Libreros encuadernadores de Cámara. Por MA T I L D E LOPEZ SE R RAN O

II SAN T IA G O

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O S primeros años corresp on die n tes al reinado de Ca rl os III r epresentan en la encu a de r n ación es p a ñ ola d el siglo XVIII, como en ge ner al para todas las d emás artes d el libro, el punto departida d el acatamiento a lo s est ilos franceses d e d ecoración, si bien no más intensamente que com o habían sid o a ceptados con gustosa su mis ión en lo s r estantes países de Europa (1). Pasados los años en que el ro coco se proy ecta d e modo b ellísimo en el a rte de encu a dernar, le suce de com o r eacción el r eposado y monótono es t ilo Luis X V I, iniciándose con él un a m a ner a miento y hasta incluso inhabilidad, salvo excepciones, en lo s a rt is t as fran ceses, lo que t ambién se a dvie r te, a la larga, en el arte d e d ecorar libros en lo s d emás países, sus fi eles segu id ores . Sólo uno d e ést os había p ermanecido cas i absolutamente incontaminado por el precio sismo d el ro coco : Inglaterra, si bien sus artistas, en t re lo s que H.oger Payne fu é el más famo so , quedan sit u a d osen es t a modalidad a conse cuen cia d e su ex t r a or din aria p ericia t écnica. Sus t emas, au n que no puramente n eoclásicos, muchos más se n cill os que en el ro co co , acaban por imponerse en Francia en un momento en que, y a cas i sin p ersonalidades artísticas, se inclina propicia a la imitación d e lo que fu era se producía. Al llegar la R evolución, último momento d e la d ecadencia en la ornamentación ex terior d el libro, pierde Francia por com pleto la su p rem ac ía d e un arte que había dirigido cons t an temen te d esde el sig lo X V I. Simultáneamente, la influencia inglesa imprime una huella más profunda en la t écnica y en el arte d e encu a de rn ar en todos lo s países occidentales d e Europa, y por lo tanto en E spaña, y así , los artistas p ensionados por el r ey , la s R eales Academias o la s Socie d ades Económica s de A m ig os del País, marchan ahora a Inglaterra en busca d e mayores conocimientos, aplicando , d espués d e r egresar, el aprendizaj e adquirido, r eflejando los gustos ingleses. Son notas ca r acterís t icas que se unen a las generales d el n eoclási co d e origen fran cés, el em p le o de lo s tafiletes d e gr an o alargado; el presentar liso s, sin n ervios, los lomos de los v olú menes, proporcionando así una su per ficie con t in ua, a p t a para r ecibir una d ecoración m ás profusa, no v edad que

(1) So bre el co mienzo de la s nuevas inf'lue ncias en Es paña, véase L a encuadernación madrileña en la primera mitad del siglo XVI I I y L a enc uudernuc ié n. madrileña en la ép oca de Fernan do V I , «(ue publiqué en AnC H. Esp. DE A nTE y A HQ. , 1937 , u. " 37, y A UCII . Es p. DE AUTE , 1940, u. ? 40.

