La Búsqueda de la Verdad de Jerald Tanner

La Búsqueda de la Verdad de Jerald Tanner Parte 2 por Ronald V. Huggins SALT LAKE CITY MESSENGER, October 2007, Issue No. 109 Por lo cual, teniendo no

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La Búsqueda de la Verdad de Jerald Tanner Parte 2 por Ronald V. Huggins SALT LAKE CITY MESSENGER, October 2007, Issue No. 109 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos alcanzado, no desfallecemos; antes bien, renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad, recomendándonos a nosotros mismos a toda conciencia humana delante de Dios. (2 Corintios 4:1-2)

cuando se mudaron a Salt Lake City. A su llegada, sin embargo, dejaron sus pertenencias en el hogar de los padres de Jerald y se quedaron solo unos cuantos días antes de dirigirse a Missouri para una visita breve al pequeño grupo de la Iglesia de Cristo (ver Messenger 108, p. 3). El 25 de julio de 1960, Jerald y Sandra, junto con su bebé April e Irene la hermana de Jerald, viajaron por tren a Independence. El 2 de agosto, Sandra fue bautizada por la Pastor Pauline Hancock. Pauline había estado dudosa de bautizar a Sandra a menos que se sintiera segura del testimonio de Sandra hacia el origen divino del Libro de Mormón. Antes de su bautismo Sandra había expresado ciertas dudas, las que Pauline había sido capaz de contestar a su satisfacción. En ese momento Jerald consideró la satisfacción de Sandra con las explicaciones de Pauline como una especie de señal de que debería seguir aferrándose a su tambaleante fe en la autenticidad del Libro de Mormón.

A raíz del fallecimiento de Jerald Tanner el pasado 1 de octubre, pareció apropiado volver atrás y reflexionar sobre las circunstancias de su conversión a Cristo, su encuentro y casamiento con Sandra McGee, y el comienzo de su camino que le llevó a un ministerio de toda la vida enfocado en investigar el mormonismo, sacar a la luz los primeros textos mormones y compartir a Cristo con los mormones. El principio de la historia apareció en número anterior del Salt Lake City Messenger (http://utlm.org/newsletters/ no108 .htm). Después de su matrimonio el 14 de junio de 1959, en Mission Hill, California, Jerald y Sandra vivieron allí hasta julio de 1960, 1

Cuatro meses antes de esto, Jerald había albergado dudas sobre el Libro de Mormón, la seriedad de las cuales compartió con Pauline pero no con Sandra. Siete meses antes del momento del bautismo de Sandra Jerald había escrito una carta planteando diecisiete preguntas a Pauline en relación al Libro de Mormón y otros problemas. Por entonces Jerald estaba listo para botar el Libro de Mormón, como lo afirma explícitamente en una carta de presentación enviada junto con sus preguntas:

3.

4.

5.

Realmente estoy teniendo más fe en Cristo. Al mismo tiempo, sin embargo, he perdido la fe en el Libro de Mormón. Simplemente no parece cumplir las pruebas como la Biblia. He orado y hasta ahora la única respuesta parece ser que es falso. Cuanto más he pensado en ello, más problemas veo en creer que es verdad.

6.

Esta carta no fechada junto con las preguntas incluidas en ella debe haber sido escritas a finales de noviembre o principios de diciembre de 1959. En ella Jerald afirma que “hace como un mes Sandra nació del espíritu.” Eso tuvo lugar el 24 de octubre de 1959. Jerald apremia también a Pauline con relación a las respuestas a sus preguntas: “no te molestes en comenzar a trabajar en ellas hasta después de Navidad.” La respuesta de Pauline está fechada el 20 de enero de 1960. Algunas veces se ha hecho la acusación que los Tanner nunca escudriñaron su propia fe, solamente la fe de los demás. Vale la pena señalar que en el momento de esta carta la fe de Jerald escudriñaba su propia fe.

7.

Aquí están las preguntas que Jerald envió a Pauline (conservando la ortografía y puntuación originales):

8.

1. ¿Podría David Whitmer ser un testigo ocular en cuanto a los ante ojos para la piedra, ya que no creo que estuviera allí en el momento? Si no estuvo ¿le podrían haber contado esta historia? 2. Martín Harris habla de tener la piedra cuando era escriba (Historical Record) esto fue antes 2

que las primeras 116 páginas estuvieran completas; ¿puede explicar esto? Muchos de los vecinos de José dicen que José tenía una piedra antes del Libro de Mormón. ¿Puede explicar esto? En el libro “José el Profeta” de Widstoe cita muchas fuentes y admite que la piedra fue encontrada cuando José excavaba un pozo. Cita muchas fuentes y concuerda con la historia de Willard Chase acerca de la piedra. ¿Puede explicar esto? Podría explicar la sección 9 versículo 3 en Doctrina y Convenios R.S.U.D. [D&C SUD 9:7-9] ¿Tiene esto algo que ver con los medios por los cuales apareció el Libro de Mormón? Había un artículo en el periódico el “Wayne Sentinel” creo, que fue publicado en el año de 1824 o 1825 antes que el Libro de Mormón siquiera empezara. Contaba acerca de un grupo pequeño de “buscadores de oro” que salían en busca de una olla llena de oro, utilizaban una piedra colocada en un sombrero para encontrar el tesoro. ¿Puede explicar por qué el Libro de Mormón aparecería por los mismos medios que se usaban para encontrar tesoros? Si el Libro de Mormón es de origen divino, entonces me parecería que la primera revelación en el Libro de Mandamientos, dada al mismo tiempo cuando el Libro aparecía, concordaría también con la palabra de Dios. O es posible que José pudiera haber sido inspirado sobre el libro de Mormón y luego tener revelaciones falsas del mismo tiempo. Me parecería que esto no debería ser pasado por alto Sería lo mismo para nosotros pasar por alto estas primeras revelaciones, como para la Iglesia Reorganizada pasar por alto el Libro de Abraham. ¿Podría usted ayudarme sobre esto? Podría decirme por qué la revelación en el Libro de Mandamientos acerca de que Juan viviría hasta que el Señor venga, no está de acuerdo con lo que dice la Biblia en Juan. El relato de la Biblia dice que Jesús no le dijo que debía vivir hasta que viniera, El Libro de Mandamientos dice que lo hizo. Esta revelación se ve tan hecha por el hombre y tan opuesta a la Biblia. ¿Podría arrojar algo de luz sobre esto?

9. ¿Cuál era el don de trabajar con la vara en el Libro de Mandamientos Capítulo VII:3 [SUD D&C 8:5-9 (modificado)]? ¿Cree que era una vara de adivinación o mineral? 10. ¿Cuáles otros anales iba a ayudar a traducir Oliver Cowdery, Libro de Mandamientos Secc. 8 versículo 1 [SUD D&C 9:1-2]? 11. Algunas de las profecías acerca del libro sellado parecen estar cumplidas al momento de la venida de Cristo, como Isaías 29:13 que Jesús dice que se cumplía en ese momento, compare con Marcos 7:6 compare también Isaías 29:14 con 1 Corintios 1:19. ¿Podría explicar esto y también las otras partes de la profecía del libro sellado? 12. El Libro de Mormón dice que Jesús nació en Jerusalén: ¿Puede explicar esto? 13. Primero Dios mandó al hombre reproducirse y henchir la tierra, esto fue antes de la caída, ¿pero el Libro de Mormón dice que Adán y Eva no podrían haber tenido hijos a menos que cayeran? 14. ¿Puede explicar por qué el lenguaje en la biblia King James y el Libro de Mormón es el mismo? 15. ¿Puede explicar por qué es que muchas escrituras del Nuevo Testamento son citadas casi palabra por palabra? 16. En la Biblia King James, donde dice que la caridad no se irrita fácilmente [1 Corintios 13:5=Moroni 7:45]. La palabra fácilmente fue agregada por los traductores, pero también insertada en el Libro de Mormón. ¿Puede esto ser explicado? 17. Si los Sumos Sacerdotes no continúan después de Cristo ¿por qué entonces los sacerdotes continúan en el Libro de Mormón? No puedo encontrar ninguna referencia de sacerdote en el biblia después de Cristo.

Las primeras preguntas tratan de los problemas que Jerald comenzaba a ver en relación a la traducción del propio Libro de Mormón. En la Historia de la Iglesia José Smith dice tener tanto las planchas de oro como el Urim y Tumim quitados después que Martin Harris perdió las primeras 116 páginas del manuscrito del Libro de Mormón en el verano de 1828. Aunque nunca se recuperaron las páginas, Smith afirmó que tanto las planchas como el Urim y Tumim le fueron regresados poco después.2 Sin embargo, el único Urim y Tumim que conocieron los testigos del proceso de traducción después de la pérdida de las 116 páginas, no fueron los anteojos maravillosos que originalmente afirmó haber encontrado enterrados con las planchas de oro, sino las piedras videntes que José había usado anteriormente en sus aventuras de la búsqueda de tesoros. Así, por ejemplo, Eri Mullin recuerda que Whitmer le contaba en 1874 que “José Smith utilizó el Urim y Tumim cuando traducía. Pero ahora se dice que lo perdió cuando entregó la primera parte del libro a Martin Harris, después de eso utilizó la Piedra.”3 Antes de eso, como anota Jerald, Martin Harris decía que José utilizaba ambos. Así que Martin Harris supuestamente afirmó que “el Profeta poseía una piedra vidente, por medio de la cual era capaz de traducir así como desde el Urim y Tumim, y por comodidad utilizaba entonces la piedra vidente.”4 La primera pregunta de Jerald señala el hecho que el mismo Whitmer, quien conoció a José hasta el verano posterior a la pérdida de las 116 páginas, no habría visto realmente el Urim y Tumim original. Por entonces, también, Jerald podía ver los problemas que acompañan a Dios usando el mismo método [una piedra vidente] para traducir el Libro de Mormón y entregar profecías como era utilizado

La mayoría de estas preguntas surgieron de los problemas que Jerald encontró mientras de manera seria trataba de aceptar la idea de una sola fuente divina detrás de las revelaciones de la Biblia, el Libro de Mormón y las primeras quince revelaciones del Libro de Mandamientos (es decir, las que llegaron a través de la piedra vidente).1

Libro de Mormón.” An Address to All Believers in Christ (Richmond, Mo.: David Whitmer, 1887) p. 53. Vea también Ronald V. Huggins, “Jerald Tanner’s Quest for Truth: Part 1,” Salt Lake City Messenger No. 108 (May 2007) p. 3. 2 Joseph Smith, History of the Church, Vol. 1, pp. 20-23. 3 Eri B. Mullin al Editor, January 25, 1880, Saints’ Herald (March 1, 1880) p. 76; citado en Dan Vogel, Early Mormon Documents (5 vols.; Salt Lake City, Utah: Signature Books, 1996-2003) Vol. 5, p. 15. 4 Ibid., Vol. 2, p. 320. Oído por Edward Stevenson en Septiembre 4, 1870.

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De acuerdo a Whitmer: “Las revelaciones en el Libro de Mandamientos hasta Junio de 1829, se dieron a través de la ‘piedra,’ a través de la cual se tradujo el

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en tus manos, porque es la obra de Dios.”7 Comenzando con la edición 1835 de Doctrina y Convenios las referencias a la vara fueron remplazadas por las palabras “don de Aarón” (vea D&C 8:6-7). El problema con esta descripción de la fundación del mormonismo es que la Biblia condena la adivinación: “Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da,” dice Deuteronomio 18:9-11, “no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni quien pregunte a espíritus, ni mago ni quien consulte a los muertos.” ¿Por qué, el mismo Dios que condenaba la adivinación en la época de Moisés, la bendeciría ahora en la época de José Smith, hijo? En la pregunta siete el problema identificado por Jerald es especialmente interesante. “¿…es posible,” pregunta, “que José pudiera haberse inspirado en el libro de Mormón y luego tener revelaciones falsas, del mismo tiempo?” como se discutió en el último número del Messenger, el descubrimiento de Jerald que José tenía el hábito de enmendar sus profecías para mantenerlas actualizadas con el desarrollo de la teología, había llevado a Jerald a seguir a Whitmer en aceptar sólo aquellas profecías que habían sido dadas a José a través de la piedra. La dificultad con esa solución, sin embargo, era que, por la misma aceptación de Whitmer, que José había dado profecías falsas por medio de la piedra. Whitmer escribe:

comúnmente en esa época en las estafas de búsqueda de tesoros. Esto se puede ver particularmente bien cuando comparamos la descripción del proceso en el artículo que Jerald menciona en la pregunta seis (la cual apareció en el Wayne Sentinel el 27 de diciembre de 1825), con el proceso de traducción de José: SR. STRONG: Por favor, introduzca los siguientes datos y complazca a uno de sus lectores. Descubrimiento Maravilloso: A pocos días desde que fuera descubierto en esta ciudad, con la ayuda de una piedra mineral, (que se vuelve transparente cuando se coloca en un sombrero y la luz se excluye con el rostro de aquel que mira en él, siempre y cuando él sea el favorito de la fortuna,) un monstruoso caldero de potasa en las entrañas de la vieja madre Tierra, llena del más puro oro en lingotes…5

Es difícil no notar la semejanza entre este relato y la descripción de David Whitmer de la manera en que Smith tradujera el Libro de Mormón: Les daré ahora una descripción de la manera en que se tradujo el Libro de Mormón. José Smith pondría la piedra vidente en un sombrero, y pondría su rostro en el sombrero, ajustándolo alrededor del rostro para excluir la luz; y en la oscuridad la luz espiritual resplandecería.6

En la pregunta nueve, Jerald también hace notar el hecho que en una de las revelaciones dadas a través de la piedra, José parece tener a Dios hablando positivamente sobre el uso de una vara adivinadora: “tú [Oliver] tienes otro don, que es el don de trabajar con la vara: he aquí que te ha dicho varias cosas: he aquí que no hay otro poder, excepto Dios, que puede hacer que esta vara de la naturaleza funcione

El Hermano Hyrum [Smith] dijo que se le había sugerido que algunos de los hermanos podrían ir a Toronto, Canadá, y vender el derecho de autor del Libro de Mormón por dinero considerable: y convenció a José que preguntara al Señor sobre ello. José concluyó en hacerlo así. Todavía no había renunciado a la piedra. José auscultó el sombrero en el que colocó la piedra, y recibió una revelación que algunos de los hermanos deberían ir a Toronto,

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Wayne Sentinel, Reproducido por Jerald & Sandra Tanner, The Changing World of Mormonism (Chicago, Ill.: Moody Press, 1980-81) p. 78. Un caldero de potasa hecho de hierro sólido y “podia variar entre 40 y 54 pulgadas de diámetro, hasta 1 ¼ pulgadas de grueso y pesar más de 1,000 libras.” (http://www. visithistorickirtland.org/attractions/ashery.html) 6 Whitmer, An Address to All Believers in Christ, p. 12.

