La Farmacia Moderna REVISTA CIENTÍFICA PROFESIONAL. DIRECTOR M. Maestre Ibáñez. La desinfección en el medio rural

La Farmacia Moderna REVISTA CIENTÍFICA PROFESIONAL AÑO X L I L - N Ú M . 9. DIRECTOR M. Maestre Ibáñez. MADRID, 10 MAYO 1931. La desinfección en e

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La Farmacia Moderna REVISTA CIENTÍFICA PROFESIONAL AÑO X L I L - N Ú M . 9.

DIRECTOR

M. Maestre Ibáñez.

MADRID, 10 MAYO 1931.

La desinfección en el medio rural C. R O D R Í G U E Z M A T A

I S A A C MED A R D E

Jefe de Química y desinfección del Instituto de Higiene de León.

Epidemiólogo del Instituto de Higiene de León.

SEGUNDA

PARTE

Capítulo I. - Desinsectación y desratización. Necesidad de la desinsectación.—Hay enfermedades comunes al hombre y a •ios animales, que se presentan en ambos con caracteres análogos y hasta tienen la misma puerta de entrada y de eliminación dei virus. Ejemplol de estas enfermedades es la rabia, cuya transmisibilidad éÚ animal ifl hombre es observada desde muy, antiguo; el carbunco, la psitacosis, fiebre de Malta, tuberculosis, entran en este grupo. La transmisión de estas enfermedades se verifica nn 'muchos casos por contacto del hombre con el animal enfermo o con productos virulentos procedentes del mismo, como en la rabia y tuberculosis. En otros casos, la transmisión se verifica por intermedio de un insecto, que loma ol virus del animal infecíado y lo lleva al hombre. Los insectos, en unos casos, no juegan más papel que el de simples intermediarios del virus tal como lo tomaron del cuerpo del animal; en otros, el virus experimenta en el cuerpo d81 insecto un proceso evolutivo indispensable para que la transmisión pueda efectuarse. La pulga, al picar a una rata enferma de peste bubónica, absorbe el virus •que queda albergado en su tubo digestivo; al morir la rata, las pulgas abandonan el cadáver y van a parasilar nuevos'animales, a veces el hombre, y estas pulgas infectadas inoculan él bacilo de Yersin, dando lugar a un nuevo caso de peste. En la transmisión del lifus exantemático sirve de agente intermediario el piojo de los vestidos. Entre los insectos, son las moscas, principalmenle. las que sirven de portado res pasivos de gérmenes, de los cuales se cargan al andar por inmundicias o productos excrementicios, para depositarlos luego al ponerse en contacto' con alimentos no; protegidos. Es bien conocido' el papel de los mosquitos "anophe'les" en la propagación del paludismo; estos mosquitos se infectan al picar a un palúdico, pues con la sangre ingieren parásitos de esla enfermedad; los parásitos sufren un ciclo evolutivo en el cuerpo del mosquito, y al final del mismo, si pican a un hombre sano-, le inoculan con su saliva los nuevos parásitos productores de la enfermedad. Y lo mismo intervion" la mosca "tsetse" en la transmisión de la enfermedad del sueño y los "flebótomos" en la leiahmaniosis, etc. Estas razones serían suficientes para indicarnos la necesidad de la lucha contra los insectos; .además, nos obligan a ella razones de comodidad, por lo molesia que es muchas veces su presencia, y de economía, por los destrozos a que en -íi-gunas ocasiones dan lupar.

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Describiremos procedimientos generales de destruoción de insectos y a continuación de cada clase de insectos en particular, y por fin, despiojamiento>. cuando el portador de piojo'S es el hombre. Desinsectación llamamos a la destrucción de insectos y, en nuestro easa, de insectos perjudiciales para el hombre, por servir de vectores de gérmenes p a t ó genos. OLa desinsectación hay que considerarla aparte de la desinfección; no sólo porque su fin es distinto, sino porque, en la práctica, estas operaciones hay queefectuarlas por separado', por no contar con un agente que sea, a la vez que un buen desinfectante, un poderoso insecticida. El calor, que es el único que llena estois dos aspectos, no es posible aplicarlo en la mayoría de los casos; los vapores de formol,' que son un excelente microbicida, apenas actuán sobre los insectos.. Desinsectantes gaseosos.—-Nos referiremos principalmente al anhídrido sulfuroso, que une a su eficacia la facilidad de producción y aplicación y su economía, todo lo cual le hace ser el desinfectante de elección. Haremos también a l gunas indicaciones sobre el ácido cianhídrico. Anhídrido sulfuroso.—lSO¿. G*as incoloro, de olor fuerte, irritante, penetrante y muy molesta, de una densidad mayor que el aire (2,24), que en ciertas condiciones se oxida, transformándose en anhídrido sulfúrico S08; muy soluble en el agua, transformándoise en su presencia estos anhídridos en ácido; sulfuroso y sulíúrico', respectivamente. Así como el anhídrido sulfuroso no ejerce de ordinario ninguna acción perjudicial sobre los objetos sometidos a su acción, a no ser de blanqueamiento sobre la lana, seda y pieles, el anhídrido sulfúrico y ácidos sulfuroso y sulfúrico deterioran gran n ú m e r o de sustancias. El anhídrido sulfuroso se produce por combustión del azufre; un gramo de azufre da lugar a dos gramos de anhídrido sulfuroso, que en volumen equivale a: algo menos de un litro, puesto que un litro de anhídrido sulfuroso a IS10 pesa, 2,74 gramos. iSi su concentración en el aire alcanza el 5 por 100 0137 gramos)r se hace impropio para la combustión. Se ha utilizado mucho tiempo como desinfectante, y su acción bactericida,, en efecto^, es muy enérgica; pero esta acción sólo se ejerce en medioi húmedo y es debida a que el anhídrido sulfuroso se transforma en ácido sulfuroso', que es el que realmente tiene acción bactericida. En medio seco, en el que actúa el anhídrido sulfuroso por sí mismo, la acción bactericida sólo se ejerce con una concentración muy elevada del gas, concentración muy difícil de alcanzar y m á s difícil aún de sostener, pues para ello se precisa un cierre hermético y un contacto prolongado y aun así la acción bactericida no es completa. En conclusión: En medio húmedo, que es un enérgico antiséptico, no podemos utilizarlo', pues su acción se debe principalmente al ácido sulfuroso que deteriora los objetos; en medio seco su acción antiséptica es poco intensa, a no ser a una concentración difícil de conseguir en la práctica. Esto hace que el anhídrido sulfuroso se haya abandonado como microbicida, pues sólo podría apli-carse en locales vacíos donde nada pueda ser deteriorado; en cambio1, sus propiedades insecticidas son excelentes, ejerciendo su acción a concentraciones poco elevadas, en medio seco y en corto espacio de tiempos por lo,cual los objetos sometidos a su acción son poco1 o nada deteriorados. La cantidad de anhídrido sulfuroso' a emplear varía según los casos. En g e neral, con una concentración de anhídrido sulfuroso de 60 gramos por metrocúbico y dos horas de contacto, todos los parásitos quedan seguramente d e s t r u í dos; esta concentración, que equivaiJei próximamente a un 2,5 por 100, se alcanza por la combustión de 30 gramos de azufre por metro cúbico'. En los locales conpolvo abundante y muchas grietas, condiciones que favorecen la defensa de lo*, insectos, es conveniente prolongar el tiempo de contacto, aumentar la concen—

