La pintura de los siglos XIX y XX: Un reflejo de la transformación ambiental de Valencia

La pintura de los siglos XIX y XX: Un reflejo de la transformación ambiental de Valencia Ana Carmona Bayarri Estudiante de Ciencias Ambientales. Unive

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La pintura de los siglos XIX y XX: Un reflejo de la transformación ambiental de Valencia Ana Carmona Bayarri Estudiante de Ciencias Ambientales. Universitat de València [email protected]

RESUMEN Los siglos XIX y XX son para la pintura valenciana un periodo fecundo en el que el paisaje y las escenas costumbristas son utilizadas como temática. Autores como José Benlliure y Joaquín Sorolla durante el siglo XIX reflejaron el paisaje valenciano; su parte natural y sus zonas urbanas. Así lo hicieron también un siglo más tarde autores como Antonio Muñoz Degrain o Pinazo Martínez. Por ello son fuente de información relevante para el estudio del cambio del paisaje de la ciudad de Valencia. En este artículo se utilizan esos lienzos para comparar la realidad actual de Valencia con el pasado reciente y así determinar las transformaciones ambientales que ha sufrido por acción del hombre. Cada lienzo va acompañado de una fotografía actual correspondiente al lugar donde se inspiró la pintura y se procede a la realización de un comentario dónde se detalla las principales características de ambas fuentes, la problemática o cambio ocurrido y finalmente las posibles causas en un contexto histórico-cultural. Se pretende acercar la pintura y el arte en general como una herramienta de análisis ambiental, porque la pintura es el reflejo de las costumbres y las intenciones humanas. Así desde un punto de vista histórico se refleja el cambio de la relación del hombre con el medio que le rodea, en este caso Valencia. Palabras clave: Pintura, Valencia, Medio Ambiente, Transformación

INTRODUCCIÓN El acto de exteriorizar los conocimientos transmitiéndolos a los demás es arte. (Alegre, 2001). Si todos aquellos científicos hubieran callado sus descubrimientos, los ingenieros hubieran ocultado sus proyectos, si nuestros profesores decidieran ahora dejar de transmitir sus conocimientos. ¿Tendría algún significado? Tenemos la obligación de ser artistas, y para cumplir con este deber, se transmite con transparencia y buen criterio toda la información que se ha recopilado para este tema. Este trabajo engloba cinco corrientes pictóricas desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XX. Algunos de estos estilos no han proporcionado material gráfico para realizar un análisis ambiental de Valencia. Éste es el caso de la pintura romántica que se sitúa entre finales del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX. Se caracterizaba por sus contenidos revolucionarios, incendiarios, inconformistas, en el que por medio de las figuras se transmitían ensoñaciones, se recreaban acontecimientos o ideales. Un romántico no busca representar la realidad, el paisaje ocupa el último lugar, quitar las figuras es quitar para ellos el sentido a la representación. El ambiente no tenía funcionalidad era sólo un ejercicio estético (Ibáñez, 1998). Pero a medida que pasó el tiempo esta concepción del arte careció de sentido. Llega el realismo en la segunda mitad del siglo XIX, con la desamortización de Mendizábal en 1836 y el consiguiente poder que obtuvo la burguesía al liberarse todos los terrenos propios de la Iglesia y del Estado, hizo que los artistas se adaptaran al mundo dónde vivían desplazando así la revolución y el liberalismo hacia la economía y no hacia el arte. Algunos autores del realismo encontraron en el paisaje el tema, el lugar dónde podían plasmar sus experiencias y acontecimientos. Se basaban en la observación

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visual y conceptual profunda de la naturaleza circundante (Bayarri, 1957). Dichos artistas dieron voz al medio ambiente con un lenguaje sin afectaciones. La pintura que crearon se centraba en plasmar la realidad, el ambiente. Es por esto que la mayoría de los lienzos utilizados en el trabajo pertenecen a esta corriente. Romanticismo

Realismo

Vanguardias

Neovanguardias

Transvanguardias

-s. XVIII1º ½ s. XIX

-2º ½ s. XIX1928

-Pop-art o Pintura social (1964-1975)

-1975-fin de siglo XX

Crisis industria sedera Desamortización Mendizábal 1836

Derribo murallas Valencia 1865 Burguesía: nueva clase social

-1º Renovación valenciana(19281939) -Pintura nofigurativa(19391956) Fotografía: crisis de la realidad como tema

