los costes y beneficios de la reserva de agua El valor de las 3R!

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LOS COSTES DEL SERVICIO DE ABASTECIMIENTO DE AGUA. UN ANÁLISIS NECESARIO PARA LA REGULACIÓN DE PRECIOS Autores: Ramón Barberán Ortí (a) Alicia Costa T

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los costes y beneficios de la reserva de agua ¡El valor de las 3R!

El rédito del almacenamiento Los costes y beneficios de la reserva de agua

La foto de cubierta ilustra el suelo de uno de los primeros bancos en China, en Pinghyao. La imagen del suelo corresponde a una antigua moneda con un cuadrado en el centro, como se utiliza desde la Dinastía Qin. Los antiguos chinos creían que el cielo era circular y que la tierra era cuadrada, de ahí la forma de esta moneda. El cuadrado del centro representa, también, un pozo, con el agua que corre en las cuatro direcciones desde el borde. Los símbolos expresan, de arriba hacia abajo, «cien torrentes», y de derecha a izquierda, «valor monetario». Toda la pieza es, probablemente, la tapa de un pozo, y simboliza el beneficio del almacenamiento.

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Reconocimientos Los principales autores de este libro son Albert Tuinhof, Frank van Steenbergen, Peter Vos y Lieselotte Tolk. Asimismo, Abraham Abhishek, Chantita Setalpruk, Chris Reij, Greg Christelis, Jaap Evers, Hartmut Gaese, Kifle Woldegeray, Martin van Beusekom, Olaf Verheijen, Ralph Lasage, Ramon Brentführer, Robert Meerman, Seifu Kebede y Vanessa Vaessen realizaron importantes aportaciones para esta edición. La coordinación de la edición del texto y los diseños interiores fueron a cargo de Lenneke Knoop. El diseño de la cubierta y la foto de la cubierta son obra de MetaMeta, la infografía fue diseñada por Wijtze Valkema de Pankra. La publicación se imprimió en Grafisch Service Centrum. Esta publicación ha sido posible gracias a la aportacióndel Instituto Federal de Geociencia y Recursos Naturales (Federal Institute for Geosciences and Natural Resources, BGR) y de AquaforAll.

ISBN: 978-90-79658-05-3 Tuinhof, A., Van Steenbergen, F., Vos, P. y L. Tolk. 2012. El rédito del almacenamiento. Los costes y beneficios de la reserva de agua. Wageningen, Países Bajos: Secretaría de Agua y 3R.

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Prólogo La Conferencia Bonn2011 “El nexo del agua, la energía y la seguridad alimentaria: soluciones para una economía verde” planteó el abordaje de nexo, para una mejor comprensión de las interrelaciones entre los diferentes sectores como el agua, la energía y la seguridad alimentaria. Si bien se ha logrado cierto progreso hacia la materialización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), siguen sin lograr garantizarse múltiples servicios básicos para una gran proporción de la población mundial. Cerca de 0,9 miles de millones siguen careciendo de un acceso adecuado al agua para sus necesidades básicas. Y muchos otros no tienen agua segura para consumo. En tanto, 2,6 miles de millones carecen de acceso a saneamiento, y alrededor de mil millones siguen considerándose desnutridos. Nuestros recursos mundiales de agua se ven afectados por diferentes motivos, incluido el cambio climático. Al mismo tiempo, la población, en su incesante crecimiento, supone una terrible presión para estos recursos, en especial por las demandas agrícolas. Estamos llegando al límite (aunque en algunos casos ya lo hemos rebasado) de sostenibilidad de los recursos disponibles. Es por ello por lo que necesitamos desarrollar soluciones más innovadoras para lograr patrones sostenibles de consumo y producción, y distribuir los recursos naturales de manera equitativa. Si bien las predicciones concretas sobre el clima contemplan cierto grado de incertidumbre, es preciso que pongamos manos a la obra. Ya. Necesitamos estrategias de adaptación para eludir las consecuencias devastadoras como las sequías y hambrunas cíclicas, en particular en las regiones del Sahel y del Cuerno de África. Una de las respuestas radica en captar y almacenar el agua durante las estaciones húmedas, para tener después el recurso disponible en las estaciones secas. Como parte de la solución, almacenar el agua y utilizarla como reserva tiene peculiar relevancia dada la creciente variabilidad meteorológica, en especial ante el aumento de frecuencia de eventos extremos como tormentas y sequías. La recarga natural se produce por precipitación e infiltración del suelo. La gestión de reservas de agua ayuda a la naturaleza incrementando la recarga natural, mediante la filtración del excedente de aguas superficiales hacia depósitos subterráneos que las protegen de la evaporación y suelen brindar una calidad menos contaminada. A partir de allí, puede ser bombeada nuevamente durante las estaciones secas. Por ello, la gestión de reservas de agua puede ofrecer soluciones a la medida de cada lugar que permitan mejorar la resiliencia de los pueblos y sus entornos ante la inseguridad alimentaria y la variabilidad climática, tanto en lo local como de la cuenca entera. Es, por lo tanto, un complemento de los principios de la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (Integrated Water Resources Management, IWRM) mediante la gestión responsable de los recursos de aguas y suelos. También presenta un ejemplo concreto del “Antropoceno” (Paul Crutzen). En un planeta altamente influenciado por las actividades humanas, los humanos son los agentes del cambio y, al mismo tiempo, quienes receptan las consecuencias de cada cambio. No obstante, los seres humanos pueden también ser parte de la solución (y deben serlo cada día más). En un “planeta en riesgo”, las economías locales, frecuentemente caracterizadas por una resiliencia limitada, son las que más presión sufren. En este contexto, varios análisis de coste/beneficio (ACB) de la gestión de reservas de agua en diferentes partes del mundo, en países húmedos y secos, han demostrado que estas soluciones no solo tienen un impacto positivo en la disponibilidad de agua sino que también han redundado en retornos económicos mayores. Estos réditos son el resultado de un mejor acceso a aguas seguras durante las estaciones secas, tanto para el consumo como para, por ejemplo, la irrigación. Como consecuencia, menos personas deberán sufrir de desnutrición y dispondrán de más tiempo para actividades que generen ingresos. Por ello, una gestión inteligente de reservas hídricas mantiene el agua en el ciclo y desempeña un papel fundamental para lograr una gestión de aguas y suelos más sostenible. Esto contribuye a la seguridad alimentaria, la generación de ingresos y la adaptación al cambio climático. Esta publicación presenta los estudios de ACB sobre reservas de agua, ilustrados mediante casos de regiones secas y áridas de todo el planeta. Ofrecen un método fácil de usar para construir un caso sobre la gestión inteligente del agua y los suelos. ¡Hagamos uso de las soluciones que ya tenemos! La gestión de reserva de agua debe estar contemplada con mayor precisión en la gestión de recursos hídricos en particular, y en las estrategias nacionales de adaptación. El significado económico y social de una buena gestión de aguas y suelos se tornará

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cada vez más importante si se pretende erradicar la pobreza, afrontar el cambio climático y mejorar la disponibilidad de agua. Prof. Dr. Klaus Töpfer Exministro de Medio Ambiente de Alemania, exdirector ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), actual director ejecutivo del Instituto de Estudios Avanzados sobre Sostenibilidad (Advanced Sustainability Studies, IASS), Potsdam (Alemania).

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Dedicatoria Quiero dedicar afectuosamente el mensaje de este libro al mandato del presidente de la iniciativa 3N, “Les Nigériens Nourrissent les Nigériens” (Nigerinos Alimentando Nigerinos) que se ha establecido en Níger. Su nombre invoca indiscutiblemente su visión. En Níger, que se extiende casi completamente dentro de cinturón climático del Sáhara y el Sahel, cerca de 5,5 millones están en riesgo de hambre este año. Pero, independientemente de la situación actual, Níger ha sufrido regularmente crisis alimentarias y, a veces, hambrunas graves. La mitad norte del país es desierto, mientras que la porción sur se extiende en el cinturón saheliano, donde las precipitaciones se producen durante unos pocos meses (3 a 4 meses) al año, y a veces están completamente ausentes. La producción nacional de cultivos de alimentos básicos y la ganadería están, inexorablemente, atadas a las enormes fluctuaciones de año en año. Con el acelerado crecimiento poblacional, la inseguridad alimentaria se ha tornado un aspecto indiscutible de la vida: aproximadamente dos millones de personas padecen una inseguridad alimentaria crónica y no logran satisfacer sus requisitos básicos de alimentos, incluso en condiciones normales. La situación de los niños es de particular preocupación: uno de cada cinco niños no llega a cumplir cinco años. Las tasas de desnutrición aguda se califican sistemáticamente por encima del 10 % y las de desnutrición crónica también se califican bastante por encima del umbral de la criticidad del 40 %, lo cual afecta al 51 % de los niños del territorio nacional, y supera el 60 % en ciertas áreas. Esto resulta muy doloroso porque, otrora, Níger podría autoalimentarse. Si bien Níger es un país saheliano con un ingreso promedio per cápita entre los más bajos del mundo, creemos que Níger puede lograr la seguridad alimentaria y erradicar la desnutrición porque este país sí tiene las cartas para jugar la partida. Incluso actualmente, nuestra capacidad para almacenar y utilizar nuestros recursos hídricos dispone de una precaria movilización. En Níger, se utiliza el 1 % de las aguas superficiales y el 20 % de las aguas subterráneas. El potencial para irrigación también sigue, en gran medida, sin canalizar, y existen múltiples oportunidades para mejorar el uso del almacenamiento, reteniendo y utilizando el agua en depresiones naturales, estanques y otros mecanismos. Es necesario cambiar este hecho. El reverdecimiento masivo, instalado por los agricultores sobre una gran parte del país, acompañado de la diseminación del uso satisfactorio de pozos zai (tassa) y terraplenes con contornos de piedra, ponen de manifiesto el potencial de cambio. Nuestra ganadería representa una mina de oro, siempre que se atienda adecuadamente al entramado de recursos naturales que la sostiene. Níger posee una diversidad bioclimática y zonas agroecológicas que constituyen un importante patrimonio para ser explotado, mediante una planificación local inteligente. Cabe mencionar, asimismo, que el poder pendiente de Níger va en aumento, dada la creciente demanda global del uranio que se explota en Níger, sumada a su reciente inicio de producción comercial de petróleo, que usa para satisfacer las necesidades nacionales y de los mercados del África Occidental. La iniciativa 3N “Les Nigériens Nourrissent les Nigériens”, lanzada este año por el presidente electo democráticamente, el Sr. Issoufou Mahamadou, declara una visión, una voluntad política y un compromiso para alcanzar rápidamente la seguridad alimentaria sostenible para Níger y para fortalecer la resiliencia de su pueblo ante los choques y las crisis. En el marco de la iniciativa 3N, el objetivo es aprovechar y utilizar los recursos hídricos locales mediante el desarrollo de una gran cantidad de sistemas de irrigación y estructuras para recogida de agua, a través del desarrollo de depósitos mejorados para granos y de mataderos, de la mejora de las capacitaciones sobre agricultura y el estímulo de los créditos para actividades agrícolas (de modo que los agricultores y pastores cuenten con un colchón financiero), la incorporación de nuevos cultivos (con alto valor nutricional) y la mejora de la investigación agrícola. Nuestra esperanza está puesta en un mayor protagonismo del sector privado, y creemos que es posible ya que las mejoras en la agricultura ofrecen un panorama comercial alentador. Se definió a escala nacional una lista de control de objetivos para la provisión de desarrollo, aunque la meta subyacente apunta a estimular una cultura local proactiva de la planificación y la aplicación del desarrollo, en la creencia de que esto incrementará las posibilidades de que los proyectos y las iniciativas sean sostenibles a largo plazo. La estrategia 3N pretende garantizar que exista un “equipo” local de desarrollo básico o una lista de control de las posesiones, las estructuras, los equipos y los servicios en cada estrato de la sociedad. Recibimos este libro con entusiasmo porque el control de las aguas (irrigación, recogida de agua, control in situ de aguas, etc.) radica en el corazón mismo de la estrategia 3N a escala de los hogares y de las comunidades. Los diferentes ejemplos, así como la diseminación del agua de inundaciones que se

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practica en Níger, demuestran que aún queda mucho camino por recorrer. Este libro también demuestra el contundente caso financiero del desarrollo de pequeños recursos hídricos y nosotros respaldamos el mensaje del libro que proclama que la reserva de agua es un camino para liberarse de la inseguridad alimentaria y para ingresar en la resiliencia ante los ciclos secos y húmedos. Amadou Allahoury Diallo Alto comisario de la Iniciativa 3N “Les Nigériens Nourrissent les Nigériens”, Presidencia de la República de Níger

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El rédito del almacenamiento Los costes y beneficios de la reserva de agua Prólogo

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Dedicatoria

V

1

El rédito del almacenamiento: reservas consolidadas, valores perdurables

2

1.1

Introducción

2

1.2

Estructura de este libro

4

2

Reservas

7

2.1

El concepto 3R

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2.2

Diferentes métodos de almacenamiento

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2.3

La práctica de la gestión de las reservas de agua

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2.3.1

Recargas de agua subterránea

13

2.3.2

Mejora del almacenamiento de humedad del suelo

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2.3.3

Almacenamiento en tanques cerrados y cisternas

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2.3.4

Depósitos de agua superficial

24

3

El equilibrio

28

3.1

Diferentes maneras de alcanzar el equilibrio

28

3.2

Trabajo sistemático

30

4

Cálculo de los costes y los beneficios de la reserva de agua a escala

34

4.1

Principios básicos

34

4.2

Tiempo y escala

39

4.3

Análisis de riesgo

41

4.4

Costes y beneficios económicos y financieros

41

vii

5

Casos

46

5.1

Represas de arena para almacenamiento: Kitui (Kenia)

48

5.2

Represas de contención en bosques: Pasak Ngam (Tailandia)

54

5.3

Karezes mejorados: Qila Iskan Khan (Pakistán)

60

5.4

Incremento del volumen de agua mediante recarga administrada de acuíferos: áreas centrales de Namibia

66

5.5

Creación de burbujas de agua potable en aguas subterráneas salobres: Bangladesh

72

5.6

Almacenamiento de agua potable en áreas con aguas subterráneas salinas: Tajamares, Chaco (Paraguay)

78

5.7

Conservación del agua potable con drenaje controlado: Países Bajos

82

5.8

Recarga y fertilidad del suelo con tapones de cárcavas y terraplenes: Terai (India)

88

5.9

Verdeo de paisajes semiáridos, embalses con distribución de agua: región del Sahel

94

5.10

Acolchados (mulching) con plásticos biodegradables: China, India y EE. UU. 100

5.11

Conservación de aguas y suelos a escala: Tigray (Etiopía)

106

5.12

Tanques para recogida de agua de lluvia: Amhara (Etiopía)

112

5.13

Reservas en el altiplano y de aguas de vertiente: los Andes (Perú)

118

5.14

Recogida en los tejados y usos múltiples del agua: Nepal

124

6

Conclusiones

130

Anexo I

Clasificación resumida de las técnicas de 3R y sus beneficios

132

Anexo II

El enfoque de dos fases para la implementación de las técnicas 3R

134

Anexo III

Comparación breve de los casos en materia de costes

136

Anexo IV

Selecciona impactos la devastadora sequía en Kenia en el año 2000

138

8

1

1. El rédito del almacenamiento: reservas consolidadas, valores perdurables 1.1 Introducción Este libro postula los avances en materia de almacenamiento local de agua para consumo y seguridad alimentaria, junto con la justificación económica en la cual se sustentan. Una amplia gama de ejemplos de todo el mundo demuestra que una gestión inteligente de las reservas de aguas y suelos puede ser redituable, y que es posible materializar contundentes ganancias a partir del almacenamiento local de aguas. Este libro ofrece una variedad de ejemplos, junto con una descripción breve de la metodología, tanto técnica como financiera, para la optimización del uso de las reservas de agua. Es bastante frecuente que se soslayen los beneficios del almacenamiento del agua en un paisaje. Sin embargo, existe una gran variedad de medidas relativamente pequeñas que, cuando se implantan a escala de un paisaje integrado, pueden significar la diferencia entre un área vulnerable a la sequía, el arrastre de sedimentos y la erosión o un paisaje altamente productivo. Asimismo, a escala del uso doméstico, el concepto de reservas puede brindar beneficios considerables. Por ejemplo, si los agricultores y otros usuarios de la tierra lograr garantizar las reservas de agua, estarán menos expuestos a riesgos. Con un depósito seguro de agua (véase también la cubierta de este libro), es posible también afrontar un mayor nivel de iniciativa emprendedora y de inversión para lograr mejoras en las condiciones de subsistencia. Este libro pretende superar la limitada comprensión de las prácticas de reserva de agua mediante el debate de los costes y los beneficios de los almacenamientos locales de agua en particular. La

Figura 1. La reserva de agua acarrea diversos beneficios. En la región semiárida de Machakos (Kenia), se desarrollan emprendimientos piscícolas locales valiéndose del agua que queda retenida en las represas de arena (Foto: Bancy Mati). 2

Cuadro 1: Ejemplos del coste económico de las sequías ••

Los agricultores contabilizan las pérdidas desencadenadas por la sequía de 2011 en Argentina, que ascienden a 2, 5 mil millones de USD o 94 USD por hectárea de soja y 167 USD por hectárea de maíz.

••

L a pérdida de cultivos y ganado durante la sequía que asoló recientemente a Texas se calcula en el orden de los 8 mil millones de USD en 2011.

••

L os costes directos e indirectos de la sequía de 2007-2008 en Cataluña (España) se estimaron en 1,6 mil millones de USD durante el lapso de un año.

••

L a sequía de 2006-2007 en Australia redujo el PIB (Producto Interior Bruto) en un 1 %. El PIB agropecuario cayó cerca de un 20 %

••

L a sequía de 1999-2000 en Kenia afectó a casi todos los sectores económicos. Desencadenó una caída del 1,4 % en el PIB en 1999 y de un 0,7 % en 2000, forzando a la inflación a aumentar del 7,6 % al 9,8 %. Sources: A. Markandya and J. Mysiak: The economic costs of droughts in Options Méditerranéennes, A no. 95,2010 - Economics of drought and drought preparedness in a climate change context http://blogs.ft..com/beyond-bricks/2012/01/23/argentinas-drought-counting-thecosts/#axzz21APS9Em7 Economic cost and consequences of drought. Basic Center for Clamate Change BC3 http://www.iamz.ciheam.org/nemedca/istanbul2010/presentations/S2-Markandya.pdf

gestión de reservas de agua ofrece una variedad de beneficios directos, tales como un incremento en la producción atribuido a la certeza de humedad en los suelos y a la disponibilidad de agua y el acceso más fácil al agua para consumo. Además, supone una mejor resiliencia: es decir, de la capacidad para lidiar con la variabilidad y la incertidumbre de las circunstancias. Entre ellas se pueden citar sequías, años inusualmente húmedos, años con precipitaciones a destiempo o temperaturas anormales. La necesidad de resiliencia se multiplica ante los cambios climáticos, ya que se anticipa que esto causará más variabilidad en las precipitaciones y períodos de sequía más prolongados y más pronunciados. En el Cuadro 1 se enumeran algunos de los posibles costes monetarios atribuidos a las sequías. Las tendencias globales generales siguen apuntando a la degradación de las escasas tierras y a la extinción de los tan preciados recursos hídricos. No obstante, también es cierto que en una gran parte del mundo la situación está mejorando1. Es posible mencionar varios ejemplos de transformaciones exitosas, que están impulsadas por iniciativas de uso del suelo, por gobiernos locales o por proyectos puntuales. El abanico de prácticas

1

La encuesta del Sistema Global de Información sobre la Degradación de las Tierras (Global Land Degradation Information System, GLADIS) a cargo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (Food and Agriculture Organization, FAO) y del Centro Internacional de Referencia e Información en Suelos (International Soil Reference and Information Centre, ISRIC) (Bai et al., 2008) estableció que la degradación de la tierra seguía en aumento entre 1991 y 2008, lo cual afectaba casi a un cuarto del área terrestre global. No obstante, el importante mensaje que emana de esta encuesta global es que la imagen es heterogénea. Hay áreas donde la calidad de las tierras se ha deteriorado (24 % de la superficie terrestre global), pero también hay áreas donde la calidad de los suelos ha mejorado (16 %).

3

Cuadro 2: Las 3R: Recarga, Retención y Reutilización Con el enfoque de 3R, la reserva de agua se gestiona mediante la recarga, la retención y la reutilización. La idea apunta a crear reservas contundentes y extender así la cadena de usos del agua de lluvia. Recarga La recarga permite agregar agua a la reserva y, como tal, sumar caudal a la circulación. La recarga puede ser natural (por infiltración de lluvia y escorrentía por la topografía) o puede ser gestionada (recargas artificiales) mediante estructuras especiales o por una planificación consciente de carreteras y superficies pavimentadas. La recarga también se considera un celebrado subproducto de, por ejemplo, una irrigación ineficiente, o una filtración en los sistemas de agua actuales. Retención La retención frena el flujo lateral del agua subterránea. Esto ayuda a estancar el agua subterránea y crea una gran reserva húmeda. En dichas condiciones, es más fácil conseguir y hacer circular el agua. La retención, en este caso, posibilita que se amplíe la cadena de usos del agua. Asimismo, la retención ayuda a elevar la capa freática. Al frenar o, incluso, controlar, el desagüe lateral se altera la humedad y la composición química del suelo, y esto puede desencadenar un gran impacto en la productividad agrícola. Reutilización La reutilización es el tercer elemento en la gestión de las reservas de agua subterránea. El gran desafío del enfoque 3R es lograr la mayor circulación de agua posible. La escasez se resuelve no solo gestionando la demanda a través de la reducción de su utilización, sino también manteniendo el agua en circulación activa. Al referirnos a la gestión de reutilización, dos procesos destacan por su importancia. El primero implica controlar la evaporación no beneficiosa que se libera a la atmósfera. El agua que se evapora ‘abandona’ el sistema y ya no puede circular en él. Se debería intentar contraponer esta acción y capturar la humedad en el aire, como es el caso del rocío, siempre que sea posible. Otro proceso es la gestión de la calidad del agua: es necesario asegurarse de que el agua se pueda trasladar de un uso a otro diferente, incluso aunque la calidad del agua varíe a lo largo de la cadena de usos.

descentralizadas para almacenamiento local de agua puede marcar la diferencia, y muchas de estas técnicas tienen la capacidad de implantarse en otros lugares que no sean las regiones donde actualmente se aplican. Tales técnicas, que crean mejores reservas de agua mediante la Recarga, la Retención y la Reutilización, se resumen en la sección del encabezado 3R (Cuadro 2).

