La coca no es cocaína

Productores Gabriel Flores, productor, BOLIVIA “La coca no es cocaína” Gabriel Flores, analiza desde su vasta experiencia como dirigente cocalero,

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Gabriel Flores, productor, BOLIVIA

“La coca no es cocaína” Gabriel Flores, analiza desde su vasta experiencia como dirigente cocalero, la situación actual del sector y las perspectivas del control social ejercido por las comunidades de productores para evitar que la coca, la planta sagrada, vaya al narcotráfico

Gabriel Flores es diputado nacional C-20 y Presidente de la Comisión de coca de la Cámara de Diputados del parlamento de Bolivia.

Por lo que tengo entendido, una persona para llegar a ser presidente de una asociación cocalera, y en este caso diputado, tiene que haber pasado por ser productor. Esto es algo que parece bastante generalizado. ¿Toda la gente que representa a productores ha sido productor en algún momento? Si. O sea que para llegar hasta aquí tenemos que pasar por ciertos cargos: primero en nuestro sindicato, después en la asociación de productores de coca, después a nivel departamental. Para ser diputado, éstas son las experiencias que hemos pasado. El ganador es el que tiene más conocimiento, quien puede ser leal a las bases, a él lo nombran, y es elegido candidato para ser representante ante cualquier autoridad. En este caso nosotros hemos sido los que siempre hemos sido leales, actualmente seguimos con los productores y vamos a seguir, una vez que haya recambio, el futuro presidente continuará y nosotros volvemos a las bases.

Me interesa saber su trayectoria personal. ¿Usted viene de ser productor, pasando por un sindicato?

Yo por los años 84, he sido dirigente de mi comunidad, secretario de vinculación de organización

de mi comunidad de productores de coca indígenas y de campesinos productores de coca. Y después asumimos la central de toda la población, Central Campesina de Arapata (Departamento de La Paz), mi pueblo, en el año 85. Posteriormente, he sido secretario de relaciones de mi federación de productores de la hoja de coca, de la Federación de Provincia en Oriundas, en el año 89. Después de la promulgación de la ley 1008 (1), que ha sido una imposición desde la embajada de EEUU, una ley que nos han impuesto a Bolivia. Y los parlamentarios, el presidente y los ministros estaban gobernando mediante el sistema neoliberal. Esta ley ha sido aprobada de la noche a la mañana y ha ido en contra de los productores de la hoja de coca.Mientras he sido secretario de relaciones de la Federación de la Provincia de Oriundas de los productores de la coca, hicimos muchas marchas desde la zona de los productores a la ciudad. Primero, para conseguir una resolución ministerial en el gobierno del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario), también cuando la ley 1008 se aprobó.

¿Qué era lo que estipulaba la ley 1008? La ley 1008 (promulgada en el año 1988 durante el gobierno de Víctor Paz en Bolivia) era una ley que iba a zonificar a los productores de la hoja de coca. Después de la promulgación, las plantaciones nuevas eran consideradas como coca ilegal. Todas las plantaciones de coca en Bolivia vienen desde tiempos incas ancestrales. Pero desde 1988 nos han impuesto en Bolivia una ley que nos zonificaba en: una zona de producción tradicional, una zona de producción excedentaria en transición y una zona de producción ilícita. En la zona tradicional, las partes minifundarias están consideradas como zonas tradicionales y lícitas. Pero la zona excedentaria era sujeta a erradicación y compensación por el viceministerio de desarrollo alternativo a través de USAID que es dependiente de la Embajada de EE.UU. Posteriormente con todas las marchas conseguimos una resolución ministerial para darnos un sustento legal como institución y en un congreso ampliado de todos los cocaleros del departamento de La Paz, en este caso de los Yungas de La Paz, cambiamos el nombre de ANAB COCA a ADEB COCA donde ADEB COCA debía tener su propia institución en el departamento de La Paz, mientras que el trópico de Cochabamba, otra institución. Los compañeros productores siempre hemos sido celosos, desde ahí el control social, para que nuestra coca no vaya al narcotráfico. Un control social desde las comunidades, puesto que a nivel internacional la han satanizado, a través de la ONU, a nivel internacional, y todo narcotráfico que se encontraba en Bolivia. EEUU estaba al tanto de esto e informaba a otros países que en Bolivia había narcotraficantes. Es por esto que, desde las zonas de producción, no se puede permitir la presencia de narcotraficantes en las zonas. La coca no es cocaína. Siempre la utilizamos para usos rituales, naturales, medicinales, porque la coca en su estado natural no es cocaína. Es como la uva que en su estado natural es sólo uva, pero cuando esta transformada es vino también puede hacer daño a la salud. Así también con el tabaco o la cebada.

¿Cuál es la situación actual de su comunidad? ¿De la comunidad cocalera a la que representa? Actualmente ha habido un cambio profundo, porque antes la gente tenía mucho miedo a las autoridades pero hoy no. Con el Gobierno actual ha habido muchos cambios.

De la coca que se cultiva ¿que porcentaje de los cultivos va destinado a usos alimentarios o tradicionales y que parte va destinada al narcotráfico? Primero que todo, como dije anteriormente, nuestra coca sale controlada desde las comunidades. Hay un control social. Tenemos un comité comunal de ADEB COCA de 3 personas: presidente, secretario de haciendas y secretario de actas, que específicamente controla el registro de coca y cuánta cantidad sale todos los días a la ciudad de La Paz, desde cada comunidad de los Yungas, en este caso de las 3 provincias y el resto que se encuentra en el norte de La Paz (Muñecas, Murillo y Franz_Tamayo) donde aplica la ley 1008. Se controlan cuántos takis (50 lbs.) se están sacando y deben ir registrados desde la comunidad, existe un convenio entre gobierno y los productores de la hoja de coca, tenemos un reglamento de comercialización y un control estricto en que no puede faltar ni sobrar una libra de coca.

En referencia al control que hay sobre la cantidad cultivada, tengo entendido que es una parcela, me gustaría definir ¿qué porción puede cultivar un campesino? En el trópico de Cochabamba en Bolivia, ya está delimitado, desde que era dirigente cocalero Evo Morales. Ellos han establecido convenios con la Embajada de EEUU, para tener un cato (40X40m) por familia. Mientras tanto, en nuestras zonas en el departamento de La Paz no está delimitado todavía porque la topografía es muy diferente al trópico de Cochabamba. Nuestra tierra está ya cansada porque son cultivos existentes desde nuestros ancestros, desde la época colonial, y la tierra está erosionada, por lo que el proceso de la plantación es muy diferente. Estamos tratando de concertar con los productores de hoja de coca, que no aplica el cato de coca si vamos a racionalizar, sino que tiene que haber otro tratamiento según la topografía.

Bajo esta nacionalización, teniendo en cuenta las diferentes topografías, ¿Qué problemas enfrenta el agricultor? ¿Cómo se ejerce el control para que se respete la cantidad de terreno cultivable según lo permitido? Primero que todo, en las zonas de la provincia nor y sud Yungas e Inquisivi, no se pueden extender más las producciones. Un ejemplo, mi papá tiene 4 has de terreno y somos 4 hermanos, con la división apenas nos toca unos 3 catos de terreno a cada uno. Yo voy a tener que repartir eso entre mis dos hijos, que están estudiando, pero si tienen que retornar al cultivo de coca, tendrán que quedarse con eso y luego volver a repartirlo y así sucesivamente. En el futuro vamos a tener que vivir del surcofundio (2), como en el altiplano. A raíz de estos problemas es que hay un Movimiento Sin Tierra en Bolivia. En Bolivia, pocas familias que tenían el poder político y económico, se han concesionado como 500.000 has a cada una en el oriente y en el norte de La Paz. Por ello, el referéndum delimitorio ha determinado, este 25 de enero, que cada persona pueda tener 5.000 has como máximo y los excedentes deben devolverse al Estado para que los reparta equitativamente a los hermanos que no tienen tierra.

Si a un productor se le encontrara en contacto con el traficante o saliéndose de los acuerdos, ¿Qué sucede? Sanciones fuertes, suspensión de su carné de productor... Muchas comunidades tienen sus reglamentos internos, pero depende de la falta, si es leve, alguna suspensión para que su coca no pueda salir al mercado, un castigo de 3 meses si es grave e incluso se puede llegar a la expulsión de la comunidad como productor cuando se tiene contacto con narcotraficantes. La coca excedentaria está ubicada en otras provincias donde no autoriza la ley. Esa coca va directamente al narcotráfico, porque ya no la controlamos nosotros como institución. Se está exigiendo una racionalización concertada, consensuada con los productores. Por otro lado, existe una imposición desde la embajada. EE.UU que ofrece una ampliación de convenio de aranceles 0 para las manufacturas exportadas a EEUU a cambio de erradicar la coca en Bolivia. Por eso nuestro gobierno ha decidido ahora racionalizar la coca.

¿Sufren también agresiones físicas? A través de algún tipo de institución, ¿se implementa forzosamente la erradicación? En esto tengo que ser muy claro, en el trópico de Cochabamba en Bolivia, nuestros hermanos han sufrido en manos de las Fuerzas de Tarea Conjunta (FTC) y la DEA. Estos no han ido para el control de narcotráfico, han ido a erradicar, pero había violaciones, muertes. No había ni siquiera respeto a los derechos humanos. Ha habido intromisión por parte de la embajada de EEUU, producto de las marchas por las reivindicaciones de la coca en que salimos a pie desde las zonas productoras hasta la ciudad de La Paz y hasta el Palacio de Gobierno. En ese caso hubo muertos, gasificaciones… Ni respeto a las personas de la 3ª edad. Las fumigaciones por vía aérea ya no se dan. Se erradican con machetes, piquetas.

¿Se ha conseguido de alguna manera proteger a los productores desde la entrada de Evo Morales al gobierno? Ha habido un cambio profundo porque nuestro presidente tiene el respaldo de las organizaciones sociales en Bolivia. Desde la presidencia se maneja la campaña “Coca soberanía – Coca dignidad – La hoja sagrada que sirve para usos rituales, medicinales y culturales y es nuestra identidad como productores de la hoja de coca”. El respeto a nuestra sagrada hoja de coca es básico. Primero, a la planta de coca le decimos mamaina, coca madre, madre coca, porque nos da la supervivencia, porque la coca nos da el estudio, el alimento, porque gracias a la coca nosotros hemos podido sobrevivir. Gracias a la coca yo soy parlamentario, tenemos profesionales, gracias a la coca viven nuestros mineros, nuestros hermanos zafreros y nuestros hermanos del altiplano. Sin la coca La Paz no seria lo mismo, porque ha dado fuentes de ingreso. En los tiempos de esclavitud, se pagaba el impuesto en la tranca de Undoabi, y producto de ese impuesto se ha construido la universidad mayor de Bolivia, la universidad de San Andrés; y la vía ferroviaria de La Paz a Los Yungas. La coca es reciprocidad. Una costumbre en Bolivia es cuando se juntan una pareja, van a pedir primero la coca. Ella te avisa, es sabia, cuando es dulce te dice que te va a ir bien durante el día. Cuando esta amarga quiere decir que va a ir mal. Esta prohibido quemar o arrancar la coca, hay una sanción muy grande dentro de la comunidad. Es nuestra fuente de

trabajo, de salud, educación, la ropa, la vestimenta. Gracias a la hoja de coca lo tenemos todo. Y no sólo nosotros, sino los consumidores.

¿Cómo se siente usted cuando ve arrancar una planta de coca? Pues me da ganas de llorar. Porque yo en Bolivia, veo una planta que por algún derrumbe va a desaparecer y me la llevo y la planto en otro lugar, porque no podemos permitirlo. Nuestro eslogan como bolivianos es “COCA O MUERTE”. Antes que maten a la coca, que nos maten a los productores.

¿Cómo le gustaría ver su comunidad en el futuro? El futuro no va a cambiar, vamos a seguir cultivando coca. Porque ahí hemos despertado nosotros, lo harán nuestros hijos y ahí vamos a morir. Antes había una relación íntima entre las autoridades políticas del gobierno con el ejército. El ejército era enemigo de todos. Metía balas, había luto, asesinatos, muerte. Pero ahora con nuestro gobierno recuperamos nuestros recursos naturales. Y el ejército a través de los soldaditos va a distribuir alimentos a las escuelas. Antes los niños los tenían miedo, porque metían balas. Ahora les tienen hasta cariño. Me gustaría que hubiera un desarrollo no alternativo, sino integral. Que haya una mejora de las plantas para que sigamos cultivando.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Producer, LESOTHO

“We normally grow marijuana in the valleys where it is hidden, and it is inaccessible for the police to get to” Although the law does not prohibit planting marijuana in Lesotho, possession is ilegal, so in practice, cultivation and transportation to the market place is penalized.

I am from Lesotho; it is a mountainous country that is inside South Africa. Over 75% of the population lives through Agriculture.

Cannabis is mainly grown in the foothills of Lesotho. Like every peasant or farmer, we find ourselves compelled to grow some of the plants which may be described as illegal. Cannabis, for most farmers, is not produced for autoconsumption, but for commercial purposes. We export it to South Africa, to get money so we can take our kids to school, for medical purposes, all those basic issues. It is for survival and nothing else. It is in rare cases that we sell cannabis to locals. The law in our country concerning cannabis only prohibits possession, but it does not say anything about the use of it. It is illegal to be found in possession of cannabis.

What about the cultivation? Is it penalized? Well cultivation is partly possession. Really, there is no major problem with the government, only during the last year, when there was this range operation of South African Police in conjunction with Lesothan police into certain areas on the east of Lesotho. All around we find that there are road blocks by Lesothan police, but we cannot say that they are constantly blocking transportation to South Africa.

What is the current situation in your community? In Lesotho we haven’t opened the debate - neither the growers nor the government - as to what is our perception of marijuana. It was during the British government that the law declaring marijuana an illicit plant was established. Hence the first political organization in Lesotho (that was striving towards independence) had said that “we will return the country and legalize marijuana”, because their understanding of the community was right: this plant is so beneficial for us as a nation and the land that we are talking about, which fits the region of South Africa today, it was 2 times bigger than Lesotho. So the main claim of the Basuto National Congress for Independence was that they had to return that land to Lesotho and for the legalization of marijuana. So since then and post-independence (1966), there has never been a debate on how should we legalize or what should we do to legalize marijuana. So the community there is not as well organized as in other countries.

Do you have any association between the farmers? We don’t have any type of association; we operate in groups. And they are created more on a friendly basis and commercial purposes, like if one person goes to do the marketing in South Africa we join, so we can go together to do the marketing there.

