Los Tololos y Las Coloradas Identidad y tradición folklórica de San Sebastián del Sur un pueblo de origen prehispánico

PRESIDENCIA MUNICIPAL GÓMEZ FARÍAS, JALISCO AYUNTAMIENTO 2007...2009 PRESIDENCIA MUNICIPAL GÓMEZ FARÍAS, JALISCO AYUNTAMIENTO 2007...2009 San Sebast

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PRESIDENCIA MUNICIPAL GÓMEZ FARÍAS, JALISCO AYUNTAMIENTO 2007...2009

PRESIDENCIA MUNICIPAL GÓMEZ FARÍAS, JALISCO AYUNTAMIENTO 2007...2009

San Sebastián del Sur Pueblo de artesanías y tradiciones Territorio de los tololos y las coloradas

Los Tololos y Las Coloradas DIRECTORIO José Diego Rosales Presidente Municipal de Gómez Farías, Jalisco

Identidad y tradición folklórica de San Sebastián del Sur un pueblo de origen prehispánico

Martha Dolores Chávez Vizcarra Regidora de Educación y Turismo del Municipio Gabriela Sixto Sánchez Directora de Educación y Cultura del Municipio,

Ignacio Seda Martínez Capitán-Carguero Grande, Cristiano, 2007…2008 Mario Atanacio Vázquez Capitán-Carguero Chico, Moro, 2007…2008 José Guadalupe “Salvador” López Nolasco Tlayacanqui Efraín Álvarez de La Cruz Promotor, Entrevistador y Apoyo Logístico Mauro Alberto López Luisjuan Ilustración REFERENCIA: Aranda, Víctor y Gutiérrez, Ma. Elena. (2007). Los tololos y las coloradas, identidad y tradición folklórica de San Sebastián del Sur, un pueblo de origen prehispánico. En base a “Desde puertas adentro” de Ramón Rojas Chávez (1989). Archivo Municipal, Gómez Farías en Jalisco, México.

enero del 2008

Historia de los Tololos y las Coloradas de e San Sebastián del Sur en Jalisco, México CHIRIMÍA La chirimía de los tololos y coloradas, es un aerófono o instrumento de viento que consta de 8 orificios laterales destinados a taparse por los dedos, 7 de afinación (nota) ubicados cerca del pabellón y 1 de obturación (tono) cerca de la cámara, esta construida en madera, algunas con pabellón metálico o de barro y doble lengüeta de palmilla o palma real de colima. Las chirimías son compradas o fabricadas por los mismos piteros, algunos piteros guardan sus boquillas dentro de un frasquito con agua para conservar frescas las lengüetas de palmilla, para tocar la chirimía las sacan con anticipación para que se estilen y queden solo húmedas, ya que muy mojadas no tocan y sí no las mojan no suenan.

TAMBOR FUNDACIÓN DE SAN SEBASTIÁN Y EVANGELIZACIÓN DE CUAUOTEPONAHUASTITLÁN Ramón Rojas Chávez, primero en documentar los detalles de la tradición de los tololos y las coloradas, nos dice que, el origen de esta particular tradición, sus personajes y los festejos que la acompañan tienen como fuente la influencia española. Los españoles en su gran mayoría cristianos, sufrieron en su país la invasión de los árabes musulmanes de religión islámica por casi 800 años, desde el 711 hasta 1492, la cual terminó en el mismo año del descubrimiento de América por Cristóbal Colón y apenas 29 años antes de la toma final de Tenochtitlán por Hernán Cortés el 13 de agosto de 1521. La región de Cuauoteponahustitlán fue descubierta, conquistada y colonizada pacíficamente por los españoles a finales del año de 1522, durante la expedición del capitán Cristóbal de Olid. La conquista espiritual y evangelización fue realizada por los frailes franciscanos encabezados por Fray Juan de Padilla que para ese entonces en su segunda andanza por estas tierras, inició la evangelización a partir de 1535, fecha en que se erigió una capilla, y desde entonces se le inició a llamar San Sebastián, a partir de 1585 fue el único nombre por el que se le conoció. El valle de Tzapótlan donde se ubica San Sebastián, estuvo espiritualmente atendido por frailes Franciscanos durante 267 años, desde la llegada de Fray Juan de Padilla hasta abril de 1799.

