LA LITURGIA DE LAS HORAS ORACIÓN DE LA IGLESIA
Colección Manantial Litúrgico 21
La Liturgia de las Horas Oración de la Iglesia Colección Manantial Litúrgico 21 Primera edición, agosto 2013 Hecho en México Con las debidas licencias Derechos © reservados a favor de: Obra Nacional de la Buena Prensa, A.C. Orozco y Berra 180. Sta. María la Ribera Apartado M–2181. 06000 México, D.F. Tel. 5546 4500 www.buenaprensa.com Ventas: Tel.: (55) 5546 4500, exts. 111 a 117 Llame sin costo: 01 800 50 24 090 Fax 5535 5589
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Se terminó de imprimir esta primera edición el día 15 de agosto de 2013, festividad de la Asunción de la Santísima Virgen María, en los talleres de Editorial Offset Santiago, S.A. de C. V. Río San Joaquín núm. 436. Col. Ampliación Granada. 11520 México. D.F. Tel. 9126 9040
Índice
Presentación......................................................................... 7 Constitución Sacrosanctum Concilium................................ 9 Capítulo IV. El Oficio divino........................................11 Constitución apostólica Laudis canticum.......................... 19 Ordenación general de la Liturgia de las Horas............... 31 Capítulo I. Importancia de la Liturgia de las Horas u Oficio Divino en la vida de la Iglesia....................... 33 I. La oración de Cristo.............................................. 34 II. La oración de la Iglesia........................................ 36 III. La Liturgia de las Horas..................................... 40 IV. Los que celebran la Liturgia de las Horas........... 46 Capítulo II. La santificación del día o las distintas Horas litúrgicas.......................................... 55 I. La introducción a todo el Oficio............................ 55 II. Las Laudes de la mañana y las Vísperas.............. 56 III. El Oficio de lectura............................................. 60 IV. Las Vigilias......................................................... 64 V. Tercia, Sexta, Nona: la Hora intermedia............... 66
VI. Las Completas.................................................... 68
VII. Modo de unir, según la oportunidad, las Horas del Oficio con la Misa o bien las Horas entre sí.... 70
Capítulo III. Los distintos elementos de la Liturgia de las Horas................................................. 73 I. Los salmos y su conexión con la oración cristiana..................................................... 73 II. Las antífonas y los otros elementos que facilitan la oración de los salmos....................... 78 III. Modo de recitar los salmos................................. 80 IV. Distribución de los salmos en el Oficio.............. 82 V. Los cánticos del Antiguo y del Nuevo Testamento............................................................. 84 VI. La lectura de la Sagrada Escritura...................... 85 VII. La lectura de los Padres y de los escritores eclesiásticos........................................................... 91 VIII. La lectura hagiográfica..................................... 93 IX. Los responsorios................................................. 94 X. Los himnos y otros cánticos no bíblicos.............. 95 XI. Las preces, el Padrenuestro, la oración conclusiva............................................. 96 XII. El silencio sagrado.......................................... 100 Capítulo IV. Las diversas celebraciones a lo largo del año................................................. 103 I. La celebración de los misterios del Señor........... 103 II. Las celebraciones de los santos.......................... 105 III. El calendario que se ha de seguir y la facultad de elegir algún Oficio o alguna de sus partes............................................................110
Capítulo V. Los ritos que se han de observar en la celebración comunitaria.......................................115 I. Los diversos oficios que se han de desempeñar.....................................................115 II. El canto en el Oficio............................................117 Código de Derecho Canónico Título II de la Liturgia de las Horas.......................... 125 Cann. 1173-1175........................................................ 127 Liturgia Monástica de las Horas..................................... 129 Directorio para la celebración del “Opus Dei”.......... 131 Primera parte Teología del Opus Dei......................................... 133 Segunda parte Normas directivas para la celebración de la Liturgia Monástica de las Horas................... 169 Respuestas acerca de la obligatoriedad de la celebración de la Liturgia de las Horas...................... 175
Presentación
