LOS MUERTOS DEL PETRÓLEO; LA DECENA TRÁGICA. Julio Alfredo Blackaller Rodríguez

LOS MUERTOS DEL PETRÓLEO; “LA DECENA TRÁGICA” Julio Alfredo Blackaller Rodríguez I II EL AUTOR AUTORIZA LA REPRODUCCIÓN LIBRE DE ESTE FOLLETO BAJ

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LOS MUERTOS DEL PETRÓLEO; “LA DECENA TRÁGICA” Julio Alfredo Blackaller Rodríguez

I

II

EL AUTOR AUTORIZA LA REPRODUCCIÓN LIBRE DE ESTE FOLLETO BAJO LA CONDICIÓN DE QUE DICHA OBRA NO SEA ALTERADA, RESUMIDA, AMPLIADA O MODIFICADA DE ALGUNA MANERA.

III

Índice:

Página

¿Por qué escribo este folleto?

IV

Capítulo 1.- La situación jurídica del petróleo mexicano en los primeros años del siglo XX.

1

Capítulo 2.- Los grandes cárteles petroleros; su impacto en la economía y la política de las naciones.

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Capítulo 3.- Las fiestas del “Centenario”, ¿O del octagenario?

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Capítulo 4.-La “Revolución Maderista”.

23

Capítulo 5.- El “Gobierno Maderista”.

31

Capítulo 6.-La “Decena Trágica”.

40

Bibliografía.

50

IV

¿Por qué escribo este folleto? Me he tomado la libertad de distraer la atención de mis conciudadanos, invitándolos a que lean este folleto; porque ha venido a resultar que uno de los soportes de la vida nacional está en peligro. Esto es cierto; pues la renta petrolera que subvenciona el 40% del presupuesto nacional y que por ello ha proporcionado recursos financieros durante 75 años para construir y sostener escuelas y unidades médico asistenciales al servicio del pueblo1; va a ser entregada a precio de ganga a los poderosos cárteles petroleros transnacionales, siempre que no lo impidamos los ciudadanos de este país. También es cierto que gracias a que la Nación Mexicana es propietaria de los yacimientos petrolíferos, con cuyos beneficios se sostiene parte importante del gasto gubernamental, los impuestos son más bajos que en otros países que no tienen posibilidad de financiar su desarrollo con tales recursos. Esta circunstancia fiscal, entre otros factores, ha facilitado el “milagroso desarrollo de la empresa nacional” y es un poderoso atractivo para los inversionistas, tan es así que el sector empresarial crece continuamente y es fuente de múltiples empleos directos e indirectos, así mismo proporciona los bienes y servicios necesarios para nuestra sociedad y economía. Pero ahora, con la entrega casi gratuita de la renta petrolera a empresas transnacionales, como pretende “LA DERECHA” a través de sus partidos representados en el Congreso

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solo queda reflexionar cómo se financiará la marcha institucional en

cuanto al 40% del presupuesto que dejará de aportar PEMEX. Las respuestas más lógicas indican: a).- Se aumentarán los impuestos a los trabajadores, pues si se gravase más a las empresas pronto nos abandonarían en busca de algún paraíso fiscal; b).-Se dejarán de prestar los servicios educativos y de salud en la proporción en que ya no alcancen los recursos, ó; 1

La corrupción y el desvío de recursos ha permitido que la calidad de los servicios sea pobre a pesar del esfuerzo de muchos profesores, médicos y demás personal involucrado. 2 PRI, PAN, PARTIDO VERDE ECOLOGISTA y PARTIDO NUEVA ALIANZA.

V c).- Tal vez se intente una combinación de ambas soluciones. En todo caso y como siempre ha ocurrido, será el pueblo quien salga perjudicado, pues los funcionarios que promueven la venta a precio de regalo de la renta petrolera seguirán viajando en autos de alta gama conducidos por obsequiosos choferes, seguirán comiendo en restaurantes de lujo para concluir sus opíparos banquetes, con algún coñac tal vez, y un postre tiramisú, idóneos para facilitar la desmedida ingesta de ricas carnes, abundantes pastas italianas y espléndidos mariscos traídos a su mesa. Ellos seguirán argumentando altaneramente ante los sencillos que los interpelan, tendiendo su mirada al horizonte por encima del hombro de sus imprudentes interlocutores y hablándoles altivamente y con fastidio; no obstante que al rendir cuentas a sus poderosos promotores de habla inglesa, el servilismo es la bandera de su comportamiento, la sumisión su forma de interactuar y la codicia la consejera de sus reclamos por los sueldos bien ganados en la ardua tarea de traicionar a su patria. Lejos queda el recuerdo de las miles de personas que después del 18 de marzo de 1938 acudieron al Palacio de las Bellas Artes a entregar a doña Amalia Solórzano, esposa del presidente Lázaro Cárdenas; sus humildes aretitos, sus alianzas matrimoniales, sus máquinas de coser, sus herramientas de trabajo y hasta sus puercos, chivos, borregos, vacas y guajolotes, para que con el producto de su venta, se juntase el dinero que reclamaban los magnates como pago por la expropiación petrolera. (Les pagaban a los ladrones del patrimonio nacional para que se los devolviese). Con la “reforma energética”, que también comprende a la generación y distribución de electricidad, se enajenará el usufructo de las presas hidroeléctricas de cuyos actuales pisos firmes fueron expulsados pueblos y ejidos, sin que hasta la fecha hayan sido pagadas las consecuentes indemnizaciones. En muchas ocasiones los lanzamientos de los embalses fueron ejecutados por batallones de infantería del Ejército Nacional Mexicano, como un claro ejemplo de que en el mundo burgués/capitalista una estrategia de indudable éxito consiste en enfrentar a los proletarios contra otros proletarios para desposeerlos de sus recursos. ¿Serán acaso los nuevos administradores de las presas hidroeléctricas; SIEMENS, ITT, Mitsubishi o Iberdrola quienes pagarán las indemnizaciones que ha omitido el gobierno mexicano?

VI Además recordemos que en los países donde se privatizaron las empresas de energía eléctrica; falta el mantenimiento de las instalaciones, que los

consorcios

propietarios consideran gasto poco redituable; el servicio se ha hecho caro e ineficiente y en algunos casos el gobierno se tuvo que hacer cargo nuevamente de su prestación, asumiendo el déficit de infraestructura provocado por la avariciosa desidia de los empresarios/bucaneros que habían adquirido a precio de regalo los activos del sector. Como ejemplo destaco lo acontecido en las ciudades de la costa este de los Estados Unidos que sufrieron el gran apagón del año 2004 con excepción de Chicago, cuya empresa de servicio eléctrico es propiedad del condado de esa ciudad y siempre ha dado mantenimiento preventivo a sus instalaciones. El servicio eléctrico en el resto de las ciudades de esa región se fue restableciendo poco a poco, pero siempre a costa de los usuarios, pues las empresas privadas que lo regentean se negaron de plano a pagar las reparaciones. Más o menos por el mismo estilo fue el caso de Londres a finales del siglo XX y más recientemente el asunto del metro de Buenos Aires. En fin, solo estando bien informados, unidos y siendo activos militantes de la defensa de nuestros intereses lograremos la preservación de nuestros recursos energéticos. Hago notar que hace un siglo, la explotación de los yacimientos de hidrocarburos de México por parte de los cárteles petroleros de clase mundial dió origen a un sinnúmero de abusos y arbitrariedades cometidos en contra de la economía nacional, la propiedad privada y la ecología en nuestro país. Bastaba el mínimo intento del gobierno por imponer orden en las prácticas depredatorias de los grandes consorcios ingleses o norteamericanos, para que dé inmediato se nos amenazase con la invasión. El Congreso de México negó autorización al Sr. Rockefeller para tender un oleoducto en territorio mexicano y como desquite el gobierno norteamericano envió 18,000 soldados a la frontera y 50 barcos de guerra a nuestras costas para invadirnos. Solo nos salvamos esa vez por un cambio en la política interna de los Estados Unidos. El presidente Francisco I. Madero pretendió cobrar un modesto impuesto de 1.5

VII centavos por barril de petróleo extraído gratuitamente por los cárteles y eso bastó para que el embajador de los Estados Unidos se uniera y apoyara a los felones que asesinaron al primer mandatario de la Nación. Es bueno no olvidar que; “Comportamiento pronostica comportamiento”, es decir que los actos del pasado anticipan cómo se van a comportar en el futuro los cárteles petroleros. 3

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En los cien años que han pasado desde entonces, los grandes consorcios han depurado sus técnicas de rapiña: El presidente del Congo, Patrice Lumumba murió asesinado por traidores apoyados por la CIA, toda vez que se opuso al saqueó del petróleo. Fueron tropas españolas quienes apoyaron a los infidentes que asesinaron al presidente de la República de Guinea Ecuatorial por igual negativa. El presidente Sukarno de Indonesia fue defenestrado por militares traidores apoyados por los E.E. U.U. por defender la integridad de los recursos petrolíferos de su país. Pero desde luego el caso emblemático más reciente es el de la destrucción de Irak que cometieron las potencias ávidas de petróleo encabezadas por los Estados Unidos e Inglaterra, con el fin de enriquecer a los cárteles Halliburton y Carlyle, que prestan servicios a los petroleros. Tal ataque fue “justificado” por la tremenda mentira de que el dictador iraquí había acumulado armas nucleares de destrucción masiva con las que intentaba atacar al “Mundo Civilizado”. Murieron cientos de miles de personas y el país quedó destrozado, además de que la bancarrota del gobierno de E.E. U. U., asi como las milicias fedayines de ISIS son el legado del presidente George Bush Jr. por esa guerra. NOTA: “Halliburton”, cuyo principal accionista durante la primera Guerra del Golfo era el después vicepresidente Chenney y “Carlyle” cuyos principales accionistas han sido los ex presidentes George Bush Senior y George Bush Jr., operan en México desde hace más de 10 años.

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Capítulo 1.- La propiedad del petróleo mexicano en los primeros años del siglo XX. 1.1.- El sistema jurídico de la propiedad minera y petrolífera. Existen dos modos de considerar la propiedad de las riquezas del subsuelo: A.- El más tradicional señala que la propiedad de los terrenos es de los propietarios del suelo, al que pertenecen las edificaciones, plantíos y huertas y cuyo límite inferior son las raíces de los vegetales y los cimientos de los edificios. Las riquezas mineras o petroleras que estén en el subsuelo pertenecen al soberano que en el caso de México es la Nación, al igual que los minerales e hidrocarburos fósiles que estén en la superficie terrestre, porque siendo de naturaleza diferente a la del terreno en que yacen, requieren de una técnica de explotación diferente al uso ordinario del suelo que es la agricultura, ganadería y el usufructo de la propiedad inmueble. En este sistema el gobierno puede otorgar concesión a particulares para explotar minas o petróleo siempre que reúnan ciertos requisitos y cumplan con ciertas obligaciones. Los requisitos dependen de los grupos a proteger y las obligaciones son básicamente dos; pagar en forma periódica una cuota y explotar continuamente el yacimiento. B.- En el régimen liberal capitalista el propietario de un terreno lo es de las riquezas del subsuelo y por lo tanto las puede explotar en forma libre, sin pagar regalías y sin requerir concesión. 1.2.- El sistema clásico de la propiedad minera y petrolífera en México durante la dominación española. Podemos decir que desde el siglo XVIII y hasta 1884, la norma que regulaba el régimen de propiedad y explotación de las riquezas mineras en México eran las; “Reales

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Órdenes para la Dirección, Orden y Gobierno para la Minería de la Nueva España.” Decretadas por el rey de España Carlos III el 22 de mayo de 1783, en el palacio real de Aranjuez.1 Tal disposición jurídica señala: “Art.1º.- Las minas son de mi real corona, así por su naturaleza y origen como por su reunión dispuesta en la ley…” “Art.2º.- Sin separarlas de mi Real Patrimonio, las concedo a mis Vasallos en propiedad y posesión, de tal manera que puedan venderlas, permutarlas, arrendarlas, donarlas, dejarlas en testamento por herencia o manda, o de cualquier otra manera enajenar el derecho que en ellas les pertenezca en los mismos términos que lo posean y en personas que puedan adquirirlo.” “Art.3º.- Esta concesión se entiende bajo de dos condiciones: La primera, que hay que contribuir a mi Real Hacienda…; y la segunda, que han de labrar y disfrutar las minas cumpliendo lo prevenido en estas Ordenanzas, de tal suerte que se entiendan perdidas siempre que se falte al cumplimiento de aquellas en que así se previniera y puedan concedérsele a otro cualquiera que por este título las denunciare.” “Art. 22.- Asimismo, concedo que se puedan descubrir, solicitar, registrar y denunciar en la forma referida no solo las minas de Oro y Plata, sino también las de piedras preciosas…bitúmenes y jugos de la tierra."2 1.3.- Continuidad del régimen de dominio del poder soberano sobre las riquezas mineras y el sistema de concesiones. Cuando México se independizó, se continuó aplicando provisionalmente la legislación española, puesto que el “Plan de Iguala” (Arts. 5º y 21)3 y los “Tratados de Córdoba” (Art. XII)4 por los cuales se decretó la independencia, así lo establecían.5

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También se las ha llamado “Ordenanzas de Aranjuez” u “Ordenanzas de Minería”. Se les puede consultar en el libro de Alemán que se cita en la bibliografía de este folleto y también hay numerosos sitios web que contienen este documento, a tales sitios se puede tener acceso por medio de algún “buscador”, p. e.; “Google”. 2 Así se les llamaba en aquel entonces al petróleo y demás hidrocarburos fósiles. 3 Véase; “Plan de la Independencia de México proclamada y jurada en el pueblo de Iguala los días 1º y 2 de marzo de 1821”, Archivo General de la Nación, México, Impresos oficiales, Vol.6º, Núm.62. 4 Véase; “Tratados celebrados en la villa de Córdoba el 24 del presente (Agosto de 1821), entre los señores don Juan O’Donojú, teniente general de los ejércitos de España y don Agustín de Iturbide, primer jefe del ejército imperial mexicano de las tres garantías”. En Zárate, Pág. 739 . 5 Los observadores, se quedaron perplejos al conocer tan “extraña independencia de México”, por la cual se nombraba soberano del nuevo país al mismo rey de España, don Fernando VII y se mantenían la Constitución de Cádiz de 1812 y las demás leyes españolas, lo cual implicaba otra notable contradicción, pues el rey Fernando VII al regresar a España en 1814, después de su prisión en Francia derogó la citada Constitución de Cádiz, empezó a reinar como soberano absoluto y solo después de la triunfante revolución del general Rafael Riego se vio obligado a

