Laín Saénz en la provincia de Gutiérrez (Cubará y Chiscas)

Diagnóstico Departamental Boyacá Procesado y georeferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la Repúbl

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Diagnóstico Departamental Boyacá

Procesado y georeferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH Vicepresidencia de la República Fuente base cartográfica: Igac

Introducción El departamento de Boyacá tiene una extensión de 23.189 km2, limita por el norte con los departamentos de Santander y Norte de Santander (franja de territorio en litigio); por el este, con los departamentos de Arauca y Casanare; por el sur, con Meta y Cundinamarca y por el oeste con Cundinamarca (franja de territorio en litigio) y Antioquia.

Está dividido en 13 subregiones1 y 123 municipios. Su población es de 1.255.311 habitantes, de los cuales 646.412 viven en las cabeceras municipales, mientras que 608.899 lo hacen en la zona rural2. 1

Las provincias son Centro, Norte, Occidente, Oriente, Gutiérrez, La Libertad, Lengupá, Márquez, Neira, Ricaurte, Sugamuxi, Tundama y Valderrama. 2

www.dane.gov.co, censo 2005.

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Diagnóstico Departamental Boyacá El relieve del territorio pertenece al sistema andino, distinguiéndose el valle del Magdalena Medio, en la parte occidental del departamento, que comprende las tierras bajas y planas, entre el río Magdalena y la vertiente occidental de la cordillera Oriental, con alturas inferiores a 500 metros sobre el nivel del mar. La cordillera Oriental ocupa la mayor parte del territorio departamental, con alturas hasta de 5.380 metros sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada del Cocuy; el altiplano cundiboyacense, el cual se extiende desde el páramo de Sumapaz hasta las bases de la Sierra Nevada del Cocuy y el piedemonte de los llanos orientales comprende el flanco occidental de la cordillera Oriental e incluye algunos sectores planos. Las partes altas del departamento de Boyacá son clave para los propósitos de la guerrilla, principalmente de las Farc. En este sentido, Boyacá, además de ser parte de un corredor estratégico, también cuenta con lugares de retaguardia de la guerrilla que le permite ubicar y desplazar su fuerza hacia los departamentos de Arauca, Casanare, Santander, Cundinamarca y Norte de Santander. Por otro lado, en las zonas planas, al occidente del departamento, surgió el modelo Puerto Boyacá, el cual estableció inicialmente las bases de las autodefensas, su marco de acción y sus estrategias, así como las tácticas de esta organización; todo lo anterior en medio de luchas internas y externas entre el narcotráfico y los esmeralderos. Sin embargo, el accionar de estos grupos no es notable, aunque es innegable que ejercen el dominio sobre algunos territorios y poblaciones. Dado entonces que grupos armados ilegales tienen un relativo dominio sobre algunos territorios, pero que su foco de acción se dirige más hacia los departamentos vecinos de Boyacá, la violencia se aplica de manera limitada. Por lo tanto, no se registran violaciones de derechos humanos en una proporción comparable al resto del país. Lo que se evidencia es la aplicación de una violencia selectiva, que busca mantener la presencia de un grupo armado dado en su espacio de dominio. La presencia de la guerrilla de las Farc en el departamento de Boyacá se remonta al período comprendido entre 1978 y 1982, años en los que se produjeron respectivamente la Sexta y Séptima

Conferencia en las que se determinaron cambios de gran importancia para esta agrupación insurgente. Entre 1978 y 1980 se consolidaron los cuatro núcleos iniciales de expansión: Meta y Caquetá; Valle, Tolima, Huila y Cauca; Urabá; y Magdalena Medio –dentro de la cual se encontraban algunos municipios del occidente de Boyacá, especialmente Puerto Boyacá, de influencia del frente 9 -. Entre 1981 y 1982, la expansión continuó y aparecieron los frentes 12 y 11 en Santander – este último con presencia en el occidente de Boyacá -. Es preciso señalar que una de las conclusiones de la Séptima Conferencia llevada a cabo en mayo de 1982 fue la decisión de situar el eje de despliegue estratégico en la cordillera Oriental y a Bogotá como su centro, así como crear una cadena de no menos de doce frentes que partieran desde la Uribe (Meta), llegando hasta la frontera con Venezuela. En esta dinámica, una serie de frentes comenzaron a cumplir con el propósito de copar la cordillera Oriental, dentro de éstos el frente 10 en Arauca con alguna influencia en el nororiente de Boyacá -, así como los frentes 28 y 38 en Casanare. Entre 1990 y 1995 surgieron quince frentes, entre los cuales, el frente 45 en la región del Sarare, en los departamentos de Boyacá y Arauca, el frente 54 en los límites entre Boyacá y Cundinamarca, y el frente 56, en la cordillera Oriental, entre Boyacá y Casanare. Durante la década de los noventa, además aparece el frente 65 en el norte de Cundinamarca – en límites con Boyacá –que viene a reforzar las estructuras armadas creadas con anterioridad. A pesar de la extensa presencia de este grupo armado en las tres décadas anteriores, en el período analizado (2003 - 2006), estos frentes se han visto reducidos en su accionar, como resultado de los múltiples esfuerzos desarrollados por el Estado para combatir a los grupos armados ilegales. Actualmente, las Farc tienen presencia en la provincia de Sugamuxi (municipios de Aquitania, Labranzagrande, Mongua, Pajarito, Pesca y Sogamoso) con los frentes 28, 38, 52 y 56; en la provincia de Valderrama (municipios de Chita, Jericó, Paya, Pisba, Socotá y Tasco) con los frentes 28, 38, 45, 52 y 56; en Gutiérrez (municipios de Chiscas, Cubará, El Cocuy y El Espino) con los frentes 45 y 10; en Norte (Sativanorte y Soatá) con los frentes 28 y 56; en Márquez (Ramiriquí,

