LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE TOMO I BEATRIZ PIEDECAUSA GARCÍA

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LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE TOMO I BEATRIZ PIEDECAUSA GARCÍA

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

tomo

TESIS DOCTORAL

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

BEATRIZ PIEDECAUSA GARCÍA

Memoria presentada para aspirar al grado de Doctor en Arquitectura Director: Dr. Servando Chinchón Yepes Catedrático de Ingeniería y Arquitectura. Departamento de Construcciones Arquitectónicas

Departamento de Construcciones Arquitectónicas_Universidad de Alicante Programa de doctorado Arquitectura, Ciudad, Obra Civil y su Construcción

01

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

0

ÍNDICE

ÍNDICE

capítulo

ÍNDICE

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE ÍNDICE

tomo

CAPÍTULO 0. OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

01

01

introducción

parte 1 | ANÁLISIS TIPOLÓGICO CAPÍTULO 01. LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

11

01. Los inicios de la vivienda excavada 01.1. Arquitectura animal

15

13

01.2. Arquitectura Troglodita 01.2.1. 01.2.2. 01.2.3. 01.2.4.

Excavación Excavación Excavación Excavación

19

Horizontal: Arquitectura de corrección del relieve natural Vertical: Arquitectura enterrada en Formaciones Singulares: Arquitectura sustractiva en superficie Horizontal+Vertical: Arquitectura mixta

01.3. Urbanismo Troglodita 01.3.1. 01.3.1. 01.3.2. 01.3.3.

Agrupaciones Agrupaciones Agrupaciones Agrupaciones

de de de de

21 24 25 27

31 excavación excavación excavación excavación

horizontal vertical en formaciones singulares mixta

32 33 33 34

02. Lo subterráneo como percepción 02.1. Realidad vs Imagen 02.2. Arquitectura sensitiva

35 37

35

03. Lo subterráneo como fisicidad

39

04. Conclusiones

43

05. Bibliografía citada

51

escala conceptual

tomo

01

escala mundial

CAPÍTULO 02. ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

53

01. El impacto de la vivienda tradicional excavada a nivel mundial 01.1. Túnez_Matmata 01.2. Turquía_Capadocia 01.3. China_Luoyang

61 69 77

02. El desarrollo de la vivienda tradicional excavada en el ámbito español 02.1. Andalucía

91

02.1.1. Andalucía_Guadix (Granada)

02.2. Castilla la Mancha_Chinchilla (Albacete) 02.3. Valle del Ebro_Juslibol (Zaragoza) 02.4. Submeseta Norte_Aguilar de Campos (Valladolid)

03. La vivienda tradicional excavada en la Comunidad Valenciana 03.1. Arquitecturas de excavación horizontal 03.1.1. Asentamientos lineales en acantilados_Bocairente (Valencia) 03.1.2. Asentamientos en ladera_Crevillente (Alicante)

03.2. Arquitecturas de excavación horizontal+vertical 03.2.1. Asentamiento sobre plano horizontal_Paterna (Valencia)

55

85 93

99 103 107

111 115 115 117

121 121

04. Conclusiones

125

05. Bibliografía citada

131

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tomo

CAPÍTULO 03. LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

135

01. Crevillente. Condiciones físicas 01.1. Encuadre geográfico, geológico y climático

137

02. Crevillente. Condiciones sociales 02.1. Reseña histórica 02.2. Origen y evolución demográfica de las cuevas

141 147

03. Los asentamientos en cuevas 03.1. Distribución de las viviendas subterráneas 03.2. Influencia de la normativa urbanística 03.3. Análisis tipológico

149 153 161

03.3.1. Estancias básicas 03.3.2. Elementos singulares

03.4. Análisis constructivo 03.4.1. Técnica de construcción 03.4.2. Materiales de construcción

03.5. Situación actual

137 141

149

166 169

173 173 174

177

04. Conclusiones

181

05. Bibliografía citada

185

01

escala local

tomo

01 parte 2 | MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

escala calidad ambiental

CAPÍTULO 04. CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES: RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

187

01. La radiactividad y sus fuentes 01.1. Definiciones, magnitudes y unidades de medida 01.2. Radiactividad natural en la edificación 01.3. Criterios de control

191 193 195

02. Radiación externa: índice de riesgo radiactivo (I) 02.1. Índice de riesgo radiactivo (I) 02.2. Materiales NORM (Naturally Occurring Radioactive Materials) utilizados en construcción 02.3. Marco normativo relativo a materiales NORM

197 199 200

02.3.1. Legislación NORM en España

03. Radiación interna: el gas radón (222Rn) 03.1. La exposición a radiación interna

191

197

201

203 203

03.1.1. Riesgos del radón 03.1.2. Niveles ambientales y dosis corporales de radón 03.1.3. Fuentes de exposición

204 204 207

03.2. Marco normativo relativo a radiaciones naturales y radón 03.3. Concentración de radón en ambientes interiores

210 215

04. Conclusiones

219

05. Bibliografía citada

225

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tomo

CAPITULO 05. MEDIDAS DE RADÓN AMBIENTAL EN LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE

233

01. Introducción al análisis experimental 01.1. Selección de campaña e instrumental utilizado

235 235

02. Medidas de radón ambiental en el ámbito de las construcciones tradicionales 02.1. Introducción 02.2. Materiales y métodos 02.3. Resultados 02.4. Anexo de documentación. Fichas de viviendas analizadas

239 241 243 251

03. Conclusiones

285

04. Bibliografía citada

293

CONCLUSIONES GENERALES

297

01

escala experimental

239

conclusiones

LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE ÍNDICE

tomo

ANEXOS | DOCUMENTOS PUBLICADOS DE LA PRESENTE TESIS DOCTORAL PUBLICACIONES RELACIONADAS CON EL ESTUDIO TIPOLÓGICO ANEXO 01 Artículo. La vivienda excavada a nivel mundial. PIEDECAUSA GARCÍA, B. La vivienda enterrada: estudio de su evolución tipológica y adaptación geográfica. Revista Investigaciones Geográficas, nº 50, pp. 169-189. Alicante, 2010. ISSN: 0213-4691.

ANEXO 02 Artículo. La vivienda excavada en Crevillente. PIEDECAUSA GARCÍA, B. La vivienda excavada: evolución tipológica, condiciones ambientales y adaptación geográfica. El caso de Crevillente (Alicante). Construcción con tierra. Tecnología y Arquitectura, pp. 397-414. Valladolid, 2011. ISBN: 978-84-694-8107-3. ANEXO 03 Artículo. Recuperación de asentamientos excavados para nuevos usos. PIEDECAUSA GARCÍA, B; CHINCHÓN PAYÁ, S.; GONZÁLEZ CILLER, L.; CLIMENT CLEMADES, R.: Recuperación del frente marítimo de El Campello (Alicante) mediante la rehabilitación de las cuevas del antiguo puerto pesquero. Revista Investigaciones Geográficas, nº 55. Alicante, 2012. ISSN: 0213-4691.

PUBLICACIONES RELACIONADAS CON EL ESTUDIO DE CALIDAD AMBIENTAL

ANEXO 04 Artículo. Radiactividad externa de los materiales de construcción. PIEDECAUSA GARCÍA, B.; CHINCHÓN PAYÁ, S.; MORALES RECIO, M.A.; SANJUAN BARBUDO, M.A.: Radiactividad natural de los materiales de construcción. Parte I. Radiación externa: índice de riesgo radiactivo. Revista Cemento-Hormigón, nº 945 julio-agosto, pp. 34-75. Madrid, 2011. ISSN: 0008-8919.

02

tomo

02

ANEXO 05 Artículo. Radiactividad interna de los materiales de construcción. PIEDECAUSA GARCÍA, B.; CHINCHÓN PAYÁ, S.; MORALES RECIO, M.A.; SANJUAN BARBUDO, M.A.: Radiactividad natural de los materiales de construcción. Parte II. Radiación externa: índice de riesgo radiactivo. Revista Cemento-Hormigón, nº 946 septiembre-octubre, pp. 34-50. Madrid, 2011. ISSN: 00088919. ANEXO 06 Artículo. Radiactividad externa de algunos materiales de construcción en España. CHINCHÓN-PAYÁ, S.; PIEDECAUSA, B.; HURTADO, S.; SANJUÁN, M.A.; CHINCHÓN, S. Radiological impact of cement, concrete and admixtures in Spain. Radiation Measurements nº46, pp. 734-735, 2011.

CAPÍTULO 0 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

CAPÍTULO 0 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

capítulo

0

OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

1

| Planteamiento de la Investigación

Título: LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA: LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Y MEDIDAS DE CALIDAD DEL AIRE

Resumen:

CAPÍTULO 0 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

La arquitectura subterránea ha dado cobijo y protegido al hombre desde muchos siglos atrás, evolucionando tipológicamente y perdurando con el paso del tiempo hasta la actualidad. La presente necesidad de incidir en propuestas bioclimáticas de bajo coste hace indispensable el estudio de esta arquitectura más primitiva puesto que, además de formar parte de la vivencia colectiva del habitar humano, es un referente en cuanto al aprovechamiento de los condicionantes naturales mediante propuestas sencillas que se benefician de la inercia térmica del terreno. El objetivo de la presente tesis doctoral es identificar, analizar y poner de manifiesto la evolución tipológica de la vivienda excavada a nivel mundial y su adaptación, en cada caso, a la geografía regional tanto como solución arquitectónica individual como sistema de agrupación urbanístico. Investigación que se concreta en el estudio pormenorizado de los asentamientos de casas-cueva existentes hoy día en el municipio de Crevillente en Alicante (España) mostrando, en primer lugar, la benevolencia de la solución subterránea como espacio habitable mediante un análisis del origen, las condiciones históricas y las tipologías de estas viviendas excavadas; y, en segundo lugar, mostrando la problemática derivada de la influencia del terreno donde se asientan mediante un estudio sobre las condiciones de calidad ambiental de los espacios excavados en relación al gas radiactivo radón.

Summary

Underground architecture has sheltered and protected people by a typological evolution for many centuries. The current need to emphasize low-cost bioclimatic approaches makes the study of this primitive architecture essential; besides being part of the collective human living experience, this architecture is a reference in using natural conditions by simple proposals that benefit from thermal ground inertia. The aim of this thesis is to identify, analyze and highlight the typological evolution of worldwide buried housing and its adaptation to the regional geography both as an individual architectural solution and as a urban grouping system. This research is provided through a detailed study of cave-houses settlements in the town of Crevillente in Alicante (Spain) showing, on the one hand, the benevolence of the underground approach as a living space through an analysis of the origin, the historical conditions and the types of these excavated houses and, on the other hand, showing the problems caused due to the influence of the ground where they are placed, by the study of the environmental quality conditions in excavated rooms in relation to the radioactive radon gas.

3

| Objetivos La investigación se centra en el estudio del hábitat subterráneo a través del tiempo: una vivienda excavada que comenzó siendo la forma más básica de cobijo y que, a lo largo del desarrollo edificatorio, ha constituido una tipología muy utilizada desde el hombre primitivo hasta nuestros días. De este modo, se presenta como parte sustancial del repertorio de la arquitectura tradicional y muestra cómo el hábitat subterráneo constituye una peculiar propuesta que, siendo distinta al resto de tipologías populares, ha sabido evolucionar con el tiempo para adaptarse a necesidades históricas o sociales concretas, llegando incluso a pervivir como solución válida en la actualidad. Por tanto, con el fin de recuperar la importancia que estas arquitecturas han perdido frente al resto del patrimonio cultural construido, en la primera parte de la presente tesis doctoral se documenta la riqueza de estas viviendas, reconociendo su tradición como hecho social, su utilización como tipología habitable y su técnica constructiva de excavación. Un trabajo realizado bajo la percepción de la arquitectura popular que, basado en sus características socioeconómicas o geográficas, tiene como objetivo la puesta en valor y la recuperación de esta singular forma de entender el territorio, el habitar o incluso la vida, mediante la generación de hogares subterráneos. Así, se plantea un análisis global de la vivienda tradicional excavada, considerándose absolutamente necesario un acercamiento sobre la realidad subterránea desde una perspectiva mundial y regional como paso previo a un estudio exhaustivo de un enclave excavado concreto en la provincia de Alicante. Unas casas-cueva que siempre han tenido una gran influencia social en el entorno de Crevillente, a pesar de haber permanecido relegadas a un segundo plano en muchas ocasiones; una influencia que, ahora más si cabe, se pone de manifiesto en las páginas del presente trabajo gracias al análisis de sus características materiales, su distribución funcional y sus procesos de excavación, contribuyendo a una mejor comprensión y difusión del valor tipológico y social que estas viviendas tan singulares tienen para el municipio. Esta arquitectura de carácter sencillo aún es interesante hoy día debido, fundamentalmente, a sus bondades climáticas, su mímesis con el entorno y su tradición social; sin embargo, también conlleva ciertos inconvenientes: no sólo aquellos relacionados con problemas de hundimientos, posibles humedades, dificultad de ventilación o escasez de iluminación natural, sino también otros relacionados con la calidad ambiental de los espacios respecto al gas radón; un gas radiactivo existente en nuestras edificaciones (con mayor influencia en lugares subterráneos de poca ventilación) que en la actualidad sigue siendo un gran desconocido para la mayor parte del entorno arquitectónico. Por este motivo, con el fin de fijar la atención en este otro parámetro a considerar respecto a la calidad ambiental en espacios subterráneos de cualquier tipo (sean actuales o tradicionales), en la segunda parte del presente trabajo las viviendas excavadas de Crevillente (consideradas como paradigma del sistema arquitectónico pasivo) son analizadas en relación al gas radón presente en ellas.

| Justificación y metodología empleada Dentro del extenso mundo de la arquitectura popular, no cabe duda que la vivienda excavada constituye un fenómeno de incuestionable interés a estudiar si bien es cierto que, en muchos casos, ha sido una tipología olvidada o incluso menospreciada. Hasta hace escasas décadas la construcción tradicional seguía siendo aplicable a muchas edificaciones de nueva planta; sin embargo, en los últimos años, tras el gran desarrollo tecnológico del siglo XX se ha insistido en utilizar sofisticados planteamientos bioclimáticos de acondicionamiento sin evitar que el aporte de energía necesario para acondicionar muchos proyectos actuales siga siendo aún excesivo. Por tanto, parece interesante el estudio de las características formales y materiales de estas sencillas tipologías habitables, que no necesitan un aporte energético extra para su acondicionamiento interior, con el fin de obtener conclusiones aplicables en diseños actuales sin dejar de lado los avances técnicos de la época en la que nos encontramos.

CAPÍTULO 0 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

Como aproximación a las ventajas de este tipo de arquitectura, por una parte resulta importante conocer el papel que juega el terreno en el acondicionamiento global subterráneo, los materiales más idóneos con los que trabajar y las condiciones ambientales concretas en las casas-cueva de Crevillente. Por otra parte, también se ha pretendido considerar algunos inconvenientes relacionados con las construcciones subterráneas, fundamentalmente aquellos relacionados con la radiactividad natural, la intensidad de concentración de gas radón y la influencia de estos conceptos en edificaciones existentes o futuras. Un tema sugerente a desarrollar y que despierta gran interés para investigaciones posteriores tanto en construcciones populares como en las más actuales. Así, desde el Departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad de Alicante, al que pertenece la autora de este trabajo, se han realizado distintas investigaciones dirigidas por su director de tesis, el Dr. Servando Chinchón Yepes, sobre la radiactividad externa de algunos materiales de construcción con las que establecer valores del Índice de Riesgo Radiactivo (I) en distintas muestras; además, en los últimos meses se han llevado a cabo distintos estudios respecto a la influencia del radón ambiental en espacios subterráneos, tanto en edificaciones tradicionales como en otras más recientes, encabezados por la autora de la presente tesis. Por último, al respecto de la metodología utilizada, cabe destacar que se establece una línea de actuación consistente en: 1. Identificación de los inicios de la construcción subterránea, clasificación de distintas tipologías de arquitectura o urbanismo troglodita y reflexión sobre el concepto de lo subterráneo, tanto como percepción como fisicidad habitable.

5

2. Valoración de los orígenes de la vivienda excavada mediante el estudio de su evolución histórica-constructiva desde una visión a nivel mundial, pasando por su desarrollo en la Península Ibérica y concretando su importancia en los territorios de la Comunidad Valenciana. 3. Estudio histórico, social y tipológico de las viviendas subterráneas en el entorno concreto de Crevillente desde sus inicios hasta la actualidad. 4. Análisis de los condicionantes influyentes en la radiactividad natural presente en espacios subterráneos y procesos para su identificación. 5. Estudio de la presencia de gas radón en las principales tipologías de casas-cueva del citado municipio alicantino. De este modo, el cuerpo argumental del presente trabajo se desarrolla partiendo de un estudio de los antecedentes de la vivienda excavada a lo largo de la historia para, posteriormente, efectuar un análisis más pormenorizado de las casas-cueva habitadas en Crevillente. Un trabajo que no está centrado en censar el hábitat excavado en dicha localidad sino que profundiza sobre las distintas tipologías existentes y las condiciones ambientales de sus espacios interiores.

| Estructura de la tesis La presente tesis doctoral está dividida en un primer tomo donde se presenta la documentación propia de la investigación realizada y un segundo tomo que recoge, a modo de anexos, distintos artículos publicados relacionados con las principales temáticas desarrolladas durante el período de realización del trabajo. A continuación, se describen de forma detallada los capítulos en los que se organiza el texto.

TOMO 1

CAPÍTULO 0 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

El Tomo 1 está compuesto por 6 capítulos estructurados de la siguiente forma: los tres primeros capítulos desarrollan un estudio arquitectónico sobre distintas tipologías de vivienda tradicional excavada y su aplicación al caso concreto de Crevillente mientras que los capítulos 4 y 5 desarrollan un estudio de la calidad ambiental en los espacios subterráneos aplicado a las casas-cueva del citado municipio. En el capítulo 6 se presentan las conclusiones generales del trabajo. Capítulo 01. Hace referencia a una escala conceptual, en la que se describe un recorrido por los inicios de la arquitectura excavada (desde los paralelismos con la arquitectura animal, las tipologías de la construcción troglodita y el urbanismo que conforman) y se reflexiona sobre el concepto de lo subterráneo desde el prisma de la percepción y de la fisicidad. Capítulo 02. Hace referencia a una escala mundial, en la que se analizan en tres grandes bloques distintos ejemplos de viviendas trogloditas excavadas: desde los asentamientos a nivel mundial, pasando por desarrollos en el ámbito español y finalizando en ejemplos concretos de nuestro entorno próximo, en la Comunidad Valenciana. Capítulo 03. Hace referencia a la escala local de Crevillente, en la que se estudian de un modo pormenorizado los asentamientos propios del municipio: las motivaciones que los originaron (físicas, históricas y sociales), sus condiciones de desarrollo y distribución, la definición de los espacios tipológicos más comunes o las técnicas y materiales de construcción empleados.

7

Capítulo 04. Hace referencia a una escala de calidad ambiental, en la que se hace un repaso por los conceptos básicos en relación con la influencia de la radiación externa o interna presente en las edificaciones subterráneas y las normativas nacionales e internacionales existentes al respecto. Capítulo 05. Hace referencia a una escala experimental, en la que se realiza un estudio práctico del comportamiento frente al gas radón en distintas casas-cueva representativas del municipio. Conclusiones generales. Hace referencia a las conclusiones del trabajo y a posibles desarrollos futuros de la investigación.

TOMO 2 En el Tomo 2 se incluyen distintos artículos relacionados con las principales líneas argumentales desarrolladas que han sido publicados durante el período de realización de la presente tesis doctoral; documentos que se engloban en los dos grandes bloques de la propia investigación. a. Publicaciones relacionadas con el estudio tipológico Anexo 01. PIEDECAUSA GARCÍA, B. La vivienda enterrada: estudio de su evolución tipológica y adaptación geográfica. Revista Investigaciones Geográficas, nº 50, pp. 169-189. Alicante, 2010. ISSN: 0213-4691. Artículo sobre la evolución tipológica de la vivienda excavada a nivel mundial, tanto como solución arquitectónica como sistema de agrupación urbanístico. Anexo 02. PIEDECAUSA GARCÍA, B. La vivienda excavada: evolución tipológica, condiciones ambientales y adaptación geográfica. El caso de Crevillente (Alicante). Construcción con tierra. Tecnología y Arquitectura, pp. 397414. Valladolid, 2011. ISBN: 978-84-694-8107-3. Actas de la comunicación presentada en el VIII Congreso Internacional de Arquitectura en Tierra. Tradición e Innovación acerca de la evolución de la vivienda excavada en Crevillente, su origen, desarrollo y pervivencia en el tiempo.

Anexo 03. PIEDECAUSA GARCÍA, B; CHINCHÓN PAYÁ, S.; GONZÁLEZ CILLER, L.; CLIMENT CLEMADES, R.: Recuperación del frente marítimo de El Campello (Alicante) mediante la rehabilitación de las cuevas del antiguo puerto pesquero. Revista Investigaciones Geográficas, nº 55. Alicante, 2012. ISSN: 0213-4691. Artículo que estudia la idoneidad de rehabilitación de las cuevas del frente marítimo de El Campello para uso y disfrute comunitario dentro de una propuesta de regeneración paisajística y social en el municipio.

b. Publicaciones relacionadas con el estudio de calidad ambiental

CAPÍTULO 0 OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA TESIS

Anexo 04. PIEDECAUSA GARCÍA, B.; CHINCHÓN PAYÁ, S.; MORALES RECIO, M.A.; SANJUAN BARBUDO, M.A.: Radiactividad natural de los materiales de construcción. Parte I. Radiación externa: índice de riesgo radiactivo. Revista Cemento-Hormigón, nº 945 julio-agosto, pp. 34-75. Madrid, 2011. ISSN: 0008-8919. Artículo sobre aspectos relacionados con el concepto de radiactividad natural que profundiza en los tipos de radiactividad en los materiales naturales radiactivos NORM (“Naturally Occurring Radioactive Materials”) utilizados en la construcción, así como sus fuentes e influencias. Anexo 05. PIEDECAUSA GARCÍA, B.; CHINCHÓN PAYÁ, S.; MORALES RECIO, M.A.; SANJUAN BARBUDO, M.A.: Radiactividad natural de los materiales de construcción. Parte II. Radiación externa: índice de riesgo radiactivo. Revista Cemento-Hormigón, nº 946 septiembre-octubre, pp. 34-50. Madrid, 2011. ISSN: 0008-8919. Artículo sobre el estudio de la radiactividad ambiental en el interior de los espacios construidos debida a la presencia del gas radón, así como sus fuentes y niveles recomendados. Anexo 06. CHINCHÓN-PAYÁ, S.; PIEDECAUSA, B.; HURTADO, S.; SANJUAN, M.A.; CHINCHÓN, S. Radiological impact of cement, concrete and admixtures in Spain. Radiation Measurements nº46, pp. 734-735, 2011. Artículo sobre la determinación del Índice de Riesgo Radiactivo (I) de distintas muestras de cementos y hormigones.

9

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

capítulo

01

LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

11

01. | LOS INICIOS DE LA VIVIENDA EXCAVADA En la antigüedad, la subsistencia del hombre dependía exclusivamente de alimentos obtenidos mediante caza o recolección dentro de sociedades en equilibrio ecológico con su entorno, donde influían sutilmente de la misma manera que las grandes manadas animales. Con una densidad de población baja, el número máximo de habitantes estaba rígidamente relacionado con el abastecimiento de alimentos y éste, a su vez, quedaba determinado por fuerzas de las que los pobladores primitivos tenían escaso o ningún control. Así, según N. Schoenauer se generaban relaciones asombrosas entre territorio y ocupación, ya que: “[…] dependiendo de las condiciones climáticas prevalecientes, una persona en este modelo de vida requería para su subsistencia un área aproximada de 1.800 a 130.000 hectáreas.” 1 Puesto que los habitantes primitivos no cultivaban alimentos, subsistían gracias a lo proporcionado por la naturaleza, constituyendo sociedades nómadas que abandonaban sus campamentos tan pronto como se agotaban los recursos en un área limitada por la distancia a pie. Este vivir errante no estaba basado en el azar, sino en una migración en itinerarios para la obtención de comida: lugares con alimentos concretos, caza abundante o pozos naturales de agua. Así, para un aprovechamiento óptimo de los recursos naturales, estos recolectores permanecían constantemente en movimiento, siendo incompatible su actividad con una vida de construcciones permanentes.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Aunque el sedentarismo es una conducta directamente relacionada con un tipo de sociedad más avanzada, algunos grupos nómadas empiezan a utilizar ciertas cuevas naturales como elemento de abrigo nocturno en su recorrido; con el paso del tiempo, la evolución de sus habilidades cultivadoras genera una mayor estabilidad alimentaria que da lugar a un cambio en sus modos de vida: aparece un comportamiento más estático con la utilización de cuevas durante estancias más largas, al no ser necesario un movimiento tan continuado de los poblados. A partir de ese momento, el dominio de técnicas más desarrolladas de pastoreo o agricultura da lugar a un sedentarismo relacionado con el territorio que genera refugios estables donde el hombre se domicilia, renunciando a un deambular continuo y organizando su vida en un lugar permanente.

Planta de la gruta de Pair-Non-Pair. Gironde. Francia. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 19.

Durante muchos años, y hasta una época muy reciente, tanto ciertos historiadores como arquitectos han compartido la opinión de que los orígenes de la producción arquitectónica se remontan principalmente al periodo egipcio hace más de 5.000 años; sin embargo, esta visión deja de lado el ámbito de esta otra arquitectura más primitiva que había acogido al hombre anteriormente a esa gran civilización, olvidando construcciones que evolucionarían y perdurarían con el paso del tiempo incluso hasta la actualidad.

SHOENAUER, N.: 6.000 años de hábitat. De los poblados primitivos a la vivienda urbana en las culturas de oriente y occidente. Colección Arquitectura/Perspectivas. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 1984. Pág. 16. 1

Sección de la gruta de Pair-Non-Pair. Gironde. Francia. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 19.

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Por tanto, el presente trabajo parte de la convicción de que es necesario tener en cuenta también estas otras arquitecturas ya que, a pesar de no poder competir frontalmente con las monumentales construcciones egipcias, también forman parte de la vivencia colectiva del habitar humano. De este modo, el punto de arranque de este estudio es el primer hábitat permanente utilizado por el hombre primitivo: la cueva; un espacio donde, de un modo natural, se encontraba cobijo del frío y de la lluvia en invierno, o del calor y del sol en verano; un refugio que protegía del entorno, de la climatología y de otras especies. Con el paso del tiempo, el hombre empezó a utilizar estos lugares para conservar alimentos recolectados y, cuando fue capaz de crear símbolos, aprovechó sus paredes para dejar huella de sus cacerías, sus hazañas o su sociedad. Durante años se apropió de un modo despreocupado de aquellas cuevas que le brindaba la naturaleza, mediante una ocupación sencilla que no alteraba el emplazamiento; más tarde, las acondicionó a unos requerimientos propios y así, aquello que había sido entregado de modo natural, se fue adecuando a nuevos usos mediante una manipulación direccionada. El proceso mediante el cual estas cuevas sirvieron primero como resguardo de las inclemencias del tiempo para después modificarse lentamente con fines de habitar, mejorando las condiciones de los espacios iniciales y generando nuevas propuestas constructivas, es en sí un primer proceso de intervención arquitectónica. Actuaciones iniciales que sirvieron de base para la aparición de excavaciones suplementarias o pequeñas construcciones anexas, dando como resultado mejoras en las condiciones bioclimáticas o avances en la intervención del entorno construido, generando así la más primitiva de las arquitecturas.

01.1. ARQUITECTURA ANIMAL En relación a las arquitecturas excavadas, tal y como se ha comentado existen referencias previas a las del antiguo Egipto hace más de 5.000 años; sin embargo, si se consideran las intervenciones animales como otro tipo de actuación arquitectónica, es posible remontarse muchos siglos atrás, ya que los seres vivos comenzaron a construir las que pueden ser consideradas como las construcciones más primitivas hace más de 500 millones de años. Estos animales con hábitat en microcavernas enterradas son conocidos, genéricamente, con el apelativo de “troglofauna” y generan una arquitectura excavada que no está destinada únicamente a proteger a sus habitantes de variaciones frente al entorno físico, sino que cumple multitud de funciones paralelas como servir de sistema de caza, de espacio de protección ante depredadores o de regulación higrotérmica y climática interior. Para este fin, cuentan con la elaboración de refugios mediante materiales sencillos aprovechados del entorno que, gracias a un perfeccionamiento creciente de la técnica constructiva, han evolucionado hacia estructuras singulares más eficientes para cada ámbito concreto.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

A pesar de la gran capacidad de organización y clasificación de la que disponemos hoy en día, no es fácil determinar de un modo exacto el número de especies animales que han establecido de un modo parcial o total su hábitat en el subsuelo ya que, únicamente en septiembre de 2009, se encontraron más de 850 nuevas especies de invertebrados subterráneos sólo en Australia. Debido a la gran cantidad de individuos excavadores existentes, aparece una interesante diversidad tipológica de sus construcciones en función de los niveles de apropiación del terreno, variando desde una ocupación superficial (donde existe interacción con el medio exterior) hasta una ocupación más profunda (donde se impone una voluntad de hermetismo subterráneo).

Modelo de termitero de la subfamilia Macrotermitinos. Fuente: OMEDES, A. PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Pág. 103.

Con el transcurrir de los años, la arquitectura animal excavada ha ido evolucionado a pasos agigantados posiblemente al mismo tiempo que lo hemos hecho nosotros, sus propios constructores. Así, según A. Omedes y J. Piqué 2, si se consideran como ejemplo aquellas construcciones llevadas a cabo por los animales más desarrollados (los homínidos) es posible hallar indicios de estructuras subterráneas sorprendentes incluso con 1,6 millones de años. No obstante, y aunque su ritmo de desarrollo no haya sido tan avanzado, los sistemas habitables de otras especies también han continuado desarrollándose y adaptándose a las condiciones del entorno donde se ubican mediante la creación de colectividades en las que, según los citados autores: “La sostenibilidad, entendida como uso “racional” de recursos, ha estado presente desde el origen del comportamiento constructor de los seres vivos.” 3 2 OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Museu de les Ciències Naturals de la Ciutadella. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 2003. Pág. 19. 3 Ibidem. Pág. 19.

Madriguera de ratón doméstico Mus musculus. Fuente: OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Pág. 41.

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Una teoría que considera el concepto de eficiencia como la clave del desarrollo animal en unas comunidades que, tal y como confirma M. Algarín 4, han aprendido pausada e indirectamente a partir de determinados conocimientos instintivos desde su evolución, entre los que destaca la capacidad de elección del refugio más adecuado a las necesidades específicas de cada especie y del emplazamiento más idóneo. Agrupaciones donde, evidentemente, la pervivencia de cada construcción está ligada a la supervivencia de la especie que la construye, viéndose modificada mediante el desarrollo de ciertas particularidades técnicas que generan nuevos y mejores sistemas organizativos. Si se considera que estas modificaciones constructivas se “codifican” en los animales para transmitirse entre generaciones de un modo instintivo, al establecer un paralelismo respecto al ser humano se podría intuir que en nuestra especie también podrían existir ciertos instintos latentes que, ubicados en un segundo plano, serían intrínsecos al hombre. Para M. Algarín, este planteamiento supondría que: “[…] la forma de los espacios que ha experimentado han dejado una huella que ha terminado por ser innata; que ha llegado a desarrollar, a partir de su experiencia, algo que es intuitivo y, por lo tanto, irracional e inconsciente. Esta serie de sensaciones formaría un patrimonio común a todos los hombres adquirido desde hace cien mil años en cobijos ocasionales o en refugios naturales.” 5

Vista exterior de trampas de caza de hormiga león. Fuente: Beatriz Vigalondo en www.picasaweb.google.com

Sin embargo, parece que en el género humano esta relación no se llega a cumplir del mismo modo que ocurre con otras especies animales y, por tanto, asumimos que no es posible afirmar de un modo racional ni demostrar experimentalmente la existencia de conocimientos instintivos previos ya que: “[…] la impresión que nos producen los espacios o los edificios no siempre es racionalmente explicable.”

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Aún así, en determinados ámbitos de las construcciones humanas sí se establecen otros comportamientos similares con la arquitectura animal ya que en ella también se han desarrollado soluciones que dotan al individuo de una mayor autonomía respecto a su entorno y facilitan la supervivencia de la especie en las mejores condiciones posibles. Como muestra de estas estructuras animales excavadas y con el fin de ser comparadas posteriormente con otras arquitecturas generadas por el hombre, a continuación se consideran tres ejemplos interesantes en cuanto a su construcción subterránea resultante: el caso de la hormiga-león (palpares libelulloide), el de la araña de trampa (nemesia cementaria) y el de las termitas (macroterme bellicosus).

ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 24. Ibidem. Pág. 24. 6 Opus cit. Pág. 25. 4

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Puerta del refugio de la araña de trampa. Fuente: www.mallorcaesasitambien.blogspot.com

a. Hormiga-león (palpares libelulloide) Son comunes en cuevas cerca de la costa (especialmente en áreas arenosas o rocosas de regiones tropicales) y su característica constructiva más destacable es la excavación de un cono invertido como trampa de caza, basada en un principio parecido al de las antiguas trampas para venados. Con ella, apresan pequeños insectos que se deslizan por sus paredes y que, no pudiendo salir debido al polvo de su superficie, acaban siendo capturados en el fondo de la excavación; en el caso que la caída se demore, la hormiga-león desequilibra a su presa desde abajo lanzando paladas de arena con su cabeza plana para aumentar la resbaladicidad de la superficie. Aunque esta técnica de caza asociada a la construcción de un refugio pudiera parecer simple, lo cierto es que la secuencia de conductas animales es bastante complicada ya que, excavar un foso en forma de embudo que alcanza un ángulo de 45º con el fin de maximizar la distancia a la que son lanzadas las partículas de arena, aumentando el deslizamiento y con ello la eficacia de la propia trampa, es un sistema altamente sofisticado. b. Araña de trampa (nemesia cementaria)

Sección de trampa de caza de la hormiga león, en forma de cono invertido. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 27.

Abundan en regiones cálidas (aunque existen en países templados) y se caracterizan por un profundo agujero cilíndrico excavado como refugio y trampa de caza. Las dimensiones del conducto oscilan entre 30 y 60 cm de largo (con diámetro de 3 cm), revestido con una primera capa de barniz impermeable que impide el desmoronamiento de sus paredes de tierra y una segunda capa de tapiz superficial gracias a una especie de papel de seda. Constructivamente hablando, el punto más singular del refugio es la puerta articulada de su superficie: ajustada con absoluta precisión al hueco, resulta imposible descubrir la trampa cuando está cerrada. La tapa, compuesta por varias capas de seda y tierra, se levanta con suma facilidad desde abajo y cuenta incluso con picaporte, confundiéndose con el terreno arenoso donde se situa. Esta entrada sirve de protección frente a depredadores en caso necesario ya que, si algún enemigo la descubre, la araña se introduce en su escondrijo, cerrando la puerta y sujetándola con sus patas por el interior, a modo de cerrojo.

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c. Termitas (macroterme bellicosus) La mayor parte de las termitas construyen estructuras complejas que comprenden una parte bajo el terreno y otra por encima de él, pudiendo alcanzar refugios de 4 m de altura y 3 por 1 m de ancho, acondicionados mediante sofisticados sistemas de regulación climática. Como indican los estudios de J. Pallasmaa 7, estas especies son capaces de sentir el campo magnético de la tierra y sitúan sus construcciones en consecuencia; así, los termiteros se orientan en dirección norte-sur para minimizar las temperaturas extremas del mediodía o maximizar la escasa energía calorífica recibida a primeras horas de la mañana y últimas de la tarde. Además, las propias termitas se trasladan de un extremo a otro de la construcción durante el día para mantener los espacios en niveles óptimos de temperatura y humedad (oscilando esta última entre el 89 y 99%), e incluso en regiones desérticas pueden llegar a excavar pozos a profundidad de 40 m para alcanzar un determinado nivel freático que genere la humedad idónea. PALLASMAA, J.: Animales arquitectos. El funcionalismo ecológico de las construcciones animales. Fundación César Manrique. Madrid, 2001. Pág. 43.

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Refugio de la araña de trampa en forma de tubo. En la entrada aparece una puerta de camuflaje (1) y en el interior un revestimiento superficial con hilos de seda (2). Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 27.

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Debido al gran número de individuos que comparten la colonia, el consumo de oxígeno es considerable y se hace imprescindible un sistema de ventilación completamente automático donde el aire fluya a lo largo del volumen construido. A este respecto, distintos autores sugieren que su forma de cuña tiene la función básica de facilitar el intercambio gaseoso mediante un incremento de la superficie en relación con la proporción de masa total (Fig.1). Así, el proceso de ventilación se inicia en las cámaras de cultivo de hongos, donde el aire se calienta debido a procesos de fermentación para, posteriormente, subir y circular entre distintos espacios y elementos estructurales porosos. Esto permite un continuo intercambio de gases mediante un mecanismo de acondicionamiento natural que opera sin necesidad de energía externa, dando como resultado una estructura espacial extremadamente compleja desde la que se controlan determinados procesos químicos de la especie, convirtiendo al termitero en una arquitectura imprescindible para el desarrollo vital de estos individuos.

Esquema de la estructura interna en un hormiguero de hormiga roja (Formica rufa). Original de G. Linhard, 1974. Fuente: OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Pág. 33.

Figura 1. Secciones de un termitero. La morfología externa del termitero es un elemento de regulación térmica. Sección AA: sección sobre la que incide el sol del mediodía (Sur). Sección BB: sección sobre la que incide el sol de mañana y de tarde (sol del Este o del Oeste). Fuente: LOUBES, J.P: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 29.

Por otra parte, cabe destacar que también los mamíferos han colonizado ambientes diversos mediante la construcción subterránea como forma de vida, aunque lo cierto es que presentan menos especies constructoras bajo el subsuelo que los insectos. En todo caso, en cualquiera de estas estructuras excavadas destaca la importancia de las relaciones sociales entre individuos gracias al desarrollo tipológico de construcciones que, con el paso del tiempo, han experimentado una transformación paralela que acaba adaptándose de una manera particular al entorno en cada caso.

Captación de energía solar en un termitero. 1. Incidencia ficticia sobre la planta de la cúpula a nivel del suelo. 2. Incidencia real sobre la cúpula. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 28.

01.2. ARQUITECTURA TROGLODITA Respecto a la arquitectura tradicional excavada, en un primer momento gran parte de la sociedad actual presenta una idea preestablecida ante ella, no considerándola merecedora de catalogación como solución arquitectónica al no poseer una elaborada contribución intelectual o al no basarse en conocimientos conceptuales complejos, cumplimientos normativos o técnicas avanzadas. A pesar de esto, los distintos casos analizados en el presente trabajo (cada uno englobado en una tipología excavada concreta) demostrarán cómo, en muchas ocasiones, estas arquitecturas se convierten en grandes soluciones a problemas concretos. El desprecio tajante y sin argumentos hacia este tipo de construcciones podría desembocar hacia un comportamiento algo superficial, puesto que muchos de sus conceptos arquitectónicos iniciales podrían aplicarse en arquitecturas subterráneas contemporáneas. En esa misma línea, B. Rudofsky opina que: “El trogloditismo no implica necesariamente un bajo nivel cultural. La imagen del hombre de las cavernas arrastrando a su compañera por su pelo es un cliché caricaturesco, que traiciona la nostalgia de tiempos pasados, en lugar de un retrato de una clase de personas que prefieren vivir bajo tierra.” 8

Excavaciones subterráneas en el Oasis de Siwa. Egipto. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 20.

Las primeras impresiones que consideran este tipo de arquitectura poco atrayente o incluso vacía de significado cambiarán por completo si se tienen en cuenta ejemplos como las excavaciones irregulares del oasis de Siwa (Egipto) donde se ocupan las tumbas de un antiguo cementerio como viviendas, o si se considera la sofisticación excavada de ciertos refugios subterráneos en Luoyang (China). Desde este momento, el interés por los aspectos formales, espaciales o geométricos que ofrece este tipo de arquitectura comienza a despertarse gracias a soluciones tan sugerentes como estas.

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Una arquitectura donde la relación entre hábitat y habitante muestra un vínculo de impresionante riqueza a la vez que genera una dependencia entre el territorio y las construcciones que en él se implantan, permitiendo una respuesta específica ante situaciones diversas. Evolutivamente hablando, los primeros habitantes sedentarios de grutas naturales no disponían de los enseres ni las técnicas pertinentes para modificar de manera sustancial la configuración del territorio donde habían decidido vivir. La selección de un lugar estable donde asentarse se basaba en condicionantes variables como una buena visibilidad perimetral, una ubicación junto a rutas significativas, una orientación favorable o la idoneidad del entorno para determinadas actividades.

RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. University of New Mexico Press. 7ª edición. Albuquerque, 2002. Pág. 20. Texto original: “Troglodytism does not necessarily imply a low cultural level. The picture of the caveman dragging his mate by her hair is a cartoonist’s cliché, betraying nostalgia for bygone days, rather than a portrait of the kind of people who prefer to live below ground.” 8

Viviendas excavadas alrededor de patio central. Luoyang. China. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 20.

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Por tanto, las cuevas inicialmente excavadas de un modo sencillo fueron convirtiéndose en sistemas más complejos que distinguían estancias o usos en función de la permisividad de las condiciones exteriores o del propio terreno y, así, esta mayor variedad de espacios permitió un habitar diferente en función del clima o de los periodos de ocupación. Al respecto, N. Shoenauer afirma que: “La característica principal de la casa, en una sociedad más avanzada de cazadores y pescadores, es su adaptación a unas condiciones climáticas adversas.” 9 siendo para ello necesario un control climático más especializado en agrupaciones excavadas incluso con dos morfologías distinguibles, una para invierno y otra para verano. De este modo, poco a poco aparecen distintas tipologías enterradas que, en función de la dirección de su excavación, pueden clasificarse en cuatro subtipos principales: 1. 2. 3. 4.

Arquitecturas Arquitecturas Arquitecturas Arquitecturas

de de de de

excavación excavación excavación excavación

horizontal vertical en formaciones singulares horizontal+vertical

Unas tipologías que merecen ser analizadas en profundidad en las siguientes páginas mediante un estudio de ejemplos construidos concretos, siempre teniendo en cuenta que el término “cueva” ha sido considerado como identificador de todo hábitat troglodita enterrado, semienterrado o cubierto total/parcialmente de tierra. Estructuras que conforman una arquitectura catalogable como destructiva e irreversible ya que, al contrario de lo que ocurre con la construcción aditiva a la que estamos tan habituados, en ellas no existe posibilidad de vuelta atrás. Nunca va a ser posible recuperar de nuevo el punto de origen puesto que el proceso constructivo requiere, inexorablemente, la destrucción y extracción de material natural. En palabras de M. Algarín: “Si usualmente se demuele para volver a edificar, aquí la "construcción" es realmente "destrucción" y es irreversible. Se trata de una arquitectura en la que sólo es posible la ampliación.” 10

9 SHOENAUER, N.: 6.000 años de hábitat. De los poblados primitivos a la vivienda urbana en las culturas de oriente y occidente. Colección Arquitectura/Perspectivas. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 1984. Pág. 27. 10 ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 36.

01.2.1. Excavación Horizontal: Arquitectura de corrección del relieve natural Pertenecen a este grupo las tipologías donde existe una mínima intervención del hombre en la configuración del espacio habitable y se fundamentan en el acondicionamiento básico de cavernas naturales mediante sencillas modificaciones arquitectónicas. Estas pequeñas adecuaciones pueden ser, bien la excavación de estancias en un frente montañoso o bien el cierre de espacios interiores mediante algún tipo de cerramiento espontáneo, amoldándose a lo existente y retocando sutilmente aquello que desde el entorno ha sido ofrecido. Esta arquitectura corresponde al hábitat más primitivo y, en cierto modo, se puede considerar como algo más improvisada. Una construcción con posibilidad de cambio en el tiempo que, debido al uso de la roca como base, únicamente necesita profundizar poco a poco con la excavación, alterando tanto el tamaño como la forma de las estancias, siempre dentro de unos límites estructurales marcados por la resistencia del terreno. De este modo, la construcción se ajusta a distintos requerimientos, convirtiéndose en un elemento más o menos “elástico” donde es posible modificar la organización de las estancias e incluso generar otras nuevas conforme van siendo necesitadas. A este respecto, M. Algarín confirma que es factible un cambio de uso y una ampliación espacial mediante la transformación de las salas, desembocando en una arquitectura más compleja y personalizada donde:

Vista general de la ciudad troglodítica de Pantalica. Sicilia. Italia. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 19.

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“[…] se pierde la habitual división horizontal, pues las ampliaciones y conexiones pueden realizarse con cualquier altura y partiendo y llegando a cualquier cota, con el único condicionante para el ocupante de la comodidad al trazar las escaleras y rampas.” 11 No obstante, debe tenerse en consideración que no es posible transformar eternamente estos espacios, ya que su ampliación únicamente es viable gracias a la excavación de masa rocosa existente: debido a que el proceso constructivo es irreversible y a que los espacios se ejecutan con gran esfuerzo, la arquitectura avanza lentamente en un proceso progresivo y continuo. Arquitectura que se muestra insegura y cambiante, a la vez que firme, másica y pesada. Arquitectura en proceso, de desarrollo in situ, que no necesita ser dibujada ni plasmada en planos al apoyarse únicamente en la materia existente. Arquitectura permanente en el tiempo, que se adapta a nuevos requerimientos espaciales. En definitiva, una arquitectura en la que, según afirma B. Rudofsky 12, la durabilidad y la versatilidad son sus principales características. Respecto a las construcciones que aprovechan el relieve natural para la excavación de espacios habitables, es interesante considerar el caso de la ciudad troglodítica de Pantalica en Sicilia (Italia), donde aún existen pequeños ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 33. RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. University of New Mexico Press. 7ª edición. Albuquerque, 2002. Pág. 19. Texto original: “Durability and versatility are characteristic of vernacular architecture.” 11

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Dibujo de cuevas en Guadix. Granada. España. Fuente: SHOENAUER, N.: 6000 años de hábitat. De los poblados primitivos a la vivienda urbana en las culturas de oriente y occidente. Pág. 111.

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y rudos espacios excavados hace unos 3.000 años por los Siculi en las laderas prácticamente verticales del valle de Anapo. Tal y como recoge B. Rudofsky 13, estas construcciones surgieron tras la repoblación durante la Edad Media de un cementerio prehistórico adyacente reconvertido en viviendas estables. Construcciones donde la roca era trabajada vertical y horizontalmente gracias a la unión de cuevas naturales mediante pozos o pasadizos, generando una red de túneles y cámaras en diferentes pisos conectadas por pasajes interiores. Así, de un modo similar se establecen distintos asentamientos repartidos por toda Sicilia, cerca del volcán Etna o de Siracusa.

Fachada de viviendas excavadas en la roca en Pantalica. Sicilia. Italia. Fuente: www.archeologia.com/pantalica/le_grotte_di_pantalica

Por otra parte, también se incluyen dentro de este apartado aquellas construcciones basadas en el acondicionamiento de grutas existentes, como ocurre en distintos puntos al sur de la geografía española. Regiones con condicionantes geológicos y climáticos semejantes que dan lugar al empleo de técnicas y materiales constructivos similares, si bien es cierto que el tamaño y el desarrollo de la vivienda varían dependiendo del entorno concreto. Así, un emplazamiento difícil exige una elección adecuada a la condición natural: una ubicación en colina precisa de una composición más escalonada mientras que una ubicación en valle permite agrupaciones más cerradas, pudiendo liberar el terreno perimetral como tierra de labranza. En el territorio español, existen dos comunidades de particular interés a este respecto, como son el pueblo troglodita de Guadix (Granada) que se beneficia de las cualidades de la tierra como elemento protector y aprovecha su singular entorno para constituir un conjunto de gran plasticidad; y las Cuevas de Almanzora (Almería), compuestas por hileras de viviendas excavadas en el Paleolítico que generan diversos niveles en un escarpe rocoso. Unas excavaciones horizontales que responden directamente a la estructura de cueva espontánea y que, debido a su similitud con las grutas naturales y a su mayor simplicidad, han tenido un desarrollo más continuado para acabar generando las tipologías de vivienda troglodita enterrada más habituales hoy en día. A nivel tipológico, dentro de este grupo de estructuras con corrección del relieve natural mediante excavación horizontal, es posible encontrar diferentes construcciones en función de su organización espacial que, según F.J. Neila 14, podrían catalogarse en:

Cuevas de Almanzora. Andalucía. España. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 87.

Cuevas simples Imagen 1. Planta de cueva doble en Fiñana. Almería. Imagen 2. Planta de cueva a dos niveles en Graena. Granada. Imagen 3. Planta de cueva en Almanzora. Almería. España. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 400.

1. Cueva simple excavada Es la construcción más extendida dentro de las arquitecturas trogloditas, habiendo existido en todos los continentes y en todas las épocas, ya que en ella se engloban desde las ocupaciones más iniciales de grutas hasta primitivas intervenciones excavadas artificialmente por el hombre. Se ubican en puntos fácilmente accesibles en faldas de montaña y cuentan con huecos convenientemente orientados para la protección del viento o la captación de luz solar.

