LA INTERROGACION ORIENTADA : ACASO...?

LA INTERROGACION ORIENTADA : ACASO.. .? Atsuko WASA O. Introducción Los adverbios de posibilidad tales como quizá o tal vez pueden co-aparecer con

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Tema 11: Programación orientada a objetos Índice 1 La Programación Orientada a Objetos...............................................................

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LA INTERROGACION ORIENTADA : ACASO.. .? Atsuko WASA

O.

Introducción

Los adverbios de posibilidad tales como quizá o tal vez pueden co-aparecer con oraciones interrogativas. '' Entre este grupo de adverbios, acaso presenta un comportamiento peculiar: en oraciones declarativas permite l a alternancia modal, pero en oraciones interrogativas no permite el subjuntivo. También como es sabido, a c a s o ...? se convierte en interrogación retórica, pero las interrogativas que van introducidas por los otros adverbios no tienen tal función. E1 objetivo de este estudio es aclarar por qué ~ c m...o? puede convertirse en interrogación retórica.

l. Planteamiento del problema

En primer lugar, veamos una descripción muy curiosa de de este adverbio propuesta por Manuel Seco (1997):

*Este trabajo fue leido el 27 de octubre en el XLVII Congreso de la Asociación Japonesa de Hispanistas celebrado en la Universidad de Temi Quedo profundamente agradecida a mi estimado profesor Shoji Nakaoka por muchos años de amable y devota enseñanza. 1)A este respecto, véase Wasa (2001).

(1) acaso 1 Adverbio de duda, equivalente a q u i d o tal vez: Acaso no

esté usted enterado de todo el asunto. E n oraciones independientes suele ir con verbo en subjuntivo; cuando va con indicativo es porque la duda es casi certeza. 2 Adverbio de modo, equivalente a por casualidad. Este empleo está hoy anticuado. 3 Un resto del uso anterior se conserva en oraciones interrogativas con cierto matiz sarcástico que convierte t a l e s oraciones e n afirmaciones rotundas (interrogaciones retóricas): ¿Acaso no sabe usted que no se puede pasar por aquí?, equivale a decir: ((Usted sabe muy bien que no se puede pasar por aquí)). (Manuel Seco 1997: 11) Vemos que en (l), el adverbio acaso tiene dos sigmficados; uno equivale a quizá o tal vez, y otro, equivalente a por casualidad, que se conserva hoy en oraciones interrogativas retóricas. Sin embargo, no todas las interrogativas que van introducidas por acaso se cdnvierten en interrogativas retóricas. Véanse los ejemplos que aparecen en los diálogos siguientes: (2) -Oiga, buen amigo, ¿conoce usted por si acaso a u n muchacho que se llama el Bizco? Un rojo, feo... -&aso es usted de la Policía? - preguntó el hombre. -No, no, señor. (P. Baroja, Mala: hierba, 504) -Pues lo parece. (3) -¿Tienes acaso otro novio? -jTengo muchos novios! !Muchos! (M. Mihura, Maribel y la extraña familia, 99)

(4) -¿La espera la familia, acaso?

-&a

familia? No. Yo no tengo familia. (M. Mihura, Maribel y la extraña familia, 86)

El significado de acaso en (2)-(4), parece equivaler al de la locucion adverbial por casualidud, cuyo uso se ejemplifica en las oraciones de (5) y (6) : (5) -Eres alta y resistente, Claudine, ¿eres del Macizo Central, por casualidad? (A Bryce Echenique, Tantas veces Pedro, 91) -No. (6) -¿No se acuerda, por casualidad, de algo que él dijese? -Me preguntaba cómo me iba en la escuela. (P. Manuel, Maldición eterna, 144)

Por tanto, no es adecuado considerar que todas las interrogativas que van introducidas por acaso se convierten en interrogaciones retóricas. Tendríamos que poner en claro los o ? para que la oración sea requisitos necesarios de f i c ~ s ... considerada una interrogación retórica. Para ello, en la sección siguiente, trataré de averiguar qué clase de oraciones interrogativas son las introducidas por &aso.. .?.

2.

La interrogación orientada: dAcuso.... ?

