La mañana del 31 de julio de 2002, el Santo Padre Juan Pablo II, el Grande, canonizó en esta basílica al primer santo indígena de toda América: san

La mañana del 31 de julio de 2002, el Santo Padre Juan Pablo II, “el Grande”, canonizó en esta basílica al primer santo indígena de toda América: san
Author:  Pedro Nieto Santos

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P. ÁNGEL PEÑA O.A.R. JUAN PABLO II, EL GRANDE LIMA – PERÚ 1 JUAN PABLO II, EL GRANDE Nihil Obstat Padre Ricardo Rebolleda Vicario Provincial del

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La mañana del 31 de julio de 2002, el Santo Padre Juan Pablo II, “el Grande”, canonizó en esta basílica al primer santo indígena de toda América: san Juan Diego Cuauhtlatoatzin.

Índice GRUPO EDITOR Presidente Mons. Diego Monroy Ponce Director Lic. Arturo Rocha Cortés Editorial Lic. Ángel Roa Hernández

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Mensaje de Rector

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Mons. Diego Monroy Ponce saluda a todos los peregrinos y lectores

Acontecimiento Guadalupano

Inin Huey Tlamahuiçoltzin Lic. Arturo Rocha Cortés

Jefe de Formación Ricardo Galindo Melchor Colaboradores P. Juan Ortiz Magos - P. Gabriel Rodríguez Martín del Campo - Diácono Mario Bustamante Rubio - Martha Reta Hernández - Lenice Rivera Hernández - Iván Martínez Huerta - Arturo Pardo Ayala - Lic. María de la Concepción M.C. de Jiménez Lic. Marcela Vallecillo Gómez - Lic. Samuel Jiménez Hernández - María Guadalupe Bustamante Rosas.

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Oraciones

Familia Guadalupana

La Oración

Necesidad del material didáctico catequístico en el hogar

Boletín Guadalupano es una publicación mensual y gratuita de la Basílica de Guadalupe A.R. La distribución es realizada por la propia Basílica, con domicilio en Plaza de las Américas núm. 1, Col. Villa de Guadalupe, Deleg. Gustavo A. Madero, C.P. 07050, México, D.F. Tel.: 55776022 exts. 201 Redacción y 161; fax 5577-5038. Correo electrónico: boletinguadalupano@basilicadeguadalupe. org.mx. web: www.virgendeguadalupe.org.mx.

Mario Bustamante Rubio

P. Gabriel Rodríguez M. del C.

Registro de SEPOMEX (en trámite). Certificado de Licitud de Contenido núm. 10545, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la SEGOB, el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Licitud de Título núm. 12972, expedido por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de SEGOB, expedido el 26 de noviembre de 2004. Certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo núm. 04-2006-112409391300-30, expedido por la Dirección de Reservas de Derechos del Instituto Nacional del Derecho de Autor, el 24 de noviembre de 2006.

“Bajo tu manto nos acogemos...” El patrocinio de San José

Juan Diego Cuauhtlatoatzin, “ el confidente de la dulce Señora del Tepeyac

Iván Martínez Huerta

Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano

Diseño Arturo Pardo, Arturo Rocha y Ricardo Galindo Formación Editorial Arturo Rocha y Ricardo Galindo Impresión Litográfica Delta S.A de C.V. Pascual Orozco 47, Col. San Miguel Iztacalco, C.P. 08640, Deleg. Iztacalco, México D.F., con un tiraje de 10,000 ejemplares. PUBLICACIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA Los artículos y demás contribuciones publicadas en el Boletín Guadalupano no reflejan necesariamente el sentir de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.

Portada: ANÓNIMO Verdadero retrato del siervo de Dios Juan Diego (Detalle) Óleo sobre tela (S. XVIII) 1.21 x 1.06 mts. Colección: Museo de la Basílica de Guadalupe. Diseño de Portada: Arturo Pardo Ayala Diseño de interiores: Lidia Binzhá, Ricardo Galindo, Arturo Rocha

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Cultura y Arte

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Pastoral

23 Conociéndonos

Artículo

Nuestra Señora de Guadalupe... a la italiana

Casa del Peregrino san Lorenzo

Cristina Fiallega

Lic. Samuel Homero Jiménez

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Retratos y Semblanzas

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Peregrinación de Monaguillos

Pbro. José Luis Vega Sánchez Lic. Marcela Vallecillo Gómez

30

María Guadalupe Bustamante Rosas

Tonantzin Guadalupe y los indígenas

“Sin Maíz no hay País”: grito de la tierra y de nuestros pueblos originarios Pbro. Jesús Ramos Muñoz

Peregrinaciones

5 Editorial Aniversario de la 33 Vcanonización de san Juan Diego Cuauhtlatoatzin de Agosto 35 Actividades de 2007

En Portada



Visita el sitio oficial de la Basílica de Guadalupe:

www.virgendeguadalupe.org.mx

MENSAJE DEL RECTOR

Q

ueridos lectores, la Providencia nuevamente me permite saludarlos desde este Santuario de Guadalupe y lo hago deseándoles paz y bendición en el Señor.

En el número anterior, presenté a todos ustedes algunos de los puntos de reflexión que el Santo Padre Benedicto XVI propusiera como línea de trabajo a los miembros de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en el Santuario mariano de Aparecida, en Brasil. Ahora, concluida la Asamblea, comparto sucintamente con ustedes algunas de las conclusiones de la misma. El documento conclusivo está articulado en tres grandes partes: La vida de nuestros pueblos hoy, la vida de Jesucristo en los discípulos misioneros y la vida de Jesucristo para nuestros pueblos; éstas a su vez en diez capítulos. En la introducción de este documento conclusivo podemos rescatar varios elementos de reflexión. El primero y el que sin lugar a dudas anima y estructura todo este trabajo, es la conciencia que la Iglesia tiene de sí misma, de su naturaleza y su misión: Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa. (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi). De ahí su “querer seguir impulsando la acción evangelizadora y a través de ella hacer discípulos y misioneros de Cristo, para que todos en Él tengamos vida”. Llama la atención la importancia que se brinda al Acontecimiento Guadalupano en el proceso evangelizador del Continente Americano, el cual fue decisivo para el anuncio y reconocimiento de Jesucristo, pedagogía y signo de inculturación de la fe, manifestación y renovado ímpetu misionero para la propagación del Evangelio. Ella trajo el Evangelio a nuestra América. Junto a san Juan Diego presidió el Pentecostés que nos abrió a los dones del Espíritu y desde entonces Guadalupe es estrella y maestra de la evangelización. Como bien lo afirma el documento: es Ella quien brilla ante nuestros ojos como imagen acabada y fidelísima del seguimiento de Cristo. Debemos seguir a Cristo, tal y como su seguidora más radical lo siguió. Para ello, el Papa Benedicto XVI insistió en la necesidad de permanecer en la escuela de María. La amplitud de estas conclusiones permitió a los sinodales abordar temas no sólo de la realidad eclesial latinoamericana y del Caribe, sino también de todas aquellas circunstancias que aquejan al mundo entero. Tras evaluar las diversas realidades de América en lo político, cultural y económico, se dio paso a un tema que en los últimos años ha venido siendo de particular interés para la comunidad universal: la biodiversidad, de la cual se afirmó su gran riqueza en este Continente, pero que también ha sido gravemente dañada. Dos puntos geográficos captaron la atención sobre este tema: la Amazonía y el Ártico. Al abordar el tema de los pueblos indígenas, se puntalizó que éstos se encuentran en la raíz primera de la realidad latinoamericana y caribeña; junto a ellos, están los afroamericanos y los pobres venidos de Europa, quienes en conjunto forman el mestizaje que es la base social y cultural de nuestros pueblos latinoamericanos. En la segunda parte de las conclusiones, los temas de la dignidad y de la vida humana acompañaron la idea de la familia. Realidades indisolubles y unidas entre sí. Junto a esta terna se presentó el valor del trabajo como participación en la tarea creadora y como servicio a los hermanos, recordándonos con ello que el trabajo no es un mero apéndice de la vida, sino que constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra, por la cual el hombre y la mujer se realizan. Por el trabajo se garantiza el hombre la dignidad y la libertad, siendo probablemente éste la clave esencial de toda la cuestión social. (LE, 3-4). 

Mensaje del Rector Entre otros temas que la V Conferencia abordó está el de la ciencia y tecnología, la comunión en la Iglesia, los lugares eclesiales para vivir la comunión —la parroquia, la diócesis, las conferencias episcopales—, el de los obispos, presbíteros y diáconos, los laicos y laicas, los consagrados y consagradas y, por su puesto, el diálogo ecuménico y las relaciones con el judaísmo. Por otro lado, una mirada en la asamblea tuvieron quienes se quieren formar como discípulos y misioneros de Jesucristo y también a quienes éstos están llamados a formar a través de la iniciación de la vida cristiana. Finalmente, en su tercera parte, el documento conclusivo exhorta a todos a vivir y a comunicar la vida de Cristo, especialmente entre los más pobres y excluidos, promoviendo a todos de manera humana e integral, atendiendo especialmente los rostros sufrientes de los que viven en la calle, de los enfermos, de los adictos dependientes, migrantes y presos. En esta comunicación de vida en Cristo se encuentra el matrimonio y la familia, los niños y los jóvenes, los adultos mayores, las mujeres, los padres de familia, la vida y su defensa y el cuidado del medio ambiente. En una palabra todo lo que nos constituye como personas, hasta llegar a caminos de auténtica reconciliación y solidaridad con todos. Como podemos ver, las conclusiones de la V Conferencia tocan la realidad palpitante de América, con todas sus luces y sus sombras, pero en cada una de ellas quiere ir la presencia de la Iglesia para hacer resplandecer en cada momento de su historia, a la perla preciosa que es Jesucristo. Hasta aquí el tema de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Antes de despedirme, quiero invitarlos a recordar con profunda gratitud al Siervo de Dios Juan Pablo II, quien hace cinco años, a pesar de su delicado y frágil estado de salud, vino para proclamar en esta basílica la santidad del indio Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el fiel mensajero y confidente de nuestra Muchachita Guadalupe. La celebración del quinto aniversario de la proclamación de su santidad debe ser para cada uno de nosotros, no sólo motivo de gratitud y de alegría, sino también oportunidad para profundizar en el Acontecimiento Guadalupano, con el que se encuentra intrínsecamente ligado. Ojalá que el testimonio de vida sencilla y de coherencia de san Juan Diego Cuauhtlatoatzin anime también nuestra vida cristiana. Para conmemorar este aniversario, celebraremos en el Centro de Pastoral de esta Basílica las Jornadas Guadalupanas de Estudio; tendrán verificativo los días 25, 26 y 27 de julio, de 11:00 a 13:00 horas. Antes de presentar a todos ustedes las actividades del día 12 de este mes, quiero felicitar a quienes hacen posible con un servidor, desde hace cuatro años, la publicación de este Boletín Guadalupano. Muchas gracias por su cercana y generosa colaboración. Aprovecho para exhortarlos a no aflojar el paso, sino a seguir contribuyendo en la medida de sus talentos en la difusión de esta publicación, vínculo de comunión y comunicación entre el Tepeyac y el pueblo de México. Los festejos del mes de julio estarán a cargo del M. I. Sr. Cango. Luis Reynoso, quien a las 9:00 de la mañana presidirá la solemne Eucaristía y por la tarde, el Santo Rosario. En punto de las 19:00, se realizará un concierto musical. Como lo hemos venido haciendo cada día 12 de mes, a las 10:30 de la mañana, en el Templo Expiatorio a Cristo Rey, el P. José Trinidad Marínez Solís nos presentará algunos aspectos de la vida de los mártires cristeros. Ojalá puedan asistir.

