La Merced S EPTIEMBRE-OCTUBRE NUM. 47

La Merced S EPTIEMBRE-OCTUBRE NUM. 47 LA SEPTIEMBRE - OCTUBRE 1951 M AÑO VIII. - NUM. 47 Redacción y Administración: RR. PP. Mereedarios

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La Merced S EPTIEMBRE-OCTUBRE

NUM. 47

LA SEPTIEMBRE - OCTUBRE 1951





M

AÑO VIII. - NUM. 47 Redacción y Administración:

RR. PP. Mereedarios. Duque de Sexto, 32. Madrid. Teléf. 26 65 44

Con las debidas licencias

matia Páginas Editorial ... ... 140 La lectura espiritual, por Fr. R. Sanjurjo. 141 El Dogma de la Asunción, por Fr. R. Delgodo 143 La educación social de los cristianos, por Fr. J. Martínez ... 1-16 El Escapulario Blanco, por Fr. Antonio Vázquez 148 .A propósito de San Pedro Pascual, por Fr. J. Asensio 150 Bodas de Plata, por Fr. Amarante 152 Superiores locales de la Provincia ... 15-1 La fiesta de Ntra. Madre y su Liturgia. por Fr. M. Riobó 157 Madren M .. .er. ,po. V. i.c. to.r G. de Infantes 159 Lo que leía Tirso. por G. Placer ... 160 Un sofisma de actualic:A, por Fr. Víctor G. de Infantes ... 162 Curiosidad insaciable, por Fr. Leó,i l'ojuelo. 164 Pacto con el diablo, de S. de.' R. D. ... 165 De todo un poco, página amena ... 167 Crónica 169 Necrología ... ••• 171 Bibliografía

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itotial Cuán traído y llevado—maltratado--va de gabinete en gabinete, estos últimos tiempos, el nombre de la paz. Se le invoca, para ultrajarle, en tratados y armisticios de caricatura. Fingidos, ‘ egoístas. Los mismos . que los firman están convencidos de que serán, en breve plazo, violados. Y es que no acaban de ver claro los políticos y estadistas, que con afán—¿sincero?—la buscan; que la única base firme y duradera, para una verdadera paz estatal, mundial, es la previa pacificación de los individuos, de las familias y colectividades vitales dentro de las naciones. La ausencia casi total de paz individual dentro de las colectividades, es, sin duda alguna, el progresivo despego del hombre hacia su Creador. Pensar que una conciencia turbada, un corazón dominado por las pasiones, una existencia que no hunda sus raíces en Dios, pueda disfrutar de' paz, pueda ser feliz, es pensar en lo imposible. Triste espectáculo el de estas vidas angustiadas, doloridas, que se esfuerzan por alcanzar el vaporoso espectro de la felicidad, que el mundo materialista ofrece. Jamás lo alcanzarán. Nosotros, paladines de la Caridad, que portamos al pecho la albura deslumbrante del santo escapulario mercedario, tenemos la obligación moral de ser faro para esas almas en guerra consigo mismas. Este mes de septiembre. consagrado a Ntra. Santísima Madre, nos ofrece nueva oportunidad para avitar el fuego de nuestra caridad y emprender con redoblado fervor la campaña activa de conquista de espíritus desorientados. La Virgen de la Merced, con los brazos abiertos—como su Hijo Divino—quiere traer a sí los corazones todos de los .hombres, para estrecharlos en apretado abrazo 'e infundirles el santo fuego del amor de Dios, de la comprensión mutua, del cariño fraternal. Postrados a sus plantas maternales, supliquémosle que se digne bendecir a este mundo que SE convulsiona en luchas y agitaciones sin fin. que le conceda la merced de una verdadera y arraigada paz, fundada en los sólidos y eternos principios que de Cristo brotan. Ella, a quien su Hijo encomendó en testamento la pobre humanidad, desea—la primera—su pacificación. Pongamos en juego nuestro esfuerzo y buena voluntad para conseguirlo de su amorosa mano de Madre y sentiremos palpablemente los inmediatos y granados frutos de la paz.

P011 TA Antiquísima imagen de Ñtra. Stma. Madre que se venera en San Juan del Rey, Brasil. Pertenecía a. la antigua Provincia Mercedaria del 11/1( rafu5n.

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DE VIDA ESPIRITUAL

SOBRE LA LECTURA ESPIRITUAL Una de las prácticas de vida cristiana es la lectura espiritual. El libro es el gran amigo del hombre y muchas veces, el más elocuente predicador ; enseña sin accionar y sin enfado, por lo contrario permite desahogar la ira del que le lee. Todo libro que valga la pena, debe responder, no solamente a la psicología del escritor, sino a la de los lectores. De aquí la dificultad del libro infantil y aunque todos tenemos algo de niño, predomina el enfoque personal aun en los mismos tratados serios de vida espiritual o de vida interior, mas este enfoque no es el del autor, es el del lector. No me gusta, no me interesa... no quiero quitarle el mérito, pero... es la crítica corriente. La crítica un poco técnica encontrará algo bueno ;. la popular sólo expresa el personal modo de enfocar. Volviendo a la utilidad, no sólo útil sino necesaria es la lectura; hay ul libro que jamás cansa y cuya emoción transmite al lector y le hace vibrar hasta con sincero apasionamiento. Es el Santo Evangelio. Tiene todo lo hermoso y atrayente de la lectura, sencillez, claridad, e moción, diálogo y brevedad en los temas y sol uciones. Su universalidad, adaptándose a toda epoca y a toda cultura, es realmente una prueba de su inspiración divina. La mejor forma de leerlo y llegar a su intensísima comprensión es la de concordarlo formando unidad, recogiendo toda variante en los disti ntos evangelistas. Idea vieja y que modernaInente se ha llevado magistralmente a cabo por el gran escriturario P. M. José Lagrange. • Pero

¿es mucho pedir al cristiano normal que la conozca y la estudie, para llegar al fondo de las enseñanzas del divino Maestro? Y es necesaria su lectura y el conocimiento de sus enseñanzas. La Iglesia propone los temas más importantes y más bellos en los trazos que se leen en la misa de los domingos. De aquí la enorme importancia que debía darle el cristiano, pues él misal traducido se ha convertido en el mejor devocionario y la gran difusión y las variadísimas ediciones, indican el arraigo que cada día tiene en el pueblo cristiano, pero... creo personalmente que se lee poco. Y no digamos cosa diversa de las cartas de S. Pablo, así corno de los otros apóstoles y del Apocalipsis del apóstol S. Juan. Esta falta de lectura es causa de mucha ignorancia, pues aunque no se entienda una cosa a primera vista, la repetición y el tornar un guía es el camino de comprender y de estimar. Una respuesta suele encontrarse en muchos labios: Mis ocupaciones no me dejan tiempo! Puede ser; y digo puede, porque me he encontrado que 1:_t causa de más de un alma caída, ha sido la lectura de novelas, del tipo que sea... encontrada en la mesita de noche de sus padres y leída por sus hijos. Es decir, que cuando gusta e interesa un libro, aunque tenga más páginas que hojas un árbol, se lee y se compra, y téngase en cuenta el precio prohibitivo del libro moderno, sobre todo de la novela traducida. La lectura espiritual lleva en sí el conocer las vías del camino del cielo y ha de leerse, no con la mente dispuesta al criticismo fácil sino con 141 —

el ansia de aprender para mejor altar. tomo ptte de comprenderse fácilmente, la lectura debe ser la fuente de la meditación y su más preciado auxiliar, de forma y modo que cuando se encuentra dificultad en discurrir, ésta suele nacer en la falta de ideas, es decir, lectura, estudio, en general información. Una sola golondrina no hace verano, según un dicho popular, y una sola lectura no haría interesante la fe y el amor por las cosas del más allá, de la vida eterna, por lo que se impone un rato diario y el conocimiento de varios autores, hasta encontrar esa completa información para ei conocimiento efectivo de nuestras grandes verdades. Es inútil la explicación que no se apoya en algún. conocimiento directo r y eficaz, por eso es tan lento el progreso de las almas, por falta de verdadero conocimiento, por falta de leer. Cuesta trabajo creer que no se ama la lectura, pues en todas las esquinas se ve a jóvenes y viejos leyendo; el número de revistas, periódicos, etc., es enorme, pero lo que se ve. en las manos son novelas y libros de pasar el rato no de instrucción fundamental y necesaria. Ha crecido mucho . el número de librerías religiosas pero no en igual cantidad el número de lectores y aun el de autores de libros de instrucción religiosa ; la razón de . esto último es el coste excesivo de dar a la imprenta el material necesario, pero si el número de lectóres creciese, se impondría la necesidad y precisión de escribir, creciendo la cultura religiosa en proporción. Para una formación integral la Lectura tiene sus secciones completamente diferentes que convendría ordenar en cada caso según la necesidad del lector. Podríamos catalogar . estos libros de modo sencillo en : Piedad esto es devociónarios, libros de exposición de tenias varios para calentar las almas, el mejor siempre es el Misal leído con detención y seguido en todas las variantes de la li turgia. Instrucción. y Santoral, ..como de lo que se trata en la lectura espiritual es de reforzar el conocimiento en orden a mover la voluntad, llegando a poseer una altura integral, tiene mucha im-

portancia el ejeinplo de los que noS rirecedierori en la fe ;. sus luchas y sus victorias y los me-

dios que utilizaron para lograrlas. En el aparte instrucción ponemos los tratados algo más que populares que tratan de los diversos problemas de la fe, sin omitir los libros amenos sobre temas misionales u otros parecidos. Teología. En todas sus grandes divisiones: El dogma o tratados de las verdades de fe; la moral o directorio de las costumbres y las con ellas relacionadas como el estudio de las cartas de los Papas, necesarias para el verdadero conocimiento del orden social cristiano. El cultivo del alma es tan variado que lo necesita todo y si queda alguna parte sin cultivo se nota su falta produciendo una verdadera laguna en la mente. Ciencia Mística. Todo lo que antecede es la pre paración 'necesaria para poder llegar a . poseer y después vivir la vida mística. Esta vida, que no es otra que el desarrollo completo del ser cristiano, necesita ser conocida de modo singular y único. Las almas que no la conocen a fondo llevan una vida lánguida y el peligro de perderlo todo, es real, siendo presas frecuentes del enemigo. Las que la estudian y tratan de vivirla si lo hacen con la . decisión necesaria y llevan un guía que las conduzca, llegan en número crecido a sentir la grandeza y maravilla del amor de Dios, su actuación en el corazón cristiano, la íntima unión y hermandad con Cristo, la acción cosantificadora de María, entrar en el camino real de la Cruz que es el de la santificación y salvación. Comprendida así la lectura espiritual, tiene dos partes: la una che instrucción; la otra de enfervorización. Ambas son precisas y si falta alguna no sería el fruto tan logrado, por lo que es conveniente repartir el tiempo posible entre ambas. ¿Cuál sería la consecuencia de una lectura así hecha? A mayor conocimiento seguiría mayor amor y como final mayor gloria, pues ésta se da en proporción a la colaboración a la gracia y no hay duda que la colaboración sería completa. F. R.

SANJURJO

Mercedario.

El dogma de la Asunción de María La fecha del 1.0 de noviembre de 1950 puede ser equiparada a la del 8 de diciembre de 1854. En esta última el Papa Pío IX declara dogma de fe la Concepción Inmaculada y sin mancha de pecado original de la Madre de Dios. Ahora Pío XII eleva a la categoría de dogma la Asunción a los Cielos en cuerpo y alma de la Santísima Virgen María. Desde la grandiosa solemnidad del primero de noviem. bre de 1950, la Asunción de María entra en el Credo y los artículos de la fe que se refieren a la magistratura de la Iglesia Católica, Apostólica, Romana. La Santísima Virgen María, mediadora del género humano, dispensadora de todas las gracias. Madre de Dios y Madre nuestra, nos trae de continuo su consuelo, su cuidado maternal , y nosotros hemos de venerarla y amarla más de lo que la amamos y veneramos en el nuevo dogma de su Asunción a los Cielos. Antigüedad de la creencia de la Asunción corporal de Maria al Cielo

La sublime creencia de la Asunción de María cn cuerpo y alma al Cielo es una verdad de fe incontrovertible, proclamada solemnemente al mundo en la monumental Plaza de San Pedro de Roma. corazón geográfico de la Cristiandad, el primero de noviembre de 1950 por el Romano Pontífice Pío XII. En el correr de veinte siglos, este sublime y bello misterio mariano que encontró en España en las Ordenes religiosas, sobre todo en las Ordenes marianas. sus mejores valederos y sus más aguerridos defensores. sus más activos propagandistas y devotos, se convierte en dogma de la Iglesia universal en los momentos históricos en que la humanidal, agitada por las pasiones políticas, por los más brut9les egoísmos, por los vicios más inconfesables y por las debilidades de los dirigentes de los Estados, necesita más, buscar en el poder mediador de María esa fe de la que tanto flaquea y esa dulce paz que ofrece su dulce regazo maternal. Históricamente, la devoción a María y a sus sagrados misterios es tan antigua corno el Cristianismo. Concretamente. la piadosa creencia de la Asunción de la Santísima Virgen vivía ya entre los primeros cristianos, si bien las preocupaciones de aquellos primeros siglos en la Iglesia se consagrara casi de manera exclusiva a combatir y pulverizar los errores propagados en la persona de Jesucristo. Ent onces se trataba de Una creencia, implícita hasta el siglo V, en que la Iglesia celebra ya las tres fiestas en honor de María: la Anunciación, la Purl-

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ficación y la Asunción, esta última introducida en Oriente, hacia el año 380, para convertirse, cuatro siglos más tarde, en fiesta de la Iglesia universal. Era consolador el entusiasmo con que se propagaba entre el Episcopado y los fieles de todo el mundo la fiesta de la Asunción de la Virgen Madre y cómo cristalizaba en los corazones cristianoS esta creencia mariana. Los Romanos Pontífices Sergio, León IV y Nicolás I, la convierten en festividad principal y dictan normas sobre su celebración litúrgica: las procesiones mediovales celebradas. con este motivo son inconfundibles testimonios de fe. Francia, en el Concilio de Maguncia (813) e Inglaterra en el de Cloverhoe (707), acuerdan adoptar esta fiesta con la solemnidad que se merece. España fué siempre la nación mariana por excelencia, la nación que tomó sobre sí la tarea de colocar en la corona de la Virgen María la primera perla de su Concepción en Gracia; y fué también la nación que no • tuvo otro anhelo , otra sublime aspiración que conseguir la definición dogmática de la Asunción de María a los Cielos en cuerpo y alma, por ministerio angélico. Los reyes de Navarra y .Taime el Conquistador, Alfonso el Batallador. los Reyes Católicos y los Monarcas de la dinastía de los Austrias, se conVirten en celosos propagadores de esta creencia y devoción al estimular la solemnidad de los cultos públicos, al dar su nombre a templos eatedralicios. a numerosas iglesias parroquiales y ciudades, y - al suplicar ,en unión de las Cortes y del pueblo, la declaración dogmática de este misterio mariano. Hace más de mil años clamaba ya nuestra liturgia española en el día de la Asunción: «Con todo júbilo, humanos carísimos , debemos alegrarnos en esta festividad admirando tanto más la maravillosa traslación de María, cuanto más conveniente nos parece ese fin singular. ¿Qué cosa más natural que pase a otra vida sin dolor la que había dado a luz sin dolor? ¿Y qué más conveniente de ver libre de la corrupción a la que había permanecido sin mancha?» Bien presentes están aún los testimonios , incontables de estas súplicas y las renovadas promesas de fidelidad a la creencia formulada por toda clase de representaciones y corporaciones públicas y privadas de la sociedad española y de la de otros pueblos de estirpe hispánica. Las dos primeras súplicas y peticiones oficiales enviadas a la Santa Sede, en favor del dogma asuncionista, fueron elevadas al inmortal Pontífice de la Inmaculada Pío IX por el arzobispo de Malinas

