Liderazgo colaborativo aprendizaje, estímulo, rendición de cuentas LA VISIÓN Efesios 3:20-21 (NVI) “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, a Él sea la gloria…” Vuelve a leer este versículo… despacito. Reflexiona en él por un momento. ¿Has confiado en lo que Dios te dice? Es cuestión de visión. La visión significa poder ver el futuro desde el punto de vista de Dios. Cuéntanos de una ocasión en la que tuviste una visión y que después de meses o años de orar y soñar, de tener que arriesgarte a pedírsela y esforzarte con valor, viste como ésta se hizo realidad. Para un líder espiritual la visión está enraizada en Dios—en quien es Dios, lo que Dios puede hacer y en la fe que tenemos en que Dios actuará a nuestro favor. La visión requiere que entendamos y aceptemos el hecho de que Dios puede. Dios tiene la capacidad para ayudarnos a cumplir la visión que Él mismo nos ha dado. Al imaginarnos el futuro desde el punto de vista de Dios, también reconocemos que Dios está a nuestro lado cuando nos encaminamos hacia su visión. No viajamos con nuestra propia fuerza sino con la fuerza y los recursos del Dios que puede.

Así como Dios tiene la habilidad de ayudarnos y darnos lo que necesitamos, Dios también tiene la disposición y la intención de ayudarnos. Dios está dispuesto. Dios está dispuesto a responder, particularmente cuando lo que queremos y la meta de nuestro trabajo están de acuerdo a su voluntad. ¿Cuál es la visión que crees que Dios te ha dado a ti y a tu organización ahora y es por la cual estás trabajando? Comparte esa visión con el grupo. Descríbela de la manera más detallada posible. Describe cómo dicha visión te hace sentir. Expresa la esperanza que tienes de que esta visión se hará realidad. ¿De qué manera afecta tu visión la siguiente declaración “Dios puede y está dispuesto”? ¿Cómo ejercen su fe en Dios tus colegas en el ministerio hacia esta visión? Si quisieras hacer más clara tu visión, este sencillo ejercicio, diseñado por Bob Logan, te ayudará. Haz este ejercicio para esclarecer tu propia visión, lo que quieres lograr y cómo lo puedes realizar de manera eficaz: loganleadership.com/2012-02/clarifying-your-vision

ENCUENTRO Hechos 11:1-18 (NVI) “Los apóstoles y los hermanos de toda Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Así que cuando Pedro subió a Jerusalén, los defensores de la circuncisión lo criticaron diciendo: —Entraste en casa de hombres incircuncisos y comiste con ellos. Entonces Pedro comenzó a explicarles paso a paso lo que había sucedido: —Yo estaba orando en la ciudad de Jope y tuve en éxtasis una visión. Vi que del cielo descendía algo parecido a una gran sábana que, suspendida por las cuatro puntas, bajaba hasta donde yo estaba. Me fijé en lo que había en ella, y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves. Luego oí una voz que me decía:

“Levántate, Pedro; mata y come.” Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo.” Por segunda vez insistió la voz del cielo: “Lo que Dios ha purificado, tú no lo llames impuro.” Esto sucedió tres veces, y luego todo volvió a ser llevado al cielo. »En aquel momento se presentaron en la casa donde yo estaba tres hombres que desde Cesárea habían sido enviados a verme. El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. También fueron conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. Él nos contó cómo en su casa se le había aparecido un ángel que le dijo: “Manda a alguien a Jope para hacer venir a Simón, apodado Pedro. Él te traerá un mensaje mediante el cual serán salvos tú y toda tu familia.” »Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros. Entonces recordé lo que había dicho el Señor: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo.” Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Dios? Al oír esto, se apaciguaron y alabaron a Dios diciendo: —¡Así que también a los gentiles les ha concedido Dios el arrepentimiento para vida!” Este encuentro en la vida de Pedro nos muestra lo que ocurre cuando Dios irrumpe en nuestras vidas con una nueva visión. Podemos obtener un entendimiento más profundo cuando reflexionamos sobre la experiencia de Pedro y permitimos que nos dé mayor claridad sobre cómo podemos discernir nuestra visión y un futuro real desde el punto de vista de Dios. Cuando Dios nos da una visión: 1. Nos desordena la vida. Cuando Dios le dio una visión a Pedro, le cambió la vida entera y a su vez cambió el mundo. Las visiones van más allá de nuestra persona. Su enfoque jamás está solo en ti, ni son solo para tu provecho. Cuando recibimos una visión de Dios, no nos debemos conformar con cómo son o cómo fueron las cosas. Pedro ya no estaba conforme con que la salvación fuera solamente para los judíos. A partir de ese momento, él se