Mons. Diego Monroy Ponce Vicario General y Episcopal de Guadalupe Rector del Santuario 

EDITORIAL

Q

uienes colaboramos en la edición del Boletín Guadalupano, a cuatro años de su publicación, recordamos como si fuera ayer sus comienzos. El mes de julio del año 2003, marcó el inicio de esta nueva publicación que habría de ser un canal de información y comunión entre el Tepeyac y los pueblos de México. A decir verdad, el boletín ya existía aunque sólo de manera interna para el Santuario. De ahí que su nueva época apareciera bajo el año II y número 31.

los contenidos pretende ser novedoso y de especial interés para los lectores, tomando en cuenta la pluralidad de nuestros lectores. Por otro lado, a partir de algunos de los artículos que publicamos, podemos conocer el pensamiento de la Iglesia en torno a temas de actual trascendencia.

El Boletín Guadalupano de julio del año 2003 quiso aparecer para conmemorar el primer aniversario de la canonización de san Juan Diego Cuauhtlatoatzin y de los mártires Cajonos de Oaxaca. En esta primera publicación, también nos encontramos con una reseña de la peregrinación de la diócesis de Querétaro, que entonces realizaba la 117. Si no de las más antiguas, se trata, sí, de la más grande peregrinación que visita el Tepeyac. Desde su primer número, el Boletín Guadalupano ha mantenido el esfuerzo de presentar a todos ustedes la reproducción facsimilar de documentos conocidos y otros inéditos que avalan la historicidad del Acontecimiento Guadalupano. Ejemplo de ello fue la reproducción del testamento de Elvira Ramírez datado en el siglo XVI, así como un artículo sobre el valor de las Informaciones Jurídicas de 1666, entre otros temas que reflejan el espíritu plural de la revista, mismo que nos hemos esforzado en mantener a lo largo de todo este tiempo. A lo largo de estos cuatro años, hemos podido constatar el crecimiento y el desarrollo del Boletín Guadalupano, buscando siempre llegar a todas las diócesis del país y con ellas a sus obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, a los Agentes de Pastoral, al Pueblo de Dios y a todos los hombres de buena voluntad. Estos límites los hemos sobrepasado, pues nuestra publicación llega a diversos países del mundo. Estamos presentes en los Estados Unidos, Canadá, Argentina, Chile, Uruguay, Italia, España, entre otras naciones. La calidad de sus contenidos así como de su impresión ha sido notable. Pasamos de papel bond a papel couché, a cuatro tintas, aumentamos su número de páginas y reestructuramos sus secciones. En cuanto a sus contenidos, hemos contado con la participación de sacerdotes, notables académicos, investigadores y estudiosos del arte. Cada uno de



Editorial En esta ocasión el BG nos presenta en el mensaje del Rector, una breve síntesis de las conclusiones de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, resaltando el papel de la evangelización que la Iglesia tiene en América y el tema de la biodiversidad, tan urgente de atender y que no debe sólo preocupar a grupos pro ambientalistas, sino a todo cristiano, pues cada uno de nosotros somos cooperadores de la creación. Por su parte, el P. Jesús Ramos Muñoz, miembro de los pueblos originarios, en un artículo intitulado “sin maíz no hay país” hace un interesante análisis sobre la realidad del preciado alimento básico de nuestro pueblo y de otros países latinoamericanos. Así mismo, habla de la importancia que el grano tiene en la vida de los campesinos, de su valor en la vida urbana y de la importancia de defenderlo ante la presencia de semillas transgénicas. Esta defensa la extiende el autor a todos aquellos que lo siembran y lo riegan, a fin de que llegue a nuestra mesa.



Al cumplir cuatro años de vida, invitamos a todos ustedes, queridos lectores, a sumarse a este esfuerzo y a colaborar con su donativo para seguir editando nuestro Boletín Guadalupano, cuyo tiraje de 20,000 ejemplares debió reducirse a 10,000, por razones económicas. El BG es de distribución gratuita por lo que necesita de todos para seguir viviendo. Ojalá se sumen más corazones y más voluntades a este esfuerzo eclesial, que sólo busca llevar el Acontecimiento Guadalupano a todos y cada uno de los que viven en México y más allá de nuestras fronteras, y junto con él la tierna, compasiva y amorosa mirada de Santa María de Guadalupe. Muchas gracias a todos los que hacen posible la publicación de esta revista. ¡Vayamos juntos por un año más!

Acontecimiento Guadalupano

Inin huey tlamahuiçoltzin (ca. 1570) Lic. Arturo Rocha Cortés Director del Boletín Guadalupano [email protected]

A

cuatro años de iniciada en este BG la publicación facsimilar de las fuentes primarias guadalupanas del s. XVI, creemos oportuno reponer un documento cuya reproducción fotográfica había dejado algo que desear en enero de 2004. Se trata de Inin huey tlamahuiçoltzin (“este es el gran milagro”), documento en lengua náhuatl que contiene una narración abreviada de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego. Se trata de una copia tardía, elaborada en el tercer tercio del siglo XVI, aunque Ernesto de la Torre Villar lo ubica en 15411545. Durante mucho tiempo se atribuyó esta relación al intérprete entre el obispo Fr. Juan de Zumárraga y Juan Diego: el P. Juan González; pero no hay base histórica para soportar tal afirmación. A pesar de su brevedad, este documento es de relevancia por ser independiente del Nican Mopohua. Se le ha denominado, incorrectamente, “La Relación Primitiva”. Inin huey tlamahuiçoltzin fue encontrado entre los papeles del jesuita mexicano Juan Tovar, autor de una fuente importante de la historia náhuatl, el llamado Códice Ramírez. Actualmente se halla en la Biblioteca Nacional de México. 

Acontecimiento Guadalupano

Inin huey tlamahuiçoltzin (Ms. 1475 de la Biblioteca Nacional de México) f. 51r.



Acontecimiento Guadalupano

Paleografía nra. Señora de + guadalupe

5

Traducción * 51 d

in quimochihuili yn ipampatzinco ce-

se dignó obrar a través de la siem-

micaca ichpochtli Sta. M.a Ca yèhuatl:

pre doncella [...] Santa María, esto es

in anquimocuilizque, in anquimoca-

chantlalitzinoz in quimotocayotilia cihuapilli S.ta M.a tepeacac. Caiuhqui in in mochiuh, ce ic notlatzintli, macehuatzintli à nel huel ytlateomatcatzin ynin icnohuictzintli, icnomecapaltzintli, yn oncan tepeacac tepetozcac nenentinenca, à nel aço tlanelhuatzintli quimotataquilitinenca, yn oncan quimottititzino in Dios ytlaçonantzin quimonochili, quimolhuili no-

20

d

Este es el gran milagro de Nuestro Señor Dios

quimonequilti mocalquechilitzinoz, mo-

15

51

Ynin y huey tlamahuiçoltizin toto Dios

quilitizque, in quenin tlamahuiçoltica,

10

Nuestra Señora de Guadalupe

vosotros la tomareis, vosotros la escucharéis cómo milagrosamente se dignó quererlo, se dignó construir una casa para sí misma se dignó establecerse, se dignó nombrarle Señora [...] Santa María Tepeyacac. Así de este modo se hizo, un pobrecito macehualito. Ciertamente bien devoto este pobre palito sembrador [...], pobre mecapalito allá en Tepeyacac en la barranca [garganta] del cerro andaba de allá para acá en verdad, ciertamente, una raicita andaba escarbando allá él se dignó ver a la preciosa Madrecita de Dios; Ella se dignó llamarle, se dignó decirle:

xocoyouh, tlaxonmohuica in huey alte-

el más pequeño de mis hijos, anda al interior

petl ytic Mexico, xicmolhuili yn om-

de la gran ciudad de México y díle al que

pa teoyotica tepachoa arçobispo, cano

allí gobierna en lo religioso, el arzobispo

connequi, notlanequiliztica ynic nican

que con gran deseo quiero que aquí

in tepeacac nechmochátilizque, nechmo-

en Tepeyacac me hagan una habitación

quechililizque nocaltzin ynic oncan

me levanten mi digna casa para que allí...

* Xavier Noguez, Documentos Guadalupanos, México: El Colegio Mexiquense/ FCE, 1995, [Sección de Obras de Historia], pp. 205-206.



ORACIONES

Foto: Comunicación Social

La Oración

Mario Bustamante Rubio Diácono Permanente

L

a insistencia de la feligresía en el tema de la oración, aparentemente tan fácil, pero de suyo arduo y elevado, me ha motivado para tratarlo en estas líneas. La vorágine de la vida diaria nos envuelve en un sin fin de preocupaciones, al punto que olvidamos la manera misteriosa de actuar del Espíritu Santo que instruye, ilumina y guía a nuestras almas. Trataremos de penetrar en el secreto de la oración continua, basada en el estado de gracia, a la vez que en el ejercicio de las virtudes teologales de Fe, Esperanza y Caridad, a fin de orar con fidelidad, esperanza y amor, siempre con perseverancia y paciencia; atentos con nuestra intención vigilante 10

día y noche, lo que producirá en nuestras almas el deseo y sed de Dios que existe en proporción directa de nuestro desprendimiento de las cosas mundanas; dispuesto el ánimo con atención e intención vigilante día y noche, cuyo efecto será sentir el deseo y la sed infinita de Dios. Ahora sí, estemos preparados para escuchar la voz del Divino Maestro. En la siguiente perícopa del Evangelio según san Mateo, leemos: “En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos”.

Oraciones “Cuando ustedes hagan oración no hablen mucho, como los paganos, que se imaginan que a fuerza de mucho hablar, serán escuchados. No los imiten, porque el Padre sabe lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Si ustedes perdonan las faltas a los hombres, también a ustedes los perdonará el Padre celestial. Pero si ustedes no perdonan a los hombres, tampoco el Padre les perdonará a ustedes sus faltas.” (Mt 6, 7-15). No menor en importancia es el Evangelio según san Lucas, con su fuerte doctrina acerca de la necesidad de la oración insistente y continua, que nos marca la pauta a seguir: “Es necesario rezar siempre y nunca desfallecer” (Lc 18, 18). Por otro lado, san Pablo, en su Carta a los Romanos (8, 25-27), nos dice que no sabemos qué pedir, ni cómo pedirlo. Posteriormente, san Agustín de Hipona, hacia el año 412 d.C., escribe lo que conocemos como su carta 130 dirigida a Proba, viuda noble y rica que se la había solicitado con antelación (vid. San Agustín, Obras completas, BAC; también hay una edición económica de la Librería Parroquial de Clavería. En esta edición, hay unos formidables consejos sobre la oración, escrita por el P. Pedro M. Gasparotto). Oración a la Virgen de Guadalupe atribuida a Juan Pablo II de feliz memoria. ¡Oh, Virgen Inmaculada, Madre del Verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión

a todos los que solicitan tu amparo, escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, Único Redentor Nuestro. Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a Ti que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores. Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra. Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de la plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia, no nos sueltes de tu mano amorosa.