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atrae la preferencia de lo s artistas: de ello re sulta un consciente desequilibrio decorativo entre las lomeras y las cubiertas del libro, aquéllas r ecargadas y éstas relativamente sumarias; también la p erfección del dorado; el em pleo de t emas decorativos especiales, como hierros de tipo v egetal en siluet a, sin m a cizar, de aspecto elegant e, pero de conjuntos algo es quemá ticos, y sob re todo, lo s finí simos punteados de oro en lo s que parecen so bre n ad ar m uy p equeños hierros también dorados, com o anillas, estrellas, hojitas, flores minúsculas, tallitos de hierbecillas, que Roger Payne (1) y sus se guid ores habían aplicado a sus obras, a sí co m o el gofrado o decoración sin oro, contrapuesta con sab ia di screción a la dorada en una mi sms cubierta. Por último, la soli de z del cosido es t ambién no ta ca ract erística , si bien en España coin cidía ello con el que de an t igu o se practicab a . Parece que fu eron lo s introductor es de esta modalidad en nuestra encu a dern ación lo s maestros Pascual Carsí y Vidal y Gab riel Gómez, ambos con obradores madrileños, el primero "en cu ade rna d or d e Cámara d~de 1799 a 1818, que se estudiará en otra oca sión, y a m b os p ensionados en Inglat er ra p or Carlos III (2). Francia, sin em b ar go, ven cid o el colapso de lo s prim er os tiempos r evolucionarios, y con una tradición d e b ell eza ex qu isit a para el libro, r eacciona d e nuevo con el Directorio, que r eanimó el gus t o por las cosas b ellas. E l est ilo Imperio había de elev ar de nuevo el arte de la vest idur a del libro al rango director que tuvo antes y lo impuso una vez más a Europa; la evolución se r ealizó, sin emb ar go, sob re modelos ingleses por varios encuadernador es de talento com o lo s Bozérian, L efebure , Courteval, lo s Bradel, E scaraguel, etc. (3). Todas estas característica s y est ilos h emos d e enc ont rarlos en la producción de San t iago Martín Sanz, excelente en cu a de rna dor de fines del siglo XVIII y primer t ercio del siglo XIX, contemporáneo d e An tonio Suáre z (4) y encu a de rnad or d e Cámara. Se han ocupado de este enc u a de rn ad or , aunque muy brev emente, Rico y Sin ob as (5) y D. Vicente Ca stañeda (6) ; en ex tens o lo hice en mi Memoria doctoral y ahora se publica aquí con al gún do cumento m ás. F ué Santiago Martín natural de la villa de Paracuellos (doc. n ,? 7) y debió de nacer en 1775, puesto que a su muerte en 1828 tenía cincuenta y tres año s. En Madrid se adiestraría en algún buen taller de encuadernación, sobre todo en la parte t écnica , y t al vez cu an do Pascual Carsí y Vidal regresó de Inglaterra en 1799 y m ediant e con t r ato con el E stado estableció una ens eñ an za pública del arte de enc u a de rn ar (7) asistiese a es t as prácticas d e la profesión, pues algunas de"sus m ejores obras tienen un a influen cia inglesa indu-. (1) S. T. Prideaux: Bookinder atul their craft . New Yo rk, 1903 , cap . n , p . 29-56: Characteristi cs aiul p eculi arities of Ro ger Payne, binder.-WilIiam L oring Andrews: R oger P ayne and his arto New Yo rk, 1892. -R ob er t R oe: A lecture on bookb inding as a fili e arto Ncw Yo rk, 1866 , y Me moi r of Rogers Payne, p. 19·21 d e la revi sta " T he Bookbinder " , L ond on , 1888. (2) Archi v o Gen eral de Palacio . Exped ientes p er son al es r ccogid os y dad os a con ocer en mi t esis doctoral La encuadernaciéti espa ñola de los sig los XVI I I y X IX. (3) H enri B éraldi: La reliure au X IXe siécle, París, 1895·1897, 4 vo ls.-F. Calo t, L . M. 1\lichon P. Angoutvent: L 'art du li vre en Frunce; París, 193 1, p. 258 .-Marius·M iche l: La reliure [raneaisc d épuis l'invention de l'imprim erie jusqu'a la fi n de X Vi I I e siecle, P arís, 1880.-Paul La cr oix c: E ssai e historiqu e sur la reliure en Fran ce dcpu is la XVI' siecle, en " B ull. du Bibliophi le", 1863. (4) Con él hemos come n za do cs t a serie de est udios: vid. el año 1942 , d e est a mi sma R evist a, 2. o y s ,« trimestres. (5) 1\1. Rico y Sinobas: E l arte del li bro en Esp aña , Madrid , 1941, p. 404. (6) Etiquetas de encuadernadores, en la " Rev. de la Bib., Arch. y Museo Municipales" , 1935 , n. ? 2, p. 170. (i) Archivo Gen er al de Palacio: E xpe diente pe rso n al.

