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Imagen y Comunicación Audiovisual
La Fotografía Digital ÍNDICE 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18.
LA CAPTURA DIGITAL LA RESOLUCIÓN FORMATOS DE ARCHIVO EL RUIDO EL ZOOM EL ENFOQUE EL BALANCE DE BLANCOS MEDIR LA LUZ: EL FOTÓMETRO EL HISTOGRAMA MODO AUTOMÁTICO Y MODOS DE ESCENA ENTENDER LA LUZ NATURAL LA LUZ FRONTAL: EL CONTRALUZ LUZ NATURAL MODIFICADA: LOS REFLECTORES LA LUZ ARTIFICIAL: EL FLASH RELACIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS DE LA IMAGEN CÓMO HACER UN RETRATO PASOS PARA HACER UNA FOTO ALGUNOS TÉRMINOS
1. LA CAPTURA DIGITAL
Cómo funcionan los sensores Independientemente del tipo de sensor que lleve nuestra cámara digital (sea CCD o CMOS), el funcionamiento básico de captura de una imagen es el mismo: En una cámara digital, la luz atraviesa el objetivo y continúa su trayectoria hasta llegar al sensor de imagen. Una serie de píxeles sensibles a la luz, que representan a cada uno de los píxeles de la imagen final, se expone al tomar la fotografía. Cuando la luz alcanza a cada uno de estos píxeles, se crea una carga eléctrica proporcional a la cantidad de luz recibida y a su intensidad. La intensidad de la carga eléctrica determina el nivel de brillo de cada píxel. Cuanta más luz llegue a cada píxel, más intensa será la señal y más brillo tendrá la imagen. Si llega poca luz al sensor, la imagen quedará oscura.
2. LA RESOLUCIÓN El término "resolución" describe tanto el recuento de píxeles como su densidad y, en muy diversas circunstancias, ambos conceptos se utilizan como sinónimos, lo que puede crear cierta confusión. La resolución de la cámara se mide en megapíxeles (es decir, millones de píxeles); tanto la resolución del archivo de imagen como la del monitor se miden en píxeles por pulgada (ppi en inglés; ppp en castellano) o dimensiones en píxeles (400x600 píxeles, por ejemplo); y la resolución de la impresora se mide en puntos por pulgada (dpi en inglés; y también ppp en castellano; la coincidencia de las siglas para nombrar el tamaño de un archivo y el tamaño de una impresión favorece la confusión) Lo importante es que resolución equivale a información. Cuanto mayor sea la resolución más información tendremos de la imagen. Si hablamos de resolución en términos de recuento total de píxeles (por ejemplo, el número de píxeles capturados por una cámara digital), nos referimos a la cantidad total de información. Si, por el contrario, hablamos de la densidad de los píxeles (por ejemplo, el número total de puntos por pulgada de una imagen
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impresa), hablamos del número de píxeles de un área determinada. Cuantos más píxeles tenga la imagen, mayor será el tamaño máximo de reproducción posible; cuanto mayor sea la densidad de los píxeles de la imagen, más detalle o calidad mostrará dicha imagen. Consejo: si no sabéis con seguridad para qué vais a utilizar las fotos, hacedlas a la máxima resolución de la cámara. Después siempre habrá tiempo de reducir su tamaño.
3. FORMATOS DE ARCHIVO Cuando la cámara escribe los datos de la imagen en la tarjeta de memoria, debe hacerlo en un formato de archivo que pueda leerse después. En las cámaras digitales, y dependiendo del tipo de cámara que tengamos (gama baja, media o gama alta) dispondremos de tres opciones de formato de archivo básicos. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y sus inconvenientes, que pueden repercutir en la calidad final de la imagen. Tenemos: JPEG – TIFF – RAW
JPEG El formato de archivo JPEG es la opción más popular, y es el tipo de archivos que generan la mayoría de cámaras compactas de uso común. Es un formato estándar, que puede abrirse prácticamente con cualquier software de visualización o edición de imágenes. Además, utiliza un sistema de compresión que reduce el tamaño del archivo. Aunque se trata de una compresión con pérdidas, es decir, que produce una pérdida de información y calidad en la imagen (durante el proceso de compresión, se genera un promedio de los valores de los píxeles que puede suponer una pérdida de detalle y color), los resultados son muy buenos para fotografías impresas que no precisan una interpolación considerable cuando se aplica una compresión mínima. La opción de utilizar una compresión mínima, que da como resultado la mejor calidad posible para una imagen JPEG, suele llamarse modo "Best" o "Fine" en el menú de la cámara. Si tienes previsto capturar en modo JPEG para minimizar el tamaño del archivo, procura utilizar el ajuste de máxima calidad. Seguirá aprovechando la compresión de JPEG para reducir considerablemente el tamaño del archivo.
TIFF La opción de capturar en formato TIFF nos ofrece un archivo de imagen estándar con el que no sacrificamos la calidad de la imagen por la compresión, si bien esto no es garantía de la mejor calidad de imagen posible (sólo lo es la captura RAW). Por desgracia, también significa que el archivo será muy grande, tardará más en escribirse y consumirá más espacio en la tarjeta. El formato de archivo TIFF es excelente para imprimir y almacenar imágenes, pero no es la solución ideal para registrar las imágenes que capturemos con la cámara.
