La encuesta española de presupuestos familiares de 1940

ESTADÍSTICA ESPAÑOLA Vol. 44, Núm. 150, 2002, págs. 257 a 272 La encuesta española de presupuestos familiares de 1940 por FERNANDO CELESTINO REY Inst

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ESTADÍSTICA ESPAÑOLA Vol. 44, Núm. 150, 2002, págs. 257 a 272

La encuesta española de presupuestos familiares de 1940 por FERNANDO CELESTINO REY Instituto Nacional de Estadística

RESUMEN En este artículo se aborda el estudio de la Encuesta de Presupuestos Familiares de 1940, tema inédito del cual no se encuentra en la bibliografía oficial referencia alguna. Asimismo, trato de esclarecer, con la ayuda de la escasa documentación disponible, el contexto político-social en el cual se llevó a la práctica la citada encuesta y las consecuencias que su fracaso produjo en la aplicación del muestreo a las operaciones estadísticas del INE dirigidas a evaluar el gasto de las familias.

Palabras clave: Encuesta de Presupuestos Familiares, ponderaciones del gasto, índice del coste de la vida, sistemas de índices Clasificación AMS: 62Q05

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS Aún antes de la difusión de la doctrina marxista, ya se había puesto sobre el tapete el concepto de la economía de la necesidad o mejor aún, se había manifestado el deseo de dar a cada uno según sus necesidades. En efecto, la noción de esta idea ya aparecía en el siglo XVI de la mano del gran canciller británico Tomás More. A finales del siglo diecinueve, la mayor parte de los utopistas fuesen fisió-

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cratas o socialistas, habían emitido la opinión de que una sociedad más igualitaria y mejor organizada podría satisfacer todas las necesidades de los hombres. Fue en aquellos años cuando se comenzaron a llevar a cabo estudios para determinar los gastos necesarios para el sostenimiento de un trabajador y su familia con el fin de orientar las políticas sociales que, con especial incidencia en Gran Bretaña, Francia y Alemania, empezaron a poner en práctica los gobiernos para afrontar lo que vino en denominarse «la cuestión social». Los presupuestos-tipo establecidos por aquél entonces no alcanzaban sin embargo más que a unas necesidades ligeramente superiores a los ingresos familiares. La diferencia entre las necesidades manifestadas o dicho con más propiedad “asignadas”, y los ingresos de los trabajadores permanecían, en proporción, más o menos constante a medida que el nivel de vida se llevaba. Esta constancia relativa no tiene nada de sorprendente ya que el establecimiento de dichos presupuestos se inspiraba fatalmente en las consideraciones sociales y también en las posibilidades económicas del momento. Los autores de dichos presupuestos, de tendencia generalmente paternalista, deseaban una mejora de la condición obrera sin no obstante introducir en los mismos objetos de consumo que pudiesen ser interpretados como un estímulo al desorden social. Tampoco se encaraban unos presupuestos no realistas tan extravagantes que nadie los hubiese tomado en serio. Así, a través de los años, éstos seguían inevitablemente a su tiempo.

2. PRIMEROS INTENTOS DE ELABORACIÓN EN ESPAÑA UN ÍNDICE DE COSTE DE LA VIDA A principios del siglo XX, el Estado empezó adquirir un gran protagonismo en materia social debiéndose destacar de modo especial a Maura y Canalejas al frente de los partidos liberal y conservador respectivamente. Es en este contexto político, cuando se crea el Instituto de Reformas Sociales (1903-1924) que tenía como misión estudiar las condiciones de vida de la clase obrera y la elaboración de propuestas técnicas destinadas a orientar la intervención del Estado como arbitro en los conflictos entre el capital y el trabajo. El Instituto llevó a cabo diferentes “cálculos de ingresos y gastos del obrero” en ciertos sectores productivos (minería, textil, …) cuando se planteaban conflictos sociales que les afectaban. Comparando los ingresos mensuales del obrero (veinticuatro días de jornal) con un “gasto mínimo mensual” se pretendía establecer cual debía ser el jornal justo que tenía que recibir el obrero(1). (1) El gasto mínimo mensual se solía desagregar en cinco grupos: habitación, alimentación, vestido y calzado, sociedad de socorro y varios.

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En 1909, el Instituto empezó a elaborar un “coste de la vida del obrero”, recogiendo datos sobre doce artículos alimenticios básicos en cada capital de provincia. Posteriormente, en 1921, el Instituto Geográfico y Estadístico, hizo lo propio pero ampliando el número de artículos hasta veinticinco. Cabe señalar que los índices calculados eran simples pues no se conocía el peso de cada artículo –es decir la cantidad consumida del mismo por las familias− en el índice genera(2).