So regarding legality, what are the problems that you face and encounter as a community? The law is quite weak, it is not clear. It does not prohibit you to plant. The law just says it is illegal to be in possession of marijuana. That’s what it states. If you smell of marijuana, but they do not find any on you, they cannot arrest you. But if they get you with possession, no matter the size of it, you might get a fine proportional to the amount. Sometimes they might just confiscate what you have.

Do you face any problem as a grower/producer? Certainly, because if I can be found planting, I am as wrong as someone who is in possession. It is not something we can do openly. We normally do it in the valleys where it is hidden, and it is inaccessible for the police to get to. We normally do it in “no-go-zone for police”.

So this makes it more difficult for you too, to get to the fields? Cultivation is not that easy. Transportation from the valleys to the market is quite complicated.

How is it with the soil and the water, since it is so far away? In those valleys the soil is quite fertile. Lesotho is the second if not the first country with more water in Southern Africa. Actually there are 2 huge dams that are basically there to provide water for South Africa.

Do you profit from these dams? Yes we normally grow in the valleys where there are the rivers and canals that drive water to the dam.

Do you get any pressure from organisms? Paramilitary, military, government? Or as long as you are far out you are safe? A little bit. We mainly encounter problem when we are transporting from the fields to the market, because that is when we encounter road blocks by police. You rarely find military involved. It is not like in other countries. In Lesotho this does not exist.

Is it often that people get caught in borders? Meaning that your own personal subsistence is at risk? Yes very much so.

Are there any other crops that you can grow together with marijuana? Normally people who grow cannabis grow it along with maize.

Personally do you grow your own food?

Certainly that is how we survive.

And has it ever happened that police or other organism come and affect your personal food crops? Not at all; at least this has never happened to me. And with other farmers who have been affected by police seizing their crops, the police only come and get the marijuana and leave the maize. Politically speaking, it is not Lesotho who has illegalized marijuana. It was the foreigners. But Lesotho has no problem with marijuana; in fact it is a source of income for us. This is why the government cannot get that tough on Lesothans, on those of us who grow, because they know that is how we survive. Some of the ministers grew up in such families, and they know that is how peasants in those regions survive.

What is the result of the cannabis that is cultivated? Is it used only for consumption or perhaps textile or medical uses? Recently they have started using it in modern hospitals, but to be converted into chemical. Probably in South Africa, but this country does not have their own plantations, it is grown in Lesotho and exported to South Africa. In Lesotho you may find someone occasionally using it for consumption. For medical purposes, for example, if you are having a headache, we use it as a medicine and nothing else. This is why we say it is not a drug because we have never seen it as bad and has never been converted into a hard drug that can damage someone. When we get to big cities in South Africa, and they see a license plate from Lesotho, they just rush to you because they think that you have brought cannabis.

So since you are “in the middle of South Africa”, I suppose you are faced by special attention when you travel out to your neighbour country, like you were saying? Definitely, if you get to any border town in South Africa, and police see you are from Lesotho, they will stop you to see what is it that you are doing in South Africa.

The economy that is created, is it only sustaining for your own family or can you enrich to a certain level because there is a big market? It is also enriching. There are some big business men in the country who started growing marijuana, who now stopped, and are running for example a big fleet of buses. But most of our farmers are growing it for survival.

I have read that cannabis has been there since long ago… Yes marijuana has been there long before.

Is it a plant that people know and people accept? It has been accepted all along. In fact even in our traditional cause it used to be one of those herbs that were found available for the councillors. That shows it has a long history for us as a nation.

How was it that after 1980 there was a big growth in commerce? It was due to retrenchment policies. People who worked in the mines were brought back home. So they found themselves with no other alternative for creating family income, so they turned to marijuana plantation. Hence production increased, so did exportation.

How does it feel for you personally to grow this plant? For me it is a commercial crop and nothing else, it doesn’t cause any harm, it must be used reasonably like any other plant, and I don’t want to see it being converted into something that can be dangerous to humankind, because it has never been so. In fact it can make us a better people. It must be used as natural as it is, it is a medicine and nothing else. This is what nature provides us to make our life out of it.

How would you like your community to be in the future? I would say: let us go ahead with our business. If you don’t want us going ahead with our business, come up with an alternative, instead of just saying: drop it. Because this plant that God has given us, it helps us survive. If you want my community to stop growing cannabis, give them an alternative. And we are going to put it on trial: can this alternative sustain people’s needs?

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Fabiola, agricultora, COLOMBIA

“La hoja de coca como patrimonio colectivo de los pueblos andinos amazónicos” La productora colombiana de la comunidad Nasa cuenta los éxitos y los desafíos de la pequeña industrialización de la hoja de coca centrada en que los beneficios se queden en la comunidad indígena

Fabiola es una productora artesanal que industrializa la hoja de coca para usos alternativos

¿Cuál es la situación actual de su comunidad respecto a la hoja de Coca? Nosotros, en el departamento del Cauca de la comunidad Nasa en Colombia, hemos entendido que tenemos que aprovechar la hoja de coca como alimento, medicina y ritualidad. Especialmente como alimento. Es una propuesta que nace de la comunidad misma, de la gente que tiene la necesidad de ponerse en marcha. Antes de llegar a tener una nueva planta para un monocultivo para una economía abierta, preferimos generar cultivos integrales de lo que es nuestro: maíz, trigo, quínoa, chachafruto, fréjoles y todo lo demás, a fin de alejarnos de una crisis de la economía de alimentos mundial. La provisión de la hoja de coca ha sido para nosotros el principal problema, porque cuando se prohíbe una planta se genera violencia, desplazamiento, corrupción en el mismo Estado, a causa de una política mal diseñada. Si se logra tener una política concertada entre el Estado y las comunidades podremos tener un buen aprovechamiento. El ejemplo de la hoja de coca es un éxito, porque hemos logrado que el usufructo y toda la cadena de distribución sean de las comunidades indignas que tienen los beneficios. Lo que pedimos ahora es que la hoja de coca sea respetada como patrimonio de las comunidades indígenas.

¿Qué significa la hoja de Coca en su cultura? La hoja de coca ha significado, a través de la historia en los Andes, una medicina y un alimento. Para nosotros la medicina está ligada a la ritualidad: si alguien se siente decaído es porque está

contaminado por algo, entonces hay que hacerle un “refrescamiento” y tiene que haber hoja de coca como elemento central, como esencia femenina, madre, hermana. La hoja de Coca, por naturaleza, calma los dolores, tantos físicos como la ansiedad psicológica de la persona. La hoja de coca quita la ansiedad por los cigarrillos o las copas de vino, es bondadosa. Sería importante que hiciéramos un buen aprovechamiento de estas bondades en lugar de satanizarla y condenarla. La hoja de coca tiene la bondad de actuar en el estado de ánimo entre el más y el menos, de tal manera que estés siempre en armonía con la naturaleza. Si estás demasiado enojado o acelerado puedes tomar un té de coca y vas a lograr un equilibrio para tomar buenas decisiones. Además, la hoja de coca tiene muchas propiedades alimenticias, y es imposible que no se haga un buen uso de las bondades de la planta. Se puede hacer harina para diferentes usos: galletas, tortas, espaguetis, para condimento en una sopa o ensalada, se pueden preparar cócteles o bebidas energizantes como el Coca-Sec. Como alimento es un elemento más en la cocina diaria para obtener una correcta alimentación: la coca tiene más calcio que la leche! Cuando hoy día hay problemas de desnutrición en Colombia y en otros países, ¡se está desaprovechando este contenido alimenticio! Cuando debería aprovecharse desde el tallo, las hojas, las flores, hasta las semillas. Y todo por el físico desconocimiento y la mala difusión de hoja de coca. Debemos utilizar adecuadamente todos los recursos que tenemos en nuestras manos. Ahora, por ejemplo en Colombia hay una campaña constante por la radio adonde se presenta la hoja de Coca como “la mata que mata”; pero lo más grave es que ¡usan la voz de niños para tener mas efecto!

¿Cómo es el caso de Coca-Sec? Coca-Sec es un energizante que tuvimos la idea de enlatar y vender en todo el país: resulta que el Gobierno colombiano retiró el producto del mercado y la Coca-Cola Company nos demandó por utilizar un nombre que ellos tienen registrado. A nosotros nos parece una grosería que una multinacional extranjera venga apoderase del nombre y del los usos de la hoja de coca. Nosotros hacemos una reclamación por derecho propio, porque la hoja de coca nos pertenece y queremos que las comunidades indígenas tengan el control sobre el uso del nombre. Creemos que la hoja de coca tiene que ser declarada como patrimonio colectivo de de todos los pueblos andinos amazónicos.

¿Cómo fue la experiencia del primer Foro sobre los Cultivos Declarados Ilícitos? Este Foro ha sido muy importante para nosotros para darnos cuenta que otras plantas están generando los mismo problemas que tenemos nosotros alrededor de mundo. Nos queda el declarar cada planta como propiedad de los pueblos originarios de cada país. Ojala que se pueda crear un comité de personas que están sufriendo esta represión.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Abdelatif, agriculteur, MAROC

Le Kif : de la fierté à la honte Abdelatif, agriculteur originaire de Ketama et issu d’une famille de cultivateurs de cannabis, s’émeut de la situation actuelle de sa communauté- Il se rappelle le kif (mélange de tabac et de résine de cannabis) de son enfance et vient dénoncer l’inaction de son gouvernement.

Abdelatif est membre fondateur et président de l’Association pour le Développement du Haut Rif Central

Les usages traditionnels du chanvre (nom commun du cannabis) Au tout début, le cannabis était cultivé dans cinq villages du nord du Maroc. Ketama était l’un d’entre eux. Dans un coin bien gardé du village, on pouvait en respirer l’odeur, et observer le chef d’orchestre commencer son rituel : il déplie et nettoie son sebsi, extrait les graines de la plante, pour en fumer le reste, à l’état pur. Un rituel particulier réservé aux extravagances des artistes. La graine, elle, était sacrée. Pour les enfants, c’était une délicieuse friandise, alors que pour leurs parents, c’était le pain quotidien. Avec une partie de ces graines, en effet, se fabriquait la farine ; avec l'autre, la production de l'année suivante était assurée. Hormis le pain, on savait lui donner d’autres usages tels que la fibre textile, la fabrication d’huile pour les lampes, de cordes, de voiles pour les bateaux ou même encore de papier. En 1450 déjà, Gutenberg imprimait la première Bible sur du papier de chanvre. Mais l’usage sans doute le plus courant du chanvre était médicinale. A Ketama, on dit d’ailleurs que le nom de famille de notre interlocuteur vient de là : Adbibe signifie « docteur » en langue tamazight. Il n’y a pas de doute, le cannabis était un élément plus que signifiant dans l’économie domestique de ces villages, enclavés géographiquement, mais dont le climat et les sommets extrêmes favorisaient l’épanouissement de cette plante et rendaient difficile celui de toute autre.

En liberté conditionnelle Malgré tout, la marginalisation est dure à vivre, et les désastres provoqués par le processus de décolonisation augmentent les besoins des foyers. La région de Ketama ne dispose que d’une seule route goudronnée, qui n’aurait même pas été réhabilitée l’an dernier si elle n’avait été le chemin obligatoire pour aller du nord central au sud du Maroc. Il n’y a pas de centres de santé, pas d’école décente, pas de moyens de communication ni d’électricité dans la majorité des maisons. Pas d’infrastructures de base. Ni l’ONU, ni l’Union Européenne, ni le Maroc lui-même n’offrent d’alternatives valables. Face à cette situation, à la concurrence des grandes parcelles, et au vu de la demande extérieure, les cultivateurs de cannabis de ces régions historiques n’ont d’autres alternatives que de rentrer eux aussi dans la chaîne de production de drogue. Se crée alors une série interminable de conflits, à plusieurs niveaux. Au sein des familles elles-mêmes des tensions apparaissent sous la crainte de la répression, et le noyau familial se démantèle au fur et à mesure que ses membres sont emprisonnés. Abdelatif se souvient encore du jour où il a dû abandonner la faculté de Droit pour rentrer chez lui aider sa mère et ses deux belles-sœurs en difficulté suite à l’emprisonnement de ses deux frères. Sa carrière s’est arrêtée ce jour-là. La solidarité, principe fondateur des populations de cette région issues de systèmes tribaux, se perd aussi. La culture du cannabis est devenue un moyen de chantage entre voisins, un moyen de satisfaire une vengeance, ou encore une façon de se sauver de la répression en collaborant avec les autorités en dénonçant des propriétaires plus grands…tout ça pour que finalement seuls les grands « barons de la drogue » en touchent les profits. Les Ketamis vivent aujourd’hui en liberté provisoire, constamment soumis à la crainte de la répression et enfermés dans leur maisons pour ne pas se faire repérer. Malheureusement, cette anarchie, puis les guerres successives dont le Rif à fait l’objet, ont mis complètement fin aux usages traditionnels du cannabis et entraîné une perte – sans retour ? - de ce savoir-faire ancestral. Pour ces agriculteurs, cultiver le chanvre incarnait autrefois la fierté de conserver les traditions familiales. Il est aujourd'hui réduit au statut d'acte illicite, indigne et honteux.

Des dossiers qui n’avancent pas Abdelatif est membre fondateur et président de l’Association pour le Développement du Haut Rif Central créée en 1999 afin de sensibiliser les autorités nationales et les organismes internationaux à la situation du Rif et de ses habitants. Dans ce cadre, il a voulu attirer l’attention sur le fait que, oui, il faut éradiquer les champs de cannabis plantés autour des zones traditionnelles et destinées au trafic de drogue ; mais certainement pas sans proposer une alternative économique et sociale, une alternative intégrale et intégrée, et, surtout, adaptée aux difficultés du terrain (climats, isolement, etc.). Des rapports ont en effet démontré qu’il est absolument réducteur d’aborder le problème de la culture du cannabis depuis un point de vue strictement agricole. De façon surprenante mais réjouissante, l’Association a réussi à signer un partenariat avec l’Agence Nationale pour le Développement du Nord, qui aboutit quelques mois plus tard à une étude adaptée des possibles alternatives, étude qui semble contempler un nombre important de facteurs : la santé, l’éducation et la formation, l’environnement, la question de genre… A partir de cette étude, de nombreux projets de développement ont été ficelés : 15.000 arbres fruitiers et 600 ruches ont été distribués à des agriculteurs préalablement formés, des chèvres ont été données à des femmes seules, veuves, ou dont les maris sont emprisonnés.