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Diagnóstico Departamental Boyacá Tibaná y Umbita) con los frentes 28, 45, 52 y 54; en Lenguapa (Campohermoso y Zetaquirá) y Neira (Pachavita y Chinavita) con los frentes 52 y 56 y en las provincias de Centro (Samacá), Occidente (Otanche) y Tundama (Duitama) con los frentes 28, 11 y 45, respectivamente. La presencia del ELN en la zona se remonta a los años ochenta, cuando se crearon los denominados “frentes de guerra”, los cuales estaban ligados con los sectores económicos del petróleo, la minería y la agroindustria. El frente Domingo Laín, cuyo eje urbano es Bucaramanga, tuvo como primer objetivo el trazado del oleoducto que parte del centro de explotación de Caño Limón en el departamento de Arauca y que continúa por el norte del Boyacá y el departamento de Norte de Santander. Alrededor de esta zona nacieron varios frentes entre 1983 y 1986, dentro de los cuales se encuentra el frente Efraín Pabón Pabón en el sur de Norte de Santander y el norte de Boyacá. También es importante considerar el frente de Guerra Central, el cual tuvo como eje de expansión a Bogotá y comprendió parte de Cundinamarca, Boyacá y Casanare. Después de 1992, nacieron los frentes Guillermo A. Vásquez en Boyacá, el Adonay Ardila y el José David Suárez en Casanare. En el momento actual, si bien los frentes que conformaron los tradicionales “frentes de guerra” subsisten, estuvieron lejos de dar el salto cualitativo para conformar las “fuerzas militares de área”. Por el contrario, han sufrido golpes contundentes por parte de las Fuerzas Militares, de grupos de autodefensa y de las Farc, perdiendo influencia en las zonas planas, de donde tradicionalmente habían transferido excedentes económicos y ahora tienden a refugiarse en zonas montañosas, desde donde cada vez más se les dificulta fortalecer sus finanzas, razón por la cual han tenido un retroceso militar notable. En la actualidad, el ELN tiene presencia en Boyacá con el frente José David Suárez en las provincias de Sugamuxi (Labranzagrande, Pajarito, Sogamoso, Gámeza y Tópaga), Valderrama (Paya, Pisba y Socotá), Tundama (Tutazá) y Centro (Soraca); con el frente Adonay Ardila Pinilla en las Provincias de Norte (San Mateo, Susacón), Gutiérrez (El Espino), Sugamuxi (Labranzagrande) y Valderrama (Chita), y con los frentes Efraín Pabón Pabón, Raúl Eduardo Mahecha y Domingo

Laín Saénz en la provincia de Gutiérrez (Cubará y Chiscas). Con respecto a los grupos de autodefensas, en la década de los ochenta, se destaca la región del Magdalena Medio como espacio de violencia, puesto que se dieron allí las condiciones para la expansión de actores armados irregulares. La guerrilla había logrado hacer parte de la colonización de los desplazados de la violencia de los cincuenta. El narcotráfico se había instalado por las ventajas estratégicas de la zona y el desarrollo de cultivos ilícitos. Los grupos de autodefensa, alentados por el narcotráfico, encontraron en el occidente de Boyacá el respaldo necesario para la expansión del poder de las mafias de las esmeraldas, en este momento ligadas al narcotráfico. La utilización de redes, la alianza con el Cartel de Medellín y un amplio poder armado, permitieron a Gilberto Molina, Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, Pablo Escobar Gaviria y demás miembros de dicha organización, acceder al Magdalena Medio, en donde confluían múltiples intereses, entre los cuales la compra de tierras, la ubicación de laboratorios y tierras de cultivo, el acceso a Girardot y el occidente cundinamarqués y a Bogotá vía Pacho y Zipaquirá, que garantizaba la continuidad en el comercio de esmeraldas. Ya entrada la década de los noventa, Rodríguez Gacha se apoderó del Magdalena Medio, estableció su emporio en Puerto Boyacá y actuaba en el occidente de Cundinamarca, Puerto Salgar y Yacopí, así como en Pacho. Sin embargo, nunca logró consolidar la región esmeraldífera, puesto que estructuras lideradas por otros socios en este negocio, le opusieron tenaz resistencia. Con la muerte de Rodríguez Gacha, en Puerto Boyacá se dio un proceso de confrontación entre grupos de autodefensa. Organizaciones comandadas por la familia Pérez, Ariel Otero y Gilberto Molina, entraron en disputa por el dominio de esta zona, dándose una lucha interna que terminó con el asesinato de varios de sus líderes. Dentro de estas estructuras, se encontraban personajes como Víctor Triana, alias Botalón y Luis Eduardo Cifuentes Galindo, alias El Águila – quienes eran parte de la organización del Mexicano -, los cuales terminaron por imponerse, el primero de ellos en Puerto Boyacá y el segundo en Cundinamarca.

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Diagnóstico Departamental Boyacá En el caso de las autodefensas de Botalón en Puerto Boyacá, había un claro vínculo con el narcotráfico, desde su relación con el Cartel de Medellín, así como con estructuras como el Mas (Muerte a Secuestradores); mientras que en el caso de las autodefensas de Cifuentes, denominadas Héroes de Boyacá, no parecía haber conexión con el tráfico de drogas, sino con el control del negocio de las esmeraldas, alcanzando como zona de influencia los municipios de Pauna, Borbur, Otanche y Briceño en Boyacá. Además de estas estructuras, también actuaron el frente Lancero de Vélez y Boyacá, con influencia en el municipio de Duitama (Boyacá) y las Autodefensas Campesinas del Casanare, en los municipios de San Luis de Gaceno, Miraflores, San Eduardo, Berbéo, Páez y Santa María. En el período analizado en este informe, se registraron acciones de grupos de autodefensa en las Provincias de Lenguapa (Campohermoso, Miraflores y Páez), Centro (Chivatá, Siachoque y Ventaquemada), Occidente (Pauna y Puerto Boyacá), Neira (San Luis de Gaceno y Santa María), Oriente (Chivor y Guateque), Márquez (Ramiriquí), Sugamuxi (Sogamoso) y Tundama (Duitama). A pesar de que Boyacá fue uno de los principales focos de desarrollo de las estrategias de los grupos irregulares contrainsurgentes, a tal punto de constituirse como modelo de expansión para otras regiones – específicamente el modelo Puerto Boyacá - lo cierto es que la fuerza y dinámica de los grupos de autodefensa en Boyacá no tiene las mismas dimensiones que presentó en sus orígenes. Situación que puede explicarse por lo que Daniel Pécaut señala como situaciones en las cuales un actor armado tiende a ejercer un monopolio de la fuerza sobre una zona dada y a imponer sus normas sobre los habitantes, sin necesidad de acudir prioritariamente a la coacción, consiguiendo más bien cierto apoyo de la sociedad, sea por razones “ideológicas” o relacionadas con los intereses de estos habitantes. En el marco de esta hipótesis, los grupos de autodefensa en Boyacá han establecido un poder en algunas zonas en las cuales tienen presencia sin que exista rival activo en este ámbito, ni se presenten acciones típicas de la confrontación. Si bien su presencia es preponderante, ejecuta muy