3. LA COMISIÓN DE ESTADÍSTICA SOCIAL Por Decreto del Ministerio de Trabajo y Previsión de 28 de noviembre de 1933 (Gaceta del 30) se creó esta Comisión en la cual participaron gran número de organismos oficiales y que, en cierta manera, era una prolongación del desaparecido Instituto de Reformas Sociales. El preámbulo del decreto es ya suficientemente explícito: «(…) No se tienen datos concretos en suficiente cantidad para poder enjuiciar la situación social española con suficiente conocimiento de causa. Conviene, por tanto, reunir los antecedentes estadísticos que permitan valorar el esfuerzo hecho en el aspecto social de una manera objetiva, documentada y científica (…)». Pero lo que sobre todo interesa a los efectos de este artículo es lo recogido en los apartados k y l del citado Real Decreto. En el primero de ellos se mandataba a la Comisión a la «Reunión de datos estadísticos referentes a los gastos por alquiler de habitación, alumbrado y calefacción y vestido en las familias obreras de diversos medios sociales» y en el segundo de dichos apartados a la «obtención y examen de presupuestos familiares de gastos y porcentajes relativos de los principales conceptos que los integran». Al parecer, existió por parte de la Comisión, un proyecto de encuesta del presupuestos familiares de alcance nacional que no llegó a llevarse a cabo debido a los avatares políticos de aquellos años, sin que se pueda precisar más debido a la falta de documentación al respecto. Finalmente, importa señalar por la importancia que su contribución va a tener en los acontecimientos que vendrán en sucederse, que en la citada Comisión fue nombrado en representación del Banco de España el profesor Olegario Fernández-

(2) Sobre estos primeros balbuceos estadísticos y sobre la elaboración de un Indice de coste de la vida durante la Guerra Civil, está en imprenta un trabajo del autor de este artículo (en colaboración) titulado: “El profesor Olegario Fernández-Baños y la Administración Estadística del Estado. 1931-1939”.

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Baños, Jefe del Servicio de Estudios del Banco de España desde diciembre de 1930(3).

4. LA CONSTRUCCIÓN DE UN ÍNDICE DEL COSTE DE LA VIDA EN LA ZONA NACIONAL (1938-1939) En mayo de 1938, se creó el Servicio Nacional de Estadística (SNE) –con sede en Santander- órgano estadístico del Nuevo Estado. El precitado profesor quien el 7 de noviembre de 1937 había entrado en zona nacional por Irún después de una azarosa huida de la zona republicana, fue nombrado verbalmente asesor técnico del SNE. En otros trabajos, dicho organismo abordó en julio de 1938 la construcción de unos índices de coste de la vida. Como índica el profesor Fernández-Baños en su informe «Construcción de índices de coste de la vida por provincias(4)» era necesario afrontar el cálculo de las ponderaciones es decir las cantidades de cada artículo consumidos por las familias. Ahora bien, la situación bélica desaconsejaba llevar a cabo una encuesta de presupuestos familiares por lo cual se optó por «hacer nosotros las ponderaciones por grupos y artículos previo a un estudio detenido de las características de la vida de uso y consumo en cada provincia (..); en circunstancia normales hubiéramos hecho lo primero (es decir la encuesta) a pesar de que se ha fracasado las dos veces que se ha intentado». Los trabajos se iniciaron en las capitales de provincia de Santander, Logroño, Pamplona, San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Burgos y Oviedo, preparándose los mismos en Córdoba y Sevilla. Para este sistema de Indices de Coste de la vida se eligió como base el mes de julio de 1938 (julio 1938=100) durante el cual se realizaron los trabajos estadísticos «teniendo especial cuidado en captar los precios al por menor de los artículos todos en el mes de julio de 1936 para poner claramente de relieve la variación experimentada durante los años de guerra». Para calcular el índice de coste de la vida en cada capital de esas diez provincias se utilizó la

(3) El profesor Fernández-Baños ocupó por oposición la primera cátedra de Estadística Matemática creada en 1933 en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Madrid. Por otra parte, en abril de 1932, fue nombrado asesor del recién creado “Laboratorio de Estadística” (en el seno del Instituto Geográfico y Estadístico) cuya misión era la formación de índices económicos y financieros, entre ellos el índice de precios al por menor (coste de la vida). (4)

Fechado en Santander, septiembre de 1938.

