La poesía en la ciudad de Querétaro,

ESTUDIO 145 Resultados de la investigación historiográfica La poesía en la ciudad de Querétaro, 1800-1911 The poetry in the city of Querétaro, 1800

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Resultados de la investigación historiográfica

La poesía en la ciudad de Querétaro, 1800-1911 The poetry in the city of Querétaro, 1800-1911 José Martín Hurtado Galves* Resumen La poesía en la ciudad de Querétaro, 1800-1911, es una investigación historiográfica que está dividida en tres apartados: de 1800 a 1824; de 1825 a 1866; y de 1867 a 1911. Cada uno con una estructura cronológica en la que se muestran los hombres y mujeres que escribieron poesía, los temas que trataban, los lugares en donde publicaban o escribían, la manera en que eran aceptados los poemas por parte del pueblo y del gobierno, la importancia de los poemas en la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad, la relación que tenía la poesía con las diferentes actividades de los queretanos, entre otros. En cada uno se va reflexionando acerca del tema tratado, mostrándose al final de cada apartado un análisis concluyente del período. A través de la investigación se muestra, desde diferentes enfoques (que son el corpus o índice de la investigación), cómo sirvió la poesía en la construcción de un imaginario social de los queretanos del siglo decimonónico. Abstract The poetry in the city of Querétaro, 1800-1911, is an historiographic investigation divided in three sections: from 1800 to 1824; from 1825 to 1866; and from 1867 to 1911. Each one with chronological structures with men and women who wrote poetry, their topics, the places where they published or they wrote, the acceptance of the poems by citizens and government, the importance of poems in the daily life of the inhabitants of the city, the relation of poetry with the different activities from the queretanos, among others. In each one is reflected the subject, being at the end of each section a conclusive analysis of the period. This investigation demostrates, from different approaches (by the corpus or index of the investigation), how the poetry served in the construction of an imaginary social for the queretanos of the nineteenth-century. Palabras clave: Poesía, Querétaro, 1800 a 1911, Historia, Imaginario social. Key words: Poetry, Querétaro, 1800 to 1911, History, Social imaginary Importancia de la poesía en Querétaro, de 1800 a 1911 La poesía era importante en la vida cotidiana de muchos habitantes de la ciudad de Querétaro, porque en ella encontraban una forma idónea de dar a co-

*

Profesor Investigador t/c de la Escuela Normal Superior de Querétaro

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nocer su realidad; pero, también lo que imaginaban de ésta. Muchos de sus poemas no describían realmente a la ciudad o a los queretanos, tampoco a la realidad socioeconómica por la que atravesaban, y mucho menos a las mujeres o madres a quienes se dirigían; sin embargo, el hecho de que escribieran lo que pensaban, o bien, lo que querían decir y escuchar, nos indica que participaban del “juego” de la simulación social. La poesía era, en cierta manera, una forma eufemística de decir las cosas, pero también de crearlas. No pocas veces fue el ariete con el cual desnudaron las apariencias y el “bien estar” de la sociedad decimonónica que vivían. Resulta interesante observar que publicaron en donde pudieron (hojas sueltas, cartas, periódicos, folletos, revistas, libros). El caso era dar a conocer sus poemas, o, debiéramos decir, ¿sus ideas por medio de sus poemas? La sociedad civil se las arreglaba para publicar poesía de autores queretanos. De hecho, son muy pocos los poemas que encontramos de escritores nacionales o internacionales. Se privilegiaba la creación local. Además, fueron pocas veces las que el gobierno promovió la creación poética. La mayoría del tiempo fue la sociedad civil quien se preocupó por mantenerla como parte de su cotidianidad. La poesía les sirvió —entre otras cosas— como elemento importante para la construcción social e histórica de un imaginario colectivo en movimiento. La poesía no era vista o abordada solamente por los poetas o instruidos en ella. En general fue “usada” por personas que probablemente eran analfabetas, o bien que poco o casi nada sabían de poesía. Personas de diferentes estratos sociales y culturales la fomentaban, ya fuera escribiéndola, declamándola, publicándola, o simplemente escuchándola. Ella estaba en la boca y oídos de maestros y alumnos de diferentes niveles educativos, ya fuera como medio para celebrar fechas cívicas e importantes de la institución, o para festejar a profesores distinguidos (onomásticos), y concluir ciclos escolares. La usó el gobierno para realizar juras al rey, festejar la Independencia, demostrar obediencia al gobierno, o a personajes históricos del panteón oficial. La usaron los simpatizantes de la guerra de Independencia en contra de los gobernantes y algunos curas españoles. La usó el pueblo para aplaudir al rey, repudiando la invasión que hacía el ejército napoleónico en España. La usaron los obreros para dirigirse a sus santos patronos solicitándoles bendiciones que mejoraran sus condiciones de trabajo. La usaron los campesinos, como en el caso del Distrito de Tolimán, para unirse al festejo patrio de la Independencia. La usaron las asociaciones mutualistas en sus reuniones sociales y laborales. La usaron los particulares para dirigirse a los seres queridos ya fueran familiares, amigos o gobernantes. La usaron los enamorados y pretendientes en forma de dedicatorias, los jóvenes y señoritas de sociedad, como solía llamárseles. La usaron los religiosos para promover la fe católica. La usaron los fieles para alabar a la Virgen, incluso aunque no fueran poetas. La usaron, como objeto para adornar las calles, los faroles, y las ventanas de las casas; y de seguro poco tenía la poesía para competir contra los papeles de colores, o las flores de papel o naturales que también servían de ornato; sin embargo, su valor no residía en el papel en el que estaban escritos los poemas, sino en su contenido: el poema en sí, una vez más se convertía en medio para expresar sentimientos e ideas de los queretanos. En fin, la poesía era de todos los que la valoraban y hacían suya, y desde la que no pocas veces se asumían.