Les agriculteurs se disent prêts au changement. Cependant, le projet doit constamment faire face aux mafias de la drogue qui n'ont aucun intérêt au changement. Ces dernières font pression sur les agriculteurs, et leur mettent des bâtons dans les roues. Vint ensuite un abandon total de l’accompagnement promis par la Communauté Européenne. Résultat : le projet est un échec. Ketama, comme l’ensemble des zones historiques, doit redevenir une zone traditionnelle de culture du cannabis. L'Etat doit aider à récupérer les savoir-faire traditionnels et à les transmettre. L'Etat doit aussi désenclaver la zone en créant des routes et des infrastructures de base. La population est prête, l’état doit agir ! Pourquoi ne pas voir le kif comme une alternative au kif lui-même ? Aujourd’hui, Abdelatif frappe du poing sur la table. Il veut comprendre pourquoi les mafias qui on fait échouer les projets n’ont pas été punies. Il veut comprendre pourquoi les autres projets qu’il a présentés aux autorités marocaines n’ont pas eu de suite. Il ne veut pas croire que la corruption est telle que même l’Etat se prête au jeu du dialogue de sourds. Son association est pour le moment en « stand by » faute de financement. Entre blanc et noir son cœur balance. Même si le nouveau programme Méditerranée pour le Nord et la construction de la route entre Oujda et Tétouan sont un espoir de développement et d'investissements européens, notre interlocuteur est plutôt pessimiste. La poussée démographique l’effraie et il faut agir avant que la situation ne soit irréversible. Cela fait longtemps maitenant qu’il a tiré la sonnette d’alarme, mais personne ne semble l’entendre.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Elsa Malpartida Jara, parlamentaria y productora, PERU

“Hay que ponerse las botas, agarrar el machete y salir” Las mujeres encabezaron la organización cocalera en Perú para defender sus tierras de las erradicaciones impuestas por el gobierno.

Elsa Malpartida es enfermera técnica, agricultora, parlamentaria y madre.

Si miras bien dentro de los ojos de esta mujer de fuego, puedes ver la chispa con la que movilizó a toda una multitud –montaña arriba y machete en mano- para ahuyentar a los helicópteros que venían a erradicar sus tierras. Y lo consiguieron. Fue el momento en el que las mujeres cocaleras descubrieron que tenían fuerza suficiente para luchar por su vida. Y también fue el comienzo de la representación sindical en la vida de Elsa, que además de enfermera técnica, agricultora y madre, ahora es parlamentaria andina. Mientras se mantenía esta conversación, en la mesa de al lado se reactivaba el Consejo Andino de la Hoja de Coca.

¿Qué uso de la coca se hace en su comunidad, tanto tradicional como actual? Primero es identidad y cultura, estamos orgullosos de que el Machu Pichu se construyó mascando coca. Para nosotros la hoja sagrada es la Pachamama y la Mamacoca: la tenemos para que nos dé la producción y nos diga cómo nos va a ir en el día. Si la coca te sabe amarga en la mañana es que el día no será bueno, y si te sabe dulce es que el día será perfecto. Además, con la industrialización tenemos mate de coca, jabones de coca, champú de coca, galletas de coca, panetones de Navidad de coca, cremas dentales de coca…En el tema médico, como coagulante, cura la osteoporosis con harina de coca.

Desde muy joven ha ocupado puestos de representación sindical, hasta llegar ahora a nivel nacional… Desde muy joven entré en la dirigencia, por problemas con el terrorismo, y teniendo ya un buen cargo me retiré por presión de mi familia, retorné a la dirigencia ocho años después, y como ya conocía las bases de mi trabajo fui ascendiendo. Empecé defendiendo mi caserío, luego pasamos al distrito, luego la provincia, y cuando me di cuenta ya era dirigente nacional. Pero en la lucha, a veces por la cólera y la ira, olvidas hasta tu casa, te metes de lleno. Te dices: “acá me ganaron, pero a la otra no le ganan”. Empiezas a crear estrategias…Para ser dirigente mujer tienes que ser cuatro veces más que un hombre: tienes el trabajo de la casa, yo administro mi chacra (terreno) donde siembro la coca, tengo ganado, tengo dos hijas mujeres, tengo que cuidar su educación… a veces al esposo lo abandonas. Empiezas a luchar, a caminar…había semanas que tenía que ir a las otras bases, porque ya era dirigente nacional, volvía a los quince días. Ser mujer es difícil, ser dirigente peor aún, porque tienes que doblegar a un hombre para que te respete, porque siempre hemos actuado con mucho respeto. He tenido éxitos y fracasos, pero siempre con la gente.

Su zona, el Alto Huallaga, es de las mejor organizadas socialmente de las cuencas del Perú. No sólo en sindicatos, sino también en asociaciones, cooperativas, gremios, comités, clubs, empresas comunales… En una revista de acción política peruana he leído que el error de muchos programas de desarrollo alternativo radica en concebir la selva como un espacio vacío y sin tejido social, y destinar la financiación de los proyectos a “construir institucionalidad social”. ¿Qué ocurre con el desarrollo alternativo en su comunidad? Los programas vienen condicionados a la erradicación, y no te dan ayuda a ti, que eres cocalera, si no al vecino de abajo (en las zonas bajas se cultivan plantas alimenticias, cacao, plátanos, papaya… y la coca se cultiva en zonas más altas). Donde sólo crece coca o yuca es difícil plantar otras cosas, así que la ayuda se la llevan otros, y yo tengo que pagar la factura, porque yo soy cocalera y a mí me erradican y encima no me dan nada. También invierten mucho dinero en dividir organizaciones. Yo he sido una dirigente que andaba siempre en grupo, nunca iba con menos de diez personas, incluso me acompañaban hasta el baño: cinco mujeres y cinco hombres que me servían de seguridad y me atendían. Éramos los primeros que salíamos en huelga y hacíamos temblar a cualquier gobierno. El Estado intentó ponerme en contra de los campesinos y desacreditarme, porque me ofreció 50.000 dólares para vender la organización cocalera, y lo decían en los medios de prensa. Pero yo tenía el respaldo de la gente.

Ahora que es Parlamentaria Andina, sin dejar de estar del lado de los campesinos tiene, además, la visión de los políticos… Como parlamentaria fui a defender una erradicación y eso me costó otro proceso más, el último que tengo, por 35 años de prisión, y el Estado solicitó mi levantamiento de inmunidad. Porque tengo inmunidad como parlamentaria no estoy en la cárcel, pero terminan los dos años y medio y estoy con un pie en la cárcel, porque sé que eso es lo que me espera. Pero digo yo que no puedo retroceder, porque para eso habré nacido, y si retrocedo yo, hago tener miedo a los

demás dirigentes que vienen de base. Tenemos que sembrar la semilla de los que vendrán después que yo.

Le he escuchado comentar que en Perú habéis aprendido de Bolivia a organizar los movimientos sociales, ¿qué es lo que habéis aprendido? Hemos aprendido a no tener miedo. Años atrás los hombres se levantaban y decían “empezamos a luchar”, pero eran asesinados o detenidos como terroristas y narcotraficantes. Así vivimos algunos años en vacío, dejándonos erradicar, se llevaban tus gallinas, tus vacas, había mujeres que se enfrentaban a ellos y las pegaban y maltrataban. Con los años vimos que en Bolivia hacían lo mismo y salían a defenderse. Así que dijimos: “los hombres no pueden, pero ¿por qué no nosotras?, ¿qué nos falta? Hay que ponerse las botas, agarrar el machete y salir.” Tuvimos miedo, y mi compañera y yo nos preguntamos si la gente nos iba a seguir. Y aún así empezamos a caminar, y grande fue nuestra sorpresa cuando vimos que hombres, mujeres y niños nos seguían, y subimos al cerro, y al ver la multitud que subíamos, los helicópteros empezaron a volar y se fueron. Así empezamos a pelear. Así nos ganamos el respeto de todos los políticos, incluso de derechas, porque mi palabra es respetada, no me dejo vender.

¿No tiene miedo a la muerte? Yo les digo a mis hijas que tienen que estar orgullosas si algún día falta su madre, porque no murió o fue a la cárcel por corrupta ni por ladrona, sino por defender a un pueblo. Les digo que si voy a la cárcel, la cárcel no mata. Y si me matan, pues para morir en un asilo, ese es mi destino, y la tenemos que tomar con mucha humildad y fortaleza.

Ni la sustitución ni la erradicación están siendo efectivas, entonces ¿cuál sería la política que tendría que llevar a cabo el gobierno? Nosotros defendemos la coca en su estado natural. No al narcotráfico. Así que hemos pedido al Estado peruano que haga un empadronamiento de los campesinos cocaleros. Y yo tengo que demostrar a quién vendí, con un boleto, o una factura, con su DNI…tiene que ser reglamentado. Pero quien no se quiere empadronar es porque vende al narcotráfico y en la vida va a decir a cuál narcotraficante le vende. Sería un primer paso para separar la paja del trigo. Hemos logrado ahora presionar al gobierno regional para que ellos empadronen la zona, vamos a iniciar esta experiencia que hemos pedido hace cuatro años. Si cuatro años atrás hubiéramos empadronado no habría tanta coca sembrada ahora, existiría un control. Nosotros mismos controlaríamos eso.

El territorio dedicado al cultivo de coca sería menor si ésta sólo se destinara a usos lícitos… Hay un mercado internacional: Sudáfrica está comprando al Perú mate de coca, lleva cuatro containers, cuatro veces al año. Imagínate si China comprara mate de coca, ¡faltaría..!

Ha comentado en una ocasión que el ejército americano está arrasando la selva para robar agua y oxígeno Si treinta años de erradicación no dan resultado frente al narcotráfico, o son estúpidos para no cambiar de estrategia, o algún interés hay. Con el pretexto de la lucha contra la droga y combatir el terrorismo tenemos el aeropuerto de Tingo María concesionado a la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos), por 25 años. Tenemos tres bases militares, todas en selva. Tenemos un aeropuerto en Pogo, inmenso y abandonado, en una zona estratégica fronteriza entre Perú y Bolivia. Primero: quieren enseñar a los niños norteamericanos que la Amazonia peruana es de ellos, porque nosotros los bárbaros la estamos depredando. Segundo: que de acá a diez años, ellos no van a tener agua. Quieren nuestra agua, nuestra biodiversidad y nuestra selva, les importa un comino el narcotráfico. Porque una vez que la droga pasa la frontera de Estados Unidos, adentro es libre. ¿Por qué no atrapan a los narcotraficantes en su país, en vez de dar una limosna a los campesinos cocaleros? La responsabilidad es compartida: si tú eres consumidor, yo produzco; si tú no consumes, yo no produzco.

¿Qué está pasando en esta reunión andina, que están manteniendo ahora mismo y a la que se va a unir? Estamos reactivando el Consejo Andino [de la Hoja de Coca], y estamos iniciando una lucha internacional, ya unidos los tres países: Perú, Bolivia y Colombia en bloque. Se había dejado de lado porque Evo Morales llegó a la presidencia de Bolivia, pero ahora los dirigentes están otra vez reactivándolo, y creo que para bien. Hemos intercambiado tarjetas con los productores de las otras plantas declaradas ilícitas para poder estar en contacto y darnos el respaldo, aunque sea moral, para seguir adelante.

¿Qué se lleva del Foro? Cuando me hablaban de la marihuana y de la amapola, yo decía: “eso directamente ya es droga, nosotros peleamos por nuestra coca porque es nuestra identidad y nuestra cultura, pero ellos son narcotraficantes...” Y cuando los campesinos me preguntaban, les decía lo mismo. Pero escuchando aquí a los productores de las otras plantas declaradas ilícitas me doy cuenta de que estaba equivocada, y que ellos sufren lo mismo que nosotros, son la gente más pobre y más humilde, son hermanos nuestros. Tengo la labor de enseñar a mis hermanos campesinos que existen otros que sufren lo mismo que nosotros.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Lucy, producer, SAINT LUCIA

“Just because they’ve got dreads and do bad things, people were considered rasta, they can´t go around judging us like this” The real problem, according to Lucy, is the lack of employment, the education and the violence.

Lucy comes from Saint Lucia, one of the little known islands of the Caribbean

She works her land and, together with her husband, she struggles to raise a large family of eight children and to send them all to school. Apart from her family and land duties, Lucy also is part of AICA, a Rastafarian organization, which fights for their rights to grow what is sacred for them: cannabis.

Lucy, why are you here? Mister Mafeci, who works with marijuana diversification projects, needed a woman from the Caribbean and he checked with me to see if it would be a good idea for me to come. It´s just a shame my husband and my son are not here. I am here to see if I can find some funding for our organization, AICA, so we can raise awareness about the problem of marijuana and fight for its decriminalization.

What is your role at AICA?

I am helping to develop the marijuana program of AICA, and spread the program within society.

Do you grow marijuana? Yes I do. But I don´t sell it, it is just for my family´s consumption.

What does marijuana mean for you? Everything has a spirit and that tree has a very special one, because it really does come, as much as the Devil wants to fight it, it really has its power, it opens your mind, it relaxes your mind. It´s all depends how you go about it.

What is it like to grow marijuana in Saint Lucia? Having marijuana in Saint Lucia is not talked about. It is illegal. If they find it, they destroy it, or they use it and you´ve got to pay a fine.

Have they ever caught you? No, where I used to live before, I used to grow my herbs in between my tomatoes, because you need to plant your herbs to make tea or to smoke, because you sometimes can´t even buy it. And the herbs become a kind of currency because someone comes and gets your tomatoes and leaves you some herbs, and then afterwards you sell it to someone else, and so on.

So it is quite criminalized? Yes it is, but there are a lot of people that smoke marijuana. But the problem is that now there is a lot more violence involved. Because nowadays there are a lot of people that don´t have jobs, and if they don´t go to school it becomes a problem, because many times they end up doing wrong things.

You said there is a lot more violence now, is it at all connected with the production of marijuana?

That is a matter of desire, of not understanding life enough. Maybe the way that they try to do things is not the way that it is supposed to be done. The police, before, used to fight us a lot in Saint Lucia, now they can´t really say who is really a Rasta: just because they´ve got dreads and do bad things, they were considered Rasta. They can´t go around judging people like this. A lot of people who don´t even have dreads also do a lot of wrong things. People on the street can´t buy drugs, it is only those who have the money who can to buy it. The problem is that although in Saint Lucia we don´t produce huge amounts we are in the center of the international traffic of marijuana. A lot of the marijuana that goes to world passes by our island, which represents a problem for us, who produce marijuana for auto-consumption and a little bit more. So the police always have an eye on us. Once for instance, they caught my husband who was carrying very good marijuana, produced in Saint Lucia. The police accused him of having brought it from Saint Vincent, which is where all the marijuana comes from. I think they couldn´t believe that we, in Saint Lucia, could produce such a good quality weed (laugh). We in Saint Lucia do produce weed, but it is not talked about, it is hard to know who produces weed, who sells weed, who smokes weed, now not only Rastas sell weed, not only Rastas smoke weed...