Si a pesar de estos consejos espirituales —que por cierto hay innumerables más—, no se sienten satisfechos con su oración, no se desanimen, antes bien esperen la acción misteriosa del Espíritu Santo que instruye, ilumina y guía a las almas, pero nunca las hincha de orgullosa erudición o de curiosidades inútiles, sino que las acompaña a través de noches oscuras. 11

FAMILIA GUADALUPANA

Necesidad del material didáctico catequístico en el hogar

Pbro. Gabriel Rodríguez M. del C. Capellán de Coro

D

ice un refrán psicopedagógico que “Nada se encuentra en el entendimiento que primero no se halle en los sentidos”. O sea, que en el acto humano, primero es ver, oír, tocar, oler y gustar, para que estas sensaciones se unan en la imaginación, en el sentido común, y ésta estimule la inteligencia para formar las ideas y conceptos intelectuales correspondientes a cada uno de los estímulos. Esto quiere decir que pasamos de lo concreto a lo abstracto, de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo. Estos principios se respetan en el jardín de niños, en la escuela primaria y secundaria de modo especial, pero también deben respetarse en la educación y formación de los hijos en la familia. 12

También en la enseñanza religiosa cristiana hay que servirse de lo concreto para dar pie a las ideas, hay que servirse de lo imaginativo para pasar a los conceptos de las cosas. Se hacen, pues, muy convenientes los llamados medios audiovisuales, como pueden ser filmes o diapositivas, cantos musicalizados, mapas, cuadros bíblicos, cuentos, historietas, etc. Todo esto para ilustrar los conceptos religiosos de la Historia Sagrada que es básica en la enseñanza de la religión cristiana. Por medio de rotafolios se puede explicar visualmente la creación, el pecado de Adán y Eva, su expulsión del paraíso terrenal, el asesinato de Abel, el diluvio, etc.

Familia Guadalupana Todos los acontecimientos de la Historia Sagrada hasta llegar a nuestro Señor Jesucristo y a la Historia de la Iglesia. De siglo en siglo, Dios y Satanás se encuentran en lucha hasta la victoria definitiva de Dios en el juicio final. Jesucristo confirmó ser camino, verdad y vida para el hombre, su Salvador y Redentor, su Mediador, mediante su Evangelio, sus sacramentos, sus milagros, su Iglesia, sus Apóstoles y discípulos. La Palabra de Dios es una persona que hay que acoger, que hay que contemplar y que exige una respuesta. La respuesta del hombre es una vida en comunión y de alianza con Dios en la fe. Por medio de la oración, sacramentos, particularmente de la Eucaristía, Santa Misa, buenas obras, impregnadas de fe cristiana, el cristiano hace su entrega total a Dios, con tal de proclamar con san Pablo: “Vivo, ya no yo; es Cristo quien vive en mí”. El primer camino para llegar a Dios es la experiencia de las relaciones del niño con sus padres. El segundo camino es el niño asociado con la oración y conducta de sus padres. El tercer camino son los amigos de Dios en diálogo con el Señor. Los relatos de la Biblia deben tener como fin una actitud del niño: llegar al momento en que podrá asociarse con la oración de Jesús que habla con su Padre. Dios quiere hablar con nosotros, quiere que seamos de su familia por toda la eternidad. La educación religiosa que los padres han de dar a sus hijos, deberá consistir en hacer que actúen como hijos de Dios, hermanos de Jesús, templos del Espíritu Santo, hijos de la Iglesia, hijos de la Santísima Virgen María, hermanos de todos los hombres, miembros del pueblo de Dios, miembros de Jesucristo, cabeza de su Cuerpo Místico que es la Iglesia, moradores amigables del universo entero y de los cielos nuevos y Tierra Nueva. La madurez de la persona humana implica la superación del egocentrismo y egoísmo, captativismo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y soberbia de la vida, hasta alcanzar completa disponibilidad, apertura, sinceridad, generosidad, entrega, amor. La comunicación de unos con otros debe intentar un

conocimiento en extensión y en profundidad, para lograr la mejor y más armónica integración de unos con otros, para que cada uno desarrolle la función social que le corresponde, y sea aceptado y amado por todos en el grupo, para el bien de todos, para el bien común. La comprensión del plan de Dios, de su designio amoroso sobre toda la creación incluyendo el universo, el sistema solar, la Tierra, la Luna, las plantas, los animales, el hombre, los ángeles, debe llevar a forjar el sentido misionero de extender el Reino de Dios, para que Dios sea todo en todos y en todo. Jesús fue hecho Señor por su Resurrección de entre los muertos. Se sentó a la derecha del Padre en el amor del Espíritu Santo. Jesús, Señor de la Salvación, fue hecho perfecto por sus sufrimientos, particularmente los de su Pasión y Muerte. Y es la intención de Dios que la Pascua de Jesús sea la Pascua del Pueblo de Dios: “El que no se niega a sí mismo, toma su cruz cada día y sigue a Jesús, no puede ser su discípulo”. “Y el que no come su cuerpo y bebe su sangre, no tiene vida eterna”. Fuera de la Iglesia no hay salvación. El Bautismo nos incorpora a la Iglesia y a Nuestro Señor Jesucristo. Jesús recibió el poder de enviar al Espíritu Santo para continuar su obra pascual. La Santísima Trinidad está al término de toda la catequesis; el encuentro con el Padre, por medio de Cristo, bajo la actuación del Espíritu Santo. Así, hay que aprender a hacer uso adecuado de sonoramas, videocasetes, cuadros, ejercicios y prácticas cristianas, como las siete obras de misericordia corporales y espirituales, oración participada, exámenes de conciencia, resoluciones y propósitos en familia, lectura de pasajes bíblicos con su debido comentario, lectura de vidas de santos en el comedor, práctica de oración de la mañana y de la noche, oración antes de tomar los alimentos, etc. Es obvio que todo esto implica algunos gastos y saber programar cristianamente la vida en familia. 13

CULTURA Y ARTE

“Bajo tu manto nos acogemos...” El patrocinio de San José

Iván Martínez Huerta Investigador del Museo de la Basílica de Guadalupe

Anónimo novohispano Patronato de San José Siglo XVIII, segunda mitad Col. Museo de la Basílica de Guadalupe Foto: Gilberto Chen

E

l Museo de la Basílica de Guadalupe anexó a su colección, recientemente, la obra Patrocinio de San José, de autor anónimo y que puede datarse en la segunda mitad del siglo XVIII. Esta pintura de formato trapezoidal, nos presenta un tópico iconográfico de profundas raíces occidentales. El término “patrocinio” no significa otra cosa que socorro, protección, tutela, auxilio, defensa, favor y amparo. Esta palabra era utilizada desde los tiempos de la Roma Imperial cuando los plebeyos tenían que elegir a un patricio “para que con su autoridad y riquezas los defendiesen y amparasen”1. 14

En la época tardomedieval, la imagen de “patrocinio” adoptó de manera definitiva el esquema de una figura central protectora que extiende su capa o ropaje para brindar auxilio a quienes bajo su tutela se amparan. Fue esta modalidad la que pasó a la Nueva España y se difundió ampliamente. Como se puede apreciar en el cuadro que se presenta, al centro del lienzo, de pie sobre un banco de nubes, se encuentra el patriarca San José, quien lleva al Niño Jesús en su brazo, ataviado con su tradicional túnica verde y un rico cinturón de piedras preciosas, lleva una larga capa, con el interior color bermellón, que es sostenida en los extremos por un par de angelillos.

Cultura y arte El rostro del patriarca es el de un hombre fuerte y joven, con fina barba y mirada baja. Esta manera de representar al padre nutricio de Jesús se difundió en el siglo XVI cuando se dejo atrás la representación medieval de José como un venerable anciano. La rama florida que sostiene con la mano izquierda, refiere a la señal ocurrida en el Templo cuando se elegió al futuro esposo de María. Muchos autores han visto en este objeto el símbolo de su castidad. Bajo su capa extendida se observa a seis personajes, que postrados de hinojos se acogen a la protección del Patrón de la Nueva España. En el lado izquierdo están colocados tres personajes que representan al poder temporal, el más cercano se lleva una mano al pecho, el centro de los afectos y las emociones, y con la otra invita al espectador a mostrarle respeto al señor san José, se encuentra cubierto con una capa de armiño y tocado de una corona que lo identifican como el rey de España. Los tres personajes llevan pelucas empolvadas y visten casacas de telas bordadas, de clara influencia francesa. En el lado opuesto se miran otras figuras, pero esta vez con una indumentaria de tipo religioso. El personaje que mira directo al espectador se encuentra tocado por una mitra, lo cual nos indica que es el arzobispo de México, a su lado y de frente a José se encuentra el Sumo Pontífice, ya que aparece con una tiara papal.

acomodara a sus intereses, ya fuere por haberse desempeñado en su actividad, como es el caso del gremio de pintores que tenía en el Evangelista san Lucas a su figura tutelar, o bien, por cuestiones localistas que alcanzaban una proyección más amplia cuando los integrantes de cierta comunidad se establecían en otro lugar, tal es el caso de la Virgen de Aránzazu que estaba ligada a la comunidad de los vascos avecindados en México. El patronato más importante de la Nueva España fue el de la Virgen de Guadalupe sobre todo el virreinato, después de que ésta interviniera como protectora de la población en la terrible peste del matlazáhuatl. La Virgen del Tepeyac fue jurada patrona de la ciudad de México en 1737 haciéndose extensivo a toda la Nueva España en 1746. Para 1754 este compromiso fue reconocido

El patronato además de un sentimiento colectivo de agradecimiento y protección, es una figura jurídica firmada por dos voluntades. Es un compromiso suscrito por los poderes espiritual y temporal, así como por la sociedad en su totalidad. Esta figura producía una obligación civil que permitía vivir con seguridad, certidumbre, y plenitud. Esta deuda que toda la población tenía con la divinidada se hacía patente en todas las celebraciones organizadas a favor de la figura patronal y en las oraciones, encomiendas, veneraciones, construcciones y demás hechos realizados a favor del engrandecimiento de su culto. En la Nueva España hubo muchas figuras patronales, que se correspondían principalmente con cada uno de los pueblos, villas y ciudades. Pero también cada institución juraba como patrón de su organización a la figura que mejor

Miguel CABRERA (ca.1716-1768) Patronato de San José Siglo XVIII Col. Museo José Luis Bello y Zetina, Puebla, Puebla Foto: Museo José Luis Bello y Zetina

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Cultura y arte por el Papa Benedicto XIV produciendo las fiestas más esplendorosas de toda la época colonial. El caso del Patronato Josefino resulta muy significativo por haber sido el primero en todo el territorio; fue establecido desde el Primer Concilio Provincial Mexicano el año de 1555. El origen de esta obligación jurídica se encuentra en la encomienda que los primeros frailes franciscanos hicieron a San José para que les permitiera evangelizar con facilidad a la extensa población indígena.

del cabildo que agradecía de esta manera la intervención del Patriarca en la detención de enfermedades que acechaban a los integrantes de la Colegiata. El lienzo que presentamos en esta ocasión nos recuerda los compromisos aceptados por la sociedad novohispana y rememora los sentimientos de protección y agradecimiento hacia una figura de importante trascendencia en la vida tanto religiosa como civil de México.

