran verlo claramente.

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Hablan de otro gran Dueño, Y Él nunca tiene de más, así dicen ellos. Él siempre le hará lugar a un pecador, Que se traslada por ese camino angosto y estrecho.

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¿Se pudieran imaginar a Pedro y a Santiago y a Juan, y a aquellos en el aposento alto, diciendo: “Oh, ya recibimos el Espíritu Santo, pero quizás es mejor que sólo nos quedemos quietos”? Hermano, por las ventanas, las puertas, y todo, salieron a la calle, comportándose como un montón de ebrios. Ese es el verdadero Espíritu Santo.

61 Pero entonces, en la última edad, todos estos misterios deben ser resueltos y dados. Y los Sellos han de ser abiertos por el Cordero y revelados a la Iglesia, y entonces el tiempo no sería más. ¿Ven? ¡Cuán maravilloso! Entonces, el Libro, entonces, es un Libro de Redención. Porque, entonces continúa...

261

262 Pero, ¿ven Uds.?, esa virgen durmiente no está recibiendo nada de todos modos. Ajá. Eso es correcto. Y recuerden, mientras ellas iban a tratar de comprar Aceite, recuerden, las Escrituras no dicen que lo recibieron. 263 Pero mientras ellas estaban allá tratando de comprarlo, ahí vino un clamor. ¿Qué sucedió? Todas esas vírgenes que durmieron, se levantaron y arreglaron sus lámparas, “y entraron a la Cena”. ¿Es correcto eso? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. 264 Y el resto fue dejado para el período de la tribulación, correcto: “El lloro, el lamento y el crujir de dientes”. Esa es la iglesia, no la Novia; la iglesia. 265 La Novia entró. Hay mucha diferencia entre la iglesia y la Novia. ¡Sí, señor! Ajá. “Entraron a la Cena de las Bodas”. ¡Oh, fíjese, hermano! [El Hermano Branham aplaude una vez–Ed.]. 266 Los Sellos fueron rotos (¿por qué?) en la última edad de la iglesia, para revelar estas Verdades. ¿Por qué? El Cordero rompió los Sellos y se los reveló a Su Iglesia, para poder reunir a Sus súbditos para Su Reino. Su Novia, ¿ven? ¡Oh, qué cosa! Él quiere traer a Sus súbditos a Sí mismo ahora. 267 ¿Qué es? Del polvo de la tierra, del fondo del mar, de los pozos, de todas partes y todo lugar, de–de las regiones de la oscuridad, del paraíso, en dondequiera que estén. Él llamará, y ellos responderán. ¡Amén! ¡Amén! [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Él llamará, y ellos responderán.

62 Y presentaremos más adelante, cómo los ciento cuarenta y cuatro mil son introducidos, y demás. Muy bien. Son judíos.

Ahora, miren, Pablo. Leamos un poco. Yo tengo algunas de estas Escrituras, y creo que las–las deberíamos leer. Ahora todos abramos; a Pablo, en Efesios 1.

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A muchos los veo escribiendo. Tienen sus libretas y están anotando las Escrituras, marcándolas en sus Biblias, para una cadena de referencias. Así que, eso está–eso está bien. Me gusta que hagan eso, y luego vayan a casa y estúdienlo. ¿Ven? Y–y si lo estudian, Uds. mismos, entonces lo–lo entenderán mejor. ¿Ven? Sólo estúdienlo, y pídanle a Dios que les ayude a entender. 64

65 Ahora leamos una–una Escritura que tengo aquí anotada. Efesios 1:13 y 14, ahora.

En él también nosotros, habiendo oído la palabra de verdad, y el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. ¿Ven? 66 Miren, mientras tenemos abiertas las Escrituras, abramos... ¿Ven?, el Espíritu Santo aquí, Él mismo, es un Sello. El Espíritu Santo es un Sello. Y un sello significa (¿qué?) “una obra terminada”, el Espíritu Santo siendo un Sello para el individuo. Y para ese individuo, cuando él recibe el Espíritu Santo, entonces su tiempo de gemir ha terminado, ¿ven?, porque es una obra terminada.

Así que yo solía trabajar para la compañía del ferrocarril, y cargábamos vagones de mercancías con latas y varias otras cosas de la fábrica que envasaba latas. Y, pero, entonces, antes que ese vagón pudiera ser sellado, el inspector venía, para ver si

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Él vino a tomar a Sus súbditos. Él reveló Sus secretos, y ellos lo vieron. “Y el tiempo no sería más”, en ese tiempo. “El tiempo se ha acabado”. Ha terminado. Muy bien. 268



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ese vagón estaba cargado adecuadamente. Si no [el Hermano Branham aplaude una vez–Ed.], la primera vez que chocara contra algo, desparramaría las cosas y las rompería, y–y la compañía del ferrocarril era responsable. Y ese inspector examinaba todo, para ver si estaba colocado adecuadamente en su lugar. Si no, él condenaba el vagón. Luego teníamos que volverlo a cargar completamente, hasta que el inspector estaba satisfecho. Y luego cuando el inspector estaba satisfecho, él cerraba la puerta. El inspector cerraba la puerta. Y el inspector colocaba un sello sobre él, y luego nadie podía romper este sello hasta que llegaba a su destino.

255 Pero ahora Él sale de aquí, en este último Sello. Él ya no es un Mediador. Él es Rey ahora. Y ¿qué hace Él? Si Él es un Rey, Él tiene que tener súbditos. Y Sus súbditos son los que Él ha redimido, y ellos no pueden venir ante Él hasta que Él tome los derechos de redención. Y ahora Él sale de ser un Mediador; en donde la muerte nos puso en la tumba, Él sale ahora con los derechos. ¡Amén!

Eso es lo que el Espíritu Santo ha estado haciendo. ¿Ven? Él va e inspecciona. Por esa razón Uds. no pueden tener estas cosas, y... Uds. dicen: “Hablé en lenguas y grité y dancé en el Espíritu”. Eso no tiene nada que ver con Eso. ¿Ven? El Espíritu Santo inspecciona a esa persona hasta que Él queda completamente satisfecho y sabe que ellos lo están.

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Luego ellos son sellados hasta su destino Eterno. No hay nada que pueda romper ese Sello. La Biblia... ¿Están Uds. anotando sus Escrituras? Efesios 4:30 dijo: “No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para [hasta, Biblia en inglés–Trad.] el día de vuestra redención”. Mantengan en mente esa palabra: “redención”, ¿ven? ¡Hasta el día que el Libro de Redención haya sido revelado, y el Redentor viene a reclamar Su posesión! Nada lo puede hacer. ¿Ven? “No lo contristéis”. Quédense... Hagan las cosas que le agradan a Dios, porque el Libro está sellado, miren, y Uds. están sellados. El Espíritu Santo, Él mismo, es el Sello.

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Un sello significa... Miren, esta palabra yo la saqué del diccionario. Un sello significa “una obra terminada”. Y cuando es abierto el Séptimo Sello, el misterio de Dios que está sellado en estos Sellos misteriosos es consumado. Hasta el día que ese Sello es abierto, y entonces es revelado qué hay adentro de Él. 70

Si el hombre se está preguntando qué hay en ese vagón de mercancía, dice: “Debe haber esto y esto. Debe haber...”. Él está presumiendo. Pero cuando el sello es roto, y se abre la puerta, vemos dentro de él entonces y vemos exactamente lo que hay allí dentro. 71

“Y aun aquellos que vivan y hayan quedado hasta Su Venida, no impedirán a los que durmieron. Porque se tocará la trompeta de Dios, a la final trompeta”. Cuando el último Sello sea roto, y cuando el séptimo ángel esté dando su Mensaje. “Se tocará la última trompeta, y los muertos en Cristo resucitarán. Y nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos, para recibirlo a Él en el aire”. ¡Él reclama! Él ha salido ahora para reclamar Su–Su posesión.

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257 ¡Observen! ¡Miren esto! ¡Qué cosa! Abrió los Sellos, reveló los misterios. Los reveló (¿en dónde?) a la última edad de la iglesia, la única que está viviendo. El resto de ellas está durmiendo.

Él dijo: “Si Él viene en la primera vigilia, la segunda vigilia, la tercera vigilia, hasta la séptima vigilia”. En la séptima vigilia, salió un–un mandato, o un llamado: “¡He aquí viene el Esposo!”.

258

Y al hacerlo, la virgen durmiente, las iglesias nominales, dijeron: “Oh, tú sabes, yo–yo creo que me gustaría tener ese Espíritu Santo”. ¿Se han fijado en los Presbiterianos y los Episcopales? ¿Oyeron mi Mensaje en Phoenix, para esos hombres que se paran allá, en la Voz y allí, diciendo...? Bueno, ¿qué pasa con este autor, diciendo: “Santo Padre Fulano de tal”? Cuando la Biblia dice: “No llaméis a nadie ‘Padre’, así”. ¿Ven?, ellos están durmiendo junto con ellos, esa es la razón, pero cuando ellos salieron, dijeron: “Sí, nosotros creemos”.

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Una mujer recientemente le llamó a otra mujer, dijo: “Tú sabes, yo soy Episcopal”. Dijo: “Yo–yo–yo hablé en lenguas el otro día. Creo que recibí el Espíritu Santo, pero, shhh, no le digas a nadie”. Yo dudo eso mucho. Ud. pudiera haber hablado en lenguas. Pero, si uno pone a un hombre en Fuego, ¿cómo va él a quedarse quieto? Eso es correcto. ¿Ven? ¿Ven? No lo puede hacer.

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 último Sello es abierto. Esa última trompeta sonará, y el Redentor aparece para tomar Sus posesiones redimidas, Su Iglesia, lavada por la Sangre. Miren, oh, toda la creación está en Su mano ahora, en la cual todo el plan de redención está sellado con Siete Sellos misteriosos, en este Libro que Él tomó. Ahora observen. “Y sólo Él puede revelarlo a quien Él quiera”. Él lo tiene en Su mano, ¿ven? Miren, Él prometió que sería en ese tiempo, miren, porque está sellado con Siete Sellos misteriosos, el Libro de Redención. Ahora observen. Mientras ahora...

249

Amigos, les dije que los iba a despedir a las ocho y media, pero yo he hecho a un lado tres o cuatro páginas aquí para llegar a esto. Así que yo quiero... Yo ya me pasé de las nueve. Para que Uds. puedan regresar mañana.

