LA ESCUELA COMO SOCIEDAD DE LECTURA

Clase 02 LA ESCUELA COMO SOCIEDAD DE LECTURA Nadie discute que la escuela sea el lugar donde se enseña a leer y a escribir. Sin embargo, es bastante

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Clase 02

LA ESCUELA COMO SOCIEDAD DE LECTURA Nadie discute que la escuela sea el lugar donde se enseña a leer y a escribir. Sin embargo, es bastante controvertida la idea de que sea el espacio donde niños y niñas –desde la primera infancia1-, jóvenes y adultos conozcan la experiencia de la lectura, que tengan la oportunidad de leer (y escuchar leer) libre y apasionadamente, como lo hacemos quienes consideramos que leer es parte importante de nuestras vidas. El desafío de formar lectores, es decir, de que la escuela se constituya en el lugar ineludible donde tener buenas experiencias de lectura, ha sido asumido por el Ministerio de Educación desde el año 2003 en el marco del Plan Nacional de Lectura. Dicho Plan –que despliega acciones en contextos escolares y extra escolares- está llevando a cabo múltiples actividades entre las que se incluyen la producción de recursos audiovisuales y materiales didácticos con el propósito de acompañar a las escuelas en el desafío de enseñar la lectura como práctica social. Por otra parte, la enseñanza de la lectura tiene un lugar prioritario en el Plan Nacional de Educación Obligatoria y Formación Docente 2012-2016, aprobado por la Resolución N° 188/12 del Consejo Federal de Educación. A partir de comienzos del año 2015 todas las políticas y programas que venían desarrollándose en los diferentes niveles educativos se unifican en la Propuesta Nacional “Práctica diaria de lectura en las escuelas”, que reafirma la idea de la lectura como un derecho y transmite la preocupación del sistema educativo por su enseñanza. En esta clase, abordaremos las posibilidades y desafíos que tiene la escuela para llegar a ser el lugar en el que todos/as los/as niños/as, jóvenes y adultos se formen como lectores, lo cual – como veremos- es mucho más que aprender a leer…

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Con el siguiente epígrafe comienza el catálogo del Plan Nacional de Lectura para el Nivel Inicial en el que se recomiendan 300 títulos para dicho nivel: “Nunca es demasiado temprano para compartir un libro con los niños. Si aguardamos a que sepan leer para leerles, es como si esperáramos a que sepan hablar para hablarles. Penélope Leach. Disponible en: http://planlectura.educ.ar/pdf/bicentenario/00_pdf_alija_total_1-128web.pdf

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“Mis tardes con Margueritte”2 o cómo el cine puede provocarnos ecos para pensar la lectura en la escuela Los/as invitamos a ver este fragmento de la película “Mis tardes con Margueritte”: https://www.youtube.com/watch?v=9xqrxfYNU-4&feature=youtu.be

Duración: 6’10’’ ¿Cómo es posible que Germain, un horticultor francés de más de cincuenta años que creía que los libros no eran para él –a pesar de haber ido a la escuela-, se convierta en lector? Esta pregunta será una excusa para pensar qué de lo que sucede en el encuentro entre Margueritte y Germain, podría resonar como un eco posible de las intencionalidades de las políticas acerca de la lectura, y de las buenas intenciones de muchos maestros/as y profesores/as que, aunque se propongan formar a sus alumnos/as como lectores, no siempre lo logran. Para ello, proponemos una primera interpretación de la relación que se establece entre estos personajes a través de la lectura, pues creemos que nos puede dar indicios para pensar algunos rasgos de este proceso tan incierto como intrigante que es la transmisión de la experiencia de la lectura.

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“Mis tardes con Margueritte“ es una película francesa de Jean Becker (2010). La historia narra los cambios que experimenta Germain, un hombre prácticamente iletrado, en su vínculo con los libros y la lectura, a partir de los encuentros con Margueritte, una anciana que le transmite su pasión por leer.

