Los pecados secretos. Salm.19:12-13. (7) ¿Quiero librarme de los pecados secretos?. (b) Introducción Los estudios que estamos haciendo de este pasaje del Salm 19 nos llevan a manejar unas de las realidades complejas de nuestra propia condición como hombre, y es esa doble condición en la que nosotros vivimos y nos movemos como seres humanos. Tu observas a los animales por un tiempo, y ya conoce casi todo lo de ellos, pues prácticamente lo que son se puede ver con los ojos. Pero no así el hombre, pues no todo lo que hay se puede ver con un vistazo por fuera. El hombre tiene todo un mundo interior que no es visible, por eso pasa en matrimonios que hayan vivido durante años juntos, y todavía tengan facetas o aspectos que no se conozcan. Pues no es cuestión de observación, sino de comunicación. David señala ese aspecto interior de su propia persona que el quiere tratar, porque su relación con Dios le lleva a considerar esas partes de su persona. Y tratando este tema hemos señalado lo siguiente : ¿por que David quiere tratar sus males secretos? ( pues la salvación obrada por Dios en su corazón le lleva a perseguir su pecado donde esté, y sabe que su interior es la principal fuente de su mal. // ¿En que sentido son secretos los pecados? (no para con Dios, sino para con el hombre, para con uno mismo) // ¿Porque ser librado de los pecados secretos? (por la naturaleza de Dios, por la naturaleza y consecuencias de estos {el pecado en el hombre coge fuerzas en lo secreto; ese es el pecado mas idóneo para engañar al hombre, los pecados secretos vendrán a ser públicos}) // Los pecados secretos y la tarea de la santificación (como la santidad repulsa todo pecado, pero esta santificación no es perfecta en esta vida, la tarea principal del creyente en la santificación no es por fuera, sino la interior, la que tiene que ver con estos males ocultos). Y el día anterior nos planteamos otra cuestión: David pide a Dios ayuda para limpiarse de esos males que pueden estar en el secreto de su alma. ¿Estoy yo en la misma disposición?. // Esta nos es necesaria, pero por estar oyendo y pensando en este tema no podemos asumir que tenemos tal disposición. Recordemos, nuestro corazón es enrevesado, complejo, y hasta engañoso; por eso es la Palabra de Dios la que nos ayuda a verificar si es que hay en nosotros tal disposición. Señalamos el día anterior que no hay deseo de limpiarse estos males secretos cuando lo que nos frena al mal es lo que el hombre pueda decir o pensar. Si nos cuidamos de nuestros pecados cuando solo estamos ante de los hombres no delante de Dios, no querremos en verdad librarnos de los pecados secretos, pues nos mueve el mal y si Dios lo rechaza, sino si lo pueden ver otros. Y añadimos que no querremos limpiarnos de nuestros males secreto cuando no nos exponemos debidamente a la P. de Dios, cuando no se busca en las Escrituras, no se asiste como debemos a la exposición de ella, este puede ser uno de los indicativos de que no hay tan disposición dado que esa es una de las propiedades de la Palabra de Dios, alumbrar nuestro hombre interior. Tema Sigamos en esta línea hoy y señalemos otro indicativo que muestra tal disposición en una persona. Pero notemos antes que no solo David nos alienta a tal cosa en este Salmo, sino mas aun, el Señor Jesús nos encargó tal cosa, hablando con religiosos de su época Mat.23:26, estaba tratando con hipócritas, pero tenemos que dar atención a estas palabras en verdad sabias. // Pone ante nosotros esta gran realidad que la limpieza exterior va íntimamente vinculada a la limpieza de dentro. O en otras palabras, asuntos de nuestra conducta exterior tienen que ver directamente con lo que pasa en el secreto de nuestro corazón. Cosas que nosotros vemos y hacemos en nuestras relaciones y en nuestra vida diaria, tiene su raíz en asuntos arraigados en su corazón. Esto es lo que dice vers.23:28, dirigiéndose a estas mismas personas, les recrimina que se muestren justos a los hombres, es decir estas personas cuidaban asuntos de la conducta, de la amabilidad, del saber estar con los hombres, de hacer por fuera algunas cosas que parecían buenas; pero no trataban su corazón, de ahí que por dentro estaban llenos de hipocresía e iniquidad (maldad). Y esto lo vemos en

