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Autor: Joan Manuel Gisbert Ilustrador: Mabel Piérola ISBN: 3815−4 Nº Páginas: 232 PVP: 915 ptas. − 5,50 euros Género: Misterio−Terror Tema Transversal: E. del Consumidor Última Edición: 5a. Colección: Periscopio (De 12 a 16 años) Editorial Edebe Este libro llamado "La voz de madrugada" de Juan Manuel Gisbert me gustó muchísimo, se lo recomendaría a todo el mundo que le atrayese el misterio y la intriga. Te enganchas a él, no lo puedes dejar, es un libro con una capacidad de atracción increíble. Hace mucho que lo leí pero todavía me acuerdo cómo no quería parar porque esa retrasmisión de radio tan misteriosa y enganchante, ese personaje que vive refugiado en las ondas, ese chaval que vive para que llegue la noche, ese entramado de personajes que parecen independientes y desconocidos pero no es así me apasionó e introdujo de lleno en la lectura de este autor, cuya obra me gusta bastante, aunque hay novelas en las que la fantasía ocupa un lugar muy destacado y ese tipo de libros son los únicos que de este autor no recomendaría, pues sí que siguen teniendo capacidad de atracción, pero hacen sentir una monotonía mayor que con los otros. Llega un momento en que no sabes quién es quién y qué hacen allí. Personajes Alberto Mayer (Padre de Ricardo) Dr. Salvador Moner (Psiquiatra) Ricardo Mayer. La Voz de Madrugada. (Irene Suances) Ricky Valladares (Dirección de Onda Europea) Jaime Reverter (Director General de Onda Europa) Tacho Alarcia (Periodista) Paco Coca (Ayuda a Tacho en las investigaciones haciendo fotos) Puchales (informa a alarcia de casos) Portero de la productora de RdioArte. Tomeu Gifré (vendedor de colecciones) Concha (Señora de la limpieza) Esperanza (enfermera del Dr. Moner) 1
Olivia. Tomas (El portero del edificio de Ricardo). El hombre de la gabardina. Tina (prima de Olivia). Gustavo Iradier. Comisario Endériz. Dr. Bellmunt (Colaborador de Moner) Max Piher. Kart Kapeilt Victoria Reguant CAPITULO I Alberto Mayer visita al Psiquiatra Dr. Moner para consultarle sobre el caso de su hijo Ricardo y le pide que se haga cargo de él. El problema que tiene es que Ricardo está enganchado a una voz que aparece cada día de 2 a 2.30 de la madrugada en Onda Europea. Tanto le gusta este programa que incluso los graba y vuelve a grabar incluyendo sus propias palabras, como si él interviniera. CAPÍTULO II Ricky Valladares es el director del programa dónde interviene la voz de la madrugada y tiene muchos problemas con el director general, Jaime Reverter, ya que le presionan para que de a conocer quién es la voz. Ni siquiera lo sabe ni sabe cómo averiguarlo. CAPITULO III La voz de la madrugada va siempre acompañada por otra mujer, tan misteriosa como ella. Cuando el programa comenzó a tener éxito, todo el mundo quiso conocerla, pero aún nadie lo ha logrado, ya que ahora emiten desde un piso privado y nadie sabe dónde se encuentra. CAPITULO IV Tacho Alarcia se interesa por el caso de la voz de la madrugada y quiere sacar una exclusiva de ello. Cuenta con la ayuda de Paco Coca. Lo que Tacho pretende es llegar a la noticia engañando a la gente, diciendo que sabe cosas para que le cuente más. Va diciendo que va a investigar el caso para que le vallan llegando noticias. Alberto Mayer llama a la consulta del Dr. Moner para preguntarle si va a aceptar el caso una vez que 2
ha visto todos los documentos que ha sacado del piso de su hijo. El Dr. Le dice que sí, pero que primero tiene que hablar con Ricardo y Alberto Mayer le dice que le explicará cómo poder hablar con su hijo sin que sospeche. CAPITULO V Ricardo fue a las oficinas de la Via Layetana (donde supuestamente estaba la productora de RadioArte) para intentar averiguar algo sobre la voz de la madrugada. El portero le dice que hace días que no aparecen por allí ya que hay montones de correspondencia en el casillero de RadioArte y otras que él va metiendo por debajo de la puerta. En un descuido del portero, Ricardo sube al piso 8ºF donde están las oficinas de la productora y comprobó que allí no había nadie, pero sintió que alguien le observaba. Cuando se marchó de