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Margueritte es una ávida lectora. Tiene tantos libros leídos como años de vida disfrutada con ellos. La escena que compartimos muestra a Germain sentado en un banco de la plaza comiendo un sándwich mientras la espera. Al llegar, después de un breve intercambio, se produce este diálogo: M: “Pensé en usted anoche... G: ¿En mí? ¿Por qué? (mostrando claras señales de sorpresa) M: En usted y nuestras palomas. Ya sabe, cuando se guardan libros siempre se acaba hojeando un par al azar. Encontré una frase (dice haberla olvidado. Entonces busca parsimoniosamente el libro en su cartera. Mientras tanto, Germain que sigue comiendo su sándwich, observa detenidamente los movimientos de Margueritte hasta que saca el libro y los anteojos de su cartera). M: (lee) "Puede imaginarse una ciudad sin palomas, sin árboles, ni jardines...." ¿Le gusta? G: Sí, pero ¿qué tal si vuelve a empezar despacio, si no le importa? M: Con mucho gusto, disculpe. (Vuelve a leer). “Puede imaginarse una ciudad sin palomas, sin árboles, ni jardines…” G: (la interrumpe) No existe eso. Pero no está mal. ¿Cómo se llama el libro? M: La peste, de Albert Camus… G: ¿Albert? Como mi abuelo… (denota grata sorpresa en su rostro) M: Se lo presto… G: No, no… la lectura y yo… (recuerda una escena escolar donde el profesor lo humilló por haber leído mal en voz alta). Margueritte iba preparada al encuentro con Germain; había seleccionado un libro para compartir con él ese mediodía. Este hombre tosco, alejado de la cultura escrita le da la excusa perfecta para hacer lo que a ella tanto le gusta: leer en voz alta. Germain es su auditorio. Con él tiene sentido escucharse leer. Sin embargo, esto no es lo primero que aparece en la escena descripta. Para cumplir con su propósito, ella crea una ficción que intriga a Germain generándole el deseo de que le lea… “Pensé en usted anoche”. Podríamos suponer que Margueritte quería llevar a Germain a evocar, a través de Camus, la experiencia cotidiana que ellos comparten. Por eso eligió ese libro y no otro; buscó un relato que comenzó a leer desde el párrafo en el que se describe lo que a ellos los unía: la observación de las palomas y los árboles de la plaza. Y Germain leyó con Margueritte, a pesar de que pensaba que sólo escuchaba. Es que leer no es oralizar un texto; leer es adentrarse en la historia, dejarse atrapar por ella; imaginar lo que allí sucede; ser tocado por esas imágenes…. Así lo explica Manguel3, uno de los lectores de Borges:

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Manguel, Alberto. Una historia de la lectura. Pág. 33. Emecé Editores. Buenos Aires. 2005.

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“Leer en voz alta a aquel escritor ciego era una experiencia curiosa porque, si bien yo me sentía, con algún esfuerzo, en control del tono y el ritmo de la lectura, era sin embargo Borges, el oyente, quien se convertía en amo del texto. (...) Borges elegía el libro, Borges hacía que me detuviera o me pedía que continuara, Borges me interrumpía para hacer un comentario, Borges permitía que las palabras llegaran hasta él. Yo era invisible”. Cuando Germain le pide a Margueritte que vuelva a leer el texto, está poniendo su propio ritmo de lectura, necesita que sea más lento para que las palabras lleguen a él. Y es porque le llegan que puede imaginar y para hacerlo, pone en juego todo lo que sabe del mundo que se está describiendo. Por eso imagina con más detalle de lo que el texto dice agregando información, cuando comparte sus pareceres con Margueritte “esas ratas hinchadas mal olientes, chillando por todas partes”. Eso no lo dice el texto, es lo que evoca Germain a partir de lo leído. Podemos interpretar que, aunque Germain no lea por sí mismo, está siendo atravesado por la experiencia de la lectura: está llevando ese texto hacia sí mismo, hacia lo que sabe, hacia lo que piensa. Ahora bien, para tratar de entender la transformación del vínculo de Germain con los libros y la lectura, necesitamos respondernos: ¿Qué hace que esta persona se convierta en lector? Una primera respuesta es que Margueritte le transmite su experiencia placentera y amorosa con los libros; que generó ciertas condiciones para habilitar en Germain el gusto y el deseo de leer, cuestiones que no siempre logramos transmitir o generar en la escuela… Éste es nuestro desafío. Con esta pregunta, los/as invitamos a recorrer la clase.