(Bélgica) y el obispo de Osma (España), hacia el año de 1849. España, en el correr de los siglos, venía ponien-

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do fervores y firmezas en este anhelo, pidiendo al Vicario de Cristo la definición dogmática de la Asunción corporal de María a los Cielos .En 1863 la Reina de España, doña Isabel II, quiso ser la primera, interpretando el hondo sentir de su pueblo, en rogar al inmortal Pontífice de la Inmaculada, Pío IX, concediese la definición dogmática de la Asunción de María en cuerpo y alma a los esplendores de la gloria, ya que él había alcanzado el honor de proclamar dogma de fe la Concepción Inmaculada de la Santísima Virgen María. A este fin le escribe ia Reina española, «como intérprete de los sentimientos de esta católica nación, que tan amante es de los glorias de María...» Pío IX respondió de su puño y letra a la Soberana española, recordando que la Asunción estaba estrechamente ligada a la Inmaculada Concepción, cuyo dogma había definido nueve arios antes, y que cerca de la Catedra de Pedro con petición náloga a la de su augusta abuela, como antes había abrigado en su cristiano corazón Carlos III. Y, últimamente , nuestro Caudillo, el Generalísimo don Francisco Franco Bahamonde, sintiendo hervir en su pecho una ardiente devoción a la Virgen María , elevó a la Silla Apostólica una súplica idéntica que no hizo más que interpretar la arraigada tradición y el noble sentir de millones de católicos españoles de la península y de ultramar. Es halagador manifestar la calurosa petición que los 200 padres del concilio Vaticano han elevado al Vicario de Jesucristo solicitando la declaración del dogma de nuestra fe la Asunción de la Virgen María al Cielo en cuerpo y alma, lo que motivó un bello despertar asuncionista en España, Francia e Italia. Entre 1849 y 1940, se recibieron en la Santa Sede férvidas peticiones y fervorosas saneas de más de 1332 patriarcas, arzobispos y obispos residenciales, que ocupaban 820 sedes, o sea, el setenta y tres por ciento de toda la Iglesia, a las que se sumaron el ochenta y uno por ciento de los vicariatos apostólicos del orbe, 61 superiores generales de Ordenes religiosas y 35 Facultades teológicas y grandes Seminarios. Con este mismo laudable fin, hußo conclusiones positivas de dos Concilios nacionales plenos, cinco provinciales, ocho sínodos diocesanos, veinticuatro conferencias episcopales , nacionales y regionales. Se elevaron a la Santa Sede peticiones de todos los Patriarcas de las Iglesias Orientales. con 57 obispos; las de 83.000 sacerdotes y religiosos de ambos sexos , como también la de ocho millones de fieles. Durante las dos últimas guerras mundiales hubo una paralización en las actividades asuncionistas, pero pasado el paréntesis de las guerras, vólvió a intensificarse el movimiento asuncionista universal, siendo altamente halagador el testimonio y acuerdo de los teóloggos, hasta el extremo de que concurrieron doscientas Universidades y grandes Seminarios. En presencia de altas jerarquías eclesiásticas,

se celebraron dieciocho discusiones, a «modo académico», en las cuales salió victoriosa la tesis del dogma asuncionista, actuando en forma destacada los centros teológicos españoles, como sucedió en el Congreso Internacional de Salamanca (1949). Después de la última guerra siete Congresos Internacionales, veinte nacionales y cuarenta regionales. Y como colofón de este movimiento y estudio asuncionista fué , sin duda, la carta encíclica «Deipare Virginis», enviada bajo forma secreta el 1. 0 de mayo de 1946, por el Papa Pío XII, a todos los prelados del orde. Después de concienzudos y profundos estudios las respuestas de los residenciales incluídos cardenales, patriarcas, arzobispos y obispos y lós altos valores intelectuales de la Iglesia Católica, correspondient -es a 1.191 sedes, al 94 por ciento del mundo, se produjeron con gran celeridad. cla• ridad y entusiasmo, alcanzando la cifra de 1.022 los obispos que respondieron afirmaticamente , por lo que el 98'2 por ciento, incluidas sedes vacantes, se decidieron por la proclamación del dogma de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al Cielo. De la misma manera y con la misma proporción g e repitió en todos los ámbitos de la Iglesia, incluidas las orientales. En ese grandioso movimiento asuncionista ocupó un alto puesto España, lo que obligó a reconocerlo así y proclamarlo muy alto el cardenal Pizzardi, presidente del Congreso Internacional Mariológico celebrado en Roma el 24 de octubre de 1950, manifestando que las primeras peticiones llegadas al Vicario de Jesucristo para la declaración del dogma de lá Asunción fueron españolas y que a España se debe este grandioso acontecimiento católico, porque el pueblo español sabrá renunciar a otras cosas, pero nunca a la fidelidad mariana.

Orden y por Patrona y titular de esta obra de la los indios. Y así tenía que ser por Fundadora de lla Redención-Merced que se ejercitaba como instituto específico y en virtud del heroico cuarto voto, en todos los conventos En cambio los misterios de la vida de la Santísima Virgen María son los titulares de las Provincias de la Orden redentora: la Inmaculada Concepción, de la Provincia de Aragón; el de la Asunción, de Castilla; el de la Natividad , de Lima (Perú); la Visitación de la del Cuzco (Idem) y así las demás... Es de notar que las dos Provincias primeras, la de Aragón y de la de Castilla, respectivamente, tienen. por titular y Patrona a la Virgen de los dos misterios, Concepción Inmaculada ,principio de la vida de la Madre de Dios, y Asunción, coronación gloriosa de la misma. El primer monasterio de monjas mercedarias de clausura fundado el 15 de agosto de 1567 en Sevilla y confirmado al año siguiente por el Papa Pío V, es de la Asunción «cuyo título al nuevo monasterio se puso porque el P. Antonio de Velasco, su fundador, era muy particularmente devoto de esta fiesta de la Madre de Dios», y se dieron los primeros hábitos el día de la Asunción, y, corno convento asuncionista, todas las monjas primeras, menos una,

1,21tteu.

tomaron el sobrenombre de la Asunción. Recibieron, pues, el hábito el dicho día de la Asunción de Nuestra Señora a la misa mayor doña Beatriz que después se llamó Sor Agustina de la Asunción... Sor Francisca de la Asunción... Sor Jerónima de la Asunción... Y para que todo fuera asuncionista «luego en la tarde trujeron con muy solemne procesión y mucho concurso de pueblo desde el monasterio de Ntra. Sra. de la Merced hasta el nuevo —de religiosas—todos los frailes y clérigos también de la parroquia de S. Vicente la imagen de la Asunción de la Virgen, cercada de seis ángeles, y la pusieron en el altar • mayor de la nueva Iglesia; lo cual dió gran consuelo a todos y fué causa de aumentarles la devoción y frecuentar la Iglesia y monasterio muchas personas devotas.» Después de tras lento esperar, pero fecundo desear y esperar, por Voluntad altísima es ya dogma de nuestra fe, proclamado por nuestro amadisimo Pontífice Pío XII, la Asunción de la Virgen María a los Cielos en cuerpo y alma, gozo y consuelo de las almas creyentes . FR. RICARDO DELGADO

Mercedario. (Continuará)

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La esclarecida Orden de la Merced ha ocupado un alto puesto en el correr de siete siglos en este maravilloso movimiento asuncionista, por aquello que lex orandi est lex credendi, como reza el Oficio del rezado de la Orden mercedaria y lo tiene también el breviario Hispalense del 1561, y como este expone su creencia en estas palabras: «Oh Señor. denos la salvación la veneranda festividad de este día en que la Santa Madre de Dios sufrió la muerte temporal ,pero no quedó presa en sus ataduras por ser la Madre de tu Hijo Nuestro SeñorQ. «HOC SOLUM COGITARE POTUERUNT QUOD, CUI PLACUIT EX MARIA VIRGINEM SUMERE ET HOMINEM CARNEM SLTMERE ET HOMINEN FIERI ET NASCI... IMMACITLATUM CORPUS INCORRUPTUM SERVATUM TRANSLATIONE ANTE COMMUNEM ET UNIVERSALEM RESURRECTIONEN.

La Orden de la Merced por su espical y singular advocación de todas las Iglesias que levantó, y e s advocación absorbió, caminándolas en la de Mer--ta ced, y le fué de todas las doctrinas, parroquias de

eit

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«LA EDUCACION SOCIAL DE LOS CRISTIANÓS EN LAS MISIONES» Intención Misional de Septiembre Si en todos los tiempos la Iglesia se preocupó de este importantísimo problema, principalmente desde León XIII pocas cuestiones habrán interesado tando a su corazón de Madre, como esta de la cuestión social, de tal manera que el gran Pontífice en su Encíclica «Inmortale Dei» pronunció estas palabras: «Teniendo la Iglesia Z-x)rno fin el guiar y conducir a los hombres a su felicidad eterna, influye tan benéficamente en la sociedad como si su fin fuese promover el bienestar temporal.» Alguien ha querido tachar a la Iglesia de haherse desinteresado completamente de la cuestión social y de no haberle dado la importancia que se merece. Pero la Iglesia siempre ha tenido y tiene conciencia plena de su responsabilidad, para haberle pasado desarpercibido • asunto de tanta trascendencia. Aun últimamente nuestro, actual Pontífice en su Encíclica «Evangelii praecones» sobre las Misiones, una de las cosas que más inculca y recomienda a los misioneros, es la asistencia y educación social de los paganos pues mientras la ideología comunista, dice el Santo Padre, hoy difundida por todas partes hace presa fácil en el ánimo simple e inculto del pueblo, nos parece todavía oir el sonido de la voz de Jesús: «me da compasión de este pueblo». • Es absolutamente necesario poner en práctica con suma, diligencia y celo los sanos principios de la sociología cristiana». Así que los misioneros no viven al margen de la cuestión social, como algunos se han creído, ni mucho menos, sino que al contrario trabajan con todas sus

fuerzas para poner en práctica estos deseos del Papa. Ellos luchan. tenazmente para impedir la propagación de las ideas demagógicas, anárquicas y comunistas que comienzan a pulular en las haciones incivilizadas y ellos también pelean titánicamente. aun con riesgo de su vida, contra esa clase de gente que viendo en los indígenas un buen elemento para sus planes dé enriquecimiento, quieren mantenerlos en ese plano de inferioridad, impidiendo se les dé otra educación, y prefieren mejor unas miserables pesetas antes que la dignificación social de esas pobrecitas almas . que por carecer de medios adecuados y por no saber imponerse, están condenados a vivir durante toda su vida en un . ambiente en teramente salvaje. Este ha sido por ejemplo uno de los más grandes obstáculos que el misionero) ha encontrado en hi evangelización de Indonesia. Pues bien, en la Iglesia la cuestión social no es insoluble, ha dicho S. S. Pío XII, pero tampoco Ella sola la puede resolver, sino que necesita de la ayuda y cooperación de los poderes públicos. Y esta colaboración, amados lectores, es lo que le falta a la Iglesia en muchísimos países, que le impiden .el dar a sus hijos los infieles una cristiana educación social, por eso el Sto. Padre quiere que en este mes, nosotros los misioneros de retaguardia pidamos fervorosamente al Señor haga desaparecer toda clase de obstáculos . que los misioneros suelen encontrar en este campo.

«LA IGLESIA EN OCEANIA» Intención Misional de Octubre Es la intención misional de Octubre, sumamente importante. Si exceptuamos las islas Filipinas, donde la inmensa mayoría son católicos, y Australia, donde, además de los católicos, hay también muchos protestantes; en las demás islas de Oceanía domina el paganismo, aunque tampoco aquí faltan nuestros eternos y tenaces enemigos, los musulmanes. Es en el siglo XIX cuando la Iglesia en medio de grandes y cuantiosas dificultades logra — 146

echar profundas raíces en estas islas, de tal manera que si en nuestros tiempos no es todavía un árbol corpulento, es sí un fuerte arbusto, dispuesto a desafiar fuertes vendavales y grandes tempestades, con la seguridad de no ser Ya por ellos derribado. En 1874 existían ya en Australia dos arzobispados : el de Sidney con seis sufragáneas y el de Melburne con cinco. En 1845 llegan los benedictinos españoles, 105

tuales dan a las Misiones de Occidenté Un imptil-

so extraordinario. • En los inmensos territorios de la Melonesia y Polinesia se establecen en 1827 los misioneros del Picpus o de los Sdos. Corazones. A esta Congregación perteneció el famosísimo, heroico y extraordinario P. Damián de Veuster, el apóstol de los leprosos de la isla de Molokai. Vivía como misionero en la isla de Hawai. Unos arios atrás el gobierno había decretado la concentración de todos los leprosos en la isla de Molokai. -Un día de los primeros de Mayo de 1873 hablando el Vicario Apostólico con sus misioneros, les dió a entender su profundo dolor al ver el estado lamentable en que se hallaban los leprosos de dicha isla. Entonces el P. Damián se ofrece voluntario a enterrarse vivo con aquellos desgraciados, pues también ellos habían sido redimidos con la sangre de Cristo, y parte para la isla el 10 de mayo del mismo ario. A los 11 arios de fatiga, contrae la lepra, la que le lleva al sepulcro. Es uno de los triunfos más grandes y estupendos de las Misiones Católicas en Oceanía, pues un hombre de temple de héroe como el P. Damián, sólo podía salir de la Iglesia de Cristo. Tal ha sido - la labor realizada por este infatigable misionero, que ha llamado extraordinariamente la atención no sólo de las naciones católicas, sino aun de aquellas mas reaccionarias al Catolicismo. La misma Inglaterra le ha erigido en la isla de Molokai un gran monumento, amén de otros muchos honores con que ha honrado a tan heróico misionero. Bien se lo merecía el P. Damián, pues el sacrificio realizado fué algo grande, dificil de exp resar con palabras. Escuchémosle a él mismo : «¡Esto es un infierno! Un día mientras cele, braba la Sta. Misa, me sentí tan molestado por el olor que despedían de sí las llagas de mis leprosos, que estuve a punto de abandonar el altar para respirar aire puro; pero me detuvo el recuerdo de los sufrimientos del Señor.» Cierto día el gobierno le ofreció el cargo de I nspector del lazareto con un sueldo anual de 10.000 dólares, pero el P. Damián les contestó.: « Aunque me diesen 100.000 dólares por ejercer este cargo durante cinco minutos, no lo aceptar ía». Pero entonces, ¿qué fué lo que movió al P . Damián a llevar a cabo empresa tan ardua y difícil? El amor a Cristo y a las almas, y sólo esto era lo que le detenía en aquel lugar de mise rias, por eso nos dice él mismo: «Sin la pre8encia de Jesús, jamás tendría fuerzas para per2everar en la resolución de participar de la viola de los leprosos de Molokai». Y nosotros, ¿qué h acemos por las Misiones? ¡ Aprendamos de los héroes! A ctualmente están a cargo de las Misiones Ca-

tölieá g 12 Leproserías eón más de 2.000 leprosos.

