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La Pesca de la Lubina con Señuelos Artificiales (I parte) – Introducción. – Morfología. – Alimentación – Reproducción – Equipo de Pesca. – La pesca desde costa – La pesca al lanzado con señuelos artificiales. – Los peces artificiales. – Las cucharillas. – El Chivo. – Las anguilas de Goma.
INTRODUCCION La lubina es indiscutiblemente el rey de los peces marinos y abunda en todas las costas europeas y africanas, también tiene parientes cercanos en América, donde abunda la lubina rayada que alcanza grandes dimensiones (50 Kgrs.) y es más longeva que nuestra protagonista. Para pescar la lubina debemos mostrar un cebo apetitoso para incitar a la gran lubina, que por estas tierras gallegas llamamos robalo, a aceptarlo sin recelo y poder engañarlo fácilmente sin problemas. El cebo, ya sea natural (camarón o quisquilla viva) o artificial (peces artificiales) debe de presentarse lo más natural posible ya que la lubina es muy astuta y no dudará en huir rápidamente si nota alguna anomalía en el cebo o bien actuará de manera indiferente e ignorará nuestro cebo para mayor desesperación del pescador que la ve girar al llegar a sus pies, dando vuelta cuando lo único que le faltaba era abrir la boca y engullir el cebo. Para pescar lubinas se requiere una serie de técnicas indispensables debido a que cada vez se muestran más esquivas y difíciles de engañar; la mejor forma de aprender a pescar es practicando nuestra afición cuantos más días mejor, ya que es como todo, se aprende practicando y no hay mejor manual que la propia experiencia vivida. Necesitamos conocer profundamente la morfología, costumbres y vida de la lubina para tener la posibilidad de engañarla de diferentes formas; de todas estas la que más se practica por estas tierras gallegas es la pesca al lanzado con señuelos artificiales, de entre los que destaca sin lugar a dudas por su eficacia el pez artificial. Existen verdaderos especialistas en la pesca de la lubina con peces artificiales que conocen los apostaderos en donde cazan y acechan las grandes lubinas pero a estas condiciones hay que sumar las condiciones favorables atmosféricas, esto es, mar movida / agua oxigenada (mucha espuma)/ viento favorable no muy intenso / tiempo borrascoso (cielo cubierto y encapotado de nubes). Para terminar esta introducción daremos unos consejos concisos y directos. Madrugar y empezar a pescar cuando el sol comience a salir ya que quizás sea el mejor momento del día para pescar lubinas. No hay que limitarse a pescar con un solo procedimiento ya que la polivalencia es la mejor arma de un buen pescador; no hay que empecinarse con un cebo o forma de
pescar ya que el día que esté pescando al lanzado con señuelo artificial será un día excepcional para pescar con cebo y viceversa. Pesque todos los días que pueda y más ya que nunca es suficiente, incluso esos días en los que los libros y los mejores pescadores profesionales desaconsejan hacerlo ya que de la teoría a la practica hay un buen trecho y las lubinas pueden picar en cualquier momento. Llevar una libreta-diario para apuntar datos que nos serán muy útiles en el futuro, puede ser una gran idea y una muy buena pauta para futuras salidas de pesca. Pescar el anochecer es una gran idea aunque peligroso si se hace desde el acantilado o algún promontorio rocoso, a donde debemos llevar una linterna de cabeza que permita tener las manos libres para cualquier imprevisto o captura.