rara vez acciones de control, tales como asesinatos, amenazas o desapariciones. Ésta es la situación de Puerto Boyacá y buena parte de la región esmeraldífera, así como de algunas zonas planas como Garagoa. Es de resaltar que en este departamento no hay una confrontación abierta entre los grupos de autodefensa y la insurgencia, a pesar de conservar fronteras de control. Por esta razón, las zonas son relativamente estables, lo que no quiere decir que haya ausencia de acciones armadas o eventuales rencillas. De hecho, si se observa la intensidad de la confrontación armada3, en el período comprendido entre 2003 y 2006, se han registrado 118 acciones de grupos armados ilegales y 178 contactos armados desarrollados por iniciativa de la Fuerza Pública. No obstante, la tendencia de las acciones armadas es descendente, puesto que pasaron de 43 acciones en 2003 a 11 en 2006, así como los combates que pasan de 43 en 2003 a 34 en 2006. Cabe mencionar que esta disminución se enmarca en la lucha intensa entre las Farc, el ELN y los grupos de autodefensas en el departamento de Arauca, así como en Casanare y Norte de Santander, lo cual hace que estos actores armados bajen el número de acciones en sus áreas de influencia en Boyacá. También sobresale el hecho de que la Fuerza Pública4 realizó una intensa ofensiva contra los grupos armados ilegales en 2004, que se expresó en un aumento del 63% en el número de contactos armados (pasó de realizar 43 contactos en 2003 a 70 en 2004).

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Los factores que se tienen en cuenta al hablar de la intensidad de la confrontación son por una parte las acciones de los grupos armados irregulares, que incluyen actos de terrorismo, asaltos a poblaciones, ataques a instalaciones de la Fuerza Pública, emboscadas, hostigamientos y piratería terrestre. Por otro lado, se toman en cuenta los contactos armados desarrollados por iniciativa de la Fuerza Pública contra los grupos armados ilegales. 4 En el departamento de Boyacá actúa la Quinta División del Ejército, con presencia de la Primera Brigada integrada por el Batallón de Infantería No.1 "Gr. Simón Bolívar" (Tunja), el Batallón de Infantería No.2 "Mariscal Antonio José de Sucre" (Chiquinquirá), el Grupo de Caballería Mecanizado No.1 "Gr. Miguel Silva Plazas" (Bonza), el Batallón de Artillería No.1 "Tarqui" (Sogamoso), el Batallón de A.S.P.C. No.1 Cacique Tundama" (Tunja), el Batallón de Contraguerrillas No.1 "Los Muiscas" (Chiquinquirá), el Batallón Plan Energético y Vial Especial No.6 (Miraflores).

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Diagnóstico Departamental Boyacá Del total de las acciones armadas contabilizadas entre 2003 y 2006, el 30% correspondió a actos de piratería terrestre, la mayoría de los cuales ocurrió en la vía que conduce desde Sogamoso hasta Pajarito; los hostigamientos, principalmente contra patrullas del Ejército, concentraron el 26%; los actos de terrorismo, generalmente dirigidos a atacar el servicio público y privado de transporte, concentró el 24%; los ataques a instalaciones el 12%, las emboscadas el 6% y los asaltos a población el 2%. De estas acciones, 45 fueron realizadas por grupos armados sin identificar, en 44 oportunidades las Farc fueron los responsables de los hechos, el ELN lo fue en 24 y las autodefensas en 5. El 29% de las acciones armadas de los actores irregulares se concentró en la Provincia de Valderrama (Pisba, Paya, Chita), 24% en Sugamuxi (Aquitania, Pajarito, Sogamoso y Labranzagrande), 6% en el Centro (Tunja), 5% en Gutiérrez (Cubará) y 4% en Tundama (Duitama). De otro lado, del total de los contactos armados que se presentaron entre 2003 y 2006 en el departamento, 88 fueron llevados en contra de las Farc, especialmente en los municipios de Pajarito, Labranzagrande, Aquitania, Chita y El Cocuy. El siguiente grupo irregular más combatido fue el ELN con 55 contactos, la mayoría de ellos en Labranzagrande, Pisba, Socotá, Paya y Pajarito. En contra de las autodefensas, se libraron 31 combates, en especial en Páez, San Luis de Gaceno, Campohermoso y Chivor. Finalmente, se registraron 4 combates contra otras guerrillas no identificadas. De acuerdo con lo anterior, la intensidad de la confrontación en Boyacá se concentra en la frontera con Casanare en las provincias de Sugamuxi, particularmente en los municipios de Sogamoso, Pajarito y Labranzagrande, y en la provincia de Valderrama, principalmente en Pisba y Paya; en límites con Meta y Casanare, en la provincia de Lenguapa, en Campohermoso, Páez y San Luis de Gaceno; con Santander, en la provincia de Tundama, en Duitama y en la frontera con Venezuela, Norte de Santander y Arauca en la provincia de Gutiérrez, en el municipio de Cubará. Para tener un panorama general de la situación de derechos humanos en el departamento de Boyacá entre los años 2003 y 2006, se presenta a

continuación las tendencias en materia de homicidio, masacre, secuestro, desplazamiento forzado y uso de minas antipersonal. Posteriormente, se presentará una comparación entre la situación de derechos humanos en el primer semestre de los años 2006 y 2007.

Homicidio La tasa de homicidios por cada cien mil habitantes (hpch) en Boyacá se ha conservado siempre por debajo de la tasa nacional; incluso la tasa más alta de este departamento no alcanza los niveles más bajos del país. Como se puede observar en el gráfico, el comportamiento de las dos curvas es relativamente parecido, sin embargo mientras que en el año 2004 la tasa a nivel nacional disminuye de 53 a 45, en Boyacá se mantiene en 24 hpch. El período más crítico en cuanto a homicidios se refiere en el departamento de Boyacá se presenta entre 1990 y 1992, especialmente este último año, con una tasa de 52 hpch, la más alta en los últimos dieciséis años. En el marco de una fuerte lucha entre los grupos de autodefensas motivada por un ajuste de cuentas entre los aliados de Pablo Escobar y aquellos que lo delataron y se pusieron en su contra, algunos municipios de la región del Magdalena Medio y la zona esmeraldífera vieron cómo la tasa de homicidios registró niveles que se encontraban muy por encima de la tasa nacional de entonces5. Luego de esta fuerte confrontación, en la cual se reorganizaron algunas estructuras de mando y se reafirmaron algunos dominios sobre determinadas zonas, se dio un prolongado descenso que alcanza su punto más bajo en 2006 con una tasa de 12 hpch.

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En Puerto Boyacá, la lucha por el dominio fue intensa, prueba de lo anterior fue el ascenso de la tasa de homicidios que pasó de 105 en 1990 a 108 en 1991 y a 128 en 1992. Los municipios de la zona esmeraldífera presentaron también tasas muy elevadas. Briceño pasó de 244 en 1991 y a 320 en 1992; Buenavista de 136 en 1990 a 238 en 1991; en La Victoria la tasa de homicidios ascendió de 401 en 1990 a 535 en 1991; Maripí pasó de 97 en 1990 a 119 en 1991 y a 152 en 1992; Muzo llegó a registrar una tasa de 501 hpch en 1991; Otanche pasó de 166 en 1990 a 311 en 1991 y a 331 en 1992; en Pauna la tasa subió de 201 en 1990 a 286 en 1991 y a 455 en 1992; en San Pablo de Borbur pasó de 171 en 1990 a 206 en 1991 y a 506 en 1992.