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fórmula agregativa de Löwe denominada en los estadillos de recogida de precios que usó el SNE, Método agregativo ponderado de Fernández-Baños(5). Para establecer las ponderaciones de los artículos se trató de estimar las necesidades vitales de una familia de 4 o 5 personas «en la zona que abarca la del obrero algo cualificado y de la clase media poco acomodada». Cada Sección (Delegación en términos actuales) Provincial del SNE hizo el pertinente estudio opinático recabando información de las empresas y organismos oficiales más relevantes ubicados en la ciudad capital provincial. El número de artículos que constaba en el estallido ad-hoc fue de 124 aunque en ninguna de las diez ciudades objeto del estudio se llegase a recoger información para todos ellos. Así, para la ciudad de Vitoria se tomaron precios y se calcularon las ponderaciones para 103 artículos, resultando la distribución siguiente: Alimentación 63%, vestido y calzado 13,5%, vivienda (alquiler) 10,5%, gastos de la casa 7%, gastos generales 6%(6). Al finalizar la Guerra Civil y restablecerse la unidad económica en toda España, se amplió el estudio a las cincuenta capitales de provincia y se reajustaron las ponderaciones de los artículos en las diez ciudades mencionadas anteriormente tomándose como nueva base el mes de julio de 1939 (julio de 1939=100). Esta ampliación se hizo paulatinamente de 10 a 24, a 35, a 41 hasta completar las 50(7). El cambio de base fue obligado puesto que, al decir del precitado Boletín (página 22): «(…) los años de guerra han obligado a la familia española a adaptarse a un régimen de vida que es anormal. Ello ha llevado consigo el tener que reajustar la ponderación que se tenía hecha para los distintos grupos y artículos con referencia al mes de julio de 1938, a fin de que responda hoy a las condiciones peculiares del mercado». No se dispone de información sobre como se reajustaron las ponderaciones en las diez capitales de provincia pero creemos no equivocarnos si afirmamos que este reajuste supuso una disminución del “peso” del grupo “Vestido y Calzado”, artículos que se habían encarecido enormemente en la zona nacional al quedar las industrias textiles(8) y del calzado en zona republicana. En cambio, la ponderación

(5) En el boletín de Estadística nº 2 correspondiente a abril-junio de 1939 (es decir después de la finalización de la Guerra Civil) se publicaron los índices de coste de la vida para esas diez capitales de provincia, mes a mes desde agosto de 1938 a junio de 1939, con mención también del índice de julio de 1936. (6)

Archivo del autor.

(7) En el Boletín de Estadística nº 3 (julio-septiembre 1939) se publican los índices de la primeras 24 capitales de provincia que concluyen el estudio. (8)

Con la excepción de la zona fabril-textil de Béjar (Salamanca).

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del grupo “Gastos diversos” (cine, tabaco, periódicos, sellos, sanidad, peluquería, café) se reajustaron al alza.

5. LA ENCUESTA DE PRESUPUESTOS FAMILIARES DE 1940 5.1.

Consideraciones previas

Después de estos ensayos de construcción de un sistema de índices de coste de la vida, se planteó la necesidad, largamente sentida como ya hemos visto, de proceder a la realización de una encuesta de presupuestos familiares de cobertura nacional. La primera referencia oficial de este trabajo estadístico es la Orden de 27 de julio de 1939 del Ministerio de Organización y Acción Sindical(9) (BOE 3 de agosto) que tiene por encabezamiento, “Libreta para la vida de la familia española” (sic). Por aquél entonces, según la legislación vigente, las investigaciones estadísticas dirigidas a las empresas tenían que ser canalizadas a través de los Sindicatos. Así lo expresaba el artículo tercero del Decreto: «Las Centrales Nacional Sindicalistas colaborarán en esta investigación procediendo a la selección del número de familias que se les indiquen y qué por sus antecedentes merezcan con preferencia ser utilizadas como tipos para titulares de las libretas referentes a “Presupuestos familiares”». El artículo cuatro añadía: «Al Servicio Nacional de Estadística incumbe la tarea de organizar esta encuesta, entregar a los Sindicatos las libretas en blanco y recoger las cumplidas, clasificar sus datos (…)». El segundo y último documento oficial a esta encuesta encontrado (no existe una monografía técnica de la misma) es un cuadernillo de instrucciones de veinticuatro páginas de la Dirección General de Estadística publicado en 1940(10). Antes de entrar en el estudio de las instrucciones de la encuesta, estudiaremos brevemente la Circular de la Dirección General de Estadística de 8 de agosto de 1939 que figura en dicho cuadernillo. En ella se insiste en lo ya explicitado en la Orden de 27 de julio en el sentido de que el estudio tenía un fin social –incardinado en el ideario falangista-, sin afán fiscal alguno para aportar datos que «habrán de ser