RAW RAW no es en realidad un formato de archivo en el sentido tradicional del término. De hecho, RAW no es acrónimo de nada; se escribe así para seguir el mismo esquema de los otros tipos de archivo. Más que un formato de archivo, RAW es un término genérico que designa a los diversos formatos utilizados para almacenar los datos “brutos” capturados por el sensor de una cámara digital. Este archivo hay que transformarlo mediante programas especiales que lo terminan de convertir en una imagen. Las ventajas del formato RAW son la posibilidad de capturar datos de profundidad de color alta, la ausencia de procesado de la imagen en la cámara y las opciones de ajuste de la exposición, balance de blancos y otras configuraciones de gran flexibilidad durante el proceso de conversión. Los inconvenientes son el tamaño relativamente mayor de los archivos y la necesidad de convertir primero los archivos de captura para poder editarlos.
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4. EL RUIDO El ruido de las imágenes digitales suele compararse con el grano de la película en la fotografía tradicional. Los dos fenómenos son similares, si bien su manifestación externa y las causas que los originan son muy distintas. La película utiliza partículas de nitrato de plata sensibles a la luz que capturan la imagen y constituyen la estructura granulada de la película. Esta estructura determina la capacidad de la película de registrar una escena, pero además da a la imagen una textura visible que, en ocasiones, se considera poco agradable, pero también puede imprimir carácter a la imagen. El grano de la película es mayor en las películas con índices ISO más altos y es más visible cuando se amplía la imagen. En las cámaras digitales, el problema equivalente es el ruido, aunque éste no lo produce la estructura física del sensor de imagen sino errores electrónicos. La interferencia en la señal de otros componentes de la cámara puede confundir la información de voltajes registrada por cada píxel. La amplificación de la señal, como cuando se hacen fotografías con índices ISO más altos, también aumenta la probabilidad de ruido en la imagen final. A ojos de un fotógrafo, el ruido de las cámaras digitales es mucho menos agradable que el grano de una película y debería evitarse. Si podemos, deberíamos trabajar con el índice ISO más bajo posible que nuestra cámara nos permita, y resolveremos los problemas de luminosidad jugando con la exposición, la apertura del diafragma o con la velocidad de obturación.
5. EL ZOOM El zoom de ampliación o reducción nos permite variar la composición de la fotografía e influir en la relación espacial existente entre los sujetos que la componen sin cambiar de posición física. Todas las cámaras digitales cuentan con un zoom óptico o un zoom digital, normalmente ambos.
El Zoom óptico Los objetivos con zoom óptico disponen de una serie de elementos que se mueven dentro del propio objetivo y modifican, de esta forma, la distancia focal cambiando su posición relativa. El fotógrafo puede elegir la distancia focal entre un rango de distancias preestablecidas, lo que le permite recortar la escena de muy distintas formas. Suele designarse el rango de zoom de una cámara digital como rango de distancias focales equivalentes a las de una cámara analógica de 35 mm. Otra forma habitual de expresar el zoom es mediante el uso de un factor X. Este factor define la capacidad del objetivo para aumentar el tamaño de un sujeto entre las distancias focales mínima y máxima. Por ejemplo, si utilizamos una cámara con un zoom 3X, el sujeto de la foto será tres veces mayor.
Zoom digital Muchas cámaras digitales ofrecen un zoom digital como complemento del zoom óptico. Se trata únicamente de un gancho comercial y la imagen resultante equivale a un recorte a posteriori en el ordenador. A la hora de la verdad, el zoom digital no hace otra cosa que eliminar la información de los bordes de la imagen. Su funcionamiento consiste en recortar la imagen capturada con el zoom óptico máximo; después, aumenta el tamaño de la imagen por interpolación. Lamentablemente, esta interpolación produce imágenes poco definidas que carecen de detalle. Se aconseja ignorar en lo posible el zoom digital. Si el zoom óptico de la cámara no es suficiente para lograr la imagen que buscamos, prueba a acercarte al sujeto de tu foto.
6. EL ENFOQUE Recordemos que enfocar era lograr que el objeto de la escena sobre el que pretendemos llamar la atención saliera completamente nítido en la fotografía. Aunque enfoques a un determinado objeto, no sale nítido éste exclusivamente, sino que además de él hay otros objetos situados por delante y por detrás que también saldrán nítidos (es la profundidad de campo). En realidad, al enfocar, no enfocas un objeto, sino que lo que enfocas es una distancia, es decir, cualquier objeto situado a esa distancia, o dentro de la profundidad de campo de esa toma, aparecerá nítido.
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Otro concepto relacionado con la profundidad de campo y, a su vez, con el enfoque es la denominada distancia hiperfocal La distancia hiperfocal es la mínima distancia a la que hay que enfocar, para lograr extender la profundidad de campo hasta el infinito. Veamos a continuación cuáles son las posibilidades de enfoque que nos permite hacer nuestra cámara fotográfica.
El modo de Enfoque Estándar o automático
Se utiliza este modo cuando el tema está a una distancia de 40cm como mínimo. Cuando se pulsa el disparador a medio recorrido, se enfocará el tema del área de enfoque automático.
Macro
Este modo se utiliza cuando la distancia al tema es de aprox. 10cm a 50cm. Cuando se pulsa el disparador a medio recorrido, se enfocará el tema del área de enfoque automático.
Hiperfocal
Este modo se utiliza cuando se pide a alguien que nos haga una foto con un paisaje o un monumento de fondo, ya que se enfoca con gran nitidez toda la foto, desde el frente (nosotros) hasta el fondo.
Infinito
Este modo se utiliza para fotografiar objetos distantes, como paisajes desde un mirador. El flash se fija en desactivado.
MF
Este modo nos permite ajustar manualmente el enfoque, desde la distancia mínima de enfoque hasta el infinito. Se usa para fotografiar bichos, hacer retratos, cuando hay poca luz y para fotografiar detalles a través de rejas o cristales.