Formar lectores: una tarea de toda la escuela y de todas las escuelas Para pensar sobre las posibilidades que tiene la escuela de formar lectores, les presentamos la siguiente experiencia que se desarrolla en Córdoba. María Eugenia López -capacitadora de Nuestra Escuela- la conoció a partir de su acompañamiento a la escuela y la comparte en el Foro Experiencias del Aula del Equipo Federal, del Recorrido de Formación de Directivos del Programa Nuestra Escuela. Compartimos el relato: http://issuu.com/pnfp/docs/c2_biv_experiencia-_una_red_que_se_

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(Para quienes lean la presente clase en versión impresa, ver información en las últimas tres páginas).

Para pensar la escuela Cuando pensamos en la articulación entre instituciones, habitualmente nos referimos a acciones para que alumnos/as de un nivel o modalidad se sientan acogidos por la institución que los/as recibirá en la próxima etapa de su escolaridad. Esta experiencia, en cambio, nos invita a mirar otras articulaciones posibles, centradas en el propósito de promover el placer de la lectura.   

¿Qué formas de articulación podemos identificar en el relato? ¿Quiénes participan? ¿Cómo se involucran en el proyecto? ¿Se realizan / se han realizado / podrían realizarse experiencias semejantes en sus respectivas escuelas o localidades? ¿Qué podría hacerse en sus escuelas para promover la lectura tejiendo una red con las familias y la comunidad?

Sabemos que una cosa es estar alfabetizado y otra, muy distinta, es que todos/as nuestros/as alumnos/as lleguen a ser partícipes plenos de la comunidad de lectores y escritores. Delia Lerner nos explica que el desafío de la escuela no es formar a escritores profesionales sino lograr que nuestros/as alumnos/as puedan utilizar eficazmente la lectura y la escritura para cumplir con las distintas funciones socialmente relevantes. Para ello, nos propone hacer que cada escuela funcione como una “microcomunidad de lectores y escritores”. En sus palabras “lo necesario es hacer de la escuela un ámbito donde la lectura y escritura sean prácticas vivas y vitales, donde leer y escribir sean instrumentos poderosos que permitan repensar el mundo y reorganizar el propio pensamiento, donde interpretar y producir textos sean derechos que es legítimo ejercer y responsabilidades que es necesario asumir”.4

Para pensar la escuela  ¿Qué habilitamos si nuestros/as alumnos/as transitan su escolaridad habiendo vivido la experiencia de leer con diferentes propósitos como el de entretenerse, informarse; buscar argumentos para defender una idea; conocer mundos lejanos?  ¿De qué herramientas los proveemos si, además, logramos que puedan producir sus propios textos tanto para comunicar sus ideas y emociones como para estudiar o informar a otros lectores sobre un tema de interés, por ejemplo?  ¿Qué y cuánto de esto sucede realmente en nuestra escuela?  ¿En qué sentidos podemos enriquecer en nuestra escuela la enseñanza de la lectura?

En la medida en que las escuelas logran estos propósitos, estamos generando muy buenas condiciones para que los/as alumnos/as sigan aprendiendo dentro y fuera de las aulas, ya que como sabemos- el acceso al conocimiento está fuertemente ligado al acceso al lenguaje, y en particular, al lenguaje escrito. No obstante, es necesario hacer por lo menos dos salvedades:

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Lerner, Delia. Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario. Pág. 26. Fondo de Cultura Económica. México. 2003.

