LA DISCRETA ENAMORADA

M2. MUJER DE FÁBULA I QUÉ CUENTAN LAS FÁBULAS Las tareas cotidianas de la mujer sigue representándose fielmente en el mundo de las fábulas; la niña,

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Análisis de “La discreta enamorada”, de Lope de Vega; acción y recursos para el aula – Susana Díaz Morcillo – ISSN: 1989-9041, Autodidacta © ANÁLISIS

Roberto Sosa. Poemas. La muerte enamorada
Roberto Sosa Poemas La muerte enamorada El agua enamorada te descubre Conmigo. Como lo sabe hacer se disminuye A tu proximidad Y cuida tu vestido am

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M2. MUJER DE FÁBULA I QUÉ CUENTAN LAS FÁBULAS

Las tareas cotidianas de la mujer sigue representándose fielmente en el mundo de las fábulas; la niña, la joven, la novia, la madre, la suegra, la vieja, la viuda (joven o mayor), la que soporta las tareas domésticas, la que se reponsabiliza de la educación de los hijos, la traidora después de haberse casado, esposa fiel e infiel, la prostitución, LA DISCRETA ENAMORADA Era Doña Felipa Zaragoza lo que entonces llamaban los peritos una arrogante moza: buena cara, buen talle, ojos bonitos, rosa de tez, marfil la dentadura, la cabellera oscura, veintiocho años de edad y no cabales, caballitos de renta cien mil reales; doncella, en fin, para acabar el cuento, doncella de virtud y entendimiento. Cualidades tan buenas traínle obsequiosos a docenas; y echósele de ver algún cariño a un señor coronel, que no era niño, viejo tampoco, pero gran persona también, gran caballero. Pepito Pítez, pollo de unos veinte años y ningún meollo, decíale una vez a nuestra dama:

-Vuelva usted, Felipita, por su fama: se dice, se asegura, que se nos va a llevar tanta hermosura quien, según documentos que hay escritos, no tiene menos de cuarenta añitos. -Cuestión, dijo Felipa, se presenta, que a usted, Pepito, resolver dejo. Un burro de veinte años, ¿no es más viejo que un hombre de cuarenta? J. E. Hartzenbusch, libro tercero. El amor, la seguridad, el pensamiento realista, y por supuesto, la postura conservadora son los principales aspectos que J. E. Hartzenbusch comenta en la fábula que precede a este comentario. Del tema amoroso existen diversos procedimientos sobre cómo exponerlos a los lectores, la sutileza con la que ponen en acción ciertas artimañas para conseguir los fines. Otras veces, la imposición, la fuerza, la habilidad son también sus artes; p. ej. El hombre con dos amantes, en la que cada una de las mujeres desea al hombre según su edad. El hombre con un pelo grisáceo termina calvo ya que una mujer le quita las canas y la otras los pelos morenos. JUNO, VENUS Y LA GALLINA (Acerca de la lujuria...) Alababa la diosa Juno su castidad... A causa de la alegría, no quiso Venus contradecirla, y para demostrar que, en efecto, no había ninguna mujer igual a ella, dícese que Venus interrogó en estos términos a la gallina. -Di, te lo suplico: ¿cuánta comida necesitas para saciarte? Y ella respondió. -Con lo que me deis tendré bastante, si me concedéis que escarbe algo con las patas.

-Para que no escarbes –repuso Venus-, ¿tendrás bastante con una medida de trigo? -En efecto, y hasta es demasiado; pero permitidme que escarbe. -Pero para que no escarbes nada, ¿cuánto deseas? Al fin, para terminar, confesó la gallina su pecado innato: -¡Aunque tenga a mi disposición un granero, escarbaré, no obstante! Dícese que Juno se rió con la broma de Venus, que en la gallina representaba a las mujeres. (Fedro, libro quinto, apéndice 9)