7. EL BALANCE DE BLANCOS La luz que entra por el diafragma y excita el sensor CCD o la película, no es siempre la misma: puede ser natural o artificial, y dentro de éstas, las hay de muy distintos tipos atendiendo a una serie de características diferenciadoras. Una de ellas es precisamente la temperatura del color, que expresa la dominante de color de una fuente de luz determinada, que varía según la distribución espectral de la energía. Una cámara no tiene la posibilidad de procesar la luz como lo hace el cerebro humano, ya que esta calibrada de forma que el CCD “identifique” como luz blanca, una luz con una determinada temperatura de color: la luz del sol. Por tanto, la cámara solo es capaz de distinguir este color, y el resto los genera a partir de este. Si disparamos en una habitación iluminada por una bombilla o fluorescente, la luz no se identificará como blanca, debido a la variación existente en la temperatura de color entre esta y la luz solar: Se reproducirá en el CCD con la dominante de color propia de la fuente debido a una desviación en la citada temperatura. Para corregir este problema, las cámaras digitales disponen del control de balance de blancos, que te permiten ajustar éste al tipo de luz que exista en la escena en el momento de realizar la fotografía. Auto La cámara ajusta automáticamente el balance de blancos. Luz día Este modo se utiliza cuando fotografiamos en el exterior, a la luz del sol. Sombra Utilizamos este modo para fotos en exterior, en la sombra. Luz de Este modo sirve para temas iluminados por lámparas tungsteno eléctricas o de tungsteno. Luz Se usa cuando fotografiamos bajo una luz fluorescente. fluorescente Manual Cuando ajustamos manualmente el balance de blancos, debemos elegir este modo.
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Balance de blancos automático Todas las cámaras digitales ofrecen una opción de balance de blancos automático (AWB). Con esta función, la cámara evalúa la escena e intenta encontrar el punto más luminoso, que supone que es el blanco. El balance de blancos automático funciona muy bien en la mayoría de las situaciones, aunque esto puede variar dependiendo de la calidad de la cámara y del tipo de iluminación. La principal ventaja del uso del AWB es la comodidad de no tener que recordar cambiar el ajuste cuando cambie la iluminación. Sin embargo, como sucede con cualquier opción automática, en ocasiones, puede errar, sobre todo si la imagen está dominada por un color concreto o cuando se hacen fotografías con una iluminación de lámparas de tungsteno. Los cambios de color sutiles del balance de blancos pueden resultar difíciles de apreciar y evaluar en el pequeño monitor LCD de la parte posterior de la cámara, especialmente bajo la luz intensa del sol.
Ajustes preestablecidos de balance de blancos Muchas cámaras disponen de ajustes ya preestablecidos de balance de blancos diseñados para condiciones de iluminación específicas. Los más corrientes son: Luz diurna, Sombra y Nublado, Tungsteno (también llamado Interiores o Incandescente) y Fluorescente. Aunque estos ajustes resultan muy útiles cuando coinciden con las condiciones de iluminación en que se encuentre el fotógrafo, la opción automática de balance de blancos de la mayoría de las cámaras realiza un cálculo excelente de la temperatura aproximada del color de la luz ambiental y ajusta la cámara en consecuencia. La única excepción es la iluminación por lámparas de tungsteno. Aún utilizando el AWB, es muy probable que el disparo resulte demasiado amarillo para el gusto de la mayoría. En este caso, seleccionar el ajuste preestablecido para este tipo de iluminación nos proporcionará un disparo más equilibrado. Las luces fluorescentes son las que más probablemente variarán con respecto al ajuste de la cámara, por la sencilla razón de que esta categoría general comprende luces de muy distintas intensidades.
Balance manual Algunas cámaras compactas y casi todas las profesionales ofrecen la posibilidad de personalizar el balance de blancos de acuerdo con la iluminación de una ubicación concreta. Normalmente esto se hace fotografiando un objeto blanco (por ejemplo, un folio) en las condiciones de iluminación específicas para las que queramos ajustar el balance. El objetivo es realizar una exposición real, ya que un disparo sobreexpuesto o subexpuesto puede producir un balance de blancos incorrecto. Si no tenemos a mano un folio blanco o una tarjeta gris, puede utilizarse cualquier cosa que tenga un tono neutro, como una acera gris. El balance de blancos personalizado nos resultará muy útil cuando nos encontremos en una situación en que la escena esté iluminada por distintas fuentes de luz, como la luz diurna que entra por la ventana mezclada con lámparas de tungsteno y fluorescentes en el interior.
