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LA CABEZA HUMANA. Pocos temas de la naturaleza constituyen un mayor reto para el artista que la cabeza humana. En ningún otro influye la misma combinación de irresistible interés e infinita variedad, ni la aplicación de una sola línea o efecto tonal puede producir un efecto tan sutil. Encajado de la cabeza. El modo más fácil de visualizar la forma básica de la cabeza es imaginarla como un huevo. Como se puede apreciar en los dibujos reproducidos aquí, cuado la visión es frontal ese huevo imaginario se encuentra en posición vertical, mientras que cuando la cabeza se ve de perfil el huevo forma un ángulo de 45 grados.
Hilera a: fracciones. Utilice las reglas de las mitades para determinar la posición de las fracciones. Dividiendo el huevo horizontalmente por la mitad obtendrá la línea de los ojos, que le permitirá situar con toda facilidad la de las cejas. Divida la mitad de la zona que va entre la cejas y la barbilla para hallar la base de la nariz. Por último, para obtener la línea del labio inferior, trace una línea en la mitad de la zona comprendida entre la base de la nariz y la barbilla. Estas proporciones permanecen constantes, tanto de frente como de perfil.
Hilera b: planos. En realidad la parte superior de la cabeza (cráneo) es redonda mientras que la zona correspondiente a la mejilla y las facciones forman distintos planos.
Hilera c: perfiles. Aplicamos el mismo método para dibujar la cabeza de perfil. Con la diferencia que agregamos un cuadrado cuyo perímetro incluya la línea de los ojos, el punto medio de la línea divisoria y el extremo
inferior del huevo. Divida la base del cuadrado en cuatro partes: la primera división indica la posición del globo del ojo y la segunda el extremo posterior de la mandíbula; el punto medio entre ambas divisiones corresponde al extremo posterior de la cuenca del ojo. Una vez dibujada estas facciones construya la nariz, formada por un paralelogramo que se extiende
desde la línea que marca la base de la nariz hasta la del ojo. La base del cuadrado corresponde a la línea de la mandíbula inferior. Cuando está dibujada, resulta relativamente sencillo encajar la boca y la barbilla entre dicha línea y la base de la nariz. a
Las reglas: Las reglas que se indican para determinar las proporciones de la cabeza, están basados en el hombre y la mujer medios, que, en realidad, no abundan. Esta normativa solo es una guía y no debe seguirse en forma rígida. Recuerde también que la diferencia de proporciones es uno de los factores que distinguen una cabeza de otra.
MODELADO DE LA CABEZA.
Distintas posiciones. Una de las mayores dificultades que presenta dibujar una cabeza, cuando esta se encuentra en una posición de tres cuartos, estriba en aplicar la regla de la proporción. En estos casos es de gran ayuda visualizarla como dos huevos superpuestos, en lugar de uno solo, del modo en que se indica los dibujos reproducidos aquí. Cuando haya captado la forma y las proporciones básica de la cabeza, deberá pensar en como modelar los tonos de luces y sombras para que el dibujo de la adecuada sensación de volumen. Los dos factores más importantes para determinar dónde y cómo deben aplicarse los tonos, son la estructura de la cabeza y la forma en que la luz incide sobre la misma. En lo que se refiere a la estructura, podemos dividir la forma esencialmente redonda, de la cabeza en una serie de planos. En este caso algunos son realmente planos, por ejemplo los lados de la cabeza situados por enésima de las orejas, y otros ligeramente curvos, como las prominencias que definen la frente, que requieren sombreados muy sutiles para indicar su curvatura. La mayoría de los cambios de planos se centran en torno a la nariz y la boca, donde el efecto de los músculos faciales reviste mayor complejidad. Aún así, existe la posibilidad de sistematización: por ejemplo en los rostros carnosos y sonrientes, los planos tienden a fugar hacia fuera y hacia abajo desde las alas de la nariz.
La luz. El considerar la cabeza como un conjunto de planos nos permite separa con facilidad la luz de la sombra, sin perder por ello, realismo. Sin embargo, es preciso observar atentamente la dirección de la luz para distribuir y guardar los tonos de forma correcta.