250

Pero ahora en este Libro séptuplo de los Sellos de la redención que el Cordero tomó, por Sí mismo, era el Único que podía hacerlo. Y Él lo tomó de la mano derecha del que estaba sentado en el Trono, ahora, para reclamar Sus redimidos, para reclamar Sus derechos. Para reclamarme a mí y a Uds., para lo que Él nos redimió, ¿ven?, regresarnos a todo lo que Adán perdió en el huerto del Edén. Él nos ha redimido para regresarnos a eso.

251

Ahora con el Cordero, con el Libro en Sus manos, estamos listos para pedir Su gracia y misericordia sobre nosotros, que nos abra este Libro sellado con Siete Sellos, y nos permita mirar más allá de la cortina del tiempo, sólo un poquito. ¡Oh, qué cosa! Fíjense, cuando Él tomó el Libro, el Título de Propiedad sellado (sólo tengan eso en mente ahora), y abrió los Sellos del misterio, para revelarlos, para traerlos a Sus, ¿ven?, a todos Sus súbditos redimidos.

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253 Miren, cuando lleguemos a esto en los Sellos, vamos a regresar allá y ver esas almas debajo del altar, clamando: “Señor, ¿hasta cuándo, hasta cuándo?”.

Y aquí Él está como un Mediador en el altar: “Sólo un poco de tiempo, hasta que haya más que tienen que sufrir como Uds.”.

15

 ¿Lo ven? Y eso sólo se llevará a cabo en el tiempo del fin. Otra cosa que un sello significa es: “ser dueño”. ¿Ven?, el sello tiene una marca sobre ello, que muestra posesión. Cuando Uds. son comprados por la Sangre de Jesucristo y sellados por el Espíritu Santo, Uds. ya no pertenecen al mundo o a nada que pertenezca al mundo. Uds. son propiedad de Dios. 72

73 Otra cosa que es: un sello es una “seguridad”. Un sello significa que Uds. están seguros. Miren, Uds. que no creen en seguridad Eterna, no sé, ¿ven? Pero miren, pero un Sello significa seguridad hasta su destino. ¡Ay de aquel hombre que intente romper ese Sello! Y el Sello del Espíritu Santo no puede ser roto.

Todos Uds. me han oído decir que la gente dijo: “El diablo me hizo hacer esto”. No, no, el diablo no lo hizo. Uds. simplemente no estaban sellados dentro. Porque cuando Uds. están sellados dentro, él se queda sellado afuera. Sí. ¿Ven? Miren, Uds. salieron adonde él estaba. Ajá. Él no podía entrar en Uds., porque de la única manera de que él entrara en Uds., es pasar a través del mismo proceso que Uds. pasaron. Él tendría que ser salvo, santificado, y lleno del Espíritu Santo, entonces él sería su hermano. Así que, ¿ven?, así que él–él no lo hizo. No, no. Uds. sólo llegaron a la frontera y se regresaron codiciando las cosas del mundo. Uds. no se fueron por todo el camino hasta cruzar al otro lado a Canaán, ¿ven Uds.?, hasta el otro lado del Jordán: muerte a uno mismo. ¿Ven? 74

Ahora fíjense, miren este Libro está sellado. Y–y Uds. están sellados, con el Libro, hasta el Día de la Redención.

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76 Nuevamente en Romanos 8:22 y 23. Tomemos eso, y pondremos esta base, entonces yo creo que lo entenderemos un poquito mejor si cada persona lo lee por sí misma. Les estoy dando unas cuantas Escrituras aquí, para que podamos– podamos considerarlas, y mientras todavía es temprano. Ahora, 8, Romanos 8:22, para comenzar.

254

Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;

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 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.

77 ¡Oh, qué cosa! ¡Oh, qué cosa! ¿Qué no nos hace a nosotros ancianos sentirnos bien? Debería hacer que todos nosotros nos sintamos bien, esperando esta hora. Entendemos que esto acontecerá en la primera resurrección. ¿Ven? La naturaleza está gimiendo. Nosotros estamos gimiendo. Todo está gimiendo, porque nos damos cuenta de que hay algo que no está bien. Y de la única manera que Uds. pueden gemir, y esperarlo, es porque ha habido una nueva Vida que entró aquí, que habla de un Mundo nuevo. 78 Como mi esposa aquí, no hace mucho, fuimos aquí al supermercado. Y yo dije: “Encontramos una cosa rara: una señora traía puesto un vestido”. Y era tan raro, ¿ven? Ellas– ellas están... Todas ellas casi no usan vestidos, ¿ven Uds.? Y, de alguna manera, ellas son olvidadizas; ellas salen sin ellos. Así que entonces nosotros... Ellas son olvidadizas voluntariamente.

Y así que, entonces, Meda me dijo, ella dijo: “Bill, ¿por qué es eso?”, ella dijo.

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80 “Oh”, dije yo, “es sólo el espíritu de la nación”. Y yo dije: “Cuando uno va a Alemania, ellos tienen un cierto espíritu. Va a Finlandia, ellos tienen un espíritu nacional. Uno viene a América, nosotros tenemos un espíritu nacional”.

Nuestro espíritu nacional es jugueteo, chistes. ¿Saben Uds. por qué? Nosotros fuimos fundados sobre la Doctrina de los apóstoles. Fuimos fundados sobre el liderazgo de hombres grandes, como Washington, Lincoln. Pero nos hemos movido de ese fundamento, y sabemos que recibiremos lo que merecemos. Sabemos que una bomba atómica tiene nuestro nombre escrito en ella. Sabemos que la esclavitud está por delante de nosotros. No hay necesidad de engañarse a uno mismo.

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Ahora Él tiene el Título de Propiedad para la redención. Él lo tiene en Su mano. La mediación se hizo ahora. Él lo tiene en Su mano. Recuerden, ha estado en la mano de Dios todo el tiempo, pero ahora está en la mano del Cordero. Ahora observen. El Título de Propiedad de la redención de toda la creación, está en Su mano. Y Él ha venido para reclamarlo también, para–para la raza humana. No reclamarlo para los ángeles. Reclamarlo para el humano, al cual le fue dado, para hacer hijos e hijas de Dios de nuevo; para regresarlos al huerto del Edén, todo lo que ellos perdieron; toda la creación, los árboles, la vida animal, todo lo demás. ¡Oh, qué cosa!

244

¿Qué no los hace eso sentirse bien? ¡Fiuu! [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Pensé que estaba cansado, pero ya no lo estoy ahora. ¿Ven? A veces yo pienso que me estoy–me estoy haciendo muy viejo para predicar, y luego comienzo a ver algo así, y yo creo que soy un joven otra vez. Sí. Ajá. ¡Ummm! Le hace algo a uno. ¿Ven?

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Porque yo sé esto, que hay Alguien Allá esperándome. Hay Alguien que pagó el precio que yo no podía pagar. Eso es correcto. Él lo hizo por mí, Charlie. Lo hizo por Ud. Él lo hizo por toda la raza humana. Y ahora Él aparece para reclamar Sus derechos de redención. ¿Reclamarlo para quién? No para Él mismo; para nosotros. Él es uno de nosotros. Él es nuestro Pariente. ¡Oh, qué cosa! Él es mi Hermano. Él es mi Salvador. Él es mi Dios. Él es mi Pariente Redentor. Él es todo. Pues, ¿qué era yo sin Él, o qué pudiera ser sin Él? Así que, ¿ven?, Él es mi Todo. Y Él está Allí como nuestro Pariente. Y ahora Él ha estado intercediendo por nosotros hasta este tiempo. Y ahora Él aparece y toma el Libro de Redención, para reclamar Sus derechos, de lo que Él hizo por nosotros.

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247 Ellos murieron. Jesús dijo: “El que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente”. “Él que come Mi carne y bebe Mi Sangre, tiene Vida Eterna; y Yo le resucitaré en el día postrero”.

Me hace recordar, como algunos de estos comediantes, yendo allá y–y contando estos chistes, y comportándose mal, y las mujeres comportándose de la manera que lo hacen, y juntamente con los hombres. Simplemente me hace recordar de

248 No importa, si él se queda dormido en la primera vigilia, la segunda, la tercera, la cuarta, la quinta, la sexta, o la séptima, dondequiera que él se quede dormido. ¿Qué sucederá? La trompeta de Dios sonará. Esa última trompeta sonará a la misma vez que el último ángel esté dando su Mensaje y el





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Dueño, el Dueño original, que tenía el Libro de Redención en Su mano derecha. Y ningún ángel, ni ser angelical, nadie más, podía tomar el lugar. “Y este Cordero ensangrentado salió y tomó el Libro de Su mano”. ¡Fiuu! ¿Qué era? Hermano, esto es lo más sublime en la Escritura. ¡Amén! Un acto que ni un ángel, ni nadie, podía hacerlo. “Y el Cordero vino y lo tomó de la mano derecha del que estaba sentado en el Trono”.

un muchachito atravesando por un cementerio, silbando, tratando de hacerse él mismo creer que no tiene miedo. Seguro, que él sí tiene miedo. ¿Ven? Él no está engañando a nadie. Por esa razón está silbando. ¿Ven? Él está tratando de decir que él no tiene miedo, pero sí tiene. Y ese es el problema hoy.

239 ¿Qué es? Ahora pertenece al Cordero. ¡Amén! Las leyes de Dios requerían... Él es el que lo tiene. Las Leyes de Dios requerían un Pariente Redentor. Y el Cordero salió, teniéndolo: “¡Yo soy el Pariente de ellos! ¡Yo soy el Redentor de ellos! Yo ahora, he intercedido por ellos, y ahora he venido a reclamar los derechos de ellos”. ¡Amén! Ahí está el Único. Yo he venido a reclamar los derechos de ellos. En eso, ellos tienen el derecho a todo lo que se perdió en la caída, y Yo he pagado el precio”. 240 ¡Oh, hermano! ¡Fiuu! ¿Qué no los hace sentirse religiosos por dentro? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. “No por obras buenas que nosotros hemos hecho, sino por Su misericordia”.

¡Oh, esperen un momento! Y esos ancianos y todo lo demás comenzaron a quitarse las coronas, y los dignatarios comenzaron a postrase al suelo, ¿ven?

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Ninguno–ninguno podía hacerlo. Y Él se acercó directamente a la mano derecha de Dios, y tomó el Libro de Su mano, y reclamó Sus derechos. “Yo he muerto por ellos. Yo soy el Pariente Redentor de ellos. Yo soy. Yo soy el Mediador. Mi Sangre fue derramada. Yo he llegado a ser un Hombre. Y Yo hice esto con el fin de tomar de nuevo esa Iglesia, la que Yo vi de antemano antes de la fundación del mundo. Yo me lo he propuesto. Yo lo hablé; estará allí. Y ninguno era capaz de tomarlo, pero Yo descendí y Yo mismo lo hice. Yo soy el Pariente de ellos. Yo llegué a ser Pariente de ellos”. Y Él toma el Libro. ¡Amén!

