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FONDO DE POBLACION DE LAS NACIONES UNIDAS
LA TRANSICION DEMOGRAFICA DE HONDURAS Ms. Manuel Antonio Flores Fonseca Consultor
Tegucigalpa, Honduras, julio 2007 1
--------------------------------------------------------------Este trabajo fue elaborado por Manuel Antonio Flores Fonseca, consultor en demografía. Los criterios vertidos en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente pueden coincidir con los de la institución que patrocina este trabajo. Copyright Tegucigalpa, julio del 2007.
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ÍNDICE Página I.
Introducción.
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II.
La Transición Demográfica.
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III.
La Transición Demográfica en América Latina.
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IV.
La Transición Demográfica en Honduras.
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V.
La Transición de la Estructura por Edades de la población.
22
VI.
Ventana Demográfica de Oportunidades, Bono o Dividendo Demográfico.
36
VII.
Medidas de Política para aprovechar la Ventana Demográfica, Bono o Dividendo Demográfico.
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VIII.
Bibliografía.
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IX.
Anexos.
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I. Introducción. El mundo vive un proceso de transformación demográfica llamado ―Transición Demográfica‖ que explica a través de su teoría el descenso de la mortalidad y de la fecundidad como resultado de la industrialización y la modernización. El proceso de transición demográfica significa el cambio de altas tasas de mortalidad y de fecundidad a bajas tasas de mortalidad y de fecundidad. El descenso de la mortalidad antes que la fecundidad produjo en el mundo la manifestación del crecimiento acelerado de la población, con las repercusiones significativas principalmente en los países en desarrollo. A este fenómeno es que la opinión mundial prestó atención y llevó al debate internacional la discusión del crecimiento demográfico, donde sobresalen opiniones en su favor, en contra y los que abarcan las dos opciones. Sin embargo, esa atención desmesurada en el crecimiento de la población dejó por lado las transformaciones que se han estado produciendo en la estructura por edades de la población, que se convierte en una transición de la composición de la población y cuyas implicaciones se convierten en asuntos prioritarios de los gobiernos del mundo. En las transformaciones de la estructura por edades en las poblaciones se produce una ventana demográfica de oportunidades - bono o dividendo demográfico cuando las relaciones de dependencia se reducen (población de dependientes entre productivos), y convierten un período de varios años, donde las poblaciones productivas son numerosas y generan mayores ingresos, ahorros que contribuyen al desarrollo económico de las naciones. Pero para que esta ventana demográfica de oportunidades se convierta en beneficios es necesaria una serie de políticas que con anticipación se preparen para su aprovechamiento.
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II. La Transición Demográfica. La tendencia demográfica experimentada a partir de mediados del siglo XVIII por los países hoy desarrollados, estuvo ligada a las transformaciones económicas vinculadas a la industrialización y a los cambios en las condiciones de vida de la población. Este proceso, denominado ―transición demográfica‖, se caracterizó por el pasaje de altos a bajos niveles de la mortalidad primero, y posteriormente de la fecundidad, para así llegar a una nueva fase con niveles bajos en ambas variables. En la etapa pretransicional, de alta mortalidad y fecundidad, las tasas de crecimiento de la población fueron relativamente bajas y en una segunda fase ocurrió un aumento de las mismas por efecto de la disminución de la mortalidad y la permanencia todavía de una alta fecundidad. Luego, con posterioridad al descenso de la mortalidad se produce una caída más pronunciada de la fecundidad y, como consecuencia, una reducción en la tasa de crecimiento de la población1/. Finalmente, se llega a un nuevo equilibrio, ahora con baja mortalidad y fecundidad y también con una baja tasa de crecimiento de la población. La transición demográfica como teoría explicativa del cambio demográfico fue formulada originalmente por Landry en 1909, Warren Thompson continuó con su desarrollo en 1929. Sin embargo, Frank Notestein fue el que acuño el término y expuso la teoría en una forma más acabada2/. El argumento central de la teoría es que el proceso de industrialización y en particular la modernización, provoca una mejora en las condiciones de vida y de salud de la población, con una baja subsecuente de la mortalidad. Este descenso se traduce en presiones demográficas dentro de las familias, ya que con un mismo nivel de fecundidad el número de hijos sobrevivientes aumenta, esto haría que en el mediano plazo las familias reducirían la fecundidad. Conjuntamente la modernización produce un aumento en los costos de los hijos, por el aumento de los costos de la educación que los padres desean de sus hijos y la disminución de beneficios, derivados de la reducción del trabajo infantil y de los seguros sociales a los ancianos. Las familias enfrentan, la disyuntiva de mantener una alta fecundidad o de bajar su fecundidad para mantener o elevar el nivel de vida. Las fuerzas que produjeron la baja de la mortalidad, erosionan los soportes institucionales de la alta fecundidad prevalecientes en sociedades pre-transicionales. Notestein dice que la urbanización tiende a disolver la familia de tipo corporativo, basada en el modo de vida tradicional, sustituyéndola por el creciente individualismo fomentado por las aspiraciones personales que la modernización estimula. Chesnais (1986) arguye que la baja de la fecundidad es un ajuste a las modificaciones estructurales de la economía de la sociedad, producto de un acto consciente de las 1
Chakiel, Juan. La Dinámica Demográfica en América Latina, Serie Población y Desarrollo # 52, Santiago, CELADE, 2004. 2 Welti, Carlos. Demografía I. México, PROLAP, CELADE, IISUNAM, 1977. 5
familias como resultado del cambio de aspiraciones que se producen con la modernización. Landry enfatiza en lo que llama una nueva concepción de la vida que expresa ese vasto movimiento de ―liberalización de los espíritus‖ cercano al actual concepto de secularización. Propone el término de ―racionalización de la vida‖, en todas las facetas: política, familiar, industrial, etc. La teoría de la transición demográfica ha sido blanco de numerosas críticas, entre ellas se arguye que: - No se trata de una teoría, sino de un esquema que describe y organiza la forma de cómo ocurrió la transición de la fecundidad en Europa, que no necesariamente vaya a ser seguido por el mundo. (Guzmán, 1992) dice que ―la teoría como fue formulada es una interpretación de coyunturas críticas que se presentaron en la evolución demográfica, antes que un sistema de relaciones lógicamente coherentes y explícitas que proporcionen una base para elaborar deducciones pertinentes y deducciones de acontecimientos futuros‖. - No consideró a la migración dentro de las relaciones conceptuales. K Davis (1963) y Zelinski (1971) formularon esquemas teóricos donde este componente era explícitamente integrado a los dos restantes (Villa, 1995). Los datos muestran una elevada correlación entre el nivel de modernización e industrialización y la fecundidad en el sentido planteado por la teoría, los países más modernos son los de fecundidad más baja. Sin embargo hay situaciones empíricas que no son comprensibles. El estudio sobre la reducción de la fecundidad en Europa, llevado a cabo por la Oficina de Investigación en Población de Princeton es una de las investigaciones empíricas más importantes de la transición demográfica, estuvo dirigido por Asley Coale. Por ese estudio Coale (1977) intenta reformular la teoría, no cuestiona la esencia de la teoría ni su validez, sino más bien a ciertas modificaciones como mayor valoración de los factores culturales y mejor definición y conceptualización de modernización. Afirma que se debe construir un índice de modernización y propone tres condiciones para que se produzca; la fecundidad baja debe tener aceptación social, debe de traer un beneficio para la familia y no debe haber rechazo social hacia el manejo de la fecundidad. Chesnais (1986) trata de reivindicar la teoría sosteniendo que algunas criticas no son validas, pero muestra las debilidades como; no puede utilizarse para predecir la historia especifica de un país en particular, no dice nada acerca de la función reguladora de las migraciones externas, discreta en el papel de la nupcialidad, parte del equilibrio pre y post transicional, implica una polarización entre modernización y fecundidad y no sobre las variables socioeconómicas. En resumen, la teoría de la transición demográfica fue formulada hace más de 50 años ha mostrado capacidad de resistir las criticas; en primer lugar, sostiene acertadamente que los factores que controlan la mortalidad y la fecundidad son, una mezcla de elementos sociales y económicos. En segundo lugar, abarca a la mortalidad y la fecundidad de manera relacionada en incluso de poder integrar la migración de una forma coherente. En tercer lugar, el elemento descriptivo de los cambios en las tasas 6
brutas de natalidad y mortalidad constituye un tipo ideal respecto del cual puede confrontarse la experiencia histórica de las poblaciones de Occidente y África, Asia y América Latina durante el siglo XX. No existe un ejemplo de descenso de la fecundidad anteceda a la mortalidad. La definición gruesa de la teoría de la disminución de la mortalidad y de la fecundidad describe muy bien el cambio demográfico que ocurre en los países subdesarrollados.
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III. La Transición Demográfica en América Latina. El cambio más relevante de la historia demográfica de América Latina y el Caribe reciente ha sido el acelerado descenso de la fecundidad, en sólo 40 años la región ha pasado de tener índices reproductivos entre los más altos del mundo a niveles por debajo de la media mundial. La baja de la fecundidad fue precedida por la reducción sostenida de la mortalidad, que ya era manifiesta hacia finales de la primera mitad del siglo XX. Este desfase fue la causa del acelerado crecimiento de la población regional entre 1940 y 19703/. El crecimiento acelerado de las primeras décadas provocó que se triplicara la población entre 1950 al 2000, aumentando su representatividad en la población mundial del 7% al 9%. Sin embargo, producto de los descensos sostenidos de la mortalidad y de la fecundidad las tasas de crecimiento demográfico han descendido en la región de un 2.7% en 1950 a 1.5% en la actualidad. A su vez se han producido grandes transformaciones demográficas en la región, una menor mortalidad en la niñez, cambios en las causas de muerte, aumento de la esperanza de vida al nacer, mayor uso de los métodos anticonceptivos y mayor importancia de las migraciones. Todos estos cambios influyen en las principales variables demográficas, que son la base de la transición demográfica y consecuentemente influyen en el crecimiento de la población y en la estructura demográfica. En América Latina con la preparación para la Conferencia de Población y Desarrollo de 1994, el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) división de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), presentó varios trabajos que agruparon a los países de la región según la etapa de la transición demográfica en que se encontraban en el quinquenio 1985-1990. Los países se agruparon en cuatro etapas que es posible identificar en este proceso: a) transición incipiente, cuando la mortalidad y la natalidad son altas; b) transición moderada, cuando la fecundidad todavía es alta pero la mortalidad desciende moderadamente; c) países en plena transición con mortalidad y fecundidad en descenso; y d) transición avanzada cuando ya se alcanzan bajos niveles en ambas variables. En el siguiente esquema se presentan los países agrupados según estas etapas, incorporando, además del quinquenio 1985-1990, el quinquenio 1950-55, para apreciar el cambio histórico, y el quinquenio 1995-2000, para considerar el panorama diez años después. En el quinquenio 1950-55 el 84% de la población de América Latina y El Caribe estaba ubicada en la etapa de transición incipiente y transcurrido treinta años el 78% se ubica en la etapa de transición plena. Entre 1985-2000 la población de la región la mayoría se encuentra en transición plena y avanzada, incluso paso de 14% a 48% en ese período.
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CELADE, Dinámica demográfica y desarrollo en América Latina y el Caribe, Serie Población y Desarrollo # 58, Santiago, CELADE, 2005. 8
De acuerdo a las tasas de natalidad del período 2000-2005 el CELADE presenta una más reciente tipología de los países de la región según la etapa de la transición demográfica4/.
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CELADE, Transición Demográfica. Cambios en la estructura poblacional, Una Pirámide que exige miradas, Temas de Población y Desarrollo # 1, Santiago, CELADE, 2005. 9
Los países en transición incipiente aquellos que exhiben alta natalidad. Actualmente no hay ningún país en la región en esta etapa. En la etapa de transición moderada se encuentran los países de alta natalidad, pero cuya mortalidad ya puede calificarse de moderada, con un crecimiento natural todavía elevado, cercano al 3%. Guatemala es el único país que se encuentra en esta fase. En plena transición están los países con natalidad moderada y mortalidad moderada o baja, lo que determina un crecimiento natural moderado, cercano al 2% (entre 1,7% y 2,5%). En esta fase se encuentran Belice, Bolivia, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guyana Francesa, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela. En la etapa de transición avanzada se ubican los países con natalidad y mortalidad moderada o baja, lo que se traduce en un crecimiento natural bajo, del orden del 1% (entre 0,5% y 1,5%). Están en este grupo las Antillas Holandesas, Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba, Guadalupe, Guyana, Jamaica, Martinica, Puerto Rico, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay.