MORFOLOGIA
Su nombre científico es Dicentrachus Labrax y es la presa soñada por cualquier pescador ya que su pesca encierra un atractivo y una dedicación especial que unido a su calidad gastronómica suprema, fuerza y resistencia la convierten en el objetivo del pescado marino. Es un pez bello, elegante y armonioso ya que su silueta plateada, alargada y comprimida la permite ser un predador marino especializado. Su aspecto es inconfundible, el lomo es azul verdoso con tonos metálicos, los flancos son grises plateados y el vientre es blanco; su cabeza es robusta, la boca es grande, armada de finos dientes con los cuales captura sus presas. Tiene la mandíbula inferior prominente; tiene en la parte posterior del opérculo dos espinas planas y unas prolongaciones de los opérculos que cortan como navajas. Posee dos aletas dorsales, una con nueve radios espinosos y la otra con tres radios espinosos muy peligrosos, que estira y tensa cuando la sacamos del agua. Posee de 65 a 85 escamas en su línea lateral y puede llegar a medir mas de un metro de longitud y alcanzar un peso de 14-15 Kgrs. aunque las capturas más abundantes se encuentran entre uno tres kilos. La lubina es un pez que se desarrolla muy lentamente y que posee una vida muy larga (sobre unos veinte años de esperanza de vida) por ello es una especie vulnerable a la sobre pesca, cosa que observamos año tras año con el descenso de las capturas. La mayor lubina pescada en Galicia dio en la bascula 11 Kgrs. y fue pescada en Ribadeo a fondo con cebo de noche (surfcasting). La lubina es un pez muy sensible a las vibraciones y al sonido cosa que saben muy bien los fabricantes de señuelos artificiales, los cuales dotan de bolas magnéticas a sus peces artificiales logrando un acabado perfecto para engañar a nuestra protagonista. La lubina nota las vibraciones gracias a la aguda percepción de su oído o de la línea lateral que poseen.
ALIMENTACION
La lubina caza con agilidad y rapidez bancos de sardinas (xoubiñas), jureles (chicharos/chinchos) y su bocado preferido es el lanzón (bolo) el cual vive en grandes arenales (playas agitadas por el oleaje). La lubina, cuando existe fuerte oleaje, se acerca a los acantilados para comer moluscos y crustáceos que son arrancados de sus refugios por los bestiales golpes de mar, así como para alimentarse de los peces que están despistados en esta zona agitada. Cuando el mar está calmado la lubina busca refugio y comida lejos de la costa y siente predilección por las rocas que afloran en la superficie del mar (cabezos o bajos/bajíos); estas zonas son como oasis en el medio del desierto y normalmente se encuentran grandes bancos de pececillos, moluscos y cangrejos que nuestra protagonista encuentra irresistibles.
REPRODUCCION
Las lubinas alcanzan la madurez sexual hacia los cuatro años de edad; normalmente dos machos fecundan a la hembra que deposita entre 150 y 200 mil huevos por kilo de peso. Esta puesta suele realizarse en fondos con poco calado no superiores a 1,5 – 2 metros en cuevas y canales de rocas y algas y aunque los biólogos no saben exactamente la época de desove, ésta se desarrolla entre los meses de invierno (Diciembre, Enero y Febrero) ya que las hembras capturadas en esta época están repletas de huevas. A la larga se respetaran las vedas, pero ante el pasotismo de la Administración local y central sólo me queda recomendaros soltar estas piezas de nuevo al mar ya que sino en años sucesivos pasaremos de la pesca abundante a no pescar nada; no hay nada más bonito que soltar una pieza cargada de futuras lubinas y tu corazón de pescador quedara mas lleno que nunca. Las huevas miden de 1 a 1,5 mm. De diámetro y su incubación dura 5 o 6 días; la larva al nacer nada alimentándose del saco vitelino hasta pasar de medir unos milímetros a medir 2 o 3 cm. Y empezar a cazar microorganismos y a aprender a camuflarse entre la arena y las algas ya que es muy susceptible al ataque de multitud de depredadores.