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Book of Commandments, 7:3.

Canadá, y que venderían los derechos de autor del Libro de Mormón. Hiram Page y Oliver Cowdery fueron a Toronto en esta misión, pero fracasaron completamente en vender los derechos de autor, regresando sin dinero. José estaba en la casa de mi padre cuando ellos regresaron. También yo estaba allí, y soy testigo presencial de estos hechos. Jacob Whitmer y John Whitmer también estaban presentes cuando Hiram Page y Oliver Cowdery regresaron de Canadá. Bueno, todos estaban en un gran problema; y le preguntamos a José cómo era que había recibido una revelación del Señor para que algunos hermanos fueran a Toronto y vendieran los derechos de autor, y los hermanos finalmente habían fracasado en su cometido. José no sabía cómo fue, así que preguntó al Señor sobre ello, y he aquí que la siguiente revelación llegó a través de la piedra: “Algunas revelaciones son de Dios; algunas revelaciones son del hombre, y algunas revelaciones son del diablo.”8

al comenzar Su obra, para su instrucción individual, y la iglesia no tenía necesidad de ellas.10

A pesar que la carta de Pauline tenía seis páginas, la esencia de sus argumentos era muy típica de la que con frecuencia había oído de los dirigentes mormones. Ella esencialmente repite varias veces que Jerald sabía lo que sentía cuando estaba con su grupo, así que ¿a quién le importa lo que digan los hombres? Al final de su vida Jerald creía que el amor de Cristo, que por primera vez experimentó en la iglesia de Pauline Hancock, fue real. Sin embargo, no concluía de esto, como ella, que por tanto el Libro de Mormón debe ser cierto. En su contestación a las respuestas de Pauline para sus preguntas (con matasellos del 27 de febrero de 1960) Jerald escribe: “Realmente me gustaría creer que el Libro de Mormón es verdad. Mi prejuicio me inclina hacia él en lugar de alejarme de él. Oro sobre ello todo el tiempo, pero hasta ahora no he recibido ninguna respuesta. Espero que Dios me dará una respuesta positiva pronto.” En esto Jerald cae en un patrón de conducta mormona muy común: Si al principio Dios te dice que el Libro de Mormón no es verdad, no renuncies, sigue orando hasta que pienses que te ha dicho que es verdad. En esta misma carta Jerald adjuntó también algún dinero y escribe: “Use el dinero para esparcir las buenas nuevas. Creo que podríamos darle mucho más, pero no estamos seguros del Libro de Mormón, y realmente no quiero apoyar algo a menos que esté seguro de ello.” Aun cuando Jerald expresaba graves preocupaciones sobre la historicidad del Libro de Mormón, regresaba a una creencia en él, como se ve, por ejemplo, en la declaración de fe que envió a Kate Carter en 1962, afirmando que “la Biblia y el Libro de Mormón son la palabra de Dios” (vea Messenger 108, p. 18).11

En respuesta a las preguntas de Jerald con relación a las dificultades por las profecías de José Smith, Pauline declara, “solamente tomamos la Biblia y el Libro de Mormón; no trato de armonizar ni el Libro de Mandamientos ni Doctrina y Convenios con ellos.” Aconsejó a Jerald que “Descartara todo excepto la Biblia y el Libro de Mormón.”9 Esto estaba en línea con la política de David Whitmer que había considerado impropio publicar ninguna de las revelaciones, incluso las que llegaron a través de la piedra. Whitmer escribe: Publicar las primeras revelaciones, o cualquiera de ellas, era contrario a la voluntad del Señor, como les mostraré desde las mismas revelaciones. Las revelaciones en el Libro de Mandamientos hasta junio de 1829, se dieron a través de la “piedra.” Estas son las únicas revelaciones en que podemos confiar, y no son ley. El Señor nos dijo que no las enseñáramos como doctrina; fueron dadas principalmente a individuos, las personas a quienes Dios escogió

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Whitmer, Address, p. 53. Kate Carter, Denominations that Base their Beliefs on the Teachings of Joseph Smith (n. p.: Kate Carter, 1962) p. 51.

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Whitmer, Address, p. 31. 9 Pauline Hancock to Jerald Tanner (20 Jan 1960) pp. 34.

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York Times en 1965, “pasaron meses antes que pudiera decirlo en voz alta.”14 Cuando Pauline murió de cáncer el 19 de octubre de 1962, todavía aferrada a su fe en el Libro de Mormón. Cuando Jerald y Sandra renunciaron al Libro de Mormón, la iglesia de Pauline Hancock se afligió pero no les rechazaron como los mormones de Utah habían hecho cuando comenzaron el cuestionamiento. Al contrario, se preservó el lazo de afecto entre ellos. El grupo de Pauline no renunciaría al Libro de Mormón hasta el 24 de noviembre de 1973, después que Wes Walters descubriera un antiguo documento legal demostrando que las historias sobre José Smith utilizando su piedra vidente como herramienta en su búsqueda de dinero eran verdad.15 Una vez que se estableció que la misma técnica fue utilizada por José para traducir el Libro de Mormón, como lo había hecho antes para la adivinación, sintieron que ya no podían apoyar su origen divino.16

Es el asunto que Jerald plantea en las preguntas 14-16, es decir la dependencia literaria del Libro de Mormón sobre la Biblia King James, que se convierte para él en una de las insignificancias que colmó el vaso con relación al Libro de Mormón. Eventualmente Jerald sería forzado a concluir que si el Libro de Mormón iba a continuar siendo considerado verdadero, entonces de alguna manera el Nuevo Testamento King James tenía que haber estado a disposición, de alguna manera maravillosa, de los antiguos nefitas precristianos. Esto, junto con la falta total de evidencia arqueológica para el Libro de Mormón, finalmente le llevó a renunciar a él de una vez por todas. Sandra se aferraría más tiempo que Jerald al Libro de Mormón, pero finalmente se convencería de los graves problemas presentes en él al leer The Golden Bible de M. T. Lamb (1887).12 Los Tanner renunciarían públicamente al Libro de Mormón en 1962, elaborando el caso para hacerlo así en un artículo llamado “Hechos Concernientes al Libro de Mormón.” Este artículo llegó a ser la base para un capítulo en Mormonismo: Un Estudio de la Historia y Doctrina Mormona de Jerald, un libro que a su vez se convertiría en la base para varias ediciones de Mormonismo: ¿Sombra o Realidad?13 Renunciar al Libro de Mormón fue mucho más difícil para los Tanner que lo que había sido dejar la Iglesia SUD. “Aun cuando había decidido en mi mente que ya no creía más en el ‘Libro de Mormón,’ dijo Sandra al New

Renuncia Formal de Jerald En agosto de 1960 Jerald fue excomulgado formalmente de la Iglesia SUD. Dos años antes, Jerald había solicitado que su nombre fuera quitado de las listas de membresía y un miembro de la Presidencia de Estaca le había asegurado que sería hecho. Ahora descubría, 14

New York Times (Dec. 27, 1965), quoted in the Salt Lake City Messenger No. 6 (Jan. 1966) p. 1. 15 Vea Jerald & Sandra Tanner, The Changing World of Mormonism (Chicago, Ill.: Moody Press, 1980-1981) Chapter 4, pp. 67-91. 16 El anuncio fue hecho en el Independence Examiner (Nov. 24, 1973), bajo el título “Atención Creyentes en el Libro de Mormón.” Steven L. Shields está equivocado cuando corrige su fecha original para esto (que era correcta) a 1971 en Divergent Paths of the Restoration (4th ed.; Los Angeles, Cal. 1990) p. 296. El 25 de noviembre Gene y Olive Wilcox enviaron una copia del anuncio a Jerald y Sandra con la nota: “Queridos Jerald y Sandra, pensamos que ustedes amigos estarían felices y complacidos con esto. Nos gustaría verles. Gene y Olive.”

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M. T. Lamb, The Golden Bible, or, The Book of Mormon: Is It From God? (New York: Ward & Drummond, 1887). Utah Lighthouse Ministry actualmente produce una reimpresión fotomecánica del libro de Lamb. 13 Cuando Lucille, la tía de Sandra, vio Mormonism: A Study of Mormon History and Doctrine, que desarrollaba más de doscientas páginas y fue producido en el mimeógrafo, bromeó: “¡Bueno, creo que esto demuestra que un joven sin educación puede producir un muy gran libro!”

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sin embargo, que el hombre no había mantenido su palabra, que en realidad nada se había hecho. Jerald escribió al Presidente de la Iglesia SUD, quien entonces refirió el asunto al Obispo Alma E. Kehl del Séptimo Barrio Cannon en Salt Lake City. Fue citado para presentarse con testigos para una Tribunal del Obispo el 14 de agosto de 1960. Cuando llegó, sin embargo, se le dijo que sus testigos (Sandra, Helen su madre y otra mujer) no podrían estar presentes durante el juicio. El resto del absurdo proceso quizás es mejor contado en las propias palabras de Jerald:

El 7 de octubre de 1960, el historiador de BYU William E. Berrett escribió una extensa y cortés carta de siete páginas respondiendo a los materiales que Jerald y Sandra Tanner habían enviado. Lo hizo a petición tanto del Apóstol LeGrand Richards como de Georgia, la madre de Sandra. La carta había sido escrita a Berrett el 30 de agosto con la esperanza de reclutar su ayuda para persuadir para engatusar a Sandra de regreso a la Iglesia SUD. Ella escribe: Sandra se graduó de Seminario y era una de las chicas más fieles y espirituales en la iglesia, durante la secundaria. Todas sus actividades se centraban en la iglesia. Realmente fue el Seminario lo que captó seriamente su interés en la historia de la iglesia. Encontró cambios y enseñanzas que le molestaron, pero ella simplemente supuso que todo tendría sentido cuando hubiera estudiado más. Sin embargo todo lo contrario parecía suceder. Cuanto más estudiaba más confuso se volvía todo.19

Entré solo a la sala, y cerraron la puerta. Me preguntaron si tenía inconveniente en que grabaran el proceso. La respuesta fue no. Me preguntaron si quería declararme culpable de la “supuesta infracción” de solicitar que mi nombre fuera eliminado de los registros de la Iglesia y enseñar doctrinas que no están en armonía con la Iglesia. Respondí que no creía que mis acciones estuvieran “equivocadas” en este aspecto, y por tanto no podía declararme culpable, pero que quería que mi nombre fuera eliminado sin el uso de la expresión “infracción.” Esto ocasionó una gran confusión entre los miembros del “Tribunal del Obispo,” y no sabían cómo proceder. Después de conversar entre ellos, decidieron proceder sin la admisión de “infracción” de mi parte.17

Esta es una descripción interesante del pasado de Sandra. Es verdad, la vida de Sandra había estado centrada en la Iglesia SUD, pero fue la misma Georgia y su hermana Lucille quienes primero volvieron consciente a Sandra de los problemas. En su carta, Georgia procede a relatar la mala experiencia de Jerald y Sandra en la biblioteca genealógica con LeGrand Richards, una historia relatada en el último Messenger, haciendo notar que cuando Sandra y su abuela regresaron al día siguiente se les dijo que el microfilm había salido a reparación, diciendo sarcásticamente, “¡Difícilmente puede uno dejar de preguntar qué le reparan!” luego pasa a la historia de la carta de José Fielding Smith al Obispo de Sandra, una copia de la cual se adjuntaba, preguntando a Berrett si creía que “¿hubiera algo en la carta que pudiera decirse que promoviera la fe para una joven que la recibiera? ¿Muestra él [Smith] el amor de Cristo que ella esperaría de un Apóstol de Jesucristo?” Concluye: “Usted no puede encontrar dentro de esta iglesia almas más

El 28 de agosto de 1960, Jerald recibió una carta informándole que había sido excomulgado de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, notablemente suficiente sin mencionar que hubiera sido encontrado culpable de alguna cosa. Más bien, se limitaba a decir “De acuerdo con su solicitud su nombre ha sido eliminado de los registros y ya no se le considera miembro de dicha Iglesia.”18

Carta del Historiador de BYU

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Jerald & Sandra Tanner, Mormonism—Shadow or Reality? (5th ed.; Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1987) p. 574. 18 Ibid., p. 575, donde aparece una copia de la carta.

