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LOMBRICULTURA Y COMPOSTAJE
Fundación Origen Escuela Agroecológica de Pirque
MANUAL 8 1
El compost o composta, también llamado abono orgánico es el producto que se obtiene de la descomposición de la materia orgánica en un “grado medio”. El humus por su parte corresponde al “grado superior” de descomposición, por lo mismo su calidad es mayor. El compostaje supone el reciclaje de la fracción orgánica de la basura, para el aprovechamiento de los recursos de sus componentes, con el objetivo de volver a incorporarlos a su ciclo natural a través del producto final de este proceso: el compost, que puede ser utilizado como nutriente y estabilizante del suelo ya que ayuda a remediar la carencia de materia orgánica de éstos y contribuye físicamente a su fijación. Sirve además para mejorar la estructura y la textura del suelo, aumentando la cantidad de microorganismos y la disponibilidad de nutrientes para las plantas. Toda la materia orgánica se descompone de forma natural, sin embargo, existen dos formas en que este proceso ocurre. La primera es la metanización o vía anaeróbica que implica la nula presencia de oxígeno (o pudrición) y la vía aeróbica que sí lo incorpora. La producción de compost y humus se obtiene de la descomposición aeróbica de residuos orgánicos mediante la reproducción masiva de bacterias aerobias termófilas presentes en todos lados. Destacado Los agentes que permiten la descomposición de la materia orgánica son bacterias y otros microorganismos. También desempeñan un papel importante los hongos, protozoos y actinobacterias (actinomycetes) que son las que se ven como filamentos en la materia en descomposición. A nivel macroscópico están las lombrices, las hormigas, caracoles, babosas, chanchitos de tierra y otros insectos que consumen y degradan la materia orgánica. Existen fundamentalmente dos métodos para compostar de forma aeróbica:
Activo o caliente: se controla la temperatura para permitir el desarrollo de las bacterias más activas, matar la mayoría de patógenos y gérmenes, eliminar las semillas y malezas y así producir compost útil de forma rápida. Este es el sistema que usamos en la Escuela Agroecológica de Pirque, ya que permite un mayor grado de control y por lo tanto productos en un plazo menor. Pasivo o frío: en el cual en proceso de produce de forma natural a temperatura ambiente.
El compost y el humus pueden usarse en agricultura y paisajismo y son una excelente alternativa para controlar la erosión, enriquecer y recuperar los suelos destinados a estos fines. Además de ser una opción ambientalmente amigable, segura y económica para el manejo de residuos orgánicos (tanto domésticos como provenientes de explotaciones productivas). 2
Propiedades de los abonos orgánicos como el compost o el humus
Aporta materia orgánica con ausencia de elementos patógenos. La importancia de la materia orgánica en los suelos es tal, que se utiliza como indicador de la fertilidad del mismo. Aumenta la capacidad de retención de agua de los terrenos. Mejora la porosidad de los suelos, facilitando su aireación y aumentando la infiltración y permeabilidad.
Mejora las propiedades químicas, aumentando el contenido de macro y micro nutrientes esenciales para el suelo.
Reduce la erosión de los suelos por lo que es un buen agente preventivo de la desertización. Mejora la estructura, dando soltura a los suelos compactos y cohesión a los arenosos.
Mejora la actividad biológica del suelo, actuando como alimento de los microorganismos y contribuyendo a la mineralización.