But considering the size of Saint Lucia, it would be easy to find the plantation if the police really wanted. Oh yeah, but it is very hilly and there are snakes, so we have a lot of weed planted in the snakes’ area. But now the police know where there is weed. They go there by helicopter. When they get it, sometimes they burn it, sometimes they sell it themselves, all of this happens. When a producer gets busted, after few months people start producing again.

What are the other drugs consumed in Saint Lucia that you had mentioned before? Maybe cocaine, it’s a big market business. People on the street would only have the money to buy very small quantities. But they are the ones that get abused, and because they need to survive, they react. It is time that the police and the community have to come together in dialogue. There must be a feeling of doing things together for the nation. People need housing; kids need to be sent to school. There is the need to create more avenues, it´s a lot of social work, but that´s the way that you get people to behave themselves. We have to be each other’s keeper, by doing the right thing for each other so that the world will be okay. We don´t have to fight for what is ours. Love and only love can save, and nothing else.

Would you like marijuana to be legalised? It has its good and bad aspects. It would still sell, just like food. Everybody would be looking for the best deal. I don´t see much of a bad side of it, but people would want to take advantage of the use of it. But I guess the same can happen now anyway.

When did your kids start smoking? When they left school, I didn´t even know it. I didn´t give it to them at home, because if you do so, you have to support the child´s habits, and its a problem if you don´t have a plantation, and even if you have a plantation, you shouldn´t give it to them, because they should learn how to have control over themselves. I don´t mind if they smoke now, as long as they make sure they go to school. That is the key thing.

How would you like to see you community in the future? I´d like to see all the kids in my community at school. We don´t have a library and we don´t have strong people to fight for one; I´d like to have a library. The governments of the world should really think of marijuana and think of the indigenous people, the people that have their own country. The whole world should come together and understand that there is one world, one God, one aim and one destiny.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Dionisio Núñez, dirigente cocalero, BOLIVIA

“Si hay que luchar contra las drogas, luchemos contra todas” Es una de las reclamaciones que Dionisio Núñez piensa hacer ante las Naciones Unidas, para dejar claro que atacando a los agricultores de productos ilícitos no se acaba con el narcotráfico. Y para resaltar que hay drogas legales que cada año acaban con muchas vidas humanas, como el alcohol y el tabaco.

Dionisio Núñez, dirigente cocalero, ex diputado por La Paz en representación de cocaleros de las 6 federaciones de la región de los Yungas

Cuando Dionisio habla, la antiquísima cultura de los Aimara -de la que desciende-, se asoma siempre a su boca. Este boliviano pertenece a la tercera generación de una familia de productores de coca. Y ya lleva 24 años de recorrido en la política y la representación sindical. Después de militar junto a Evo Morales y llegar hasta las altas esferas de la política internacional (las Naciones Unidas), regresó de nuevo a las comunidades de base, desde las que había iniciado su activismo, y comenzó a defender la revalorización de la hoja de coca.

¿Qué diferencia hay entre los usos ritual, cultural, tradicional y religioso que hace de la coca su comunidad? Los Aimaras, más antiguos que los Incas, ya consumían coca en ceremonias y fiestas agrícolas (según evidencias arqueológicas). Los indígenas bolivianos también consumían varias veces al día esta planta durante su jornada laboral, como energético. También tenía su uso espiritual en los rituales de los solsticios, del calendario agrícola, como ofrenda a la Madre Tierra. El uso cultural se refiere a la entrega de hojas de coca a las visitas, como señal de respeto y amistad. En actos y reuniones de trascendencia para la comunidad, el dirigente usa la coca para atraer las opiniones a favor. A partir del mestizaje, de la aparición de la población que llegó a los territorios, hay un uso en infusiones: el mate de coca. Se consume para soportar el “mal de altura”. Actualmente, la coca

que se consume para usos legales en Bolivia, norte de Argentina, sur de Perú y norte de Chile, se produce en territorio boliviano. Pero la exportación no es legal, porque es una materia fiscalizada, así que los productores no podemos vender legalmente la hoja de coca. Ahí operan los mercados negros, así que allí donde lo venden cuesta dos veces más de lo que en realidad debería costar. La verdad es que suministrar de coca a estos pueblos, que le dan un uso ancestral, tradicional, debería ser normal, porque las convenciones dicen que para este consumo en zonas donde hay evidencia histórica, debe garantizarse, pero no se cumple. Por los componentes medicinales y alimenticios que tiene, puede ser consumida también la hoja por otra población que no sea la indígena.

Los movimientos sociales peruanos, según la parlamentaria Elsa Malpartida, han aprendido de Bolivia a organizarse. ¿Qué piensa que les habéis enseñado? No consideraría una enseñanza, sino que ahora se hacen mucho más visibles las luchas de los movimientos indígenas, que antes estaban ocultos, en Colombia, Bolivia, Perú, Ecuador… Las formas de organización y de protesta han estado vigentes siempre en nuestras comunidades y regiones. Lo que sí que hemos compartido es la recuperación de nuestros saberes ancestrales. En varias regiones del Perú, en las zonas de producción de coca, he encontrado el mismo grado de organización. Tal vez lo que sí les faltaba es un poco más de información. Los bolivianos hemos tenido la ventaja de tener los primeros gobiernos locales, en ser los primeros en tener acceso al parlamento, y los primeros en tener un presidente cocalero. De los hermanos del Perú hemos aprendido que seguimos siendo una sola patria grande. Y todavía hay mucho más que aprender: tengo referencias de poblaciones indígenas en la amazonía brasilera y en la amazonía peruana que consumen una variedad de hoja de coca que no tiene mucho contenido del alcaloide cocaína, y por eso los narcotraficantes no la utilizan.

Respecto a los programas de desarrollo alternativo, ¿cuál es la situación de Bolivia en este tema? Estos programas de desarrollo alternativo adolecen de tres pilares fundamentales. Primero, tener en cuenta la visión de desarrollo de los beneficiarios, porque siempre han venido programas impuestos de la UE, la ONU, las ONGs…siempre una visión externa. Segundo, se destinan a lugares poco desarrollados, y la ayuda para construir infraestructura se condiciona a las cantidades de coca que se erradiquen de la zona. A veces no llegas a las cantidades necesarias para recibir la ayuda, así que lo que se consigue es incentivar a la producción de coca. Tercero, el problema de sustituir la coca por otros productos, es que no había a quién vender, ningún sistema de mercadeo. En este programa te ponían las plantas, semillas, asesoramiento, tecnología…pero una vez producido no se podía dar salida al mercado.

¿Y cuál sería la solución? Hay que atacar la situación global y estructural. En Bolivia la gente se dedica a cultivar coca porque los otros productos no te garantizan los ingresos mensuales para que una familia sobreviva. Es la pobreza las que empuja a las familias a la supervivencia. Hay que implantar programas que nazcan desde las mismas comunidades, a partir de la realidad y las vivencias de los beneficiarios, y no impuestos desde arriba. Estas actuaciones deben cumplir con la

sostenibilidad. Los proyectos no tienen que durar sólo mientras haya financiamiento de la cooperación internacional, tienen que ser sostenibles por sí mismos. La sustitución de cultivo de coca debería dividirse entre actividades diversas: agrícolas, pecuarias, turísticas…

Los productores de coca de la región peruana Alto Huallaga están empezando a empadronarse, para demostrar que no tienen nada que ocultar y que los compradores de sus cultivos lo destinarán a un uso lícito… Es lo que llamamos en Bolivia el mecanismo de control social. Los productores de coca creemos que no podemos “cocalizar” el país, necesitamos producir la cantidad de coca necesaria para nuestro consumo tradicional interno y también para la industria legal: productos farmacéuticos y alimenticios. Algo de lo que ya se están aprovechando grandes compañías, como Coca-cola. En cada sindicato cocalero, los agricultores tienen que rendir cuentas mensualmente a la comunidad de que su producción ha sido vendida legalmente, si no demuestra eso, es la propia comunidad la que somete a una sanción a ese agricultor. Así que somos los productores los mayores interesados en que la coca que producimos no vaya para el narcotráfico. Aunque deberíamos tener mecanismos de control más efectivo. Si no existiera la industria de las multinacionales que producen los precursores químicos, una hoja de coca no se transformaría en cocaína. Esos químicos no los producimos los países cocaleros. Vienen de grandes empresas que nos invaden con sus productos tóxicos. Pero contra esas empresas no se hace nada, mientras que a los productores nos exigen reducción, desarrollo alternativo. Nos califican permanentemente narcotraficantes.

La nueva Constitución boliviana, cuya aprobación se consultó a la gente en el referéndum del 25 de enero, ¿cómo os afecta a los cocaleros? El artículo 384 de la nueva Constitución reconoce a la hoja de coca como patrimonio histórico cultural, como parte de la biodiversidad, como un elemento de cohesión nacional, y además define que a través de una nueva Ley General de la Coca se tiene que legislar su producción, comercialización, industrialización, revalorización, exportación, y su desclasificación en las convenciones internacionales. Y vamos a hacer otra ley sobre las sustancias controladas o de narcotráfico. La ley que rige ahorita los cultivos de coca es la conocida como 1008, impuesta por la administración norteamericana en los años 80. A la coca la tipifica como ilícita, como estupefaciente, como droga.

La delegación boliviana le ha nominado para que sea uno de los representantes que acudirá a las Naciones Unidas a exponer las conclusiones que obtenga este Foro, ¿qué les va a decir? Seré la voz de miles de millones de agricultores que cultivamos coca en la región andina, cannabis en África y en otros continentes, la adormidera. Será una voz que tendrán que escuchar, la voz de los productores, que somos víctimas de estas políticas que dicen luchar contra el narcotráfico o contra las drogas. Les diré que no hay que atacar a los agricultores, que si hay que luchar contra las drogas, que luchemos contra todas. Nos choca descubrir que en la clasificación de las drogas que se presenta por organismos internacionales, el consumo de

alcohol y tabaco son los que mayor daño hacen a la humanidad, y son legales.

¿Qué esperaba de este foro, y qué ha encontrado? Esperaba más productores de adormidera de Afganistán, que ahora es el primer país productor de amapolas, para conocer más de cerca su problemática, que es la misma que la de los cocaleros. Ahora se están tejiendo unos lazos de solidaridad, de comprensión de lo que significan estos cultivos. Ahora espero que se de continuidad a este evento, para que los agricultores puedan tener un canal de expresión donde presentar sus demandas y necesidades, y hacer escuchar su voz.

Hábleme de esa reunión que mantuvisteis anoche los andinos… En siglos pasados, varios productos agrícolas que ahora son de consumo y demanda mundial, antes eran ilegales. Por ejemplo el tomate o la papa, no los consumían porque decían que eran malos para la salud. Es cuestión de mostrar a la opinión pública productos medicinales y alimenticios, y una serie de más productos que también se pueden obtener a partir de la coca. Así que hemos decidido que, paralelamente a la reunión de las Naciones Unidas de jefes de Estado, en Viena, hagamos un festival gastronómico y mostremos a la opinión pública y a la prensa internacional que a partir de la hoja de coca no sólo se puede obtener este clorhidrato de coca, que hace daño a la gente.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Chakib Al Khayari, MAROC

Le Congrès Mondial Amazigh défend le peuple amazigh dans toute sa diversité La lutte de Chakib Al Khayari pour la reconnaissance des droits des producteurs de Cannabis du Nord du Maroc

Chakib Al Khayari travaille sur les problématiques liées à la culture du Cannabis et lutte pour sa légalisation. Depuis Novembre 2008, il est membre du Conseil Fédéral du Congrès Mondial Amazigh (CMA).

Le peuple amazigh et le Cannabis Le CMA est composé de diverses ONG qui défendent les interêts et les droits des peuples amazigh dans leur globalité, la diaspora comme les peuples installés au Nord de l´Afrique. Le peuple amazigh est un peuple exclu et oublié par les gouvernements. Dans certains pays, comme la Libye, les pays du Magreb, certains groupes Touaregs, sont dénoncés de nombreux cas de racisme. Le CMA a pour objetif de défendre le droits de ces peuples, des droits de base comme le droit à la vie, la reconnaissance de leur langue et de leur culture dans leur pay et dans les systèmes d'éducation. Dans cette logique, le CMA s´implique tant dans la problématique des Touaregs comme dans la lutte pour la légalisation du Cannabis et la défense des droits des peuple de montagne du Maroc. Le Cannabis est en effet partie intégrante de la vie des populations du Nord du Maroc. C'est à la suite de sa participation au Forum de Barcelone, que le CMA a eu l'idée de mettre en oeuvre un forum au Maroc, qui réunirait tous les producteurs de Cannabis. Ce forum sera une première. Le CMA et la délégation marocaine demandent au CERAI sa participation.

Le gouvernement marocain et le Cannabis : vers un changement des mentalités et un changement des règles Le Cannabis est sujet à polémique dans la societé marocaine. Dans un premier temps, « tous les producteurs de cannabis sont soit en prison soit en liberté provisoire ». Aussi, Chakib Al Khayari nous rappelle que cette lutte vers la légalisation du Cannabis au Maroc ne doit pas se faire sous couvert de lutte contre les drogues, mais plutôt comme une lutte contre la pauvreté. Jusqu'alors, les politiques conduites ont déclaré l'éradication du cannabis sous la pression des gouvernements européens. Depuis 2003, ces campagnes d'éradication ont été menées dans les zones de productions « nouvelles » (2 à 3 ans de productions de cannabis seulement). Dans la région de Ketama, par exemple, jamais il n´a été question d'éradication. En 2007, Chakib Al Khayari a fait publier un Appel à la légalisation du cannabis en direction du gouvernement marocain. Et aujourd´hui le gouvernement prend davantage en considération les producteurs et la situation générale. Le dialogue est ouvert, et plusieurs études sont en cours pour la recherche d'alternatives à la vente du Cannabis sous forme de drogue. Les questions suivantes sont en débat : –

Vers quelle légalisation ?



Quel cannabis autoriser ?



Vers une production industrielle, ou thérapeutique?

Notas: Cette entrevue a été menée durant le Forum Mondial des Producteurs de Cultures déclarées Illicites , du 29 au 31 janvier 2009, à Barcelone, Espagne. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Serafín Andrés Luján, agricultor cocalero, PERU

"Nosotros para llegar a donde estamos empezamos luchando y pensamos de abajo hacia arriba, porque siempre se nos ha impuesto de arriba para abajo" Serafín Andrés Luján, agricultor cocalero, empezó como dirigente de base haciendo promoción cultural sobre los beneficios para la salud del consumo de hoja de coca y en la actualidad lucha a nivel nacional enfrentándose con el gobierno peruano para que se despenalice el cultivo de coca.