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Creemos que la poesía fue importante porque les permitió a los queretanos hablar de la vida y la muerte; del trabajo y del esparcimiento; de Dios y del hombre; de la ciudad y de la naturaleza; de la niñez, la juventud y la vejez; del hombre y de la mujer; de lo cotidiano y de lo extraordinario; de lo interesante y de lo reflexivo; de religión y de política; de la tradición y del progreso; de la iglesia católica y del gobierno; del amor y del desamor; del pasado y del presente, de la escuela y las ilusiones, de la risa, la sátira y la muerte. Con todo esto podemos decir que si la poesía era aceptada y fomentada por los queretanos, era porque había escritores, lectores y escuchadores de poesía. Si no fuera así, ¿cómo comprender que fuera llevada por estratos sociales tan diferentes a diversos lugares, y siempre como un elemento distintivo de comunicación? ¿Por qué había más poetas hombres que poetas mujeres? La poesía era del pueblo porque la hacía suya en la cotidianidad de los diferentes imaginarios sociales. Sin embargo, llama la atención la diferencia entre el número de poetas masculinos con respecto al de poetas femeninos. El primero es mucho mayor que el segundo. Pero es necesario no apresurar juicios y tomar en cuenta varios factores: Primero. La preparación académica y participación social de la mujer fue pobre en cantidad respecto a la de los hombres durante el siglo xix y principios del xx, por lo que hubiera sido difícil que en la poesía aparecieran muchas mujeres poetas. Segundo. El que no haya existido una sola mujer en el primer período, de 1800 a 1824, no indica que haya sido nula la participación de las mujeres en las reuniones literarias, un ejemplo de ello es Josefa Ortiz de Domínguez, quien lo hacía activamente en las reuniones de conspiración en contra del gobierno virreinal, en las que también se llevaban a cabo las literarias (se hacían llamar Los Apatistas, con el fin de mostrar apatía hacia lo político, disimulando practicar solamente lo literario). Sin embargo, llama la atención que no hayamos encontrado ningún poema escrito por una mujer durante este período. Tercero. A diferencia del primer período, en el segundo, de 1825 a 1866, encontramos a una mujer, y aunque su participación no eleva mucho que digamos el número, sí nos indica que había cierta aceptación entre los habitantes de la ciudad por las mujeres poetas. Cuarto. En el segundo período descendió el número de poetas, de 31 a 28 (contando hombres y mujeres), lo cual muestra que se mantuvo casi igual el interés por la poesía que en el período anterior, ya que no fue muy grande la diferencia. Quinto. En el último período, de 1867 a 1911, hay varias mujeres, y aunque siguen siendo pocas (19) en comparación con los hombres (131), el que se haya incrementado el número de manera tan drástica, nos indica que la mujer de la ciudad de Querétaro participaba cada vez más en la cultura, al menos en la literatura, a finales del siglo xix y principios del xx. Sexto. Firmar los poemas con anagramas o con iniciales, era una moda francesa de la época. Al respecto, creemos que algunos de los poetas que firmaron con iniciales, como el caso de D. M., en 1872, son mujeres. Probablemente no se atrevieron a escribir su nombre por miedo a las habladurías. Al respecto, considérese el caso de la poeta que firmaba como Juana Risas. ¿Se llamaba en realidad Juana, o era una forma de decir a los lectores que podía ser cualquiera? (Lo de Risas probablemente se debió a que escribía poemas humorísticos, aun-