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Oh, ¿quién está esperándome Allá esta noche? ¿Quién es Ese, Iglesia, que está esperando Allá? ¿Quién más pudiera esperarlos Allá? ¡Ese Pariente Redentor! ¡Oh, qué cosa! ¡Qué declaración tan sublime, o hecho!

243

Pero, ¡oh, qué esperanza tan bendita para el creyente que está levantando manos, porque nuestra redención se está acercando! Cuando él ve estas cosas apareciendo, es un gran tiempo para el creyente.

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Miren, estas cosas, que el gemir en nuestros cuerpos... ¿Se fijaron alguna vez en un árbol, cuánto lucha por vida? Quiere vivir. Y Uds. se fijan en un animal, cómo en–en la muerte, cómo lucha. Uds. se fijan en un ser humano, todo, la naturaleza está gimiendo. Nosotros, dentro de nosotros mismos, estamos gimiendo. ¿Ven? Sabemos que hay algo mal. Vemos, de estos versículos, que algo se ha perdido, ambos el hombre y la Tierra. La creación de todo tipo, ha perdido algo, porque vemos en esta Palabra inspirada que está gimiendo por alguna razón. Uno–uno no gime a menos que haya una razón para ello.

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Como yo hablé de la tinta; hay una razón. De esa manera es al orar por los enfermos; ¡hasta que uno pueda encontrar la causa! Yo conozco la cura, pero tengo que encontrar la causa. Por eso es que las visiones son tan necesarias y sobresalientes; revelan el secreto del corazón, le dice a la persona en donde cometió su error, y qué haga. ¿Ven? No importa cuánta medicina uno ingiera, o cuánto aceite uno derrame sobre sus cabezas, o cuán fuerte alguien gritara sobre Ud., si hay algo mal, él se quedará ahí mismo. Yo dije: “él”, ese es satanás.

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¿Ven?, hoy en día, tan avanzados que estamos en la medicina, todavía no sabemos nada acerca de estas cosas. Uds. dicen: “Él tiene cáncer”. Bueno, eso no es nada. Eso–eso–eso sólo le llama lo que es. Así lo llama el término médico: cáncer. Eso no tiene que ver con lo que es. Ese es el nombre que nosotros le llamamos. Sólo le llamamos con el nombre de: cáncer. Pero realmente lo que es, analícenlo, es un diablo.

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 Miren, decimos: “Pecado”. Sólo lo llamamos pecado. Analícenlo. ¿Qué es pecado? Mucha gente dice: “Beber, cometer adulterio”. No, no. Esos son los atributos del pecado. ¿Ven? Eso es lo que el pecado causa, ¿ven? Pero realmente el pecado es incredulidad. Eso es donde es–eso es donde es nombrado y expuesto. Si uno es un creyente, uno no hace esas cosas. Pero no importa cuán santo uno trate de hacerse a sí mismo, y cuán religioso uno trate de ser; si uno hace esas cosas, uno es un incrédulo. Eso es Escritural.

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Miren, algo está perdido, y está gimiendo. Está tratando de regresar, de regresar a su condición original.

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 Branham?”]. ¿Qué? [“Uno no puede comparar eso”]. Nada más importante que la Vida Eterna para una persona. Y debemos– debemos captar esto ahora, y–y asegurarnos que lo captemos. Muy bien. Muy bien, señor. Y ahora queremos leer Zacarías el capítulo 3. Creo que eso es correcto, ahora, Zacarías 3. Sólo vamos a tomar estos símbolos aquí, si tengo mis Escrituras aquí escritas. Francamente estaba gritando por todo el lugar esta tarde, cuando llegué a esto. Así que yo–yo simplemente no sé si lo tengo bien, o no. Espero que sí. Zacarías 3, veamos si es... Tengo 89 aquí, pero debe ser del 8 al 9. Muy bien. Muy bien. Yo sé que no puede ser 89. Zacarías 3:8 y 9. 235

¿Se imaginarían a alguien cayéndose de la tierra, hacia abajo a un pozo profundo en alguna parte, y estuviere luchando, subiendo, tironeando? Ellos deben, de alguna manera, salir de este pozo. No están en su estado original. E histéricamente ellos están gritando. Están arañando las paredes, haciendo un ruido, o haciendo algo de alguna manera. Ellos están–ellos están gimiendo, porque quieren regresar a su estado original.

89

Eso es cuando una persona, que es azotada con una enfermedad, dolencias y aflicciones, y en una ocasión no estaba de esa manera, pero está gimiendo. ¿Por qué? No está bien. Hay algo mal. Y está gimiendo, y tratando de regresar a donde estaba cuando tenía salud.

Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan contigo, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo (Cristo). Porque he aquí aquella piedra que Yo pondré delante de Josué; sobre (piedra) esta única piedra hay siete ojos (siete ojos); he aquí yo grabaré ahí su escultura, dice Jehová de los ejércitos,... quitaré el pecado de la tierra en un día.

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Y cuando la naturaleza y personas, como dice la Biblia, “están gimiendo”, muestra que hay algo, que no están en su condición debida. Ellos han caído de alguna parte. Miren, no necesitamos que alguien interprete eso a nosotros. ¿Ven? Porque, por supuesto, sabemos que fue Vida Eterna de la cual ellos habían caído. Y ellos perdieron sus derechos a la Vida Eterna por la caída de Adán y Eva, quienes cayeron de la Vida Eterna a la muerte, en el huerto del Edén, y trajeron toda la naturaleza, por causa de ellos, a la muerte.

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... los que menospreciaron el día de las pequeñeces (Dios en simplicidad, ¿ven?) se alegrarán, y ven la plomada en las manos de Zorobabel con quienes... estos siete. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra.

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92 Un árbol nunca murió antes de Adán. Un animal no moría antes de Adán. Y sólo hay una cosa que no puede morir, y eso es Dios, por cuanto Él es Eterno. Y esa es la única manera que alguna vez podamos evitar la muerte: debemos tener Vida Eterna en nosotros, para ser hijos e hijas de Dios.

Ahora vayamos a Zacarías 4:10, 4:10. Escuchen.

237 “Los siete ojos”. Ojos significan “ver”. Ver significa “profetas, videntes”. Este Cordero tenía siete cuernos, y en cada cuerno había un ojo, “siete ojos”. ¿Qué es? Cristo y Su Novia; siete edades de la Iglesia. De allí hubo siete profetas que salieron, siete videntes, ojos. Así que el último debe ser un vidente. [El Hermano Branham dio golpecitos en el púlpito dos veces mientras él decía: “Un vidente”–Ed.]. Muy bien. 238 Fíjense, Él no es un animal. “Él tomó el Libro de la mano derecha del que estaba sentado en el Trono”. ¿Quién era? El–el



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El Cordero es el único Mediador. ¿Ven? Él fue el que apareció. Y ¿qué hizo ahora? Él ha estado allí atrás intercediendo, hasta que Su Sangre haya hecho expiación por toda persona. Y el Cordero, miren, sabe lo que está escrito en el Libro. Así que, Él sabía desde la fundación del mundo que sus nombres estaban Allí, así que Él permaneció allí atrás y re–... y–y, pero, hizo la obra de Mediador así hasta... la obra de mediación, hasta que todos los que han sido puestos en el Libro hayan sido redimidos, y haya terminado. Y ahora Él abandona el Lugar. ¿Ven? Él hizo Su obra de Pariente. Él es todo... ¿Saben Uds. cuál era la obra de Pariente? Testificar ante los ancianos. ¿Recuerdan a Booz quitándose su zapato, y demás? Él ha hecho todo esto ahora.

93 Pero cuando morimos, como dije en el Mensaje esta mañana, para pecar, vendimos nuestras primogenituras y cruzamos este abismo. Miren, estamos más allá del alcance de Dios de este otro lado del abismo. Miren, por supuesto, cuando Adán cayó, por muerte, él trajo muerte sobre toda la creación.

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229 Él viene ahora para llevarse a Su Novia. ¡Amén! Él viene ahora como Rey. Él está buscando Su Novia. ¡Amén! ¡Amén! En este Libro está todo el secreto de Ello, enrollado en Siete Sellos. ¡Oh hermano! Siete Sellos, esperando que Él venga. Fíjense.

Tomemos estos símbolos. Bueno, son sólo las nueve. Tenemos tres horas o más, por delante. Tenemos... Sólo... satanás me sigue diciendo que esas personas se están cansando, así que supongo que sí. Pero tomemos–tomemos esto, de todos modos.

230

“Siete cuernos”, eran las siete Iglesias, ¿ven?, las siete edades de la Iglesia, porque esa era la protección del Cordero. Con lo que Él protegió Sus derechos sobre la Tierra, fue un Grupo de personas enviado por Dios que protegieron; ¿ven?, los cuernos sobre el Cordero.

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232 “Siete ojos” son los siete mensajeros de las siete edades de la Iglesia. “Siete ojos”, siete videntes.

¿Les gustaría anotar algunas Escrituras? Sólo abramos a eso. ¿Qué dicen, tienen tanto tiempo así? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Muy bien. Abramos a Zacarías, el Libro de–de Zacarías, sólo un poquito, y leeremos–leeremos algo de esto.

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234 Yo–yo no quiero retenerlos mucho en estas cosas. Y–y yo... Pero, sin embargo, no quiero que fallen en verlo. ¿Qué es más importante que esto? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Sí. ¿Qué es más...? [Alguien en la congregación dice: “¿Hermano



94 Miren, a él se le fue dado libre albedrío. Se les fue dado a ellos al igual que a nosotros, para que hicieran una elección. Miren, Adán y Eva, en el principio, había un árbol del bien y del mal delante de ellos, y ese mismo árbol está delante de todos y– y cada uno de nosotros. ¿Ven?, Dios no está haciendo para Adán o para Eva... Uds. dicen: “Bueno, es culpa de ellos”. No, ahora ya no es. Es culpa de Uds. Uds. no lo pueden poner sobre Adán ahora. Uds. lo tienen que poner sobre Uds. mismos, porque el bien y el mal están puestos delante de Uds. Estamos sobre la misma base como Adán y Eva. 95 Pero, ¿ven Uds.?, cuando somos redimidos, ya no queremos nuestra propia elección, pero nosotros queremos Su elección. ¿Ven? ¿Ven? 96 Miren, Adán y Eva querían su propia elección. Ellos querían–ellos querían descubrir qué era tener sabiduría, así que ellos lo intentaron, y causó muerte.