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Iración gaseosa, o mejor ambas cosas, poro la cantidad do azufro quemado no dobo •¿•er' superior a 40 gramos, pues si no la cantidad de anliidridos sulfumso y> mi& fúrico producidos sería demasiado grande y podría causar dotorioros. Los ime-vos y larvas tienen una resistencia mayor quo los insectos adultos, y para destruirlos se prolongará el tiempo de con. tac lo, o lo que os más eficaz, se repetirá la operacióm a los diez o dnce días. técnica de la sUlfuráGión,-^Lpcales.—Kn primer lugar, se cubica el local cerrándolo perfectamente, conforme dijimos en desinfección. Las telas y objetos metálicos delicados deben retirarse, por no ser posible evitar un cierto grado de humedad que, en presencia de anliidrido sulfuroso1, los "deterioraría. ¡Si existen objetos de metal que no pudieran retirarse, serán embadurnados con grasa {vaselin.a o aceite dé olivas,, cirriente). Ropas y objetos diversos serán extendidos por la •habitación., •procurando dejar espacios libres para que el gas se difunda; fácilmente. iGomo ya dijimos, el anhídrido .sulfuroso F i g . 7. $e produce por combustión del azufre. El azufre que se. emplea es en cañón reducido' a fragmentos pequeños o en flor, y la combustión puede efectuar en un recipíente cualquiera de paredes resistentes al calor;] cuatído la at ra. está muv •cargada de anhídrido sulfuroso, la combustión s'e buce imposible, pero antes do llegar est e momento Ihay riesgo de incendio si no se toman las - debidas precauciones; el recipiente con el azufre se colocará en-un espacio libre de objetos a •su alrededor y suficientemente aislado del .Jsuelo, bien por una capa, de arena o ('oiocandp el recipiente con el azufre dentro'de otro con agua (una palangana). El azufre se rociará con alco'hol para facilitar la combustión. Puede utilizarse un quemador de azufre .qdmo el indicado en 'la figura 7. Recomendamos el aparato "'To.ccidant", ligero de peso-, económico y fácilmente transportable; con él se queman rápidamente y por completo grandes Cantidades de azufre, quedando el aparato aislado del suelo, con. lo cual se evitan los riesgos de incendio. El aparato1, construido en palastro, es cilindrico (Figura 8) y tierie en su interior una serie de platillos o bandejas que constituyen otros tantos focos de combustión, y, frente a ellos, en la cubierta exterior, hay una serie de orificios de aireación que facilitan el tiro; los platillos están perforados y de este modo el azufre fundido va pasando de. los superiores a los inferiores. Para ponerlo en marcha se levanta el cuerpo superior o cubierta que hace también de chimenea; en la corona intermedia se colocan 70 a 80 gramos de azufre y 30 a 40 gramos de alcobol de quemar; el resto del azufre se pone en el platillo superior, que es de mayor capacidad que los demás, poniendo también una pequeña cantidad de alcohol y diseminando en la superficie polvo oxidante "Toccidant" en la proporción del 6 por 100 con relación al azufre. Este polvo facilita la formación de anhidrido sulfúrico y no debe añadirse cuando baya en el local objetos delicados. Se coloca de nuevo la cubierta y se enciende el alcohol, retirándose del local: y cerrando iherméticamente la puerta. La combustión estará terminada en una hora y la duración del contacto será, por lo menos, de dos horas. Terminada la operación, se procederá a una enérgica ventilación. Para ello se abrirán las ventanas, cuyo único cierre serán las bandas de papel engrudado colocadas en las junturas. Las ventanas de los pisos bajos se abrirán de^sde fuera, '''opujánd'olas; si no es fáril alcanzarlas desde el exterior, -pueden abrirse, con

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ayuda de un alaiubrt1 o bramante fuerte, que por uno de los .extremos se ata a. la talleba de la ventana y el otro por la cerradura de la puerta u otro orificio sale al exterior; un tirón un poco fuerte de. este exlreioo abrirá la ventana. 'Puede emplearse como, desodorizanto el amoníaco evaporado, en la proporción de medio lilro por cada 25 metros cúbicos de local. SI a una sulfuración tiene que seguir una desinfección con formol, ha de •hacerse primero una ventilación enérgica, pues el formol y el anhídrido sulfuroso, al combinarse, producen un compuesto' viscoso que se adhiere a la superficie de los objetos y paredes del local deteriorándolos.