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El 22 de diciembre de 1836 se firmó el “Tratado de paz y amistad entre México y España”, con lo cual y de acuerdo a los “Principios del Derecho Internacional” y la “Teoría de la soberanía” se entendieron traspasados los derechos de la “Corona Española” a la “Nación Mexicana”. Una muestra de lo anterior es la manifestación en ese sentido que hizo el ministro juarista de Justicia, Fomento e Instrucción Pública, don Jesús Terán en oficio del 22 de agosto de 1863, (en plena guerra de intervención) desde San Luis Potosí, capital provisional de la República Mexicana, dirigido al señor Ramón Alcaraz, Jefe de Hacienda en Mazatlán; Sinaloa que dice: “Impuesto el C. Presidente del oficio de usted del 28 pasado…se ha servido declarar que los criaderos de carbón fósil se encuentran en el mismo caso de las minas, sobre las cuales la Nación tiene el dominio directo; pero tanto de unos como de otras, cede el dominio útil a los ciudadanos, dándoselos con arreglo a lo que se dispone en las “Ordenanzas de Minería…”6 1.4.- Las ideas liberal/capitalistas sobre la propiedad minera y petrolífera. Con el advenimiento del liberalismo a finales del siglo XVIII y principios del XIX el mundo occidental dio un vuelco respecto de las relaciones jurídicas de carácter económico; prevaleciendo la libertad individual al contratar y reconociendo la propiedad privada como un derecho absoluto. El Código Civil Francés de 1802,7 que fue el instrumento jurídico insignia del capitalismo liberal en los países de raíces latinas y tradición legislativa, en su artículo 552 incorporó la propiedad del subsuelo a la del suelo. En ese sentido el Estado deja de tener derecho alguno sobre las riquezas mineras y petroleras que se encuentren bajo tierra y por tanto el dueño de la superficie puede explotarlas libremente, sin necesidad de concesión alguna y asimismo al vender su terreno también vende los yacimientos del subsuelo. Pero vistas las pérdidas que sufrieron las finanzas públicas y el despojo a los campesinos franceses en beneficio de los cárteles mineros que compraban las “fermes” a precios de ganga para apropiarse de las riquezas mineras, fue necesario expedir la Ley volverla a promulgar, forzado por el nuevo gobierno liberal, que conservó en el trono al monarca, pero lo mantenía virtualmente preso a pesar de que gobernaba dizque en su nombre. 6 En Silva Herzog, Pág. 16, ver bibliografía. 7 Este código que se ha denominado “Código Civil Bonaparte” se puede consultar en el portal electrónico de la Biblioteca Nacional de Francia (http://gallica.bnf.fr).

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Minera de 1810 para limitar los derechos del propietario del suelo otorgados por el “Código Civil Bonaparte”.8 En Inglaterra y en Estados Unidos, a pesar del concepto liberal del respeto absoluto a la propiedad privada, se conservó el precepto derivado de la antigua “Common Law” que señala que las minas de oro y plata son del soberano como parte de su privilegio para acuñar moneda y proporcionarse los materiales requeridos para ello.9 1.5.- La aplicación de los principios liberales a la propiedad minera y petrolífera en México. Al restablecerse, partir de 1867, el régimen republicano en México, se aplicó la Constitución liberal de 1857 interrumpida por la “Intervención Francesa”. Fue en ese contexto que se expidió en 1870 el Código Civil Mexicano que se seguía los principios del “Código Civil Bonaparte”, hasta cierto punto, pues si bien su artículo 829 dice que; “El propietario de la superficie lo es también de lo que está debajo de ella”. También señala en su Art.867 que el propietario del terreno en que existan riquezas mineras deberá sujetarse a lo dispuesto a la legislación de minas y como hemos visto tal legislación eran “Las Ordenanzas de Minería” que había dictado el rey de España, pues con tantos conflictos en el México del siglo XIX no había habido oportunidad de formar leyes mineras propias. En 1884 se promulgó en México un nuevo Código Civil, pero no hubo cambios significativos. Fue hasta el día 22 de noviembre de 1884 cuando terminó la vigencia de las “Ordenanzas de Minería que había expedido el rey de España don Carlos III 10, pues se publicó el “Código de Minería” (mexicano) que hizo pasar a una parte de la propiedad minera y a toda la propiedad de los yacimientos petrolíferos, del régimen clásico al sistema de propiedad liberal/burgués. Dicho código determinaba que las explotaciones mineras más ricas (oro, plata, etc.) requerían de concesión, pero las de poco valor, se regirían por el siguiente artículo: “Artículo 10.- Son de exclusiva propiedad del dueño del suelo, quien por lo mismo,

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En Silva Herzog, Pág. 23. Ibíd. Ídem, Pág.24.. 10 Estuvieron vigentes en México por 63 años después su independencia. 9

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sin necesidad de denuncio ni de adjudicación especial podrá explotar y aprovechar: I.- Los criaderos de carbón de piedra, II.- Las rocas como calizas, pizarras, pórfidos… III.-… IV.-…El petróleo y los manantiales gaseosos…” “Para el aprovechamiento de todas estas substancias el dueño del terreno se sujetará, sin embargo, en sus trabajos, a las disposiciones y reglamentos de policía…”11 Así pues se estaba evitando el despojo de las minas de metales preciosos a la Nación Mexicana, pero quedaban al descubierto los yacimientos petrolíferos, ya que entonces en México se ignoraba la potencialidad económica del petróleo que solo se usaba como remedio casero para el “dolor de costado” y “los enfriamientos del cuerpo”, Pero por otra parte la mayoría de los campesinos eran analfabetos, víctimas de los especuladores, que compraban a bajo precio los terrenos con hidrocarburos fósiles.

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También los altivos latifundistas criollos eran timados en sus tratos con los cárteles petroleros, pues a pesar de su petulancia e ínfulas, desconocían la compleja estructura de los contratos de corte librecambista que les proponían las empresas extranjeras y no tenían clara conciencia del gran valor de los yacimientos petroleros. Desde la colonia, México fue un país cuya economía dependía en gran parte de sus riquezas mineras y en el inicio del siglo XX cobraron importancia sus yacimientos petroleros y además las potencias mundiales estaban adquiriendo los recursos mineros y petrolíferos en sus colonias y zonas de influencia económica, generando así una fuerte competencia por la atracción de capitales. Por lo tanto según la opinión del gobierno porfirista era urgente ampliar la protección de las compañías transnacionales a fin de captar inversión directa en la minería. Nótese que los ancianos líderes porfirianos no pensaron en proteger a la Nación del saqueo, sino de proteger a los cárteles para que pudieran explotar sin sobresaltos la riqueza del petróleo. Por todo ello el gobierno del General Porfirio Díaz sustituyó el Código de Minería por la ley minera del 4 de junio de 1892, en la cual se eliminó el denuncio y se decretó que: 11

Por “policía” se entendía; buen orden y medidas de higiene y seguridad industrial. Asombrosamente en México el petróleo y demás hidrocarburos fósiles no se consideraban de gran valor, a pesar de que en los países industrializados ya se habían descubierto desde hacía 20 años sus principales aplicaciones que los hacían altamente codiciados. 12

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“La propiedad minera legalmente adquirida y la que se adquiriese en el futuro sería irrevocable y perpetua.” 1.6.- La legislación porfirista específicamente petrolera. Durante la época más fructífera del gobierno del General Porfirio Díaz, el secretario de Hacienda José I. Limantour, que pertenecía al grupo político de los “Científicos”13 indujo al presidente a dar apoyo al contratista inglés Weetman D. Pearson,14 interesado en la perforación de pozos petroleros en México, para así equilibrar la influencia económica de los trusts norteamericanos cuyo más insigne inversionista era Mr. Edward L. Doheny.15 Estos dos empresarios extranjeros influyeron sobre el ánimo del dictador para que se expidiera una ley que regularía en forma específica la propiedad, producción y comercialización del petróleo, misma que se promulgó el 24 de diciembre de 1901. En esa ley se establecen los siguientes incentivos para las empresas petroleras: -Si estas empresas eran

propietarias de los terrenos en donde extraían el

petróleo, no requerirán concesión, ni pagarían regalías. (Esta declaración se reiteró en la reforma a la ley del 25 de noviembre de 1905, a petición de Mr. Pearson). -Si su yacimiento petrolero se extendiese bajo el terreno de otro propietario, podían solicitar al gobierno la expropiación de ese terreno en su favor. -Las empresas petroleras tenían derecho a tender tuberías sobre los terrenos de otros propietarios para transportar sus productos. -Eximía a los empresarios del pago de impuestos sobre importación de la maquinaria y el equipo requerido para la explotación petrolera y de impuestos sobre el capital por 10 años, salvo el impuesto del timbre. -Facultaba al gobierno para otorgar concesiones de petróleo en terrenos nació-

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Los funcionarios porfiristas actuaban como representantes, abogados o funcionarios de las empresas petroleras. Ejemplos; El Lic. Lorenzo Elízaga era representante de la “Pearson & Son”. Ltd. y también era secretario de la Cámara de Diputados; El secretario de Relaciones Exteriores Sr. Enrique C. Creel era el presidente de la ”Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S.A. y el gobernador del Distrito Federal don Guillermo Landa y Escandón era miembro del consejo de administración de esa misma empresa. En Silva Herzog y Alemán Valdés. 14 Fundador de la Pearson & Son, Ltd., antecesora de la Compañía Mexicana de Petróleo “El Águila”, S.A. que después fue subsidiaria de la transnacional Royal Dutch Shell, Ltd., que es un “jointventure” anglo/holandés. 15 Fundador de la empresa Huasteca Petroleum Co. que después pasó a ser propiedad de la Standar Oil Trust, cuya mayoría accionaria pertenecía a Mr. John D. Rockefeller.

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nales, debiendo las empresas concesionarias pagar en este caso por concepto de regalías el 3% de sus utilidades al gobierno de los estados y el 7% a la federación. -En caso de que un empresario extranjero solicitase concesión para explotar petróleo en terrenos nacionales debía suscribir su aceptación a ser considerada como mexicano para efectos. Esta fue la única norma a favor de México. Los cárteles petroleros procuraron no perforar en terrenos nacionales, para no pagar regalías. Compraban terrenos particulares, así se surtían de petróleo gratis.

Mr. Edward Laurence Doheny. Principal accionista de la empresa; “Huasteca Petroleum” Co.

Sir Weetman Dickinson Pearson, Vizconde de Cowdray. Principal accionista de la “Compañía Mexicana de Petróleo el Águila”, S.A.

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Capítulo 2.- Los grandes cárteles1 petroleros; su impacto en la economía y la política de las naciones. 2.1.- Los consorcios mundiales destruyen la libre competencia. Con el advenimiento del liberalismo que despliega los principios del libre mercado y respeto a la propiedad privada; se dio paso al capitalismo que al principio originó una sana y libre

competencia,

pero

que

rápidamente

evolucionó hacia una realidad económica en la que las empresas que por cualquier medio fueron obteniendo ventaja crecieron

porque

sobre sus tenían

competidores,

mayores

recursos

financieros y de capacidad para efectuar grandes compras de materias primas a precios más bajos que los demás, también estuvieron en posibilidad de adquirir la mejor tecnología y de ir comprando a las otras empresas que se habían rezagado, fue así como surgieron los cárteles, que ya a mediados del siglo XIX tenían ganado un espacio importante en la economía del mundo. Mr. John D. Rockefeller Principal accionista del cártel: “Standard Oil”, Corp.

Pronto la economía capitalista dejó de ser el “paraíso de la libre competencia”, los grandes

consorcios se volvieron dominantes del mercado y líderes de la producción; así que las pequeñas empresas se fueron convirtiendo en proveedores de materias primas o de servicios auxiliares, en maquiladores de las fases de producción menos redituables o en distribuidores y vendedores al menudeo de los productos.2 1

Conjunto de empresas cuyo accionista mayoritario es una empresa dominante a la que se le llama “consorcio corporativo” o más comúnmente y de manera simple; “El corporativo”. Se les llama cártel (con acento en la primera silaba); porque cartel (sin acento) significa afiche o sea anuncio publicitario plasmado en cartón o papel adherible a una pared. 2 Como ejemplo diré que los cárteles de clase mundial procesadores de frutas establecieron el tamaño que deben tener las piñas para que una vez procesadas quepan en forma de rebanadas en las latas en las que se comercializan. Otro ejemplo: las grandes empresas productoras de papas fritas han determinado que variedad de papa deben cultivar los agricultores a efecto de estandarizar la producción, con lo cual poco a poco van induciendo la desaparición de la diversidad de especies, con las consecuencias catastróficas que los más destacados biólogos y agronomistas han anunciado.