No nos olvidemos de encomendar al Señor en nuestras oraciones 1 a s Misiones de Oceanía, pues no podéis imaginaros los grandes peligros en que se hallan envuentos constantemente los misioneros que trabajan en esta parte de la Viña del Señor. Nada más que un ejemplo cogido al azar para confirmar mi aSerción: El Vicariato de Tahití, cuenta con más de 108 islas, perdidas en el Océano Pacífico, abarcando un espacio tan vasto como el de toda Europa. Y para toda esta grande extensión no hay más que 18 misioneros, muchos de los cuales ya están gastados por largos arios de penoso esfuerzo. Y a esto añádase que su único medio de locomoción, son pequeñas embarcaciones y con ellas tienen que desafiar los tifones, las tempestades y las olas del Océano, no siendo la primera vez que pierden su vida en estos difíciles y penosos viajes. En la guerra pasada las Misiones han sufrido un pequeño retroceso, pues los misioneros, unos fueron muertos, otros encarcelados y otros no podían ejercer su sagrado ministerio; pero gracias a Dios en la actualidad de nuevo vuelven a funcionar normalmente, augurando días esplendorosos para la . Iglesia. Difíciles, muy difíciles, como véis, son estas Misiones de Oceanía, pero precisamente por esto mismo la Orden Mercedaria que siempre le ha gustado acometer las empresas mds arduas y prodigar la vida en aventuras de la gloria de Dios, ha puesto en pie de guerra un numeroso ejército de almas heróicas, que desde 1928 vienen cosechando lozanos y abundantes frutos para la Iglesia de Dios. Este ejército de almas heróicas son las Madres Mercedarias de Bérriz, que representan muy brillantemente a nuestra Orden en aquellas Misiones. Tienen casas en Saipán (Islas Marianas), Ponapé y Wona (Islas Carolinas). Son un total de 9 religiosas indígenas y 18 españolas. Además cuentan con un floreciente Noviciado de indígenas también, próximas ya a emitir su profesión religiosa. Círculos de formación Catequística, Cursillos de enseñanza de hogar y paidología para recién casadas, Escuelas, Catequesis, Obra de Ejercicios Espirituales, etc., he ahí el campo; que por cierto es muy abundante, en donde las Madres de Bérriz desarrollan con un sacrificio verdaderamente admirable y conmovedor, su apostolado misional, digno de los más grandes encomios. No las olvidemos pues, en nuestras oraciones, para que su labor sea cada vez más fructífera y provechosa. FR; J' OSE MARTINEZ VAZ

Mercedario 147 —

Correspondencia Mariana El Escapulario blanco Muy estimada en Ntra. Sma. Madre: No me ha parecido mal, haya Vd. vuelto a consultarme sus problemas marianos, Muy gustoso trataré de ayudarla a resolverlos. «Que deseaba imponerse el Escapulario de la Merced, en su fiesta del día veinticuatro, pero que se le ofrecen algunas dificultades...» Me parece muy bien que -se lo imponga. El Escapulario de la Virgen es un símbolo y es una prenda de protección. Es un símbolo. A la santa Iglesia le gustan mucho los símbolos, que usa a cada paso en su Liturgia. Nuestras Constituciones nos dicen a los Religiosos mercedarios, que al mirar la blancura del hábito que vestimos, recordemos el candor espiritual que debemos tener en nuestras almas y la pureza sin mapcha de nuestra Madre y Fundadora. Al llevar Vd. sobre su pecho,. el escapulario de la Virgen pensará en que la Virgen la proteje y la acompaña; que está ligada a Ella con algo ntWvo, íntimo._ familiar: ¡Viste el mismo traje que la Virgen! ¡ Es—hablando en términos políticos--del mismo «partido» que la Virgen! El Escapulario blanco de la Merced nos habla de purezas y de paz. La paz en la lucha... la paz de la victoria. En esta sociedad a veces maloliente y nauseabunda ¡Qué símbolo más bello, el llevar sobre nuestra carne, la nieve de un Escapnlario que nos dice somos hijos de ' una MadreVirgen! Las armas de su escudo nos recuerdan que la tierra es milicia y no molicie, . Que el que lucha y se esfuerza consigue la victoria del héroe. ¡Qué símbolo magnifico en estos tiempos de despreocupación religiosa; del no quererse enterar, para no dejarse afectar por problemas ultraterrenos... porque... se hacen molestos... vienen a turbar la comodidad del vivir y gozar de la vida...! . La Cruz es blanca, pero en campo de sangre, y las cuatro Barras, de sangre también. ¡Cru21 blanca como bandera de paz; como la paz del alma en Gracia! ¡ La Cruz de la Redención... de la mañana radiante de Pascua! El fondo es rojo, con rojeces de sangre, con escarlatas de martirio... con púrpuras y dorados reflejos de fuego. ¡Decoración del mundo en la grandiosa trage- 148

dia del Viernes Santo!—¡ De todos los Viernes Santos de la Humanidad...!----

Los hijos de la Merced, a través de más de siete siglos, han sabio con su sangre, conservar intacto ese fondo rojo vivo y ardiente; desde S. Pedro Nolasco y Ramón Nonato, hasta los últimos Mártires de nuestra Cruzada. • ¡ Sangre- y fuego!—Sangre de Redención... Fuego de Amor—. En la oscuridad de las cárceles y mazmorras. de los castillos moros de Túnez, Argel... Alicante y Granada aun se respira el vaho húmedo de la sangre mártir mercedaria ; y su fuego de caridad fué tan volcán, que pudo fundir las cadenas férreas de innumerables cautivos. ¡Cadenas de hierro que sujetaban la carne... Cadenas de miseria que sujetaban el espíritu! Y el Escapulario blanco se salpicó muchas veces de sangre santa; y las cadenas de las mazmorras sintieron carne virgen de redentores, que se ofrecían víctimas por sus hermanos, que no eran carne de su carne, pero que eran hijos de Dios también. ¡ ¡ Este es el simbolismo del Escapulario de la Virgen de la Merced! Cadena divina que nos une a María, haciéndonos sus cautivos de amor. ¡Cautivos de la Virgen Redentora! El Escapulario es además una prenda de protección y de salvación. Aquí es donde tiene Vd. sus mayores dificultades: «que si es mejor el de la Virgen del Carmen, porque saca del Purgatorio... Que si vale más llevar dos o tres que uno solo...» Estoy por deuirle que esto suena a superstición. ¿Acaso no es la misma Virgen la que dió los distintos escapularios? ¿Cree Vd. que va la Virgen ligar a un color la salvación de una persona? De ninguna forma niego yo, con ésto, los privilegios de éste o aquel escapulario. ¡Ni mucho menos! Pero, si la Virgen dijo: «el que lleve mi. escapulariodel Carmen yo sacaré su alma muS pronto del Purgatorio», no añadió luego: «y el que lleve el de la Merced o el de la Inmaculada Vio lo sacaré». Por consiguiente, con un sencillo raciocinio, deducimos fácilmente que implícitamente se lo hizo a los 41emás; lo mismo que otros privilegios y promesas que tienen éstos Y no tiene aquél.

El Escapulario es una prenda de salvación y de protección en este mundo y en el otro. Ella le ha dicho. Ella, la Virgen, esté vestida de azul, de marrón o de blanco. Que a Vd. le simpatiza más el azul, se impone el de la Inmaculada ; que le simpatiza 'más el blanco—sobre todo por su símbolo y origen— lleva el de la Merced... Pero, siempre sin volver a repetir lo de los Primeros cristianos; «Yo soy de Pablo; yo de Cefas; yo de Apolo... yo de Cristo.» Lo del color, pues, pertenece al primer apartado de símbolo. Pero el Escapulario de la Virgen es una prenda de protección y *de salvación. ¡Cuántas veces en una situación difícil, nos acordamos del santo escapulario, lo estrecharnos contra nuestro pecho, al tiempo que nuestros labios balbucean: «Madre, socórreme!» De pronto se nos abre el horizonte y aparee sonriente .1a luz clara de su feliz solución. ¡ De cuántos peligros y tentaciones nos ha salvado un beso estampado con ardor en el Escapulario bendito! ¡ Qué horrible es encontrarse uno solo, en una noche oscura, o en un peligro inminente... o en una desgracia! El santo escapulario es entonves como un ángel custodio. Con él nos sentirnos acompañados; tenemos valor... afrontamos serenamente el peligro. Cuando el hijo sale de casa a un largo viaje, no sabe la madre buena darle otro recuerdo, ni otra compañía mejor que el Escapulario de la. Virgen. •Y cuando, después de muchos arios de

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al»; y las más corre latente en el espíritu de

sus producciones el esfuerzo de trabajo y estudio,, de n. lectura e inspiración que a su autor cosLo que leía, cómo leía y el provecho de lo leído era en Tirso una ceuestión de temperamento;, Sin detallar más extremos, indicados ya su amor

ausencia, aparece de nuevo, no se cansa de relatar los milagros y favores de su Escapulario. ¡Prenda celestial de protección y... prenda de salvación! Y... llegará el momento de nuestra muerte. ¿Cómo será? ¿Dónde será?—Lo ignorarnos; pero una cosa sabemos cierta, que puede ser en el sitio más apartado y de la manera más inverosímil. En esa hora suprema de nuestra existencia en el tiempo, es cuando el Escapulario será para nosotros la verdadera—y a veces, única—tabla de salvación. Nuestras manos trémulas lo buscarán ansiosas, y nuestros labios, ya amoratados, imprimirán un beso—el último beso—encendido en los ardores de la agonía, musitando entrecortadamente: «¡ Madre, .sálvame!» Y nuestras luchas interiores se verán suavizadas por los suaves resplandores de paz del Escapulario blanco. Esto es sencillamente el santo escapulario de hz Virgen : símbolo y prenda. ¡Símbolo bello! •¡ Prenda segura! ¿Están resueltas sus dificultades?. Lo principal para Vd. será el que no sólo se lo imponga sino que «lleve» su Escapulario. Que no sea un símbolo muerto, sino que trate de vivir su significado corno lo Vivieron los millares de Religiosos y Religiosas y almas buenas, en estos siete siglos pasados. Siempre affmo. en Ntra. Sma. Madre. FR. ANTONIO VÁZQUEZ

Mercedario

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Zitio ( Viene de la página 161) por los clásicos antiguos, y la predilección sobre ciertos autores extranjeros, debernos resaltar el sólido conocimiento literario de sus predecesores y de su época. FR. GUMERSINDO PLACER

ercedario

149 —

propósito de San Pedro Pascual

A

Subían del patio los piafantes relinchos del corcel que, impaciente, golpeaba sobre las piedras los cascos seguros y bien sujetos a la pezuña. Todas las tierras de Jaén alboreaban con rompientes de luz. Sobre los olivos se empinaban las últimas sombras, y ya los ruidos sonoros de la campiña enmudecían su eterno canto de las noches. Un golpear de puertas y en lo alto de la escalinata apareció el obispo santo y sabio en facha de caminata. La escalinata—una de esas escalinatas de la Edad Media hechas para resonar las armaduras y las fuertes pisadas de los yentes y vinientes—lo recibió con sones de alegría. Aquel venerable hombre llevaba pintado en el rostro el anhelo de partir. No sé por qué todos estamos acuciados por ansias de partir. Unas veces es que queremos dejarnos atrás la niñez, la juventud... O ya el inconsciente de gozar una pérdida o provocar un retorno. En fin, la única idea que dominaba aquel corazón anheloso de partir era el poder consolar a los cautivos cristianos de Granada. Hacía afgún tiempo, su celo apostólico había logrado que. los moros, - le proporcionaran un documento para entrar y salir libremente en la ciudad granadina. Pero él conocía que esto era muy arbitrario para las leyes de los califas. Por eso una bella exaltación asomaba a sus ojos aquel día del medievo en que perdió la libertad y se quedó aherrojado en los barios de Granada. Existía en su alma la predisposición al martirio. Si acaso el arte inasible del pincel, hubiera querido plasmar lo eterno de aquel día, hubiera tenido que atrapar los vientos eternos que soplaban en aquel espíritu al conjuro del voto de sangre de ese cuarto voto mercedario que abre surcos de fuego en el alma, que riza la vida con ilusiones de perderla en cruzadas casi mitoló gi -casporldivn,quehcflasdi — 150

del que sabe vivirlo inacabablemente. Todavía hay gentes desconfiadas a estas delicadezas, como hay personas incapaces de sacramento. Porque el no admitir una constante influencia ‚espiritual de este cuarto voto, indica una subestima de todo lo sobrenatural, donde no hay lugar a hacer algo supérfluo. Cuando el santo obispo, en aquel día de la edad media, galopaba en facha de explorador, avizor a las necesidades de los pueblos que atendía espiritualmente, ya su alma tenía el destino del martirio. Desde que un día, ya lejano, se entre-, por los claustros de la Merced presentía que la gloria de su vida culminaría en la realización plena del cuarto voto. En ninguna época los hombres se han evadi. do a esta presión del destino. Unas veces han vivido aterrorizados bajo los guiños que les hicieron las estrellas al nacer. Otras han sido los arbitrarios signos de una mano que traían la desdicha o la fortuna. Tampoco hoy ha desaparecido esta humana preocupación. Con paso de vulpeja huidiza se nos aparece de vez en vez en los horizontes de doctrinas o teorías muy pagadas por ahí. Teorías groseras, como aquellas que combatió en innumerables escritos S. Pedro Pascual; pero no tachemos a la edad media de bronci-, y elemental, cuando todavía nos deslizan, repujados, los sistemas del fatalismo y determinismo. Más de un intelectual al uso necesitaba leer y releer los escritos del mercedario medieval con la humildad de un doctrino. El escritor no se para en' barras. Pega fuerte y bien. Claro que la Luz exige carencia de actitudes. No hay cosa peor en la vida que tener actitudes preconcebidas antes de encararse con las circunstancias. Ese pose orteguiano—actitud eincaramada—nois está diciendo que «los promontorios de la Divinidad están lejanos...» El cristianismo siempre dió solución y refugio

a esta preocupación humana del Destino. En la Providencia de Dios que todo lo prevee y no descuida nada; que permite que nuestros cabellos se conviertan en nieve; que viste a los lirios del campo suntuosamente, encuentra el hombre el descanso a la angustia del futuro ignoto. En aquel glorioso día en que S. Pedro Pascual perdió la libertad, gracias a una escaramuza de piratería mora, la Providencia había glorificado a su siervo. • Aherrojado en la bella Granada, oriental por . la vida y las costumbres, cantaba, gozoso, las bondades del Señor. Su «anhelo de partir» le aguijoneaba el espíritu. Mientras tanto, encogido en una zona de sombra, desenrollaba los papiros que contenían los cuatro Evangelios, los besaba y se sumía en las ansias y angustias de Jesús. Así tenernos hoy esos tratados vehementes sobre la vida de Cristo, que adornan los anaqueles de nuestras bibliotecas. De la lectura de sus obras deducimos otra dimensión de su espíritu. Antes que nadie sostuy o él la Concepción Inmaculada de la Virgen Santísima. Si el «anhelo de partir» fué característica suya, como mercedario que . era, también su alma anidó un amor exaltado a la Virgen Santísima. Fué reliquia legada a la Orden por S. Pedro Nolasco, que subyace siempre a través de todas nuestras más gloriosas empresas. Este amor a la Madre lo sintió S. Pedro Pascual como un amor caballeresco. Un amor que tiene como punto de arranque y sostén y explicación y estilo la presencia de Ella, como un bulto solícito de Madre amorosa. Así lo experimentó él cuando a punto de partir su alma vibraba gozosa, esperando que el martirio le arrojara en los brazos de la Madre eternamente. FR.

