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"Los Discursos Y El Amor" (*) Jornada De La E F B A. 11 – 8 - 2012
Cristina Calcagnini
¿Qué lugar le asigna Lacan al amor a partir de la formalización de los discursos? ¿Qué función tiene el amor en el entrecruzamiento de los discursos en la experiencia analítica? Del amor hablan los poetas y los analizantes y también hablamos los psicoanalistas haciendo referencia a la transferencia y el amor. Comienzo leyéndoles el poema del que Lacan parte para plantear que el amor es signo de que se cambia de discurso. Se trata del poema “A una razón” de Arthur Rimbaud: … “Un golpe de tu dedo sobre el tambor descarga todos los sonidos y comienza la nueva armonía. Un paso tuyo es el alzamiento de los hombres nuevos y su avance Tu cabeza se desvía: ¡el nuevo amor! Tu cabeza se vuelve: ¡el nuevo amor!/ “Cambia nuestros destinos, criba los flagelos, comenzando por el tiempo”, te cantan estos niños. Eleva no importa donde, la sustancia de nuestras fortunas y nuestros anhelos”, se te implora Llegada desde siempre, que te irás por doquier” (1) La referencia al poema la encontramos en el seminario del Acto analítico (clase 5) y también en Encore (clase 3). En el primero ubica la operación analítica en el comienzo del análisis a cargo del psicoanalista quien debe trasmitir el acto de plantear el inconsciente. Se trata de un acto de atravesamiento, comparable al acto revolucionario: cito…. “en el que se largan al mundo todos los significantes que dan a un suceso su sentido de principio y que suscita un nuevo deseo…”.(2) Es aquí donde Lacan cita los versos, para luego decir que la fórmula del acto es la de plantear el inconsciente como estructura de lenguaje ubicando las operaciones de alienación, verdad y transferencia. En Encore plantea que el amor en Rimbaud, es el signo puntuado como tal de que se cambia de razón, y es por eso que el poeta se dirige “:A una razón.”, y esto quiere decir que se cambia de discurso. Tomando en cuenta los 4 discursos que delimitan 4 lugares afirma que
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hay emergencia del discurso analítico con cada paso de un discurso a otro. Luego nos plantea que a partir de la existencia del discurso analítico hay que parar bien la oreja respecto de la verificación de esta verdad, reiterando que hay emergencia del discurso analítico cada vez que se franquea el paso de un discurso a otro. Ha dicho antes que el goce del Otro, del cuerpo que lo simboliza, no es signo de amor y concluye afirmando : “….que el amor es el signo de que se cambia de discurso…”….. “El cambio de discurso, es asombroso a partir del discurso psicoanalítico, eso se mueve, eso anuda, eso se atraviesa. Nadie acusa el golpe……” (3) Entiendo que en Encore Lacan formaliza lo que en Ou pire, va dando a leer cuando plantea que lo que funda el discurso analítico es la demanda que hace falta que sea formulada y rechazada. Recordemos: “…Yo te demando, me rechaces lo que te ofrezco, porque no es eso.” “Eso” es lo que en el nudo de los sentidos hace surgir el objeto a. Es en Ou pire que presenta el emblema de los borromeos, presenta el nudo para poder dar cuenta del objeto a, en el que posteriormente va a ubicar los distintos goces y plantea que el analizante llega al análisis no para satisfacer su demanda sino precisamente para poder enterarse de qué es lo que demanda. Se trata del reconocimiento de la demanda fundamental, lo cual va produciendo un hilo interesante que permite articular la cuestión del discurso, del cuerpo y de los afectos. Lacan interroga a los analista sobre los sentimientos, dice algo así como que cuando recibe a un analizante al comienzo se trata de la confrontación de los cuerpos, porque cuando entramos al discurso analítico ya no será mas cuestión de eso. Frente a la pregunta por los sentimientos dice asi: …. “y cuando algo aparece de golpe y les agita el corazón porque saben muy bien que son