En señal de agradecimiento se le juró como patrón de todo el virreinato y protector ante los rayos, truenos y tempestades. La población novohispana de inmediato hizo suya esta tradición y festejó al Patriarca cada 19 de marzo. Gracias a los sermones coloniales podemos conocer la comparación que los teólogos novohispanos hicieron entre el Padre Nutricio de Jesús y la figura del patriarca José mencionado en el Antiguo Testamento. Del mismo modo que José fue en Egipto un varón casto, sabio y virtuoso, san José era considerado un ministro o virrey que encarnaba en la Nueva España la figura de poder y auxilio necesario que hacía falta para la conversión de la población. Son varias las obras artísticas del periodo novohispano que dan muestra del patronato de San José sobre el Virreinato y su población. En esta ocasión mostramos otras dos obras de gran significado. La primera de ellas es del prolífico pincel de Miguel Cabrera y pertenece a la colección del Museo José Luis Bello y Zetina de la ciudad de Puebla. Este pequeño óleo sobre lámina sobresale por sus afinados detalles y perfecto acabado, y nos permite pensar en la existencia de un grabado que con seguridad debió difundirse entre los artistas para llegar a resultados muy similares. El otro cuadro es una composición monumental que nos presenta a San José como patrono del cabildo de Guadalupe. Este lienzo se encuentra colocado en la capilla dedicada a este santo en la Basílica de Guadalupe, y fue mandado a realizar por deseo expreso 16

Anónimo novohispano Patronato de San José sobre el Cabildo de Guadalupe, 1809 Col. Museo de la Basílica de Guadalupe Foto: Gilberto Chen

NOTA Jacinto de Herrera. Oración evangélica a el patrocinio de María Santísima Señora Nuestra. Alcalá: María Fernández impresora de la Universidad, 1661 1

PASTORAL

Juan Diego Cuauhtlatoatzin, “el confidente de la dulce Señora del Tepeyac” Nuestro hermano Santo, a cinco años de su Canonización

Mons. Jorge Palencia Ramírez de Arellano Vicerrector y Coordinador General de la Pastoral del Santuario

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n días pasados leía los resultados y conclusiones de la V CELAM, y meditaba en cómo nuestra alegría como cristianos frente al III Milenio, debe basarse en el amor del Padre y en nuestra participación en el Misterio Pascual de Jesucristo quien, por el Espíritu Santo, nos hace pasar de la muerte a la vida, de la tristeza al gozo, del absurdo al hondo sentido de la existencia, del desaliento a la esperanza que no defrauda. Esta alegría no es un mero sentimiento superficial o artificialmente provocado ni un estado de ánimo pasajero, es el amor de Dios Padre revelado en Cristo que nos ha invitado a entrar en su Reino. Conocer a Jesucristo por la fe debe ser nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y trasmitirlo es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado. Y pensaba, ¿no es acaso lo que experimentó nuestro hermano san Juan Diego Cuauhtlatoatzin hace casi 500 años? Con las conclusiones de la V CELAM, recordaba aquel día de la beatificación de Juan Diego, el 6 de mayo de 1990, cuando el Papa Juan Pablo II,

de felíz memoria, llamaba a Juan Diego “el confidente de la dulce Señora del Tepeyac”. Y en el marco grandioso de la Basílica de Guadalupe, pronunció el Santo Padre estas palabras: “La Virgen lo escogió entre los más humildes para esa manifestación condescendiente y amorosa cual es la aparición guadalupana. Un recuerdo permanente de esto es su rostro materno y su imagen bendita, que nos dejó como inestimable regalo”. Sí, Juan Diego conoció estas profundidades del amor de Dios, en el rostro maternal de Santa María de Guadalupe, había recibido el Santo bautismo unos años antes de las Apariciones, participaba ya del Misterio Pascual de Jesucristo, intentaba con esmero seguirlo, prueba de ello eran sus viajes para continuar su instrucción desde su casa, hasta Tlaltelolco, y Dios le pide el encargo delicadísimo de transmitirlo, al confiarle a su Santa Madre: María Santísima. Imaginemos por un momento el gozo y la alegría de nuestro hermano San Juan Diego, el hondo sentido que cobró su existencia al ser “el confidente de la dulce Señora del Tepeyac”. 17

Pastoral Recordemos que la Causa de Beatificación de Juan Diego fue ocasión de estudios y debates, hasta de voces que pretendían negar su historicidad. Por ello a cinco años de su canonización, es necesario recordar y tener muy en cuenta algunos elementos históricos fundamentales de San Juan Diego. Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio “vidente” de Santa María de Guadalupe, nació el año 1474 en el señorío chichimeca de Cuautitlán, (según el historiador Becerra Tanco), situado lejos de Tezcoco. Él y su familia se contaban entre los principales de su pueblo, por su educación y desahogada posición social ( según consta en las Informaciones Guadalupanas de 1666, con el décimo testigo Fray Pedro de Oyanguren). Según la tradición, Juan Diego tendría 57 años cuando vio a la Virgen María en el Tepeyac el año 1531. En el siglo XVII, la Santa Sede abrió un proceso jurídico, el año de 1666, para reconocer la historicidad del Acontecimiento Guadalupano. La petición fue firmada por el Obispo de Puebla, Gobernador de la Arquidiócesis de México, sede vacante, y por el virrey de la Nueva España. Las Informaciones Jurídicas de 1666, como se conoce el documento, fueron leídas por la Sagrada Congregación de Ritos sin dar, que conozcamos, una respuesta. En el siglo XVIII, en 1739, el erudito Lorenzo Boturini Benaduci recogió muchos documentos sobre el hecho guadalupano durante su viaje a la Nueva España con el objetivo de publicar su historia; muchos de estos documentos se perdieron cuando Boturini fue expulsado de la Nueva España. Con todo, algunos aparecieron más tarde en archivos y colecciones privadas. En 1754, Su Santidad Benedicto XIV, acogió las peticiones de las autoridades eclesiásticas y civiles de la Nueva España y declaró la Virgen de Guadalupe como patrona principal de la Nueva España y de los Dominios de la Corona de España. Por su parte, la Sagrada Congregación de Ritos concedió misa y oficio divino litúrgicos propios especiales para el 12 de diciembre, solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe. En 1894, los obispos mexicanos obtuvieron la concesión por parte de la Sagrada Congregación de Ritos de la coronación canónica de la Virgen de Guadalupe. Entonces fueron presentadas de nuevo las Informaciones Jurídicas de 1666 y otros nuevos datos como respuestas a las “animadversiones, que negaban la historicidad de Juan Diego”. En las primeras décadas del siglo XX los obispos de México y de muchas otras partes del mundo solicitaron a Pío X y luego a Pío XI la declaración de la Virgen de Guadalupe como Patrona del Continente Americano y de las Filipinas. A partir de 1974, V Centenario de la fecha del nacimiento de 18

Juan Diego, los obispos mexicanos y más tarde los latinoamericanos pidieron su elevación a los altares. Durante su primera Visita Pastoral a México en 1979, Juan Pablo II presentó también a Juan Diego como un personaje histórico, importante en la historia de la Evangelización de México. Se llegó así a su beatificación en la basílica de Guadalupe en México, por Juan Pablo II, el 6 de mayo de 1990. Sin embargo la beatificación, llevada a cabo con el método de las llamadas beatificaciones “equivalentes” (“equipolenti”), suscitó una polémica sobre la historicidad del acontecimiento guadalupano y sobre la misma figura de Juan Diego. Dado que muchos Cardenales, Arzobispo y Obispos pedían la canonización del Beato Juan Diego, a principios de 1998, y ante las voces que pretendían negar la historicidad de Juan Diego, dentro del marco del proceso de canonización del beato indio, la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos, decidió crear una Comisión histórica para analizar su fundamento. Nombró como presidente de la misma al profesor de Historia eclesiástica en las Universidades Pontificias Urbaniana y Gregoriana, Pbro. Dr. Fidel González Fernández, reconocido como uno de los máximos expertos en la materia. La Comisión solicitó la cooperación de unos 30 investigadores de diversas nacionalidades que ofrecieron una contribución decisiva no sólo para justificar la historicidad de Juan Diego, sino incluso para aportar nueva luz a la historia de México. El padre González expuso los resultados de este trabajo en un Congreso extraordinario celebrado en la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos el 28 de octubre de 1998, obteniendo un éxito positivo en la resolución de las dudas presentadas sobre la problemática histórica de Juan Diego y del Acontecimiento Guadalupano. Quizá uno de los trabajos más originales del Padre Fidel González, quien ha sido asistido en esta labor por otros miembros de la comisión, Monseñor Eduardo Chávez Sánchez y Monseñor José Luis Guerrero Rosado es la presentación de 27 documentos o testimonios indígenas guadalupanos y 8 de procedencia mixta indígena – española, que afirman de manera convergente el hecho guadalupano. Estos trabajos examinan críticamente los documentos y ofrecen por vez primera, algunas hipótesis razonables para explicar algunos vacíos, como el llamado “silencio guadalupano” de algunos personajes eclesiásticos y civiles del siglo XVI. Las fuentes históricas y literarias utilizadas, para el proceso de comprobación sobre la historicidad de Juan Diego provinieron fundamentalmente de tres matrices culturales

Pastoral distintas: las estrictamente indias e indígenas; las españolas y europeas y las mestizas. El tratamiento de cada fuente lo impone la fuente misma y su naturaleza. Hay que ver los datos según la totalidad de sus factores, sin eliminar o descuidar alguno, y, finalmente, hay que tener en cuenta también el influjo de la moralidad en la dinámica del conocimiento de los hechos. Por todo ello hay que tener en cuenta la historia y la cultura mexicana prehispánica, la de los conquistadores y misioneros españoles y el proceso evolutivo histórico que tiene lugar en la Nueva España o México desde el siglo XVI en adelante. Además, para dar un justo valor a las fuentes históricas hay que tener en cuenta los hechos de interculturación de los dos mundos: su lenguaje cultural, el valor de sus tradiciones y el método de su transmisión. Por otra parte, el momento histórico en el que se desenvuelven los hechos guadalupanos mexicanos explica la escasez relativa de documentos guadalupanos directos más antiguos. Sin embargo, tenemos el recurso de noticias e informes fidedignos tempranos, tanto indígenas como españoles, pertenecientes a los primeros veinte años tras los hechos, o de otros, que a partir de mediados del siglo XVI, abordaron el tema recurriendo a documentos o testigos antiguos, como es el caso de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl y, sobre todo, las Informaciones Jurídicas de 1666, que recogieron muchos de estos testimonios, entre ellos de gente contemporánea que conoció a testigos de los hechos y a sus protagonistas. En la historia de la documentación cobran especial relieve los códices indígenas, por lo que es necesario su interpretación adecuada: a) El Nican Mopohua, texto náhuatl, escrito hacia el segundo tercio del siglo XVI por Antonio Valeriano (1516-1605), ilustre indio tepaneca, alumno y después profesor y rector del Colegio de Santa Cruz de Tlatelolco, Gobernador de México durante treinta y cinco años; publicado en 1649 por Luis Lasso de la Vega, capellán de Guadalupe; y traducido al español por Primo Feliciano Velázquez en 1925. [...]