EL EQUIPO DE PESCA
El equipo de pesca debe ser ligero y compensado, necesitamos una caña de carbono apta para lanzar pesos que oscilan entre los 20 y 50 grs. y que posea una acción semiparabolica que permita combatir con una gran lubina. Debemos advertir que cuando decimos que una caña puede lanzar pesos comprendidos entre 20 y 50 gramos estamos hablando del peso mínimo y máximo que mejor corresponde a la potencia y nervio de ese modelo de caña. Sin embargo con un peso ligero, el lanzado se acortará por falta de potencia, y un peso mayor neutralizará el resorte de la caña. Los mejores resultados se obtienen en la media de los valores indicados; así, con una caña que nos indique 20/50 gramos obtendremos una mayor distancia y más facilidad de uso con pesos comprendidos entre 30/35 gramos. Las cañas de lanzado ligero sufren modificaciones cada año ya que surgen modelos nuevos, por lo que es difícil aconsejar cual es el más adecuado, porque una caña debe de adaptarse al pescador, éste tiene que sentirla, y solamente cuando esa especie de vínculo o unión llega a producirse, es cuando podremos obtener los mejores resultados de la misma. En resumidas cuentas el equipo ideal para pescar al "vareo" que es como se denomina en estas tierras gallegas a la pesca al lanzado con peces artificiales es el siguiente: CAÑA : Flexible, potente y con una acción semiparabólica de 20 a 50 gramos; una longitud de entre 3,30 metros a 3,90 metros, yo recomendaría que la caña fuese de dos piezas ya que la acción y la sensibilidad de estas cañas no se comparan a las telescópicas pero éstas tienen a su favor la facilidad y comodidad de transporte. Shimano, Sert y Daiwa suplen con creces nuestras necesidades ya que poseen en el mercado cañas con una relación calidad-precio envidiables. CARRETE : Potente y de bobina fija; hoy en día existen carretes con bobinas cónicas y largas (long cast) que permiten buenas distancias de lanzado, siendo el aprendizaje mucho más sencillo que con cualquier carrete de bobina giratoria (mucho más complejo en uso y aprendizaje pero con unas distancias de lanzado impresionantes debido al nulo rozamiento del nylon con la bobina). Debe de cargar en su interior 200 metros de un monofilamento del 0,35 ya que vamos a realizar potentes lances que oscilan entre los 25-75 metros depende del peso del señuelo que coloquemos al otro lado del nylon. LINEAS : En este momento existen dos tipos de línea para la pesca en el mar: el nylon o monofilamento y el trenzado o multifilamento (Dyneema). El primero es de sobra conocido y el segundo es una línea formada por varios hilos, de una resistencia extraordinaria tanto a la rotura como a la abrasión y cuyo límite elástico es casi nulo, prácticamente no estira lo cual permite un contacto permanente con el cebo o el señuelo y su deslizamiento es siempre excelente aunque a la larga es conveniente aplicarle una vaselina tipo Mucilin (Ragot) que regenera nuestro multifilamento. La resistencia del multifilamento es extraordinaria, más de tres veces superior a la del nylon a igualdad de diámetro; su propia resistencia, tanto a la rotura como a la abrasión, es el origen de un problema: es necesario ser extraordinariamente cuidadoso con los nudos, ya que tienden a deslizarse y por tanto a deshacerse; deben hacerse siempre dobles o con más vueltas de lo normal, así evitaremos perder una gran pieza al
deshacerse y deslizarse el nudo de nuestro pez artificial quedándonos con una cara de incredulidad que no se nos quitara en varios días. Yo particularmente utilizo el nudo palomar reforzándolo más o menos con seis vueltas.
LA PESCA DESDE LA COSTA.
Los promontorios de rocas cercanos a la costa son lugares particularmente apreciados por las lubinas, donde suelen moverse dispersas o en bandadas; el gran número de escondites constituyen refugios ideales y muy frecuentados por las lubinas, a la vez que por los crustáceos, alevines, cangrejos y otras presas que les sirven de alimento a nuestras protagonistas. A pesar de todo esto muchos pescadores rehuyen estos puestos de pesca por las dificultades que entrañan: rocas a flor de agua cubiertas de percebes y mejillones o con puntas y bordes cortantes, significan la mayor parte de las veces la pérdida del ejemplar enganchando. Si se pesca desde un punto elevado, depositando el cebo en cualquier zona libre y profunda entre las rocas, se puede limitar el problema ya que logramos recuperar el pez artificial casi en superficie, con rapidez y con la puntera de la caña en alto permitiendo librarnos de los enganches. Para evitar en la medida de lo posible todos estos percances, ha de elegirse la zona de pesca cuidadosamente, debemos buscar aquellos puntos en que no existan rocas sobresalientes entre el lugar donde lancemos nuestros cebos y la orilla, y lanzaremos, siempre que sea posible, perpendicularmente a las olas, ya que si lo hacemos de forma transversal, éstas no tardaran en llevar nuestra línea a la costa, enredándola con las rocas que encuentre en su camino. Debemos escoger un punto elevado, pues cuanto más grande sea el ángulo formado por la superficie del mar y nuestra línea, menos riesgo tendremos de colocar ésta sobre las rocas; y en el caso de que esto no sea posible, la utilización de una caña larga nos permitirá ganar altura con respecto al mar.