II QUÉ TIPO DE FÁBULA Este grupo de fábulas con la mujer como personaje central corresponde con el Tipo 2, el grupo de fábulas que intervienen los seres humanos en los papeles principales de ellas. Junto a la mujer pueden intervenir dioses y seres mitológicos; seres humanos y animales; los objetos o seres inertes. Unos y otros no tienen la misma presencia en las fábulas aunque sí imponen la intensidad que necesitan para desarrollarlas. El ejemplo siguiente es una muestra de lo dicho anteriormente y un objeto normal, cotidiano, eleva el significado del objeto y lo antepone a la misma figura humana. La toalla ¡Ay!, exclamó isabel, ¡ay! ¡qué toalla! Cuando me enjugo el rostro, me la ralla. Su aya le dice: -Si la broza quita, perdona el refregón, Isabelita. (J. E. Hartzenbucsh, Libro I) En cuanto a los tipos de fábula en que pueden representarse estos temas son muy diversos. Podemos encontrar fábula mitológicas, de situación, etiológicas, literarias, vulgares, etc. En definitiva, no hay un grupo de fino que vertebre la expresión de la mujer en la fábula; más bien, dependerá de su significado simbólico o real dentro de la fábula. Además, su valor hay que analizarlo en los mismo cuentos de tradición que se han basado en las fábulas clásicas; y para ello, debemos plantearnos cuál es la función de la mujer en los cuentos, fábulas, proverbios, dichos, refranes y demás expresiones que protagonicen. Brevemente haremos una reseña del valor de la mujer en algunos de los cuentos de Don Juan Manuel de su libro El conde Lucanor.

Cuento VII. Lo que sucedió a una mujer llamada Doña Truhana. La fantasía de la mujer sin valor frente al pensamiento real del hombre. Cuento XXX. Lo que sucedió al Rey Abenabet de Sevilla con su mujer Romaiquía. En donde se enfrentan los caprichos de la mujer con los deseos por agradar del esposo. Cuento XXXV. Lo que sucedió a un mozo que casó con una muchacha de muy mal carácter. La sumisión de la mujer a la fuerza desmesurada. Cuento XXXVI. Lo que sucedió a un mercader que halló a su mujer y a su hijo durmiendo juntos. El enredo como fórmula para dispar los males y la conducta ambigua de la mujer. Cuento XLII. Lo que sucedió a al falsa devota. Por sus obras la conoceréis. La actitud de la mujer por el infundio, la maldad, la cizañería y otras cualidades similares. Cuento XLVI. Lo que sucedió a un filósofo que por casualidad entró en un acalle donde vivían malas mujeres. La dudosa respetabilidad de ciertos ambientes y la repercusión que lamentan los hombres de bien. Cuento XLVII. Lo que sucedió a un moro con una hermana suya que decía que era muy medrosa. La manera de inducir a sus semejantes a acometer actos repudiables por interés propio. Cuento L. Lo que sucedió a Saladino con la mujer de un vasallo suyo. La utilización de la inteligencia para resolver situaciones críticas en las que hay que salvar el honor y al integridad.

III. MOTIVO, TEMA Y PERSONAJES

Los temas de estas fábulas sin muy diversos la avaricia, la lujuria, la denuncia de la mala conducta, la libertad, etc. En cada fábula hay un motivo para intentar que los lectores u oyentes de ellas se percaten de la intención de cada uno de los apólogos en las diferentes etapas de la literatura. Las fábulas se adaptan a los tiempos o épocas ysu forma expresiva igualmente se corrige con los medios que en esas circunstancias existan. La mayor diferencia de las fábulas puede encontrarse en las nuevas fábulas producto de la imagen; producto de los cambios sociales para hacerlas más urbanas y adaptadas a las nuevas necesidades de la gente por las nuevas deficiencias que presenta cada grupo social; la moda, el consumismo, el abuso y explotación del entorno, etc. F. M. Samaniego en la fábula la hermosa y el espejo, libro IX, núm. 6, predice lo que apuntamos referido a las tendencias, épocas, necesidades del momento, adaptaciones del vocabulario, expresiones y alocuciones nuevas... Anarda la bella tenía un amigo con quien consultaba todos sus caprichos: Colores de moda, más o menos vivos, plumas, sombrerete, lunares y rizos jamás en su adorno fueron admitidos, si él no la decía: Gracioso, bonito...

Vemos que la cita anterior recoge elementos de modernidad propios de una época concreta. Ramón de Basterra es otro innovador lo mismo que sucede a Manuel de Palacio Fabulita que apuesta por el melón como el verdadero protagonista de la fábula al que une la calle Atocha, etc. Pisó un trozo de melón el crítico Torremocha y dio en la calle Atocha un soberbio revolcón... Concepción ARENAL, en su fábula la pera verde y podrida, en la que un abuelo iba de paseo con su nieto. En su condición de mujer nos muestra cómo la educación de los niños no tiene la exclusividad la mujer; al contrario, la figura del abuelo ha tenido un gran peso específico para la infancia. Iba un día con su abuelo paseando un colegial, y debajo de un peral halló un apera en el suelo. Mírala, cógela, muerde, mas presto arroja el bocado que muy podrido de un lado estaba y del otro verde. -“Abuelo, ¿¿cómo será -Dice el chico escupiendoque esa pera que estoy viendo podrida aunque verde está? El anciano condulzura dijo: -“vínole ese mal por caerse del peral sin que estuviera madura”.