JAIME ASENSIO iVI

ercedario

151 —

BODAS DE PLATA

¡Que las bendigas, Madre; que en esta tierra feraz de América vean ellas también fructificar granados sus esfuerzos bajo tu blanco manto protector! ... Vió la Rvdma. Ma-, dre algo en los ojos de María, intuyó su gozosa aceptación al encargo que la hada y, llena de profunda fe, prendió en ti manto de la Virgen el escudo mercedario que en su santo

Provincia de San Pedro Nolasco acmONImos.-ssrac

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RIO DE JANE I

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B f a de Rio de ane i ro

El ensoriar adormecido por las brisas tórrida.s del Brasil, no cuenta con el intrépido y ardoroso espíritu de Cristo que anima a las H. H. Mercedarias de la Caridad. Ellas laboran «sicut bonus miles Christi» adonde quiera que van con amor divinizado, con anhelo de vida eterna ; emancipándose de las miserias humanas, lla'mense éstas pobreza, lágrimas, martirio o persecución, no obstante desarrollar entre ellas su actividad. El pasado mes de 21.gosto celebró la Provincia de San Pedro Nolasco, del Brasil, sus Bodas de Plata. Una vez mas la imagen evangélica del grano -de mostaza convirtiéndose .en frondoso bol ; una vez más se cumple la visión . de Nolasco : la simbólica oliva mística creciendo y ramifi cándose exuberante de empuje y de vida. Así es y así debía de ser. Las ideas, los sentimientos caldeados ,y robustecidos en la interioridad de la vida íntima con Cristo, se tornan profundos y activos hasta llegar a ser verdaderas pasiones, que se muestran como energías invencibles. La vida de las . H. H. Mercedarias de la Caridad es vida de oración—entendamos también como oración una santa • actividad en Cristo—y en este verdadero clima de las almas, ellas se - robustecen y crecen. Por eso estas Bodas de Plata —tan logradas y prometedoras—que ahora • celebra la Provincia del Brasil no es más que el normal desenvolvimiento de esa pujante vida interior que anima al Instituto. Pero llagamos un poco de historia. Es en los arios duros, difíciles de los comienzos. En . América sólo había un puriado de religiosas en Santo Domingo; a visitar a sus hijas, a confortarlas y guiarlas en las asperezas de las fundaciones primerizas, va allá la Rvdma. Madre General, Sor Florencia de • Jesús Sáenz. Por un rústico sendero que serpentea hasta el Santuario del Santo Cerro—República Dominicana—peregrina la Rvdma. Madre. En lo alto preside y bendice amorosa la Madre de la Merced; postrada a sus pies, se . hunde la M. Florencia en profunda oración... y - 11. 6ra y pide por sus hijas...

Sor Mercedes Almeida Primera Religiosa brasileña R. M. Dolores Aramburu Fundadora de la Provincia

Victoria Sáenz R. M. Actual Superiora Provincial

bito llevaba. --Esa es la prenda, Madre—la dijo—, de que tú velaras por mis hijas—que son tuyas—y con tu bendición se extenderán. y crecerán, llevando la Caridad a todas las tierras americanas en que tú reinas. Arios más tarde—exactamente el 1 5 de agosto de 1 926-11e-

gaba a, la isla de Paquetá, en la la bahía de Río de Janeiro, la primera expedición de Hermatus, al frente la Rvda. Madre Dolores Aramburu, Superiora entonces y Provincial después muchos arios. Brasil, con su re(Sigue en la pág. 56)

...111•n•71111.91,1.112.1.n

- 152

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Paquetä. Primera fundación de la Provincia

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3

DESPUES DEL ULTIMO CAPITULO PROVINCIAL, HAN SIDO NOMBRADOS

Jatavincia UPERIORES DE LAS CASAS DE LA PROVINCIA LOS SIGUIENTES PADRES:

AL DE LA MISION DEL PIAUI, BRASIL, Y SUPERIOR DE LA RE-

COMENDADOR DE POYO, R. P. J OSE VAZ QUEZ DIAZ. COMENDADOR DE SARRIA, R. P. RICARDO SAULES MAR

CLON

COMENDADOR DE VERIN, R. P. EULOGIO ACHA AP

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COMENDADOR DE FERROL, R. P. CLAUDIO M. P

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COMENDADOR DE LEQUEITIO, R . P. PEDRO O

RRIA A

COMENDADOR DE SAN SEBASTIAN, R. P. MAN

RERA U

COMENDADOR DE MADRID, R. P. J OSE M.`

RELA .

COMENDADOR DE HERENCIA, R. P. ANTO

AZQUE

COMENDADOR DE CIUDAD REAL, R. P. DIO! COMENDADOR DE SEVILLA, R. P. RICARDO COMENDADOR DE JEREZ DE LA FRONTERA

NTE P R

RICO, SE NOMBRA AL M. R. P. GUILLERMO

CI &L QUEZ

( R. P . ANTONIO VAZQUEZ VAZQUEZ. \ 1 i 1 R. P. RAMIRO GARCIA REY. A DlAZ, P Ek 1 ' A Vil % a AGUSTIN AGUIAR MARINO. UERA DE \i \%\ / 4 / . E VAZQUEZ RODRIGUEZ. 11 4 ENZA,•"

/P

1

ESTEVEZ RODRIGUEZ

CAPEA S IN AL A

COMENDADOR IDE LLERENA, R. P . GUMERSIN COMENDADOR DE PONCE, EN PUERTO RICO,

QUETA, EN RIO JANEIRO, SE NOMBRA AL M. R. P.

EZ MO

COMENDADOR DE CAYEY, EN PUERTO RICO R

1 IBARRONDO MADARIAGA. 710 \ 1 T LANT D') r'IA, R . P. BENJAMIN FERNANDEZ VILLAR. i ..

T ILAN ITUL

1

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EITIO, R. P. MANUEL RODRIGUEZ DONTON. M.



P. RICARDO DELGADO CAPEANS.

MARIA.

AL SALUDARLES DESDE «LA MERCED», PE

PARA GLORIA DE ELLA Y DE SU ORDEN.

cio y viejo abolengo de Dios. Hoy, Sor Mercedes, mercedarismo, las acogió licenciada en Filosofía y hospitalario, pero su fuerLetras, en su Colegio de za, su empuje, les vino N iteroi canta un himde mucho más allá... A no ferviente de acoión de inmensa distancia, salvangracias al ver su ejemplo do mares y fronteras, la seguido por tantas y tanVirgen de la Merced del tas jóvenes brasileñas que Santo Cerro, con el escuconsolidan y dan vida pudo de la M. General al jante a su Provincia. pecho, recordaba su proSon de ello elocuente mesa y las bendecía... testimonio las doce casas Aquella bendición hizo de la Provincia, con sus f r uctificar insospechadaColegios, Pr e v entono, mente las fatigas, los sinAsilo, Sanatorios, Casa sabores mil, las incomde Maternidad, ResidenLa primera postulante prensiones acaso, con que cia de Serioras... La gran Srta. Almeida se encontraron las hermafamilia mercedaria es nas. Nuevas fundaciones una obra del pensamiense fueron haciendo sucesi- • to de María. Ella la plavamente y sucesivamente llegaron de Esparia nueneo', la construyó, la desarrolló, la adornó... Travas expediciones. bajó en ella como verdadera Madre, como verdaEl ario 1934 marca un jalón de gloria en la dera artífice. ¡ Cómo ama . Maria su obra 1 La vida de la Provincia Brasilefia. La Sta. Merceama para que sea bella, sin mancilla, para que des Almeida toma el santo hábito y es la primesea su amable casa, el lugar de su descanso, su ra novicia del país que entrega su vida a la Mahogar. dre de la Merced para consagrarla al servicio de Nosotros, que formarnos parte de ella, nos hin-

La fiesta de Nuestra Madre y su liturgia

I. Preludios históricos siempre se rezó el actual oficio de Ntra. Sma. Madre de la Merced : fué completándose y perfeccionándose paulatinamente a medida que aumentaban sus favores y sus mercedes sobre el pueblo cristiano. Aquella gran Merced de María se iba sintiendo en muchísimos hogares cristianos con la redención por Ella ideada, irmigen y semejanza de aquella otra que efectuó Cristo Jesús en el monte Calvario. Los Sumos Pontífices se apresuraron—apremia• dos por esta gran Merced de María—a colmar a la Orden de privilegios y gracias comenzando por enaltecer primeramente las glorias de su Celes. _\.cr

Casa Provincial y Colegio de Ntra. Sra. de las Mercedes.—Niteroi

- 156

dimos en sus intereses, en sus preocupaciones y anhelos, nos alegramos en sus alegrías. Por eso desde las paginas de LA MERCED nos unimos hoy, en sentido homenaje, a la exaltación jubilosa de nuestras Hermanas Mercedarias de la Pro-

tial Fundadora reconociéndola cómo a tal en sus documentos disciplinares y en la Sda. Liturgia. La misa de Ntra Madre—tal corno la recitamos hoy—es venerable por su antigüedad; por lo menos anterior a S. Pío V, juzgando por el estilo de algunas de sus piezas, como la Sequencia; sin embargo en un principio debió decirse la del Común de las fiestas de la Virgen. Existe más evolución en lo tocante al oficio; . así vemos cómo en 1616 empezó a rezarse de la misma forma que en la fiesta de las Nieves con lecciones propias en el 2. 0 nocturno. Más tarde, el 18 de marzo de 1679, se amplían sus propias lecciones y se aprueba el VIIP responsorio, todo él hermosísimo y devoto. El 2 de ju. nio de 1685 rezaba ya nuestra Orden por concesión Apostólica la Misa especialísima y el Oficio propio o actual que en 1868 fué concedido a Barcelona. Con motivo de proclamarla bajo el título de la Merced Patrona de la Ciudad Condal se amplió el Mismo oficio y misa a toda España La categoría de su rito es: doble de 1. a clase con octava privilegiada de tercer orden. En Bar celona nos parece que la octava no es privile. giada. En la Iglesia universal se reza su misa y su ofició del Común de las fiestas de la Virgen con oración y lecciones propias en el 2. 0 noctur no, con rito de doble mayor. La Misa de Ntra. Madre, especialísima por su belleza y por su rito, se dice también todos los sábados, con categoría de votiva solemne y privilegiada, desde el 12 de diciembre de 1750, cambiando las palabras «Diem festum» por «Memoriam». II. Su contenido místico-litúrgico Una celestial alegría, una admiración grande y una acción, de gracia continua, son las 'ideas dominantes de todo el - Oficio litúrgico de Ntra. Sma. Madre. Alegría en la tierra, en primer lugar : «Alegrémonos todos en el Señor» (Intr.), alegría también en el > cielo: «Los ángeles se regocijan de su Descensión» (Intr.), piles todos experimentamos los raudales de misericordia que

vincia de San Pedro Nolasco del Brasil, y con ellas entonamos—en sus Bodas de Plata—un vibrante y fervoroso Te-Deum de acción de gracias. FRAY AMARANTE.