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que irónicos y críticos). Ahora bien, la base para creer que son mujeres quienes firmaron con iniciales es que en las letras de algunos poemas hay indicios de que lo eran (se refieren al amado); pero como no tenemos forma de demostrarlo a cabalidad (pues pudieron haber sido poetas varones con tendencias homosexuales), nos quedamos con la duda. Séptimo. Los poemas de las poetas queretanas, aunque pocos (en comparación con los de los hombres), nos dicen mucho de la forma en que veían su mundo. Nos hablan de sus ilusiones y desilusiones, de sus triunfos y problemas, de sus necesidades e incluso de la difícil situación por la que pasaban al tener que usar algunas prendas de vestir totalmente incómodas, como el bullarengue1 y el corsé,2 que asfixiaban a las mujeres de la época. Juana Risas, como mujer, protesta y los maldice de manera poética. Nótese la ironía y el humor con que lo hace. EL BULLARENGUE Y EL CORCÉ [sic] Juana Risas Muebles de invención extraña Para mofar a la gente, Para los cuerpos de caña, Pareja que al mundo engaña De una manera evidente. Corcé maligno y burlón, Tormento de la cintura, De los talles de colchón; Gastadero de cordón; Prensa de horrible apretura. Arbitrio de jorobadas, Del ombligo matadero, Tú haces sudar a las criadas, Cuyas fuerzas ya gastadas, Piden auxilio al cochero. Huyen de ti las ballenas Porque sus barbas te pones, Causas a los sastres penas; A los maridos condenas. Te aborrecen los pulmones. Los malditos mercaderes, Por ti encarecen el brin; Plaga en las costillas eres, Y por ti muchas mujeres Espichan3 con triste fin: Por ti en desdichado día, Con pepa no me casé, Porque yo te aborrecía; Y ella a mí te prefería Yo te maldigo, corcé Y tú bullarengue ampón, Gastador de ropa vieja: Tragadero de almidón; Lavanderas a montón Contra ti han formado queja. Ya por ti nadie remienda: Las sábanas aniquilas; Y si hay enfermo, a la tienda,

1. Falda que resalta las nalgas, el trasero. 2. Corsé, del francés corset, prenda de ropa interior armada con “ballenas” (tiras córneas y elásticas del cetáceo), usada por las mujeres para ceñirse el cuerpo desde debajo del pecho hasta las caderas. 3. Fallecen.

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Que no hay de qué hacer la venda Ni de dónde sacar hilas. Los cuerpos más espigados, Por ti parecen toneles; Y en la Iglesia, en los estrados, Haces ruido a todos lados Como bulla de papeles. Por ti no hay sofá bastante Donde quepan las señoras, Y con tu ruido incesante, No hay gato que no se espante, Y a los perritos azoras. Los amantes desdichados Cuando ascienden a maridos, En vez de talles torneados, Por ti se ven atacados De esqueletos carcomidos. Por ti en murmurónas risas, Se ven de las hechiceras Que al pararse andan remisas, La espalda y las nalgas lisas, Y muy anchas las caderas. Tu causas dos mil afanes Si se revienta el cordón; Y casi ya no hay zaguanes Que no sepan tus desmanes Ni que ignoren tu misión. Eres el engaño andando; Eres aumento de flojas, Que a la alcachofa imitando, Si la vamos desnudando Todas se nos vuelven hojas Tú con la pompa insultante, Burlas al pobre poeta Que canta un talle elegante, Y es una momia ambulante O una triste cuchufleta.4 Mal hayas, trapo burlón: Te maldigo bullarengue; Ya llegará la ocasión De tu muerte y destrucción, Y que en tu ruina me vengue.

No cabe duda que Juana Risas era, además de poeta irónica, una aguda observadora de los problemas que ocasionaba este tipo de vestido de su época, específicamente en lo que se refiere al bullarengue y al corsé; problemas que —como ella misma dice— los tenían tanto las mujeres (por usarlos) como los hombres (al verse “atacados” cuando ya eran casados). Hoy, desde la óptica que nos da la distancia en el tiempo, vemos a esos vestidos elegantes como sinónimo de distinción, refinamiento y clase social alta; pero Juana Risas, que los vio y tal vez los usó en su momento, los ve con los ojos contemporáneos de quien los padece o ve padecer. Su inconformidad y crítica la expresa por medio de la poesía. Como se puede observar, no importaba tanto si el poema era o no bien logrado como artificio lingüístico, sino como elemento que permitiera denunciar una situación incómoda o un caso particular. A continuación mostramos los resultados finales respecto al número de poetas encontrados en los tres períodos. 4. Broma, burla, chanza.

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Concentrado total de mujeres y hombres poetas Etapa 1800 a 1824 1825 a 1866 1867 a 1911 Total

Mujeres poetas

Hombres poetas

No sabemos su sexo

Total

0 1 19 20

30 22 131 183

1 5 14 20

31 28 164 223

Los datos finales, de un total de 223 poetas queretanos de 1800 a 1911, arrojan los siguientes datos: poetas hombres: 183 (82%), poetas mujeres: 20 (8.9%), Desconocemos su sexo: 20 (8.9%). Veamos ahora una tabla en la que se aprecian los años en que sabemos que publicaron poesía las mujeres queretanas. Nótense dos cosas: primero, que hay mujeres que publican en más de un año (Atala Iragorri, Julia, María Ángela Solórzano); y segundo, que sobresale la década de los ochenta, lo cual corresponde al decrecimiento de la publicación de poesía a finales del Porfiriato.

