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Lección 5ª. Los sonidos consonánticos del español •
ÍNDICE DE LOS CONTENIDOS
0. Introducción [Enlace directo con el apartado, abajo]. 1. Los sonidos consonánticos del español [Enlace directo con el desarrollo del apartado, abajo]. Presentación y caracterización general del sistema consonántico del español. 2. Parámetros de clasificación [Enlace directo con el desarrollo del apartado, abajo]: acción de las cuerdas vocales, zona de articulación, modo de articulación. 3. Fenómenos dialectales en las consonantes [Enlace directo con el desarrollo del apartado, abajo]: yeísmo, ceceo, seseo, etc. 4. Principales dificultades [Enlace directo con el desarrollo del apartado, abajo] en la pronunciación de los sonidos consonánticos del español. Las consonantes en posición final de sílaba. La tensión. 5. Métodos y estrategias de corrección [Enlace directo con el desarrollo del apartado, abajo]. El recurso al contexto. El recurso a la prosodia. El recurso a la pronunciación matizada. Ejemplos. 6. Actividades de refuerzo [Enlace directo con el desarrollo del apartado, abajo]. [Los alumnos que lo deseen pueden ampliar estos contenidos consultando el capítulo 7 del manual Fonética para profesores de español: de la teoría a la práctica].
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OBJETIVOS
Al acabar de estudiar esta lección el alumno deberá ser capaz de describir y caracterizar rápida y claramente el sistema consonántico de la lengua española. Si se trata de un hablante no nativo de español, estará capacitado para comparar su propio sistema consonántico con el de nuestra lengua en función de la serie de parámetros que aquí se le proporcionan. En general, el estudiante ha de aprender en esta lección cuáles son las grandes tendencias presentes en las distintas variedades de la lengua española por lo que a la pronunciación de las consonantes se refiere. Finalmente, el alumno conocerá cuáles son los errores más frecuentemente cometidos en la pronunciación de las consonantes del español por parte de hablantes de otras lenguas y cuáles son las técnicas disponibles para su corrección.
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DESARROLLO DE CONTENIDOS
0. Introducción En esta breve introducción presento la información básica que, a mi juicio, todo profesor de lenguas debe poseer acerca de los segmentos del habla que se conocen con el nombre de consonantes [Enlace con el Glosario de esta lección]. Una vez que segmentamos la cadena hablada en una serie de elementos discretos o segmentos, la primera distinción que debe mencionarse, como explicamos en la lección anterior, es la que se establece entre sonidos vocálicos y sonidos consonánticos. En general, la idea de consonante se ha asociado siempre con una serie de características auditivas, articulatorias y funcionales, que pueden resumirse así:
Características generales de las consonantes Las consonantes son más audibles que las consonantes. De ellas, las más perceptibles son las fricativas y aproximantes [Enlace con el Glosario de esta lección], y las menos, las oclusivas sordas Las consonantes son más cerradas que las vocales Todas las consonantes presentan algún tipo de obstáculo a la salida del aire Las consonantes se articulan con mayor esfuerzo que las vocales Las consonantes implican un gasto de aire mayor que las vocales Las consonantes se caracterizan por la menor estabilidad de las posiciones articulatorias que las generan y necesitan de una vocal para pronunciarse (consonante = suena con) En la pronunciación de una consonante intervienen músculos distintos de los que actúan en la de una vocal No en todas las consonantes intervienen las cuerdas vocales, a diferencia de lo que ocurre con las vocales Incluso la consonante de tono más alto, lo tendrá más bajo que las vocales Las consonante presentan ruidos aperiódicos [Enlace con el Glosario] Las vocales no suelen constituir el núcleo de las sílabas y, en español concretamente, no pueden. Las consonantes se han descrito tradicionalmente en función de tres parámetros: la acción de las cuerdas vocales durante su emisión, la zona en que su articulación tiene lugar y el modo en que se lleva a cabo tal
106 articulación. Cabe considerar otro criterio más, previo si se quiere a los anteriores, por el que se divide a las consonantes en virtud de la corriente de aire que se utilice en su pronunciación. De todos ellos hablaré en el apartado 2 [Enlace con ese apartado de esta misma lección]. Mientras tanto, puede oír cómo suenan todos los sonidos consonánticos del Alfabeto Fonético Internacional si pincha aquí [Enlace con la dirección http://hctv.humnet.ucla.edu/departments/linguistics/VowelsandConsona nts/course/chapter1/chapter1.html ]. 1. Los sonidos consonánticos del español En español existen 19 fonemas consonánticos, es decir 19 segmentos con capacidad para distinguir significados, como puede apreciarse en la Figura 1, abajo. Bilabiales