Las partes del rostro. Para dominar el dibujo de la cabeza humana no sólo es necesario conocer su forma externa y el canon de las proporciones, sino que el artista debe representar con soltura, fidelidad y fuerza expresiva las partes del rostro, pues en ella se reflejan los sentimientos más íntimos del ser humano. Al tiempo que son rasgos identificadores únicos e irrepetibles El mejor camino para dibujar estos elementos es practicar estudiarlos a partir de modelos diferentes y en diferentes posiciones. Rasgos sobresalientes: En los casos que el dibujante lleve a cabo las diferentes partes del rostro no debe eliminar ningún elemento, por poca importancia que a primera vista tenga. La nariz: En el caso de la nariz se trata de un apéndice de menor relevancia que los ojos y los labios, pero que al ser un rasgo sobresaliente colabora en la expresividad general del rostro humano, al tiempo que cobra una enorme trascendencia en la representación de una persona de perfil. La oreja: se trata sin duda del motivo menos importante de todos los que configuran el rostro humano, y en numerosas ocasiones incluso, queda oculto bajo la cabellera, o por que la posición propia de la cabeza dificulta o impide su visibilidad. No obstante cuando se deba representar este elemento deberemos prestar atención a todas sus sinuosidades y definir adecuadamente sus volúmenes. Los ojos: constituyen el elemento más importante del rostro humano, ya que reflejan con bastante fidelidad la personalidad del individuo. Juntamente con los labios, son a modo de ventanas, a través de las cuales pueden aflorar los sentimientos más diversos y los estados de ánimo más complejos. Cada mirada es diferente a las demás y también es distintiva la manera en que en ella se refleja el estado de ánimo. Por esta razón es imprescindible que el artista practique los estudios del natural.
ESTRUCTURA DE LA BOCA. Las facciones de una persona – boca, ojos, nariz y orejas- son tan personales únicas como su carácter para dibujarlas se requiere una atenta observación y gran sensibilidad. Una vez que usted domine la técnica básica, el bocetado y el dibujo de retratos dejarán de parecerle una labor tediosa, para convertirse en algo apasionante y fluido presidida por la intuición. Todas las bocas tienen aproximadamente la misma estructura fisiológica, que depende de los músculos y huesos faciales correspondientes. La Posición exacta que ocupa la boca entre la barbilla y la nariz, su anchura en relación con la de la cabeza e incluso el tamaño del labio superior con respecto al inferior, están sujetos a determinadas reglas generales. Lo que hace que la boca sea única es su diferencia de forma o tamaño con respecto a dichas reglas generales, para establecer estas diferencias, que suelen ser extremadamente sutiles, es preciso determinar correctamente la forma y la posición de la boca, con independencia de que se trate de un boceto rápido o de un dibujo muy elaborado. Siempre hay que recordar que la boca puede expresar muchas emociones.
ORIENTACIONES:
El canon de la cabeza: Dividiendo la altura de la cabeza en 3 unidades y media, mediante el trazado de líneas horizontales, obtenemos la situación y la proporción de los siguientes elementos: el perfil superior de la cabeza descontando lo que ocupa el cabello, el nacimiento del cabello, la parte inferior de la nariz, el perfil inferior del rostro, la altura y situación de las orejas. La cabeza humana es SIMÉTRICA o sea el CENTRO SIMÉTRICO DEL ROSTRO que es una línea imaginaria que divide longitudinalmente el rostro en dos. La estructura ósea determina muchos aspectos de la cabeza: el volumen, la expresión, la proporción entre las partes y la relación que hay entre ellas.
El cráneo, o sea, su estructura ósea también determinará la movilidad y estas las posturas “acting” de los gestos.
Según la edad representada:
Los niños tienen la cabeza más grande, en proporción al su cuerpo. Ya que su cráneo es mucho más voluminoso pues la masa encefálica con la que nacemos tiene casi la totalidad de su volumen al nacer, por lo tanto hasta que el desarrollo de las personas no llegan a la edad adulta, la cabeza de niños y púberes será mayor que la de los adultos. También los ojos son más amplios y expresivos. Una característica de la cabeza de un infante es que los maxilares aun no están totalmente desarrollados. Por lo tanto a la hora de dibujar un niño, si no contamos con un modelo en vivo, es bueno recordar estas simples características, que no ayudaran a darle a nuestro dibujo el sentido representativo que buscamos. En el caso de una persona adulta contamos con los cánones antes mencionados en este apunte. Veamos que sucede con una persona de la tercera edad: las características óseas se mantienen pero el exterior se ve desgastado por el paso del tiempo lo que trae algunas consecuencias a considerar: si vamos a dibujar un anciano debemos recordar que su esqueleto “sigue ahí” pero que tanto la piel como la musculatura (debido a la pérdida de tono, colágeno y grasa) hace que la apariencia externa cambie y se vea absolutamente condicionada a su estructura ósea.
