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LITERATURA PRECLÁSICA En el siglo XI, aparecieron los primeros escritos relevantes en francés, las canciones de gesta. Narraban hazañas heroicas y son formas tempranas de poesía. EDAD MEDIA (Géneros) • Épica • Cantares de gesta Canción de gesta o Cantar de gesta, género literario que floreció en Francia a finales del siglo XI. Se conservan unos 80 poemas épicos, en su mayoría de autores anónimos, con una extensión media de 8.000 a 10.000 versos. El origen de estos cantares en los que la leyenda se combina con una base histórica cierta ha sido muy discutido. Algunos consideran que sus precedentes inmediatos fueron los cantos épicos, posteriormente influidos por la tradición y el folclore germánicos; otros opinan que los cantares son exclusivamente fruto de la imaginación de los troveros y trovadores quienes se inspiraban en las historias que los monjes contaban a los peregrinos que visitaban los santuarios de antiguos héroes. Los manuscritos originales datan de los siglos XI a XV y en ellos se basan los romances en verso de Chrétien de Troyes. Los poemas se ocupan principalmente de los acontecimientos heroicos ocurridos durante el reinado de Carlomagno y sus sucesores. Algunos de los temas más populares son las luchas entre nobles caballeros, la alianza entre Guillaume d'Orange y Luis I, hijo de Carlomagno, y las batallas libradas contra los moros invasores. En los primeros poemas predominan las hazañas caballerescas, mientras que los cantares posteriores se integran en la tradición del amor cortés. Los troveros componían estas canciones para cantarlas con acompañamiento musical. El conjunto se agrupa en diferentes ciclos o gestas. El primer ciclo corresponde a la Gesta del rey, que incluye la Chanson de Roland (c. 1100), atribuida al poeta normando Turoldo. Notable por su belleza y su antigüedad, el poema relata la batalla de Roncesvalles (778) y las hazañas de un caballero de la corte de Carlomagno. Roldán, que encuentra la muerte en su heroica defensa de un paso de montaña, se convierte en una especie de mártir cristiano. El segundo ciclo se conoce como Chanson de Willelme, mientras que el tercero corresponde a Doon de Mayence. La influencia del género fue enorme en la poesía heroica española, así como en la épica italiana y alemana del renacimiento. Las canciones de gesta son poemas largos que relatan las proezas de los caballeros cristianos compuestas posiblemente por trovadores errantes, conocidos como juglares, para entretener a peregrinos o a las cortes feudales. Los autores de las canciones se inspiraban en tres fuentes principales, por lo que los poemas se clasifican en tres grupos: los ciclos francés, bretón y clásico. El ciclo francés trata principalmente de héroes franceses que ponen sus armas al servicio de la religión. La figura central es Carlomagno, que se convierte en el héroe del cristianismo. El poema épico más famoso de este grupo, compuesto a principios del siglo XII, es la Canción de Roland. El ciclo bretón está basado en su mayor parte en el folclore celta. El poeta principal fue Chrétien de Troyes (Véase autores), que vivió a finales del siglo XII. El ciclo antiguo es el grupo menos original y por lo tanto, el menos importante. Utilizando material de los clásicos, los escritores cristianizaron a Agamenón, Aquiles, Ulises, y a los héroes de Tebas, Troya y Roma. La obra más conocida del ciclo antiguo es el Roman d'Alexandre.