allí se llevo consigo la placa de la puerta en la que ponía RadioArte y cuando el portero abandonó su cuarto para ir al sótano cogió un manojo de cartas del casillero del 8ºF y salió del edificio corriendo. CAPITULO VI El dr. Moner llamó por teléfono a Tomeu Gifré para comprarle las siete primeras grabaciones del programa La voz de la madrugada y pagó por ellas 18.000 pesetas con la condición de que se las enviará en ese momento. Estas cintas eran para poder ponerse en contacto con Ricardo Meyer. Tacho Alarcia estaba en un bar cuando se le acercó Alberto Mayer con la intención de hablar sobre la voz de la madrugada y pedirle algún dato a Alarcia para poder ayudar a su hijo pero no consiguió nada. Paco Coca entró en el bar y creyó conocer a Alberto Meyer de algo pero en ese momento no sabía de qué. Alguien se pone en contacto con Ricky Valladares para intimidarle y amenazarle por el programa que está emitiendo en la radio. Tomeu se encuentra con Tacho Alarcia, al cual ya conocía, y le dice que Salvador Moner se ha puesto en contacto con él para comprarle las siete primeras grabaciones de La voz de la madrugada. CAPITULO VII Ricky Vallarés salió del edificio donde estaba la emisora para realizar una llamada de teléfono, ya que no se fiaba de que alguien pudiese escucharlo. Marcó un número de Barcelona y habló con alguien al otro lado. Le dijo que estaba recibiendo amenazas y la otra persona le dice que no se preocupe de nada y que pronto terminará la emisión de la voz de la madrugada. Ricardo estaba en el ático donde vivía mirando la correspondencia que había robado del casillero del 8º F de RadioArte. Fue descartando las cartas que no le interesaban y se dio cuenta que la que había dejado para el final ponía que sabía quien era la voz y exigía que todo terminara. Se acordó de una carta que él había enviado y releyó la copia que guardaba. Ponía que no se había perdido ni una palabra del programa desde que lo oyó por primera vez y en ella había puesto su nombre y señas completas. Se arrepintió de haberla enviado, ya que seguro que estaba en el piso de RadioArte. CAPITULO VIII Concha, la señora de la limpieza de Ricardo, llamó a Alberto Mayer para informarle de que su hijo tenía un montón de cartas que iban dirigidas a RadioArte. El dr. Moner llamó a Ricardo para ofrecerle las grabaciones de los siete primeros capítulos a cambio de 3
otras grabaciones, ya que Ricardo había puesto un anuncio para conseguirlos y quedaron en que pasaría por su consulta a recogerlos. Esto mosqueó a Ricardo pero fue a la consulta. Una vez allí el psiquiatra comenzó a hablar con Ricardo sobre el programa de la voz de la madrugada para poder conocerlo mejor y ver qué pensaba. Mientras hablaban recibió una llamada de Tacho Alarcia y mientras el Dr. Moner apuntaba el teléfono de Tacho para llamarle después, Ricardo lo fue memorizando. Por otra línea, la enfermera estaba llamando a Alberto Mayer para informarle de que su hijo estaba en la consulta y de esa forma podía entrar con toda tranquilidad en el ático de su hijo y poder seguir rebuscando en sus cosas. Cuando entró en el ático notó que alguien más había en la habitación. CAPITULO IX Ricardo cogió un txi y le pidio al taxista que pusiera una de las cintas que le había cambiado a Moner de La voz de la madrugada y resultó que al taxista también le gustaba. El dr. Moner llamó varias veces a Tacho Alarcia pero no contestó. Alberto Mayer recordó que el portero le había dicho que en alguna ocasión una amiga de Ricardo subía al ático y tal vez era ella la que estaba allí. Seguro que ahora su hijo se enteraría de todo, pensó Alberto. Y sin más decidió marcharse. En aquellos momentos, Olivia, la amiga de Ricardo llegaba al edificio Atlantis sonde estaba el ático de Ricardo. Llamó varias veces al timbre pero nadie le contestó, así que decidió subir, mientras en el ático un hombre de gabardina oscura ya había encontrado lo que buscaba cuando entró alguien en el ático (el padre de Ricardo). Mientras Olivia subió por el ascensor, el hombre de la gabardina bajaba por las escaleras para no ser visto. Olivia pudo ver la figura desaparecer y se