(9) Un mes más tarde, este Ministerio desapareció para desdoblarse en el Ministerio de Trabajo y en la Organización Sindical. El Servicio Nacional de Estadística se reconvirtió en la Dirección General de Estadística dependiente del Ministerio de Trabajo. (10) Un ejemplar puede encontrarse en la biblioteca del INE. En la portada figura el siguiente texto: “Orden Ministerial de 27 de julio de 1939/ Instrucciones de la Dirección General de 15 de enero de 1940/ Otras disposiciones para la investigación sobre PRESUPUESTOS FAMILIARES”. Cabe decir que, intercaladas en las instrucciones de la encuesta figuran citas de los discursos del Caudillo (sic).

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preciosas aportaciones para el gobernante y el hombre de Estado, para el biólogo y el economista, para el estadístico y el sociólogo». Ahora bien, el problema se planteaba en cuanto a la obligatoriedad de la cumplimentación de la libreta de gastos familiares. Llegados a este punto, parece oportuno citar literalmente el penúltimo párrafo de la circular: «(…) Procede que por los Sindicatos, y después de dar a conocer a sus afiliados la importancia y necesidad de este servicio, su no obligatoriedad(11)», … manifiesten cuántos de aquellos afiliados espontáneamente(11), pero con plena garantía de perseverancia, de exactitud y escrupulosidad, se ofrecen y comprometen a realizar este servicio social de cumplimentar y devolver las libretas de ingresos y gastos que se les entreguen». Para la mejor comprensión de lo que acaba de ser citado, debe señalarse que en aquéllos momentos iniciales de construcción de la Organización Sindical convivían en su seno dos tesis sino opuestas, sí divergentes. La primera propugnaba una libre adhesión (afiliación) a los Sindicatos formando así una elite laboral (“núcleo selecto de trabajadores” lo denomina la Circular) mientras que la segunda quería implantar la cotización obligatoria. No es sino hasta la promulgación del Decreto de 28 de noviembre de 1941 cuando se instituyó la cotización obligatoria por parte de todos los trabajadores (con excepción de los funcionarios) y los empresarios, la llamada “cuota sindical”, siendo las razones de su implantación más económicas (necesidad imperiosa de financiación) que políticas, aunque ambas finalmente confluyesen. En cualquier caso, la “no obligatoriedad” puede tener muchas lecturas, algunas de ellas políticas. Sin ningún afán de polémica política y solamente con la intención de explicar lo sencillamente humano, cabe señalar que una de las características del Régimen de Franco era el amplio grado de libertad que tenía la sociedad en su quehacer cotidiano siempre y cuando, lógicamente, no se enfrentasen los principios ideológicos que sustentaban el nuevo Régimen. 5.2.

El diseño de la encuesta

En Europa, desde mediados de los años treinta, comenzaron a llevarse a cabo estudios de este tipo «comptes de ménages según el nombre conque universalmente se las conoce», según afirma la Circular antes citada) con selecciones opináticas de la muestra. No es sino a partir de 1947 cuando en general comienzan a efectuarse las selecciones aleatorias o de azar. En el cuadernillo antes citado, figuran las “Instrucciones para la investigación sobre Presupuestos Familiares” en donde se establecen las características del (11) En cursiva en el original. (Los puntos suspensivos figuran así en el original).

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diseño muestral. El diseño era geográfico en primera etapa y opinático en segunda. Con arreglo al Censo de 1930, las familias se dividían en dos categorías “urbanas” y “rústicas”. Las primeras eran las que residían en capitales de provincia y núcleos de población de más de cinco mil habitantes; las “rústicas” en núcleos de población inferiores a cinco mil habitantes. Así, se estableció el siguiente diseño:

5.2.1. Familias urbanas a) 1º grado: Capitales de provincia Se tomó en consideración los grupos y subgrupos de industrias y profesiones de la clasificación internacional adoptada por la Dirección General de Estadística para la formación del Censo Padronal y Obrero que le fue encomendado por Real Decreto de 3/11/1922. Acorde con esta clasificación, se elaboró la lista de la cantidad y clase de tales grupos y subgrupos que en cada provincia aparecieron en la “Estadística de salarios y jornadas de trabajo referida al período 1914-1930”. Según esta distribución, en cada capital de provincia se eligió un cierto número de familias cuyas cabezas realizasen sus trabajos en industria o profesión abarcada por el grupo o subgrupo. El número de familias por cada capital de provincia osciló entre las 40 de Orense y las 62 de Barcelona y Valencia. b) 2º grado: Núcleos de población con núcleos de población de diez mil o más habitantes que no eran capital de provincia. − 12 provincias cuyos núcleos de población de esta índole excedían de 10: se eligieron 2 núcleos por provincia. − 25 provincias con diez o menos núcleos: se eligió 1 núcleo. − 13 provincias que carecen de dichos núcleos: ningún núcleo elegido. c) 3º grado: Núcleos de población superiores a cinco mil habitantes e inferiores a diez mil. − 23 provincias que tenían diez núcleos o menos: se eligió 1 núcleo. −17 provincias que tenían más de diez y menos de veinticinco: se eligieron 2 núcleos. − 5 provincias que tenían más de veinticinco núcleos: se eligieron 3 núcleos. (En las cinco provincias que carecían de los referidos núcleos de población, no se seleccionó por lo tanto ningún núcleo).