LA PESCA AL LANZADO CON SEÑUELOS ARTIFICIALES. Este tipo de pesca es, posiblemente, una de las formas más deportivas y, en ocasiones, la más eficaz para la pesca de la lubina. La esencia de esta pesca es lanzar, mediante un equipo lo más ligero posible, bien un señuelo pesado o uno ligero con la ayuda de un
buldo o un plomo, a las distancias donde se supone que se encuentran nuestras protagonistas a la caza. No basta con lanzar un señuelo a un punto determinado, es necesario saber animarlo. Recoger de forma mecánica y rectilínea es la peor forma de utilizar un señuelo que, en ocasiones puede ser perfecto. Una presa que huye de un depredador no lo hace jamás de esa forma, sino que trata de esquivarlo mediante movimientos zigzagueantes por la multitud de obstáculos hostiles que le rodean. Es necesario comunicarle al señuelo la vida de la que carece, hacerlo vibrar y saltar. En este tipo de pesca, el mejor señuelo no vale prácticamente nada si el pescador que lo usa lo hace sin fe ni convicción. Los cebos artificiales más utilizados son los peces artificiales, las cucharillas, los chivos y las anguilas de goma. El uso de un señuelo o de otro depende en gran medida de la situación y aunque parezca raro el estado de animo de la lubina; así, si vemos lubinas cazando mújeles o lisas en las crestas de las olas, (situación que suele observarse al anochecer) la utilización de un pez artificial tipo Rapala, Yo-Zuri, Aile o Maria Princess puede ser extraordinariamente eficaz. Si las lubinas se encuentran alejadas de la costa, la única forma de llegar a ellas consiste en el uso de una cucharilla pesada (30-40 gramos) o bien usando el chivo (50-125 gramos); en tanto que si están entre las rocas y cerca de la superficie, un pez artificial ligero o una anguila de goma lanzadas con la ayuda de un buldo o un bulrag, nos permitirá pescar despacio unas zonas que, si lo hiciéramos de otra forma, supondría casi siempre un enganche. La anguila de goma, supondría casi siempre eficaz si se pesca a medio fondo, o sobre el fondo, cuando éste es de arena y no existe temor a enganches. Evidentemente, si desea pescar lubinas no ha de limitar su técnica a un solo aspecto de la pesca, y si lo hace con señuelo artificial debe disponer de una serie de modelos que utilizará en función de las condiciones de pesca y que es preciso cambiar hasta conseguir que la lubina se interese por alguno de ellos, ya que en determinadas épocas, las lubinas se muestran muy selectivas. En los lugares muy concurridos, aprenden rápidamente a desconfiar de los señuelos más utilizados, bastando en ocasiones con presentarles uno al que no estén acostumbradas para hacerlas morder de nuevo. Por esto es indispensable disponer de una caja de señuelos diferentes, en varios tamaños y colores, para poder cambiarlos en función de los resultados y de las observaciones efectuadas. Es muy necesario tener en cuenta que la pesca con señuelos solo suele ser efectiva con mar muy agitada que levante el alimento a la lubina. El viento puede ser un aliado o un enemigo; en tanto que exista una brisa suave que rompa las crestas de las olas, o sople de tierra, estará a nuestro favor, pero si lo tenemos fuerte y en contra, esto es, soplando de cara, nos será muy difícil llegar a donde las lubinas estén alimentándose. A partir de ahora analizaremos los señuelos, la forma de utilizarlos y los modelos más adecuados para cada caso, haciendo la salvedad de que el humor de la lubina es tan fantástico, que no existe un señuelo universal y la generalización puede conducir al error. Es el pescador quien debe encontrar el señuelo adecuado para cada momento; existen numerosas posibilidades abiertas a la imaginación y la habilidad de cada pescador.