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IV. La Transición Demográfica de Honduras. 4.1. Tamaño de la población. Hay varias estimaciones sobre la población precolombina que residió en el territorio hondureño, la más acertada de acuerdo a evidencia cultural y ecológica indica que al momento del descubrimiento habían unas 1,396,858 personas, 851,260 en el occidente y centro, 528,970 en el oriente y 16,628 en otras áreas. Sin embargo, producto de la conquista, colonización y enfermedades se produjo un declive catastrófico en la población indígena que significó que al final del período colonial se estimaran solamente 60,000 personas (Newson, Linda, 1992). HONDURAS: POBLACION TOTAL SEGUN CENSO 8000,000 7536,952
7000,000
6076,885
6000,000
población
5000,000
4248,561
4000,000
3000,000 2656,948
2000,000
1884,765
1368,605
1000,000
962,000 543,741 307,289 96,421
0 1750
1800
1850
años 1900
1950
2000
2050
La información censal que incluye desde fines del período colonial al presente en cambio muestra que Honduras ha tenido un crecimiento demográfico lento desde 1791 a 1950, siendo a partir de ese año que se produce un vertiginoso crecimiento acelerado de la población. En el primer recuento censal de 1791 la población no superaba los cien mil habitantes. A inicios del siglo XX los recuentos censales registraron los quinientos mil habitantes y es hasta los años cuarenta que el país supera el millón de personas. Desde los años cincuenta hasta el presente se ha quintuplicado la población empadronada. El recuento censal realizado en 1988 arrojó 4,248,561 personas y en del año 2001 arrojó un total de 6,076,885 personas5/. En el 2007 la proyección oficial del país alcanza los 7,536,952 habitantes. 4.2. Fecundidad. 5
Los datos ajustados por omisión censal de la población hondureña ascienden en el censo de 1988 a 4,614,377 y en el censo del 2001 a 6,535,344 personas. 11
La fecundidad es el componente más importante de la dinámica demográfica hondureña actual, ya que es la variable que esta decidiendo mayormente el tamaño y estructura de la población. Las variables educación, participación económica y el lugar de residencia de las mujeres muestran una clara asociación con los niveles de fecundidad, incluso pueden ser consideradas como factores determinantes de ella. La alta fecundidad de las mujeres hondureñas limita su participación laboral, educativa, social y económica, provocando que la mayoría de su tiempo sea dedicada al trabajo doméstico y cuidado de los niños. Al mismo tiempo cuando tiene acceso a trabajo tiene que dejar a sus hijos solos o al cuidado de familiares, ya que el Estado no suministra suficientes servicios de cuidado infantil y mucho menos que cubran las jornadas de trabajo. La Tasa Bruta de Natalidad (TBN)6/ estimada con datos de la ENDESA 2005-067/ se situaba en 26.7 por mil habitantes. Existen diferencias según el lugar de residencia, en el área urbana la TBN se situaba en 24.3 y en el área rural el valor de este indicador alcanzaba 28.9 por mil habitantes. En la fecundidad otra situación grave es el inicio de la maternidad a edades muy jóvenes (el 21% de las mujeres de 15 a 19 años alguna vez estuvo embarazada), que incide para el abandono de la escuela o colegio, que a la larga dificultad su incorporación en la actividad económica por su escasa preparación, lo que hace que muchas veces la crianza de los niños dependa de los abuelos o familiares.
HONDURAS: TASA GLOBAL DE FECUNDIDAD POR AREA DE RESIDENCIA, 1981 2006 8
7
6.86 6.49
6.48
6.34
6 5.48
5.62
5.6 5.22
5
4.94
TGF
4.47
4.4
4.33
Total
4.1
4
3.92 3.48
TEG/SPS
3.55
3.46
3.3
3.14
3
Otra Urbana
3.07
Rural
2.72 2.4 2
1
0 1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
años
Fuente: ENPA, ENSMI, ENESF, ENDESA
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Número de nacidos vivos por 1000 habitantes en un año. Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2005-06 Informe Preliminar. 12
La Tasa Global de Fecundidad (TGF)8/ estimada en la ENDESA 2005-06 es de 3.3 hijos por mujer, teniendo un descenso significativo al compararla con la estimada en la ENESF-2001 que fue de 4.4 hijos por mujer. Si observamos los resultados de todas las encuestas de epidemiología y afines9/ del país hay un lento descenso de 2.04 hijos en aproximadamente veinte años (1981-2001), sin embargo, en los últimos años el descenso ha significado 1.1 hijos por mujer. La ENDESA 2005-06 estimó las TGF diferenciadas según área de residencia y algunas características socioeconómicas de las mujeres. Para el caso, en el área rural la TGF es de 4.1 hijos por mujer y en el área urbana es de 2.6 hijos por mujer o sea 1.5 hijos menos que el área rural. Ahora bien, los descensos más significativos de este indicador se han producido en las áreas rurales, principalmente en los últimos cinco años. Los departamentos más rurales tienen la TGF más elevadas, tal es el caso de Lempira (5.1), Intibucá (4.8), Olancho (4.2) y Copán (4.0), en cambio los departamentos más urbanizados tienen las TGF más bajas como es el caso de Francisco Morazán (2.6) y Cortés (2.7), y dentro de estos departamentos sus cabeceras que son las ciudades de Tegucigalpa tiene una TGF de 2.4 y San Pedro Sula de 2.5 hijos por mujer. En las mujeres que no tienen ningún nivel de escolaridad la TGF es de 4.9 hijos por mujer, en cambio entre las que han podido alcanzar la educación superior la TGF es de 1.8 hijos por mujer, lo que determina que la educación es una variable intermedia vital en el comportamiento reproductivo de la población, es decir que a mayor educación menor número de hijos. Los mayores porcentajes de adolescentes que son madres o están embarazadas se presentan entre las mujeres sin educación. Unida a la regulación de la fecundidad, el uso de métodos anticonceptivos se convierte en clave vital para determinar el tamaño de la prole en las mujeres. El 65.2% de las mujeres en unión de 15 a 49 años de edad en el momento de la encuesta se encontraba usando algún método de planificación familiar. El uso de anticonceptivos continua siendo mayor en las áreas urbanas (69.9%) que en las áreas rurales (60.8%), en Tegucigalpa el uso actual es de 74.0% y en San Pedro Sula es de 75.0%. En los últimos años ha aumentado el uso de la planificación familiar en las áreas rurales, principalmente en los métodos inyectables. Existen diferenciales de uso según el nivel educativo de las entrevistadas, si tienen educación universitaria el indicador es de 77% y si no tienen ningún nivel de educación es de 55.5%, lo mismo según el quintil de riqueza donde se encuentren, a mayor quintil de riqueza mayor uso actual de la anticoncepción. Los métodos de planificación familiar más usados son los modernos (56.4%) y dentro de ellos los más usados son la esterilización femenina (21.2%), los inyectables (13.8%) y las pastillas (11.3%). Los métodos tradicionales son usados por el 8.9% de las entrevistadas y el 34.8% no usa algún método de planificación familiar actualmente. La demanda total de planificación familiar entre las mujeres en unión se estima en el 82%, 31% para espaciar los nacimientos y 51% para limitarlos. El 17% de las mujeres en unión tienen necesidad insatisfecha de planificación familiar. 4.3. Mortalidad. 8
Promedio de niños que nacerían vivos durante la vida de una mujer (o grupo de mujeres) si todos sus años de reproducción transcurrieran conforme a las tasas de fecundidad por edad de un determinado año. 9 Encuestas Nacionales de Epidemiología y Salud Familiar y afines 1981, 1984, 1987, 1991/92, 1996, 2001; ENDESA 2005-06.
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El hombre cada día adquiere y aplica su conocimiento para lograr reducciones de esta importante variable demográfica, por esta razón el descenso de la mortalidad no admite ninguna controversia, al contrario de la fecundidad. Sin duda el avance de la medicina ha logrado incidir en el ataque de las principales endemias que han azotado a la humanidad, aunque en los países en desarrollo como Honduras todavía siguen presentes enfermedades erradicadas en las sociedades modernas. Aún así en el país se han logrado descensos significativos en los indicadores de la mortalidad. Con la Tasa Bruta de Mortalidad (TBM)10/ se puede evidenciar el mortalidad general. Este indicador en los años cincuenta alcanzaba 22.8 personas por mil habitantes, en el quinquenio 1985-1990 dicho defunciones por mil habitantes y para el quinquenio 2005-2010 llega muertes por mil.
descenso de la valores altos de valor era de 7.1 a niveles de 4.9
La estimación de las estadísticas vitales que se producen en el país tienen su punto débil en no disponer de datos confiables, oportunos en su momento e incompletos, concluyendo en la generación de datos deficientes, al igual que en otros países de la región, llevando esta situación a estimaciones de hechos vitales erradas que no permiten realizar estimaciones directas confiables de algunos indicadores demográficos. Honduras no escapa al drama de la mortalidad materna, lo que automáticamente se convierte en orfandad de recién nacidos. Las estimaciones de la razón de mortalidad durante el embarazo, el parto y el puerperio RMEPP11/ en 1990 reportaba las 221 por cada 100,000 nacidos vivos12/. Un estudio más reciente realizado en 1997 estimó la razón de mortalidad durante el embarazo, parto y puerperio en 147 por cien mil nacidos vivos, teniendo una disminución significativa. Otro indicador estimado es la razón de mortalidad materna RMM13/ que su descenso es notorio de 182 en el año 1990 a 108 por cien mil nacidos vivos en 1997. La tasa de mortalidad materna TMM 14/ mostró un descenso en el período de 0.26 a 0.13 muertes maternas por mil mujeres en edad reproductiva. El SIDA es una de las causas más recientes de mortalidad, se ha estimado que de 1988 a 1999 las muertes por SIDA en nuestro país incrementaron en 1,731 en los hombres y 1,756 en las mujeres, haciendo un incremento total de 4,487 (Informe de Desarrollo Humano, 1999). Inicialmente esta enfermedad tenía prevalencia en los 10
Es el número de defunciones por 1000 habitantes en un determinado año. Es la relación entre el número de muertes de toda mujer durante el embarazo, parto y durante los 42 días siguientes a la finalización del embarazo, independiente de su duración y lugar de ubicación, así como de la causa de la muerte (incluyendo las causas de muerte no relacionadas como los homicidios, suicidios e infecciones como la meningitis, sarampión y otros) y el número de nacidos vivos en el período. Esta definición fue usada como mortalidad materna en IMMER 1990. 12 Castellanos, M. David V. Ochoa, J. Investigación de mortalidad de mujeres en edad reproductiva y materna, IMMER, 1990. 13 Es la relación entre el número de muertes de toda mujer durante el embarazo, parto y durante los 42 días siguientes a la finalización del embarazo, independiente de su duración y lugar del embarazo, por cualquier causa asociada o agravada por el embarazo o su manejo, pero no por causas accidentales o incidentales (sin incluir las causas de muerte no relacionadas como los homicidios, suicidios e infecciones como la meningitis, sarampión y otros) y el número de nacidos vivos en el período. Este concepto es el más aceptado universalmente y mas utilizado en IMMER 1997. 14 Es la relación entre el número de muertes de toda mujer durante el embarazo, parto y durante los 42 días siguientes a la finalización del embarazo, independiente de su duración y lugar del embarazo, por cualquier causa asociada o agravada por el embarazo o su manejo, pero no por causas accidentales o incidentales (sin incluir las causas de muerte no relacionadas como los homicidios, suicidios e infecciones como la meningitis, sarampión y otros) y la población de mujeres en edad fértil (12 a 50 años) estimada para el período. 11
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hombres y en la actualidad hay la tendencia a equipararse con las mujeres, así en 1985, por cada cuatro hombres infectados había una mujer y actualmente la relación es de cuatro hombres por cada tres mujeres, lo cual resulta en orfandad de los niños y en la transmisión durante el período de gestación. Desde 1985 hasta julio del 2005 se han detectado 17,560 casos de SIDA en el país, 5,287 asintomáticos para un total de 22,847 VIH positivos. De los casos de SIDA el 58% era hombres, la mayoría en edades jóvenes (20 – 44 años), heterosexuales, en departamentos con mayor desarrollo donde se ubican las principales ciudades del país15/. Con respecto a la Mortalidad Infantil (TMI)16/, el descenso observado en las tasas desde la década de los sesenta es de los mayores logros obtenidos en la salud pública, con disminuciones desde 140 muertes por mil en 1970 hasta 34.7 muertes por mil, según estimaciones indirectas basadas en datos censales del 2001. Con datos de CELADE se observa los descensos de este indicador desde 1950 al 2050. Aún así los niveles son todavía altos comparados con los países de la región y se precisan grandes esfuerzos para reducirlos. HONDURAS: TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL, 1950-2050 180.0
169.3
153.9
160.0
135.5 140.0 119.0 120.0 103.7 100.0 81.0
tmi 80.0
65.0 53.0 60.0 43.0 35.0 40.0
31.2
27.8
24.6
21.5 18.6
16.6
15.1
20.0
14.2
13.7
13.3
0.0 1950– 1955
1960– 1965
1970– 1975
1980-1985
1990–1995
2000–2005
quinquenios
2010–2015
2020–2025
2030-2035
2040–2045
Las estimaciones de la TMI con datos censales del 2001 mostraron que los departamentos del occidentes del país tienen las tasas más altas del país, tal es el caso de Copán, Lempira, Intibucá y Santa Bárbara. Los departamentos más urbanizados tienen las menores tasas de mortalidad infantil, tal es el caso de Cortés, Francisco Morazán, Islas de la Bahía, Atlántida. Los niveles de la mortalidad infantil estimados con la ENESF-2001 también muestran los diferenciales geográficos y socioeconómicos en donde se encuentra inmersa la problemática de la salud infantil, en el período 1996-2000 con una TMI nacional de 34 por mil, la mortalidad neonatal (0 a 28 días) 19 por mil y la postneonatal (29 días a 11 15
Secretaría de Salud, Departamento ITS/VIH/SIDA. Situación del VIH/SIDA en Honduras. Se refiere al número de defunciones de menores de un año ocurridas en una población durante un año, dividido por el número de nacimientos y multiplicado por mil. 16
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meses) 15 por mil. En las zonas rurales mueren 38 niños de cada mil que nacen vivos, mientras que en las áreas urbanas dicho valor es de 29 por mil. Los hijos de mujeres sin ningún nivel de educación presentan una TMI de 63 por mil contra 18 por mil que tienen los hijos de las mujeres que tienen siete años y más de educación. Estos valores muestran cómo las desigualdades sociales se manifiestan en los niveles de muertes en menores de un año, que a su vez hacen de este indicador uno de los principales de medición socioeconómica a nivel mundial. Otros indicadores de mortalidad importantes son la tasa de mortalidad en la niñez (1 a 4 años) y tasa de mortalidad en menores de 5 años. Con datos censales del 2001 se estima la primera en 8 por mil y la segunda en 42 por mil. Copán, Lempira, Intibucá y La Paz son los departamentos con más elevados valores en estos dos indicadores. La ENESF-2001 estimó para el período 1996- 2000 una tasa de mortalidad en la niñez de 11 por mil, (8 en el área urbana y 13 en el área rural) y una tasa de mortalidad en menores de cinco años de 45 por mil, (36 en el área urbana y 51 en el área rural). Mas recientemente utilizando la historia de nacimientos la ENDESA 2006 estimó las probabilidades de morir como estimaciones de mortalidad infantil y de la niñez. La mortalidad infantil (mortalidad durante el primer año de vida) para el quinquenio 2001-2006 se estimaba en 23 defunciones por mil nacidos vivos, la mortalidad neonatal (durante el primer mes de vida) en 14 muertes y la postneonatal en 9 defunciones por cada mil nacidos vivos. La mortalidad infantil es más elevada en el área rural que en la urbana (33 y 24 muertos por mil nacidos vivos, respectivamente). Las diferencias más importantes se presentan según el nivel de instrucción de las madres, pues de cada mil nacidos vivos a mujeres sin instrucción, 37 hijos mueren antes de cumplir un año, frente a 20 en el caso de hijos de mujeres con instrucción superior. Por departamento de residencia, La Paz, Copán y El Paraíso presentan las tasas más altas de mortalidad infantil (43, 39 y 37 por mil, respectivamente), en comparación con apenas 22 por mil en Cortés y Valle. La medida demográfica que refleja mejor el nivel de la mortalidad del país es la esperanza de vida (e°), este indicador estima con datos censales del 2001 en 70 años, 72 para mujeres y 68 para hombres. Los departamentos con mayor nivel en este indicador son Francisco Morazán, Islas de la Bahía, Comayagua y Cortés. Las ganancias de años en la esperanza de vida de Honduras han sido muy grandes, de valores de 42 años en 1950, aumentaron en diez años a 54 años, llegaron a 64 años en 1990 y en el quinquenio 2005-2010 alcanzan 72.1 años.