Miren, cuando un hombre ha sido redimido, a él ya no le importa la erudición. A él ya no le importan las cosas del mundo, la sabiduría del mundo. Él ya no quiere ninguna elección en lo absoluto. Cristo ha sido su elección, y eso es todo. Él está redimido. Él simplemente ya no quiere guiarse a sí mismo. Él no quiere que nadie lo persuada adonde ir o qué hacer. Él sólo espera y encuentra la elección de su Hacedor. ¿Ven? Luego él va en el Nombre de su Hacedor, cuando el Hacedor le dice que vaya. ¿Ven? 97

98 Pero un hombre buscando sabiduría, quiere encontrar: “Bueno, esta parroquia es bastante buena; pero ellos me pagan más allá, así que yo iré allá”. ¿Ven?¿Ven?, sabiduría. 99 Miren, cuando Adán pecó, al prestarle atención al razonamiento de su esposa en vez de aferrarse a la Palabra de Dios, eso es lo que hizo que Adán pecara. Su esposa razonó con

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satanás, y luego le produjo el producto a Adán, y Adán se separó de la Palabra y se vendió.

10:1-4 es un... Al séptimo ángel se le dan los misterios de Dios, y termina todos los misterios que han sido omitidos, por todas las edades denominacionales.

Él perdió también su herencia cuando perdió su compañerismo y derecho a la Vida. Recuerden, “el día que de él comas, ese día morirás”. Y cuando él perdió su Vida, perdió también su herencia en la vida, porque él tenía completo control supremo de la Tierra. Él era un dios de la Tierra. Dios es el Dios del universo, en todas partes. Pero Su hijo tenía esta Tierra bajo su propio control. Él podía hablar, él podía nombrar, él podía decir, él podía parar la naturaleza, él podía hacer cualquier cosa que él quería. ¿Ven? Pero, cuando él hizo eso, él perdió su herencia.

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101 Miren, Adán podía decir: “Que este monte aquí sea movido allá”, y lo hacía. Adán podía decir: “Que este árbol aquí sea desarraigado y plantado aquí”, y lo hacía. ¿Ven? Porque él tenía completo control supremo, como un dios menor, bajo Dios nuestro Padre, porque él era un hijo de Dios.

Miren, ¿qué no pudiéramos detenernos aquí sólo un minuto y tener un verdadero sermón? ¿Ven? ¡Oh! Entonces, si la Sangre lo ha limpiado, ¿qué de ahora? ¿Ven? Miren lo que ese Hijo de Dios, el segundo Adán, hizo. ¿Ven? Y dijo: “Las obras que Yo hago, vosotros también”. ¿Ven? 102

Adán perdió su herencia: la Tierra. Miren, pasó de su mano al que él se vendió: satanás. Él vendió su fe en Dios por los razonamientos de satanás. Por lo tanto, su Vida Eterna, su derecho al Árbol de la Vida, su derecho a la Tierra, le pertenecía, y él cedió todito a las manos de satanás. La pasó de su mano a satanás. Por lo tanto, miren, ha sido, se devolvió y ha sido contaminado. Y la descendencia de Adán ha destruido la herencia que Adán debería haber tenido, esa es la Tierra. Eso es correcto, ¿ven?, la descendencia de Adán.

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104 Me detuve el otro día, allá en Tucson en donde vivo. Y yo estaba hablando con alguien, allá arriba en la cima de la montaña, mirando hacia abajo. Yo dije: “¿Qué piensa Ud.? De que hace trescientos años, el Pápago [indígena del sur de Arizona, EE.UU. y el noroeste de México–Trad.] de antaño pasaba por aquí en su rastra primitiva con su mujer india e hijos sentados en la parte de atrás, viajaba allá a alguna parte y



Ahora Uds. pueden ver el porqué yo no ataco a mis hermanos en la denominación. ¡Es el sistema de la denominación! Ellos no... No hay necesidad de tratar de saberlo, porque no podía ser revelado. Eso es de acuerdo a la Palabra. Ellos lo presumieron, y creyeron que estaba allí, y por fe anduvieron conforme a Ello, pero ahora ha sido probado evidentemente. ¡Amén! ¡Oh, qué cosa, qué–qué Escritura!

221

Ahora observen. Entonces es Él, el Cordero, que toma Su posición Regia, cuando Sus santos vienen a coronarlo: “Señor de señores, y Rey de reyes”. ¿Ven?

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¿Ven?, “el tiempo se acabó”. Apocalipsis 10:6: “Ya no hay más tiempo”.

223

Fíjense, hay “siete cuernos” sobre este Cordero. ¿Se fijaron en eso? “Que tenía siete cuernos”. Acabamos de pasar por eso. Cuernos significan “poder”, para el animal. Y, fíjense, Él no era un animal, porque Él tomó el Libro de la mano derecha del que estaba sentado en el Trono. ¿Ven? Fíjense. ¡Oh, qué cosa!

224

Yo creo que tenía eso escrito en alguna parte; oh, para romper los Sellos, y desatar el Título, el Título de Propiedad, y el–el Mensaje para el último ángel. Y Él toma Su lugar Regio. Eso es lo Él viene a hacer ahora.

225

Ahora observen, cuando Él sale: “Los siete cuernos”. Ahora, cuando él vio a este Cordero, Juan mirándolo, se–se miraba como que Él había sido inmolado, ensangrentado. Y Él ha venido de la Eternidad, y Él cesó de ser un Mediador.

226

¡Luego órenle a María cuanto Uds. quieran! “No había ningún hombre en el Cielo, ni en la Tierra, o ninguna persona, ningún ser en ninguna otra parte que podía tomarlo”. Juan aun lloraba al respecto. Oh, amigo Católico, ¿qué no puede ver eso? No le ore a alguna persona muerta.

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¿Lo captan? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Muy bien, continuaremos entonces.

vivía pacíficamente. No había adulterio, ni whiskey [güisqui– Trad.], ni apuestas, ni nada entre ellos. Ellos vivían limpiamente. Y el coyote bajaba por el–el arroyo cada noche, aquí por Tucson, aullando. Y el mezquite [árbol–Trad.] y el cactus florecían, por las riberas. Y Jehová miraba eso y debe haberse sonreído. Pero el hombre blanco vino por ese camino, y ¿qué ha hecho él? Él ha desenterrado el cactus. Él ha contaminado la región con botes de cerveza y botellas de whiskey. Él ha arruinado la moral de la nación. De la única manera que él podía derrotar al indio era matando su alimento: el búfalo”.

213

Miren, abre los Sellos y da a conocer todos los misterios a ellos... al séptimo ángel, cuyo Mensaje es de revelar todos los misterios de Dios. Los misterios de Dios están en estos Siete Sellos. ¿Ven? Eso es lo que Él dijo aquí. Todos los misterios están en estos Siete Sellos.

214

Y el Cordero sale ahora, de ser un Mediador entre Dios y el hombre. Él llega a ser un León. Y cuando Él llega a ser un León, Él toma el Libro. Esos son Sus derechos. Dios lo ha tenido, el misterio, pero ahora viene el Cordero.

215

Ninguno podía tomar el Libro. Todavía está en las manos de Dios. Ningún papa, sacerdote, lo que pudiera ser, ellos no pueden tomar (no) el Libro. Los Siete Sellos no han sido revelados. ¿Ven?

216

Pero cuando el Mediador, cuando Su obra termina como un Intercesor, Él aparece. Y Juan... El anciano dijo: “Él es un León”. Y Él sale. Obsérvenlo. ¡Oh, qué cosa! ¿Ven? Él aparece para tomar el Libro, ahora observen, para revelar los misterios de Dios, que los otros han conjeturado, en todas estas edades denominacionales.

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¿Ven?, entonces, el séptimo ángel. Si este Libro, los misterios, es la Palabra de Dios, el séptimo ángel tiene que ser un profeta para que la Palabra de Dios venga a él. Ningún sacerdote, papa, o cualquier otro, puede recibirla; la Palabra no viene a los tales. La Palabra de Dios sólo viene a un profeta, siempre. Malaquías 4 prometió eso. Y cuando él apareciere, él tomaría los misterios de Dios, en donde la iglesia se había escrupulizado toda en todas estas denominaciones, “y restaurar la fe de los hijos hacia los padres”. Y luego el juicio del mundo herirá, y la Tierra será abrasada. Y luego los justos hollarán sobre las cenizas de los malos, en el Milenio.

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105 Cuando yo estaba leyendo en Tombstone, el otro día, en el–el museo, y vi las fotografías de Jerónimo. Y muchos de Uds. piensan que Jerónimo era un renegado. Para mí, él era un genuino americano. Él sólo estaba peleando por lo que era correcto, que Dios le había dado: una tierra y una nación y un lugar para vivir. Yo no lo culpo. Y cuando esos soldados blancos entraron allí, y, a la fuerza, tomaron posesión de la tierra, y matándolos como un montón de moscas. Y ahí estaba la fotografía original de la central médica de Jerónimo, o su hospital. Eran dos o tres cobijas por encima de unas ramas de mezquite. Y esos verdaderos indios, americanos genuinos heridos, peleando por sus derechos dados por Dios. Y allí, Jerónimo con un bebé suyo, en las caderas, parado allí mirando a sus guerreros sangrando, muriendo, sin penicilina ni nada, sin una manera para ayudarles: ¡americanos genuinos dados por Dios! Luego ¿llamarlo un renegado? Yo le llamo un caballero.

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106 Cochise nunca se hubiera rendido. Él era un anciano. Pero el ejército americano, todos vestidos allí, y ellos fueron allá y mataron los búfalos. Emprendían excursiones, y Sharpe inventó el rifle para búfalos, e iban allá y decían: “Oh, yo tuve un buen día hoy”, disparando, desde el lado de un–de un vagón de mercancías, o un vagón de pasajeros. Decían: “Yo maté cuarenta hoy”. Cuarenta búfalos, que hubieran mantenido a toda la tribu de los indios, dos años o más. ¿Qué hicieron con ellos? Los dejaban tirados en el desierto. Su carroña henchía las tierras, y hedían las tierras, y los coyotes se la comían.

Otros habían conjeturado en la edad denominacional. Pero, ¿ven?, él debe ser este hombre, el séptimo ángel de... Apocalipsis

107 Cuando el indio mataba al búfalo, había una ceremonia religiosa. Él tomaba sus pezuñas, las guardaba para hacer sartenes. Se comían su carne, aun la carne de las entrañas.

¿Lo entienden ahora? [La congregación dice: “Amén”–Ed.]. Muy bien.