1.2 Estructura de este libro Este libro hace hincapié en la necesidad de realizar más inversiones en el enfoque de 3R como herramienta para contribuir con el acceso al agua potable y a la seguridad alimentaria. Esto

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constituirá, en primera medida, un gran beneficio para los sectores pobres, de los cuales un gran porcentaje participa en prácticas agrícolas, ganaderas o pesqueras que dependen de la lluvia. Este libro también está escrito para convencer a los inversores bilaterales y multilaterales para que mediten con mayor profundidad la siguiente idea: dado el gran potencial de beneficios económicos de la gestión de reservas de agua, es una sabia posición asignar inversiones a los paisajes resilientes y a las mejoras de almacenamiento. Esta también puede ser una buena alternativa para el desarrollo de represas de almacenamiento de gran superficie, que actualmente algunos perciben como la principal respuesta a la escasez de agua y a los efectos del clima. Esperamos que, mediante el debate sistemático de los costes y los beneficios de la mejora de las reservas de agua, sea posible cuantificarlas y planificarlas mejor, y que podamos concebir inversiones en métodos de 3R que no sean excluyentes respecto de las inversiones en carreteras, puertos o sistemas de irrigación. Muchos ejemplos demuestran que reditúan económica y financieramente, aunque las oportunidades para mejorar las reservas de agua varían entre las áreas. En los libros anteriores sobre 3R («Gestión de las reservas de agua subterránea» y «Transformando paisajes, transformando vidas») se debaten dichos ejemplos, a los cuales se añaden los casos de esta publicación (cuadro 3).

Cuadro 3: Libros anteriores sobre 3R El concepto de la gestión de las reservas de agua a escala fue introducido en el libro “Gestión de las reservas de agua subterránea - para el desarrollo y la adaptación al cambio climático” (2009). Este libro describe el contexto del concepto de 3R y contiene 19 ejemplos de la aplicación de las técnicas de 3R a diferentes escalas. El tema del segundo libro de las 3R “Transformando paisajes, transformando vidas - el negocio de la gestión sostenible de las reservas de agua” (2011) es la importancia del almacenamiento del agua para la seguridad alimentaria y la producción de alimentos. El logro de la seguridad alimentaria demanda no solo la disponibilidad de agua, sino también su integración con la gestión de las tierras y las prácticas agrícolas. Este libro describe las vinculaciones entre la gestión de las tierras y la gestión de las reservas de agua, con el caso de negocio subyacente. Al igual que el primer libro de 3R, también incluye casos de todo el mundo para ilustrar las diferentes escalas de paisajes y gestión de reservas de agua, con ejemplos de países húmedos y secos que aplican abordajes innovadores.

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La estructura de este libro se describe a continuación. El capítulo 2 debate el almacenamiento local, que es un aspecto central de la reserva de agua. Se exponen los diferentes tipos de almacenamiento, se vinculan con el coste, y con el tipo de beneficios y la resiliencia que proporcionan. Asimismo, se presta atención a otros beneficios, como la biodiversidad o el control de sedimentos. El capítulo 3 trata la aplicación a escala. Una lección central de los diferentes casos es que la resiliencia y el impacto se multiplican cuando las diferentes medidas de almacenamiento local se implantan con la densidad precisa en un paisaje o subcuenca. Posee un efecto multiplicador y logra beneficios más grandes, que no serían posibles con intervenciones pequeñas. Si los paisajes se transforman a escala, los macroprocesos cambian a la par de la hidrología, y esto se traslada al microclima y a la economía. El capítulo 3 desarrolla diferentes maneras de escalamiento incorporado en el respaldo de usuarios locales de las tierras y otras partes interesadas, sobre la base de las prioridades y oportunidades locales. El capítulo 4 postula un abordaje para el cálculo de los costes y los beneficios de la gestión de las reservas que permita crear el contexto necesario para lograr un financiamiento más intenso. Son muchos los beneficios que vienen de la mano de las mejoras de las reservas de agua y de los paisajes más resiliente y acarrean beneficios en el área (mayor producción), beneficios para toda la cuenca (menor erosión, caudales regulados) y también beneficios secundarios (captación de carbono, mejora en los microclimas). A su vez, el incremento en la resiliencia reduce los costes de una sequía o de una temporada atípicamente húmeda. Estos costes se comparan con los costes y los beneficios de afrontar las obras necesarias, desglosando costes económicos (para la sociedad completa) y costes financieros (desde el punto de vista de los inversores). Por último, el capítulo 5 presenta una amplia variedad de casos que explican el coste y los beneficios del almacenamiento en situaciones específicas. Cada caso describe las técnicas de 3R simplificadas, su aplicación en el contexto local particular, sus costes y beneficios y las modalidades de financiamiento. También se postulan las modalidades de aplicación, los factores de éxito y los desafíos. Finalmente, el último capítulo de este libro incluye algunas conclusiones.

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2 Reservas 2.1 El concepto 3R “Ni una sola gota de lluvia debería fluir hasta el mar sin que haya sido utilizada por el hombre” (Paräkramabähu I, regente de Sri Lanka 1153-1186). En muchas zonas del mundo, las personas padecen períodos de escasez de agua aunque haya suficientes precipitaciones y escorrentías al año. En las épocas en que el agua abunda, suele suceder que una gran cantidad se desvanece intacta por inundaciones, escorrentías superficiales y evaporación. La esencia de la reserva de agua apunta a mejorar la gestión de la recarga natural y a retener el agua durante más tiempo. De este modo, es posible reducir la escorrentía de agua sin utilizar y la evapotranspiración. La idea en general implica que hacer frente a una crisis hídrica local no tiene mucho que ver con la reasignación de la escasa agua disponible, sino con el almacenamiento de agua cuando esta abunda para luego ponerla a disposición durante las temporadas secas, y también para extender la cadena de usos. De este modo, el almacenamiento se convierte en el concepto central. Con frecuencia, se asocia el almacenamiento con depósitos de grandes superficies y megarrepresas. El enfoque de 3R presenta un concepto alternativo que implica utilizar muchos sistemas pequeños y almacenar agua en el paisaje. La mayor parte de los almacenamientos de agua pasan inadvertidos: se realizan en la tierra; en la parte superior del suelo, el área no saturada, o por debajo de la capa freática (el área saturada). Además, el agua se puede almacenar en muchos sistemas superficiales pequeños. Son muchas las ventajas del almacenamiento descentralizado comparadas con las de las grandes represas. La primera, y la más importante, es el enorme rango de configuraciones geográficas y de asentamientos donde se pueden aplicar las soluciones de 3R: este sistema casi universal; se puede aplicar en zonas áridas y húmedas, en topografías montañosas y también en planicies. En segundo lugar, el almacenamiento en el perfil del suelo o en acuíferos no genera pérdidas por evaporación, como es el caso de los depósitos superficiales de gran extensión. En tercer lugar, muchos depósitos

Precipitaciones y evapo(transpi)ración Superficie  de  0erra  

RECARGA   NATURAL    

RECARGA,   RETENCIÓN  Y   REUTILIZACIÓN   GESTIONADAS   (LAS  3R)  

Techos  y   superficies   asfaltadas  

Aguas  abiertas  

Ecoulements  et   infiltra0on  naturelle      

Recarga  y  almace-­‐ namiento  de  aguas  sub-­‐ terráneas.Reu0lización   en  pozos  y  ver0entes  

A  

Caudal  del  cauce    e  infiltración    natural  

Conservación  de  la   humedad  del     suelo  en  el  área   radicular  

B  

Figura 2. El concepto 3R simplificad. 7

Recogida  de  agua   de  lluvia  y   almacenamiento   en  tanques  

C  

Almacenamient o  de  aguas   superficiales  en   depósitos  

D  

superficiales están sujetos a los efectos de la sedimentación que, con el tiempo, reducen su capacidad. A diferencia de ellos, al almacenar agua en el suelo o en depósitos pequeños, la sedimentación no suele suponer un problema, y los depósitos de suelo incluso pueden considerarse activos que mejoran la fertilidad. Por último, a diferencia de los grandes depósitos, varios sistemas de almacenamiento pequeños descentralizados no generan interrupciones en la vida cotidiana al establecerse sino que aportan valor a los asentamientos que ya están en el área. Estos cuatro argumentos no pretenden alegar que las grandes represas no son necesarias sino que se describen para demostrar que existe una alternativa, poderosa y universal, a la que debe prestarse mucha más atención que la que recibe hoy.

2.2 Diferentes métodos de almacenamiento El almacenamiento en los sistemas de 3R puede ser de muchas formas y tamaños. Los beneficios que se pueden crear en los diferentes tipos de sistemas de almacenamiento varían, a la par que los costes. Por ejemplo, la cantidad de lluvia, escorrentía o nieve derretida que es posible captar, durante cuánto tiempo se prevé retener y qué beneficios colaterales se generan, son todos aspectos que determinarán el sistema. Para brindar una descripción general de las diferentes técnicas de 3R, las soluciones se clasifican sobre la base del método de retención y el de recarga (cuánta agua se intercepta y dónde se acumula (Figura 2). En cuanto al método de retención, es posible distinguir cuatro categorías principales de opciones de reserva (véase también la figura 3). El agua subterránea es un almacenamiento “cerrado” y, por ende, la cantidad de pérdidas por evaporación son mucho menores que en los almacenamientos abiertos de agua. Puede almacenar grandes volúmenes de agua; más del 90 % del agua potable global (hielo y nieve incluidos) se almacena en el agua subterránea. No obstante, el agua no está directamente disponible y es necesario construir pozos, con o sin bombeo, para acceder al agua. Una ventaja del almacenamiento de agua subterránea es que puede filtrar el agua y tiene, por ello, la capacidad de mejorar la calidad. Su desventaja es un potencial riesgo de contaminación del agua, si el suelo contiene elementos contaminantes. Por lo tanto, una selección inteligente del lugar es muy importante. La humedad del suelo posee ventajas comparables al agua subterránea porque es un tipo de almacenamiento relativamente “cerrado” con menor pérdida por evaporación en comparación con el almacenamiento abierto de agua. El agua del suelo se almacena en la parte superior del suelo, que coincide con el área radicular. Por ende, el agua almacenada como humedad del suelo está disponible en la ubicación donde se utiliza para el cultivo. No necesita ser transportada para el uso agrícola y la preservación de la naturaleza. Una parte de esta agua puede filtrarse y brindar una recarga local del agua subterránea. El almacenamiento en tanque cerrado (o cisterna) brinda un método para almacenar el agua de manera muy limpia, cerca del lugar donde se utiliza como agua potable. No obstante, el volumen de los tanques es limitado y, por ende, la escala de uso es relativamente pequeña, reducida, por lo general, a la provisión de agua potable o de agua para ganadería. Asimismo, existen posibles peligros contra la salud relacionados con el agua que permanece mucho tiempo estancada en un tanque. En los taques ligeramente más grandes, el agua puede utilizarse como complemento para irrigación.

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Almacenamiento de aguas subterráneas Almacenamiento de la humedad del suelo en el área radicular Almacenamiento cerrado de agua superficial Almacenamiento abierto y amplio de agua superficial

Figura 3. Infografía que ilustra los casos de almacenamiento típicos. ALMACENAMIENTO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS

ALMACENAMIENTO DE LA HUMEDAD DEL SUELO

TANQUES CERRADOS DE ALMACENAMIENTO

ALMACENAMIENTO EN DEPÓSITOS ABIERTOS

Infiltración del lecho del río •• Taponamiento de cárcavas •• Represas de arena •• Represas subsuperficiales •• Embalses de retención •• Control de la explotación de arena y grava

Reducción de escorrentía •• Bandas de pasto •• Terraplenes y bordes •• Terrazas •• Hoyos para siembra

Recogida de agua de lluvia •• Tanques en tejados •• Tanques pequeños •• Cisternas subterráneas

Almacenamiento en el cauce

Infiltración en la superficie terrestre

Recogida de la humedad de bruma

•• Labranza profunda

Infiltración en la superficie terrestre •• Estanques de infiltración •• Zanjas/canales/drenajes •• Irrigación por distribución del agua de inundaciones/crecidas •• Protección de humedales

•• Medialunas

•• Láminas para recolectar la bruma y tanque

Almacenamiento fuera del cauce •• Almacenamiento en depósitos fuera del cauce •• Recogida del agua de carreteras •• Terraplenes trapezoidales •• Almacenamiento en las laderas/afloraciones rocosas

Infiltración directa •• Recarga por pozos/ tuberías de infiltración

•• Uso de invertebrados •• Pastoreo intensivo controlado

Reducción de la evaporación

•• Depósitos pequeños para almacenamiento

•• Uso de compostaje/ biochar •• Acolchados •• Agricultura y conservación

•• Pozos de inyección •• Infiltración de la ribera •• Infiltración de dunas

A

B

C

Figura 4. Ejemplos de técnicas de 3R. 9

D

El almacenamiento abierto de aguas superficiales brinda un método para almacenar volúmenes mayores, de modo que puede utilizarse con fines agrícolas o industriales y cuenta con la ventaja de estar disponible directamente. Sin embargo, su vasta superficie abierta tiende a generar pérdidas por evaporación de relativa consideración y posee un riesgo relativamente más alto en comparación con los demás sistemas que se mencionan. Cada tipo de reserva posee sus propias ventajas e inconvenientes. El tiempo durante el cual se prevé retener y almacenar el agua varía según cada sistema. En general, la capacidad de reserva aumenta a medida que se pasa de almacenamientos pequeños a grandes o de almacenamientos superficiales a los de aguas subterránea o a escala del suelo. Mientras que los tanques pequeños y la humedad del suelo ayudarán a atravesar una estación seca extendida, los grandes almacenamientos de superficie y, sobre todo, los almacenamientos de aguas subterráneas, tienen la capacidad de ayudar a compensar incluso años inusualmente secos, o series de ellos. Por lo general, los diferentes tipos de almacenamiento se complementan entre sí en las reservas de agua a escala del paisaje y de la cuenca. La Figura 4 ilustra una gran muestra de técnicas de reserva de agua, que está ordenada por métodos de retención y de recarga y cuya clasificación detallada se incluye en el Anexo I. La ventaja de esta clasificación es que está, por una parte, basada en el sistema y, por la otra, orientada a la aplicación manual. La descripción general muestra que existen múltiples opciones disponibles, que pueden utilizarse bajo diferentes condiciones locales.

El almacenamiento de agua como beneficio indirecto complementario

Tabla 1. Ejemplos de intervención con diferentes fines que también inducen la capacidad de reserva de agua Eje de la gestión

Objetivo principal

Medidas de ejemplo

Gestión de la fuente de agua

•• Mejorar la disponibilidad de agua

•• Protección y gestión de inundaciones •• Uso conjuntivo, gestión de la demanda

Gestión de prácticas agrícolas y de cultivo

•• Aumentar la producción/ reducir la erosión/reducir el tiempo o la maquinaria necesarios

•• Biodrenaje/drenaje controlado •• Agricultura con terraplenes, labranza mínima •• Compostaje, gestión de nutrientes

Gestión agroforestal

•• Aumentar la producción/ reducir la erosión

•• Explotación silvoagrícola, tala controlada

Gestión de las tierras de pastoreo

•• Aumentar la producción/ reducir la erosión

•• Pastoreo intensivo controlado

Gestión de los recursos naturales Gestión de la infraestructura física

•• Pastoreo intensivo controlado •• Transportar •• Crear nuevos terrenos/ reducir la erosión •• Mejorar la conducción de agua

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•• Recogida/retención del agua de las carreteras •• Trazado curvo de represas para liberar terrenos •• Karezes mejorados

Muchos de los métodos de almacenamiento de agua están especialmente diseñados para incrementar la capacidad de reserva de agua. También puede mejorarse como un beneficio escindido de las actividades de gestión de aguas y tierras que apuntan a diferentes objetivos principales. A veces, el almacenamiento constituye un “producto colateral”: por ejemplo, los movimientos de reverdecimiento que llevan a cabo los agricultores en algunos de los países más secos del África Occidental han desarrollado la vegetación arbórea, tan útil, y también han ayudado a elevar los niveles de aguas subterráneas. En otros casos, los objetivos de la gestión de reservas pueden consolidarse en el marco de las inversiones vigentes, por ejemplo, en la construcción de carreteras y calzadas bajas. Las carreteras pueden construirse de manera que conduzcan la escorrentía hacia estanques de almacenamiento, cisternas o zonas de recarga. Cuando se construyen carreteras en secciones montañosas “con corte”, suelen crearse manantiales que vale la pena desarrollar. En el lecho de los ríos, las calzadas bajas (o puentes irlandeses) pueden retener el caudal subsuperficial y aumentar los niveles de agua en pozos aguas arriba. En términos de costes y beneficios del almacenamiento, el uso de tales oportunidades reducirá el coste de las reservas. La Tabla 1 proporciona algunos ejemplos de intervenciones emprendidas con otros fines (por ejemplo, la gestión agrícola, tierras de pastoreo y arboledas), pero que también mejoran la capacidad de reserva de agua. La infografía de la siguiente página ejemplifica una serie de aplicaciones 3R en una cuenca hídrica. El cuadro 4 describe un caso especial y muestra que el hecho de crear almacenamiendo no se trata simplemente de un esfuerzo humano.

11

Figura 5. Infografía que muestra las aplicaciones de 3R en una cuenca fluvial.

Cuadro 4: Almacenamiento, organismos bióticos y vegetación El almacenamiento, en especial el almacenamiento de humedad en el suelo y de aguas subterráneas, se ve afectado por la vegetación y los organismos bióticos: diminutos animales, ya sean termitas, oníscidos o lombrices, que pueden incrementar la porosidad del suelo y su capacidad para absorber la humedad y recargar el agua subterránea. Existe una variedad de técnicas para aumentar la densidad de estos invertebrados e insectos. Por otro lado, los ratones y las ratas pueden generar sequedad del suelo porque cavan grandes túneles. La vegetación desencadena también un efecto importante: consume el agua, pero también afecta al microclima, los patrones de escorrentía, la estructura del suelo y su permeabilidad.

12

2.3 La práctica de la gestión de las reservas de

agua

Las siguientes secciones hacen hincapié en las principales categorías de opciones de almacenamiento y también en los costes típicos del desarrollo y mantenimiento de las mismas.

2.3.1 Recargas de agua subterránea Tecnologías Si bien el efecto general del almacenamiento en tanques o cisternas es pequeño en términos de cantidad de agua, es diferente en lo que respecta al almacenamiento en acuíferos de baja profundidad. Esto constituye una parte fundamental (aunque no necesariamente bien comprendida) de la hidrología y la geología de una región. Los recursos de agua subterránea de baja profundidad abastecen a las principales economías agrícolas de Asia y el norte de África, y tienen la capacidad de hacer lo mismo en vastas áreas de África. La recarga de agua subterránea se produce en condiciones espontáneas (recarga natural), tal como se ilustra en la Figura 2. La mejora de la recarga es factible de diferentes formas: mediante una variedad de métodos a los cuales se suele hacer referencia como recarga administrada de acuíferos controlada (RAC), también denominada sierra de aguas. Además, la recarga se puede producir incidentalmente, como a través de la infiltración de los excedentes de agua de irrigación y la filtración de las tuberías centrales y cloacas. Podemos mencionar tres métodos básicos de recarga: intercepción en el lecho del río (Figura 6a y caso 5.1 y 5.7), la infiltración desde una superficie terrestre (Figura 6b y caso 5.6) o la infiltración directa mediante pozos (Figura 6c y caso 5.4 y 5.5). El agua puede provenir de las precipitaciones, de un río, de aguas de superficie, de escorrentías de bocas de tormenta o de tratamiento de aguas

Figuras 6 a, b, c, d, e. Diferentes tipos de recargas (Fotos: Acacia Water). 13

residuales. En todos los casos, la meta principal es incrementar la recarga de agua subterránea (zona saturada) donde se puede almacenar de forma segura incluso durante un período relativamente largo. Una tecnología de 3R ligeramente diferente en el marco de esta categoría es la infiltración de las riberas, que permite explotar el almacenamiento natural de aguas subterráneas en torno a un lecho fluvial mediante la inducción de infiltración por abstracción continua a lo largo de la ribera. (Figura 6d: sistema de infiltración de la ribera del río Barichoo, en la región costera de Kenia; y Figura 6e: pozo libre de arsénico en Chapai Nawabganj en Bangladesh). Cuadro 5: Fractura hidráulica: incremento de la capacidad de almacenamiento de un acuífero Una técnica especial para incrementar el rendimiento efectivo de un acuífero de roca particularmente dura es la fractura hidráulica. La fractura hidráulica implica la inyección de agua a alta presión en un lecho rocoso a través del pozo. Esto apunta a incrementar el tamaño y la extensión de las fracturas que el lecho rocoso ya posee. Se realiza bombeando agua con altas tasas de caudal en dichas fracturas, con presiones de hasta 3000 Pa. Esto profundiza las fracturas y permite que se interconecten con las fracturas cercanas por donde circula el agua. El agua entonces fluye a través de estas fracturas hacia el pozo a mayor velocidad que antes. La fractura hidráulica no es una técnica muy utilizada aún, y es necesario ahondar la investigación para evitar posibles riesgos contra el medioambiente.

¿Dónde se aplica? Todas estas técnicas de recarga de aguas subterráneas requieren de un acuífero adecuado donde almacenar el agua. El acuífero puede ser de baja o gran profundidad. Los acuíferos de baja profundidad, que no están cubiertos por una capa de arcilla (como las dunas o arenas aluviales) son los más aptos para la infiltración desde la superficie del terreno, como infiltración de cuencas, zanjas o surcos. Donde los acuíferos estén cubiertos con arcilla o en el caso de acuíferos con profundidad, por lo general, se requiere de un sistema de inyección en el pozo para poder infiltrar el agua, lo cual incrementa considerablemente los costes. Los sistemas de infiltración de las riberas de ríos se establecen en ríos perennes con capas arenosas adyacentes o bien en ríos secos mediante represas subsuperficiales o de arena. La escala de los sistemas puede variar significativamente: es posible encontrar represas pequeñas y sistemas de inyección en acuíferos superficiales a pequeña escala hasta sistemas de gran envergadura, como la infiltración de dunas en los Países Bajos y la infiltración de riberas de ríos en grandes ciudades como Berlín y Budapest. También, es posible encontrar una amplia gama de complejidad técnica: desde represas individuales de arena para almacenamiento (Caso 5.1), estanques de infiltración (Ahwat) en Sudán, hasta almacenamiento en acuíferos de gran profundidad con sistemas de inyección para recuperación (Caso 5.4).