Serafín Andrés Luján es productor y dirigente cocalero de Tingo María. Es Secretario Nacional de desarrollo Agropecuario, Ecológico y Medio Ambiente de la CONPACCP, en el departamento de Huánuco, Perú.

Es un agricultor cocalero de un caserío ubicado en la provincia de Tingo María en la región Huánuco. Empezó siendo dirigente de su caserío, después de liderar durante dos años esa comunidad, pasó a ser dirigente de los productores cocaleros a nivel de distrito. Casi cumpliendo la dirigencia por un año lo comisionaron para un cargo en el congreso de la CONPACCP, para representar el distrito del Alto Ayaga. En ese congreso formado por cerca de 2000 asistentes delegados a nivel nacional, sale elegido para ser miembro de la Confederación (CONPACCP). A partir de ahí, pasa a tener una visión diferente como dirigente nacional, conociendo las diferentes realidades de las diferentes cuencas cocaleras de Perú.

¿Qué supone llegar a ser dirigente a nivel nacional, y conocer la realidad de los agricultores cocaleros de otras cuencas?

Luján remarca que para ser dirigente hay que sacrificar tres cosas: el trabajo como agricultor, el poco dinero que uno tenga y la familia. Cuenta que tuvo que elegir entre su mujer o seguir siendo dirigente, estando apunto de renunciar a dicha responsabilidad pero, “viendo todos esos agricultores que habían depositado en mí una gran confianza no pude, no quería defraudarlos”. Su maestra ha sido la experiencia. Ya como dirigente a nivel nacional, durante su primer período hasta el 2007, empezó a recorrer todas las cuencas cocaleras y comprendió que sus hermanos agricultores de otras cuencas tenían otro tipo de realidad, otro tipo de vida u otra forma de trabajo pero que todos tenían coca, constatando que había mucho que aprender para poder afinar la dirección de los reclamos de los cocaleros y evitar que estos reivindicaciones sean limitadas por el gobierno. Estos cocaleros están pidiendo ser legales, están peleando por la hoja, por su estado natural, enfrentándose con el gobierno para que su trabajo como cocaleros no tenga impedimentos. El conflicto con el gobierno es debido a la ley nacional que limita el cultivo (como consecuencia de la declaración de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, que no distingue entre los cultivos para cocaína de los de uso tradicional de la hoja de coca, y que posteriormente la ley peruana contempla), ya que para tener un control de áreas cultivables es necesario estar empadronado. Lo que pasó fue que solamente hubo un período de uno o dos meses para empadronarse cerrándose herméticamente esta opción para legalizar los cocales y sus cocaleros. Al mismo tiempo se creó la empresa ENACO S.A. (empresa nacional para la compra de la coca), y que según esta ley nacional todos los agricultores empadronados y por lo tanto, que legalmente pueden cultivar coca deben venderla a ENACO S.A.

Las contradicciones Solamente los empadronados pueden plantar coca de manera legal y además está prohibido vender en otros mercados o a otros que no sean ENACO S.A. aunque el artículo 61º de la Constitución de 1993 establece que ninguna ley puede autorizar ni establecer monopolios, sin embargo ENACO S.A. es un monopolio preconstitucional que ha cumplido una labor administrativa en la cadena de la lucha contra el narcotráfico. Y además, la ley tampoco permite la reposición del terreno o plantas que se pierdan o que se mueran. “Todo esto hizo que por todos lados estuviéramos apuntados a morir”. El objetivo de dicha ley nacional era que en 25 años la hoja de coca se acabaría en Perú. Pero se equivocaron, aumentó el consumo de coca. Además, hoy ya no queda nadie o casi nadie de los empadronados que estaban en la selva, debido a la erradicación biológica de los cultivos de coca que se aplicó en el año 91 y 92 a través del sembrío de hongos por medio de la fumigación, y que secó los cultivos e hizo que la tierra perdiera la capacidad productiva. Muchos se vieron obligados a desplazarse y se dispersaron. Hoy, sólo un 1% de los que están en la CONPACCP siguen empadronados, teniendo en cuenta la baja productividad de sus cultivos de coca, básicamente podrán sobrevivir o mejor dicho malvivir.

El dignificar y recuperar costumbres ha hecho aumentar el consumo tradicional de la hoja sagrada Desde hace siglos el uso tradicional (chaccheo, mágico religioso, ceremonial y medicinal) de la hoja de la planta de coca, forma parte de la identidad cultural de los pueblos originarios del Perú. Por ello, desde la Confederación (CONPACCP) se pide dicho reconocimiento ya que la legislación nacional no ha reconocido expresamente el uso tradicional de la planta como patrimonio cultural inmaterial de la nación. La generación de Serafín Luján se crió con el mito o creencia de que el consumo de la hoja de coca era perjudicial para el desarrollo intelectual de los niños, cuenta que cuando era niño, mientras sus padres trabajaban la chacra cultivando

maíz, papa u otros alimentos, iban chacchando (masticando) la hoja de coca pero a él no se le dejaban chacchar, le decían que “si el niño comía eso se iba a volver más burro, que iba a ser torpe, se me decía que eso era malo para mí”. Pero en su juventud cuando empezó a estudiar e igual que muchos de su misma generación, recuperaron el consumo de la hoja, sin saber las propiedades naturales de la coca. Más adelante, cuando Serafín llega a ser dirigente descubre todas las propiedades que tenía. A partir de ahí es cuando, desde la CONPACCP, empiezan a divulgar que ésta es un alimento nutricional, que no solamente se debía chacchar la hoja sino que también se debía comer y que existían diferentes maneras de consumirla. Relacionado con la recuperación del consumo como parte de la alimentación, se ha ido produciendo un aumento del consumo. Por ejemplo, en el caso de este cocalero que tiene una hija de 6 años, explica que a los 4 años le empezó a dar una cucharada diaria de hoja de coca en forma de harina, “entonces ella ya está acostumbrada e incluso busca su harina y le echa a veces a su sopa, y si quiere consumir la hoja entera también se lo permito, no hago lo que me hacían a mí mis padres o mis tíos, que lo hacían por ignorancia”. Ahora recomiendan que a los hijos se les de la hoja de coca ya que en la sierra no hay mucha leche ni huevos y la coca, al ser muy rica en calcio, puede a portarles el calcio que necesitan. Con esta campaña que tiene por lema: “prevengan su futuro, denle de comer coca”, consiguieron demostrarle al primer ministro que hoy en día el aumento del consumo en las cuencas cocaleras de Perú no es debido al narcotráfico, “aumentó porque nuestros hijos son consumidores y sus padres también, cuando antes sólo los adultos (los abuelos) eran consumidores”, sostiene Serafín.

Su lucha para conseguir la legalidad del cultivo de la hoja de coca empieza desde un trabajo de divulgación cultural para conseguir un cambio de mentalidad a nivel nacional, enfrentándose, ahora, directamente con el gobierno “Con el trabajo cultural para demostrar que lo que producimos y consumimos no es perjudicial sino todo lo contrario, culturalmente hemos avanzado, eso hace que hoy en día tengamos fuerzas y ganas para seguir luchando contra la ley. Una ley que nos prohíbe la producción y la comercialización o venta en otros mercados que no sea el Estado, es decir ENACO, que como monopolio ofrece precios muy bajos”. En este punto surge otra gran incongruencia, aunque sus producciones sean ilegales y por lo tanto vender dicha producción también, lo que hacen es venderle a ENACO S.A. con la identidad de un ex-cocalero que ya no existe o que murió. Serafín argumenta que con esto quieren decirle al Estado “queremos ser legales” ya que venden parte de su producción a una empresa estatal y por lo tanto, “legal”. La parte restante de la producción se vende en el mercado de oferta y demanda (o mercado tradicional para el consumo de la hoja) ya que ENACO S.A. les paga a mitad de precio o menos que lo que paga dicho mercado, e incluso en el mercado negro los precios son casi el doble. A partir de haberse organizado en torno a ese mercado de oferta y demanda y/o el mercado tradicional para el consumo de la hoja, surge uno de los aspectos en conflicto con el Estado, pasando a ser considerados narcotraficantes o terroristas sin poder decir abiertamente que era agricultor cocalero en la ciudad de Lima. En el 2003 los dirigentes de la CONPACCP organizaron una marcha de sacrificio hacia Lima que duró 28 días caminando, formada por miles de agricultores que durante todo ese caminar iban chacchando la hoja sagrada; así, fueron difundiendo en los pueblos de la costa, que la coca no es droga sino que es alimento, es nutrición, es medicina y es cultura. Al llegar a Lima hicieron una campaña dando charlas en las universidades para promover los beneficios de la coca, con la finalidad de revertir la imagen que el gobierno había promulgado diciendo que los cocaleros de la CONPACCP eran narcotraficantes o terroristas. Serafín cuenta que en una universidad privada un estudiante le preguntó ¿porqué defendía la hoja de coca si estaba drogado? ya que llevaba un bolo de hojas de coca en la boca mientras chacchaba, entonces él le preguntó si comía fruta y si se emborrachaba al comer mucha cantidad. Con este ejemplo, utiliza la similitud que con el azúcar, más el almidón que contiene

la fruta y a través de un proceso se obtiene alcohol que puede ser perjudicial para la salud, y que por lo tanto sucede lo mismo con la hoja de coca.

La experiencia de Serafín Andrés Luján con las autoridades del gobierno peruano “Empecé haciendo la promoción de difusión cultural como dirigente base, y al llegar a ser dirigente a nivel nacional las cosas cambiaron. Me enfrento con el gobierno en el VI Congreso en Trujillo en la tierra de Lapas. En Trujillo, que también es una zona productora de coca, se da una situación especial y es que los campesinos productores (que cacchan coca) al llegar a la ciudad deben esconder cualquier indicios que delate que son cocaleros. En esta ciudad desprecian la coca, pero son grandes consumidores de la droga, la cocaína. Ahí empieza mi experiencia de enfrentamiento con el gobierno”. “Estando en la comisión que organizaba el congreso cocalero en Trujillo, tres meses antes, mientras iba tomando más cuerpo el proyecto del congreso, los obstáculos cada vez eran más serios; el gobierno me comenzó a perseguir y querían que yo neutralizara el congreso. El gobierno de Perú que es trujillano, no querían saber nada de esto, comenzaron un bloqueo con una campaña en contra. Los asesores de la CONPACCP me recomendaron que no saliera mucho en los medios. Sólo daba entrevistas por teléfono. Hasta que en el 2007 después de un congreso se decide hacer una huelga nacional donde teníamos que asistir los dirigentes, debíamos juntarnos en el departamento de Puna en una fecha concreta. Salimos el 29 de octubre del 2007 a manifestarnos a nivel nacional mientras, el gobierno buscaba los cabecillas. En noviembre llegamos a la transoceánica, una carretera que debe unir a Perú con Brasil y que la están construyendo entre los dos gobiernos, la paralizamos durante 4 días. Recuerdo que el 8 de noviembre salimos a tomar un puente e iba sin guardaespaldas lo que facilitó que me detuvieran. Sin trato y sin nada me condenaron a diez años de cárcel y a que pagara dos millones de dólares por reparación civil al Estado, pero como el gobierno es corrupto y gracias a las compañeros de diferentes bases de la CONPACCP, con la recolección de una cantidad de dinero suficiente para sobornar al jefe de la policía, éste me dejó libre. Ahora, con más razón doy la cara y me enfrento con el gobierno directamente”.

Propuestas y peticiones para que se reconozca la legalidad de los cocaleros de la CONPACCP Estos cocaleros reclaman al parlamento nacional de Perú que se haga una distinción entre narcotraficante y cocalero, ya que el gobierno ha dicho que son 350.000 agricultores cocaleros poniéndolos con los narcotraficantes en el mismo saco. Le han propuesto una herramienta al gobierno, ser empadronados, ya que aquellos que se empadronan quieren ser legales, pagar sus impuestos y contribuir al Estado. Afirman, que de esta forma se verá que son menos de 350.000, que están organizados y que por lo tanto, se les podrá distinguir de los narcotraficantes.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Eraldo, agricultor, BRASIL

"Temos de encontrar alternativas para a agricultura familiar, para que o agricultor possa sobreviver sem ter que plantar a maconha” Só uma reforma agrária eficiente, uma política de distribuição de terra, de assistência técnica e financiera poderia permitir os agricultores para desenvolver as próprias culturas deles no “polígono de la maconha” brasileiro.

Eraldo é agricultor e sindicalista de Jatoba, no sertão pernambuc ano. Ele lutou desde os anos 80 pela pelo reassentamento de 6000 familias no sertão pernambucano. Sua luta ainda não acabou, Eraldo ainda tem um grande caminho a percorrer. Ele vem de uma das áreas mas conflitivas do Brasil, popularmente conhecida como o “polígono da maconha” (uma área de 800 km² que inclui 13 municípios no estado de Pernambuco). Sua luta continua sendo para melhorar a realidade dos moradores da área, que estão dominados pelo medo e pela violência. Eraldo e seus companheiros buscam alternativas sustentáveis para contornar esta realidade. A grande dificuldade é que as autoridades não parecem levar o problema suficientemente a sério. O “poligono da maconha” abastece aproximadamente 80% da produção

maconha no Brasil, e o seu mercado principal é o próprio norteste e norte do país. As tentativas de erradicar a erva sem um planejamento mais profundo com propostas de outras fontes de renda põe em risco o balanço, não somente econômico, mas também social de toda a região.

Fale um pouco de você. De onde vem? Sou Eraldo, venho do sertão de Pernambuco, região do São Francisco. Sou agricultor de vários produtos alimentares. Eu fui coordenador do Polo Sindical por 6 anos, incluíndo o momento que conseguimos o reassentamento das terras. De momento eu sou secretário de convivência com o semi- arido, trabalho no programa Um Milhão de Cisternas, que envolve todos os estados pertencentes da ASA (Articulacão do Semi-árido Nordestino que envolven 11 estados). Também sou coordenador meio-ambiental da FETAP, além de fazer parte da acessoria de um deputado federal de Pernambuco pelo Partido dos Trabalhadores (PT) na minha região do sertão.

Planta maconha? Não, eu não planto a maconha – meu vizinho sim que produz. Aí onde eu moro, conheço de tudo: de plantadores de maconha que são vítimas da situação a plantadores que matam.

Qual foi a sua experiência com o processo de reassentamento? Eu moro numa área reassentada depois da construção da barragem do Itapari. A gente lutou para reassentar 6000 familias de agricultures, em um processo de reforma agrária. Conseguimos que todos fossem reassentados. Neste processo algumas famílias ficaram encravadas no que hoje é chamado de "Poligono da Maconha".