13 RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. University of New Mexico Press. 7ª edición. Albuquerque, 2002. Pág. 19. 14 NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Colección Arquitectura y Tecnología. Editorial Munilla-Lería. Madrid, 2004. Pág. 400.

2. Cueva con cámaras laterales Es la evolución de la cueva simple, formada por la excavación de múltiples cámaras paralelas utilizadas como estancias, locales de almacenamiento o con uso agrícola y ganadero. Estos espacios se vinculan entre sí lateralmente, alineándose al frente del terreno natural para asegurar una ventilación e iluminación más directa. A pesar de ser un tipo de cueva elemental, estas construcciones conforman un punto importante en la evolución del hábitat troglodita al crearse artificialmente según las necesidades del hombre.

Cuevas con cámaras laterales Imagen 1. Planta de cueva en La Muela. Aragón. Imagen 2. Planta de cueva en Juslibol. Aragón. España. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 401.

3. Cueva con cámaras en profundidad Un paso más en la evolución tipológica conllevó la excavación de espacios vinculados hacia el interior y no únicamente conformando un frente lineal. Debido a la profundidad, el proceso de vaciado exige una técnica constructiva más depurada ya que, aparte de las dificultades propias de la perforación, aparecen otros problemas añadidos como son la escasez de iluminación y ventilación en las cámaras interiores. Este tipo de cuevas son las más habituales en uso hoy día en España, y serán detenidamente estudiadas en capítulos posteriores. 4. Cueva con cámaras desde una pieza central Estas construcciones aparecen de la unión entre los dos modelos anteriores mediante un desarrollo desde una pieza central estructurante que actúa como bisagra de los distintos elementos. Así se distribuyen nuevos espacios en abanico a partir de la estancia principal (generalmente el estar-comedor) desde donde se accede al resto de unidades, que habitualmente no presentan contacto con el exterior. Asimilables a organizaciones en torno a patio, son conjuntos que comprenden espacios con funciones diversas y que usualmente muestran incluso una disposición en dos fases: la parte excavada y la parte exterior construida.

Cuevas con cámaras en profundidad Imagen 1. Planta de cueva en Almanzora. Almería. Imagen 2. Planta de cueva en Alhabia. Almería. Imagen 3. Planta de cueva en Hinojares. Jaén. Imagen 4. Planta de cueva en Almanzora. Almería. España. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 402.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

5. Cueva escalonada en ladera Este tipo de construcciones se distribuyen en emplazamientos con pendiente pronunciada mediante una excavación horizontal en ladera aprovechando el desnivel del terreno. Así aparecen cuevas desarrolladas en varios niveles que pueden alojar bien a familias distintas en viviendas independientes o bien a una misma unidad en diferentes alturas, gracias a escaleras interiores y huecos de conexión entre estancias que facilitan la ventilación e iluminación de los espacios.

Cuevas con cámaras desde una pieza central Imagen 1. Planta de cueva en Cariñena. Aragón. Imagen 2. Planta de cueva en Pegalajar. Jaén. España. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 402.

Cuevas escalonadas en ladera Sección vertical de cueva en Almanzora. Almería. España. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 403.

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01.2.2. Excavación Vertical: Arquitectura enterrada

Sección vertical de vivienda del neolítico excavada en “saco”. Pueblo de Jing. Provincia de Shanxi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 20.

Este grupo lo componen aquellas excavaciones en sentido vertical que horadan el subsuelo desde la superficie. Dentro del conjunto, se engloban ciertos hábitats prehistóricos de China que han generado múltiples arquitecturas enterradas en terrenos de loess en las provincias de Henan, Shensi y Kansu. En unos territorios formados por limos, un material sedimentario arcilloso de origen eólico y color amarillento, de alta porosidad (45%) que puede ser fácilmente tallado y trabajado por el hombre, desde el Neolítico es aquí donde se encuentran las primeras viviendas excavadas en forma de “saco”, desarrollando una tipología que según J.P. Loubes 15 puede considerarse como la forma más antigua de hábitat que se conoce en la región. Estas arquitecturas de excavación vertical en el terreno generan construcciones de planta circular donde el diámetro inferior es mayor que el superior, formando un hueco de acceso tallado en sección cónica (abierto en la mayor parte de casos) que ofrece escasa protección climática. La dificultad a la hora de construir un techo limitaba las dimensiones del abrigo y, por tanto, aparecen unas primeras arquitecturas de dimensiones reducidas aunque suficientes, con una profundidad de 3 m y diámetros de 4 m en el fondo y 3 m en la superficie. Tras el paso del tiempo, con la evolución de las herramientas constructivas surgen construcciones más complejas y espaciosas donde se aploman las paredes y se reduce el peligro de desmoronamiento; además, la forma excavada empieza a ovalarse, facilitando el aumento de dimensiones o la adición de estructuras de cubierta y dando lugar a construcciones que más tarde se transformarán en excepcionales conjuntos urbanos completamente excavados, objeto de estudio en los siguientes apartados.

1. Diámetro superior 2. Diámetro inferior 3. Posición del hogar Imagen superior. Sección vertical de vivienda del neolítico excavada en “saco” con dos hipótesis sobre la forma de cobertura temporal. Imagen inferior. Planta de vivienda excavada en “saco”. Pueblo de Jing. Provincia de Shanxi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 20.

En resumen, tras analizar las dos tipologías subterráneas más elementales (las de excavación horizontal y las de excavación vertical) a continuación se estudian otras dos derivadas a partir de ellas (las de excavación superficial y las de excavación mixta). Según las afirmaciones de J.P. Loubes 16, ambas son una doble evolución de estas arquitecturas iniciales ya que, por una parte, a medida que se van desarrollando los materiales, las técnicas o las herramientas, en ciertos casos la vivienda va emergiendo de un modo progresivo del suelo, generando soluciones en zonas escarpadas y montañosas de materiales rocosos como ocurre en Capadocia; mientras que, por otra parte, existen viviendas que permanecen enterradas en el subsuelo, evolucionando y complejizándose hasta llegar a generar todo un urbanismo enterrado repetido de manera sistemática en zonas sin accidentes geográficos importantes como en China o Túnez.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 39. 16 Íbidem. Pág. 39. 15

01.2.3. Excavación en Formaciones Singulares: Arquitectura sustractiva en superficie Este tipo de intervención troglodita surge a partir de la excavación sobre elementos rocosos en superficie, creando nuevas configuraciones por encima de la línea de tierra en lugares lo suficientemente blandos como para excavarse y modelarse con herramientas rudimentarias. Unas construcciones que no se limitan únicamente a aprovechar la disposición natural del entorno sino que implican una excavación mayor, siendo necesarias ciertas condiciones de dureza en el terreno para garantizar una mínima resistencia. Las arquitecturas sobre cota cero excavan el interior de formaciones rocosas en superficie dando lugar, en muchas ocasiones, a pueblos enteros tallados en la roca natural. Dentro de esta tipología es posible encontrar ejemplos de arquitectura sustractiva en distintos puntos de Europa, como en el caso de la ciudadela de Les Baux-en-Provence (Francia) que en su mayor parte muestra murallas, castillos y casas esculpidos en la montaña calcárea donde se encuentran; una zona de gran importancia en la Edad Media que durante mucho tiempo llegó a convertirse en una construcción abandonada y que hoy día se ofrece como reclamo para el visitante.

Casas en Les Baux en Provence. Francia. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 26.

Otro caso ilustrativo de esta tipología son los conos excavados en la región de Capadocia (Turquía). Una ciudad troglodita generada por una sucesión de espacios perforados en paredes de roca prácticamente verticales, que constituyen un claro ejemplo de arquitectura sustractiva en los pináculos horadados del valle de Göreme. Respecto a estas estructuras, B. Rudofsky puntualiza que nos encontramos ante un elemento eminentemente natural, ya que:

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“Este no es un caso de imitación de casas cónicas por parte de la naturaleza, ni tampoco de una copia de rocas cónicas por parte del hombre, se trata de formaciones volcánicas en el valle de Göreme que fueron erosionados por el viento y el agua. Tanto si las formas estilizadas sugieren casas o no, las numerosas hendiduras, agujeros y resquicios que se producen en este tipo de piedra blanda, sólo necesitaban ser ampliadas y alisadas con el fin de proporcionar un espacio habitable.” 17 Un emplazamiento que, por sí mismo, parece invitar al aislamiento y al retiro. Y no es en vano, puesto que durante el siglo VII unos 30.000 eremitas, entre hombres y mujeres, constituyeron aquí una gran comunidad monástica ocupando cuevas excavadas en unos pináculos que, a pesar de ser espacios sin demasiadas facilidades funcionales, permitieron albergar miles de cámaras, iglesias y capillas. Estas agrupaciones engloban un amplio rango de construcciones en un intervalo que abarca desde diminutos espacios horadados hasta pequeños rascacielos, albergando desde cuevas simples a cuevas en doble y triple nivel en estructuras de incluso 16 pisos. RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. University of New Mexico Press. 7ª edición. Albuquerque, 2002. Pág. 47. Texto original: “This is neither a case of nature imitating conical houses, nor of man copying conical rocks. The volcanic formations in the Anatolian valley of Göreme were eroded by wind and water. Whether the stylized shapes suggested houses or not, the many crevices, holes, and hollows that occur in the soft stone had only to be enlarged and smoothed in order to provide habitable space.” 17

Plantas de una vivienda habitada por Simeón el Estilita. Siglo V. Conos del valle de Göreme. Capadocia. Turquía. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 27

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Además, debido a la facilidad del trabajo manual de extracción en esta zona, el material hace posible esculpir en el paramento excavado gran parte del mobiliario o de la decoración (muebles, tarimas, estantes, alacenas o asientos), estando incorporados a la estancia desde un principio. Esto es debido a que el terreno está compuesto por una toba procedente de erupciones de volcanes circundantes que estuvieron activos hace tres millones de años. Un material bastante blando y manejable (mezcla de barro, lava y ceniza) que posteriormente endurece en contacto con el aire proporcionando la resistencia suficiente para seguir excavando si se hace con la lentitud apropiada, generando paisajes de conos rocosos muy fáciles de trabajar con escasas herramientas. Sección y planta de conos excavados en el valle de Avcilar. Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 408.

En resumen, forman unas arquitecturas donde el ser humano aprovecha al máximo la roca para excavar sus propias viviendas, ahorrando de este modo en gastos de recolección, transporte y ensamblado de materiales constructivos. A este respecto, al realizar una comparativa entre las construcciones animales con las propiamente humanas, A. Omedes y J. Piqué añaden que: “La economía de una construcción viene determinada por la relación entre el coste y la efectividad. Una construcción es económica cuando satisface una necesidad (aislamiento, climatización, protección […]) con costes bajos.” 18 Así, al igual que ocurre en la actualidad con determinadas soluciones arquitectónicas, la repercusión general de un proceso de difícil ejecución o la utilización de un material concreto, es rentable no por su coste relativo sino por su eficiencia global. Un concepto que puede ser trasladable al caso de los Conos de Capadocia, donde a pesar de la dificultad inicial de excavación tanto de espacios habitables como de elementos para el mobiliario, el esfuerzo ha valido la pena y así ha dejado constancia de ello a lo largo de los años.

OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Museu de les Ciències Naturals de la Ciutadella. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 2003. Pág. 132.

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Vista general de viviendas troglodíticas. Valle del Göreme. Capadocia. Turquía. Fuente: OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Pág. 133.

01.2.4. Excavación Horizontal+Vertical: Arquitectura mixta Esta tipología excavada aparece con la necesidad de desarrollos habitables en lugares sin elementos montañosos o pendientes adecuadas para una excavación en horizontal y donde, debido a su plana orografía, era imprescindible una excavación vertical hacia el subsuelo, con los consiguientes inconvenientes que ello conllevaba. Como se ha comentado, las cuevas verticales eran hábitats muy rudimentarios y bastante poco exitosos ya que presentaban problemas tanto de excavación como de protección frente al viento, al agua o al sol. Con el fin de evitar estos inconvenientes, aparece un nuevo patrón enterrado basado en la síntesis de la excavación vertical más la excavación horizontal. Dicho sistema comienza abriendo inicialmente un patio en vertical para llegar a un nuevo plano horizontal más profundo y una vez generadas las paredes perímetrales se excava horizontalmente alrededor de este vacío, como si de una cueva en la pendiente de la montaña se tratase. Pertenecen a este grupo aquellas arquitecturas con una utilización tipológica mixta que combina un primer vaciado vertical y una excavación horizontal posterior que se apoya en ese espacio liberado. Una solución que ha generado una considerable diversidad de formas y agrupaciones en diferentes climas y geografías, llegando a constituir las estructuras trogloditas más originales de toda la comarca mediterránea, como en las construcciones de Matmata (Túnez).

Excavaciones en cráteres subterráneos de Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 154.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Debido a sus características tipológicas, estas viviendas ofrecen algunos peligros añadidos como en el caso de temporales de agua, aunque afortunadamente son infrecuentes; sin embargo, permiten un mejor aprovechamiento de las benevolencias de cada sistema por separado ya que, por una parte, la excavación vertical permite una profundización en el terreno hasta una cota habitable protegida de los vientos, facilita la iluminación indirecta de los espacios gracias al patio excavado y genera agrupaciones que pasan desapercibidas en el paisaje camuflándose frente a sus enemigos; por otra parte, la excavación horizontal favorece un buen aislamiento térmico en cubierta debido a la gran inercia térmica del terreno y permite una mayor facilidad funcional al establecer relaciones entre distintos niveles estanciales. Esta construcción mixta es utilizada frecuentemente si hablamos de vivienda troglodita enteramente artificial, sin aprovechamiento de elementos preexistentes en un entorno llano. Espacios que se ahondan en la tierra mediante una disposición radial de habitaciones alrededor de grandes patios, para dar lugar a interesantes excavaciones humanas que constituyen una de las soluciones de vivienda troglodita más avanzadas siendo, en palabras de M. Goldfinger:

Cráteres subterráneos en Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 157.

“[…] los sistemas más económicos de vivienda creados por el ser humano.” 19

19

GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1993. Pág. 152.

Plantas de viviendas subterráneas conectadas en Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 156.

27

Uno de los ejemplos troglodíticos de mayor interés dentro de las excavaciones mixtas son las arquitecturas de la ciudad subterránea de Matmata, al sur de Túnez, donde existe una destacada variedad de viviendas enterradas en una zona de mesetas. Son unidades urbanas de extensión significativa que forman importantes cavidades donde se alojan centenares de personas. Sus grandes dimensiones (60 m de diámetro por 10 m de profundidad) implican la utilización de escaleras talladas en el terreno o empotradas en la pared para acceder a las habitaciones, siendo también necesarios largos túneles en pendiente que conectan los distintos niveles con el fondo del pozo y con la superficie.

Agrupación de viviendas excavadas en un ejemplo de arquitectura mixta. China. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 22.

Dentro de esta tipología, también existen otras agrupaciones lejanas que, soportando condiciones ambientales completamente antagónicas, responden de una manera muy similar ante el requerimiento de un habitar subterráneo. Este es el caso de las viviendas en la región de Luoyang (China), donde las cuevas excavadas con pocos medios se convierten en refugio del campesino con escasos recursos. Así, aparecen múltiples ciudades y aldeas completamente subterráneas excavadas en el loess al ser un material de talla fácil debido a su alta porosidad, llegando incluso a existir descensos de carreteras respecto al nivel original de 1,2 m debido al rozamiento de las ruedas.

Agrupación de viviendas excavadas, características de las provincias de Henan, Shensi y Kansu. China. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 23.

En dichas agrupaciones, la disposición en planta de la vivienda es rectangular, con las estancias organizadas alrededor de un patio, teniendo siempre un espesor mínimo de 3 m de terreno por encima a fin de evitar filtraciones de agua de lluvia. Las paredes verticales poseen una altura entre 7 m y 9 m al exterior, mientras que las habitaciones interiores presentan alrededor de 9 m de profundidad, 4,5 m de ancho y 4,5 m de alto hasta la parte superior de la bóveda. Respecto a la configuración del conjunto, los patios de forma cuadrada perforados en el llano terreno existente liberan normalmente un área de unos 500 m2. Esta configuración de viviendas abajo y campos arriba constituye un aprovechamiento máximo de la superficie ya que los espacios habitables prácticamente no ocupan área cultivable, maximizándose los metros cuadrados para la agricultura, principal medio de subsistencia en estas regiones.

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Contrariamente a lo que pueda parecer, estas estructuras subterráneas mantienen unas condiciones de habitabilidad bastante salubres y constituyen una solución cálida en invierno y fresca en verano, al encontrarse bien iluminadas y ventiladas por aberturas que dan al patio. Tanto es así que esta propuesta ha llegado a establecerse en China como solución global aplicable no sólo a viviendas sino también a fábricas, escuelas, hoteles o incluso a oficinas del gobierno, todos ellos espacios construidos enteramente bajo tierra. Finalmente, si se establece geométrica se puede concluir rígida, generadora de huecos apuesta por agrupaciones más Dibujo de vivienda excavada en el loess chino. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 76.

una comparativa entre las dos agrupaciones anteriores, respecto a la cuestión que mientras en las excavaciones de China rige una ortogonalidad constructiva más cuadrados en un terreno llano, en Túnez prima la aleatoriedad de las formas y se orgánicas que pasan más desapercibidas en el territorio.

Así, en palabras de J.P. Loubes, la morfología de ambos tejidos posee una organización muy rigurosa, si bien es cierto que existen ciertos matices formales, ya que la geometría: “[…] es abstracta en el caso de China, donde a menudo se relaciona con una trama sistematizada. En cambio es más aleatoria y más libre en Túnez, donde predominan las formas elásticas en el corte de las cuevas.” 20 Respecto a la profundidad de excavación cabe decir que la penetración bajo tierra es posible por la gran facilidad de vaciado que ofrece trabajar con los materiales disponibles en ambos territorios. La roca arenosa y seca de Túnez es un material aparentemente asociado con la disgregación, sin embargo muestra una compacidad y resistencia apta para una construcción excavada. En el caso del loess en China nos encontramos ante un material de alta porosidad que presenta facilidad de extracción y capacidad de proteger eficientemente de los cambios de temperatura del ambiente exterior. Por último, cabe destacar la idoneidad de una misma solución para dos ambientes tan dispares como son el de Túnez, con un clima sumamente caluroso en verano, y el de China, con un clima muy frío en invierno que alcanza temperaturas bajo cero. En ambos casos ha prosperado un mismo tipo de arquitectura subterránea de manera muy satisfactoria, demostrando la eficiencia de sus características aislantes tanto para el calor como para el frío gracias a su buena respuesta ante una oscilación térmica diaria superior a 20ºC, posibilitando así que, en palabras de J.P. Loubes: “[…] una misma técnica de excavación y la misma situación en relación con la superficie del terreno, han conducido a expresiones totalmente diferentes.” 21

Cueva simple de doble acceso Imagen 1. Planta de cueva. Nigeria. África. Imagen 2. Planta de cueva berebere. Norte de África. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 404.

Cueva en torno a patio cerrado Planta de cueva, sección y estructura urbana. Luoyang. China. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 404.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Esta catalogación se puede hacer extensiva a lo largo de toda la geografía mundial, en aquellas agrupaciones donde los pozos mixtos excavados determinan la unidad de vivienda o el grupo sociológico básico. Globalmente, la tipología responde a un sistema mixto de construcción, basado en estancias horizontales que giran alrededor de un elemento vertical hueco y por tanto, en cuanto a la organización espacial de las viviendas, según F.J. Neila 22 existen diferentes excavaciones clasificables en: 1. Cueva simple de doble acceso En estas construcciones las estancias excavadas se comunican con el exterior tanto en vertical como en horizontal, resolviendo así diversos aspectos como la ventilación, la iluminación o un segundo acceso. Se pueden encontrar ejemplos de este tipo tanto en la zona mediterránea como en el África subsahariana.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 90. 21 Íbidem. Pág. 90. 22 NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Colección Arquitectura y Tecnología. Editorial Munilla-Lería. Madrid, 2004. Pág. 400.

Cueva en torno a patio cerrado Planta y sección de patio cerrado. Matmata. Túnez. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 405.

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Cueva en torno a patio abierto Planta y sección de patio abierto. Gansu. China. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 405.

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2. Cueva en torno a patio cerrado Este grupo de viviendas enterradas se desarrolla en torno a un patio es la forma más típica de excavación mixta. En ella destacan los dos ejemplos comentados anteriormente: uno en la región de Matmata, donde las cuevas se presentan en forma de cráteres de apariencia natural que se organizan de un modo orgánico y otro en Luoyang (China) donde, por el contrario, la distribución de los patios interiores está enormemente cuidada, dando como resultado estructuras urbanas perfectamente organizadas. 3. Cueva en torno a patio abierto Estas construcciones están muy relacionadas con el punto anterior ya que también son organizaciones alrededor de un patio de acceso que en este caso está abierto por uno de sus lados. Con esta estructura también existen distintas agrupaciones en China, siendo de gran interés las existentes en Gansu.

01.3. URBANISMO TROGLODITA El desarrollo del urbanismo primitivo se basa en el perfeccionamiento de un elemento aislado básico: la vivienda. Esta unidad mínima se desarrolla en primer lugar conformando un único espacio de abrigo para, posteriormente, generar estancias adicionales vinculadas al volumen principal, dando lugar a estructuras cada vez más complejas y de mayores dimensiones.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Desde un principio, las excavaciones evolucionaron a partir de las exigencias internas de cada vivienda, aunque sin duda otras influencias externas (como la relación entre distintas unidades o con el territorio) también afectaron al plan organizativo. La unión entre grupos trogloditas para la defensa colectiva o el trabajo común resultó muy ventajosa en la mayor parte de casos, al generar comunidades aisladas que funcionaban de la forma más autónoma posible. La necesidad de seguridad incitaba a la construcción en emplazamientos con dificultad de acceso y se relacionaba incluso aún más con la definición de un perímetro reconocible por la comunidad. Así, los orígenes de muchos poblados surgen de la protección frente a ataques enemigos y muchas ciudades continúan aún hoy día cercadas por fosos, lagunas, acantilados o muros que perdieron su valor defensivo desde hace ya mucho tiempo. Esta nueva relación social en grupo limitó la expansión del conjunto debido a la necesidad de protección pero también aportó ventajas mayores al colectivo como fue el desarrollo de nuevos materiales y herramientas compartidas. Con el paso de los años, la vida en comunidad derivó hacia una nueva función en la tipología de vivienda: la intimidad de sus inquilinos. Intimidad no como una necesidad de protección respecto al entorno exterior sino respecto al resto de miembros de la agrupación, que dará lugar a espacios privados más autónomos.

Vista general del valle de Capadocia, con agrupaciones de viviendas excavadas. Turquía. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 89.

En conclusión, los sistemas comunitarios se desarrollan bien debido a requerimientos sociales, bien por exigencia de los grupos familiares o bien como consecuencia de los medios de vida de sus habitantes; aunque también son resultado de las características locales o regionales, del clima, la topografía o los materiales disponibles. Además, no sólo el medio influye en la estructura social y funcional del ser humano, sino que existe una relación simbiótica en la que el hombre también marca la evolución del entorno donde se establece. En palabras de A. Omedes y J. Piqué: “Cualquier construcción produce una alteración del entorno por el simple hecho de ocupar un espacio nuevo. En algunos casos esta alteración es notable e incluso puede cambiar las características del entorno. En ocasiones varía tanto que el paisaje, observado a cualquier escala, queda transformado.” 23 Del mismo modo que se han clasificado los distintos tipos de arquitectura troglodítica en el apartado 01.2, a continuación se procede al análisis de cómo esas arquitecturas se engloban dentro de un sistema más amplio, desarrollando agrupaciones e intervenciones urbanísticas concretas en cada una de ellas. OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Museu de les Ciències Naturals de la Ciutadella. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 2003. Pág. 121.

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Viviendas excavadas en diferentes niveles de Ortahisar. Capadocia. Turquía. Fuente: www.panoramio.com/photo/51239

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01.3.1. Agrupaciones de excavación horizontal Este tipo de agrupaciones lo forman aquellas arquitecturas que desarrollan excavaciones horizontales (apartado 01.2.1) en el frente de una montaña o acantilado. Según la configuración del terreno donde se ubica, es posible distinguir entre agrupaciones lineales (pueblos acantilados) y organizaciones circulares (pueblos en anfiteatro). Planta de las viviendas excavadas en los precipicios de Cliff Palace. Colorado. EE.UU. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 83.

Vista general de la denominada Square Tower House en Mesa Verde. Colorado. EE.UU. Fuente: www.nps.gov/meve/historyculture/cd_cliff_palace.htm

a. Agrupaciones lineales: pueblos en acantilado Esta organización es un caso extremo de configuración en ladera situada en zonas bien orientadas de pendiente pronunciada, casi vertical, con difícil acceso bajo salientes naturales en minúsculas repisas escarpadas. Aunque con un significado fundamentalmente defensivo, en la selección del emplazamiento se escogen lugares bien orientados y resguardados respecto a vientos dominantes, obteniendo beneficio de un particular microclima. Los ejemplos más conocidos se encuentran en Estados Unidos, aunque también existen agrupaciones interesantes en el valle de Zelva (Turquía), en los valles del Loira (Francia), en los valles de Viena (Austria) o en la India. En la Península Ibérica es posible encontrar construcciones aisladas al abrigo de cornisas naturales en Setenil (Cádiz), Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca) o Monsanto (Portugal), destacando el caso de las Cuevas de Almanzora (Andalucía), con hileras paralelas de viviendas en torno a grandes plazas públicas. Hoy en día quedan muchas muestras visibles de estos asentamientos en distintos estados del suroeste de Estados Unidos como son Utah, Colorado (Cliff Palace + Spruce Tree House + Balcony House + Square Tower House), Arizona (Monument Valley + Navajo National Monument + Cañón de Chelly) y Nuevo México. Lugares donde la fisonomía de este hábitat se corresponde con un paisaje de mesetas cruzadas por cañones, generadas por el río Colorado y sus afluentes. En relación a uno de los ejemplos más destacados, existen espectaculares asentamientos trogloditas en el denominado Cliff Palace ubicado en Mesa Verde (Colorado, EE.UU): una agrupación de orientación suroeste, en un emplazamiento protegido del sol del verano (donde se alcanzan los 40 ºC a la sombra) y de las bajas temperaturas del invierno (con nevadas abundantes) que presenta una cavidad de 100 m de longitud y 20 m de anchura para una población de unos 250 habitantes en más de 220 espacios esculpidos en la roca. b. Agrupaciones circulares: pueblos en anfiteatro

Planta de agrupación de conos excavados en anfiteatro con iglesias rupestres en el centro. Circo del Göreme. Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 86.

Estas estructuras son otro ejemplo de configuraciones en acantilados no desarrolladas linealmente sino describiendo una curva, mediante una especificidad morfológica que permite una disposición centrada y refuerza el aislamiento o la autonomía de la agrupación. Al contrario del caso anterior, basado principalmente en la linealidad del conjunto, esta configuración la determina un circo natural en un espacio central convergente. Sus ejemplos más característicos son los anfiteatros de Göreme y Cavusin (Turquía), aunque también existen otras agrupaciones en lugares como Chenini y Ghomrassen (Túnez). En relación al conjunto del Göreme, las viviendas excavadas se concentran en forma circular alrededor de distintos establecimientos monásticos, generando una gran comunidad con servicios focalizados en torno tres iglesias ubicadas en los conos principales.

01.3.2. Agrupaciones de excavación vertical Estas agrupaciones se generan mediante viviendas trogloditas muy rudimentarias con una dirección de excavación completamente vertical (apartado 01.2.2) y, por tanto, se conservan muy pocos ejemplos de estos pequeños conjuntos subterráneos en la actualidad. Las cuevas ejecutadas verticalmente eran muy elementales y respondían a una construcción primitiva desprovista de prestaciones efectivas, que únicamente prestaba cobijo mínimo o conservaba víveres y pertenencias. Así, para su uso como hábitat estable era necesario añadir un acceso básico o una sencilla cubierta mediante construcciones exteriores que paliaran su excesiva exposición a la intemperie y protegieran el hueco de acceso en su superficie.

Sección vertical de vivienda subterránea en Mesa Verde. Colorado. EE.UU. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 400.

Debido a la mejora de las herramientas de trabajo, estas construcciones evolucionaron para dar paso a excavaciones mixtas que, vinculando la extracción tanto en horizontal como en vertical, empezaron a constituir otras intervenciones más complejas que dieron lugar a su desaparición paulatina.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

01.3.3. Agrupaciones de excavación en formaciones singulares Este conjunto lo forman aquellas arquitecturas que desarrollan excavaciones en elementos rocosos superficiales (apartado 01.2.3) con un criterio de selección que responde a planteamientos fundamentalmente defensivos en una geografía escarpada y singular. En el caso de los pueblos en los conos de Capadocia (Turquía) se utilizan los montículos preexistentes como puntos estratégicos donde ubicar sus viviendas; la ocupación de estas “torres vigía” naturales genera un modo interesante de percibir y controlar el territorio, convirtiéndose en un lugar idóneo para un desarrollo excavado en altura. El conjunto se caracteriza por una actuación sustractiva sobre la configuración natural aunque presenta la particularidad de desembocar en un urbanismo en superficie. Su aspecto formal tan característico es el resultado de la erosión del entorno (una toba de orígen volcánico), dando lugar a unas formas muy singulares que han acogido y refugiado a sociedades tan diferentes como la hitita, la griega, la romana, la cristiana o la otomana. Unas sociedades que han sabido sacar provecho tanto a la originalidad física del lugar como a las posibilidades geológicas del entorno, ofreciendo nuevas cualidades al paisaje y llegando a formar parte del propio relieve natural. Un conjunto habitable que, tal y como afirma J.P. Loubes, llega a generar:

Sección vertical de casa esquimal de invierno. Alaska. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 400.

Sección vertical de vivienda vertical excavada. Noroeste de Canadá. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 400.

“[…] algo que es mucho más que una «integración al paisaje», en el sentido en que hoy en día entendemos esta palabra.” 24

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 65.

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Grabado de Paul Lucas en el siglo XVIII que muestra los conos de Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 66.

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01.3.4. Agrupaciones de excavación mixta Dentro de los ejemplos construidos englobados en esta tipología extrema de enterramiento total, las ciudades subterráneas de Kaymakli y Derinkuyu en la meseta de Capadocia (Turquía) son las más destacables, aunque según distintas investigaciones es posible que todavía existan más de 30 ciudades excavadas en esta zona aún por descubrir.

Planta parcial de la ciudad subterránea de Kaymakli. Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 90.

Sección vertical de la ciudad subterránea de Derinkuyu. Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 82.

La construcción de la ciudad soterrada de Kaymakli comienza hacia siglo I para erigirse como fortificación frente a persecuciones políticas, religiosas o invasiones de pueblos vecinos (en principio persas, macedonios o romanos y, posteriormente, la opresión islámica en el siglo VII) mediante un urbanismo defensivo en excavación que podía albergar unas 20.000 familias en diez niveles bajo el subsuelo, extendiéndose a través de varios kilómetros. Los espacios excavados, de dimensiones extremadamente variadas según sus funciones, estaban ligados por una red de galerías interconectadas que, en caso de necesidad, podían obstruirse y aislar a la población de una posible agresión. La organización subterránea era compleja y permitía un desarrollo productivo interior que aseguraba a sus pobladores un largo período de autonomía en caso de necesidad al contar con todo tipo de espacios programáticos como plazas, almacenes, prensas, reservas de provisiones, iglesias o cementerios, todos ellos acondicionados mediante una compleja red de ventilación. Por su parte, la ciudad excavada de Derinkuyu se planteaba en ocho niveles subterráneos, hasta 80 m bajo la superficie. Estaba compuesta por todos los espacios requeridos para la vida en total aislamiento gracias a la construcción subterránea de molinos, aljibes o silos para el almacenamiento de provisiones, junto con espacios de relación comunitarios como calles, plazas, iglesias o mercados, donde se desarrollaba la economía de sus habitantes mientras se recluían en el subsuelo durante largos periodos. Se estima que este gran complejo albergó a unos 10.000 habitantes en una organización urbana compleja gracias a un sistema de regulación térmica eficiente por la baja conductividad del terreno donde se excavaba. De este modo, las estancias conseguían una temperatura perfecta tanto para habitar como para el almacenaje de alimentos, algo imprescindible para una buena autosuficiencia en largas temporadas, ya que según F.J. Neila: “A una profundidad de 50 a 150 cm la temperatura es constante y coincide con la media diaria, y a partir de 10 o 15 m coincide con la media anual. Únicamente las capas más superficiales se ven directamente afectadas por los fenómenos climáticos.” 25 Además de la temperatura, otro elemento esencial a controlar en estas ciudades subterráneas es la ventilación. Tanto es así que, según distintos estudios, su construcción comienza con la excavación de túneles de aireación que comunican verticalmente todos los locales y originan un efecto chimenea que permite una buena ventilación de las estancias desde el primer momento, a medida que se van excavando. NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Colección Arquitectura y Tecnología. Editorial Munilla-Lería. Madrid, 2004. Pág. 82.

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Perspectiva de la organización de la ciudad subterránea de Derinkuyu. Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 82

02. | LO SUBTERRÁNEO COMO PERCEPCIÓN 02.1. REALIDAD vs IMAGEN Es posible afirmar que existe una contradicción entre la realidad percibida de la vivienda excavada y la imagen que se tiene de ella. La realidad del urbanismo subterráneo es amplia y densa; sin embargo, aunque se demuestre que esta arquitectura puede ser habitable, viva o luminosa, lo cierto es que su imagen pública es muy distinta, llegando a connotaciones peyorativas relacionadas con la oscuridad, las tinieblas o el mundo de lo infrahumano. Esta imagen negativa, que la eleva hasta la apariencia de una arquitectura proscrita, podría explicarse desde distintos puntos de vista basados en: - El rechazo a vivir como animales subterráneos en cuevas o madrigueras, ya que estas edificaciones son consideradas, desde un punto de vista racional, como más propias de las bestias que del hombre.

Viviendas excavadas en la aldea de Gao Gun. Provincia de Shensi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Pág. 18.

- El rechazo a la cruda realidad vivida en el entorno de trabajos subterráneos (como las excavaciones mineras), donde la oscuridad, el trabajo forzado o la muerte siempre posible, justifican un cierto reparo ante estas construcciones subterráneas. - El rechazo a los espacios enterrados, ya que han estado asociados a la inhumación o a la construcción de santuarios. Ejemplo de ello es la arquitectura egipcia donde, en palabras de M. Algarín 26, las grandes pirámides se pueden considerar como montañas materializadas artificialmente consagradas a los fallecidos. Sin embargo, considerando que todo lo expuesto influye en la imagen que desprende la arquitectura subterránea, según J.P. Loubes la principal responsable de este rechazo popular:

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

“[…] es la novela de ficción contemporánea que localiza bajo tierra la sociedad de los subhumanos, de los esclavos, de las máquinas; un mundo mecanizado, sin pasión, un reino de la muerte”. 27 De este modo, cobra mayor importancia lo imaginario frente a la experiencia directa, puesto que las ideas están al alcance de todo el mundo gracias a la fantasía. Así, tanto la literatura como el cine influyen en la visión colectiva de esta vivienda, donde toma mayor importancia la subjetividad de la mente frente a la objetividad de lo real. A este respecto, J.P. Loubes 28 apoya la existencia de una imagen positiva y una negativa del hábitat subterráneo: la primera corresponde a ejemplos como el Viaje a la Luna (Cyrano de Bergerac, 1650), donde un viajero espacial encuentra unas curiosas viviendas ocultas en el subsuelo, capaces de transformarse y salir a la superficie según las necesidades estacionales, generando una arquitectura sugerente que se adapta a distintos requerimientos. ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 37. 27 LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 8. 28 Op.cit. Pág. 9. 26

Contraste de luces y sombras en viviendas excavadas. Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 153

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Por otra parte, la imagen negativa del hábitat subterráneo se desarrolla hacia finales del siglo XIX, como en La máquina del tiempo (Herbert George Wells, 1893), cuando un viajero llega a una comunidad sin conflictos ni enfermedades donde, tras lo visible, se esconde una humanidad subterránea; un mundo de tinieblas donde los “no propietarios” producen y existen únicamente para mantener a los “propietarios” que reinan sobre el subsuelo. Además de esta influencia en la imagen popular de la vivienda enterrada, también es cierto que las contribuciones de algunos urbanistas contemporáneos de los años sesenta hicieron flaco favor a la arquitectura subterránea, referenciando que el subsuelo sólo puede tener vocación de canalizar servicios (no siendo un lugar conveniente donde desarrollar un urbanismo habitable digno) y diferenciando claramente que: “El urbanismo subterráneo es una necesidad, el hábitat subterráneo una mala solución.” 29 En contraste con esta aparente negatividad hacia las soluciones excavadas, existen culturas que enfatizan y aprecian el simbolismo positivo de esta arquitectura en relación a los elementos tierra, agua o luz. Unos conceptos fundamentales en una construcción enterrada, ya que según J.P. Loubes conforman: “[…] los elementos cósmicos esenciales, elevados a la categoría de divinidades fundamentales, fuentes de vida, por las mitologías de las grandes civilizaciones. […] Algunos lugares son más fuertes en la medida en que se constituyen en el encuentro de estos tres elementos. Las riberas, donde la roca, el mar y la luz se encuentran, son lugares de este tipo y pueden inspirar arquitecturas de una fuerza excepcional.” 30 Unos elementos que no tienen únicamente un sentido cósmico, sino también una aplicación práctica concreta en la arquitectura subterránea; de este modo: - Respecto al concepto luz, su consideración es fundamental y necesaria en toda propuesta arquitectónica: luz generadora de actividad, luz de transformación biológica pero también luz como definición del contorno y de la imagen de cualquier forma construida. - Respecto al concepto tierra, las arquitecturas excavadas se apropian de enclaves singulares en la geografía como vías de excavación en cuevas, depresiones, pozos o fallas, donde el contacto con el terreno es máximo.

Visión del espacio subterráneo según Julio Verne. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 12.

- Respecto al concepto agua, parece quedar al margen de la arquitectura aquí estudiada ya que la mayor parte de los ejemplos están ubicados en climas secos o incluso áridos. Sin embargo, este elemento es imprescindible en nuestro desarrollo vital y, aunque no forme parte intrínseca en la propia excavación, siempre estará relacionado con ella ya sea en pozos de abastecimiento, canalizaciones de transporte o espacios de recogida. Todos ellos conceptos que, gracias a su utilización en espacios excavados, refuerzan la potencialidad de un paisaje natural rico en sí mismo, sirviendo como punto de encuentro y de conflicto en las arquitecturas subterráneas. UTUDJIAN, E. en LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 8. LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 104.

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02.2. ARQUITECTURA SENSITIVA Una de las múltiples formas de clasificar las intervenciones arquitectónicas se relaciona con el tipo de construcción que las genera, pudiendo ser una construcción positiva (aquella que estamos acostumbrados a habitar) o una construcción negativa (aquella que da lugar a las distintas tipologías analizadas en el presente trabajo). Aunque ambos tipos de construcción se planteen con respeto ante el paisaje, las estructuras positivas normalmente se alzan como un elemento independiente y ajeno al territorio, mientras que las arquitecturas subterráneas aprovechan al límite las características de la topografía local, para convertirse en parte de ella y pasar lo más desapercibidas posible en su entorno. Así, estas estructuras enterradas responden a conceptos distintos, pudiendo interpretarse desde varios puntos de vista:

- Arquitectura excavada como oscuridad donde la luz se transforma en un bien muy preciado. Debido a la dificultad de conducir la luz del exterior al interior excavado, ésta se convierte en un elemento escaso y se localiza en puntos muy concretos como el acceso o las estancias más cercanas a la cara exterior de la roca. Aún así, la inevitable oscuridad favorece una percepción especial de los espacios construidos, dándoles una cualidad plástica mediante el contraste entre claroscuros. -

Imagen interior del Palacio real en la ciudad subterránea de Ozkonak. Turquía Fuente: ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Pág. 40.

Arquitectura excavada como densidad donde la excavación es una mínima parte de un todo. El volumen total del macizo sustraído parece inmenso ante la cavidad construida, pudiendo considerarse como la piel que envuelve esta arquitectura subterránea.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

- Arquitectura excavada como levedad donde se construye un vacío en lo lleno, sin el aporte de otra estructura portante ya que la propia masa rocosa soporta sin mayores problemas las luces y alturas habituales, sin necesidad de cálculos o elementos secundarios. - Arquitectura excavada como instinto donde, desde en un primer momento, el hombre aprovecha un vacío horadado en el relieve y lo moldea artificialmente para acabar “proyectando” su propia arquitectura excavada. Así, en función de su relación con el individio, aparecen relaciones óptimas entre los elementos ya que, según M. Algarín: “A partir de la ocupación del espacio por el propio cuerpo, se tiene una noción intuitiva de proporción y distancia y de ahí nacen las primeras unidades de medida.” 31 - Arquitectura excavada como escultura donde se moldea un espacio. Una obra alojada en un material base suficientemente cohesivo estructuralmente sin llegar a suponer un límite ante el vaciado, permitiendo ser

ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 23.

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Conos excavados del Valle del Zelve. Turquía. Fuente: ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Pág. 29.

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horadado en todas direcciones. De este modo, se perforan espacios donde acomodarse, “construyendo” vacíos en vez de llenos para obtener soluciones en las que, según P. Oliver: “Excavar alojamientos es un proceso de excavación y vaciado, fundamentalmente escultórico.”

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- Arquitectura excavada artificialmente ordenada donde, debido a la imposibilidad de percibir el exterior, se hacen imprescindibles elementos de orientación interior bien mediante hitos singulares o bien mediante una distribución simétrica respecto al eje de acceso. Así, se genera una arquitectura que prolonga el relieve del terreno y forma un continuo entre el exterior natural y el interior excavado; una ambigüedad entre lo existente y lo construido que, a pesar de su aparente aleatoriedad, según M. Algarín sigue unas reglas determinadas: “A pesar de que un resultado amorfo parece consustancial a la excavación por su forma de construcción, en las arquitecturas excavadas suele eludirse el desorden […].” 33 Luces y sombras en la arquitectura excavada. Fuente: ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Pág. 29.

Por tanto, los pueblos troglodíticos son lugares donde el carácter sustractivo toma especial importancia para generar espacios habitables con escasa o nula adición de elementos externos, que lo perturban únicamente de un modo sutil. En definitiva, una arquitectura excavada, densa, leve, instintiva, escultórica, artificial y natural, ambigua, improvisada, cambiante a la vez que única, unas veces proscrita y otras inspiradora. Todos conceptos posibles a aplicar hoy en día en cualquier nueva propuesta arquitectónica, sea excavada o aditiva, sea subterránea o superficial.

OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “Carving out dwellings is an excavating, hollowing procedure, essentially sculptural.” ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 40.

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Conos de Capadocia. Turquía. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 161.

03. | LO SUBTERRÁNEO COMO FISICIDAD Antes de que el hombre alcanzase un desarrollo tecnológico importante en la construcción de edificios, ya había recorrido un largo camino en el aprovechamiento y transformación de las condiciones climáticas de su entorno, seleccionando los emplazamientos más adecuados, orientando convenientemente sus refugios para maximizar la luz y el calor del sol o distribuyendo espacialmente las estancias para conseguir determinados microclimas. Unas soluciones que han pasado de generación en generación adaptándose a requerimientos físicos y socioculturales, para dar lugar a agrupaciones más eficientes funcional y climáticamente con el paso del tiempo. Las arquitecturas trogloditas ofrecen soluciones primitivas de acondicionamiento climático que van desde regulaciones térmicas controladas gracias a una relación espacial interior-exterior adecuada, hasta la correcta orientación de las piezas respecto al mejor soleamiento o aireación natural. Así, el hombre y su vivienda han caminado siempre juntos, hasta tal punto que P. Deffontaines considera la vivienda como una segunda piel: "De este modo, el hombre aparece como una especie ligada a su vivienda; siendo de igual modo el ser vivo que tiene la mayor necesidad de ella. […] ¿Hay acaso mayor hombre desnudo que un hombre sin casa?” 34 Al no estar protegidos por un gran sistema piloso, nuestra temperatura corporal nos deja muy expuestos a las variaciones de climáticas externas; así, las soluciones al habitar han debido generar viviendas que contribuyen a la regulación térmica y al mantenimiento de una temperatura estable, como una vestimenta que nos abriga.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Con el paso de su condición nómada a formas sociales de convivencia sedentaria, el hombre transmitió a sucesivas generaciones cómo enfrentarse a las condiciones impuestas por el medio ambiente mediante mecanismos más desarrollados y, así, fue caracterizando las soluciones térmicas más adecuadas a su hábitat. Desde un punto de vista global, existen distintos factores que influyen en el proceso evolutivo de la vivienda vernácula enterrada, que según G. Gonzalo 35 se pueden dividir en dos grandes grupos: factores socioculturales (relacionados con la organización social, la religión, la estructura familiar o la distribución productiva) y factores físicos (relacionados con el clima, las geomorfología del terreno, la fauna, la vegetacion o la hidrografía de un lugar). Ambos conjuntos conforman un todo estrechamente relacionado que define la especificidad y las características a resolver por cada solución arquitectónica mediante la creación colectiva basada en un proceso de prueba y error transmitido, corregido y adaptado paulatinamente a las necesidades del grupo. Sin embargo, esta transferencia de conocimiento puede convertirse en el principal peligro de esta arquitectura ya que también puede haber sido una de las causas de su desaparición en unos casos o de su inadecuada adaptación en otros. DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 11. Texto original: “Ainsi l'homme nous apparaît comme une espèce liée à sa maison; il est même l'être vivant qui en a le plus besoin.[...] Y a-t-il plus d'hommes sans vêtement que d'hommes sans maison?” 35 GONZALO, G.E.: Manual de Arquitectura Bioclimática. Editorial Nobuko. Tucumán, 2004. Pág. 99. 34

Propuestas similares en climas diferentes. Imagen superior. Grutas horadadas en la roca en Luoyang. Henan. China. Fuente: Miguel Ángel en www.picasaweb.google.com. Imagen central. Patio de viviendas subterráneas en Matmata. Túnez. Fuente: Gérard Guyot en www.picasaweb.google.com. Imagen inferior. Vista general de los conos de Capadocia. Turquía. Fuente: Carlos Mesa en www.picasaweb.google.com.

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a. Condiciones climáticas Muchos factores influyen en la evolución climática mundial y, aunque cada región tiene su propio clima, existen generalizaciones según se hable de zona polar (incluyen la tundra y regiones heladas), zona subártica (con un microclima frío o húmedo), zona continental (con veranos húmedos y frescos), zona templada (en regiones húmedas), zona subtropical (en regiones costeras, húmedas y cálidas), zona seca (en estepas semiáridas y desérticas) o zona tropical (en regiones de sabana y selva tropical). Cada clima ofrece unas arquitecturas específicas que responden a exigencias generales y a particularidades de la región puesto que, en muchos casos, existen grandes cambios climáticos no sólo estacionales sino también diarios. Así, conceptualmente hablando cada tipología protege frente a unos aspectos ambientales concretos y, por ello, las soluciones troglodíticas no siempre son igualmente óptimas en todas las condiciones, necesitando especializarse en resolver unos requerimientos concretos. La distribución del hábitat subterráneo a nivel mundial depende, en primer lugar, de las condiciones del terreno a excavar; aunque si se examina su localización concreta se observa que estas agrupaciones también están muy relacionadas con fenómenos climáticos puesto que, en palabras de P. Deffontaines: “Parecen estar ubicadas sobretodo en las zonas de clima árido y caluroso, allí donde la vegetación era escasa, con bosques casi ausentes, pero igualmente en las regiones con cambios bruscos de temperatura donde protegen tanto del exceso de calor y de luz como de los fuertes vientos y el frío extremo.” 36 En cuanto al confort térmico, el hombre busca en su vivienda un microclima regular independiente de los cambios exteriores; la consecución de una sensación térmica de bienestar entre el cuerpo humano y el entorno inmediato depende de factores biológicos (como la temperatura de la epidermis o la susceptibilidad térmica) y de factores relacionados con el entorno (como la temperatura del aire o la humedad). A nivel general, cuando la temperatura de nuestra piel sube por encima de 34 ºC o cae por debajo de 29 ºC empezamos a percibir sensaciones molestas; sin embargo, estas cifras respecto a la temperatura "efectiva" no es exactamente la misma que la del ambiente propiamente hablando ya que en nuestra propia percepción del confort se tiene en cuenta la combinación de otros factores como la humedad, la temperatura o el movimiento del aire. La ASHRAE (American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers), un organismo que avanza en la investigación tecnológica para promover un mundo más sostenible, define el concepto de confort dentro de un espacio como: “La condición mental que expresa satisfacción con el entorno térmico.”

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DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 23. Texto original: “Elles semblent s´être maintenues surtout dans les zones de climat aride et chaud, là où la végétation était rare, les bois presque absents, mais également dans les régions aux brusques variations de température où elles protègent aussi bien des excès de chaleur et de lumière que des vents violents et des froids extrêmes.”