PRODUCCIÓN DE COMPOST El compostaje es un proceso que tiene lugar en presencia de oxígeno, que se produce a la actividad combinada de bacterias y hongos que oxidan la materia orgánica, con la consiguiente producción de calor. Estos microorganismos están presentes en la atmósfera, en el agua, en el suelo y en los mismos residuos y se denominan termófilos, mesófilos o criófilos según la temperatura que requieren para hacer su trabajo. Algunos grupos pueden coincidir, mientras que otros van sucediéndose y complementando su actividad. Dado que la producción de compost está íntimamente ligada a la labor de estos microorganismos, el control de las la condiciones físicas del medio es indispensable. Factores que dificultan su vida y desarrollo son los que entorpecen el proceso. Entre los más importantes están: Humedad: su contenido óptimo está en el rango del 50-60 %. La humedad puede regularse mediante la mezcla de componentes o la adición de agua. Se deben evitar valores altos de humedad pues el agua desplazaría al aire de los espacios entre partículas y el proceso pasaría a ser anaerobio. Si por el contrario la humedad es muy baja, disminuiría la actividad de los microorganismos. Oxígeno: en ausencia de oxígeno la descomposición es anaerobia, proceso conocido como fermentación anaeróbica o descomposición, que da lugar a olores desagradables. El proceso es más lento y se obtiene un producto de menor calidad. Tamaño de partículas: Un tamaño de partícula reducido de los materiales que se van a compostar incrementa la superficie expuesta a la acción de los microorganismos, acelerando el proceso de transformación deseado. 3
Temperatura: La elevación de la temperatura durante la oxidación de la materia orgánica da lugar a la eliminación de patógenos y semillas perjudiciales para las plantas. Así se produce la higienización de la mezcla. Relación Carbono / Nitrógeno: La descomposición de los materiales debe aportar un nivel óptimo de nutrientes para el desarrollo y la reproducción de los microorganismos. Las cantidades necesarias varían de elemento a elemento, aunque la relación de unos con respecto a otros es constante. El mantenimiento de este balance es especialmente importante en el caso del carbono y el nitrógeno. La cantidad de carbono necesaria es notablemente superior a la de nitrógeno, considerándose adecuada una relación C/N de 30/1. Si es mayor debido al exceso de carbono, disminuye la actividad biológica, ya que el nitrógeno se convierte en un nutriente limitante prolongando el proceso de la descomposición. Si la relación es baja por el exceso de nitrógeno, tiene lugar la formación de amoníaco produciéndose malos olores. Volteos: el volteo, remoción o movimiento frecuente de los componentes de la mezcla de materiales, intenta conseguir una distribución más uniforme de los nutrientes y de los microorganismos. Esta operación es muy importante para mantener la actividad aerobia y prevenir el secado y endurecimiento de la masa. Destacado El compostaje tiene lugar cuando hay una relación (en seco) entre el carbono y el nitrógeno de entre 25/1 y 30/1, es decir, que haya entre 25 y 30 veces más carbono que nitrógeno. Por esta razón, se deben mezclar diferentes componentes a fin de obtener la proporción adecuada, por ejemplo, el pasto tiene un ratio de 10/1, mientras que las hojas secas de 55/1, si mezclamos ambos en partes iguales, la combinación resulta óptima.
Cómo producir compost Existen muchas recetas para hacer compost, no obstante, en la EAP éste se elabora mediante el levantamiento de pilas de materia orgánica de 2 m. de ancho por 5 m. de largo. Para configurar una buena estructura debemos tener en cuenta las propiedades de cada tipo de material. La mezcla correcta de los materiales aportará las condiciones óptimas de textura, humedad y nutrientes al proceso. El aporte de material húmedo ha de ser aproximadamente el doble que el de material seco. Capa1: Suelo falso En la superficie más baja se coloca una capa de ramas -normalmente de arbustos, no muy gruesas- de unos 25 cm, las que se distribuyen de manera enmarañada para que
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el fondo de la pila se transforme en una cámara de aire. De esta forma, se facilita el proceso aerobio u oxigenación de los residuos y se evita su pudrición. Capa 2: Guano Sobre la cama de ramas se agrega una capa de guano (excrementos que provienen de nuestro plantel de cabras y gallinas). Si se usará guano puro, entonces la capa es de 15 cm, si va mezclado con paja, entonces es de unos 20 a 25 cm. En todo caso, el mejor guano son las heces de los caballos por su textura pastosa y semi-seca. Capa 3: Material verde Sobre el guano, viene una capa de todo lo que es material verde: pasto que se corta, hojas, verduras y otros residuos “frescos”. Capa 4: Materia seca La capa de materia fresca se debe tapar con unos 10 cm de material seco como paja, hojas y ramitas. También se puede agregar un poco de tierra de almácigo que ya tiene algo de población microbiana que acelera la descomposición. Una vez lista la pila, el proceso se puede volver a repetir, excluyendo la capa de ramas inicial, hasta llegar a una altura de 1.5 m. Destacado A tener en cuenta
Cada vez que se incorpora una nueva capa al silo, se riega con un dispersor (como una ducha). Es necesario ir midiendo el aumento de la temperatura resultante de la reacción. Si estamos en invierno es aconsejable cubrir la pila con un plástico para no perder calor. Una manera sencilla de saber que estamos en el rango de humedad adecuado es coger un puñado de material y apretarlo con la mano, éste deberá permanecer compacto. Si se desmenuza significa que está demasiado seco, y si se desprenden gotas de agua que está muy húmedo.