Qual é a situacão atual da sua comunidade? Os municipios que estão envolvidas com a produção de maconha se tornam muito violentos. Os latifundiários não são pegos pela policia federal. São os pequenos agricultures de maconha os mas prejudicados pelos projetos de erradicação da maconha. Eles pegam os pequenos plantadores e não aqueles que pagam por estas plantações. Outro problema é que a plantação da maconha também leva à brigas de familia pelo poder econômico e político. Como existêm muitas armas envolvidas, a incidência de mortes é bastante alta. Existem na área muitos grupos de extermínio, que em geral estão ligadas com à polícia. Tivemos, faz um tempo, o caso do companheiro Fugencio Manuel da Silva, que foi o fundador do MAB, assassinado por denunciar o tráfico de drogas na região. Ou seja, se alguém denuncia, eles matam.

Quais são os impactos da erradicação da maconha na sua região? Que tipos de conflitos que isto gera? Quando existem as batidas de erradicação, um grande problema é que como os produtores e financiadores perdem tudo, muitas vezes vão para as ruas tentar recuperar o dinheiro perdido. Assim começa uma onda assaltos, sequestros e violência. Em um primeiro momento estas campanhas prejudicam os agricultores que dependem deste cultivo, mas em geral a sociedade inteira paga por isto, com o aumento da violência. A qualquer hora você pode ser assaltado, o seu carro levado. É muito perigoso até mesmo dirigir nas estradas. Antes que a maconha chegasse nesta área, eu tinha a impressão que toda esta região era muito pacífica.

O que você acha que causou esta mudança? As brigas de família, a questão da seca, a falta de políticas públicas adaptadas às questões da região. Também as mudanças na região, como a construção das barragens, as perdas das terras, tudo isto leva a um problema social e as pessoas começaram a tentar alternativas. Na minha opinião o grande problema é a proibição da maconha. Se liberasse ela, as coisas mudariam, pois assim ela perderia o valor e seria menos atrativa e não teria tanta repressão.

Como funciona o processo de erradicão da maconha no Brasil? A polícia federal faz estudos para saber o período que se planta mas. Então em estes períodos eles fazem o corte artezanal, ou seja, eles cortam, arrumam e queimam. Apartir daí começa a faltar dinheiro na região e aumenta a violência.

Que tem que ser feito para mudar esta situacão? Mas além da liberação, teriamos que buscar alternativas para a agricultura familiar para que o agricultor possa sobreviver sem ter que plantar a maconha, isto resolveria não somente os problemas econômicos da região, mas também os problemas sociais, poderiamos assim, diminuir a violência.

Existem projetos de desenvolvimento de cultivos sustentáveis no sertão pernambucano? Não, existem idéias mas nada em concreto.

Qual seria a alternativa? Seria a reforma agrária. Mas ela somente seria eficiente com uma política de distribuição de terra, de assistência técnica, de crédito para produzir. Não precisamos de assentamento fantasma, precisamos empoderar esta população assentada, dar-lhes os recursos necessários para que eles possam desenvolver seu cultivo. Em muitos casos de reforma agrária, os agricultores acabam deixando a terra, por falta de recursos para cultivar. O que falta é uma política agrária séria.

Que significa o cultivo da maconha para os produtores? Não é a principal fonte econômica da região, mas é uma fonte de renda bastante importante.

Qual é a cadeia do tráfico ? O dono da terra contrata os agricultores como assalariado ou fazem acordos que chamamos de meieros, onde o dono da terra dá a terra e compra os insumos e o trabalhador cuida da plantação. No final se dividem os lucros, mas é claro, como quem faz a venda é o dono da terra, o produtor não tem controle nenhum sobre a parcela que corresponde a ele.

O produtor de maconha é mal visto? Sim, quem planta maconha é mal visto pela sociedade. Estas pessoas são associadas com assaltos, roubos e assassinatos, o que não é necessariamente o caso.

O uso da maconha ja virou parte da cultura local? Não porque a maconha é uma substância proibida.

Mas é proibido cultivar também! Mas mesmo proíbido existe um grande plantio. O uso não faz parte do cotidiano porquê as

pessoas têm medo e vêm a maconha como uma substância criminalizada.

Como gostaria de ver a sua comunidade no futuro? Com a maconha liberada, sem violência e com a possilibidade de cultivos alternativos. Temos que reconhecer o lado bom da maconha, como as propriedades medicinais que ela tem. Parar de discriminar a maconha, para que possamos usar estas vantagens para que todos ganhem, não somente as grandes empresas.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Julio Salazar, productor, BOLIVIA

"No queremos ayuda condicionada a cambio de una reducción de la coca o del saqueo de nuestros recursos naturales" Julio Salazar hace un repaso de los logros cocaleros conseguidos con el nuevo gobierno boliviano y analiza los peligros que conllevan los programas de desarrollo alternativo

Mi nombre es Julio Salazar, soy de la comunidad de Chiruca en el departamento de Cochabamba. Represento a la Federación Estatal de Campesinos del Trópico de Cochabamba y a los productores de coca del Chapare.

¿Cuál es la situación actual de los cocaleros en comparación con la vivida antes de la llegada de Morales al poder y del proceso de refundación del país? Nuestro país era un país tan dependiente, tan vendido, un país en el que no teníamos dignidad, ni soberanía, con mucha pobreza. Antes del proceso de transformación estructural de Bolivia los productores de hoja de coca éramos penalizados, estaba prohibida la producción y comercialización, hasta pichear se nos ha prohibido, es decir, consumir. Hoy, en Bolivia gracias a Dios nos hemos unificado todos los productores de coca, también junto a los campesinos. Los gobiernos neoliberales se fijaron el objetivo de acabar con la hoja de coca, pero ésta representa una tradición cultural, por lo tanto, se consume y hay un mercado estructurado. Nosotros, los productores nos hemos planteado defender la hoja de coca y también defender su presencia en estado natural. La Ley 1008 nos prohibió y nos penalizó, por lo que nos comenzamos a unir, iniciando no sólo una lucha cocalera o sindical, sino una lucha ideológica y política. Imagínese, antes hubo tanta represión, tanta prohibición, tantos compañeros heridos o en la cárcel y ahora se ha producido un cambio total con el nuevo gobierno. En otras palabras, a partir de esta lucha ideológica hemos logrado llevar a la presidencia al compañero Evo Morales.

Él es un campesino, un productor de coca que encabeza un proyecto político que es lo contrario al neoliberalismo. Nos hemos propuesto acabar con el neoliberalismo y el sometimiento al imperialismo, por ello, nuestra lucha actual se centra en acabar con el latifundio y los patrones. Ahora hay paz, hay estabilidad económica, hay estabilidad social. Imagínese que empezamos con tres representantes en el municipio de Chapalia, más tarde con cuarenta alcaldes y ahora estamos en la presidencia, somos gobierno y nuestra coca es reconocida en la nueva constitución como un recurso natural. Ya nunca más habrá ‘coca cero’ en Bolivia.

Ha señalado que uno de los logros de la refundación boliviana es la recuperación de la soberanía nacional y la lucha contra la injerencia extranjera. ¿Qué me puede decir usted de la expulsión de la organización estadounidense USAID (Agencia de Estados Unidos para el desarrollo Internacional) y a qué se debe su pervivencia en determinadas zonas del país? ¿Para cuándo la expulsión definitiva de lugares como las Yungas de Vandiola? Para nosotros el imperialismo ha impulsado la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y el ALCA para someter a los pueblos, intervenir en ellos y hacerlos callar. Por eso en Bolivia, especialmente en la zona del Trópico, nos hemos servido de instrumentos políticos para decir “Bolivia no puede ser un país tan sometido al Imperialismo y tan dependiente”. USAID era financiada por Estados Unidos y contrataba algunas empresas e instituciones para dividirnos y reclutarnos, para hacernos cambiar nuestro principio ideológico, pero no lo ha logrado. Ahora hemos expulsado a la DEA y a USAID, que entre otras acciones realizaban tareas de espionaje, control y seguimiento. Eso se acabó. Con respecto a la operatividad de USAID en determinadas zonas del país hemos hablado con nuestro presidente y nos ha asegurado que va a ser expulsada, porque no queremos apoyo económico a cambio de privatización. No queremos ayuda condicionada a cambio de una reducción de la coca o del saqueo de nuestros recursos naturales. A medida que vaya creciendo nuestra economía USAID será expulsada total y definitivamente. Nosotros somos un movimiento anti-imperialista. Bolivia no debe ser colonia de Estados Unidos, nunca más será el patio trasero estadounidense. No queremos un país consumidor, sino una Bolivia productiva e industrializada, ya no podemos seguir siendo el basurero norteamericano.

¿Podría profundizar en los programas del Gobierno de Bolivia relativos a la hoja de coca, por ejemplo en los destinados a la erradicación de la hoja excedentaria? ¿Es un programa consensuado con todos los cocaleros? ¿Está extendido por todo el país? Nosotros somos responsables con la comunidad internacional, como sabe la coca allá es un producto natural y existe un consumo tradicional. Como productores de coca, sólo estamos defendiendo lo mínimo y lo básico para consumo tradicional o consumo legal y con el resto, lo excedentario, se busca la concertación y la voluntariedad. Por ejemplo, se respeta el cato de coca, pero el resto se erradica de forma consensuada. No queremos que acosen a nuestro gobierno y hay cierta presión de la comunidad internacional, por ello hay control social, un control que parte del acuerdo entre el Gobierno y los productores de coca.

¿En aquellas zonas donde sigue operativa USAID los catos* (1.600 metros cuadrados) se mantienen, los programas de Gobierno se aplican de manera diferente, siguen otro proceso, hay un verdadero consenso con los cocaleros? El cato de coca se aplica porque ya está definido. En Chapare y en el Trópico ya no necesitamos la cooperación de USAID, por lo tanto es más una cuestión patriótica respetar el cultivo de coca. USAID ya no tiene nada que ver, ni qué decir. Por ejemplo, algunos proyectos estaban financiados por USAID y ahora nuestros municipios acaban y materializan estos programas.

Dejando de lado la injerencia externa y centrándonos en la política interna boliviana, hay determinadas zonas del país, como la provincia de Santa Cruz, en las que se promueve la desestabilización del Gobierno. ¿A la hora de acometer un cambio en las estructuras políticas bolivianas esto puede ser un lastre? ¿Cómo se vive el proceso de cambio en Bolivia con unas zonas que ejercen una clara oposición a las políticas de reforma? Vamos a aplicar la nueva constitución ¿Eso qué significa? Ahorita algunos de nuestros compañeros no tienen tierras donde producir, vamos a ir a Santa Cruz, porque allí está el latifundio y esas tierras deben ser redistribuidas entre aquellos compañeros que no tienen o que tienen muy poca. De esa manera en Santa Cruz desaparecerá la oposición. Ahora, en Santa Cruz los dirigentes no permiten que se hagan campañas en las que se diga la verdad. Estamos calculando las incidencias de la nueva constitución. Si las tierras son tomadas por los compañeros de la zona andina yo estoy seguro que no habrá tanta oposición porque actualmente allá los latifundistas controlan los medios de comunicación y los temas relacionados con las tierras.

¿El posicionamiento del presidente ha sido claro respecto a estas zonas? ¿El doble discurso de oposición inicial a las autonomías y aceptación posterior no puede desalentar y confundir a los cocaleros? Una cosa es la independencia y dividir, y otra las autonomías. En este momento los cocaleros somos autónomos, porque no dependemos de otras regiones, ni de algunas normas estatales. Santa Cruz ha peleado por la autonomía departamental, lo que propone el presidente es la creación de autonomías para el reparto de competencias no sólo departamentales. Las oligarquías de Santa Cruz querían dividir Bolivia, pero con las autonomías se van a repartir las competencias y van a poder participar no sólo las oligarquías sino las provincias y comunidades indígenas.

¿Qué expectativas tienen los cocaleros bolivianos en un año en el que la nueva Constitución comienza a andar y en la que se producirán una serie de acontecimientos importantes como la intervención de Dionisio Nuñez en la Asamblea General de Naciones Unidas en Viena? Todavía el imperialismo controla las Naciones Unidas, este año no creo que haya mucho avance en el ámbito internacional, en Bolivia, por su parte, se va a profundizar en la industrialización y la comercialización. Todavía falta profundizar en la cuestión de los cultivos ilícitos para hacer ver a la comunidad internacional que la hoja de coca en su estado natural no hace daño a nadie. En esta primera fase, por ejemplo, la comercialización se tiene que realizar a partir de acuerdos bilaterales con determinados países como Argentina, Chile, Perú o Venezuela, donde se consume hoja de coca. Estoy convencido que la campaña “Coca no es cocaína” va a continuar creciendo, propiciando que la hoja de coca sea un producto comercial más.

Bolivia actualmente es un referente para muchos países latinoamericanos ¿Sois conscientes de ello? ¿En un ejercicio de responsabilidad podrías realizar un análisis autocrítico? ¿Cuáles han sido los logros y los errores de la refundación boliviana? Es importante tomar conciencia para tener un instrumento político propio y acabar con la dependencia de los gobiernos neoliberales. Es importante que nazca un patriotismo y un civismo en cada país, que busque y responda a los intereses de los pueblos, que no cometan el error de caer en la división, que luchen de forma conjunta y colectiva. Nosotros no sólo hemos aprendido a defender la coca, también defendemos los recursos naturales y, en otras palabras, la vida. Hemos visto que a los gobiernos neoliberales no les interesa el medioambiente, sino que vivan unas determinadas familias y personas. El error más grande quizás, es el de aceptar los programas de desarrollo alternativo, la introducción de USAID, que nos ha intentado dividir y debilitar. Por un lado recibes ayuda, pero por otro pierdes la conciencia. Con sufrimiento se aprende, cuando uno no recibe de nadie se rebela con más fuerza. Quién sabe, agradecemos esa cruel actuación del imperialismo que nos ha enseñado a unirnos. Nosotros hemos vivido el sufrimiento y las masacres que produce el sometimiento, lo hemos palpado, por eso no nos vendemos tan fácil. Es por ello que decimos que esa situación y sometimiento no deben volver, por eso los cocaleros somos más firmes en la defensa de la soberanía, la dignidad y la independencia.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Walter Acha, productor, PERU

"Nuestro modelo es Bolivia: en 2011 esperamos tener treinta congresistas" Walter Acha denuncia la satanización y represión del cocalero en un país que vive una marcada contradicción en torno a la hoja de coca

Walter Acha Romaní es subsecretario general de la Confederación nacional de Productores Agropecuarios de las Cuencas Cocaleras del Perú (CONPACCP).