responsables de que algo ha girado mal en un análisis, si no hubiera jurisprudencia donde estaría ese dolor del corazón, ese afecto? …” Allí es donde plantea que se produce un desplazamiento discursivo, que esto sucede por efecto del ¼ de giro, o de ½ giro, y apuesta a que no se trata de apelar a la jurisprudencia ni a los buenos sentimientos sino que hay que poner la interpretación. (4) Recordemos que la interpretación, que opera por el equívoco que obra en la lengua apunta a lo esencial que hay en el juego de palabras para no ser lo que nutre al síntoma de sentido. Como lo plantea en Yale, la interpretación no debe ser imperativa, sino como les decía equívoca, y no está hecha para ser comprendida sino para producir olas Finalmente va a invitar a los analistas a ser dignos de la transferencia a sostenerse en ese saber que en el lugar de la verdad interroga como tal la estructura de los saberes,… para ofrecer una interpretación. Nos recuerda que el analizante se analiza con ese resto, esa mierda que le propone en la figura de su analista el objeto a. Remarco que el cambio de discurso es asombroso a partir del discurso analítico, que eso se mueve, eso anuda, eso se atraviesa ya que entiendo que habla de la eficacia de la transferencia, que a partir de la formalización de los discursos nos permite ubicar la cara real de la transferencia, momento clave en el que el analista en su posición ocupa el lugar del semblante del objeto a. - Página 2 de 5 Copyright 2012 - EFBA - Todos los derechos reservados
La transferencia, en tanto sujeto supuesto saber despliega la dimensión del amor que produce el viraje a lo real: lo que del objeto a mirada o voz toma el lugar del semblante de donde parte el discurso analítico. Como analistas nos autorizamos, autorizamos las condiciones del acto al precio de hacernos soporte del objeto a, verdadero motor de la transferencia que nos lleva a jugar el juego que nadie sabe muy bien cuál es, pero que si sabemos sus reglas: hacer pasar la experiencia de la castración que habilita la causa del deseo. La transferencia definida como la metáfora del amor permite al analizante en función del acto analítico ir produciendo el pasaje de la posición de objeto para el deseo del otro a la posición deseante. La transferencia como metáfora del amor, es una referencia que la encontramos en la lectura que Lacan hace en el seminario 8 sobre El banquete de Platon. A partir de que Encore ubica la cuestión del amor como signo de cambio de discurso, surge la carta de amor que nos permite pensar que en el proceso analítico la carta lettre de amor, que no cesa de escribirse, como apuesta al trabajo analítico permite que se escriba la carta lettre de a-muro que en su contingencia cesa de no escribirse.. Recordemos que la carta de a-muro surge de una fina lectura en relación a los verso de Francoise Tudel que Lacan evoca y parafrasea en 2 momentos de su enseñanza, en Función y campo de la palabra y en El saber del psicoanalista, que equivoca el orden del primer verso, diciendo que entre el hombre y la mujer hay el amor .(4) Entre el hombre y el amor, hay la mujer Entre el hombre y la mujer hay un mundo Entre el hombre y el mundo hay un muro (4) Condensa carta lettre (a) mur con amuro remite al objeto a y al muro a la pared pero en francés también se escucha amor. Surge por primera vez en Saint Anne (6-1-72) cuando compara los muros con la caverna platónica desde la que se ven las sombras que evocan la cámara oscura que es lo que permite vislumbrar al objeto a. En la capilla como en la caverna se hace escuchar una voz que resuena y que da su razón de ser al objeto a. El a-muro donde se escucha amur, aparece en el contexto de lo que resuena y razona de la voz. Lacan dice que le habla a los muros, luego dice que el amour, el amor es el bien que una madre quiere para su hijo y agrega que basta poner entre paréntesis el a para volver a encontrar lo que palpamos habitualmente, que