LA PESCA DE LA LUBINA AL LANZADO CON SEÑUELOS ARTIFICIALES (continuación) LOS PECES ARTIFICIALES Los peces artificiales son unos señuelos de gran rendimiento, hasta el punto de que, recogido de forma uniforme y mecánica, puede llegar a incitar a las lubinas a perseguirlo, pero realmente, si se usa adecuadamente, creo que puede conseguir más peces de trofeo que ningún otro señuelo artificial. Para esto, si no lo ha utilizado nunca, debe aprender a utilizarlo, observar su movimiento, ver a que velocidad de recuperación su forma de moverse se asemeja más a la de un pez que vive en las aguas donde pesca, y comprobará que si cambia su velocidad se modificara su forma de nadar. Tiene que encontrar aquello que incite a las lubinas a tomarlo como si fuera una presa real. Existen peces artificiales en colores, tamaños y tipos suficientes para hacer frente a cualquier situación de pesca; y, en principio podemos dividirlos en tres apartados fundamentales, los flotantes, los suspendidos y los sumergidos. Los primeros flotan en reposo y se hunden, más o menos profundamente, al recogerlos; los segundos se hunden hasta el nivel donde comience a recogerlos, permaneciendo en medias aguas estáticos lo que los convierte en un señuelo realmente innovador, y por ultimo los hundidos que profundizan lo que el pescador quiera. Las posibilidades de pesca con un señuelo "Rapala", "Yo-Zuri", "Aile Magnet (Duel)", etc. Son tantas que el único limite es el de su imaginación; el número de modelos es tan grande que vamos a tratar de definir los que realmente son indispensables para la pesca de la lubina. En la casa Rapala se ha revelado como extraordinariamente efectivo el 18 cm. flotante en sus colores S, V y SSH. En la casa Yo-zuri destaca la serie Tobimaru en sus colores C-4 y C-7; por ultimo la casa Duel realza su prestigio con una maravilla de pez llamado Aile Magnet y particularmente el color PCL da grandes resultados. Actualmente las lubinas se han acostumbrado a ver pasar los señuelos y ya no basta con lanzar y recoger de forma mecánica, es necesario darle vida al señuelo y sobre todo recoger despacio aprovechando las corrientes y contracorrientes para hacerlo trabajar. La recogida debe ser interrumpida de vez en cuando por momentos de parada en esas zonas, para dejar que la corriente lo mueva. Teniendo en cuenta que en materia de pesca, no existe ningún teorema absoluto ni definitivo, nadie puede asombrarse si decimos que la elección del tipo de pez artificial y sus modalidades de utilización pueden ser totalmente diferentes de un
lugar de la costa a otro. Aunque en líneas generales y estas se desprenden del sentido común, los modelos flotantes deben usarse con aguas bajas, en tanto que los sumergidos se utilizarán en aguas profundas; los modelos articulados se reservan para aguas tranquilas pero con corriente, y los modelos pequeños (por debajo de los 11 cm.) se utilizaran en aguas tranquilas. En lo concerniente al color, no se pueden dar reglas precisas, pues dependen de multitud de factores, la mayor parte de las veces desconocidos, y aunque consideramos que la lubina es capaz de distinguirlos, no sabemos a ciencia cierta cómo lo hace. Mi criterio es utilizar en días claros colores discretos que imiten a pez pasto que ellas estén acostumbradas a comer y atacar (caballas, jureles, sardinillas, lanzones, etc.); los días oscuros así como los amaneceres y anocheceres aconsejan colores vivos y fantasiosos de entre los cuales destacan para mi sobre todos ellos el color amarillo limón así como el color RH (cuerpo blanco y cabeza roja). Pero debemos aclarar que no existen reglas empíricas solamente la experiencia nos puede aportar datos fiables para el uso de uno u otro color. Y sobre toda huya de la rutina, el hecho de que un color o un modelo