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nos ,vino a traer del cielo la Virgen Madre. toria. no a la Liturgia; nos basta saber tan Fá• «Pues Ella como viese el llanto, los tormentos lo que para obligarse Dios a hacer un milAgT3 y los suplicios del pueblo fiel tendiole sin tar- en aquel momento de la Historia al enviar desdanza su diestra salvadora». Secuencia : ¿No so- de el cielo «a la misma Virgen Säntísima, su Madre»—no olvidemos que es frase litúrgica y mos—además--hijos adoptivos suyos? El Evangelio de su Misa nos lo dice claro : «Como viese con toda la expresión que la Iglesia le da—para Jesús a su Madre y al discípulo que amaba allí inspirar y ordenar «esta obra del amor» casi nunpresente, dijo a su Madre: Mujer, he ahí a tu ca presenciada» que dejó sobrecogida de tanto hijo. Inmediatamente dijo al discípulo : Ahí tie- respeto no sólo a la caballerosa Edad Media sino nes a tu Madre. Y desde aquel momento la re- también a las futuras generaciones. cibió por suya» (Juan XIX, 25, 27). Menester es Con este amor inmenso a la humanidad despues que nuestro corazón prorrumpa en un her- valida camina la Merced por su ruta histórica moso cántico y que veneremos como Fundadora «amor que ni los fuertes aguaceros pueden apade tan glorioso Instituto a la Madre gloriosísima gar su llama ni los ríos pueden ahogarlo. Aun de Jesús a fin de que por su omnipotente inter- que el hombre diese gratuitamente todos los hacesión nos veamos libres de todo pecado y de beres de su casa por el amor los tendrá por muy la cautividad del demonio. (oración). poca cosa». (Comunión); y sabemos que la Mer «¡Celebrad, oh gentes libertadas, la Vida que ced cumplió admirablemente con esto no sólo pri se nos dió por medio de la Virgen!». Este ver- vándose o dando los bienes de sus conventos so del Común de las fiestas de la Virgen junsino sacrificando además las vidas y la liberta( tamente con el primer verso de la Secuencia : de sus hijos en aras de la más ardiente caridad «Aplauda entusiasmado el ejército de cautivos, ///. Nuestra gratitud etcétera» nos ponen de manifiesto la gran admiración mezclada de un entusiasmo indescriptible «Para que sean dadas las debidas gracias que observamos en esta pieza soberbia y maraDios y a la Virgen Madre por el beneficio de villosa de la Liturgia Católica. Li Pero esta vida que se nos dió por medio de esta tan grande institución—nos • lo dice la María—la libertad cristiana, la adopción de hi- turgia en la lección VI de Maitines—la Sede jos de Dios—tuvo una realidad vital en la His- Apostólica mandó celebrar esta peculiar festivi toria del pueblo cristiano, al traernos Ella del dad». Y si esto reza con todos los cristianos ¿qué Cielo la libertad de los hijos de Dios: «Los víneu- obligación nos corresponderá a nostros, hijos de los de la cautividad fueron rotos por la Virgen ; esta benemérita Orden-que tantas y tantas mer celebrad con aplausos, oh gentes redimidas, es- 'cedes recibirnos de Nuestra Fundadora la Virgen ta grandeza suya delante de sus altares». (Hirn- ligada a nosotros por tantos títulos que' nuestro «Macnologium» en el día de su fiesta no se cansa no de Maitines). No hay cosa digna de más encomio que el agra- de repetir llamándola : «Madre. Fundadora, Maes tra, Reina, Patrona, Señora, Protectora y Abo decimiento reconocido a un favor prestado; es co: una ley psicológica fundamentada en los nobles gada»? Ante esta liberalidad y este amor sentimientos de todo corazón bien nacido, y por que nos distingue nuestra Madre, repitámosle una vez más los últimos versos de la Secuencia esta razón la Iglesia—en cuanto expresión moral del amor de todos Sus subordinados—reproduce de su Misa : «Dulce Fundadora nuestra, mués con su Liturgia los más vivos sentimientos .de trate siempre como Madre nuestra y consuela a la veneración y del agradecimiento hacia la Re- los cautivos. Aumenta nuestro amor ; haz que dentora de Cautivos. «Te presentamos, Señor, sea insigne y que siempre sea apreciada por tu ofrendas de alabanzas, hoy que recordamos tus Hijo esta Institución que Tú fundaste. Concé beneficios» (Secreta). El mayor favor 'de Dios fué denos que te agrademos siempre. Y para librar libertarnos por medio de Jesús de la cautividad nos del infierno muéstranos siempre tu bonda del pecado y del demonio, no es tampco menor doso rostro.» Aquí tenemos en breves lineas los pensamien el que nos hizo por medio de la Madre de su Unigénito al librarnos de la esclavitud de los in- tos e ideas más centrales de la Liturgia de la fieles encauzada por ellos a la apostasía y al pe- Fiesfa de Nuestra Madre, una de las más hercado; redención o libertad que mira al fin pri- mosas por su devoción y el sentido profundo de mario de aquella otra que nos proporcionó Cris- sus frases, de cuantas rezamos en el catálogo o ciclo de las fiestas marianas. to Jesús nuestro adorable Redentor. No es nuestro intento describir los horrores de FR. MANUEL R101345 fu cautividad mahometana; pertenece a la His Mercedario 2

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MADRE D E M ER CED ES Je acuerdas, Madre, de los tiernos años en que con alma limpia yo te amaba y mi Reina y Señora te llamaba sin penas, sin malicia, sin engaños...? ¿Te acuerdas que subiendo los peldaños de tu altar, a tus plantas me llegaba, y a tu pecho de Madre confiaba los cuidados de propios y de extraños? Si te acuerdas; pues yendo yo olvidado, y manchando el vestido que me diste, por la senda enfangada del pecado, tus ojos ron cariño a mí volviste. ¿Y me extraña que te hayas acordado, si madre de Mercedes ser quisiste? Fray Víctor María G. de los Infantes O. de M.

LO OtlE LEÍA -TARSO Sobre el grado de cultura de nuestros clásicos en él hay alusiones rápidas e ingeniosas para se ha escrito tanto, y por veces tan mezquina- todo, a la inmediato y a lo remoto, á dogmas mente, que me asusta el tocar asunto del que eclesiásticos y a mitos antiguos, a la sabiduría no puedo prescindir. En ellos se mezclaban de sagrada y a la pagana, al arte y a la naturaleza, tal modo lo exuberante externo con el cauce cen- a lo heroico y a lo plebeyo Y toda esa cultura tral, lo ideal con lo real, lo disforrne con lo cohe- está bebida en un trabajo de lectura intenso, de rente, lo propio con lo ajeno, lo extranjero con modo que a Tirso podría preguntársele por bolo típico, lo humanístico con lo ps.íquico, lo rel- ca de una criatura suya: gioso con lo mitológico, en una palabra que la ¿Qué es lo .que haces aquí razón cbn el alma forman un conglomerado tal siempre en libros ocupado? de matices, cambios, entretejidos y novedades,. (El árbol del mejor fruto, 1-3). que resulta verdaderamente para nosotros de difícil trasiego mental. No es menester volvernos a los testimonios de Diríase que su espíritu era una maravilla central de alquimia en que todas las especies hu- sus contemporáneos, ni proceder a un confronmanas y divinas se fundían al conjuro de fórmu- tamiento de culturas entre aquellos escritores palas arcanas. Lo mismo se encuentra en ellos la ra hacer sobresalir la de Tirso, ni' siquiera hagamos ,caso a las alabanzas de los censores, ya soberbia sinfonía de un motivo queleellos elogio interesado, basta leerque las suaves modulaciones detrascendental, un vivir alegre. para parecería tropezar en seguida con todo el aparaY es que, según decía de Tirso Monjita de la to crítico de sus conocimientos. Unas veces son Magdalena, había en ellos luz delainteligencia. Falta mucho todavía para que empiece a es- citas clásicas griegas y latinas que él traduce con tudiarse a fondo la cuestión de las fuentes tir- la mayor soltura, otras son transcripciones de romances, sianas, aunque ciertas monologías abordan ésto ratura, de refranes y trozos de antañona litefabla vieja, o como él dice en «Adveren el caso especial de «El condenado por desconfiado». Su lectura era desde luego inmensa, y co- sa fortuna de Don Alvaro de Luna»: «Lengua antigua al uso nuestros padres». Hace gala sa 'conocida en su tiempo la facundia y raros tinuamente dede sus opiniones filosóficas y conejemplos de erudición que en todo mostraba; gicas, y no desdeña de citar las fuentes ' teolóy liy para citar un ejemplo, remito a mis lectores bros de que se valió para componer sus comea la segunda escena del tercer acto de «El mayor desengaño» donde se asiste a una controver- dias históricas. Siempre será un difícil problema la valoración sia universitaria, en la que no se descuida el crítica y analítica en que se apoya un poeta pamenor detalle, ni en su parte externa, ni en el ra levantar el mundo de sus composiciones, pecontenido intelectual, y en la que se pone a conro que éstas tienen su razón temática en el estutribución toda la experiencia personal del poeta, y toda la sutil gama de una quaestio aquinen- dio del autor, y que a mayor cultura corresponse envuelta en la fluidez de palabras poéticas. de mayor arte, nadie, puede dudarlo. Y yo me figuro a Tirso en la paz y el «otium» de su conComo Tirso er ä la personajes carne de susenfrascados concepciones, madrileño, cuna sabiosde catedráticos amaba el ver a sus en vento pusieron muy alto el de nombre la Mercedque Y la lectura de libros diversos y recorrer las estanterías y leer los tejuelos, para bajarlos lue- que, en tiempos, hasta sostuvo él solo una imprenta en que se editaron bastantes obras, allí go con mano amorosa y estudiar en aellos. De me figuro al gran poeta sentado en los fraileros aquí nace la rara facilidad para mover un tiempo la memoria y la pluma en continuo maripo- de la biblioteca, lejos del mundanal ruído leoseo de ideas, y así no es milagro que tan pronto /11 no decir este diálogo: nos hable Tirso de la escuela Epicúrea y sus re- Amán.--,Yo que no adoro ni juego laciones con la astrología, como da una lección leeré versos. completa sobre el platonismo; lo mismo discu- Absalón.—Buen sosiego. rre acerca de la condición de los navarros, co (La venganza de T'amar, 1-2) mo explana un elogio de la música; ya pinta de mano maestra las costumbres romanas y su Su vista y su gusto se orientaban polifacét i cultura, ya escribe largo y duro contra las con- camente, y en el crisol de su alma, que era tadiciones de las mujeres. za de fuente lírica, caían los chorros de armonías Lo que un autor alemán, Karl Wosler, dice de dispares que sus potencias convertían en fuerza Lope de Vega, cuadra magníficamente a Tirso; creadora. Siempre miró con preferencia a Grecia — 160

y Roma por ser literaturas madres,. porque sus parada esta aserción, que al mismo tiempo nos y de creaciones son o tienen el valor indivisible de . da idea de la madurez de su pensamiento Sin embargo de lo dicho la vida, y como diría Tirso: «quedándose en pie la rigidez de sus juicios. fué en él no sólo directa, es • 10 principal que es la sustancia, cada día varía la influencia italiana el uso, el modo y lo accesorio». Al Oriente mi- decir bebida en las fuentes mismas y creo yo sino tarnraba Tirso cuando en «El Laberinto de Creta» que en las lecturas de los originales, por medio de nuestros poetas italianizantes nos habla de bién como Boscán, «gran letrado de amor» y al que PLISO en manos . de Isabel de Segura, la inmortal Aquel jirón del mundo amante de «Los Ah-lar/tes de Teruel». que intitulado Grecia Conocía Tirso los idiomas francés y portugués;, de fábulas y engaños la soltura. .que en éste tenía le lleva a versificar dió asunto a los poetas. en el en varias comedias, y a fé que lo hace con tirsianas De las preferencias y apreciaciones maestría. Del primero no usa sino alguna palapodemos determinar cuántas y cuáles eran, pues- bra suelta en son de chanza ; y de otros idiomas, to que para ello no procedemos pör deducción o por ejemplo, el árabe, nada extraño sería que lo discurso, sino por su propia confesión. En la pro- supiese, por las necesidades que entonces había sa latina prefería a Cicerón y en la poesía a Ovi- en la Orden religiosa a que él pertenecía de ir dio ; de la lengua italiana que él conocía perfec- a redimir cautivos a los puertos africanos dontamente,. el mejor prosista era para el Bocaccio,. de el más elemental trato requería el conocimiento de su idioma ;. sin embargo las citas de y el mejor poeta Ariosto; de la literatura porcuyos verCamoens, autores arábigos parecen ser hechas a través de tuguesa conoció a fondo a Laguna ta o cualquier otro traductor y comentasos más de una vez copió y rehizo; y de los au1i ,, tores españoles, Lope y Cervantes eran los preUno de tantos labradores tras los cuales Tirdilectos. A veces sentía remordimientos morales de sus so se parapetó, sostenía este diálogo con D. Blancitas y lecturas, si ya no era un recurso artísti- ca de Navarra : co para exaltar a aquellos mismos sobre quienes D.a Blanca.--¿Sabes leer? levantaba una prevención, y podemos ver cómo Sancho.—Y escribir el viejo Cleandro se escandalizaba diciendo: y aún letras de otras escuelas. ejercicios y ¿Qué oraciones (Quién habló, pagó, 1-13) lees? Cuando estás despacio las novelas de Bocaccio maestrescuela de los vicios; •

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Estos conocimientos, en efecto, son múltiples como los temas de sus obras .y aun como los infinitos matices que en ellas se tocan. Lo que son las etimologías isidorianas para el siglo séptimo y alta edad media, son las obras de los dramaturgos clásicos para las gentes del seiscientos y setecientos; las siete artes liberales que Tirso ponía en manos de sus estudiantes, la medicina de la que tanto se rió y de cuyos doctores hizo chacota perenne, la zoología de la que tan enterado se muestra al citar infinidad de especies animales con sus costumbreS y caracteres, la Teología que le di() argumentos eternos, la Historia cuyas reconditeces maneja, sobre todo en lo que se refiere a España, en fin, ¿para qué seguir la enumeración?, todo cuanto podía interesar a los públicos de entonces hallaba eco y razón de ser en sus comedias, las cuales para el público estaban hechas. St 1 . honradez histórico-literaria le determina a consignar unas veces que se vale «de privilegios y libros», como en «Antona García»; otras indica las fuentes que le sirvieron para la hechura de su obra, como en «Las quinas de Portu-

el furioso del Ariosto las obras del Petrarca. ¿Con tal compañia quieres que tu honor no ande en demandas?