El tambor que acompaña y sigue musicalmente a la chirimía de los tololos y coloradas, es un membranófono o instrumento de percusión de tubo o tubular de dos parches o bimembranófono. Tambor originalmente hecho de tronco del corazón de guamúchil. Es afinado en un tono medio de tal manera que no quede tan ladino (agudo) ni tan bofo (bajos o grave).

SAN SEBASTIÁN MÁRTIR Imágenes de “el güero” y “el patrón”, motivo de culto religioso y eje central de esta tradición.

Música de los Tololos y las Coloradas dee San Sebastián del Sur en Jalisco, México INICIO DE LA TRADICIÓN

SONES Son 17 las tocadas que se ejecutan durante el transcurso de toda la tradición. Estos sones y marchas son muy antiguos y se desconoce el porqué de sus nombres y sí alguna vez tuvieron letra, sin embargo son identificados y conocidos por los piteros y tamboneros con los siguientes nombres: El Caballito o La Revolcada, El Cempasúchil, El Coyote, El Gallito, El Magueyito. El Tatahuilo (Tatarahuile, Tatagüelo ó Tatarabuelo), Himno a San Sebastián, La Caminata (del santo) La Chuchaleca, La Diana, La Gallina, La Lagartija, La Marcha (Militar), La Morisma, La Negra, Los Patos (de la Laguna), Maíz Negro (el de...es mejor), (la caminata de la cuadrilla)

El 15 de enero de 1791 la capilla de San Sebastián fue elevada a la categoría de Ayuda de Parroquia o Vicaría y seguramente ya se festejaba a su patrono San Sebastián mártir, sin embargo hay testimonios documentales de que ya se celebraban fiestas patronales en 1821, con ciertos desordenes y concurrencia de que sus fiestas eran motivo, como quedó escrito en acta del Ayuntamiento de Zapotlán del 19 de enero de 1821 que dice: “… es de absoluta necesidad pedir auxilio de Tropa al Comandante de Línea para evitar los desordenes que en el pueblo de San Sebastián pueden ocurrir en citados días, con motivo de la función que en el celebran su Santo titular, en la cual concurren muchas gentes de que ya tiene experiencia …” Independientemente y además de la imagen de San Sebastián que se venera en el templo como patrono de la población, existe otra que en el año de 1861 regaló el Padre Rafael Silva a su pueblo para su veneración particular, entregándosela al Sr. Anastasio Guzmán, en calidad de “padrino del santo”, con el compromiso de que la facilitara a quienes se lo pidieran con buenos fines. Al principio todo transcurrió normalmente, pero un día se le subió lo Guzmán y dijo que “no había santo prestado”; y lo arrinconó en su casa. La hoy leyenda cuenta que cierto día se le apareció un jinete montado en un caballo blanco y vestido como San Sebastián diciéndole: que él no era ningún presidiario para estar encarcelado; y uniendo la acción a la palabra le dio unos pechazos con el caballo; esto enfermó a Don Anastasio pero, sanando fue tal su disposición que él mismo reinició ese año la festividad. Esta imagen se ha hecho tan familiar en la vida religiosa y tradicional de este pueblo, lo cual se aprecia al escuchar la forma en que sus habitantes se refieren a él respetuosa y cariñosamente como “el peregrino”, “el encueradito”, “el güero” o “el güerito”. Esta festividad (ceremonia) en torno a “el güero” tiene su propia organización la cual es realizada fuera de la institución religiosa, no obstante acompaña a “el patrón” con la danza de los “tololos” o “cristianos y moros” y las “coloradas” para dar colorido a las peregrinaciones. Después de Don Anastasio Guzmán, pasó a sus familiares y descendientes de apellidos Guzmán, Valeriano, y posteriormente a la familia Cano; actualmente (2007) continúa con la familia Cano.