8. MEDIR LA LUZ: EL FOTÓMETRO Con la excepción de los modelos compactos de principiante, la mayoría de las cámaras digitales ofrece una selección de modos de medición, que permiten al fotómetro analizar la cantidad de luz que llega al sensor de la máquina, y por lo tanto tienen una importante función de cara al resultado final de la imagen. Los tres modos más corrientes son la medición matricial, la medición centrada y la medición puntual. La selección del modo de medición adecuado nos permitirá lograr la mejor exposición en muy diversas situaciones. El modo matricial, que suele ser el marcado por defecto en nuestras cámaras, es el que en un 90% de las veces resulta ser el idóneo. Capta y mide la luz que incide en varios puntos dispuestos por
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todo el sensor, a modo de matriz compleja, y a los cuales les da valores y pesos diferentes, llegando de este modo a un resultado final (divide la escena entre unas 30 y 200 zonas de referencia) La medición centrada realiza la medición de la luz en todo el encuadre, pero haciendo más hincapié en la zona centro del mismo. Este modo medirá la cantidad de luz en el punto central del encuadre dándole mayor importancia que a los datos captados en el resto de la escena (en una relación del 60-70% al centro y el porcentaje restante al resto del encuadre) El modo puntual mide una región muy pequeña de luz, la cual incide en una zona que suele coincidir con el enfoque dado en el sensor, aproximadamente. Es un modo que omitirá el baremo de incidencia de luz en todo el sensor, excepto en esta región pequeña de la que hablamos. Se trata de un modo bastante preciso y adecuado sobre todo al fotógrafo profesional, cargado de tiempo disponible y conocimiento necesario. Una situación clásica en la que podría utilizar una medición puntual sería la de una escena en la que un sujeto de primer plano relativamente pequeño se yuxtaponga a un fondo muy oscuro o muy luminoso. La medición matricial o centrada, en este caso, tendría en cuenta el fondo para sus cálculos, con lo que el sujeto de primer plano quedaría sobreexpuesto. Al encuadrar la imagen de forma que la zona de medición se sitúe sobre el sujeto, podrá obtenerse una lectura correcta de la luz de esa zona de la imagen.
Cuándo utilizar los distintos modos de medición
Modo
Cuándo utilizarlo Matricial
Escenas normales en las que todas las zonas de la imagen se deban tener en cuenta en la exposición.
Centrada
Retratos, escenas a contraluz, sujeto principal descentrado (usado con bloqueo de exposición).
Puntual
Siempre que la luz pueda engañar al fotómetro: contraluz, sujeto principal descentrado (usado con bloqueo de exposición), sujetos oscuros delante de fondos claros, sujetos claros delante de unos fondos oscuros o composiciones de claro sobre claro y oscuro sobre oscuro.
9. EL HISTOGRAMA El histograma es la principal herramienta de evaluación de la exposición, que nos permite comprobar la exposición antes o después de tomar la fotografía (dependiendo de las opciones de la cámara). Esta herramienta es increíblemente útil a la hora de decidir si se debe o no repetir el disparo con los ajustes de exposición corregidos, sobre todo si tenemos en cuenta que el tamaño y el ajuste de nuestra pantalla LCD puede llevarnos a ver una imagen distorsionada, que cuando la visualicemos en un monitor será diferente. El histograma nos muestra cómo se distribuyen los valores tonales de la imagen a lo largo del rango tonal de escala de grises de la cámara. Básicamente, es un gráfico de barras cuyo eje horizontal representa los tonos del negro puro a la izquierda (nivel 0) al blanco puro en la derecha (nivel 255). El eje vertical indica el número de píxeles en un punto determinado de la escala tonal. En las imágenes oscuras o subexpuestas, las barras verticales suelen ser más abundantes y altas en el lado izquierdo del gráfico, mientras que, con fotos que sufren una sobreexposición, las barras verticales se congregan en el lado derecho del gráfico (en los blancos). Una
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exposición que exhiba un buen rango tonal sin subexposición ni sobreexposición contará con datos que cubran el rango completo del histograma. Todas las fotos tienen un histograma adecuado dependiendo de los valores tonales presentes en la escena. En las imágenes más oscuras, por ejemplo, es natural que los valores se agrupen en el lado izquierdo, mientras que, en las luminosas, se agruparán en el lado derecho del histograma.
10. MODO AUTOMÁTICO Y MODOS DE ESCENA El modo automático es el modo que solemos llevar seleccionado de manera habitual. La cámara debe "arreglárselas" para lograr que la foto salga bien, sea cual sea el tipo de toma. Este modo para situaciones normales es apropiado, pero imagina que se trata de una escena con mucho movimiento, o con escasa iluminación, o en la que te gustaría que la profundidad de campo fuese muy amplia, o... En ese tipo de casos hay otros modos automáticos más apropiados, para que la cámara conozca, de antemano, ante qué situación se encuentra y el acabado que esperas en tu foto y, de ese modo, te permita contar con la configuración más apropiada. Los modos de escena son configuraciones preestablecidas diseñadas para su uso en condiciones fotográficas específicas con el fin de lograr resultados de buenos a excelentes sin tener que pensar en los ajustes óptimos de la cámara. No son modos de exposición que se utilicen constantemente. Los nombres reales y la selección de modos varían de una cámara a otra, además, dependiendo de sus funciones, algunas cámaras pueden ofrecer interpretaciones más complejas. No obstante, a continuación, se presentan un resumen de los más corrientes.
Retrato La característica principal de este modo es que intenta suavizar el enfoque del fondo mientras mantiene la nitidez del sujeto principal. El grado en que se desenfoca el fondo depende de varios factores, como la cantidad de luz disponible, la distancia entre el sujeto y el fondo, y la apertura y distancia focal máximas del objetivo. Algunas cámaras pueden usar también la llamada medición centrada para dar énfasis a la porción central del encuadre. La medición centrada es habitual en los retratos.
Retrato nocturno Este modo se emplea para realizar fotos de personas (u objetos) relativamente cerca de la cámara al anochecer o de noche. Si se fotografía una escena así normalmente, se disparará el flash y la cámara expondrá al sujeto del primer plano inmediato, dejando el fondo muy oscuro y subexpuesto. Con el modo de retrato nocturno activado, la cámara utilizará el flash pero también seleccionará una velocidad de obturación menor, lo que dará como resultado una exposición equilibrada entre el sujeto principal y el fondo más oscuro. La exposición será correcta, tanto para el sujeto principal como para el fondo.