d) El Nican Motecpana, texto náhuatl, escrito hacia 1600 por Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1570-1649), bisnieto del último chichimeca tecuhtli, alumno muy notable del Colegio de Santa Cruz, que fue gobernador de Tezcoco, escritor y heredero de los papeles y documentos de Valeriano, entre los cuales recibió el Relato de las Apariciones de la Virgen de Guadalupe. En este precioso texto se nos refiere algunos datos importantes de la vida santa de Juan Diego, así como ciertos milagros obrados por la Virgen en su nuevo templo. e) El Testamento de Juan Diego, manuscrito del XVI, conservado en el convento franciscano de Cuautitlán, y recogido después por don Lorenzo Boturini. f) Varios anales en náhuatl, del siglo XVI, como los correspondientes a Tlaxcala, Chimalpahin, Cuetlaxcoapan, México y sus alrededores, hacen referencia a los sucesos guadalupanos. g) Informaciones Jurídicas de 1666, realizadas a instancias de Roma, en las que depusieron 20 testigos, 8 de ellos indios ancianos. Entre los testigos se contó a Don Diego Cano Moctezuma, de 61 años, nieto del tlatoani, Alcalde ordinario de la ciudad de México. h) En el XVII, hay varias Historias de las Apariciones de Guadalupe, publicadas por el bachiller Don Miguel Sánchez (1648), el bachiller Don Luis de Becerra Tanco (1675), el P. Francisco de Florencia S.J. (1688) y el Pbro. Don Carlos de Sigüenza y Góngora (1688). (Muchos de los documentos aquí mencionados han sido publicados facsimilarmente en páginas del Boletín Guadalupano).

b) El Testamento de Juana Martín, mejor conocido como Testamento de Cuauhtitlan, del 11 de marzo de 1559, vecina de Juan Diego. [...] c) El Inin Huey Tlamahuizoltzin, texto náhuatl, compuesto hacia 1580, y atribuido al P. Juan González, intérprete del Obispo Zumárraga; traducido por Mario Rojas. Es muy breve, y coincide en lo sustancial con el Nican Mopohua.

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Pastoral Quedando fundamentada la historicidad del beato Juan Diego, llegó el glorioso día del 31 de julio de 2002, cuando su Santidad Juan Pablo II, con voz entrecortada, por lágrimas de alegría pronunciaba: Con gran gozo he peregrinado hasta esta Basílica de Guadalupe, corazón mariano de México y de América, para proclamar la santidad de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen del Tepeyac, tan querido por los pueblos de México. ¿Cómo era Juan Diego? ¿Por qué Dios se fijó en él? Es conmovedor leer los relatos guadalupanos, escritos con delicadeza y empapados de ternura. En ellos la Virgen María, la esclava “que glorifica al Señor” (Lc 1, 46), se manifiesta a Juan Diego como la Madre del verdadero Dios. El Acontecimiento Guadalupano significó el comienzo de la evangelización con una vitalidad que rebasó toda expectativa. El mensaje de Cristo a través de su Madre tomó los elementos centrales de la cultura indígena, los purificó y les dio el definitivo sentido de salvación. Así pues, Guadalupe y Juan Diego tienen un hondo sentido eclesial y misionero y son un modelo de evangelización perfectamente inculturada.

Ahora nos toca adentrarnos a partir de las pruebas históricas en la figura histórica y espiritual de Juan Diego, tal como lo expresó el Eminentísimo Señor Cardenal Don Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, en su Carta Pastoral con ocasión de la Canonización de San Juan Diego: ...Mirar a Juan Diego significará en primer lugar, tomar conciencia de la propia identidad y de los valores que cada uno ha heredado de la familia, de la parroquia, de la escuela, de algún amigo o de algún acontecimiento que haya sido significativo en la experiencia de todos los días. Habiendo valorado esto, viene el momento de reconocer la presencia de Dios en la vida personal y en la vida de los demás. La experiencia de Dios marca la existencia de quien se deja amar; le abre nuevos horizontes y le introduce en una dinámica nueva. Juan Diego vivió este itinerario y encontró una escuela maravillosa. Su maestra fue nada menos que la Siempre Virgen Santa María, Madre del Verdaderísimo Dios por quien vivimos, somos y existimos, Madre compasiva y misericordiosa, Madre del Amor y de la santa esperanza. Obedeciendo la voluntad de Dios, aprendió a 20

ser constante y a enfrentar los retos de la vida. Juan Diego caminaba cada sábado y domingo a la iglesia, partiendo a la mañana muy temprano, antes que amaneciera, para llegar a tiempo a la Santa Misa y a las clases de instrucción religiosa. En esas frías madrugadas usaba para protegerse del frío una tilma o ayate, tejida con fibras del maguey. Durante una de sus caminatas camino a Tenochtitlán, caminatas que solían tomar unas tres horas y medias a través de montañas y poblados, ocurre la primera aparición de Nuestra Señora, en el lugar ahora conocido como “Capilla del Cerrito”, donde la Santísima Virgen le habló en su idioma, el náhuatl. Ella se refirió a él con grandísimo cariño, llamándolo: “Juanito, Juan Dieguito”, “el más pequeño de mis hijos”, “hijito mío.

Juan Diego tenía 57 años en el momento de las apariciones, ciertamente una edad avanzada en un lugar y época donde la expectativa de vida masculina apenas sobrepasaba los 40 años. Luego del milagro de Guadalupe Juan Diego fue a vivir a un pequeño cuarto pegado a la capilla que alojaba la santa imagen, luego de dejar todas sus pertenencias a su tío Juan Bernardino, pasando el resto de su vida completamente dedicado a la difusión del relato de las apariciones entre la gente de su pueblo. Las tradiciones refieren que el mismo día que se trasladó la Sagrada Imagen a la primitiva Ermita, Juan Diego dejó su casa y su pueblo y con licencia del Obispo, se trasladó a vivir y a servir en la de María Santísima. Desempeñó los oficios de cuidar, barrer, cargar y llevar todo lo necesario para la Ermita; todo con humildad, prontitud y devoción. Ocupaba largos ratos de tiempo en oración ante la Santa Imagen. Con permiso del Obispo comulgaba tres veces por semana, cosa muy rara entonces, y se ejercitaba en la mortificación y en ayunos. Además, atendía con gran amabilidad a los peregrinos a hora y deshora. Juan Diego muere el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años. Juan Diego amaba sobremanera la Sagrada Eucaristía, y por permiso especial del Obispo recibía la Comunión tres veces por semana, algo completamente inusual en aquellos tiempos. Su Santidad Juan Pablo II alabó en Juan Diego su fe sencilla, enriquecida por la catequesis, y lo definió como aquél que le dijo a la Santísima Virgen de Guadalupe: “soy solo un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda..”, un modelo de humildad para todos nosotros.

ARTÍCULO

Nuestra Señora de Guadalupe... a la italiana Cristina Fiallega Università di Bologna

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s el 12 de diciembre y al frente de la procesión, lentamente camina el sacerdote que lleva el estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, a los lados dos rostros morenos, sostienen los cirios y el pueblo reza el rosario ritmando las decenas con el estribillo de La Guadalupana.

sus “Mañanitas” a la Virgen Morena. Es una tradición que comenzó en el lejano siglo XVII, precisamente el 17 de marzo de 1767, cuando el decreto de expulsión de la Compañía de Jesús, emanado por Carlos III,1 provocó la emigración de sus componentes de todas las misiones jesuitas y por tanto de todas las colonias españolas.

Sin embargo, los devotos de la Virgen morena caminan bajo los portales para protegerse de la nieve que cae en grandes copos, no llevan los multicolores vestidos que lucen en las procesiones que van a la Villita, sino sobrios abrigos, grises, o negros y no se dirigen hacia la Basílica del Tepeyac sino a una céntrica iglesia de la medieval ciudad de Bolonia, en Italia, donde se encuentra y se venera una imagen de tamaño natural de Nuestra Señora de Guadalupe. Ahí cada año los italianos, junto con mexicanos, peruanos y filipinos celebran y le cantan

El Rey sostuvo siempre que la expulsión se debía a “razones que se reservaba en su propia ánima”2 y los jesuitas fueron acusados de corrupción, de operaciones fraudolentas, de haber difundido doctrinas e ideas peligrosas entre las que se encontraba, por ejemplo, la “dignificación” del pueblo mexicano representado por un macehual. De hecho, a la conciencia de una propia identidad “guadalupana” antes que mexicana, diferente a la española y a la indígena influyó, sin duda, la acción de los jesuitas. 21

Artículo Sin embargo, se sabe que la verdadera razón de su expulsión se encontraba en el así llamado “cuarto voto” de la Compañía, que a la pobreza, castidad y obediencia de todas las órdenes religiosas añadía la obediencia al Papa y no al Rey. Precisamente por este motivo y puesto que había sido el Vaticano, por lo menos indirectamente, el causante de la expulsión, los exiliados buscaron y encontraron refugio en todas las legaciones pontificias, principalmente en la provincia italiana de Emilia Romania: en Ferrara encontraron refugio los jesuitas de Aragona, en Imola los chilenos, en Faenza los paraguayanos, en Forlí los toledanos y en Rimini los andaluces. A Bolonia y sus alrededores llegaron los jesuitas de Castilla y la mayor parte de los mexicanos. Sin embargo el culto a la Virgen guadalupana no se difundió solamente en esa región pues, amén de las imágenes llevadas por los “desterrados”, muchos pintores locales fueron encargados de reproducir la imagen de la Morenita que hoy se encuentra presente en numerosas ciudades: El rostro dulce de la Morenita se encuentra en Nápoles, naturalmente en Roma y en Trento, por mencionar sólo algunas de las ciudades que poseen una o más imágenes guadalupanas, pero, a veces, se pueden encontrar verdaderos santuarios guadalupanos, como en el caso de Ascoli y Génova. La imagen de Bolonia es particularmente importante porque en esa ciudad el culto guadalupano se convirtió en tradición gracias a la presencia allí del Colegio de España, todavía hoy territorio español. El renovado florecer de la devoción en aquella ciudad italiana se debe a Monseñor Claudio Stagni, actual Obispo de Ferrara, que había acompañado al Papa Juan Pablo II en su primer viaje a México y que impresionadao por la profunda devoción mexicana a la Virgen de Guadalupe y recordando que desde hacía tres siglos la importante Señora era huesped italiana, decidió renovar en esa ciudad la tradición, nacida durante el Setecientos, de celebrar el 12 de diciembre una Misa solemne celebrada por el Obispo de la ciudad y acompañada, como en México, de un momento de recreación. Ha habido mariachi, teatro, títeres y conferencias, todo de argumento guadalupano. Actualmente en Italia, el guadalupanismo se difunde principalmente a través de la imagen de la Virgen y se propone, como sucedió originalmente también en México, como icono de la integración entre los pueblos y por ello 22

ha adquirido una importancia social en una ciudad hasta hace pocos años habitada sólo por boloñeses. Sin embargo, el culto guadalupano en Italia se ha difundido no sólo gracias a las imágenes sino también a la labor de Radio María que ha trasmitido dos versiones radiofónicas del Nican Mopohua; mediante la obra de las congregaciones misioneras como la Comunità Missionaria de Villaregia o el Centro Unitario Missionario de Verona; hace años el interés por la Virgen de Guadalupe ha traspuesto las puertas de las universidades. En la de Bolonia, tres actuales doctoras se han recibido con una tesis sobre la Virgen de Guadalupe y una de ellas, después de la tesis sobre “la lírica histórica guadalupana”, entró en una orden religiosa y hoy día es misionera en Perú. Además, el Nican Mopohua se ha impuesto a la atención de los estudiosos de Literatura Española e Hispanoamericana y actualmente un grupo de ellos de las universidades de Milán y Bolonia, en colaboración con el Dr. Germán Viveros de la UNAM y de la Dra. Ana Rita Valero del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos, está trabajando en la elaboración de la primera Historia del teatro guadalupano a través de sus textos cuyo objetivo es dar a conocer un género dramático, cuyo origen se remonta al 1531, a través de la selección de un corpus de textos que cubre materialmente la entera historia de México a partir de la conquista hasta nuestros días. En ella se analiza el guadalupanismo desde el punto de vista de la Historia de la Literatura y se le observa como dato constitutivo de la “mexicanidad”, es decir, como elemento ontológico del carácter nacional y como elemento, histórico, sociológico y cultural de México. Así pues la Madre de Dios y Madre nuestra, que desembarcó en las costas mexicanas como la blanca Señora de los Remedios para ayuda de todos, españoles, mexicanos y “de todos los hombres que en esta tierra son uno solo”, ahora es La Morenita que se hace reconocer en el viejo continente presentándose siempre como Nuestra Señora de Guadalupe a la italiana.