los Evangelios, lo enrevesados y mal intencionados que eran, aunque por fuera parecían otra cosa. Mat.22:15ss. Hombres que andaban con segundas intenciones. 23:14. Lo que nos debe avisar que cuestiones de nuestra conducta y nuestra vida cotidiana no se pueden reformar a menos que se reforme ciertas cosas que están en el corazón. 2º ¿Queremos limpiarnos de esos males secretos? c.- Querremos limpiar nuestros males secretos cuando cojamos el hacha y lo pongamos a la raíz de los árboles. Esta es una figura cogida de J. Bautista Mat.3:10. El estaba predicando el arrepentimiento para perdón de pecados y salvación, vers.8-9, y estaba viendo a los hombres bajo el símil de árboles. De manera que aquellos que no produjeran fruto, el fruto de arrepentimiento, serían cortados, pero cortados de raíz para ser echados en el fuego. // Anunciaba el perdón de pecados, pues el juicio ya llegaba, y ¿quienes sufrirían ese juicio?, pues esos que al oír estas cosas no se arrepintiesen. Y ese era el juicio, cortarlos, pero cortarlos de raíz para ser echados en el fuego. Pues de este mismo pensamiento se arma aquel que quiere limpiarse de los pecados secretos, aborda el mal pero desde su raíz, no solo quiere reformar su conducta y su comportamiento, sino va a la raíz de todo eso, al corazón. Nuestro males y pecados podemos verlos como si fueran árboles, que tienen sus flores, hojas, ramas, tronco, y raíces. Esto es, hay unos aspectos visible, hojas, ramas, tronco... y una parte invisible, la raíz, pero esta que es invisible es la que sujeta al árbol y le da firmeza, y lo nutre. Pues así pasa con nuestros males, la parte visible, que se manifestado en la vida cotidiana; pero eso es solo las ramas o las hojas de un árbol cuya raíz que lo sujeta y lo alimenta en la parte oculta de nuestro ser. Siendo nuestros pecados como árboles, ¿Que hace el que quiere limpiarse de sus pecados secretos?, pues pone el hacha a la raíz de los árboles, no solo quiere reformar algunas cosas de su vida y conducta, sino quiere ir a lo mas adentro quiere reformar su corazón. 1Tim.6:10 usa que esta misma figura, y sigue la línea de pensamiento que queremos seguir. Menciona una raíz que da lugar a un ramillete de males en la vida de hombre. ¿Qué raíz es esa ? “el amor al dinero”, que es lo mismo que “querer enriquecerse” (ver.9). Ese mal oculto tiene tal poder y ramificaciones que engendra una seria males en la vida de esa persona, ya fuera en sus pensamientos, en sus sentimientos, en sus relaciones... Que cantidad de peleas, afanes, enfermedades, relaciones familiares difíciles, o que de mentiras y engaños hacen algunos por querer enriquecerse. Por eso termina este versículo que estos “se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores”. Este mal ahí instalado afecta incluso la fe en la Palabra de Dios y relación con El.
Esta clase de mal, esa raíz de maldad alojada en el corazón es uno de esos serios obstáculos para que los hombres puedan venir a Cristo para buscar la salvación. Esta es una de esas raíces de mal que impide que un hombre pueda abrazar a Cristo por la fe, y obtener el perdón y la salvación que da. // Por lo tanto debes de poner hacha a la raíz de ese árbol, pues si no esa persona tiene un muro ante si para ir a Cristo y a recibir la salvación que El da Cristo decía “ninguno puede servir a dos señores porque o aborrecerá a uno y amará al otro..... no podéis servir a Dios y al dinero..” Mat.6:24, Ambos dice que son antagónicos. El dinero asume la posición de señor en el corazón de un hombre, y no es como otros males, sino que cuando se arraiga, asume una posición especial de control, dominio, por eso Cristo lo llama “señor”, es decir quiere ocupar una posición en la que se debe de poner a Cristo, el dinero puede representar mucho para el hombre, el hombre agarrado del dinero puede creerse grande, poderoso, dichoso, con derechos.... y sirve a ese señor que le ofrece mucho. Por eso para venir a Cristo tienes que poner el hacha sobre esta raíz del amor al dinero. M. 17 Abril .2005 “Los pecados Secretos” (7)