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Una definición que incide en que la arquitectura vernácula no ha de definir unas condiciones ideales y universales válidas para cualquier condición o usuario, sino enmarcar unos valores adecuados dentro de los que se puede encontrar el confort higrotérmico ideal para las necesidades del ser humano. Además, es interesante destacar que cuando las condiciones interiores de temperatura o humedad relativa se describen en términos de "comodidad", este valor es muy diferente según la cultura analizada. Como ejemplo, en nuestra región se empieza a experimentar un malestar importante si subimos por encima de los 35ºC, sin embargo los aborígenes australianos soportan niveles mucho más altos en los momentos más calurosos del día. Estas diferencias en nuestra actitud personal hacia el confort son en parte una percepción fisiológica pero también una percepción psicológica y, por tanto, la definición de comodidad ambiental cambia en función de cada patrón cultural concreto.

Variaciones de energía recibida por una misma superficie del terreno en función de la inclinación del mismo (ángulo de incidencia a1, a2, a3, a4) y de su orientación (flujo incidente h, i, j, k). Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 124.

b. Condiciones del terreno

PROFUNDIDAD BAJO TIERRA

A lo largo del tiempo, el hombre ha construido sus refugios con casi todos los materiales que han pasado por sus manos, ya sea hielo en las zonas árticas o pieles de animales en los asentamientos del desierto, originando soluciones intuitivas adaptadas a condiciones extremas. La vivienda excavada desarrolla un método constructivo de unidades autónomas normalmente independientes que generan una arquitectura pesada derivada de la sustracción, apoyada en muros de gran espesor para dar estabilidad y proporcionar aislamiento al conjunto. La inercia térmica de sus paredes y techos hace que los máximos y mínimos térmicos interiores presenten varios meses de retraso respecto a la temperatura exterior, manteniéndose constantes y sin grandes fluctuaciones. Debido a que las diferencias diarias de la temperatura en el terreno disminuyen con la profundidad, a partir de una excavación determinada se plantea una variación casi inexistente. A este respecto, en palabras de F. Aranda:

1 metro 2 metros 3 metros 4 metros 5 metros

VARIACIÓN DE TEMPERATURA ± 5 ºC ± 3,3 ºC ± 2,2 ºC ± 1 ºC ± 1 ºC

Relación entre profundidad y variación de temperatura diaria interior. Datos de Burdeos, con una temperatura media anual del aire exterior de 12,5 grados. Fuente: www.wikipedia.org

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

“[…] puede afirmarse que las oscilaciones diurnas de la temperatura no afectan a la temperatura interna del subsuelo por debajo de medio metro, ni a las anuales por debajo de los siete metros.“ 38 Respecto a las cualidades del terreno como material de construcción, son apropiadas las bases desmenuzables y fáciles de cortar, sin humedad excesiva, con capacidad de cohesión y gran capacidad impermeable. En la mayoría de casos, esto corresponde a depósitos de rocas sedimentarias blandas o a depósitos volcánicos, donde la capa freática es lo suficientemente profunda para que la humedad no suponga un problema; sin embargo, los materiales demasiado frágiles son inapropiados por su facilidad de desmoronamiento al igual que ocurre con las rocas muy duras como las ígneas, debido a su difícil trabajabilidad incluso con herramientas pesadas. Según P. Deffontaines:

GONZALO, G.E.: Manual de Arquitectura Bioclimática. Editorial Nobuko. Tucumán, 2004. Pág. 97. ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 131. 37 38

Curvas anuales de temperatura en función de la profundidad. Gris claro: periodos en los que la temperatura aumenta con la profundidad. Gris oscuro: periodos en los que la temperatura disminuye con la profundidad. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 124.

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“[…] para facilitar la talla de la piedra, son preferibles las rocas masivas y compactas de terrenos cristalinos, las rocas sedimentarias, dispuestas en estratos y capas separadas por secciones.” 39 A pesar de esto, existen terrenos que no cumplen las condiciones anteriores y, aunque en un primer momento pueda parecer una contradicción, son igualmente aptos para la excavación de viviendas subterráneas. Tal es el caso de algunos ejemplos del presente trabajo, ubicados en terrenos aparentemente disgregados aunque con la propiedad de endurecerse en contacto con el aire; unos materiales muy interesantes debido a su facilidad de extracción o de talla, con una gran solidez adquirida tras el paso del tiempo, tal y como ocurre en el caso de la toba o los loess. Por tanto, con el fin de identificar los materiales más idóneos entre los recursos disponibles en cada región, éstos han de ser examinados en cuanto a sus propiedades estructurales, su respuesta frente a las solicitaciones y su adecuación ante los métodos disponibles para la excavación, al tiempo que considera su aptitud climática, su rendimiento o sus propiedades térmicas.

Variación de la temperatura del terreno a lo largo del año según la profundidad. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 409.

DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 45. Texto original: “[...] pour faciliter la taille de la pierre, on préfère aux roches massives et compactes des terrains cristallins, les pierres sédimentaires, disposées en strates et lits séparés par des clivages.”

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04. | CONCLUSIONES 01.| La vivienda excavada: arquitectura animal vs arquitectura troglodita Si se consideran las intervenciones animales como un tipo más de actuación arquitectónica, dentro de la arquitectura animal excavada se pueden diferenciar dos grandes grupos: •

Las construcciones generadas por insectos: podrían estar relacionadas con arquitecturas de repetición al ser arquitecturas más elaboradas, ya sea mediante excavación o construcción sobre el suelo, y estar fundamentadas en comportamientos iterativos mediante piezas de composición o tamaño similar.



Las construcciones generadas por mamíferos: podrían estar relacionadas con arquitecturas más específicas aplicadas a un programa único, al ser estructuras con una gran capacidad de adaptación que generan colonizaciones subterráneas como forma estratégica de vida.

Con el fin de comparar ambas arquitecturas y destacar algunos rasgos comunes entre ellas, a continuación se establecen ciertos paralelismos formales entre distintos ejemplos de arquitectura animal excavada y arquitectura troglodita excavada. ARQUITECTURA OFENSIVA Y DEFENSIVA

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Un ejemplo interesante de construcción excavada animal es la vivienda de la hormiga-león, que genera un cono invertido como trampa de caza de insectos pequeños gracias a la resbaladicidad de su superficie. En este caso es posible establecer una comparación entre esta arquitectura animal y las formas de las arquitecturas troglodíticas de la región de Capadocia (Turquía). Ambas plantean requerimientos similares en cuanto a defensa/ataque frente a posibles enemigos mediante la presencia del cono, que en un caso se utiliza invertido con la función de trampa de caza y en el otro se emplea como puesto de vigilancia en altura desde donde otear el territorio (Fig. 2).

Figura 2. Arquitectura ofensiva y defensiva Izquierda. Imagen superior. Vista exterior de trampas de caza de hormiga león. Fuente: Beatriz Vigalondo en www.picasaweb.google.com. Imagen inferior. Sección de trampa de caza de la hormiga león, en forma de cono invertido. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 27.

Derecha. Imagen superior. Vista general de viviendas troglodíticas. Valle del Göreme. Capadocia. Turquía. Fuente: OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Pág. 133. Imagen inferior. Sección y planta de conos excavados en el valle de Avcilar. Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 408.

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ARQUITECTURA OCULTA Figura 3. Arquitectura oculta Izquierda. Imagen superior. Puerta del refugio de la araña de trampa. Fuente:www.mallorcaesasitambien.blogspot.com. Imagen inferior. Refugio de la araña de trampa en forma de tubo. En la entrada aparece una puerta de camuflaje (1) y en el interior un revestimiento superficial con hilos de seda (2). Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 27.

Derecha. Imagen superior. Túnel de acceso al patio central. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 123. Imagen inferior. Sección longitudinal por el acceso y sección transversal de un patio excavado. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 123.

Figura 4. Arquitectura de multitudes. Izquierda. Imagen superior. Esquema de la estructura interna en un hormiguero de hormiga roja (Formica rufa). Original de G. Linhard, 1974. Fuente: OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Pág. 33. Imagen inferior. Secciones de un termitero. La morfología externa del termitero es un elemento de regulación térmica. Sección AA: sección sobre la que incide el sol del mediodía (Sur). Sección BB: sección sobre la que incide el sol de mañana y de tarde (sol del Este o del Oeste). Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 29.

Derecha. Imagen superior. Vista interior de la ciudad subterránea de Kaymakli. Capadocia. Turquía. Fuente: www.kaymakli.net/Yeralti9.jpg. Imagen central. Sección vertical de la ciudad subterránea de Derinkuyu. Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 82. Imagen inferior. Perspectiva de la organización de Derinkuyu. Ciudad subterránea en Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 82

Otro ejemplo destacable de construcción excavada animal es el de la araña de trampa, que se caracteriza por excavar un agujero cilíndrico bastante profundo acabado con una puerta articulada que cierra la superficie impidiendo ser percibida desde el exterior. En este caso se puede establecer una comparativa entre este tipo de arquitectura animal y las arquitecturas troglodíticas de Matmata (Túnez), ya que en ambos casos se usa la misma solución frente a posibles ataques externos, gracias al cierre sólido de la puerta de entrada a la agrupación. También destaca la similitud en cuanto a la forma del acceso hasta la cavidad interior mediante un conducto de longitud y pendiente considerable en ambos casos (Fig. 3). ARQUITECTURA DE MULTITUDES

Por último, otro de los ejemplos destacables de construcción excavada animal es el de las grandes agrupaciones de termitas, que generan complejas construcciones acondicionadas mediante sofisticados sistemas de regulación climática. En este caso se puede establecer una comparación con las grandes ciudades subterráneas de Kaymakli y Derinkuyu (Turquía), puesto que ambas soluciones albergan a un gran número de individuos (dos millones de ejemplares en los termiteros y 10.000 habitantes en las ciudades subterráneas) en unas estructuras donde el consumo de oxígeno es considerable debido a su gran población; problema que se resuelve mediante complejos sistemas de ventilación automáticos y autosuficientes que no necesitan aporte de energía externa en ninguno de los dos casos (Fig. 4).

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

Por tanto, en determinados ámbitos aún existen comportamientos similares entre arquitecturas excavadas animales y humanas, donde se comprueba cómo las características de los materiales empleados, las condiciones del entorno o las habilidades del individuo constructor determinan las técnicas o formas utilizadas y cómo éstas desembocan en distintos grados de especialización según el caso. Así, de un modo global, es posible establecer un paralelismo conceptual entre ambos tipos de construcciones en función del uso de determinados materiales, como son: •

materiales naturales: la perforación del terreno sin ningún otro elemento añadido en la arquitectura animal puede relacionarse con el proceso más básico de excavación de una antigua cueva troglodita en la arquitectura humana (como el acondicionamiento de los primeros abrigos naturales).



materiales de síntesis de elementos propios: el empleo de materiales naturales mejorados mediante procesos propios de transformación físico-química en la arquitectura animal puede relacionarse con la utilización de productos elaborados simples en la arquitectura humana (como el empleo de un tablero de madera natural obtenido tras procesos básicos de corte o aserrado).



materiales externos al individuo: el uso de pequeños materiales externos como hojas trenzadas o pequeñas piedras en la arquitectura animal puede relacionarse con el empleo de elementos complejos fabricados externamente a la propia construcción en la arquitectura humana (como el uso de una carpintería metálica como producto prefabricado).

De este modo, quedan remarcadas algunas asociaciones a nivel conceptual entre ambas arquitecturas, desnudas de comparación o valoración técnica, pero cargadas de la representatividad que otorga la sencillez del elemento en sí mismo. En conclusión, se puede afirmar que las construcciones animales han desarrollado habilidades concretas para ser más independientes gracias a la utilización de soluciones arquitectónicas mejor adaptadas al medio donde se ubican. Sin embargo, aunque es cierto que los humanos compartimos mucho con el resto de animales, nuestra capacidad constructiva ha evolucionado de una forma impensable, pudiéndose establecer una importante diferenciación cualitativa entre nosotros gracias complejidad inventiva hasta el punto de, según A. Omedes y J. Piqué, poder hablar finalmente de “[…] animales constructores y humanos arquitectos.” 40

OMEDES, A.; PIQUÉ, J.: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Museu de les Ciències Naturals de la Ciutadella. Editorial Gustavo Gili. Barcelona, 2003. Contraportada.

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| De lo excavado a lo construido En apartados anteriores se ha constatado la existencia de múltiples ejemplos de construcciones trogloditas donde los arquitectos primitivos responden al problema del habitar mediante distintas combinatorias tipológicas excavadas que, gracias a su evolución continua en el tiempo, enriquecen el resultado arquitectónico global.

Esquema de mastaba egipcia. Fuente: www.westga.edu/~rtekippe/slides2201/mastaba-pyramid.jpg

Un juego habitable compuesto de excavaciones horizontales y verticales que, en principio, se insinúa como situación azarosa pero que finalmente responde a condicionantes tangibles de protección climática, a motivos técnicos, a nuevas herramientas o a impulsos sociales de necesidad organizativa. Un nuevo mundo excavado donde se estratifican y se superponen niveles, tangibles e intangibles que, en palabras de J.P. Loubes, desarrollan la expresividad de pasar: “[…] de lo excavado a lo construido, de lo subterráneo a lo superficial. De lo visible a lo oculto, de lo oscuro a lo luminoso.” 41 En definitiva, estos pueblos excavados constituyen un atractivo ejemplo de urbanismo subterráneo que ha logrado resolver de un modo sugerente la evolución de primitivas construcciones enterradas que paulatinamente se abren al exterior. Así, logran un mayor beneficio climático bien por la inercia térmica de sus grandes muros o bien mediante la creación de espacios adyacentes que sirven de colchón térmico entre las estancias, como en el caso de una distribución organizativa mediante pozos centrales. Espacios con un valor añadido que, además de servir de vínculo social, estructuran el programa funcional de la vivienda y aseguran la penetración indirecta de luz y calor hacia el interior de un modo muy confortable.

Esquema de pirámide egipcia. Fuente: www.westga.edu/~rtekippe/slides2201/mastaba-pyramid.jpg

Por otra parte, además de las tipologías trogloditas estudiadas, centradas únicamente en la excavación, es posible encontrar otros subtipos de construcciones subterráneas que, aparte de extraer material del terreno, también incluyen el aporte de otros elementos externos. Así, según M. Algarín encontramos: “Modelos híbridos que en muchos casos intentarán tranquilizar al usuario camuflando su realidad sustractiva para parecerse a la arquitectura “construida”, y en otros, pese a ser una construcción claramente tectónica, seducidos por los sorprendentes espacios excavados, imitan sus resultados.” 42 Por tanto, contrariamente a lo que ocurre en las tipologías sustractivas donde la excavación es el elemento protagonista, existen también otras arquitecturas subterráneas donde no sólo predomina la sustracción de material sino que, al mismo tiempo, se combina ese proceso con un aporte de otros elementos (como puede ser arena o piedra de la zona) para la creación de soluciones mixtas que también modifican el relieve existente. LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 40. ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 43.

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Esquema de pirámide escalonada egipcia. Fuente: www.westga.edu/~rtekippe/slides2201/mastaba-pyramid.jpg

La mayor parte de las arquitecturas aditivas primitivas que corresponden a este grupo son arquitecturas funerarias, como en el caso de las mastabas (estructuras de pequeña entidad en forma de paralelepípedo, compuestas de una sola planta con una capilla interior) y las pirámides (construcciones de enormes dimensiones consideradas como la culminación de la cámara mortuoria egipcia, donde el espacio del difunto puede encontrarse bien enterrado o bien dentro del volumen construido, generando cámaras falsas o pasadizos para confundir a los posibles ladrones de tumbas). Unas construcciones planteadas como puerta de entrada a la otra vida, generadas gracias al aporte de tierras y bloques de grandes dimensiones añadidos sobre una cámara subterránea excavada; una magnífica combinación entre arquitectura excavada y arquitectura aditiva que proporciona un fiel reflejo de cómo, en palabras de M. Algarín: “[…] en la construcción que hemos llamado "excavada" como en la aditiva se producen “contaminaciones" […], de modo que la arquitectura excavada, al igual que una gran cantidad de edificios construidos por acumulación, se mueve en su esencia según una serie de soluciones mixtas.” 43

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

En definitiva, unas construcciones excavadas que, combinadas entre ellas o con otras estructuras aditivas, son capaces de generar organizaciones habitables más complejas, conceptualmente distintas y novedosas, con interesantes relaciones espaciales interiores en cada caso.

ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 43.

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| La vivienda troglodita, ¿es entonces arquitectura? Para alcanzar el éxito en la excavación, los constructores de las sociedades trogloditas necesitaban conocer sus materiales de trabajo, la manera de obtenerlos y las habilidades necesarias para moldearlos con las herramientas adecuadas. Conocimientos populares transmitidos entre generaciones mediante la memoria a través de canciones o proverbios que eran asimilados gracias a la experiencia personal, siendo fieles a unas viviendas que no sólo construían sino que también habitaban. Sin embargo, estas formas primitivas no sólo estaban generadas mediante la evolución de procesos de aprendizaje sino que las decisiones conscientes de sus excavadores también ocupaban un lugar relevante en este proceso: aunque sus habitantes no dominasen por completo los principios estructurales abstractos que las rigen, estos constructores trogloditas conseguían una conceptualización basada en un conocimiento práctico de las estructuras estables e inestables. Así, los ejemplos analizados han demostrado que, en muchas ocasiones, estas arquitecturas representan grandes soluciones a problemas concretos a pesar de su sencillez, puesto que han sabido evolucionar desde unos inicios simples y de poca intervención del relieve natural (Excav. Horizontal) hacia una arquitectura sustractiva de difícil configuración y posibilidad de talla (Excav. Superficial), para combinarse con la rudimentaria protección que ofrecía la construcción enterrada (Excav. Vertical) y dar lugar a arquitecturas mixtas que sintetizan las virtudes de las anteriores (Excav. Mixta), tal y como queda recogido en la Figura 5. Figura 5. Tipos de Excavación. Imagen 1. Fachada de las viviendas excavadas en la roca en Pantalica. Sicilia. Italia. Fuente:www.archeologia.com/pantalica/le_grotte_di_p antalica. Imagen 2. Plantas de una vivienda habitada por Simeón el Estilita. Siglo V. Conos del valle de Göreme. Capadocia. Turquía. Fuente: RUDOFSKY, B.. Architecture without architects. A short introduction to nonpedigreed architecture. Pág. 27. Imagen 3. Sección vertical de vivienda del neolítico excavada en “saco”. Pueblo de Jing. Provincia de Shanxi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 20. Imagen 4 superior. Cráteres subterráneos en Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 157. Imagen 4 inferior. Plantas de viviendas subterráneas conectadas en Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 156.

EXCAV. HORIZONTAL

EXCAV. SUPERFICIAL

EXCAV. VERTICAL

EXCAV. MIXTA

Por tanto, después de analizar las posibilidades de esta arquitectura excavada, se hace imprescindible devolver el respeto que han perdido estas construcciones vernáculas, donde el dominio de sus materiales y la habilidad de sus constructores han sido adquiridos tras años de aprendizaje, destreza y experiencia personal, dando lugar a espacios sensibles gracias a un proceso tanto intuitivo como práctico. Si planteamos hoy día un debate sobre la posibilidad de una arquitectura o incluso de un urbanismo subterráneo actual, comúnmente se aprecia la persistencia de una escasa simpatía hacia este tipo de arquitectura, aunque en muchos casos no es posible saber si está más asociada a motivos racionales o a motivos psicológicos. Aún así, no es posible negar que estas construcciones poseen una fuerza plástica y un interés formal más allá del concepto de aceptación o rechazo, tal y como muestra el urbanismo troglodita generado por excavación (Fig.6).

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

URB. HORIZONTAL

URB. SUPERFICIAL

URB. VERTICAL

URB. MIXTO

Finalmente es importante comentar que, aunque parece muy lejana la época en la que el hombre prefería situar su vivienda bajo tierra, esta arquitectura se ha redescubierto como una solución muy adecuada en las llamadas arquitecturas “pasivas” (aquellas que proporcionan un adecuado confort ambiental interior por sí mismas, sin necesidad de medios tecnológicos externos de climatización añadidos), tan populares en los últimos años. De este modo, muchas construcciones actuales subterráneas se han desarrollado empleando los últimos recursos técnicos y constructivos para hacerlas perfectamente habitables evitando, gracias a la técnica, los problemas característicos de los hábitats espontáneos, generando arquitecturas que recuperan la esencia de estas tipologías excavadas y se visten de una modernidad ecológica.

Figura 6. Tipos de Urbanización. Imagen 1 superior. Sección vertical del barrio troglodita de las Cuevas de Almanzora. Andalucía. España. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 81. Imagen 1 inferior. Planta de agrupación de conos excavados en anfiteatro con iglesias rupestres en el centro. Circo del Göreme. Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 86. Imagen 2 superior. Sección vertical de los Valles del Zelve. Capadocia. Turquía. Según Arts de Cappadoce. Ed. Nagel. Ginebra, 1971. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 82. Imagen 2 inferior. Sección vertical y planta de cueva simple + Sección vertical y plantas de cueva en un cono agrupando dos unidades familiares + Sección vertical y plantas de vivienda y capilla. Conos en Uchisar. Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 68. Imagen 3 superior. Sección vertical de vivienda subterránea en Mesa Verde. Colorado. EE.UU. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 400. Imagen 3 inferior. Sección vertical de vivienda vertical excavada. Noroeste de Canadá. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 400. Imagen 4 superior. Planta parcial de la ciudad subterránea de Kaymakli. Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 90. Imagen 4 inferior. Sección vertical de Derinkuyu. Ciudad subterránea en Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 82.

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05. | BIBLIOGRAFÍA CITADA ALGARÍN COMINO, Mario: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. DEFFONTAINES, Pierre: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. ELNADI, Bahgat: El mundo de los trogloditas. Revista El correo de la Unesco. Nº Diciembre. El mundo de los trogloditas. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Francia, 1995. GARCÍA AZNAR, José Antonio; LÓPEZ DAVÓ, Joaquín Antonio: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. GOLDFINGER, Myron: Arquitectura popular mediterránea. Gustavo Gili. Barcelona, 1993. Título original: Villages in the sun. Mediterranean Community Architecture. Praeger Publishers. New York, 1970. GONZALO, Guillermo Enrique: Manual de Arquitectura Bioclimática. Editorial Nobuko. Tucumán, 2004. LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Título original: Architroglo. Editions Parenthèses. Marseille, 1984. LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Revista El correo de la Unesco. Nº Diciembre. El mundo de los trogloditas. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Francia, 1995.

CAPÍTULO 01 LA VIVIENDA SUBTERRÁNEA

NEILA GONZÁLEZ, F. Javier: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Colección Arquitectura y Tecnología. Editorial Munilla-Lería. Madrid, 2004. NEILA GONZÁLEZ, F. Javier: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible: buenas prácticas edificatorias. Cuadernos de Investigación Urbanística, Nº 41. Textos sobre Sostenibilidad, pp. 89-99. Madrid, 2000. NEILA GONZÁLEZ, F. Javier; ACHA ROMÁN, Consuelo: Arquitectura bioclimática y construcción sostenible. DAPP Publicaciones Jurídicas S.L. Pamplona, 2009. OLIVER, Paul: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007.

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OMEDES, Anna; PIQUÉ, Josep: Los otros arquitectos. Catálogo de exposición. Museu de les Ciències Naturals de la Ciutadella. Gustavo Gili. Barcelona, 2003. PALLASMAA, Juhani: Animales arquitectos. El funcionalismo ecológico de las construcciones animales. Fundación César Manrique. Madrid, 2001. Título original: Animal architects. Ecological Functionalism of Animal Constructions. RUDOFSKY, Bernard: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. University of New Mexico Press. 7ª edición. Albuquerque, 2002. Primera edición: Museum of Modern Art. New York, 1964. SHOENAUER, Norbert: 6.000 años de hábitat. De los poblados primitivos a la vivienda urbana en las culturas de oriente y occidente. Colección Arquitectura/Perspectivas. Gustavo Gili. Barcelona, 1984. Título original: 6.000 Years of Housing. Garland STPM Press. New York, 1981.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL ENTERRADA

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

capítulo

02

ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

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01. | EL IMPACTO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA A NIVEL MUNDIAL En la actualidad, siguiendo el modelo de los hombres primitivos que habitaban en cuevas como forma más antigua de vivienda, más de cincuenta millones de personas viven en arquitecturas excavadas que se han modificado o adaptado con el paso del tiempo.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Debido a la existencia de una gran cantidad de agrupaciones trogloditas cercanas a nuestra geografía, se podría pensar que existe una asociación unívoca entre la vivienda subterránea y el entorno Mediterráneo; sin embargo esta relación no es única, ya que el desarrollo del habitar excavado se distribuye ampliamente fuera de nuestro entorno más cercano. A nivel mundial, existen distintas zonas ocupadas de modo subterráneo, como en el caso de las planicies secas y continentales de California, Colorado y México (América del Norte); en ciertos valles continentales de Afganistán, Asia Central o el Tíbet; en distintos hábitats de estepas en el río Níger (Nigeria) y alrededor del lago Victoria (Uganda) o en las viviendas excavadas en Tierra de Fuego (Argentina). Si nos centramos en las regiones con viviendas subterráneas en la cuenca del mar Mediterráneo, M.E. Urdiales afirma que “[…] las cuevas se extienden prácticamente por todos los países a los que baña” 44 existiendo aglomeraciones troglodíticas interesantes en múltiples enclaves como es el caso Italia, ciertas zonas de Francia o en la península de los Balcanes. En la Europa no bañada directamente por el Mediterráneo, han existido cuevas habitadas en países como Alemania, Austria, Hungría o Suiza, siendo interesante destacar que en zonas de la antigua U.R.S.S. también hubo en su día viviendas semisubterráneas. Del mismo modo, esta tipología de excavación era muy usual en las grandes estepas de Turquía, en regiones con características similares a las mesetas ibéricas en cuanto al paisaje y al clima; así como en las estepas de Georgia, en la costa del Mar Negro. Sin embargo, uno de los lugares que ha visto un desarrollo subterráneo más extenso es probablemente el norte de África, hasta el punto que S. Gsell llega a afirmar que:

Excavaciones en el Desierto de Qasr Nalut. Libia. Fuente: Danny Levy Sheehan en www.flickr.com

“[…] el propio nombre de África, Ifrikia, provendría de ese tipo de viviendas; en berebere, las cuevas se llaman “ifri” o “afri” y los Romanos habrían bautizado como Africanos a estas gentes de las cuevas.” 45 De este modo, diversas regiones en las montañas del Atlas de Marruecos, Libia, Argelia o el desierto de Gourara (Chad) acogen numerosos pueblos trogloditas excavados. Una tipología que también está presente en Egipto, principalmente aguas arriba de Asuán, donde incluso se ocupan antiguas tumbas subterráneas a modo de vivienda. 44 URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Colección Monografía 3. Tomos I y II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía. Granada, 1987. Pág. 34. 45 GSELL, S.: Histoire ancienne de l´Afrique du Nord. Pág. 297. Texto original: “[...] le nom même d'Afrique, Ifrikia, viendrait de ce genre d'habitations; en berbère, les grottes s'appellent ifri ou afri et les Romains auraient baptisé d'Africani ces gens des grottes.” Según DEFFONTAINES, Pierre: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 24.

Vista de las chimeneas de las hadas. Capadocia. Turquía. Fuente: R.alejandracohen en www.picasaweb.google.com

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En esta zona es especialmente destacable el ejemplo de Matmata (Túnez), donde las viviendas enterradas se convierten en la tipología predominante generando interesantes formaciones excavadas en torno a patio (que serán detenidamente estudiadas en el apartado 01.1 del presente capítulo); aunque también es posible encontrar ejemplos tipológicos idénticos en distintas regiones de Libia como Tripolitania, Jebel Nefusa o Jebel Gharyan, donde en este último se emplaza un curioso pueblo judío que incluye una sinagoga y una escuela completamente subterráneos.

Cuevas horadadas en pared vertical en Guadix. Andalucía. España. Fuente: www.comarcadeguadix.com

Respecto a las regiones con arquitecturas trogloditas excavadas en el territorio español, es importante destacar que nuestro país es una de las áreas donde este tipo de hábitat ha sido y sigue siendo uno de los más densos del Mediterráneo gracias a la existencia de grandes zonas esteparias sometidas a cambios bruscos de temperatura. Así aparecen asentamientos subterráneos en localidades que incluso toman su nombre de las propias tipologías excavadas de la zona como es el caso de las Cuevas de Almanzora (Guadix), las Cuevas de Vera (Almería), las Cuevas de Velasco (Cuenca) o las Cuevas de Ayllón (Soria). Otros lugares donde abunda esta tipología son enclaves en la comarca de Tierra de Campos (Palencia, Valladolid, Zamora y León) o en Salamanca, y también en los valles del Tajo, del Jarama o del Tajuña en Castilla La Mancha, donde además existen agrupaciones en Toledo o Chinchilla (Albacete). Del mismo modo, en la zona de levante encontramos conjuntos excavados en localidades como Paterna, Bocairente o Crevillente; aunque sin duda es Andalucía la región donde existe una mayor proporción de viviendas subterráneas en los valles de Baza y Guadix, que cuentan con la mayoría de su población viviendo bajo tierra. Por tanto, este tipo de arquitectura excavada no sólo parece funcionar de refugio en zonas de clima templado, como la mediterránea o las tropicales, sino que también se plantea como respuesta viable en lugares con climas menos calurosos (Fig. 7 y 8), donde ofrece una interesante protección contra el frío gracias a la gran inercia térmica de sus muros. Todos estos emplazamientos troglodíticos se verán representados en las siguientes páginas mediante un análisis pormenorizado de distintos enclaves significativos, organizados en tres grandes bloques y generando:

Luces y sombras en el interior de las Cuevas de Los Moros. Bocairente. Comunidad Valenciana. España. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 83.



Un estudio a nivel mundial: Matmata (Túnez), Capadocia (Turquía) y Luoyang (China).



Un estudio a nivel del territorio español: Guadix (Granada), Chinchilla (Albacete), Juslibol (Zaragoza) y Aguilar de Campos (Valladolid).



Un estudio a nivel de la Comunidad Valenciana: Bocairente (Valencia), Crevillente (Alicante) y Paterna (Valencia).

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Figura 7. Ubicación de distintas tipologías de vivienda tradicional enterrada a nivel mundial. Fuente: propia.

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Figura 8. Ubicación de distintas tipologías de vivienda tradicional enterrada en torno al Mar Mediterráneo. Fuente: propia.

ESTUDIO A NIVEL MUNDIAL Matmata (Túnez), Capadocia (Turquía) y Luoyang (China)

2 3

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

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01.1. TÚNEZ_Matmata 1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento Las características climáticas y el relieve particular de estas desérticas zonas hicieron de la región de los ksour tunecinos (ciudades fortificadas) el último refugio de las tribus bereberes del norte de África frente al invasor musulmán hace más de trece siglos. Según F.J. Neila estos asentamientos son fruto de:

Debido a la existencia de un clima tan árido donde los recursos disponibles son escasos (con agua y alimentos limitados), la organización de los asentamientos se plantea de un modo comunitario en grupos que comparten actividades públicas o privadas, y que se defienden de forma conjunta frente a sus enemigos. Así, las configuraciones subterráneas en la zona suroriental de Túnez se funden en el entorno con un claro objetivo: pasar desapercibidas gracias al enterramiento. Fuente: Cráteres subterráneos en Matmata. Túnez. GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 157.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

“[…] persecuciones políticas o religiosas que obligaron a huir a ciertos sectores de la población […] quienes tuvieron que buscar refugio en las cuevas, que aún existen en el sur de Túnez, ante la llegada de los árabes.”46 Estas comunidades subterráneas permanecieron casi ignoradas para el mundo occidental hasta que, un acontecimiento inusual en el Desierto del Sahara (una lluvia torrencial de 22 días), anegó estas excavaciones y las dio a conocer globalmente en 1967. Matmata se ubica junto a una cordillera de 600 m de altura sobre el nivel del mar elevada sobre el llano de El Dahar; debido a la existencia de dos ámbitos geográficos tan diferenciados (uno en relieve y otro en llanura) aparecen dos tipologías arquitectónicas con un mismo objetivo: defenderse ante los invasores. Así, se generan poblaciones tanto en las montañas como en regiones esteparias donde, en ambos casos, la geografía es un factor determinante para la morfología de la vivienda autóctona. Mientras que unos pueblos se instalan en riscos rocosos mediante agrupaciones fortificadas, existen otras comunidades excavadas verticalmente en llanuras desérticas. En estos asentamientos bajo tierra de Matmata es donde aparecen los espacios excavados de mayor interés alrededor de una gran fosa central, aunque también es posible encontrar esta tipología en otras zonas cercanas como Tamezret, Haddej o Techine, donde se desarrolla con menor entidad.

NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Ed. Munilla-Lería. Madrid, 2004. Pág. 75.

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Respecto al paisaje, la vegetación se limita a escasas palmeras sobre un horizonte color ocre manchado a pinceladas blancas por algunos morabitos o mezquitas lejanas; un lugar donde las viviendas se camuflan en la superficie infinita del desierto, conformando un hábitat que según J.P. Loubes: “[…] no se manifiesta en la superficie, siendo preciso acercarse a uno de los cráteres que se abren en el suelo para descubrir su existencia.” 47 Gracias al carácter neutro del entorno habitado, las tribus hostiles prosiguen su camino sin percibir la existencia de estos pueblos en la distancia y, en caso de asedio, siempre es posible cerrar firmemente las entradas de los túneles de acceso como último recurso.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 62.

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1.2. Condiciones Climáticas

Vista de un interior decorado. Cuevas en Matmata. Túnez. Fuente: www.es.wikipedia.org

La situación de estos asentamientos, con el desierto al sur o el mar al norte y al este, implica unas masas de aire que dan lugar a un clima desértico seco aunque relativamente fresco y con nieblas. La influencia del mar Mediterráneo provoca frecuentes perturbaciones atmosféricas sobre todo en invierno, al tiempo que el viento seco del desierto eleva la temperatura exterior hasta 50°C en verano; valores significativos que se logran paliar gracias al beneficio climático interior proporcionado por la excavación, alcanzando temperaturas medias de 21°C con oscilaciones anuales bajas en el interior de las estancias.

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Composición Del Terreno

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL

La extensa construcción bajo tierra llevada a cabo en estas comunidades tunecinas es posible gracias a la gran facilidad de excavación que ofrece la roca seca y arenosa presente en el lugar. La mayor parte del terreno existente es una caliza esponjosa, blanda, porosa, fácilmente trabajable y relativamente seca en la que es viable generar interesantes espacios subterráneos. 2.2. Técnica Constructiva Aunque las herramientas y las técnicas constructivas de estas agrupaciones son bastante sencillas, tal y como afirma Rich Storek: “[…] la elección del material básico reviste importancia crítica.”

3.1. Tipología De Cueva Estas viviendas excavadas se hallan entre los sistemas habitables más económicos creados por el ser humano, siendo la forma masiva de cobijo en el Magreb y particularmente en el sur de Túnez. Unas agrupaciones que ofrecen una solución perfecta para las comunidades de la región, creando tipologías complejas en cuanto a distribución que se adaptan a las nuevas necesidades sedentarias y, sin embargo, no generan desorden visual en el paisaje. A este respecto, J.P. Loubes afirma que: “El estadio de evolución que se concreta en la sedentarización de estos seminómadas es legible sobre la planta tipo. […] El nomadismo estacional de un hábitat a otro se substituye por el nomadismo en el interior de la misma vivienda.” 50

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Así, el vacío inicial es realizado por una persona competente que determina los parámetros a tener en cuenta respecto al terreno; según J.P. Loubes 49 la excavación surge a partir de un pozo circular o cuadrado de profundidad entre 5 y 10 m según sea necesaria una vivienda en un nivel o dos. Una vez generado el patio, se horadan habitaciones de 4 a 7 m de longitud, 3 a 4 m de ancho y 2,5 a 3 m de altura, llegando incluso a moldear en el terreno distintas superficies de reposo sobreelevadas respecto al nivel del pavimento o a configurar nichos en paredes laterales para contener objetos. AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Pág. 14. LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 63.

Este nomadismo interior provoca un movimiento continuo y diario dentro de la vivienda, fundamentalmente en verano, cuando unos espacios son utilizados durante las horas más calurosas del día mientras que otros se reservan ventilados para la noche. Así, gracias a estas sociedades menos desarrolladas industrialmente, según M. Goldfinger se generan unos ambientes habitables muy sugerentes y confortables donde existe:

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LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 62.

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“[…] un orden básico de diseño y una compleja variedad de experiencias.” 51 Esquema en planta del nivel de cubierta en una agrupación de viviendas enterradas. Matmata. Túnez. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 89.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Esquema en planta del nivel -1 en una agrupación de viviendas enterradas. Matmata. Túnez. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 89.

3.2. Descripción En el desierto de Túnez, mientras que en unas áreas los nómadas se mueven con sus rebaños, en otras los pueblos son agricultores y sedentarios; éste último es el caso de Matmata, donde varios miles de personas viven actualmente en un terreno tosco y yermo salpicado de agrupaciones enterradas. Tipológicamente hablando, están esencialmente compuestas por patios excavados en forma circular sobre los que vuelcan las distintas viviendas. Cada uno de estos cráteres abiertos a la superficie sirve a unos cien habitantes y se convierte en espacio polivalente al utilizarse tanto como patio comunitario como lugar de almacenamiento. El tamaño de la zona pública colectiva (entre 9 y 40 m de diámetro) varía según su uso principal y en proporción de la población a la que sirve, aunque diámetros de 15 m de media son suficientes para una buena gestión del acceso a las habitaciones subterráneas bien sean dormitorios, zonas de despensa o espacios para el ganado. La profundidad de los patios varía entre 6 y 12 m, dando cabida a diferentes niveles habitables de unos 2,5 m de altura, que se relacionan con la cota cero por medio de un largo túnel en forma de rampa.

En la distribución en planta de estas excavaciones aparece una interesante red de relaciones entre agrupaciones distintas, generando incluso conexiones espaciales en tres dimensiones. Los túneles de comunicación entre asentamientos se convierten en lugares de paso unas veces oscuros y otras de vivo color que contrastan con la intensidad lumínica de la zona central; una situación que M. Goldfinger describe como: “En la ritual vida cotidiana de esas gentes hay un paso continuo de la luz a la oscuridad, de la intimidad a la comunicación.” 52 Finalmente, es importante destacar el contraste entre esta complejidad subterránea y el respeto hacia el entorno en superficie, que permanece casi intacto y funciona como zona de paso, de acceso o de cultivo sin ver perturbada su condición eminentemente natural. GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1993. Pág. 152. 52 Ibidem. Pág. 152. 51

Planta y sección vertical de vivienda troglodítica a dos niveles: 1.Patio central. 2. Habitación principal. 3. Sala para reservas. 4. Habitaciones. 5. Cocina. 6. Cabaña de verano. 7. Pilar estructural. 8. Pasillo de acceso. Matmata. Túnez. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 61

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El acceso al conjunto se cierra con una gran piedra de unos 2 m de diámetro y una tonelada de peso, que se hace correr delante del hueco de paso y queda encajada entre dos columnas. Desde aquí se llega hasta la parte más baja de la excavación mediante una gran rampa que cuenta, en ciertas ocasiones, con hasta 12 niveles intermedios, generando según A. Soldevila: “[…] una estructura de calles, en la que la sección es más determinante que la planta.” 53 Una vez se ha descendido, desde el fondo del pozo surgen escaleras para llegar a las habitaciones de los pisos superiores, bien con peldaños de madera empotrados en la pared o bien tallados en el terreno. Así, el patio central se convierte no sólo en un elemento distribuidor de estancias sino en generador de agrupaciones interconectadas, aunque también implica ciertos inconvenientes derivados de su carácter excavado ya que, en palabras de P. Deffontaines:

Respecto a la parte privada de la agrupación, la entrada a la vivienda se abre hacia el patio central constituyendo la única fachada con iluminación y ventilación. Con unas dimensiones de unos 3 m de anchura y de 3 a 6 m de profundidad, las habitaciones están cubiertas con bóvedas ojivales y aprovechan el hueco central como único elemento de relación con el exterior. En cuanto al abastecimiento de agua, una zanja perimetral conduce la lluvia para bien recogerla en pozos o bien canalizarla hacia el exterior; en el espacio central, es usual la existencia de una cisterna donde albergar el agua permitiendo que, en un clima tan seco como el del desierto, se mantenga una temperatura agradable y fresca gracias a la evaporación constante de una parte de ella. Esquema de distribución estancial en una vivienda en Matmata. Túnez. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 74.

“[…] la parte inferior de este agujero constituye el patio central alrededor del cual se sitúan radialmente los alveolos, utilizados como dormitorios; evidentemente, cuando llueve, el agujero se convierte en un pozo; afortunadamente en estas regiones, la lluvia es completamente un hecho excepcional.” 54 Accesos a distintas viviendas en Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 155.

3.3. Comportamiento climático En cuanto a la protección frente a condicionantes externos, este tipo de vivienda subterránea ofrece grandes ventajas a sus habitantes ya que, en opinión de Rich Storek:

53 SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Quaderns d´Arquitectura i Urbanisme, nº 252. Col—legi d´Arquitectes de Catalunya. Barcelona, 2006. Pág. 123. 54 DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 11. Texto original: “[...] la partie inférieure de ce trou constitue le patio central autour duquel rayonnent des alvéoles, utilisées comme chambres; évidemment quand il pleut, le trou se transforme en cloaque; heureusement en ces régions, la pluie est tout à fait exceptionnelle.”

“[…] el cobijo troglodita es adecuado a regiones secas, ya sean frías o cálidas, puesto que ofrece el máximo de aislamiento e invisibilidad, con el mínimo aceptable de espacio interior bien iluminado y ventilado.” 55 A este respecto, en primer lugar cabe destacar que los constructores de hábitats excavados no han de preocuparse por conseguir materiales específicos 55

AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Pág. 14.

con los que generar sus viviendas, algo vital en un medio tan poco hospitalario como el desierto y donde la arena es el único elemento abundante. En segundo lugar, del mismo modo que en otras comunidades existen murallas de protección frente al viento y al sol, la ubicación en profundidad de estas excavaciones también protege del duro azote del viento, de la radiación directa del sol o de la presencia de tormentas de arena, haciendo un poco más soportables las condiciones extremas del Sahara. En tercer lugar, el enterramiento mejora mucho la defensa ante los saqueos ya que una construcción de este tipo no ofrece un perfil definido en superficie y, por tanto, pasa desapercibida en un territorio completamente inhóspito.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

En cuanto al comportamiento climático, el patio se plantea como el elemento fundamental regulador de la temperatura. Una solución donde las viviendas aprovechan la inercia térmica del terreno mejorando su aislamiento interior gracias al espesor de los cerramientos, que proporciona una temperatura más estable a los espacios por el mero hecho de estar enterrados. Según P. Oliver: “En el interior, la temperatura de la habitación es agradable y cuando las arenas del desierto se convierten frías por la noche, dentro de las cámaras hay poca fluctuación […]. El pozo actúa como "pulmón térmico" intercambiando el aire caliente con aire frío en el transcurso de veinticuatro horas.” 56 Así, la excavación permite que los espacios mantengan una temperatura y humedad casi constantes a lo largo de todo el año sin necesidad de añadir otros elementos de protección, aunque según Rich Storek la circulación interior:

masas de aire mejora las condiciones higiénicas y posibilita la consecución de unas temperaturas bastante constantes tanto en verano como en invierno.

Esquema de ventilación y soleamiento en una vivienda en Matmata. Túnez. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 75.

Así, la solución generada se basa en la separación de los accesos respecto a las ventilaciones, prolongando el patio central a una profundidad suficiente para ser usado como elemento de acondicionamiento, dando lugar a una estructura organizativa que, según A. Soldevila: “[…] consiste en unas “grandes autopistas de ventilación” y unos caminos de acceso totalmente independientes.” 58 De este modo, las estancias y los túneles peatonales tienen conexiones independientes respecto a los grandes conductos verticales de ventilación y, además, se encuentran conectados a los ríos subterráneos con el fin de asegurar unas buenas condiciones higiénicas del conjunto.

“[…] puede controlarse de alguna manera, incluso enfriarse, mediante el uso de tejidos colgantes humedecidos.” 57 En cuanto a la ventilación, en algunos casos se practican aberturas en fachadas o se disponen conductos de iluminación/ventilación que enriquecen la solución de acondicionamiento sin perturbar la armonía general. Este movimiento de las OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 136. Texto original: “Inside, the room temperature is pleasant and when the desert sands become cold at night, within the chambers there is little fluctuation […]. The shaft acts as a 'thermal lung' exchanging warm air with cool air in the course of twenty-four hours.” 57 AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Pág. 14. 56

SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Quaderns d´Arquitectura i Urbanisme, nº 252. Col—legi d´Arquitectes de Catalunya. Barcelona, 2006. Pág. 123 58

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4. ANEXO DOCUMENTAL 4.1. Planos

Planta de agrupación típica, con habitaciones excavadas, espacio estancial central y acceso desde el exterior mediante un túnel. Matmata. Túnez. Fuente: OLIVER, P.l: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 135.

Sección longitudinal por el acceso (arriba) y sección transversal por viviendas (abajo) de un patio excavado. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 123.

4.2. Imágenes Planta a nivel -1 de una agrupación de distintas viviendas excavadas. Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 156.

Planta de nivel -1 (izquierda) y planta de cota cero (derecha) de un patio excavado. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 123.

Interior de patio excavado en dos niveles. Matmata. Túnez. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 62.

Vista aérea general de agrupaciones excavadas. Matmata. Túnez. Fuente: www.tunez2.blogspot.com

Vista desde el túnel de acceso hacia el patio central excavado. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 123.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Vista del patio principal excavado donde se ubican el pozo en el centro y las escaleras de acceso a los distintos niveles. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 120.

Vista del patio central de una vivienda excavada, actualmente utilizada como hotel. Matmata. Túnez. Fuente: www. en.wikipedia.org

Cráter de una vivienda excavada verticalmente. Matmata. Túnez. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 60.

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Vista de viviendas excavadas en varios niveles. Matmata. Túnez. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 135.

Hábitat troglodítico excavado visto desde la superficie del desierto. Matmata. Túnez. Fuente: REWERSKI, J.: El troglodita, un desconocido. Pág. 12.

Huecos hacia el espacio central de viviendas en distintos niveles. Matmata. Túnez. Fuente: www.tunez2.blogspot.com

Acceso al túnel principal. Matmata. Túnez. Fuente: SOLDEVILA, A.: Cinc edificis ensorrats. Pág. 123.

Viviendas excavadas en superficie. Matmata. Túnez. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 155.

Patio central de una vivienda subterránea. Túnez. Fuente: www.lexicorient.com/tunisia

01.2. TURQUÍA_Capadocia 01.2. TURQUÍA_Capadocia 1. UBICACIÓN Y ENTORNO

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

1.1. Emplazamiento Estas agrupaciones troglodíticas se ubican en la meseta central de la región de Anatolia (Turquía), dando lugar a viviendas excavadas en la roca a una altitud entre 1.000 y 1.500 m, principalmente en el entorno del Parque Nacional de Göreme. En un territorio donde la combinación del hombre con la naturaleza ha producido un paisaje espectacular de minaretes y conos tallados en la roca, estas curiosas formaciones dependen tanto de las condiciones geográficas como de las climáticas siendo, en palabras de J.P. Loubes 59, el resultado de la concurrencia de tres factores: en primer lugar, las condiciones geológicas; en segundo lugar la morfología fruto de la erosión del viento, las precipitaciones o el hielo y, finalmente, la acción del hombre sobre estas formaciones ya erosionadas. Así, se conforman pináculos volcánicos habitables que, generados a partir de antiguas cenizas compactadas, han resistido al paso del tiempo “[…] como gigantes terrones de azúcar.” 60 Vista general de la región de Anatolia, donde los pináculos nacieron a partir de un espeso manto de lava. Turquía. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 89.

Esculpidos por la erosión del viento, los monumentos de la meseta de Capadocia acogieron, fundamentalmente en el siglo IV, pequeñas comunidades cristianas agrupadas en aldeas para resistir las invasiones enemigas. A partir del siglo VII, como consecuencia de las frecuentes incursiones árabes, sus pobladores se organizaron en comunidades en altura al resultar mucho más fáciles de proteger. De este modo, peñascos, chimeneas o formaciones en agujas y picos fueron excavados por ermitaños o monjes para alojar sus celdas de meditación desde las que, además, podían defenderse de un modo efectivo ante los ataques externos. 1.2. Condiciones Climáticas El clima de la región es el dominante en zonas desérticas y esteparias; lugares muy áridos donde las masas de aire continental generan unas temperaturas máximas muy elevadas con oscilaciones anuales importantes. Estas condiciones dan lugar a veranos relativamente secos y calurosos, con temperaturas altas durante el día (hasta 30°C), noches frescas (sobre los 12°C) y precipitaciones mínimas de julio a septiembre; si bien es cierto que existe un importante contraste climático ya que sorprendentemente los inviernos son fríos (con medias de -1ºC) y con nieve de diciembre a febrero.