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de la Historia de la Iglesia. He tenido una copia de las mismas declaraciones en mis archivos durante años y el Diario de Discursos ha estado disponible para los académicos desde el tiempo de su primera publicación.21

humildes, sinceras, o justas que estos dos (Sandra y Jerald). Irradian el espíritu de Cristo.” No sabemos cómo procesó todo esto Berrett, pero en su respuesta a Jerald y Sandra evitó el juego de la culpa casi por completo. Su escrito era refrescante y libre de la clase de la retórica santurrona, impaciente, que Jerald y Sandra recientemente había encontrado. En cambio realmente Berrett planteaba algo parecido a argumentos históricos en contra de la evidencia que Jerald y Sandra habían presentado. Éstos se centran casi exclusivamente en la defensa de la historia oficial de la primera visión con su clara identificación de los dos personajes que aparecieron a José como el Padre y el Hijo.

La afirmación de Berrett que el juego de 26 volúmenes del Diario de Discursos estaba disponible para los académicos es algo engañosa, como se hace claro en la declaración del historiador LaMar Petersen formulada una vez para los Tanner: En 1954, al enterarme que Deseret Book Company tenía un microfilm de los 26 volúmenes del Deseret Book Company pedí el privilegio de leer algo de estos volúmenes en su visor. Después de revisar “al otro lado de la calle” [es decir, con las Oficinas de Administración de la Iglesia] la gerencia anunció que el privilegio de leer de los Diarios no podría concederse.22

Problemas de la Primera Visión

No hay espacio aquí para reproducir todos los pasajes que Jerald y Sandra compilaron y las respuestas de Berrett.23 Sin embargo, presentaremos tres de ellos para subrayar el punto clave en el asunto, esto es que en varios de ellos parece que el mensajero de la primera visión era un ángel, no el Padre y/o el Hijo.

La tesis básica de Berrett era que el relato oficial de la primera visión, “que ha sido usada de manera consistente en la Iglesia desde 1838 es el relato como fue escrito por el Profeta José Smith,” y que “cuando el relato apareció en 1838 y 1840 no llegó como una sorpresa para la membresía de la Iglesia; no se creó ningún revuelo y no hay negaciones, ni los enemigos de la Iglesia en ese momento hicieron alusión a ella como un nuevo enfoque.”20 Como apoyo para esto Berrett presenta algunos recuerdos posteriores así como algunos relatos tempranos que no eran, desde su punto de vista, inconsistentes con la historia oficial de la primera visión. El núcleo del tiempo de Berrett, sin embargo, se dedicó a la atención a la lista de los pasajes del Diario de Discursos que Jerald y Sandra habían compilado, en los que la principal, y de hecho en algunos casos la única figura mencionada, no es el Padre o el Hijo, sino un ángel. Berrett comienza afirmando:

(1) Brigham Young: “El Señor no llegó con las huestes del cielo… Pero sí envió a Su ángel a esta misma oscura persona, José Smith, hijo, 21

La lista de los pasajes que Berrett responde para corresponder más o menos con el artículo de Jerald y Sandra publicaron por esta época titulado “The Father and the Son?” es la misma lista que Jerald y Sandra incluyen en una carta a LeGrand Richards, fechada el 9 de octubre de 1960. Al trabajar por la lista de pasajes Berrett incluye la discusión de un pasaje que no está incluido en ninguna de las fuentes que he mencionado, planteando la pregunta de si Jerald y Sandra le habían enviado una lista que también lo incluía. 22 La declaración completa está incluida en Jerald & Sandra Tanner, The Case Against Mormonism, Vol. 1 (Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1967) p. 44. 23 Muchos de ellos, así como una buena cantidad de otro material sobre el tema, se puede encontrar en el artículo de Sandra online “Evolution of the First Vision and Teaching on God in Early Mormonism,” at http://utlm.org/onlineresources/firstvision.htm.

Deben estar perfectamente conscientes que las declaraciones contenidas en el Diario de Discursos no son nuevas para ningún estudiante 20

William E. Berrett to [J]erald and Sandra Tanner (October 7, 1960) pp. 1-2.

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específicamente a la primera visión,” y que “la mayoría de sus comentarios tienen que ver con una visita de Moroni.” En este caso Berrett habla directamente a los dientes de la evidencia. Anteriormente, en el pasaje de George A. Smith había mencionado la inspiración de José para pedir sabiduría después de leer Santiago 1: 5. La edad de José en este pasaje (14 o 15) coloca también el evento en el momento adecuado de la primera visión (nació en diciembre de 1805), y contiene la pregunta de la primera visión acerca de a cuál secta unirse y el mandato de no unirse a ninguna.

quien después llegó a ser un Profeta, Vidente, y Revelador, y le informó que no debería unirse a ninguna de las sectas religiosas del momento…” (Diario de Discursos Vol. 2, p. 171)

A pesar de la presencia de una referencia al mandamiento de la primera visión de no unirse a ninguna de las sectas religiosas, Berrett simplemente afirma contra esta evidencia que Young “no hace mención directa de la primera visión.” (2) Wilford Woodruff: “Esa misma organización y Evangelio por los que Cristo murió, y los Apóstoles derramaron su sangre para defender, de nuevo se establece en esta generación. ¿Cómo llegó? Por medio de la ministración de un ángel santo de Dios… El ángel enseñó a José Smith aquellos principios que son necesarios para la salvación del mundo… Le dijo que el Evangelio no estaba entre los hombres, y que no existía una organización verdadera de Su reino en el mundo… Este hombre a quien el ángel apareció obedeció el Evangelio…” (Diario de Discursos, Vol. 2, pp. 196-197)

Según leo las respuestas de Berrett tengo que decir que decididamente me dejan indiferente. A menudo pienso qué desalentador y poco interesante debe ser el estudio histórico cuando los resultados de su investigación siempre tienen que salir “correctos,” cuando, como Küng, citado en nuestro artículo anterior, hubiera dicho: “Si falta la continuidad se puede adquirir mediante omisiones y armonizaciones.” Berrett comprendía el verdadero problema de tener los personajes descritos en estos pasajes como los ángeles. “¿Qué entendemos por un ángel?” Se pregunta, y luego responde: “Es un nombre que se aplica a un visitante celestial y podría aplicarse por igual al Padre y al Hijo si fueran a aparecer, o mensajeros enviados desde el Padre y el Hijo para cumplir sus órdenes.”24 Este fue un argumento que realmente hace muy poco para resolver el problema, especialmente teniendo en cuenta el hecho de que lo que realmente necesitaba era claras referencias tempranas que identificaran a los dos personajes como el Padre y el Hijo, referencias que Berrett aparentemente no fue capaz de producir. Al concluir su carta, Berrett amablemente suplicó a Jerald y Sandra “que no dejaran la Iglesia de sus ilustres ancestros

Aquí de nuevo tenemos la afirmación de la primera visión acerca de que no existe una iglesia verdadera sobre la tierra. Berrett afirma que Woodruff “no hablaba acerca de la primera visión,” y que “Claramente sus referencias son a Moroni.” Sin embargo, ninguna de estas afirmaciones está apoyada por el contenido mismo del pasaje. (3) George A. Smith: “Cuando José Smith tenía como catorce o quince años de edad… fue humildemente ante el Señor y buscó información de Él, y el Señor respondió su oración, y reveló a José, por medio de la ministración de ángeles, la condición verdadera del mundo religioso. Cuando el ángel santo apareció, José le preguntó cuál de todas estas denominaciones era correcta y a cuál debería unirse, y le fue dicho que todas estaban equivocadas…” (Diario de Discursos Vol. 12, pp. 333-334)

Berrett dice que “se haría [a Smith] una injusticia al indicar que se refería

24

William A. Berrett to [J]erald and Sandra Tanner (October 7, 1960) p. 4.

9

sino que buscaran el espíritu que ellos poseían.”

de confianza que fuera contagiosa. Jerald y Sandra naturalmente preferían esto a la franca descortesía, pero todavía querían cosas de respaldo, así como con un poco de evidencia sólida a la antigua. Las respuestas de Berrett, aunque agradablemente entregadas, carecían de cualquier sustancia real. En cuanto a su nueva edición prometida de Doctrina y Convenios con cambios señalados, después de cuarenta y seis años nunca se ha materializado.

Una Visita con Berrett En su carta Berrett había invitado a Jerald y Sandra para una discusión cara a cara de los temas que habían estado investigando. Cuando se reunieron con él el 26 de octubre de 1960, le encontraron cordial y tranquilo, amigable, totalmente relajado, y completamente sereno discutiendo los problemas que ellos encontraron con la Iglesia SUD temprana. Cuando plantearon el asunto de los sermones en los que Brigham Young enseñó que Adán era Dios, Berrett plácidamente pidió verlos. Después de examinar su lista de pasajes, de manera casual la hizo a un lado y dijo radiante: “Tengo una lista el doble de largo.” Y entonces, como para descartar el asunto de una vez por todas de la esfera de la conversación amable, observó alegremente: “Solo era la opinión de Brigham, no doctrina oficial, ustedes entienden. Brigham dijo montones de cosas confusas. Enfóquense solo en que el profeta actual dice, es el camino más seguro.”

El Apóstol Richards se Despide – Los Tanner se mudan El 25 de noviembre de 1960, LeGrand Richards envió una carta a la madre de Sandra diciéndole que de ahora en adelante se despedía de más interacción. “Si sintiera que realmente su hija y el esposo de ella realmente quisieran conocer la verdad,” escribió Richards, “Me pondría a hacer casi cualquier cosa para ayudarles, pero estoy convencido... que no quieren saber que José Smith fue un profeta.”25 Cinco días después (diciembre 1) Jerald y Sandra recogieron a su bebé April, su mimeógrafo, y su cockapoo negro, Tippy, y se mudaron al hogar de los padres de Jerald y a su propio lugar en un dúplex en 319 North 5th (ahora 6th) West. La

Cuando se hizo evidente que eso era todo lo más lejos que iban a conseguir con Berrett en ese punto, Jerald y Sandra pasaron a la cuestión de los cambios en las primeras revelaciones. Berrett asintió con simpatía, “Sí,” dijo, “había habido alguna pequeña confusión allí también, pero eso no tiene nada que ver con que la Iglesia de sea deshonesta. ¡Ciertamente no! Más bien tuvo que ver con el hecho que Dios entrega su verdad como si fuera ‘línea sobre línea y precepto sobre precepto.’ De hecho, no tengo duda que estarán encantados de saber,” anunció orgullosamente Berrett, “¡que la Iglesia incluso ahora está en el proceso de producir una nueva edición de Doctrina y Convenios con notas al pie para explicar precisamente cuándo se reveló cada parte de cada profecía!”



Esto finalmente se materializo en 2013: Joseph Walker, “LDS Church Announces New Scripture Edition,” Deseret News (Feb. 28, 2013). N. del T. 25 LeGrand Richards to Georgia McGee (November 28, 1960).

El enfoque básico de Berrett mientras se sentaba con satisfacción en su silla de oficina ante de Jerald y Sandra era proyectar un aire 10

experiencia con los padres de Jerald había sido buena. Por entonces su madre, Helen, estaba teniendo sus propias dudas sobre el mormonismo y escucharía el programa de radio de un Pastor Evangélico Libre llamado Wilber Nelson en un pequeño radio que llevaba consigo durante sus caminatas matutinas. Y lejos de resentir tener que apechugar, le encantó y tomó cada oportunidad para echarlo a perder por el deslizamiento que trata. Sandra solía burlarse de Jerald diciendo que si alguna vez lo dejaba ella se iría a casa de la madre de él.

Ahora sabemos de seguro que el lenguaje del relato del Deseret News concuerda con la anotación en el diario de José Smith del 14 de noviembre de 1835. Pero entonces no era comúnmente conocida. Jerald y Sandra produjeron una sobre este descubrimiento titulada “José Smith en la Primera Visión: Tomado de The Deseret News, que enviaron la tercera semana de febrero de 1961.

La Visión de Charles Finney Antes, ese mismo mes, la madre de Sandra, Sylvia Rogerson, tropezó con algo que podría proporcionar más comprensión en la primera historia de la visión de José Smith. Sentada en casa, el 8 de febrero, recogió la edición de ese mes del Decision Magazine de la Asociación Billy Graham y comenzó a hojearlo. Sylvia no era la única de la familia suscrita entonces a la revista de Billy Graham. La influencia de Graham se sentía no solo por los programas de la radio y la televisión, sino también por el hecho que la hija de Lucille, la tía de Sandra, había llegado a Cristo en 1958 en una Cruzada de Billy Graham en San Francisco. En esta ocasión Sylvia se sorprendió al encontrar en la revista de Graham una reimpresión del relato autobiográfico de la conversión de Charles G. Finney, el más grande evangelista del Segundo Gran Despertar de principios del siglo XIX.27 Finney se había convertido dramáticamente en el pueblo central de Nueva York, Adams, un miércoles por la mañana en octubre de 1821. Conforme Sylvia leía marcó varios lugares que le recordaban la historia de la primera visión de José, y entonces escribió arriba: “Esto es tan similar a la Historia de José Smith. Leer y Guardar.” Arriba del famoso cuadro de Waldo y Jewett, del juvenil Finney escribió, “Incluso se parece a José.”