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Diagnóstico Departamental Boyacá

Tasa de Homicidios en Boyacá 2003 - 2006 60,00 50,00 40,00 30,00 20,00 10,00 0,00 2003

2004 Tasa Departamental

2005

2006

Tasa Nacional

Fuente: CIC Policía Nacional Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República

Tasa de Homicidios en Boyacá, por regiones 2003 - 2006 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 2003

2004

2005

2006

occidente

sugamuxi

tundama

valderrama

neira

oriente

ricaurte

centro

marquez

lenguapa

gutierrez

norte

Fuente: CIC Policía Nacional Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República

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Diagnóstico Departamental Boyacá

Homicidio de Grupos Vulnerables en Boyacá 2003 – 2006 Grupo Vulnerable

2003

2004

2005

2006

Concejales Maestros Sindicalizados

0 2

0 1

0 0

0 0

Fuente: Policía Nacional; Ministerio de la Protección Social, Fenacon, Fecode, Cut, ENS Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República

Si se observa la tasa de homicidio por subregiones, entre 2003 y 2006, se aprecia un descenso significativo en todas las regiones de Boyacá, con excepción de las provincias de Valderrama, Neira y Márquez, principalmente como consecuencia de elevadas tasas de homicidio registradas en 2006 en Pisba (158,1), Macanal (50,1) y Viracacha (56,0), respectivamente. De igual forma, aunque no hagan parte de las regiones con mayores tasas de homicidios, Pauna (119,2) y Puerto Boyacá (54,9) en la provincia de Occidente; Labranzagrande (84,0) y Pajarito (50,3) en la provincia de Sugamuxi y Tinjacá (84,4) en la provincia de Ricaurte, tuvieron tasas muy por encima de la tasa departamental en el año 2006. Históricamente, el comportamiento del homicidio en Boyacá ha estado íntimamente relacionado con el desenvolvimiento de los actores armados irregulares, puesto que tanto grupos de autodefensa como de guerrilla ejercen dominio sobre la población civil a través de la violencia, particularmente en los municipios que tienen frontera con los departamentos de Casanare, Meta, Antioquia, Norte de Santander y Cundinamarca. En el año 2003 se registraron 333 homicidios, que se concentraron en Sogamoso (33), Chita (24), Duitama (21), Tunja (16), Chiquinquirá (14) y Aquitania (14); en 2004; se presentó una disminución de 5%, y los municipios más afectados continuaron siendo Sogamoso (33), Tunja (27), Duitama (20) y Chiquinquirá (15). En 2005, la reducción fue de 40%, al registrarse 191 homicidios en todo el departamento; es importante mencionar que en los años anteriores, la concentración de homicidios estaba en los principales centros de las provincias más importantes de Boyacá; sin embargo, en 2005 los homicidios se concentraron en la provincia de Occidente, en Puerto Boyacá (20), Chiquinquirá

(11), San Pablo de Borbur (10) y Maripí (9), situación que coincide con el mantenimiento de una cultura de violencia alrededor del control del negocio de las esmeraldas. Por último, en el año 2006, el número de homicidios registrados desciende a 173, reapareciendo la provincia de Occidente como la más afectada (Puerto Boyacá (21), Chiquinquirá (12), Pauna (10) y San Pablo de Borbur (7)). En lo atinente a homicidios contra grupos vulnerables, entre los años 2003 y 2006, fueron asesinados 3 concejales. Dos de ellos hacían parte del Concejo Municipal de Mongua (provincia de Sugamuxi) y fueron asesinados el 14 y 28 de mayo de 2003 respectivamente. El tercer caso hace referencia al homicidio de un concejal del municipio de Garagoa (provincia de Neira), el 1 de diciembre de 2003. En ninguno de los casos se identificó al presunto responsable; sin embargo, cabe destacar que en este período, luego del rompimiento del proceso de paz con las Farc en febrero de 2002, éstas iniciaron una estrategia encaminada a debilitar la institucionalidad pública a nivel local a partir de amenazas a mandatarios locales, personeros, jueces, fiscales y otros funcionarios. Inicialmente, se dirigieron contra los alcaldes de los municipios que conformaban la llamada zona de distensión, pero luego se extendieron al resto del territorio nacional. De otro lado, también resultó afectado el sector educativo, puesto que entre 2003 y 2006 fueron asesinados tres docentes afiliados al sindicato de maestros de Boyacá (Sindimaestros). El primer hecho se registró en Tunja (provincia centro) el 26 de febrero de 2003, el segundo ocurrió en Pisba (provincia Valderrama) el 13 de diciembre de 2003 y el último acaeció en Chiquinquirá (provincia Occidente) el 28 de marzo de 2004. Los casos se encuentran en la fiscalía de Tunja, pero en todos

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Diagnóstico Departamental Boyacá ellos se desconocen los responsables de los hechos. De acuerdo con lo anterior, si se tienen en cuenta las violaciones del derecho a la vida del conjunto de los grupos vulnerables, se observa que las regiones afectadas fueron Sugamuxi, Neira, Centro, Valderrama y Occidente.

Masacre

homicidio múltiple de 5 hombres en zona rural de Chiscas. Posteriormente, en octubre de 2004, en zona rural de San Pablo de Borbur, grupos de autodefensas ultimaron a cinco personas entre ellas una mujer; dos meses después, en el mismo municipio, grupos armados sin identificar asesinan a 5 personas más.