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Tomaban toda su carne y la colgaban y la secaban. Su cuero era secado, y hacían ropa y tiendas. No había nada... 108 Pero cuando vino el hombre blanco, el renegado es el hombre blanco. Él es un bribón. Y él vino y mató esos búfalos, e hizo a esos indios morirse de hambre. 109 Cualquier hombre genuino pelearía por sus derechos dados por Dios. Es una mancha sobre la bandera americana, lo que ellos le hicieron al indio americano. Después de todo, le pertenecía a él. 110 ¿Qué pensarían si Jap–... Japón, o–o algunos, Rusia viniera y dijera: “¡Sálganse de aquí! ¡Váyanse de aquí!”, e hicieran con nosotros y nuestros hijos de la manera que nosotros hicimos con esos indios? Pero recuerden, hemos sembrado, y ahora vamos a cosechar. Esa es la ley de Dios, Uds. saben. Hay un tiempo para plantar, y luego un tiempo para segar. Yo creo que es una lástima. Sí, señor. 111 Miren, ¿qué sucedió? La descendencia contaminada de Adán ha contaminado y absolutamente ha destruido la tierra. ¿Saben que la Biblia dice eso? Y porque él ha hecho esto, la descendencia contaminada de Adán, Dios los destruirá a ellos. ¿Quieren leer eso? Veamos. Lo tengo aquí escrito. Abramos a Apocalipsis, el capítulo 11, y nos daremos cuenta. Vayamos a Apocalipsis, el capítulo 11, y veremos lo que Dios dice acerca de ellos quienes están destruyendo la Tierra. El capítulo 11, y tomemos el versículo 18, creo que es, 11:18. Aquí estamos.

Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido (ahora observen la ira de Dios), y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a ambos los pequeños y a los grandes, y de destruir–destruir a los que destruyen la tierra. ¿Qué van a hacer ellos? Cosechar lo que sembraron. Seguro. ¡Cuando Uds. ven el pecado pasando por las calles! ¿Cuántos, este domingo en la noche, cuántos adulterios serán cometidos en esta ciudad esta noche? ¿Cuántas mujeres romperán sus votos matrimoniales en este pequeño hoyo en la tierra aquí, llamado Jeffersonville? ¿Cuántos casos de abortos piensan Uds. que son

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Aquí viene un Cordero había sido inmolado. Y Él apareció, ¡oh, qué cosa! (¿qué?), para hacer Sus reclamos de Su redención. ¡Amén! ¡Oh! ¡Oh! Yo... ¿Qué no se sienten simplemente como ir allá a una esquina, sentarse y llorar un rato? Aquí venía un Cordero, todavía ensangrentado. Juan... No había nada allí; toda la celebridad estaba allí, pero no había ninguno de ellos que lo podía hacer. Así que aquí venía el Cordero, ahora. Sus días de intercesión han terminado, los días de mediación. 208

209 Esto es cuando este Ángel se va a parar allí. Esperen hasta que entremos a los Sellos. “Y el tiempo no sería más”. Eso es correcto. Esa “media hora de silencio”. Observen qué acontece en esa media hora de silencio, cuando ese Séptimo Sello, el próximo domingo en la noche, si es la voluntad del Señor.

Él aparece (¿qué?), para tomar Sus reclamos ahora. ¡Oh, qué cosa! ¡Aparece para tomar Sus reclamos! Miren, Él había hecho la obra de Pariente. Él había descendido, llegó a ser Hombre, murió. Él había hecho la obra de redención como Pariente, pero todavía no había hecho Sus reclamos. Ahora Él viene a la escena para reclamar Sus derechos (observen qué acontece), ¡oh, qué cosa!, por lo que Él había sido inmolado, para llegar a ser un Pariente para el hombre, para morir en su lugar, para redimirlo. Pero el anciano tenía razón cuando él dijo que Él era un “León”, ¿ven? El anciano lo llamó, dijo, un “León”. Porque Él había sido un Cordero, un Intercesor, un Cordero ensangrentado, pero ahora aparece como un León. Sus días de intercesión han terminado. 210

211 “El que es inmundo, sea inmundo todavía; el que es justo, practique la justicia todavía; el que es santo, santifíquese todavía”. La cosa está concluida. ¡Oh hermano! Entonces ¿qué? Entonces, ¿qué? 212 Y recuerden, llega a la séptima edad de la iglesia, cuando los misterios de Dios serán abiertos. Ahora observen muy atentamente. Esto es algo que Uds. deben captar. Miren, Él había estado haciendo Su obra de mediación, intercediendo por el creyente. Por dos mil años Él había estado allá, un Cordero. Miren, Él está saliendo de la Eternidad, para tomar este Libro del Título de Propiedad, y para abrir los Sellos, y revelar los misterios. ¿Cuándo es eso? En el tiempo del fin.

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¡El Cordero avanzando desde la Gloria, para interceder, muy bien, para hacer reclamos ahora por medio de Su redención! Recuerden, Él había estado en Su obra de mediación acá atrás. Pero, recuerden, estos Sellos están a punto de ser abiertos, y el Cordero vino del santuario de Dios, avanzó hacia el frente.

registrados en Chicago en treinta días? Entre veinticinco y treinta mil por mes, aparte de los que ni siquiera son reportados. ¿Cuánto whiskey es bebido en la ciudad de Chicago? ¿Qué piensan que sucede en Los Ángeles en una noche? ¿Cuántas veces ha sido tomado en vano el Nombre del Señor, en la ciudad de Jeffersonville hoy? ¿Está mejor hoy, o estaba mejor cuando George Rogers Clark venía sobre la balsa? ¿Ven Uds.?, hemos absolutamente contaminado la Tierra con nuestra suciedad, y Dios destruirá a los que destruyen el mundo. Dios así lo dijo.

201

Esperen hasta que lleguemos allá, a esa hora, tomemos esa “media hora” que es silente. El santuario está humeante. Ya no hay más intercesión. El Sacrificio salió. Es un Tribunal. Ya no hay más Sangre sobre Él, porque el Cordero cubierto con Sangre abandonó el lugar. No se esperen hasta ese tiempo. ¿Recuerdan en el Antiguo Testamento? Mientras la sangre no estaba en el propiciatorio, era juicio; pero mientras la sangre estaba allí, había misericordia. [El Hermano Branham da cinco golpecitos en el púlpito–Ed.]. Pero cuando el Cordero abandonó el lugar, ¡eso lo concluyó!

202

¿Qué ha sido Él? Él ha sido un Intercesor. ¡Ninguna otra persona! Díganme en donde María pudiera interceder entonces. ¿Qué pudiera ofrecer María? ¿Qué pudiera San Francisco, San Asis, o cualquiera, y Santa Cecilia, mejor dicho, o cualquier otro ser humano? Juan nunca vio a miles de santos salir del lugar de mediación. “Él vio a un Cordero, un Cordero que había sido inmolado, ensangrentado”. A mí no me interesa cuántos santos han sido muertos; todos ellos lo merecían, cada uno de ellos. Como el ladrón dijo en la cruz: “Nosotros hemos pecado, y merecemos esto. Pero este Hombre no ha hecho nada”. Él era el Único Hombre que era digno.

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Aquí venía Él del puesto de intercesión. ¿Para qué viene Él ahora? ¡Obsérvenlo! ¡Oh, oh, oh, qué cosa! [El Hermano Branham aplaude tres veces–Ed.].

Yo siempre pensaba que había algo dentro de mí, me gusta subir a las montañas y mirar de la manera que Dios lo arregló.

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Me desagrada la Florida, en donde tienen esas palmas artificiales. Y, ¡oh, qué cosa!, yo prefiero ver los cocodrilos meneando sus colas allá en lo inhabitado, que el ver toda esa imitación y cosas que ellos hacen en Hollywood, y todo ese glamur, y montón de borrachos. Y, ¡oh, qué cosa! Yo simplemente pienso: “¡Algún día! ¡Algún día!”. Sí.

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Pero, recuerden, la Biblia nos ha dicho, en Mateo el capítulo 5, que: “Los mansos heredarán la Tierra”. Eso es correcto. “Los mansos y los humildes heredarán la Tierra”. Jesús dijo: “Bienaventurados los mansos”, los sencillos que simplemente no tratan de ser algo muy sobresaliente, “ellos heredarán la Tierra”. Jesús así lo dijo. Sí. Ahora ellos la contaminaron, y Dios los destruirá; pero los mansos heredarán la Tierra, después que ha sido purificada.

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Cualquier cosa que se le ha dado muerte está ensangrentada. Uds. saben, la mataron. Su cuello ha sido cortado, o algo. La sangre está sobre ella.

Miren, ¡oh, qué cosa! Miren, al haberse perdido el derecho del Título de Propiedad, está ahora en las manos del Dueño original, el Dios Todopoderoso. El Título de Propiedad de la Tierra, y de la Vida Eterna, cuando Adán perdió el derecho, entonces las manos sucias de satanás no pudieron tomarlo, así que regresó a su Dueño original: a Dios mismo. Nos vamos a dar cuenta, sólo en un momento. Allí está Él sentado en el Trono con él en Su mano, el Título de Propiedad. [El Hermano Branham aplaude dos veces–Ed.]. ¡Oh, eso me hace sentir religioso! El Título de Propiedad de la Vida Eterna, el Abstracto del Título de Propiedad de la Vida Eterna, cuando Adán lo cambió por la sabiduría, en vez de la fe, regresó a las manos del Dueño: el Dios Todopoderoso. ¡Qué gran cosa!





Juan estaba llorando. ¿En dónde está todo–está todo? ¿Qué va a suceder?

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Dijo: “No llores, Juan”, dijo el anciano. “Aquí viene el León. Él fue el que prevaleció”. Cuando él miró, aquí venía un Cordero, ensangrentado, que había sido inmolado.

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 Muy bien, esperando. ¿Qué está haciendo? En las manos de Dios, esperando los reclamos de redención. Él abrió un camino para la redención. Él abrió un camino de regreso, y algún día el Redentor lo va a volver a tomar. ¿Ven Uds. adónde estamos llegando? Observaremos a este Hombre sentado sobre el Trono. Muy bien, esperando los reclamos de redención, Su redención.

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¿Qué es este Libro de Redención, este Título de Propiedad, este Abstracto del Título de Propiedad? “Uds. dicen: ¿‘Abstracto’?”. ¿Qué significa un abstracto? Significa que ha sido escudriñado hasta su origen. Como esa pequeña gota–como esa pequeña gota de tinta esta mañana, cuando tocó el cloro, y regresó hasta su origen. Y cuando el pecado ha sido confesado y ha caído en la Sangre de Jesucristo ¡oh, qué cosa!, proporciona un Abstracto regresa directamente al Creador. Uds. llegan a ser un hijo de Dios. Él Abstracto del Título de Propiedad está en las manos del Todopoderoso. ¡Oh, qué cosa!