Paisaje Mientras el modo Retrato selecciona la máxima apertura posible para obtener una profundidad de campo menor, el modo Paisaje usa una apertura pequeña para conseguir la gran profundidad de campo normalmente asociada a las imágenes paisajísticas.
Paisaje nocturno Resulta útil para fotografiar paisajes urbanos de noche o anocheceres en grandes espacios abiertos. Anula el flash por completo, ajusta la distancia de enfoque al infinito y utiliza velocidades de obturación bajas para crear gradualmente una exposición de una escena nocturna. Debido al uso de una obturación lenta, es imperativo el empleo de un trípode u otra superficie estabilizadora.
Primer Plano/ Macro 7
Dependiendo de la cámara, este modo seleccionará un rango de ajustes destinado a producir un primer plano mejor. En las cámaras compactas, esto puede significar únicamente el aumento del objetivo zoom al máximo y el ajuste del sensor a autofocus (AF) para realizar un enfoque cercano. En algunas cámaras, se disparará el flash; en otras no lo hará. Otras cámaras utilizarán algún tipo de reducción de la vibración del dispositivo para mejorar los disparos a pulso. Aparte de garantizar una velocidad de obturación suficientemente alta para compensar la posible vibración de la cámara (se aconseja el uso de un trípode para la fotografía macro), como buena parte de la fotografía de primeros planos depende del objetivo.
Playa/ Nieve Este modo está diseñado para compensar las fotografías de objetos muy luminosos. Cuando el fotómetro de una cámara intenta evaluar una escena como una playa o un campo nevado en un día soleado, el brillo reflejado por la arena o la nieve puede confundir al fotómetro y producir una imagen demasiado oscura. El modo Playa/ Nieve ajusta la exposición para que sea correcta. Este modo no es sólo para fotos de playas o blancas navidades, sino también para cualquier objeto luminoso por naturaleza que refleje mucha luz, como una fuente de agua o una habitación con los muebles blancos, donde entra mucha luz.
Deportes Este modo está optimizado para fotografías en las que quiera congelar la acción de eventos deportivos y sujetos en movimiento rápido. La funcionalidad real del modo depende en gran medida de las prestaciones de la cámara. Al seleccionar este modo en una réflex digital, se activan simultáneamente opciones como la velocidad de autofocus, el enfoque servo AF (la posibilidad de seguir a un sujeto en movimiento), los sensores de enfoque variable y la velocidad de ráfaga. Las cámaras compactas, que no cuentan con las opciones avanzadas de enfoque y transmisión de las réflex, ofrecerán, por lo general, un modo de exposición orientado básicamente a velocidades de obturación más altas y un ajuste de ráfaga destinado a realizar una serie de disparos múltiples.
Otros modos La variedad de modos de escena viene limitada únicamente por la imaginación de los fabricantes de cámaras. Algunos de estos modos son útiles solo en circunstancias muy específicas, como el modo Fuegos artificiales o un modo diseñado para copiar documentos, mientras que otros no parecen sino ganchos publicitarios. Por ejemplo los modos Mascota, Alimentos, Luz de vela o Retro.
11. ENTENDER LA LUZ NATURAL La calidad de la luz es decisiva en la calidad de la fotografía y se define en torno a los cuatro factores siguientes, que deben combinarse armoniosamente (o de otro modo) para incidir en la fotografía resultante. Son la intensidad, la dirección, el color y el contraste.
La intensidad Por la mañana temprano y a última hora de la tarde, cuando el sol está bajo en el cielo produce graciosas sobras alargadas perfectas para paisajes. Estas sombras dan forma y moldean la tierra revelando nuevas texturas y diseños. Cuando el sol está alto, a mediodía, no tiende a haber tanto contraste y las sombras son mucho más oscuras, pero es el mejor momento para recrear formas gráficas y en relieve.
La dirección Una de las primeras normas que aprende un fotógrafo es que debe colocarse de espaldas al sol. Aunque ese es el caso en fotografía elemental, surgen ciertos problemas; por ejemplo, en un retrato si el sujeto está cara al sol fruncirá el entrecejo (lo que no resulta muy atractivo), mientras que para realzar los detalles la luz frontal, siempre que no sea excesivamente intensa, puede ser muy útil puesto que las sombras quedan detrás del objeto. Si la luz solar penetra directamente en la cámara puede crear una sensación brumosa y, peor aún, dañar la vista, aunque también puede ser de gran utilidad para acentuar siluetas o iluminar sutilmente por detrás un motivo floral. Si la luz es lateral, las sombras que se crean aumentan la sensación de profundidad.
El color El color de la luz también cambia a lo largo del día. A primera y última hora del día, la luz tiende a ser cálida debido a que a esta hora no mucha luz blanca atraviesa la gruesa capa atmosférica. Las variaciones de la luz cálida convierten esta parte del día en un momento idóneo para la fotografía.
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A medida que el sol se eleva en el cielo, penetra en la atmósfera más luz blanca y la calidez desaparece.
El contraste Una luz intensa produce un contraste más marcado entre las zonas claras y las oscuras. Es difícil medir la luz en situaciones muy contrastadas y, con frecuencia, hay que sacrificar parte de los detalles porque a los sensores les cuesta procesar tanto contraste. En una situación en la que sólo pueda hacerse la fotografía en una condición lumínica demasiado contrastada, habrá que decidir qué parte es la más importante para hacer la lectura de la exposición.
12. LA LUZ FRONTAL: EL CONTRALUZ En fotografía es esencial explotar las cualidades de la luz frontal y lateral. Podemos observar cómo la luz, al envolver un sujeto, revela su textura y realza su forma dándole un relieve más pronunciado.