En 1962, Dios otorgó a su Iglesia el don más grande recibido en el siglo XX: la realización del Concilio Vaticano II. Fue convocado por el Papa Juan XXIII, quien tenía una gran sensibilidad pastoral. Él quería que la Iglesia de Jesucristo, fiel a la misión recibida por su fundador, estuviera al día en medio de un mundo que cambia. Han pasado ya cinco décadas. Para conmemorar su inicio, el Papa Benedicto XVI convocó a un Año de la Fe, que fue inaugurado por él mismo en octubre de 2012, para concluir en la solemnidad de Jesucristo, Rey del universo, el 24 de noviembre de 2013. Ahora recordamos el quincuagésimo aniversario de un acontecimiento muy importante en el desarrollo del Concilio Vaticano II: la proclamación de la constitución sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, promulgada el 4 de diciembre de 1963 por el Papa Pablo VI. Manantial Litúrgico recuerda lo anterior en este volumen 21, que estamos entregando con gran entusiasmo a toda la Iglesia que peregrina en México. Lleva el título de La Litur gia de las Horas, oración de la Iglesia, ya que es uno de los temas que la Sacrosanctum Concilium estudió muy a fondo en su capítulo IV, con el nombre de Oficio Divino. Tuvo como 7
La Liturgia de las Horas
consecuencia la renovación de la Liturgia de las Horas tal y como hoy la conocemos. Nuestra Colección ha recopilado en este volumen la documentación necesaria para estudiar, comprender, vivir, amar y celebrar la Liturgia de las Horas como se debe, ya que la vida humana se desarrolla en el tiempo. El Concilio, y la posterior reforma en el tema de la Liturgia de las Horas, puso de manifiesto un aspecto fundamental: que esta forma de oración es para todos los miembros de la comunidad eclesial, sean clérigos o laicos. Es un volumen indispensable en la formación de los laicos, los clérigos, los consagrados y los monjes. Cada quien descubrirá, desde su propio estado de vida, la importancia de la documentación aquí presentada. Para los monjes se ha insertado un documento muy importante sobre la Liturgia de las Horas monástica. Quiera Dios, a quien elevamos nuestra alabanza, y Jesucristo, quien introdujo en la tierra el himno que se canta en el cielo que, asistidos por el Espíritu Santo, le demos un gran sentido a la Liturgia de las Horas, valorándola y amándola. Así, la Palabra de Dios que ella contiene, producirá fruto pleno en nuestra vida. Equipo litúrgico de México Pentecostés “Año de la Fe” 2013
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CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II
CONSTITUCIÓN SOBRE LA SAGRADA LITURGIA SACROSANCTUM CONCILIUM
4 de diciembre de 1963
CAPÍTULO IV El Oficio divino Obra de Cristo y de la Iglesia 83. El Sumo Sacerdote de la nueva y eterna Alianza, Cristo Jesús, al asumir la naturaleza humana, introdujo en este exilio terrestre aquel himno que se canta perpetuamente en las moradas celestiales. El mismo une a sí a toda la comunidad humana y la asocia con Él, entonando este divino canto de alabanza. En efecto, esta función sacerdotal se prolonga a través de su Iglesia, que, sin cesar, alaba al Señor e intercede por la salvación de todo el mundo no sólo celebrando la Eucaristía, sino también de otras modos, principalmente recitando el Oficio divino. 84. Por una tradición antigua, el Oficio divino está estructurado de tal manera que la alabanza a Dios consagra el curso entero del día y de la noche, y cuando los sacerdotes y todos aquellos que han sido destinados a esta función por institución de la Iglesia cumplen debidamente ese admirable cántico de alabanza, o cuando los fieles oran junto con el sacerdote en la forma establecida, entonces realmente es la voz de la misma Esposa, que habla al Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su mismo Cuerpo, al Padre. 11
La Liturgia de las Horas
Obligación y sumo honor 85. Por tanto, todos aquellos que ejercen esta función, por una parte, cumplen la obligación de la Iglesia, y por otra, participan del sumo honor de la Esposa de Cristo, ya que, mientras alaban a Dios, están ante su trono en nombre de la Madre Iglesia. Valor pastoral del Oficio divino 86. Los sacerdotes dedicados al sagrado ministerio pastoral rezarán con tanto mayor fervor las alabanzas de las Horas cuanto más vivamente sean conscientes de que deben observar la amonestación de san Pablo: Oren sin interrupción (1 Tes 5, 17); pues sólo el Señor puede dar eficacia y crecimiento a la obra en que trabajan, según dijo: Sin mí, no pueden hacer nada (Jn 15, 5); por esta razón los Apóstoles, al instituir diáconos, dijeron: Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra (Hech 6, 4). 87. Pero, para que los sacerdotes y demás miembros de la Iglesia puedan rezar mejor y más perfectamente el Oficio divino en las actuales circunstancias, el sacrosanto Concilio, prosiguiendo la reforma felizmente iniciada por la Santa Sede, ha determinado establecer lo siguiente, en relación con el Oficio según el rito romano: Curso tradicional de las Horas 88. Siendo el fin del Oficio la santificación del día, debe restablecerse el curso tradicional de las Horas de modo que, dentro de lo posible, correspondan de nuevo a su tiempo natural y, a la vez, se tengan en cuenta las circunstancias de la 12