Costes y beneficios El factor económico de cualquier esquema de recarga se regirá, en gran medida, por la 14

infraestructura y los requisitos de mantenimiento y operación. Esto diferirá considerablemente entre los distintos esquemas, no solo en la escala y en el coste de cada componente, sino también porque algunos esquemas pueden demandar ciertos componentes, como el tratamiento de las aguas y el mantenimiento de los estanques de infiltración y otros no. En diferentes países se evidencian muchos tipos y tecnologías diferentes de recargas a pequeña escala, algunos de los cuales datan de tiempos remotos. Por lo general, el coste de tales sistemas ronda el orden de los 0,5 a 2 dólares/m3. En la India, los costes de inversión para la recarga artificial van desde 1 dólar estadounidense por cada 1000 m3 en el caso de estanques de percolación (áreas aluviales) hasta 551 dólares por cada 1000 m3 en el caso de pozos de inyección, mientras que los costes operativos, no obstante, varían de 1 dólar por cada 1000 m3/año en el caso de represas de contención, estanques de percolación o tanques (áreas aluviales) hasta 21 dólares por cada 1000 m3/año en el caso de los pozos de inyección. Construir una represa de arena en Kenia tiene un coste de 5000 USD por cada 1000 m3, y construir un sistema de inyección en acuíferos superficiales en Bangladesh cuesta 10 000 USD por cada 1000 m3. Por ende, en general, los costes de la construcción y de la operación de estructuras de recarga, salvo en el caso de los pozos de inyección en áreas aluviales, son razonables; los costes comparativos del agua recargada por cada 1000 m3 en tales casos van entre 1 y 3 dólares. Por otro lado, el coste de utilizar el agua subterránea recargada para el abastecimiento de agua para consumo doméstico es de entre 0,05 a 0,15 dólares/persona/año, un precio muy razonable. Los estudios que analizan los beneficios financieros y económicos de la recarga de acuíferos son muy poco frecuentes. Existe un estudio sobre los costes y los beneficios nacionales al reutilizar el agua residual en agricultura en Israel2. Se calculó que el uso de la descarga de agua residual para irrigación en las áreas del centro y del sur de Israel favorecería una producción agrícola adicional de alrededor de 0,14 dólares/m3, los beneficios de la recarga fueron de 0,70 dólares /m3 y los daños provocados al acuífero para filtración se calcularon en 0,10 dólares/m3. Todo esto genera un beneficio neto para la nación de 0,11 dólares /m3, que es una opción rentable comparada con, por ejemplo, la disposición de los ríos que tiene un coste neto de 0,40 dólares/m3. Los esquemas de recarga administrada también pueden brindar una gama de beneficios. Esto abarca la protección de los recursos hídricos contra la contaminación y la evaporación, y la distribución de agua dentro del acuífero utilizando el acuífero como una alternativa a las acequias superficiales. Además, se registran múltiples beneficios ambientales relacionados con la mejora de los niveles de agua subterránea, con la consiguiente preservación de los ecosistemas y la biodiversidad que de ellas dependen. Esto implica impedir la intromisión de aguas subterráneas salinas. Los beneficios de los diferentes esquemas de recarga también dependen de su tipo y escala. La Tabla 2 ofrece un resumen de los beneficios y las limitaciones típicas de los esquemas de RAC.

2

Agricultural reuse of wastewater: nation-wide cost-benefit Analysis, Nava Haruvy, Agriculture, Ecosystems and Environment (La reutilización de aguas residuales en aplicaciones agrícolas: análisis del coste/beneficio a escala nacional, Nava Haruvy, Agricultura, Ecosistemas y Medio Ambiente 66 (1997) 113-119

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Tabla 2. Resumen de los beneficios y limitaciones típicas de los esquemas de recarga de acuíferos Tecnología Modificación del lecho del río

Ventajas principales •• ••

•• Represas de •• arena para almacenamiento/ subsuperficiales Represas de recarga

••

Estanques y cuencas de infiltración

••

Inundaciones

••

•• ••

Zanjas, surcos, drenajes

••

Pozos de infiltración profunda: SRA

••

Infiltración de pozos/pozos superficiales/ perforaciones

••

Infiltración inducida de bancos

••

••

••

••

Limitaciones principales

Bebederos para ganado, irrigación, •• lavado y limpieza Mejora de la infiltración en aguas superficiales Incremento de la percolación •• Estructuras de bajo coste, basadas en la comunidad, de bajo mantenimiento; las estructuras se instalan en causes y, por ende, no interfieren Las estructuras se instalan en •• cauces y, por ende, no interfieren con el uso de las tierras ••

Infiltración de grandes cantidades de agua a un coste relativamente bajo El mantenimiento y los procedimientos de desobstrucción son relativamente simples Orgánicos Infiltración de grandes cantidades de agua a un coste relativamente bajo En caso de drenaje inverso, las estructuras se pueden instalar a nivel subterráneo, de modo que no interfieran con el uso de las tierras

••

L as obstrucciones se eliminan parcialmente durante el ciclo de recuperación Infiltración de grandes cantidades de agua a un coste relativamente bajo Se usan de instalaciones existentes para reducir los costes La recuperación usa las mismas estructuras, lo cual reduce las obstrucciones Es posible extraer agua de buena calidad en gran cantidad Los contaminantes orgánicos de la fuente de agua se filtran a través del suelo

••

••

•• ••

•• ••

•• •• ••

••

•• ••

Niveles relativamente elevados de evaporación y contaminación del agua

Posibles problemas de propiedad, riesgo de contaminación del agua, infiltración de cantidades relativamente pequeñas de agua, control de calidad Las estructuras abiertas pueden generar daños considerables aguas abajo La recarga puede ser limitada por causa de la sedimentación del limo Demanda una gran superficie plana y permeable El agua de superficie puede formar cultivo para vectores de enfermedades Riesgo de contaminación del agua Riesgo de evaporación alta

Demanda una gran superficie permeable El agua de superficie puede formar cultivo para vectores de enfermedades Complejidad del diseño y la construcción, complejidad de la operación y el mantenimiento Se requiere un monitoreo intensivo Requisitos de alta calidad Requisitos de alta calidad del agua que lo alimenta

Complejidad del diseño y la construcción, complejidad de la operación y el mantenimiento Se requiere un monitoreo intensivo Gran potencial para pozos

Source: Artificial Recharge Around the World; IGRAC and Acacia Water, 2003 16

Mecanismos de financiamiento El mecanismo de financiamiento depende del tamaño típico del sistema, de los beneficios financieros que se prevean, del entorno socioeconómico y de quiénes sean los destinatarios de los beneficios. Si los beneficios son mayormente beneficios económicos, será difícil convencer a los hogares individuales para que participen en los esquemas de financiamiento de la recarga. En el caso de que existan beneficios financieros considerables en los entornos rurales de los países en desarrollo, los esquemas más pequeños pueden ser financiados ya sea mediante esquemas de microfinanciamiento o de ahorros. Para los esquemas de recarga de mayor envergadura, se deberá contar con el financiamiento y la gestión de la comunidad. El financiamiento de los costes de mantenimiento y operación podría generarse mediante tarifas o tasas en los casos donde se prevén beneficios financieros. Mientras tanto, los costes de inversión pueden ser financiados mediante los presupuestos gubernamentales o fuentes externas. Si los retornos financieros no son adecuados, se debe utilizar la asignación presupuestaria a escala municipal. para operar y mantener estos esquemas de recarga. Lo mismo sucede con los esquemas típicos de recarga a gran escala, cuyo financiamiento y operación se deberán gestionar a escala de la cuenca. Es posible que se necesite de respaldo externo en caso de carencia de medios presupuestarios disponibles.

Aplicación Los sistemas RAC de pequeña envergadura suelen diseñarse, construirse y gestionarse con un alto grado de participación comunitaria. Si bien la selección y el diseño del lugar requieren de la participación de un especialista, la aplicación puede estar a cargo casi plenamente de la mano de obra local (contratistas, administración local, comunidad), haciendo el máximo uso factible de los materiales disponibles en el lugar. Los sistemas de medio y gran tamaño suelen caracterizarse por un mayor grado de complejidad técnica, con la consiguiente mayor necesidad de expertos profesionales para su diseño, su construcción y gestión. Por lo general, la construcción está a cargo de contratistas y la responsabilidad de la gestión recae en autoridades o agencias (municipales).

2.3.2 Mejora del almacenamiento de humedad del suelo Tecnologías Es posible lograr la retención (reverdecimiento) mediante: ••

un incremento de la cantidad de agua que se adiciona al suelo mediante la ralentización de la escorrentía superficial (caso 5.1)

Figure 7. Diguettes en terre avec fosses (Goltzback, 2011; Critchley, 1991a). 17

••

un aumento de la cantidad de agua que se puede almacenar en el suelo intensificando su capacidad de retención de agua (caso 5.9), o

••

una reducción de la cantidad de agua que escapa del suelo por evaporación (caso 5.10)

El incremento de cantidad de agua que se añade al suelo se puede lograr reduciendo la escorrentía y aumentando así la cantidad Figura 8. Compostaje en acción, Burkina Faso (Goltzback 2011). de tiempo en que el agua queda retenida en la capa superior del suelo, permitiéndole infiltrarse. Entre las opciones para reducir la escorrentía podemos mencionar el aterrazamiento, que reduce la pendiente de las colinas a escala local. Otra opción, menos costosa, implica construir terraplenes delineados, que funcionan como obstáculos para el curso del agua y obstruyen su pago aguas abajo, de modo que el agua queda retenida tras los bordes de los terraplenes y esto reduce la velocidad de escurrimiento. Se pueden aplicar de diferentes formas distribuidos por toda la pendiente o más localizados. Asimismo, se pueden combinar con pozos de siembra para generar un microclima para las plantas y los árboles. La cantidad de agua añadida al suelo también se puede incrementar con el riego por crecidas, una técnica que implica desviar el curso de un río para utilizar el agua para irrigación de los terrenos durante una crecida, aumentando así la cantidad de agua que se infiltra en el suelo y acentuando la fertilidad de la tierra (véase www.spate-irrigation.org). El volumen de agua que se infiltra en el suelo depende de las condiciones del suelo. Estas cambian naturalmente, pero es posible administrarlas de tal manera que se pueda optimizar la cantidad de agua que se logra infiltrar. Una gestión inadecuada o una sobrexplotación pueden redundar en una reducción de la capacidad de infiltración del suelo, con la transitiva disminución de fertilidad. Si se logra mantener más agua en el suelo, también se logra incrementar su capacidad de retención de agua. Esto es factible mediante la proliferación de la cantidad de materia orgánica en el suelo, por ejemplo, mediante el compostaje, la adición de fertilizantes o técnicas de labranza de preservación (que contempla que se dejen más residuos de los cultivos en el campo). Las raíces y los restos de las plantas promueven la capacidad de infiltración de los suelos. Esto sucede al aplicar labranza cero o labranza reducida, que prevé que se conserve una parte o la totalidad de la vegetación, y que puede fortalecerse mediante la siembra de árboles. Con los últimos métodos, se ha de tener en cuenta el posible aumento de la evaporatranspiración. Es posible reducir las pérdidas por evapotranspiración del suelo y los cultivos mediante la aplicación de acolchados (mulching, en inglés). Esta práctica implica cubrir el suelo con materiales naturales o plásticos. Dada la probable escasez del material de cobertura, la práctica habitual suele implicar cubrir solo las plantas individualmente. Tradicionalmente, se utiliza el acolchado orgánico. El acolchado plástico puede generar mejores resultados, pero conlleva el riesgo de que puedan quedar partes de material no degradable en el suelo.

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¿Dónde se aplica? El suelo está húmedo allí donde los cultivos necesitan el agua: en el área radicular. Por ello, puede resultar muy beneficioso para la agricultura incrementar la cantidad de humedad del suelo. No obstante, el agua queda capturada en el suelo y no está libremente disponible para otros fines u otros lugares, ya que no se la puede extraer fácilmente del suelo. Así, la mejor aplicación para la retención de humedad en el suelo es en áreas agrícolas. Las pautas generales para la aplicación de estas técnicas son las siguientes: ••

Las terrazas y los terraplenes son aptos para pendientes (por ejemplo, pendientes > 0,5 % con terraplenes);

••

s posible combinar riego por crecidas, acolchados y mejoras del suelo en las aplicaciones de E terrazas y terraplenes;

••

L as técnicas de mejoramiento de suelos y de acolchado son válidas tanto para terrenos planos como para pendientes;

••

No se requiere una topografía regular (por ejemplo, terraplenes semicirculares);

••

Estas técnicas son útiles incluso con muy bajas precipitaciones (150 mm; terraplenes);

••

L a mayoría de las opciones utilizadas para incrementar la humedad del suelo son fáciles de construir;

••

Como son fáciles de construir, son aptas para áreas recónditas.

Costes y beneficios Los costes informados en este libro se extrajeron del informe “Water harvesting potential for Africa, an assessment of costs and impacts” (Potencial de la recogida de agua para África, evaluación de los costes y los impactos) de N. Goltzback et al. (2011). El informe describe las diferentes técnicas de mejora de la humedad del suelo. Algunas de estas técnicas son de bajo coste, tal como se ilustra a continuación. En vista de que el agua que se retiene no está libremente disponible sino que queda disponible para los cultivos, los costes se expresan en hectáreas en vez de m3. Los materiales de bajo coste que se pueden utilizar para la cobertura de acolchado incluyen los residuos agrícolas, pastos cortados y paja. Los costes, inclusive mano de obra y operación, del acolchado son de 40 a 120 dólares/ha. El compostaje asociado con los pozos de siembra puede arrancar desde los 8 dólares/ha, y este coste cubre las tareas de cavar el pozo, fertilizar con estiércol y compostar. Los costes de labranza (cero, química o reducida) y cosecha adaptada se sitúan en el orden de los 40 a 120 dólares/ha. La pérdida de terrenos donde cultivar representa también un coste, que se menciona en muchas publicaciones, y debe ser contemplado. En el caso de los terraplenes, el precio depende de la cantidad de tierra o piedra disponible y del precio de la mano de obra. Los costes de construcción son de 8 a 350 dólares/ha y los de mantenimiento son de 10 a 35 dólares/ ha o de 10 a 20 días/ha. Las terrazas son más costosas, con un coste de USD 275 a 1840 dólares/ha. De este coste, la mano de obra representa el factor más encarecedor. El mantenimiento de las terrazas cuesta entre 45 y 365 dólares/ha/año.

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Entre los beneficios se encuentran un incremento del rendimiento de los cultivos y una mayor gama de cultivos posibles, ahorro de agua y la protección de los suelos fértiles en los terrenos, lo que redunda en menores costes de fertilización.

Mecanismos de financiamiento Estas medidas suelen tomarse a escala de la comunidad. Las medidas pueden implantarse y financiarse a través de, por ejemplo, asociaciones de usuarios, grupos comunitarios o agrupaciones de agricultores. Si se logran generar los suficientes retornos por el incremento en la producción agrícola, se creará seguramente el apetito necesario para financiar e implantar estas medidas. En ese caso, el financiamiento podría obtenerse a través de tarifas o recaudación de tasas con (pre) financiamiento mediante préstamos o fondos (comunitarios) del presupuesto gubernamental. Debido a los beneficios comprobados de los acolchados con plásticos, se han implementado programas de subvenciones (cubriendo hasta el 50% de su coste) en muchos países para promover su uso, especialmente en el continente asiático.

Aplicación La práctica de la conservación de la humedad del suelo se puede aplicar de forma independiente o en combinación con otras técnicas. Por ejemplo, dentro de la categoría de almacenamiento de humedad en el suelo, es posible combinar el riego por crecidas con la disposición de terraplenes o terrazas, de manera que el agua de la crecida quede retenida durante más tiempo en los campos y pueda infiltrarse. Los métodos de conservación de humedad en el suelo también pueden combinarse satisfactoriamente con métodos de otras categorías de retención de agua. Es posible optimizar el almacenamiento de agua para riego al combinarlo con métodos de retención de agua en el suelo. Por ejemplo, se logrará reducir la pérdida de agua para riego si se mejora la capacidad de retención de agua de los suelos irrigados, y también si se agrega una cubierta de acolchado. En los terrenos que hayan tenido pendientes muy pronunciadas, la disposición de terrazas puede aumentar la eficiencia del riego. Para las prácticas agrícolas eficientes, las técnicas de optimización de retención de humedad en los suelos suelen representar un abordaje relativamente rentable.

2.3.3 Almacenamiento en tanques cerrados y cisternas Tecnologías El ejemplo clásico de esta categoría de tecnología de 3R es la recolección de agua de lluvia en los tejados y su almacenamiento en un tanque. Como alternativa, es posible recoger el agua de escorrentía de las superficies preparadas (incluida la escorrentía de bocas de tormenta en áreas urbana, carreteras) y almacenarla en depósitos subterráneos y cisternas. Un sistema de recogida de agua de lluvia suele constar de tres elementos básicos: el sistema de

20

Figure 9 a,b,c. Options de stockage (Photos: Acacia Water and MetaMeta). captación, el sistema de conducción y el sistema de almacenamiento. Los sistemas de captación pueden variar según se trate del tejado de un hogar doméstico o de una gran superficie terrestre de captación que recarga un depósito embalsado. Los dispositivos de almacenamiento que se usan más frecuentemente son los tanques (o cisternas), cuyos tamaños suelen variar entre 5 y 10 m3 si se utiliza para almacenamiento de agua para consumo, y 300 m3 si hablamos de almacenamiento para riego complementario. Los tanques más pequeños se fabrican de polietileno, ferrocemento, acero corrugado, ladrillo revocado y hormigón. Habitualmente tienen un uso complementario: el agua de estos tanques se puede utilizar cuando ya no se puede obtener agua por otro medio. Los tanques más grandes pueden consistir en depresiones naturales u hondonadas excavadas. La clasificación de los sistemas de recogida de agua de lluvia depende de factores tales como el tamaño y la naturaleza de las áreas de captación, y de si los sistemas se emplazan en entornos urbanos o rurales. La capacidad de almacenamiento adecuada para un sistema de recogida de agua de lluvia se determina en relación con la cantidad y la distribución de las precipitaciones. Por ejemplo, en una región con precipitaciones abundantes y uniformes durante todo el año, bastará con un tanque pequeño que pueda almacenar durante unos pocos días el agua de lluvia para satisfacer las demandas de la mayor parte del año. Por otra parte, en aquellas regiones proclives a las sequías, se necesitará de un área de captación y un tanque de almacenamiento considerablemente más grandes para lograr satisfacer las demandas de agua. Los cálculos toman en cuenta los parámetros de diseño, basándose en una serie de datos mensuales de precipitaciones y, a veces, están respaldados por modelos simples que permiten dimensionar el sistema. Un punto digno de atención en los sistemas de tanques pequeños es la calidad del agua. Las medidas comunes suelen impedir que ingrese en el tanque el primer enjuague fétido instalando filtros y pantallas y realizando limpiezas regulares.

¿Dónde se aplica? La recogida de agua de lluvia y el almacenamiento en tanques se pueden aplicar donde existan áreas pequeñas de captación (inclusive tejados) y donde los patrones de precipitación sean tales que el coste del almacenamiento se mantenga dentro de los límites aceptables. Estos sistemas suelen ser costosos. Deben emplearse en áreas donde (Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola [FIDA], 2012): ••

Se registren entre 200 mm y 1500 mm de precipitaciones anuales

••

o existan fuentes de agua perennes (o sean insuficientes), ya sean estas superficiales o n subterráneas;

••

las fuentes de agua existentes no basten para satisfacer las diversas necesidades hídricas; 21

••

e l potencial de aguas subterráneas sea bajo (bajo rendimiento) y/o de mala calidad (es decir, con altos niveles de arsénico o flúor, contaminación agrícola o industrial), y su tratamiento sea demasiado costoso;

••

e l agua superficial sea estacional o no esté disponible y/o sea de mala calidad, y su tratamiento sea demasiado costoso;

••

la distancia haga que los hogares tengan dificultad para acceder a las fuentes de agua;

••

e xista una situación grave de trabajo insalubre al recolectar el agua dada la distancia o la elevación del terreno;

••

o se disponga de tecnologías alternativas apropiadas gestionadas por la comunidad n (perforaciones, pozos protegidos, manantiales protegidos, etc.), o bien que estas no sean asequibles o controlables; y

••

no prevalezca una situación grave de contaminación del aire3.

Costes y beneficios Los costes de los pequeños sistemas de recogida de agua de lluvia4 se pueden dividir en costes de inversión, costes de mantenimiento del sistema (incluida su gestión) y otros costes (FIDA, 2002; IRC, 2011). Los beneficios, tanto directos como indirectos, son prolíficos. Los costes de inversión de un sistema de recogida de agua de lluvia incluyen los costes de planificación e aplicación, las herramientas y materiales utilizados para construir el sistema y los materiales educativos sobre mantenimiento y salud (Huffon, 2004). Los costes de mantenimiento incluyen los materiales necesarios para conservar y reparar los componentes, el reemplazo de carbono en los filtros, el lavado del tanque de almacenamiento y el tiempo necesario para controlar el sistema de primer enjuague. Una categoría importante dentro de Otros costes es el coste del capital, que puede ser contundente, en especial en casos donde el sector bancario no está bien desarrollado y prevalecen altos niveles de inflación e incertidumbre. Los costes financieros, es decir, los costes de intereses y las cancelaciones del préstamo, suelen estar incluidos en estos cálculos de costes. No obstante, también existen costes vinculados al compromiso de capitales, que resultan menos evidentes y suelen, por ende, soslayarse. Asimismo, incluso en casos donde las inversiones se financian con fuentes propias, existen costes de capital que deben ser considerados, en especial los denominados costes de capital de oportunidad. Es de menester considerar todos los costes durante la totalidad del ciclo de vida del proyecto5. El coste depende primordialmente del tamaño del tanque de almacenamiento que, para un hogar doméstico, suele ser de entre 5 y 10 m3. Si se trata del tejado de una escuela o de otro sistema de captación en el tejado más grande, el tamaño del tanque podrá ser de hasta 20 y 50 m3. Dependiendo del material (ferrocemento, albañilería, hormigón), los costes típicos de capital para

3

Se sabe que la lluvia elimina los contaminantes. Estos contaminantes pueden incluir microorganismos y contaminantes químicos, afectando la calidad del agua de lluvia almacenada.

4

du FIDA (2012), « Outil économique, financier et technique sur la collecte des eaux de pluie » (FIDA, 2012) et du CIR (2011), « Coût du cycle de vie des systèmes de collecte des eaux de pluie » (CIR, 2011).

5

Une des méthodes qui considère que l’ensemble des coûts correspond à l’approche sur les coûts relatifs au cycle de vie (LCC)

22

Cuadro 6: Ventajas económicas de la recogida de agua de lluvia En un proyecto para recogida de agua de lluvia en Kattanad (India), los costes de inversión para un sistema de 6000 litros rondarían las 13 500 rupias (40 USD/m3). Un estudio de la OMS estima que los costes de la operación, la vigilancia y el mantenimiento de las tareas de recogida de agua de lluvia se sitúan alrededor del 10 % de los costes de inversión. Un importante beneficio que no atañe a la salud son los ingresos que se ahorran, puesto que ya no es necesario comprar el agua a proveedores privados. Estas cifras se basan en entrevistas. En relación con los beneficios para la salud, la OMS presume que se presenta un caso de diarrea una vez en un centro médico, con un rango de 0,5 a 1,5 visitas. Una vez hospitalizados, la duración de la internación se presume en 5 días, promedio. Según el informe de la OMS, los costes anuales por tratamiento de pacientes no erogados gracias al acceso a servicios de agua y saneamiento fueron de USD 134 per cápita. El informe de la India presumía que los costes por tratamiento de pacientes no erogados fueron de 1/3 de la cifra que menciona la OMS. Además de los beneficios para la salud y la reducción de los costes médicos con los casos de afecciones que se pudieron prevenir, aparece un beneficio adicional: el ahorro de ingresos que, de otro modo, se hubieran perdido por la ausencia al trabajo en días laborables. Asimismo, se utiliza el salario mínimo para monetizar los días adicionales disponibles para asistencia a escuelas y guarderías. El estudio de la OMS postula que el impacto de las enfermedades se traduce por el absentismo escolar, que desencadena un impacto negativo sobre el capital humano futuro de los niños. Por este motivo, el tiempo que los niños en edad escolar no asisten a la escuela también se puede juzgar sobre la base del salario mínimo. El estudio monetariza los días ganados para asistencia a la guardería (por prevención de enfermedades) considerándolos al 50 % del salario mínimo. Los beneficios netos anticipados de las inversiones en sistemas de recogida de agua de lluvia en Kattanad van desde 384 millones de rupias (7 millones de dólares, con una tasa de descuento del 0 %) hasta 13,5 millones de rupias (245 000 dólares, con una tasa de descuento del 30 %). Fuente: Water Quality Study and Cost-Benefit Analysis of Rainwater Harvesting in Kuttanad, India (Estudio sobre la calidad del agua y análisis de los costes y beneficios de la recogida de agua de lluvia en Kuttanad, la India); Christina Tang, 2009. Centro de estudios ambientales de la Universidad Brown.

un sistema de recogida de agua de lluvia se sitúan entre los 40 y 200 dólares/m3 (2011)6. En el caso de estructuras más grandes, pueden llegar a costar alrededor de los 20 y 40 dólares/m3. Los beneficios directos de la recogida de agua de lluvia desde los tejados son la reducción del coste del agua, por ejemplo donde el agua se debía comprar a proveedores externos. Otros beneficios directos se evidencian si se logra acumular suficiente agua como para dar de beber a un pequeño rebaño o para regar una huerta que aprovisione a la familia. Los beneficios indirectos se pueden

6

Los costes de la vida útil para los sistemas de recogida de agua de lluvia, IRC, mayo de 2011

23

categorizar en beneficios para la salud y beneficios que no atañen a la salud. Los ahorros en costes de atención médica se relacionan fundamentalmente con las mejoras de la calidad del agua, con la consiguiente reducción en la cantidad de casos de diarrea y otras afecciones inducidas por el agua, que se pueden monetarizar en términos de los costes no erogados de los tratamientos médicos y días de internación. Los beneficios que no atañen a la salud pueden incluir los ingresos ahorrados de los pagos a proveedores privados, el coste del tiempo que se ahorra al no tener que ir a buscar agua, los ingresos ganados a partir de la mayor cantidad de días productivos/días escolares/días en la guardería gracias a la reducción de incidentes de enfermedad. El Cuadro 6 sugiere que la recogida de agua de lluvia podría ser económica y financieramente viable, es decir, que de hecho los beneficios podrían superar los costes en situaciones particulares.