figuró que era el padre de Ricardo que estaba espiando. Olivia buscó la llave en el montante para poder entrar, aunque la puerta del ático estaba abierta, y la llave no estaba. Entró en el ático y se sintió más segura. CAPITULO X Alarcia, para que la gente que le llamaba por teléfono se pusiera nerviosa y lo llamara más veces, decidió no coger el teléfono durante un par de horas. Tenía con Paco Coca una contraseña cuando él lo llamaba, así que cogio el teléfono porque sabía que era el fotógrafo. Paco Coca le dijo que ya sabía de qué conocía a Ricardo Meyer: era una especie de espía que trabajó en Alemania (Kart Kapeilt se llamaba allí) y que dieron por muerto, pero no era así.. Respecto al asunto de la voz de la madrugada, alarcia decidió ir a Madrid para hablar con Ricky Valladares. Ricardo volvió a su casa y se encontró con Olivia que huía escaleras abajo, pero al ver que era Ricardo el que subía en el ascensor, se paró y rompió a llorar diciéndole que había pasado mucho miedo y que alguien había revuelto sus cajones y que el suelo estaba lleno de papeles y cartas. Ricardo le dijo que seguro que había sido su padre y habó de lo mal que se llevaba con él, y que en parte su padre ya está muerto (ya que se hizo pasar por muerto). Ricardo le pidió a Olivia el siguiente favor: que fuera ella al edificio de Via Layetana (RadioArte) y robara los sobres que hubiera en el casillero de la correspondencia. Olivia se resistía a hacerlo, pero 4
tampoco dijo que no lo iba a hacer. CAPITULO XI Esperanza, la enfermera, fue al edificio dónde vivía Mayer para entregarle un sobre que le había dado el Dr. Moner. En ese momento bajaba Ricardo por el ascensor y la reconoció antes de que ella lo viera. Apareció Tomas, el portero, y Esperanza le dio el sobre para que se lo entregara y se marchó. Entonces Ricardo bajó a la portería y le dijo a Tomás que su padre le había dicho que estaba esperando un sobre y que bajaba a buscarlo. El portero estuvo dudando en dárselo o no, pero por fin se lo dio. Tacho Alarcia fue a visitar a Ricky para ver qué podía averiguar sobre la voz de la madrugada. Ricky no se fiaba de él y no le quería contar nada (tampoco sabía mucho). Por fin decidió quedar con Alarcia en un restaurante y contarle lo que sabía. Ricardo abrió el sobre que iba a nombre de su padre y vio que era una carta del psiquiatra hablando de lo que había descubierto de Ricardo. CAPITULO XII Olivia decidió hacer lo que Ricardo le había pedido, después de pensarlo mucho. Se hizo pasar por una mensajera para poder despistar al portero y coger las cartas. El portero se dirigió a la puerta de la calle y estuvo dándole vueltas a la cerradura. Después el portero se dirigió hacia las escaleras del sótano y Olivia aprovechó para coger las cartas. Cuando las tuvo en la mano intentó escapar, pero la puerta no se podía abrir. Se dio cuenta de que el portero le había tendido una trampa. El portero la atrapó y la encerró en el sótano. Por muco que lo pidió no consiguió que la soltara. El portero telefoneó a alguien diciendo que había pillado a una chica robando la correspondencia. CAPITULO XIII Ricky entró en el restaurante Plaisir de la France donde había quedado con Alarcia. Le explico a Alarcia que la voz de la madrugada era una especie de experimento y que todo era real, que no había ningún truco. Alarcia le preguntó por la mujer pero Ricky no hizo caso de la pregunta, pero le dijo que muy pronto iba a ocurrir algo que haría estremecer a mucha gente en una de las emisiones. Ricky le pidió a Alarica la mitad de lo que sacara, con un contrato privado y un aval bancario, ya que no se fiaba de Alarcia. Si aceptaba, le contaría todo lo que sabía. Ricardo no consiguió dar con Olivia. Por el instituto no la habían visto, pero eso no era significante ya que muchos días, en vísperas de exámenes, no aparecía por allí. Llamó al piso que compartía con una prima suya y Tina se puso al teléfono. No sabía nada de su prima. CAPITULO XIV