La cabeza de adentro hacia afuera Observa ESTE VIDEO sobre la construcción del cráneo humano EL CRANEO COMO CONJUNTO DE ARTICULACIONES. (esta info fue extraída de AQUI) En nuestras cabezas existen 29 huesos unidos a través de las suturas craneales, que hacen de articulación y por tanto tienen un ligero micro-movimiento.
Cada 5 ó 12 segundos se produce un movimiento de expansión y contracción en nuestra cabeza y en todo el organismo. Esta pulsación nos mantiene nuestro campo áurico en perfecto estado de salud y vida, protección y fuerza. En este trabajo liberaremos todos los huesos del cráneo y permitiremos que tengan su libre movimiento de flexo-extensión. Las tensiones internas del cráneo se disolverán, la circulación sanguínea encefálica
mejorará, y todo el sistema nervioso central se oxigenará, creando una mayor capacidad de auto curación de cualquier malestar físico o psíquico. Actuamos como facilitadores para que el propio organismo se reordene y equilibre. Con varias sesiones mejoraremos la presión hidrodinámica del líquido cefalorraquídeo en el cráneo, en todo el cuerpo, mejorando así nuestro poder homeostático y nuestra calidad de vida. De esta manera el cuerpo tendrá plena capacidad de auto- curación y regeneración. Por tanto la pulsación del líquido cefalorraquídeo, llamada también impulso rítmico craneal, sucede en cada hueso y articulación del cráneo, del sacro, de la pelvis y en todas partes del cuerpo humano. Escuchar o sintonizar su ritmo, su simetría y su fuerza y así devolver la correcta pulsación allí donde sea necesario, es el fundamento de esta terapia. HUESOS DE LA CABEZA. Se consideran los huesos de la cabeza como la reunion de varias vétebras profundamente modificadas. Comprende los 8 huesos del craneo y los 14 de la cara. El craneo es una caja osea que encierra el encéfalo. La cara ofrece numerosas cavidades en los que aloja los organos de los sentidos. LOS 8 HUESOS DEL CRANEO son : 1 fontal, que forma la frente; 2 temporales, uno de cada lado y lateralmente; 2 parietales, uno de cada lado y arriba; 1 occipital, en la parte posterior e inferior; 1 etmoides, entre el frontal y el esfenoides. 1 esfeonides, en la base del craneo; 1.. – FRONTAL.- Es un hueso impar, situado en la paster anterior del craneo. La cara anterior, convexa y lisa, está recubierta por la piel. En ella se distinguen 3 eminencias: la glabela*, situada encima de la raíz de la nariz, las protuberancias frontales laterals, situadas a ambos lados de la glabela y los arcos superciliares* que corresponden a las cejas y situado debajo de las protuberancias frontales. La cara posterior, concave aloja los lóbulos frontales del cerebro. La cara inferior forma la pared superior de la órbita y presenta una escotadura etmoidal, en la que se aloja la parte superior del etmoides. A ambos lados de dicha escotadura, hay dos cavidades: los senos frontales; y lateralmente, dos superficies concavas, las fosas orbitarias que constituyen gran parte del techo de las órbitas oculares. 2.- TEMPORAL.- Es un hueso par situado entre el occipital, el parietal y el esfenoides, encierra los órganos esenciales de la audición. Comprende 3 regiones : La Porción Escamosa; La Porción Petrosa ó Penasco; y La Porción Mastoidea 3.- PARIETAL.- Es un hueso par, situado entre el frontal y el occipital y encima del temporal. Tiene la forma de un cuadrilátero y ofrece 2 caras y 4 bordes. La cara externa ( exocraneal) es converxa y presenta en el centro de la emisena parietal. La cara interna (endocraneal) es cóncava y su centro presenta una depression: la fosa parietal, que corresponde a la emisena del mismo nombre; además, esta surcada por canales ramificados como las nervaduras de una hoja de higuera; en estos canales se alojan vasos. El borde superior (1) grueso y dentado se articula con el parietal opuesto. El inferior ( 2 ) Delgado y cortante se articula con la porción escamosa del temporal; El anterior ( 3 ) se articula con el frontal; Y el posterior ( 4 ) con el occipital. 4.- OCCIPITAL .- Es un hueso impar, medio y simétrico, situado en la region ínfero posterior del cráneo. Presenta 2 caras, la exocraneal y la endocraneal.