Mecanismos de financiamiento Por regla general, la recogida del agua de lluvia se realiza en hogares individuales y a escala de las comunidades. Si los retornos financieros son suficientes, se materializarán en un apetito de los hogares de autofinanciarse. Además, la asistencia financiera podría ponerse a disposición mediante esquemas de microcréditos a escala de las comunidades o los distritos. En otros casos, la instalación de los sistemas de recogida de agua de lluvia deberá ser subsidiada con otras fuentes, tales como el Gobierno, una ONG o un donante.

Aplicación A veces, los sistemas de recogida de agua de lluvia surgen como una iniciativa enteramente local, pero en la mayoría de los casos forman parte de proyectos de recogida de agua de lluvia con apoyo para el financiamiento y la aplicación a cargo de ONG u otras agencias de desarrollo a escala local, nacional o internacional. Algunas agencias internacionales de desarrollo convocadas para implantar sistemas de recogida de agua de lluvia en diferentes países de Asia y África son la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (Adventist Development and Relief Agency, ADRA), WaterAid, World Vision u organismos internacionales de fomento tales como el PNUD o UNICEF.

2.3.4 Depósitos de aguas superficiales Tecnologías Los depósitos de aguas superficiales también se caracterizan por una vasta variedad de tamaños y escalas. Los depósitos pequeños (definidos como depósitos tras represas de menos de 15 metros y con un volumen menor de 0,75 km3) suelen satisfacer las demandas de un lapso de algunos meses. La capacidad consolidada de las 17 000 represas pequeñas en Sri Lanka representa el 0,25 % de la capacidad de almacenamiento de la presa del Alto Asuán. En este libro, nos centramos en las represas pequeñas, los depósitos superficiales como tanques pequeños y otras instalaciones de microalmacenamiento, como cisternas enclavadas y estanques para aplicación agrícola. Muchos depósitos superficiales producen también recarga al agua subterránea debajo del depósito y en los bancos. En aquellos casos en que esto forma parte del diseño de la represa, nos referiremos a ellos como represas de recarga. Las represas de recarga varían en tamaño y son muy populares en 24

Figura 10. Almacenamiento abierto de aguas tras una represa de contención (a) y en un estanque con revestimiento plástico en el lecho (b) en los Andes (Perú) (Foto: Acacia Water). las regiones áridas como Omán, EAU y Yemen. En otras áreas semiáridas, también es posible encontrar un gran número de pequeños depósitos. Si bien el impacto hidrológico de los depósitos pequeños es, si se estudian individualmente, bastante insignificante, la existencia de varios cientos de dichas estructuras puede tener un notable impacto a escala regional. En lo local, el impacto hidrológico de los depósitos pequeños es relativamente bajo, ya que solo captan partes de la escorrentía total en la cabecera de la cuenca. En términos de seguridad alimentaria, desarrollo económico y diversificación de los ingresos, los pequeños depósitos tienen un importante impacto en las comunidades rurales7. A escala regional, estas estructuras pueden alterar la hidrología (por ejemplo, en los caudales de base, el rendimiento hídrico de la cuenca, la regulación de los caudales, etc.).

¿Dónde se aplica? Se pueden construir depósitos en ríos intermitentes donde los suelos, la topografía y la geología permitan la instalación de represas seguras para la creación del depósito. Si se trata de una represa grande, una empresa especializada de ingeniería deberá realizar el estudio de factibilidad y el diseño, de manera que comprendan una evaluación exhaustiva de los impactos ambientales, financieros, económicos, sociales e hidrológicos. Las represas pequeñas son menos complejas, pero también necesitan contribuciones de ingeniería en la supervisión del diseño, el asentamiento y la construcción. Normalmente, la construcción de los tanques pequeños y estanques para aplicación agrícola se realiza en depresiones locales, y recae sobre el propietario o la comunidad.

Costes y beneficios Según el manual sobre pequeñas represas en Kenia, redactado para DANIDA8, llos costes típicos

7

The Small Reservoirs Project: Research to Improve Water Availability and Economic Development in Rural Semi-arid Areas (Projet de réservoirs de petite taille : Recherche pour améliorer la disponibilité de l’eau et le développement économique dans les zones semi-arides rurales), Jens Liebe, Marc Andreini, Nick van de Giesen et Tammo Steenhuis, responsables de l’université Cornell, à Ithaca dans l’état de New York, États-Unis, Institut international de gestion de l’eau (IWMI), Washington, D.C., États-Unis, Université de Technologie de Delft, à Delft, Pays-Bas.

8

Agua de represas pequeñas, Erik Nissen-Petersen, Agencia Danesa de Asistencia al Desarrollo (Danish

25

de la construcción de diferentes tipos de depósitos para almacenamiento de agua con volúmenes que varían entre 100 m3 y 5000 m3 van desde 20 chelines kenianos9 por cada m3 (0,27 dólares), con un volumen de depósito de 5000 m3, para una represa construida en un valle utilizando bueyes hasta 100 chelines por cada m3 (1,37 dólares), en el caso de un depósito de almacenamiento con un volumen de 100 m3. El manual concluye que la construcción de las represas en valles es mucho más económica que la construcción de tanques y estanques que requiere tareas de excavación. Esto es así porque para instalar una represa en un valle, es necesario mover una mínima cantidad de material en relación con la capacidad creada. La opción más costosa es la excavación manual de tanques y estanques, porque solo se puede crear un metro cúbico de almacenamiento de agua por cada metro cúbico de suelo que se excava. El método de construcción más asequible es el uso de bueyes, con un coste de apenas 20 chelines por metro cúbico de capacidad de almacenamiento, en el caso de las represas emplazadas en valles. Este tipo de represa es, no obstante, la más difícil de construir para la comunidad, los agricultores y/o los técnicos hídricos. Los beneficios económicos incluyen el valor de la mano de obra y el tiempo que se ahorra al no necesitar ir a buscar agua y al poder dar de beber al ganado. También es posible vincular beneficios con las mejoras de las condiciones del ganado y de los animales de granja, del dinero en efectivo que se obtiene de la venta de la producción agrícola por riego y del valor de los alimentos cultivados para abastecimiento del propio hogar. El manual calcula el valor total de estos beneficios para un almacenamiento de 500 m3 en 10 000 chelines (137 dólares). Esto abarca los 3000 chelines del tiempo que se ahorra al no necesitar ir a buscar agua y al dar de beber al ganado, más los 7000 chelines del aumento de los ingresos gracias al rendimiento adicional atribuible a una mayor disponibilidad de agua, que generaría un período de repago de menos de dos años en una represa pequeña emplazada en la ladera de una colina. El manual reconoce que existen beneficios y costes ambientales relacionados con la construcción de los depósitos, y asume que estos efectos pueden ser de envergadura, en particular en el caso de depósitos más grandes o de una vasta proliferación de depósitos pequeños. No obstante, solo menciona una lista de control de los posibles efectos, sin ahondar en su cuantificación o monetarización.

Mecanismos de financiamiento La selección del mecanismo de financiamiento dependerá, en gran medida, del tamaño del sistema de depósito de agua. Si se trata de una represa de almacenamiento a gran escala, el mecanismo de financiamiento será, con toda probabilidad, una gestión del gobierno local, y se establecerá una autoridad dedicada para la administración y la operación de esta represa y depósito. Los beneficios económicos netos dependen en gran medida de la necesidad de trasladar los asentamientos de la población local. También deben considerarse las pérdidas ambientales relacionadas con las pérdidas de hábitats naturales y/o de daños ambientales aguas abajo10.

International Development Assistance, DANIDA), 2006 9

1,00 dólar = 73 chelines kenianos (cambio a fecha de agosto de 2006)

10 Los costes sociales y ambientales de las represas a gran escala se consideraron demasiado elevados, motivo por el cual el Banco Mundial se mostró, después de la crítica sobre la “Represa de Tres Gargantas” en China, muy dubitativo a la hora de decidir participar o financiar ese tipo de represas a gran escala. Las represas a

26

Encadré 7: La rétention d’eau grâce à la réintroduction de castors Alors que le nombre de castors en Amérique du Nord s’élevait à des centaines de millions, la chasse pour leur fourrure et les changements d’ordre écologique ont réduit leurs populations de 6 à 12 millions d’individus. On trouvait auparavant un barrage de castors tous les 500 à 1000 mètres, sur chaque cours d’eau. Ces barrages créaient des étangs et des zones humides, capables de retenir les eaux de pluie et des fontes de neiges. Bien que les étangs créés par les castors fussent relativement petits, ils ont contribué à recharger les nappes phréatiques, à intercepter les sédiments, à favoriser le développement des arbres et de la végétation et à accroître la biodiversité et la capacité tampon de la région en général. La quantité d’eau apportée aux écosystèmes locaux par une seule colonie de castors représente l’équivalent d’une inondation comme il s’en produit une fois tous les 200 ans. Dans l’État de Washington, ils ont été proposés comme alternative pour inonder les barrages de stockage. Repeupler les régions avec des castors reste une proposition attrayante, mais pas facile pour autant : les forêts sont moins denses et les familles de castors réintroduites se voient alors offrir moins d’options pour leur habitat. Source: D. Ferry (2012), Leave it to beavers: can they help us adapt to climate change? (Réintroduction des castors : peuvent-ils nous aider à nous adapter au changement climatique ?), The Atlantic, juin 2012, p. 24-25.

Para las represas a gran escala, el fundamento de su construcción es que generará beneficios financieros sustanciales en términos de un incremento de la producción agrícola11. Las inversiones en la construcción suelen ser financiadas con presupuesto gubernamental o mediante fuentes externas, mientras que los costes de mantenimiento y operación podrían financiarse mediante contribuciones. Si se trata de una represa a pequeña escala, el sistema se gestionará y se operará a un nivel más local. Por ejemplo, en Sri Lanka y la región sudeste de la India, la responsabilidad de operar y mantener los sistemas de tanques recae en las agrupaciones de agricultores. Estas agrupaciones cobran una tarifa por sus servicios. Las inversiones provendrán del Gobierno o de fuentes externas. Existen en Sri Lanka, sin embargo, algunos casos donde los agricultores también se ocupan de la construcción.

Aplicación Al igual que con los mecanismos de financiación, la construcción de presas depende en gran parte del tamaño. Grandes represas suelen ser diseñadas y construidas por empresas consultoras y contratistas, mientras que en el caso de represas de menor tamaño aumenta la aportación de mano de obra local y el uso de materiales disponibles en la zona.

menor escala son menos proclives a recibir críticas ya que los posibles daños sociales y ecológicos se juzgan como mucho menores 11 No consideramos las represas hidroeléctricas en este contexto, ya que tienen otros fines

27

3 El equilibrio 3.1 Diferentes maneras de alcanzar el equilibrio Siempre que sea posible, la gestión de las reservas ha de hacerse a escala, con una alta densidad de medidas que cubran gran parte del área12. Esto permitirá llegar a un punto de inflexión, de modo que la totalidad del paisaje y las economías se transformen. Cuando se implanta el abordaje 3R con alta intensidad y el reverdecimiento alcanza cierta escala, muchos procesos cambiarán con él: la hidrología, los procesos de sedimentación, el microclima, la química del suelo y el ciclo de nutrientes y la regeneración de la cubierta vegetal y a su vez los beneficios se multiplican. A estas alturas, existen impresionantes ejemplos de tales cambios sistémicos en los paisajes, como es el caso de la cuenca del Tigray en Etiopía (véase el Caso 5.11), que hoy se replica en otros lugares del país. Otros ejemplos incluyen el reverdecimiento sistemático de una serie de áreas de captación en China y programas de cuencas en diferentes estados de la India. Algunas de estas prácticas de gestión de reservas de agua a gran escala reciben respaldo externo, mientras que otras están básicamente a cargo de iniciativas de agricultores, como el movimiento de recarga en Saurahstra en Gujarat (India) y la regeneración controlada de la vegetación natural en Níger y Mali: todos los casos abarcan más de 1 000 000 de hectáreas13. En el capítulo 2, se presentó una descripción general de las técnicas de 3R. La combinación de técnicas que se puede aplicar satisfactoriamente en cada área depende de la preferencia local, de la fuente de agua y de otras condiciones puntuales del lugar (clima, topografía, suelos, geología, uso de las tierras), aunque también del fin específico de la reserva de agua y de la escala de uso (Tablas 3 y 4). Todas estas medidas contribuyen, cada una a su manera, a incrementar la capacidad de retención de agua de un paisaje. Si estas técnicas se intensifican y/o se combinan, sus beneficios logran niveles contundentes. La intensificación puede apoyarse en una planificación sistemática dentro de un paisaje o una subcuenca, probando un rango de tecnologías que proporcionen el mejor valor para el dinero invertido. En relación con los casos descritos en el capítulo 5, es posible aplicar esto de diferentes modos (Figura 11):

12 Es importante trabajar y gestionar en especial la interacción hidrológica en un paisaje, es decir, el vínculo entre el cauce de superficie y el agua subterránea, la conservación de la humedad del suelo a gran escala y la gestión de escorrentías en drenajes locales. 13 Véase: Shah, T. 2000. Movilización de la energía social contra el desafío ambiental: guía para comprender el movimiento de recarga de aguas subterráneas en la India Occidental. Foro de Recursos Naturales 24: 197–209; Zhu Qianag, Li Yuanhong, John Gould (2012) Every last drop: rainwater harvesting and sustainable technologies in rural China (Hasta la última gota cuenta: recogida de agua de lluvia y tecnologías sostenibles en la China rural). Londres: Practical Action Publishing y Reij, C., G. Tappan, y M. Smale. 2009. Transformación agroambiental en el Sahel: Otro tipo de “Revolución Ecológica”. Publicación de debate del Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias (International Food Policy Research Institute, IFPRI). Washington, D.C.: Instituto Internacional de Investigaciones sobre Políticas Alimentarias.

28

Tabla 3. Soluciones de 3R: parámetros físicos Fuente de recarga

S

N

S

S/N

X X X

X

X X

S S

Otro

N

Caudal del cauce

S

Escorrentía superficial

S

Lluvia

Capa de suelo de cobertura

S

Construcciones

Acuífero

(S: debe estar presente; N debe estar ausente)

Río/curso de agua

A. Almacenamiento 1. Reducción de escorrentías: lecho de aguas del río subterráneas 2. Infiltración en la superficie terrestre 3. Infiltración directa del acuífero B. Almacenamiento 1. Reducción de escorrentía de la humedad del 2. Infiltración en la superficie suelo terrestre 3. Reducción de la evaporación C. Almacenamiento 1. Intercepción del agua de lluvia en tanque cerrado 2. Recogida de la humedad de bruma D. Almacenamiento 1. En el lecho del río abierto de agua 2. Fuera del lecho del río

Requisitos

Pendiente

Método de reten- Método de recarga ción

N

X

X X S

S

S

X X

S S

X X

X

Tabla 4. Soluciones de 3R: uso y escala

x

x

x

x

x

x x

x x

x x x

x

x x x

x

x x x x

29

x x

x x

x x

Urbano/regional

x

Otro

x

Ganadería

x

Pueblo pequeño

D. Almacenamiento abierto de agua

Poblado/ Cooperativa

C. Almacenamiento en tanque cerrado

Comunidad de hogares

B. Almacenamiento de la humedad del suelo

1. Reducción de escorrentías: lecho del río 2. Infiltración en la superficie terrestre 3. Infiltración directa del acuífero 1. Reducción de escorrentía 2. Infiltración en la superficie terrestre 3. Reducción de la evaporación 1. Intercepción del agua de lluvia 2. Recogida de la humedad de bruma 1. En el lecho del río 2. Fuera del lecho del río

Escalamiento

Agricultura

A. Almacenamiento de aguas subterráneas

Uso primario

Consumo

Retention method Recharge method

x

x

x x

x x

x

Figura 11. Varias maneras de alcanzar el equilibrio.

••

La replicación de un esquema individual. Esto puede resultar provechoso en aquellas áreas donde se aplica masivamente una técnica puntualmente útil. Entre los ejemplos de este caso podemos citar la estratificación de represas de arena en el lecho de río (Caso 5.1), una vasta dispersión de esquemas de inyección en aguas subterráneas superficiales en planicies costeras (Caso 5.5), o una proliferación de sistemas de recogida de agua de lluvia en los tejados (Caso 5.14)

••

Una variedad de aplicaciones de 3R en un área (las cuales se seleccionan, planifican y diseñan como paquete). Esto resulta muy prometedor en aquellas áreas donde el agua sirve múltiples usos o a múltiples usuarios y prevalece una variedad de características físicas, o bien donde la protección de los recursos hídricos y su desarrollo se consideran un objetivo unificado. Entre los ejemplos se encuentran la modernización de la antigua técnica de recogida de aguas subterráneas, los sistemas de kareze, en Pakistán (Caso 5.3) o las actividades en la cuenca hídrica en la India (Caro 5.8) y en Tigray (Caso 5.11).

••

La gestión unificada de la totalidad del paisaje con una o dos grandes intervenciones que generen un impacto mayúsculo: por ejemplo, una prohibición estricta de la explotación minera de arena y grava en un río como medio para garantizar que siga desempeñando sus funciones de almacenamiento de agua de inundaciones y recarga de aguas subterráneas.

3.2 Trabajo sistemático Existen varias maneras de promover e introducir prácticas de reserva de agua a escala. A veces, las iniciativas se contagian espontáneamente. Así fue el caso, por ejemplo, del movimiento de recarga de Gujarat (véase el Cuadro 8); y lo mismo sucedió con el reverdecimiento mediante regeneración controlada en Níger y en Burkina Faso14. Asimismo, podría ser iniciativa del gobierno local (como sucede en Etiopía), de agrupaciones de usuarios de recursos terrestres e hídricos (como las asociaciones de usuarios de recursos hídricos en Kenia) o de programas especiales (tales como los

14 Véase también van Steenbergen et al. (2011), Transformando paisajes, transformando vidas. Roma: Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA).

30

Cuadro 8: Movimiento de recarga autofinanciado en Saurashtra, en Gujarat (India) En muchos casos, la recarga, retención y reutilización pueden ser prácticas autofinanciadas, tal como demuestran varios movimientos de reverdecimiento como el movimiento de recarga de Saurashtra, en Gujarat. En 1978, un líder religioso carismático llamado Pandurang Shastri Athawale dio un discurso en la inauguración de un bosque de propiedad común donde afirmó: “Si saciamos la sed de nuestra Madre Tierra, ella saciará la nuestra…” Después de tres años de sequía, entre 1985 y 1987, los agricultores tuvieron la rotunda certeza de qué significaba esta máxima. Varias organizaciones de la sociedad civil ya habían fomentado antes la recogida de agua, y las técnicas no eran desconocidas para nadie. Pandurang Athawale instó a sus seguidores a adoptar estas técnicas a gran escala. Si bien antes las prácticas de recarga y retención de agua se aplicaban esporádicamente, se logró ponerlas en marcha a escala del poblado, con una gran cantidad de gente participando, sentando un claro precedente del enorme impacto en términos de estabilidad y aumento de los niveles de aguas subterráneas en varios poblados. El éxito trajo más éxitos y las actividades se consolidaron en un movimiento de agricultores que construyeron alrededor de 100 000 estructuras de recarga en unos cuantos años. Al haber invertido tanto en sistemas de recarga de aguas subterráneas, los usuarios de aguas de muchas áreas aplicaron restricciones sobre el desarrollo de nuevos pozos.

programas de las cuencas hídricas en el sur de la India), que apuntan a incorporar nuevas técnicas, afianzar la capacidad, organizar la planificación local y respaldar parte de las inversiones. El proceso de implantación puede disponerse como una actividad escalonada (Figura 14), lo cual permite ajustar las necesidades de 3R a las áreas donde la prioridad para hacer que la inversión sea más exitosa es sólida. Un buen punto de partida radica en comprender lo que ya está funcionando y entender los procesos de recarga natural y almacenamiento. Además, en muchas áreas ya hay buenas prácticas en marcha, que pueden ser fortalecidas y expandidas. La planificación puede comenzar con una revisión rápida de un área más vasta y con la observación de lo que ya existe y lo que no, y de lo que ya funciona correctamente y de aquello que no. La revisión rápida podría contemplar un mapeo sistemático del área con el fin de delimitar dónde se requieren las reservas de agua y quiénes las necesitan, además de relevar las condiciones físicas locales. Se dispone de varios conjuntos de datos globales generales que pueden ser de ayuda: densidad poblacional, uso de las tierras, precipitaciones/aridez, tipos de suelos y topografía. Estos pueden facilitar la selección de áreas específicas (subcuencas) y poner de manifiesto las necesidades básicas que han de atenderse (Fase 1). En la siguiente fase, es posible centrarse en las áreas con un mayor alcance y más potencial, valiéndose de la información secundaria que esté disponible (suele existir un universo de información que no se utiliza) y las visitas sobre el terreno. Esto debe sentar las bases para debates minuciosos con las partes interesadas locales y regionales sobre cómo se ha de mejorar la reserva de agua. Para estimular y abrir el debate, existen muchas herramientas interactivas y metodologías disponibles, que ya han demostrado su eficacia en este tipo de proyectos. Una vez debatidas las opciones, el proceso de planificación se concentra en temas operativos:

31

Ejemplo de un mapa mostrando el potencial 3R para tierras (semi) aridas en el norte de Kenia

Cuadro 9: Materiales visuales Los materiales visuales pueden resultar especialmente ventajosos en la planificación interactiva, como acontece con los mapas o imágenes del área impresas en Panaflex. El material Panaflex es resistente y, a su vez, permite el uso de marcadores al agua, de modo que ofrecen una excelente versatilidad en el proceso de planificación. Otros elementos útiles son las tarjetas didácticas que muestran las diferentes técnicas de 3R, en especial aquellas que aún no estén muy difundidas en el área.