dedicaría a ministrarle a los gentiles. Tu visión te va a desordenar la vida— tal vez más de lo que ya lo ha hecho. 2. Nos obliga a mirar hacia adelante. Al recibir una nueva visión, nuestro enfoque deja de estar en el pasado. Al contrario, comenzamos a ver otras posibilidades. Pedro dejó de ver ciertas cosas como que eran sucias y vio que eran limpias ya que Dios las estaba limpiando. La forma en que antes eran las cosas ya no era buena. Pedro se encaminaba a un nuevo futuro. La visión nos ayuda a mirar hacia adelante, a imaginar el futuro, a verlo como algo distinto. 3. Nos altera el curso. Pedro tenía un camino sencillo: de Jope a Cesárea. Comenzó dirigiendo su ministerio exclusivamente a los judíos y lo amplió para incluir a todo el mundo. Cuando Dios nos da una visión, debemos tomar la decisión de seguirla. Esto nos lleva hacia nuevas direcciones. Cuando tenemos un encuentro con Dios que prende la chispa de una visión, nos obliga a detenernos. Reflexionamos, nos maravillamos y nos preguntamos: ¿Le seguiremos? ¿Nos quedaremos en el mismo lugar, haciendo lo mismo, y respondiendo de la misma manera? A menudo nos vemos obligados a tomar decisiones difíciles al decirle que “sí” a la visión que Dios nos tiene. ¿De qué manera te ha “desordenado la vida” la visión que Dios te dio? ¿Qué pasará si decides no dar ese paso al frente? ¿Cuál es el “sí” más grande que afirmas en tu visión? ¿Cuál es el “no” más pequeño que te tienta a permanecer estancado en el mismo lugar o a seguir andando en la misma dirección? EXPRESIÓN

El evaluar nuestra visión nos da la oportunidad de alinear la forma en que seguimos a Dios, así como nuestros deseos, nuestro sentido de orientación y nuestra habilidad para tomar decisiones en nombre de quienes nos siguen. Tener un marco de evaluación nos ayudará a mantener una mayor objetividad y claridad para discernir nuestra visión. Bob Logan escribe en su libro, Más allá del crecimiento de la iglesia, sobre cómo desarrollar una visión para la fe y la oración.1 Él argumenta que la fe y la oración son partes esenciales de una visión piadosa. Las descripciones a continuación nos serán útiles para aclarar y proyectar nuestra visión: 1. Una visión piadosa debe ser adecuada para el momento que se vive, para la iglesia u organización y la gente a la que está dirigida. 2. Una visión piadosa promueve la fe y no el miedo. 3. Una visión piadosa debe motivar a la acción. 4. Una visión piadosa requiere que se corran riesgos. 5. Una visión piadosa debe glorificar a Dios y no a la gente. ¿De qué manera son congruentes estas afirmaciones respecto a la visión piadosa que tú has expresado? ¿De estas afirmaciones, cuál apoya mejor tu visión? ¿Cuál es la más incongruente con tu visión? ¿En qué áreas te hace falta reevaluar o refinar tu visión? Jim Kouzes y Barry Posner escribieron El reto del liderazgo en 1987. Se ha convertido en un clásico de la literatura sobre el liderazgo y se han vendido más de dos millones de copias. A partir de sus investigaciones identificaron lo que ellos llamaron “Las cinco prácticas ejemplares del liderazgo.” Es un modelo que le ayuda a un líder a evaluar su propio modelo de liderazgo y a crecer en ese rol. La segunda de estas prácticas es el “inspirar una visión común.” Lo definen de la siguiente manera: 1

Robert Logan, “Beyond Church Growth” (Más allá del crecimiento de la iglesia) (Grand Rapids, MI: Fleming H. Revell, 1989)

“Los líderes creen apasionadamente que pueden lograr un cambio. Visualizan el futuro, se forman una imagen ideal y única de lo que podría ser su organización. Por medio de su magnetismo y su persuasión mesurada, el líder recluta a los demás a participar en su sueño. Ellos le dan vida a sus visiones y hacen que los demás vean las oportunidades emocionantes de ese futuro.”2 Para mayor información sobre este recurso y las cinco prácticas, consulta: www.leadershipchallenge.com/about-section-our-approach.aspx IMPACTO La visión responde a las siguientes preguntas: 1. ¿Hacia dónde vamos? 2. ¿Por qué vamos hacia allá? 3. ¿Cómo llegamos? 4. ¿Por qué es mejor estar allá que donde estamos ahora? ¿De qué manera estas preguntas te dan mejores bases para poder ser líder? ¿Cuál es la mejor forma que has encontrado para reflexionar sobre estas preguntas y para encontrar respuestas que le sirvan a una iglesia, organización o grupo? ¿Si fueras a enseñarle a un grupo de líderes en formación cómo se desarrolla una visión, cuál sería el eje de lo que les enseñarías? REFLEXIONA “Oro por ustedes para que todas sus dudas se conviertan en gratitud. Acuérdense que la sombra que una cosa produce a menudo es más grande que la cosa misma (particularmente si la luz proviene del horizonte). Aunque 2

“The Five Practices of Exemplary Leadership® model” (Las cinco prácticas ejemplares del liderazgo), www.leadershipchallenge.com/About-section-our-approach.aspx

algún temor del futuro puede desplegar su oscuridad con gran brío frente a ti, verás que aquello que temes será tan solo polvo cuando lo hayas pasado. Él nos restaurará dejándonos ver las cosas cuando han pasado, en la manera en que Él las ve, a fin de que nos acordemos de que Él nos trata como sus hijos.”3 --Jim Elliot, mártir y misionero

3

Elisabeth Elliot, “Shadow of the Almighty: The Life and Testament of Jim Elliot” (La sombra del Todopoderoso: La vida y testamento de Jim Elliot) (Peabody, MA: Hendrickson, 1958), 158.