NOTAS Recordamos que Carlos III fomenta la política interna de “despotismo ilustrado” y en política exterior favorece los intereses de Francia e Inglaterra. 2 Vid. A. Santos, A, Los jesuitas en América, Madrid: Mapfre, 1992 y G.P. Brizzi, Dall’isola alla città. I gesuiti a Bologna, Bologna: Nuova Alianza Editoriale, 1988. 1

CONOCIÉNDONOS

Casa del Peregrino san Lorenzo

Foto: Comunicación Social

Lic. Samuel Homero Jiménez Hernández

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sentada en un predio de 450 metros cuadrados, la Casa del Peregrino san Lorenzo se encuentra geográficamente ubicada muy cerca de la Basílica, en el número 9 de la Plaza del mismo nombre. Los registros más antiguos que se tienen de esta casa de peregrinos datan del año 1954. Este espacio alberga anualmente entre 26,000 y 28,000 peregrinos al año y lo hace en una construcción de aproximadamente 1000 metros cuadrados, distribuidos en una planta baja y tres niveles más. El actual guardián de esta casa es el señor Paulino Molina, quien desde el año 1978 es el responsable del buen funcionamiento de ella. Colabora con don Paulino Ciriaco Hernández.

Esta casa brinda estancia los 365 días del año, de las 6 de la mañana a las 10 de la noche. Lo hace en dos turnos, el primero de 6:00 a 15:00 horas y el segundo de 14:00 a 22 horas. El primer turno lo atiende Ciriaco Hernández y el segundo Paulino Molina, quien además de estar al frente de esta casa, desempeña el oficio de mensajería en la administración del Santuario. La casa cuenta con un total de 10 habitaciones, de las cuales siete son pequeñas y tres más grandes. Las primeras tienen cupo para 40 personas, mientras que las segundas tienen capacidad para 120 personas.

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Conociéndonos Quien hace uso de este espacio debe contribuir con una cuota de recuperación de $2.00 pesos diarios, —sí, leyó usted bien, dos pesos diarios—, con los cuales se solventan los servicios básicos que ofrece el inmueble: agua, luz, mantenimiento, etc.

ellos conocen esta casa y regresan año con año a ella, por la cercanía que guarda con la Basílica. Es además un lugar seguro para guardar sus pertenencias, pues con toda confianza pueden ir a la misa pontifical al Santuario y regresar y encontrar todo en perfecto orden.

La demanda de esta casa disminuyó cuando comenzó a funcionar la Casa del Peregrino san Juan Diego, la cual cuenta con espacios más grandes y un comedor común con parrillas para calentar los alimentos.

El edificio ya tiene muchos años de vida y aunque se le han hecho muchas remodelaciones, siempre hay algo por hacer, pues el continuo flujo de peregrinos ocasiona deterioros que es necesario reparar con prontitud.

El reglamento interno pide a los visitantes no llevar animales, no consumir bebidas embriagantes, no fumar ni comer dentro de los dormitorios, respetar el descanso de los demás, observar la hora de entrada y de salida, así como otras reglas.

Si alguno de nuestros lectores quisiera llegar a esta casa, puede hacerlo con toda confianza; será bienvenido. Procure no olvidar traer consigo sus cobijas y almohada para que pase una grata estancia en estas instalaciones, si no de “cinco estrellas”, si fraternas y procuradoras de un ambiente festivo y de fe. Para más informes, favor de comunicarse al tel. 5753-7728, con el señor Paulino Molina.

Foto: Comunicación Social

Visitan esta casa sobre todo peregrinos de Zamora, Toluca, Querétaro, Atlacomulco, Matehuala, Zacatecas, Aguascalientes, Coahuila, Tula, Puebla, Durango, san Luis Potosí y Tulancingo. Muchos de

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RETRATOS Y SEMBLANZAS

Foto: Comunicación Social

Pbro. José Luis Vega Sánchez Lic. Marcela Vallecillo Gómez Comunicación Social de la INBG

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ació en Sahuayo, Michoacán, el 25 de marzo de 1931, siendo el segundo hijo de 13 del matrimonio formado por la Sra. Margarita Sánchez Murguía y el Sr. Luis Vega González, cuya familia motivó tres vocaciones sacerdotales. Ingresó a los diez años en la Escuela Apostólica del Seminario de Tulancingo, donde cursó el Cuarto y Quinto grados de Primaria, y a los 12 años se incorporó al Seminario en el primer Año de Latín y Griego y concluyó los estudios básicos. Los estudios de Filosofía (tres años) y Teología (cuatro años) los realizó en el Seminario de Montezuma, ubicado en Nuevo México, Estados Unidos, debido a que el gobierno mexicano había cerrado los seminarios en el territorio nacional por la persecución religiosa, y los obispos norteamericanos brindaron el apoyo a la Iglesia en la formación de los sacerdotes. Fue ordenado a los 23 años, el 17 de abril de 1954, año declarado Mariano por el Vaticano, a manos del Sr. Arzobispo de Santa Fe, Nuevo México, Edwin Vincentius Byrne. En su primer servicio ministerial fue asignado a las confesiones de niños y niñas durante tres meses, luego fue asignado como Vicario Cooperador en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores en Apan, Hidalgo, donde permaneció un año y medio, tiempo en que alternó la atención a la parroquia de Tepeapulco. Poco después, le asignaron a Ciudad Sahagún, Hidalgo, una ciudad nueva que alojaba a varias empresas del gobierno y habían excluído a los sacerdotes porque en ese tiempo las relaciones entre la Iglesia y el Estado estaban aún muy deterioradas. Llegó como obrero de la Diesel Nacional, fábrica de autobuses, donde organizó torneos deportivos con los trabajadores y cuando tuvo las condiciones adecuadas solicitó al director de la empresa, el Sr. Manuel Palavicini, que deseaba la oportunidad de servir como sacerdote. Luego de varias consultas entre los directores de las empresas y el Consejo de Administración de Ciudad Sahagún, decidieron proporcionarle casa y en 1956 comenzó las celebraciones litúrgicas y más tarde construyeron un pequeño espacio tipo bodega, de adobe, que hacía las veces de templo provisional. Al poco tiempo, fundó el Colegio Salesiano que hoy está próximo a cumplir 50 años de servicio. A los cuatro años, le enviaron a la Parroquia de Huehuetla, Hidalgo, donde trabajó con los indígenas tepehuas y otomíes en comunidades alejadas de condiciones extremas. En 1962, fue enviado al Distrito Federal, luego de que el Cardenal Darío Miranda solicitara sacerdotes para emprender la Gran Misión de la Ciudad de México. Aquí colaboró con el Padre Pedro Síntora (Cango. de la Basílica) en la parroquia de Santa Cruz Aclatlán y de Tizapán, y también fue asignado a la Parroquia del Perpetuo Socorro en la Colonia Algarín. 25

Retratos y Semblanzas Después nombran a otro obispo de Tulancingo, Esaúl Robles, quien lo llama a la Parroquia de Santa María de Guadalupe en Pachuca, donde permaneció un año, porque solicitó su cambio debido a una operación de la nariz y necesitaba un lugar cálido. Se fue un año a Acapulco, a la Iglesia de San Antonio de Padua. Al año regresó a Pachuca, a la Iglesia de San Francisco de Asís, en donde ejerció su ministerio sacerdotal por siete años, de donde lo mandaron a la Parroquia de San Nicolás en Actopan, Hidalgo. De ahí lo invitaron a trabajar por dos meses en Tepeji del Río, a la parroquia de San Francisco de Asís, en la que se quedó 10 años. En julio de 1985, el obispo de Fresno, California, José de Jesús Madera, de la Orden del Espíritu Santo (orden a la que pertenecía su hermano sacerdote), le invitó a servir en aquella diócesis, donde comenzó el 31 de julio de 1985 como Vicario en la Catedral. Ahí permaneció cinco años. Después colaboró un año en la Parroquia de Riverdale, en la Parroquia de San José en Backers Field y en Reeldy. Más tarde, estuvo tres años como administrador y Pastor de la iglesia de Santa María de Guadalupe en Mendota, California y en Cutler Orosi, por ocho años. Durante todo su ejercicio ministerial ha organizado grupos de Biblia, de jóvenes, y en ésta última parroquia promovió las visitas a las prisiones donde realizaron una labor eficaz de estudio de la Biblia y constataron el retorno a la religión católica de muchos presos que se habían cambiado de religión. Durante siete años condujo un programa de apologética en el Canal 49 de televisión en Fresno, todos los sábados, de las 10:30 a las 11:00 de la mañana. “En general puedo decir que el trabajo en California trajo la conversión o la vuelta de muchos católicos que ya no estaban en la iglesia Católica, gracias a los estudios de Biblia”. El 15 de enero de 2004 se jubiló en la Diócesis de Fresno a la que pertenece, porque todos los trámites de su cambio se hicieron como corresponde. Llegó a la Basílica de Guadalupe después de solicitar una audiencia con el Cardenal Norberto Rivera Carrera, y con la anuencia y aprobación de Mons. Diego Monroy Ponce, Rector del Santuario. En la Basílica, ha dado clases de Biblia a los empleados y proporciona orientación a los feligreses en cuestión bíblica. Asimismo, realiza visitas a hospitales cercanos como el Magdalena de las Salinas, La Raza, las clínicas 25 y 21, todos del Seguro Social, el Hospital Juárez, el Mig, entre otros, y apoya en las confesiones (algunas veces a los turistas que no hablan español) y las celebraciones litúrgicas. 26