Fig. 8.

liopm.—Para desinsectación de ropas puede improvisarse una cámara de sulfuración, sirviéndonos como tal un espacio cerrado cualquiera, un armario, una habitación, basta una fosa cavada en tierra, l ' n tonel puede servirnos muy bien para contsruir la cámara: El tonel se desfonda por sus dos extremos y, en su interior, se acoplan una o varias plataformas para colorar los objetos, podiendo servir para ello unos cañizos que permitirán la fácil circulacdón del gas. El tonel se coloca sobre el suelo-, en el cual previamente se ha hecho una excavación; los objetos se ponen no muy apretados; la boca superior se cubre con la tapa, que va provista de un orificio central; en la excavación, que comunica con el exterior para facilitar el tiro, se colora un recipiente con el azufre. Be inflar ma el azufre, y el anhídrido sulfuroso', después de atravesar el tonel» escapa por el orificio superior; cuandd todo el azufre se ha «quemado, este orificio se tapa. El tiempo dé contacto será por lo menos de doa horas, Arido cianhídrico.—Es un enérgico insecticida de acción rápida y segura que primero se empleó para combatir las plagas del campo, y luego romo insecticida

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m la lucha contra los insectos peligrosos para el hombre, como transmisores de enfermedades . Es un veneno enérgico, no sólo-para, Ms animales, sino para eT hombre, que se produce por la acción del ácido' sulfúrico .sobre un cianuro alcalino. Con las primitivas técnicas de obtención del gas, los operadores corrían grandes riesgos; actualmente el sistema "Grima" los ba disminuido considerablemente y, estableciendo una vigilancia para impedir que ninguna persona se aproxime a los locales donde se ba efectuado la ciánhidricizáción, no son de temer accidentes tóxicos ni para los que efectúan la operación, ni para otras personas. ISea cualquiera el sistema empleado, en la práctica se han dado algunos casos de accidentes mortales por imprudencia ó por existir entre el local sometidoa la cianbidrización y las viviendas próximas pequeñas comunicaciones que ban pasado desapercibidas. (Por lo tanto-, si bien, la cianbidrización es una operación eficaz, hay que considerarla como altamente peligrosa, sólo recomendable en determinados Casos, entre los cuales, desdo luego, no está comprendido el medio rural. Vapores de c'resü.—Los vapores de cresií o productos análogos (cresol, lisol, etcétera) son un tóxico enérgico para algunos insectos, con la ventaja de su inocuidad para el hombre y animales domésticos. ,y no atacar a los objetos sometidos a su, acción. Puede emplearse en cualquier local. La evaporación se hace por el calor, poniendo el cresil en un recipiente dé paredes altáis para evitar la inflamación desús vapores; éstos, al principio, son. blancos y abundantes; poro, después, toman aspecto blanqo'-grisáceo y olor fuerte e irritante; si prosigue la acción del calor, el líquido toma aspecto alquitranado y so produce negro de humo que ensucia objetos y paredes. A l llegar a este punto, el que vigila la operación penetrará en el local y apagará el fuego, a no ser que no baya peligro ninguno de deterioro, en cuyo casO puede dejarse hasta extinción. La cantidad a emplear es de 5 gramos por metro cúbico de local y él tiempo de contacto cinco a seis horas. Pelitre.—La combustión del pelitre da lugar a desprendimiento de humos de un elevado poder tóxico para algunos insectos, con la ventaja de no ser peligroso para el hombre, n i deteriorar los objetos. La cantidad a emplear es de 30 gramos por metro cúbico y el t iempo de contacto veinticuatro horas. El polvo de pelitre constituye la base de la mayor parte de los polvos insecticidas, debiendo su acción a una óleo-resina contenida en sus flores. Desinsectantes líquidos.—¡Son muchas las sustancias insecticidas que se emplean en forma líquida: Bicloruro y oxicianuro de mercurio, formol, aceite de r i cino, aceite de crotón, cresilol sódico, cresil, creolina, lisol, compuestos arsenicales, etc. (Más adelante describiremos los más eficaces para cada clase de insectos y modo de emplearlos.

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Los extintores químicos de incendios. . .Extintores químicos, ert él sentido preciso de la palabra, no existen, pues no ¡se conocen cuerpos que reaccionen con el productor dei incendio-, siendo'"todas las descomposiciones químicas que sufren reacciones secundarias qué no entran en , el fenómeno principal del incendio'. Bl agua misma puede descomponerse, bien disociándose al contacto de metaíes incandescentes o bien formando gas de agua en presencia del carbón ai rojo. Estas, reacciones, como es lógico, son contraproducentes, pues exaltan la fuerza de las llamas. "• OLos factores principales en la extinción, son: disminución de la 'temperatura, eliminación del oxígeno atmosférico y dilución de los gases en, ignición'con vapores del cuerpo extintor.. , , , . V | •.j El autor califica de: químicos a 'los extintores, coustituídos por materias .preparadas artificialmente, aunque su acción-entre en el orden, físico, conio, lo-s meiicionados anteriormente. .^ , Los extintores a base dé sales suelen llevar soluciones de cloruros,, carbonatos yCi sulfates alcalinos o alcalino-térreos, alumbre, .icpntenidos, en, recipientes ,de . v i drio. Tienen la ventaja sobre el agua que después de la evaporación de ésta queda una capa salina que impide la inflamación, . . Actualmente, 'las soluciones salinas no son los verdaderos extintores sino, que sirven para producir reacciones químicas que originan gases a ..suficiente pr;1d ó n para actuar sobre el incendio^ ,ii ) ., .t Todos estos aparatos están constituidos por u n . recipiente metálico que lleva ,un orificio de entrada que queda cerrado, un.tubo de desprendimiento y el cierre de proyección; se llena el recipiente con una solución de bicarbonato de sosa, y en otro dispositivo se coloca el ácido sulfúrico. Guando el vaso de sulfúrico es abierto!, basta inclinar el aparato para producir la reacción, aunque el método más corriente es colocar el ácido.en un recipiente de vidrio iherméticamente cerrado, que se rompe en el, momento de usarlo. Algunos modelos poco corrientes llevan un pequeño (•¡¡indro de anbidrido carbónico1 líquido* que se rompe al usarlo. Hay ciertos incendios en que el agua no tiene eficacia ninguna, como ocurre con el liquito en polvo que se encuentra en las fábricas de briquetas. Diciho polvo, según su pulverización y humedad, se inflama -de 140° a 200°, propagándose pOr toda la masa. Si a ésta se añade agua, el gas de combustión desprendido y el vapor de agua hacen proyectar surtidores de polvo que, infl'amado, se quema. en el aire, produciendo grandes llamaradas, y en lugares cerrados, mezclándose con el aire, pueden producir violentas explosiones. Hace poco, la I . Gt. Parbenindustrie ha presentado en el mercado un. producto que, en solución acuosa al i2-!2,5 por :100, humedece instantáneamente el polvo de liquito y permite apagar los incendiO'S con el agua. Este produlcjto, cuyo nombre es Eskalen, es u n polvo blanco amarilliento soluble en el agua y de reacción ligeramente ácida. Hay también otra clase de incendios, como los de aceites minerales, en que el empleo del agua está contraindicados y en los que hastai hace poco no' podía seguirse otro sistema que circunscribir la zona incendiada. Para estos casos, ideó A. Laurent el empleo de soluciones de carbonatos alcalinos y ácidos orgánicos, a los que se añade extracto de regaliz; estas soluciones se conservan en recipientes separados, como es lógico, y al mezclarlas se produce una espuma fina y con-