Eventos, Ceremonias y Ritos de los Tololos de San Sebastián del Sur en Jalisco, México EVENTOS Y CEREMONIAS

COLORADAS

Esta tradición es un ritual lleno de formulismos y de un alto nivel de respeto y seriedad, quizá para cualquiera de los habitantes de este pueblo, obtener un cargo dentro de estas festividades o una visita del santo, es una de las cosas más importantes que podría acontecerle, sin tomar en cuenta el gran gasto que esto representa. Se listan en orden cronológico iniciado con el anuncio de las fiestas patronales, los diferentes eventos y ceremonias en que participan los tololos y las coloradas: Reparto de décimas, Novenario en la casa del moro, Retorno del santo a la casa del cristiano, Solicitud de licencia, Visitas de anuncio de licencia, Novenario en casa del cristiano y ensayo de tololos, Lavatorio de la ropa del santo, El día de las tradiciones, Acarreo de leña y del castillo, Inicio de la primera velada, Visitas nocturnas, Mañanitas al patrono del pueblo San Sebastián, Visita y enroso a “el nuevo” cristiano, Enroso de los tololos, las coloradas y la guardia en casa del cristiano, Acarreo de leña y del castillo, segunda velada y visitas, Visita y enroso a “el nuevo” moro, Enroso de los tololos, las coloradas y la guardia en casa del moro, Entrega de los cargos y del santo a los nuevos cargueros, Traslado del santo a la casa del nuevo cristiano, El día de los carros, Cambio de ropa del santo, Traslado del santo a la casa del moro, Anuncio del cargo a los nuevos cargueros “encender vela”, Enrosos, Las gracias y las valentiadas.

Falda negra, larga arribita del tobillo, plegada o con pastelones, con ribetes blanco y rojo arriba de la bastilla, originalmente fabricada con la llamada tela de cabeza de indio y ceñidor rojo a la cintura.

VISITAS Una vez quemado el castillo, se recoge el carrito-altar del santo, iniciándose así las visitas nocturnas por todo el pueblo y durante toda la noche. Lo que estas visitas representan es: la primera búsqueda que los cristianos romanos hicieron del cuerpo de San Sebastián después de haber sido asaeteado, encontrándolo y llevándolo a la casa de Irene quien se encargó de curarlo y cuidarlo, o también, la segunda búsqueda de San Sebastián en los albañales o cloacas romanas después de haber

Blusa blanca de manga corta y gran escote cuadrado, bordada o no, sola o sobre una camisa blanca de manga larga. Rebozo terciado o al hombro a manera de banda por un lado; hoy en día el rebozo esta en desuso en el vestido cotidiano de la mujer, lo cual también ha repercutido en la indumentaria de la colorada, siendo cada vez más raro quien lo porte. Cruz-paño rojo esquinado, y cruzado sobre el otro hombro, el paño lleva ribete blanco de encaje, va adornado con moñitos originalmente blancos y ahora también de colores, dicen que un moñito por cada manda pagada o cada año de participación como colorada. Sombrero de palma de soyate o sombrero tipo colimote cubierto con paliacates o paños rojos. Botellita de ponche en la mano, contrario a lo que se podría suponer, no toman ponche en ningún momento, originalmente era un bule con agua, hoy en día degenerando en botellas de refresco sobre todo coca-cola y botellas de agua o jugo. Respecto a la forma en que las coloradas llevan el rebozo y el paño existen varias versiones, la primera que es la más arraigada, es que: las coloradas invitadas por la madrina del cristiano llevan el rebozo cruzado sobre el hombro izquierdo y sobre este el cruz-paño cruzado sobre el hombro derecho y, las coloradas invitadas por la madrina del moro los llevan en sentido opuesto, rebozo cruzado sobre el hombro derecho y el cruz-paño cruzado sobre el hombro izquierdo.

Indumentaria de los Tololos y las Coloradas os y las Coloradas de San Sebastián del Sur TOLOLOS “LOS NEGROS” La palabra Tololo, probablemente es de origen náhuatl, lengua predominante en esta región en su momento, -el danzante que al bailar reverencía-. Del diccionario español: Tololo, adjetivo usado para referirse amigablemente a una persona cercana, ya sea familiar o simplemente conocida. Ropa usual más sencilla que los capitanes-cargueros, antes de usarse el pantalón moderno su vestimenta era uniforme: calzón y camisa de manta blanca, ceñidor rojo, huaraches y chaqueta o chamarra corta, en lugar de la gabardina que nada tiene que ver con la indumentaria regional del tololo. Paliacate, paño o lienzo rojo cubriendo nariz y boca para ocultar el rostro y protegerse del frío e incluso otro en la frente y cabeza, El atavío que cubre la cabeza del tololo es una tela de manta a manera de gorro cubriendo la cabeza y caída a la espalda, a remedo del cubre cabeza medieval y del turbante moro. Cachucha blanca con visera, hecha generalmente con un sombrero viejo recortado, debidamente pintada de blanco o cubierta de papel de china blanco, y en ella según su cuadrilla un mota roja o media luna plateada identificándolo; la mota de los cristianos remeda los adornos de cepillón o plumas de los cascos que utilizaban los conquistadores españoles, y la media luna es el símbolo de la religión islámica de los moros. Farol de tololo en la mano. Los tololos invitados por los padrinos van a pie y formados en línea liderados y organizados por “los punteros” o “delanteros”.