Con disposición y humildad accede a la entrevista. P.- ¿Cómo ha sido su trabajo aquí en la Basílica? “La experiencia y la madurez le ayuda a uno mucho, se va descubriendo que en todas las parroquias la gente reacciona igual […] pero en la Basílica hay algo especial que son las grandes concentraciones de peregrinos; hay una demostración muy clara y patente de la devoción tan intensa y del amor de la gente de todo el mundo, hacia Santa María de Guadalupe. P.- ¿Cómo descubrió su vocación? R.- Durante todo el tiempo de estudios en el seminario nunca estuve seguro de que tenía vocación, quería sentirla y verla, pero la vocación no se ve; yo tenía temor de ser sacerdote. Entonces yo hablaba con mi padre espiritual dándole las razones que yo creía que eran válidas para dejar el seminario, le decía: falto mucho al silencio, hablo a las horas que no debemos hablar porque está prohibido por el reglamento, de repente me burlo de algunos compañeros y no soy muy dado al estudio porque me importa más ganar un partido de futbol que las clases, además me gustan las hijas de Don Lalo. Todo esto me hace pensar que cuando yo esté en el ministerio qué voy a hacer cuando encuentre a una joven que me guste, que iré a hacer, cuál va a ser mi reacción. Entonces el Padre espirtual me contestaba: “si Dios te llama, todo esto son las luchas normales del sacerdote, de todos los sacerdotes, pero tú vas a contar con la ayuda de Dios y su protección; porque Él que te eligió para ser sacerdote te va a dar las gracias necesarias para que tú venzas eso y no te vaya a derrotar. Sencillamente debes pensar que la batalla es de toda la vida y que tú vas a luchar también. Pero no veo que éstas sean razones definitivas; no lo veo, sigue adelante. El día que vea algo grave que te impida ser sacerdote, te diré; pero no lo veo”. ¿Qué es lo que puedo decir ahora?, que el padre tenía la razón porque en esta entrega que el sacerdote hace a Dios en su ministerio, la lucha es ardua, dura, difícil, pero uno siente la ayuda de Dios cuando tiene voluntad de hacer lo que Dios quiere, y gracias a Dios he superado todo eso tal como el Padre espiritual me lo decía. P.- ¿Está satisfecho? R.- Sí, porque parece que no estorbo. El día que yo vea que por algún motivo, de salud o alguna razón, no puedo, pues me retiraré, “mucho ayuda el que no estorba”. Pero mientras pueda, con mucho gusto daré mi tiempo para servir a la Basílica porque es la Iglesia, la Iglesia que he servido desde el año 1954 y que es la misma Iglesia que estoy sirviendo en 2007.

PEREGRINACIONES

XXX Peregrinación de la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua y la CXVI Peregrinación de la Arquidiócesis de Chihuahua María Guadalupe Bustamante Rosas Comunicación Social de la INBG

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rocedentes del estado de Chihuahua, acudirán a esta Basílica, los próximos 25 y 26 de julio, la diócesis de Nuevo Casas Grandes con su pastor, Mons. Gerardo de Jesús Rojas Flores y la Arquidiócesis de Chihuahua, con su pastor, Mons. José Fernández Arteaga. Cientos de fieles laicos, de la diócesis de Nuevo Casas Grandes, llegarán a dar gracias a la Virgen de Guadalupe por las bendiciones recibidas. Además de traerle ramos de flores, le encomendarán a cada una de sus familias y harán nuevas mandas y propósitos. El significado de esta peregrinación para ellos es el encuentro de sus hijos con su Madre y dar testimonio de su fe. En este año, su Plan Diocesano de Pastoral está dedicado a la evangelización, la cual es realizada por grupos de laicos que misionan casa por casa, con el fin de llevar el mensaje de Cristo y el amor de santa María de Guadalupe. A lo largo del año se realizan tres misiones por parte de sacerdotes en las diversas parroquias, las cuales tienen como temas principales: la Eucaristía, la Conversión y la Unidad, buscando con ellas que más miembros de la comunidad se interesen y participen en las actividades de la Iglesia. Esta Diócesis fue erigida el 13 de abril de 1977, siendo su primer Obispo Mons. Hilario Chávez Joya, quien fue relevado por Mons. Gerardo de Jesús Rojas Flores, a quien el Siervo de Dios Juan Pablo II nombrara el 22 de mayo de 2004, tomando posesión el 4 de agosto de ese mismo año. La Arquidiócesis de Chihuahua cuenta

con 60 parroquias, 128 sacerdotes, entre diocesanos y religiosos. Fue elevada a Arquidiócesis el 22 de noviembre de 1958, siendo en aquel momento su Obispo Mons. Antonio Guízar y Valencia. Su Plan Diocesano de Pastoral está enfocado este año a la promoción y el proceso de una evangelización integral, además de incluir tres áreas de pastoral que son: la Profética, enseñanza de la fe en la Iglesia, la evangelización y formación de agentes. La Sacerdotal, se encarga de formar grupos de pastoral y que a su vez conozcan y aprendan la Liturgia y la oración. Y por último la Sociedad Actual, tiene por misión promover la verdad, la justicia y la caridad hacia las comunidades más necesitadas, además de fomentar el conocimiento de la doctrina social. Mons. José Fernández Arteaga, fue designado por el Papa Juan Pablo II, miembro de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, órganos del Vaticano que abarcan con su competencia a todas las órdenes y congregaciones religiosas del mundo. El 24 de Julio de 1991 el Papa aceptó la renuncia de Mons. Adalberto Almeida y Merino como Arzobispo de Chihuahua, sucediéndolo en el gobierno pastoral de la Arquidiócesis. La erección como diócesis tuvo lugar el 23 de junio de 1891, sendo su primer Obispo Mons. José de Jesús Ortiz y Rodríguez, y elevada a arquidiócesis el 22 de noviembre de 1958. 27

Peregrinaciones

XX Peregrinación de Monaguillos de la Arquidiócesis de México María Guadalupe Bustamante Rosas Comunicación Social de la INBG

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l próximo 14 de julio, cerca de mil monaguillos de entre 6 y 18 años, procedentes de las ocho Vicarias Episcopales, acudirán en peregrinación a esta casita de la Morenita del Tepeyac. Escucharán la Misa Vocacional, la cual será presidida por el Señor Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México. Ésta es organizada por la Comisión de Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de México, quien envía la invitación a las diversas parroquias de cada vicaría. La cita es en el Atrio de esta Basílica a las 12:30 hs. Cada uno de los monaguillos portará su sotana y además los miembros del grupo entregarán ofrendas en el momento del ofertorio. Esta peregrinación surge por iniciativa del entonces Arzobispo Primado de México, Ernesto Corripio Ahumada, y tiene como misión principal acercar a los niños a Santa María de Guadalupe, con su lema: “Monaguillos con María”. Estos niños y adolescentes

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reciben formación espiritual en sus respectivas parroquias, tales como talleres de espiritualidad cristiana, además de asistir a retiros y encuentros. Su colaboración en las actividades de la Iglesia y en especial en la Eucaristía es parte de su apostolado. El grupo de monaguillos en la Arquidiócesis de México se ha ido construyendo como un espacio propio para el servicio de los más pequeños a favor de la comunidad, pero también como un centro de formación integral de niños, adolescentes y jóvenes. Un aspecto muy importante de este grupo es que les brinda la oportunidad de descubrir su vocación cristiana y a alguno de ellos de encontrarse con el llamado del Jesús a seguirlo en la vida sacerdotal o religiosa. Además, aprenden a orar junto con la Iglesia y mostrar que es posible asumir a corta edad la responsabilidad de cristianos.

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Peregrinaciones

XXIII Peregrinación de la Diócesis de Coatzacoalcos, Veracruz y L Peregrinación de la Diócesis de San Andrés Tuxtla, Veracruz

María Guadalupe Bustamante Rosas Comunicación Social de la INBG

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n esta ocasión recibiremos en esta Casita de Santa María de Guadalupe dos peregrinaciones procedentes del estado de Veracruz. La peregrinación de la diócesis de Coatzacoalcos, con su pastor, Mons. Rutilo Muñoz Zamora, el 10 de julio, y la Diócesis de San Andrés Tuxtla, con su pastor, Mons. José Trinidad Zapata Ortiz, el 24 del mismo mes. La diócesis de Coatzacoalcos cuenta actualmente con 25 parroquias y 59 sacerdotes diocesanos y religiosos. Su Plan Diocesano de Pastoral este año tiene el objetivo particular de impulsar con la fuerza del Espíritu Santo una pastoral de conjunto, para lograr una nueva evangelización que responda a los desafíos actuales de nuestra sociedad. Asimismo, busca impulsar la pastoral de la familia que fortalezca los valores cristianos y humanos; organizar y promover la pastoral social diocesana a partir de la doctrina social de la Iglesia, e impulsar la pastoral profética, mediante la nueva evangelización integral para tener un encuentro con Jesucristo vivo y formar cristianos comprometidos con Iglesia y la sociedad. Esta Diócesis fue erigida el 14 de marzo de 1984, siendo su primer Obispo Mons. Carlos Talavera Ramírez. Por su parte, la diócesis de San Andrés Tuxtla, como cada año, acudirá presidida por el Obispo, los sacerdotes, los diáconos, las religiosas y los religiosos, los seminaristas

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y un gran número de laicos, para pedir a la Virgen por una mejor patria. Su peregrinación es símbolo de su vida, en la que tendrán que seguir los pasos de Cristo nuestro hermano mayor y nuestro Dios. En este peregrinar, la Santísima Virgen María es señal o estrella de la mañana que anuncia el amanecer, que anuncia la salida del Sol de justicia que nace de lo alto: Cristo nuestro Señor. Por eso, nuestro amor a la Virgen no nos aparta del amor de Cristo, sino que nos lleva a él; y el amor a Cristo no excluye el amor a su Santísima Madre, sino que se fortalece. Como diócesis quieren un presbiterio unido y comprometido en el testimonio y anuncio del evangelio, un presbiterio más humano, más fraterno y más cercano a la gente. Un presbiterio que busque las señales de Dios y que dé señales de fe a su gente para que sean muchos los que por su ministerio se acerquen a Dios. Quieren también más vocaciones y están trabajando para ello en la promoción vocacional, pero hace falta que todos los sacerdotes sean promotores de vocaciones por su testimonio sacerdotal. Como diócesis de San Andrés Tuxtla ponen a los pies de la Santísima Virgen María todas sus preocupaciones, proyectos e ilusiones y esperan que Ella vea qué es lo que más les hace falta y le diga a su Hijo Jesús para que él los ayude. Esta diócesis fue erigida el 23 de mayo de 1958, siendo su primer Obispo Mons. Jesús Villareal y Fierro. 29

TONANTZIN GUADALUPE

“Sin maíz no hay país”: grito de la tierra y de nuestros pueblos originarios

Pbro. Jesús Ramos Muñoz Pueblos Originarios

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ste es el grito de las grandes manifestaciones que ha resonado recientemente en las calles de nuestra ciudad y en las de todo el país y que ha llamado fuertemente la atención sobre este alimento básico de nuestro pueblo mexicano. Esto a raíz del alza en el precio de la tortilla, poniendo más al descubierto la situación real de esta semilla milenaria originaria de México y de otros países latinoamericanos. Prueba de ello son los múltiples y variados talleres, foros, encuentros, conferencias, congresos, investigaciones que han abordado la problemática actual del maíz desde diversos puntos de vista: tecnológico, sociológico, antropológico, religioso, cultural. Muy significativo ha sido el “Manifiesto por la protección del maíz mexicano” del Taller “El Régimen de Protección Especial del Maíz en la Ley 30

de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados” en la Cámara de Diputados el 12 de junio de 2006, suscrito por un considerable número de firmas de la comunidad académica y científica nacional e internacional, organizaciones campesinas, indígenas y de la sociedad civil e instituciones. Es importante resaltar entre todas estas voces la que se ha escuchado en la palabra sabia del campesino y del indígena que desde siglos ha cultivado el maíz, acumulando un gran conocimiento y sabiduría no sólo sobre su riqueza alimentaria sino también sobre su valor sagrado. Conocer algunas de estas voces es necesario para tomar conciencia del momento tan delicado por el que están atravesando los que con su trabajo nos alimentan con este vital grano y valorar la cosmovisión que desde su vivencia ancestral aportan a la humanidad.