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5.2.2. Familias rústicas a) 1º grado: Núcleos de población de más de dos mil quinientos habitantes y menores de cinco mil. − 11 provincias que tenían diez o menos de estos núcleos: 1 núcleo elegido. − 22 provincias con más de diez y menos de veinticuatro: 2 núcleos elegidos. − 17 provincias con veinticinco o más: 4 núcleos elegidos. b) 2º grado: Núcleos de población con menos de dos mil quinientos habitantes. − 5 provincias con menos de diez núcleos: 1 núcleo elegido. − 28 provincias con más de diez y menos de doscientos: 2 núcleos elegidos. − 17 provincias con más de doscientos: 4 núcleos elegidos. c) 3º grado: Diseminado La muestra se determinó mediante la selección de dos edificios aislados a más de quinientos metros del mayor núcleo en cada una de las veintiséis provincias cuya población censal diseminada era inferior a quince mil habitantes de hecho, cuatro en cada provincia de las trece cuya población de la misma índole excedía de quince mil sin llegar a cuarenta mil y ocho en cada una de las once de más de cuarenta mil. Se dieron instrucciones para elegir siempre dos categorías; una de la persona que trabaja en el campo como aparcero, mediero, arrendatario o forma similar y otra como simple bracero o jornalero del campo. En cada uno de los núcleos de población anteriormente seleccionados así como en cada uno de los grupos o subgrupos de industria o profesión, en cada capital de provincia, se seleccionaban dos familias, una de menos de cuatro hijos y otra de cuatro o más. Con esta información se confecciona el siguiente cuadro:

Capitales de provincia Núcleos de más de 10.000 habitantes Núcleos entre 5.000 y 10.000 h. Núcleos entre 2.500 y 5.000 h. Núcleos de menos de 2.500 h. Diseminado TOTAL

Nº de cartillas

% cartillas

2.648 98 144 246 258 190 3.548

74 3 4 7 7 5 100

% Población Censo de1930 22 21 17 16 24 100

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(La medida de libretas por provincias fue de 72, siendo la provincia con menos Orense con 40 y la que más Barcelona con 94). Se observa a la vista del cuadro anterior que el diseño de la encuesta primaba a las capitales de provincia por entenderse que en el resto de los municipios se consumían preferentemente artículos locales. No obstante, sería necesario llevar a cabo un estudio del diseño muestral de la encuesta que nos ocupa, por ejemplo a nivel provincial. La población española según el Censo de 1930 fue de 23.563.867 habitantes. 5.3.

La recogida de datos de la encuesta

Como ya hemos señalado anteriormente, no existe una monografía técnica de esta encuesta, pero milagrosamente se ha conseguido salvar la documentación relativa a la realización de dicha encuesta en la provincia de Alava(12). Cada libreta para la información sobre ingresos, gastos y consumo familiares(13) contaba con espacio reservado para anotaciones de las compras del hogar cada día en el espacio de dos meses con especificación de la cantidad comprada y el importe abonado; también se requería el número de miembros del hogar e ingresos mensuales de los mismos. No ha sido posible averiguar –no se especifica en ninguna instrucción- cuantos meses se solicitaba la colaboración de la familia. Da la impresión, a la vista de la documentación existente que se intentaba conseguir una colaboración de varios bimestres dentro del mismo “estrato” fuese de la misma familia o diferentes. Debido a dificultades en el suministro de papel las 66 cartillas que correspondían a la provincia de Alava fueron enviadas con retraso a principios del mes de marzo para su reparto a las familias a través de los Sindicatos con el fin de recoger los gastos correspondientes a los meses de abril y mayo. Posteriormente en junio y agosto se enviaron las libretas para cumplimentar los gastos de los bimestres julio/agosto y septiembre/octubre respectivamente. Para estimular la recogida de datos, en fecha 31 de agosto de 1940, la Dirección General de Estadística estableció un premio de 600-1000 pesetas que se otorgaría a las libretas cumplimentadas con mayor escrupulosidad y veracidad.