9 En ocasiones los distribuidores y prestadores de servicios (especialmente si esos servicios requieren de alta tecnología) también se fueron fortaleciendo y constituyeron otros cárteles que con su alta eficiencia acorralaron aun más a las pequeñas empresas. 2.2.- Los grandes consorcios y su lucha a principios del siglo XX contra el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos. Al empezar el siglo XX los grandes empresarios norteamericanos, como eran; la familia Vanderbilt con empresas de transporte, el Sr. Carnegie propietario de fábricas de hierro y acero o el Sr. John D. Rockefeller, principal accionista del cártel petrolífero “Standard Oil” Corp.; exigían a los partidos políticos la postulación de un representante de sus intereses como candidato a la presidencia de los Estados Unidos. El Partido Republicano (The Great Old Party ó GOP; por sus siglas) accedió a sus demandas y postuló a Mr. William McKinley, quien ganó las elecciones para el periodo 1897-1900. Durante esa presidencia los cárteles gozaron de una enorme tolerancia y la franca protección gubernamental a sus operaciones, sin importar que incurrieran en prácticas de competencia desleal, fraudes en perjuicio de sus consumidores, enormes injusticias contra sus obreros o en tremendos atentados contra el medio ambiente. Pero el presidente McKinley no pudo proteger al corporativo “Standard Oil Trust” de la decisión de la Suprema Corte que ordenó su disolución en 1899, por incurrir en prácticas monopólicas que ponían en peligro a una parte de la economía del país, incluso en su sistema de pagos y en la estructura del mercado de valores. Esta decisión dejó al Sr. Rockefeller sin consorcio corporativo, por lo que las múltiples empresas que controlaba quedaron descentralizadas y su impacto en la economía se moderó. Rockefeller fundó en lugar de su antiguo trust, la Standard Oil de Nueva Jersey y comenzó a retomar la posición dominante que había perdido al disolverse su sociedad centralizadora. Al parecer nadie podía detenerlo. Para el siguiente periodo los empresarios postularon como precandidato del Partido Republicano al presidente

McKinley para un segundo mandato; sin embargo

surgió un gran problema pues también se postuló el ex gobernador del Estado de Nueva York

Mr. Theodore Roosevelt quien era partidario de controlar y reglamentar a los

cárteles empresariales, como política económica interna. Dicho personaje contaba con una enorme popularidad, y era miembro distinguidísimo del Partido Republicano por lo

10 que no podía ser excluido del proceso de selección y tenía altas probabilidades de alcanzar la candidatura oficial de ese partido. Ante tal peligro para los cárteles empresariales, se le hizo ver a Mr. Roosevelt que si el Partido Republicano lo llegase a postular, ellos procurarían dividir a los seguidores del GOP, para que perdiese las elecciones, por lo que se le propuso que aceptase la candidatura a la vicepresidencia, siendo el candidato presidencial el propio presidente McKinley; a Roosevelt no le quedó más remedio que aceptar. De esa manera los cabilderos de los cárteles pensaron que la figura de Roosevelt quedaría anulada, como lo deseaban, pues el vicepresidente no podía tener papel activo en la marcha del gobierno, a menos que faltase el presidente, evento que consideraban poco probable. El proceso electoral siguió su marcha y de él surgieron Mr. William McKinley como presidente reelecto y Mr. Theodore Roosevelt como vicepresidente de los Estados Unidos de América para el periodo 1901-1905. Los consorcios, protegidos por el gobierno, continuaron sus prácticas empresariales abusivas entre las que destacaban las injusticias en contra de los trabajadores explotados. Fue por ello que un trabajador de origen polaco llamado León Czolgosz que militaba en las filas del movimiento anarco/sindicalista, frustrado porque la clase obrera no alcanzaba siquiera los mínimos niveles de bienestar para una vida digna; aprovechó la visita que hizo McKinley a la ciudad de Buffalo, N.Y. el 5 de septiembre de 1901 para inaugurar la “Feria Panamericana” y al día siguiente, mientras se celebraba una fiesta conmemorativa en el Music Hall de la ciudad le disparó 2 tiros, de cuyas lesiones murió el presidente el día 14 de ese mes y año3. Así fue que llegó a la presidencia de los Estados Unidos Mr. Theodore Roosevelt, paladín de la política pública de regulación de las prácticas empresariales, en lo que coincidía con Mr. William J. Bryan quien había sido dos veces candidato presidencial por el Partido Demócrata, en contra de McKinley. Sin embargo el presidente Roosevelt poco pudo hacer para regular a los consorcios, aunque sí logró imponer algunas medidas de control a las empresas petroleras, mediante el “Square Deal” que defendía la lucha a favor de la protección de los recursos naturales ante la explotación de los grupos empresariales, con lo cual se redujo en alguna medida el derroche de recursos y el daño ecológico producido por la Standard

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En los Estados Unidos de América han muerto asesinados 4 presidentes en funciones; Abraham Lincoln en 1865, James A. Garfield en 1881, William McKinley en 1901 y John F. Kennedy en 1963.

11 Oil, Co., al menos en el territorio de los Estados Unidos aunque no en el extranjero4 donde operaba este voraz capitalista cuyo principal mérito consistía en aplicar medidas de normalización (estandarización) a la calidad de los productos derivados del petróleo, que sus competidores comercializaban en una pintoresca variedad de especificaciones aleatorias y cambiantes sin control alguno. Fue por ello que para destacar su distintiva prelación Mr. Rockefeller había titulado a su empresa como la “Standard Oil”, Co. Al concluir el gobierno de Roosevelt, en 1909, los republicanos y sus impulsores corporativos aplicaron todo su poderío financiero en el proceso electoral e hicieron triunfar a Mr. William H. Taft para el periodo presidencial de 1909 a 1913. Mr. Taft era un tiburón depredador que luchaba con todas sus fuerzas a favor del imperio colonial de los Estados Unidos; había sido gobernador de Filipinas de 1901 a 1904, y secretario de la Guerra de 1904 a 1908, cargo que alternó con el de gobernador provisional de Cuba en 1906. Pero para desconsuelo de los líderes empresariales, el nuevo presidente continuó la política de su predecesor Roosevelt a favor de controlar y reglamentar a los cárteles en sus operaciones dentro del territorio de los Estados Unidos, incluso él si pudo reducir al orden a la Standard Oil, Co. ya que en 1911 obligó a Mr. Rockefeller a dividir su imperio en; Standard Oil de New Jersey y Standard Oil de California, prohibiéndole al magnate y sus parientes más cercanos conservar o adquirir en lo sucesivo títulos accionarios de la nueva empresa californiana. Como

compensación

y

tal

vez

por

temor

a

sus

reclamos,

apoyaba

incondicionalmente a las empresas petroleras de capital norteamericano en sus operaciones en el extranjero, sin que le importasen mucho los daños ecológicos que pudiesen causar en otros países o las arbitrariedades y actos rufianescos en que incurrían para incrementar sus ganancias. Todo se les permitía, siempre que no afectasen con sus tropelías al interior de Estados Unidos. Mr. Taft designó como embajador de la Unión Americana en México a Mr. Henry Lane Wilson que en realidad era un personero de las compañías petroleras, su hermano; 4

Antes de ello, era práctica común de los petroleros, contaminar los mantos freáticos de los acuíferos, ya que descuidaban las fugas de crudo en los pozos de extracción, además utilizaban grandes excavaciones a suelo raso para almacenar el petróleo extraído (esta práctica provocaba una tremenda contaminación del suelo y el subsuelo) pero de ese modo se ahorraban la construcción de tanques de almacenamiento. En México esas prácticas abusivas continuaron hasta 1938. En Veracruz, Tamaulipas y San Luis Potosí aún se encuentran zonas afectadas por los pozos de la Huasteca Petroleum Co.

12 Mr. John M. Wilson era senador en el congreso norteamericano, cargo que solo utilizaba para procurar el mejor ambiente a favor de los cárteles petroleros e impulsar leyes que los protegieran; además ambos hermanos formaban parte del grupo político del secretario del Interior, Mr. Richard Balingger y del poderoso “senador petrolero” Mr. Albert B. Fall. Ese grupo protegía los intereses de Mr. Doheny, propietario de la Huasteca Petroleum Company, empresa norteamericana que operaba en México y en 1912 estaban de fiesta porque años antes “La Huasteca” había comprado un terreno por el cual pagó $.-200.00MN (DOSCIENTOS PESOS MEXICANOS) a un “…tonto, piojoso y apestoso indígena”, (según ellos lo afirmaban) y ese terreno, se convirtió en el campo petrolero denominado “Potrero del Llano” que producía millones de barriles de petróleo. 2.3.- Los cárteles petroleros de capital inglés. En el Reino Unido los intereses petroleros eran tan intensos como en Estados Unidos, sin embargo la operación de sus empresas no estaba matizada con tanta ferocidad como ocurría con las inversiones norteamericanas. Dos circunstancias caracterizaban los asuntos relativos al petróleo en Gran Bretaña; la primera consistía en que el primer lord del almirantazgo (ministro de marina) Mr. Winston Churchill, asesorado por el almirante John Arbuthnot Fisher

inició un

programa de formidables dimensiones, consistente en sustituir en toda la flota inglesa (de guerra y mercante), las calderas de vapor calentadas con carbón mineral, por motores alimentados con combustibles derivados del petróleo. La segunda circunstancia, también de la mayor significación consistió en que los principales propietarios ingleses de buques tanques petroleros se aliaron con los inversionistas petroleros de nacionalidad holandesa; dando así origen al consorcio denominado Royal Dutch Shell, Trust., que en esa época se constituyó como el cártel petrolero más poderoso del mundo, con intereses en todos los países que producían o compraban petróleo, es decir con cobertura global, y que desde luego estaba resguardado con la protección oficial de los gobiernos del Reino Unido y de Holanda. En México el capital petrolero inglés era representado por el empresario y diputado de la Cámara de los Comunes de Inglaterra; Mr. Weetman Pearson, quien después fue nombrado vizconde de Cowdray y miembro de la Cámara de los Lores. Mr. Pearson había sido contratista del gobierno mexicano para la construcción del Gran Canal del Desagüe de la ciudad de México, después obtuvo contratos para el

13 dragado del puerto de Veracruz y la construcción del ferrocarril de Tehuantepec, pero en sus andanzas por México se enteró de los exitosos descubrimientos de petróleo que acababa de realizar Mr. Doheny y se interesó en la exploración petrolera. Fundó la empresa “Pearson & Son”, Limited, bajo las leyes inglesas, pero como las compañías petroleras mexicanas no estaban obligadas a pagar impuestos aduaneros, transformó su empresa en la “muy mexicana”; “Compañía Mexicana de Petróleo El Águila”, S.A a cuyo frente estaban; el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Sr. Enrique C. Creel, con el rango de presidente del consejo de administración y el Sr. Guillermo de Landa y Escandón, secretario de Guerra y Marina, en su empleo complementario de consejero del consorcio inglés disfrazado de mexicano. Al poco tiempo “Compañía Mexicana de Petróleo El Águila”, S. A. se convirtió en subsidiaria de la Royal Dutch Shell, Trust., y controlaba el 70% de la producción petrolera de México, por lo que el restante 30% se lo disputaban algunas compañías menores que competían con la empresa norteamericana; “Huasteca Petroleum” Company y la “Compañía Transcontinental de Petróleo”, S.A.

Certificado accionario de la Standard Oil Trust, cártel que controlaba todas las empresas de Mr. John D. Rockefeller. Quien tuviera uno de estos documentos, sería millonario y tendría derecho a las riquezas que extraía gratuitamente de México la “Huasteca Petroleum” Co.

14

Capítulo 3.- Las fiestas del “Centenario”, ¿O del octagenario? 3.1.-El presidente Díaz se despide del poder pero no lo abandona. “¡Autócrata!”, “¡Héroe de la patria en la Guerra de Reforma y contra el invasor”, “¡Dictador!”, ¡”Tirano!”; también; “¡Héroe de la paz y del progreso!”, “¡Asesino!”, etc.; todo eso y más han escrito los exégetas y detractores de la figura del general Porfirio Díaz Mory; unos le reprochan sus crímenes1, otros

lo

ensalzan

por

las

obras

de

infraestructura que impulsó, todo México aún le reclama las masacres de obreros en Cananea y Rio Blanco, también se ha censurado acremente la leva forzada de humildes

y los

destierros de indígenas

insurrectos a Valle Nacional y Yucatán. Lo que sí es indudable fue que Díaz traicionó a su patria al otorgar desmedidos privilegios a los inversionistas extranjeros y al comprometer en árbitros el conflicto con

Gral. Porfirio Díaz Mory Presidente de México; 18771880 y 1884-1911.

Francia por la isla de Clipperton al final de su gobierno, misma que por ello perdió México.

A varios de sus partidarios que se consideraban con suficientes méritos para sucederlo, don Porfirio les prometió impulsarlos para que postularan su candidatura a la presidencia de la República, solo les pedía esperar “el momento oportuno para hacerlo”, mismo que nunca llegaba; de este modo burló las pretensiones del Lic. Justo Benítez y de don Ignacio L. Vallarta.

1

La orden que Díaz le dio por telégrafo al gobernador de Veracruz, Gral. Luis Mier y Terán el 23 de junio de 1879, en relación con nueve militares y civiles señalados como conspiradores solo decía; “Aprehendidos in fraganti, mátalos en caliente”, de inmediato Terán los mandó fusilar, según testimonió el Lic. Rafael de Zayas Enríquez, Juez de Distrito que conoció del caso y lo narró en su folleto: ”La verdad sobre el 25 de junio. Apuntes para la Historia.” publicado en Nueva York en 1919 y referido por López-Portillo y Rojas, Págs. 164 y s.s.

15 A partir de entonces los chasqueados candidatos y demás detractores

del

presidente

Díaz

dieron en cambiarle el nombre, ya no lo llamaban Porfirio, sino “Perfidio”, en mérito de su doblez, especialmente porque de 1871 en su “Plan de la Noria” y después en1876 en los de Tuxtepec y Palo Blanco, en que declaraba sus motivos para levantarse en armas en contra de los gobiernos de don Benito Juárez y Sebastián

Lerdo

de

El presidente Porfirio Díaz y su segunda esposa “Carmelita”.

Tejada,

respectivamente; acusaba a ambos mandatarios de haberse reelegido, forzosa y violentamente, pero cuando Díaz llegó al poder, por una revuelta, incurrió reiteradamente en dicha práctica, sin siquiera sonrojarse por su traición a los principios que había proclamado. En la primera década del siglo XX el brillante secretario de Hacienda, don José Limantour, distinguido miembro del grupo de los “Científicos”

2

consideraba tener

suficientes cualidades para suceder al dictador en la presidencia. A él también le organizó el caudillo un programa de engaños, trampas y demoras para embaucarlo, como había hecho con los demás. Sin embargo esta vez las cosas no salieron como lo esperaba “don Perfidio”, pues su provecta edad se había constituido en un obstáculo a la operación de bonos de la deuda soberana de México en las bolsas de valores de Londres, París y Nueva York, según el análisis que hicieron los bróker con motivo de su 6ª candidatura a la presidencia de la República en 1903, así pues se requirió de la intervención de Limantour para resolver el problema. En aquella ocasión, para efectos de evitar la suspensión o encarecimiento de los créditos, el secretario de Hacienda prometió a los representantes de los bancos que habría cambios en la Constitución para garantizar la paz social y el pago de las deu-

2

Formaban el Partido Unión Liberal pero se conocían más como “los Científicos”, porque en un discurso que pronunció uno de sus voceros hizo un gran alarde respecto a las soluciones científicas que proponían para solucionar los problemas nacionales.