p
Labiodentales
Interdentales
b
Dentales
t f
Alveolares
Prepalatales
Palatales
d s
(ß)
J
Velares
k x
g
T m
Sordo/Sonoro
n l r/— Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
ñ (ø) Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Figura 1 Los fonemas que aparecen entre paréntesis son los que sólo existen en algunas zonas del mundo hispanohablante, según explicaremos más adelante (apartado 3 [Enlace con este apartado de este mismo tema]). Si quiere comprobar cómo suenan todos estos elementos, pinche aquí [Enlace con la dirección http://www.studyspanish.com/pronunciation/index.htm ], y si desea saber cuál es su distribución en la cadena hablada, pinche aquí [Enlace con la ficha 5.1. del final de la lección]. Puede deducirse fácilmente, al analizar la Figura 1, que el español no es una lengua muy compleja por lo que se refiere a sus consonantes, como tampoco lo era -aún menos- si considerábamos su sistema vocálico (sobre el sistema vocálico [Enlace con el apartado correspondiente, 4.1. de la Lección 4]). Baste señalar, por ejemplo, que de las 17 zonas de articulación posibles, las consonantes españolas sólo utilizan 8, o, si añadiéramos la laríngea para dar cuenta de la aspiración laríngea [h] de algunos dialectos, 9. Se ha comprobado, además, que el inventario de consonantes en las lenguas del mundo varía entre 6 y 95, con una media de 22.8, de modo que, según vemos, el español se encuentra cercano a esta media. Al igual que ocurría en el caso de las vocales, el sistema consonántico español se caracteriza por el alto grado de tensión con que se pronuncian sus elementos, si los comparamos con los de otras lenguas. Eso explica, por ejemplo, que en él no abunden las consonantes africadas [Enlace con el Glosario] ni existan las consonantes aspiradas [Enlace con la ficha 5.3 del final de esta lección], documentables en otros muchos inventarios.
Oclusivas Frivativas Africadas Nasales Laterales Vibrantes
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2. Parámetros de clasificación Las consonantes se clasifican en virtud de la actividad fonatoria de la laringe, o lo que es lo mismo, de si vibran o no las cuerdas vocales durante su producción, del modo de articulación -esto es, cómo están dispuestos los órganos articulatorios en la zona en la que se conforma el sonido- y de la zona de articulación –es decir, el lugar en el que se localiza el obstáculo, mayor o menor, a la salida de aire que siempre interviene en su producción. Aquellas personas que lean inglés pueden encontrar una buena presentación de estos parámetros si pinchan aquí. [Enlace con http://wwwunix.oit.umass.edu/~jjmccart/ling402f01/06-Consonant%20Articulation.pdf] Y, si desean saber más acerca de otro criterio de clasificación más básico, aunque no tan relevante en español, pinchen aquí [Enlace con la ficha 5.2. que se adjunta al final de esta lección].
PARÁMETROS DE CLASIFICACIÓN DE LAS CONSONANTES
a) Actividad fonatoria de la laringe: con vibración de las cuerdas vocales o sin ella. b) Modo de articulación: Disposición de los órganos articulatorios durante la producción c) Zona de articulación: Lugar del tracto oral en el que se ubica el obstáculo a la salida de aire Veamos ahora cada uno de estos parámetros con detenimiento: 1. La actividad fonatoria de la laringe nos divide a las consonantes en sordas y sonoras. Durante la emisión de las primeras, las cuerdas vocales no vibran, mientras que sí lo hacen en el caso de las segundas. En la Figura 2 puede verse cuáles son las consonantes sonoras y cuáles las sordas del español (naturalmente no están recogidos más que los fonemas, no todas sus variantes). Consonantes sonoras
Consonantes sordas
b, m, d, r, —, l, n, J, ø, g, ñ
p, t, k, f, x, ß, s, T
Figura 2 2. La manera o modo en que se articulan las consonantes es el segundo parámetro empleado para clasificarlas. Se trata de describir la disposición particular que presentan los órganos articulatorios en la zona en que se conforma el sonido. Así, tenemos las posibilidades siguientes (vid. Figura 3):
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Articulaciones oclusivas Articulaciones fricativas Articulaciones africadas Articulaciones aproximantes
Los órganos crean un obstáculo absoluto a la salida del aire, que se deshace frecuentemente con una explosión. Los órganos se aproximan, sin llegar a juntarse, produciéndose ruido de fricción. Se produce un cierre absoluto del canal, seguido de un estrechamiento y ruido de fricción. Existe en el canal una constricción menor que la que se da en las fricativas y no hay ruido de fricción.
