LA CULTURA EXHIBICIONISTA 1 Esteban: Lo que antes parecía ser el mal de unos pocos o la práctica perversa de algunos exhibicionistas hoy venimos a plantearlo aquí en este programa de Tierra Firme como “la cultura exhibicionista” ¿Por qué hemos llegado a ese punto entonces, hablando de que toda una cultura está adoptando una práctica que tal vez era remitida a un grupo de gente con particularidades patológicas? Salvador: Si, bueno, antes se designaba con exhibicionismo a una aberración sexual, hoy tenemos que rescatar la palabra para decir que exhibicionismo viene de exhibirse. El exhibicionismo es una tendencia que tiene la sociedad a ir borrando todos los límites. Venimos de una sociedad donde los límites se han ido desdibujando. Ya dejamos el límite hombre-mujer, ahora pasamos al unisex. Ese es el primer paso, porque por ejemplo, hace muchos años atrás había una peluquería para hombres y otra peluquería para mujeres y eso estaba absolutamente prohibido, apareció por ejemplo un tipo de ropa también un unisex, una moda también, unisex y ahí saltamos a promover la homosexualidad y el travestismo que fue tal vez un paso más adelante en esto de la confusión de los sexos. Y entonces empezamos a hablar de mujer y de hombre por ejemplo, el sexo viene dado por naturaleza y el género es una elección, entonces ahí seguimos borrando el límite, y terminamos en muchos países aceptando el matrimonio homosexual. Entonces ahí los límites están totalmente borrados, yo creo que esa tendencia de desdibujar los límites ha sucedido en nuestra sociedad, por ejemplo, se ha desdibujado la diferencia entre el sexo y el amor. De repente uno escucha como sinónimos “hacer el amor” y “mantener relaciones sexuales” entonces parecería que ya no hay límites allí, se ha borrado los límites entre lo sacro y lo profano y un día estaba escuchando en mi televisor junto a mi esposa una gran manifestación de gente moviéndose y bailando, con señoritas subidas sobre los hombros de los muchachos en la playa y gritando “que viva el rock”. Es una relación donde se desdibuja los límites, entonces estamos borrando los límites entre lo íntimo y lo público, y nos vamos convirtiendo en una sociedad exhibicionista, porque cuando yo muestro lo íntimo y lo comienzo a mostrar no es sano, es una sociedad escandalosa, porque se muestra todo y todo se exhibe. Nos enteramos de la vida íntima de los grandes artistas, de los problemas íntimos que tienen los grandes políticos, incluso los políticos a nivel internacional, y nos enteramos de absolutamente todo, porque se ha borrado la frontera entre lo público y lo privado. Esto no surge de la nada, nada surge de la nada, tiene todo un proceso previo que yo creo que tuvo su manifestación más importante en los Reality Show´s. Mostraban “la vida misma”, la idea de este programa era mostrar “la realidad” mostrar “lo que no se exhibía”. Tal vez el paradigma de esta pérdida de límites es el Gran Hermano, que se gestó en Holanda, un país del primer mundo, Europeo con una vastísima cultura y crean un programa que es paradigmático de lo que es los reality show´s, y vemos que si fulano de tal cuenta su intimidad a otro, y si tal otra persona cuenta su intimidad laboral, ¿por qué no hacer un show donde mostremos toda la intimidad? Y eso es Gran Hermano, un espectáculo narcisista donde un grupo de personas conviven a la vista de todos. Sin un libreto, mostrando todas sus miserias. Y yo creo que esa manifestación de no tener libretos, es decir, nadie

sabe para dónde va pero tampoco hay detrás un autor que esté manejando todo esto sino que manejan ellos de acuerdo a sus criterios, eso despierta el morbo de la gente. Porque cuando yo se que hay un autor, es decir cuando esto tiene un libreto, entonces uno se da cuenta que el autor quiere decir algo. Pero acá no había libreto por lo tanto yo no puedo llegar a decir que esa gente vaya a decir algo, lo que yo estoy estimulando es la curiosidad mal sana y el morbo. Después nos enteramos que para hacer todo esto, si bien no había un libreto empezaron a colocarle guionistas, a darle letras, si digamos, libreto es cuando recitan lo que ya está escrito e interpretar es cuando le dicen que tienen que hacer esto o aquello. Porque todo eso levantaba el raiting y bueno, había una multitud