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dable (él la expresa taxativamente en el doc. n. O 1) ,'queparece adquirida a través de la s obras d e Carsí, al que su per a en adaptaciones artística s, p ero que es su modelo, acaso sin proponérselo. La primera noticia do cumentada que d e él tenemos es d e 1803 (doc. n , ? 1) y . y a son muy numerosa s la s que sin interrupción se nos ofrecen hasta 'su muerte en 1828; la selección de do cumentos que acompañan a este est u dio es muestra d e ello. N u mer osísim os fu eron sus trabajos para la R eal Librería , tanto en el reinado de Carlos IV com o en el d e' su hijo. Segú n ex p res a él mismo , " fu é ele gid o en 1803 por el P. F ernando Sc ío, enc a rga do d e la R eal Biblioteca d e Palacio, para la d elicada en cu a de rn ación d e la numerosa y select a colección de manuscritos quc d e los Colegio s mayores d e Sala m a nc a se trasladó a ella, a cuy o efec t o se le franqu eó el Juego d e P elota para poner en él su ob ra do r (doc. n .? 4); cn v is t a de su aptitud y economía se le nombró encuade rn a do r d e Cá ma r a cn 11 d e di ciembre d e 180 1~ , jurando el cargo el 14 d e febrero d el año siguien te (doc. n.? 2); enc ua de r nó también cn el Juego d e Pelota la librería d e Gondomar (d oc. n .? 4) y otros manuscritos, trabajo que d esemp eñó con todo lu cimiento presentando enc uadernacio nes com p ar ables a " las más d elicadas inglesas" (doc. n , ? 1). Mu chas d e es t as ob r as muestran et ique t as de Martín,' y como cons t it uyen una col ección ex tens a ,cn ex t re m o, puede formarse con ellas un buen ca t álogo d e sus hierros. Dichos ejem pla res so n cas i sie m p re en pastas v alen cia n as d e jaspeado gránde y colores vis t osos : azul, ver de, rojo, castaño amarillo , ocre, m ezclándose a v eces do s t eñidos. La d ecoración se r educe a una sen cilla rueda dorada d e gu sto neoclásico que bordea la s cubiertas; lo s lomos presentan ex ten so número d e hierros sueltos, destacándose lo s títulos con t ejuelo s rojos, azules y v erdes. Lo s ejem plares ricos son en tafiletes rojos, d e recuadros más anchos y ruedas d e t emas más exp resiv os que lo s d e Carsi , con el que indudablemente tien e cierta afiriidad en la composición y en el emp leo de algunos hierros, probablemente por haber aprendido con él. La mayor y m ejor parte d e su actividad artística corresponde a la ép oca d e F ernando VII. La gu erra d e la Indep endencia no cons t it uyó una nueva époc a sin o en lo político y social. En la en cu a de rn ación no r eflejó nada de sí misma ni siquier a en un mayor abuso d e atributos b élicos o' sim b ólicos d e ven ced ores y vencidos . Tampoco la s agitaciones política s del r einado d e F ernando V II dejan en ell a huella alguna, pues el conjunto d e enc u a de rn ac iones d e est a ép oc a logra al canzar notas d e riqu eza , de arte y d e originalidad v erdaderamente excep cion ales . El interés e intelig encia d e D. José Angel Alvarez N avar r o, Conservador de la R eal Librería antes y d espués d e la gu erra, qued an bi en patentes con este grupo excepcion al d e obras notables, d ebidas exclus iv a men te a su amor y celo por la Biblioteca (1). N o es secre t o que el D eseado er a hombre d e pocas lecturas; pero en sus di sposiciones no solía poner trabas para cu a n t o se r elacionase con su Librería , y a fu esen nuevo s servicios d e ella, nombramientos d e p ersonal numerario o agregado y hasta socorros especiales a ' individuos dep endientes d e ella, com o sucedió muchas v eces con sus en cu ad ern a d or es y libreros (2). E ste bibliotecario fué también protector y gran amigo d e Sa n tiago Martín, com o (1) Su actuaci ón ef ícacísima se de sprende de diferentes di sposiciones que con stan en do cumentos (oficios, peticiones e informes) del Archivo General de Palacio. Preparo un trabajo sobre est e b ene mérito bibliotecario. . , (2) Di versos ex pe dien tes personales en el Arc h. Gen: de Palacio.