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Composición Del Terreno Las violentas erupciones volcánicas que tuvieron lugar hace tres millones de años cubrieron la meseta central de Anatolia por una roca blanda compuesta de lava, cenizas compactadas y barro, denominada toba volcánica. P. Oliver afirma al respecto de este material: “Blanda al tallar, la toba se endurece con la exposición al aire, cuando el carbonato cálcico reacciona con el dióxido de carbono para producir una corteza dura.” 61 Según el mismo autor en otra publicación 62, ésta es una roca fácil de excavar que presenta una ventaja adicional: las nuevas superficies descubiertas se

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 79. OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “Like giant sugar loaves.”

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OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “Soft to carve, the tuff hardens on exposure to air, as the calcium carbonate reacts with carbon dioxide to produce a hard crust.”

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endurecen al contacto con el aire permitiendo que el material configure un alojamiento duradero a los escultores de su vivienda. Acabada la excavación, el material base va endureciendo lentamente al contacto con el aire en un lento proceso que incluso puede tardar hasta tres años, confiriéndoles su dureza definitiva. Vivienda excavada en una formación cónica en Capadocia. Turquía. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 24

depósitos eólicos tras descomposiciones de terrenos cristalinos, muy fáciles de excavar que ofrecen desarrollos en zonas de planicie, muy similares a los generados en el norte de China aunque con una entidad mucho menor. Así, los capadocios excavaron agrupaciones enteras aprovechando las dos posibilidades constructivas que ofrecía la región y llevando a cabo desde grandes ciudades bajo tierra de hasta 90 m de profundidad hasta rascacielos en superficie de 16 plantas de altura. Dos planteamientos urbanos que, generados mediante diferentes tipologías de excavación, alojaban unas 20.000 personas en cada caso, encontrándose interconectados en el subsuelo por un túnel de 10 km de longitud gracias al aprovechamiento máximo de las condiciones específicas del entorno ya que, tal y como afirma E. Allen: “Ante la blandura de la piedra volcánica local resultaba más fácil excavar una casa que construirla.” 63 Vista interior de la ciudad subterránea de Kaymakli. Capadocia. Turquía. Fuente: www.kaymakli.net/Yeralti1.gif

Tras el paso de los siglos, la erosión provocada por el viento sobre esta estructura relativamente blanda ha modelado las formas características de conos, chimeneas o pináculos en forma de cápsula. Dichos elementos, que dan un aspecto inconfundible a estas agrupaciones de viviendas, pasan a convertirse en una especial materia prima en la que desarrollar una arquitectura y un urbanismo troglodita excavado.

Vista interior de la ciudad subterránea de Kaymakli. Capadocia. Turquía. Fuente: www.kaymakli.net/Yeralti9.jpg

Además, en otras ubicaciones próximas el hábitat subterráneo también ha prosperado en espesas capas cuaternarias de loess; unos materiales debidos a

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AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Pág. 76.

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AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Pág. 5.

2.2. Técnica Constructiva En relación a los dos hábitats citados, los primeros excavadores desarrollaron sistemas específicos que aprovechaban al máximo las posibilidades de cada uno de ellos mediante la construcción de casas-cueva bien excavando el terreno horizontalmente en el caso de los pináculos en superficie o bien excavando el suelo verticalmente en el caso de las viviendas subterráneas en el loess. Unas arquitecturas sustractivas formadas con criterios opuestos a la construcción convencional por adición y ensamblaje de componentes.

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL 3.1. Tipología De Cueva Estos pueblos excavados en superficie utilizan como material base los montículos volcánicos preexistentes según un tejido natural que organiza la estructura del conjunto. Como se ha comentado, se trata de una actuación sustractiva puesto que se basa en la excavación, aunque paradójicamente, tal y como afirma J.P. Loubes: “[…] desemboca en un urbanismo «en superficie».”

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De las dos situaciones, la forma más sencilla de ocupación es la primera de ellas ya que utiliza el borde existente de una pared escarpada para tallar, más o menos profundamente, estancias horizontales en los pináculos. A pesar de lo que pueda parecer, la excavación en estos conos verticales no es tan simple como la que se pudiera dar en la falda de una montaña ya que, al tratarse de una construcción en varios niveles superpuestos, es un proceso bastante más complejo donde, según P. Oliver:

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Miradores en las viviendas de un cono de Capadocia. Turquía. Fuente: Ana María Oss en www.panoramio.com.

“[…] se requiere un mapa mental de la sección de la cima de la roca para que los laterales no se alteren, y para la corrección de la posición y el número de escalones en un tramo de escaleras, así como una toma de conciencia del espesor necesario del suelo que se debe dejar por encima de la habitación inferior. No hay margen para errores.” 64 De esta manera, aparecen agrupaciones donde no existen elementos estructurales adicionales a la roca base; únicamente se utiliza la madera para revestir algunos huecos y los solados se dejan vistos, cubiertos por alfombras en estancias habitables y en los locales de mayor importancia.

OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “To do this requires a mental map of the section of the rock pinnacle so that the sides are not breached, and the position and number of steps in a flight of stairs, as well as an awareness of the necessary thickness of floor that must be left above the room below. There is no latitude for mistakes.”

A pesar de que en un principio esta población se inicia con planteamientos netamente defensivos, poco a poco se establecen gran cantidad de iglesias rupestres, ermitas y monasterios en el valle de Göreme, que posteriormente servirán como epicentro de viviendas alrededor de dichos lugares de culto, ocupando gran cantidad de conos y generando asentamientos de mayor tamaño. Aunque a veces exista algún cono aislado que conforme una señal puntual en el paisaje, lo habitual es la constitución de un tejido agrupado de manera conjunta, que forma un paisaje extenso y peculiar de pináculos horadados en la piedra erosionada.

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LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 67.

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También es interesante destacar la existencia de los pueblos-castillo de Uchisar y Ortahisar, donde las dimensiones del cono excavado hacen que la construcción ya no pertenezca únicamente a la escala de vivienda sino que se convierta en todo un pueblo horadado sobre un mismo elemento montañoso. En el caso de Ortahisar, existe incluso una estructura urbana muy compleja donde conviven distintos vecindarios en espacios de uso compartido organizados en relación a una plaza principal donde se aglutinan servicios comunes y comercios. 3.2. Descripción A nivel global, la base de la economía de la zona es vitivinícola aunque también destaca el comercio de alfombras y ropa; mientras que algunos pináculos son utilizados como palomares o graneros para el intercambio de mercancías. En cuanto a la distribución de los espacios, en el interior de los conos se excavan estancias a distintos niveles: establos en planta baja, graneros en la primera, salas de estar en la segunda o palomares en su parte más alta. Si bien es cierto, la organización varía en función de las necesidades concretas hasta el punto que, según P. Oliver, incluso se llega a emplear la base de acceso como espacio útil: “Cuando la situación lo permite, un patio puede ser nivelado […] para crear zonas sociales de recreo o como corral de arena para el ganado.” 66

Plantas y sección vertical de vivienda troglodita de Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 94.

En función de sus dimensiones, algunos conos distintas unidades familiares organizadas en 5 o un programa más complejo como en el caso del Zelva, que vincula una capilla y una vivienda independientes.

Sin embargo, el emplazamiento no sólo pone a disposición del hombre una geomorfología muy interesante para habitar, sino que además ha ofrecido un importante problema a resolver. Según P. Oliver, este condicionante a tener en cuenta es el agua ya que: “[…] aunque el suelo es fértil, carecen de abastecimiento doméstico o agrícola. La transportan borriquillos o -en un yugo a la espalda- quienes son demasiado pobres para poseer ganado. Es un tesoro que destruye y lava el suelo en primavera y debe buscarse y racionarse celosamente en verano.” 67 Por tanto, debido a que el agua es un bien escaso y ha de racionalizarse, no existen baños en los pináculos. Aún así, y aunque las viviendas no cuenten con un elemento tan básico, muchos campesinos añoran que sus interiores se asemejen a aquellos de una casa convencional y se esfuerzan por generar una excavación con intersecciones planas perfectas en paredes o techos, rememorando los gestos usuales de la vivienda actual. Las intervenciones posteriores suponen cierto peligro para la conservación, ya que según P. Oliver: “[…] pintar en un blanco lavable no elimina el ennegrecimiento en los techos, se elimina picando superficialmente la piedra, aunque esto amenace con debilitar la durabilidad de la casa.” 68 Respecto a la morfología de las viviendas, la mayoría son excavaciones de planta rectangular, compacta y cerrada al exterior, formadas por dos o más niveles de unos 3 m de altura, conectados interior o externamente. Es habitual que en la planta de acceso se encuentren el dormitorio y la sala de visitas, siendo ésta última la única estancia decorada, permaneciendo el resto en el color gris natural propio de la toba. AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Pág. 77. OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “As painting with white wash does not obliterate smoke blackening on the ceilings, it is removed by chipping away the stone, although this threatens to weaken the house overtime.”

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OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “Where the situation permits, a forecourt may be levelled […] to create social and play are a sand to pen livestock.”

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permiten la excavación de 6 niveles, pudiendo albergar monasterio de San Simón en de dos plantas con accesos

Excepcionalmente, existen locales de otros usos mejor y más decorados como pueden ser las iglesias, abundantes en esta zona; tal y como afirma J.P. Loubes al respecto: “Los espacios rupestres se decoran sistemáticamente con frescos que recubren casi por completo el interior de las iglesias y son indisociables de su arquitectura. […] El conjunto de estas iglesias es la base de un arte del fresco de una extraordinaria riqueza, cubriendo el campo de todas las expresiones del arte cristiano conocidas en la Capadocia.” 69

En relación a la orientación predominante, la mayoría de las familias tallan sus habitaciones en la cara sur o sureste de los pináculos con el fin de obtener el mayor beneficio posible del sol durante los duros y fríos inviernos. Es habitual la excavación de tres o más habitaciones relacionadas entre sí mediante pequeños pasajes de interconexión donde se ubican accesos abalconados bien orientados. Así, se conforman enormes conos de roca blanda horadados por excavaciones artificiales que favorecen la ventilación cruzada entre los distintos niveles gracias, según M. Algarín, a la generación de: “[…] laberintos en tres dimensiones en cuyas laderas se abre un sinnúmero de oquedades que producen cavernas intercomunicadas.” 71

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En cuanto al tiempo de construcción, el proceso de excavación es bastante arduo y dos personas pueden tardar hasta tres meses únicamente en esculpir una habitación de un piso superior. A pesar de esto, muchos pináculos han sido tallados de un modo masivo, generando agrupaciones habitadas por decenas de miles de personas. Desafortunadamente, tal y como apunta P. Oliver, esta excavación intensiva ha provocado un exceso de perforaciones donde: “Las generaciones sucesivas, con fe en la fuerza de la toba, han labrado algunos pináculos hasta convertirlos en meras cáscaras, peligrosamente cerca, y a veces incluso yendo más allá, del punto de colapso.” 70 3.3. Comportamiento climático La utilización de estructuras espontáneas de toba natural en la región da pie a un interesante aprovechamiento de las condiciones del terreno. Así, las viviendas se generan con materiales completamente autóctonos y casi sin empleo externo de elementos de construcción añadidos. Respecto al confort que ofrecen las estancias en Capadocia, como ocurre en todas las viviendas trogloditas la masa térmica de las casas-cueva es muy elevada y aunque el clima presenta grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche, en el interior se mantiene una temperatura media confortable y estable.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 67. 70 OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. Texto original: “Successive generations, with faith in the strength of the tuff, have carved some pinnacles until they have become mere shells, perilously close to, and sometimes beyond the point of, collapse.” 69

ALGARÍN, M.: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis, num.21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. Pág. 24.

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4. ANEXO DOCUMENTAL

4.2. Imágenes

4.1. Planos

Vivienda tallada en la toba volcánica, con un balcón en el piso superior. Capadocia. Turquía. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 88.

Mapa de ubicación del hábitat troglodítico en Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 65.

Pináculos en el Valle de Zelve. Turquía. Fuente: ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Pág. 40.

Sección general de viviendas excavadas en Capadocia. Turquía. Fuente: NEILA, F.J.: Arquitectura bioclimática en un entorno sostenible. Pág. 93. Imagen 1. Sección vertical y planta de cueva simple. Imagen 2. Sección vertical y plantas de cueva en un cono agrupando dos unidades familiares. Imagen 3. Sección vertical y plantas de vivienda y capilla. Conos en Uchisar. Capadocia. Turquía. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 68.

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Vivienda troglodítica con uso en la actualidad. Turquía. Fuente: ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Pág. 40.

Viviendas trogloditas excavadas en la montaña. Uchisar. Turquía . Fuente: AA.VV: Cobijo. Pág. 77.

Vista general de viviendas trogloditas excavadas en conos. Uchisar. Turquía. Fuente: Gorostiza en www.panoramio.com

Vista general de los conos de Capadocia. Turquía. Fuente: AA.VV: Cobijo. Pág. 77.

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Pirámides rocosas de Göreme. Turquía Fuente: ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Pág. 40.

Acceso compartido entre dos viviendas en los conos de Capadocia. Turquía. Fuente: AA.VV: Cobijo. Pág. 76.

Conos volcánicos con palomares. Turquía. Fuente: ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Pág. 40.

Vista general de los conos de Capadocia. Turquía. Fuente: AA.VV: Cobijo. Pág. 5.

Viviendas trogloditas excavadas en Uchisar. Turquía. Fuente: Yeoman en www.panoramio.com

01.3. CHINA_Luoyang 1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento A día de hoy, en China existe una gran densidad de viviendas excavadas bajo tierra en el centro y norte del país, concretamente en las provincias de Kansu, Henan, Shansi y Shensi, ubicadas en la cuenca del Huang He (río Amarillo).

El hábitat rural es todavía hoy predominante en China, con un 80% de la población viviendo lejos de las ciudades y convirtiendo a las viviendas trogloditas en un sector muy importante a mantener y mejorar. Tanto es así, que incluso en 1981 se organizó un concurso nacional de arquitectura rural promovido por la Sociedad China de Arquitectura, donde la mayor parte de los 6.500 proyectos procedentes de todo el país presentaban soluciones populares características de este hábitat tradicional adaptado a nuevas técnicas productivas. Según J.P. Loubes, el programa de estas propuestas: “[…] definía viviendas para 3, 5 y 7 personas. Muchos proyectos organizaban el hábitat alrededor de un patio, sistema tradicional, pero también se encontraban formas […] con paneles prefabricados, o también en las regiones del loess, soluciones semienterradas.” 73

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Agrupación de viviendas excavadas, características de las provincias de Henan, Shensi y Kansu. China. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 23.

Distribución del hábitat troglodítico subterráneo en China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 72.

En un lugar donde la población es esencialmente rural, la conjunción de factores climáticos, geológicos y económicos extremos ha permitido que esta solución continúe utilizándose actualmente, siendo todavía una respuesta válida a los problemas del hábitat chino. De este modo, se puede afirmar que el urbanismo excavado encuentra aquí su expresión más espectacular hoy día, ya que, según P. Deffontaines: “[…] en las vastas llanuras de la Tierra Amarilla, cubiertas con gruesas capas de loess, se encuentra la cuna de la civilización antigua de los chinos Hans (las provincias de Shansi, Shensi y Kansu), donde los hombres han cavado sus viviendas bajo tierra.” 72 DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 22. Texto original: “[…] dans les vastes plaines de la Terre Jaune, couvertes d'épaisses couches de loess, patrie de l'ancienne civilisation chinoise des Hans (provinces du Shansi, Shensi et Kansou), les hommes ont creusé leurs demeures sous la terre.”

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Este mismo autor también afirma que, gracias a estos proyectos, se comprendieron perfectamente las ventajas de este tipo de hábitat debido al gran confort térmico y la reducción de costes que suponían, tanto en el aporte de materiales manufacturados como en el coste energético y financiero; LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 79.

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además, las arquitecturas propuestas se integraban profundamente en el lugar, caracterizándose por la combinación de cueva excavada + cueva construida y por la búsqueda de una mejor iluminación y ventilación natural. Con esta iniciativa, y debido a la existencia de una gran población viviendo en ellas, se ve confirmado el interés en China respecto a este tipo de construcción tradicional excavada. Una construcción que se acondiciona y conserva de la mejor manera posible ya que, en palabras de P. Oliver: “[…] alrededor de cuarenta millones de personas viven todavía hoy en cavernas, total o parcialmente talladas.” 74 Así, aprovechando el abanico de soluciones que ofrecen las cuevas, estas viviendas son testimonio de la recuperación de las tradiciones regionales adaptadas al medio actual, al tiempo que se concede una gran prioridad a la agricultura modelando, según J.P. Loubes: “[…] el entorno natural en un paisaje artificial propio a la actividad humana: vida y producción.” 75 Para ello, las mejores tierras de la llanura se destinan a campos colectivos donde la utilización de sistemas mecánicos permite mejores rendimientos, mientras que las pequeñas parcelas aisladas se dejan a disposición de particulares para un uso privado. De este modo, las viviendas excavadas plantean un sistema de organización racional para la ocupación del terreno en zonas de fuerte densidad poblacional, que se establece como base para evitar la interferencia entre la agricultura y la urbanización habitable. 1.2. Condiciones Climáticas El clima de estas provincias es un clima continental, con régimen pluvial débil y carácter semidesértico. En regiones donde existen grandes diferencias de temperatura entre día/noche o entre verano/invierno, con oscilaciones diarias de más de 20 ºC, se hace imprescindible la aplicación de sistemas de cerramiento con fuerte inercia térmica como método de protección. Con heladas durante los tres meses de riguroso invierno, las temperaturas medias OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 87. LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág.80.

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rondan los -7 ºC y, en momentos puntuales, pueden llegar incluso hasta los -20 ºC. Sin embargo, debido a que el propio terreno posee unas medias anuales en torno a los 9 ºC, muchas veces se hace necesario aumentar la temperatura interior de las viviendas mediante hogares de lumbre, con los que calentarse en los espacios centrales.

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Composición Del Terreno El trabajo de erosión del río Amarillo y de sus afluentes ha marcado fuertemente el relieve geográfico de la zona ya que, debido a sus más de 5.400 km de longitud, ha ido formando una importante zona de depósitos con los materiales erosionados durante su curso. En el plano geológico, la cuenca media de este río constituye la región de loess más importante del mundo. El loess chino es un limo formado por acumulación de partículas de polvo transportadas por el viento durante los periodos glaciares, conformando un suelo que presenta una buena cohesión, muy fértil para el cultivo y que puede ser excavado fácilmente. Unas condiciones que favorecieron los asentamientos subterráneos en estas regiones, convirtiéndose en cuna de una antiquísima civilización donde la topografía ha sido sutilmente explotada gracias al conocimiento del entorno y a los recursos de su arquitectura popular. 2.2. Técnica Constructiva Con el fin de encontrar el lugar adecuado de excavación, es necesario que el terreno base posea poca humedad interna y esté formado por un material relativamente compacto para evitar los desmoronamientos. Debido a que actualmente todavía se continúan excavando nuevas viviendas, existe un conocimiento más detallado respecto a la técnica constructiva más adecuada. Debido a que la extracción del material se lleva a cabo en distintas etapas, según P. Oliver76 el proceso empieza asegurándose de que la superficie descubierta tras la excavación va a tener un tiempo de secado razonable, tardando varios meses en completarse y siendo necesario un importante control del tiempo de ejecución. OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 90.

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Los trabajos se inician perforando un patio central con forma cuadrada de unos 15 m de lado y, alrededor de él, se organizarán las estancias en su perímetro. Una vez se han generado los cuatro planos de fachada exterior, se define una pequeña abertura de 0,70 x 2,30 m coincidiendo con la puerta de acceso, con el fin de corroborar la consistencia del terreno antes de comenzar una excavación masiva y así distribuir la cueva de la manera más adecuada para ese tipo de terreno. Posteriormente, tras haber excavado el volumen global de los espacios, se pulen los paramentos hasta dejarlos completamente lisos y se revocan con loess disuelto en agua. Hasta este momento el muro exterior se ha mantenido intacto y es a continuación cuando se abren ventanas en la fachada principal, finalizando así el proceso de excavación sobre el que J.P. Loubes afirma:

Hoy en día, existen múltiples aldeas constituidas por casas excavadas en torno a pozos, pero lo cierto es que las más características son las tipologías ubicadas en regiones de terreno llano (con gran extensión en superficie y poca pendiente) donde los agricultores sacrifican una mínima parte del plano a cota cero para excavar el patio principal o "pozo del cielo” de la casa tradicional china. De este modo, mediante la generación de espacios totalmente subterráneos no se consume apenas espacio en superficie, pudiendo obtener un máximo aprovechamiento del cultivo. Plano aéreo de una aldea excavada en el loess. Provincia de Shensi. China. El hábitat en pozos permite una gran densidad y al mismo tiempo define claramente el espacio público y el espacio privado. Fuente: LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Pág. 17.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

“No es preciso ser muchos para construir una cueva de tierra. En una cueva de tamaño normal, de 6 m de longitud, de 3 a 3,5 m de altura y de 3 m de ancho, se tarda […] alrededor de 40 días.” 77 Una vez seca, la vivienda puede resistir sin problemas durante un tiempo mínimo de dos o tres generaciones, si bien es cierto que se puede prolongar mucho su vida útil gracias a pequeñas intervenciones como un encofrado con tablas de madera en ciertos puntos del techo que aporte mayor estabilidad a los espacios excavados.

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL 3.1. Tipología De Cueva

3.2. Descripción

Es importante destacar que el trogloditismo despliega en estas excavaciones subterráneas de China toda su diversidad y riqueza, ofreciendo diversos tipos de agrupaciones. Las más antiguas fueron excavadas verticalmente a partir de patios centrales de forma cuadrada, aunque más tarde aparecieron también viviendas cavadas horizontalmente aprovechando los bordes de terrazas o de carreteras hundidas, que han acabado generando una tipología bastante numerosa en la actualidad.

Este vasto patrimonio excavado engloba desde la vivienda más sencilla con una sola habitación de 4 por 6 m, hasta conjuntos de complejidad asombrosa y organización muy rigurosa. La distribución más habitual del conjunto está generada por cuadrados bien definidos, excavados en el loess siguiendo esquemas geométricos, con escaleras en forma de L que conducen a las habitaciones inferiores donde, según J.P. Loubes, es interesante comprobar cómo: “[…] las mismas técnicas de excavación, en Aragón o en África del Norte, han producido formas más redondeadas, más suaves, más orgánicas.” 78

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 78.

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LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 75.

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Planta del nivel -1 (fondo negro) y plantas a cota cero en una agrupación de viviendas enterradas. Luoyang. China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 89.

Al frente de la vivienda, el patio amurallado y nivelado proporciona un espacio social central al aire libre de uso privado sólo para la familia, con paso a través de una vía de servicio o unas pequeñas escaleras. El acceso a las viviendas se realiza por un plano inclinado o por un conjunto de escalera más rampa. Cuando el desnivel es muy acentuado, la vía de entrada se convierte en un túnel donde se pueden situar distintos espacios anexos como graneros o pozos de agua, llegando incluso a existir casos de estructuras más evolucionadas con dos o tres cuevas excavadas paralelamente que se comunican entre sí mediante corredores abovedados. Esquema en planta de viviendas excavadas agrupadas. Henan. China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 91.

En la fachada norte del pozo habitualmente se sitúa la entrada principal junto a un espacio de almacén. En la fachada sur se encuentran las habitaciones principales (con unos 3 m de fondo), la sala del altar de los antepasados y la sala de recepción, dotadas cada una de un horno de cocción como en cualquier casa tradicional china. Es interesante destacar que, respecto a los espacios interiores, el loess consolidado es un material homogéneo en el que es posible horadar bóvedas regulares. Siguiendo una concepción simétrica del espacio, normalmente las estancias están cubiertas con bóvedas de cañón y ojivales donde se han logrado incluso intersecciones en esquina rigurosamente rectas en paramentos completamente ortogonales conforme se ha evolucionado en su construcción. El espesor mínimo del terreno por encima de los espacios excavados es de unos 3 m, con el fin de protegerlos contra las infiltraciones del agua de lluvia y obtener una superficie interior que requiera menos conservación y evite la penetración de humedad. 3.3. Comportamiento climático En cuanto al comportamiento climático de estas agrupaciones subterráneas, las aldeas excavadas de China constituyen, según B. Elnadi: “[…] un magnífico ejemplo de urbanismo bajo tierra que ha logrado conciliar las ventajas térmicas del clima subterráneo con la apertura al clima exterior.” 79 En ellas el patio central cumple una doble función en la estructuración del hábitat respecto a las condiciones de confort ya que por una parte organiza el espacio distribuyendo las habitaciones y, por otra, permite la creación de una zona común acumuladora de la incidencia solar, sirviendo como núcleo de luz y calor. Por ello, morfológicamente hablando es un caso muy similar a las agrupaciones alrededor de pozo central en Matmata, siendo destacable la utilización de la misma estructura tipo en dos lugares tan diferentes y contrastados. En palabras de J.P. Loubes, una coincidencia que efectivamente demuestra cómo:

79 ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Rev. El correo de la Unesco nº Diciembre. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Francia, 1995. Pág. 18.

“Este tipo de solución resulta tan buena para el frío como para el exceso de calor.” 80 Esto es debido a que, aunque utilizando materiales autóctonos diferentes, en ambos casos se reproducen las ventajas de las grutas naturales, enfatizando en particular su calidad térmica. La inercia ofrecida por los gruesos techos y muros confiere una temperatura templada y estable, al tiempo que asegura el aislamiento fónico entre pozos habitados. De este modo, las cualidades de confort conseguidas provocan un mayor interés de los habitantes por este tipo de viviendas frente a la construcción aditiva convencional ya que, tal y como afirma J.P. Loubes:

Por ello, llegan a construirse cuevas en todas las orientaciones aunque siempre evitando, en la medida de lo posible, una ubicación hacia el oeste. Una vez solventada la exigencia propia del terreno en cuanto a distribución, las habitaciones con orientación sur normalmente son ocupadas por los más mayores mientras que las habitaciones de los niños están orientadas al este, hacia el sol naciente. Frente a ellos, al oeste se ubica la cocina y el almacén, mientras que al norte y siempre en la sombra se encuentran la pocilga y la letrina, protegidos del soleamiento directo.

“[…] en el Shensi Norte, la gente prefiere […] vivir en las cuevas, que son más cálidas en invierno y más frescas en verano, que las casas.” 81

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Además, en estas aldeas el espacio privado y el colectivo ocupan dos capas superpuestas bien diferenciadas aunque separadas únicamente por algunos metros en vertical, permitiendo que en cualquier punto del tejido urbano ambos niveles tengan la posibilidad de comunicarse entre sí. Según B. Elnadi: “Esta concepción original reúne dos cualidades que en la organización tradicional suelen estar disociadas: un aislamiento óptimo de la vivienda y la proximidad inmediata del espacio público y, por consiguiente, de la vida social.” 82 En cuanto a la orientación más favorable de los espacios excavados, habitualmente la cueva abre hacia el sur ya que, de este modo, el sol la calienta en invierno cuando está en una posición más baja y no penetra en verano cuando está en una posición más alta. A pesar de esto, como se ha comentado, la decisión más importante a tener en cuenta antes de proceder a una excavación de este tipo no es la orientación de las estancias, sino su adecuado emplazamiento según la calidad del terreno.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 75. 81 LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Rev. El correo de la Unesco nº Diciembre. El mundo de los trogloditas. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Francia, 1995. Pág. 76. 82 ELNADI, B.: El mundo de los trogloditas. Rev. El correo de la Unesco nº Diciembre. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Francia, 1995. Pág. 18. 80

81

4. ANEXO DOCUMENTAL

Planta de conjunto de viviendas en torno a patio excavado. Gansu. China. Según Jianzhu Xuebao, Architectural Journal, Beijing, nº 10, octubre, 1981. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 74.

4.1. Planos Sección por el acceso y perspectiva de conjunto de vivienda excavada mediante tipología mixta en el loess chino. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 76.

Perspectiva de viviendas en torno a patio excavado. Gansu. China. Según Jianzhu Xuebao, Architectural Journal, Beijing, nº 10, octubre, 1981. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 74.

Perspectiva de conjunto de viviendas excavadas en paramento vertical. China. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 75

Detalle de acceso a una vivienda excavada en el loess. Luoyang. China. Según Jianzhu Xuebao, Architectural Journal, Beijing, nº 10, octubre, 1981. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 74.

4.2. Imágenes Aldea de Shang Hong Chi excavada en la roca. Provincia de Shensi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Pág. 16.

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Universidad troglodítica de Yanan. Provincia de Shensi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Pág. 18.

Viviendas primitivas en cuevas excavadas en Ya´an. Nordeste de China. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 91.

Viviendas agrupadas en torno a un patio central en Shensi. China. Fuente: www.travel.webshots.com

Vivienda en un pozo horadado en el loess. Provincia de Shensi. China. Fuente: LOUBES, J.P.: China: Casas de loes. Pág. 17.

Viviendas agrupadas en torno a un patio en Shensi. China. Fuente:www.chinahousing.mit.edu

83

Viviendas agrupadas en torno a un patio central en Shensi. China. Fuente: www.photoshelter.com

Agrupación de viviendas excavadas, características de las provincias de Henan, Shensi y Kansu. China. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 23.

Viviendas abandonadas en Shensi. China. Fuente: www.downtheroad.org/Asia

Par de cuevas construidas alrededor de un patio central. Shensi. China. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 90.

Viviendas excavadas alrededor de un patio central. Luoyang. China. Fuente: RUDOFSKY, B.: Architecture without architects. A short introduction to non-pedigreed architecture. Pág. 20.

02. | DESARROLLO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA EN EL ÁMBITO ESPAÑOL Las viviendas subterráneas establecen una relación peculiar con el medio natural donde se insertan, generando un equilibrio entre los espacios excavados y su entorno más próximo gracias a materiales autóctonos que bien pasan desapercibidos en el paisaje o bien acentúan la estructura del terreno y refuerzan su forma original. Una relación entre vivienda y naturaleza que, según M. Goldfinger 83 depende de la configuración geográfica existente, siendo posible la combinación de formas sumisas al lugar con formas que dejan huella en el territorio. Así, de un modo u otro, en nuestro país las cuevas se han extendido por todas aquellas áreas donde existen ciertas condiciones iniciales como son temperaturas extremas, bajas precipitaciones o terrenos de materiales sedimentarios que posibilitan la excavación donde, según F. García:

Cuevas simples en la Playa de San Juan. Tenerife. Fuente: OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Pág. 87.

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“[…] la adopción de este tipo de vivienda, quizá de origen prehistórico, exige la existencia de terrenos terciarios apropiados, compuestos de conglomerados de arenisca, margas y calizas, en rocas muy compactas, impermeables y aisladoras de la humedad, blandas al pico y con la propiedad de endurecerse por la acción atmosférica.” 84 A partir del siglo XVII, la expulsión de los moriscos condicionó el impulso de asentamientos en los alrededores urbanos de muchas ciudades, siendo una causa de la aparición de casas-cueva en la mayor parte de Andalucía; si bien es cierto que, en determinadas zonas menos desarrolladas, ha sido la pobreza de la población agraria la que ha condicionado un apoyo masivo a este tipo de construcciones, llegando hasta un punto en que, según O. Jessen: “España era el país más rico en viviendas trogloditas de entre los que integraban el ámbito mediterráneo.”

85

De este modo, en nuestra geografía se encuentran diseminadas múltiples excavaciones en roca o tierra que han adquirido, en muchos casos, la categoría de una verdadera vivienda tradicional debido a su extensa ocupación, llegando a ser tan importantes como para influir incluso en el nombre de las poblaciones donde se encuentran. Así, en palabras de L. Feduchi la cueva en España no puede ser considerada como un habitáculo extraño, puesto que: “[…] hemos de ver en muchos pueblos españoles –principalmente de levante y mediodía- casas o viviendas troglodíticas, vaciadas en terrenos compactos e impermeables compuestos de conglomerados, margas y areniscas aislantes de la humedad y que conservan una temperatura bastante agradable; muchas de ellas tienen condiciones de habitabilidad y confort muy aceptables.” 86

Plano de levantamiento de cuatro bodegas superpuestas en Baltanás. Palencia. Fuente: JOVÉ, F.; SÁINZ GUERRA, J.L. et al.: El barrio de bodegas de Baltanás. Caracterización del espacio excavado y su relación con el medio exterior. Palencia (España). Pág. 21.

GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1993. Pág. 13. GARCÍA MERCADAL, F.: La casa popular en España. Colección Punto y Línea. Gustavo Gili. Barcelona, 1981. Pág. 16. JESSEN, O.: Las viviendas troglodíticas en los Países Mediterráneos. Estudios geográficos, 1955. Pág. 137-157 según URDIALES VIEDMA, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Colección Monografía 3. Tomos I y II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía. Granada, 1987. Pág. 43. 86 FEDUCHI, L.: Itinerarios de Arquitectura Popular Española. Colección Nueva Imagen. Editorial Blume y Editorial Labor. Barcelona, 1974. Pág. 35. 83 84 85

Bodegas subterráneas en Los Oteros. León. Fuente: Cavallobos en www.panoramio.es

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Perspectiva isométrica seccionada de tipología de casa-cueva excavada en un corte vertical en ladera. Salillas de Jalón. Aragón. España. Fuente: www.aragob.es

En un principio, estas viviendas reflejaban mucho más que un refugio básico de supervivencia ya que constituían una interesante adaptación al medio geográfico donde se insertaban, permitiendo mejor soleamiento o aireación que la mayoría de viviendas humildes situadas entre callejuelas rurales. Con el paso del tiempo, cuando la superficie excavada fue insuficiente para cubrir las demandas de espacio y uso de sus ocupantes, las cuevas se completaron exteriormente mediante otras construcciones con función de graneros, corrales o cuartos húmedos. Así, aunque inicialmente era una tipología tradicional olvidada en muchas regiones, esta solución revitalizó las viviendas excavadas en momentos de decadencia y supuso un freno ante su sustitución por otro tipo de edificaciones convencionales. A pesar de todo, el abandono alcanzado en los últimos años en ciertas zonas provoca que la casa-cueva acabe identificándose con una sociedad deprimida en un sector económicamente incapaz de acceder a una vivienda en superficie y, por tanto, acabe aflorando un cierto sentimiento de rechazo social hacia este tipo de hábitat enterrado. En la actualidad, aunque muchos de estos asentamientos se están recuperando gracias a la incorporación de servicios, a la mejora de las condiciones de habitabilidad o al impulso de su integración en estructuras urbanas consolidadas, todavía sigue considerándose una excepción quien continúa viviendo en ellas en el mundo desarrollado. Tal es el caso de ciertas regiones del sur de España que todavía conservan barrios enteros de estas viviendas y donde las cuevas son muy cotizadas por ser frescas en verano y templadas en invierno, siempre y cuando se encuentren bien conservadas. En otras zonas ubicadas más al norte, muchas de estas excavaciones se utilizan para conservar aperos de labranza, para el mantenimiento del vino a temperatura baja y estable o como lugar donde degustar y compartir un trago, convirtiéndose en originales establecimientos de turismo rural. Una oferta diferente para pasar unos días bajo el subsuelo y en contacto con la naturaleza.

Perspectiva isométrica seccionada de tipología de casa-cueva excavada en terreno llano. Salillas de Jalón. Aragón. España. Fuente: www.aragob.es

Vista de viviendas excavadas en ladera. Fuente: www.arquitecturadecasas.blogspot.com

A modo de resumen, cabe destacar que respecto a la distribución del hábitat excavado en España, es posible señalar dos zonas de gran importancia (Fig.9): •

El Conjunto Sur, que comprende las regiones de Andalucía y Levante, donde destacan las localidades de Guadix (Granada), Purullena (Granada), Caniles (Granada), Baza (Granada), Gor (Granada), Setenil de las Bodegas (Cádiz), Cuevas de Almanzora (Almería), Valencia, Paterna (Valencia), Bocairente (Valencia) o Crevillente (Alicante).



El Conjunto Norte, que comprende Aragón y parte de Navarra, Cataluña y Castilla y León, donde destacan las regiones de los ríos Ebro, Jalón y Huerva en localidades como Aguilar de Campos (Valladolid), Calatayud (Zaragoza), Epila (Zaragoza), La Muela (Zaragoza), Cariñena (Zaragoza), Juslibol (Zaragoza), Tudela (Navarra) o Salillas de Jalón (Zaragoza).

Más del 15 % de la población Entre 5-14.99 % de la población Entre 1-4.99 % de la población Entre 0.1-0.99 % de la población

Sin cuevas destacables con uso vivienda

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Fachada principal de cueva en Fuentealbilla. Albacete. Fuente: www.vivirbajotierra.blogspot.com

Figura 9. Mapa de la presencia de vivienda troglodita en el ámbito español en 1987. Fuente: elaboración propia a partir de Urdiales, M.E. en Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada.

Chimeneas de ventilación. Bodegas de Baltanás. Palencia. Fuente: JOVÉ, F.; SÁINZ GUERRA, J.L. et al.: El barrio de bodegas de Baltanás. Caracterización del espacio excavado y su relación con el medio exterior. Palencia (España). Pág. 20.

Barrio troglodita excavado en el terreno. Cuevas de Almanzora. Almería. Fuente: URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Pág. 52.

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ESTUDIO A NIVEL DEL TERRITORIO ESPAÑOL Guadix (Granada), Chinchilla (Albacete), Juslibol (Zaragoza) y Aguilar de Campos (Valladolid)

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02.1. ANDALUCÍA Por todo el mundo es conocida la importancia de la vivienda troglodita en Andalucía. Tras diferentes estudios sobre el impacto del hábitat subterráneo (como los de M.E. Urdiales en 1987), se ha generado un interesante fichado tipológico de las distintas cuevas en esta zona considerando sus características dimensionales, estado de conservación, posibilidades de ampliación o dotación de infraestructuras, relacionadas con el suministro urbano y con la accesibilidad. Las geografías principales donde se enmarcan este tipo de viviendas son la Meseta y la Hoya de Guadix (Granada), las Altiplanicies de Baza (Granada) y los Valles de los ríos Andarax o Almanzora (Almería). Así, aparecen áreas destacadas de cuevas en el Albaicín y Sacromonte en la ciudad de Granada, en localidades como Guadix, Huéscar, Baza, Purullena, Cuéllar de Baza, Galera, Exfiliana, Alcudia de Guadix y Benalúa de Guadix, todas ellas en Granada; o en las zonas de Cuevas de Almanzora, Gador y Rioja en la provincia de Almería, tal y como queda representado en la Fig.10. De este modo, contrariamente a lo que pudiera parecer, según C. Flores:

Vista general del Barrio de las Cuevas en Guadix. Granada. Fuente: www.vivirbajotierra.blogspot.com

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"Podría afirmarse que en ninguna de las provincias andaluzas han dejado de existir, las cuevas habitadas, ya sea en mayor o menor proporción.” 87

Cuevas de Almanzora excavadas en paramento vertical. Almería. Fuente: www.berberiscos.blogspot.com

Figura 10. Mapa de la presencia de Arquitectura Subterránea en Andalucía. Fuente: AA.VV: Arquitectura subterránea. Tomo II. Pág. 9.

87

FLORES, C.: Arquitectura popular española. Editorial Aguilar. Madrid, 1973. Pág. 25.

Sección vertical del barrio troglodita de las Cuevas de Almanzora. Andalucía. España. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 81.

91

Si bien es cierto que actualmente no existen cuevas habitadas susceptibles de rehabilitación en Huelva y Málaga, al encontrarse la mayoría de este patrimonio excavado en estado de ruina, estas viviendas acaban generando una distribución territorial concreta donde: “El 95% de las cuevas habitadas de Andalucía y el 80% de los municipios afectados se localizan en las provincias de Granada y Almería.” 88

Chimeneas de ventilación en el barrio de las Cuevas. Guadix. Granada. Fuente: URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Pág. 216.

A pesar de que las cuevas excavadas en la provincia de Almería han sido muy mencionadas por distintos autores y teniendo en cuenta que su importancia ha sido y es reseñable, lo cierto es que su población subterránea se encuentra muy por debajo en número respecto a la de la provincia de Granada que es, con diferencia sobre cualquier otra, la región con mayor significación troglodítica de España. Según M.E. Urdiales, la vivienda troglodita nace en Granada capital a final del siglo XIX como un proceso unido al desarrollo urbano: “[…] sirviendo de cobijo a muchos inmigrantes sin recursos económicos, procedentes en la mayor parte de otras zonas trogloditas, que encuentran en este tipo de vivienda algo barato y rápido de construir.” 89 Así, las viviendas excavadas se sitúan principalmente al este de la provincia de Granada, donde es posible encontrar municipios en los que el porcentaje de viviendas subterráneas es superior al de viviendas convencionales y donde las casas-cueva conviven en armonía con nuevos desarrollos edificados. Según los estudios de J.A. García y J. López 90, la importancia de estas viviendas sigue siendo significativa en las poblaciones de Guadix (cuyos asentamientos serán estudiados en las páginas siguientes) y Baza, destacando esta última positivamente como ejemplo de la combinación de distintas tipologías excavadas según zonas, aunque siempre adaptadas a su entorno:

Viviendas excavadas en Guadix con chimenea de ventilación en primer plano. Granada. Fuente: www.vivirbajotierra.blogspot.com



Las Cuevas del Cerrico, situadas al sur de la localidad y muy bien integradas dentro del marco urbanístico. La mayoría poseían una construcción adosada exterior que cumplía la función de vivienda principal, ocultando la cueva en segundo término.



Las Cuevas del Río, situadas en las afueras al norte del municipio eran utilizadas como vivienda de fin de semana, encontrándose bien encaladas y muy cuidadas exteriormente.



Las Cuevas de la Carretera, situadas más al norte que las anteriores, presentaban un mantenimiento exterior nulo debido al frecuente vandalismo en la zona, prefiriendo dar aspecto de abandono exterior para evitar más destrozos que, en algunos casos, contrastaba con el buen acondicionamiento interior de los espacios.

AA.VV: Arquitectura subterránea. Tomos I y II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Dirección general de Arquitectura y Vivienda. Junta de Andalucía. 1989. Pág. 11. 89 URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Colección Monografía 3. Tomos I y II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía. Granada, 1987. Pág. 75. 90 GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 31. 88

Patio de acceso exterior a casa-cueva. Granada. Fuente: www.vivirbajotierra.blogspot.com

02.1.1. ANDALUCÍA_Guadix (Granada)

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Composición Del Terreno

1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento Las cuevas habitadas más típicas y conocidas en Andalucía son las de la localidad de Guadix (Granada), aunque también existen otros conjuntos excavados secundarios en localidades cercanas como Paulenca, Bácor-Olivar y Belerda, formando así:

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

“el más numeroso conjunto de cuevas habitadas de la Península.”

Las óptimas condiciones del terreno, formado por materiales blandos, compactos e impermeables, fueron aprovechadas para excavar interesantes espacios habitables en laderas verticales. Más concretamente en la zona predomina una combinación de gravas y arcillas, dando lugar a estructuras que, en palabras de F. García: “[…] ofrecen suficiente garantía de seguridad y consistencia, se adaptan al terreno y […] no tienen, por lo general, orientación preconcebida.” 92

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La economía del término municipal de Guadix, capital de la comarca, se basa principalmente en una agricultura que convive con el hábitat troglodítico en las laderas del noroeste. La mayor parte de sus viviendas subterráneas fueron excavadas durante el siglo XIX sobre pequeñas colinas al pie de Sierra Nevada, donde han permanecido con sus encaladas chimeneas emergiendo del territorio en forma de conos truncados.

La peculiar característica de este terreno arcilloso es que el agua es incapaz de traspasarlo una vez mojado, por lo que las viviendas se mantienen calientes, secas y protegidas aún incluso en condiciones de lluvia. Así, cumplido el objetivo principal de aislamiento, las construcciones se adaptan al paisaje de una manera sinuosa y ondeante, generando calles que, según M. Goldfinger, poseen una: “[…] escultórica calidad, afectadas por todas partes por la relación entre las formas debidas al hombre y las formaciones rocosas naturales, creando una variedad de contrastes espaciales.” 93

Viviendas enterradas en el barrio de las Cuevas en Guadix. Granada. Fuente: MORILLA, I.: Popular Architecture in Spain. Pág. 8.

Vista general del barrio de las Cuevas de Guadix. Granada. Fuente: www.lacomunidad.elpais.com

GARCÍA MERCADAL, F.: La casa popular en España. Colección Punto y Línea. Gustavo Gili. Barcelona, 1981. Pág. 16. GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1993. Pág. 114.

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AA.VV: Arquitectura subterránea. Tomo II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Dirección general de Arquitectura y Vivienda. Junta de Andalucía. 1989. Pág. 230.

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2.2. Técnica Constructiva Al margen de la tipología concreta, en todas las construcciones subterráneas el usuario contaba siempre con la inestimable ayuda del "maestro de pico", quien indicaba el proceso de excavación a seguir. Sin embargo, a pesar de que el proceso de extracción siempre fuera el mismo, existen ciertas diferencias formales entre las cuevas del altiplano de Granada y las excavaciones en Guadix, ya que la topografía particular donde se desarrollan condiciona las formas y las pendientes concretas de cada asentamiento.

generando un orden artificial que respeta la propia condición natural del entorno. De este modo, el pueblo resulta identificable en la distancia por sus explanadas de acceso y las blancas chimeneas de sus casas encaladas, dando lugar a una vivienda excavada más relacionada con la naturaleza que con la construcción artificial y generando un conjunto que, según M. Goldfinger: “[…] expresa un buen equilibrio entre arte y naturaleza y ofrece la visión del hombre como escultor de la tierra.” 95 Vista general de la inserción en el territorio de las casas-cueva de Guadix. Granada. Fuente: www.lacomunidad.elpais.com

En general, el proceso de excavación se iniciaba con un corte vertical en el terreno, que servía de fachada y liberaba un plano horizontal ante ella. Posteriormente, se trazaba una puerta en arco con una profundidad de 1 a 1,5 m coincidiendo con el espesor de los muros de carga y, a partir de este hueco, se excavaba la primera estancia que habitualmente contaba con un techo en bóveda de cañón o de arista y planta cuadrada entre 2,5 y 3 m de lado. Seguidamente a esta habitación, se iban excavando el resto de espacios cuyo número, dimensiones y organización interna dependían tanto de la extensión de la colina como de las posibilidades económicas y necesidades de sus propietarios. Todo el proceso de excavación era muy rápido, ya que según palabras de P. Oliver: “Dos hombres de Guadix necesitan sólo unos meses para labrarse una casa de cuatro habitaciones, con al menos dos habitaciones con fachada al exterior.” 94

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL 3.1. Tipología De Cueva En Guadix, el tipo de asentamiento más común se localiza en pequeñas colinas de tierras ocres y blanquecinas, mediante cuevas superficiales con techos de poco espesor que siguen la estructura generada por barrancos o cañadas. La mayor característica de esta localidad es la ingeniosa manera con la que sus habitantes han moldeado el paisaje para someterlo a sus necesidades, OLIVER, P.: Dwellings: the vernacular house world wide. Editorial Phaidon. Hong Kong, 2007. Pág. 86. Texto original: “It takes two Guadix men only a few months to carve out a four-roomed house, with at least two rooms fronting the rock face.”

Así, la estructura viaria se apoya en ramblas donde únicamente se encuentran pavimentadas las calles principales, recogiendo a su vez los caminos de tierra de acceso a las viviendas. Unas cuevas organizadas bien linealmente mediante diferentes niveles horizontales a los que se accede por serpenteantes caminos que bordean la ladera, o bien alrededor de placetas acotadas, comunes a varios propietarios, que en ocasiones se cubren con porches vegetales. En estos espacios de porche era muy frecuente la existencia de un pozo; un elemento de vital importancia para el suministro de agua hace unos años, hasta que se acometió la instalación de la red potable en la zona. Por otro lado, aparte de esta tipología abancalada, en otras zonas de Granada como Benalúa, Gor, Purullena, Baza, Benamaurel o Huéscar también es habitual un modelo de excavación pasante de extremo a extremo en pequeñas colinas. Una solución que garantiza una buena ventilación cruzada y una mayor iluminación de las estancias, bien alineando las casas-cueva a lo largo de calles o bien agrupándolas en torno a placetas de acceso como en el caso anterior.

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GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1993. Pág. 114.

95

Por último, existe un tercer tipo de asentamiento localizado principalmente en Baza que ha quedado en desuso por el riesgo de inundaciones que implica: la excavación en fosa vertical; una propuesta similar a las excavaciones mixtas de Matmata (Túnez) que aquí no resulta una solución demasiado idónea debido a la posibilidad de inundaciones por la pluviometría de la zona.

Planta de cueva en Guadix. Granada. Su distribución en profundidad es semejante a la de Crevillente. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.30.