16 das, aun en caso de faltar el presidente Díaz. En ese sentido el grupo de los “Científicos” ejerció la suficiente presión sobre el dictador a efecto de que aceptase enviar al Congreso una propuesta de modificación a la “Carta Magna”

que ampliase el periodo

presidencial de 4 a 6 años y que crease el cargo de vicepresidente. También lograron los “Científicos” postular como compañero de fórmula del general Díaz a un miembro de su partido, que él mismo autócrata escogió; don Ramón Corral, que en ese momento era el secretario de Gobernación. Por supuesto que en virtud de la alquimia electoral de estilo, salieron electos,

Primera página de la entrevista Creelman-Díaz, publicada en la Pearson’s Magazine.

casi por unanimidad; como presidente el general Porfirio Díaz y como vice presidente don

Ramón

Corral,

para

el

periodo

presidencial 1904-1910. Así la vida cotidiana del país siguió igual que antes y el crédito se restableció. En febrero de 1808, se produjo un acontecimiento que marcó la vida política de la Nación y por ello es pertinente narrarlo en forma destacada; el Gral. Díaz

aceptó

conceder una entrevista al periodista norteamericano James Creelman, misma que publicó la revista “Pearson’s Magazine” de Nueva York, en formato de lujo y como “cover chronicle” con muchas ilustraciones y detalles. En esa entrevista referida por el editor como; “En este relevante artículo, el hombre más grande del continente habla sin reservas al mundo por conducto de la Pearson’s Magazine”; no pudo resistir el senil mandatario gastar una chanza a los lectores de la revista, como había hecho con los pretendientes a la presidencia, diciendo: “Es un error suponer que el porvenir de la democracia en México se haya puesto en peligro por la continua y larga permanencia de un presidente en el poder….”

17 “Tengo firme resolución de separarme del poder al expirar mi periodo, cuando cumpla 80 años de edad, sin tener en cuenta lo que mis amigos y sostenedores opinen, y no volveré a ejercer la Presidencia.” “Si en la República llegase a surgir un partido de oposición, le miraría yo como una bendición y no como un mal, y si ese partido desarrollara poder, no para explotar, sino para dirigir, yo le acogería, le apoyaría, le aconsejaría y me consagraría la inauguración feliz de un gobierno completamente democrático.” “Por mí, me contento con haber visto a México figurar entre las naciones pacíficas y progresistas. No deseo continuar en la Presidencia. La Nación está bien preparada para entrar definitivamente en la vida libre.” 3 Por supuesto que, en los círculos del poder y la cercanía del presidente, nadie creyó en sus falsas palabras, pero los “Científicos” en justa correspondencia decidieron jugarle también una guasa a “don Perfidio”, misma que tuvo graves consecuencias, como veremos adelante. Aclaro que tampoco Díaz tomó en serio sus mentiras, puesto que al siguiente año, se volvió a postular, junto con Ramón Corral, para otro periodo de gobierno; 1910-1916. 3.2.- México le toma la palabra al presidente Díaz. La broma que los “Científicos” le devolvieron al presidente Díaz consistió en traducir al español la “Entrevista Creelman” y publicarla en el periódico mexicano “El Imparcial”, a pesar de que solo estaba destinada a un selecto público “gourmet” norteamericano que gustaba del folklor latinoamericano. Tal vez querían forzarlo a dejar realmente el poder, en favor de uno de ellos, aprovechando su deslenguado desliz. Quienes leyeron en México la “Entrevista Creelman-Díaz”, quedaron atónitos, las palabras vertidas por el presidente en ella causaron una profunda impresión en la sociedad y de inmediato se empezaron a formar partidos, asociaciones democráticas, clubes políticos y todo género de grupos militantes que fueron tomando posiciones de cara a las próximas elecciones presidenciales para el periodo 1910-1916. La noticia era inaudita, muchos se resistían a creer que don Porfirio había anunciado su jubilación y la entrega de la presidencia a quien el pueblo designase, hubo quien decía que el documento publicado fue elaborado en la Secretaría de Relaciones Exteriores y hasta supusieron que su autor era el periodista don Manuel M. Flores. Pero tal conferencia si se llevó a cabo, según el testimonio del licenciado D’antín, 3

Núm. 3, vol. XIX, “Pearson’s Magazine”, New York, marzo de 1808, La traducción es mía, el remarcado también es mío.

18 alto empleado de la embajada de Estados Unidos, que participó como intérprete4, además el heroico periodista Filomeno Mata, que era famoso por ser honesto y porque para esas fechas ya llevaba más de 30 ingresos en la cárcel de Belén por “delitos de imprenta” y era el redactor del “Diario del Hogar” (paradigma de la prensa libre y valiente), dirigió una carta abierta al presidente pidiéndole que declarase si la entrevista Creelman era cierta, Porfirio Díaz no contestó la carta y como; “el que calla, otorga…”. La mayor parte de los historiadores consideran que ahí comenzó el final de la dictadura porfiriana, pero también fue el fin de la “supremacía científica”. El tiempo era propicio para el planteamiento de proyectos libertarios; puesto que aún estaban presentes los efectos de la crisis económica mundial de 1907 (“la crisis Roosevelt”) que había afectado al país porque provocó un considerable desempleo debido a la reducción de las exportaciones de los productos mexicanos, por otra parte el campo mexicano estaba pasando por una larga sequía y además en ese año de 1907 se había devaluado el peso frente al dólar en un 50%, debido a que años antes, Inglaterra y después Estados Unidos habían adoptado el patrón monetario del oro, en México el patrón de cambio era la plata y por la crisis se había restringido en mucho la demanda de este metal en los mercados internacionales y bajó su precio. 5 También en cierto modo el desmedido impacto en la sociedad mexicana de las declaraciones de Díaz, al periodista norteamericano se debía a que cuando la entrevista fue publicada aún estaba fresco el recuerdo de las violentas represiones a las huelgas de la mina “Oversight” de Cananea, Sonora (1º de junio de 1906)6 y de la fábrica de hilados y tejidos “Rio Blanco” (del 7 al 9 de enero de 1907), en el Estado de Veracruz; que dejaron muchos muertos, heridos, presos y perseguidos entre los obreros. Poco después, el 25 de junio de 1908 se produjo el levantamiento anarco/sindicalista, en el estado de Chihuahua que organizó Ricardo Flores Magón desde una cárcel de los Ángeles, California. Vistos los efectos de la célebre entrevista, los “Científicos” trataron de dar marcha atrás o al menos excluirse de culpas. Su habitual vocero, el ingeniero Francisco Bulnes, declaró tiempo después; 4

En López Portillo, Pág.370. En Roeder, Págs. 324,325,342 y343. 6 Uno de los temas de malestar entre los trabajadores de la mina era que a los ingenieros y capataces norteamericanos se les pagaba con dólares (patrón oro) y a los mexicanos, con pesos mexicanos (patrón plata), por lo cual en términos reales se les iba disminuyendo el sueldo en un 50%. 5

19 “Todos los críticos con tamaños o rabones han procurado conocer cuál fue el objeto de esa conferencia, que por unanimidad declararon fatídica e imbécil…”7. Aunque nunca aclaró quién cometió tal imbecilidad, ni en qué precisamente consistió la misma. Desde luego que el dato más relevante de ese momento fue que México, como consecuencia de la entrevista Creelman-Díaz se estaba preparando para el cambio político más importante de los últimos 35 años. 3.3.- El cumpleaños de un megalómano. Al tiempo que acontecía lo anteriormente narrado, el gobierno se preparaba para celebrar en el año de 1910 “El Centenario de la Independencia de México”, que como todos los mexicanos aprendimos desde la escuela primaria, no era tal, pues México se independizó en 1821, no en 1810. Los gobiernos posteriores al del emperador Agustín I han evadido celebrar como fecha de la independencia de México el 27 de septiembre de 1821, que fue el día que entró a la ciudad de México el coronel Iturbide al frente del “Ejército Trigarante” y se consumó la emancipación del país. Lo evaden porque ese día es también el cumpleaños del libertador mexicano y al ser republicanos, consideramos (yo también) una afrenta conmemorar tal evento que conlleva una celebración personal y familiar de estilo imperial, además como Agustín I fue fusilado por orden del Congreso, también existe un cierto dejo de culpa al respecto, por lo que se esconde la figura de Iturbide debajo de la alfombra antes que enfrentarla y analizarla a profundidad, como la madurez política lo recomienda. En obvio de conflictos ideológicos, desde que México es república se decidió celebrar el inicio y no el fin de la guerra insurgente, pero aun así subsiste un problema operativo de suma importancia; el cura Miguel Hidalgo convocó a sus feligreses a alzarse en armas a favor de la autonomía frente a España en la madrugada del día 16 de septiembre de 1810, por lo que la conmemoración de tal evento implicaría una tremenda incomodidad

tanto para el mandatario en turno, como para el entusiasta pueblo

celebrante, pues tendrían que participar en una ceremonia, que si correspondiese con la efemérides, debería tener lugar a la 5:30 de la mañana de cada 16 de septiembre.

7

Ibíd. Ídem. Pág. 379.

20 El presidente Díaz, a fin de evitar tan grave inconveniente, y acudiendo a antecedentes protocolarios que alguna vez existieron, decretó celebrar “El Grito de la Independencia”, en la noche del 15 de septiembre de cada año, así también se celebraría su natalicio que aconteció en 1830 en esa fecha, día de San Porfirio. En la actualidad; en México, en los estados de la Unión Americana que pertenecieron a México y en las repúblicas centroamericanas que también fueron parte de México, se sigue la tradición porfirista. Pero en 1910, la fiesta conllevaba una mayor solemnidad, puesto que se celebraba el casi primer centenario del grito insurgente del padre Hidalgo y ciertamente el octogésimo aniversario del natalicio del “Héroe de la Paz”. (Nota del autor.- Yo solo narro lo que la historia registra al respecto del “Día de la Independencia de México”, no pretendo de ninguna manera cambiar la fecha de celebración del grito de Dolores.) Las fiestas del Centenario de 1910 fueron muy lucidas, durante ellas se inauguraron muchas obras públicas; como fueron la Alameda de Santa María, con su “Quiosco Turco” que donó el sultán otomano, el reloj de la calle de Bucareli donado por China, el pabellón de hierro (“Museo de la calle de Chopo”, hoy calle Enrique González Martínez) que regaló el rey de Bélgica, etc. El gobierno Mexicano mandó construir e inauguró; la “Columna de la Independencia”, el edificio de la Cámara de Diputados (Hoy Asamblea Legislativa del D.F.), la Penitenciaría de la ciudad de México, diseñada de acuerdo a las más modernas técnicas de seguridad existentes en el mundo entero (hoy Archivo General de la Nación), el Hospicio de San Antonio Abad, etc. También se inauguró el Manicomio General y se iniciaron las obras del Gran Teatro de las Bellas Artes y del Capitolio Legislativo del país8, se empezó el rescate de la zona arqueológica de Teotihuacán y desde luego que, por el bajo costo que representaba, se rebautizaron multitud de vías públicas en toda la República Mexicana con el nombre de “Calle” o “Avenida” “del Centenario.” (Aún se las puede ver); también se inauguró el Zoológico de Chapultepec. Las obras públicas y eventos se ubicaron principalmente en la ciudad de México.

88

Quedó inconcluso y la armazón de hierro de la cúpula central sirvió de base para construir el “Monumento de la Revolución”.

21 En el plano cultural se escribió a toda prisa una; “Antología del Centenario. Estudio documentado de la literatura mexicana durante el primer siglo de independencia”. Compilada bajo la dirección de Justo Sierra por los señores Luis G. Urbina, Pedro Enríquez Ureña y Nicolás Rangel, según reza en su portada. Se fundó la Secretaría de Educación Pública y la Universidad Nacional, además se uniformó a los estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria dotándolos de cascos prusianos, para que integraran una guardia de honor. Llegaron delegaciones de ministros extraordinarios y plenipotenciarios de muchos países, comisionados por sus gobiernos para participar en los festejos del “Centenario de la Independencia de México”. Destacaron los embajadores de España, de Francia, de Estados Unidos, de Japón, de China, de Rusia, de Italia, de Perú y otros más. No hubo representante de Inglaterra porque la Corte de Saint James estaba de luto por la muerte del rey Eduardo VII. Tampoco lo hubo de Nicaragua, porque el gobierno de Estados Unidos,

que

acababa

de

invadir

esa

república

centroamericana, presionó a Porfirio Díaz para que no recibiera a gran poeta Rubén Darío, representante del auténtico gobierno nicaragüense.9 Los eventos protocolarios y sociales eran cotidianos, entre ellos las representaciones teatrales, los conciertos, los banquetes, los “té-champagne” y los bailes de gala en el Jockey Club, en los que participaba toda la aristocracia porfiriana; los Terrazas, los Creel, los Molina, los García Granados, los Braniff, los Tovar, los Pineda, los Izabal, los Macedo, los Prida, los Corcuera, los Landa y Escandón, los Dehesa, los Ceremonia de inauguración de la “Columna de la Independencia.” El 16 de septiembre de 1910.

Baranda, los Corral, los De la Barra, etc. También estaba presente la familia del señor presidente; su segunda esposa, doña Carmelita Romero

Rubio de Díaz y los hijos de don Porfirio y de su primera esposa doña Delfinita: “el niño” Porfirito con su joven consorte y su suegro el Lic. Joaquín Casasús; Lucecita con su 9

No es nuevo el estilo protocolario del; “¡Comes y… te vas!”, pues los lacayos del imperio ya han sentado antecedentes desde hace más de cien años.

22 esposo don Carlos Rincón Gallardo y Romero de Terreros (duque de Regla, marqués de Guadalupe y de Romero de Alfaros, general de división y charro de abolengo) y Amadita junto con su peculiar marido, el hacendado morelense don Ignacio de la Torre y Mier. La ceremonia culminante fue el “Grito de Independencia” que proclamó el señor presidente don Porfirio Díaz, a las 11 de la noche del día 15 de septiembre de 1910, desde el balcón central del Palacio Presidencial. Después hubo una cena-baile en los salones de tan augusto edificio en donde estuvieron presentes los diplomáticos extranjeros, la gran sociedad y los altos funcionarios del gobierno. El pueblo raso tuvo poca participación en las celebraciones; aunque no dejaron de ubicarse en los principales cruceros de las calles de los barrios pobres de la ciudad los imprescindibles barriles de pulque gratuito, que se rellenaban constantemente; así como los cerros de “pan francés” (teleras y bolillos) apilados sobre costales tendidos en el piso.