Secuestro

Llama la atención que la ocurrencia de masacres en el departamento de Boyacá no es usual y no se evidencia un patrón claro de comportamiento; sin embargo, se presentaron dos homicidios múltiples que tuvieron un fuerte impacto en el departamento. En el año 1999, a orillas del río Minerpo, en San Pablo, unidades de la Policía hallaron siete cadáveres sin identificar que presentaban impactos de arma de fuego. Posteriormente, en el año 2001 en la vía a Sogamoso, sitio La Sarna, miembros de un grupo de autodefensas interceptaron un bus de la empresa Cootracero y asesinaron con armas de fuego al conductor, a ocho pasajeros, al Director de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria de Paya, a un licenciado en Ciencias Sociales, a un ingeniero ambiental, a un funcionario de la Sijin de Tunja y a dos estudiantes de la Universidad Pedagógica y Tecnológica UPTC (en total a 15 personas). Masacres en Boyacá 2003 - 2006 Variables

2003

2004

2005

2006

Casos Víctimas

3 13

2 10

0 0

0 0

Fuente: Policía Nacional Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República

En el período analizado, se registraron 5 masacres que dejaron 23 víctimas en las Provincias de Tundama, Gutiérrez y Occidente. El 23 de enero de 2003, se presentó una masacre de 4 hombres que oscilaban entre los 20 y 32 años de edad, en zona rural del municipio de Paipa; seis meses después, 4 campesinos, también entre los 20 y 33 años de edad, fueron asesinados en el área rural del mismo municipio, sin que se tenga conocimiento de los autores de estas dos masacres. El 19 de noviembre de 2003, las Farc perpetraron un

El comportamiento del secuestro en Boyacá presenta la misma tendencia descendente que se reporta a nivel nacional. De acuerdo con datos de Fondelibertad, mientras que en el año 2003 se registraron 61 secuestros en todo el departamento, para 2006 hubo una disminución de 85%, al presentarse 9 secuestros. Durante todo el periodo analizado, se registraron 100 secuestros en Boyacá, siendo la Provincia de Sugamuxi la más afectada, en particular los municipios de Sogamoso, donde hubo 17 secuestros y en Aquitania donde ocurrieron 13 secuestros. La Provincia de Tundama también resultó afectada, principalmente por 11 secuestros llevados a cabo en Duitama. De acuerdo con los lugares de ocurrencia de los secuestros, la dinámica del secuestro en Boyacá se centra en la vía Sogamoso – Yopal, pasando por el municipio de Aquitania y Páez y en Duitama, identificado como el eje industrial del departamento, teniendo como zona de retaguardia la cordillera Oriental, lugar de cautiverio de los secuestrados. El responsable predominante de estos hechos fueron las Farc, que cometieron 43 secuestros, la delincuencia común perpetró 25, el ELN 12, grupos de autodefensas 9, familiares 6 y grupos armados sin establecer 9. De los secuestros registrados entre 2003 y 2006, 69 fueron extorsivos y 31 fueron secuestros simples. La finalidad de los secuestros fue económica en 66 casos y en los 34 restantes la finalidad no fue definida. En la actualidad, se tiene que de los secuestrados, 49 fueron liberados, 21 fueron rescatados por la Fuerza Pública, 14 fueron liberados por presión, 3 lograron fugarse, 4 permanecen cautivos y 9 murieron en cautiverio.

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Diagnóstico Departamental Boyacá

Secuestro en Boyacá 2003 - 2006 70

2500

61 2121

60

2000

50 40

1500

1440

30

1000

800

20

687

20

10

10

9

500 0

0 2003

2004 Departamental

2005

2006

Nacional

Fuente: Fondelibertad Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República

Desplazamiento Forzado en Boyacá 2003 - 2006

2000 1600

1432

1536 1375

1156

1200

1360 1129

1422 1132

800 400 0 2003

2004 Expulsion de Personas

2005

2006

Recepción de Personas

Fuente: Sipod, Acción Social Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH, Vicepresidencia de la República

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Diagnóstico Departamental Boyacá Desplazamiento forzado6 El departamento de Boyacá se caracterizaba por la recepción de población desplazada más que por la expulsión, sin embargo, entre los años 2003 y 2006, esta tendencia empieza a cambiar, al registrarse la expulsión de 5.313 personas y la recepción de 5.229. De acuerdo con los registros de la Agencia Presidencial para la Acción Social, el fenómeno del desplazamiento forzado en la región tiene una tendencia ascendente en lo atinente a la expulsión y descendente en cuanto a la recepción, que tiene como resultado en 2006, que la primera sobrepase la segunda. Los bajos niveles de confrontación y de acciones que amenazan directamente la vida de los civiles generan la tendencia reducida del desplazamiento que se presenta en Boyacá. La región más afectada por la expulsión de personas fue la de Occidente, al registrar 1.377 personas expulsadas durante todo el período, en particular en los municipios de Puerto Boyacá (466), Otanche (206), San Miguel de Sema (129), Muzo (121) y Chiquinquirá (115). En la región de Sugamuxi, se presentaron 982 desplazamientos, siendo Labranzagrande (381), Aquitania (213) y Pajarito (101) los municipios más afectados. La región del Valderrama también registró altos niveles de desplazamiento, al presentarse 783 personas expulsadas, de las cuales 266 salieron del municipio de Chita y 210 de Socotá. Los factores que explican estos grandes desplazamientos son múltiples; entre ellos, se encuentran presiones de la guerrilla, el aumento en la presencia de narcotraficantes, la aparición de nuevas bandas criminales y en muchas ocasiones a las condiciones de pobreza en las cuales vive la población del departamento. De otro lado, la recepción de personas desplazadas en el departamento ha sido levemente mayor que la expulsión (la diferencia entre expulsión y recepción es del 2%). Entre 2003 y 2006, las regiones que mayor cantidad de personas desplazadas acogieron fueron las provincias de 6

En el presente informe y por instrucciones de la Agencia Presidencial para la Acción Social, las cifras dan cuenta de la fecha de expulsión de la persona y no la de declaración, tal y como se reportaba hasta la fecha.

Sugamuxi (1.395 personas), Tundama Occidente (878) y Centro (855).

(924),

Minas antipersonal7 El Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal reporta 172 eventos en el período comprendido entre 2003 y 2006, de los cuales 18 fueron accidentes y 154 incidentes. Del total de los accidentes que reporta el departamento durante todo el período, 15 corresponden a los casos ocasionados por minas antipersonal (Map) y 3 a municiones abandonadas sin explotar (Muse). Con respecto a los incidentes, 57 corresponden a incautaciones, 56 a sospecha de campo minado y 41 a casos de desminado militar. Eventos por Map y Muse en Boyacá 2003 -2006 Evento ACCIDENTES INCIDENTES

2003 4 74

2004 3 42

2005 4 21

2006 7 17

Fuente: Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal Procesado por: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH- Vicepresidencia de la República

En 2003, se registraron 78 eventos por minas antipersonal (4 accidentes y 74 incidentes), en 2004 se presentaron 45 eventos (3 accidentes y 42 incidentes), en 2005 se presentó una disminución de 44%, al registrarse 25 eventos (4 accidentes y 21 incidentes) y por último, en 2006 el número de eventos se mantiene, al registrarse 7 accidentes y 17 incidentes. Entre 2003 y 2006, el uso de minas antipersonal dejó 30 víctimas (6 civiles y 24 militares), de las cuales 26 resultaron heridas y 4 fueron víctimas fatales. 7

Según la Ley 759 de 2002, se entiende por accidentes por Map o Muse “un acontecimiento indeseado causado por minas antipersonal, que genera daño físico y/o psicológico a una o más personas” y por incidentes “un acontecimiento relacionado con minas antipersonal, que puede aumentar hasta un accidente o que tiene el potencial para conducir a un accidente”.