16
HONDURAS: ESPERANZA DE VIDA AL NACER, 1950-2050 80 72.1 69.8
73.1
74.0
74.9
75.7
76.5
77.3
78.1
78.6
71.0
67.7
70
65.4 61.6 57.7
60 54.1 51.0 48.0
50
44.6 41.8
40 e°
30
20
10
0 1950– 1955
1960– 1965
1970– 1975
1980-1985
1990–1995
2000–2005
quinquenios
2010–2015
2020–2025
2030-2035
2040–2045
4.4. Migración. La migración es otra de las principales variables demográficas y mide los diferentes movimientos de la población que rebasan una frontera geográfica específica para adoptar residencia. Esta frontera puede ser del lugar poblado donde se nace, del municipio, departamento, región o país. La migración interna mide los desplazamientos dentro de un país y la internacional fuera del país. En la migración interna se han realizado estimaciones a nivel de División Administrativa Mayor (DAM), que es el departamento y a nivel de División Administrativa Menor (DAME), que es el municipio, en el caso de Honduras. En las estimaciones de DAM la proporción de población nativa residente en un departamento diferente al de su nacimiento fue de un continuo aumento entre 1950 y 1974, cambiando esta tendencia al descenso desde ese año. En el 2001 se estima que esta proporción alcanza el 17.2%. Cortés, Francisco Morazán, Colón, Atlántida e Islas de la Bahía presentaron un saldo migratorio positivo mientras que con saldos negativos aparecen los restantes trece departamentos, siendo más notoria esta característica en Choluteca, Santa Bárbara, Copán, Lempira y Valle. La migración interna reciente (1996 – 2001) a nivel de DAM muestra una tendencia a la concentración, aunque en ese período se realizaron desplazamientos entre todos los departamentos, dos de ellos concentraron los mayores desplazamientos y su saldo migratorio es positivo (Cortés y Francisco Morazán) y abismalmente diferente a los otros. A nivel de DAME la migración interna de toda la vida ha aumentado en términos absolutos entre el período 1988 – 2001 en más de un cuarto del millón de personas, sin embargo, en términos relativos ha significado una reducción de un cuatro por ciento (27.5% a 23.3%). Los municipios con mayor número de emigrantes internos de toda la vida son San Pedro Sula y el Distrito Central que albergan a las dos ciudades principales del país (expulsan el 11% de los emigrantes). También son los más atractivos (atraen el 28% de los inmigrantes del país). Los municipios de Choloma y 17
Villanueva se han convertido en los puntos atractivos para la inmigración porque en ellos se concentran muchas industrias maquiladoras. Los principales flujos migratorios de toda la vida que son mayores de dos mil personas hasta el 2001 se produjeron principalmente hacia el Distrito Central, San Pedro Sula y otras ciudades intermedias como Choloma, Villanueva, La Lima, La Ceiba, El Progreso, Puerto Cortés. La intensidad de la migración interna reciente a nivel de DAME ha aumentado en términos absolutos entre las mediciones del período 1988-83 y 2001-96 en más de ochenta mil personas, sin embargo, en términos relativos ha significado una reducción de uno y medio por ciento (13.7% a 12.1%). En ambos períodos los principales flujos migratorios mayores de mil personas se produjeron principalmente hacia el Distrito Central, San Pedro Sula y otras ciudades intermedias como Choloma, Villanueva, La Lima y La Ceiba. En el período 2001-96 específicamente los principales flujos migratorios recientes se produjeron de San Pedro Sula a Choloma, de San Pedro Sula a Villanueva, y del Distrito Central a San Pedro Sula. En el caso de la migración internacional, Honduras no ha sido un país muy atractivo para inmigrar, esto se demuestra porque el porcentaje de extranjeros en el país nunca ha superado el cinco por ciento de la población total. Sus mayores porcentajes fueron alcanzados en las décadas del veinte y treinta y más modernamente en los años sesenta. En el 2001 su porcentaje era muy reducido, y no llegaba ni al uno por ciento. En términos absolutos la franja de extranjeros se ha situado entre veintiocho y cincuenta mil personas en todas las épocas de la historia hondureña. En la emigración, tanto las estimaciones directas como las indirectas muestran que a principios de los años ochenta había en el exterior entre 50,000 a 125,000 hondureños. En el censo de los Estados Unidos de América del año 2000 se empadronaron 217,569 personas de origen hondureño y los estados más atractivos fueron Florida, New York, California, Texas y New Jersey, donde viven el 67.3% del total de hondureños en Estados Unidos. En el módulo de emigración de la Encuesta de Hogares y de Propósitos Múltiples de Honduras del 2006, se estimó que el total de hogares con emigrantes asciende a 179,051 hogares, los cuales representan aproximadamente el 11.3% del total nacional, el 53% se ubican en el área urbana y el 47% en el área rural. La estructura de la Población emigrante internacional refleja un perfil joven debido a que el grueso de la población esta comprendida entre 20 y 34 años de edad. Los Estados Unidos sigue siendo el principal país de atracción para los hondureños, ya que en promedio el 91.4 por ciento de la población total emigrante reside en este país; el 2.2 por ciento en México; el 2.1 por ciento en España y 1.9 por ciento en Centroamérica y el porcentaje restante diseminados en diferentes países del mundo. En resumen en la migración internacional, desde la segunda mitad de la década de los noventa el flujo de emigrantes se ha venido incrementando por las deplorables condiciones económicas del país, con una mayor aceleración después del fenómeno natural que azotó el país en 1998 (Mitch) y no es casualidad que incluso los Estados Unidos de América aprobaran Programas de Protección Temporal (TPS) para frenar la emigración, sin embargo, el mecanismo más usado es la deportación de grandes contingentes de hondureños desde el país del norte y se le suman los países de la travesía. Sin duda, la emigración hondureña ha alcanzado dimensiones de importancia y si bien ha producido un gran flujo de remesas (convertida en una de las principales fuentes de divisas del país), ha provocado problemas de desintegración familiar, mutilaciones y muertes en el camino en la búsqueda del sueño americano. 4.5. Descensos de la Mortalidad y la Fecundidad. 18
La visualización de la transición demográfica de Honduras se percibe por la reducción de la mortalidad antes que la fecundidad. Este descenso de la mortalidad se derivó de mejoras en las sistemas de salud, creación de infraestructura hospitalaria, introducción de medicamentos de bajo costo, antibióticos, vacunas, que posibilitaron mejores condiciones sanitarias, e incluso condujeron a que muchos embarazos llegaran a término y sobrevivieran más niños y madres. El descenso de la fecundidad fue posterior al de la mortalidad y su velocidad ha sido más lenta, porque el acceso a los mecanismos de descenso de la fecundidad fueron posteriores a los mecanismos por preservar la vida. En el descenso de la fecundidad en América Latina y por ende en Honduras ha influido la expansión de la preferencia por proles más pequeñas, que ha creado mecanismos que hacen desventajosas las proles numerosas, entre ellos el acceso a la escuela, canales simbólicos y la diseminación de los medios de comunicación, así como el acceso a la actividad laboral de las mujeres, que han idealizado a la familia pequeña como signo de bienestar. Esta preferencia se materializó con la ―revolución anticonceptiva‖, cuyos pilares fueron de carácter biotecnológicos, políticos y culturales que se combinaron y llevaron a los anticonceptivos a mejoras en la prevalencia, fuentes de obtención y gama de métodos. El descenso de la mortalidad venía disminuyendo muy lentamente desde los años treinta, pero desde los años cincuenta y sesenta este proceso se fue haciendo más notorio, en cambio en la fecundidad la reducción se hizo más evidente desde los años setenta. La diferencia entre la mortalidad y la fecundidad produjo tasas de crecimiento natural superiores al tres por ciento entre los años cincuenta hasta finales de los años noventa, manifestando sus mayores valores en los años sesenta y setenta.
60
HONDURAS: TASAS BRUTAS DE NATALIDAD Y MORTALIDAD, 1950 - 2050
50
Tasas por mil
40
30
20
10
0
Quinquenios TBN TBM
19
Las tasas brutas de natalidad en los próximos cincuenta años continuaran descendiendo desde 26.9 por mil en el quinquenio 2005-2010 hasta valores de 13.9 por mil en el quinquenio 2045-2050, mientras tanto en las tasas brutas de mortalidad se proyecta leves descensos desde el presente quinquenio hasta el 2025-2030 cuando empezarán a aumentar producto del cambio de estructura por edades de la población. 4.6. Crecimiento de la población. En realidad el comportamiento demográfico hondureño no es casualidad aislada del contexto de los demás países, ya que las mejoras en los condiciones sanitarias produjeron que las condiciones epidemiológicas cambiaran, provocando un descenso de la mortalidad y generando al mismo tiempo un descenso tardío de la fecundidad, que se ha traducido en la ampliación de la brecha entre ambas variables demográficas, donde la migración internacional no ha jugado un papel decisorio, una de las manifestaciones de esta situación ha sido el crecimiento acelerado de la población. A partir de la segunda mitad del siglo XX, el país ha producido tasas de crecimiento demográfico total superiores al tres por ciento. Para el período intercensal 1974-1988 se registró una tasa de 3.3 % mientras que para el período 1988-2001 se estima la misma en 2.7%, considerada todavía como una de las más elevadas en el contexto latinoamericano, con una tendencia hacia el descenso al igual que los países de la región. Aunque este cambio demográfico en el caso de Honduras es tardío todavía el efecto más palpable se manifiesta en el crecimiento demográfico inercial, que incide en las demandas de salud, de educación, de empleo, de vivienda y de servicios públicos, sin embargo, con los descensos en las tasas de fecundidad y de la mortalidad y por ende en la tasa de crecimiento también se han producido y producirán cambios en la estructura por edades de la población que vislumbra un panorama diferente que implica cambios en las políticas públicas.
4 3.5 3 2.5 2 1.5 1 0.5 0
r total 1950– 1955 1955– 1960 1960– 1965 1965– 1970 1970– 1975 1975-1980 1980-1985 1985–1990 1990–1995 1995–2000 2000–2005 2005–2010 2010–2015 2015–2020 2020–2025 2025-2030 2030-2035 2035–2040 2040–2045 2045–2050
Tasas
HONDURAS: TASAS DE CRECIMIENTO DEMOGRAFICO NATURAL Y TOTAL, 1950-2050
r natural
Fuente: CELADE
Fuente: CELADE
20
En el presente quinquenio la tasa de crecimiento total de la población hondureña se estima en 2.21%, con la tendencia al descenso que hará que en los próximas tres décadas años llegue a valores menores del uno por ciento.