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Mc.10:17ss. Nos cuenta la historia del joven que no hizo tal cosa, quería la vida eterna, y fue a donde se debe ir, a Quien se la puede dar, al Señor Jesucristo. Y Cristo se le dijo como, vers. 19-21, pero este joven no lo quiso. Ver.22, y Cristo lo explicó por qué ver.23-24, ese hombre confiaba en las riquezas. Las amaba y había puesto su confianza en ellas. La riqueza es un señor que proporciona a primera vista, seguridad, adquirir tus deseos, poder, gloria, amigos, un nombre entre los hombres, la alabanza y admiración de hombres... // Pues para recibir la vida eterna de Cristo uno tiene que poner el hacha en todo eso, y abandonar tal cosa para poner la confianza en Cristo; la seguridad que buscas y necesitas que sea El Quien que te la de, el bien que buscas y necesitas, esperarlo de El y no del dinero. Otro caso Lc.14:26-27 Cristo aborda otra de esos árboles que hay que cortar de raíz para poder venir a la salvación que da Cristo. Seguir a Cristo demanda dejar a los otros en un segundo lugar, que lo que ellos digan , piensen o hagan no te condicionen respecto a lo que dice y quiere Cristo de ti. // Aunque fuera padre, madre, mujer, hijos... Esto se refiere a ese miedo de algunos de lo que el hombre le dirá, o de lo que pensarán de el, o que le harán si saben que quieres ir en pos de Cristo. Y estas cosas pueden detener a algunas personas de no ir a Cristo, tiene temor de los hombres, quedan condicionados por esas personas. Hay que poner el hacha en la raíz de este otro árbol para seguir a Cristo, es así como entonces se puede poner a Cristo y Su palabra por encima de esas otras personas. Esto es lo que requiere el 1º Mandamiento “no tendrás dioses ajenos delante de mi”. Ex.20:3. Dios es a Quien tienes que temer por encima de todos, y a El es a Quien tienes que agradar antes que a todo, pues si algo te pueden hacer esos hombres a quien temes, cosas mas terribles te podrá hacer Dios. Por eso decía Cristo en Mat.10:28 “no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. Aquí tenemos dos terribles árboles que se arraigan en el corazón a lo que es preciso poner el hacha, desde su raíz, para poder llegar a Cristo de tal manera que se obtenga la vida eterna y la salvación que da.  Raíces que son un obstáculo para andar con Cristo Esta clase males no solo representa un serio problema para ir a Cristo, sino luego para andar con Cristo. Por eso tenemos que asegurarnos si queremos limpiarnos de estos males secretos, pues el que quiere limpiarse de los males secretos, quiere poner el hacha a la raíz de los árboles. Hermanos, aquí llegamos al punto donde alguno puede estar percibiendo que en su vida está tropezando, algo no anda bien. Y piensa que lo que tiene que hacer es ordenar un poco mejor su agenda, no ser una persona tan irritante, o que debe de leer un poco mas la Biblia..., es decir cree que tiene que tratar algo de las ramas o de las hojas del árbol. // Cuando no es cuestión de limpiar lo de fuera meramente, sino es cuestión de la raíz, tiene que poner el hacha en la raíz, es el mal de raíz que está dando lugar a ese desorden, a esa clase de vida que sabe que no está bien. Ejempl. Un día los servidores de Asa, aquel gran rey de Israel, vieron que empezó a comportarse de una forma extraña, 2Cron.16:10, ahora lo veían incómodo por la Palabra que el hombres de Dios le daba, anteriormente había otra cosa,15:8, antes lo que oía le ayudaba, le daba ánimo para ir por el camino recto, vigorizaba su corazón, y reforzaba su entendimiento y voluntad para hacer lo que era agradable a Dios. // Pero resulta que ahora se le veía incómodo y hasta enfadado con estos que le hablaba la Palabra de Dios // Y no solo la cogía contra ese hombre que le habló la Palabra de Dios, sino que seguía quisquilloso, quejica, colérico. // A esto se le sumaba una actitud para con los demás, por cualquier cosa los metía en prisión, abusaba, se había vuelto un hombre difícil.