La cara exocraneal (pósteroinferior) es convexa y en ella se encuentra el agujero occipital que da paso a la medula espinal. Detrás de dicho agujero hay una eminencia rugosa, la protuberancia occipital externa, que presta inserción a numerosos músculos y a ambos lados del mismo se hallan los cóndilos occipitales que se articualan con las cavidades glenoides del atlas . La cara endocraneana (ánterosuperior) es cóncava y se halla en 4 fases : Las dos superiores se llaman fosas cerebrales, y Las dos inferiores se llaman fosas cerebelosas. Esta cara presenta, además, la protuberancia occipital interna. Por delante del agujero occipital hay una apófisis gruesa y truncada, la apófisis basilar que dirigiéndose hacia adelante y arriba, se suelda con el cuerpo del esfenoides. 5.- ETMOIDES ,- Es un hueso impar y medio situado entre el frontal y el esfenoides, en el cual se distinguen 3 partes: Una lámina vertical; Una lamina horizontal, agujerada; Dos masas laterales. 6.- ESFENOIDES .- Es un hueso impar situado a manera de cuña, entre los demás huesos del cráneo, con todos los cuales se articula. Por su forma, este hueso ha sido comparado con un “ murciélago”. Presenta 4 regiones : Un cuerpo de forma cúbica; Dos alas menores; Dos alas mayors; Dos apófisis pterigoides. 7.- LOS HUESOS DE LA CARA : 2 maxilares superior, en el centro de la cara; 2 palatinos, por detrás de los precedentes; 2 malares ,o huesos de la mejillas; 2 nasales,que forman el dorso de la nariz; 2 lagrimales en la parte interna de la órbita; 2 cornetes inferiors, dentro de la fosas nasales; 1 vómer, que forma parte de tabique de las fosas nasales; 1 maxilar inferior, en la parte inferior de la cara. Maxilar superior.- Es un hueso par que forma la mandíbula superior. Cada maxilar presenta. La apófisis ascendente que forma parte del borde interno de la órbita ,la espina nasal;la apófisis palatina ,que forma en parte el paladar, y en el borde inferior , los alveólos ,o cavidades en las cuales se insertan los dientes. 8.- MALAR O POMULO.-Es un hueso par colocado entre el maxilar superior, el frontal,el ala mayor del esfenoides y el temporal, su forma es cuadrilátera siendo su cara intrena cóncava y su cara extrena convexa y muy prominente. Su borde superior forma parte del reborde de la órbita con su apófisis orbitaria. Su articulación con la apófisis zigomática del temporal forma la arcada zigomática. (“asa” de la calavera). 9.- NASAL.- Los nasales ó huesos propios de la nariz, son dos huesillos cuadrilateros, situados entre las apófisis ascendentes de los máxilares superiores, a ambos lados de la linea media; forman gran parte del esqueleto de la nariz, Además de articularse entre si y con los maxilares, se unen hacia arriba con el frontal y hacia abajo con el cartilago de la nariz. 10.- LAGRIMAL O UNGUIS.- Es un huesillo par, situado en la parte anterior de la cara interna de la orbita. Su cara externa presenta el canal lagrimal. Sus bordes son delgados e irregulares y se articulan con el frontal, con el etmoides ( es decir.. con la cara externa de las masas laterales) y con la apofisis ascendente del maxilar superior.
