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TURISMO: Los senderos de A Cañiza y la Comarca del Paradanta
A CAÑIZA: un recorrido por sus senderos y caminos Las rutas de senderismo se han convertido en una buena fuente para conocer la idiosincrasia de cada zona. ®Carmen D. Simons, A Cañiza Para caminar, Galicia. Su geografía ya desde antaño ha estado vertebrada por infinidad de caminos, senderos y vías de comunicación hoy recuperadas y rehabilitadas gracias al empuje que en la última década han alcanzado el turismo rural y el llamado turismo verde. Alternativas de ocio que han propiciado que estos viales cargados de historia, de nuestra historia más cercana, vuelvan a ser en buena parte transitables. Y si la comunidad gallega es tierra de frondosos caminos, la comarca del Paradanta no se queda a la zaga. Por ser zona de interior, lugar de paso, de tránsito desde la meseta hasta el litoral, siempre ha contado con importantes viales que con el paso del tiempo, el progreso y el advenimiento de las nuevas infraestructuras terrestres, que exigían acortar distancias y eliminar accidentes orográficos en su recorrido, relegaron a estos senderos a un segundo plano, quedando en la mayoría de los casos cubiertos por el olvido. La recuperación de algunos tramos de estos viales dio origen a lo que hoy conocemos como rutas de senderismo. Estas rutas además de concebirse como una alternativa más para disfrutar del turismo en el medio rural, se han convertido también en una buena fuente de conocimiento que permite, a los lugareños, reconciliarse con el pasado y comprender mejor la idiosincrasia de cada zona. Para los foráneos, los senderos se transforman a su vez en un escaparate de costumbres, paisajes y arquitectura popular. La tradición oral ha permitido que estas rutas no quedaran confinadas en el pasado. En otros casos las veredas eran de tal prestigio y renombre que sus tramos se volvieron a trazar con el aval de numerosa documentación. La comarca del Paradanta acoge infinidad de senderos. No todos están recuperados. Únicamente se han rehabilitado los más importantes. Sus orígenes no son coincidentes en el tiempo y las circunstancias que motivaron su andadura tampoco, sin embargo convergen en otros aspectos compartiendo idénticos paisajes, cobijando en sus orillas cruceiros, molinos de agua, levadas, hórreos, petos de ánimas, todos ellos elementos típicos de la arquitectura popular gallega. En cuanto al senderismo, si en algo coinciden sus aficionados es en resaltar el sosiego y solaz que aporta el caminar sin prisas, sin ir a contrarreloj, con el único objetivo de adentrarse en la
biodiversidad paisajística y disfrutar a través de la observación pausada, apreciando el detalle y lo aparentemente insignificante, desinhibiendo por unos instantes o por unas horas los pensamientos. Este reencuentro con la naturaleza también sirve para evadirse del ajetreo de la vida diaria y como terapia contra el stress. El Sendero de la Reina, más conocido como “Camiño da Raíña” es uno de los más importantes y antiguos. Discurre por tierras cañicenses. Por él viajaba la Reina Doña Urraca desde tierras de Castilla hasta el antiguo y desaparecido monasterio de A Franqueira y también para visitar sus propiedades en tierras gallegas, como el Castillo de Sobroso. Este sendero fue vía principal de comunicación desde la Edad Media además de convertirse en una importantísima vía comercial que servía de nexo entre los puertos pesqueros del Atlántico y las tierras del interior. La tradición oral cuenta que desde la villa marinera de Marín, en dónde se encontraba una de las flotas navales más poderosas de la Orden de los Templarios, se transportaban los víveres a Soutomaior, Pazos de Borbén, Barciademera, A Franqueira, Melón, Carballiño, Cea y Oseira. Un vestigio de su importancia como vía comercial es su nevera, pieza etnográfica hoy en día prácticamente desconocida en Galicia. Estas neveras eran depósitos de nieve, instalaciones utilizadas hace más de tres siglos para almacenar capas de nieve en la época invernal y utilizarlas en el verano. Se sabe que existía un auténtico comercio en torno a los pozos de nieve cuando transportaban pescado de Vigo a la meseta en carros. El pescado llegaba fresco gracias a la red de neveras ubicadas en el camino. La nevera da Franqueira, también conocida como pozo da neveira, de casi seis metros de profundidad y localizada en el Coto da Vella, cerca de donde, según narra la leyenda, apareció la Virgen de A Franqueira, era una de ellas. En la actualidad se puede apreciar su estructura gracias a la labor de mantenimiento llevada a cabo por la Comunidad de Montes de Parada.