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quién puede hacer qué, qué se puede catalizar y qué se debe financiar. Suele suceder que en la observación de otras áreas radica un enorme potencial de aprendizaje, así como en el intercambio de visitas entre organizaciones locales, ya sean ONG, empresas del sector privado (PyME), instituciones locales y usuarios de la tierra. Esto estimulará la capacidad de aplicación local. Al ahondar en la evaluación de factibilidad en las áreas seleccionadas, se logrará determinar el tipo de intervención que brindará el mayor valor por la inversión y será considerada como la mejor por las partes interesadas, para luego proceder con la definición de etapas propuestas. Antes de poder poner en marcha el proyecto, es necesario tener resuelto su financiamiento (con sus diferentes fases). Este aspecto se desarrolla con mayor detalle en la sección siguiente. En la fase de aplicación, se diseñan, construyen y entregan los esquemas a los usuarios para su operación, mantenimiento y monitoreo. La aplicación comenzará, típicamente, con un proyecto piloto durante el cual se someten a prueba algunos sistemas para evaluar el diseño, la construcción, la operación y el mantenimiento. La fase piloto también generará un abanico de datos necesarios para la fase de aplicación plena. Por último, se materializa un plan de cuenca con la aplicación a plena escala que contempla la planificación a nivel nacional. El Anexo II ofrece un ejemplo del enfoque por fases que se aplicó en un estudio reciente en Nepal. Un proyecto 3R reciente muestra otro ejemplo de aplicación de este enfoque (parte del programa Kenya Arid Lands Disaster Risk Reduction – KALDRR). El mapa mostrado en la figura 12 es uno de los resultados del programa. Para este programa, se realizó una evaluación a nivel regional usando el enfoque 3R combinado con un inventario de Servicios de Aprovechamiento Múltiple (Multiple Use Services (MUS)). Para esto se combinaron bases de datos previamente disponibles con datos de campo. De esta forma se identificaron oportunidades de intervención y se pudo analizar la efectividad de las diferentes tecnologías 3R dentro del paisaje geo-hidrológico. Como resultado se realizó también una recopilación de simples intervenciones con alto potencial para suministrar el agua necesaria para diferentes usos. Toda la información fue resumida en un mapa (figura 12). También se llevó a cabo una evaluación de las necesidades hídricas mediante el uso del marco de Servicios de Aprovechamiento Múltiple o Multiple Use Service (MUS). La comunidad eligió mediante un proceso participativo un conjunto de acciones que armonizaba el potencial de las medidas de almacenamiento de agua con las necesidades y el contexto local. Como resultado, se generó un modelo 3R/MUS para la región. Esta información se puede usar para la planificación de estructuras de almacenamiento de agua de bajo coste en un lugar determinado. Además, estos conocimientos se pueden aplicar al nivel institucional, como por ejemplo el gobierno local.

33

4 Cálculo de los costes y los beneficios de la reserva de agua a escala Este capítulo profundiza y explora el abordaje para calcular el coste y los beneficios de la gestión de las reservas. Pretende valorizar y cuantificar los beneficios inminentes (en el lugar, en el cauce y fuera de él), además de la evaluación de los costes de la resiliencia: la capacidad para superar las sequías y para gestionar los períodos con grandes precipitaciones o inundaciones. Este capítulo se propone como una guía para quienes realizan la planificación económica y financiera, considerando la inversión en la gestión de reservas de manera semejante a la manera de considerar las inversiones en otras estructuras. Esperamos que esto no solo contribuya a crear el caso de negocios sobre la economía de la gestión de reservas, sino que también permita maximizar la rentabilidad de los programas de intervenciones15 y la reflexión de las disposiciones financieras16. Además, es importante no concebirlo meramente en términos de planificación y decisiones de inversión, sino que es necesario también reconocer el respaldo posible mediante las iniciativas locales autofinanciadas de usuarios de las tierras para el reverdecimiento y la conservación de la humedad.

4.1 Principios básicos Para poder juzgar si una inversión o una medida política valen la pena, es necesario cotejar los costes y beneficios de las medidas planificadas y las consecuencias de otras medidas. Se han de tener en cuenta los costes y los beneficios de las medidas en sí mismos y los costes y los beneficios relacionados con el impacto previsto de las medidas y de las mejoras en la resiliencia que estas desencadenan. La Figura 13 incluye una descripción de los costes y beneficios a diferentes escalas.

Costes y beneficios de la aplicación Los costes relacionados con la reserva de agua y las medidas de reverdecimiento se reducen a los costes del desarrollo y los costes de mantenimiento, en los que se incurre durante el sostenimiento

15 Una referencia muy útil, por ejemplo, es la obra de Lasage, R y H. Verburg (a continuación), sobre la evaluación de técnicas de recogida de agua a pequeña escala para entornos semiáridos. Aparecerá en la publicación técnica Agricultural Water Management. 16 En línea con Winpenny, J. , I. Heinz y S. Koo-Oshima (2010), La riqueza de los residuos: la economía del uso del agua residual en agricultura. Informe sobre el Agua n.° 34, Roma: FAO (pág. 47).

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de las medidas de reserva de agua. En el capítulo 2 se consignó el rango de tales costes para las diferentes soluciones de 3R. Los costes se expresan en términos monetarios o en contribuciones de mano de obra. Pero no todo son costes el mero hecho de materializar las obras genera beneficios en sí mismo. Crean empleo y actividad, y esto alimenta directamente la economía. El grado en que los programas de reserva de agua contribuyen con la economía local está supeditado a la naturaleza de las inversiones. Si, en caso de financiamiento externo, la mayor parte se asigna a la mano de obra local, la contribución a la economía local será concluyente. Particularmente, en los casos en que la mano de obra se pague en efectivo (y no en bienes comestibles), esto tiene el potencial de disparar la circulación monetaria local, en especial en las áreas rurales empobrecidas que sufren de descapitalización y de escasez extrema de liquidez. Este efecto multiplicador local no tendrá incidencia si la mayoría de los gastos se realizan en concepto de elementos importados de otros lugares (por ejemplo, las planchas de polietileno para el acolchado plástico o la membrana geotextil para revestimiento de estanques). Si bien las medidas resultan útiles, no contribuyen en la economía local de la misma manera que contribuye el pago de la mano de obra. Es habitual que la provisión de oportunidades de ingresos en programas de red de seguridad se plantee como un argumento a favor de la reserva de agua, aunque también ha constituido una trampa. En algunos casos, las oportunidades de empleo de corto plazo adquirieron más importancia que el resultado de las obras: las intervenciones no se basaron en la planificación local ni en la comprensión de lo que resultara más apropiado. Claramente, en tales contextos, los programas de reserva de agua serán proclives al fracaso. El coste de la medida de 3R se calcula mejor utilizando un abordaje del ciclo de vida. Los abordajes del ciclo de vida no se concentran solo en las inversiones y los esfuerzos iniciales, sino que también contemplan los costes de reemplazos y el mantenimiento.

Costes y beneficios: en el lugar, en el cauce y fuera de él Las medidas en sí, y también sus consecuencias, se pueden expresar en términos de costes y beneficios. Los beneficios son obvios: son el fundamento de tal hazaña. Es posible, no obstante, que se registren efectos negativos, que no pueden soslayarse. Los costes y los beneficios de las reservas de agua se materializan a través de una variedad de tipos de servicios. En el marco desarrollado por La economía de los ecosistemas y la biodiversidad (The Economics of Ecosystems and Biodiversity, TEEB17 ), estos servicios son: el aprovisionamiento de servicios (como humedad en el suelo para la germinación de cultivos o agua potable para consumo humano y animal), servicios normativos (que permiten mantener el microclima, reducir la erosión de los suelos, mantener los sistemas fluviales intactos), servicios de respaldo (por ejemplo, la captación de carbono, el aumento de los niveles de agua subterránea) y servicios culturales (como el bienestar o aplicaciones religiosas). Los costes y beneficios se concretan a diferentes escalas, y esto es importante para vincular el caudal de beneficios con la modalidad de financiamiento, como se verá más adelante. Ciertos costes y beneficios son directos sobre el terreno, mientras que otros atañen al cauce o a la cuenca y, en tercer lugar, también hay beneficios que exceden al cauce. La Figura 14 presenta una descripción general de los diferentes tipos de beneficios.

17 TEEB (2010) The Economics of Ecosystems and Biodiversity: Incorporación de la economía de la naturaleza: Síntesis del abordaje, las conclusiones y las recomendaciones de TEEB.

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Figura 13. Descripción de los costes y beneficios a diferentes escalas.

Los beneficios en el lugar que acarrean muchas de las variadas técnicas de gestión de reservas, en caso de que se ejecuten correctamente, pueden ser trascendentales. Suelen afectar el aprovisionamiento de servicios, además de una mejora de la humedad del suelo o el acceso a agua segura. El aterrazamiento, los terraplenes delimitados, el acolchado y otras técnicas mejoradas para la gestión de campo pueden traer consigo un incremento drástico del rendimientode los cultivos o del ganado. Además, las reservas de agua mejoradas reducen el riesgo del fracaso de los cultivos y permiten la producción de nuevos cultivos con mayor sensibilidad al estrés (como los frutales) o la incursión en nuevas actividades económicas. Aparte de los beneficios en el lugar, que favorecen directamente a los usuarios de las tierras mediante la aplicación de técnicas mejoradas, destacan otros beneficios también. En primer lugar, contamos con los beneficios “en el cauce”, que asisten a las personas y a las organizaciones del resto del paisaje: una sedimentación menos disruptiva, con caudales base más confiables y capas freáticas más elevadas, la prevención de la erosión de los suelos, de la colmatación y la sedimentación de limo, protección ante inundaciones, mejora en los drenajes y las escorrentías, descarga controlada de nutrientes y protección de los emprendimientos piscícolas. Además, existen beneficios para la biodiversidad y la estética relacionados con la cuenca.

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Cuadro 10: Costes del ciclo de vida de los sistemas de recogida de agua de lluvia Los costes del ciclo de vida hacen referencia a los costes durante toda la existencia del activo, “de la cuna a la tumba”. Son relevantes en tanto que ayudan a comparar la aptitud de las diferentes soluciones materiales. Los costes del ciclo de vida de materiales económicos pueden resultar siendo más costosos a largo plazo en comparación con los materiales más costosos, teniendo en cuenta los altos costes de operación y mantenimiento. La fundación RAIN e IRC calcularon que los gastos de capital y operativos de la recogida de agua de lluvia mediante su almacenamiento en represas de arena para abastecimiento de agua es relativamente bajo si se lo equipara a los esquemas de perforaciones o tendido de tuberías. Los gastos operativos anuales se encuadran, tradicionalmente, en un rango de entre el 0 y el 20 % de los costes de construcción. Fuente: Batchelor, C., Fonseca, C. y Smits, S., 2011. Life-cycle costs of rainwater harvesting systems. (Costes del ciclo de vida de los sistemas de recogida de agua de lluvia). (Publicación eventual n. ° 46) [en línea] La Haya, Países Bajos: Centro Internacional del IRC para el Agua y el Saneamiento, WASHCost y RAIN (publicado en octubre de 2011). Disponible en: http:// www.irc.nl/op46.

Los beneficios completos de un paisaje con reservas de agua se relacionan estrechamente con las zonas agroclimáticas en las cuales se emplazan. Los beneficios relacionados con la protección de la cuenca se perciben, por ejemplo, más de 15 veces mayores para los bosques tropicales que para los bosques templados18. Esto se debe a la masiva biodiversidad y producción de biomasa en los paisajes tropicales. Cabe mencionar también el factor económico. Los beneficios se rigen en gran medida por la economía local. Por ello, los beneficios vinculados a la protección de un área de captación cercana a una región metropolitana son mucho más significativos que los vinculados a la protección de un área de captación similar en un entorno rural remoto. A cada uno de los diferentes programas de gestión de reservas se le asignan puntajes dispares en términos de beneficios y perjuicios en los distintos niveles. Esto también se ilustra mediante los diferentes casos que este libro menciona (Capítulo 5, Anexo III). La aplicación de una gran cantidad de estructuras de recogida de agua de lluvia en Nepal, por ejemplo, demuestra un abanico de beneficios en el lugar, pero no logra estabilizar los caudales fluviales ni salvaguardar los caudales ambientales. La aplicación de un programa intensivo de conservación de humedad en los suelos, como el de Tigray en Etiopía, materializa muchos tipos de beneficios: mejora (y supera más del doble) la producción de alimentos, reduce las inundaciones y la sedimentación aguas abajo y estabiliza el microclima. También contribuye con la resiliencia (la capacidad para superar un año atípico), lo cual no es viable con un programa de recogida de agua de lluvia en los tejados.

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Figure 14. Los beneficios más importantes de la gestión de las reservas y modalidades de financiamientos

Costes y beneficios: la resiliencia Los sistemas de reserva mejorada en los paisajes ofrecen una mayor resiliencia: la recarga de agua subterránea y la creación de almacenamientos facilita la recuperación ante un año con condiciones atípicas, ya sea por un exceso de precipitaciones, por sequías o por temperaturas inusitadas. Los costes de la falta de resiliencia se miden mejor en relación con los riesgos y los impactos de las sequías. La Tabla 5 presenta un muestreo de las devastadoras sequías que asolaron Kenia en el 2000. Tal como se describe en el capítulo 2, las diferentes técnicas de 3R manifiestan impactos dispares en la resiliencia: algunas técnicas favorecen un almacenamiento meramente estacional y de corto plazo (cisternas, sistemas para los tejados), mientras que en otros casos el almacenamiento prevé durar varios años.

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Los acuíferos superficiales 18. Ltienen dos funciones generales. La primera es el almacenamiento de una reserva o existencia de agua. El agua subterránea almacenada en un acuífero ofrece una reserva de agua con determinadas dimensiones de cantidad y calidad, que puede utilizarse directamente para generar servicios, tales como el abastecimiento de agua potable, irrigación, agua para consumo en ganadería y producción de alimentos. La segunda función consiste en las descargas en aguas superficiales (cauces, lagos y humedales), dada la mayor previsibilidad de los servicios generados mediante aguas superficiales y ecosistemas de humedale19. En la terminología del equipo de TEEB (The Economics of Ecosystems and Biodiversity)20, la gestión de las aguas incrementa la existencia de capital natural, es decir, tiene la capacidad de brindar servicios incluso en tiempos de variabilidad. Existe todo un universo de valores que se acumulan para formar el valor total de un paisaje, como por ejemplo: ••

el valor de uso directo (es decir, la mayor producción agrícola o industrial);

••

el valor de uso indirecto (es decir, la mejora en el almacenamiento de carbono);

••

el valor de opción (valor de la conservación de un bien o servicio para poder disponer de él en el futuro), o

••

los valores ajenos al uso, como el valor de legado (valor de la conservación de un bien o servicio [como un bosque tropical] aunque la población no lo explote, ni tenga intenciones de hacerlo).

El motivo puede tener tres sentidos: (i) el deseo de que las siguientes generaciones puedan usarlo, (ii) la existencia de valor (el valor que tiene un bien o servicio porque las personas simplemente desean que exista) y (iii) el valor de conversión de las tierras (el valor de sus usos alternativos)21. El factor de resiliencia añade previsibilidad a estos valores y reduce el impacto de las pérdidas de estos diferentes valores ante un año anormal. Para obtener estos valores, se utilizan varias técnicas de asignación de valor, como la valuación basada en la función productiva, un análisis de costes de los viajes o técnicas de valuación de contingencia. Nuevamente, estos beneficios son los costes. Estos costes son generalmente más fáciles de obtener. Se relacionan con los costes de inversión, de operación y de mantenimiento de las medidas tomadas, y con los costes de financiamiento. También hay costes menos evidentes, como son los costes ambientales, los costes de oportunidad del agua y los costes de la producción sacrificada.

4.2

Tiempo y escala

Para poder evaluar correctamente si esta actividad o programa vale el esfuerzo, es necesario

18 Bergstrom, J.C., K.J. Boyle, C. Job, et M.J. Kealy. (1996) « Assessing the Economic Benefits of Ground Water for Environmental Policy Decisions » (Évaluer les avantages économiques des eaux souterraines pour les mesures prises dans le domaine de l’environnement). Bulletin consacré au problème de l’eau, 32, 279-291 19 Claro está que lo contrario también puede ser verdadero: la descarga de aguas superficiales en las aguas subterráneas. 20 Véase también PNUMA (2010), Incorporación de la economía de la naturaleza. Nairobi. 21 El valor de los ecosistemas forestales, Secretaría del Convenio sobre diversidad biológica, noviembre de 2001.

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someter a consideración cada uno de los costes y los beneficios, inclusive los económicos. Esto implica, asimismo, que el período durante el cual se considera el proyecto/la actividad/la inversión ha de ser lo suficientemente extenso como para permitir la materialización de todos los efectos. En muchos casos, se evidencia una brecha entre las inversiones y los beneficios. Por lo general, los costes se concentran en el inicio del proyecto, mientras que los beneficios aparecen más tarde. Se han de evaluar los valores a futuro en un punto en el tiempo cuando se hayan logrado consolidar todos los beneficios. En relación con tales inversiones (t 1), los beneficios (especialmente los indirectos, sociales, intangibles, etc.) se materializarán más tarde (tal vez en t 15). Si se los descuenta, se reducirá la evaluación de la totalidad de sus beneficios22. Por ende, para poder comprar estos costes y beneficios, se aplica una tasa de descuento con el fin de determinar con precisión el valor actual de los costes y beneficios a futuro. El nivel de esta tasa de descuento tiene mucha relevancia. Cuanto mayor sea la tasa, menor será el valor actual de los efectos a futuro. Por ejemplo, si se considera una tasa de descuento del 6 %, el coste de la degradación ambiental que se producirá en 50 años rondará el 5%23, apenas de la misma cantidad de pérdidas actuales. No existe una regla simple para seleccionar la tasa adecuada. Por regla general, para los proyectos comerciales se toma el coste promedio ponderado del capital, que corresponde a los costes promedio de los proyectos de financiamiento. En el caso de proyectos gubernamentales, normalmente se considera la tasa de interés de los bonos del Gobierno como la tasa de descuento, aunque esto pueda no guardar ninguna relación con el grado de solidez de la inversión en la reserva de agua, sino más bien con los niveles de confianza de los mercados en el gobierno inversor. Para poder ponderar correctamente los bienes naturales/ecológicos y ponderar adecuadamente los efectos ambientales o las inversiones a futuro, se ofrece un caso sólido para el uso de tasas bajas de descuento, en el orden del 1 al 3 %. Además, tal como se plantea en el capítulo 3, la escala también tiene su relevancia. Algunas medidas de 3R tienen un cariz de menor escala, como es el caso de los tanques de depósito o los sistemas de recogida de agua de lluvia en los tejados, que son, básicamente, medidas que se toman para un número limitado de hogares. Para poder aprovechar los beneficios de la gestión de la reserva de agua, las medidas han de ser de determinada escala. Tal ha sido la experiencia en Níger y en Burkina Faso (reverdecimiento), en Tigray, Etiopía (conservación de aguas y suelos) y en China (acolchado con plástico). El trabajo a escala reduce los costes: nuevas cadenas de suministro, amplitud de conocimiento y habilidades y cambios generales en los sistemas económicos. El trabajo a escala también afecta los beneficios: microclimas que cambian significativamente, procesos de sedimentación y preservación de los niveles de agua subterránea. Lograr el equilibrio es de fundamental importancia para lograr los beneficios aguas abajo y fuera del cauce, tales como la mejora de los caudales base y la accesibilidad de las capas freáticas, el incremento en la captación de carbono y la proliferación de la biodiversidad. En general, los paisajes mejorados integrados son menos vulnerables al cambio climático y a las catástrofes naturales. Como las prácticas exitosas de gestión de aguas y tierras logran importantes efectos, dejan de ser innovaciones y excepciones para convertirse en la rutina y la norma. En este aspecto, se llega a un punto de inflexión. Si bien es

22 La “preferencia de tiempo” indica el valor descontado que se les asigna a los beneficios a futuro sobre la base de la experiencia y comparación con programas similares. Algunos beneficios se devengarán rápidamente, y otros pueden requerir de un período más extenso. 23 Fórmula utilizada para el cálculo de la depreciación: v = p (1-r)n; donde v: valor a futuro, p: presente, d: tasa de descuento, n: cantidad de años.

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difícil determinar la escala exacta de medidas necesarias para alcanzar este efecto de “punto de inflexión”24. es posible evaluar la amplitud en la cual los efectos de la escala empiezan a evidenciarse, cuya evaluación debe tenerse en cuenta al analizar los costes y los beneficios.

4.3

Análisis de riesgo

Al evaluar los beneficios, es necesario asumir los riesgos que conlleva la materialización de los beneficios. En especial, aquellos beneficios que se acumulan en un largo plazo pueden estar sujetos a tales riesgos. La gestión activa de riesgos implica la identificación de los riesgos con bastante antelación, siempre que sea posible, considerando las salvaguardas necesarias para minimizar su incidencia. Un instrumento frecuente es el análisis de sensibilidad. Según este método, se evalúa el posible impacto de los riesgos sobre el caso de base (la situación más probable) y se recalcula la relación de coste/beneficio teniendo en cuenta diferentes presunciones y escenarios. Para las principales categorías de beneficios, como se describen en el punto 4.1, es posible realizar una evaluación para determinar los beneficios generales en el caso base. Lo mismo rige para los costes del ciclo de vida de largo plazo que pueden quedar sujetos, por ejemplo, a la variación de precios. Cabe destacar que los riesgos pueden manifestarse de cualquiera de estas maneras: incluso es posible que haya factores que aumenten los beneficios que se sobrevaluaron en el caso base. Los riesgos importantes a la hora de evaluar los costes y los beneficios de la gestión de reservas de agua se presentan en el Cuadro 11.

4.4

Costes y beneficios económicos y financieros

La manera más común de cotejar medidas o inversiones, con sus consecuencias, es mediante el análisis de coste/beneficio (ACB), que prevé que tanto costes como beneficios se expresen en términos de un denominador común: el dinero. Cuando se calcula que los beneficios totales superan los costes totales de una medida o inversión, se la considera valiosa25. Por consiguiente, es necesario distinguir entre costes y beneficios financieros y costes y beneficios económicos. Los costes y beneficios financieros son aquellos que materializan consecuencias en los retornos financieros. Incluyen un mayor rendimiento agrícola, una mejora en la calidad de los cultivos, con el correspondiente aumento de precio en el mercado, o un excedente de madera y leña. Los costes y beneficios económicos se relacionan con la sociedad en conjunto. Podrían relacionarse con la producción agrícola, aunque también abarcan los beneficios que no se relacionan directamente con una organización de financiamiento, como mejoras en las condiciones de salud

24 Por ejemplo, en lo que respecta al suministro de agua y saneamiento, existen pruebas que demuestran que existe algún tipo de relación de curva en s entre las inversiones en mayor cobertura y los aumentos de beneficios en términos de ahorros de costes de salud y tiempo necesario para ir a buscar agua, con un umbral de certidumbre después del cual los altos niveles de inversiones adicionales bajas acarrean aumentos relativamente grandes en los beneficios y el punto de saturación después del cual se necesitan niveles relativamente altos de inversión para niveles relativamente bajos de mejora. 25 Esto constituye una simplificación, puesto que también dependerá de la existencia de opciones alternativas en las que invertir. Si existen oportunidades que acarreen retornos mayores, atraerán más inversiones.