Años en que publicaron las poetas mujeres de 1850 a 1911 No. Nombre Prog. 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Años Años Años Años Años De 1900 50 60 70 80 90 a 1911

Anónima X Atala Iragorri X Brígida Frías X Catalina Jáuregui de Loyola X D. M. X Juana Risas X Julia X X La libertad X Luisa Godoy X Luz América María X María Ángela Solórzano X X María Jesús de la Concha X María Virginia de la Llata X Mateana Murguía de Aveleyra Micaela Hernández X Néstora Téllez X Porfiria Ballesteros Rosa Magnolia X Señorita Corona X Total 1 1 5 9 3

X

X

X

X

4

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Los pseudónimos que usaban No todos los poetas “firmaban” sus poemas con sus verdaderos nombres. Algunos, usaban pseudónimos; otros, anagramas. Veamos. Concentrado final de poetas y sus pseudónimos, anagramas o iniciales No. Prog.

Nombre

Pseudónimo

01 02 03 04 05

Alejo Altamirano y Rojas Benito Reynoso Carlos Siurob Eduardo Altamirano Hilarión Frías y Soto

06 07

Juan B. Delgado Juan María Wenceslao Sánchez de la Barquera y Morales

08

Juan Nepomuceno Mier y Altamirano Luis A. Olvera Manuel Altamirano Manuel Caballero Uriel J. de Samaniego

Mariano J. Leal Simón Lereu Luis Boscarro E. Mar Safir, Feva Irisarri, El Portero del Liceo Hidalgo, X. X., * (un asterisco), ** (dos asteriscos ) Alicandro Epirótico Zagal Quebrara, Proyectista bullicioso, El Filósofo B., Un Español Americano, Junamair, Walecson Barueq, Arbueraq, El caballero Arbueraq, Barueq, [las iniciales] J. M. W. B., J. W. B., [en distintas combinaciones, o sólo la letra] D Maromani Altieri, [o las iniciales] J. N. M. A. Saulo Liveri [o Laveri] Lotaire Numa Laman El Repórter Miguel de Blana

09 10 11 12

Cabe aclarar que encontramos poetas que firmaban con pseudónimos o anagramas, y que, a pesar de ello, no los incluimos en la tabla anterior. Esto se debe a que siempre los encontramos así: con pseudónimos, por lo que desconocemos sus verdaderos nombres. A continuación los anotamos: Chisco, Crisantemo, El Eco, El poeta Chirle, Fra Diavolo, Glauco, Hartzembusch, Henry d´Effiat, Juana Risas, La libertad, Luigi, Luz América, Malek Adel, Rufo Calabaza, Spiro Spero, Tibulo, Un ocioso, y Zemmgano. Los temas sobre los que más se escribió Es común leer que los queretanos del siglo xix, estaban más preocupados y ocupados por cuestiones religiosas que por otras cosas. Incluso se llegó a afirmar que vivían en una ciudad “levítica”. Lo cual, como se puede apreciar en sus intereses literarios, no es exacto. Fueron 26 los temas que escribieron los poetas que encontramos (223). Ahora bien, la mayoría de los poetas estaban más interesados en otros temas, sobre todo el amor, 60 poetas, lo que representa el 26.9%; y las dedicatorias: 58 poetas, lo que representa el 26%. Compárense estos resultados con el tema de la religión, el cual fue abordado directamente por 23 poetas, lo que representa el 10.31%. La religión no aparece como principal tema en ninguno de los períodos estudiados. Aunque, debemos reconocer, que fue el molde desde el cual vieron y quisieron ver la realidad que construían los poetas queretanos. Es decir, abordaban la mayoría de las veces los temas a partir de una moral católica y con-

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servadora. Veamos a continuación la tabla en la que concentramos los datos obtenidos al respecto. Concentrado final de temas tratados en los poemas Escritos por queretanos de 1800 a 1911 Tema De 1800 De 1825 De 1867 a 1824 A 1866 a 1911 Amor 0 8 52 Campo 0 0 4 Ciencia 0 0 1 Cólera morbus de 1850 0 2 0 Crítica social 0 1 0 Decadentismo 0 0 1 Dedicatoria 6 8 44 Educación 1 0 0 Familiar 0 0 13 Histórico 0 0 2 Humorístico 0 3 7 Independencia 0 2 0 Madre 0 1 0 México 0 1 0 Muerte 0 2 0 Naturaleza 1 3 4 Navidad 0 0 3 Niñez 0 1 0 Patriótico 0 1 33 Política 12 4 0 Progreso 0 1 28 Querétaro 0 2 20 Reflexivo 0 2 33 Religión 7 6 10 Sátira 0 3 3 Traducción 0 1 6