es la relación que la madre tiene con la castración. Si bien muro se refiere al lenguaje, así lo plantea en Funcion y Campo de la palabra, en la carta de a-muro se juega la castración, Muro de la castración, que pone en juego la carta de a-muro. La carta de a-muro se escribe en el análisis, cada analizante crea su propia versión. Es en la 1°clase de Encore va a ubicar en el cuerpo de partenaire el (a)mur diciendo que es lo que aparece en signos bizarros sobre el cuerpo, encorps. Lo que del deseo se lee en el cuerpo del partenaire. La carta que se escribe y circula, permitiendo el viraje de la posición de desecho, en la que el resto de goce masoquista sacrificial cae, permitiendo, el reencuentro con la falta que habilita - Página 3 de 5 Copyright 2012 - EFBA - Todos los derechos reservados
a la posibilidad de un nuevo amor. El amor entre el hombre y la mujer permite condescender el goce al deseo. Propicia que haya encuentro, juego amoroso, que tiene sus reglas como todos los juegos y que puede ser del orden del desencuentro. El amor en Encore vira al odio. ¿Es ese el nuevo amor que plantea el poema? El tema del amor se despliega a lo largo del seminario 20, pero es precisamente posteriormente cuando se puede tener una nueva respuesta a partir de que ubicado lo real del desencuentro: no hay relación sexual, el síntoma que cada partenaire arma le permite ubicar desde allí la posibilidad de un nuevo amor. Que no es sin síntoma… cada quien habrá de resolverlo “a su manera”. Allouch, en su texto El amor Lacan, lee que en Lacan un nuevo amor es aquel que sabe jugar su propio límite y plantea que Lacan buscaba el amor que no se obtiene y allí se pregunta si no era esa búsqueda la que hacía de Lacan un psicoanalista. (6) Concluyo y retomo por la pregunta formulada sobre como pensar a partir de los discursos el amor y la transferencia. Podemos ubicar en principio siguiendo la lectura del Seminario 21,(7) 4 modos lógicos del amor: El amor cortés, como imposible: no cesa de no escribirse. Es desde el punto de partida una escolástica del amor desgraciado. Pone en primer planto el arte social de la conversación. Idealiza a la dama y plantea lo imposible del lazo sexual con el objeto. El amor divino, el amor al prójimo, como posible: cesa de escribirse. Funda la abolición de los sexos, vacía al amor del contenido sexual. La carta de amor: como necesaria: no cesa de escribirse. Se trata del amor como acontecimiento que dura poco, su necesidad desemboca en la contingencia del encuentro, que se renueva cada vez. La carta de amuro: como contingente: cesa de no escribirse. La posición del analista en tanto la del incauto, ya que se deja tomar por la transferencia se despliega entre lo necesario de la carta de amor y la contingencia de la cara de amuro para poder acercarse a lo imposible del saber inconsciente, en tanto un saber en lo real.
Referencias bibliográficas ° A este trabajo lo preceden otros 2: El amor como signo de cambio de discurso y Desenlaces de la escena amorosa: la carta de amuro. Trabajos presentados en Congresos de la convergencia en los años: 2010 y 2012 sucesivamente. (trabajos en biblioteca de la E.F.B.A.) 1-A una razón, A. Rimbaud, traducción R.R. Ponte, Seminario Encore, en Biblioteca E.F.B.A. 2- J. Lacan, Clase 5 del seminario Acto Psicoanalítico, (10- 1- 68) traducción EFBA 3- J. Lacan, Clase 3 del seminario Encore, (19-12-72) traducción de R. R. Ponte 4-- J. Lacan, Clase 12 del seminario Ou Pire, (21 -6-72) traducción R. R. Ponte, en biblioteca de la E.F.B.A - Página 4 de 5 Copyright 2012 - EFBA - Todos los derechos reservados
5-J. Lacan: Función y campo de la palabra y el lenguaje, cap. 3 y Seminario El Saber del analista. Inédito, versión traducida en Biblioteca E.F.B.A. 6-Jean Alouch, El Amor Lacan. Ediciones literales 7-J. Lacan Seminario 21, inédito, versión traducida en Bibioteca E F B A, capítulos 3 4 y 5-
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