Vengo de Ayacucho, que en quechua quiere decir el “rincón de los muertos”, un municipio peruano en el que la producción de la hoja de coca estaba normalizada hasta la irrupción de determinados grupos y partidos, como Sendero Luminoso, que en los años ochenta invadió nuestras tierras y despojó a los agricultores de ellas obligándoles a salir de las aldeas. Para contrarrestar esta situación nos organizamos en grupos de autodefensa adiestrados por los militares y nos enfrentamos con las armas para recuperar nuestras tierras. En Ayacucho se perdieron muchas vidas, hay muchos huérfanos, viudas, inválidos… La relación de los habitantes de Ayacucho y de los cocaleros de la zona con el Estado se puede observar a partir de nuestras distintas denominaciones oficiales: desde el año 1984 nosotros éramos considerados “narcotraficantes”, en el 87 “narcoterroristas”, en los años 90 “pacificadores”, en el 94-95 “héroes de la pacificación”… A pesar de que allá, en Ayacucho, estamos muy bien organizados y que se controló y pacificó la zona, ahora nuevamente el Estado nos sataniza y nos vuelve a considerar como terroristas y narcotraficantes.

Las denominaciones estatales de los cocaleros cambian, pero la referencia no, es decir, la hoja de coca tiene una existencia anterior al uso partidista que se hace de ella, ¿las vinculaciones de las comunidades indígenas con la hoja de coca también han cambiado con el paso del tiempo? ¿Qué significado dan estas comunidades al cultivo de la hoja de coca?

Nosotros allá en el Perú tenemos una vinculación cultural y medicinal con la hoja de coca, en la zona de la que vengo se hacen muchas ferias en torno a la hoja de coca para reivindicar su papel cultural e histórico, no sólo para las comunidades indígenas peruanas, también para las venezolanas, bolivianas… Pero todas estas iniciativas, sinceramente, no le interesan al Estado peruano, no les da importancia. Lo único que ellos quieren es satanizar a la hoja de coca llamándola droga. Nosotros sabemos que eso no es así con la hoja de coca en estado natural, pero sí cuando entran los componentes químicos que llegan de las transnacionales a las cuencas cocaleras, algo en lo que no tienen nada que ver los agricultores. Son otras personas las que hacen un mal uso al transformar la hoja de coca en droga. La satanización, sin embargo, va para el agricultor.

¿La satanización se ha mantenido con el paso de los años? ¿Cuál es la situación actual de las comunidades cocaleras peruanas?

Ahorita a nosotros los cocaleros nos están satanizando más y en el Congreso de la República han aprobado la militarización de los pueblos cocaleros reforzándose la erradicación y aumentando los abusos. Los cocaleros, ante esta situación, defienden sus plantas y cultivos, aunque es fácil que les disparen porque en esta zona no es que no se respeten los derechos humanos, sino que directamente no existen. No existen. Nosotros salimos y no nos escuchan. En ocasiones el pueblo se levanta ante una erradicación y preguntan “¿por qué nos erradican?” y entonces el Estado responde que hay programas de desarrollo alternativo en las cuencas cocaleras, con millones y millones de pesos para su ejecución ¡pero nunca han llegado ni diez céntimos al campesino! Ese dinero se queda en manos de los grandes funcionarios.

¿Esa situación de desamparo de los productores cocaleros fue lo que motivó el nacimiento de CONPACCP, organización a la que representa?

Sí, por eso desde la CONPACCP siempre hemos pedido al gobierno peruano que nos empadrone a todos los agricultores cocaleros para demostrar que nosotros queremos trabajar legalmente, dejando de ser nuestra planta un cultivo ilícito, y entregar a la empresa nacional, que compra y distribuye la hoja de coca, nuestra producción. A pesar de pedir este empadronamiento de forma reiterada no nos lo han concedido porque no hay voluntad política del Estado para satisfacer esta reivindicación.

¿La política unilateral y represiva se reduce a la militarización o se diversifica? ¿Qué hay de las fumigaciones indiscriminadas?

Las fumigaciones se realizan y sus efectos se conocen. De hecho, durante el Gobierno de Fujimori se fumigaron las Cuallanas afectando no sólo a la hoja de coca, sino también al café, al cacao, a todo, pero nadie dijo nada. Nosotros hicimos una serie de pronunciamientos, pero

fuimos marginados y no escucharon nuestras quejas. Conversamos con el primer ministro y nos dijo que iba a hacer una mesa de diálogo, pero al ir al ministerio no fuimos atendidos. La fortaleza de los integrantes de las mesas de diálogo se mide dependiendo de su grado de unidad. ¿Las comunidades cocaleras peruanas van de la mano? ¿Son ciertas las informaciones acerca de la poca movilización existente en zonas cocaleras como el Valle del Monzón o de Huallaga? Las cuencas cocaleras del Perú estamos unidas. Sólo hay un lugar, una zona cocalera de Cuzco, en la que se quiere patentar la hoja de coca prometiendo el Estado el reconocimiento de la hoja de coca de Cuzco como legal y el resto no. Lo que sucede realmente es que el Gobierno quiere dividirnos, aunque la unidad sigue siendo muy fuerte, por ejemplo, en la última huelga indefinida que realizamos salimos todas las cuencas cocaleras.

Centrando la mirada en un nivel más personal ¿qué significa para un cocalero como Walter Acha la hoja de coca y qué valor le da a su cultivo?

Hay muchos médicos que se identifican con la hoja de coca y han constatado sus grandes aportaciones medicinales. Pero la importancia de la coca no acaba ahí, también hay una serie de empresas que elaboran derivados de la hoja de coca como caramelos, chocolates o tartas. Todas las bondades se están difundiendo, pero al Estado peruano poco le importa.

Antes ha hecho referencia a ENOCA, la empresa semipública que compra y distribuye la hoja de coca con el beneplácito del Gobierno peruano. ¿Cómo se relaciona esta iniciativa con la marginación, satanización y represión de los cocaleros y de sus cultivos? ¿Este doble mensaje se puede mantener durante mucho tiempo?

ENOCA ahorita es una empresa privada que concentra la compra y distribución de la hoja de coca. Algo que choca con la misma legalidad peruana puesto que hay una ley en la que se dice que la hoja de coca no puede ser monopolizada, pero ENOCA la monopoliza, sólo esta empresa puede comercializarla y la venden en el extranjero, como en México. Esta situación contradictoria ha trascendido al ámbito estrictamente cocalero y se ha ampliado a la sociedad civil peruana. Antes, la hoja de coca no era aceptada, hablar de la hoja de coca era algo prohibido, pero ahora no, actualmente incluso los grandes capitalistas consumen harina hecha de hoja de coca, porque saben que contiene vitaminas y proteínas. De hecho el Tribunal Constitucional ha declarado como patrimonio cultural la planta de coca. Es decir, el Estado peruano conoce esta normativa y los valores nutricionales de la hoja, pero, a la vez, envía al ejército para erradicar la hoja de coca. El Estado peruano vive en una continua contradicción.

Esta situación de contradicción puede estar alentada desde el exterior ¿Qué papel juega la injerencia externa en la criminalización de la hoja de coca y de las organizaciones cocaleras?

En Perú se está intentando imponer el Tratado de Libre Comercio, pero este acuerdo comercial sólo beneficia a los cocaleros ubicados en la costa, zona en la que se concentran los grandes empresarios del Perú. La condición de modificación de cultivos, ligada al mismo tratado, no se puede desarrollar en las grandes cuencas cocaleras porque en ellas es inviable producir otros cultivos como cacao o café: sólo crece la hoja de coca. Por lo tanto a nosotros realmente no nos interesa y no es rentable para el pequeño agricultor que sale perdiendo.

En otros países, como el caso de Bolivia, cuyos dirigentes son más respetuosos con los cultivadores de la hoja de coca, también hay un compromiso de reducción de cultivos y esa reducción tendrá una incidencia sobre los cultivadores que deberán sacrificar su producción. Si el Gobierno no fuera tan contradictorio y más respetuoso con los cocaleros e intentara acometer una medida similar ¿Cómo se vería desde la CONPACCP??

Nosotros no nos opondríamos a la reducción de cultivos siempre que el gobierno accediese a empadronar a los campesinos. Aunque todos los programas de desarrollo alternativos planteados hasta el momento no han dado resultado y sólo han servido para lucrar a personajes como Alan García, que está al servicio del imperialismo. El dinero destinado a los programas de desarrollo alternativo ha sido utilizado para lucrar a favor de los dirigentes y para incrementar las dotaciones militares en las cuencas cocaleras. Con el dinero de estos programas se han acometido matanzas, desapariciones de dirigentes y detenciones masivas.

En este contexto ¿Fue difícil la constitución de la Confederación cocalera?

Antes de la constitución de la CONPACCP las luchas eran individuales entre las distintas cuencas cocaleras. Cuando en el año 2003 se funda la Confederación se procede a la unión, iniciándose las marchas de los sacrificios, donde por primera vez en la capital los ciudadanos ven a los cocaleros. Antes de esa marcha sufrimos una campaña de desprestigio y satanización, pero desde el momento en el que vieron a los verdaderos productores de la hoja de coca se dieron cuenta de que no éramos narcotraficantes, sino gente pobre. Con la CONPACCP se ha conseguido una gran incidencia social.

A modo de síntesis final y haciendo un ejercicio de proyección de futuro ¿cómo te gustaría que fuese la situación en las cuencas cocaleras? y ¿cómo acometer ese camino para alcanzar la meta propuesta?

Ahorita lo que nosotros estamos intentando es crear un brazo político a nivel nacional, no solamente integrado por cocaleros sino por todos los gremios. En el año 2011 vamos a intentar

tener entre veinte y treinta congresistas en el Parlamento peruano. En resumidas cuentas estamos siguiendo el camino de Bolivia porque si no llegamos al poder siempre vamos a ser marginados y satanizados.

Alcanzar el poder ¿con qué propuesta política? y ¿qué tratamiento tendría la hoja de coca?

La hoja de coca en estado natural dejaría de ser considerada y tipificada como una droga. El Perú dejaría de estar condicionado por el imperialismo y podría exportar la hoja de coca, al día de hoy, monopolizada por el sector privado. Muchos países quieren y demandan la hoja de coca, éste es el caso de Holanda con la harina. Nos gustaría compartir la hoja de coca con el resto del mundo.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Silvia Cruz, dirigente cocalera, BOLIVIA

"Nos criamos con la coca, para nosotros es una necesidad para subsistir, y como la hoja de coca necesita de nosotros, nosotros necesitamos de la hoja. Estamos unidos a esos pequeños bosques de coca, uno de los tesoros más grandes del planeta" Los Yungas de Vandiola habitan y cultivan una de las zonas más antiguas y quizás origen de la coca, pero se les está impidiendo el poder mantener este patrimonio de la humanidad.

Silvia Cruz es dirigente de las mujeres cocaleras de los Yungas de Vandiola, provincia de Tiraque y Carrasco de Cochabamba.

Silvia Cruz es una de las representantes y dirigentes de los Yungas de Vandiola, vive y cultiva coca en una de las zonas de cultivo tradicional, zonas que están casi exclusivamente ubicadas en la región de Los Yungas. En el caso de las comunidades de los Yungas de Vandiola no han logrado un mercado estable y una economía sostenible ya que las zonas que ocupan se han definido en transición y/o ilegales en la Ley 1008 (ley que define 12 mil hectáreas de zonas de cultivos tradicionales, además define zonas de cultivos de transición y zonas de cultivos ilegales). Siendo reconocidos a la vez por dicha ley como zona de cultivos tradicionales y así reproduciéndose entre Los Yungas las mismas divisiones de reconocimiento entre zonas de cultivos tradicionales, en transición o ilegales que se observan a nivel nacional

¿Qué le ha hecho venir hasta aquí a participar en este Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos como representante de los Yungas de Vandiola? Han sido muchos los factores que han atraído a este lado a Silvia Cruz, pero el principal es hacer saber lo que es Vandiola, que no sólo se reconozcan las dos regiones bolivianas productoras de coca ya conocidas en el mundo como son los Yungas de la Paz y el Chapare de Cochabamba. Denuncia que se olvidaron de ellos, la zona más antigua y ancestral de producción de la hoja de coca. Un sector donde los arbustos de coca han alcanzado el tamaño de árboles. Pequeños bosques de coca (de machi coca o mama coca cómo lo llaman en la zona) que aún quedan después de la campaña de erradicación anterior al 2004. También, es la oportunidad para socializar lo que es Yungas de Vandiola y al mismo tiempo establecer un puente para poder visitarles, quizás una delegación de estudiantes como propone Silvia “que puedan ir a verificar el lugar y que juntos podamos trabajar para preservar estos bosques de coca que quedan en Bolivia”, que es el único lugar donde existen. De esta forma quieren conseguir que se les incluya en los proyectos de cooperación al desarrollo que haya para Bolivia y ser incluidos dentro del mismo gobierno boliviano, ya que no perciben ni un solo centavo del Estado Boliviano. Esta cocalera cuenta lo emocionada que está por haber tenido la oportunidad de pisar suelo europeo ya que nunca lo había imaginado, y poder aportar un granito de arena para que “no se vuelvan a violar los derechos humanos, el derecho a la producción de estas plantas, malentendidas y satanizadas por gente a la que le conviene políticamente y/o económicamente que se utilicen con otro tipo de finalidad” y que ellos como productores no tienen la culpa. El caso de Silvia es una muestra, ya que el 80% de la población de Vandiola es joven, su hijo también es cocalero, del sindicato de San Pedro. Como hija, madre e incluso abuela a su joven edad, afirma que quiere que cambie esta situación de continua lucha y que se respeten la tierra y sus gentes, para que la generación de sus hijos y nietos viva en otras condiciones. Así pues, el estar en este Foro hace que los Yungas de Vandiola tengan mucha esperanza y mucha expectativa en lo que pueda suceder en la lucha para la despenalización del cultivo de la hoja de coca.

La importancia de los “pequeños bosques de coca” como fuente de vida e interdependencia para los Yungas de Vandiola y como patrimonio de la humanidad Silvia cuenta que en el sector de Vandiola no se han criado con la coca por sacar dinero, “para nosotros es una necesidad para nuestra subsistencia, como la hoja necesita de nosotros, nosotros necesitamos de la hoja, estamos unidos a ese bosque, que creo que es el tesoro más grande del planeta tierra”. Por esa mutua dependencia quieren hacer estudios para saber si realmente vale la pena abrir caminos o mantenerlos como están ahora, pero siendo prioritaria la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los habitantes. Se trata de una zona habitada desde mucho antes del imperio incaico, siendo otra cultura anterior la que inscribió en piedras los vestigios que hoy nos indican la antigüedad de este pueblo y su cultura cocalera. Están también los vestigios del imperio incaico, como son los caminos, los tendales de coca, la forma de cultivar la coca para que las plantas pudieran llegar a ser árboles con el paso del tiempo. Están las haciendas de los últimos incas del imperio incaico como por ejemplo, la hacienda de Chuquiuma que está en Arepucho donde todavía se puede ver cuanto habían trabajado los incas para que hasta hoy prevalezca esta hacienda de cocales. Silvia afirma que saben “que con autos, con edificios, no se puede vivir toda la vida, es decir, ni mis hijos ni mis nietos ni las generaciones que vengan, pero sí van ha poder vivir en esos lugares donde está la coca, porque por más que se erradique siempre va haber semillas, ya sea porque los pájaros las llevan de un lugar a otro…

nunca van a poder terminar con la coca. Y que además en otras regiones cocaleras de Bolivia no encontramos estos árboles de coca, estos cultivos tan antiguos”.

