La importancia de las relaciones

LA IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES

El principio de la sabiduría es el temor de Yahveh Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Proverbios 1:7

La mayoría de las personas (cristianos o no) tienen conflictos en sus vidas derivados de malos entendidos, chismes, malas interpretaciones, ofensas causadas y recibidas y muchos conflictos, la mayoría de las veces en los que no quisimos vernos involucrados o en el que involuntariamente nos involucramos y no sabemos cómo restaurar una amistad, como mediar en un conflicto entre terceros o como enmendar el daño causado o cual sería la solución ideal para ciertas situaciones; personalmente he vivido situaciones en las que me he sentido avergonzado, unas veces por decir algo que no debía y no tuve una segunda oportunidad para

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excusarme; y creo que existen un sinnúmero de situaciones como que te pillen una mentira en el trabajo o la escuela y son estas ocasiones en que quisiéramos que la tierra nos tragara o desaparecer y ser invisibles.

La razón de ser de este devocional de hoy es concientizarnos de la importancia de las relaciones y evitar vernos envueltos en estas situaciones y si no podemos evitarlas, al menos saber cómo salir de ellas. En el campo de las Relaciones Humanas se ha escrito mucho pero aun no se ha dicho la última palabra y la verdad es que Dios ha provisto todo lo que necesitamos saber para que aprendamos este delicado asunto, y mantengamos en lo posible, buenas relaciones en el seno de la familia, el trabajo, las amistades, las autoridades, la iglesia, consigo mismo y con Dios.

Así que vamos a dividir este devocional en dos partes: 1ª.) El orden correcto y la prioridad que debemos darle en nuestra vida a las relaciones, según La Palabra y 2º.) Los principios Bíblicos que rigen toda relación:

1º. Relación con Dios. (Éxodo 20:1) Sobre El no hay nada ni nadie; El, es el principio y el fin de todas las cosas y debe ser el Numero 1 en nuestro corazón y nuestra vida; el sano temor a Dios, es el principio de la sabiduría humana y mantener buenas relaciones con Dios es como encontrar la pieza clave de un rompecabezas, a partir de la cual, las demás piezas son fáciles de identificar y se van colocando en su debido lugar como por obra de magia; es el maravilloso poder de Dios obrando; haz de la presencia de Dios algo real en tu vida, reconócelo en todos tus caminos y nunca olvides quien es quien en esta relación.

2º. Relación con la Familia. (Éxodo 20:12) Después de Dios, la familia es lo más importante; Dios quiere bendecirnos con salud y larga vida y nos enseña que la manera de lograrlo es honrando a nuestro padre y nuestra madre; sin importar si nuestros padres son imperfectos y han cometido errores, (todos cometemos errores) o se han equivocado en la forma de educarte e instruirte; uno tiende erróneamente a creer que un padre o una madre son seres perfectos y que nunca se equivocan, pero la verdad es que el único que puede enseñarnos a ser padres y madres perfectos, es el Espíritu de Dios; los hijos son una bendición y nuestro mayor tesoro y mantener buenas relaciones con ellos incluye amor, instrucción, corrección, ejemplo y sabiduría; los demás miembros de nuestra familia no se deben descuidar pues tenemos la misma sangre y los lazos de consanguinidad o familiares son demasiado fuertes como para permitir que se rompan por un mal entendido u ofensa en el pasado; estamos atados a la familia por toda nuestra vida y todos queremos reunirnos un día con ellos en el Reino de los Cielos.

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3º. Las demás relaciones. (Éxodo 20:13-17) Incluyen al prójimo, al vecino, al amigo, al gobernante, a la autoridad, al amigo, al compañero, al que solo conocemos de vista y aun a los que no conocemos ni siquiera de vista, pero por los que oramos, pedimos y a quienes amamos. Para mantener relaciones buenas con todo el mundo, existe una regla de oro muy sencilla que nos enseñó Jesús: (Mt.7:12) Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

Es tan simple como decir: si a ti no te gustan que te hagan bromas o se burlen de ti, no hagas bromas y no te burles de los demás; si no te gusta que te mientan, no mientas; si no te gusta que te roben, no robes; si te gusta recibir regalos, da tu, regalos; si te gusta te que quieran, quiere; si te gusta aprender, enseña; si te gusta tener dinero, regala dinero, haz obras de misericordia; porque esa es la ley y los profetas y todo lo que des, simplemente se devolverá a ti, enormemente multiplicado.