Articulaciones laterales
Los articuladores toman contacto en la zona central del canal vocal, de modo que el flujo de aire puede salir libremente por los lados del obstáculo. El articulador activo realiza varias oclusiones (que a veces no llegan a ser tal) apoyándose en el articulador pasivo. Existe una oclusión en la cavidad oral y el paso a la cavidad nasal está abierto a la corriente de aire procedente de los pulmones.
p, b, t … f, x, s … T ... Þ4, ð4 (vid. Fig. 5)
Articulaciones vibrantes Articulaciones nasales
l, ø … r, — … m, n …
Figura 3 3. El tercer criterio de clasificación de las consonantes se refiere a la zona del tracto vocal en que se articulen. Prefiero emplear los vocablos zona o lugar en vez del más difundido punto, porque este último da a entender que los articuladores se unen o aproximan en ubicaciones muy exactas, lo que no se ajusta del todo a la realidad: hay un cierto grado de variación dentro de los límites correspondientes a cada división del tracto. Podemos distinguir las siguientes zonas de articulación: Zona de articulación bilabial
Articuladores
Labio inferior y superior
b, m, p, ...
labiodental
Labio inferior e incisivos superiores
f…
interdental
Ápice de la lengua e incisivos inferiores
ß…
y superiores
dental
Ápice o predorso de la lengua y cara
t, d …
interna de dientes superiores
alveolar
Ápice o predorso de la lengua y
s, n l …
alveolos [Enlace con Glosario] superiores
palatal
Dorso o predorso de la lengua y paladar
ø, ñ …
duro
velar
Postdorso de la lengua y velo del paladar
Figura 4
x, g, k …
109 Como es sabido, las consonantes pueden presentar variantes en su pronunciación, lo que en términos fonológicos se conoce como alófonos [Enlace con el Glosario], las cuales no tienen capacidad para distinguir significados y dependen del contexto en que el segmento se encuentre o, simplemente, están en variación libre, esto es, no vienen condicionadas por motivos contextuales. Así, por ejemplo, la s de asa es sorda [Enlace con el Glosario], porque no va situada ante una consonante sonora [Enlace con el Glosario], lo que sin embargo sí ocurre en asma: en esta palabra la [m] es sonora y, debido a la coarticulación [Enlace con el Glosario], ‘contagia’ su sonoridad a la s precedente, que ahora es ya sonora y se transcribe fonéticamente como [z]. Pues bien, las principales variantes de las consonantes españolas aparecen reproducidas en la Figura 5, abajo; algunas de ellas se dan en todos los dialectos del español, otras se asocian con determinadas variedades geográficas, como veremos. Bilabiales
p
Labiodentales
Interdentales
b Þ Þ4 m
f
f6 v ß
ß6
M
n@ l@
Dentales
t sŽ
Alveolares
d zŽ ð ð4 nŽ lŽ
s
z
Prepalatales
S T
n l
G n˘ ´l
Palatales Ç
F Jj dG ñ ø
•r— Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Velares
k x
Laríngeas
g X X4
h
Ç
Vibrantes
R Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Sordo/Sonoro
Oclusivas Fricativas Africadas Nasales Laterales
Sordo/Sonoro
Figura 5 N.B. Para entender el significado de todos estos símbolos y los diacríticos o rasgos añadidos que algunos de ellos presentan (por ejemplo, el diacrítico que lleva suscrito la [s] dentalizada), pinche aquí [Enlace con el Alfabeto Fonético Internacional que se manda en archivo adjunto] y lea atentamente este apartado.
A continuación, voy a tratar de sintetizar la distribución de estas variantes. 1. Distribución de las variantes de /b/, /d/, /g/ a) Principio de enunciado y tras nasal (en el caso de /d/, también tras lateral): oclusivas [b], [d], [g]. b) Después de otras consonantes: aproximantes [Þ4], [4ð4], [X]4 o (rara vez) fricativas [Þ], [ð] y [X4]. 2. Distribución de las variantes de la nasal /n/ a) Ante consonante bilabial, labiodental, interdental, dental y velar, la /n/ adquiere el lugar de articulación de estas consonantes y así es, respectivamente, [m], [M], [n@], [nŽ] y [Ç]. b) Ante consonante palatal, la /n/ se palataliza pero sin llegar a ser [ñ], es decir, se pronuncia [n˘].