muerto azotado, ya que Lucina una cristiana, tuvo un sueño en el cual San Sebastián le revelaba donde estaba su cuerpo. Actualmente son 24 veinticuatro o más visitas, las cuales se completan con personas que la piden con anticipación a los cargueros, como suelen ser los mayordomos de las fiestas patronales. La actual duración de cada visita es de aproximadamente 15 min (minutos). Anticipándose unos minutos a la visita, una pareja de guardias llega a la siguiente casa que será visitada en el recorrido, colocándose a la entrada de la misma cruzando y resguardando la entrada con un par de lanzas de madera con el objeto de mantener el orden y controlar el acceso de visitantes al interior. Las visitas consisten en lo siguiente: en cada casa hay una imagen que puede ser de San Sebastián o no, en una mesita se disponen velas o veladoras y sahumador abajo, ubicado en el mismo lugar que cuando se solicitó la licencia en su caso. Entran a la casa ubicándose por el lado derecho del altar, primero los tlayacanquis y los cargueros seguidos de sus padrinos, esposas, madrinas, familiares, y la capitana que ha dejado a una persona de su confianza al cuidado de “el güero”, el cual descansa a la puerta de la casa, siendo su altar colocado sobre un petate. Y otras coloradas que entran agitando su sombrero a manera de saludo y diciendo “con su permiso”. Al recibir a los visitantes el casero da una seña para que se quemen cuetes de trueno o de luces o baterías e incluso hasta bombas o castillos pirotécnicos para dar la bienvenida al santo. En el interior uno a uno los visitantes se hincan, se persignan, besan la imagen del santo (excepto en las casas del fiscal y de los topiles donde se besa su vara de representación), lo sahuman y se paran a saludar a los caseros quienes están de pie y en fila al lado izquierdo del altar; al saludar de mano cada uno dice: “ave María santísima”; el de la fila contesta: “en gracia concebida”.

Organización de los Tololos y las Coloradase San Sebastián del Sur en Jalisco, México El tlayacanqui del cristiano (el del moro el día 20) pide permiso para saludar a la imagen que se encuentra en la casa, después para ratificar la visita se presenta al capitán-carguero que da la visita y al resto de la comitiva, y se pide permiso al casero para tocarle y ofrecerle unas piezas (sones) para que bailen frente a la imagen de la casa, y al recibir la respuesta positiva del casero y a señal del tlayacanqui, la chirimía del carguero-cristiano (la del carguero-moro el 20) inicia a tocar primero una diana y después un son (por ejemplo: los patos, la gallinita, el caballito o la revolcada), y los visitantes (a excepción de los tlayacanquis que se sientan) imponen prestado sus sombreros al casero y sus familiares, el carguero que da la visita (cristiano el 19 y moro el 20) pone su gorra militar o sombrero según sea el caso al casero y el otro carguero a algún otro miembro mayor de la casa, padrinos, madrinas, capitanas y coloradas los ponen al resto de los familiares del casero; de tenerse tiempo el tlayacanqui solicita autorización para tocar y todos bailar un segundo son. Antaño cuando eran solo 12 visitas de media hora cada una; realizado el acto, fuera de el lugar del altar pero dentro de la casa, se sentaban y conversaban en voz baja; hoy en día al ser más visitas y disponer de solo 15 min (minutos) esto se hace frente al altar e incluso bailando, tomando café, canela, atole blanco o rompope y refrigerio o lo que esté a bien del casero dar (como: tamales, tostadas, enchiladas, calabaza, pan, galletas), mientras afuera los guardias, coloradas, tololos y familiares y amigos que los atienden hacen otro tanto. Mientras en el interior la comitiva y los caseros realizan la ceremonia de la visita, en el exterior, en la calle los tololos y las coloradas no dejan de bailar al ritmo de otra “caja” como le llaman a la pareja de chirimía y tambor con sones como: el caballito, la revolcada, el coyote, el gallito, la morisma, los magueyitos o los patos. Es importante señalar que en esta plática todos se dirigen con gran respeto, utilizando siempre el nombre de su cargo, como son padrino, capitana, tlayacanqui, “tatita” y “nanita”, estos últimos aplicados, el primero a todos los hombres de preferencia mayores que participan en la visita y “nanita” a todas las mujeres, en esta tradición desaparecen los nombres de pila y los títulos.