3.2. Descripción

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Aunque muchos de los habitáculos excavados en Guadix sean celdas de un solo espacio, se han encontrado ejemplos incluso de hasta veinte habitaciones, que pueden ampliarse también al exterior mediante construcciones adosadas de mampostería en las que se ubican el lavadero o el inodoro. Al exterior, las plazas de acceso se convierten en punto de reunión para actividades comunitarias donde vierte el frente de fachada principal, rematado a menudo con pequeños aleros que protegen de posibles desprendimientos de cubierta. Acceso a distintas viviendas excavadas en Guadix. Granada. Fuente: www.lacomunidad.elpais.com

3.3. Comportamiento climático Debido a su clima continental, en Guadix los veranos son calurosos (con temperaturas medias en torno a 25ºC) y los inviernos son fríos (entre 8ºC y 12ºC de media). Respecto al comportamiento térmico de las cuevas, en ellas se reiteran las condiciones comunes a otras tipologías excavadas, siendo una solución tradicional entre una población que valora muy positivamente estos espacios debido a que su temperatura interior es prácticamente constante. Un factor fundamental en unas regiones tan calurosas que incluso llega a compensar la falta de otro tipo de comodidades puesto que, en palabras de F. García: “En las cuevas se disfruta todo el año de una temperatura casi igual, lo que constituye una de sus mayores ventajas, resultando viviendas muy higiénicas, quizás por prodigarse la cal, de propiedades desinfectantes.” 96

Respecto a la organización de la vivienda, al cruzar la plaza exterior se accede a una primera habitación excavada de forma alargada y paredes blancas. Tras ella pueden aparecer otras estancias como prolongación de la primera, habitualmente con uso de dormitorio o despensa. Estos espacios excavados se cubren interiormente en forma de bóveda de cañón o de arista, no existiendo más ventilación que la aportada por el hueco de acceso o por la chimenea. Secos y confortables, los interiores poseen paredes blanqueadas con cal lavada y suelos de baldosas sobre un terreno bien apisonado.

La ventilación de los espacios excavados se produce gracias a chimeneas abiertas al exterior o, siempre que sea posible, mediante pequeñas ventanas en el paramento principal de fachada que proporcionan una mayor iluminación interior al tiempo que ventilan. Estas chimeneas presentan una particular forma de conos truncados encalados en un blanco inmaculado y conforman la manifestación externa más característica de estas casas-cueva en el territorio.

GARCÍA MERCADAL, F.: La casa popular en España. Colección Punto y Línea. Gustavo Gili. Barcelona, 1981. Pág. 16.

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4. ANEXO DOCUMENTAL Chimenea de ventilación en una vivienda excavada. Guadix. Granada. Fuente: www.lacomunidad.elpais.com

4.1. Planos Planta de vivienda excavada. Guadix. Granada. Fuente: TORRENOVA, J.J.: Las cuevas de Guadix, Granada. Pág. 193.

Así, la chimenea se convierte sin duda en el elemento más distintivo de los conjuntos excavados gracias a su reconocible silueta troncocónica de entre 1 y 2 m de altura, rematada por rudimentarios sombreretes. Su localización se plantea cerca de las fachadas tanto sobre la sala-recibidor como en la cocina, allí donde el espesor del terreno a excavar es menor y por tanto, donde disminuye la posibilidad de debilitamiento estructural. Pequeños hitos del paisaje que se elevan solitarios o en pequeños grupos, creando una singular imagen local donde las blancas chimeneas son los eternos invariantes del conjunto.

Alzado, sección vertical y planta de vivienda excavada. Guadix. Granada. Fuente: TORRENOVA, J.J.: Las cuevas de Guadix, Granada. Pág. 169.

4.2. Imágenes

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Viviendas excavadas en una colina. Guadix. Granada. GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 117.

Vista de la placeta de acceso a viviendas subterráneas. Guadix. Granada. Fuente: AA.VV: Arquitectura subterránea. Tomo II. Pág. 242.

Vista general de las colinas excavadas. Guadix. Granada. GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 118119.

Chimeneas de ventilación en Guadix. Granada. GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 116.

Vista parcial del barrio de las Cuevas en Guadix. Granada. Fuente: www.sobreespana.com

Calles de acceso a las cuevas en Guadix. Granada. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pég.33.

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Fachada principal de cueva excavada en Guadix. Granada. Fuente: www.en-granada.com.es/guadix.html

Placeta común a varias cuevas. Guadix. Granada. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.33.

Cubierta vegetal de viviendas subterráneas en Guadix. Granada. Fuente: GOLDFINGER, M.: Arquitectura popular mediterránea. Pág. 115.

Cuevas horadadas en pared vertical en Guadix. Andalucía. Fuente: www.comarcadeguadix.com

Vista del entorno del barrio de las Cuevas en Guadix. Granada. Fuente: www.lacomunidad.elpais.com

Vista de vivienda excavada en el barrio de las Cuevas en Guadix. Granada. Fuente: www.fotocommunity.es

Contraste entre lo natural y lo artificial: vivienda excavada en una colina. Guadix. Granada. Fuente: www.esp.andalucia.com/provincia/granada

Zoom de chimenea de ventilación. Guadix. Granada. Fuente: www.fotocommunity.es

02.2. CASTILLA LA MANCHA_Chinchilla (Albacete)

1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento

La región de Castilla La Mancha también presenta unas condiciones físicas favorables para la excavación de espacios subterráneos tanto por los materiales existentes (estratos de margas y yesos) como por sus condiciones climáticas con temperaturas secas y extremas. De este modo, se localizan excavaciones habitables significativas en Tarancón (Cuenca), Toledo, Ciudad Real y Albacete, si bien es cierto que, según C. Flores, el uso prioritario de estos espacios no es el de vivienda:

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

"Gran parte de las cuevas en esta zona son utilizadas, al igual que en el Ebro y Meseta Norte, para la producción y conservación del vino.” 97 Aún así, también existen otras estructuras habitables subterráneas con uso vivienda en esta región, como son las cuevas excavadas en horizontal sobre una pendiente en Quero (Toledo), Campo de Criptana (Ciudad Real) o Chinchilla (Albacete) y las cuevas excavadas en vertical en Madridejos y Villacañas (Toledo) mediante una tipología catalogada como “silos”. Dentro de cada modelo excavado, y en función de la orografía del lugar, encontramos distintos asentamientos subterráneos, bien ubicados en ladera abancalada como en Chinchilla, bien excavados en margen de vaguada como en Casas de Juan Núñez (Albacete) o bien mediante agrupaciones lineales en acantilados como en Alcalá del Júcar (Albacete). Vista general del barrio de las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 50.

Como se ha comentado, en la provincia de Albacete existen distintos enclaves donde la vivienda excavada se ha desarrollado según las necesidades sociales y económicas de sus propios habitantes. Es destacable el ejemplo del barrio de las Cuevas del Agujero (Chinchilla), situado en el borde norte del casco urbano, que cuenta con una estructura abancalada desde el límite edificado hasta el castillo y antiguo penal. Unas excavaciones dispuestas linealmente en la roca, formando distintas gradas en las faldas del castillo que se integran en su entorno paisajístico; unas casascueva que tuvieron un gran impulso a finales del siglo XIX, aunque dejaron de construirse poco después, para ser recuperadas como viviendas o reclamo turístico hace unos años. En la actualidad, a pesar de que su número es reducido, se encuentran muy bien conservadas tras las últimas rehabilitaciones; además también es posible encontrar otras viviendas excavadas en el municipio, diseminadas puntualmente por barrios cercanos, que son utilizadas tanto para uso de primera residencia como para descanso vacacional.

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1.Composición Del Terreno Estos asentamientos en ladera son posibles debido a la existencia de bancos dolomíticos escalonados de mayor dureza, alternados con rellenos de margas y areniscas poco compactados. La fácil trabajabilidad de estos últimos materiales permite una gran libertad de excavación y favorece la aparición de estas viviendas abancaladas, generando una configuración escalonada donde, según F. Aranda: “Los espacios vaciados para la habitación quedan limitados superior e inferiormente por los bancos dolomíticos, duros e impermeables, que conforman los planos de techo y suelo, de cubierta para las viviendas de un cierto escalón y, a la vez, de calle de acceso para las viviendas de cada escalón inmediato superior.” 98

FLORES, C. según URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Colección Monografía 3. Tomo I. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía. Granada, 1987. Pág. 58.

97

ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 51.

98

99

2.2. Técnica Constructiva Estos asentamientos se hacen realidad en terrenos accidentados donde escasea la verticalidad, dando lugar a propuestas excavadas audaces y complejas horadadas en las laderas abancaladas de la falda del castillo. De ellas, F. Aranda afirma: “Cuando la forma del lugar es abrupta los trabajos de excavación y la accesibilidad quedan comprometidos, siendo ésta la razón que explica la renuncia a la colonización subterránea en las zonas más escarpadas que limitan con los barrios subterráneos de Chinchilla.” 99 La calidad de este material margoso-arenoso permite un vaciado con total libertad, obteniendo un espacio excavado interior muy fluido y continuo, cóncavo y convexo. Además, no existe apenas riesgo de meteorización externa debido a su buena cohesión y, por tanto, una vez trabajada la excavación es posible dejar a la vista tanto su textura como su color natural. Tras el proceso de vaciado inicial, la superficie de terreno al descubierto en contacto con el ambiente exterior se transforma en una costra carbonatada que confiere a los estratos de margas cierta dureza superior a la real. Este factor cementante superficial de los paramentos evita deterioros prematuros, aunque si esta capa es eliminada se pueden generar tramos desprotegidos donde se intensifica la erosión, pudiendo provocar ondulaciones superficiales, texturas rugosas u otras lesiones.

Los caminos de acceso a los diferentes niveles determinan la posición de los frentes de fachada, donde la excavación se desarrolla en estancias paralelas a la vía principal contando habitualmente con un solo espacio en profundidad (a excepción de pequeñas habitaciones de almacenaje ubicadas más interiormente). 3.2. Descripción En cuanto a la imagen rehabilitada del conjunto excavado, las chimeneas blancas de ventilación tienen una importancia predominante en fachada, mientras que al interior los espacios están inevitablemente revestidos y pintados de un blanco inmaculado que destaca sobre el ocre natural del terreno. Así, aunque según F. Aranda se inspiran ingenuamente en un supuesto folclor local: “Afortunadamente prevalece la verdadera naturaleza subterránea del barrio sobre todos los intentos de imitación de la casa construida.” 100 A pesar del cambio respecto a la coloración natural, los interiores mantienen el gesto de su excavación original, ejemplificando las posibilidades formales de esta arquitectura mediante elementos característicos como hogares o chimeneas situados normalmente al exterior de la primera crujía para no afectar a las calles y viviendas del nivel superior. De este modo, en palabras del mismo autor aparece un interesante: “[…] repertorio de formas puras, prismas y conos truncados, increíblemente estilizados para provocar el tiro sin ahumar las viviendas del escalón superior.” 101

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL 3.1. Tipología De Cueva La naturaleza geológica y la topografía del enclave de las Cuevas el Agujero permiten comprender su generación en ladera abancalada, donde la vivienda excavada se organiza mediante una configuración lineal. Las distintas calles aterrazadas constituyen un escenario de vida vecinal que se adapta al terreno según las curvas topográficas naturales, proporcionando iluminación directa, buena ventilación y unas vistas excepcionales.

Por último, respecto al comportamiento climático de estas construcciones, la temperatura interior gira en torno a los 18 ºC durante todo el año, pudiendo prescindirse de calefacción adicional. Una condición que, junto con su originalidad arquitectónica y su ambiente acogedor, íntimo y rústico, han convertido a estas viviendas en un hábitat muy apreciado hoy en día como destino turístico de la zona.

ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 53. 101 Ibidem. Pág. 53. 100

ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 57.

99

4. ANEXO DOCUMENTAL

4.2. Imágenes

4.1. Planos

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Planta de viviendas enterradas de las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 58.

Sección vertical de vivienda excavada en las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 58.

Planta de cueva excavada en Chinchilla. Albacete. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 28.

Hueco de iluminación. Barrio de las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 52.

Vistas desde el barrio excavado en la ladera. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 56.

Interior de vivienda rehabilitada en las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 56.

101

Vista del interior de una vivienda rehabilitada de las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 53.

Escalonamiento abancalado donde se aprecian viviendas excavadas en distintos niveles. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 56.

Interior de una vivienda rehabilitada de las Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 56.

Vista exterior. Cuevas del Agujero. Chinchilla. Albacete. Fuente: www.skyscrapercity.com

02.3. VALLE DEL EBRO_Juslibol (Zaragoza)

Esquema en planta de viviendas desarrolladas en línea en la zona del bajo Ebro. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.27.

1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Mientras que las viviendas subterráneas en regiones como Valencia o Andalucía son ampliamente reconocidas en la bibliografía consagrada, no ocurre lo mismo con las soluciones troglodíticas en torno al Valle del Ebro. Aún así, aunque pasen desapercibidas ante otras más populares, lo cierto es que también existen interesantes agrupaciones excavadas en el noreste de España. Estos asentamientos, que forman un triángulo limitado al norte por los Pirineos y Montes Vascos, al sur por el Sistema Ibérico y al este por el Mediterráneo, según J.A. García y J. López 102 pueden dividirse en: • Zona del alto Ebro que incluye parte de las provincias de La Rioja, Navarra y fundamentalmente Zaragoza. Es la más importante desde el punto de vista troglodita y se caracteriza por la concatenación de espacios excavados en profundidad, perpendicularmente a fachada. Planta de casas-cueva desarrolladas en profundidad en la zona del alto Ebro. Fuente: URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada.

• Zona del bajo Ebro que corresponde al sector oriental del río entre el Macizo Costero Catalán y el mar Mediterráneo. Esta tipología se caracteriza por una disposición paralela a la fachada principal al no ser necesaria una alta densidad excavada, generando estancias mejor iluminadas y ventiladas. A mitad del siglo XX, el número de familias en estas viviendas excavadas sufrió un aumento debido al desarrollo industrial de la región, aunque en la actualidad muchas de ellas han desaparecido. GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000.Pág. 25.

102

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Composición del terreno y Técnica Constructiva Respecto al terreno, cabe destacar la existencia de margas grises y yesos en los márgenes del río Ebro, con alternancia de capas horizontales más duras con otras más blandas pertenecientes al Mioceno. La técnica de excavación aprovecha esta disposición geológica manteniendo los estratos más resistentes para conformar el techo y las capas intermedias más blandas para excavar las estancias. El proceso concreto de excavación en Juslibol (Zaragoza) se lleva a cabo en terrenos relativamente homogéneos aprovechando la pendiente natural; así, se genera una construcción progresiva y de ritmo lento mediante la excavación de una habitación por año, llegando a necesitar de 3 a 5 años para obtener una vivienda de tamaño regular. Esquema del proceso de excavación de vivienda en Juslibol. Zaragoza. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 47.

Según J.P. Loubes 103, en una primera fase se excava un talud de longitud L para obtener una altura adecuada de fachada H, y a partir de ella se excavan las habitaciones. Una vez liberado el primer espacio interior, se LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 47.

103

103

continua hacia uno y otro lado para obtener otros locales, abriendo un pasillo cercano al exterior C que permite ventilar las habitaciones obtenidas. La tierra extraída de la excavación se utiliza para aplanar y acondicionar la plazoleta en el frente de acceso, creando un espacio de uso cotidiano que llega a ser considerado como una parte más de la propiedad.

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL

En cuanto a su distribución interior, las habitaciones se ubican directamente en primera línea de fachada, con escasas habitaciones en profundidad reservadas únicamente a funciones de servicio. Esta organización busca el asoleo máximo en espacios vivideros como dormitorios y zonas de día, a costa de ocupar una mayor superficie en fachada; y en ocasiones, también existen elementos anexos construidos en la parte exterior de la vivienda para acoger usos relacionados con la actividad agrícola de la zona.

3.1. Tipología De Cueva

Planta de vivienda en Juslibol. Zaragoza. 1.Cocina. 2.Entrada. 3.Almacén. 4.Comedor. 5.Dormitorio. 6.Dormitorio. 7.Bodega. 8.Trastero. 9.Patio. 10.Corral. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 48.

Existe una gran variedad tipológica de soluciones excavadas en función de su ubicación en el material base, con viviendas unas veces construidas a ras de suelo, otras en pendiente y otras veces incluso hasta superpuestas. La utilización de los espacios excavados también es bastante variada y puede albergar no sólo un uso de vivienda sino también otros programas como trasteros, graneros o cuadras. De este modo, en estas regiones aparecen espacios aprovechados de manera cotidiana ya que, según J.P. Loubes: “No se trata aquí de una forma de vivienda marginal, sino de una arquitectura popular que se ha desarrollado en el medio rural, o en ciertos casos como hábitat urbano, constituyendo barrios enteros.” 104 Así, las cuevas del Valle del Ebro recogen todo programa posible en una cavidad enterrada ya sean bodegas, almacenes o casas-cueva aunque, en la actualidad, la mayor parte de las viviendas excavadas en Logroño, Pamplona o Zaragoza han sido desalojadas para reconvertirse en espacios de almacenaje o de cata para bodegas en la inmensa mayoría de los casos.

Habitualmente, estas cuevas presentan un techo plano y paredes no muy gruesas entre habitaciones, siendo la cocina el espacio mejor iluminado al ser allí donde se ubica la puerta de acceso y la ventana principal. Respecto a los acabados interiores, los suelos son de tierra batida mientras que el paramento interior, según J.P. Loubes: “[…] se enluce con una capa de yeso muy líquido y a continuación se alisan algunas irregularidades con una o dos capas colocadas con la llana.” 105 3.3. Comportamiento climático

3.2. Descripción En el ejemplo concreto de Juslibol, sus viviendas trogloditas presentan bien una ocupación permanente o bien sólo los fines de semana cuando sus propietarios residen en Zaragoza; este uso continuado implica que muchas se encuentren correctamente conservadas, al estar además abastecidas por servicios urbanos, redes de suministro o urbanización de acceso, lo que ofrece una mayor garantía de supervivencia en el tiempo.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 43.

104

En estas viviendas, la luz se convierte en la mayor preocupación de sus usuarios y, por tanto, las estancias se disponen longitudinalmente a lo largo de la fachada, con aberturas de ventilación e iluminación directas al exterior. La temperatura ambiente oscila entre 16ºC y 20°C según la estación del año, permaneciendo prácticamente constante gracias al espesor del terreno (unos 2 m por encima de la vivienda), que aparte de mantener unas condiciones térmicas estables también evita problemas de humedades.

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 49.

105

4. ANEXO DOCUMENTAL

4.2. Imágenes

4.1. Planos

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Planta de vivienda en La Muela. Zaragoza. 1. Entrada. 2. Cocina. 3. Alacena. 4. Dormitorios. 5. Pozo. 6. Trastero. 7. Cercado del patio). Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 46.

Secciones esquemáticas de viviendas en Salillas de Jalón. Aragón. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 53.

Vivienda subterránea en Juslibol. Zaragoza. Fuente: CEÑA, J.; HEREDIA, U.; PEROPADRE, A.: La Arquitectura popular en la provincia de Zaragoza.

Casa-cueva en uso actualmente como vivienda en Bardallur. Zaragoza. Fuente: www.heraldo.es

Vista de chimenea y patio excavado en Salillas de Jalón. Zaragoza. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 51.

Vista de detalle de un corral excavado en el terreno. Salillas de Jalón. Zaragoza. Fuente: www.aragob.es

105

Vivienda subterránea en Juslibol. Zaragoza. Fuente: www.joseluislomillos.blogspot.com

Detalle de chimenea. Salillas de Jalón. Zaragoza. Fuente: www.aragob.es

Casa-cueva abandonada excavada en terreno. Salillas de Jalón. Zaragoza. Fuente: www.aragob.es

Rampa de entrada a casa-cueva. Salillas de Jalón. Zaragoza. Fuente: www.aragob.es

Muro de albañilería alrededor de un pozo de iluminación. Salillas de Jalón. Zaragoza. Fuente: LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Pág. 51.

02.4. SUBMESETA NORTE_Aguilar de Campos (Valladolid) Es preciso matizar que en la bibliografía consultada existen escasas referencias de casas-cueva en zonas de la Meseta Norte española, debido a que el uso de estos espacios como viviendas no es muy común. Se han conocido casos puntuales en las provincias de León y Palencia o en algunos valles de la Cordillera Cantábrica; concretamente en ciertos pueblos de la provincia de Valladolid como Castroponce, Cigales o Mucientes; o de Palencia como Dueñas, Tariego de Cerrato o Cevico de la Torre.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Cabe destacar que en muchos pueblos de mesetas sí existen espacios subterráneos excavados aunque no con un uso de vivienda sino como bodegas. Estas construcciones se basan en la ejecución de un largo frente de fachada donde se abren accesos a estancias interiores, llegando a formar profundas galerías con distintas ramificaciones y espacios. No obstante, si bien es cierto que esta tipología no es muy habitual en la zona, en el caso de Aguilar de Campos (Valladolid) todavía hoy se pueden encontrar restos de un pasado troglodita con un uso vivienda.

Plano de planta de casa-cueva que muestra entradas independientes a la casa y a las cuadras. La vivienda posee una triple organización: en la banda central se suceden la entrada con bóveda de piedra (dando a habitaciones iluminadas a ambos lados) y un largo pasillo de acceso hasta la cocina, completamente interior, y a otras habitaciones más profundas. Alba de Cerrato. Palencia. Fuente: MARTIN, A.: Las casas subterráneas de Alba de Cerrato. Pág. 112.

la tierra en forma de adobe o tapial como material básico para la construcción tradicional. Una estrecha vinculación entre la vivienda popular y los materiales autóctonos que fue debida a su pertenencia a una región donde la única materia prima a disposición del hombre humilde era la propia tierra, ya que escaseaban otros elementos constructivos como la piedra o la madera y el ladrillo se encontraba muy lejos de las posibilidades de los lugareños.

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Técnica Constructiva Durante su periodo de construcción, existían albañiles especializados en la excavación para dirigir el proceso sustractivo; eran los llamados “cueveros”, una profesión hoy en día totalmente extinguida en el municipio junto a quienes los propios usuarios y sus familiares colaboraban en la excavación, constituyendo un interesante fenómeno de autoconstrucción colectiva. Al igual que ocurría en otros casos, una vez seleccionado un terreno apropiado, impermeable y fácil de trabajar junto con la mejor orientación posible, el proceso de ejecución comenzaba con un corte vertical en la pendiente que iba a funcionar como fachada principal de la casa. La tierra resultante del corte se extendía horizontalmente en la zona delantera, rellenando parte del talud natural, ampliando la superficie exterior de acceso a la vivienda y formando un espacio comunitario, cuya función según F. Jové: “[…] resulta esencial para entender la forma de vida del hábitat subterráneo, ya que cumple una misión específica dentro de la organización funcional de la vivienda.” 106 De este modo, una vez preparado el plano vertical, el terreno se dejaba respirar permaneciendo así al menos durante un mes a la espera de ser horadado mediante las estancias necesarias en cada caso concreto.

1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento Respecto a su localización geográfica, Aguilar de Campos es una pequeña población situada al noroeste de la ciudad de Valladolid, cuya comarca se presenta como símbolo de la “arquitectura del barro” debido a la utilización de

JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Universidad de Valladolid. Valladolid, 2006. Pág. 225.

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107

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL

“La cueva no es un contenedor, o un gran espacio que se subdivide en otros en función de usos y necesidades, sino que cada uno de sus espacios tiene su estructura independiente.” 108

3.1. Tipología De Cueva Esta agrupación resulta de gran interés por su extensión y nivel de ocupación al estar compuesta por 31 casas-cueva, varias habitadas y en perfecto estado de uso, en un conjunto organizado en cuatro niveles de terrazas sucesivas sobre una pendiente cercana al casco urbano. El asentamiento responde a una excavación horizontal en ladera, en viviendas con una buena orientación y adecuación topográfica generando unas construcciones subterráneas que, según A. Martín: “[…] están orientadas al sur o al suroeste, por lo que evitan los vientos más fríos, que son, en esta zona, los del norte y noroeste.” 107 Respecto a los usos funcionales, se produce una zonificación interior entre zona de día y de noche, determinada por la existencia o inexistencia de iluminación directa en las estancias. La pieza más importante es la cocina, donde se sitúan el hogar y la chimenea; así, al convertirse en la estancia más caliente, es el espacio donde se pasa gran parte del día durante los fríos inviernos.

3.2. Descripción Este modelo de vivienda, que deriva de la planta en cruz, habitualmente cuenta con tres habitaciones en fachada más otras al fondo, estableciendo un acceso central que relaciona todas ellas. Al igual que ocurre en otros casos, con la llegada de la red de saneamiento y del agua corriente se construyen cuerpos anexos en la parte delantera para situar los cuartos húmedos. Elementos que configuran un frente de fachada edificado convencional y ocultan la cueva desde el nivel de calle, pudiendo intuirse al exterior únicamente gracias al volumen emergente de la chimenea. Esquema tridimensional de casa-cueva con planta en cruz. Se observan sus bóvedas, dispuestas en el sentido de entrada a cada uno de los espacios, así como los encuentros de los huecos de paso con los techos y la posición de la chimenea. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 230.

Esquema en sección vertical del conjunto excavado. Se desarrolla en cuatro niveles sucesivos, remontando la cuesta del castillo. Las calles se organizan en un trazado radial, alrededor del antiguo castillo, correspondientes a los diferentes niveles topográficos. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 99.

Su planta de distribución está formada por la agrupación de cédulas individuales que se organizan de modo conjunto, en función de las necesidades y posibilidades económicas de sus habitantes. En palabras de F. Jové:

MARTIN, A.: Las casas subterráneas de Alba de Cerrato. Revista de Folklore, nº 202. Caja España y Fundación Joaquín Díaz. Pág.119.

107

En cuanto a las dimensiones, las estancias suelen tener una forma sensiblemente rectangular de aproximadamente 2,5 m de ancho y 2,5 m de alto en el centro del vano. El espesor de los muros portantes es considerable, llegando a los 1,2 m tanto en la fachada principal como en la mayor parte de estancias, con un valor un poco mayor en la cocina, donde se alcanzan los 1,5 m.

JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Universidad de Valladolid. Valladolid, 2006. Pág. 179.

108

Los techos están formados por bóvedas de arista rebajadas que descargan en los gruesos muros perimetrales y que, a pesar de ser las más económicas en ejecutar, según A. Martín 109 suelen sufrir grietas y desprendimientos. 3.3. Comportamiento climático En cuanto a las condiciones interiores, debido a que todos los paramentos, paredes y techos se encuentran pulcramente encalados, los espacios muestran una gran luminosidad. Respecto a su comportamiento climático, estas casas-cueva presentan un confort aceptable, disfrutando de una temperatura prácticamente estable durante todo el año y paradójicamente:

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

“[…] resultando más económicas que las casas por el menor combustible que necesitan para calentarse en invierno.” 110 Además, cabe destacar que, a pesar de que su materialidad pueda asemejarse a otros edificios de construcción tradicional en tierra, la tipología excavada tiene un mejor comportamiento estructural debido a la continuidad en la transmisión de esfuerzos a través del material sin la existencia de singularidades, evitando los puntos débiles térmicamente hablando y dando lugar a una arquitectura subterránea que, según F. Jové: “[…] es la que sin duda presenta el mayor grado de adaptación al clima de la comarca.” 111

MARTIN, A.: Las casas subterráneas de Alba de Cerrato. Revista de Folklore, nº 202. Caja España y Fundación Joaquín Díaz. Pág.117. 110 JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Universidad de Valladolid. Valladolid, 2006. Pág. 195. 111 Op.cit. Pág. 196. 109

4. ANEXO DOCUMENTAL 4.1. Planos Planta de cubiertas de casa-cueva en el barrio del Castillo. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 54.

Alzado principal de casa-cueva en el barrio del Castillo. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 54.

Planta de excavación de casa-cueva en el barrio del Castillo. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 55.

Sección de la fachada principal de casa-cueva en el barrio del Castillo. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 55.

109

Distintas secciones verticales de casa-cueva. Astudillo. Palencia. Fuente: MARTIN, A.: Las casas subterráneas de Alba de Cerrato. Pág. 114.

Vista de fachada principal de casa-cueva en el barrio del Castillo. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 164.

Corte ideal de La Mota, con escaleras descendentes en las bodegas ubicadas al norte y con casas-cueva ubicadas al sur, ambas ordenadas en tres niveles. Astudillo. Palencia. Fuente: MARTIN, A.: Las casas subterráneas de Alba de Cerrato. Pág. 112.

4.2. Imágenes Chimenea de ventilación de sección troncocónica construida con barro y paja. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 214.

Vista desde el tejado de una cueva en el barrio del Castillo. Se observa el patio conformado por los cuerpos adelantados y, en primer término, la manta de barro y paja que permite la transición entre el terreno natural y el alero de tejas. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 170.

Fachada de casa-cueva con alero de madera cubierto de teja. Barrio del Castillo. Aguilar de Campos. Valladolid. Fuente: JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Pág. 53.

03. | LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA Tal y como evidencian múltiples estudios, algunos incluso de principios de 1940, a lo largo de la historia han existido cuevas en nuestra comunidad por pura necesidad. Excavadas principalmente en distintas localidades de la provincia de Valencia como Burjasot, Benimamet, Bétera, Godella, Ribarroja, Moncada y Paterna, o de la provincia de Alicante como Elda, Rojales o Crevillente, se ubicaban en lugares donde únicamente era necesaria la obtención de una pequeña superficie propia o arrendada a un módico precio para acceder a una vivienda excavada directamente en el subsuelo. En los años 80, tras la elaboración de distintos estudios sobre los hábitats subterráneos, toman especial relevancia los censos que documentan estos espacios en diversos puntos de Andalucía; sin embargo, la falta de trabajos en la Comunidad Valenciana hace difícil conocer la significación de las viviendas excavadas en nuestro territorio. Aún así, a pesar de que en muchas localidades valencianas ya no existían cuevas habitadas, P. Saletta afirma que esta tipología aún no ha desaparecido completamente de nuestra región, al indicar a mediados de los 90 que:

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

“Un total de 78 pueblos de la Comunidad Valenciana poseen cuevas de diversos tipos." 112 Años más tarde de esta aseveración, ya en el presente siglo, aparecerán los estudios de F. Aranda acerca de los asentamientos de arquitectura excavada en el levante español, donde se identifican cuevas habitadas en Paterna, Benimamet, Ribarroja, Bocairente u Onteniente en la provincia de Valencia y en Alfafara o Crevillente en la provincia de Alicante; unas viviendas subterráneas ocupadas por diferentes clases sociales, abarcando desde gente con pocos recursos a pequeños agricultores, comerciantes o familias con cuevas totalmente amuebladas y acondicionadas como segunda residencia. Es posible que los primeros en excavar refugios enterrados en estas zonas fueron pobladores inmigrantes. Al constituir familias más pobres que vivían en comunidad, habitaban casas semejantes a pequeños hormigueros que, aún siendo subterráneas, tenían paredes blancas y corrales repletos de geranios. Así, configuraban asentamientos donde el conocimiento popular acerca de cómo excavar aquella tierra impermeable y blanda, endurecida por la acción atmosférica, se transmitía de generación en generación para, en palabras de M. A. Arazo y F. Jarque, generar interesantes agrupaciones donde:

Chimeneas en las Cuevas de Paterna. Valencia. Fuente: ARAZO, M.A.; JARQUE, F.: Arquitectura popular valenciana. Pág. 47.

“La humildad abanderaba la pulcritud de la cal y los pétalos encendidos; y hubo un tiempo en que la arquitectura cúbica y de conos truncados, es decir de muros que limitaban el tragaluz y de chimeneas que emparentaban con las de Ibiza, Santorini e Hydra, se convirtieron en tema de pintores -como Barbeta, Francisco Sebastián y Milagros Ferrer- ansiosos de un paisaje insólito y reverberante.” 113 SALETTA, Patrick. Director General Forum UNESCO en 1996, según GARCÍA AZNAR, J.A.; LÓPEZ DAVÓ, J.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 34. 113 ARAZO, M. A.; JARQUE, F.: Arquitectura popular valenciana. Diputación Provincial de Valencia. Valencia, 1995. Pág. 46. 112

Vista interior de las cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 70.

111

Por todo ello, y según las tipologías de arquitectura subterránea presentes en nuestra comunidad, a continuación se plantea el análisis de ejemplos excavados concretos mediante distintas fichas tipológicas que recogen:

Vivienda excavada en Crevillente. Alicante. Fuente: propia

Vista general de las cuevas de La Torre. Paterna. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 21.

Cueva correspondiente a la tipología desarrollada paralelamente a fachada. Rojales. Alicante. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág 42.



Arquitecturas de excavación horizontal: en el caso de los asentamientos lineales en acantilados de Bocairente (Valencia), Onteniente (Valencia) y Alfafara (Alicante); o en el caso de los asentamientos en ladera abancalada de Crevillente o de Rojales, ambos en Alicante. En este conjunto es interesante destacar las agrupaciones de las casas-cueva de Crevillente, que han permanecido al paso del tiempo a pesar de que la normativa urbanística no permita nuevas excavaciones sino únicamente su reparación. Estas viviendas serán objeto de un estudio más pormenorizado en el Capítulo 03 y 05 de la presente tesis.



Arquitecturas de excavación horizontal + vertical: en el caso de los asentamientos sobre plano horizontal de Paterna, Benimamet o Bétera, los tres ubicados en la provincia de Valencia.

ESTUDIO A NIVEL DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Bocairente (Valencia), Crevillente (Alicante) y Paterna (Valencia)

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

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03.1. ARQUITECTURAS DE EXCAVACIÓN HORIZONTAL

03.1.1. Asentamientos lineales acantilados _Bocairente (Valencia)

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Técnica Constructiva

1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento y Composición Del Terreno En la Comunidad Valenciana existen distintos ejemplos de asentamientos en plano vertical como son las Cuevas de los Moros de Bocairente (Valencia), las Cuevas de las Ventanas en Alfafara (Alicante) o el Pou Clar en Onteniente (Valencia), localizados en terrenos calizos erosionados que se clasifican petrológicamente según F. Aranda:

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

“[…] como calizas blancas ligeramente silíceas y arenosas.”

En el caso concreto de Bocairente, la composición del terreno, su homogeneidad y la calidad de talla del material han permitido un vaciado mucho más libre, ya que las superficies excavadas sufren un proceso de carbonatación que mejora la resistencia superficial de su capa de acabado, llegando a pulirse completamente debido al roce continuado. Sin embargo, a pesar de la facilidad de excavación en este terreno, también existen ciertas zonas de mayor singularidad y dureza donde, según F. Aranda: “La aparición de tramos margosos, con endurecimientos imprevistos, puede hacer que se reconsidere el plan inicial de las excavaciones o que se recurra a medios extraordinarios de excavación.” 115

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Respecto al conjunto de cámaras excavadas en Alfafara, se encuentra ubicado a una altura de 12 m sobre el nivel de un barranco al sur de la población. El material base, una caliza de grano fino y color blanco-crema, tiende a ser arenoso lo que genera un aumento de porosidad y posibilita que la erosión fluvial haya actuado más intensamente en esta zona que en las otras dos anteriormente mencionadas. Covetes de les Finestretes. Alfafara. Alicante. Fuente: www.pahiscul.com/arquitecturarupestre.htm

3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL 3.1. Tipología De Cueva y Descripción Debido a una necesidad defensiva de sus habitantes, el acceso a estas cámaras horadadas en plano escarpado resulta bastante difícil. Esta excavación de espacios habitables no sigue patrón ni regularidad estricta, aunque su distribución presenta una estructura radial con una escala peculiar. Toda esta casuística de vaciados prueba que técnicamente era posible la ejecución de conexiones excavadas de tipo túnel o de núcleos de escaleras que relacionan espacios a distinto nivel; de este modo, se crean complejas comunicaciones entre celdas que llegan a constituir una estructura laberíntica, evidenciada al exterior mediante una azarosa disposición de huecos. Sección vertical longitudinal de las Cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 68

ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 63.

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ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 99.

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La configuración aleatoria de pequeñas aberturas de fachada para ventilación o acceso en esta masa montañosa facilita la renovación de aire y el acondicionamiento de los espacios interiores, permitiendo una fácil circulación a través de todo el sistema de perforaciones. En este caso, no son necesarias chimeneas de conexión con el exterior puesto que la ventilación cruzada se da de forma natural entre los espacios tanto en un plano vertical como horizontal, a través de los numerosos huecos entre estancias. Por último, cabe destacar que si la tipología en plano vertical no está acompañada de una geología adecuada, el asentamiento puede llegar a quedar estructuralmente comprometido como en el caso del hábitat subterráneo de las Cuevas del Turco en Chella (Valencia), donde muchas de las excavaciones se han desmoronado con el paso del tiempo, borrando la huella de la actividad subterránea en la zona.

4.2. Imágenes Plano de fachada de las cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 65.

Espacios intercomunicados en las cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 82.

4. ANEXO DOCUMENTAL 4.1. Planos Secciones horizontales de las Cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 69

Secciones verticales transversales de las Cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 68

Vista interior de las cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 71.

Matices lumínicos en las cuevas de Los Moros. Bocairente. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 71.

03.1.2. Asentamientos en ladera_Crevillente (Alicante)

1. UBICACIÓN Y ENTORNO 1.1. Emplazamiento

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Al igual que sucede en otras localidades al sur de España, esta tipología en ladera se emplaza usualmente en las vertientes de valles, en terrenos próximos a huertas o en las inmediaciones de ciudades desarrollando una trama urbana irregular. Unas condiciones que han sido aprovechadas para la excavación de casas-cueva en distintas localidades como Rojales, Elda o Crevillente, todas en la provincia de Alicante. El caso concreto de los asentamientos excavados de Crevillente es bastante destacable en esta región puesto que en 1950 cobijaban casi a la mitad de la población total del municipio; aún hoy en día siguen albergando viviendas enterradas en verdadero uso que se adaptan a las necesidades actuales en barrios excavados.

El terreno de la zona se compone de una capa superior de materiales conglomerados, con tamaño de grano fino y variable, de un espesor aproximado de un metro, que proporciona un techo con capacidad portante suficiente como para asumir las luces de los espacios interiores. La segunda capa posee una naturaleza margosa-arcillosa y tiene un mayor espesor; es un estrato más apropiado para la excavación ya que es fácil de horadar y lo suficientemente estable como para evitar desprendimientos, debido a su adecuada cohesión y dureza. Aún así, en palabras de F. Aranda 117, en la excavación subterránea toda precaución es poca, por lo que los muros de carga normalmente son de bastante espesor como medida de seguridad, predominando la masa portante sobre el espacio vaciado. 2.2. Técnica Constructiva El sistema constructivo, es sensiblemente el mismo que el utilizado en otros casos similares, obteniendo un frente de fachada de 3 a 4 m de altura desde donde comenzar la excavación interior. Durante el proceso, que puede realizarse de modo paulatino en temporadas sucesivas, las viviendas son moldeadas mediante perforaciones encadenadas en profundidad con espacios en bóveda, una forma idónea para evitar hundimientos al generar arcos de descarga tanto en dinteles como en techos, que descansan a su vez sobre una estructura de gruesos muros de carga.

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN Vista general del estar comedor con acceso a otras estancias excavadas. Crevillente. Fuente: propia.

2.1. Composición Del Terreno En esta localidad, tal y como ocurre en otros puntos de la geografía valenciana, existen terrenos geológicamente adecuados para la excavación en barrios de orografía pronunciada, creando unos hábitats artificiales de viviendas subterráneas que, en palabras de P. Deffontaines: “[…] han sido fácilmente excavadas en una capa de arcilla del Mioceno, cubiertos con una capa lo suficientemente delgada de concreciones calcáreas, formando un techo sólido.” 116 DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 18. Texto original: “[...] elles ont été facilement creusées dans une couche d'argile miocène, recouverte d'une couverture assez mince de concrétions calcaires, formant toiture solide.”

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ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 41.

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3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL

fachada. Unas viviendas que han evolucionado junto a sus habitantes hasta llegar a alcanzar, en palabras de J.A. García y J. López, incluso:

3.1. Tipología De Cueva Las casas-cueva de Crevillente pueden clasificarse dentro de la excavación en plano horizontal en ladera, donde las viviendas se estructuran en hileras escalonadas y se organizan en una red de vaguadas. De este modo, la morfología del lugar propicia el acceso desde la pendiente, con una primera línea de habitaciones que vierten al exterior mientras que el resto de estancias se excavan en profundidad sobre el terreno. Habitualmente, la planta de distribución cuenta con un espacio principal de acceso en torno al cual se organizan el resto de las habitaciones siguiendo una estructura similar a la de las viviendas convencionales de la localidad. A pesar de disfrutar de agua potable, electricidad y saneamiento desde hace años, muchas de ellas presentan como gran inconveniente la imposibilidad física de expansión, debido a que la densidad de población excavada en la zona es importante. Debido a esto, se opta mayoritariamente por construir elementos exteriores anexos a la fachada principal, llegando incluso a edificar nuevas viviendas encima de las propias cuevas. Una adaptación que realmente ha permitido la subsistencia de estos barrios excavados con el paso del tiempo, evitando su abandono y su desaparición definitiva.

“[…] cinco habitaciones en línea […] buscando una nueva salida al exterior. En general, esta distribución tan alargada es explicable por la evolución de la familia. Se han dado casos en los que al seguir excavando más estancias en profundidad, se ha llegado a salir por la cara opuesta de la ladera.” 118 3.3. Comportamiento climático En cuanto a la ventilación de los espacios, el terreno presenta una cohesión suficiente como para practicar perforaciones en el estrato que conforma el techo, permitiendo la situación de chimeneas en las habitaciones más profundas de la cueva. Unos tiros que facilitan la ventilación natural en las estancias más difíciles de la tercera o cuarta crujía y que aseguran la ventilación cruzada en toda la vivienda. Vista de la cubierta vegetal de una casa-cueva con chimeneas de ventilación. Crevillente. Alicante. Fuente: propia.

Sección longitudinal de una cueva con lumbrera. Crevillente. Alicante. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 72.

3.2. Descripción En el municipio, las viviendas excavadas poseen una fachada de aspecto sencillo, normalmente encalada y con pequeñas ventanas. Con una orientación a sur, norte, este u oeste en función de las condiciones del terreno, las viviendas presentan una distribución interior variada, en ocasiones modesta, formada por 3 o 4 habitaciones desarrolladas en profundidad perpendicularmente a la

Con el fin de iluminar las estancias interiores, se plantea una solución mediante las llamadas “lumbreras”: paralelepípedos orientados a sur que permiten la entrada de luz a las habitaciones más profundas. De este modo, se consigue iluminar, a la vez que ventilar, aquellos espacios en un principio oscuros y poco aireados, provocando que la tipología de casa-cueva pierda uno de sus mayores inconvenientes como es la oscuridad interior. Un defecto que según M.E. Urdiales, poseen: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 44. 118

“[…] la mayoría de las cuevas del territorio peninsular […] sin ventilación suficiente.” 119

4. ANEXO DOCUMENTAL 4.1. Imágenes

Lumbrera o “tragaluz” en casa-cueva. Crevillente. Alicante. Fuente: propia.

Vivienda excavada con enfoscado en fachada y en la cubierta. Crevillente. Alicante. Fuente: GARCÍA AZNAR, José Antonio; LÓPEZ DAVÓ, Joaquín Antonio: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 80.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Zona de estar interior en casa-cueva. Crevillente. Alicante. Fuente: propia.

Respecto a las características de habitabilidad, aunque poseen un buen suministro de servicios urbanos, lo cierto es que municipalmente siempre se ha practicado una política de supresión hacia estas viviendas, con normas urbanísticas que han prohibido legalmente su construcción y únicamente han admitido pequeñas reformas o acondicionamientos puntuales. Parece que, a pesar de las comodidades convencionales que puedan ofrecer, ante la municipalidad no dejan de ser cuevas y por tanto el propio ayuntamiento no admite licencias de ocupación donde estos espacios se contemplen como vivienda, limitando su expansión y en cierto modo, su conservación. Estos ejemplos serán analizados más profundamente en el Capítulo 03 del presente trabajo, donde se estudiarán los modelos tipológicos excavados existentes en la localidad y su evolución en el tiempo.

Encuentro de la bóveda del espacio central del comedor con el paso a una habitación. Crevillente. Alicante. Fuente GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 39.

URDIALES, M.E.: Cuevas de Andalucía. Evolución, situación y análisis demográfico en la provincia de Granada. Colección Monografía 3. Tomos I y II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Junta de Andalucía. Granada, 1987. Pág. 61.

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Vista general de un nivel excavado en el barrio de La Salud. Crevillente. Alicante. Fuente propia.

Sustitución de una casa-cueva por una edificación convencional de dos plantas en la calle Llorens. Crevillente. Alicante. Fuente propia.

Casa-cueva excavada en Crevillente. Alicante. Fuente propia.

Casa-cueva con patio delantero en el barrio de La Salud. Crevillente. Alicante. Fuente propia.

Cubierta de casa-cueva enfoscada con chimenea en primer plano. Crevillente. Alicante. Fuente propia.

Vista general de casas-cueva excavadas. Crevillente. Alicante. Fuente propia.

03.2. ARQUITECTURAS DE EXCAVACIÓN HORIZONTAL + VERTICAL

03.2.1. Asentamiento sobre plano horizontal_Paterna (Valencia)

2. MATERIA Y CONSTRUCCIÓN 2.1. Composición Del Terreno

1. UBICACIÓN Y ENTORNO

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

1.1. Emplazamiento Aunque la utilización de este tipo de vivienda en la Comunidad Valenciana puede remontarse a la época árabe tal y como ocurre en otras poblaciones andaluzas, lo cierto es que el gran auge de estas excavaciones subterráneas surge a principios del siglo XX en Paterna. Concretamente, es en 1945 cuando las casas-cueva albergan un 20% de la población censada en más de 500 construcciones excavadas, alcanzándose el mayor número en esta localidad. En la década de los 60, muchas de las cuevas se abandonan debido al desarrollo de nuevas edificaciones en todo el término municipal y es en 1971 cuando son declaradas Monumento Histórico Artístico Local con el fin de preservarlas de la vorágine urbanizadora, quedando hoy en día algunas de ellas como sede de asociaciones, museos o viviendas ocasionales. De este modo parece que, aunque hubo un momento en que desapareció parte de su patrimonio excavado, Paterna hoy en día está muy concienciada en conservar los escasos vestigios trogloditas que aún se conservan ya que una rápida actuación del Forum UNESCO hizo que este tipo de hábitat fuera valorado desde otra perspectiva. Vista general de las Cuevas de La Torre. Paterna. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 22.

La mayoría de estas cuevas se ubican en los desniveles de pequeñas estribaciones montañosas, en un terreno poco compacto de características impermeables y blandas que se endurece por la acción atmosférica. Tal es el caso de las excavaciones mixtas de las Cuevas de Buenavista, Cuevas de Batán o Cuevas de La Torre (todas ellas en Paterna) o como en los asentamientos ya destruidos de Benimamet (Valencia). Unas cuevas que, en palabras de F. Aranda se ubican en terrenos clasificados litológicamente como: “[…] depósitos arenosos terciarios de génesis continental que, en la actualidad, se encuentran cubiertos por una caliza de costras formada por incremento de carbonatos o cementación de las sales disueltas en el agua de escorrentía superficial.” 120 Estos estratos existentes bajo la capa superficial caliza son fácilmente excavables en cualquier dirección y presentan suficiente cohesión como para formar muros de carga de hasta un metro de espesor. Además, debido a la existencia de un grueso medio de terreno mayor a 70 cm por encima de las estancias excavadas, no se llega a comprometer la impermeabilidad del conjunto o la capacidad portante de la capa superficial en su parte superior. 2.2. Técnica Constructiva La excavación se realiza con más facilidad en tramos carbonatados localmente, como pueden ser arenas o arcillas de tonos claros y amarillentos. Una facilidad que, seguramente, influyó en su día para un avance masivo de estos barrios excavados en cualquier dirección. Tras la perforación en el terreno, la impermeabilidad de las arcillas posibilita que las aguas de escorrentía superficial, ricas en carbonatos, formen una costra calcárea y cementen los tramos excavados. Gracias a esta propiedad, el material alcanza suficiente cohesión como para formar muros de carga incluso con formas curvas, si bien es cierto que la excavación no admite más de una planta de altura debido a razones de seguridad estructural. ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003. Pág. 21.

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3. DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA Y FUNCIONAL 3.1. Tipología De Cueva En Paterna existen dos tipologías básicas de viviendas subterráneas: • Las enclotadas, aquellas construidas en desniveles suaves de terreno aprovechando los "clots" existentes, es decir hoyos u hondonadas desde donde se accedía a distintas cuevas bien por rampa o por escalera, formando viviendas que se agrupan a su alrededor amortizando la dificultad de excavación del acceso. Patio interior de las Cuevas de la Torre en Paterna. Valencia. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.37.

• Las frenteadas, aquellas que aprovechan el desnivel del terreno como fachada de acceso, excavando a partir de ella las estancias interiores. Estos asentamientos se mimetizan con la arquitectura popular en superficie, camuflando su naturaleza subterránea mediante la sobreelevación de edificaciones encima de la cubierta de la cueva, la construcción frente a la excavación o el tabicado de particiones interiores. Vivienda convencional sobre casa-cueva excavada. Paterna. Valencia. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.38.