Total

Porcentaje

60 4 1 2 1 1 58 1 13 2 10 2 1 1 2 8 3 1 34 16 29 22 35 23 6 7

26.9% 1.7% 0.44% 0.89% 0.44% 0.44% 26% 0.44% 5.8% 0.89% 4.48% 0.89% 0.44% 0.44% 0.89% 3.58% 1.34% 0.44% 15.24% 7.17% 13% 9.86% 15.69% 10.31% 2.69% 3.13%

Otros temas que rebasan el tema religioso son el reflexivo con 35, lo cual equivale a 15.69%; el patriótico con 34 lo cual equivale a 15.24%; y el progreso, 29, lo cual equivale a 13%. Sólo alcanza a rebasar al tema de Querétaro que tiene 22 poetas, lo cual equivale a 9.86%. Esto nos muestra que los poetas queretanos no estaban tan preocupados por escribir acerca de la religión ex profeso. Ahora bien, entre los temas que menos se abordaron en las publicaciones, llama particular atención el de la ciencia, con un solo poeta, lo que representa el 0.44%, ya que no es similar al de progreso, con el 13%. ¿Cómo concebían el progreso los poetas queretanos del siglo xix y principios del xx? Otro tema que fue abordado por muy pocos poetas queretanos es el de la educación, que aunado al de ciencia, nos permite preguntamos: ¿cómo hablar del progreso soslayando a la ciencia y a la educación? Al respecto llama la atención que el número de poetas que escribieron crece significativamente cuando se trata de publicaciones escolares, que se imprimían con motivo de premia-

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ciones de fin de cursos. Sin embargo, el estado, a través de sus publicaciones oficiales en diferentes épocas, casi no incluyó poemas con este tema. Creemos que ello se debe a que los poetas escribían poco sobre educación, a no ser que fuera por un motivo especial, como el aniversario de algún maestro o la premiación en algún plantel escolar. Ahora bien, a partir de observar y tomar en cuenta los temas que abordaron los poetas queretanos del siglo xix y principios del xx, podemos conocer más del imaginario social que construían a través de la literatura, específicamente de la poesía. Ella, nos permite ver su realidad, de un modo diferente a los discursos oficiales, o al de los cronistas de la época que las más de las veces prestaban su pluma para halagar con lisonjas a los gobernantes en turno. Un poema que puede servir de ejemplo sobre la visión social del poeta es el que a continuación presentamos. LA ARRANQUERA5 Rufo Calabaza Hay una peste temida Aun más que el cólera morbo, Y es la arranquera homicida. El que es pobre en esta vida, Es un zoquete, un estorbo, Una máquina ambulante, Una fuente de lamentos, Un entre hombre y elefante, Un libro abierto y gigante Lleno de drogas y cuentos. ¡Ay! Los hombres sin dinero, Que por desgracia son muchos, Que hierven como hormiguero, Valen aún menos que cero; Son los peores avechuchos. Al pobre no es concedido Saludar a un caballero, Que piensa ser invadido Con el préstamo temido, Y pone cara de cuero. Para el pobre no hay paseos, Ni espléndidas diversiones, Ni toros, ni coliseos, Todo se vuelve deseos, Y ojos tristes y saltones. Sólo puede pasear Del pueblo en los derredores, Y si al centro quiere entrar, Fuerza es que se ha de encontrar En concurso de acreedores. Y a los bailes ¿a qué van Esas tristes sanguijuelas? Si una comisión les dan, Es la de abrir el zaguán, O despabilar las velas. Cuando hacer quieren hacer visitas Los reciben por costumbre, Por dar gusto a las chiquitas, Y tener las señoritas A quien pedirle la lumbre.

5. Expresión coloquial para referirse a la pobreza.

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El pobre siempre es malcriado, El pobre nunca es gracioso, De todo el mundo es el criado, Y enfermizo, y atontado, Y chocante y apestoso. Los pobres no se enamoran Porque ¿para qué los quieren? Desprecios sólo atesoran: Con la cárcel los azoran, Y hasta por pobres se mueren. Es la arranquera una plaga Mayor que las de Egipto: Es fiera que al mundo amarga, Que todo cuanto hay se traga; El ser pobre es ya un delito; Y por milagro se tiene Que el pobre no ande al revés: Toda la ropa le viene, Y la duda se sostiene De por qué marcha en dos pies. Contra la triste arranquera No hay elixir ni consuelo, Son los pobres de manera, Que, si Dios no los quisiera, Por pobres no iban al cielo.