EL FAROL DE TOLOLO El farol tradicional del tololo tiene la forma de un barril de dos niveles inclinados, con perímetro hexagonal (6 lados) formado en su totalidad por 12 caras, aunque hoy en día el farol con perímetro octagonal (8 lados) formado por 16 caras se ha hecho muy común, alternándose el color entre blanco y rojo del papel de china utilizado para forrar las caras. El fondo del farol es de cartoncillo, los ribetes en los tres diámetros horizontales son adornados originalmente con tiras de papel de china blanco y actualmente otros colores destacando el rojo y dorado; está hecho con estructura de tiras de carrizo sujetas con amarres de cordoncillo, montado mediante una cruz de palitos de otate o madera sobre una vara de carrizo con lo cual el tololo lo puede utilizar como vara de apoyo, cintas de papel de china rojo y blanco colgando de la unión entre el cuerpo del farol y la vara de carrizo, y una vela de parafina montada dentro del farol en el hueco de la vara de carrizo. Sus dimensiones aproximadas son:

Después de eso el tlayacanqui pide permiso para retirarse diciendo “espero que hayan quedado complacidos” dando las gracias al casero e invitándolo a salir a la puerta para que reciba la bendición del santo y los despidan, para despedirse los visitantes se paran frente a los caseros quienes están de pie y en fila; al saludar de mano e ir saliendo recogen su sombrero y cada uno dice “con licencia de Dios”; y las personas de la fila contestan “nadie más que Dios”, mientras que la chirimía toca alguna marcha (usualmente el tatahuile o tatagüelo) mientras van saliendo de la casa. Los caseros salen a la entrada de la casa frente a donde se encuentra el carrito del altar de “el güero”, para recibir la bendición del mismo mediante la reverencia de los guardias-cargueros del carrito del santo. El santo en su carrito-altar y su comitiva se retiran y se alegan con la marcha de la caminata, seguido por la multitud de peregrinos.

≈30 cm (centímetros) de altura, ≈27 cm de diámetro en el centro, ≈18 cm de diámetro en los extremos, ≈200...220 cm de largo, vara de carrizo, ≈30 cm de largo, cintas de papel.

Farol de 6 lados

El Farol de los Tololos y las Coloradas des de San Sebastián del Sur en Jalisco, México En los eventos y ceremonias de mayor concurrencia, que son, la solicitud de licencia el 06 de enero y las veladas y visitas nocturnas el 19 y 20 de enero, esta danza llega a contar con más de trescientas coloradas y más de mil tololos voluntarios respectivamente.

LA LAGARTIJA Durante las visitas a los nuevos cargueros, la chirimía toca y todos bailan y brindan. Después se introducen a la casa. Los nuevos se hincan uno a uno ante la imagen, se persignan, la sahuman y se sientan a comer y brindar. Los tololos y las coloradas bailan al compás de una chirimía que toca precisamente el son de la lagartija y uno de los tololos ejecuta una danza especial igualmente nombrada. El que baila la lagartija es seleccionado por y de entre los tololos por su entusiasmo, fortaleza y habilidad para bailar, aunque suele ser alguno de los punteros, ni las coloradas ni las mujeres intervienen en esta danza. El elegido para bailar la lagartija se coloca en posición de lagartija apoyado sobre el suelo con manos y pies, y se arrastra para entrar al centro de un ruedo en círculo formado por los tololos, mientras la chirimía-tambor toca la lagartija, el elegido da vueltas alrededor del ruedo, los tololos le apuntan y azuzan con la luz del farol, para finalizar al momento de morir se retuerce sobre su cuerpo y se da el estirón, en ese momento la chirimíatambor toca algo que se parezca a “el alabado” o “la cucaracha”, los tololos lo sacan del ruedo y llevan a tirar la lagartija a unos 20 m (metros) del ruedo, al final se toca una diana para seguir bailando de nuevo. La lagartija no es una diversión dentro de la danza de los tololos, sino que tiene un significado especial, las versiones respecto al significado de este baile son varias, las más reconocidas nos hablan de que: La lagartija engendra los males y odios del demonio que se revelan ante el círculo de los cristianos que le rodean y que finalmente le han vencido arrojándole tras su muerte al río. Representa cuando alguno de los tololos combatientes está en su agonía y que está siendo martirizado por los demás combatientes contrarios hasta que se vence, y cuando lo llevan a tirar, los mismos compañeros o contrarios lo hacen a un lado para continuar con su camino. En la tradición española de moros y cristianos, cuando se logra vencer al rey moro y con su muerte rodeado en círculo por los cristianos se celebra el final de los festejos.