Hallazgo de Deseret News Mientras tanto la investigación sobre la primera visión continuaba. Un día, cuando la abuela de Sandra estaba en la biblioteca leyendo la historia de José Smith en el Deseret News del Sábado, 29 de mayo 1852, descubrió otro caso en el que la narración anterior de la historia había sido cambiada en la entonces vigente Historia de la iglesia de José Smith.26 Deseret News Sábado, 29 Mayo, 1852

Historia de la Iglesia

Le di [Erastus Holmes] una relación breve de mi experiencia en mis años juveniles, digamos desde los seis años hasta el momento en que recibí la primera visitación de ángeles, que fue cuando tenía como catorce años…”

Le di [Erastus Holmes] una breve relación de mi experiencia en mis años juveniles, digamos desde los seis años hasta el momento en que recibí la primera visión, que fue cuando tenía como catorce años…”

Vol. 2, pág. 312

26

Después de este descubrimiento Jerald y Sandra publicaron un tratado titulado, “José Smith Habla sobre la Primera Visión.” Este tratado habría sido producido entre Diciembre 1 de 1960, cuando se mudaron a su nuevo lugar (ver la dirección en la hoja), y el jueves, 16 de febrero de 1961, cuando Hugh Nibley recibió su copia en el correo (según reportado por Nibley en su discurso de febrero 18 de 1961 descrito abajo.

No cabe duda de que José habría tenido conocimiento acerca de Finney y también puede haber oído contar la historia de la 27

Charles G. Finney “The Day I Met Christ,” Decision Magazine (Feb., 1961) pp. 3 and 13.

11

conversión de Finney. Curiosamente la versión de la historia de la primera visión que José contó a Robert Matthews (Josué el Ministro judío) el 9 de noviembre de 1835, más tarde se encontraría que contiene también sorprendentes concordancias adicionales con la historia de Finney. Pero Sylvia no podría haber sabido esto en el momento, ya que el diario de 1835 de Smith todavía estaba suprimido. No llegaría a estar disponible para el público en general hasta que Jerald y Sandra publicaran la transcripción de él de H. Michael Marquardt dieciocho años después.28

demostrar que el mormonismo era verdad. Era el tipo de hombre que podría citar incorrectamente su fuente y luego con desdén ridiculizar a su autor al ser confrontado al respecto. LaMar Petersen, que como veremos sufriría este tipo de abusos por parte de Nibley, escribiría más tarde a Nibley condenando su trabajo como “superficial y burlón.” “Usted ha menospreciado a los estudiosos,” Petersen escribe en la carta, “y ensalzó el engaño.”29 La hija de Nibley, Martha Beck, en su libro iconoclasta Leaving the Saints: How I Lost the Mormons and Found My Faith (2005) [Dejar a

Un Sábado de Invierno en BYU

los Santos: Cómo Perdí a los Mormones y Encontré Mi Fe], cuenta la historia de un

El sábado, 18 de febrero de 1961, ocurrieron una serie de eventos que harían avanzar el trabajo de Jerald y Sandra en varios frentes. Es aquí que el hombre que de muchas maneras representa el némesis mormón de Jerald entra a nuestra historia, Hugh Winder Nibley. En ese momento Nibley ya estaba en sus cincuentas, todavía muy guapo, alto, delgado, de ojos azules, cabello prematuramente cano, parecía en todo un erudito. Nibley era el pez gordo del mormonismo y el muchacho de ojos brillantes que llega a casa después de la Segunda Guerra Mundial a posarse en BYU. A diferencia de Jerald, Nibley estaba masivamente educado y dispuesto a usar, o cuando fuera necesario tal vez incluso abusar, su educación para

encuentro que tuvo con una persona de apariencia académica en un supermercado que decía que solía ser “uno de los lacayos,” que marcaban las notas al pie de su padre, sólo para descubrir que muchas de ellas tenían problemas graves: A veces lo que él [Nibley] decía era exactamente lo contrario de lo que quiso decir el autor. A veces, una cita que había puesto en el pie de página no estaba allí. Mi jefe de equipo me dijo que el don de su padre era que podía lo que fuera en cualquier página que necesitara estar allí.30

Al igual que un hábil sastre con su aguja, Nibley tenía el don de alterar las evidencias para ajustarse a la forma del cuerpo de cualquier conclusión que considerara fuera necesaria. Se habría pensado que toda la razón y la justicia habrían decretado que Jerald y Sandra no serían rival para un hombre que podría confundir y tergiversar sus fuentes en varios idiomas diferentes, antiguos y modernos, mientras que ellos tenían que tratar de cojear de la mejor manera que pudieran con un solo 29

LaMar Petersen to Hugh Nibley (February 17, 1968). Martha Beck, Leaving the Saints: How I Lost the Mormons and Found My Faith (New York: Crown, 2005) p. 166.

28

30

Joseph Smith’s 1835-36 Diary (Transcripción por H. Michael Marquardt; Salt Lake City, Utah: Modern Microfilm Company, 1979).

12

idioma. Sin embargo, ellos tenían algo más de su lado que Nibley no tenía: un compromiso con la simple verdad sin adornos, un arma lo suficientemente potente como para contrarrestar todo el camión cargado de apologistas SUD que iban a venir después.

a trabajar. No está claro exactamente cuánto dinero tenían con ellos ese día, excepto que era más de ocho y menos de dieciséis dólares. Sandra describe con lo que se fueron en una carta a su madre unos días después: Conseguimos las primeras 41 páginas del libro de Mandam. Fotografiadas (¡La Copia de los Historiadores! –firmada por W. Woodruff) ¡Qué Tal! También algunas fotos de los sermones de la Exp. por Sangre del Deseret News, + una foto del Mil Star mostrando esa parte sobre los ángeles que la Abue encontró en el D. News, y una carta de Lund a J. R. Clark acerca de la sec. sobre el matrimonio que fue eliminada. La [Biblioteca] BYU tiene toda clase de cosas interesantes en microfilm, Deseret News, Mil. Star, Elders Journal, Eve. + Morning Star,32 el diario de Wandle Mace al que Berret hace referencia, toda clase de libros anti-mormones, el Libro de Mandamientos – también todas las reimpresiones, las diferentes ed. de Doc. +Conv. Comenzando con la de 1835 hasta como 1865. Y fotografían cualquiera de ellos (15¢ la hoja). Te hubiéramos conseguido una copia, pero ese era todo el dinero que teníamos.33

Regresando a nuestra historia, había sido anunciado que en ese día de febrero Nibley presentaría una conferencia sobre la historia de la primera visión. En un golpe de audacia para tratar de acusar a otros de lo que el propio liderazgo mormón había estado haciendo, Nibley llamaba a su discurso “La Supresión de la Primera Visión.”31 El clima ese día era malo, una tormenta de nieve, pero Jerald y Sandra realmente querían ir y escuchar lo que Nibley tenía que decir. Así que se amontonaron en su DeSoto '51 negro y condujeron a Provo. Cuando llegaron se sorprendieron al descubrir que el evento costaba ocho dólares por persona, que era más de lo que tenían encima. Sandra instó a Jerald seguir adelante e ir mientras ella leía en la biblioteca de la Universidad Brigham Young. Jerald no quería que ella tuviera que hacer eso, así que se decidió que ya que estaban allí, también podrían ir a la biblioteca y averiguar lo que tenían en la colección.

Asegurar las primeras cuarenta y una páginas del Libro de Mandamientos ese día representó el primer paso en lo que iba a ser su primera reimpresión fotomecánica de uno de los primeros documentos mormones.

Como se vio después, descubrieron una verdadera mina de oro de las primeras fuentes en microfilm. Había un hombre joven de guardia ese día y cuando le dijeron que querían hacer copias Se acercó y después de tocar un poco el violín, admitió que no sabía cómo manejar la máquina copiadora de microfilm. Después que Jerald le mostrara cómo, el joven, dándose cuenta que Jerald entendía como trabajar el asunto, dijo: “Bueno, adelante y hagan las copias que quieran y luego vengan y páguenlas cuando hayan terminado.” Como niños en dulcería, Sandra y Jerald se pusieron

Hasta 1961 los Tanner habían distribuido gratuitamente sus diferentes panfletos, pero esto limitaba de manera importante la distribución. Eugene Wilson, propietario de Wilson’s Book en Salt Lake, les convenció que si le pusieran cuando menos un costo mínimo, como 25 centavos, él podría vender los panfletos en su tienda y de ese modo agrandar el público lector de los Tanner. 32

El Deseret News, Millennial Star, Elders’ Journal and Evening and Morning Star son todos periódicos de los inicios del mormonismo. El primero mencionado, por supuesto, todavía se publica. 33 Sandra Tanner to Georgia McGee (February 17-21, 1961).

31

Este fue el título que Sandra utiliza para referirse a la conferencia en una carta a su madre (Febrero 17-21, 1961), que es consistente con el contenido de la transcripción del discurso (ver Nota 37).

13

“Censurar la Historia de José Smith”

1844, no era particularmente notable. Aquí está:

En cuanto a la conferencia de febrero de Nibley, llegó a ser la base de una serie de artículos en cuatro partes en las ediciones de 1961 de julio a noviembre de la revista Improvement Era propiedad de la Iglesia SUD, titulada “Censurar la Historia de José Smith.” En la primera entrega Nibley escribe:

El Hno. José nos contó el primer llamado que tuvo en una Reunión de Reavivamiento su Madre y Hermano y Hermana tomaron la Religión, él también quería tomar la Religión quería sentir y gritar como los Demás pero no pudo sentir nada, abrió su Biblia el primer Pasaje que le impactó fue si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche [Santiago 1:5] entró al bosque a orar se arrodilló su lengua estaba pegada a su paladar, no podía articular palabra, se sintió mejor después de un rato, vio un fuego hacia el cielo que se acercaba más y más vio a dos personajes en el fuego de complexión delgada ojos azules ropa de una pieza sobre sus hombros sobre su brazo derecho después de un rato otra persona vino al lado de la primera entonces el Sr. Smith preguntó si debía unirse a la Iglesia Metodista –No –no son mi Pueblo. Se han desviado no hay nada que hagan bien ni uno, pero este es mi hijo Amado escúchale, el fuego se acercó más, Descansó sobre los tres envolviéndole.35

El bisabuelo del escritor, un Judío, un día después de que él había dado a José Smith una lección de alemán y hebreo le preguntó acerca de ciertos detalles de la primera visión. En respuesta se le dijeron algunas cosas notables, que escribió en su diario ese mismo día. Pero en los siguientes cuarenta años de su vida durante la cual tuvo muchos hijos y nietos y predicó muchos sermones, el Hermano Neibaur parece no haberse referido ni una sola vez a las cosas maravillosas que el Profeta le dijo, fue por casualidad que el escritor las descubrió en su diario. ¿Por qué el comunicativo anciano fue tan reservado sobre algo que podría haberle hecho famoso? Porque fue una comunicación sagrada y privilegiada; nunca antes fue publicada al mundo y nunca debería ser.34

En la declaración de Nibley, como dijimos, se da la impresión que José confió el asunto a Neibaur de manera privada. El texto no da tal impresión. De hecho la línea de entrada dice: “pasó de visita el Hno. J[osé] S[mith] conoció al Sr. [Edward] Bonnie, el Hno. José nos contó el primer llamado…” Lo que realmente parece que hace Nibley es maquillar un caso para continuar la supresión del relato usando una clase de argumento demasiado-sagrado-paraque-el-público-lo-vea. Pero, ¿por qué debería hacer tal argumento de la nada en este contexto? ¿A quién estaba tratando de desalentar a observar el relato de Neibaur, si efectivamente eso es lo que estaba haciendo?

El lector que llega a este pasaje sin antecedentes podría estar perplejo acerca del punto que hace Nibley. De hecho, la conclusión de Nibley sobre por qué Neibaur aparentemente nunca contó la historia de nuevo era conjetura pura. También uno se preguntaría por qué ese relato debería mantenerse privado cuando antes José Smith contó públicamente la misma historia. Ambas afirmaciones solo significarían que si hubiera algo en la historia que José contó a Neibaur que fuera sorprendentemente diferente de la que había hecho un asunto de registro público unos años antes, o cuando menos que contenía características adicionales que José no quería que se revelaran. Por supuesto, ahora sabemos que ese no era el caso, que este relato contado en presencia de Neibaur el 24 de mayo de

Pudiera ser porque el círculo de Jerald y Sandra habían estado buscando el acceso a él durante algún tiempo. Inicialmente habían 35

Dan Vogel, Early Mormon Documents (5 vols., Salt Lake City, Utah: Signature Books, 1996) Vol. 1, pp. 18990.

34

Hugh Nibley, “Censoring the Joseph Smith Story,” Improvement Era (July 1961) p. 522.