Aunque están contemplados por la Ley 1008 no se respetan los derechos como cocaleros Escuchan lo que se dice desde Viena pero no saben cuáles son sus derechos, por falta de conocimientos y por eso no los reclaman; pero sí que han escuchado que no se pueden erradicar los cultivos sin antes hacer por lo menos estudios de compensación o proponer alternativas para que las familias productoras no se vean afectadas de forma negativa. Ya hace más de un año que tienen problemas con la comercialización, en el acopio de Sacaba (uno de los mercados primarios de acopio y venta, que permite la comercialización a nivel nacional) no quieren recibir la coca de los Yungas de Vandiola, pero se han impuesto recuperar su propio acopio, que había sido el primer acopio en el mundo, concentrándose en el pueblecito de Totora cientos de mulas cargadas de coca durante la época precolombina y colonial, desde donde era llevada a las explotaciones de minerales en el Cerro de Potosí; por lo tanto, el querer recuperar ese primer acopio y que la ley se lo permita, supone recuperar parte de su cultura. En estos momentos, con el sueño de la construcción del acopio original de Totora, han conseguido el terreno del municipio de Totora. Se han hecho muchas movilizaciones, huelgas e incluso escribieron con su propia sangre para decirle al gobierno que la coca de los Yungas de Vandiola no es ilegal aunque no hayan sido contemplados por el gobierno, en el proyecto de trabajo “un cato de coca” en Bolivia (cato: superficie de tierra de 0,16 hectáreas; proyecto de trabajo que permitió a los cocaleros cultivar hoja de coca para el consumo tradicional). A raíz de eso tuvieron muchos conflictos que hasta ahora arrastran, particularmente Silvia Cruz por reclamar y denunciar todo lo que estaba sucediendo ya que en un principio el gobierno boliviano mostró al pueblo que los Yungas de Vandiola era la “mini Colombia” y que los muertos eran traficantes colombianos, entre ellos el hermano de su nuera. Eso hizo que Silvia no se callara delante de semejante hipocresía, sumándose que ante las Naciones Unidas, Bolivia argumentara que está luchando contra el narcotráfico y así, teniendo derecho a recibir más apoyo económico para seguir combatiéndolo. Hasta ahora todavía no han recibido ninguna de esas ayudas económicas para mejorar sus condiciones de vida, “seguimos en las mismas condiciones, sin caminos, sin posta médica, sin centros de educación y no conocemos lo que es la energía eléctrica”. Las diferentes comunidades yungas no están en conflicto, pero teniendo en cuenta que la ley 1008 en estos momentos contempla los Yungas de la Paz, los Yungas de la zona tradicional de Cochabamba como zona tradicional y, según Silvia, también incluye los Yungas de Vandiola lo que les está sucediendo con diferencia a los otros Yungas, es que no se los está respetando, ni se les tiene en cuenta en la división económica del Estado boliviano; todo se divide entre el sector de la Paz con la zona del Chapare. No percibiendo ayuda económica ni ningún proyecto de desarrollo o mejora. Además, en esas zonas no sólo se produce coca sino que se produce caña de azúcar y otros productos. En cambio en la zona de Yungas de Vandiola debido al tamaño de los arbustos de coca “¡árboles!, no se pueden sacar cítricos, bananas, papayas, piñas y por lo tanto, no es posible comercializar esos productos, siendo éstos comida para murciélagos y otros animales del monte ya que la cantidad de estos frutos es de sobras suficiente para abastecer las necesidades de la comunidad”. Esta luchadora remarca que es importante que se conozca Vandiola, que haya organizaciones que los visiten y hagan proyectos que los ayuden a mejorar su situación, ya que el gobierno de Evo Morales no los está apoyando y desde el 29 de septiembre del 2006 al 2009 siguen sin respuesta, en las mismas o peores condiciones ya que a raíz de la erradicación anterior al 2004 hay más pobreza y muchos niños no han podido ir a la escuela.

El futuro de las nuevas generaciones, también cocaleras, una lucha por unas mejores condiciones de vida Una de las principales reivindicaciones para mejorar las condiciones de vida de cara al futuro, es poder educar a los hijos; teniendo que llevarlos en un inicio a Totora y luego a Cochabamba para que continúen sus estudios, el traslado es una importante carga económica. Otro aspecto a tener en cuenta que revaloriza la coca de esta zona, es que no utilizan productos químicos, no fumigan estos “bosques cocaleros”. Silvia argumenta que en ese sentido el gobierno tampoco los está teniendo en cuenta para que el cultivo de coca ecológica sea un distintivo o valor añadido, ya que no hay una política al respecto. “Esta coca no puede ser comparada con una fumigada y se debe valorar el hecho que la comunidad de productores no contaminan el medio ambiente”. Factores que le gustarían que los tomaran en cuenta en un futuro inmediato.

Un nuevo proyecto para seguir haciéndose espacio y divulgar la riqueza que supone mantener los cultivos de coca en la zona de los Yungas de Vandiola Están elaborando un libro que han titulado: “La cara oculta de Yungas de Vandiola”, y que después de haber realizado tres seminarios-taller, lo que se pretende es elaborar un mapa de todo lo que existe, lo que sucede, lo que ha sido y lo que quieren que sea. Silvia pide que “para que salga este libro nos gustaría que nos pudieran apoyar, ya que hemos trabajado en la recopilación de información, fotografías, entrevistas de nuestros compañeros del sindicato…” Esta mujer fuerte, tiene muy claro que para que los suyos puedan seguir viviendo deben continuar su relación ancestral con el cultivo de la coca pero siendo imprescindible la mejora de las condiciones de vida. Para eso, el Estado boliviano debe respetar sus derechos, apoyar la comercialización de su coca y permitirles la participación en la economía del país. Al mismo tiempo, sabe muy bien que el valor de los cocales y cocaleros de los Yungas de Vandiola va más allá de los límites de Bolivia.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Ramiro, productor, MEXICO

Una mirada al productor de cannabis mexicano Toda una vida dedicada a la economía de subsistencia. Un círculo vicioso que se antoja perverso y degenerativo para los campesinos y pequeños productores de cannabis en la región Norte de México.

La producción de Cannabis - cáñamo o marihuana- en el Estado de Durango, Norte de México, ha perdurado por décadas.

La producción de Cannabis - cáñamo o marihuana- en el Estado de Durango, Norte de México, ha perdurado por décadas como consecuencia de la falta de políticas de Estado para la generación de empleo y la transformación productiva de la región; en adición, el salto a escena del Estado mexicano en temas de producción, transformación y comercialización de productos psicoactivos derivados del cannabis se ha enfocado básicamente en acciones de erradicación de cultivos sin acompañamiento de programas de desarrollo que brinden alternativas reales a la población. Haciendo uso de la historia reciente, se identifica la década de los 70`s como crucial para los movimientos campesinos y populares en Latinoamérica, pues se experimentó una devastadora política represiva y opresiva -la Operación Condor- que consistió en diversos operativos diseminados por el continente encaminados a la práctica del terrorismo de Estado contra movimientos populares. Al Estado de Durango llegó en forma de criminalización de los productores de cannabis y erradicación forzada de sus cultivos; acción que dio resultados por los 10 años siguientes, extinguiendo cultivos y dificultando el acceso a semillas, redes de compraventa y distribución; todo esto debidamente acompañado de fallidos intentos de reconversión productiva de la zona. Actualmente la subsistencia de los pobladores de la región se centra en la producción local de productos alimenticios de autoabastecimiento y la producción clandestina de cannabis. La inexistencia de organizaciones de base campesina produce enfrentamientos entre los propios cultivadores de cannabis, degradando el conflicto de pobreza y acceso a los recursos en un conflicto social y armado entre los mismos cultivadores, desmarcando del problema a las redes

de transformación y tráfico de estupefacientes y al propio Estado. Una espiral más aterradora es la generada por los “compradores” del fruto de los cultivadores. La falta de dinero en efectivo exige el pago del cannabis en especie -automóviles y armasgenerando las condiciones ideales para eliminar las ya maltrechas oportunidades desarrollo de la población por medio del ejercicio de la violencia, generando una grave problemática de guerra y muerte en la región; lo cual es un sello de garantía para una emigración continuada; envejeciendo las poblaciones rurales y propiciando desarraigo familiar. A pesar del continuo sometimiento a las redes de tráfico, la nutrida desarticulación social de la región, el abandono de las zonas por sus pobladores más jóvenes y la imperante pasividad del Estado mexicano; la esperanza del campesino no desfallece, su incorporación a procesos internacionales para reivindicar sus derechos demuestra su espíritu luchador y soñador, asistiendo ilusionado al Foro Mundial de Cultivos Declarados Ilícitos con el objetivo de prevalecer en la búsqueda de soluciones y alternativas para su pueblo y, por supuesto, para su familia.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

Reinaldo Calcina, alcalde y productor, BOLIVIA

“En Bolivia ya no hay erradicación, sino racionalización” La llegada al gobierno de Evo Morales ha cambiado el enfoque con que se enfrenta la producción de hoja de coca, hoy se diversifican los cultivos, con la colaboración esencial de gobierno, sindicatos y productores.

Reinaldo Calcina lleva 5 años como alcalde de La Asunta, quinta sección de Sud Yungas. Además es líder sindical y productor cocalero.

En los últimos años ha habido un aumento de la producción de la hoja de coca en el municipio, ¿Cómo ha afectado este aumento de la producción al municipio? Con anterioridad, los gobiernos neoliberales tenían un plan de erradicación del cultivo con un eslogan “coca cero” y diversos planes (trienal, quinquenal); lo que se está haciendo ahora, en colaboración con el gobierno central, las autoridades sindicales y los productores, es la racionalización de la hoja de coca. Se trata de cultivar lo necesario y diversificar la producción para evitar los monocultivos; llevando adelante otros productos, como el café, el banano, el cacao, los cítricos; también se esta buscando financiación para traer una planta industrializadora, con el objetivo de dar un valor agregado a estos productos.

Ese es un punto importante para asegurar el desarrollo de las comunidades a largo plazo, pero también es importante asegurar salidas a esos productos, ¿en qué línea se esta trabajando el mercado? En lo que respecta al café, intentamos mejorar la calidad del café ecológico y la cantidad, actualmente exportamos a Alemania, pero no es suficiente y ahí esta el reto. Necesitamos apoyo

técnico en el manejo del café y otros productos, necesitamos que los hermanos campesinos conozcan la parte técnica del manejo de otros productos alternativos; también buscamos dar un valor agregado al incorporar procesos de industrialización, tanto de la hoja de coca, como otros productos, se trata de una manera de diversificar el mercado.

Respecto a la racionalización, se ha dado unos límites a las hectáreas plantadas, tanto a nivel regional (en el caso de Yungas 12000 ha) como al productor (un cuarto de ha), ¿cómo se ha llevado acabo el proceso?, en ese sentido usted se encuentra en una posición privilegiada en la que puede funcionar como conexión entre estas 2 esferas. Así es; ya se ha empezado a delimitar la región donde se puede plantar la hoja de coca, al margen de esa región hay familias, organizaciones sindicales y ahí aparece el autocontrol social, donde cada sindicato, cada central o federación, mediante asambleas, se especifica la cantidad de producción que debe haber por familia y aquella persona que esté cometiendo un trabajo ilícito (cultivar más de lo que le toca), automáticamente es expulsado del sindicato, debe retirarse de la comunidad y dejar sus propiedades para el sindicato porque ha cometido un error que daña a la sociedad, esto no es reciente, de tiempo atrás se da esto.

Hábleme más de los sindicatos, parecen ser asociaciones bastante maduras y fuertes, esto no se consigue de la noche a la mañana, ¿qué había, como era antes del cambio de gobierno?, ¿qué tipo de relación se tenía con los anteriores gobiernos?, ¿cómo ha sido la historia? Los dirigentes eran perseguidos, tenían que esconderse en la selva o en la montaña además de que la coca era satanizada. Había toda una historia negativa...

Pero la organización se mantuvo “latente”, eso ha permitido que Evo Morales tenga todo este apoyo de base.... Correcto, además ahora ya no hay erradicación sino racionalización; además de trabajar el autocontrol social. Los sindicatos actualmente tienen una importancia crucial en lo que respecta a la repartición de la tierra, ellos son los que reparten la tierra democráticamente por igual, todos tienen los mismos derechos, no se puede dar a unos más y a otros menos; sin embargo el producto que consiguen cultivar es de manera familiar, cada uno hace la venta de lo que logra producir.

¿Eso no ha generado problemas con grandes terratenientes?, ¿existen en la región? Gracias a dios en Yungas no tenemos, cada campesino tiene 4 o 5 hectáreas; bueno, en el sector Oriente si que hay hacendados que tienen 50 mil o 100 mil ha, y que tienen jornaleros que pueden llegar a pagarles 50 bolivianos, todo aquello va a terminar y ese “esclavo” tendrá su

espacio de tierra para poder cultivar.

Usted como alcalde y productor conoce bien las problemáticas de la región… Yo sé que hay muchas necesidades, saneamiento básico, infraestructura para la educación, salud; hemos tenido apoyo directo del Presidente de la República, ha hecho todo lo posible y estamos agradecidos que haya podido destinar recursos pero no es suficiente. Realmente valió la pena. Yo nací en La Asunta, en Charo playa y bueno, no había una carretera, para ir habían dos días de camino, no contábamos con la energía eléctrica, bueno hasta el momento no tenemos y seguimos en penumbras, es muy necesaria la energía eléctrica, para el día a día y para industrializar todo aquello; justamente estoy buscando alguna ONG que me pueda ayudar con algún proyecto de saneamiento básico.

Notas: Esta entrevista fue realizada durante el I Foro Mundial de Productores de Cultivos Declarados Ilícitos realizado el 29, 30 y 31 de enero 2009 en Barcelona. La colecta de experiencias fue dirigida por Almedio Consultores en coordinación con CERAI - España.

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