HONDURAS: DINAMICA DEMOGRAFICA, 1950-2050 250
200
Miles
150
B D
100
r natural SM
50
r total
0 -50
En términos absolutos, se muestra como el crecimiento hondureño todavía se debe a la diferencia entre los nacimientos y las defunciones, ya que el saldo migratorio aunque importante no ha tenido un papel decisorio. El número de nacimientos hondureños en los últimos quinquenios crece poco y esta llegando a su cúspide desde la cual empezará su descenso, en cambio las defunciones tienen en el futuro una tendencia incrementadora, a los que se suma el cambio de estructura demográfica.
21
V. La Transición de la Estructura por Edades de la población. 5.1. Transición de la estructura por edades. Actualmente en gran parte del mundo se producen las transiciones de la estructura por edades (AST), principalmente por cambios en la fecundidad resultado de la transición demográfica, como estrechamente se definió (crecimiento natural). Esto determina el tamaño de la base de la cohorte de nacimientos. Estos cambios son transmitidos en los patrones de sobrevivencia, y en muchas poblaciones por flujos migratorios (aunque la migración sería un determinante menos significativo de cambio). Tempranamente en la transición demográfica cuando los niveles de fecundidad se mantuvieron altos, un factor clave fue el descenso de la fecundidad que desproporcionalmente afectó a las edades jóvenes donde la fuerza de la mortalidad prevenible era alta. Entonces el descenso de la fecundidad se convirtió en el factor que más afectó la estructura por edades. Aunque recientemente en los países desarrollados se ha mejorado la sobrevivencia en las edades avanzadas y es una fuerza emergente, el envejecimiento principalmente es el resultado de la baja fecundidad 17/. El esquema siguiente18/ muestra que la transición de la estructura por edad tiene un impacto en el desarrollo social y económico y este también tiene efecto de retroalimentación sobre la transición demográfica a través del impacto de la composición por edad sobre la fecundidad y la mortalidad. De la Transición Demográfica a la Transición de la Estructura por Edades Migración Determinante primario Transición Demográfica
Tamaño cohorte nacimientos
Transición de la Estructura por Edades
Impactos Social y Económicos
Sobrevivencia
La transición demográfica determina el tamaño de la cohorte de nacimientos y esta cambia según los patrones de sobrevivencia y los flujos migratorios que modifican la transición de la estructura por edades.
17
Pool, Ian, Rodriguez Wong, Laura and Vilquin, Eric. Age-Structural Transitions: Challenges for Development, París, CICRED, 2006. 18 Ídem Pool, Iam… 22
La transición de la estructura por edades es simplemente el pasaje de un grupos de edad al próximo, si bien es un fenómeno normal, esta surgiendo como un tema emergente en el presente siglo tomando varias formas. Primeramente el llamado efecto ―momento‖ que produce rápido crecimiento después de que la fecundidad ha declinado a niveles bajos, en segundo lugar, la grandes cohortes de nacimientos del pasado cuando la fecundidad esta todavía alta volverá una gran cohorte de padres, y así de esta manera produce muchos nacimientos incluso después de que las tasas de fecundidad han llegado a niveles bajos, llamada ―momento secundario‖. Tercero, las AST involucran el pasaje de una ondulación de población a través de cada etapa del ciclo vital, produciendo una presión pico sobre necesidades y servicios que son propias de esa etapa, (por ejemplo; educación para los niños y jóvenes y empleo para las poblaciones que ingresan a la edad de trabajar). Cuarto, en muchos países esas ondulaciones son muy irregulares, denominadas técnicamente ―efectos de desordenes de las cohortes‖, y tienen el efecto que hará que la planificación de políticas sea más difícil19/. Un análisis mas detallado del flujo de cohortes demuestra que la transición de estructura por edades, lejos de ser monótona y sistemática a través de la población en la misma etapa de transición demográfica, puede estar desordenada20/. La importancia de la edad desde el punto de vista económico radica en que cada grupo de edad de la población tiene conductas diferentes con consecuencias económicas, tal es el caso de los jóvenes que requieren inversiones en educación y salud, los activos proveen trabajo y ahorros y los viejos requieren salud y jubilaciones. Cuando el tamaño relativo de cada uno de estos grupos cambia en una población lo hace también la intensidad relativa de los comportamientos económicos. El esquema del ciclo vital de la producción y el consumo por edad de las personas es el siguiente21/:
19
CICRED, Policy Implications of Age-Structural Changes, París, CICRED, 2005. Pool, Ian and Rodriguez Wong, Laura. Age-Structural transitions and policy: an Emerging Issue, in AgeStructural Transitions; Challenges for Development, Paris, CICRED, 2006. 21 Bloom, David E., Canning, David, Sevilla, Jaypee. The Demographic Dividend, a new perspective on the economic consequences of population change. RAND, 2003. 20
23
En años recientes ha habido un incremento del interés en las implicaciones demográficas y políticas del paso de las cohortes de diferentes tamaños a través de los estados del ciclo vital. Los impactos parecen ser positivos y las tendencias, deterministas, y de este modo han sido denominados ―bonos o dividendos demográficos‖.
24
5.2. Cambios en la Estructura por Edades de la Población de Honduras. La estructura por edad del país ha experimentado cambios en el pasado que hemos observado actualmente y para el futuro se esperan espectaculares cambios que hará que se prevean acciones para atender esas modificaciones. La composición por edad de la población hondureña continúa teniendo una estructura Joven, porque todavía la proporción de población en edades de la niñez y juventud es alta. Sin embargo, las estimaciones de población para la mitad de la presente centuria muestran cambios significativos en la estructura por edad, donde las edades de la niñez cederán su peso significativo a las edades de la juventud, adultos y viejos. Las pirámides de la población de Honduras muestran más claramente los cambios en la estructura por edades. Estas han presentado formas expansivas con bases anchas para el pasado, donde se reflejan los procesos de ampliación y reducción de las bases, producto primero de la alta fecundidad, después de ampliación de la brecha con la reducción de la mortalidad, que incluso produjo más nacimientos y aumentó la proporción en las primeras edades que rejuveneció la población entre los años cincuenta y sesenta, y finalmente se nota la reducción de la fecundidad que llevó a reducciones de las proporciones de la base, desde los años setenta. Esto se observa en las pirámides de población de 1950 a 1990.
HONDURAS: DISTRIBUCION PORCENTUAL POR GRUPOS DE EDAD, 1950, 1970, 1990, 2010, 2030, 2050
25
20
1970 1950 1990
15
%
2010
10 2030 2050
5
0 quinquenio 0-4
5-9
10 - 14
15 - 19
20 - 24
25 - 29
30 - 34
1950 2010
35 - 39
40 - 44
45 - 49
1970 2030
50 - 54
55 - 59
60 - 64
65 - 69
70 - 74
75 - 79
80 y +
1990 2050
25
Para el futuro las pirámides de la población tendrán formas constrictivas, producto de las reducciones en las bases por la continua disminución de la fecundidad. Asimismo las cúspides se ampliarán por el envejecimiento de la población, reflejo de aumento en la esperanzas de vida de las personas. Este proceso paulatino hará que la proporción de las poblaciones de edades menores de quince años se reduzcan espectacularmente. En las edades productivas también se notará la reducción en los próximos veinte años, principalmente en las personas jóvenes hasta los treinta años, consecuentemente también se producirá una reducción en los años siguientes en personas en edades menores de cuarenta años. En los próximos veinte años será notorio un aumento en la proporción de las poblaciones de todas las edades mayores de los treinta años y será mucho más evidente principalmente en el 2040 y 2050. En las pirámides de población también se manifiesta el envejecimiento de la población como proceso inexorable que esta viviendo la población mundial y que se esta manifestando en la región y en Honduras, aunque a una menor velocidad, muestra de ello es el aumento en la proporción de poblaciones mayores de los sesenta años a través del tiempo. En el año 2010 dicha proporción alcanzará el 5.9%, en el año 2030 llegará a un 10% y en el año 2050 se incrementará hasta el 17.4%. HONDURAS: PIRAMIDES DE POBLACION, 1950, 1970, 1990 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
g. edades
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
15
Fuente: CELADE
10
5
mujer90
0 % hombre90
mujer70
5
hombre70
mujer50
10
15
hombre50"
26
HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION, 2010, 2030, 2050 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59
g.edades
50 - 54 45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
15
Fuente: CELADE
10
5
mujer2050
0 %
hombre2050
mujer2030
5
hombre2030
mujer2010
10
15
hombre2010
5.3. Cambios en la Estructura por Grandes Grupos de Edades. La estructura por edad de la población clasificada por grandes grupos muestra los cambios en tres subpoblaciones de interés demográfico; la integrada por los menores de quince años, las poblaciones en edad de trabajar de quince a sesenta y cuatro años y la población mayor de sesenta y cuatro años. La primera y la tercera son poblaciones dependientes y la segunda es la proveedora, que son la materia prima para estimar las relaciones de dependencia demográfica y el índice de envejecimiento. En términos absolutos, en el país todas esas subpoblaciones incrementan sus volúmenes en general entre los años 1950 al 2050, sin embargo, la población menor de quince años lo hará hasta el 2025 cuando en adelante empezará la tendencia a descender en efectivos. La población en edades productivas se convierte en el subgrupo más importante de los tres ya que incrementará espectacularmente su número, de 4,201,563 en el año 2005, aumentará en veinte años a 7,010,286 y llegará en el año 2050 a 9,210,843 personas.
27
HONDURAS: POBLACION POR GRANDES GRUPOS DE EDAD, 1950-2050. 16000,000
14000,000
12000,000
población
10000,000
8000,000
6000,000
4000,000
2000,000
0 1950
1955
Fuente: CELADE
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
0 - 14
2000 años 15 - 64
2005
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
65 y +
La población menor de quince años tenía una tendencia al incremento en su peso en el total de la población desde 1950 hasta 1975, cuando se revirtió esa tendencia al descenso que se mantiene desde ese año y se mantendrá en el futuro. El grupo de población en edades productivas (15 – 64 años) se convierte desde la mitad de los años setenta en el grupo que más peso tiene en la población total, actualmente representa un 57% y en el año 2050 dos tercios de la población pertenecerá a ese segmento, siendo el grupo donde se localizan los mayores niveles de producción económica. La población de 65 años y más ha crecido desde la mitad de los años cincuenta (2.3%) y continuará aumentando su peso en el total de la población, tal es el caso que en el año 2050 alcanzará el 12.5%, es la muestra del proceso de envejecimiento de la población.
28
HONDURAS: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION POR GRANDES GRUPOS DE EDAD, 1950 - 2050. 70
60
50
40
% 30
20
10
0 1950
Fuente: CELADE
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
0-14 años
1995
2000 2005 años
15-64 años
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
65 ymás
Al revisar las tasas de crecimiento de los grandes grupos de edad observamos que entre los años cincuenta al setenta se producen algunas irregularidades, siendo a partir de la mitad de los años setenta cuando se muestra mejor la tendencia de su comportamiento al descenso para las tasas de los grupos de la niñez, las edades productivas y para la población total. La población de sesenta y cinco y más años presenta un comportamiento ondulatorio y solo es a partir de los años 2015 al 2030 que indica una clara tendencia al crecimiento, a partir del cual tiende al descenso, aunque hay que apuntar que esta población adulta mayor en estos años crece entre tres y cuatro por ciento anual que es tasa de crecimiento muy alta. Las tasas de crecimiento de la población total y de las edades productivas tuvieron un valor similar en el quinquenio 1970-75, a partir de esos años las poblaciones productivas ha crecido mayormente hasta el quinquenio 2035-40 que se manifiesta en un volumen de poblaciones trabajadoras. Después de este año el crecimiento total será mayor que las edades productivas. El patrón contario lo tienen las tasas de crecimiento de las poblaciones dependientes (menores 15 años y de 65 años y más).