Las siluetas Lo mejor de las siluetas es que se pueden captar fácilmente. Ya que es el único detalle que se capta, las mejores siluetas son aquellas con ángulos pronunciados, por lo que con frecuencia se reproducen siluetas de edificios, especialmente de edificios antiguos cuyas formas tienden a ser más elaboradas. A la hora de componer la imagen debe colocarse el sujeto a contraluz de la forma más aislada posible para evitar la confusión de demasiados detalles (evitar ramas que sobresalgan por algún lado, cables…) Lo mejor es buscar la simplicidad, como en otro tipo de fotografías.
Lectura a contraluz El contraluz no sirve sólo para producir siluetas, sino que también puede utilizarse más sutilmente. Se puede mantener el detalle del sujeto al tiempo que se hace un contraluz midiendo la luz en un punto distinto al halo de luz que se crea. Por ejemplo, para hacer un retrato a contraluz, se toma la lectura y se realiza la foto en función de la luz del rostro del retratado, para evitar que este salga subexpuesto. El contraluz es una técnica muy favorecedora para retratos y el visible efecto quemado que se crea, no supone una distracción demasiado importante.
13. LUZ NATURAL MODIFICADA: LOS REFLECTORES Un reflector básicamente es una superficie capaz de reflejar la luz. La idea es rebotar la luz en las sombras reduciendo así el contraste de la instantánea. Acercándose o alejándose del sujeto podemos ajustar precisamente la cantidad de contraste. Puede consistir simplemente en un pedazo de tela blanca, de papel de aluminio o de cartulina dorada. Tipos: • Blanco. Rebota una luz suave y sutil en las zonas en sombra. Es útil para conseguir un resultado natural. • Plateado. Una superficie plateada refleja una luz más dura y fría, útil para fotografía de naturaleza y de moda. • Dorado. Las características de la luz que refleja son similares a las que despide un reflector plateado, pero el tono es más cálido y puede modificar ligeramente el color del sujeto. Es especialmente útil para retratos.
14. LA LUZ ARTIFICIAL: EL FLASH El flash fotográfico es un dispositivo que actúa como fuente de luz artificial para iluminar escenas en fotografía. Se utiliza, sobre todo, cuando la luz existente no es suficiente para tomar la instantánea con una exposición determinada. El flash es una fuente de luz intensa y dura. A un nivel básico, el flash integrado en nuestras cámaras está diseñado para dispararse si el medidor de luz de la cámara determina que no hay suficiente luz natural para una buena exposición. Tiene un alcance de 3-5 metros, que será suficiente para fotografiar personas u objetos que se
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encuentren dentro de esas distancias, pero que en el momento que se trate de fotografiar interiores o realizar tomas con mayores distancias su efecto se verá limitado. Las posibilidades de la luz artificial son mayores que las de la luz natural en fotografía: se puede controlar la intensidad, la dirección, que sea intensa u oblicua, etc. Entre los problemas típicos del flash integrado, se encuentran el efecto "ojos rojos", la sobreexposición de zonas de luz en sujetos demasiado próximos a la cámara y lo que podemos llamar "sombras terroríficas" en la pared.
Los "ojos rojos" Los "ojos rojos", ese efecto tan irritante por el que las personas parecen vampiros con esferas rojas incandescentes por ojos, ha sido la plaga de la fotografía desde que las cámaras empezaron a disponer de flash integrado. Este problema afecta a todas las cámaras cuyo flash esté situado cerca del objetivo, y muchas cámaras incorporan una opción para reducir este efecto. La funcionalidad de la reducción de "ojos rojos" varía, pero los dos métodos más corrientes son un flash previo rápido que se dispara justo antes de tomar la fotografía, y una luz fija e intensa que brilla en los ojos del sujeto. Ambos métodos pretenden forzar la contracción de la pupila del sujeto. Una pupila contraída presenta a la cámara una abertura menor, con lo que la posibilidad de "ojos rojos" se reduce considerablemente. En las cámaras cuyo flash está muy cerca del objetivo, la luz del flash atraviesa las pupilas dilatadas y se refleja en la parte posterior de la retina del sujeto, produciendo el efecto de ojos rojos incandescentes.
15. RELACIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS DE LA IMAGEN Casi todas las fotografías son imágenes de escenas que vemos con nuestros propios ojos, ya sea un niño jugando, un bodegón, un paisaje africano, un grupo de personas jugando al fútbol… Además una velocidad de obturación extrema (muy alta o muy baja) también puede revelarnos imágenes que no vemos, como la estela de un cometa en el cielo nocturno o la fotografía de velocidad ultra alta de una bala atravesando una manzana. Sin embargo, más allá del concepto de fotografía como representación de lo que vemos, una fotografía es también una disposición de elementos dentro de un área cuadrada o rectangular (el encuadre). La relación entre estos elementos (tanto si se trata de objetos reales como de simples zonas de luces, sombras o color) es una de las cosas que distinguen una fotografía con una composición buena y visualmente interesante de una que es solo una fotografía más.
La importancia del encuadre El encuadre es el escenario sobre el que actúa la imagen. El modo en que se utilice ese escenario puede convertir una imagen corriente en una fotografía artística. El espacio de encuadre puede ser bullicioso y desordenado, con mucha actividad que le dé un aire de gran tensión, o ser silencioso y ordenado y producir una sensación de calma y equilibrio. La forma en que los elementos interactúan con los bordes del encuadre puede ser también muy importante para la composición, igual que el espacio en blanco o las zonas "vacías" que se pueden usar para crear un encuadre dentro de otro.