14

sabido de él del libro de Nibley The World and the Prophets (1954) donde dice:

evidente en la anotación del diario a la que recurre Nibley. No hay ninguna referencia a que José narrara la historia en respuesta a alguna clase de interrogatorio de Neibaur, ni a su efecto sobre la fe de Neibaur en José. En ese momento, Neibaur ya había sido un fiel creyente en el mormonismo durante algunos años. En resumen, Nibley simplemente le añadía levadura a la masa de la historia con el propósito que creciera más fácilmente para su propósito apologético. Aún más alejadas de lo que Neibaur registra realmente estaban las declaraciones de Nibley en la conferencia que Jerald y Sandra perdieron ese día nevado en febrero de 1961. Allí Nibley dijo:

El bisabuelo del escritor era un Judío, y un hombre muy testarudo y práctico. Él dice en su diario, escrito en el mismo día en que ocurrió el evento, de cómo interrogó a José Smith en cada detalle de la Primera Visión y de cómo el Profeta le satisfizo de manera rápida y completa. A partir de ese día nunca dudó del llamamiento del profeta.36

Una de las ventajas de citar de un documento al que usted tiene acceso pero nadie más lo tiene es que mientras usted tiene la certeza de que no estará disponible en el corto plazo, usted es libre de citarlo erróneamente para su propia ventaja. Hoy en día es posible para nosotros comparar lo que dijo Neibaur con lo que Nibley dijo. Y cuando lo hacemos encontramos con que Nibley claramente, por así decirlo, va más allá de lo que estaba escrito. En primer lugar hay el muy tentador doble sentido en la declaración sobre Neibaur de “escrito el mismo día en que ocurrió el evento.” Pero ¿a qué evento se refiere Nibley, a la primera visión o a la narración de la historia de la visión por José Smith? Esto se aclara en el relato “Censurar la Historia de José Smith” donde Nibley dice que Neibaur “le preguntó acerca de ciertos detalles de la primera visión. En respuesta se le dijeron algunas cosas notables, que escribió en su diario ese mismo día.”37 En otras palabras, Neibaur registró los detalles de la narración de 1844 de la primera visión como le fue relatada por José Smith.

Cuando mi bisabuelo, [Alexander Neibaur] preguntó al profeta algunos detalles de la Primera Visión, le dijo cosas que probablemente a ninguna otra persona le fueron dichas. Pero no son para el consumo público. Están confinadas en una caja de seguridad en Salt Lake, y es allí donde deben estar. Él no pretendía que fueran divulgadas al mundo.38

Nibley afirma que el relato que José le dijo incluía “cosas que probablemente a ninguna otra persona le fueron dichas,” que no se pretendía “que fueran divulgadas al mundo.” Pero una vez más a medida que leemos el relato en sí, vemos que se trata de una relación bastante sencilla de la versión oficial conocida que Smith había publicado cuatro años antes. Nibley explica en detalle su origen con el fin de argumentar a favor de la continuación de su supresión. Puesto que Jerald y Sandra no asistieron a esta reunión y no oyeron la declaración anterior. La versión de la declaración que

Además Nibley trata de hacerlo sonar como su in Neibaur de mentalidad endurecida, escéptico, hubiera interrogado a José y que las satisfactorias respuestas del profeta se volvieron la base de la confianza de Neibaur en sus poderes proféticos. Nada de esto es

38

Existe un borrador provisional mecanografiado de la presentación y fue reproducido hace algunos años por F.A.R.M.S. en su Serie de Documentos Ocasionales. La transcripción se deriva probablemente de una grabación de la conferencia y fue preparado por alguien que no fue Nibley. Esto está indicado por el hecho de que la persona que lo produjo no fue capaz, por ejemplo, de discernir el nombre del bisabuelo de Nibley.

36

Hugh Nibley, World of the Prophets (Salt Lake City, Utah: Deseret Book, 1954) p. 21. 37 Hugh Nibley, “Censoring the Joseph Smith Story,” Improvement Era (July 1961) p. 522.

15

hemos comentado anteriormente aparecería en la primera entrega de “Censurar la Historia de José Smith” en el Improvement Era de julio de 1961.39 Como dijimos, parecían haberse enterado de ella por The World and the Prophets (1946) de Nibley. La historia de su conocimiento del pasaje hasta ese momento es imprecisa. Sí sabemos que la madre de Sandra fue a la Oficina del Historiador de la Iglesia en Salt Lake City el martes, 15 de noviembre de 1960, y que el acceso a ella le fue negada por A. William Lund, Historiador Asistente de la Iglesia, aunque aparentemente le fue dicho que el relato de Neibaur hacía referencia a la declaración “este es mi hijo amado, escúchale.”40 También sabemos que la investigación seguía por este tiempo en el círculo Tanner por las copias del libro de Nibley conteniendo la referencia. Lucille, la tía de Sandra, compró uno el domingo, 11 de diciembre de 1960, de alguien en su barrio SUD local. El 4 de enero de 1961, Sandra escribió la carta siguiente a Nibley:

con el diario de Alexander Neibaur Nibley escribió:

Estoy muy interesada en el diario de su [bis] abuelo que usted cita en su libro The World And The Prophets, y me pregunto si ¿sería posible obtener una copia? Si esto no es posible, ¿tiene usted una copia de su diario que yo pudiera leer?

Creo que le dije en mi carta que el Diario Neibaur reposa ahora en una caja de seguridad en la Oficina del Historiador de la Iglesia, donde pertenece.

El día que mi abuelo escuchó ese notable relato de la Primera Visión de José Smith lo escribió en su diario; y durante 40 años nunca lo mencionó a un alma. Por lo tanto, cuando inesperadamente descubrí la historia le entregué el libro a Joseph Fielding Smith y está ahora donde pertenece, en una caja de seguridad.

Tan pronto se enteraron que el diario de Neibaur había sido entregado a Joseph Fielding Smith, enviaron diez dólares solicitando se hiciera una copia de él en microfilm. El 13 de marzo de 1961. Smith declinó y regresando los diez dólares comentó que “Los diarios privados están archivados en esta oficina con el entendimiento que estarán disponibles para miembros de la familia, pero no al público en general.” Mientras tanto, Sandra aparentemente escribió de nuevo a Nibley. El 21 de marzo, escribe de nuevo a Sandra, diciendo:

La “razón por la que Alexander Neibaur no contó a nadie su experiencia durante cuarenta años,” escribió Nibley, “es que era estrictamente confidencial y debería permanecer así.” Creo que debemos respetar su confidencia.” Como ya hemos hecho notar no hay nada en la entonces suprimida anotación del diario que apoye la afirmación de Nibley sobre la supuesta confidencialidad del relato de la historia de José, que también era la supuesta razón de tras de la de Neibaur para nunca mencionarlo de nuevo (si en efecto realmente nunca lo mencionó de nuevo).

Me gustaría comprar 5 copias de su libro The World And The Prophets. He estado en las librerías de Salt Lake y no tienen copias de su libro. Me pregunto si ¿usted sabe de algún lugar donde pueda obtener este libro?

Nibley respondió el 8 de marzo, informando a Sandra que “Marvin Wallin de Bookcraft,” acababa de obtener dos cajas de The World And The Prophets,” y sugirió que ella podría obtener de él las copias deseadas. Luego, en respuesta a la pregunta relacionada

La declaración más interesante de Nibley en su carta del 21 de marzo vino cuando dice que “la última vez que pedí permiso para ver el Diario, me fue negado.” Esta es una historia notable y Nibley solamente cuenta una parte de ella. No dice cómo finalmente ganó acceso

39

La charla de Nibley en febrero abarca los temas tratados en la serie completa en cuatro partes del Improvement Era. 40 Nota manuscrita por Lucille Hyler en su copia de The World and the Prophets de Nibley (parte interna de la cubierta).

16

a él después de serle negado. Sabemos de la autobiografía del ex Historiador de la Iglesia SUD Leonard J. Arrington:

derechos y los sentimientos de las familias cuyos escritos de sus ancestros eran preservados en la Oficina del Historiador de la Iglesia, entonces entre ellos, Jerald y Sandra, deberían ser capaces, con un poco de investigación genealógica, reunir suficientes lazos familiares para pedir legítimamente ver una verdadera montaña de material de archivo restringido. Sin duda Sandra ya Sandra tenía tanto derecho a los escritos de Brigham Young como LeGrand Richards tenía para los de Joseph Lee Robinson o Hugh Nibley tenía para los de Alexander Neibaur. En vista de esto, es interesante que un relato algo diferente de la historia de la negación de acceso a la historia de Alexander Neibaur se da en una carta sin fecha enviada a Jerald por alguien llamado Bruce. Quien empieza por decir que “solo había hablado con el Sr. Nibly [sic] por teléfono para asegurarse que yo había obtenido los hechos correctos.” De acuerdo a Bruce, Nibley un día había ido a los archivos cuando “uno de los ayudantes o ‘subalternos’ [estaba] trabajando,” quien “no permitiría que el Dr. Nibly [sic] viera el diario ya que obedecía las normas de no dejar salir los libro o algo así sin el permiso de alguien con autoridad.” Continúa diciendo que “El Dr. Nibly [sic] me dijo que desde entonces ha regresado varias veces cuando alguien con autoridad estaba allí y que en estos casos no se le negó el acceso al diario. Ha tenido acceso al diario desde que lo depositó en la Oficina y está familiarizado con su contenido.” Observamos que Arrington y Bruce parecen tener diferentes historias de Nibley. Parecería extraño hablar de Lund como un “subalterno.”

High Nibley… vino a la biblioteca para ver el diario de su [bis] abuelo Alexander Neibaur – un diario que previamente había entregado a la Oficina del Historiador de la Iglesia. Lund se negó a permitirle que lo viera porque era un material restringido. A pesar de las protestas de Nibley que él acababa de entregar el diario a Lund, se le negó. Después vi a Nibley en la mesa copiando del diario. Explicó que había ido al presidente de la iglesia, quien instruyó a Lund para que le permitiera usarlo.41

Aquí está el texto completo de la carta de Nibley: Estimada Sra. Tanner, Creo haberle dicho en mi carta que el Diario Neibaur reposa ahora en una caja de seguridad en la Oficina del Historiador de la Iglesia, donde pertenece. La razón por la que Alexander Neibaur no contó a nadie su experiencia durante cuarenta años es que era estrictamente confidencial y debería permanecer así. Creo que debemos respetar su confidencia. Realmente, la última vez que pedí permiso para ver el Diario, me fue negado. Cualquier intento de reproducirlo en este momento es impensable. Suyo muy sinceramente, Hugh Nibley42

Uno se pregunta si al encuadrar las cosas de esta manera a Sandra, Nibley estaba tratando de desviar algo que Joseph Fielding Smith había pasado por alto al dar su excusa para no poner a disposición de Jerald y Sandra el diario Neibaur. Si fuera verdad que la Iglesia SUD solamente estaba preocupada por los

Que las conexiones familiares, el enfoque genealógico para obtener acceso a la información nunca parecieran haber ocurrido a Jerald y Sandra en esta primera etapa parece notable. Aun cuando la ocasión finalmente surgió para Sandra al pedir ver algo de Brigham Young, la respuesta fue predecible inconsistente con el supuesto respeto de la

41

Leonard J. Arrington, Adventures of a Church Historian (Urbana and Chicago: University of Illinois Press, 1998) p. 16. 42 Una fotocopia de esta carta aparece en Jerald & Sandra Tanner, Mormonism—Shadow or Reality? (5th ed.; Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1987) p. 12.

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Iglesia SUD a la dignidad sagrada de los lazos familiares. Esto es lo que sucedió.

artificiales, asumiendo el porte de un director de escuela primaria irritado preparándose para reprender a algún niño travieso. Sandra no se intimida. Sin embargo, se siente frustrada cuando intenta hacerle apreciar la fuerza de sus argumentos de los derechos del linaje y las exigencias de la equidad. Lejos de que sus argumentos sean efectivos, sirven, por así decirlo, sólo como un capote rojo ante la creciente furia de un toro bravo. Olson contesta bruscamente: “Sra. Tanner, yo no tengo que ser justo con usted acerca de nada.”

En 1977, un folleto fue producido de manera clandestina por un anónimo “Historiador Santo de los Últimos Días,” muy probablemente D. Michael Quinn –eso fue antes que el mismo Quinn fuera excomulgado –titulado Jerald and Sandra Tanner’s Distorted View of Mormonism: A Response to Mormonism—Shadow or Reality? [La Visión Distorsionada del Mormonismo de Jerald y Sandra Tanner: Una Respuesta a Mormonismo –¿Sombra o Realidad?] “En su respuesta a este folleto

Sandra se desconcierta pero no cambia de opinión. Presiona de nuevo sus derechos como tataranieta de Brigham Young. Finalmente Olson ya no es capaz de controlar su temperamento y comienza a gritar furiosamente: “Sra. Tanner, ni siquiera le mostraría el Deseret News de hoy.” Sandra reconoce que no importa qué más pudiera decirse en ese punto, lo mejor sería considerar la entrevista como concluida, y despedirse. Mientras lo hacía se sorprendió al ver a la gente a lo largo del pasillo asomando la cabeza para ver de qué se trataba el acceso de furia de Olson.