determinado le haya proporcionado buenas capturas no es una prueba evidente de que sea el único válido; cambie de color de vez en cuando, y si no consigue que las lubinas se dejen engañar por el que está usando, cambie de color y modelo de pez artificial. La recuperación del señuelo es muy importante, si se pesca desde la costa, se debe lanzar de forma paralela a la orilla y en sentido normal a las olas, por lo que se debe hacer desde cualquier saliente que exista. Esta recuperación, aprovechando las crestas y los senos de las olas, interrumpida de vez en cuando, es uno de los procedimientos más efectivos cuando las lubinas persiguen a las pequeñas sardinas o a los mújoles o lanzones (utilizaremos peces artificiales de 13 cm. flotantes). En aguas profundas o zonas de acusada pendiente, y si no se ven signos de lubinas cazando en superficie, el uso de peces artificiales sumergidos puede, casi siempre, provocar el ataque de las lubinas. LAS CUCHARILLAS Las cucharillas deben su principal atractivo al hecho de que permite lanzamientos muy largos, que, en ciertos momentos, pesca en playa o pesca de robalos lejos de la orilla, constituye una ventaja considerable. La cucharilla es útil para la pesca entre dos aguas y pesca en aguas profundas ya que su peso (entre 25 y 45 gramos las mas utilizadas) las hace muy adecuadas para esta pesca. Casi todas las cucharillas son fundidas en una aleación de plomo y antimonio y luego se las niquela o se las croma para comunicarles una cierta dureza; después se le colocan dos anillas –llavero con un quitavueltas y un anzuelo triple de tamaño adecuado a la dimensión de las mismas. Las cucharillas más famosas son la Toby de ABU Garcia y la Sea Mepps aunque las cucharillas Evy de Evia y las TobyJennsen se revelan extraordinariamente eficaces, sobre todo cuando el mar esta bastante movido.
Los modelos más productivos son los de un peso comprendido entre los 28 y 43 gramos, que permiten lanzamientos largos y una recuperación desigual, pues esta recuperación exige un trabajo constante; como en cualquier otro tipo de pesca dinámica, la atención del pescador debe estar continuamente atenta a la acción de la cucharilla, pues cualquier forma de recuperación mecánica es totalmente improductiva. Es preciso tener en la mente la imagen de la cuchara en el agua y hacerla trabajar de la forma más atrayente posible, y hacerlo hasta el ultimo instante, pues un robalo puede lanzarse sobre la cuchara en el ultimo palmo de agua. Es muy conveniente conocer perfectamente los fondos donde pescamos, pues sobre fondo de arena o poco accidentado uno de los mejores métodos es dejar descender la cucharilla hasta el mismo y recuperarla a tironcitos. Los lugares que se deben explorar son todos aquellos cercanos a las rocas que afloran en el agua (que aquí en Galicia se llaman "cabezos"), los remolinos cubiertos de espuma, los canales más profundos que se dibujan en los fondos, los bordes de acantilados y en general todas aquellas zonas donde sospechemos la existencia de lubinas. Y a no ser que se pesque en playa abiertas, tal como contamos antes, es más importante la precisión que la distancia en el lance. Es mucho más productivo pescar a escasos centímetros de un cabezo o situar la cucharilla en un pasillo entre rocas, que tratar de lanzar grandes distancias. Los colores mas atrayentes suelen ser los plateados y los azules (estos últimos sobre todo en arenales). Hay pescadores que añaden plumas o anguilas de goma y este método es muy eficaz con el mar muy movido. EL CHIVO El chivo no es otra cosa que una cucharilla muy pesada ideada por los pescadores gallegos y su utilización es igual que cualquier cucharilla de iguales dimensiones y peso. Sin embargo tiene un par de características propias: Su construcción es