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• Narraciones en verso Al mismo tiempo existía una literatura más popular basada en historias breves en verso. Al principio estas obras trataban sólo temas religiosos, que indicaban la preponderancia de la Iglesia sobre la vida y el arte. Pero poco a poco estos textos fueron haciéndose cada vez más profanos. Los fabliaux florecieron en los siglos XII y XIII, y aparecieron en este periodo las sátiras Le Roman de Renart y Le Roman de la Rose. Roman de la rose, poema medieval francés. Se trata de una alegoría onírica basada en la tradición del amor cortés. Escrito en francés medio en torno a 1237, consta de 22.000 versos pareados. Se conservan más de 300 manuscritos de esta obra. El autor de los primeros 4.000 versos fue Guillaume de Lorris (Véase autores). En esta parte del poema se relata el amor del poeta por una joven que, en su sueño, está simbolizada como un brote de rosa en un jardín, que representa a su vez la vida cortesana. Su objetivo es apoderarse de la rosa, es decir, conquistar el corazón de su amada, pero tras una serie de esperanzas y fracasos no logra su empeño. El resto del poema, que abarca unos 18.000 versos, es obra de Jean de Meun (o Meung); se compuso unos cuarenta años más tarde y su espíritu es muy diferente. El segundo poeta continuó la alegoría onírica, pero se sirvió del poema como vehículo para transmitir una gran cantidad de información sobre la vida y el pensamiento medieval. También contiene un ataque a las mujeres, posteriormente refutado por Christine de Pisan. Pese a estas digresiones, el poema fue muy popular y tuvo una repercusión notable en Francia e Inglaterra, donde Geoffrey Chaucer tradujo una tercera parte del total. Le Roman de Renart es una alegoría animal de unos 32.000 versos (después aumentaron a 100.000), en la que se critica cautelosamente a ciertas clases de la sociedad medieval francesa, incluyendo al clero y a la nobleza. Este tipo de literatura se preparó basándose en colecciones de fábulas de animales antiguas, especialmente en una traducción en verso de fábulas de Marie de France (Véase autores) del siglo XII. La alegoría llegó más lejos aún, en el siglo XIII, con el Roman de la Rose, una obra de unos 18.000 versos en la que la rosa simboliza el amor y la amada, y el poeta desea entrar en el jardín y conseguir la rosa. Los primeros 4.000 versos los compuso Guillaume de Lorris, y Jean de Meun (o Meung; entre 1240 y 1305) más tarde añadió el resto del poema. La influencia de este texto se extendió por toda Europa hasta el siglo XVII. Impulsada por academias que organizaban concursos y otorgaban premios, la poesía lírica se hizo más popular, especialmente en el sur de Francia. El mejor poeta lírico de la Francia medieval fue indudablemente François Villon (Véase autores). Sus dos obras importantes, Le petit testament (1456) y Le grand testament (1461), las compuso a modo de escritos burlescos. Le grand testament está formado por baladas. Estas obras, que abarcan un total de no menos de 2.500 versos, introdujeron en la poesía francesa una fuerte autoexpresividad. Son confidencias de un hombre consigo mismo con un gran afán de vivir, aunque compartido con el sentido medieval del pecado y la preocupación por la muerte. Debido a su expresividad e individualismo, los poemas de Villon han ejercido influencia sobre la poesía lírica que se ha prolongado incluso hasta el siglo XX. • Dramática La evolución de la literatura medieval francesa de religiosa a profana se ve más claramente en el teatro. Los dramas litúrgicos del siglo XI estaban compuestos de pasajes extraídos de la Biblia en prosa latina. Trataban siempre del nacimiento y la pasión de Cristo. Con la aparición de actores aficionados en el siglo XII, se adoptó el francés en el drama profano o secular, que empleaba aún temas bíblicos. En el siglo XIII se amplió el temario con milagros sobre los santos y la Virgen María. De este periodo datan también la primera obra pastoral y ópera cómica, El juego de Robin y de Marion. Los milagros de la Virgen María fueron el tema favorito durante el siglo XIV, y más adelante fueron adaptadas escenas de las canciones en estas obras religiosas. En el siglo siguiente, el interés popular por el teatro aumentó, y las producciones teatrales se liberaron de la influencia eclesiástica.