Modelo sociedad de consumo

Crisis del arte 1975 ARCO 1982 Mercado del arte (1982-1991)

Guerra civil (19361939) Dictadura franquista (19391975)

Tabla 1. Movimientos artísticos y acontecimientos sociales relevantes

Otros estilos que no han aportado ningún lienzo al trabajo han sido la Vanguardia y la Neovanguardia. Estos dos estilos se enmarcan en una época ante todo de cambio. En la Vanguardia (1928-1956) los artistas realizan obras de carácter ideológico, es decir, realizan carteles para los diferentes partidos, asociaciones sindicales y gremiales a través de los cuáles se movilizaba a la opinión pública. Así ocurre también en las Neovanguardias con el pop-art, dónde toman imágenes de los medios de comunicación, tópicos,…que son alterados para que adquieran intencionalidad social y política. Por último, a finales del siglo XX se produce una mercantilización del arte. Una sociedad mediática, capitalista y mercantilista se fija en el objeto artístico. De este modo, los artistas se ven obligados a buscar siempre la originalidad, en algunos casos, vacía de contenido. Después de este breve repaso acerca de las diferentes tendencias artísticas de los siglos que nos preceden, comentaré con el permiso de Oscar Wilde (ferviente opositor del realismo) y el de mi amiga Gloria Cazallas (estudiante de Bellas Artes y contraria al realismo), que el arte evoluciona en la misma medida que lo hace la sociedad. Es decir, el mundo cambia, y consecuentemente los principios artísticos también lo hacen, no son inamovibles. Por esto, se puede considerar que el análisis de estos lienzos es una herramienta útil para establecer una comparación entre la imagen paisajística del pasado reciente y la imagen que presentan actualmente dichos lugares.

EXPERIMENTAL Para llevar a cabo el trabajo, se ha buscado diversos libros donde se encontraron las imágenes. Así mismo se han consultado libros de Historia y de Historia del Arte con el fin de establecer una opinión adecuada acerca del tema. Se han realizado algunas visitas al Museo de Bellas Artes Pío V para observar detalladamente los lienzos además se ha recorrido nuestros ambientes valencianos con el fin de encontrar el

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lugar dónde los artistas realizaron sus obras. También se han buscado noticias ambientales en la prensa; y llama la atención la relación centenaria del ciudadano valenciano con su ambiente, entendiendo éste cómo la huerta, el litoral (puerto, playa, El Saler y la Albufera) y el río Túria. Dicha relación se basa en que los ambientes pintados en los siglos XIX y XX son los mismos que los que protagonizan las actuales noticias sobre el medio ambiente en Valencia.

Noticias ambientales prensa Valencia 50

Porcentaje

40 30 20 10 0 Urbanismo

Litoral

Huerta

Túria

Tema

Figura 1. Noticias relacionadas con el medio ambiente de Valencia encontradas en diversos periódicos durante los meses de Marzo, Abril y Mayo del 2008.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN En los años 2000-2001 comenzaron las obras en las que se ampliaba la Avenida Francia y la rotonda del Parotet del barrio de Camins al Grau, eliminando así un campo de baloncesto, mitad de un campo de fútbol del colegio Ave María de PenyaRoja y unos campos de huerta adyacentes a éste como se puede observar en la fotografía. Ésta muestra el colegio en los años 80 rodeado de campos de huerta (en la parte izquierda).

Figura 2. Fotografía colegio Ave Mª de Penya-Roja (1988) y NaÏf (2001) de Prisca Blasco.