(12) Creemos, nos gustaría equivocarnos, que esta es la única información actualmente existente con respecto a dicha encuesta. (13) En la libreta se intercalan palabras de discursos del Caudillo y el siguiente texto: “El Estado se compromete a no utilizar los datos que aparecen en la presente libreta más que a fines estadísticos. De ninguna manera podrán ser base de efectos fiscales. La portada de la libreta está confeccionada en base a tonalidades rojas y negras, colores de la bandera falangista.

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Pronto se hizo patente que los Sindicatos no conseguían encontrar trabajadores que estuviesen dispuestos a colaborar en la cumplimentación de las libretas, lo que llevó a la Sección (Delegación) Provincial del INE a dirigirse directamente a los Directores Gerentes de las Empresas (sic) y a los maestros nacionales de los municipios rurales. Así lo reconocía el Jefe Provincial de Estadística de Alava en escrito de 6 de febrero de 1941 dirigido al Jefe de Sección de Estadísticas Sociales y del Trabajo de la Dirección General de Estadística: «(…) en vista del poco resultado de repartos anteriores (de las libretas), la distribución reciente se ha limitado a los casos en que existe probabilidad de éxito. Esta Oficina ha llevado a cabo toda clase de gestiones incluso establecer contacto con personas de las que podía esperarse colaboración lamentando que los resultados hayan sido escasísimos. El convencimiento del que suscribe, que coincide con el que domina en la Delegación Sindical, es que no hay probabilidad de éxito en nuestro propósito, sino apelando a medios coercitivos que, en estas circunstancias no parecen oportunos a juicio del Sr. Delegado». 5.4.

Las razones de un fracaso

Hace algunos años, una funcionario del INE ya jubilada(14) en respuesta a una pregunta del autor de este artículo sobre el particular recordaba vagamente que, en efecto, se llevó a cabo un estudio sobre los gastos de las familias a principios de los años cuarenta pero que había sido un gran fracaso y que la información recogida había tenido poca utilidad. Pero, ¿cuáles fueron las razones de este fracaso?. Otro oficio del Jefe Provincial de Estadística de Alava dirigido al Jefe de la Sección de Estadísticas Sociales y del Trabajo fechado en Vitoria el 1 de mayo de 1941 nos puede dar alguna información al respecto: «(…) Esta Sección lamenta el casi nulo resultado de sus gestiones y, a modo de justificación, manifiesta a V.S que, por el conocimiento adquirido al procurar su cometido, la dificultad al parecer invencible, consiste en la irregularidad de toda economía particular debida a circunstancias de momento bien conocidas(15)». Es decir el racionamiento de productos de consumo y el subsiguiente mercado negro (o estraperlo como se le denominaba comúnmente) obligaban a un gran número de familias a comprar o vender productos a precios más altos que los oficialmente tasados, hechos muchas veces tolerados pero de difícil reflejo en un

(14) Conversación con Doña Victoria Baylos Corroza. (Marzo 1990). (15) Debe reconocerse la gran habilidad sintáctica del redactor de estas líneas para referirse genéricamente a un asunto tan delicado.

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documento oficial como la libreta de gastos. Resta por estimar la magnitud del fracaso en la recogida de datos. A este respecto, se ha localizado la publicación del INE “Patronato del Premio Damián Serra Reus”, trabajos presentados al Concurso de 1978. El primer premio se concedió a un trabajo de Benigno Fraile Castellote, Estadístico Técnico Diplomado de la Delegación Provincial del INE en Zaragoza titulado “Indice de precios de consumo familiar”. En el mismo, se afirma al hablar del Sistema Base Julio 1936 primero elaborado en España que “las ponderaciones se establecieron en 1939(16) a partir de los resultados sobre el consumo de familias obreras y de empleados modestos con ingresos inferiores a 600 pesetas mensuales. Se investigaron unas 600 familias”. Se ignora la fuente de información en la que este funcionario obtuvo este último dato. Seiscientas familias investigadas representan un 17% del total (3.584) y curiosamente este ratio de respuesta se aproxima mucho al alcanzado en la provincia de Alava. 5.5.