29
HONDURAS: TASAS DE CRECIMIENTO POR GRANDES GRUPOS DE EDAD, 1950 - 2050 5
4
tasas
3
2
1
0 1950-55
1955-60
1960-65
1965-70
1970-75
1975-80
1980-85
1985-90
1990-95
1995-00
2000-05
2005-10
2010-15
2015-20
2020-25
2025-30
2030-35
2035-40
2040-45
2045-50
-1 quinquenio 0 - 14 65 y +
Fuente: CELADE
15 - 64 Total
HONDURAS: TASAS DE CRECIMIENTO DE LA POBLACION TOTAL, DEPENDIENTES Y PRODUCTIVOS 4.50 4.00 3.50 3.00 2.50 2.00 1.50 1.00 0.50 0.00
Fuente: CELADE
Dependientes
Productivos
Población Total
30
5.4. Cambios en la Estructura por Edades Funcionales. Clasificando a la población total en grupos de edades funcionales se detalla más claramente los segmentos de población según la etapa del ciclo de vida de las personas, que distinguen los diferentes tipos de necesidades y demandas, tanto de carácter público o privado. Estas aproximaciones incluyen un primer grupo de 0 a 14 años llamado ―niñez‖, el grupo de 15 a 29 años de la ―juventud‖, el grupo de 30 a 44 años llamado ―adultos jóvenes‖, el grupo de 45 a 59 años llamado ―adultos maduros‖, el grupo de 60 a 74 años llamado ―retirados tempranos‖ y el grupo de la ―vejez‖ integrado por los de 75 años y más. HONDURAS: POBLACION POR EDADES FUNCIONALES, 1950-2050 3500,000
3000,000
2500,000
población
2000,000
1500,000
1000,000
500,000
0 1950
1955
Fuente: CELADE
1960
1965
1970
1975
1980
1985
0 - 14 45 - 59
1990
1995
2000 años
2005
15 - 29 60 - 74
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
30 - 44 75 y +
Algunos grupos del ciclo vital como la juventud son objeto de niveles altos de ―densidad demográfica‖, que constituyen períodos en el cual ocurren un rango de diferentes eventos biosociales, algunos de los cuales involucran estatus de vida en el tiempo, (por ejemplo la terminación del más alto nivel de educación). Se pueden identificar como ejemplos los siguientes: a. Se llega a la madurez biológica. b. Típicamente, la educación formal es completada y ocurre la primera entrada al mercado laboral. c. Son edades en que la incidencia y prevalencia de movilidad geográfica es alta. d. La madurez sexual es alcanzada, los jóvenes dejan sus familias. e. Normalmente ocurre la primera unión y la gente joven frecuentemente empieza a formar sus propias familias. Otra lista similar se puede construir alrededor de la edad de 60 a 74 años donde incluye el retiro, dependencia material aumentando la fragilidad22/.
22
Pool, Ian. ―Demographic Dividend‖, Windows of Opportunity‖ and Development: Age-structural, population waves and cohort flows. París, CICRED, 2004. 31
HONDURAS: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LA POBLACION POR EDADES FUNCIONALES, 1950-2050 60
50
%
40
30
20
10
0 1950
1955
Fuente: CELADE
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
0 - 14 45 - 59
1995
2000 años
2005
15 - 29 60 - 74
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
30 - 44 75 y +
En general, en Honduras todos los grupos que conforman las etapas de ciclo vital están actualmente incrementando sus efectivos, sin embargo, el grupo que compone la niñez llegará a su nivel máximo en los próximos veinte años; para llegar al final del período (2050) a tener similares valores conjuntamente con el grupo de la juventud y los adultos jóvenes. Ahora bien el porcentaje de la niñez en la población total va decreciendo desde los años setenta y llegará al final del período a ser muy similar al de la juventud y adultos jóvenes, quienes actualmente incrementan su peso, pero revertirá su comportamiento en los próximos años tres años para la juventud, mientras que los adultos jóvenes les llevará aproximadamente treinta años. Dentro del grupo funcional de la niñez se encuentra la cohorte de nacimientos (0 a 4 años) que tuvo sus mayores porcentajes en los años sesenta (19.7% del total) y desde allí esta descendiendo, llegará a 7.2% en el 2050, resultado de la baja de la fecundidad y cambio de estructura de edades. Las edades adultas, en retiro temprano y vejez vienen incrementando su peso en el total de la población en todo el período, y ha sido más notorio desde inicios del siglo actual. En suma, los efectos del crecimiento son notorios en todas las edades funcionales, aunque los aportes de las tres primeras etapas sean más importantes, la juventud aportará grandes contingentes de población, convirtiéndose en la etapa que deberá ser mejor atendida en el corto plazo, sin embargo, a través del tiempo los contribución porcentual de las tres primeras edades será muy similar en el largo plazo.
32
5.5. Impactos de Flujos de Cohortes en las Edades Funcionales. HONDURAS: IMPACTO DE FLUJO DE COHORTES EN GRUPOS DE EDADES FUNCIONALES, 1950-2050
cambio edad especifica como % de población total al inicio quinquenio
12
10
8
6
4
2
0
-2 1950-55
1955-60
1960-65
1965-70
1970-75
1975-80
1980-85
1985-90
1990-95
1995-00
2000-05
2005-10
2010-15
2015-20
2020-25
2025-30
2030-35
2035-40
2040-45
2045-50
quinquenio
Fuente: CELADE
0 - 14 45 - 59
15 - 29 60 - 74
30 - 44 75 y +
Estandarizando los cambios de cada grupo de edades funcionales, que son una aproximación de las etapas del ciclo vital, como porcentaje de la población total al inicio del quinquenio, se conocen los impactos de las ondas y los flujos de cohortes. Estos muestran que hay ondas y flujos desordenados de las cohortes, y entre mas desordenadas los flujos más intensas las ondas, que significan dificultades para los planificadores ya que tienen poco tiempo para atender las demandas máximas de un grupo y dirigirse a atender las de otro grupo y cada una de ellos tiene diferentes comportamientos y demandas. En las próximas décadas continuarán las presiones de las edades de la niñez y juventud, pero a mediano plazo llevan a los adultos jóvenes y a las edades superiores a estos a incrementar sus demandas. 5.6. Otras poblaciones objetivo especiales. En la estructura demográfica de la población también hay otras poblaciones objetivo en varios sectores de la sociedad, tal es el caso de la educación y la salud. En la educación resulta interesante el comportamiento de la población en edad de estudiar, aquellas donde el estudiante debería estarse educando, en la población de 5 a 6 años debería estar en preescolar, de 7 a 12 o de 7 a 15 años la población debería estar en la educación primaria o básica, en las edades de 13 a 18 años estarían en la secundaria, de 16 a 18 años en la educación secundaria formativa y de 19 a 24 años debería estar en la educación universitaria. La población en edad preescolar (5-6 años) alcanzará sus cúspides en términos absolutos en el año entre los años 2015-2025, sin embargo, su proporción mayor la obtuvo en 1975, año desde el cual viene en descenso. La población en educación primaria (7-12 años) crece hasta el año 2025 en efectivos, pero desciende su proporción desde la década de los setentas. La educación secundaria (13–18 años) 33
alcanzará su máximo de efectivos en el año 2030, sin embrago, su proporción viene e descenso desde el año 2000. La población en edad de estudio en la universidad seguirá creciendo hasta el año 2040.
HONDURAS: POBLACIONES OBJETIVO DE LA EDUCACION, 1950-2050 2000,000 1800,000 1600,000
población
1400,000
1200,000
5 a 6 años
1000,000
7 a 12 años
800,000
7 a 15 años
600,000
13 a 18 años
400,000
16 a 18 años
200,000
19 a 24 años 2050
2045
2040
2035
2030
2025
2020
2015
2010
2005
2000
1995
1990
1985
1980
1975
1970
1965
1960
1955
1950
0
HONDURAS: POBLACIONES OBJETIVO DE LA EDUCACION, 1950-2050 30.0 25.0 5 a 6 años
20.0
%
7 a 12 años 15.0
7 a 15 años 13 a 18 años
10.0
16 a 18 años 5.0
19 a 24 años
2050
2045
2040
2035
2030
2025
2020
2015
2010
2005
2000
1995
1990
1985
1980
1975
1970
1965
1960
1955
1950
0.0
En el caso de las principales poblaciones objetivo desde el punto de vista de la salud, la menor de un año alcanzará su cúspide en efectivos el año 2015, sin embargo, viene descendiendo su proporción desde los años cincuenta. La población menor de cinco años crecerá en absolutos hasta el año 2025 y su proporción del total viene en descenso desde los años ochentas. La población de mujeres en edad reproductiva 34
seguirá creciendo en efectivos en el período estudiado, pero alcanzará su mayor proporción del total en el año 2030. La población de la tercera edad crecerá en absolutos y relativos en todo el período estudiado, lo que indica la importancia de esta subpoblación por el proceso de envejecimiento de la población.
HONDURAS: POBLACIONES OBJETIVO DE LA SALUD, 1950-2050 3500,000 3000,000
Poblacón
2500,000 2000,000
0 años
1500,000
0 a 4 años
1000,000
mujeres 15 - 49 años
500,000
6O y más 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
0
HONDURAS: POBLACIONES OBJETIVO DE LA SALUD, 1950 2050 30.0 25.0
0 años
15.0
0 a 4 años
10.0
mujeres 15 - 49 años 6O y más
5.0 0.0 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
%
20.0
35
VI. Ventana Demográfica de Oportunidades, Bono o dividendo demográfico. Muchas de la maneras como llaman a las ganancias derivadas de las transformaciones de la edad fueron presentadas por Ogata23/ en el cuadro siguiente; que muestra la amplia gama de conceptos para llamar al fenómeno, llama la atención los estudios desarrollados independientemente en América Latina24/ toman una posición más neutral señalándolos hacia una ―ventana de oportunidades‖, que indican que la diferencia es que el bono sugiere una trayectoria muy determinista, una virtual certeza de que en esta ventana de oportunidad para obtener ganancias de las transiciones de la estructura de la edad se requieren intervenciones.
23
Ogata, Naohiro y Matsukura, Rikiya. Demographic Dividends and Population Aging in Japan, Nihon University, NTA First Workshop, 17-28 Oct. 2005. 24
La noción de una ―ventana de la oportunidad‖ primero fue desarrollada por José de Carvalho (1988) que refería a las AST que el Brasil había comenzado hace algunos 20 años. Él también observó que aunque había señales claras en los nuevos patrones de la edad y el inminente proceso de envejecimiento, estos cambios no fueron tomados en cuenta por los planificadores. En un documento más reciente con evidencia adicional de los datos del censo de Brasil de 1990, Carvalho y Wong (1998) discutieron que los cambios demográficos representen una ventana de la oportunidad que se podría aprovechar en el siglo XXI. Otros demógrafos latinoamericanos como Stern y Tuirán (1993), de México, también tienen incorporado el concepto del ―bono demográfico‖. Reconocieron las mutaciones demográficas profundas (para describir el término empleado por el demógrafo belga Michel Loriaux, 1990) que había ocurrido en México en la última parte del siglo XX, creando un bono demográfico que la sociedad debe procurar para explotar en el siglo XXI. Este modelo fue llevado lejanamente más allá de América Latina por Carvalho en su dirección presidencial de la IUSSP en la Conferencia general de Beijing 1997). Al igual que en el párrafo de arriba, un colega suyo y de una contribución crítica a este modelo ha sido Laura Rodríguez Wong.
36
El termino ―dividendo demográfico‖, ―bono demográfico‖ o ―Ventana de Oportunidades‖ ha sido acuñado para describir el estado de la transición que alude a las posibilidades que se presentan por el aumento en la tasa de crecimiento económico per cápita y en el estándar de vida. Sin embargo, los beneficios asociados con la ―ventana demográfica de oportunidades‖, bono o dividendo demográfico no son automáticos. De hecho, el segundo estado de la transición demográfica usualmente se vincula al rápido crecimiento de la población joven quien necesita ser educada y proveída de empleo. La ventana, bono o dividendo demográfico puede proveer la oportunidad de acelerar el crecimiento, pero para alcanzar esos beneficios depende de la adopción de políticas macroeconómicas que promuevan la inversión productiva, el incremento de las oportunidades de empleo y en general asegurar la estabilidad social y económica y propicien el crecimiento económico y desarrollo sustentable. Aunque los beneficios de este período de tiempo se enfocan en la contribución de un estado de transición demográfica en el crecimiento económico, la ubicación de la ventana demográfica de oportunidades parte de supuestos más estrictamente demográficos, como son la interacción de los cambios en las relaciones de dependencia, descenso de la fecundidad y los nacimientos y cúspide de poblaciones en edad de trabajar, en cambio en el bono y especialmente dividendo demográfico sus supuestos parten del descenso de la fecundidad, el crecimiento de la fuerza de trabajo, los cambios en la estructura por edad delimitan claramente a la población en edades productoras y consumidoras que producen que el ingreso per cápita crezca más rápidamente y produzca un primer dividendo demográfico y décadas después un segundo dividendo, producto de la acumulación de activos procedentes de poblaciones con edades laborales más altas y con jubilaciones más largas. A continuación presentamos los criterios utilizados en la ventana demográfica de oportunidades y los utilizados en el bono y dividendo demográfico, aunque al final nos estamos refiriendo al fenómeno derivado de la transición demográfica que produce transformaciones en la estructura por edades y estas pueden llevar a situaciones favorables para el crecimiento económico de las naciones. 6.1.
Ventana Demográfica de Oportunidades.
6.1.1. Cambios en Relaciones de Dependencia. Las relaciones de dependencia total25/ (RDT) con sus componentes de relaciones de dependencia de la niñez26/ (RDN) y de la vejez27/ (RDV) muestran más claramente la relación entre los grandes grupos de edad, representando las poblaciones dependientes entre económicamente productivas. En América Latina, en general las relaciones de dependencia total se incrementaron hasta los años 60 y 70 con valores entre 80 y 100 por ciento en casi todos los países, a excepción de Uruguay y Argentina, de allí en adelante hay la tendencia a la disminución en todos los países a valores menores de 60 para alcanzar sus valores mínimos entre los años 2015 al 2040, donde volverán a incrementarse las relaciones. Existen diferencias en el indicador entre los países ya que sus dinámicas demográficas y sus estructuras demográficas son diferentes a través del tiempo.