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Excepto por su interés histórico, la prosa no tuvo mucha importancia en la literatura francesa antes del siglo XVI. Los romances de aventuras consistían meramente en versiones en prosa de las canciones. Son dignos de mención tan sólo unos pocos historiadores, entre ellos Godofredo de Villehardouin y Jean de Joinville, cronistas de las Cruzadas; Christine de Pisan (Véase autores), autor de crónicas de la corte en elegantes versos; y Alain Chartier, cronista en verso de la desastrosa batalla de Agincourt. Todos ellos fueron eclipsados por Jean Froissart (Véase autores), cuyas crónicas describían intensamente el mundo de las órdenes de caballerías. Las Memorias (1524) de Philippe de Comines, que contenían ideas similares a las de su coetáneo italiano Maquiavelo, aportaron el primer relato francés de los sucesos políticos, desde el punto de vista de un hombre de estado. AUTORES Chrétien de Troyes (fl. finales del siglo XII), poeta francés nacido probablemente en Troyes. Chrétien figura entre los principales troveros (véase Trovadores y troveros) medievales (poetas líricos del norte de Francia influidos por los trovadores del sur de Francia). Fue uno de los primeros poetas que escribió romances en versos pareados sobre el semilengendario rey Arturo de Inglaterra y sus nobles caballeros. Entre estos poemas, imbuidos de ideales caballerescos y amor cortesano, destacan Perceval o la Historia del Grial, la primera versión literaria de la leyenda del Santo Grial, Erec y Enide, y Lancelote en prosa o El caballero de la carreta, donde se presenta al rival amoroso favorito del rey Arturo. Sus fuentes de inspiración han sido objeto de una larga disputa académica, pero la habilidad y la imaginación narrativa de Chrétien de Troyes provocaron la aparición de numerosos imitadores del poeta en diversos países europeos. Está considerado como el precursor del romance medieval y fue admirado y elogiado por Dante por su aportación al verso narrativo francés. Chrétien de Troyes escribió otras obras imitando al poeta latino Ovidio y Guillermo de Inglaterra, basada en la leyenda de san Eustaquio. Marie de France (alrededor de la segunda mitad del siglo XII), poeta francesa. Nació en Normandía aunque pasó la mayor parte de su vida en la corte de Enrique II, rey normando de Inglaterra. Escribió 12 lais, poemas narrativos medievales franceses dentro del estilo del amor cortés. Su extensión oscila entre los 100 y los 12.000 versos. Los lais están basados en fuentes bretonas que a su vez tienen su origen en textos orientales y escandinavos. Algunos de ellos hablan de la leyenda artúrica. Marie escribió también Ysopet, una colección de 103 fábulas que tradujo del inglés al francés. Guillaume de Lorris (c. 1200−1240), poeta francés. Autor de los primeros 4.000 versos del extenso poema caballeresco de 22.000 versos Le Roman de la rose, cuya segunda parte fue escrita por el también francés Jean de Meun. No se sabe absolutamente nada de su vida. La parte del poema escrita por él se distingue por la belleza de las imágenes que utiliza y su trasfondo alegórico. Villon, François (c. 1431−c. 1463), poeta francés considerado en opinión de muchos especialistas como el poeta lírico más destacado, por la belleza y originalidad de su poesía y su extraordinario poder evocativo. Villon, acaso el primero de los que más tarde se llamarían poetas malditos, nació en París o en sus proximidades, alrededor de 1431. Se cree que su verdadero nombre era François de Montcorbier o François des Loges. Sin embargo, adoptó el nombre de Villon como señal de gratitud hacia su mecenas, Guillaume de Villon, un capellán y profesor de Derecho canónico. Mientras obtenía su licenciatura en Artes (1449) y más tarde su doctorado (1452), en la Universidad de la Sorbona, Villon participó activamente en la agitada vida académica de la época. En 1455 mató a un sacerdote en una pelea callejera. Un año más tarde fue sorprendido cuando robaba 500 coronas en la capilla del Colegio de Navarra de París, delito por el que fue desterrado. En el curso de los cuatro años siguientes (1456−1460) Villon vagó por toda Francia. En 1461 fue arrestado 3