del otro lado mirando, el raiting que le daba la razón, pero la gente exclamaba: “no sé cómo se animan” hasta donde piensan llegar, y lo miraban en forma vergonzante, porque si alguien en una reunión familiar o de otro tipo preguntaba ¿cuántos ven este programa? Nadie lo veía. Pero el raiting estallaba, entonces eran cosas vergonzantes, pero sin embargo se veía. Y yo creo que ahí el hombre se transformó en un voyeur. Es interesante, porque esta voz francesa que la importamos (voyeur) significa “mirón” pero en forma peyorativa, y tuvimos que traer una palabra del francés para designar a una desviación sexual voyeur era un desviado sexual. Resulta que todo esto tomó tanta fuerza que la Real Academia Española en la última edición tuvo que cambiarlo y ponerlo en la edición con una palabra que en castellano suena pésimo “voyerista” que la define como “persona que disfruta contemplando actitudes íntimas o eróticas de otras personas”. ¿Qué es lo que se está buscando cuando se ve el Gran Hermano? Hay algo así como un disfrute del que está mirando en contemplar actitudes íntimas o eróticas, porque hay que decir la verdad, no nos engañemos, quien está allí no espera ver cómo hacen el puré de papas, está mirando otra cosa de otra persona. ¿Cómo lo vive otra persona? Y esto se asocia con las tendencias exhibicionistas, hoy tenemos “mirones” que golpea tanto en la sociedad, que el mirón finalmente acepta la nueva norma. “Hay que mostrarse”, primero empieza mirando, y luego entiende que hay que mostrarse. Quiere decir que lo que nace primero en la vidriera, en la vitrina, en el televisor, y ahora bajó a que todo el mundo quiere exhibirse. Esteban: Cierto grado de exhibicionismo. Salvador. Claro, y por supuesto que la web una maravilla de la tecnología, nada despreciable, pero cambió nuestro estilo de vida y dio también el cauce necesario para el exhibicionismo de toda una sociedad. Esteban: Es verdad, y todos parecen que tienen su cuarto de hora o su lugar donde exhibirse sin necesidad de recurrir a esos grandes medios

Salvador: Por supuesto, nos podemos exhibir, yo creo que quien se exhibe hoy, que tiene tantos medios a su disposición, creo que está en una actitud narcisista y piensa: “¿como voy a privar al mundo de que me conozcan?” Y entonces se publicitan para hacernos el favor de que lo conozcamos. Esteban: Muy bien... ¿qué le parece? Toda esta cultura exhibicionista que está surgiendo a través de este siglo XXI mediante toda una congregación de elementos que nos da mucho que pensar. ¿Cómo lo vive usted? ¿Cómo se planta ante esta cultura exhibicionista? Ya venimos en Tierra Firme a seguir hablando del tema. PAUSA... Esteban: La cultura exhibicionista es el tema en el día de hoy con Tierra Firme, y estábamos viendo como pocos se animaban a hacer lo que los medios masivos de comunicación potenciaban, como las vidrieras, las modas, etc, es parte de lo que estamos viendo hoy, ya gran parte de la sociedad de hoy tiene herramientas y elementos como para exhibirse. Salvador: Decíamos que la web es una maravilla de la tecnología y cambió la realidad de todas las personas, ahora, la tecnología... ¿qué es lo que aportó a la sociedad? Nos permite hacer exactamente lo mismo que hacíamos antes pero en otra escala, con otra dimensión. Por ejemplo, antes todos escribíamos cartas, para comunicarnos por medio de la palabra escrita teníamos que seguir todo un proceso, escribir un sobre, la dirección, comprar una estampilla, colocarla, ir al correo echarle el sobre y esperar la respuesta. ¿Qué hizo la web? La web con el correo electrónico, obviamos la estampilla de correo y todo lo demás, en un segundo nos comunicamos y eso permite una respuesta inmediata. En un día mandamos cinco o seis mail de ida y de vuelta. Quiere decir que tenemos una correspondencia entre la carta y el teléfono. La comunicación instantánea que tenía el teléfono pero escrita la carta. En definitiva la web no creó nada, era algo que lo potenció, por ejemplo, conversábamos, nos reuníamos con nuestros amigos, los que vivimos en el Río de la Plata en un café por ejemplo, con una taza de café de por medio, teníamos que citarnos, nos reuníamos allí, teníamos la taza de café, nos veíamos, conversábamos una hora o lo que sea, pero hoy en día tenemos el chat.