25 26 27
Es la población menor de 15 años más población de 65 años y más entre la población de 15 a 64 años . Es la población menor de 15 años entre la población de 15 a 64 años. Es la población de 65 años y más entre la población de 15 a 64 años. 37
AMERICA LATINA: RELACION DE DEPENDENCIA TOTAL POR PAISES SELECCIONADOS, 1950-2050
120 100
RD (por cien)
80 60 40 20 0 195019551960196519701975198019851990199520002005201020152020202520302035204020452050 años América Latina
Argentina
Brasil
En Honduras la RDT y la RDN han tenido un comportamiento muy similar a través del tiempo, ambas aumentaron desde los años 1950 hasta 1970, a partir de ese año han tenido un descenso sostenido y paralelo hasta el 2015, donde se ampliará la brecha entre ambas ya que la RDT a partir del 2040 tenderá al aumento, mientras las RDN seguirán descendiendo. La RDV tiene una tendencia creciente desde los años cincuenta y continuará en todo el período. HONDURAS: RELACION DE DEPENDENCIA TOTAL, NIÑEZ Y VEJEZ, 1950-2050 120
100
80
%60
40
20
0 1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
años
Fuente: CELADE
Relación de dependencia total Relación de dependencia vejez
Relación de dependencia niñez
38
En el quinquenio actual la RDT (que incorpora la carga demográfica de niños y viejos) es de 74.9 por cien que significa que de cada cien personas en edades productivas 75 son personas en edades dependientes. Alcanzará su valor más bajo en el período en el 2040 cuando descienda a 47.2 por cien. Presenta un panorama positivo en un período de veinticinco años porque la carga demográfica desciende a valores nunca observados en la historia demográfica del país haciendo que las poblaciones productivas sostengan menos dependientes, esta es una ventana demográfica de oportunidades. 6.1.2. Ubicación de la Ventana Demográfica de Oportunidades. A medida que pasa el tiempo el país se adentrará en las etapas avanzadas de la transición demográfica, donde disminuye la tasa de crecimiento y la estructura de la población se ve transformada, de pirámides de población expansivas pasa a formas constrictivas, y que desde luego vislumbra cambios significativos que desde lo demográfico tienen un impacto en la economía, ya que el comportamiento económico de las personas varía según la edad en la que se encuentren. En estos cambios de estructura por edad de la población cuando existe una relación más favorable entre la población en edades dependientes y la población en edades productivas se produce una ventana demográfica de oportunidades, que algunos estudios llaman también bono o dividendo demográfico, que es un período de varias décadas que sumado al estimulo de políticas y acciones en capital humano, generación de empleo, ahorro e inversión se convierten en nuevas oportunidades para las poblaciones. Para Honduras utilizando los datos de CELADE el umbral de la ventana demográfica de oportunidades se ubicará plenamente entre el año 2015 al 2040, esto porque en ese período tendrá relaciones de dependencia totales cercanas o inferiores a 60 potencialmente inactivos por cien potencialmente activos28/, que sería el inicio. Al mismo tiempo se esta llegando a la cúspide del número de nacimiento, que son los nuevos ingresos de la población. Al final de la ventana la relación de dependencia obtendría su menor valor y el porcentaje de población en edades productivas alcanzará su mayor valor.
28
En América Latina el CELADE ha encontrado la tendencia de los países a la disminución de la relación de dependencia a valores por debajo de 60 por cien. Este hecho ya estaría sucediendo en algunos países que están en un estadio más avanzado de la transición y se prevé que ocurra en los demás. Esta baja en la relación de dependencia, que tiene una duración de varias décadas, ha sido llamada ―bono demográfico‖ u ―oportunidad demográfica‖, dado que implica que la sociedad puede disponer de ahorros que pueden volcarse a inversiones productivas o reasignarse a beneficios sociales que hasta ahora no son de fácil atención.
39
HONDURAS: VENTANA DEMOGRAFICA DE OPORTUNIDADES 120
% grandes grupos y relación de dependencia
100
80
60
Ventana
40
20
0 1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000 años
2005
0 - 14 65 y +
Fuente: CELADE
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
15 - 64 RD TOTAL
El siguiente gráfico muestra más claramente las cohortes de entrada de la población durante la ventana demográfica, para el caso, en ese período las poblaciones que nacieron entre el 2000-2005, estarán ingresando en la población en edad de trabajar (15 a 19 años) al inicio de la ventana demográfica en el período 2015-2020.
Fecha de Nacimiento
1980-85
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000-2005
2005-2010
2010-2015
2015-2020
2020-2025
2025-2030
2030-2035
2035-2040
1985
0-4
1990
1995
2000
2005
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
20-24
0-4
5-9
10-14
15-19
0-4
5-9
10-14
0-4
5-9
2045
Honduras
0-4
2040-2045
40
6.1.3. Escenarios de Ventana Demográfica de Oportunidades. El panorama demográfico para el futuro se basa en las proyecciones de población que bajo determinados supuestos pretenden visualizar el comportamiento de cada variable demográfica y de todas en su conjunto. A su vez ellas incluyen no solamente llegar a estimar el volumen de la población, el comportamiento de las principales variables y de la estructura por edad y sexo de la población. En relación a la estimación del volumen de la población hondureña existen proyecciones hechas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) y la División de Población de las Naciones Unidas hasta los años 2050. Casi todas ellas vienen desde los años cincuenta del siglo pasado y es partir de los primeros años de este siglo que proyectan el futuro, parten de valores muy similares desde en la primera década del siglo, sin embargo a partir del año 2010 que los valores son disímiles. HONDURAS: POBLACION SEGUN DIVERSAS FUENTES 25000,000
20000,000
población
15000,000
10000,000
5000,000
0 1950
1955
1960
1965
1970
CELADE Bol # 62
Fuente: CELADE, INE, DP-UNDP-UN media
1975
1980
1985
1990
CELADE Bol # 73 DP-UN alta
1995
2000 años
2005
2010
2015
2020
INE DP-UN Fecundidad constante
2025
2030
2035
2040
2045
2050
DP-UN baja
Al final del período de la estimación el volumen mayor es el proyectado por la División de Población en la variante de fecundidad constante que llevaría al país a alcanzar casi los veinte millones y la más del volumen menor es la proyección de casi once millones en la variante baja de esa misma institución. La institución estadística nacional estima una población de catorce millones al final del período, medio millón mayor que la estimación de CELADE y millón y medio mayor que la variante media de la División de Población. La estructura por edad y sexo de la población también fue proyectada por las instituciones señaladas anteriormente, todas ellas muestran el cambio de estructura de poblaciones jóvenes con pirámides expansivas a constrictivas, aunque algunas con mayor velocidad que otras.
41
Con las estructura por edades se calcularon las relaciones de dependencia para cada estimación y con ellas comprobar la ubicación de la ventana demográfica de oportunidades con las diferentes fuentes de datos. HONDURAS: RELACION DE DEPENDENCIA SEGUN DIVERSAS FUENTES, 1950-2050
120
100
RD
80
60
40
20
0 1950
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
V. BAJA CELADE
1995
2000 años
2005
V. MEDIA INE
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
V. ALTA
Estimamos el umbral de la ventana demográfica de oportunidades con los datos de CELADE plenamente entre los años 2015 y 2040, esto porque al inicio de este período la RDT de Honduras será 60.2% y al final del periodo será 47.9% que alcanzará su valor mínimo y a su vez la proporción de personas en edades productivas alcanzará su pico. Si con los mismos datos calculamos una RDT estimada con edades dependientes (menores de 15 y 60 y mas) y productivos (15 a 59 años) la ventana demográfica estaría entre los años 2020 al 2035, teniendo un menor período de oportunidades. Estos resultados concuerdan concuerdan con las estimaciones con la finalización del bono demográfico realizadas por CELADE que muestran el límite superior del proceso para Honduras en el año 2040, aunque plantean que todos los países de América Latina están en pleno bono demográfico e indican que para unos países se esta llegando su fin. Honduras estaría entre los países que más tarde terminará el período de bono demográfico.
42
Con los datos del Instituto Nacional de Estadística de Honduras estimamos la ubicación del umbral de la ventana demográfica de oportunidades entre los años 2020 o 2025 al año 2045. Los datos de la División de Población de Naciones Unidas el inicio de la ventana demográfica estará entre los años 2015 y 2050, en la variante baja entre los años 2015 y 2040, en la media entre los años 2020 y 2045 y la alta entre los años 2025 y 2050.
43
6.2. Bono o Dividendo Demográfico. Aquellos países que tienen una alta proporción de personas dependientes, ancianos o jóvenes, tienden a dedicarles una parte significativa de sus recursos a dichos grupos, limitando a menudo el crecimiento económico. Por el contrario, los países en los cuales una porción considerable de su población ya alcanzó la edad de trabajar y ahorrar pueden ver impulsado el crecimiento de su ingreso, como consecuencia de la mayor proporción de trabajadores, de la acumulación acelerada del capital y de la reducción del gasto en personas dependientes. Este fenómeno es conocido como el ―bono demográfico‖. El efecto combinado de este ―bono‖ con el de políticas efectivas en otras áreas puede estimular el crecimiento económico29/. Estudios más recientes desde el enfoque económico indican que bajo la transición demográfica los cambios en la tasa de crecimiento de la población y la estructura por edades interactúan con los patrones por edad de la producción y el consumo para generar cambios en la dependencia, ahorro e intensidad del capital. Esos cambios son llamados primer y segundo dividendo. Lee y Mason30/ afirman que en las primeras etapas de esa transición, bajan las tasas de fecundidad y quedan menos bocas para alimentar. La fuerza laboral crece más rápidamente que la población que depende de ella, lo cual libera recursos para ser invertidos en el desarrollo económico y el bienestar familiar. Si todo lo demás no varía, el ingreso per cápita también crecerá más rápidamente. Este es el primer dividendo. Su duración es bastante larga, de cinco o más décadas, pero eventualmente el descenso de las tasas de fecundidad reduce el ritmo de crecimiento de la fuerza laboral, en tanto que la reducción de la mortalidad eleva el número de ancianos; entonces, si no varían los demás factores, el ingreso per cápita crece más lentamente y el primer dividendo pasa a ser negativo. También es posible un segundo dividendo. Una población con una edad laboral más alta y con jubilaciones más largas está más incentivada a acumular activos, a menos que crea que sus necesidades serán atendidas por la familia o el gobierno. La inversión de estos activos adicionales en el país o en el exterior eleva el ingreso nacional. En suma, el primer dividendo es una ganancia transitoria y el segundo se traduce en desarrollo sostenible y aumento de los activos. Estos resultados no son automáticos: dependen de la aplicación de políticas eficaces. Es decir, el período de los dividendos ofrece una posibilidad y no una garantía de mejora del nivel de vida. Los dividendos se perciben uno tras otro: cuando el primer dividendo llega a su fin, el segundo dividendo empieza poco después y continúa indefinidamente. Indudablemente se superponen. El primer y segundo dividendos surtieron efectos favorables entre 1970 y 2000, salvo en África sub-sahariana. Los países en la fase intermedia de la transición demográfica (descenso de la fecundidad, reducción del número de niños y aumento de la proporción de población en edades productivas) pueden aprovechar el primer dividendo demográfico. El segundo dividendo se inicia hacia el final de la fase intermedia y se extiende en el curso de la 29
Population Matter RAND. Resumen de Investigación. Capitalizando el bono demográfico, como la dinámica demográfica puede afectar el crecimiento económico, David Bloom, David Canning y Jaypee Sevilla, 2003. 30
Lee, Ronald y Mason, Andrew. ¿Cuál es el dividendo demográfico?, Vuelta a lo Esencial, Finanzas y Desarrollo, septiembre, 2006. 44
última etapa, pero las políticas para aprovechar el segundo dividendo deben diseñarse en la fase intermedia. La cuantía del dividendo será proporcional al producto y al consumo de la población en cada edad. En Tailandia, la gente produce más de lo que consume entre los 26 y 59 años; en Estados Unidos, entre los 26 y 57 años, y en Taiwán entre los 26 y 55 años; en estos tres casos las fronteras que delimitan la edad laboral son muy diferentes de las convencionales. Al multiplicar la distribución etaria de la población por estos perfiles de la producción o el consumo por edades, se obtiene la cifra efectiva de productores y consumidores, que permite calcular la razón población activa/población inactiva. Dicha razón aumenta en la fase de los dividendos. Un aumento del 1% en esta razón permite un aumento del 1% en el consumo en cada edad sin aumentar la proporción del PIB consumido. En el mundo en desarrollo, la razón población activa/inactiva subió primero en cuatro regiones: En Asia oriental y sudoriental, América Latina, el Oriente Medio y el Norte de África, y las islas del Pacífico. El efecto fue un aumento de la tasa de crecimiento del producto por cada consumidor efectivo de 0,5 a 0,6 puntos porcentuales cada año entre 1970 y 2000 (primera columna del cuadro de abajo). Asia meridional solo empezó a registrar el primer dividendo a mediados de los años ochenta, y África subsahariana en 2000. De hecho, en esa región el primer dividendo fue negativo entre 1970 y 2000 ya que el aumento de la supervivencia infantil llevó a un descenso de la razón población activa/inactiva. El segundo dividendo —mayor acumulación de capital— es mayor (segunda columna) que el primero, y el efecto combinado de ambos (tercera columna) alcanzó el 1,9% anual en Asia oriental y sudoriental. En esa región, los dividendos demográficos representan el 44% del crecimiento efectivo del producto por consumidor efectivo (cuarta columna). Gran parte del acelerado crecimiento de Asia oriental y sudoriental obedece a factores demográficos. Otras regiones, sin embargo, no han logrado aprovechar sus dividendos demográficos. En América Latina, estos podrían haber contribuido al crecimiento anual un 1,7%, pero el crecimiento efectivo fue muy inferior.