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-sistente. A l dirigir esta espuma sobre el aceite inflamado^ se observa que se va apagando por toda la superficie. Este fenómeno sé ha explicado por diversas teorías, entre ellas la de que el agua contenida en la espuma produce el enfriamiento del aceite y por la actividad^ del anlhidrido carbónico interpuesto en 'las burbujas. Sin embargo', no es probable que sea así, ya que el agua contenida en la espuma no e^ede de 12 a l© por 100 y, por otra parte, la espuma no¡ se destruye, sino que se extiende sobre la superficie inflamada, lo que inclina a creer que •el efecto extintor de la espuma se debe a la separación del aire y la esencia i n flamada. ^l»»» A OBn 1913 se construyó en Viena el extintor Stanko, cargado con bicarbonato sódico, ácido oxálico y saponina extraída de la corteza de quilaya, que producía 800 litrcs de espuma. Este método es de excelentes resultados cuando se trata de hidrocarburos l i geros, mientras que en el incendio de: aceites pesados está iníluenciiadO' desfavorablemente por las altas temperaturas de 'las materias inflamables. Tampoco es •eficaz en los incendios de alcohol y acetona, que no pueden extinguirse más que por una dilución considerable del líquido inflamado. Hace dos años se ha lanzado al mercadoi un nuevo aparato para la extinción en aceites pesados y grasas, que consiste en una solución acuosa saturada de carbonato alcalino y un pequeño recipiente cargado de anhídrido c,arbónico. E] -efecto extintor se debe a la emulsión superficial del aceite. La emulsión se destruye inmediatamente y la gran cantidad de vapor de agua desprendido apaga las llamas por choiques repetidos. El empleo de gases incombustibles no tiene objeto m á s que en recintos cerrados en que el gas extintor rebaja los límites de inflamabilidad de la mezcla •de gas inflamable y aire en una proporción suficiente para apagar las llamas. Entre los líquidos volátiles ininflamables se emplean en la práctica los derivados halogenados del metano, principalmente el tetracloruro de carbono. E l empleo de éste proporciona resultados en el caso de una capa de líquido inflamado, pero cuando éste tiene un espesor de más de 10 mm. y cuando las paredes del :recipiente están recalentadas, no tiene la eficacia esperada. Además, el tetracloruro de carbono, como derivado del metano', tiene acción narcótica y su dosis narcótica no está alejada de la dosis letal, lo que en cierto punto tiene importancia, desde el punto de vista higiénico. Mucho más peligrosa es la descomposición pirogenada del tetracloruro de carbono que, a temperaturas elevadas, posee una actividad química considerable y produce, en parte por oxidación y en parte por hidrólisis, en presencia de vapor de agua, gas clorhídrico, cloro', fosgeno y anhídrido carbónico' al lado' de pequeñas cantidades de hexacloretano y otros compuestos halogenados, lo que complica la extinción por las reacciones entre los vapores de tetracloruro y los del líquido en ignición. Sobre todo el fosgeno es un gas peligroso^, usado en la guerra, y ique puede clasiñcarse entre los gases más tóxicos. Además, la absorción de 3 a 5 mgr. de oxicloruro de carbono puede producir la muerte, teniendo en cuenta que es un gas que no va acompañado de ninguna irritación y cuyos fenómenos se presentan horas después de la ingestión. • El que en la práctica no se presenten casos de intoxicación por el empleo del •tetracloruro está explicado por el hecho de que casi siempre son usados al aire libre en las extinciones de incendios en autos. También se emplean materias sólidas como agentes de extinción; la más corriente es el bicarbonato de sosa, al que se añaden diferentes sustancias que i m piden su aglomeración; este polvo se proyecta por presión de anhídrido carbónico y rinden servicios en la extinción de incendios en instalaiciones eléctricas de •alta tensión. Existen los aparatos basados en el empleo de la nieve carbónica. El anhídrido

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carbónico líquido- contenido en un recipiente pasa por un tubo que termina e a un embudo. Bl carbónico se evapora y el resto que queda se convierte en nieve pulverulenta que cae sobre el incendio. Este método se presta, sobre todo. para, e! caso de pequeños incendios.

Extractos de publicaciones españolas y extranjeras FISIOLOGÍA Síntesis de ciertos ácidos octodecanoi eos y homólogos y su acción frente al bacilo de la lepra.—STANLEY —Tesis Universidad Illinois, 1929 y Jaurn. P h a r m . et Chem,, n ú m . 1, 1931. CQios ácidO'S chaulmógricos, hidrocárpicO'S, etc., tienen un núcleo carbonado y una larga cadena abierta. Puede admitirse que su acción sobre la lepra depende del núcleo, y sería interesante ver c ó m o variaba la acción bactericida según las modiñeaciones de dicho n ú cleo. También rebe fijarse el papel de la longitud y naturaleza de la cadena laterul. Apoyándose ien estas consideracionos, el autor ha preparado ácidos de núcleo cíclico con cadenas carbonadas largas {n amil a n duodeil) y ácidos O'Ctodecanóicos isómeros con cadenas de 17 átomos de carbono y con el carboxilo situado en diferentes posiciones de la cadena. Se ha utilizado, sobre todo, la síntesis malónica. Los ensayos fisiológicos han demostrado que se puede reemplazar el n ú cleo ciclopentono, que es el de los ácidos chaulmogóicos e hidrocérpicos por los núcleos oiclopropil, ciclopentil, c i clohexil, etc. El núcleo fenil disminuye considerablemente la acción anestésica. Los ácidos más activos contienen cadenas de 16 a 18 átomos de carbono. No es necesario que haya un núcleo cíclico. El carboxilo no debe estar al fin de la cadena, sino más bien en el centro, sobre todo en los ácidos que no contengan núcleo cíclico. Las aminas terciarias correspondien-

tes a los ácidos, tienen una acción m u cho, más débil. El mejor de los ácidos sintéticos esr. por lo menos, dos veces más activo que el mejor de los ácidos naturales. Carotina y vitamina. - A . L . K . WOLFF,, J. O V E K H O F F Y M . V«N E c K E L E N . — Z > . -

med. Wschr, 193Q, n ú m . 34 y Journ. P h a r m . Belg., n ú m . 1, 1931. La carotina y la vitamina A no son idénticas, pero tienen muy análogas relaciones. Se puede demostrar la diferencia que existe entre ellas por el examen espect roscó pico y mediante diferentes disolventes. Sin embargo, la carotina tiene una acción semejante a la de la v i t a m i na A. Se admite que, en el organismo animal la carotina produce vitamina A^ que no existe, o solamente en pequeñas cantidades, en las plantas, mientras que en los animales pueden encontrarse a m bas conjuntamente. El hígado y el aceite de hígado no contienen más que vitamina A y nada de carotina; la yema de huevo y la manteca contienen las dos.,.