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Cuadro 11: Riesgos importantes al evaluar los costes y beneficios de la gestión de reservas de agua Beneficios en el lugar •• La posibilidad de participar en prácticas de horticultura podría resultar particularmente afectada por la variación de los precios de los productos básicos. La horticultura es, generalmente, una práctica de gran valor, aunque más susceptible a las fluctuaciones de precios. •• Los beneficios en el lugar también dependen de una evaluación de los beneficios reales de las intervenciones, y del efecto de la escala. Los datos numéricos sobre este aspecto son limitados: en especial dada la amplia variedad de áreas donde se aplica la gestión de reservas. Beneficios en el cauce ••

Los beneficios como la mitigación de inundaciones están supeditados a la probabilidad de incidencia de inundaciones y de otras medidas para reducir el impacto de las inundaciones. También dependen de una evaluación de los impactos beneficios o destructivos de las inundaciones aguas abajo. Es posible utilizar la inundación de la cuenca baja (siempre que esté bien controlada) para respaldar la agricultura, favorecer la colmatación de la cubierta del suelo y recargar las capas freáticas aguas abajo.

Beneficios fuera del cauce ••

Estos beneficios están sujetos al valor consignado a factores tales como la mitigación del cambio climático. El precio de los créditos de carbono pueden servir como representación, aunque estos precios en sí vienen reflejando el funcionamiento del mecanismo de comercio y no tanto un valor intrínseco. Asimismo, el efecto de las emisiones de metano no ha sido sometido al mismo análisis de rigor que las emisiones de dióxido de carbono, aunque su efecto sobre el cambio climático puede ser más sustancial que lo que se anticipaba. La gestión de la humedad del suelo y de las reservas de agua tiene un efecto contundente sobre las emisiones de metano.

Resiliencia •• La probabilidad de incidencia de años atípicos y el efecto del cambio climático sobre esto constituyen una cuestión de predicciones informadas y comprenden un elemento de riesgo. •• Los riesgos suelen emanar como efectos del cambio climático o de eventos meteorológicos inusuales, sobre los cuales los datos numéricos disponibles son precarios. Los efectos de un acontecimiento meteorológico inusual pueden, por qué no, ser positivos: por ejemplo, la alta frecuencia de precipitaciones profusas puede desencadenar más infiltración que un nivel moderado de precipitaciones, dependiendo de la condición del suelo y de la hidrogeología superficial del área. Muchos de estos riesgos son subjetivos, y prevalece un factor de juicio en su evaluación. Si bien las percepciones de riesgo pueden variar según el experto que las postula, lo que es innegociable es formular las presunciones lo más explícitamente que sea posible de manera que queden abiertas a debate. También es importante seguir recabando y compartiendo datos sobre los diferentes riesgos. En general, parece que tanto la información de los costes como la de los beneficios está disponible, pero dispersa.

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para la población o en el medioambiente. Estos efectos económicos han de ser traducidos a un valor para poder valorizar los efectos en términos monetarios26. Cabe mencionar que las actividades de reserva de agua no solo están económicamente justificadas, sino que también son financieramente viables. Esto lleva el análisis a un plano más profundo, que prevé la consideración de los intereses de diferentes grupos de partes interesadas. Para evaluar si la gestión de reservas de agua irá viento en popa, es necesario sopesar los costes y los beneficios del estado financiero de las partes interesadas clave: agricultores, organismo gubernamental, inversores, usuarios cuenca abajo, público en general, incluyendo una identificación de quienes tienen más por ganar y quienes tienen más por perder, con estimaciones de qué ganarían y qué perderían. La evaluación debe incluir una estimación de las implicancias financieras del proyecto para el capital público y los presupuestos recurrentes. Esta parte del análisis sienta las bases para comprender las motivaciones de las partes interesadas clave (en especial, de los agricultores) que las llevan a respaldar, o resistirse, a la aplicación del proyecto, además de evaluar en qué áreas se erogarían mejor los recursos públicos, del Gobierno, de fuentes internacionales o para esquemas de crédito. Todo esto nos lleva a pensar en cómo han de utilizarse los instrumentos financieros y las transferencias para generar las condiciones necesarias para lograr que las inversiones de 3R sean aceptables para todas las partes, y cómo se han de establecer las motivaciones correctas. Los casos del capítulo 5 también describen las modalidades de financiamiento que se pueden implantar. En varios casos, el uso de las tierras y el agua en un lugar afecta la disponibilidad, la sedimentación y el clima local de otras partes en el mismo paisaje. Los beneficios de la “cuenca bajo” y “fuera del cauce” pueden ser localizados o diseminados en todo el paisaje. La pregunta es, entonces, cómo pagan los beneficiarios remotos por estos servicios. Para abordar esta cuestión, se desarrolló el concepto de pago por servicios ambientales (PSA) y, más específicamente para el caso de la gestión de paisajes, el concepto de pago por servicios de la cuenca (PSC). En el caso de los PSC, los usuarios de la tierra reciben una compensación financiera por los servicios ambientales que prestan, de preferencia por parte de aquellos que son beneficiarios de dichos servicios. No obstante, estos sistemas aún no se afianzan (Porras et al., 2008) de manera significativa27. Se alega una variedad de explicaciones: la complejidad de las transacciones, la dificultad para cuantificar y monetarizar los beneficios y, a veces, la mera ausencia de una parte remota que tenga capacidad de pago28. Por consiguiente, suele resultar mucho más prometedor construir un caso de negocio mediante el fortalecimiento de los beneficios directos y en el lugar que las medidas de 3R pueden producir y que también nutren un panorama más amplio de reservas más estables. Existen muchos ejemplos de gestiones de reservas autofinanciadas por los usuarios de las tierras: ya sea en forma de trabajo fuera de temporada o mediante inversiones locales, a veces en convenios de coparticipación con partes que pueden aportar capital de corto plazo. Suele suceder que esto demanda el apoyo de nuevos acuerdos de gobernanza y financiamiento. Un ejemplo es una entidad bancaria al este de

26 En el cálculo del coste económico, por ejemplo, se realiza un esfuerzo por expresar los costes reales, es decir, sin impuestos ni subsidios. 27 Porras, I., Grieg-Gan, M. y Neves, N. 2008. All that glitters: a review of payments for watershed services in developing countries. Londres: Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (International Institute for Environment and Development, IIED). 28 van Steenbergen, F., L. Knoop y A. Tuinhof (2011), Transformando paisajes, transformando vidas: el negocio de la gestión sostenible de las reservas de agua.

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Uganda. Un banco otorga a los propietarios de tierras créditos para plantar y mantener los árboles en sus tierras. Tras diez años, una vez que los árboles crecen, los retornos que los árboles generan se comparten entre el propietario de la tierra y el banco. En esta situación, la seguridad de la tenencia es excluyente. En muchas partes del mundo, se prohíbe el uso comercial de pequeños bosques o no se concede la seguridad de la tenencia de las tierras. Esto impide que la gente invierta en sus propias reservas de agua. La Figura 18 correlaciona los diferentes tipos de beneficios con las modalidades de financiamientos posibles. Existe un enorme potencial de aprendizajes de las buenas prácticas de distintas partes del mundo para, desde allí, innovar. Al igual que sucede con la aplicación de tecnologías de 3R, hay muchos logros mayúsculos que se hacen posibles también para el financiamiento de la gestión de reservas de agua.

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5 Casos En este capítulo se ilustran los métodos de 3R que se describen en los capítulos precedentes, con muchos ejemplos prácticos. Reunimos catorce casos de todo el planeta que demuestran algunos de los métodos más importantes. Cada caso postula una introducción a las técnicas aplicadas y describe su aplicación, junto con una indicación de los costes y los beneficios y del mecanismo de financiamiento utilizado. Se mencionan ejemplos de técnicas en las cuatro categorías (almacenamiento de aguas subterráneas, almacenamiento de humedad en los suelos, almacenamiento en tanques cerrados y almacenamiento en depósitos abiertos) (véase la Tabla 5). Los primeros dos ejemplos (Casos 5.1 y 5.2) demuestran cómo se pueden recargar los acuíferos mediante la aplicación de represas, que pueden servir para incrementar los niveles de agua almacenada en el acuífero (como es el caso de las represas de arena), o bien para elevar la capa freática en las áreas aledañas a la represa. Después de eso, dos casos (el 5.3 y el 5.4) demuestran de qué manera se pueden aplicar los métodos tradicionales y modernos para utilizar el agua subterránea para satisfacer la demanda hídrica de manera eficaz y sostenible. Los diferentes métodos de recarga de acuíferos con agua dulce (o de prevención de filtración de agua dulce del suelo) posibilitan la creación de burbujas de agua dulce en un entorno salobre. Es posible utilizarla como agua potable o para aplicación agrícola, tal como se muestra en los ejemplos de Bangladesh, Paraguay y los Países Bajos (Casos 5.5 al 5.7). Los siguientes cuatro casos (del 5.8 al 5.11) abordan la técnica de incremento de humedad en el suelo mediante infiltración de superficie (que suele acarrear un aumento de la recarga de capas freáticas por carácter transitivo). Esto incluye las técnicas de taponamiento de cárcavas, embalses con distribución de agua y acolchado plástico, y una combinación de tales técnicas en un proyecto de conservación de aguas y suelos a gran escala. Los últimos tres casos (del 5.12 al 5.14) evidencian la práctica del almacenamiento de agua en estanques abiertos y tanques cerrados, ya sea para riego o para consumo. El Anexo III contiene una comparación abreviada de los casos desde el punto de vista de los diferentes costes y beneficios.



Tabla 5.Descripción general de los casos en este libro, donde la última columna se refiere al tipo de técnica; A expresa el almacenamiento de aguas subterráneas, B representa el almacenamiento de humedad en los suelos, C se refiere al almacenamiento en tanques cerrados y D corresponde al almacenamiento en depósitos abiertos (véase la figura 3) y las cifras denotan las subcategorías (véase la tabla 4)

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Título

País

Descripción

Categoría

Recarga de aguas subterráneas mediante la aplicación de represas 1

Represas de arena para almacenamiento

Kitui, Kenia

El impacto de varias represas de arena A1 para almacenamiento dispuestas en cascada en un curso de agua para proporcionar agua potable 2 Represas de contención Pasak Ngam, Restauración de un bosque y sus recursos A1 & D1 en bosques Tailandia hídricos mediante la aplicación de pequeñas represas para retención de escorrentía y recarga Métodos tradicionales y modernos para utilizar el agua subterránea con mayor eficacia 3

Karezes mejorados

Qila Iskan Khan, Pakistán

Modernización de la antigua tecnología de los karezes para estabilizar el suministro de agua subterránea 4 Incremento del volumen Áreas del centro La recarga de acuíferos mediante la de agua mediante de Namibia inyección en pozos para garantizar el suministro de agua a la ciudad de recarga administrada de acuíferos Windhoek Almacenamiento de agua dulce subterránea en acuíferos salados

A3

A3

5

Creación de burbujas Bangladesh Inyección de agua dulce por gravedad en A3 de agua dulce en aguas acuíferos superficiales para agua potable subterráneas salobres Infiltración desde depresiones para A2 6 Almacenamiento de agua Chaco, dulce en áreas con aguas Paraguay almacenar agua dulce en acuíferos salinos subterráneas salinas para consumo (Tajamares) 7 Conservación del agua Países Bajos Retención de agua dulce en los suelos A1 potable con drenaje mediante drenajes controlados controlado Incremento de la humedad del suelo y las capas freáticas desde arriba 8

Recarga y fertilidad del suelo con tapones de cárcavas y terraplenes 9 Verdeo de paisajes semiáridos, embalses con distribución de agua 10 Acolchados con plásticos biodegradables

Terai, India

Uso integrado de diferentes métodos para B1 & A1 reducir la escorrentía y la erosión

Región del Sahel

Verdeo de paisajes semiáridos con represas que distribuyen la escorrentía y aumentan la infiltración China, India y El creciente negocio de los acolchados Estados Unidos utilizados para conservar la humedad del suelo y reducir la evapotranspiración 11 Conservación de aguas y Tigray, Etiopía Variedad de medidas para conservación suelos a escala de y recogida de agua con el fin de reverdecer Tigray Almacenamiento de agua en estanques abiertos y tanques cerrados

B2 & A2

12 Tanques para recogida de Amhara, agua en superficie Etiopía

D2

13 Reservas de aguas de vertiente y del altiplano

Andes, Perú

14 Recogida en los tejados y usos múltiples del agua

Nepal

Recogida de agua superficial y almacenamiento en depósitos cubiertos para agua utilizada para irrigación Reducción del impacto de los glaciares en deshielo mediante almacenamientos abiertos para recarga natural e irrigación Recogida de agua de lluvia para suministro doméstico

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B3

A1, A2, B1, B2 & D1

D2

C1 & D2

5.1 Represas de arena para almacenamiento Kitui, Kenya

A1

En el libro anterior sobre 3R, “Gestión de las reservas de agua subterránea”, se presentó el caso de represas de arena implementadas en el valle de Kitui, en Kenia. Aquí desarrollamos el caso con un análisis de coste/beneficio (ACB) que se realizó en el estudio “Economic Valuation of Water Buffering” (Valoración económica de las reservas de agua) de A. Tuinhof, et al. (2011). El análisis se basa en entrevistas y en un análisis socioeconómico de la situación en una comunidad con y sin represas de arena, antes y después de su construcción. Los resultados del ACB se resumen en la sección sobre costes y beneficios.

Tecnología Las represas de arena para almacenamiento consisten en una represa relativamente pequeña construida sobre el lecho y dentro del cauce de un río estacional. La arena que se acumula detrás de la represa es transportada por el río durante la estación seca. Como resultado, se crea una capa arenosa en el lecho del río que, con cada temporada de crecidas, aumenta, hasta que nivela el borde de la represa (Figura 16). Esta capa arenosa obra como un acuífero que se recarga con el agua que corre por el río, dentro del cual queda retenida el agua que servirá para el abastecimiento durante la estación seca. La construcción de las represas de arena para almacenamiento desencadena la conservación de mayores volúmenes de agua en el lecho del río. Esto garantiza una mayor disponibilidad y mejor calidad del agua que, por lo general, alcanza para cubrir la estación seca. Una importante ventaja de las represas de arena, en comparación con las represas abiertas, es que el almacenamiento de agua en los acuíferos recién formados hace que el agua sea menos susceptible a la contaminación y a las enfermedades. Asimismo, el almacenamiento de agua en el suelo reduce significativamente las pérdidas por evaporación.

Figura 15. Represa de arena para el almacenamiento; b) Recorrido para buscar agua en Kitui (Foto: Acacia Water). 48

Figura 16. Lecho del río durante la estación seca sin (a) y con (b) una represa de arena para el almacenamiento. El área detrás de la represa se llena de arena y agua durante la estación húmeda. Es posible captar el agua del nuevo acuífero mediante el uso de pozos. En el Distrito de Kitui, las represas de arena para almacenamiento se han implementado a gran escala y, con frecuencia, en cascada. La aplicación en cascada ofrece algunos beneficios hidrológicos. Ayuda a reducir la pérdida de agua por filtración, ya que la represa cuenca abajo retendrá el agua que se vaya filtrando de las represas cuenca arriba. Además, los niveles de capas freáticas se elevan más extensivamente en el caso de represas construidas en cascadas, si se los compara con los niveles de una represa independiente. Esto garantiza la disponibilidad de agua mejorada y la regeneración más vasta de vegetación en un área extendida. Un efecto positivo indirecto y añadido de la aplicación de represas de arena para almacenamiento u otras técnicas de recogida de agua a gran escala es que permiten que las comunidades se reúnan y compartan experiencias y saberes, promoviendo así la participación comunitaria.

¿Dónde se aplica? En el distrito de Kitui, situado 150 km al este de Nairobi, se han construido 750 represas de arena. Se trata de un área semiárida con dos estaciones húmedas al año. Las precipitaciones son altamente erráticas y suelen caer distribuidas en unas pocas tormentas intensas. La mayoría de los ríos del área son estacionales y tienen caudal solo en las temporadas húmedas. Antes de la construcción de las represas, la distancia que los lugareños recorrían para conseguir agua se ampliaba cada vez más ante la prolongación de las temporadas secas. Las represas de arena para almacenamiento están construidas en los lechos de los ríos. Para determinar si el lecho de un río es apto para la construcción, se han de verificar las siguientes características: ••

el lecho del río debe tener un ancho aproximado de 20 metros y contener arena gruesa;

••

l as orillas del río deben ser escarpadas a ambos lados y tener una altura de aproximadamente 1 m a 1,5 m;

••

las orillas deben estar formadas principalmente por material arcilloso o afloraciones rocosas;

••

l a presencia de agua subterránea (perforaciones de pala en los lechos de los ríos) unos pocos meses después de que las lluvias han cesado es un buen signo (significa que aguas abajo de esta ubicación se encuentra una barrera natural para el flujo y una capa [semi]impermeable evita las filtraciones a los acuíferos más profundos).

La selección de los sitios es una parte muy importante del proceso de aplicación y se aconseja que se consulte a un experto en la materia.

49

Costes y beneficios Los costes de la construcción de una represa se sitúan dentro del rango de los 8000 a 12 000 dólares. Esta cifra engloba la contribución del 30 al 35 % de la comunidad en forma de mano de obra. Es necesario añadir los costes adicionales de la instalación de 2 a 4 pozos perforados con bombas manuales (un total de 2000 a 3000 dólares). Los costes totales de inversión pueden variar entre 10 000 y 15 000 dólares. Los costes anuales en concepto de mantenimiento y monitoreo se estiman a razón del 10 % de los costes de inversión por año. Una represa de arena para almacenamiento proporciona un almacenamiento de alrededor de 1500 a 2000 m3 durante una temporada lluviosa. Asumiendo que hay dos temporadas lluviosas, la capacidad de almacenamiento total será de unos 4000 m3/año. En promedio, 25 familias, o alrededor de 150 personas, pueden usar una represa. Los beneficios de la represa de arena han sido estudiados sobre la base de los datos de la situación socioeconómica en una comunidad con (Kindu) y sin (Koma) represa de arena, y comparando la situación antes (1995) y después (2005) de la construcción de la represa (Tabla 6). El valor monetario más importante de los beneficios es el aumento en los ingresos, que representa los beneficios atribuibles a la producción agrícola y al incremento en la producción industrial (cestas, ladrillos, carbón). Esto se debe a la mejorade los accesos al agua, a la mayor disponibilidad de tiempo para actividades que no sean ir a buscar agua y, probablemente, a las mejoras de la salud. Para una represa de arena (25 familias), el aumento neto de ingreso familiar fue de 25*125 = 3000 dólares/año. Otros indicadores de vulnerabilidad, como los beneficios sociales y ambientales o la calidad de la naturaleza, no se han tomado en consideración y, por tanto, no se evalúan. No obstante, suponemos cambios significativos en los niveles de educación, en la calidad de la naturaleza, una reducción en el gasto de distribución de alimentos, atención médica, subsidios para recuperación de sequías y efectos positivos indirectos tales como un menor índice de migración y una menor incidencia de consecuencias de la sequía sobre la salud. Sin embargo, resulta complejo asignarle un valor monetario a estos aspectos, y por tanto no se incluyen en el estudio. Incluso sin considerar estos Tabla 6. Resumen de los beneficios de las medidas (Lasage et al., 2008) KSh 1000 = USD 14; 0: sin cambios, +: leve mejora, -: leve deterioro Indicador

Kindu (con represa) Koma (sin represa) 1995

2005

1995

2005

Acceso al agua potable, estación húmeda (en km)

1

1

1

1

Acceso al agua potable, estación seca (en km)

3

1

4

4

Consumo de agua para uso doméstico (l/día)

61

91

136

117

Personas expuestas a la sequía (cant.)

420

0

600

600

Salud

0

+

0

0

Hogares con cultivos irrigados (%)

37

68

38

38

Conservación del agua en prácticas agrícolas (l/día) 220

440

160

110

Producción de ladrillos y cestas (KSh/año)

1500

4500

0

0

Ingresos por hogar (KSh/año)

15 000

24 000

15 000

15 000

Densidad de la vegetación/biodiversidad

0

+

0

0/-

50

beneficios añadidos, el caso de estudio demuestra que las inversiones para la construcción de represas de arena materializan un retorno económico positivo. La retención de agua en una represa de arena cuesta entre 0,6 y 0,8 dólares/m3 en promedio (Tabla 8); y el coste de inversión correlativo por consumidor es de entre 17 y 25 dólares/año. Que la inversión logre pagarse a sí misma dependerá de los beneficios, la tasa de descuento y la vida útil de la represa. En un caso típico, el valor presente neto (que indica la suma neta de beneficios anuales en toda la vida útil de la estructura) es positivo en 6000 dólares después de 15 años, y en 10 000 dólares después de 20 años.

Mecanismos de financiamiento El concepto de represas de arena para almacenamiento ya es conocido desde hace décadas, y existen múltiples ejemplos de represas de arena construidas en varios países, como la India, Zimbabue, Burkina Faso, Etiopía y Kenia. Se trata, mayormente, de iniciativas aisladas en el marco de las cuales solo se han construido un puñado de represas en una comunidad, a cargo de una ONG o de un grupo de agricultores, con el objeto de mejorar su abastecimiento de agua. En estrecha colaboración con las comunidades locales, la ONG keniana SASOL tomó la iniciativa en la década de 1990 de garantizar la disponibilidad de agua en las comunidades rurales del Distrito de Kitui a través de la construcción de represas de arena para almacenamiento. En la década que siguió, se construyeron más de 750 represas, que lograron abastecer satisfactoriamente a las comunidades para consumo doméstico y riego a pequeña escala. Las comunidades asumieron papeles activos en la definición de los emplazamientos y en la construcción de represas de arena para almacenamiento mediante grupos específicos, que les aportaban los conocimientos, la mano de obra y las materias primas. Después de la construcción, estos grupos se ocupaban de garantizar el mantenimiento de las represas y la protección de la calidad del agua. También se encargaban de promover la propiedad y, con ella, la sostenibilidad.

Aplicación Al definir un emplazamiento apto, se elabora el diseño sobre la base del perfil transversal, del caudal pico del río y del rendimiento hídrico necesario. Acto seguido, ya se puede comenzar con la construcción. Después de la construcción, es posible que se requieran entre una y diez temporadas húmedas para que una represa de arena para almacenamiento se llene completamente con sedimentos y agua, dependiendo de las características de captación aguas arriba. Si una represa de arena para almacenamiento está correctamente construida, requiere poco o nulo mantenimiento. Sin embargo, si se detectan puntos débiles o grietas en la represa de arena, un ingeniero técnico y un albañil deberán inspeccionar la estructura y realizar las reparaciones necesarias antes de Tabla 7. Un ejemplo de los costes y los beneficios de una represa de arena en USD/m3 Costes

Beneficios

Coste total de Vida útil Tasa de inversión (en (en años) desc. USD) (%)

Coste de inversión (USD/año)

Coste de Coste Almacenamiento Coste total mantenimiento total anual anual (m3/año) por uso (USD/año) (USD/año) (USD/m3)

14 000

1100

1400

20

0,05

51

2500

4000

0,63

la siguiente temporada de lluvias, para impedir la propagación de los daños. Asimismo, el área aguas arriba de la represa debe mantenerse limpia (se han de quitar los excrementos de animales, animales muertos, rocas y partes de árboles) para evitar daños y contaminación del agua.