3.2. Descripción La distribución interior se desarrolla en una sola planta y en cualquier dirección, con espacios libres de hasta 9 por 3 m en superficies totales de 70 a 160 m2 que llegan a trabarse entre sí. Habitualmente, desde la puerta de entrada se accede a un pasillo distribuidor flanqueado por habitaciones donde los espacios de la primera crujía se iluminan y ventilan directamente a través de la plaza o calle principal, mientras que los de la segunda y tercera crujía se ventilan e iluminan a través de patios de luces traseros. Alrededor de estos patios se distribuyen libremente la cocina, zonas de servicio, almacenes, talleres y otras dependencias auxiliares. Unas excavaciones donde, en palabras de P. Deffontaines: “[…] las habitaciones se abren a la fachada, blanqueadas con cal, sobre un pequeño patio excavado, al que se accede por una rampa; las calles están en la superficie, limitadas solamente por chimeneas que brotan todas blancas, directamente desde el suelo; nichos tallados en las paredes, sirven de armarios y sobre los bordes de las paredes, se reservan bancos en lugar de sillas.” 121 En cuanto a los revestimientos interiores, no se desarrollan al máximo las posibilidades de color y textura que ofrece el propio terreno ya que los muros se enfoscan y frecuentemente se alicatan al interior para controlar la humedad capilar y evitar desmoronamientos. De este modo, con cuartos de baño que presentan suelos de baldosas o zócalos de azulejos, estas viviendas no se parecen en nada a la imagen original de la cueva primitiva. 3.3. Comportamiento climático A nivel de conjunto, los grupos de viviendas se orientan de manera aleatoria gracias a la facilidad de excavación del terreno en cualquier dirección. Existe un ligero predominio de las direcciones este y sur, aparentemente más que para aprovechar el soleamiento o para disfrutar de las vistas lejanas al mar o a DEFFONTAINES, P.: L´homme et sa maison. Collection Géographie Humaine. Éditions Gallimard. Mayenne, 1980. Pág. 18. Texto original: “[...] les habitations s'ouvrent en façade, blanchie à la chaux, sur un petit patio excavé, où l'on accède par une rampe; les rues courent à la surface, bordées seulement par les cheminées qui jaillissent toutes blanches, directement du sol; des niches, creusées dans les parois, servent d'armoires et sur les rebords des murs, on réserve une banquette qui tient lieu de chaises.”

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la ciudad de Valencia, para facilitar la evacuación del agua por escorrentía o potenciar la ventilación cruzada. En cuanto a la ventilación, la fachada principal posee una o dos ventanas que iluminan y ventilan las estancias de la primera crujía, aprovechando las ventajas ofrecidas por los patios interiores para resolver las necesidades en segundas o terceras crujías. Para favorecer el comportamiento térmico, la cocina o el comedor también disponen de chimeneas: unos elementos prismáticos blancos elevados sobre el terreno que se constituyen como referentes arquitectónicos destacados, junto con barandas y muretes de suaves pendientes que protegen de la escorrentía del agua.

4. ANEXO DOCUMENTAL 4.1. Planos

Sección longitudinal de cueva en Paterna. Valencia. Extraído de ARANDA, F. “La Arquitectura de los Sistemas Pasivos de Enterramiento en el Levante Español”. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.34.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Chimeneas de antiguas casas-cueva que han pasado a formar parte de una zona pública urbana. Paterna. Valencia. Fuente: ARAZO, M.A.; JARQUE, F.: Arquitectura popular valenciana. Pág. 48.

Sección de cueva excavada en el plano horizontal formando un “clot”. Paterna. Valencia. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág.35.

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4.2. Imágenes Vista de patio y chimenea en las Cuevas de Camales. Benimamet. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 29.

Chimeneas de ventilación de las cuevas de La Torre. Paterna. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 31.

Vista general de las cuevas de La Torre. Paterna. Valencia. Fuente: www.centro.paterna.biz/Cuevas.htm

Chimeneas de las cuevas de Paterna. Valencia. Fuente: ARAZO, M.A.; JARQUE, F.: Arquitectura popular valenciana. Pág. 46.

Cuevas de Paterna. Valencia. Fuente: ARAZO, M.A.; JARQUE, F.: Arquitectura popular valenciana. Pág. 48.

Chimeneas y patios de iluminación en las cuevas de La Torre. Paterna. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 32. Vista general de chimeneas en las cuevas de La Torre. Paterna. Valencia. Fuente: ARANDA, F.: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Pág. 24.

04. | CONCLUSIONES | La vivienda excavada: pervivencia en el tiempo El presente estudio a nivel mundial, nacional y regional de la vivienda tradicional enterrada ha supuesto un punto de partida para entender los orígenes y la distribución en el territorio de esta arquitectura excavada, facilitando la identificación de sus principales características y los motivos de su conservación hasta nuestros días.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

La generación de un muestrario específico de soluciones enterradas a tener en cuenta dentro de nuestro patrimonio excavado, ha permitido analizar los modelos de referencia, las técnicas constructivas empleadas o la influencia de la ubicación geográfica en el funcionamiento de estas viviendas. Las fichas tipológicas planteadas han servido para describir, en cada caso, conceptos como su ubicación en el entorno (su emplazamiento y sus condiciones climáticas), la materia y el tipo de construcción que las conforman (la composición del terreno y las técnicas constructivas empleadas), la descripción morfológica y funcional de sus espacios (su tipología y su comportamiento climático) o su representación gráfica en planos e imágenes. Una documentación que ha proporcionado interesantes datos para un estudio tipológico representativo a lo largo de distintas geografías. A partir de las necesidades sociales e históricas existentes en el momento de su aparición inicial, estas viviendas han permanecido hasta la actualidad gracias a factores relacionados con las condiciones del terreno donde se ubican, la adaptación armónica a su entorno o su modificación tipológica y funcional con el paso de los años. Aunque la mayoría de estas propuestas parezcan amablemente sencillas, han permanecido en pie gracias a la especial relevancia que toman los materiales del terreno en su continuidad, siendo uno de sus factores más determinantes. De este modo, en función del emplazamiento donde se ubica, una cueva excavada en piedra exige un planteamiento más detallado y un esfuerzo mucho mayor que otras construcciones en un material base más terroso; sin embargo, salvado este inconveniente inicial, no cabe duda que la durabilidad de la primera es mucho mayor al paso de los años ya que su elevada resistencia y cohesión la hacen más apropiada como base para una arquitectura excavada. Incluso si nos abstraemos del resto de características y nos centramos únicamente en el concepto de durabilidad, se puede afirmar que ésta es mucho mayor en las viviendas trogloditas que en las viviendas convencionales actuales, ya que una cueva de piedra puede llegar a resistir sin dificultad un uso durante cuatrocientos o quinientos años mientras que una edificación convencional sólo perdura treinta o cuarenta años sin necesidad de acometer reparaciones importantes. En estos términos se podría afirmar que una cueva en piedra es prácticamente indestructible, si bien es cierto que en la durabilidad de esta arquitectura excavada debe considerarse otro factor importante que depende del propio usuario. Es él quien debe encargarse del mantenimiento periódico de la vivienda (fundamentalmente de aquellos

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elementos añadidos a posteriori, más susceptibles de sufrir patologías o roturas, como carpinterías o instalaciones) para conservar la habitabilidad del conjunto y, por tanto, suyo será el éxito o el fracaso de la pervivencia en el tiempo de estas construcciones. En otras palabras: “Resultará útil recordar que los edificios tradicionales perduran durante siglos, no porque sean sólidos sino porque están siendo reparados continuamente. La fábrica física de los edificios se desintegra lenta y permanentemente y esto es contrarrestado por las reconstrucciones y reparaciones de los usuarios.” 122 A la hora de asegurar la durabilidad de una vivienda excavada, además del mantenimiento de las estancias interiores también adquiere gran importancia la conservación de las superficies exteriores, al ser zonas expuestas continuamente a las condiciones atmosféricas. Así, estando sometidas a un desgaste y deterioro constante, son más sensibles a la acción directa de los agentes externos y, por tanto, son imprescindibles labores de mantenimiento tanto en fachadas como en los espacios menos profundos de la vivienda para evitar una erosión continuada. Finalmente, cabe destacar que el escaso mantenimiento de muchas agrupaciones excavadas en nuestro entorno provoca una reducción drástica de sus condiciones de habitabilidad ya que la iluminación insuficiente o, principalmente, la inexistencia de ventilación provocan desprendimientos en los acabados superficiales interiores. Si no mejoran las condiciones ambientales, el problema se agrava indefectiblemente y esta situación puede incluso conllevar un derrumbe parcial o total de la construcción subterránea. Para evitar estos fenómenos de desaparición paulatina en nuestro patrimonio excavado, se hace necesaria una intervención y rehabilitación continuada que lo mantenga en uso pleno y en las condiciones ambientales interiores más adecuadas.

ALEXANDER, C.; JACOBSON, M.: Especificaciones para un sistema de edificación orgánico y humano. Según JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Universidad de Valladolid. Valladolid, 2006. Pág. 201.

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| La construcción enterrada: un acondicionamiento natural interior benevolente

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

Desde su origen, la arquitectura tradicional ha protegido al hombre contra las agresiones provenientes del clima externo gracias a ambientes interiores que permitieran el máximo bienestar con un mínimo empleo de energía mediante el uso de materiales autóctonos. Sistemas pasivos de acondicionamiento que mejoraban las condiciones de los espacios ya fuese mediante la elección del espesor idóneo de los cerramientos, el tamaño apropiado de huecos exteriores o la distribución de estancias más correcta. En general, es destacable la importancia del medio físico existente en este tipo de viviendas ya que la mayor parte de casas-cueva se excavan en regiones con escasas precipitaciones y una amplia oscilación térmica anual. Sin embargo, los condicionantes impuestos por la naturaleza no son los únicos existentes y la influencia humana es la que explica, en último término, su permanencia hasta la actualidad. De un modo global, los conceptos de habitabilidad y confort en ambientes interiores influyen activamente en la conservación de estas viviendas, estando directamente relacionados con las necesidades de cada usuario, con el momento histórico inicial o con las especificidades económicas de la sociedad donde aparecen, siendo conceptos que varían en el tiempo. Actualmente, es indiscutible que nuestra exigibilidad respecto al confort no puede ser comparada con la de hace diez siglos ya que nuestra experiencia vivida y las condiciones de nuestro entorno más próximo han cambiado; pero lo cierto es que ni tan siquiera puede asemejarse a la requerida incluso hace 50 años y, por tanto, es admirable que estas viviendas hayan soportado los cambios de exigencia sufridos con el tiempo, sabiendo responder ante ellos. A esta dificultad hay que añadir que el confort es un concepto percibido de distinto modo en función de la sociedad donde nos encontremos, puesto que el ritmo evolutivo en una gran ciudad o en una población pequeña es muy diferente; además, los niveles de exigencia también cambian cuando las condiciones son de abundancia o de subsistencia ya que la valoración que hacemos respecto a nuestras necesidades más básicas está intrínsecamente relacionada con nuestra sociedad. Como ejemplo, hoy en día todo el mundo asume que sus casas han de disponer de sistemas de aire acondicionado con los que ajustar la temperatura interior de una manera automática y, si no existe esta regulación térmica “a la carta”, la vivienda no cumple el mínimo de exigencia social solicitado; una situación que no existía hace 30 años. Por tanto, a pesar de lo que pueda parecer en un principio, las construcciones enterradas no son sólo una cavidad abierta en el terreno donde poder resguardarse, sino que constituyen espacios habitables capaces de reunir unas condiciones óptimas de confort interior gracias a una correcta renovación de aire y una regulación térmica natural. Aspecto sobradamente conocido por todos los habitantes de las regiones estudiadas, quienes están acostumbrados a una convivencia amable con este tipo de construcción excavada y muestran un interés generalizado por la creación, conservación y mantenimiento de su propia vivienda.

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Así, lo cierto es que la elección de habitar una vivienda enterrada a menudo está más limitada por la propia legislación que por sus condiciones de habitabilidad interior. En España, la mayor parte de estas construcciones se engloban fuera del marco legal al no alcanzar el cumplimiento de muchas normativas actuales y, aunque en ocasiones las condiciones ambientales sean mejores que las de otras viviendas convencionales, ciertas regulaciones municipales impiden su reconstrucción o incluso su rehabilitación, abocando su supervivencia a un fracaso seguro. A pesar de esto, en muchos casos su conservación es debida a la firme decisión del propietario de anteponer su afecto y preferencia hacia esta tipología frente a las comodidades convencionales; incluso se han dado situaciones donde el municipio ha facilitado el acceso a nuevos edificios cercanos y, a pesar del cambio, los usuarios no encuentran estas viviendas tan confortables como las propias cuevas. Por otro lado, aparte del citado sentimiento de apego personal hacia estas residencias, posiblemente el mayor éxito de la arquitectura enterrada sea sin duda su buen comportamiento bioclimático, entendible desde aspectos relacionados con la naturaleza de las construcciones excavadas como puede ser la pequeña proporción de su fachada exterior respecto al volumen del conjunto (comparable en la arquitectura convencional a una edificación entre medianeras, si bien es cierto que en este caso existe una condición mucho más extrema debido a que posee una única altura y la cubierta está muy bien aislada por la masa del terreno) o las ventajas que ofrece la inercia térmica del terreno respecto a los cerramientos convencionales (minimizando completamente las variaciones diarias de temperatura y amortiguando los saltos térmicos anuales) ya que según los datos recogidos por F. Jové: “[…] el desfase de la onda térmica anual se acerca fácilmente a los seis meses, por lo que para cuando el frío del exterior quiere llegar al interior ya es verano y viceversa, para cuando el calor del verano quiere llegar al interior, fuera ya es invierno.” 123 De este modo, en climas extremos de tipo continental seco la prioridad de los espacios excavados es conseguir unas condiciones ambientales estables en el interior de las estancias mediante soluciones vernáculas que recogen las variaciones térmicas estacionales. Así la vivienda subterránea proporciona una de las mejores respuestas tradicionales al problema del frío y del calor, mediante soluciones tan simples como: •

Distribución correcta de huecos en las estancias excavadas, minimizando el número de aberturas en muros de fachada para evitar pérdidas de calor innecesarias. Habitualmente las ventanas al exterior son de pequeñas dimensiones, lo suficiente para una ventilación e iluminación básica en el interior.



Utilización de vegetación junto a la zona de acceso para refrescar el ambiente de las estancias exteriores más expuestas. Debido a que la fachada principal suele tener una exposición solar directa, el salto térmico entre interior-exterior es elevado y, por tanto, la vegetación actúa como elemento intermedio de colchón que aporta mayor frescura al ambiente.

JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Universidad de Valladolid. Valladolid, 2006. Pág. 196.

123

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA



Elección de una orientación favorable y protegida al máximo posible de las condiciones externas. En las tipologías excavadas habitualmente existe preferencia por el oeste en latitudes ubicadas al sur (buscando protección frente al sol del mediodía) mientras que en latitudes más septentrionales es habitual una orientación a pleno sur (aprovechando al máximo las horas de exposición solar) debido a la existencia de climas más fríos y la necesidad de mayor soleamiento. Una vez elegida la mejor orientación en cada caso, la distribución de los espacios excavados se plantea normalmente en dos tipologías comunes: una con estancias dispuestas en paralelo a la fachada principal y otra con un desarrollo perpendicular al frente de acceso. Aunque las más adecuadas serían las primeras debido a que permiten una mejor iluminación y ventilación directa, lo cierto es que normalmente las necesidades de ocupación obligan a la elección de una excavación perpendicular a fachada, obligando a limitar los huecos al exterior con el consiguiente descenso de luz y ventilación natural en las estancias más profundas.



Distribución correcta de conductos de ventilación. En regiones con excesivo calor, las chimeneas de ventilación no se plantean únicamente como elementos de calefacción sino como efectiva ventilación cruzada de los espacios gracias a la creación de pasos de aire que evitan el estancamiento y fomentan la renovación continua de aire entre las estancias excavadas.

A pesar de todo, frente a los citados rasgos positivos, no es posible obviar que las casas-cueva presentan ciertos aspectos negativos para el hombre moderno. Generalmente, los más importantes pueden ser la limitación en cuanto a la iluminación natural o la ventilación de las estancias interiores; aspectos que, globalmente hablando, no habían sido tenidos en cuenta en la vivienda popular hasta finales del siglo XIX (cuando aparecen mayores huecos de iluminación aprovechando la orientación mediodía o se organizan espacios favoreciendo una mejor ventilación cruzada) y que hoy en día continúan siendo prioritarios en nuestro entorno, posiblemente incidiendo en las reticencias sociales hacia este tipo de construcciones. Además, debido a su carácter excavado aparece una problemática añadida relacionada con la influencia del radón en estos espacios, ya que al conformar una estructura en contacto directo con el terreno puede existir una mayor presencia de este gas radiactivo en las estancias subterráneas. Sobre este tema se profundizará en los Capítulos 04 y 05 del presente trabajo.

129

05. | BIBLIOGRAFÍA CITADA AA.VV: Arquitectura subterránea. Tomos I y II. Consejería de Obras Públicas y Transportes. Dirección General de Arquitectura y Vivienda. Junta de Andalucía. 1989. AA.VV: Cobijo. Tursen Hermann Blume Ediciones. Madrid, 1993. Título original: Shelter. Shelter Publications. California, 1973. ALGARÍN COMINO, Mario: Arquitecturas excavadas. El proyecto frente a la construcción de espacio. Colección Arquíthesis. Nº 21. Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2006. ARANDA NAVARRO, Fernando: Materia prima. Arquitectura subterránea excavada en Levante. Ediciones Generales de la Construcción. Valencia, 2003.

CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

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CAPÍTULO 02 ESTUDIO TIPOLÓGICO DE LA VIVIENDA TRADICIONAL EXCAVADA

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133

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

capítulo

03

LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

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DISTANCIA ENTRE CREVILLENTE Y OTRAS POBLACIONES

01. | CREVILLENTE. CONDICIONES FÍSICAS 01.1. ENCUADRE GEOGRÁFICO, GEOLÓGICO Y CLIMÁTICO

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Respecto a su ubicación geográfica, Crevillente pertenece a la comarca del Bajo Vinalopó en la provincia de Alicante; una comarca que, con una superficie total de 487,60 km2, está compuesta por los municipios de Crevillente, Elche y Santa Pola. Atravesado por el trazado de la carretera nacional N-340, el término de Crevillente se encuentra a 32 km al suroeste de Alicante y a 9 km al oeste de Elche. Con una extensión de 104,55 km2 y una altitud de 130 m sobre el nivel del mar, limita al sur con los términos de Catral, Dolores y Callosa del Segura (comarca del Bajo Segura), siendo el Parque Natural de la Laguna del Hondo (El Fondó) su frontera natural; en su zona norte, la Sierra de Crevillente separa el municipio de los términos municipales de Hondón de las Nieves y Aspe (comarca del Vinalopó Medio), mientras que al este y al oeste linda respectivamente con los municipios de Elche y Albatera, este último perteneciente a la comarca del Bajo Segura.

Alicante Murcia Aeropuerto El Altet Elche Orihuela Guardamar del Segura Santa Pola Torrevieja

32 km 47 km 23 km 9 km 24 km 25 km 27 km 35 km

Distancia entre Crevillente y otras poblaciones cercanas. Fuente: www.crevillente.es

Respecto a su encuadre geológico, la comarca del Bajo Vinalopó muestra un relieve caracterizado por la erosión propia de un clima semiárido, con la presencia de distintas unidades morfológicas como son: una alineación montañosa (Sierra de Crevillente), una llanura aluvial entre los 100 m y los 10 m de altitud o una franja costera con anticlinales y sinclinales. La Sierra de Crevillente, de gran importancia para el municipio, se ubica a 835 m de altitud y presenta 12 km de longitud por 3 m de anchura; con orientación NE-SO, es un punto estratégico entre las llanuras murcianas y las comarcas alicantinas del interior. Debido a la existencia de un clima seco con escasas precipitaciones, la sierra presenta una vegetación arbustiva de hoja dura y espinosa que minimiza al máximo la pérdida de agua. Dentro de las especies destacadas en zonas de sombra encontramos carrascas, encinas, madroños o arbustos como el romero y los brezos, mientras que en zonas soleadas abundan el tomillo y la uña de gato. A pesar de la existencia de cierta vegetación, según V. Gozálvez la sierra sigue siendo algo inhóspita ya que: “[…] la espaciada vegetación natural no consigue ocultar los tonos apagados y blanquecinos de sus calizas.”

124

COMARCA ALACANTÍ ALICANTE

COMARCA MEDIO VINALOPÓ

ELCHE

CREVILLENTE

SANTA POLA

Respecto a la geología global de la zona, el municipio es un punto intermedio entre los elementos montañosos de la sierra y los cultivos de las llanuras al sur. Una zona donde la permeabilidad del terreno es muy variada y está relacionada con la existencia de múltiples pendientes y litologías.

GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 10.

124

COMARCA BAJO SEGURA Municipios que conforman la comarca del Bajo Vinalopó, donde se ubica Crevillente. Fuente: propia.

137

Así, según J.A. García y J.A. López

125

en Crevillente se pueden distinguir cuatro regiones bien diferenciadas:

1. Zonas de depresión con materiales de origen aluvial y de textura muy fina (arcillas). En ellas el manto freático es muy superficial, son poco permeables y acumulan más agua de lluvia en su superficie. 2. Zonas de materiales margosos. Aunque tampoco son muy permeables, su localización en la falda de la sierra o en zonas más elevadas y con pendiente facilita la evacuación por escorrentía. 3. Zonas montañosas de materiales calizos, donde la permeabilidad es mucho mayor.

Planimetría de la Sierra de Crevillente. Representación del relieve del terreno. Fuente: VICEDO, M.; DE LA TORRE, A.: La Sierra de Crevillente: flora y vegetación. Pág. 20.

4. Zonas de explanada. Son áreas con un buen drenaje tanto interno como superficial. Por una parte, existe drenaje interno en los estratos de glacis donde la permeabilidad es importante, al estar recubiertos por una capa gravosa más o menos cementada; esta circulación interna se ve favorecida en el sentido de la pendiente y posibilita una mayor retención de humedad provocando la aparición de matorral mediterráneo denso en superficie. Por otra parte, existe drenaje superficial debido a las pequeñas pendientes de esta zona, donde la escorrentía es más lenta ya que el manto vegetal existente ayuda a retener la humedad. Morfológicamente hablando, dos barrancos atraviesan el casco urbano de Crevillente. Por una parte, La Rambla cruza el municipio de norte a sur en su zona centro y, por otra, un barranco en la zona oeste separa la ciudad de la partida de San Antonio de la Florida. Esta peculiar estructura permite que las construcciones en el municipio se asienten sobre explanadas o pequeñas laderas con distinta pendiente, lo que genera algunos problemas de escorrentía superficial en momentos de pluviometría intensa. De un modo global, como ya se ha comentado en capítulos anteriores, la mayor parte de las cuevas excavadas en nuestros territorios se dan en terrenos secos, con cierta facilidad de talla y donde existen algunas capas impermeables. Concretamente, según J.A. García y J.A. López, la geología de los barrios trogloditas de Crevillente viene determinada por: “[…] repetidas alternancias de arcillas o limos rojos y conglomerados de una cierta compacidad que se utilizan como techo de algunas cuevas.” 126

Esquema geomorfológico de la comarca. 1. Estructura compleja constituida por pliegues corridos y fallas. 2. Abombamientos anticlinales miopliocenos. 3. Falla. 4. Escarpe de cuesta. 5. Escarpe de falla. 6. Glacis cuaternarios antiguos deformados, protegidos por costras calizas. 7. Cañadas. 8. Conglomerados y arcillas rojas villafranquenses. 9. Glacis. 10. Dolina. 11. Cono. 12. Cono superpuesto. 13. Área subsidente. 14. Zona pantanosa. 15. Dunas fósiles. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: El Bajo Vinalopó. Geografía agraria. Pág. 15.

Así, la existencia de dos litologías diferenciadas permite la excavación de espacios habitables estructuralmente estables. Una afirmación que se corrobora con el mapa geológico de Elche 127, en su hoja 893 / 28-35 (Fig.11), donde se aprecia que las casas-cueva están excavadas en materiales cuaternarios indiferenciados que alternan con conglomerados y arcillas y, ocasionalmente, algún caliche; existiendo en toda la zona materiales de naturaleza carbonática. 125 GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 48. 126 Íbidem. Pág. 48. 127 INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA. Mapa Geológico de España. Hoja de Elche (893 / 28-35).

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Q

cg

Q

Figura 11. Mapa geológico de la zona de Crevillente. Q: cuaternario indiferenciado. Qcg: conglomerados y arcillas. Fuente: Instituto Geológico y Minero de España. Mapa Geológico de España. Hoja de Elche (893 / 28-35).

Tipos de suelos: 1. Suelos de vega parda. 2. Sedimentos de suelo pardo-calizo profundo, en complejo con yerma de costra caliza (en punteado, suelos menos profundos). 3. Suelo pardocalizo profundo (fase de pendiente). 4. Suelo pardo-calizo superficial. 5. Suelos salinos (solonchak calcosódico). 6. Yerma de costra caliza. 7. Litosuelos calizos con suelo pardo-calizo superficial y rendzinas. 8. Regosuelos (arenas). 9. Suelos margo-yesosos sobre sedimento de Keuper. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: El Bajo Vinalopó. Geografía agraria. Pág. 43.

Por último, respecto a sus condiciones climáticas, Crevillente se ubica en una zona semiárida caracterizada por inviernos cálidos y veranos extremadamente secos y calurosos. Su temperatura media es de 18 ºC, con unas mínimas de 3 ºC en invierno y unas máximas de 37 ºC en verano. Como en muchas otras zonas del sureste peninsular, las precipitaciones son escasas e irregulares (alrededor de 300 mm de lluvia al año), con máximos concentrados en otoño (octubre es el mes más lluvioso) y primavera (mayo). Su baja pluviometría la caracteriza como una de las zonas más secas de la España en torno al Mediterráneo aunque en los años considerados lluviosos, las precipitaciones pueden llegar a ser 3 ó 4 veces mayores que la media habitual. Además, debido a las condiciones geomorfológicas de la zona, con una distribución fundamentalmente de norte a sur con importantes pendientes, la concentración de lluvias intensas en pocas horas puede arrastrar gran cantidad de material desde la ladera de la sierra hasta el municipio, desbordando cauces o provocado inundaciones.

Imagen general del casco urbano de Crevillente. Fuente: Carlos Quesada en www.panoramio.com

139

AÑO

PERSONAS

AÑO

PERSONAS

1563

938

1930

11.991

1602

1.777

1940

11.403

1609

1.800

1950

12.636

1609

600

1960

14.047

Según confirman distintos hallazgos arqueológicos, la zona cercana a Crevillente fue lugar de asentamiento para dos poblados íberos; estratégicamente elevados para controlar el territorio, uno se encontraba en la propia sierra y el otro junto a la actual rambla que atraviesa la ciudad. Debido al topónimo de Crevillente es de suponer que, tras estos primeros pobladores, se fundara alguna villa romana que posteriormente daría lugar al municipio. Según recoge V. Gozálvez, en opinión de diversos historiadores este origen romano está basado:

1646

873

1970

16.901

1739

3.600

1981

20.841

1794

8.100

1991

22.660

1857

7.787

2001

25.101

1887

10.114

2006

27.815

“[…] más que sobre restos arqueológicos o documentos escritos, en el nombre mismo de Crevillente. El topónimo se hace derivar de las palabras latinas «clivus» o «acclivis», que se traducen por «pendiente, cuesta» o «que está cuesta arriba, en pendiente», respectivamente.” 128

1910

10.452

2008

28.428

1920

11.216

2010

28.738

02. | CREVILLENTE. CONDICIONES SOCIALES

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

02.1. RESEÑA HISTÓRICA

El mismo autor en otra publicación 129 confirma que es en dicha época romana cuando se alcanza una población relativamente cuantiosa asentada sobre las numerosas pendientes al pie de la sierra, aunque no será hasta la época medieval cuando el municipio adquiera mayor importancia con la influencia primero musulmana y después morisca, responsables del crecimiento urbano y poblacional a finales del siglo XVI.

Evolución demográfica de Crevillente. Fuente: propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística y del censo de Henri Lapeyre. Géographie de l'Espagne Morisque 1959.

Es en este momento cuando se desarrolla un primer casco urbano complejo y desordenado que incluso hoy en día mantiene su enrevesado y tortuoso trazado. Ubicado en un rellano al pie del castillo, a principios del siglo XX sus muros defensivos todavía existían cerca de la calle Vall (detrás del actual ayuntamiento) pero la presión urbanística hizo que fueran derribados para construir nuevas edificaciones. Hoy en día no quedan restos visibles de estas construcciones iniciales, aunque parte de las murallas de la ciudad todavía perviven en el interior de la estructura de algunas viviendas más recientes. Respecto al desarrollo poblacional del municipio, tras el aumento demográfico en la época morisca, el crecimiento se detuvo bruscamente debido a su expulsión en 1609, suponiendo incluso una reducción (en dos terceras partes) de la población existente en ese momento, pasando de 1.800 a 600 habitantes. A partir de entonces, Crevillente sufre una profunda crisis debido al empobrecimiento de una agricultura casi enteramente de secano y no se produce un resurgir demográfico hasta bien avanzado el siglo XVIII (dato que se confirma con las cifras aportadas por el censo de 1794, que recoge unos 8.100 habitantes). GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 13. GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Instituto Universitario de Geografía Universidad de Alicante. Alicante, 1983. Pág. 18. 128

129

Evolución de la construcción urbana tanto de edificios convencionales como de cuevas excavadas entre 1563 y 1970. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Pág. 46.

141

ZONA NORTE

Es entonces cuando la capacidad de acoger a la población en un casco urbano de reducidas dimensiones y limitado por su peculiar relieve queda desbordada con creces, lo que propicia un desarrollo edificatorio sobre las pronunciadas pendientes de la montaña. Así, algunos habitantes excavan sus viviendas en las laderas de los barrancos en la zona norte de la población, creando cuevas en la vertiente este de La Rambla. De este modo, y de una forma casi improvisada, se inicia el hábitat troglodítico en Crevillente mediante la aparición de una nueva tipología de viviendas que, según M. Carreres: “[...] llegarán a tener una gran relevancia social y poblacional con algunas peculiaridades propias que hacen, si más no, distinguirlas del resto de conjuntos trogloditas. Tan importantes son que, en la literatura de viajes y artística de los siglos XVIII y XIX ya se habla de qué típica e interesante era la construcción y el número tan elevado de cuevas en la población.” 130

LA RAMBLA

ZONA OESTE

Una tipología peculiar que a principios del siglo XIX también se extiende hacia el oeste, creando una nueva focalización urbana gracias a un hecho ocurrido en la segunda mitad del siglo XVIII: la construcción un nuevo Vía Crucis (El Calvario) en 1769. Este lugar representativo (hoy reconvertido en un paseo) se erige como polo de atracción de construcciones urbanas y desplaza en cierto modo el centro del municipio. Zonas de cuevas situadas en el casco urbano de Crevillente. Fuente: propia a partir de GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 60.

Así, al oeste de La Rambla comienza un desarrollo excavado paralelo al existente en el casco urbano (al menos en cuanto a su distribución), con importantes pendientes en sentido norte-sur que favorecen la aparición de otro barrio de casas-cueva en torno a este nuevo ensanche urbano. Una tipología excavada de la que se tiene constancia en 1820 ya que, según M. Carreres 131, aparece representada en distintas obras pictóricas de la época. Posteriormente, en torno a 1850 estas cuevas comienzan a conocerse como Cuevas del Vía Crucis o Cuevas Nuevas y, al igual que ocurre al este de La Rambla, su desarrollo llegará a constituir un auténtico cinturón limitador de la extensión del casco urbano convencional en esa zona. A medida que se multiplican los asentamientos excavados en ladera, la topografía se complica dificultando tanto el proceso constructivo como las comunicaciones internas entre los distintos barrios. La aleatoriedad urbanística genera una circulación tortuosa, que en un principio únicamente es posible en sentido norte-sur. Con el fin de evitar los inconvenientes del avance urbanístico en un área tan escarpada y facilitar el diseño del trazado, se plantea un primer avance edificatorio hacia el sur del municipio donde el terreno es mucho más llano. Sin embargo, a pesar de la cercanía de las acusadas pendientes de la sierra, finalmente se opta por un desarrollo excavado hacia el norte, ya que la extensión de los barrios subterráneos y su proximidad al casco urbano cada vez ejercen una mayor presión. CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencià d’Etnologia. Valencia, 2010. Pág. 119. Texto original: “[...] arribaran a tindre una gran rellevància social i poblacional amb unes peculiaritats pròpies que fan, si mes no, distingir-les de la resta de conjunts troglodites. Tan d'importants són que, a la literatura de viatges i artística deis segles XVIII i XIX ja es parla de què típic i interessant era la construcció i el nombre tan elevat de coves a la població.” 131 Opus cit. Pág. 122. 130

Ortofoto de la zona norte de cuevas en Crevillente. Fuente: http://sigpac.mapa.es/fega/visor/

Como muestra de ello, en la Fig.12 se indica la ubicación de distintos puntos significativos del municipio (como el Ayuntamiento, el mercado de abastos o las principales iglesias), las zonas de cuevas excavadas más representativas (barrios del Ángel, Virgen de la Salud y del Calvario) y la incidencia de la topografía en el trazado (con la existencia de La Rambla y las pendientes propias de las faldas de la Sierra de Crevillente).

Fachada del Ayuntamiento de Crevillente. Fuente: propia. 9 6

7

3

2 CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

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4

1 5

13 8

Figura 12. Topografía isométrica de Crevillente. 1. Mercado de abastos. 2. Ayuntamiento. 3. Plaza de los Mártires. 4. Iglesia Parroquial Nuestra Señora de Belén. 5. Barranco de la Rambla (verde). 6. Iglesia Parroquial Santísima Trinidad. 7. Paseo El Calvario. 8. Carretera Nacional de Alicante a Murcia (azul). 9. Calle Ángel. 10. Calle Virgen de la Salud. Fuente: propia a partir de GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Pág. 11.

Iglesia de Nuestra Señora de Belén. Fuente: propia.

Con el fin de identificar los distintos tejidos que conforman la población, en la Fig.13 se muestra un recorrido por el desarrollo urbano en Crevillente hasta el año 1970 (momento en que las cuevas excavadas conservadas aún presentaban un número importante), donde se recoge el pequeño casco urbano inicial, la aparición de los asentamientos excavados al norte y oeste o la ampliación del desarrollo edificatorio convencional hacia el sur en los últimos años. Barranco de la Rambla, en la actualidad urbanizado como zona de uso mayoritariamente peatonal. Fuente: propia.

143

C

N P Evolución urbana del casco antiguo de Crevillente. 1. A mediados del siglo XVI. 2. En el año 1609. 3. Posteriormente. En la parte superior de la figura se ubica el emplazamiento del antiguo castillo (C). Abajo, en el centro, la primera parroquia de Nuestra Señora de Belén. (P) Fuente: propia a partir de GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Pág. 20.

3

3

4 4 1

2

1

5

5

2 3

6

6

4 5 6

Figura 13. Mapa de la evolución urbana de Crevillente a fecha de 1970. El sombreado discontinuo en los periodos 3 y 4 corresponde con zonas de casas-cueva excavadas. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Pág. 30. Calle del casco antiguo junto al ayuntamiento, con un ancho mínimo. Fuente: propia.

En la figura anterior se observa que, hasta el siglo XVIII, el desarrollo urbano se concentraba al este de La Rambla y cómo, a partir de este momento, se produce un salto hacia el oeste de todas las construcciones, tanto las convencionales como las excavadas. También es interesante destacar que durante el siglo XX la evolución urbana de Crevillente está marcada, fundamentalmente, por dos períodos:

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

a) Entre 1900-1940: el desarrollo del municipio se caracteriza por el predominio de la tipología de cuevas y por su lenta expansión hacia el norte. La existencia de una franja deshabitada entre el casco urbano y el cinturón excavado se completa en la primera mitad del siglo XX, generando un tejido continuo de viviendas. En 1910 existen 126 cuevas incluidas dentro del ámbito urbano y, tras el estancamiento del número de edificios convencionales, únicamente se construyen 198 nuevos inmuebles frente a 262 nuevas viviendas excavadas. b) Después de 1940: el devenir urbano se identifica con la construcción de nuevas fábricas al sur del núcleo medieval, rematando la fachada del casco urbano. Aparecen fantásticos edificios de base industrial en un trazado en forma de cuadrícula que ofrece mejoras en los recorridos, facilita la circulación o la accesibilidad y ordena la trama. En cuanto a la industria, se produce el mayor impulso de la artesanía de la estera de esparto y del junco desde la época morisca; una arraigada tradición que hace ya bastantes años se convirtió en una importante industria de alfombras de lana y fibras sintéticas. Este negocio textil ha sido la principal actividad económica del municipio (Fig.14) y ha consagrado el título de ciudad industrial para una población que en sus mejores momentos contaba con más de 80 fábricas y una producción del 76% de la exportación nacional total. Lamentablemente, desde hace años esta actividad se ha ido perdiendo hasta el punto que, en la actualidad, prácticamente ha desaparecido.

Calle Diego López en el casco urbano, con el trazado irregular y en pendiente característico de la zona. Fuente: propia.

Figura 14. Imagen 1. Fábrica abandonada de Crevillente en 2008. Fuente: Adriano Agulló en www.flickr.com. Imagen 2. Hilador del taller Xixe en los años 60 donde se ve el trabajo de manufacturación de la FILASSA. Fuente: CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Pág. 130. Imagen 3. Terreno y cueva del antiguo taller hilador de Danielet. Fuente: CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Pág. 130. Fabrica de alfombras en la calle de Jesús, en el casco urbano de Crevillente. Fuente: propia.

145

02.2. ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA DE LAS CUEVAS Durante el siglo XVIII, tal y como se ha indicado, Crevillente sufre un aumento demográfico espectacular que, sin embargo, no está acompañado de un desarrollo edificatorio en paralelo. Es en este momento cuando aparece una tipología habitable distinta en el municipio que, sin duda, tendrá gran uso y aceptación incluso hasta nuestros días: la casa-cueva.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Con el fin de comprender el porqué de su origen, es necesario comentar algunas de las causas sociales que propician su desarrollo. Por una parte, un motivo del éxito de estas viviendas excavadas (junto con el citado impulso demográfico que sobrepasó toda previsión posible) es la precaria situación económica de sus habitantes, basada en una agricultura de temporada insuficiente para sacar de la miseria a la población tras la gran sequia sufrida en los últimos años. Por otra parte, el desarrollo de esta tipología subterránea se ve favorecido por las condiciones propias de la región donde se encuentra: baja pluviometría, altas temperaturas en verano y la presencia de lomas bajas de materiales sedimentarios fáciles de trabajar. De este modo, tal y como afirman J.A. García y J.A. López en la zona existen: “[…] unas condiciones geográficas favorables para su excavación, influyendo sin duda también la generalización de este tipo de vivienda en el este y sudeste español.” 132

AÑO

CUEVAS

EDIFICIOS

TOTAL POBLACIÓN

1770

336

967

6.516

1797

500

1000

6.750

1860

713

1.265

8.075

1887

1.056

1.454

10.114

1900

1.099

1.582

12.078

1910

1.175

1.509

Sin datos

1920

1.152

1.681

Sin datos

1930

907

1.789

Sin datos

1950

1.366

1.780

10.850

1960

941

2.158

Sin datos

1970

923

Sin datos

16.901

Evolución del número de excavaciones en cuevas y de la construcción de edificios convencionales. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: La vivienda troglodita en Crevillente. Su origen, expansión y pervivencia. Pág. 194.

Así, el problema de la escasez de vivienda se adapta al medio geográfico a su alcance, en un municipio asentado bajo una sierra que facilita la expansión de las construcciones trogloditas en los barrancos superficiales de la zona. Ubicación que, aprovechando la escasez de lluvia, se convierte en el emplazamiento idóneo para una excavación que minimiza espesores de muros o techos y que aprovecha al máximo cualquier desnivel existente. Un nuevo sistema de viviendas más barato y asequible ante las necesidades económicas del momento que se adapta favorablemente a la topografía y al clima del municipio. Aunque datar la fecha exacta de la aparición de esta tipología resulte complejo, según los estudios de V. Gozálvez 133 se puede establecer su origen alrededor de la mitad del siglo XVIII, en función de una velocidad de desarrollo basada en los datos disponibles. En 1784 el número de casas-cueva ya era de 336 frente a los 967 edificios convencionales al este de La Rambla y, teniendo en cuenta una cifra media de 4,5 habitantes por vivienda, a finales de ese siglo existían unas 1.500 personas alojadas en cuevas (casi un 26% de la población) frente a 4.300 personas en viviendas convencionales.

132 GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 52. 133 GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Instituto Universitario de Geografía Universidad de Alicante. Alicante, 1983. Pág. 29.

Conjunto de cuevas en ladera abancalada a finales de los años 60 que muestra las tipologías más características de la población. Fuente: CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Pág. 131.

147

PERIODO

NACIMIENTOS

1700-1709

99

1720-1729

138

1730-1739

157

1740-1749

195

Evolución poblacional de Crevillente en la primera mitad del siglo XVIII. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Pág. 24.

Conforme pasan los años, el número de cuevas va aumentando (en 1797 ya existían unas 500 excavadas, que representaban la tercera parte del total de viviendas) hasta la primera mitad del siglo XIX, momento en que el número de casas subterráneas aumenta significativamente (en casi unas 400 viviendas) a pesar de que la población se mantiene casi estática. En poco tiempo la cifra de cuevas aumenta de un modo sorprendente: en menos de 100 años su número se duplica (pasando de 500 excavaciones en el año 1797 a 1.056 cuevas en el año 1887) mientras que la construcción de viviendas convencionales sigue un ritmo menor (pasando de 1.000 viviendas en el año 1797 a 1.454 viviendas en el año 1887). De este modo, según V. Gozálvez se produce todo un récord en la construcción de esta tipología habitable ya que sólo en el corto periodo de tiempo entre 1860 y 1887: “[…] mientras las casas crecen en un 15%, las cuevas lo hacen en un 48%.”

134

En cuanto al desarrollo de edificación convencional no excavada, según los datos de este autor 135 en 1797 existen alrededor de 1000 edificios, mientras que en 1900 se produce un aumento importante hasta llegar a los 1582 edificios. Así, se deduce que en el siglo XIX el número de construcciones en Crevillente crece algo más del 50%, otro aspecto que confirma el gran desarrollo urbano de esta época. Más tarde, con el cambio de siglo y la depresión demográfica, la aparición de nuevos refugios excavados es muy lenta a partir de 1900. Aún así, a principios de siglo las casas-cueva representan casi el 44% de las viviendas de Crevillente albergando al 46% de la población total. Una población subterránea que evoluciona hasta que en 1950 se alcanza la cifra de 1.366 casas-cueva, el mayor número del que se tiene constancia según distintos estudios.

Imagen del Paseo del Calvario a principios del siglo XX. Fuente: www.semanasantacrevillent.com

Por todo lo expuesto, al estimar la fecha de aparición de los asentamientos trogloditas en Crevillente, se puede establecer que el comienzo de la excavación de estas construcciones aproximadamente coincide con la tercera década del siglo XVIII (es decir 1730), si se considera un ritmo de excavación de 500 excavaciones en el siglo XVIII y otras 500 durante el XIX. Así, el trogloditismo de Crevillente arranca en el siglo XVIII, se desarrolla sobre todo en el siglo XIX y primera mitad del XX e inicia su declive en la segunda mitad del siglo pasado. Tristemente, en 1960 se comprueba que en solo una década desaparecen más de 400 cuevas aún a pesar de que muchas de ellas se habían acondicionado a las nuevas exigencias sanitarias (instalación de agua, luz y desagües) y sociales. Según los datos del ayuntamiento, en el año 2006 casi 2.600 personas vivían en unas 700 casas-cueva en el municipio, lo que convierte a Crevillente en una población característica y singular. Hoy en día, debido a la inexistencia de un control municipal exhaustivo, el número concreto de casas-cueva es incierto y está sin determinar oficialmente.

GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 24. 135 Opus cit. Pág. 28. 134

Estado actual del Paseo del Calvario, donde se ubica el Vía Crucis del siglo XVIII. Fuente: www.todocolección.net

03. | LOS ASENTAMIENTOS EN CUEVAS 03.1. DISTRIBUCIÓN DE LAS VIVIENDAS SUBTERRÁNEAS Crevillente se encuentra rodeado por una banda de casas-cueva excavadas en los barrancos de la parte alta del casco urbano. Estas construcciones limitan con edificaciones convencionales en dos zonas diferenciadas al oeste y al norte del núcleo principal, formando una banda perpendicular al cauce de La Rambla desde el paseo de El Calvario (extremo oeste) hasta la iglesia de las Hermanas Carmelitas (extremo este), que únicamente se ve interrumpida cuando el citado barranco atraviesa la población.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

La extensión de los barrios trogloditas se concreta en un ancho de unos 400 m al lado este y unos 250 m en el lado oeste de La Rambla, generando un importante cinturón de cuevas que limita la expansión de las edificaciones del casco urbano. Con una superficie total de unos 365.000 m², la mayor parte de las viviendas siguen las curvas de nivel generando dos grandes regiones de asentamientos excavados, una de 258.000 m² al este y otra de 107.000 m² al oeste, tal y como se representa en el esquema de la Fig.15.

Ermita dedicada a la Virgen de la Salud, al final de la calle que lleva su nombre. Fuente: propia.

CALVARIO PLANELLES CARRETAS VIOLÍN

BAYONA RINCÓN SALAO LOS MOLINOS

LA RAMBLA

LLORENS CHORROS PERDIGONERA

BARRANCO ÁNGEL-MACHA

LLORENS SENDRA VEREDA HOSPITAL

Imaginería de la Virgen de la Salud en la fachada de una vivienda particular excavada. Fuente: propia.

BARRANCO SALUD-TAIBILLA

Figura 15. Esquema en sección de la ubicación de los barrios de cuevas existentes al este y al oeste de La Rambla de Crevillente, en las laderas de los barrancos de la zona. Fuente: propia. Ermita al Ángel Custodio (Santo Ángel de la Guarda), en el nº84 de la calle que lleva su nombre. Construida en 1902 y restaurada en 2003, el edificio de una sola nave acoge una imagen de María Magdalena y un San José del siglo XIX. Fuente: propia.

149

a. Casas-cueva al este de La Rambla En cuanto a la distribución de las cuevas al este de La Rambla, destaca la existencia de dos barrancos en dirección norte-sur coincidentes con las calles Virgen de la Salud-Taibilla y las calles Ángel-Macha respectivamente. Unos barrancos donde se ha producido un amplio desarrollo troglodita caracterizado por sendas ermitas en el centro de sus cauces: una dedicada a la Virgen de la Salud y otra dedicada al Ángel Custodio. Restauradas en los últimos años, ambas construcciones juegan actualmente un papel importante, llenando los barrios de actividad sobre todo durante las fiestas de Semana Santa.

Casas-cueva en la zona este de La Rambla. Fuente: propia.

Según V.Gozálvez 136 hasta principios del siglo XX estos dos barrancos eran considerados conjuntamente como El Barranquet (a excepción de la zona de Macha, que ya era conocida con este nombre a mitad del siglo XIX) y, tras la edificación de las citadas ermitas, se identifican con su nuevo apelativo religioso. Son los barrancos que actualmente se encuentran mejor urbanizados y presentan viviendas excavadas de uso continuo durante todo el año (Fig.16). Debido a la amplitud y superficie de sus laderas, en ciertas ocasiones se han podido excavar dos hileras de casas-cueva en escalones paralelos; además, tal y como se observa en la Fig.15, la loma que separa los barrancos principales de la Salud y del Ángel está compuesta a su vez por pequeños barrancos que también han permitido, mediante un aprovechamiento máximo del relieve, la excavación de numerosas viviendas en distintas orientaciones, generando otras calles con cuevas como son Perdigonera, Chorros, Alt del Pelut, Corrals o Echegaray.

Casa-cueva en la zona este de La Rambla. Fuente: propia.

Figura 16. Imagen 1 y 2. Fachadas de casas-cueva en el Barrio de Virgen de la Salud. Imagen 3. Fachada de casa-cueva en el Barrio del Ángel. Fuente: propia.

GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 47.

136

Casas-cueva en la calle Virgen de la Salud, en la zona este de La Rambla. Fuente: propia.