23

Capítulo 4.-La “Revolución Maderista”. 4.1.-La campaña presidencial para el periodo 1910-1916. En octubre de 1908, el Sr. Francisco I. Madero publicó el libro; “La sucesión presidencial en 1910” 1 y en él planteaba la necesidad de acabar el continuismo

porfiriano,

tocaba

los

factores de la anti democracia: el “militarismo”; las ambiciones del Gral. Díaz

y

los

medios

por

los

que

continuaba en el poder. Señalaba el

Escena de la “Convención AntiReeleccionista de 1910.

destino ruinoso al que se dirigía la Nación por la permanecía Porfirio Díaz, mencionaba la conferencia de Díaz a

Creelman, declaró que México era apto para iniciar su camino democrático y propuso la fundación del “Partido Anti Reeleccionista”. Por su parte el Gral. Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León y ex ministro de la Guerra, postergado debido a intrigas de los “Científicos”,

consideró, en base a la

entrevista Creelman, que había llegado el momento de actuar, así que propuso apoyar la candidatura del Gral. Porfirio Díaz a la presidencia para el periodo 1910-1916 y postularse él a la vicepresidencia. Se fueron formando en toda la república clubes liberal/democráticos promovidos por Madero, con miras a constituir el “Partido Nacional Anti reeleccionista” y también surgieron muchos clubes “Reyistas”. La estrategia porfiriana para conservar el poder fue la siguiente: 1°.- Porfirio Díaz manifestó abiertamente que no aceptaría una candidatura presidencial si su compañero de fórmula fuese el Gral. Reyes. 2°.-Nombró jefe de la 3a Zona Militar con sede en Monterrey al Gral. Jerónimo Treviño, enemigo personal de Reyes, a efecto de neutralizar al gobernador de Nuevo León y presunto candidato vicepresidencial. 1

Para mayor detalle consultar ese libro cuya referencia consta en la bibliografía.

24 3°.-Envió al Gral. Reyes a Europa en “misión oficial” para que abandonara su candidatura. 4°.-Promovió una “Convención Reeleccionista”, que postuló como candidato a la presidencia al general Díaz y a la vicepresidencia al Sr. Corral. Como los “Reyistas” se quedaron sin candidato presidencial, formaron el “Partido Nacionalista Democrático” y unidos al “Partido Anti reeleccionista” participaron en la Convención Nacional Independiente en abril de 1910 que postuló como candidato a la presidencia al Sr. Francisco I. Madero y a la vicepresidencia al Dr. Francisco Vázquez Gómez, ex médico personal de Díaz. Madero realizó varias giras por el país para promover su candidatura, mientras que el Gral. Porfirio Díaz permanecía despachando en la ciudad de México, paralizado por sus seniles achaques y muy confiado de su triunfo. 4.2.- Madero convoca al pueblo a hacer la revolución. La candidatura de Madero crecía rápidamente, en sus giras por el país era recibido por multitudes que lo aclamaban, por lo tanto el gobierno decidió frenarlo inventándole un falso delito, fue detenido en Monterrey el día 7 de junio y remitido a San Luís Potosí, en donde quedó arraigado. Ya descabezado el movimiento maderista las elecciones primarias se celebraron el día 26 de junio de 1910 y las secundarias el día 10 de julio; en ellas triunfó la fórmula Díaz-Corral con un 98.93% de los votos, para el periodo 1910-1916.

2

La toma de

posesión fue el 1° de diciembre previas las gloriosas “Fiestas del Centenario del Inicio de la Guerra de Independencia de México”. Mientras tanto Madero se fugó de San Luís Potosí hacia San Antonio, Texas el 6 de octubre y al llegar redactó un plan revolucionario al que denominó “Plan de San Luís”, que fechó el día anterior a su fuga, en la ciudad de San Luís Potosí, pues no quería suscribir tal documento en el extranjero. En el “Plan de San Luís”, decía Madero que el régimen porfiriano atentaba contra 2

El fraude electoral se hizo presente, pues ya para entonces el Gral. Porfirio Díaz había perdido mucha de su antigua popularidad y aunque tal vez conservaba adeptos que lo habrían hecho ganar estas elecciones, no eran tantos como lo hicieron aparecer sus agentes electoreros.

25 la dignidad de los mexicanos, con el pretexto de la conservación de una paz que no existía, pues los pueblos eran masacrados y las protestas de los trabajadores acalladas por las tropas. Madero recordaba la lucha democrática del “Partido Anti reeleccionista” y la irregularidad de las elecciones, señalando que se había lanzado a la contienda electoral para demostrar al mundo que los mexicanos ya estaban aptos para la democracia. Y como colofón propone un plan de acción revolucionaria en el que se establece: 1°.- Se declaran nulas las elecciones de 1910. 2°.-Se desconoce el gobierno de Porfirio Díaz. 3°.-Se promete a los campesinos restituir las tierras que les quitó la dictadura 4°.- Se propone elevar a rango constitucional el principio; Sufragio efectivo y no reelección para los principales cargos públicos. 5° Declara Madero asumir desde ese momento la presidencia provisional de la República. Señala que el día 20 de noviembre de 1910 (domingo)“…a las seis de la tarde, todos los ciudadanos de la República tomarán las armas para arrojar del poder…” al gobierno porfirista. “…Los pueblos que estén alejados de las vías de comunicación lo harán desde la víspera. “ 3 “Se respetará la vida de los militares federales que se rindan, excepto que hubieren fusilado a prisioneros de guerra revolucionarios, en cuyo caso serán remitidos al Consejo de Guerra para ser juzgados y siendo culpables serán pasados por las armas.” Al principio parecía que nadie se presentó a la rebelión, aunque antes del 20 de noviembre ya habían acontecido diversos derramamientos de sangre de partidarios de Madero como fue el caso del Sr. Aquiles Serdán, que murió en el asedio que hizo la policía en su casa en la ciudad de Puebla, además el 20 de noviembre de 1910 se levantaron varios grupos, pero dispersos en la vasta geografía del país y alejados de los caminos y ciudades importantes no se percibían cabalmente. Madero atravesó la frontera cerca de ciudad Porfirio Díaz al frente del grupo de patriotas que lo habían acompañado en su exilio en San Antonio, Texas y de dos generales extranjeros que le había contratado su abuelo, el multimillonario empresario

3

Este documento que se reproduce completo en el apéndice de la obra de ROMERO, citada en la bibliografía; es el único caso que conozco en que el que un plan revolucionario no solo señala fecha para el alzamiento armado, sino que hasta indica la hora en que empezará la insurrección.

26 Don Evaristo Madero para reforzar la revuelta. 4 Sin embargo al ver la falta de actividad inicial, se regresó a San Antonio. Pero después de las primeras semanas se fueron manifestando diversos grupos armados como el del Sr. Pascual Orozco, el del Sr. Francisco Villa y el pequeño grupo de 30 guerrilleros dirigidos por el periodista anarco/sindicalista Praxedis Guerrero que militaba en el grupo político de Ricardo Flores Magón y estaba exiliado en Estados Unidos de donde cruzó la frontera para acudir al llamado de Madero; este intelectual y protomártir de la revolución murió en combate el día 30 de diciembre de 1910, a los 28 años de edad, al tomar el pueblo de Janos, Chihuahua. También se alzó en Tlaxcala el día 20 de noviembre el Sr. Gabriel Hernández, honrado demócrata y fiel maderista.5 Para febrero de 1911, el país entero ardía en una enorme y apasionada rebelión que tenía aterrorizado al gabinete porfiriano cuyo promedio de edad era de 78 años, y ya no era apto para conservar el poder: El Gral. Porfirio Díaz tenía una infección en las encías que le causaba mucho dolor y una gran hinchazón en su cara, por lo que dirigía el curso de la guerra desde la biblioteca del Castillo de Chapultepec, en donde residía, utilizando para ello una mesa de situación militar y soldaditos de plomo que habían sido parte del material didáctico en el H. Colegio Militar. El vicepresidente Ramón Corral se encontraba en París, tratándose un cáncer que años después lo llevó a la tumba y el secretario de Hacienda José Ives Limantour también estaba en Europa cabildeando nuevos créditos, con el argumento de que el Gral. Porfirio Díaz acababa de tomar posesión de su séptimo periodo presidencial, al; “Ganar las elecciones por amplia mayoría, porque es muy popular entre su pueblo…”,

según

alardeaba don José Ives. El 6 de marzo entró Madero nuevamente al país acompañado de sus generales 4

Tales eran; el nieto del prócer italiano José Garibaldi, que se llamaba igual que su abuelo y el héroe de la guerra de los Boers en Sudáfrica Gral. Viljoen que había dirigido a las tropas afrikaners (colonos de origen holandés) en contra del ejército inglés. 5 Este honorable revolucionario es digno de recordarlo como ejemplo de lealtad a sus ideales y a la figura de Madero, forma parte del martirologio democrático de la Patria, pues después de la “Decena Trágica” fue detenido por los usurpadores y puesto preso en la cárcel de Belén, de donde lo sacó a la fuerza el gobernador huertista del D.F. Dr. Enrique Cepeda una madrugada del mes de marzo de 1913 y ordenó que lo fusilasen, pero como no falleció a la primera descarga, mandó que lo rociaran de gasolina y le prendieran fuego para que acabase de morir.

27 y 800 seguidores, intento tomar Casas Grandes, Chih., pero fue derrotado y herido en una mano, sin embargo ya las fuerzas revolucionarias estaban en posibilidad de reforzarlo y el general Francisco Villa se le unió y marcharon a sitiar la fronteriza Ciudad Juárez, junto con los generales Pascual Orozco y José de la Luz Blanco que se fueron incorporando a la columna. Luego de un largo sitio, que inició a mediados de marzo de 1911 y era imperfecto porque desde el lado americano se abastecía a la ciudad; el día 8 de mayo se emprendió el ataque a Ciudad Juárez al mismo tiempo que se sostenían conversaciones con los enviados de Porfirio Díaz, Este ataque ha sido uno de los episodios más extraños de la vida nacional, pues empezó en forma espontanea cuando unos soldados porfiristas dispararon sobre los revolucionarios y estos repelieron la agresión. Madero quería que cesase el combate pues temía que las balas cruzasen la frontera y en represalia el gobierno de Washington ordenase una invasión; además como había pláticas de paz, don Francisco confiaba en el buen fin de ellas. Orozco y Villa querían tomar la ciudad. Los espectadores que presenciaban el combate desde las azoteas de las casas de El Paso, Texas (como si se tratase de un espectáculo circense) veían extrañados que los revolucionarios atacaban con furia y luego

suspendían

el

ataque

por

completo; esto se debía a las órdenes contradictorias que recibían de sus jefes, pues Madero manejando su

El Sr. Francisco I. Madero posando con los militares que tomaron Ciudad Juárez.

automóvil

recorría

las

trincheras

ordenando el cese del fuego, pero a continuación pasaban por los mismos

puntos los generales Villa y Orozco, montados a caballo y exigían a los soldados continuar el ataque. Finalmente triunfó la revolución; fue tomada la ciudad y arrestado el porfirista Gral. Navarro, comandante de las tropas que defendían la ciudad. Navarro, soldadote cruel y sanguinario, había fusilado a muchos revolucionarios

28 desde antes de la batalla de Ciudad Juárez, incluyendo entre ellos a civiles, miembros de la familia del general Orozco; por tanto él y Francisco Villa pidieron que se ejecutase al criminal general; pero Madero en un acto humanitario, en lugar de fusilar al jefe porfirista lo sacó de la cárcel en la madrugada y lo llevó en su coche hasta la orilla del Rio Bravo para que se pasase a nado a los Estados Unidos. Ahí fue, precisamente en ese lugar y en ese momento donde empezó la pérdida de legitimidad del Sr. Francisco I. Madero como jefe revolucionario; incluso por poco también pierde la vida, pues el general Francisco Villa lo encañonó con su arma y estuvo a punto de asesinarlo, aunque después de esa tremenda escena se reconciliaron llorando y abrazándose mutuamente. Otro grave error de don Francisco I. Madero consistió en celebrar un tratado con los enviados de Díaz, por el cual accedió a inmovilizar a su ejército en el norte del país, en espera de las renuncias de Díaz y Corral y aceptar que el porfirista Francisco León de la Barra fuese nombrado presidente interino, en vez de tomar Madero esa posición, como ordenaba el “Plan de San Luís”. Todos previnieron a Madero para que no firmase ese tratado, don Venustiano Carranza le dijo delante de todos; “Revolución que se transa es una revolución que se pierde”, pero Madero persistió en su intención, a fin de evitar más combates y firmó los “Tratados de Ciudad Juárez”. 4.3.-El interinato de un canalla; Francisco León de la Barra. Mientras acontecía en el norte del país lo que he narrado, en el resto de la república se generalizó la revolución, los estudiantes de la ciudad de México arma-

Sr. Francisco León de la Barra. Presidente Interino de México en 1911.

ron un motín de gigantescas proporciones, por lo que Díaz renunció inmediatamente y salió hacia Europa en el barco alemán “Ipiranga”.