Éxitos y desafíos Ya se han construido y se están usando muchas represas de arena para almacenamiento. Los ingresos de las familias beneficiarias han aumentado considerablemente en comparación con la situación de referencia. La distancia hasta la fuente de agua potable en la estación seca se redujo sustancialmente, y disponen de más agua para tareas agrícolas. Por lo general, el incremento en los ingresos supera los costes de construcción y mantenimiento de las represas de arena, lo cual las vuelve rentables. No obstante, sigue siendo un riesgo el tener los costes de inversión y la tasa de descuento en el índice superior de sus rangos, ya que el valor presente neto puede tornarse negativo. Es, por ende, un desafío construir las represas de arena con la mayor rentabilidad que sea posible y mantenerlas adecuadamente para extender la vida útil de la inversión. Las represas de arena brindan beneficios aguas abajo, ya que reducen el caudal pico del río, pudiendo prevenir así inundaciones en la cuenca baja. Sin embargo, el caudal base durante la estación seca también puede llegar disminuido a la cuenca baja, ya que la represa captura el agua del río. Esto podría compensarse liberando agua subterránea del acuífero detrás de la represa de arena, lo cual podría, además, incrementar el caudal base aguas abajo durante la estación seca.

Bibliografía Tuinhof, A., Van den Ham, J.P. (Acacia Water) y Lasage, R. (IVM), 2011. Economic Valuation of Water Buffering, Approach to Cost Benefit Analysis of Water Buffering and illustrated by a case study from Kitui-Kenia (Valoración económica de las reservas de agua, Abordaje al análisis de coste/beneficio de las reservas de agua y ejemplificación con un caso de estudio de Kitui, Kenia). 26 p. www. acaciawater.com.

52

53

A1 & D1

5.2 Represas de contención en bosques Pasak Ngam (Tailandia)

Cuando se destruyen los bosques, los recursos hídricos pueden extinguirse con ellos. Es lo que está sucediendo en el norte de Tailandia. Muchas áreas en la región que solían ser fértiles han comenzado a sufrir sequías causadas por la deforestación. Los cursos de agua se han secado y, con ellos, las comunidades en las cuencas sufren escasez de agua para la agricultura y uso doméstico durante la estación seca. Sin embargo, para revertir esta coyuntura se tomaron una serie de medidas materializadas en el Proyecto de Pasak Ngam y del proyecto de la represa de contención de DNP en Tailandia, de los que a continuación se resumen los resultados. Las represas de contención se construyen Figura 17. Ejemplo de represa de contención, Tailandia (Foto: Instituto de transversalmente Informática para Hidrología y la Agricultura[Hydro and Agro Informatics a un curso de agua, Institute, HAII], Bangkok) tales como pequeñas cárcavas y arroyos, en especial aguas arriba o en las áreas de la cuenca. Estos ayudan a frenar la velocidad del agua, incrementar la percolación y obstruir el flujo de sedimentos. Se construyen represas de contención simples con materiales naturales que están disponibles en el área, como rocas, troncos, bambú, palos y ramas. Las represas más sofisticadas se construyen utilizando rocas y varillas de acero (embalses de gavión metálico). En el caso de las represas de contención permanentes, se utiliza hormigón para construirlas. Las represas de contención resultan especialmente ventajosas para la reforestación, ya que permiten conservar tanto los suelos como las aguas. Cuando el agua encuentra una represa de contención que obstaculiza su curso, el suelo puede absorber más agua y la humedad logra penetrar en el área amplia que rodea la represa. Las represas de contención pueden ser económicas y fáciles de construir. Las características de las represas de contención pueden ser variadas, según los fines a los que se destinen. Por ejemplo, las represas de contención que se construyen transversalmente de los cursos de agua, meramente para mantener la humedad del suelo, no necesitan ser tan altas como las represas de contención que se construyen para bloquear los sedimentos arenosos.

54

¿Dónde se aplica? El poblado de Pasak Ngam se encuentra en el distrito de Doy Saket, en la provincia de Chiang Mai, al norte de Tailandia. Se emplaza en la sección norte del reservorio de Maekuang Udomthara. La comunidad cuenta con 102 hogares y 347 habitantes. El área de la comunidad abarca 0,64 kilómetros cuadrados, rodeados del bosque nacional Khun Maekuang. Este bosque abarca un área de 112 kilómetros cuadrados. El poblado se asienta aproximadamente a 400 metros sobre el nivel del mar, en una planicie flanqueada por montañas hacia el este y el oeste. Pasak Ngam se encuentra en una parte de la cuenca hídrica donde confluyen varios cursos de agua, que desembocan en el reservorio de Maekuang Udomthara. Dada su ubicación dentro de la cuenca, y asentándose en las cercanías del reservorio y del bosque nacional, el poblado es de estratégica importancia desde el punto de vista de la conservación de recursos naturales. “Pasak Ngam” significa, literalmente, el poblado junto al bello bosque de tecas. No obstante, desde 1960, el gobierno otorgó concesiones para explotación forestal, y los lugareños y extranjeros comenzaron a cortar grandes partes del bosque para explotar la madera y utilizar los campos para pastoreo. Como consecuencia, las áreas dentro de la cuenca se deterioraron gradualmente, y los cursos de agua se extinguieron. Como la subsistencia de los habitantes dependía en gran medida de los empobrecidos recursos hídricos, un grupo de habitantes ha intentado detener la deforestación y restablecer el equilibrio hídrico mediante el uso de represas de contención.

Aplicación Para poder restituir el agua a estas regiones, se implantan varias iniciativas que apuntan a ayudar a las comunidades a tomar medidas para captar y almacenar el agua de lluvia para luego utilizarla en las temporadas secas. Muchas de estas iniciativas emanan del concepto de conservación y restauración de recursos naturales que se enseña en el Centro Real de Desarrollo de Huay Hongkhrai (HHRDC)29. King Bhumibol Adulyadei desarrolló iniciativas para revitalizar los recursos hídricos y forestales en el país. En consecución con las actividades del HHRDC, los habitantes de Pasak Ngam lograron detener gradualmente las prácticas de tala ilegal y mejorar las prácticas de agricultura de conservación. Un aspecto clave de la revitalización de los bosques y la mejorade la agricultura de conservación fue la construcción de represas de contención en el área. La planificación para la construcción de represas de contención comienza con una encuesta y el mapeo de las áreas. Entre los datos necesarios recopilados podemos mencionar: (a) características geográficas de la cuenca hídrica (inclusive los tipos de suelo, las pendientes, los índices de erosión, etc.), (b) las estadísticas de descarga de los ríos y de precipitaciones, (c) cursos de agua (longitud, ancho y profundidad), (d) materiales disponibles en el área para la construcción de las represas de contención. Sobre la base de esta información y del destino específico de la represa de contención (para conservación de bosques y agua, para agricultura o uso doméstico), se seleccionan los emplazamientos para la construcción sobre el curso de agua. Las represas de contención se pueden categorizar, a grandes rasgos, en tres tipos:

29 Los conceptos de conservación del centro hacen hincapié en la coexistencia y la interdependencia de seres humanos y árboles sin desencadenar efectos negativos entre sí. El centro brindó respaldo a los habitantes para que se sintieran más confiados mediante la introducción de prácticas de agricultura de conservación de modo que redujeran su dependencia de los ingresos de la tala.

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I. Represas de contención básicas: son represas de contención de construcción simple que utilizan materiales disponibles en la zona. Este tipo de represa se construye con el fin de capturar los sedimentos y ralentizar el movimiento de las aguas en las áreas de la cuenca o cursos de agua de primer orden. La construcción se estructura transversalmente a los cursos de agua de aproximadamente 1 a 4 metros de ancho, con 0,5 a 1 metro de profundidad. La represa de contención básica puede ser de muchas formas y se puede construir de diferentes maneras según los materiales disponibles. Muchas de ellas se construyen en base a la sabiduría local. Por ejemplo: ••

Embalses tipo chiquero o encajonado con toma de agua. Este método usa troncos o palos de madera para construir un marco que se parece a una cuna o corral. Dentro de esta estructura se colocan rocas, sacos de tierra o sacos de arena (o una mezcla de arena con cemento). Los cimientos de la estructura deben fijarse al suelo con una profundidad de al menos 0,3 metros. Si el curso de agua supera los dos metros de ancho y el nivel del agua es más bien alto, se han de construir más embalses en cascada.

••

Embalses de bambú. Se utilizan varillas de bambú (y troncos) para armar dos paneles. Dichos paneles se colocan paralelos entre sí, en sentido perpendicular al curso de agua. Se coloca tierra entre dos paneles hasta que se rellenan. También es posible colocar rocas de diferentes tamaños en la parte frontal y trasera de los paneles para que el embalse adquiera más solidez (Figura 1).

••

Embalse de sacos. Este tipo de embalses es más apto para los cursos de agua que no tienen pendiente, que no superan los dos metros de ancho y que tengan un nivel bajo de agua. Este método utiliza sacos de tierra o arena mezclada con cemento, que se colocan uno encima de otro hasta alcanzar 4 a 6 hileras. Se martillan palos dentro y alrededor de los sacos para mantenerlos fijos entre sí.

••

Embalse de gavión metálico. Para poder construir el embalse, se disponen rocas sobre el lecho del curso de agua para asentar los cimientos. Se colocan gaviones con rocas transversalmente al curso de agua. Se utilizan varillas de acero para sujetar los gaviones entre sí. Es posible agregar hormigón, rocas y varillas de bambú para fortalecer el embalse. En caso de que sea necesario almacenar el agua, se pueden usar sacos con una mezcla de arena y cemento para instalar en la parte delantera del embalse.

Figuras 18 a y b. Los habitantes construían una represa de contención básica sobre una de las cárcavas pequeñas, con materiales locales. (Foto: Instituto de Informática para Hidrología y Agricultura [Hydro and Agro Informatics Institute, HAII], Bangkok)

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II. Las represas de contención semipermanentes, construidas con rocas y varillas de acero y revestimiento de ferrocemento. Los cimientos de estas represas deben instalarse a una profundidad de 0,7 a 1 metro por debajo del nivel del lecho del río. Esta represa suele construirse sobre cursos de agua de segundo orden para bloquear los sedimentos y almacenar parcialmente el agua para uso. La construcción es más costosa, pero más duradera. III. Las represas de contención permanentes se construyen con ferrocemento, típicamente al final de un curso de agua que no supere los cuatro metros de ancho. Los cimientos de la represa deben asentarse sobre el lecho firme o la capa rocosa que tiene, alrededor de un metro de profundidad. En sentido transversal al curso de agua, la represa se construye de alrededor de 1 a 1,5 metros hacia las orillas de ambos lados. Este tipo de represa es sólido y duradero, pero el coste de la construcción es elevado. Es apropiada para áreas con una pendiente suave y grandes volúmenes de escorrentía. La represa es la mejor opción para almacenar el agua para uso durante la estación seca.

Costes y beneficios Los costes de la construcción de una represa de contención varían según el tipo y el material que se seleccionen. El coste de una represa de contención básica es de 500 a 1000 bahts (entre17 y 34 dólares) si se construye con materiales disponibles localmente; y 1000 a 5000 bahts (entre 34 y 167 dólares) si los materiales para la construcción han de adquirirse en un área externa. El coste de construcción de las represas de contención semipermanentes y permanentes puede ascender hasta los 10 000 bahts (334 dólares). La continuación y el mantenimiento del proyecto de Pasak Ngam han demostrado ser sostenibles. Como son los habitantes quienes asumieron la dirección del proyecto (con apoyo externo), han logrado que responda realmente a sus necesidades. Además, han desarrollado un sentido de pertenencia, una consciencia y una responsabilidad sobre lo que han construido con sus propias manos. Asimismo, capitalizando sus experiencias anteriores, ahora tienen mucha más sensibilidad respecto de la importancia de la disponibilidad del agua para la calidad de sus vidas. Algunos años después de la aplicación del proyecto, poco a poco, los habitantes comenzaron a vivenciar cambios: ••

los cursos de agua y las cárcavas han comenzado a tener cada vez más agua. Algunos de los cursos rehabilitados ya han logrado mantener el nivel de agua todo el año, como otrora.

••

Las represas de contención han contribuido con la conservación del agua para uso doméstico, el cuidado del ganado y la agricultura.

••

Dada la disponibilidad de agua para prácticas agrícolas, los habitantes no necesitan viajar a la ciudad para buscar empleo. Pueden permanecer en el poblado con sus familias. Además, los habitantes han trazado senderos naturales y abierto su poblado para el ecoturismo y las visitas de estudio, como fuente de ingresos adicionales dentro de su propio poblado.

••

Las áreas forestales se recuperaron y, gradualmente, incrementan su cubierta forestal. Asimismo, al restablecer el bosque y la biodiversidad, es posible restaurar la abundancia de alimentos forestales, plantas medicinales y materiales naturales para que los habitantes puedan recolectar. Esto genera ingresos adicionales y reduce los gastos de los hogares durante todo el año.

••

Ha incrementado la humedad del suelo. 57

••

La cubierta vegetal y los bosques han engrosado su densidad.

••

La prevalencia y gravedad de los incendios forestales se redujeron considerablemente.

••

Se registra una mejora en la biodiversidad del área. Los lugareños han observado una proliferación de insectos, peces, langostas y aves en el área. Además, han detectado el retorno de muchas especies que hacía muchos años no observaban.

Mecanismos de financiamiento El pueblo de Pasak Ngam recibió financiamiento para las represas de contención mediante apoyo en efectivo y en especies de sus institutos, redes y conexiones asociadas, tales como el Centro de Desarrollo Real de Huay Hongkhrai, la Fundación Coca-Cola Tailandia, el Instituto de Informática para Hidrología y Agriculturay Siam Cement Group. La construcción de las represas de contención contó con el respaldo de diferentes organizaciones tanto públicas como privadas. La mano de obra fue, mayormente, contribución de los habitantes mismos. Muchas de las represas de contención fueron construidas solo por ellos sin apoyo de agentes externos. Algunas fueron construidas por voluntarios de escuelas, organizaciones no gubernamentales y empresas privadas.

Éxitos y desafíos La perseverancia y la colaboración entre los habitantes fueron factores fundamentales para el éxito del proyecto. Con la ayuda del Centro de Desarrollo Real de Huay Hongkhrai, los habitantes han construido más de 300 represas de contención en las cabeceras de los siete cursos de agua principales que rodean la comunidad. Desde entonces, se han construido satisfactoriamente entre 500 y 1000 represas de contención anualmente en los cursos de agua. Dada la importancia del mantenimiento anual, los habitantes se turnan cada año para revisar y reparar las represas de contención y los vertederos. Además, los habitantes establecieron un “grupo de protección y conservación forestal” que vigila los incidentes de incendios forestales y tala ilegal. El grupo ayudó a plantar el bosque y construyó barreras contra incendios. La comunidad entera participó en la formulación y la redacción de las normas comunitarias que rigen la recolección de alimentos y materiales forestales. El objetivo fue minimizar los conflictos entre los habitantes y reducir el impacto de las actividades humanas en el medioambiente. Las mejoras en la legislación sobre recursos hídricos sobre el tramo superior de la cuenca del poblado de Pasak Ngam no solo repercuten considerablemente en los habitantes de Pasak Ngam, sino también en todos aquellos que residen en torno a la cuenca baja, en las provincias de Chiang Mai y Lampoon. Esto se debe a que el reservorio de Maekuang Udomthara nutre de agua para consumo doméstico y uso agrícola a ambas provincias. En el caso de las represas de contención permanentes y semipermanentes, es importante considerar la solidez de la represa en el contexto del problema de la erosión por precipitaciones intensas o inundaciones. Los cimientos deben ser fuertes, y la represa debe contar con suficientes vertederos como para que se puedan liberar las aguas de crecidas, de modo que no dañen la represa. Las represas de contención se deben construir una vez terminada la temporada de lluvias. En torno a ellas, se recomienda plantar árboles que puedan desarrollarse bien en zonas anegadas (como

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las homonoias). Sus raíces ayudan a sujetar el suelo que circunda las represas. Una vez que estos árboles logran establecerse, es posible comenzar con las tareas de reforestación del área aledaña mayor. Las represas de contención que se construyen en zonas con mayor pendiente han de ser construidas con distancias menores.

Bibliografía Instituto de Informática para Hidrología y Agricultura (2010). La tercera competencia de gestión comunitaria de las aguas según las Iniciativas de Su Majestad, el Rey; Bangkok [en Internet] Disponible en: http:// www.haii.or.th [acceso del 21 de mayo de 2012] Departamento de Parques Nacionales. Proyecto de represa de contención [en Internet] Disponible en: http://www.dnp.go.th/Watershed/checkdam1.htm [acceso del 21 de mayo de 2012] Proyecto de Pasak Ngam [en Internet] Disponible en: http://www.pasakngam.ob.tc [acceso del 21 de mayo de 2012]

59

5.3

Karezes mejorados

A3

Qila Iskan Khan (Pakistán) Los karezes (o pozos verticales) se encuentran entre los sistemas más antiguos de extracción de agua subterránea. La técnica se origina en Irán, y recibe diferentes nombres: qanat, foggara y aflaj. En la provincia de Baluchistán (Pakistán), se los conoce como kareze. En los karezes, el agua se canaliza hasta las tierras de cultivo mediante la gravedad, lo cual permite ahorrar mucha mano de obra en comparación con el riego de pozos perforados con mano de obra manual o ruedas persas.

Tecnología Los karezes son conductos subterráneos casi horizontales que nacen de un acuífero con mayor altura y transportan el agua por gravedad. Normalmente, los karezes comienzan al pie de una montaña, donde es habitual encontrar manantiales (Figura 23). Desde allí, los constructores de karezes excavan uno o dos pozos profundos en sentido vertical en el estrato que transporta el agua. Como estos pozos serán los encargados de proveer la gran masa de agua que se distribuirá por el sistema de karezes, se denominan pozos madre. Se han registrado pozos de este tipo de hasta 50 metros de profundidad. Una vez que los pozos madre se establecen, se perforan los demás conductos (“pozos de ventilación”) en línea más o menos recta a lo largo de todo el trayecto hasta el área de influencia. Estos conductos aguas abajo no penetran en el acuífero, y cumplen solo propósitos de pozos para el conducto horizontal. Algunos karezes se abren paso hacia los cauces subsuperficiales cerca de lechos de ríos secos. La construcción de los karezes implica el uso de los pozos de acceso para perforar las secciones horizontales que los interconectan. Se trata de una tarea en extremo difícil, en especial cuando comienza a fluir el agua. Por ello, la realizan obreros especializados. Es común que se construya un depósito en el extremo terminal de un kareze, desde donde el agua se extrae para dar de beber a los animales. Los canales de irrigación comienzan en la parte baja del depósito. El mantenimiento de los karezes supone otro desafío. Los restos y la vegetación pueden obstruir el caudal de agua del kareze, por lo cual cada año se debe proceder a quitarlos (Figura 20).

Figure 19. Typical cross section and bird view of a karez system (Source: Kamaz, Z. 2010) 60

¿Dónde se aplica? Los karezes son habituales en muchas partes del mundo, pero su uso está en declive por dos motivos: (1) la aplicación intensiva del agua subterránea que desencadena una caída de los niveles de agua y (2) los altísimos costes de su mantenimiento. En este sentido, Qila Iskan Khan en Baluchistán no es la excepción. Este pequeño poblado de 82 hogares se emplaza en el Distrito de Pishin. Las precipitaciones son escasas, y rara vez superan los 200 mm anuales. A pesar de esta limitación, la economía de la comunidad se basa en la agricultura y, como tal, depende irremediablemente de la disponibilidad de agua. El agua que llega como caudal subsuperficial al río Burshore Manda se desvía con el uso de un sistema de karezes.

Figura 20. Un encargado especializado de la limpieza de karezes en Qila Iskan Khan, visto con un bolo de pasto removido del lecho subterráneo del canal. Como el kareze estaba lleno de agua, los encargados de limpieza deben contener la respiración mientras descienden. En vista de los grandes riesgos involucrados y del gran nivel de aptitudes que se requiere, la limpieza de karezes es un trabajo bien pagado (Foto: Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza [International Union for Conservation of Nature and Natural Resources, IUCN] Pakistán, 2010).

Se excavó un conducto de infiltración por debajo del lecho fluvial, de manera que el agua siga corriendo hacia el área de influencia gracias a un túnel de 1,75 km. Hasta la década de 1990, esto sirvió para abastecer la tan preciada práctica de la horticultura. Se desarrollaron alrededor de 24 hectáreas de tierra para el cultivo de manzanas y viñedos, con irrigación por karezes y pozos entubados. Sin embargo, las sequías entre 1996 y 2003, afectaron gravemente tanto los sistemas de karezes

Figura 21. Qila Iskan Khan, Baluchistán (Pakistán).

como los pozos para agricultura. Las descargas disminuyeron drásticamente, desencadenando la extinción de los huertos. El kareze se atascó en varios lugares y fue abandonado. La mayoría de los habitantes migraron a pueblos cercanos y en el poblado permanecieron solo dos familias para cuidar de las tierras y los demás bienes

Aplicación Con la ayuda de la IUCN, el sistema de karezes de Qilla Iskan Khan se modernizó, y se logró preservar su captación. Primero, un especialista en perforación de karezes de Afganistán se ocupó de la limpieza de los conductos subterráneos de cinco ramales de alimentación. Se incorporó una nueva tecnología: el revestimiento de alquitrán en las piedras de los karezes se sustituyó por tubos de PVC. Una vez que se logró generar el espacio suficiente, estas tuberías de PVC perforadas se insertaron en los canales subterráneos. Los caudales de los conductos de los karezes se combinaron entonces en una acequia troncal que transportaba el agua a través de una tubería de PVC de 700 metros de largo y 30 cm de diámetro (Figura 26 a), hacia un depósito de agua construido de cero (Figura 26 b). El estanque de tierra, cuya capacidad es de 1420 m3, se revistió con membrana geotextil para reducir 61

Figure 22. a) Villagers taking rest during improvement of the Qilla Iskan Khan karez system. They are installing a 30 cm wide PVC infiltration pipe inside the karez; b) The constructed geo-membrane reservoir (Photo: IUCN Pakistan, 2011 and 2010).

las pérdidas por filtración. Las pérdidas por conducción del agua se redujeron casi a cero gracias a estas medidas, y la disponibilidad efectiva de agua se multiplicó. Al almacenar el agua en el depósito, también se posibilitó concentrar los caudales e irrigar los huertos. Asimismo, se plantaron olivos como medio para proteger la captación, a la vez que se impidió el acceso del ganado para mejorar la recarga local. Se incorporaron microáreas de captación en forma de cuña para estimular la conservación del agua. Se instalaron dos estaciones de aseo para mujeres y un vivero con 40 000 plantas de contención.