Tenía poco que acababa de pasar el problema del cólera morbus en Querétaro (1850); sin embargo, la difícil situación económica que vivía la población no le impidió al poeta tratar el tema de la arranquera, diciendo que era mayor que el mismo cólera (al fin de cuentas aquél era pasajero; en cambio, la pobreza parecía haber echado raíces). Lo característico del poema es la sátira y crítica que hace el autor de un problema social. Denuncia una situación, soslayada la mayoría de las veces por los historiadores. Pues cuando hablan de la pobreza, lo hacen casi siempre desde la abstracción y el estereotipo de la época; sin embargo, Rufo Calabaza logra narrar las situaciones específicas por las que pasaban los pobres de la ciudad de Querétaro a mediados del siglo xix. Con ello podemos crear imágenes que nos permiten comprender mejor lo que sucedía al respecto. Cuánta razón tienen quienes han afirmado que para conocer la historia de un pueblo debemos acudir también a sus textos literarios o artísticos, además de los historiográficos. El lenguaje que usaron los poetas queretanos El lenguaje poético nos permite comprender parte de la historia estudiada. Es la criba desde la cual se refinaron los ideales de la época. No se trataba solamente de depurar el lenguaje, a partir de estilizados versos medidos, o rimbombantes imágenes construidas con lugares comunes sino de crear ora al sujeto, ora al objeto, a partir de nombrarlos e idealizarlos por medio de la palabra. Es interesante observar, por ejemplo, que cuando se trataba de ser irónico se hacía por medio de insultos “permitidos”, de diatribas poéticas que no llegaban a exageraciones execrables y repudiadas socialmente, pero que, aún así, hacían mella en los ofendidos; prueba de ello son las contestaciones que hacían a los ataques verbales, los cuales, por cierto, lo hacían también con escritos poéticos. En el caso de los que no eran propiamente poetas, sino más bien versificadores, hay que tomar en cuenta que prefirieron usar el verso, la rima, como medio para halagar o defenestrar. No les fue suficiente la narrativa, la descrip-

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ción. La poesía competía más como un medio discursivo, que como una forma estética de abordar y construir la realidad desde la literatura. Respecto a las influencias poéticas que pudieron recibir de Europa o de la capital de nuestro país, es notorio que en la mayoría fue el romanticismo y el gongorismo los que más influyeron en los poetas queretanos estudiados; sin embargo, creemos que aunque utilizaron recursos como la comparación con seres mitológicos griegos o romanos, o bien la exaltación que se hacía de la belleza de las queretanas a partir de compararlas con las españolas, fue abordado desde una óptica regional, pues la religión, la moral, el progreso, la tradición y el conservadurismo moldearon el pensamiento poético de estos poetas. Lo que importaba en el lenguaje poético, al final de cuentas, no era el lenguaje en sí, sino éste como medio para transmitir y difundir ideas. Un ejemplo de ello es el siguiente. A LA NIÑEZ6 Atala Iragorri En el Océano, los navegantes Tiene temores De naufragar: Pero se trocan en alborozo, Cuando la playa Pueden pisar. Así los niños, cuando el examen Se les anuncia, Dales pavor; Más ya que pasa, juegan y brincan Con su caballo, Con su tambor. Las pequeñuelas muy satisfechas, Sus vacaciones Miran correr: Y sus muñecas de porcelana Les proporcionan Dulce placer. Si los marinos después del riesgo En que se encuentran En alta mar, Entre las brisas llegan al puerto, Bajan ansiosos, Van a su hogar. También la tierna niñez, luchando Con las lecciones, Su ayer pasó, Y en el presente viene gustosa Por los laureles Que conquistó. Hoy el Gobierno le ofrece premios, Y siempre amante De la instrucción, Con sus medallas, con sus diplomas, Les recompensa Su aplicación. Con faz risueña y agradecida Al magistrado, Llega esta vez, Y de sus manos toma los lauros 6. Poema leído en la velada literaria que tuvo lugar en el Teatro Iturbide, hoy Teatro de la República, el 23 de octubre de 1894.

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Para tus sienes, Bella niñez. Vuelve a las aulas tú que te llamas, La predilecta Del Hacedor; Con tus maestros sigue avanzando, Busca tus libros Con grande amor. Ellos transmiten todas las ciencias, Con ellos labras Tu porvenir; Si te alimentas con los estudios, Serás dichosa, Sabrás vivir. No los desprecies, no los olvides Para que formen Tu corazón: Porque con ellos tendrás virtudes, Tendrás el todo: ¡La ilustración!

Disminución de poemas en los programas del gobierno a finales de la administración porfirista y aumento por parte de la sociedad civil Durante los años que duró el Porfiriato disminuyó el “uso” de poemas por el gobierno. Cada vez fueron menos los que se incluyeron en sus programas. El periódico oficial del gobierno La Sombra de Arteaga, no quedó al margen de esta situación. Veamos el número de poemas que se publicaron de 18677 a 1911.