Fue designado como presidente interino el Sr. León de la Barra, cuyo papel era, procurar la paz y organizar los comicios presidenciales de 1911, pero que en realidad se dedicó a desprestigiar y obstaculizar al Sr. Madero

29 Como en los “Tratados de Cd. Juárez” se había convenido que el “Ejército Revolucionario sería licenciado…”; el presidente interino ordenó que debía entregar sus armas en los cuarteles porfiristas, pero el general Emiliano Zapata, comandante del “Ejército Revolucionario del Sur” que se había adherido al “Plan de San Luís”, dijo: “¡No entregaré las armas! Nunca en la historia se ha dado el caso de que un ejército triunfante le entregue las armas al ejército que derrotó. Entregaremos las armas cuando se hayan devuelto las tierras a los pueblos; como promete el Plan de San Luís.”6 En realidad los pueblos del Estado de Morelos, Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Estado de Guerrero, el sur de Michoacán y el sur del Distrito Federal, tenían su propio movimiento revolucionario, coincidente con la lucha democratizadora de Madero, pero diferente ya que estaba fundamentado en la exigencia de que se devolviesen las tierras usurpadas a las comunidades. Tal movimiento era dirigido por el Sr. Pablo Torres Burgos y cuando este jefe fue asesinado, lo encabezó el Sr. Emiliano Zapata quien debía rendir cuenta de sus actos a una asamblea de jefes insurgentes y caciques indígenas quienes en último término resolvían que hacer. Incluso tenían su propio “Plan Político-Social”7 en el que se resumían sus demandas de igualdad y justicia. León de la Barra quiso obligar a Zapata de que cooperara con el gobierno, pero fracasó, entonces le pidió al Sr. Madero

(que

estaba

en

campaña

por

su

candidatura

presidencial), que lo convenciese del desarme. Madero intentó hacerlo, pero falló y para reducir la tensión invitó a los

Ideóloga del Zapatismo.

zapatistas a su mitin electoral del 13 de julio, en la Plaza de Toros de la ciudad de Puebla. Las familias campesinas se llenaron de alegría al saber que iban ir a ver y oír al señor Madero y dos días antes del evento abordaron el “Ferrocarril Interoceánico” en Cuautla y partieron hacia la ciudad de Puebla. ¡Nunca antes alguien los había invitado a algo!; iban los padres con sus niños, los abuelitos, las jovencitas y los muchachos. 6

En Romero Flores. Los autores del texto de ese plan fueron la profesora y poetisa Dolores Jiménez y Muro y el Gral. Gildardo Magaña. 7

30 Cantaban y reían durante todo el camino y cuando llegaron a Puebla se les informó que como no había alojamiento para ellos, tendrían que acampar en la propia Plaza de Toros. Al día siguiente de su llegada se presentó frente a la plaza un grupo de militares federales encabezados por el hijo del ex gobernador porfirista Mucio P. Martínez y dispararon sobre los soldados que protegían a las familias. Los revolucionarios contestaron el fuego y persiguieron a los agresores hasta el cuartel federal en el que se refugiaron, por lo que el coronel Aureliano Blanquet al frente del 29° Batallón penetró a la Plaza de Toros y ordenó barrer con fuego de ametralladora a todos esos infortunados. El argumento que dieron las autoridades, para justificar sus actos, fue que los zapatistas trataron de liberar a unos presos que estaban en la cárcel. El combate continuó al día siguiente (13), hubo más de 300 muertos y muchos heridos, aunque con la llegada del Sr. Madero se estableció una

tensa calma. El

gobernador Rafael Cañete se encerró con Madero y después de una conversación cuyo contenido se ignora, salió don Francisco y felicitó al coronel Blanquet por haber; “…restaurado el orden.” Vaya usted a saber lo que los ex porfiristas le contaron a Madero y lo que él ingenuamente les creyó. Zapata prometió vengar la afrenta y atribuyó la vileza a Madero, pues fue él quien invitó a las víctimas al fementido mitin y luego felicitó al asesino.

31

Capítulo 5.- “El Gobierno Maderista”. 5.1.- Un gobierno en conflicto permanente. Se celebraron las elecciones del año 1911 y en ellas ganó la fórmula postulada por el Partido Constitucional Progresista; Madero-Pino Suarez, que tomaron posesión de sus cargos en noviembre de ese año. Como el gobierno de León de la Barra había atacado militarmente al “Ejército Revolucionario del Sur” y al tomar la presidencia el Sr. Madero, esos ataques no cesaron, el general Zapata continuó la lucha en contra del gobierno maderista exigiendo el cumplimiento del “Plan de San Luís” en lo que respecta a la devolución de las tierras a sus

Presidente Francisco I. Madero.

poseedores originarios y desconociendo a las autoridades recién elegidas.

El pliego en el que se señalaban las peticiones y se justificaba el alzamiento se llamó; “El Plan de Ayala”1, fechado el día 25 de noviembre de 1911, en la villa de Ayala, Morelos y en él se reitera la exigencia de la devolución de tierras, se desconoce al gobierno de Madero y se designa como jefe de la rebelión a Pascual Orozco y en su defecto al propio Emiliano Zapata. El general Zapata y su “Ejército Revolucionario del Sur” se mantuvieron en la insurgencia durante todo el gobierno de Madero; el Gral. Juvencio Robles de extracción porfirista y amigo de los terratenientes del

Gral. Emiliano Zapata. 1

El texto completo de este plan se puede ver en el apéndice de documentos del libro del profesor Jesús Romero Flores, que fue el último sobreviviente de los diputados constituyentes de la actual carta magna de la Nación Mexicana y murió con una edad de más de 100 años. Ver Bibliografía.

32 estado de Morelos fue enviado a reprimir a los zapatistas por lo que hacía masacre con los pueblos y desterraba a la población de sus hogares, para encerrarlos en una especie de campos de concentración, como antes lo había hecho el general norteamericano Weyler con el campesinado cubano y después lo hizo el general Westmorelan en Viet Nam. Cuando se le ordenó al general José Garibaldi que combatiera a los zapatistas, acató la orden parcialmente; dijo que él no había venido a México a reprimir campesinos famélicos y poco después abandonó el país. Si he de ser veraz e imparcial debo reportar que los militares zapatistas tampoco se comportaban como hermanitas de la caridad pues tomaron por la fuerza muchas haciendas, asesinando a sus dueños y repartiendo las tierras usurpadas, además los generales Genovevo de la O y Amador Salazar eran famosos por dinamitar trenes y después saquear y masacrar a los pasajeros y a la escolta que los resguardaba. La prensa conservadora apodaba a Emiliano Zapata como; “EL Atila del Sur”. Solo

cuando

el

presidente

Madero

comisionó para pacificar la zona al general Felipe Ángeles, (hombre justiciero) hubo una especie

de

armisticio

humanitario

y

se

vislumbraba la paz, que no se pudo concretar porque entonces estalló el cuartelazo de la “Decena Trágica”. Por otra parte la inexperiencia en cuestiones de gobierno se hacía notable y eso le restaba popularidad al presidente, pues los trámites eran lentos y los funcionarios cometían muchas torpezas.

Gral. Genovevo de la O. Y para colmo de las tonterías el secretario de Hacienda, que lo era don Ernesto Madero, tuvo la desacertada iniciativa de cobrarle a la Nación los gastos en que había incurrido la familia Madero con motivo de la revolución, así que todos los anti maderistas iniciaron una campaña de difamación y burlas en contra del presidente y su familia a quienes acusaban de voraces usureros.

33 La prensa reaccionaria estaba desatada, abusando del respeto del Sr. Madero a la libertad de expresión que consagraba la Constitución y que por primera vez en muchos años dejó de ser letra muerta. Los periódicos; “El País que era propiedad de un grupo de ultra católicos y “El Imparcial”, que a decir verdad nunca hizo honor a su nombre y que para entonces solo contenía información totalmente parcial a favor de los porfiristas de quienes recibía órdenes su director Rafael Reyes Espíndola; publicaban cotidianamente información malévola y criticas en contra de Madero. También había revistas que publicaban muchas caricaturas en las que se representaba al presidente como un torpe y desatinado personaje que a todos hacía reír con sus ocurrencias; como la esposa del Sr. Madero se llamaba Sara P. de Madero, en la prensa oscurantista decían que era; “…el sarape de Madero…” Asimismo la prensa revolucionaria empezó a atacar al presidente Madero por su enfrentamiento con los zapatistas, la permanencia masiva de ex porfiristas en el ejército y el gobierno y la desidia presidencial a cumplir con las propuestas de reivindicación social hacia las clases populares.2 El general Bernardo Reyes que en 1910 no se había atrevido a postularse como candidato a la vicepresidencia por miedo al dictador Díaz, ahora en el mes de diciembre de 1911 se alzó en armas en contra del gobierno maderista, al que no temía ni respetaba, atravesó la frontera norte proveniente de San Antonio Texas y como no encontró eco a su movimiento, ni seguidores a quienes comandar se rindió en una comisaría policiaca de la ciudad de Linares, N.L. el día de navidad de 1911, de ese lugar fue trasladado a la prisión militar de Santiago Tlaltelolco, en el D.F., en donde se le internó el 28 de diciembre acusado del delito de rebelión. También se alzó el general Pascual Orozco en el mes de marzo de 1912 con un confuso plan que se suponía que respaldaba al “Plan de Ayala” y en el que le reclamaba a Madero por no cumplir el “Plan de San Luís”, pero que estaba suscrito por puros militares derechistas entre los que sobresalían el general Benjamín Argumedo, ex maderista

2

Cinco años después de estos sucesos el primer secretario del Partido Comunista de la URSS; Vladimir Ilych Ulianov “Nicolás Lenin”, se enfrentó al mismo problema que Madero ya que, como él, pretendía entregar las tierras a los campesinos manteniendo un orden documentado y sin atropellar la propiedad privada de los hacendados; pero cuando se enteró de lo que había ocurrido en México al respecto, ordenó que se entregara “inmediatamente” la tierra a los “Koljoses” (granjas colectivas) y ya después con calma se arreglaría el papeleo y las indemnizaciones, que por cierto nunca se pagaron.

34 arrepentido y el coronel Félix Díaz, sobrino del ex dictador y antiguo jefe de Policía de la ciudad de México. Orozco arrastró a esta lucha al congreso local del estado de Chihuahua y hasta nombró a un gobernador infidente que ejerció el poder efectivo en la entidad. Todos los revolucionarios que habían combatido a favor de Madero en Chihuahua se unieron a Orozco, excepto el general Francisco Villa que siempre fue maderista. La rebelión de Orozco fue un movimiento militar de serias consecuencias por lo que el gobierno se tuvo que aplicar a fondo para someterlo y las operaciones militares duraron casi un año. La primera acción militar de importancia en esta guerra orozquista en realidad no fue un combate, pues resulta que el propio secretario de guerra Gral. José González Salas, solicitó licencia y salió de la ciudad de México con un competente cuerpo militar bien armado y pertrechado transportado en varios trenes hasta la ciudad de Torreón Coahuila, para tomar noticia acerca de la situación del enemigo y después de hacerlo avanzó hasta la estación de Rellano desde donde pensaba iniciar el ataque al contingente orozquista. Estando el 25 de marzo de 1912 varios trenes cargados con las tropas gubernamentales, soldaderas con sus niños, cañones, municiones y abastecimientos en esa estación ferroviaria; el general Orozco, acantonado a 13 kilómetros de ahí, ordenó lanzar una “máquina loca” cargada de explosivos que se estrelló en contra el primer tren militar de la columna provocando una explosión tan grande que se escuchó a 50 Kms. de distancia y destruyó por completo el convoy, matando a más de trescientas personas e hiriendo a más de un millar; se perdieron todos los abastecimientos y en ese momento aparecieron

las

tropas

rebeldes

disparando

una

nutrida

balacera

contra

los

sobrevivientes. La derrota fue total y el general González Salas se suicidó. Después del desastre de Rellano, se nombró como comandante de la campaña anti orozquista al general Victoriano Huerta que contaba con todos los elementos para combatir a los alzados, a quienes enfrentó y derrotó en las consecutivas batallas del paraje de Conejos el día 12 de mayo, la segunda batalla de Rellano el día 22 de mayo y la batalla de Bachimba el día 3 de julio. Orozco también fue atacado por tropas gubernamentales procedentes del estado

35 de Sonora al mando del teniente coronel Álvaro Obregón 3 y el mayor Salvador Alvarado que lo derrotaron en la batalla de la “Hacienda de Ojitos”, el día 31 de julio; a partir de entonces ya no pudo conducir tropas competentes para sostener combates y se dedicó al pillaje guerrillero, hasta el fin del gobierno maderista, en que se incorporó al ejército del dictador Huerta. El 16 de octubre de 1912 se levantaron en armas en el puerto de Veracruz el Gral. Félix Díaz y su primo el coronel José Díaz Ordaz, ambos eran parientes del ex dictador Porfirio Díaz. El gobierno envió a los generales

Joaquín Beltrán y Joaquín Mass a

combatir a los infidentes que fueron derrotados rápidamente y hechos prisioneros. Un consejo de guerra condenó al coronel Díaz a ser pasado por las armas, pero este militar interpuso un amparo, ante un juez de distrito y por ello fue remitido a la penitenciaría de la ciudad de México, a disposición del juez que ordenó la suspensión del acto reclamado. Muchos aconsejaron al presidente que no respetara la suspensión dictada, y que mandara fusilar al sobrino del ex dictador, pero esta era una acción impensable por parte del Sr. Madero, que era muy respetuoso de las leyes4 y de la vida humana, en lo posible. Durante los meses de noviembre, diciembre de 1912 y enero de 1913 ya no se presentaron nuevas sublevaciones, pero en la Cámara de Diputados continuaba una tremenda lucha sostenida entre los maderistas y sus detractores, todas las iniciativas gubernamentales eran bloqueadas por los representantes del Partido Católico Nacional y los diputados; porfiristas, felicistas, orozquistas, etc., incluso se formó un grupo de extraordinarios oradores y brillantes jurisconsultos que la prensa llamaba; el “Cuadrángulo de Oro”, integrado por los diputados; Querido Moheno, José María Lozano, Nemesio García Naranjo y Francisco M. Olaguibel; ese grupo estaba al servicio de los reaccionarios y permanentemente atacaba al gobierno.

3

Años después fue presidente de la República de 1921 a 1924. Precisamente el conflicto con los zapatistas, derivaba por parte del presidente, en que no quería entregarles las tierras usurpadas hasta que los jueces resolvieran que la posesión de los hacendados era ilegítima y/o nula, es decir que no accedía a las reivindicaciones del “Plan de Ayala” porque violaban el Código Civil, y también estaba haciendo lo posible para comprar las tierras para devolverlas a los pueblos, es decir que para don Francisco I. Madero era impensable violar la ley. No comprendía que sobre los mandatos legales siempre están los principios de la Justicia; de hecho esa es la esencia de todos los movimientos revolucionarios, que por sí; siempre son violatorios de la ley, pues no hay gobierno que autorice con leyes una revolución en su contra. Tal fue el caso de la “Revolución Maderista” y el “Plan de San Luís”; no eran legales, pero si atendían a la búsqueda de Justicia para el pueblo de México. 4

36 Los diputados del “Grupo Renovador”, (maderistas) tenían que luchar a diario con los elementos reaccionarios para hacer valer las iniciativas presidenciales, el esfuerzo era muy grande pero los frutos eran exiguos. El ingeniero Alberto García Granados, elemento reaccionario que había sido gobernador del Distrito Federal y secretario de Gobernación en el interinato de León de la Barra, repetía todos los días en público la frase que lo hizo famoso; “La bala que mate al Sr. Madero, salvará a México”.5 5.2.-Los cárteles petroleros desafían a Madero. Con tantos conflictos durante su gobierno, el presidente no había podido avanzar en su programa socio/político. El país se enfrentaba a un sin número de necesidades de orden social sin cubrir por lo que Madero que nada sabía de la situación del petróleo, pronto se fue enterando de que las leyes y los contratos/concesión no permitían cobrar contribuciones a los cárteles, salvo el impuesto del timbre, por lo que mandó al Congreso una iniciativa por la que se establecía una tasa impositiva del impuesto del timbre de 1.5 centavos por barril de petróleo producido, argumentando que tal impuesto tendría como destino financiar escuelas y clínicas que prestarían servicio a las clases desposeídas así como la construcción de caminos rurales. El Congreso, tan contrario a las iniciativas gubernamentales, esta vez aprobó esta enmienda a la Ley del Impuesto del Timbre y de inmediato el Sr. Doheny puso el grito en el cielo diciendo que tal impuesto equivalía a confiscar a las empresas petroleras, recurrió al Departamento de Estado de la Unión Americana y por supuesto al embajador Henry Lane Wilson que indignado por el supuesto; “arbitrario acto del gobierno mexicano en contra de las inversiones estadounidenses” presentó una acre nota diplomática del Departamento de Estado a la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en la que se decía, entre otras majaderías las siguientes: “A las empresas estadounidenses se les está persiguiendo y robando en cada oportunidad favorable…” A los petroleros se les quiere hacer víctimas de; “impuestos casi insoportables.”