Costes y beneficios El coste total del proyecto ascendió a 2 300 000 rupias paquistaníes (RP) (lo que equivale a 300 000 USD), de los cuales el 20 % fueron contribuciones de los usuarios. En la primera temporada de cosecha una vez terminado el proyecto, los agricultores evidenciaron rendimientos prometedores (Tabla 9). La producción de hortalizas tuvo muy buen rendimiento, en especial la producción de pimientos verdes, tomates, berenjenas y luffas. La producción bastó para enviar dos camiones por día al mercado más cercano de Pishin durante la temporada de cosecha. En total, la venta de hortalizas le proporcionó al pueblo de Qila Iskan Khan ingresos por más de 14 millones de RP (149 000 USD). El beneficio del proyecto se hace patente si se considera que los costes del proyecto fueron de solo una sexta parte de los retornos generados durante el primer año.

Mecanismos de financiamiento Las actividades fueron financiadas como un proyecto. Las contribuciones de los agricultores cubrieron parte del financiamiento. Las inversiones ayudaron a restaurar el sistema de kareze a un nivel donde fuera posible mantenerlo funcionando fluidamente. El coste del mantenimiento se redujo significativamente a partir de la incorporación de las galerías de infiltración de PVC. Poco después de los esfuerzos de rehabilitación, el caudal de los karezes aumentó de 20 a más de 70 l/s, además de que se logró almacenar el agua durante más tiempo. Esto permitió a los agricultores 62

Tabla 8. Rendimientos de los cultivos con el sistema de karezes mejorados en 2011 Cultivo

Cantidad producida (en kg)

Precio de mercado (RP* kg-1)

Ingreso total (RP)

Producción antes de la intervención (en kg)

Trigo

79 400

28

2 223 200

23 000

Tomate

71 300 **

30

2 139 000

Nil

Pimiento verde

40 600**

50

2 030 000

Nil

Berenjena/Luffa

53 500**

35

1 872 500

Nil

Quimbombó

18 100

60

1 086 000

Nil

Cebolla

6 770

30

203 100

Nil

Uva

65 000

55

3 575 000

40 000

Zanahoria

60 000

20

1 200 000

Nil

14 145 600

63 000

Total 394 670 * RP: Rupia paquistaní; ** Medido durante la producción

ampliar el área con riego de 24 hectáreas de huertos y cultivo de forrajes (antes del proyecto) a 120 hectáreas de hortalizas solamente en la temporada de cultivo de 2011. El movimiento emigratorio de la comunidad comenzó a dar indicios de revertirse. Muchos comenzaron a retornar a su poblado para recuperar sus tierras. Actualmente, las actividades agrícolas están a pleno. La mayor seguridad hídrica también les permitió a los agricultores diversificar e intensificar sus patrones de cultivo. Como resultado, se intensificó el cultivo de vides y se introdujeron muchas hortalizas nuevas en el área, incluidos tomates, cebollas, pimientos verdes, zanahorias, berenjenas y luffas.

Éxitos y desafíos Además del incremento en la producción de cultivos, cabe mencionar otros éxitos del proyecto: (I) un vivero con 40 000 plantas desarrollado para cultivos de las tierras bajas de los deltas y de alto valor como los olivos, los almendros y los granados, (II) producción de cultivos con agua de lluvia en las áreas de captación en cuña y (III) el aumento de cubierta forestal en la cuenca para producción ganadera. El caso de Qila Iskan Khan es hoy considerado globalmente como un caso de éxito, y se replica en otras áreas del Baluchistán. La tecnología de tuberías de PVC para infiltración también resolvió uno de los mayores desafíos de mantenimiento de los karezes: la temible tarea de restablecer los conductos subterráneos en la grava del lecho del río. La restauración y la mejora del kareze con el uso de tuberías de PVC han permitido estabilizar el caudal de agua. Se espera que esta mejora prevenga los problemas que desencadenaron la falla del sistema en primer lugar durante las sequías entre 1996 y 2003. Si bien los karezes ofrecen un caudal de agua sostenible, el crecimiento de los poblados demanda mayores caudales. Como el kareze no permite incrementar aún más el caudal, se deberán 63

identificar fuentes adicionales de agua para satisfacer las necesidades hídricas del poblado, que van en sentido creciente. En Internet se puede visualizar el vídeo del sistema de kareze en Iskan Khan: www.iucn.org y en www.thewaterchannel.tv

Bibliografía IUCN (2011). Of pearls in the sand. (Sobre perlas en la arena) Vídeo documental [en Internet] Disponible en: http://www.iucn.org/ about/union/secretariat/offices/asia/?uNewsID=9050 [acceso del 22 de mayo de 2012]. Lightfoot, D.R. (2000). The Origin and Diffusion of Qanats in Arabia: New Evidence from the northern and southern Peninsula. (El origen y la diseminación de los qanats en Arabia: nuevas pruebas del sur y el norte de la península) The Geographical Journal, vol. 166, n. ° 3, septiembre de 2000, pp. 215-226. Molle, F.; Mamanpoush, A.; Miranzadeh, M. 2004. Robbing Yadullah’s water to irrigate Saeid’s garden: Hydrology and water rights in a village of central Iran. (Aguas robadas a Yadullah para regar los jardines de Saeid: hidrología y derechos sobre los recursos hídricos en un poblado del centro de Irán). Informe de investigación 80. Colombo, Sri Lanka: Instituto Internacional para el Manejo del Agua.

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A3

5.4 Incremento del volumen de agua mediante la recarga administrada de acuíferos

Áreas del centro de Namibia

Namibia es el país más árido del África subsahariana, con frecuentes sequías y una distribución geográficamente despareja de los recursos hídricos. Solo las fronteras norte y sur del país tienen ríos perennes. No obstante, están a una importante distancia de los centros de mayor demanda en las áreas centrales de Namibia (ACN), y el país depende mucho del agua subterránea. La fuente principal de abastecimiento de agua a las grandes urbes del área central de Namibia son las represas sobre ríos efímeros. El caudal de entrada a estos ríos no es constante ni confiable, y las tasas de evaporación en el clima árido de Namibia son muy elevadas. Consecuentemente, el rendimiento seguro garantizado de estas represas es bajo. El desarrollo económico sostenido ha acarreado una creciente demanda de agua en las ACN. En un futuro muy próximo, los recursos hídricos existentes no lograrán satisfacer la demanda prevista de manera sostenible. Windhoek, la ciudad capital del ACN, debe su existencia a la presencia de vertientes, que contribuyeron con un gran abastecimiento de agua cuando comenzaron los asentamientos. Más tarde se estableció una zona de captación y, con el tiempo, a medida que la ciudad se expandía, se construyeron represas de almacenamiento sobre los ríos efímeros. Actualmente, Windhoek recibe el agua de un sistema de tres represas (provistas por NamWater), una planta de recuperación de aguas residuales dentro de la ciudad y de una zona de captación municipal. Cuando se operan las tres represas de modo individual, el rendimiento con 95 % de seguridad es de apenas 13 Mm3/año, sobre todo por las exorbitantes pérdidas por evaporación de las represas de Omatako y Swakoppoort. Si se utilizan las tres represas integradas, el agua se transfiere y se almacena en la represa de Von Bach, que es la que tiene la menor tasa de evaporación dadas las características de la cuenca donde está emplazada la represa. Este procedimiento de operación mejora el rendimiento de aguas con 95 % de seguridad del sistema de triple represa en aproximadamente 7,0 Mm3/año, con lo cual se obtiene un total de 20,0 Mm3/año. Según las previsiones de demanda de agua basadas en el escenario de crecimiento previsto, la demanda de agua aumentará de 25,0 Mm3 (nivel actual) a aproximadamente 40 Mm3 en 2021.

Tecnología En el estudio de NamWater (2004) sobre fuentes adicionales para abastecimiento de agua al ACN, se seleccionaron tres opciones principales para someterse a escrutinio: ••

La recarga administrada del acuífero de Windhoek (utilizando los excedente de agua de las 66

represas del área central para incrementar las reservas almacenadas de agua subterránea) ••

Los acuíferos de Tsumeb y de Karst lll se utilizarían solo para abastecimiento de emergencia en el ACN

••

Se tendería una tubería de empalme desde el río Okavango para abastecimiento del ACN cuando fuera necesario (Figura 23).

Se concluyó que la mejor de estas tres opciones era la recarga administrada del acuífero de Windhoek, que se realizaría en combinación con perforaciones profundas, para incrementar el acceso a mayores volúmenes de reservas almacenadas (sierra de aguas mayor mediante perforaciones más profundas). La excesiva abstracción del acuífero de Windhoek, desde la década de 1950, hizo que la capacidad de almacenamiento de la instalación sea de 21 Mm3, según los cálculos. La instalación puede llenarse mediante recargas naturales o artificiales. El almacenamiento total estimado que puede abstraerse de las perforaciones actuales ronda los 15 Mm3, con un total de almacenamiento utilizable (“sierra de aguas”) de 36 Mm3. Mediante la perforación de pozos de abstracción más profundos, el tamaño de la “sierra de agua” aumentará a aproximadamente 66 Mm3, y esto podría salvar, con remanentes, el abastecimiento de 2 años de la demanda de Windhoek. Esta opción de recarga administrada del acuífero implica tomar el agua del sistema de tres represas cuando tenga un excedente disponible, purificarla e inyectarla en el acuífero de Windhoek mediante las perforaciones (véase la Figura 27). Esto reduce las pérdidas por evaporación y por rebalse de las represas. Durante los años en los cuales las fuentes superficiales no logren proveer suficiente agua, será posible abstraer el agua subterránea almacenada. De hecho, el esquema de recarga administrada del acuífero de Windhoek mejora el uso eficiente de las fuentes existentes, aumentado así los volúmenes disponibles y mejorando la seguridad del suministro.

Costes y beneficios En una evaluación de opciones de incremento de los volúmenes de agua con abastecimientos alternativos para el ACN, se concluyó que la mejor opción consistía en crear una sierra de aguas mediante la recarga administrada del Figura 23. Opciones de suministro de agua adicional para Windhoek. acuífero de Windhoek en combinación con la ejecución de perforaciones más profundas, con tendencia a incrementar el acceso a un mayor volumen de reservas almacenadas (Tabla 9). El desarrollo económico sostenido ha multiplicado la demanda de agua en el ACN y, en un futuro 67

Tabla 9. Costes del agua (2011) Suministros existentes y adicionales

Tipo de suministro

Coste (USD/m3)

Suministros existentes

Agua subterránea

0,71

Agua superficial

0,90

Agua residual recuperada

1,19

Reutilización

0,71

Tubería del Okavango

35,6

Acuífero de Tsumeb

4,3

Recarga administrada de acuíferos

2,0

Suministros adicionales (Figura 23)

inmediato, los recursos de agua existentes ya no lograrán satisfacer la demanda prevista de manera sostenible. Así las cosas, Windhoek está en el umbral de padecer un abastecimiento insuficiente de agua. En el caso de una escasez extrema de agua, las pérdidas económicas reales atribuibles a la falta de agua serían catastróficas para la economía de Namibia. La desaceleración de la producción económica se relaciona directamente con la magnitud de la crisis de escasez de agua. Windhoek contribuyó aproximadamente el 50 % de los 5,26 miles de millones de dólares namibios (620 millones de USD) del sector de bienes manufacturados (sin contar el procesamiento de la industria pesquera en las costas) en 2006; el cierre de la industria en Windhoek por una falta de disponibilidad de agua se traduciría en una pérdida de 2,63 miles de millones de dólares namibios (310 millones de USD) de pérdida por año para Namibia, sobre la base de las mediciones del Producto interno bruto de 2006. A escala nacional, la optimización de la producción a partir del abastecimiento de las represas de Windhoek y del acuífero de Windhoek reduce la necesidad de importar aguas costosas de fuentes remotas en el norte. Esto también ayudaría a diferir la construcción del empalme con el río Okavango, un proyecto que es tan costoso como potencialmente dañino para el ambiente. La medida también ayudará a reducir significativamente el tamaño de los futuros esquemas de incremento de volumen en el futuro.

Aspectos institucionales La seguridad del abastecimiento mediante la recarga administrada del acuífero debe someterse rápidamente a seguimiento, ya que la escasez de agua adicional en tiempos de sequía podría tener un efecto devastador en la economía. Es importante que los proveedores de servicio y los entes regulatorios cooperen estrechamente para poder materializar exitosamente este proyecto. Asimismo, es vital el compromiso de las principales partes interesadas para garantizar la propiedad local y nacional del proyecto. La infraestructura del acuífero es actualmente propiedad de la ciudad de Windhoek, que es también la encargada de operarla, mientras que el conglomerado de infraestructuras de abastecimiento de agua en el ACN es propiedad de NamWater, quien está a cargo de operarla. La gestión y la operación de los sistemas de recarga administrada de acuíferos demanda pericia y dedicación, y esto debe ser atendido si se pretende garantizar la utilización óptima de los recursos y la infraestructura disponibles. Es esencial que la gestión del sistema cuente con la coordinación adecuada entre NamWater y la ciudad de Windhoek. 68

En 2007, se firmó un memorando de entendimiento trilateral entre el Departamento de Asuntos Forestales y Recursos Hídricos, NamWater y la ciudad de Windhoek para poder intentar garantizar el financiamiento del proyecto. El Departamento de Asuntos Forestales y Recursos Hídricos estableció un Comité de dirección técnica para el proyecto de recarga administrada del acuífero de Windhoek (Windhoek Managed Aquifer Recharge Project, WARSCO). Los miembros representan a NamWater y a la ciudad de Windhoek, y la dirección recae sobre un representante del Departamento de Asuntos Forestales y Recursos Hídricos. En relación con el éxito de este proyecto, no está de más hacer hincapié en la importancia de un ente regulador para supervisar el cumplimiento del plan de servicios hídricos de los proveedores de servicio, y en las estrategias de conservación y demanda. La gestión de los recursos y el mantenimiento de su asequibilidad deben constituir un emprendimiento conjunto. Los miembros de WARSCO advirtieron que ciertos aspectos institucionales, técnicos y financieros también requerían atención. Dada la importancia de un suministro confiable de agua a la ACN, se sugiere que el proyecto de RA de Windhoek sea clasificado por el Gobierno como un proyecto de importancia estratégica para Namibia. Para supervisar la aplicación del proyecto, se recomienda que las tres represas, incluida la infraestructura común (aguas abajo de la represa de Omatako) y el acuífero de Windhoek se declaren área de gestión de aguas de conformidad con el proyecto de ley para la gestión de recursos hídricos de 2004 (después de la promulgación posterior a las enmiendas de la nueva Ley de Gestión de Recursos Hídricos).

Participación de las partes involucradas La política hídrica de Namibia ratifica la necesidad de un abordaje integrado de la gestión de recursos de agua y se recomienda que se designe un Comité asesor de gestión de cuencas de conformidad con el Proyecto de ley para gestión de recursos hídricos de 2004. El compromiso y la colaboración de las partes interesadas clave a escala nacional en la determinación del alcance y el diseño del proyecto, para poder desarrollar un perfil relevante para la gestión de aguas se consideran dos elementos cruciales para el éxito. Las oportunidades para las sociedades del sector público con el sector privado han de estar sujetas a una participación y un compromiso activo. Asimismo, la mejora de la participación pública y de las partes interesadas, la comunicación social y la educación ambiental también se consideran clave para una gestión satisfactoria de las aguas en la región en general y en el proyecto de recarga administrada de acuíferos en particular.

Conclusiones El principal objetivo del Esquema de recarga administrada del acuífero de Windhoek apunta a mejorar la seguridad del suministro de agua al área central de Namibia (ACN), para cubrir el aumento previsto en la demanda, que es de extrema importancia para el sostenimiento

Figura 24. Ejecución de perforaciones profundas, para incrementar el acceso a mayores volúmenes de reservas de agua subterránea almacenada. 69

del crecimiento económico de Namibia. La aplicación del Esquema de recarga administrada del acuífero de Windhoek es la mejor solución, tal como quedó demostrado mediante los diferentes estudios de factibilidad realizados entre 2002 y 2004. Independientemente de que el Esquema de recarga artificial del acuífero de Windhoek constituya la opción más rentable, el proyecto se puede escalonar como sea necesario, de modo que reduzca o posponga la aplicación inmediata de esquemas de incremento de volumen en el futuro. Será un precedente en pro de lograr una mayor viabilidad para las iniciativas de bajo rendimiento, generando mínimos impactos ambientales en comparación con otras alternativas. Si se ignora esta oportunidad y se la deja pasar sin aprovecharla, el ACN se enfrentará a consecuencias devastadoras sobre la seguridad del abastecimiento de agua en el futuro. La mejora de la participación de los sectores públicos y privados tendría una importancia clave para el éxito de la gestión de aguas y en el proyecto de recarga administrada del acuífero en el ACN. En consideración de los efectos relativamente desconocidos del calentamiento global sobre el suministro agua (crecientes temperaturas, mayor evaporación y reducción de las precipitaciones), el almacenamiento de reservas de aguas subterráneas para su uso en períodos de escasez se plantea como una solución innovadora.

Bibliografía Servicios de ingeniería ambiental, 2009. Artificial Recharge of the Windhoek Aquifer as best option for supply augmentation to the Central Area of Namibia (Informe preliminar sobre la recarga artificial del acuífero de Windhoek como la mejor opción para el incremento del suministro para el área central de Namibia), Departamento de Asuntos Forestales y Recursos Hídricos. Van der Merwe, B., 2006. Criteria for the allocation of licenses for the abstraction of water in the Tsumeb-Grootfontein-Otavi Subterranean Water Control Area. (criterios para asignar licencias para la abstracción de agua del área de control de aguas subterráneas de Tsumeb-Grootfontein-Otavi).

70

71

A3

5.5 Creación de burbujas de agua potable en aguas subterráneas salobres

Bangladesh

La escasez de agua es una dolencia aguda en Bangladesh, que suele durar algunos meses en la estación seca, incluso en los distritos donde no existe almacenamiento natural de aguas dulces subterráneas. En estas áreas se requieren medidas que permitan garantizar la disponibilidad de abastecimiento de agua potable durante todo el año. UNICEF, en colaboración con el Departamento de Ingeniería de Salud Pública (Department of Public Health Engineering, DPHE) ha iniciado un proyecto de investigación y acción para mejorar la situación. Apunta a utilizar la abundancia de agua en la temporada lluviosa para incrementar el magro almacenamiento de aguas dulces en las áreas urbanas y rurales. Un área de interés es la región costera de Bangladesh donde la disponibilidad de agua dulce está reducida por la distribución de aguas subterráneas salobres y donde no existen fuentes de agua dulce durante extensos períodos de la estación seca (de noviembre a junio). La aplicación del proyecto está a cargo del Departamento de Geología de la Universidad de Dhaka y de Acacia Water, de los Países Bajos. Se realizaron y evaluaron cuatro pruebas de campo en 2011 y otros 16 lugares se cumplimentarán y evaluarán para el año 2012.

Figura 25. a) Recolección de agua del lecho de un estanque seco; b) Esperando la llegada del camión con la carga de agua.

Tecnología La tecnología implica la infiltración de agua de estanques y de agua de lluvia por debajo de la capa de cubierta arcillosa (10 a 15 metros) en el acuífero superficial mediante pozos de infiltración, y la creación de burbujas de agua dulce en el acuífero para que pueda abastecer a la población durante la estación seca. 72

Figura 26. Emplazamiento de un sitio.

Figura 27. Diseño del esquema de infiltración.

El diseño de los esquemas de infiltración consiste en una fuente de agua (un estanque o un tejado), desde donde se infiltra el agua hacia el acuífero mediante 4 a 6 pozos de infiltración con diámetros de 30 a 55 cm. Cuando el agua de un estanque se utiliza para infiltración, primero se elimina la turbidez mediante filtros de arena, para prevenir obstrucciones. Se hace circular el agua desde el tanque de almacenamiento hacia los pozos de infiltración mediante conexiones con tuberías de PVC que cuentan con válvulas de compuerta y caudalímetros. Se ha instalado un abanico de pozos de observación en diferentes lugares y profundidades para monitorear varios parámetros fisicoquímicos e hidrogeológicos para evaluar las tasas de infiltración y supervisar la acumulación de burbujas de agua dulce (véase la Figura 28). Las pruebas de los 4 sitios durante el monzón de 2011 demostraron que aproximadamente 600 a 800 m3 de agua se infiltraron del sistema de estanques en Batiaghata, y 400 m3 en Assasuni, donde Figura 28. El cambio de la electroconductividad en un lapso de tiempo expresado en reducción de % a partir la infiltración de los estanques comenzó de las condiciones iniciales. tardíamente durante el monzón. Las tasas de infiltración en los sitios con agua de lluvia solamente en Paikgachha (Laskar) y en Shyamnagar (Munshiganj) se situaron en el orden de los 200 a 250 m3. Los datos de salinidad de Batiaghata y Assasuni ilustran claramente los impactos positivos de la infiltración sobre la salinidad de las aguas subterráneas. Al final del período de infiltración, la electroconductividad (EC) en Batiaghata había decrecido de 2,6 a 0,7 mS/cm y en Assasuni de 6 a 0,8 mS/cm. En estos sitios, la gente ya ha comenzado a recoger agua para el consumo. Las observaciones en los demás sitios demostraron que solamente con la infiltración de agua de lluvia, los volúmenes no eran lo suficientemente densos como para reducir la salinidad y hacer que el agua sea potable, lo que sugiere la necesidad de mayor investigación sobre las intervenciones en los sitios con alta salinidad. Se seleccionó deliberadamente un lugar con alta salinidad para poder comprobar el límite superior de salinidad del agua subterránea, que puede reducirse mediante la infiltración de agua de lluvia y de estanques. Aparte de la salinidad, se han registrado mejoras de la 73

Figura 29. a) Construcción de pozos; b) Pozo de infiltración típico. calidad en términos de hierro en tres sitios y arsénico en un sitio donde las concentraciones iniciales de arsénico se registraron por encima del valor de las pautas provisionales de la OMS de 0,01 mg/l.

¿Dónde se aplica? En la planicie costera de Bangladesh, las áreas aptas para la construcción de estos sitios dependían de una variedad de criterios físicos, químicos y sociales: ••

Donde existe agua dulce subterránea disponible, suele utilizarse como la fuente de agua dulce principal. El primer paso consiste, pues, en mapear dichas áreas. Una vez que se han identificado las áreas sin (o con una baja densidad de) pozos profundos entubados, se procederá a considerar la disponibilidad de otras tecnologías de suministro de agua, como los pozos superficiales entubados a mano, los pozos en anillo, los pozos reforzados muy superficiales y los filtros de arena en estanques.

••

Las áreas que carecían o tenían muy pocas de estas opciones quedaron identificadas para la siguiente fase de investigaciones. Durante esta fase, se analizaron también los criterios sociales como la densidad de población y la proximidad a un suministro de agua con tendido de tuberías. Además, se elaboraron mapas de SIG a escala de los poblados y, en ciertas áreas seleccionadas, se definieron perforaciones de exploración, de instalaron tuberías de prueba y se realizaron muestreos de las fuentes de agua disponibles.

La evaluación de la situación en los distritos de Khulna, Satkhira y Bagerhat demuestra que alrededor de 2 millones de personas residen en áreas donde no existe otra fuente (profunda o superficial) de agua dulce en la estación seca. Otros criterios para la selección de los sitios aptos fueron los siguientes: ••

Cubierta arcillosa relativamente fina (de menos de 15 m)

••

Grosor considerable del acuífero superficial (20 m)

••

Conductividad eléctrica moderadamente alta en las aguas subterráneas (

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