La explotación de resultados de la Encuesta

En el Boletín de Estadística nº 9 (enero-marzo 1941) comenzaron a publicarse las llamadas “Nuevas series de número índices” (mes a mes de julio 1939 a diciembre 1940). La base elegida fue la del mes de julio de 1936 (julio 1936=100) con una motivación claramente política. En la introducción a estos índices (página 10), se dice que para el cálculo de las ponderaciones «las Secciones Provinciales de Estadística han hecho el estudio de las variaciones del gasto de una familia de clase media constituida por cuatro o cinco personas con unos ingresos mensuales de unas 600 pesetas(17)» Y se añade: «Establecido el presupuesto de gastos de una familia del indicado tipo en cada una de las capitales de provincia, se procedió a calcular, tomando por base los datos relativos al mes de julio de 1939(18), los números índices». A la vista de este texto, debe inferirse la imposibilidad de que el período al cual se refiere la estructura de gastos en que se basan las ponderaciones sea julio de

(16) Como veremos más adelante la fecha es errónea. (17) Notese que se habla de “estudio” y se omite que existió una Encuesta de Presupuestos Familiares en aplicación de normas publicadas en el BOE. (18) Que “1939” no se trata de un gazapo viene corroborado en líneas posteriores cuando se dice: “manteniendo el tipo de presupuestos de gastos calculado para capital de provincia con referencia al mes de julio de 1939”.

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1939 puesto que la encuesta comenzó en marzo de 1940 y finalizó en mayo de 1942 (¡!). ¿Cómo resolver esta aparente contradicción?. Nosotros nos inclinamos a pensar que a causa del fracaso de la encuesta, no se pudieron obtener datos fiables de alcance nacional pero que, a nivel provincial, sí se pudo utilizar la información al menos en algunas provincias. Si el mencionado Boletín de Estadística nº 9 se publicó en Abril de 1941, es verosímil pensar que en algunas provincias la estructura de gastos corresponde al año 1940 y en otras a 1939 con alguna modificación en su ponderación de la base julio 1939=100. La información obtenida de la encuesta a lo largo de los años 1941 y 1942 serviría sin duda para reponderar el gasto en algunas capitales de provincia. En un libro del INE recopilatorio de la metodología de índices de precios de consumo(19) se presentan en la página 36, las ponderaciones nacionales de la base julio de 1936 que son las siguientes: Alimentación 60,1%, Vestido y Calzado 9,4%, Vivienda (alquiler) 14,6%, Gastos de casa 8,5%, Gastos diversos 7,4%. Estos mismos porcentajes son presentados en el artículo de Benigno Fraile Castellote citado anteriormente. En alguna ocasión, el autor de estas líneas ha preguntado a Eduardo García España sobre el origen documental de esta información. Él recordaba vagamente haber manejado unos listados y ábacos de aquélla época pero no conservaba ninguna reseña de los mismos. Todo parece indicar pues que toda la documentación de síntesis de resultados de la Encuesta se ha perdido. Para finalizar cabe señalar que en el sistema de precios base en julio de 1936 se calculaban índices para cada capital de provincia y un índice para el conjunto de todas las capitales. Para los índices de las capitales se empleó la fórmula agregativa de Löwe y para el del conjunto de las capitales se usó la media aritmética de los índices de las capitales ponderadas por su respectiva población. La recogida de datos sólo se hacía en las capitales de provincia. Que se eligiese el índice de Löwe y no un tipo Laspeyres es una prueba adicional de que no se estaba muy seguro de la bondad de “la estructura de gastos de 1939”. La participación del profesor Olegario Fernández-Baños en la Encuesta no está probada por lo que sería aventurado hacer cualquier apreciación al respecto. Ahora bien, nos parece verosímil que no fuese totalmente ajeno a su gestación máxime (19) “Indices de Precios de Consumo”. Eduardo García España. José Mª Iñigo Serrano Sánchez. INE. Madrid 1980. En la página 35, al abordarse el tema de las ponderaciones no se hace mención expresa de la Encuesta limitándose a decir: “Se estableció, tras los estudios pertinentes, el presupuesto de gastos de una familia tipo en cada capital de provincia tomando como base los datos relativos a Julio de 1939”.

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ESTADÍSTICA ESPAÑOLA

cuando sabemos que el Jefe de la Sección cuarta (“Estudios y Publicaciones”) de la Dirección General de Estadística era José Irizar Egui funcionario del Cuerpo Facultativo de Estadística(20) y encargado de diseñar dicha Encuesta de Presupuestos Familiares, dada la íntima amistad que los unía y su trabajo en común durante los años treinta en el Servicio de Estudios del Banco de España. Aunque el profesor Fernández-Baños siempre ha tenido mala prensa entre los “estadísticos” pues se le ha reprochado –creemos que injustamente- que imprimió desde su cátedra un sesgo económico a la ciencia estadística descuidando los aspectos más matemáticos de la misma, no puede omitirse su gran contribución en el campo de los número índices económicos.