Jerald y Sandra llamaron a este autor anónimo “Dr. Clandestino.” Una de las dificultades al responder al Dr. Clandestino era que él tuvo acceso a material restringido de los archivos SUD que los Tanner no tenían. Entre estos estaban los bosquejos manuscritos de la “Historia Manuscrita de Brigham Young.” Esto le dio a Sandra una razón doblemente legítima para pedir el acceso a estos materiales. Si los archivos iban a otorgar acceso a su historiador anónimo a los materiales con el propósito de asignar culpa a los Tanner por no saber lo que no podrían haber sabido, entonces seguramente la equidad requeriría que los Tanner deberían a su vez poder ver los documentos en cuestión y corregir los errores que habían surgido como consecuencia de no haberlos visto antes. La Iglesia SUD estaba a punto de ser llevada a juicio con respecto a su integridad básica y equidad en relación con su apelación regular a los lazos familiares como excusa estándar para esconder los documentos.

Jerald y Sandra algunas veces pedirían a personas que escribieran al Departamento Histórico de la Iglesia con la esperanza de obtener la información que nos les darían a ellos. Algunas veces este enfoque demostró ser efectivo. En los archivos de los Tanner está una carta de José Fielding Smith a una cierta Hermana Christine Sweet fechada el 29 de agosto de 1961, contestando una pregunta sobre el relato de la primera visión en el diario de Alexander Neibaur. Smith revela que el pasaje contiene las palabras: “este es mi hijo amado escúchale” y luego continúa diciendo que “Si hubiera alguna duda en su mente en cuanto a la identidad de los dos personajes que visitaron al Profeta, espero que aproveche la oportunidad de visitar mi oficina para que el asunto pueda ser explicado aún más.”

El 13 de enero de 1978, Sandra se dirige al Departamento Histórico SUD y pone una solicitud para ver el diario de su tatarabuelo. La mujer en el escritorio dice que necesitará la aprobación de más arriba. Sandra pidió ser dirigida a la persona adecuada. Fue escoltada a la oficina de Earl Olson. Agazapado detrás de su escritorio, Olson fulmina con la mirada a Sandra bajo las luces 18

Si hubiera prevalecido la voluntad de Nibley, tal vez todavía estaríamos esperando para ver el diario de Alexander Neibaur. Afortunadamente ese no sería el caso. A pesar de eso fueron algunos años antes que el pasaje de la primera visión se hiciera público. En una carta al editor que apareció en la edición del Invierno de 1966 de Dialogue: A Journal of Mormon Thought, LaMar Petersen comenta en relación a l Diario Neibaur que “tales diarios no están abiertos para la inspección pública. A varios investigadores les ha sido negado el acceso a este diario en particular, inclusive al donador.”43 Petersen contestaba a un artículo que cita una porción del pasaje de la primera visión de Neibaur, pero lo hace dependiendo de una tesis de maestría de BYU de Paul R. Cheesman. Por alguna razón a Cheesman le fue concedido un acceso extraordinario a los documentos relacionados con la primera visión, y fue allí que una transcripción de la historia de la primera visión largamente reprimida, de puño y letra de José Smith, apareció por primera vez.

Esta última entrega también tiene la distinción de contener, de la gran inundación de citas erróneas que fluyó como un río caudaloso de la pluma de Nibley, mi favorita, y eso no por su significado insuperable sobre la multitud de otras citas erróneas a la espera del lector de Nibley, sino simplemente porque es tan alucinante que me hace reír. Se produce cuando, al tratar de tomar a la ligera el descubrimiento de que el personaje que le habló a José en la primera visión se le llama ángel en las primeras fuentes, Nibley cita el artículo de H. Cremer en Angels en la SchaffHerzog Encyclopedia of Religious Knowledge diciendo: “la distinción entre el ángel y Yahvé no impide hacer que el ángel hable como Yahvé o hablar del ángel como de Yahvé,” lo cual Nibley interpreta diciendo que “Jehová mismo en su capacidad de mensajero para los hombres es un ángel.” Sin embargo, Cremer no dice eso. Tampoco dijo la versión del comentario que aparece en la reedición de los artículos de Nibley en el Improvement Era de 1961 en la recopilación de 1991 Tinkling Bells and Sounding Brass. La diferencia entre las tres versiones se reduce a si y dónde pones la palabra de:

Aunque no estoy seguro cuándo precisamente se pudo disponer del relato de la primera visión de Neibaur, sí encontré el pasaje completo en un apéndice de to Milton V. Backman’s The First Vision in its Historical Context (1971).44

Cremer (1908): “la distinción entre el ángel y Yahvé no impide hacer que el ángel hable como Yahvé o hablar del ángel como de Yahvé”46

Esto fue en lo que respecta a la búsqueda de la primera visión que llevarían Jerald y Sandra en 1961. No sería hasta noviembre de ese año que Nibley, en su última entrega de “Censurar la Historia de José Smith,” ataca la hoja que había recibido de Jerald y Sandra el jueves, 16 de febrero de 1961.45

Nibley (1961): “la distinción entre el ángel y Yahvé no impide hacer que el ángel hable como Yahvé o hablar del ángel como Yahvé”47 Nibley (1991): “la distinción entre el ángel y Yahvé no impide hacer que el ángel hable como de Yahvé o hablar del ángel como Yahvé”48

43

46

LaMar Petersen to the Editor, Dialogue 1.4 (Winter 1966) p. 9. 44 Appendix H of Milton V. Backman’s The First Vision: Its Historical Context (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1971) p. 177. 45 Hugh Nibley, “Censoring the Joseph Smith Story: Conclusion,” Improvement Era (Nov. 1961) pp. 813, 865-68.

H. Cremer, “Angel,” The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge (12 vols.; ed. By Samuel Macauley Sherman; New York and London: Funk and Wagnalls, 1908) Vol. 1, p. 175. El subrayado es mío. 47 Hugh Nibley, “Censoring the Joseph Smith Story: Conclusion,” Improvement Era (Nov. 1961) pp. 867-68. El subrayado es mío.

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palabras retorcidas por Nibley: “Es una suerte que me escribiera cuando lo hizo,” Nibley escribe: “Todavía no es demasiado tarde; el Señor ha extendido el día de nuestra probación: sería una locura desperdiciar este aplazamiento invaluable, + usted todavía podría ser uno de los pocos hombres realmente felices en la tierra, pero tendrá que dejar de ser un tonto.”52

Fue también en la primera entrega de esta serie que Nibley distorsionó burdamente algo que LaMar Petersen dijo en Problems in Mormon Text (1957), a fin de demostrar que “Algunos críticos… parecen creer que si pueden mostrar que un amigo o enemigo de José Smith le reporta diciendo que fue visitado por Nefi [en lugar de Moroni], han atrapado al Profeta en un fraude.”49 Nibley dio una extensa nota al pie supuestamente en apoyo de esta afirmación.50

Cuando un académico escribe así cuando es corregido tiende a perpetuar su error. Nibley fue informado el 14 de julio de 1961 del hecho que había tergiversado a Peterson. Escribió su respuesta desdeñosa el 17 de julio. Podría haberse hecho una corrección, pero nunca se hizo. Y de esa manera encontramos el mismo error consagrado para la posteridad en el undécimo volumen de Collected Works of Hugh Nibley, publicado en 1991.53 En 1962 los Tanner prepararían su propia respuesta a la serie completa de artículos de Nibley. La llamaron, “¿Quién Censuró la Historia de José Smith?” Aunque no hay ninguna evidencia en el texto de ese tratado que estuvieran enterados del intercambio entre LaMar Petersen y Nibley, a pesar de eso fueron capaces de discernir fácilmente lo suficiente, al comparar lo que Nibley hizo de las afirmaciones de Petersen con lo que Petersen realmente dijo, que Nibley efectivamente “perdió 54 completamente el punto.”

Nibley lo hace sonar como si Petersen solo hubiera dado ejemplos remotos de José Smith, pasando por alto el hecho que el ejemplo principal de Petersen era de la publicación supervisada por el mismo José Smith. José Smith originalmente había llamado Nefi al ángel en este relato, no Moroni. Petersen escribió a Nibley enfrentando su tergiversación de su obra: Usted infiere que la identificación de Nefi como el ángel que visitó a José Smith en su habitación es obra de críticos. Usted no dice que la identificación fue hecha por el mismo José y que, si fue un error, nunca no corrigió… Creo que usted confunde al lector en su nota al pie 15. No hace notar que la fuente de la historia de Nefi era el Times and Seasons lo cual definitivamente no fue en Inglaterra “muy lejos de José Smith.”51

Nibley escribió de nuevo, pero no abordó la cuestión de su tergiversación de Petersen. Más bien, él trató de hacerlo sonar como si Petersen tuviera el problema que no le gustaran sus

En contraste con Nibley y los muchos otros como él, Jerald y Sandra realmente sentían que era su deber, como creyentes en el Dios de la Verdad, cuando se enfrentaban a evidencia en

48

Hugh Nibley, Tinkling Cymbals and Sounding Brass: The Art of Telling Tales about Joseph Smith and Brigham Young (The Collected Works of Hugh Nibley 11; Salt Lake City, Utah: Deseret Book Company / Provo, Utah, Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1991) p. 93. 49 Hugh Nibley, “Censoring the Joseph Smith Story: Part I,” Improvement Era (July 1961) pp. 492 and 522. 50 Ibid., p. 526, nt. 15. Debe hacerse notar también que la nota al pié 4 está en la página 4 del libro de Petersen, y no, como Nibley lo tiene, en la página 3. 51 Letter of LaMar Petersen to Hugh Nibley (July 14, 1961).

52

Letter of Hugh Nibley to LaMar Petersen (July 17, 1961). 53 Hugh Nibley, Tinkling Cymbals and Sounding Brass: The Art of Telling Tales about Joseph Smith and Brigham Young (The Collected Works of Hugh Nibley 11; Salt Lake City, Utah: Deseret Book Company / Provo, Utah, Foundation for Ancient Research and Mormon Studies, 1991) pp. 61 and 97. 54 Jerald Tanner, “Who Censored the Joseph Smith Story?” (Salt Lake City, Utah: Jerald Tanner, [1962]) p. 2.

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contrario de lo que quisieran pensar, cambiar su posición. Aquí reside la clave de su eficacia cuando argumentan en contra de las obras de los apologistas SUD (y detractores cristianos) que no mantuvieron y ellos mismos no se sujetan a la misma alta calidad.

Cheesman propagó que los Tanner la habían robado. En respuesta, Sandra escribió a la señora Cheesman informándole que ellos no eran responsables por el robo de la tesis y que sus declaraciones equivalían a la calumnia. Mientras escribo, la copia de la Tesis Cheesman de los Tanner yace sobre la mesa delante de mí en la página donde habrían aparecido las firmas del Comité de Tesis en la copia de la biblioteca. En la copia de los Tanner las líneas están en blanco, lo que indica que esta no es la copia que había entrado en la biblioteca. En realidad, la tesis fue enviada a Jerald y Sandra por un tercero, que al principio no incluía el apéndice crucial. Cuando el apéndice llegó, y Sandra reconoció como el primer relato de 1832 de la primera visión largo tiempo suprimido, ella estaba tan emocionada que llamó por teléfono a Jerald desde la oficina de correos.

Vemos esto, por ejemplo, donde en algún momento, lo más probable durante 1960, Sandra publicó una segunda carta “Querido amigo” corrigiendo un error que había cometido en la primera: Hace algún tiempo escribí una carta declarando mis razones para retirarme de la iglesia [SUD]. En ella declaré que no había ninguna literatura mormona o anti-mormona publicada antes de 1870 que identificara a los personajes en la primera visión como Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo. Quisiera disculparme, porque he encontrado que un escritor anti-mormón llamado John Hyde, en su libro “Mormonismo,” publicado en 1857, declara que José vio a Dios y Cristo en 1820.55

Los Tanner serían también, con la ayuda de otro buen amigo, H. Michael Marquardt, los primeros en publicar un manuscrito de todo el diario de José Smith 1832-1834 y su diario 1835-1836 en 1979, y luego su diario 18381839 en 1982. Cada uno de estos diarios contenía al menos un relato de la historia de la primera de la visión.

Jerald y Sandra serían ayudados por un número de amigos fieles en la búsqueda del asunto de la primera visión. Serían los primeros en publicar realmente el relato largamente suprimido de 1832 mencionado a LaMar Petersen por el Apóstol Levi Edgar Young y buscado también por Fawn Brodie para su biografía de José Smith. Esto ocurrió en 1966, y consistió en la reproducción de la versión mecanografiada de la tesis de Maestría de BYU de Paul R. Cheesman. Cuando esa tesis misteriosamente (aunque tal vez previsiblemente) desapareció de la biblioteca de la Universidad Brigham Young, la señora

Cómo Hacer Enemigos e Influir Sobre las Personas Una de las excusas que la Iglesia SUD utilizó en esos días para suprimir los documentos era su frágil estado de conservación. En tanto que Jerald y Sandra sabían que algunos documentos eran demasiado frágiles para sobrevivir al manejo frecuente, también sabían que muchos archivos e instalaciones de investigación (no menos importante de todos la Oficina del Historiador de la Iglesia SUD) también compensaron esto por medio de microfilmarlos. Jerald también había llegado a saber por este tiempo que, por el momento, al menos, la Oficina del Historiador de la Iglesia SUD era intransigente en su costumbre de

55

La copia de esta segunda carta “Estimado Amigo” en la colección de Sandra tiene una fecha especulativa escrita a lápiz por ella en algún momento como julio o agosto de 1960, esa fecha probablemente es demasiado temprana, ya que esta carta hace referencia al tratado “¿El Padre y el Hijo?” En alguna fecha posterior ella escribió “¿61?” Muy probablemente había sido escrita mucho después de agosto de 1961 cuando Hugh Nibley cita el pasaje de John Hyde en la segunda entrega de su “Censurar la Historia de José Smith” (Improvement Era [Aug. 1961] pp. 578-79).