Ahora hablemos de algunos principios bíblicos sobre las relaciones y ten la plena certeza que si aplicamos estos principios a todas nuestras relaciones, con seguridad tendremos éxito, disolución de conflictos, restauración de relaciones, bendiciones y una vida en paz y armonía consigo mismo, con los demás y con Dios.

1º. Integridad. Me gusta el Salmo 15:1 porque El Rey David comienza con una simple pregunta: ¿Quién habitará en tu tabernáculo? Y casi reforzando la misma pregunta, vuelve y pregunta: ¿Quién morara en tu monte santo? (En tu casa, en tu reino, contigo en el cielo) y podríamos esperar de Dios una lista interminable de leyes y mandamientos, pero la respuesta fue simple: Salmo 15:2 El que anda en Integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. Solo tres requisitos: ¡!!Cómo andamos (vivimos), qué hacemos y qué hay en nuestro corazón!!! Una persona integra es una persona transparente, que piensa, siente y actúa en forma congruente, concordante, que no dice una cosa y hace otra, que no miente con respecto a sus sentimientos y su obrar es siempre recto y hace justicia y de su boca sale lo que hay en su corazón, con verdad.

2°. Respeto. Los valores y principios son intangibles, algo que no podemos tocar, pero todos conocemos por el sabor que deja en nuestra vida; porque lo sentimos y reconocemos lo contrario que es el irrespeto; si somos Íntegros delante de Dios, el respeto y todo lo demás comienza a formarse en nosotros y es que las relaciones se fundamentan básicamente en estos principios. Respetemos a nuestros mayores, Sacerdotes, Pastores, Profesores, Padres, autoridades e Instituciones; a todo ser humano, sin distinción de raza, color o religión y

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respetemonos a nosotros mismos, sin orgullo pero reconociendo nuestra dignidad humana y la de nuestros semejantes; respetemos la naturaleza, los animales y la creación de Dios.

3º. Amor. En las relaciones por lo general lo que sale lastimado es “el amor”; cuando nos sentimos traicionados o burlados o, engañados; pero el verdadero amor, cubre las faltas, sana las heridas y restaura; si sientes que has lastimado a alguien, cúbrete del amor de Dios y te dará el valor y la fuerza necesaria para perdonar y pedir perdón.

4º. Lealtad. Es una preciosa joya, muy valiosa en cualquier relación, ser leal, estar ahí cuando te necesitan, no renunciar, saber que pueden contar contigo en un momento de necesidad, ser amigo en todo momento, no solo en las buenas, sino también en las malas; la lealtad es el sello de toda excelente relación. Sin embargo, no esperemos que un creyente “crea” o “confíe” en nosotros a pesar de nuestra lealtad, porque la misma palabra dice “maldito el hombre que confía en el hombre” y en el único que debemos confiar plenamente es en Dios.

5º. Dominio propio. Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de amor y dominio propio, pero no voy a referirme al extenso significado del dominio propio en lo físico, en el cuerpo o la mente, sino solo a una partecita muy pequeñita del cuerpo, que por lo general es la causante del 90% de los malos entendidos: La Lengua. El Apóstol Santiago 1:26 habla de que algunos se consideran muy religiosos, pero no refrenan su lengua, la religión del tal es vana; pensemos siempre antes de hablar, pues una vez la palabra ha salido de nuestra boca, no puede volver atrás; seamos prudentes, el verdadero sabio no se reconoce por su mucha palabrería, sino mas bien por su sabiduría y su silencio, pues habla solo cuando tiene que hablar y calla cuando tiene que callar.

6º. Comunicación. Dios conoce nuestros pensamientos y podemos comunicarlos con El, sin ese maravilloso instrumento que es la comunicación, pero solo con El, porque es Dios; pero nuestros semejantes ni leen nuestra mente, ni nosotros podemos leer sus pensamientos (aun), lo que le da relevancia a la comunicación; hablemos, comuniquemos, digamos (después de meditarlo mucho, para no lastimar a nadie) lo que sentimos, lo que queremos, lo que no nos gusta, lo que esperamos de los demás, etc. A veces ni siquiera es necesario hablar, porque basta tu comprensión interna para entender a esa persona o situación y plantearte un cambio de estrategia de cómo debes tratarla o solucionarla.

Y para terminar, deseo insistir en la búsqueda y seguimiento de la Sabiduría para todos los creyentes hijos de Dios, si buscamos la sabiduría entenderemos el temor de Yahveh, y si al

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encontrarla la guardamos y atesoramos, entonces hallaremos el conocimiento de Dios.

Porque Yahveh da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.

Proverbios 2:6-7

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