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Mason31/ además de hacer el acercamiento conceptual y formal para cuantificar los dos dividendos demográficos para grupos de países del mundo basado en las proyecciones de población de las Naciones Unidas del 2005 y en simulaciones, también ha estimado para grupos de países y cada país del mundo los períodos del dividendo demográfico, y determina cuales tienen completo o incompleto sus dividendos, cuando los empezaron y cuando los terminan. En el siguiente cuadro se muestran.
31
Mason, Andrew. Demographic Transition and Demographic Dividends in Developed and Developing Countries, United Nations Expert Group Meeting on Social and Economic Implications of Changing Population Age Structure, Mexico City, Mexico, 31 August–2 September, 2005. 46
En el caso de Honduras, en las estimaciones de Mason32/ indican que el primer dividendo empieza en 1975 y termina en el año 2035, justamente cuando se inicia el descenso de la fecundidad y las relaciones de dependencia empiezan a ascender y siendo más precisos el primer dividendo aparece cuando se incrementa la porción de población de edades donde la producción excede al consumo. A manera de conclusión, independientemente del término usado, ventana demográfica, bono o dividendo, y la manera de ubicación en el tiempo del beneficio demográfico para la economía del país, cierto es que el aprovechamiento del período depende de actuaciones oportunas que permitan utilizar este fenómeno único que esta inmerso en el proceso de transición demográfica.
32
The First and Second Dividends, Estimates for the World, en Mason, Andrew. Demographic Transition and Demographic Dividends in Developed and Developing Countries, United Nations Expert Group Meeting on Social and Economic Implications of Changing Population Age Structure, Mexico City, Mexico, 31 August–2 September, 2005. 47
II. Medidas de Política para aprovechar la Ventana Demográfica, Bono o Dividendo Demográfico. Según Bloom y otros33/ para obtener los benéficos del bono demográfico hay ―la necesidad de políticas efectivas en otras áreas. Tal como se comprueba en los estudios de casos, la declinación de las tasas de fecundidad puede crear condiciones que conducen al crecimiento económico. Sin embargo, esa declinación no es por sí misma una garantía de prosperidad. A fin de contar con el bono demográfico, los países también necesitan políticas efectivas en algunas áreas claves. Catalizando la transición demográfica. El mejoramiento de la salud pública es un elemento clave para iniciar la transición demográfica. Toda mejora en el plano de las condiciones sanitarias, en programas de inmunización y provisión de antibióticos conduce a una baja en la tasa de mortalidad, que lleva a su vez a un descenso de la fecundidad. Además, hay razones económicas para invertir en salud: son crecientes las investigaciones que demuestran que una población saludable puede promover el crecimiento económico y disminuir la pobreza. Esto contradice la antigua creencia de que la causalidad sólo actúa en sentido inverso; es decir, que a mayor prosperidad y aumento de la riqueza mejores son las condiciones de salud. Acelerando la transición. La existencia de programas efectivos de planificación familiar puede acelerar la transición demográfica, intensificando potencialmente los beneficios económicos y sacando a los países de un ciclo de pobreza. Aprovechando la transición. Políticas en tres áreas claves — la educación, la economía y la gobernación — son consideradas imprescindibles para el aprovechamiento del bono demográfico. • Educación. La transformación de una población joven en una fuerza laboral productiva requiere inversión en todos los niveles educativos. • Política económica. Una mayor y mejor capacitada fuerza de trabajo sólo rendirá beneficios si los nuevos trabajadores pueden encontrar trabajo. Las políticas gubernamentales conducentes a estabilizar las condiciones macroeconómicas están relacionadas con el crecimiento del trabajo productivo y remunerado. La flexibilidad del mercado laboral y la apertura comercial son también factores de importancia, pero las reformas políticas más relevantes deben ser adoptadas gradualmente y de forma tal que protejan a quienes puedan resultar perdedores en dichas transacciones. • Buena gobernabilidad. En muchos países los pasos necesarios para un mejor aprovechamiento del bono demográfico deben incluir el fortalecimiento de la ley, el mejoramiento en la eficiencia del gobierno, la reducción de la corrupción y la garantía de la ejecución de los contratos. Los resultados de políticas exitosas en todas estas áreas pueden reforzarse mutuamente y así contribuir a crear un ―ciclo virtuoso‖ de crecimiento sostenido. Por el
33
Population Matter RAND. Resumen de Investigación. Capitalizando el bono demográfico, como la dinámica demográfica puede afectar el crecimiento económico, David Bloom, David Canning y Jaypee Sevilla, 2003.
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contrario, sin políticas efectivas los países pueden estar perdiendo oportunidades para el crecimiento económico. Peor aún, se exponen a experimentar altas tasas de desempleo, aumento de las tasas de criminalidad e inestabilidad política. Los decisores de política de los países en desarrollo se encuentran frente a una oportunidad (limitada en el tiempo) para lograr la reducción de la fecundidad y la madurez de sus poblaciones jóvenes antes de que la generación del ―boom‖ llegue a su etapa no laboral. Por lo tanto, los decisores deben actuar con prontitud para implementar las políticas necesarias para catalizar y acelerar la transición demográfica y así obtener sus beneficios. El entendimiento de los desafíos y las implicancias de los cambios en la estructura etaria puede ser útil para las organizaciones internacionales en su trabajo con los gobiernos y puede intensificar la capacidad gubernamental para optar por aquellas políticas que fortalezcan el potencial económico inherente en el cambio demográfico‖. Andrew Mason34/ al analizar la experiencia económica exitosa del Este de Asia en la capitalizando el dividendo demográfico reconoce su papel jugado e indica tres factores claves; - la base del recurso humano, - el éxito del crecimiento del empleo y - las altas tasas de ahorro e inversión. En la base del recurso humano son necesarios mayores niveles de alfabetismo y mejoramiento educacional y de la salud. Esto tiene varias ventajas; la fuerza de trabajo es más productiva y saludable; fuertes incentivos para invertir en capital humano, fuertes incentivos para reducir la fecundidad. El recurso humano es una ventaja que juega un rol muy importante. Los países generaron un rápido crecimiento del empleo y en la productividad laboral, siendo más importante el aumento del crecimiento en la productividad laboral y en los salarios. Muchos factores contribuyeron al éxito del mercado laboral, pero tres son enfatizados en Asia; el primero, fue el éxito de los programas de investigación que lideraron enormes ganancias en la productividad agrícola (alimentar grandes poblaciones con pocos granjeros). Segundo, los países fueron muy exitosos para crear nuevas industrias y nuevos empleos en la industria del sector manufacturero y de servicios, que se benefició del ambiente favorable del comercio y de la promoción de exportaciones. Las políticas macroeconómicas crearon un ambiente favorable a la inversión, asegurando el capital necesario para expandir la capacidad manufacturera. Tercero, la inversión exitosa en capital humano fue el otro factor importante detrás del crecimiento del empleo y de la productividad laboral. Otra de las principales lecciones aprendidas del Este Asiático fue el rol crítico de los ahorros y la inversión. En los años 50 e inicios del 60 las tasas de ahorro estaban cerca de cero en varios países y la escasez del capital fue suministrada temporalmente por la ayuda extranjera, pero durante los años 60 y 70 las tasas de ahorro domésticas se incrementaron a niveles muy altos. Al inicio, los países del Este de Asia no estaban aptas para financiar el desarrollo de sus propias economías, pero más recientemente ellas ayudaron a llenar las necesidades de capital de otros países de la región Asiática. La correlación entre las tasas de ahorro y las demográficas ha sido objeto de un número considerable de investigaciones en años recientes. Las opiniones difieren 34
Masson, Andrew. Capitalizing on the demographic dividend, UNFPA, september, 2002.
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acerca de los efectos del dividendo demográfico en las tasas de ahorro nacional. Algunos académicos reportaron grandes efectos de las estructuras por edades sobre los ahorros, otros reportan modestos efectos y otros adoptan en una posición intermedia y arguyen que los cambios en la estructura por edades y el incremento en la esperanza de vida contribuyeron en las altas tasas de ahorro. La experiencia internacional en este aspecto es clave en tres puntos; primero, bajo condiciones correctas el dividendo demográfico puede producir sustanciales incrementos en la tasa de ahorro; segundo, en algunos países los grandes cambios en la estructura por edad no han tenido efectos notables en las tasas de ahorro, factores como altas tasas de inflación, programas de pensiones no consolidados son incentivos indeterminados de ahorro producidos por el cambio demográfico. Tercero, las altas tasas de ahorro no siempre garantizan altas tasas de crecimiento económico, ya que la inestabilidad política, la corrupción, políticas fiscales imprudentes y otros factores pueden destruir la confianza de invertir y crear un ambiente económico que efectivamente no pueda competir para recursos financieros globales. Las economías del este de Asia fueron exitosas porque crearon un ambiente económico y político, que abonó en el tamaño de oportunidades presentados por el dividendo demográfico. La lección para otros países es, que una fuerte base de recursos humanos, altas tasas de ahorro e inversión y el dividendo demográfico son elementos críticos de un acelerado crecimiento económico, pero ninguno puede estar solo más bien son mutuamente incluyentes. Una base fuerte de recursos humanos es crítica para atraer inversión extranjera evitando fuga de capitales. Altas tasas de ahorro e inversión son críticas para la creación de empleos que son más productivos. El dividendo demográfico provee abundantes recursos humanos e incentivos para altas tasas de ahorro e inversión, pero no es una garantía su uso productivo. El relativo rápido crecimiento de la fuerza de trabajo es una bendición de países que pueden incrementar las oportunidades de empleo con suficiente velocidad y manteniendo el crecimiento en la productividad laboral. Una población con una gran porción de miembros concentrados en las edades de la fuerza de trabajo pueden dedicar más los recursos públicos para aumentar los estándares de salud y educación. Para Honduras, la experiencia de aprovechamiento de la ventana demográfica de oportunidades, bono o dividendo demográfico de otros países puede dar luces para diseñar políticas nacionales que se enfoquen en los siguientes aspectos; La base del recurso humano, - el éxito del crecimiento del empleo y - las altas tasas de ahorro e inversión. Estos aspectos pueden atenderse sectorialmente desde diversas áreas; Educación La base del recurso humano requiere poblaciones con mejores condiciones de vida, la inversión en capital humano debe enfatizar en el mejoramiento de los niveles de educación, pero no solo en la ampliación de la cobertura, sino más en la calidad de educación, en este aspecto los cambios de estructura demográfica implican que los recursos deberán acompañar esos cambios, tal es el caso de las fuertes inversiones en la educación primaria que deberán ceder su hegemonía para la inversión en la educación media y universitaria. La demanda para una educación más alta se incrementará en la procura de la población por alcanzar mejores calificaciones que lleven a mejores empleos. 50
Esto significará reorientar presupuestos públicos en materia educativa en los diferentes niveles educativos porque la población en edad preescolar (5-6 años) alcanzará su cúspide en efectivos en el 2020, la escolar (7-12 años) en el 2012, la secundaría (1318 años) en el año 2030, mientras la universitaria (19-24 años) crecerá todo el período, esto implicará una reorientación en recursos atendiendo a los flujos de población emergentes. Asimismo, el sistema educativo deberá fortalecer no solo la educación formal sino la no formal, aquel tipo de formación especial para el trabajo, que dote a las personas de las herramientas esenciales para desempeñar un trabajo, la educación técnica deberá proveer la formación de oficios y técnicas en todos los campos, abarcando los sectores primarios, secundario y terciario de la economía. En el sector educativo medio y superior se deberá reorientar las áreas de formación profesional, de las tradicionales a aquellas que nos sugiera el mercado actual y futuro, para el caso la formación de profesionales del área técnica y tecnológica será vital para contribuir a la economía. Salud En el caso de la salud las inversiones en la población infantil que actualmente absorben la gran mayoría de los recursos financieros públicos deberán optimizarse, ya que la reducción de la fecundidad aportará menos demandantes y dará paso a proveer servicios eficientes en la salud reproductiva, en la salud ocupacional y desde luego en la salud del adulto mayor. Esto parte de que las poblaciones objetivos desde el punto de vista de la salud, la menor de un año alcanzará su cúspide en efectivos el año 2015 y la población menor de cinco años crecerá en absolutos hasta el año 2025, esto tiene implicaciones en la atención primaria de la salud en la niñez. En el caso de las mujeres en edad reproductiva seguirá creciendo en efectivos en el período estudiado, pero alcanzará su mayor proporción del total en el año 2030, esto significará que la dotación de salud reproductiva deberá de incrementarse y hacerse con eficiencia, ya que al tener mejores estándares de salud en las mujeres estarán en mejor oportunidad de insertarse en el mercado laboral. Los grandes flujos de personas en edad productiva demandaran la importancia de la salud ocupacional en los diversos sectores de la economía, la prevención de accidentes de trabajo y la vigilancia de la salud de los trabajadores en sus puestos de trabajo. Como la población de la tercera edad crecerá en absolutos y relativos en todo el período estudiado por el proceso de envejecimiento de la población, significará en el área de la salud el desarrollo de programas de atención para la tercera edad. Mientras que progresa la transición demográfica, el financiamiento para el cuidado médico llega a ser aún más importante, sumado a esto los países experimentan una transición epidemiológica, donde las enfermedades no-prevenibles (tales como diabetes, enfermedades cardíacas, y el cáncer) llegan a ser predominantes. Estos cambios conducen a los aumentos importantes en gastos del cuidado médico, ya que los costos e estas enfermedades son más onerosas que las prevenibles.