El equilibrio El rectángulo del visor nos proporciona un marco en el que contener la imagen. Dentro de este marco (el encuadre), la disposición de los elementos de la imagen se puede equilibrar mediante un planteamiento simétrico o asimétrico.
El primer plano/ fondo 10
La relación existente entre el primer plano y el fondo es uno de los factores clave de una fotografía. ¿Informa el fondo de lo que sucede en el primer plano? ¿O constituye una distracción no relacionada en modo alguno con el sujeto del primer plano? La relación entre el primer plano y el fondo puede modificarse sutilmente mediante el uso eficaz de la profundidad de campo.
Tamaño, posición y punto de vista El tamaño de los elementos de la imagen y la forma en que se ven determina su importancia en el conjunto de la imagen, igual que lo hace la relación que mantienen entre sí. Al componer una imagen de forma que determinados elementos sean más grandes, por ejemplo, desviará la atención del observador hacia esas zonas y concederá a esos elementos mayor importancia en la imagen final. Este planteamiento puede dar muy buenos resultados en imágenes que se centran en objetos pequeños o cotidianos a los que no prestamos mucha atención.
Líneas, formas y colores La cámara es el instrumento ideal para examinar el mundo y aislar composiciones curiosas de formas y colores. En algunas fotografías, el sujeto no es necesariamente ningún objeto específico de la imagen, sino líneas, formas y colores incluidos en el encuadre. Las líneas pueden emplearse para dirigir la atención del espectador dentro de la imagen y también como objetos en sí, creando motivos abstractos.
Luces y sombras La fotografía debe su existencia a la luz, por eso, la interacción de las luces y las sombras a menudo puede producir imágenes irresistibles, incluso con sujetos que podrían considerarse corrientes. Tanto si las sombras proyectadas pertenecen a objetos reconocibles como si son sólo parte de un primer plano de una sombra mayor, casi siempre se pueden encontrar imágenes interesantes ocultas entre las sombras.
Uso del movimiento El movimiento, ya sea del sujeto que se esté fotografiando o de la propia cámara, puede afectar a la imagen de formas curiosas. Si nos agrada la idea de que el azar y la fortuna intervengan en nuestras fotografías, incorporar las estelas de movimiento tal y como las capta una velocidad de obturación baja es una forma estupenda de crear imágenes cuyo aspecto final sea un misterio hasta que se haya cerrado el obturador.
Uso del enfoque Para un fotógrafo purista, un enfoque perfectamente nítido es uno de los estándares por el que se mide cualquier imagen fotográfica. Sin embargo, las imágenes de increíble profundidad de campo y absoluta nitidez son sólo uno de los muchos tipos de interpretación que nos permite la fotografía. El uso de una profundidad de campo menor, por ejemplo, es una de las formas más eficaces de atraer la atención del espectador hacia zonas concretas de la foto. En cambio el uso del desenfoque nos puede transmitir la sensación de un recuerdo o de una emoción.
16. CÓMO HACER UN RETRATO Puesto que la figura humana atrae nuestra atención sobre todas las demás cosas de una fotografía, las personas deberían en teoría ser los sujetos más sencillos de fotografiar. La verdad es que no ocurre así, porque si la persona no está acostumbrada a posar es probable que se sienta incómoda o nerviosa. Nuestra labor como fotógrafos será la de tratar de relajar al retratado distrayendo su atención del posible “miedo escénico” que pueda sentir ante el objetivo de la cámara.
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En primer lugar tenemos que prestar atención a la pose. Si el sujeto está rígido de pie mirando de frente a la cámara, el resultado no resulta muy interesante, pero, leves cambios en el ángulo desde el que miran a la cámara y manos y brazos relajados producen una notable mejoría, tal y como muestra esta secuencia.
Un primer plano de la cara del modelo es un tipo de retrato que tiene mucha fuerza. La ausencia de distracciones del fondo hace vital la expresividad facial del sujeto que dice mucho de su personalidad. Una composición en la que el modelo mira directamente a la cámara resultará muy impactante, mientras que el mensaje cambiará radicalmente si gira ligeramente la cabeza hacia un lado. Conviene experimentar con distintos ángulos pero la cercanía al sujeto requiere que nos aseguremos de que los ojos estén perfectamente enfocados. En este tipo de retrato se mostrarán todas las marcas faciales por lo que es útil para producir caracterizaciones. En un retrato de busto la imagen revela más de la persona y el fondo, por eso deben considerase más factores, como lo que llevan puesto y la posición de las manos. Un buen punto de partida es colocar el cuerpo y los hombros del modelo en un ángulo de 45° con respecto a la cámara, lo cual resulta más atractivo y más interesante visualmente que si están rígidos frente a la cámara y permite experimentar numerosas poses, modificando la posición de la cabeza y los ojos. La ley de los tercios también es aplicable al retrato, de modo que los ojos deben descansar en el tercio superior del encuadre. Para sacar un retrato de cuerpo entero pueden utilizarse varias técnicas: si se quiere que la persona esté de pie, conviene que se recline sobre algo; puede ser el marco de una puerta o una verja, que sirva de marco y sobre la que apoyarse cómodamente. Otra opción es hacer que el sujeto se siente en una silla o unos escalones, aunque también conviene que tengan un sitio donde apoyar los hombros. Es importante recordar lo ya dicho acerca de girar el cuerpo a un ángulo de unos 45° y sacar la foto más o menos a la altura de los hombros para evitar cualquier distorsión aparente. El fondo en un retrato es casi tan importante como la persona fotografiada. Es importante que sea sencillo porque algo demasiado complejo o colorido supondría una distracción. Hay que intentar relacionar el fondo con el sujeto y pensar qué información acerca del sujeto quiere transmitirse. Así, puede resultar muy efectivo realizar la caracterización de un trabajador manual, como un minero, con la maquinaria de trabajo de fondo, pero un fondo completamente blanco para resaltar sus rasgos y vestimenta de trabajo sería igualmente efectivo. Los retratos clásicos se complementan con telas de fondo. También es perfectamente plausible utilizar una pared o el cielo como fondo, siempre que exista alguna relación con el sujeto y permita realizar la fotografía buscada. Las manos dicen mucho de una persona. En una fotografía puede determinarse si la persona está relajada o no según sus manos estén o no relajadas y por la posición y tensión de los dedos. Los dedos no deben flexionarse demasiado y si el modelo reposa la barbilla sobre la mano conviene que no lo haga con mucha fuerza. No conviene reposar la barbilla sobre un puño porque las dimensiones son similares a las de la cara, lo que supondría una distracción.