110 3. Distribución de las variantes de las fricativas /f/, /ß/, /s/ y /x/ a) Ante consonante sonora la /f/, la /ß/ y la /s/ se sonorizan: [f6], [ß6],6 [z]. b) La /s/, tanto sorda como sonora, se dentaliza ante consonante dental: [sŽ], [zŽ]. 4. Distribución de las variantes de las líquidas /l/, /r/ y /— / a) Ante consonante interdental la /l/ se interdentaliza y se dentaliza ante consonante dental: [ l@] y [ lŽ] b) Ante consonante palatal, la /l/, aunque no llega a pronunciarse como [ø], se palataliza: [´l ] c) La vibrante /—/ se fricativiza y a menudo se ensordece en posición final: [•] ALGUNAS PRECISIONES ACÜSTICAS ACERCA DE LAS CONSONANTES DEL ESPAÑOL
Antes de pasar a hablar de otras variantes de tipo dialectal, interesa también señalar algunas de las propiedades de carácter acústico de las consonantes, así como las propiedades perceptivas o auditivas de ellas derivadas. Según veremos en el apartado 5 [Enlace con ese apartado de esta lección], el profesor de español ha de tener en cuenta tales rasgos a la hora de diseñar los ejercicios correctivos. Pensemos en un perfil antero-posterior de la cavidad oral, como el que se presenta en la Figura 6. Pues bien, en la composición espectral de todas las consonantes que se articulan más hacia los extremos de esa cavidad, es decir, según puede comprobarse en la figura, en el caso del español las labiales y las velares, predominan las frecuencias bajas, mientras que en el espectro de las consonantes articuladas en las zonas centrales - las dentales, alveolares y palatales- destacan las frecuencias altas. Las primeras son, por ello, graves, en tanto que las segundas tienen un timbre agudo.
Figura 6
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A veces no es fácil deducir de un espectrograma [Enlace con el Glosario] si una consonante es grave o aguda, porque la energía acústica aparece distribuida desordenadamente, pero siempre podemos recurrir a las vocales adyacentes que, como vimos en la Lección 4, tienen formantes [Enlace con la ficha 4.3. de la Lección 4] claros y, por ello, nos ayudan a identificar el carácter grave o agudo de las consonantes con las que forman sílaba: en el caso de las consonantes graves el segundo formante vocálico suele descender; en el de las agudas, por el contrario, ascender. Consonantes agudas t d ß — r n s l J T ø ñ
Consonantes graves p b m f k g x
3. Fenómenos dialectales en las consonantes En las dos figuras siguientes se recogen los principales fenómenos dialectales referidos a las consonantes, en la Figura 7 los que implican una alteración en el sistema fonológico; en la Figura 8 los que no afectan al sistema, sino que conllevan sólo variaciones alofónicas. Amplias zonas de España, México, Centroamérica y buena parte de Sudámerica Andalucía, Canarias, la mayor parte de América Algunas zonas de Andalucía y de Centroamérica Sur de España, zonas de CastillaLa Mancha, Canarias (en menor medida) y buena parte de América
Yeísmo: El fonema /ø / no existe y es sustituido por [J], [G], [dG] o incluso [S] en ciertas zonas de Argentina. Seseo: El fonema /ß / es sustituido por /s/. Esta /s/ puede tener diversas realizaciones. Ceceo: Sustitución del fonema /s/ por el fonema /ß / Aspiración y/o pérdida de /s/. Esta pérdida provoca la abertura de las vocales para marcar el plural (sobre este proceso) [Enlace con el apartado 3 de la Lección 4] Figura 7
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Zonas de América y de España Zonas de la Península y de América México Puerto Rico Zonas de Andalucía y Puerto Rico Chile, Costa Rica y zonas del norte de España Andalucía, Chile y Panamá Zonas del Caribe y de España México y Chile La mayor parte de América y de España
Velarización de –n en final de palabra : Ç Aspiración de / f/ y (en América) de /x/ Ensordecimiento de –r final Pronunciación velar o uvular de /r/: [R] Neutralización de las líquidas l y r en posición final de sílaba Pronunciación africada de la r Pérdida del elemento oclusivo de la africada [T]: [S ] Las consonantes oclusivas sordas /p t k/ se sonorizan parcialmente La /x/ adelanta su zona de articulación ante vocal anterior: [ç] Debilitamiento o pérdida de la –d- en las terminaciones participiales (y también en otros contextos, especialemente en el Caribe y Andalucía) Figura 8
Como se explicó en el apartado 3 de la Lección 4 en relación a las vocales, un aprendiz de español ha de hacerse a la idea de que existen estas variantes de pronunciación y que es muy posible que las escuche en su contacto con hispanohablantes. Sobre cómo debe actuar el profesor en relación con estos rasgos dialectales, vid. el apartado [Enlace con ese apartado] de la Lección 1. 4. Principales dificultades en la pronunciación de las consonantes
Las principales dificultades con que suelen enfrentarse los aprendices de español a la hora de pronunciar las consonantes se derivan, fundamentalmente, de dos factores: a. La dificultad intrínseca de algunos sonidos o de algunos contrastes, y b. La posición que ocupen las consonantes en la cadena hablada.