Cabe destacar que, al este del barranco de la Salud, existe una importante pendiente que también ha permitido la excavación de viviendas dando lugar a las calles Llorens, Vereda Hospital o Sendra, siendo esta última una de las zonas de cuevas más humildes y antiguas del municipio. Por otro lado, al oeste del barranco del Ángel se desciende por una extensa ladera hasta el cauce de La Rambla donde se ubica una de las áreas trogloditas más pobladas como es el barrio de Vaiona. Un barrio que, según V. Gozálvez, en 1971 tenía gran importancia ya que contaba con: “[..] 65 cuevas, dispuestas en varias alineaciones paralelas entre sí y horizontales a la pendiente, ofreciendo un paisaje peculiar, agradable por lo exótico, pero totalmente inesperado para el visitante.” 137

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

En la parte inferior de esa misma ladera también se encuentran construcciones excavadas correspondientes a las calles Santa Clara, Ramiro de Maetzu, Gelardo, Sierra, Los Molinos o Rincón Salao. Por tanto, como se puede comprobar existen multitud de zonas con viviendas subterráneas adaptadas al relieve existente mediante numerosas bifurcaciones y ramificaciones. Así, existen calles que presentan el mismo nombre aunque su trazado siga direcciones diferentes sin un recorrido continuo (identificadas con el mismo color en la Fig.17), lo que implica una difícil lectura de la trama urbana.

Vista de casas-cueva en el Barrio de Virgen de la Salud. Fuente: propia.

Accesos entre distintas calles de cuevas en el Barrio de Virgen de la Salud. Fuente: propia.

Figura 17. Identificación de calles con el mismo nombre en los barrios de cuevas al este y al oeste de La Rambla. Fuente: propia.

GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 48.

137

Cuevas en un tramo de la calle Llorens. Fuente: propia.

151

b. Casas-cueva al oeste de La Rambla El lado oeste de La Rambla es conocido con el nombre de Barrio del Calvario. Es un típico barrio de casas-cueva caracterizado por un trazado desordenado con fachadas ligeramente inclinadas, donde las hileras excavadas conservan la misma orientación que en el lado este. Así, se forma un desarrollo subterráneo siguiendo los desniveles del relieve donde destacan las excavaciones de las calles Carretas, Colón, Planelles, San Isidro, Rambla, Boquera del Calvario, Violín y Violín Nuevo (Fig.18) en la parte más alta de la ladera.

Casas-cueva en la zona oeste de La Rambla. Fuente: propia.

Figura 18. Imágenes de casas-cueva en el Barrio del Calvario. Fuente: propia.

Barrio de casas-cueva en la zona oeste, junto al Calvario. Fuente: propia.

En cuanto a los apelativos que identifican los barrios de cuevas, muchas veces se emplea el nombre de la calle principal como referencia. Así, se habla del Barrio del Ángel, el Barrio de la Salud o el Barrio del Calvario. Nombres que, según M. Carreres 138, provienen bien de los particulares que dieron los terrenos para la construcción de las cuevas (como en el caso de Llorens, Sendra, Planelles, Macha y Vaiona) o bien del emplazamiento donde se asientan (como en el caso de Boquera del Calvario, Bajos del Hospital y Rincón Salao). Por último, es interesante destacar que, según la fuente consultada, los nombres pueden presentar sutiles diferencias propias del uso indistinto del castellano / valenciano, ya que este último es utilizado como lengua habitual en el municipio, fundamentalmente por los ciudadanos de mayor edad. Así, se usa Bayona/Vaiona, Virgen de la Salud/ Verge de la Salut o Chorros/Xorros, ente otros.

CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencia, 2010. Pág. 122. 138

Viviendas excavadas en la calle Colón, en la zona oeste de La Rambla. Fuente: propia.

Valencià d’Etnologia.

03.2. INFLUENCIA DE LA NORMATIVA URBANÍSTICA En el presente apartado únicamente se citan aquellas normativas recientes que hayan supuesto una influencia significativa en relación al desarrollo troglodita en Crevillente, así como otros documentos de trabajo del propio ayuntamiento a los que se ha tenido acceso durante la investigación. a. Plan General de Ordenación Urbana de Crevillente de 1967

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Es el primer documento urbanístico donde ciertas áreas trogloditas al norte del municipio son catalogadas como área urbana (Fig.19), aunque algunos barrios periféricos de esa zona todavía eran considerados como monte urbanizado y no se reconocía su importancia como parte de la trama (como es el caso de las calles de Vaiona, Macha, Taibilla, Llorens o parte de Virgen de la Salud). Así, a pesar de que ciertas zonas trogloditas hubiesen sido incluidas dentro de la ordenación, en palabras de V. Gozálvez139, la Memoria del citado PGOU todavía considera que las cuevas son uno de los problemas capitales de Crevillente y en ella se declaran a extinguir todas las que existían hasta ese momento, prohibiéndose su futura excavación. Una situación normativa que, de haberse cumplido de forma contundente, habría implicado un profundo declive en el desarrollo y la conservación de las casas-cueva crevillentinas relegando esta solución tipológica a un plano marginal y provocando, con la prohibición de su reparación, la desaparición de estos espacios excavados por la falta de un adecuado mantenimiento. Por tanto, aunque el PGOU reconocía su existencia e incluso catalogaba ciertas zonas como urbanas, en opinión de J.A. García y J.A. López, su objetivo real era: “[...] la sustitución por viviendas unifamiliares sin planificaciones costosas y con parcelas mínimas, formando una especie de ciudad jardín esparcida por el monte, sin calles, y sólo con paso para peatones.” 140 Así, se pretendía la transformación de estas precarias barriadas hacia una ciudad jardín, formando construcciones diseminadas en el territorio sin necesidad de urbanización y con un acceso fundamentalmente peatonal a excepción únicamente de dos vías de tráfico rodado en la prolongación de las calles Ángel y Virgen de la Salud. Una propuesta que, supuestamente, tenía voluntad de satisfacer los dos ideales del habitante troglodita como eran el goce de la naturaleza en su propia vivienda y la libertad de ser su propietario exclusivo; sin embargo, aunque aparentemente la tipología subterránea era adecuada en cuanto al concepto de vivienda (al permitir un mayor disfrute de la naturaleza a su usuario), parece que no lo era en cuanto a su concepción excavada y de ahí la voluntad de su eliminación por parte del ayuntamiento. GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 38. GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 54. 139

140

153

Figura 19. Plan General de Ordenación Urbana de 1967 (simplificado). 1. Zona intensiva. 2. Zona urbana. 3. Zona suburbana. 4. Zona de reserva. 5. Zona de bloques abiertos. 6. Zona de monte urbanizado (correspondiente a la zona norte de cuevas). 7. Zona industrial y de expansión industrial. 8. Zona verde. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Pág. 52.

La consecuencia directa del PGOU sería la urbanización de las calles principales en los barrios de cuevas, la homogeneización de la trama y la unificación estética de las viviendas para que pudieran ser considerados como zona urbana, lo que en palabras de M. Carreres implicaría:

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

“[...] construir un edificio adosado a las fachadas de las cuevas, bien de una sola planta, de dos o un tabique formando un patio cerrado, para adecuarse a las nuevas necesidades urbanas rompiendo la estética visual existente hasta el momento.” 141 Con este fin, en la década de 1970 tanto el ayuntamiento como otros organismos inician un desmantelamiento progresivo de algunas zonas de cuevas para sustituirlas por edificaciones convencionales de protección oficial, fundamentalmente al oeste de La Rambla. Aún así, esta normativa no se consigue acatar de un modo absoluto (lo que supondrá la salvación ante su desaparición definitiva) bien por la gran cantidad de viviendas excavadas o bien por la fuerte negativa popular de los propietarios a la destrucción de sus viviendas. Una negativa que, según el apartado II de la citada memoria, puede ser analizada desde el sentimiento de pertenencia de los habitantes de las cuevas, quienes no quieren abandonarlas debido a la independencia de ser propietarios exclusivos, la posibilidad de contacto directo con el entorno y las excelentes vistas que presentan estas zonas. No obstante, basándose en su estudio personal sobre 200 cuevas, la opinión a este respecto de V. Gozálvez unos años más tarde es que esta afirmación no es del todo correcta, ya que sus propias impresiones implican que: “[…] si el habitante troglodita no abandona su vivienda no es precisamente por estos motivos, perfectamente válidos en otras condiciones de más comodidad, sino porque no sabe cómo hacerlo, debido a los bajos salarios que en general perciben los trabajadores sin cualificar, que en mayoría viven aquí.” 142 De este modo, sea por un motivo u otro, lo cierto es que no se produjo una intervención masiva por parte del ayuntamiento ante estas viviendas y las casas-cueva de Crevillente continuaron existiendo a pesar de su prohibición inicial.

141 CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencià d’Etnologia. Valencia, 2010. Pág. 124. Texto original: “[...] construir un edifici adossat a les façanes de les coves, bé d'una sola planta, de dues o un tabic formant un pati tancat, per adequar-se a les noves necessitats urbanes trencant l’estètica visual existent fins al moment.” 142 GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 38.

155

b. Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1. Archivo municipal. Crevillente, 1974. Documento elaborado por una comisión especial del ayuntamiento para ser dirigido al Ministerio de la Vivienda en Junio de 1974, donde se presenta un estudio pormenorizado de las cuevas existentes en ese momento, con resúmenes estadísticos y fichas descriptivas que indican el estado de conservación de cada una de ellas. Este documento se orienta en tres direcciones fundamentales: 1. Planificación y estadística de las cuevas mediante un dossier casuístico del número de excavaciones existentes, el número de habitantes en ellas y la identificación de aquellas en estado de ruina grave (Tabla 1). Demolición de cuevas en 1974. Fuente: Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1.

NÚMERO DE CUEVAS

1.047

820 208

CASAS-CUEVA

163

NÚMERO DE CUEVAS DESHABITADAS

CUEVAS

884

OTROS USOS (ALMACENES, FÁBRICAS)

SUPERFICIE MAYOR DE 50m2

38

19

CUEVAS BAJO VIAL

325

SUPERFICIE MENOR DE 50m

1.009

ESTADO DE CONSERVACIÓN REGULAR

848

NÚMERO DE HABITANTES EN CUEVAS

3.415

ESTADO DE CONSERVACIÓN MALO

199

2

Ficha del estado de conservación de una casa-cueva en la calle Ángel en 1974. En ella se identifica la ubicación, el propietario, el número de habitantes, las características, la superficie y el estado de conservación. Fuente: Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1.

NÚMERO DE CUEVAS HABITADAS

Tabla 1. Datos sobre las casas-cueva de Crevillente en Noviembre de 1.974. Fuente: Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1.

2. Gestión de las condiciones de habitabilidad con las que se pretende evitar la proliferación de la habitación en cueva. 3. Urgente promoción de viviendas sociales como medida oficial contra el considerado chabolismo existente, mediante la programación de un bloque de cien viviendas para la erradicación de las casas-cueva en 1968. El estudio considera que la gravedad del problema es importante basándose en dos motivos esenciales: – La psicología del crevillentino continúa estimando más ventajosa la habitación de cueva que la vivienda convencional en ciertos sectores de bajo desarrollo económico o cultural. – La dificultad económica provoca que un importante sector de la población no se haya beneficiado del desarrollo general del municipio al carecer de capacidad para la adquisición de una vivienda digna a los precios del mercado inmobiliario de la época.

Demolición de cuevas en 1974. Fuente: Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1.

Además, en un documento anexo elaborado en un pleno en Julio de 1976, se explica parte de la política municipal respecto a la que consideran una gran preocupación a resolver en el municipio ya que es: “[…] un grave y peligroso problema ancestral de Crevillente, cuyo casco urbano se encuentra en buena parte horadado por 1.047 cuevas, de las que se encuentran habitadas 820.” También se nombra la existencia de operaciones de actuación previstas a corto, medio y largo plazo (aunque no se detallan específicamente) y se insta al Ministerio de la Vivienda a que: “[…] se activen las promociones ministeriales en Crevillente para una efectiva política de erradicación de cuevas.”

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Igualmente se han consultado distintos partes de novedades de la policía municipal entre los años 1975 y 1977 donde se constata la existencia de varias cuevas en ruina y se detallan las medidas de seguridad adoptadas, con regulación y desvío del tráfico, en el caso de hundimientos de la vía pública; uno de estos ejemplos explica la actuación en octubre de 1975 en el desplome del techo de la Cueva de la “tía Pichona” ubicada en la calle Vaiona.

Techo de casa-cueva. Fotografía de 1974. Fuente: Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1.

Cueva abandonada en 1974. Se aprecian movimientos de tierras, al quedar semienterrada la puerta de acceso Fuente: Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1.

157

c. Plan Especial de Reforma Interior en la zona de cuevas de 1986 El Plan Especial de Reforma Interior de la zona de cuevas de 1986, denominado coloquialmente PERI-Coves, mantiene una cierta política de represión hacia las casas-cueva, a pesar de que las condiciones de habitabilidad y conservación de la mayor parte de las viviendas excavadas en ese momento es buena. Su objetivo es establecer una equiparación urbana de los barrios de cuevas respecto al resto de áreas urbanas y, por tanto, permite la mejora de las infraestructuras y servicios, el saneamiento estético de los barrios excavados e incluso promueve alguna dotación social que hasta este momento era inexistente.

Delimitación de zonas de actuación del PERI Coves en 1986. Fuente: Plan Especial de Reforma Interior de 1986.

Este documento afectaba a una población de 5.000 vecinos asentados en dos grandes zonas al norte y al oeste del casco urbano que hasta ese momento habían sido infravaloradas; unos barrios con grandes déficits tanto en infraestructuras como en equipamientos que, en palabras de J.A. García y J.A. López , siempre habían tenido: “[...] un carácter más propio de "gethos" que de partes de la ciudad.”

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Aunque acepta el acondicionamiento de estancias excavadas, la reparación interior y exterior, la consolidación de terrenos o el mantenimiento de fachadas (lo que supuso un paso adelante hacia una mejor conservación), no permite nuevos desarrollos trogloditas ni el aumento del volumen subterráneo. Así, aunque existe una mayor permisividad de actuación y conservación, esta normativa también acaba afectando a la distribución interior de estas viviendas, ya que supone modificaciones en las estancias bajo la zona pública al ser rellenadas con hormigón o demolidas durante la urbanización de los viales de acceso a las cuevas, con el fin de prevenir derrumbes (Fig.20).

Zoom de la zona norte de cuevas en Crevillente. Llama la atención la completa indefinición del trazado de la zona, donde solo se representan las calles principales y algunas de sus bifurcaciones. Fuente: Plan Especial de Reforma Interior de 1986.

Figura 20. Sección tipo del estado de las casas-cueva, con parte de su excavación bajo la vía pública, extraída del PERI-Coves de 1986. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 67. GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 54.

143

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

De este modo, para evitar posibles desprendimientos de la vía pública, en la normativa se obliga a rellenar la parte de la excavación bajo dominio municipal mediante el encofrado de algunos tabiques en la zona a colmatar y la entibación de zonas peligrosas (Fig. 21). A continuación, se decide el lugar por donde es más conveniente efectuar el relleno de la cueva con hormigón en masa: bien por el paramento encofrado (en este caso se necesitarán máquinas de bombeo) o bien por la parte superior de la estancia (atravesando la calzada existente). Una vez introducido el hormigón por la abertura, el relleno nunca debe ser completo sino que debe estar separado de la cota de la calzada 1,5 m para que, en caso de necesitar incluir a posteriori algún servicio urbano en la zona, no sea necesario romper la masa hormigonada para efectuar la instalación.

Figura 21. Sección tipo del relleno de cuevas, extraída del PERI-Coves de 1986. Fuente: GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Pág. 67.

El plan también recoge las condiciones de actuación en caso de la demolición de alguna casa-cueva durante el desarrollo de la urbanización de viales. En ese caso, el frente de la cueva se debe atacar con una retroexcavadora y la demolición ha de ser en la misma dirección que las habitaciones para romper la bóveda principal. Una vez producido el hundimiento total de la cueva, se debe proceder al relleno con materiales aptos de la cueva hundida para habilitar la vía pública de nuevo.

Planta de distribución urbanística de las casas-cueva en el Barrio del Calvario, según el PERI-Coves de 1986. Fuente: Plan Especial de Reforma Interior de 1986.

En resumen, gracias a esta normativa la población de los barrios excavados se ve favorecida considerablemente ya que se les permite seguir ocupando sus viviendas durante un tiempo indefinido, se admite la ejecución de ciertas obras de mantenimiento o incluso pequeñas ampliaciones y se mejoran las condiciones de accesibilidad, instalaciones y equipamientos comunes, considerándose como zonas definitivamente incluidas en el casco urbano. Sección de los barrios de cuevas en la zona este, donde se identifica si la calle es peatonal (C.P) o si la calle es de circulación rodada (C/) y el estado de conservación de las viviendas excavadas: bueno (B), regular (R), malo (M) o ruina (sombreado en negro). Fuente: Plan Especial de Reforma Interior de 1986.

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d. Proyecto de urbanización. PERI IV - Sector Coves Norte. Calles Llorens, Sendra, Virgen de la Salud, Vereda Hospital, Prolongación Foches y Ecuador. Ayuntamiento de Crevillente, Noviembre 1997. Tras el PERI-Coves de 1986, y con el objetivo de dotar de servicios urbanos a las distintas zonas de cuevas, desde el ayuntamiento se ejecutan obras para paliar las necesidades de infraestructuras en las áreas más deprimidas. Así, gracias a este tipo de proyectos de urbanización, a fecha de 1997 un 50% de la población total de cuevas ya había sido dotada de servicios e infraestructuras. Debido a que el criterio para la intervención municipal se basa en la cantidad de población servida, la zona norte se presenta como la más extensa y poblada, por lo que precisa una rápida actuación. Las propuestas recogidas en estos documentos son obras consistentes en trabajos localizados de pavimentado en aceras y calzadas de acceso, la instalación de suministro de agua potable y el establecimiento de redes de saneamiento de hormigón vibrado con pozos de registro para facilitar la identificación en caso de posibles roturas (Fig.22).

Zoom de planta de actuación en la urbanización de las zonas comunes en los barrios de cuevas. Fuente: Proy. urbanización PERI IV- Sector Coves Norte. Ayuntam. de Crevillente, Noviembre de 1997.

Proyectos en los que se incide fundamentalmente en la eliminación de las estancias situadas bajo la vía pública ya que la apertura de nuevos viales afecta a las condiciones de seguridad tanto de la propia cueva como de la estabilidad del firme. Esto es debido a que, tras excavar en un terreno con un gran porcentaje de arcilla, ésta pierde su consistencia cuando presenta un alto grado de humedad, produciéndose un derrumbe de los espacios excavados. Un cambio de humedad que puede provenir de deficiencias en las nuevas infraestructuras urbanas instaladas o por la reducción en la transpiración del terreno tras recubrir el relieve natural al urbanizar las calles. Por tanto, tras el punto de inflexión que supone el PERI-Coves de 1986 en la mejora de las condiciones de uso y permanencia de los barrios de cuevas, aunque ha habido actuaciones puntuales muy concretas, posteriormente ya no ha existido ningún otro plan específico encaminado a resolver los problemas particulares de estas zonas, ni ningún documento donde se recoja la situación demográfica de las cuevas por parte de la municipalidad.

Figura 22. Planta general de actuación en zona de casas-cueva. Fuente: Proy. urbanización PERI IV- Sector Coves Norte. Ayuntam. de Crevillente, Noviembre de 1997. Secciones para el pavimentado de zonas comunes en los barrios de cuevas. Fuente: Proy. urbanización PERI IV- Sector Coves Norte. Ayuntam. de Crevillente, Noviembre de 1997.

03.3. ANÁLISIS TIPOLÓGICO Aunque en el capítulo 02 se constata la existencia de múltiples tipologías y ejemplos de viviendas subterráneas en el territorio mundial y español, las casas-cueva de Crevillente muestran un lenguaje propio en cuanto a su estructuración arquitectónica que resulta interesante a considerar.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Son asentamientos subterráneos en laderas característicos de toda la población, cuyas irregulares pendientes dan lugar a singulares callejones sin salida, presentes en muchos puntos de los barrios de cuevas. Unas viviendas excavadas donde, al contrario que en la edificación convencional, no existe demasiada planificación tipológica anterior a la construcción ya que son las características del terreno las que condicionan el resultado final. Así, según J.A. García et al. 144 la casa-cueva obtenida es consecuencia de una excavación que el suelo de la zona ha permitido trazar al Maestro de Pico, y este resultado es el que a posteriori se puede clasificar tipológicamente.

Tipología de CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Las cuevas crevillentinas presentan particularidades propias y, tras analizar las propuestas de categorización tipológica de M.E. Urdiales, V. Gozálvez o J.A. García y J.A. López, se ha considerado adecuada una reinterpretación personal que integra distintos conceptos estudiados por los citados autores. Así, la clasificación planteada para las viviendas excavadas de Crevillente distingue tres categorías: a) Cueva b) Cueva + Construcciones anexas c) Casa + Cueva Estas tres tipologías no sólo se han empleado para viviendas subterráneas en el casco urbano, sino que también han sido patrón para casas de campo excavadas en el entorno de la Sierra de Crevillente, como en el caso de la vivienda de la partida de Marxant nº28A, analizada de forma pormenorizada en el capítulo 05. Es destacable comentar que puede existir un patio exterior acotado de propiedad privada al frente de la vivienda en cualquiera de los tres modelos, aunque usualmente es un elemento que predomina en las tipologías de Cueva o de Cueva + Construcciones anexas, entendiéndose como una estancia más del espacio interior que ha posibilitado la adaptación de las fincas particulares a la alineación urbana.

Tipología de CUEVA+CONSTRUCCIONES exterior del patio de acceso a la vivienda. Fuente: propia.

ANEXAS. Vista

Por último, es importante remarcar que en la clasificación anterior se ha omitido el término compuesto casa-cueva, ya que puede ser usado de manera genérica para identificar comúnmente a cualquier vivienda excavada y, por tanto, dar lugar a equívocos. Así, en la presente tesis doctoral se ha empleado a lo largo del texto el término casa-cueva con el significado de vivienda-cueva y se ha evitado su utilización en un sentido tipológico.

GARCÍA, J.A. et al. Las cuevas de Crevillent (Alicante). Estudio y catálogo gráfico. Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Sevilla, 2000. Pág. 349. 144

Tipología de CASA+CUEVA. Fachada exterior con apariencia de vivienda convencional no excavada. Fuente: propia.

161

A continuación, en la Fig.23 se muestra un mapa donde se identifican distintas tipologías de cuevas presentes al este y al oeste de La Rambla en el año 1970. En la actualidad, resulta imposible distinguir tipológicamente muchas de ellas ya que no existen datos municipales al respecto y los propietarios son reticentes a facilitar información sobre unas viviendas excavadas que han sufrido tantos problemas normativos durante años.

Imagen exterior de una vivienda excavada en la C/ Taibilla con construcciones anexas al exterior. Fuente: propia

Figura 23. Distribución de las viviendas trogloditas en 1970. Según el autor, se entiende por CUEVA aquella completamente excavada, CUEVA CON PATIO, aquella que posee un patio acotado con pared delante de la cueva, y CASA-CUEVA, la que delante de la cueva cuenta con la edificación de dos o más habitaciones adosadas, llegando incluso a constituir una verdadera casa. Fuente: propia basado en GOZÁLVEZ, V.: La vivienda troglodita en Crevillente. Su origen, expansión y pervivencia. Pág. 194. Patio de acceso a una vivienda excavada en la C/ Taibilla. Fuente: propia

a. Cueva Esta tipología de vivienda subterránea corresponde a espacios totalmente excavados en el terreno, donde no existe ningún elemento o construcción añadida al exterior en su parte delantera (Fig.24). Un modelo excavado que corresponde al de la vivienda en la partida Marxant nº 28A, documentada de forma pormenorizada en el capítulo 05, como un ejemplo actualmente en uso de “Les canya(d)etes”, es decir, aquellas fincas cercanas al municipio en las primeras estribaciones de la Sierra de Crevillente que presentan la misma tipología de cueva utilizada en el centro urbano (Fig.25), mostrando la popularidad de este tipo de vivienda incluso en zonas más alejadas.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

DIMENSIÓN APROXIMADA (m2) 1. Comedor (18,50 m2) 2. Cocina (11,3 m2) 3. Habitación ( 8 m2) 4. Habitación (7 m2) 5. Habitación (12 m2) 6. Desván (16 m2) 7. Almacén (8,6 m2) 8. Baño (3,3 m2) 9. Almacén (11,7 m2) 10. Almacén (16 m2) 11. Almacén (1,5 m2) 12. Pocilga (2,5 m2)

Tipología de CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Figura 24. Planta de vivienda correspondiente a la tipología de CUEVA ubicada en la partida de Marxant nº 28A. Fuente: propia. Tipología de CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Figura 25. Imágenes de viviendas excavadas correspondientes a la tipología de CUEVA en distintas zonas de Crevillente. Fuente: propia. Tipología de CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

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b. Cueva + Construcciones anexas

Tipología de CUEVA+CONSTRUCCIONES ANEXAS. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Tipología de CUEVA+CONSTRUCCIONES ANEXAS. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Esta tipología de vivienda subterránea es aquella que, además de poseer distintas estancias excavadas, presenta construcciones añadidas de obra convencional en su parte delantera (Fig.26), generando espacios anexos con: a) Acceso desde el exterior: es la solución más sencilla ya que únicamente se añade una construcción techada fuera de la cueva, sin afectar a la excavación. Resulta una solución incómoda al tener que salir de la vivienda para su utilización (habitualmente alojan el cuarto de baño). b) Acceso desde el interior: son construcciones que se engloban perfectamente dentro de la propia tipología excavada, formando apéndices con acceso desde las estancias de la cueva. En muchos casos, tras haber realizado pequeñas obras de reforma, algunas construcciones con acceso exterior han pasado a convertirse en espacios de uso interior, dotando de mayor comodidad al usuario. Esta tipología de cuevas con edificaciones delanteras es muy común en el municipio (Fig.27), concentrándose principalmente en los barrios del norte (concretamente en distintos puntos de la calle Llorens) aunque también existen ejemplos en la zona oeste (como en las calles Boquera del Calvario, Carretas, Violín Viejo y Violín Nuevo). DIMENSIÓN APROXIMADA (m2) 1. Comedor (15,1 m2) 2. Estar (7,5 m2) 3. Estar ( 5,75 m2) 4. Despacho (1,3 m2) 5. Habitación (9,75 m2) 6. Habitación (4,6 m2) 7. Habitación (12,8 m2) 8. Almacén (4,1 m2) 9. Baño (5,75 m2) 10. Cocina (12,75 m2) 11. Lavadero (15,6 m2) 12. Patio (37 m2)

DIMENSIÓN APROXIMADA (m2) 1. Comedor (15,75 m2) 2. Habitación (7,5 m2) 3. Habitación (6,75 m2) 4. Habitación (9 m2) 5. Cocina (6,7 m2) 6. Habitación (8,75 m2) 7. Cochera (12,40 m2) 8. Patio de acceso (12 m2) 9. Baño (4 m2) 10.Lavadero (2,6 m2) 11.Baño (3 m2)

Figura 26. Imagen 1. Planta de vivienda correspondiente a la tipología de CUEVA+CONSTRUCCIONES ANEXAS en la calle Vaiona nº19. Imagen 2. Planta de vivienda de la tipología de CUEVA+CONSTRUCCIONES ANEXAS en la calle Taibilla nº1. Fuente: propia.

Figura 27. Imágenes de viviendas excavadas correspondientes a la tipología de CUEVA + CONSTRUCCIONES ANEXAS en distintas zonas de Crevillente. Fuente: propia. Tipología de CUEVA+CONSTRUCCIONES ANEXAS. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

c. Casa + cueva

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Esta tipología es aquella que aparentemente se muestra al exterior como una vivienda convencional, pasando desapercibido su carácter excavado y dificultando su diferenciación (Fig.28). En muchos casos cercanos al casco urbano, las construcciones exteriores ocupan la totalidad de fachada incluso en varias alturas (Fig.29) quedando la cueva en un segundo término sin distinción clara. Existen muchos ejemplos donde la excavación sólo se utiliza en ciertas temporadas del año ya que los propietarios aprovechan la construcción convencional en invierno (donde el grado de humedad es menor) y habitan la cueva durante el verano (debido a su mayor confort térmico).

DIMENSIÓN APROXIMADA (m2)

DIMENSIÓN APROXIMADA (m2)

1. Comedor (29 m2) 2. Habitación (9,5 m2) 3. Cocina (8,5 m2) 4. Habitación (6 m2) 5. Habitación (5 m2) 6. Habitación (11 m2) 7. Habitación hiladora (23 m2) 8. Cuadra (21 m2) 9. Patio de acceso (12 m2) 10.Cocina exterior (6,5 m2) 11.Baño (3 m2)

1. Comedor (36 m2) 2. Habitación (21,5 m2) 3. Habitación (8,4 m2) 4. Habitación (9,3 m2) 5. Cocina (11,2 m2) 6. Trastero (7 m2) 7. Estar con lumbrera (28,3 m2) 8. Baño (9 m2) 9. Habitación (14 m2) 10. Trastero (3,3 m2) 11. Lavadero (2 m2)

Figura 28. Imagen 1. Planta de vivienda correspondiente a la tipología de CASA + CUEVA ubicada en la calle Sendra nº 12. Imagen 2. Planta de vivienda correspondiente a la tipología de CASA + CUEVA ubicada en la calle Llorens nº29. Fuente: propia.

Tipología de CASA + CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Tipología de CASA + CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

Figura 29. Imágenes de viviendas excavadas correspondientes a la tipología de CASA + CUEVA en distintas zonas de Crevillente. Fuente: propia. Tipología de CASA + CUEVA. Fachada exterior de la vivienda excavada. Fuente: propia.

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03.3.1. Estancias básicas El emplazamiento juega un papel muy importante en lo que se refiere al número de espacios subterráneos ya que la mayor o menor dificultad de excavación influye en la ejecución y en el tipo de estancias resultantes. De este modo, a pesar de las necesidades propias de cada familia, el relieve y el terreno son los factores que, en último término, determinan las dimensiones finales de la vivienda. En cuanto a la distribución de los espacios excavados, el salón comedor es el punto de acceso principal en la totalidad de casos. A partir de esta estancia, usualmente con forma alargada, se sitúan dos habitaciones con ventilación directa al exterior (una a cada lado) y, en función de las necesidades particulares, se produce un desarrollo excavado en profundidad desde el espacio central del comedor. De este modo, la planta de las cuevas de Crevillente responde a una tipología que, en palabras de M. Carreres posee: “[...] una morfología arácnida en la que el cuerpo sería esta habitación principal, la cabeza sería la habitación del fondo y las patas las habitaciones laterales.” 145

Planta de vivienda excavada en la C/ Sendra, nº 12. Fuente: propia.

Así, aparecen viviendas con un desarrollo prácticamente simétrico desde la fachada de acceso que puede alcanzar incluso 5 niveles estanciales hacia el interior, resultado de la evolución propia de la familia. Incluso, debido a la excesiva excavación de estancias, han existido viviendas que han llegado a salir por la cara opuesta de la ladera generando habitaciones que, al introducirse tan profundamente en el terreno, únicamente pueden ventilarse en segundo o tercer orden a partir de otros espacios anteriores, dificultando la renovación del aire interior. En la mayor parte de casos, las estancias más superficiales albergan despachos o cocinas que funcionan como espacios colchón del calor o del frío exterior respecto a las zonas de dormitorios ubicadas más profundamente. Según recogen J.A. García y J.A. López: “[…] existe una progresión de espacios, desde el clima exterior (el patio o corral, la cuadra, etc.), hasta el clima subterráneo (el dormitorio), y según sus funciones los otros espacios se ajustan a las fases intermedias de esta progresión.” 146 En la actualidad la mayor parte de las cuevas tienen construcciones delanteras con funciones húmedas de cocina y aseo. Siempre que es posible, estas zonas se trasladan al exterior bien a estancias exentas en el patio o bien a construcciones de reducido espacio anexas a la fachada principal para facilitar la instalación de nuevas canalizaciones de agua o saneamiento que mejoran la calidad de vida diaria. CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencià d’Etnologia. Valencia, 2010. Pág. 126. Texto original: “[...] una morfologia aràcnida on el cos seria aquesta habitació principal, el cap 1'habitació del fons i les potes les cambres laterals.” 146 GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 44 . 145

Planta de vivienda encavada en la C/ Vaiona, nº 19. Fuente: propia.

El resto de habitaciones se dedica normalmente a uso dormitorio o trastero. Las estancias interiores poseen un tamaño medio que oscila entre 7 y 12 m2 aunque tal y como muestran algunos ejemplos del capítulo 05, se pueden encontrar espacios de incluso 30 m2. Según los datos de campo recogidos, comúnmente las alturas interiores sobrepasan los 2 m, siendo la media más usual 2,30 m en el punto más alto de la sala. Hace unos años era mucho más común encontrar un patio acotado previo a la casa-cueva que se utilizaba como jardín, como corral o como zona de cocina y aseo en construcciones más actuales. Hoy en día, estos espacios frente a la cueva han disminuido ya que se han empleado como zona de ampliación de estancias vivideras; cosa que ya apuntaba V. Gozálvez en 1973: “[…] las cuevas con acotaciones de patios y edificaciones complementarias son minoría, pues sólo abarcan un 30,2 % de las viviendas trogloditas”147

Estancia principal de estar-comedor, a partir de la que se distribuyen el resto de espacios. Fuente: propia.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

La distribución habitual de estas viviendas excavadas se puede catalogar en un modelo común que varía ligeramente según las características del terreno o las necesidades específicas del propietario. Las estancias básicas que siempre existen en una casa-cueva crevillentina son las siguientes: a. Estar – comedor Es la habitación fundamental ya que organiza y distribuye el resto de los espacios interiores. Desde la puerta principal se accede habitualmente a un espacioso comedor de unos 8-10 m de longitud, unos 2-2,5 m de ancho y unos 2,5 m de altura; alrededor de este eje central se excavan de forma anexa las distintas estancias con unas dimensiones de 2 m por 3 m como mínimo. En las viviendas más tradicionales, los espacios están separados únicamente por un sencillo hueco adornado con una cortina de tela que sirve como elemento de privacidad mínimo en las pequeñas bóvedas de acceso entre estancias, que salvan el espesor de los muros de carga dando lugar, según J.A García y J.A. López, a una continua: “[…] sucesión de ensanches (habitaciones) y estrechamientos (túneles entre habitaciones).”

148

Estancia principal de estar-comedor, a partir de la que se distribuyen el resto de espacios. Fuente: propia.

b. Dormitorios En las casas-cueva es habitual que una de las estancias más exteriores sea un dormitorio con ventilación directa hacia fachada e iluminación natural. Las habitaciones anexas al espacio central suelen tener forma rectangular o cuadrada y una altura un poco menor que la estancia de acceso, aunque en los casos estudiados nunca menor a los 2 m. GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 62. GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 75. 147

148

Cortina de separación entre estancias interiores. Fuente: propia.

167

Al fondo del eje principal puede haber una habitación específica denominada "habitación del frontón", formada tras la compartimentación del comedor inicial mediante un tabique. Una estancia con uso dormitorio que, en caso de existir, es donde suele estar situada la lumbrera. Según las visitas de campo realizadas, el número de habitaciones con la función de dormitorio suele ser de tres en la inmensa mayoría de cuevas; un número que se corrobora según los datos aportados por los estudios de V. Gozálvez (Tabla 2), donde se estiman las dimensiones aproximadas de estas excavaciones. NÚMERO DE DORMITORIOS POR CUEVA

Estancia excavada con función de habitación en una casacueva. Fuente: propia.

% DE CUEVAS

% DE CUEVAS CON PATIO

Con un dormitorio

4,8

1,9

Con dos dormitorios

19,4

16,9

Con tres dormitorios

57,3

58,5

Con cuatro dormitorios

14,6

18,9

Con cinco dormitorios

3,9

3,8

TOTAL

100

100

Tabla 2. Porcentajes de estancias con función dormitorio según encuesta realizada sobre 103 cuevas y 53 cuevas con patio en 1969. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Pág. 69.

c. Cocina y aseo Con el fin de aprovechar las condiciones de ventilación directa al exterior, es habitual que la cocina y el aseo se ubiquen cerca de la entrada a la vivienda, ya sea en estancias excavadas o en construcciones anexas exteriores. Antiguamente, los barrios de cuevas ocasionaban una gran preocupación municipal por sus deficiencias en cuanto a higiene se refiere, ya que durante años carecieron de suministro de agua o de alcantarillado público. Así, las viviendas vertían aguas a un pozo ciego situado cerca de la entrada o en su patio exterior y compartían, entre todos los vecinos, una pila de lavar común ubicada en la propia calle. Con el paso del tiempo, esta problemática higiénica ha desaparecido completamente debido a la existencia de instalaciones municipales y a la renovación de las estancias húmedas en la mayor parte de las viviendas enterradas.

Estancia excavada con función de cocina en una casa-cueva. Fuente: propia.

03.3.2. Elementos singulares a. Habitación hiladora

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Esta estancia es la característica principal de una tipología de vivienda casi desaparecida en Crevillente, como es la cueva hiladora. Ubicada al final del eje de acceso, al fondo de la habitación del frontón o coincidiendo con ella, aparece un lugar donde predomina mucho más su longitud respecto a su anchura; un peculiar espacio que se conoce con el nombre de habitación hiladora. En una época en la que el trabajo se hacía en casa, la vivienda era utilizada como espacio para la manufactura y el hilado del cáñamo. Una tarea que demandaba un entorno con una extensión importante debido a la longitud propia de los hilos empleados y que a menudo requería la utilización de todo el eje desde la puerta hasta el fondo, llegando incluso a emplear la parte exterior de la cueva.

Planta de casa-cueva con una habitación hiladora en la estancia más profunda. Fuente: CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Pág. 125.

Aunque es difícil datar exactamente la aparición de esta estancia en las viviendas crevillentinas, según su ubicación urbana se estima que surgen en torno a la segunda mitad del siglo XIX y se emplean de manera continuada hasta 1940. Unas viviendas que llegan a convertirse en verdaderos talleres hiladores al noreste de la población en las calles Llorens o Sendra (ver el ejemplo de la c/ Sendra, nº12 documentado en el capítulo 05). Una tipología enraizada a la cultura del municipio que según M. Carreres únicamente fue posible gracias a: “Por un lado, la ya nombrada tradición de las cuevas vivienda y, por otra, al trabajo manufacturado de almacenar y confeccionar hilo desde tiempos árabes.” 149 A partir de 1960 la industria de la alfombra emergió de una manera importante e incorporó a los hiladores más expertos en sus fábricas. Así, poco a poco se fueron cerrando los pequeños talleres hiladores del municipio y, por tanto, también disminuyó la necesidad de utilización de la habitación hiladora en las viviendas particulares. Hoy en día, es muy difícil encontrar ejemplos de casas-cueva que conserven esta habitación tan peculiar ya que, tras los rellenos por la urbanización de calles circundantes y la desaparición de la práctica industrial del hilado particular, la mayor parte de ellas han desaparecido en los últimos años.

Habitación hiladora en la calle Sendra nº12 con los paramentos sin revestir interiormente. Fuente: propia.

b. Construcciones anexas Son edificaciones recientes que aparecen delante de ciertas casas-cueva de manera adosada y sin formar parte estructuralmente de ellas. Realizadas en su mayoría durante y después de la posguerra en el periodo 1940-1950, aunque también con la aceleración sufrida en los años 1980, suelen ser pequeñas y sencillas construcciones de materiales actuales muchas veces formadas únicamente por tres o cuatro paredes de ladrillo cubiertas con un tejado de fibrocemento. 149 CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencià d’Etnologia. Valencia, 2010. Pág. 122. Texto original: “Per una banda, la ja esmentada de les coves vivenda i, per I'altra, al treball manufacturer d'estorar i confeccionar fil vinguda des de temps àrabs.”

Panorámica exterior del taller hilador de Xixe. Fuente: CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Pág. 130.

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Con acceso desde el patio exterior, en ellas se ubican las zonas húmedas evitando problemas de olores o humos gracias a la ventilación directa hacia la calle. Así, se obtiene un mayor grado de confort y bienestar interior aunque sea, en cierto modo, a costa de desvirtuar la apariencia original de la excavación. Estas construcciones también pueden albergar pozos de agua de lluvia por escorrentía desde la cubierta en el caso de que no exista uno junto a la entrada o en la cocina de la propia cueva (Fig.30). En algunos casos, estas construcciones alcanzan una envergadura tal que pueden llegar a constituir una vivienda anexa a la cueva en su parte delantera (Fig.30), conformando ejemplos de la tipología Casa + Cueva. Nuevas edificaciones de incluso dos alturas que se utilizan habitualmente durante la época de invierno y que se abandonan durante el verano, cuando las estancias excavadas se ocupan para disfrutar del frescor y la temperatura aportada por el terreno natural. Construcción anexa con función de lavadero en casa-cueva. Fuente: propia.

Construcción anexa con función de lavadero en casa-cueva. Fuente: propia.

Figura 30. Imagen 1 y 2. Pozo de agua de lluvia en el interior de vivienda en la calle Sendra. Imagen 3. Vista de fachadas exteriores de casas-cueva formadas por construcciones anexas. Fuente: propia.

c. Chimenea El elemento de chimenea tradicional de Crevillente es de piedra o de barro (aunque las más modernas son de ladrillo), tiene una altura entre 1,5 – 1,8 m y presenta distintas formas como la troncocónica (características de las regiones de Guadix o Baza), la troncopiramidal (típica crevillentina) o incluso la de paralelepípedo. En un principio eran elementos sin cobertura alguna aunque hoy en día resulta difícil no encontrar algún remate formado por tejas planas en ángulo. Gracias a la incorporación en su parte superior de un tubo de fibrocemento, en ciertos casos se ha incrementado el caudal de ventilación en la vivienda, aumentando el tiro y favoreciendo la renovación de aire (Fig.31). Sin embargo, tal y como apuntan J.A. García y J.A. López, con esta modificación se adquiere otro efecto añadido ya que: Construcción anexa con función de trastero delante de una cueva en la calle Perdigonera. Fuente: propia.

“[…] se consigue el aumento de la funcionalidad de la chimenea, pero no hay que olvidar que su aspecto estético original ha sido desvirtuado.” 150

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

En la actualidad, las chimeneas tradicionales han perdido su función inicial al cambiarse la distribución original de las estancias ya que ahora la cocina usualmente se ha trasladado a una construcción anexa exterior; aún así, sigue desempeñando un papel importante al proporcionar una cierta aireación y ventilación de la estancia donde se encuentra, mejorando las condiciones ambientales del conjunto.

Ejemplo de chimenea en un tramo de la calle Llorens. Fuente: propia.

Figura 31. Chimeneas en la calle Vaiona, en la calle Sendra y en la calle Taibilla, respectivamente. En el último caso se ha incorporado un tubo metálico para aumentar el tiro y ventilar mejor el interior de la cueva. Fuente: propia.

d. Lumbrera Además de las chimeneas, en Crevillente existen otros elementos minoritarios que también permiten la ventilación de los espacios excavados: las denominadas lumbreras. Una lumbrera es un tragaluz paralelepipédico que se ubica en la habitación más profunda al fondo del comedor, aquella más alejada del acceso principal, con el fin de generar una ventilación cruzada mediante tiro natural y dotar de luz a los espacios más profundos. Con una altura aproximada de 1,5 m, la lumbrera está cubierta habitualmente con teja plana a una o dos aguas (Fig.32) y comúnmente presenta pequeñas ventanas protegidas con tela metálica en dos de sus lados que permiten la renovación del aire interior gracias a una corriente natural que regula la temperatura y la humedad de la cueva.

GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 71. 150

Ejemplo de chimenea en mal estado de conservación, en un tramo de la calle Sendra. Fuente: propia.

171

Figura 32. Distintos ejemplos de lumbreras en la calle Perdigonera y en la calle Llorens. Se puede observar que todas ellas guardan una gran similitud en cuanto a su forma. Fuente: propia.

e. Elementos singulares

Aprovechamiento de todo tipo de huecos. En este caso, una zona de estudio dentro de un pequeño armario. Fuente: propia.

La fachada principal presenta escasas aberturas al exterior y como máximo existen tres: la puerta de acceso y una ventana a cada lado para cada espacio excavado en primer plano, aunque en zonas periféricas los huecos laterales pueden incluso desaparecer. El hueco de entrada sirve fundamentalmente como medio de ventilación e iluminación no sólo de la estancia de comedor sino del resto, ya que muchas veces es el único punto de contacto con el exterior de toda la vivienda. Así, es común que permanezca todo el día abierto de par en par, mejorando la renovación continua de aire. En muchas de las viviendas estudiadas es frecuente encontrar un gran aprovechamiento de cualquier recoveco presente en los muros de las estancias (por muy pequeños que sean) a modo de armarios, despensas o alacenas. También es usual la existencia de huecos de comunicación entre espacios distintos, con el fin de mejorar la ventilación de aquellos más profundos sin contacto con el exterior (Fig. 33).

Figura 33. Huecos de comunicación entre espacios para facilitar la ventilación en estancias profundas. Fuente: propia. Aprovechamiento de todo tipo de huecos. En este caso, un estante para la televisión. Fuente: propia.

03.4. ANÁLISIS CONSTRUCTIVO 03.4.1. Técnica de construcción En la excavación de estas casas-cueva se ha empleado una técnica de construcción bastante elemental y, aunque en el municipio existía mano de obra especializada para este trabajo, en muchos casos era el mismo propietario quien realizaba la excavación o, por lo menos, ayudaba en el proceso.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Debido a que la técnica tradicional pretendía obtener el máximo beneficio de las condiciones intrínsecas de las litologías del terreno, según J.A. García et al.151 se excavaban los estratos más blandos correspondientes normalmente a areniscas o calizas detríticas al ser capas más asequibles ubicadas entre otras dos de mayor dureza (como pueden ser calizas) empleadas como elemento estructural para techos o muros de carga. En cuanto a los utensilios empleados, cuando los materiales eran blandos únicamente eran necesarios el pico y la pala para perforar el terreno; sin embargo, cuando se alcanzaban estratos de cierta dureza era imprescindible el empleo de un puntero. Si la dureza era tan elevada que resultaba imposible su excavación, siempre existía la opción de bajar o subir el nivel del pavimento en los espacios interiores, con el fin de amoldarse mejor a los materiales existentes. De este modo, aparecían peldaños dentro de las estancias o se generaban cambios de nivel en paredes y techos. Respecto al proceso de ejecución, debido a que la pendiente del terreno no era lo suficientemente elevada para servir como fachada principal de manera directa, el primer paso era excavar el frente de ladera hasta conseguir una pared vertical de unos 10 m de longitud y 3 o 4 m de altura que funcionara como fachada. Posteriormente, con la tierra extraída se creaba una explanada al frente de la construcción que serviría de terraza, patio de acceso o incluso de pequeño huerto del que alimentarse en épocas de necesidad. En general, el ancho de fachada es pequeño debido a la existencia de cuevas vecinas, lo que contrasta en muchos casos con su profundidad, donde existen menos restricciones y mayor libertad de movimiento al depender únicamente de la dimensión de la loma donde se ubican. Al interior, la estructura vertical se basa en muros de carga entre 80-100 cm de espesor, que generan pequeños pasillos de acceso a las habitaciones. Respecto a la estructura horizontal, los techos se plantean mediante arco de medio punto o bóveda de cañón y no mediante un elemento plano ya que de esta manera se distribuyen mejor las cargas del terreno a los apoyos. Según V. Gozálvez: “El techo de todas las habitaciones es de bóveda de medio cañón […], más o menos pronunciada según las dimensiones que cubre, arrancando suavemente desde el mismo piso, lo que da a las paredes una ligera inclinación.” 152 151 GARCÍA, J.A. et al. Las cuevas de Crevillent (Alicante). Estudio y catálogo gráfico. Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Sevilla, 2000. Pág. 351. 152 GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 50.

173

Aunque en el espacio principal de comedor la bóveda arranca a menudo desde la cota del pavimento, en ciertos casos aparecen pequeñas pilastras excavadas también sobre el terreno, adosadas a los muros de carga que ayudan a soportar su peso. En las habitaciones con función dormitorio, las paredes suelen ser lisas sin ningún tipo de resaltes ya que, debido a las reducidas dimensiones a cubrir, no se necesitan mayores refuerzos.

03.4.2. Materiales de construcción a. Acabado de fachada Revestimiento de fachada mediante enfoscado de mortero de cemento. Fuente: propia.

La fachada exterior habitualmente presenta un acabado mediante una capa de yeso o de cemento; aún así, en ciertos ejemplos periféricos existen fachadas recubiertas de piedra de la zona o de otros materiales naturales, dando una mayor apariencia de vivienda convencional a estas excavaciones que, en muchas ocasiones, únicamente se identifican gracias a la ligera pendiente del paramento. En las construcciones más sencillas, sobre el elemento de fachada y en su mismo plano o retranqueado 5 o 10 cm, a menudo se levanta un murete de coronación de mampostería o de ladrillo entre 0,5 y 1 m de alto que contiene posibles desprendimientos de tierras desde el techo de la cueva. b. Acabado interior

Revestimiento de fachada mediante enfoscado de mortero de cemento acabado con pintura. Fuente: propia.