Manejo de la Temperatura y Volteo Cuando se llega a los 62°C hay que voltear la pila, es decir, poner todo lo que está arriba, abajo y viceversa. Con el aumento de la temperatura mueren todas las bacterias patógenas y las semillas indeseables, es de alguna forma un proceso de pasteurización de la tierra.
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Cuando volteamos la pila, podremos observar que la temperatura baja para luego subir otra vez hasta los 62°C. Se vuelve a voltear y se repite el proceso hasta que la temperatura deje de subir. Si se deja que la temperatura suba a más de 62°C se produce la carbonización del material, por lo que al voltear la pila podríamos encontrar ceniza que ya no es de utilidad, de ahí que sea necesario hacerlo apenas se alcance esta temperatura máxima. Dependiendo del clima se puede dar entre 3 y 5 volteos hasta que esté el compost listo. Problemas y soluciones A continuación una lista de posibles problemas que se pueden presentar y algunas soluciones recomendadas. Problema Olores desagradables Compost húmedo y oloroso
Causa Falta de oxígeno Excesiva agua Demasiado material verde (por ej. hierba)
Solución Voltear con el removedor Voltear favoreciendo la aireación. Reducir la cantidad de material verde. Añadir material seco (hojas secas, serrín, paja)
Compost muy seco
Evaporación del agua por altas temperaturas
Regar hasta humedecer
Vectores, moscas
Las larvas se alimentan de la vegetación. Los adultos son atraídos por los restos de cocina
Evitar el uso de plaguicidas. Cubrir la masa con tierra, papel, compost viejo u hojas secas. Enterrar los restos de cocina. No usar restos cocidos.
La masa no se calienta lo La mezcla no es adecuada. suficiente Falta material verde. Bajas temperaturas ambientales.
El proceso se ralentiza en Los microorganismos invierno activan con el calor.
Añadir materiales ricos en nitrógeno, ej. hierba, cortes recientes de pasto o restos de vegetales y frutas. Cubrir con plástico viejo o paja. se Añadir activadores que aportan calor (hierba, las ortigas, las algas marinas, la orina, el estiércol de caballo, 6
vaca, oveja, cerdo y paloma y excrementos de conejo). Dependiendo del ritmo de producción de compost deseado la pila puede ser volteada más veces para llevar a la zona interna el material de las capas externas y viceversa, a la vez que se airea la mezcla. La adición de agua debe hacerse en ese mismo momento, contribuyendo a mantener un nivel correcto de humedad. Un indicador de que ha llegado el momento del volteo es el descenso de la temperatura debido a que las bacterias del centro de la pila (las más activas) han consumido toda su fuente de alimentación. No obstante, llega un momento en que la temperatura deja de subir incluso inmediatamente después de que la pila haya sido removida. Eso indica que ya no es necesario voltearla más. Cuando todo el material se vea homogéneo, de un color oscuro y sin ningún parecido con el producto inicial, está listo para ser usado. La producción de compost varía dependiendo del clima y del riego. En la EAP la compostera se encuentra descubierta en el predio, por lo tanto, tiene mayor exposición a las condiciones del clima, esto hace que en el verano, donde las temperaturas fluctúan entre los 12°C y 35°C, el compost esté listo en un mes y medio; en cambio en el invierno podría tardar entre 2 y 3 meses. También es necesario que en la materia prima exista celulosa como fuente de carbono que las bacterias transforman en azúcar y energía, así como las proteínas que son fuente de nitrógeno y que permite justamente el desarrollo de bacterias. Destacado
¿Cómo luce el compost maduro?
Se ha enfriado y se ha reducido el volumen de la masa original en aproximadamente la tercera parte. Es de color café oscuro o negro y con un olor agradable a tierra de bosque. Su aspecto es homogéneo y no se diferencian los restos orgánicos que se han incorporado Es ligero y esponjoso. Se desmenuza fácilmente con las manos y no se compacta al presionarlo. El compost inacabado generalmente contiene mayor humedad y no resulta tan ligero al tacto. A primera vista se diferencian algunos restos orgánicos. Incluso puede retardar o inhibir la germinación y desarrollo de ciertas plantas, debido a que las raíces jóvenes y tiernas son sensibles a las sustancias de carácter ácido que contiene el compost inmaduro.