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La pintura naïf fue un género pictórico desarrollado a partir de 1951.Se caracteriza por expresar cierta ingenuidad y ternura al espectador. En este trabajo se adjunta la imagen de un dibujo de estas características realizado en 2001 donde podemos observar la zona antes descrita en la actualidad. La comparación de la fotografía con el dibujo naïf nos permite observar el cambio en el paisaje, ya que se ha construido un hotel (visible en la parte derecha del dibujo) y se ha ampliado la avenida Francia. El colegio aparece en la parte izquierda de la pintura de color naranja y en la rotonda se puede ver la obra escultórica del valenciano Miguel Navarro llamada ‘Parotet’. Esto es un ejemplo a muy pequeña escala de lo que a nivel metropolitano y estatal estaba y está ocurriendo. El proceso de industrialización que se había producido en la época de Franco (1939-1975) estuvo acompañado por un fuerte proceso de terciarización. A partir de 1962 se produce en España el boom turístico debido a la mejora del nivel de vida y de las legislaciones de Europa Occidental que hicieron que la gente acudiera en masa a la costa mediterránea a pasar las vacaciones disfrutando básicamente del sol y las buenas playas. Se podría decir que Valencia es una ciudad cuyo desarrollo económico está marcado por la dependencia del mercado extranjero: ya desde la segunda mitad del siglo XIX con la exportación de productos agrarios como la naranja, el desarrollo del ferrocarril con capital extranjero, el dominio foráneo en los barcos de vapor del Puerto y posteriormente con los ingresos del turismo. Se hace visible el boom turístico, en la imagen naïf, donde aparece en la parte superior de la derecha un hotel de relevancia. Por otra parte, se puede observar una línea en la parte derecha superior de la fotografía antigua, es el ferrocarril. Fue inaugurado en 1852 con recorrido Valencia-El Grau pero no cumplió los objetivos del transporte de mercancías ni de personas, a las cuales les quedaba un buen tramo andando para llegar hasta la playa. Actualmente, dichas vías ya no existen, el transporte de mercancías se lleva a cabo por la línea que recorre la costa valenciana. En la parte inferior izquierda de la fotografía se observan unas casas donde ahora aunque no es visible en la pintura, existen edificios de 15 pisos de altura. El paisaje de esta zona se ha visto transformado por el desarrollo urbanístico y del turismo. A continuación se analiza la trasformación ambiental del tramo bajo del río Turia en su paso por la ciudad de Valencia. La comparación del cuadro de las Alameditas de Serrano con la fotografía, tomada a la altura de las Torres de Serranos, nos permite apreciar el cambio de la función que se le ha otorgado al río Túria.

Figura 3. “En las Alameditas de Serrano” Benlliure Gil, 1912-1913 y fotografía actual del antiguo cauce del río Túria.

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La transformación ambiental del río Túria en un espacio de zona verde es la más importante de Valencia. Se debió a la riada del 14 de Octubre de 1957 que causó una catástrofe social y económica y provocó que el ayuntamiento paralizara sus proyectos. Además, la riada se llevó muchos asentamientos precarios que albergaba el cauce. Algo similar ocurriría actualmente si pasaran las aguas del Túria por su antiguo cauce ya que estos asentamientos aún existen y van en aumento. Después de la riada del 57 se aprobó en 1961 el Plan Sur, donde se desviaba el río a 3Km al sur de la ciudad transformándose así en un ambicioso plan urbanístico. Mientras tanto, el Túria se había convertido, a mediados de los sesenta, en una cloaca en la que se canalizaban flujos altamente contaminados (Sanchis, 2002). Hubieron diversos proyectos para dar un uso al antiguo cauce, pero fue la conversión en zona verde, como ya se ha comentado, la que tras una lucha por parte de los ciudadanos se impuso, en los años 1973-1975. Esto junto a la lucha contra la privatización de la Devesa de El Saler, fueron las primeras manifestaciones del pueblo valenciano. La fotografía muestra en el centro un campo de fútbol, deporte de masas desde mediados del siglo XX. El cauce se ha convertido en un lugar dónde el deporte, la cultura, la sociedad y la naturaleza conviven en una singular armonía. Siguiendo con la riada del 57, se encontró que los vecinos del barrio del Cabanyal también padecieron los efectos de la riada misma, y lo que es más, se llevó el busto de Sorolla, monumento colocado en el lugar donde el pintor solía realizar sus obras, en la orilla del mar y que había pasado a formar parte del paisaje urbano de la zona (www.cabanyal.com).

Figura 4. “Playa de Valencia. Pescadoras” Sorolla, 1912 y fotografía de la ubicación del monumento a Sorolla.