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Su problema no era que tenía que ser un poco mas amable con la gente, ni dejar de ser tan quisquilloso, y cambiar ese mal humor. El asunto no era cortar las ramas o las hojas del árbol del mal que se estaba viendo, sino ir a la raíz que sustentaba y alimentaba todo eso. ¿Cuál era la raíz?, vers.16:7-9, había desplazado el punto de apoyo en su corazón, ahora no se apoya en Dios, su confianza ya no estaba en El. Y esa raíz dio frutos en su vida, un temperamento difícil, no dispuesta a oír la voluntad de Dios, una persona con serias dificultades para relacionarse. Asa mantenía las mismas ideas en cuanto a Dios, había sido instruido y conocía a Dios, ver.12-16; pero no sabemos porque razón, empezó a desplazar su corazón de la confianza que antes había tenido en Dios, ya El no era su apoyo para afrontar sus tareas, las situaciones y las dificultades que venían. Y fue ese mal que empezó a producir un efecto serio en su carácter, en su relación con Dios y con los hombres. Por su puesto él no sabía que tenía esa raíz peligrosa de incredulidad arraigada en su alma, sino el veía que se sentía mas molesto con la gente, que se sentía molesto con la palabra de Dios... y llegó el momento de la grave en enfermedad, vers.12 y no puso su confianza ni su apoyo en Dios sino en otros. Que terribles efectos tendría tal cosa. Hay males escondidos que son como raíces en el alma que producen un ramillete maldad en la vida y en el carácter de la persona. Hemos señalado el amor al dinero, pero es que la incredulidad en Dios y Su poder y Su gracia y sabiduría, trae consecuencias en la vida de esos donde esta raíz se instala. El orgullo es otra de los males que se instala como una raíz en el alma y uno no sabe bien que cantidad de ramificaciones pueden aparecer en la vida. “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”. 1Ped.5:5. // Puede ser la razón de haber llegado a una situación seria en el matrimonio, que no se pueden tratar, ni se entienden...ellos se han conducido por el orgullo, y han llegado a un momento difícil, triste en el matrimonio. // O encuentra tropiezo con los hermanos, problemas con este, con el otro // no es prosperado en sus tareas // o no aprende las cosas que él necesita para progresar en su vida, oye pero no asimila, no las coge, su orgullo no le permite tener un corazón enseñable para lo que oye, y no le capacita, ni medita ni comprende como debe. Tiene sus idea, cerrado en su forma de pensar, no recibe la enseñanza, y tal cosa no le deja prosperar ni avanzar en cosas que están siendo de tropiezo en su vida. Dios resiste a los soberbios. El orgullo es otra de esas raíces que produce unas ramificaciones de males tal en nuestro carácter y nuestra vida que a veces ni sospechamos. Hermanos no han podido progresar para ser de utilidad en ciertos campos a la iglesia, pues un patrón de orgullo los ha privado de la correcta formación y desarrollo espiritual que precisaban para ser bendecidos y usados por Dios ahí, Dios no les dio gracia ahí. El orgulloso resiste las formas que Dios marca, el orden que El establece, los medios que Dios usa para traer bien, o los tiempos que Dios señala para indicar el cuando.... por ese orgullo el hombre se atreve a resistir a Dios, pues Dios lo resistirá y se encontrará privado del bien que podía tener. Padres, es necesario que ustedes sepan que hay una raíz de pecado en los hijos que produce todo un tremendo árbol frondoso y muy extenso en su vida. La obediencia y la desobediencia de los hijos a sus padres eso es algo que marcará mucho de que será su carácter, de la mala o buena fama, y de la preparación para su vida. Me temo que padres nos se han parado a meditar acerca del tremendo alcance que tiene en la vida de sus hijos el que les obedezcan o el que no les obedezcan. Los padres tienen mucho que formar y trabajar con sus hijos, les fueron dados para eso, para formarlos con la disciplina y amonestación del Señor. Pues la base para trabajar con ellos es primero que nada enseñarlos a obedecer, cosa para unos difícil, y para otro muy difícil, pero esa es la base. Crecer en obediencia a sus padres dará lugar a un carácter, le marcará como será en las relaciones, así se les podrá frenar de ciertas cosas, y alentar y encaminar a otras. Si no se le ha enseñado tal cosa, será la necedad del niño lo que vaya determinando la clase de persona que es y que es lo que hará.

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Conclusión Hermanos tenemos que distinguir entre el tratar de retener en algo la realidad del pecado en nosotros y atacar la misma base, la raíz de este mal que se está dando en nosotros. Cuando uno quiere limpiarse de los males secretos, entonces es que quiere poner el hacha en la raíz del mal en su corazón, y de su vida. Este no se conforma con maquillar algo de su vida, que si tengo que cambiar alguna cosa, que si tengo que leer un poco mas, que ni no tengo que ser tan descuidado, o no debo de contestar así... No, este quiere ir mas al fondo. Este dice como David en Salm.139:23-24 “Examíname, oh Dios, y conoce mi

corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”. Quiere tocar temas mas delicados de su vida y está abierto para tratarlos. Quiere saber si está siendo movido por el dinero, si esta poniendo la confianza en otro para los asuntos de su vida, si mantiene un corazón enseñable para rectificar lo que tenga que rectificar en su vida, o por lo contrario es sabio en su propia opinión. Este quiere otro corazón, busca un nuevo corazón para adorar Dios, para conocer mas de Su verdad, para obedecerle según diga en Su Palabra y para poder servirle. ¿Has puesto la el hacha a la raíz de lo árboles?, si es esto así, querrás limpiarte de los pecados secretos, si no, esta petición de David del Salm.19:12 no es la tuya. Que estas palabras puedan ayudarte para saber que impedimentos pueden haber en ti para ir a Cristo o para andar con Cristo. Pues es necesario que nosotros nos limpiemos de nuestros pecados secretos para poder ir a Cristo y para poder andar con Cristo.

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