LA NECROSIS PANCREATICA VIRAL DE LAS TRUCHAS DE PISCIFACTORIA

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Núm. 3/87 HD

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LA NECROSIS PANCREATICA VIRAL DE LAS TRUCHAS DE PISCIFACTORIA M.a DEL CARMEN BLANCO CACHAFEIRO Doctora en Veterinaria. Especialista en patología de los peces A/imentos piscícolas C/PASA-Madrid

MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION

LA NECROSIS PANCREATICA VIRAL DE LAS TRUCHAS DE PISCIFACTORIA La apertura en España de gran número de explotaciones industriales de salmónidos en los últimos años, unida al aumento del tráfico de peces vivos sin ningún tipo de control sanitario y a importaciones masivas de huevos embrionados sin las exigencias sanitarias correspondientes, ha hecho que estén presentes en nuestro país la mayor parte de las enfermedades conocidas que afectan a estas poblaciones piscícolas. Por otra parte, la carencia de una infraestructura sanitaria básica, tanto a nivel de técnicos de campo como de laboratorio, junto con la falta de legislación adecuada, han contribuido a esta deteriorada situación, que, de seguir así, puede colocar a este sector nacional productivo en serias dificultades.

Enfermedades de las truchas en España La septicemia hemorrágica bacteriana y la forunculosis son las enfermedades de los salmónidos que con mayor frecuencia se observan en nuestro país, sobre todo en aquellas épocas del año en que se presentan condiciones ambientales adversas. Los cambios bruscos en la temperatura diaria del agua, los arrastres de los ríos después de las lluvias, las temperaturas altas y especialmente los errores de manejo (altas densidades de peces en los estanques, falta de oxígeno disponible necesario, sobrealimentación, etc.) se encuentran entre las causas predisponentes. Ambas enfermedades son aparatosas, capaces de producir grandes pérdidas, pero controlables si se realiza en el laboratorio su diagnóstico precoz aislando e indentificando los gérmenes bacterianos causales. La iniciación de los tratamientos oportunos y la

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puesta en marcha de medidas extremas de manejo consiguen, por lo general, regularizar la situación sanitaria.

Estas enfermedades, periódicamente, repetitivas en la mayor parte de las instalaciones, especialmente en las que utilizan aguas de río, han llegado a ser bien conocidas por el piscicultor. Muchos de ellos son conscientes de este peligro, y con cierta práctica sanitaria, adquirida después de varios años, consiguen eliminar parcialmente sus efectos. Otras enfermedades, como las producidas por hongos, tienen también indudable importancia, pues su presencia reduce el crecimiento de los peces y los coloca en situación precaria, pero son subsanables cuando se pone esmero en la cría y se toman las medidas preventivas oportunas. Las enfermedades parasitarias no tienen, en nuestra opinión, gran importancia económica, pues su incidencia es escasa en aquellas explotaciones donde se realiza ]a cría de forma controlada, con alimentación artificial y aplicando periódicamente tratamientos preventivos externos, como es habitual en piscicultura. En este rápido comentario dedicado a las enfermedades que pueden afectar a las truchas en las piscifactorías españolas, quedan por citar las enfermedades víricas específicas, cuya incidencia en la trucha arco iris en régimen industrial reviste especial importancia. Esta importancia se debe a que no existen en la actualidad tratamientos contra tales enfermedades que alivien la situación sanitaria o que disminuyan las pérdidas económicas que originan, las cuales pueden llegar a obligar a los industriales afectados a abandonar esta actividad. Los agentes víricos capaces de originar tales desastres económicos tienen una gran capacidad infectocontagiosa y, por estar la mayor parte de estas instalaciones alimentadas con aguas públicas, procedentes de los rios y ser vertidas posteriormente al cauce, la posibilidad de infección de las truchas salvajes o de otras explotaciones situadas aguas abajo e incluso aguas arriba, es muy alta. Por tanto, la difusión de 1a enfermedad desde la piscifactoría enferma a toda la cuenca es muy probable, extendiéndose este problema sanitario en el caso de que realicen transportes de peces vivos enfermos a otras cuencas.

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La lucha en nuestro país contra las enfermedades víricas debe ser preventiva; por tanto, para Ilevarla a cabo, es necesario conocer las peculiaridades de estas enfermedades, las características ^^biológicas de los agentes causales, su capacidad infectocontagiosa, las vías de propagación, etc. En esta publicación se trata en cbncreto de la necrosis pancreática vira] (IPN), quedando la septicemia hemorrágica viral (SHV) para una próxima publicación en esta misma serie. No obstante, conviene señalar ahora que entre ambas enfermedades víricas existe una notable diferencia desde un punto de vista ecpnómico. En efecto, la necrosis pancreática viral produce gra^ndes pérdidas en el alevinaje, y da lugar a un retraso notable en el crecimiento de los peces que han sobrevivido, pero permite un funcionamiento «casi normal» de la explotación, mientras que la septicemia hemorrágica viral obliga a una interrupción temporal de la actividad, lo que exige la eliminación de todos los peces, el desecado y la desinfección de la instalación, así como de la cuenca donde se encuentra ubicada y del resto de las instalaciones si las hubiera.

NECROSIS PANCREATICA VIRAL (Infectious Pancreatic Necrosis, IPN) Es una enfermedad infectocontagiosa de curso clínico agudo que ataca a los alevines de salmónidos en régimen de cría industrial. Causa una gran mortalidad en las formas juveniles y claras manifestaciones digestivas con alteraciones de la natación.

El agente causal es un virus ARN, del que existen tres grupos serológicos (Okamoto et al. 1983). El grupo I, americano, llamado VR 299, el grupo II, europeo, conocido como virus tipo Sp, y el grupo III, danés, conocido como virus Ab. El virus vive y se reproduce en el interior de las células, en los tejidos de los peces vivos infectados, pudiéndose observar su existencia con el microscopio electrónico. Las dos cepas VR 299 y Sp pueden causar gran mortalidad en los alevines, mientras que si se trata de la cepa Ab, esta mortalidad es mucho menor. Aunque esta enfermedad la padecen únicamente los alevines

-5Cuadro 1.

Formas de transmisión de la enfermedad.

Portadores sanos / Contaminación del medio ambiente

Transmisión

Vertical: óvulos infectados líquido seminal infectado

Cuadro 2.

Presencia del virus dentro del organismo.

Durante largo tiempo

/ Papel de los portadores

/

Localización en riñón anterior, cerebro, bazo, órganos sexuales

\C

Excreción del virus por heces

Pre sencia de anticuerpos inconstante

de salmónidos en régimen industrial, es necesario decir que aquellos alevines que sobreviven a la fase aguda portan el virus durante toda la vida, pudiéndose confirmar su presencia en muchos órganos, particularmente en riñón y órganos reproductores. Cuando estos alevines que han logrado sobrevivir a la fase aguda llegat^ al estado adulto no muestran signos especiales de enfermedad, aunque en régimen industrial se observa claramente una disminución de la capacidad de crecimiento, como respuesta a las graves lesiones que ha dejado la enfermedad en órganos vitales durante el período agudo. El pez en este estadio actúa como reservorio del virus y, por tanto, es portador y diseminador de la enfermedad. Este hecho es de extraordinaria importancia a la hora de estudiar la transmisión de la enfermedad. Estos

-6Cuadro 3. MEDIO AMBIENTE

Resistencia del virus.

agua

50-350 días

ácido

> 2,0

básico

sensible

pH DESECACION

hasta 6 sernanas -

UV

atta

cloro libre

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