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LA DIETA CETOGÉNICA La Cetogénica, una dieta de moda que reduce el apetito y con la que se queman las grasas acumuladas de forma más fácil.
Cuando nos disponemos a hacer una dieta, teniendo unas nociones básicas de nutrición, enseguida entendemos que debemos aumentar el consumo de frutas y verduras, consumir legumbres, carnes y pescados, no abusar de las grasas saturadas y acompañar la dieta con ejercicio, pues si estás cansado de seguir siempre las mismas pautas, aquí encontrarás una alternativa. Pues en nutrición no todo son las reglas básicas que todo el mundo conoce, pues cuando estudiamos en profundidad el funcionamiento de nuestro organismo descubrimos ciertos procesos que nos hacen perder peso. Uno de ellos, es el estado de cetosis, en el que se basa esta dieta.
Este estado, explicado a groso modo, se produce cuando
el organismo ha agotado las reservas de glucógeno, y es entonces cuando empieza a quemar la grasa acumulada para convertirla en energía.
¿Qué ocurre en este proceso de cetosis? Cuando nuestro cerebro detecta que no tiene glucosa para realizar la actividad física diaria, produce los llamados cuerpos cetónicos; estos compuestos hacen que se produzca la oxidación de
las
grasas
acumuladas de
las
que el
organismo posteriormente obtendrá la energía. Por
lo
explicado
anteriormente,
en
esta
dieta
se
intenta
reducir considerablemente la ingesta de hidratos de carbono y azúcares, que son la principal fuente de energía, ya que sino no es posible entrar en estado cetónico. Pasaremos a ingerir tan sólo un 10% de hidratos de carbono en la dieta (cuando normalmente se aconseja entre un 40%- 50% de la dieta). Se consumirán en torno a 25-30 gr de hidratos de carbono al día, lo que no se refiere al peso del alimento, sino a la cantidad de hidratos que posee. No consumiremos azúcares, ni alimentos procesados ni refinados.
Se trata de una dieta con un consumo medio de proteínas (no hiperprotéica), alto en grasas y bajo en carbohidratos. Aunque el consumo de hidratos sea bajo, nunca debemos eliminarlos por completo. La
ingesta
de
frutas
y
verduras
está
muy
controlada ya que presentan azúcares e hidratos. Los cereales, legumbres,
harinas,
panificados
están
muy
restringidos
prácticamente prohibidos. Cuando hablamos de grasas, nos referimos siempre a las grasas saludables, no hidrogenadas ni grasas trans.
Son muchas las ventajas de la dieta cetogénica y de entre ellas podemos destacar las siguientes por estar avaladas por estudios científicos.
Con
respecto
a
otras
dietas
no
cetogénicas
conseguimos perder más peso ingiriendo la misma cantidad de calorías. La circulación de los cuerpos cetónicos hace que no tengamos apetito, con la ausencia de hambre es más fácil
perder peso de forma rápida, este poder saciante anima a muchas personas a realizar este tipo de dietas.
Al
consumir más
proteínas
digestión que
los
y
grasas que hidratos
son
de
de
más fácil carbono
las digestiones serán ligeras. Aunque a veces, entra en juego el estreñimiento, provocado por el déficit de fibra. Con esta dieta conseguiremos reducir la proporción de grasa del organismo, manteniendo la masa muscular, aunque en ninguno de los caso, se aumentará masa muscular. Disminuiremos los triglicéridos, y mejoraremos el colesterol, no modificando los valores de colesterol bueno (HDL) y disminuyendo los valores de colesterlo malo (LDL). Esta dieta consigue entrar en estado cetónico, sin promover el ayuno,
como
lo
hacen
otro
tipo
de
dietas.
Para
los
diabéticos mejora los niveles de glucosa. Según algunos estudios revelan mejora el rendimiento deportivo.
Está indicado para personas que gocen de estado de salud óptimo, deportistas, diabéticos, para combatir la obesidad, para personas
con
alergias y
con problemas
digestivos.