Como señala Escandell Vidal (1999: 3973), las oraciones interrogativas , desde el punto de vista gramatical , se pueden clasificar a dos grandes clases: interrogativas neutras e interrogativas orientarlas. En las interrogativas neutras, el hablante toma la actitud

neutral ante la verdad de la proposición y deja el juicio en manos del oyente, es decir, se pide una respuesta afirmativa o negativa: (7) -&Viene de Cifuentes? (C. J. Cela, Viaje a la Alcarria, 79) -Sí. (8) -&Es usted portugués? -No, señor, yo soy belga. (C. J. Cela, Primer viaje andaluz, 317) En (7) y (B), para el hablante, la proposición no está determinada como afirmativa o negativa. Por tanto, se permite la formulación disyuntiva: (7') ¿Viene de Cifuentes o no? (8') ¿Es usted portugués o no? (7) y (T), y (8) y (B'), son, en realidad, la misma cosa para el hablante, en el sentido de que no está determinado si la proposición es afirmativa o negativa. Por esta razón, al significado esencial de las interrogativas totales, Wasa (2001: 43) lo Ilamó indeterminación entre lo afirmativo y lo negativo. Por otra parte, las interrogativas orientadas son oraciones marcadas que contienen indicadores de la orientación, en las que el hablante no se muestra neutral en cuanto a las dos opciones posibles (afirmativa y negativa), sino que favorece una de las dos posibilidades. Obsérvense los ejemplos siguientes: (9) a. ¿No crees que ha jugado sucio con nosotros? b. ¿No es un riiño precioso?

En (9), no funciona como indicador que orienta la interpretación contraria a la que aparece en su enunciado. Según Escandell Vidal (1999), la orientación de los enunciados de (9) es la que aparece reflejada en (10): (10) a. Crees que ha jugado sucio con nosotros. b. Es un niño precioso. (Escandell Vida1 1999: 3985) Por tanto, (9a) y (9b) rechazan la formulación disyuntiva: (9a') *¿No crees que ha jugado sucio con nosotros o ndsi? (9b') *¿No es un niño precioso o ndsí? @a') y (9b') prueban que las interrogativas de esta clase no son neutrales en cuanto a la verdad de la proposición. Escandell Vidal (1999: 3971) incorpora &4ccrso...? entre las interrogativas orientadas , señalando que acaso funciona como particula de orientación invertida en las interrogativas. También dice que las secuencias de (ll), en consecuencia, reciben la interpretación de (12): (11) a. *caso Dios podría permitir que le ocurriese alguna desgracia? b. ¿Acasono cumplimos con nuestro deber? c. ¿Sé yo acaso lo que puede haber dentro? (12) a. Dios no podría permitir que le ocurriese ninguna desgracia. b. Cumplimos con nuestro deber. c. No sé lo que puede haber dentro. (Escandell Vidal 1999: 3971)

Como vemos en (U), acaso puede co-aparecer tanto con la proposición afirmativa como con la negativa. Aquí, si la interrogativa es añrmativa, la orientación es negativa, y viceversa (Escandell Vidal 1999: 3971). A esta clase de interrogativas las denominaremos interrogaciones retóricas. Sin embargo, Escandell Vidal (1999) no pone en claro la razón por la que acaso funciona como partida de orientación invertida. Además, como hemos visto en (2)-(4), en las interrogativas que van introducidas por acaso, hay ocasiones en las que no hay inversión. Volvamos de nuevo al ejemplo (2) en la sección anterior: (2) -Oiga, buen amigo, ¿conoce usted por si acaso a un muchacho que se llama el Bizco? Un rojo, feo... -&caso es usted de la Policía? - preguntó el hombre. -No, no, señor. -Pues lo parece. (P. Baroja, Mala hierba, 504)

En (2), el hablante solamente expresa una hipótesis, usando el adverbio acaso, equivalente a por casualidad Por tanto, no podemos pensar que es una interrogación retórica. Aunque Escandell Vidal no se refiere a este uso de acaso en las interrogativas, se puede pensar que es una interrogativa orientada, ya que rechaza la formulación disyuntiva: (2') *&aso

es usted de la Policía o no?

De este modo, las interrogativas que van introducidas por acaso son todas interrogativas orientadas, tanto en el sentido de p o r casualidad.. .? como en el caso de que se conviertan en interrogaciones retóricas.

Veremos a continuación los requisitos necesarios de ficaso.. ..? para ser considerada una interrogación retórica.

3.

Requisitos necesarios para ser considerada una interrogación retórica 3.1. Contenido proposicional de &Acaso ? en el sentido de &Porcasualidad 2

...

....