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¿Qué se puede compostar? Los materiales con los que se puede hacer compost son de diversas naturalezas. Generalmente se les divide en dos grupos: residuos de cocina y restos de jardines y huertas. Los primeros se caracterizan porque: aportan carbono y nitrógeno, aportan humedad, no proporcionan mucha estructura, se descomponen rápidamente, en tanto los segundos poseen humedad moderada, buen aporte de nitrógeno y de carbono principalmente.
SI De la cocina
Restos de fruta y verduras. Cáscaras de huevo (aunque es ideal darles un hervor previo). Yogur y jugos de fruta ya caducados. Corcho. Aceites y vinagres. Poso de café y hojas de te e infusiones. Restos de vino y cerveza. Cartón de la caja de huevos.
Del jardín
NO
Flores, hojas y plantas verdes o secas. Césped. Restos de poda triturados Cenizas y serrín de madera natural Restos de cosecha del huerto. Estiércol de animales de granja. Paja.
Carnes, huesos y pescados. Cáscaras de frutos secos. Plantas o frutos enfermos. Estiércol de animales domestico que se alimentan de sustancias de origen animal o que están tratados con medicamentos. Maderas tratadas con colas barnices. Cenizas de tabaco. Polvo de la aspiradora o del suelo. Cualquier material no orgánico.
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LOMBRICULTURA Y PRODUCCIÓN DE HUMUS La lombricultura es criar de forma masiva, sistemática y controlada de lombrices composteadoras, quienes a través de procesos metabólicos producen el humus, el cual es considerado el mejor abono orgánico que existe. Este es básicamente el conjunto de excrementos o heces de las lombrices, que a diferencia de otros, tiene la misma apariencia y olor a tierra negra fresca. Es un sustrato de gran uniformidad, contenido nutricional y excelente estructura física, porosidad, aireación, drenaje y capacidad de retención de la humedad. Al igual que en la producción de compost, la de humus tampoco genera desperdicios, malos olores o atracción de organismos indeseables y tampoco equipos caros ni conocimientos profundos. Este tipo de lombrices crecen y se reproducen rápidamente, se alimentan de materia orgánica alanzando altas densidades. Las Lombrices La especie más usada, y con la que trabajamos en la EAP, es la , o “Lombriz Roja” o “Californiana”. Esta se caracteriza por su adaptabilidad, tolerancia a los factores ambientales, potencial reproductor y capacidad de apiñamiento. Eisenia Foetida
Algunas de las características propias de esta especie son: Es de color rojo oscuro. Respira por medio de su piel. Mide entre 6 y 8 cm, aunque hay algunos ejemplares que pueden llegar a medir 12 cm de largo y entre 3 y 5 mm de diámetro. Según las dietas puede alcanzar un peso entre 0.8 y 1.4 g. No soporta la luz solar, si se le expone muere en pocos minutos. Viven aproximadamente 4.5 años y pueden llegar a producir 1.300 lombrices al año. Ellas avanzan excavando en el terreno a medida que come y va depositando sus eyecciones, es por lejos el mejor fertilizante que existe en la naturaleza, cuya eficacia es muy superior a cualquier fertilizante artificial. De hecho contienen 5 veces más nitrógeno, 7 veces más fósforo, 5 veces más potasio y 2 veces más calcio. Las lombrices tienden a comer y desarrollarse cerca de la superficie, por ello trabajamos en camas que son largas y poco profundas (20 cm aproximadamente). Si el recipiente donde se cultiva es más bien profundo, se tiende a tener menores poblaciones y se compacta el sustrato, dando lugar a poblaciones anaeróbicas, indeseables y generadoras de malos olores. Idealmente se busca producirlo en un lugar fresco en el cual la temperatura no oscile mayormente y exista disponibilidad de agua. La temperatura ideal es 18° y 21°C, aunque la especie puede sobrevivir hasta los 42°C. 9
La producción de humus requiere de condiciones un poco diferentes a las del compost, ya que las lombrices requieren de una humedad del 80%, ph neutro (7 – 7,5) y de un sustrato rico en nutrientes o compostado.