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Diagnóstico Departamental Boyacá En 2003, se presentaron 2 civiles heridos en Chita y Sogamoso; así mismo hubo 5 víctimas militares en los municipios de Garagoa (4), y Pisba (1). En 2004, en Labranzagrande, Pajarito y Zetaquirá, 3 militares resultaron heridos y 2 fueron víctimas fatales. En 2005, se presentaron 5 víctimas militares, nuevamente en los municipios de Labranzagrande (2), y Pajarito (3). Así mismo, un civil resultó herido en Quípama y otro muerto en Labranzagrande. Por último, en 2006 el mayor número de víctimas fueron militares, al registrarse un total de 9, en Pisba (3), Paya (2), Labranzagrande (2) y Pajarito (2). En ese año, 2 civiles también fueron heridos por minas antipersonal sembradas en los municipios de Pajarito (1) y Tasco (1). De los 18 accidentes registrados, se le atribuye a las Farc, la siembra de minas antipersonal en 6 casos, al ELN en 4 y en los 8 restantes se desconoce el autor. Finalmente, teniendo en cuenta los accidentes e incidentes, las provincias más afectadas por el uso de minas antipersonal durante el período analizado, fueron Sugamuxi con 64 eventos (concentrados en Labranzagrande y Pajarito), Valderrama con 45 (particularmente en Pisba y Paya) y Gutiérrez con 27 (mayoritariamente en Chiscas y el Cocuy), zonas que coinciden con las regiones en las que tienen presencia las Farc.

Situación primer semestre de 2007 La situación en cuanto a indicadores en Boyacá en el primer semestre de 2007 presenta un leve deterioro. Es así como respecto de los homicidios, se presentaron 102 casos, lo cual comparado con el primer semestre del año 2006 representa una aumento del 20%. Los lugares más afectados por este delito son las provincias de Occidente (Puerto Boyacá con 16 homicidios, Quípama con 5 y Chiquinquirá con 5), seguido de Sugamuxi (Pajarito con 6 homicidios y Sogamoso con 5) y Centro (Tunja y Ventaquemada con 5 homicidios respectivamente). Comparado con el mismo período del año anterior, se destaca el aumento del homicidio en Puerto Boyacá, Pajarito, Quípama y Susacón, lo cual coincide con zonas de proliferación de cultivos

ilícitos en el Occidente y la presencia de las Farc en Sugamuxi. Los principales responsables conocidos de los hechos son la delincuencia común, a quienes se le atribuye 13 homicidios, seguido de las Farc con 3; sobre los 86 homicidios restantes no se ha identificado el autor. En materia de minas antipersonal, se registra un aumento de 43% en los eventos, al ser registrados 2 accidentes y 18 incidentes durante el primer semestre de 2007, lo cual contrasta con los 13 incidentes y el accidente que ocurrieron en el mismo período de 2006. Así mismo, el número de víctimas aumentó, al pasar de dos militares heridos en 2006 a 3 en 2007. Los accidentes ocurrieron en Chita y Pajarito, mientras que en Pisba, Socotá, Labranzagrande y Sativanorte se presentó el mayor número de incidentes. Con relación a los secuestros, se presentó un aumento de 80%, al pasar de 5 secuestros en 2006 a 9 en 2007. De los anteriores, 4 ocurrieron en zona rural de Cubará (provincia de Gutiérrez) a manos del frente 45 de las Farc, cuando contratistas de Ecopetrol se movilizaban por la vía que conduce de Cubará a Arauca. En la actualidad, uno de los contratistas fue liberado, mientras que los otros tres continúan cautivos. En Sutamarchán (Ricaurte), el frente José Adonay Ardila del ELN realizó un secuestro extorsivo contra un estudiante que se moviliza en un vehículo particular; por presiones del Gaula, se logró la liberación de esta persona. Finalmente, la delincuencia común realizó 4 secuestros en los municipios de Paz del Río (Valderrama), Umbita (Márquez), Toca y Ventaquemada (Centro). Tres de las víctimas fueron rescatadas y una resultó muerta en cautiverio. Por último, en lo atinente a desplazamiento forzado, se registró un leve descenso de 3% en la expulsión de personas, dado que en 2007, 855 personas salieron de su territorio, mientras que en el primer semestre de 2006 lo hicieron 885. El desplazamiento se concentró en el Occidente, particularmente en los municipios de Puerto Boyacá (161), Otanche (80), San Pablo de Borbur (40) y Pauna (33), seguido de la provincia de Valderrama, principalmente por la expulsión de población de Chita (41), Socota (32) y Paya (28). El número de personas expulsadas (855) fue mayor que el número de personas recibidas en el

11

Diagnóstico Departamental Boyacá departamento (664), lo cual indica que al menos 191 personas no sólo se desplazaron entre municipios, sino que salieron también del departamento.

Conclusión Se destaca el hecho de que la dinámica de la violencia en Boyacá está determinada por su entorno, siendo un departamento que conecta territorios claves tanto para las guerrillas como para los grupos de autodefensa y las nuevas bandas emergentes, como los son Arauca, Casanare, Norte de Santander y Cundinamarca. En esta medida, su importancia está determinada por su vecindad y por lo tanto lo que suceda en su interior es principalmente, el resultado de lo que pasa alrededor de sus límites. Ahora bien, no hay que dejar de destacar algunos territorios geoestratégicos claves como la cordillera Oriental, que ofrece zonas de retaguardia y funciona como corredor que parte desde el departamento del Meta hasta Venezuela; la zona esmeraldífera, por su importancia económica; Puerto Boyacá, como parte del Magdalena Medio y territorios históricamente dominados por los grupos de autodefensa; Tunja como capital y eje del departamento; Duitama, como eje industrial; la zona del Sarare, por su conexión con los departamentos de Norte de Santander, Santander y Arauca, así como con Venezuela. De manera general, en términos de la confrontación, en Boyacá se produce una violencia selectiva que busca preservar el dominio de los actores armados irregulares sobre los espacios geográficos, los entornos sociales, la gobernabilidad y en algunos casos sobre las economías. En buena medida estas territorialidades se han visto alteradas por la labor de la Fuerza Pública, que ha fortalecido su presencia en este departamento y ha irrumpido en espacios claves para las agrupaciones ilegales, entre los cuales la cordillera Oriental.