En las interrogativas totales, todo el contenido proposicional se presenta como información nueva, o en primer plano, como se anota en Escandell Vidal (1999: 3935). Pero tras esta exposición, sería necesario añadir la argumentación muy notable de Bolúlger (1978): (13) Both conditions and YNQs (yes-no questions) are hypotheses. A condition hypothesizes that something is true and draws a conclusion fiom it. A YNQ hypothesizes t h a t something is true a n d confirmed, amended, or disconñrmed by an interlocutor. (Bolinger 1978: 102) Para comprobar la validez de (13) , veamos otra vez el ejemplo (2),eliminando acaso: (14) ¿Es usted de la Policía?

La proposición que se presenta en (14) es una hipótesis que el hablante supone que es verdad. Por consiguiente, en el contexto de (2), es inapropiada una proposición que el hablante no puede suponer que es verdad:

(15) #¿ Es usted del Hospital? Desde el punto de vista de proposición y modalidad, la estructura de (14) se podría describir como sigue: (147 ? [ p ~ p ó t e ~ i ~ ) ] (p: proposición, ?: modalidad interrogativa) Wasa (2001: 37) señala que los adverbios epistémicos tales como seguramente y probablemente, con los que el hablante mismo expresa el grado de convicción acerca de la verdad de una proposición, no pueden co-aparecer con oraciones interrogativas como la de (16): (16) *¿Es usted seguramente/probablementede la Policía?

En cambio, acaso , uno de los adverbios de posibilidad, que tienen significado de indeterminación entre lo afirmativo y lo negativo (Wasa 2001: 42), puede co-aparecer con las interrogativas: (17) ¿Acaso es usted de la Policía?

En (17),aunque el hablante enuncia solamente la proposición afirmativa; p [usted ser de la Policía], se supone que ocurre más la proposición negativa; p [usted no ser de la PolicíaJ. Aquí el hablante emplea acaso para elegir una proposición añrmativa que se supone que es posible por casdidacil. Por consiguiente, se implica la posibilidad de la proposición negativa aunque no aparece en el enunciado. Así pues, el adverbio acaso en esta situación desempeña una función

análoga a la locución adverbial a lo mejor.'' La razón por la que acaso no permite el subjuntivo en oraciones interrogativas es que este adverbio se usa no para expresar el juicio de la posibilidad de una proposición singular sino para expresar la relación paradigmática entre las proposiciones. Por tanto, la estructura de (17), desde el punto de vista de proposición y modalidad sería la siguiente:

En (17'), aunque la orientación hacia la verdad de la proposición negativa es mayor, el hablante todavía no cree que ésta sea verdad. Por tanto,el hablante puede presentar una hipótesis que se supone que es posible por casualialad. De esta manera, la proposición presentada en &caso....?, en el sentido de s o r casualidad...?,es la que el hablante puede suponer que es posible en el contexto.

4. Contenido proposicional de iAccrso....? convierte en interrogación retórica

que se

Escandell Vidal (1984 35) enumera dos clases de proposiciones que generalmente se convierten en interrogaciones retóricas: opiniones generalizadas (ejemplo: ¿Qué hombre en sus cabales puede no desear la paz?) ; opiniones demasiado particulares (ejemplo: Después de todo, ¿quiénpodría hacerlo mejor que él? ) . 2) Wasa (en prensa) señala que el hablante adopta a 20 mejor como una estrategia para implicar la posibilidad de otras proposiciones.

De acuerdo con esta clasiñcación, veamos los ejemplos de ,&aso. ...? que se interpretan como interrogaciones retóricas: (18) a. Acaso los planetas controlan nuestros destinos? No lo (http://www.elmundo.esí) creo. b. Acaso el sol no sale por Oriente? (Porto Dapena 1991: 70) c. &S posible semejante disparate? &aso podemos estar todos locos? (http:I/www.elmundo.es/) d. Acaso no son muchas las naciones que hablan (http://www.eImundo.es/) español? e. Para una sociedad democrática, jacaso no es esencial favorecer al máximo la libertad de los individuos? (http://www.elmundo.esí) f. ¿ A c a s o no hemos sido creados todos por el mismo Dios?&caso no vivimos en el mismo planeta? (http:/Iwww .elmundo.es/) (19) a. &caso he cometido alguna incorrección, señorita? (M. Mihura, D e s sombreros de copo, 102) b. & a s o no te conozco? (M. Vargas Llosa, La casa verde, 56) c. Acaso no he traicionado a todo el mundo? (M.Vargas Llosa, La casa verde, 41) d. *so no tienes ahora un padre mucho más grande y más bueno? (M. Vargas Llosa, La casa verde, 111) e. acaso no eres mi enamorada? (M.Vargas Llosa, La ciudad y los perros, 271)