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Su redención significa toda la posesión legal de todo lo que fue perdido por Adán y Eva. ¡Oh, qué cosa! [El Hermano Branham aplaude una vez–Ed.]. ¡Qué debería eso hacerle a un Cristiano nacido de nuevo! Su posesión legal de ese Abstracto del Título, el Título de Propiedad de la Vida Eterna, significa que Uds. poseen todo lo que Adán y Eva perdieron. ¡Fiuu! ¿Qué de eso, hermano? ¡La posesión de ese Título!

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Adán no podía llenar los requisitos de redención. Después que él se dio cuenta de que la perdió, que había pecado y que él se había separado de Dios, que estaba de este lado del abismo, así que él no podía redimirla. Él simplemente no podía hacerlo, porque él–él mismo necesitaba redención, así que él no podía hacerlo.

120

Pero la ley requería un Pariente Redentor. La ley de Dios requería un Pariente Redentor. Si desean anotar eso, el “Pariente Redentor”, lo encuentran en Levítico 25.

121

No tendremos el tiempo para escudriñar esto completamente, porque, Uds. saben, cada–cada texto tomaría una–una noche. ¿Ven?

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 sido mencionado. Juan no lo vio, por todo los Cielos, mientras estaba mirando. Pero aquí salió. Fíjense de donde salió. ¿De dónde salió? Salió del Trono del Padre, en donde Él había estado sentado desde que Él había sido inmolado y resucitado. “Él se levantó y se sentó a la diestra de Dios, viviendo siempre para interceder”. ¡Amén! Se levantó, allí, hoy, como un Intercesor con Su propia Sangre, para interceder por la ignorancia del pueblo. Miren, Ese es en quien estoy dependiendo. Él todavía estaba cubierto con Cloro, el Cloro del perdón de pecado.

195

Juan miró a ese Cordero, y el Cordero parecía como que Él había sido inmolado. Y luego él se fijó que Él estaba herido y cortado y magullado y sangrando. Un Cordero ensangrentado: Eso fue lo que tomó nuestro lugar. ¿Qué no es raro, que un Cordero sencillo tuvo que tomar nuestro lugar? Y él vio el Cordero. Él avanzó.

196

Juan no lo había visto, porque Él había estado muy allá atrás en las Eternidades, aun intercediendo; y mostrando que aquellos que habían venido a Dios, bajo la ofrenda de la sangre de toros y machos cabríos, una ofrenda sustitutiva, Él también... Porque, aquellos que lo creyeron, lo señalaban a Él. Y la Sangre todavía no había sido derramada, así que Él estaba allí para absolverlos. Él estaba allí para absolverlos a Uds. y a mí.

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Y, oh Dios, yo espero que Él esté allí esta noche. El Cordero ha sido inmolado por todo pecador. ¡Cómo puede Jehová ver algo aparte de ese Cordero ensangrentado allí parado!

198

Y el Cordero avanzó hacia afuera en la visión ahora, como que había sido inmolado. Fíjense, salió del Trono del Padre. ¡Oh, piensen! Él, ¿de dónde avanzó Él a esta visión? Él vino de la Gloria, en donde Él está sentado a la diestra de Dios. Él avanzó hacia Juan de la Gloria.

199

¡Oh!, ¿qué no sería una cosa gloriosa si nuestros pensamientos pecaminosos, esta noche, pudieran ser puestos a un lado el tiempo suficiente para aceptarlo, y Él avanzaría desde la Gloria esta noche, para darse Él mismo a conocer a alguno de Uds.?

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188 La Iglesia santa fue la primera Vid que produjo. ¡Ajá! Sí, señor. Y si Ella alguna vez produce otra, será de ese tipo también. ¡Sí, señor! Uds. tienen algunas vides injertadas y están produciendo limones. Deben ser naranjas. Pero... ¿Ven? Cuando esa Vid–esa Vid alguna vez produzca Su rama otra vez, será exactamente como la original.

123 Pero la ley de Dios recibía un sustituto. Miren, ¿qué si Dios no hubiera ofrecido aceptar un sustituto? Pero el amor lo constriñó a hacerlo. Porque el hombre estaba sin un camino de regreso, y no había manera para que él regresara. Él estaba perdido. Pero la gracia de Dios suplió este Pariente Redentor en la Persona de Jesucristo. La ley lo requería. La gracia suplió sus requisitos. ¡Oh sublime gracia, cuán dulce suena! La ley de Dios requería un sustituto inocente.

Y Mateo, Marcos, Lucas y Juan, esos Evangelios están allí protegiendo Eso. La sabiduría de un hombre; el poder de un león; la obra de un buey; y la rapidez de un leopardo... o el águila, mejor dicho. ¡Sí, los Evangelios están allí! ¿Qué? ¿Recuerdan cuando lo vimos? [La congregación dice: “Amén”– Ed.]. Está en las Siete Edades De La Iglesia. Miren, él dijo: “El León de la tribu de Judá”.

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¿Por qué de Judá? “Oh Judá, un legislador no irá delante de él, de entre sus rodillas, hasta que venga Silo. Pero Él vendrá por medio de Judá”.

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“Y el León, el símbolo de la tribu de Judá ha prevalecido. Él ha vencido”. 191

192 Y cuando él miró alrededor para ver en donde estaba ese León, él vio un Cordero. Raro: buscar un León y ver un Cordero. El anciano lo llamó a Él un León. Pero cuando Juan miró, él vio un Cordero: “Un Cordero que había sido inmolado desde la fundación del mundo”. Un Cordero que había sido inmolado. ¿Qué era? ¿Qué era ese Cordero? Estaba ensangrentado, herido. “Un Cordero que había sido inmolado, pero estaba vivo de nuevo”. Y Él estaba ensangrentado. ¡Oh, qué cosa!

¿Cómo pueden mirar Eso Uds. pueblo, y permanecer un pecador? Un Cordero se presentó. El anciano dijo: “Un León ha vencido, el León de la tribu de Judá”. Y Juan miró para ver el León, y allí venía un Cordero, temblando, la Sangre sobre Él, con heridas. Él había prevalecido. Uno podía saber que Él había estado en la batalla. Él había sido inmolado, pero Él estaba vivo de nuevo.

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Juan no se había fijado en este Cordero antes, Uds. saben, aquí. No había sido mencionado antes. En ninguna parte había 194



124 Y ¿quién era inocente? Todo hombre había nacido por el sexo, según el sexo, todos. Y el único que no había nacido, había perdido los derechos a la Vida Eterna y a ser rey sobre la Tierra. 125 Oh, cuando yo pienso de esa Escritura: “Porque Tú nos has redimido para Dios, y podemos reinar y ser reyes y sacerdotes sobre la Tierra”. ¡Oh, qué cosa! ¿Qué? ¡El Pariente Redentor! ¡Oh, qué historia tendríamos aquí!

Fíjense, la ley requería un Pariente Redentor para redimir una propiedad perdida. La gracia cumplió con este requisito en la Persona de Jesucristo. Un Pariente debía nacer de la raza humana.

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127 Miren, ¿cómo podríamos ser nosotros, cuando todo hombre que nace, tiene...? Y cualquiera que no pudiera ver que fue un acto sexual allá, bueno, él está totalmente ciego, ¿ven?, porque todo hombre que nació, nació de mujer. 128 Y Dios requería un Pariente Redentor, y Él debía ser un humano. ¡Oh, qué cosa! ¿Qué van Uds. hacer ahora? La ley requería un Pariente Redentor. 129 Miren, Él no podía tomar a un ángel. Él tenía que tener a un hombre, porque no somos parientes de los ángeles. Somos parientes los unos de los otros. El ángel nunca cayó. Él es un tipo diferente de un ser, tiene un cuerpo diferente. Él nunca pecó o nada. Él es diferente.

Pero la ley requería un Pariente Redentor. 130 Y todo hombre sobre la Tierra nació por el sexo. Miren, ¿qué no ven que de allí provino? Allí es donde el pecado comenzó. Así

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que, ¿ven, en dónde está ahora? Allí viene él, su simiente de la serpiente. ¿Ven?

terminado, Juan”. ¡Fiuu! ¡Oh, oh, qué cosa! Él produjo un Cloro que envía el pecado de regreso a las manos grasientas del que... con su sabiduría, que lo contaminó, el ser humano. Sí.

131 Miren, fíjense, requería un Pariente Redentor. Y el Redentor, el Pariente Redentor, debía nacer de la raza humana. Eso aquí nos deja en un extremo. Pero permítanme sonarles la Trompeta. El nacimiento virginal produjo el–el Producto. ¡Amén! El nacimiento virginal produjo nuestro Pariente Redentor. Ninguno otro sino el Dios Todopoderoso llegó a ser Emanuel, uno de nosotros. ¡Emanuel! El “Pariente Redentor” fue suplido. ¿Ven Uds. cómo Dios da un requisito, y no hay nada que nosotros podamos hacer? Pero entonces la gracia entra y ensombrece esa ley, y produce el Producto. ¡Amén! [El Hermano Branham aplaude una vez–Ed.].

¡Oh, cuando Uds. lleguen a Casa! Cuando yo obtenga mi cabañita allá, de la cual canta el Hermano Neville. Cuando todos Uds. oigan algo allá, una mañana, que canta: “Sublime gracia, ¡cuán dulce es, que salvó a un desventurado como yo!”. Uds. dirán: “¡Alabado sea Dios! El Hermano Branham lo logró. Allí está él, ¿ven?”. Sí. ¡Oh!

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Pero cuando Juan se volvió para mirar, él vio un Cordero. ¡Qué diferente al León! Él dijo: “El León ha prevalecido”. ¿Ven?, otra vez, yo puedo usar eso allí, Dios escondiéndose en simplicidad. Él dijo: “Allí está un León”. Ese es el rey de las bestias. “El León ha prevalecido”. La cosa más fuerte que hay es un león.

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Yo he estado acostado allá en las junglas en África, y he oído las–las jirafas chillando. Y–y el gran y poderoso elefante con su trompa en el aire: “Güiii, güiii, güiii”. Y oír los–los–los salvajes de lo inhabitado danto alaridos sangrientos y con clamores escalofriantes. Y los–los escarabajos, hasta... Y Billy Paul y yo acostados en un lugarcito cubierto con espinas. Y oír, muy allá a la distancia, un león rugir, y todo en el desierto se calla. Aun los escarabajos paran de gritar. El rey habla. ¡Oh, oh, oh, oh, qué cosa!