ANÁLISIS Determinación del ácido pícrico en soluciones.—M. FRAN^OIS y MLLE. SEGMm—Ann. des fals. et frauds., n ú meros 261 262. E l empleo del ácido pícrico en la elaboración de insecticidas hace interesante su caracterización y valoración. 'Se funda dicha valoración en el hecho de que las soluciones acuosas de ácido pícrico dan con una solución dfe

LA FARMACIA sulfato de cobre amoniacal un precipitado' de picrato de cobre amoniacal. Este picrato es un precipitado cristalino amarillo^ por transparencia, de cristales en agujas finas. Su composición es la siguiente: [G6 B., (N02) 30H]2 GuO 2N.H8 cuyo peso molecular es $05$. Es prácticamente insoluble si se hace la precipitación en pequeñas cantidades de solución y empleando poco1 líquido para lavar. Se puede dosificar el ácido pícrico por pesada obteniéndose resultados exactos si se opera con soluciones de título conocido'. Además, el picrato cúprico presenta otra ventaja, y es; que el ácidos pícrico que contiene, como no está aiterado-, se puede regenerar fácilmente, bien por una segunda pesada o por sus reacciones cualitativas. Descomponiendo el picrato por agua caliente queda óxido de cobre negro, insoluble, y picrato amónico soluble, que filtrando se separa y evapora al baño maría sobre una cápsula tarada. Los cloruros, sulfates y nitratos alcalinos no-ejercen acción en este m é todo, no así los fenoles, principalmente el fenol ordinario, que produce, con el sulfato de cobre amoniacal, un precipitado viscoso que se diferencia bien del producido por el picrato. Puede eliminarse el fenol con el elorof#rmo o disminuyendo el tiempo de precipitación del picrato de cobre amoniacal. Determinaciones de alcohol. — R . E. SCHWETZOW. —yowm. Amer. P h a r m . Ass., n ú m . 10, año 1930. El alcohol, fácil de determinar en preparaciones simples, presenta d i f i cultades cuando se trata de aislarle de ciertos preparados. Unas veces, por la fliincihazón, otras, por la espuma y otras, por la dificultad de separar las sustancias volátiles, resulta difícil llevar a cabo su separación. Ea Farmacopea aconseja diluir con cierta cantidad de agua, pero en casos coorm la tintura de benjuí compuesta, se produce tal h i n chazón del líquido que pasa al refrigerante, y no sirve semejante procedi-

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miento ni los corrientes de añadir pedazos de porcelana o piedra pómez. El autor emplea en este caso una pequeña cantidad de álcali, el suficiente para combinarse con las resinas, siendo conveniente dejarlo en contacto con la mezcla durante algún tiempo, Gomo álcali es conveniente emplear la lechada de magnesia. Hay otros preparados, como linimentos y extractos fluidos de zarzaparrilla,, que producen tal cantidad de espumar que hace imposible la destilación. La adición de alcohol capsíiico no es suficiente para evitar su producción y, según los estudios del autor,-W inejor añadir el cloruro •cálcico en'•ligero ex•cesoi. : • / • •: Otras preparaciones que llevan p r i n cipios volátiles no dan líquidos de destilación lo suficientemente claros, y aun después de la reparación con bencina de petróleo se obtienen líquidos opalescentes, siendo conveniente añadir carbonato magnésico antes de la extracción con bencina de petróleo-, filtrar y redestilar.

TOXIGOLOGÍA Acción de algunos hidratos de carbono sobre la toxicidad del cianuro de potas i o . - R . MOKETTI Y G.

MüSCOLliXO.

Arch. F a r m . Sperim Scicnse affmi, vol. L I . Fase, V I . A ñ o X X I X . Tiene este trabajo su fundamento en la observación del fenómeno ocurrido en el envenenamiento de Rasputin en que el azúcar existente en el vino actuó sobre el cianuro potásico transformándole en compuesto inactivo. Si bien en diferentes investigaciones se 'ha demostrado que la neutralización in vivo sería muy lenta para utilizarlo, •contra el envenenamiento del GNH y cianuros, el autor demuestra que la glur cosa neutraliza dn vitro la acción tóxica y antifermentativa del GNH empleando para ello pichones a los que administrándole diferentes cantidades de una mezcla de glucosa y cianuro potásico que se ha dejado en contacto durante veinticuatro horas, comprobando que todos los animales viven.

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'Comprueba asimismo que el ácido •cianhídrico sigue dando sus reacciones •características, lo que demuestra que el •hidrato de carbono lo ha fijado, pero no destruido. Repite las mismas experiencias con galactosa, levulosa que se comportan de análoga manera que la glucosa, así como la lactosa y maltosa, mientras que la sacarosa, la goma arábiga, almidón y dextrina no inhiben la acción tóxica.

ANALISIS CLÍNICOS Comparación de ia cantidad de urea contenida en la sangre y saliva. —A. BERGMAN y J. BARG.—iítey. Soc. Med. Interna, 1927, 3, 605 y Journ. P h a r m . Chem., n ú m . 9, 1930. - La valoración de la urea en la sangre y en la saliva, tanto en individuos sanos como enfiermos, muestra un estreeho paralelismo en ambos •porcentajes, ¡asimismo, la administración "per os", produce un aumento semejante en cada •caso, si la cantidad contenida -en la sangre es de 20^ ¥ 40 mgrs. por 100 en la saliva llega de 30 a 50 mgrs. por 100,

ANÁLISIS FARMACOLÓGICO Investigación del agua en la tintura de digital.-J. HAUGG.-^/)OSÍ. L t . , 1930, n ú m . 71, p á g . 1099 y Journ. P h a r m . ^ / g - , núm. 45, 1930. iSegún la Farmacopea germánico V I , -debe prepararse la tintura de digital •con las hojas de la planta que contengan, como máximum, un 3 por 100 de lmmed:ad y alcohol absoluto. Para investigar el agua, emplea el autor el' iodoplumbato po'tásico correspondiente a la siguiente 'fórmula : P1)I:1K + 2H, O «que se prepara de la siguiente manera: En-una solución de 15 grs. de ioduro potásico en t é c. c. de agua se vierte una solución de 4 grs. de nitrato plúmIdco.