Lo propio sucede al necio que estando en la adolescencia desatiende la prudencia de sus padres con desprecio. Al que en sí propio confía como recurso fecundo e ignorando lo que es mundo engólfese en él sin guía. Quien así intenta negar la veneración debida en el campo de la vida se pudre sin madurar.

IV ANÁLISIS SIMBÓLICO

El significado de la mujer corresponde al principio pasivo de la naturaleza

dentro

de

la

esfera

antropológica;

bajo

tres

aspectos

esencialmente: como sirena, lamia; como madre y como doncellas. De la primera

acepción

de

sirena

lamia,

en

el

apartado

de

literatura

correspondiente a las relaciones de la mujer, los cuentos, las fábulas y las leyendas, se relaciona con un ser monstruoso que encanta, divierte y aleja de la evolución; la Serrana de la Vera, en nuestra cultura pudiera ser una de ellas. El segundo concepto de mujer – madre con una ambivalencia notable: la madre como imagen de la naturaleza e inversamente, la madre terrible como sentido y figura de la muerte. La tercera definición de mujer – doncella, entendida como amada o ánima; estadio que evoluciona desde la niñez hasta la madurez con el matrimonio situación que le otorga los poderes de matriarcado. El análisis de la mujer se encuentre en cualquier edad desde niña a vieja se hace complejo. En la mayoría de sus representaciones se adapta a una ambivalencia constante; ya hemos visto el sentido de madre a la que podíamos añadir el concepto de madre - madrastra. A partir de ahora podemos hacer significar que la presencia femenina marca esta pauta del doble sentido. El valor de la princesa se determina no sólo por la bella joven, sino que es un ser vengativo e insidioso con capacidad para enfrentarse y vencer al héroe. La representación de la vieja en su doble vertiente, también admite esta doble disponibilidad: la bienhechora como hada y la vieja mal como bruja.

V. LITERATURA COMPARADA. CON QUÉ OTROS TEXTOS PUEDE RELACIONARSE. FÁBULAS CON INTERPRETACIÓN DE MUJER Esopo: La vieja y el médico, núm. 86; La mujer y el marido borracho, núm. 87; La viuda y las criadas, núm. 88; La mujer y la gallina, núm. 89; El padre y las dos hijas, núm. 298; Fedro: Libro primero: La mujer de parto, núm. 18; El hombre con dos amantes, libro segundo, núm. 2; La vieja y el ánfora, libro tercero, núm. 1; Los dos hermanos, libro tercero, núm. 8; Mercurio y las dos mujeres, libro quinto, apéndice 3; Juno, Venus y la gallina, libro quinto, apéndice núm. 9; La viuda y el soldado, libro quinto, apéndice núm. 13; Los dos pretendientes, libro quinto, apéndice núm. 14; Esopo y su dueña, libro quinto, apéndice núm. 15; La cortesana y el joven, libro quinto, apéndice núm. 27; La Fontaine: La gata cambiada en mujer, libro segundo, núm. 18; El borracho y su mujer, libro tercero, núm. 7; Filomena y Progné, libro tercero, núm. 15; La mujer ahogada, libro tercero, núm. 16; El lobo, la madre y el niño, libro tercero, núm. 16; La vieja y las dos criadas, libro cuarto, núm. 6; La viuda joven, libro sexto, núm. 21; El malcasado, libro séptimo, núm. 2; La presuntuosa, libro séptimo, núm. 5; Las adivinadoras, libro séptimo, núm. 15; Tirsis y Amarante, libro octavo, núm. 13; El marido, la mujer y el ladrón, libro noveno, núm. 15; Dafnis y Alcimadura, libro duodécimo, núm. 26. J. E. Hartzenbusch: Libro uno, El látigo; La novia serpiente; La esposa modelo, La viuda de malabar, esposa de segundas nupcias, La madre y el alma inocente. Libro dos, El cabello suelto; Bizca y amable; la hija de Seyano, la gradación inversa; Libro tres, La anciana indevota, la discreta enamorada,