El punto a. del esquema anterior se refiere al hecho de que en español existen sonidos consonánticos que, por su propia naturaleza, suelen acarrear problemas. Pensemos, por ejemplo, en que hasta un 75 % de las lenguas del mundo poseen algún tipo de consonante “r” (en cualquiera de sus formas posibles: alveolar, velar, fricativa, etc.), pero, sin embargo, sólo un 18 % de esas lenguas oponen dos tipos de “r” en su sistema, como hace el español. Por lo tanto, el aprendiz de nuestra lengua no sólo debe aprender a pronunciar una de las dos consonantes -lo cual, en principio, no implicaría tanto esfuerzo, sobre todo porque las posibilidades de que un sonido similar exista en su L1 son altas, como acabamos de señalar- sino que ha de adquirir el dominio del contraste, esto es de la oposición r/ , lo que sí supone una dificultad mayor.
113 También la tensión que caracteriza a las consonantes oclusivas en español es un rasgo que no todos los estudiantes aprenden a dominar con facilidad. Los anglohablantes, por ejemplo, pronuncian con menor grado de tensión y ello hace que las oclusivas sordas de su lengua sean a menudo aspiradas [Enlace con la ficha 5.3 del final de esta lección], lo que no ocurre en español, por lo que estos sonidos que, a primera vista, no parecen especialmente difíciles de articular resultan, sin embargo, problemáticos (Sobre la aspiración [Enlace con la ficha 5.3. del final de esta lección]). El punto b. alude al grado en que la posición en la secuencia influye en la articulación de las consonantes. Sin duda, la coda silábica [Enlace con el Glosario] es la ubicación más débil, aquella en la que las consonantes experimentan más modificaciones y en la que se producen más vacilaciones por parte de los hablantes, lo que por otra parte no resulta sorprendente si tenemos en cuenta la tendencia marcadísima del español a la sílaba abierta. Como resume bien Machuca (en Alcoba 2000, 77 y ss.), las normas de pronunciación admiten las elisiones en los casos de coda compleja, pero no en los de coda simple: se puede decir a[s]tenerse en lugar de abstenerse, pero no *o[x]eto en vez de objeto. En general, en la coda silábica ni se debe reforzar ni tampoco debilitar en exceso la pronunciación de las consonantes, así se evitarán formas incorrectas por defecto como las arriba mencionadas o por exceso, como a[ß ]ministración o di[x] no. Además de las dos fuentes de errores señaladas, según se explicó en la Lección 1 [Enlace con esa lección], la influencia del sistema fonológico de la L1 es determinante en el aprendizaje del de la L2 y las consonantes no iban a ser una excepción a esta regla general. Así, el sistema del inglés, donde las consonantes /b d g/ no son aproximantes ni fricativas cuando van intervocálicas, sino que se mantienen como oclusivas, es la explicación de la tendencia constatada de los anglófonos a pronunciar estos elementos con un modo de articulación erróneo, concretamente como oclusivas, en cualquier contexto. Pues bien, de cómo se pueden afrontar todos estos tipos de dificultades de pronunciación se habla en el apartado siguiente. 5. Métodos de corrección Según se explicó en la Lección 1 [Enlace con esa lección], el profesor de lenguas extranjeras tiene que diseñar los ejercicios correctivos de la pronunciación sirviéndose de todos sus conocimientos de fonética general, a fin de que sean realmente efectivos. Es muy importante que el estímulo o el aducto presentado a los estudiantes sea el adecuado.