Aunque la aplicación de la violencia en el departamento de Boyacá no se da de manera generalizada, como lo evidencian las cifras, cabe poner atención a la situación de derechos humanos en los municipios de Otanche, Pauna, San Pablo de Borbur y Puerto Boyacá en la provincia de Occidente; en Labranzagrande, Aquitania, Pajarito y Sogamoso en Sugamuxi; en Pisba, Paya, Pauna y Socota en Valderrama; en Cubará, Chiscas y Cocuy en la provincia de Gutiérrez; en Páez, Zetaquirá, Campohermoso y Miraflores en Lenguapa, y en San Luis de Gaceno, Santa María y Macanal en la provincia de Neira. Frente a lo anterior, las administraciones de gobierno deben tomar medidas de prevención, protección y promoción de los derechos humanos para mitigar el riesgo de violaciones de los mismos. En este sentido, deben informar y hacer consciente a la sociedad sobre sus derechos y sobre las amenazas y daños que pueden sufrir a causa de la confrontación armada y evitar que esas violaciones ocurran. Así mismo, deberían incluir estrategias de prevención de violaciones de derechos humanos y DIH en los planes de desarrollo, de ordenamiento territorial y en los planes de contingencia. Por otra parte, es recomendable mantener activos los comités de derechos humanos y de atención a la población desplazada, para que se diseñen e implementen cursos de acción frente a la ocurrencia de violaciones de derechos humanos, en particular la atención de emergencia de desplazamiento de carácter masivo y el reclutamiento forzado de jóvenes. Por último, se deben fortalecer medidas que permitan crear confianza entre las instituciones del Estado y la población civil, que hagan posible la consolidación de la seguridad democrática en todo el territorio.

12

Diagnóstico Departamental Boyacá

Anexos Municipios de Boyacá

13

Diagnóstico Departamental Boyacá

Homicidios y tasas de homicidio en Boyacá por municipio 2003 – 2006 2003 MUNICIPIO ALMEIDA AQUITANIA ARCABUCO BELEN BERBEO BETEITIVA BOAVITA BOYACA BRICEÑO BUENAVISTA BUSBANZA CALDAS CAMPOHERMOSO CERINZA CHINAVITA CHIQUINQUIRA CHIQUIZA CHISCAS CHITA CHITARAQUE CHIVATA CHIVOR CIENEGA COMBITA COPER CORRALES COVARACHIA CUBARA CUCAITA CUITIVA DUITAMA EL COCUY EL ESPINO FIRAVITOBA FLORESTA GACHANTIVA GAMEZA GARAGOA GUACAMAYAS GUATEQUE GUAYATA GUICAN IZA JENESANO JERICO LA CAPILLA LA UVITA LA VICTORIA LABRANZAGRANDE MACANAL MARIPI MIRAFLORES MONGUA MONGUI MONIQUIRA MOTAVITA MUZO NOBSA NUEVO COLON OICATA OTANCHE

No. Homicidios 2 14 2 2 0 0 0 2 0 1 0 1 2 0 4 14 2 6 24 2 0 9 5 4 1 0 0 0 1 0 21 2 0 1 0 1 2 10 0 8 1 2 0 0 3 2 0 1 1 8 1 1 1 1 5 0 2 0 0 2 5

Tasa de Homicidios 40,6 68,0 40,2 11,8 0,0 0,0 0,0 34,5 0,0 17,9 0,0 17,0 47,9 0,0 112,5 26,7 22,6 91,4 138,1 26,0 0,0 210,9 86,2 35,5 18,4 0,0 0,0 0,0 19,3 0,0 17,7 28,7 0,0 15,1 0,0 28,0 30,4 57,3 0,0 76,3 6,4 19,2 0,0 0,0 47,3 38,8 0,0 78,0 20,4 193,1 11,2 11,3 15,4 21,9 20,9 0,0 12,0 0,0 0,0 79,1 50,8

2004 No. Homicidios 1 6 1 2 2 0 0 0 0 2 0 1 5 0 2 15 0 1 7 0 0 8 2 0 0 1 0 2 0 1 20 0 1 1 0 1 0 4 0 7 2 0 0 0 0 0 0 0 15 5 2 4 9 1 5 1 1 2 0 0 5

Tasa de Homicidios 20,0 29,1 20,2 11,6 104,3 0,0 0,0 0,0 0,0 36,1 0,0 17,0 121,5 0,0 57,0 28,2 0,0 15,4 39,9 0,0 0,0 185,2 34,6 0,0 0,0 34,1 0,0 30,3 0,0 55,1 16,6 0,0 27,7 15,1 0,0 28,3 0,0 22,7 0,0 67,1 12,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 308,5 122,2 22,6 45,8 139,8 22,1 20,8 25,1 5,9 17,1 0,0 0,0 51,2

2005 No. Homicidios 0 6 0 1 0 0 2 0 3 0 0 5 0 0 0 11 1 0 0 0 0 1 0 2 4 3 0 0 0 0 7 0 0 1 0 0 0 3 0 4 0 2 0 1 1 0 1 0 2 0 9 1 0 6 10 0 5 1 2 0 2

Tasa de Homicidios 0,0 29,0 0,0 5,7 0,0 0,0 11,7 0,0 106,7 0,0 0,0 84,8 0,0 0,0 0,0 20,5 11,0 0,0 0,0 0,0 0,0 22,9 0,0 17,9 74,7 102,6 0,0 0,0 0,0 0,0 5,7 0,0 0,0 15,2 0,0 0,0 0,0 16,9 0,0 38,6 0,0 18,9 0,0 14,6 15,9 0,0 13,7 0,0 41,6 0,0 102,6 11,6 0,0 134,1 41,5 0,0 29,3 8,6 37,5 0,0 20,7

2006 No. Homicidios 2 3 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 1 12 0 0 1 0 0 1 0 0 2 0 0 1 0 0 11 0 0 0 0 0 1 3 0 2 1 0 0 0 0 0 2 0 4 2 2 3 0 0 2 0 2 1 0 0 0

Tasa de Homicidios 39,2 14,5 0,0 5,6 0,0 0,0 0,0 0,0 36,0 18,3 0,0 0,0 25,0 0,0 29,2 22,1 0,0 0,0 5,6 0,0 0,0 22,7 0,0 0,0 37,6 0,0 0,0 15,3 0,0 0,0 8,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 15,5 16,8 0,0 19,4 6,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 27,8 0,0 84,0 50,1 22,9 35,1 0,0 0,0 8,3 0,0 11,6 8,6 0,0 0,0 0,0