Iriarte: La criada y al escoba. Núm. 56. Samaniego: La lechera, libro segundo, núm. 2; La gata mujer, libro quinto, núm. 16; La mujer, el raposo y el gallo, libro sexto, núm. 4; Tolstoi: La mujer y la gallina. Vaudin: La vieja y el puchero. A veces, ciertas fábulas no son interpretadas con mujeres y dan esa posibilidad a los animales por los contenidos que puedan herir de forma clara al sexo femenino. Ejemplos: La langosta y su madre, núm. 150; Los hijos de la mona, núm. 306; La bruja, núm. 90. CUENTOS DE MUCHACHAS Y MUJERES Maxime Chevalier en su libro de Cuentos Folclóricos Españoles del Siglo de Oro tiene un apartado dedicado a las muchachas y mujeres que corresponden con los tipos 1440 – 1516 de los que destacamos: El tocino del paraíso, en que se reconoce que no hay casado que no se haya arrepentido alguna vez en su vida; La muchacha despabilida, que ayuda a un villano cómo disponer las cosas que llevaba; cuchillos van, cuchillos viene, nos enseña cómo se gana la vida una mujer galante en el ocaso de sus días. Todos y cada uno de los cuentos reseñados tienen versiones literarias en autores clásicos franceses, portugueses o españoles. CUENTOS EN LOS QUE INTERVIENEN MUJERES El protagonismo de la mujer en los cuentos está presente en las más diversas situaciones y desde la concepción de mujer en las diferentes etapas que ha de pasar a lo largo de su vida. Encontramos a la mujer niña protagonista de innumerables historias, la muchacha, moza y la casada o esposa. Pero el papel más singular que posee la mujer en los cuentos es el de la madrastra.

LIBROS INFANTILES CON NIÑAS Y MUJERES Rosa, mi hermana Rosa, S.M.; es una novela de Alice Vieira en la que se cuenta la dificultad que tiene una niña para aceptar la incorporación de una nueva hermana a la familia, Mariana no quiere aceptarla ni cree que nada deba cambiar en su familia. Poco a poco su hermana le hará comprender sus equivocaciones; al igual que la realidad portuguesa, sus cambios y su evolución desde el estado de derecho devuelto tras la revolución de los claveles. La Abuela, novela de Peter Hartling, Alfaguara, en la que la abuela debe hacerse cargo de la educación de su nieto por la pérdida de sus padres. Una novela real como la vida misma en la que se plantean los problemas generacionales entre abuela y nieto. La abuela como centro enmarca con sus nietos un ambiente de cariño a la que los niños ven como un ser superior. Momo, Editorial Alafaguara, su autor Michel Ende, describe en este libro los problemas de una niña solitaria que vive en los suburbios de una gran ciudad. A Momo le acompañan una serie de cualidades: sabía escuchar a todo tipo de personajes y animales; pero debe enfrentarse a los hombres grises que conseguirá vencerlos y devuelve a los hombres el tiempo que les había sido robado. No toques al gato sin guantes. Carlos Puerto. Edelvives. El argumento se levanta en torno a la actividad de la protagonista Valeria en la ciudad de Edimburgo en la que pasa las vacaciones aprendiendo inglés. Un relato realista en descripción de hechos, sentimientos y reflexiones que se suceden en este corto periodo de tiempo. Juana calamidad contra el hombre-lobo . Paco Climent. Anaya. Es una serie muy significativa sobre un tipo muy determinado de mujer, por ejemplo, en este libro Juana y su amiga Barbarite van a la feria para ver

el hombre-lobo e investigan por su cuenta, es decir, es una mujer activa, divertida, en la línea de la narrativa actual.

FÁBULAS MITOLÓGICAS JUNO Era la reina de los dioses, la señora del cielo y la tierra y la protectora de los reinos y los imperios. Juno tenía un mal carácter; era malhumorada, terca y vengativa. Celosa y espiaba siempre a Júpiter, hasta en los asuntos más insignificantes. Júpiter que era su esposo y hermano, se comportaba de forma violenta en muchas ocasiones. Para acallar los gemidos de su esposa la mandó colgar de la bóveda Celestial; atando sus pies a un yunque; maniatarla con un cadena de oro. Los dioses quisieron devolverle la libertad pero no pudieron y tuvieron que llamar a Vulcano para que deshiciera lo que antes había forjado. Juno no cesó en ningún momento en sus ataques a Júpiter, instigando en todo momento a sus amantes y favoritas. La ninfa Io fue quien llevó la peor parte convertida en vaca.

VI. AMPLIAR INFORMACIÓN BIBLIOGRAFÍA 1. Cuentos Folclóricos Españoles del Siglo de Oro. M. Chevalier. Ed. Crítica. 2. Fábulas.

Juan

E.

Hartzenbucsh.

Ed.

Internacionales

Universitarias. 3. Fábulas completas. Juan B. Bergua. Clásicos Bergua 4. Las mejores Fábulas. Selec. Joan Repollés. Ed. Óptima. 5. Mitología griega y romana. J. Humbert. Ed. Gustavo Gili.

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