Tonantzin Guadalupe “Aquí, en esta parte del mundo, nació el maíz. Nuestros abuelos lo criaron. Con él se criaron ellos mismos al forjar una de las grandes civilizaciones de la historia” “Somos gente del maíz. El grano es hermano nuestro, fundamento de nuestra cultura, realidad de nuestro presente. Está en el centro de nuestra vida cotidiana”. “Es motivo de fiesta, de intercambio, de convivencia, de ayuda mutua. Es nuestra vida”. “Es el corazón de la vida rural y un ingrediente infaltable en la vida urbana. Somos gente del maíz. Y lo somos a contra corriente, en lucha contra los vientos dominantes. Los saberes campesinos e indígenas sobre el maíz han sido continuamente despreciados, reprimidos y olvidados. Se ha provocado la extinción de innumerables variedades nativas de maíz, que eran fruto de paciente experimentación de nuestros antepasados. Se indujo a muchos campesinos a la vergonzosa dependencia de los híbridos. “Defender el maíz quiere decir salvar la tierra, el sol, el agua, el viento”. “Vamos a fortalecer la siembra de nuestros maíces criollos de todos los colores. Lo haremos en la milpa que cultivamos siempre, asociándolos con frijol, calabaza, quelites y otras plantas.” (Foro en Defensa del Maíz, Oaxaca, 2004). El 17 de mayo de 2007 se realizó en la ciudad de México el Tercer Foro Nacional en Defensa del Maíz Nativo donde se dió a conocer la “Declaración en Defensa Territorial del Maíz Nativo en México”. Es alarmante el panorama que perciben sobre la gravedad por la que atraviesa el maíz: “Las grandes empresas y el gobierno mexicano que implementa las políticas de éstas tienen decretada una guerra contra nuestro modo de vida campesino, nuestra cultura indígena y nuestros maíces nativos con el afán de apropiarse de nuestro territorio.

Genéticamente Modificados, a la que irónicamente llamamos Ley Monsanto.” “Defender el maíz es defender nuestro territorio, porque el territorio es todo: donde vivimos y todo lo que somos como pueblos, como pueblos del maíz”. Ante esta emergencia manifiestan: “Para pensar juntos cómo enfrentar y resistir las agresiones que vivimos, nos reunimos en Cenami (Centro Nacional de Ayuda a la Misiones Indígenas) delegados, representantes, comuneros, ejidatarios y miembros de organizaciones indígenas, campesinas y de la sociedad civil de Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Jalisco, Puebla, Estado de México, Veracruz, Chihuahua, Durango, Zacatecas, Guerrero, Distrito Federal y organizaciones hermanas de Chile, Perú y Brasil en torno a la defensa de nuestros maíces, territorios, comunidades y autonomía”. Y añaden: “Hoy sabemos que viene un ataque nuevo y más agresivo contra nosotros: quieren abrir el campo de toda América Latina a la invasión transgénica para expandir la agricultura comercial de mucha producción y mucha devastación, promover los agrobiocombustibles para llenarle el tanque a los automóviles aunque esto signifique que la comunidades dejemos de comer del maíz y de otros muchos cultivos nuestros. Con la nueva tecnología Terminator (semillas transgénicas que se vuelven estériles) buscan sembrar la muerte, impidiendo que guardemos nuestras semillas nativas, para hacernos totalmente dependientes de las grandes industrias a las que tendríamos que comprar semilla todo el tiempo.”

Esta guerra busca someternos al imperio del mercado con reformas, leyes y programas que privatizan la tierra, el agua y los bosques, dividen a nuestras comunidades y permiten el saqueo de nuestros recursos naturales y nuestros saberes. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte es un ataque contra la economía de los agricultores mexicanos y le abrió la puerta al maíz transgénico que contaminó muchas regiones maiceras del país. El gobierno se empeñó en negar esta contaminación y con todo descaro elaboró una ley que le dictaron las empresas para inundar con sus cultivos transgénicos nuestros campos – la Ley de Bioseguridad y Organismos 31

Tonantzin Guadalupe “El cambio climático es pretexto de discursos y excusa para justificar la ambición y amenazarnos nuevamente.” “Todas estas amenazas forman parte de un modelo más grande, el neoliberalismo, cuyo objetivo es saquear nuestros territorios y sacarnos de ellos” “Atacar el maíz significa atacar nuestras comunidades, a la misma idea de comunidad.

2. Reafirmamos como lo más importante la fuerza de lo sagrado que significa nuestra vida en comunidad, como sembradores, y nuestro cuidado del territorio que expresamos en nuestros ciclos y ceremonias. 3. Rechazamos los agrobiocombustibles porque mantienen el mismo modelo que destruye la naturaleza; no resuelven el cambio climático ni la crisis energética. Benefician sólo a las grandes industrias, convierten los cultivos en máquinas y a los campesinos en trabajadores asalariados 4. Exigimos la salida total de los transgénicos de América Latina y la prohibición tajante de la tecnología Terminator 5. Rechazamos los arreglos entre las agroindustrias y las centrales campesinas oficialistas (como el acuerdo entre Monsanto y la CNC) que pretenden apoderarse de nuestras semillas e inundarnos con tecnologías nocivas. 6. La Red en Defensa del Maíz declara también su solidaridad y protesta contra los ataques, represión y juicios sumarios a los pueblos y comunidades que luchan por existir como tales, por sus derechos, por su tierra y territorios, por las semillas y la biodiversidad, por el derecho a su cultura y a la autonomía.

El maíz es nuestra vida, no sólo porque nos alimenta sino porque nuestra vida es cuidarnos con la milpa mutuamente; es la base de nuestra alimentación y de nuestras tradiciones”. “El territorio y el maíz que para nosotros son sagrados, para ellos son una cosa que se compra y se vende. Quieren que olvidemos que el territorio con el maíz y la comunidad es la vida de los pueblos. Quieren que nos rindamos a la cultura del dinero”. “Nos quieren eliminar a punta de proyectos amañados: carreteros, turísticos, ganaderos, de ‘semillas mejoradas’ o transgénicas y proyectos productivos para el mercado, no para los pueblos, que se quedan sin sus hombres y sin sus jóvenes que tienen que ir a buscar la sobreviviencia a otras tierras”. Ante esta delicada situación, tomaron los siguientes resolutivos: 1. Reivindicamos los cultivos propios que fomentan la soberanía alimentaria de nuestras comunidades… Nuestros propios cultivos son la mejor alternativa para la defensa de nuestros pueblos y la construcción de nuestra autonomía 32

Sabemos que hoy les toca a unos, pero que ésos podríamos ser cualquiera de nosotros”. Y expresan su enérgica condena por las violaciones a los derechos humanos de los hermanos de Oaxaca, de Atenco, de Ernestina Ascención, de Concepción Gabino, de las mujeres violadas de Michoacán y de Coahuila por parte del Ejército, de Faustino Acevedo. [...] En este momento crucial para el pueblo mexicano, la mirada de nuestros campesinos e indígenas se dirige al Tepeyac, donde siempre han encontrado fuerza para seguir luchando con su admirable resistencia de siglos que les ha permitido sobrevivir a tanto agravio. Si es verdad que “sin maíz no hay país”, también lo es: “Sin sus campesinos e indígenas no hay país”. Y como canta el poeta y juglar Guillermo Velázquez: Bienvenida sea la ciencia que experimenta y propone. Pero no la prepotencia que avasallando erosione.

AYÚDENOS A QUE ESTE BOLETÍN LLEGUE A MÁS PERSONAS Donativos a la cuenta 0518870065 del banco BANORTE a nombre de Basílica de Guadalupe A.R. Informes: Lic. Ángel Roa Hernández Tel.: (0155) 5577 - 6022 ext. 161

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ACTIVIDADES PASTORALES

Oración Matutina de Laudes. Todos los días a las 8:30 hrs. Misa Solemne Capitular. Todos los días a las 9:00 hrs. Misa para “Etnias”. Todos los domingos a las 16:00 hrs. Misa Vocacional. Todos los domingos a las 15:00 hrs. Rito Penitencial Comunitario Todos los viernes de 11:00 -13:00 hrs, Exposición del Santísimo Jueves 10:00 -17:00, en su capilla: Santo Rosario: Lunes a jueves en el Altar Mayor 17:00 hrs. Viernes, sábado y domingo,17:30 hrs., Antigua Basílica. Talleres Anuncio del “Acontecimiento Guadalupano”, todos los días de 12:00 a 15:00 hrs. Tienda del Encuentro, atrio. Taller de Pastoral Indígena  Sábados de 10:00 a 14:00 hrs.

MISA POR RADIO, TELEVISIÓN E INTERNET

Cadena RASA, 620 AM Todos los Domingos, 9:00 hrs. XHTV, Canal 4 TV 22 de julio de 2007 a las 9:00 hrs. www.virgendeguadalupe.org.mx Todos los Domingos, 9:00 hrs.

MISAS Y PEREGRINACIONES DE AGOSTO 2007 DÍA

HORA

01 10:00 02 13:00 03 09:00 04 06:00 10:00 10:00 12:00 06 11:00 07 10:00 11:00 08 06:00 10:00 09 10:00 21:00

11 06:00 12 10:00 Diócesis de Linares 12:00 Mercado Tacuba Comerciantes 14 20:00 Mercado la Cañada 15 14:00 Parroquia del Señor de los Milagros 17 14:00 Diócesis de Campeche 07:45 Diócesis de Tampico Tamaulipas, 18 Victoria y Matamoros 19 07:45 Casa Automotriz 11:00 Sonora del Grupo Loli Valle 24 09:00 San Pío X 21:00 Diócesis Taraumara 25 09:00 Femenil Diócesis de Celaya 26 07:00 (Capilla Abierta) 14:00 Diócesis de Torreón 28 13:00 Comunidad Católica de Sordos 31 09:00 Velada Siervas del Cordero

Femenil de Morelia Arquidiócesis de Monterrey Diócesis de Mazatlán Santa María Tocotlan, Tlaxcala Hijas de María Pueblo Magdalena Encuentros Conyugales Taller de Carrocerías Chávez San Francisco Chepe Diócesis de Culiacán Grupo Alegría de Vivir Adoración Nocturna de Ecatepec Sum Chemical Familia Moreno Hernández Mercado de la Merced, Nave Mayor Grupo Shemma 3ra. Edad Graduación Grupo Cae Escuela Misionera

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