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17. PASOS PARA HACER UNA FOTO El proceso de la captura de una foto sería: 1.º Ajustar la resolución y el grado de compresión del archivo jpg que guardará la tarjeta de memoria. 2.º Definir qué luz ilumina la escena a fotografiar y ajustar el balance de blancos en consecuencia. 3.º Buscar el ángulo y la posición desde la que tomaremos la foto, teniendo en cuenta la dirección de la luz, ya sea ésta natural o artificial. 4.º Decidir cómo mediremos la luz con nuestro fotómetro: medición matricial, centrada o puntual 5.º Enfocar sobre el motivo principal de la escena, y en su caso, estudiar la profundidad de campo y los valores expresivos de su uso. 6.º Encuadrar y componer la escena escogiendo la distribución de los elementos que más nos agrade, recordando las leyes compositivas de los tercios, las direcciones visuales, líneas de interés, pesos visuales… 7.º Disparar la cámara y analizar la foto resultante en el visor LCD; si no hemos conseguido el resultado buscado, realizar una nueva fotografía modificando los valores que creamos oportunos. NOTAS: - Si el tipo de fotografía no nos permite medir primeramente la luz para posteriormente encuadrar y enfocar (fotografía de acción, motivos en movimiento...) deberemos escoger el modo de medición "multizona" o “matricial” y buscar la medición acertada a través de la compensación de la exposición. - Por lo general siempre es preferible tener en una toma sombras profundas, sin información, que zonas "quemadas" por exceso de brillo. Es decir: mejor subexposición que sobreexposición en exteriores.
18. ALGUNOS TÉRMINOS Resolución Capacidad de reproducir el detalle fino. Su resultado se expresa en líneas por milímetro. Cuantas más líneas por milímetro tenga la imagen, mejor calidad. En fotografía digital se usa la medida en puntos por pulgada. Resolución y Nitidez Digital La estructura del CCD de una cámara fotográfica digital, se caracteriza por el número de celdas sensibles a la luz, así como por la profundidad de cada una de dichas celdas, es decir por el número de dígitos binarios asociados a cada celda para distinguir intensidad de luz y color. La calidad de una imagen digital viene determinada fundamentalmente por dos conceptos estrechamente relacionados con el CCD: - La resolución viene determinada por el número de celdas del CCD. Cuantas más celdas, mayor resolución. - La nitidez, en cambio, depende de la profundidad de cada celda, o lo que es lo mismo, cuantos más dígitos binarios estén asociados a cada celda mayor será la nitidez. En cualquier caso, no se debe olvidar que en Fotografía Digital no siempre se debe perseguir la mayor resolución y nitidez posibles, sino unos valores apropiados para el fin perseguido. Interpolación En el subcampo matemático del análisis numérico, se denomina interpolación a la construcción de nuevos puntos partiendo del conocimiento de un conjunto discreto de puntos. En el campo de la fotografía y mundo de la imagen digital, la interpolación aplica este mismo método para conseguir un tamaño mayor de la imagen inicial, rellenando la información que falta con datos «inventados» a partir de un algoritmo específico. Posterización Normalmente los colores contiguos de una imagen se mezclan de forma gradual. A nuestro ojo le es imposible diferenciar dónde comienza un color o dónde se detiene el anterior. Sin embargo, en ocasiones podemos ver dicha transición. Es algo que puede ocurrir en zonas con poco detalle como los
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cielos lisos. Como resultado aparecen unas bandas que recorren la imagen. Esto se conoce como posterización. El término es conocido así porque se obtiene un resultado similar en apariencia a los pósters, en los que el proceso de impresión utiliza un número limitado de tintas de color. El efecto puede ir desde sutil hasta muy pronunciado, aunque la tolerancia a la posterización varía entre personas. - Cuando ocurre la posterización Básicamente la posterización ocurre cuando en la edición de la imagen hay zonas en las que hay pocos tonos y estos se separan demasiado. El ejemplo más evidente es cuando se usan las curvas para iluminar zonas de sombra en una imagen. Con las curvas el programa realiza diversas fórmulas para obtener nuevos números con respecto a los primeros. Así, de una situación inicial en la que las diferencias de tonos entre píxeles contiguos es muy pequeña, pasamos a otra en la que estas diferencias se incrementan. Si estas diferencias son grandes, lo que en un principio no era distinguible puede hacerse visible a simple vista. La posterización es más fácil que se haga patente durante procesos en los que se expande el histograma. La forma habitual de expandirlo es mediante el uso de niveles o curvas, aunque también es posible que ocurra en una conversión entre distintos espacios de color.
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