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tratar con los problemas de la historia SUD ocultando los documentos cruciales en una bóveda. Así que se inventó un esquema para ilustrar la situación de una manera dramática. Envió cartas como a veinte oficiales SUD e incluyó diez dólares en cada una solicitando copias de documentos específicos que estaban en microfilm. Distribuyó el dinero de esa manera porque esperaba que, cuando inevitablemente se lo regresaran, como lo habían hecho en ocasiones anteriores, ellos también quizás incluirían algún tipo de cartas recurriendo a la habitual lista vanidosa de excusas para rechazar su petición. En ese momento Sandra pensaba que era una idea un poco jalada de los cabellos. Para algo que apenas podían permitirse tan grande desembolso de dinero en efectivo en esos días, pero aún más al punto, estaba convencida de que solo enojaría más a todos contra ellos en la sede, que ya lo estaban, lo que por supuesto ocurrió.

del humor, con poca paciencia para la locura optimista y espontánea de los jóvenes, sobre todo cuando estaban en busca de revelar cosas que eran su pan de cada día ocultar.

De Vuelta al Libro de Mandamientos Cuando Jerald y Sandra fueron a Provo ese tormentoso día de febrero en 1961 y regresaron con copias de las primeras cuarentaiún páginas de la edición original del Libro de Mandamientos, fue solo un paso pequeño para ellos decidirse a emprender una reproducción fotomecánica de la obra completa. En las reimpresiones anteriores, se mecanografiaba en lugar de fotocopias reales de los originales. El lector recordará cómo en un principio se imaginaron que BYU era muy libre al permitir copiar documentos. Sin embargo, posteriormente supieron que sólo había ocurrido por error. Por medio de la viña la historia les llegó que cuando se descubrió lo que había sido copiado ese día y quién lo había copiado, siguió una especie de sacudida. Jerald explicó lo sucedido en un tratado anterior, “ellos [los de la Oficina del Historiador de la Iglesia SUD] se molestaron mucho e informaron a la Biblioteca BYU que no nos permitieran el acceso a estos microfilmes de documentos raros. Dos mujeres [probablemente Georgia y Lucille] que fueron a la Biblioteca B.Y.U. después que esto había ocurrido, fueron informadas que la Oficina del Historiador de la Iglesia había instruido a la biblioteca que hiciera una lista de los microfilmes que tenían, así sabrían a qué teníamos acceso.”57

Podemos sentir verdadera compasión por los trabajadores en el Departamento del Historiador de la Iglesia en aquellos días, reconociendo lo frustrante que debe haber sido para ellos siempre tienen que tratar de salir con excusas que sonaran legítimas por negarle a las personas acceder a los documentos que, con toda justicia tenían todo el derecho a ver. Las cartas salieron el 7 de abril de 1961. Desde el punto de vista de Jerald la respuesta fue gratificante. La mayoría, pero no todos, aquellos a los que envió dinero, regresaron el dinero con alguna excusa por no poder cumplir la solicitud.56 Esta probablemente era una idea sin sentido, pero Jerald solo tenía veintidós. Sin embargo al hacer esto cruzaba las voluntades de los del doble o el triple de su edad, que a menudo tenían carácter sin sentido

Una de las cosas que se debe entender claramente antes que comencemos a describir los esfuerzos en curso de Jerald y Sandra para obtener las copias de las páginas restantes del Libro de Mandamientos desde las fuentes mormonas es que el Libro de Mandamientos no era un manuscrito sino un libro que hacía

56

La historia se da junto con los ejemplos de las respuestas por ejemplo, en Mormonism—Shadow or Reality? (5th ed.; Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1987) pp. 1-11 y, especialmente, The Case Against Mormonism Vol. 1 (Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1967) pp. 67-77.

57

Jerald Tanner “Suppression of the Records,” (Salt Lake City, Utah: Jerald Tanner, 1961-1962) no foliada, última página en el tratado.

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mucho había entrado al dominio público. Cuando se mantiene claramente esto en mente las diferentes excusas dadas para rechazar las repetidas solicitudes de los Tanner por copias son vistas por lo que realmente son.

Flake en una carta escrita el 12 de abril. Interesantemente Flake parece tener algún conocimiento de Pauline y afecto por ella, porque su carta es más cortés y posiblemente más honesta, porque todo lo que Flake dice a manera de excusa es que la Oficina del Historiador de la Iglesia “nos permitió recibir una copia del film… con la estipulación que cualquier reproducción tendría que venir a través de su oficina.”

Jerald escribió a Chad Flake, en Colecciones Especiales en BYU, a principios de abril de 1961. Flake el 11 de abril declinó ayudar sobre la base que “Nos proporcionó esta copia la oficina del Historiador de la Iglesia… pero no para fotoduplicación u otras formas de publicación. Debido al hecho que hay material manuscrito en esta copia, necesitarían asegurar el permiso de la biblioteca del Historiador de la Iglesia para ser reproducida.” Y entonces, probablemente como una alusión de soslayo a la manera en que Jerald y Sandra habían obtenido las primeras cuarenta y una páginas del Libro de Mandamientos, Flake hizo el comentario: “Por desgracia, ninguno de nuestro personal profesional, ya sea en las Colecciones Especiales o área de microfilmes, están en servicio el sábado; y nuestros estudiantes asistentes tienen instrucciones de no hacer las fotocopias. Esta política es para su protección, de manera que no serán responsables de violaciones de derechos de autor.” Flake debe haber sentido que la ficción que plantea en esta primera carta era una buena, porque lo encontramos usándola más categóricamente en una carta que escribió el 14 de abril a Manfred Goettig, un converso al mormonismo de Alemania que trabajaba en el mismo taller de máquinas que Jerald: “Es imposible para nosotros enviarle una copia del Libro de Mandamientos debido al hecho que el manuscrito no nos pertenece… Por ley, los derechos de reproducción de los manuscritos son retenidos por la institución a la que pertenece el manuscrito.” Note cómo en cuestión de días la imaginativa descripción de Flake del Libro de Mandamientos cambió de contener material manuscrito, a realmente ser un manuscrito. Pauline Hancock también escribió solicitando copias y fue rechazada por

Cuando la primera salva de solicitudes falló, Jerald decidió tratar de reclutar la ayuda del simpático William E. Berrett. En su primera respuesta, fechada el 24 de abril, Berrett repitió la excusa de Flake. Entonces los Tanner pidieron a Berrett que contactara en su nombre a la Oficina del Historiador de la Iglesia. Así lo hizo, pero fracasó, escribiendo el 5 de mayo: “No revelé [a la Oficina del Historiador de la Iglesia] para quién quería la copia.” Escribe Berrett, “pero en su respuesta indican que habían rehusado una copia para ustedes y que yo tendría que dar a conocer el nombre de la persona que quisiera una copia.” “Al parecer,” Berrett continuó de manera compasiva, “la sensación es que usted tiene un solo deseo al usar una copia y que es para atacar a la Iglesia. Lamento que ustedes hubieran dado algún motivo para que sientan que ese es el caso.” El 1 de junio, Sandra escribió directamente a José Fielding Smith buscando obtener una copia del microfilm del Libro de Mandamientos. En su carta que tuvo la precaución de poner en evidencia a Flake diciendo: “No queremos la parte manuscrita, sólo la parte impresa.” Su carta fue devuelta con una nota escrita en ella, que era totalmente sin sentido en relación con la solicitud particular: “los registros privados son sagrados para el individuo.” (Por supuesto, el Libro de Mandamientos no era un registro privado.) Aun así, no dejándose convencer de otra cosa, Sandra continuó persiguiendo el documento. A. William Lund rechazó su petición en una 23

carta de fecha 5 de junio y finalmente David O. McKay también se negó a proporcionar cualquier ayuda.58

y preguntó a Spencer si alguien había traído recientemente copias de algunas páginas del Libro de Mandamientos. Spencer respondió que en realidad no le prestaba mucha atención a lo que la gente le traía, sólo lo que querían que hiciera, pero que pensaba que alguien podría haber traído algunas páginas del Libro de Mandamientos. La persona entonces dijo algo en el sentido de, “bien, ¿qué no utiliza algún tipo de productos químicos por la tienda que podrían, por ejemplo, derramarse ‘accidentalmente’ y destruir algunas copias alguien podría haber traídos para trabajar? Digo, usted no podría ser culpado si ‘accidentalmente’ se derramara un químico.” Spencer, dándose cuenta que se le pedía que destruyera las páginas del Libro de Mandamientos que Jerald y Sandra le habían traído, trató de tomarlo a broma, diciendo algo como, “Mire. Sólo soy un hombre de negocios. Difícilmente podría permitirme tener esa clase de accidentes.” Pero Spencer se había dado cuenta de lo que se le pedía hacer, y cuando hubo terminado el trabajo y lo entregaba les contó a Jerald y Sandra lo ocurrido.60

Los Tanner tuvieron una dificultad parecida al tratar de obtener una copia del Historiador RSUD Charles Davies. Escribieron a Davies dos veces. El 8 de abril y de nuevo el 22 de abril, y fueron rechazados las dos veces.59 Finalmente, Jerald y Sandra hicieron lo que probablemente deberían haber hecho desde el principio, viajaron más allá de los límites de la caprichosa esfera del mormonismo y pusieron una solicitud a la Biblioteca de la Universidad Yale, quien siendo más propensos a adherirse al protocolo normal de archivos, no vio ninguna dificultad en darles prontamente lo que solicitaron. Uno de los episodios más extraños de la saga en curso de los esfuerzos de los Tanner para reimprimir un texto mormón temprano, un episodio que recuerda a las tácticas cursis de capa y espada de las viejas películas de Charlie Chan que muchos en esa época habían crecido viendo, fue el intento de alguien para instigar a la destrucción de las fotocopias del Libro de Mandamientos que Jerald y Sandra habían conseguido ese sábado en BYU.

Una vez que se completaron los preparativos para la edición de reimpresión del Libro de Mandamientos lo llevaron a la Compañía Woodruff Printing para que lo imprimieran utilizando el método de impresión foto-offset. De ese modo, la primera edición de foto reimpresión del Libro de Mandamientos estaba en la imprenta. Era un volumen pequeño, 14 por 22 cm, con una foto del original abierto en la carátula, mostrando la firma de Wilford Woodruff en la parte interior de la cubierta. El título arriba de la carátula dice:

Estas copias originalmente habían sido impresas en negativo, es decir, la impresión era blanca y el fondo negro. Con el fin de tener esto invertido antes de poder llevarlas a una imprenta, Jerald y Sandra se los llevaron a la Compañía Universal de Microfilm de John A. Spencer, Jr., por entonces en el 141 Pierpoint Avenue. En ese momento Universal era la única compañía de microfilm en el valle, de manera que la Iglesia SUD era una de sus clientes.

UN LIBRO DE MANDAMIENTOS

Como la historia fue contada a Jerald y Sandra, un día alguien de la Iglesia SUD entró 60

Fragmentos de esta historia se cuentan en varios lugares en las obras de los Tanner, ususlmente sin dar nombres. Ver The Case Against Mormonism, Vol. 1 (Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1967) pp. 51-52.

58

Jerald & Sandra Tanner, The Case Against Mormonism Vol. 1 (Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1967) pp. 135-37. 59 Ibid., p. 86.

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manera, ni se habían negado a publicar la inserción publicitaria del Libro de Mandamientos de los Tanner. Aprovechando al máximo cada oportunidad, la mujer respondió: "Muy bien, entonces, si ese es realmente el caso, me gustaría sacar personalmente un anuncio para la edición de Tanner del Libro de Mandamientos." La sugerencia obligó al hombre a renunciar al engaño y mostrar sus verdaderos colores. Él no aceptaría un anuncio de ella tampoco.62

IMPRESO 1833 UNA REPRODUCCIÓN FOTOGRÁFICA LITOGRAFIADA 1961 Al pie, bajo la foto, se da esta explicación: “Las primeras cuarenta y un páginas se reproducen de la copia de Wilford Woodruff en la Universidad Brigham Young. Las páginas cuarenta y dos a la Ciento (sic) sesenta y seis se reproducen de la copia en la Universidad Yale.” En realidad ningún prefacio o instrucción se encuadernó en el volumen. Sin embargo, sí incluye un inserto de cuatro páginas, en la primera página se hace un relato breve de los intentos de los Tanner para lograr el acceso al original,61 la segunda reproduce la carta de Chad Flake del 11 de abril, la tercera muestra la revelación que después aparece como D&C 5 (=Libro de Mandamientos 4) mostrando cómo ha cambiado desde su impresión original, y la cuarta hace lo mismo con D&C 27 (=Libro de Mandamientos 28).