(Quien no cae no se levanta, 1-1) Al hablar de las producciones italianas diverg e su ánimo y los caminos de su arte, y la estimación que de ellas hacía es una norma que conviene tener siempre presente en las obras tirsianas ; porque él, llevado de su estética netamente realista y basando su arte en el verismo de la vida, necesariamente debe dar cuerpo a los paisajes de su alma llenándolos de realidad y concepto. Y eso era lo que no veía en sus amigos y maestros los toscanos, en los cuales sólo admiraba la fecundidad verbal y la fantasía artificiosa, sacando esta categórica conclusión: Que Italia todo es hablar

Y España toda es conceptos. (La fingida Arcadia, II-10) Vale por toda una lección de literatura com -



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UN SOFISMA DE ACTUALIDAD Es cierto que el sofisma arraiga en cualquier terreno aun en el más purificado. Pero es también indudable que en algunas parcelas, cuidadosamente depuradas, es donde el sofisma mejor afinca sus raíces y se propaga con más facilidad. Circunstancias y razones de orden psicológico explican esta exótica anomalía. Sería de extraordinario interés publicar un catálogo con todos los sofismas de los hombres «buenos». Quizás resultara demasiado largo; también algo repulsivo, pero —sin duda— luminoso y aleccionador. Lector amigo. La Lógica es inflexible. Cuando quieras conocer la veracidad de una conclusión, examina detenidamente las premisas. Cuando quieras enjuiciar la vida de los hombres, no te ¡imites a estudiar sus acciones; bucea un poco más profundo, examina cuáles son sus criterios, y después podrás—con garantía de éxito— dar tu diagnóstico certero. Hay una tesis psicológica—hoy incontrovertible—que defiende y prueba de forma definitiva el poder dinamögeno de los actos psíquicos. Si no la conoces, procura estudiarla. Si la conoces, piénsala en meditación reposada y larga; verás qué luz se produce en tu espíritu. Hallarás así la paz, aprenderás a pasar por el inundo con indiferencia entre la adulación o el desprecio, no te escandalizarás de nada ni de nadie, te harás más comprensivo, más• íntegro, no más transigente con el error. Conviene recordar que toda acción humana va siempre precedida de una idea. La idea forma las premisas; la acción, la conclusión lógica del silogismo vital. El hombre vive como piensa o, tal vez, en un nivel inferior al de sus propios criterios. Si vas conociendo así a la humanidad, tu reacción ante los hechos todos—aún los más desorbitados—será siempre la misma; tu comentario muy breve: «es lógico», «asi tenía que suceder». Y nada más. Te repito—lector amigo—que no te escandalizarás de nada ni de nadie si tienes en cuenta mi observación. Ahora confidencialmente voy a hacerte unas preguntas. No te escandalices. Yo mismo te voy a contestar; pero como son pocas las páginas en que he de hacerlo, te ruego procures leer entre líneas lo que el corto papel no es capaz de soportar. Eres amigo nuestro, quizás cofrade, tal vez Terciario de la Merced. Pero... ¿nos conoces? ¿Sabes cuáles son nuestras actividades,. nuestra vida, nuestro espíritu? ¿Estás persuadido de que formamos en la Iglesia un compacto escuadrón de batalla, una Orden REDENTORA? — 162

La pregunta—no lo dudo— ha de causar admiración. Algún lector la juzgará superflua, otro inoportuna, quizás impertinente.'.. Creo, sin embargo, que no carece de oportunidad. Vivimos días de un alarmante estrabismo intelectual. La humanidad corre entre los arrecifes del error y del equívoco. El mundo es hoy víctima lastimosa de una seria prostitución espiritual. Así se explica que muchos hombres, clasificados como «buenos», vayan arrastrando, en su Peregrinar, el peso muerto de un bagaje funesto de sofismas. En ellos el confusionismo se ha hecho credo y lo inauténtico virtud. Por esto creo en la oportunidad de la cuestión propuesta : ¿La Orden de la Merced es actualmente REDENTORA? Se acusa a las Ordenes Religiosas de haber perdido su actualidad. «Las antiguas Ordenes—se ha dicho—están condenadas a la extinción; han cumplido ya su misión en la tierra, están desambientadas, el momento actual contrasta enérgicamente con las circunstancias históricas en que esas Ordenes nacieron». Las mismas acusaciones se han lanzado contra nuestra - Orden. Si el lector tiene en cuenta mis observaciones preliminares, comprenderá el por qué de este falaz razonamiento. Alguien ha querido cohonestar y sintetizar su acusación contra nosotros, formulando su pensamiento en este silogismo: «La misión esencial de la Orden Mercedaria es exclusivamente redentora. Pero es así que la redención ya ha terminado; luego la misión de la Merced también ha terminado». Cualquier novel summulista sería capaz de contestar a esta argucia que está muy lejos de ser un argumento «aquiles». Un sencillo «distingo» es más que suficiente para deshacer la objeción. El lector desapasionado sabrá hacerlo por sí mismo. Decir que la Orden de la Merced ha perdido su actualidad, equivale a decir que a dejado de ser redentora ,. y así—por el contrario—decir o sostener que ha dejado de ser redentora es lo mismo, en nuestro caso, que admitir haya perdido la razón de su existencia. Por consiguiente, el punto neurálgico de esta cuestión, que requiere más espacio para ser tratada de modo exhaustivo, está en admitir o 'rechazar . qué en la actualidad somos tan redentores como hace siete siglos. Tres circunstancias, aisladas o concurrentes, sol]. las únicas que podrían haber aniquilado la

actualidad perenne de nuestra Orden: la adulteración o trueque del fin propio de nuestro Instituto; el cambio sustantivo de las circunstan cías externas,. la pérdida o enfriamiento del espíritu genuino de la Merced, inspirado por Ma ría Santísima y llevado a la práctica por Nolasco y sus hijos. Nuestro fin, en el momento actual, es total y absolutamente el mismo que en las horas gloriosas de nuestra fundación. Una lectura, aunque somera, de las Constituciones y del cuerpo jurídico-ascético de la Orden es más que suficiente para corroborar mi afirmación. Nuestro fin hoy es redimir ; nuestra aspiración, la conquista de las almas para Cristo y su Madre. Solamente no llegarán a comprender esta • sencilla realidad, quienes aún creen que la Virgen Santísima ordenó la fundación de la Merced para el

rescate exclusivo de los cuerpos cristianos y no de las almas. Las circunstancias externas no han cambiado en lo sustantivo. Ahora, como en 1218, las almas de los fieles corren serios . peligros de esclavitud. Pueblos enteros' son torturados por la Haga hedionda y endémica del ilotismo moral. Nuestra época—con ser de las que marcan un cambio en el rumbo de la humanidad —n o es mejor ni peor que las que le precedieron. El espíritu de nuestra Orden—el alma de nuestra colectividad—se conserva puro e íntegro. Al enjuiciar una corporación hay que aplicarle la misma .norma psicológica que a los individuos. Las colectividades' serán lo que sean sus crite. rios, porque los criterios constituyen el más rico estrato básico de su quehacer vital. Nuestros criterios, los que hoy , nos rigen, son los mismos de Nolasco, sin retoques, sin formulismos leguleyos. Quien serenamente piense que es fácil ser héroe en momentos de crisis, y difícil serlo en todas las circunstancias, no tendrá dificultad en admitir conmigo que nuestra Orden es ahora precisamente cuando va acercándose al punto cenital de su espíritu y madurez. Seguimos andando sobre las huellas y duras andanzas de Cristo y de Nolasco. Las, hazañas de nuestros mayores no son glorias pasadas» s viven en la actualidad y están enraizadas en el corazón de cada mercedario. Las glorias de la Merced no son, para nosotros, una pieza de museo, ni una maravilla bordada de heroísmos pero muerta y amortajada en una bandera que se va olvidando en las pr o. fundidades de la Historia. FR. VICTOR M.a. G. DE LOS INFANTES.

Mercedario.

Pacto' can el

Curiosidad insaciable yo quisiera con mi Musa, penetrar en los profundos Y recónditos abismos de la pobre Humanidad, Y estudiar allí el misterio de esos gérmenes fecundos, Que producen en el alma tan febril curiosidad. Porque apenas nace el hombre, luego el hombre nace a penas, Y sediento de placeres, de riquezas y de honor, De las tristes realidades rompería las cadenas Al hallar entre las flores las espinas del dolor. Crece el niño, y con él crecen los anhelos de ventura, Y horizontes infinitos de ilusoria novedad, Les fascinan, siempre a caza, en su indómita locura. De emociones que seducen su pertérrita ansiedad. Sueña en dichas fabulosas de fantásticas quimeras, Y en mentidos espejismos de fatídica ilusión, Que se esfuman, vaporosos, al tocar en las . fronteras De este mundo, donde es viejo, que los sueños sueños son. Vanidad de vanidades, cuán versátil es la vida! Todo hastía aquí en la tierra, nada llena el corazón, Por impulsos misteriosos, la ilusión desvanecida, Ciegamente nos arrastra a buscar nueva ilusión. Oh, soberbia criatura, cómo yerras el camino, Sofocando en tu conciencia ese toque celestial, Que te impele dulcemente hacia el fin de tu destino, Que es el cielo, cuyas glorias son de júbilo inmortal! Por decretos inefables, Dios fornti; a su criatura, A su imagen sacrosanta, en el colmo de su amor, Y es el mundo. tan pequeño y tan frágil su ventura, Que a saciar nuestros anhelos sólo alcanza el Creador. Para Ti nos has creado, oh, Señor omnipotente, Y turbado está e inquieto nuestro pobre corazón, Mientras no apague sus ansias en las aguas del torrente De tu amor, y reposemos en la Mica mansión. Busque yo, Señor, las glorias y riquezas celestiales, Y olvidado en el destierro, sólo anhele amarte a Ti, Que abomine del pecado y las dichas terrenales, Y «Vos que me 'habéis creado, tened compasión de mí». FR. LEON TAJUELO, O. DE M.

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Al nombrarlo párroco de esa iglesia de uno de los barrios bajos de la ciudad de X, le advirtieron al joven sacerdote que en su feligresía el trabajo era pesado. Gozaba el tal barrio la triste y merecida fama de albergar mayores miserias y más crímenes que todo el resto de la ciudad. Hallábase el nuevo cura en el atrio de su iglesia cierta húmeda y sofocante tarde de mediados de junio. Enfundado en la negra sotana, sentía en todo el cuerpo insoportable hormigueb. Un tufillo o perfume barato anunció la llegada de la mozuela que se plantó frente al párroco en actitud provocativa. Los cabellos rizosos, sujetos a • lacio y lado con lazos de cinta rosada, formaban marco a un rostro que. no obstante su expresión de precoz malicia, era aniñado e insignificante. Miraban con fijeza insolente los ojos gatunos. Las manos, al entrelazarse y deseiltrelazarse con nerviosa insistencia, hacían tintinear las pulseras. En esto oyó una voz ronca : —Vaya, hombre. alegre usted esa cara. que no he venido a hacer penitencia ni a nada Clue tenga que ver con la religión. —Pues ¿a qué vienes, entonces? —Muy sencillo. Le prometí a mi madre confesarme. Ella está esperándome a dos pasos de aquí. Entraré en la iglesia y me quedaré un ratito, para que crea que estoy confesándome. Tosió el cura dos o tres veces para aclararse la garganta, sacó el pañuelo, se enjugó la frenempezó a decir, como quien busca las pate, y labras: —Hija mía... —¡ Llámeme Agata!---rectificó ella. No estoy preguntando tu nombre—contestó e; cura—. Pero . has de saber .que Agata viene del g riego y quiere decir «bueno». ¿De veras? ¡Bueno será el chasco del que Me crea buena a mí!— •apuntó, con tanta viveza Como descaro la mozuela—. Aquí donde me ve, acabo de salir del reformatorio; el re-for-ma-tori o—repitió recalcando cada • sílaba, y empezó luego a vomitar por aquella boca un torrente de obscenidades. El joven sacerdote comprendió que tal lenguaJe no era sino la proyección del desprcio interior que la rebelde criatura tenía por si misma, eso le indicó que aun había esperanzas para ella. —Mi único deseo era verme fuera del refor• rnatorio—prosiguiö ella—. Fuí a la capilla a pedirle a Dios que me sacara de allí. Pero, por lo v isto, El andaría muy ocupado para hacerle ca-

Piabiov

a una pobre muchacha corno yo... —Tal vez no le pedirías con fe—interpuso el cura. --; Crea usted lo que le parezca! Lo cierto es que no me hizo caso, y que, entonces, en vez de pedirle a Dios, le pedí al Diablo. El sacerdote palideció, Era ciertamente inusitado: por un extravío monstruoso, la fe apartaba de Dios y llevaba a Satanás. —Pero el Diablo no sirve de balde...—insinuó, para sondear a sti interlocutora. ¡ Ya lo sé! Ni el Diablo ni nadie, inclusive los curas!... Pero le prometí hacer nueve comuniones sacrílegas, si me sacaba del reformatorio. Y empecé a hacerlas. Recibía la Hostia y maldecía para mis adentros a Dios, a toda la corte celestial. A la octava comunión, me soltaron... Qué dice usted a esto, señor cura? El joven sacerdote era hombre ilustrado y hecho a las cosas del mundo. Pero ante la atroz revelación, le pareció sentir la presencia del Maligno. —Digo que Satanás hizo un magnífico negocio —repuso con voz trémula—. A cambio de eso que consideras tu libertad, le diste tu alma. —No se ponga usted trágico, hombre, que no es para tanto... —Tienes razón... será Satanás el que salga burlado. ¡Bendito sea Dios! Tu alma no le pertenece todavía al Demonio, Agata; aun puedes salvarla. —¿D'e dónde saca usted eso?—gritó la mozuela casi llorando de ira. —De lo que tú misma has dicho. ¿POr qué has venido a esta iglesia? ¿No ha sido por complacer a tu mamá? Esto me prueba que, a pesar de todo, la quieres mucho. Y el alma capaz de un afecto puro no está jamás irremediablemente perdida. Ven; le - imploraremos a Dios que te perdone, y todo lo que acabas de contarme se desvanecerá como una pesadilla. Presa, .al parecer, de violentas y encontradas emociones, Agata respiraba anhelosamente. En sus brazos, agitados por convulsivo temblor, tintineaban las pulseras falsas. —¡ Me voy!—dijo, al cabo, con voz jadeante— ¡Usted no me embauca a mí! —Entra en la iglesia y reza, Agata—suplicó el sacerdote. Y luego, cuando ella, sin decir palabra, le dió la espalda, añadió:— ' Volverás, hija... Volverás esta misma noche. La única respuesta fué el taconeo de Agata que, bnjando los peldaños de mármol, se perdió en la calle.

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Al entrar en la iglesia y dirigirse al confesionario, el párroco iba diciéndose que esa mozuela tan desvergonzada tenía un alma que M debía rescatar para Cristo. Ya en el estrecho y caluroso confesionario, mientras aguardaba a los penitentes, le pareció que pesaba sobre sus hombros toda la responsabilidad de aquella lucha entre el Bien y el Mal. Sí ; fuese corno fuese, su obligación era hacer que el Bien saliese triunfante en la diabólica contienda. No se trataba de meras imaginaciones. Agata estaba convencida de haber hecho pacto con Satanás. Y ¿quién era él, un simple cura párroco. para desestimar la validez de tal convencimien-, to? Pidió a Dios que lo iluminase... La respuesta fué clara : debía emplear las dos armas más eficaces de que dispone el alma en casos semejantes: la oración y la caridad. Empezó a oir a los que acudían a confiarle al confesor ansiedades, dudas, tristezas, tribulaciones. A todos les decia, después de impónerles penitencia: —Voy a pedirle que me ayude a implorar una gracia de. Ntro. Señor. ¿Quiere quedarse en la iglesia una hora, rezando por un alma que lo necesita mucho? Ninguno se negó. Un hombre que debía salir de viaje, lo aplazó gustoso; otros, que tenían compromisos, los pospusieron. Pronto se 'vieron en la iglesia, aquí y allá, fieles que rezaban de rodillas, por el bien de esa alma, que ignoraban cuál fuese. Cuando el último penitente recibió la obsolución, los oblicuos rayos del sol, al penetrar por la puerta y filtrarse por las altas vidrieras que representaban santos y hechos milagrosos, dejaban en las naves manchones de pálida luz. Una desusada emoción se unía en el pecho del joven sacerdote a los melancólicos sentimientos que despierta esa hora. Arrodillándose en las

gradas del presbiterio, asentó en la balaustrada cic mármol las manos calenturientas. Llegalaz de la calle, como eco lejano, los pregones de los vendedores ambulantes atrasados, que ofrecían cerezas y sandías. Poniendo el alma en cada palabra, el sacerdote empezó a murmurar : Padr e nuestro...» Continuó orando con sostenido fervor, hora tras hora. Sucedieron las sombras de la noche a los postreros resplandores . del día ; brillaron con mayor intensidad en la iglesia lámparas y cirios, en tanto que descendía de la torre la voz alada de las campanas. Fueron debilitándose luego, hasta cesar casi por completo, los ruidos de la calle; quedó sola la iglesia, salvo por el que, siempre de rodillas, como arrobado, seguía implorando de Dios la salvación de Agata. Por unos instantes, turbaron la quietud del templo las s 1. renas de las bombas de incendios, el chirriar de las escaleras de salvamento. Pero el joven sacerdote siguió absorto, rezando. Así, en esta solitaria vigilia por un alma, lo halló el sacristán que entraba a apagar las luces y a cerrar la .iglesia.