O Camiño da Raíña en A Cañiza, Comienza en el lugar del Burgo, parroquia de Oroso y finaliza en A Franqueira. También puede recorrerse a la inversa. En todo caso, el Santuario de Ntrª. Srª. la Virgen de A Franqueira es el reclamo de la ruta. Situado en el mismo centro de los montes del Paradanta, atrae a peregrinos de toda Galicia. Los orígenes de este lugar son inciertos. Los primeros testimonios fidedignos sobre la existencia del monasterio están datados en el año 1063. Se podría hablar largo y tendido sobre el monasterio y su orden, de hecho A Franqueira fue el último monasterio incorporado a la Orden del Císter en Galicia durante la Edad Media. En el año 1835, como consecuencia de las leyes desamortizadoras, verá desaparecer la vida monástica. La iglesia medieval es el resultado de dos campañas sucesivas de trabajos y es la única construcción eclesial levantada en su totalidad por los cistercienses en Galicia durante la Baja Edad Media. En el interior del templo se encuentra la imagen de la Virgen, una obra gótica fechada hacia el año 1343. A lo largo del año se celebran dos romerías en este emplazamiento en honor a la Virgen que por su antigüedad, relevancia y proyección social han sido declaradas por la Xunta de Galicia, fiestas de interés turístico de la comunidad autónoma. Las celebraciones tienen lugar coincidiendo con las estaciones de primavera y verano.
Ficha técnica del sendero: Inicio del trayecto: O Burgo (Oroso) Final del trayecto: Santuario de Ntrª. Srª. La Virgen de A Franqueira Trayecto: 22,7 Kilómetros. Tiempo aproximado: 8 horas Dificultad: media Particularidades: puede hacerse en tres tramos. La mayoría del recorrido es por camino de tierra compacta aunque en ocasiones discurre por asfalto y cuenta con varias fuentes de agua.
sendero “Mirando ó Miño” en Crecente En el municipio de Crecente, en la parroquia de Filgueira comienza el sendero “Mirando ó Miño”. Su trazado transcurre por parte del antiguo Camino Real, también conocido como “Vereda Pública”, antaño vía principal de comunicación entre los Reinos de Castilla y Galicia. A lo largo del camino el senderista comparte silencio con el murmullo del regato de Paizás, las aguas del Miño y las trece fuentes que se extienden a lo largo de la ruta.
Ficha técnica del sendero: Denominación del sendero: circular Inicio y fin del sendero: Lugar do Forno da Tella – Filgueira Recorrido: 9,5 Km. Tiempo aproximado: 4 horas Dificultad: media Cota máxima: 250 metros Cota mínima: 104 metros Particularidades: desde la Iglesia hasta el final del sendero el recorrido es por carretera local.
Sendero “Camiño dos Frades” en As Neves En As Neves se emprende la ruta conocida como trazada por la vía que seguía la Reina Isabel de Portugal en sus viajes a tierras portuguesas desde Castilla. El comienzo del sendero se sitúa en la capilla de San Manuel. Históricamente el camino partía del lugar de Barca Nova (Vide), donde existía un puente de madera sobre el Miño que facilitaba el paso de peregrinos a Santiago. Desde la capilla se sube a Chan de Vide y se continúa hacia el lugar de Mirenciños donde se encuentra el puente medieval de Puntaleiras, un paraje de molinos y bosques a orillas del río Termes. El siguiente punto de interés es el puente de A Senra. Entre álamos, fresnos, sauces y robles, se adivina su estructura de origen romana, de amplia calzada y en un excelente estado de conservación. La Casa de la Inquisición o de Barreiro, en Santiago de Ribarteme son otros puntos de interés a tener en cuenta.