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>;:: Fi g . 1 .- Ordel/(O/zas de la Con greg acio n de la B eata Xl ar ia A /la de J es lÍs... Mad r id , 1 Soo. - T a file t e rojo d e g ra n o la rgo , decora ció n d o ra d a , 1110no gra m a d e Fern a nd o V I I. - 202 X '4 0 mm . ( Bib lio tec a d e Pa la ci o .)

Fig . 2 .-:\l ig ue l d e Ib a rr ol a , Ma rqu és d e Zamb ra no : A l He}' en S il Co nse jo de ~ I s. s in fech a . Co n t ra tapa s d e la obra . T afil e t e ro jo y moa r é rosa, 'decora ci 6n d o rad a .- 30 ó X 2I h 111m. (Bib lio t ec a d e Pal a c io .)

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3.- J osé R a m ón Rorlil : Mem oria su ci nta de las p rin cipales oper acio nes del bri gadier en el gobierno de la pla za del Callao ... ~ I s . fech ado e n e l Rea l Fel ip e d el Ca llao, 1825. T afil et e roj o d e g ra no largo , d ecora ción d orad a , c ua d ra d os d e á ng ulo e n tafil et e az u l osc uro, monograma d e F ern and o V I I .'25o X 20 2 mm . ( Bib lio te ca d e Pa lac io .)

Fi l.:. .¡. -~ ri g'u el d e Iba r ro la , Marqués d e Zambrano: Al R ey en su CO /IUjo de E stado .. . ~ rs . s in fech a .-Tafil ete e nca rnado d e gra no largo , d ecoraci ón d orad a ,l a r ued a d e "id y pámpanos so b re ta file te negr o .3o (¡X '2 J(¡ mm . ( Bib lio t eca d e Pa la c io.)

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Fi g . j .-Oficio de la Nati vidad de .Vu es/r o S eñ or.. . Al cal á , 1795. T a filc t c rojo, d eco ra ci ón d orad a; monog ra ma d e la rc in a D ." Xla ría An t o n ia dc B a rb ón , p rimera" esposa de Fer. n and o \ ' I1 .- l.j lJX 9(' m m , ( Bib lio teca de Pala cio.)

Fig. ó. - J uan J o sé Si gü cnza y Vera : Xl eca nismo del a rte de la I m p ren ta ... ~I adrid, l i Ó . T afil ct c ro jo, decora ci ón d o rada d e co r t in a s; los cc n t ro s ele las c u bi crtas , e n past a va le nc ia nn d c tono s verdes y r oj izo s ; a lg u nos to q ues a p in cel c n n cg ro e n lo s d ibu j os de co r t in a . E n c l lo m o in ici al es d el c nc ua dcr nud o r. E tiq ue ta d e Santiago ~ l a rt Ín .- I 79 X 110 m m . ( Bib lio t ec a d c P a la cio.)

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Fi g . 7.- ¡H ell/oria del Xl i ni stro de Gr acia y f usticia al l i ev, :'lIs . d e ¡S2Ü. Tafi le t e roj o de g ra no largo , d ecoraci ón d o rad a ; t o qu es a l p ince l e n negro e n los pequ e ños c ua d ra d os d ecor ad os co n cort inas ; m onogram a d e Fe rn an d o V I 1.2lix d e An a ya : C u rso ele ntcnt al de ll istori a pa Ya íd , ISI S. tar es . .. pa ra los cad etes de R eales Gi tard ia s Es p a ñola s, Madr ci ó n d o Co n t ra t apa e n t afil et e az u l os c uro d e g ra no largo y d ecora Ljo 111m . rad a d e cor t ina .-E t i'l ueta d e Sa n t iago :'If art ín .- 210 X ( Bib lio t ec a d e Pa la c io .]

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I.- C,ilellda rio ntan ual y Guí a de [ora steros en .1l ad ríd para 11> 2 (" I'e rga mi no , d eco rac ión d o rad a a ba se d e pu ntead os ; t oqu es a pince l e n azu l y ro jo . - I 1 7X 74 m m . ( Bibliot eca d e l 'al nci o .) 1

F ig . 12.- Título de Ca stilla a [aror de !J . A 1I¡;c/ de l lus-

ta mantc; M' arqués de B ustmna nte, veci no de Méiico, fec h a d o e n Pal a ci o e n 1 8 0