por orden del obispo de Orléans y encarcelado en la torre de Meung. Sin embargo, al cabo de unos meses, tanto Villon como los demás prisioneros recibieron el perdón de Luis XI. Villon regresó a París en 1462, pero no tardó en verse envuelto de nuevo en graves problemas. Fue detenido por su presencia en una reyerta y condenado a muerte. Un año más tarde, su sentencia fue conmutada por el destierro. A partir de ese momento no se dispone de información sobre sus actividades. Su gran mérito como poeta reside en la subjetividad de su poesía. Villon expresaba sus sentimientos con ingenuidad, ya fuesen buenos o malos, y la franqueza con que hablaba de sí mismo lo llevó a hablar de otros con idéntica franqueza. Sus poemas ofrecen así un retrato vivo y por lo general fiable de su época. Entre sus principales escritos están Los Lais, también conocidos como El pequeño testamento (1456), y El testamento, llamado también El gran testamento (1461). Ambos poemas están escritos en estrofas de ocho versos octosilábicos. El gran testamento, en el que relata con ironía y sinceridad su propia vida de vagabundo, además de la vida en general, está basado en el horror que Villon experimentaba ante la enfermedad, la prisión y la vejez, así como su miedo a la muerte. Esta obra contiene algunas baladas y rondeaux. Entre las obras menores de Villon cabe reseñar una media docena de poemas escritos en la jerga de los delincuentes. Christine de Pisan (1364−c. 1430), poeta, prosista y humanista francesa, nacida en Venecia. Pasó su infancia en la corte del rey Carlos V de Francia, de quien posteriormente escribió su biografía. Al cabo de diez años de matrimonio con el secretario de la corte, Étienne du Castel, enviudó a la edad de 25 años. A partir de entonces, consiguió mantener a su familia gracias a sus escritos. Sus primeros poemas, baladas de amores perdidos, transmitían la tristeza de su prematura viudedad, y se hicieron populares de inmediato. Las obras en prosa defendiendo a las mujeres frente a las calumnias de Jean de Meung en el Roman de la Rose incluyen Epístola al dios del amor (1399), que fue escrita para oponerse a las actitudes cortesanas con respecto al amor, y La ciudad de las damas (1405), una relación de las hazañas heroicas de las mujeres. Su autobiografía, La visión de Christine (1405), la escribió como réplica a sus detractores. Una de sus últimas obras es Canción en honor de Juana de Arco (1429). Froissart, Jean (c. 1333− c. 1410), cronista francés, es famoso sobre todo por sus relatos de la guerra de los Cien Años entre Inglaterra y Francia. Froissart nació en Valenciennes. Se marchó a Inglaterra en 1361 y allí fue nombrado secretario de la reina consorte Felipa, esposa del rey Eduardo III. Froissart visitó Escocia en 1365, más tarde Bruselas y por último hizo largos recorridos por Francia e Italia. En el transcurso de sus viajes se dedicó a recopilar información sobre los eventos de la época. En torno a 1372 ingresó en la Iglesia y fue nombrado cura del pueblo de Lestines en la diócesis de Lieja. Durante los doce años siguientes Froissart compuso un romance en verso titulado Méliador y trabajó en la Crónica de Francia, Inglaterra, Escocia y España. Reanudó sus viajes en 1386 y visitó Inglaterra y otras partes de Europa, con el fin de ampliar su Crónica. La muerte del rey de Inglaterra Ricardo II es el último hecho notable registrado en esta obra. En su Crónica, Froissart describió muchos de los acontecimientos más significativos de los últimos tres cuartos del siglo XIV. Estaba imbuido de los ideales caballerescos, por lo que exclusivamente le interesaban los asuntos militares y nobiliarios. BIBLIOBRAFÍA Francesa, Literatura, Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 © 1993−1997 Microsoft Corporation. Autores franceses, Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 © 1993−1997 Microsoft Corporation. "Canción de gesta", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 © 1993−1997 Microsoft Corporation.
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