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Permítanme decirles, eso es cuando las denominaciones y dudas caen al suelo. Todo se calla cuando el Rey habla. Y Este es el Rey, esa es Su Palabra. ¡Oh! 183

Es la gracia la que le enseñó a mi corazón a temer; Fue la gracia la que calmó mis temores. ¡Cuán precioso fue cuando esa gracia apareció, En la hora en que yo primero creí! ¡Espérense hasta que lleguemos a eso, sólo en un momento! ¡Oh, qué cosa! Ahora miren. El Libro...

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El Libro de Rut nos da un hermoso cuadro de esto, de cómo Booz... Y Noemí había perdido la propiedad. Uds.–Uds. saben. Uds. me han oído predicar sobre eso, ¿verdad que sí? Levanten sus manos si me han oído predicarlo. Así que, Uds. entienden, ¿ven? Booz tenía que llegar a ser un redentor. Y él era el único que podía. Él tenía que ser un pariente, un pariente cercano. Y, al redimir a Noemí, él obtuvo a Rut. Ese fue Jesús, Booz tipificando a Cristo. Y cuando Él redimió a Israel, Él obtuvo a la Novia gentil. Así que entonces, ¿ven Uds.?, ¡tan hermoso! Lo tenemos en cinta estoy seguro, aquí en alguna parte si quisieran obtenerlo.

Él dijo: “Juan, no te preocupes. No llores. No estés quebrantado Juan. Yo te tengo aquí en una visión; te estoy mostrando algo. Y yo sé que estás todo afligido, porque, tú sabes, no hay nada que pueda ser redimido, todo está perdido; no hay ninguno que pudiera llenar el requisito. Pero el León de la tribu de Judá...”.

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Uds. saben, el de Judá... Lo teníamos en la pizarra, aquí, Uds. saben. El emblema de la tribu de Judá era un león.

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¿Recuerdan el león, y el–el buey, y el... y demás, el rostro del hombre, y demás; y ellos observando, esos serafines, esa Palabra; mientras todos, Marcos, Mateo, Lucas y Juan, todos estaban alrededor del Libro de los Hechos.

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Y yo oí a un hombre decir, un gran ministro, dijo: “El Libro de los Hechos es sólo el andamio”.

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“Yo quiero un hombre que pueda hacerlo. Yo quiero un hombre que pueda redimir”.

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173 Y él no fue hallado, así que Juan se quebrantó en llanto. Oh, todo estaba perdido; y él lloró amargamente. Y él–él estaba triste, porque todo, toda la creación, todo estaba perdido, si ellos no podían hallar a alguien. ¡Gloria a Dios! Si ellos no podían hallar a alguien que pudiera llenar esos requisitos, ahí... todo ser humano, y todo el mundo y la creación, estaban perdidos. Oh, todo había caído. Los–los–los derechos de la redención, los derechos de la–la Vida Eterna, la Luz, todos estos derechos se habían perdido, y no había ninguno que pudiera pagar el precio. Y Juan comenzó a llorar, porque ninguno era digno, y nadie podía aun mirar el Libro. Oh, se requería un ser humano. Juan lloraba, porque ninguno podía hacerlo, y todo estaba perdido.

Y vino una voz de uno de los ancianos, que estaba en medio de los cuatro seres vivientes y todo el gran ejército del Cielo, dijo: “No llores, Juan”. ¡Oh, qué cosa! 174

Ahora fíjense, miren, Él debe ser un Pariente. Así que, ¿ven Uds.?, un ángel no podía hacerlo. Un hombre no podía hacerlo; debía ser un hombre, pero él no podía haber nacido de mujer, de un acto sexual. Así que, el nacimiento virginal, el Espíritu Santo cubrió a María con Su sombra. Por lo tanto, Jesús no era un judío. Jesús no era gentil. Jesús era Dios. Así es exactamente. Su Sangre no provino de ningún acto sexual. Él era la Sangre santa creada por Dios. Y no somos salvos por sangre judía, ni tampoco somos salvos por sangre gentil. “Somos salvos por la Sangre de Dios”. Eso es según la Biblia. Así lo dice. “Somos salvos por...”.

Así que, ¿ven Uds.?, Jesús era Dios. Él no era la tercera Persona, la cuarta Persona, la segunda Persona. Él era la Persona. Él era Dios, ¿ven? Él era Dios, Emanuel. Dios descendió de Su Gloria, Él mismo se reveló. A mí me encanta esa historia, de Booth-Cliborn, ese gran himno hermoso.

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Desde Su Gloria, una historia que vive para siempre, Mi Dios y Salvador descendió, y Jesús fue Su Nombre. Nació en un pesebre, para los Suyos un Extraño,

[El Hermano Branham aplaude dos veces–Ed.]. ¡La gracia de Dios!

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Varón de dolores, lágrimas y agonía. ¡Oh!

“No estés desconsolado, Juan. No llores. Porque el León de la tribu de Judá, la Raíz y el Linaje de David, Él ha prevalecido [vencido, Biblia en español–Trad.]”.

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¡Qué condescendencia, trayéndonos redención Cuando en medio de esperanza a la vista,

Prevalecer significa “pelear con y vencer”. ¡Oh, qué cosa! En el jardín de Getsemaní con Sangre brotando y goteando de Su rostro, Él estaba venciendo. ¿Ven? ¡Fiuu! ¿Ven?

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Y este León de la tribu de Judá prevaleció. Él dijo: “No llores, Juan. Porque el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha prevalecido. Él ya venció. Él lo ha hecho. Ha



una

tenue

¡Oh, cuánto le amo! ¡Cuánto le adoro! ¡Mi aliento, mi Sol, mi todo en todo!

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sin

Dios, precioso y tierno, hizo a un lado Su esplendor, Rebajándose para atraer y salvar mi alma!

“El León y la Raíz de David, ha prevalecido, ha vencido”.

Como Jacob, siendo un suplantador. Y cuando él hizo contacto con el ángel, él se agarró bien. Y el ángel trató de soltarse. Él dijo: “Yo–yo simplemente no te voy a dejar ir”. Él se agarró bien hasta que obtuvo lo que quería. Y su nombre fue cambiado, de suplantador, que significa “engañador”. ¿A qué? A un “príncipe con Dios”, Israel. Él prevaleció.

la noche,

El gran Redentor llegó a ser mi Salvador, El gran Creador llegó a ser mi Salvador, Y toda la plenitud de Dios mora en Él. Ese fue el que cumplió con el requisito. La gracia produjo la Persona de Jesucristo. Y hallamos que este Libro ahora... Dios extendió Su tienda, vino de Dios para ser un hombre. Él cambió Su estirpe de ser el Dios Todopoderoso para ser un hombre, para tomar la forma de hombre, para que Él pudiera morir para

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redimir al hombre. Esperen hasta que lo veamos a Él, cuando no hay “ninguno digno”. ¿Ven? Muy bien.

que se requirió un Pariente humano. Y él lo pidió, y no se hallaba por ninguna parte. No había nadie. Ningún obispo, ningún arzobispo, ningún sacerdote, ninguna jerarquía, nada ni siquiera era... ni siquiera tenía la suficiente santidad de aun mirar el Libro. ¡Fiuu! ¡Qué cosa, qué cosa! Eso es bastante fuerte, pero eso es lo que la Biblia dice. Yo sólo estoy citando lo que dijo Juan.

En la Biblia, en el Libro de Rut, mientras lo leen, Uds. se darán cuenta de que tal persona era llamada el goel [palabra hebrea–Trad.], g-o-e-l. Era llamada el goel, o, era una persona que podía cumplir los requisitos. Y el goel debe ser capaz de hacerlo, debe estar dispuesto a hacerlo, y debe ser un pariente, un pariente cercano para hacerlo. 139 Y Dios, el Creador del Espíritu, llegó a ser un Pariente de nosotros cuando Él llegó a ser un hombre para que Él pudiera tomar nuestro pecado sobre Él, y pagar el precio, y redimirnos para Dios otra vez. Ahí lo tienen. Ahí está el Redentor. 138

140 Cristo nos ha redimido ahora. Ya estamos redimidos. Pero Él todavía no ha reclamado Su posesión. Miren, Uds. pudieran diferir con eso, pero sólo esperen un momento, ¿ven? Veremos. ¿Ven? Él no la ha reclamado. ¿Ven? Si Él tomó el Libro de Redención, todo lo que Adán tenía y todo lo que él perdió, Cristo lo redime de nuevo. Y Él ya nos ha redimido. Pero él todavía no ha tomado la posesión; Él no puede hasta el tiempo señalado. Y luego vendrá la resurrección, y luego la Tierra será renovada otra vez. Y luego Él tomará la posesión, Su posesión la cual Él obtuvo cuando Él nos redimió, pero lo hará en el tiempo señalado. ¡Oh, qué cosa! 141 Esto está descrito en este Libro de los Siete Sellos del cual estamos hablando ahora. Muy bien. El Libro de Redención, todo está descrito aquí adentro. Todo lo que Cristo hará en el fin, nos será revelado esta semana en los Siete Sellos, si Dios nos lo permite. ¿Ven? Muy bien. Será revelado. Y revelado, mientras los Sellos son abiertos y revelados a nosotros, luego podemos ver qué es este gran plan de redención, y cuándo y cómo va a ser hecho. Todo está escondido en este Libro de misterio aquí. Está sellado, envuelto con Siete Sellos, y así que el Cordero es el Único que los puede romper.

La Biblia dice que Juan “lloraba”. No como algunas personas lo han enseñado. Yo estaba oyendo a un hombre enseñar esto en una ocasión, dijo: “Juan lloraba porque él mismo no se halló digno”. ¡Oh! Cualquier hombre bajo el Espíritu Santo sabría que no es así, ¿ven?; bajo la inspiración de Dios, sabría que no es así.

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Pero Juan “lloraba”. Aquí está por lo que yo pienso que él lloraba. Porque si ninguno era digno y podía abrir este Libro de Redención, toda la creación estaba perdida.

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Aquí está el Libro, aquí está el Título de Propiedad, y se le ofrecerá al Pariente Redentor que puede llenar los requisitos. Esa es la propia ley de Dios, y Él no puede infringir Su ley, no puede desafiar Su ley, mejor dicho. ¿Ven? Dios requería un Pariente Redentor que fuera digno, que fuera capaz de hacerlo, que tuviera los bienes para hacerlo. 167

Y el ángel dijo: “Ahora que ese Pariente Redentor dé un paso al frente”.