1. Conviene primeramente que el profesor pergeñe actividades que cubran las tres fases de las que hablamos en su momento: audición, imitación y producción libre. 2. En todas ellas y, en especial, en la fase de imitación, habrá de tener asimismo en cuenta los factores que pueden facilitar el aprendizaje del alumno, a saber, el contexto modelo en el que se presenta la consonante o consonantes objeto del ejercicio y la situación prosódica que ocupan. Ambos, contexto y prosodia, han de estar muy bien pensados y favorecer el
114 aprendizaje, no dificultarlo. El profesor puede, incluso, recurrir a matizar el sonido si ello es factible. 3. A través de este periodo de imitación y del subsiguiente de producción libre, el docente diagnosticará el error u errores más repetidamente producidos por el aprendiz y diseñará nuevos ejercicios centrados ya en la mejora de esa o esas consonantes. Supongamos, por ejemplo, que un hablante italiano tiene dificultad para pronunciar el sonido español /x/, inexistente en su lengua, y en su lugar acostumbra articulara la aproximante palatal [j]: [j]usticia en lugar de [x]usticia. El profesor debería seguir los pasos siguientes para corregir ese problema de pronunciación: i.
Diagnosticar correctamente el error y plantear el procedimiento de corrección: Tendencia a pronunciar la fricativa velar sorda [x] como aproximante palatal [j]; por lo tanto se trata de cambiar el lugar de articulación y también el modo de articulación. El segmento [x], que es el resultado que se desea obtener, es acústicamente grave, mientras que la aproximante palatal es aguda.
ii.
Confeccionar modelos en los que la fonética combinatoria favorezca la pronunciación de [x] en lugar de [j]: Puesto que la primera es grave y la segunda aguda, será preferible presentar aquella situada entre vocales graves que facilitarán su articulación y, al tiempo, dificultarán la de [j]. Ej.: Tienes los ojos rojos.
iii.
Confeccionar modelos en los que la prosodia [Enlace con la Lección 3] ayude igualmente a conseguir el objetivo: Puesto que la aproximante es sonora y tiene características vocálicas, es recomendable acentuar las características puramente consonánticas de la [x] que la diferencian de ella. En general, la voz murmurada, sin vibración de las cuerdas vocales, acentúa este tipo de rasgos, por lo que se le puede presentar así el modelo al alumno. Además, para hacerle percibir que el sonido pretendido es una fricativa, podemos ralentizar un poco el tempo de elocución (= la velocidad de habla) y alargar la duración de [x], exagerándola.
iv.
Finalmente, recurrir a la pronunciación matizada: Como el alumno no sólo confunde el modo de articulación de [x], sino también su zona de articulación, adelantándola, conviene presentarle modelos en los que [x] se matice y se haga más posterior de lo normal, casi como la uvular [K ].
Vamos a continuación a pensar cómo se podría corregir la pronunciación de f como p que podría considerarse típica de los hablantes cuya L1 es el coreano, lengua en la que la fricativa labiodental no existe: empado por enfado, pranco por franco. Los pasos que se seguirán serán, como de costumbre, los siguientes: I. En primer lugar y tras la realización de varios ejercicios guiados y libres, diagnosticar correctamente la falta y plantear el procedimiento de corrección: Tendencia a pronunciar la labiodental fricativa sorda [f] como oclusiva bilabial sorda [p]; ambos sonidos son graves, pero la labiodental, aún siendo también grave, es un poco menos anterior. Además, la fricativa [f] es menos tensa que la
115 oclusiva [p]. Por lo tanto, se trata de un error de interferencia fonológica de la L1 en la L2 (en coreano, como se ha dicho, no existe la fricativa y sí la oclusiva), y lo que hay que conseguir es que el sonido [p] se relaje un poco y se haga más abierto o fricativo al par que menos anterior, o sea [f]. II. Recurrir a la pronunciación matizada: Como el alumno cierra demasiado la consonante [f], y pronuncia una oclusiva, conviene presentarle modelos en los que esta [f] se matice y se haga más abierta de lo normal, casi sin fricción y apenas audible, como un soplo o una aspiración. Lo mejor es, así pues, situarla en final de palabra, y alargar la vocal o la sonante precedente al máximo: los préstamos del inglés staff o golf (absolutamente