Las
embarazadas y diabéticos deberán aumentar un poco la ingesta de hidratos que depende de las necesidades del organismo.
Por contra, las desventajas son un menor aporte de vitaminas y minerales, así como de fibra por lo que podemos optar por la suplementación
para
evitar
dichas
carencias. Como
anteriormente explicamos causa estreñimiento, por el déficit de fibra.
Causa mal
aliento (halitosis)
producido
por
el estado
cetónico, es fácil de identificar ya que huele a manzanas podridas. Muchas personas refieren estados de cansancio y fatiga. Además gran cantidad de personas hacen referencia a que la imposibilidad de consumir alimentos comunes como cereales, legumbres, frutas y verduras; hacen que sea bastante complicado llevarla a cabo
la dieta en su totalidad. No deben llevarla a cabo personas con problemas
hepáticos
provocar arritmias.
ni
Ciertos
cardíacos
estudios
ya
revelan
que
que
puede
se
observa
un déficit en la capacidad de atención.
Las fases de la dieta cetogénica:
Esta dieta para un cambio
su funcionamiento
metabólico,
y
por
necesita que ello
se
produzca
debemos adaptar
el
organismo a la nueva forma de nutrirse. Durante
la primera
semana cambiaremos
nuestra
alimentación
significativamente haciéndola rica en grasas, y pobre en hidratos. Durante esta semana podemos comer a demanda. La pérdida de peso durante esta semana no será significativa, porque al principio se perderán mayormente líquidos, pero a partir de la segunda semana ya se
empezará
a
perder
peso
significativo,
ya
que perderemos grasas. Durante la segunda semana comeremos a demanda pero con tan sólo dos comidas importantes al día, el resto serán pequeños tentempiés. Deberemos durante esta semana, acostumbrarnos a no añadir más grasas al alimento que las propias. Es decir, no freiremos y consumiremos los alimentos cocidos a la plancha o vapor. No agregándole más grasas de las que ya tiene. Una vez adaptados el organismo se sentirá con más energía.
– La dieta se llevará a cabo durante durante un mes, la duración no debe ser nunca superior.
¿Qué puedes comer con la Dieta Cetogénica?
En cuanto a la carne puedes comer de todo tipo: cerdo, ternera, cordero, cabra, pollo, pato, codorniz, ganso, aves de corral. A la hora de elaborar la carne debes hacerlo con cantidad de hierbas y especias, ya que así se aumenta el ácido graso esencial de la carne.
En
cuanto a pescado puedes comer cualquier tipo, tanto
blanco como azul, moluscos y mariscos, por ejemplo: caballa, salmón, atún, bacalao, mero, calamares, cangrejo, ostras, mejillones, mariscos, langosta y almejas. Aceites vegetales permitidos, aunque es preferible el de coco o linaza ante el de oliva. Debes incorporar frutos secos a tu dieta aunque con moderación por los azúcares, son más aconsejables las semillas.
Alimentos que debemos controlar: o
De entre las verduras cocidas : Brócoli, esparragos, coliflor, judías, cebolla, apio, hasta una taza al día. Zanahorias, patatas y calabaza (muy esporádicamente por tener alto nivel glucémico).
o
De entre las frutas es preferible consumir las frutas ácidas o cítricos
y restringir las frutas dulces como plátano, melón,
papaya, chirimoya, uva.
Alimetos prohibidos: Cacahuetes,
grasas
hidrogenadas,
grasas
trans,
alimentos
procesados, harinas, panificados, cereales, y cualquier alimento rico en hidratos de carbono o azúcares.
Podemos perder hasta 12 kilos en un mes, pero después debemos hacer una dieta de mantenimiento para no recuperarlo de golpe, pues es lo más común. Para ello, deberemos introducir los hidratos de carbono de forma paulatina. Se suelen aconsejar dietas disociadas para el mantenimiento, por ser alta en proteínas y baja en carbohidratos.
Por cortesía de:
www.TOMADIETA.com