Ahora, el busto se encuentra localizado al comienzo de la calle de la Reina. Se adjunta la fotografía del busto, visible en la parte izquierda de la foto. Ahora lo que pintaría Sorolla sería las bases de los equipos de la America’s Cup (visibles en el fondo de la fotografía) y el tranvía (visible como una línea que atraviesa la imagen). Aunque Sorolla no estudió Ciencias Ambientales, allá por el 1895 decía: “Estudiábamos la propia vida de las flores y las plantas” y hacíamos “largas caminatas bajo el sol levantino”. Además de conectar con el gusto de las gentes (comprobable con el gran número de visitas de la última exposición “Sorolla: Visión de España” realizada en Valencia por Bancaja) Sorolla introdujo el paisaje entre los valores culturales y la conciencia colectiva más allá del ámbito funcional de la subsistencia (Muñoz Ibáñez, 1998). Valor que ahora se considera de los más importantes y en el

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que la Generalitat Valenciana es pionera en legislación de Estudios de Integración Paisajística a nivel estatal. La comparación entre el cuadro y la fotografía da a conocer con bastante claridad la función que se quiere otorgar al litoral: en la parte norte desde la Avenida del Puerto, predomina la función residencial y de ocio (ubicación de la pintura) y la parte Sur es dedicada a actividades portuarias (ubicación de la fotografía). En la zona norte las pescadoras del lienzo de Sorolla se convierten en hosteleras a principios del siglo XX debido a la demanda de restaurantes en lo que se conoce como el Paseo Neptuno, y en la zona Sur, dónde se ubica la fotografía, los pescadores son desplazados, primero por la America’s Cup y después por el circuito de Formula 1. Pero ya desde el siglo XIX con la irrupción del vapor el dominio extranjero en el puerto era absoluto, igual que ahora hay sucursales de poderosas empresas comerciales europeas, aunque las empresas de antes estaban ligadas a la crecida de la agricultura de exportación…Ésta agricultura tenía como principales productos el vino y la naranja, observable en las cestas de frutas que llevan las falleras en el cuadro de Pinazo Martínez, el cuál se procede a comentar (Figura 5).

Figura 5. “Floreal” Pinazo Martínez, (1879-1933) y fotografía actual de un pasacalles en Castellar (Valencia).

En cambio, en la foto de la parroquia se observa como hay una gran variedad de frutas y hortalizas, desde berenjenas a piñas, desde naranjas a plátanos. Este cuadro plasma en qué estaba basada la economía valenciana de la época. Mientras que a los países de Europa Occidental se exportaban cítricos y vino, la población valenciana consumía hortalizas, arroz, productos de ramadería y en menor medida frutas. Los cambios que se aprecian son que actualmente los valencianos consumen una gran variedad de frutas incluidas aquellas típicas de climas tropicales (como son la piña y los plátanos) y que la importancia económica de la exportación de naranjas y vino ha disminuido. Sin embargo, es necesario resaltar la importancia que para Valencia supuso la agricultura de exportación. Algunos datos que llaman la atención son los de 1890 y 1900 donde se duplicó la exportación y en 1910 se volvió a duplicar creciendo así de forma exponencial (Girona, 1992). El 80% del total de las exportaciones españolas eran cítricos, pero algo que nunca llegó a saber Pinazo Martínez es que en 1933 el 50% de los productos estaban en el árbol y a partir de 1939 con la dictadura de Franco, se impulsó el desarrollo industrial a costa del agrario y consecuentemente de las necesidades alimentarias de la población. Si unimos esto a la crisis del mercado exterior en la II Guerra Mundial se acaba definitivamente el

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papel de la importancia de la agricultura. De este modo, los jóvenes se vieron obligados a buscarse la vida fuera del campo, y encontrar trabajo en la industria y los servicios. En la siguiente imagen (Figura 6) se observa una lámina que muestra la ciudad de Valencia en el siglo XIX rodeada por las murallas, el río Túria y diversa vegetación en el fondo. En cambio en la fotografía actual se aprecia el cauce del río convertido en zona verde, la ampliación de las vías para el tráfico rodado, y edificios con más de seis pisos de altura.

Figura 6. Lámina siglo XIX e imagen del viejo cauce del río Túria actualmente.