difundidos en castellano) pueden ser buenos modelos, siempre y cuando se inserten en contextos significativos. III. Confeccionar modelos en los que se favorezca la pérdida de tensión o un mayor relajamiento: El hecho de que la consonante se sitúe justo al final de un contorno entonativo descendente y en sílaba átona ayudará a disminuir la tensión con la que se pronuncie, otro de los aspectos que la alejará de la producción errónea [p]: Ayer me llamó por teléfono, Para el invierno tenía una estufa. Como se explicó en la Lección 1 [Enlace con esa lección], estos modelos de los que se acaba de hablar nunca habrán de ser palabras aisladas, sino que habrán de estar inmerso en unidades más largas, dotadas de su ritmo y entonación características. Como bien apuntan Landercy y Renard (1977, 211), el alumno que, desde el comienzo de su aprendizaje, ha sido enseñado a respetar la entonación y el ritmo de los estímulos propuestos, a vivir desde dentro el ritmo del habla gracias a los ejercicios particulares de percepción y de expresión de la prosodia, experimentará menos dificultades para reproducir los elementos segmentales, pues los recuperará en las mejores condiciones desde el punto de vista de la actividad muscular general. [Trad. mía: J.G.]. 6. Actividades de refuerzo a. Realice los ejercicios reproducidos en la Pista s nº12 , 13, 14 y 16, y la Pista nº 18 del CD que acompaña al texto La expresión oral, correspondientes a los ejercicios 4, 5, 6 y 8 del capítulo 2, y al ejercicio 3 del capítulo 3 del mismo libro. b. Busque en algún método de enseñanza del español que tenga a su alcance los ejercicios que en él se propongan para perfeccionar la pronunciación de las consonantes de nuestra lengua. Haga una crítica razonada de dichos ejercicios, precisando si le parecen adecuados o no y por qué. c. Confeccione Ud. mismo/a un ejercicio dirigido a estudiantes de español de nivel inicial o intermedio y que incida especialmente sobre la pronunciación de las consonantes. Al hacerlo, tenga presente todo lo explicado en la lección.
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SUMARIO
En esta lección hemos visto cómo es el sistema consonántico del español, cómo se describe y qué variantes pueden presentar sus elementos. Además, y esto es lo más importante, se han señalado cuáles son los errores que los aprendices de nuestra lengua suelen cometer con más frecuencia al articular las consonantes españolas. Asimismo, se han avanzado algunas técnicas que resultan útiles para mejorar la pronunciación de estos elementos.
Resumiendo … -
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El sistema consonántico del español no es particularmente complejo. Los parámetros de clasificación necesarios para las consonantes del español son los referidos al modo de articulación, a la zona de articulación y a la acción de las cuerdas vocales. Las consonantes acústicamente graves son las labiales (labiodentales incluidas) y las velares; todas las demás son agudas. Hay tres fenómenos dialectales fundamentales que afectan al sistema fonológico: el seseo, el yeísmo y la aspiración o pérdida total del fonema /s/. Las consonantes del español presentan, además, un buen número de variantes de motivación sociolingüística. En general, los problemas de pronunciación se dan sobre todo en posición final de sílaba, y, en el caso de los aprendices de español como L2, influye de modo decisivo la interferencia de la L1. En la corrección de la pronunciación de las consonantes conviene cuidar en especial la clase de estímulo que se presente al estudiante, de modo que favorezca el aprendizaje, en lugar de dificultarlo o retrasarlo.
PROPUESTA DE AMPLIACIÓN
a) Bibliografía Alvar, M. (Ed.) (1996) Manual de dialectología hispánica. El español de España, Ariel, Barcelona. García Mouton, P. (1994) Lenguas y dialectos de España, Arco / Libros, Madrid. Hualde, J. I., A. Olarrea y A. M. Escobar (2001) Introducción a la lingüística hispánica, Cambridge University Press, Madrid [Cap. 2 “Los sonidos de la lengua: fonética y fonología”]. Ladefoged, P. (2001) Vowels and Consonants, Blackwell, Oxford. Landercy, A. y R. Renard (1977) Élements de phonétique, Didier, Bruselas. Tomás Navarro T. (197116) Manual de pronunciación española, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid.