BROMATOLOGÍA El aroma de la manteca.—C. B.VANNIEL, A . J. KLUYER y A , G. DERX.—Bt'och. Ztchs., 1929 y Journ. P h a r m . Belg.y núm. 1, 1931. Hasta hace muy poco1 no se conocía la naturaleza química de la sustancia que produce el aroma peculiar de la manteca. Solamente se sabía que debía ser un producto del metabolismo' de determinadas bacterias, de las que se describieron diferentes especies pertenecientes al grupo de las láctilcas. Van Niell observó que un cultivo puro de 'una especie determinada de bacterias propiónicas en un medio de agar-cretadextrosa y cocimiento de ilevadura, desprende un olor que semeja mucho al de la manteca. Parece ser que esta especie tiene! la propiedad de producir acetilmetilcarbinol (GH3 € 0 OHOH ms) a expensas de la, dextro'sa, lo que tiene m u dha relación ooni el aroma típico de la manteca. (Lots autores han investigado' esta sustancia en varias muestras de mantequilla. iSe puede hacer, según Liemolne-Van Niel, destilando' lientamente la muestra 'con agua y cloruro férrico, lo que transforma por oxidación el carbinol en diaoetil (CHj CO OO CN3). Se recoge el destilado- en una solución de acetato' de h i droxilamina, que se transíiorma en diacetilglioxima, que puede caracterizarse por una sal de nikel. Puede separarse, también, bajo la forma de pequeñas agujas cristalinas rojas el diacetilo en pequeña cantidad. Esta investigación demuestra que - la reacción es positiva en todas las mantecas de buen aroma y en las que tienen un olor acentuado dan un rendimiento unas diez veces superior al de las otras. (Se prepara entonces el acetilmetilicarbinol por reducción del acetilo. En .solución acuosa diluida posee, en efecto, el olor de la manteca, pero al purificarle •convenientemente desaparece el aroma. Una investigación más profunda demuestra que éste debe ser atribuido a vestigios de diacetilo (sustancia que tiene olor picante cuando está concentrada) que había escapa do a la reduc-

LA FARMACIA ción o- que se lia fomiaidu por oxidación al aire del carbinol. En efecto, trabajando con cantidad suficiente de producto se puede -encontrar diacetilo y se ha comprobado que se encontraba en pequeñísima cantidad, de 2 a 4 gramos de diacetiio- en 100 kilogramo« de manteca de o'lor bien marcado o sea de 0,0002 a 0,0004 por 100. Añadiendo esta cantidad a una mantequilla que sea todo lo inodora posible, se le comunica un aroma perceptible. Los autores han comprobado que todas las bacterias aromáticas producen aicetilmetilcarbino'l. No se sabe aún si ©sto da lugar a la formación de diacetilo- por oxidación en el aire, por deshidrogenación o por' acción de las bacterias. Las bacterias lácticas pueden reducir el diacetilo de modo que un aroma presente en su origen en la manteca, desaparezca de nuevo; y se puedan encontrar mantequ ii 1 as r ic a s en acetilm etilcarbinoil desprovistas de olor. Las consecuencias prácticas de este trabajo', que seguramente será patenta-, do, tendrían efecto en la fabricación de manteca y margarina, que siempre se ha procurado' obtener de modo que se 'conserven bien y no hayan perdido el aroma. Como esto no se podía lograr, porque eran necesairios numerosos lavados para asegurar su conservación, podrá hacerse al presente mediante especies que producen una cantidad de carbinol que no desaparezca por el lavado, como el streptococus cremons,; o bien aromatizar la manteca inodora con diacetilo sintético.

MODERNA

PERFUMERIA

139

FORMULARIO

Reconoc mienfos de algunos subproductos de la industria de la naranja.—F. J. DE VILLIERS. —i^a^m, Afr., n ú m . 15, año 1930. Es un completo trabajo en el que son expuestas las características de varias muestras de esencia de naranja procedentes del Africa del Sud. La densidad varía de 0,,8465 a 0,8493 y el índice de refracción entre 1,427 y L47.32. f;fin. . ; .;, ,, •;;.,..(;• ¡i] " • : " Hace constar el autor que la esencia de naranja se modifica antes si los frutos no ban sido conservados en sitio fresco y a la, sombra o si se retrasó mucho la, obtención.. Agua de manzanilla para el pelo. Manzanilla, i 00 gramos. • Se pone en maceración durante ocho días con la mezcla de: Alcohol de 90" . Agua destilada

400 gramos. 600 »

¡Después se exprime, sé filtra y se añadeSÍL •

, • f rt* i - . / • • • , .

Glicerma Agua de colonia

,

50 gramos. 7.0 ».

A veces contiene ei agua manzaniili para el pelo 1 por 100 de esencia de manzanilla destilada, con aceite esencial de limón.

SECCION OFICIAL MIXÍSTKHIO D E TJA CTOBERNACTON

Deweto ' del 29 de Abril, modificando la cunstitu-ción del Cornejo : de Sanidad. (Gaceta del 2 de Mayo.) É l artículo 4.° de la Instrucción general de (Sanidad, reformado por los Reales decretos de l l de Mayo de 191$ y Ii2 de Abril de 1927, se entenderá redactado.en la forma que a continuación se expresa:

140

L A FARMACIA MODERNA

Articulo 4." ¡Sub.si.slü'á el Conseja de Sanidad, con residencia en Madrid, constituido del modo siguiente: a) GonsejérO'S natos por razón del cargo que desempeñan: 1.° Ministro de la Gobernación, Presidente. B.1* •Director géneralí de Sanidad, Vicepresidente. ' 3. ° 'Los Inspectores generales de Sanidad exterior y de 'Coinnnicaciones y Transportes, Sanidad interior,. Instituciones sanitarias y Sanidad Veterinaria y personas que desempeñen la Jefatura lécnica sanitaria de las diversas Secciones de la Dirección general de Sanidad. 4. ° Un Jefe médico1 de Sanidad militar. 5. " Un Jefe farmacéutico militar. Estos dos Mtimos, a propuesta del Ministro de la Guerra. 6. a ITn Jefe médico de Sanidad de la Armada, a propuesta del Ministro) de 'Marink. 1, ^ • ^ . 7.11 El Decano de la Facultad de Medicina de Madrid. 8.^ E l Catedrático de Análisis químico de la Facultad de Farmacia de Madrid. 9. ° Un Catedrático de la Escuela de Veterinaria de Madrid. 10. Un Catedrático de la Escuela de Odontología de Madrid. Designados estos últimos por los Claustros respectivos-. l ' l . E l Inspector general de Higiene pecuaria. 12. E l Director del Instituto Nacional de Higiene. 13. E l Director del Instituto técnico de Farmacobiología. '14. ÍB1 Director de la Escuela Nacional de Sanidad. 15. El Director del Hospital nacional de enfermedades infecciosas, lié. El Director de la Escuela Nacional de Puericultura. 17. E l Presidente del Consejo Superior de los Colegios Médicos. 18. El Presidente de la Asociación Nacional de Inspectores municipales de Sanidad. 19. E l Director del Laboratorio municipal de Madrid. 20. E l Jefe de los Servicios sanitarios de la Municipalidad de Barcelona. 21. El Profesor de Ingeniería sanitaria de la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. '22. E l Profesor de Laboreo de minas e Higiene industrial de la Escuela de Ingenieros de Minas. 23. El Profesor de Sanidad, Higiene y Psicotecnia de la Escuela de Ingenieros Industriales. i 24. El Profesor de Higiene rural y Saneamiento, de la Escuela de Ingenieros Agrónomos. 2,5. Uno de los Profesores de Metereología, Patología vegetal o Entomología de la. Escuela de Ingeniero'S de Montes, a propuesta de la misma. 26. E l Profesor de Salubridad e Higiene de los edificios de la Escuela de A r quitectura. 27. E l Presidente de la Sociedad Española de Higiene. 28. Un Abogado, perteneciente al Cuerpo de Oficiales letrados del Consejo deEstado, con la categoría de término y propuesto por la Comisión permanente de dicho Cuerpo consultivo. 129. El Presidente del Colegio oficial de Médicos de Madrid. 30.. El Presidente del Colegio oficial de Farmacéuticos de Sevilla. 31. E l Presidente perpetuo del Colegio oficial de Veterinarios de Toledo. 32. E l Director general del Instituto Geográfico, Catastral y Estadístico1. 33. El Decano de la Beneficencia general de Madrid. 34. E l Director del Instituto del Cáncer. 35. Un Académico de la de Medicina (iSección de tfi^iene, Epidemiología y Demografía).

L A FARMACIA MODERNA

141

b) Consejeros a título personal por sus especiales conocimienlovs científicos: 1. ° D. Luis Sayé, Director del Servicio de asistencia social de la tuberculosis de Barcelona. 2. ° iD. José Sánchez Covisa, Catedrático de Dermatología y Sifiliografía de la .Facultad de Medicina de Madrid. 3.° D. Gonzalo Rodríguez Lafora, Vicepresidente de la Liga de Higiene mental. 4. ° D. Paulino Suárez Suárez. Director Médico de la .Sociedad de Seguros "1.a Equitativa". (Fundación RosilloO 5. " D. Julio Ortega Pérez, Jefe del Negociado de Sanidad municipal del Ayuntamiento de Madrid, especializado' en higiene de la vivienda. 6. " D. Gregorio JMarañon y Posadillo, Tratadista sobre Endocrinología y Sexualidad. I * D. -Manuel Martín Salazar:, ex Director general de Sanidad, notable epideTH i ó l ogo . 8. q D. Hipólito Rodríguez Pinilla, Catedrático de Hidrología médica de la Facultad de Medicina de Madrid; y 9. ° D. Cesáreo Sanz Egaña, Director del Matadero de Madrid. ¡Serán miembros Consejeros, con carácter honorario, lodos los ex Directores generales de Sanidad. . A partir de la publicación del presente Decreto en la (1 aceta de Madrid, quedarán cesantes todos his actuales Consejeros.

MINISTERIO DE LA GOBERNACIÓN DIRECCION GENERAL

DE SANIDAD

Proyecto de clasificación de partidos farmacéuticos de la provincia de Albacete {Gaceta del 3 de Mayo.)

P A R T I D O S FARMACÉUTICOS

La Gineta Montalvos Barax La Herrera Balazote ... La Roda .'Madrigueras Motilleja Tarazoña de la Manoha Minaya Villarrobledo Muñera Villalgordo Júcar Fuensanta Casas Ibáñez Alborea

Habitantes Habitantes de total cada pueblo por partido

3.668 527 2.662 T69 1.922 9.234 4.C63 1.027 5.959 2.993 14.352 4.227 1.870 1.241 8.602 2.016

Categoría.

Número de Inspectores

4.185

2.a

1

5.353 9 234

1.a 1.a

1 2

5.090 5.959 2.993 14.352 4.227

1.a Ia 3.a 1.a 2.a

1 1 1 3 1

3.111

3a

1

5.618

1.a

1

LA FARMACIA

142

Habitantes Habitantes de total cada pueblo por partido

PARTIDOS FARMACÉUTICOS

Villamalcu Navas ée Jorquera

iGenizate

MahoTa Valdeganga Abengibre Recueja Fuentealbilla Jo-rquéra, Villavaliente €asas de Ves Villatoya ... Balsa de Ves Villa de B^es Alcaiá dei Júcar Garcelén Gasas de Juan Núñez

•••

.' ... y Godbsalvo

PozO'-fLorente

;.. ... ...

lAilatoz Gliincbilla • Peñas de San Pedro A'lcadozo • Pozo Hondo ' ... ... Liétor Ayna-Bogarra Ayna ... Bogarra '. •.. Paterna del Madera Pozuelo .... ii,X¡ ... 'San Pedro Gasas de Lázaro Hellín Tobarra Almansa ... Cándete Higueruela Hoya Gonzalo Pétrola ... .... Í... ...L..? . 4 t**ib'. Ontur .-.^PJl.U^pf^riP* .AOPÍinf.Q Aibatana ... ... Fuenteáiamo • Montealcgre Gorra'í-.Rubio Alpera ., Bonete ... Yeste ... • ISO'CO'VO'S

... ...