1867 1 1879 1 1891 16 1903 5

1868 2 1880 1 1892 8 1904 2

1869 2 1881 1 1893 3 1905 0

1870 5 1882 1 1894 7 1906 2

1871 1 1883 0 1895 3 1907 1

1872 2 1884 2 1896 0 1908 0

1873 9 1885 1 1897 1 1909 0

1874 6 1886 4 1898 0 1910 2

1875 1876 1877 1878 3 4 6 7 1887 1888 1889 1890 5 8 7 6 1899 1900 1901 1902 1 1 0 1 1911 0

Como se puede apreciar, en la década de los años sesenta, sólo cinco poetas queretanos publicaron (claro, no es comparativo con las siguientes décadas, pues en ésta sólo se tomaron tres años); en la década de los años setenta, fueron 44; en la década de los años ochenta, fueron 30; en la década de los noventa, fueron 42; y, en la primera década del siglo xx, incluyendo el año 1911, sólo se publicaron 14. Esto nos muestra varias cosas: Primero, que hubo años en que no se publicaron a poetas queretanos ni tampoco poemas en La Sombra de Arteaga (1883, 1896, 1898, 1901, 1905, 1908, 1909 y 1911); de los cuales más de la mitad corresponde a la década de los noventa, y todos al gobierno porfirista. No sabemos por qué, pues no hay relación entre que haya sido o no un poeta el redactor de La Sombra de Arteaga. Veamos: el año en que se publicó más poesía, 1891, el redactor era el poeta Hipólito Alberto Vieytez, que fungió en dicho cargo de 1875 a 1876; de 1879 a 1886; y de 1886 a 1893; sin embargo, vemos que en los años 1883 y 1901, en los que no se

7. Empieza a partir de 1867 porque en ese año inició la publicación del periódico La Sombra de Arteaga, órgano oficial del gobierno republicano; después de la caída del gobierno de Maximiliano de Habsburgo.

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ESTUDIO

Concentrado total de academias literarias No. Prog. 01 02 03

04 05 06

07

08 09 10 11 12 13

Academias literarias en la ciudad de Querétaro, de 1800 a 1911

Año

1808 y 1810 Los Apatistas 1869 Sociedad Literaria Había varias sociedades literarias en la ciudad, pero se desconocen tanto sus nombres como el núme1869 ro de ellas 1869 y 1870 Sociedad Literaria La Tempestad Sociedad de la Juventud 1870 Progresista de Querétaro Sociedad La Esperanza También llamada Sociedad de De 1875 a 1892 Artesanos La Esperanza Sociedad Científico Literaria Queretana o Sociedad queretana de ciencias, bellas letras y beneficencia [también llamada Sociedad 1875 y 1877 Científico Queretana] Sociedad del Marqués del Villar 1881 del Águila 1884 La Lira Queretana Sociedad Científica y Literaria 1893 Cuauhtémoc 1890 Sociedad Literaria Revilla Charlas literarias Sociedad científico-literaria La Pluma

Periódico de difusión de la sociedad

El Porvenir

El Pensamiento

La Lira Queretana

El Pensamiento Literario

1894 1894

La Pluma

publicó a ningún poeta, él también fue el redactor. ¿Cómo explicar ese contraste? De hecho, en los años en que no se publicó poesía, los redactores eran poetas: En 1883, Hipólito Alberto Vieytez; en 1896, Luciano Frías y Soto; en 1898, 1901, 1905, 1908 y 1909, José María Carrillo; y, en 1911, Alejo Altamirano. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se publicó poesía si los redactores eran poetas? Cabe mencionar que de los 26 redactores que tuvo La Sombra de Arteaga de 1867 a 1911, 11 fueron poetas, y 15 no. Los poetas, además de los ya mencionados son: Hilarión Frías y Soto, Juan Muñoz Silva, Vicente Fuentes, Vicente Ramírez, Luis Sánchez Verín, Celestino Díaz y Eleuterio Frías y Soto. Segundo, que la década de los setenta, con cuarenta y cuatro poetas, y la de los noventa, con cuarenta y dos, son las más parecidas en resultados; sin embargo, la de los noventa tiene más altibajos y si logra llegar a esa cifra, se debe a la gran cantidad de poetas a los que se publicó en el año de 1891. Tercero, que si bien fueron pocos los poetas publicados en los años en que los redactores no fueron poetas: I. Piña (1868-1869); Antonio R. Fuentes (1869); M. Lauro Rocha (1869); R. Jáuregui (1869); P. Castañeda y Bustamante (1871-1872); J. Martínez Ortega (1871); A. R. Daoiz (1872-1873); Juan B. Alcocer (1875); José Isla