5

Tres años después, cuando el general Francisco Villa llegó a la ciudad de México al frente de sus tropas, como resultado del triunfo de la “Guerra Constitucionalista”, en contra de los asesinos de Madero y Pino Suarez, convenció a un juez que había procesado a García Granados por sus declaraciones, para que condenara a muerte a este señor, don Alberto murió fusilado, demostrando una gran cobardía.

37 “El gobierno de los Estados Unidos encuentra, lo mismo que el pueblo norteamericano, que su fe en la eficacia del gobierno mexicano se ha derrumbado, dándose cuenta que, apoyado únicamente en un respeto inútil hacía el amor propio de los mexicanos, no es posible ver, sin la mayor preocupación, la prolongación de condiciones casi intolerables, que han sido desastrosas para la vida y los intereses norteamericanos en México…” 6 Finalmente y para no empeorar las cosas, Madero suspendió el cobro de ese impuesto. Es importante aclarar que el embajador Wilson odiaba de forma personal al presidente Madero porque se negó a continuar la práctica que ejercía el gobierno porfirista de darle mensualmente a este diplomático una cuantiosa “mordida” para que “lubricase” las relaciones bilaterales.7 Otro evento que tensó las relaciones con el gobierno norteamericano fue que el Sr. John D. Rockefeller solicitó una concesión para construir un oleoducto desde los campos petrolíferos de Veracruz hasta los lugares de mayor consumo en Estados Unidos,

pasando

por

la

ciudad

fronteriza

de

Matamoros, a efecto de hacer más expedito el saqueo de la riqueza natural del subsuelo mexicano, más barato su transporte y por tanto aumentar astronómicamente las ganancias de la “Huasteca Petroleum”, Co., pues la extracción era gratuita. Rockefeller exigía que en dicha concesión se estableciera expresamente que los propietarios de los

Mr. Henry Lane Wilson, embajador de EUA en México.

terrenos sobre los que pasaría el oleoducto estarían obligados a permitirlo,8 no tendrían ningún derecho a obtener pago por ello y que el propietario del

oleoducto no podría ser responsabilizado por los daños que llegasen a ocurrir debido a derrames accidentales de petróleo.

6

En Alemán, pág. 40.Ver bibliografía. En Domínguez Aragonés y González Ramírez, ver bibliografía 8 Exactamente igual a lo ordenado por las nuevas leyes de la “Reforma Energética” del presidente Peña Nieto. 7

38 Ante tanta prepotencia y codicia, los habitantes de las poblaciones del estado de Tamaulipas (por donde pasaría el oleoducto en su mayor tramo) protestaron públicamente encabezados por un joven estudiante llamado Emilio Portes Gil. 9 Dichas protestas se extendieron a las principales ciudades del país y por ello la Cámara de Diputados rechazó el otorgamiento de la concesión por una mayoría de 122 contra 5 votos. Entonces el capo petrolero Rockefeller declaró, que: “…era insufrible que un movimiento anárquico, apoyado por campesinos analfabetas y dirigido por políticos improvisados se haya atrevido a rechazar el contrato del oleoducto ofrecido por nada menos que la Standard Oil Co.”10 El deterioro de las relaciones México-Norteamericanas se agravó porque por esos días fueron asesinados 13 estadounidenses junto con varios mexicanos que también murieron, en distintos lugares

y diferentes circunstancias relacionadas con los

levantamientos armados. Ya desde antes de la interpelación de Rockefeller, el gobierno de Estados Unidos no estaba de acuerdo con la política interna de Madero. Las huelgas, los reclamos por los derechos de los trabajadores y las peticiones de las clases acomodadas de restringir la entrada de capital extranjero, afectaban a muchas de sus compañías. Los capos de los cárteles petroleros pidieron al gobierno de Estados Unidos que invadiera México y esta solicitud fue apoyada por el embajador Henry Lane Wilson que “atestiguó” ante el Departamento de Estado que los petroleros estaban amenazados por el gobierno maderista.11 El presidente Taft ordenó la concentración de 18,000 soldados y marinos en la isla de Galveston, listos para invadir a México. La legislatura del estado de Texas recibió una solicitud para que la Guardia Nacional local invadiera, sin esperar a que el gobierno federal lo hiciese. También en ese sentido se pronunció la legislatura del estado de Ohio. Numerosos buques de guerra norteamericanos llegaron a patrullar las costas mexicanas, según explicó el secretario de Estado Mr. Philander C. Knox, a efecto de: 9

Años después y pasados muchos eventos de la vida nacional, este personaje llegó a ser presidente interino de la República Mexicana. 10 En Alemán, pag. 42. Ver bibliografía. 11 Caro le salió al presidente Madero no haberle dado la mordida al embajador Wilson, tal vez por eso el actual gobierno mexicano paga cuantiosas cantidades de dinero a los cabilderos del lobby del Congreso de los Estados Unidos, “Más vale doblarse que quebrarse”, según ha dicho una ex secretaria de Relaciones Exteriores de México.

39 “Mantener a los mexicanos en un sano equilibrio entre la aprensión por un peligro exagerado y un grado apropiado de temor saludable.”12 Afortunadamente, en esos días se celebraron los comicios nacionales y ganó las elecciones presidenciales el candidato por el Partido Demócrata; Mr. Woodrow Wilson quien era pacifista y además había declarado que; “…no iba a tratar de controlar a los cárteles empresariales, sino que los iba a desaparecer por completo, ya que atentaban contra la libertad de comercio de las pequeñas y medianas empresas que eran el verdadero motor económico del pueblo norteamericano.”13 Por lo tanto y para no incurrir en el ridículo de que la invasión de Taft fuera desautorizada y contra ordenada por Wilson, 14 la Casa Blanca se contuvo y cesó el peligro.

12

Ibíd. Ídem. Pag. 44. Ibíd. Ídem. 14 Me refiero a Wilson “el bueno”, no al otro; lacayo de los cárteles. Aclaro que no eran parientes, ni amigos. 13

40

Capítulo 6.-La “Decena Trágica”. 6.1.- El cuartelazo. Desde octubre de 1912 se había reunido en La Habana el empresario Cecilio Ocón con los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz, conspirando para derrocar a Madero, posteriormente visitaron

en

la

cárcel

a

los

generales Bernardo Reyes y Félix Díaz, que estuvieron de acuerdo con los planes. Reyes propuso convocar

al

general

1

a

participar

Huerta

Victoriano en

el

9 de febrero de 1913, cadáveres frente al Palacio Nacional.

movimiento, pero él rechazó la invitación, de momento. La conjura se manifestó en la madrugada del domingo 9 de febrero de 1913, cuando un grupo de cadetes de la Escuela Militar de Aspirantes de Tlalpan comandados por los coroneles Ángel Vallejo y Juan G. Morelos y los Regimientos 2° y 5° de Dragones de Artillería del cuartel de Tacubaya al mando de los mayores Aguillón y Trías se levantaron en armas, poniéndose a la orden superior de los generales Mondragón y Ruiz. Los cadetes se dirigieron al

Zócalo de la ciudad de México transportados en

tranvías de la línea México-Tlalpan y penetraron tranquilamente en el Palacio Nacional, pues el jefe de la guardia, teniente Zurita, estaba en el plan. Simultáneamente Mondragón al frente de los regimientos de dragones (caballería) se dirigieron al cuartel de la calle de Libertad en donde se le incorporó el capitán Juan Montaño al frente del 1er Regimiento de Artillería y juntos se dirigieron a las prisiones de Santiago Tlaltelolco y Lecumberri, donde pusieron en libertad a Bernardo Reyes y Félix Díaz que se encaminaron al Palacio Nacional.

1

Victoriano Huerta había sido contratista del Gobierno de Nuevo León; para los trabajos de pavimentar las calles de la ciudad de Monterrey, cuando gobernaba el Gral. Bernardo Reyes.

41 Mientras tanto un anónimo fiel soldado del palacio avisó por teléfono lo que estaba pasando al comandante de la plaza, Gral. Lauro Villar, quien diseñó un plan que rindió frutos. Acompañado únicamente de su escolta se dirigió al cuartel del Convento de San Pedro y San Pablo y ahí instruyó a las tropas del 24° Batallón para ir al Palacio Nacional al que penetraron por una puerta trasera. Así fue que mientras los muchachos de la Escuela de Aspirantes platicaban relajadamente en el interior del palacio; sorpresivamente apareció el Gral. Lauro Villar con la tropa leal, la cual sometió a los aspirantes que fueron encerrados en las oficinas de la planta baja del inmueble. Villar dispuso la defensa colocando guarniciones en techo y puertas, también tendió una línea de tiradores frente a la fachada principal. Al llegar el Gral. Ruiz comandando

una

sección

de

soldados

infidentes, el general Lauro Villar

lo

hizo preso, remitiéndolo al cuartelillo de la guardia. Al poco rato llegó el general Reyes al frente de los cuerpos de caballería sublevados; Villar lo amagó desmontándolo del caballo y lo arrestó por propia mano; cuando Reyes quiso disparar

La prisión militar, que estaba en el convento de Santiago Tlaltelolco, después del incendio del 9 de febrero de 1913.

sobre

él,

un

tirador

le

descargó un balazo en la frente y ahí cayó muerto el general Reyes en pleno Zócalo, frente al Palacio Nacional.

De inmediato se desató una tremenda balacera en la que murieron más de ochocientas personas de entre las tropas combatientes y civiles que se acercaron a mirar el desarrollo del conflicto. También hubo muchos heridos entre los que se contaba el propio general Lauro Villar. Al mismo tiempo que sucedía lo anteriormente narrado, en la prisión militar de

42 Santiago Tlaltelolco también estaba ocurriendo otra espantosa matanza, pues a la excarcelación del Gral. Bernardo Reyes, los demás reos quisieron escapar pero los guardias de la cárcel dispararon sobre ellos y mataron a no menos de 200 presos, se incendió el edificio y el exterminio se incrementó en forma brutal. Para entonces el Sr. Francisco I. Madero, enterado de los sucesos, salió del Castillo de Chapultepec al Palacio Nacional; escoltado

por

unos

destaca-

mentos de policía de la ciudad, que envió el gobernador del Distrito Federal, Federico González Garza, así como los alumnos del Heroico

Colegio

Militar,

algunos miembros de su gabinete, diputados y parti-

9 de febrero de 1913, “La Marcha de la Lealtad”.

darios que se le fueron uniendo a su paso sobre el Paseo de la Reforma.

Al llegar a la esquina de San Juan de Letrán (hoy Eje Lázaro Cárdenas) y Av. Juárez apareció el general Victoriano Huerta a quien el presidente nombró en ese momento jefe de la Plaza de la ciudad de México, en sustitución del general Lauro Villar que estaba herido. Luego continuó su marcha hasta llegar a la fotografía Daguerre en la que se refugió de los disparos que aún se hacían. Al cesar el combate siguió el presidente la marcha hacia su destino, rodeado de una enorme multitud que lo aclamaba, a este recorrido se le ha llamado; “La marcha de la Lealtad”. Mientras tanto Mondragón y Félix Díaz llegaron a “La Ciudadela”, que era un arsenal repleto de armas y municiones y no estaba bien resguardado, por lo que ocuparon el edificio que convirtieron en su cuartel general.

43

Generales Manuel Mondragón y Félix Díaz en el interior de la “Ciudadela” de la ciudad de México. En Palacio Nacional al medio día, por orden de Huerta y sin conocimiento del presidente, se procedió a ejecutar sin formación de causa al general infidente y diputado (con fuero) Gregorio Ruiz, acusado de alta traición y por la tarde Madero se dirigió en automóvil a Cuernavaca en donde se encontraba el general Felipe Ángeles al frente de las tropas que combatían a los zapatistas y lo trajo consigo a la ciudad de México como elemento leal a quien quería entregar el mando de la plaza capitalina, pero como el grueso de los generales del ejército se opuso2, continuó en su cargo el general Huerta. 6.2.-La traición. El 11 de febrero Huerta se entrevisto en secreto con Díaz, en la casa del Dr. Enrique Cepeda acordando entre ambos simular que los sublevados estaban cercados y planear el derrocamiento de Madero, tratando de causar el menor número de bajas entre los infidentes, además Huerta permitía el paso de alimentos y suministros a la Ciudadela. En los siguientes días, la táctica de la tropa felicista consistió en disparar gran parte de las granadas almacenadas, al parecer con la finalidad de producir un efecto propagandístico, para atraer la atención y posible intervención estadounidense. Huerta dirigía a las tropas que eran fieles al presidente por zonas previamente establecidas con Díaz, mandándolas al suicidio, al mismo tiempo protegió a sus incondicionales. 2

Como en realidad el general Felipe Ángeles era un coronel habilitado de general, parecía indecoroso que se le otorgara el mando de una plaza tan importante, por lo que Madero se tuvo que plegar a esa disposición del escalafón militar.