Ferez fLetur Nerpio ' |, lElcbe de, la Sierra iMo'lmicos Ríopar .. Bienservida ... ... : . Villavérde de Guadalimar Ootillas .. Villapalacios Salobre ... ... .. Víanos • .i ..: ALcaraz ?. Povedilla Peñascosa ... ... .. Robledo Masegoso •.. .. Bonillo

MODERNA

2.774 1.199 1 044 2 700 2.402 1.043 993 2.960 2 523 2.275 413 1.417 680 3.270 1.815 1.568 866 1.059 7.321 3.314 1.756 3.737 3.005 2.657 2.777 1.751 1.644 1.843 1.688 18.743 10.578 12.535 6.976 2.708 1.653 1.998 3.210 1.289 2.813 3.500 1.293 3.371 1.923 8.868 2.476 1.658 3.210 5.234 4.646 3.730 2.416 2.948 1.410 857 1.838 1.740 2.150 4.941 1.172 1.572 2.046 1.470 5.156

Categoría.

5.017

1.a

7.138

1.a

5.483

1. a

4.785

2. a

5.085

1.a

3.493 7.321

3a 1.a

5.070

1.a

6.742

1.a

7.185

1.a

5.175 18.743 10.578 12.535 6.976

1.a 1.a 1.a 1.a 1.a

6.359 7.312

1. a

4.788

2. a

5.294 8.868

Ia

7.344 5.234 4 646

1.a 1.a

6.146 5.215 5.728

11.201

1>

9a

Ia 1 a Ia

Númeio ele Inspectores

LA FARMACIA

Habitantes Habitantes de total cadapueblo por partido

P A R T I D O S FARMACÉUTICOS

Ballestero Viveros Ossa de Montiel

143

MODERNA

1.580 1.570 2.077

8.306 2.077

Categoría.

1

Número de Inspectores

a

A •

4.a

Proyecto de clasificación de partidos farmacéuticos de la provincia de Almería. Habitantes Habitantes de total cadapueblo por partido

P A R T I D O S FARMACÉUTICOS

Abla Abrucena iDoña María O caña Escullar Adra Albododuy Albánchez 'Gobdar iGhercos Lijar Albox

. ..

... ... ... ... .;. ...

. ... :

..

Taberno Alhabia ... Alsodux ISanta Cru ' Albania ¡Huécija Allcun Berja Barricar Beninar Canjáyar .. Almocitar Chañes Beires Padules >Gantoria Fines i Parta loa .. 'Carboneras Cluevas del Almanzora .. 'Ohirivel Dalias ... Félix ¡Enix ... Fiñana 'Gador ... .' Benaihudux ... Santa Fe-de 'Mondújar Garrucha Gérgal Castro Olulla de Castro Ins tinción Illar R.agO'1 fluércal-Ovora Eaujar

... ...

.; ... ...

2.7C4 1.854 1.992 1.057 10,213 1.930 2.953 1.157 980 1.121 11.135 2.C85 1.929 718 803 4.987 1.111 574 12.037 1.030 fiOB 3.536 634 715 2.362 981 5.024 1.258 1.070 4.988 26.548 3 231 10.881 2.517 1.876 4.451 3.213 1.448 1.263 4.923 6.406 527 853 1.684 1.153 1.576 17.246 3 228

7.607 10.213 1.930

Categoría.

1.a 1.a 4.a

6.211 13 220

!•*

3.4f0

3*

6.672

1.*

13.970

l.£

8.128 7.352 4.888 26.548 3.231 10.881

1. a 2. a i a 3. a 1. a

4.393 4.451

oa

5.921 4.923

2. a 1.a oa

7.786 4.413 17.246

9/

Número de Inspectores-

144

LA FARMACIA P A R T I D O S FARMACÉUTICOS

A'lcolea Bayarcal ... Fondón Paterna L,ubrin (Lucainena de las Torres Turjcií ía 38J03 i I fJ 9.0 K í i ... Macael (Larova ... Olula del Río María ..' Mojacar Nacimienlo ... 3ííjar ... Oria (Pechina •Rioj a Pulpi Furchena •¡Sierro ; Somonlin | Sufli Urraca! Roque!as del Mar "Vicar Berón ... ti Alcontar iSorbas i Tabernas Senes Velefique ... ... Terque Bentarique Tijola ... .... lArmuña Bacarés Bayarque i .. (Lucar Turre Bedar Los Gallardos ülerla del Campo ... :... Alcudia Benita£;ia Benizalón Tabal "Velez-Blanco Télez Rubio Tera; ... Antas ... ... Tiator Huérca'l de Almería ... . Eurgena 1 Arboleas

MODERNA

Habitanles Habitantes de total cadapueblo por partido

374 447 2. 849 1. 322 8 179 3 b52 1. C63 •¿ 076 9S3 1. 738 %. 55 i 5 740 2. 448 11. 350 6. 090 3. 482 1. 695 3. 689 3. lb8 1..271 1.,266 >59 983 .840 820 .264 .874 .081 .525 981 .257 516 980 .822 576 .871 818 .086 .002 .080 753 .207 < 65 492 .228 .163 .891 .664 .288 .438 .498 .626 1-7 .352

Categoría.

10.219 8.179

1.a 1. a

4.915

2. a

5.747 3.554 5.740 2,448 11.850 0.090

Número de Inspectores

Ia 9 a

i.H 4 a 1 a

5.177 8.fc89

7.5.7

1a

8.660

2.a

10.638 8.081

1.a 1.a

7.763

iíx

2.496

4.a

10.673 8,835

6.755

7 391 8 664 9,726 5.124 6.519

1.a 1a 1a

1a Ia 1a

Para señalar el número y la' categoría de los Inspectores Farmacéuticos m u nicipales a cada partido se atiende a lo dispuestoi por los artículos 30 al 33 del Real decreto de 46 de Agosto de 1930. Lo que se bace público para general conocimiento1, pudiendo, los que se consideren perjudicados con la clasificación propuesta, presentar sus reclamaciones ante esta Diredción general durante el plazo de tres meses, a partir de la inserción de este anuncio en la Gaceta de Madrid, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 31 del Real decreto antes citado y Real orden de 7 de Marzo de 1931. Madrid, 8 de Abril de 1931.—El Director general, Palanca.—({kwela 3 Mayo).

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