una aleación de plomo que permite malearlo en acción de pesca para que su movimiento sea mas o menos zigzagueante y hacer que brille, raspándole de vez en cuando con una navaja para darle poder de atracción. Se construyen normalmente en cuatro medidas, numerados del nº1al nº4, con pesos que oscilan entre los 50 gramos del más pequeño a los 124 gramos del más pesado. Es un señuelo muy eficaz cuando hace muchisimo mar y su uso fuera de las costas gallegas es muy poco conocido. Esta armado con un par de anzuelos simples montados mediante una línea de dacrón a diferente distancia y disimulados con un mechón de pelos de las barbas de un macho de cabra (de ahí su nombre de chivo). LAS ANGUILAS DE GOMA La anguila de goma es uno de los señuelos de rendimiento más regular a lo largo
de toda una temporada; existen anguilas de goma de diferentes formas, tamaños y colores y casi todas provienen de la goma de los tubos quirúrgicos; comercialmente se las conoce como "escabelas" y se surten en tallas que van desde el nº5 al 6/0 y en multitud de colores de los que destacan los fosforescentes por su efectividad. Es un señuelo para usar a fondo o a medias aguas, y aunque en alguna ocasión pueden ser atacadas cerca de la superficie, es un hecho que rara vez se produce. Para su utilización es preciso montar un plomo que nos permita lanzarlas a la distancia conveniente y además moverlas cerca del fondo, y, cuando estos son de arena, arrastrarlas sobre los mismos. En cuanto a su tamaño resulta conveniente usar los modelos pequeños (de 15 mm.) en verano y reservar para el invierno los de 20 mm; en cuanto a colores los blancos suelen ser los mejores pero los colores vivos con aguas turbias se tornan excelentes, esto prueba que en la pesca de la lubina no hay nada absoluto y preciso. De todas las anguilas de goma las más productivas son sin lugar a dudas las que imitan a la anguila de arena o lanzón que aquí en Galicia llamamos "bolo", los más representativos son: RED-GILL: Imita al bolo con gran fidelidad, es muy eficaz donde haya lubinas sobre todo en fondos mixtos de arena y algas. Esta construido en plástico flexible y dispone de una especie de reflectores en la cola que lo hacen nadar de forma muy atractiva. El tamaño más pescador suele ser el de 116mm. Y respecto al color los más destacados son los claros, transparentes y fosforescentes los cuales han dado grandes resultados en días nublados y aguas turbias; los colores azules se pueden usar a cualquier nivel y hora del día así como los colores verdes son muy buenos en aguas frías y profundas has los 7 metros. RAGLOU Y RAGBAR: Imita al lanzón o bolo muy bien y debe utilizarse con un buldo plomado o Bulrag de 30 ó 40 gramos que nos permitirá hacer lances largos al rompiente donde comen las lubinas. El Ragbar es posiblemente la anguila de goma más productiva de todas debido a su gran versatilidad y a su cabeza plomada que le permite llegar sin problemas a los apostaderos de las lubinas. Lo distribuye la casa Ragot (también el Bulrag y el Raglou) en multitud de colores (8 diferentes) y tamaños, aunque los más adecuados para mí son los de 120 y 140 mm. Para escolleras y playas y los de 160mm. Que pesan 45 gramos para los acantilados y puntales rocosos. Para lograr resultados espectaculares con estos señuelos, al igual que con cualquier otro señuelo artificial, es preciso hacerlo nadar por los lugares adecuados, conocer los fondos donde se pesca y los posibles puestos, canales o pasos de la lubina y lo más importante, innovar en la recuperación de l señuelo y no parecer un autómata recogiendo sin parar ya que hacer paradas y cambios zigzagueantes de ritmo son factores elementales que darán un cambio radical al pescador que pasara de no conseguir capturas regularmente a pescar abundantemente.