—Deje... yo me encargaré de eso...—murmu: e l sacerdote, y volvió a sumirse en la oración. Era ya pasada la medianoche cuando resolló en la iglesia silenciosa el repiqueteo de unos 1 a eones. Estremeció el pecho del sacerdote una Es peranza, que se le convirtió en gozosa certidurn bre al percibir un tufillo a perfume barato. Cuan de la recién llegada se arrodió a unos pasos (2 él, continuó inmóvil sin apartar los ojos del tar un solo instante. Pero llegaron a sus oídos los sollozos de la arrepentida. Si no la espero—contaba arios más tarde el santo párroco.—puede que al encontrar la iglesia cerrada, no hubiese vuelto nunca... Aga a fué desde entonces, una mujer ejemplar. S. DE R. D.

...11.M..•nn•••••nn••n•n•••n•n•••••n

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(Jazeigc9a)

Colegio de las Hermanas Mercedarias de la Caridad

Este ario con solemnidad extraordinaria se celebró en nuestro Colegio de Mallén la apertura d la exposición de labores y trabajos escolares, asistiendo a dicha apertura todas las autorida-

— 166

des del pueblo acompañadas de la banda de música de Militares de Zaragoza ; presidiendo c cho acto nuestro celosísimo Párroco don José Morella, quien ensalzó la labor de las Hermanas. Esta casa Hospital y Colegio de Mallén es una de las casas. más antiguas de la Concregación Y por ser fundación hecha por nuestro Padre Fundador don Juan Zegri y Moreno, debe ser mt querida por toda Mercedaria de Caridad. Mallén, 4-10-51.

De todo un poco .114 ANIVERSARIO DE LA FU NDACION DE ASU NCION .4 sunción.—Con motivo del 414

aniversario de la fundación de esta ciudad por don Juan de Salazar, y para conmemorar la definición del dogma de la Asunción, el arzobispo de esta capital y los obispos de Villarica y Concepción han hecho público un decreto en el que se recuerda que el Paraguay es la única Ición cuya capital. desde su fundación, el 15 de agosto de 1537, 11.2va el nombre glorioso de Asunción, y en el que se pide que la Santísima Virgen de la Asunción sea declarada Patrona del Paraguay y de las ' fuerzas armadas de la nación. Se organizan varias solemnidades, que serán cerradas con una invocación del Presidenv teirdgeenl.a República a la Santísima •



I QUIERE USTED SER LONGEVO, VIVA EN BILBAO Bilbao.—Durante el día de ayer

o se ha registrado en Bilbao ingún enterramiento. En la acLlamad , Bilbao, que dispone de uatro cementerio, tiene una polación de cerca de doscientos uarenta y cinco mil hamtiantes.

«NO ESTAN TODOS LOS .QUE SON...» El taxi partió de tan terrible rn anera• que yo salí despedido d el asiento—me contaba un amig o no hace mucho—. Mientras rn e levantaba atontado y recogía n i sombrero, el chófer se volrió hacia mí para decirme:

—No se preocupe usted, caballero. Conmigo va seguro. El- taxi siguió velozmente, patinando a derecha e izquierda por la calle cubierta de hielo, y el chófer agregó: —No tengo ganas de ir a un hospital después de haber estado dieciocho meses en uno de Galicia. — I Qué terrible I —murmuré 3 o, impresionado — . Debía de estar usted muy mal herido. . —No—contestó él alegremente—. Lo mío no eran heridas. Era un caso de desarreglo mental, nada más. • •• SOBRAN I3RUJ AS EN ALEMANIA Casi toctos los pueblos Y alaeas tienen la suya Francfort.—Hans el y Gretel, los

niños que le ganan la partida a una bruja en el cuento «La casita de pan de azúcar», de los hermanos Grimm, han sido tachados Jode personajes subversivos por han Kruse, el primer experto en cuestiones de brujería de toda Alemania. Kruse ha manifestado que toda la literatura folklórica en torno a las brujas deberá expurgarse de los libros escolares. Johan Kruse ha dedicado toda

su vida al estudio científico de las artes de brujería y está escribiendo un libro titulado «La persecución de las brujas en el siglo XX». «Los cuentos de brujas que los niños del mundo entero se saben de memoria—dice Kruse—tienen la culpa de que se mantenga viva la creencia en • estos seres. La creencia en la brujería—agregaestá tan extendida actualmente en Alemania como lo estaba en la Edad Media». Sus investigado-

roes demuestran que el 80 o incluso el 90 por 100 de la población residente en los páramos del Elba continúa actualmente recurriendo a fórmulas de encantamiento para protegerse de las bruj as. Según Kruse, casi todos los pueblos y aldeas tienen su correspondiente bruja. Y muchos padres amenazan a sus hijos diciéndoles: «Si no eres bueno, la vieja Frau Hexe te llevará.» Pero la vieja Frau Hexe suele ser alguna anciana inocente cuyo mayor pecado es, tal vez, el de vivir sola y caminar con la ayuda de un bastón, y que por una u otra circunstancia ha motivado que en su pueblo la consideren bruja. Pero no es contra las brujas contra quienes se enfurece Kruse. Quienes le sacan de quicio, naturalmente, son las personas que creen en su existencia, y es contra ellas contra las que apunta sus armas, así como contra los curanderos que se aprovechan de la superstición de las gentes campesinas para exigir elevadas tarifas si quieren librarse del influjo maléfico de las brujas.

NUEVA YORK TIENE MAS DE OCHO MILLONES DE HABITANTES Nueva York. --Según las más recientes estadísticas sobre la población neoyorquina, ésta rebasa los ocho millones de habitantes. Esta cifra engloba los cinco núcleos de población: Manhattan, Brooklyn , Brouz, Quees y Richmond. La isla de Manhattan cuenLa con 1.930.000 habitantes. Estas cifras comprenden únicamen-

te a los residentes fijos. 167 —

TRATAMIENTO DE AUTOSUGESTION

En la sala de espera de un famoso médico, varios pacientes hablan de sus respectivas dolencias, compadeciéndose unos a otros y, como natural consecuencia, sintiéndose peor a cada momento. Poco o ningún caso habían hecho de una viejecilla que estaba sentada en un sillón sin decir palabra hasta que alguien le preguntó de qué padecía. Ella, después de vacilar, diö el nombre de una enfermedad gravísima e incurable. En la sala hubo completo silencio. De pronto a todos les parecieron sus dolencias triviales, y después que la anciana hubo entrado al despacho del médico, casi todos declararon que su salud era bastante buena. Cuando, llegado su turno, uno de ellos comentó con el médico lo que «había sucedido en la sala, éste sonriendo: —A mi madre le encanta—dijo—sentarse ahí y decir esa inocente mentira. ¡A l gunas veces me pregunto si su tratamiento no hace más bien a los pacientes que el mío!

LA SABIDUIA: DE SALOMON Hace años, una mujer compareció ante Ibn Saud, rey del Hejaz, con la queja de que estando su marido al pie de una datilera -había caído de lo alto de la pulma un servidor de palacio causándole la muerte. Como compensación quería la vida del sirviente. Ibn Saud le preguntó si no quería más bien una indemnización en efectivo, pero ella se mantuvo firme en su exigencia, a la cual le daba derecho la ley. —Está bien—le dijo Ibn Saud—. La ley me obliga a darle la vida de ese hombre, para vengar la muerte de su esposo. Pero a mi me corresponde disponer en qué forma debe llevarse a cabo la ejecución. Por tanto, ordeno que — 168

se le ate a él de pies y manos al i;:e de una datilera. Usted trepard entonces a lo más alto de la palma y se dejará caer sobre él, a fin de matarlo tal como él mató a su marido. La viuda aceptó la indemnización en dinero.

INGENUIDAD La Guardia Civil sorprende a un campesino en el acto de llevarse una vaca, recién robada de una granja. Llevaba al animal atado por una cuerda , de la cual iba tirando afanosamente. La escena fué cómica: —,De dónde sacó usted esa vaca?—pregunta el guardia civil. El campesino, abriendo los ojos con expresión de inocencia: —¿Cuál vaca?

ANECDOTA ILUSTRATIVA

Cuenta una anécdota del folklore arábigo que la Peste alcanzó a una caravana del desierto en el camino de Bagdad. —¡,A qué tanta prisa para llegar a la ciudad de los Califas? —inquirió el jefe musulmán. —Voy por cinco mil vidas—repuso la Peste. En el camino de regreso volvieron a encontrarse. —; Me engariaste!—exclamó airado el árabe—. En vez de cinco mil vidas, te has llevado cincuenta mil . —Nada de eso—replicó la Peste—. Cinco mil y ni uno más. A los otros los mató el miedo.

ir

r e uN GALLEGO QUE SE HACE

BENEDICTINO Hace treinta arios que los hermanos Loureiro llegaron de La Coruña a Nueva York en pos de fortuna y éxito. Ahora, a últimos

de este mes, el hijo de uno de ellos ) Agustín, huyendo del éxito y de la fortuna, ingresa en el noviciado de los benedictinos. Muchos son los caminos del Señor. Los caminos del Señor llevaron a los benedictinos, precisamente, durante las últimas semanas sobre una colina del Estado de Nueva York, donde cuatro monjes, ayudados por seis u ocho legos, han iniciado en una granja con , cuatro vacas, 50 gallinas y un • jeep», la primera comunidad de la Orden dedicada exclusivamente a la vida monástica en Norteamérica.

C 11 UíNIC

4

PUERTO RICO

truido por los Padres Mercedarios, cuya inauguración es inmi-

nente. Cuantos han conocido al Padre Teodoro, han sentido hondamente su ausencia, principalmente en el Ferrol del Caudillo, donde el P. Casaldeiro al frente de la Masa Coral del Colegio Tirso de Molina, ha obtenido tan brillantes éxitos , venciendo en varios concursos regionales. Hacemos votos para que la actuación ministerial y apostólica del P. Teodoro siga obteniendo —al igual que en España—en Puerto Rico, las bendicions del Altísimo.

44,) LA CERVEZA ES LA BEBIDA MAS POPULAR EN EL MUNDO Bonn.—La cerveza se ha convertido en la bebida popular en todo el mundo, según ha anunciado la Liga Internacinaol contra el Alcoolismo, que se reúne en Ginebra. Un informe publicado en Bonn por la Unión Alemana de Cerveceros dice que se consume ahora en el mundo más cerveza que antes de la segunda gran guerra. Según las últimas estadísticas. la cerveza producida en 1950 fuä de 265.300.000 hectolitros, es decir, casi la cifra de 1913, qüe fué de 289.600.000, que constituyó una marca en la producción de dicha bebida.

REGLAS PRACTICAS DE CARIDAD Esfuérzate por ser agradable hasta las once de la mañana... y el resto del día lo serás sin esforzarte. Si tratamos a las gentes por largo tiempo con ese ficticio afecto llamado cortesía, nos será muy dificil no acabar queriéndolas de verdad.

del gran templo de Nuestra Señora de Fátima, revientemente cons-

COLLCi10 P. (MALES. - HATO REY La magnífica labor que desarrollael R. P. Antonio Vázquez al frente de la .Parroquia de Ntra. Señora de la Merced, en Hato Rey, Puerto Rico, culminó este ario con la ampliación del Colegio que sostiene dicha Parroquit", Ha tenido lugar su bendición solemne. La matrícula de 306 niños y niñas indica el grado de apostolado .que realizan. Próximamente será inaugurada la estupenda iglesia dedicada a Nuestra Señora de Fátima, de la que en el número próximo publicaremos fotos y reseña amplia de este acontecimiento por su magnífica realización y ejemplar estímulo. Toda alabanza que dediquemos a nuestros Padres que trabajan en Puerto Rico, será pobre ante su maravillosa y abnegada labor. Se ve, con vista de ojos, • q ue Nuestra' Santísima Madre los bendice copiosamente. La Provincia está orgullosa de estos Padres , que pocos en número, laboran con un esfuerzo insuperable, sin desalientos ni desánimos. todo Por Dios y la Madre Santísima de la Merced.