revista de la facultad de filosofía y letras

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(1876); Juan M. Díaz Barreiro (1876); Francisco Valdés (1877); El procurador del Estado [sic] (1878); Refugio Esquivel y Frías (1886), exceptuándose el año 1873, año en el que fue más numerosa la publicación de poseía, no hubo ausencia de poesía en el periódico. Ahora bien, aunque el gobierno disminuía el uso de poemas en sus eventos, la sociedad civil fortaleció la poesía como parte de su cotidianidad. Al parecer, la población se resistió a dejar de usar el poema como medio de comunicación. Veamos al respecto la siguiente tabla en la que se puede apreciar que había academias literarias desde el año de 1808; pero que es a finales del siglo cuando éstas aumentan considerablemente. Creemos que el motivo obedece a que fueron promovidas por las sociedades mutualistas formadas por la sociedad civil, las que incluían poemas en sus actos particulares, y en las páginas de sus publicaciones. Conclusión El desarrollo de la poesía estuvo relacionado con los procesos históricos que se vivían en cada época. Los temas, las maneras de abordarlos, las personas a quienes les escribieron o dedicaron los poemas, así como los lugares en donde publicaban nos han permitido comprender que la literatura, en este caso la poesía, fue parte del imaginario social que se construyó en el Querétaro decimonónico y el de principios del siglo xx. Querer comprender la historia de un pueblo, de una ciudad, de sus habitantes, a partir de elucubraciones maniqueas y totalitarias obstruye la posibilidad de observar los actores que viven y aportan en cada época. Probablemente interese poco saber quién era cada uno de esos poetas; sin embargo, es importante e interesante saber lo que pensaban, lo que decían, o cómo lo decían. Todo ello nos permite ver la historia con los ojos de los que vivieron y murieron en la época estudiada, pero sobre todo, nos permite no generalizar en conclusiones historiográficas, sino atender las particularidades y las excepciones. Hemos analizado la poesía en la ciudad de Querétaro en tres etapas. En ellas se puede observar un considerable crecimiento en cuanto a su uso por parte de la sociedad y sus diferentes colectivos imaginarios. Sin embargo, en la tercera etapa, durante el Porfiriato, disminuyó con respecto a los años inmediatos anteriores. Como vimos en el apartado anterior, el interés por la poesía estaba en franca decadencia por parte de las autoridades gubernamentales a finales del siglo xix y principios del xx. Pero ello no significa que lo estuviera de manera general, ya que hubo varias sociedades literarias que fueron fundadas por la sociedad queretana, a finales del siglo xix; además, los periódicos y revistas independientes, aún cuando no eran literarios, siguieron incluyendo en sus páginas poemas de autores queretanos. Esto nos indica que la poesía siguió siendo escrita, leída, discutida y promovida —sobre todo— por la sociedad civil, a pesar del soslayo que sufrió en algunos años por parte del gobierno. Índice de contenido de la investigación: De 1800 a 1824: Primeros años; Apoyo de los queretanos a Fernando vii en 1808; La academia literaria Los Apatistas; De 1809 a 1820; Jura a la Constitución de Cádiz en 1820; De 1821 a 1824; Resultados finales de este período. De 1825 a 1866: Publicaciones queretanas de 1825 a 1866; ¿Qué es la poesía?; Nanas que se cantaban en Querétaro en 1828; La niñez en la poesía; La sociedad civil y la poesía; Poemas sobre actividades sociales; Los gremios y la poesía; El

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ESTUDIO

concepto de mujer; La dedicatoria como pretexto para hacer poemas; Poemas y desconcierto; El amor al terruño; La religión y la poesía; El neceser de las señoritas; Ironía y humor en la poesía; El cólera morbus de 1850 y la poesía; La política en la poesía; La patria y la poesía; La reflexión como elemento poético; La muerte y la poesía; Resultados finales de este período. De 1867 a 1911: Publicaciones queretanas de 1867 a 1911; Importancia de la poesía; Sociedades literarias y mutualistas; Exposición industrial de Querétaro, 1882; Convocatorias; El parnasillo y El heraldo de navidad; El hogar, la familia; La niñez y la juventud; La mujer como concepto y estereotipo; El amor idealizado; Los queretanos en la poesía; A Querétaro; Conservadores por tradición; La religión en la poesía; Los héroes y la patria; Maximiliano de Habsburgo; El trabajo; La ciencia y el progreso; Sigue la ironía y el humor en la poesía; Diversiones y orden; La muerte como tema poético; La reflexión en la poesía: Dedicatorias; Resultados finales de este período. Anexo. Datos biográficos de la mayoría de los 223 poetas estudiados.

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Se utilizaron fuentes primarias de diferentes lugares: Archivo Histórico del Estado de Querétaro, Archivo Histórico del Municipio de Querétaro, Biblioteca del H. Congreso del Estado de Querétaro Arteaga, Biblioteca Conventual del Museo Regional de Querétaro, biblioteca particular del Mtro. Modesto Cervantes Sistos, Coordinador de Extensión Académica y Diplomados de la Facultad de Filosofía, y Custodio de la Sala del Tesoro de la Universidad Autónoma de Querétaro, y biblioteca particular del investigador. También se consultaron hojas sueltas, cartas, periódicos, folletos, documentos oficiales, revistas y libros de la época estudiada.

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