Aunque, en palabras de Cavanilles en 1795, el interior de las cuevas de Crevillente no estaba recubierto por ningún revestimiento siendo el techo de las cuevas "[...] un cortezón de cascajo y tierra endurecida" 153, poco a poco las viviendas se fueron adaptando a las necesidades de salubridad básicas. Así, el revestimiento de cal fue tomando relevancia como acabado interior de paredes y techos mediante encalados que, según J.A. García y J.A. López se generaban: "[...] aplicando suavemente las primeras manos con una brocha de hojas de palma o salpicando las paredes arcillosas con la cal muy espesa, ya que si se hacía directamente el enjabelgado, la arcilla se desmoronaba al estar muy blanda por haber sido picada muy recientemente." 154 La cal suponía distintas ventajas para los usuarios de estas viviendas excavadas ya que, en primer lugar, la periodicidad de un encalado aumentaba la desinfección de los espacios, que muchas veces no poseían ventilación directa. Además, su color blanco intenso aumentaba la sensación de luminosidad interior, haciendo más agradables aquellas estancias que únicamente podían iluminarse a través de otras más exteriores.

SEIJO, F.G.: La vivienda popular rural alicantina: tomos I y II. Ediciones Alicante. Alicante, 1979. Pág. 13. GARCÍA, J.A.; LÓPEZ, J.A.: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. Pág. 65. 153 154

Revestimiento de fachada mediante enfoscado de mortero de cemento y aplacado de piedra natural. Fuente: propia.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Según los estudios de V. Gozálvez 155 tras la excavación era habitual el tratamiento de los paramentos interiores mediante un mortero bastardo compuesto por tres partes de cal, una parte de cemento gris o blanco, arena de río y agua. Una mezcla que no provocaba ningún tipo de rechazo por el terreno y que además permitía la aplicación posterior de un encalado en dos capas: la primera capa de cal muy rebajada con agua y la segunda más espesa. Otra solución de revestimiento, menos eficiente aunque más económica, consistía en preparar un mortero de yeso mezclado con tierra dando como resultado una mezcla grisácea de baja calidad. Solución que presentaba problemas posteriores ya que, al aplicar una capa fina de cal como acabado, acababa despegándose con el tiempo y cayendo debido a una incompatibilidad química. En cuanto a la regularidad del paramento interior, en muchas ocasiones los acabados de paredes y techos conservan desniveles o protuberancias propias del terreno puesto que durante la excavación es complicado conseguir una superficie completamente plana y regular, llegando incluso a intuirse las marcas del pico utilizado en su vaciado. Hoy en día, las pequeñas reformas llevadas a cabo han uniformado y nivelado estas desigualdades con varias manos de yeso hasta dejar unos paramentos completamente lisos y de aspecto superficial muy similar a los de una vivienda convencional. Sin embargo, en aquellas zonas donde se ha aplicado una pintura plástica como acabado, ésta ha dado problemas al impedir la transpiración del terreno, produciendo abombamientos y desconchados en los revestimientos. Debido a esto, la solución óptima, tal y como corrobora el uso tradicional en la mayoría de los casos, es llevar a cabo un mantenimiento continuo mediante un encalado anual de los paramentos excavados.

Revestimiento de habitación con acabado interior de yeso. Fuente: propia.

c. Techos y suelos En las estancias interiores, los techos están formados por una bóveda de cañón (más rebajada o más apuntada en función del caso) que arranca habitualmente desde una altura entre 1,20 y 1,50 m dando a los paramentos una ligera curvatura. Aunque la mayoría de las viviendas visitadas mantienen el techo original, en los casos donde la altura lo permitía, algunos propietarios han decidido ocultar la bóveda tras un falso techo liso de escayola, perdiendo así el carácter propio de la tipología abovedada original de la casa-cueva.

Distintas capas que conforman el revestimiento interior de las estancias. Fuente: propia.

Al exterior, el terreno sobre las viviendas presenta un espesor entre 1 y 2 m en las estancias exteriores, que va aumentando por la pendiente del terreno conforme nos adentramos en profundidad. Una protección natural que a veces se ha recubierto de una capa fina de mortero de cemento, con el fin de establecer una mayor impermeabilización frente al agua de lluvia y una protección frente a la erosión del viento. Solución que finalmente ha supuesto más inconvenientes que ventajas, ya que impide la transpiración del terreno y ocasiona lesiones que en un principio no existían en las viviendas excavadas.

GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía Universidad de Valencia. Valencia, 1971. Pág. 66.

155

Acabado natural interior de habitación hiladora (sin revestir). Fuente: propia.

175

Al interior, los pavimentos originales estaban habitualmente formados por baldosas hidráulicas, losetas cerámicas o mosaicos, aunque las viviendas más antiguas aún conservan ciertas estancias con mortero de cemento fratasado. En muy pocos ejemplos aún es posible encontrar casas-cueva con el terreno natural como pavimento y, aunque las paredes normalmente siempre suelen estar encaladas, lo cierto es que todavía existen estancias que aún hoy conservan la superficie de excavación sin ningún tipo de revestimiento (tal y como sucede en la vivienda de la calle Sendra nº 12, documentada en el capítulo 05).

Cubierta de casa-cueva con un revestimiento de mortero como acabado superficial. Fuente: propia.

Aún así, lo más usual es que los pavimentos y revestimientos interiores fueran modificados a mediados del siglo pasado, con el fin de mejorar la higiene, el bienestar y el prestigio de estas viviendas excavadas. Tras estas reformas, habitualmente se colocaron pavimentos de gres o de terrazo bien sobre el propio terreno o bien sobre el pavimento anterior, existiendo en algunos casos incluso gran variedad de añadidos como alicatados en zonas húmedas, zócalos en cocinas, carpinterías metálicas o falsos techos. d. Instalaciones En las viviendas más antiguas, los circuitos eléctricos presentan un aspecto bastante rudimentario con cables a la vista que recorren paredes y techos (Fig.34); sin embargo, en las construcciones reformadas las instalaciones se han modernizado llegando a empotrar las cajas de registro y los conmutadores eléctricos en el propio muro de carga, lo que supone una ardua tarea puesto que las rozas deben hacerse a base de pico al modo tradicional, rompiendo la capa superficial endurecida por la acción atmosférica. En la actualidad, en los casos donde el aseo y la cocina son construcciones anexas exteriores no existe problema con las instalaciones de agua o saneamiento puesto que, al no ser estancias excavadas, prácticamente todas han sido fácilmente conectadas a la red municipal.

Cubierta de casa-cueva con acabado de terreno natural sin revestir. Fuente: propia.

Figura 34. Imagen 1. Instalación eléctrica oculta en vivienda reformada. Imagen 2 y 3. Instalación eléctrica vista. Fuente: propia.

Cubierta de casa-cueva con acabado combinado de terreno natural sin revestir y zonas de mortero de cemento. Fuente: propia.

03.5. SITUACIÓN ACTUAL a. Estructura urbana El gran número de cuevas excavadas, ha posibilitado la percepción de estas viviendas como conjuntos urbanos singulares que se estructuran siguiendo alineaciones propias, aprovechando las laderas de los barrancos existentes. Su organización de estos barrios presenta un trazado condicionado por la configuración del relieve, dando lugar a ámbitos con una distribución escalonada cuando la pendiente es muy acusada (como el caso de la calle Macha o Vaiona) o bien una distribución más aleatoria y anárquica cuando los desniveles no son tan elevados (como en las calles Colón, Violín o Planelles). En ambos casos, la urbanización está repleta de rampas peatonales, imposibles cuestas de acceso rodado, escaleras o cambios de pendiente, conformando un tejido laberíntico donde la superposición de calles y cuevas dejan a un lado la racionalidad urbanística.

Deficiencias de urbanización en la zona alta del Barrio Virgen de la Salud. Fuente: propia.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

En cuanto a su inserción en la trama, hoy en día son zonas casi completamente urbanizadas (solamente existen ciertos puntos en las zonas más altas donde aún no ha llegado el asfaltado), con abastecimiento público y accesibilidad plena, aunque con el único inconveniente de sus innumerables desniveles y sus enrevesados recorridos: un caos con orden propio que desubica constantemente a los foráneos.

b. Cambio tipológico Desde la aparición de las casas-cueva en Crevillente en el siglo XVIII y su gran desarrollo en los siglos XIX y XX, su importancia va aumentando con el paso de los años. Sin embargo, a partir de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de 1967, el número de viviendas subterráneas sufre cada vez una mayor regresión, primero por la prohibición de su excavación o reparación y, en los últimos años, debido a la especulación urbanística.

Calle de cuevas completamente integradas en el casco urbano. Fuente: propia.

No existe un recuento oficial desde los años 70 y, por tanto, se desconoce el número actual de cuevas incluso para el padrón municipal. Aún así, todo el mundo es consciente de que últimamente se han ido destruyendo demasiados grupos de cuevas para transformarlos en viviendas unifamiliares convencionales de varios pisos de altura. Aunque las cuevas están legalmente desfavorecidas por la inexistencia de regulación urbanística específica que las proteja, en la actualidad todavía existen muchos particulares con interés en la conservación de sus hogares excavados quienes, al sentirse especialmente orgullosos de ellos, deciden introducir las mejoras necesarias para asegurar un buen mantenimiento. La voluntad de conservar sus raíces ha permitido que estas viviendas continúen mostrando su esencia inicial y sus valores tradicionales aunque, a pesar de los esfuerzos de sus propietarios, desgraciadamente van desapareciendo poco a poco ante edificaciones convencionales.

Escaleras de acceso entre dos calles paralelas a distinta cota en el barrio de La Salud. Fuente: propia.

177

En el caso más favorable, la nueva construcción se limita a la zona del patio de acceso para, manteniendo relegada a un segundo plano la casa-cueva, ampliar los m2 necesarios incluso por encima de las estancias excavadas. En otros casos, el fallecimiento de los antiguos propietarios hace que la vivienda permanezca cerrada durante algún tiempo y así, sin ventilación ni mantenimiento, la vivienda excavada acaba por derrumbarse. En el caso más desfavorable, son los mismos propietarios quienes, aprovechando la herencia de una casa-cueva, arrasan con la excavación subterránea para construir una edificación convencional unifamiliar (Fig.35) sobre todo en la parte más cercana al casco urbano. Actuaciones que se han llevado a cabo fomentadas por motivos especulativos o por la falta de implicación del gobierno municipal en su protección y que, posiblemente, hoy en día se hayan visto frenadas en cierto modo por la época de dificultad económica global.

Vivienda convencional de PB+2 construida donde antes existía una cueva, en la calle Virgen de la Salud. Fuente: propia.

Figura 35. Viviendas actuales en distintas zonas de la calle Llorens y Virgen de la Salud. Fuente: propia.

c. Nivel de vida En los últimos años, la mejora de la urbanización en los barrios de cuevas sin duda ha supuesto un gran paso respecto para las condiciones de accesibilidad, abastecimiento de agua potable, alumbrado público o alcantarillado en estas viviendas. Además, ha permitido una mejoría considerable de la estabilidad del terreno, fundamentalmente en los casos con excavaciones en varios niveles superpuestos. Dentro del estudio de V. Gozálvez, en 1969 se realizó una encuesta personal a los propietarios de unas 200 viviendas excavadas (algo más de un 20% del total de cuevas en ese momento) con el fin de conocer las condiciones de bienestar de la población en las casas-cueva. Sus resultados muestran claramente la existencia de un nivel de vida distinto en función de las tres tipologías definidas por el autor (las cuevas, las cuevas con patio y las casas-cueva), tal y como se refleja en los datos de la Tabla 3 y la Tabla 4. Convivencia de edificio convencional de PB+5 construido junto a casas-cueva en el Barrio del Calvario. Fuente: propia.

Por una parte, es destacable que la proporción de cuevas con agua corriente o desagüe no era del 100% debido a que algunas viviendas se ubicaban en la periferia, donde aún no había llegado la instalación de estos servicios. La escasa proporción de duchas en la tipología de cuevas era debida a los problemas de humedad que implicaba su instalación en estancias enterradas. En las cuevas con patio y en las casas-cueva, su existencia era más común (multiplicándose por tres la proporción), ya que era posible su instalación en construcciones anexas independientes a la excavación. INSTALACIONES

% CUEVAS

% CUEVAS CON PATIO

% CASAS-CUEVA

Tienen luz eléctrica

100

100

100

Tienen agua corriente

80,6

98,1

95,4

Tienen desagüe

77,7

98,1

90,1

Tienen ducha

19,4

54,7

61,4

0

3,8

6,8

103

53

44

Tienen teléfono

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

TOTAL VIVIENDAS ENCUESTADAS

Tabla 3. Encuesta sobre el nivel de vida de la población troglodita en Diciembre de 1969. Datos en %. Se consideraron 3 tipologías de viviendas encuestadas: cuevas, cuevas con patio y casas-cueva, incluyendo en este último apartado sólo las cuevas con una o dos habitaciones exteriores. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Pág. 55.

Por otra parte, la existencia de electrodomésticos de primera necesidad era bastante elevada en el caso de la cocina de gas (más del 80%) y media en el caso del frigorífico (entre el 50 y 75%) según se observa en la Tabla 4. Según los autores, la presencia de televisión es de un porcentaje parecido al del frigorífico pero, sin embargo, no indicaba un nivel de vida alto, ya que en muchos casos eran comprados a plazos mediante un gran esfuerzo económico que incluso restringía necesidades básicas como la alimentación o la vestimenta. En la actualidad, no es preciso hablar del equipamiento interior de estas viviendas ya que en todas existen tanto las instalaciones como los equipamientos comunes en cualquier construcción convencional, a elección de sus propietarios.

ELECTRODOMÉSTICOS

% CUEVAS

% CUEVAS CON PATIO

% CASAS-CUEVA

Tienen cocina de gas

82,5

92,4

90,1

Tienen frigorífico

50,5

75,5

68,2

Tienen televisión

45,6

67,9

72,7

Tienen lavadora

65

88,7

79,5

Tienen aparato de radio

70,9

84,9

79,5

TOTAL VIVIENDAS ENCUESTADAS

103

53

44

Tabla 4. Encuesta sobre el nivel de vida de la población troglodita en Diciembre de 1969. Datos en %. Se consideraron 3 tipologías de viviendas encuestadas: cuevas, cuevas con patio y casas-cueva, incluyendo en este último apartado sólo las cuevas con una o dos habitaciones exteriores. Fuente: GOZÁLVEZ, V.: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Pág. 55.

179

En cuanto a la titularidad de las viviendas excavadas, en 1969 más del 88% de las cuevas, el 98% de las cuevas con patio y el 95% de las casas-cueva eran de titularidad propia y en la mayoría de los casos procedían de la herencia familiar tras varias generaciones. Actualmente, sus habitantes son mayoritariamente gente de avanzada edad que ha vivido toda la vida en ellas o gente joven que las ha heredado de familiares. Estos propietarios conservan la cueva como primera vivienda y la utilizan durante todo el año; un 15% de las excavaciones se han acondicionado y se encuentran hoy día en alquiler, fundamentalmente en la temporada de verano.

d. Aceptación social Vivienda excavada al este de La Rambla. Fuente: propia.

“Coveros” es el nombre con el que los crevillentinos denominan a los habitantes de las viviendas excavadas en el municipio. Derivado del término valenciano “cova” (cueva), ha perdido cualquier connotación peyorativa y se usa de un modo común sin segundas intenciones. Aún así, durante años fue utilizado de manera despectiva hacia esta parte de la población ya que, debido a su lejanía del casco urbano, sus habitantes eran vistos en cierto modo como ciudadanos de segunda clase y eran identificados con un término ofensivo con el que, en palabras de M. Carreres, se designaba a: “[...] una persona sucia, impresentable o más o menos salvaje.” 156 Una diferenciación que, en un principio, provenía de aspectos zonales y se enraizaba en las diferencias de los trazados urbanos uno más racional, medido y estructurado (el del casco urbano) y otro más tortuoso, desorganizado y libre (el de los barrios de cuevas); más tarde, las distinciones se fueron centrando en aspectos sociales ya que las viviendas excavadas normalmente pertenecían a gente humilde, en cierto modo rechazada por la población más acomodada del centro urbano.

Vivienda excavada en la calle Vaiona. Fuente: propia.

Hoy en día, al contrario que ocurre en otras zonas trogloditas, los habitantes de las cuevas de Crevillente ya no pertenecen a familias humildes y en ellas predomina la clase media. Aún así, en algunos de sus habitantes todavía existe un cierto sentimiento de pertenencia a una “segunda categoría” aunque sea únicamente al pensar que estas zonas han sufrido durante años la demora de mejoras urbanas, sanitarias y de equipamientos por parte de su propio ayuntamiento.

CARRERES, M.: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencia, 2010. Pág. 132. Texto original: “[…] una persona bruta, impresentable o més o menys salvatge.” 156

Vivienda excavada en el barrio de La Salud. Fuente: propia.

Valencià d’Etnologia.

04. | CONCLUSIONES | La vivienda troglodita en Crevillente Aunque la aparición de estas atípicas viviendas sea debida a la presión demográfica en unos momentos históricos o a la pobreza de la población en otros, lo cierto es que la conservación de estos hogares hasta la actualidad ha estado influida por la afinidad y el afecto que muchos descendientes de los primeros pobladores han tenido hacia su casa, aquella en la que nacieron y a la que han pertenecido desde siempre.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

A nivel global, es posible afirmar que la excavación de casas-cueva se dispone en áreas con una pendiente y configuración favorable en lugares donde confluyen dos factores principales: por una parte, la existencia de un terreno compuesto por materiales sedimentarios y, por otra, su ubicación en zonas de clima fundamentalmente seco, con lluvias escasas y temperaturas con oscilaciones anuales importantes, que hacen idóneo el empleo del entorno subterráneo como refugio habitable. Sin embargo, las condiciones geográficas, ambientales o sociales no lo son todo, y la influencia del arraigo personal hacia estas construcciones es fundamental para explicar su permanencia y continuidad hasta nuestros días. Desde su aparición en el siglo XVIII, el número de casas-cueva en Crevillente ha ido fluctuando en función de la demanda social de vivienda de bajo coste. Una vivienda compuesta usualmente de un espacio central de comedor de unos 20 m2, dos estancias con ventilación directa al exterior y normalmente tres estancias interiores más sin ventilación (habitualmente con una superficie entre 7 y 12 m2) que alcanzan en conjunto una profundidad mínima de excavación en el terreno de 10 m. Asimismo, en el municipio son comunes las construcciones exteriores anexas a las cuevas mediante cuerpos edificados que complementan el programa habitacional al frente de la excavación. Una solución que genera viviendas mucho más adaptadas a las necesidades actuales donde el espacio interior excavado se aprovecha en verano debido a sus buenas condiciones térmicas mientras las estructuras exteriores se utilizan mayoritariamente en invierno, evitando la humedad ambiental debida al terreno. Tras el desarrollo de construcciones exteriores, actualmente predominan las tipologías de Cueva + Construcciones anexas o Casa + Cueva. Viviendas que se han ido transformando y evolucionando con el paso del tiempo desde adecuaciones muy puntuales del espacio interior hasta cambios profundos de su desarrollo en planta tras la excavación de nuevas estancias. Así, tal y como se muestra en el esquema de la Fig.36 la evolución habitual de la planta habitada pasa por una primera fase de excavación de las estancias mínimas e indispensables (A), una segunda fase de ampliación de la vivienda cuando el número de habitantes aumenta (B) y una tercera fase en la que se construyen distintos elementos anexos al exterior de la cueva (C) para adaptarse a nuevos requerimientos.

181

1

2

3

B B

A A

A

A

A

B

C

C

Figura 36. Esquema de evolución en planta de las casas-cueva en Crevillente. Fuente: propia.

Tras originarse como una construcción natural de intrínseca dependencia con el paisaje, esta tipología cada vez va adquiriendo una mayor condición de artificialidad ya que, a pesar de provenir de una necesidad adaptada al terreno, su desarrollo en el tiempo implica la adición de elementos ajenos a la construcción inicial. Del mismo modo, las transformaciones urbanas y el progreso social han originado grandes cambios en los barrios de cuevas donde, tras muchas peticiones y luchas de sus vecinos, se han adquirido servicios y equipamientos básicos que mejoran las condiciones de vida de sus habitantes, quienes aún hoy se ven presionados cuando las construcciones del casco urbano les van ganando terreno poco a poco. Arquitecturas sencillas, de bajo coste, donde sus propietarios han formado parte activa en su excavación, haciendo que el sentimiento de posesión y pertenencia sea mucho más tangible y palpable. Arquitecturas en las que su peculiar belleza y originalidad merecen una mayor valoración social y que, aunque hoy en día muchas estén siendo destruidas para dar paso a edificaciones actuales, siempre quedarán en la memoria de los que las han vivido y disfrutado, quienes siempre las recordarán pensado que: “[…] si allí donde hubo edificios vuelven a levantarse edificios, del mismo modo también […] allí donde siempre hubo cuevas siguen existiendo cuevas.” 157

JOVÉ, F.: La vivienda excavada en tierra. El barrio del castillo en Aguilar de Campos: patrimonio y técnica constructiva. Universidad de Valladolid. Valladolid, 2006. Pág. 259.

157

| Respuesta de la vivienda subterránea actual Tras ciertos periodos en los que la arquitectura se ha aprovechado de una riqueza económica y de un crecimiento tecnológico que parecía ilimitado, aquello que antes era habitual ha pasado a ser inaceptable y, en los últimos años, se ha puesto de moda una profunda sensibilidad hacia conceptos como el medioambiente o la sostenibilidad.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

Aún así, lo cierto es que en muchas ocasiones es difícil determinar si las soluciones planteadas y las buenas intenciones se quedan en una mera propaganda de venta al público o realmente son un verdadero compromiso que se refleja en el proyecto arquitectónico. Un compromiso que intenta retomar la sensibilidad hacia la inteligencia de lo tradicional, adaptándose a las necesidades concretas del tiempo, el lugar y el entorno de aquello proyectado, hacia la reinterpretación de soluciones “de toda la vida” que nunca han fallado; aquellas que dejan de lado el derroche y plantean propuestas más sencillas tecnológicamente pero posiblemente igual de eficaces en términos globales.

Casa incrustada en la tierra, proyectada por los arquitectos holandeses SeaRCH y Christian Muller Architects. Vals. Suiza. Fuente: www.oitenta.es

Así, en los años 80 del siglo pasado toma una fuerza importante el acondicionamiento pasivo de las construcciones mediante la solución de enterramiento, aprovechando las características de la inercia térmica inagotable proveniente del terreno. Con esto, se vuelven a considerar adecuadas estas arquitecturas excavadas que desde hace años habían estado ahí, sobreviviendo frente al paso del tiempo de un modo anónimo o en ciertos casos hasta marginal. Propuestas exitosas en un contexto determinado que sirven como fuente de inspiración, aunque siempre considerando que la copia mimética de soluciones importadas desde otro momento o lugar generan grandes problemas cuando se limitan únicamente a una reproducción automática sin adaptarse a las particularidades de cada proyecto. Plantear una arquitectura bioclimática desarrollada con principios de acondicionamiento pasivo o basada en una orientación correcta que permita el máximo confort en la vivienda puede conducirnos, a muchos arquitectos, a interesarnos por una solución de vivienda enterrada, una vivienda excavada. De este modo, consideraríamos que una gran masa que proporcione inercia térmica podría contribuir, muy favorablemente, a prestar un confort interior estable a nuestra arquitectura. Es por ello que, al respecto de la evolución natural de numerosos proyectos de viviendas pasivas actuales, J.P. Loubes destaca que muchos arquitectos: “[…] se hayan visto tentados a llevar al extremo este camino: la búsqueda de la máxima inercia en una vivienda conduce a la solución de enterrarla. La masa de la tierra que contribuye entonces al intercambio térmico pasa a ser inmensa, tendiendo a un valor infinito.” 158

LOUBES, J.P.: Arquitectura subterránea. Aproximación a un hábitat natural. Colección Tecnología y Arquitectura. Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 1985. Pág. 7.

158

Casa incrustada en la tierra. Vals. Suiza. Fuente: www.oitenta.es

183

Un enterramiento total o parcial regula la estabilidad térmica interior y mejora el aislamiento, haciendo un efecto “bunker” de protección frente al exterior. Sin embargo, sabemos que también genera inconvenientes a resolver como la existencia de humedades procedentes del contacto directo con el terreno, la elección de la correcta ventilación de los espacios excavados para una adecuada renovación de aire y, fundamentalmente, el problema de la iluminación natural en las estancias más profundas. Inconvenientes que obligan, por tanto, a un cambio de perspectiva y modos de actuar a la hora de plantear un proyecto arquitectónico subterráneo. A pesar de estos obstáculos, se siguen generando viviendas enterradas contemporáneas (a menudo desconocidas) en distintos climas y terrenos que continúan enriqueciendo y revitalizando esta arquitectura. Propuestas que no sólo tienen en cuenta el enfoque climático de la arquitectura troglodita sino también muchas otras dimensiones de la arquitectura subterránea como puede ser la integración en un paisaje urbano, la economía de materiales, las posibilidades de iluminación natural o los sistemas estructurales y constructivos más eficientes.

Perspectiva de vivienda enterrada en Pembrokeshire. Estudio Future Systems. Fuente: www.wikiarquitectura.com

Casa enterrada en Pembrokeshire. Estudio Future Systems. Fuente: www.wikiarquitectura.com

Sin embargo, existe una clara diferencia entre estos dos grupos de arquitecturas, ya que la mayoría de estas nuevas construcciones no utilizan realmente técnicas de excavación o de extracción de material sofisticadas, sino que en ellas se conforma un determinado volumen de forma aditiva y, una vez concluida la edificación, se recompone sobre la construcción el tejido natural destruido, simulando encontrarse enterrada, excavada en el terreno y queriendo asemejarse a un auténtico hábitat troglodita. Una arquitectura que, aunque simula formar parte del terreno donde se asienta, en realidad lo desmonta, lo destruye para construir un contenedor que posteriormente es rodeado de tierra. En definitiva, una arquitectura convencional encubierta, oculta tras la apariencia de arquitectura enterrada, que pasa desapercibida ante la mirada del presente, queriendo asemejarse a las viviendas del pasado.

05. | BIBLIOGRAFÍA CITADA Ayuntamiento de Crevillente: www.crevillent.es Ayuntamiento de Crevillente. Estudio-memoria de las Cuevas de Crevillent. Carpeta 3658/1. Archivo municipal. Crevillente, 1974. Ayuntamiento de Crevillente. Plan Especial de Reforma Interior de la zona de cuevas, 1982. Ayuntamiento de Crevillente. Proyecto de urbanización. PERI IV - Sector Coves Norte. Calles Llorens, Sendra, Virgen de la Salud, Vereda Hospital, Prolongación Foches y Ecuador, 1997.

CAPÍTULO 03 LAS CASAS-CUEVA DE CREVILLENTE: PASADO, PRESENTE Y FUTURO

CÁMARA ESCLAPEZ, Pascual; JAÉN I URBÁN, Gaspar: Plan General de Ordenación Urbana de Crevillente. Crevillente, 1983. CARRERES RODRÍGUEZ, Manuel: Coves vivenda i coves filadores a Crevillent. Revista Valenciana d'Etnologia. Nº 5. Museu Valencià d’Etnologia. Valencia, 2010. Pág.119-135. GARCÍA AZNAR, José Antonio; LÓPEZ DAVÓ, Joaquín Antonio: Las cuevas de Crevillent. Estudio y catálogo gráfico. Instituto de Cultura Juan Gil-Albert y Ayuntamiento de Crevillente. Alicante, 2000. GARCÍA AZNAR, J.A.; LÓPEZ DAVÓ, J.A.; FERRI CORTÉS, J.; PÉREZ SÁNCHEZ, V.R.; PÉREZ SÁNCHEZ, J.C.; JIMÉNEZ DELGADO, A.; RODRÍGUEZ VALENZUELA, L.: Las cuevas de Crevillent (Alicante). Estudio y catálogo gráfico. Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción. Sevilla, 2000. GOZÁLVEZ PÉREZ, Vicente: Crevillente. Estudio urbano y demográfico. Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia. Valencia, 1971. GOZÁLVEZ PÉREZ, Vicente: Crevillente. Estudio urbano, demográfico e industrial. Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante. Alicante, 1983. GOZÁLVEZ PÉREZ, Vicente: El Bajo Vinalopó. Geografía agraria. Departamento de Geografía de la Universidad de Valencia. Valencia, 1977. GOZÁLVEZ PÉREZ, Vicente: La vivienda troglodita en Crevillente. Su origen, expansión y pervivencia. Actas 1º Congreso de Historia del País Valenciano. Volumen IV. Universidad de Valencia, 1974.

185

Instituto Geológico y Minero de España. Mapa Geológico de España. Escala 1:50.000. Hoja de Elche (893 / 28-35). MELLADO COVES, Ester; MORATA MAS, Rubén: El léxic deis telers a Crevillent. Revista del Vinalopó Nº 5, Ciutats de fa un segle. Centre d'Estudis Locals del Vinalopó, 2002. Sede electrónica del catastro: www1.sedecatastro.gob.es/OVCFrames.aspx?TIPO=Consulta Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas: http://sigpac.mapa.es/fega/visor/ SEIJO ALONSO, Francisco G.: La vivienda popular rural alicantina: tomos I y II. Ediciones Alicante. Alicante, 1979. VICEDO MAESTRE, María; DE LA TORRE GARCÍA, Antonio: La Sierra de Crevillente: flora y vegetación. Instituto de Cultura “Juan Gil-Albert”. Alicante, 1997.

CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

capítulo

04

CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES: RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

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CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

NOTA La información del presente capítulo se recoge de manera más extensa en dos artículos publicados en la revista Cemento-Hormigón reproducidos en su totalidad en el Anexo 04 (referente a la radiación externa) y en el Anexo 05 (referente a la radiación interna) del Tomo 2 de la presente tesis doctoral. Al poder remitirse a los citados artículos cuando se requiera ampliar información, se ha decidido sintetizar los datos aquí recogidos con el fin de no duplicar la documentación aportada.

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01. | LA RADIACTIVIDAD Y SUS FUENTES 01.1. DEFINICIONES, MAGNITUDES Y UNIDADES DE MEDIDA

CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

Existe un gran número de definiciones en relación a las radiaciones ionizantes. A continuación están descritas aquellas que presentan un especial interés para el presente trabajo. •

Exposición externa / interna. Exposición del organismo a fuentes exteriores o incorporadas en él.



Isótopo. Nucleídos con el mismo número de protones y distinto número de neutrones.



Sustancia radiactiva. Sustancia que contiene uno o más radionucleidos y cuya actividad o concentración no puede considerarse despreciable desde el punto de vista de la protección radiológica.

Respecto a las magnitudes más usuales, cabe destacar las siguientes: •

Actividad (A). Es el número medio de desintegraciones nucleares que se producen por segundo. Su unidad es el becquerelio (Bq).



Concentración. Ya sea de un material o de un gas, son las desintegraciones por segundo por unidad de masa o de volumen respectivamente. • Bq/kg si hablamos de la concentración de actividad alfa, beta o gamma de un material sólido. • Bq/m3 si hablamos de la concentración de actividad de un material en aire o en agua como por ejemplo la concentración del radón en aire (222Rn). • Bq(EER)/m3 si hablamos de la concentración de actividad de los descendientes del radón en aire o en agua. Siendo las siglas EER, las correspondientes a Equilibrio Equivalente de Radón. En el Sistema Cegesimal la unidad de concentración habitual era el picocurio, aunque actualmente es más usual utilizar las unidades del Sistema Internacional en becquerelios, donde un picocurio por litro de aire (pCi/l) equivale a 37 Bq/m3.



Dosis absorbida (D). Es la cantidad de energía cedida por la radiación ionizante a la unidad de masa de material irradiado. Su unidad es el Gray (Gy), es decir julios/kilogramo. La unidad en el sistema Cegesimal es el Rad, con una equivalencia de 100 Rad = 1 Gray.



Dosis absorbida en un órgano o tejido (DT). Es el cociente entre la energía total comunicada a un órgano o tejido (T) y la masa de dicho órgano o tejido.

191

TIPO Y RANGO DE ENERGÍA

WR

Fotones, todas las energías

1

Electrones y muones, todas las energías

1

Neutrones

5-20

Protones

5

Partículas alfa

20

Valores del factor de ponderación de la radiación WR. Fuente: NTP 614. Radiaciones ionizantes. Normas de protección. Notas Técnicas de Prevención.



Factor de ponderación de la radiación (WR). Factor adimensional que se utiliza para ponderar la dosis absorbida en un tejido u órgano. Tal y como se aprecia en la tabla izquierda, el factor para los rayos gamma, rayos X y partículas beta es 1, mientras que para las partículas alfa es 20, lo que muestra que tienen una capacidad 20 veces mayor de producir daño biológico.



Dosis equivalente (HT). Es la cantidad obtenida multiplicando la dosis absorbida (D) por un factor de ponderación del daño biológico de los tejidos (WR) en función de las diferentes radiaciones ionizantes. Su unidad es el Sievert (Sv).



Dosis efectiva (E). Es la cantidad obtenida multiplicando las dosis equivalentes para los distintos tejidos y órganos por el factor (WT) correspondiente a cada uno de ellos y sumando los productos. La unidad para la dosis efectiva es el Sievert (Sv). En el caso del radón y sus descendientes la dosis efectiva se suele expresar en mSv/año, resultado de la media de la concentración de actividad del radón en Bq/m3 durante un año.



Periodo de semidesintegración (T). Es el tiempo necesario para que la actividad de un radionucleido se reduzca a la mitad, es decir, para que la mitad de los átomos desaparezcan de la muestra.



Tasa de exhalación. Cantidad de gas exhalado por la superficie del material desde los poros. Su unidad es el Bq. m-2. h-1

Por otra parte, también es importante destacar que las unidades más utilizadas son : •

Becquerelio (Bq). Es la unidad de actividad. Un becquerelio es igual a una desintegración nuclear o transformación por segundo.



Gray (Gy). Es la unidad de dosis absorbida. Un gray es igual a un julio por kilogramo de masa y equivale a 100 rads en el Sistema Cegesimal. 1Gy = 1 J/kg =100 rads



Sievert (Sv). Unidad de dosis efectiva y dosis equivalente. Un sievert es igual a un julio por kilogramo, aunque al ser una unidad muy grande para su uso en protección radiológica normalmente se utilizan el milisievert (mSv= 10-3 Sv) y el microsievert (µSv=10-6 Sv). El Sievert (Sv) equivale a 100 Rems en el Sistema Cegesimal. 1 Sv = 1 J/kg = 100 Rems

CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

01.2. RADIACTIVIDAD NATURAL EN LA EDIFICACIÓN Muchos de los materiales de construcción más utilizados en arquitectura o ingeniería pueden contener, en mayor o menor proporción, elementos naturales radiactivos (Tabla 5) al derivar de rocas con presencia de radionucleidos de las series del uranio (238U) y el torio (232Th) o del isótopo radiactivo del potasio (40K). A este respecto, cabe destacar que, en la serie del uranio, el segmento de la cadena de desintegración a partir del radio (226Ra) es radiológicamente el más importante y por ello a menudo se hace referencia a este último en vez de al uranio como elemento principal a controlar radiactivamente. Muchos minerales procesados industrialmente son ricos en radionucleidos pertenecientes a las citadas cadenas de desintegración, pudiendo generar niveles radiactivos elevados en sus propios flujos de residuos o en sus subproductos. Es por ello que en la Directiva 96/29/EURATOM 159 destacan, entre las actividades identificadas como potencialmente preocupantes, aquellas que trabajan con sustancias que bien contengan radionucleidos naturales o bien conduzcan a su generación en la producción de residuos, ya que ambos pueden causar un aumento significativo de la exposición a la que se ven sometidos tanto los trabajadores como la población en general. Según el documento Radiation Protection 112 160, la exposición a la que se ve sometido el ser humano debido al contenido radiactivo de los materiales de construcción se puede clasificar en dos tipos: • La exposición externa está relacionada con la radiación gamma emitida por los radionucleidos naturales presentes en los materiales de construcción y, en cierto modo, también contribuye a incrementar las concentraciones radiactivas en ambientes interiores. A nivel global cabe destacar que las concentraciones medias mundiales de uranio (238U), torio (232Th) y potasio (40K) en la corteza terrestre son de unos 40 Bq/kg, 40 Bq/kg y 400 Bq/kg respectivamente, aunque dependiendo del material de construcción del que se trate, las concentraciones varían en función de factores como pueden ser su porosidad, la preparación de la superficie o el acabado exterior. • La exposición interna está relacionada con la inhalación de los gases radón (222Rn), junto con sus descendientes de corta duración, y torón (220Rn) exhalados desde los materiales de construcción; el radón es parte de la serie del uranio (238U) y el torón es parte de la serie del torio (232Th) estando presentes ambos, en mayor o menor medida, en los materiales utilizados en la edificación. Es importante matizar que, debido a que el radón es un gas inerte, por lo general sólo una fracción del radón producido en los intersticios del material consigue llegar a la superficie para entrar a formar parte del aire de los ambientes habitables; moviéndose más libremente en los materiales porosos o fragmentados.

159

UE. Directiva 96/29/EURATOM del Consejo de 13 de mayo de 1996 por la que se establecen las normas básicas relativas a la protección sanitaria de los trabajadores y de la población contra los riesgos que resultan de las radiaciones ionizantes. Diario Oficial n° L 159 de 29/06/1996. 160 UE. Radiation Protection 112. Radiological protection principles concerning the natural radioactivity of buildings materials, 1999.

193

A nivel global, la aportación a la concentración media de radón en interiores debida a los materiales de construcción se encuentra entre 10 y 20 Bq/m3, aunque en casos excepcionales se ha llegado a elevar hasta valores ciertamente considerables. Así, aunque la fuente más importante de radón en interiores es el propio terreno donde se ubica, en algunos casos también los materiales de construcción pueden convertirse en un aporte importante. Este es el caso habitual de estancias ubicadas en niveles edificatorios altos donde, al encontrarse más alejadas del aporte por el terreno natural, la concentración existente estará más influida por la contribución proveniente de los materiales constructivos que por la del terreno. Por tanto, es bastante usual el empleo en construcción de materiales naturales y subproductos de procesos industriales que contienen los radionucleidos citados y, por tanto, se hace preciso un control sobre su aceptabilidad para prevenir posibles emisiones de radiación en ambientes interiores. Una limitación necesaria a nivel de diseño en las nuevas construcciones debido a que muchos materiales generan un aporte extra de radón que puede llegar a actuar, en ciertos casos, como una fuente significativa. De este modo, tal y como será comentado en los apartados siguientes, tras la publicación de Directivas Europeas y recomendaciones no normativas al respecto, algunos estados europeos ya han establecido normas específicas sobre el contenido radiactivo de sus materiales de construcción, trasponiendo las directrices más generales en reglamentos específicos nacionales para el control en la edificación.

01.3. CRITERIOS DE CONTROL

CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

El establecimiento de controles sobre el contenido radiactivo de los materiales de construcción limita la exposición humana ante niveles elevados de radiación; así, en toda evaluación de impacto radiológico es fundamental tener en cuenta el principio ALARA_as low as reasonably achievable (tan bajas como sea razonablemente factible) teniendo en cuenta factores sanitarios, económicos y sociales. Debido a que todos los materiales emiten radiaciones en mayor o menor medida (existiendo pequeñas exposiciones en todas partes), los controles deben circunscribirse a aquellos elementos que están por encima de los niveles típicos de exposición y sus variantes más habituales, facilitando o restringiendo su uso con las importantes consecuencias económicas, ambientales y sociales que eso conlleva tanto a nivel nacional como local. Al respecto, la Directiva 89/106/CEE del Consejo Europeo sobre productos de construcción declara en 1989 que: "[…] la obra de construcción debe proyectarse y construirse de tal manera que no sea una amenaza para la higiene o la salud de los ocupantes o vecinos, en particular, como resultado de [...] la presencia de partículas o gases peligrosos en el aire [o] la emisión de radiaciones peligrosas [etc].” 161 De este modo, y aunque la directiva no sugiera límites concretos de radiactividad, no cabe duda de que tanto los radionucleidos presentes en los materiales de construcción como el gas radón originado por ellos están englobados en esta definición y, por tanto, se hace necesario su control con el fin de restringir la posibilidad de dosis individuales altas. Según el documento Radiation Protection 112 162, los controles sobre la radiactividad de los materiales de construcción se dividen en dos tipos de criterios radiológicos: a. Criterio de dosis Los controles se basan en datos de dosis efectivas teniendo en cuenta la generalidad de las circunstancias nacionales. Dentro de la Unión Europea (UE), las aportaciones a las dosis superiores a 1 mSv/año se deben tener en cuenta desde el punto de vista de protección radiológica y se recomienda que los controles se basen en rangos de dosis entre 0,3 a 1 mSv/año. b. Nivel de exención Los materiales de construcción europeos quedan exentos de todas las restricciones y controles relacionados con su radiactividad si el exceso de radiación gamma procedente de ellos aumenta la dosis efectiva anual de un miembro del público por debajo de 0,3 mSv/año. Incremento de dosis que debe ser calculado restando la dosis efectiva recibida al aire libre (fondo natural) y que se estima en 50 nGy/h para los países de la UE. 161 UE. Directiva 89/106/CEE del Consejo de 21 de diciembre de 1988 relativa a la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los estados miembros sobre los productos de construcción, 1988. 162 UE. Radiation Protection 112. Radiological protection principles concerning the natural radioactivity of buildings materials, 1999.

195

Si el valor de referencia del índice de riesgo radiactivo (del que se hablará detenidamente en el apartado 02.1.) es superado, deberán realizarse evaluaciones para la estimación de dosis. Las medidas in situ del contenido radiactivo de materiales sospechosos en edificaciones existentes serán necesarias sólo en los casos donde exista una razón específica para dudar sobre la superación de las dosis máximas permitidas. Así, la evaluación del impacto radiológico de estos materiales comprenderá el análisis de las vías de exposición potenciales o existentes, mediante un equipo adecuado, de calidad y calibrado de un modo fiable. Como referencia, el documento europeo Radiation Protection 112 recoge la información de la Tabla 5 donde se muestra la probabilidad de encontrar valores altos de radiactividad en distintos materiales de construcción comúnmente utilizados, como son el hormigón, el hormigón aligerado, los ladrillos de termoarcilla, los ladrillos de arena/cal, las piedras naturales y las placas o los bloques de yeso. MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN

EXPOSICIÓN POR ENCIMA DE 0,3 MSV / CIRCUNSTANCIAS O EXPLICACIÓN

EXPOSICIÓN POR ENCIMA DE 1 MSV / CIRCUNSTANCIAS O EXPLICACIÓN

Hormigón

POSIBLE / casi en cualquier lugar donde se utilizan cantidades volumétricas

POSIBLE / si se utilizan cantidades volumétricas y el hormigón contiene grandes cantidades de escoria de alto horno, cenizas volantes, arena natural o de roca rica en radionucleidos naturales

Hormigón aireado y ligero

POSIBLE / si se usa escoria de alto horno, ceniza volante o materiales ricos en radionucleidos naturales

NO PROBABLE / se usa sólo en las paredes

Ladrillos de arcilla

POSIBLE / si se usa arcilla rica en radionucleidos naturales

NO PROBABLE / se usa sólo en las paredes

Ladrillos de cal

NO PROBABLE / concentración de actividad baja, uso limitado (sólo paredes)

NO PROBABLE / concentración de actividad baja, uso limitado (sólo paredes)

Piedra natural

NO PROBABLE / uso superficial o de otro tipo con un uso menor POSIBLE / si se usa en cantidades volumétricas

NO PROBABLE / uso superficial o de otro tipo con un uso menor POSIBLE / si se usa en cantidades volumétricas

Placas o bloques de yeso

NO PROBABLE / yeso natural POSIBLE / si se usan subproductos de yeso ricos en radio

NO PROBABLE / uso superficial o uso sólo en las paredes

Tabla 5. Posibilidad de sobrepasar los 0,3 mSv o 1 mSv debido al uso de ciertos materiales de construcción. Fuente: UE. Radiation Protection 112. “Radiological protection principles concerning the natural radioactivity of buildings materials”.

02. | RADIACIÓN EXTERNA: ÍNDICE DE RIESGO RADIACTIVO (I)

CAPÍTULO 04 CALIDAD AMBIENTAL EN ESPACIOS INTERIORES:RADIACIÓN EXTERNA E INTERNA

02.1. ÍNDICE DE RIESGO RADIACTIVO (I) A nivel europeo, la Directiva 89/106/CEE 163 únicamente proporcionaba una somera referencia a la "presencia de partículas o gases peligrosos en el aire", sin mayores precisiones respecto a la limitación de los niveles de radiación en los materiales de construcción. Años más tarde, la propia Comisión Europea encomendó un estudio pormenorizado al Finnish Center of Radiation and Nuclear Safety (STUK) con el fin de obtener valores experimentales sobre la presencia de radiactividad natural en los materiales más utilizados. Tras finalizar éste en 1997, se sugirió la adopción de una fórmula con la que obtener un “índice de actividad” expresado en Bq/kg tomando en consideración el contenido de radio (226Ra), torio (232Th) y potasio (40K) en el material como indicador de su salubridad y evitando la superación del nivel de referencia de 1 mSv/año para la dosis efectiva en los miembros del público. Posteriormente, el documento Radiation Protection 112 164 propuso en 1999 el cálculo de un índice (I) para limitar las concentraciones de actividad de los radionucleidos naturales presentes en los materiales de construcción, sólo teniendo en cuenta la radiación gamma emitida por ellos. En diferentes normas y publicaciones, este índice es identificado con distintos nombres como son índice de riesgo radiactivo, índice de actividad, índice de actividad radiactiva, índice de concentración de actividad, índice gamma, índice de radiación gamma o índice de actividad gamma entre otros. A nivel general, muchos países europeos y no europeos han tomado algunas decisiones respecto a estos límites máximos, expresados normalmente por medio de una suma (índice) que habitualmente debe ser inferior o igual a 1. Usualmente denominado como índice de riesgo radiactivo (I), este término considera las concentraciones de radio ( 226 Ra), torio (232Th) y potasio (40 K) existentes en el material, respondiendo a una expresión genérica de tipo: I = A( 226 Ra)/I( 226 Ra) + A(232 Th)/I( 232 Th) + A( 40K)/I( 40K) donde A (x) = actividad radiactiva medida en el propio material (Bq/kg) I (x) = parámetros fijos (Bq/kg) Los valores de I(x) para cada uno de los tres radionucleidos varían en función del país analizado debido a los diferentes niveles de concentración de los materiales más utilizados en cada región y las consecuencias socioeconómicas de la prohibición de los mismos. Algunos de estos valores se recogen en las Tablas 6 y 7. MUSTONEN, R.; PENNANEN, M.; ANNANMÄKI, M.; OKSANEN, E.: Enhanced Radioactivity of Building Materials. Final report of the contract Nº 96-ET-003 for the European Commission. Radiation and Nuclear Safety Authority – STUK, Finland, 1997. 164 UE. Radiation Protection 112. Radiological protection principles concerning the natural radioactivity of buildings materials, 1999. 163

197

PAÍS NO EUROPEO

IRa-226 (Bq/kg)

ITh-232 (Bq/kg)

IK-40 (Bq/kg)

BIBLIOGRAFÍA

Brasil China Israel URRS

370 350 198 370

259 260 243 260

4810 4000 4500 4810

VENTURINI et al. 1997. CHEN et al. 1996. NISNEVICH et al. 1997. CHEN et al. 1996.

Tabla 6. Valores del índice de riesgo radiactivo (I) en Bq/kg, en países no europeos. Fuente: RISICA, S.: Legislation on radon concentration at home and at work, 1998 y RISICA, S.; BOLZAN, C.; NUCCETELLI, C.: Radioactivity in building materials: experimental methods, calculations and an overview of the italian situation, 1999. PAÍS EUROPEO

IRa-226 (Bq/kg)

ITh-232 (Bq/kg)

IK-40 (Bq/kg)

BIBLIOGRAFÍA

Austria Dinamarca Finlandia Luxemburgo Noruega* Polonia Suecia** Hungría Yugoslavia

1000 300 300 350 300 370 (1000) 185 400

670 200 200 250 200 233 (700) 259 300

10000 3000 3000 5000 3000 3700 (10000) 4810 5000

ONORM, 1995. MUSTONEN et al. 1997. MARKKANEN. 1995/ MUSTONEN et al. 1997. MUSTONEN et al. 1997/ RISICA, 1998. RISICA, 1998. CHEN et al. 1996. RISICA, 1998. CHEN et al. 1996. PAVLOVIC et al. 1996.

Tabla 7. Valores del índice de riesgo radiactivo (I) en Bq/kg, en países europeos. Fuente: RISICA, S.: Legislation on radon concentration at home and at work, 1998 y RISICA, S.; BOLZAN, C.; NUCCETELLI, C.: Radioactivity in building materials: experimental methods, calculations and an overview of the italian situation, 1999. * En Noruega hay otro límite de 300 Bq/kg de 226Ra de materiales tales como arena, guijarros, etc, que se usan al aire libre para el drenaje alrededor de los edificios. ** En Suecia el Reglamento tenía otro límite de 200 Bq/kg para 226Ra. Sin embargo, el reglamento sobre los materiales de construcción dejó de estar vigente en 1994 (por esta razón, los valores están entre paréntesis). El constructor elige el material pero es el responsable de asegurar que la concentración final de radón en interiores no exceda de 200Bq/m3 y la dosis debido a la radiación gamma sea

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