Lo que quiere decir que podemos hablar hoy día en una conversación instantánea con una respuesta escrita, podemos interactuar sin movernos de nuestras casas le colocamos una camarita y nos vemos, es decir, hemos optimizado lo que era la conversación antes, la hemos optimizado para no tener que movernos de nuestra casa para hacerlo. Hasta ahora lo que la web ha hecho es potenciar lo que ya teníamos. Cuando éramos adolescentes algunos tenían la debilidad de escribir diarios íntimos y quien iba a comprar un diario íntimo, compraba un diario que tenía un candado con una llave para cerrar y eran proverbiales las luchas de hermanos cuando uno de los hermanos abría y leía la intimidad y se armaba todo un problema familiar, quiere decir que llevamos un diario íntimo y en cada casa había un álbum de fotos familiares, donde se eternizaban los grandes momentos. La historia gráfica de la familia, hoy tenemos el blog, la historia de lo que soy y me está pasando en la web, y el diario de nuestra vida, complementamos con el fotolog que es nuestro álbum familiar digital, lo complementamos con el videolog, metemos en youtube todas estas cosas, con una cámara digital o un teléfono tomamos la imagen y la colocamos, lo que quiere decir que el blog, está reemplazando todo eso, lo ha potenciado y las nuevas tecnologías, los nuevos desarrollos tecnológicos van resumiendo cada vez en menos necesidad de herramientas de aplicaciones, ya con una o dos aplicaciones se hace todo eso que estamos mencionando. Salvador: Claro, van sintetizando quiere decir que lo único que estamos haciendo es potenciar lo que teníamos antes... ¿pero en qué medida lo potenciamos? ¿Cuando aparecieron los blogs? Esteban: No hace tanto tiempo Salvador: A fines del siglo veinte. En el 2005 había once millones, luego de seis meses se duplicó. Todos los días se están sumando alrededor de seis mil blog, quiere decir que cada dos segundos se agregan tres blogs. Esto habla de una cantidad de gente que está accediendo a las redes sociales y que está accediendo a la web y que siente que es protagonista porque cuenta su vida, tiene su espacio, en el año 2006, la revista New York Times, todos los años elije a la personalidad del año. Dicha personalidad no tiene porque ser alguien descollante o positiva, es la persona que más afecto a los noticieros que más pesó en las noticias y que más influyo en la vida de la sociedad, estuvo Hitler por ejemplo, que fue, pesó en la vida de la sociedad, y estuvo Juan Pablo II, y estuvo Bin Laden y estuvo Martin Luther King, para bien o para mal. En ese sentido son muy democráticos, colocan a la persona que más incidió, en algunos casos para mal. En el año 2006 colocó un espejo en la tapa, quiere decir que lo más saliente fue el narcisismo de la gente, lo que más influyó fue esa gente que se metió a publicitarse, a mostrarse y definió el rumbo que estaba tomando la sociedad, un individualismo potenciado, donde el más importante soy yo y una actitud narcisista que está diciendo ¿cómo voy a privar a los hombres de que me vean?