Un ejemplo interesante de agregar el insulto a la injuria llegó cuando Chad Flake en Brigham Young University Studies atacó la calidad de la reimpresión de Jerald y Sandra del Libro de Mandamientos, quejándose que “tiene páginas que son completamente ilegibles.”63 El hecho es, sin embargo, una reimpresión pobre es mejor que ninguna. Esto está demostrado en la continua inutilidad del llamado Gramática y Alfabeto del Idioma Egipcio de José Smith, un documento que proporcionó la clave para la creación del Libro de Abraham SUD. Hojeando las páginas de esa obra, literalmente se puede seguir el proceso por medio del cual José Smith desarrolló las porciones del texto del Libro de Abraham de las erróneas traducciones “inspiradas” de los caracteres egipcios copiados en las márgenes. En 1965, James D. Wardle proporcionó una copia pobre, en microfilm, del documento a los Tanner. Ellos a su vez la sometieron a la tecnología disponible para ellos en ese entonces para mejorar la imagen. Aun así, la reimpresión en su conjunto es de muy mala calidad. Sin embargo a partir de 1966 hasta el presente ha sido la única reimpresión generalmente disponible de la obra, y con todas sus limitaciones es mucho

No será una sorpresa para nadie que Jerald y Sandra siguieran teniendo obstrucciones echadas en su camino, incluso después que hubieran impreso el documento. Cuando se acercaron a los dos diarios de Salt Lake City, el una vez independiente Salt Lake Tribune, y el Deseret News propiedad de la Iglesia SUD, ambos declinaron poner un aviso publicitario. Uno de los empleados de la Agencia del Periódico les dijo a los Tanner que la razón detrás del rechazo era que la inserción era “demasiado controversial.” Cuando una mujer se llamó más tarde la Agencia del Periódico para investigar si esto era cierto, se le dijo que los Tanner le había mentido, que, efectivamente, la Agencia no discrimina de esa 61

Incluyendo un relato temprano de la reorganización completa que siguió a la obtención de las fotocopias durante su visita a BYU en febrero: “Cuando la Oficina del Historiador de la Iglesia S.U.D. descubrió que habíamos obtenido esas fotografías, de inmediato enviaron nota a la Universidad Brigham Young para impedirnos obtener más fotocopias de estos documentos raros.”

62

Esta divertida anécdota se relata en Jerald & Sandra Tanner, The Case Against Mormonism, Vol. 1 (Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1967) pp. 51-52. 63 Chad Flake, “Mormon Bibliography 1963,” BYU Studies, Vol. 5, Nos. 3 and 4 (Spring/Summer 1964) p. 242. (Infobase CD-ROM edition).

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mejor que no tener disponible el documento completo.

autenticidad. Una mujer mormona, al enterarse de que parte de ella proviene de la biblioteca de la Universidad de Yale, la desestimó diciendo: “¡Yale! ¿No sabes que hubo un complot comunista allí en la década de 1930 empeñados en socavar la Iglesia SUD? Nop, no se puede confiar en nada de Yale. Sin duda, el documento ha sido manipulado.”

Al examinar detenidamente la reimpresión de Jerald y Sandra del Libro de Mandamientos, inmediatamente se nota que las primeras cuarenta y dos páginas, las páginas que obtuvieron de BYU, son de una calidad más pobre que las obtenidas de la Universidad de Yale. Todos los puntos ilegibles vienen de las páginas BYU. ¿Por qué entonces Jerald simplemente no remplazó esas cuarenta y un páginas originales con unas mejores de Yale? En un momento dado en aquellos días Jerald y Sandra parecían haber tenido veinte, cincuenta, cien o más dólares enviados en el correo en alguna parte con las solicitudes de copias. Sin duda, la razón no era una falta de disposición a gastar el dinero. Y, en efecto, que no era la razón. Jerald sintió que era importante que, en la medida de lo posible, la reimpresión debiera provenir de la propia copia de la Iglesia SUD del Libro de Mandamientos. Sabía que el pueblo SUD a menudo estaba presto a descartar cualquier cosa que fuera crítica a la Iglesia, con cualquier pretexto que pudieran arrancar del aire en un momento dado. Cuando el abuelo de Sandra William Henry McGee –a quien se refiere como el Joseph Fielding Smith de su familia –se lamentaba de la apostasía de Sandra, Georgia le respondió diciendo, “Bueno, los problemas que encontró en el Libro de Mandamientos realmente están allí. ¿Qué se suponía que hiciera con ellos?” su respuesta fue despectiva. Esta afirmación, dijo, era “todo mentiras.” Georgia le dio una copia de la edición de la Iglesia de Cristo (Lot Temple) del Libro de Mandamientos y lo desafió a que hiciera él mismo la comparación. Cuando ella le preguntó sobre esto algún tiempo después, su respuesta fue: “¡Esa sucia Iglesia del Grupo de Cristo, cambió las revelaciones!”

Estas en ningún sentido eran críticas legítimas. Aun así, Jerald hizo una política el dar a esas personas intelectual y espiritualmente irresponsables tan pocas excusas como fuera posible. A través de los años las personas han criticado a los Tanner por no limpiar los textos antes de hacer reimpresiones de ellos, por no tomarse el trabajo en otras palabras, para poner en orden los márgenes y las cunetas y para hacer desaparecer, en la medida de lo posible, la escritura en las páginas. Pero esto era intencional como una forma de dejar tan claro como fuera posible que se limitaba a reproducir los textos tal como estaban, sin modificarlos de ninguna manera. En contraste con la situación con la Gramática y Alfabeto de la Lengua Egipcia, que nunca ha sido sustituida por una edición más adecuada (aunque ha habido rumores de una próxima edición tan esperada por Brent Metcalfe, David P. Wright, Edward H. Ashment, and Robert K. Ritner), una mejor reimpresión del Libro de Mandamientos apareció a principios de 1962, impresa por la Compañía Deseret Printing del anticuario mormón Wilford C. Wood bajo el título Joseph Smith Begins His Work [José Smith Inicia Su Obra], Vol. II de una copia que Wood poseía. Joseph Smith Begins His Work, Vol. I, una reimpresión fotográfica del Libro de Mormón de 1830, apareció unos cuantos años antes. Flake suaviza las aristas de la historia al decir que su artículo en BYU Studies antes mencionado, que la edición de Wood se “publicó casi al mismo tiempo” que la edición de los Tanner. En esencia eso es verdad, aunque la edición de los Tanner salió a

Incluso después de que los Tanner produjeron su reimpresión fotográfica estaban los que de vez en cuando ponen en duda su 26

principios de septiembre de 196164 y la edición de Wood no apareció hasta febrero de 1962.

Wilford compró ocho de diez parcelas de tierra que formaban la manzana original del templo en Nauvoo, Illinois. También compró la cárcel de Liberty en Liberty, Missouri; La propiedad del Sacerdocio Aarónico en Harmony, Pensilvania; Adán-ondi-Ahman en Missouri; la Logia Masónica en Nauvoo, Illinois; la casa de John Johnson en Hiram, Ohio, y una tienda en Kirtland, Ohio.65

Para quienes se satisfacen con las apariencias, el hecho que la Compañía Deseret Printing propiedad de la Iglesia SUD, estuviera de acuerdo en imprimir la reimpresión fotomecánica de Wilford C. Wood servirá como prueba suficiente de que la Iglesia SUD realmente no estaba comprometida en la supresión del Libro de Mandamientos sino que simplemente desalentaba la manera en que Jerald y Sandra iban tras el proyecto. La cuestión proporciona una oportunidad interesante para reflexionar. Para empezar debemos saber un poco sobre el hombre que produjo Joseph Smith Begins His Work, Vol. II.

En “agradecimiento por adquirir tantos tesoros mormones,”66 la Iglesia SUD obsequió a Wood una estatua de José Smith arrodillado recibiendo las planchas de oro de Torleif Knaphus, el famoso escultor mormón que hizo también el monumento al Ángel Moroni en el Cerro de Cumorah y el Monumento del Carro de Mano en la Manzana del Templo en Salt Lake City.

Wilford C. Wood era un hombre que amaba a la Iglesia SUD y sirvió en ella durante toda su vida. Era un gran entusiasta de la búsqueda y obtención de artefactos de principios del mormonismo. Algunos de los aspectos más destacados de su colección incluyen las máscaras mortuorias originales de José y Hyrum Smith, el talismán mágico de Júpiter que José Smith llevaba encima cuando fue asesinado, y la piedra vidente de color arena de José Smith. En su calidad de cazador de la historia mormona Wood hizo un servicio inestimable a la Iglesia SUD mediante la compra de sitios históricos en nombre de la Iglesia SUD. En este sentido, Lamar C. Berrett escribe:

Así que cuando Wood quiso imprimir sus propias ediciones del Libro de Mormón de 1830 y el Libro de Mandamientos de 1833, nadie en la Iglesia SUD, hasta donde sabemos, le desanimó. No solamente eso, sino que nadie dudó de la autenticidad de los textos que estaba reimprimiendo, él incluyó declaraciones juradas de los representantes de la Deseret News Publishing Company, incluyendo entonces a Thomas S. Monson, hoy miembro de la Primera Presidencia de la Iglesia SUD. Las reimpresiones de Wilford Wood inicialmente estuvieron disponibles por medio de las Librerías Deseret, propiedad de la Iglesia, y por medio de las tiendas independientes Bookcraft. Se publicaron avisos comerciales del libro en los mismos periódicos que habían declinado publicarlos anuncios para las reimpresiones de Jerald y Sandra del mismo libro. Jerald y Sandra especulaban que los “líderes de la Iglesia Mormona evidentemente sentían que al usar la psicología inversa podrían hacer que el pueblo mormón creyera que estaba contentos que el

Durante cuarenta años Wilford investigó activamente la propiedad y compró las propiedades que habían jugado un papel importante en la historia de los Santos de los Últimos Días. Por lo general compró la propiedad a su nombre, y luego vendía la propiedad a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con un gran ahorro para los miembros de la iglesia.

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LaMar C. Barrett, The Wilford C. Wood Collection, Volume 1 (n.p.: Wilford C. Wood Foundation, 1972) p. i. 66 Monte Whaley, “Reach Out and Touch History,“ Salt Lake Tribune (16 Sept 1996) p. D-4.

64

Chad Flake, “Mormon Bibliography 1963,” BYU Studies, Vol. 5, Nos. 3 and 4 (Spring/Summer 1964) p. 242. (Infobase CD-ROM edition).

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Libro de Mandamientos hubiera sido reimpreso.”67 Sin embargo, Jerald y Sandra recibieron la información el 9 de octubre de 1964, que las reimpresiones Wood ya no estaban disponibles en las Librerías Deseret. Al día siguiente Sandra fue para investigar por ella misma acerca del asunto y le fue dicho que “El Presidente David O. McKay no nos permitirá vender ya más eso… Hemos tenido a varias personas que dejan la Iglesia debido a esos libros.” El 11 de octubre Jerald y Sandra escribieron al mismo Wood al respecto. Wood contestó diciendo que tenía abundancia de los libros disponibles y preguntó si le permitirían “usar su carta para mostrarla al Presidente McKay o a los responsables de detener las ventas del libro en la Deseret Book Company.”68

vendiéndolas. Cuando Herald House Publishers RSUD produjeron sus ediciones de reimpresión del Libro de Mormón original (1970), Doctrina y Convenios (1971) y el Libro de Mandamientos (1972), los Tanner decidieron seguir llevando las reimpresiones de Wood, no solo porque las reimpresiones más nuevas producidas por la Iglesia RSUD rival plantearían la misma clase de sospechas que las de la edición de la Iglesia de Cristo (Temple Lot) con McGee el abuelo de Sandra, sino también porque el pedigrí de las reimpresiones de Wood (publicadas originalmente por Deseret News Publishing Company) permanecía impecable no obstante el hecho que la Iglesia SUD los había puesto en la lista negra. Así, a pesar de que Wood estaba en una relación muy diferente con la Iglesia SUD que Sandra y Jerald, sus reimpresiones fueron aceptadas solamente por un tiempo relativamente corto. Al final del día no fue una cuestión de personalidades lo que provocó que la iglesia mormona luchara contra los esfuerzos de Jerald y Sandra para hacer una reimpresión del original del Libro de Mandamientos, que fue donde se puso en relación con la verdad, y con el Dios cuya palabra es verdad.

En una carta escrita el 22 de marzo de 1967, Wood culpa a Joseph Fielding Smith por detener las ventas de sus reimpresiones: Sin mencionar nombre alguno ni hablar personalmente de las Autoridades Generales, esto es lo que sucedió. El hombre que se supone conteste todas las preguntas acerca de la Iglesia en el Improvement Era [Joseph Fielding Smith] es el hombre que detuvo la venta del libro en Deseret Book. El Presidente McKay me ha dicho en más de una ocasión que vería que Deseret Book vendiera los Volúmenes uno y dos de Joseph Smith Begins His Work. Hasta ahora no ha sido capaz de hacerlo. Amo al Presidente McKay con todo mi corazón.69

(continuará…) Traducción: Max ruiz m.

Fueron aproximadamente dieciséis años antes que las reimpresiones de Wood volvieran a estar disponibles en Deseret Book. Durante todo el periodo los Tanner siguieron

Enero 2015

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Jerald & Sandra Tanner, The Case Against Mormonism, Vol. 1 (Salt Lake City, Utah: Utah Lighthouse Ministry, 1967) p. 52. 68 Wilford C. Wood to Jerald Tanner (October 27, 1964). See The Case Against Mormonism, Vol. 1, pp. 54 and 56. 69 Wilford C. Wood to Edmond C. Gruss (March 22, 1967). See The Case Against Mormonism, Vol. 1, pp. 54 and 56.

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