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Tener una buena experiencia con la lectura y la escritura, aunque nos posiciona mejor como sujetos autónomos y críticos, no implica necesariamente tener “éxito” en la escolaridad. Por otra parte, el propósito de generar condiciones para que todos/as nuestros/as alumnos/as tengan un buen vínculo con la lectura y la escritura, va mucho más allá de un interés pragmático, como lo es el “aprobar el grado o el año”. Cuando pensamos, diseñamos y llevamos a cabo propuestas que invitan a leer no sólo para cumplir con las tareas escolares, sino porque la lectura convoca, interpela, conmueve, estamos generando condiciones para formar lectores. Si proponemos a los chicos, chicas, jóvenes y adultos situaciones diversas para actuar como lectores y escritores, estamos contribuyendo a su formación como ciudadanos plenos; ciudadanos/as críticos capaces de interpretar y transformar el mundo. Así lo dice Paulo Freire en su libro “Cartas a quien pretende enseñar”5: “Leer es una opción inteligente, difícil, exigente, pero gratificante. Nadie lee o estudia auténticamente si no asume, frente al texto o al objeto de curiosidad, la forma crítica de ser o de estar siendo sujeto de esa curiosidad, sujeto de lectura, sujeto del proceso de conocer en el que se encuentra. Leer es procurar o buscar crear la comprensión de lo leído; de ahí la importancia de la enseñanza correcta de la lectura y de la escritura, entre otros puntos fundamentales”. Decíamos invitación y no imposición. Y eso es lo que nos muestra el relato de la experiencia cordobesa. Es necesario un buen vínculo entre los estudiantes y los libros; condición para que la experiencia acontezca; para que el lector sienta que “está bueno leer”, que encontrará algo en los textos… Michèle Petit6 argumenta que para haber sido atravesado por la experiencia de la lectura, es necesario no sólo haber tenido acceso a los diferentes registros de la literatura, sino haber encontrado en algún texto –ficcional o no ficcional- palabras que “lo alteraron a uno, de palabras que lo transformaron, a veces mucho tiempo después de haberlas leído”.

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Freire, Paulo. Cartas a quien pretende enseñar. Pág. 48. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores. 2008.

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Petit, Michèle. Nuevos acercamientos a los jóvenes y lectura. Pág. 80. Fondo de Cultura Económica. México. 2003.

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El Estado, las propuestas de enseñanza y el propósito de formar lectores Quienes no hemos tenido la oportunidad de encontrarnos con una “Margueritte” que nos transmita la pasión por la lectura, necesitamos construir ese buen vínculo en otros espacios y con otros mediadores. Sostenemos que la escuela es el lugar privilegiado para ello, no sólo porque tiene por mandato social el enseñar a leer sino porque puede garantizar la continuidad en las prácticas de lectura a lo largo de la escolaridad obligatoria. Continuidad que debe asumir cada una de las escuelas, pues formarse como lector es un proceso que dura toda la vida. Por esta razón, no es tarea de un solo docente, área o asignatura, ni de un solo un nivel de enseñanza; es un desafío del sistema educativo en su conjunto. En este sentido, el Ministerio de Educación, a través de la estrategia Práctica Diaria de la lectura en las escuelas7 ha asumido la responsabilidad de llevar a cabo acciones y poner a disposición de las escuelas de todos los niveles, recursos materiales y sugerencias didácticas para hacer posible el desarrollo de propuestas que tomen como propósito la formación del lector: “Con el fin de colaborar con las instituciones educativas en la formulación y puesta en práctica de proyectos de enseñanza de la lectura, el Estado ha puesto a disposición de las escuelas recursos y programas para generar mejores condiciones de enseñanza y aprendizaje. Por ejemplo: el programa Conectar Igualdad, las aulas digitales móviles, las colecciones literarias para los tres niveles, la presencia de Centros de Actividades Infantiles (CAI) y Centros de Actividades Juveniles (CAJ), entre otras acciones y políticas. A este conjunto de recursos y programas se suma hoy este material, Práctica diaria de la lectura en las escuelas, cuyo propósito es aportar propuestas concretas y modos de organización del proyecto institucional de enseñanza de la lectura para todas las escuelas y niveles”.8

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Sugerimos visitar la página: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=125508 Práctica diaria de la lectura en las escuelas. Cuadernillo pedagógico. Pág. 6. Presidencia de la Nación. Ministerio de Educación. 2015. 8

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Para pensar la escuela Les proponemos:  

Recorrer el Cuadernillo pedagógico “Práctica Diaria de la lectura en las escuelas”. Escribir un punteo de las ideas centrales y propuestas para compartir con el equipo docente de sus escuelas, en función de los temas abordados en esta clase.