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Empleo En el sector empleo, las lecciones aprendidas en otras realidades indican que la fuerza laboral debe ser mejor educada y tener una vida saludable y se le debe de dotar de un empleo digno que le permita mejores condiciones de vida. El flujo numeroso de población en edad de trabajar que genera la ventana demográfica además de ser una oportunidad es un reto para los gobiernos para concretizar políticas de empleo en los diferentes sectores económicos, principalmente en aquella población que busca su primer empleo, ya que los flujos de población que ingresa a la fuerza de trabajo seguirá creciente. Un grado sano de flexibilidad en mercados de trabajo es también vital, en realidad es una manera de acomodar a la población en edad de trabajar y significa que los dueños de empresas pueden ampliar y contraer rápidamente sus negocios, a través de formas de contratación temporal o por turnos o por salarios más bajos, aunque esta flexibilidad del mercado de trabajo es difícil de vender a los trabajadores es un opción de absorber más mano de obra. Al mismo tiempo la diversificación económica permite ampliar las oportunidades del empleo, los sectores económicos no tradicionales deben ser incentivados a la creación de nuevos puestos de trabajo. La productividad es otro factor relativo al empleo que contribuye a mejorar la economía del país, sin embargo, para lograr el reto de generar más y mejores empleos requiere de inversión nacional e internacional, siendo esta última la que incentivará a la primera en aportar los recursos dormidos en el sector bancario nacional, para generar riqueza no solo en las actividades comerciales o especulativas sino en invertir sus recursos en áreas que generen producción. Seguridad Social El estudio de la estructura de la población proporciona una visión de futuro que permite que los planificadores hagan las políticas para el mundo del mañana, no de ayer. La esperanza de vida creciente y una población que tiende al envejecimiento son características de las etapas avanzadas de la transición demográfica. Unido al crecimiento del empleo y de la fuerza de trabajo no puede descuidarse las inversiones en seguridad social que permitan que estas fuerzas crecientes de población inviertan en su jubilación, por lo que los sistemas de seguridad social deberán abarcar a una mayor masa de trabajadores sin exclusión e incluso el sector privado debe de invertir con solvencia en la oportunidad demográfica. Al tratar de ampliar la seguridad social la opción viable es reformar los sistemas de seguridad existentes, creados para una población vieja muy pequeña, por sistemas de que funcionen con bajo el esquema de pago por contribución, es decir que los trabajadores aporten sus contribuciones en instituciones sólidas que logren invertir los aportes y los hagan crecer, es decir pensiones completamente financiadas. Para que esto suceda es necesario dotar al país de un sistema financiero sano que permita que los trabajadores tengan confianza en invertir sus aportes para su jubilación futura.
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Vivienda La población creciente en las edades productivas también incluye la afluencia de contingentes crecientes en edades reproductivas y de alta incidencia en el mercado matrimonial y de formación de familias. Estas poblaciones necesitarán la dotación de viviendas accesibles a sus ingresos, lo cual sugiere que el mercado de construcción de viviendas crecerá en los años futuros, lo mismo con las subsectores que giran en torno al sector de la construcción. Economía Una mano de obra más grande, más sana, y mejor educada llevarán a la obtención de frutos económicos, si los trabajadores adicionales pueden encontrar trabajos. Las economías abiertas y la flexibilidad de las manos de obra, pueden ganar la confianza de la población y pueden ayudar a los países a cosechar la ventaja potencial creada por su transición demográfica. En las economías abiertas se puede lograr acceso a los mercados mundiales, por el fomento a la exportación, logrando de manera eficaz el encontrar la suficiente demanda a sus productos. Si la población en edad de trabajar es numerosa y tiene satisfechas sus necesidades de empleo lógico es pensar que además de generar mayores ingresos en el país, también genere ahorros y desde luego consumo, pero desde el punto de vista gubernamental también deberá aportar para atender las necesidades de los inactivos y esto se traduce en la recolección de tributos. Todos estos elementos del aporte demográfico de la ventana de oportunidades tienen su impacto en el crecimiento económico. Absorber a las generaciones crecientes en el empleo productivo también significará que las empresas se amplíen de pequeñas a grandes, a través de la inyección de capital, para lo cual necesitarán de inversión, que puede venir de ahorros propios, de la inversión privada nacional o de la inversión directa internacional, todo esto contribuye en la generación de más empleos, tributos e ingresos en el país. Aunque la región ha proporcionado un ejemplo de bajos estados de los ahorros, la transición demográfica puede animar a gente a ahorrar, pero solamente si el ahorro parece relativamente seguro y razonablemente provechoso. Para promover el ahorro, los gobiernos deben procurar proporcionar estabilidad del precio, pues los incentivos de ahorrar son más altos en ambientes con la inflación baja, y deben animar la competencia, la transparencia, y la eficacia en instituciones financieras. Cuando el crédito es escaso o es inalcanzable por los estratos bajos de la población, el desarrollo de nuevos modelos de concesión de crédito como las micro-finanzas por el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y el estado, pueden ayudar a la población a mejorar sus vidas en las zonas deprimidas a través de los emprendimientos y microempresas que permitan mejores rentas y ahorros.
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VIII. Bibliografía. Bloom, David E., Canning, David, Sevilla, Jaypee. The Demographic Dividend, a new perspective on the economic consequences of population change. RAND, 2003. Castellanos, M. David, V. Ochoa, J. Investigación de Mortalidad de Mujeres en Edad Reproductiva y Materna, Tegucigalpa, IMMER, 1990. CICRED, Policy Implications of Age-Structural Changes, París, CICRED, 2005. CELADE, Boletín Demográfico # 62, América Latina y El Caribe, Estimaciones y Proyecciones de Población 1950-2050, Santiago, CELADE, 2002. CELADE, Boletín Demográfico # 73, América Latina y El Caribe, Estimaciones y Proyecciones de Población 1950-2050, Santiago, CELADE, 2004. CELADE, Dinámica demográfica y desarrollo en América Latina y el Caribe, Serie Población y Desarrollo # 58, Santiago, CELADE, 2005. CELADE, Transición Demográfica. Cambios en la estructura poblacional, Una Pirámide que exige miradas, Temas de Población y Desarrollo # 1, Santiago, CELADE, 2005. Chakiel, Juan. La Dinámica Demográfica en América Latina, Serie Población y Desarrollo # 52, Santiago, CELADE, 2004. INE, Honduras: Proyecciones de Población 2001-2050, Tomo 1, Proyecciones de población total, urbana y rural por sexo y edad 2001-2015 y total quinquenales 20152050, Tegucigalpa, INE, 2006. INE, MEASURE DHS, Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2005-2006, Informe Familiar, Tegucigalpa, INE, MEASURE DHS, 2006. Lee, Ronald y Mason, Andrew. ¿Cuál es el dividendo demográfico?, Vuelta a lo Esencial, Finanzas y Desarrollo, septiembre, 2006. Mason, Andrew. Demographic Transition and Demographic Dividends in Developed and Developing Countries, United Nations Expert Group Meeting on Social and Economic Implications of Changing Population Age Structure, Mexico City, Mexico, 31 August–2 September, 2005. Masson, Andrew. Capitalizing on the demographic dividend, UNFPA, september, 2002. Meléndez, Jorge, Ochoa J. Villanueva, Yanira. Investigación sobre Mortalidad Materna y de Mujeres en edad Reproductiva en Honduras, Tegucigalpa, IMMER, 1999. MSP, ASHONPLAFA. Encuesta Nacional de Epidemiología y salud Familiar 1987, Informe Final, Tegucigalpa, MSP, ASHONPLAFA 1987. MSP, ASHONPLAFA. Encuesta Nacional de Epidemiología y salud Familiar 1991-92, Informe Final, Tegucigalpa, MSP, ASHONPLAFA 1992. MSP, ASHONPLAFA. Encuesta Nacional de Epidemiología y salud Familiar 1996, Informe Final, Tegucigalpa, MSP, ASHONPLAFA, 1997. 54
Newson, Linda. El Costo de la Conquista. Editorial Guaymuras, Tegucigalpa, 1992. Ogata, Naohiro y Matsukura, Rikiya. Demographic Dividends and Population Aging in Japan, Nihon University, NTA First Workshop, 17-28 Oct. 2005. Pool, Ian. ―Demographic Dividend‖, Windows of Opportunity‖ and Development: Agestructural, population waves and cohort flows. París, CICRED, 2004. Pool, Ian, Rodriguez Wong, Laura and Vilquin, Eric. Age-Structural Transitions: Challenges for Development, París, CICRED, 2006. Pool, Ian and Rodriguez Wong, Laura. Age-Structural transitions and policy: an Emerging Issue, in Age-Structural Transitions; Challenges for Development, Paris, CICRED, 2006. Population Matter RAND. Resumen de Investigación. Capitalizando el bono demográfico, como la dinámica demográfica puede afectar el crecimiento económico, David Bloom, David Canning y Jaypee Sevilla, 2003. Secretaría de Salud, Departamento ITS/VIH/SIDA. Situación del VIH/SIDA en Honduras. Welti, Carlos. Demografía I. México, PROLAP, CELADE, IISUNAM, 1977.
55
IX. ANEXOS
56
AMERICA LATINA: TASAS BRUTAS DE MORTALIDAD SEGUN PAISES, 2005-2010 Venezuela
5.2
Uruguay
9.2
Rep. Dominicana
5.8
Perú
6.0
Paraguay
4.9
Panamá
5.1
Nicaragua
4.8
México
5.2
Honduras
4.9
Haití
9.0
Guatemala
5.7
El Salvador
5.8
Ecuador
5.2
Cuba
7.7
Costa Rica
4.2
Colombia
5.4
Chile
5.5
Brasil
6.4
Bolivia
7.6
Argentina
7.7
América Latina
6.0 0.0
1.0
2.0
3.0
4.0
5.0 tasas por mil
6.0
7.0
8.0
9.0
10.0
Fuente: CELADE
AMERICA LATINA: TASAS BRUTAS DE NATALIDAD SEGUN PAISES, 2005-2010 21.5
Venezuela 16.1
Uruguay
21.8
Rep. Dominicana
21.3
Perú
28.0
Paraguay 21.3
Panamá
27.2
Nicaragua 20.1
México
26.9
Honduras
28.8
Haití
33.3
Guatemala 22.7
El Salvador 21.4
Ecuador 11.3
Cuba
17.8
Costa Rica
20.6
Colombia 15.1
Chile
19.2
Brasil
27.7
Bolivia Argentina
18.0
América Latina
20.4 0.0
5.0
10.0
15.0
20.0
25.0
30.0
35.0
tasas por mil
Fuente: CELADE
57
AMERICA LATINA: TASA GLOBAL DE FECUNDIDAD SEGUN PAISES, 2005-2010 2.55
Venezuela
2.23
Uruguay
2.55
Rep. Dominicana
2.59
Perú
3.53
Paraguay
2.62
Panamá
2.99
Nicaragua
2.32
México
3.23
Honduras
3.60
Haití
4.15
Guatemala
2.63
El Salvador
2.58
Ecuador
1.62
Cuba
2.10
Costa Rica
2.48
Colombia
1.94
Chile
2.25
Brasil
3.50
Bolivia Argentina
2.30 2.43
América Latina
0.00
0.50
1.00
1.50
2.00 2.50 hijos por mujer
3.00
3.50
4.00
4.50
Fuente: CELADE
AMERICA LATINA: ESPERANZA DE VIDA AL NACER SEGUN PAISES, 2005-2010 73.8
Venezuela Uruguay
76.1
Rep. Dominicana
71.4
Perú
71.2
Paraguay
71.9
Panamá
75.6
Nicaragua
71.0
México
74.3
Honduras
72.1
Haití
61.2
Guatemala
70.2
El Salvador
71.8
Ecuador
75.0
Cuba
77.3
Costa Rica
78.8
Colombia
73.2
Chile
78.5
Brasil
72.4
Bolivia
65.5
Argentina
75.1
América Latina
73.0 0
10
20
30
40
años
50
60
70
80
90
58
HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 1950 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. Edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 1970 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. Edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
12
10
8
6
4
2
0
2
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 1990 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5- 9 0- 4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE
59
HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 2OO5 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5- 9 0- 4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 2010 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. Edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 2015 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G.edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE 60
HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 2030 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 2040 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5- 9 0- 4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE HONDURAS: PIRAMIDE DE POBLACION 2050 80 y + 75 - 79 70 - 74 65 - 69 60 - 64 55 - 59 50 - 54
G. edad
45 - 49 40 - 44 35 - 39 30 - 34 25 - 29 20 - 24 15 - 19 10 - 14 5-9 0-4
12
10
8
6
4
2
0
2
4
6
8
10
12
% Hombre
Mujer
Fuente: CELADE
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