ORGANIZACIÓN Todos estos festejos traen tras de sí una organización que le antecede por año y medio (desde que se les anuncia su selección al cargo, el último domingo de junio o el primero de julio, hasta que entregan el cargo el 22 de enero, 19 meses después), ya que en este tiempo se buscará a la personas que quieran ser “los cargueros grande y chico”, o sea el cristiano y el moro respectivamente, cada uno de estos buscarán personalmente a quienes les ayuden, nombrándolos padrinos, madrinas y capitanas. Los cargos en esta organización son los siguientes: Padrino o madrina del santo, Carguero grande, el cristiano (el soldado), Carguero chico, el moro, Tlayacanqui del cristiano, Tlayacanqui del moro, Padrino del cristiano, Padrino del moro, Madrina del cristiano, Madrina del moro, Capitana de sahumerio del cristiano, Capitana de sahumerio del moro, Guardias, Tololos y tololos punteros, Coloradas.

Danza de los Tololos y las Coloradas de San Sebastián del Sur en Jalisco, México

DANZA DE TOLOLOS Y COLORADAS La danza de los tololos y las coloradas está relacionada con el ciclo de moros y cristianos, las cuales son danzas producto del sincretismo de la tradición hispánica donde se escenifica la lucha entre cristianos y herejes, que al transplantarse a las tierras recién conquistadas en el nuevo mundo se convierten en la lucha entre españoles e indígenas. La representación de los moros y cristianos, traída al continente americano por los conquistadores españoles tuvo un mestizaje con alguna danza prehispánica de carácter guerrero. Fueron implantadas por los misioneros, y se representan desde la época virreinal con múltiples variantes. Con toda seguridad los misioneros franciscanos enteraron a nuestros indígenas de sus relaciones con los árabes musulmanes, costumbres, influencias, derrotas, victorias, reconquista, etc., y de allí tomaron lo de cristianos y moros, representándolo en danzas donde se simulan combates encarnando el bien y el mal, realizando esto como parte de sus estrategias de aculturación y evangelización cristiana, durante las festividades religiosas en honor a los santos patronos de la población. En esta población San Sebastián del Sur que tiene como santo patrono a San Sebastián mártir des-

de la época colonial se realizó una singular asociación de la España de moros y cristianos con la Italia de San Sebastián mártir y sus guardias romanos, adoptando a los cristianos y moros como soldados en paz y danzantes de San Sebastián mártir, dando a sus integrantes el nombre de “tololos” y a sus esposas el de “coloradas”, formando dos grupos o cuadrillas, teniendo cado uno un jefe con el nombre de “cristiano” y “moro” respectivamente. En los eventos de reparto de décimas, peregrinación, desfile de carros alegóricos y por supuesto en la veladas del 19 y 20 de enero, los cargueros y sus cuadrillas mantienen el siguiente orden o formación en el contingente: los capitanes-cargueros al frente de las cuadrillas acompañados y asistidos por sus padrinos, el cristiano a la derecha y el moro a la izquierda, seguidos de los tololos en fila encabezados por los punteros con su respectiva pareja de chirimía y tambor, las coloradas encabezadas por las madrinas (antiguamente iban en fila por adentro a la altura de los punteros acompañando a los tololos, al bailar los tololos dan vuelta hacia afuera y las coloradas hacia adentro) y después custodiado y cargado por los guardias y vigilado por las capitanas el carrito-altar de San Sebastián peregrino con la otra pareja de chirimía y tambor, toda la comitiva coordinada por los tlayacanquis de los cargueros.

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