A modo de cierre Cuando en nuestras escuelas logramos generar buenas condiciones para formar lectores y lectoras, es posible imaginar que la lectura no sólo permitirá el acceso a los saberes transmitidos a través de la palabra escrita y mejorar el conocimiento del propio lenguaje, sino que ocupará un lugar central en la construcción de uno mismo. Creemos que el lenguaje escrito es la fuente más potente para estimular el uso de la palabra, sobre todo para quienes no han tenido antes de su ingreso a la escolaridad, oportunidades suficientes para usar plenamente el lenguaje verbal. Jorge Larrosa9 explica que es en los libros –y especialmente en la literatura de ficción- donde la narrativa aporta tanto a los niños pequeños como a los jóvenes y adultos, las estructuras que nos permiten vernos, nombrarnos, narrarnos; construir un significado de nuestra experiencia. Entonces, podríamos decir que cuando la escuela enseña a leer, es decir cuando introduce a sus alumnos/as en la comunidad de lectores y escritores, enseña mucho más que a interpretar y a producir textos. Nuevamente, Michèle Petit nos presta sus palabras para pensar qué habilita una escuela cuando promueve buenas aproximaciones entre los lectores y los libros: “La lectura contribuye así a crear un poco de ´juego´ en el tablero social: a que esos jóvenes se hagan un poco más actores de sus vidas, sujetos de sus destinos, y no solamente objetos del discurso

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Larrosa, Jorge. Tecnologías del yo y educación. Notas sobre la construcción y la mediación pedagógica de la experiencia de sí. En: Escuela, Poder y Subjetivación. Las ediciones de la Piqueta. 1995.

de los demás. Los ayuda a salir de los puestos prescritos, a diferenciarse de las imágenes estigmatizantes que los excluyen, pero también de lo que sus allegados esperan de ellos, o incluso de lo que cada uno de ellos creía, hasta entonces, que era lo más adecuado para definirse” 10. Construir un buen vínculo con la lectura, seguramente promoverá en nuestros estudiantes un buen vínculo con el saber, pues, parafraseando a Pablo Pineau11, así como la educación es un derecho que da derechos, podemos sostener que la lectura es un saber que permite el acceso a los demás saberes, y es allí, justamente, donde se funda la comunión entre enseñanza y trayectorias. Porque cuando nuestros chicos y chicas desean aprender para saber, permanecen y avanzan en su escolaridad porque reconocen que la escuela es el mejor lugar donde encontrar lo que buscan. Las propuestas de enseñanza y las experiencias que promueven buenos vínculos con la lectura especialmente para quienes si no fuera por la escuela y por las bibliotecas “que fueron a ellos” difícilmente los hubieran construido- nos sirven de ejemplo para pensar cómo la enseñanza y el cuidado de las trayectorias “van de la mano”. Sin embargo esta unión no se da per se sino que se genera cuando lo que guía el accionar de los docentes es asumir el desafío de que, independientemente de la situación de partida de nuestros chicos y chicas, la escuela es el lugar donde es posible y necesario democratizar el saber, como condición ineludible para la construcción de lo común.

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Petit, Michèle. Nuevos acercamientos a los jóvenes y lectura. Pág. 104. Fondo de Cultura Económica. México. 2003. 11

Pineau, Pablo. La educación como derecho. 2008.

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Para pensar la escuela Para finalizar, compartimos con ustedes “Los pequeños autores y el Libro de la lluvia”, experiencia desarrollada por la colega Sandra Mariel Canessa, Directora de la Escuela Primaria Rural N° 7 de personal único, en San Vicente, provincia de Buenos Aires. http://issuu.com/pnfp/docs/c2.biv._peque__os_autores_-_el_libr

En la clase anterior decíamos “lo que la escuela puede” cuando cuida las trayectorias de sus alumnos y alumnas, enseñando…    

¿Qué podemos decir acerca de lo que esta escuela pudo hacer? ¿Con qué recursos? ¿Cómo lo hizo? ¿Qué tienen en común las dos experiencias presentadas? ¿Qué podemos pensar acerca de lo que nuestra escuela puede o podría hacer en el sentido de los contenidos desarrollados en esta clase? ¿Con qué recursos contamos para hacerlo realidad?

Saludos afectuosos, Equipo Nuestra Escuela

MATERIALES DE LECTURA  Cuadernos de Trabajo 4.  Orientaciones para Directivos 4.  Práctica Diaria de la lectura en las escuelas. Cuadernillo pedagógico. Disponible en: http://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=125452  Graciela Montes. La gran ocasión. La escuela como sociedad de la lectura. Ministerio de Educación de la Nación. 2006.