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Tampoco al día siguiente pudo Ricardo dar con Olivia. Tampoco sus amigas habían ido al instituto. Pasado el mediodía decidió volver al ático. Alarcia llamó a Ricky para decirle que tendría el aval a las 5. Ricky le dijo que no hiciera nada hasta que no se vieran y de hecho le dijo que se había molestado para nada, que el aval era innecesario y que no pensaba seguir adelante con el trato, y de haber sabido lo que ahora sabía, nunca hubiese programado la Voz de la Madrugada. Alarcia quedó con Ricky en la emisora a las 6 para que le contara lo que sabía. Al entrar Ricardo en el ático encontró una nota de su padre pidiéndole que le llamara, y que si no lo hacía, él subiría a su ático a las 11. Tiró la nota arrugándola. Se dio cuenta de que había desaparecido la carta anónima que hablaba sobre la misteriosa mujer como si se tratara de un ser maligno. Pensó que su padre se la habría llevado. A las 6 Alarcia se presento en Onda Europa buscando a Ricky, pero le dijeron que lo habían despedido y que ya no estaba allí. Alberto Mayer llamó a Moner para decirle que el asunto se les estaba yendo de las manos y que Ricardo sabía todo. El dr. Moner le dijo que debía dejar hablar a su hijo y escucharle. Caco descubrió que Ricardo era hijo de Alberto Mayer, pero que su relación no era buena. También le reveló que Alberto y el psiquiatra estaban en contacto. Alarcia le dijo a Caco que Ricky se había marchado de la emisora sin dejar no rastro.. Tina llamó a Ricardo para decirle que Olivia había vuelto a casa, que estaba muy rara y que sería mejor que fuera para allá. Ricardo se marchó. De esta forma evitaría hablar con su padre. CAPITULO XV Ricardo llegó al piso de Olivia y Tina le dijo que no sabía qué le pasaba, pero estaba muy rara. Olivia simplemente le dijo que tenía las cartas y mintió diciéndole que había ido hoy al atardecer a recogerlas. Y ante la insistencia de Ricardo por saber más, ella le dijo qe era por las evaluaciones, cosa que no se creyó el muchacho. Olivia le pidió que la dejase. Fuera de la casa, el hombre de la gabardina, murmuraba frases entre dientes. Ricardo iba mirando los sobres que le había dado Olivia, pero no vio ninguno interesante. Pidió permiso a Tina para pasar la noche allí. Ricardo escuchó el programa con un pequeño aparato, y se lamentó de no poder grabarlo. De pronto, se hizo un silencio total en el programa después de que la voz dijera: Ya todo nuestro tiempo se ha idoen su ciega carrera hacia el pasado. Ricardo pensó que había perdido la sintonía pero no era así. Faltaban aún tres minutos para las 2.30 de la madrugada. Algo inesperado ocurrió de pronto, una voz desconocida, de una mujer joven, empleó todo un minuto para decir: Ahora, cuando falta sólo un minuto para el final del último programa de La Voz de la Madrugada, yo ya estoy con ella. Ahora ya sólo es a ti a quien espera. 6
Ricardo se sentó de golpe en la cama, era la voz de Olivia. Ricardo fue a la habitación de Olivia, y ella seguía allí durmiendo. CAPITULO XVI Cuando Tacho Aarcia regresó de Madrid, se dedicó a acosar a Meyer y Moner. Moner le recibió para que dejara de molestarle. Le preguntó sobre Ricardo, pero el psiquiatra se negó a decirle nada. Cuando Alarcia se marchó, Moner se dirigió a casa de Meyer ya que le había llamado y comunicaba todo el rato. Cogió un taxi y cuando llegaron le pidio que esperara un poco. Desde el interior del Taxi, Moner pudo ver a Tacho Alarcia salir del edificio Atlantis. Pagó al taxista y se encaminó a casa de Alberto, pero nadie le abrió y el teléfono seguia comunicando, Todo esto le pareció muy extraño. Al llegar a su despacho, Tacho se puso a escuchar los mensajes de su contestador. Uno de ellos era de Ricky diciéndole que se olvidara de la voz. Moner decidió subir al ático de Ricardo al no abrir Alberto la puerta. Cuando llegó se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta y vio a Alberto Mayer salir de allí. Le dijo que había estado intentando hablar con Ricardo, pero que no lo había visto. El psiquiatra le dijo que le había estado llamando y su teléfono comunicaba. Alberto le dijo que seguro que había marcado mal. Ero lo que realmente ocurrió es que Tacho Alarcia había telefoneado a Alberto y una vez finalizada la conversación, tacho no colgó