La ciudad de Valencia y la huerta siempre mantuvieron un equilibrio armónico hasta que la desamortización de Mendizábal en 1836 (se liberaron los terrenos del Estado y de la Iglesia) y el derribo de las murallas en 1865, junto a una mentalidad capitalista, hicieron de la transformación del suelo urbano mismo, una industria (Pons y Serna, 1992). Ésta daba grandes cantidades de dinero desde finales del siglo XIX a unos pocos profesionales especuladores y salida laboral para aquellos sin cualificación. Si por algo se caracteriza el urbanismo de Valencia es por su ausencia, entendido éste por un crecimiento con cierta organización. Ya desde 1870 se hacía complicado establecer una ordenación y junto con la cantidad de peticiones de licencias de construcción a causa del gran terreno que se había liberado fuera de las murallas, hizo que la burguesía construyera a su antojo. Casi cien años después esto continuó con grandes operaciones de especulación inmobiliaria de dudosa legalidad y de esta manera el Ayuntamiento se vio obligado en los años 80 a realizar planes de Reforma Interior. El tipo de edificios que dominaba en esas construcciones eran grandes casas de vecindad con la intención de que los propios vecinos pudieran vigilarse y así moderaran sus costumbres (visibles en la parte izquierda de la fotografía). En resumen, la huerta ha ido desapareciendo por el crecimiento urbanístico descontrolado de la ciudad de Valencia desde mediados del siglo XX llevándola casi hasta su propia desaparición, lo cual vimos también en la Figura 2. La huerta ha sido un espacio físicamente próximo pero social y culturalmente ajeno (Sanchís, 2002). Aunque por otra parte, una encuesta realizada en 1997 reveló que el 87% de los valencianos respaldaba el mantenimiento de la huerta y sus formas de vida. Actualmente una nueva forma de vida le espera al agricultor, lo que se llama, “huertas de ocio”, basado en el alquiler de parcelas por aproximadamente 20 euros al año para fomentar la actividad de jubilados y jóvenes convirtiendo así el trabajo en ocio.

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CONCLUSIONES Los ambientes de la ciudad de Valencia más relevantes por su importancia histórica y por el gusto de las gentes son: el litoral, la huerta y el antiguo cauce del río Túria. Es posible utilizar el arte para el análisis de las transformaciones ambientales que sufren estas zonas utilizándolo como herramienta de comparación y destacando las diferencias que se encuentran entre las obras artísticas y una imagen actual. El científico descubre y el artista crea. Existe una relación directa entre estos lugares de Valencia y los cuadros con temas paisajísticos del siglo XIX y principios del XX. Un ejemplo es que el 36% de los lienzos de esa época están referidos al Litoral y actualmente el Puerto es de las zonas más desarrolladas y que más atención ocupa. Desde el siglo XIX los valencianos no han sabido conciliar sus quejas ambientales con los intereses de la autoridad, quizás debido a la gran cantidad de personas con poder presentes en el Ayuntamiento o por la falta de un sentimiento como pueblo, como unidad, venido de un crecimiento de la población poco pautado. Es visible este desajuste en la rápida desaparición de la huerta aún cuando la mayoría de los valencianos respalda su mantenimiento. En cambio, la conversión en zona verde del cauce del río Túria, fue aprobada gracias a la presión social que hubo, y en la actualidad, es una de las zonas más visitadas por la población que permite realizar multitud de actividades. Tras la realización del trabajo se hace relevante la importancia del cuidado de estos lugares de Valencia, los cuales como se ha comentado, son los más recalcados desde hace más de 200 años.

AGRADECIMIENTOS Mis primeros agradecimientos a todos los que les gustó la idea y me animaron a continuar con ella. También a mis amigas por ayudarme a sacar libros de la biblioteca de la Universidad Politécnica de Valencia, por echar un capote con las fotos, por los paseos en bici y por darme apoyo moral en la biblioteca. A Gloria por revisar el trabajo palabra por palabra, letra por letra, así como a mi familia por prestarme pacientemente el ordenador y por hacer de despertador muchas mañanas. Por último a todos aquellos que lo hayan leído y a los que lo han intentado.

REFERENCIAS Alegre, A. (2001). Pintura valenciana del siglo XIX. Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, 299 pp. Bayarri, J.M. (1957). Història de l’Art Valencià, 208 pp. Girona, A.A. (1992). Història Contemporània del País Valencià. Ed. Tabarca, 353 pp. Ibáñez, M.M. (1998). La pintura valenciana del siglo XX. Ed. Federico Doménech, S. A, 2v, 185 pp y 235 pp. Pons, A. y Serna, J. (1992). La ciudad extensa .La burguesía comercial-financiera en la valencia de mediados del XIX. Diputación de Valencia, 389 pp. Sanchis, C, Taberner, F, Boira, J.V, Teixidor, M.J y Domínguez, M. Historia de la ciudad. II. Territorio, sociedad y patrimonio. (2002)Ed. Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, 330 pp. Wilde, O (1935).La decadencia de la mentira. Ed. Siruela, 89 pp. www.cabanyal.com

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