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Una red que se teje con libros Uno de los primeros relatos que escuché mediado por la pasión de sus protagonistas fue el de una feria del libro organizada por una red zonal de instituciones preocupadas por democratizar el acceso a la cultura. Todo surge… cuando un grupo de escuelas y una biblioteca popular deciden ofrecer una alternativa a su comunidad. (…) Este grupo de instituciones organizó una feria del libro en la zona norte de la ciudad. Varias premisas movilizaron docentes y bibliotecarios: habría libros, habría espectáculos de calidad, habría autores, habría niños y habría comunidad. Habría encuentro y habría oportunidades. Se propusieron como lema “cultura rica para chicos pobres”, me contaba una de las directoras. La escuela saldría a la calle, a la plaza, a otras instituciones… los educadores moverían las piezas de lugar, para que otras cosas también se movilizaran. Por ejemplo querían que se movilizaran las representaciones sobre el valor de la palabra escrita y el sentido que tenían las instituciones en ese barrio o en aquél. En sólo tres años muchas cosas pasaron y la institucionalización de la Feria Barrial del Libro Infanto Juvenil de la zona norte se va dando rápidamente. Hay gestos que la visibilizan durante todo el año. Por ejemplo, para presentarse en sociedad este año, en agosto, salieron a la plaza del barrio Parque Liceo Segunda Sección y organizaron una Jornada que denominaron “Hacedores de cultura. Libros como frutos”. Las imágenes nos permiten ser parte de las escenas y los escenarios construidos ese día:

Libros a disposición, lectores a granel o a pequeña escala que contagian el deseo, forman parte del modo en que, desde la Red, piensan cómo ir construyendo un camino hacia la Feria y hacia la lectura. Expresiones culturales diversas se suman en estos eventos. La música, el circo, la actuación se ponen a disposición en los espacios públicos, y van ¿re-construyendo? lo público. Es muy claro cómo las instituciones se sienten parte de algo mayor que las engloba y las excede: la Red Cultural Zona Norte. Así se presentan tanto en una plaza barrial como en otras instituciones de prestigio, que funcionan con lógicas diversas como son los centros culturales. Las acciones realizadas para comprometer la participación de escritores, ilustradores, artistas en general (reconocidos nacionalmente o bien locales), para sumar instituciones barriales, municipales o provinciales al proyecto (centros de salud, Museos, Bibliotecas, la Legislatura…), para convencer a grandes empresas y a pequeños comerciantes como auspiciantes del proyecto, se han ido multiplicando. Escuelas de gestión oficial y privada, del ámbito provincial o municipal, de los tres niveles obligatorios del sistema educativo, se han ido aunando en un proyecto que las inscribe en un sentido del “todos” que supera la resistente concepción de identidad ligada sólo a lo que me diferencia de los demás.

Así van programando la grilla, distribuyendo tareas, comunicando lo que se consiguió y lo que falta. La ampliación de la red se les va apareciendo como una necesidad por la envergadura que va cobrando la experiencia. En su página de una red social andan diciendo por estos días: “¡¡¡Se viene la III Feria!!! Es un espacio donde las escuelas participantes de la Red muestran su trabajo en promoción de la lectura. A través de stands con producciones, objetos y demás estrategias las escuelas de los distintos niveles y jurisdicciones pueden compartir con la comunidad su trabajo.” Cada escuela se suma desde lo mejor que tiene, puede y la identifica. Así anuncian que la escuela primaria de Jóvenes y Adultos "Dr. Arturo Zanichelli" estará compartiendo el proyecto

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que llevan adelante de Promoción de la salud de la mujer. Compromiso político-pedagógico, compromiso con los derechos de la infancia y la comunidad se visibilizan en esta Feria del Libro y en esta Red: “Porque la Feria se nutre de diversas formas de acercarnos a los libros y al disfrute de la cultura como derecho, vení a la Feria.” Escritora de la experiencia: María Eugenia López (Tutora del PNFP Córdoba- de nivel primario). Escuelas de la experiencia: Escuela Eva Duarte y Escuela Olegario Víctor Andrade.

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