el teléfono y lo había bloqueado. Moner se dio cuenta de que Alberto iba a llegar a un trato con Alarcia, aunque le pidió que no lo hiciera por el bien de Ricardo. CAPITULO XVII Concha le dice a Alberto que ha encontrado una nota de Ricardo en la que le dice que durante unos días no hace falta que vaya a limpiar porque no va a estar. Mayer telefoneó a Moner para decirle que iba a poner una denuncia en la comisaría por la desaparición de su hijo, pero aquí Moner no le apoyaba en absoluto. Tacho conoce a Gustavo Iradier, un crítico literario que hace tres años leyó una novela que se parecia mucho a lo que estaba ocurriendo en la realidad con La voz de la madrugada. No se publicó porque no tenía final, y tampoco recuerda el nombre del autor ni nada más. Tacho no lo quiere dejar escapar y va a poner todo su interés en resolver el misterio. CAPITULO XVIII Alberto Mayer le pide a Tomás que pase por comisaría para que describa al misterioso hombre que estuvo allí. Debe preguntar por el comisario Endériz. Salvador Moner pone en conocimiento de Alberto mayer la existencia de un testigo literario que sabe algo sobre la voz de la madrugada y se lo cuenta. Gustavo Iradier se va a someter a una regresión hipnótica para poder recordar cosas que aún no 7
recuerda sobre la novela inacabada que leyó. Recuerda que la autora era una mujer. Que hay otra mujer que la eswconde porque está llevando a cabo un experimento con ella. Recuerda las palabras crimen, homicidio, asesinato. También recuerda un muchacho que estaba en peligro y que se llamaba Ricardo. Mientras, Alberto Meyer va a buscar a su hijo al instituto y se cerciora de que todo el mundo lo ha visto preocupada preguntando por él. El hombre de la gabardina deja ya de seguir a Ricardo porque sabe perfectamente dónde va a ir. CAPITULO XIX Ricardo está muy preocupado porque Tina y Olivia han desaparecido de su apartamento. Va al suyo a recoger algunas cosas sin ser visto por nadie y vuelve de nuevo a casa de Olivia. Paco Coca tiene nuevas noticias que le cuenta a su amigo Tacho: El individuo que se está haciendo pasar por Alberto Meyer es un impostor. El auténtico Alberto murió de verdad hace casi un año. Es Max Piher y se parecía mucho al padre de Ricardo. Tanto que ni tan siquiera su hijo, que llevaba años sin verlo, se ha dado cuenta. Ricardo recibirá 75 millones de pesetas cuando cumpla los 18 años. Si Ricardo muere o lo declarasen incapacitado mentalmente, su padre se quedaría con todo. Quieren avisar a Ricardo pero no saben dónde está. Uno de los sobres que había traído Olivia tenía el remite de LA SOMBRA DEL ALMIRANTE Café.bar. Ricardo recordó que en un programa había oído de la voz La sombra del Almirante, y había un bar con ese nombre, así que ese era su siguiente destino. Moner había seguido con la sesión de regresión ocultándose en algún sitio para que Tacho no los pudiera encontrar. Ricardo llevaba mucho tiempo en el bar y nadie aparecía. Había mirado por todos los lados, hasta que se dio cuenta de que en un tablón de anuncios había una nota que antes estaba seguro de que no estaba: ESTUDIOS SONOR. Bajada de Montjuïc, s/n 08004 BARCELONA. Lo cogió con disimulo y salió del bar CAPITULO XX Tacho le dijo a Max Piher que sabía que Alberto Meyer y Kart Kapeilt eran la misma persona, sin contarle que sabíasn toda la verdad. Esto dejó muy preocupado a Alberto pero confiaba en poder salirse con la suya ya que Ricardo cumplía los 18 en febrero. Como Max conocía la dirección de Alarcia, se fue a su casa para poder expiarlo. Al dar la media noche se metió en un var para seguir vigilando desde allí. Ricardo pensó que se encontraba muy solo y no podía confiar en nadie. Entonces se acordó de alarcia y con las moneds que tenía sueltas le llamó por teléfono porque lo recordaba desde el día que visito a Moner. Tacho no estaba y Ricardo le dejó un mensaje en el contestador diciéndole que se dirigía a los Estudios Sonor porque pensaba que La Voz se encontraba allí. Max vio salir a alguien de la casa de Alarcia y que se habían dejado la puerta del bloque mal cerrada, así que invadió el piso forzando la cerradura y escuchó el contestador automático, y esto le llevo a 8