11.- PALATINO.- Es un hueso par situado por detrás del maxilar superior. Se distinguen en el dos porciones : La lamina horizontal y La lamina vertical. 12.- CORNETE INFERIOR.- Es un hueso par que en forma de lamina arrollada sobre si misma se desprende de la pared externa de las fosas nasales (por debajo de los cornetes superiores y medio). Su cara interna, convexa, mira hacia el tabique de las fosas nasales; la externa cóncava, mira a la pared externa de las fosas nasales. 13.- VOMER.- Es un hueso impar, medio y delgado que constituye la parte posterior del tabique medio de las fosas nasales. Presenta la forma de una reja de arado; de sus cuatro bordes: El superior (1) se articula con el esfenoides; El anterior (2) se une a la lamina perpendicular del etmoides y con el cartilago del tabique nasal; El inferior (3) se encaja en la hendidura que al unirse dejan entre si los maxilares superiores y las laminas horizontales de los palatinos; El posterior (4) es libre y separa los orificios posteriores de las fosas nasales. MAXILAR INFERIOR .- Es un hueso impar, medios y simétrico que constituye por si sola la mandíbula inferior: es el único hueso movible de la cabeza. 14.- HUESO HIOIDES.- Es un hueso impar, medio y simétrico que sirve de base a la lengua. Está situado en la parte anteposterior del cuello, por encima de la laringe. Ofrece el aspecto de una herradura de concavidad posterior. Presenta un cuerpo, dos astas mayores y dos astas menores. El hioides es el único hueso del esqueleto que está aislado de los demás. En él se insertan numerosos músculos que lo mantienen en su posición. Ahora podemos ajustar en todo nuestro cuerpo este movimiento respiratorio primario, su ritmo y simetría, a través de la terapia cráneo-sacral. Sus beneficios son excelentes para todos los problemas de salud o personales. En especial todo lo relacionado con la cabeza, el rostro, el campo áurico y por supuesto todo lo relacionado con la psicología. LA MOVILIDAD DEL CRÁNEO Hay dos tipos de movimiento básicos, el de flexión y el de extensión, que no son términos precisos. Describimos estos movimientos de esta manera: Flexión: Se produce un llenado y un ensanchamiento lateral del cráneo. El cuerpo a través de la comunicación fibridal, entra en rotación externa. Extensión: Se produce un vaciado y un acortamiento lateral del cráneo, así como un alargamiento en la parte anterior y posterior del cráneo, produciendo una rotación interna.
La cabeza en escorzo. El tema más complejo en lo que se refiere a captación y representación de las formas dentro del dibujo de la cabeza es el escorzo. La cabeza escorzada presenta varios problemas cuya solución deberá ser hallada teniendo en cuenta estos consejos: se deberá conocer previamente el canon de la cabeza, con el fin de poder imaginar una cabeza determinada en todas sus posiciones y desde todos los puntos de vista. El efecto del escorzo afecta a todos los elementos. Un dibujo que presente todos sus rasgos bien situados, pero sin su interpretación escorzada, también sería erróneo. Se necesita una idea clara de perspectiva. Incluso dibujando del natural, el escorzo ofrece grandes problemas si no se recurre a la perspectiva. Se tendrá en cuenta que la cabeza no es una superficie plana, sino de revolución, de forma que una línea imaginaria (por ejemplo la ubicación de los ojos) , vista de frente aparecerá horizontal, y al variar el eje dela cabeza se tornará curva.
Manos y pies. En una escala inferior al rostro, las manos constituyen una de las partes del cuerpo más expresivas en sí mismas y que, en muchas ocasiones, definen al propio hombre. En ellas quedan impresas la edad, la elegancia natural, la estilización o rudeza de unas formas, etc. Por todo eso es uno de los aspectos mas tenidos en cuenta de manera especial a lo largo de la historia del dibujo. Estudios de manos, bocetos y destacables obras de arte, donde las manos jugaban un papel especial, han sido ejecutados teniendo en cuenta su expresividad propia. Las manos, al igual que el resto del cuerpo poseen una estructura propia que hay que aprender a ver y manejar para poder darles movimiento y expresividad. Lo mismo sucede en el caso de los pies.
Los primeros criterios que debemos tener presentes para dibujar manos y pies son sus formas simplificadas en paralelepípedos. Vamos a estudiarlas por separado porque la mano es mucho más significativa, expresivamente hablando, que el pié, lo que hace que a los dibujantes nos dé más miedo enfrentarnos a ella.
La mano es una estructura cóncava hacia la palma compuesta de dos grandes masas, la de la palma y la de los dedos. La primera está formada por un paralelepípedo estrecho, en la de los tres dedos, cada uno está formada por la unión de tre spequeños paralelepípedos . A estas dos masas se añade por un lado la del pulgar y su base. Por favor dibuja las cuatro posturas de mano de la ilustración superior. Luego deberías continuar con estos:
El pié se puede descomponer en una serie de prisma triangulares unidos entre sí. Señálalos con precisión a partir de las siguientes figuras y apréndetelos de memoria, pues deberás dibujarlos posteriormente desde otras vistas:
Fíjate en las diferencias entre ambas estructuras: Mientras que la mano se engarza al brazo siguiendo su eje longitudinal, el pié se une a la pantorrilla formando un ángulo casi de 90 grados, que cuando lo abrimos, obligatoriamente mostramos una figura forzada del pié, como sucede en las posturas que te acabo de mostrar. Dibuja estas figuras y luego continúa con estás siguientes. En sucesivas lecciones insistiremos en detalles nuevos.