Creer que realmente somos súper importantes. Esteban: Claro, y se pasa a la fama de la noche a la mañana sin mediar ningún tipo de proceso de crecimiento de una carrera de actor o actriz o de periodista o de lo que sea, pero es meteórico todo esto. Salvador: Claro, porque fíjate vos, cualquiera que suba una foto un poco escandalosa sabe que inmediatamente va a tener un montón de visitas y de usuarios de su sitio, entonces no hace falta colocar nada talentoso. Si hay algo que está ausente de las redes sociales es el talento. Lo que hay es un tremendo exhibicionismo. Unas ganas de mostrarse, unas ganas de no se, “ser importante”, de existir, tal vez en una sociedad como la nuestra que es una sociedad masificada, el individuo está sintiendo el peso de su anonimato. Creo que esa es una de las causas, es decir sentimos que dentro de esta sociedad y dentro de estas redes, no somos mas que un granito de arena, una hormiguita y yo siento que cada blog que se abre, es como un grito de una persona que está diciendo “aquí estoy, no soy insignificante, tengo vida, existo” Mírenme porque existo, porque soy, es como querer romper con la masa querer romper con la masificación de esta sociedad, querer tener individualidad, querer tener un rincón y gritarle al mundo que aquí yo estoy. Porque en una sociedad masificada como la nuestra las individualidades pierden su dimensión como persona, de ser humano, para convertirse en individuo... ¿qué es un individuo? Que no se puede dividir es la acepción más correcta de esta palabra. Es una unidad, simplemente una unidad, y nosotros sabemos que para la sociedad somos simplemente una unidad, tenemos números que nos identifican, con esos números y a través de la red estamos controlados y lo estamos en todo. Es como el Gran Hermano de Orwell, que todo lo vigila. Y estamos perdiendo la individualidad, y creo que el hombre está diciendo, yo soy único, yo soy diferente y quiero gritarlo, quiero decirlo y las redes sociales le han permitido al hombre emerger para decir él es único y es diferente. Es interesante, porque Jesús cuando hablaba acerca de la gente que tenía a su alrededor y veía al pueblo que estaba allí reunido los vio como ovejas del rebaño y yo cada vez que veo esto veo me quedo con esta frase y molesta un poco, porque el rebaño es algo negativo. Pero el dice que el pastor que tiene el rebaño a cada una de sus ovejas las conoce por su nombre, eso significa que ama a cada persona de una forma personal, porque las conoce como persona y esto es lo que nos permite estar seguros y entender que puede ser que para la sociedad no seamos más que individuos pero no necesitamos gritar a través de la red para ser alguien, porque para Dios somos alguien, porque Él nos conoce por nuestro nombre, para Él la multitud de seis mil o siete mil millones de la humanidad, no es simplemente un número, son personas, y como tales somos piezas únicas, y yo creo que ese anhelo del corazón que tenemos por huir de esa masificación, por decir “aquí estoy” se ve satisfecho cuando miramos hacia arriba y pensamos que hay un Dios que nos conoce por lo que

somos, que conoce nuestro nombre, un Dios que nos ama, que puede y que desea estar cerca de nosotros y que nos entiende en todos nuestros problemas. Que no necesitamos exhibirlo ante el mundo, simplemente debemos presentarnos delante de Dios y Dios nos da respuestas a todo eso, para Dios existimos, para la sociedad existimos cada vez menos, somos un número cada vez más pequeño insertado dentro de la multitud un número que un día, cuando ya no estemos la sociedad borrará y no quedará memoria, no obstante, para Dios soy una persona y esto es lo importante, que cuando yo me acerco a Dios entiendo que para Dios tengo una dimensión personal y que como persona, tengo también respuestas de él para la intimidad y para los problemas individuales. Porque Él me ama como soy, no quiere dejarme como soy, quiere transformarme pero Él sabe todo acerca de mí, no necesito exhibirme, estoy desnudo delante de Él, y sólo Él puede darme las respuestas que ese grito que damos a través de la web a veces está pidiendo.