Preparación del Sustrato Lo primero que hay que preparar el sustrato; se puede utilizar compost ya maduro o preparar uno nuevo. Si es así, hay que quitar la capa de ramas que separan la materia orgánica del suelo. Dado que esto significa que habrá menos oxígeno, es necesario voltear una vez por semana para que el aire penetre continuamente en la pila. Antes de sembrar las lombrices, en la EAP realizamos lo que se conoce como “Prueba de las 50 Lombrices” (PL50) que consiste colocar una base de 15 cm2 de sustrato y 50 de ellas en un cajón y las cubrimos con una capa ligera de sustrato. Las lombrices se meten en entre medio del sustrato y comienzan a alimentarse. Al cabo de 24 contamos cuántas hay, si el número es entre 47 y 50, la prueba es positiva, si la cantidad es menor, entonces hay problemas ya sea con el sustrato, la humedad, el Ph o la temperatura. Producción del humus En la EAP usamos cajones de 10 m de largo por 1.2 m de ancho, los que pueden construirse usando tablas de madera o ladrillos. Adentro se colocan 15 cm de sustrato previamente probado y se depositan las lombrices, luego regamos para brindarle la humedad adecuada. Para saber si cuenta con el nivel óptimo de humedad, podemos tomar un puñado de sustrato y lo apretamos con fuerza, si está bien debieran salir un máximo de 8 gotas de agua, si se obtienen más es porque nos pasamos en la cantidad y se puede dejar de regar hasta que esté en su nivel adecuado. Las lombrices se hundirán de manera natural en la tierra y empezarán a alimentarse. Como dijimos anteriormente el proceso de volteo se realiza una vez por semana, hasta que sea imposible distinguir los diferentes materiales que componen el sustrato. A medida que vayan comiendo el volumen de sustrato irá bajando, por lo tanto, hay que ir rellenando por capas de nuevo sustrato. El 80% de lo que una lombriz excreta es humus, que es a su vez el sustrato ideal para la proliferación de microorganismos útiles, a su vez el humus contiene nitratos y fosfatos directamente asimilables por las plantas. El humus no se pudre, ni se fermenta, su apariencia es de color café oscuro y es inodora. De acuerdo a los análisis químicos tiene hasta un 5% de nitrógeno, un 5% de fósforo, otro 5% de potasio, un 4% de calcio, es decir, 4 veces más nitrógeno, 25 veces más fósforo, dos veces y media más potasio que el estiércol de vaca. Su carga bacteriana de 2 billones por gramo y un pH entre 7 y 7,5. Su elevada solubilización se debe a su carga enzimática y bacteriana, lo cual lo hace rápidamente asimilable por las 10
plantas, propiciando un aumento de porte, protección contra enfermedades y cambios bruscos de humedad y temperatura durante su trasplante. Cosecha del Humus Una forma de verificar que el humus esté listo es escarbar la superficie, si no hay lombrices, esto significa que ellas emigraron hacia el fondo buscando comida. El humus tiene una textura más esponjosa que el sustrato inicial y es de un color entre negro y grisáceo. Por lo general en la EAP, dejamos que el lecho crezca para cosechar el humus, esto se hace agregando más sustrato pero en forma de “lomo de toro”, y posteriormente regando hasta alcanzar el porcentaje de humedad requerido. En 24 horas, las lombrices subirán en busca de este alimento. Este proceso es posible repetirlo hasta alcanzar un metro de altura. El proceso de cosecha es sencillo, se divide el lecho en dos partes y se deja unos 3 días a las lombrices sin alimento y luego se les pone en la mitad del lecho. Ellas irán rápidamente en su búsqueda, de hecho el 50% de las lombrices llegará solo en unas horas. No obstante, quedarán los capullos y las pequeñas lombricitas por eso es mejor esperar un tiempo a que todas puedan llegar hasta allá, entre 24 y 48 horas. Sin lombrices en la mitad del lecho, se procede a harnear el humus, se seca y se coloca en sacos para su uso y su venta. Luego se repite el procedimiento a fin de obligar a las lombrices a trasladarse esta vez a la otra mitad de la compostera, y cosecha el humus del otro lado. Es recomendable, dependiendo de la cantidad de lombrices que se manejen, dividir la población entre 1 y 3 veces al año. Bibliografía Sistematización experiencia educativa Escuela Agroecológica de Pirque www.compostando.com www.wikipedia.com www.conama.cl
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