44 El embajador Wilson, estuvo enterado del criminal acuerdo desde el principio y lo notificó a su gobierno. Además para desacreditar al gobierno mexicano y a los embajadores latinoamericanos que estaban a favor de Madero, trató de intranquilizar a parte del cuerpo diplomático europeo; compuesto por el contralmirante Paul von Hintze de Alemania, Francis W. Stronge de Inglaterra y Bernardo J. Cólogan de España; para que lo respaldaran. 6.3.-Los combates en las calles de la ciudad de México. A pesar de que la Historia de México tiene muchos episodios aciagos, nunca después de la “Toma de Tenochtitlán” había habido combates tan violentos en la capital del país, como el de la “Decena Trágica”. El día 13 fue terrible; los cañones disparaban al centro de la ciudad y la colonia Juárez (hoy la Zona Rosa), además hubo un fuerte combate en la iglesia de Campo Florido (Colonia de los Doctores) y una bomba cayó en la Puerta Mariana del Palacio Nacional

matando

a

los

soldados que la resguardaban. Las

ambulancias

de las dos instituciones de socorro que entonces participaron recorrían la ciudad recogiendo muertos y heridos en gran cantidad. La “Cruz Blanca Neutral”, que habían fundado en 1911 las señoras Elena Arizmendi y Sara Pérez Romero de Madero, esposa del presidente de la República, socorría a todos los heridos y recogía piadosamente a las personas fallecidas sin importar el uniforme que portasen o la ideología que hubiesen sostenido. La Cruz Roja3 que en

3

Esta institución que es benemérita en todo el Mundo, incluyendo su extensión “La Media Luna Roja” que opera en los países musulmanes, tuvo en México un comienzo poco afortunado. Hoy gracias a sus muchos voluntarios de buena fe y su espíritu altruista, nos merece a todos el mayor respeto a sus tareas y el máximo agradecimiento por su labor.

45 México había sido fundada por el Gral. Manuel Mondragón, solo auxiliaba a los militares de su facción. Los combates continuaron del 14 al 17 de febrero, pero nunca el Gral. Victoriano Huerta atacó seriamente la ciudadela, porque estaba siguiendo el traidor plan que había pactado con los sublevados, la artillería se disparaba sin tino ni concierto y en realidad se usaba para aterrorizar a la población. El Gral. Felipe Ángeles, excelente artillero, se dio cuenta de eso, sospechó una traición y se lo comunicó al presidente, quien no dio crédito al militar. El señor Gustavo A. Madero también recelaba de la conducta del Gral. Victoriano Huerta a quien acusó con el presidente de que estaba mandando avanzar frente a las ametralladoras de los rebeldes a los cuerpos auxiliares de caballería, que eran absolutamente leales al presidente, con lo cual los enviaba a una muerte segura. Don Gustavo sospechaba, con toda razón, que Huerta pretendía desmantelar a los cuerpos militares más distinguidos por su adhesión al presidente y estaba protegiendo a los más dudosos. Incluso en presencia del Lic. Jesús Urueta en la oficina del despacho presidencial le dijo a su hermano que Huerta era un traidor, en frente de él, a quien encañonó con su pistola escuadra. Esto ocurría el día 17. Don Francisco reprendió a su hermano por su descontrolada conducta, ordenándole que le pidiera perdón al fementido militar, lo cual hizo don Gustavo solo por disciplina. Pasado el dramático episodio, Huerta les dijo a todos que invitaba al Sr. Gustavo A. Madero a comer al día siguiente al restaurante “Gambrinus”, como signo de paz y reconciliación. Ese mismo día 17 el embajador Wilson visitó a los infidentes en “La Ciudadela”, con el fin de coordinar la alianza con el traidor Huerta, de eso fue testigo el escritor John Kenneth Turner, quien estaba preso en ese lugar.4 El día 18 de febrero de 1913, ocurrieron tres eventos que marcaron para siempre la figura histórica de los hermanos Madero, del Gral. Victoriano Huerta y del embajador Henry Lane Wilson. Al medio día se encontraron Huerta y don Gustavo A. Madero en el restaurante antes indicado, cada uno de ellos iba acompañado de un grupo de sus respectivos 4

TAIBO II, págs. 103, 104, 120 y 121.Ver bibliografía.

46 amigos y la comida se llevó a cabo en medio de la mayor cordialidad. A los postres y licores el Gral. Huerta le mostró a don Gustavo una preciosa pistola con empuñadura de oro que dijo le habían enviado de Europa y así mismo le preguntó que arma portaba; como respuesta don Gustavo sacó la pistola escuadra que siempre tenía consigo y se la entregó al militar para que la viera de cerca y en ese momento, el traidor Huerta lo encañonó y le dijo que era su prisionero. Los 40 guardabosques que escoltaban al felón detuvieron a Madero y sus acompañantes y se los llevaron secuestrados a la Ciudadela. Mientras tanto en el Palacio Presidencial se presentó sigilosamente el general Aureliano Blanquet al frente del 29° Batallón que comandaba, ocupó los puntos estratégicos y envió a los salones de la parte superior un escuadrón mandado por el teniente coronel Jiménez Riverol y el mayor

Izquierdo, quienes introduciéndose

amagaron al presidente y su gabinete que estaba reunido. Los oficiales Gustavo Garmendia y Federico Montes, sacaron de inmediato sus pistolas para defender al Sr. Madero, Garmendia les gritó a los atacantes; ¡Al presidente no lo tocan! y luego al mismo tiempo que Montes disparó matando ahí mismo a Jiménez Riverol e Izquierdo, también murió en la escena el Sr. Marco Hernández primo del presidente que estaba a su lado. El presidente y sus acompañantes intentaron salir del Palacio, pero fueron aprehendidos por el general Aureliano Blanquet, que así manchó de alta traición su expediente, Madero le hizo la mayor imputación que

puede atribuirse a un militar;

¡General Aureliano Blanquet, es usted un traidor! 5 A las nueve de la noche de esa jornada tuvo lugar el tercer vergonzoso evento de la fecha y ocurrió en los salones de la embajada del los Estados Unidos en México. Fue entonces que los generales Victoriano Huerta y Félix Díaz, suscribieron el deshonroso “Pacto de la Embajada” convocados por el embajador Wilson, sin informar a su gobierno. El pacto dice entre otras cosas: “…expuso el señor general Huerta que en virtud de ser insostenible la situación por parte del gobierno del señor Madero, para evitar más derramamiento de sangre y por sentimientos de fraternidad nacional, ha hecho prisionero a dicho 5

El general Blanquet era en efecto un militar porfirista; valiente, cruel y autoritario que al comienzo de su carrera militar, con el grado de teniente, fue comisionado por el general Mariano Escobedo como hombre de confianza, para comandar el pelotón que fusiló en Querétaro al archiduque Maximiliano de Austria, el día 19 de junio de 1867.

47 señor, a su gabinete y a algunas otras personas; que desea expresar al señor general Díaz sus buenos deseos para que los elementos por él representados fraternicen y todos unidos, salven la angustiosa situación actual. El señor general Díaz expresa que su movimiento no ha tenido más objeto que lograr el bien nacional y que, en tal virtud, está dispuesto a cualquier sacrificio que redunde en beneficio de la patria.” A continuación manifiestan los chacales que: 1° Se da por inexistente el gobierno, comprometiéndose a impedir cualquier intento de restablecerlo. 2° A la mayor brevedad solucionara en los términos legales la situación existente para que Huerta asuma la presidencia interina antes de 72 horas con el siguiente gabinete: Hacienda, Lic. Toribio Esquivel; guerra, Gral. Manuel Mondragón; fomento, Ing. Alberto Robles; gobernación, Ing. Alberto García Granados; Justicia, Lic. Rodolfo Reyes (hijo del Gral. Bernardo Reyes fallecido el día 9 en el Zócalo); Instrucción Pública, Lic. Jorge Vera Estañol; Comunicaciones, Ing. David de la Fuente y Agricultura, Lic. Manuel Garza. 3° En tanto se resuelve la situación legal, quedan encargados de todos los elementos y autoridad los generales Félix Díaz y Victoriano Huerta. 4° El Gral. Félix Díaz no formará parte del gabinete, para preparar su candidatura presidencial. 5° Se informará a las representaciones extranjeras que ha cesado el poder ejecutivo y se provee a la substitución legal, sin dar mayor información. 6° Se invita a todos los revolucionarios a cesar sus movimientos hostiles. Todos los reaccionarios del país quedaron encantados por los sucesos: el sicario y alcohólico poeta Salvador Díaz Mirón ascendido por el nuevo ministro de Instrucción Pública; de jefe de preparatorias en Veracruz a director del periódico “El Imparcial”; que el gobierno había comprado días antes del motín, decía; “Por donde pasa el general Huerta queda un perfume de gloria.”6 Seguramente que para ese señor, que era; “…manchada ave cruzadora de pantanos”, la Gloria huele a pulque y coñac mezclados con tacos de tripa y nenepil, pues era lo que casi todos los días engullía y… ¡eructaba! el borracho Huerta.

6

Morales, pág. 122.

48 En la noche del día 19 de febrero los alzados fusilaron al señor Adolfo Bassó, intendente del Palacio Nacional. Al Sr. Gustavo A. Madero lo mataron a patadas esos animales, después de sacarle el único ojo que tenía. Al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suarez que estaban presos en el Palacio Nacional, les pidieron la renuncia a cambio de un salvo conducto para viajar a La Habana; pues el embajador de Cuba7 les brindó asilo. Los jefes de la Nación aceptaron ese acuerdo para evitar mayores daños al país. Con las renuncias en la mano, corrió el general Juvencio Robles a la Cámara de Diputados y ahí en sesión solemne a las once de la noche, el Congreso de la Nación aceptó la renuncia y recibió la protesta de ley que rindió el licenciado Pedro Lascurain como presidente interino, cargo que le correspondía, por ministerio de ley, como secretario de Relaciones Exteriores. De inmediato se hizo un receso, para que Lascurain designara como secretario de Gobernación a Victoriano Huerta y presentara su renuncia como presidente interino, hecho lo cual, quedó como nuevo presidente interino el general Huerta, también por ministerio de ley, quien de inmediato rindió su protesta y así concluyó la nocturnal sesión parlamentaria. El día veinte de febrero, el nuevo “presidente” Huerta pasó a la embajada norteamericana a preguntar a Mr. Henry Lane Wilson que mandaba hacer con los señores Madero y Pino Suarez, a lo que el embajador respondió; “- Por mi haga lo que quiera, pero yo metería a Madero a un manicomio.” 8 La señora Sara Pérez, esposa del Sr. Francisco I. Madero también acudió a la embajada ese día y le pidió al embajador que interviniera para que el ex presidente y el ex vicepresidente pudieran salir del país; Wilson contestó que él nada podía hacer al respecto y la remitió con el Gral. Victoriano Huerta. Huerta reunió a su gabinete que en “Consejo de Ministros” acordó como primer acto de gobierno; asesinar a Madero y Pino Suárez. Tal mandato se cumplió en la noche del día 22 de febrero cuando sacaron a los ex mandatarios del Palacio Nacional por orden de Cecilio Ocón que coordinaba el crimen y 7

Se llamaba Manuel Márquez Sterling y estimaba mucho a Madero Y Pino Suárez a quienes trató de salvar a toda costa, fue testigo del ¨Pacto de la Embajada” y les pidió a Huerta, Wilson y Blanquet que permitieran a los ex mandatarios salir del país. Escribió dos libros en los que relata los acontecimientos. También el embajador del Imperio Japonés trató de salvar a los mártires; no lo logró pero protegió y dio asilo en la embajada a doña Sarita y a los parientes del Sr. Madero. 8 En Romero.

49 fingiendo un enfrentamiento con un grupo de revolucionarios; el mayor Francisco Cárdenas y el cabo Rafael Pimienta los mataron a balazos en la calle sur de la Penitenciaría. Esa misma noche en la embajada de los Estados Unidos se celebró una elegante y alegre fiesta con motivo del natalicio de George Washington, ahí estuvo Victoriano Huerta, a quien todos los concurrentes felicitaban.9

10

Los chacales posan para la prensa; Mondragón, Huerta, Díaz y Blanquet.

9

En TAIBO, ver bibliografía. Poco después el gobierno de los Estados Unidos destituyó al embajador Henry Lane Wilson.

10

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Bibliografía: ALEMÁN, Valdés Miguel, “La verdad del petróleo en México”, Editorial Grijalbo, México, 1977. DOMÍNGUEZ, Aragonés Edmundo (1 de febrero de 2009). “Historias Extraordinarias: El asesinato de Madero y Pino Suárez; La conspiración y el cuartelazo”. citado en El Sol de México: En la web de la Organización Editorial Mexicana. FABELA, Alfaro Isidro, “Historia diplomática de la Revolución Mexicana”, 2 vols. SRE, México, 1958-59. FUENTES, Mares José, “…Y México se refugió en el desierto”, Centro Librero La Prensa, S.A. de C.V.”, 3ª Ed. Chihuahua, 1979. GONZÁLEZ, Ramírez Manuel “La revolución social en México” (1960), citado en El Sol de México: En la web de la Organización Editorial Mexicana. GUZMÁN, Martín Luis y otros (comisión editora), “Tratados ratificados y convenios ejecutivos celebrados por México”, (19 tomos) Publicado por el Senado de la República, Estados Unidos Mexicanos, México, 1972. LÓPEZ-PORTILLO, y Rojas José, “Elevación y caída de Porfirio Díaz”, Librería Española, México, 1921. LUNA, Jesús, “La carrera pública de don Ramón Corral”, traducción del inglés por Antonieta S. de Hope, SEPSETENTAS, México, primera edición en español 1975. MADERO, González Francisco I., “La sucesión presidencial en 1910”, Editorial Época, S.A., México, 1985. MOLINA, Enríquez Andrés, “La revolución agraria de México 1910-1920”, (5 tomos) Coordinación de Humanidades de la UNAM y Miguel Ángel Porrúa, México, 1986. MORALES, Jiménez Alberto, “Historia de la Revolución Mexicana”, Ediciones del Instituto de Investigaciones Políticas, Económicas y Sociales del PRI, México, 1951. ROEDER, Ralph, “Hacia el México moderno: Porfirio Díaz”, Fondo de Cultura Económica, 1ªEd., 1ª Reimpresión, México, 1973.

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ROMERO, Flores Jesús, “Anales históricos de la Revolución Mexicana”, Ediciones encuadernables El Nacional, México, 1939. SIERRA, Justo, “Antología del Centenario. Estudio documentado de la literatura mexicana durante el primer siglo de Independencia”. (Compilada bajo la dirección de Justo Sierra por los Sres. Luis G. Urbina, Pedro Enríquez Ureña y Nicolás Rangel), Imprenta de León Sánchez, México, 1910. SILVA, Herzog Jesús, “Historia de la expropiación de las empresas petroleras“, Instituto Mexicano de Investigaciones Económicas, México, 1964. TAIBO II, Paco Ignacio, “Temporada de zopilotes”. Editorial Planeta, México, 2009. Publicaciones periódicas: “Nuestro México”, publicación quincenal, fascículo Núm. 4; “La Decena Trágica”, UNAM, México, 1983.

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