6. CONCLUSIONES FINALES A pesar de la endeblez metodológica el sistema de precios base julio de 1936, estuvo vigente hasta diciembre de 1960. En efecto, no fue sino hasta marzo de 1958 cuando el INE realizó una denominada “Encuesta de Cuentas familiares”. El marco de la encuesta fue el Censo Electoral de Cabezas de Familia de 1955 con las rectificaciones habidas hasta el 31/12/1957(21). Las familias colaboraron en la cumplimentación de la cartilla durante el mes de marzo, siendo el tamaño de la muestra teórico 4.192 familias y 3.857 el número de cartillas válidas efectivamente recogidas. El fracaso de la Encuesta de Presupuestos Familiares de 1940 había suscitado una gran desconfianza con respecto a los estudios de gastos familiares. Se pensaba que este tipo de estudios solo podían tener éxito si previamente se elegían una familias que estuviesen dispuestas a colaborar. Por otra parte, las resistencias a efectuar operaciones estadísticas por muestreo eran muy grandes en España a pesar de que dichos métodos estadísticos habían ya sido probados con éxito en muchos países europeos en de encuestas a los hogares. La monografía técnica de la Encuesta de 1958(22) en su página nº 12 nos ilustra acerca de la problemática de aquel momento.

(20) Era Licenciado en Ciencias Exactas y Oficial de Estadística del Servicio de Estudios del Banco de España. (21) El muestreo fue estratificado en primera etapa con criterios poblaciones y en segunda etapa (selección de las familias en cada municipio) aleatorio sin reemplazamiento. La Encuesta de Cuentas familiares de 1958 fue la primera encuesta oficial llevada a cabo por métodos de muestreo aleatorio. (22) “Encuesta sobre Cuentas Familiares. Marzo 1958”. INE. Madrid 1959.

LA ENCUESTA ESPAÑOLA DE PRESUPUESTOS FAMILIARES DE 1940

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«(…) dentro de la Ponencia que estudio el informe se acordó el que se hiciera de una manera opinática, en vista de que en España no se había realizado hasta la fecha ninguna gran encuesta por métodos de muestreo aleatorio, y parecía aventurado el lanzarse sin previa experiencia a encuestas de este tipo en materia tan delicada como los gastos familiares (…)». No obstante, el empuje entusiasta del Jefe del Servicio de Investigaciones del INE –responsable de los trabajos de la encuesta− Manuel García Alvarez secundado por un grupo de funcionarios del INE licenciados en Ciencias Matemáticas convencidos de las bondades del muestreo aleatorio, hizo que finalmente, se adoptase el mismo. Así lo refleja la monografía antes citada: «Sin embargo, de un lado la necesidad de seguir las recomendaciones de los organismos internacionales sobre las encuestas por muestreo, a fin de que se puedan valorar estadísticamente el margen de confianza de los resultados, y de otro la esperanza de que por la forma en que se iba a llevar la encuesta se obtendría un gran número de respuestas satisfactorias, hizo que el Servicio de Investigaciones adoptase la elección por muestreo aleatorio para la selección de familias, pues la familia, como es lógico, sería la unidad última de muestreo». La Encuesta fue, en efecto, un gran éxito a lo cual contribuyó sin duda la carta que el Director General del INE envió a las familias solicitando su colaboración en la encuesta y la gratificación establecida, 150 pesetas por cartilla diligenciada. Pero lo que ciertamente coadyuvó en mayor medida al éxito de la encuesta fue la supresión del racionamiento de productos de consumo(23) lo que encauzó dentro de unos parámetros normales el gasto de las familias.

(23) El racionamiento empezó a suprimirse en 1950. En 1952, a partir del mes de abril, el aceite y el pan quedaron en régimen de renta libre y el 6 de agosto el BOE anunciaba que el racionamiento del azúcar, último producto restringido, quedaba suprimido.

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THE SPANISH HOUSEHOLD BUDGET SURVEY DATED – 1940 SUMMARY In this paper, for the first time, the study of Spanish Household Budget Survey dated in 1940 is addressed since there no exists a technical official publication about this statistical issue. Likewise, I have tried to shed light on, with the assistance of the rare available documents, the political and social parameters which provide the setting of this survey and the effects that its failure cause within the INE in respect of the application of the sample techiques for the estimation of the household expenditures.

Key words: Household budget survey, expenditure weightings, consumer’s price indez, systems of indexes. AMS Clasification: 62Q05

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