14

Diagnóstico Departamental Boyacá 2003 MUNICIPIO PACHAVITA PAEZ PAIPA PAJARITO PANQUEBA PAUNA PAYA PAZ DE RIO PESCA PISBA PUERTO BOYACA QUIPAMA RAMIRIQUI RAQUIRA RONDON SABOYA SACHICA SAMACA SAN EDUARDO SAN JOSE DE PARE SAN LUIS DE GACENO SAN MATEO SAN MIGUEL DE SEMA SAN PABLO DE BORBUR SANTA MARIA SANTA ROSA DE VITERBO SANTA SOFIA SANTANA SATIVANORTE SATIVASUR SIACHOQUE SOATA SOCHA SOCOTA SOGAMOSO SOMONDOCO SORA SORACA SOTAQUIRA SUSACON SUTAMARCHAN SUTATENZA TASCO TENZA TIBANA TIBASOSA TINJACA TIPACOQUE TOCA TOGUI TOPAGA TOTA TUNJA TUNUNGUA TURMEQUE TUTA TUTAZA UMBITA VENTAQUEMADA VILLA DE LEYVA VIRACACHA ZETAQUIRA

2004

2005

2006

No. Homicidios 0 0 10 6 0 6 0 0 0 5 10 1 1 1 3 3 0 4 1

Tasa de Homicidios 0,0 0,0 35,8 104,7 0,0 68,8 0,0 0,0 0,0 260,3 27,0 5,8 6,4 7,2 102,1 21,9 0,0 29,6 49,8

No. Homicidios 1 3 1 6 1 5 0 0 3 6 14 2 0 0 0 5 0 0 0

Tasa de Homicidios 19,7 71,4 3,5 103,3 39,9 58,1 0,0 0,0 17,7 313,5 37,4 11,3 0,0 0,0 0,0 36,8 0,0 0,0 0,0

No. Homicidios 0 0 1 0 0 5 1 0 1 2 20 3 0 1 0 3 0 3 3

Tasa de Homicidios 0,0 0,0 3,5 0,0 0,0 58,9 37,7 0,0 5,9 105,0 52,8 16,6 0,0 7,0 0,0 22,3 0,0 22,5 154,0

No. Homicidios 0 0 3 3 0 10 1 1 0 3 21 2 1 0 1 6 1 2 0

Tasa de Homicidios 0,0 0,0 10,4 50,3 0,0 119,2 37,8 16,5 0,0 158,1 54,9 10,8 6,1 0,0 35,4 44,8 18,1 15,1 0,0

2

32,9

2

33,1

2

33,3

0

0,0

3 1

37,7 13,1

5 1

63,3 13,3

1 0

12,8 0,0

2 1

25,7 13,6

0

0,0

0

0,0

2

45,3

1

22,7

1 3

6,9 61,5

14 7

94,7 145,6

10 3

66,6 63,3

7 1

45,9 21,3

2 1 1 0 0 3 0 1 1 33 3 2 1 0 0 0 5 1 0 0 8 3 2 1 1 2 0 16 0 2 1 0 1 1 0 1 0

15,7 23,7 12,9 0,0 0,0 36,2 0,0 11,7 5,4 20,8 45,1 72,4 14,4 0,0 0,0 0,0 107,8 13,1 0,0 0,0 82,3 122,3 45,5 7,8 18,7 58,1 0,0 12,9 0,0 15,4 13,0 0,0 10,4 8,6 0,0 27,2 0,0

1 0 2 1 0 2 0 0 9 33 0 1 1 2 1 0 1 0 0 0 0 1 0 0 0 0 1 27 0 2 1 0 0 0 3 1 6

7,9 0,0 26,0 27,2 0,0 24,3 0,0 0,0 48,0 20,3 0,0 36,4 14,3 17,3 17,9 0,0 21,8 0,0 0,0 0,0 0,0 41,2 0,0 0,0 0,0 0,0 17,0 21,5 0,0 15,3 13,1 0,0 0,0 0,0 30,4 27,5 104,3

1 0 0 0 0 2 0 0 0 7 2 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 1 13 0 0 0 0 3 0 0 1 0

8,0 0,0 0,0 0,0 0,0 24,6 0,0 0,0 0,0 4,2 29,7 0,0 0,0 0,0 17,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 7,7 18,9 0,0 17,1 10,3 0,0 0,0 0,0 0,0 31,5 0,0 0,0 27,8 0,0

1 0 2 0 0 0 1 0 7 7 0 0 1 1 2 0 0 0 0 0 1 2 0 0 0 0 0 10 0 1 0 0 3 0 0 2 2

8,0 0,0 26,2 0,0 0,0 0,0 4,1 0,0 36,8 4,1 0,0 0,0 14,2 8,6 35,6 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 10,2 84,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 7,8 0,0 7,5 0,0 0,0 31,7 0,0 0,0 56,0 35,3

15

Diagnóstico Departamental Boyacá

Situación de derechos humanos en Boyacá 2003 - 2006 Variables Homicidios Casos de Masacres Victimas de Masacres Homicidios de Maestros no Sindicalizados Homicidios de Maestros Sindicalizados Homicidios de Sindicalistas de Otros Sectores Homicidios de Alcaldes y Ex-Alcaldes Homicidios de Concejales Homicidios de Indígenas Homicidios de Periodistas Secuestro Desplazamiento Forzado Eventos por Minas Antipersonal Accidentes Incidentes Civiles Heridos por Map Civiles Muertos por Map Militares Heridos por Map Militares Muertos por Map

2003 333 3 13

2004 317 2 10

2005 191 0 0

2006 173 0 0

0 2

0 1

0 0

0 0

0 0 3

0 0 0

0 0 0

0 0 0

0 61 1156 78 4 74 2 0 4 1

0 20 1375 45 3 42 0 0 3 2

0 10 1360 25 4 21 1 1 5 0

0 9 1422 24 7 17 2 0 9 0

Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DDHH y DIH

16

Diagnóstico Departamental Boyacá

Situación de derechos humanos en Boyacá Enero – Junio de 2006 y 2007

2006

2007

Variación %

85

102

20%

Casos de Masacres

0

0

0%

Victimas de Masacres Homicidios de Maestros no Sindicalizados

0

0

0%

0

0

0%

Variables Homicidios

Homicidios de Maestros Sindicalizados Homicidios de Sindicalistas de Otros Sectores

0

0

0%

0

0

0%

Homicidios de Alcaldes y Ex-Alcaldes

0

0

0%

Homicidios de Concejales

0

0

0%

0

0

0%

5 885

9 855

80%

14

20

43%

Accidentes

1

2

100%

Incidentes

Homicidios de Indígenas Homicidios de Periodistas Secuestro Desplazamiento Forzado Eventos por Minas Antipersonal

-3%

13

18

38%

Civiles Heridos por Map

0

0

0%

Civiles Muertos por Map

0

0

0%

Militares Heridos por Map

2

3

50%

Militares Muertos por Map

0

0

0%

17

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