Ficha técnica del sendero: Inicio: Capilla de San Manuel (Vide) Llegada: Santuario de A Franqueira Recorrido: 15 kilómetros
Tiempo aproximado: 5 horas Dificultad: media Cota máxima: 699 metros Cota mínima: 37 metros
Sendero do Aserradeiro dos Carranos en Covelo Otro sendero particularmente interesante es el del Aserradeiro dos Carranos en Covelo. Comienza su recorrido junto la antigua casa rectoral de Fofe, hoy en día restaurada y dedicada a alojamiento de turismo rural. Es este un sendero local, utilizado en el siglo pasado por los lugareños. El “aserradeiro dos Carranos”, que da nombre al sendero, fue construido aproximadamente en el año 1922 y lo integran cuatro edificaciones: el aserradero propiamente dicho, un secadero y almacén de madera, una forja y un segundo almacén. La dedicación principal de este conjunto era la fabricación de carros cuyos herrajes también se forjaban aquí. El aserradero recibía el agua del regato de Vixiáns, en el cual se construyó una pequeña presa para facilitar su recogida. Desde esta presa el agua se canalizaba hacia la levada que vertía a la noria a través de dos compuertas. La noria, una vez recibida el agua, transmitía su movimiento al conjunto de ruedas y correas que a su vez movían las máquinas.
Ficha técnica del sendero: Inicio del trayecto: Fofe de arriba Final del trayecto: Playa Fluvial de Maceira Recorrido: 4 km. Tiempo aproximado:1 hora y media Dificultad: media
Sendero da Moura en Arbo Ya en el municipio de Arbo se emprende la ruta del Sendero da Moura que se inicia en el histórico puente romano de San Xoan, escenario en el año 1809 de una trascendental batalla librada contra las tropas francesas. El sendero parte en dirección norte y a contracorriente del río Deva hasta llegar al puente de la vieja carretera que va al pueblo de San Xoan. Desde ahí asciende entre muros de fincas privadas y conduce hasta “O portal do Grilo”. Más adelante el sendero atraviesa el lugar de “A Maraña” y se dirige a la aldea abandonada de Trabazos, poblada con construcciones típicas de la zona. En este punto comienza la pendiente más pronunciada del recorrido que lleva al pequeño núcleo rural de “A Fenteira”. A partir de aquí se inicia la bajada hasta el “Coto da Moura”. El mayor atractivo de este camino es el descenso hacia el río Miño y la zona de “pescos”, construcciones de origen romano utilizadas para la pesca. Una vez aquí se accede al sendero de los pescadores para descubrir una zona de bosques de acacias, mimosas y carballos. La ruta sigue el Miño hasta la desembocadura del río Deva y se dirige hacia una zona de cañaverales. Se asciende por la ribera izquierda del río Deva, a contracorriente, para encontrar tres molinos, uno de ellos en buen estado de conservación.
Ficha técnica del sendero: Sendero circular Inicio: Puente romano (san Xoan) Recorrido: 8,6 Km. Duración aproximada 3 horas Dificultad media Cota máxima: 260 metros
Cota mínima: 32 metros
Estos son algunos de los senderos que alberga el Paradanta, rutas recuperadas, rehabilitadas en la mayoría de su trazado y con denominación propia. Sin embargo estas tierras acogen muchos más caminos todavía sin explotar, sin nombre conocido pero capaces de ofrecer las mismas sensaciones y satisfacciones. Solo es necesario mirar a nuestro alrededor para descubrirlos.
Recomendaciones a la hora de iniciar una ruta: Es conveniente informarse adecuadamente antes de emprender una marcha. En el Centro Comarcal de A Paradanta de A Cañiza (Tel.: 986 663 329- 986 663 328) se pueden encontrar topo-guías de todas estas rutas donde se explican al detalle los trazados, tiempos de recorrido y singularidades de cada una de ellas. Lo idóneo es ir acompañado de guías o monitores que conozcan bien cada zona, sobre todo si hablamos de senderistas menores de edad. También es recomendable caminar durante la mañana o a primera hora de la tarde, evitando la noche y las estaciones más propicias son la primavera, el verano y el otoño porque la climatología en invierno es especialmente dura con la zona provocando que en muchos tramos el camino se vuelva intransitable por el desprendimiento de tierras y piedras o la caída de ramas y árboles.