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Y Juan miró. Y él miró por toda la Tierra. Él miró por debajo de la Tierra. Y no había ninguno. Allí, la creación y todo estaban perdidos. Por supuesto, Juan lloraba. Todo estaba perdido.

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No obstante, su llanto no duró sino sólo un momento. Luego allí estaba uno de los ancianos, dijo: “No llores, Juan”. ¡Oh, qué cosa! Su llanto no duró sino sólo un momento.

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Miren... [El Hermano Branham se distrae con algo–Ed.]. Perdónenme. Nos damos cuenta...

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143 Miren, si Uds. quisieran mirar en las Escrituras, Uds. pueden ir allá a Jeremías y encontrarlo allí. Cuando él estaba– cuando él–el iba a ir en cautividad de la tierra, Uds. saben, él–él



Juan pensó: “¡Oh, qué cosa! ¿En dónde está el Hombre? Allí están los profetas; ellos nacieron como yo nací. Allí están los sabios. Allí están... ¡Oh!, ¿qué no hay ninguno aquí?”.

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para la redención de todos los Cielos y la Tierra! “Que Él se presente, si desea”. ¡Oh, qué cosa! “Que hable ahora, o que calle para siempre. Que Él se presente y reclame este Libro. ¿Quién es digno de hacerlo?”.

compró de su tío... El hijo de su tío tenía una–una propiedad, y él pasó por eso: el sellamiento. Y si lo tomáramos todo... Tenemos eso también en las Siete Edades De La Iglesia, esos sellos y demás allí mismo.

158

Y Juan dijo: No había ninguno ni en el cielo hallado digno; ninguno sobre la tierra hallado digno; ninguno debajo de la tierra, que alguna vez vivió y murió, fue hallado digno. Ninguno fue hallado digno.

El llamado del ángel fue un llamado para que el Pariente Redentor apareciera. Dios dijo: “Yo tengo una ley; un Pariente Redentor puede–puede ser un sustituto. ¿En dónde está ese Pariente Redentor? ¿Quién puede tomarlo?”.

159

Y comenzando desde Adán, por todo el camino a través de todos los apóstoles y profetas, y todos los demás, y ninguno fue hallado. Miren, ¿qué de eso? “Ninguno en el Cielo, ninguno en la Tierra, ninguno que haya vivido alguna vez”. Elías estaba allí. Moisés estaba allí. Todos los apóstoles estaban allí, o–o todos los que habían muerto; todos los hombres santos, Job, los sabios. Todos estaban allí, y ninguno fue hallado digno aun de mirar el Libro, mucho menos tomarlo y abrir los Sellos.

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161 Miren, ¿en dónde entran el papa y todos éstos? ¿En dónde está su obispo? ¿En dónde está nuestro mérito? No somos nada. Eso es correcto.

Él pidió que el Pariente Redentor diere un paso adelante, si podía. Pero Juan dijo: “Ninguno era digno”. 162

No que no había personas dignas allí, miren, como un ángel; como por ejemplo, diríamos, Gabriel, o Miguel. Pero recuerden tenía que ser un Pariente. Recuerden, Juan dijo aquí: “Y ningún h-o-m-b-r-e, ningún ángel, ningún serafín. Ellos no habían pecado, pero Ellos estaban en una categoría diferente. Ellos nunca habían caído.

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144 ¿Ven Uds.?, un sello en el Antiguo Testamento, era como un rollo, así. [El Hermano Branham ahora usa hojas de papel para ilustrar el rollo, el sellamiento y la apertura de un pergamino– Ed.]. Y aquí estaba un misterio, y este misterio estaba escondido. Muy bien, era sellado alrededor, y se ponía aquí el reclamo para tal y tal. Luego, el siguiente misterio era envuelto alrededor, lo que era esta herencia, y sobresalía aquí de este lado, el–el–el reclamo para tal y tal. Y así seguía hasta que se formaba un pergamino, porque la gente no tenía libros como este en ese entonces. Estaba en un rollo (¿cuántos saben eso?), llamado un pergamino. Bueno, un pergamino sellado, uno podía desatar uno aquí, lo que era el misterio de este, y desatarlo, y uno podía ver lo que era ese reclamo. Y luego desatar el otro, y uno puede ver lo que era ese reclamo. 145 Y toda la cosa Aquí son Siete Sellos, tienen los misterios de Dios desde la fundación del mundo todos sellados Allí adentro, y revelado por Siete Sellos diferentes, que si es la voluntad de Dios, Él nos permita abrir estos Sellos y mirar por todo el Libro y darnos cuenta de qué se trata todo Ello. ¿Ven? ¡Oh, yo espero que tengamos un gran tiempo! Allí está sellado el misterio de la redención hasta... Este Libro no podía ser abierto hasta el Mensaje del último ángel. 146 El pergamino está ahí. Sabemos que estaba ahí. Sabemos que fue la redención. Creemos que fue la redención. Jeremías dijo: “Este pergamino debe ser guardado...”. Como Uds. lo leyeron ahí, él dirá. Debe ser guardado en una vasija de barro. ¿Ven? Oh, qué hermosa cosa ahí de la cual yo pudiera hablarles por un rato. Este pergamino fue guardado en una Vasija de barro, una Vasija que en un tiempo llegó a ser carne (¡gloria!), murió, resucitó, y fue guardado en la Vasija de barro hasta el tiempo de la compra. ¡Oh, qué cosa! ¡Hermosamente! Muy bien.

Pero éste tenía que ser un Pariente Redentor. “Ningún hombre”, porque no había ninguno de ellos redimido. “Ningún hombre era digno de mirarlo”. ¡Oh, no! ¡Qué cosa, qué cosa! Así

147 Miren, todos estos Mensajes son guardados hasta, en esta Vasija de barro, hasta el tiempo del tiempo señalado por Dios, hasta el último mensajero en la Tierra. Y todo lo que esta gente había juzgado, y dicho: “Yo sé que está ahí. Yo creo que está





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ahí”. Y ellos pelearon por Ello, y lo proclamaron y produjeron las cosas. Por fe ellos lo creyeron. Pero ahora va a ser traído a nosotros en revelación, y de la mano de Dios por vindicación. Dios así lo dijo. Él lo prometió.

demás, en la parte de afuera. Pero el misterio de todo el Libro está en esos Sellos, de Génesis a Apocalipsis. El plan completo de redención es revelado en estos Siete Sellos. Oh, es un tiempo importante. ¡Dios nos ayude a captarlo! ¿Ven?

148 Ahora–ahora veamos. ¿En dónde–en dónde estábamos? Vayamos al versículo 2 ahora. Ese es un largo tiempo para el versículo 1, pero tomemos–tomemos–tomemos el versículo 2. Miren, probablemente no nos quedaremos tanto en el siguiente.

153

Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Ahora, recuerden. Leamos el versículo 1 otra vez, para poder unirlo todo.

149

... vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono... 150 ¡Dios! ¿Quién es Ese? El Poseedor original absoluto, del Libro de la Vida. Él lo tiene. Dios lo tiene. Cuando Adán lo cambió, regresó a su Dueño original. Le pertenece a Él.

Y Juan (en la visión) observó y vio en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un–un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. ¿Ven?, ¡por dentro! Miren, cuando comencemos a abrir estos Sellos, Uds. van a ver, se regresa completamente hasta el principio en la Escritura, hasta el principio, porque cada uno de esos Sellos, toda la cosa junta, todo el misterio, está aquí mismo en estos Sellos. ¿Ven? Todo misterio de la Biblia está en estos Sellos. [El Hermano Branham da golpecitos en el púlpito cinco veces–Ed.]. Y los Sellos no pueden ser abiertos hasta ese tiempo. Yo lo probaré aquí, sólo en un momento.

151

Miren, “Y un ángel fuerte...”. Ahora el versículo 2. ... el ángel fuerte, a gran voz, que pregonaba: ¿Quién es digno (digno ¿para qué?)...? ¿Quién es digno de tomar ese libro...?

Ahora nos damos cuenta. ¿En dónde está el Libro ahora? En su Dueño original, porque fue perdido por un hijo, el primer hijo de Dios, en una raza humana. Y cuando él perdió sus derechos para escuchar a satanás, él entregó... ¿Qué hizo él? Él aceptó la sabiduría de satanás en vez de la Palabra de Dios. Miren, ¿no pudiéramos detenernos aquí un rato? Los hijos de Dios tomarán la idea de un seminario al respecto en vez de la Palabra de Dios. ¿Ven?, la misma cosa que hizo Adán, perdió sus derechos. Y al hacerlo, inmediatamente se devolvió. ¿Qué no pueden ver en dónde han estado esas edades? ¿Ven? Se devolvió directamente al Poseedor original.

154

155 Y Juan, en el Espíritu, parado aquí arriba en el Cielo... Él acababa de ser levantado ahora, de las edades de la iglesia, ¿ven?, vio las edades de la iglesia. Y luego él fue recibido arriba, el capítulo 4. Él dijo: “Sube más alto. Te voy a mostrar cosas que vendrán”. 156 Y él vio a Uno sentado sobre el Trono con este Libro en Su mano, en Su mano derecha. Piénsenlo ahora. Y luego en este Libro estaba un Título de Propiedad para la redención, y estaba sellado con Siete Sellos.

152 Fíjense. Miren, el Libro, recuerden, está sellado. Aquí está uno, aquí está este Sello. Luego otro está enrollado, un Sello. Otro está enrollado, un Sello. Es un Libro de Redención. Y toda la cosa entera, forma el Libro, y está sellado con Siete Sellos. Y, luego, está en la parte de afuera, es porque está enrollado. El misterio del Sello está en la parte de adentro. Y sólo dice: “El jinete del caballo blanco”, o, “el jinete del caballo negro”, y

157 Y luego un ángel salió, un ángel fuerte, pregonando a gran voz: “¿Quién era digno de abrir el Libro, de tomar el Libro? ¿Quién era capaz de abrir los Sellos? ¿Quién era capaz de abrir este Libro?”. ¿Ven?, el ángel preguntó eso. Juan lo vio. Y Él dijo: “Ahora, ¿quién es digno? Que Él...”. ¡Oh, qué cosa! Quizás yo sólo me estoy sintiendo de esta–esta manera. “Que Él”, dijo el ángel, “que Él...”. ¡Aquí está el Libro de Redención! ¡Aquí está el plan de redención! ¡Aquí está la única manera que Uds. alguna vez serán redimidos, porque aquí está el Título de Propiedad





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