DESPEDIDA En el aeropuerto de Barajas, 6 de agosto. El Rdo. P. Teodoro Casaldeiro es despedido por sus her-

manos de hábito y un grupo de amigos. Temperamento • musical extraordinario, aquilatado por una selecta formación en Pontevedra y Madrid, marcha a Puerto Rico (Hato Rey) para tornar bajo su experta batuta toda la parte musical—órgano y coro—

POYO El mes de julio ha sido para esta Casa, el mes de los destinos, ya que varios de sus religiosos han salido para distintas residencias de nuestra provincia. Abre la fila el Rdo. P. Gonzalo Alonso, que salió el día 4 para nuestra Casi de Estudios. en Madrid, Duque de Sexto. Le sigue el hermano de obediencia Fr. Manuel Fdez. Puga, que fué destinado para Junquera. marchó el día 9. El 17 sale el Rdo. P. Jaime Asensio para nuestro Colegio de Ferro]. El 18 marcharon para la CasaNoviciado de Verín, los postulantes hermanos D. Valentin González Martínez y D. Fernando • Jiménez Millán. Y el día 13 de agosto sale para Sarria , el Rdo. P. José R. Simón, después de haber conquistado dos estupendas vocaciones para postulantes , de Pontevedra, que ya marcharon con dicho Padre. Julio. 17.—Llega a esta Casa nuestro Padre Superior el Rdo. P. José Vázquez. licenciado en Química. El día 18 se le obsequió 169 —

con una sencilla pero cariñosa velada cuyo programa fué como sigue: Presentación , por Fr. Fra ncisco Vázquez.—Elecciones (zarzuela del P. Sancho).—Un home da sorte, por Fr. José Manuel 1..;aI1ego.—La canción del viejo poeta (canto a 5 y 6 -v.) Iruarrízaga. Día 21.—Nos visitan el Embajador del Perú con su esposa, acompañados de las altas autoridades de Pontevedra, asistiendo a la Salve Sabatina. La esposa del Sr. Embajador ofreció a Ntra. Sma. Madre tres hermosos ramos de flores, para que se consumiesen a los pies de la Reina del cielo. Ello demuestra el gran amar que profesan a la Madre de la Merced y a sus hijos los mercc('iarios, pues ya en el Perú tenían -íntimas relaciones con los mercedarios de aquella nación. Día 25.—Se celebró en esta Parroquia solemnemente la fiesta del Sdo. Corazón ,después de la Novena de preparación. El ser-• món del Ejercicio de la tarde estuvo a cargo del Rdo. P. José R. Simón. Agosto. día 14.—Por ser el primer año que celebramos la fiesta de la Asunción de Ntra Madre a los cielos como dogma de fe, quisimos que los cultos dedicados a Ella , resultasen extraordinariamente solemnes, pues además es la Patrona de nuestra Provincia de Castilla. A las 4 Vísperas cantadas, .ejecutando con deflcadeza y técnica insuperables el «Magnifi cat a 4 V. de Viadana. El día 15, a las 11 de la mañana, Misa solemne. Y en el Ejercicio de la tarde cantó las glorias de Ntra. Madre el Rdo. P. Rector de Estudios Alfredo Pérez. Día 18.—Nos visita el Sr. Obispo de Palencia, terciario de nuestra Orden, Dr. SOuto Vizoso. que ha pasado con nosotros tres días de grata memoria. Día 19.—Llega a esta Casa para pasar con nosotros unos días el R. P. Amadeo González Vicario Provincial de Paquetá y Piauí. El 21 fué homenajeado con una velada íntima familiar, ya que es uno de los grandes bienhechores — 170

de nuestro Constado. El programa fué éste: Presentación, por Fr. Martín de Garamencli.—E1 Hijo del Veterano (zarzuela del P. Sancho), Canción India ue Rimsky-Korsakow y ejecutada por Fr. Alfonso Vez.—Aires Navarros por Fr. Carlos Casaldeiro y Rafael Arnedo.--LN'a corredoira (comedia).—Uzo zuna, canto a 4 v. compuesto por nuestro gran compositor Fr. Martín de Garamendi. Terminó la sesión con unas palabras de agradecimiento y de aliento de dicho Padre a todo el Coristaclo, haciéndonos y e r la gran labor que nos espera para el día de mañana, la cual exige una gran preparación. El día 23 nos obsequió con una deliciosa excursión al monte Sta. Tecla. ¡Muy ogradecidos, Padre! Para efectuar unos estudios, nos

visita el Rdo. P. José M. a Delgado, Comendador de nuestra Casa de Duque de Sexto de Madrid. Y para terminar ,os anuncio, amados lectores , que este ario la Novena de Ntra. Sma. Madre será una Novena-Misión, predicándola dos PP. Redentoristas de Vigo: P. Miguel Heredia y P. Prudencio Arroniz , cuya fama de oradores corre por toda España. Los encargados de esta Parroquia PP. Silvino González y Demetrio Rodríguez, están haciendo. una campaña de propaganda verdaderamente extraordinaria, asi que esperamos que esta Misión marque época en la historia de esta Parroquia. Para el próximo número os daré más amplias noticias. FR.

DARDON

MADRID Iglesia de la Buena

Dicha.--Pa-

Mercedarios, Silva, 25. Agosto.—La Comunidad practicó los Santos Ejercicios Espirituales del 19 al 26, dirigidos por el R .P. Germán García Suárez, Mercedario. El día 23 comenzó solemnemente la Novena al glorioso San Ramón Nonato. El primer día se bendijeron con toda solemnidad las velas y agua del Santo para uso y devoción de los fiefiles y se crgariizaron varias Capillas del Sandres

to Taumaturgo Mercedario en visita domiciliaria , habiendo sido numerosas las personas que se inscribieron para honrar a San Ramón en su hogar. Predicó durante el concurridísimo Novenario el R. P. Fernando Martín Casado. En el triduo final se dió a besar a los fieles la reliquia del Santo y, el último día, que ofrecía la iglesia verdadero aspecto de día festivo ,se tuvo una gran misa solemne a laC ocho y media.

SEVILLA día 22 de agosto, tomó posesión del cargo de superior de esta residencia. el M. R. P. Ricardo Delgado Capeáns. Una vez reunida la comunidad en el coro y hecha la pro feSión de fe, se dió lectura al nomgramientO, y acto seguido pasaron todos los religiosos a rendirle obediencia en la forma acostumbrada, dirigiéndoles después. unas breves palabras en las que evocó la preclara figura de N. P. San Pedro Nolasco; a imitación Toma de

posesión.—E1

del cual debíase fomentar más Y más el espíritu de oración , el esPI iitu cdearístieo, y el espíritu mariano; tres postulados que h a -ciéndolseftvauno de nosotros, harán fecundo nuestro apostolado y nuestras obras todas. Terminó con las preces dc1 Ritual para pedir por las neces i e--daeslOrn.Notef licitamos de veras y le auguramos felices éxitos y acierto en el de.3" empeño de su cargo. J. R. de la

.13.

NECROLOGIA R. P.

Severino Vega Cid

Ha fallecido en el Convento de la Merced de la villa de Sárria, Lugo, el día 3 de Agosto, festividad de fa Virgen de Puig, el Reverendo . Pa clre Fray Severino Vega Cid. Su santa muerte nos Permite dedicarle este elogio, que es una breve estampa de su virtuosa vida y de su trabajo apostólico en el que fué incansable. Será difícil de llenar el vacío que deja por la alta calidad de su corazón de padre para con sus feligreses, de fidelísimo guía, de hermano para todos los religiosos, a los cuales, deja ejemplos de virtudes sin cuento y una labor pastoral llena de santo prestigio. La parroquia de El Divi no Salvador, llorará la falta de su Párroco que en más de treinta años de actuación sólo deja hijos y amigos. De espíritu sencillo, gran humildad, caridad sin lí mites, mortificado en extremo, era querido y venerado no sólo por sus feligreses, sino por todos los religiosos que con él convivieron. Su meInoria perdurará en el Convento y pueblo de Sár ria y será difícil que le olviden. Su amor a los pobres, • su generosidad, el cuidado de sus enfermos a quienes acompañaba sin Pe rdonar fatigas hasta su último momento, será

siempre un ejemplo a seguir, y una obra que no se dejará caer en el olvido. Ejemplar en su vida regular, modesto y amable con todos, cariñoso y dotado de gran simpatía, llenaba con su nombre y su prestigio, así corno con su fama de santidad, todo el Convento. Jamás dejó de cumplir su deber por duro que fuera, siendo de admirar la igualdad de ánimo, frente a situaciones diversas, puesta su confianza en Dios y en Ntra. Sma. Madre, de quien era d evotísimo.

Agradecía y suplicaba toda colaboración en su o!i(io pastoral, y era admirado y querido y respetado por todos los sacerdotes de la comarca. En la plenitud de sus fuerzas y de su vida, naturaleza vigorosa, un cáncer. declarado hace muy poco tiempo, puso fin a sus días, cuando tanto se podía esperar de él. La enfermedad la soportó con su espíritu fuerte de sacerdote modelo, sin quejarse, sin pedir nada, continuando el ejemplo de toda su vida. Juzgando piadosamente está gozando de la bienaventuranza, pues el Señor es fiel y sabe premiar la fidelidad de una vida entera dedicada a su servicio y a su gloria, a ganarle almas. 171 —

R. P.

Severino Vega Cid

Merced; pero ä la misma hora y momento de efectuarse cere-

R. M. Consolación Mota

DATOS BIOCRAFICOS Nació en la Parroquia de Burgo, Ayuntamiento de Chandreja de Queija, Provincia de Orense, el 20-VI-1885. Ingresó en la Orden, como Postulante, en Sárria el 15-111-1900. Tomó el Santo Hábito, siendo Maestro de Novicios en Sárria el R. P. Luis Suárez, el 25-VII-1900. Profesó de Votos Simples, en manos del Rvdo. P. Inocencio López, actual Obispo de Piahi, ,e1 5-VIII-1901. Profesó de Votos Solemnes, en Särria, el 8-XII1904. Trasladado a Poyo, para cursar la Teología en 1906. Ordenado!, sacerdote, en Tuy, el 21-IX1910. Trasladado a Sárria en 1915. Nombrado Párroco del Divino Salvador de Sárria en 1915, rigió esta Iglesia hasta su fallecimiento. Era además Ecónomo de Farbán y Betote, Comendador de Sárria en el trienio 1918-21, en el de 1924-27 y en el de 1927-30. ¡.Descanse en paz! FR. R. S.

En el Convento de MM. Mercedarlas de Lorca , Murcia, ha fallecido santamente en el Señor la Religiosa de Coro M. Consolación Mota, a los 83 años de edad y 67 de vida religiosa, el día 23 de agosto del presente 1951. Fué desde muy niña vivo modelo de observancia regular ; sus

virtudes eran la edificación de sus hermanas en Religión. Al darles nuestro pésame más sentido, elevamos al cielo una oración, para que su alma angelical goce eternamente de la bienaventuranza. Rogamos también a nuestros terciarios y cofrades una oración por su alma.

Doña Mercedes Buitrago Cristianamente, como había vivido, falleció en el Señor—recibidos todos los auxilios de la Iglesia y las indulgencias peculiares «in articulo mortis» de nuestra Orden—la señora doña Mercedes Buitrago, Comendadora de la V. O. T. de la Merced en Herencia.

Amante de todo lo que redundaba en gloria y prosperidad del Convento, celosísima de los intereses de Nuestra Madre , a quien amaba tiernamente. Estaba impedida por una enfermedad cardíaca en el día feliz de la Coronación de Ntra. Sma. Madre de la

monia, su corazón se normalizó y sintió un gozo indescriptible. A los pocos días se levanta, y lo primero que hace es ir a saludarla a su Convento ; la emoción obligóla a elevar su voz, por lo cual algunos circunstantes quedaron conmovidos y edificados ante aquellas cosas tan bellas que decía a la Virgen. A los ocho días era ya difunta. La Virgen Nuestra Madre se la llevó al Cielo. Era apreciada del pueblo ; la concurrencia a su entierro y funerales fué inmensa. La Orden Tercera asistió en corporación Nuestro sentido pésame a ems hijos, a su hermano don José Buitrago, Alcalde de Herencia, y demás familia. R. I. P. FR. M. R.

Rvda. Hermana Sor Josefa Tellechea El día 1 de agosto, con una muerte santa, falleció en el Hospital de las Mercedes de San Juan del Rey, Brasil, la R vda. H- Sor Josefa Tellechea. La noticia lacónica, telegráfica. no dice más. Pero luego, los testimonios que de ella leemos en la prensa brasileña y en cartas extensas de allá llegadas, nos confirman la noticia que de su vida admirable teníamos: ¡Ha muerto una santa! Su figura terrestre fué expresión viva de lo que dijo • Jesucristo «spiritus et vita». Ella fué un himno de victoria entonada a Dios: de victoria sobre los pensamientos rastreros d el mundo, sublimándolos por la caridad; de victoria sobre los conceptos chabacanos de la humanidad adocenada, espiritualizándolos y dándoles vida; de victoria sobre . los caminos árduos y espinosos de la santidad, trepando intrépida por ellos hasta la más alta cima. Después de consagrar total— 172

mente todas sus fuerzas corporales al ejercicio de la más heroica caridad supo también ofrendar en aras de la caridad los tormentos y sufrimientos morales de su penosa enfermedad. En su prolongada agonía de un mes no cesó de ofrecer sus padecimientos por la conversión de los pecadores, repitiendo continuamente fervorosas jaculatorias y muy a menudo las palabras de Jesús en la Cruz: «En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. La capilla ardiente en que se instaló su cadáver fué un verdadero jubileo: Sacerdotes, Religiosos y Seminaristas en su totalidad, el pueblo en masa desfiló ante ella. Sólo se oían sollozos y exclamaciones de fe y ,confianza .encomedtíndose ella corno a una santa. todos querían algún objeto personal de su uso, para conservar como reliquia. El entierro, más que una ma-. nifestación de duelo, pareció la

apoteosis de su triunfo. Formó en él, el Clero, Congregaciones Religiosas, 'Seminario, autoridl-ides civiles y militares. Hijas

Irte üe pañol

de María, los médicos y ' personal del hospital y el pueblo en

JULIA N CRISTOBAL

masa. Todos se disputaron el honor de llevar algún trecho el féretro, al que daban escolta de honor sus hermanas en Religión. Esta santa religiosa, la primera que fallece de la Provinca Brasileña en sus 25 .años de existencia, ilumina y esclarece con su aureola radiante de santidad al Instituto de Hermanas Mercedarias de la Caridad, que tales dechados sabe formar en su seno. Por ello no nos atrevemos a darle nuestro pésame, sino más bien nuestro parabién y nuestra íntima satisfacción por encontrarnos en cierto modo vinculados a la gloria inmortal de sus hijas.

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• Un volumen en 4.0 de 68 páginas. Recoge treinta y dos fotografías del Monasterio de Poyo, a lana entera, con el desarrollo politacetico de la vida intima y cuotidiana—profundamente espiritual y serena—del Colegio Máximo dei la Provincia. Y treinta y dos páginas de texto ilustrando cada estampa. La prosa tersa y pulida del Padre Placer ha alcanzado en estas páginas tal fuerza lírica que SU lectura nos encanta con la geórgica elevación de los poemas cumbres de la literatura. Frases breves y profundas , sugerentes; en su concisión, dejan entrever un riquísimo venero de espiritua1 i-dad , de pujante vida, de amplios horizontes juveniles. «La suavidad de estas «Estampas»—nos dice él mismo en un bellísimo Introito—, pinceladas, facetas o resplandores de una vida oculta, quizá sirva p.ara darte un gozo en el que no pensabas; tal vez te ayude a recogerte en ti mismo; acaso te procure luz en el alma». La presentación del folleto, en

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elegante papel couché crema con cubierta a dos tintas en cartulina, Muy bien cuidada. No debe faltar este hermoso álbum artístico en ninguna casa de sincero arraigo mercedario. G. A. F. Revista musical órgano de las Agrupaciones Corales de España e 'Hispanoamérica. Madrid, abril-junio 1951. Tengo a la vista el número 2 de esta ya prestigiosa revista que dirige el mercedario P. Efrén Puga. Resulta espléndida en todos los 'aspectos; la presentación, las colaboraciones , la ilustración, el gusto y el aire moderno que en ella impera nos brinda un regalo de especial valor. El día en que prenda su semilla en todos los campos musicales para los cuales se escribe Coral», tendremos en ella una revista de gran porte, de lo cual es anuncio el esfuerzo y el éxito que en estos primeros números constatamos. La crítica escrita y radiada la acogieron favorablemente; pero nosotros decimos más: pronto se hablará de «Coral» como la publicación máxima del sector musical a que se dirige, y como una de las mejores de su género en España. CORAL.

(%

SERGIO

M. DUN.

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