117 Vaquero, M. (1996) El español de América I. Pronunciación, Arco / Libros, Madrid. b) Enlaces de Internet Maidment, J. Speech Internet Dictionary, Department of Phonetics and Linguistics, University College, Londres. Es un diccionario de terminus fonéticos muy útil para tener a mano al describir y clasificar una consonante. http://www.phon.ucl.ac.uk/home/johnm/sid/sidhome.htm Université de Laussane, Section de Phonétique, Cours de Phonétique. Description des consonnes. Una buena síntesis en francés de las características de todas las consonantes. http://www.unil.ch/ling/phon/api3.html c) Discos compactos u otras herramientas CD que acompaña al texto La expresión oral. Pistas nº 1 – 7: Ilustración de la pronunciación de las consonantes en distintas zonas del mundo hispanohablante.
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EJERCICIOS
1. ¿Cuál de estas descripciones de consonantes españolas es incorrecta? a) /t/ : Dental oclusiva sorda b) /m/ : Bilabial nasal sonora c) /x/ : Velar fricativa sorda d) /l/ : Palatal lateral sonora Respuesta: La incorrecta es la opción d), porque la /l/ no es palatal, sino alveolar. 2. ¿Qué elemento es el que sobra en el siguiente grupo: /l, s, n, r, ß/? a) /l/ b) /ß/ c) /r/ d) /s/ Respuesta: El elemento que sobra en el grupo es el que se presenta en la opción b), porque la /ß/ es interdental y no alveolar, que es la única propiedad que comparten todos los demás integrantes del grupo: todos ellos son alveolares. 3. ¿Cuál de estos segmentos no puede iniciar palabra en español? a) /ø/ b) /ñ/ c) /—/ d) /T/
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Respuesta: En español no existen palabras que comiencen con la vibrante simple / — /, por ello la opción correcta es la c). 4. ¿Cuál cree Ud. que es la descripción más apropiada para una consonante africada? a) Consonante articulada con ruido de fricción. b) Segmento consonántico en el que se distingue una primera fase oclusiva seguida de una segunda fase fricativa. c) Segmento consonántico cuya articulación entraña el cierre completo de la cavidad oral. d) Segmento consonántico que no presenta ruido de fricción. Respuesta: La definición mejor es la que se ofrece en la opción b), puesto que las opciones a) y c) resultan incompletas y la d) es claramente falsa. 5. ¿Cuál de los siguientes tipos de consonantes no existe en ninguna variedad del español? a) [ý] b) [h] c) [ç ] d) [G] Respuesta: [ý], oclusiva glotal, no existe en español, mientras que la aspiración [h], la fricativa palatal sorda [ç] y la palatoalveolar fricativa sonora [G] sí se dan en distintas variedades de nuestra lengua, como se señaló en su momento; por consiguiente, la respuesta correcta es la a). 6. Las consonantes labiales son: a) todas agudas b) todas graves c) ni graves ni agudas, neutras d) algunas graves y algunas agudas Respuesta: La opción correcta es la b), porque todas las consonantes labiales, al igual que las velares, son graves. Precisamente eso explica que, en el habla familiar o en el habla vulgar, sean frecuentes los trueques entre ambos tipos de sonidos, como sucede con los cambios b>g de *agüelo (por abuelo) o *guardilla (por buhardilla): las características acústicas de la labial /b/ y de la velar /g/ son semejantes y el hablante las percibe y las reproduce erróneamente. 7. Las consonantes /t, d/ del español son: a) alveolares b) interdentales c) dentales d) alveolopalatales
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Respuesta: La opción válida es la c). En español estos sonidos son claramente dentales, a diferencia de lo que sucede en inglés, por ejemplo, donde son alveolares. 8. ¿Cuál es la transcripción fonética correcta de la consonante /n/ en abanico? a) aba[n]ico b) aba[Ç]ico c) aba[ñ]ico d) aba[ƒ]ico Respuesta: La opción correcta es la a). En español la /n/ se pronuncia como alveolar cuando va situada entre vocales. Cuando va delante de una consonante velar, en cambio, retrasa su zona de articulación y se velariza, por lo que se representa como en b). El símbolo de c) es, sin embargo, la realización del fonema /ñ/, cuya grafía ordinaria es la ñ, y, finalmente, la [ƒ] es una consonante uvular que no existe en español. 9. ¿Cuál es la transcripción fonética correcta de la consonante /b/ en ambos? a) am[Þ]os b) am[[õ]os c) am[b]os d) am[Þ