escuchar la llamada de su hijo diciendo dónde se dirigía. Lo mismo descubrió el hombre de la gabardina gracias a una tarjeta del tablón del alirante y también se dirigía hacia Estudios Sonor. Moner pidió ayuda al Dr. Bellmunt para continuar con la hipnosis de Gustavo. Tacho marcó su número de teléfono con la clave que le permitía escuchar los mensajes desde una cabina y se enteró de hacía dónde iba Ricardo. CAPITULO XXI Ricardo, que sólo llevaba 550 pesetas le pidió a un taxista que le acercara lo más posible a la bajada de Montjuic por ese importe. La iluminación era muy pobre, dándole un ambiente mortecino. Iba pensando en palabras que había escuchado de La voz de la madrugada. Cerca de allí, el hombre de la gabardina se ajustaba los auriculares para escuchar La Voz de Madrugada. Los Estudios Soner estaban en la parte más elevada del Pueblo Seco y el arranque de Montjuïc. Max miró el edificio atentamente. Minutos más tarde vio al hombre de la gabardina. Cuando Ricardo llegó no vio a los dos hombres que se estaban ocultando. Gustavo cuenta al Dr. Bellmunt que Ricardo llega a un lugar sombrio y que está en peligro de muerte. Eran las dos de la madrugada y acababa de empezar La Voz de Madrugada y Ricardo entró en el edificio, seguido no muy de lejos por el hombre de la gabardina, y tras él, Max. El joven llegó a una gtran sala en penumbra, donde una mujer, que el reconocio como La Voz estaba emitiendo un nuevo programa. La voz iba a descubrir su verdadera identidad. CAPITULO XXII Gustavo recordó que La Voz de Madrugada era una asesina y qe abla en la radio porque busca una especie de absolución. Muchos oyentes conocían el caso de Irene Suances. Hace unos 10 años se había despertado entra sábanas sangrientas, y a su lado yacía el hombre al que amaba. Ella repetía que no había sido, pero como tenía antecedentes psiquiátricos la acusaron y se convirtió en Irene la asesina. La voz le había estado hablando a él, al amor que se le fue, explicando, entre metáforas lo que había ocurrido. Ricardo se fue acercando hasta ella y se snetó a su lado en una butaca que había. Cerró los ojos y empezó a hablar con ella, diciendo que escucharla había sido algo extraordinario y emocionante y que ya era libre, que todo había terminado bien. Una segunda mujer , Victoria Reguant, del Instituto de Salud Mental Gnosis de Barcelona, había llevado a cabo una experiencia con Irene. Max vio acercarse una moto y vio que eran Tacho y Coca. 9
Irene escribió una novela inacabada y decidieron llevar a cabo una experiencia radiofónica con ella para que se curara y pudiera de nuevo volver a vivir sin sentirse culpable por lo que había ocurrido. Paco Coca llegó a la sala y pensó en hacer fotos, pero no se atrevió. Pocos días después pudo fotografiar a Irene. Cuando Tacho entró se encontró con un hombre sollozando, oculto en una gabardina. La luz fue aumentando y esto le permitió ver a Ricardo que tras los cristales del control estaban Olivia y Tina CAPITULO XXIII Victoria Reguant explica al Dr. Moner y al Dr. Bellmunt cómo se había llevado a cabo el experimento, de cómo descubrieron a Ricardo (por su carta) y de cómo entraron en contacto con Olivia (por robar las cartas). La voz de olivia había sido grabada. Moner fue a visitar a Ricardo y le dijo que él nunca había creído a Max, y que el informe que le había dado era falso y le pidio que le visitara de nuevo, pero no como paciente, sino como amigo. Ricardo salió con una bandeja y dos vasos, uno para él y otro para Olivia, con un cóctel que el había inventado y que le puso el nombre de La Voz de Madrugada. La bandeja era la placa de la puerta de RadioArte. CAPITULO XXIV Tacho y Paco fueron los encargados de escribir el reportaje y hacer las fotos. Se descubrió todo sobre Max Piher, que había huido de España. Irene Suances fue absuelta por completo. Ignacio Fuentes, el hombre de la gabardina, había sido el que asesinó al amor de Irene, y lo confesó todo. Une de las personas que más visitó a Irene fue Ricardo, al cual llamaba Mi prodigioso náufrago.
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