Lo realmente notable e n (18) y (19) es que se presentan proposiciones contrarias a las que el hablante da por supuesto que son verdad. Los enunciados de (18) presentan casos de

proposiciones contrarias a opiniones generalizadas, y los de (19) son proposiciones contrarias a opiniones del hablante mismo, u opiniones demasiado particulares. Ahora conviene preguntarse : ¿por qué estas proposiciones pueden convertirse en interrogaciones retóricas? Para contestar, tomemos el ejemplo de (18a): (18a) &so los planetas controlan nuestros destinos? No lo creo. En (18a), aunque la proposición presentada es afirmativa ; p pos planetas controlar nuestros destinos], está claro que el hablante no cree que sea verdad, ya que sigue No lo creo. Esto indica que ya está determinada la proposición negativa; p [los planetas no controlar nuestros destinos]. Por consiguiente, aquí la proposición aíirmativa es la que el hablante no puede suponer que es verdad. Si se pregunta tal proposición, se contradice con la regla (13) sobre la interrogación epistémica. Por tanto, (18a) ya no se puede interpretar como interrogación epistémica, convirtiéndose en interrogación retórica que expresa la orientación invertida. De este modo, en &tcaso.. .?, las proposiciones contrarias a opiniones generalizadas u opiniones demasiado particulares se convierten en interrogaciones retóricas, ya que tales proposiciones, para el hablante, no se pueden suponer que son verdad ni siquiera por casuulidad. Así pues, la siguiente regla abarca los requisitos necesarios de &aso ....? para ser considerada una interrogación retórica: (20) .jAcaso....? se convierte en interrogación retórica cuando

co-aparece con una proposición contraria a la que el hablante cree que e s verdad, o que el hablante no puede suponer que es verdad.

5.

Conclusión

En este trabajo, se han considerado las oraciones con .&aso.. .? como interrogaciones orientadas, tanto en el sentido de p o r casualidad. ..?como en el caso en que se convierten en interrogaciones retóricas , y se han analizado los requisitos necesarios para ser considerada una interrogación retórica. La observación demuestra lo siguiente: QLa proposición de idcaso....?, e n el sentido de i P o r casualidad...?, es una proposición que el hablante, en el contexto, puede suponer que es verdad. @&4caso.. ..? se convierte en interrogación retórica cuando coaparece con una proposición contraria a la que el hablante cree que es verdad, o que el hablante no puede suponer que es verdad.

TEXTOS CITADOS Baroja, Pío (1946) Mala hierba. Obras completas de Pío Baroja I. Madrid: Biblioteca Nueva. Bryce Echenique, m e d o (1991) Tantas veces Pedro. Barcelona: PLAZA M A N E S . Cela, Camilo José(1948) Viaje a l a Alcarria. Madrid: Espasa-Calpe.

Cela, Camilo José(1968) Primer viaje a n d a l u z . Obra completa d e Camilo José Cela. Tomo V I . Barcelona: Ediciones Destino. Mihura, Miguel (1973) Tres sombreros de copa. Madrid: Eapasa-Calpe. Mihura, Miguel (1993) Maribel y la extraña familia. Madrid: Espasa-Calpe. Puig, Manuel (1980) Maldición eterna. Barcelona: Seix Barral. Vargas Llosa, Mario (1962) La ciudad y los perros. Madrid: Alfaguara. Vargas Llosa, Mario (1965) Lca casa verde. Madrid: &guara. http://www.elmundo.es/

REFERENCIAS BIBWOGRAF'ICAS Bolinger, Dwight (1978) Yes-no questions are not alternative questions', in H. Hiz (ed.) Qwstions. Dordrecht: D. Reidel Publishing Company. págs. 87-105. Escandell Vidal, M. Victoria (1984) 'La interrogación retórica', Dicenda 3, págs. 9-37. Escandell Vidal, M. Victoria (1999) 'Los e n u n c i a d o s interrogativos. Aspectos semánticos y pragmáticos', e n 1. Bosque y V. Demonte (eds.), Gramática descriptiva de la lengua española. Tomo 3. Madrid: Espasa Calpe. págs. 3929-3991. P o r t o D a p e n a , J o s é Alvaro (1991) Del i n d i c a t i v o al subjuntivo. Madrid: Arcofibros. Seco, Manuel (1997) Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Madrid: Espasa Calpe. Wasa, Atsuko (2001) 'Los adverbios epistémicos que co-

aparecen con oraciones interrogativas', HISPANICA 45. págs. 37-47. Wasa, Atsuko (en prensa) ' A lo mejor y el subjuntivo', Hispania 85.

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